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SOCIOLOGÍA
XXXXCC CAQº 2
ESCUELA PREPARATORIA OFICIAL 153
LA TEORÍA
FENOMENOLÓGICA DE
PETER BERGER
EL PESO DE LA HISTORIA TEORÍA ESTRUCTURAL-
FUNCIONALISTA. TALCOTT
PARSONS 2009
LOS PROBLEMAS SOCIALES DEL MUNDO ACTUAL.
EN LOS ÚLTIMOS AÑOS EL CONTEXTO MUNDIAL HA CAMBIADO VERTIGINOSAMENTE;
EN TODOS SENTIDOS: ECONÓMICO, SOCIAL, TECNOLÓGICO, CIENTÍFICO, CULTURAL.
HABLAMOS AHORA DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN, ALDEA GLOBAL, SOCIEDAD
POSTINDUSTRIAL; SE OBSERVAN UNA SERIE DE FENÓMENOS NUEVOS UNOS Y
AGRAVADOS OTROS YA EXISTENTES QUE RESULTAN TAN COMPLEJOS EN SU
COMPRENSIÓN Y SOLUCIÓN: EMPRESAS TRANSNACIONALES Y EXPLOTACIÓN DEL
TRABAJO HUMANO, SOCIEDAD POSTINDUSTRIAL Y AGOTAMIENTO DE LOS RECURSOS
NATURALES, POBREZA Y MIGRACIÓN, CORRUPCIÓN, GRUPOS INDÍGENAS Y SU
INTEGRACIÓN AL DESARROLLO ECONÓMICO, INSEGURIDAD PUBLICA, ETC. PROBLEMAS
QUE INTENTA EXPLICAR LA SOCIOLOGÍA A TRAVÉS DE LAS DISTINTOS TEORÍAS
SOCIOLÓGICAS.
M T R A . N O E M Í N I E T O F R Í A S
El momento mismo en que se
establece un mundo social objetivo, no está lejos la posibilidad de la reificación. La objetividad del mundo social significa que enfrenta al hombre como algo exterior a él mismo. La cuestión decisiva es saber si el hombre conserva conciencia de que le mundo social, aún objetivado, fue hecho por los hombres, y de que éstos, por consiguiente, pueden rehacerlo. En otras palabras, la reificación puede describirse como un paso extremo en el proceso de objetivación, por el que el mundo objetivado pierde su comprehensibilidad como empresa humana y queda fijado como facticidad inerthe, no humana y no humanizable. En particular, la relación real entre el hombre y su mundo se invierte en la conciencia. El hombre, productor de un mundo, se aprehende como su producto y la actividad humana como epifenómeno de procesos no humanos. Los significados humanos no se entienden como productores de un mundo, sino, a su vez, como producidos por la «naturaleza de las cosas». Debe destacarse que la reificación es una modalidad de la conciencia, más exactamente una modalidad de la objetivación del mundo exactamente una modalidad de la objetivación del mundo humano que realiza el hombre. Aunque aprehenda el mundo en términos deificados, el hombre sigue produciendo, o sea que paradójicamente, es capaz de producir una realidad que lo niega.
PETER BERGER
Entonces, resulta que esa misma realidad
que se presentaba al comienzo como una
interpretación humana, ahora forma
parte de una reificación donde la realidad
es consecuencia de los ritmos, espacios y
roles que determina el conocimiento
institucional. Misma realidad institucional
que se sirve del lenguaje, entendida como
tipificación por antonomasia de nuestra
civilización, y de la plasticidad, como
característica esencial de la naturaleza
humana, para la sedimentación
intersubjetiva del conocimiento. Todo lo
cual conlleva, asimismo, la aparición de
unos roles sociales que aseguran la
legitimación de dicho conocimiento
objetivado, así como su propia
legitimación. La corrupción.
De acuerdo con el pensamiento de
Peter Berger en México dada la práctica
generalizada de la corrupción está en proceso
de normalización, de adaptación. Es un
fenómeno social que ya no causa asombro;
que no se circunscribe únicamente a la
burocracia como lo describe Weber, se puede
observar en espacios particulares. Como en
otros países la poligamia es normal y legitimada
por el matrimonio incluso, la corrupción puede
ser un rasgo cultural interiorizado por un
sistema social; sin embargo, si puede ser
juzgado por sociedades donde es una acción
ilegal, un delito que transgrede la ley y afecta la
armonía social.
