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ALBERTUCHO “Todos dicen que ya no soy lo que era, y eso es mentira” Con tan solo 17 años Alberto Romero cambió el cielo de su Bellavista por el de Madrid, volviendo con un disco grabado y el éxito bajo el brazo. 12 años después, este sevillano nos presenta su quinto álbum de estudio. Por Mari Carmen Rueda Giráldez. on paso ligero bajo la lluvia, había divisado a Albertucho refugiado bajo el techado del centro cívico de su barrio, Bellavista, poniendo cuidado de no mojarse la americana gris que había elegido esa mañana. Ambos habíamos lle- gado puntualmente a la cita, a pesar de la llamada de última hora que cambiaba el lugar de encuentro. Al instante de presentarnos supe que con él sobraban las formalidades: tenía delante nada más y nada menos a la persona que aparenta ser y que, de hecho, es: sencillo y alegre, cargando con su guitarra, propone que busquemos un bar en el que tomarnos unas cañas y, de paso, refugiarnos de la llu- via que azotaba Sevilla en esos momentos. Elegimos una mesa en el centro de un bar de ambiente hogareño y acogedor en el que, al entrar, todos se vuelven curiosos a com- probar quién es el muchacho que acaba de entrar con la guitarra a cuestas. “Que calor hace aquí”, dice mientras deja la americana sobre la silla, descubriendo un tatuaje de un escarabajo que, según me cuenta, se lo hizo por su pasión por los Beatles, además de porque de niño era un bicho y le gustan “las cosas desagradables a la vista”. Las cañas no se hacen de rogar y, en un tono confortablemente alegre, haciendo honor al nombre de su nuevo trabajo, “Ale- gría”, Albertucho comienza a hablar orgul- loso del que, según él, es su mejor disco hasta el momento. C

Entrevista a Albertucho

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Entrevista realizada en el mes de Octubre de 2012 al cantante sevillano Alberto Romero, "Albertucho", con motivo del lanzamiento de su nuevo disco "Alegría".

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ALBERTUCHO“Todos dicen que ya no soy lo que era, y eso es mentira”

Con tan solo 17 años Alberto Romero cambió el cielode su Bellavista por el de Madrid, volviendo con undisco grabado y el éxito bajo el brazo. 12 años después,este sevillano nos presenta su quinto álbum de estudio.Por Mari Carmen Rueda Giráldez.

on paso ligero bajo la lluvia, habíadivisado a Albertucho refugiadobajo el techado del centro cívico

de su barrio, Bellavista, poniendo cuidadode no mojarse la americana gris que habíaelegido esa mañana. Ambos habíamos lle-gado puntualmente a la cita, a pesar de lallamada de última hora que cambiaba ellugar de encuentro.Al instante de presentarnos supe que con élsobraban las formalidades: tenía delantenada más y nada menos a la persona queaparenta ser y que, de hecho, es: sencillo yalegre, cargando con su guitarra, proponeque busquemos un bar en el que tomarnosunas cañas y, de paso, refugiarnos de la llu-via que azotaba Sevilla en esos momentos.

Elegimos una mesa en el centro de un barde ambiente hogareño y acogedor en el que,al entrar, todos se vuelven curiosos a com-probar quién es el muchacho que acaba deentrar con la guitarra a cuestas. “Que calorhace aquí”, dice mientras deja la americanasobre la silla, descubriendo un tatuaje de unescarabajo que, según me cuenta, se lo hizopor su pasión por los Beatles, además deporque de niño era un bicho y le gustan “lascosas desagradables a la vista”.Las cañas no se hacen de rogar y, en un

tono confortablemente alegre, haciendohonor al nombre de su nuevo trabajo, “Ale-gría”, Albertucho comienza a hablar orgul-loso del que, según él, es su mejor discohasta el momento.

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Te autoproclamas el capitán de los co-bardes porque huyes cuando el barco sehunde. Sin embargo, ahora que al barcodel negocio musical le cuesta tanto man-tenerse a flote, ¿no te crees un valiente alseguir de pie, tocando, y sacar otro discoal mercado? Yo soy la primera rata que seva del barco siempre, pero esto es una man-era de vivir, es como un medio de artesanía.Mi padre hace carteras, hay gente que haceesculturas… Eso suele ser cuestión depasión y de vocación, yo me puedo morir

debajo de un puente, pero voy a seguir ha-ciendo canciones igual, no voy a dejar dehacer canciones porque me vaya mal o bien.Esto es una manera de vivir.

