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E L T AJÍN MEMORIA DE EXCAVACIONES Proyecto Arqueológico Morgadal Grande Arturo Pascual Soto

El Tajín. Memoría de excavaciones. Arturo Pascual Soto

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El Tajín. Memoría de excavaciones. Arturo Pascual Soto

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  • El TajnMEMORIA DE EXCAVACIONES

    Proyecto Arqueolgico Morgadal Grande Arturo Pascual Soto

  • Proyecto Arqueolgico MorgAdAl grAnde

    Universidad nacional aUtnoma de mxicoinstitUto de investigaciones estticas

    direccin general de asUntos del Personal acadmico (PaPiit)Proyectos in 401205 / in 40608 / in46429H/ in400811

    consejo nacional de ciencia y tecnologaFondos seP-conacyt

    46429H / 99018H

  • Universidad nacional aUtnoma de mxicoinstitUto de investigaciones estticas

    Arturo Pascual Soto

    El TajnMeMoriA de excAvAciones

    Proyecto Arqueolgico Morgadal Grande2002 - 2004

  • Universidad nacional aUtnomade mxicoRector: Jos Narro Robles

    institUto de investigaciones estticasDirector: Renato Gonzlez MelloSecretaria acadmica: Anglica Velzquez Guadarrama

    seminario delProyecto morgadal grandeArturo Pascual SotoReyna Albarrn Caballero Karina Susana Acosta Contreras Yanin Arenas vilaMair Sittn MorenoAmanda Soledad Sols EspinozaZamira Medina MorenoRal Rocha Garca

    diseo editorialZamira Medina Moreno FotograFa de PortadaJess Galindo (2010)

    diseo de PortadaZamira Medina Moreno

    Primera edicin: 2013D.R. 2013 Universidad Nacional

    Autnoma de MxicoAvenida Universidad 3000,

    Ciudad Universitaria, 04510 Mxico, D.F.

    institUto de investigaciones estticasCircuito Maestro Mario de la Cueva s/n

    Ciudad Universitaria, 04510 Mxico, D.F.Tel.: (55) 5665 2465Fax: (55) 5665 4740

    [email protected]

    Publicacin acadmica sin fines de lucro.

    ISBN 978-607-02-5009-5Hecho en Mxico / Made in Mexico

    De las fotografas de los sitios y piezas arqueolgicos:conaculTa.-inah.-mEx.

    Reproduccin autorizada por el Instituto Nacional de Antropologa e Historia

    Esta obra est licenciada por el Instituto de Investigaciones Estticas.

    Usted es libre de utilizarla con fines acadmicos, no lucrativos, ni

    comerciales. Al hacer uso de este material, usted se compromete

    en todo momento a respetar los derechos del autor y citar de

    manera correcta dando los crditos respectivos. Lo invitamos a

    leer el texto ntegro de la licencia

    http://www.ebooks.esteticas.unam.mx/derechos_autor

  • ndice

    introdUccin: excavaciones arqUeolgicasmorgadal grande, cerro grande y el tajncaPtUlo i modelo de desarrollo de los estados arcaicos de la regin de el tajn caPtUlo iicerro grandecaPtUlo iiimorgadal grandecaPtUlo ivel tajinaPndice 1metodologa de las investigaciones arqUeolgicas

    aPndice 2FecHamientos absolUtosbibliograFa

    7

    11

    27

    43

    125

    159

    187189

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  • 7Excavaciones arqueolgicas: Morgadal Grande, Cerro Grande y El Tajn

    Las excavaciones arqueolgicas efectuadas an-tes de iniciar la cuarta etapa de investigaciones de campo permitieron caracterizar de manera preliminar los primeros asentamientos de la civilizacin de El Tajn. Durante esta ltima etapa de investigaciones de campo (2002-2009) nos propusimos articular un programa de exca-vaciones de prueba extensivas en la Plaza Sur, en la Plataforma Norte de Morgadal Grande y en el Cerro del Oeste de El Tajn para poder estudiar los restos de su primera arquitectu-ra pblica (ca. 250-600 d.C.). A partir de en-tonces dimos forma a un modelo capaz de dar cuenta del surgimiento y posterior desarrollo de los estados arcaicos de la regin de El Ta-jn. Muchas de nuestras observaciones tcnicas obtenidas en las primeras etapas de excavacin en Morgadal Grande y Cerro Grande fueron determinantes en su construccin; ellas nos permitieron advertir la complejidad estratigr-fica de los suelos vrticos que conforman el Horizonte C y el que en ellos a pesar de un comportamiento edfico que tiende a uniformar

    los estratos an quedaba registro de la mayor parte de las obras de terraceo emprendidas en la antigedad. Estos suelos de color amarillo no necesariamente constituyen una capa que limita con el suelo natural o suelo estril (Jimnez Lara 1991:103-105), como se lleg a pensar. Tampoco el color amarillo del sue-lo, por ms que, en efecto, encuentre su origen en la intemperizacin del material parental, es motivo suficiente para suponer a priori que se trata de un solo estrato, ya que el criterio de-ber ser siempre privilegiar la clase textural en atencin a la profundidad del suelo remanen-te. Es decir que no parece prudente establecer la presencia de la roca geolgica teniendo a la vista slo un suelo donde domina la fraccin de arcillas o de arenas. Esto qued demostrado con nuestras ms recientes excavaciones en la Plaza del Edificio de las Columnas de El Tajn. De hecho, es necesario comprender que las grandes obras de nivelacin se lograron por medio del manejo de volmenes considerables de esta clase de suelos amarillos y que la ex-cavacin arqueolgica no debe cesar al apenas notar que empieza a cambiar la textura y colo-

    Introduccin

    Pgina 6la Pirmide de los nicHos de el tajn. FotograFa: artUro PascUal (2003)

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    racin de la tierra, pues la excavacin podra quedarse corta si no se agotan debidamente los depsitos arqueolgicos al confundir los ms antiguos terraceos, expresados por una com-pleja estratigrafa de suelos vrticos, con la degradacin directa del material parental que, por otra parte, debe quedar anunciada con la presencia de abundante roca fraccionada en el ltimo estrato y no slo porque en ese suelo do-mina la fraccin de arena. En los contactos de capa de los estratos que conforman los suelos vrticos de la regin deben buscarse las ms tempranas superficies de ocupacin del perio-do Clsico. En Morgadal Grande han apareci-do en la Plataforma Norte [EP4], en la Plaza Sur [EP9B y EE10] y no ocurre de manera dis-tinta en el Cerro del Oeste de El Tajn [EE10] y en la Plaza del Edificio de las Columnas [EP4A y EP6], lugares de donde disponemos de fechas calibradas y de evidencia cermica con-cluyente sobre las ocupaciones de las fases Teco-lutla (0-350 d.C.) y Cacahuatal (350-600 d.C.).Esta reflexin absolutamente tcnica fue de-cisiva para la seleccin de los lugares don-de excavar en funcin de la comprobacin de nuestro modelo, que tambin se ocup en el reconocimiento de un patrn de asentamiento caracterstico de la civilizacin de El Tajn (ca. 200-900 d.C.) en la llanura costera del Golfo, especficamente en las tierras bajas enmarcadas al poniente por las estribaciones de la Sierra Norte de Puebla y por los ros Cazones, al nor-te, y Nautla, al sur. Hemos estudiado esta franja de costa que alcanza los 8 000 km2 durante los ltimos diez aos a nivel de sensores remotos y a travs de tcnicas de muestreo en 35% del rea. Este ltimo modelo adquiere significado sobre la base de nuestras excavaciones y por la

    posibilidad de afirmar que las obras mayores de nivelacin de estas prstinas ciudades, as como la construccin de grandes basamentos y estructuras piramidales son fenmenos casi ex-clusivos del Protoclsico (ca. 0-350 d.C.), por ms que el Clsico fuera en efecto esce-nario de importantes reformas arquitectnicas.En esta ltima etapa de nuestras investiga-ciones de campo, como hemos advertido, procuramos transitar de una fase de documen-tacin de la cultura material de la primera mi-tad del periodo Clsico al estudio sistemtico de los procesos que se dieron cita en la regin por lo menos a partir del ao 250 de nues-tra era en la construccin de las ms tempra-nas organizaciones sociopolticas estatales. A ello se debe que, en la mayora de los casos, nuestras intervenciones hayan sido formula-das como continuacin de nuestras excava-ciones, cuyo origen puede trazarse en la l-tima dcada, las cuales tienen en comn la considerable profundidad de los yacimientos arqueolgicos. Con excepcin de la EE10, las excavaciones emprendidas en Morgadal y Cerro Grande durante esta etapa fueron in-tensivas, por ms que tuvieran que crecer en cuanto a su extensin inicial por la necesidad de alcanzar depsitos particularmente profundos. Por otro lado, con la excavacin de la EE10 de Morgadal Grande consolidamos otra lnea de investigacin, que se hace cargo del estudio de las transformaciones culturales del Epiclsico local (ca. 900 d.C.) y de la dinmica social que antecede a la desarticulacin final de la civi-lizacin de El Tajn. A esta ltima se vincula en mayor medida nuestro programa de excava-ciones en los altares centrales [EP11 y EP11B de Morgadal Grande y EP4 de Cerro Grande]

  • 9y nuestras ms recientes intervenciones en la Plaza del Edificio de las Columnas de El Tajn.Estos dos ejes de la investigacin han vertebrado en todo momento la vida acadmica del proyecto. Si hay algo que lo distingue y que es inherente a su estructura metodolgica es su irrenunciable vocacin regional. De ah que los resultados puedan estudiarse a nivel local y contrastarse a una escala mayor, con las im-plicaciones del centro y la periferia a partir del

    Clsico tardo y con un fuerte sello provincial ms all del mbito urbano de El Tajn. A partir de esta perspectiva hemos construido un mo-delo que da cuenta del surgimiento de los ms tempranos estados de la regin y de sus cambios a lo largo del tiempo. Adems, nos ha permitido percibir las grandes diferencias entre cada uno de los asentamientos durante el Epiclsico e in-cluso distinguir entre sus historias, sus transfor-maciones sociales y nuevos usos ocupacionales.

