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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
CUARTA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
780-15
San Luis Potosí, S.L.P., a 08 ocho de Febrero del año 2016 dos mil dieciséis
V I S T O, para resolver el toca número 780-2015, relativo al recurso de apelación interpuesto
por las partes apelantes ELIMINADO, en contra de la sentencia definitiva dictada con fecha 06 seis de
octubre de 2015 dos mil quince, dictada por el Juez Segundo del Ramo Civil de esta Capital, dentro
del expediente número 1335/2015, relativo al JUICIO ORDINARIO CIVIL REIVINDICATORIO,
promovido por ELIMINADO, en contra de ELIMINADO, y;
R E S U L T A N D O
PRIMERO.- La sentencia apelada, en sus puntos resolutivos establece lo siguiente:
ELIMINADOPRIMERO.-Este Juzgado es competente para conocer del presente asunto. SEGUNDO.-
La vía elegida por la parte actora fue la correcta. TERCERO.- La personalidad de las
partes quedó demostrada en autos. CUARTO.- La reconvención, el actor C. ELIMINADO, no
probó la acción de prescripción positiva. QUINTO.- En consecuencia, se absuelve a la parte
demandada, CC. ELIMINADO, de todas y cada una de las prestaciones reclamadas en la
reconvención. SEXTO.- Se condena al C. ELIMINADO, al pago de las costas generadas en la
reconvención. SÉPTIMO.- Por lo que corresponde a la acción principal, la parte actora,
CC. ELIMINADO, acreditó su acción reivindicatoria y el demandado, C. ELIMINADO o
ELIMINADO, no justificó sus excepciones, mientras que el diverso demandado, C. ELIMINADO,
fue juzgado en rebeldía. OCTAVO.- En consecuencia, se declara que la parte actora tiene
dominio sobre el inmueble detallado en el documento base de la acción, cuyas
características se dan aquí por reproducidas para los efectos legales conducentes, y se
condena a los demandados, CC. ELIMINADO O JOSE ELIMINADO Y ELIMINADO, a la entrega
material y jurídica del inmueble en mención, con sus frutos y acciones. NOVENO.- Se
absuelve a los demandados al pago de daños y perjuicios que reclama la parte actora en el
inciso b) de su escrito de demanda, por las razones y fundamentos legales expuestos en el
considerando sexto de esta resolución. DECIMO.- A fin de dar cumplimiento con lo anterior,
se concede a los demandados, CC. ELIMINADO O JOSE ELIMINADO Y ELIMINADO, el improrrogable
término de 5 cinco días contados a partir de que esta sentencia cause ejecutoria, bajo
apercibimiento que de no hacerlo se procederá a la ejecución forzosa. DECIMO PRIMERO.- Se
condena a los demandados, en el juicio principal, CC. ELIMINADO O JOSE ELIMINADO Y
ELIMINADO, al pago de las costas generadas en esta instancia, previa su regulación en
ejecución de sentencia. DECIMO SEGUNDO.- Notifíquese personalmente.”
SEGUNDO.- Inconforme ELIMINADO, con la sentencia cuyos puntos resolutivos han
quedado transcritos, interpuso recurso de apelación, el cual fue admitido en efecto devolutivo por el
Inferior, remitiéndose el expediente al Superior para la substanciación de Alzada, habiendo tocado
conocer del recurso a esta Sala; por auto de fecha 13 trece de noviembre de 2015 dos mil quince, se
confirmó la calificación de grado hecha por el juez de primera instancia, y se pusieron los autos a la
vista de la parte apelante por el término de 6 seis días, para los fines a que se refiere el artículo 953 del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de San Luis Potosí. Consta en autos, que los
apelantes expresaron agravios en tiempo y en el mismo escrito ofrecieron prueba documental
superveniente, con la cual se dio vista a su contraparte, quien no la evacuó; apareciendo contestación
a los mismos por la parte apelada; por lo que se pasó al período de alegatos, derecho del que no
hicieron uso las partes, por lo que en fecha 25 veinticinco de enero del año en curso, finalmente se citó
para resolver el presente negocio; y,
C O N S I D E R A N D O
PRIMERO.- Los agravios expresados por ELIMINADO, textualmente dicen: “ Me causa agravio
la Resolución de fecha 6 de Octubre del 2015, y la falta de la fundamentación y
motivación, en virtud de que el suscrito en el considerando séptimo y en el
resolutivo séptimo, los cuales pido se me tengan aquí por reproducidos como si a la
letra se insertaran para los efectos legales a que haya lugar, fui condenado al
pago de COSTAS Y GASTOS, derivados de la tramitación Juicio Principal o de origen,
siendo que el suscrito fui declarado rebelde, tal como se aprecia en la sentencia
recurrida en la fojas 2 que a la letra dice: “..., por auto de 15 de octubre de esa
misma anualidad, al demandado, C. ELIMINADO, se le acuso la correspondiente
rebeldía y se le tuvo por perdido el derecho que pudo haber ejercitado en tiempo y
forma.... “, situación por la cual el suscrito no di pie a que se generaran gastos
y costas con motivo de la tramitación del procedimiento Judicial, es decir, por la
asesoría, gestión o trabajo realizado dentro del Juicio, derivado de la
contestación, ofrecimiento de pruebas, desahogo, alegatos, incidentes o cualquier
promoción que diera tramite al procedimiento, Juicio al cual el suscrito fui
llamado, y que al mismo no di origen, ya que el suscrito laboro en el taller
mecánico que es propiedad de mi padre ELIMINADO, lugar en el que laboran diversas
personas, que como yo todos los días vamos a trabajar al inmueble materia de la
presente Litis, y que los mismo (sic) no fueron llamados a Juicio ya que laboran
para el C. ELIMINADO y/o asisten en el inmueble de referencia tal como el suscrito
lo hago; por lo cual me causa agravio y detrimento en mi patrimonio, que se me
condene al pago de costas y gastos de un procedimiento en el cual el suscrito no
soy parte, que en el mismo fui declarado en rebeldía, circunstancia por la que no
di motivo para que se originaran o erogaran costas y gastos en virtud de lo
manifestado en párrafos que anteceden. 2.- Me causa agravio la resolución de fecha
5 de octubre del 2015, y en caso de ser condenado o de que no se modifique o
revoque la resolución mencionada, en virtud, de lo solicitado en el punto anterior,
y se me condene al pago de costas gastos, dejándome en completo estado de
indefensión ya en principio en dicha sentencia no fueron determinadas debidamente
tanto la base en que se iba a condenar al suscrito al pago de costas y gastos, así
como el procedimiento de su liquidación, y por lo tanto contraviene lo dispuesto en
el artículo 16 y 17 Constitucional, como lo establecido en el artículo 81 del
Código de Procedimientos Civiles vigente, disposiciones que pido se me tengan por
reproducidos como se (sic) a la letra se insertaren, para que produzcan los efectos
legales a que haya lugar.”
SEGUNDO.- Los agravios expresados por ELIMINADO, textualmente dicen: “1.- Me causa
agravio la Resolución de fecha 5 de Octubre el 2015, respectivamente el
considerando Cuarto, que considero es violatorio del Artículo 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, traducidos en la falta de
motivación y fundamentación para no otorgarme la propiedad del bien inmueble
materia de la presente litis en propiedad en virtud de la Prescripción que el
suscrito hice valer mediante la reconvención planteada en el juicio principal, y
por lo tanto viola lo dispuesto en los artículos 1096 y 1097.el Código Civil
vigente en relación con el artículo 81 del Código de Procedimientos Civiles vigente
en el Estado, en razón que la figura de la prescripción no fue debidamente
estudiada ni clasificada dentro de las hipótesis que refiere el artículo 1097 del
Código Civil vigente en el Estado, por lo tanto la sentencia no es clara,
congruente con los hechos manifestados es mi escrito de reconvención y contestación
de demanda y con los deducidos en el procedimiento, así como la falta de valoración
de la Prueba Presuncional y la Prueba Instrumental de Actuaciones, y la incorrecta
valoración de la prueba testimonial a cargo de los C.C. ELSA LAURA MONTOYA MARTIEZ
Y JULIO CESAR PEREZ AYALA, y de la Prueba Confesional con cargo HECTOR RIVERA
GONZALEZ y la confesional con cargo a la C. SOFIA GONZALEZ CALDERON,
respectivamente en las contestaciones a la posiciones 3ª., 4ª. 11ª, dentro de las
cuales se desprende que después de 14 años mediante la presente demanda inicial se
hiso (sic) del conocimiento al suscrito que los C.C. SOFIA GONZALEZ CALDERON Y
HECTOR RIVERAA GONZALEZ, son propietarios del 50% del bien inmueble ubicado en la
calle de Himno Nacional No. 529 actualmente 5509 de esta Ciudad, además que en
dicha prueba confesional se me reconoce que el suscrito tengo la posesión del
inmueble, y que la misma la ostento desde el 31 de diciembre de 1991, aunado a la
incorrecta valoración de la PRUEBA INSPECCIONAL, en donde se acredita que el
suscrito tengo mi taller al No. 5509-A, y dichas pruebas al no ser debidamente
valoradas y estudiadas al emitir la resolución mencionadas causan un perjuicio al
suscrito posesión y propiedad que ostento sobre el bien inmueble descrito, y además
no fueron tomadas en consideración las pruebas y disposiciones mencionadas en
líneas que anteceden en los aspectos por la falta e incorrecta valoración de las
mismas en lo siguiente: 1.- El suscrito dentro del procedimiento interpuse la
reconvención para adquirir mediante la acción de prescripción positiva la propiedad
del bien inmueble ubicado en la calle de Himno Nacional No. 5509-B de esta Ciudad,
y que tengo desde el 29 de diciembre de 1991, adquirido mediante el contrato verbal
de compraventa que celebré con mi finado padre ANOTNIO RIVERA MARQUEZ, y que desde
la fecha de referencia ostento la posesión del bien inmueble de forma pacífica,
pública, continua y en carácter de dueño, tal como lo manifesté en mi escrito de
reconvención, el cual pido se me tenga por reproducido en el presente escrito para
los efectos legales a que haya lugar, inmueble en el cual establecí mi casa
habitación y el taller mecánico, lo que acredito con la prueba confesional
realizada por la C. SOFIA GONZALEZ CALDERON, quien al desahogar el pliego de
posiciones admite en la posición número 5.-, que el suscrito desde el 29 de
Diciembre de 1991 tengo la posesión del inmueble de referencia, circunstancia que
no fue valorada por el A quo, aunado a la prueba Testimonial con cargo a los C.C.
