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Gregorianum 71, 1 (1990) 43-65 En torno al modalismo de Marción La abundancia de noticias valentinianas sobre la relación del Hijo al Padre contrasta con su penuria en Marción. Grosso modo asi corno el Creador tiene (o tendrà) su hijo, el Mesias (resp. Anticristo): el Dios Bueno tiene el suyo. El Dios Bueno, unico verdadero Dios, conoce al Cristo su Hijo. Pero, còrno difieren el Padre y el Hijo? Los testimonios llegados a nosotros resultan poco explicitos. Las «Antitesis» no se significaron, a lo que parece, sobre el particular; y es preciso recurrir a los elementos que transparecen en el "Evangelio" y el "Apostolicon" asequibles hoy. El Dios Bueno, padre de Cristo. Taxativo un testimonio de Origenes: Superest eis (se. Marcionitis) adhuc etiam illud, quod velut proprie sibi datum scutum putant, quod dixit dominus, in evangelio1: "Nemo bonus nisi unus deus pater", dicentes hoc esse proprium vocabulum patris ChristP Hay un solo verdadero Dios, el Dios Padre. Llàmase asi por ser padre de Cristo: no del Mesias Cristo, sino del Salvador Jesucristo. El póntico no declara còrno, ni desde cuàndo el verdadero Dios, ο Dios Bueno, es y se dice Padre de Cristo. 1 Le 18, 19; Me 10,18. 2 Deprinc. II, 5,4. Cf. ibid., II, 5,1 fin: «De novo autem testamento misericordiae ac pietatis congregant verba, quibus a salvatore discipuli informantur, et quibus pronuntiari videtur quia "nemo bonus praeter unum sit deum patrem"\ et per hoc ausi sunt bonum quidem deum nominare; patrem salvatoris lesu Christi, alium autem esse dicunt mundi deum»; Hipolito, Elenchos VII, 31,6.

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  • Gregorianum 71, 1 (1990) 43-65

    En torno al modalismo de Marcin

    La abundancia de noticias valentinianas sobre la relacin del Hijo al Padre contrasta con su penuria en Marcin. Grosso modo asi corno el

    Creador tiene (o tendr) su hijo, el Mesias (resp. Anticristo): el Dios Bueno tiene el suyo. El Dios Bueno, unico verdadero Dios, conoce al

    Cristo su Hijo. Pero, crno difieren el Padre y el Hijo? Los testimonios llegados a

    nosotros resultan poco explicitos. Las Antitesis no se significaron, a

    lo que parece, sobre el particular; y es preciso recurrir a los elementos

    que transparecen en el "Evangelio" y el "Apostolicon" asequibles hoy.

    El Dios Bueno, padre de Cristo. Taxativo un testimonio de

    Origenes:

    Superest eis (se. Marcionitis) adhuc etiam illud, quod velut proprie sibi datum scutum putant, quod dixit dominus, in evangelio1: "Nemo

    bonus nisi unus deus pater", dicentes hoc esse proprium vocabulum patris ChristP

    Hay un solo verdadero Dios, el Dios Padre. Llmase asi por ser

    padre de Cristo: no del Mesias Cristo, sino del Salvador Jesucristo. El pntico no declara crno, ni desde cundo el verdadero Dios,

    Dios Bueno, es y se dice Padre de Cristo.

    1 Le 18, 19; Me 10,18. 2

    Deprinc. II, 5,4. Cf. ibid., II, 5,1 fin: De novo autem testamento misericordiae ac pietatis congregant verba, quibus a salvatore discipuli informantur, et quibus pronuntiari videtur quia "nemo bonus praeter unum sit deum patrem"\ et per hoc ausi sunt bonum

    quidem deum nominare; patrem salvatoris lesu Christi, alium autem esse dicunt mundi deum; Hipolito, Elenchos VII, 31,6.

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  • 44 ANTONIO ORBE, S I.

    El Dios Bueno hizo las cosas invisibles, el mundo invisible3. E igual que el Demiurgo posee su creacin y mundo y cielo, Dios Padre tiene

    creacin y mundo y cielo propios4, por encima de los del Demiurgo. El heresiarca no desciende a pormenores. Ensena el rapto del

    Apstol al "tercer cielo": no al tercer cielo planetario del Demiurgo, sino a uno ingnito, no hecho de manos, el cielo de donde vino el Sefior

    (1 Cor 15,45.47)5. El mundo superior no es revelable en el nuestro sensible:

    Quaecumque substantia6 est, cum suo utique deo apparuisse debue

    rat... Et ideo si ipsa non potuit manifestari in hoc mundo, quomodo dominus paruit eius in hoc mundo?7

    El mundo marcionita del Dios Bueno, reino del pneuma, es

    incapaz de revelarse en mundo sensible, mientras no adquiera una

    forma sensible. El Cristo, Hijo del Padre, podr manifestarse a los cielos inferiores y aun a la tierra infima, cuando lo crea oportuno, y adems por si mismo, con tal de revestir un hbito indumento

    asequible a ellos.

    Immo, inquiunt Marcionitae, deus noster, etsi non ab initio, etsi non

    per conditionem, sed per semetipsum revelatus est in Christo Iesu...

    Anno quinto decimo Tiberii Christus Iesus de caelo manare dignatus est,

    spiritus salutarti Marcionis8

    El Dios Bueno se dio a conocer, en los dias de Tiberio Csar, mediante su Hijo Cristo. Al paso que el Demiurgo se daba a conocer a

    los hombres desde Adn. Lo afirma Megecio:

    3 Tert., Marc I, 16,1: Non comparente igitur mundo alio, sicut nec deo eius,

    consequens est ut duas species rerum, visibilia et invisibilia, duobus auctoribus deis dividant, et ita suo deo invisibilia defendant. Cf. Origenes, (S. Jeronimo), ad Ef 3,8s: Ubi sunt Marcion et Valentinus et omnes haeretici, qui alterum mundi, id est visibilium, et alterum asserunt invisibilium conditorem? Hunc justum esse dicentes, illum nescio quem semper ignotum, tantum Bonum, qui Pater Christi sit. A. von Harnack, Marcion2, Leipzig, 1924, 267*. 4

    Tert., Marc 1,15,1: Post haec vel ante haec, cum dixeris esse et illi (se. deo bono) conditionem suam et suum mundum et suum caelum....

    5 Cf. Adamancio, Dial II, 19 Van de Sande 101,llss: Coelos possidet bonus deus?... Illi coeli, qui sunt boni dei, non sunt manufacti... Apostolus dixit: "Secundus de caelo, dominus".

    6 Alude a la creacin del Dios Bueno. 7

    Tert., Marc I, 15,1.2. 8 Tert., Marc I, 19,1.2.

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  • TORNO AL MODALISMO DE MARCIN 45

    De scripturis ego ostendam quia alius pater Christi et alius creator,

    qui cum Adam locutus est vel cum caeteris quo refert scriptura, quibus et innotuit. Christi autem pater nulli cognitus est, sicut ipse Christus

    pronuntiat, de se dicens (Le 10,22): "Nemo novit Patrem nisi solus filius,

    neque filium quis novit nisi pater"9

    Fu menester que Dios Padre enviase a nuestro mundo a su Hijo

    Cristo, para darle a conocer; a fin que entendiramos la propia existencia del nico verdadero Dios.

    Solo mediante el Hijo pneuma era posible conocer al Padre

    pneuma. Mientras la creacin sensible revelaba al Demiurgo, su autor;

    nada habia al alcance del hombre que le elevase al conocimiento del

    mundo invisible y espiritual. En esto Marcion discurria corno los valentinianos, y corno ellos se

    hacia fuerte en Le 10,21-2410. Pero, ^afinaba corno los valentinianos?

