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enresa empresa nacional de residuos radiactivos, s.a. ECOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ACUÁTICOS EN EL ENTORNO DE EL CABRIL PUBLICACIÓN TÉCNICA NUM. 06/94

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enresa empresa nacional de residuos radiactivos, s.a.

ECOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ACUÁTICOS EN EL ENTORNO DE EL CABRIL

PUBLICACIÓN TÉCNICA NUM. 06/94

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ECOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ACUÁTICOS

EN EL ENTORNO DE EL CABRIL

Francisco García Novo Juan Bautista Gallego Carmelo Escot Muñoz

Emiliano Mellado Alvarez Amadora Rodríguez Ruiz Lourdes Encina Encina

José Prenda Marín Pilar Díaz Guervos

Departamento de Ecología Facultad de Biología

Universidad de Sevilla

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ECOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ACUÁTICOS

EN EL ENTORNO DE EL CABRIL

Este trabajo ha sido realizado bajo contrato con ENRESA.

Las conclusiones y puntos de vista expresados en el informe corresponden a autores y pueden no coincidir necesariamente con los de ENRESA.

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índice

ÍNDICE

k

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índice

ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS 1

1. INTRODUCCIÓN 5

2. CUENCA Y RED FLUVIAL 9

2.1. Geología 11

2.2. Clima 12

2.3. Usos del suelo 14

2.3.1. Río Bembézar 14

2.3.2. Embalse de El Cabril 15

2.3.3. Arroyo de la Montesina 16

2.3.4. Embalse del Bembézar 16

3. ESTACIONES DE MUESTREO 17

Estación I (RB1, RB2, RB3) 19

Estación II (RB4, RB5, RB6) 19

Estación III (RB7, RB7\ RB8) 19

Estación IV (RB9) 19

Estación V (EC: EC1, EC2, EC3, EC4) 19

Estación VI (RB10) 19

Estación Vil (AM1, A19M2, AM3) 19

Estación VIII (RB11) 20

Estación IX (EB1, EB2, EB3, EB4, EB5, EB6, EB7, EB8, EB9) 20

4. MATERIAL Y MÉTODOS 23

4.1. Campañas de muestreo 25

4.2. Morfología del álveo 25

4.3. Masa de agua 25

4.4. Comunidades acuáticas 26

4.5. Muestreo de vegetación 27

5. ANÁLISIS DEL MEDIO ACUÁTICO 29

5.1. Morfología del álveo 31

5.1.1. Fluctuación de las pozas 37

ni

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índice

5.2. Masas de agua 38

5.2.1. Temperatura 38

5.2.2. Oxígeno 42

5.2.3. Conductividad 43

5.2.4. pH 43

5.2.5. Reserva Alcalina 44

5.2.6. Dureza 46

5.2.7. Nutrientes 47

5.2.8. Silicato 52

5.2.9. Concentración de clorofila a 55

5.3. Diferenciación de las masas de agua 55

5.4. Cobertura y estructura de la vegetación 56

6. COMUNIDADES ACUÁTICAS 75 6.1. Fitoplancton 77

6.2. Zooplancton 77

6.3. Macroinvertebrados 77

6.4. Peces 81

6.4.1. Composición cualitativa y biología de las especies 81

6.4.2. Distribución espacio-temporal de las especies 92

6.5. Otros vertebrados 104

7. MODELO FUNCIONAL DE LOS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS DEL RIO BEMBEZAR 115

IV

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Antecedentes administrativos

ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS

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Antecedentes administrativos

El 1 de Mayo de 1990 se suscribió el convenio en­tre la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) y la Universidad de Sevilla, para la reali­zación de estudios ecológicos en el entorno de EL CABRIL en la provincia de Córdoba.

De acuerdo con este convenio, los trabajos fueron realizados durante 1990-91, por el Grupo de Ecología de las Aguas Continentales, perteneciente al Depar­tamento de Biología Vegetal y Ecología de la Uni­versidad de Sevilla.

El objetivo principal de este proyecto fue conocer la estructura y funcionamiento de los ecosistemas acuáticos en el entorno de El Cabril, propiedad de ENRESA, y su relación con el sistema hidráulico de la zona: Río Bembézar, Arroyo de la Montesina, Embalse de El Cabril y Embalse del Bembézar.

El estudio de los ecosistemas acuáticos en tomo a El Cabril se ha efectuado a partir del análisis de las características físico-químicas del medio (morfología del cauce, temperatura, oxígeno disuelto en el medio, grado de mineralización y nutrientes), la estructura y composición de las comunidades de organismos acuáticos y la vegetación de los cauces y riberas.

Según el acuerdo suscrito, la Universidad de Sevi­lla presentó cinco informes parciales bajo el título ge­neral Estudio ecológico de los sistemas acuáticos en

torno a la estación de almacenamiento de residuos radiactivos de EL CABRIL (ENRESA). En el informe general (C-O/90) se presenta la metodología básica utilizada en el estudio. En los restantes informes (C-1/90, C-2/91, C-3/91 y C-4/91) se presentan los re­sultados correspondientes a cuatro campañas genera­les de muestreo (Noviembre 1990, Marzo, Julio y Diciembre de 1991), más otras de carácter comple­mentario (Julio y Octubre de 1990, Febrero y Sep­tiembre de 1991). En 1992 se presentó un informe sintético de las campañas y resultados obtenidos en el estudio.

A petición de ENRESA se ha preparado un nuevo informe de síntesis que incorpora la información de los anteriores y amplía su ámbito aguas arriba de El Cabril, siguiendo el curso de el Río Bembézar. La in­formación contenida corresponde a nuevas campa­ñas de muestreo de ecosistemas acuáticos y terrestres que ha venido desanollando en el área el Guipo de Aguas Continentales en el marco de una investiga­ción regional sobre impacto humano en ecosistemas de tipo mediterráneo.

En este informe se presenta, por tanto, una revisión de los anteriores incluyendo el tramo alto del Río Bembézar, desde Azuaga al embalse de El Cabril, que no se había considerado en el Convenio de 1990.

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mmmmm 1. Introducción

1 INTRODUCCIÓN

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1. Introducción

Se ha estudiado la ecología de los ecosistemas acuáticos relacionados con las instalaciones de El Cabril (Córdoba). Se han analizado la composición y el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos en los embalses de Bembézar y El Cabril, el tramo del Río Bembézar entre ambos y el Arroyo de la Montesina, principal afluente de dicho tramo, que recoge esco-rrentía procedente de las instalaciones.

De modo complementario, se ha estudiado el tramo alto del Río Bembézar, cuyo régimen, sometido a in­tensas crecidas, juega un gran papel como organiza­dor de las comunidades biológicas y el medio físico

en su álveo. Los organismos terrestres y acuáticos, sustratos y sedimentos, están sometidos a pulsos enérgicos de erosión, arrastre y depósito, que confi­guran el tamaño y disposición de las pozas del cauce, las acumulaciones de materiales y broza en el lecho y la recurrencia de los procesos de sucesión.

En el estudio se ha puesto énfasis en los ecosistemas acuáticos: características del agua y su biota, vegetación acuática y freatófita. También se han analizado los peces, que por su gran campeo y migraciones periódicas, integran espacialmente los ecosistemas acuáticos a lo largo del cauce.

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2. Cuenca y red fluvial

CUENCA Y RED FLUVIAL

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2, Cuenca y red fluvial

2.1. Geología

La cuenca del Bembézar presenta una considerable complejidad litológica, fruto de la multiplicación de formaciones geológicas que han sufrido repetidos procesos metamórficos.

El esquema regional sitúa la cuenca casi exclusiva­mente sobre la Sierra Morena en el límite de la Zona Ossa-Morena con la Zona Centro-Ibérica. Por el Sur, la cuenca alcanza las formaciones del Valle del Gua-dalqu'vir y por el Norte la Tierra de Barros extreme­ña.

El primer sector de la cuenca, en la Provincia de Badajoz, discurre por los restos de una plataforma erosiva, presumiblemente mesozoica, que se extiende hacia los 600 m de altitud con lopografía casi plana. Hacia el S, la plataforma da paso a las estribaciones de Sierra Morena y la topografía se eleva hasta los 800 m.

La plataforma erosiva está drenada hacia el Norte por los arroyos que vierten al Guadiana, de curso meandriforme y pendiente muy escasa, que dejan fre­cuentes lagunas y superficies encharcadas. Hacia el Sur discurren los afluentes del Guadalquivir, cuyo ni­vel de base se ha mantenido próximo al del mar, ori­ginando redes hidrográficas encajadas que atraviesan las formaciones de Sierra Morena en valles profun­dos con tramos de pendientes acusadas.

La plataforma está recubierta por materiales neóge-nos. Se trata de depósitos continentales de arcillas ro­jas que engloban cantos y que pueden presentar en-costramiento con horizontes calcáreos antiguos.

Localmente presenta lagunas, que rellenan depre­siones circulares originadas probablemente por subfusión. La intervención agrícola histórica ha su­primido el bosque original, ha cultivado los suelos, ha drenado las depresiones, favoreciendo la escorren-tía frente a la recarga de los acuíferos colgados exis­tentes en la formación. El resultado ha sido que las lagunas históricas desaparecieran y las fuentes y ma­nantiales se hayan reducido. Cabe suponer que en pe­ríodos húmedos las cabeceras de los ríos Bembézar, Matachel, Muda, quedaran intercomunicadas en esta zona lagunosa plana donde se superponen las cuen­cas de Guadiana y Guadalquivir, dando lugar a un puente biogeográfico entre las cuencas de ambos grandes ríos.

A partir de Azuaga, y tras contornear el cerro do­minado por el castillo de la población, el Bembézar abandona los materiales neógenos y tomando rumbo SE se adentra en materiales precámbricos o "grupo de rocas" de Córdoba-Fuente Obejuna. En el primer

tramo sobre éste recorre los Neises de Azuaga, que dentro del "grupo de rocas", pertenecen al Dominio Valencia de las Torres-Cerro Muriano.

Los Neises de Azuaga aparecen con intercalaciones de anfibolitas a veces granatíferas, neises leucocráti-cos con fenocri stales de feldespato grandes, neises de grano fino y otros tipos de rocas metamórficas como cuarcitas.

El Bembézar recorre un largo tramo (correspon­diente a las estación E 1 de este Informe) en el con­tacto entre los Neises de Azuaga y el Dominio de Sierra Albarrana, de edad Precámbrica-Ordovícica. El contacto viene marcado por una gran falla (Falla de Azuaga) de rumbo WNW-ESE, que el cauce del Bembézar repasa o recorre varias veces hasta que, to­mando rumbo S, se adentra en los materiales de la Formación Azuaga pertenecientes al Dominio de Sie­rra Albarrana.

La Formación Azuaga está limitada por las fallas de Azuaga (N) y Malcocinado (S). Predominan en ella las filitas y pizarras con intercalaciones de are­niscas y micaesquistos y especialmente de cuarcitas. Existen también vulcanitas y metavulcanitas interca­ladas y diques de diabasa de pequeña extensión.

El Río Onza, importante afluente por la margen de­recha del Bembézar, recorre esta misma formación en un curso de rumbo mantenido entre las fallas de Azuaga y Malcocinado y a favor de otras menores, paralelas a aquellas.

Entre el Bembézar y Onza, ya dentro de la Provin­cia de Córdoba, se presentan depósitos del Carboní­fero inferior (Carbonífero del Valdelinfierno), que aparecen discordantes sobre la formación precámbri-ca. Se presentan lutitas con masas brechoides. Se pueden reconocer facies conglomeráticas de materia­les pizarrosos y esquistosos, muy heterométricos, con fragmentos de hasta 2 m y en disposición caótica. Existen también facies fluviales, arenosas o pantano­sas con presencia de carbón. Intercalados en la serie pueden aparecer niveles de cineritas. Al salir de los materiales carboníferos, el Bembézar se adentra en las formaciones de la Sierra Albarrana, que rodea y drena con sus afluentes.

Sierra Albarrana está constituida por un conjunto de materiales metamórficos en bandas alineadas en dirección NO-SE y aproximadamente simétricas res­pecto a la propia Sierra. La parte axial la forman los gneises de la Albarrana. Estos materiales, gneises cuarzo feldespáticos, con escasas micas y aspecto de cuarcitas, se conocen también por cuarcitas de la Al­barrana o formación de la Albarrana. En las bandas periféricas de la Sierra, y simétricamente respecto a

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2. Cuenca y red fluvial

su eje, se disponen gneises más micáceos y gneises biotíticos.

Intercalados en los gneises pueden aparecer niveles cuarcíticos que, con los gneises cuarzofeldespáticos, forman un conjunto de rocas sumamente resistentes, que originan cresterías, escarpes, gargantas y otros relieves de erosión.

A favor de la intensa fracturación de las formacio­nes se han intercalado diques pegmatíticos con una gran variedad de minerales, a los que debe Sierra Al-barrana su interés minero secular. Unos cuerpos ca­racterísticos originados durante el metamorfismo re­gional son las venas de segregación metamórfica, de morfología arrosariada y compuestas preferentemen­te de cuarzo, algo de mica y, ocasionalmente, gran­des cristales de Andalucita (a veces transformado este silicato de aluminio a Distena o Silimanita).

No atravesado por el Bembézar, pero en el NE de su cuenca, se sitúa el plutón granítico de la Carden-chosa. El granito presenta grandes cristales de feldes­pato potásico, junto a cuarzo, plagioclasa, biotita y, según zonas, moscovita y accesorios.

Pasada Sierra Albarrana, y tras la desembocadura del Arroyo Mllañeras por la margen izquierda, el Bembézar recorre materiales del Cámbrico inferior, dominados por rocas metamórfícas (esquistos y se-miesquistos derivados de sedimentos detríticos), en­tre los que se intercalan frecuentes episodios volcáni­cos. Todo ello con un grado bajo de metamorfismo.

A la altura del Río Benajarafe, afluente por la mar­gen izquierda, el Bembézar toma un rumbo S, cortan­do otra unidad con presencia de calizas y pizarras precámbricas. Las calizas, tipo micrita, con grano muy fino y recristalizadas, se encuentran en gran par­te dolomitizadas. Las dolomías son cristalinas. Apa­recen también materiales detríticos (cuarzo, feldespa­tos, mica) y pizarras de grano fino.

A la altura de su afluente por la margen izquierda, el río Névalo, el Bembézar entra en una serie domi­nada por esquistos o pizarras de grano fino con pro­porción variable, a veces elevada, de limolitas con cuarzo, albita, moscovita y fragmentos volcánicos.

La presa del Bembézar, que cierra el embalse, se asienta sobre estos materiales. Desde la cerrada, el Bembézar toma rumbo Sur, adentrándose de nuevo en calizas y pizarras cámbricas que descienden hasta el Valle del Guadalquivir, donde están recubiertas por los depósitos Terciarios correspondientes a la trasgresión del Mioceno Superior (Tortoniense) y más abajo por la cobertera de las terrazas cuaterna­rias.

2.2. Clima Existe en general poca densidad de datos meteoro­

lógicos en la cuenca del Bembézar. Se dispone en la actualidad de un excelente conjunto de instalaciones para estudios microclimáticos en las propias instala­ciones de El Cabril y Sierra Albarrana, aunque las se­ries meteorológicas son cortas. Existe también un es­tudio hidrológico regional (ENRESA, 1990), de donde se toman los datos indicados en este apartado.

La precipitación anual de la cuenca se sitúa entre 500 y 800 mm.

La cabecera, ya en la provincia de Badajoz, des­ciende algo de la isoyeta de 500 mm. Aumenta al adentrarse en Sierra Morena, donde alcanza las preci­pitaciones más elevadas, en tomo a 800 mm. Fuera de la cuenca, más al SW, en Guadalcanal se alcanzan las precipitaciones mayores del tramo de Sierra Mo­rena, que superan algo los 1000 mm.

Aguas abajo de la presa de Bembézar, en Horna-chuelos, la precipitación desciende de nuevo situán­dose en el Valle del Guadalquivir por debajo de la isoyeta de los 600 mm anuales.

El Estudio citado estima para la cuenca del Bem­bézar, aguas arriba de la presa, los valores de precipi­tación anual siguientes:

año seco 422 mm año medio 653 mm año húmedo 890 mm

La precipitación se concentra acusadamente en el intervalo Octubre-Abril, con un período libre de pre­cipitaciones que se extiende a Julio, Agosto y prime­ra quincena de Septiembre.

El cálculo del balance de agua del suelo, utilizando la ETP mensual y los datos de precipitación de las es­taciones interpolados, arrojan para un año medio va­lores de ET real entre 118 y 685 mm. El valor de la ETP lo estiman los autores entre 769 y 932 mm anua­les, con valores muy bajos en invierno (10-20 mm/mes) y muy elevados en verano (140-190 mm/mes). La divergencia entre ETP y ETR depende de la capacidad de campo de los suelos y el desarro­llo del perfil, ¿n alguna medida, el desarrollo de los ecosistemas, sobre las acusadas pendientes de las la­deras que dominan la cuenca, condiciona el balance infiltración/escorrentía y la concentración del agua sobre la red de drenaje.

Utilizando las series del cercano embalse de la Bre­ña, que se extienden desde 1912, el informe hidroló­gico citado realiza una estima para el embalse de

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2. Cuenca y red fluvial

Bembezar de las aportaciones para el mismo interva­lo. Los resultados son los de la Tabla 2.2.1.

Los datos medidos en el embalse para el intervalo 196366 son algo diferentes, arrojando un valor medio de las aportaciones de 206.5 hm3 anuales, con una desviación típica de 163. Los valores extremos de esta serie, difieren en más de un orden de magnitud: 581.9 hm3 en 1963-64 y 52.3 hm3 en 1973-74. La va­riabilidad interanual de aportaciones es muy mani­fiesta y resulta amplificada respecto a la de precipita­ción. Como se aprecia en la Tabla 2.2.1., la fracción de lluvia útil se incrementa con el volumen de preci­pitación.

Si se considera la intensidad de la precipitación, ésta actúa en el mismo sentido de incrementar la fracción de escorrentía con la intensidad, aumentan­do, por tanto, la fracción de lluvia útil. Los valores de los coeficientes de escorrentía para un retorno dece­nal se sitúan en 0.1, que se eleva a 0.14 para una re-

currencia de 25 años y a 0.17 para recurrencia secu­lar.

Las intensidades de lluvia en 24 horas para la cuen­ca del Bembezar pueden ser elevadas. A partir de los datos de las estaciones de Homachuelos y presa del Bembezar (1952-84), se han estimado los períodos de retorno de las intensidades máximas diarias, obte­niéndose los valores de la Tabla 2.2.2.

En las series observadas 1952-1982, se han regis­trado valores de 152, 125 y 122 mm diarios, dentro de los rangos esperados.

La cuenca del Río Bembezar presenta una superfi­cie de 1.720 km2 y un perímetro de 190 km. La pen­diente media es del 4 por mil. Entre los afluentes des­tacan El Alamo (16,9 km de longitud, pendiente 24 %o) y La Montesina (13.5 km de longitud, pen­diente 19 %o) con el subafluente de Los Caños (6,5 km de longitud, pendiente 22 %o). La cuenca del Bembezar, aguas arriba de la Montesina, es de

Tabla 2.2.1 Valores de la precipitación y aportaciones de la cuenca del Bembezar aguas arriba del embalse

Precipitación total (hm3) 723.4 1119.5 1527.0

Aportación total (hm3) 61.9 191.4 394.8

Lluvia útil (mm) 36.1 111.6 230.2

% lluvia útil sobre precip. 8.5 17.1 25.8

Los años secos se definen como aquellos con precipitaciones inferiores al 30% y los años húmedos como su­periores al 70% en la distribución de Goodrich.

Tabla 2.2.2 Intensidades máximas de precipitación en la cuenca del Bembezar

10

25

50

100

500

1000.

108.6

129.8

145.6

161.2

197.4

212.9

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2, Cuenca y red fluvial

Tabla 2.2.3 Curva hipsométrica y superficies de la cuenca del Bembézar

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<200

200-300

300-400

400-500

500-600

600-700

700-800

800-900

40*

80

232

480

488

336

59

5 •

(*) Dentro del vaso del embalse de! Bernbézar

1.091.85 km2 y su pendiente media del 5 %o. La cur­va hipsométrica de la cuenca se presenta en la Tabla 2.2.3.

De acuerdo con el Informe Hidrológico (ENRESA, 1989), los datos de las aportaciones para los afluentes del Bembézar son las que aparecen en la Tabla 2.2.4.

Los tiempos de concentración de la escorrentía cal­culados para Río Bembézar y afluentes son los que aparecen en la Tabla 2.2.5.

Teniendo en cuenta los datos anteriores, el período de retorno de las avenidas máximas en cada arroyo se presenta en la Tabla 2.2.6.

El Bembézar es, por tanto, un río de régimen medi­terráneo, que presenta un estiaje estival que puede extenderse al comienzo del otoño y un período inver­nal de crecidas que alternan con los períodos de flujo basal. La precipitación puede presentarse en pulsos intensos que desencadenan, en períodos de algunas horas a menos de 1 día, puntas de crecida que pueden ser muy intensas. Las puntas de crecida, recorriendo un cauce encajado entre vertientes muy pendientes, originan fuertes elevaciones de nivel del agua y pul­sos poderosos que condicionan la distribución de ma­terial detrítico y los procesos geomorfológicos.

La morfología de pozas y depósitos, tamaño y dis­tribución de los canales, disposición de materiales, composición química del agua y la carga sólida cons­tituyen el marco de los ecosistemas acuáticos y te­rrestres que ocupan el álveo.

2.3. Usos del suelr

2.3.1. Río Bembézar

La cuenca del Bembézar está dominada por una ve­getación mediterránea y sometida a explotación ga­nadera extensiva (ovino, caprino, cerdo en montane­ra, vacuno muy escaso y caza mayor y menor), con algunos enclaves agrícolas y forestales.

Dominan los matorrales en amplias superficies abandonadas o adehesadas, que por sucesión han dando bosques secundarios de quercíneas (alcorno­que, encina, quejigo) y de enebros. La presión gana­dera mantiene abiertos, como pastizales de alta diver­sidad, algunos enclaves en la cercanía de cortijos y poblaciones, pero la crisis de la montanera en los años 60 y 70 y la ganadera causada por la política agraria comunitaria (PAC) en los anos 90, han redu­cido al mínimo las explotaciones.

En escarpes fuertes de las vertientes y en asomos rocosos, aparecen pastizales naturales donde la suce­sión no llega a desarrollar vegetación leñosa.

Las repoblaciones con pinos (piñonero y pinaster) más eucalipto en terrazas, se han extendido en terre­nos del Estado, pero ocupan poca extensión.

Las explotaciones mineras que han existido desde tiempos calcolíticos, adquiriendo gran auge en el si­glo XVIII y XDC, están abandonadas. Persiste, reuti-lizada con otros objetivos, la instalación de El Cabril en Sierra Albarrana.

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2. Cuenca y red fluvial

En algunos enclaves se encuentran ecosistemas pe­culiares de gran interés, como los bosquetes de ace-buche y la vegetación calcícola desarrollada sobre gneises y cuarcitas. En el álveo de los ríos, se locali­zan ecosistemas terrestres de varios tipos: dominados por freatofitas leñosas (fresnos, tamujo, tarajes, adel­fa), pastizales temporales con orlas de macrofitas y vegetaciones de gleras y asomos rocosos libres de la influencia del agua la mayor parte del tiempo, donde prosperan lentiscares o vegetación de tomillares y ja­rales, que pueden estar acompañados de enebro.

La construcción de la pequeña presa de El Cabril a principios de los años 50, ha modificado puntualmente el río, creando aguas arriba el equivalente a una gran poza y aguas abajo un tramo con menor caudal estival.

Los molinos y batanes que existieron a lo largo del Bembezar han desaparecido.

2.3.2. Embalse de El Cabril

Presenta una profundidad máxima de 7 m en la pre­sa y media de 1-2 m. La morfología del vaso vi-ane

Tabla 2.2.4 Aportaciones de los afluentes del Bembezar

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Superficie de cuenca (km ) 128.25

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22.45 43

Aportación a. secos (hm )

Aportación a. medios (hm

4.63

14.31

0.81

2.50

1.55

4.79

Aportación a. húmedos 29.51 5.16 9.89

Tabla 2.2.5 Tiempos de concentración de la escorrentía en el Bembezar y afluentes

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Tabla 2.2.6 Período de retorno de máximas avenidas en la cuenca del río Bembezar

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2. Cuenca y red fluvial

determinada por la acumulación importante de sedi­mentos de tipo arenoso, que da lugar a la formación de grandes pozas con una profundidad media de 1.5 m, alternando con zonas someras según la topografía original. A lo largo del año no hay grandes variacio­nes de nivel y es sólo en los momentos de máximo estiaje cuando queda convertido en un rosario de po­zas conectadas entre si.

El margen derecho del embalse presenta pendientes más pronunciadas, que alternan con pequeñas llanu­ras de inundación donde se producen fenómenos de deposición de material fino. Por el contrario, en el margen izquierdo las pendientes son suaves, con grandes rellanos de sedimentos que alternan con la­deras de fuerte pendiente.

Desde la presa hasta el puente de la carretera sobre el río Bembézar, el río se encaja en un estrecho ca­ñón, denominado Salto del Caballo. Pasado el cañón del Bembézar, recibe por la margen izquierda su afluente más importante, el Arroyo de la Montesina.

2.3.3. Arroyo de la Montesina

Prácticamente toda la zona estudiada del Arroyo de la Montesina ha sido repoblada previo aterrazamiento del terreno, apareciendo como vegetación más im­

portante asociada al cauce manchas de taraje y adel­fa, coincidiendo con ligeros ensanchamientos del arroyo. Presenta una estación de aforo cerca de la de­sembocadura y un azud aguas arriba. Igual que el río Bembézar sufre notables variaciones estacionales de la morfología del cauce, con la alternada de períodos de flujo continuo y períodos de sequía, en los que aparecen charcas y pozas aisladas.