ELSA LAURA MOTOYA AYALA Y JULIO CESAR PEREZ AYALA, de cuyos testimonios se
desprende que el suscrito tengo la posesión del bien inmueble materia de la
presente Litis, adminiculada a su vez con la Inspección Judicial en la cual se
plasmó que el suscrito tengo mi taller mecánico denominado “AUTOMOTRIZ TANGAMANGA,
AFINACIONES, SUSPENCIONES, FRENOS Y REPARACION DE MOTORES”, dicha presunción
derivada de las pruebas mencionadas no fue debidamente valorado por el Juez Natural
dentro de la sentencia, ya que se presume que el suscrito efectivamente tengo la
posesión desde diciembre de 1991, y por ende la existencia de la celebración del
contrato verbal que celebre con mi finado padre Antonio Rivera, aunado a que el
suscrito no he sido emplazado a ningún tipo de juicio y que diera origen a la
prescripción fuera interrumpida, lo que no sucedió, por lo que el Juez de la causa
no establece dentro de la resolución recurrida el tipo de prescripción que pudo
haberse estudiado, dejando al suscrito en completo estado de indefensión en virtud
de que el suscrito tengo más de 23 años en posesión del bien inmueble citado,
acreditando que el suscrito tengo la posesión en concepto de propietario, ya que
tengo el pleno dominio del inmueble en cuestión, acreditando con las pruebas antes
mencionadas que el suscrito presuntivamente, adquirí el bien inmueble del que tengo
el goce y disfrute en virtud del contrato verbal de compraventa celebrado con mi
padre ANTONIO RIVERA el 29 de diciembre de 1991, y que dichas circunstancias
reitero no fue valorada, inmueble del cual puedo adquirir la propiedad mediante la
prescripción adquisitiva en alguna de las modalidades previstas en el artículo 1907
del Código Civil vigente en el Estado, situación que el juez a quo no entro al
estudio en virtud de que no se acredito la causa generadora de la posesión
presunción que no fue valorada como señale en líneas anteriores, circunstancia que
no fue debidamente valorada al no entrar en el estudio en virtud de que en la
fracción III del ordenamiento de referencia no se necesita acreditar la existencia
de un justo título sino el tener el pleno dominio sobre el bien inmueble que se
pretende prescribir, dominio que tengo desde hace 23 años como lo deje debidamente
manifestado y acreditado, y no fue debidamente valorado, por lo cual pido sea
revocada la resolución mencionada para que el juez a quo, entre al estudio de la
prescripción en base a lo señalado en el artículo 1097 del Código Civil el cual
pido se me tenga por reproducido como si a la letra se insertara para los efectos
legales a que haya lugar, y deduzca fehacientemente la clase de prescripción que se
deduce en base a los hechos proporcionado en el juicio, y aclarar los elementos de
la acción mencionada, a que dicho ordenamiento contempla diversas hipótesis en las
que procede en la prescripción de bienes inmuebles ya sea con justo título o no, de
buena o mala fe y de los que la posesión es sin título, que no fueron estudiadas en
el presente Juicio, deduciendo en base a que fracción del ordenamiento mencionado
fueron estudiados los hechos proporcionados por el suscrito, contraviniendo al
principio general de derecho que dice “EL DERECHO NACE DEL HECHO”, reitero no
fueron deducidas la resolución y se me dejan en completo estado de indefensión,
causando un perjuicio a mi esfera jurídica ya mi derecho humano de posesión y
propiedad. 1.2.- Aunado a lo anterior, las pruebas antes referidas y no valoradas,
no fueron aplicadas en atención a que el suscrito tengo la posesión del bien
inmueble descrito en líneas anteriores, desde hace más de 23 años, lo anterior con
fundamento en lo dispuesto en el artículo 772 del Código Civil aplicable al
presente Juicio y que no fue tomado en consideración en la presente resolución.
1.3.- El suscrito ostente la posesión del bien inmueble mencionado de manera
pacífica, porque no la adquirí mediante violencia, la misma fue transmitida por mi
finado padre a favor del suscrito en virtud del contrato verbal de compraventa y si
el mismo no pudo ser acreditado por el suscrito es de tomarse en consideración que
ha son más de 23 años en los que el suscrito adquirí el bien inmueble materia de la
presente Litis, y ni antes ni después de que mi padre falleciera se me reclamo la
posesión o propiedad del bien inmueble de referencia, ya que es sabido de todos que
mi padre me lo vendió por eso el suscrito puse taller mecánico desde diciembre de
1991 y el cual tengo a la fecha, el cual tengo a la fecha, lo que acredito con la
Prueba Inspeccional que realizo el personal del Juzgado Tercero del Ramo Civil,
incluso la parte actora tuvo suficiente tiempo para obtener los derechos que hoy me
reclama mediante su demanda reivindicatoria, después de 15 años en los cuales según
mi padre les escrituro la mitad del bien inmueble ubicado en Himno Nacional N.
5529-B de esta Ciudad situación y prueba de Inspección Judicial que no fue
considerada ni valorada por el A quo al momento de resolver el presente Juicio.
