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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS
FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE MEDICINA VETERINARIA
ENFERMEDADES INFECCIOSAS EN PSITÁCIDOS.
CURSO: FAUNA SILVESTRE
INTEGRANTES: ALCAS LACHIRA VIVIANA
BLANCO MAMANI, MILAGROS
GAMARRA HERNÁNDEZ, CRISTINA
FUENTES BLASS, JESSY
QUILLA MAMANI, ALAN
VILLAGOMEZ MORALES, CAROLINA
TURPO VIGORIA, MELISSA
PROFESORA: NANCY CARLOS
CICLO: 9NO CICLO
SEMESTRE ACADÉMICO 2014-IB
LIMA-PERÚ
1
INTRODUCCION
En el presente trabajo vamos a explicar las enfermedades infecciosas más
comunes que se presenta en los psitácidos, en la actualidad hay poco
información sobre estas enfermedades. Las de mayor importancia para la salud
pública tenemos a la psitacosis, mayormente se encuentra en aves jóvenes y
puede ser transmisible para el ser humano, al igual como la salmonelosis y
otros agentes infecciosos
Otras afecciones de suma importancia para los criadores y propietarios de
mascotas, como la enfermedad de Pacheco y la circovirosis, la enfermedad del
pico y la pluma.
Es importante saber que si tienes uno de estos animales en casa, sepan bien
cuáles son y por qué se pueden producir. También es de suma importancia
las formas preventivas para cada caso.
2
OBJETIVOS
1. Asimilar la información teórica básica de la fisiopatología de las
enfermedades infecciosas más frecuentes en el ave psitácida.
2. Conocer las principales entidades patológicas y basándose en la clínica
y las exploraciones complementarias necesarias, y saber
diagnosticarlas.
3. Saber hacer un diagnóstico diferencial de los procesos patológicos
afines y establecer una interpretación crítica de cada grupo de síntomas
4. Conocer las pautas de tratamiento actualizadas.
5. Saber formular diversas opciones terapéuticas según los casos clínicos
de que se trate.
6. Establecer un orden de prioridades para seleccionar las pruebas
diagnósticas complementarias más adecuadas al diagnóstico.
7. Ser capaz de obtener datos objetivos para el diagnóstico sindrómico y
para orientar el diagnóstico de la enfermedad.
3
PERIQUITOS
COLIBACILOSIS
Esta enfermedad está causada por una infección bacteriana de Escherichia coli
(E-coli), esta bacteria habita normalmente el tracto intestinal de todos los
animales y aprovecha estados bajos o de estrés del animal para provocar la
infección.
La identificación exacta solo es posible mediante análisis de laboratorio.
Transmisión
Esta enfermedad se transmite por ingestión de alimentos o líquidos
contaminados.
Síntomas
Somnolencia
Falta de apetito
Diarrea verdosa
Disnea (dificultad para respirar)
Enteritis
Tratamiento
Se trata con antibióticos. Tetraciclina y neomicina. Al final del tratamiento es
recomendable dar vitaminas, en especial complejo B, y probióticos.
ENFERMEDAD DE NEWCASTLE (PSEUDOPESTE AVIAR)
Es una enfermedad grave que afecta a todo tipo de aves. Está causada por un
Paramixovirus tipo 1.
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Transmisión
Se transmite por contacto directo con las secreciones infectadas,
especialmente las heces, y también a través de comida, agua, accesorios de la
jaula, etc contaminados. El peligro de contagio a otras aves es elevado. El
período de incubación varía entre 7 y 28 días.
Síntomas
Depresión
Dificultad para respirar
Tos
Diarrea líquida y verdosa.
Supuración nasal y ocular pajiza.
Alas caídas.
Torsión de cuello y cabeza (síntoma muy característico) y parálisis de
los miembros.
Muerte súbita (alta mortalidad).
Diagnóstico
En la necropsia pueden observarse hemorragias en las superficies serosas o
mucosas, enteritis hemorrágicas necrotizantes e hiperemia en el cerebro,
aunque en algunos casos puede no haber lesiones macroscópicas. El
diagnóstico se realiza por la detección de virus en cultivo de heces, hisopos del
tracto respiratorio o muestras de necropsia. La serología se considera menos
efectiva. Los hallazgos hematológicos y bioquímicos son inespecíficos.
Tratamiento
Sólo sintomático. No tiene curación. Es importante la prevención de la
enfermedad por medio de:
Vacunación
Aislamiento de las aves enfermas.
Limpieza y desinfección a fondo de jaula y pajarera.
Evitar el estrés a las aves.
Alimentación equilibrada.
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ENTERITIS
Como su nombre lo indica es una inflamación intestinal. Más que una
enfermedad en sí es un síntoma de algunas enfermedades como coccidiosis,
parásitos, infecciones, alimentación errónea o en mal estado, etc.
Síntomas
Sed
Falta de apetito
Apatía
Somnolencia
Diarrea
Embolamiento
Tratamiento
Puede ayudar un antibiótico de amplio espectro, dependiendo de la
enfermedad que la cause.
EDP (SÍNDROME DE DILATACIÓN DEL PROVENTRÍCULO)
En esta enfermedad el proventrículo estfi inflamado. El proventrículo es el
estómago de las aves, que se sitúa dentro del buche, tiene forma de saco y su
función es la de desdoblar la comida en distintos componentes. No se conoce
muy bien cómo se adquiere la enfermedad. Puede ser que la transmitan aves
que portan el virus pero que no desarrollan la enfermedad (portadores
asintomáticos).
Es una enfermedad que afecta con más frecuencia a las aves jóvenes.
Síntomas
Depresión
El ave come pero el alimento se regurgita o bien pasa por el organismo
sin que se asimile, por esto aparecen las heces con semillas enteras.
6
La pérdida de peso es constante.
Pérdida de masa muscular.
Como también afecta al sistema nervioso central puede aparecer
incoordinación, parálisis de las extremidades o las alas, posturas
anormales de la cabeza, etc.
Existen otras enfermedades que pueden dar síntomas parecidos al EDP,
lo que hace que el diagnóstico de la enfermedad por los síntomas sea
difícil.
Tratamiento
No existe tratamiento. El ave que padece la enfermedad muere o puede quedar
con el virus latente que puede transmitir a otras aves. Al igual que otras
enfermedades el mejor tratamiento siempre será la prevención.
INFLAMACIÓN DE LA MUCOSA DEL BUCHE
Se produce normalmente en periquitos que ingieren comida y agua sucias,
aunque también se puede dar por ingestión de alimentos o agua demasiado
fríos o calientes, como síntoma de una infección bacteriana o similar, o por
procesos de fermentación en el buche.
Se puede transmitir entre periquitos que se pasan comida.
Síntomas
Apatía
Falta de apetito
Embolamiento
Lo más importante es que le cuesta mucho tragar y hace un movimiento
como de bombeo con la cabeza (como arriba y abajo).
Vómitos de grano con mucosidad.
Plumas del buche sucias y pegajosas.
Tratamiento
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Antibióticos (Tetraciclina).
Es muy importante en estos casos quitar el grit y la arena de la jaula porque
agravan la enfermedad.
El calor ayuda al ave a recuperarse.
PARPOVAVIRUS
Es el virus causante de una enfermedad que afecta a los pichones cuando aún
están en el nido.
Es una enfermedad muy contagiosa, se puede transmitir por nuestras manos
de un nido a otro.
Síntomas
Los síntomas que se observan en los pichones son:
Vientre hinchado.
Desecación de patas y pies (aparecen como arrugados).
Cloaca sucia.
