16
El Telégrafo Españo l REVISTA DE COMUNICACIONE S SE PUBLICA TRES VECES AL ME S ANO II . —NUMERO 2 1 3, (podaca, 3 . DIRECTO R DON CL000MIRO MARTÍNEZ ALDAMA OFICINA S 3, Apodaca, 3. Madrid 3f de Julio de i892 . Las nuevas plantillas—El Cuerpo de Telégrafos en el Parlamento : Se - nado . —El estado de la red—La paralización en las escalas—El Ca - sino Telegráfico.—Bihlingrafia .--- Cabos sueltos .— Movimiento del per zonal durante la última decena . Las nuevas plantilla s La Gaceta de hoy publica el Real decreto siguiente : MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓ N EXPOSICIÓ N SEÑORA : Es deber y también espontáneo propósit o del Ministro que suscribe perseverar en la atención pr e ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal de Telégrafos, así en el senido de la equitativa pro- tección y el necesario estímulo otorgado á los funciona- rios que los constituyen, como en lo concerniente á lo s interesantes servicios que desempeñan . Difíciles son par a el caso las circunstancias presentes, ya que el mandat o de la ley exige el concurso de todos los rgauismos de l Estado para el alivio de las necesidades del presupuest o por la reducción inmediata, que en algunos no excluyo l a gradual y sucesiva de los gastos públicos , No alcanza felizmente á los servicios de Correos y Te- légrafos esta última forma de reducción, que podría re- sultar opuesta á su índole progresiva, pues aparte de qu e el presupuesto total del Ministerio de la Gobernació n ofrece en los créditos de personal la baja de un 13'70 po r 100 con relación al importe de los que figuraban en el d e 1890 á 91, el propio Cuerpo de Comunicaciones ha redu- cido ya sus plantillas á la cantidad de 8 .161 .552 pesetas, que con relación á la de 10 .006 .424 pesetas 60 céntimo s votada por las Cortes para el ejercicio de 1800 á 91, pre- senta una baja de 18'43 por 100 . Es verdad que algún servicio de importancia, como e l de peatones y carteros, ha pasado de personal á materia l en el presupuesto vigente, por virtud del voto de las Cox a s, en armonía con anteriores dsposiciones administra- tivas, cuyo cumplimiento prepara el Ministro que suscri- be ; pero esa nueva estructura del presupuesto era bie n conocida del legislador cuando dicté ej art . 80 de la le y de Presupuestos, y aun sirvió de base á su texto, que exi- ge expresamente en las plantillas de todas las dependen- cias civiles una economía que no baje del 10 por 100 d e la totalidad de los créditos concedidos en el presupuest o de 1890 á 01, admitiendo como de personal cuantos figu- ran con este carácter en las relaciones de aquel presu- puesto, y comparando, para el efecto de liquidar la reduc - ción, plantillas con plantillas, en la forma en que la s aprobaron las Cortes . Así lograron éstas, en su sabiduría, concertar la realización de aquel importante alivio de lo s gastos públicos con la subsistencia de servicios indispen- sables y reproductivos como los de Corr&s y Telégrafos , á los cua'€s no hubiera sido posible, después de las eco- nomías ya en elles introducidas, aplicarles íntegra y espe- ciamente la del 10 por 100, sin desorganizarlos, con grav e daño de los intereses públicos . Otra razón decisiva también, fundada en el recto sen- tido y en la previsora forma del art . 30 de la ley de Pre- sopustos, permite al Gobierno de 5 . M . atender en la s plantillas adjuntas á las exigencias orgánicas de los ser - vicios, a propio tiempo que 4 las necesidades imperiosa s del presupuesto . Aquel texto legal reclama la economí a mínima del 10 por 100 sobre la totalidad de los crédito s del personal autorizados para el año 1890 4 01, en la s plantillas de tolas las dependencias civiles, sin distin- guir ni particularizr Secciones ó departamentos, y toda - vía añade que podrá el Gobierno aumentar ó disminuir la parte proporcional de la reforma que corresponde 4 cada uno de los servicios en todo lo que sea necesari o para su mejor organización . Pero aún ha de responder el de Correos y Telégrafo s al requerimiento de las Cortes para minorar desde lueg o los gastos de personal de la Dirección en 23 .350 pesetas, y no puede sustraerse al que á todas las dependencia s del Estado dieta la pública conveniencia, cifrada en lle- var las economías al límite posible. A fin de cumplir uno y otro deber, es forzoso acomo- dar la organización del personal á una plantilla mínima , en la cual el número de empleados se regule por el d e servicios indispensables . Son consecuencia ineludible de tal rs forma la doloros a precisión de declarar la excedencia de muy dignos fun- cionarios que merecidamente ocupan lugar preferente e n las respectivas escalas de Correos y Telégrafos y no l o pueden conservar dentro de la nueva organización que l a ley presupone en el Centro directivo ; el sacrificio, par a la casi totalidad de ellos- temporal, de cierto número d e laboriosos subalternos no comprendidos en la nuev a plantilla y ja prudente reducción de los créditos concedi- dos para indemnizaciones. Queda con esto suficientemente indicado el criterio de l Ministro que suscribe, en orden 4 las enunciadas econo- mías, que apartadas totalmente del material, harto nece- sitado de mejoras y aumento, respetan además en lo po- sible el personal que por modo más directo é inexcusa- ble desempeña el servicio de Comunicaciones, y más dis- tante se encuentra de lés categorías superiores de sus es - calas. La amortización de algunas vacantes, erérgicament e demandadas por la fuerza de las circunstancias y presi- dida por el expresado criterio, completa la important e reducción de 126 .650 pesetas, que sumadas á la de 2335 0 - decretada por las Cortes, ofrece un to r al de 160 .000 pe - setas . Entendiendo el Ministro que suscribe que el lugar y e l momento no consienten otras reformas que las directa .

El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

  • Upload
    ngoque

  • View
    240

  • Download
    2

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

El Telégrafo Españo lREVISTA DE COMUNICACIONES

SE PUBLICA TRES VECES AL ME S

ANO II . —NUMERO 213, (podaca, 3.

DIRECTO R

DON CL000MIRO MARTÍNEZ ALDAMAOFICINA S

3, Apodaca, 3.

Madrid 3f de Julio de i892 .

Las nuevas plantillas—El Cuerpo de Telégrafos en el Parlamento : Se -nado. —El estado de la red—La paralización en las escalas—El Ca -sino Telegráfico.—Bihlingrafia .--- Cabos sueltos.— Movimiento del perzonal durante la última decena .

Las nuevas plantillasLa Gaceta de hoy publica el Real decreto siguiente :

MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓ N

EXPOSICIÓ N

SEÑORA : Es deber y también espontáneo propósit odel Ministro que suscribe perseverar en la atención preferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo syal de Telégrafos, así en el senido de la equitativa pro-tección y el necesario estímulo otorgado á los funciona-rios que los constituyen, como en lo concerniente á lo sinteresantes servicios que desempeñan . Difíciles son par ael caso las circunstancias presentes, ya que el mandatode la ley exige el concurso de todos los rgauismos delEstado para el alivio de las necesidades del presupuestopor la reducción inmediata, que en algunos no excluyo l agradual y sucesiva de los gastos públicos ,

No alcanza felizmente á los servicios de Correos y Te-légrafos esta última forma de reducción, que podría re-sultar opuesta á su índole progresiva, pues aparte de qu eel presupuesto total del Ministerio de la Gobernació nofrece en los créditos de personal la baja de un 13'70 po r100 con relación al importe de los que figuraban en el de1890 á 91, el propio Cuerpo de Comunicaciones ha redu-cido ya sus plantillas á la cantidad de 8 .161 .552 pesetas,que con relación á la de 10 .006 .424 pesetas 60 céntimo svotada por las Cortes para el ejercicio de 1800 á 91, pre-senta una baja de 18'43 por 100 .

Es verdad que algún servicio de importancia, como e lde peatones y carteros, ha pasado de personal á materia len el presupuesto vigente, por virtud del voto de las Cox a

s, en armonía con anteriores dsposiciones administra-tivas, cuyo cumplimiento prepara el Ministro que suscri-be ; pero esa nueva estructura del presupuesto era bie nconocida del legislador cuando dicté ej art . 80 de la le yde Presupuestos, y aun sirvió de base á su texto, que exi-ge expresamente en las plantillas de todas las dependen-cias civiles una economía que no baje del 10 por 100 d ela totalidad de los créditos concedidos en el presupuest ode 1890 á 01, admitiendo como de personal cuantos figu-ran con este carácter en las relaciones de aquel presu-puesto, y comparando, para el efecto de liquidar la reduc-

ción, plantillas con plantillas, en la forma en que lasaprobaron las Cortes . Así lograron éstas, en su sabiduría,concertar la realización de aquel importante alivio de lo sgastos públicos con la subsistencia de servicios indispen-sables y reproductivos como los de Corr&s y Telégrafos ,á los cua'€s no hubiera sido posible, después de las eco-nomías ya en elles introducidas, aplicarles íntegra y espe-ciamente la del 10 por 100, sin desorganizarlos, con grav edaño de los intereses públicos.

Otra razón decisiva también, fundada en el recto sen-tido y en la previsora forma del art . 30 de la ley de Pre-sopustos, permite al Gobierno de 5 . M. atender en la splantillas adjuntas á las exigencias orgánicas de los ser -vicios, a propio tiempo que 4 las necesidades imperiosa sdel presupuesto . Aquel texto legal reclama la economí amínima del 10 por 100 sobre la totalidad de los crédito sdel personal autorizados para el año 1890 4 01, en lasplantillas de tolas las dependencias civiles, sin distin-guir ni particularizr Secciones ó departamentos, y toda-vía añade que podrá el Gobierno aumentar ó disminuirla parte proporcional de la reforma que corresponde 4cada uno de los servicios en todo lo que sea necesariopara su mejor organización .

Pero aún ha de responder el de Correos y Telégrafo sal requerimiento de las Cortes para minorar desde lueg olos gastos de personal de la Dirección en 23.350 pesetas,y no puede sustraerse al que á todas las dependencia sdel Estado dieta la pública conveniencia, cifrada en lle-var las economías al límite posible.

A fin de cumplir uno y otro deber, es forzoso acomo-dar la organización del personal á una plantilla mínima,en la cual el número de empleados se regule por el d eservicios indispensables.

Son consecuencia ineludible de tal rs forma la doloros aprecisión de declarar la excedencia de muy dignos fun-cionarios que merecidamente ocupan lugar preferente enlas respectivas escalas de Correos y Telégrafos y no l opueden conservar dentro de la nueva organización que l aley presupone en el Centro directivo; el sacrificio, par ala casi totalidad de ellos- temporal, de cierto número d elaboriosos subalternos no comprendidos en la nuev aplantilla y ja prudente reducción de los créditos concedi-dos para indemnizaciones.

Queda con esto suficientemente indicado el criterio de lMinistro que suscribe, en orden 4 las enunciadas econo-mías, que apartadas totalmente del material, harto nece-sitado de mejoras y aumento, respetan además en lo po-sible el personal que por modo más directo é inexcusa-ble desempeña el servicio de Comunicaciones, y más dis-tante se encuentra de lés categorías superiores de sus es -calas.

La amortización de algunas vacantes, erérgicament edemandadas por la fuerza de las circunstancias y presi-dida por el expresado criterio, completa la important ereducción de 126.650 pesetas, que sumadas á la de 23350

- decretada por las Cortes, ofrece un to r al de 160.000 pe -setas .

Entendiendo el Ministro que suscribe que el lugar y e lmomento no consienten otras reformas que las directa .

Page 2: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

EL TELEG1AFO ESPANOL

mente enlazadas con el objeto de la ley de presupuestos ,bien distintas de las puramente orgánicas ó de régime ninterior de los servicios de Correos y Telégrafos, ha pro -curado, sin embargo, aprovechar la ocasión ofrecida po rel citado art . 30 y por las apuntadas innovaciones de ca-rácter económico para plantear algunas otras, no co nsentido transcendental y sistemático, sino con el modestopropósito de combinar la rapidez y el acierto allí dond elas dificultades administrativas y técnicas piden aptitu-des acomodadas á su índole, y con el de facilitar por e lmedio menos dispendioso la conservación del material yel mejor servicio .

Corresp nde al primero de estos intentos la divisiónde estos trabajos en la Dirección general, según respecti-vamente se relacionan con el servicio de Correos y co nel de Telégrafos, y únicamente no observada en las sec-ciones de Contabilidad y Estadística locales, donde l aunión de los servicios en la Administración provin-cial, impide por la índole de los asuntos que aquella scomprenden, la separación de los correspondientes Ne-gociados .

Para realizar la segunda de las expuestas aspiraciones ,se acuerda el pase á provincias de los funcionarios e nella reclamados por razón de su categoría ó por la in -completa dotación de algunos centros y estaciones, s ecrea una plaza de Jefe de Administración de cuarta cla-se, á fin de dejar cubierto de los de Centro, y otras d eAuxiliar mecánico y de carpintero, con destino, res-pectivamente, al taller y al almacén da la Dirección ge-neral.

De importancia para el servicio telegráfico es sin dudaremediar el estado de nuestras líneas . El Ministro quesuscribe se dedica con perseverancia al estudio y plan-teamiento de las nuevas instalaciones que consiente e lpresupuesto ; pero más fácil y práctico que tarea tan cos-tosa, aunque de menos lucida apariencia, es la labor dia-ria de la reparación menuda y el entretenimiento en de -talle, imposible para el 1 spector de distrito por la mis-ma amplitud de su demarcación, muy difícil para el Jefede Centro, solicitado siempre por otras urgencias, supe-rior frecuentemente á las condiciones del personal devigilancia é imposible de ser atendida con asiduidad po rcomisionados especiales que, aun poniendo en acción suinteligente celo, no alcanzarán á evitar los achaques detoda gestión irregular é intemitente .

No ea nueva en el servicio de Telégrafos la clase d eJefes de reparaciones, tomados de las categorías de la es -cala en que se agrupan los funcionarios de edad apropia-da para las fatigas de la inspección, y de sueldo bas ant emodesto para que estimen como premio y estímulo un aretribución módica y fija . El importe de ésta y el núme-ro de aquéllos han sido esmeradamente calculados den-tro de los límites de la posibilidad del servicio eficaz ydel presupuesto, cuidando de no consumir el crédito dis-ponible para comisiones especiales en casos verdadera -mente extraordinarios . Instrucciones concretas, que e nbreve pasarán al nuevo reglamento, determinarán la sfunciones de tales empleados, que habrán de residir enel punto que se les señale, sometidos inmediatamente álos Jefes de los Centros respectivos.

