EN JESÚS YO SOY: COMPRENDIENDO MI IDENTIDAD EN …

EN JESÚS YO SOY...: COMPRENDIENDO MI IDENTIDAD EN CRISTO

Copyright © 2021 por Love God Greatly Ministry – Ama a Dios Grandemente

Se garantiza el permiso para imprimir y reproducir este documento con el propósito de completar el estudio bíblico de En Jesús Yo Soy...: Comprendiendo mi Identidad en Cristo. Por favor, no alterar este documento en forma alguna. Todos los derechos reservados.

Publicado en Dallas por Love God Greatly.

C U A N D O L A S M U J E R E S

E S T A N E Q U I P A D A S C O N

E L C O N O C I M I E N T O

D E L A V E R D A D D E L A

P A L A B R A D E D I O S , E L

M U N D O C A M B I A , C O N

U N A M U J E R A L A V E Z .

C O N T E N I D O

BIENVENIDA

AMA A DIOS GRANDEMENTE

NUESTRA MISIÓN

MÉTODO DE ESTUDIO

TESTIMONIO

ALCANCE GLOBAL

CONOCE ESTAS VERDADES

INTRODUCCIÓN

PL AN DE LECTURA

OBJETIVOS

SEMANA 1

SEMANA 2

SEMANA 3

SEMANA 4

ACOMPÁÑANOS

PARA TÍ

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HEMOS ORADO POR TI ; NO ES UNA COINCIDENCIA QUE ESTE PARTICIPANDO EN ESTE ESTUDIO.

SabesSabes

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Estamos muy contentas de que hayas decidido acompañarnos en este estudio bíblico. Antes

que nada, tienes que saber que hemos orado por ti. No es una coincidencia que estés participando en este estudio.

Nuestra oración por ti es sencilla: que estés más y más cerca del Señor a medida que profundizas en Su Palabra cada día. Cada día, antes de leer los pasajes asignados, ora y pídele a Dios que te ayude a comprenderlos. Invítale a hablarte a través de Su Palabra. Y después, escucha. Es Su trabajo hablarte y el tuyo escuchar y obedecer.

Toma tiempo para leer los versículos una y otra vez. Se nos dice en Proverbios que, si buscamos, hallaremos: “Si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios” (Proverbios 2:4-5)

Todas nosotras en Ama a Dios Grandemente no podemos esperar a que comiences y esperamos verte en la línea de llegada. Resiste, persevera, sigue adelante y no te rindas. Termina bien lo que estás comenzando hoy.

Estaremos contigo a cada paso del camino, animándote y orando por ti. Estamos en esto juntas. Veamos lo que Él tiene para cada una de nosotras en este estudio. Acompáñanos mientas aprendemos a amar a Dios grandemente con nuestras vidas.

¡ B I E N V E N I D A A M I G A !

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A M A A D I O S G R A N D E M E N T E

Ama a Dios Grandemente existe para inspirar, animar y equipar a las mujeres alrededor del mundo a hacer de la Palabra de Dios una prioridad en sus

vidas.

INSPIRAR a las mujeres a hacer de la Palabra de Dios una prioridad en sus vidas a través de nuestros recursos de estudio bíblico.

ANIMAR a las mujeres en su caminar diario con Dios a través de comunidad en línea y personal.

EQUIPAR a las mujeres a crecer en su fe, para que puedan alcanzar a otras para Cristo de manera efectiva.

Comenzamos con un sencillo plan de lectura, pero no termina ahí. Algunas se reúnen en hogares e iglesias de manera presencial mientras otras se conectan en línea con mujeres alrededor del mundo. Sea cual sea el método, unimos fuerzas con el propósito de amar a Dios Grandemente con nuestras vidas.

En Ama a Dios Grandemente encontrarás mujeres reales y auténticas. Mujeres que son imperfectas pero perdonadas. Mujeres que quieren menos de ellas mismas y mucho más de Jesús. Mujeres que anhelan conocer a Dios a través de Su Palabra porque sabemos que la Verdad transforma y nos hace libres. Mujeres que son mejores juntas, saturadas en la Palabra de Dios y en comunidad unas con otras

ADG está comprometido con proveer materiales de estudio bíblico de calidad y cree que las finanzas no deberían interponerse para que una mujer pueda participar de nuestros estudios. Es por eso que todos los estudios en todas sus traducciones puedes descargarse de manera gratuita desde AmaaDiosGrandemente.com para todas aquellas que no pueden permitirse comprarlos. Nuestras guías devocionales pueden comprar en Amazon (en ingles por ahora). Busca “Love God Greatly” para ver las guías disponibles.

Ama a Dios Grandemente es una organización sin ánimo de lucro 501 (C) (3). Los fondos provienen de donaciones y beneficios de nuestros estudios bíblicos y libros a la venta. El 100% de las ganancias regresan directamente al ministerio para sostener económicamente a Ama a Dios Grandemente y ayudarnos a inspirar, animar y equipar mujeres alrededor del mundo con la Palabra de Dios.

Brazo a brazo, mano a mano, hagamos esto juntas.

ENCONTRARAS MUJERES IMPERFECTAS, PER O PERDONADAS

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L A N E C E S I D A D

Billones de mujeres alrededor de mundo no tienen acceso a la Palabra de Dios en su idioma natal. Algunas de las que lo tienen, no encuentran estudios Bíblicos para mujeres diseñados y escritos especialmente para ellas.

L A M I S I O N

En Ama a Dios Grandemente, preparamos estudios Bíblicos en más de 30+ idiomas. Equipamos misioneros, ministerios, iglesias locales, y mujeres con la Palabra de Dios de una manera sin precedente, cuando permitimos que las guías sean descargadas de manera gratuita desde nuestros sitios internacionales.

Al estudiar la Biblia en su propio idioma con comunidades de ideas afines, las mujeres son capacitadas y equipadas con la Palabra de Dios.

Creemos que cuando las mujeres leen y aplican la Palabra de Dios a sus vidas y aceptan el amor inmutable de Dios, el mundo será un lugar mejor. Sabemos que una mujer en la Palabra de Dios puede cambiar una familia, una comunidad, una nación …una mujer a la vez.

U N E T E A N O S O T R A S

Non gustaría mucho que nos acompañaras en esta misión de proveer a las mujeres alrededor del mundo el acceso a la Palabra de Dios y a materiales de calidad para sus estudios Bíblicos. Si tienes alguna pregunta o para mayor información, puedes visitarnos en línea o enviar un mensaje. Nos encantaría saber de ti.

[email protected]

LOVEGODGREATLY.COM

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AMAADIOSGRANDEMENTE .CO M

N U E S T R A M I S I Ó N

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E O A OM é t o d o d e E s t u d i o B í b l i c o

En Ama a Dios Grandemente, creemos que la Palabra de Dios es viva y eficaz. Creemos que las palabras que encontramos en las Escrituras son poderosas,

efectivas y muy relevantes para la época y la cultura en la que vivimos. Sabemos que la Biblia fue escrita para el pueblo y para situaciones específicas de determinado tiempo. Creemos que, para interpretar la Biblia de manera correcta, debemos entender el contexto y la cultura de la época en que fueron escritos los originales.

Al estudiar la Biblia, usamos el método EOAO. Este acrónimo significa Escritura, Observación, Aplicación y Oración. Una cosa es leer las Escrituras solamente, pero cuando interactuamos con ella, de una manera intencional y tomando tiempo para reflexionar, la verdad salta a nuestra vista. El método EOAO nos permite profundizar en las Escrituras y ver mucho más de lo que se puede obtener con una simple lectura. Nos permite ser no solo oidoras, sino también hacedoras de la Palabra (Santiago 1:22).

En esta guía devocional, encontrarás lectura diaria y versos para llevar a cabo tu devocional. Leeremos una porción diaria de versículos y aplicaremos el método EOAO a algunos de ellos. Creemos que al usar este método podremos obtener un mayor entendimiento de las Escrituras, lo que nos permitirá aplicarla a nuestra vida de manera práctica.

Los ingredientes más importantes del método EOAO es la interacción que tendrás con la Palabra de Dios y la aplicación de ella a tu vida. Tómate un tiempo para estudiarla con cuidado, descubriendo la verdad del carácter de Dios y Su corazón para Su pueblo.

NUNCA ES PERDER EL TIEMPO CUANDO LO DISPONES PARA LEER LA PALABRA DE DIOS.

ELLA ES VIVA, PODEROSA Y EFECTIVA; TE HABLA DIRECTAMENTE POR MEDIO DE ELLA

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Apocalipsis 12 : 1 0

Entonces oí una gran voz en el cielo , que decía :

«Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro

Dios y la autoridad de Su Cristo[a[, porque el acusador de

nuestros hermanos , el que los acusa delante de nuestro Dios día

y noche , ha sido arrojado .

2 Tesalonicenses 3 :3

Pero fiel es el Señor , que os afirmará y guardará del mal.

Gran voz, poderoso , conocedor

Somos acusadas día y noche – es una batalla constante

El Señor ayudará , establecerá y me protegerá.

El está siempre.

Él es constante , un guardián en mi vida , protector

E O A OM é t o d o d e E s t u d i o B í b l i c o

E E S P O R E S C R I T U R A S .

Escribe los versículos por lo menos una vez.

Lentamente copia el pasaje del texto, enfocándote en lo que estas escribiendo.

Si lo escribes más de una vez, siempre será más gratificante.

O E S P O R O B S E R VA C I Ó N .

Toma u n tiempo para observar el pasaje.

¿Qué puedes observar en los versículos que estás leyendo?

¿Cuál es la audiencia a la que se está intentando llegar?

¿A quién le habla el escritor? ¿Cuáles son los factores culturales de la época?

¿Qué factores culturales son importantes? ¿Hay palabras que se repiten? ¿Qué tipo de géneros literarios son usados?

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Recuerdo que la fuerza de Dios es más poderosa que cualquier

otra cosa .

Memorizar estos versículos y repetirlos todos los días esta

semana.