Retardo en el crecimiento de las plumas del cuerpo y las rectrices, unido
a una falta o malformación del plumón.
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para las aves enfermas.
Es recomendable interrumpir la cría durante 3-4 meses para que las
parejas formen anticuerpos contra el virus que se transmitirán a los
pichones.
La limpieza y desinfección de la jaula también es importante.
Este virus es capaz de sobrevivir a temperaturas superiores a 56° C
durante horas, por ello es difícil de eliminar con los métodos de
desinfección habituales.
Se necesita para la desinfección productos de alta potencia tipo Virkons
o con derivados yodados.
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PBDF (ENFERMEDAD DEL PICO Y DE LAS PLUMAS DE LOS
PSITÁCIDOS)
Enfermedad específica de las psitácidas, de carácter vírico, que es producida
por un circovirus.
El virus invade los folículos de las plumas en crecimiento y afecta al tejido
linfoide, sobre todo a la bolsa de Fabricio, que es un órgano exclusivo de las
aves que se encuentra al final del tubo digestivo y donde maduran las células
que participan en la inmunidad.
Produce por tanto un fallo en la respuesta defensiva del ave
(inmunodepresión).
En la mayoría de los casos la muerte de los periquitos afectados se produce
por infecciones secundarias del proceso de inmunodepresión.
Esta enfermedad se transmite a través de las heces, polvo de las plumas y
células descamadas del buche.
Síntomas
Se produce una fuerte caída del plu-maje, además las plumas no se regeneran
y salen deformadas o cam-bian su color.
Esta situación se agrava progresiva-mente en cada muda y más tarde afecta
también al pico que sufre un alargamiento y necrosis, y puede llegara
fracturarse.
Tratamiento
No existe tratamiento y en muchos casos hay que plantearse sacrificar al ave
para evitarle sufrimiento.
RESFRIADOS
Es una enfermedad frecuente en lo,, periquitos, aunque también una de la ,
menos peligrosas si se trata bien.
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Síntomas
Apatía
Embolamiento
Estornudos
Abundante mucosidad
Tos
Movimiento de la cola arriba y abajo al respirar
Puede aparecer diarrea leve
Tratamiento
Dar calor al periquito, agregar al agua un compuesto de vitaminas.
Es bueno darle alimentos blandos, ya que así nos aseguramos que no deje de
comer.
Se le puede administrar un antibiótico de amplio espectro.
PULMONÍA
Es una enfermedad respiratoria grave. Se produce cambios bruscos de
temperatura. Es importante aislar al periquito enfermo.
Síntomas
Embolamiento
Dificultad respiratoria
Supuración de moco por la nariz
Respiración con el pico abierto
Escalofríos
Ojos legañosos
Tratamiento
Calor, antibióticos y vitaminas.
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CLAMIDIASIS (PSITACOSIS – ORNITOSIS)
Enfermedad bacteriana causada por clamídias (Chlamydia psittaci). Su
principal peligro es que en algunos casos se puede transmitir al hombre.
La forma más frecuente de transmisión es por inhalación de polvo contaminado
(proveniente de los excrementos o las plumas).
Síntomas
Somnolencia
Apatía
Falta de apetito
Sed
Supuración nasal y ocular
Dificultad para respirar
Fuerte diarrea
Perdida de equilibrio
Parálisis y convulsiones
En el hombre la enfermedad produce síntomas inespecíficos (parecidos
a una gripe) como son escalofríos, fiebre, dolor de garganta y cabeza,
pérdida de apetito, náuseas y vómitos.
Tratamiento
Si se opta por el tratamiento médico podemos usar antibióticos. Los más
usados son las tetraciclinas, aunque también se pueden usar otros antibióticos.
Los síntomas cesan al cabo de 3 ó 4 semanas de tratamiento con antibiótico.
Es importante que se cumpla estrictamente la duración del tratamiento para
evitar que las aves se hagan portadoras asintomáticas importantes (debido al
fenómeno de la resistencia bacteriana).
Tras el tratamiento hacer una limpieza y desinfección de la jaula.
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Como prevención debemos asegurar-nos de comprar aves en comercios o
criadores con cierta seriedad, para evitar aquellas aves que provengan del
tráfico ilegal.
El riesgo actual de que el hombre se contagie con esta enfermedad es muy
bajo, y no hay motivo de preocupación y alarma para dejar la afición a estas
aves.
SALMONELOSIS
Se transmite por ingestión de agua o alimentos contaminados o contacto con
portadores de ella (ratones, pájaros del exterior, etc.)
Síntomas
Apatía
Somnolencia
Adelgazamiento
Diarrea abundante
Debilidad
Embolamiento
Hinchazón de las articulaciones
Giros de la cabeza
Tratamiento
Calor, antibióticos de amplio espectro y después vitaminas y prebióticos para
recuperar la flora bacteriana.
TUBERCULOSIS
Está causada por el bacilo de Koch. Es frecuente en los periquitos y se puede
transmitir al hombre.
Síntomas
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Decaimiento físico
Pérdida de apetito progresiva
Diarrea
Alteraciones en las vías respiratorias
Más tarde pueden aparecer pequeños tumores en la boca que dificultan
la ingestión de alimentos
Los síntomas no se manifiestan hasta poco antes de morir los pájaros.
Tratamiento
Es incurable. Se deberá sacrificar a las aves afectadas, limpiando a
continuación jaulas y accesorios.
VIRUELA AVIAR
Se transmite por contacto directo con animales infectados o por artrópodos que
actúan como transmisores del virus. Las aves afectadas suelen quedar
infectadas de forma latente una vez superada la enfermedad.
Síntomas
Se describen dos formas de viruela aviar:
La forma cutánea es la más común en rapaces, paseriformes y palomos
siendo muy poco frecuente en psitácidos.
Las lesiones consisten en erupciones de color rojizo en áreas no
cubiertas por plumas (alrededor del ojo, base del pico, cloaca…).
Cuando las lesiones están alrededor de los ojos pueden producir una
inflamación que puede causar deterioro de la vista y ceguera en casos
graves.
La forma respiratoria es más frecuente en psitácidas y palomos.
Aparecen nódulos o placas sobre la mucosa de las vías respiratorias y
digestivas altas (cavidad oral, faringe y laringe), aunque también puede
afectarse el esófago, el buche o los bronquios.
Dependiendo de la gravedad de las lesiones puede aparecer dificultad
para respirar y dolor al ingerir alimentos y agua.
En ocasiones aparece la forma cutánea y respiratoria a la vez.
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Tratamiento
No existe tratamiento efectivo contra el virus. En general la forma cutánea es
más benigna que la respiratoria.
ASPERGILOSIS
También llama neumoconiosis o neumonía de las incubadoras, es una
enfermedad causada por un hongo del género Aspergillus (la especie más
frecuente que causa esta enfermedad es el Aspergillus fumigatus).
Los periquitos enferman con menos frecuencia de aspergilosis que otras aves.
La transmisión puede ser a través de alimentos contaminados por las toxinas
del hongo o por inhalación de las esporas del hongo.
También se puede transmitir a los pichones todavía dentro del huevo a través
de la cáscara.
En los pichones la enfermedad cursa la forma aguda, mientras que en los
adultos la forma crónica es la más normal. Es una enfermedad que afecta
principalmente al aparato respiratorio de forma grave, pero también puede
diseminarse a otros órganos.
Síntomas
Dificultad para respirar, que puede llegar a la muerte por asfixia.
Sonidos respiratorios.
Adelgazamiento
Diarrea verdosa.