Aguas abajo de la desembocadura de la Montesina, el cauce del río Bembézar se amplia y aparecen adel­fa, tamujo, fresno, taraje y enebro, patrón general hasta llegar al embalse del Benb^zar.

2.3.4. Embalse del Bembézar

El embalse fue construido en 1963 en el término municipal de Hornachuelos, tiene un volumen de 347 hm3 y una superficie de 1070 ha. Se utiliza para rega­dío, abastecimiento y generación de energía eléctrica. La gestión de la masa de agua origina grandes fluc­tuaciones de nivel. Se caracteriza por presentar lade­ras con fuertes pendientes, sin desarrollo importante de depósitos en las orillas.

Aguas abajo de la presa, el río se encaja de nuevo descendiendo hasta el Guadalquivir. Este tramo no se ha considerado en el estudio.

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3. Estaciones de muestreo

3 ESTACIONES DE MUESTREO

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Las estaciones de muestreo fueron seleccionadas teniendo en cuenta la gradación espacio-temporal de las características hídricas y morfológicas del río y embalses. Se seleccionaron puntos con presencia de agua la mayor parte del año, para permitir un segui­miento continuo y puntos con alta probabilidad de se­carse en el período de estiaje.

Las estaciones de muestreo en los embalses se esta­blecieron según el eje longitudinal presa-cola del em­balse, desarrollo de orilla y entrada de tributarios im­portantes (Embalse del Bembézar).

La denominación de las estaciones de muestreo se ha realizado teniendo en cuenta la longitud del cauce desde el nacimiento del río. Los punios del río Bem-bézar poseen la signatura RB, las del arroyo de la Montesina AM, las del embalse de El Cabril EC y las del embalse del Bembézar EB. Teniendo en cuenta lo expuesto, se establecieron las siguientes estaciones y puntos de muestreo (Figura 3.1., Figura 3.2. y Figura 3.3.).

Estación I (puntos RB1, RB2, RB3)

La estación I se enclava en los neises de Azuaga del Dominio Valencia de las Torres- Cerro Muriano.

RB1 está situada a 12 km del nacimiento, a la altu­ra del km 5 de la carretera Azuaga-La Cardenchosa. RB2 se sitúa en el km 7 de la misma carretera bajo el puente del río Bembézar, con 14 km desde su naci­miento. RB3 está situada a 18 km de su nacimiento, en el cruce de la carretera Azuaga-Fuente Obejuna (km 12,5).

Estación II (puntos RB4, RB5, RB6)

Corresponde a los materiales de la Formación Azuaga. Los tres puntos se sitúan en las cercanías de la carretera de Alanís, RB4 en el km 64, RB5 y RB6 en el km 67.

Estación III (puntos RB7, RB7', RB8)

Se extiende desde los conglomerados carboníferos de Valdelinfierno en la parte alta a los neises de Sie­rra Albarrana en la inferior. Los tres puntos están si­tuados a la altura del km 68 de la carretera de Alanís. Caudal estival muy reducido o nulo en superficie pero que se mantiene en el subálveo.

Estación IV (punto RB9)

Situada sobre el río Bembézar a 52 km de su naci­miento, aguas arriba de la zona de influencia del em­balse de El Cabril. Sólo presenta flujo de agua duran-

3. Estaciones do muestreo

te Otoño -Invierno hasta la Primavera, secándose du­rante el estiaje. Su profundidad media es de 70 cm y la anchura de 3.6 m. Presenta un sustrato arenoso en un 45 % de su superficie y el resto está formado por grava.

Estación V (Embalse de El Cabril)

Las muestras para el análisis limnológico se reco­gieron aproximadamente 50 m aguas arriba de la pre­sa. Presenta caudal desde Otoño a final de Primavera. Se establecieron dos puntos para el muestreo de pe­ces, uno en la cola del embalse (EC1) y otro en la presa (EC2).

Según la profundidad y desarrollo de orilla se con­sideraron dos puntos de muestreo complementarios e intermedios a los anteriores (EC3) y (EC4). El sustra­to es arenoso y sólo a pie de presa hay acumulación apreciable de limos y materia orgánica en el sedi­mento. La profundidad media del embalse es de 2 m y su anchura de 15 m.

Estación VI (punto RB10)

Situada sobre el río Bembézar a 56 km de su naci­miento, aguas abajo de la Presa de El Cabril, en el Cañón del Salto del Caballo, anterior a la confluencia del Arroyo de la Montesina. El régimen del río viene muy modificado por la presa del embalse del El Ca­bril, que lamina las puntas de las crecidas y bloquea el flujo otoñal hasta que se llena. Su profundidad me­dia es de 25 cm y la anchura de 7 m. Sustrato rocoso con gravas muy gruesas. No presenta un buen desa­rrollo de vegetación riparia.

Estación Vil (Arroyo de la Montesina)

Se establecieron tres puntos de muestreo. AMI, si­tuado aguas arriba del azud. Sustrato arenoso, con grava en la parte más profunda. Su profundidad me­dia es de 21 cm y su anchura de 1.72 m. En el estiaje el cauce se seca, manteniendo un caudal variable du­rante el resto del año. AM2, situado a la altura del km 14 de la carretera a Fuente Obejuna. La poza presen­taba una profundidad media de 13 cm y anchura de 2 metros, con lecho de grava fina y gruesa. AM3 situa­do aguas arriba de la confluencia con el río Bem­bézar, después de la estación de aforo. Presenta una profundidad media de 14 cm y una anchura de 2 m. El sustrato es arenoso en un porcentaje de aproxima­damente el 55 % y resto repartido entre gravas y pie­dras.

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3. Estaciones de muestreo

Estación Vfll (punto RB11) Estación IX (Embalse de! Bembézar)

Situada sobre el río Bembézar, aguas abajo de la desembocadura del arroyo de la Montesina. Perma­nece con agua durante todo el año. El sustrato de are­na gruesa en la margen derecha y de cantos y piedras en el resto.

Solamente tiene vegetación de orilla sobre el mar­gen derecho, aunque de poco desarrollo. La profundi­dad media es de 130 cm y la anchura de 13 m.

Las muestras para el análisis limnoltígicos se reco­gieron aproximadamente a 100 m de la presa. Se es­tablecieron nueve puntos de muestreo ictiológico:

• EB1, EB2, EB3, EB4: Area de influencia del Río Bembézar. EB5, EB6, EB7: Area de in­fluencia del río Nóvalo.

• EB8, EB9: Posterior a la unión de los ríos an­teriores y zona de influencia de la presa del embalse.

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3. Estaciones de muestreo

Figura 3.1 Localízación de las Estaciones de muestreo en el río Bembézar.

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3. Estaciones de muestreo

EC1

Arroyo de LA MONTESINA

Figura 3.2 Puntos de muestreo en el río Bembezar.

Embalse del BEMBEZAR

22

Figura 3.3 Puntos de muestreo en el embalse del Bembezar.

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4. Material y métodos

4 MATERIAL Y MÉTODOS

23

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4. Material y métodos

4.1. Campañas de muestreo Coincidiendo con la estacionalidad del régimen hi­

drológico se efectuaron cuatro campañas de muestreo general: Noviembre-90 (Otoño), Marzo-91 (Primave­ra), Julio-91 (Verano) y Diciembre-91 (Invierno). Se efectuaron otros muéstreos complemetarios condicio­nados a episodios particulares del régimen hidrológi­co, como el inicio del período de lluvias, avenidas y estiaje y a procesos particulares, como migraciones reproductivas de peces en el Río Bembézar y Arroyo de la Montesina, salidas hacia otros tributarios del Embalse del Bembézar, etc., durante 1992 y 1993. Los muéstreos de vegetación se han realizado desde 1991 a 1993.

En las campañas complementarias también se am­plió el área de estudio, muestreando puntos de cabe­cera del río Bembézar antes de su entrada en Sierra Albarrana, para compararlas con las estaciones de muestreo aguas abajo.

4.2. Morfología del álveo Con ayuda de fotogramas verticales E. 1:25.000 en

BN de Octubre de 1990 y recorridos de campo se r conoció el río Bembézar, seleccionando las estacio nes de muestreo que fueran representativas de los distintos tramos y donde pudiera encontrarse un am­plio conjunto de formas y ecosistemas.

Perfiles

Para el estudio de la morfología del álveo del río Bembézar se han levantado perfiles topográficos transversales y perfiles longitudinales por tramos.

Para el levantamiento de los perfiles se procedió a medir la altura, metro a metro, de toda la sección del álveo, tomando como base el punto más bajo del per­fil, correspondiente al nivel base del río. El perfil se extendía de vertiente a vertiente, entre las cotas máxi­mas de avenida observadas. Se materializó con ayuda de un nivel NIKON AX-1S, utilizando jalones, miras y cintas métricas.

Se determinó el tipo de sustrato sobre el trazado del perfil y se tomaron muestras de los depósitos para su posterior análisis granulométrico.

En cada perfil se identificaron los niveles de base, crecida invernal y máxima avenida del río. Con ayu­da de fotointerpretación de fotogramas verticales (Octubre 1990) E. 1:2.000 de las estaciones, se inter­pretaron los procesos predominantes en cada sector, especialmente los canales de erosión y superficies de acumulación.

Las pozas persistentes en los puntos de muestreo de las estaciones fueron medidas: longitud, anchura y profundidad máxima. Cuando el flujo lo permitía se midió, asimismo, la velocidad del agua.

Se tomaron muestras de los materiales del fondo para su posterior análisis granulométrico

Con los datos obtenidos se ha realizado una sectori-zación hidrogeomorfológica del biotopo para cada uno de los transectos estudiados, que se presenta en los apéndices.

Dimensiones

Se tomó la anchura del cauce como la distancia ho­rizontal entre ambas márgenes a lo largo de la super­ficie del río en la fecha de muestreo. La profundidad como la máxima distancia vertical del fondo hasta la superficie. Ambas se midieron in situ con precisión 0.1 m.

Velocidad

La velocidad de la corriente se registró en superfi­cie y fondo con un correntímetro General Oceanics, INC. con precisión 0.01 m/sg, integrando los valores durante 40 segundos. En las estaciones de más de 1 metro de profundidad, la velocidad se Tegistró al 60% c"e la profundidad total.

4.3. Masas de agua

Temperatura

Se utilizó una sonda de lectura directa Yellow Spring MOD. A57 y un medidor multifuncional TOA WQC-2A.

Oxígeno

Se utilizó una sonda de lectura directa Yellow Spring MOD. A57 y un medidor multifuncional TOA WQC-2A.

PH

Se utilizó un medidor multifuncional TOA WQC-2A.

Conductividad

Se utilizó un medidor multifuncional TOA WQC-2A. Para el análisis de otras variables físico-quími­cas se tomaron muestras de dos litros de agua por

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4. Material y métodos

cada estación y campaña de muestreo, para su poste­rior análisis en el laboratorio.

Dureza Total (Calcio + Magnesio)

Análisis volumétrico. Valoración con EDTA e in­dicador negro de ericromo (Standard Methods, 1981).

Reserva alcalina

Desplazamiento de ácidos débiles {HCOí, CO.f, HO~ principalmente) con ácido sulfúrico utilizando como indicador fenolftaleína (Golterman, 1963).

Nitrito

Análisis colorimétrico. Paso de nitrito a ácido ni­troso por acidificación (HC1), formación de naftileti-lendiamina que da un colorante rojo, cuya concentra­ción se mide al espectrofotómetro por su absorción a 543 nm (Shinn, 1941 en Strickland & Parsons, 1968).

Nitrato

Análisis colorimétrico. Se reduce a nitrito, hacien­do pasar el agua por una columna de limaduras de cadmio cobreadas. Se valora como nitrito (Morris & Riley, 1963 en Strickland & Parsons, 1968).

Amonio

Análisis colorimétrico. Nesslerización (Rodier, 1981).

Fosfato

Análisis colorimétrico. Reacción en medio ácido con molibdato amónico (Murphy & Riley, 1963 en Strickland & Parsons, 1968).

Silicato

Análisis colorimétrico. Reacción en medio ácido con piromolibdato amónico (Mullin & Riley, 1963 en Strickland & Parsons, 1968).

Pigmento

Análisis espectrofotométrico a 750 nm (turbiedad de la muestra) y a 665 nm (máximo de la absorción de clorofila a).

4.4. Comunidades acuáticas

Fitoplancton

El fitoplancton (sensu stricto, en los embalses) y el potamoplancton (en el río) fue recogido en botellas de cristal de 150 mi y preservado con una solución de lugol. Se combinó el estudio taxonómico de los orga­nismos y su evaluación cuantitativa, mediante la se­dimentación en cubetas de 50 mi, durante 24 horas, utilizando un microscopio invertido con aumento de x400, según el método de Utermol.

En la determinación de las especies se han utilizado entre otros los textos de Bourrelly (1972, 1981, 1985), Germain (1981), y Komarek y Fott (1983).

Zooplancton

Para el análisis cuantitativo se filtraron en cada punto 20 litros de agua a través de un filtro de red de nytal de 50 Jim de diámetro. El filtrado se guardó en tubos etiquetados con formol al 4% hasta su identifi­cación y recuento en el laboratorio. Igualmente se to­maron muestras para el seguimiento cualitativo.

Para la determinación de las especies se utilizaron las claves de Ruttner-Kolisko (1974), Ward y Whi­pple (1959), y Alonso (1985).

Para estudiar la abundancia de los distintos compo­nentes de las muestras se tomaron alícuotas de 10-15 mi y se contaron todos los individuos presentes bajo microscopio invertido (x20).

Macroinvertebrados

Se realizó un muestreo extensivo semicuantitativo. En las estaciones del río y arroyo se utilizó una man­ga triangular de 30 cm de lado con red de nytal de 250 (Jm de luz de malla, siguiendo el método de las unidades de esfuerzo (Elliot, 1971). Se elegieron aquellas zonas de las estaciones de muestreo donde la corriente era máxima, por coincidir con la máxima diversidad faunística. La toma de muestra estuvo comprendida entre 1 y 2 minutos, lo que representó una distancia recorrida con la manga entre 7 y 12 m aproximadamente. Recogidas las muestras, se limpia­ron y fijaron con formol al 10%.

Ictiofauna

En el río y arroyo se empleó un equipo de pesca eléctrica, trabajando con una diferencia de potencial de 200220 V y una intensidad de corriente entre 0.1 y 2 A. En cada estación de muestreo se acotó un tran-secto paralelo a la corriente de 100 metros, aplicando

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4. Material y métodos

la pesca eléctrica. Se registraron en cada caso el tiempo de pesca, considerando la unidad de esfuerzo de pesca, media hora.

En los embalses se utilizaron dos métodos distintos de evaluación de la comunidad íctica, cualitativa y cuantitativamente: artes de pesca y la ecosonda.

En las aguas libres de los embalses se utilizaron trasmallos formados por 3 paños, siendo los externos (1 ó 2) de mayor luz de malla, y de 12 m de largo por 2 de peralte. Se colocaron en superficie o fondo cala­dos durante 24 horas, al cabo de las cuales se reco­gieron las capturas. Cada red de 12 x 2 metros se consideró una unidad de esfuerzo de pesca.

En las zonas de orilla y ensenadas someras se utili­zaron nasas, o redes holandesas, de 4 muertes, siendo altamente efectivas en orillas con abundante vegeta­ción y escasa profundidad. La unidad de esfuerzo considerada estuvo formada por 1 nasa en 24 horas.

Como medid?, complementaria a la información ob­tenida en el muestreo con redes se utilizará una eco­sonda modelo Japan Marina 202S. Las características del aparato, posibilitan su manejo en la barca, permi­tiendo los muéstreos de forma rápida. Para la evalua­ción de densidades (D), se utilizó la siguiente fórmu­la:

D=nl3.6 h21

donde: « = número de señales h = profundidad (metros) / = tiempo (minutos) A cada ejemplar capturado se le registró la longitud

total, con ictiómetro (± 1 mm) y el peso total (WT), con balanza de precisión (± 1 g). También se efectuó un examen extemo de los individuos para detectar la presencia de parásitos o de anomalías morfológicas.

Se estudiaron algunas características poblacionales como la relación longitud peso de acuerdo con la si­guiente función P=aLh, donde P es el peso en gra­mos, L la longitud total en milímetros; a y b, son constantes. También se analizó la estructura de tallas de las poblaciones representando la distribución de frecuencias de las capturas correspondientes a distin­tos intervalos de talla (mm).

Para establecer los requerimientos alimenticios y las relaciones tróficas en el ecosistema acuático se efec­tuó el análisis de los contenidos estomacales de las es­pecies ícticas del área de estudio, con especial interés en los ejemplares de las dos especies más abundantes Barbus sclateri y Chondrostoma polylepis.

Los contenidos estomacales fueron extraídos del tubo digestivo previamente fijado y conservado en formaldehido comercial al 4%. El contenido fue va­ciado y observado bajo lupa binocular (xlO, x40). Cuando la resolución de la lupa no fue suficiente se utilizó el microscopio óptico (xlOO, x400). Las pre­sas se determinaron al nivel taxonómico más fino po­sible, si bien para la interpretación de los resultados fueron agrupados en categorías taxonómicas mayores o por características ecológicas comunes. La abun­dancia de cada item alimenticio se evaluó en porcen­tajes respecto al número total de ejemplares contabi­lizados.

4.5. Muestreo de la vegetación

La vegetación del río Bembézar se ha estudiado en las estaciones de muestreo.

El método seguido consistió en el reconocimiento de los tipos de vegetación (abundancia y composi­ción de especies) en los biotopos detectados en el muestreo morfológico. Además se llevó a cabo el muestreo cuantitativo de los transectos midiendo la cobertura lineal, metro a metro, como cobertura in­terceptada por la proyección de la planta. En cada metro se midió la altura máxima de las especies leño­sas y la de herbáceas perennes de grandes dimensio­nes (macrófitos y megaforbios).

Se realizó una cartografía detallada de la vegeta­ción de un tramo de 3 Km de río en la Estación III, a partir de la fotointerpretación de una ampliación a es­cala 1:2.000 del vuelo en blanco y negro de Octubre 1991 y del muestreo de campo.

En cada estación, se describió la composición cualitativa de la vegetación leñosa, su diversidad y su relación con el tipo de sustrato, cota y carácter funcional del cauce.

•4

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5. Análisis del medio acuático

5 ANÁLISIS

DEL MEDIO ACUÁTICO

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5. Análisis del medio acuático

5.1. Morfología del álveo

Para la descripción del cauce del río Bembézar se han utilizado datos de las pendientes, perfiles, pozas y de la fotointerpretacion de los tramos del río. Las distancias sobre el álveo se han medido sobre el mapa topográfico E. 1:50.000.

Se acompañan los perfiles topográficos de los pun­tos del cauce del Bembézar en las estaciones y la composición de sustratos y vegetación en los mis­mos.

Estación I

• Localización Entre los kilómetros 11.5 y 18 del río. Com­prende los Puntos RB1, RB2, RB3.

• Altitud 425 y 380 metros sobre el nivel del mar.

• Pendiente media 7 %o. El río presenta un álveo amplio limitado por vertientes de pendiente escasa (10% y 15%).

• Perfiles: ü RB1 corresponde a un tramo recto de casi

1 Km de longitud y vertientes de escasa pendiente: 5%. Corresponde a los primeros tramos del río que funciona como un pe­queño arroyo. Actualmente, debido a los vertidos urbanos no depurados de Azuaga, está convertido en una cloaca y su caudal basal es de aguas residuales.

• RB2 corresponde a un tramo recto tras la desembocadura del Arroyo de Los Pilones, afluente por la margen izquierda, que debi­do a su mayor pendiente en este sector pre­senta un gran aporte de materiales. Aguas arriba del puente de la carretera N-421 Azuaga-Fuente Obejuna, el álveo pre­senta una anchura de unos 150 metros y morfología plana con canales anastomosa-dos de gravas medias y gruesas. Predomi­nio de materiales cuarcitosos formando acumulaciones de 3 a 5 metros de potencia, que han permitido el aprovechamiento de uno de los canales como caz de un antiguo molino hidráulico. El punto RB2, tomado aguas abajo del puente de la N 421, de 70 m de longitud, muestra la existencia de canales de erosión que alternan con zonas de depósito, con

gravas gruesas a las que se superponen ma­teriales finos con 1-2 metros de potencia. En las crecidas, se forman canales de ero­sión a cotas más elevadas. Durante las ave­nidas grandes, los canales de erosión se ta­llan en el contacto con los coluviones de ladera movilizando el depósito del piede-monte.

ü RB3 corresponde a un tramo recto, más encajado que los anteriores al cortar el cau­ce unas bandas de cuarcita. El transecto se situó aguas abajo del puente de la carretera N-421 Azuaga-Alanís. El perfil, de 40 m de longitud y un desnivel de 2,5 m, mues­tra claramente los canales principales que coinciden con la parte más profunda y don­de se situaban las pozas, mucho más alar­gadas (100 m) que en los puntos anteriores. La intersección con los estratos cuarcito­sos, de buzamiento casi vertical, origina canales accesorios funcionales en las creci­das invernales. La cuarcita presenta morfo­logía alveolar característica, producida en la dura roca por la acción de gravas y are­nas en los remolinos. El canal accesorio que se sitúa en la margen derecha del perfil presenta este origen.

• Pozas Mínimo desarrollo de pozas arenosas de 1-3 metros de longitud, en el RBI. En RB2 corres­ponden al canal principal y poseen una anchura de 1-4 m y longitud de 6-8 m. En RB3 la an­chura alcanza los 6-8 m y la longitud los 100 m. En RB 1 el caudal basal es de aguas residua­les. En RB2 existe alguna autodepuración, pero el caudal es de aguas residuales. En RB3 la au­todepuración y el aporte de otros afluentes mantienen aguas eutrofas pero bien oxigena­das.

Estación II

• Localización Entre los kilómetros 26 y 29. Comprende los Puntos RB4, RB5 y RB6.

• Altitud Entre 330 y 300 m.

• Pendiente media 4 %o.

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5. Análisis del medio acuático

• Morfología Tramo más encajado del Bembézar que atra­viesa una formación de rocas metamórficos compactas. En el punto RB4, el rio describe un torno fuertemente encajado frente al Cerro Río Piedra, de 440 m de altitud, con una vertiente sobre el río de unos 100 m de desnivel. Entre RB4 y RB5 el Bembézar sigue un tramo rectilí­neo coincidente con una falla NW-SE. El álveo es ancho (50 m), de morfología plana. El perfil del valle es disimétrico mucho más pendiente en la margen izquierda y tendido en la derecha, que muestra un fuerte escarpe, de unos 40 m de altura, separando el álveo de un nivel superior, plano. Puede representar un nivel erosivo anti­guo modelado bajo clima más árido que el ac­tual, antes del rejuvenecimiento erosivo que afecta actualmente al Bembézar. Aguas abajo de RB6 desembocan los pequeños arroyos que drenan el NW de Sierra Albarrana, aportando gran cantidad de gravas.

• Perfiles • RB5. El perfil, de 75 m de longitud y 3 de

desnivel y el RB6, de 72 m de longitud e igual desnivel distan 50 m entre sí. Se si­túan al final del tramo recto. El álveo aquí presenta una morfología plana con canales anastomosados y gran cantidad de gravas. Asomos rocosos en el contacto con las la­deras. En el margen aparecen extensos de­pósitos de gravas formando plataformas en la cota de las crecidas invernales.

• Pozas

Morfología alargada causada por la acumula­ción de gravas tras los tornos y zonas encajadas del álveo. Se llegan a producir pozas de 200 o 300 m de longitud y unos 30 m de anchura con perfil disimétrico, tendido en un margen y pen­diente (35-40°) en la opuesta. Alternan con po­zas pequeñas de 5-10 m de longitud y nivel de agua muy variable.

Estación III

• Localización

Eentre los kilómetros 33 y 36. Comprende los Puntos RB7,RB7'y RB8.

• Altitud Entre 300 y 280 m.

o Pendiente media 6%o.

• Morfología Tras un torno en la parte alta, el río discurre por un tramo recto a través de un valle encaja­do disimétrico, con una mayor pendiente (23 %) en la ladera derecha y más tendido en la iz­quierda (13 %). El álveo de este tramo tiene una anchura de 100- 200 metros y morfología plana. En esta zona se desarrollan intensos procesos de depo­sición en las grandes avenidas, con materiales aportados por arroyos provenientes de la mar­gen izquierda que drenan la Sierra Albarrana y de la margen derecha, como el Arroyo de Vena de la Culebra, al principio del tramo, el Arroyo del Barranco de los Chivatos, en la parte cen­tral y el Arroyo de Buenas Aguas en la parte fi­nal. El intenso depósito de materiales origina una extensa plataforma de grava a cota de ave­nida, que llegan a ocupar en algunos casos has­ta el 80 % del álveo, la erosión de canales en estos depósitos, de hasta 8 m de potencia, ha hecho que el curso de agua posea numerosos canales anastomosados o pozas pasando de ex­tremo a extremo del álveo y originando nume­rosas islas con depósitos de gravas y arenas.

• Perfiles • RB7'. Localizado en la parte alta del tra­

mo, 50 m agua arriba de la desembocadura del Arroyo de la Vena de la Culebra, el perfil presenta una longitud de 100 m con un desnivel de 4 m desde la cota de aveni­das (depósitos marginales) al fondo del ál­veo. En el bloque diagrama se reconoce la vertiente derecha, la superficie del nivel de crecidas que conecta mediante un escarpe con el surco marginal derecho. El centro del perfil está ocupado por un cauce de crecida invernal con gravas gruesas en dis­posición laminada y pequeños canales anastomosados con gravas más finas o are­na gruesa. En contacto con la margen iz­quierda por medio de un escarpe grande el canal principal (de lecho rocoso) limita el depósito de gravas. En el canal aparecen arenas y elementos finos y persisten las po­zas de agua todo el verano.