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    Modelo de desarrollo de los estados arcaicos en la regin de El Tajn

    Para el tercer siglo de nuestra era, cuando muy tarde, se formaron los primeros estados de la regin. Morgadal, Cerro Grande y El Tajn (Ce-rro del Oeste), entre una constelacin de sitios del litoral norte del Golfo de Mxico, fueron los centros de gobierno de las ms tempranas or-ganizaciones sociopolticas independientes de carcter estatal. Todas surgieron enmarcadas por territorios bien delimitados y sobre la base de una sociedad compleja altamente estratifi-cada. El territorio deba garantizar el sustento de una poblacin eminentemente agrcola y la produccin de excedentes se destinaba al man-tenimiento de la elite gobernante y de los es-tratos privilegiados de la sociedad. El comercio fue decisivo en la formacin de los primeros estados, para luego convertirse en el eje de su desarrollo.Aunque es de suponer que estos centros urba-nos fueron evolucionando a partir de formas de organizacin social simples hasta convertir-

    se en tpicos Estados tempranos, su ubicacin en las colinas bordeadas por los afluentes del arroyo Tlahuanapa es en s misma una cla-ra muestra del grado de complejidad social que haba alcanzado su poblacin para las primeras centurias de nuestra era. La fundacin de estos centros de gobierno debi estar precedida por una formidable nivelacin de las asperezas del terreno, que slo puede explicarse en el con-texto de una sociedad jerrquica. Obras como stas slo pudieron llevarse a cabo hasta que se reunieron las condiciones mnimas: a) el reco-nocimiento social de un liderazgo; b) el control sobre un territorio especfico, y c) una econo-ma capaz de generar excedentes suficientes para contribuir tambin con el sustento de la poblacin involucrada en estas labores. Por otro lado, el factor ideolgico los sistemas de pen-samiento y los esquemas de interaccin social (Claessen y Oosten 1996:6) no fue menos importante en el surgimiento de estos Estados. As, tan antigua gente dio forma por primera vez en su historia a los centros de gobierno de una civilizacin cuya produccin ideolgica estara en manos de la clase dominante y donde un sis-

    Captulo I

    Pgina 10estela de la concHa, PaPantla. FotograFas: eUmelia Hernndez y gerardo vazqUez (2000). montaje: zamira medina (2009)

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    tema de creencias hara aceptable al grueso de la poblacin las nuevas formas de autoridad que se desprendan de estructuras de gobierno cen-tralizadas. Tanto la elite gobernante como los estratos ms bajos de la sociedad eran, en cierto sentido, prisioneros de su sistema de creencias. Siguiendo a Skalnk, podramos decir que los miembros de las comunidades, incluidas las je-rarquas gobernantes y de especialistas, crean en los poderes sobrenaturales del soberano (1978:607). La elite promulgaba su sistema de creencias a travs de smbolos y complejos ri-tuales que enfatizaban el carcter sagrado del gobernante, quien ocupaba el centro del culto; su innegable posicin de autoridad se sostena con argumentos mitolgicos y genealgicos que lo conectaban directamente con los dioses y lo hacan descender de ancestros deificados (cf. Claessen y Oosten 1996:3).El culto al gobernante apareci en la regin al-rededor del tercer siglo de nuestra era. Las este-las de piedra que los retratan no podran ilustrar de mejor manera el carcter sagrado que se les confera de antiguo y el extraordinario poder que se concentraba en su persona. Los centros de gobierno de aquella poca no slo perpetua-ban en la piedra la representacin del soberano, sino que la mostraban erguida en los espacios ri-tuales del asentamiento. Arriba, en el lugar ms alto, se localizaba el ncleo poltico-religioso de estas prstinas ciudades, era el rea consagrada a las ceremonias y donde se hallaban los monu-mentos de piedra. Nunca antes se haban puesto en movimiento tantos metros cbicos de suelo con el propsito de crear los nuevos espacios de la capital, sus enormes plazas o sus imponen-tes edificios. Para aquella poca, las construc-ciones seran de tierra, grandes pirmides que

    servan de asiento para cuartos fabricados con paredes de embarro y techados con palma teji-da. Aunque de hechura muy sencilla, se trata de los primeros aposentos claramente destinados a las acciones de gobierno o a la administracin del culto. En Morgadal y Cerro Grande, se aso-cian a una alfarera de uso reservado a la elite y a prcticas rituales que incluyen el entierro de brazos o piernas desmembradas o la reinhu-macin de los huesos largos como parte de las ceremonias para rendir culto a los ancestros.A un lado del basamento mayor se sola cons-truir otra estructura, aunque mucho ms baja, casi tan larga como el basamento. Por su opo-sicin, ambas edificaciones producan el efec-to de un corredor, cuyos lmites se enfatizaban aadiendo a los lados muros formados con grandes sillares de piedra labrada. Este corre-dor ceremonial, que hoy sabemos que estaba dedicado al juego ritual de la pelota, termin por convertirse en pieza clave del culto al go-bernante. Desde poca muy temprana el sobe-rano se conceba siempre ligado a l. Los sm-bolos de poder que adquiri en sus ms anti-guas representaciones luego se convertiran en el bastn y la bolsa fueron precisamente un par de rodilleras, accesorio insustituible del atuendo del jugador.El ritual del juego de la pelota, cuando menos en la civilizacin de El Tajn, llevaba implcito el sacrificio humano. Hacia estas mismas fe-chas, fue sepultada en un altar de Cerro Gran-de la cabeza de un hombre joven cuyos dientes haban sido limados en vida como un arreglo personal que lo sealaba como miembro de las ms altas jerarquas sociales. El crneo fue ha-llado en la Plaza Central, a unos cuantos metros de los principales juegos de pelota de la ciudad.

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    Su anlisis gentico mostr que probablemente no se trate de un personaje de la elite local y su muerte por decapitacin se tenga que ligar a los rituales de sacrificio que constituan el punto culminante del ceremonial del juego de pelo-ta. Si este hombre, cuya reconstruccin facial revela que tena facciones angulosas y nariz prominente, slo vino a morir a Cerro Grande, entonces es posible que su muerte nos advier-ta de la compleja estructura de las relaciones polticas que sostenan los varios Estados de la regin. Son muchas y muy diferentes las causas que pudieron llevar en el pasado a este joven de alta jerarqua social a Cerro Grande, pero el que su muerte fuera planeada como parte de un ri-tual auspiciado por el Estado, como una accin dirigida contra un miembro de una elite for-nea, slo puede entenderse como una conducta que haba hecho de aquel joven el smbolo de su comunidad.Semejante accin no era ajena a la que podra-mos llamar aqu la nocin de los otros. Ellos, si se permite aqu la expresin, no resultaran dis-tintos a nosotros si optamos por mirarlos desde la perspectiva de los productos materiales de la civilizacin, pero si decidiramos acercarnos y verlos a detalle, podramos descubrir toda una serie de diferencias que van ms en el sentido de la manera en que participaban de los recur-sos del territorio, de las vas comerciales o de las mercancas llegadas de tierras distantes. Es decir, la temprana muerte de aquel joven de-ba estar ntimamente relacionada con factores de competencia entre grupos sociales distintos, entre Estados confrontados por el control eco-nmico de la regin.La competencia por el poder define las rela-ciones polticas de los Estados tempranos. No

    hay que olvidar que se trata de sistemas terri-toriales con gobiernos totalitarios, que ejercen un control absoluto sobre el mercado y la ofer-ta de servicios (cf. Yoffe 2005:2). Es decir, sus fronteras se oponen a las de sus vecinos y se encuentran en permanente configuracin. En el litoral del Golfo el dominio del territorio se fraccion entre los centros de gobierno de una verdadera constelacin de pequeos Estados. Slo los grandes ros que se abran paso hacia el mar constituan verdaderos puntos de referencia en un paisaje dominado por los suaves lomeros de la llanura costera. El mbito que controlaba cada uno de ellos podra sorprender por su redu-cido tamao, algo ms de cuarenta kilmetros cuadrados en promedio, pero esta pequea por-cin de territorio no slo ofrecera un sustento adecuado a la poblacin, sino que la colocara de lleno en el centro de las actividades comer-ciales de la regin.Para el ao 300 d.C. aquellas ciudades haban experimentado un crecimiento demogrfico sin precedentes a partir de un proceso de redistri-bucin de la poblacin rural y de su concentra-cin en los centros de gobierno. A primera vista podra suponerse que el campo habra quedado despoblado, pero en realidad justo en ese mo-mento estaran apareciendo pequeas ciudades, asentamientos satlite que probablemente se en-contraban subordinados a los centros de gobier-no. A no ms de un kilmetro y medio de dis-tancia y por lo regular visibles desde la capital del Estado, suelen hallarse provistos de un rea pblica definida por sus templos y corredores ceremoniales consagrados al juego de la pelota. Aunque se trata de centros menores activos en esta poca, habran de ir cobrando importancia en la vida econmica de la regin a partir de

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    la incorporacin del oriente de Mesoamrica al modelo comercial teotihuacano. A mediados del siglo IV o en las primeras dcadas del siglo V de nuestra era, es posible percibirlos como ciudades-mercado, adems de haber sido cen-tros de produccin y almacenaje de productos artesanales. Desde el punto de vista del anlisis locacional, los restos arqueolgicos de estos sitios repre-sentan en forma espacial las regularidades de los patrones de conducta de una sociedad extin-

    ta. As que su posicin y la distancia entre los asentamientos pueden revelar la distribucin de las actividades humanas en el territorio. Puesto que se encuentran regulados por una jerarqua interna, los centros de mayor rango sern, por definicin, los menos en el territorio. Estos l-timos cumplen con toda una gama de funcio-nes y suelen adquirir la fisonoma de asenta-mientos extensos, espacialmente mayores que los numerosos centros de menor rango.

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    El foco ordenador de esta relacin jerr-quica ser el centro de gobierno, un asen-tamiento nuclear en torno al cual se distri-buye su rea de influencia o rea tributaria y a la cual se espera que provea de servicios. Morgadal fue por largo tiempo el centro de go-bierno de uno de los Estados ms importantes y significativos de la regin. Naranjal surgi en su vecindad como un asentamiento satli-te especializado, cuyas funciones no podran explicarse aqu sin la existencia de un sistema

    comercial de carcter redistributivo. Si bien es poco claro el papel que cumpli durante los primeros tres siglos de nuestra era, no cabe

    Pgina 14Corredor Tlahuanapa. maPa con el rea de estUdio del Proyecto arqUeolgico morgadal grande. dibUjo: artUro resndiz (2000) Pgina 15modelo de Unidades territoriales (centros de gobierno) aPlicable Para el Periodo clsico (Ca. 350- 900 d.c.) en la regin de el tajn. esqUema: zamira medina (2012) sobre Un de dibUjo artUro resndiz (2000)

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    duda de que pronto se convertira en la sede del mercado local. Cerro Grande, La Concha, Vista Hermosa y El Tajn tambin tuvieron mercados sujetos al control del Estado, aunque nunca se establecieron en los espacios administrativos de sus centros de gobierno. Es probable que Naranjal produjera en el siglo IV un tipo muy singular de vasos trpodes cilndricos que, aun tratndose de una produccin alfarera orienta-da al consumo exclusivo de la clase dominante, prcticamente no figura entre los objetos ritua-les utilizados por la elite local. Sin embargo, a pesar de hallarse ausentes en Morgadal, resultan hasta cierto punto frecuentes en Cerro Grande, es decir, en el mbito de gobierno de un Estado vecino. Lo mismo podramos decir del Triunfo, un pequeo sitio ubicado dentro del rea de in-fluencia de Cerro Grande y muy prximo a este ltimo centro de gobierno. Aunque representa una jerarqua inferior en la relacin ordinal de los asentamientos, ha proporcionado la mejor muestra de figurillas cermicas articuladas de estilo teotihuacano de que disponemos hasta ahora. Pero el Triunfo no fue Naranjal, no po-see edificios de gobierno que reflejen una ini-ciativa estatal, no hay basamentos ni tampoco estructuras dedicadas al juego ritual de la pelo-ta, pero haba funcionarios del Estado. Si estas piezas eran producidas por alfareros locales y luego distribuidas a los mercados regionales o si haban llegado a este lugar por actividad co-mercial para satisfacer las demandas de una cla-se dominante que ahora reproduca la conducta ritual de las elites teotihuacanas, son igualmen-te indicio de que incluso en asentamientos rela-tivamente pequeos habra funcionarios locales velando por los intereses del Estado.No hay que olvidar que el aparato de gobier-

    no de los Estados tempranos suele favorecer un sistema de administracin que promueve la delegacin de tareas en la figura de las autori-dades locales (cf. Claessen y Oosten 1996:4). No tenemos evidencia hasta ahora de que estos funcionarios hayan sido objeto de representa-ciones escultricas, como ocurra con el sobe-rano en los centros de gobierno, pero es evi-dente que en este escenario la clase dirigente luchara por mantener la centralizacin de los poderes del Estado, mientras que las elites lo-cales pugnaran por su descentralizacin. Aun-que hubiera un claro factor de competencia, deban existir los mecanismos necesarios para generar un cierto grado de balance de poderes. Hasta donde sabemos, nunca se controvirti el culto al gobernante en un mecanismo de con-frontacin poltica, por lo menos no se erigie-ron estelas con la imagen del soberano fuera de los centros de gobierno, ni tampoco se labraron monumentos que combinaran su representa-cin con la de otro miembro de la clase domi-nante, pero en medio de esta lucha por el poder puede aclararse la conducta que tambin poda hacer de estas estelas objeto de los ms varia-dos actos de destruccin. La eliminacin de la imagen sacralizada del soberano en realidad suprimira toda posibilidad de su veneracin y, al mismo tiempo, renovaba las relaciones pol-ticas entre los miembros de la clase dominan-te con el ascenso al poder del nuevo soberano; de modo que la desacralizacin de las estelas se inscriba en el proceso natural de relevo de los gobernantes, y no implicaba choque alguno con la institucin del culto al soberano, slo la reanimaba en la persona del sucesor y en sus inditas figuraciones en piedra.Cuando las caravanas comerciales teotihuaca-

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    Cronologa de El Tajn(cF. Wilkerson, 1972 y PascUal, 2009)

    1300-1520 cabezas

    1100-1300 el cristo

    600-900 Isla a

    350-600 CaCahuatal

    0-350 TecoluTla

    300-0 arroyo grande

    1000-550 esteros a

    1150-1000 ojite

    Formativo tardo

    Posclsico tardo

    Posclsico temPrano

    ePiclsico

    clsico tardo

    Protoclsico

    Formativo temPrano

    clsico temPrano

    Formativo medio550-300 esteros b

    a.C.

    d.C.

