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El que se conforma con una situación de villanía, Es su cómplice El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, Sino de qué lado está el deber”. José Martí *Carlos Leal Identidad S ometida e Identidad Latinoamericana ¿Es Latinoamérica una identidad cultural como tal? Al hacernos esta pregunta hoy en día, en un presente en andas del proceso de globalización, no tardaríamos en afirmar que sí, es una identidad cultural, ya que se basa en principios histórico-sociales de base nativa en referencia a los primeros habitantes de estos lugares. Y que la cultura nativa se funde en un sincretismo cultural con la extranjera legada por los conquistadores, y de ella surge la identidad Latinoamericana que muy en el presente se hace carne y fuego en está región al sur del río bravo. Pero antes de ahondar en mayor profundidad, debemos preguntarnos ¿Que entendemos por identidad? Ya que es un primer paso importante en nuestra construcción de identidad latinoamericana. La identidad se podría entender como “un proceso histórico, un proceso de construcción en el que el individuo y grupos sociales se van definiendo a sí mismo en estrecha vinculación de interacción con sus diferentes y semejantes y en un contexto social de relaciones de dominación internacionales”. 1 Si identidad es aquella que se va construyendo en torno a la historia y a los grupos sociales, que guarda una estrecha relación con la dominación e interacción de semejantes en un contexto social internacional de dominación ¿Cómo se identifica la cultura de América Latina como identidad si está constantemente sometida a influjos y 1 Sánchez Marisol, Dalama Manuel José, Identidad Cultural Latinoamericana desde la perspectiva de José Martí, www.eumed.net

Ensayo Conflicto Internacional Contemporaneo

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ensayo breve que ahonda en la identidad sometida del ser latinoamericano

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“El que se conforma con una situación de villanía,

Es su cómplice

El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor,

Sino de qué lado está el deber”.

José Martí

*Carlos Leal

Identidad S ometida e Identidad Latinoamericana

¿Es Latinoamérica una identidad cultural como tal? Al hacernos esta pregunta hoy en día, en un presente en andas del proceso de globalización, no tardaríamos en afirmar que sí, es una identidad cultural, ya que se basa en principios histórico-sociales de base nativa en referencia a los primeros habitantes de estos lugares. Y que la cultura nativa se funde en un sincretismo cultural con la extranjera legada por los conquistadores, y de ella surge la identidad Latinoamericana que muy en el presente se hace carne y fuego en está región al sur del río bravo.

Pero antes de ahondar en mayor profundidad, debemos preguntarnos ¿Que entendemos por identidad? Ya que es un primer paso importante en nuestra construcción de identidad latinoamericana. La identidad se podría entender como “un proceso histórico, un proceso de construcción en el que el individuo y grupos sociales se van definiendo a sí mismo en estrecha vinculación de interacción con sus diferentes y semejantes y en un contexto social de relaciones de dominación internacionales”.1

Si identidad es aquella que se va construyendo en torno a la historia y a los grupos sociales, que guarda una estrecha relación con la dominación e interacción de semejantes en un contexto social internacional de dominación ¿Cómo se identifica la cultura de América Latina como identidad si está constantemente sometida a influjos y persuasiones internacionales que la diseminan? Ante esta pregunta la única respuesta que podemos encontrar, sería que dentro de nuestro proceso identitario como cultura latinoamericana, no existe una asimilación del “ser latinoamericano”, sino más bien una negación constante de nuestras raíces, ya que desde el comienzo de nuestra historia como producto mestizo hemos sido sometidos y dominados por diversos grupos sociales, dentro de las cuales la verticalidad del poder está presente en cada estadio de la historia de América. El poder vertical se entiende según la define Max Weber como “la capacidad que otros ejecuten las acciones que deseamos que sean llevadas a cabo, que otras personas se comporten según las interacciones y los deseos de un agente especifico”.2

A la anterior definición que roza la concepción maquiavélica del poder, se le suma la naturalización del proceso de dominación política, el cual naturaliza las carencias de

1 Sánchez Marisol, Dalama Manuel José, Identidad Cultural Latinoamericana desde la perspectiva de José Martí, www.eumed.net 2 Montero, Maritza 2006, Teoría y práctica de la Psicología Comunitaria: la tensión entre comunidad y sociedad, Ed. PAIDOS, Buenos Aires. Pág., 38

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determinado tipo, generalizándolas a todos los ámbitos de la vida del grupo y su situación de privación.3

Si bien comprendemos que ciertas características de poder, dominación y naturalización de la hegemonía, van disgregando y remplazando bloques de identidad como si fuera un rompecabezas, y colocando aquellos que son funcionales a la ideología del dominador, estas tienen un comienzo en la historia de nuestra región, muestra de ello es los que nos señala Eduardo Galeano en “Las Venas abiertas de América Latina”, cuando nos dice que: “la búsqueda del oro y la plata fue, sin duda, el motor central de la conquista”4 y que este motor de la conquista es hoy a costa de nuestra sangre una constante repetición en diferentes magnitudes de nuestra historia.