Aumento del consumo de agua.
Retraso en el crecimiento.
Incoordinación en movimientos y parálisis.
Tratamiento
El mejor tratamiento es la prevención.
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Correcta alimentación.
Uso de semillas en buen estado (que no hayan estado almacenadas
durante un largo periodo de tiempo y que no estén húmedas).
Buena higiene de la jaula y acceso-rios. Desinfección periódica con
fungicidas.
No abusar de los antibióticos.
Adecuada ventilación local, procurando que entre el sol.
Evitar el estrés.
Evitar un ambiente cálido y húmedo.
El tratamiento con fármacos es de dudoso éxito, pero podemos usar
antifúngicos. Los más usados son: Anfotericina B, griseofulvina,
ketoconazol.
Es importante que se cumpla el tratamiento y desinfección para evitar
recaídas y resistencias.
CANDIDIASIS
Enfermedad frecuente en los periquitos causada por la especie Cándida
albicans. Es un hongo que existe en la mucosa de las aves sanas, pero que
aprovecha estados de debilidad del ave para causar enfermedad (infección
oportunista).
Se transmite por ingestión de las esporas del hongo a través de los alimentos o
el agua contaminados o por inhalación de las esporas.
Síntomas
Se afecta la parte superior del aparato digestivo (boca, esófago y aún
buche). Los síntomas son principalmente.
Regurgitación
Vómitos
Producción de saliva viscosa
A veces diarrea
Dificultad para respirar
Retraso en el crecimiento
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Decaimiento y pérdida de peso
El buche y el esófago se recubren con placas amarillentas que pueden
impedir la digestión.
En el interior del pico podemos ver una sustancia blanquecina.
Factores que favorecen la enfermedad
Abuso de antibióticos.
Déficit de vitamina A (responsable de mantener sana la mucosa).
Edad (las aves jóvenes son las que más se afectan debido a una falta de
desarrollo del sistema inmune y de la flora intestinal).
Falta de higiene.
Defensas bajas (Inmunodepresión).
Tratamiento
Poner Lugol en el agua de bebida.
Aplicar glicerina yodada en las lesiones bucales. Ayuda un complejo con
vitamina A. Antifúngicos: el más eficaz es la nistatina (Mycostatin que se puede
comprar en farmacias), que si se usa a dosis bajas actúa como preventivo.
Prevención
Dar Lugol en el agua de bebida.
Uso de desinfectantes para la jaula.
Evitar el exceso de humedad.
Evitar el estrés.
Germinar las semillas correctamente.
Retirar frutas y verduras a diario para evitarla proliferación del hongo.
POXVIRUS
Poxvirus avium, puede ser causante de lesiones orbitales y periorbitales en
gran cantidad de aves domésticas. Entre las psitácidas, se ha descrito en loros
amazónicos de frente azul y en periquitos terrestres del género Neophema. Su
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transmisión se produce por picaduras de mosquito, contacto directo y material
infectado.
Presentación clínica
El virus causa blefaritis unilateral, edema palpebral y descarga serosa, que
pueden evolucionar causando ulceraciones del párpado y de la córnea. La
contaminación secundaria bacteriana o fúngica del párpado causa la
producción de secreciones purulentas, y la adhesión de los párpados dejando
el ojo cerrado.
Conjuntamente pueden parecer lesiones en la mucosa oral. El tejido de
cicatrización de las lesiones en los párpados puede causar abrasiones crónicas
o dejar expuesta la córnea, con la consiguiente queratitis.
Diagnóstico
La identificación de cuerpos de Bollinger (inclusiones eosinofílicas
intracitoplasmáticas) en citologías o histopatología, es diagnóstica.
Prevención y Tratamiento
El tratamiento es sintomático y consiste en limpiezas oculares frecuentes,
seguidas de un antibiótico tópico y/o sistémico para prevenir las infecciones
secundarias. La administración de vitamina A puede reducir la severidad de las
lesiones. Se recomienda aislar a los animales enfermos, puesto que se trata de
un proceso infecto-contagioso, y así evitaremos la transmisión directa e
indirecta mediante vectores (mosquitos que les piquen y puedan infectar otras
aves).
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LOROS
ENFERMEDAD DE PACHECO
Etiología: Herpesvirus
La enfermedad de Pachecho es causada por el virus del herpes de los
psitácidos (PsHVs), que son un grupo heterogéneo de virus divido en
cuatro genotipos. PsHV tiene una estructura de ADN de doble cadena
perteneciente a la familia Alphaherpesvirus. Este virus infecta
principalmente la tejido linfático (B o células T), la piel (células epiteliales)
y las células nerviosas. La enfermedad de Pa- checo es altamente
contagiosa y muchas veces letal en aves psitácidas. Muchas
especies de loros, procedentes de varias regiones geográficas con
susceptibles a la enfermedad de Pacheco. Sin em- bargo, las grupos
más susceptibles son los loros (Amazona spp.), seguido de los loros
grises africa- nos (Psittacus erithacus), guacamayos (Ara spp.),
cacatúas (Cacatua spp.), y cotorras (Aratinga spp. Y Pyrrhura spp.).
Algunas aves infectadas pueden no desarrollar síntomas,
conviertíendose en aves portadoras crónica de virus.
Transmisión
La transmisión de HsHV es generalmente a través de las heces y las
secreciones nasales infectadas. El virus sigue siendo notablemente
estable fuera del cuerpo del ave en forma de polvo y aerosol.
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Este polvo o aerosol contamina el aire que es inhalado por otro posible
hospedero. Las superficies contaminadas, alimentos y agua potable
también pueden contribuir a la propagación de la enferme- dad. Las
aves pueden ser portadoras asintomáticas del virus. Algunos autores
afirman que cualquier ave que ha sobrevivido a un brote de la
enfermedad debe ser considerada como un posible portador.
Síntomas
El primer signo de esta enfermedad, se produce cuando un ave
portadora aparentemente sana se introduce en un aviario y las aves
comienzan a morir de repente. Cualquier tipo de estrés (por ejemplo, la
cría, la pérdida de su compañero, o los cambios ambientales) puede
activar el virus. El período de incubación se estima en tan solo un par
de días en loros pequeños.
Los síntomas incluyen letargo, diarrea, plumas erizadas, la sinusitis, la
anorexia, conjuntivitis, y temblores en el cuello, alas y piernas. La
materia fecal puede decolorarse con uratos convertirse en verde que
indica que un posible daño hepático ha ocurrido. Las aves
generalmente mueren a causa de la necrosis hepática masiva que se
caracteriza por un agrandamiento del hígado, el bazo y los riñones. En
otros casos, las aves mueren súbitamente sin síntomas específicos u
observables.
Prevención
Aislamiento estricto de todas las aves enfermas para detener la
propagación de la enfermedad. Des- infectar todas la superficies
contaminadas con una agente oxidante El alcohol no funciona, ya que
no es un agente oxidante.
También es importante reemplazar todos los filtros de aire y limpiar las
rejillas de ventilación y las aspas del ventilador. Cuarentena a todas las
aves nuevas durante 30-60 días y análisis de todas las aves recién
adquiridas. Aislar las aves que han estado expuestas al virus.
Tratamiento
El aciclovir es eficaz frente alguna cepas de Pacheco, pero puede
causar daño renal.
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POLIOMAVIRUS
La “enfermedad del pico y de las plumas de las psitácidas” (PBFD) y la
“psitacosis” son probablemente las enfermedades infecciosas más conocidas
por criadores y aficionados a los loros. Muchos habrán oído hablar también del
Poliomavirus (APMV) de las aves que aunque menos conocido no es menos
importante y peligroso, puesto que puede causar verdaderos problemas en
centros de cría y nurserías.