Pedirle a Dios que fortalezca mi fe en Él.

Confiar en que Dios me librará del mal.

Orar por mis hermanos y hermanas en Cristo .

Amado Dios ,

Gracias por ser constante , fiel y amoroso conmigo y con mi

vida. Ayúdame a aumentar mi confianza y fe en ti todos los

días y en los momentos difíciles .

Ayúdame a saber que siempre estás ahí , a mi lado ,

guardándome y protegiéndome. Recuérdame el sufrimiento de

los demás y ayúdame a animarlos en su crecimiento .

Te pido todas estas cosas en el nombre de Jesús.

Amén.

A E S P O R

A P L I C A C I Ó N .

Después de observar con cuidado lo que está sucediendo en el pasaje,

determina el mensaje principal y observa la

verdad del mismo.

¿Cómo puedes aplicar esa verdad a tu vida?

¿Qué acción es necesaria en tu vida después de

leer esa verdad?

O E S P O R O R A C I Ó N .

Ora la Palabra de Dios.

Pasa un tiempo agradeciéndole

Si Él te ha revelado algo durante ese tiempo de oración, considéralo con mayor atención.

Confiesa algún pecado que te haya sido revelado en ese tiempo.

Y recuerda que Él te ama muchísimo.

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I D I O M A D E S T A C A D O

T E S T I M O N I OA m a a D i o s G r a n d e m e n t e

r a m a H o l a n d e s a

¿Te recuerdas cantando los himnos antiguos en tu iglesia cuando eras

pequeña? A mí, eso me trae un recuerdo hermoso, lleno de sonrisas y ceños fruncidos. ¿Qué significan todas estas palabras de antaño? Una canción que me desconcertaba era “En Cristo, la Roca sólida, estoy de pie.” ¿Qué significa estar de pie sobre una roca sólida que no es una roca hecha de piedra? No tenía ni idea.

Al estudiar la Palabra de Dios, llegué a comprender que pararse en la roca está relacionado con mis cimientos. Mi terreno sólido es el terreno sobre el que me paro para ser una persona firme. Al estudiar la Biblia, he aprendido muchísimo sobre mi identidad en Cristo. No soy definida por lo que el mundo dice de mí, no soy lo que puedo alcanzar; soy lo que Cristo dice que soy. En Su Palabra me dice que soy amada. Me dice que soy una criatura nueva. Me dice que he sido creada a Su imagen.

Hace cuatro años que comencé a traducir para Love God Greatly. Fui muy bendecida al leer las palabras en inglés, luego al pensar en cómo traducirlas mejor y por último al releer mi traducción para mejorarla. Siempre busco y escojo

las palabras cuidadosamente. Fijar mi mirada en Jesús mientras escribía me ayudó a ser consciente de mi Roca. El estudio de Acércate me ayudó a estudiar la Palabra de Dios en profundidad. Al hacer el estudio del Poder de las Palabras aprendí mucho sobre cómo capturar los pensamientos y llenar mi mente solo con la Verdad de Dios. Jesús, Nuestro Todo me enseñó muchísimo sobre la superioridad de Cristo. La verdad es que podemos estar toda la vida sacando enseñanzas del estudio de la Biblia.

La Biblia me ha enseñado mucho sobre quién es Dios. A través de Su Palabra, Dios me enseña a estar de pie sobre mi Roca.

Porque Dios es mi refugio y mi torre fuerte. Más palabras de antaño, de canciones del ayer. Ya no me hacen reír ni fruncir el ceño, ahora llenan mi corazón de asombro y gratitud por quién es Él.

Willemien

CUANDO MI CORAZÓN ESTÁ ABRUMADO, QUIERO IR A LA ROCA QUE ESTÁ MÁS ALTA QUE YO.

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I D I O M A D E S T A C A D O

A L C A N C E G L O B A LA m a a D i o s G r a n d e m e n t e

r a m a H o l a n d e s a

¿ C O N O C E S A A L G U I E N Q U E P U E D A U S A R N U E S T R O S E S T U D I O S B Í B L I C O S D E A M A A D I O S G R A N D E M E N T E E N H O L A N D É S ?

¡Si es así, asegúrate de compartir con ellos sobre estos recursos increíbles de estudio Bíblico que les ofrecemos para que sean equipados con la Palabra de Dios!

PA R A C O N E C TA R T E C O N E S TA R A M A :

Facebook: facebook.com/lggnl

Instagram: @lovegodgreatlynederlands

Email: [email protected]

Website: lovegodgreatly.com/dutch

¿ C O M O P U E D E S O R A R P O R E S TA R A M A?

Por favor, ora por el equipo holandés, para que seamos fortalecidas al saber que estamos seguras en Jesucristo; que no importa lo que enfrentemos en

la vida, estamos firmemente arraigadas en la Roca de nuestra salvación.

Ora también para que cada vez más personas en los Países Bajos acepten a Jesús como su Roca y Salvación.

También ora para que muchas más mujeres puedan estar conscientes de su identidad en Cristo por medio de este estudio.

¿ Q U I E R E S AY U D A R ?

[email protected]

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DIOS TE AMA

La Palabra de Dios dice “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

NUESTRO PECADO NOS SEPARA DE DIOS

Todos somos pecadores por naturaleza y elección y a causa de esto estamos separadas de Dios, que es Santo. La Palabra de Dios dice “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

JESUS MURIO PARA QUE TU PUEDAS VIVIR

La consecuencia del pecado es muerte, pero tu historia no debe terminar ahí. El regalo de la salvación está disponible para cada una de nosotras porque Jesús tomó la culpa por nuestros pecados cuando murió en la cruz.

La Palabra de Dios dice: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23); “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).

¡ JESUS VIVE!

La muerte no lo pudo retener y tres días después de que Su cuerpo fuera colocado en la tumba, resucitó de nuevo, derrotando al pecado para siempre. Él vive en el cielo y está preparando un lugar en la eternidad para todos los que creen en Él.

La Palabra de Dios dice “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3)

C O N O C E E S T A S V E R D A D E S

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SÍ , PUEDES SABER QUE ERES PERDONADA

Aceptar a Jesús como Salvador no se trata de lo que tú puedes hacer, sino de tener fe en lo que Jesús ya ha hecho. Implica reconocer que eres pecador, creer que Jesús murió por tus pecados y pedir perdón al poner tu confianza en la obra de Cristo a tu favor.

La Palabra de Dios dice, “que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:9-10).

ACCEPTA A JESUS COMO TU UNICO SALVADOR

De manera práctica, ¿cómo se hace? Con un corazón sincero, puedes hacer una sencilla oración como esta:

Jesús,Sé que soy pecador. No quiero vivir otro día sin aceptar el amor y el perdón que Tú tienes para mí. Pido Tu perdón. Creo que moriste por mis pecados y te levantaste de la muerte. Rindo todo lo que soy y te pido que seas el Señor de mi vida. Ayúdame a volverme de mi pecado y seguirte a Ti. Enséñame lo que significa caminar en libertad y vivir bajo Tu gracia y ayúdame a crecer en Tus caminos a medida que Te busco más y más.Amén.

CONNECTATE Y CRECE

Si acabas de hacer esta oración (o alguna parecida con tus propias palabras) puedes escribirnos a [email protected]

Nos encantaría ayudarte a comenzar en este emocionante viaje como hija de Dios.

ComencemosE N J E S Ú S Y O S O Y . . .

Comprendiendo mi Identidad en Cristo

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La Identidad se define como quién o qué es una persona o cosa. Es fácil definir nuestra identidad por nuestra familia, nuestra profesión

o nuestra nacionalidad. Usualmente definimos nuestra identidad por nuestras acciones, nuestras palabras o nuestra reputación (la percibida y la real). Creamos la identidad de manera consciente e inconsciente. Todos tenemos una identidad distintiva pero es difícil determinar el momento crucial en el que nuestra identidad se formó o cómo llegamos a definirnos a nosotras mismas de la manera que lo hacemos. Puede ser muy difícil saber si nuestra identidad es verdadera o si nos hemos dado una identidad falsa.

En Cristo, tenemos una identidad inmutable y segura. Él ha marcado nuestras vidas por Su vida, Su muerte y Su resurrección. Su sacrificio en la cruz nos ha cambiado, marcándonos como Suyas.

El sacrificio de Cristo nos permitió ser criaturas nuevas. Él pagó el precio por nuestros pecados, permitiéndonos vivir sin culpa o vergüenza. Él cubrió nuestros pecados dándonos una nueva imagen. Somos perdonadas en Él, justificadas por Su sacrificio. Hemos sido rescatadas de nuestra vida anterior y selladas como Suyas por la eternidad.

A pesar de que a menudo es lo que más nos cuesta creer, nuestra identidad en Cristo es permanente. Él nos ha escogido. Él nos ha redimido y nunca nos abandonará. Somos Sus hijas, en Él estamos seguras.

Mientras estudias tu identidad en Cristo, pídele a Dios que te revele continuamente Su amor por ti. Pídele que descubra áreas de tu vida en las que te resulte difícil creer en Su verdad. Dios anhela que sepas quién eres en Él. Busquemos juntas en Su Palabra la verdad de quiénes somos en Jesús.

Introduccion

SIN CONOCER NUESTRA VERDADERA IDENTIDAD, NO PODEMOS VIVIR DE LA MANERA EN LA

QUE FUIMOS DISEÑADAS PARA VIVIR.