Tú empezaste muy joven en esto de lamúsica, con 17 años tenías tu primer disco.Si hoy volvieses a tener 17 años y un discopor grabar, ¿crees que lo tendrías fácil o,por el contrario, sería mucho más difícilque antes? Yo con 17 años me fui a Madridporque me quería comprar una moto y me

fui a trabajar de carga y descarga, de se-guridad…Yallí conocí a mis managers, lescanté una canción de las que escuchaba enaquella época, les gustó y me grabaron unamaqueta y después me fichó laWarner. Perola industria ya está muy cortita a la hora defichar, solo fichan valores seguros. Porejemplo, mi proyecto es un proyecto delargo plazo, de ir sacando discos, de ir ha-ciendo, conociendo… Ahora solamentefichan cosas que van del tirón a la “ra-diofórmula”, no se arriesga. No está la cosa

como para invertir en car-reras como antes se hacía,que se invertía en unchaval con talento y luegotenía o no tenía éxito, pero

se podía hacer. Ahora mismo solo fichancosas muy comerciales para el público ado-lescente. Pero también hay grandes hoy endía. Siempre hay cosas buenas y siemprehay cosas malas, y el músico adolescente haexistido siempre, y realmente es lo que másvende y por lo que más se apuesta.

¿Te han catalogado alguna vez de ser com-ercial? Siempre, porque cuando tú em-piezas escuchas un tipo de música, yoescuchaba mucho heavy, mucho punk, y mi

primer disco, con 17 años fue muy macarra.Ahora me gusta escuchar a Leonard Cohen,o a Dylan, o a los Allman Brothers, y lagente dice “este tío ya no es lo que era”, yeso es mentira. Uno hace lo que siente, yono puedo hacer lo mismo que hacía cuandosolamente escuchaba Extremoduro, ahoraescucho muchas cosas.

Ahora que nombras a Extremoduro, ¿Teverías capaz de sacar un disco sin hacerningún tipo de publicidad como han hechoellos? Extremoduro me pegó el empujónpara escribir canciones. Amí me gustaba lamúsica, me crié en Bellavista escuchandoPata Negra, Kiko Veneno… Y después, derepente, como a un adolescente le gustanmucho las palabrotas y las cosas dichas porun “yonki”, por qué no decirlo, el Robedecía las cosas de una manera que decíasjoder, yo quiero ser así, quiero decir lascosas tal y como las pienso, y es uno de losque me empujó a escribir canciones. Claroque sería capaz de hacer lo que han hecho sivendiera los mismos discos que vendenellos, pero no sé, el Robe es único, y todo elque intente imitarlo no tiene nada que hacer.El robe ni hace entrevistas ya, ni hacevideoclips ni hace nada, ni le hace falta.

“LA FIGURA DE LA MUSA NO MEVALE, Y LA INSPIRACIÓN EXISTE

POR EL ESTADO DE ÁNIMO”

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Pero a mí sí. Yo quiero vivir de esto, quieroque me llamen, y tocar, y a parte yo no soyun antisocial. Soy un poco huraño, pero megusta la gente. Con la frase “el infierno sonlos demás” estoy un poco de acuerdo, perola gente es muy buena también, yo no puedoir de antisocial cuando no lo soy. A mí megusta estar con la gente.

¿Quién era Albertucho antes de ser “El al-bertucho que canta”? ¿Querías ser can-tante cuando eras un niño? En mi familiasiempre ha habido Rock’n Roll. Mis tíostenían un grupo de punk en los 80 y yo mehe criado en un local de ensayo, en casa demi abuela. Yo quería eso. Cuando me re-galaron una guitarra empecé a hacer can-ciones automáticamente sin saber ni tocarla.Yo siempre he querido hacer esto. He sidouna bala perdida, porque hasta que no mefui a Madrid y encaminé un poquito la his-toria yo era muy golfo. Pero tuve la suertede dejar de serlo por la música, de podertirar para adelante y ganarme la vida hu-mildemente, pero ganarme la vida al fin yal cabo.

