ENDAS DE AZA - Armada Expediciones · ca, gordito y bonachón, vestido con gorro de pon-pon y traje rojo que hace las deli-cias de todos los niños, especialmente los de cultura anglosajona,

Nº55

8,50€

ValmayorEdiciones S.L.

AZAY CONSERVACIONISMO

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55

ENDAS DE

55:36.qxd 06/04/2010 12:05 Página 3

eguramente todos los lectoresde esta revista conocen a unviejecito de larga barba blan-

ca, gordito y bonachón, vestido con gorrode pon-pon y traje rojo que hace las deli-cias de todos los niños, especialmente losde cultura anglosajona, el día 24 dediciembre de cada año. Ese ancianito de

nombre Santa Claus y que en los paíseslatinos se conoce como Papá Noel, tienela costumbre milenaria de deslizarse porlas chimeneas de todos los hogares delmundo dejando maravillosos juguetes alos niños que se han portado bien y saca-do buenas notas. También sabrán misqueridos lectores que el citado personaje

Caza menor

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Roque Armada

Caza mayor con alas en Laponia

Los urogallos de Santa Claus

S

Los urogallos de Santa Claus:Africa addio copia.qxd 19/02/2010 15:41 Página 2

habita en el norte de Laponia, la tierradel pueblo Lapón o Saami, raza ances-tral que residía allí mucho antes de lacolonización sueca y finlandesa que llegóen el siglo XV y que viven del cuidado desu ganadería, principalmente enormesrebaños de renos en un régimen desemidomesticidad. Por ese motivo PapáNoel se suele trasladar en un trineo tira-do por renos, que, además, tienen lacuriosa habilidad de volar.

Lo que ya no creo que mis lectoressepan es que además de renos voladores,Laponia tiene la mayor población deurogallos cazables del mundo.

Asimismo, cuenta con una increíblefauna y posibilidades de caza enormes.Tiene la mayor población de osos deEuropa después de Rumania, cobrán-dose unos 200 al año, la mayor densi-dad de alces del mundo, más de100.000 al año, aunque por desgraciade muy malos trofeos, muchísimos lin-ces, algunos lobos, enormes rebañosde caribúes, enormes corzos, gallosliras, ptarmigans….

Y lo que casi seguro que no saben mis

pacientes lectores es que, además, esosurogallos se cazan de día a rececho, conrifle del .222 y con esquís. Sí, he dichocon esquis, como ha hecho el puebloSaami durante infinidad de años. No leshace falta ni celo, ni amanecer del mesde mayo, ni canto, ni taponazo, ni esco-peta, ni cartucho de doble 00, ni nada;sólo unos primitivos esquís, un rifle y arecechar. !Toma!

Como es norma en Armada Expedi-ciones, pruebo personalmente los desti-nos antes de empezar a enviar a misclientes y para ver esa deportiva formade caza, acabo de regresar de guiar per-sonalmente a un grupo de buenos ami-gos a la Laponia sueca, concretamenteen el área de Vihelmina, apenas a 300kilómetros del sur del círculo polar árti-co. Como todos los viajes de caza empe-zamos con el habitual vuelo Madrid-Estocolmo donde tras una corta escalade tres horas, tomas una especie deavión/autobús de dos hélices y unas 60plazas que en una hora y media te depo-sita en Vihelmina, capital de la Laponiasueca. Lo curioso es que va haciendo

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El magnífico guíasueco Emile, a labúsqueda de urogallos cruzando un lagohelado en el nortede Laponia.


paradas cada 20 minutos de vuelo en lasque se suben y bajan viajeros. Como hedicho no sé si es más avión o un autobúsque vuela. En el aeropuerto un amabilí-simo equipo de suecos, capitaneados porun encantador belga que ha decididocambiar la húmeda Bélgica por la neva-da Suecia, te recoge y como en una horade coche te llevan al logde, donde se hos-pedan los cazadores. La primera sorpre-sa de este viaje -que tiene muchas- escómo conducen en ese país. Las carrete-ras están totalmente nevadas, peronevadas de verdad, pues en las cunetashay un metro de nieve y en la calzada decuatro a ocho dedos. Pero aun así van atodo trapo y sin cadenas, de modo que elespañolito de turno está aterrado recor-dando los follones que se montan en estepaís cada día que caen cinco centíme-tros. Una vez, que te bajas con una carade susto que no veas y miras asombradolas ruedas de sus coches empiezas acomprender, descubres unos pequeñosclavos que sobresalen del caucho de lamisma unos cinco milímetros y que pro-

ducen una tracción inmejorable. Las uti-lizan obligatoriamente en invierno ycuando se va la nieve las cambian conllantas y todos tan campantes.