1.4.- La posesión ha sido continua porque no ha sido interrumpida por ningún medio
o juicio previsto por la ley, ni por parte de la actora en lo principal y demanda
en la reconvención, dolosamente esperaron a que mi padre falleciera para hacer
valer su título, ni por persona alguna, presunción que no fue valorada aunada a las
falta de valoración de las pruebas descritas en el punto 1 del presente escrito de
agravios, las cuales pido se me tengan por reproducidas como si a la letra se
insertaren para los efectos legales a que haya lugar. 1.5.- La posesión la he
ostentado de forma pública, porque la misma es conocida por todas las personas, y
presuntivamente nadie me reclamo la posesión que ostento aun mis hermanos, quienes
en su caso tienen derecho a la sucesión a bienes de mis finado padre ANTONIO
RIVERA. 1.6- En concepto de dueño porque si bien no acredite mediante un documento
la causa generadora de mi posesión, pero mediante la confesional con cargo a la
parte actora en lo principal y demandada en la reconvención SOFIA GONZALEZ CALDERON
que reconoce que el suscrito he ostentado la posesión del bien inmueble descrito en
líneas que anteceden desde diciembre de 1991, y en la fecha en que según la parte
actora en lo principal y demandada en la reconvención adquirió la propiedad del 50%
del bien inmueble referido y no interrumpió el término de 14 años que es el tiempo
que la parte actora en el principal y demandada en la reconvención en la
reconvención tiene la propiedad del inmueble materia de la presente litis, para que
el suscrito adquiriera mediante la prescripción el bien inmueble mediante una las
hipótesis previstas en el artículo 1097 del Código Civil vigente en el Estado, por
lo que contraviene la resolución que se impugna un principio general de derecho que
a la letra dice “dame los hechos que yo te daré el derecho”, violando con ello el
derecho que el suscrito he generado a través del tiempo y previsto en el artículo
772 que a la letra dice: “Solo la posesión que se adquiere y disfruta en concepto
de dueño de la cosa poseída puede producir la prescripción.”, por lo que en la
sentencia recurrida no se escribe la prescripción que deriva de lo hechos que el
suscrito hice valer en mi escrito de reconvención aunado al estudio y valoración de
las pruebas apostadas en el juicio y desahogadas, adminiculas con la prueba
presuncional derivada de las mismas, que no fueron debidamente valoradas, aunado a
la incorrecta valoración de la prueba confesional con cargo a los demandados en la
reconvención, lo cual causa perjuicio al suscrito en la posesión que ostento sobre
el bien inmueble descrito en líneas que anteceden, en virtud del tiempo que el
suscrito he detentado la posesión del mismo. 2.- Me causa Agravio la resolución de
fecha 6 de Octubre del año en curso, respectivamente en el resolutivo Sexto,
primero por la incorrecta valoración de la prueba pericial y de inspección judicial
en virtud de que en base a las mismas el bien inmueble ubicado en la Avenida Himno
Nacional No. 5509 de esta Ciudad, fue reivindicado a la parte actora, prueba
pericial rendidas por el C.C. ingeniero JAVIER DE LA TORRE ALVARADO y el Arquitecto
HERIBERTO SANCHEZ SANDOVAL, ya que el suscrito me inconforme con dichos peritajes y
autoridad judicial en ningún momento resolvió dicha inconformidad, y de dichos
peritajes se observa que no se lleva una clara identificación del inmueble que la
parte actora en lo principal pretende ser reivindicado, adminiculadas a la prueba
de inspección Judicial realizada por personal del Juzgado Tercero Civil, de la cual
se desprende que el bien inmueble que la parte demandada pretende que se le
reivindique no existe el número oficial que el menciona en su escrito de demanda y
de su escritura y una situación de esta índole no puede ser subsanada mediante los
sentidos porque es cuestionable que se busque el 5509 y al no existir los sentidos
lo perciben y no puede ser subsanada dicha omisión ya que se puede caer en el error
de poner o reivindicar algo que no existe y que no puede ser percibido
fehacientemente por los sentido, lo que también es inadmisible que los peritos
realizaran en virtud de la información recabada en la inspección judicial un
peritaje sobre el inmueble ubicado en el 5509 si el mismo no existe, por lo cual
resulta violatorio y contraviene lo dispuesto en el artículo 81 del Código de
procedimientos Civiles, y no se cumple con un elemento de la acción reivindicatoria
y que la misma establece que debe quedar debidamente acreditada la identidad del
inmueble a reivindicar, lo que no es así por lo manifestado en líneas anteriores,
por lo cual se dejaría en completo estado de indefensión el estudio incorrecto de
las pruebas mencionadas y del elemento de la acción de reivindicación consistente
en la identificación del inmueble, por lo cual es violatoria a lo previsto en los
artículos 14 y 16 Constitucionales, por lo cual pido la revocación de la solución
que se impugna mediante este recurso.”
SEGUNDO.- Por cuestión de método, se estudian en primer término, los agravios expresados por
el apelante ELIMINADO, los cuales resultan infundados en un aspecto, inoperantes en otros.
Para arribar a dicha calificación partimos del contenido sustancial de la sentencia apelada y que
condujo al juez a determinar que en la reconvención el actor ELIMINADO, no probó su acción de
prescripción positiva, por lo que absolvió a la parte demandada en la reconvención SOFIA GONZALEZ
CALDERON y HECTOR RIVERA GONZALEZ, de las prestaciones reclamadas y condenó a
ELIMINADO al pago de las costas generadas en la reconvención; por otro lado, en lo que corresponde a
la acción principal, concluyó que la parte actora ELIMINADO acreditó su acción reivindicatoria y el
demandado ELIMINADO o ELIMINADO no justificaron sus excepciones, mientras que el diverso
demandado fue juzgado en rebeldía; en consecuencia, declaró que la parte actora tiene dominio sobre
el inmueble motivo del pleito y condenó a los demandados, CC. ELIMINADO O ELIMINADO Y
ELIMINADO, a su entrega material y jurídica, con sus frutos y acciones; igualmente, absolvió a los
demandados del pago de daños y perjuicios reclamados por los actores, concedió a los demandados,
ELIMINADO O ELIMINADO Y ELIMINADO, el término de 5 cinco días a partir de que la sentencia cause
ejecutoria, bajo apercibimiento que de no hacerlo se procederá a la ejecución forzosa y condenó a los
demandados, en el juicio principal ELIMINADO O JOSE ELIMINADO Y ELIMINADO, al pago de las
costas generadas en esa primera instancia, previa su regulación en ejecución de sentencia.
En efecto, el juez del conocimiento, en primer lugar, emprendió el estudio de la acción
reconvencional de prescripción positiva propuesta por ELIMINADO, fundándola en los artículos 1096,
1097 y 1101 del Código Civil y fijó como elementos de la misma: a).- Que el actor tenga la posesión del
predio a que se refiere en su escrito de reconvención, en la forma y términos que establecen los citados
artículos y b).- Que el inmueble en cuestión se encuentre registrado a favor de la parte demandada;
enseguida adelantó que el primero de ellos no se encontraba probado, porque de los hechos de la
demanda advirtió que el reconveniente señaló como causa generadora del inmueble, ubicado en la calle
de Himno Nacional número 525 actualmente 5509 de esta Ciudad, como un contrato verbal de
compraventa que suscribió con su finado padre el 29 veintinueve de diciembre de 1991 mil novecientos
noventa y uno, y que tal incomprobación era porque de las pruebas que aportó el reconveniente no
fueron suficientes para ese efecto, ya que las confesionales a cargo de los demandados no le
beneficiaron al no perjudicarles, con arreglo en el artículo 386 del Código de Procedimientos Civiles, que
la testimonial aún confiriéndole valor en términos del numeral 400 del mismo libro, solo demostraba que
ostenta la posesión del inmueble, pero no que sea el propietario, ni la compraventa verbal mencionada y
que además el actor no manifestó el precio pactado por dicha operación ni probó la existencia de tal
contrato, y que por tanto, carecía de acto traslativo de dominio, lo que hacía al A quo asumir únicamente
la calidad de simple ocupante del predio, lo cual no es apto para prescribir y cita las tesis de los rubros:
“PRESCRIPCION ADQUISITIVA, NO BASTA CON REVELAR LA CAUSA GENERADORA DE LA POSESION,
SINO QUE DEBE ACREDITARSE (LEGISLACION DEL ESTADO DE MEXICO)”; “PRESCRIPCION
POSITIVA. REQUISITOS QUE DEBEN ACREDITARSE PARA SU PROCEDENCIA (LEGISLACION DEL
ESTADO DE SONORA)”; “USUCAPION. CAUSA GENERADORA DE LA POSESION DEBE SEÑALARSE
PROPORCIONANDO TODOS AQUELLOS DATOS QUE REVELAN SU EXISTENCIA (LEGISLACION DEL
ESTADO DE PUEBLA); “PRESCRIPCION ADQUISTIVA. POSESION EN CONCEPTO DE PROPIETARIO”;
“PRESCRIPCION ADQUISITIVA. PARA QUE SE ENTIENDA SATISFECHO EL REQUISITO DE LA
EXISTENCIA DE LA POSESION EN CONCEPTO DE PROPIETARIO EXIGIDO POR EL CODIGO CIVIL
PARA EL DISTRITO FDEDERAL Y POR LAS DIVERSAS LEGISLACIONES DE LOS ESTADOS DE LA
REPUBLICA QUE CONTIENEN DISPOSICIONES LEGALES IGUALES, ES NECESARIO DEMOSTRAR LA
EXISTENCIA DE UN TITULO DEL QUE SE DERIVE LA POSESION”; y “PRESCRIPCION ADQUISITIVA
CUANDO LA CAUSA GENERADORA DE LA POSESION SE HACE CONSISTIR EN UN CONTRATO VERBAL
DE COMRPAVENTA, DEBE EVIDENCIARSE LA ENTREGA DEL PRECIO CIERTO Y EN DINERO”.
Concluye el juez, que en la reconvención el actor no probó su acción, resultándole innecesario
proceder al estudio de la contestación y pruebas ofrecidas por la parte demandada porque a ningún fin
práctico conduciría su estudio; en consecuencia, absolvió a la parte demandada de todas y cada una de
las prestaciones de la reconvención y citó en apoyo las tesis siguientes: “ACCION, ESTUDIO
OFICIOSO DE LA”; y “ACCION, FALTA DE PRUEBA DE LA”.
Por su parte, el apelante ELIMINADO, en su escrito de agravios, en contra de lo anteriormente
considerado por el juez del conocimiento, en torno al tema de la acción reconvencional de
prescripción positiva que propuso, sostiene que le causa perjuicio dicha resolución porque la
considera violatoria de los artículos 14 y 16 Constitucionales, por falta de motivación y fundamentación;
igualmente aduce que el fallo impugnado vulnera los artículos 1096 y 1097 del Código Civil, en relación
con el artículo 81 del Código de Procedimientos Civiles, porque la figura de la prescripción no fue
debidamente estudiada ni clasificada dentro de las hipótesis del citado artículo 1097 del Código
Sustantivo, por lo que la sentencia no es clara ni congruente con los hechos de la reconvención,
contestación de demanda y con los deducidos del procedimiento, esto es, el apelante aduce en sus
agravios, que la clasificación de la posesión que él detenta, es en virtud de que tiene más de 23 años
poseyendo el inmueble reclamado en prescripción positiva.