¿HISTORIA PARA QUÉ? Será que la Historia nos sirve para estudiar el pasado y comprender el presente, o será que nos sirve para estudiar lo que está pasando en este momento y dar una respuesta a lo que sucedió. Será que la historia nos da una guía para saber lo que está sucediendo o lo que va a suceder en nuestras sociedades. Podemos observar o, mejor dicho, a través de investigaciones ver cuál fue el camino que llevó a tal civilización o sociedad hacia cierta faceta, y enfocarla con lo que está sucediendo en la nuestra en este momento. No se repite de la misma manera pero tiene todos los mismos indicios, y así dar o arriesgarnos a decir o pronosticar lo que puede suceder. La Historia no solo nos sirve para predecir acontecimientos o estudiar acontecimientos que se han suscitado en las sociedades, también la Historia se utiliza en las empresas, para conocer sus estados financieros, las curvas que tiene cada mes anterior, saber qué mes es en donde debe producir más y en el que hay mayor riesgo en la producción. La Historia te sirve en tu vida personal para aprender de los errores que has cometido y no volverlos a hacer, o de lo que has aprendido con anterioridad aplicarlo en cierto momento en X situación.
En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de éstas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden
determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser; sino por el contrario, el ser social lo que determina su conciencia Entonces, ¿quién hace la historia? Si es el hombre, ¿cómo hace para hacer historia? Carlos Pereyra nos dice que el problema con esta proposición es que:
...la materia prima de la historia, es ya historia... “¡el hombre ya ha hecho la historia con la cual hace la historia! Entonces, en la historia, el hombre lo produce todo: no sólo el resultado, el „producto de su trabajo‟ (la historia), sino ante todo la materia prima.
La afirmación conduce un vacío teórico porque desplaza el análisis ya sea a una búsqueda en la naturaleza (esencia) humana o a la libre voluntad. En efecto, si son los hombres quienes hacen la historia, es en ellos donde debe encontrarse la explicación de las vicisitudes observables en el proceso. Si los hombres constituyen el lugar de la indignación, esta queda confinada, sin alternativa posible, en la naturaleza humana o en la voluntad de los individuos. Este vacío teórico no puede sorprender porque la proposición “los hombres hacen la historia” quiere decir: es falso que el proceso histórico sea el resultado de la intervención de alguna entidad metafísica suprahumana. Tal es el único significado de la proposición, históricamente considerada. Nace esta fórmula en el interior de una polémica ideológica y su validez, decisiva en ese debate como factor de oposición a los planteamientos providencialistas y teológicos sobre la historia; desaparece en el instante mismo en que es superada la polémica. Ello ocurre siempre con todas las proposiciones teóricas que, careciendo de fundamentación científica, su validez depende del
enfrentamiento ideológico circunstancial. (Pereyra, 1981: 164-165)
¿de quién depende que en una época se planteen determinados objetivos históricos y no otros?; ¿por qué los hombres “hacen” historia en formas tan diferentes según diversas circunstancias?; ¿quién decide cuáles procedimientos y que instituciones habrán de ser utilizados para “hacer” historia?. Éstas interrogantes no pueden contestarse bajo la idea de que los hombres “hacen” la historia. Para Pereyra, una respuesta a este problema lo encontramos en El dieciocho Brumario de Marx, que nos señala:...los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino por aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. (Marx, citado por Pereyra, 1981:168).
El texto nos dice que “los hombres hacen la historia” bajo un complejo de circunstancias no elegidas por ellos; es decir, señala que los hombres no hacen historia a su libre arbitrio. De lo anterior se puede decir que los hombres no se proponen un fin determinado en cada situación, sino que los fines posibles están determinados por la situación misma. El carácter individual constituye un factor de desarrollo social sólo en correlación de fuerzas que en la organización de la sociedad actúan. Podríamos decir que para los marxistas la historia es hecha por el ser social. Es aquí donde surge el debate entre quienes consideran fundamental las circunstancias como condicionantes y aquellos que creen en los hombres excepcionales de la historia como Carlyle.
Para Pereyra “el problema de la ciencia de la historia no consiste en identificar quienes son los agentes del proceso, pues sin duda alguna, son los hombres y sólo ellos. La dificultad estriba en localizar los factores que determinan el carácter de su actividad y por tanto, la explican. Y recalca: El endeble supuesto de que la historia es hecha por los hombres, no sólo levanta obstáculos gratuitos en el camino de construir la ciencia de la historia, al desviar la atención del campo de las relaciones sociales (único lugar en referencia al cual es posible producir los imprescindibles conceptos, hipótesis explicativas y modelos teóricos) para desplazar al inasible ámbito de las acciones humanas, sino, además, el supuesto tiene
graves implicaciones en el plano político. (Pereyra, 1981:191)
UN PUEBLO EN LUCHA
HOMBRES QUE HICIERON LA HISTORIA
ESPÍRITU NAVIDEÑO SOBRE HIELO
Para los ciudadanos del Distrito Federal y las
zonas aledañas un espectáculo lleno de luz y
alegría para iniciar las vísperas navideñas.