Ahora que viajas tanto y pasas tantotiempo fuera de Sevilla, ¿Echas de menosla ciudad? ¿O la disfrutas más volviendosolo de cuando en cuando? Ahora con lasgiras tengo que viajar mucho, pero eso es loque da vidilla, lo que da cosas que contar.Está muy bien estar en tu casa, pero cuando

ya has escrito 200 canciones, a las 201 dices¡Ya lo he dicho todo!. Tienes que vivir, esmuy importante para escribir cancionesvivir, si no vives no tienes nada que decir.Para mí Sevilla es lo máximo, he vividomuchos años en el centro, en la calle Feria,por la Macarena… y a mí me encantaSevilla. Además Sevilla tiene una dualidadque es muy bonita, me encanta y a la vez laodio, pero eso es lo bonito de Sevilla, quetiene una pureza y una autenticidad muygrande, y también tiene un cla-sismo y una hipocresía muygrande. Por ejemplo, a mí las fi-estas populares no me gusta. Fí-jate, me gusta más la semanasanta que la feria. A mí el rollo clasista deSevilla, el pijoteo y todo eso me toca los co-jones, y lo tengo que decir. Igual que adoroSevilla también me da asco.

Poco queda, a simple vista, del Albertuchoque pedía “que se callen los profetas”.Cuando aparecía en los escenariosenredando su melena (entonces larga) al sonde acordes eléctricos, ataviado con concamisetas que rezaban nombres de losgrandes del mundo del rock, ninguno de losque coreaban sus letras con rabia hubiesenpuesto la mano en el fuego por afirmar que,tan solo pocos años después, se encon-trarían con el hombre que yo tenía delante,vestido con americana y zapatos bastanteserios, y con unas gafas de las que se eti-

quetan hoy en día como la última moda.Pero aquel cambio, que a simple vistaparecía todo un hecho, no se hacía del todotangible. Y es que en espíritu no ha cambi-ado un ápice. Sus ideas, su humildad y suacento marcadamente sevillano siguen in-tactos.De hecho, si no fuese por la presencia deuna cámara y uan grabadora, más que unaentrevista, una formalidad, aquella reuniónse asemejaba más a un encuentro entre ami-

gos de toda la vida.Y es eso precisamentelo que ha caracterizado siempre al cantantede Bellavista: tanto en sus letras como encualquier conversación, Albertucho escapaz de hablar de forma clara y llana, sinpaños calientes. Con un toque simpáticoque acaba embaucando a quienquiera que lerodee.

¿Volverías a ese sonido más rockero delprincipio o te quedarías sin duda con el Al-bertucho que vemos ahora? Es según loque estés escuchando. Ahora mismo si mepongo a escuchar a grupos más agresivos,más experimentales me saldrán temas másrockeros, pero yo he encontrado un puntomuy fuerte en el folk americano, irlandés…Me gustan mucho los Mumford & sons, el

“EL ROLLO CLASISTA DESEVILLA, EL PIJOTEO, ME TOCALOS COJONES”

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rollo del banjo, y he encontrado ahí muchosin perder la raíz, yo soy rockero, pero parahacer Rock’n Roll no hace falta meter dis-torsión, eso lo tengo un poquito pasado detuerca. Yo me he criado escuchando Nir-vana y todo lo que se escuchaba en los 90,yo soy muy grunge, he sido hasta heavy,pero uno va encontrado su camino. Amí loque más me gusta ahora mismo es BobDylan y bueno, muchas cosas más. Tambiénme gusta el hijo de Bob Dylan, JacobDylan… El folk en general me gusta, y poreso hago más temas así. El disco nuevosuena como a campo, y eso que yo no vivoen el campo.