Para más congoja del pobre españolitoverás que los coches llevan un conjuntode cuatro y hasta seis faros ultrapoten-tes. Cuando muestras interés te dicenque tranquilos, que son para ver losalces a tiempo pues los accidentes en lascarreteras son muy frecuentes, con elagravante de que por su altura estosanimales suelen entrar por el parabrisa,y con su peso de 500 a 800 kilos las con-secuencias suelen ser nefastas para lospobres conductores del desafortunadovehículo. Total, que piensas que estásvivo de milagro y todavía te falta salir acazar urogallos a rececho, con mediometro de nieve, quince grados bajo ceroy ¡con esquís!

Para recuperarte del susto del viajeentras en el lodge y las sensacionesnegativas empiezan a dar paso a un sen-timiento acogedor. Esta construcciónpara cazadores es totalmente de made-

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Roque Armada,organizador de

la cacería,enseñando los

primitivosesquíes que se

usan para pro-gresar en la

nieve en polvode casi 1 metro

sobre la que hayque desplazarse.

Sin ellos se hundiría hasta

la cintura.Nótese el rifleTikka del .222

de aceroinoxidable yKevlar ideal

para este durísimo clima.


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ra, pues en Laponia toda construcción esde este material. Varios dormitorios,buena ducha con agua hirviendo, chime-nea, comedor, un pequeño cuarto deestar y una buena cocina. Además, cuen-ta con un magnífico cocinero sueco connombre de golfista, pues se llamaNicklaus, que prepara todo tipo de car-nes de alce, reno y urogallo con unas sal-sas exquisitas a base de frambuesa ygrosella con las que recuperar energías,pues realmente hacen falta.

Lo increíble es que teniendo fuera 15;20 ó 25 grados bajo cero y un metro denieve, dentro del lodge estás en mangasde camisa. La increíble madera deLaponia, la mejor del mundo para cons-trucción, pues sus cortos veranos hacenque sean árboles de crecimiento superlento, necesitando un pino 70 a 80 añospara ser talado, junto con dobles venta-nas de climalit, una magnífica calefac-

Un alto en la caza para comer. Lo ideal es hacer un buen fuego ycalentar un té para que ayude a recuperar la temperatura.

Roque Armadarecuperando

calorías con unamagnífica botacon buen vino

de Rioja . A 15grados bajo

cero se agradeceeste tentempié.


ción y buena chimenea hacen que estéscómodo y caliente a pesar de la gélidatemperatura exterior.

El campamento cuenta con más sor-presas. Tiene una preciosa sauna en elexterior con forma de tonel y cuyo inte-rior ponen a ochenta grados. Por desgra-cia dista unos 100 metros del lodge, puesestá en la orilla de un lago y que hay querecorrer esa distancia a temperatura decalle, unos 15 bajo cero, con nieve por lacintura por un caminito que abren conpala. Si como buen ibérico y descendien-te del valiente Viriato se atreve a tomarla sauna, le aconsejan que luego, puesdicen que es bueno para la circulación,rebozarse en la nieve virgen, -cual cochi-no en la baña-, y darse unas friccionescon unas toallas suecas de lana recia, asu regreso en la chimenea del lodge… sillega antes de congelarse. Si además deibérico, usted es castellano y confundesu personalidad con la del Cid Campea-dor, le ofrecen el plato fuerte del menú:una especie de cuba/jacuzzi con agua apunto de ebullición y mientras se cuececomo una gamba, con una motosierracortan el medio metro de hielo que hay

en el lago de al lado de la cabaña paraque tome un bañito con el agua entreuno y cero grados. Ellos lo hacen y estánde lo más sanos, ágiles y fuertotes, claroque son descendientes de los vikingos.Mis compañeros de grupo, gente de lacálida y seca Extremadura prefiriódejarlo para una próxima ocasión...

Al día siguiente a cazar ¡con esquíes!Esto que puede parecer tan difícil aquién no esté iniciado en este deporte,no lo es. Primero porque no se esquía,simplemente se anda con éstos. En nin-gún momento te deslizas cuesta abajo nicoges velocidad, simplemente te limitasa andar llaneando detrás de tu guía ypor la huella que él ha abierto. Pero loincreíble es que es infinitamente máscómodo que andar. Una vez que te hanalisado el terreno y marcado el surcoandas, –bueno esquías- por él y es rápi-do, seguro y no muy cansado. Si hayalguna subida o bajada se hace unamedia ladera oblicua para evitarla.