El Real decreto orgánico de la clase de Auxiliares per-manentes publicado en 18 de Diciembre de 1890, reser-vó á la Dirección general la designación de las estacione slimitadas donde habían de prestar el servicio de su car-go, y la clasificación de aquéllas en tres categorías . La splantillas de 13 de Octubre de 1891, aprobadas por Rea ldecreto de 20 del propio mes y año, determinaron el nú-mero de cada clase de dichas es'aciones, y reservaron áOficiales y Aspirantes del Cuerpo de Telégrafos las limi-tadas que por esta circunstancia y su más laborioso ser -vicio son conocidas con el nombre de facultativas . Losdatos reunidos en la Dirección general elevan á dich acondición un numero de estaciones limitadas de primeraclase, o menor de 34, en las cuales, por lo mismo, pro -cede que los Auxiliates permanentes sean sustituido spor Oficiales y Aspirantes, reconociéndose la preferenciade aquél os para ser destinados á las estaciones limitada sde primera c'ase, sucesivamente vacantes ó de nueva

creación, alcanzándose con esta reforma una baja en lo sgastos de 42 500 pesetas.

Tal es, Señora, la explicación sucinta de las economía spropuestas en los Cuerpos de Correos y Telégrafs y delas modificaciones que se introducen en sus plantillas ;las primeras limitadas por la estricta posibilidad del ser -vicio, y ¡as segundas regidas por el criterio inflexible d esujetar el número y catego-ría de los funcionarios á la sexigencias de los cargos, y el detalle y total de éstos á la snecesidades que verdadera é inexcusablemente satis-facen.

Por todo lo expuesto, el Ministro que suscribe tiene e lhonor de someter á la aprobación de V . M. el adjunt oproyecto de decreto .

Madrid, 28 de Julio de 1892 .- SEÑORA.—A L. R. P .de V. M.—El Ministro de la Gobernación, RaimundoFernández Villaverde .

REAL DECRETO

A propuesta del Ministro de la Gobernación ; de acuer-do con el Consejo de Ministros, y usando de la autoriza-ción concedida al Gobierno por el art . 30 de la ley dePresupuestos para el ejercicio corriente ;

En nombre de mi augusto hijo el Rey D . Alfonso XIII ,y como Reina Regente del reino,

Vengo en decretar lo siguiente :Artículo 1

Se aprueban las adjuntas plantillas de lpersonal de Correos y Telégrafos .

Art . 2 .0 En consecuencia de lo dispuesto por el artí-culo anterior, quedan suprimidas las siguientes plazas :

Una de Jefe de Administración de primera clase d eTelégrafos, Subdirector.

Una de Jefe de Administración de primera clase d eCorreos, Subdirrctor .

Una de J :fe de Administración de segunda clase deTelégrafos .

Cuatro de Jefes de Administración de tercera clase d eTelégrafos .

Una de Jefe de Negociado de primera clase de Telé-grafos .

Una de Jefe de Negociado de segunda clase de Telé-grafos .

Una de Jefe de Negociado de tercera clase de Correos.Una de Jefe de Negociado de tercera clase de Telé-

grafos .Seis de Aspirantes de primera clase de Correos .Treinta y cuatro de Auxiliares permanente de primer a

clase.Una de Escribiente.Una de Goardaalmacén.Una de Oficial me ánico de primera clase.Pos de ebanistas de segunda clase .Una de tercera de taller .Y dos de celadores .Creándose las siguientes :Una de Jefe de Administración de cuarta clase de Te-

légrafos .Una de carpintero del almacén .Y una de Auxiliar de máquinas del taller.Art. 3 .° El Ministro de la Gobernación detallará en

plantillas especiales el personal asignado á cada una delas oficinas de Correos y Telégrafos .

Art. 4 .° Los créditos para gastos de personal de Co-rreos y Telégrafos, durante el año económico de 1892-91 ,quedan fijados definitivamente en esta forma :

Sección 6a, cap . 14, artículo único, Personal de la Di-rección general, 478 .850 pesetas .

Capítulo 15, artículo único, Personal de la Administra-ción provincial, 6.866 .050 pesetas.

Capítulo 16, artículo único, Indemnizaciones, 690.00 2pesetas .

Art. 5 .° El crédito concedido en el cap . 16 de la Sec-ción 6 . a de ((Obligaciones de los depaitamentos ministe-riales» para indemnizaciones al personal de Correos yTelégrafos y gratificaciones de residencia y servicio, sedistribuitá por conceptos en la forma que expresa el ad -junto estado .

Art . 6 .° Quedan derogadas todas las disposiciones quese opongan á las contenidas en este decreto .

Page 3: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

EL TELEGRAFO'ESPÁNOL

339

• Dado en San Sebastián fi treinta de Julio de mil ocho -cientos noventa y dcs.-MARIA CRISTINA .-El Minis-tro de la Gobernación, .Elaimundo Fernández Villaverde .

PLANTILLAS DE CORREOS Y TELÉGRAGOS

Sección sexta.CAPÍTULO 14,-PEisoNAL.

Artículo único .Personal ¿le la Dirección general cíe Correos y Telégrafos .

Créditos .Presupuestos.Por servicios.

Pesetas .Director general de Correos y Telé -

grafos 12 .5003 Jefes de Administración detercera ola -

se de Telégrafos, 4 7 .500 22 .5002 Idem íd. de tercera íd. de Correos, fi

7 .500 15 .00 01 Idem íd . de cuarta íd . de Correos, á

6 .500 6 .50 03 Idem de Negociado de primera íd . d e

Telégrafos, fi 6 .000 18 .0001 Idem íd . de primera de Correos, fi 6 .000. 6 .0004 Idees íd. de segunda íd . Telégrafos, fi

5 .000 20 .0004 Idem íd . de segunda íd . de Correos, 4

5.000 20 .0003 Idem íd . de tercera íd . de Telégrafs ,

fi 4 .000 12 .0003 Ideen íd . de tercera íd. de Correos, á

4 .000 12 .0007 Oficiales de primera íd . de Telégrafos,

fi 3 .500 24 .5007 Idem de primeraíd . deCorreos, á 3 .500 . 24 .5009 Idem de segunda íd . de Telégrafos, fi

3 .000 27 .0007 Idem de segunda íd . de Correos, 4

3 .000 21 .00010 Idem de tercera íd . de Telégrafos, fi

2 .500 25 .0005 Idem de tercera íd . de Correos , á 12 .5004 Idem de cuarta íd . de Correos , á 2 .000 . 8 .00 0

14 Diem de quinta íd . de Correos, á 1 .500 . 21 .0002 Auxiliares primeros, 3 .000 6 .0005 Auxiliares segundos, fi 2 .500 12 .500

13 Idem terceros, fi. 2 .00 1 26 .0005 Escribientes primeros, 4 1 .500 7 .5004 Idem segundos, fi 1 .250 5 .0002 Ayudantes de estampación, á 1 .500 . . - 3 .00 06 Aspirantes de primera clase de Telé -

grafos, á 1 .250 7 .5008 Idem de primera íd . de Correos, fi

1 .250 10 .0004 Idem de segunda fi . de Telégrafos, fi

1 .000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 .00010 Idem de segunda íd. de Correos, fi

1 .000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 .0001 Oficiales mecánicos del taller, fi 2 000 . 14 .0006 Idem íd . íd ., 6. 1 .500 9 .00 01 Ideal íd. íd., fi 1 .250 1 .25 01 Ebanista primero del taller, fi 2 .000 2 00 01 Idem segundo íd ., 6. 1 .250 1 .2501 Carpintero del almacén, 6. 1 .000 1 .0001 Auxiliar de máquinas, fi 1 .000 1 .0001 Portero mayor, 6. 2500 2 .5003 Porteros primeros, 6. 2 000 6 .0004 Idem segundos, fi 1 .500 6 .00 0

14 Idem terceros, 6. 1 .250 17 .50 03 Conserjes, 6. 1 .000 3 .000

16 Ordenanzas de primera clase, 6. 850 13 .6001 iduardaalmacén, 6. 1 .250 L250

TOTAL 478 .850

Créditos .Presupuestos.Por servicios .

Pesetas .CAPÍTULO 15

Artículo único .Personal de la Administración provincial.

14 Jefes do Administración de cuartaclase de Telégrafos, 6. 6.500

91 .00016 Idem de Negociado de primera íde m

de Telégrafos, fi 6 .000 96 .0005 Idem de íd . de primera íd . de Co -

rreos, fi 6 .000 30 .00030 Idem de íd. de segunda íd . de Telé -

grafos, fi 5 .000 150 .0007 Idem de íd . de segunda íd . de Co-

rreos, fi 5.000 35 .00038 idem de íd . de tercera íd . de Telégra-

fos, 6.4 .000 152 .00 014 Ideen de íd . de tercera íd. de Correos,

6.4000 56 .00063 Oficiales de primera íd . de Telégrafos,

6.3.500 220 .50 029 Idem de primera de Correos, á 3 500

101 .50071 Idem de segunda íd . de Telégrafos, fi

3 .000 213 .00044 Diem do segunda de Correos, 6. 3 .000

132 .000176 Ideal de tercera íd . de Telégrafos, fi

2 .500 440 .00065 Idem de tercera de Correos, 6. 2 .500

162 500479 Idem de cuarta íd. de Telégrafos, á

2 .000 958 .00094 Idem de cuarta íd . de Correos, fi 2 .000

188 .000351 Idem de quinta íd . de Telégrafos, fi

1 .500 526 .500125 Idem de quinta íd . de Correos, á 1 .500

187 .50089 Aspirantes de primera íd. de Telégra -

fos, 6. 1 .250 111 .250226 Idem de primera íd . de Correos, á

1 .250 282 .50 0237 Idem de segunda íd . de Telégrafos, fi

1 .000 237 00 091 Idem de segunda íd . de Correos, á

1 .000 91 .00040 Ilem de tercera íd . de Correos, 6. 750 30 .00 025 Auxiliares permanentes de primer a

íd ., fi 1 .250199 Idem íd . de segunda íd ., fi 1 .000359 Ideal íd . de te cera íd ., fi 750

2 Porteros mayores, 6. 2 .0001 Idem primero, 5. 1 .500

55 Conserjes, fi 1 00044 Ordenanzas de primera clase, fi 850

304 Idead de segunda íd ., 6. 725309 Idem de tercera íd ., fi 650160 Repartidores, 6. 365130 Capataces, 6. 1 .000769 Ce l adores, fi 750

Para carteros ruralesJornales fi los auxiliares temporeros

TOTAL 6 .866 .050Madrid 28 de Julio de 1892.- 'jTillaverde.

Estado de distribución pos- conceptos del crédito paraindemnizaciones al personal de Correos y Telé-grafos .

CAPITULO 16 .-INDEMNIZACIONESArtcu10 único.

Créditospresupuesto sPor servicio s

Pesetas .

Indemnizaciones al personal de las estafetasambulantes por los gastos de cada viaje que

31 .250199 .000269 .250

4 .0001 .50 0

55 .00037 .400

220 40 0259 35058 400

130 000584 .250400 .000125 .00 0

Page 4: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

340

EL TELÉGRAFO SESPANOL

Créditospresupuestos

Bor servicio s

Pesetas.verifican á medida que los realizan .

Idem á los Inspectores de estafetas ambu-lantes

Idem por estudios, revistas, comisiones y pre-mios por trabajos especiales ó extraordina-rios y medio sueldo de excedentes 80 .00 0

Idem á los revisores políglotas 12 .500Idem á los Oficiales que paseo á comp l etar su

instrucción al taller 5.000Indemnizaciones á los operarios del taller po r

trabajos ejecutados en horas extraordina-rias 5 .000

Idem al personal facultativo encargado de re-paraciones, remedios de averías, cambios d etrazado y nuevas construcciones é instala-ciones 60 .000

Idem al personal subalterno por las revistas ,reparaciones y trabajos fuera cte su residen -cia 40 .00 0

Diem al personal destinado en Port-Bou yVenta de Baflos por razón de residencia, y álos jefrs de aparatos de la Central por el ser-vicio extraordinario que prestan 28 67 0

Idem por transmisiones al personal de apara-tos, á razón de una peseta por cada cien trans -misiones, y al de servicio por portes de des -pachos, á razón de 5 céntimos por cada uno . 216 .187

Gratificaciones por residencia y servicio al per -sonal destinado en las estaciones de Afma 24.395

Idem á los Torreros de Alborán 1 .25 0

TOTAL 690 .002

Madrid 28 de Julio de 1892 .—VJLLAVxRDE .

EL CUERPO DE TELÉGRAFOS EN El PARLAMENT O

SESIÓN DEL 14 DE JULIO DE 189 2El Sr. Pacheco

Y vamos á la huelga de los telegrafistas .Este punto relativo á la actitud del Cuerpo de Te-

légrafos es el que he de tratar, naturalmente, con ma-yor extensión; y empezaré por ocuparme en las cau-sas de la huelga primera, y de toda esta cuestión ,aunque no voy á entrar á examinar esas causas, ni si -quiera á calificarlas, porque me parece completamen-te inútil para mi propósito este examen .

Es indudable que el Cuerpo de Telégrafos tiene mo-tivos de queja. ¿Es que estas quejas son justas? Pue ssi son justas esas quejas, el Gobierno conservador h ahecho mal en no atenderlas . ¿Es que son injustas ?Entonces hace muy mal en atenderlas, como está dis -puesto á. hacerlo, como toda su conducta revela, y co -mo tengo la evidencia de que el señor Ministro de laGobernación no ha de declarar aquí que no está dis-puesto ti. atenderlas .

De modo que, sean justas ó injustas, la culpa de loocurrido es del partido conservador, y en uno ó e notro caso, representa un error, un fracaso del partid oconservador .

Además, la primera huelga revela la falta de pre-visión y de energía del Gobierno conservador; y estoestá demostrado de una manera tan clara, que m ebastará hacer una ligerísima relación de los hechos ,para que se vea que si el Gobierno conservador hu-biera tenido una previsión elemental, vulgarísima, ydespués una energía mediana, la que se necesita paraque cualquier Gobierno, por desdichado que sea ensus asuntos, haga respetar su autoridad, no hubiera

tomado la huelga las proporciones que ha llegadoalcanzar, ni hubiera tenido las consecuencias qu edesgraciadamente va ti, tener .