Tú mismo dijiste una vez que no cantas“un carajo”, que componías como podías.¿Crees que tu éxito ha llegado más quenada por lo que expresas con tus letras?Sí, bueno, lo puedo seguir diciendo, unoaprende con el tiempo, pero mi fuerte no esel de Bisbal, a mí de hecho los cantantes quemás me gustan, exceptuando a Freddie Mer-cury y a cuatro más, son los que peor cantandel mundo, como Tom Waits, Sabina…Claro que me gusta una voz bonita, megusta María Callas o cualquier persona quecante como los ángeles, pero a mí siempreme transmite el sonido del barro, me ponelos pelos de punta el rollo de los sonidosfeotes. Al final esta profesión consiste enhacer canciones bonitas y defenderlas conmucha dignidad. Evidentemente hay quehacer las cosas bien, tú no puedes ir desafi-nando por la vida mucho ni haciendo lascosas muy mal, pero en mi caso es hacer lascosas bien y tener en cuenta que lo primor-dial son las canciones, son cuatro acordes yla melodía, y sobre todo sentirte identifi-cado con lo que haces. Ser natural. A mí elrollo de ponerse inciensos para componer…Me da mucho coraje la gente mística, no lopuedo evitar, yo no soy hippie, soy más bienpunky para esto. Esto es una cuestión de es-píritu y de querer hacer las cosas. La figurade la musa a mí no me vale. La inspiraciónexiste porque el estado de ánimo existe,pero no el rollo de que una varita te toca ytú haces una canción. Tienes que hacermuchas canciones para que una sea buena,y yo soy partidario de que ya estánBeethoven, Bach… como genios. Losdemás, a trabajar con mucha pasión.

¿Te consideras más músico que poeta oviceversa? No me considero poeta y me damucho coraje la gente que se considerapoeta. Amí me da coraje hasta la gente queescribe, son unos egocéntricos todos y yo el

primero, pero me lo pide el cuerpo, peropoeta no. Poeta es Lorca, yo soy un tío queescribe canciones y ya está. Y me gustamucho cuidar las letras, pero considerarsepoeta me parece demasiado. A mí la genteque va sacando libros de poesía me toca loshuevos, yo no pienso sacar un libro depoesía en mi vida, no soy poeta. Yo soy elAlbertucho y hago canciones.

De cuando en cuando Albertucho echa unvistazo a su móvil, que ha colocado a su

lado sobre la mesa. “Me lo regalaron haceun mes y ya está roto”, comenta, enseñandodivertido las marcas que presenta el telé-fono que, aunque nuevo, tiene el aspectoque tienen los objetos de bastante uso.Es extraño ver como el cantante se manejacon el smartphone, viniendo de alguien queni tan siquiera cuenta con internet en sucasa. Pero, como siempre, se debe a susfans. En los últimos meses se ha embarcadoen el mundo de las redes sociales, sobretodo en Twitter, donde informa de todas susactuaciones y, además, regala a susseguidores muchas de las frases que pasanpor su mente a lo largo del día, unas frasestan bien elaboradas que bien podían haberformado parte de sus canciones más es-cuchadas.

Dicen por ahí que los músicos liganmucho, y más con una guitarra a cuestas.¿Es esto cierto o a ti no te pasa?Que va, note creas. Hombre, yo supongo que ya no escuestión de ligar o no ligar, es cuestión deque la gente está ahí con su ilusión y te ve,y aunque seas feo le gustas, pero a mí esome da igual, yo no voy a ligar, yo voy a can-tar. Es más, no valgo para ligar, no he ligadoen mi vida, me bebo unas copitas y mepongo golfete, pero ligar no, me llevo másguantazos que alegrías.

Llamaste a uno de tus discos “amasijo deporrazos” porque maltratabas mucho a tuguitarra. ¿Qué tal tratas al banjo ahora?Ya me he suavizado un poquito porque mecargaba todas las guitarras. La eléctrica latengo rota de pegarle a la batería con la gui-tarra. El dejarse llevar, eso es lo único mís-tico que me gusta, el directo, pero eso no eshippie. El banjo es difícil. He grabado en eldisco unos pocos de banjos, pero menos malque me han ayudado Flaco Barral, PabloSalinas…Ahora estoy dándole caña, lo voya llevar en directo. Ahora me estoypreparando con la banda nueva, con losmúsicos nuevos, preparándonos para la gira.

¿Qué tan llevas la fama? ¿Has firmadomuchos autógrafos desde que tu cara esmás conocida? Escucho fama y me entramal rollo. Siempre que un chaval me vienecon toda su buena voluntad y me dice que lefirme, pues claro que le firmo. Ya te digoque no soy como el Robe. El otro día estabacon mi parienta en una tienda de ropa y mevienen unos chavales para que me hicierauna foto con ellos. Yo me pongo colorao,me corta todo el rollo, pero me la hago,porque la ilusión es más importante que el

Alberto Romero nació en Sevilla,en el barrio de Bellavista, en 1983.Contando con influencias que ibandesde el rock andaluz de trianahasta el rock transgresivo de Ex-tremoduro, grabó su primer trabajobajo el seudónimo de Albertucho,Que se callen los profetas (2004),con tan solo 17 años, producido porWarner Music Spain.