Los Poliomavirus (PMV) provienen de la subfamilia Poliomavirinae, de la familia
Papovaviridae. Existen distintas cepas de PMV que afectan a conejos,
roedores, aves, primates y humanos, pero son específicas para cada grupo de
animales (huésped-específicas, una cepa de roedores no infecta aves, conejos,
humanos ni primates y viceversa). El grupo de PMV que afecta las aves se ha
denominado Avipoliomavirus (APMV), está distribuido mundialmente y puede
afectar Psitaciformes, Paseriformes, Galliformes y Falconiformes.
Cuadro clínico
Desde que un loro se infecta hasta que empieza a mostrar síntomas pueden
pasar de 2 a 14 días (a veces incluso más) dependiendo de un conjunto de
factores. Estos factores también influyen en la evolución de la enfermedad y el
cuadro clínico que presentará el loro. Los más importantes son:
- La especie de ave infectada - Algunas especies parecen ser más susceptibles
a presentar la enfermedad, como son los guacamayos (Ara spp.,
Anodorhynchus spp.), conuros (Aratinga spp.), loros eclécticos (Eclectus
roratus), inseparables (Agapornis spp.), periquitos (Melopsittacus undulatus),
caiques (Pionites spp.) y cotorras de Kramer (Psittacula krameri), aunque no ha
sido demostrado científicamente. El cuadro clínico y la distribución de las
lesiones en aquellos animales que desarrollan la enfermedad difiere entre
periquitos (Melopsittacus undulatus) y otras especies de loros (no-periquitos).
- La edad en el momento de la infección - Según la bibliografía, el 99,9% de las
infecciones en los animales adultos cursan de forma subclínica. En cambio, los
neonatos y pichones son los que corren un mayor peligro al infectarse por
20
APMV, ya que éste puede acabar causándoles la muerte.
- El estado del sistema inmunitario del ave en el momento de la infección – El
sistema inmunitario del animal va directamente relacionado con la edad. Las
infecciones en los pichones y neonatos cursan con formas hiperagudas o
agudas, ya que tienen un sistema inmunitario más débil y esto facilita la
diseminación del virus y el desarrollo de la enfermedad. También los animales
viejos o inmunodeprimidos por otras causas (por ejemplo, infectados por
PBFD) son más vulnerables a APMV.
- Existen otros factores que influyen en la infección y presentación de la
enfermedad - Algunos de estos son la vía y la cantidad de virus a la que ha
sido expuesto el animal, la cepa del virus, etc. Por ejemplo, en Europa se
describe una cepa que cursa con una forma más crónica de la enfermedad
comparado con la que se describe en EEUU y Canadá.
Un pájaro adulto infectado y previamente inmunizado (vacunado o que haya
superado con éxito una infección anterior) habitualmente conseguirá eliminar la
infección sin llegar a desarrollar la enfermedad ni liberar virus al ambiente. Por
otro lado, los animales que no dispongan de anticuerpos contra APMV
desarrollaran la enfermedad en alguna de las siguientes formas según la
confluencia de los factores descritos anteriormente:
- Forma sobreaguda: Muertes súbitas sin síntomas previos de enfermedad. Se
observa más frecuentemente en periquitos (Melopsittacus undulatus) a los 10 –
15 días de edad y otros loros (no-periquitos) jóvenes y neonatos.
- Forma aguda: Signos de enfermedad durante un breve espacio de tiempo
(días). Los animales pueden llegar a morir a las 12 – 48 h. Mayoritariamente se
da en pichones y animales jóvenes. El cuadro clínico varía según la especie
afectada:
- Periquitos (Melopsittacus undulatus): Los pichones no aumentan de peso,
están deshidratados, pálidos, muestran retraso en el vaciado del buche, el
desarrollo del plumaje es anormal y pueden presentar distensión abdominal. En
algunos casos se han descrito signos nerviosos, como temblores de la cabeza
y del cuello. Prácticamente el 100% de los animales menores de 15 días de
edad mueren, mientras que los mayores de 21 días tienen mortalidades entre
el 30 y el 80%.
21
- Otros loros (no-periquitos): Los animales están deshidratados con depresión,
anorexia, pérdida de peso, retraso en el vaciado del buche, regurgitaciones,
diarreas, hemorragias subcutáneas (sobre todo en la región del buche y la
cabeza) y palidez general, respiración dificultosa y poliuria (mayor cantidad de
orina en las heces). El virus altera el sistema de coagulación, y cuando el ave
recibe una inyección intramuscular o se le arranca alguna pluma en crecimiento
sangra profusamente. Muchos mueren a las 12 – 48 h. posteriores al inicio de
los síntomas. La mortalidad en loros de entre 14 y 150 días de edad es del 31 –
41%.
Los neonatos son muy susceptibles, tanto criados por los padres como criados
a mano, aunque estos últimos presentan una mayor incidencia. Se describe
este cuadro en conuros (Aratinga spp.) de menos de 6 semanas de edad, en
guacamayos (Ara spp.) y loros eclécticos (Eclectus roratus) de menos de 14
semanas. Los supervivientes presentan problemas hepáticos y pueden eliminar
uratos de color amarillento. Los loros eclécticos (Eclectus roratus) de entre 3
semanas y 4 años de edad parecen ser muy susceptibles y mueren con una
sintomatología previa de estasis gastrointestinal, melena (heces negras debido
a la presencia de sangre digerida), hematuria (glóbulos rojos en la orina) y
dolor abdominal.
- Forma crónica: Signos de enfermedad que se alargan en el tiempo (de
semanas a meses) y en algunos casos puede terminar con el fallecimiento del
ave. Se observa en jóvenes y en adultos con sistemas inmunes débiles. Según
la especie afectada se describe:
- Periquitos (Melopsittacus undulatus): Los animales que desarrollan la
enfermedad a partir de los 15 días de edad y sobreviven, pueden presentar
alteraciones simétricas del plumaje, como distrofias de las plumas primarias y
de la cola. Estos animales no pueden volar ya que presentan un plumaje de
mal aspecto y despeinado, por eso comúnmente han recibido el nombre de
“corredores” o pájaros con “muda francesa”. Las lesiones en el plumaje pueden
ser causadas también por PBFD, aunque se dice que los afectados por APMV
van recuperando un aspecto normal en las sucesivas mudas, mientras que los
infectados por PBFD van empeorando. Los que sobreviven a la infección de
APMV pueden mostrar signos nerviosos.
- No-periquitos: Se observan animales que bajan de peso, presentan períodos
22
intermitentes de anorexia y apatía, diarrea, poliuria, disminuye la formación de
plumas y se dan infecciones bacterianas o fúngicas recurrentes. Algunos
adultos pueden morir, presentando previamente estos signos descritos y
dificultad respiratoria, problemas nerviosos (sobre todo en cacatúas) y heces
marrón-rojizas. Algunos parecen recuperarse, y mueren unos meses más tarde
por insuficiencia renal. Las lesiones en el plumaje descritas en periquitos son
menos frecuentes en otras especies de loros. Algunos autores sospechan que
una infección subyacente por PBFD puede provocar inmunospuresión,
facilitando la infección y diseminación de APMV por el cuerpo del ave, hasta
llegar a causarle la muerte.