A fines de Marzo se constituyó en Madrid una «Jun-ta de defensa de los telegrafistas» . Los empleadospertenecientes al Cuepo de Telégrafos que se encon-traban en Madrid se reunieron y organizaron unaJunta de defensa . Era sabido por qué propósitos y envirtud de que pensamiento so organizaba esa Junt ade defensa.

Todo el inundo comprendió desde luego lo que ibaa suceder ; todos, o por lo menos los que estaban a lrededor del Cuerpo de Telégrafos, lo presumieronmenos el Gobierno de S . M., que no lo comprendió ; eiGobierno de S . M. no lo revió; el Gobierno de S . M .no lo adivinó como debio adivinarlo . Digo esto, por-que si aquel hecho era tan elocuente, si aquel he-cho era tan significativo, ¿cómo no adoptó desde en-tonces las necesarias resoluciones á fin de evitar lossucesos que más tarde resultaron ocurrir, suceso sque han nacido de la constitución de una «Junta d edefensa del Cuerpo de Telégrafos?»

Constituida esa Junta, lo primero que hizo fué diri-gir una circular tiá, todos los telegrafistas (circular qu elleva la fecha del 8 de Abril de 1892), en la cual, átravés de las protestas de respeto á la legalidad, qu enaturalmente había de contener, harto se ve bien ádónde se encaminaban los señores de la Junta de de-fensa del Cuerpo de Telégrafos .

«Amigo y compañero (decían en esa circular) : Atodos los que lo son de Telégrafos en Madrid, debe-mos gratitud profunda por la inmerecida honra dehabernos elegido representantes suyos, tanto par amantener sus legítimos derechos, defendiéndolos s imenoscabados fueran, como para ocuparnos de cuan-tos asuntos puedan afectar á los intereses y al bien -estar del Cuerpo . »

Desde luego me parece bastante grave, sin necesi-dad de otras observaciones, el hecho de que se consti-tuyera esta Junta de defensa ; porque yo entiendo quelos Cuerpos del Estado representodos están por su sjefes; que el Cuerpo de Telégrafos lo está por el seño rMinistro de la Gobernación, y que basta y sobra par ala justa defensa de estos Cuerpos oficiales que aque-llos jefes que, por jerarquía natural, lo son de eso sCuerpos, cuiden de la defensa de esos intereses; ytodo principio contrario á éste, es un principio de ver-dadera indisciplina social ,

La Constitución establece y garantiza á todos lo sciudadanos el derecho que tienen de asociarse par alos fines lícitos ; pero yo creo que es discutible si paraestos fines generales de defensa (que pueden tradu-cirse el día de lucha en otra clase de fines), tienen de-recho á asociarse en Corporaciones especiales aque-llos individuos, aquellos ciudadanos que son emplea -dos del Estado, y con ese solo título se asocian .

No podrá, por razones de orden público, prohibirs euna asociación de esta especie, porque esto equival-dría ti infringir el Código penal y la ley constitucio-nal' pero por medidas puramente administrativas s ipude impedirse esa asociación dentro de los Cuer-pos constituidos y reglamentados por el Estado .

«Verificada hoy la primne'a reunión (continúa lacircular), ha sido su primer acuerdo dar conocimien-to ti nuestros queridos compañeros de provincias d ela constitución de la Junta central, compuesta de lo sfirmantes ; y ti este objeto nos dirigimos ti usted, ro-gándole lo haga ti los jefes de las secciones, y éstos tilos encargados de estaciones donde haya individuo sque figuren en el escalafón,»

Ya ve el señor Ministro de la Gobernación cómo l aorganización iba ti ser perfecta, y cómo son muy ati-nadas ti mí me lo parecen por lo menos) las observa-ciones que yo dirijo al Gobierno, porque de lo que s etrataba era de dar otra organización al Cuerpo de Te-légrafos, y de que el Cuerpo e Telégrafos tuvier ados organizaciones : una, aquella organizacion que l edan las leyes y reglamentos, y otra la organizació nque ellos constituían fuera de las leyes y reglamen -

210 .00 0

7 .000

Page 5: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

EL TELÉGRAFO ESPANOL

341

tos, seguramente encaminada á contrariar la pri-mera .

Y digo seguramente encaminada á contrariar l aprimera, porque puede decirse de esto la frase de lbárbaro califa Ornar 1 respecto á los libros de la Bi-blioteca de Alejandría : «O dicen lo que el Korán, encuyo caso son inútiles, ¿ dicen lo contrario, en cuy ocaso son perjudiciales, y deben quemarse. »

Organización para los Cuerpos que el Estado retri-buye: la que el Estado les dé; porque otra cualquier aes incompatible con esa.

«Una vez realizado (es decir, una vez dada cuentaá todos los individuos del Cuerpo de Telégrafos, si-gue diciendo la circular), nuestra representación ser átanto más potente cuanto más fortalecida sea por losvotos de adhesión del mayor número de compañeros ,que podrán hacer de la representación central la ge-neral del Cuerpo .

»Despojados los que suscriben de todo mérito, sinotro alguno que el cariño que profesamos al Cuerpo ,podemos ofrecer á todos los compañeros una firme yaecidida voluntad, que ejercitaremos constantemente ,tanto en la defensa de nuestros adquiridos derechos ,como en recabar concesiones que constituyan noble saspiraciónes del personal, empleando ante las autori-dades los medios legales de la petición y de la respe-tuosa reclamación, sin abrigar temores de que se provo-que suceso alguno que nos obligue á escalonarla suce-sivamente hasta llegar al poder jerárquico superior . »

Yo creo que no se necesita ser muy receloso par aver la amenaza ya deslizada en estas palabras qu eacabo de leer .

Creo que los señores Senadores la verán y lamen-tarán conmigo el que no haya visto antes el seño rMinistro de la Gobernacion, el que ocupaba antes es epuesto, aunque, después de todo, entiendo que S . S .recogerá esta responsabilidad . (El señor Ministro dela Gobernación : Por completo, y me extraña la dud ade S . S. )

«Hechas estas manifestaciones, con la del propósi-to de inspirar nuestros actos en los principios de un acorrecta legalidad, esperamos de usted y demás com-pañeros de ese Centro nos contesten consignando s uconformidad ó exponiendo sus observaciones . Salu-dándole afectuosamente, son de usted amigos y com-pañeros, etc. »

Y siguen las firmas de la Comisión, cue no hay ne-cesidad de leer, compuesta de diecmoco individuosdel Cuerpo de Telégrafos .

Esta comunicación fué dirigida á los Jefes de Cen-tro, los cuales la circularon á todos sus subordinado sdel mismo centro . De suerte, que esa Junta utilizabaen su beneficio la organización oficial, y la jerarquí aoficial, y las atribuciones que ésta concede á los Jefesdel Cuerpo de Telégrafos . Y no quiero decir si utili-zaría además los medios que el Estado ha puesto ensus manos para las comunicaciones privadas y oficia-les, y de las que esta Junta seguramente se ha servi -do para fraguar el complot contra los intereses de lEstado, que dió por resultado la primera huelga, yque ha estado á punto de producir la segunda .

Midan ahora los señores Senadores de la maneraque estimen oportuno la gravedad de estos hechos yde estas consideraciones .

Esto ocurría, repito, á principios de Abril . El Go-bierno no sé silo supo; el Gobierno no le dió el valo rque tenía, y demostró con esto su falta -de previsió nabsoluta . Llegó el día 22 de Abril, que era un día des-tinado á verificar en Madrid y en provincias banque-tes conmemorativos de la creación del Cuerpo de Te-légrafos . El banquete de Madrid lo presidio el seño rDirector general del ramo, y en ese banquete hubo y ahechos que llamaron la atención de la opinión, peroque, por lo visto, no llamaron la atención del Gobier -no, porque, según El Liberal del día 23 de Abril, qu etengo en la mano, en ese banquete ocurrió lo que vo ya leer á los señores Senadores: «Gran interés, dice ( yprescindo de lo ue es innecesario para el objeto d eesta mterpelacion), gran interés había en los reun»-

dos por manifestar la union y perfecto acuerdo qu eentre los telegrafistas existe, para en caso necesariopoder hacer valer sus derechos . »

¿Qué caso necesario_ puede ser este de que haga va -ler sus derechos un Cuerpo del Estado? Repito miargumento anterior ; esto no es admisible ni lícito enun Cuerpo del Estado ; los Cuerpos del Estado tienenen sus jefes su representación natural, y no es nece-sario que se autoricen ni se permitan, ni puede se rlícito en manera alguna permitir estas coligacione sde los individuos de los Cuerpos del Estado ; porquepara hacer valer sus derechos están los Cuerpos Lo -legisladores, está el Gobierno de S . M. y están la sinstituciones todas que constituyen el Gobierno de lpaís.

«Presidían la Mesa los señores Marqués de Mocha -les, Ochotorena y Zapatero (continúa 1<1 Liberal .) En-tre los reunidos veíanse desde el primero hasta elúltimo empleado de Telégrafos .

»A todos guiaba el mismo propósito, que consistí aen hacer explícitas manifestaciones de la situación en -que hoy se hallan colocados .

»Sin embargo, con muy buen acuerdo, habíase dis-puesto que é, la terminación del banquete no hubier abrindis, con objeto, sin duda, de economizar frases yconceptos que pudieran dar carácter distinto al act oque se proponían realizar los reunidos .

»Al final de la comida dióse lectura á diferentes te-legramas dirigidos en su mayoría á la Junta desig-nada por los individuos del Cuerpo .

»En algunos de estos telegramss se hacían mani-festaciones demasiado explícitas respecto ci la actitud d elos compañeros de provincias . »

En medio de la reserva y de la discreción con queeste periódico da cuenta cia lo sucedido, harto se v eque lo ocurrido tuvo gravedad é importancia . Sin em-bargo, el Gobierno no lo advirtió ; al Gobierno aquelsíntoma no le sirvió de nada, como han demostradolos hechos posteriores .

Y no fué sólo en Madrid; sucedió lo mismo en pro-vincias, porque El Imparcial del día 23 publica untelegrama de Córdoba en que da cuenta del banqueteque los telegrafistas de aquel centro verificaron conel mismo motivo que los de Madrid, y en cuyo tele -grama encuentro yo este párrafo, que es el único qu eme parece digno de ser leído ante la Cámara :

«Ha expresado (el Director del Centro) en su brin-dis, la confianza de que estos servicios no serán olvi-dados en las altas esferas, y que las gestiones de la sdignas personas que constituyen la Junta de defensadel Cuerpo, tendrán un éxito favorable . »

Aquí se nos dice que no hay quejas del Cuerpo d eTelégrafos, que no hay gestiones del Cuerpo de Telé-grafos : el señor Ministro de la Gobernación lo afirma-ba el día anterior . Pues aquí está declarado, aqu íestá terminantemente manifestado en los brindis ;los mismos interesados no vacilan en decirlo y re-petirlo. ¿Es que podemos seguir sosteniendo laficción de que todo lo que ha pasado no ha tenid oimportancia? ¿Es que podemos seguir sosteniendo l aficción de que todas estas son palabras vanas, de qu eel Gobierno nada sabía, de que al Gobierno le ha nsorprendido estos sucesos? Le han sorprendido, si ;pero es porque el Gobierno actual, el Gobierno con-servador es la imprevisión personificada, porque l esorprende todo, porque no le encuentra prevenido ab -solutamente ningún acontecimiento grave, porque n otiene más remedio, en cuanto un acontecimiento deestos se presenta, que venir á las Cámaras a declararque no lo sabía, que le ha sorprendido, que le han en -gañado, y que, en último término, tiene que ceder an-te la previsión de que es víctima. ¡Donosa manera degobernar !

Dejando á un lado ya lo que ocurrió con motivo de lbanquete de 22 de Abril, llegó el 1 de Mayo, y, en es edía, creo que esta Junta de defensa tuvo una conferencia con el señor Ministro de la Gobernación, pr esidida por el señor Ochotorena, conferencia en la cu aexpuso sus quejas, conferencia de la que yo no se mas

Page 6: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

42

EL TELEGRAPO ESPANOL

que esto; pero he visto alguna referencia, no se si en uneriodico o en un discurso pronunciado en otra parte ,e que al formularse estas quejas en el día 1 de Mayo ,

hubo quien advirtió á la Comisión que no era oportu-no aquel momento para quejas de esta especie, lo cua lquiere decir que las quejas se exponían con algú naditamento peligroso .

Tampoco esto bastó para que el Gobierno se entera-ra de que iba á venir un conflicto y éste vino efecti-vamente . ¿Que había de suceder, si después de una yotra advertencia el Gobierno nasa hacía? ¿Por qué n ohizo entonces el Gobierno lo que ha hecho ahora ?¿Por qué no satisfizo entonces á los telegrafistas envez de satisfacerlos ahora? ¿Por qué no tomó entonce sen cuenta sus pretensiones, en vez de tomarlas ahora ?Ya sé que me va á replicar S . S . que ahora no las h atomado en cuenta ; pero esto no responde más que álas necesidades de defensa del Gobierno, porque e lmismo sentido común dice que los telegrafistas no hu -bieran depuesto su actitud si no se les hubiera pro-metido atender á sus exigencias .

Pues yo digo : la más vulgar previsión, ¿no os acon-sejaba haber atendido á esas reclamaciones, antes d eque el conflicto hubiera venido y antes de que la con-cesión, que ahora habéis hecho, la hubieráis otorga -do sin menoscabo del decoro del Gobierno ?

Vino la huelga . (l r. Romero Girón : O la rebe-lión.) O la rebelión, tiene razón el Sr. Romero Girón ;vino la rebelión de los telegrafistas contra las órde-nes de sus superiores, que empezó á las siete de l amañana del 20 de Junio, y, merced á medidas enérgi-cas, adoptadas en el primer momento (formación deexpediente y otros actos de esa especie), parece queá ultima hora del día 20, se reanudaron las comuni-caciones con la mayor parte de las provincias ó co ntodas ellas .

Pero en seguida empieza lo incomprensible, y l oincomprensible fué el sistema que se siguió de decir :«Son ustedes muy nnprudentes . nos van ustedes áhacer un daño enorme, van ustedes á lesionar los in-tereses del país, y esperamos á que sean formales yse convenzan de todo esto . »

¿Es esto gobernar? ¿Es esta la manera de contestará actitudes como esa? Pues qué, cuando un emplead opúblico falta á sus deberes de esa manera, cuando s ecometen verdaderos delitos, ¿se dirige á los que lo sestán cometiendo ese lenguaje? ¿En dónde están losprincipios de gobierno que aconsejan tal conducta ?