La disposición entre superficie de agua en la pozas y topografía del cauce se presenta en el perfil longitudinal del Bembézar (to­mado en la línea media del cauce) en el

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.1.1 Características morfológicas de las pozas de la Estación III

POZA

A

B

c D

E

F

G

H

I

J

K

L

ANCHURA (m)

4

6

2

2

3

3

7

3

10

15

20

6

LONGITUD (m)

100

30

12

12

25

20

15

12

120

120

30

200

PROFUNDIDAD (m)

1

1

0.7

0.3

0.6

0.5

0.5

0.5

1.1

0.8

0.6

0.5

1. FORMA

4

6

2.8

6.7

5

6

14

6

9

18

33

12

PUNTOS ..

P1

P2

P3

P4

P5

P6

P8

P9

P10,11.12,13

P14,15,16

P17

P18.19.20

mismo tramo. Se aprecia cómo el canal principal corta los depósitos aguas arriba de RB7' y el descenso del nivel freático que alimenta las lagunas a lo largo del per­fil del río.

D RB8

D RB7 Localizado en la parte media del tramo, el perfil tiene una longitud de 100 m. y un desnivel de 8 m. Se pueden diferenciar dos partes, una correspondiente al cauce fun­cional del río en su nivel de base y otra al cauce en períodos de crecidas invernales. Junto a la margen izquierda del álveo, con depósitos de arenas y grava de tamaño me­dio, una antigua terraza elevada del río a 6 metros sobre el nivel base, sólo es funcio­nal en períodos de grandes avenidas. Pre­senta depósito superficial de materiales fi­nos, con predominio de limos. Posee también canales anastomosados paralelos al curso principal, excavados unos 30 cm sobre los materiales limosos.

Está situado al final del tramo allí donde el cauce se vuelve encajado. El perfil es cor­to, con una longitud de 45 m y morfología plana. Tiene un sustrato de arenas, gravas y gravas gruesas donde discurre el canal principal. Prácticamente todo el perfil, a excepción de los taludes del álveo, se en­cuentra al nivel base del río.

Pozas

La morfología alargada del álveo, la gran canti­dad de depósitos de arenas y gravas y el curso divagante que adopta el canal principal, produ­cen numerosas pozas de morfología alargada que pueden alcanzar los 300 m. de longitud y los 20 metros de anchura, la profundidad de es­tas pozas puede alcanzar los 2 m en flujo basal. Se han estudiado todas las pozas grandes de la estación, las que corresponden a los perfiles y las restantes. En la Tabla 5.1.1., se presentan sus características.

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5. Análisis del medio acuático

Estación IV

• Localization Een el kilómetro 47 del río. Comprende el Pun­to RB9.

• Altitud 240 m.

• Pendiente media 4%o

• Morfología El Bembézar presenta aguas arriba del embalse del Cabril un tramo muy encajado y sinuoso, condicionado por un enrejado de fallas orienta­do con rumbo NW-SE y ÑE-SW alternando los tramos rectilíneos con los tomos de 90 a 180°. Son patentes algunos fenómenos de encaja­miento y abandono de cauces en la sucesivas fases de encajamiento del Bembézar.

En la estación situada aguas arriba del embalse se presenta un álveo casi plano de 70 m de an­chura comprendido entre vertientes con fuertes pendientes de 50-100 % que se elevan por en­cima de la cota 300, alcanzando en el Cerro de Hombre los 500 m.

El intenso transporte y la escasez de aporte de materiales de las vertientes del tramo, hacen que el canal del álveo presente escasos sedi­mentos y discurra buena parte sobre fondo ro­coso.

• Pozas Las pozas correspondientes al Punto RB) son de pequeño tamaño. Su longitud es de unos 500 m, 4 m de anchura y 70 cm de profundidad me­dia en condiciones de flujo basal. Sustrato are­noso en un 45 % y de gravas en un 65 %.

Estación V

• Localización Entre los kilómetros 48 y 52 del río. Compren­de los Puntos EC1, EC2, EC3 y EC4.

• Altitud 225-215 m

• Pendiente media 0 %. (Lámina de agua).

• Morfología La pequeña presa de El Cabril ocupa una cerra­da entre los fuertes escarpes cuarcitosos del Cerro de El Cabril, de Los Morales (Norte) y

Cerro del Cabril del Alta (Sur). La cola del em­balse describe aquí un amplio arco de unos 500 m de radio, que continúa la morfología de la Estación IV, con tramos rectilíneos conectados por estrechos tornos de 100-200 m de radio. En la cola del embalse, de unos 3 km de longi­tud, predominan depósitos de gravas que dan paso a las arenas hacia el sector del tramo in­termedio. En el último kilómetro aguas arriba de la presa, los depósitos son preferentemente limosos y la morfología se modifica, desarro­llando sobre ambas márgenes depósitos limo­sos con la superficie a la cota del aliviadero, dejando un canal central de 50-100 m de an­chura que llega hasta la presa. Frente a la mis­ma (Punto EC2) los depósitos limosos se susti­tuyen por depósitos arcillosos con abundante materia orgánica en el sedimento.

• Pozas Al descender el caudal al comienzo del estiaje, puede considerarse que el embalse, lleno hasta la cota del aliviadero, se constituye en una gran poza de unos 2 Km de longitud. Al avanzar el verano y descender el nivel, se crea un rosario discontinuo de pozas persistiendo al pie de la presa una mayor, de unos 15 m de anchura por 2 m de profundidad.

La presa de El Cabril posee compuertas de fon­do que al parecer no se han llegado a utilizar. El aliviadero, que ocupa la mayor parte del co­ronamiento, descarga sobre el "Salto del Caba­llo", un espectacular cañón que forma parte de la Estación VI. Al pie de la presa y en la Mar­gen izquierda existe una pequeña estación de bombeo de agua para las instalaciones de alma­cenamiento de residuos radiactivos de El Ca­bril.

Estación VI

• Localización En el "Salto del Caballo", entre los kilómetros 53 y 54, aguas abajo de la presa de El Cabril, hasta la desembocadura del Arroyo de La Montesina pasado el puente de la carretera. Comprende el Punto RB10

• Altitud 220-200 m.

• Pendiente media 1.8 %o

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5. Análisis del medio acuático

• Morfología

La Estación VI constituye el tramo más espec­tacular del río Bembézar y posee un especial interés ecológico. El álveo presenta un tramo rectilíneo de unos 1200 m de longitud que co­rresponde con una falla, de orientación NW-SE. La existencia de una banda cuarcítica (Nei-ses de la Albarrana) que atraviesa el cauce, origina un relieve de erosión, con fuertes escar­pes sobre ambas márgenes que se elevan a 430 m, con un desnivel con el álveo de 230 m. La resistencia de la roca y la fuerte pendiente de las vertientes origina una morfología de cañón, acentuada por el trazado rectilíneo.

El álveo presenta una secuencia de pozas con lecho rocoso, prácticamente libres de gravas, ya que la presa de El Cabril, aguas arriba de la estación, actúa como sumidero de las gravas aportada por el tramo alto del Bembézar.

El funcionamiento de las vertientes que flan­quean el cañón aporta tres tipos de materiales en sendos procesos: regolito, con predominio de gravas de fragmentos angulosos de esquis­tos y cuarcitas. Los elementos finos del regoli­to se movilizan con más intensidad por lavaje en aguas de arroyada. La remoción masiva del regolito en vertientes se acumula como piede-monte en su base.

En segundo lugar, los conos de derrame de los torrentes laterales, que funcionan durante las precipitaciones intensas y están formados de grandes fragmentos de cuarcita, esquistos y de­pósitos ocasionales de grava fina, arenas y li­mos, dependiendo de la intensidad de la preci­pitación.

El tercer tipo de materiales lo constituyen enor­mes bloques de cuarcita desprendidos desde los escarpes, con volúmenes de hasta 75 m . Se presentan aislados o formando barreras parcia­les sobre el álveo u ocupando las pozas. Los bloques situados en el canal principal presentan huellas de impactos de fragmentos pequeños de roca, pero su superficie se encuentra relativa­mente pulimentada. Presumiblemente estos bloques permanecen inmóviles y sin desgaste apreciable durante períodos seculares. Compa­rando fotografías del álveo tomadas en 1974 y 1993 no se aprecian movimientos ni cambios. Tampoco la intensa avenida de 1989, que supu­so unos 8 m de elevación del nivel del río en el cañón, movilizó los bloques.

Se ha observado que la presencia de conjuntos de bloques en el canal principal, origina repre­samiento temporal durante las crecidas inver­nales al fijarse entre los bloques troncos, broza, arenas, gravas y otros materiales que finalmen­te interrumpen los canales. El resultado es la formación de pozas temporales de 3-4 m de profundidad y hasta 10 m de anchura. Al dis­minuir el caudal y cesar el aporte de materiales estas pozas equilibran su nivel con el resto de los canales del cauce.

Durante las crecidas invernales, el canal se am­plía a la totalidad del álveo y las grandes pozas de fondo rocoso se extienden, alcanzando 40-60 m de longitud. Los canales originan en las rocas morfología alveolar característica favore­cida por la dureza de la cuarcita y la presencia de fragmentos abrasivos de grava. Cuando el caudal baja al nivel de flujo basal se observa la existencia de pequeños conductos subsuperfi-ciales que comunican las pozas, a favor de las diaclasas del lecho rocoso ampliadas por la erosión.

En períodos de avenida, el funcionamiento del cañón es diferente. La presencia de la presa de El Cabril impide el aporte de grava, aumentan­do la capacidad erosiva del caudal, que elimina del fondo de las pozas los fragmentos de roca transportables. Igualmente los conos de derra­me de los torrentes laterales son erosionados intensamente y el piedemonte es desmantelado. En avenidas excepcionales, como la de 1989, el puente de la carretera, probablemente ayuda­do por la presencia de troncos y ramas a la de­riva, crea un represamiento temporal del agua en el cañón, que se convierte así, en una cubeta de decantación de materiales finos. En la parte alta de la cubeta, en las cotas más elevadas a 8-15 m sobre el canal principal del álveo, se depositan limos que son sustituidos a cotas in­feriores, por arenas. Buena parte de los depósi­tos son posteriormente erosionados o mezcla­dos por la remoción en masa de las vertientes y el lavaje. A cotas inferiores son movilizados durante las crecidas invernales y el flujo basal. Donde persisten, originan una morfología ca­racterística en las vertientes con rellanos colga­dos recubiertos con depósitos de materiales fi­nos superpuestos a los coluviones de ladera de granulometría muy diferente.

En la proximidad de un cono de derrame puede observarse la existencia de uno o varios pulsos de avenida que erosionan el depósito del cono,

35

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m

(de gravas gruesas) lo recubren los elementos finos depositados en la avenida y sobre ellos pueden aparecer nuevas materiales mal clasifi­cados y angulosos, descargados por el arroyo A la salida del cañón, en el extremo final de la

Estación, la morfología se hace muy diferente y el valle se abre con vertientes de menor pen­diente (30 %) y el álveo se amplía a 75 m, reci­biendo los aportes del Arroyo de La Montesi­na.

Estación VIS

• Localización Entre el Cabril y el puente de la carretera. Comprende los Puntos AMI, AM2 Y AM3.

• Altitud 240-200 m.

H Pendiente media 4%o.

• Morfología El Arroyo de La Montesina es un afluente del río Bembézar por la margen izquierda a la sali­da del cañón. El arroyo presenta un trazado de tramos rectos separados por ángulos que sigue la falsilla del enrejado de fallas a la que se ha hecho mención al describir la alineación de otros tramos. La Montesina presenta fuertes pendientes que conectan el bajo nivel de base del Bembézar con la cuenca, en un valle estrecho con vertientes de fuertes pendientes del 45 %. A diferencia del Bembézar, la Montesina pre­senta un importante aporte de materiales desde las laderas por movimientos de remoción masi­va, creándose un extenso depósito a nivel del cauce constituido por formaciones de piede-monte de laderas y los derrames de algunos pe­queños barrancos junto a la movilización por lavaje en condiciones de violenta precipitación. Sobre materiales pizarrosos y esquistosos tec-tonizados y siguiendo precisamente líneas de fallas, se producen intensos acarcavamientos, con barrancos muy profundos que aportan un gran volumen de materiales al arroyo de La Montesina.

El álveo, que es estrecho, alterna pozas de le­cho rocoso con depósitos propiamente fluviales y restos, parcialmente erosionados, de coluvio-nes de ladera.

• Pozas Son muy variables en morfología y materiales.

En AMI, situado aguas arriba del azud, la poza presenta sustrato arenoso con gravas en la parte más profunda y una anchura de unos 1.75 m y profundidad de 20 cm en flujo basal en prima­vera. Se seca durante el estiaje. AM2, situado a la altura del Km 14 de la carre­tera de El Cabril a Fuente Obejuna. Poza muy somera, profundidad de 15 cm (en flujo basal) y anchura de 2 m y lecho de grava fina. AM3, situada entre la Estación de Aforo y la confluencia con el río Bembézar. Profundidad media de 15 cm y anchura de 2 m, sustrato va­riable (arenas y gravas).

Estación VIII

B Localización En el kilómetro 54. Comprende los Puntos RBll

• Altitud 190 m.

• Pendiente media 5 %a.

• Morfología Tramo rectilíneo de orientación NNE-SSW después de la desembocadura de la Montesina. El río discurre entre la alineación cuarcitosa del Cerro de El Cabril, ahora situada al Oeste y las alineaciones de la Piedra del Rayo al Este que alcanzan 310-350 m de cota. Vertientes de pen­dientes más acusadas a la margen izquierda (82 %) con unos 100 m de cota sobre el álveo. Al-veo de morfología plana con abundancia de materiales detríticos (gravas y arenas). Hacia la mitad del tramo presenta un estrechamiento con excavación del fondo rocoso.

• Pozas La poza estudiada RBll permanece con agua durante todo el año. Profundidad media de 1.3 m, anchura 13 m. Sustrato variable de arena gruesa en la margen derecha y gravas en la margen izquierda y en el lecho.

Estación IX

• Localización Entre los kilómetros 56 y 85. Comprende los Puntos EB1 a EB9.

• Altitud 183 m.

36

Page 34: enresa - IAEA

5. Análisis del medio acuático

Pendiente media 4.2 %o. Morfología El embalse aprovecha una estrecha cerrada si­tuada en la Sierra del Caballo donde el Bem­bezar abandona su rumbo SE para tomar rum­bo Sur descendiendo hasta el cercano Guadalquivir. La cola del embalse sigue las ca­racterísticas morfológicas de los tramos ante­riores, con un estrecho valle fluvial de largos tramos rectilíneos condicionados por caracte­rísticas tectónicas. A partir de la Loma de Los Peñones el embalse se hace más ancho, atrave­sando un relieve de menor energía y recibiendo los aportes del río Benajarafe. De nuevo se es­trecha a partir de la Loma de los Puntales y a lo largo de la Loma del Tabaco en una larga gar­ganta de orientación NW-SE hasta la desembo­cadura de su afluente más importante, el río Névalo por la margen izquierda. A partir de la confluencia el embalse se amplía alcanzando unos 500 m de anchura hasta el Cerro de Mata-gallares, donde alcanza casi 1 Km, estrechán­dose fuertemente al embocar la cerrada donde está construida la presa del Bembezar.

La muestras para los análisis limnológicos se recogieron en la parte más profunda en la pro­ximidades de la presa. Los 9 puntos de mues-treo se situaron así:

EB1 a EB4: cola del Embalse. EB5 a EB7: tramo medio junto al punto de unión con-el río Névalo.

D

D

• EB8 y EB9: parte final cercana a la presa.

5.1.1. Fluctuaciones de las pozas y velocidad del agua

Respondiendo al régimen hidrológico del tramo, las estaciones de muestreo sufren fuertes fluctuacio­nes en la profundidad, anchura y velocidad del agua. En verano, el curso del río Bembezar aparece seco en la mayoría de las estaciones de muestreo, persistien­do algunas pozas (Tabla 5.1.1.1. y Tabla 5.1.1.2.). El nivel del agua en la presa de El Cabril disminuye no­tablemente, quedando reducida la masa a pequeñas charcas a lo largo del vaso del embalse. En el arroyo de la Montesina la situación es semejante y la mayor cantidad de agua estival corresponde al azud situado entre las estaciones AMI y AM2. En otoño el río Bembezar aparece todavía discontinuo, formado por pozas aisladas. La precipitación media mensual de septiembre, octubre y noviembre de 1991 fue de 2.23 mm. Por este motivo, los valores de profundidad y anchura se ven condicionados principalmente por las características morfológicas de cada poza. El Arroyo de la Montesina presenta cierto flujo, constituyendo el único aporte de agua al río Bembezar durante este período. La estación RB3 al recoger dicho flujo, pre­senta una mayor profundidad y anchura respecto a las pozas situadas aguas arriba de la confluencia del arroyo. En primavera se observa un aumento general, condicionado por el incremento de la precipitación media. El sistema de pozas desaparece para dar paso a un flujo continuo desde la cabecera del río hasta el embalse del Bembezar, donde se registra una fuerte

Tabla 5.1.1.1 Valores de anchura media (metros) del cauce en cada una de las estaciones muestreadas

wyfuyy T"«y-"fij <%r «pw-^y y* " i " 'TT'&v? p^H"'^T^~r ™»3*7T»»I»«

dHPrimavera ¿ttí fe^Verano'^M**- '/^R.OtorWr&H' H^¿lnv!emo|fe.

^ ^ I p p f - f A r r o y o de la Mpntesina^:^f^-fe % $ % ^ ^ ^ ^ ^ ^ ,

AM1

AM2

AM3

RB9

RB10

RB11

3.23

5.33

2.89

10.40

15.50

17.00 9.5

1.50

0.75

2.00

4.00

12.00

2.15

1.50

2.00

2.00

8.00

14.50

37

Page 35: enresa - IAEA

5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.1.1.2 Valores de profundidad media (metros) del cauce en cada una de las estaciones muestreadas

subida invernal debida a las aportaciones de agua al embalse.

La velocidad media en el agua fue máxima en pri­mavera (Tabla 5.1.1.3.), no registrándose grandes di­ferencias entre las estaciones de muestreo.

Atendiendo a la velocidad, los tramos fluviales pueden clasificarse en rápidos, pozas-remansos, y ta­blas. Los rápidos presentan un flujo de agua turbu­lento, con escasa profundidad y pendientes altas. En las pozas y remansos no i. corriente o bien existe un débil flujo laminar, con ¿rundes profundidades. Las tablas son tramo de pendiente y profundidad in­termedia entre los anteriores.

Para delimitar cualitativamente entre rápido y poza se ha optado por utilizar el índice de forma (Shirvell, 1982), según la siguiente expresión:

Iforma = anchwai'profundidad

Los valores de este índice superiores a 9 correspon­derán a rápidos y los inferiores a remansos o pozas. Los tramos presentan valores de este índice variables con el caudal ( Tabla 5.1.1.4.). En primavera, todas las estaciones tienen carácter de rápidos. En esta épo­ca el agua alcanza el nivel de crecida invernal anual. En el embalse de El Cabril se conecta el río con las llanuras de inundación de las márgenes. Durante el período de estiaje el índice de forma nos describe un río de pozas o remansos hasta que finalmente se se­can.

5.2. Masa de agua

De la Tabla 5.2.1.1. a la Tabla 5.2.9.1. se presentan los valores de los diferentes parámetros físico-quími­cos medidos en las estaciones de muestreo. Las rela­ciones de los diferentes parámetros se representan de la Figura 5.2.1.1. a Figura 5.2.9.1.

5.2.1. Temperatura

La temperatura de las masas de agua es un factor que puede variar en función de la altitud, hora del día, estación del año, grado de insolación del cauce, etc. ; por otro lado, a lo largo del día el rango de va­riación será tanto menor cuanto mayor sea el caudal.

Este parámetro afecta al metabolismo de la materia orgánica, de forma que un imcremento de la tempera­tura acelera los procesos de descomposición y au­menta el consumo de oxígeno, pudiendo ocasionar episodios de anoxia en determinados momentos.

Entre el río Bembézar y arroyo Montesina o entre tramos no hay diferencias significativas de tempera­tura entre Otoño y Primavera. Durante los meses cá­lidos, al cesar el caudal, la formación de pozas deter­mina una diferenciación térmica, siempre en función del volumen de agua residente (Tabla 5.2.1.1.) y de otras características.

Los valores extremos en las campañas limnológicas (Figura 5.2.1.1.) se observaron en los meses de estia­je con 27 °C en RB 11 y en invierno con 6.5 "C en

38

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5, Análisis del medio acuático

Tabla 5.1.1.3 Valores de velocidad de corriente (m/s) del cauce en cada una de las estaciones muestreadas

Tabla 5.1.1.4 Valores del índice de forma en cada una de las estaciones muestreadas

já¿káé& ÍJ. '¿ Primavera* a tk í . J ' Jy^^

AM2. En las pozas de la Estación III se han observa­do temperaturas estivales de hasta 34°C a mediodía.

El arroyo de l?i Montesina presenta temperaturas más bajas que el río en otoño e invierno, debido a la menor insolación que recibe el cauce por un mayor encajamiento del arroyo.

La mayor inercia térmica de la masa Q ¿ua alma­cenada en los embalses, origina una amortiguación de la temperatura en el medio respecto a las que por

la altitud y climatología correspondería a la zona es­tudiada (Tabla 5.2.1.2.).

En el embalse del Bembézar los perfiles verticales (Figura 5.2.1.2.) de temperatura registrados a lo largo del período de estudio muestran diferencias entre la temperatura de superficie y en el fondo de hasta 14 °C en el período de máxima estratificación (verano), mientras que en el resto de campañas las diferencias no son tan marcadas, debida a la rotura de la termo-clina durante otoño e invierno. Este fenómeno otorga

39

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.1 Valores de Temperatura (aC) a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas de muestreo

Primavera Verano Otoño invierno .

Arroyo de la Montesina

AM1

AM2 „

AM3

13.5

14.0

13.5 .. _.. ._

9.0

9.0

10.0

7.0

6.5

7.5

RíoBembézar

RB9

EC

RB10

RB11

EB

15.0

12.7

13.5

13.1

11.3

19.8

27.3

20.4

10.2

11.0

11.0

10.0

14.3

9.0

8.8

8.1

8.1

11.7

En los embalses se presenta el valor medio de la columna de agua.

AM1 AM2 AM3 RB9 EC RB10 RB11 EB

Puntos de Muestreo

Figura 5.2.1.1 Variación de temperatura a lo largo del eje del río durante las campañas de nuestreo. P: Primavera;

V: Verano; 0: Otoño; I: Invierno.

40

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar

m m m ^ M ^ ^ ^ ^ " Primavera '' ' l- ^ ¿ - .*\ J M # | « f |

02mg/I „ ^

14.0 9.5 95.19

11.5 9.2 87.20

11.3 9.5 89.62

11.0 9.5 89.03

11.0 9.4 88.09

10.9 9.2 85.98

15 9.5 8.2 75.92

25 9.0 8.2 73.27

32 Fondo 9.0 7.9 70.59

•y&^^íZC'S&rumoEB9nora:J/H oo so lar : ionoaí . ; ; ; YÁí : r í * ' ¡ '

«T?ClK!

11.5

& P 2 m g / l f i ^

9.5 87.96

11.0 9.6 87.97

11.0 9.2 86.22

10.9 9.2 85.98

10.9 9.2 85.98

10.5 9.2 85.18

15 9.1 8.0 •71.68

25 8.9 7.7 68.62

35 8.5 6.6 58.25

45. 8.5 6.4 56.48

55 Fondo 8.0 6.0 52.31

41

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación)

'" ( - Verano - .• ' -v>-' A ^ h : ^ » ^

; V " : - * v , - «' . Punto EB4 Hora: 13H 45' Solar: 11H 45' v -

- / ,. Prof..", ''" S

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16 Fondo

T°C . r

25.0

24.5

24.8

23.5

23.3

23.3

23.0

20.5

18.0

15.9

14.9

14.0

14.0

12.8

11.5

11.5

11.0

O2 mg/l . [

8.1

8.1

8.2

8.3

8.3

8.3

8.1

7.9

6.5

4.0

2.7

2.7

2.5

2.5

2.7

2.7

2.6

"• -- *-*•'; % Satur. fyv1"* ' " l

99.87

99.63

100.73

99.75

99.52

99.52

96.65

90.18

70.81

41.75

28.11

27.55

25.05

24.41

26.06

26.06

24.36

a este embalse el calificativo de sistema holomíctico-monomíctico.

En el embalse de El Cabril (Tabla 5.2.1.3.), la es­tratificación térmica aparece limitada a la zona de máxima profundidad en las proximidades de la presa (Figura 5.2.1.3.).

5.2.2. Oxígeno

Las aguas de río y arroyo presentan en todas las campañas de muestreo niveles de oxígeno disuelto en el medio superiores a los 7 mg O2/I y próximos al

100% de la saturación (Tabla 5.2.2.1.) . No hay dife­rencias significativas (Figura 5.2.2.1.) entre las dis­tintas estaciones del río a lo largo del período de es­tudio, exceptuando en los meses de verano. En estos meses las pozas aisladas presentan tensiones de oxí­geno variables, relacionadas con un aumento de tem­peratura y la fotosíntesis.

La desaparición de la aireación por turbulencia y el aumento de la respiración por el confinamiento de los organismos acuáticos, reduce el oxígeno. La intensa fotosíntesis puede llevarlo a sobresaturación.

