54

EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo
Page 2: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

EL TEÓSOFO

VOL. 138 NO. 3

Editor: Sr. Tim Boyd

NOTA: Los artículos para publicar en “The Theosophist” deben ser enviados a la Ofi cina Editorial (TPH Adyar)

Tapa: Joy Mills (9 de Octubre de 1920 – 29 de Diciembre de 2015) a sus 20 años y 90 años. Ocupó tuvo cargos de Presidente Nacional (PN) de la Sociedad Teosófi ca en América por tres períodos; Vicepresidente Internacional de la ST por dos períodos, y PN de la ST en Australia, aparte de muchas otras responsabilidades.

Órgano Ofi cial del Presidente, fundado por H. P. Blavatsky, 1879. La Sociedad Teosófi ca es responsable sólo por las noticias ofi ciales editadas en esta revista.

DICIEMBRE 2016

Continúa

La Puerta AbiertaTim Boyd

4

Recordando a Joy MillsStephan A. Hoeller

6

Tributo a JoyLinda Oliveira

9

Recuerdos Dichosos de JoyNelda Samarel

11

Joy Mills: RecuerdosAnnine Wycherley

14

Encuentros con Joy MillsAnne Johnstone

16

Refl exiones sobre JoyDorothy Bell

18

En Tributo a Joy MillsWilliam Wilson Quinn

20

Page 3: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.32 El Teósofo

Contenidos

Joy en sus Años PostrerosElena Dovalsantos

23

Pensando en JoyPablo Minniti

25

Recuerdos de JoySteve Walker

26

Fotografías de Joy 28

Joy Mills: Un Viaje EvolutivoCynthia Overweg

36

A los Pies de un Mentor: Fragmentos de una Joy EternaDiálogo con un Joven Estudiante

39

Memorias de Joy MillsJames W. Peterson

42

La Joy Mills que Conocí y AméAdelle Chabelski

45

Maria ParisenBeverly ChampionLakshmi NarayanMary Jo KokochakBrenda KnightCarol Nicholson

47

Un Sentido de DirecciónJoy Mills

49

Page 4: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

El Teósofo3

LA SOCIEDAD TEOSÓFICAFundada el 17 de Noviembre de 1875

Presidente: Mr Tim Boyd Vice presidente: Dr Chittaranjan SatapathySecretary: Ms Marja Artamaa Tesorero: Mr T. S. Jambunathan

Cuartel General: ADYAR, CHENNAI (MADRAS) 600 020, INDIAVice-President: [email protected]

Secretary: [email protected]ía: [email protected]

Biblioteca y Centro de Investigaciones Adyar: [email protected] de Publicaciones Teosófi cas (TPH): [email protected] - [email protected]

Ofi cina Editorial: editorialoffi [email protected], Website: http://www.ts-adyar.org

La Sociedad Teosófi ca está compuesta por estudiantes que pertenecen -o no- a cualquiera de las religiones existentes en el mundo. Están unidos por su aprobación a los objetivos de la Sociedad, por su deseo de deponer los antagonismos religiosos y congregar a los hombres de buena voluntad, cualquiera que sean sus opiniones religiosas y por su deseo de estudiar las verdades de las religiones y participar a los demás estudiantes los resultados de esos estudios. El vínculo que los une no es la profesión de una fe común, sino la común investigación y aspiración por la Verdad. Sostienen que la Verdad debe buscarse mediante el estudio, la refl exión, la pureza de vida, la devoción a elevados ideales. Consideran que el precio de la Verdad debe ser el resultado del esfuerzo para obtenerla y no un dogma impuesto por autoridad. Consideran que la fe debería ser el resultado del estudio o intuición interior y no su antecedente; que debe descansar sobre el conocimiento y no sobre una aseveración. Extienden su tolerancia hacia todos, aún a los intolerantes, no como privilegio que se abrogan, sino como deber que cumplen, esforzándose por disipar la ignorancia más bien que condenarla. En cada religión ven una expresión de la Sabiduría Divina, prefi riendo su estudio a su condenación y su práctica a su proselitismo. Su consigna es la Paz; su aspiración la Verdad.

La teosofía es el cuerpo de verdades que constituye la base de todas las religiones y que no pretende posea exclusivamente una de ellas. Ofrece una fi losofía que hace la vida inteligible y demuestra que la justicia y el amor guían su evolución. Coloca a la muerte en su legítimo lugar, como un incidente que se repite en la vida sin fi n, abriendo el paso a una existencia más plena y radiante. La Teosofía restituye al mundo la Ciencia del Espíritu, enseñando al hombre que él mismo es un Espíritu y que la mente y el cuerpo son sus servidores. Ella ilumina las Escrituras y las doctrinas de las religiones, revelando su signifi cación oculta, justifi cándolas ante la razón, como siempre se han justifi cado ante los ojos de la intuición.

Los miembros de la Sociedad Teosófi ca estudian estas verdades y los teósofos se fuerzan en vivirlas. Todo aquel que esté dispuesto a estudiar, a ser tolerante, a tener miras elevadas y a trabajar con perseverancia, será bienvenido como miembro y dependerá del mismo miembro llegar a ser un verdadero teósofo.

Page 5: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.34 El Teósofo

La Puerta Abierta

mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo con Joy Mills, a conferencias, talleres, convenciones, reuniones de planifi cación, reunio-nes de junta, comidas, cenas y desayunos. En mis primeros años en la ST., me sentaba entre el pú-blico, escuchando y sintiéndome desafi ado e ins-pirado por las cosas que ella compartía. A medida que fue pasando el tiempo yo ya la presentaba puntualmente en algún seminario o reunión. Y en años posteriores, compartimos el estrado.

A veces, cuando hablo de Joy y de la relación que tuve con ella, digo que, como la conocí en 1974, necesariamente pertenezco a la categoría de sus amigos “más recientes”. Era inevitable que alguien, cuya vida teosófi ca había empezado en 1940 y cuyos viajes por la ST., la llevaron a más de 50 países, tuviera amigos y estudiantes de todas las edades en todas partes del mundo. Mi relación con Joy empezó como estudiante y ad-mirador. En la época de nuestro primer encuentro ella era presidente de la ST de América. Mi pri-mera visita a la Convención Nacional de verano coincidió con su último año en la presidencia. En la gran carpa que se instalaba para las reuniones anuales hizo su discurso de despedida, porque se iba a Adyar a ocupar el cargo de Vicepresidente Internacional de John Coats, que acababa de ser elegido. Para un neófi to de veinte años dentro del movimiento teosófi co, ella me parecía un icono totalmente fuera de mi alcance.

A principios de los años 70, cuando por prime-ra vez entré en contacto con la ST, era el momento justo después de una oleada de gran inquietud so-cial en los Estados Unidos. La Guerra de Vietnam, los derechos civiles, el movimiento hippie y una serie de asesinatos de líderes visionarios tuvieron un profundo impacto en la juventud de la nación. No sólo fuera de la STA, sino dentro también, los jóvenes pedían activamente un cambio. Joy ocu-pó el cargo de presidente durante toda aquella tur-bulencia. En esa época había un grupo activo de

Jóvenes Teósofos.Aunque no recuerdo ninguno de los temas

específi cos que parecían tan importantes en esos momentos, sí que recuerdo la sensación que te-nían algunos de los jóvenes miembros, de que los cambios deseados y la apreciación de las contri-buciones de los jóvenes eran demasiado lentos. Recuerdo cómo Joy animaba al grupo de J.T. a desarrollar sus ideas y a trabajar dentro de la STA, para que no nos aisláramos. En un momento dado, aceptó que los JT ofrecieran una especie de casa abierta en la Sede nacional Olcott. Las activida-des de la tarde incluían cosas como una “feria psí-quica” y un concierto de rock, cosa que algunos miembros del personal de la sede describieron como “algo que destruía la vibración del centro Olcott”.

Tuvo que ser una época de muchas pruebas para Joy, pero, de alguna manera, ella confi aba en el valor que tenía el hecho de proporcionar un foro para que se expresaran los JT. Durante ese período, Joy fue fi rme pero justa. Cuando volvió a los Estados Unidos de su período límite de seis años en Adyar, yo empezaba a consolidarme con las enseñanzas y la vida de un teósofo. La ad-miración que había sentido por ella empezó a reemplazarse con una comprensión creciente de las cosas sobre las que Joy escribía y hablaba. Y tanto si era por haberse liberado de las demandas de sus altos cargos anteriores tan exigentes, como si era porque me sentía cada vez más cómodo con Joy como persona, no solo como una sabia representante, empecé a tener una sensación de tranquilidad en su presencia. Desde ese momento en adelante Joy se convirtió en una persona fas-cinante para mí, con muchas capas, cada vez más profundas.

Hay un dicho que afi rma “no vemos las cosas tal como son: las vemos tal como somos noso-tros”. Sea cual sea el nivel de nuestra conciencia desde el que estemos funcionando, ese nivel es el que da el color al mundo de nuestro alrededor. La

Page 6: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

5Diciembre 2016 El Teósofo

conclusión que sacamos es que hay personas cer-ca de las cuales expresamos un aspecto distinto de nosotros. En cierta manera, el mero hecho de estar en su proximidad nos hace sentir más gran-des y vemos el mundo de manera diferente. Esas personas son las que queremos conocer, porque el simple hecho de pensar en ellas ya nos inspira y eleva. Joy era una de ellas. Con el transcurso del tiempo mi papel dentro de la ST iba cambiando. A diferencia de lo que ocurre en muchos otros cam-pos de estudio, la vida del estudiante de Teosofía parece requerir acción. El resultado fue un au-mento de la actividad y de las responsabilidades, hasta que llegó el momento en que me pidieron que formara parte del consejo nacional de directo-res. Era un territorio nuevo.

Ayudar localmente estaba bien, pero aquello parecía un salto cuántico en cuanto al compromi-so. Sintiéndome un poco abrumado, hice lo obvio. Busqué el consejo de Joy. Ella se había encontra-do en la misma situación y podía aconsejarme ba-sándose en su propia experiencia. Hablar con ella me hizo poner las cosas en perspectiva.

Lo principal que me señaló fue la belleza del “trabajo”, la santidad y el privilegio de ser capaz de hacer ese trabajo a cualquier nivel, pero esa mayor responsabilidad también requería una ma-yor dedicación. Fue tan comprensiva y me animó tanto. Me fui con la sensación de haber renovado mi compromiso. En “La Escalera de Oro” de H.P. Blavatsky hay un pasaje que habla de la importan-cia de estar bien dispuesto “a dar y recibir consejo e instrucción”.

El consejo teórico tiene valor, pero nunca pue-de ser igual al consejo procedente de una expe-riencia vital adquirida con esfuerzo. A medida que

cambiaban los cargos que me pedían que ocupase dentro de la ST, el número de personas en todo el mundo que me podían aconsejar, después de haber ocupado realmente esos cargos, se fue reduciendo y quedando en uno solo: Joy. Solamente ella había sido, en la ST de América, Directora, Vicepresi-dente, Presidente, Vicepresidente Internacional y durante un breve tiempo, después de la muerte de John Coats, aunque técnicamente no era presi-dente, había adoptado el papel de directora de la ST. En todos los casos era infalible, entregada y verdaderamente afectuosa con sus consejos. Voy a compartir ahora algunos de sus consejos sobre la ST procedentes de conversaciones y cartas. Ha-blan por sí mismos.

“¡Debes aportar al cargo una verdadera dedi-cación y un compromiso con los ideales que han guiado el trabajo durante todos los años!” “… la dedicación a la Sociedad y a su misión… me pa-rece a mí, ¡lo signifi ca todo! Estoy segura de que la cantidad de trabajo ha aumentado desde que yo ocupé ese cargo (presidente de la STA) pero tam-bién sé, por experiencia, que recibirás la fuerza y la fortaleza interna para enfrentarte a todos los desafíos que surjan (¡que serán muchos!). “¡Que los Grandes Seres te bendigan!” “Te mando mis pensamientos para que sepas hacer lo correcto en esta situación”. “He sido muy afortunada, real-mente privilegiada, de poder entregarme al traba-jo de la Sociedad en todas las competencias que se me han requerido en el servicio. No mucha gen-te ha tenido una vida tan afortunada y me siento verdaderamente agradecida. Citando las palabras de Clara Codd, verdaderamente ha sido una “vida rica”, “Busca la puerta abierta”. ²

Entre los conceptos básicos presentados ante el estudiante de la fi losofía teosófi ca, está la idea de que existe y ha existido a través de toda la historia humana, una jerarquía de Adeptos. Muchos que han leído la historia de la Sociedad Teosófi ca reconocen que los responsables de su establecimiento en el mundo, atribuyeron sus ideales y los mensajes que debían entregar, a ciertos Maestros espirituales, Mahatmas, o Maestros de Sabiduría. En consecuencia, el estudiante de Teosofía, ascendiendo por los peldaños de La Escala de Oro, puede automáticamente identifi car al Maestro con uno u otro de los Mahatmas a quien alude Madame Blavatsky… Los requerimientos impuestos en todas las edades para aquel que quiere saber quién es el Maestro son: un corazón puro, henchido de amor y compasión; una voluntad basada en una fi rmeza de propósito; una fi delidad al deber que nunca se intimide ante los fracasos o los éxitos; y serenidad bajo todas las circunstancias lo que nos llevará fi nalmente a comprender la Verdad Suprema, donde la enseñanza, el Maestro, y quienes la han aprendido, son uno.

Joy Mills¿Quién es el Maestro?

La Puerta Abierta

Page 7: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.36 El Teósofo

Recordando a Joy MillsRefl exiones sobre una vida dentro del aspecto cambiante de la Teosofía

Stephan A. Hoeller es Profesor Emérito de Religiones Comparadas en la Universidad de Estudios Orientales de Los Ángeles, California, y Obispo Regional de la Iglesia Gnóstica. Miembro de la ST por más de sesenta años, publicó algunos Quest Books, y ha sido Conferencista Nacional de la ST.

29 de diciembre de 2015 dejó este estado te-rrenal una de las luminarias de la rama de la tra-dición esotérica eterna, conocida desde fi nes del siglo diecinueve como Teosofía. Dedicó a esta matriz de espiritualidad alternativa la mayor parte de su larga y productiva vida. Si se escribiera una continuación contemporánea del libro Encuentro con Hombres (o Mujeres) Notables, habría que in-cluir un largo capítulo dedicado a Joy Mills. Entre sus notablemente distinguidas características uno debe incluir su habilidad para percibir las necesi-dades espirituales de nuestra época y de recono-cer la conveniencia de una nueva valoración de la visión teosófi ca del mundo para responder a estas necesidades. Es en vista de esta última circunstan-cia que se ha escrito este pequeño ensayo.

Joy Mills fue educada como maestra de escue-la, y aunque su carrera elegida fue reemplazada por su largo servicio a la causa de la Teosofía, nunca perdió completamente su personalidad de educadora. No era solamente conferencista, sino instructora, quien además era capaz de ejercer disciplina y autoridad. Su extensa contribución a la fi losofía teosófi ca fue el resultado de su gran familiaridad con el tema y de su claro y riguroso pensamiento. En una época donde las opiniones tienden a exceder conceptos y reglas, sus ideas e ideales fueron formulados y expresados en térmi-nos claros e inequívocos, y estaban fundamenta-dos en el conocimiento unido a la percepción. Ta-les eran las cualidades que le permitieron navegar el turbulento océano del cambio espiritual, inte-lectual y cultural que convirtieron los siglos vein-te y veintiuno en los más peligrosos de la historia.

Para obtener una mejor apreciación de Joy Mills, uno necesita comprender algunos de los

desafíos que impactaron en el ambiente teosófi co psico-espiritual durante su vida.

A mediados del siglo veinte la Teosofía estaba en un estado de transición. Los días estimulantes y embriagadores de la Dra. Besant y el Obispo C. W. Leadbeater habían terminado, debido a la muerte de estas fi guras centrales. El una vez esperado Maestro del Mundo (J. Krishnamurti) era ahora un maestro independiente, enteramen-te solo. Muchas personas brillantes que todavía portaban la antorcha encendida en la era Besant viajaban por el mundo proclamando el mensaje. Ernest Wood, Geoffrey Hodson, C. Jinarajadasa, Rukmini Devi y otros pocos venían a los Estados Unidos regularmente y continuaban inspirando e informando. Entre ellos, Joy Mills estaba par-ticularmente orgullosa de haber conocido al Dr. Henry T. Edge, un miembro notable de la Socie-dad Teosófi ca de Point Loma, y una de las pocas personas que todavía vive y que conoció a H. P. Blavatsky en los últimos años.

De hecho, Blavatsky (HPB) era un vestigio un tanto distante en el horizonte teosófi co de la se-gunda mitad del siglo veinte. Su Doctrina Secreta estaba ciertamente presente en todas las biblio-tecas de las Ramas, y su Voz del Silencio servía como libro favorito para la meditación, pero la mayor parte de la literatura teosófi ca consistía en los muchos libros de Besant y Leadbeater, y las enseñanzas adoptadas por la mayoría de los miembros se encontraban en estas obras. En mu-chas Ramas, la enseñanza consistía en una trini-dad de doctrinas, es decir, Reencarnación, Karma y Evolución; enseñanzas que servían como reem-plazos inspiradores al cielo e infi erno enseñados por la mayoría, en la religión occidental.

Page 8: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

7Diciembre 2016 El Teósofo

A fi nales de mil novecientos cincuenta y se-senta, las enseñanzas que estimulaban las mentes del siglo diecinueve eran muy tenues en la cons-ciencia pública y habían perdido la atracción de la novedad. También, nacieron numerosas organiza-ciones espirituales que duplicaron estas enseñan-zas, de modo que las versiones teosófi cas ahora solo eran parte de un conjunto de ideas comunes difundidas. Además, debido al inevitable desgas-te causado por muertes, la membresía de la Socie-dad Teosófi ca (ST) fue disminuyendo.

En los primeros años de nuestra presencia en la Sociedad Teosófi ca, tanto Joy Mills como yo éramos a menudo los más jóvenes en muchos de los grupos teosófi cos, la mayor parte eran miem-bros que se habían unido en los estimulantes años de Besant, Leadbeater y Krishnamurti; y ahora es-taban en sus años de decadencia. También había, a veces, un apego un tanto excesivo de muchos miembros a los numerosos términos sánscritos encontrados en nuestra literatura, que a los asis-tentes a nuestros programas les parecían algo ex-traño. A través de todos estos sucesos, Joy Mills permaneció siendo una trabajadora resuelta por la causa, cumpliendo muchas funciones tanto admi-nistrativas como educativas en la ST en Nortea-mérica.

Los cambios del momento trajeron nuevos de-sarrollos como también cambios en el liderazgo. Los Presidentes internacionales Jinarajadasa y N. Sri Ram, después de haber servido a la Teosofía con excelencia, partieron del reino terrenal para ser reemplazados por la encantadora y cosmopoli-ta fi gura de John B. S. Coats, quien pronto le soli-citó a Joy Mills que fuera a India y se convirtiera en su Vice-Presidenta. Para gran pena de muchos, el Presidente Coats sufrió una muerte prematura y Joy Mills regresó desde India a los Estados Uni-dos. Muy poco después que regresara, el presen-te escritor tuvo con ella una larga conversación en California. Era evidente que había tenido un cambio verdaderamente radical. Afi rmaba muy abiertamente que había llegado a la percepción, en contra de las consideraciones de muchos teó-sofos, que los enfoques a la espiritualidad en India y otras culturas orientales no eran superiores a los de occidente, y que sería benefi cioso para muchos teósofos que exploraran las rutas del esoteris-mo occidental, particularmente la espiritualidad orientada a la psicología del fallecido C. G. Jung.

Durante nuestra conversación también afi rmó que las fuentes de muchos de los libros de HPB

estaban basadas en tres ideologías mutuamente relacionadas, el Hermetismo, Neoplatonismo y Gnosticismo. El presente escritor aprobó notable-mente estas consideraciones expresadas por Joy Mills. Necesitamos tener presente que comen-zando con los Fundadores, quienes escogieron el nombre de la nueva Sociedad adoptando el térmi-no creado por Ammonius Saccas, el fundador del Neoplatonismo, siempre hubo defensores de la tradición esotérica occidental en la Sociedad Teo-sófi ca. Una de las afi rmaciones más sorprendentes a este respecto fue hecha por el autor teosófi co y conferencista, Dr. Alvin B. Kuhn, cuando afi rmó, “¡Nosotros no necesitamos volver a Blavatsky, sino volver con Blavatsky a Platón y los sabios!” Desde su regreso de India, Joy Mills, junto con su gran amiga Virginia Hanson, se convirtieron en ávidas lectoras de los escritos de Jung, y de los evangelios gnósticos de Nag Hammadi, reciente-mente publicados.