Ah, qué á menos y á qué decadencia más espanto-sa ha venido el partido conservador en España, cuan -do entiende que estas son maneras y modos de reali-zar el Gobierno de un país !

Los plazos, las consideraciones, las contemporiza-ciones y las contemplaciones con los que habían adop -tado una actitud de aquel género, produjeron el re-sultado que tienen que producir siempre estas cosas :que fué creciendo la huelga, que fué creciendo el nú-mero de los que se adherían fi ella, que fué siend ocada vez más completa la incomunicación con las pro -vincias, y por último, que llegó el Gobierno á estar ,que por lo visto debía estar en una actitud de com-plete impotencia para reprimir el conflicto por otro smedios que el de entenderse el Sr . Romero Robled ocon los rebeldes .

Comprendo y me explico ; comprende y se explica-rá la Cámara de la misma manera que el señor Mar-qués del Pozo de la Merced, cuya ausencia de esto sbancos en el momento presente yo lamento, se vier aen el caso de abandonar el Ministerio ; sin duda nin-guna, yo no lo dudo ni un momento . El Sr. Elduayenno entiende los principios de gobiermi o de la manera qu elo entienden sus compañeros de Gabinete, de la ma-nera que los entiende el actual señor Ministro de l aGobernación, y en vista de que él sólo era el partida-rio de los procedimientos enérgicos, y en vista de quelos demás querían contemporizaciones y contempla-ciones con el Cuerpo de Telégrafos en la actitud qu ehabía adoptado, hizo perfectamente en dimitir y mar-charse, porque no podía compartir resposabilidades

re no estaban conformes con su manera de obrar ycreer, y con la seriedad y severidad que otras ve -

ces ha tenido el partido conservador .Vinieron esas negociaciones á que antes aludí, y en

esas negociaciones, decía yo en la sesión anterior, sepactó que los telegrafistas volvieran á sus aparatos ácambio de ciertas condiciones . (El señor Ministro d ela Gobernación : No se pacté nada .) ;Ah! Los hecho sdemuestran totalmente lo contrario de lo que S . S . sos -tiene, y voy á demostrarlo de nuevo .

Hay un hecho, uno solo, que demuestra que hub ocondiciones . Habían tratado los telegrafistas diferen-tes veces de ver al Sr . Elduaven y al señor Marqué sde Mochales . Estos señores manifestaron que no es-taban dispuestos á recibir á los telegrafistas hasta queno depusieran su actitud ; esto es exacto . porque lo hadeclarado el señor Marqués de Mochales en el Con-greso ; pues, a pesar de esto, los telegrafistas, ante sde deponer su actitud, se dirigen al Sr . Romero Ro-bledo y celebran con él una conferencia . Si el señorMinistro de Ultramar hubiera tenido el mismo len-guaje que el señor Ministro de la Gobernación y qu eel Director general de Comunicaciones, habría dich olo mismo que ellos, y los telegrafistas tampoco hubie-sen tratado con él .

-Esto es evidente ; esto resulta demostrado por lo s

hechos mismos; además, que iban á pactar condicio-nes, está demostrado por otros hechos, y repetirá miargumento del día anterior .

El hecho de que no se haya impuesto ningún casti-go á los telegrafistas, ¿no es el resultado de un pacto ?¿Por qué ha hecho abandono el Gobierno de sus fa-cultades en este punto? (El señor Vinistro de la Go-bernación : No hay tal abandono .) Pero, ¿se sigue algu-na causa contra los telegrafistas? (- 1 señor Ministr ode la Gobernación: Ya se lo diré á S . S.) No me dirá5 . S . que se sigue ninguna .

Pues entonces, ¿en qué consiste el delito de des -obediencia» Consulte S . S. si no lo recuerda, que s ilo recordará, porque es muy ilustrado y competent een esta materia, consulte los términos textuales delCódigo penal, en lo que se refiere al delito de desobe-diencia.; consúltelo en lo que se refiere al delito d edenegación de auxilio ; consúltelo en lo que se rela-cione con el delito de abandono de funciones publi-cas, y dígame si no están comprendidos en esos tre sartículos del Código penal. de una manera taxativa ycategórica . los actos realizados por los telegrafista sque se declararon en huelga.

Ahora va á resultar que no hay tal delito ; pero yo ,mientras no me convenza S. S . de lo contrario, sosten-drá que en los hechos hay verdaderos delitos, y l odemostrará con el texto á la vista, y sostendré tam-bién que, habiéndose cometido un delito y existiend oese delito, ha debido formarse el oportuno proceso .¿Por qué no se ha formado? Pues porque el Gobiern oha hecho abandono de ese derecho ; porque el Go-bierno no ha cumplido con el deber elemental que te-nía de excitar el celo del Ministerio fiscal para quese persiguieran esos delitos como debieran perse-guirse .

Se ha dicho que esto no era hacedero, porque era mi -posible averiguar nada, porque era imposible averi-guar lo que había ocurrido, porque era imposible de -signar los culpables, los iniciadores, los promovedore sde la huelga . ;Tan triste idea tiene el Gobierno de l oque es la instrucción de los procesos! Pues, segura-mente, si se hubiera formado un proceso sobre est epunto, no hubiese costado gran trabajo á ningún Juezinstructor (por mediano celo que tuviera), llegar á l aaveriguación de los hechos y á la determinación d elos culpables, y ya podría estar muy adelantado es eproceso .

Dícese que no hay delito . Pero, ¿no hay falta admi-nistrativa siquiera? ;Ah Acerca de esto ya nos ha di-cho S. S., en la sesión anterior, que se han formad oexpedientes en averiguación de esas faltas adminis-trativas, y que no se ha averiguado nada. ¿Con quepropósito se habrán formado esos expedientes? ¿Cree

Page 7: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

EL TELEGRAFO ESPANOL

34-3

S. S. que si se hubiesen formado con el propósito d eindagar lo sucedido, no se hubiera averiguado? Pue sseguramente esos expedientes se han formado co npropósito de que no resulte averiguado nada, porque,si no, se hubiese acreditado la existencia de esos de-litos .

Los hechos están á la vista, y todos los conocemos ;yo mismo hace cuarenta y ocho horas, no tenía cono -cimiento ¿le nada de lo que he tenido el honor de ex-poner a los señores Senadores, y en este transcurs ode tiempo he adquirido todas las noticias que acab ode manifestar. (t, l señor Ministro de la Gobernación :Que no son muchas, ni muy concretas .) ¡No han deserlo-!- Es decir, no son muchas, ni muy concreta spara el Gobierno, que no ha querido ver absolutamen-te nada en este caso, y así ha sucedido que el conflic-to ocurrido ha estado á punto de arrollarle . Si estepaís y esta política estuvieran en condiciones de ma-yor normalidad, no lo dude el señor Ministro de l aGobernación, esos hechos son de aquellos que hace ndesaparecer á un Gobierno del banco azul, porque lo spaíses lo pueden tolerar casi todo, menos ver que laautoridad, que el poder, queden abandonados de l amanera que los dejó el Gobierno de S . M.

Por último, respecto á la cuestión del pacto entr elos telegrafistas y el Gobierno, recuerdo que en otr olugar decía el señor Marqués de Mochales, respon-diendo á una especie de intuición, que no esperabaque el Gobierno de S . Ni. coronara esta obra castigan-do á los leales y premiando á los rebeldes Recuerd otambién que entonces el señor Ministro de Ultrama rno quiso contestarle categóricamente . ¿Cómo era posi-ble que le contestara, si precisamente ese ha sido e lcoronamiento de la obra

Aquella frase telegráfica, dicha en son de burla enlos momentos de la huelga «mata á Soler», se ha rea-lizado. Ya mata olí á Soler (Risas), porque le han he-cho salir del puesto de confianza en que estaba, y aho -ra no sé yo si será solo el Sr . Soler, ó si los demás quecon él han sido los únicos adictos á la causa del Go-bierno, correrán el mismo peligro que él ha corrido ;pero casi casi estoy por asegurar que lo correrán, por-que, puesta la dirección del Cuerpo en manos de lo smismos que han dirigido esa organización, y la diri-gen (El señor Ministro de la Gobernación: Eso es com-pletamente inexacto seguramente sucederá lo qu eellos quieran ; que no se satisfarán más que con aque-llo que creen que deben satisfacerse, porque la resis-tencia del Gobierno no ha de poner vallas á su apeti-to . Si no, ¿qué significación tienen esos telegrama sque, según h 1 Heraldo de Madrid ' otros periódicosha recibido, no sé si á centenares ó á docenas, el se-ñor Director general de Correos y Telégrafos, dicien-do que le felicitaban ahora, cuando ha sido destituid oel Sr. Soler, y han sido nombrados otros señores, por-que había venido la solución del conflicto? De maner aque la solución del conflicto era esa : arrojar á los lea -les y premiar á los rebeldes .

Tardaban en cumplir las condiciones pactadas ; pa-saban los días y no se daba satisfacción á los telegra-fistas sometidos ; y viendo ellos esto, y conociendo y ade una manera exacta hasta dónde llega la resistenci adel Gobierno, iniciaron ó anunciaron que iban á ini-ciar la segunda huelga . (El Sr . inistro de la Goberna-ción : Todo eso es leyenda.) Se dice que el pretexto óla razón en que se fundaban para volver á su primer aactitud, eran no sé qué nombramientos de tres auxi-liares permanentes según unos periódicos, de cinc osegún otros y de siete según algunos ; nombramien-tos acerca de los cuales he leído en la prensa versio-nes diferentes .

Respecto de esos nombramientos, tengo tambiénque formular una pregunta al señor Ministro de laGobernación . ¿Es exacto que se han hecho en esto sdías esos nombramientos? ¿Cuántos han sido? ¿Se ha nhecho en condiciones legales? Porque si, como insi-núan algunos periódicos, esos nombramientos no s ehan hecho en condiciones legales, S . S . debe manda rformar un expediente, anulándolos desde luego y cas -

tigando al que ilegalmente los haya hecho ; y si sehan hecho en condiciones legales, ¿es uno de los pac -tos, es una de las condiciones establecidas con los te -legrafistas que se declararon en huelga, que no s ehagan nombramientos de auxiliares permanentes ?(El r. Ministro de la Gobernación: No hay tales pac-tos ; todo eso es novela .) Novela histórica. (El Sr . Mi-nistro de la Gobernación : Novela picaresca, como el1 azarillo de Tormes.) El señor Ministro de la Gober-nación niega que haya habido este segundo conato dehuelga, y es vano intento el de S . 5., porque la opi-nión está perfectamente convencida de la realidad d eeste hecho y de que esta segunda huelga ha termina -do por los mismos motivos y de la misma manera qu eterminó la anterior.

Y aquí empiezan los apuros y las zozobras de laopinión, que recela, y recela con fundamento, que esasegunda huelga no sea la última, y que después d eesa venga algún otro conato, algún otro intento, algu -na otra huelga declarada, y que siempre vivamos así .

Y á popósito de eso, al venir aquí me han dado lanoticia de que continúan las reuniones de esa Junta ,y que esta misma tarde se ha de verificar una á la scinco en el Círculo de la Unión Mercantil (hasta es ose me ha dicho, no sé si será verdad), y que en es areunión está citada y se ha de poner á la orden de ldía, «qué es lo que se debe hacer ahora» .

Enterese S . S ., por si acaso, porque tampoco estab aenterado el Gobierno de otras cosas, y luego ha re-sultado lo que todo el inundo sabe. Y vea S . S . si asíes posible seguir marchando, si así es posible vivir ,y vea á lo que conducen las indisculpables debilida-des del Gobierno; vea á lo que conduce el ceder un o

otro día; á qué conduce que exista una organiza-ción poderosa que no depende del Gobierno ; que esaorganización tenga su jefe, que no esté á las órdene sdel Gobierno, y que esa organización, el día que quie-ra ponerse enfrente del Gobierno, lo haga .

Hoy me parece á mí esto de poca importancia, rela-tivamente, porque aunque todo lo que se refiere á es -te asunto la tiene muy grande, hoy, relativamente ,es menor que puede serlo otro día, porque al fin y a lcabo, si viniera una huelga definitiva, sufrirían gra nquebranto los intereses generales del país, los intere-ses comerciales é industriales, se producirían unaporción de quebrantos en todos estos ordenes; pero, enfin, no sería un conflicto pavoroso el que se susci-taría .

Pero juzgue S . S. que mientras esa organizaciónviva y esa jefatura del Cuerpo de telegrafistas, fue-ra de la esfera oficial, se mantenga ; que mientras esamasonería aliente y obre de la manera que está alen-tando, y obre de la manera que está obrando, esta-mos en peligro constante de que pueda venir un díacomo el de las Carolinas, ó como el día aciago y tristí-simo de la muerte de D . Alfonso XII, ó de verdaderaangustia nacional por cualquier otro motivo, ó u nl .° de Mayo agitado y revuelto ; y si en esas condicio-nes existe al lado del Gobierno, precisamente dueñ ode las comunicaciones telegráficas, una asociaciónque no es del Gobierno mismo, ¿puede S . 5 ., puede elGobierno responder de lo que sucederá? (Muy bien ,muy bien, en las minorías)

Creo que no, y sería imprevisor el Gobierno, y ade-más de imprevisor, imprudente, si no atiende ahora,como debe atender, á remediar esa necesidad .

Yo no pido aquí la cesantía de nadie ; yo no pidoque se arroje del Cuerpo á 3 .000 padres de familia,como se ha dicho que pedían los que combatían estascosas . No ; lo único que pido son garantías para el Es -tado2 para el Gobierno y para la paz pública .

Mientras continúe el Cuerpo de Telégrafos en la scondiciones en que está y se ha puesto por su propi avoluntad y debilidad del Gobierno, esas garantias pa-ra el Gobierno, esas garantías para el Estado y la pazpública, no existirán ; y S. S. no puede afirmar quetiene en sus manos aquellos resortes importantes pa-ra mantenerla y defender todos los intereses sociales .

Pensaba, antes de comenzar mi mnterpelamión, dedi-

Page 8: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

344

EL TELEG-IRAFO ESPANOL

car un atento y largo examen al famoso motín de lasverduleras y á otras cuestiones municipales ; pero mehe extendido tanto en la primera parte de mi discur-so, que no quiero molestar mucho más la atención d ela Camara, y por eso inc voy á limitar á muy ligera sobservaciones sobre este asunto ; asunto que dejo ín-tegro, o casi íntegro, á mi amigo el señor Marqués d ePerijaa, que, según me ha anunciado, tiene el propó-sito de consumir el segundo turno en esta interpela-ción, y al señor Conde de Xiquena, á quien oí hac epocos días decir que tenía el propósito de hacer unexamen detenido de estas cuestiones, exhibiendo acer-ca de ellas documentos verdaderamente curiosos queposeía, y que contradicen las afirmaciones que acerc acte esos hechos han proferido en esta y en la otra Cá-mara los señores Ministros . Reservando, pues, paraestos dignísimos compañeros nuestros la mayor partede lo que puede decirse acerca de este asunto, yo mevoyá limitar á decir dos palabras sobre esa cuestión .