- Forma subclínica: Animales infectados que no muestran síntomas de
enfermedad, aunque eliminan el virus al ambiente temporalmente. El sistema
inmune consigue actuar y oponer resistencia a la diseminación del virus por el
cuerpo del ave, evitando la aparición de sintomatología. Esta forma se observa
normalmente en periquitos de más de 1 mes de edad y en otros loros de más
de 3,5 meses. Las cacatúas son susceptibles de infectarse a cualquier edad
pero también son muy resistentes y raramente desarrollan la enfermedad. Sólo
en algunos pichones de cacatúa de menos de 3 semanas de vida se han
observado plumas anormales y signos de enfermedad que con el tiempo se
van resolviendo.
- Forma persistente: Animales infectados que sin mostrar síntomas de
enfermedad van diseminando el virus al ambiente de forma intermitente
durante toda su vida. A estos animales se les conoce como “portadores”. Se
piensa que la causa de esta infección persistente es que el APMV infectó al
animal a una temprana edad, cuando el sistema inmunitario aún no estaba
completo. Los portadores parecen ser los responsables de la persistencia y
difusión de la enfermedad entre diferentes colecciones de loros. Ciertos
factores estresantes (cambio del tiempo o de dieta, la época de reproducción,
el transporte, etc.) pueden desencadenar la liberación de virus al ambiente por
parte de estas aves. Se sospecha que el estado de “portador” se da en
periquitos (Melopsittacus undulatus), algunas ninfas (Nymphicus hollandicus) e
inseparables (Agapornis spp.).
En colecciones de aves infectadas por APMV es normal encontrar casos
23
sobreagudos, agudos, crónicos y subclínicos. En una colonia de periquitos sin
contactos previos con el virus, el primer brote epidémico por APMV puede
causar la muerte de casi el 100% de los pichones y en un segundo brote la
mortalidad baja gracias a la inmunidad creada por las aves. Aun así, la
producción siempre seguirá siendo baja, si no se interviene.
Transmisión
La transmisión se produce por la inhalación o ingestión directa de heces,
uratos, polvo de las plumas, secreciones digestivas o respiratorias de animales
infectados que están diseminando el virus. Un animal infectado puede eliminar
virus durante varios días y hasta semanas (raramente más tiempo), aunque
esto depende de la especie y la edad a la que se infectó.
Las lesiones en el plumaje de especies de loros no-periquitos son poco
frecuentes, por esta razón se piensa que la transmisión a través del polvo de
plumas en estos es menos habitual. También se ha descrito la transmisión
indirecta a través de invertebrados u objetos contaminados con el virus.
Se sospecha que los periquitos reproductores infectados transmiten el virus
directamente a los huevos, quedando irremediablemente infectados los
embriones y neonatos. Este tipo de transmisión no se ha confirmado en otras
especies de loros. El efecto de APMV sobre los embriones es controvertido,
algunos investigadores describen una reducción del 80 – 90 % de la eclosión,
mientras otros opinan que no tiene ningún efecto en la mortalidad embrionaria.
Patología
En la necropsia de loros infectados por APMV se puede observar distrofias en
el plumaje, el tracto gastrointestinal lleno de comida, una buena condición
corporal, hidropericardio, cardiomegalia, hepatomegalia, hígado moteado,
ascitis, esplenomegalia, riñones engrosados y pálidos, musculatura pálida y
hemorragias (subcutáneas, cardíacas, intestinales, hepáticas y sobre otras
superficies serosas).
Diagnóstico
En ocasiones, el diagnóstico de APMV en animales vivos puede resultar difícil,
24
aunque las técnicas laboratoriales mejoran día a día para conseguir resultados
más fiables y certeros. Existen distintas opciones para la detección de APMV
en aves:
- Recuperación del virus mediante cultivos: este método es laborioso y requiere
mucho tiempo. No es útil para una detección rápida.
- Histopatología: estudio de las lesiones de los tejidos mediante el microscopio.
Puede resultar de gran ayuda en la determinación de la causa de la muerte de
un animal. En casos de infecciones de APMV, se pueden observar partículas
víricas intranucleares en hígado, bazo, folículos de las plumas, piel, esófago,
cerebro, corazón, etc. Es importante diferenciar las partículas víricas de APMV
de las de PBFD.
- Serología: la detección en sangre de anticuerpos contra APMV es otro
método posible. La presencia de dichos anticuerpos en una muestra de sangre
sólo nos indica que el animal ha estado en contacto con el virus. Para
diagnosticar una infección activa reciente, se debe observar un incremento de 4
veces el título de anticuerpos en muestras sucesivas.
- PCR (Polimerasse Chain Reaction): es en la actualidad la herramienta más
útil en cuanto al diagnóstico de APMV. Esta prueba detecta la presencia de
ADN vírico en la muestra analizada. Las muestras que se pueden utilizar son:
sangre, hisopos cloacales, heces, tejidos infectados de animales muertos
(hígado, bazo y riñón), embriones muertos, huevos infértiles y muestras
ambientales. La sangre en un animal vivo es la muestra de elección, puesto
que detecta los animales infectados aunque no estén eliminando el virus en
ese momento. Resulta ser además un buen método de monitorización de la
enfermedad para saber cuando se ha eliminado la infección. La vacuna no
interfiere en los resultados de la PCR.
Siempre se debe tener en cuenta que todas las pruebas no son fiables al 100%
y que un resultado negativo no descarta la posible presencia del virus.
Tratamiento y control
En la actualidad podemos decir que no se ha descrito ningún tratamiento
efectivo contra APMV. En la bibliografía se menciona el uso de
inmunoestimulantes, interferones y fármacos antivíricos (como el aciclovir) pero
ninguno de ellos ha confirmado ser efectivo en animales ratificados positivos
25
científicamente. Aplicar tratamiento de soporte es la opción más indicada, para
ayudar al sistema inmunitario del loro a luchar contra el virus.
Si nos encontramos frente a un brote de APMV, debemos tomar medidas para
limitar su difusión, evitar la infección de otros animales y ayudar a la
recuperación de los enfermos.
- Aislamiento en un ambiente restringido de los animales clínicamente
afectados que están eliminando virus. No es necesario sacrificar a estos
animales, sólo se recomienda aislarlos hasta que hayan superado
completamente la infección y no supongan ningún riesgo para los otros pájaros.
- Terapia de soporte a los animales enfermos.
- No poner en contacto las aves enfermas con los pichones.
- Limitar las visitas a la estación de crianza.
- Extremar las medidas higiénicas.
- No usar el mismo material para loros infectados que para otros loros.
- En la medida de lo posible, la persona encargada de los animales enfermos
debería ser distinta a la que se ocupe de los otros, y sino al menos debería
cambiarse la ropa de trabajo entre unos y otros. Los animales infectados
deberían arreglarse los últimos para no transportar virus fuera del área
contaminada, con la ropa, el pelo o el calzado.
- No entrar nuevos animales en la colección y/o estación de crianza hasta que
se haya resuelto el problema.
- Limpiar y desinfectar completamente el ambiente de la nursería o de la
cuarentena una vez pasado el brote con los desinfectantes adecuados.
- Se pueden tomar muestras de la estación de crianza o de la cuarentena (con
hisopos, filtros, etc.) para realizar PCR’s y ayudarnos a confirmar la eliminación
del virus del ambiente.
- En una colonia de periquitos con un brote de APMV se recomienda parar el
ciclo de cría y llevar a los adultos de más edad a un aviario limpio, para
establecer una nueva colonia con estos individuos libre de diseminación de
virus. Pasados unos meses, el aviario se puede limpiar y desinfectar
debidamente, para volver a usarlo.