    900-1100 Isla B

    0

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    nas alcanzaron por primera vez el litoral norte del Golfo de Mxico, las ms tempranas or-ganizaciones sociopolticas estatales habran ido migrando a formas ms complejas de go-bierno, aunque no por ello se trastoc el modo de accin de las primitivas instituciones del Estado. Los tiempos teotihuacanos tampoco fueron en modo alguno el escenario de la ver-dadera transformacin de los modelos polti-cos y sociales de la regin. No hubo un cambio significativo en el desarrollo del Estado, por ms que la cuenca del ro Nautla encamina-ra la mayor parte del trfico comercial de la poca, y que la ciudad de El Pital consolida-ra su importancia regional enmarcada por un territorio cada vez mayor. Aunque de El Pital todava sabemos muy poco, no parece haber elementos como para suponer de inicio que an en el contexto de un proceso de integra-cin poltica del rea, ste tuviera que derivar en formas evolucionadas de organizacin es-tatal. Carecemos de indicadores que permitan advertir el surgimiento de un Estado territorial en confluencia con el proceso de teotihuaca-nizacin de la conducta ritual de la elite local.El Pital termin por extender sus territorios hasta redondear unos 2000 kilmetros cuadra-dos. Aunque se trata de un Estado inmenso para la costa, dueo de un poder sin precedentes en trminos de la experiencia poltica del litoral norte del Golfo de Mxico, no pareciera que semejantes transformaciones amenazaran la vigencia de las instituciones tradicionales del Estado. El culto al soberano continu siendo el mecanismo fundamental de control poltico y social, a pesar de que El Pital no ha ofrecido hasta ahora ejemplos concretos de ello. Sin embargo, es un hecho que en la misma

    poca siguieron esculpindose estelas en otros sitios de la regin y que la representacin del gobernante fue adecundose a los cnones estilsticos del arte teotihuacano. La solucin plstica de la imagen erguida del soberano se acerc cada vez ms a los modelos de la gran metrpoli del centro de Mxico, que influa de manera decisiva en el estilo cultural de las elites locales, no slo en la figuracin de es-tos hombres divinizados, sino en la produccin local del utillaje indispensable para la celebra-cin del culto. No cabe duda de la estrecha in-teraccin comercial entre El Pital y el Altipla-no Central mexicano, ni de su funcin como el principal gestor de los productos venidos de la montaa. El Pital ejerci un control absoluto sobre la obsidiana de Altotonga. Encauz, acu-mul y redistribuy en la costa casi todo el vi-drio volcnico que se us para la fabricacin de instrumentos. La cuenca del ro Nautla serva entonces como un activo corredor que no slo haca disponibles los recursos naturales de las tierras fras, sino que acercaba a las playas del golfo las ms variadas mercancas y, con ellas, captulos enteros del pensamiento simblico teotihuacano.Muy pronto aparecieron en el contexto de las clases dirigentes las primeras representaciones del dios Tlloc, una deidad originaria de Teoti-huacn que termin por convertirse en numen y origen inmemorial del linaje de los gobernan-tes. Su figuracin se traslad a los vasos ritua-les, a los muros de piedra de los juegos de pe-lota y, como ocurre en la estela de Cerro de la Morena, al rostro mismo del soberano. La elite actualizaba su sistema de creencias para adap-tarlo a una Mesoamrica mucho ms integrada en realidad globalizada si es que hacemos

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    valer aqu el trmino y ahora construida a la medida de la civilizacin teotihuacana. El culto a la deidad del agua, al agua que da vida o que la arrasa cuando se manifiesta sin control, se equi-libraba en la figura del gobernante. No hay que olvidar que se le consideraba como responsable de la prosperidad del Estado y, por su carcter sagrado, como el mediador de su pueblo ante los dioses (cf. Claessen y Oosten 1996:3). En los Estados tempranos el soberano era el eje de las relaciones de gobierno y en torno a su perso-na se estableca un vnculo de reciprocidad que no sola adquirir la forma de una relacin sim-trica. El pueblo provea al gobernante de bienes y servicios en tanto que ste velaba por la segu-ridad del Estado y la benevolencia divina.En algn momento del siglo VI de nuestra era comenz a declinar el modelo comercial de El Pital, arrastrado al fracaso por la desarticula-cin del mundo teotihuacano. La obsidiana de Altotonga fue sustituida pronto por los vidrios volcnicos extrados de las minas de Zarago-za-Oyameles. Es claro que tan repentino cam-bio de fuente de aprovisionamiento nada tena que ver con alguna merma en la capacidad de explotacin del yacimiento. Las minas de Al-totonga hubieran podido seguir suministrando a la costa tan importante recurso si el equilibrio poltico del litoral norte del Golfo de Mxico no se hubiera trastocado con la interrupcin de las actividades comerciales teotihuacanas en Mesoamrica. Cambiaron los caminos que ver-tebraban la estructura del comercio teotihuaca-no. El Pital hay que decirlo dependa en buena medida de ella, de su posicin estratgica en el territorio como punto de origen y destino de una de las ms importantes rutas comerciales que se dirigan al Altiplano Central mexicano.

    El relevo de las fuentes de obsidiana en realidad responda a la creacin de nuevos itinerarios que privilegiaban la cuenca del ro Tecolutla y que iran desplazando el grueso de la actividad comercial hacia el norte, hasta introducirla de lleno en el corazn de los territorios controlados por El Tajn.El Pital fue extinguindose a medida que El Tajn se haca con el poder. La antigua ciudad del Nautla termin por desvanecerse al quedar prcticamente aislada de los nuevos circuitos comerciales de Mesoamrica. Sin embargo, el auge de El Tajn no slo fue de carcter circuns-tancial: es cierto que capitaliz el vaco de po-der en la llanura costera tras la desaparicin del mundo teotihuacano, pero tambin es posible que su participacin no slo se hubiera limitado a construir un nuevo orden de cosas, sino que tuviera alguna influencia en el colapso de la es-tructura econmica de El Pital.Claessen y Oosten han sealado que los mismos factores que se asocian con el surgimiento de los Estados tempranos, en diferente combinacin o intensidad, pueden terminar por ser los respon-sables directos de su estancamiento y colapso final (1996:6). El Pital parece cumplir con esta suerte de paradoja. Sin embargo, los Estados no desaparecen sin oponer resistencia, no terminan incorporados a organizaciones polticas ms fuertes o desarrolladas sin que haya antes un conflicto de intereses. Es un hecho que la cuen-ca del Nautla acab en algn momento bajo el control poltico y comercial de El Tajn, pero para el siglo VI de nuestra era no haba nada en la cuenca del Tecolutla que pudiera igualarlo, nada que se le comparara. Hoy sabemos que El Tajn probablemente le asest el ltimo golpe, pero esto no ocurri antes que El Pital se en-

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    contrara completamente debilitado. De hecho, el norte del ro Nautla se hallaba fragmentado en una multitud de pequeos estados indepen-dientes y la realidad de la an incipiente ciu-dad de El Tajn no sera distinta a la de muchos otros centros urbanos. As que El Tajn tuvo que comenzar por consolidar su posicin en las cuencas de los ros Tecolutla y Cazones antes de hacerse de territorios mucho ms alejados. Es probable que la guerra se convirtiera en el mecanismo bsico de integracin poltica del rea. Unir el territorio bajo una misma figura de autoridad, dejando atrs cualquier rastro de pul-verizacin poltica, no habra sido tarea fcil, menos an si intentamos imaginar el nivel de competencia que debi definir histricamente las relaciones entre estas ciudades-Estado.El reto que enfrentaba El Tajn era maysculo. La realidad poltico-social de la poca mostra-ba un escenario poblado de microestados, cada uno de ellos con un territorio tan reducido que el centro de gobierno nunca estara ms all de un da de camino. En estas circunstancias es posi-ble que existiera un cierto grado de uniformidad tnica en la poblacin, aunque no debemos des-cartar la presencia eventual de un componente forneo, gente venida de la sierra, si tomamos en cuenta que el comercio los una de antiguo con la montaa. En el centro urbano resida la mayor parte de la poblacin mientras que en el campo familias enteras de agricultores se agru-paban en caseros. La vida econmica y comer-cial giraba en torno al mercado de la ciudad, normalmente ubicado en sus inmediaciones a manera de prolongacin del centro urbano.soPorte de Un vaso trPode cilndrico (ca.350-600 d.c.). morgadal grande, PaPantla. FotograFa: zamira medina (2005)

  • 21

  • 22

  • 23

    ms ricos y complejos. El culto al gobernante fue debilitndose en medio de un proceso que ira otorgando mayor peso a las instituciones polticas y religiosas.Los nuevos seores de El Tajn terminaron por alojar sus representaciones en piedra al amparo de los espacios rituales consagrados al inmemorial juego de pelota. No es que estos muros no hubieran servido antes a tal prop-sito, lo que no haba sucedido es que se con-virtieran en sustento de ambiciosos proyectos escultricos del Estado formulados a manera de actos pblicos de legitimacin de la autoridad del gobernante. En lajas de arenisca se labra-ron los textos ms antiguos que conocemos de esta poca. El soberano aparece como un ser so-brenatural venido del linaje de los dioses y con derecho a usar la mscara de Tlloc. Por pri-mera vez en la historia de la civilizacin de El Tajn, se representa la figura humana en franco movimiento, en actitud de brincar una serpiente o sobre alguna forma de reptil. En los relieves de la Pirmide de los Nichos el soberano ad-quiere la dimensin de mediador de su pueblo ante los dioses bajo el supuesto de que sus actos tendran influencia en los designios divinos (cf. Claessen y Oosten, 1996:3). Ya fuera igualn-dose en sus afanes con un hroe mitolgico o expresando su participacin directa en un ritual propiciatorio, el gobernante, y con l sus suce-sores, desecharan la solemnidad de sus prime-ras representaciones hierticas para incorporar en adelante un nuevo tipo de figuracin que no slo los hara partcipes de los rituales estatales, sino que los convertira en el eje compositivo de las escenas de sacrificio humano. De cual-quier forma, aun entre cambios, hubo tiempo para producir un ltimo grupo de relieves mo-