Diré, pues, que ese conflicto lo ha producido la po-lítica de convencionalismo y ficciones . y le ha dadosolución la política de debilidad, que son, en conjun-to, toda la política conservadora, porque yo llamomuy seriamente la atención de los señores Senadoresy del Gobierno acerca de esto . Es indispensable va-riar de rumbo; los convencionalismos no sirven par anada; las formas están en completo descrédito ; haynecesidad de atender al fondo y esencia de las cosas ;y cuando se hacen elecciones municipales como la selecciones municipales que se acostumbran é. haceren nuestro país (y como ciertamente yo no esperoque se modifiquen en mucho tiempo) ; cuando se ad -ministra en los Municipios como se administra ennuestro país ; cuando la intervención de los asociado ses una pura fórmula ; cuando se tiene en cuenta laesencia de las leyes para la resolución de los asun-tos ; cuando los señores Concejales, que no son gene-ralmente producto del voto particular, sino product ode un amaño electoral, no s preocupan para nada d elos verdaderos intereses municipales ; cuando los exa-minan de cualquier manera cuando los resuelven sintener en cuenta los intereses de la localidad . . . (ElSr . Bosch y Fustegueras-: Pero así fueron elegidos lo sConcejales fusionistas y republicanos .) Yo no me re-fiero á nadie ; estoy señalando un gravísimo mal, yS. S . hará muy bien, en el puesto que ocupa, en ayu-dar á que este mal se corrija .

Cuando todo esto, decía, sucede ; cuando se sabe qu elos recursos que se interponen contra las resolucio-nes de los Ayuntamientos son fórmulas vanas, si n olos apoya alguna influencia política; cuando se sab eque en todo esto no intervienen más que la influenciay las recomendaciones ; cuando se sabe que la inspec-ción suprema que el Gobierno tiene no sirve par anada; cuando todo esto ocurre, ¿qué han de hacer lo slesionados? Pues lo que hicieron las verduleras que ,después de todo, les ha dado muchísimo más resulta -do que todos los recursos legales, porque les ha dad oel resultado de que no se le cobrara lo que se leshabía empezado á cobrar, y que ahora, porque he pro -curado enterarme, y esto parece que es lo que resul-ta, se les tolera que estén más tiempo y con más hol-gura alrededor de los puestos de lo que estaban antes .

De manera que han ganado muchisuno con lo qu ehan hecho; y, por consiguiente, lo que han hecho e sel único recurso posible á que podían acudir . Así dis-currirán ellas cuando mediten sobre los hechos .

Pero, ¿es que vamos á estar pendientes de este gé-nero de recursos, y que la política de convencionalis-mo y de ficción va á llevarnos hasta ahí? Pues no sdara siempre esos resultados .

Pensaba hablar extensamente de la huelga de lo sbolsistas ; pero tampoco me atrevo, porque no quier omolestar la atención de la Cámara, y me limitaré ádecir que la Real orden del Sr . Concha Castañeda, enla cual se atiende á las pretensiones de los bolsistas ,me parece una amplificación del bando del señor Al-calde-Presidente del Ayuntamiento de Madrid .

De todos estos hechos deduzco yo (y me parece que

las pruebas que he aducido son terminantes é incon-testables) que jamás, desde hace veinte años, ha es-tado tan desamparado el principio de gobierno en Es-paña como ahora, porque para encontrar algo pareci-do a lo que hoy sucede, tenemos que remontarno snada menos que á aquellos tristes días del año 1873 ,y buscar en los fastos de las Constituyentes republi-canas algo análogo á lo que ahora se hace y se dice .

Yo á este propósito he de llamar la atención de lo sseñores Senadores sobre las palabras del señor Pre-sidente del Consejo de Ministros, que voy á repetir, yque, á mi juicio, constituyen la consagración de est apolítica desdichada . Porque decía el señor Presidentedel Consejo de Ministros en la sesión de 7 de Juniode este mismo año, contestando al Sr . Capdepón en elCongreso :

«Pero ¿es que se pretende que el Gobierno, despué sde ponderar tanto el Cuerpo de Telégrafos y sus ser-vicios, no tuviera con él alguna consideración, que n oles diera algún plazo para reflexionar, que no emplea-ra ninguna prudencia, sino que desde luego, sin másque para mostrar una energía, sin peligro persona lpara el Gobierno, empezara por disolver el Cuerp oentero, y se sometiera el país á la dura durísimaprueba, de reorganizar ó crear un Cuerpo nuevo deTelégrafos?»

Por de pronto, esto del peligro personal no lo en -tiendo ni creo que hay necesidad de decirlo . (El seño rMinistro de la Gobernación : En ese case no, pero pue-de haberlo .) i en ningún otro, y, sobre todo, no ha-bía, repito, necesidad de decirlo .

Y añadía más adelante : «Yo estoy enteramente se -guro de que un Gobierno liberal no hubiera dejado deusar, por lo menos, no una debilidad, sino una pru-dencia semejante, reducida á esperar á que se entra-ra en razón; hubiera aguardado a que aquella actitudcesara, y hubiera empleado la energía únicamente enel caso de que aquel estado de cosas se hubiera pro-longado por mucho tiempo, únicamente en el caso deque se hubiera perdido la esperanza racional de res-tablecer las cosas, sin apelar á la violencia, que tan-tos perjuicios había de causar al país de todos modo sy que había de herir á tantos individuos y á tantasfamilias, y después de ver sise podía conseguir, comose ha conseguido, que los mismos individuos que enaquella situación se habían colocado, abandonaran s uactitud rebelde (rebelde dice) y vinieran á obedecer alGobierno, como á obedecerle han venido, y como obe-deciéndole están en los momentos actuales .

Pues este lenguaje, no lo comprendo, porque ant elas actitudes rebeldes (y ya ve S . S. que el señor Pre-sente del Consejo de ólinistros, sin consultar el Códig openal, calificaba esa actitud como el Sr . Romero Gire n

yo) ; ante las actitudes rebeldes, no caben estas par-simonias, ni han sido nunca defendibles . (El señorMinistro de la Gobernación : No olvide S . S. el Códigopenal) ; y para encontrar, repito, algo que se parezca áeste leguaje que ahora emplea el partido conserva-dor. . . (El señor Ministro de la Gobernación : Es el queusa el Código penal.) •Ya hablaremos de eso; no hayque involucrar cuestiones . Para encontrar, digo, al-gún antecedente parecido fi esta declaración del señorPresidente del Consejo de Ministros, tenemos que re -montarnos nada menos que á una fecha de que hoy esprecisamente aniversario : el 14 de Julio de 1873 .

Yo asistí á aquella sesión desde la la tribuna de l aprensa, porque entonces no tenía la honra de figura rentre los representantes del país . Recuerdo perfecta-mente que se discutían los sucesos ocurridos e nla provincia de Murcia ; que explanaba una inter-pelación calurosa y enérgica el Sr . Preiuino, acu-sando al Sr . Pi y Margall de que no había querid o(procediendo corno el Gobierno conservador de nues-tros días), que no había querido obrar con energíacon los cantonales, obrar con energía con los republi-canos rebeldes . Y cuando se le dirigían estas acusa-ciones, hizo uso de la palabra el Sr . Súñer y Capdevi-la, á la sazón Ministro de Ultramar, y empleó un len -guaje que concuerda con el lenguaje del señor Presi-

Page 9: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

EL TELEGRAFO ESPANOL 345

dente del Consejo de Ministros del Gobierno actua ldiciendo que, con los republicanos rebeldes, querí auna política de concesiones y de consideración, yañadia : «Y yo no he de poner mi firma al pie de nin-gún documento en el que se diga : las tropas atacarána tiros y á balazos á mis correligionarios levantado sen armas .» En el fondo es la misma, enteramente l amisma doctrina .

Pero es más : hay todavía un dato más autorizado .Saben los señores Senadores, porque es público, qu ecuando el entonces Presidente del Poder Ejecutivo ,Sr . Pi y Margall, recibía telegramas de las provincia sen que le decían los Gobernadores : «Estos correligio-narios de aquí, estos voluntarios de aquí quieren pro-clamar el cantón; estos voluntarios de aquí quierenproclamar la República cantonal,» contestaba el señorPi y Margall, por telégrafo también : «Dígales Y . S . áesos correligionarios que sean prudentes ; dígalesY. S . que van á perder la República .» Así contestabael Sr. Pi y Margal á los rebeldes; así contesta el seño rCánovas del Castillo á los telegrafistas rebeldes ; per oes, señores Senadores, que así no se contesta á los re-beldes ; se les contesta con la aplicación estricta y se -vera de la ley, y no de otro modo . (El Sr . Ministro d ela Gobernación: ¿Olvida S . S. que la ley dice eso? Ahíestá el art . 257 del Código .) ¡Qué ha de decir eso! Es oes para otra clase de delitos . ( : ¿ Sr. Ministro de l aGobernación : Para otros mucho más graves .) Serápara otros mucho más graves ; pero para esta clase d edelitos de que tratamos no rige ese articulo del Códi-go. ¿Qué tiene que ver eso con esto? (El Sr. Ministr ode la Gobernación: Ya lo veremos .) De suerte que aho-ra, al hacer la liquidación de esta legislatura, al ha-cer la liquidación de las consecuencias que ha produ-cido la política de este Gobierno, nos encontramos te-niendo enfrente un Gabinete sin soluciones para cosaalguna, sin soluciones para problema alguno, sin so-luciones para necesidad alguna de las muchas quesiente el país, y nos encontrarnos, además, con un Ga-binete imprevisor, con un Gabinete débil . ¿Cómo n ohemos de temer por el porvenir, viendo que todos lo sintereses de esta sociedad están confiados á un Go-bierno que así responde al cumplimiento de sus debe-res? Un Gobierno que así procede, es un Gobierno pe-ligroso ; Gobierno peligroso, porque todo en sus ma-nos está pendiente -de una aventura; Gobierno peli-groso, además, porque él ,no vive de su propio presti-gio (toda vez que un Gobierno así no le tiene nunca) ,sino que vive del prestigio de todo lo demás que l erodea; vive del prestigio del régimen en que está, yde ahí una de las cosas más graves que, á mi juicio ,tiene el Gobierno que se sienta en el banco azul .

Además, hay una cuestión que para mí es de gra ninterés que sobre ella se digan algunas , palabras . Amedida que se reduce una de estas soluciones en unade estas cuestiones discutidas, en una de estas cues-tiones que más apasionan, circula por ahí el rumor ,circula la especie de que esa solucion no se debe a l ainiciativa del Gobierno de S . M ., sino que es productode otras iniciativas más altas, y es necesario que so-bre este punto emplee el Gobierno de S . M. un lengua -je claro y concreto, porque de otra suerte, si no que-dara suficientemente demostrado á los ojos de la opi-nión que este acto se debe única y exclusivamente ala iniciativa de la política del Gobierno, se podríacreer ó temer por alguien que el Gobierno trataba d eamparar su responsabilidad con escudos que la leal-tad y la ley le vedan tomar; y acerca de este punto elGobierno debe tener mucho cuidado, porque en l ahora presente es indispensable que todos los hombre smonárquicos que de veras lo son y de veras siente nafectos hacia esa institución, y de veras sienten de-seos de robustecer las instituciones que rigen nuestr opaís, es indispensable, digo, que procuren á todo tran-ce que nada, absolutamente nada, pueda contribuir amenoscabar en lo más mínimo la fuerza y arraigo d eesas instituciones, porque hay que tener en cuentalas diferencias entre tiempos y tiempos ; porque ante sas instituciones que regían á los pueblos eran a inane -

ra de encinas robustas, que no necesitaban ese culti-vo tan esmerado; pero hoy los tiempos son otros, y lasnecesidades son otras también ; y si no se atiende enprimer lugar á esas necesidades, se puede incurrir e ldía menos pensado y la hora más desdichada en un atremenda catástrofe .

Esto es preciso tenerlo en cuenta, y por eso es ne-cesario, ante todo y sobre todo, vigorizar los resorte sdel Gobierno y no dejarlos abandonados como los hadejado este Ministerio en poder del primero que, po rsu osadía, ha puesto sobre ellos la mano . (Bien, muybien, en las minorías.— Varios señ res Senadores felici-tan al orador. )

El Sr . Ministro e la gobernación

Para demostrar que el Gobierno cede ante los pode-rosos, decía el Sr . Pacheco, que ha cedido ante los te-legrafistas, las verduleras y los bolsistas ; y para de-mostrar que el Gobierno es inflexible con los débiles ,dice S . S . que lo ha sido con los Magistrados . (El se -ñor Sánz, D. Salustiano: Y las clases pasivas.) Yo nosé que los Magistrados sean débiles, ni sé qué clasede aristocracia poderosa, como aquellas de la EdadMedia y de los tiempos feudales, pueden pertenecerlas verduleras . Pero con los Magistrados, ¿hemos he -cho nosotros algo que no se hubieran propuesto ha-cer SS. SS.? Pues qué, ¿la supresión de las Audien-cias de lo criminal, fué ó no un propósito sincero yserio del Gobierno liberal, y en cuyo concepto le llev óá las Cortes? Vea, pues, S . S . cómo no hay en esto má sque exageraciones desmedidas, verdaderas leyendasque se forman alrededor de los hechos, y que no tie-nen realidad ninguna, ni sirven más que, como lo sfuegos artificiales, para iluminar por un momento elespacio . Nada de eso es así . El Gobierno no ha cedi-do, el Gobierno no ha hecho sino cumplir sus deberes .Puede creer S . S . gue gobernar es resistir siempre ;por más que la tesis sea medianamente extraña en undemócrata; pero yo entiendo que gobernar no es re-sistir, ni transigir ; que gobernar es prever y dirigir .(El Sr. Pacheco : Pero no ceder.) ¿Cómo no ceder? (l' lSr. Pacheco : Ni someterse á las imposiciones .) Esasimposiciones son quiméricas, y se lo voy á demostrará S. S .

