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Estabilidad Jurídica y Eficiencia
Un Análisis desde la Economía Institucional
Jhonatan Clausen Lizárraga
Luciana Pardo Saavedra
Miguel Sánchez Piscoya
Patricia Suclla Castro
1. Introducción
A inicios de la década de 1990 el Perú vivió una ola de reformas orientadas a liberalizar la
economía en su conjunto, para lo cual se establecieron una serie de medidas de política
económica y relativas al ordenamiento jurídico. Las reformas denominadas “estructurales”
buscaban eliminar las distorsiones que las políticas llevadas a cabo durante la década
precedente habían incorporado en los diferentes mercados con el fin de promover el
crecimiento económico ante los bajos niveles de desempeño de la economía nacional.
Dichos cambios tuvieron lugar bajo el amparo de un nuevo marco institucional el cual tuvo
su expresión máxima en la adopción de una nueva constitución con las consiguientes leyes
que a partir de este punto se aprobaron y entraron en vigencia. Ciertamente este conjunto de
medidas obedecieron a posición de política económica promovida por los grandes
organismos multilaterales de cooperación económica (es decir el Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional); sin embargo, como casi todas las recomendaciones y modelos de
desarrollo propuestos por estos organismos, estos se basaron en un marco teórico
específico. En particular las reformas estructurales obedecieron a las recomendaciones que
surgieron a raíz de la teoría del crecimiento económico neoclásico y la denominada “nueva
economía institucional”. Esta última incorporó a las instituciones dentro del consolidado
teórico de la económica neoclásica con lo cual tuvo un impacto profundo sobre las
recomendaciones de política que fueron dadas al Perú para llevar a cabo los procesos de
reforma.
El campo de análisis de la Nueva Economía Institucional es de particular amplitud por tanto
es necesario acotar el área que consideramos relevante en este caso. Dado que las reformas
estructurales tenían como objetivo final promover el crecimiento económico era claro que
existía una necesidad muy fuerte de promover la inversión (en particular la inversión
extranjera directa) y para dicho fin era necesario incidir sobre los determinantes de la
misma. Es en este punto en el cual la economía institucional hace su aparición mediante la
formulación de la teoría de contratos. En efecto, los contratos al reducir la incertidumbre
reducen los costos de transacción y en consecuencia producen un cambio en el análisis de
costo beneficio de los agentes. En particular en el caso de las inversiones aumenta el
beneficio neto esperado de los inversionistas al reducir la variable riesgo. La idea central
consiste en que la seguridad jurídica que otorgan los contratos reduce la incertidumbre y
por tanto hace que las inversiones aumenten con lo cual se genera crecimiento económico
por acumulación de capital1. Ahora bien, la teoría de los contratos también toma en cuenta
el hecho de que los agentes económicos son oportunistas y que además los contratos son
casi siempre incompletos de modo que en el largo plazo pueden generarse situaciones de
incertidumbre las cuales a su vez acarrearían altos costos de transacción debido a la
necesidad de entablar acciones legales orientadas a hacer cumplir los acuerdos (costos de
cumplimiento). Es por esto que se buscó dar una grado aún mayor de estabilidad jurídica a
la gran inversión extranjera mediante los denominados “contratos ley” los cuales debido a
su naturaleza no pertenecían al fuero administrativo sino al fuero civil otorgando grandes
niveles de estabilidad para la inversión.
Todas estas disposiciones legales como hemos mencionado parten del modelo de
“Economía Social de Mercado” establecido por la nueva constitución del año 1993 y están
normadas de modo específico en la “Ley Marco para el Crecimiento de la Inversión
Privada”. A partir del análisis de esta ley nos proponemos desarrollar la relación entre la
estabilidad jurídica y la eficiencia económica para lo cual hemos de servirnos de la teoría
de los contratos y de la teoría del crecimiento económico para establecer el modo en el cual
los contratos son herramientas con la capacidad de aumentar la eficiencia en la asignación
de recursos y por consiguiente generar niveles superiores de crecimiento económico.