    En absoluto, podia el Padre Dios Ignoto enviar al mundo, en

    los tiempos de Tiberio, a un ngel para notificar a los hombres Su

    existencia, y aun descubrir Sus designios de salud.

    No fu asi, segun el pntico. El Padre per semetipsum revelatus

    est in Christo Iesu. Se dio a conocer a Si mismo en Cristo Jesus;

    corno si Cristo Jess fuera la "revelacin" del Padre.

    En primer lugar, el Dios Bueno envi al Hijo Bueno a bueno

    y nos libr11. Mas ^por qu envi a su Hijo?

    Aunque el heresiarca borraba la parbola de los prfidos vifiadores

    (Le 20,9-18) para no unir sin solucin de continuidad el rgimen de los

    profetas con el del Hijo12, salta a la vista que solo asignaba un Hijo al

    Padre, Dios Bueno. Los demonios que salian de los posesos lo

    confesaban bien alto:

    Ceterum et a daemoniis liberare curatio est valetudinis. Itaque

    spiritus nequam quasi ex forma iam prioris exempli cum testimonio

    9 Adam., Dial I, 23 Van de Sande 43,24ss. 10 Cf. Ireneo, adv. haer. 1,20,3. Alude alos valentinianos. Luegode citar Mi 11,25-27

    agrega el santo: In his enim manifestissime aiunt ostendisse eum, quod ante adventum eius nemo manifeste cognoverit Patrem Veritatis, et aptare volunt, quod quasi Fabricator et Conditor semper ab omnibus cognitus sit, et haec Dominum dixisse de incognito omnibus Patre, quem ipsi adnuntiant. Paralelos marcionitas en Harnack, Marcion 205* s.

    y 266*. 11 Megecio, segun Dial I, 3 Van de Sande 7,18ss: Non rapuit sed miseratus misit

    Filium tanquam bonum (bonus) et liberavit nos... Neque ut bonos, neque ut malos desideravit, sed solius misericordiae causa commotus est. Cf. Harnack, Marcion 264*.

    12 Cf. Harnack, Marcion 228*.

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  • 46 ANTONIO orbe, S.I.

    excedebant vociferantes (Le 4,41): "Tu es filius Dei"... Sed proinde increpabantur et iubebantur tacere. Proinde enim Christus ab hominibus, non ab spiritibus immundis, volebat se filium dei agnosci13

    Era pues Cristo "el Hijo de Dios". No el Mesias, hijo del Demiurgo, sino el Salvador, Hijo de Dios Padre.

    En segundo lugar, Dios envi a su Hijo para darse a conocer a los

    hombres en l: porque solo el Hijo conocxa al Padre, igual que solo el

    Padre conocia al Hijo (cf. Le 10,22). Si el conocimiento del Padre era exclusivo del Hijo, se comprende

    que fuera ste enviado al mundo. La misin de otros, en orden a la

    salud, habria sido improcedente. Pero, ihabm en el Hijo algo que le hiciese personalmente apto para

    revelar al Padre Ignoto? ^por qu solo el Hijo era capaz de revelar al

    Dios Bueno?14.

    La razn la indica el Apstol: para que (los incrdulos) no columbrasen la iluminacin (del Evangelio de la gloria de Cristo) que es imagen de Dios (2 Cor 4,4)15 El cual (Cristo) es imagen del Dios invisible, y personalmente anterior a todas las cosas (Col 1,1516. A que cabriar afiadir Col 1,19: En l tuvo a bien habitar todo el pleroma17.

    Bene quod et alibi "Christum imaginem Dei invisibilis" appellai18

    Dos veces vuelve Marcion sobre "Cristo, imagen del Dios invisi

    ble". A juzgar por el contexto paulino, alude al Hijo de Dios, anterior a

    todo y a todos en su naturaleza divina19.

    Hijo del Dios Bueno, Cristo era sin duda, por su origen de El

    13 Tert., Marc IV, 8,5. 14 Vase mi Cristologia gnostica I, Madrid, 1976 pp. 100-134 (Solo el Hijo puede salvar al hombre). 15 Tert., Marc V, 11,12: Persona autem dei Christus dominus, unde et apostolus supra: "qui est imago inquit dei". Cf. Harnack, Marcion 98*. 16 Tert., Marc V, 19,3: Invisibilis dei imaginem ait Christum. Sed nos enim invisibilem dicimus patrem Christi, scientes filium semper retro visum, si quibus visus est, in dei nomine, ut imaginem ipsius, ne quam et hinc differentiam scindat dei visibilis et invisibilis, cum olim dei nostri sit definitio (Ex 33,20): "deum nemo videbit et vivet". 17 Tert., Marc V, 19,5: Quomodo item boni duxit omnem plenitudinem in semetipso habitare? Primo enim, quae est ista plenitudo, nisi ex illis quae Marcion detraxit, conditis in Christo, in caelis et in terris, angelis et hominibus, nisi ex illis invisibilibus et visibilibus...?.

    18 Tert., Marc V, 20,4 initio. 19 Marc V, 19,4: Si non est Christus primogenitus conditionis... non utique tam nude

    posuisset apostolus (Col 1,17): "Et ipse est ante omnes".

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  • TORNO AL MODALISMO DE MARCIN 47

    "imagen del Dios invisible". Una "imagen de Dios" que lleva a los

    creyentes al iluminado conocimiento del Dios invisible. De suerte que "en la persona de Cristo", en el rostro asequible del Cristo Hijo, se eche

    de ver el invisible Dios.

    Denique non vidit (Marcio) occurrentem sibi clausulam sensus (2 Cor 4,6): "quoniam deus, qui dixit ex tenebris lucem lucescere, reluxit in

    cordibus nostris ad illuminationem agnitionis suae in persona Christi" ...

    Persona autem dei Christus dominus, unde et apostolus supra (2 Cor 4,4):

    "qui est imago, inquit, dei'"'1'3

    Parece obvio en Tertuliano el trnsito de "imagen de Dios" a

    "persona de Dios"; viceversa. Aplicadas ambas expresiones al Hijo de Dios, denotarian la relacin de Cristo a Dios Padre: imagen y rostro

    accesible del Dios invisible21. Lo mismo se presume en Marcion, sin

    salir de los elementos paulinos por l retenidos22. Cristo se dice "imagen del Dios invisible", por ser "el rostro (o sembiante) de El"; aquel que da a conocer al Padre en la propia persona. Lo cognoscible del Ignoto Dios.

    Tal es por lo dems la ideologia comun a Ireneo, Tertuliano,

    Origenes, y a los valentinianos.

    En absoluto Cristo, Hijo de Dios, podria decirse y ser "imagen del Dios invisible" por dos razones:

    a) porque en l se mira, corno en Verbo de Si, el Dios invisible;

    b) porque nace del Dios invisible, hecho imagen visible asequible de El.

    La doctrina comun del siglo 11, asi entre herejes corno entre

    eclesisticos, iba por lo segundo. El Hijo no procedia "ab aeterno" de

    Dios Padre, corno Verbo suyo necesario, donde se reflejara "imagen invisible del Dios invisible". Nacia de Dios Padre, a fin de hacerle

    personalmente asequible, y revelrselo a los hombres.

    20 Marc V, 11,11.12. 21 Cf. R. Braum, Deus christianorum2, Paris, 1977, 216ss. 22

    Aparte Tert., Marc V, 11,11.12 vase Adam., Dial II, 19 Van de Sande 103,12ss: Sed et rursum, Corinthiis scribens, apostolus dicit quia (2 Cor 4,6) "Deus, qui dixit de tenebris lucem fulgere, illuminavit in cordibus vestris lucem scientiae gloriae eius in

    persona Christi" ... certum est quia et nos ipsius sumus qui ex eius luce illuminamur, et Christus ipsius est in cuius persona vel facie lux creatoris dicitur resplendere. Rufino traduce con dos palabras ("persona vel facie") el griego prospon.