Los PMV son pequeños y encapsulados y esto les confiere una gran
resistencia a condiciones ambientales severas, a ciertos desinfectantes y
26
disolventes. Además, los PMV son también resistentes a la congelación y
descongelación, y al calor. Su destrucción total es complicada porque pueden
sobrevivir en el ambiente más de 6 meses e incluso años. Los materiales
orgánicos (heces, uratos, comida,…) incrementan su resistencia, y por eso es
tan importante limpiar bien las superficies antes de desinfectarlas. En la
desinfección debe haber un tiempo mínimo de contacto de un minuto entre el
producto y la superficie. Los fenoles sintéticos, el dióxido de cloro estabilizado y
el etanol al 70% son efectivos para eliminar los PMV. El hipoclorito sódico
(lejía) también resulta ser efectivo y además es el más económico, pero se
debe vigilar con los humos irritantes que desprende. La clorhexidina no es
efectiva para eliminar los PMV.
Prevención y vacunación
Para ahorrarnos problemas en el futuro conviene establecer unas buenas
medidas preventivas y de cuarentena.
- No mantener periquitos (Melopsittacus undulatus), inseparables (Agapornis
spp.) o ninfas (Nymphicus hollandicus) en el mismo espacio aéreo que otras
especies de loros ni neonatos no vacunados, porque pueden ser portadores de
APMV. En caso de querer hacerlo se recomienda testarlos previamente.
- Limpieza y desinfección regular del ambiente de la estación de crianza de
pichones.
- Usar distinto material para la alimentación de cada pichón y limpiar y
desinfectar bien las jeringas y sondas después de cada uso. No volver a meter
la jeringa en el contenedor de papilla una vez usada.
- Limitar al máximo el contacto de los adultos con los pollitos de la estación de
crianza. Los pichones que han salido de la nursería y han sido expuestos a
otros pájaros no deberían volver a entrar.
- No mezclar neonatos de distintas fuentes.
- Enviar sólo pájaros destetados, usando contenedores bioseguros. No enviar o
aceptar un pájaro sin vacunar siempre que exista riesgo de infección por
APMV.
- Mantener la colección de aves cerrada, y en caso de querer entrar más
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animales establecer buenas medidas de cuarentena. Se recomienda un
período mínimo de cuarentena de 60 – 90 días, testar para APMV y PBFD a los
animales recién llegados y vacunarlos si existe riesgo de infección.
- Comprar sólo aves sanas y testadas (con resultados negativos de
enfermedades). Estas aves deben ser sometidas igualmente a las medidas
profilácticas de cuarentena y revisiones veterinarias.
- No volver a entrar pájaros que han salido de la colección. En caso de hacerlo
ponerlos antes en cuarentena y testarlos.
- Limitar los visitantes a la colección y aplicar medidas de bioseguridad para
evitar la entrada de agentes patógenos.
- Vigilar con los Passeriformes, Galliformes o Falconiformes infectados ya que
podrían transmitir la enfermedad aunque tengan cepas distintas.
La vacunación intramuscular o subcutánea mediante el uso de una vacuna
inactivada es efectiva, y protege a las aves de la enfermedad. No produce
cambios de comportamiento ni de apetito, sólo una pequeña reacción local en
el sitio de la vacunación que indica la respuesta del sistema inmune del ave.
Esta reacción local se resuelve sola a las 3 – 6 semanas. Las aves infectadas
habitualmente desarrollan anticuerpos, por esto su vacunación no es necesaria.
Los pichones se pueden vacunar a partir de las 5 semanas de edad y se deben
revacunar a las 2 – 3 semanas, aunque la vacuna no empieza a protegerles
hasta 4 semanas después de la primera vacunación. Resumiendo, la vacuna
no empieza a ser efectiva hasta que el animal tiene unas 9 semanas de edad,
con lo cual no protege al pichón a una edad temprana que es precisamente
cuando más nos interesa. Así pues, la vacunación de animales jóvenes sólo
nos servirá para loros eclécticos (Eclectus roratus) o guacamayos (Ara spp.,
Anodorhynchus spp.) que se lleven a un sitio con riesgo de infección a partir de
las 9 semanas de edad.
El APMV se extiende muy rápidamente una vez entra en la estación de crianza
de pichones. Cuando se detecta el primer caso, el virus se encuentra muy
extendido y la vacunación no tiene efecto porque la mayoría de los pichones ya
han sido infectados. Una vez pasado el brote los supervivientes eliminan virus
durante 8 – 14 semanas, por esto se recomienda testarlos pasado este período
para confirmar que han eliminado la infección y poder venderlos con una
28
garantía sanitaria. Una vez controlada la situación se deben estudiar los
registros para buscar la fuente y la causa de la infección.
Existen diversas opiniones acerca de la vacunación de animales adultos.
Mientras unos opinan que no es necesario vacunarlos porque se protegen
solos, otros argumentan que es importante hacerlo para reducir la población
susceptible disminuyendo así la transmisión y el riesgo de un brote en la
colección. Donde si coinciden todos es en la importancia de la vacunación de
individuos que salen de la colección para concursos o exposiciones y tienen
que volver a entrar en el grupo. Estos animales deben vacunarse y
revacunarse 4 semanas antes del evento.
Los APMV están extendidos mundialmente, y aunque no provoquen epidemias
devastadoras en aves adultas, sí que pueden causar altas mortalidades en
pichones si se encuentran en una colección en época de reproducción. Por
esto se recomienda mantener nuestros aviarios libres de esta enfermedad
aplicando todas las medidas profilácticas que estén a nuestro alcance. La
decisión de vacunar la colección y/o los pichones la debe tomar el propietario
junto con su veterinario según los riesgos existentes. En caso de encontrarse
con un brote de APMV deberían trabajar conjuntamente con su veterinario y
aplicar todas las medidas de control posibles para conseguir la erradicación del
virus y evitar su difusión.
PAPILOMATOSIS
La enfermedad de la papilomatosis es una infección viral causada por el
crecimiento de papilomas en el tracto digestivo del ave. Los papilomas son
tejidos que se hacen más gruesos o crecimientos en los tejidos, son similares a
una coliflor rosada.
Estos papilomas pueden crecer en cualquier lado, dependiendo del origen del
la infección por herpesvirus. Sin embargo, usualmente infecta la boca del ave,
su estómago, intestinos y cloaca.
Las aves que por lo general están infectadas por la enfermedad de
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papilomatosis incluyen a las guacamayas (especialmente las guacamayas de
alas verdes), loros amazónicos, y lodos cabeza de halcón. Normalmente, toda
la manada se verá infectada por la enfermedad.
Síntomas y Tipos
Los síntomas de la enfermedad de Papilomatosis dependen del lugar inicial de
infección. Si los papilomas se encuentran en la boca, el ave presentará jadeo,
dificultad para tragar y/o respirar, usualmente respire con la boca abierta.
Por otro lado, los papilomas en la cloaca, se salen por la abertura durante
momentos estresantes y cuando el ave elimina material de desecho. Las
deposiciones contendrán sangre y tendrán olor anormal. El animal también
pasará gases (flatulencia) y tendrá la dificultad para pasar el taburete. (Los
papilomas en la cloaca a menudo se confunden con prolapso cloacal.)
Sin embargo, los papilomas en el estómago e intestinos muestran síntomas
como vómito, falta de apetito, y debilidad general en el ave.
Los loros amazónicos infectados con la enfermedad de Papilomatosis, también
tienden a desarrollar cáncer del hígado o ducto biliar.
Causas
La infección por papilomatosis es causada por un herpesvirus, usualmente
contraído de otras aves infectadas.