También se duele de la falta de valoración de la prueba presuncional e instrumental de
actuaciones y señala como incorrecta la valoración de la testimonial a cargo de ELIMINADO y
ELIMINADO, así como de la prueba confesional con cargo a ELIMINADO en sus respuestas a las
posiciones 3, 4 y 11 de las que dice, se desprende, que hasta la demanda se le hizo saber que los
citados son dueños del 50% del inmueble afecto y que reconocen que él tiene la posesión desde el 31
treinta y uno de diciembre de 1991 mil novecientos noventa y uno; igualmente asevera incorrecta
valoración de la prueba de inspección judicial, pues dice que con ella acredita que en dicho inmueble
tiene su taller mecánico y que dichas pruebas no fueron tomadas en consideración por el juez y
manifiesta el apelante que de las mismas se presume que efectivamente tiene la posesión desde tal
fecha y por ende, la existencia de la celebración del contrato verbal de compraventa del inmueble
reclamado y que celebró con su finado padre Antonio Rivera; que no ha sido emplazado a ningún tipo
de juicio que le interrumpiera la prescripción y que el juez no establece qué tipo de prescripción pudo
haber estudiado y que de tales pruebas acredita que pudo adquirir la propiedad mediante la prescripción
adquisitiva en alguna de las modalidades previstas en el artículo 1907 del Código Civil, situación que el
juez no entró a su estudio, en virtud de que en su fracción III, se establece que no se necesita acreditar
la existencia de un justo título sino el tener el pleno dominio sobre el bien inmueble que se pretende
prescribir y que ese dominio lo tiene desde hace 23 años, por lo que pide sea revocada la resolución
apelada para que se entre al estudio de la prescripción en base a lo señalado en el artículo 1097 del
Código Civil y se deduzca la clase de prescripción que se deduce en base a los hechos narrados, y
aclarar los elementos de la acción, porque el citado precepto contempla diversas hipótesis en las que
procede la prescripción de inmuebles ya sea con justo título o no, de buena o mala fe y de los que la
posesión es sin título, y que no fueron estudiadas por el juez al no deducir en base a que fracción del
citado dispositivo encuadran los hechos que proporcionó, contraviniendo al principio general de derecho
que dice “EL DERECHO NACE DEL HECHO”, dejándolo en estado de indefensión, causándole un
perjuicio a su esfera jurídica y a su derecho humano de posesión y propiedad.
Reitera el apelante, que su posesión es de más de 23 años, con arreglo en el artículo 771 del
Código Civil y que no fue tomado en consideración; que su posesión no la adquirió mediante violencia
porque fue en virtud de un contrato de compraventa y si el mismo no pudo acreditarlo, pero que ya son
más de 23 años en los que adquirió y que ni antes ni después de que su padre falleciera se le reclamó
su posesión o propiedad porque es sabido de todos que su padre se lo vendió y por eso puso su taller
mecánico desde diciembre de 1991 mil novecientos noventa y uno y el cual tiene a la fecha, lo cual
insiste, acreditó con la inspección judicial ante personal del juzgado actuante y que la parte actora tuvo
suficiente tiempo para obtener los derechos que hoy le reclama en su demanda, después de 15 años en
los cuales según su padre les escrituró la mitad del inmueble y que tal inspección judicial no fue
considerada ni valorada por el A quo al momento de resolver; que su posesión ha sido continua porque
no ha sido interrumpida mediante algún juicio interpuesto por la parte actora, ni por persona alguna, y
que la parte actora esperó dolosamente a que su padre falleciera para hacer valer su título; y que tal
presunción no fue valorada aunada a la falta de valoración de las pruebas que describe anteriormente;
que su posesión es pública porque es conocida de todas las personas y presuntivamente nadie se la
reclamó aún sus hermanos que en su caso, tienen derecho a la sucesión a bienes de su finado padre;
que su posesión es en concepto de dueño porque si bien no acreditó la causa generadora de la
posesión, pero con la confesional a cargo de la actora ELIMINADO reconoce que la ha tenido desde
diciembre de 1991 mil novecientos noventa y uno, que la propiedad de los actores por 14 años, no le
interrumpe su posesión.
Pues bien, una vez fijada la Litis de segunda instancia en relación a la reivindicación que propuso
el aquí inconforme, en contra de ELIMINADO, por prescripción positiva del inmueble ubicado en
ELIMINADO, se tiene que sus agravios son en un aspecto infundados, toda vez que contrario a lo que
aduce, la sentencia apelada si se encuentra fundada y motivada.
Se afirma lo anterior, en razón de que el artículo 16 de la Constitución Federal impone a las
autoridades la obligación de fundar y motivar sus determinaciones y tal deber se satisface desde el
punto de vista formal, cuando se expresan los preceptos legales aplicables y las razones que hacen que
el caso particular encuadre en la hipótesis de la norma legal invocada.
En estrecho vínculo con lo que antecede, es menester puntualizar que el incumplimiento a lo
ordenado por el precepto constitucional anteriormente citado se puede dar de dos formas, a saber:
a).- Que en el acto de autoridad exista una indebida fundamentación y motivación; o bien,
b).- Que se dé una falta total de fundamentación y motivación del acto.
La indebida fundamentación tiene lugar cuando la autoridad sí cita los preceptos legales que la
autoridad estimó conducentes, pero éstos son inaplicables al caso concreto; en tanto que la indebida
motivación se da cuando en el acto de autoridad si se expresan las razones que lo sustentan, pero
éstas no se ajustan a los presupuestos de la norma legal invocada como aplicable al asunto.
En cambio, la falta de fundamentación consiste en la omisión absoluta de citar en el acto de
molestia o de privación, el o los preceptos legales que lo justifiquen, en tanto que la falta de motivación
consiste en la carencia total de expresión de razonamientos.
Bajo el anotado contexto jurídico, este Tribunal de Alzada considera que, contrario a lo sostenido
por el apelante, para llegar a la determinación del juez de primer grado en cuanto a declarar no probada
la acción reconvencional de prescripción positiva propuesta por el ahora apelante, sí cumplió
cabalmente el mencionado mandato constitucional, cuenta habida que de lo anteriormente reseñado se
advierte que se cumple con tales requisitos de fundamentación y motivación, toda vez que el A quo
expresa las normas legales que considera aplicables al caso concreto, como los artículos 1096,
1097,1101 del Código Civil, 273 del Código de Procedimientos Civiles, para fijar los elementos de la
acción de prescripción positiva; que en base a lo expuesto en la demanda, el actor reconveniente no
justificó la causa generadora de la posesión del inmueble afecto que señaló en su escrito
reconvencional, adquirió por compraventa verbal con su señor padre ELIMINADO porque las pruebas
aportadas fueron insuficientes, atento a que las confesionales a cargo de los demandados en la
reconvención no le beneficiaron al no perjudicarles, invocando como fundamento a esta justipreciación
el artículo 386 del Código de Procedimientos Civiles, que la testimonial a pesar de conferirle valor de
acuerdo al precepto 400 del mismo libro, solo demostraba que ostenta la posesión del inmueble, pero
no que sea el propietario, ni revelaban la compraventa verbal a que alude y que además el actor no
señaló el precio pactado por dicha operación ni probó la existencia de tal contrato, y que por tanto,
carecía de acto traslativo de dominio, lo que hacía al A quo asumir únicamente la calidad de simple
ocupante del predio, lo cual no es apto para prescribir e invocó en sustento a su exposición las tesis
aisladas de los títulos: “PRESCRIPCION ADQUISITIVA, NO BASTA CON REVELAR LA CAUSA
GENERADORA DE LA POSESION, SINO QUE DEBE ACREDITARSE (LEGISLACION DEL ESTADO DE
MEXICO)”; “PRESCRIPCION POSITIVA. REQUISITOS QUE DEBEN ACREDITARSE PARA SU
PROCEDENCIA (LEGISLACION DEL ESTADO DE SONORA)”; “USUCAPION. CAUSA GENERADORA DE LA
POSESION DEBE SEÑALARSE PROPORCIONANDO TODOS AQUELLOS DATOS QUE REVELAN SU
EXISTENCIA (LEGISLACION DEL ESTADO DE PUEBLA); “PRESCRIPCION ADQUISTIVA. POSESION
EN CONCEPTO DE PROPIETARIO”; “PRESCRIPCION ADQUISITIVA. PARA QUE SE ENTIENDA
SATISFECHO EL REQUISITO DE LA EXISTENCIA DE LA POSESION EN CONCEPTO DE PROPIETARIO
EXIGIDO POR EL CODIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FDEDERAL Y POR LAS DIVERSAS
LEGISLACIONES DE LOS ESTADOS DE LA REPUBLICA QUE CONTIENEN DISPOSICIONES LEGALES
IGUALES, ES NECESARIO DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE UN TITULO DEL QUE SE DERIVE LA
POSESION”; y “PRESCRIPCION ADQUISITIVA CUANDO LA CAUSA GENERADORA DE LA POSESION SE
HACE CONSISTIR EN UN CONTRATO VERBAL DE COMRPAVENTA, DEBE EVIDENCIARSE LA ENTREGA
DEL PRECIO CIERTO Y EN DINERO”, de las cuales el resolutor primario transcribió su
contenido y localización que se dan en este espacio por reproducidos como si a la
letra se insertaren y enseguida el juez de origen determina, que en la reconvención el
actor no probó su acción, lo que le provocaba innecesario el análisis de la contestación y pruebas
ofrecidas por la parte demandada en la reconvención, en razón de que porque a ningún fin práctico
conduciría su estudio; en consecuencia, absolvió a la parte demandada reconvenida de las prestaciones
de la reconvención e invocó: “ACCION, ESTUDIO OFICIOSO DE LA”; y “ACCION, FALTA DE PRUEBA
DE LA”.