Joy Mills no era una defensora vehemente de sus puntos de vista recién adquiridos. A menudo uno tenía que leer entre líneas en sus ensayos y captar los mensajes sutiles entretejidos en sus conferencias para discernir a la “nueva Joy” en contraste con la de años anteriores. Sin embargo las señales estaban presentes para que todos las viéramos. El presente escritor la escuchó repeti-damente afi rmar en público que La Doctrina Se-creta era un mito, contra la idea de que era una realidad. De modo similar, afi rmó abiertamente que las “Estancias de Dzyan” (de La Doctrina Secreta) como toda creación de mitos, tenía un profundo signifi cado psicológico en términos del nacimiento de la consciencia. Informada de las percepciones de Jung, ella concordaba con el poe-ta Goethe de que “todas las cosas efímeras no son sino símbolos que tienen un signifi cado”.

Aunque circunspecta y diplomática en sus afi r-maciones y escritos, Joy estaba comprometida en la revalorización de la comprensión de la fi losofía teosófi ca en términos de mito, símbolo y metáfora. (Cuando en 1982 se publicó mi libro Jung Gnós-tico ella lo comentó muy favorablemente, y solía citar el título de su epílogo “La Gnosis de Otrora y Futura”)”. A menudo se afl igía por el fenómeno que su colega John Algeo llamaba “el Fundamen-talismo Teosófi co”. Mientras ocupó el cargo de Secretaria General de la Sección Australiana de la Sociedad, ella disfrutó del espíritu libre y no dogmático de ese país, que por supuesto estaba también presente en la membresía teosófi ca aus-

Recordando a Joy Mills

Page 9: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.38 El Teósofo

traliana. Su gran amiga, ya mencionada, Virginia Hanson, compartía mucho la orientación de Joy. Poco antes de su muerte, la Sa. Hanson (ella era en gran medida el arquetipo de una mujer sabia) me confi ó que el libro espiritualmente más impor-tante que había leído era El Evangelio de Felipe, de Nag Hammadi. Cuando en 2009 apareció el “Libro Rojo” (Liber Novus) previamente oculto de Jung, Joy era la única persona de la comunidad de Krotona en Ojai, que poseía una copia (además de la Biblioteca de Krotona). Ella también lo es-tudiaba diariamente.

El presente pequeño ensayo, que ahora se acer-ca al fi nal, es como un testimonio personal. Este autor, al ser menor que Joy Mills por una década, ha vivido el mismo periodo de tiempo que ella, como un miembro activo (aunque nunca con un cargo) de la Sociedad Teosófi ca. Durante las últi-mas décadas del siglo veinte, en parte con la ayu-da de Joy, este autor viajó como conferencista de la Sociedad en Australia y Nueva Zelanda, como también a algunas partes de Europa. Allí, como también en los Estados Unidos, encontró la So-ciedad Teosófi ca en una encrucijada. Por otra par-te, las enseñanzas una vez populares en los siglos diecinueve y comienzos del veinte todavía están presentes, pero han perdido su brillo. La llamada Nueva Era adoptó y también frecuentemente mu-tiló el mensaje original de la Teosofía, y muestra también ahora un gran desgaste. Felizmente, una cierta tercera fuerza (un componente intermedio)

está haciendo su aparición tanto dentro como fue-ra del redil teosófi co. El componente interno de esta fuerza consiste en el descubrimiento y publi-cación de ciertos escritos esotéricos de H. P. Bla-vatsky, editados y aclarados por el valiente y ex-perto historiador teosófi co Michael Gomes (Co-mentarios de La Doctrina Secreta, las Instruccio-nes no Publicadas de 1889, 2010, e Instrucciones Esotéricas, 2015). Estos escritos indican que HPB tenía un interés vital en promover cierta clase de gnosis (no un conjunto de enseñanzas populari-zadas predecibles, sino un método para obtener conocimiento interno).

Uno puede deducir de estos escritos que la Teosofía de HPB no tenía el propósito de ser un sistema de creencias, sino ser un programa de percepción espiritual. Este ambiente interno tiene como su corolario un movimiento cada vez más poderoso en la cultura (tanto académico como cul-tural) que está basado en el descubrimiento a fi nes del siglo veinte de la biblioteca Gnóstica de Nag Hammadi. En esta primera parte del siglo veintiu-no, la Gnosis está en el aire en muchos lugares. Existen entre nosotros, en el medio ambiente teo-sófi co espiritual, quienes reciben con agrado este fenómeno. Joy Mills era una de ellas, y el presente escritor, en gratitud hacia ella, participa en recibir este espíritu de los tiempos, dentro del cual la faz cambiante de la Teosofía está destinada a jugar un papel importante. ²

Estamos tejiendo la tela de nuestras vidas “bajo el ojo kármico”, sin darnos cuenta que la misma ley de karma no solamente nos ata a la rueda de placer y dolor, sino que también puede liberarnos”.

Joy Mills

Recordando a Joy Mills

Page 10: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

9Diciembre 2016 El Teósofo

Tributo a Joy

Linda Oliveira es un antiguo miembro de la Sociedad Teosófi ca, Presidenta Nacional de la Sección Australiana, y anterior Vice-Presidenta Internacional de la ST.

de los miembros más conocidos de la So-ciedad Teosófi ca (ST) en las últimas décadas ha sido Joy Mills, quien falleció apaciblemente el 29 de diciembre de 2015 en su casa en Ojai, Califor-nia. Su fama puede que se deba en parte a la can-tidad de viajes que emprendió mundialmente por la ST. Joy mencionó en algún momento que, con la excepción de la entonces Presidenta Internacio-nal, RadhaBurnier, ella había sido la que más ha-bía viajado a través del mundo de la ST, visitando unos cincuenta países.

Se unió a la Sociedad el 15 de agosto de 1940; fi nalmente se convirtió en la Presidenta Nacional interina de la Sección Norteamericana de la ST desde 1965 a 1966, y sirvió como su Presidenta Nacional electa desde 1966 a 1974. Durante esa época ella fundó la Quest Books, una línea de li-bros inspirados teosófi camente para el mercado comercial, popular. Esta fi nalmente dejó de fun-cionar en noviembre del año pasado. Joy sirvió de nuevo en la ST, esta vez como Vice-Presidenta Internacional en Adyar desde 1974 a 1979 bajo el entonces Presidente Internacional, John Coats. Desde 1980 hasta 1992 ella se convirtió en la Di-rectora fundadora de la Escuela de Krotona de Teosofía en Ojai, California. Luego, fue elegida Presidenta Nacional de la Sección Australiana de la Sociedad, sirviendo en el cargo desde 1993 a 1996, y fi nalmente “se retiró” y regresó a Ojai.

La Medalla de T. Subba Row, instituida en 1983, se concede a miembros de la Sociedad que han hecho contribuciones destacadas a la literatu-ra teosófi ca y su comprensión. Una de las prime-ras receptoras de la Medalla fue H. P. Blavatsky. Joy Mills fue una consagrada estudiante de las enseñanzas de HPB y las expuso durante muchos años a través de sus libros y conferencias. En re-

conocimiento por sus valiosas contribuciones lite-rarias, el Consejo General le concedió a ella esta prestigiosa Medalla en 2010.

A través de sus libros, Joy exploró temas fun-damentales de la existencia a la luz de la Tradi-ción de la Sabiduría. Sus obras incluyen Desper-tar a una Nueva Consciencia: Conferencias sobre La Doctrina Secreta, Desde la Transformación Interna a la Externa: Charlas sobre La Voz del Silencio, Cien Años de Teosofía en Norteamérica, Entrando al Camino Sagrado: Un Comentario Psicológico sobre Luz en el Sendero, El Peregri-naje Humano: Búsqueda de la Transformación de Sí Mismo, y Comentarios sobre la Sabiduría Eterna. Un Comentario sobre Las Cartas de los

Joy Mills en la Reunión de Verano de la ST en América, Olcott 2005.

Page 11: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.310 El Teósofo

Mahatmas a A. P. Sinnett. En el momento en que le fue concedida la Medalla Subba Row, Joy tam-bién tenía a su haber veintidós DVD y setenta y tres CD que contenían sus presentaciones teosó-fi cas por un periodo de muchos años. Numerosos artículos suyos han aparecido en The Theosophist y otras revistas alrededor del mundo. Una búsque-da en línea de su nombre en el Índice de la Unión de Periódicos Teosófi cos (sitio web de la Sección Australiana) produjo un registro de 663 notables archivos.

Además de sus logros, y fueron muchos, Joy era una gran conferencista y maestra teosófi ca, y en esos momentos ella parecía estar en su elemen-to. Poseída de una pasión contagiosa por el estu-dio de los clásicos teosófi cos modernos, ella los comprendía profundamente, siempre acompañada de un espíritu de investigación de mente abierta. Sus clases de La Doctrina Secreta demostraban esto. Por ejemplo, una vez durante una clase en Springbrook, ella representó un aspecto abstruso

Tributo a Joy

de Cosmogénesis en la forma de un diagrama. Un estudiante sugirió un tipo diferente de diagrama para el mismo concepto y ella inmediatamente respondió: ‘¡Sí, usted podría mirarlo de esa mane-ra también!’ Su visión de la Teosofía parecía estar siempre expandiéndose, siempre extendiéndose más amplia y profundamente. Cada vez que en-señaba, a quienes tenían la buena suerte de estar en su clase, los llevaba por un momento en ese viaje. Al mismo tiempo, estaba bien informada de muchas publicaciones contemporáneas de impor-tancia para sus exploraciones.

Como nota personal, me benefi cié enorme-mente en 1981 con una invitación de Joy para es-tudiar y vivir en Krotona por casi un año mientras ella era Directora de la Escuela. Esta oportunidad junto con el estímulo de Joy, fueron dos de los factores fundamentales que resultaron en mi com-promiso a largo plazo con la ST y con el estudio de la Teosofía. Que ella tenga un bien merecido descanso. ²

El propósito de los Objetivos está claro, recordarnos constantemente por qué estamos aquí, no sólo como miembros de esta Sociedad, sino como hombres y mujeres recorriendo los caminos de la humanidad hacia los dioses.

Joy Mills

Radha Burnier y Joy Mills en el 8° Congreso Mundial en Brasilia, 24-31 de Julio de 1993 (foto de la edición en castellano)

Page 12: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

11Diciembre 2016 El Teósofo

Recuerdos Dichosos de Joy

Nelda Samarel, Ed.D., R.N., Directora de la Escuela de Krotona de Teosofía y miembro del Consejo de la ST en Norteamérica, actualmente es miembro de la Junta Directiva de la Federación Teosófi ca Interamericana.

Mills es conocida en todo el mundo teosófi -co como una extraordinaria estudiante de la tradi-ción de la Sabiduría Eterna. Habiendo sido autora de numerosos libros e innumerables artículos de revistas, fue una maestra internacionalmente soli-citada por casi la totalidad de su membresía, que fue de setenta y cinco años en la Sociedad Teosó-fi ca (ST). Sus logros son asombrosos y ella tenía una notable capacidad de sobresalir en lo que eli-giera emprender.

Sus contribuciones a la Sociedad son bien co-nocidos e incluyen, además de sus escritos y ense-ñanzas; la Presidencia de la Sociedad Teosófi ca en Norteamérica durante un momento muy difícil en la historia de los Estados Unidos, cuando el movi-miento de derechos civiles estaba en el centro; la Presidencia de la ST en Australia, la única Presi-dente Nacional en la Sociedad que alguna vez fue solicitada para ir a otra Sección de la ST; Vice-presidente Internacional de la Sociedad; Miembro de la Junta de Síndicos del Instituto Krotona de Teosofía en el que sirvió continuamente durante 35 años; Miembro permanente del Consejo Ge-neral de la Sociedad, que estuvo en el cargo por más tiempo; y distinguida receptora de la Medalla T. Subba Row, por sus sobresalientes contribucio-nes a la literatura teosófi ca. Mucho más se puede decir, y se ha dicho, sobre estos logros. Al recor-dar a Joy, en vez de hablar de aquellos aspectos de su vida que todos conocemos como escritora, oradora, mentora, administradora e innovadora, quisiera compartir algunos aspectos más persona-les y menos conocidos de la vida de Joy, con la esperanza de que todos los que tanto amamos y admiramos a esta gran dama lleguemos a cono-cerla y apreciarla mejor.

Habiendo disfrutado de una cercana amistad durante veintiséis años, los últimos dieciséis años como vecinas de al lado, Joy y yo pasamos muchas horas juntas hablando sobre asuntos más serios de la vida, incluyendo la vida, la muerte, la teosofía, la religión y la fi losofía, así como los muchos te-mas cotidianos que los amigos normalmente com-partirían: familia, amor, comida, política y más. ¡Usted lo menciona y lo hemos hablamos!

Una de las cosas más notables de Joy fue que ella siempre se esforzó por hacer de las enseñan-zas una realidad en su vida. Ella recordaría a me-nudo tiempos y acciones anteriores en su vida, preguntándose si podría haberlo hecho mejor. Por ejemplo, ella revivió decisiones tomadas como Presidente Nacional de la Sociedad Teosófi ca en Norteamérica, preguntándose si había hecho lo "correcto", tratando de determinar cómo podría haber sido más efi caz. Ella se esforzaba por com-prender de sus propias acciones, con la esperanza de aprender y crecer en cada experiencia, tenien-do siempre el consuelo de saber que había hecho todo lo mejor posible, ya fuera en sus escritos, en-señanza, trabajo administrativo, o jugar bridge o scrabble. Ella nunca hizo nada a medias.

Como estudiante extraordinaria de la sabiduría eterna, Joy compartía mucho más que su compren-sión académica. Ella entendía no sólo las comple-jidades de la doctrina teosófi ca, sino que sinteti-zaba y asimilaba las enseñanzas, digiriéndolas e incorporándolas a quien ella era. Era mucho más que "doctrina" para ella; para Joy era un modo de vida, algo por lo cual esforzarse, una Teosofía vi-viente. Fue sólo a través de "vivir la vida", como le encantaba decir, que fue capaz de inspirar a in-numerables buscadores en todo el mundo.

Page 13: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.312 El Teósofo

La mayoría de nosotros vio a Joy como una estudiante seria en su papel de maestra y mento-ra, pero también tenía su lado divertido. Pasamos muchas horas juntas en la sede internacional de la ST.; en Adyar íbamos de compras y, a menu-do, nos metíamos en problemas compartiéndolos juntas, luego riéndonos sin control de ello. Ella disfrutaba de las tardes que pasábamos juntas en su habitación o en la mía, discutiendo nuestras vi-das anteriores mientras comíamos muchas papitas fritas.

Aunque Joy disfrutaba momentos de distrac-ción en la vida tales como conciertos, salir a ce-nar, ver programas de concursos en televisión, y jugar con amigos, su vida estaba totalmente com-prometida con la ST. Este fue un compromiso consciente y no lo tomó a la ligera. No muchos años después de unirse a la Sociedad, Joy reci-bió una propuesta de matrimonio de un caballero amigo y compañero. Al darse cuenta de que ella sólo podía servir bien a un maestro, ella rechazó la propuesta para dedicar su vida a la Sociedad, manteniendo su amistad con su pretendiente hasta su muerte muchos años después. No es posible sa-ber cuántos de nosotros nos benefi ciamos con este tipo de auto-sacrifi cio en su decisión. Y cuando pensamos en el momento de esta decisión, es aún más notable. La década de 1940 fue un momento en que las mujeres se casaban y se convertían en esposas y madres para ser apoyadas por sus ma-ridos; la mujer independiente era una anomalía y tuvo que ser confi ada y valiente, cualidades que sin duda describen a Joy Mills.

Al mudarse a Olcott, la sede nacional de la ST en Norteamérica, para unirse allí al personal en 1940, Joy supo que había encontrado su ho-gar espiritual. A mediados de los años 40 se mudó a Seattle para enseñar en la escuela secundaria, viviendo allí con dos amigas cercanas, Vera Rei-chers y Gwen Garnsey, también miembros de la Sociedad. Mientras estaba en Seattle, Joy conti-nuó trabajando para la ST allí. Después de unos años regresó a Olcott, y permaneció como traba-jadora a tiempo completo para la Sociedad por el resto de su vida.

En sus últimos años en Krotona, lugar en que Joy vivió ininterrumpidamente desde 1980 hasta su muerte en 2015, con la sola excepción de los tres años que vivió en Australia como Presidente Nacional de esa Sección, fue visitada por innume-rables miembros de la Sociedad y no miembros, que apreciaban su vasta sabiduría. Incluso en sus

años menguantes, ella nunca rechazó una visi-ta solicitada, siempre poniéndose a disposición de los buscadores experimentados y nuevos, por igual, para inspirar, responder preguntas, ayudar con el estudio, o simplemente charlar. La gama de sus visitantes era enorme e incluía viejos ami-gos, nietos de amigos, estudiantes de secundaria, directivos de la ST que buscaban su sabiduría, y vecinos de Ojai que simplemente querían estar en su presencia.

Joy fue una mujer multifacética. Durante los meses que siguieron a su transición a la vida supe-rior, tuve el honor de revisar sus pertenencias, que incluían no sólo sus efectos personales, sino sus notas de conferencias, archivos y cientos de libros. No teniendo idea de su afi nidad con la poesía, me sorprendí al ver el gran número de tales libros, con obras de reconocidos autores, tales como TS Elliott, Walt Whitman, Emily Dickinson, Ralph Waldo Emerson y Edna St. Vincent Millay, junto con algunos que eran menos conocidos. Aunque ninguno de los libros fue anotado o subrayado, como era el hábito de Joy en sus últimos años al leer cualquier cosa de interés para ella, era obvio que los libros fueron muy leídos. Uno casi podía sentir el disfrute que surgió en algún momen-to pasado, de esas páginas tan gastadas. Aunque aprendí que Joy disfrutaba de la poesía, no tenía ni idea de que ella, de hecho, era poeta por derecho propio.

Nunca jamás, en todos nuestros años de con-versación, mencionó alguna vez el tema de la poe-sía.

En un armario, escondido con fotos viejas y libros de texto de la universidad, encontré un libro de poesía manuscrita. Uno inmediatamente podía ver que esto era algo muy especial. Originalmente una cubierta de tela de color marrón o herrumbre que desvanecida por setenta y cinco años de vida en un estante, estaba meticulosamente cubierto de plástico, como se esperaría de Joy. La cubierta de tela estaba grabada en relieve con una palo-ma rodeada por un círculo de rama de olivo. Era un libro de páginas en blanco, ahora frágil con el paso del tiempo, del tipo que se suele pensar en revistas, diarios o notas especiales obsequiadas en 1941 como regalo de Navidad de su querida ami-ga universitaria, Caroline Tess, más tarde Caroli-ne Ross. Durante las siguientes décadas, Joy llenó ese diario cubierto de tela con poemas originales. Al pasar por otros documentos, aprendí que es-tudió poesía en la universidad. A continuación se

Recuerdos Dichosos de Joy

Page 14: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

13Diciembre 2016 El Teósofo

presentan dos de sus aproximadamente 190 poe-mas originales:

Año Nuevo – 1944

La mañana era cristal - blanca y clara."Más radiante que el sol soy Yo"

La helada permanecía inmóvil, en cada ramaUna esfera luminosa, refl ejaba la luz;

"Más Pura que la nieve, más sutil que elÉter es el ser" – en silencio llegó

El vuelo de místicas alas,La VISIÓN y el grito,

El estallido del sonido - La Voz del Buscador:"YO SOY ESE SER: ESE SER SOY YO."

Sin TítuloJulio 1944

Ciertamente el amor no tiene límites,No conoce confi nes,

De lo contrario, yo debería empaquetarEste corazón mío.

Ninguna mano podría sostenerloNinguna mano negarloUn regalo tan simple:

Mi corazón y yo.

De todos los sueñosQue pueden hacerse realidad,

Este corazón tiene lo más queridoPara todos ustedes:

La alegría de la pazOtorgada por UnoQuien guía y vela

Hasta que todo se haga;

La alegría de la bellezaPresente aquí

En el corazón que conoce

Al Maestro de cerca;

La alegría del amorAhora completo

En el corazón de Él

En Quien todos los amantes se encuentran.

La poesía de Joy, que abarca desde 1939 hasta la década de 1990, está siendo publicada por la Theosophical Publishing House en Wheaton, Illi-nois, en un volumen que será lanzado en la prima-vera de 2017.