42

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación)

'

í

' '

• , „.'!' , ,

''"'** Pro'( " ' ' / ' "

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10 Fondo

Verano -- <•• •",','%?''"\^^^¡iaB^#W^^S

v" r Punto EB6 Hora: 15H 55'Solar: 13H ^ ^ ^ ^ ^ ^ S j S S S Í

,'- / TÍP' ' "

27.0

26.5

25.9

25.5

25.5

25.0

23.5

19.5

17.5

16.0

Í5.5

* \ 02 mg/l" " , , ; ;

7.5

7.6

7.7

7.7

7.7

7.8

7.9

5.9

0.5

0.5

0.4

95.42

95.95

96.25

96.65

95.65

96.17

94.95

66.01

5.38

5.23

4.14

La concentración de oxígeno de las capas más su­perficiales de los embalses se aproxima todo el año a la sobresaturación. En los períodos veraniegos se produce la máxima estratificación del agua embalsa­da. Este fenómeno impide la difusión del oxígeno a las capas profundas, apareciendo fenómenos de ano­xia en el fondo, registrándose valores de 0.2 mg O2/I frente a 9.4 mg O2/I en superficie.

5.2.3. Conductividad

La conductividad del agua está relacionada con la concentración de iones y la movilidad de los mismos. Los cambios que se dan en este parámetro reflejan de forma proporcional variaciones en las concentracio­nes de iones de proporcionalidad constante (Ca2+, Mg2+, Na+, K+ HCO3-, Cl\ S042-), que no se ven in­fluidos por la actividad de los organismos y, por tan­to, es un buen orientador del grado de mineralización de las aguas.

La conductividad está determinada por aportes de la cuenca de drenaje, precipitación atmosférica y fe­nómenos de evaporación.

Los valores de conductividad no presentan grandes diferencias entre las estaciones de muestreo (Figura 5.2.3.1.), aunque existe una importante variación temporal a lo largo del año, respondiendo a fenóme­nos de dilución y evaporación. Los mínimos valores se registran en AM3 en Primavera (210 (iS/cm) coin­cidiendo con el máximo caudal del año, mientras que en las demás épocas los valores son muy semejantes, con valores medios de 450 uS/cm (Tabla 5.2.7.1.). En las pozas sometidas a evaporación en verano se alcanzan valores de hasta 1300 u.S/cm.

5.2.4. pH

Los valores de pH sufren variaciones diurnas o nocturnas como consecuencia de los cambios en la concentración del ion bicarbonato, debido a la foto­síntesis y a la respiración de los organismos.

En el Bembézar los resultados muestran valores comprendidos entre 7.2 y 9.5 (Figura 5.2.4.1.). En primavera los valores son más homogéneos y sufren un descenso por dilución coincidiendo con el máxi­mo de caudal. Es en otoño donde las diferencias es-

43

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxigeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación)

1Í ; f ^ ^ # | # » W ^ ^ Puntó EB5 Hora: 18H 30 Solar: 14H wfflfáS&BBUm

4VÍ%í^/iProf.^ffe^

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

. 10

11

12

13

14

15

18

23

28 i

26.0

24.8

24.5

24.0

23.5

22.5

21.2

18.0

15.5

14.0

13.0

12.0

11.0

10.5

10.5

10.0

10.0

9.5

9 5 : ' ' , : : ' . ! : . •'•;•..'•:

7.9

8.2

8,2

8.3

8.3

8.3

8.1

5.4

1.7

1.2

1-2

2.5

3.0

3.5

3.5

3.5

3.5

1.2

.:V/..-"'. ¿0.7 :':".

ll||tlu|gg 98.87

100.73

100.24

100.60

99.75

98.10

93.64

58.82

18.11

12.02

11.76

23.96

28.11

32.40

32.40

32.05

32.05

11.30

T • 6.78

pacíales se ven más acentuadas, por un incremento en la fontosíntesis de comunidades fitobentónicas más desarrolladas y estables, como consecuencia de una disminución de la velocidad de la corriente y la formación de pozas con características muy contras­tadas (Tabla 5.2.4.1.).

5.2.5. Reserva Alcalina

La alcalinidad representa el exceso de cationes del agua, en equilibrio con el bicarbonato y los carbona-

tos, en proporciones que varían en función de la tem­peratura y el pH del agua.

El río Bembézar presenta alcalinidades moderada­mente bajas. Las determinaciones de Reserva Alcali­na atribuibles a los carbonatos con fenolftaleína, indi­can que el componente mayoritario son los bicarbonatos.

Los valores no sufren variación espacial a excep­ción del embalse del Bembézar (Figura 5.2.5.1.), que siempre presenta alcalinidades más bajas. En verano es cuando los valores alcanzan los máximos en cada

44

Page 42: enresa - IAEA

5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxigeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación)

mmí$¡$fflf$mi$i ., , r , m $ [ , 'pp »s¿ •*• •* t,rft ¿#»4ift*«t& y . ¿

si^Am,.JstpunicEB1uora.1JH.10 Solar: 9H.1l

» Si»wM«»te»

16,0 8.1 84.72

15.0 8.3 85.04

14.9 8.1 82.82

14.5 8.0 81.05

14.5 7.8 79.02

14.5 7.8 79.02

14.5 7.8 79.02

14.5 7.8 79.02

14.5 7.5 75.98

9 Fondo 14.5 5.8 58.76

'•; ••'*•••••'• •*-- * *• x-" •pwmfiíM^

' . r • " . - . i " j . — :*-•• / 1 • ' . • - • • .• • 6flSSa»!»«s¡« íP2jmg/M&^$

16.0 8.2 85.72

15.5 8.2 84.88

15.0 7.6 77.!

15.0 7.6 77.86

15.0 7.4 75.81

15.0 7.4 75.81

15.0 7.0 71.72

14.9 5.4 55.21

14.0 0.6 6.01

14.0 0.4 4.51

10 Fondo. 13.0 0.3

45

Page 43: enresa - IAEA

• M B — am mam H 5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación)

H B & Punto EB3 Hora: 13H 50'* Solár¿l1 H SOlaJ-S^^Sffl l ^PuntoEB3Hora:4|3H50'ÉSpláp»1jH5p^f^

a^re¿%&¿ 15.0

' y v f a ft"2 m9'J»v.« t -fí, Z¡,

8.0 81.96

14.5 8.0 81.05

14.5 7.9 80.04

14.5 7.8 79.02

14.5 7.8 79.02

14.5 7.8 79.02

14.5 7.8 79.02

14.5 7.8 79.02

14.5 7.8 79,02

14.5 7.8 79.02

10 14.5 7.8 79.02

11 14.5 7.5 75.98

;12 14.5 7.5 75.98

:13 14.5 7.5 75.98

14 14.5 7.5 75.98

15 Fondo 14.0 0.6 6.01

punto, debido a la mayor concentración de bicarbo­natos por una disminución del cociente producción primaria/respiración de las pozas; ésto en parte con­cuerda con las medidas de concentración de oxígeno realizadas durante el muestreo estival, en el que se observa una relación inversa con la alcalinidad medi­da en este período (Tabla 5.2.5.1.).

5.2.6. Dureza

La dureza es un parámetro relacionado con la con­centración de calcio y magnesio presentes en el agua y con la conductividad, ya que estas sales son las más abundantes en las aguas naturales y en ausencia de

aportes ajenos al sustrato por el que discurren, afecta­rían significativamente al valor de la conductividad. Las dos reflejan el grado de mineralización del agua y su productividad potencial.

Las aguas del río Bembézar presentaron una dureza total baja, apoyando la pobre mineralización de las aguas (Tabla 5.2.6.1.). Los valores medios fueron de 11 °F, con mínimos en todas las campañas en el Em­balse del Bembézar (Figura 5. 2. 6.1.). Siendo la du­reza del calcio mayor que la del magnesio (Figura 5.2.6.2. y Figura 5.2.6.3.), las variaciones en la con­centración de calcio están relacionados inversamente con los valores de pH, éstos son además relativamen-

46

Page 44: enresa - IAEA

•us» mm mmm 5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación)

*V- 4* "H M * , * * e ' -tí J 4

•JÍ4ít4-4A»p'r'¿^,'Jf 'H,*>~

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

• 1 2 •

' • • • " ; . . ' ' 1 3 . • • : • ' • :

. ; . 1 4 "•

15 Fondo

*. •<* -v » '"•'- ' -otoñó J'('> r • - e^t^mmlSmfmé

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14.0

14.5

14.5

14.5

14.5

14.5

14.5

14.5

14.5

14.5

14.5

14.5

12.5

12.5

12.0

12.0

1 • O2mg/l - ' ' - V

8.2

8.0

8.0

8.0

8.0

8.0

8.0

8.1

8.1

8.0

8.0

8.0

1.7

' . -.1.7

2.2

2.2

82.16

81.05

81.05

81.05

81.05

81.05

81.05

82.06

82.06

81.56

81.56

81.56

16.97

16.97

21.57

21.57

te altos, lo que apoyaría las bajas concentraciones de Calcio (Tabla 5.2.6.2. y Tabla 5.2.6.3.).

5.2.7. Nutrientes

Normalmente las concentraciones de nitratos y fos­fatos que están en disolución en los ríos son bajas. De entre los compuestos de nitrógeno, el amoniaco se encuentra en las aguas cuando existe un medio fuer­temente reductor, pasando, en medio oxidante, a ni­trito y por último a nitrato. Si las aguas superficiales están muy bien aireadas, normalmente no deben con­tener amoniaco. En general, la presencia de amonia­co libre o de ion amonio, es considerado como una

prueba química de contaminación reciente y peligro­sa.

Los nitritos pueden estar presentes en las aguas, bien por la oxidación del amoníaco o por la reduc­ción, bacteriana o no, de los nitratos. En el primer caso, es casi seguro que su presencia se deba a una contaminación reciente, aunque haya desaparecido el amoniaco.

Los nitratos pueden estar presentes en las aguas, bien procedentes de la disolución de las rocas que los contengan, lo que ocurre raramente, o bien por oxida­ción bacteriana de las materias orgánicas.

47

Page 45: enresa - IAEA

•••MBIIIIIIMMWBMIIIIIIBMI 5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación)

*&m>®W¿.±:< ""Invierno^ "-^w**H*$ü*$p^sj!

r : ^ > ^ t W i- &,"¿JS .tf.PuntoEB6Hora: 15H.4ff>)lañj4H4g^^g •^.f'fjtór? TT'rProf. Vi* ;,y,u. a? joCi

12.0 9.1 87.2

12.0 8.5 81.5

12.0 8.4 80.5

11.0 8.3 77.8

11.0 8.2 76.8

11.5 8.2 77.7

7 Fondo 11.5 8.0

' ^ m P u n t p ^

75.8

12.0 7.9 75.7

12.0 7.5 71.9

11.8 7.5 71.5

11.6 7.5 71.2

11.5 7.2

11.7 7.2 68.5

11 11.5 7.4 70.1

21 12.0 7.4 70.9

31 11.0 1.5 14.4

41 10.0 0.9 8.2

El fósforo es otro de los elementos que juegan un papel importante en el desarrollo de la vida en el seno del agua, por otra, cuando su concentración au­menta, actúa de inhibidor del desenvolvimiento de ciertas especies. El fósforo disuelto en el agua puede proceder, o bien de ciertas rocas como el apatito, o del lavado de los suelos, en cuyo caso la concentra­ción de fósforo en un agua superficial depende de la ganadería existente, la densidad de población, así

como del uso de los abonos, tipos de cultivo, aguas residuales vertidas, sus tipos y clase de tratamiento aplicado. Todo esto implica que una buena conserva­ción de la cuenca que drena el río, reducirá las con­centraciones de fósforo en el agua, impidiendo la eu-trofización de las mismas. La fuerte contaminación por aguas residuales urbanas en la cabecera del Bem­bézar queda autodepurada completamente aguas aba­jo, donde se han realizado los análisis.

48

Page 46: enresa - IAEA

I ^ B H H B B H B B H B 5. Análisis del medio acuático

m O O

5 E 10E 1 5 l 20 E

25

30

35 E

401

45 E

501

55 E

60

Oxígeno (mg 02/I)

4 6 8

PRIMAVERA

A I • DD

a a

a m

10 12

- , — i 1 — i 1 1 1 1 — i 1 — i 1 — | — i 1 1 1 1 1 1 1 — i — i 1 [•

2 4 6 8 10 12 14

Temperatura (°C)

• °C o mc|02/l

16

m 0 0=r

5E

1 0 |

15§

20 E

25 =.

30

35 E

40 =

45

50 E

55 E

60

Oxígeno (mg 02/I)

4 6 8 _ l 1 I i I I L

3 3

VERANO

10

A^ -Ji-V

12

- i — , — i — i — i — i — i — i — i — i — , -C o mg 02/I

i i i — * í — i — T — • — i — ' — i — r _ ^ r

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 Temperatura (°C)

Figura 5.2.1.2 Perfiles de temperatura y oxígeno en el embalse del Bembezar.

49

Page 47: enresa - IAEA

5. Análisis del medio acuático •i^^y^m^^immsiiiaa

m 0 0:

51

i o :

15:

20 j 2 5 \ 30!

35 Í

40;

45;

50;

55;

60:

cPL

OTONO

— • — 1 — i — i — ' — t -

0 2 4 6

Oxígeno (mg 02/I)

4 6

o •

• •

10

°C o mg 02/I T

18 8 10 12 Temperatura (°C)

14 16 20

m C

0

01 c

Il

llllllllll

15 =

20 E

25 E

30 =

351

4 0 1

45 E

50 =

55 E

60 — (

)

D

D

2 1

INVIERNO

) 2 4

Oxígeno (mg 02/I)

4 6 I . 1

6 8

Temperatura (°C)

8 10

a •

D •

• °C a mg02/l

10 12 14

50

Figura 5.2.1.2 Perfiles de temperatura y oxígeno en el embalse del Bembezar (Continuación).

Page 48: enresa - IAEA

» W « « K f S W « I W W « aazssgsasreang^jgaagBB» gBBWWWW¥#W«e«»S9«S

5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.3 Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse de El Cabril

^ r,*\ Primavera .--,-. -''&,i5 í*f"®*'{«-Wft5Wf

>^&&>¡mm k r ; w- n> tp u n t ¿ C2 Hora: 17H10' Solar: 16H10*' * + ' * Y ' % l r e $ í

•¿ 4v. Prof., • / A ^ ' - ^ C - . / ^ / ;

14.5

13.0

•W-H<r» ir, H» J"JA*'~(t"t?

. - I - w , - . Q 2 m g / l > ^ t ^

7.6

7.8

77.00

72.54

12.9 7.4 72.40

12.5 7.0 67.89

12.0 6.9 66.15

5 Fondo 11.5 6.7 63.50

27.9 8.6 110.82

24.0 8.1 98.18

23.5 35 42.06

22.5 1.6 19.50

20.0 1.6 18.66

16.5 1.7 17.96

15.2 1.6 16.90

14.5 1.6 16.21

8 Fondo 14.5 1.2 12.15

Existe una clara diferencia en la concentración me­dia de nitratos entre el arroyo de la Montesina y el río Bembézar (Tabla 5.2. 7.1.) . El primero presenta va­lores comprendidos entre 0.9 y 25 (Jg-at de N/l con una media de 15, mientras que en el resto de las esta­ciones se alcanzan valores entre 0.12 y 55, y media de 25 |igr-at N/l.

Durante el muestreo primaveral se registraron las máximas concentraciones tanto en el río como en el

arroyo, superiores en cualquier caso a los 25. En ve­rano se alcanzan los valores mínimos, con un media de 2 u,g-at NA (Figura 5.2. 7.1.).

Las concentraciones de otros compuestos nitroge­nados en el medio (nitrito y amonio) son muy infe­riores respecto a la forma más oxidada (nitrato). En términos generales los valores de nitrito (Tabla 5.2. 7. 2.) no superan los 1.5 ugr-at NA, con 1.2 de media en el río, y en el arroyo en ningún caso se alcanzan

51

Page 49: enresa - IAEA

5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.1.3 Valores de temperatura y oxigeno (mg/l, % saturación) en el embalse de El Cabril (Continuación)

11.0 9.4 88.09,

3 11.0 9.0 84.34

11.0 8.8 82.47

5 11.0 8.8 82.47

6 Fondo 11.0 8.5

*• r-í-n-i mníí.-VS»*». !*>«iSFÍi.sJqaíiir-S¥! K."

9.0 8.6

9.0 7.6 67.9

9.0 7.5 67.0

9.0 7.0 62.5

8.5 7.0 61.8

8.5 7.6 67.1

8.5 7.5 66.2

7 Fondo 8.5 6.0 52.3

los 0.2 ugr-at NA, presentando una media de 0.1 (Fi­gura 5. 2. 7.2.). La concentración de amonio nunca supera los 0.4 ugr-at NA (Tabla 5. 2. 7. 3.), presen­tando un valor medio de 0.1 (Figura 5.2. 7.3.).

Los valores de fosfatos son bajos en general (Figu­ra 5.2.7.4.), presentando los máximos en el río Bem-bézar (0.16 ugr-at PA) y los mínimos en el arroyo de la Montesina (0.05 ugr-at PA) (Tabla 5.2. 7.4.). Estas bajas concentraciones de fósforo implicaría un menor

desarrollo de productores primarios y por lo tanto un menor consumo de nitrógeno.

5.2.8. Silicatos

Los factores que controlan la variación estacional en la distribución del sílice en el agua, depende de la asimilación de los organismos que depositan cubier­tas de sílice, la descomposición de los silicatos por

52

Page 50: enresa - IAEA

5. Análisis del medio acuático

m O O

Oxígeno (mg 02/1)

4 6

-^o-10

1 -

2 -

3 -

4 -

5 -

6

7-\

(i

PRIMAVERA

D •

O •

D •

°C D m gP2/l I '

2

1 1 ' 4

' i - 1 — ' ' i ' ' , _ i — '

6 8 10

Temperatura (°C)

12 —'—r

14 16

Oxígeno (mg 02/I)

m c

1 -

2 -

3 -

4 -

5 -

6 -

7 -

8 -

) 2

D

a

a

VERANO D

L i ,- ,-D : , ; , 1 r

a

- , 1

4 i

i *

6 i

— r * > — i — ' — i —

1—i '

8 1

•3

• °C ° mg02/l - " I " - ' I -< 1 ' T '

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30

Temperatura (°C)

Figura 5.2.1.3 Perfiles de temperatura y oxígeno en el embalse de El Cabril.

53

Page 51: enresa - IAEA

5. Análisis del medio acuático JfBHiifw!E#|Ji$@

Oxígeno (mg 02/1)

4 6

4 6 8 Temperatura (°C)

10

0 -

1 -

2 -

3 -

4 -

5 -

6 -

7 -

8 -

, , t 1

OTOÑO

— i — i — i — i — i — i — i — i — i — i — i — i —

1 1 1 1 1 . 4 K O

• •

• a

a *

a •

o •

D •

• °C a m g 0 2 / l -1 1 1 1 1 1 1 1 1 ! - * 1

10 12

Oxígeno (mg 02/I)

4 6 10

o -

1 -

2 -

3 -

4 -

5 -

6 -

7 -

8 -

i . , , i

INVIERNO

— , — , — , T . . „ , — , . . , ,

i

- i 1 1 r

D

a

a

a

D

a

j — o — m — ' —

• °C a mg02/ l | i i i

10

Temperatura (°C)

54

Figura 5.2.1.3 Perfiles de temperatura y oxígeno en el embalse de El Cabril (Continuación).

Page 52: enresa - IAEA

BBS ssea»*«fewís*s>w mBgBgW&l¡p¡yffm.*titm«j¡p

5. Análisis del medio acuático

procesos inorgánicos y bioquímicos y la difusión de la sílice disuelta. Las diatomeas, por ejemplo, pueden por una parte, empobrecer el agua en sílice por fija­ción de la misma sobre su esqueleto e, inversamente enriquecerla, cuando mueren y devuelven la sílice al agua.

La concentración de silicatos en el río Bembézar varían entre 14 ugr-at Si/1 y 161 Ugr-at Si/1 ( Tabla 5.2.8.1.). Las mínimas concentraciones se observan en verano y en el embalse del Bembézar. El arroyo de la Montesina presenta valores muy homogéneos a lo largo del año, con una media de 145 ugr-at Si/1 y siempre superiores a los observados en el río (Figura 5.2.8.1.).

5.2.9. Concentración de clorofila a

La concentración en un ecosistema acuático de clo­rofila a (pigmento fotosintético) es un buen indicador de la producción primaria fitoplanctónica y del esta­do trófico de las aguas.

La concentración de clorofila a varía entre los eco­sistemas acuáticos dependiendo de las poblaciones de algas. En el río, el fitoplancton tiene poca importan­cia debido al flujo del agua, perteneciendo los princi­pales productores primarios al bentos. No obstante, en algunos tramos, preferentemente de pozas, reman­sos y aguas embalsadas, puede tener una importancia local.

La concentración de clorofila a asociada al fito­plancton y bentos en el río Bembézar es muy baja (Figura 5. 2. 9.1.). Estos valores son indicativos de la baja producción del sistema (Tabla 5.2.9.1.).

5.3. Diferenciación de las masas de agua

Al reducirse el caudal al nivel de flujo basal, la pro­fundidad de las pozas se sitúa en tomo a 1-2 m de profundidad. Al comenzar el estiaje y hacerse discon­tinuo el caudal del río, las pozas sufren una progresi­va reducción de profundidad debida a dos procesos: disminución de los aportes e incremento de evapora­ción. En Junio es raro que una poza alcance 1 m de profundidad, situándose generalmente en 40-70 cm, anchura de 2-6 m y longitudes muy variables, 10-250 m.

Al avanzar el estiaje, se reduce el volumen y el es­pesor de la lámina de agua. En las pozas conectadas con el acuífero local de la gravas del álveo, se man­tiene suficiente aporte de agua hasta la otoñada, evi­tando la desecación. En otras pozas, donde el aporte del acuífero es insuficiente, como las excavadas en limos, el agua se concentra por evaporación aumen­tando la temperatura y conductividad y llegando a la desecación durante el verano.

En la Estación III se han examinado seis conjuntos de pozas donde se observan unos y otros tipos de

Tabla 5.2.2.1 Valores de Oxígeno disuelto (mg/l) a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas de muestreo

fSsPrlmave'ra^S ^WVerano^» ^T.>sfc'/?S » 5 W * fe; <*V:¡¿ ? r.i:

AM1

AM2

AM3

10.1

10.2

10.4

RB9

EC

RB10

RB11

EB

9.7

7.3

10.6

10.8

8.5

%RíoJembézaráÍ ^;<*f" f t i '^s '•-f-fUi*^ i,rx¿r3&&rz

11.5

10.5

3.4

8.1

6.4

10.2

9.1

10.2

8.6

7.8

10.6

13.1

12.3

7.6

11.8

12.4

7.5

En los embalses se presenta el valor medio de la columna de agua

55

Page 53: enresa - IAEA

s a g mmma 5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.3.1 Valores de Conductividad (uS/cm) a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas

de muestreo

!SS5?^Í5?S I P Arroyo de la'MoírtésIriEí^^

AMI 310 455 500

AM2 300

AM3

RB9

210

275

455

515

490

550

EC 345 430 455 540

RB10 335 450 500

RB11 300 440 500 500

EB 200 465 475

comportamiento. En la Tabla 5.3.1., correspondiente a la campaña de Julio de 1993, se presentan datos de superficie y profundidad de las pozas, temperatura, pH y conductividad del agua al mediodía.

Las pozas de dimensiones grandes, alimentadas por el acuífero, se diferencian de las pozas someras de evaporación. Al avanzar el verano la divergencia au­menta. La temperatura y conductividad de las pozas P4 y P6 son claramente superior a las restantes.

Dentro de una misma poza se producen, asimismo, diferenciaciones vertical y horizontal de sus masas de agua. La vertical, estratificación, depende de la radia­ción solar en superficie y la alimentación surgente de aguas más frías en el fondo. Además, la presencia de cubierta vegetal de orilla (taraje, adelfa, fresno, ála­mo, carrizo) da sombra, limitando el aumento de temperatura.

En la Figura 5.3.1. se representan en los puntos de muestreo los rangos de temperatura entre superficie y profundidad y entre sol y sombra. Se observa que al­gunas pozas mantienen importantes termoclinas, su­perficie-fondo, con valores cercanos a los 10 °C m"1. Un gradiente tan intenso sugiere que las termoclinas observadas se refuerzan diariamente, durante el má­ximo de radiación solar (cuando fueron medidas) y que además las pozas reciben aguas surgentes más frías en las base de la columna.

En la Figura 5.3.2. se representan dos ejemplos de diferenciación horizontal, en sendas pozas de forma alargada (1O0 o más metros de logitud) y profundida­des de 40-60 cm. En ia primera, el PÍO corresponde al emisario que descarga en la poza y los P l l , P12, P13 están tomados a distancias de 50 m aguas abajo. Se observa que el agua llega a la poza con temperatu­ra y conductividad moderadas, a medida que las re­corre se calienta y aumenta la conductividad, llegan­do al final a un área con predominio de la evaporación y con elevaciones de conductividad y temperatura. Aguas abajo, la siguiente poza muestra temperaturas y conductividades aún más elevadas que la anterior. En ambos casos el pH se incrementa a lo largo de la poza, debido al incremento de fotosíntesis, por el aumento longitudinal en el fitoplancton.

Desde el punto de vista de la biota, la diferencia­ción en los biotopos acuáticos de las pozas reviste una gran importancia, porque permite la existencia de refugios para distintos tipos de organismos con estra­tegias diversas.

5.4. Cobertura y estructura de la vegetación

En el apéndice se incluyen los perfiles de vegeta­ción de las Estaciones I a III.