El documento está estructurado de la siguiente manera. En el primer apartado realizamos
una revisión del marco institucional peruano con relación a la promoción de las inversiones
para observar los diferentes mecanismos de estabilidad jurídica que la ley permitió
incorporar en los contratos de inversión. Posteriormente presentamos algunos casos de
estos contratos celebrados con los grandes inversionistas principalmente extranjeros. Luego
en la tercera parte introducimos el marco teórico de la economía institucional en particular
la teoría económica de los contratos y su relación con la eficiencia y la teoría del
crecimiento económico. Finalmente en el apartado 4 presentamos las principales
conclusiones.
1 El principio de crecimiento por acumulación de capital no es exclusivo de los modelos de crecimiento neoclásicos ya que está presente en teorías previas como en el caso del modelo de crecimiento de Solow-Swan
2. El Marco Institucional para la Promoción de las Inversiones
La “Ley Marco para el crecimiento de la inversión privada”, decreto legislativo Nº 757,
está orientada a crear las condiciones necesarias para promover la inversión en diversos
sectores productivos. Como pieza clave para la seguridad jurídica y el mantenimiento de las
reglas de juego, el decreto pretende brindar a los inversionistas los elementos que
garanticen una libre competencia en el mercado, así como facilidades burocráticas, sea el
caso de un inversionista extranjero o nacional. El buen funcionamiento de estas condiciones
exige, primordialmente, una ausencia en el cambio del régimen tributario, la cual puede
mermar en las intenciones de inversión.
Dentro de los alcances de esta Ley, de acuerdo con el artículo primero, se menciona su
principal objetivo: “…garantizar la libre iniciativa y las inversiones privadas, efectuadas o
por efectuarse, en todos los sectores de la actividad económica, […]. Establecer derechos,
garantías y obligaciones que son de aplicación a todas las personas naturales o jurídicas,
nacionales o extranjeras, que sean titulares de inversiones en el país.” Asimismo, estas
normas implican una vigilancia de su cumplimiento por parte de los diversos organismos
del Estado.
La estabilidad jurídica económica es esencial para que las empresas decidan arriesgarse a
mantener sus inversiones. Como referencia importante del decreto, el artículo 4º especifica
a qué se refiere con libre competencia. Dicho término implica que los precios en la
economía resultan de la oferta y la demanda, y se rigen ante lo dispuesto por las leyes. Para
evitar cualquier inconveniente, el artículo recalca que los únicos precios que pueden fijarse
son las tarifas de los servicios públicos, conforme a lo que se disponga expresamente por
Ley del Congreso de la República.
La eliminación de ciertos costes administrativos suele traer mejoras en el trato con los
inversionistas, lo cual puede motivar a incrementarse el número de inversiones en el país.
Por ello, el artículo 18º señala que, con la finalidad de reducir las obligaciones impuestas a
las empresas e inversionistas, solamente podrán establecerse trámites administrativos
mediante Decreto Supremo, Decreto Ejecutivo Regional u Ordenanza Municipal.
En cuanto los convenios de estabilidad jurídica, el artículo 39º de la Ley Marco señala lo
siguiente: “Los convenios de estabilidad jurídica se celebran al amparo del artículo 1357º
del Código Civil y tienen la calidad de contratos con fuerza de ley, de manera que no
pueden ser modificados o dejados sin efecto unilateralmente por el Estado. Tales contratos
tienen carácter civil y no administrativo, y sólo podrán modificarse o dejados sin efecto
por acuerdo entre las partes.” Muchos de los artículos que se incluyen dentro de este
decreto legislativo pretenden mostrar una imagen de un gobierno preocupado por la libre
competencia, así como no intervencionista en lo que respecta a contratos.
Tras considerar diversos artículos pertinentes del decreto legislativo en consideración,
podemos enfocarnos en los contratos ley. El propio Estado debe conceder a los
inversionistas una mayor estabilidad dentro de los negocios que los vinculan, dado que si
no se efectúa una institución clara, se crea una gran incertidumbre. Entonces, de acuerdo
con Pérez, los contratos ley conllevan dos garantías esenciales, la primera consiste en que
no se puede efectuar una modificación de los contratos tras el decreto de una ley posterior.