Es de particular interés que entre los libros de Joy estuviera el clásico de René Daumal, Monte Análogo, junto con una biografía del autor. Según Daumal, hay tres grandes enfoques de la verdad: la fi losofía, especialmente la dialéctica de Platón; la "iniciación" de la tradición oculta debidamente entendida; y la poesía como un medio para alcan-zar el conocimiento sagrado. Las obras completas de Platón, junto con varios libros de comentario, tenían un lugar prominente entre los libros de Joy, y ella siempre tuvo un fuerte interés en el ritual y el ocultismo. Lo único de la "trinidad de la ver-dad" de Daumal que no había sido evidente en la colección de literatura de Joy era la poesía. Esto ya no es así.

Era el deseo de Joy morir pacífi camente en su propia cama, en el hogar, en su amada Krotona. Su deseo se cumplió. Poco tiempo después de sentir-se cómoda con sus queridas amigas, Anne Johns-tone y Mary Jo Kokochak, dio su último aliento a las 10:35 am del 29 de diciembre de 2015. Ella estaba dormida mientras se deslizó en silencio y sin incidentes hacia una vida más elevada.

Mi inmensa gratitud por haber experimenta-do la sabiduría y la amistad de esta gran dama de la Teosofía que es compartida por muchos otros. Llevemos adelante todo lo que hemos ganado al experimentar la presencia de Joy Mills. ²

Recuerdos Dichosos de Joy

No osemos convertirnos en meros teósofos de salón, especulando sobre Parabrahman y pralaya, la naturaleza de maya y la composición de los skandhas. La especulación debe dar paso al conocimiento; el conocimiento debe ser transmutado en compasión.

Joy Mills

Page 15: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.314 El Teósofo

Joy Mills: Recuerdos

Annine Wycherley es una antigua miembro de la ST en Norteamérica, trabaja en la Escuela de Krotona de Teosofía y fue una amiga cercana y compañera de Joy Mills durante muchos años.

ya varios años, Joy Mills me contó cómo ella y Virginia Hanson leían libros juntas. Virgi-nia leía una página y Joy la siguiente. Joy sugirió que podíamos hacer lo mismo. Estudiar juntas. Comenzamos y me di cuenta de que el gran in-terés de Joy no sólo era en la Teosofía, sino en la fi losofía, la religión, la ciencia, la psicología, la curación, el ritual, la música, la política y juegos como el bridge (junto con Shirley Nicholson, Jane Evans y Zella Balsh) y el tenis. Decidimos comenzar con una enseñanza tibetana, a saber Dzogchen - "Gran Perfección", por H. H. el Dalai Lama, luego pasamos a la Meditación sobre la Naturaleza de la Mente, por un profe-sor en Santa Bárbara, José Ignacio Cabezón. El libro tibetano de la vida y la muerte de Sogyal Rinpoche fue el siguiente. Empezamos a leer el gran Libro Rojo de C.G. Jung en marzo de 2012, y después de muchos meses decidimos reunirnos dos veces por semana para tener el tiempo para terminar el libro. (Ella habría amado las opinio-nes de Stephan Hoeller sobre las ilustraciones). Siguieron los Diálogos de la Doctrina Secreta. Era como sentarse en una clase con HPB. Nuestra lectura más reciente fue Isis Sin Velo Volumen 1. En esta oportunidad sobre todo yo leía pero Joy seguía atentamente y marcaba apuntes en su co-pia. Parábamos, y Joy indicaba puntos de referen-cia en otros escritos de HPB. Siento una profunda gratitud hacia Joy por evocar en mí un entusiasmo más profundo por el estudio y por hacerme ganar más conocimiento y prác-tica de las Enseñanzas de la Sabiduría. Conocer a Joy como amiga comenzó en dos largos viajes por carretera que hicimos juntas, uno a Indralaya, un campamento de la Sociedad Teosófi ca (ST) en

Orcas Island, WA, y el otro al campamento de la ST "The Ozarks" en Arkansas.Joy disfrutaba viajar en auto, y era la mejor GPS (Sistema de Posicionamiento Global) que cualquiera pudiera desear. Nunca nos perdimos. Aprendí sobre la historia de este país porque ella era una gran historiadora. Ella amaba este país con los árboles grandes, los océanos, los lagos, los desiertos y las montañas majestuosas y el paisaje siempre cambiante. Amaba la Naturaleza. En Indralaya nos encontramos con un tibetano, Sogyal Rinpoche, que quería conocer especial-mente a Joy, porque sabía del nombre "Blavatsky" por un escrito en uno de los monasterios Dzog-chen en el Tíbet y se preguntaba si Joy también podía hacer "milagros" y "magia" como HPB. Ella me habló de sus viajes a varios países y te-ner que comer alimentos diferentes, y estaba muy agradecida por un medicamento homeopático usado para hacer frente a los efectos secundarios. En nuestros viajes ella estaba muy contenta sim-plemente comiendo comida sencilla para el desa-yuno, el almuerzo y la cena. Le encantaba tener un waffl e de fresa con jarabe de arce y crema, y café con leche en compañía de amigos. Tenía buen apetito. Ella me dijo que muchos años atrás había viaja-do con Virginia y otros dos miembros de la ST a Escocia e Irlanda. Allí, en uno de esos lugares, ella tuvo un "recuerdo" de una encarnación pasa-da. A veces advertía que ella era consciente de los mundos invisibles por su expresión, o que en la habitación había una fragancia especial. Ella era una gran ritualista. Realizar ceremonias con dignidad y exactitud encarna los aspectos de Sabiduría, Fuerza y Belleza.

Page 16: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

15Diciembre 2016 El Teósofo

Como conferenciante itinerante tuvo que instalar-se en cualquier alojamiento, a veces encantador y a veces desafi ante, como muchos pueden dar fe. Al contarme muchas historias de estas experien-cias, dijo que eso sería un libro interesante. ¿Ha-bía pensado alguna vez en ello? Ella dijo que lo había hecho, y que lo llamaría (por diversión), Las

camas en las que he dormido. ¡Vaya título! Joy Mills era independiente pero no se basaba en la rigidez y la inmovilidad. Siempre se mantenía actualizada, y cambiaba. Tenía una directiva in-quebrantable, la ley interior de su ser que deter-minaba sus acciones. (I Ching Hexagrama 32 — Hêng / “Duración”) ²

La esencia de la amistad es la simpatía, incluso una empatía. En la amistad existe una predisposición para escuchar y comprender al otro. Esta cualidad de la amistad va a la raíz misma de la relación correcta.De la amistad a la compasión es un movimiento natural del corazón. Ser amigo de todo lo que vive signifi ca que uno es compasivo, cuidadoso, para quien toda vida es preciosa. El que está lleno de amabilidad y simpatía, naturalmente siente compasión por todos los que sufren. Tiene que haber una compasión sin reservas, un fl ujo natural hacia afuera. Una vez que la amistad total y la compasión fl orecen, comenzamos a perder nuestro sentido de posesividad.

Joy Mills

Joy -como Presidente- en las oficinas de Olcott (foto edición en castellano)

Joy Mills: Recuerdos

Page 17: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.316 El Teósofo

Encuentros con Joy Mills

Anne Johnstone es un antiguo miembro de la ST en Nueva Zelanda y EEUU. Es enfermera certifi cada y por muchos años ha sido la Secretaria de Admisiones en la Escuela de Teosofía de Krotona en Ojai, California.

conocí a Joy me pareció admirable. Durante la década de 1980, un miembro de la ST la estaba presentando durante una convención nacional y se atrevió a analizar su fi losofía. Ella rápidamente intervino y le dijo "continúa con el trabajo que estabas haciendo" o palabras similares. ¡A ella defi nitivamente no le faltaba fi rmeza!

En Krotona, llegué a conocer a Joy mucho mejor en los siete u ocho últimos años de su vida, cuando mi relación con ella era más la de una ayudante, enfermera, superintendente, a veces técnico de computadoras o impresoras, ofi cial de seguridad y compañera de citas y de compras cuando era necesario. Nuestras conversaciones a menudo eran sobre artículos que había leído en las últimas revistas, libros de Quest recientemente publicados, o regalos. Ella era una lectora ávida, fan de los crucigramas hasta casi una semana antes de su partida. Su naturaleza competitiva salía a la luz cuando veía programas de juegos en la televisión con sus cuidadores o visitantes, ¡todo para mantener el cerebro fl exible! Pero lo que más me impresionó fue que escribía a más de 100 personas cada año durante todo diciembre, y les seguía la pista a todos, a través de un sistema de tarjetas, ¡e incluso continuó la correspondencia con familiares de amigos que ya habían fallecido!

Joy mantuvo ferozmente su independencia, incluso cuando sus habilidades físicas comenzaron a menguar. Éramos 'fi rmes'/honestas la una con la otra cuando era necesario, y siempre estaba agradecida con los amigos de Krotona y Ojai que ayudaron a mantenerla en su propio hogar. Era notable cómo la gente que era veinte, cuarenta, y sesenta años más joven que Joy, continuaba con las visitas regulares para conversaciones, estudios programados y ayudas en general. Joy controlaba

sus compromisos, aceptaba amablemente ayuda y nunca discutía el contenido de las conversaciones. Mi tiempo favorito con Joy era durante las noches, cuando podíamos discutir cualquier tema, al que a menudo se le inyectaba un poco de humor.

Apenas unas semanas antes de su muerte, era obvio que Joy iba a necesitar ayuda "de alguien que viviera con ella". Mencionaba el nombre de Mary Jo Kokochak lo sufi ciente como para que supiéramos que esta era la persona que Joy sabía que podría estar disponible para ayudar. Cuando Mary Jo confi rmó que podría quedarse y ayudarla, Joy y yo tuvimos una conversación sobre lo que habíamos aprendido de nuestra relación en los últimos años. Yo había aprendido cómo atender a mi propia madre de una manera mejor y sentí que había hecho lo mejor cuando ella falleció. Joy dijo que, a través de este proceso de compartir tiempo juntas, y el de otras personas que la ayudaban, había aprendido paciencia (o más paciencia). Mary Jo apareció una semana más tarde y su relación era de profundo cariño.

Yo no soy nadie para hablar de fenómenos o detenerme en ellos, aunque este evento fue signifi cativo para mí. Durante la noche, Mary Jo y yo nos turnábamos cada cuatro horas para cuidar a Joy. Estuve con ella durante las primeras horas de la mañana con una luz suave encendida. Mientras la miraba, me pareció que su rostro parecía una versión más joven de Joy, tal vez en sus treinta o cuarenta años. (Desde entonces he aprendido que este es un acontecimiento bastante común, cuando la persona "trasciende" en el momento más feliz de su vida.). Este incidente duró sólo por un corto tiempo, y entiendo que a menudo es una cuestión muy temporal. Pero fue un gran privilegio ser testigo de esto, y un regalo que siempre recordaré.

Page 18: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

17Diciembre 2016 El Teósofo

Estoy segura de que su entusiasmo constante por la investigación la mantuvo alerta durante mucho tiempo.

De un libro dado a Joy como regalo de Navidad, recuerdo que Mary Jo y yo nos turnábamos para leerle poemas de Mary Oliver que a ella le encantaba escuchar. Los poemas incluían temas sobre "El viaje", "El regalo" y "Amor". Del libro Felicity, este es uno de los poemas que le leímos a Joy:

Rosas

Todo el mundo se hace de vez en cuando Preguntas para las que no existen

Respuestas rápidas: la Causa Primera,

la existencia de Dios, Qué sucede cuando se baja el telón

Y nada lo detiene, ya no habrá besos, Ni Súper Bowl, ni visitas al centro comercial.

“Rosas salvajes”, les dije una mañana. “¿Tenéis las respuestas? Y si las tenéis,

¿Me las daríais?”

Las rosas sonrieron dulcemente. “Perdónanos”,

Respondieron. “Pero como puedes ver, Ahora estamos totalmente ocupadas siendo

rosas”*.

* Datos bibliográfi cos de la versión del libro en castellano: Mary Oliver, Felicity, Valparaíso Ediciones. ISBN 978-84-16560-55-4.

—————————

Nos han dado metas magnífi cas para ponernos delante. El propósito de los Objetivos es claro; recordarnos constantemente por qué estamos aquí, no sólo como miembros de esta Sociedad, sino como hombres y mujeres que caminan los caminos de la humanidad hacia los dioses.

Joy Mills

Encuentros con Joy Mills

Page 19: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.318 El Teósofo

Reflexiones sobre Joy

Dorothy Bell es Licenciada en Medicina, es miembro de la Sociedad Teosófi ca en Australia, sirviendo en su comité nacional ejecutivo y en la unidad educativa. Ha ofrecido presentaciones teosófi cas, y publicado artículos internacionalmente.

refl exionar sobre el gran servicio de Joy Mills en la Sociedad Teosófi ca, uno podría decir que sus fi rmes creencias personales, combinadas con el deseo del alma, desarrollaron la fuerza necesa-ria para mantener su dedicación y sentido de ser-vicio. Por medio de sus conferencias y artículos, experimentamos su gran amor al conocimiento y a la Teosofía y la amplitud y profundidad de su comprensión de las enseñanzas de la Sabiduría. Observamos en particular, su profunda admira-ción, estima, y respeto por HPB y por el Mahatma conocido como KH, y toda su labor en colocar los cimientos para la educación de la futura humani-dad. También observamos su constante disposi-ción a compartir informalmente su conocimiento, a ayudar a otros a comprender las enseñanzas que eran complejas, abstractas, y extrañas, en particu-lar, que respondía a todos aquellos innumerables correos electrónicos que requerían orientación y asistencia.

Sus enseñanzas la llevaron alrededor del globo a diferentes grupos de la ST en diferentes países, culturas y continentes. Hubo muchas historias que pudo relatar sobre los espeluznantes retos encon-trados durante sus arduos cronogramas de viajes, climas extremos, y diferentes modos de transpor-te y alojamiento. A menudo bromeaba sobre es-cribir un libro titulado Las camas en las que he dormido, como medio para recaudar fondos para la Orden Teosófi ca de Servicio. Obviamente estas experiencias pusieron a prueba su coraje, salud y compromiso. Al referirse a esas historias y a otras en tiempos de adversidad y difi cultad, siempre pa-reció prevalecer una aceptación subyacente de sus responsabilidades kármicas y dhármicas, acompa-ñadas por un obligatorio sentido del humor.

Disfrutaba contar historias sobre los comien-

zos y sobre las iniciativas de un dedicado grupo de trabajadores en la Sección Norteamericana cuyo celo y entusiasmo fueron incluso traducidos a conmovedoras letras como en la canción Ade-lante Soldados Cristianos. Sin embargo, su título fue ¡Adelante con Blavatsky!

En una vena más seria, una historia sobre una gira en Sur América hace muchos, muchos años, nos da alguna visión de su compromiso con la “gran labor” en la que ella estaba comprometida dentro del contexto del Plan de Dios… Mientras viajaba por una sección en los Andes, experimen-tó una poderosa visión del, como la llamó, “ca-mino al futuro distante”. Ella hizo énfasis en un sobrecogedor sentido de “sentir-saber”, que vino con la visión. Lo que vio fue una vislumbre de lo que puede suceder mientras la conciencia se ex-pande a nuevas dimensiones y una nueva humani-dad verdadera, que encarna esa nueva conciencia, llega a la existencia.

Ella sabía que esta nueva humanidad se refería a lo que llamamos el séptimo rayo o tipo de “raza” en nuestra presente cuarta “ronda”, y de que este era el desarrollo fi nal de la conciencia para este ci-clo particular en nuestra evolución. Esta concien-cia no era simplemente de unidad o de totalidad, sino una conciencia animada con Sabiduría, con conocimiento, con verdadero Amor, con dicha y con confi anza. Y lo que ella adquirió de esa ex-periencia fue una profunda convicción del porqué existía la necesidad de hacer espacio para que esta clase de conciencia venga a la existencia, incluso dentro millones de años en el “lejano futuro”, y del porqué era importante sembrar desde ahora las semillas.

A menudo Joy hablaba de las enseñanzas de KH sobre el desarrollo de una mente que fuera

Page 20: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

19Diciembre 2016 El Teósofo

capaz de “abarcar el universo”. La necesidad de plantar desde ahora las semillas para su posible manifestación dentro de un millón de años, y po-siblemente por medio de nosotros mismos con di-ferentes aspectos y vehículos, confunde a nuestro cerebro consciente. Nuestras mentes están pro-gramadas en esta Tierra para obtener resultados inmediatos o resultados a corto plazo, o en “esta vida”.

Esta experiencia contribuyó para que Joy apre-ciara el “factor tiempo” que operaba “dentro y fue-ra del tiempo” en el Plan de Dios de la evolución de la conciencia. Con toda probabilidad, también contribuyó signifi cativamente a su amplio sentido del deber dhármico. E incluso aunque la propor-ción del tiempo en el Plan de Dios es alucinante, a ella no le preocupaba el tiempo; le importaba la conciencia y la crítica condición de la humani-dad en la que ahora vivimos. Su labor, desde esta perspectiva, fue una oportunidad para plantar las semillas de un “nuevo continente de pensamien-to”, en el que una distante y lejana humanidad, que ella sabía en cada fi bra de su ser, sin creerlo, anhelarlo, o suplicarlo, existiría al fi nal. Un leal

sentido del deber derivaba de este centro.También observó la importancia de ver dónde

se plantan las semillas, y reconoció la necesidad de hacer todo lo posible para minimizar los es-fuerzos que hacen las malas hierbas para arrai-garse. Porque incluso cuando se plantan semillas de compasión y amor, de belleza y sabiduría, las malas hierbas pueden alzarse en su seno. A me-nudo también decía que tenemos que ser buenos jardineros, discernidores y vigilantes.

Puede decirse que Joy alineó su criterio y su trabajo con la visión existente detrás de la funda-ción de la Sociedad y de la intención de su trabajo: la transformación de la conciencia y la edifi cación de un nuevo continente de pensamiento. El Primer Objetivo de la Sociedad implica la transformación hacia una conciencia espiritual. La consigna o mi-sión de la Orden Teosófi ca de Servicio encarna al amor que signifi ca una conciencia espiritual, centrada en un Corazón compasivo. Es nuestro desafío trabajar plantando semillas a nuestras ma-nera, de modo único, y ser jardineros vigilantes y discernidores.

Gracias, Joy. Te has ganado tu libertad. ²

Joy Mills y Ann Kerr - 1 de Julio de 1966 (foto edición en castellano)

Refl exiones sobre Joy

Page 21: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.320 El Teósofo

En Tributo a Joy Mills

William Wilson Quinn es miembro desde hace mucho tiempo de la ST en Norteamérica, habiendo servido como Editor de su revista y como Editor Asociado de la TPH (Wheaton). Posee licenciaturas en Teología y en Humanidades.

más de 75 años consecutivos, Joy Mills fue miembro de la Sociedad Teosófi ca, ingresó en 1940 a la edad de veinte años. En todos, menos en siete de esos 75 años, fue una empleada ejem-plar y una líder dentro de la ST, o estuvo ocupa-da y completamente involucrada, en sus años de “retiro”, continuando la labor que hizo durante su permanencia en cargos ejecutivos en la ST de Estados Unidos, en India, y en Australia. Esta ex-traordinaria suma de años, 75 de membresía en la ST y 68 años de completo y activo servicio por la causa de la elevación espiritual de la humanidad, hablan vigorosamente sobre el hecho de que este servicio fue el impulso principal de su ser, y de que su trabajo y los años que pasó en él la colocan como ejemplo de desinterés.

Este legado fue desinteresado porque la ST no es una organización donde uno acude a trabajar para hacerse rico. De hecho, cualquiera que haya trabajado en algún momento como empleado de la ST sabe que la remuneración material está al nivel de lo que la mayoría de monjas y monjes perciben en sus respectivas vocaciones religiosas. La remuneración espiritual, sin embargo, es otro asunto: según el patrón de divisa espiritual, por así decirlo, cuyo libro principal sólo puede estar escrito en el akasa, Joy Mills fue más que millo-naria. La considerable contribución de Joy a esta labor se comprende mejor a la luz de sus extraor-dinarias capacidades y talentos como ejecutiva innovadora. Aquellos que la conocieron o que tra-bajaron a su lado, reconocerán que su capacidad para motivar a sus colegas, para gestionar opera-

Porque, trabajar por la humanidad es sublime y su recompensa se extiende más allá del breve sueño de la vida, hacia otros nacimientos.1

Mahatma Morya.

ciones de sistemas, organizar nuevos proyectos, y para resolver problemas, le hubieran permitido ascender a las posiciones ejecutivas más elevadas de cualquier gran corporación o entidad guber-namental. Sin embargo, ella decidió dedicar sus talentos esenciales a la elevación espiritual de la humanidad, abandonando así las muchas comodi-dades materiales que esos talentos, aplicados en otras carreras, le hubieran proporcionado. Es en este contexto en el que el principio del sacrifi cio surge como componente principal del desinterés que fue ejemplifi cado durante toda la vida del ser que conocimos como Joy Mills.