De tal suerte, se estima por esta Sala, que lo anterior es la expresión de lo estrictamente necesario
para que se comprendan los argumentos expresados por el juez de primera instancia, dándole elementos
al afectado para defender sus derechos o impugnar esos razonamientos aducidos por la autoridad de
primer grado, por lo que se concluye que se cumple con dicha obligación de fundamentación y
motivación. Se trae a la vista el precedente jurisprudencial consultable en Octava Época Registro:
210508 Instancia: Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito. Tesis Aislada. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación XIV, Septiembre de 1994 Materia(s): Común Tesis: XXI. 1o. 90 K
Página: 334, del contenido siguiente:
FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. VIOLACION FORMAL Y MATERIAL. Cuando el artículo 16
constitucional establece la obligación para las autoridades de fundar y motivar sus
actos, dicha obligación se satisface, desde el punto de vista formal, cuando se
expresan las normas legales aplicables, y los hechos que hacen que el caso encaje en
las hipótesis normativas. Pero para ello basta que quede claro el razonamiento
substancial al respecto, sin que pueda exigirse formalmente mayor amplitud o
abundancia que la expresión de lo estrictamente necesario para que substancialmente
se comprenda el argumento expresado. Sólo la omisión total de motivación, o la que
sea tan imprecisa que no dé elementos al afectado para defender sus derechos o
impugnar el razonamiento aducido por las autoridades, podrá motivar la concesión del
amparo por falta formal de motivación y fundamentación. Pero satisfechos estos
requisitos en forma tal que el afectado conozca la esencia de los argumentos legales
y de hecho en que se apoyó la autoridad, de manera que quede plenamente capacitado
para rendir prueba en contrario de los hechos aducidos por la autoridad, y para
alegar en contra de su argumentación jurídica, podrá concederse, o no, el amparo,
por incorrecta fundamentación y motivación desde el punto de vista material o de
contenido, pero no por violación formal de la garantía de que se trata, ya que ésta
comprende ambos aspectos.
Igualmente, encuentra apoyo a lo antes expuesto, por las razones que la informan, de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 127 de la nueva Ley de Amparo, en la Jurisprudencia por contradicción de
tesis aprobada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Novena Época,
localizable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXII, Diciembre de 2005, tesis
1ª/J 139/2005, página 162 que a la voz reza:
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JURISDICCIONALES, DEBEN ANALIZARSE A
LA LUZ DE LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS, RESPECTIVAMENTE.- Entre las diversas garantías contenidas en el segundo
párrafo del artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
sustento de la garantía de audiencia, está la relativa al respeto de las
formalidades esenciales del procedimiento, también conocida como de debido proceso
legal, la cual se refiere al cumplimiento de las condiciones fundamentales que deben
satisfacerse en el procedimiento jurisdiccional que concluye con el dictado de una
resolución que dirime las cuestiones debatidas. Esta garantía obliga al juzgador a
decidir las controversias sometidas a su conocimiento, considerando todos y cada uno
de los argumentos aducidos en la demanda, en su contestación, así como las demás
pretensiones deducidas oportunamente en el pleito, de tal forma que se condene o
absuelva al demandado, resolviendo sobre todos los puntos litigiosos materia del
debate. Sin embargo, esta determinación del juzgador no debe desvincularse de lo
dispuesto por el primer párrafo del artículo 16 constitucional, que impone a las
autoridades la obligación de fundar y motivar debidamente los actos que emitan, esto
es, que se expresen las razones de derecho y los motivos de hecho considerados para
su dictado, los cuales deberán ser reales, ciertos e investidos de la fuerza legal
suficiente para provocar el acto de autoridad. Ahora bien, como a las garantías
individuales previstas en la Carta Magna les son aplicables las consideraciones
sobre la supremacía constitucional en términos de su artículo 133, es indudable que
las resoluciones que emitan deben cumplir con las garantías de debido proceso legal
y de legalidad contenidas en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos. Así, la fundamentación y motivación de una resolución
jurisdiccional se encuentra en el análisis exhaustivo de los puntos que integran la
litis, es decir, en el estudio de las acciones y excepciones del debate, apoyándose
en el o los preceptos jurídicos que permiten expedirla y que establezcan la
hipótesis que genere su emisión, así como en la exposición concreta de las
circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas tomadas en
consideración para la emisión del acto, siendo necesario, además, que exista
adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables al caso.
Continuando con el análisis de los agravios el disidente argumenta que el fallo impugnado vulnera
los artículos 1096 y 1097 del Código Civil, en relación con el artículo 81 del Código de Procedimientos
Civiles, porque la figura de la prescripción no fue debidamente estudiada ni clasificada dentro de las
hipótesis del citado artículo 1097 del Código Sustantivo, por lo que la sentencia no es clara ni
congruente con los hechos de la reconvención, contestación de demanda y con los deducidos del
procedimiento.
Tal inconformidad es igualmente infundada, toda vez que en el fallo apelado el juez del
conocimiento citó precisamente los numerales 1096 y 1097 del Código Civil que invoca el apelante
como vulnerados y a partir de ellos estableció los presupuestos de la acción a probar por el
reconveniente, por mandato expreso del artículo 273 del Código Adjetivo de la materia, a saber: a).-
Que el actor tenga la posesión del predio a que se refiere en su escrito de reconvención, en la forma y
términos que establecen los citados artículos y b).- Que el inmueble en cuestión se encuentre registrado
a favor de la parte demandada; luego entonces, al indicar el primero de ellos, como la posesión del
predio a que se refiere en su escrito de reconvención, se remite a que en tal demanda reconvencional,
ELIMINADO la encuadró en la fracción I del artículo 1097 del Código Sustantivo en consulta, que prevé
que los bienes inmuebles se prescriben, en cinco años cuando se poseen en concepto de propietario,
con buena fe, pacífica, continua y públicamente; en virtud de que relató que desde el 29 veintinueve de
Diciembre de 1991 mil novecientos noventa y uno, adquirió mediante contrato de compraventa
celebrado de forma verbal, el inmueble situado en la calle de Himno Nacional número 525 actualmente
5509 de esta Ciudad, a su padre ELIMINADO, en su totalidad y desde esa fecha ostenta la posesión
pacífica, pública y continua y en carácter de dueño; luego entonces, a partir de tales hechos y
fundamento de la acción reconvencional de usucapión, es que el juez despliega su proceder en la
sentencia apelada, al analizar dicha causa generadora de la posesión y las pruebas aportadas por el
reconveniente para tal efecto, por lo que en ese sentido, la sentencia cumple con el principio de
congruencia que debe observar toda resolución judicial, contenido en el artículo 81 del Código de
Procedimientos Civiles, siendo congruente con tales hechos de la reconvención y si no procedió al
estudio de la contestación y pruebas allegadas por la contraria parte, fue por considerar que a nada
práctico le conduciría tal análisis, en virtud de que se llegaría al mismo resultado, al no tenerse por
demostrado el primer presupuesto de la pretensión reconvencional.
Por otro lado, el apelante, se duele de la falta de valoración de la prueba presuncional e
instrumental de actuaciones y señaló incorrecta la valoración de la testimonial a cargo de ELIMINADO
y JULIO CESAR PEREZ AYALA, así como de la prueba confesional con cargo a ELIMINADO e
inspección judicial de las que dice el apelante se desprende que tiene la posesión del inmueble y por
tanto, la existencia del contrato de compraventa verbal, que reveló llevó a cabo con su finado padre,
como causa generadora de su posesión.