El arte del Gobierno, el arte de la paz pública con-siste en prescindir de todos esos estímulos ; consist een subordinar la acción del Gobierno á las verdadera snecesidades ; en suma: hacer justicia independiente -mente de los comentarios á que la justicia puedeprestarse . El Gobierno no ha cedido indebidamente ,como lo voy á demostrar ahora á S . 5 ., y para esto en-tro ya en la exposición de los hechos que, á propósit ode la cuestión de los telegrafistas, ha expuesto el se -ñor Pacheco á la consideración del Senado .

EL ESTADO DE LA RE DNo extrañarán nuestros lectores que insistamos

uno y otro día en reclamar medidas salvadoras paranuestra red telegráfica, seriamente amenazada demuerte si no se acude con prontitud y energía, noya á repirarla, que para hl remedio es tarde, sino áreconstruirla en casi la totalidad de su extensión .Tal asunto es de vital interés para el Cuerpo, por-que con él se relaciona íntimamente nuestro bue nnombre, juntamente con los más sagrados interese sdel país y hasta con la razón de nuestra existenciacomo organismo administrativo .

Había llegado ya á ser proverbial, y callado porsabido entre nosotros, el abandono ó menospreciode parte de los poderes públicos de cuanto se rela-ciona con el personal de Telégrafos : sufrido y celoso

Page 10: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

346

EL TELÉGRAFO ESPANOL

á prueba de contrariedades, trabajaba siempre mul -tiplicando cuanto era preciso sus efuerzos, y de-voraba en silencio sus amarguras, aun después d ehaber perdido la esperanza de que para él llegara l ahora de la justicia . No pareció esto bastante á loshombres públicos que turnaban en el poder hacen -do la felicidad del paf, y que, sin embargo, por u nresto del sentido práctico, cuidaban del material, ynació en ellos la idea de tratar á este con la mism apreferencia con que venia tratándose á los empleado sdesde antigua fecha; pero este ha sido su más graveerror. Aparatos, conductores, postes y porcelanas n osufren y callan como el personal : sufren yse hunden ,ó desaparecen, dejando al país sin servicio telegráfico. Al material no puede exigírsele abnegación si nlimite, como se exige al empleado que, al perder l asalud ó la vida en fuerza de sufrimientos, es reem-plazado por otro nuevo, por el mismo precio. El ma-terial tiene un límite de resistencia mecánica en s upropia naturaleza y su reemplazo no se consigue sin ocon nuevos desembolsos del Tesoro

La rebaje, primero, de las consignaciones para l aconservación y entrenimiento de las líneas ; la sus-pensión, sin causa conocida de las ropa raciones ;después; la supresión, más tarde, del personal dedi-cado á ellas, y, por último, la privación hasta de loselementos más indispensables para el remedio d elas continuas averías, han llevado á nuestra red áun grado tal de postración, que a o se exagera lo má smínimo al asegurar que se halla á dos dedos de s utotal ruina.

Las únicas lineas que en toda España presentanun estado mediano, las del Norte, Aranda y Valen-cia, han quedado en estos días al nivel del resto d ela red, haciendo difícil, si no imposible, la comuni-cación, porque han estallado algunas tormentas .

La linea general de Andalucía, considerada justa-mente como la peor de todas, no permite ni un sól odía el funcionamiento regular de la mayor parte d esus conductores, y al llegar la época de las lluviastoda comunicación es imposible, especialmente e nel trayecto comprendido entre Santa Cruz de Mu-dela y Córdoba. Actualmente se practican en ell aalgunas reparaciones, tendiendo hilos aéreos en lo stáneles para sustituir los cables ; pero tememos queesto no sea bastante, porque la línea de Andalucí aestá mal, pero rematadamente mal, en casi toda suextensión .

La de Extremadura, que sirve de auxiliar á la an-terior, y que da la comunicación internacional co nLisboa, se caracteriza del mismo modo por las con-tinuas derivaciones é infinitos cruces que la tieneninterrumpida, ó poco menos, la mayor parte de laño . Los hilos de Mérida á Sevilla están en tal es-tado, que no hay memoria de la última vez que f un-cionaron.

La de Madrid á Córdoba por Ciudad Real á Al-niorchón, presenta, como casi todas las de la red en

tiempo lluvioso, un aislamiento próximamente igua lá la resistencia do los conductores . Eto es, que sol -tando el hilo en una estación, los galvanómetre sacusan el mismo circuito que cuando se le pone e ntierra . De aquí que casi nunca se use una línea queen otro tiempo era la salvación del servicio de An-dalucía durante los grandes temporales .

La línea de Murcia facilita una comunicació naceptable entre Madrid y Albacete ; más allá de estepunto, es de lo más malo que tenemos en España .Tanto el 31 como el 236, son hilos de hierro de tre smilímetros, montados hace cerca de treinta años ,sin que en este larguísimo periodo de tiempo sehaya practicado en ellos una reparación. ¿Qué pue-de obtenerse de una línea en estas condiciones?Pues esta es la sola comunicación que tiene Madri dcon el Centro de Murcia .

Las lineas de Barcelona, el Centro más importan -te de España, no ofrece más garantías que las ante-riores. Los conductores entre Madrid y la capita ldel Principado son, ó debían ser, el 21, el 41 y e lbimetálico . Este último no sólo no ha llegado á fun-cionar, por los continuos escandalosísimos robos deque es objeto, sino que ha sido causa de estropea rpor completo al 41, por los innumerables cruces yderivaciones á tierra que producen sus infinitas ro-turas . Queda, pués, sólo el 21 para cursar el impor-tantísimo servicio de Barcelona, y este conductor,que carece casi por completo de aislamiento en tod asu extensión, es en todo tiempo insuficiente, y du-rante las lluvias resulta tan inútil como todos lo sdemás. Por Valencia puede llegarse á Barcelon autilizando el 40, no siendo, sin embargo, buena l acomunicación ; pero ofrece el grave inconveniente d eperjudicarse el servicio peculiar de este conductor .Además de esto, en la línea general de Zaragoz aque no ha de ser una excepción cuando nada se hahecho por ella, las caídas de postes, completamentepodridos á flor de tierra, son numerosísimas, oca-sionando continuas averías de consideración entr eGuadalajara, Sigüenza y Calatayud, sin contar e lpésimo aislamiento entre Calatayud y Sigüenza, qu einterrumpe la línea en el momento en que empiez aá llover.

No es mejor que las anteriores la línea de Galicia ,en la jurisdición que corresponde al centro de l aCoruña. Las averías ocasionadas por cruces y deri-vaciones son continuas, causando las consiguiente sinterrupciones en los trayectos de Benavente á Pue-bla de Sanabria, Orense, Astorga á Monforte y Lu-go, haciendo imposible el curso normal, ni medi oregular siquiera, del importantísimo servicio de l aregión N. O. de la península .

La comunicación entre Centros colaterales no e smejor que la de aquéllos con Madrid, antes al con-trario, adolece de más graves defectos, por lo mism oque, en cierto modo, se hallan fuera de la acciónfiscalizadora del Gabinete central . No hay en toda

Page 11: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

EL TELÉGRAFO ESPANOL

347

España dos Centros que mantengan entre sí un acomunicación normal ; siendo frecuente en todotiempo, y general en la época de las lluvias, que lostrenes entre provincias colindantes lleguen á sudestino mucho antes que los telegramas que anun-cian su salida.

Tal es el verdadero estado de la red telegráfic aespañola, sin exagerar lo más mínimo ; antes bien,omitiendo mil detalles que son otros tantos horro -res en contra de nuestras agonizantes líneas .

Si á esta ruina se agrega el auxilio de los nuevosceladores, nombrados con arreglo á la ley de sargen-tos, se comprenderá que los telegramas que llega noportunamente á su destino, son otros tantos mila-gros patentes de la Providencia .

Hay por ahí unos doscientos celadores, de recien-te nombramienio, que no tienen trepadores, ni tró-colas, ni barra, ni cazo, ni ninguna de las herra-mientas más indispensables ni siquiera pase para elferrocarril, ni saben lo que es un cruce, ni lo quesignifica una derivación, ni tienen la menor idea d eninguno de los m'teriales de línea, y hasta que pre-guntan ingénuamente á los peones camineros qu equé es un aislador .

¿Es posible que haya lineas con tales elementos?¿Cabe en cabeza humana llamar telégrafo á est e

monstruoso conjunto de absurdos, de disparates yde atentados contra los intereses del país ?

Pues todavía falta lo mejor, que causará el pasmode la nación cuando lo sepa, como ya ha ocasionad ola Estupefacción de los telegrafistas que lo saben .

En tal estado las cosas ; sin lineas, sin aparatos ,sin personal y sin esperanzas de remedio, como de lcielo no venga ¡acaban de ser reintegradas al Tesor o700.000 y pico de pesetas sobrantes en el presupues-to del ejercicio anterior! . . .

Sin comentarios ; pero bueno es que lo sepa elpaís, para que en ningún caso pretenda nadie exigi rresponsabilidad al Cuerpo de Telégrafos por estedesastre .

LA PARALIZACIÓN EN LAS ESCALA SAunque el mal es crónico y debiera ya el enfer-

mo estar habituado al padecimiento, puede afirmar-se que esta situación es la que más hace sufrir alpersonal del Cuerpo de Telégrafos .

Duro, durísimo resulta que á un funcionario áquien se exige aprobar en público certámen catorceasignaturas, con sujeción á programas nada cortosen exigencias, vea pasar treinta años de su vida an-tes de obtener un sueldo de 3 .(iOO pesetas .

-Este funcionario, que sin género de duda algun a

trabaja doble tiempo que los funcionarios de otro sramos ; que pasa la tercera parte de las noches e nactividad constante anticipando su vejez, mientra sque los afortunados que sirven en otras dependen -

cias del Estado disfrutan del sueño reposado, v eque éstos, que solo trabajan durante las horas má scómodas del día, que gozan de las vacaciones obli-gadas, de las fiestas religiosas y oficiales, que rar avez prestan servicios extraordinarios y que debieronsu nombramiento á la protección de un personaj einfluyente, ascienden con rapidez todo lo legal qu ese quiera, pero incomprensible para el telegrafista ,que no acertará jamás á comprender de qué modose consigue que los servicios de cuatro, seis y och oaños puedan considerarse como mérito bastantepara que un servidor del Estado que, sin sacrificioalguno, obtuvo una credendial de LODO ó 1.500 pe -setas, disfrute al cabo de ese tiempo un sueldo d e4 O(. O ó 5 000.

Es cierto que en un cuerpo de escala cerrada, ydonde los ascensos han de concederse por rigurosaantiguedad, no es tan fácil hallar solución á est eimportante problema.

Otro aspecto presentaría el asunto, si el espíritudel art . 1 .0 del Reglamento de 1856 hubiera tenidocumplimiento exacto, encomendándose al Cuerpo d eTelégrafos todas las aplicaciones de la electricidad .Si los teléfonos, en mal hora entregados á la indus-tria privada después que los funcionarios de Telé-grafos con sus esfuerzos de ingenio y penosas vi-gilias de constante estudio supieran implantarlos eneste país, con honra para el Cuerpo á que pertenecíany con provecho seguro para el Tesoro público, dán-dose el caso de que en aquellas circunstancias nosaliera del Cuerpo de Telégrafos, como tal Cor-poración, ni un lamento que denunciara siquierasu inmenso dolor ante tratamiento tan inmerecido ,y sin que fuera bastante á contener el etrago qu een nosotros tenía que producir aquella disposición .la valiente campaña que él sólo, con el esfuerzo desu pluma únicamente, hizo un estimado compañero ,que todos conocemos, exponiendo su salud, su ca-rrera y con ello el pan de sus hijos, combatiend ouna disposición que juzgaba, y como él juzgábamo smuchos, fatal para el engrandecimiento y porveni rdel Cuerpo ; si la inspección de pararrayos, la de ins-talaciones de luz, transmisión de fuerzas, en una pa-labra, todas las aplicaciones de la electricidad no spertenecían, y por adquirirlas y conservarlas se hu-biera sostenido muchas campañas como la 1 1-evada ácabo por el compañero citado en el asunto de los te-léfonos, entonces no seria tan limitado el pequeñ ocirculo en que nos movemos, ni tan mezquino nitriste el horizonte de nuestra Corporación .

Que todo esto no puede pasar hoy de la esfera d elamentaciones inútiles, y que con ellas nada hemo sde conseguir, lo sabemos. Estas quejas salen, si ndarnos cuenta de ello, de nuestro atribulado cora-zón. Es que el recuerdo de lo mucho que ha dejadode hacerse, de la oriental indiferencia con que aqu íse ha mirado siempre las cuestiones de mayor inte-rés (excepción hecha de muy contadas y muy ilus..

Page 12: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

348 EL 'IUilLEGRAFO ESPANOL

tradas personas que se ocuparon y aún se ocupa nen el estudio de cuanto afectar pueda al bienesta rdel Cuerpo), nos sugiere estas amargas reflexiones ,que tienen disculpa cuando nos encontramos co nque un edificio que se esperaba contemplar elevad oy suntuoso, se presenta ante nuestra vista á la altu-ra y con la pobreza de la triste choza del desvalido .

Dejando á un lado, pues, lo que por irremediabl ese tiene, ocupémonos en lo que en la actualidadtenga algo de práctico y que pueda mejorar en par-te la situación del personal da Telégrafos .

Si difícil es conseguir que este personal obteng alos ascensos en su carrera, guardando alguna rela-ción con sus años de servicio, recúrrase, para ali-viar el mal, al sistema de premios por antigüedad.

No es nuevo este método de recompensar los di-latados años de servicio . En España existen alguna scorporaciones de sistema tan equitativo. No hay,pues, novedad alguna en lo que pedimos para la sTelegrafistas . Tampoco es de consideración el sacri-ficio que para concederlo se ha de imponer al T so-ro, si se limita esta justificada reforma á las cli se sdel Cuerpo que necesitan más del amparo de lo spoderes públicos, que en esta ocasión, como en te -todas aquellas en que adoptan disposiciones de re-conocida justicia, cuentan de antemano con el aplauso del país contribuyente.

Ni puede argüirsenos con la eterna angustia d enuestra situación económica ; pues cuando se trat ade necesidades por todos reconocidas, jamás tal si-tuación fué obstáculo para impedir que fueran sa-tief echas.

