Por Felipe Ramírez

Su triunfo crea mejores condicionespara avanzar en la unidad de los pue-blos latinoamericanos y caribeños, ypara compartir experiencias y apren-

dizajes sobre los procesos de justicia y digni-dad que viven nuestros pueblos”, dijo al triun-fante Ollanta Humala el presidente de Nicara-gua, Daniel Ortega. La noche del domingo 5de junio, mientras entre llamada y llamada defelicitación de quienes a partir del 28 de julioserán sus colegas presidentes, Humala sabíaque la tormenta no lo esperaría ni un solo día.

Los mercados entraron en pánico ante unresucitado peligro rojo y tras caer 8,7 por cien-to a sólo una hora de la apertura, la Bolsa deLima cerró sus operaciones para que los in-versores reconsideraran sus posiciones. Al pa-recer los paños no estaban lo suficientemen-te fríos porque tras la reapertura, dos horas des-pués, la caída continuó hasta llegar al 12,45por ciento. Los responsables de la plaza localcerraron y mandaron a todo el mundo a suscasas. Muchos inversionistas, sobre todo lo-cales, no recordaron una máxima de las tran-sacciones bursátiles: siempre que alguien ven-de, hay uno que compra. Los tiburones finan-cieros hicieron y seguirán haciendo gananciacon el pánico del 6 de junio, ya que desde esedía las acciones peruanas sólo han registradoalzas.

La mayor incertidumbre se vivió en el sectorminero y energético, con bajas de hasta un 20por ciento en las acciones. Los inversores, te-merosos frente al fantasma de la nacionaliza-ción, no creen en las palabras de Humala,quien ha dicho en todos los tonos posibles queuna reforma de ese tipo no está en su plan deGobierno. Lo que el presidente electo sí ha di-cho es que reformará el cuasi colonial sistematributario en el área, donde ni siquiera existeun royalty o impuesto compensatorio a la ex-tracción de recursos no renovables, graváme-nes comunes en el mundo desarrollado.

El golpe afectó al vecino Chile, segundo so-cio comercial de Perú después de Estados Uni-dos. El índice general de la Bolsa de ese paísretrocedió 1,36 por ciento debido a la baja deempresas chilenas con fuerte presencia en Li-ma, principalmente a los gigantes regionalesdel retail y la aerolínea LAN.

Paradojas de los financieros, ya al día si-guiente algunos analistas regionales y de Es-tados Unidos –incluyendo a trasatlánticos co-mo JP Morgan– comenzaron, en voz baja, ahablar de Perú como una plaza interesante pa-ra el futuro. Se recordó lo sucedido en Brasilcon la asunción de Lula, cuando las accionesde la Bolsa de Sao Paulo se desmoronaron has-ta un 40 por ciento en los primeros meses desu mandato para luego convertirse en algunosde los papeles más deseados del mercado nosólo local, sino mundial.

En términos políticos, podemos ver estas re-comendaciones como un reconocimiento departe de los hombres del dinero internacional–conservadores y pragmáticos si los hay– deque las cosas no serán, para ellos, tan malascomo algunos las pintan.

De todos modos, no por eso las presioneshan sido pocas. Tras el desplome limeño lospopes del stablishment salieron a reclamarpor definiciones, incluyendo –y principal-mente– el nombre de quién será el encarga-do de manejar los destinos de la economíaperuana, donde suena fuerte el nombre depersonas ligadas a la administración de Ale-jandro Toledo.

El expresidente, tras su inesperado cuartolugar en la primera vuelta parece haberse rein-ventado casi tanto como Humala. Sentado có-modamente sobre la representación parla-mentaria que lidera, salió a apoyar a su ex-contrincante de cara a la segunda vuelta. Tan-

INTERNACIONAL

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El líder de izquierda logró despegarse de Chávez y atraer al esquivo centro en Perú

OLLANTA HUMALA,EQUILIBRISTA

El exmilitar Ollanta Humala ha sido elegido futuro presidente de Perú. Humala, quehace algunos años levantó su figura sobre un discurso nacionalista y antisistema,logró transformarse a sí mismo y enarbolar las banderas de un progresismo nuncaantes mentado. A pesar de haber sumado el apoyo de centro que le faltaba para

derrotar a la derechista Keiko Fujimori, su triunfo espantó a los quisquillososmercados. Ahora el desafío es mantener esa alianza y caminar como equilibrista

para gobernar un país que le marcará cada pequeña falta como el peor de loserrores.

La clave para un gobierno tranquilo de Humala es una alianza con Perú P

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to él como el Nobel Mario Vargas Llosa, qui-nes lo calificaran como “peligro”, se han trans-formado en una suerte de garantes democrá-ticos por su apoyo al ahora electo mandata-rio. “Mi trabajo ha terminado con la victoriade Humala, que ha salvado la democracia enel país. Si esta candidatura no cumpliera, des-de luego que intervendría con la misma ener-gía y convicción con que intervine en estacampaña por Humala”, dijo Vargas Llosa, cu-yo hijo Álvaro posó junto a Toledo levantan-do los brazos de Humala la misma noche deltriunfo.