    34:08 PM

  • 48 ANTONIO ORBE, S I.

    En la expresin paulina el cual es imagen del Dios invisible (Col 1,15) entendian todos de forma implicita, pero clara, una imagen cognoscible del invisible Dios. Una persona en la que el infinito Dios

    adquiere un "rostro" () accesible a los hombres; destinada a manifestarse fuera de Dios, le vantando a los hombres por su medio al

    conocimiento del Ignoto. Cristo es la imagen de Dios, por el mismo titulo por que es "la

    persona de Dios", rostro forma en que se manifiesta el Ignoto Padre23.

    Juntamente es la Imagen rostro de Dios, a titulo de Hijo procedente de El. El Dios Bueno le habria engendrado de su propia substancia,

    hacindose cognoscible en l.

    Piane de substantia Christi putant et hic Marcionitae suffragari sibi

    apostolum, quod phantasma carnis fuerit in Christo, cum dicit quod (Fil

    2,6-7) "in effigie Dei constitutus non rapinam existimavit pariari deo, sed

    exhausit semetipsum accepta effigie servi, non veritate, et "in similitudine

    hominis", non in homine, et "figura inventus homo", non substantia, id

    est non carne; quasi et non figura et similitudo et effigies substantiae

    quoque accedant24.

    Tertuliano discurre contra Marcin sobre "effigies dei" y "effigies servi". Si est ltima denota solo apariencia, mas no verdad de siervo;

    semejanza de hombre, no hombre real; figura, no carne: habr que decir lo mismo de la "effigies dei". Cristo, el Hijo, sera efigie

    apariencia de Dios, mas no Dios. Fantasma primero de Dios, y fantasma luego de hombre. Escribe el africano:

    Numquid ergo et hic, qua in effigie eum dei collocai, aeque non erit

    deus Christus vere, si nec homo vere fuit in effigie hominis constitutus?

    Utrobique enim veritas necesse habebit excludi, si effigies et similitudo et

    figura phantasmati vindicabuntur. Quod si in effigie et in imagine, qua filius Patris, vere deus, praeiudicatum est etiam in effigie et imagine hominis, qua filius hominis, vere hominem inventum25.

    Fil 2.6-7 era pieza fundamental en la cristologia de Marcion26,

    corno debi de serio Rom 8,327. El heresiarca que retuvo el texto

    23 Cf. W. Bender, Die Lehre iXber den Heiligen Geist bei Tertulliano Miinchen, 1961, 45.

    24 Tert., Marc V, 19,3. 25 Marc V, 20,4. 26 Cf. S. Juan Crisostomo, Homil. 7 in Phil. 27 Tert., Marc V, 14,1: Hunc si pater misit in similitudinem carnis peccati, non ideo

    phantasma dicetur caro quae in ilio videbatur. Cf. De carne Cti. 16; res. 46.

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  • TORNO AL MODALISMO DE MARCIN 49

    paulino de base, con la antitesis entre la "effigies dei" y la "effigies servi", hubo de prevenir el argumento de Tertuliano: Cristo, fantasma

    de Dios antes, se hizo fantasma de hombre despus. Ni verdadero Dios, cuando "imagen de Dios"28, ni verdadero hombre, cuando apareci entre los mortales.

    Comencemos por esto ltimo. Para Marcion, "effigies servi",

    "similitudo hominis", "figura hominis" suponen la distincin entre la substancia del hombre y sus propiedades fisicas. Con la "effigies servi" asumi Cristo las propiedades fisicas del hombre vulgar, no la substan

    cia (carnai) a ellas correspondiente. Al asumir la "effigies servi" tomo una verdadera y realisima

    substancia, mas no carnai; una substancia (celeste) dotada de cualida

    des corpreas (lo visible, pasible): corno si fuese un hombre vulgar. A la "effigies servi" no respondia, corno en los dems hombres, el

    cuerpo material idneo para la Pasin y muerte. Respondia una esencia

    no carnai, pero realisima, dotada por excepcin de las cualidades

    propias de la carne. Substancia no servii, con indumento servii. Esencia

    en si normalmente impasible e inmortai, pero dotata de cualidades

    serviles: para convivir con los hombres, y someterse a la Pasin y muerte.

    Por debajo de la "efigie de siervo" habia una substancia de indole

    probablemente psiquica, adornada por excepcin de las cualidades

    todas fisicas que acompanan a la carne. No por asumir Cristo una

    "effigies" "similitudo" "figura" de hombre, se apropi un simple fantasma de hombre. Asumi una substancia real, de aspecto carnai;

    substancia superior que sin ser terrena parecia terrena, y sin ser en si

    pasible ni mortai, lo era por singular dispensacin divina. No era solo Marcion el que asi discurria. Los valentinianos itlicos

    pensaban algo parecido. El Hijo de Dios, segn ellos, asumia en el seno

    virginal de Maria una substancia psiquica, en si impasible e inmortai, adornada por singular disposicin divina, de cualidades carnales (visibi lidad, pasibilidad y mortalidad) para convivir con los hombres, y llevar a cabo su misin salvifica a travs de la Pasin y muerte en cruz29.

    En el fondo, por mucho que, en el caso particular de Cristo, la

    impugnaran los eclesisticos, est ideologia se dejaba sentir entre los

    28 Advirtase la identidad que descubre Tertuliano entre la "effigies dei" (FU 2,6) y la "imago Dei" (Col 1,15; 2 Cor 4,4). 29 Cf. Ireneo, adv. haer. I, 6,l,12ss; Excerpta ex Theodoto 59.

    34:08 PM

  • 50 ANTONIO ORBE, S I.

    mismos eclesisticos con dos aplicaciones calificadas; a saber la Carne

    gloriosa de Cristo, a partir de su resurreccin; y la sarx de los justos, a raiz de la primera anstasis (Apoc 20,5.6).

    En la Carne gloriosa de Cristo, vestida de la forma de Dios, se

    cumplen dos cosas: la substancia es la misma de siempre, asumida en el

    seno virginal de Maria, muerta y sepultada, y al fin resucitada; la

    cualidad ha cambiado por completo, pasando de corruptible, pasible y mortai a incorruptible e inmortal. La substancia sigue de carne; la

    cualidad es de Dios. Substancia carnai con propiedades de Dios, junta en si dos extremos: sarx en substancia, pneuma en cualidad; hombre en

    natura, Dios en "efigie" "forma". Lo propio tendr lugar entre los justos, a raiz de la primera

    anstasis y de su adentramiento en Dios Padre. Tambin ellos juntarn ambos extremos carne!espiritu, hombreldios; donde la substancia pierde sus cualidades congnitas y adquiere las divinas; deja la "forma servi"

    ("effigies servi") para revestir la "forma dei" ("effigies dei"). Aplicando el fenmeno a Fil 2,6-7 tal corno lo presenta el texto

    marcionita del Apstol, es posible concluir: 1 - Hijo de Dios, el Cristo es constituido "in effigie dei": con ambos

    elementos substantia/effigies divinos. De la misma substancia que Dios Padre; y con la cualidad ("effigies", "figura") congnita a ella.

    2 - Sin sacrificar la substantia/effigies de Dios, adquiere para su misin salvifica entre los hombres una effigies servi a que responde una

    substantia real, diversa de la divina. E inicia una trayectoria que terminar substituyendo la "effigies servi" por la "effigies dei", que le

    corresponde a titulo de Hijo de Dios.

    A est luz, desaparece la ilogicitad que descubre Tertuliano en

    Marcion.

    Constituido Cristo "in effigie dei" antes de aparecer en los tiempos de Tiberio, est en posesin de la substancia divina, igual que el Padre. Al aparecer entre los hombres, esconde ambas cosas substantia/

    qualitas (resp. substantia/effigies dei) y asume otras dos substan

    tia/qualitas (resp. substantia/effigies servi) para convivir con los hombres, y someterse a la Pasin y muerte en cruz.