    Decenas de microestados competiran por el poder poltico y comercial de la regin cuando ces el auge comercial teotihuacano. A pesar de sus muchas rivalidades, compartan un sus-trato cultural en buena medida debido a aque-lla novedosa experiencia cultural que llegaba a su fin. Los soberanos y con ellos las ms al-tas jerarquas de la sociedad habran hecho de lo teotihuacano un modelo de vida civilizada. No slo adoptaron la conducta ritual y hasta la ideologa de las elites del centro de Mxi-co sino que terminaron por construir toda una civilizacin sobre estas bases. El Tajn logr conformar un Estado de grandes proporciones al unificar el territorio bajo una misma figura de autoridad. Si algo puede decirse de los procesos sociales que se daban cita en esta poca es, de nuevo, su marcada tendencia a la centralizacin del poder poltico. Con todo, entre los siglos VI y VII de nuestra era dejaron de labrarse estelas en la regin. Las ciudades del interior, ahora incorporadas a la gestin provincial del Estado, no volvieron a celebrar en piedra la imagen del soberano, por lo menos no a partir de la inte-gracin poltica del territorio. Sin embargo, El Tajn no se deshizo de inmediato de un sistema de creencias que favoreca la concentracin del poder en la figura del gobernante. Las estelas, que haban sido el nico vehculo capaz de re-velar su identidad simblica, fueron perdiendo lugar frente a otras formas de experimentacin plstica, impuestas por la indita dimensin po-ltica de los soberanos de El Tajn, que ahora los situaban en contextos simblicos mucho

    Pgina 23soPorte de Un vaso trPode cilndrico (ca.350-600 d.c.). morgadal grande, PaPantla. FotograFa: zamira medina (2005)

  • 24

    tivado por esta prctica antiqusima de exalta-cin de la imagen del gobernante. En ellos hay un abordaje conceptual totalmente distinto, no slo por la manifestacin del vnculo ances-tral del soberano con el linaje de los dioses, sino porque su personificacin en piedra ahora tambin echa mano del smbolo del trono, de la dimensin territorial del Estado significada mediante un banco muy ornamentado que sirve de asiento y cuyo aspecto concuerda en general con los elementos arquitectnicos de la poca. La nocin del territorio, ahora ms importante que nunca, resultaba central para los intereses del Estado. El que el gobernante tomara lugar sobre su expresin simblica constituye a to-das luces un acto sin precedentes de concen-tracin de poder. No se puede menos que re-cordar aqu los ttulos que en la antigedad se le conferan a los reyes africanos de Oyo, una de las ciudades-Estado de la Yoruba preco-lonial, que los proclamaban como Seor del universo y la vida, dueo del territorio y compaero de los dioses (Morton-Willliams 1960:363). Hay que decir que para esta poca ya exista una arquitectura de piedra donde las cornisas voladas desplantaban directamente so-bre los taludes sin mediar nicho alguno, as que la figuracin de los tronos podra haberse arti-culado de antiguo con un equivalente concep-tual sustentado en los relieves por medio de la representacin esquemtica de estas primitivas edificaciones, hacindolas de igual modo sitial del gobernante. Varias de sus representaciones tambin lo muestran rodeado por los cuerpos entrelazados de dos serpientes, que describen un crculo al envolver su imagen. El crculo es en s mismo un smbolo relacionado con la autoridad de tan formidable personaje como

    tambin parecen haberlo sido los entrelaces, ms all de su indudable vocacin estilstica.Cada uno de estos relieves constituye una clara demostracin del poder absoluto del soberano y de la fortaleza alcanzada por las instituciones

  • 25

    seccin de Un relieve escUltrico Procedente del sitio arqUeolgico de vista Hermosa, PaPantla. PUede observarse Un cUerPo descarnado qUe sUjeta con Uno de los brazos Una cabeza decaPitada (ca 350-600 d.c.)

    del Estado. Con todo, entre ellos se manifiestan discretas variantes estilsticas que permiten ob-servar un cambio en la produccin artstica de la civilizacin de El Tajn. Aunque comparten soluciones formales, hay

    diferencias en la manera de representar que atestiguan el trnsito hacia un estilo ms cur-sivo, de trazos ms suaves y fluidos, que se ha propuesto abandonar la rigidez de la lnea recta. Aun as, es claro que persiste, en diferentes me-didas, una construccin formal que tiende ha-cia la geometra y que otorga a las figuras una apariencia dura, casi inmvil. Es ste el canon estilstico de las primeras estelas y de los re-lieves ms antiguos de la regin, pero perma-nece imbuido en la produccin escultrica de esta etapa de franca transicin. Pero aunque el arte del siglo VII de nuestra era an se mantu-viera en bsqueda de su identidad formal, a ni-vel conceptual casi todo ya se habra dado. Los grandes temas de los relieves pronto se incor-poraron a los muros pintados de los templos y no experimentaron cambios mayores sino hasta bien entrado el siglo IX, cuando se suma el de las procesiones de cautivos que se dirigen al en-cuentro del soberano.

  • 26

  • 27Excavacin dE pruEba Ep3 Edificio 5

    Antecedentes

    Proyecto Morgadal Grande, primera a tercera etapas.

    ObjetivO

    y funerarias de la civilizacin de El Tajn.

    desArrOllO de lA excAvAcin pOr estrAtO y registrO de lOs mAteriAles

    El edificio combinaba reas pintadas de color rojo y azul, mientras que el exterior del aposen-to superior haba sido pintado de rojo. En dicho aposento se concentr el trabajo arqueolgico,

    y se pudo determinar que el edificio muestra por lo menos tres fases de ocupacin que co-rren desde la fase Cacahuatal (ca. 350-600 d.C.) hasta la segunda mitad de la fase La Isla B (ca. 900-1100 d.C.).

    HOrizOnte AA

    Es un estrato compuesto por hojarasca, estuco en pequeos fragmentos y carbn.

    estrAtO i

    Estrato con clase textural franco-limoso (0.25% arcilla, 72% limo, 27.75% arena), su colora-cin es 2.5Y 7/4 Pale Yellow. Como muestras de cultura material contiene fragmentos de aplanados de estuco, enlucidos y cermica en un suelo de color amarillo moteado de negro.

    estrAtO ii

    Este estrato tiene una textura arcillo-limosa, una coloracin 2.5Y 6/3 Light Yellow Brown. Es concretamente un piso de estuco con frag-

    Captulo IICerro Grande

    pginA 26vistA pAnOrmicA del sitiO de cerrO grAnde.FOtOgrAFA: jess gAlindO (2010)

  • 28

    mento de carbn con presencia de fragmentos de embarro.

    estrAtO iii

    Estrato perteneciente a un depsito de arena de mina, por lo tanto no se tom muestra de suelo.

    estrAtO iv

    Estrato con clase textural arcillosa (42.24% ar-cilla, 30% limo, 27.76% arena), su coloracin es 2.5Y 4/4 Dark Yellow Brown. Es un piso de estuco y relleno de pintura mural en un suelo de color caf oscuro.

    estrAtO v

    Estrato con textura arcillosa igual que el estra-to anterior, su coloracin tambin es muy pare-cida slo que este estrato es mucho ms plido. Aparece pedacera de mortero de cal y piedras lajas o de ro.

    estrAtO vi

    Estrato con clase textural arcillosa (52.24% arcilla, 26% limo, 21.76% arena), tiene una coloracin de 2.5Y 7/4 Pale Yellow. Contiene una alta concentracin de cenizas y cermica quemada en un suelo de color amarillo.

    pginA 28 ArribA: vistA pAnOrmicA de lA excAvAcin ep3 en el edi-FiciO 5 de cerrO grAnde (2004). FOtOgrAFA: ArturO pAs-cuAl (2004)AbAjO: prOcesO de excAvAcin en el ediFiciO 5 de cerrO grAnde (2004).FOtOgrAFA: ArturO pAscuAl (2004)

  • 29

    Anlisis cuAlitAtivO de suelOs (cg1) ep3/ ediFiciO 5cA

    pA

    estr

    AtO

    % Ar

    cill

    As

    % li

    mOs

    % Ar

    enAs

    clAse texturAl cOlOr

    AAI I 0.25 72 27.75 Franco-limoso 2.5Y 7/4 Pale YellowII II 44.24 50 5.76 Arcillo-limoso 2.5Y 6/3 Light Yellow BrownIII III Depsito arena de minaIV IV 42.24 30 27.76 Arcilla 2.5Y 4/4 Dark Yellow BrownV V 48.24 28 23.76 Arcilla 2.5 Y 7/8 YellowVI VI 52.24 26 21.76 Arcilla 2.5Y 7/4 Pale Yellow

    ObservAciOnes

    cApA estrAtO descripcin del cOntextO ArqueOlgicO

    AA Suelo negro

    I I Fragmentos de aplanados de estuco, enlucidos y cermica en un suelo de color amarillo moteado de negroII II Piso de estuco con presencia de fragmentos de embarro

    III III Depsito de arena de mina

    IV IV Piso de estuco y relleno de pintura mural en un suelo de color caf oscuro

    V V Pedacera de mortero de cal y piedras lajas o de ro

    VI VI Alta concentracin de cenizas y cermica quemada en un suelo de color amarillo

  • 30

    A4

    B3 B2

    C3C4 C2

    PMG/CG1/Pz C/Edif. 5N 280/W 195

    Referencia planta

    N

    0 1m

    pginA 30esquemA de lA plAntA de lA excAvAcin del ediFiciO 5 de cerrO grAnde. dibujO: AmAndA sOledAd sOls (2009)

    pginA 31plAzA centrAl de cerrO grAnde. A lA derecHA, en segundO plAnO, puede ObservArse el ediFiciO 5.FOtOgrAFA: jess gAlindO (2010)

  • 31

  • 32

  • 33

    R Raz

    Perfil Norte

    B2 B2 B2 B3 B3 B3

    Perfil NortePerfil Este Perfil Sur Perfil Sur Perfil Oeste

    VIB

    IIII

    PMG / CG1 / Edif.5EXCAVACION DE PRUEBA 3N280/W195

    P

    PP

    P

    P

    PPP P

    P

    PP

    P PP

    P

    P

    P

    P

    P

    PP

    P

    P

    PP

    P

    P

    P

    P

    PP

    P

    P

    P PP

    P P P

    P P

    P

    P

    P

    P

    P

    P

    P

    P

    PP P

    0 20 40 cm10 10

    Estrato I Estrato II

    Estrato III

    Estrato III B

    Estrato IV

    Estrato IV B

    Estrato V

    Estrato VI A

    Estrato VI B

    Migajn arcilloso-limosoMigajn arcillosoMateria orgnica PiedraP

    II

    G

    G Grieta

    pginA 32plAnO del sitiO ArqueOlgicO de cerrO grAnde. dibujO: ArturO resndiz (1998)

    pginA 33ArribA: detAlle de unO de lOs murOs del ApOsentO superiOr del ediFiciO 5, cerrO grAnde. FOtOgrAFA: ArturO pAscuAl (2004)AbAjO: cOrte estrAtigrFicO de lAs unidAdes de reA b3 y b2 de lA excAvAcin ep3 del ediFiciO 5, cerrO cerrO grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2007)

  • 34

  • 35

    estrAtO i

    Estrato con clase textural limo-arenosa de co-loracin 2.5Y Grayish Brown. En esta capa se encontraron fragmentos de huesos largos de animal y humanos, estuco y pintura mural.

    estrAtO ii

    Es un suelo de textura franco-limosa y de color verde olivo (2.5Y 3/3 Dark Olive Brown), en el cual se encuentra una hilera de piedra de-bajo de la cual se ubicaron dientes asociados con dos crneos humanos. Igualmente hay la presencia de tiestos cermicos, un brasero, fi-gurillas, carbn, fragmentos grandes de pintura mural de color rojo y estuco.

    estrAtO iii

    Es un suelo de textura arcilloso-limosa y de co-lor amarillo (2.5Y 6/3 Light Yellow Brown), conformado por una hilera de piedras, material cermico, dientes humanos, carbn, un frag-mento de hueso largo humano, obsidiana, pin-tura mural de color rojo y estuco.