Tratamiento
El veterinario evaluará y diagnosticará si es un herpesvirus.
Desafortunadamente, no hay tratamiento para la enfermedad de Papilomatosis.
Sin embargo, el veterinario puede remover quirúrgicamente los papilomas.
Pero probablemente la enfermedad de Papilomatosis reaparecerá después de
la cirugía.
30
TRICOMONIASIS
El causante de la tricomoniasis, conocida también como “mofletotes” u “ojos
hinchados”, es un protozoo tetraflagelado, denominado Tricomonas gallinae. Es
un microorganismo muy difuso y se estudia en las palomas como agente
causal de la tricomoniasis aviar.
La principal vía de transmisión es la leche del buche (transmisión directa)
durante la alimentación de los polluelos. No menos importante es la transmisión
indirecta: el roce con los barrotes y comederos por el picor de las lesiones
contamina el ambiente, y las semillas regurgitadas en el comedero o la misma
agua de bebida pueden difundir la enfermedad. El agente causal desarrolla
fácilmente la infección ayudado por las pequeñas lesiones que los granos de
comida pueden causar al inicio del tracto digestivo.
La epidemiología depende también de otros factores como el estrés, la muda o
la superpoblación. El protozoo puede vivir como comensal en el intestino
delgado de animales sanos. La población receptiva son palomas, paseriformes
(diamantes, canarios), psitácidas y rapaces.
Algunas hipótesis plantean la existencia de portadores, aunque se afirma que
el tratamiento resulta eficaz con respecto a la eliminación total del parásito.
Sintomas y signos clinicos
Las típicas lesiones producidas en los canarios hacen que los términos
“mofletones” y “ojos hinchados” resuman muy bien el aspecto de los sujetos
afectados.
La enfermedad empieza con hinchazón palpebral, alopecia y abultamiento de
los sacos aéreos. A partir de ahí se forma un flujo purulento que provoca una
irritación periocular y moja las plumas de esta zona. Este exudado se empieza
a condensar y se organiza en verdaderas formaciones caseosas que, en
31
función de la dirección del crecimiento, pueden provocar hundimiento del ojo,
aspecto de “mofletes” e incapacidad para comer.
Las lesiones inicialmente exudativas se convierten en granulomas cuyo
contenido, en función del tiempo transcurrido, está más o menos organizado.
Los granulomas pueden formarse en diferentes puntos de los senos
infraorbitales, en localización craneal, caudal, dorsal o ventral respecto al ojo.
La irritación provoca picor y los pájaros se restriegan con los objetos de la jaula
lo que permite una rápida difusión del agente etiológico. La localización
periocular infraorbitaria es la más frecuente en los canarios, mientras que en
otras especies como las palomas, la ubicación preferente es en el interior de la
cavidad bucal llegando hasta el buche. Otras localizaciones posibles son
hígado y pulmón.
Tratamiento
Los tricomónidos son sensibles a los derivados de los nitromidazoles. Los
principios activos de este grupo son: metronidazol, carnidazol, ronidazol,
tinidazol y ornidazol.
El metronidazol, comercializado bajo diferentes formas y nombres, es,
seguramente, el más utilizado porque se puede adquirir con facilidad y tiene un
precio asequible.
En caso de brote se prepara una solución compuesta por 300-400 mg de
principio activo (solución oral, pastilla pulverizada o polvo) mezclado en 1 l de
agua y se administra durante 7-10 días como fuente de bebida exclusiva de las
aves afectadas.
Se ha descrito también un uso preventivo en los criaderos afectados que han
superado la enfermedad o en los canarios de aspecto sano que han tenido
promiscuidad con los infectados. Consiste en dar la dosis citada anteriormente
pero sólo durante los primeros tres días del mes.
32
Otra preparación que se utiliza es la combinación de espiramicina y
metronidazol; se disuelven cuatro pastillas por litro y medio de agua como dosis
de choque y la mitad de la dosis como prevención.
El carnidazol, muy conocido por los criadores de palomas, es un nitromidazol
de última generación. Hay quien lo prefiere al metronidazol ya que es posible
administrarlo en una sola toma y parece proporcionar una mejoría más rápida.
El ronidazol se prepara disolviendo 400 mg por litro de agua, es decir, una o
dos cucharadas de café. Los efectos se empiezan a notar a partir del día tres y
hay que administrarlo como mínimo durante cinco días.
Es fácil crear resistencia a estos principios activos, sobre todo con estas
dosificaciones empíricas, por lo que en casos de falta de mejoría después de
tres días de tratamiento con metronidazol se aconseja la rotación con
diferentes productos.
La eficacia de la terapia es directamente proporcional al tiempo de instauración
del tratamiento: si lo establecemos durante los primeros cuatro días desde la
aparición de los síntomas, podemos tener un porcentaje de curación de casi el
100%. Sin embargo, si empezamos el tratamiento después del día cinco
disminuyen las posibilidades o quedarán secuelas en el animal por largas
temporadas (básicamente la imposibilidad de reabsorber los agregados
caseificados que se han formado como consecuencia de la sinusitis en los
senos infraorbitarios). Si el tratamiento ha sido precoz las mejorías se
empiezan a ver a partir del día tres si hemos empleamos metronidazol como
agente terapéutico, y a partir del día dos con carnidazol.
Podemos afirmar que la terapia más eficaz es la de carnidazol, pero este
producto está preparado exclusivamente para palomas y no se conoce la dosis
exacta efectiva en canarios. Si se considera que el tratamiento de la
tricomoniasis en palomas (con un peso medio de 450 g) prevé la utilización de
10 mg, en canarios, con un peso medio de 20-30 g habría que suministrar 1/8
33
de comprimido.
En un criadero con elevado número de sujetos la utilización de un producto
diluido en el agua (como el metronidazol) resulta ser más factible que la
administración individual.
Control de las infecciones secundarias
Generalmente, al progresar las lesiones, las bacterias y otros microorganismos
oportunistas empiezan a proliferar, por lo que se recomienda el uso de un
antibiótico de amplio espectro. Los más adecuados son los bactericidas que se
pueden asociar a los nitromidazoles, como por ejemplo enrofloxacino,
amoxicilina o ampicilina. La asociación con cloranfenicol está descrita pero
según nuestra opinión, contraindicada, ya que es un bacteriostático.
Suplemento vitamínico
La vitamina más importante en este caso es la A por su actividad de protección
frente a los epitelios e inmunoestimulante. A ésta se puede asociar la vitamina
E con acción antioxidante y hepatoprotectora. Hoy en día se pueden conseguir
fácilmente gotas multivitaminicas A, D y E.
Terapia local
Se puede aplicar sólo si las aves a tratar son pocas y se tiene en cuenta que en
un animal debilitado el manejo puede ser mortal por su elevada tasa de
metabolismo basal.
Podemos utilizar soluciones de desinfección local yodada y productos
antibióticos locales.
Algunos criadores indican la efectividad de pomadas oftálmicas que asocian un
antibiótico y un corticoide, en este caso, a pesar de que el corticoide puede
predisponer a las infecciones secundarias, puede ser útil para evitar la
34
condensación de los abscesos. Esta actividad junto con el potencial
antigranuloma que puede tener el metronidazol ayuda a no padecer secuelas
severas con respecto a la condensación y calcificación de los exudados de los
abscesos.
Experimentalmente, hemos utilizado en un sujeto de verderón mutado la
solución intravenosa de metronidazol de forma local aplicando una gota en el
ojo en días alternos durante una semana con resultados muy satisfactorios.