56

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5. Análisis del medio acuático

mg 02/I

14

12

10

AM1 AM2 AM3 RB9 EC

Puntos de muestreo

RB10 RB11 EB

Figura 5.2.2.1 Concentración de oxígeno disuelto a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; Ó: Otoño; I: Invierno.

AM1 AM2 AM3 RB9 EC RB10 RB1 1

Puntos de Muestreo

EB

* j;je^&^ts;r»ri33".SESS.í8;¡s3;ss«irjs!ri -";ar

Figura 5.2.3.1 Variación de la conductividad a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; O: Otoño; I: invierno.

57

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.4.1 Valores de pH a lo largo del eje del rfo durante las cuatro campañas de muestreo

Tabla 5.2.5.1 Valores de Reserva Alcalina (meq C03

= /I) a lo largo del eje del rfo durante las cuatro campañas de muestreo

AM1 1.92 1.83

AM2 1.81

AM3

RB9

EC

RB10

RB11

EB'

1.82

1.91

1.93

1.86

1.82

0.98

2.34

2.78

1.14

1.63

1.72

1.51

0.77

1.62

0.61

1.75.

1.85

1.80

1.72

1.76

0.72

58

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5. Análisis del medio acuático

7 -

5 - ) 1 1 1 :

AM1 AM2 AM3 RB9 EC

Puntos de Muestreo

RB10 RB11 EB

Figura 5.2.4.1 Valores de pH a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; O: Otoño; I: Invierno.

meq C03"/l

AM1 AM2 AM3 RB9 EC

Puntos de Muestreo

RB10 RB11 EB

Figura 5.2.5.1 Variación de la reserva alcalina a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; O: Otoño; I: Invierno.

59

Page 57: enresa - IAEA

S, Análisis del medio acqátlco muí

Tabla 5.2.6.1 Valores de Dureza (T) a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas de muestreo

••''.i-t'.''-m'v:.ís-£S¡íVptrssssiM^

AM1 11.07 11.53 11.12

AM2 11.8

AM3 11.12 9.51 10.53

RB9 12.32 10.91 11.62

EC 12.52 12.74 8.02 10.27

RB10 12.57 11.67 12.03

RB11 12.41 15.17 11.14 11.55

EB 6.72 6.56 5.35 6.02

La parte alta del Bembézar y las de sus arroyos pre­sentan vegetación de freatófilos en el cauce (Nerium oleander y Securinega tinctoria dominantes) con acompañamiento de macrófitas y nitrófllas en las márgenes del álveo y pastizales en superficies altera­das o majadeada. El resto corresponde a extensas dehesas de encina (Queráis rotundifolia), cuya den­sidad de pies aumenta a medida que el río avanza ha­cia el Sur.

A la altura de la Estación I, la densidad de arbolado es muy baja, unos 10 pies por hectárea, con una baja cobertura de matorral serial. En las inmediaciones del río la vegetación se encuentra perturbada por sobre-pastoreo de ganado ovino y caprino, con una cubierta de herbáceas muy pobre y la retama (Retama sphae-rocarpd) como especie leñosa dominante.

Las vertientes del valle presentan dehesas de alta densidad de pies (50-150 pies), si bien las encinas son de poco porte (3-5 m). Según el tipo de uso de estas dehesas varia la composición de los estratos ar­bustivos y herbáceo. El uso predominante es el de dehesas de labor y ganado fundamentalmente ovino y aprovechamiento de bellota en montanera, por el ga­nado porcino. Estas zonas son utilizadas para la caza menor (perdices y conejos fundamentalmente). Como consecuencia de todas estas actividades, el matorral sólo se encuentra en áreas marginales estan­do compuesto por jaras de pequeño porte y lentisco

(Pistacia lentiscus). Otro tipo de uso de las dehesas, localizado en la margen izquierda del río, es el de aprovechamiento cinegético de especies de caza ma­yor (ciervo y jabalí). En zonas con mayor cobertura del matorral predominan los jarales con Cistus lada-nifer y C. monspeliensis y matorral de manchas como Phyllirea angustifolia, lentisco y acebuche.

Estación II

La vegetación del álveo en este tramo se encuentra mejor conservada, con especies leñosas propias de los cursos de agua.

La vegetación leñosa del río es poco diversa en es­pecies siendo las más características el taraje (Tama­rix africana), la adelfa (Nerium oleander) y el tamujo (Securinega tinctoria), además de la zarzamora (Ru-bus ulmifolius). Estas especies se hallan distribuidas en manchas monoespecíficas, dependiendo su locali-zación de 3 factores: accesibilidad al agua subálvea, tipo de sustrato y estabilidad frente a crecidas o ave­nidas.

El taraje se localiza sobre depósitos de gravas grue­sas y arenas en las zonas adyacentes al canal princi­pal o secundario. La adelfa, si bien su distribución es más dispersa, predomina en el margen del canal prin­cipal, formando normalmente estructuras de resisten­cia al flujo de agua. El tamujo se localiza sobre depó-

60

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.6.2 Valores de Calcio (mg Ca+7I) a lo largo del eje del rfo durante las cuatro campañas de muestreo

%mm^^ss : • • . • » i . i

f^WVeranowj^H?

AM1

^rroyó^ÜeíálAontesina.

24.61 20.24 22.31

AM2 24.15

AM3 23.82

|r*^!(^t#^#v^*>í*í*3^^^^

19.04 21.66

RíoBembézar ... '.ZSÁZVi Iiy.W.Kste'-^Sfl^iateKíf.

RB9 30.12 24.56 27.51

EC 28.41 25.04 15.36 21.94

RB10 29.22 14.76 22.00

RB11 28.36 33.32 19.24 23.60

EB 20.52 14.32 9.41 15.03

sitos de arenas, normalmente en la red de canales anastomosados paralela al curso principal. Las espe­cies herbáceas, tanto perennes como anuales, predo­minan en los bordes del álveo, donde el sustrato es de depósitos aluviales más finos con predominio de li­mos, y en las orillas del canal principal, si tiene estas características el sustrato.

En este tramo la presencia de especies arbóreas es muy escasa con ejemplares de álamo (Populus deltoi­des) y sobre todo de fresno, (Fraxinus angustifolia). También es de destacar la presencia de pequeñas re­poblaciones de eucalipto (Eucaliptus globulus) en el borde del álveo, al final del tramo de la estación.

El tipo de vegetación de la cuenca, a esta altura, son encinares adehesados con aprovechamiento de sus pastos por el ganado ovino. Pastizales en el mar­gen derecho y matorral en el margen izquierdo, com­puesto de jarales de Cistus ladanifer y C. monspe­liensis con pies aislados de Pistacia lentiscus, Pistacia therebintus, Phyllirea angustifolia, Olea eu­ropea var. sylvestris y Ouercus rotundifolia.

Estación III

Corresponde a un tramo de unos 3 Km de longitud donde el río atraviesa dos tipos de formaciones vege­tales. Una, en la vertiente derecha, con repoblaciones de Pinus pinaster sobre aterrazamientos y otra en la

margen izquierda, correspondiente a dehesas con Pis­tacia lentiscus, p. coccifera y Phyllirea angustifolia y Cistus monspeliensis. En las inmediaciones del álveo se pasa de matorral a un pastizal aprovechando la es­casa pendiente del pedimonte. En los márgenes se desarrolla, al bajar el agua, una facíes veraniega de estramonio (Datura stramonium).

En el álveo, es en este tramo donde se encuentran la práctica totalidad de tipos de vegetación del río Bembézar. Se pueden distinguir varias formaciones:

• Tarajal: Se localiza en los primeros dos tercios del tramo donde el álveo adquiere su máxima anchura (cerca de 200 m). El álveo está mode­lado como un rosario de islas de cantos y gra­vas, donde la cobertura vegetal corresponde prácticamente en su totalidad a taraje, siendo sustituida, ocasionalmente, en las orillas del ca­nal principal por adelfa.

• Terrazas con lentiscar: En el último tercio del tramo, en niveles altos de inundación, se insta­lan masas de lentisco. Sobre la terraza del río, de unos 60 metros de anchura y elevado entre 6 y 7 metros sobre el nivel de base, se pueden distinguir dos tipos de vegetación: Juncal de Scirpus holoschoenus con ejemplares aislados de matorral de escaso porte (60 cm de altura) como C. ladanifer, C. monspeliensis, Pistacia

61

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.6.3 Valores de Magnesio (mg Mg+7I) largo del eje del río durante las cuatro campañas de muestreo

lÉÉffiniáve>a'fj:& |É?k?!Verano^fet'

fesl'-Arroyg.deJa Montes na^JPspB"-' •--:>.-•?• ~ > V

AM1 11.95 15.72 13.83

AM2 14.29

AM3 12.56 11.52

RB9 11.71 11.72

12.01

27.51

EC 13.17 15.75 11.60 21.91

RB10 12.81 16.03 22.04

RB11 12.91 16.62 14.34 23.63

EB 8.31 7.24 7.83 15.07

Tabla 5.2.7.1 Valores de Nitratos (fjg-at N/l) a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas

de muestreo

r - - / , . — •-

• : • ' - . - -' • : • * 1. t •

:- * i_ 1 AMI

AM2

AM3

iifSSI; RB9

EC

RB10

RB11

EB

•.'.>?; Primavera • V " Verano •"•• y r_¡ _ i v - . - " : . _ _ ' _ ' • • • • . . •_ . . . •_•_•-- ' -

-*•»" " . . " • / • . " . " "V," ['Arroyo do la Moñtosin:

25.66

25.19

25.13

51.36

52.79

51.68

55.02

37.38

íwSIl^l^^ —

2.21

0.31

4.11

¿^«jBBi

1.93

0.89

18.57 . •; ,

0.12

22.17.

2 .15 ••

6.20

^ ^ t l n y i e m o ^ ^ M

12.89

13.071: 7

"; "•• 33.12 ;_

"' ". 23.45-V".*

'- .M2i ••• -!

' .; .28.50 • \

'•',•'> • ', 19.02 . -

62

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5. Análisis del medio acuático

AM1 AM2 AM3 RB9 EC

Puntos de Muestreo

RB10 RB11 EB

Figura 5.2.6.1 Valores de dureza a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; O: Otoño; I: Invierno.

mg Ca*7l

RB9 EC RB10

Puntos de Muestreo

RB11

Figura 5.2.6.2 Valores de calcio a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; O: Otoño; I: Invierno.

63

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5. Análisis del medio acuático

mg Mg*VI

AM1 AM2 AM3 RB9 EC

Puntos de Muestreo

RB10 RB11

Figura 5.2.6.3 Concentración de magnesio a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; O: Otoño; I: Invierno.

pg-at N/l

<&S¡JKSTK3T

AM3 RB9 EC RB10 RB11

Puntos de Muestreo _ _ J Figura 5.2.7.1

Concentración de nitrato a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo. P: Primavera; V: Verano; O: Otoño; I: Invierno.

64

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.2.7.2 Valores de Nitritos (jag-at P/l) a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas de muestreo

AM1 0.14 0.05 0.11

AM2 0.17

AM3

RB9

0.07

1.46

0.07

1.43

0.13

1.44

EC 1.61 0.35 0.26 0.21

RB10 1.18 1.36 1.22

RB11 1.11 0.35 0.21 1.09

EB 0.07 1.16 0.64 0.07

Tabla 5.2.7.3 Valores de Amonio (ug-at N/i) a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas

de muestreo

AM1

' .. ' "', AM2 ,

. AM2

RB9

EC

RB10

• -RB11

- ' - E B

wBS^^^^SS^^s^^^^^Ss ^ ^ ^ ^ ^ ^ p M o n í e s i n í

0.007

. 0.007

- ojos

0.025

0.006

0.009

0.007

.0.026

. ,—

B^^^^^^S —

0.054

0.042

0.031

WSG&E^ÍÍBBM

^ ^ ^ ^ H 0.250

0.161

0.163 •

0.212

0.212

0.237

0.404 ,'

^^^^^^^M¡

0.121

" , ~ '

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0.092 .

0.103 -

- ' ' 0.100 ••'"'''

0.114 ',

• 0 2 1 5" ; , ./'-'"-

65

Page 63: enresa - IAEA

5. Análisis del medio acuático ¡afta mmmmmBSM

Tabla 5.2.7.4 Valores de Fosfatos (ng-at P/l) a lo largo del eje del rio durante las cuatro campañas

de muestreo

£Prmaveraj,w*, ^ A ^ v e r a n o ^ * « ' . . " Í J i J

AM1 0.04 0.05

AM2 0.04

AM3 0.05 0.09

RB9

EC

0.13

0.13 0.03

0.16

0.15

RB10 0.13 0.15

RB11 0.11 0.14 0.11

EB 0.07 0.02 0.02

Tabla 5.2.8.1 Valores de Silicatos (¡ag-at Si/I) a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas

de muestreo

í1., 't • ~-.»/í>f -'"V*"> •*>, i»-* '"'••"• i "••'. •": •*• Arroyo de la Montesina^S

AM1 122 193 156

AM2 156

RB9

EC

RB10

RB11

EC

131

157

121

154

102

107

40

14

107

32

74

161

76

118

93

98

155

80

66

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5. Análisis del medio acuático

pg-at N/l

RB9 EC

Puntos de Muestreo

RB10 RB11

Figura 5.2.7.2 Concentración de nitrito a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; 0: Otoño; I: Invierno.

pg-at N/l

AM1 AM2 AM3 RB9 EC RB10 RB11 EB

Puntos de Muestreo

- ' •KEBSB33ff im^K«5E£S£KKJ^KJ3^^

Figura 5.2.7.3 Concentración de amonio a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; 0: Otoño; I: Invierno.

67

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5. Análisis del medio acuático

pg-at P/l 0.18

EC

Puntos de Muestreo

RB10 EB

Figura 5.2.7.4 Concentración de fosfato a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; O: Otoño; I: Invierno.

¡jg-aX S¡/l 250

RB9 EC RB10

Puntos de Muestreo

RB11

Figura 5.2.8.1 Concentración de silicato a lo largo del eje del rio durante las campañas de muestreo.

P: Primavera; V: Verano; O: Otoño; I: Invierno.

68

Page 66: enresa - IAEA

5. Análisis del medio acuático

lentiscus, Daphne gnidium y Queráis rotundi-folia

• Lentiscal ccn la única presencia de Pistacia lentiscus, con individuos que pueden alcanzar los 3.5 m de altura y donde se evidencia los efectos de grandes avenidas por la acumulación de restos de lentiscos muertos tendidos en la dirección de las aguas. El taraje pasa a tener una importancia secundaria, localizándose en estrechas franjas paralelas al río, que por esta zona discurre encajado entre la ladera izquierda del valle y una terraza aluvial. Presenta sólo 40 m de anchura el cauce funcional del río en pe­ríodos de crecidas invernal. Junto al taraje se desarrollan cordones discontinuos de adelfa en la orilla del canal principal y tamujo en los de­pósitos arenosos. Asimismo, es muy importan­te la presencia de macrófitos destacando Scir-pus holoschoenus.

Hacia el final del tramo, la mayor conductividad de las aguas permite la instalación de carrizo Phragmites australis.

Al final del tramo, el valle se hace encajado y el ál­veo no supera los 45 m de anchura. El sustrato es de depósitos aluviales de gravas en la totalidad del ál­veo, la inestabilidad de esta zona, debido a que los procesos de crecidas y avenidas se desarrollan con

muy alta energía, hace que la vegetación leñosa del nivel base sea nula, con la presencia escasa de terófi-tos. La vegetación leñosa se acumula en los extremos del álveo en una estrecha franja y se compone de ta­raje y adelfa fundamentalmente.

Al amparo de sustratos diferentes o en combina­ción con regímenes de humedad, se instalan en el ál­veo ecosistemas característicos, que no pueden deta­llarse aquí. Son por ejemplo:

• arenales de Elymus arenarais a cota de crecida

• arenales de inundación temporal con Crypsis alopecuroides

• arenales húmedos de Ranunculus sec. batra-chium

• surgencias con Scirpus holoschoenus y Schoe-noplectus lacustris

• gleras con recubrimiento de arenas y pastos temporales ácidos con Trifolium campestre y Tolpis barbota

• gleras de gravas gruesas en cota de avenida con Thymus mastichina y Retama sphaerocarpa

Estación V

La presencia de la pequeña presa de El Cabril, fa­voreciendo la sedimentación y creando una poza de

Tabla 5.2.9.1 Valores de Clorofila a (mg Clrf a/m3)a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas

de muestreo

S^^gi |^M3K^tegW*»|

AM1 -

'"AM2

- ' ' • ' ÁM3- i

BlilíiBI ' , .-<RB9 y - - /

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69

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5. Análisis del medio acuático

mg Clrf a/m3 mg Clrf a/m3

1.6-

1.4-

1.2-

1 -

0.8-

0.6-

0.4-

0.2

0- R. • n . I Ü R

30

- 2 5

- 2 0

- 1 5

• 1 0

AM1 AM2 AM3 RB9 EC RB10 RB11 EB Puntos de Muestreo

• Primavera 0Verano BOtoño H Invierno Los valores del vereno siguen el «le derecho

Figura 5.2.9.1 Concentración de clorofila a a lo largo del eje del río durante las campañas de muestreo.

dimensiones muy grandes en el vaso de la misma, ha modificado radicalmente el tipo de vegetación.

Las especies de gleras y de asomos rocosos han de­saparecido hasta el nivel de coronación de la presa. En los limos depositados en forma de terrazas latera­les al cauce principal se ha desarrollado una vegeta­ción con especies arbóreas: tarajes, álamos, sauces, fresnos a las que se añaden las plantaciones de ála­mos y eucaliptos. El matorral, dominado por zarza­mora, con orlas de macrófitos (Junco» escirpos, eneas) cerca de las orillas. En la superficie de los de­pósitos, que se inundan sólo durante las crecidas in­vernales, aparecen especies de pastizal con carácter nitrófilo (Plantago, Lamarkia, Chrysanthemum) que son sustituidas localmente por otras muy exigentes en nutrientes (Xanthium strumarium, Emex, Rumex pulcher, R.crispus, Datura stramonium, Parietaria, Urtica) formando tipos de vegetación de alta produc­tividad al final de las crecidas primaverales y hasta el comienzo de la sequía veraniega.

La vegetación predominante es el matorral aguas arriba del embalse y a lo largo del margen derecho. El componente arbóreo original es escaso, aunque existen algunas manchas constituidas por especies de género Quercus (Q. rotundifolia, Q. súber y Q.fagi-ned) acompañadas del acebuche {Olea europea var.

sylvestris). El matorral serial aparece compuesto principalmente por Cistus ladanifer y C. monspelien-sis, con Lavandula stoechas, Rosmarinus officinalis y Phlomis purpurea.

Las vertientes, por encima del nivel de avenidas, presentan vegetaciones de interés mayor. La encina predomina con varios grados de densidad y abandono de pastizales adehesados, en parte invadidos de mato­rral o embastecidos por abandono del majadeo con invasión de geofitos (Asphodelus, Urginea maríti­ma). En vertientes más frescas está presente el alcor­noque y el quejigo y en cotas más altas existe tam­bién el Q. pyrenaica.

Los asomos rocosos presentan cubiertas vegetales muy pobre en la que destacan Phagnalon saxatile, Jasione montana, Anarhynum bellidifolium.

Estación VI

La vegetación del cañón de El Salto del Caballo es la más interesante de todo el Bembézar. En la parte interior corresponde a la ya descrita en tramos supe­riores para el álveo, con tamujo y adelfa en pequeñas islas y márgenes y arbolado desarrollado al abrigo de algún escarpe o depósito que evite la erosión, con fresno, alamo, encina. Más arriba desaparecen los

70

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5. Análisis del medio acuático

Tabla 5.3.1 Temperatura, pH y conductividad de las pozas de la Estación I

Í;~ POZA, v v

A

B

C

D

E

F

G

H

I :

, , J ' •.

K • '••

L

* .TEMPERATURAS

26.8

25.6 (s)-25.7 (f)

26.9 (s)-25.7 (f)

31.6

27.6 (s)-25.6 (f)

33.8 (s)-34-5 (f)

29.0 (s)-28.5 (f)

26.7 (s)-21.7(f)

21.2

27.3

27.1

30.5

27.7(s)-31.5(f)

27.1

28.0

25.6

28.4 (s)-33.4 (f)

32.2

:^ 30.1

w ' y pn i ,_ , Í '*

9.0

9.12

8.40

9.0

7.84

7.30

7.50

7.42

7.30

7.70

8.0

8.9

7.8

8.0

. 8.5

8.4

7.47

8.8

• V 9.02 ''•'.

«CONDUCTIVIDAD!

0.570

0.540

0.62O

0.58O

0.64O

1.140

0.638

0.43O

0.386

0.50O

0.51O

0.53O

0.55O

0.53O 7

0.55O

0.69O

0.70O

: 0.60O

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fSí3 P1

P2

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P4

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• • ^ • ^ . V P Í T Í Í : ' ^ - ; ; ^

P18

• •• • • • • • • ¿ M S . S .

r.^^.P^S^ (j,): superficie; (f): fondo

freatofitos y persisten encinas con algunos pies de madroño y matorral noble de lentisco con algunos enebros. En asomos rocosos o erosionados predomi­na matorral de jarales y al abrigo de grietas o rellanos se encuentra una diversidad de geofítas (urginea, Or-nithogalum, Narcissus).

Los depósitos de materiales finos en las laderas de­sarrollan pastizales; la presencia de chorreras en la pared rocosa y la umbría de la ladera en la margen derecha del cañón, permite la persistencia de un am­

biente húmedo donde se encuentran heléchos como Pteridium aquilinum, Arum italicum, Serapias.

La vegetación más interesante es la basófila, que se presenta en estos medios de rocas acidas aprovechan­do las acumulaciones de bases que resultan de la alte­ración de cuarcitas y rocas metamórficas. El agua que circula por sus diaclasas crea muy pequeñas sur-gencias de aguas mineralizadas que permiten mante­ner especies más exigentes en bases como el acebu-che, la jara roja (Cistus albidus) o el helécho Ceterach officinale.

71

Page 69: enresa - IAEA

wmmmm'imm.mummm 8 B 5. Análisis del medio acuático

TEMPERATURA

Figura 5.3.1 Rango de temperaturas, máxima y mínima de las pozas de la Estación III.

CONDUCTIVIDAD PH 0.6-

0 .5-

OA-

0 3 ~

0 .2-

0.1

COND

3 5 -

30 -

25

20 ->

TEMP

Poza 10-11-12-13 Poza 14-1S-16

14

-^2

|-10

J-8

-6

~ 4

-2

50 100 150 50 100

72

Figura 5.3.2 Conductividad, pH y temperatura de dos pozas de la estación III.

Page 70: enresa - IAEA

B

Estación Vil: Arroyo Montesina

Siguiendo su curso aguas abajo, en las zonas com­prendidas entre el cauce y las terrazas, existe un ma­torral formado principalmente por Cistus ladanifer y en menor proporción C. monspeliensls y Pistacia len-tiscus. Existen pequeñas plantaciones de eucaliptos y manchas esporádicas de retama (Retama sphaerocar-pa). Los macrófitos no son abundantes, apareciendo formaciones de Juncus ejfusus y Scirpus holoschae-nus. Aguas abajo, el arroyo se encaja presentando poca vegetación asociada al cauce hasta las inmedia­ciones de su desembocadura en el río Bembézar. Aparece un matorral y arbolado desarrollado, con pe­queños pies de fresnos y acebuches, un moderado de­sarrollo de adelfa y taraje y manchas de Carex sp. y / . effusus. Igual que el río Bembézar, sufre notables variaciones estacionales de la morfología del cauce con la alternada de períodos de flujo continuo y pe­ríodos de sequía en los que aparecen charcas y pozas aisladas.

Estación V

Está rodeado por una vegetación en un grado bas­tante bueno de conservación. Partiendo de la presa, aparece un típico matorral mediterráneo bien desarro­llado dominado por lentiscar y jarales. Hacia la cola.repoblaciones de pinos con aterrazamiento de las laderas.

La vegetación predominante es el matorral aguas arriba del embalse y a lo largo del margen derecho. El componente arbóreo original es escaso, aunque existen algunas manchas constituidas por especies de género Queráis (encina, alcornoque, quejigo) acom­pañadas de acebuche. El matorral serial aparece com­puesto principalmente por Cistus ladanifer y C monspeliensis, con Lavandula stoechas, Rosmarinus officinalis y Phlomis purpurea .

Como conclusión de los muéstreos de vegetación realizados en las Estaciones de muestreo y cuyos re­sultados se muestran en los apéndices, se puede decir

5. Análisis del medio acuático

que la composición de la vegetación leñosa del álveo del río Bembézar está condicionada por los siguien­tes factores:

1. Factor antrópico, que ha modificado, en tiempos históricos, la composición de especies fundamentalmente de porte arbóreo, eliminando especies de importancia económica como Ouercus faginea Juniperus oxycedrus. En los cauces fluviales, o en determinados tramos, se ha modificando la abundancia de algunas como fresno y sauce (y especies de Salix), introduciendo especies ajenas a estos medios, como Eucaliptus globulus y Populus deltoides.

2. Estacionalidad de la precipitación, dependiente del régimen de precipitaciones de la zona, determina el tipo de especies vegetales que pueden subsistir, según su capacidad para persistir en las marcadas situaciones de estrés hídrico que se producen durante el estiaje.

3. Morfología del álveo. La existencia de depósitos de distinta composición y la distancia al agua, hacen que la vegetación que ocupa el álveo se estructure horizontalmente, ocupando las especies los biotopos favorables donde puedan sobrevivir o colonizar la superficie cubierta por las aguas.