Tras sus primeros pasos en elmundo de la música comenzó arecoger los frutos del éxito, gra-bando su segundo disco, Lunas demala lengua (2006), con un gransabor a su tierra, Andalucía. A estele sucedió Amasijo de porrazos(2008), que se mantenía en la líneade los anteriores. En 2010 sus influ-encias musicales cambian y lo lle-van a un sonido más maduro conPalabras del capitán cobarde. El 6de noviembre del 2012 vió la luz suúltimo trabajo, Alegría, un sonidocompletamente distinto al Albertu-cho que conocíamos, una melodíacountry en la que instrumentoscomo el banjo y la armónica sonprotagonistas, que nos hace com-probar la madurez del artista.

Un capitán valiente

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ego. Amí que más me da pasar un mal ratosi el otro chaval está flipando. Esto es así.Yo cuando era chico veía a cualquier figuradel Rock’n Roll que me gustaba y flipaba.No he sido nunca de pedir autógrafosporque he sido siempre muy tímido, perome entraba una ilusión increíble.

A pesar de todos los años que llevas subidoen escenarios, ¿Te siguen inundando losnervios cada vez que pisas uno? Me sigoponiendo muy nervioso, porque nunca mehe fiado mucho de mí mismo un pelo, en-tonces en cualquier momento me traicionoa mí mismo y me salen las cosas como noquiero que me salgan o me falla la memoria,o me “alicato” demasiado… De hecho, mehe alicatado demasiado casi siempre en losconciertos por los nervios. Pero la verdad esque del directo disfruto mucho.

¿Qué tal la tarea de producir un disco?¿Es mejor dejarlo en manos de otra per-sona o acabas más satisfecho cuando túmismo lo has compuesto y, además, le hasdado un poco de forma? Al principio eldisco lo iba a producir yo entero, pero secruzó en mi camino Pablo Salinas, que esun pedazo de músico como la copa de unpino, que ha tocado con Serrat, con LuzCasal… y me ha ayudado a producir, y alfinal ha quedado un disco que vais a fliparcon él. ¡Que disco más bonito! Es un discopara escucharlo con cascos, de registrosmuy graves, muy rollo Leonard Cohen,muy hablado a la orejita. Tiene muchosmatices, muchas pistas, te va llegando in-formación de muchas maneras. En el cochetambién está guapísimo escucharlo, es undisco de carretera también, porque es muysureño, muy de carretera y manta. Lo deproducirlo depende de lo que tengas tú enla cabeza, lo que quieras hacer, la inquietudo la influencia que tengas en ese momento.Yo me he visto preparado porque hago lasmaquetas en mi casa, y al trabajar tantashoras en tu casa y grabarlo todo tú (yo enlas maquetas lo he grabado todo), me hevisto preparado. Pero yo creo que la figuradel productor es importante, aunque essegún lo que quieras hacer. Si quieres haceralgo muy complicado es hasta donde túpuedas llegar. A mí me gusta producir,porque me gusta mucho la música, me gustaescuchar una canción desnuda y sacarle par-tido y vestirla, pero eso es con los años, conel aprendizaje. Hoy en día cualquiera quiereser productor, y yo me he dado cuenta deque no puede ser, de que hay mucho pro-ductor tapado, que dicen que alguien se ha

producido su disco y en verdad hay otro quele ha ayudado. Todo el mundo quiere serproductor y no se puede. Esta es mi opinión,igual alguien dice “Mira el gilipollas este loque dice”, pero es lo que hay.