Joy era una líder innata, fuerte, amable y compasiva. En algunos modelos de liderazgo no iluminados, bien sean corporativos, gubernamen-tales o políticos, los líderes “fuertes” son vistos como necesariamente implacables e indiferentes a las injusticias resultado de las decisiones unila-terales que afectan a aquellos a quienes lideran. Pero eso describe una pseudo fuerza, no una fuer-za verdadera. La verdadera fortaleza, en la forma de un gran liderazgo, está caracterizada por ser un modelo que otros buscan imitar y por ser una persona que otros siguen voluntariamente, una cuyos atributos son la certeza, el optimismo, la resolución, la ecuanimidad, y constante energía, todas ellas trabajando en conjunto con compasión y empatía en las situaciones en las que sean nece-sarias. Un gran liderazgo no sucede, sin embargo, sin fi rmeza de carácter. Ésta, también, fue otra de las fortalezas de Joy, era de principios más allá de cualquier reproche, era justa hasta el nivel de la

Page 22: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

21Diciembre 2016 El Teósofo

ley de compensación (karma), valiente de cara a las adversidades y a los retos difíciles, y un ejem-plo de los que los textos Buddhistas Pali llaman metta, usualmente traducido como benevolencia amorosa.

Estos atributos principales de Joy, desinterés, sacrifi cio, fortaleza, y coraje, estaban entre las principales herramientas que tuvo a la mano en la misión de su vida. Esta misión fue la misma que la de aquellos maestros y portadores de luz, mayores o menores, que la precedieron, siendo la más notable H. P. Blavatsky. La vida de Joy se la puede describir como una vida de absoluta devo-ción a la labor de la educación espiritual, si no de iluminación de la humanidad, y a propagar las verdades primordiales inmutables e inmemoriales de la fi losofía perenne. No solo fue una profunda estudiante de la obra de HPB, sino también del benefi cio literario, en la forma de las cartas de los Adeptos de la jerarquía espiritual de la humani-dad, de los cuales publicó varios comentarios y estudios. La devoción y fi delidad de Joy con esta misión fue también asistida por herramientas adi-cionales, su agudo intelecto y su habilidad como escritora. Basada solo en las obras que seleccionó para comentar y elucidar, La Doctrina Secreta, Luz en el Sendero, La Voz del Silencio, Cartas de los Maestros a A. P. Sinnett, parece claro que ha-bía una reciprocidad entre el profundo contenido de esas obras y la conciencia de Joy y su Persona Interna. Fue como si, su vida y su ser, fueran en muchos sentidos la expresión del aliento de los sagrados principios que esas obras transmiten, mientras éstos aplican a que uno lleve una vida espiritual.

Las observaciones precedentes sobre Joy son las de un testigo perceptivo. Como hombre joven, alrededor de mis veinticinco años, arribé a Olcott en Wheaton, Illinois, a comienzos de 1973, envia-do por mis supervisores para encargarme de va-rias responsabilidades editoriales. Joy era, en ese momento, Presidente de la ST en Norteamérica, y yo comencé a trabajar bajo la dirección y tutela de dos mujeres excepcionales, Joy y su amada ami-ga Virginia Hanson. Mientras que Virginia era mi supervisora inmediata en el trabajo editorial de la revista mensual, por entonces llamada El Teóso-fo Americano, y de la Editorial Teosófi ca (TPH), como Presidente, Joy era la supervisora de ambos. Pronto comprendí, dada la situación, que por me-dio de mi trabajo diario y cercano con Virginia, éste necesariamente se extendería en una relación

cercana con Joy que no hubiera ocurrido sin la presencia de Virginia, a la que hasta el día de hoy le estoy agradecido. Su amistad con Virginia me dio la oportunidad de conocer a Joy de un modo que de otra manera no hubiese sido posible.

Joy, como Virginia, fueron para mi tutoras y mentoras, ambas extendieron su mano para ayu-dar a un joven a vivir la vida de un modo similar a la que ellas vivían, de devoción incondicional a la misión, al trabajo, que comenzaron los Adeptos con los auspicios de HPB y el Coronel Olcott. En las conversaciones con Joy, a menudo con Virgi-nia, sobre la relación de esta misión y la política editorial de la Sociedad, que se entrecruzaban en casi todo nivel, mi visión de lo que hice se aclaró continuamente, y mi conocimiento de los princi-pios centrales de la teosofía creció exponencial-mente en contraste con su desarrollo antes de que arribara a Olcott. Observaba en el contexto de esas conversaciones, que ocurrían regularmente en su ofi cina o en la ofi cina editorial, o durante las comidas en el comedor de Olcott, el carácter y algunas de las características de Joy que aún re-cuerdo claramente.

En sus explicaciones de los -a menudo- suti-les principios esotéricos, ella era primero y ante todo, clara: Joy conocía su tema ampliamente, y a quien la escuchaba lo conocía instintivamente, y por lo tanto ajustaba el nivel de su explicación, así que hubo pocos, de cualquier edad o nivel de entendimiento, que no la entendieran mientras les explicaba o enseñaba esos principios. Además de su claridad, era paciente y no juzgaba. General-mente, también sonreía. Si era necesario, repe-tía nuevamente, e incluso buscaba metáforas y ejemplos nuevos que pudieran resonar en quien la escuchaba, hasta que fi nalmente pudiera ver que quien la escuchaba había comprendido la o las ideas que comunicaba. Ella era, en resumen, amable y cortés de trato, no solo con las personas a quienes enseñaba, sino con todo aquel con quien entrara en contacto por cualquier razón.

Mientras que para Joy la ST fue el foco orga-nizativo y vehículo primordial del trabajo de su vida, pienso que ella no hubiese soportado con-siderar su vida o el trabajo de su vida negando su fuerte y duradera devoción a la Masonería. Joy fue miembro de una organización referida común-mente como Francmasonería. Probablemente es más preciso decir que también fue una líder en esa organización, siendo Masón del grado 33. Joy también se convirtió en mi mentora y tutora, hasta

En Tributo a Joy Mills

Page 23: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.322 El Teósofo

que me inicié en la Francmasonería en la Logia Sirio, “al Este” del edifi cio principal en Olcott. Durante el año y medio que Joy y yo vivimos y trabajamos en Olcott, ella podía, cuando se nece-sitaba, asumir su rol Masónico y asistir y ense-ñar a aquellos nuevos en la Masonería, y en esto pude benefi ciarme tanto o más, de lo que lo había hecho en mis compromisos con Joy actuando ex-clusivamente en sus competencias en la ST. Esto es porque la Masonería es una institución ritual y abiertamente sacra. Como miembro de la Logia Sirio, el observar a Joy en el rol de esos rituales, me proveyó una nueva dimensión para enten-der quién era ella, y para comprender las bases de su positiva infl uencia en aquellos que estaban a su lado. En las Logias abiertas y en todas las insignias reales, Joy fue una magnífi ca Masón, y cuando dirigía la Logia, lo hacía con una fi rme y perfecta ejecución del ritual y con un completo entendimiento de los sagrados símbolos y princi-pios esotéricos de la Masonería

¿Cómo poder resumir en un tributo las virtu-des y contribuciones de Joy a la elevación de la

humanidad? Creo que si tuviera que comenzar a enumerarlas aquí, Joy sería la primera en señalar lo que ella veía como sus propias defi ciencias en un intento para evitar centrar la atención en sus virtudes y contribuciones, consistente con el pro-fundo principio espiritual de la “propia insigni-fi cancia”. Irónicamente, esta fue otra de las vir-tudes de Joy que uno podría añadir a la lista. Es mejor, entonces, dejar que los sabios las resuman al hablar de las virtudes y contribuciones de Joy. “El valor y la fi delidad, la veracidad y la sinceri-dad, siempre merecen nuestro respeto”2 escribió Koot Hoomi Lal Singh (KH), y por este ejemplo Joy Mills tendría una oportunidad mucho mayor que la mayoría para obtener la consideración de KH, y probablemente también de sus Hermanos. Probablemente sus bendiciones también están con Joy porque, después de 68 años productivos dedi-cados a la ST, puede ciertamente ser aclamada por haber trabajado “por la causa”. Y por la causa por la que Joy trabajó 68 años, KH comenta, “Sé ve-raz, sincero, y fi el. Trabaja por la causa y nuestras bendiciones siempre te acompañarán.”3

En Tributo a Joy Mills

Referencias

1. Jinarajadasa, C. comp. Cartas de los Maestros de la Sabiduría, 2da Serie, Chicago: The Theosophical Press, 1926, p. 110, carta 51.

2. Jinarajadasa, C. comp. Cartas de los Maestros de la Sabiduría, 1ra Serie (7ma Edición). Adyar: Theosophical Publishing House, 2011, p. 85, carta 41.

3. Jinarajadasa, C. comp. Cartas de los Maestros de la Sabiduría, 2da Serie, Chicago: The Theosophical Press, 1926, p. 127, carta 64.

Se nos han puesto unos magnífi cos objetivos ante nosotros. El propósito de los Objetivos es claro: recordarnos constantemente el por qué estamos aquí, no sólo como miembros de esta Sociedad, sino como hombres y mujeres que andan por los caminos de la humanidad hacia los dioses.

Joy Mills

Page 24: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

23Diciembre 2016 El Teósofo

Joy en sus Años Postreros

Elena Dovalsantos es miembro desde hace mucho tiempo de la ST en Norteamérica. Trabaja como voluntaria y reside en el Instituto Krotona de Teosofía en Ojai, California.

Mills fue una amiga para muchos en todo el mundo. También fue amiga de mi familia. Conocí a Joy hace más de treinta años cuando llegó de visita a Manila como conferencista invitada para el Congreso de la Federación Indo-Pacífi ca. La vi otra vez años después en varias visitas a Kroto-na. Siempre intercambiábamos saludos y abrazos pero no hablábamos mucho. Ni en sueños pensé que se convertiría en mi amiga y confi dente en los últimos años de su vida.

Antes de que mi esposo Pablo Minniti y yo nos mudáramos a Krotona en 2011, fuimos invitados a participar en el proyecto Socios en Teosofía, un programa educativo diseñado para ayudar a los miembros a profundizar su conocimiento y hacer-se más efectivos en el trabajo teosófi co. Pablo y yo decidimos que era una oportunidad excelente para empezar con La Doctrina Secreta. Joy fue asignada como nuestra mentora y esto abrió la puerta a una amistad maravillosa.

Después de mudarnos a Krotona, nuestro pro-yecto para desarrollar un curso de estudio sobre Antropogénesis entró en pleno vigor. Como men-tora, esto no signifi caba que nos enseñaría la DS o que nos ayudaría a hacer el proyecto. El estudio, la planifi cación y el esfuerzo eran nuestra res-ponsabilidad. Sin embargo, ella recibía nuestras preguntas sobre la DS, a menudo precedidas por una alegre advertencia: “Les daré respuestas, pero quizás no sean las respuestas correctas.”

Las visitas esporádicas se convirtieron en visi-tas frecuentes y muchas horas de conversaciones íntimas. Ella decía: “¡Vengan cuando quieran!”, y lo hicimos. Incluso me dio una llave de la casa para que esto fuera posible. Se hizo evidente que realmente le encantaban nuestras visitas, porque lo que más le gustaba eran las conversaciones

teosófi cas, particularmente sobre la DS. A veces entraba en su casa y ella estaba esperando para mostrarme un libro o algo sobre un tema en el que estuviera pensando. Una vez fue sobre los skandha-s. Dijo, “No hablamos lo sufi ciente so-bre los skandha-s… ” En otra ocasión fue sobre el Shivaísmo de Cachemira: “Debes leer este libro. Dice que todo es vibración… ” Cuando el libro Comentarios a La Doctrina Secreta (republicado como Los Diálogos a La Doctrina Secreta) se pu-blicó, me leyó la sección en donde H. P. Blavatsky decía que “los accidentes no están… predestina-dos.” Parecía intrigada al respecto. Poco tiempo después, escribió un artículo para la revista Quest sobre el “Karma Enredado”.

Joy fue una mentora para generaciones de teó-sofos. He escuchado a muchos decir que Joy fue su maestra, algo que parecía agradarle escuchar. Mientras me preparaba para mi primera presenta-ción sobre la DS, me aconsejó: “Nunca temas el no saber las respuestas. Nadie puede saber todas las respuestas. Todos somos tan solo estudiantes.” Fue una maestra gentil y paciente pero podía ser estricta y directa cuando era necesario. En sus últi-mos años, cuando ya no podía dar clases, continuó con su compromiso de servir tanto como pudiera, incluso si sólo era estar presente en cada clase en Krotona. E incluso cuando ya casi no podía cami-nar, se sentía agradecida si alguien la llevaba en silla de ruedas.

Una enseñanza de Joy que siempre recorda-ré era una afi rmación que hacía frecuentemente mientras luchaba en los meses fi nales: “El progre-so espiritual sólo puede hacerse en la encarnación física.” Siempre decía que estaba preparada para irse en cualquier momento, a menudo preguntán-dose por qué permanecía aún en este mundo, pero

Page 25: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.324 El Teósofo

rechazaba estar postrada en la cama y permitirle al cuerpo hacerlo a su manera. Durante el tiempo que estuvo consciente, se obligaba a sí misma a levantarse de la cama: “Ya no tengo más energía y mis piernas ya no pueden sostenerme pero me niego a rendirme, ¿sabes?” Ella fue así de deter-minada y voluntariosa. La mayor parte del tiem-po, estaba contenta, agradecida por la paz de sus últimos años permitiéndole reconciliar la vida que llevó. Pasó la mayor parte de los días leyendo en su sillón favorito junto a la gran ventana que tiene una majestuosa vista del prado bajo las colinas de Krotona. Siempre tuvo libros y revistas a su lado. Cuando sus ojos se agotaban de leer, hacía cruci-gramas o juegos electrónicos. No es de extrañar que su mente permaneciera alerta y clara hasta el fi nal.

Todo el mundo sabe que Joy viajó por todo el mundo la mayor parte de su vida, visitando y dando conferencias en unos 65 países. Cuando le decían, “Joy, has tenido una vida extraordinaria”, respondía con una sonrisa: “Sí, logré hablar mi camino por todo el mundo.” No sólo amaba via-jar sino también amaba conducir, y cuando ya no podía manejar más le encantaba que la pasearan. Un lugar favorito era Solvang, un pueblo Danés a hora y media en auto desde Krotona. Y ningún viaje a Solvang estaba completo sin una parada en la tienda Ingeborg por una caja de chocolate negro. A pesar de esta ocasional indulgencia, ella era muy disciplinada, “Moderación es la clave”, decía.

Recibía a quien le necesitara. En cualquier oca-sión que entrara en su sala, dejaba cualquier cosa que estuviera leyendo y decía: “¡Aquí estás!” Fue una gran oyente y confi dente pero, extrañamente, nunca me ofreció consejo, como si me dijera que encontrara la manera y que decidiera por mí mis-ma. Supongo que para ella, decirme qué hacer, lo habría hecho su karma y no el mío.

Aunque poco hablaba de su familia, lamen-tó haber sido abandonada desde niña. Nació con el nombre Mary Joy Conger. Su madre falleció cuando era joven. Su padre se casó de nuevo pero su madrastra no era muy amable con ella así que su padre la dio en adopción a un tío y una tía. Así fue como adquirió el apellido “Mills”. Perdió contacto con su hermanastra y no tuvo parientes sanguíneos. “Krotona es mi familia. Este es mi hogar.” Algunas personas la llamaban su madre espiritual, pero nunca sentí mucho instinto ma-ternal en Joy, probablemente por su pasado; sin

embargo, sí fue una buena amiga para muchos. Le encantaba que la abrazaran. Nunca habló mal de nadie, y nunca fomentó conversaciones que criti-caran a nadie. Para ella, “el recto obrar” signifi ca-ba ser un “buen amigo”; hablar desde el corazón; y llegar a aquellos que se sienten solos, que sufren una pérdida, que buscan respuestas, o que nece-sitan comprensión; para resumir, la práctica de la fraternidad genuina.

Joy no era perfecta, pero todo lo hizo de la me-jor manera que supo. Setenta y cinco años, prácti-camente toda su vida, la dio en completa devoción a los Maestros y a su causa. Un día me contó una historia de cómo, en un momento desafi ante du-rante sus años en Wheaton, Virginia Hanson in-tentó disipar la situación organizando una sesión de arte introspectivo en donde los miembros del personal debían pintar algo que los representara a sí mismos. Joy pintó un cáliz (el Santo Grial) superpuesto a una cruz encima de una montaña, lindado por dos pilares Masónicos (ver abajo). Lo colgó sobre la puerta de su vestidor, en el lado de adentro, un recuerdo personal para sí misma cada mañana, de la vida a la que se había dedicado.

Su primer amor fue la teosofía; luego estaban sus libros y sus amigos. Cuando le preguntaban cómo sería su Devachan, decía: “Tendré una gran biblioteca y a todos mis amigos conmigo.” Había claridad y luminosidad en ella, y yo me lamentaba siempre que nuestras sesiones llegaran a su fi nal. Deseamos poder estar en tu Devachan, Joy. ¡Te amamos y te extrañamos! ²

En el original de The Theosophist la imagen está en blanco y negro; gracias a la gentileza del Dr. Pablo Sender -que tomó la fotografía del cuadro original- en la edición en castellano sale el cuadro en colores.

Joy en sus Años Postreros

Page 26: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

25Diciembre 2016 El Teósofo

Pensando en Joy

Pablo Minniti es un antiguo miembro de la ST en América. Reside y trabaja como voluntario en el Instituto Krotona de Teosofía en Ojai, California.

Exhausta ya tras los días que vivió,

Con sus frágiles manos, suave hablar,

y mirada abstraída

En las intrincadas sendas de la memoria,

Casi susurrando dijo, que ya estaba presta

A emprender el gran viaje

Y retornar a la fuente,

Que también nuestro retorno espera.

Aquí en Krotona, el tiempo

Dormita como una caricia

En un eterno amanecer,

Sin comienzo ni fi nal.

El trinar de los pájaros,

Las rosadas sombras de las montañas al

atardecer,

Con su silencio milenario,

Siempre están revelándonos algo.

Somos parte de un sueño interminable.

Nuestra vida es un arduo peregrinar,

Para descubrir realmente quiénes somos,

Aún pienso en Joy,

Con quien compartimos

Momentos de felicidad, o largos silencios.

Continuamente, nos hablaba sobre

La Doctrina,

Que al atravesarla, nos catapultaba

Hacia dimensiones desconocidas,

Vastos universos, Parabrahman,

Pralayas, Manvantaras, la Duración

y el Tiempo,

Dangma, Paramartha, Anupadaka.

Las palabras son símbolos que intentamos descifrar.

En este eterno viaje, en el que dejamos atrás

Todo lo que no es necesario.

En humilde homenaje, recuerdo algunas de sus palabras que continúan reverberando en mi corazón:

¿Qué signifi car vivir la teosofía?

Es cantar con alegría,

Caminar al ritmo del universo,

Hablar con hermosos tonos,

Trabajar con amor,

Creer con confi anza y fe

En la pureza de corazón…

Vivir la teosofía es vivir plenamente;

Vivir plenamente es haber sintetizado

La mente y el corazón al interés

Del Único Ser,

Que está en todo, y que lo es Todo.

(Joy Mills, “¿Qué signifi ca vivir la Teosofía?” El Teósofo Americano, Vol. 32, diciembre, 1944)

Page 27: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.326 El Teósofo

Recuerdos de Joy

Steve Walker es Ingeniero jubilado que se incorporó a la ST en 1984, reside en Krotona como gerente de recursos hídricos desde 2005. Sus primeros amigos en la teosofía fueron Nandini y Raghavan Iyer, Bim y Mel Burckes.

a Joy en 2002 cuando empecé a visitar Krotona con frecuencia. Tuvimos algunas char-las en su casa sobre muchas cosas. Una vez en el 2004 me preguntó si yo había estado en India, y dijo que iba en el otoño. Le pregunté si le gus-taría un compañero de viaje; Joy dijo que por lo general viajaba sola y agregó: "Claro, ven." En noviembre, nos fuimos a India con una parada de unos días en Singapur. India era una delicia; tanto color, espíritu y corazón, muy diferente a cual-quier parte en la que yo había estado. Joy y yo caminamos mucho por los alrededores de Adyar y ella me dio mucha información sobre el lugar. Hubo varios oradores notables ese año, incluyen-do a Joy. Volvimos a Norteamérica en enero de 2005.