    La nica anomalia30 descansa en la substancia asumida por el Hijo de Dios: substancia realisima, superior a la sarx, pero dotada de la

    30 De ella participan los valentinianos itlicos, en fuerza del axioma doceta: Cristo no pudo asumir una substancia, la sarx, incapaz de salvacin.

    34:08 PM

  • TORNO AL MODALISMO DE MARCIN 51

    "qualitas carnis" (= "effigies servi"), merced a la cual puede hacer vida

    y morir entre los hombres.

    No vale en rigor confundir la "effigies dei" con la "imago dei". La "imago dei" afecta a la persona del Hijo. En oposicin a la infinitud y agnosia del Padre, indica la finitud y cognoscibilidad del Hijo: en el cual, y mediante el cual, se da a conocer el Padre a los hombres. La

    "effigies dei" denota la propiedad fisica de la substancia divina, en su

    aplicacin al Hijo. Marcion da lugar a concebir al Hijo, antes de su primera parusia,

    compuesto de dos cosas: la substancia divina, y su cualidad congnita. Las mismas dos cosas que presenta alguna vez corno: el cuerpo (divino),

    y su gloria. El Hijo que en cuerpo substancia es y persevera siempre

    dios, sacrifica la gloria cualidad que le corresponde, al aparecer humilde entre los hombres. Pero la recobra luego, y la manifiesta en la

    parusia gloriosa, para en la consumacin transformar el cuerpo de

    nuestra bajeza, a la medida de Su cuerpo de gloria.

    Quodsi Christus adveniens de caelis transfigurabit corpus humilitatis

    nostrae conformale corpori gloriae suae, resurget ergo corpus hoc

    nostrum, quod humiliatur in passionibus, et in ipsa lege mortis in terram

    deiectum. Quomodo enim transfigurabitur, si nullus erit?31.

    No consta que el heresiarca se haya apropiado Rom 8,2932.

    Registra en cambio Fil 3,21: (Qui) transfigurabit corpus humilitatis nostrae conformale corpori gloriae suae33. El verso atafie a la escatolo

    gia: a la transfiguracin del humano cuerpo, tanto entre los fieles

    redivivos corno entre los supervivientes que hallar Cristo, en su

    segunda venida.

    Tertuliano lo hace valer contra Marcion. Negaba ste la resurrec

    cin de la carne. No habiendo sarx rediviva en orden a la salud; no

    habiendo "corpus humilitatis" que transfigurar, crno puede Cristo

    conformarlo a Su Cuerpo glorioso? La respuesta del heresiarca no se haria esperar. El "corpus

    humilitatis" del Apstol no era el cuerpo carnai, sino el substrato de la

    psique, humillado durante el rgimen de comunin con la sarx en este

    31 Tert., Marc V, 20,7. 32 Nam quos praescivit, et praedestinavit conformes fieri imaginis Filii sui

    ( ), ut sit ipse primogenitus in multis fratribus

    (Vulg.). 33 Cf. Tert., De res 47, 15; 55, 11.

    34:08 PM

  • 52 ANTONIO ORBE, S I.

    mundo; redivivo superviviente, sin la carne, para la segunda parusia. Cristo transfigurar el cuerpo psiquico, conformandolo al Cuerpo suyo de gloria.

    Con un vocabulario, entre paulino y estoico, Marcion entiende por

    "corpus humilitatis" la substancia humana psique, en rgimen humil de; y por "corpus gloriae suae" la substancia con que aparecer glorioso el Cristo, para glorificar a los justos.

    A nuestro propsito, interesaria definir el alcance exacto del

    Corpus gloriae suae (Fil 3,21). En si es susceptible de dos valores: 1 - Corpus, igual a substantia divina; se aplicaria a la substan

    cia divina del Hijo "in effigie dei", revestido de la gloria suya de Dios34; 2. Corpus, igual a substantia creata, celeste, psiquica (?); se

    aplicaria a la substancia asumida por el Hijo en su primera venida al

    mundo, y hecha entonces Corpus humilitatis hasta que con su

    glorificacin se convirti en Corpus gloriae. Es casi seguro que Marcin se atuvo a esto segundo. Sin negar que

    el Cristo poseyera su Cuerpo = substancia divina, se fijaria mas bien

    en el Corpus = substantia creata para la conformacin escotolgica del "cuerpo" substancia de los fieles, a la medida de su Cuerpo de

    gloria.

    Como el Creador del mundo tiene un Hijo, al que pronto ha de

    enviar a la tierra, tambin el Dios Bueno tiene un Hijo, que se ha

    adelantado a aquel. Pero con este "Hijo" ocurre otra cosa que con

    aquel. Aquel se dice solo impropiamente Hijo, pues sera un hombre del

    linaje de David, ungido con el espiritu de su dios. Asimismo este se dice solo impropiamente Hijo; empero se distingue de su padre (= del Dios

    Bueno) solo por el nombre, ya que in Christo deus per semetipsum revelatus est. El Padre y el Hijo forman una ecuacin, corno el Hijo y su

    Evangelio. Asi se expresa Harnack35, y contina: M(arcion) era modalista

    corno otros maestros del primitivo cristianismo, y verosimilmente a

    sabiendas, corno ellos. Ponia el peso corno el autor del IV. evangelio

    en que Cristo se ha resucitado a Si propio, e insertaba esto

    aunque

    34 Cf. TErt., adv. Prax. 7,8: Quis enim negabit Deum corpus esse, etsi Deus spiritus est? Spiritus enim corpus sui generis in sua effigie. Vase G. Scarpat, Tertulliano Contro Prassea, Torino, 1985, llOs.

    35 Marcion 123.

    34:08 PM

  • TORNO AL MODALISMO DE MARCIN 53

    sin logica en el texto. Cuando mas tarde se encendi en la Iglesia la

    cuestin modalista los enemigos del monarquianismo modalista asocia

    ron a los marcionitas a sus campeones por lo dems ortodoxos, para desacreditarlos por su medio36.

    Distingamos entre las noticias de Marcion, y las de sus discipulos. Los elementos restituibles de Marcion distinguen claramente entre

    el Padre, que envia y el Hijo, enviado; entre el Dios Bueno y su Cristo. Escribe el Apstol (Rom 8,3): Deus filium suum mittens in

    similitudinem carnis peccati. A fiarnos de Tertuliano, el hereje substituia Deus por Pater-,

    variante desconocida fuera de Marcion. Lo que induce a Harnack a no

    incorporarla al "Apostolicon"37. El testimonio sin embargo es bien

    dar; sobre todo en el sentido que le otorgaba el heresiarca:

    Hunc si pater misit in similitudinem carnis peccati, non ideo phantas ma dicetur caro quae in ilio videbatur... Ob hoc igitur missum filium in

    similitudinem carnis peccati ut peccati camem simili substantia

    redimerei38.

    Como Marcion pensaban los valentinianos:

    (El Hijo) vino en una carne de similitud, sin obstculo alguno para su andadura, pues le pertenecian la incorruptela y lo incoercible39.

    No solo al Padre. Tambin al Hijo se le debia la incorruptela y lo incoercible. Por eso le envi el Padre en substancia semejante a la carne

    pecadora. La distincin entre el que envia y el enviado no crea mayor dificultad a Marcion que a los valentinianos. Son dos

    Padre e Hijo

    interesados en la salud del hombre.

    (,Es indiferente el empieo de expresiones correlativas, corno Padre

    e Hijo? El Padre envia al Hijo; no se envia a Si propio en el Hijo. Marcion sabia muy bien distinguir, en su lectura del Apstol, lo

    que en la misin del Hijo podia molestarle. Le molestaba que viniera el

    Hijo hecho de mujer, hecho bajo la Ley. Retenia en cambio que fuera enviado por el Dios en la plenitud de los tiempos. He aqui la

    36 Marcion 123 y 391*. 37 Marcion 107*: ich wage daher nicht aufzunehmen. 38 Tert., Marc V, 14,1. Cf. de carne Christi 16,2ss. 39

    Evangelio de Verdad pp. 31,4ss.