Si tras alguna caída, que también lashay, cabreado te quitas los esquís, comoalguno de mis cazadores hizo, te hundesen la nieve hasta la cintura y en menos

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Roque Armada,organizador dela cacería, conlos urogalloscobrados.Obsérvense losesquís utilizados,modelo sueco de1907, realizadosen madera deabedul y conprimitivas ataduras decable.


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de 100 metros quedas agotado, por loirregular y lleno de ramas caídas delterreno debajo de la nieve. Contra lalógica te caes mucho más que si avanzascon los esquíes, te cansas más y avanzasmucho más despacio. Por tanto, repito,no es necesario saber esquiar para nada,incluso, yo mismo que he practicado estedeporte mucho en mi juventud no teníaninguna ventaja sobre mis compañerosque no se habían puesto unas tablas ensu vida. Influye más la forma física.

Sí, hay que estar en mediana formafísica, o de ahí para adelante. Esta cace-ría no es para comodones. La combina-ción de baja temperatura, ejercicio y fríohace que sea para gente, digamos almenos “durilla”.

Aunque el alojamiento es bueno y lacomida magnífica, fuera hace frío, fríode verdad y no hay otra manera deavanzar por los bosques, aunque iba adecir que a patita, es mejor decir que conlos esquíes. A veces se ataja usando elsnowmobile y atado a él un curioso tri-neo, muy semejante al de Santa Claus yque casi vuela también, pues el guía le

da al puño del vehículo que da gusto.Ahí se cargan los esquíes, rifles, mochi-las, pero la aproximación final hay quehacerla con los aquellos y los últimosmetros arrastrándose, casi buceando enuna maravillosa nieve polvo. Cadamañana después de una aproximaciónen coche al cazadero y como digo a vecesen snowmobile que puede distar a 20kilómetros del alojamiento se empezaráa recechar urogallos y gallos liras, puestambién se pueden tirar.

Y ahora le voy a dar unas ideas de laropa pues en estas cacerías es especial-mente importante. En las revistas decaza se habla sin parar de armas, cali-bres y municiones, pero este tema de laindumentaria que es importantísimocasi nunca lo he visto tratar, y menoscon conocimiento. Estas sugerencias laspuede usar en Laponia, pero también encualquier cacería de ibex o argalis encualquier montaña del mundo en la quese combine ejercicio físico y baja tempe-ratura. Si usted quiere continuar con supantalón de pana, su camisa de algodónde cuadros y su “Barbour” y seguir

El magnífico guíasueco Emile conRoque Armada yun gallo lirarecién cobradoen medio de unatormenta denieve. Para poderacercarnos aestos pájaros deinmejorable vistase utilizan trajesde camuflajeártico.


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Roque Armada Díaz

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medio congelado es totalmente libre dehacerlo y sólo tiene que saltarse los dospárrafos siguientes.

Debe ir bien abrigado, pero fíjese quedigo “bien” y no “muy” abrigado, si no elcontinuo ejercicio físico haría que empe-zase a sudar y, al parar y enfriarse esesudor, sentiría frío de verdad. Utiliceropa que transpire y deje salir el sudorsin absorberlo con tejidos modernos usa-dos por los montañeros como termax,polipropileno, termastat o coolmax queabsorben menos de un uno por ciento desu peso en agua (léase sudor), se secanen unos minutos y lo mantendrán seco yconfortable. Evite totalmente el algodónque absorbe más de diez veces su pesoen agua y tarda muchísimo en secarse.Por algo los montañeros lo llaman “eltejido asesino”. Una primera capa inte-rior de camisa y pantalón de estos teji-dos que saque la humedad del sudor,una camisa del mismo tipo o forro polar,un forro polar mediano mejor con mem-brana wind stopper que para el viento, yuna delgada y ligera chaqueta de gore-tex que le permita transpirar y corte elviento, es suficiente. Según el grado deejercicio y de calor que genere, se puedequitar una u otra capa y mantenersecaliente, pero no sofocado. Siemprecapas finas, los chaquetones gordos oplumíferos descomunales son buenospara aguardos inmóviles a un oso ruma-no a 10 bajo cero, pero si hay que hacer

ejercicio se cocería con ellos. Un panta-lón medio también sintético y mejor deforro polar, pero que transpire. Un sobrepantalón de montaña fino y transpira-ble, que tiene una cremallera lateral dela cintura al tobillo y se puede poner conlas botas y esquíes puestos, sería loideal. Un buen gorro de lana, un cuellopolar y gafas de ventisca para los snow-mobiles. Por las botas no se preocupe,pues se las prestan allí. Son las que uti-lizan para las motos de nieve, dobles yligeras, abrigadas e impermeables y seadaptan a las primitivas ataduras decable de los esquís perfectamente. Debetener mucho, pero mucho cuidado conlos guantes. Lo ideal es unos de esquíamplios con otros finos de forro polar,seda o lana debajo para que se genereuna cámara de aire caliente entre ellos.