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P L A N D E L E C T U R A

S E M A N A 1

Ȩ L u n e s – S o y u n a Nu e v a C r i a t u ra Lectura: 2 Corintios 5:17; Colosenses 3:9–10EOAO: 2 Corintios 5:17

Ȩ M a r t e s – S o y Pe r d o n a d aLectura: Efesios 1:7–8; 1 Juan 1:9EOAO: Efesios 1:7

Ȩ M i é r c o l e s – S o y Ju s t i f i c a d aLectura: Romanos 5:1–2EOAO: Romanos 5:1–2

Ȩ Ju e v e s – S o y R e d i m i d aLectura: Salmos 107:1–3; Isaías 43:1–3; Romanos 8:1–4EOAO: Isaias 43:1

Ȩ V i e r n e s – S o y S e l l a d aLectura: 2 Corintios 1:21–22EOAO: 2 Corintios 1:21–22

S E M A N A 2

Ȩ L u n e s – S o y R e s c a t a d aLectura: Juan 3:16–17; Colosenses 1:11–14; Hebreos 2:14–15EOAO: Colosenses 1:13

Ȩ M a r t e s – S o y S a l v aLectura: Romanos 5:8–10; Efesios 2:1–5EOAO: Efesios 2:4–5

Ȩ M i é r c o l e s – S o y L i b r eLectura: Juan 8:36; 2 Corintios 3:17EOAO: Juan 8:36

Ȩ Ju e v e s – S o y A m a d aLectura: 1 Juan 4:10–19; Romanos 8:35–39EOAO: 1 Juan 4:10

Ȩ V i e r n e s – S o y A c e p t a d aLectura: Romanos 15:7–9EOAO: Romanos 15:7

Marcalo en la lista

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S E M A N A 3

Ȩ L u n e s – S o y A d o p t a d aLectura: Efesios 1:5–6; Colosenses 1:12–13EOAO: Efesios 1:5

Ȩ M a r t e s – S o y u n a H i j a d e D i o sLectura: Juan 1:12; 1 Juan 3:1–2EOAO: Juan 1:12

Ȩ M i é r c o l e s – S o y E s c o g i d aLectura: Efesios 1:4; 1 Pedro 2:9EOAO: 1 Pedro 2:9

Ȩ Ju e v e s – S o y u n a C i u d a d a n a d e l C i e l oLectura: Efesios 2:19; Filipenses 3:20EOAO: Filipenses 3:20

Ȩ V i e r n e s – S o y C o n o c i d a p o r D i o sLectura: Salmos 139:1–3; 1 Corintios 8:3EOAO: Salmos 139:1

S E M A N A 4

Ȩ L u n e s – S o y C r e a d a I n t e n c i o n a l m e n t eLectura: Salmos 139:13–18EOAO:Salmos 139:13–14

Ȩ M a r t e s – S o y B e n d e c i d aLectura: Números 6:24–26; 2 Corintios 9:8–10; Efesios 1:3EOAO: Efesios 1:3

Ȩ M i é r c o l e s – S o y E q u i p a d aLectura: Efesios 2:10; 2 Timoteo 3:16–17EOAO: Efesios 2:10

Ȩ Ju e v e s – S o y Fo r t a l e c i d aLectura: 1 Corintios 12:4–11; 2 Coríntios 12:9; Filipenses 4:13EOAO: Filipenses 4:13

Ȩ V i e r n e s – S o y Ve n c e d o raLectura: 1 Juan 4:4EOAO: 1 Juan 4:4

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T U S O B J E T I V O S

Es impor tante que de termine s t re s ob je t ivo s en lo s que de s ea s enfocar te cada día a l rea l iza s tu devoc ional y pro fundizas en la Palabra de Dio s . A segúrate de rev i sar e s to s en e l t ranscur so de la s s emanas de

e s tudio para que t e apoyen y t e ayuden a mantener te enfocada. ¡Seguro que s i puede s hacerlo. !

U N O

D O S

T R E S

18

S E M A N A 1

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas.

2 Corintios 5:17

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O R A

D E S A F Í O D E L A S E M A N A

Escr ibe tu orac ión y tu s agradec imiento s de la s emana.

¡En Cristo, eres una nueva criatura! Para esta semana, escribe todas las formas en que has visto a Dios renovar tu vida y hacer de ti una nueva criatura en Cristo. Pídele a Dios que revele Su obra en ti mientras lo buscas en esta semana.

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L E C T U R AS e m a n a 1 • L u n e s

2 C o r i n t i o s 5 : 1 7

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas.

C o l o s e n s e s 3 : 9 - 1 0

Dejen de mentirse los unos a los otros, puesto que han desechado al viejo hombre con sus malos hábitos, y se han vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de Aquel que lo creó.

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E O A OS e m a n a 1 • L u n e s

E O A O / E S C R I T U R A S / e s c r ibe lo s ver s í cu lo s de l devoc ional

O B S E R V A C I Ó N / e s c r ibe 3 - 4 obser vac ione s

2 Corint io s 5 :17

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A P L I C A C I Ó N / Escr ibe por lo menos 1 - 2 ap l i cac ione s

O R A C I Ó N / Escr ibe una orac ión sobre lo que has aprendido y lo que Dios t e ha reve lado.

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D E V O C I O N A LS e m a n a 1 • L u n e s

D E V O C I O N A L :

2 Corint io s 5 :17

“De modo que s i a lguno e s tá en Cri s to, nueva cr ia tura e s ; la s co sa s v i e ja s pasaron, ahora han s ido hechas nuevas .”

E N E L T E X T O

¿Quién te crees que eres? Dependiendo del tono con el que se dice, esta pregunta puede hacernos sentir un tanto a la defensiva, fuera de lugar o incluso equivocadas. Preguntado con interés genuino, puede invitarnos a detenernos y reflexionar, considerando todos los elementos que nos hacen ser quiénes somos. Nuestros antepasados, nuestros trabajo, nuestros pasatiempos, nuestra etapa de la vida en la que nos encontramos y nuestras relaciones son solo algunas de las maneras en las que nos identificamos.

En este estudio, dedicaremos tiempo a responder esta pregunta a través de una lente bíblica a medida que descubrimos quiénes somos en Jesús. ¿Quiénes dice Él que somos? ¿Qué títulos y roles nos asigna? ¿Cómo impacta nuestra relación con Él nuestra identidad?

La lectura de hoy proviene de 2 Corintios, una carta en el Nuevo Testamento que fue escrita por Pablo a la iglesia primitiva en una ciudad llamada Corinto. En esta sección de su carta, Pablo estaba animando a los líderes de la iglesia a comprender que no solo habían sido reconciliados con Dios a través del nacimiento, muerte y resurrección de Cristo, sino que debían verse a sí mismos, y a otros creyentes, como nuevas criaturas.

Algunas veces se nos puede hacer difícil de entender que alguien que hemos conocido toda nuestra vida pueda cambiar de verdad, cuando solo lo hemos conocido de cierta manera. Pablo le estaba recordando a la iglesia, incluyendonos a nosotras, que no debemos enfocarnos en la identidad establecida por los demás sino en nuestra nueva identidad. En Jesús, somos una nueva creación. Nuestras costumbres, pensamientos y motivaciones anteriores pueden dejarse en el pasado mientras caminamos en libertad hacia el siguiente paso en nuestro caminar con Jesus.

O R A C I Ó N

Padre, gracias por enviar a Tu Hijo Jesús para vivir, morir y resucitar para que yo pueda ser una criatura nueva. Mi oración es que mis palabras y acciones traigan gloria a Tu nombre y que yo sea identificada como Tu hija. Ayudame a caminar en libertad, dejando mi pasado atrás y aceptar completamente quién dices que soy. Amén.

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E f e s i o s 1 : 7 - 8

En Él tenemos redención mediante Su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de Su gracia que ha hecho abundar para con nosotros. En toda sabiduría y discernimiento

1 J u a n 1 : 9

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.

L E C T U R AS e m a n a 1 • M a r t e s

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Efe s io s 1 :7

E O A OS e m a n a 1 • M a r t e s

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27


Efe s io s 1 :7

“En Él t enemos redenc ión mediante Su sangre , e l perdón de nue s t ro s pecados s egún la s r iquezas de Su grac ia”

E N E L T E X T O

¿Alguna vez sentiste que tu identidad se quedó envuelta o atrapada en los errores de tu pasado, en vez de la esperanza de tu futuro? Aunque la mayoría de nosotras nunca nos presentaríamos ante las personas con una lista de nuestras faltas o pecados, probablemente nos hemos encontrado identificando a otras personas por lo que han hecho y cómo nos han lastimado, en lugar de quiénes son en realidad.

Cuando tomamos el tiempo de explorar lo que Dios dice sobre nuestra identidad, descubrimos que Él no nos ve como el mundo nos ve. Él ve nuestros corazones, y por medio de la muerte de Su Hijo en la cruz, podemos obtener una nueva identidad cuando le aceptamos como nuestro Salvador: perdonadas.

No somos perdonadas solo por las cosas pequeñas o de manera temporal. Cuando le pedimos a Dios que nos perdone nuestros pecados, Él lo hace completa y totalmente. Dios no trae a memoria esos errores del pasado, ni los usa en contra nuestra para definir quiénes somos. En Cristo, somos perdonadas.

La carta de Pablo a los Efesios contiene una hermosa porción de las Escrituras que los eruditos identifican como una doxología. En Efesios 1:3-14, Pablo alabó a Dios guiando nuestra atención a las cosas maravillosas que Él ha hecho por nosotras. Cuando pasamos tiempo recordando las cosas que Dios ha hecho por nosotras, la manera en la que planeó nuestra redención, todo lo que hizo para restaurar nuestra relación con Él, y el perdón que se nos ofrece por medio de Jesús, la respuesta debe ser agradecimiento y un deseo de ofrecer ese mismo amor y perdón hacia los demás.

Cuando vivamos como hijas de Dios totalmente perdonadas, nuestro corazón rebosará de gratitud por el regalo que Dios nos ha dado, y podremos perdonarnos a nosotras mismas y a los demás.

O R A C I Ó N

Dios, te doy las gracias por el perdón que me ofreces por medio de Jesús, gracias por la restauración que él trae a mi relación contigo. Ayúdame a considerarme “perdonada” como parte de mi identidad y que pueda pasar este hermoso regalo a los demás libremente. Amén.