Tuve la suerte de convertirme en un residente de Krotona en el otoño del 2005 con mis gatos Sam y Angel. Me convertí en el hombre del agua, de lo mecánico, y el que reparaba todo, y llevaba a la gente a diferentes lugares. Joy y yo continua-mos conversaciones aquí y allá, y siempre asistía a sus conferencias, cualquiera que fuera el tema. La torta de fresas del restaurante Boccali's era su favorita y la mía.

Joy apreciaba la música clásica y yo la llevaba a la Sinfónica de Santa Bárbara a menudo. Con el pasar del tiempo, no pudo viajar. Así que instalé un cine en casa y la llevaba a ver DVDs sinfónicos producidos por la Filarmónica de Berlín con von Karajan. Para entonces, a mi nuevo gato, Atticus, le gustaba sentarse con ella.

En 2011, me hice voluntario en un santuario de gatos cercano, y Joy amó las historias de ga-tos que compartía con ella. Angelita (Angie), una gata joven, hermosa, muy inteligente, vino a mí en enero de ese año. Le contaré a Joy las historias

de los trucos de Angie que ella me enseñó y otras hazañas físicas. Una noche, un par de años más tarde, escuché a Angie gritar y fui a verla; a los tres años de edad, había muerto de un posible ata-que al corazón. Fue un verdadero shock para los dos. Joy y yo hablamos de esta pérdida y ella me ayudó mucho. Comencé un diario sobre Angelita para recordar sus acciones y cómo nos sentíamos. Esto siguió durante unos tres años, el espíritu de Angie estaba muy presente y me ayudó mucho. Ahora está menos presente.

Joy leyó las "Crónicas de Angelita" y escribió una hermosa respuesta, que se incluye a continua-ción. Me senté con Joy el día antes de que ella falleciera, y tengo el libro que ella estaba leyendo.

¡Qué maravilloso conocer a una verdadera gran dama!

Querido Steve,

Te doy las gracias con profunda sinceridad por compartir conmigo tu historia de Angelita y el vín-culo verdaderamente hermoso que tienes con ella. Al leerlo, me emocioné hasta las lágrimas y me sentí muy honrada de que compartieras la historia conmigo. Atesoro la confi anza que esto indica, que sabes que entenderé el dolor y mantendré la historia en reserva.

Cuántas veces se ha dicho que el tiempo cura todos los dolores, pero no creo que el tiempo haga algo así en absoluto. Cada uno encuentra un camino para aliviar el dolor, tal vez aprendiendo del dolor, tal vez simplemente al vivir con él de alguna manera interna, sabemos que es una parte del ser humano. Y tal vez en alguna vida nos movamos más allá del dolor y nos demos cuenta de que sin ese vínculo

Page 28: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

27Diciembre 2016 El Teósofo

de amor verdadero, que es parte del dolor, nunca conoceríamos las profundidades de la compasión y el amor mismo. Pienso muy a menudo en la afi r-mación en el libro, “El Principito”, que tú eres responsable de lo que has domesticado, y verdade-ramente lo es con el animal que se ha convertido en parte de nuestra vida, y que hemos domesticado, y con quien hay un vínculo perdurable. Estoy con-vencida de que cuando un animal como Angie entra en nuestra vida, y tenemos esa relación única de profundo amor y cuidado, cuando ese animal entra en el reino humano, entonces hay una relación de amor inexplicable y uno se vuelve siempre respon-sable de tal alma.

No me refi ero a fi losofar, porque eso tampoco eli-mina la angustia y el dolor que proviene de la pér-dida, porque estoy convencida de que cada uno de nosotros encuentra una manera de hacer frente a la pérdida, aunque siento también que no es alejarse de nuestros semejantes, sino que es la sensación de

pesar de que otros no hayan tenido esa experiencia maravillosa y hermosa de amar verdaderamente a otra “criatura”. Es realmente el amor el que sana, de una manera u otra, en una vida u otra.

Así aparecen mis refl exiones, y una vez más real-mente te agradezco por compartir tu historia con-migo. Me siento privilegiada de haberla leído. Y te agradezco también, Steve, por toda tu amabilidad en ayudarme. Aprecio tu amistad, sabiendo que las palabras por sí solas no son sufi cientes para expre-sar mi gratitud. Que esta Navidad te traiga Paz, Amor, Esperanza y Fe, fe en la "rectitud" de todas las cosas y acontecimientos.

Esperemos que el próximo año sea bueno para cada uno de nosotros.

Joy,

21 de diciembre del 2014

La libertad no es algo para ser sopesado y medido, es un movimiento del espíritu, sin obstáculos, sin trabas, sin resistencia, sin barrera ni obstrucción al fl ujo de la vida misma.

Joy Mills

Joy Mills en 1943 (foto edición en castellano)

Page 29: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.328 El Teósofo

Joy Mills en los 60s, como Vicepresidente de la Sociedad Teosófi ca en América desde 1960-65 y como Presidente Nacional desde 1966-74.

Page 30: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

29Diciembre 2016 El Teósofo

Joy Mills enseñando en la West Seattle High School, 1949-50

Joy como Vicepresidente internacional bajo la presidencia de John Coats, Adyar, a fi nes de los 70s

Page 31: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.330 El Teósofo

Joy Mills (3ra desde la izquierda) con John Coats (detrás, el más alto) en Rio de Janeiro, Brasil, 1973.

Joy enseñando La Doctrina Secreta como Directora de la Escuela de Teosofía KrotonaOjai, California, en los 80s.

Page 32: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

31Diciembre 2016 El Teósofo

John Kern y Joy Mills en el Cuartel Nacional Olcott de la ST en América.Wheaton, Illinois. Julio de 1983.

Joy y Radha Burnier Presidente Internacional de la ST desde 1980 a 2013.Mediados de los 80s.

Page 33: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.332 El Teósofo

Joy Mills como Secretaria General de la ST en Australia a mediados de los ‘90s, con Beverly Champion, su sucesora.

Foto del Grupo del Instituto de Teosofía de Krotona: Steve Walker, Anne Johnstone, Joy Mills, Rochelle Voirol, Shirley Nicholson, Annine Wycherley, y Lakshmi Narayan, 2007

Page 34: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

33Diciembre 2016 El Teósofo

Joy Mills con su magnum opus, Refl exiones sobre una Sabiduría sin Tiempo –Un Comentario sobre las Cartas de los Mashatmas a A.P. Sinnett,

2010.

Joy Mills con su Medalla T. Subba Row, premiada en 2011, dado a los escritores teosófi cos por méritos a

un trabajo sobresaliente.

Page 35: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.334 El Teósofo

Grupo de Krotona en la reunión de verano en Olcott. (izq. a der.): Maria Parisen y Joy Mills; (2da fi la): Idarmis Rodriguez, Anne Johnstone, Elena Dovalsantos y Pablo Minniti; (3ra fi la): Adelle Chabelski y Tim Boyd, Presidente Nacional, ST en America, 2012

Joy con Guru Prasad (izq.) Director de la Escuelade Teosofía Krotona, Ojai, California, y Tim Boyd. Enero de 2014.

Page 36: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

35D

iciembre 2016

El Teósofo

Page 37: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

36Diciembre 2016 El Teósofo

Joy Mills: Un Viaje Evolutivo

Cynthia Overweg es Educadora y escritora que vive y enseña en Krotona sobre la Sabiduría Perenne, y une Oriente y Occidente. Esta es una versión actualizada del artículo en la revista Quest, Vol. primavera de 2012.

Respetada y admirada en todo el mundo por su estudio y profunda comprensión de la sabiduría eterna, Joy Mills fue una amada maestra y escritora. Fue miembro de la Sociedad Teosófi ca durante 75 años, y Presidenta Nacional de las Secciones Norteamericana y Australiana, así como Vicepresidenta Internacional. El siguiente artículo está entretejido de una serie de entrevistas semanales que la autora tuvo con Joy en el Instituto Krotona de Teosofía en 2011.

Joy Mills tenía noventa y un años cuando nos sentamos en su casa en Krotona para conversar sobre su vida y su formidable trabajo como maestra, escritora y viajera del mundo al servicio de la Sociedad Teosófi ca. Comenzó sus reminiscencias con una notable experiencia que tuvo lugar en India en 1972. Joy recordó que mientras viajaba a través de las estribaciones del norte de la India, la impresionante belleza del Himalaya Occidental casi la abrumó. Las montañas eran mágicamente iridiscentes bajo el sol del mediodía, y Joy sintió una oleada de emoción y gratitud al observar la belleza de su entorno. "Yo estaba camino a Dharamsala para conocer a Su Santidad el Dalai Lama en su residencia en el exilio, y fue un gran honor para la Sociedad Teosófi ca".

La cita con Su Santidad fue el resultado de la idea de Joy de publicar el libro del Dalai Lama, La Apertura del Ojo de la Sabiduría, que sólo ha-bía aparecido en el sur de Asia. Helen Zahara su buena amiga y colega fue quien viajó con ella en este viaje memorable, editora principal de Quest Books. "Pudimos conseguir los derechos para pu-blicar el libro del Dalai Lama, y como ya teníamos un viaje planeado para Adyar, nos preguntamos si podríamos encontrarnos con Su Santidad", recor-

dó Joy. Hicieron arreglos a través de la Ofi cina del Tíbet en Nueva York, volaron a Delhi, tomaron el tren hacia el norte y contrataron un taxi para llevarlas a Dharamsala.

Cuando llegaron a la casa del Dalai Lama, ape-nas tuvieron un momento para ordenar sus ideas cuando su Santidad las saludó con lo que Joy des-cribió como "esa sonrisa maravillosa". Joy recor-dó que Helen habló primero: "Helen expresó que H.P. Blavatsky había introducido el lado interno del budismo al mundo Occidental. El Dalai Lama preguntó: "¿Qué escribió?"; "La Voz del Silencio", respondió Helen.

Dirigiendo su siguiente pregunta a Joy, Su Santidad preguntó: "¿Cuál es la esencia de La Voz del Silencio?" Al principio, Joy no pudo pensar. Se preguntó cómo podría expresar el libro de una manera breve. "Bien", dijo fi nalmente, "considera las Paramitas", las seis perfecciones del budismo Mahâyâna. El Dalai Lama parecía genuinamen-te excitado. "Ah, entonces es exacto. Es verdad. Joy estaba encantada de poder presentarle al Dalai Lama al gran pequeño libro de HPB. El encuen-tro con Su Santidad fue uno de sus recuerdos más apreciados.

Joy nació en Lakewood, Ohio, en 1920. Su padre era un ingeniero y su madre una maestra de escuela. La madre de Joy, Mary Conger, murió de un ataque cardíaco masivo cuando Joy tenía sólo nueve años. Su padre le transmitió la triste noticia a Joy en una sencilla expresión: "Mamá ha muerto". Joy recordó que su padre dijo muy poco sobre la muerte de su madre, y ella no comprendía completamente lo que realmente signifi caba es-tar muerto. Para Joy, parecía que su madre estaba simplemente dormida. "Me incliné para besar su mejilla y la tenía fría. Fue mi primera impresión de la naturaleza temporal de la vida física ", dijo

Page 38: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

37Diciembre 2016 El Teósofo

Joy. "Esto provocó una necesidad en mí de en-tender mejor lo que signifi caba ser humano. He aprendido que si te quedas con esa pregunta el tiempo sufi ciente, surge una pregunta mucho más profunda: está en la raíz de nuestra propia existen-cia: '¿Quién soy yo?'

No mucho después de la muerte de su ma-dre, Joy tuvo una experiencia de lo que aquella pregunta indica cuando ella visitó las Montañas Ozark en Missouri. Una mañana subió al bosque, sintiendo una profunda conexión con la natura-leza, y de repente se encontró de pie frente a un árbol altísimo. "Me di cuenta del poder y la vida en ese árbol", dijo. "Entonces me hice una con el árbol. En ese instante, Joy comprendió que la vida en el árbol y la vida dentro de ella eran la misma vida”."Es lo que HPB llamó" contemplación di-recta ", una percepción que a menudo viene de manera espontánea, cuando el ver sucede a un ni-vel más profundo".

En octubre de 1929, cinco meses después de la muerte de la madre de Joy, una catastrófi ca caída fi nanciera en el mercado de valores golpeó a Wall Street." Marcó el inicio de la Gran Depresión y una década de crisis económica que afectó a mi-llones de familias. El padre de Joy perdió su em-pleo y pasó la mayor parte de su tiempo buscando trabajo. Abrumado por las circunstancias y por las exigencias de ser padre único, colocó a Joy en un hogar adoptivo. "Fui llevada a una familia y vi a mi padre sólo los fi nes de semana. Realmente do-lió, pero estoy agradecida porque me empujó ha-cia dentro y me obligó a hacer muchas preguntas sobre la vida. Alimentó mi deseo de entender por qué hay tanto sufrimiento en el mundo ", dijo Joy.

Años más tarde, después de convertirse en teó-sofa y haber descubierto las Cuatro Nobles Verda-des del Buda, Joy dijo que se dio cuenta de que el liberarse del sufrimiento requiere de una investi-gación sostenida sobre la naturaleza de la mente condicionada y de nuestra tendencia habitual a se-pararnos de otros. "Mientras más comprendemos la Unidad de todas las cosas, más comprendemos que la única libertad verdadera y genuina es la de ser libre de los deseos de un yo separado. HPB se refi rió a ello como 'la peregrinación obligatoria del alma'. Este es nuestro viaje evolutivo colecti-vo ", dijo Joy.

En 1940, cuando Joy era una estudiante univer-sitaria de veinte años, fue presentada a la Teosofía por un amigo y se unió a la Sociedad Teosófi ca. "La Teosofía me hizo comprensible el mundo. Me

realizó de muchas maneras, y abrió una puerta a lo oculto."

Un año más tarde, Joy se graduó en la Universidad Estatal para Docentes en Milwaukee, Wisconsin con un título de grado en educación y pasó el verano trabajando en la sede nacional en Wheaton. Después de obtener una maestría en educación en 1942, fue invitada a unirse al personal de Olcott por Sydney Cook, presidente de la Sección Norteamericana de la época. Su primer trabajo fue coordinar un curso por correspondencia para los nuevos miembros. Al año siguiente, Cook le pidió que diera clases en varias ciudades de Michigan, donde había ramas locales de la Sociedad. Joy dijo que se daba cuenta de que aspiraba a algo más grande que ella. Dijo: "Tenía una misión, y éstos eran mi gente, mis amigos. Yo estaba en casa ".

Cuando estudió La Doctrina Secreta y otra literatura Teosófi ca, el principio de la Unidad se destacó, la Unidad que ella había experimentado cuando niña con un árbol en Ozarks. "HPB siem-pre lo señaló. Todo está arraigado en una fuente que es Una, no múltiple, y todo se deriva de ella. Es más que monista, es no dual ", dijo Joy. A me-dida que se familiarizó con las contribuciones de los Fundadores de la Sociedad, su admiración por Henry Steel Olcott y H. P. Blavatsky creció: "El trabajo de Olcott por la causa Budista es simple-mente increíble. Él fue el responsable del restable-cimiento del Budismo como una fuerza cultural importante en Asia Sur-Oriental, y lo hizo mien-tras que él era presidente de la sociedad", dijo Joy. "HPB trajo una antigua enseñanza a Occidente, y personas de todo el mundo y de todos los ámbitos de la vida se han visto atraídos hacia ella".

En 1966, Joy fue elegida presidente de la Sec-ción Americana por una abrumadora mayoría. Fue una época de gran inquietud pública, cuando el movimiento por los derechos civiles de los años sesenta provocó violentos enfrentamientos en las calles de las ciudades de Estados Unidos y desper-tó a millones de personas a una necesidad de justi-cia social e igualdad para los afroamericanos. Joy escribió editoriales que defendían la responsabi-lidad de defender la hermandad. "Fue polémico, pero aunque no podemos involucrar a la Sociedad en política, podemos hablar individualmente so-bre asuntos de conciencia, y eso es lo que hice", señaló Joy. "Los Fundadores defendían la digni-dad humana y la igualdad. La Hermandad ha sido un objetivo de la Sociedad desde sus inicios, y

Joy Mills: Un Viaje Evolutivo

Page 39: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.338 El Teósofo

afi rma claramente que todos los pueblos son her-manos, o no signifi ca nada en absoluto ". Durante el mandato de Joy como presidente de la Sección Norteamericana, ella lanzó Quest Books con la ayuda de la Fundación Kern. A medida que crecía la publicación de Quest, lideró esfuerzos para re-caudar fondos para la construcción de un edifi cio que albergara la expansión de esas publicaciones. El edifi cio ahora lleva su nombre.

En 1973, falleció el querido presidente in-ternacional de la Sociedad, N. Sri Ram. Cuando John Coats fue elegido para ocupar el cargo de Sri Ram, nombró a Joy para ser vicepresidente inter-nacional, y ella fue a vivir a Adyar durante seis años. "Amo a India y adaptarme a vivir allí fue fácil", dijo Joy. En 1980, Joy fue invitada a ser Directora de la Escuela Krotona de Teosofía en Ojai, California. "Eso realmente me atrajo porque signifi caba volver a lo que más amaba: la educa-ción y la enseñanza", dijo Joy.

Había sido directora de la Escuela durante doce años cuando el comité de búsqueda de la Sección Australiana le pidió que aceptase ser nominada para la Presidencia Nacional, y fue elegida por un amplio margen. Joy volvió a Krotona en 1996 como profesora y escritora. Ella vivió y trabajó allí hasta que murió pacífi camente en su hogar el 29 de diciembre de 2015. Ella tenía 95 años.

Durante su larga y distinguida vida, Joy viajó a sesenta países enseñando Teosofía a través de seminarios y asesorando a centenares de estudian-tes. Durante décadas, dio clases en la Escuela de la Sabiduría en Adyar, Chennai, India, y en toda Europa, América, Australia, Nueva Zelanda, Áfri-ca y América del Sur. Es autora de varios libros sobresalientes, entre ellos Refl exiones sobre la Sa-biduría Eterna: Comentario sobre las Cartas de los Mahatmas a A. P. Sinnett y La Única Aventura Verdadera: Teosofía y la Búsqueda de Signifi ca-do. En 2011, Joy fue galardonada con la Medalla de T. Subba Row por su destacada contribución a la literatura Teosófi ca.

Durante nuestra última conversación en Krotona, Joy volvió al tema de la Unidad y el viaje evolutivo hacia una comprensión más profunda de lo que signifi ca ser humano. "A la mente le gusta separar el “yo” de “otro”. Tenemos que ser conscientes de eso porque nos lleva de nuevo a la pregunta fundamental: "¿Quién soy yo?" Y esa pregunta evoluciona a medida que evolucionamos", dijo Joy. "Como HPB dijo de tantas maneras diferentes, una vez que hemos sentido compasión por otro ser vivo, hemos comenzado a despertar al propósito y signifi cado de la existencia. Y esa es la esencia de la Teosofía".

La señora Overweg puede ser contactada por correo electrónico a través de su sitio web en: <www.cynthiaoverweg.com>. También se puede acceder al artículo completo a través de este sitio.

—————————

El precio de la libertad, "duramente adquirida", es vivir con la carga de nuestras elecciones, soportar el doloroso proceso de auto-desprendimiento de los lazos que hemos puesto sobre nosotros mismos, aceptar con gozo y voluntariamente la responsabilidad total de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Tal vez sea sólo tal aceptación de la carga de la libertad lo que nos hace fi nalmente verdadera y plenamente humanos.

Joy Mills

Joy Mills: Un Viaje Evolutivo

Page 40: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

39Diciembre 2016 El Teósofo

A los Pies de un Mentor:Fragmentos de una Joy Eterna

Fragmentos de un diálogo entre Joy Mills y uno de sus jóvenes estudiantes, grabado el 27 de enero de 2014, que encarna un singular espíritu de enseñanza, vida, y servicio, una piedra angular sobre la cual construir las futuras generaciones de trabajadores teosófi cos.

La letra de Joy Mills escribe las páginas doradas de nuestra moderna historia teosófi ca con muchos honores: como investigadora, educadora, conferencista, escritora, y mentora; como una amiga. Junto a su práctica espiritual y deberes teosófi cos, se entregó a pleno a guiar y aconsejar a amigos y estudiantes, seriamente. Siempre recibía a aquellos que deseaban ahondar más profundamente en las enseñanzas ocultas y en la historia de nuestro Movimiento Teosófi co. Algunos a veces podían sentir un cambio en la atmósfera, una serena presencia que impregnaba su sala con brillantez mientras se discutían ciertos temas. Después de una vida consumada e inspiradora, abandonó al fi n el reino terrenal en silenciosa gratitud, dirigiéndose hacia más grandes emprendimientos. Sin embargo, sus gentiles pasos permanecerán impresos en el Sendero como los pasos de alguien que intentó vivir la “Teosofía” y ayudar a otros a descubrir la magnifi cente gloria y el pleno signifi cado de esta palabra.