    34:08 PM

  • 54 ANTONIO ORBE, S I.

    lectura marcionita de Gal 4,4: Cum autem evenit impleri tempus, misit

    Deus filium suum40.

    Et utique si in novissimos dies gratiam spiritus Creator repromisit, Christus autem spiritalium dispensator in novissimis diebus apparuit, dicente apostolo (Gal 4,4): "At ubi tempus expletum est, misit Deus

    filium suum"41.

    Envi Dios a su Hijo. E1 texto paulino, en si, no permite concebir la parusia de Cristo a la manera monarquiana. Es notoria la

    distincin entre el Dios que envia, y "su Hijo", enviado en la plenitud de los tiempos42.

    Agrguese la finalidad de la misin del Hijo. Dios Padre le envi

    para dos fines, segn lectura marcionita de Gal 4,543:

    a) para comprar "ajenos" con su sangre; hombres que por creacin

    pertenecian al Demiurgo. "Ajenos" para el Hijo y su Padre el Dios Bueno. Por ser uno mismo el Creador y el Legislador, los israelitas le

    estaban doblemente sujetos. Al titulo de la "demiurgia" corprea se

    anadia el de consubstancialidad, segn la psique, con el Demiurgo. En

    definitiva, para comprar con su sangre hombres tres veces "ajenos": en

    cuerpo (por la demiurgia), en alma (por su inspiracin), en sumisin (por la Ley). Los dos primeros titulos afectaban tambin a los gentiles.

    b) para adoptarlos por hijos. No contento con redimirlos con la

    sangre de su Hijo, y adquirir para Si a "ajenos", Dios los queria adoptar

    por hijos. Enviaba a su Hijo para asociarlos, en su virtud, corno hijos

    suyos propios. Cabe preguntar. La adopcion de hijos marcionita, ^va implicita en

    la redencin, se le agrega? En el printer caso, bastarla que Dios nos

    hubiera adquirido con la sangre de su Hijo, para de "ajenos" hacernos

    "hijos de adopcin"; sumndonos sin mas a la familia del Cristo. En el

    segundo caso, a la redencin se sumaria la adopcin. La lectura

    40 Tert., Marc V, 4,2. 41 Marc V, 8,7. 42 Cf. A. Zani, La Cristologia di Ippolito, Morcelliana, 1983 pp. 120. 123. 183. 193. 43 Cf. Tert. , Marc V, 4,3: Cui autem rei misit filium suum? "Ut eos qui sub lege erant

    redimeret, et ut adoptionem filiorum acciperemus", utique nationes quae filii non eramus. Marcos segn Adam., Dial II, 19 ante firtem: Credentium pater est bonus deus; dicit enim Paulus quia "in adoptione(m) vocati sumus"... Sed dixit quia "in adoptione(m) nos susciperet". Aliquando vidisti quia aliquis proprios filios adoptat?. Vase Harnack, Marcion 74*.

    34:08 PM

  • TORNO AL MODALISMO DE MARCIN 55

    marcionita (Gal 4,5) et ut adoptionem filiorum reciperemus lo

    apunta. Los hombres, ya redimidos, recibiriamos en don complementa rio la adopcin de hijos.

    ^De qu modo concebia el heresiarca la adopcin? Responde su

    lectura de Gal 4,6: Quum autem estis filii, misit Deus spiritum filii sui in corda nostra clamantem: Abba, Pater44.

    El testimonio de Tertuliano resulta bastante claro. Para certificar

    que los cristianos somos "hijos" del Dios Bueno, envi Este a nuestros corazones Su Espiritu, que clama: "Abba, Padre". Dios Padre nos

    envia al Hijo, el cual nos otorga la adopcin con su propio Espiritu. El

    Espiritu del Hijo testimonia asi, junto con el nuestro, lo que hace: a

    saber, la filiacin adoptiva que produce en nuestro interior; la adopcin a que nos levanta en sus actos.

    No es menester complicar el proceso de Dios Padre a los cristianos.

    Dios Padre es Dios Espiritu, origen del Hijo tambin Espiritu. Nunca Marcion define, ni siquiera presenta, al Dios supremo corno Dios

    Espiritu; probablemente por la ambiguedad a que se presta el pneuma. Le define, corno superior a toda pasin material y aun animica45, y le

    sita en las alturas que asignaban los gnsticos al Espiritu purisimo. El Hijo procedente de Dios Padre aparece en Jesus, corno spiritus

    salutaris46, Espiri tu de salvacin.

    Los milagros de Jess venian a probar que en su persona era Hijo

    (de Dios Padre), enviado (por El) y Cristo Suyo47. Nacido y enviado corno "Espiritu saludable" para salvacin de los

    hombres, se insinu en el interior del hombre, movindole al clamor

    "Abba Padre". El Espiritu del Hijo se adentra (segn Gal 4,6) en el cristiano, y acta corno pneuma de adopcin, filializando sus actos

    internos; corno quien asocia al que Le acoge a Sus mismos clamores de

    Hijo. La filiacin adoptiva, segn Ireneo, es peculiar del N.T. y va

    vinculada a la filiacin segun la carne del Verbo. No procede del Logos, en cuanto tal, sino de la Carne glorificada del mismo, constituida

    manantial del Espiritu santificante (ahora adoptante).

    44 Cf. Tert., Marc V, 4,4: Itaque ut certum esset nos filios dei esse, "misit spiritum suum in corda nostra clamantem: Abba, Pater.

    45 Cf. Harnack, Marcion 264*. 46 Tert., Marc I, 19,2: Anno XV. Tiberii Christus Iesus de caelo manare dignatus

    est, spiritus salutarti Marcionis. Cf. Harnack, Marcion 284*s. 47 Tert., Marc III, 3,1: Non fuit, inquis, ordo eiusmodi necessarius, quia statim se et filium et missum et dei Christum rebus ipsis esset probaturus per documenta virtutum.

    34:08 PM

  • 56 ANTONIO ORBE, S.I.

    Tambin segn Marcion la filiacin adoptiva es caracteristica del

    Evangelio, esto es del rgimen implantado por el Hijo en su venida al mundo. Es secuela de la redencin del hombre por Cristo. No proviene del Cristo segn la carne, pues jams la tuvo. Nace con toda probabili dad del spiritus salutaris que es Cristo; y apurando, del cuerpo celeste

    del Cristo constituido, a raiz de su Pasin y muerte, manantial del

    Espiritu de adopcin. No todos estarn de acuerdo con la atribucin al heresiarca de

    categorias corno "substancia" y "cualidad" en su aplicacin al Espiritu; asi corno con la distincin segun el Espiritu de Dios Padre, del Cristo Hijo, y de los cristianos hijos de adopcin. Pero hay nociones y nociones. Sin necesidad de urgirlas hasta el virtuosismo de eclesisticos

    y de valentinianos, Marcion ofrece elementos suficientes para distin

    guir siquiera de Dios Padre a Cristo Hijo, asi corno del Cristo hijo a sus hermanos de adopcin. ^Es mucho hacer del Cristo, mediador en

    Espiritu entre Dios Padre y los hombres?

    Marcion da pie adems a un argumento de analogia: a saber, lo

    que el hombre es, corno imagen, al Demiurgo48, hubo de ser Cristo,

    Imagen de Dios, al Padre49. El hombre era imagen consubstancial del

    Demiurgo. Se presume tambin que Cristo, Hijo de Dios, lo fuese del

    Dios Bueno.