D E V O C I O N A LS e m a n a 1 • M a r t e s

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R o m a n o s 5 : 1 - 2

Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

L E C T U R AS e m a n a 1 • M i é r c o l e s

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Romanos 5 :1–2

E O A OS e m a n a 1 • M i é r c o l e s

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Romanos 5 :1–2

“Por tanto, habiendo s ido ju s t i f i cados por la f e , t enemos paz para con Dios por medio de nue s t ro Señor Je sucr i s to, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la f e a e s ta grac ia en la cual e s tamos f i rmes , y no s g lor iamos en la e speranza de la g lor ia de Dio s .”

E N E L T E X T O

El diccionario define “justo” como ser moralmente correcto o justificado. Justificamos nuestras acciones explicando nuestros motivos, o cómo nos llevó a una respuesta positiva. Justificamos nuestros gastos o el comernos otra porción de pastel, incluso el irnos de vacaciones, tratando de demostrar que lo merecemos o lo necesitamos.

Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, le pedimos que nos perdone nuestros pecados y le entregamos nuestras vidas a Él, somos justificadas. Todo lo que nos separó de Dios es cubierto por el sacrificio de Jesús en la cruz. No solo somos hechas criaturas nuevas sino que somos justificadas ante Dios.

En los capítulos iniciales de su carta a los Romanos, Pablo explicó nuestra necesidad de salvación y cómo podríamos recibirla. En el capítulo 5, donde comienza nuestra lectura de hoy, Pablo exploró los beneficios que recibimos gracias a nuestra salvación.

Paz. Cuando nos acercamos a Dios por medio de Jesucristo, experimentamos el fruto de la paz. La paz nos ayuda a vivir y actuar con confianza por lo que Jesús ha hecho por nosotras. Esta paz y confianza no se basa en nuestras circunstancias o en lo que podemos lograr, sino que es real y duradera y solo proviene de Jesús.

Acceso. El Comentario Bíblico del Nuevo Testamento de Layman señala que la palabra usada para “acceso” no es simplemente una puerta abierta por la que pasamos, sino que “se refiere a llevar a alguien a la presencia de la realeza, o un barco que navega hacia la protección de un puerto seguro”. Cuando somos justificadas ante Dios, somos llevadas a un lugar de protección, descanso y seguridad.

O R A C I Ó N

Padre Celestial, gracias por amarme tanto que creaste una manera para que pudiera presentarme ante Ti. Tú me has hecho nueva, me perdonaste y has permitido que pueda acercarme a Ti con paz y encontrar descanso. Dios, te alabo y te amo. Amén.

D E V O C I O N A LS e m a n a 1 • M i é r c o l e s

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S a l m o s 1 0 7 : 1 - 3

Den gracias al SEÑOR, porque Él es bueno; Porque para siempre es Su misericordia. Díganlo los redimidos del SEÑOR, A quienes ha redimido de la mano del adversario, Y los ha reunido de las tierras, Del oriente y del occidente, Del norte y del sur.

I s a í a s 4 3 : 1 - 3

Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob, Y el que te formó, oh Israel: «No temas, porque Yo te he redimido, Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú. Cuando pases por las aguas, Yo estaré contigo, Y si por los ríos, no te cubrirán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, Ni la llama te abrasará. Porque Yo soy el Señor tu Dios, El Santo de Israel, tu Salvador; He dado a Egipto por tu rescate, A Cus y a Seba en lugar tuyo.

R o m a n o s 8 : 1 - 4

Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte. Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a Su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne, para que el requisito de la ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

L E C T U R AS e m a n a 1 • J u e v e s

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Isa ia s 43:1

E O A OS e m a n a 1 • J u e v e s

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Isa ía s 43:1

“Mas ahora , a s í d i ce e l SEÑOR tu Creador, oh Jacob, Y e l que t e formó, oh Is rae l :

«No temas , porque Yo t e he redimido, Te he l lamado por tu nombre ; Mío ere s tú .”

E N E L T E X T O

Saber el nombre de alguien es importante. Significa que nos hemos tomado el tiempo de conocerlos, los hemos recordado y su nombre los distingue de las demás personas que conocemos. Usar el nombre de alguien cuando hablamos con ellos demuestra honor y respeto. Los apodos que damos a nuestros seres queridos o amigos cercanos añaden un nivel de familiaridad y cuidado.

Desde el principio, has sido parte del plan de Dios. Él te conoce, se ocupa de ti y pone en marcha una serie de eventos que te acercarán a Su hermoso plan de redimir a la humanidad. En las Escrituras de hoy, se nos recuerda que Dios nos creó, nos formó, nos protege, conoce nuestros nombres y nos llama Suyas.

Nuestra identidad como cristianas no está fundamentada en lo que hemos alcanzado, sino en lo que se nos dio libremente. En Jesús, somos redimidas por el extraordinario intercambio de Su vida como pago por nuestros pecados.

No hemos sido liberadas (o redimidas) por un Dios distante que nos puso a todas juntas y de una vez nos concedió la libertad, sino por un Dios que nos conoce a cada una por nuestro nombre. Él te conoce, tiene un plan para ti, te ha dado dones y habilidades y un lugar y tiempo específicos para usarlos en Su reino. Eres profundamente amada por Dios, no como un número, una estadística o en términos generales. Él conoce tu nombre y tú eres Suya.

O R A C I Ó N

Dios, es abrumador pensar que conoces mi nombre y te preocupas tan personalmente por mí. Qué honor que hayas pensado en mí y me hayas amado tanto como para que me llames Tuya. Es a través de Tu Hijo que puedo reclamar mi identidad como hija redimida del Rey. Amén.

D E V O C I O N A LS e m a n a 1 • J u e v e s

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2 C o r i n t i o s 1 : 2 1 - 2 2

Ahora bien, el que nos confirma con ustedes en Cristo y el que nos ungió, es Dios, quien también nos selló y nos dio el Espíritu en nuestro corazón como garantía.

L E C T U R AS e m a n a 1 • V i e r n e s

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2 Corint io s 1 :21–22

E O A OS e m a n a 1 • V i e r n e s

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D E V O C I O N A LS e m a n a 1 • V i e r n e s


2 Corínt io s 1 :21–22

“Ahora bien, e l que nos conf i rma con us t ede s en Cri s to y e l que nos ungió, e s Dio s , quien también nos s e l ló y no s d io e l Espír i tu en nue s t ro corazón como garant ía .”

E N E L T E X T O

¿Alguna vez has recogido un paquete de la tienda de comestibles y notaste una advertencia que dijera, “No usar si el sello está roto”? Se colocan sellos en los artículos para mantener el contenido en el interior alejado de cualquier cosa dañina del exterior. Las cartas solían sellarse con cera para mayor privacidad y los documentos importantes son guardados en sobres sellados en la actualidad.

¿Qué significa que en Jesús somos selladas? Además de la protección y la seguridad, los sellos eran usados para indicar la propiedad de un artículo. Dios es quien nos establece en Cristo, quien nos unge y nos reclama como Suyas. Nuestra identidad está segura en Dios, no por el trabajo que podemos hacer, sino porque Espíritu Santo trabaja en nosotras, nos santifica, nos separa de nuestro pasado y nos promete un futuro totalmente redimido.

A diferencia de los sellos que van en los alimentos o en las cartas que pueden ser manipulados, desprendidos o destruidos, el sello de Dios en nosotras es seguro. Nuestra identidad como hijas de Dios es segura, con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo trabajando en, por medio de y para nosotras, ahora y por siempre.

En 2 Corintios 1:20, Pablo escribió, “Pues tantas como sean las promesas de Dios, en Él todas son sí. Por eso también por medio de Él, es nuestro Amén, para la gloria de Dios por medio de nosotros” Nuestra identidad está segura en Dios, y todas sus promesas son “sí”, sucederán, en Su tiempo y manera perfectos, y “amén”; Sus promesas son verdaderas, confiables y bien establecidas.

O R A C I Ó N

Dios, cuando el mundo trata de desmenuzar mi identidad y desafiar lo que creo que soy, recuérdame que soy Tuya. Tú me has elegido, me has establecido, me has sellado y cumplirás Tus promesas. A Ti toda la gloria y el honor. Amén.

40

R E F L E X I O N AS e m a n a 1

1. ¿Cómo eres nueva criatura en Cristo? ¿De qué manera Cristo ha quitado tu vieja naturaleza de tu vida y te ha hecho más como Él?

2. ¿Qué significa que somos redimidas por la sangre de Cristo?

3. ¿De qué manera has experimentado el perdón de Cristo al confesarle tus pecados?

4. ¿Qué significa ser justificadas por la fe? ¿Cómo nos da paz el ser justificadas por la fe?

5. ¿Qué consuelo encuentras sabiendo que Dios te conoce y te llama por tu nombre?

41

S E M A N A 2

Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa de l gran amor con que nos amó, aun cuando estába-mos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia ustedes han sido salvados).

Efesios 2:4-5

42

O R A



¡Nosotras estamos vivas en Cristo! ¿De qué manera Dios te ha dado vida? Reflexiona sobre las formas en que Dios ha restaurado tu vida espiritualmente, mentalmente, emocionalmente, físicamente, y relacionalmente.

43


J u a n 3 : 1 6 - 1 7

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.

C o l o s e n s e s 1 : 1 1 - 1 4

Rogamos que ustedes sean fortalecidos con todo poder según la potencia de Su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en la Luz. Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de Su Hijo amado, en quien tenemos redención: el perdón de los pecados.

H e b r e o s 2 : 1 4 - 1 5

Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida.

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Colo sense s 1 :13

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Colo s ense s 1 :13

“Porque Él no s l ibró de l dominio de la s t inieb la s y no s t ra s ladó a l re ino de Su Hijo amado”

E N E L T E X T O

¿Alguna vez has necesitado ser rescatada? Quizás una goma de tu auto se pinchó y te encontraste en la mitad de la avenida, o quizás estuviste atrapada en un ascensor, por alguna falla o corte de luz. Puede resultar atemorizante, sin saber si alguien vendrá a ofrecerte ayuda o cuánto tiempo tendrás que esperar, quizás cuánto te puede costar.