Por razón de orden jurídico, por lo que hace al agravio esgrimido por el apelante en relación a una
incorrecta valoración de la prueba testimonial que ofreció en su reconvención, rendida por ELIMINADO
y ELIMINADO, esta Sala observa su íntegro desahogo a fojas 104 y 105 del expediente, que se da en
este espacio por reproducido por economía procesal y, se considera apegado a derecho la
justipreciación que de la misma hizo el resolutor primario, en virtud de que de su lectura se desprende
que si bien, deponen sobre el hecho de la posesión del ahora inconforme respecto del bien inmueble
ubicado ELIMINADO, sin embargo salta a la vista que ambos manifestaron en su respuesta a la
pregunta décimo primera, no constarles como el actor en la reconvención haya adquirido el
inmueble materia del juicio, por lo que a pesar de merecer convicción en términos del artículo 400 del
Código de Procedimientos Civiles, como el juez de origen consideró, solo alcanzan a justificar el hecho
de la posesión, sin que sean uniformes en la temporalidad que afirmó el ahora apelante, tiene ocupando
el inmueble, como más de 23 años, toda vez que la primera testificantes manifestó que sabe y le consta
que ELIMINADO había puesto en el inmueble de referencia, un taller mecánico, como desde hacía 14 o
15 años y el segundo deponente adujo que no le constaba que su presentante ostentara a título de
dueño el inmueble motivo del pleito, porque no ha visto ningún papel, que lo único que le constaba es
que el como testificante, tenía más de 23 años en esa propiedad ; igualmente, como se dijo, no declaran
saber o constarles, sobre la causa generadora de la posesión de su presentante, por tanto, la valoración
de tal probanza efectuada por el juez de origen, se encuentra apegada a la legalidad.
Por lo que hace a la confesionales de posiciones con cargo a los actores en la reconvención,
ELIMINADO, cuya acta de desahogo obra a fojas 168, 173 y 174 de los autos del procedimiento de
origen y sobre las cuales el apelante también se inconforma en la valoración que de las mismas hizo el
resolutor de primer grado en la sentencia apelada, tal disenso es infundado, en virtud de que acorde a lo
asumido por el A quo en la sentencia apelada, se aprecia que ciertamente y adverso a lo dicho por el
apelante, tal probanza no les perjudicó en cuanto al hecho investigado primordialmente por el resolutor
primario, como lo es, la causa generadora de la posesión, atento a que es verídico que de las
respuestas a las posiciones formuladas, en suma, niegan saber sobre la venta que afirmó el oferente le
hizo su finado padre ELIMINADO, respecto del inmueble motivo del pleito, igualmente niegan saber que
tal acto jurídico se celebrara el 29 veintinueve de diciembre de 1991 mil novecientos noventa y uno y
tampoco aceptaron que la posesión del reconveniente sea pacífica, pública ni continua, ni que en tal
inmueble se encuentre un taller mecánico; calificación de la prueba que no varía por las respuestas que
el apelante resalta en sus agravios, tales como que los absolventes a las posiciones 3, 4, 5 y 11
aceptaron que hasta la demanda se le hizo saber que los citados son dueños del 50% del inmueble
afecto y que reconocen que él tiene la posesión desde el 31 treinta y uno de diciembre de 1991 mil
novecientos noventa y uno, en virtud de que lo que el juez de la causa tuvo por incomprobada, es la
causa originadora o generadora de la posesión y que provocó que no prosperara la acción prescriptiva
intentada por el demandado reconveniente ELIMINADO, por ende, aún y cuando se desprendan las
respuestas afirmativas a tales posiciones por parte de los absolventes, no varía ese argumento toral del
juzgador que rige ese sentido del fallo apelado, porque como se dijo, los absolventes, actores
reconvenidos, no reconocen esa causa originadora de posesión; luego entonces, y acorde a lo
concluido por el juez natural, el resultado de tal probanza no les perjudica en esos términos, de
conformidad con el artículo 386 del Código Procesal de la materia.
Igualmente asevera incorrecta valoración de la prueba de inspección judicial, pues dice que con
ella acredita que en dicho inmueble tiene su taller mecánico y que dichas pruebas no fueron tomadas en
consideración por el juez y manifiesta el apelante que de las mismas se presume que efectivamente
tiene la posesión desde tal fecha y por ende, la existencia de la celebración del contrato verbal de
compraventa del inmueble reclamado y que celebró con su finado padre Antonio Rivera.
Por otro lado, manifiesta el apelante que conforme al artículo 1907 del Código Civil, en su fracción
III, se establece que no se necesita acreditar la existencia de un justo título sino el tener el pleno
dominio sobre el bien inmueble que se pretende prescribir y que ese dominio lo tiene desde hace 23
años, por lo que pide sea revocada la resolución apelada para que se entre al estudio de la prescripción
en base a lo señalado en el artículo 1097 del Código Civil y se deduzca la clase de prescripción que se
deduce en base a los hechos narrados, y aclarar los elementos de la acción, porque el citado precepto
contempla diversas hipótesis en las que procede la prescripción de inmuebles ya sea con justo título o
no, de buena o mala fe y de los que la posesión es sin título, y que no fueron estudiadas por el juez al
no deducir en base a que fracción del citado dispositivo encuadran los hechos que proporcionó,
contraviniendo al principio general de derecho que dice “EL DERECHO NACE DEL HECHO”, dejándolo
en estado de indefensión, causándole un perjuicio a su esfera jurídica y a su derecho humano de
posesión y propiedad.
Respecto a los anteriores argumentos, es de reiterarle al apelante que la sentencia que combate
el juez del conocimiento citó precisamente los numerales 1096 y 1097 del Código Civil y a partir de ellos
estableció los elementos de la acción a probar por el reconveniente, en particular el inherente a que el
actor tenga la posesión del predio a que se refiere en su escrito de reconvención, en la forma y términos
que establecen los citados artículos, en ese sentido, se le dijo que si el juez se remite a que en tal
demanda reconvencional, ELIMINADO la encuadró en la fracción I del artículo 1097 del Código
Sustantivo en consulta, que prevé que los bienes inmuebles se prescribe, en cinco años cuando se
poseen en concepto de propietario, con buena fe, pacífica, continua y públicamente, lo anterior, dado
que relató en los hechos de la reconvención, que desde el 29 veintinueve de Diciembre de 1991 mil
novecientos noventa y uno, adquirió mediante contrato de compraventa celebrado de forma verbal, el
inmueble situado en la calle ELIMINADO, a su padre ELIMINADO, en su totalidad y desde esa fecha
ostenta la posesión pacífica, pública y continua y en carácter de dueño; por consiguiente, a partir de
tales hechos el resolutor primario analiza dicha causa generadora de la posesión y las pruebas
aportadas por el reconveniente para tal efecto.
En efecto, si el reconveniente relató como origen o causa generadora de su posesión respecto del
inmueble motivo del pleito, como una compraventa verbal que efectuó el 29 veintinueve de Diciembre
de 1991 mil novecientos noventa y uno, con su padre, ELIMINADO, ciertamente este hecho es el que
debía demostrar en términos del artículo 273 del Código de Procedimientos Civiles, que establece que
el actor debe demostrar los hechos constitutivos de su acción y el reo los de sus excepciones, siendo de
abundarse por esta Sala, que no por tal circunstancia el juez le esté exigiendo al ahora inconforme un
título perfecto.
En ese contexto, el numeral 752 del Código Sustantivo Civil, dispone: “Es poseedor de buena
fe el que entra a la posesión en virtud de un título suficiente para darle derecho
de poseer. También lo es el que ignora los vicios de su título que le impiden
poseer con derecho. El poseedor de mala fe que entra a la posesión sin titulo
alguno para poseer; lo mismo que el que conoce los vicios de su título que le
impiden poseer con derecho. Entiéndase por título la causa generadora de la
posesión”.
Del anterior dispositivo legal se desprenden las siguientes hipótesis:
a).- Poseedor de buena fe el que entra a la posesión en virtud de un título
suficiente para darle derecho de poseer.
b).- El poseedor que ignora los vicios de su título que le impiden poseer con
derecho.
c).- Poseedor de mala fe que entra a la posesión sin titulo alguno para
poseer.
d).- Poseedor que conoce los vicios de su título que le impiden poseer con
derecho.
En el relatado sentido, el pretenso debe desde su demanda, plantear en cual hipótesis funda su
acción de prescripción positiva y demostrarla.
Así, en la especie ELIMINADO, se colocó en el supuesto de ser poseedor de buena fe, al indicar
en su reconvención que entró en la posesión el inmueble litigioso en virtud de un título suficiente, eso
es, un contrato de compraventa VERBAL a partir del cual se le dio derecho de poseer, por tanto, no
obstante que el apelante sostenga que su posesión es desde hace 23 años, ello no lo exime de que
debió justificar el título que el mismo anunció desde su reconvención, como apto para trasladarle el
dominio del inmueble afecto a la causa, esto es una COMPRAVENTA VERBAL que señaló llevó a cabo
con su finado padre ELIMINADO, como causa generadora de su posesión y tal hecho de la demanda
reconvencional, es la medida o la base a partir de la cual, el reconveniente debía probar su acción
reconvencional por lo que, ciertamente, debió justificar con los medios de prueba reconocidos por el
código instrumental de la materia, en su artículo 280, los requisitos que la ley exige para reputar un acto
jurídico como una compraventa y a que se refieren los artículos 2081 y 2082 del Código Civil en
consulta que disponen:
2081.- “Habrá compraventa cuando uno de los contratantes se obliga a transferir
la propiedad de una cosa o de un derecho, y el otro a su vez se obliga a pagar por
ellos un precio cierto y en dinero”.