Cualidades esenciales de un facilitador.Pregunta. Usted ha dicho que el facilitador, no el maestro, tendría que comprender por sí (él/ella) mismo la Unidad de la Vida, que este sentimien-to debe manifestarse intuitivamente, debido a la unión cuerpo-mente, por su propia percepción; y que ellos deben encontrar este centro de recursos dentro de ellos mismos. De lo contrario, sería algo impuesto y no comprendido, sin haber surgido de su propio entendimiento. Y ha dicho: “Cuando verdaderamente lo comprendes, realmente algo sucede.” Y me pregunto… ¿cómo es que vamos a aplicar estas antiguas enseñanzas a la sociedad actual?Joy. ¡Este es nuestro verdadero desafío!

La necesidad de una genuina transformación de la concienciaJ. El verdadero reto es cómo poder lograr una ge-nuina transformación de la conciencia en el mun-do actual. Y, hasta que esta transformación inter-na no tenga lugar, ¡el mundo no será diferente! Aún habrá violencia, pobreza y todos los males que amenazan nuestro mundo como resultado de la codicia humana. ¿No es cierto? Todo el mun-do desea más dinero, más de esto o de aquello. La codicia nos ha arrebatado nuestros bosques, contaminado nuestros ríos y océanos, destruido

la belleza natural de la tierra. La solución no se encuentra en las cosas externas sino en un cambio de comprensión, de conciencia, ¡ese es nuestro desafío!

P. ¿Y cómo podemos impartir las enseñan-zas Teosófi cas a los jóvenes, por ejemplo, y a los nuevos miembros de la Sociedad Teosófi ca (ST)? ¿Cómo podemos presentar las antiguas enseñan-zas de la Teosofía de un nuevo modo para que sean atractivas, especialmente a las nuevas gene-raciones?J. No tengo una respuesta sencilla o alguna fór-mula mágica que diga: “Bueno, haz esto.” Sin em-bargo, observa a Vic Hao Chin, quien participará en el Congreso Educativo este verano en “Olcott”. Él ha fundado escuelas en las Filipinas basadas en los principios de altruismo y generosidad, un nuevo modo de ver el mundo. Si él pudo hacerlo, ¡tú puedes hacerlo! Yo no poseo la energía ahora, ¡pero tú sí!

P. Creo que todos podemos hacerlo, porque es el impulso de los Maestros obrando en todos no-sotros. J. Bueno, ¡eso es cierto! Pero no puedes esperar que otros vengan, ¡y luego encontrar a otros que trabajen contigo para hacerlo posible! No se nos dijo que iba a ser fácil. Pero todo lo señalado en La Doctrina Secreta, en las Cartas de los Maes-

Page 41: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.340 El Teósofo

tros, todas las directivas, señalan la necesidad de una nueva conciencia, una nueva percepción, así que ¡se está acercando!

P. Se acerca, pero realmente es muy difícil. J. ¡Así es! ¡Pero considera que los Maestros han estado trabajando durante siglos para lograrlo!

P. Cierto. Solo queda de nuestra parte imple-mentar estas enseñanzas como lo acaba de decir. ¡Y aún así les pedimos que nos den más! J. Ellos nos han dado lo básico. ¡No necesitan darnos más! Ahora, ¿qué estamos haciendo con ellas? ¿Cómo las estamos viviendo?

Vivir las enseñanzasP. La última vez que Radhaji [la ex-Presidente Radha Burnier] visitó el Centro “Olcott”, habla-mos sobre la regeneración humana. Así que le hice preguntas similares y me respondió como usted lo ha hecho. Pero ella señaló dos cosas: que hemos hecho una gran labor en la propagación de las enseñanzas teosófi cas, y que lo que quedaba por hacer era vivir las enseñanzas.J. ¡Cierto!

P. Y Radhaji señaló hacia adelante y dijo: “Ese es el futuro.” (Habían niños jugando en los jar-dines detrás de mí). Y dijo de nuevo: “Ese es el futuro.” Quizás quería señalar al futuro más inme-diato y clave fundamental de esta regeneración: que empieza a ese nivel…J. Yo voy a hacer lo que pueda. Voy a apoyar cual-quier esfuerzo que pueda lograr este cambio, esta nueva consciencia. Es interesante cómo la revista Time, que generalmente es muy conservadora, pu-blica un largo artículo y la portada de esta semana sobre la “Meditación de la Atención Plena”. Estar atentos, estar conscientes de que cada acción que ejecutamos, cada pensamiento que tenemos, cada sentimiento que surge ¡tiene sus consecuencias! Esto es un principio básico, ¿no es así? Recordar-les a las personas que mientras más desean poseer cualquier cosa, en dinero o lo que sea, más privan a otros de vivir una vida simple. Esto no signifi ca no tener libros, no poseer la tecnología que tene-mos, ¡sino usarla para benefi cio de otros!

Mente abierta, intelecto despiertoP. Me agrada lo que acaba de decir sobre la sim-plicidad Joy, porque muchos de nosotros pensa-mos que el sendero teosófi co es acumular concep-tos intelectuales o ideas, y mientras más sepamos, ¡mejor teósofos seremos! J. ¿Qué estamos haciendo con lo que ya sabe-

mos? Está bien estudiar, yo continúo leyendo para profundizar y ampliar mi entendimiento. No hay nada mal con adquirir más conocimiento, ¡sino utilizarlo sabiamente! Para que puedas decirle a las personas, “¿Que tan atento estás en lo que es-tás haciendo?”

P. Entonces ¿cómo podríamos estudiar y man-tener nuestras mentes abiertas al mismo tiempo? J. Bueno, tenemos una idea y pensamos que es defi nitiva. Pero, ¿mantenemos nuestras mentes realmente abiertas a nuevas ideas y percepciones? Los principios teosófi cos no cambian, tampoco la Unidad de la existencia. Pero súbitamente los apreciamos de un modo distinto; súbitamente los entendemos de un modo más profundo.

P. ¿Puede ver que esto también sucede con las Leyes de la Naturaleza? ¿Están los Principios y las Leyes conectadas, son intercambiables? J. ¡Claro que sí! P. Ahora lo veo.

¡Haz cuanto puedas!J. No puedo salir y hacer algunas de las cosas que acostumbraba a hacer, pero puedo sentarme aquí y pensar. Ya no puedo leer por un período muy largo de tiempo porque mis ojos se cansan, así que me siento y envío buenos pensamientos. Así que in-tento ser servicial sólo estando calmada y sentada, y estando atenta a lo que sucede a mi alrededor. Así que ¡haz cuanto puedas! Y si tengo dinero ex-tra apoyo a otros grupos que estén trabajando por el benefi cio de todos los seres sensibles.

P. ¿Cómo cultivó este entusiasmo por la Vida? ¡Esto es lo que la mantiene viva! J. ¡Es cierto!

P. Este es el secreto, ¿no es cierto? J. ¡Cierto! (Risas) Podría sentarme y sentir lásti-ma de mí misma, de que no puedo leer tanto como acostumbraba a hacerlo, de que no pueda viajar, de que no pueda salir y dar conferencias, etcétera. Me puedo sentar aquí y lamentarme de mi situa-ción, sentirme triste e infeliz; ¡pero no! ¡Porque esto sería muy egoísta!

Los Maestros no descansanP. ¿Realmente viajan los Maestros? J. ¡No, no es así!

P. ¡Están arriba de nosotros! ¡Observándonos e inspirándonos! J. Sí, ¡pero Ellos inspiran!

P. De cierto modo usted está más cerca de ellos

A los Pies de un Mentor: Fragmentos de una Joy Eterna

Page 42: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

41Diciembre 2016 El Teósofo

que nosotros. J. Bueno, no estoy segura de esto…

P. En el sentido de que es nuestro deber, al en-vejecer, apreciar la belleza de esta época. Lo que está describiendo es una manera de conectar con cómo operan los Maestros; desde un plano más elevado de conciencia. J. ¡Y Ellos nunca descansan!

P. Pero Ellos no se los ve físicamente, excepto bajo circunstancias especiales. J. Si estamos calmados (pausa), y entramos pro-fundamente al interior, podemos sentir su Presen-cia, porque su presencia está aquí… (Silencio)

P. Lo que quiero decir es que en esta etapa us-ted es tan útil a los Maestros como cualquier otro, e incluso más. J. Bueno, no lo sé.

P. Por qué…J. Porque aquellos que entienden a los Maestros, que realmente se dedican a sí mismos a la labor de los Maestros, entienden que los Maestros están, en todo momento, trabajando por la humanidad.

P. Digo que han alcanzado la altura desde la que Ellos pueden mental y espiritualmente traba-jar y guiar, y no por medio de sus cuerpos físicos. J. ¡Por cierto!

P. En este momento, por supuesto, aún habita el cuerpo, sin ser capaz de moverse mucho; y aún así, está mentalmente activa, ¡sirviendo desde los planos más elevados! Es así como nosotros, por correspondencia, podemos relacionarnos con su modo de operar en el mundo. J. ¡Bueno eso es cierto! Y yo tuve mis mentores que me ayudaron a entender que lo que estaba pensando y sintiendo era importante; que me po-día enfocar, y por consiguiente entrenarme a mí misma en las técnicas de la meditación. Siempre recordaré a una de las fundadoras de Krotona, Marie Poutz. Fue una persona increíble, y me en-señó mucho. Así que tuve unos mentores que fue-ron personas extraordinarias. ¡Clara Codd! Ya no leemos mucho de ella, lo que es muy malo porque escribió algunos libros maravillosos; el último fue ¡Confíate a la Vida! ¡Clara me enseñó mucho! De hecho, ella fue la que me dijo: “Joy, debes traba-jar para la Sociedad Teosófi ca.” Y le dije: “Pero

tengo que ganarme la vida, tengo que hacerlo.” Y Clara respondió: “No, tú trabaja para la Socie-dad y la vida vendrá, y todo se resolverá” ¡Y eso fue lo que hizo! Ella se entregó completamente a la obra. ¡Una persona fantástica! Estas fueron las personas que realmente me infl uyeron.

P. ¡Y usted ha infl uido en nosotros! J. Así que si puedo transmitirlo, ese es mi deber, pasarlo a las generaciones jóvenes, ¡a ti!

P. No muchos tienen la bendición de tener esta clase de mentores.J. Mi apreciación es en términos de qué puedo transmitir. En ningún sentido, que yo sea diferen-te o mejor que los demás porque conocí a esas personas; son tantos, Sri Ram, ¡tantas personas grandiosas! Es un gran privilegio poder vivir aquí en Krotona y poder contribuir, con el pensamien-to por lo menos, al mantenimiento de este centro espiritual. Cuando llegué por primera vez aquí, en una gira de conferencias en 1945, mi primera gira en la costa Oeste, pensé: “¡Vaya, sería capaz de vivir en Krotona! Nunca fui capaz de vivir aquí, de retirarme y vivir aquí, y contribuir a la comuni-dad.” ¡Y sin embargo, ahora estoy aquí!

P. Eso me hace pensar sobre la clase de visio-nes que tenemos, y por qué algunas de ellas nun-ca se cumplen. Pero esta visión que tuvo no fue egoísta, ¡y esa clase de visiones sí se materializan! J. ¡Sí, así es!

P. Lo que estamos viviendo ahora mismo fue una vez la visión de los Fundadores, de nuestros Maestros. ¡De hecho estamos viviendo su visión! Ellos sacrifi caron sus vidas por esto, y por lo que aún está por venir. Ésta también ha sido su visión, Joy. ¡Cuán afortunada ha sido de poder presen-ciarlo con sus propios ojos!

P. ¿Qué opina del Programa de Socios de este año? J. Pienso que, en gran medida, este es el mejor programa de Socios que hemos tenido. ¡Los pre-parativos! ¡El entusiasmo! ¡La calidad de los pro-yectos!

Creo que ya estoy lista para partir. He estado lista desde hace tiempo. No le temo a la muerte, pero algo me mantiene aquí. Quizás aún hay algo que tengo que aprender. (Risa alegre) ²

La ley última, podemos sugerir, es la ley de la relación correcta, que tiene que prevalecer en todo el universo, manteniendo el orden y revelando tanto el signifi cado como el propósito. Ninguna palabra describe la belleza y poder de esa relación mejor que la de la fraternidad, la expresión en el reino humano de ese amor que un poeta describió como "la unidad ardiente que lo une todo".

Joy Mills

A los Pies de un Mentor: Fragmentos de una Joy Eterna

Page 43: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.342 El Teósofo

Memorias de Joy Mills

James W. Peterson es un antiguo miembro de la ST, autor de libros publicados por la editorial Quest Books, y amigo de Joy Mills por casi 50 años.

Mills fue instructora y mentora para cientos, probablemente miles de buscadores espirituales. Lo fue para mí y también fue mi “madre espi-ritual”. En el Oriente existe este concepto. Una madre espiritual ayuda y alimenta el alma que despierta a realidades espirituales, enseñando las habilidades necesarias para navegar en los mun-dos internos. Por cincuenta años Joy desempeñó ese rol conmigo.

Como estudiante del último año de bachille-rato en Chicago, conocí a la Sociedad Teosófi ca (ST) por medio de un libro sobre el plano astral. Al notar que la sede se encontraba en Wheaton, a un corto viaje desde mi casa, conduje mi moto-cicleta hasta Olcott un sábado de primavera. Era marzo de 1967 y yo solo tenía 18. Los despertares espirituales a menudo suceden entre los 18 y 21 años, cuando se dice que un ser encarnado ha al-canzado el punto psicológico en el que abandonó su última encarnación.

Joy fue mi catalizador. Cuando llegué a Olco-tt, fui llevado inmediatamente a conocer a Joy en su ofi cina presidencial. Fui escoltado por no me-nos que su mejor amiga, Virginia Hanson. A los cinco minutos de mi llegada, ¡estaba en presencia de Joy y Virginia! Conversamos sobre cosas de la vida y sobre Teosofía y le pregunté a Joy sobre los mundos espirituales. Inmediatamente me sentí en casa. Me había reunido “con mi gente”. Hace poco me comentó que cuando ella ingresó a la Sociedad en 1941, las personas se le acercaban y le pregun-taban, “¿Eres una Besant o una Leadbeater?” Esto signifi ca, por supuesto, ¿Estás más versada en los escritos esotéricos de C. W. Leadbeater, o en los libros más fi losófi cos de la Dra. Annie Besant? Joy me asoció como un “Leadbeater” de inme-diato, e insistió en que buscara en la biblioteca el

libro Un Libro de Texto sobre Teosofía por CWL.En la hora que estuvimos juntos, Joy Mills

cambió mi vida. Me abrió un vasto panorama de los brillantes reinos internos, colmados con Maes-tros radiantes, estados celestiales, devas e incluso hadas. Y me explicó que el universo estaba regido por las leyes gemelas del destino: la reencarna-ción y el karma. Aunque yo no era clarividente, el mundo que Joy me ayudó a ver cambiaría mi visión por siempre. La vida se transformó.

Page 44: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

43Diciembre 2016 El Teósofo

Acudí a la Universidad de California en Berkeley ese otoño y continué mis estudios teosófi cos. El verano siguiente Joy me ofreció un empleo como jardinero en Olcott. Ese verano fue muy especial. N. Sri. Ram estaba con nosotros. Pero más importante aun, fui a vivir y a trabajar con mi nueva amiga, Joy. Allí pude observar su lado humorístico mientras bromeaba con los compañeros en la cena, y su lado serio mientras trabajaba sin descanso en muchas y diferentes tareas por su amada Sociedad.

Joy también me alentó a escribir. Me hizo en-tregar dos artículos para El Teósofo Americano. El primero fue “La relación absoluta del hombre con lo Absoluto”. Y el segundo fue “Meditación, una vieja cura para un mal moderno”. Siempre fo-mentó la vida meditativa y yo fui un converso in-mediato. He meditado todos los días desde aquel otoño de 1967. El interés por la escritura fomen-tado por Joy, al fi nal condujo a la publicación de mi libro en la editorial Quest, La vida secreta de los niños.

En 1970 conocí una nueva cara de Joy. Me convertí en un estudiante del Sufi smo en el grupo Meher Baba de Sufi smo Reorientado, y Joy, en vez de enfadarse de que hubiera abandonado mi enfoque teosófi co, se alegró de que hubiera en-contrado mi comunidad “Gnóstica”. De hecho, en sus últimos años le encantaba mostrarme nuevos libros que había encontrado sobre Sufi smo. Una vez me escribió, “Nunca pensé que habías aban-donado la Teosofía, simplemente agregaste un instructor y una enseñanza. Siempre he sentido que eres un verdadero teósofo, hollando el sende-ro espiritual a tu modo. Cada uno de nosotros lo camina según el llamado interno. Lo que importa es que sigamos a esa Voz Interna.”

En 1975 fui al primero de tres viajes a Adyar. Joy había sido nombrada recientemente Vicepre-sidente internacional. Estaba ansioso de ir a verla a India. Pero como había salido a una gira de con-ferencias en el subcontinente, tuve que resignar-me con la compañía de mi viejo amigo de la Igle-sia Católica Liberal, ¡John Coats! Muchos años después Joy me confesó que era difícil para ella vivir en India. El calor y la humedad eran ago-biantes, después de todo, hay tres temperaturas en Chennai: caliente, más caliente, ¡y ardiente!

Después, cuando Joy se retiró en su amada Krotona, mi esposa y yo hacíamos viajes anuales a Ojai para verla. Y, aún más deleitante, ella se convirtió en mi fi el y regular corresponsal. Inter-

cambiamos cartas muchas veces al año durante los últimos 20 años de su vida. Ella siempre me ofrecía palabras de consejo y aliento, salpicadas con sabiduría teosófi ca. Un tema del que habló fue su obra magna, su último libro sobre las Car-tas de los Maestros:

Estoy agradecida de que mi libro se haya publica-do, quizás le sirva de ayuda a los estudiantes. Es-toy bien complacida con su aspecto, hermosamente elaborado con una portada encantadora, una pintura de Roerich, un tema bien apropiado. Hasta ahora, las reseñas han sido amables y los amigos entusias-tas. Cuando las personas preguntan, “¿Y ahora qué sigue?” Les respondo que al menos por ahora, no hay más escritos. Este año también he cumplido 70 años de membresía en la Sociedad Teosófi ca, con todas las oportunidades que se me han dado.

A menudo podía escribir conmovedoras obser-vaciones sobre su vida:

Estoy comenzando a sentirme como el Conejo del comercial de baterías, ¡que toca y toca y toca sin cesar! El doctor está convencido que viviré hasta los 100, pero no estoy interesada en establecer nin-gún récord, estoy dispuesta a seguir tanto como mi mente permanezca razonablemente lúcida.

Algunos días me siento como la última hoja en el árbol, porque uno tras otro… queridos amigos del mundo resbalo hacia la siguiente gran aventura más allá de nuestra visión física. Bueno, debe haber una razón para continuar, y acepto cada día como ven-ga. Entonces, todo está bien y así debe ser.

Y en otra carta:

Pienso en todo aquello por lo que tengo que estar agradecida, una vida tan rica, como Clara Codd ti-tuló su autobiografía. De hecho ha sido una vida rica, si bien no en términos monetarios, pero rica en viajes y amigos, en hacer la labor que quería hacer… Una vida rica, de hecho, por la que es-toy completamente agradecida. Y también aprecio nuestra amistad, Jim.

Joy una vez me comentó que la amistad teo-sófi ca que atesoró más en su vida fue la de Clara Codd.

Una vez habló sobre la unión entre el Oriente y el Occidente:

Memorias de Joy Mills

Page 45: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.344 El Teósofo

Estás en lo cierto de que fue la Sociedad Teosófi ca la que inició el diálogo entre Oriente y Occidente, y mientras otros, incluyendo el Meher Baba, sólo adoptaron la idea, esta fertilización cruzada entre culturas fue central en la labor de HPB y ella mere-ce todo el crédito por lo que inició.

En la misma carta menciona el solsticio de in-vierno:

Espero que ambos estén bien y disfrutando del Solsticio de Invierno, un momento muy especial del año en el que se dice que se hace más transpa-

rente el velo entre el reino físico y los reinos ocul-tos de lo Real, de modo que las infl uencias de los mundos internos pueden alcanzar a la humanidad y ayudarnos a todos en el viaje de nuestras almas. Que ambos pasen unas felices fi estas, en sosiego, plenas de mágicos momentos y que el año entrante traiga Paz, Luz, y Amor para ustedes y para toda la humanidad.