En Jesús somos rescatadas. No de llantas pinchadas o cortes de luz, sino del enemigo de nuestras almas y de una eternidad en el infierno, separadas de Dios debido a nuestro pecado. No solo somos salvas, sino totalmente restablecidas, transferidas del lugar en el que nos encontrábamos a uno nuevo, un hogar seguro en el reino de Dios, sin una cuenta pendiente que pagar. Ya que Él nos rescató y pagó por completo nuestra deuda.

Nuestra identidad en Cristo se basa en lo que Dios ha hecho por nosotras, no en lo que nosotras hemos hecho por nosotras mismas o por cualquier otra persona. La forma en que actuamos, nos tratamos unas a otras, las palabras que pronunciamos y las motivaciones de nuestro corazón son un reflejo de lo que somos en Cristo. Como rescatadas, ahora tenemos ojos para ver dónde se necesita ayuda, para poder servir como las manos y los pies de Jesús, a quienes nos rodean.

Cuanto más aprendemos sobre quién es Dios, mejor entendemos quiénes somos. Y cuanto más entendamos y vivamos quiénes somos como hijas de Dios, más impactaremos las vidas de quienes nos rodean de una manera que atraiga a otros al reino de Dios. La definición de identidad del mundo vuelve a poner el foco en nosotras, mientras que entender nuestra identidad en Cristo nos da un enfoque vertical, de regreso a Dios y un enfoque horizontal para servir a los demás.

No importa a lo que te enfrentes hoy, no importa dónde necesites que Dios intervenga y te rescate, Él es fiel. Él te librará.

O R A C I Ó N

Padre Dios, mi corazón está abrumado por la plenitud del rescate que me ofreces. Gracias por sacarme de la oscuridad y llevarme a la gloriosa luz de la eternidad contigo. Ayúdame a usar lo que estoy aprendiendo sobre quién soy en Ti para servir a los que me rodean. Amén.

47

R o m a n o s 5 : 8 - 1 0

Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por Su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de Él. Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por Su vida.

E f e s i o s 2 : 1 - 5

Y Él les dio vida a ustedes, que estaban muertos en sus delitos y pecados, en los cuales anduvieron en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Entre ellos también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia ustedes han sido salvados).


48



Efe s io s 2 :4–5


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50


Efe s io s 2 :4–5

“Pero Dios , que e s r i co en mi ser i cordia , por causa de l gran amor con que nos amó, aun cuando e s tábamos muer to s en nue s t ro s de l i to s , no s d io v ida juntamente con Cri s to (por grac ia us t ede s han s ido sa lvados )”

E N E L T E X T O

Hay algo increíblemente convincente en una foto de “antes y después”. Las renovaciones del hogar nos muestran el potencial que podemos encontrar en nuestras propias habitaciones, mientras que las transformaciones del estado físico nos dan la esperanza de que nuestro trabajo también dará sus frutos. Puede ser divertido mirar las fotos que podemos mostrar a los demás del aspecto que teníamos en esos incómodos años de la adolescencia, o la diferencia entre el comienzo y el final de un proyecto creativo.

En su carta a los Efesios, Pablo pasó un tiempo recordándoles, y a nosotras, la transformación que ocurre cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador. No solo somos salvas, sino que nuestra identidad cambia de “muertas” a “vivas”. Pablo no estaba hablando de una resurrección literal de entre los muertos, sino de la condición de nuestras almas. El Comentario al Nuevo Testamento de Layman lo describe como “una existencia desprovista del verdadero propósito, carácter y realización de la vida humana creada a la imagen de Dios”.

Dios nos ama tanto que no permitiría que estuviésemos “muertas” como una opción en nuestra identidad. Cuando Él planeó nuestra redención por medio del sacrificio de Su Hijo en la cruz, nos fue entregada una nueva alternativa y una nueva identidad: estamos vivas en Cristo. Cuando entendamos quienes éramos antes de que Jesús llegara a nuestras vidas, podremos apreciar mejor el amor, gracia y misericordia que Dios nos extiende a cada una de nosotras.

En Jesús somos libres, no sólo del castigo merecido por nuestros pecados, sino también de nuestra “antigua” identidad, nos lleva a una transformación “nueva” que nos da vida en abundancia.

O R A C I Ó N

Dios, al pensar en todas las formas en que no merezco Tu amor, gracia y misericordia, me asombra aún más el regalo de la salvación que ofreces a través de Jesús. Gracias por darme una nueva identidad, un “después” lleno de vida, esperanza y propósito. Amén.


51

J u a n 8 : 3 6

Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres.

2 C o r i n t i o s 3 : 1 7

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.


52



Juan 8:36


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54


Juan 8:36

“As í que , s i e l Hi jo lo s hace l ibre s , u s t ede s s e rán rea lmente l ibre s .”

E N E L T E X T O

Jesús se dirigía a los judíos que se habían reunido en el templo de Jerusalén, una multitud que tenía sentimientos encontrados sobre Su identidad como el Mesías. Los que no creían señalaban el pueblo del que procedía Jesús y Su falta de familia influyente para desacreditar Sus afirmaciones (Juan 7:41-43). Lo que no sabían era que Jesús estaba a punto de cumplir todas las profecías que se habían escrito sobre la llegada del Mesías.

En Jesús somos verdaderamente libres. Para un pueblo que había experimentado la servidumbre y la esclavitud como nación, en una época en que los gobernantes y los ganadores de las batallas esclavizaban a sus cautivos, conocían la libertad como una oportunidad fugaz. En Juan 8:35, Jesús les recordó que “el esclavo no permanece en la familia para siempre, sino que el hijo permanece para siempre”. En Jesús, nuestra identidad se transforma de esclava a hija. Se nos ofrece libertad plena, completa y permanente, y un lugar en la familia de Dios.

Aunque el mundo puede intentar limitar nuestra identidad, influencia e impacto debido a nuestra edad, antecedentes, experiencia o capacidad, nuestra identidad está segura en Jesús. En Él, somos libres. En Él, tenemos un propósito. En Él, nos convertimos en hijas de Dios y en parte de una familia que nunca nos dejará, dudará de nosotras o se quedará sin amor por nosotras. Las cadenas del pecado que nos han retenido ya no son efectivas contra el poder de Jesucristo. Somos libres para ser una luz para los que nos rodean, un faro de esperanza para nuestras comunidades, e hijas de Dios que están seguras de su identidad, sin importar lo que venga.

O R A C I Ó N

Padre Celestial, gracias por invitarme a ser parte de Tu familia y liberarme de mi pecado. Ayúdame a vivir plenamente en libertad para que otros en mi vida puedan ser atraídos a Ti y a Tu hermoso regalo de salvación. Amén.


55

1 J u a n 4 : 1 0 - 1 9En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a Su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y Su amor se perfecciona en nosotros. En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de Su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él. En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor. Nosotros amamos porque Él nos amó primero.

R o m a n o s 8 : 3 5 - 3 9

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Tal como está escrito: «POR CAUSA TUYA SOMOS PUESTOS A MUERTE TODO EL DÍA; SOMOS CONSIDERADOS COMO OVEJAS PARA EL MATADERO». Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.


56



1 Juan 4:10


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1 Juan 4:10

“En e s to cons i s t e e l amor : no en que noso tro s hayamos amado a Dios , s ino en que Él no s amó a noso tro s y envió a Su Hijo como propic iac ión por nue s t ro s pecados .”

E N E L T E X T O

En el idioma inglés, sólo tenemos una palabra para “amor” y la utilizamos en decenas de maneras. Decimos que amamos nuestros zapatos nuevos, que amamos a nuestro cónyuge, que amamos el nuevo libro que tomamos prestado de la biblioteca y que amamos nuestro café favorito. El amor suele considerarse un sentimiento, una respuesta emocional a algo que nos produce alegría o placer. Esto también significa que el amor puede ser efímero, ya que nuestros gustos cambian, nuestras relaciones cambian, o las cosas que solían alegrarnos son reemplazadas por algo nuevo.

La definición de amor de Dios no se basa en lo que sentimos, sino en lo que se nos reveló a través de la vida y la muerte de Jesús. El amor viene de Dios. El amor bajó a nosotras desde el cielo en la presencia física de Jesucristo, dándonos un regalo tan inimaginable e inmerecido que nunca podríamos hacer lo suficiente para ganarlo. Es simple y profundamente un regalo de Dios.

Primera de Juan 4:19 dice que “amamos porque Él nos amó primero”. Cuando nuestra identidad está firmemente arraigada en el conocimiento de que somos amadas por el Creador del universo, el amor que mostramos a los demás procede de un derramamiento de lo que Dios ya ha hecho por nosotras. Este amor no cambiará de opinión y no depende de lo que podamos hacer para merecerlo. El amor de Dios no fallará.

O R A C I Ó N

Dios, gracias por amarme y llamarme Tu amada. Al afirmar que “amada” es mi identidad en Jesús, ayúdame a compartir este amor con los demás, especialmente con aquellos que se sienten heridos, solos o abandonados. El tuyo es un amor perfecto, y estoy muy agradecida por ello. Amén.


59

R o m a n o s 1 5 : 7 - 9

Por tanto, acéptense los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó para la gloria de Dios. Pues les digo que Cristo se hizo servidor de la circuncisión para demostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas dadas a los padres, y para que los gentiles glorifiquen a Dios por Su misericordia, como está escrito: «POR TANTO, TE CONFESARÉ ENTRE LOS GENTILES, Y A TU NOMBRE CANTARÉ».


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Romanos 15:7


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Romanos 15:7

“Por tanto, acéptense lo s unos a lo s o t ro s , como también Cri s to no s aceptó para la g lor ia de Dio s .”

E N E L T E X T O

Aunque todas anhelamos la conexión, una gran parte de nuestros corazones también anhela la aceptación. Una puerta abierta es agradable, pero una invitación personal y un asiento guardado para nosotras en la mesa es mejor. Cuando nos sentimos aceptadas, podemos presentarnos tal y como somos, sin las máscaras y sin fingir “estar bien”.