2082.- “La venta existe y es obligatoria para las partes cuando se haya
convenido sobre la cosa y su precio, aunque la primera no se haya entregado ni el
segundo satisfecho”
De tales preceptos se sigue que, en el caso concreto el reconveniente debía acreditar la existencia
de la cosa y el precio independientemente de la forma que hubiere revestido el documento que
contuviera tal compraventa, lo cual, como bien lo determinó el juez del conocimiento, no justificó el
ahora inconforme con las pruebas que también enfatiza en sus agravios fueron omitidas o mal valoradas
por el A quo y que se atendieron en párrafos precedentes, con el resultado anotado.
De tal suerte, adverso a lo dicho por el apelante, no se está en el caso de que el A quo procediera
a aclarar la acción intentada en términos del artículo 2º del Código de Procedimientos Civiles, ya que se
insiste, el reconveniente, la ubicó perfectamente en la posesión adquirida de buena fe, proveniente de
justo título, desde hace 23 veintitrés años y por ello el resolutor primario, en el fallo apelado, estableció
qué tipo de prescripción procedió a analizar y en base a ello valora las pruebas aportadas por el ahora
apelante, por lo que no se le dejó en estado de indefensión, ni se le causa un perjuicio a su esfera
jurídica y a su derecho humano de posesión y propiedad, porque la sentencia apelada es congruente
con los hechos de la reconvención y la acción reconvencional intentada, cumpliendo en ese tema, el
principio de congruencia que debe observar toda resolución judicial y a que se contrae el artículo 81 y
83 del Código de Procedimientos Civiles.
En cuanto a la parte final de sus motivos de inconformidad, en que el apelante aduce que su
posesión es de más de 23 años, en forma pacífica, pública, continua y de buena fe, basta decirle que si
no justificó la causa generadora de la posesión, a nada práctico conduce analizar esos requisitos de la
posesión apta para prescribir y a que se refiere el artículo 1096 del Código Civil en vigor en el Estado,
así como si las pruebas analizadas arrojan o no ese hecho de la posesión, porque al no acreditarse la
existencia del contrato de compraventa que adujo en su reconvención, celebro con su finado padre, el
29 veintinueve de diciembre de 1991 mil noventa y uno, como bien lo estableció el juez el conocimiento
en el fallo apelado, deviene inconducente e impráctico el análisis de los demás elementos de la acción,
incluida la temporalidad de su posesión, porque se llegaría al mismo resultado, de ahí la inoperancia de
este punto de agravio.
Por último, en cuanto a su agravio en relación a que el juez fue omiso en tomar en cuenta la
instrumental de actuaciones y presuncional legal y humana, tal argumento es fundado pero
inoperante, habida cuenta que ciertamente el juzgador nada dijo en su sentencia respecto a tales
probanzas, sin embargo, esta Sala no advierte del análisis de los autos actuaciones que vengan a
demostrar la existencia de la causa generadora de la posesión que el juez tuvo por incomprobada,
igualmente se tiene que para conformar una prueba presuncional legal y humana, debe haber un hecho
demostrado de donde partir para de ahí sumar presunciones o indicios derivados de otras probanzas y,
en la especie, no existe el hecho demostrado de la existencia del contrato verbal de compraventa que el
reconveniente reveló como causa generadora de su posesión y que dijo, llevó a cabo con su finado
padre, para de ahí deducir otros indicios que vengan a conformar esa prueba presuncional. Por tanto,
no cobran vigencia tales elementos de juicio y a que se refieren los artículos 376, 377, 378, 391 y
relativos del Código Procesal de la materia.
No pasa por alto que el apelante ELIMINADO, adjuntó a su escrito de agravios, prueba documental
superveniente en esta segunda instancia, consistente en una constancia de registro federal de
contribuyentes a nombre de ELIMINADO emitida por el Servicio de Administración Tributaria del Taller,
con domicilio en ELIMINADO; documental pública por provenir de una autoridad facultada para su
expedición, con valor probatorio en términos de los artículos 280 fracción II, 323 fracción II, 388 y 389
del Código de Procedimientos Civiles, la cual en todo caso prueba el hecho en la misma contenida, esto
es, que el inmueble afecto se encuentra dato de alta en esa oficina tributaria, sin embargo no altera el
resultado del fallo apelado en el sentido que la rige en cuanto a no haberse justificado la causa que
motivó u originó la posesión del aquí inconforme.
Finaliza el apelante haciendo valer disenso en torno al estudio que el juez del conocimiento efectuó
en el considerando sexto de la sentencia apelada, sobre la acción principal reivindicatoria propuesta
en su contra por ELIMINADO, aduciendo una incorrecta valoración de la prueba pericial rendida por los
Ingenieros ELIMINADO, que se inconformó con la misma y la autoridad judicial en ningún momento
resolvió dicha inconformidad y que de tales peritajes se observa que no se lleva una clara identificación
del inmueble que la parte actora en lo principal pretende ser reivindicado, adminiculada a la prueba de
inspección judicial, de la que se desprende que pretenden se les reivindique un inmueble del cual no
consta el número oficial que mencionan en la demanda.
Tales argumentos son infundados, en virtud que de la lectura que esta Sala efectúa de dicha parte
considerativa de la sentencia se aprecia que el juez de origen, en torno a los peritajes referidos por el
apelante se aprecia que el juez la valora de acuerdo a lo establecido por el artículo 388 del Código de
Procedimientos Civiles en vigor en el Estado, para adminicularla a las circunstancias del caso y las
demás pruebas aportadas por la parte actora, para demostrar la identidad del inmueble en litigio, esto
es, que se trata del mismo bien raíz que se demanda en reivindicación con respecto a aquél que se
contempla en el título de propiedad exhibido por la para actora y que posee el demandado; siendo
incorrecto lo dicho por el apelante en cuanto a que el juzgador no tomó en cuenta o resolviera la
inconformidad que propuso en contra de tales peritajes, en virtud de que sí la atendió al asentar, que no
era obstáculo para el valor de la prueba, las manifestaciones y objeciones que realizó como demandado
del juicio principal, en virtud de que loe extremos en que sustentó tales objeciones u inconformidades,
no los probó como lo establece el artículo 273 del Código de Procedimientos Civiles en vigor en el
Estado y, por lo que hace a que en dichos peritajes no se consigna el número oficial del inmueble, ello
es incorrecto, atento a que de la revisión de tales peritajes rendidos por el Ing. Javier de la Torre
Alvarado y Heriberto Sánchez Sandoval, se aprecia que ambos dictaminadores, asientan como
ubicación del inmueble de marras, calle ELIMINADO, datos de ubicación que los actores en lo principal
si revelaron en su demanda y, en cuanto a la inspección judicial referida por el apelante, en el fallo
apelado, el juzgador le otorga valor en términos del artículo 399 del Código procesal Civil, obteniendo de
la misma la existencia del inmueble objeto del juicio, tanto más cuanto, que el propio apelante, en sus
anteriores agravios resaltó dicha inspección judicial en cuanto a afirmar que de la misma se justifica la
existencia de un taller que instaló en el inmueble motivo del predio.
Amén de lo antes considerado, el juez del conocimiento tuvo por demostrada la identidad del
inmueble afecto, adminiculando las pruebas periciales, inspección judicial practicada en dicho bien,
referidas precedentemente, con las siguientes probanzas: Escritura notarial de contrato de compraventa
celebrado entre ELIMINADO como vendedor y ELIMINADO como comprador de la nuda propiedad y
ELIMINADO, como compradora del usufructo vitalicio, de fecha 1º primero de agosto del año 2000, el
certificado de libertad de gravámenes en donde apareció a nombre de la parte actora el inmueble objeto
material del juicio, sumado a recibos expedidos por la tesorería municipal del Estado, a nombre de
ELIMINADO respecto de dicho inmueble, confesionales con cargo a ELIMINADO o ELIMINADO y
confesional con cargo al diverso demandado ELIMINADO, de las que desprendió que detentan la
posesión del inmueble cuya reivindicación se les reclamo por los actores; pruebas las anteriores a las
que el juez de primer grado, otorgó valor con arreglo en los artículos 323 fracciones I y V, 381, 388 y
389 del Código Adjetivo de la materia; probanzas no impugnadas por el apelante, por tanto firme su
justipreciación y alcance demostrativo para la justificación del elemento identidad de la acción
reivindicatoria, así como el presupuesto inherente a la propiedad por parte de los actores del inmueble
reclamado en reivindicación.
CUARTO.- Por otra parte, los agravios expresados por el diverso apelante ELIMINADO,
codemandado en el juicio de origen, son infundados.