    Nuevo paso. El hombre recibi su alma, de la substancia misma del

    Demiurgo; del espiritu soplo del Creador50. ^Cmo extrafiar limita

    ciones en el Creador si poseia la misma limitada esencia que la humana

    psique? Los mismos que hacian del hombre, imagen del Demiurgo, hacian

    de la humana psique, imagen consubstancial del Creador; y no tenian

    reparo en hacer del alma una porcin del "espiritu" del Creador. Bien entendido, de un "espiritu" racional, libre, capaz de delito y de las

    48 Tert., Marc II, 5,1-2: Haec sunt argumentationum ossa, quae obroditis: si deus

    bonus et praescius futuri et avertendi mali potens, cur hominem, et quidem imaginem et similitudinem (cf. Gen 1,26) suam, immo et substantiam suam, per animae scilicet censum, passus est labi de obsequio legis in mortem, circumventum a diabolo? Cf. Harnack, Marcion 271*s.

    49 Cf. 2 Cor 4,4; Col 1,15 y 19. 50 Tert., Marc II, 9,2: Quidam enim de Graeco interpretantes non recogitata differentia nec curata proprietate verborum pr afflatu (cf. Gen 2,7) spiritum ponunt, et dant haereticis occasionem spiritum dei delieto infuscandi, id est ipsum deum.

    34:08 PM

  • torno AL MODALISMO DE MARCIN 57

    pasiones todas del hombre51. La "substantia creatoris", concluia Mar

    cion, es capaz de delito.

    Por analogia de Cristo con la humana psique, parece obvio

    discurrir paralelamente. Si la humana psique es imagen (consubstan

    cial) del Creador, en naturaleza racional y libre y capaz de delito, Cristo sera tambin Imagen (consubstancial) del Dios Bueno Padre, en naturaleza puramente espiritual. Si la psique del hombre viene del

    spiritus = afflatus del Demiurgo, ies mucho concluir que el Cristo Hijo de Dios, procede del Spiritus del Padre? ^De un "Spiritus" simplicisi mo, omniperfecto, libre de toda imperfeccin?

    Parece obvio agregar, sin salir de est misma analogia, una

    distincin. La humana psique emanarla, segn Marcion, de la substan

    cia del Creador: por soplo. Cristo vendila del Dios Bueno, corno Hijo unico, por generacin. Nada induce a creer que a modo de irradiacin

    llamada a una final sistole definitiva.

    A favor del modalismo marcionita invoca Harnack la resurreccin

    de Cristo, segun lectura de Gal 1,1.

    Paulus apostolus leiase en el "Apostolicon" non ab hominibus

    neque per hominem, sed per Iesum Christum [et Deum Patrem] qui suscitavit semetipsum a mortuis52.

    Que Marcion pasaba por alto intencionadamente et Deum Pa

    trem lo dice S. Jeronimo (resp. Origenes) ad Gal 1,1 fin:

    Sciendum quoque in Marcionis Apostolico non esse scriptum "et per Deum Patrem", volentis exponere Christum non a Deo Patre, sed per

    semetipsum suscitatum.

    El pntico se hacia fuerte en el apostolado de Pablo. Era ste "el

    Apstol" por excelencia. No con misin recibida de hombres algunos; ni siquiera mediante un hombre.

    51 Tert., Marc II, 9,1: Quoquo tamen, inquis, modo substantia creatoris delieti capax invenitur, cum afflatus dei, id est anima, in homine deliquit, nec potest non ad originalem summam referri corruptio portionis. Cf. J.H.Waszink, Qu.S.Fl. Tertulliani De anima, Amsterdam, 1947 . 10*s.

    52 Tert., Marc V, 1,3: Ne illius probetur qui omnia apostolatus eius instrumenta

    protulerit, "ipse se inquit apostolum est professus, et quidem non ab hominibus nec

    per hominem, sed per lesum Christum" Harnack, Marcion 67*s.

    34:08 PM

  • 58 ANTONIO ORBE, S I.

    Sed per Iesum Christum. Hecho apstol con misin de Dios, por medio de Jesucristo.

    ^Es que en el apostolado de Pablo no intervino Dios Padre?

    qu viene de otra suerte omitir et (per) Deum Patrem? No cabe

    mejor recomendacin que haber sido enviado per Iesum Christum et

    Deum Patrem.

    Segun San Jeronimo el silencio para la ltima clusula ("et Deum

    Patrem") indica que Cristo se habia resucitado a si propio, y no por obra de Dios Padre. Marcion tendria inters en hacer de la resurreccin de

    Cristo una autoanstasis.

    Distingamos la lectura marcionita de Gal 1,1; de su explicacin por OiGENES (y San Jeronimo). Tal explicacin no ofrece ninguna ga rantia.

    El silencio del et Deum Patrem efectivamente conduce a unir con

    per Iesum Christum la clusula final qui suscitavit eum a mortuis, y a modificar lgicalente

    con cambio de espiritus el habitual eum en

    el interesado semetipsum. En consecuencia, merced al silencio del et

    Deum Patrem, se ve obligado Marcion a atribuir a Jesucristo su

    resurreccin de entre los muertso.

    Pero una cosa es que, con omitir et Deum Patrem, haya de

    atribuir a Jesucristo la resurreccin que de otra suerte viene asignada a

    Dios Padre; y otra muy distinta que tal omisin haya tenido lugar para hacer de Jesucristo el autor de su propria resurreccin.

    El heresiarca miraba a otra cosa. Segn l, a los dems apstoles se

    les otorg la misin por medio de Jesucristo, pero antes de que resucitara Cristo de entre los muertos. Una misin inferior53, efimera,

    de signo judaizante. A solo Pablo se le otorg la misin del Evangelio, por medio de Jesucristo resucitado. La lectura marcionita de Gal 1,1 no

    obedece, corno afirma Origenes (San Jeronimo), al inters por atribuir a Jesucristo la anstasis de entre los muertos. El heresiarca no tenia

    reparo en asignar tambin al Padre la resurreccin de Jess. Lo veremos

    enseguida.

    53 Cf. Harnack, Marcion 141: Jesu berief daher den Paulus durch eine besondere Offenbarung zum Apostel, und damit waren die Zwlf faktisch ihrer Wiirde entkleidet. In Paulus fand der Erloser den Apostel, und er solite fortab der einzige sein, beglaubigt lediglich durch Christus... Iren., adv. haer. Ili, 13,l,lss: Eos autem qui dicunt solum Paulum veritatem cognovisse, cui per revelationem manifestatum est mysterium (Ef 3,3), ipse Paulus convincat. Otros muchos testimonios en Harnack, Marcion 257*s.

    34:08 PM

  • TORNO AL MODALISMO DE MARCIN 59

    Frente a la misin global de los dems apstoles, durante la vida

    pasible y humilde de Cristo, convenia recomendar la singular de Pablo, durante la vida gloriosa y definitiva de Jesucristo. A tal fin, cuenta poco atribuirsela a Dios Padre. Mucho en cambio hecho caso omiso de la

    misin divina, en si equivoca asignar la privilegiada de "el Apstol" a Jesucristo: no durante su vida pasible, sino a raiz de su resurreccin de

    los muertos.

    La circumstancia de la autonanstasis de Jesucristo a nada lleva (en Gal 1,1). Se hubiera no resucitado a Si, importaba nicamente la misin de solo Pablo, "el Apstol", por Cristo redivivo. A los dems

    apstoles encomend Jesus una embajada comun, anloga a la de los

    profetas del A.T. A solo Pablo le asign "la misin" del Evangelio. Los gnsticos hacian valer asimismo la predicacin publica de

    Jesus, frente a la tradicin secreta reservada por el Cristo glorioso

    ("post mortem") a discipulos apstoles privilegiados (Toms, Santia

    go, Pedro...). Marcion contrastaba la misin privilegiada de solo Pablo, median

    te el Cristo glorioso, con el apostolado comn a los Doce, mediante el

    Cristo pasible. * * *

    La anstasis de Cristo por el Padre por Si mismo pesaba poco en

    la doctrina del heresiarca. Si tanto empeflo tenia Marcion en hacer de Cristo el autor de su

    propia anstasis, se explica malamente la frecuencia de testimonios

    paulinos marcionitas favorables a la anstasis de Cristo por Dios

    (Padre). He aqui algunos:

    Ef (=Laod) l,20s: quarti (=virtutem) operatus est (Deus) in

    Christo, suscitans illum a mortuis, et constituens eum ad dexteram

    suam54.