En parte aquello se debe, siguiendo a Galeano, en que “los efectos de la conquista y todo el largo tiempo de la humillación posterior rompieron en pedazos la identidad cultural y social que los indígenas habían alcanzado”5 y ha aquel rompimiento de la identidad cultural indígena se suma el rol de las clases dominante, quienes juegan el papel del siervo siguiendo los dictamines de su amo. En cuanto a esta figura de siervo de la burguesía Galeano es bastante enfático en describirlos como “la burguesía de mercaderes sin sentido creador, atada por el cordón umbilical al poder de la tierra, que se hincha ante los altares de la diosa tecnología”6.

Son estos procesos, estos estadios los que nos hacen asimilar la vida de un sapo en el estanque, aquel sapo que desde su nacimiento no conoció su identidad, y que lo único que conoció fue el agua pútrida del estanque, ya que mirar hacia el cielo lo atormentaba, ver en aquel basto cielo la libertad echa ave surcando los tenues vientos de su identidad concedida. Es en este sapo el reflejo de la identidad del latinoamericano, subyugado por el agua pútrida de la dominación. Y el ave, el cielo y la libertad son vertientes que el mismo sapo debe conquistar.

Dentro de la espesa y triturada historia de América Latina, los países latinoamericanos, como es la costumbre, continúan identificándose cada cual con su propio puerto, negando de sus raíces y de su identidad real, a tal punto que la casi totalidad de los productos del comercio intrarregional se transporta por mar7. Aquello no es más que el habitual comportamiento de una pieza de ajedrez movida estratégicamente por el capital foráneo de sus dominadores. Y que dada aquella conjetura según Galeano “la unión hace su fuerza, en la medida en que los países, al no romper previamente con los moldes del subdesarrollo y la dependencia integran sus respectivas servidumbres”8, es precisamente este proceso el que desintegra toda construcción de identidad latinoamericana, configurando un sistema de “identidad sometida”, la cual descansa en el constante estimulo-respuesta de aquel que domina y nos mantiene sometidos a un procesos constante y perpetuo de domino.

3 Ibíd., pág., 344 Galeano, Eduardo 1985, Las Venas Abiertas de América Latina, Ed. Siglo Veintiuno, España, pág., 915 Ibíd., pág., 786 Ibíd., pág., 4057 Ibíd., pág., 433-4348 Ibíd., pág., 420

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En cuanto a esta identidad sometida que viene siendo una realidad intrínseca de nuestra región, lo es también el proceso de adopción de los paradigmas neomalthusiano de las elites conceptualizado por Fernando Estenssoro, en el cual se aloja la sumisión a los recetarios matemáticos impuestos por estructuras al servicio del dominador y que tiene como escusa establecer parámetros de control en cuanto al desarrollo de la región y el control de la natalidad, ya que para los neomalthusianos, la pobreza es un efecto de la superpoblación de nuestra región.9

Tomando como respuesta a la pregunta planteada sobre la identidad, Martí encuentra tres atributos de la identidad latinoamericana, que como tal se ciñen en tres percepciones, las cuales constituyen “la que emana del conocimiento del indio y de las formas de gobierno en aquellas repúblicas latinoamericanas que han preservado algunas de las viejas instituciones coloniales o su espíritu, el que imita críticamente formas de ser procedentes de países con una historia, una cultura y una composición social diferente de las del orbe latinoamericano y el que se relaciona con la esfera de la cultura”.10

Pero ¿Es necesariamente de ese modo como se concretiza la identidad de América Latina? Muy a mi pesar de Martí, diría que no es precisamente de ese modo el ¿Cómo? se concretiza la identidad de América latina, ya que esta es y aún sigue siendo parte del poder continuum marcado por la concentración, que a su vez engendra la “identidad sometida” del latinoamericano, asimilando de manera mimética algunos atributos del legado del conquistador, pero siendo dominados por el tenaz látigo del imperio. Es en esta dinámica que hace sentido aquella frase de la canción de Chitó Faró “si vas para Chile”, que demarca está brutal dominación en una frase que dice “y veras como quieren en Chile al amigo cuando es forastero”.

Si bien la identidad sometida atribuye su dinámica al constante poder ejercido en diferentes puntos de la historia de la identidad Latinoamérica podemos preguntarnos ahora sí ¿Es posible el sueño prometeico de romper las cadenas de nuestra subyugación y acrecentar nuestra raíz podrida de sometimiento? Y ¿Bajo qué mecanismo es posible en un contexto globalizado? Más bien ¿Que nos permitiría ser el ave y no el sapo en el estanque?

9 Estenssoro, Fernando 2014, Historia del debate Ambiental en la Política Mundial 1945-1992, Ed. IDEA, Santiago de Chile.10 Sánchez Marisol, Dalama Manuel José, Identidad Cultural Latinoamericana desde la perspectiva de José Martí, www.eumed.net.