De reconocida necesidad y de mucha urgencia e stodo cuanto pueda contribuir á mejorar la situació nde mucha parte del personal de Telégrafos, y el me -dio que apuntamos, y que más adelante trataremo scon más extensión, es el más práctico y el que cuen-ta entre nuestros compañeros con aceptación ge-neral . Hágase algo en este sentido . Concédase unacantidad anual á todo funcionario que desde la cla-se de Aspirante segundo á la de Oficial primero ,cuente en un mismo empleo más de cinco años d eservicio, y así se conseguirá neutralizar en gran par -te el inconveniente que presenta, en cuerpos com oel de Telégrafos, la casi permanente paralización enlas escalas.

El Casino Telegráfic oEl personal de Telégrafos de Madrid ha acordado

crear un Círculo ó Casino telegráfico en donde su ssocios puedan hallar solaz é instrucción y fomentarlos lazos de unión y compañerismo, que felizment ese estrechan de día en día entre los telegrafistas .

Acerca del objeto de este Centro de instrucció ny recreo para el personal del Cuerpo, nada pdre -

paos decir que no esté sxpuesto en la siguiente cir -

cular que se ha dirigido al personal de provincias .En ella hallará el lector cuantas noticias pudiéra

mos nosotros darle acerca del particular.Hela aquí:

NUESTROS COMPAÑEROS

El Cuerpo de Telégrafos, que por su brillant ehistoria hubiera debido merecer de los poderes pú-blicos una atención especialísima y una proteccióndecidida y paternal, ha permanecido, durante e lmedio siglo que cuenta de existencia, en la oscu-ridad más lamentable, fruto de su modestia ex-cesiva .

Los héroes, porque siempre los tuvo, han muertoen la sombra ; sus servicios eminentes merecieronsiempre no más que la atención del momento ; suvida de sacrificios y de abnegación, consagrada po rentero á la sociedad en general, no ha obtenido l arecompensa merecida por el hecho mismo de s umisterio ; porque el secreto que nuestro trabajo im-pone, vela á los ojos del mundo lo ímprobo é ingra-to de la labor .

Si no hablásemos con nuestros hermanos, trata-ríamos de probar estos hechos con una intermina-ble enumeración de servicios sin más premio que e lolvido; pero los que con nosotros han arrostrado epi-demias, guerras y toda suerte de penalidades, cono-cen y lamentan todo aquello que nosotros conoce-mos y lamentamos . Huelga, por consiguiente, l aapelación a la historia y á la lógica, inútiles en estecaso, ante el convencimiento íntimo .

Afortunadamente, el Cuerpo de Telégrafos empie-za á comprender, al fin, que debe en conciencia sa-crificar su modestia tradicional sn aras del progres oá que puede y debe aspirar justamente, y que paraocupar el puesto social que le corresponde necesitaalguna mayor ostentación de su propio valer .

Que el Cuerpo despierta de su letárgica timidez, l oprueban la importancia y solemnidad crecientes desus banquetes conmemorativos, el desarrollo de s uprensa profesional, la cooperación que solicita y ob-tiene de la prensa en general en defensa de sus inte-reses, la elección por sufragio de Juntas de defens ay el apoyo unánime é incondicional prestado á esta sjuntas, muestras todas elocuentisimas de una pode-rosa unanimidad de sentimientos, de pareceres y d easpiraciones .

La unión estrechísima ante el peligro ha realiza -do este milagro . A continuar y á afianzar esta uniónbienhech:ra tiende la presente circular .

La Junta de Oficiales, que se ha ocupado en e larreglo del conflicto , reciente, solicitó .y obtuvo un aconferencia con el alto personal del Cuerpo, por en -tender que su misión excepcional no terminaríadignamente dejando á sus compañeros huérfanos d erepresentación .

De esta conferencia, provocada para cambiar im-presiones, resultó una entusiasta y conmovedor aunidad de pareceres entre el personal superior y e lsubalterno, conviniendo todos en ampliar la esferade acción de los representantes del Cuerpo y su nú-mero, hasta el punto de que puedan ser considera -dos como tales todos los telegrafistas residentes enMadrid que se inscriban como socios de un Círcul otelegráfico que al eft cto se crea, si bien presidido spor una Junta directiva encargada de gestionar lo sacuerdos generales .

De este Circulo serán socios ausentes todos los te-11 grafistas caprñoles residentes en ploviucias y que

Page 13: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

EL TELEGRAFO ESPANOL

849

simpaticen con la idea, teniendo, como tales socios ,derechos de iniciativa por escrito bastantes á pro -mover las deliberaciones de la Junta directiva yaun del Círculo en masa en caso necesario, é igua-les prerrogativas durante su estancia accidental e nMadrid, que los socios presentes .

Para rematar dignamente esta idea, que no vaci-lamos en calificar de hermosa y levantada, se pro -pone la Junta organizadora que el Círculo , llegue ,hasta donde sus fuerzas lo permitan, á proporcionarinstrucción gratuita, auxilio mutuo, remedio de ca-lamidades personales y, en una palabra, beneficio smorales, materiales é intelectuales á todos los aso-ciados .

Semejante sistema representativo, verdaderamen .te parlamentario, no necesita encomio, se recomien-da por si solo .

El personal de Madrid así lo ha comprendido, aco-giendo la idea con indescriptible entusiasmo, apresurándose sus individuos á inscribirse en masa comosocios y á subvenir á los gastos de instalación co nmedio día de haber . Y confiando en que sus com-pañeros de provincias secundarán esta vez, com osiempre, sus iniciativas en pro de los intereses ge-nerales del Cuerpo, á ellos acuden en demanda deprotección material, ya que, para la realización deidea tan va0ta, son insuficientes los esfuerzos de lo stelegrafistas madrileños .

Medio día de haber por una sola vez, y una cuot amensual de 0,25 por mil del haber anual, bastarían ,caso de ser generalmente otorgados, para la realiza-ción completa del pensamiento ; pero en esto, comoen todo, dejamos en absoluta libertad de acción ánuestros compañeros para que, una vez meditada l aimportancia del proyecto, fijen las cantidades quedeseen sumar a las cuotas mensuales del 1 por 1 .000,con que contribuirá todo el personal de Madrid .

La Comisión organizadora, compuesta del Icapeetor Sr . Pérez Blanca y de los Oficiales Sres . Lapuen .te, Lázaro, Mario, Rodríguez (O . Rafael), Solano,Pérez Calvo (Saturio) y Brunet (Luis), espera recibi ren el más breve plazo, en contestación á esta circu-lar, las adhesiones al proyecto, con expresión de lo sdonativos y cuotas correspondientes .

Madrid 30 de Julio 1892 .Angel Ochotorena. —Adolfo Montenegro.—Fran-

cisco Pérez Blanca. - Antonio Agustín . - Rafae lSáenz . —Francisco Alegría . —Tomás Cordero . —Ra-fael Lapuente .— José Solano . - Félix Benítez deLugo. —Esteban Itfarfn .—Luis Albea . —Rafael Ga-llegos. - Crisanto Peinador.— Rafael Rodríguez . —Adolfo G. Goicorrotea.— Juan de D . Medina.—Ma-nuel Lazara—Federico Turégan o . —Francisco G . yGómez ae Cádiz.—Manuel Fernández Rodríguez.—Saturio Pérez Calvo . - Luis Brunet .

NOTA . Se ruega á los señores Jefes de los gabi-netes telegráficos que, para facilitar la marcha delasunto, formen listas colectivas y se encarguen d ela recaudación y remisión de fondos á la Junta or-ganizadora del Círculo .

BIBLIOGRAFÍ ATraité general des lignes st transrnisions electriques ,

por Lázaro Weiller y Enrique Vivarez .—Acaba depublicarse ese interesante libro, que viene á satisfa-cer una necesidad mucho tiempo sentida por lo selectricistas en general,

Tan inmenso y tan variado es el desarrollo queen estos últimos años han adquirido las aplicacio-nes eléctricas, que sólo en obras especiales y por es-pecialistas puede tratarse á fondo cada una de lasimportantes cuestiones que se presentan al intentarexplotaciones de esa índole ; y la conducción de lascorrientes eléctricas desde el sitio en que se genera nal en que han de utilizarse, es un problema de losmás importantes á resolver en telegrafía, telefonía ,luz con estaciones centrales, transporte de fuerza ytracción por la elet,tricidad .

Nadie, quizás, con más competencia que los seño-res Weiller y Vivarez, podría haber acometido laímproba tarea de reunir en un libro cuanto se rela-ciona con la conducción de las citadas corrientes ,pues es bien sabido que ambos señores, y sobre tod oel primero, vienen dedicándose con gran perseve-rancia y fortuna al mejoramiento de la calidad enlos hilos metálicos que sirven de conductores, as ícomo también al estudio teórico-práctico de las li-neas eléctricas en general.

A reserva de hacer una crítica razonada cuand ohayamos podido leer con detenimiento las 820 pá-ginas en 4.° mayor que forman el libro de Weiller yVivares, bien podemos asegurar, por lo que hemosvisto á la ligera, que en sus nueve primeros capítu-los se encontrarán bien ordenados cuantos datospuedan ser necesarios para adquirir un cabal cono -cimiento de los variados conductores que se viene nempleando en las líneas aéreas, con las ventajas óinconvenientes de orden eléctrico, mecánico ó eco-nómico que cada tipo presenta .

Al tratar de los medios que pueden emplearaspara verificar las condiciones mecánicas de los hilosmetálicos, se censura el que por las Administra-ciones telegráficas se conserve, con respecto á losconductores de cobre ó de bronce, la costumbre ad-quirida durante el predominio de los de hierro gal-vanizado, que consiste en exigir que resistan los hi-los un cierto número de dobleces, en ángulo recto ,sin romperse. Esa condición no tiene razón de ser,según el Sr . Weiller, cuando se trata de hilos homo-géneos para las lineas eléctricas, y así parece demos .trarlo. La prueba de que el hilo pueda enrollarassobre sí mismo debe bastar, á su juicio, para garan-tir la flexibilidad necesaria en estos casos .

Los capítulos X y XI se refieren á los diverso sgéneros de aisladores y soportes que se utilizan enlas líneas ; los tres siguientes, á los postes de made-ra, con los métodos propuestos para evitar su alte-ración, consignando la eficacia y coste aproximad ode cada uno de esos métodos.

Otros dos capítulos vienen en seguida dando cuen-ta de las diferentes formas de apoyos metálicos, ho yen uso, en general muy elegantes . Las torres de con-centración, indispensables donde afluyen muchoshilos, se incluyen en estos capítulos.

Page 14: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

350

EL TELEO-RAFO ESPANOL

Del XVII al XXIII, ambos inclusive, se tratacuanto concierne al estudio y construcción de linea saéreas ; elección del trazado, transporte y plantació nde postes ; tensiones y flechas de los conductores ; fi-jación de aisladores, tendido y empalmes de hilo sy herramientas apropiadas á ese género de trabajos .Como esos capítulos se refieren principalmente á laslíneas telegráficas, vienen después : uno concernien-te á las particularidades que deben tenerse en cuen-ta para establecer las lineas telefónicas, sobre tod oen lo que respecta á combatir la inducción; otro conrelación á la telegrafía y telefonía militares ; y dosmás en que se estudia detenidamente la gran im-portancia económica que tiene la determinació nprevia de la sección en los conductores aéreos qu ehayan de conducir corrientes de fuerte intensida dpara el alumbrado ó el transporte de fuerza, maner ade efectuar esa determinación, medios de disminuirla intensidad (y por lo tanto, la sección del conduc-tor ó las pérdidas de energía) aumentando la tensió ny cuidados que exige el empleo de las altas ten-siones .

El capítulo XXVIII trata de los enemigos de laslíneas aéreas : el hombre, los insectos, la corrosión d elos hilos, la putrefacción de los postes, etc .

Con riguroso orden y amplios detalles, se tratatambién, en los ocho capítulos siguientes, de las lí-neas ó canalizaciones subterráneas . Las materias ylos procedimientos preconizados para la fabricaciónde los conductores aislados, la protección exterior d eéstos, la construcción de lineas telegráficas y telefó-nicas enterradas, las dificultades que la capacida dde estas líneas oponen al buen funcionamiento y lo smedios de combatirla, la distribución de la electrici-dad en las redes de alumbrado y los sistemas de ca-nalización empleados para establecer las mismasredes, bien con hilos ó cables desnudos que des -cansen sobre aisladores en conductos ad hoc, bien concables recubiertos que pasen por anchos tubos d ebarro ó metal, ó bien con cables armados que sen-cillamente se entierran, los registros que deben exis-tir en estas canalizaciones, etc., todo ello se encon-trará bien explicado en 150 páginas de la obra deque venimos ocupándonos.

Otros tres capítulos están consagrados á la espe-cialidad de los cables telegráficos submarinos: sucomposicion, fabricación, ensayos, tendido y repa-raciones.

Cuatro capítulos más, del XL al XLIII, •van de-dicados á los métodos de medidas eléctricas y lo-calización de defectos en las lineas de cualquieríndole.

El XLIV trata sumariamente de las aplicacione sde la electricidad al alumbrado y á la maniobra d elos aparatos de seguridad en los caminos de hierro,así como la tracción eléctrica .

El XLV versa sobre la instalación y verificación

de los pararrayos ; y el XLVI, el último, sobre e lmontaje de los timbres y demás géneros de avisa-dores eléctricos.

Termina la obra insertando las leyes y reglamen-tos que, acerca de las instalaciones eléctricas, rigenen Francia, en Alemania y en Bélgica .

Los más recientes adelantasen la materia tratad ase consignan en el libro de los señores Weiller y Vi .varez, sin olvidar lo importante que se conoce des-de hace muchos años, ni las reseñas históricas, qu eson siempre de interés. Cuatrocientos setenta y tresbuenos grabados intercalados en el texto facilita nnotablemente las descripciones. Abundan las consi-deraciones técnicas y económicas ; y los cálculos, nomuy numerosos, están al alcance de cuantos conoz-can el Álgebra elemental .

No dudamos que el libro en cuestión será muysolicitado en España, tanto por la importancia d esu contenido, cuanto por la costumbre adquirida d ebuscar en francés lo que, por desgracia, no tenemosen castellano .

Cabos sueltosCon objeto de poder comunicar oportunamente á nues -

tros lectores las transcendentales noticias que se contie-nen en el Real decreto de reorganización de las planti-llas, hemos retrasado la salida de este número .

En el lugar correspondiente encontrarán nuestros lec -tores aquella soberana disposición .