Joy fue una maestra magnífi ca, una gran amiga teosófi ca, ¡y una gran madre espiritual! Que todos nosotros podamos celebrar su vida ahora, y en el futuro. ²

De modo que el asunto [del Sendero Espiritual] se resume en determinar la forma en que podemos ponernos en contacto con ese Ser superior, ese Ser que al invocarlo nos asegure que el sendero que tomamos es el apropiado para nuestro avance espiritual.

Joy Mills¿Quién es el Maestro?

Memorias de Joy Mills

Page 46: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

45Diciembre 2016 El Teósofo

La Joy Mills que Conocí y Amé

Adelle Chabelski es Presidente de la Rama de la ST Valle de Ojai y parte del claustro en la Escuela Krotona de Teosofía. También es traductora, escritora y defensora de los derechos humanos.

momentos en nuestras vidas en que cono-cemos a alguien, y lo amamos instantáneamente. Permanece en nuestras vidas por un breve mo-mento, pero sabemos que el cruce de nuestros caminos ha cambiado nuestras vidas y a nosotros para siempre. Joy Mills fue esa persona en mi vida. Lo que aprendí y compartí con ella perma-necerá conmigo y enaltecerá el propósito de mi vida.

En sus últimos dos años, Joy dijo en muchas ocasiones: “Estoy consciente de que ya no soy una buena conversadora.” Ella no se daba cuenta que lo que decía en cualquier momento, sin im-portar dónde estuviéramos, sus comentarios so-bre lo que fuera añadían agudeza, informaban, o señalaban una verdad más elevada. Vivió su vida de este modo, se volvió su naturaleza brindar más luz a cualquier tema e infundía esperanza y opti-mismo a muchos diálogos y conversaciones. Aun así, no era una optimista ciega, y nunca la vi con sentimentalismos. Tampoco evitaba preguntas o temas difíciles, o se escondía de las severas reali-dades de la vida, que observó por todo el mundo en su larga y activa vida; viajó por más de cin-cuenta países, observando pobreza abrumadora, intolerancia, y sufrimiento con sus propios ojos.

Por haber vivido muchos momentos épicos e históricos, Joy pudo canalizar el signifi cado y re-cordar detalles de esos eventos, como si hubieran sucedido ayer. Durante los disturbios por los de-rechos civiles, ella era Presidente de la Sociedad Teosófi ca en Norteamérica (ST) y habló en públi-co en contra del sufrimiento que presenciaba por entonces, y durante los años que duraron las pro-testas. Ahora damos eso por sentado, pero en ese entonces fue criticada por algunos por hacerlo.

Joy y yo compartimos periódicos y revistas, y a

menudo disfrutábamos discutiendo artículos y li-bros que leíamos juntas. A veces me sorprendía lo bien que recordaba un artículo o un libro que ha-bía leído incluso décadas atrás, y de cómo retenía la esencia de algo que leyó una sola vez, tiempo atrás. Siempre estaba bien informada e interesada en los asuntos que eran importantes para la huma-nidad como un todo. En su compañía, ningún acto de bondad pasaba desapercibido; era agradecida y apreciaba el menor afecto o gesto de atención. No tomaba por sentado lo que otros hacían por ella.

Su vida fue un dedicado servicio por la ST, y por la enseñanza. Todo su impulso y energía fue-ron para el benefi cio de la humanidad. Incansable-mente estudiaba y enseñaba Teosofía, y dedicó su vida a la única causa que pensó que podía elevar a la humanidad, uno a uno, hacia un corazón más comprensivo y amoroso. El “individuo se sana y se hace íntegro, sintiendo mucho cariño, porque todas las cosas son valiosas y no podemos lasti-marlas, dañarlas o lesionarlas, así crece el mundo plenamente y la fraternidad se convierte en la re-lación natural que prevalece”.

Por medio de su enseñanza, escritos, e interac-ción social, Joy intentó despertar la conciencia de la solidaridad. Teníamos preocupaciones simila-res y compartíamos el amor por los libros, que lle-garon a nosotras desde temprana infancia, cuando reconocimos que los libros eran nuestros amigos. De aquí fl uyeron nuestras pláticas regulares, y quizás nuestra amistad. A menudo hablamos so-bre qué se necesitaba para despertar la conciencia. Incluso en sus noventas y con toda su experiencia, era difícil para ella comprender y aceptar la inhu-manidad del hombre contra el hombre, especial-mente con los niños, y también con los animales. Para ella, una persona caritativa era “aquella para

Page 47: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.346 El Teósofo

la que todos los seres son apreciados”.Joy entendió que nuestras vidas deben refl ejar

esencialmente lo que somos y lo que realmente sabemos. Su vida refl ejó compasión en el más profundo sentido, e intentó sembrar ese amor en los corazones de los seres humanos. Vivió su vida desde una sabiduría interna. Enseñó que cuan-do la conciencia del cuidado nacía, conduce a la recta acción, y esa humanidad comienza en el individuo, hombre o mujer. Con las muchas con-ferencias y clases que impartió, uno de los temas subyacentes era alentarnos a hacernos cargo de nuestra propia evolución (como así hizo) por me-dio de una vida de estudio, refl exión, meditación y servicio. Decía que la humanidad comienza con cada individuo, y creía que si eleváramos a la hu-

manidad con cada acción que hacemos, el espíritu humano triunfaría.

Aquellos de nosotros que conocimos y ama-mos a Joy, como también aquellos que no tuvieron la oportunidad de conocerla, pueden regocijarse con saber que tenemos sus conferencias, escri-tos, libros, y artículos, que contienen lo que más le importaba de la vida y de la Teosofía. Ella fue muy amada. Estamos agradecidos por su presen-cia entre nosotros y por la luz que nos brindó. La extrañamos, pero continúa dándonos inspiración y coraje en nuestros propios viajes, que pensaba que no eran solo en el espacio o el en tiempo, sino en nuestros corazones. ¡Eres una fuerza del Bien, Joy! ²

Las palabras son valiosas y a menudo frágiles vehículos, no solo para el pensamiento sino para las aspiraciones del corazón; ellas pueden comunicar no solo los signifi cados mundanos que nos hacen conocer y relacionarnos con los demás, sino también el anhelo del alma y la belleza del espíritu en su llegada a la morada que permanece por siempre indefi nida y por lo tanto inefable.

Joy Mills“Oh Vida oculta…”

La Joy Mills que Conocí y Amé

Joy Mills en Olcott - 2005(Foto edición en castellano)

Page 48: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

47Diciembre 2016 El Teósofo

Pequeñas Gemas

Maria ParisenLos profundos propósitos de un alma espiri-

tual a menudo se hacen más aparentes durante la edad avanzada, cuando disminuye el ritmo de la vida. Durante los diez años anteriores a su falle-cimiento, Joy Mills energizó e inspiró a comuni-dades simplemente con su presencia, que era a la vez desafi ante y benevolente. Pocas veces en la Sociedad Teosófi ca somos privilegiados con una líder de tanta fuerza interna. Lo que Joy compar-tió especialmente en Krotona fue un espíritu de unidad. Siempre disponible y enfocada, se adaptó a los cambios de su cuerpo a regañadientes pero con humor y sentido común. Participó en todas las clases de la Escuela de Krotona, orientando los proyectos de Socios en la Teosofía, disfrutó de estudios con estudiantes de secundaria, se deleitó con amigos en estudios profundos, y rara vez se perdía una reunión de la Noche en Krotona. Al mismo tiempo, y ya entrada en sus noventas, Joy cumplió sus roles de liderazgo en Krotona con gratitud, confi ando en la investigación sincera y la acción colectiva. Como colega, educadora, com-pañera estudiante, y amiga, Joy renovó nuestra fe en el poder sanador de una humanidad unida en el amor. ²

Beverly ChampionPara usar su terminología preferida, Joy Mills

pasó “a la otra orilla” el 29 de diciembre de 2015 a la edad de 95 años.

Joy fue comunicadora, erudita, autora y maes-tra de Teosofía, y una profunda estudiante de La Doctrina Secreta y de las Cartas de los Maestros a A. P. Sinnett. Desde los 28 años, consagró su vida a la labor teosófi ca.

Debido a su profundo conocimiento y com-prensión de los principios Teosófi cos, Joy estu-vo en constante demanda como conferencista teosófi ca y, durante muchos años, viajó por el mundo por este motivo. Joy sirvió a la Sociedad Teosófi ca (ST) de muchas maneras, como Vice-Presidente bajo la Presidencia de John Coats. Ella

inauguró la primera Escuela de Teosofía en Aus-tralia a comienzos de 1990 en Adelaide, y enseñó en el Centro de Retiro y Educación Teosófi cas en Springbrook, Queensland, luego de su elección en 1993 como Presidente Nacional de la ST en Australia. También enseño en la Escuela de la Sa-biduría en Adyar, India, y expandió los cursos de estudio en la Escuela Krotona de Teosofía en Ojai, California, cuando se convirtió en su Directora.

Ella fue una innovadora e inspiró a miembros a seguir su dirección para hacerle conocer al mundo que algo como la Teosofía existe. La extrañare-mos mucho, pero nosotros celebramos su fructífe-ra vida, bien vivida.

Personalmente, Joy Mills fue mi mentora y va-liosa amiga y me siento privilegiada de haberla conocido y de haber tenido la oportunidad de tra-bajar con ella.

¡No le decimos adiós a Joy, sino hasta luego!²

Lakshmi NarayanJoy Mills ha sido la infl uencia más grande en

mi vida, desde que la conocí en 1978 en la sede internacional de la Sociedad Teosófi ca en Chen-nai, India. Ella era Vice-Presidente internacional cuando John Coats era Presidente, y yo trabajaba en la Biblioteca de Adyar. Luego me conecté con ella en 1987 en Wheaton, Illinois, en la sede de la ST en Norteamérica, cuando era Presidente Na-cional y yo trabajaba en la Biblioteca Olcott. En 1992 me mudé al Instituto Krotona de Teosofía, de nuevo, como su Bibliotecaria, y Joy era Direc-tora de la Escuela Krotona de Teosofía.

Es muy difícil describir a Joy Mills en sus va-rios roles y facetas. Así que para resumir, una vez se le requirió que diera su opinión de qué se puede considerar que sea la “responsabilidad”, y dijo: “El hombre ha aprendido a surcar el cielo como las aves, ha aprendido a sondear el océano como los peces. Ahora dejemos que se pose en la tierra como ser humano.” Mucho amor, Joy, y Belleza para ti Joy!! ²

Page 49: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.348 El Teósofo

Mary Jo KokochakEra diciembre de 2015 y la convención Inter-

nacional de la Sociedad Teosófi ca en Adyar y la Convención de la Sección Australiana estaban por comenzar. Los pensamientos de Joy Mills estaban con los miembros y ella quería mantener el enlace con ellos y con la Sociedad a la que amaba. Con los ojos cerrados silenciosamente moldeaba men-sajes de inspiración y saludos, y dictaba. “¿Qué tal?” preguntó. Era perfecto.

El 25 de diciembre nos reunimos en la casa de Joy en Krotona para celebrar las festividades. Un amigo le había regalado una caja de delicio-sos chocolates y después de cenar Joy eligió uno y luego nos ofreció la caja. Cada uno eligió algo y lo probamos, pero no contentos con uno bus-camos más. “¡Bueno, sólo uno más!” Joy nos re-prendió con su esquiva y severa voz. Sonreímos. Aún estaba con nosotros; aunque frágil y agotada, su familiar auto-control y disciplina eran férreos.

Al día siguiente leímos poesía y escuchamos música clásica. Luego, le leí del reciente libro de Eb Abdill, Maestros de la Sabiduría, en el que cita la Primera Proposición Fundamental de La Doctrina Secreta: “Un Principio Omnipresente, Eterno, Ilimitado, e Inmutable sobre el que toda especulación es imposible.” Con los ojos cerrados en meditación, Joy lenta y calladamente repetía las palabras una y otra vez “Un Principio Omni-presente… Eterno… Ilimitado… ” tratando de percibir tan profundamente como podía algo del misterio y del signifi cado.

Tres días después, el 29 de diciembre, Joy se liberó de su cuerpo y pasó pacífi camente a una vida más elevada. Aun atesoro la nota que me es-cribió tres meses antes, cuando mi marido falle-ció: "Sabemos que la vida continúa y es eterna, la muerte es solo un cambio de forma". ²

Brenda KnightJoy Mills fue una mujer única y poderosa. Me

siento bendecida de que estuviera en mi vida. Fue un gran modelo para el que envejece. Su mente era aguda y su actitud siempre inspiradora. Ella es la razón por la que me uní a la Sociedad Teosófi ca. Después de mi jubilación asistí a mi primera clase en la Escuela de Krotona con Joy como maestra. Esta fue mi introducción a la Escuela y a la Teoso-fía. ¡Una experiencia que cambió mi vida!

Aunque no entendía en su totalidad todo lo que Joy hablaba, ella poseía tal profunda presencia que supe que quería aprender más. Fui inspirada

tanto al escuchar sus clases sobre las Cartas de los Maestros, que mi esposo y yo hicimos un viaje especial a la Biblioteca de Londres, en donde se resguardan las cartas. ¡Que experiencia tan mara-villosa!

Con el transcurrir de los años pude pasar mu-chos momentos especiales con Joy. Nosotras estu-diamos, fuimos de compras, cenamos y tomamos juntas té con galletas. Hablábamos sobre nuestros viajes y sobre todos los lugares en los que había disfrutado el té. Ella había viajado por todo el mundo dando clases y ocupando roles de lideraz-go en varios grupos Teosófi cos. Siempre pensé que “Joy” (alegría en inglés) era el nombre per-fecto para ella. Estaba colmada de la alegría vivir, de aprender, y de dejar un legado. Su amor por la Teosofía era contagioso, amaba compartir su vas-to conocimiento y comprensión de la teosofía. Joy fue mi madre espiritual, y la extraño tanto como muchos otros. ²

Carol NicholsonFui a ver a Joy una mañana, unos cinco días an-

tes de que abandonara su cuerpo físico. Trabajaba en su salutación para la Convención de la Sección Australiana y me dijo que le agradaría fi nalizar su carta antes de hablar. Mary Jo Kokochak estaba sentada frente a ella y tomaba el dictado. Después de pensar aproximadamente un minuto, alzó su cabeza y pronunció tres hermosas y consumadas oraciones. Desearía poder recordarlas, porque co-municaban su caluroso saludo y esperanza para la Sección Australiana muy concisa y elocuente-mente. No vacilaba o titubeaba cuando hablaba.

Luego, dos oraciones más de belleza y propor-ción surgieron de los labios de Joy y la carta cul-minó, después de lo cual tuvimos la oportunidad de una breve visita. En ese momento la energía de su juventud disminuía, pero su mente nunca per-dió lucidez, y su habilidad de hacerte sentir bien de ti mismo en su presencia aun permanecía allí. Realmente fue una embajadora de la alegría y to-dos nosotros aquí en Krotona extrañamos su luz.

Además de una enorme biblioteca Teosófi ca y libros espirituales, a Joy también le gustaban las novelas de misterio y continuó haciendo crucigra-mas casi hasta el fi nal. Una vez me dijo que ha-cía crucigramas para mantener su mente elástica. No sé si fueron los crucigramas o las décadas de profundos estudios de La Doctrina Secreta, ¡pero ciertamente algo mantuvo su mente lúcida hasta el fi nal! ²

Pequeñas Gemas

Page 50: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

49Diciembre 2016 El Teósofo

Un Sentido de Dirección

Fragmentos de un artículo en El Teósofo, mayo de 1976.

que viaje por el mundo, aunque sea de un modo limitado, inevitablemente se en-cuentra con el reto de mantener un sentido de di-rección. ¿En qué dirección se está moviendo uno? Podemos acostumbrarnos a pensar, por ejemplo, que India está al este mientras que los Estados Unidos de Norteamérica está al oeste. Reciente-mente, sin embargo, al regresar a India desde Aus-tralia, observé que era necesario viajar al oeste, y si uno desea desembarcar en la costa oeste de los Estados Unidos, uno debe volar hacia el este desde India. Quizás no exista una mejor ilustra-ción de cuan diferente puede uno tener una visión de un área geográfi ca que la que puede ofrecer el hecho de que durante todos los años que residí en mi tierra natal, los Estados Unidos de Norteamé-rica, me enseñaron que países como Israel, Siria, Jordania, etcétera, pueden llamarse del “Medio Oriente”. Ahora que resido en India, encuentro que la misma área geográfi ca es mencionada en todas las noticias como “Asia Occidental”. Cuan-do el este fácilmente puede convertirse en el oes-te, y el oeste en el este, dependiendo de dónde uno se encuentre, ¿cómo podemos mantener un senti-do de dirección?

El asunto puede complicarse aun más por nuestros condicionamientos. Nuevamente para ilustrar el tema, supongamos que un australiano y un norteamericano se encuentran en algún plane-ta distante; sólo conocen en qué dirección está el norte y en cuál el sur, pero no saben en qué latitud están situados. Deseando calentarse un poco, de-baten si dirigirse al norte o al sur. El australiano naturalmente aconseja ir al norte, mientras que el norteamericano haría una caminata hacia el sur.

En el planeta Tierra, la lógica y un estudio del globo rápidamente resolvería nuestro dilema.

Pero, ¿no surge de todo este juego de los cuatro puntos cardinales de la brújula, una necesidad bá-sica, la necesidad de entender que el este, el oeste, el norte y el sur dependen en gran medida del lu-gar en donde uno se encuentre, y que estas divi-siones de nuestro mundo son fundamentalmente, tan superfi ciales y arbitrarias como la categoriza-ción de las personas en estereotipos étnicos, re-ligiosos, sociales, y agrupaciones similares? Un verdadero sentido de dirección puede tener menos que ver con que cierta área del globo se encuentre en el oeste o en el este, que con si uno se está mo-viendo en un eje que lo alinee en la dirección que importa: la dirección de la liberación del espíritu humano y de la unifi cación de la raza humana.

Es sólo este sentido de dirección el que se ne-cesita urgentemente en el mundo de hoy. De he-cho, sin este sentido de dirección, importa poco si uno viaja al este o al oeste, al norte o al sur, donde sea que uno viaje, uno está sólo consciente de las diferencias que dividen a la humanidad y de la lu-cha de poderes que amenazan con aniquilarnos a todos. Un verdadero sentido de dirección, en otras palabras, depende de la conciencia del movimien-to en una dimensión totalmente nueva. Esencial-mente es un movimiento que no es movimiento, porque la dimensión en la que debemos aprender a orientarnos es el reino sin dimensiones del amor, la compasión, la comprensión, del cual surge la verdadera fraternidad.

Educación Teosófi caLa adquisición de un verdadero sentido de di-

rección que nos ayude a orientarnos, donde sea que nos encontremos en el mundo, es el objetivo de la educación teosófi ca. Porque la educación teosófi ca simplemente es la clase de educación

Page 51: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

VOL. 138.350 El Teósofo

que provoca en el individuo una percepción de la naturaleza esencial de su ser y la consecuente realización de que tal naturaleza no es en modo alguno diferente de la naturaleza esencial de todos los otros seres vivos. Cualquier cosa que promue-va este despertar, que aliente esta comprensión, que despierte ese sentido interno de dirección en el que el espíritu humano debe dirigirse para lo-grar su propia plenitud, que alimente el cuidado compasivo de toda vida, que ayude al fl orecimien-to del verdadero amor, esa debe ser la naturaleza de la educación teosófi ca. Todos nuestros estudios deberían encaminarnos en esa dirección; deben conspirar para educir de nosotros la expresión de esas cualidades que juntas constituyen nuestra hu-manidad. La educación teosófi ca, entonces, no es simplemente educación sobre teosofía, aunque la puede incluir, es más bien la búsqueda constante de una visión unifi cada del hombre y del univer-so, la clase de visión revelada por un perspectiva teosófi ca…

Un plan de estudios es solo la forma en el que se espera se pueda verter cierta esencia de vida. Esta esencia de vida es de la misma naturaleza de una comprensión espiritual, la evocación en cada uno, estudiantes y maestros por igual, de ese es-píritu de la Teosofía que debe infundir en todos nuestros estudios. El ideal Platónico de alcanzar

“el bien, la belleza, y la verdad” deben ser nues-tros objetivos. El resultado de nuestros estudios debería ser una profunda comprensión de la uni-dad esencial de la existencia, una comprensión que al fi nal es Auto-realización.