4. Pulsos de crecida, con recurrencia decenal o superior, que originan profundas modificaciones en el álveo redistribuyendo materiales, creando nueva morfología y desorganizando la vegetación y los ecosistemas.

Todos estos factores han contribuido a la existencia de una vegetación riparia con baja diversidad de especies. Las características morfológicas del álveo y las perturbaciones de distinta recurrencia hacen que la vegetación tenga una marcada estructuración horizontal, con alineaciones monoespecificas paralelas al canal principal del río, así como se ve limitada la estructura vertical de la vegetación.

73

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6. Comunidades acuáticas

COMUNIDADES ACUÁTICAS

Page 72: enresa - IAEA

H H B B H ^ H B M ^ H M H H I n H H B B B B B M I I B a l 6. Comunidades acuáticas

6.1. Fitoplancton

De forma general el desarrollo del fitoplancton está determinado por factores físicos como la temperatu­ra, iluminación, turbulencia y viscosidad del agua, y por factores químicos interdependientes entre sí, como la concentración de nutrientes inorgánicos y presencia de compuestos orgánicos accesorios, como ciertas vitaminas. Todas las especies tienen unos ran­gos óptimos de desarrollo según las características de luz y temperatura y balances N/P. La conjunción y variación de estos factores da lugar a una sucesión espacio-temporal de las poblaciones fitoplanctónicas. En ecosistemas lénticos la sucesión tiene carácter temporal, apareciendo a lo largo del año asociaciones características de cada estación (primavera, verano, otoño, invierno). En una sección del río la cantidad de organismos genuinamente planctónicos es muy pequeña. Su desarrollo está afectado por los cambios de las condiciones ambientales de dicha zona más aquellos que se producen aguas arriba.

Solamente los grandes ríos, con una edad media re­lativamente alta, pueden alcanzar densidades eleva­das en sus tramos inferiores, de un plancton fluvial propio (potamoplancton). Los elementos no planctó­nicos proceden de agua detenidas, de remansos y po­zas, y los levantados del bentos por el propio río.

Se han contabilizado un total de 21 taxones de fito­plancton en el área de estudio (Tabla 6.1.1.), siendo los grupos más representativos las diatomeas y las clorofíceas. Dentro de las primeras, las más abundan­tes fueron: Cyclotella sp. y Navícula sp. y de las clo­rofíceas: Scenedesmus quadricauda, S. acwninatus y 5. ecornis.

En la Figura 6.1.1. se observa que, mientras en el Río Bembézar (RB11) y en los embalses, porcentual-mente, las diatomeas es el grupo más representado (más del 50%), en el arroyo de la Montesina son las clorofíceas (42.5%).

El rango de células por mililitro en los puntos estu­diados ha sido de 20 a 5163. El carácter temporal del arroyo de la Montesina impide el desarrollo de una comunidad estable. Por el contrario, las mayores den­sidades y diversidad se encuentran en los embalses.

6.2. Zooplancton

En los ríos el zooplancton está formado por espe­cies de ciclo de vida corto y de multiplicación sufi­cientemente rápida, que le permita ajustarse a los re­querimientos de flujo. Puede estar formado

principalmente por rotíferos, ciliados, crustáceos planctónicos y las formas de derivas.

En los embalses, la composición del zooplancton es bien diferente, estando dominada por crustáceos de gran tamaño, como cladóceros y copépodos. Estos presentan unas características ecológicas bien dife­rentes de las del río, con ciclos de vida largos y una biología adaptada al régimen de fluctuación y estrati­ficación que presenta el embalse (Figura 6.2.1.).

Se han identificado en total 7 especies de crustá­ceos (4 de cladóceros, 3 de copépodos y 1 ostrácodo) y 1 especie de rotífero (Tabla 6.2.1.). Se puede obser­var una comunidad zooplanctonica más desarrollada en los embalses que en las zonas de río. En estas últi­mas su aparición es más errática, favorecida en las zonas de remansos y con la aparición de pozas por la disminución de la velocidad de la corriente, que son rápidamente arrastradas cuando la velocidad se incre­menta, de modo que nunca puede darse una sucesión temporal ni encontrar una comunidad bien estructura­da.

6.3. Macroinvertebrados

Los macroinvertebrados acuáticos son un heterogé­neo grupo que se caracteriza por ser invertebrados que presentan alguna fase del ciclo de su vida en el agua, con un tamaño superior a 3 mm aproximada­mente.

Dentro de este conjunto de organismos se presen­tan innumerables adaptaciones a muy diferentes con­diciones ambientales, de manera que la composición y amplitud de esta comunidad puede ser un buen re­flejo de las características físico-químicas de la masa de agua y del sustrato sobre el que se asienta la ma­yoría de ellos.

Todo esto hace que los macroinvertebrados acuáti­cos han sido tradicionalmente utilizados para evaluar la calidad de las aguas, bien en forma de algún índice biótico o bien siguiendo una aproximación más eco­lógica derivada del conocimiento de la autoecología de las especies.

Se han recolectado un total de 26 taxones de ma­croinvertebrados acuáticos en la zona de estudio (Ta­bla 6.3.1.). Aunque el número de taxones no es tan elevado como el registrado en otras zonas, puede aportar información suficiente sobre algunos proce­sos globales que se dan en los sistemas acuáticos. Hay que tener en cuenta la dificultad que representa la determinación de algunos grupos de los que apenas si se tiene información para la Península Ibérica.

77

Page 73: enresa - IAEA

BB fern msSá 6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.1.1 Composición florística y abundancia (%) de las poblaciones de fitoplancton del área de estudio

78

Page 74: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Diatomeas 57.4%

Clorofi tas 38.3%

R. Bembézar (RB11)

Cían of ¡tas 15%

Clorof i tas 42.5%

A. Montesina

Diatomeas 53.3%

Criptof i tas 28.4%

E. El Cabril

Diatomeas 53.3%

Cianofitas 0.5%

Clorofi tas Criptofitas 17.8% 7.9%

Cianofi tas 1.6%

Clorof i tas 37 .2%

E. Bembézar

tasasmnsaaffisfSHsssmsBssBosi^^

Figura 6.1.1 Composición porcentual de los distintos grupos fitoplanctónicos en el área de estudio.

79

Page 75: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Copépodos 84.5%

Cladóceros 33.4%

Rotíferos 1.7%

Ostrácodos 10.3%

Cladóceros 3.4% Copépodos

66.6%

R. Bembózar (RB11) A. Montesina

Cladóceros 6 1 %

Copépodos 26.8%

E. El Cabril

Ostrácodos 12.2%

Copépodos 66%

Cladóceros 33%

Ostrácodos 1 %

E. Bembézar

Figura 6.2.1 Composición porcentual de los distintos grupos de zooplancton en el área de estudio.

80

Page 76: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.2.1 Abundancia relativa (%) de los taxones de zooplancton presentes en las estaciones de muestreo

R/*"*jf H*t f iwn|,f"i¡iHH'|w« r"i«"P

wmm^m^^ EC AM RB . V ; Í E -

ROTÍFEROS

Asplanchna sp. 1.7

* |&PI$f ,y>^?> ' lv - 1 . ' " - t - Í - ' - , CLADOCEROS ' / fs .^ íAí^*^.^- '

Daphríialongispina 12.2 16.7 1.7 9.9

Bosmina long'trostris 31.8 10.1

Chydorus sphaericus 14.6 5.3

/Mona rectángula 2.4 16.7 5.4

Efipios 1.7 2.0

l ^ ^ l ^ H / o « T t . COPÉPODOS >' -- '< ^;..:í«i^líSJSs ^ ? # ^ ^ ; ^ ^ i - y y ' O r d e n Catenoides' .

i>"t f r ~ - >i-

b^^Ú^A-FamiliaDiaptomidae,~%\";_/- s«4 l^:éi^P$S^m%fpíl&

Diaptomus sp. 4.9 1.7 14.7

^ I f e o V d e n Cyélópoida^ j>Vlf ^ ¿ 7 * : ? ^ m ^ M ^ f e

IfggfamiliaCyclppidae <£%.' y ^ » W ^

pyj-Sf «iVt-tf Jy4^f*/rf'^»'t'

Acanthocyclops sp. 14.6 66.6 32.8 49.3

Nauplios 7.3 50 2.0

•&t i tef*>- -Vv ^QSTRACQDpS • :m®itmm'^>Ait * ^ V ' S ^ ^ & I ^ ^ ^

sp. 12.2 10.3 1.0

Número ind./l 2.1 0.3 2.9 2.6

En general, se observan representantes tanto de si­tuaciones lénticas (algunos quironómidos, coleópte­ros, etc.), como otros típicamente reófilos (simúli-dos, efemerópteros, etc.).

El río Bembézar se han capturado un mayor núme­ro de ejemplares (539 EPUE) que en el arroyo de la Montesina (46 EPUE), como en el caso de los demás grupos esta diferencia debería asociarse al funciona­miento hidrológico del arroyo.

6.4. Peces

6.4.1. Composición cualitativa y biología de las especies

Durante el desarrollo de este estudio se han captu­rado seis especies, la mayoría pertenecientes al grupo de los ciprínidos (Familia Cyprinidae). Excepto una, la carpa común (Cyprinus carpió), son especies endé-

81

Page 77: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.3.1 Abundancia relativa (%) de los diferentes taxones de macroinvertebrados acuáticos

presentes en las estaciones de muestreo

LNematoda

2. Oligochaeta

Hirudinea

3. Erpobdella sp.

rüollusca

4. A. fluviatilis

5. Lymnaea sp.

Crustacea

6. Ostracoda

Insecta

7. Acari

8. Plecoptera (N)

Ephemeroptera

9. Caenis luctuosa (N)

10.Baetídae(N)

11.Ep/iemere//asp.(N)

-Trícoptera

12. Hydropsiquidae (L)

HeteroDtera

13. Notonectasp. (1)

ColeoDtera

14. Dytiscidae (L)

15. Haliplussp. (I)

Díptera

16.Tabanktei(L)

17. Díptera cíclorrapha (P)

18. CeratopogonídaB (L)

19. Ceratopogonidae (P)

20. Símulída (L)

21.S¡mulid33(P)

. 22. Chironomidae (P)

23. Tanypodinae (L)

24. Orthocladinaa (L)

25. Chironomini (L)

26. Tanytarsiní (L)

| . Número total (EPUE):

S w f t D B O ">', ' ... '•:.

• iliili#Ba<--::<' •'. 1.9

9.6

5.8

1.7

0.2

14.4

0.7

1.4

0.2

1.4

1.2

0.2

45.7

7.9

0.2

3.1

3.8

0.2

• 416

6.5

17.4

• . • — '

6.5

2.2

2.2

2.2

4.4

2.2

17.4

'34.8

2.2

2.2 . "__

46 .

¡mutiii —

: • . • , ; : ' 0 . 8 v 'v ; : . : • • : ; . . : • j

0.8

!

0.8 • 1

16.3

.

22.3

32.0

0.8

2.4

— ,

• —

-

4.1

''' 4.9 '• .

, o.8:

'Í.6'

0.8

•10.1 .'

• 0.8- -

. ' — :- ' . ... .:.

: i23-.o- • ' " :

/: imago, P: pupa, L: larva, N: ninfa, EPUE: Ejemplares por unidad de esfuerzo.

82

Page 78: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

micas de la Península Ibérica y de amplia distribu­ción en las cuencas más septentrionales. Estas espe­cies son: Barbo gitano (Larhus sclateri), Boga de río (Chandrostoma polylepis wülkommii), Calandino (Tropidophoxinellus ülburnoides), Cachuelo (Leucis-cus pyrenaicus) y Colmilleja (Cobitis maroccana).

Se han capturado un total de 1268 ejemplares. La especie más abundante es el barbo, con 850 ejempla­res capturados (67% del total de capturas), seguida de la boga con 378 ejemplares (29.8%). Calandino y cachuelo son especies de baja incidencia en las cap­turas totales, representando un 1.9% y 1.1% de las capturas respectivamente. Sólo se han capturado 2 carpas en todo el período de estudio (Tabla 6.4.1.1.).

Barbus sclateri Gunther, 1868

Es un endemismo ibérico distribuido ampliamente por las cuencas del Guadalquivir, Guadiaro, Guadale-te, Guadalhorce, Segura y Guadiana.

Su posición taxonómica ha sido muy discutida, es­pecialmente su consideración como especie o subes-pecie del género Barbus, aunque actualmente se la considera una especie.

En la Tabla 6.4.1.2. se presentan el número de cap­turas por unidad de esfuerzo, la longitud total media, el peso total medio y la biomasa por unidad de es­fuerzo en todas las estaciones de muestreo durante el período de estudio. En términos generales, las tallas medias son menores en el río que en los embalses y

que en los puntos AM3 y en las orillas del RB11, son semejantes e inferiores a las detectadas en los demás puntos.

La distribución de frecuencia de las longitudes to­tales de los barbos capturados en el área de estudio se ha representado en la Figura 6. 4.1.1.. El histograma de frecuencias se ajusta a una distribución bimodal, lo cual indica la posibilidad, desde un punto de vista biológico, de la existencia de dos poblaciones distin­tas. La diferencia de estas dos poblaciones estaría en­marcada en estrategias de vida contrastadas, que en­globarían tasas de crecimiento, reproducción y mortalidad distintas. Si desglosamos la distribución de frecuencias por cada uno de los subsistemas estu­diados (Figura 6.4.1.2.), se observa que en el embalse de El Cabril están representados la totalidad de los clases de talla, mientras que el embalse del Bembezar y el arroyo de la Montesina poseen los extremos de las clases. El río Bembezar estaría en una zona inter­media, no alcanzando las tallas máximas del embalse del Bembezar, ni las mínimas encontradas en el arro­yo.

La Tabla 6.4.1.3. muestra la relación entre la longi­tud total y el peso fresco, durante cada una de las campañas y entre los puntos, y en la Figura 6.4.1.3. para la totalidad de los ejemplares capturados. Los barbos en general presentan un crecimiento isométri-co (b=3.1), aunque a lo largo del año varía estacio-nalmente. Son más pesados en verano e invierno, mientras que en primavera y en otoño crecen alomé-

Tabla 6.4.1.1 Número de ejemplares capturados y abundancia en porcentajes (entre paréntesis) de las distintas es­

pecies capturadas durante el período de estudio

BARBO

BOGA

97 (70)

40 (29.0)

CALANDINO

CACHUELO

CARPAS

TOTAL

0 (0)

0 (0.0)

1

(0-7)

138

If'Veranó'^ ^ o t o f t o f i l j

112 (93)

9 (7.4)

0 (0)

0 (0.0)

o

(0-0)

121

173 (38)

274 (60.2)

7 (1.5)

0 (0.0)

1 (0-3)

455

tí.'* ',»tip-~r#iff*Z*',>*Jfr&&f

468 (85)

55 (9.9)

17 (3.1)

14 (2.5)

0 (0)

554

850 (67)

378 (30)

24 (2)

14 (D

2 (0-2)

1268

83

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6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.2 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y Biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) en el barbo, por campaña y punto de muestreo

I . •..-,,. ,..... v-; .' - " t> \s >t' •• "-•»V -c ¡fe* ¿r*¿ r,,

CPUE - Lt(mm)^ff ' ^ \ P t ( g ) , ^ | mmmm ^M£^^^£é^^M^MM^iÍ

'-w ' ',/;r; \;, y :>;;". ;:* ' , 3 * ^ B ^ ^ ^ » ^ ^ . ^ 4 ^ S S S W H I M Primavera

Verano

Otoño

Invierno

0

2

90

344

80

290

4

0.42

0.39

yV5V.i'^^1*-^'^»«*'í-H'ís^*'tt"'^1'' -''•?'•''!RBIO *''. > ^H^ *-",t<u.ijl^Jé^^^^^^^^^w

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

0

0

57 111 15

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

TOTAL

3

6

5

98

261

182

22

51

91

125

59

" • • — • " - ' • ' ' •

"' —

10

76

0.85

0.20

• ' • ' : ' , — • ' • ' • ' • ' ' • • • •

: ; — • / ' • ' • ' •

0.95;

2.81 ....

tricamente (más en longitud que en peso). Espacial-mente no hay mucha variación, aunque en el río Bembézar y en el E. El Cabril crecen más en peso que en longitud. Hay que destacar la pendiente muy alejada del valor de 3 en el E. del Bembézar, esto po­siblemente es debido a que sólo se han capturado ejemplares correspondientes a las clases mayores y la relación sería lineal y no exponencial.

Las principales categorías alimenticias observadas en los contenidos estomacales analizados son: mate­riales detríticos, algas del perifiton y restos de ma-croinvertebrados. También aparecen de forma espo­rádica restos de macrófitos, semillas y algunos restos de peces. El número e importancia relativa de cada

una de las categorías alimenticias observadas en esta especie caracterizan la dieta del barbo como típica­mente omnívora y generalista.

No existen grandes diferencias entre las muestras obtenidas en el río Bembézar y en el arroyo de la Montesina. La dieta de los ejemplares asociados a di­chas zonas está constituida básicamente por material detrítico, algas ramoneadas del perifiton y macroin-vertebrados con predominio de larvas de quironómi-dos y efemerópteros.

Las muestras tomadas a partir de los ejemplares capturados en los embalses presentan las mismas ca­tegorías alimenticias que el caso anterior, aunque se registra un descenso de la presencia de macroinverte-

84

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6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.2 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y Biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) en el barbo, por campaña y punto de muestreo (Continuación)

Lt(mm) \ . „pt(g)"/fe ^ E ( S f i f iÉl í t^^ '.•"v.t^y^^^W^^/^

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

0

0

14 67 4 0.05

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

0

57

0

48 — —

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

TOTAL

0

0

97

168

72

62

3.2

3.9

0.31

0.36

brados frente a un aumento de detritos y sedimentos. Tampoco existen diferencias significativas entre los embalses del Bembézar y de El Cabril, si bien en este último aparecen de forma esporádica semillas y res­tos de macrofitos.

Chondrostoma polylepis willkommii Steindachner, 1866

Es un endemismo ibérico de distribución meridio­nal. Su posición taxonómica es actualmente bien co­nocida gracias a los trabajos de Elvira (1987).

En la Tabla 6.4.1.4. se presentan el número de cap­turas por unidad de esfuerzo, la longitud total media, el peso total medio y la biomasa por unidad de es­

fuerzo en todas las estaciones de muestreo durante el período de estudio.

El histograma de frecuencias de los intervalos de talla, considerando el total de capturas, muestran va­lores comprendidos entre 70 mm y 270 mm (Figura 6.4.1.4.).

Las ecuaciones de regresión Peso-Longitud en cada estación de muestreo y a lo largo del año se muestran en la Tabla 6.4.1.5. y para el total de capturas en la Figura 6. 4.1.5. En esta última figura, se observa cómo hay una serie de puntos que se alejan de la cur­va, estos representan ejemplares en la época de pri­mavera, en los que el desarrollo gonadal incide en una fuerte ganancia de peso.

85

Page 81: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.2 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y Biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) en el barbo, por campaña y punto de muestreo (Continuación)

4 ^ vU(mm) * ' y Pt(g)F~ "^BPUE^ar

^ 6 ^ 8 ^ ^ ^?*^TRASMALLOS»¥ ~ V i *t W W ^ » # ^ W S W

I í Primavera 6 205 85 0.50

Verano 57 219 91 5.12

Otoño

Invierno 193 68 0.20

Primavera 10 217 105 1.10

Verano 26 237 123 3.20

Otoño 340

Invierno 261 191 1.14

Primavera

Verano

Otoño 320

Invierno

Primavera

Verano

Otoño 170

Invierno

TOTAL 121 240 47 11.26

A diferencia del barbo, la dieta de la boga presenta una menor diversidad de categorías alimenticias. Los contenidos estomacales están determinados básica­mente por dos elementos: detritos y sedimentos, aun­

que de forma esporádica pueden aparecen algas del perifiton, semillas y larvas de quironómidos. No hay diferencias entre los regímenes alimenticios de los ejemplares capturados en los embalses y el río y arro-

86

Page 82: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.2 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y Biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) en el barbo, por campaña y punto de muestreo (Continuación)

Primavera

Verano 155 89 0.30

Otoño

Invierno

Primavera

Verano 199 56 0.10

Otoño

Invierno 101 84 0.51

TOTAL 109 146 50 0.91

yo. Tampoco hay variación significativa a lo largo de las campañas.

Tropidophoxinellus alburnoides Stephanidis, 1974.

Es un endemismo ibérico presente en la vertiente atlántica de la Península. Su posición taxonómica no está clara. Inicialmente fue descrita como Leuciscus alburnoides, más tarde se transfiere al género Ruti­las, Rafinesque, 1820; a continuación a Tropidopho­xinellus Stephanidis, 1974, y finalmente a Paramti-lus Bonaparte, 1845. Según Collares-Pereira (1984) y Elvira (1987) la inclusión de esta especie en cual­quiera de los géneros citados es dudosa. Se creó el término "Complejo Rutilus alburnoides" para expli­car la existencia de dos grupos genotípicos diferen­tes: uno diploide (2n=50) y otro triploide (3n=75) y demuestra además la existencia de reproducción ase­xual (ginogénesis) en esta especie. Este tipo de repro­ducción unisexual (poco frecuente en peces y desco­nocida en el resto de los vertebrados) está asociada

con fenómenos de hibridación y triploidía y con la producción casi exclusiva de hembras clónicas.

En la Tabla 6.4.1.6. se presentan el número de cap­turas por unidad de esfuerzo, la longitud total media, el peso total medio y la biomasa por unidad de es­fuerzo en todas las estaciones de muestreo durante el período de estudio.

El bajo número de ejemplares impide un análisis completo de la estrutura de tallas y relación longitud-peso. De todas formas ésta es una especie de pequeño tamaño, presentando, en nuestro caso, una longitud total media de 43 mm.

Leuciscus pyrenaicus Gunther, 1868.

Es un endemismo ibérico distribuido ampliamente por la mitad meridional de la Península.

Inicialmente fue descrito como subespecie de L. cephalus (Gunther, 1868), posición taxonómica en la que ha permanecido más de un siglo. Sólo reciente­mente ha sido elevado a la categoría de especie.

87

Page 83: enresa - IAEA

MB 6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.2 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y Blomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) en el barbo, por campaña y punto de muestreo (Continuación)

CPUE Lt(rñm) Cutis? E. Bembézar .

EB1 '!

Primavera

Verano

Otoño 21 302 180 2.50

Invierno

EB2 . Ji-i 'l^é^MMIMá Primavera 26 281 219 5.20

Verano

Otoño

Invierno

, EB3 ' ':'. ^ * ^ % ^ l ^ £ i ; i F 1 < -- *• eW^ViV^ViyCÁ

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

, ' EB4' :A;«SSI1I

Primavera 16 287 236 3.50

Verano 280 278 0.20

Otoño

Invierno

En la Tabla 6.4.1.7. se presentan el número de cap­turas por unidad de esfuerzo, la longitud total media, el peso total medio y la biomasa por unidad de es­fuerzo en todas las estaciones de muestreo durante el período de estudio.

Igual que en el caso anterior, la escasa repre-sentatividad de esta especie en las capturas, impide

un análisis detallado de parámetros poblacionales. Respecto al calandino, el cachuelo presenta una lon­gitud total media ligeramente mayor (75 mm) .

Cyprinus carpió Linnaeus, 1758

Es originaria de Asia. Fue introducida en Europa por el Danubio hacia principios del siglo I, por los ro-

88

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— 6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.2 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y Biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) en el barbo, por campaña y punto de muestreo (Continuación)

,W», .'"(• ' . ' t i / ' / } ' *, í ' „ " ' t , "» '1 l„* •CPUE Lt (mm) > t (g ) : "V* ; .« ; BPUE (Kg)-

' , ' " ' ' " « E. Bembézar

EB5 ? * ^ '^^K* (

Primavera 11 294 255 2.80

Verano 333 359 0.20

Otoño 19 254 148 2.70

Invierno 314 284 0.28

¡&VYVt f2^$^ '~ VYV.: "¿/V 'EB6- ' ^ • ^ i x ' ^ ^ ^ * ?

Primavera

Verano

Otoño 274 168 1.50

Invierno 290 270 0.27

\mmm:s^-^% •-, EB7,

Primavera

Verano

Otoño 33 278 168 5.20

Invierno

Hf^< 5 EB8; , ,

Primavera 289 227 2.10

Verano 332 292 0.60

Otoño

Invierno

Primavera 16 295 250 4.10

Verano

Otoño 14 276 164 0.24

Invierno

TOTAL 67 292 233 31.39

89

Page 85: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas BBHWWIWBMWWWWWW'WipH!

60%

0 % ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' l

10 50 90 130 170 210 250 290 330 370

Longitud

Figura 6.4.1.1 Distribución de frecuencias de la longitud total (mm) para el barbo en el total del periodo de estudio.

Tabla 6.4.1.3 Valores de a y 6 para las curvas de longitud total-peso fresco y coeficiente de determinación (R2)

en el barbo

TOTAL

PRIMAVERA

VERANO

OTOÑO

INVIERNO

A. MONTESINA

RIOBEMBEZAR

E.ELCABRIL

E. BEMBEZAR

irí'ü'4'y'. Lna. ' V ^

-12.29

-10.79

-12.44

-5.53

-12.54

-11.92

-12.28

-12.17

-4.96

3.10

2.80

3.12

1.80

3.16

3.04

3.13

3.10

1.82

V ;<: f j» .^B2»g^^^í®t

0,28

0.97

0.90

0.88

0.96

0.94

0.99

0.98

0.40

90

Page 86: enresa - IAEA

üüügnñgg B S I B i 6. Comunidades acuáticas

60%-

50%-

40%'

« O

I 30%-

20%-

10%-

0%

E. Bembézar

OL 10 50 90 130 170 210 250 290 330 370

Longitud

§30%-u ü u-

20%-

l o l l ­

60%-

S0%-40%-«

'o

§ 3 0 % -

20%-

10%'

E. Cabril

D=JXU i i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i ' i i i , i — i — r

10 50 90 130 170 210 250 290 330 370

Longitud

0%

R. Bembézar

1 i ' i ' ¡ ' • • ! — i — i — i — i — i — i — r 10 50 90 130 170 210 250 290 330 370

Longitud

60%

" 3 0 % o

2 0 % -

A. Montesina

ñ I ' I ' I ' I ' I ' !" I f I I 1 l I I : r I • 1 ' T" "

10 50 90 130 170 210 250 290 330 370

Longitud

Figura 6.4.1.2 Distribución de frecuencias de la longitud total (mm) del barbo en las estaciones de muestreo.