    Profundidad mxima de la excavacin: 64 cm.El altar mide: 21 m2

    Porcentaje excavado: 14.28% (3m2)

    Capa II: Aparecen los crneos trofeos (CG1/CT1 y CG2/CT2)0

    Materiales que se colocaron para cerrar la ex-cavacin: geotextil que envolva la hilera de piedras con pintura mural y una lona que cubra toda la excavacin.

    excAvAcin de pruebA ep4 AltAr de lA plAzA centrAl (prOgrAmA de excAvAciOnes en el AltAr centrAl)

    Antecedentes

    Proyecto Morgadal Grande, primera a tercera etapas, y Lira Lpez y Serrano Snchez, 2004.

    ObjetivO

    El programa de altares tiene como propsito el estudio sistemtico de las prcticas ritua-les y funerarias de la civilizacin de El Tajn.

    Desarrollo de la excavacin por estrato y regis-tro de los materiales. La excavacin de prueba 4 de Cerro Grande [EP4] se efectu justo sobre el altar de la Plaza Central (N/W) e involucr una superficie total de cuatro metros cuadrados.

    HOrizOnte A0

    Este horizonte present coloracin caf oscuro, constituido por arcilla y limo. El suelo present cierto grado de compactacin.

    HOrizOnte AA

    Es un suelo de cerca de 4 cm conformado por hojarasca, material cermico, estuco en peque-os fragmentos y carbn originado por la que-ma de la siembra.

    pginA 34recOnstruccin FAciAl pOr cOmputAdOrA del crneO trOFeO 2 del AltAr de lA plAzA centrAl, cerrO grAnde. FOtOgrAFA: mOises cruz y guAdAlupe cOyOte (2007)

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    Anlisis cuAlitAtivO de suelOs (cg1) ep4 / plAzA centrAl / AltAr centrAlcA

    pA

    estr

    AtO

    % Ar

    cill

    As

    % li

    mOs

    % Ar

    enAs

    clAse texturAl cOlOr

    AA

    I I 2.24 82 15.76 Limo 2.5Y 7/1 Light Gray

    II II 0.24 74 25.76 Franco-limoso 2.5Y 3/3 Dark Olive Brown

    III III 31.5 58.5 10 Migajn arcillo-limoso 2.5Y 6/3 Light Yellow Brown

    ObservAciOnes

    cApA estrAtO descripcin del cOntextO ArqueOlgicO

    AA Materia orgnica, material cermico y estuco

    I I Huesos humanos y de animal, cermica, estuco y pintura mural en un suelo gris claro

    II II Fragmentos de piedra y estuco en un suelo de color verde olivo

    III III Fragmentos de piedra, cermica, obsidiana, pintura mural y estuco en un suelo de color amarillo

  • 37

    pginA 37ArribA: plAnO isOmtricO y vistA generAl de lA excAvAcin del ep4, AltAr de lA plAzA centrAl de cerrO grAnde. dibujO: KArinA susAnA AcOstA (2007)

    AbAjO: plAntA de lAs unidAdes de reA F7 y F8 cOn lA lOcAlizAcin del crneO trOFeO 1, AltAr de lA plAzA centrAl de cerrO grAn-de. dibujO: AmAndA sOledAd sOls (2008)

    P Piedra E Estuco

    P

    P

    P

    PP

    EE

    E

    EP

    P

    P

    Diente

    N0 1m

    F7

    F8

    G8

  • 38

    pginA 38vistA generAl de lA excAvAcin del AltAr de lA plAzA centrAl de cerrO grAnde. puede ObservArse el tAlud de unA de sus subes-tructurAs y lA pOsicin del crneO trOFeO 2. FOtOgrAFA: mAir sittn (2004).

    PMG / CG1 / Altar Central Plaza CentralEXCAVACION DE PRUEBA 4 N285 W55

    Hilera de piedra

    Perfil Oeste

    Perfil Norte

    Perfil Este

    Perfil Este

    Perfil Sur

    Perfil Sur

    Perfil Norte

    Perfil Oeste

    P

    BanqueoHilera de piedra

    Capa 3E

    Estrato IEstrato II

    Estrato III

    Migajn arcilloso-limosoMateria orgnica Franco0 20 40 cm10 10

    F7 F7 G8 G8 G8 F7F8F8

    P

    P

    P

    P

    P Piedra E Estuco

  • 39

    PMG / CG1 / Altar Central Plaza CentralEXCAVACION DE PRUEBA 4 N285 W55

    Hilera de piedra

    Perfil Oeste

    Perfil Norte

    Perfil Este

    Perfil Este

    Perfil Sur

    Perfil Sur

    Perfil Norte

    Perfil Oeste

    P

    BanqueoHilera de piedra

    Capa 3E

    Estrato IEstrato II

    Estrato III

    Migajn arcilloso-limosoMateria orgnica Franco0 20 40 cm10 10

    F7 F7 G8 G8 G8 F7F8F8

    P

    P

    P

    P

    P Piedra E Estuco

    G8

    F7 F8

    PMG/CG1/Pz C/Altar CentralEXCAVACIN DE PRUEBA 4

    N 285/W 155Referencia plantaN

    0 1m

    pginA 38ArribA: esquemA de lA plAntA de lA excAvAcin del AltAr de lA plAzA centrAl, cerrO grAnde. dibujO: AmAndA sOledAd sOls (2009).

    AbAjO: cOrte estrAtigrFicO de lA excAvAcin ep4 del AltAr de lA plAzA centrAl, cerrO grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2007)

  • 40

    pginA 40prOcesO de reintegrAcin de lOs HuesOs de lA cArA del crneO trOFeO 2 del AltAr de lA plAzA centrAl, cerrO grAnde. FOtOgrAFA: mOiss cruz y guAdAlupe cOyOte (2007)

    pginA 41recOnstruccin FAciAl pOr cOmputAdOrA del crneO trOFeO 2 del AltAr de lA plAzA centrAl, cerrO grAnde. FOtOgrAFA: mOiss cruz y guAdAlupe cOyOte (2007)

  • 41

  • 43

    Captulo IIIMorgadal Grande

    Excavacin EP4 Plataforma nortE, Edificio 20

    Antecedentes

    Proyecto Morgadal Grande, primera a tercera etapas

    ObjetivO El objetivo central de nuestro programa de excavaciones en la Plataforma Norte de Mor-gadal Grande fue el de detectar superficies de ocupacin correspondientes a la fase El Cristo (ca. 1100-1300 d.C.), as como determinar una secuencia estratigrfica profunda en el extremo norte del asentamiento. Con estos propsitos se estableci el rea de excavacin frente al edificio 20 (objeto de un cuidadoso estudio de superficie durante la temporada 1996B) procu-rando no tocar la estructura o el derrumbe del mismo.

    desArrOllO de lA excAvAcin pOr estrAtO y registrO de mAteriAles.

    HOrizOnte AA

    Estrato de color caf obscuro con altas concen-tracin de humus y hojarasca.

    estrAtOs i y ii

    Los primeros estratos de esta excavacin son re-sultado de un proceso edafolgico que desarrolla un Horizonte Ap por el uso agrcola y ganadero que se hace actualmente en la Plataforma Norte de Morgadal Grande. Se caracterizan por un alto contenido de materia orgnica (ms de 27%). Son suelos con clase textural franca, tienen una coloracin 2.5Y 4/2 Dark Grayish Brown, su densidad aparente oscila entre 1.09 gr/cm3 y 1.14 gr/cm3, considerada como ligeramente baja y una densidad real entre 2.08 gr/cm3 y 2.38 gr/cm3, que debe tenerse por muy baja y resultado de la alta cantidad de materia orgnica presen-te. El color va del grisceo obscuro (2.5Y 4/2) en seco al gris muy obscuro en hmedo (2.5Y

    pginA 42plAzA centrAl del sitiO ArqueOlgicO mOrgAdAl grAnde. FOtOgrAFA: rAl rOcHA (2010)

  • 44

  • 45

    5/2), que vuelve a ser consecuencia de la gran cantidad de materia orgnica. El pH es de 6.35 a 6.57, considerados como ligeramente cidos y normales para horizontes de este tipo. Los va-lores de capacidad de intercambio catinico son muy altos: 64.4 a 73.8 meq/100gr, nuevamente determinados por la gran cantidad de materia orgnica y la arcilla que en su mayora son minerales del tipo de la motmorillonita.La conductividad elctrica vara de 0.905 mmhos/cm a 1.266 mmhos/cm que son valores bajos en concentraciones de sales, pero son los ms altos en las excavaciones de prueba reali-zadas en Morgadal Grande. Esto se debe a los procesos normales de desecacin del suelo al presentarse movimientos de agua capilar que proviene por lo menos de 75 cm de profundi-dad y que al llegar a la superficie se evapora, de modo que las sales se concentran en la parte su-perficial del estrato. Este fenmeno puede ob-servarse cuando no hay ningn piso de piedra o mortero de cal y arena en los estratos superfi-ciales, los que suelen hacer las veces de un sello cuya presencia rompe con la acumulacin de sales (cf. Discusin de los anlisis de laborato-rio de la EP5). Por ltimo, tambin se encontr un lodo apisonado con alto contenido de pastos.

    estrAtO iii

    En este estrato se encontr alto contenido de limos, de textura franca y de coloracin 2.5Y 5/2 Light Gray. Se consider como una super-ficie de ocupacin asociada a un relleno antr-pico, identificado por su textura rica en limos

    (39%) que proviene de la intemperizacin de un mortero de cal y arena, y el hallazgo en la ex-cavacin de ndulos de estuco y cermica. Esta desintegracin del mortero de cal y su posterior incorporacin a la fraccin mineral del relleno que le sirve de sustento originan un cambio ha-cia los colores ms claros, aunque con una fuer-te influencia de contenido de materia orgnica. El pH experimenta un ligero incremento y llega a valores de 6.79, que es considerado discreta-mente cido pero que al mismo tiempo refleja la presencia de sales provenientes del mortero de cal y arena. La conductividad elctrica es de 0.689 mmhos/cm, que es un valor considerado como bajo. Tambin hay presencia de estuco, cantos rodados, barro de recubrimientos arqui-tectnicos y cermica de pasta fina.Hay que hacer notar que en este nivel estrati-grfico se considera la roca madre que genera los horizontes A de los niveles superiores. Al definirse como un relleno cultural, el Horizonte C, que se obtuvo de la desintegracin de este material fino, se encuentran ntimamente ligado al Horizonte A, de tal suerte que la roca madre y el Horizonte A-C conviven con el estrato. Ade-ms pudo reconocerse la impronta de un poste fabricado de material perecedero.

    estrAtO iv

    Se trata de un estrato con clase textural mi-gajn-limoso por su alto contenido de limos (50%) con una coloracin 2.5Y 5/3 Light Olive Brown. Se ha identificado como un relleno de nivelacin asociado a una superficie de ocupa-cin, sin vestigios aparentes de mortero de cal y arena marcado por cermica. La textura es muy diferente al nivel anterior, caracterizada por

    pginA 44.plAnO del sitiO ArqueOlgicO mOrgAdAl grAnde.dibujO: ArturO resndiz (1998)

  • 46

    un aumento en la fraccin limo (39 a 50%) y una ligera disminucin de la materia orgnica (14 a 12.58%) valores que indican la probable presencia de un relleno cultural. De igual ma-nera en la que se procede en los otros rellenos descritos, fue utilizado material de origen eda-folgico para conseguir la nivelacin del terre-no. Sus colores indican un estrato diferente al anterior, este ltimo es caf olivo claro (2.5Y 5/3) en seco y caf olivo (2.5Y 4/3) en hme-do. Adems, se hace patente el aumento de las fracciones finas en el estrato, lo que disminuye la permeabilidad y facilita el encharcamiento por periodos prolongados. Esta caracterstica favorece la formacin de cidos provenientes de compuestos orgnicos, como es el caso del cido sulfhdrico, y la disminucin del pH hasta valores de 6.1, considerado como cido. La ca-pacidad de intercambio catinico sigue siendo muy alta: 63.6 meq/100gr, debido a la abundan-cia de la materia orgnica y a la participacin de la fraccin de arcilla. La conductividad elctrica es de 0.632 mmhos/cm, considerada muy baja y nuevamente aso-ciada a los acelerados procesos de lixiviacin que concurren en la poca de lluvias y a la con-centracin de sales en el estrato superficial en los periodos de secas. Al ser un relleno de nive-lacin no contiene material arqueolgico.