¿Crees que la música y los movimientossociales que se están produciendo por estostiempos podrían relacionarse? ¿Es capazuna canción de crear conciencia en al-guien que antes de escucharla no la tenía?Yo creo que los medios de comunicación seempeñan en que las letras no hablen, quesean cómodas. Al final los que mandan sonlos programadores de la radio y de la tele, túen la radio no escuchas una canciónprotesta, porque no vende. La gente estádormida y no le gusta incomodarse, perohace falta dar por culo, está clarísimo, hacenfalta artistas que hablen de lo quepasa, y yo lo intento a mi manera.En este disco hablo de política, de lasociedad, hablo de sueños, de ani-males, de amigos… Hablo de todo,pero claro, tengo un respeto increíble por loque está pasando. Hay una canción muypolítica en este disco que se llama lagravedad de la teoría, que es lo quemantiene a los hombres pegados al suelo, ylos hombres tienen que volar. Ese es elpunto, porque estamos esclavizados, laociedad es una cadena de montaje y el hom-bre solo vive para trabajar. Es inconscientede la pérdida del sueño. La gente está obse-sionada con el dinero. Puede ser un pocohipócrita por mi parte, porque el dinero hacefalta, pero ese punto de odio al dinero tam-bién lo quería reflejar. Intento sobre todo sersincero conmigo mismo.

La voz del cantante sevillano es, de algunamanera, como un susurro sonoro. Una vi-bración rítmica y melódica que proporcionauna sensación cálida de confianza y bienes-tar. Con el desarrollo de la conversación, eltono iba en aumento, convirtiéndose en untorrente de sonido tosco, bronco, una vozajada sin ser desagradable en absoluto, conpersonalidad.En ese tono alto y placentero nos encon-trábamos anclados cuando llegó “El Pe-drote”, batería de Albertucho desde susinicios y, lo que es más importante, amigodesde la infancia hasta la fecha. Lo habíallamado minutos antes y apareció con lacaja, con lo que las miradas del barvolvieron a posarse en nuestra mesa. Teníanuna actuación prevista para una televisión ytenían que irse, pero antes un señor de losque se apoyaban en la barra del bar quiso

invitarnos a una caña más, por ser “tanjóvenes y tan alegres”. Y es que, conAlber-tucho, incluso en los días grises como aquel,la alegría siempre descansa sobre la mesa.

Si tuvieses que escribirle una canción alpresidente del gobierno ¿Qué nombre lle-varía? No sé, es que es tan triste… Todo locontrario de mi disco, que se llamaAlegría,y yo creo que le pondría tristeza, porquevaya tío más triste. Lo que está pasando conAlemania, esto de intentar salir de la crisisendeudándonos cada vez más, ¡siguiendolos mismos patrones que seguía el ImperioRomano! Es que es muy fuerte. Pan y circo,pero poco pan y pésimo circo. Pones la teley te quieres cortar las venas, abres el mon-edero y te quieres cortar las venas tam-bién… Por eso yo lo he puesto al disco

Alegría, porque creo que dentro de toda lamierda que nos rodea, como no veamos lascosas con un poco de positivismo y con em-puje de tirar para adelante, podemos caer enuna depresión y ya es lo que faltaba. Hayque ser feliz y luchar, ese es el mensaje deeste disco.

¿Te has puesto a escuchar en solitario al-guno de tus discos? Cuando están reciénsalidos del horno. Después no me gusta es-cucharlos. Soy muy exigente, el disconuevo lo he estado escuchando recién ter-minado y me vi todos los defectos que mepodía ver, y a partir de ahora es tocarlo endirecto, yo no lo vuelvo a escuchar más. Nocreo que sea un buen ejercicio escucharte ati mismo, escucho a los demás porquetienen más talento que yo.

¿Hay alguien con quien te falte colaborarpara sentirte realizado? Si. Un artista es-pañol que me gusta mucho esAlbert Pla, megusta mucho Bigott, es un pedazo de artista,es de Zaragoza, rollo Johnny Cash. Hay mu-chos artistas, y me gustaría colaborar conmuchísimos, pero ni lo voy a intentar.

Has pasado de llevar camisetas rockeras,o de llevar el pelo largo a este estilo…Tenía el pelo casi por la cintura. Ha sido porinfluencias, porque todos somos unos nov-eleros. Yo no tiro de modas, hago lo que mepide el cuerpo.Como todos los artistas queme gustan llevan sombrero pues yo mepongo sombrero, ¡Y a tomar por culo!.

“LOS MEDIOS SE EMPEÑAN ENQUE LAS LETRAS NO HABLEN,QUE SEAN CÓMODAS”