Tras esta cláusula, el contrato adquiere un carácter de inmunidad ante cualquier acto
legislativo del Estado. La segunda garantía, a pesar de ser distinta, se encuentra totalmente
vinculada con la primera, pues, señala que el contexto legal que se usó para determinar la
inversión no puede ser modificado por el inversionista. De acuerdo con Ramírez Cruz, los
convenios de estabilidad jurídica que se celebren al amparo del artículo 1357º del Código
Civil, tienen la calidad de contratos con fuerza de ley, por lo tanto no pueden ser
modificados o dejados sin efecto unilateralmente por el Estado.
Los contratos ley, por lo tanto, cumplen la finalidad de brindar la seguridad jurídica
necesaria para el inversionista. Primero, se determina una estabilización del marco legal
aplicable a la relación jurídica patrimonial creada por el contrato. Además, se presenta un
marco legal aplicable a un contrato con el Estado del derecho administrativo al derecho
civil.
Asimismo, cabe mencionar que los contratos de estabilidad jurídica están regulados, en
primer lugar, en el último párrafo del artículo 62º de nuestra Constitución Política, en
donde se señala lo siguiente: “Mediante contrato ley el Estado puede establecer garantías
y otorgar seguridades. No pueden ser modificados legislativamente…”. Este texto tiene su
antecedente en el artículo 1357º del Código Civil que menciona lo siguiente: “La ley,
sustentada en razones de interés social, nacional o público, puede establecer garantías y
seguridades otorgadas por el Estado mediante contrato”.
Existen también garantías para los inversionistas extranjeros, los cuales son dignos de
mencionar. Primero, el Estado Peruano otorga un trato de igualdad, por el cual la
legislación no discrimina a los inversionistas, sean nacionales o extranjeros. Además, se
garantiza una estabilidad del régimen del Impuesto a la Renta, aplicable desde el momento
de emisión del convenio. Un punto importante para los inversionistas extranjeros es la
estabilidad del régimen de libre disponibilidad de divisas y de remesa de utilidades, a fin de
reducir la incertidumbre de inversión. Mientras estas condiciones se cumplan, los
inversionistas se presentarán como neutros al riesgo que puedan encontrar en el país.
3. Contratos e Incertidumbre
Es muy sabido que la colaboración entre individuos es muy beneficiosa. Es por ello que en
nuestra sociedad, las personas crean compromisos para así cooperar mutuamente. No
obstante, un cumplimiento obligatorio de estos compromisos otorga mucha más seguridad
y, así se vuelvan más creíbles a la hora de su cumplimiento. Esto se debe a que estas
promesas impulsan a una confianza con costos de transacción bajos y un desempeño
óptimo, que maximizan el valor esperado de la colaboración entre ambas partes. Para todo
lo dicho, debe haber un contrato, en el cual se debe establecer las promesas hechas a través
de términos claros para así no incumplir.
Asimismo, el cumplimiento forzoso implica la existencia de remedios para el
incumplimiento de un contrato. Por lo que la existencia de remedios contribuye un
incentivo para el cumplimiento de los contratos. Además, la utilización del mejor remedio
posible asegura el compromiso óptimo del contrato. Estos, puedes ser agrupados en dos
grandes grupos; los pagos de los daños y el desempeño específico. Pero, no sólo existen
estos remedios, sino que anexados a estos existen otros remedios como los daños de
expectativa, en el cual el pago del daño provocado por el incumplimiento del contrato
indemniza al destinatario del compromiso por el inconveniente ocasionado. Además, están
los daños de confianza, el costo de oportunidad, la restitución y, la compensación. No
obstante, cumplir estos contratos no es óptimo debido a que el incumplimiento es
insuperable cuando los costos de cumplimiento superan los beneficios de todas las partes.