En su carta a los romanos, Pablo animó a los creyentes a recibir -o aceptar- a los demás, de la misma manera que habían sido aceptados por Jesús. Jesús nos recibe en Su familia sabiendo ya las peores cosas que hemos hecho, dicho o pensado. Él conoce nuestro pasado, presente y futuro, y aún así nos hace un lugar con Él en la eternidad.

Los primeros cristianos romanos se esforzaban por aceptar a otros creyentes que hacían las cosas un poco diferentes, como la comida o los días especiales que observaban. Era en estas áreas grises donde algunos creyentes empezaban a considerarse mejores que otros, juzgando sus elecciones y prácticas. Pablo fue muy claro en su carta, indicando que lo único que saldría de este tipo de comportamiento era la división.

En Jesús, somos recibidas total y completamente en la familia de Dios. Nuestras diferencias conforman un hermoso tapiz que da vida al evangelio. Hemos sido creadas de forma única a imagen y semejanza de Dios para utilizar nuestros dones y talentos para la gloria de Dios y hacer crecer Su reino. Si Dios nos acepta con los brazos abiertos, ¿quiénes somos nosotras para juzgar a los demás?

Nos necesitamos las unas a las otras, nuestro testimonio del evangelios se ve comprometido cuando juzgamos a otras creyentes o competimos con ellas. En Jesús no solamente somos totalmente aceptadas, sino llamadas a recibir, aceptar y apoyar a las demás con nuestro corazón abierto.

O R A C I Ó N

Padre Celestial, aunque soy una pecadora que no merece Tu amor, Tú me has elegido y me has aceptado en Tu familia. Dame ojos para ver a los que me rodean que no conocen esta aceptación para que puedan acercarse a Ti. Dame un corazón para extender Tu amor sin juzgar. Amén.

63


1. ¿Cómo rescató Cristo tu vida del poder de las tinieblas? ¿Cómo te reconforta saber que Él siempre está trabajando para tu liberación, sin importar las circunstancias?

2. Debido a que somos salvas por gracia, nada de lo que podamos hacer cambiará nuestra condición como hijas de Dios. ¿Crees tú en esto? ¿Por qué o por qué no?

3. ¿Cómo te ha dado Cristo la libertad? ¿De qué estás libre hoy de lo que no lo estabas antes de caminar con Cristo?

4. ¿Te amó Cristo antes de que tú lo amaras a Él? ¿Por qué? ¿Qué habías hecho para ganar Su amor antes de amarlo?

5. ¿Qué significa ser recibido en el cuerpo de Cristo? ¿Cómo puedes recibir y dar la bienvenida a otros en el cuerpo de Cristo?

64

S E M A N A 3

Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo.

Filipenses 3:20

65

O R A



Esta semana, reflexiona sobre lo que significa que nuestra ciudadanía esté en los cielos. ¿Cómo afecta tu ciudadanía donde puedes vivir y trabajar en la tierra? Cómo afecta tu vida hoy al saber que, en Cristo, tienes la ciudadanía eterna en los cielos?

66


E f e s i o s 1 : 5 - 6

nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme a la buena intención de Su voluntad, para alabanza de la gloria de Su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado.

C o l o s e n s e s 1 : 1 2 - 1 3

dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en la Luz. Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de Su Hijo amado

67




Efe s io s 1 :5

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Efe s io s 1 :5

“Nos prede s t inó para adopc ión como hi jo s para s í mediante Je sucr i s to, conforme a la buena intenc ión de Su vo luntad.”

E N E L T E X T O

¿Has visto alguna vez un vídeo en el que un niño se entera de que va a ser adoptado, o has sido testigo de la celebración de una familia cuando el juez declara su adopción completa? Es uno de los momentos más hermosos y conmovedores. A pesar del trauma y el quebrantamiento que el niño y su primera familia experimentaron, Dios proveyó una nueva forma de familia, de unión. De repente, la vida de un niño cambia al convertirse en un miembro permanente, legal y por completo de una familia. La adopción le dice al niño que es querido, amado y que está seguro.

Si respondes a tu identidad como “abandonada”, “despreciada”, “ignorada”, “pasada por alto” u “olvidada”, hay buenas nuevas, ¡grandes nuevas, de hecho! Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, adquirimos una nueva identidad como hijas adoptivas de Dios. Eres escogida. Eres deseada. Eres conocida. Eres amada. Estás segura. Nadie tiene el poder de deshacer lo que Dios ha hecho. Cuando somos adoptadas en la familia de Dios, somos Suyas para siempre.

La mejor noticia es que Dios no esperó a que tuviéramos nuestras vidas en orden o a que nos convirtiéramos en personas perfectas para decidir ofrecernos todos los derechos, privilegios y responsabilidades de los creyentes. Fue decidido en amor y de acuerdo con la voluntad de Dios, que fuéramos adoptadas en Su familia a través de Jesucristo.

¿Cuándo fue la última vez que abrazaste esa identidad? ¿Te has presentado ante Dios asombrada de que te haya escogido? ¿Has celebrado el increíble regalo que has recibido a través de Jesús? Dios te ama tanto que no hay un letrero de “Bienvenida a casa” lo suficientemente grande o suficientemente lleno de confeti para celebrar cuando te conviertes en parte de Su familia. En Jesús, ¡somos adoptadas!

O R A C I Ó N

Dios, es abrumador saber que estabas pensando en mí y planeando un lugar para mí en Tu familia antes de que conociera a Jesús. Gracias por el hermoso regalo de la adopción que ofreces gratuitamente. Ayúdame a vivir de una manera que honre lo que Tú dices que soy. Amén.

70

J u a n 1 : 1 2

Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre

1 J u a n 3 : 1 - 2

Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a Él. Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos como Él es.


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Juan 1:12


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Juan 1:12

“Pero a todos lo s que lo rec ib ieron, l e s d io e l derecho de l l egar a s e r h i jo s de Dio s , e s dec i r, a lo s que creen en Su nombre .”

E N E L T E X T O

¿Cuándo fue la última vez que jugaste a simular un fuerte o que construiste uno? ¿Has tenido recientemente un momento para dejar volar tu imaginación, reír con todo tu cuerpo o hacer un desastre en nombre de la creatividad? Los niños ven el mundo de forma sorprendente, como si todo lo que hay en él fuera su patio de juegos. Los objetos que vemos como desecho se convierten en preciosos materiales artísticos y los juegos tontos sin reglas provocan las más sonoras risillas.

Los niños viven con el corazón y la mente abiertos, listos para aprender y dispuestos a cambiar. Confían en que los adultos de sus vidas los aman, los mantienen a salvo y que responderán a todas las preguntas que se les ocurren cuando deberían estar preparándose para ir a la cama.

Esa es la relación a la que se nos invita cuando entramos a formar parte de la familia de Dios. Somos Sus hijas, y recibimos no sólo los derechos y privilegios que conlleva nuestra adopción, sino un Padre perfecto que nos ama, nos protege y escucha todas las preguntas que nos quitan el sueño. Él es lo suficientemente grande como para llevar el peso de nuestras preocupaciones para que podamos encontrar la libertad.

En Jesús, somos llamadas hijas de Dios. Si tu experiencia con un padre terrenal te dificulta apoyarte en Dios Padre, llévale todo ese dolor y esa decepción. Pasa tiempo en la Palabra de Dios y aprende más sobre quién es Él y cuánto te ama. Busca los pequeños regalos que Él te ofrece a lo largo del día y anota las pequeñas y ordinarias formas en que Él se presenta en tu vida. Nuestro Dios es inmutable y perfecto. Él hizo un lugar para ti en Su familia, y eso no fue un error.

O R A C I Ó N

Dios, gracias por llamarme hija tuya y por darme un lugar seguro, perfecto y amoroso al que acudir con todas mis preguntas y preocupaciones. Ayúdame a encontrar tiempo para ser simplemente una niña contigo, riendo, creando y usando mi imaginación libremente y con alegría. Amén.


74

E f e s i o s 1 : 4

Porque Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor

1 P e d r o 2 : 9

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable.


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1 Pedro 2 :9


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1 Pedro 2 :9

“Pero us t ede s son l inaje e s cog ido, rea l sacerdoc io, nac ión santa , pueblo adquir ido para po se s ión de Dio s , a f in de que anuncien la s v i r tude s de Aque l que lo s l lamó de la s t inieb la s a Su luz admirable .”

E N E L T E X T O

Nuestra lectura de hoy contiene algunas líneas en cursiva que es importante explorar al examinar nuestra identidad en Jesús. El autor de nuestro texto, Pedro, se empeñó en citar varios pasajes de las Escrituras del Antiguo Testamento: Éxodo 19:5-6, Isaías 43:20-21 y Malaquías 3:17. En los versículos de Éxodo, Dios dijo a Su pueblo que sería un “reino de sacerdotes y una nación santa”. En Isaías leemos que Dios nos llama Su “pueblo escogido” que creó para Su gloria. En Malaquías, el Dios de los Ejércitos del Cielo dice que le pertenecemos.

Puede que los judíos de la iglesia primitiva entendieran fácilmente que eran el pueblo elegido de Dios, pero el mensaje de Pedro era un recordatorio de que todos los cristianos, incluidos los gentiles, eran elegidos por Dios. Esa era una información nueva para los primeros cristianos, pero era importante para la unidad y la identidad de la iglesia entender que, en Jesús, todos somos elegidos por Aquel que nos llamó de las tinieblas a Su luz.

La verdad compartida con los primeros creyentes se aplica también a nosotras. Aunque el mundo intente decirnos que somos insignificantes, ordinarias o no deseadas, podemos reclamar una nueva identidad en Jesús: elegidas, de la realeza, con un propósito y llamadas.

Cuando recordamos todo lo que Dios ha hecho por nosotras y quiénes somos en Él, nuestro siguiente paso es proclamarlo al mundo. No te quedes la Buena Nueva del Evangelio para ti, ¡está hecha para ser compartida! El evangelio es para todos, y en Jesús, todos están invitados a salir de la oscuridad de su pecado y entrar en la maravillosa luz del perdón y la eternidad en el cielo.