Los finos los utilizará para tirar ymanejar prismáticos, cerrojos del rifle,botas y las ataduras de las tablas.Insisto en que no aprieten, pues limita-rían la circulación y sentiría enseguidafrío y a ver cómo maneja uno un gatilloal pelo con el dedo helado. Y lleve dos otres pares de recambio en la mochila,pues seguro que con el lío del rifle, elseguro, el tiro y la nieve se le mojarán yallí unos de recambio le pueden salvar eldía. Todo este equipo no es fácil de com-prar, pero si usted quiere de una vezhacer un buen equipo de montaña llá-menos a Armada Expediciones y gusto-

El Dr. ÁngelPrado buscandourogallos sinesquíes. Comose puede ver, sinellos te hundeshasta la cinturay es mucho más difícil desplazarse.


samente le diremos dónde conseguirlo.Sobre las armas no se preocupe se lasalquila la organización a un precio muyrazonable. Tiene rifles Tikka o Sako del.222 y algunos del 6,5x55, el famoso cali-bre sueco militar que más alces hamatado del mundo, pero siempre conbala blindada. Suelen ser de kevlar yacero inoxidable, lo cual es vital puesestará sumergido en nieve la mitad deldía y digamos que se oxidan menos, por-que también se oxidan. Los tienen bien atiro y además los probará en unos curio-sos blancos que son una diana urogallo.¡Qué iban a ser! Al tirar con estos cali-bres tan ligeros sin culatazo se disparabien y bastantes tienen pelo, lo cual es

ideal. No obstante si tiene un .222 ó un.243 que tire muy bien y no le importadarle una paliza a su pavón y madera alaceite, puede llevarlo, pero Suecia esigual que Gran Bretaña y también sonbastante pesados y se requiere tiempopara obtener los permisos de armas.

Avanzará tranquilamente, regulandosu temperatura con sus esquíes entrebosques en uno de los paisajes más boni-tos que haya visto en su vida. Que sien-te frío, avanza un rato, que se acalorapara y a gemelear. Irá buscando los uro-gallos que en ese momento están en gru-pos de machos posados en lo más alto delos árboles ¡si he dicho bandos! Aunquele parezca increíble en invierno los verá

El Dr. ÁngelPardo en una difícil posición detiro. Nótese elpotro debajo delrifle, la únicamanera de acertara un pájaro decuatro kilos a 150 metros de distancia.

Roque Armada y elDr. Ángel Pardodelante del lodge.


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en grupos de cuatro, seis u ocho en losárboles y posados en su copa. Si los des-cubre, a prepararse para el tiro.

Esto es más importante y difícil de loque parece. Dar a un urogallo de no másde 5 kilos - y no digamos a un gallo lira-con un .222, y entre 100 y 200 metros,pues no hay quien se arrime más, no esnada fácil. El guía suele llevar una espe-cie de potro parecido a los que se usan enlos campos de tiro y lo coloca, pero sehunde en la nieve en polvo, la mano seenfría en apenas un minuto, de ahí laimportancia de un segundo guante inte-rior de seda, el anteojo se empaña yusted está semicongelado y nerviosocomo un flan. Pero, por favor, tome sutiempo y tranquilícese pues los gallos nose van a ir. Recuerde que sólo se debequitar el guante exterior con los dientesunos segundos antes de tirar y con elpájaro apuntado y la postura perfecta.Además, después de tirar, lo normal esque den un vuelo de 500 ó 1.000 metrosy se vuelvan a posar, pues con el fríointentan moverse lo menos posible paraahorrar las energías. Si caza con uncompañero puede tener éste otra oportu-nidad en apenas media hora como de

hecho nos ocurrió al Doctor Ángel Pradoy a mí que tiramos dos urogallos segui-dos en menos de una hora.