91

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6. Comunidades acuáticas

manos, y en España, durante la dinastía de los Haus-burgo (Lozano-Rey, 1935). Es muy abundante en los embalses y en los tramos medios y bajos de los ríos de la mayor parte de las cuencas españolas. Sólo se han capturado dos ejemplares en el embalse del Bem­bezar, uno en primavera con 420 mm de longitud to­tal y 880 gr de peso, y otro en otoño, con 327 mm de longitud total y 392 gr de peso.

Cobitis maroccana Pellegrin, 1929

Es una especies considerada como No Amenazada en la Lista Roja de los vertebrados. Se distribuye por las cuencas de los río Ebro, Tajo, Guadiana, Guadal­quivir, Guadalete, Odiel, Júcar, Turia, Mijares, Bu-llent, Racons y Albufera de Valencia. Habita fondos tranquilos de arena, limo y piedras con abundantes raíces y restos vegetales. Se alimenta preferentemen­

te de detritos, larvas de insectos y de otros inverte­brados.

En una de las campañas complementarias (Marzo, 1993), se capturó un ejemplar en la Estación I, más concretamente en RB2. Esto amplía la lista de peces citadas para el río Bembezar. Este fue uno de los mo­tivos por los que se decidió ampliar la zona de mues­treo a la cabecera del río.

6.4.2. Distribución espacio-temporal de las especies

No todas las especies están distribuidas por igual en el río. La carpa es exclusiva del embalse del Bem­bezar, el barbo aparece en todas las estaciones de muestreo, la boga es una especie típica del embalse de El Cabril y Bembezar, aunque aparece en el río de

6B8 -

599

~ 400 I.

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i | i — i — r — i — ¡ — i — i — i — i — l i l i — i | i i

lee see 3ee 4ee

Longitud (mm)

586

92

Figura 6.4.1.3 Relación Longitud-Peso para el barbo.

Page 88: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.4 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) en boga, por campaña y punto de muestreo

i I''?*!,* • M J C W Í H * v<"

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^«^ííáSíSfa' .j* J M - ? f , ~f > * ¿ , 4 * - ^ í J ^ v - " *• Í Í D D O *

" ' ""'"*nB*..4\

Primavera

Verano

Otoño

Invierno 18 104 10 0.17

Primavera 157 30 0.10

Verano

Otoño

Invierno

TOTAL 22 131 20 0.27 '5"kVlV

!'7<3s p

.. •..»:..: ...•¿•.•ii.v.'-i.'.- < Í V £ : A I *T Sfe^8Sfe^:;¿sg8«Bffl i

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

TOTAL

5

0

0

5

221

221

189

189

0.90

0.90

forma puntual durante su época reproductora, al abandonar el embalse en busca de lugares de puesta adecuados; el calandino y el leucisco aparecen en el río, en el arroyo de la Montesina y en la cola del em­balse de El Cabril.

Embalse del Bembézar

La ictiofauna de este embalse está representada por la carpa común, el barbo común y la boga de río. Ex­cepto en la estación EB3, el barbo aparece en todas

las demás, mientras que la carpa aparece en la EB2 y EB7, y la boga en la EB7, EB8 y EB9 (Figura 6.4.2.1.).

El barbo se captura en todas las campañas de mues­treo, siendo la especie más abundante (92%), mien­tras la boga y la carpa aparecen de forma puntual, con un 6.5% y 1.1% respectivamente (Figura 6.4.2.2.).

Respecto a otros embalses del Sur de la Península, el número de capturas por unidad de esfuerzo es bajo,

93

Page 89: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.4 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) en boga, por campaña y punto de muestreo

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

Primavera

Verano

Otoño '

Invierno .

Primavera

Verano -?

- • Y Otoño

invierno

I TOTAL

10

SlSÍSil 0

0

4

0

llSllillll 0

0 ' . '

•- 0

1

15

230

240

269

246

140

114

244 .

176

1.40 . ,

. :

0.43 '

• ; • ;

,0.24

2.07 '

con sólo 7.2 CPUE (Barbo, 6.6; Boga, 0.5; Carpa, 0.1). Las máximas capturas se obtuvieron en la esta­ción EB7, mientras que en EB3 nunca hubo capturas. Aunque no hay un patrón general, los máximos valo­res de CPUE se obtienen en las estaciones EB7, EB1 y EB2, coincidiendo con las zonas más someras y cercanas a la cola del embalse, tanto en la entrada del río Bembézar como la del río Névalo (Figura 6.4.2.3.).

La densidad media registrada por el método de eco-sondeo (Tabla 6.4.2.1.) fue de 0.370 10'3 individuos por m3, baja si la comparamos con otros embalses de la zona. Espacialmente, la densidad media mayor se observa en la EB6 (0.72 10"3), aunque el máximo va­

lor se alcanza de forma puntal en EB1 (2.3 10'3), en el resto de estaciones varía entre 0.18 10"3 y 0.12 10"3. Temporalmente no hay variación significativa de la densidad media en el total del embalse.

La estima del número total de individuos para el embalse es de 128.390 peces, de los cuales 118.632 son barbos, 8.345 son bogas y 1.412 son carpas.

En cuanto a la biomasa total para el embalse, se ha estimado 98.60 tm, distribuidas en 27.64 tm para el barbo, 1.35 tm para la boga y 0.53 tm para la carpa.

La Tabla 6.4.2.2. muestra algunas estimas de pro­ducción y composición de especies en otros embalses del Sur de la Península.

94

Page 90: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.4 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) en boga, por campaña y punto de muestreo (Continuación).

J^rpCPUE Lt(mm)c^ J , . ; t P t ( g ) ^ mmwÉí ¡ff¡*,rf*trt*r* •*•

# $ E ^ * v * 1 k * ^ n • M a l M I * A A * * "™í »5í< *" ^hWftt"*'"•''1,153 í

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Primavera 16 183 60 0.90

Verano 228 93 0.30

Otoño 40 174 55 2.26

Invierno 14 183 54 0.76

Primavera 15 187 67 1.00

Verano

Otoño 23 184 69 1.54

Invierno 186 56 0.23

Primavera

Verano

Otoño 163 187 91 15.04

Invierno

Primavera

Verano

Otoño 34 187 71 2.58

Invierno

TOTAL 312 189 24.61

En la mayor parte de los embalses el barbo es la es­pecie predominante, su dominancia en número se acompaña en relación a su biomasa, las restantes es­pecies de ciprínidos presentan porcentajes sensible­

mente inferiores. Los embalses de Bornos y Arcos se destacan en los valores estimados de biomasa íctica. Bomos presenta una superficie de 1.550 has y una profundidad media de 8 m, Arcos tiene 250 has y 5.2

95

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6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.4 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) en boga, por campaña y punto de muestreo (Continuación)

t

- ' ,' -. , ,,si " i . . . '

. :• -. . ., - , ; ;•

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

*•,, A lArk'-pi "'^ £"• H'T^ X*~ '

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

TOTAL

* CPUE j - Lt(mm) ,

EdelCabril , ; „ , - . , . ,

" NASAS ' . . W ' V •'•[.

, - EC3 .. v;1 rl.. s y .

2

145

",>?,«• EC4'.\ *• *•;*,'•&

4

18

24

115

104

121

y<-in®j$$k ¿fBPJJE(kg)"^

-'í-a:¿yáBi#^^W

31 0.10

Í"/?Ü:IS^^^H

15

10

19

0.10

0.18

0.38

m de profundidad media. La combinación de ambos parámetros junto con el nivel de eutrofía, determinan un sistema acuático muy productivo, a diferencia del Bembézar.

La distribución espacio-temporal y batimétrica de las poblaciones de peces en los embalses responde a factores de tipo endógeno (ciclo reproductivo) y exó-geno (estratificación de la masa de agua). El origen fluvial de muchas especies (barbo, boga) mantiene procesos de migración fuera del embalse, asociados al período reproductivo. Durante un tiempo más o menos amplio del año (generalmente desde febrero a abril o mayo), las poblaciones remontan los tributa­rios en busca de zonas de aguas claras bien oxigena­das y de fondo con arena y/o grava, donde se realiza la freza. De esta forma, la especie asegura su máxima viabilidad reproductiva y explota temporalmente la producción del río, funcionando a modo de ecosiste­ma maduro que explota a otro menos maduro. Este proceso origina por una parte basculamientos de las poblaciones hacia los ríos en el período de freza y, por otra, el reclutamiento de individuos jóvenes a la

población del embalse se produce con un cierto retra­so respecto a la época de desove. Durante este perío­do las larvas y alevines se alimentan, una vez reab­sorbido el saco vitelino, de pequeñas presas de zoobentos y fitobentos en el curso alto de los tributa­rios importantes.

Durante el período estival, el embalse experimenta procesos de establecimiento de termoclinas que pro­ducen diferenciación batimétrica del perfil. De super­ficie a fondo se observa una capa superficial (epilim-nium) productiva, más caliente, bien oxigenada y fótica, que da paso a una zona de transición de fuerte gradiente termo-oxigénico, hasta una capa más pro­funda (hipolimnium) con predominio de la respira­ción sobre la reproducción, fría, poco oxigenada y afótica. Este fenómeno cíclico determina la imposibi­lidad de una distribución homogénea en el perfil, lo­calizándose la ictiofauna en aguas superficiales y en­senadas someras. El período de estratificación no sólo afecta al patrón general de distribución, modifi­cando el dominio vital de las especies, sino que tam­bién ejerce un efecto importante sobre el régimen ali-

96

Page 92: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

80%-

60%-

S¡ 40%-

2 0 % -

0%-H

E. Cabril

Longitud 80%-

60%

S>40%-

2 0 % -

0% -J-r

R. Bembézar

10 50 90 130 170 210 250 290 330 370

Longitud 80%-

6 0 % -

§ 4 0 % -

2 0 % -

0%

E. Bembézar

- i — i — i — i — i — i ' r ' ~ i — i — i — i i i ' i ' i—i—i—i—

10 50 90 130 170 210 250 290 330 370

Longitud

Figura 6.4.1.4 Distribución de frecuencias de la longitud total (mm) de la boga en las estaciones de muestreo.

Page 93: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.5 Valores de a y b para las curvas de longitud total-peso fresco

y coeficiente de determinación (Rz) en la boga

TOTAL -14.44 3.60 0.91

PRIMAVERA -10.79 2.87 0.30

VERANO

OTOÑO

•13.19

1.33

3.26

0.62

0.99

0.92

INVIERNO -13.85 3.42 0.99

A. MONTESINA -12.71 3.19 0.98

RIO BEMBÉZAR -12.12 3.07 0.98

E. EL CABRIL -14.31 3.55 0.72

E. BEMBÉZAR -1.68 1.23 0.66

mentario de aquellas especies de dieta bentónica y/o detritívora, ya que durante este período el fondo po-tencialmente explotable se reduce a aquellas zonas con profundidad inferior a la del establecimiento del hipolimnion.

En el embalse del Bembézar este hecho se pone de manifiesto a partir de los registros de ecosonda (Fi­gura 6.4.2.4.). En verano la ictiofauna queda relegada a la estrecha zona de agua Cpilimnética y, como con­secuencia, los peces prefieren las zonas someras don­de la totalidad de la columna de agua está oxigenada. En el período de mezcla (Invierno) el rango de distri­bución vertical aumenta; además, la ictiofauna puede distribuirse con mayor éxito por todo el embalse.

Embalse de El Cabril

Barbo, boga, cachuelo y calandino son las especies capturadas en este embalse. Las dos primeras se dis­tribuyen en las zonas más profundas, apareciendo en todas los muéstreos con trasmallo. Cachuelo y calan­dino sólo aparecen en la cola en períodos de continui­dad entre el río Bembézar y el embalse de El Cabril (Figura 6.4.2.5.).

En la estación EC1 la boga representa el 69.7% de las capturas con trasmallo, manteniéndose como es­pecie predominante a lo largo del año, menos en la campaña de Marzo, en la que la mayoría de los ejem­plares capturados fueron barbos. En EC2 no existen

diferencias significativas entre la proporción de bar­bos y bogas capturadas, aunque la variación temporal de la abundancia de estas especies presenta el mismo patrón general que en la estación anterior, con un má­ximo para el barbo en verano, llegando en este punto al 100 % de las capturas (Figura 6.4.2 .6 . ) .

Las CPUE varían entre 135 y 10 ejemplares por unidad de esfuerzo. Con una media de 40.2 CPUE (Barbo, 14.5; Boga, 26.1) se diferencia notablemente del Bembézar con sólo 7.2 CPUE. El punto más ale­jado de la presa presenta las máximas capturas con un valor medio de 58.5 CPUE, triplicando la media de la estación EC2. A lo largo del año se registra un descenso general de la captura de bogas en el embal­se, mientras que las CPUE media por campaña del barbo permanece constante en otoño, primavera e in­vierno, con un notable incremento en verano (Figura 6.4.2.7.).

El análisis conjunto de las capturas por especie muestra un descenso general a lo largo de las campa­ñas. Este descenso se manifiesta también en la densi­dad de peces estimada mediante ecointegración, con un valor máximo en otoño, 52.78 10'3 individuos por m3, y un mínimo en la última campaña de muestreo con 23.14 10"3 (Figura 6.4.2.8.).

A diferencia de las estaciones muestreadas con trasmallo (aguas libres), las orillas del embalse de El Cabril presentan una mayor diversidad de especies. Junto a las ya mencionadas, barbo y boga, aparecen

98

Page 94: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

cachuelo y calandino, aunque sólo de forma esporá­dica en invierno. Durante esta época, el barbo con más del 75% de las capturas con nasa es la especie más abundante, seguida de la boga (13%). Calandino y cachuelo sólo alcanzan conjuntamente el 1.5% de las capturas.

En verano estas especies desaparecen del embalse, encontrándose únicamente barbo y boga, de talla no­tablemente distinta de las habitualmente capturadas en las estaciones EC1 y EC2 (Figura 6.4.2.9.).

Río Bembézar

La composición de la ictiofauna asociada al río Bembézar y Arroyo de la Montesina es semejante a la del embalse de El Cabril con la presencia de barbo, boga, cachuelo y calandino (Figura 6.4.2.10.).

Aguas arriba del embalse de El Cabril, en la esta­ción RB9, estas cuatro especies aparecen de forma conjunta sólo en invierno, mientras que en el resto de campañas las capturas son muy bajas o nulas y, en todo caso, el barbo es la única especie capturada.

Los primeros puntos del Arroyo de la Montesina (AMI y AM2) presentan también capturas mínimas. Todos los ejemplares capturados en estos puntos fue­ron barbos.

En el resto de las estaciones, barbo, cachuelo y ca­landino están presentes prácticamente en todas las campañas de muestreo, mientras que la boga aparece exclusivamente en primavera (Figura 6.4.2.11.).

El barbo es la especie más abundante en todos los puntos, representando el 100% de las capturas en RB 10 y más del 90% en la poza central de la estación RB11 (RBllp). AM3 y la zona de orilla, partes más

159 208

L o n g i t u d (mm)

Figura 6.4.1.5 Relación Longitud-Peso para la boga.

ffi5ffiffi£SIEE83S3¡SS3S¡E*BS3S; J

99

Page 95: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.6 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt)y Biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) del calandino, por campaña y punto de muestreo

CPUE Lt(mm) 'Htoh-A $puEjgj;|

Río Bembézar •*&mm» RB9 - '•\-*fr-mm

Primavera

Verano

Otoño

Invierno 67 O.002

RB11 , -yi^mmm Primavera

Verano 51

Otoño

Invierno

TOTAL 8 59

•^füA^asy»^ »»»e^ "*?.•* -Arroyo de la Montesina

m^m^^íM^X^K^ vim* Primavera

Verano

Otoño

Invierno 15 43 1.5 0.02

TOTAL 15 43 1.5 0.02

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

TOTAL

59

59

1.6

1.6

0.002

0.002

100

Page 96: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.1.7 Capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), longitud total media (Lt), peso total medio (Pt) y Biomasa

por unidad de esfuerzo (BPUE) del cachuelo, por campaña y punto de muestreo

CPUE Lt(mm)

RíoBembézar

RB9 ,

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

TOTAL

0

0

2

2

'•' ' ' ' Arroyo de la M

•'•*•':';'•• .* ' ' AM3

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

TOTAL

0

0

8

8

Pt(g) ;v ;,'iBPÜEÍKg)íí;

I

82

82

ontesina

74

74

4

4

0.01

0.01

i - . . j " f i . ^ ..-Sn'tíeVSfeK-.ífei'

3.2

3.2

0.03

0.03

„ < , . , . . , j ' .• , .. ... E.delCabnl „ , ,,s •»• -¿¿ ,pl^0jl$kjgk

• ~ l-, <~ S ' . - r \ NASAS "-' ' " ' '" ""' "^'-''•"^-^'^•^^^

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

TOTAL

o — :

4

4

82

82

5

5

0.01

0.01

someras de RB11 (RBllo) presentan una composi­ción de especies semejante, siendo el barbo con el 77% de las capturas el grupo más importante y sin di­ferencias significativas en las abundancias de las res­tantes especies (Figura 6.4.2.12.).

No hay diferencias entre la composición y abun­dancia de las especies en otoño e invierno. La prima­vera se caracteriza por la presencia de boga en las es­taciones RB11 y AM3, y el verano, una vez RB10 y AM3 secos, por la presencia en las zonas de orilla de

101

Page 97: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

EMBALSE DEL BEMBÉZAR

BARBO Barbus sclateri

CARPA Cyprinus carpió

BOGA Chondrostoma polylepis willkommil

Figura 6.4.2.1 Distribución de las especias capturadas en el Embalse del Bembézar.

100%-n

(A O

S 75%

o "O

n

50%-

S 25%-•o c 3 S3

< 0%

PRIMAVERA VERANO OTOÑO

Campaña de muestreo

INVIERNO

O BARBO 0BOGA • CARPA

102

Figura 6.4.2.2 Abundancia relativa de las especias capturadas en el Embalse del Bembézar.

Page 98: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

tu

3 5 -

3 0 -

2 5 -

Ui

£ 2 0 -ü

1 5 -

1 0 -

5 -

0

í ? •

• ? I '

T

/ •

l

s a m

I

/ *

? EB1 EB2 EB3 EB4

Bembézar

EB7 EB6 EB5

Nóvalo

EB8 EB9

Presa Bembézar

Figura 6.4.2.3 CPUE Total en los puntos de muestreo del Embalse del Bembézar.

o —,

2 —

4 —

6 •

8 —

10—

20—I

20—

30—

40—

50—

60—

26% 63% 1 1 %

Hipolimnion

Z Z Z Z Z 2 Z

12—

14—

16

16—

JO—

20—

30—

40—

50—

60—

55% 25%

EB9 EB4 EB6 EB9 EB4 EB6

Figura 6.4.2.4 Distribución vertical de la ictiofauna en el Embalse del Bembézar.

Page 99: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.2.1 Densidades relativas (ind/m3) estimadas por ecointegracion en aguas libres en los embalses

l&ZiÉ^á &• A f ' »* t

hmsis^*w» mm^im * Primavera:? ...... íOtonof

EB1 2.30x10'3

EB2

EB3

EB4 0.14x10"3 0.23x10"3

EB5 0.55X10"3

EB6 1.20x10'3 0.98x10"3

EB7

EB8 0.18x10"'

EB9 0.12x10"3 0.18X10"3

MEDIA 0.33x10 ,-3 0.38x10"3 0.39x10"3

Media total: 0.37x10' ,-3

N°- de individuos estimados para el total del embalse: 128.390

[Primavera*

p. j .- v* • r-'t *»i,V^,>5^rav>, i {"¿yjMi I Í • ;~s ye^p"á.vi "-ViV-'lrwlerno.<Kí-*

»^¡ iy*??igaf ' i fssa.»g W«ttSlffl«CT>'W«WlM!Br^^

EC2 26.07 x10v 38.58 x 10"' 52.78 X10"3 23.14 x10 a

RBll de barbo, calandino, cachuelo, y en el interior de la poza sólo barbo.

AM3 presenta la máxima captura por unidad de es­fuerzo (40.1) seguida de la zona de orilla de RBll con 31.1 CPUE (Figura 6.4.2.13.). Sin embargo las mayores diferencias en densidad de peces (medida como CPUE) de cada punto aparece en una escala temporal (Figura 6.4.2.14.). Invierno y otoño presen­tan los valores máximos con 68 CPUE y 20 CPUE respectivamente. En verano y primavera las capturas fueron mínimas.

En otros ríos la fluctuación de las capturas por uni­dad de esfuerzo a lo largo del tiempo muestra un pa­trón inverso al detectado para el área de estudio. En primavera hay un incremento de las capturas, obte­niendo un máximo en verano, y un descenso genera­lizado a lo largo del otoño, registrándose los mínimos

valores en invierno; en cualquier caso, el valor medio de las capturas por unidad de esfuerzo de cada esta­ción supera ampliamente los registrados en el Bem-bézar. Estas diferencias están asociadas a variaciones importantes en el régimen hidrológico de cada siste­ma. El río Guadalete, aunque presenta fluctuaciones estacionales del caudal, nunca llega a secarse como el Bembézar.

6.5. Otros vertebrados

En los muéstreos de la ictiofauna en el embalse de El Cabril, se han capturado otros organismos: Galá­pago (Mauremis caspica) y cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii).

En número total de galápagos fue de 20, con un peso medio de 620 gramos y una longitud total media

104

Page 100: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.2.2 Valores estimados del número de peces y biomasa en varios embalses del Sur de la Península

KSMSliíS ARACENA(CPUE = 9.5)

C. espejo

C. común

Barbo

Boga

Anguila

LAMINILLA(CPUE = 6.1)

C. espejo

C. común

Barbo

Boga

GERGAL(CPUE = 5.2)

C. común

Barbo

Boga

Anguila

B.bass

CALA (CPUE= 19.6)

j C. espejo

I C. común

j Barbo

Boga

Anguila

| T. ANGUILA (CPUE = 23.4)

C. espejo

C. común

Barbo

- B. bass

I Carpin

<6SSSS? í?tó Í¡K

28.0

9.2

46.9

14.4

1.3

3.4

0.6

75.5

21.0

1.6

93.6

4.8

0.8

1.6

28.0

9.2

46.9

14.4

1.3

0.02

85.9

10.8

2.0

0.6 .

iSffi 382.6

312.5

224.4

141.6

465.0

739.5

506.6

250.2

160.4

502.0

539.0

167.9

290.0

170.0

382.6

312.5

224.4

141.6

465.0

740.0

113.8

. 457.6

55.0

• 185.0

«Densidad* Mípez/m;)»,

0.00109

0.00099

0.00072

0.00259

0.00448

IB 10,417

41,976

18,864

109,816

133,952

llliP^ili: 30.00

I

11.00

10.00

35.00

20.00

Page 101: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Tabla 6.4.2.2 Valores estimados del número de peces y biomasa en varios embalses del Sur de la Península

(Continuación)

BORNOS(CPUE = 24.5)

C. espejo

1 „ u Barbo

Boga

ARCOS (CPUE = 20)

C. espejo

Barbo

Boga

B. bass

M ¡ r a ^ n

11.7

54.7

32.6

14.7

59.7

17.6

0.6

M ^ j g »

224.3

218.8

103.8

520.0

598.3

175.3

190.2

iSÉ i 0.02620

0.00496

iMSli ll^Stl 3,280,240

64,678

I U U - J |

600.00

• '

'

31.00

100%

(O

> to

unda

ncia

<

7 5 % -

5 0 % -

2 5 % -

0% Primavera Verano Otoño Invierno

Campañas de muestreo

DBARBO 0 B O G A QCALANDINO 0CACHUELO • CARPA

Si£2K!»?S3J»SS?SÍ5S^SB53»1f5S«J»«a33K!»!»i5I5ta

Figura 6.4.2.5 Abundancia relativa de las especies en el E. de El Cabril.

106

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6. Comunidades acuáticas

100%

£ » 75% o. V)

o •o

ra •O c 3 .O <

50%

25%

0%

~^~

Primavera Verano Otoño Invierno

Campañas de muestreo (Estación EC1)

E3 BARBO Q BOGA

100%

0% Primavera Verano Otoño Invierno

Campañas de muestreo (Estación EC2)

E] BARBO E BOGA

ESES3SES5SSíSS£2!SlK;SSEES>!8iSS!S3^

Figura 6.4.2.6 Abundancia relativa de las especies en los puntos de muestreo con trasmallo en el E. de El Cabril.

107

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6. Comunidades acaáticas

Primavera Varano Otoño

Campaña da muaatroo

Primavera Verano Otoño

Campaña de muaatroo

Invierno

Primavera Verano Otoño

Campaña de muaatroo

Invierno

Figura 6.4.2.7 CPUE por especie en el Embalse de El Cabril.

fiKiüKra&ssfflsawí

108

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6. Comunidades acuáticas

0,06

Primavera Verano Otoño

Campaña de muestreo

Invierno

Figura 6.4.2.8 Vaiiación de la densidad estimada mediante ecointegración en el Embalse de El Cabril.

de 140 mm. Siendo el verano la estación donde se re­gistró una mayor captura de estos organismos (80% del total).