Obviamente, entonces, la educación teosófi ca es una empresa para toda la vida… Quienes cues-tionan el valor de esta empresa, tomando en cuen-ta el lento ritmo por el cual avanza la evolución, y argumentando por lo tanto que nuestro interés debería enfocarse a los problemas inmediatos, ya sean económicos o políticos, y que en conse-cuencia no tenemos tiempo para permitirnos una búsqueda de los ideales espirituales, se les puede recordar un pequeño relato del que se puede obte-ner una analogía apropiada. Se dice de un Rey de Persia que en cierta ocasión vio un hermoso árbol en fl or y le solicitó a su jardinero que asegurara al-gunas semillas para plantar un árbol así en su pro-pio jardín. Cuando el jardinero le dijo que al árbol que había visto le había tomado 200 años alcanzar su belleza actual, el rey le contestó, “Entonces, no tenemos tiempo que perder. Planta las semillas hoy mismo.” De modo que, si vamos a impartirle al mundo algún sentido de dirección que impulse a la humanidad a avanzar en el camino de la fra-ternidad, no tenemos tiempo que perder… ²

Un Sentido de Dirección

Se ha dicho que si uno puede formular correctamente la pregunta, descubre la respuesta. El Preguntar es, sin duda, una disciplina severa, como demostró Sócrates, pero no basta para conocer. Abre perspectivas a lo desconocido y adelanta a la conciencia hacia la frontera de la plena comprensión. No tenemos hacer preguntas: puede ser humillante comprender lo vasto de nuestra ignorancia, pero aún saber eso nos provee de un apoyo tentativo en lo desconocido. Hay un cierto valor terapéutico en compilar nuestras enciclopedias de ignorancia, pero con cada pregunta adelantamos nuestras exploraciones en ese continente mental sobre cuyo horizonte brilla siempre el sol de la sabiduría. Consideramos, pues, el singular poder de dos preguntas: ¿Cómo? y; ¿Por qué? Las que han sacado al hombre de la caverna hasta llegar a la galaxia. A lo largo del camino, haciendo las preguntas adecuadas, podemos descubrir que lo que hacemos y creemos es importante, ya que determinar nuestro modo de vida, con los demás y con la naturaleza, ya sea en desacuerdo o en armonía, en confl icto o en paz, distraídos por la diferencia o centrados en nuestra unidad.

Joy Mills

Page 52: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

DIR

EC

TO

RIO

IN

TE

RN

AC

ION

AL

Fec

ha

S

ecci

ón

S

ec.

Gen

era

l, e

tc.

Dir

ecci

ón

R

evis

ta

Dir

ecci

ón

de

em

ail

19

47

Áfr

ica

Cen

tral

y E

ste

… S

r. E

bro

ny P

etel

i

… P

O B

ox 4

084

4,

Mu

fuli

ra,

Zam

bia

… T

he

Th

eoso

ph

ica

l L

igh

t eb

ro

ny

.pet

eli@

gm

ail

.co

19

09

Áfr

ica,

Su

r …

Sr.

Jac

k H

artm

ann

9 R

on

ean

, 3

8 P

rin

cess

es A

ve.

, W

ind

sor

E.2

19

4

… T

he

Sou

th A

fric

an

Th

eoso

ph

ist

ha

rtm

an

n.j

ack

.c@

gm

ail

.co

m

19

56

Áfr

ica,

Oes

te

… S

r. J

oh

n O

smo

nd

Bo

akye

… P

O B

ox 7

20,

Acc

ra,

Gh

ana

… T

he

Wes

t A

fric

an

Th

eoso

ph

ist

tsw

afr

ica@

gm

ail

.co

m

19

29

Am

eric

a ,

Cen

tral

*

… S

ra.

Lig

ia G

uti

érre

z S

. …

Rep

t. L

os

Arc

os

# 4

3,

En

t. P

rin

c. 1

c. S

ur

2 c

. A

baj

o, 1

c.

Su

r, D

istr

ito

2,

Man

agu

a,

Nic

arag

ua

li

gu

sim

pso

n@

hotm

ail

.co

m

19

20

Arg

enti

na

… S

r. J

org

e G

arcí

a

… S

anti

ago

25

7 —

20

00

, R

osa

rio

Teo

sofí

a e

n

Arg

enti

na

st

arg

enti

na@

soci

ed

ad

-

teoso

fica

.co

m.a

r

19

90

Asi

a, E

ste

y S

ud

este

Sr.

Ch

on

g S

ann

e …

540

Sim

s A

ven

ue,

No

. 0

3-0

4 S

ims

Aven

ue

Cen

tre,

Sin

gap

ore

38

7 6

03

… N

ewsl

ette

r sa

nn

e@th

eoso

ph

yasi

a.n

et

18

95

Au

stra

lia

… S

ra.

Lin

da

Oli

vei

ra

… L

evel

2,

16

2 G

ou

lbu

rn S

t., S

urr

y H

ills

,

NS

W 2

010

… T

heo

soph

y in

Au

stra

lia

ts

hq

@a

ust

heo

s.org

.au

19

12

Au

stri

a †

Sr.

Alb

ert

Sch

ich

l …

Ob

erb

aum

gar

ten

25

, 42

04

Hai

bac

h i

m

hlk

reis

… T

heo

sofi

e A

dya

r

theo

sop

hie

.au

stri

a@

ao

n.a

t

20

13

Ban

gla

des

h †

Sr.

B. L

. B

hat

tach

arya

… B

/4-3

, Is

war

chan

dra

Nib

as,

68/1

, B

agm

ari

Ro

ad,

Ko

lkat

a 7

00 0

54

b

lbto

s_2

005

@y

ah

oo.c

om

19

11

Bel

gic

a …

Sra

. S

abin

e V

an

Ost

Pla

ce d

es G

ueu

x 8

, B

10

00

Bru

ssel

s,

Bel

giu

m

… L

e L

otu

s B

leu

sa

bin

e_v

an

_o

sta@

hotm

ail

.co

m

19

65

Bo

livia

… S

ra.

Ter

esa

W.

de

Nu

ñez

Cas

illa

de

Co

rreo

39

11

, C

och

abam

ba

u

parati

@h

otm

ail

.co

m

1920

Bra

sil

… S

r. M

arco

s L

. B

. d

e R

esen

de

… S

GA

S Q

uad

ra 6

03

, N

. 20

, C

EP

70

20

0-6

30

Bra

sili

a (D

F)

...

So

ph

ia

ma

rco

s.res

en

de@

gm

ail

.co

m

19

24

Can

ada

*

… S

r. M

edar

do M

arti

nez

Cru

z …

316

2 R

ue

de

la B

asti

lle

Bo

isb

rian

d Q

C.,

J7H

1K

7

… T

he

ligh

t B

eare

r m

art

inez

6@

sym

pati

co.c

a

19

20

Ch

ile

*

… S

r. C

esar

Ort

ega

Ort

iz

… C

asil

la 1

1 S

ucu

rsal

Pas

eo E

stac

ión

,

Est

ació

n C

entr

al, S

anti

ago

… R

evis

ta T

eosó

fica

Ch

ilen

a

soci

ed

ad

teoso

fica

@g

mail

.co

m

19

37

Co

lom

bia

… S

ra.

Nel

ly M

edin

a d

e G

alvis

Car

r 2

2, #

45

B-3

8 (

Con

s. 4

04

), B

arri

o

Pal

erm

o,

Bo

go

...

Sel

ecci

ón

Teo

sófi

ca

nm

ed

inag

a@

ya

ho

o.e

s

19

97

Co

sta

Ric

a †

… S

ra.

Mar

ia O

rlic

h

… A

par

tad

o 8

-67

10

-10

00

, S

an J

osé

orl

ich

sm@

ya

ho

o.c

om

20

07

Cro

acia

… S

ra.

Nad

a T

epeš

Kra

jišk

a u

lica

24

, 1

00

00

Zag

reb

Teo

zofi

ja

z.ze

mlj

a@

gm

ail

.co

m

19

05

Cu

ba

… S

ra.

Bar

bar

a A

. F

ariñ

as P

iña

… A

par

tad

o d

e C

orr

eos

63

65

, L

a H

aban

a

10

60

0

T

eocu

ba.s

oci

ed

ad

@g

mail

.co

m

19

87

Rep

ub

lica

Do

min

ican

a

… S

ra.

Mag

aly P

ola

nco

Cal

le S

anta

Agu

eda

16

52

Les

Ch

alet

Co

l

San

Ju

an P

uer

to R

ico A

par

tad

o 2

3 0

092

6

p

ola

nco

mag

aly

@y

ah

oo.c

om

18

88

Ingla

terr

a …

Sr.

Co

lin P

rice

50

Glo

uce

ster

Pla

ce,

Lo

nd

on

W1

U 8

EA

p

resi

den

t@th

eoso

c.org

.uk

19

07

Fin

land

ia

… S

ra.

Mar

ja A

rtam

aa

… T

eoso

fin

en S

eura

, V

iron

kat

u 7

C 2

, F

in

00

17

0,

Hel

sin

ki

… T

eoso

fi

teoso

fin

en

.seu

ra@

net

ti.f

i

18

99

Fra

nci

a …

Sra

. T

rân

-Th

i-K

im-D

iêu

4 S

qu

are

Rap

p, 7

50

07

Par

is

...

Le

Lo

tus

Ble

u

tran

kim

die

u@

sfr.

fr

19

02

Ale

man

ia

… S

ra.

Man

uel

a K

auli

ch

… H

aup

tstr

. 3

9,

93

13

8 L

app

ersd

orF

..

. A

dya

r th

eoso

ph

ie-a

dy

ar@

gm

x.d

e

19

28

Gre

cia

… S

r. A

nto

nis

Pap

and

reou

25

V o

uko

ure

stio

u S

t., 1

06

71

-Ath

ens

...

Ilis

os

info

@th

eoso

ph

icals

ocie

ty.g

r

19

07

Hu

ngrí

a †

… S

r. T

ho

mas

Mar

tin

ovic

h

… H

un

yad

i Ja

no

s u

t 17

. II

. 8

, H

-10

11

Bu

dap

est

...

Teo

zófi

a

tsh

uta

u7

@h

u.i

nte

r.n

et

19

21

Isla

nd

ia

… S

r. H

alld

or

Har

ald

sson

..

. P

O B

ox 1

257

In

go

lfss

trae

ti 2

2, 1

21

Rey

kja

vi

...

Gan

gle

ri

icel

an

d.t

s@g

mail

.co

m

18

91

Ind

ia

… S

r. S

. S

und

aram

..

. T

he

Th

eoso

ph

ical

So

ciet

y,

V a

ran

asi

221

01

0

… T

he

Ind

ian T

heo

sop

his

t th

eoso

ph

yvn

s@g

mail

.co

m

19

12

Indo

nes

ia

… S

r. H

erry

Isp

oer

no

mo

Jal

an A

nggre

k N

elim

urn

i A

-10

4,

Jakar

ta

11

41

0,

Tim

ur

… T

heo

sofi

th

eoso

fi.i

nd

on

esia

@g

mail

.co

m

19

19

Irla

nd

a *

… S

ra.

Mar

ie H

arkn

ess

… 9

7 M

ou

nts

and

el R

oad

, C

ole

rain

e, C

o.

Lo

nd

on

der

ry,

UK

BT

52

IT

A

ma

rieh

ark

nes

s@y

ah

oo.c

o.u

k

El Teósofo

Page 53: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo

19

54

Isra

el ▲

Sr.

Ab

rah

am O

ron

PO

Bo

x 9

114

, R

amat

-Gan

, Is

rael

52

19

00

2

… O

r orn

et@

theo

sop

hia

.co.i

l

19

02

Ital

ia

… S

r. A

nto

nio

Gir

ard

i …

Via

le Q

uin

tin

o S

ella

, 8

3/E

, 361

00 V

icen

za

...

Riv

ista

Ita

lian

a d

i T

eoso

fia

st

i@te

oso

fica.o

rg

19

97

Co

sta

de

Mar

fil

*

… S

r. P

ierr

e-M

aglo

ire

Ko

uah

oh

… Y

opo

ugon

, 2

3 R

ue

Pri

nce

sse

B. P

. 3

92

4,

Ab

idja

n 2

3

… S

oph

ia

pm

_k

ou

ah

oh

@h

otm

ail

.co

m

19

19

Méx

ico

Sra

. L

isse

tte

Arr

oyo

Jim

énez

Ign

acio

Mar

isca

l 1

26

, C

ol.

Tab

acal

era

Mex

ican

a, M

exic

o,

D.F

. 0

60

30

se

de@

soci

ed

ad

teoso

fica

.mx

info

@so

cied

ad

teoso

fica.m

x

18

97

Ho

lan

da

… S

ra.

Els

Rij

nek

er

… T

ols

raat

15

4, 10

74

VM

Am

ster

dam

Th

eoso

fia

info

@th

eoso

fie.

nl

18

96

Nu

eva

Zel

and

a …

Sr.

Joh

n V

ors

term

ans

… 1

8, B

elved

ere

Str

eet,

Ep

som

, A

uck

lan

d

10

22

… T

heo

So

ph

ia

np

@th

eoso

ph

y.o

rg.n

z

19

13

No

rueg

a *

… D

r S

aleh

No

shie

N-6

87

3-M

arif

jora

sale

h.n

osh

ie@

bed

rift

shel

se1

.no

19

35

Orl

and

o ▲

Sr.

Car

l M

etzg

er

… 1

60

6 N

ew Y

ork

Av

e. O

rlan

do

, F

lori

da,

32

80

3-1

83

8,

US

A

T

heoso

ph

ical

Soci

ety

CF

@g

mail

.co

m

19

48

Pak

ista

n †

..

.

… J

amsh

ed M

emo

rial

Hal

l, M

. A

. Ji

nn

ah

Ro

ad, o

pp

. R

adio

Pak

ista

n, K

arac

hi

… T

he

Ka

rach

i T

heo

soph

ist

bh

ag

wan

bh

arva

ni@

hotm

ail

.co

m

19

24

Per

ú †

Sr.

Juli

o P

om

ar C

ald

eró

n

… A

v R

epú

bli

ca d

e P

ort

ugal

15

2, B

reñ

a, L

ima

5

… B

úsq

ued

a

sed

e-

cen

tral@

soci

ed

ad

teo

sofi

caen

peru

.pe

19

33

Fil

ipin

as

… S

r. R

ose

l D

oval

-San

tos

… C

orn

er P

. F

lore

nti

no

and

Ib

a S

tree

ts,

Qu

ezo

n C

ity,

Man

ila

… T

he

Ph

ilip

pin

e T

heo

sop

his

t p

hil

theos@

gm

ail

.co

m

19

21

Po

rtu

gal

Sr.

Car

los

Gu

erra

Ru

a P

asso

s M

ano

el n

o. 2

0 c

ave

11

50

- 2

60

Lis

bo

a

… O

siri

s ca

rlo

s.a.g

.gu

erra

@g

ma

il.c

om

19

25

Pu

erto

Ric

o †

Sra

. M

agal

y P

ola

nco

Ap

arta

do

36

-176

6 C

orr

eo G

ener

al.

San

Juan

, P

uer

to R

ico

009

36

-17

66

… H

era

ldo

Teo

sófi

co

pola

nco

mag

aly

@y

ah

oo.c

om

20

12

Qat

ar ▲

Sr.

Do

m E

sco

bid

o

...

Tey

seer

sec

uri

ty s

ervic

es D

oh

a, Q

atar

qata

rb

lavats

ky

lod

ge@

ya

ho

o.c

om

20

13

Ru

sia

… S

r. P

avel

Mal

akh

ov

… M

olo

dyo

zhn

y p

r.,

10

-22

1,

65

00

70,

Kem

ero

vo

, R

uss

ia

p

r@ts

-ru

ssia

.org

19

10

Esc

oci

a *

… S

r. G

ary K

idgel

l …

28

Gre

at K

ing S

tree

t, E

din

bu

rgh

, E

H3

6Q

H

… C

ircl

es

gary

kid

gel

l@h

otm

ail

.co

m

19

92

Esl

oven

ia *

Sra

. B

red

a Z

agar

Ku

nav

erje

va

1 S

LO

-10

00 L

jub

ljan

a …

Teo

zofs

ka M

isel

za

garb

red

a@

gm

ail

.co

m

19

21

Esp

aña

… S

ra.

An

gel

s T

orr

a B

uro

n

… A

v.

V a

ll d

’or,

85

-87

, 0

81

97

– V

alld

ore

ix

(Esp

aña)

p

resi

den

cia@

soci

edad

teoso

fica.e

s

19

26

Sri

Lan

ka

… S

r. M

. B

. D

assa

nay

ake

… 2

-C/6

0, M

ath

theg

od

a H

ou

sin

g S

chem

e,

Mat

hth

egod

a

… T

he

Sri

La

nka

Th

eoso

ph

ist

mb

da

ssa@

gm

ail

.co

m

18

95

Su

ecia

Sr.

Per

tti

Sp

ets

… H

enri

ksd

alsr

ingen

23

, S

E -

131

32

Nac

ka

… T

idlö

s V

isd

om

te

oso

fisk

a.s

am

fun

det

.ad

yar@

teli

a.c

om

19

10

Su

iza

… S

ra.

Eli

ane

Gai

llar

d

… 1

7 C

hem

in d

e la

te, C

H -

128

2 D

ard

agn

y,

Gen

ève

… T

he

Lo

tus

egail

lard

@b

luew

in.c

h

1997

To

go

*

… S

r. K

ou

ma

Dak

ey

… S

.O.,

A.R

.T.T

.,

BP

76

, A

det

a

20

13

Ucr

ania

*

… S

ra.

Svit

lan

a G

avry

len

ko

Off

ice

3,

7-A

Zh

yli

ansk

a S

t., K

iev 0

10

33

Svi

toch

org

@th

eoso

ph

y.i

n.u

a

18

86

US

A

… S

r. T

im B

oyd

PO

Bo

x 2

70,

Wh

eato

n, IL

6018

7-0

27

0

… T

he

Qu

est

ad

min

@th

eoso

ph

ical.

org

19

25

Uru

gu

ay *

Sr.

Ram

on

Gar

cia

… J

avie

r B

arri

os

Am

orí

n 1

085

, C

asil

la d

e

Co

rreo

s 15

53

, M

on

tevid

eo

st

.uru

gu

ay

@g

mail

.co

m

19

22

Gal

es *

Sra

. Ju

lie

Cu

nn

ingh

am

… B

ryn

Ad

da,

Bry

nsi

ency

n,

Lla

nfa

irp

wll

,

An

gle

sey,

LL

61

6N

X U

K

...

theo

sop

hyw

ale

s@y

ah

oo.c

o.u

k

Dato

s d

el d

ía d

e fo

rm

aci

ón

* A

soci

aci

ón

Reg

iona

l †

Ag

enci

a P

resi

den

cia

l ▲

Ra

ma

(L

og

ia)

ag

reg

ad

a a

Adya

r

Co

nse

jo d

e la

Fed

erac

ión

Eu

rop

ea d

e S

ecci

on

es N

acio

nal

es:

Pre

siden

te:

Srt

a. M

iss

Trâ

n-T

hi-

Kim

-Diê

u,

67

Ru

e d

es P

om

mie

rs,

F-4

50

00

Orl

ean

s, F

ran

cia.

Em

ail:

tra

nkim

die

u@

msn

.co

m

Fed

erac

ión

Teo

sófi

ca I

nte

r-A

mer

ican

a: P

resi

den

te:

Sra

. L

igia

B.

Mo

nti

el L

., C

alle

38,

Av.

12

y 1

4,

casa

12

76,

sab

ana

sure

ste,

San

Jo

sé,

Co

sta

Ric

a. E

mai

l: i

nfo

@te

oso

fica

inte

ram

eric

ana.

org

Fed

erac

ión

Teo

sófi

ca I

nd

o-P

acíf

ica:

Pre

sid

ente

: S

r. J

ohn

V o

rste

rman

s, 6

0B

Rir

o S

tree

t, P

oin

t C

hev

alie

r ,

Au

ckla

nd

10

22

, N

ew Z

eala

nd

. E

mai

l:

joh

n@

theo

sop

hy .

org

.nz

Fed

erac

ión

Teo

sófi

ca P

an-A

fric

ana:

Pre

sid

ente

: S

r. J

ack H

artm

ann

, 9

Ro

nea

n, 38

Pri

nce

ss A

ven

ue,

Win

dso

r E

219

4,

So

uth

Afr

ica.

Em

ail:

h

artm

ann

.jac

k.c

.@g

mai

l.co

m

El Teósofo

Page 54: EL TEÓSOFO pdf/DICIEMBRE 2016.pdf · 4 El Teósofo VOL. 138.3 La Puerta Abierta mis años de participación en la So-ciedad Teosófi ca (ST) he asistido a sesiones de todo tipo