La exéresis de los abscesos se ha practicado experimentalmente en varios
sujetos, y ha dado buenos resultados; el factor limitante es el estrés, que puede
llegar a matar al paciente.
PSITACOSIS
La psitacosis (ornitosis, fiebre del loro, clamidiosis) es una enfermedad
infecciosa zoonótica, llamada también epizootia, causada por la bacteria
Chlamydiophila psitacci, parásito intracelular obligado. Es transmisible al
hombre por aves. Las aves típicamente involucradas son loros, pericos y
periquitos australianos, aunque otras aves también han causado la
enfermedad.
Una epizootia (del griego "epi", por sobre, y "zoo", animal) es una enfermedad
contagiosa que ataca a un número inusual de animales al mismo tiempo y lugar
y se propaga con rapidez. Su término equivalente en medicina es epidemia
En la actualidad se reconocen cuatro especies pertenecientes a este género
(C. pecorum, C. psitacci, C. trachomatis, C. pneumoniae).
La popularidad de los loros como mascotas ha generado una atención
creciente sobre esta enfermedad. La existencia de esta enfermedad no debe
causar alarma, pues con las precauciones adecuadas, la convivencia con un
loro no representa ningún riesgo significativo. De todos modos, cualquier loro
35
recién adquirido debería ser examinado por un veterinario especializado, y ser
sometido a un test de psitacosis.
Transmisión
La transmisión se produce principalmente cuando un animal sano inhala polvo
procedente de excrementos o plumas de aves infectadas. También es posible
el contagio por contacto directo con las secreciones oculares y respiratorias de
un animal infectado. Las aves en situaciones de estrés eliminan mayor cantidad
de gérmenes infectivos.
Por estas razones la enfermedad se detecta con mayor frecuencia en
ejemplares recién importados, o en colectivos alojados en malas
condiciones. Las aves aparentemente sanas también pueden ser portadoras de
la enfermedad y transmitir la psitacosis.
Síntomas
No existen síntomas específicos de la psitacosis.Las aves pueden presentar
signos de infección ocular o respiratoria, como conjuntivitis, sinusitis
(hinchazones alrededor de los ojos), secreciones nasales y estornudos.
También puede observarse diarrea amarillenta o verdosa, o simplemente
abatimiento y adelgazamiento, e incluso muerte súbita en un animal
aparentemente sano. Por supuesto, todos estos síntomas pueden deberse
también a otras enfermedades.
La psitacosis disminuye las defensas del ave, por lo cual suele presentarse
simultáneamente con otras enfermedades que tienden a enmascarar los
síntomas de psitacosis. Muchas aves son portadoras de la psitacosis sin
mostrar síntoma alguno durante mucho tiempo, y bajo condiciones de estrés
pueden desarrollar súbitamente la enfermedad.
Diagnóstico
El diagnóstico de la psitacosis puede ser complejo. No existe ningún análisis
capaz de detectar al 100% de los animales afectados. Existen diversos análisis
específicos para el diagnóstico de la psitacosis. Estos análisis son básicamente
de dos tipos:
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-Detección de antígeno: se basa en la detección del germen en los
excrementos, o en escobillones tomados de la conjuntiva, coana (paladar) y
cloaca del ave.
-Detección de anticuerpos: se basa en la detección en la sangre de las
defensas (anticuerpos) que el ave puede haber elaborado contra la
enfermedad.
El veterinario puede diagnosticar la enfermedad basándose en la información
combinada que proporcionan la exploración clínica, los tests específicos y otros
métodos diagnósticos como análisis de sangre y radiografías.
Tratamiento
El tratamiento puede realizarse mediante administración oral o inyectable de
fármacos, durante un periodo mínimo de 45 días. También es posible el
tratamiento mediante pienso medicado como única fuente de alimento. El
tratamiento a través del agua de bebida no es efectivo. El veterinario puede
aconsejar también el tratamiento o chequeo de las aves que hayan estado en
contacto con individuos enfermos. La enfermedad no produce inmunidad, por lo
que un animal tratado y curado puede volver a infectarse. La efectividad del
tratamiento depende del estado general del ave, de su edad, de la virulencia de
la cepa infectante y de la presencia de otras infecciones secundarias. Aunque
el tratamiento es efectivo en general, ocasionalmente algún individuo puede
seguir siendo portador del germen tras el tratamiento. El veterinario puede
aconsejar realizar nuevos análisis al término del tratamiento.
LA GOTA
La gota es un desorden musculoesqueletal que afecta músculos y huesos a lo
largo de las articulaciones del ave.
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Síntomas y Tipos
Existen dos tipos de gota. El tipo sufrido por el ave depende de las partes del
cuerpo afectadas:
1. Gota Visceral – esto ocurre en los tejidos de los órganos internos.
2. Gota Articular – esta forma crónica de la enfermedad ocurre cuando el
ácido úrico es depositado en los ligamentos y tendones, pero más
comúnmente en las articulaciones de las patas y de las alas. Las articulaciones
se hinchan, se ponen rojas y son cálidas al tacto.
Debido al dolor, un ave con gota articular prefiere sentarse en una superficie
plana en vez de pararse en una rama. Si es forzada a caminar, el ave se vuelve
ruidosa debido a la incomodidad. Esta también puede estar deprimida y
deshidratada y tener diarrea de color verdoso. Además, el ave lucirá embotada,
sus plumas estarán erizadas y el desfogue húmedo.
Las aves macho son susceptibles a la gota articular y la edad común para esta
aflicción es después de los cuatro meses.
Causas
La gota es principalmente debida a problemas en los riñones (nefropatía).
Cuando estos paran de funcionar normalmente generan una acumulación de
acido úrico en los músculos y en las articulaciones.
Los daños renales que conllevan a la gota pueden ser debidos a las siguientes
razones:
Exceso de calcio y vitamina D3, con bajas cantidades de fósforo, en los
alimentos
Exceso de sal (más de un 0.3 por ciento) en los alimentos
Alta cantidad de proteína (más de un 30 por ciento) en los alimentos
Insuficiente agua en la dieta (deshidratación)
Consumo de agua con una gran cantidad de minerales (por decir calcio y
sulfato de cobre)
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Infección viral (por decir nefritis aviar)
Antibióticos como la gentamicina, la nitrofurosona y la sulfonamida
Envenenamiento por desinfectantes (por decir cresol y fenol)
Tratamiento
El tratamiento depende en gran medida de la causa subyacente de la gota. Sin
embargo, agua debe ser suministrada a su ave mientras es tratada por el
veterinario; esto prevendrá la deshidratación. Reducir el ácido úrico en vita en
los caso de gota y el veterinario usualmente prescribirá acidificantes de orina
para esto.
Reducir las proteínas, calcio, vitamina D3 y la sal, en combinación con un
incremento en el fósforo y en la ingestión de aguas blandas, es importante para
tratar la gota. Un análisis alimenticio también es necesario para garantizar que
el ingiere los minerales, proteínas y vitaminas apropiadas. Los multi-
vitamínicos, incluyendo la vitamina K, son algunas veces usados para ayudar al
hígado y a los riñones a funcionar normalmente y para controlar la gota.
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6. http://espanol.petmd.com/bird/conditions/musculoskeletal/es_c_bd_gout
ANEXOS
40
Papilomatosis aviar
Tricomoniasis aviar
PBFD( enfermedad de pico y pluma).
41
Poliomavirus en psitácidos
Pichones de guacamayo azul y amarillo (Ara ararauna) y guacamayo de alas verdes (Ara chloroptera) susceptibles de presentar la forma aguda de la enfermedad
42