O R A C I Ó N

Señor, cuando pienso en todo lo que has hecho por mí y en quién dices que soy, es casi imposible 1 Pedro 2:9

al margen. Pon en mi corazón esta semana a personas concretas que necesiten escuchar la Buena Noticia del Evangelio para que ellos también puedan llamarse elegidos, santos y salvados. Amén.


78

E f e s i o s 2 : 1 9

Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son conciudadanos de los santos y son de la familia de Dios.

F i l i p e n s e s 3 : 2 0

Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo


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Fi l ipense s 3 :20


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Fi l ipense s 3 :20

“Porque nue s t ra c iudadanía e s tá en lo s c i e lo s , de donde también ans io samente e speramos a un Salvador, e l Señor Je sucr i s to”

E N E L T E X T O

Cuando se trata de nuestra identidad, somos mucho más que nuestro nombre. A menudo describimos a alguien incluyendo su edad, su color de pelo, el trabajo que realiza, el idioma que habla y el país del que procede. Estos detalles nos ayudan a formar una imagen en nuestra mente para poder tener una comprensión compartida de quién estamos hablando, o para ayudarnos a identificar más fácilmente a alguien si lo conocemos por primera vez.

A lo largo de este estudio podemos ver que la identidad que Dios nos da es muy diferente de la forma en que el mundo nos describe, y eso es una buena noticia. Dios nos dice que somos Sus hijas, escogidas, amadas y perdonadas. Y cuando creemos en Jesús como nuestro Salvador, también se nos da una nueva ciudadanía en el cielo.

La forma en que el mundo define quiénes somos crea separación y división entre nosotras. Hace que nos comparemos, compitamos y pensemos en nosotras mismas más que en las demás. La identidad que Dios nos da es siempre una invitación a la inclusión y a la unidad. Cuando formamos parte de la familia de Dios, todas podemos llamar al cielo nuestro hogar. Su amor se extiende a todas Sus hijas, y se nos identifica no por nuestros logros o historias de éxito, sino por la forma en que nos amamos unas a otras.

En Jesús, somos ciudadanas del cielo. Podemos confiar en la esperanza que tenemos en Él, en que es nuestro Salvador y en que volverá algún día. Hasta que llegue ese día, en que podamos estar con Dios por la eternidad, la carta de Pablo a los Filipenses nos anima a mantenernos firmes en nuestra fe. Mantente firme en lo que Dios dice que eres, vive una vida que dé buenos frutos y traiga gloria al reino de Dios, y ama bien a los demás.

O R A C I Ó N

Dios, gracias por darme un nuevo comienzo cuando perdonaste mis pecados, y por darme una nueva identidad, un nuevo hogar y una nueva esperanza. Te pido que mi vida sea un reflejo del amor que me has mostrado para que otros puedan un día reclamar su hogar para siempre en el cielo contigo. Amén.


82

S a l m o s 1 3 9 : 1 - 3

Oh SEÑOR, Tú me has escudriñado y conocido Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; Desde lejos comprendes mis pensamientos Tú escudriñas mi senda y mi descanso, Y conoces bien todos mis caminos.

1 C o r i n t i o s 8 : 3

pero si alguien ama a Dios, ese es conocido por Él.


83



Salmos 139:1


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Sa lmos 139:1

“Oh SEÑOR, Tú me has e s cudriñado y conoc ido.”

E N E L T E X T O

Tómate un momento para pensar en alguien que conoces muy bien. Tal vez sea tu cónyuge, un padre, un hermano o una mejor amiga. Piensa en todos los detalles que conoces sobre ellos, lo que les gusta y lo que no, cuáles son sus sueños, sus pasatiempos, lo que les hace reír y cuándo fue la última vez que lloraron.

No importa lo bien que conozcamos a alguien, nunca podremos conocerlo completamente, no como Dios conoce a Sus hijos. En nuestra lectura de hoy, David utilizó palabras específicas para describir la omnisciencia de Dios: conocer, entender, observar y saber. Dios nos conoció, nos conoce y nos conocerá. No está limitado por el tiempo, y no está restringido a conocernos sólo en un nivel superficial.

David escribió en este salmo, que Dios conoce las cosas grandes de nosotras, pero también los pequeños detalles de nuestros días, como cuando nos sentamos, nos levantamos, viajamos o descansamos. Dios conoce nuestras palabras y el motivo que hay detrás de ellas, y no hay ningún lugar al que podamos ir donde Dios no esté con nosotras.

Tal vez hayas tenido una relación con alguien y hayas descubierto que cuanto más sabías de esa persona, menos querías estar a su lado. Tal vez has sentido que tienes que ocultar partes de tu personalidad o las cosas que te gustan para ser aceptada. En Jesús, Dios nos conoce plenamente. Él nos ha examinado y sigue ofreciendo Su amor y protección. Dios no te dejará ni te abandonará porque no hay nada de tu vida que Él no conozca ya, y te sigue invitando a formar parte de Su familia.

O R A C I Ó N

Señor, Tú conoces mi pasado, mi presente y mi futuro, y todavía haces un lugar para mí en Tu familia. Mientras me escudriñas y me conoces, revela cualquier cosa en mi corazón que me impida abrazar plenamente mi identidad como hija de Dios para que pueda seguir creciendo más cerca de Ti. Amén.

86


1. Ser hija adoptiva de Dios significa que Él nunca podrá repudiarte, sin importar lo que hayas hecho o puedas hacer ¿Crees que es verdad? ¿Por qué o por qué no?

2. ¿Qué significa ser hija de Dios? ¿Encuentras consuelo en esta verdad? ¿Por qué o por qué no?

3. ¿Por qué Dios nos ha elegido para ser Su pueblo? ¿Qué nos pide que hagamos ahora que somos elegidas por Él?

4. ¿Cómo el saber que tu ciudadanía está en los cielos te da paz en tu vida hoy?

5. ¿Te sientes reconfortada o frustrada al saber que Dios conoce cada detalle y movimiento de tu vida? ¿Por qué es bueno que Dios sepa todo sobre ti?

87

S E M A N A 4

Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquel que está en ustedes que el que está en el mundo.

1 Juan 4:4

88

O R A



En Cristo, tenemos poder sobre el enemigo y sobre el pecado. ¿Cómo puedes combatir las mentiras y los planes del enemigo esta semana, sabiendo que, en Cristo, eres más grande que cualquier enemigo?

89


S a l m o s 1 3 9 : 1 3 - 1 8

Porque Tú formaste mis entrañas; Me hiciste en el seno de mi madre. Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; Maravillosas son Tus obras, Y mi alma lo sabe muy bien. No estaba oculto de Ti mi cuerpo, Cuando en secreto fui formado, Y entretejido en las profundidades de la tierra. Tus ojos vieron mi embrión, Y en Tu libro se escribieron todos Los días que me fueron dados, Cuando no existía ni uno solo de ellos. ¡Cuán preciosos también son para mí, oh Dios, Tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos! Si los contara, serían más que la arena; Al despertar aún estoy contigo.

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Salmos 139:13–14

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Sa lmos 139:13-14

“Porque Tú formas te mi s entrañas ; Me hic i s t e en e l s eno de mi madre . Te daré grac ia s , porque a sombrosa y maravi l lo samente he s ido hecho ; Maravi l lo sa s son Tus obras , Y mi a lma lo sabe muy bien.”

E N E L T E X T O

La lectura de hoy es una continuación del salmo de David que leímos la semana pasada cuando aprendimos que somos conocidas por Dios. Cuando somos conocidas por Él, podemos tener la certeza de que nuestras vidas no son una mera coincidencia o una casualidad, sino que fuimos creadas con un propósito y para un propósito.

Podemos afirmar con confianza que en Jesús fuimos creadas intencionalmente porque el Creador del universo nos ha formado, nos conoce y nos invita a una relación con Él. Dios hizo cada parte de ti, no sólo las partes visibles de tu cuerpo sino tus sentimientos, tu personalidad y tus talentos. Lo hizo todo con cuidado y propósito antes de que nacieras, sabiendo exactamente en qué tipo de persona te convertirías.

Eres total y completamente conocida por Dios. Tu identidad está segura en Él y tu propósito se encuentra en Él. El salmo de David nos anima a responder a este conocimiento de nuestra identidad con acción de gracias, no por lo que nosotras podamos hacer sino por lo que Dios ha hecho. Quién eres, dónde estás y qué puedes hacer por el reino de Dios no es algo aleatorio o un error. Fuiste creada con amor e intención.

¿Cómo tu vida, en esta semana, puede ser un reflejo de agradecimiento de esta verdad al interactuar con otros?

O R A C I Ó N

Padre Celestial, es sorprendente para mí que Tú formaste cuidadosa e intencionalmente cada parte de lo que soy, entretejiendo todo meticulosamente antes de que naciera. Que mi vida refleje la gratitud que tengo por todo lo que has hecho, mientras trabajo, vivo y amo con propósito. Amén.

93

N ú m e r o s 6 : 2 4 - 2 6

El SEÑOR te bendiga y te guarde; El SEÑOR haga resplandecer Su rostro sobre ti, Y tenga de ti misericordia; El SEÑOR alce sobre ti Su rostro, Y te dé paz”.

2 C o r i n t i o s 9 : 8 - 1 0

Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abunden para toda buena obra. Como está escrito: «ÉL ESPARCIÓ, DIO A LOS POBRES; SU JUSTICIA PERMANECE PARA SIEMPRE». Y el que suministra semilla al sembrador y pan para su alimento, suplirá y multiplicará la siembra de ustedes y aumentará la cosecha de su justicia.

E f e s i o s 1 : 3

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.


94



Efe s io s 1 :3


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Efe s io s 1 :3

“Bendi to s ea e l Dio s y Padre de nue s t ro Señor Je sucr i s to, que nos ha bendec ido con toda bendic ión e sp ir i tua l en lo s lugare s c e l e s t ia l e s en Cri s to.”