Todo, claro, modelo económico mediante.“Confiamos en que el nuevo gobierno cum-pla con lo prometido”, dijo Toledo esa noche,mientras añadía que su partido se convertiríaen “guardián de la democracia”.

De continuar el romance, Humala podríagobernar cómodamente durante el período2011-2016 con mayoría en el Congreso. La

coalición Gana Perú de Humala cuenta con47 de los 130 escaños del Parlamento. Si a es-to sumamos los 21 de Perú Posible (el parti-do de Toledo), el oficialismo sumaría dos le-gisladores más de los necesarios para tenermayoría.

En este sentido Humala tiene dos caminos.El primero es ponerse anteojeras, sacarse lamáscara que utilizó estos meses y emprenderlacontra el capital. Nacionalizaciones y expro-piaciones mediante, avanzar en un procesode industrialización a través de un fuerte ma-nejo estatal sobre la economía e incluyendomodificaciones arancelarias y de protecciónde la industria local a través de un alza gene-ralizada a los aranceles a las importaciones.Habría mayores impuestos a los más ricos ygenerosos programas de educación, alimen-tación y vivienda para el 40 por ciento de lapoblación peruana que vive bajo la línea dela pobreza. En relaciones internacionales, es

probable que veamos un rearme y tal vez unintento de avanzar hacia el sur sobre Chile pa-ra recuperar los territorios perdidos en la Gue-rra del Pacífico a fines del siglo XIX.

Éste era el escenario pintado por sus oposi-tores políticos, intelectuales e ideológicos. Yla verdad es que ahora, con el diario del lu-nes, parece hasta jocoso.

El otro escenario, mucho más realista, pasapor un acuerdo con Toledo y un manejo pru-dente de la economía. “El tema no es calmara los inversionistas, lo que yo creo es que losadversarios quieren tener los nombres para pa-sarlos por el triturador de carne, es decir, de-sarrollar una campaña para desacreditarlos”,dijo el jefe del equipo económico de campa-ña de Humala, Kurt Borneo, uno de los nom-bres que suena para hacerse cargo de Ha-cienda. “Nada va a cambiar respecto a la se-guridad de los depósitos, los fundamentos dela economía tampoco, el desarrollo de la po-lítica económica absolutamente prudencial,nada, absolutamente nada. Lo único que es el

elemento distintivo de la política de OllantaHumala es ese énfasis particular de los pro-gramas sociales”, cerró, por si a alguien le que-daba alguna duda.

Esto significa, en realidad, un tránsito a labrasileña, donde nadie ha dejado de hacerbuenos negocios en los más de ocho años delPartido de los Trabajadores en el poder. Aúnmás, las políticas de Lula de crecimiento coninclusión social aumentaron los réditos de losindustriales que, ante la emergencia de unanueva clase media recién salida de la pobre-za, vieron una ampliación de su base de con-sumidores. Es cierto que Perú no es Brasil, cu-yo mercado interno se ríe de casi cualquierturbulencia o presión externa (40 millones dehabitantes contra casi 200) mientras que Perúdepende mucho de sus exportaciones a Esta-dos Unidos y Asia; que la gente de Humalano es el PT, con más de 20 años de trayecto-ria antes del triunfo de 2003; y sobre todo, queHumala no es Lula; pero la idea parece seravanzar en esa línea.

En primera vuelta Humala obtuvo un 31,72por ciento de los votos y ganó con un 20 porciento de votos prestados, probablemente ensu mayoría provenientes del 14,46 por cientoobtenido por Toledo en la primera ronda. Es-to indica que no tiene carta libre para refor-mas demasiado profundas o, seguro que no,apresuradas. Pero si logra tejer una alianza cal-mada con la gente de Perú Posible y mante-nerla (algo que nunca ha sucedido en la his-toria peruana, que una alianza de gobiernollegue unida al final del mandato) y avanzaren una agenda progresista que no lo traicioneni a él mismo ni al pueblo que lo apoyó, se-ría un triunfo tan importante como el del pa-sado domingo. Si no se mantiene en esa líneay se aísla, será un fujimorismo sediento de ven-ganza el que aglutinará en torno suyo al Con-greso, haciéndole la vida imposible al nuevomandatario.

Lo más probable es que por ahora Humalaimpulse programas asistencialistas de transfe-rencias de ingresos a los sectores más empo-brecidos, y que aumente algunos impuestos alas mineras y productoras de hidrocarburos.En las zonas rurales la pobreza alcanza al 66por ciento de la población y la desnutriciónal 40 por ciento por lo que, de cualquier for-ma, para los postergados, entre la nada actualy cualquier avance, habrá océanos de dife-rencia. ●

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rú Posible, de Toledo, para avanzar en una agenda progresista.

Humala, tiene 47 de los130 escaños del

Parlamento. Unidos a los 21 de Toledo,

obtendría la mayoría

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