La falta de espacio nos impide dar hoy la opinión quenos merece ; lo laremos en los números inmediatos . Noobstante, podemos anticipar la dolurosa impresión qu eha causado en el Cuerpo ver sacrificados en aras de l aeterna y contraproducente razón de las economías á sei sde los nueve Inspectores que figuraban en nuestras asea -las, cuando se mantienen todos los de otros Cu rpos nomás necesarios ni más importantes que los de Telégra-fos, y que, sin embargo, eran y siguen siendo más nu-merosos y más espléndidamente dotados que los nues-tras

Por lo visto, la consabida razón de las economías tie -ne todo su vigor únicamente cuando se trata de Telé-grafos .

El restablecimiento de los antiguos Jefes de reparacio-nes, que nunca debieron suprimirse, ha sido acogido po rel Cuerpo con unánime aplauso, por ser una medida po rla que venía clamando la opinión unánime del Cuerpo yexigida de un modo absoluto por las necesidades del ser -vicio . Sin embargo, nos parece reducido el número y exi -gua la gratificación . Esta es una de las economías qu eresultan carísimas al Tesoro .

Del mismo modo ha merecido excelente acogida la de -terminación de cubrir las vacantes. Es un acto de justi -cia que esperábamos confiadamente de los Sres. Villa -verde y Arrazola.

Debernos suponer que la supresión de 34 plazas de au -xiliares permanentes de primera no causará perjuicio al -nuno á los que pertenecen á esta clase y fueron aspi-rantes . Los más elementales principios de justicia exige nque á estos individuos se les reintegre en sus antiguo spuestos.

En virtud de la nueva organización de las plantillas ,quedan excedentes los Sres. Ochotorena, Montenegro ,Osoro y Solar .

Page 15: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

EL TELEGRA1'O ESPANOL

85 1

Reciban dichos distinguidos Jefes la expresión de le ssimpatías del Cuerpo y la seguridad de que su cesantí aha producido honda pena y grandísimo disgusto en tod oel personal de Telégrafos .

Leemos en el Boletín de Correos:«Hemos oído decir á persona competente del ramo d e

Telégrafos, que las líneas de Andalucía no se an repa-rado en cuatro años, careciendo de porcelanas todos lo ssoportes para aisladores, siendo así que para reparacio-nes parciales figura una partida de cierta cuantía) )

No ya las de Andalucía, sino las de toda España, estánsin reparación alguna desde hace cuatro años, y próxim ala red telegráfica á desaparecer del mapa .

***

Se nos dice que habiendo recibido la Administraciónel nuevo hilo de bronce, directo de Madrid á Valuarlos ,hace más de dos meses, nadie ha vuelto á ocuparse d eeste conductor, ni el Inspector general del servicio tien etodavía noticia de la existencia de aquél .

Dados los continuos robos de hilo de bronce que ocu-rren en toda la Penfosula, es muy posible que no existaya el nuevo hilo en una gran pa te, y que, cuando s eacuerde utilizarlo, haya desaparecido por completo .

Tal sistema es el medio más eficaz de hacer que resul-ten estériles los sacrificios que la nación se impone paratener líneas y que el Cuerpo de Telégrafos vaya ganan -do en desprestigio.

Al dar cuenta La Correspondencia de España del Realdecreto que publicamos en otro lugar de este número,escribe, entre otras cosas, lo siguiente :

«Las vacantes que había hasta la fecha en uno y otr oCuerpo desde hace tiempo, puesto que venían desde l aépoca del Sr . Los Arcos, sin que éste ni el señor Mar-qués de Mochal s se ocuparan de proveerlas, se provee nahora, con lo que se dará alguna movilidad fi las esca-las, »

La Correspondencia tiene el derecho de aplaudir todolo que crea plausible, y en este punto de las vacantes l eacompañamos con nuestro aplaus ; pero no tiene el d elanzar acusaciones injustas contra nadie, y máxime cuan -do, para formularlas, hay que faltar abiertamente 5á, l averdad.

El Sr. Los Arcos no dejó de cubrir ni una sola vacan-te, ni retrasó un solo día ningún ascenso reglamentario.

Esta arbitrariedad contra ley, contra justicia, y contr aconveniencia, corresponde íntegra al Sr. Elduayen, d eimperecedera memoria en el Cuerpo de Telégrafos .

Muést, ase disgustado el Boletín de Correos porque elSr . Arrazola, á los ocho días de ocupar la Dirección d eComunicaciones, no se manifiesta decidido á separar lo sservicios de Correos y Telégrafos, como si asunto de ta ltranscendencia pudiera afrontarse de improviso y com osi estuviesen en manos del Director los medios necesa-rios para realizar la desfusión, dado caso de que él mis-mo hubiera podido convencerse de la conveniencia d eesta medida .

La impaciencia que el colega siente por que la separa-ción se lleve á cabo, le hace sur injusto é incurrir en con-tradicciones .

Por ejemplo : dice el Boletín que «el Sr . Arrézola n osiente ya por la referida solución las fervientes y deci-didas simpatías que ésta le mereció en un principio)) ; yen otro lugar del mismo núm ro, al dar cuenta de la re-cepción por el Sr. Arrazola del alto personal de Correos ,pone en boca del Director general las siguientes pa-labras :

«La discreta alusión que el dignísimo Subdirector d eCorreos ha hecho, al expresar cuáles son los anhelos yaspiraciones del Cuerpo, prueban lo delicado del asunto

y me imponen toda clase de reservas sobre tan delicad acuestión.,)

Y esto es perfectamente lógico .Hasta conocer el asunto, no puede decir otra cosa u n

hombre discreto .¿Cuáles son, pues, las fervientes y decididas simpatías?Y cuenta que no sentiríamos, al contrario, nos alegr a

ría mucho, que la fusión actual desapareciera cuantoantes .

El Cuerpo de Telégrafos ten Iría mucho menos trabajoy muchas menos responsabilidades, sin perder por ell oni la más mínima ventaja, que nunca obtuvo .

La Comisión organizadora del Casino Telegráfico h aofrecido la presidencia honoraria del mismo al Sr . Rome-ro Robledo, que la ha aceptado en el acto con elocuentesmanifestaciones de satisfacción y gratitud .

***

A propósito de la creación del Casino Telegráfico, s ehan expuesto por algunos temores de que tal acto puedaser interpretado por la opinión, y hasta explotado por l aprensa política, en perjuicio del propio Cuerpo, como in-tento de ejercer presión sobre el Gobierno, algo así com ocoacción indirecta, amenaza velada, que evidentementeproduciría efectos contrarios á los que todos deseamos.

Siendo esto así, seríamos nosotros los primeros e naconsejar á nuestros compañeros que aplazaran la crea-ción del Casino para cuando fueran un hecho todas la sreformas que se esperan, á fin de que un acto tan natu-ral y legítimo no pudiera ser nunca causa de aconteci-mientos desagradables .

**

*Se ha firmado ante Notario la escritura encargando á

la acreditada casa Gustavo Rohrig, de Barcelona, la ins-talación, por cuenta de un rico fabricante y propietari ode Barbastro, del alumbrado eléctrico de dicha pobla-ción .

La instalación se compondrá de 500 lámparas á incan-descencia y algunas de arco voltáico, y será construidasegún un nuevo sistema de distribución á aita tensió ncon transformadores .

La fuerza motriz se obtiene de un salto de agua á6 .000 metros de distancia .

Un teléfono, encargado también á la referida casa, fa-cilitará la comunicación .

La dirección de los trabajos correrá á cargo de D. Lu-dovico Belzón, de la Escuela Central de París, Ingeniero -jefe de la casa Rohrig.

Han comenzado y avanzan con gran rapidez los traba-jos para la instalación del alumbrado eléctrico en la es-tación central de Telégrafos.

La instalación la lleva á cabo la importante casa de •Madrid Sres ., Levi y Kocherthaler.

Constará de unas 190 lámparas do 10 á 25 bujías, que,suponiendo ardan siete horas diarias todas, causarán u ngasto de 1 .800 pesetas al mes; esto es ; 700 pesetas meno sde lo que importa el gas mensualmente .

Los gastos de instalación están presupuestos en 4 .758pesetas; de modo que con la economía obtenida en lossiete primeros meses resultan enjugados aquéllos.

Demos gracias á la Providencia, que as ha decidido, alfin, fi anular los inconvenientes que hasta ahora se ha .bfan presentado al tratarse del alumbrado eléctrico en l aCentral.

Nuestra enhorabuena al personal de Madrid .

Continúan en todas las provincias los escandalosos ro-bos de hilo de bronce de las líneas telegráficas.

Hasta tal punto han llegado el descaro de los malhe-chores y la impotencia ó el abandono de las autoridades ,que, dentro de Madrid, á espaldas del Museo de Pinto-

Page 16: El Telégrafo Español - archivodigital.coit.esarchivodigital.coit.es/uploads/documentos/te/1892/07/18920731_num... · ferente dedicada por sus antecesores al Cuerpo de Correo s yal

35 EL TELÉGRAFO ESPANOL

ras, cortaron días pasados los hilos del ramal que po rallí pasa, de 28 kilos, y se llevaron el alambre de vario svanes .

En las líoeas de nueva construcción, los robos no ti enen nUmero, siendo incalculables los perjuicios que seocasionan á la Administración, que no puede tener fran-cas, más que muy raros días, líneas acabadas de con struir.

No ya el personal de vigilancia de la Dirección Gene-ral, sino la Guardia civil, resulta impotente para evitarestos robos, como ineficaz la reciente circular del Fisca ldel Supremo y cuantas medidas han adoptado hastaahora las autoridades .

El mal aumenta de día en día ; los robos se repiten converdadero escándalo, y los autores quedan casi siempr eimpunes. Es preciso que con toda urgencia se adopte nmedidas de rigor, aplicán lose severamente el Código pe -nal á los malhechores, ó dictando disposiciones especia-les aún más rigorosas, si no ha de llegar un momentoen que la comunicación telegráfica sea imposible, ó l aDirección se vea en la necesidad de abandonar las línea sde bronce, perdiéndose así los muchos millones que elpaís ha invertido n ellas.

-xv-El montaje de los nuevos directos de bronce sobre al-

gunas de las grandes líneas actuales, ha puesto una ve zmás de manifiesto el poco acierto que tuvo la Direcció ngeneral al suprimir los antiguos tensores en nuestras lí -neas antiguas y modernas.

Hoy no se encuentra ni un solo conductor que teng ala tensión conveniente, presentando todos fiech s enor-mes, sin que á los celadores les sea posible disminuirlasen la mayoría de los casos . Esto produce innumerablescruzamientos, especialmente en las lineas que han reci-bido los nuevos conductores de bronce, que, ni por ex-cepción, llegan á estar francas ni un solo día.

Llamamos la atención del Sr . Arrazola sobre este he-cho, causa principalísima de la gran perturbación denuestro servicio telegráfico .

***Hemos recibido numerosas cartas de provincias en la s

que los Auxiliares permanentes nos preguntan alarmado squé será de ellos, en vista del insistente rumor que cir-cula de que su clase será suprimida .

Pueden estar perfectamente tranquilos nuestros comu-nicantes. Hast ahora nadie ha pensado en suprimir los

actuales empleados de aquella categoría . Es posible qu ese acuerde no admitir más de nuevo ingreso, en vistadel mal resultado que, en general, han dado, efecto, si nduda, de la punible condescendencia de los tribuna es d eexámenes; pero cualquier medida que con ellos se adop -te para variar su estado presente ó su porvenir, será siem -pre sobre la base de respetar los derechos adquiridos .

Cuanto á los que reunen también la circunstancia d ehaber sido aspirantes, claro es que por ningún estilo su -frirán perjuicio de ninguna clase .

ase

Hace pocos días se reunieron en el despacho del señorgeneral D. Angel Ochotorena, y presididos por éste, repre -sentantes de todas las clases del Cuerpo, deseosos d ecambiar impresiones respecto á los últimos sucesos, pr e .via la venia del señor Director general .

En nombre del alto personal, asistieron los individuosmás antiguos residentes en Madrid, de cada escala, seño -res Ochotorena, Montenegro, Pérez Blanca, Agustín ,Sáenz, Cordero, Tornos y París; y en representación delpersonal subalterno, los Oficiales Sres. Brey, Brunet, Fer -nández, García Calle, Goicorrotea, Gómez de Cádiz, La -puente, Lázaro, Marín, Medina Pérez, Peynador, Rodrí-guez y Turégano.

Hicieron uso de la palabra los oficiales Sres. Rodrí-guez (D . Rafael), Marín, Goicorrotea, Lapuente y algu-nos otros, mereciendo la contestación del personal sup e .flor, por boca de los Sres . Ochotorena, Montenegro, Pé-rez Blanca, Agustín, Sáenz, Tornos y Cordero .

De la conferencia resultó el firmé propósito de cami-nar unidos Jefes y subalternos, y juntos trabajar si ndescanso en pro de los intereses del Cuerpo, sirviendo e lelemento joven de iniciador fogoso y entusiasta, y de re-gulador de estas iniciativas la experiencia que dan lo saños .

La idea nos parece excelente, y sólo deseamos que s epractique al pie de la letra .

En la reunión citada, la unanimidad de pareceres yaspiraciones ±ué absoluta y el deseo de estrechar los la-zos de compañerismo adquirió formas entusiastas y con -movedoras .

Sépanlo nuestros compañeros de provincias, y felicité -monos todos.

ROMEEO, Impresor, Tudescos, 34 .-Teléfono 875.

Movimiento del personal durante la última decena.

(mesara NOMBRES RESIDENCIA PUNTO DE DESTINO MOTIVO

Oficial 1 .° D . Rafael Vázquez Arias

. Lago

. Coruña

. Deseos.Idem 4.° Epifanio Ortíz de Avila San Roque Marbella Idem .Aspirante 2 .° Andrés Rocha Biadma Algeciras San R .que Idem.Oficial 40 Senén Ramón Crespo Las Palcuas Madrid Idem .Idem Juan Costales Bedia San Sebastián Aranda Idem.Aspirante 1. 0 Melchor García Fabriges Vera Algeciras IdeanIdem 2 .° Antonio Pérez -Sola Almería Vera Idem .Idem 1 .0 José Ruiz Medina Madrii El Espinar Idem.Oficial 4.° Francisco Herreros Ruiz Figueras Madrid Idem .Idem 5 .° Salvador Rc.ig Madrid Fuencaliente Idem .Mero. 5 .° Juan Toledo Mata Idem Calzada de Calatrava Idem .Idem 5 .° Casimiro Moreno Baeza Córdoba Servicio .Idem 4.° Adolfo Gómez Goicorrotra Madrid Baeza Deseos.Idead 50 Lorenzo Llorens Alborán Barcelona Servicio .