    Lineas decisivas contra el presunto modalismo de Marcion. Dios

    Padre acta su poder para resucitar a Cristo de entre los muertos y colocarlo a Su diestra, sujetando a l todas las cosas.

    1 Cor 6,14: Qui (Deus et) Dominum suscitavif, et vos suscitabit (per virtutem suam)55.

    54 Tert., Marc V, 17,6: Ille inoperatus est in Christum valentiam suam, suscitando eum a mortuis, et collocando eum ad dexteram suam, et subiciendo omnia.

    55 Tert., Marc V, 7, 4: Atquin vides: "Qui Dominum suscitavit et nos suscitabit", in

    corpore quoque suscitabit.

    34:08 PM

  • 60 ANTONIO ORBE, S I.

    Sea cual fuere el substrato corpreo de Jess, Dios le resucit,

    corno a nosotros nos resucitar (en el cuerpo psiquico resucitable). Tambin ahora Dios suscita al Sefior, con sentido literal obviamente antimodalista.

    1 Cor 15,3s 14 17 hace valer, segn la regia de fe, que Cristo muri

    por nuestros pecados, fue sepultado y resucitado () al tercer

    dia.

    Rom 7,4: Mortificati estis legi per corpus Christi... quo ex mortuis

    resurrexit ( )56.

    El cuerpo de Cristo sea el celeste individuai de Cristo, sea el eclesial resucit de entre los muertos. El pasivo no deja lugar a duda. Ninguna autoanstasis.

    Rom 8,11: [Quod si spiritus eius qui suscitavit Iesum a mortuis,

    habitat in vobis:] qui suscitavit Iesum Christum a mortuis, vivificabit et

    mortalia corpora vestra [propter inhabitantem spiritum eius in vobis]57.

    El mismo Dios que suscit a Jesucristo de entre los muertos,

    vivificar los cuerpos mortales de los creyentes. Los justos resucitarn,

    alentados por el mismo espiritu de Dios que resucit el cuerpo celeste

    de Cristo. Mortalia corpora, para Marcion igual que para los

    valentinianos, no son los cuerpos de carne, sino los psiquicos58. A nuestro propsito, tambin ahora distingue Marcion al Dios que

    resucita (a Cristo y a los creyentes), de los resucitados. El que la

    resurreccin tenga lugar no en carne, no cuenta aqui. Como tampoco

    averiguar hasta qu punto acogia pudo acoger el hereje las clusulas

    inicial y final de Rom 8,11 no registradas por Tertuliano.

    56 Tert. , Marc V, 13,12: Possum et hic de substantia Christi praestruere ex prospectu quaestionis subsecuturae. "Mortuos enim nos inquit legi per corpus Christi". Et potest corpus contendi, non statim caro. Sed et quaecumque substantia sit, cum eius nominat

    corpus quem subicit "ex mortuis resurrexisse", non potest aliud corpus intellegi quam carnis, in quam lex mortis est dieta. 57 Tert., Marc V, 14,5: Item si corpus quidem mortuum propter delictum, adeo non animae sed corporis mors est; spiritus autem vita propter iustitiam (Rom 8,10) cui mors obvenit propter delictum, id est corpori. Non enim alicui restituitur nisi qui illud amisit, et ita ert resurrectio mortuorum, dum est corporum. Nam et subiungit (Rom 8,11): Qui suscitava Christum a mortuis, vivificabit et mortalia corpora vestra. Adeo et carnis resurrectionem confirmavit... .

    58 Sobre elio dijimos largo en comentario a Ireneo, adv. haer, V, 7,1: Teologia de san Ireneo, I, Madrid, 1985, 328ss.

    34:08 PM

  • TORNO AL MODALISMO DE MARCIN 61

    Frente a la lectura de Gal 1,1 favorable a la autoanstasis de Cristo ;

    e interpretada segn Origenes (San Jeronimo) en atencin a ella

    conforme a una exegesis muy discutible se levanta la lectura indiscusa

    de los dems lugares paulinos, favorables a la resurreccin de Cristo por Dios Padre. En sano mtodo, debe prevalecer lo mas sobre lo menos; y declararse lo menos por lo mas.

    ^Dnde queda segun eso el presunto modalismo de Marcion?

    Atestiguan la autoanstasis del Hijo Ignacio Ant.59, Meliton,

    Justino, Ireneo, Tertuliano60. Mencionan la resurreccin de Cristo

    por el Padre los mismos Ignacio, Meliton, Ireneo y Tertuliano61, que distan mucho de ser modalistas.

    Adems de la lectura de Gal 1,1 invoca Harnack unas lineas de

    Tertuliano:

    Immo, inquiunt Marcionitae, deus noster, etsi non ab initio, etsi non

    per conditionem, sed per semetipsum revelatus est in Christo lesu62.

    Dios y el Cristo solo se distinguen de nombre. El Dios Bueno Padre se manifestarla en Cristo "per semetipsum". Cristo seria el

    mismo Padre, en cuanto revelado afuera.

    Tal interpretacin parece gratuita. La clusula escueta Deus

    noster... per semetipsum revelatus est in Christo Iesu, se la habrian

    podido apropiar los grandes eclesisticos del siglo 11.

    El Dios Ignoto no se da a conocer desde siempre ("ab initio, ab

    aeterno"), sino solo a raiz de la dispensacin gratuita libremente

    adoptada por El. El mismo Dios, dinmicamente manifestado mediante

    la creacin visible ("per conditionem"), no se revela visiblemente en

    ella, corno se revela personalmente en el Hijo Cristo.

    Per semetipsum revelatus se opone a per conditionem. Revela

    do con su propia nueva substancia63 en Cristo Jess.

    59 Smyrn. 2. 30 Meliton, Peri Pascha, 8; Justino, Dial 85,1; Ireneo, haer III, 4,2; epid 38;

    Tertuliano, praescr 13,4: de carne Cti. 5,4. 61 Ign., Trall 9,2; Smyrn 7,1; Meliton, Peri Pascha 70; Ireneo, haer III, 12,5 (con cita

    de A et 5,30-32); Tert., virg. vel. 1,3; Prax 2,1. Vase A. Zani, La cristologia di Ippolito, Morcelliana, 1984, 94s.

    62 Marc I, 19, 1. Cf. Harnack, Marcion 123. 63 Cf. Tert., Marc I, 2,3: Et ita in Christo quasi aliam inveniens dispositionem solius

    et purae benignitatis, ut diversae a creatore, facile novam et hospitam argumentatus est divinitatem in Christo suo revelatam.

    34:08 PM

  • 62 ANTONIO ORBE, S I.

    Hay modos y modos de revelarse: uno, en su poder, segun manifestacin dinmica, corno la del Creador en la creacin; y otro en

    su esencia, mediante la generacin, corno la del Padre en el Hijo en

    quien se revela a S propio, corno Dios, y de invisible e incognoscible se vuelve visible y asequible (per semetipsum revelatus)64.

    El Dios Bueno se da a conocer por S mismo en Cristo, a quien

    engendra ("per semetipsum revelatus"), para salud de los hombres.