    estrAtO v

    Suelo con clase textural de migajn-arenoso por su alto contenido de arenas (54%), tiene una coloracin 2.5Y 7/4 Pale Yellow. Es con-siderado como un relleno cultural diferente al anterior pero probablemente contemporneo, el cual marca el uso de distintos tipos de suelos

    para completar una misma obra de terraceo. La textura es ms arenosa de 29 a 54%, menos li-mosa de 50 a 34% y arcillosa 21 a 12%. El co-lor es ms claro que el anterior: amarillo plido (2.5Y 7/4) en seco y caf olivo claro (2.5Y 5/4) en hmedo. Estos colores indican problemas de drenaje, aunque no tan severos como el caso del estrato anterior, debido al aumento de la frac-cin de arena que permite un desalojo ms r-pido del agua. La densidad aparente es de 1.28 gr/cm3, tpica para este tipo de texturas, y la densidad real es de 2.63 gr/cm3, indicando que los minerales abundantes son del tipo cuarzo feldespato. El pH es de 5.56, considerado de cido a muy cido y desarrollado probablemente a partir de procesos de lixiviacin. La capacidad de intercambio catinico indica que la arcilla predominante es del tipo de la motmorillonita. La conductividad elctrica es muy baja debido nuevamente a los procesos de lixiviacin.

    estrAtO vi

    Este estrato corresponde a una subestructura de la Plataforma Norte (piedra arenisca unida con lodo y pequeos fragmentos de mortero de cal y arena), por lo tanto no se disponen de muestras de suelo para su anlisis en laboratorio.

    estrAtO vii

    Estrato con textura de migajn arcillo-limoso con una coloracin de 2.5Y 8/3 Pale Yellow. Corresponde a un paleosuelo de color amari-llo plido, fue detectado al remover una de las piedras que conforman el amplio talud de la subestructura de la Plataforma Norte. El estrato

  • 47

    exhibido difiere de los anteriores y queda carac-terizado por un contenido muy alto de arcilla, 35%, as como 52% de limo, clasificado como migajn arcillo-limoso. La materia orgnica experimenta un aumento con relacin con el Estrato V y es de 2.89 % a 4.06%. De estos lti-mos anlisis se desprende la posibilidad de que se trate de un paleosuelo que termin cubierto por la piedra de la subestructura. Las cantidades de arcilla caracterizan el Horizonte A de un sue-lo vertisol. Su coloracin va del amarillo plido (2.5Y 8/3) al caf amarillento claro (2.5Y 6/4) en seco, que son colores tpicos para los suelos vertisoles crmicos. Su densidad aparente es normal para estas texturas y su densidad real es de 2.5 gr/cm3, esperable para suelos minerales ricos en cuarzos y feldespatos.El pH es de 6.08, considerado como un cido probablemente promovido por los procesos de lixiviacin dominantes en la regin. La capa-cidad de intercambio catinico es muy alta, de 45.6 meq/100gr, desarrollada principalmente por la abundancia de arcilla motmorillonita. La conductividad elctrica, al igual que el pH, in-dican una baja concentracin de sales, resultado de los procesos de lixiviacin.

    pginA 47detAlle de unA de lAs vAsijAs OFrendAdAs en lO AltO del ediFi-ciO 20 de mOrgAdAl grAnde (ca. 350 d.c.). FOtOgrAFA: zAmirA medinA (2008)

  • 48

    rea de ofrenda

    N

    0 1m

    E3

    E2E1 D1

    D2

    D3 C3

    D4 C4C5C6

    C7D7

    D6

    D8E8

    E7

    E6E5

    E4

    G7

    G3

    G1

    I3J3

    D5

    B1 A1A2B2

    B3 A3 Z3A4B4

    B5

    B6

    B7

    A5

    A6 Z6

    Y5

    Y7

    N 290 / W 225

  • 49

    pginA 48ArribA: esquemA de lA plAntA de lA excAvAcin del ediFciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: AmAndA sOledAd sOls (2009)AbAjO: detAlle de lA subestructurA del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. FOtOgrAFA: ArturO pAscuAl (2002)

    pginA 49perspectivA de lAs unidAdes de reA excAvAdAs y de lAs secciOnes expuestAs pOr el trAbAjO ArqueOlgicO en el ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: KArinA susAnA AcOstA (2008)

    pginA 51 seccin Oriente de lA subestructurA del ediFiciO 20 de mOrgAdAl grAnde. debAjO del lienzO blAncO se encuentrA unA OFrendA de plAtOs (ca. 350 d.c.). FOtOgrAFA: ArturO pAscuAl (2002)

  • 50

    ObservAciOnes

    cApA estrAtO descripcin del cOntextO ArqueOlgicO

    AA Hojarasca

    I I Lodo apisonado y de pastos en un suelo de color caf grisceo oscuro

    II II Fragmentos de estuco, piedras, obsidiana y material cermico en un suelo caf grisceo

    III III Estuco, cantos rodados, barro de recubrimientos arquitectnicos y cermica de pasta fina (suelo de color grisceo)IV IV Relleno de nivelacin (suelo de color caf olivo)V V Relleno cultural conformado por un suelo de color amarillo plido

    VI VI Subestructura (piedra arenisca unida con lodo y pequeos fragmentos de mortero de cal y arena)

    VII VII Paleosuelo de color amarillo plido

    Anlisis cuAlitAtivO de suelOscA

    pA

    estr

    AtO

    % Ar

    cill

    As

    % li

    mOs

    % Ar

    enAs clAse

    texturAlcOlOr pH

    ce (s

    /cm)

    p(m

    g/Kg

    )

    mO

    %

    AA

    I I 16 43 41 Franco 2.5Y 4/2 Dark Grayish Brown 6.57 1.266 2 Ms de 27

    II II 18 44 38 Franco 2.5Y 5/2 Grayish Brown 6.35 0.905 3 15.51

    III III 20 39 41 Franco 2.5Y 7/2 Light Gray 6.79 0.689 2 14.01

    IV IV 21 50 29 Migajn limoso2.5Y 5/3 Light Olive Brown 6.1 0.632 2 12.58

    V V 12 34 54 Migajn arenoso2.5Y 7/4 Pale

    Yellow 5.56 0.49 3 2.89

    VI VI Subestructura (Sub. 20)

    VII VII 35 52 13Migajn arcillo- limoso

    2.5Y 8/3 Pale Yellow 6.08 0.423 3 4.06

  • 51

  • 52

    Norte Oeste

    P

    PP

    P

    PP

    PP

    P

    PP

    PP

    P

    P

    P

    P

    PB B

    B

    B

    B

    B

    B

    BB

    BB

    BB B

    B

    BB B

    BB

    B B

    B B

    BB

    B

    BB

    BB

    B

    B

    B B

    B

    B

    B B B

    0 20 40 cm10 10

    A2 A2

    Este Este

    P

    P

    P

    P

    PP

    T

    P

    P

    PEstrato I

    Estrato II

    Estrato III

    Estrato IV

    0 20 40 cm10 10

    A4 A5

    0 20 40 cm10 10

    Oeste

    E

    T

    EE

    PP

    P

    P

    PP

    P P

    P

    P P P

    P PP

    P

    P

    P

    P

    P P

    PP

    P

    P P PPP PP

    PP

    P

    PP

    NorteSur

    Estrato IEstrato IIEstrato III

    Estrato IV

    Oeste

    Migajn limoso Migajn arenosoMateria orgnica Franco PiedraP TepalcateTEstucoE

    B1 B1 B1 A1

    Este Este Norte Norte Sur Sur Oeste Oeste

    P

    P

    P

    P

    PP

    P

    PPP

    PP

    P

    P

    P

    P

    P

    PP

    P P P

    PP

    PP

    P

    P

    P

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    P P

    P

    P

    P

    P

    P

    T

    T

    T

    Caliche

    Caliche

    T

    Materia orgnica Piedra intemperizada PiedraP TepalcateTEstucoEFranco

    E

    E E EEEEEEE

    E

    EEE

    EE

    E

    A2 A1 A1 B1 B1 B2 B2 A2

    0 20 40 cm10 10

    pginA 52ArribA: cOrte estrAtigrFicO de lAs unidAdes de reA A1, A2, b1 y b2 de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2008)AbAjO: cOrte estrAtigrFicO de lAs unidAdes de reA A1, A2, A4, A5 y b1 de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2008)

  • 53

    Norte Oeste

    P

    PP

    P

    PP

    PP

    P

    PP

    PP

    P

    P

    P

    P

    PB B

    B

    B

    B

    B

    B

    BB

    BB

    BB B

    B

    BB B

    BB

    B B

    B B

    BB

    B

    BB

    BB

    B

    B

    B B

    B

    B

    B B B

    0 20 40 cm10 10

    A2 A2

    Este Este

    P

    P

    P

    P

    PP

    T

    P

    P

    PEstrato I

    Estrato II

    Estrato III

    Estrato IV

    0 20 40 cm10 10

    A4 A5

    0 20 40 cm10 10

    Oeste

    E

    T

    EE

    PP

    P

    P

    PP

    P P

    P

    P P P

    P PP

    P

    P

    P

    P

    P P

    PP

    P

    P P PPP PP

    PP

    P

    PP

    NorteSur

    Estrato IEstrato IIEstrato III

    Estrato IV

    Oeste

    Migajn limoso Migajn arenosoMateria orgnica Franco PiedraP TepalcateTEstucoE

    B1 B1 B1 A1

    Este Este Norte Norte Sur Sur Oeste Oeste

    P

    P

    P

    P

    PP

    P

    PPP

    PP

    P

    P

    P

    P

    P

    PP

    P P P

    PP

    PP

    P

    P

    P

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    P P

    P

    P

    P

    P

    P

    T

    T

    T

    Caliche

    Caliche

    T

    Materia orgnica Piedra intemperizada PiedraP TepalcateTEstucoEFranco

    E

    E E EEEEEEE

    E

    EEE

    EE

    E

    A2 A1 A1 B1 B1 B2 B2 A2

    0 20 40 cm10 10

  • 54

    Caliche

    Tepalcate

    Este

    Estrato I

    Estrato II

    Norte Sur Oeste

    P

    P

    P

    PP P

    PPP P

    P

    PP

    P

    PP

    PP

    E

    Caliche

    T

    PiedraPMateria orgnica Franco EstucoE0 20 40 cm10 10

    C3 C3 C3 C3

    C7B7B7

    Estrato III

    Sur Este

    Estrato I

    Estrato II

    Sur

    SUB-EP4

    0 20 40 cm10 10 Materia orgnica Franco Migajn limoso

    pginA 54cOrte estrAtigrFicO de lAs unidAdes de reA b7, c3 y c7 de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2008)

    pginA 55subestructurA del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. FOtOgrAFA: ArturO pAscuAl (2002)

    Caliche

    Tepalcate

    Este

    Estrato I

    Estrato II

    Norte Sur Oeste

    P

    P

    P

    PP P

    PPP P

    P

    PP

    P

    PP

    PP

    E

    Caliche

    T

    PiedraPMateria orgnica Franco EstucoE0 20 40 cm10 10

    C3 C3 C3 C3

    C7B7B7

    Estrato III

    Sur Este

    Estrato I

    Estrato II

    Sur

    SUB-EP4

    0 20 40 cm10 10 Materia orgnica Franco Migajn limoso

  • 55

  • 56

    P

    Estrato II

    Estrato I

    Este Sur Este

    PP

    P

    P

    PP

    PP

    P

    0 20 40 cm10 10 Materia orgnica PiedraPFranco

    D4 D5 D5

    Este Este

    P

    PPP

    P

    Estrato I

    Norte

    D1 D1 D2

    P PP

    P

    Oeste NorteOeste Oeste

    P

    Este Sur

    D6 D5 D4 D4 D4 D4

    Norte Este

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    0 20 40 cm10 10

    D7 D7

    pginA 56cOrte estrAtigrFicO de lAs unidAdes de reA d4 A d7 de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2008)