E N E L T E X T O

Muchas de nosotras, a menudo, usamos la expresión “somos bendecidas” para describir que nos sentimos afortunadas o que nos alegramos de haber obtenido algo por lo que hemos estado trabajando. Decimos que somos bendecidas por haber recibido una oportunidad, o nos sentimos bendecidas de que cierta situación haya resultado a nuestro favor. Pero en la carta de Pablo a la iglesia primitiva de Éfeso, la bendición de la que escribe no tiene nada que ver con la suerte, pero sí con los dones que recibimos como creyentes.

Dios es bendito porque es santo, y es solo a través del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que podemos ser selladas, adoptadas, redimidas y escogidas. Esas son las bendiciones espirituales que recibimos. También somos bendecidas con dones y habilidades espirituales para servir al reino de Dios, los que surgen de la bendición que recibimos cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador.

Como ciudadanas del cielo, creadas intencionalmente, y plenamente conocidas por Dios, nuestra identidad se basa en de Quién somos, no en quiénes somos. Los dones que recibimos de Dios no son fruto de la suerte, del destino o de un accidente, sino que han sido planeados de forma hermosa y deliberada para nuestro bien y Su gloria. Esta parte inicial de la carta de Pablo se considera una doxología, ya que Pablo comienza su mensaje alabando primero a Dios por lo que ha hecho, en un formato que transmite adoración y honor.

En Jesús somos bendecidas, no por lo que somos o por lo que hemos hecho, sino porque nuestro santo, asombroso y maravilloso Dios ha elegido bendecirnos con dones que van más allá de lo que podríamos pedir o imaginar.

O R A C I Ó N

Dios, Tú prodigas regalos a Tus hijos que van más allá de lo que yo pueda imaginar. Que las palabras que digo, los pensamientos que tengo, y las formas en que uso mis dones, traigan honor y gloria a Ti mientras recuerdo y cuento las cosas asombrosas que has hecho. Amén.


97

E f e s i o s 2 : 1 0

Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

2 T i m o t e o 3 : 1 6 - 1 7

Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.


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Efe s io s 2 :10


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Efe s io s 2 :10

“Porque somos hechura Suya, c reados en Cri s to Je sú s para hacer buenas obras , la s cuale s Dio s preparó de antemano para que anduviéramos en e l la s .”

E N E L T E X T O

Los niños son maravillosamente creativos. Pueden ver un montón de tubos de cartón y crear telescopios, o convertir una pila de mantas en un fuerte. La pintura está destinada a ensuciar, y colorear es mejor cuando se sale de las líneas. Miran las nubes y ven formas de animales y pueden crear mundos enteros e historias interminables mientras juegan con bloques de construcción. Lo atractivo no se halla en la perfección, sino en la vivencia.

Como adultos, puede ser difícil abrazar nuestra creatividad. Nuestras experiencias pasadas, las dudas y los fracasos nos impiden crear algo simplemente por crear. Si no somos capaces de hacerlo a la perfección, nos preguntamos si deberíamos molestarnos en hacerlo. La belleza se encuentra en la celebración y la aceptación de lo que producimos, no en disfrutar nuestra vivencia.

En Jesús estamos equipadas para hacer las buenas obras que Dios ha preparado para nosotras. Hemos sido diseñadas creativamente para cumplir los planes y el propósito que Él creó específicamente para nosotras. Lo que Dios creó es hermoso. Podemos darle a Dios gloria y honor cuando aceptamos lo que Él hizo que fuéramos y la obra que Él diseñó para que hiciéramos.

Dios nos equipará para el trabajo, no porque sepa que podemos hacerlo perfectamente, sino porque somos Su creación, diseñadas de manera magistral, intencional y creativa.

O R A C I Ó N

Dios, gracias no sólo por crearme, sino por darme un propósito y equiparme para hacer la obra que has diseñado para mi vida. Tú eres infinitamente creativo, y te pido que esta semana encuentre la manera de crear algo hermoso, sólo para Ti, para honrarte en quien Tú dices que soy. Amén.


101

1 C o r i n t i o s 1 2 : 4 - 1 1

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común.Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidad por el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversas clases de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según Su voluntad.

2 C o r i n t i o s 1 2 : 9

Y Él me ha dicho: «Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad». Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.

F i l i p e n s e s 4 : 1 3

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.


102



Fi l ipense s 4 :13


103



104


Fi l ipense s 4 :13

“ Todo lo puedo en Cri s to que me for ta l ece .”

E N E L T E X T O

Estamos constantemente rodeadas por las voces del mundo que nos dicen que podemos hacer cualquier cosa y ser cualquier cosa que queramos, siempre y cuando trabajemos lo suficiente, nos esforcemos lo necesario, o compremos suficientes cosas. Podemos ganar ese ascenso en el trabajo por nosotras mismas si simplemente somos mejores que los demás. Podemos construirnos una vida fabulosa siempre que tengamos holgura, ganemos lo suficiente y nos rodeemos de las personas adecuadas.

En el reino de Dios, somos más fuertes cuando somos débiles, y somos más independientes cuanto más dependemos de Dios. Nuestro versículo de hoy no significa que debamos hacer todo, sino que podemos encontrar alegría cuando confiamos en que Dios nos fortalece y equipa para hacer el trabajo que Él nos llama a hacer.

Al final de su carta a la iglesia de Filipos, Pablo se tomó el tiempo de mostrar su agradecimiento por el apoyo que le habían dado a su ministerio. Señaló que su alegría provenía del Señor, no de sus circunstancias. Aunque había experimentado tiempos de necesidad y tiempos de abundancia (Filipenses 4:12), Pablo compartió que la verdadera satisfacción venía de entender que su fuerza provenía de Jesús.

En Jesús, somos fortalecidas para navegar por todo lo que la vida tiene para nosotras a través de la fuerza que tenemos en Él. Cuando nuestro gozo y nuestra identidad están arraigados en Cristo, las circunstancias no nos sacudirán. Nuestras vidas consistentes y llenas de alegría serán un testimonio de la gracia y el amor de Jesús que nos sostiene en todas las cosas y a través de todas las cosas.

O R A C I Ó N

Padre Celestial, el mundo trata de decirme que puedo hacerlo todo por mí misma, que en mi propio poder puedo hacer todas las cosas y ser todo para todas las personas. Ayúdame a acallar esas voces para que pueda depender completamente de Ti, para que seas mi fuerza y mi alegría mientras me das el poder para atravesar todas las situaciones y circunstancias de manera que te dé gloria y honor. Amén.


105

1 J u a n 4 : 4

Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquel que está en ustedes que el que está en el mundo.


106



1 Juan 4:4


107



108



1 Juan 4:4

“Hijo s mío s , u s t ede s son de Dio s y han venc ido a lo s fa l so s pro f e ta s , porque mayor e s Aque l que e s tá en us t ede s que e l que e s tá en e l mundo.”

E N E L T E X T O

A lo largo de nuestro tiempo juntas en este estudio sobre la identidad, hemos aprendido que lo que somos no está relacionado a lo que hayamos hecho, sino a quién es Dios y lo que ha hecho por nosotras. Cuando nuestra identidad está envuelta en nuestra posición, vocación o circunstancias, nos sentiremos decepcionadas y desanimadas cuando esas cosas cambien. Cuando nos apoyamos en una identidad que está firmemente arraigada en lo que Dios dice que somos y en lo que Jesús ha hecho por nosotras, lo que sucede a nuestro alrededor no cambiará ni podrá desafiar nuestra alegría y nuestra paz.

La carta del apóstol Juan a la iglesia primitiva pretendía recordar a los creyentes la verdadera naturaleza de Jesús: totalmente Dios y totalmente humano. Habían empezado a surgir falsos maestros que negaban que Jesús fuera el Mesías. Primera de Juan nos anima a decir que ya hemos vencido a estos falsos maestros porque el Espíritu Santo está dentro de nosotras, ayudándonos a discernir y a vencer las falsas enseñanzas.

Primera de Juan 4:4 nos recuerda nuestra identidad como hijas de Dios. Como tal, hemos sido equipadas con el Espíritu Santo y unificadas con Cristo. En Jesús somos: nuevas criaturas, perdonadas, justificadas, redimidas, selladas, rescatadas, salvadas, libres, amadas, aceptadas, adoptadas, escogidas, conocidas, creadas intencionalmente, bendecidas, equipadas, fortalecidas y vencedoras. Nuestra ciudadanía está en los cielos con todos los hijos de Dios y nuestra identidad ofrece unidad con una comunidad de creyentes, un regalo mucho mayor que el individualismo y la competencia del mundo.

Tú eres quien Dios dice que eres. Eres Suya.

O R A C I Ó N

Dios, hay tantas voces fuertes que tratan de alejarme de la verdad de Tu Palabra y de lo que Tú dices que soy. Gracias por el don del Espíritu Santo que me ayuda a identificar y vencer las mentiras para que pueda apoyarme plenamente en mi identidad como hija de Dios. Amén.

109


1. ¿Hay aspectos de tu personalidad con los que estás decepcionada o intentas ocultar? ¿Cómo puedes verte a ti misma creada intencionalmente por Dios?

2. ¿De qué manera ves la bendición de Dios en tu vida? ¿Cómo Dios te ha dado todas las bendiciones espirituales en Cristo?

3. ¿Para qué buenas obras específicas has visto que Dios te equipa y te prepara? ¿Cómo has visto que Dios trabaja a través de tus dones y de tu fuerza constante para hacer avanzar Su reino o animar a otros?

4. ¿Qué significa que podemos hacer todas las cosas por medio de Cristo? ¿Cómo puedes encontrar la paz en tus debilidades o en tus circunstancias difíciles sabiendo que Él siempre está trabajando, incluso en tu debilidad?

5. ¿Cómo te encuentras capacitada para luchar contra los planes del enemigo todos los días? ¿Cómo puedes vencer al enemigo mediante el poder de Cristo?

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