Las capturas del cangrejo aparecen en Otoño, en un número de 8 individuos, con una longitud total media de 97 mm y un peso medio de 28.4 gramos.

Cabe destacar la aparición en las estaciones EIII y EIV y embalse del Bembézar (EB6), de excrementos y huellas de nutria (Lutra Intra).

El análisis de estas muestras revela que la nutria presenta una dieta marcadamente ictiófaga en el embalse y preferentemente de cangrejo en la zona del río.

109

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6. Comunidades acuáticas

VERANO

Lt (177 mrn)

Lt (130 mm)

CPUE TOTAL = 7

INVIERNO

BARBO

Lt (84 mm)

CACHUELO

CALANDINO

BOGA

Lt (117 mm)

CPUE TOTAL = 88

Figura 6.4.2.9 Resultados de las capturas con nasas en el Embalse de El Cabríl.

110

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6. Comunidades acuáticas

1 UU7o -

«d 7 5 % -> 1 a>

(0 o 50% -

c XI < 2 5 % -

o%-

^ ^

J í^ 1

" : : : : : : : : : : : : : :

i L iüp , :_J_

>^C^

... .-;..., . ..

Primavera Verano Otoño

Campañas de muestreo

E3BARBO SBOGA EDCALANDINO HCACHUELO

Invierno

Figura 6.4.2.10 Abundancia de especies en el rio Bembezar.

m > <

ce

O •z O t-

o

o z a

RB10 AM3 RB11o RB11p

BARBO

BOGA

CACHUELO

CALANDINO

Figura 6.4.2.11 Distribución de las especies capturadas en el río Bembezar.

111

Page 107: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

Punto do muestreo

0BARBO I B O G A QCALANDINO SCACHUELO

Figura 6.4.2.12 Abundancia relativa de las especies en los puntos de muestreo del río Bembézar y Arroyo de la Montesina.

112

Page 108: enresa - IAEA

6. Comunidades acuáticas

120

RB10 AM3 RB110

Punto de muestreo

R B 1 1 p

Figura 6.4.2.13 CPUE Total en los puntos de muestreo del río Bembezar y Arroyo de la Montesina.

120

100 -

UJ ? fin -O

Primavera Verano Otoño

Campaña de muestreo

Invierno

:íF«,ríES£EXRS;Sffi¡3;T!í«.«^

Figura 6.4.2.14 CPUE Total durante el estudio en el río Bembezar.

113 k

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7. Modelo funcional de los ecosistemas acuáticos del río Bembézar

7 MODELO FUNCIONAL

DÉLOS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS

DEL RIO BEMBEZAR

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7. Modelo funcional de los ecosistemas acuáticos del rio Bembézar

En una primera aproximación, el funcionamiento del régimen hidrológico del río durante el desarrollo del estudio puede explicarse a partir de la definición de cuatro fases temporales, relacionadas con las con­diciones de caudal: Flujo intenso, Flujo moderado, Flujo parcial y Sin Flujo.

La variación general de los factores conservativos del medio a lo largo de estas fases responden básica­mente a fenómenos de dilución y concentración aso­ciados a las modificaciones del volumen de agua y al régimen local de precipitaciones.

La variación de los elementos no conservativos, tí­picamente asociada a la actividad de los organismos acuáticos, está delimitada por aportes externos al me­dio acuático asociados al desarrollo de actividades de carácter antrópico y al lavado de vertientes, con arrastre importante de materiales durante los períodos de fuerte precipitación. La evolución posterior de es­tos elementos depende en gran medida de las caracte­rísticas propias de cada zona do la red fluvial. Las condiciones previas a la riada tienden a restablecerle bajo la influencia de la capacidad amortiguadora pro­pia de cada subsistema considerado. En este particu­lar el desarrollo de pozas en el río constituye un fac­tor importante a tener en cuenta.

Analizando la variación de caudal en los puntos RB10, RB11 en el río Bembézar, y AM3 en el Arro­yo de la Montesina, sólo la estación RB11 presenta agua en las cuatro fases, constituyendo el aporte late­ral del Arroyo de la Montesina un factor importante en el mantenimiento del carácter permanente de esta estación.

Durante el período de estiaje (sin flujo), sólo la poza situada aguas abajo de la confluencia del arroyo retiene cierto volumen de agua. El estiaje puede pro­longarse hasta mediados de otoño, dependiendo de la aparición de las primeras precipitaciones. En estas condiciones la densidad de peces decrece drástica­mente.

En la fase de flujo parcial, mientras que la presa de El Cabril aún sigue reteniendo agua, las aguas de la cuenca de recepción del arroyo constituyen la princi­pal fuente de alimentación del río Bembézar, que van llenando las pozas del río hasta llegar al embalse del Bembézar.

Dependiendo de la intensidad y duración de las llu­vias, la presa de El Cabril puede verse desbordada, dando lugar a un caudal continuo hasta el embalse del Bembézar, encontrándose en la fase de flujo mo­derado. El Arroyo de la Montesina mantiene los aportes al cauce principal durante esta fase, aunque

su intensidad puede variar según la retención de aguas del azud situado en la finca de El Cabril.

La fase anterior puede permanecer constante hasta la llegada de la época estival, entrando en un nuevo período de estiaje, aunque la aparición de importan­tes precipitaciones impredecibles puede dar lugar al incremento general de los caudales registrados en cada estación, alcanzándose los máximos valores del año y apareciendo, por tanto, una fase de flujo inten­so.

En general, las especies de peces de pequeño tama­ño (Calandino y Cachuelo) y los peces de talla pe­queña de las especies más grandes (Barbo común) muestran una preferencia de habitats caracterizados por poca profundidad y baja velocidad de corriente. Otros peces de las clases de edad mayores del Barbo y de la Boga, se distribuyen de forma más general y con densidades bajas.

Exceptuando la presencia de boga y la desaparición en las capturas de calandino en la fase de máximo flujo, la composición de especies en el área estudiada se mantiene constante a lo largo del año, siendo espe­cies permanentes de la asociación el barbo, cachuelo y calandino.

El barbo aparece siempre en todas las estaciones de muestreo, independientemente de la fase considera­da, excepto en la época de máximo estiaje, que sólo se capturan en las pozas.

La presencia de boga tiene un marcado carácter es­porádico, sólo fue encontrada en la fase de mayor caudal. El tamaño de los ejemplares capturados de esta especie se asocia a poblaciones nativas del em­balse, que en período reproductivo migran aguas arri­ba en busca de regiones óptimas de puesta, remon­tando el río Bembézar u otros tributarios importantes, como el río Névalo.

Calandino y cachuelo son especies de pequeño ta­maño. Estas especies sufrirían con mayor intensidad los incrementos de la velocidad de la corriente, sien­do arrastradas aguas abajo y refugiándose en zonas amortiguadoras de este fenómeno. De esta forma, en las condiciones de flujo intermedio, se pueden encon­trar en el arroyo de la Montesina y en los márgenes de las pozas del río.

Si tenemos en cuenta el río a una mayor escala, po­demos observar como los embalses actuarían de igual forma que las pozas del río. Hay una clara diferencia entre ambos embalsamientos; mientras que el embal­se de Bembézar estaría fuertemente influido por las exigencias de su gestión, presentando fuertes diferen­cias en el nivel de agua, el embalse de El Cabril no sufriría estas fluctuaciones y actuaría más eficiente-

117

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7. Modelo funcional de los ecosistemas acuáticos del río Bembézar

mente como una gran poza, con todas las característi­cas de las mismas pero considerada a gran escala. Del estudio desarrollado se pueden entresacar varios resultados bastante interesantes. Las características físico-químicas del río cambian al entrar en el Cabril; deposición de material Fino, gran desarrollo de la ve­getación riparia y, sobre todo, se produce un meca­nismo de autodepuración del propio río.

La comunidad de peces del embalse de El Cabril presenta una composición en especies semejante a la del río. Como ocurre en las poz?s, la densidad au­menta, las especies de pequeño

tamaño y los individuos de tallas pequeñas de espe­cies de gran tamaño se distribuyen en general en aguas poco profundas (orillas y cola del embalse), mientras que los demás prefieren zonas más profun­das. Al no presentar fuertes fluctuaciones de nivel, permite que las especies mantengan en el propio em­balse parte del reclutamiento anual y sus estrategias alimenticias varíen, como ocurren con aquellos indi­viduos qv; se encuentran en las pozas. El gran volu­men de aguí, y su efecto amortiguador de los aconte­cimientos cLtrastóficos producidos por las grandes crecidas, permite un cambio en las estrategias de cre­

cimiento de la ictiofauna, esto se ve reflejado en una mayor producción, presencia de ejemplares de vida más longeva, y una mayor eficiencia en la utilización de la energía del sistema.

Todo esto permite aventurar que los factores que actúan en la regulación de las poblaciones de peces en estos embalses serían más de índole biótico que abiótico, mientras que en las zonas de río serán éstos últimos los que jueguen una papel más importante en su regulación.

Una de las respuestas de los peces al funcionamiento de este sistema viene dada por sus desplazamientos longitudinales. En este estudio se observa cómo los peces presentan movimientos del embalse hacia el río o viceversa y, a menor escala, entre distintas zonas del propio río, lo que implica que sean vectores potenciales de ciertos elementos químicos importantes dentro de los sistemas acuáticos. Es importante subrayar que el Arroyo de la Montesina no va a poder ser recolonizado por ningún individuo que haya sido arrastrado en épocas de mayor cand?1, ya que posee cerca de su desembocadura un obstáculo natural que imposibilita dicha recolonización.

118

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Anexo. Figuras en color

ANEXO

FIGURAS EN COLOR

119 /

Page 113: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN I PuntQ ññZ

Morfología y Sustrato

(metros)

5r~ b 0

HB BBBB i.rri i YZZA 901 wm

~\is-^LL±A—-^Jtyáá s/rrry flflflHIÉl (fffWirWWfflf^^ HBH

« | » i. # i | * t * i | * * * ( i i » # * J i « i i | i » * » |

10 20 30 40 SO 60 70

Distancia (metros) Arena-limo-arcilla

Cantos y grava» mm+ Canal principal

Arana» Am~m. .. —.,— — • Canato» anattomotado» Anna» y grava»

Cantoa-gravas-anna

fíoca

Sectorización del álveo

Altura (metros)

5—1

O-»

1

1

II

• f t 1

in r \i V VI

f V

Vil

* • \ t t

VIII

r r } > » /

IX X

10 2D 30 40 50 60 7D

Distancia (metros) 121

Page 114: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN I Punto RB3

Morfología y Sustrato Altura

(metros)

Sr—

[ • l f < | t t f l | l « t t ] t ! 1 t j t l t t [ l l l » l t l f l | t l l l |

0 S 10 15 20 25 30 35 40

Distancia (metros) 0 1 Anna-tlmo-arcllla

MMft Canal principal It I 11 Arena»

V//A Annas y gravas

B H ñoca

Canat secundario

Sectorízación del álveo

Áhure. (metros)

5 — \

1

II

. . . I .

Ill

, . . I . , .

IV

I •

V

1 *

VI

1 .

Vil VIII

1 .

IX

. , . i — 5 10 15 20 25 30 35 40

Distancia (metros)

Page 115: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN II Punto RB5

Morfología y Sustrato

Attum (mato»)

l^LM^UJJ^' } I • l I I I t I I I • l I t | I t ( I f l t I I | I 1 I l | • ) • • | * I I I | I t I l | I l • I | l t 1 I | l t t * I I I • t | t t I t | ( I f I |

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 Distancia (metroa)

Arona-límo-arcllla

HBH Cantos- y gravas

\ I I II Annas

1///X Annas y gravas

Canal principal

Canal secundario

Poza secundarla

Canals» armstomosados

Sectorizaclón del álveo

I I I V vvi VIH IX XI

i | i f * * ] i * i i | i i * i ] I I « } < I I I ) I I » • I i i * | i i i i ] ( * i i | « > S i | t f t # | f i # ( | i i ^ i | « t

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 53 60 05 70 75

Distancia (aurtroa)

Page 116: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN II Punto RB6

Morfología y Sustrato

i . . .. i„.. |.... i.... i.... i.... i....|.... i... . | . . . . i . . . . | . . . . | . . . . | . . . . ( . . . . i 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 65 60 65 70 75

Arvna-limo-orcHIa

Certas y gravas

Aranas

Roca

Distancia (niaboe)

rnmm^ Canal principal

• fr Poza secundaria.

\ Canales anastomoaadoa

Sectorizacion del álveo

I „ . . I . . . | . . . . i | . . . . | . I . . . . | . . . . I . . . . | . . . . | .A.| . . , . | . . . . | . . . 1....1 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 e5 70 75

Dlutancfa (nistios} 124

Page 117: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN III : PERFIL RB7'

Perfil transversal (gris) y longitudinal (rojo) del RÍ37'

Atara (metre*)

0 50 100 150 200 260 300 350 400 460 500 550

Distancia <metroa)

Al perfil longitudinal (rojo) se le ha superpuesto la línea que une las superficies del agua en las

pozas al comienzo del estiaje.

125

Page 118: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN III : Punto RB 7'

Pozas Talud de orilla con tarajes

Pastizal de verano ^ j | j | Terraza con Scirpus

Taludes con Scirpus, Datura y Adelfas Ladera con pastizal

Glera Ladera con P. lentiscus

126

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Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN III Punto RB7

Altura (metros) 10

6 -

O 1 —

Morfología y Sustrato

t r ) i J • i i i J i r t i j i t t i { t i i t [ • i i i l • • • i [ t < l t l t i • • f t » t i }

O 10 2 0 3 0 4 0 5 0 6 0 7 0 6 0 9 0 100

Distancia (metros)

H B Arena-t/mo-oretfta M ^ Cana/ principal

B T O Arann

Y//A Anna» y grava* Canat fcundarto

Canatos anattomoMdot

Sectorización del álveo

Altura (metros)

1 0 -

5 -

0 — i

| f r t » J i i t t | i » > t ] S » * t J i t f i j i » t i [ > * » t | i ^ • i ] O 1 0 8 0 3 0 4 0 SO 6 0 7 0 6 0 9 0 1 0 0

Distancia (metros)

127

Page 120: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN III Punto RB8

Morfología y Sustrato

Altura (metros)

Si—

| I • i i | i • • i | * • i t f i i i • | i i i i | * i i i | t t * i | i i i i I i t i i |

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45

Distancia (metros)

B ^ 9 Arena-Hmo-arcilia ^ ^ ^ a ^ Cansí principal B B Cantos y gravma

V/ZÁ Anonas y gftnms |> Pora secundaria

Sectorízacion del álveo

i i i i ( ( i i t ( * « i i ¡ i i i i ( t i i i | « i i i | i i i t [ i i * i | i t t <

5 10 15 20 25 30 35 40 45

Distancia (metros)

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Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN III

Situación de las pozas en el primer tramo de la Estación III

129

Page 122: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

RB2

ESTACIÓN I : VEGETACIÓN

RB3

20 30 40 Distancia (metros)

¡| Vegetación

Pastea/

Sclrpua holoschoenus

Rubua ulmítoliua 11 B B A"»!n>«cA 11 H B CMotyoMM i

I Socuríneaa tlncforia i-¡-j .

ll 1II Batan» spftairoctrpa \Ót/\ Hurtas*** escasas g g Amargu» " * *

bnlfÚKftá

Narium obandar Desnudo fl Bou

10 16 20 2S

Dtatonola (metros)

Vegetación

40

Paatlial g § j j fíubu* ulmltblkia 11 H i * « * * » « • * + cmtfrnp*

k ^ l Sclrpus hotosohoanus

Tamarix africana

Nerlum oleander Desnudo I I " ^ Cnta miomnadu

130

Page 123: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN II : VEGETACIÓN

RB5

Vegetación

Vrtm'////*////////////.VcY 1 1 1 1 * J 1 1 1 1 ( 1 1 1 • I • i • 1 1 < 1 1 1 [ * 1 1 • ( 1 1 • • J 1 1 1 1 J • 1 1 • ' 1 1 1 1 J « 1 1 1 1 * 1 1 1 1 1 1 1 « [ i

0 5 10 15 20 25 30 35 40 46 50 55 60 65 70 75 Distancia (metros)

P S Ñm\mwúk ^ CsúprixifHl

~ -± (Macuñis»

H Ita ^ 0 /amygmu ~¥ Ptaumlak

0 ft«« -*>CMlMM*>mMrtJ

Pastizal R ^ j Rubus ulmlfollua

Scirpus holoschosnus 9 H Securlnaga tlnctorla

Tamarix africana U¿£á H»rfwcoas escasas

Nsrkim oleander P$®\ Desnuda

RB6

^ • H ^ l Vegetación

1 1 1 • • 1 1 • 1 1 J 1 1 1 1 1 • 1 1 1 1 1 1 1 1 ] 1 1 1 1 1 1 1 1 • 1 1 1 1 1 1 1 « 1 1 ( 1 1 1 * 1 1 * 1 1 1 1 * 1 1 { 1 1 1 1 1 1 • 1 1 1 * 1 1 1 1

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75

Distancia (metros) Postila! jHH Datura stramonium

Y/A Scirpus holoschoenus Wam Sacurinaga tlnctorla

Tamarix africana H ü Herbáceas ascaaaa

Neríum oleander | | | § } Desnudo

tmsfmaOs « ^ Ontlfitáp*

\ QvfaygnMS

| Asna

I flow

• + Pot$m¿tm

' Grata iMtomutfM

131

Page 124: enresa - IAEA

ESTACIÓN III: CARTOGRAFÍA DEL

ÁLVEO

I RÍO

H Canales secundarios

£] Gleras

| Tarajal

| Tomillar

Q Terrazas con Scirpus

H Herbáceas de gleras

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Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN HI : VEGETACION

RB7 Altura (metros) 10 Vegetación

10 20 90 40 50 » 70 90 90 100 Distancia (metros)

Pastizal

Herbáceas escasas

Tamarix africana

Nerium oleander

Fraxlnus angustífolius

Pistacia lontiscus

Securinega tlnctoria

Scirpus holoschoenus

Cistussp.

Desnudo

F+l hum

Y/\ Acnargran • Cretseetidtc

te» * Grato wtí&tDudst

RB8 Altura (metros)

6r—

O1—

Vegetación

V//////////////Á 1 . . . . | . . . , | . . . . | ! | | I . . . . I I 0 5 10 15 2 0 2 5 3 0 3 5 4 0 4 5

Distancia (metros) Scirpus holoschoenus WaW Pistacia lentiscus

Tamarix africana Herbáceas escasas

Nerium oleander p&j Desnudo HB A"

133

Page 126: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

ESTACIÓN III : VEGETACIÓN

RB7'

Altura (metros)

5 -

Vagatación

| t l t * | l l l t | f l l l f t ! l t | l l l t | l l t t | l l l t | l l l ! | t f l l | l l t » |

O 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

Distancia (metros)

B l Pastizal

Yy/Xsolmus hohachoanua

Tamarix africana

Nerium oleander

Pistacia lentiscus

Cistus, Lavandula

Herbáceas escasas

Desnudo

titnriaHicitt

Ea QmujBmos

• Cmlainopil

'Duámtwtrie

Page 127: enresa - IAEA

Anexo. Figuras en color

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4~

l\j£

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V11 í ^B^V^jH^j*£i4fc^

&

Octubre Julio

ESTACIÓN III: Formación de pozas en el periodo de estiaje

135

Page 128: enresa - IAEA

0 1 / REVISION SOBRE LOS MODELOS NUMÉRICOS RELACIONADOS CON EL ALMACENAMIENTO DE RESIDUOS RADIACTIVOS.

02/ REVISION SOBRE LOS MODELOS NUMÉRICOS RELACIONADOS CON EL ALMACENAMIENTO DE RESIDUOS RADIACTIVOS. ANEX01. Gula da códigos aplicables.

03/ PRELIMINARY SOLUBILITY STUDIES OF URANIUM DIOXIDE UNDER THE CONDITIONS EXPECTED IN A SALINE REPOSITORY.

04/ GEOESTADISTICA PARA EL ANÁLISIS DE RIESGOS. Una Introducción a la Geoesladtstica no paramélrica.

05/ SITUACIONES SINÓPTICAS Y CAMPOS DE VIENTOS ASOCIADOS EN-ELCABRIL".

06/ PARAMETERS, METHODOLOGIES AND PRIORITIES OF SITE SELECTION FOR RADIOACTIVE WASTE DISPOSAL IN ROCK SALT FORMATIONS.

1992

0 1 / STATE OF THE ART REPORT: DISPOSAL OF RADIACTIVE WASTE IN DEEP ARGILLACEOUS FORMATIONS.

02/ ESTUDIO DE LA INFILTRACIÓN A TRAVÉS DE LA COBERTERA DE LA FUÁ.

03/ SPANISH PARTICIPATION IN THE INTERNATIONAL 1NTRAVAL PROJECT.

04/ CARACTERIZACIÓN DE ESMECTITAS MAGNÉSICAS DE LA CUENCA DE MADRID COMO MATERIALES DE SELLADO. Ensayos de alteración hidrotermal.

05/ SOLUBILITY STUDIES OF URANIUM DIOXIDE UNDER THE CONDITIONS EXPECTED IN A SALINE REPOSITORY. Phase II

06/ REVISION DE MÉTODOS GEOFÍSICOS APLICABLES AL ESTUDIO Y CARACTERIZACIÓN DE EMPLAZAMIENTOS PARA ALMACENAMIENTO DE RESIDUOS RADIACTIVOS DE ALTA ACTIVIDAD EN GRANITOS, SALES Y ARCILLAS.

07/ COEFICIENTES DE DISTRIBUCIÓN ENTRE RADIONUCLEIDOS.

08/ CONTRIBUTION BY CTN-UPM TO THE PSACOIN LEVEL-S EXERCISE.

09/ DESARROLLO DE UN MODELO DE RESUSPENSION DE SUELOS CONTAMINADOS. APLICACIÓN AL AREA DE PALOMARES.

10/ ESTUDIO DEL CÓDIGO FFSM PARA CAMPO LEJANO. IMPLANTACIÓN EN VAX.

11/ LA EVALUACIÓN DE LA SEGURIDAD DE LOS SISTEMAS DE ALMACENAMIENTO DE RESIDUOS RADIACTIVOS. UTILIZACIÓN DE MÉTODOS PROBABILISTAS.

Edita:

entesa empresa nacional de residuos radiactivos, s.a.

Diseño y coordinación editorial: TransEdit Fotomecánica: Roldan, S.L. Impresión: Comercial Gráficas Keli, S.L. D.L.: M-26382-1991

12/ METODOLOGÍA CANADIENSE DE EVALUACIÓN DE LA SEGURIDAD DE LOS ALMACENAMIENTOS DE RESIDUOS RADIACTIVOS.

13/ DESCRIPCIÓN DE LA BASE DE DATOS WALKER

1993

01/ INVESTIGACIÓN DE BENTONITAS COMO MATERIALES DE SELLADO PARA ALMACENAMIENTO DE RESIDUOS RADIACTIVOS DE ALTA ACTIVIDAD. ZONA DE CABO DE GATA, ALMERÍA.

02/ TEMPERATURA DISTRIBUTION IN A HYPOTHETICAL SPENT NUCLEAR FUEL REPOSITORY IN A SALT DOME.

03/ ANÁLISIS DEL CONTENIDO EN AGUA EN FORMACIONES SALINAS. Su aplicación al almacenamiento de residuos raciactivos

04/ SPANISH PARTICIPATION IN THE HAW PROJECT. Laboratory Investigations on Gamma Irradiation Effects In Rock Salt.

05/ CARACTERIZACIÓN Y VALIDACIÓN INDUSTRIAL DE MATERIALES ARCILLOSOS COMO BARRERA DE INGENIERÍA.

06/ CHEMISTRY OF URANIUM IN BRINES RELATED TO THE SPENT FUEL DISPOSAL IN A SALT REPOSITORY (I).

07/ SIMULACIÓN TÉRMICA DEL ALMACENAMIENTO EN GALERIA-TSS. 08/ PROGRAMAS COMPLEMENTARIOS PARA EL ANÁLISIS

ESTOCASTICO DEL TRANSPORTE DE RADIONUCLEIDOS. 09/ PROGRAMAS PARA EL CALCULO DE PERMEABILIDADES DE

BLOQUE. 10/ METHODS AND RESULTS OF THE INVESTIGATION OF THE

THERMOMECHANICAL BEAVIOUR OF ROCK SALT WITH REGARD TO THE FINAL DISPOSAL OF HIGH-LEVEL RADIOACTIVE WASTES.

1994 01/ MODELO CONCEPTUAL DE FUNCIONAMIENTO

DE LOS ECOSISTEMAS EN EL ENTORNO DE LA FABRICA DE URANIO DE ANDUJAR.

02/ CORROSION OF CANDIDATE MATERIALS FOR CANISTER APPLICATIONS IN ROCK SALT FORMATIONS.

03/ STOCHASTIC MODELING OF GROUNDWATER TRAVEL TIMES 04/ THE DISPOSAL OF HIGH LEVEL RADIOACTIVE WASTE IN

ARGILLACEOUS HOST ROCKS. Identification of parameters, constraints and geological assessment priorities.

05/ EL OESTE DE EUROPA Y LA PENINSULA IBÉRICA DESDE HACE -120.000 AÑOS HASTA EL PRESENTE. Isostasia glaciar, paleogeografías y paleotemperaturas.

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empresa nacional de residuos radiactivos, s.a. Emilio Vargas, 7 28043 Madrid Tels.: 519 52 55/519 52 63 ...„.„ Fax: 519 52 68 JUNIO 94