    De ahi el recurso a Le 10,22 que distingue personalmente al Padre

    (Dios ignoto) del Hijo (Cristo). El Padre, en si inasequible, se hace

    asequible en Cristo, Hijo e Imagen de El. El Irrevelable Dios se da a conocer en el Revelable Cristo Jess.

    Harnack no invoca en pr del modalismo de Marcion un verso

    que se presta al parecer a su tesis Gal 4,6:... misit (Deus) spiritum suum in corda nostra clamantem: Abba, pater!.

    El texto vulgar dice:... misit Deus spiritum filii sui in corda nostra

    clamantem: Abba, pater!. En vez de spiritum filii sui, el heresiarca leeria spiritum suum

    (=Dei Patris). El Espiritu del Hijo seria igualmente Espiritu del Padre. Padre e Hijo se identificarian.

    Mas el contexto no va por ahi65. Por tanto, corno es cierto dice

    Tertuliano que tambin nosotros somos hijos de Dios, "envi

    (Este) su espiritu a nuestros corazones, que clama Abba, padre!". No solo Cristo. Tambin los que en l creemos somos hijos de

    Dios. Lo certifica Dios al enviarnos su propio espiritu; el cual mueve

    nuestros corazones al clamor ; Abba, Padre!, testimonio de nuestra real

    filiacin divina. Mas que la identidad Dios=Hijo (resp. Dios=Cristo Hijo), se

    certifica nuestra filiacin divina, sumndola a la del Cristo. Viene del Padre el Espiritu que clama al Padre. El clamor responde a su origen. No interesa atribuir el clamor "Abba, Padre", al espiritu del Hijo; habria el peligro de vincular a solo Cristo la filiacin de Dios, que Pablo

    (resp. Marcion) asigna al espiritu del Padre.

    64 Equivale a per substantiam propriam revelatus; a la manifestacin del rbol por

    su fruto. Cf. Le 6,43: con los testimonios aducidos por Harnack, Marcion 194*s. 65 Tert. , Marc V, 4,4: Itaque ut certum est et nos filios dei esse, "misit spiritum suum in corda nostra clamantem Abba, pater!.

    Retengo la lectura de los Mss. contra la de R3 y los criticos todos Kroymann, Moreschini, Zahn, Harnack.

    34:08 PM

  • TORNO AL MODALISMO DE MARCIN 63

    E1 modalismo no entra aqui en las preocupaciones textuales del

    heresiarca.

    En pr del modalismo marcionita suele alegarse la lectura de Fil

    1,2-3. Hela aqui:

    Fil 1,2: Gratia vobis et pax a Deo Patre [nostro] et Domino Iesu

    Christo. 1,3: Gratias ago Christo [Deo meo in omni memoria vestri,

    semper] in cunctis orationibus meis [pr omnibus vobis].

    La versin sera: Grada a vosotros y paz de parte de Jesucristo,

    Dios Padre y Sefior. Doy gracias a Cristo (=Dios y Sefior mio) en todas mis splicas.

    Derisivo el verso 3. Cristo ocupa el lugar de Dios y Sefior: Dios Padre y juntamente Sefior, a quien se debe corno a nico Dios la accin

    de gracias. Asi discurre, a lo que parece, Harnack66 ^Con qu fundamento?

    La unica base de la pretendida lectura es la falsa epistola a los

    Laodicenos que dice asi:

    Ad Laodicenses... (v. 2) gratia vobis et pax a deo patre et domino

    Iesu Christo. (v. 3) Gratias ago Christo per omnem orationem meam,

    quod permanentes estis in eo et perseverantes in operibus eius, promis sum expectantes in diem iudicii67.

    Comenta el sabio alemn: La carta a los Filipenses inicia despus del saludo con las palabras "Gratias ago deo meo". Nuestro autor las

    substituye por "...Christo". El modalismo de Marcion es conocido. Su

    teologia es siempre juntamente Cristologia, y sus partidarios han de

    vivir en Cristo (v. 3 "permanentes estis in Christo et perseverantes in

    operibus Christi")68. Yo no tendria mayor inconveniente en admitir el modalismo de la

    falsa epla. a los Laodicenses. Pero ^cmo pasar de ella al modalismo de

    Marcin? Hay aqui dos cosas:

    66 Marcion 124* y 141*. 67 Harnack, Marcion 137*. 68 Marcion 141*.

    34:08 PM

  • 64 ANTONIO ORBE, S I.

    1 - hacer valer los versos de Laod. 2-3 para la lectura de Fil 1,2-3.

    Harnack no lo discute, corno si del marcionismo de tal epla. fuera licito

    subir a la lectura textual y sentido del "Apostolicon". Ni Tertuliano, ni

    el Adamancio, ni San Epifanio los denuncian en tema tan funda

    mental.

    2 - dar por sabido el modalismo de Marcion; sin duda por otros

    testimonios. En pginas anteriores hemos desmontado el andamiaje,

    muy dbil, sobre que construye Harnack.

    Es gratuito recurrir a una epla. posterior, de ideologia fcilmente

    contaminada, para fijar la lectura de Fil 1,2-3. Dejmosla en su indeterminacin. Si por otros caminos se probara el modalismo, habria

    alguna probabilidad de asociar la cristologia del ad Laodicenos a la del

    "Apostolicon". Slo entonces.

    En definitiva, segun Marcion, entre Dios y el Cristo se presume la relacin y distincin que entre el Padre y el Hijo.

    El Padre de Cristo no arrebat (lo ajeno), sino que por compasin envi al Hijo, corno (Bueno a) bueno, y nos liber69.

    Ignoramos cundo engendr Dios a su Hijo. Pero nada obsta en

    Marcion a la realidad de la divina gennesis, del bueno por el Bueno, por compasin a los extranos, para salvarlos y levantarlos a Su nivel.

    Antonio Orbe, S.i.

    RSUM

    Les gnostiques (valentiniens, sthiens...) dveloppent amplement la tholo

    gie du Verbe; et en particulier les relations entre le Fils et ses composantes, et le

    Dieu suprme. Marcion et ses disciples, par ailleurs, passent sous silence la

    prhistoire divine du Sauveur, ses relations comme Image, effigie, personne... du Pre. Dieu et son Fils sont-ils personnellement distincts, ou reprsentent-ils des dnominations du seul Dieu? Le Dieu Pre a envoy au monde son Fils le

    Christ. Mais il se donne galement connaitre lui-mme en lui, qui est son

    Megecio, en Dial i, 3 Van de Sande 6,17s.

    34:08 PM

  • TORNO AL MODALISMO DE MARCIN 65

    image et sa rvlation. Le Christ est rvlation du Dieu invisible, parce qu'il nait

    de lui, comme son image visible et inabordable: il est "la personne de Dieu",

    face et forme en qui se rvle le Pre inconnu. Dieu l'a engendr de soi, se

    faisant connatre en lui. Marcion semble concevoir le Fils, avant sa premire

    parution, comme compos de la substance divine et de ses qualits (corps divin

    et gioire). Le Fils qui en substance est Dieu, sacrifie la gioire qui lui appartieni,

    pour apparatre humble parmi les hommes. Mais il la retrouve et la manifeste en

    la parousie glorieuse, afin de transformer, en la consommation, le corps de notre

    bassesse la mesure de son corps de gioire. Selon Harnack, Marcion tait modaliste comme les autres matres du

    christianisme primitif; vraisemblablement il l'tait, comme eux, sciemment. Le

    savant allemand apporte divers arguments pour appuyer sa thse; mais aucun ne

    resiste l'analyse. En particulier, la lecture marcionite de Gal 1,1 ne doit pas s'orienter vers une auto-rsurrection du Christ, mais a trait l'lection privil

    gie de l'aptre (face aux douze) de la part du Sauveur ressuscit. Il ne faut pas

    s'appuyer davantage sur les lignes de Tertullien (Marc 1,19,1): deus noster...

    per semetipsum revelatus est in Christo Iesu. Il y a fa