¿Qué significa la Navidad? Navidad es una contracción de la palabra "natividad" que significa "natalicio" o "día de nacimiento". Concretamente, Navidad se utiliza exclusivamente para denominar el nacimiento de Cristo. La fecha concreta y exacta de la Navidad, es decir, del Nacimiento de Cristo es desconocida. La Navidad no está registrada por ninguna fuente historiográfica y, como es sabido, no faltan escritos históricos que, haciendo caso
omiso de los Evangelios, dudan de la existencia de Jesucristo. No obstante, en la tradición romana (luego llevada a través de los siglos por el Cristianismo) se hizo coincidir Navidad con aquella fecha en la que el Sol sale invicto frente a la oscuridad. En Roma, la festividad de "Sol Invictus" se celebraba el 25 de diciembre, el día en que el equinoccio de otoño dejaba paso al solsticio de invierno. Hasta ese solsticio de invierno los días han ido menguado y la oscuridad se ha ido extendiendo. La tradición cristiana ha hecho coincidir pues la Navidad con el día en que la oscuridad ha sido vencida por la luz, con el día en que las horas de luz crecen en detrimento de las horas de sombra y de noche. Navidad no fue una festividad celebrada desde los comienzos de la Iglesia. Oficialmente, el Nacimiento de Cristo se celebra el 25 de Diciembre desde el siglo IV, bajo el mandato del emperador Constantino, siendo Sumo Pontífice el Papa Julio I.
Pero Navidad en nuestros días, aparece desligado de su sentido puramente religioso y cristiano y es un período anual celebrado en todo el mundo con independencia de confesiones, países, idiomas, razas Aborrecida, deseada, pero nunca indiferente, la Navidad es un período propicio para la reunión de familiares y amigos, o de recuerdo de los que se han ido, época de compartir y de regalar o época de soledad y tristeza. Mientras unos piensan que gran parte de la Navidadz no es más que un invento comercial de grandes multinacionales, otros aún intentan descubrir el sentido interior que esta fiesta ha tenido para nuestros antepasados.
Se dice que quien no celebra la Navidad es como un cadáver andante. El tan celebrado Espíritu de Navidad es una predisposición personal para celebrar la Navidad, participando de todos sus ritos y tradiciones. Para simbolizar el Espíritu de la Navidad, se recurre muchas veces a Mister Scrooge, el popular personaje que inmortalizó Charles Dickens en su obra "Canción de Navidad". El viejo avaro e incrédulo, que decía que la Navidad y sus tradiciones no eran más que "paparruchas" recibió la visita de tres fantasmas: el fantasma de las Navidades pasadas, el fantasma de las Navidades presentes y el fantasma de las
Navidades futuras. Los espectros de Navidad le mostraron lo peor de sí mismo y de su vida, hasta hacerle cambiar en lo personal y en las relaciones sociales con sus vecinos, invadido violentamente por el Espíritu de la Navidad. A veces, de tanto hacer algo, se nos olvida porqué lo hacemos o para qué sirve. Algo así nos puede pasar con la Navidad. Tanto nos la promueven, tanto nos la recuerdan los medios y la publicidad, que corremos el riesgo de olvidar o, por lo menos, diluir su significado. Por eso, vale la pena detenernos un momento y recordar que significa esta fecha y de qué manera la estamos viviendo.
Es, claro, una celebración de la familia, donde nos reunimos y la pasamos lo mejor posible; convivimos y recordamos esas viejas historias de familia que tanto significan. Y también es la celebración de qué, al nacer Jesús, pasamos a ser parte de la familia del mismo Dios. Por supuesto, es una celebración de los niños, a los que les llegan misteriosamente regalos y donde se juega el juego amoroso de buscar los juguetes para ver si los Santos Reyes de veras existen. También es la fiesta de todos, porque todos, en algún rincón de nuestra alma, no dejamos de ser niños. Pero, sobre todo, celebramos al más importante de todos los niños, al Niño Jesús, que nació como el menos importante de los niños y llegó a ser el más importante de los hombres, Dios hecho hombre.
Celebramos la ocasión de poder demostrar a los amigos nuestro aprecio, nuestro cariño, la posibilidad de intercambiar regalos. Aquí, posiblemente, es donde más han influido el comercio y los medios para hacernos sentir al si no damos un regalo, entre más caro, mejor. Pero, exageraciones aparte, no deja de ser valioso el celebrar la generosidad y el cariño de una manera concreta. Y con esto, posiblemente sin ser conscientes, celebramos el mayor de todos los regalos: Dios Padre, regalándonos a su Hijo para que nos salváramos del pecado y de la muerte. ¡Qué vivan dichosamente esta Navidad y que Dios los bendiga!
ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE
CENTRO HISTÓRICO LLENO DE LUZ Y COLOR
LA NOCHEBUENA, FLOR REPRESENTATIVA DE MÉXICO
LAS TRADICIONALES PIÑATAS