En tales disentimientos expone el apelante que se los provoca que en la sentencia apelada hubiera
sido condenado al pago de costas y gastos, derivados de la tramitación Juicio Principal, siendo que el
fue declarado rebelde, y que por esa situación no dio pie a que se generaran gastos y costas con motivo
de la tramitación del procedimiento Judicial, es decir, por la asesoría, gestión o trabajo realizado dentro
del Juicio, derivado de la contestación, ofrecimiento de pruebas, desahogo, alegatos, incidentes o
cualquier promoción que diera tramite al procedimiento, que a tal Juicio fue llamado, y no dio origen, ya
que labora en el taller mecánico que es propiedad de su padre ELIMINADO, lugar en el que laboran
diversas personas que no fueron llamados a pesar de que laboran para ELIMINADO y/o asisten en el
inmueble de referencia tal como el lo hace; por lo cual le causa agravio y detrimento en su patrimonio,
que se le condene al pago de costas y gastos de un procedimiento en el cual no es parte y que fue
declarado en rebeldía, circunstancia por la que no dio motivo para que se originaran o erogaran costas y
gastos; que también le causa agravio, porque de subsistir dicha condena en costas, tampoco se
determinaron ni se dieron las bases para su liquidación, dejándolo en estado de indefensión y que se
contraviene lo dispuesto en el artículo 16 y 17 Constitucional, y artículo 81 del Código de
Procedimientos Civiles.
Tales argumentos son infundados, en virtud de que esta Sala estima que la condena al pago de
costas y gastos con cargo al diverso demandado ELIMINADO, dentro del juicio principal, pronunciada
por el juez del conocimiento en el fallo apelado, resulta apegada a derecho, en virtud de que si bien es
cierto que el artículo 135 del Código de Procedimientos Civiles en vigor en el Estado establece que:
“siempre se hará condenación en costas, pídanlo o no las partes”: fracción I.- “En
contra del litigante que no obtuviere resolución favorable, ya en lo principal, ya
en los incidentes que surgieren”; sin embargo, el artículo 133 del mismo libro dispone que:
“Cada parte será inmediatamente responsable de las costas que originen las
diligencias que promueva, en caso de condenación en costas, la parte condenada
indemnizará a la otra de todas las que hubiere anticipado”.
De lo anterior se sigue, que el análisis sistemático de tales artículos, lleva a concluir que si bien, el
primer supuesto se sustenta en la teoría del vencimiento puro, sin embargo, debe atenderse a la
finalidad de la norma, consistente en resarcir y cubrir a la contraparte de los gastos erogados durante la
tramitación del procedimiento, en el supuesto de que efectivamente los hubiere sufragado.
Así, en la especie, si bien es cierto que el aquí apelante, fue declarado rebelde, por auto de fecha
15 quince de octubre del año 2014 dos mil catorce, pero no por tal razón puede convenirse que su
contraria parte no erogó gastos y costas con la tramitación del juicio, dado que ofreció pruebas en
relación al mismo, como la confesional de posiciones a su cargo, según el escrito de anuncio de
pruebas que puede verse a fojas 66 a 69 del expediente y la misma fue desahogada según audiencia de
fecha 19 diecinueve de febrero del 2015 dos mil quince, visible a fojas 96 y 97 del expediente; por tanto,
al resultar condenado en el juicio principal, debe indemnizar a su contra parte de dichas costas tal como
se resolvió por el juez del conocimiento en el fallo apelado, debiendo quedar insubsistente tal condena.
Igualmente, adverso a lo que afirma el apelante, si fue parte en el procedimiento, ya que la
demanda instaurada por ELIMINADO lo fue en su contra y en contra de ELIMINADO, siendo por ende
irrelevante el hecho que sostiene en cuanto a que al inmueble motivo del pleito acudían otras personas
a trabajar o de visita, ya que la sentencia debe versar sobre los hechos, objetos y personas motivo de la
Litis que se conformó en el procedimiento de origen, en términos de los artículos 81 y 83 del Código de
Procedimientos Civiles, por tanto, con tal decisión no se le dejó en estado de indefensión, ni se
contravino lo dispuesto en los artículos 16 y 17 Constitucional.
Se trae a la vista en sustento a lo expuesto, la jurisprudencia por contradicción consultable en
Décima Época. Registro: 2007941. Instancia: Plenos de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 12, Noviembre de 2014, Tomo II. Materia(s):
Civil. Tesis: PC.VII. J/4 C (10a.).Página: 1287 del título y texto siguientes:
“GASTOS Y COSTAS EN PRIMERA INSTANCIA. ES IMPROCEDENTE LA CONDENA A SU PAGO, SI EL
ACTOR NO OBTUVO SENTENCIA FAVORABLE, AUN CUANDO EL JUICIO SE HUBIERE SEGUIDO EN
REBELDÍA DEL DEMANDADO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ).Las costas a que se
refiere el artículo 104 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de
Veracruz, comprenden las erogaciones legítimas y necesarias para preparar, iniciar,
tramitar o concluir un proceso o procedimiento, con exclusión de los honorarios y
gastos ocasionados por promociones, pruebas y actuaciones que sean inútiles,
superfluas o no autorizadas por la ley. Por tanto, si el actor no obtuvo sentencia
favorable a sus intereses, pese a que el demandado fue declarado rebelde por no
contestar la demanda, ni acudir a defenderse en ninguna etapa del procedimiento,
deviene inconcuso que no causó gastos ni honorarios al no haber realizado
erogaciones legítimas y necesarias, así como tampoco liquidó ni generó honorarios a
un abogado patrono con motivo de la sustanciación del proceso; de ahí que, si bien
el citado precepto legal se sustenta en la teoría del vencimiento puro, lo cierto
es que la hipótesis normativa indicada no constituye un caso de excepción a la
norma, sino de aplicación en términos del artículo 14 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, pues a pesar de que aquel numeral prevé que
siempre será condenado al pago de gastos y costas el litigante que no obtuviere
resolución favorable, el análisis sistemático de los artículos 100, 107 y 108 de la
codificación citada lleva a concluir que debe atenderse a la finalidad de la norma,
consistente en resarcir y cubrir a la contraparte de los gastos erogados durante la
tramitación del procedimiento, en el supuesto de que efectivamente los hubiere
sufragado. Esto es, no obstante que el artículo 104 mencionado es impositivo al
disponer que "siempre" será condenado al pago de gastos y costas quien no obtenga
resolución favorable, se considera que dicha condena no tendrá que llevarse a cabo
invariablemente en esos términos, pues el artículo 100 del mismo ordenamiento legal
establece que cada parte es inmediatamente responsable de las costas originadas por
las diligencias que promueva, en cuyo caso, de existir esa condenación, la parte
condenada indemnizará a la otra de todas las causadas.
Finalmente, es infundado lo esgrimido por el apelante, en cuanto a que de subsistir la condena,
debería ser determinada o fijar las bases de su liquidación, dado que en forma correcta el juez del
conocimiento deja tal liquidación para la ejecución de la sentencia, lo cual encuentra su fundamento en
el artículo 991 del Código de procedimientos Civiles que establece: “Si la sentencia no contiene
cantidad líquida, la parte a cuyo favor se pronunció al promover la ejecución
presentará su liquidación, de la cual se dará vista a la parte condenada. Si ésta
nada expone dentro del término fijado se decretará la ejecución por la cantidad que
importe la liquidación, más si manifestare inconformidad, esta se tramitará en la
forma del incidente”.
En las relatadas condiciones, ante lo infundado del agravio analizado, lo conducente es dejar
intocada la condena en costas contenida en el resolutivo décimo primero del fallo apelado, con cargo a
ELIMINADO o JOSE ELIMINADO y ELIMINADO, con motivo de la tramitación de la primera instancia,
dentro del juicio principal, previa regulación en ejecución de sentencia.
QUINTO.- Se condena a los apelantes ELIMINADO y ELIMINADO o JOSE ELIMINADO, a pagar a
ELIMINADO al pago de costas en ambas instancias, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 135
fracción II del Código de Procedimientos Civiles, en virtud de que no obtuvieron fallo alzado favorable.
Por lo anteriormente expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO.- Los agravios expresados por ELIMINADO, resultaron infundados en un aspecto e
inoperantes en otros.
SEGUNDO.- Los agravios expresados por ELIMINADO, resultaron infundados.
TERCERO.- En consecuencia, SE CONFIRMA, la sentencia definitiva dictada con fecha 06 seis
de octubre de 2015 dos mil quince, dictada por el Juez Segundo del Ramo Civil de esta Capital,
dentro del expediente número 1335/2015, relativo al JUICIO ORDINARIO CIVIL REIVINDICATORIO,
promovido por ELIMINADO, en contra de ELIMINADO.
CUARTO.- Se condena a los apelantes ELIMINADO y ELIMINADO o JOSE ELIMINADO, a pagar
a ELIMINADO al pago de costas en ambas instancias.
QUINTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al Juzgado de
su Origen, y en su oportunidad archívese el toca como asunto concluido.
SEXTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S Í, por unanimidad de votos lo resolvieron y firman los Señores Magistrados que integran la
Cuarta Sala del H. Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, Licenciados ELIMINADO, siendo ponente
la segunda de los nombrados, quienes actúan con Secretaria de Acuerdos que autoriza, Licenciada
ELIMINADO. Doy fe.-
ELIMINADO