Como estará viendo no es nada fácil.Además de la dificultad del tiro influyeel tiempo. Si hace mucho frío, -digamosque a partir de 25 bajo cero- y viento, losurogallos se entierran en la nieve y pocopodrá hacer. Puede entretenerse con losgallos liras que se dejan ver mejor y máscerca de las escasas carreteras transita-bles. El día ideal será nublado, sin vien-to, con los árboles cuajados de nieve yunos 10 ó 15 grados bajo cero. Entonces,los urogallos para evitar que ésta lescaiga encima se posan en lo más alto delos árboles y los podrá ver desde muylejos. Increíblemente bonito. Pero siaclara y sale el sol se meterán en loespeso del pino, pues su mayor enemigo,las águilas reales, los pueden ver desdemuy alto, cosa que no sucede cuando eltiempo está nublado.

Sí, es duro, hace frío, los tiros son difí-ciles, pero…, ¡qué belleza! Los bosquesestán cubiertos de nieve, los lagos hela-dos, las auroras boreales, las preciosascabañas de madera de Laponia y lodeportiva de la caza dejarán un recuer-

Roque Armada,organizador de lacacería, con algunos de losurogallos y galloslira cobrados. El chaquetónblanco que llevaes del ejércitosueco de montaña, muyútil paraacercarse a estospájaros deextraordinariavista.


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do imborrable. Al regreso o mejor aún ala ida, aconsejo dejar un día para visitarEstocolmo. Situada en un archipiélagode islas y llena de canales es una precio-sidad. Alójese en el casco antiguo o en laisla de Staadsholmen la mayor de la ciu-dad antigua o Gamla Stan donde aúnhay muchos edificios del siglo XV y elprecioso palacio Real de la casa RealSueca, cuyo máximo esplendor fue

durante los siglos XVII y XVIII. En elcasco antiguo de Gamla Stan podrá com-prar muchísimos recuerdos de artesaníaSaami, magníficos jerseys de lana sueca,pieles de caribú, y todo tipo de regalospara la familia y sentir su ambiente casimedieval. Le aconsejamos el hotel“Nordic Sea”, perfectamente situadopara hacer a pie todas estas visitas, enla calle Vasaplan número 4. Además,

Roque Armada yJoaquim Brancotomando unvodka connaranja en el barde hielo del hotelde Estocolmo, enel cual la barra,las mesas,butacas y hastalos vasos son dehielo. Dentro delmismo la temperatura esde menos cincogrados, apenasuna broma comparada conla que habíamostenido durante la cacería.

Roque Armada,Antonio

Marcelo, ÁngelPrado y

Joaquim Brancodelante del

Palacio Real deEstocolmo.


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tiene dentro un interesante bar de hieloen el que tanto la barra, los muebles, lasparedes y hasta los vasos en que beberávodka (es lo único que sirven) son dehielo. Para ello se mantiene a una tem-peratura constante de cinco grados bajocero en el interior, digamos que comodentro de un congelador casero enEspaña. Para entrar le prestarán conmucha ceremonia una especie de man-tón super aislante y unos guantesdiciendo que tenga cuidado con la tem-peratura y no esté más de media horapara no congelarse. Claro que cuandole explicamos al amable y educadosueco que veníamos de cazar a 20 gra-dos bajo cero en Laponia casi nos pidiódisculpas. Realmente dentro sentíamosque podíamos estar en camisa sin nin-gún problema.

No deje de visitar apenas a dos man-zanas del hotel la magnífica y elegantearmería “Walter Borg” en la calleKungsatan 57 B, donde encontrará mag-níficos equipos para el frío y si hace estavisita turística a Estocolmo antes desubir a Laponia mejor. Podrá completarsu equipo con artículos desconocidos en

España, sobre todo de guantes y mano-plas para la cacería en el norte. Ademásse tomará un vodka en el bar de hielo delhotel para irse acostumbrando al fresco.

Como despedida le diré que es unacacería difícil pero muy, muy bella, depor-tiva, y a un precio muy razonable. Si con-sigue localizar los urogallos, -y lo conse-guirá tarde o temprano-, aproximarse sinser visto, quitarse los esquíes sin hacerseun lío y quedarse despatarrado, lograr ladifícil posición del tiro, concentrarse,recupera la respiración, mantener la san-gre fría y el dedo índice caliente,- el cuer-po ya lo tendrá frío tumbado en la nieve-y le acierta, lo conseguirá cobrar. Le ase-guro que habrá cobrado uno de los trofeosmás bellos, exclusivos y misteriosos delmundo, de una manera super deportiva ydiferente, que ya nunca, pero nunca en suvida podrá olvidar.

Nota: Agradecemos a ArmadaExpediciones teléfono 91 298 19 03 y 61698 75 83 y www.armadaexpediciones.com y [email protected] colaboración y el material grafico paraeste artículo.

Varios de loscomponentes delgrupo con elorganizadorlocal, Patrick, en el agradablecomedor dellodge.


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