  • 57

    P

    Estrato II

    Estrato I

    Este Sur Este

    PP

    P

    P

    PP

    PP

    P

    0 20 40 cm10 10 Materia orgnica PiedraPFranco

    D4 D5 D5

    Este Este

    P

    PPP

    P

    Estrato I

    Norte

    D1 D1 D2

    P PP

    P

    Oeste NorteOeste Oeste

    P

    Este Sur

    D6 D5 D4 D4 D4 D4

    Norte Este

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    0 20 40 cm10 10

    D7 D7

    pginA 57cOrte estrAtigrFicO de lAs unidAdes de reA d1, d2, d4 y d5 de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2008)

  • 58

    0 20 40 cm10 10

    Norte

    Materia orgnica PiedraP EstucoEFranco

    OesteSurEsteNorte

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato IIICaliche

    P

    P

    E

    E

    Sur

    I3 J3 J3 J3 I3 I3

    Norte Oeste Este Sur

    P

    P PP

    PP

    P P

    P

    P

    P

    B

    C

    T

    C

    R

    RR

    RC

    C CEstrato I

    Estrato II

    PiedraP CermicaC RazREmbarroBFrancoMateria orgnica

    Sur

    Estrato I

    Estrato I

    Norte

    G1 G1 G1 G1

    G3

    G7

    0 20 40 cm10 10

    0 20 40 cm10 10

    pginA 58ArribA: cOrte estrAtigrFicO de lAs unidAdes de reA g1, g3 y g7 de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde.dibujO: reynA AlbArrn (2008)AbAjO: cOrte estrAtigrFicO de lAs unidAdes de reA i3 y j3 de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2008)

  • 59

    pginA 59OFrendA de plAtOs en el ediFiciO 20 de mOrgAdAl grAnde. FOtOgrAFA: ArturO pAscuAl (2002)

  • 60

    Este Norte Sur Oeste

    P

    R

    C

    P

    PP P

    RP

    P

    B

    C

    P

    Caliche

    RazRPiedraPMateria orgnica CermicaCFranco EmbarroB EstucoE0 20 40 cm10 10

    Cuadro Y7

    Cuadro Y5

    C

    Este NorteSur Oeste

    P

    P

    P

    P

    PP

    P

    P P

    PP

    P P

    P

    E

    E C C

    C CC

    C

    CC

    CC

    CC

    CT

    Este Norte Sur Oeste

    P

    R

    C

    P

    PP P

    RP

    P

    B

    C

    P

    Caliche

    RazRPiedraPMateria orgnica CermicaCFranco EmbarroB EstucoE0 20 40 cm10 10

    Cuadro Y7

    C

    Este NorteSur Oeste

    P

    P

    P

    P

    PP

    P

    P P

    PP

    P P

    P

    E

    E C C

    C CC

    C

    CC

    CC

    CC

    CT

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    Norte Sur Este Sur

    P

    P

    P

    T

    P

    P

    PP

    P

    P

    R

    RP

    Caliche

    Caliche

    RazR

    0 20 40 cm10 10 PiedraP

    CermicaC

    EstucoEEmbarroBMateria orgnica Franco

    Cuadro Z6

    Este Norte Sur Oeste

    EEEEE

    BC C

    P

    PP P

    P P

    P

    PPP

    P

    PP

    P

    P

    P

    P

    P P

    0 20 40 cm10 10

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    Cuadro Z3

    RazRPiedraP CermicaCEstucoEEmbarroBMateria orgnica Franco

    pginA 60cOrte estrAtigrFicO de lAs unidAdes de reA y5 y y7 de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2008)

  • 61

    Este Norte Sur Oeste

    P

    R

    C

    P

    PP P

    RP

    P

    B

    C

    P

    Caliche

    RazRPiedraPMateria orgnica CermicaCFranco EmbarroB EstucoE0 20 40 cm10 10

    Cuadro Y7

    Cuadro Y5

    C

    Este NorteSur Oeste

    P

    P

    P

    P

    PP

    P

    P P

    PP

    P P

    P

    E

    E C C

    C CC

    C

    CC

    CC

    CC

    CT

    Este Norte Sur Oeste

    P

    R

    C

    P

    PP P

    RP

    P

    B

    C

    P

    Caliche

    RazRPiedraPMateria orgnica CermicaCFranco EmbarroB EstucoE0 20 40 cm10 10

    Cuadro Y7

    C

    Este NorteSur Oeste

    P

    P

    P

    P

    PP

    P

    P P

    PP

    P P

    P

    E

    E C C

    C CC

    C

    CC

    CC

    CC

    CT

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    Norte Sur Este Sur

    P

    P

    P

    T

    P

    P

    PP

    P

    P

    R

    RP

    Caliche

    Caliche

    RazR

    0 20 40 cm10 10 PiedraP

    CermicaC

    EstucoEEmbarroBMateria orgnica Franco

    Cuadro Z6

    Este Norte Sur Oeste

    EEEEE

    BC C

    P

    PP P

    P P

    P

    PPP

    P

    PP

    P

    P

    P

    P

    P P

    0 20 40 cm10 10

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    Cuadro Z3

    RazRPiedraP CermicaCEstucoEEmbarroBMateria orgnica Franco

    pginA 61cOrte estrAtigrFicO de lAs unidAdes de reA z3 y z6 de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2008)

  • 62

    pginA 62plAtOs de pAstA FinA HAllAdOs en lOs primerOs niveles mtricOs de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20 (ca. 1200-1300 d.c.), mOr-gAdAl grAnde. FOtOgrAFA: ArturO pAscuAl (2002)

  • 63

    Cuadro Z6

    Materia orgnica PiedraPFranco Migajn limoso

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    Estrato IV

    Norte Este Sur

    P

    P

    0 20 40 cm10 10

    Cuadro Z6

    Norte Sur Este Sur

    P

    P

    P

    T

    P

    P

    PP

    P

    P

    R

    RP

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato IIICaliche

    Caliche

    0 20 40 cm10 10 RazRPiedraP CermicaCEstucoEEmbarroBMateria orgnica Franco

    PMG/MG1/Pt Norte/Edif. 20EXCAVACIN EXTENSIVA 4/Z3, Z6, A6N 290 / W 225

    Este Norte Sur Oeste

    EEEEE

    BC C

    P

    PP P

    P P

    P

    PPP

    P

    PP

    P

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    P

    P P

    0 20 40 cm10 10

    Estrato I

    Estrato II

    Estrato III

    Cuadro Z3

    RazRPiedraP CermicaCEstucoEEmbarroBMateria orgnica Franco

    pginA 63cOrte estrAtigrFicO de lA unidAd de reA z6 de lA excAvAcin ep4 del ediFiciO 20, mOrgAdAl grAnde. dibujO: reynA AlbArrn (2008)

  • 64

  • 65

    excAvAcin de pruebA ep6b plAtAFOrmA c-sur pOniente

    Antecedentes

    Proyecto Morgadal Grande, primera a tercera etapas.

    ObjetivOs

    El objetivo central de nuestro programa de ex-cavaciones en la Plataforma C-Sur Poniente es el estudio sistemtico de una unidad residencial de elite con evidencias de ocupacin ininte-rrumpida desde la fase Arroyo Grande (ca. 250 a.C.-0) hasta la fase La Isla B (ca. 900-1100 d.C.).

    desArrOllO de lA excAvAcin pOr estrAtO y registrO de mAteriAles.

    La excavacin de prueba 6B [EP6B] cumpli en 2009 una dcada de haber adquirido forma en la Plataforma C-Sur Poniente de Morgadal Grande. Ubicada en uno de los costados de la Plaza Sur, la plataforma fue inspeccionada por primera vez en el invierno de 1996 y ha sido es-cenario de mltiples reconocimientos sistemti-cos de superficie con recoleccin de materiales arqueolgicos, que produjeron desde las pri-meras etapas de la investigacin vestigios que incluyen fragmentos de vasos trpodes cilndri-cos con soportes rectangulares bellamente de-corados, candeleros, vasijas del tipo Valenzuela

    Pulido, variedad Santa Rosa, de color negro y muy pulidas, adems de materiales que han per-mitido reconocer la esfera cermica de la parte temprana del periodo Clsico en la regin y que a partir de las excavaciones en el lugar se acom-paa de una columna de fechamientos absolu-tos (AMS) compuesta por ms de una veintena de fechas calibradas. Las excavaciones se han llevado a cabo sobre una pequea plataforma de tierra compactada de no ms de medio me-tro de altura y han permitido en sus tres tempo-radas de campo estudiar a detalle sus distintos momentos de ocupacin, que van desde la fase Tecolutla (ca. 350 d.C.), por lo menos, hasta la fase La Isla B (ca. 950 d.C.). El yacimiento an no se ha agotado y comienza ha producir evi-dencias de ocupaciones propias del Formativo tardo.En cuanto al mtodo de nuestras intervencio-nes, ste ha sido invariablemente intensivo. En la primera temporada la excavacin fue plan-teada con la tcnica de tablero de ajedrez, mien-tras que las subsecuentes han insistido en las mismas unidades de rea o se han extendido a las adyacentes con el propsito de ganar mayor profundidad. La ltima temporada se desarroll en seis unidades de rea, tres de ellas contiguas y orientadas en el eje norte-sur. La excavacin profunda de estas ltimas permiti exponer par-cialmente el piso de un cuarto cuyo acceso mira al oriente y donde el desplante de las caracters-ticas paredes de embarro se acompaa de una hilada de piedra arenisca burdamente tallada. Muy probablemente se trata de un recinto de la fase Arroyo Grande (ca. 350-0 d.C.), de ser as, se tratara de un hallazgo a todas luces excep-cional entre la arqueologa local. Es decir, a algo ms de dos metros de profundidad y junto

    pginA 64FrAgmentO de un vAsO tripOde cilndrincO decOrAdO. plAtA-FOrmA c-sur pOniente, mOrgAdAl grAnde. FOtOgrAFA: zAmirA medinA (2005)

  • 66

    a la plaza ms antigua de la ciudad, an per-manecen los restos intactos de un aposento de poca muy temprana y cuyo estudio nos propo-nemos continuar entre los objetivos de nuestras investigaciones en torno al surgimiento de las sociedades estatales en el mbito de la civiliza-cin de El Tajn.El anlisis de los materiales arqueolgicos pro-cedentes del contacto de capa que revela tan antigua rea de actividad, as como los resul-tados de los exmenes qumicos efectuados a las muestras de suelo tomadas del piso de tierra compactada que distingue a este temprano apo-sento, son todava preliminares y requieren ir acompaados de una excavacin extensiva de dicho aposento para cobrar su verdadero signi-ficado en el concierto de un estudio mucho ms amplio.

    HOrizOnte AA

    Est constituido de suelo altamente intemperi-zado, razn por la cual se encontraba reseco y con grietas al inicio de la excavacin. El color era gris oscuro, de una textura arenosa, carente de hojas y con pocas races. Se encuentra ero-sionado casi en su totalidad (cf. EP6).

    estrAtOs i y ii

    Se identifican ambos estratos como un material procedente de un proceso edafolgico caracte-rizado como un Horizonte Ap, con rasgos tpi-cos de horizontes A minerales. La materia org-nica oscila entre 13 y 14%, la textura es de tipo franco con un porcentaje de limo ligeramente alto (47%) y 25% de arcilla. La densidad apa-rente es baja, 1.1 gr/cm3 en promedio, originado

    principalmente por la alta cantidad de materia orgnica, y la densidad real vara entre 2.28 y 2.5 gr/cm3. Esto se explica por la presencia de materia orgnica relacionada con la descompo-sicin reciente de las hojas y races de los rbo-les de pltano que cubren el rea de excavacin. El suelo posee una coloracin caf griscea y textura limo-arcillosa. Esta capa podra reflejar ocupaciones de la fase El Cristo (ca. 1100-1300 d.C.) a juzgar por la presencia de cermicas propias de los tipos Russi Pasta Fina, variedad Russi y Gmez Pasta Fina, variedad Gmez. La capa, en buena parte, corresponde a un proceso de sedimentacin de partculas acarreadas del talud poniente de la Plaza Sur. Tambin se ex-hiben restos de un piso de estuco sumamente intemperizado.Es importante hacer notar que la erosin y el es-tar a la intemperie han terminado por desfigurar la superficie del montculo y es probable que el carcter domstico que se ilustra en la superfi-cie se encuentre tan seriamente comprometido a causa de estos procesos que su reconocimiento sea slo puntual. No hay evidencia clara de la formacin de un estrato rico en materia org-nica sobre el montculo equivalente al descrito en las excavaciones de prueba efectuadas en la Plaza Sur (EP8, EP9A y EP9B) o sobre la nive-lacin que origina la Plataforma C-Sur (EP6).

    estrAtO ii (Templo Azul)

    Este estrato exhibe una textura arcillo-limosa, con una coloracin 2.5Y 7/3. Se form a partir de materiales acarreados del talud de la Plaza Sur y probablemente por la degradacin de los elementos constructivos colapsados. La materia orgnica es de 2.8%, es espacio poroso 52.4 y

  • 67

    tiene un pH de 6.34; por lo tanto, es un suelo cido.El contacto de capa I-II representa la conclu-sin de una ltima reforma constructiva de la UH04/1, cuya superficie de ocupacin volvi a servir a la ocupacin domstica registrada en el contacto AA-I. Se trata de una modificacin realizada en el Epiclsico local y marcada por cermicas utilitarias de los tipos Tajn Utilita-rio, variedad Tajn, Paso Real Exterior Burdo, variedad Paso Real y Ortiz Utilitario, variedad Ortiz.

    estrAtO iii (Templo Rojo)

    Se encuentra formada por un suelo arcillo-limo-so de coloracin 2.5Y7/3. La Plataforma II-III o Templo Rojo present los fragmentos de un recubrimiento de estuco pulido. Buena parte de ellos no presentaron restos de pintura mu-ral. Sin embargo, otros aparecieron pintados de color rojo y todos mostraron evidencia de haber sido expuestos a los efectos de la combustin. El mortero de cal y arena suele hallarse ahuma-do, mientras que la pintura de color rojo tiene varias tonalidades adquiridas por su grado de exposicin al calor de los braseros o fogones. Algunos fragmentos pudieron hallarse en la parte baja de la capa II, puesto que la construc-cin que originalmente los exhiba fue derruida e incluida en el relleno de la capa II.La Plataforma II-III tambin contaba con un cuarto elaborado con muros de bajareque re-cubiertos con barro quemado, sobre el cual se aplic un enlucido de estuco y finalmente una delgada capa de pintura color rojo. El techo de este cuarto seguramente fue elaborado con pal-mas. Se encontraron restos de carbn y peque-

    os huesos de animal (mamferos y aves) que aparecieron junto a semillas de una sola espe-cie. Su caracterstica principal es una disminu-cin en la presencia de materia orgnica.La superficie de ocupacin del Templo Rojo parece ser, en realidad, un firme de piedra de regular tamao (en su mayora cantos rodados de 10 cm). Sobre el firme debi disponerse un piso de estuco, el cual fue intemperizado por procesos de lixiviacin.

    estrAtO iv

    Este estrato es de color 2.5Y 7/4 Pale Yellow y tiene textura arcillo limosa. Constituye la gran reforma del Templo Rojo, con la cual se da for-ma al relleno constructivo de la plataforma de ste. La materia orgnica es de 2.07, el espacio poroso es de 58.94 y el pH es de 6.81. Cabe no-tar que en esta capa apareci una intrusin que corresponde al mismo evento del relleno que genera la plataforma del Templo Rojo. Tiene una forma circular y se localiza muy cerca del centro de la plataforma. Presenta unos 15 cm de profundidad y termina en el inicio de la capa VI. Los diferentes materiales registrados en esta intrusin corresponden a varios tiestos ce-rmicos con evidencia de haber sido expuestos al fuego, algunos fragmentos de hueso y estuco.

    estrAtO v (Templo Negro)

    Estrato con coloracin 2.5Y 8/3 Pale Yellow y textura arcillo-limosa. Su pH es de 6.5 y la cantidad de materia orgnica que contiene es muy reducida: 0.7%. Registr varios materiales arqueolgicos como estuco, barro quemado y pequeas piedras del tipo arenisca. Es probable

  • 68

    que estos materiales pertenezcan al derrumbe del Templo Negro, identificados por la presen-cia de estuco pintado de negro y mortero de cal con evidencia de haber sido expuesto a humo.

    estrAtO vi (Derrumbe de la Casa Roja)

    Present caractersticas muy similares a la capa anterior: coloracin amarilla (2.5Y 7/4 Pale Ye-llow), textura arcillo-limosa y una gran canti-dad de estuco, barro quemado y piedras del tipo arenisca. El pH es de 7.1 y la materia orgnica es de 0.5%. Sin embargo, esta capa pertenece al derrumbe de la Casa Roja, ya que se encontra-ron fragmentos de estuco con pintura roja.

    estrAtO vii (Superficie de ocupacin de la Casa Roja)

    De igual manera, esta capa present las mismas caractersticas que las dos capas anteriores. Sin embargo, este estrato tiene un pH de 6.5 y la cantidad de materia orgnica es de 0.7%. El contacto de capa VI-VII pertenece a la superfi-cie de ocupacin de la Casa Roja. En el contac-to VII-VIII tiene una concentracin de piedra a un costado del perfil oeste. Esa piedra estuvo alineada y remataba con un fragmento de are-nisca labrado en forma de tringulo, y uno de sus extremos est pulido a la manera de un n-gulo como el que presenta una cornisa. Es inte-resante que, salvo alguna piedra bola, todos los fragmentos eran de carcter constructivo.

    estrAtO viii

    Al igual que el contacto VII-VIII, esta capa se caracteriza por la abundante presencia de es-

    tuco y cermica. Fue excavada con gran rapi-dez al suponer que por debajo del contacto se hallara el material parental. Tiene una textura de migajn limoso, de color 2.5Y Pale Yellow. Tiene un pH de 6.46 y un porcentaje de materia orgnica reducido, de 0.34%. Esta capa se inter-pret como relleno de nivelacin para soportar un firme de piedra sobre el cual se construy el Templo Negro.Este relleno est constituido por rocas (origen geolgico) y materiales arqueolgicos como tiestos, estuco, huesos de ave y pintura mural. El contacto VIII-IX (a 102 cm de profundidad) present grandes piedras ajustadas entre s por medio de cuas a manera de firme de piso. Ade-ms, sobre ese firme aparecieron algunos frag-mentos de estuco, el cual se interpret como parte de un antiguo piso de estuco muy intem-perizado.

    estrAtO ix

    Este estrato se localiz a 145.5 cm de profundi-dad, est constituido por una textura de migajn arcilloso. Tiene una coloracin 2.5Y 7/3 Pale Yellow. Es un firme de piedra acompaado de estuco. Entre las piedras se recuperaron cuatro muestras de carbn.

    estrAtO x

    Tiene una textura arcillosa con una coloracin 2.5Y Pale Yellow. Tiene un pH de 6.92 y la cantidad de materia orgnica es de 0.91%. Se identific a los 147 cm de profundidad. Es un relleno de nivelacin que sirvi para recibir el firme de piedra y estuco descritos en las capas VIII y IX. En el contacto de capa X-XI (superfi-

  • 69

    cie de ocupacin) se recuper una pequea pie-dra de color rojo, algunos fragmentos de barro quemado y algunos tiestos cermicos del tipo Valenzuela Pulido, variedad Valenzuela y Va-lenzuela Pulido, variedad Santa Rosa.

    estrAtO xi

    Tiene las mismas caractersticas del estrato an-terior en cuanto a su clase textural y su colora-cin. El pH es de 6.9 y su cantidad de materia orgnica es de 1.18%. Por presentar las mismas singularidades, tambin fue considerado como relleno de nivelacin. El contacto de capa XI-XII corresponde a una superficie de ocupacin (a los 153 cm de pro-fundidad con respecto al datum). Se defini por un cambio en la coloracin del suelo, el cual se torn ms amarillo y con una textura areno-li-mosa. El estrato presentaba en algunas partes un moteado color negro o caf oscuro. Esto podra indicar la presencia original de un suelo orgnico que fue retirado para conformar una superficie de ocupacin. Aqu deba comenzar el suelo de la geoforma. Es un paleosuelo.

    estrAtO xii

    Identificado a los 155 cm de profundidad, cuen-ta con caractersticas muy semejantes a las ca-pas X y XI. Esta capa estuvo dominada por las partculas finas y carbonato de calcio. Su co-loracin es de 2.5Y 7/4 Pale Yellow, con una textura arcillo-limosa. Por debajo de la capa XII se identific un contacto de capa, el cual se interpret como superficie de ocupacin. Aun-que edafolgicamente present caractersticas similares de color y de textura con esa capa, la

    superficie de ocupacin se document por algu-nos fragmentos de material cermico, piedras y fragmentos muy pequeos de carbn.

    estrAtO xiii

    Se identific entre los 175 cm y los 181 cm de profundidad. Tanto en la coloracin como en la textura, esta capa present las mismas caracte-rsticas del estrato anterior. Su pH es de 6.83 y su cantidad de materia orgnica es de 0.63%. Sin embargo, se identific un aumento en la presencia de carbn, seguramente asociado a un fogn.Por otro lado durante el trabajo de tamizado del suelo correspondiente a esta capa, apare-ci un fragmento de aguja que probablemente haya estado asociada con el contacto XII-XIII, donde apareci un fragmento de hueso de ave. Tambin se recuperaron varios fragmentos muy pequeos de carbn.

    estrAtO xiv

    Identificado a los 184 cm de profundidad, se distingui por su coloracin amarilla (2.5Y 7/3 Pale Yellow) y por una textura arcillo-limosa. Sin embargo, por medio del anlisis de suelos en el laboratorio, se pudo identificar de mejor manera. Este estrato present un aumento en las partculas de limo, el carbonato de calcio y la materia orgnica (0.78%), su pH es de 6.98.pginA 70ArribA: FrAgmentO de unA esculturA de pequeO FOrmAtO prO-cedente de lA plAtAFOrmA c-sur pOniente de mOrgAdAl grAn-de. FOtOgrAFA: zAmirA medinA (2009)

    AbAjO: excAvAciOnes en lA plAtAFOrmA c-sur pOniente de mOrgAdAl grAnde. FOtOgrAFA: ArturO pAscuAl (2002)

  • 70

    estrAtO xv

    Con caractersticas muy similares al estrato an-terior, se identific como una alineacin hori-zontal de piedras del tipo de la arenisca y estuco bastante intemperizados. Se encontr a los 193 cm de profundidad. La nica diferencia es en cuanto a pH (7.19) y materia orgnica (0.47%).

    estrAtO xvi

    Este estrato se detect entre los 195 y 200 cm de profundidad. Tiene una clase textural arci-llo-limosa, coloracin 2.5Y 7/6 Yellow, pH si-milar al del estrato