Esto quiere decir que cuando existe una contingencia inoportuna, el realizar un
incumplimiento es mucho mayor. Y, cuando existe una contingencia afortunada, el
incumplir se vuelve mucho más rentable aún que cumplir el contrato.
Para que exista eficiencia en los contratos, es necesario que los individuos que son parte de
esta promesa, seleccionen las acciones que maximicen a futuro sus ganancias. Por lo que
puede existir un cumplimiento de estos pero con un pequeño costo, ya que su es muy
elevado, se preferirá incumplir. Es por ello que a través del fracaso de la renegociación del
agente con un costo alto, provoca que el remedio del pago de daños sea en muchas
ocasiones eficientes y, el cumplimento especifico, sea ineficiente. Esto trae a largo plazo la
determinación a incumplir el contrato. No obstante, a través de los daños de expectativas,
hace que los individuos interioricen la rentabilidad de sus precauciones en oposición al
incumplimiento, lo cual instaura estímulos para que se realice una precaución eficiente.
Esto se debe a que los incentivos para la precaución deficientes no traen más que la
minimización de los costos esperados que se encuentran muy por debajo del nivel eficiente
esperado a futuro.
Por lo tanto, la toma de precauciones por parte del individuo para que así exista una
eficiencia de incentivos, depende mucho del nivel de los daños. Es por ello que a través de
la ley, habrá mayores incentivos para que exista una confianza eficaz entre los involucrados
en el contrato. Esto trae que la eficiencia de los incentivos del receptor de la promesa,
dependa de los daños causados marginales o, también dichos lo daños por la credibilidad.
(COOTER: 1998) (BULLARD: 1996)
Es importante recalcar que para que existas contratos conducidos hacia una eliminación de
incertidumbre, se debe haber solucionado la polémica acontecida por los involucrados en el
contrato los cuales poseen una relación jurídica. Por lo cual, la definición de transacción es
pertinente. Esto se debe a que un contrato de transacción siempre implica que habrá una
controversia. Los involucrados, siempre desarrollaran soluciones que beneficien a ambos
para así evitar un pleito y; así suprimir la relación jurídica incierta. (PÉREZ: 2011)
4. Contratos, Eficiencia y Crecimiento Económico
La consolidación de la influencia de la denominada “Nueva Economía Institucional” a
inicios de la década de 1990 abrió un nuevo espacio para el análisis acerca del crecimiento
económico. En efecto, las instituciones, en el sentido planteado por Douglas North, pasaron
a constituirse en variables relevantes para determinar los motivos subyacentes a los
distintos niveles de crecimiento existentes entre los diferentes grupos de países. Desde
entonces, se ha realizado numerosos trabajos que, sobre el marco teórico propuesto por los
pioneros del Neoinstitucionalismo, han intentado realizar análisis empíricos para probar la
validez de ciertas hipótesis acerca de la influencia del desarrollo institucional sobre el
crecimiento del producto. Estas investigaciones se han centrado primero en la construcción
de variables adecuadas que midan la situación de las instituciones en las economías para
pasar luego a utilizarlas para el análisis econométrico a fin de determinar el tipo y grado de
influencia que pueden tener sobre los niveles de crecimiento. Los contratos son de alguna
forma un tipo de institución pues forman parte de las reglas de juego de la economía. En lo
sucesivo entenderemos instituciones en ese sentido amplio dentro del cual; sin embargo,
veremos que los contratos y la estabilidad jurídica asociada a su cumplimiento constituyen
una parte crucial.
Las instituciones se relacionan con las decisiones económicas a través de una serie de
mecanismos de transmisión. Gasha, Schroth, y Chong (1997) identifican precisamente dos
canales principales siguiendo la propuesta de North. Al respecto afirman que:
“un mayor grado de incertidumbre en las reglas y una alta propensión al incumplimiento
de contratos pueden sesgar las elección de los agentes de dos maneras: una tendencia a
minimizar el numero de transacciones que debe realizar con el resto y una propensión a
fijar horizontes temporales más cortos…”
Queda claro que en el primero de los mecanismos lo relevante es la inversión, bajo la idea
del crecimiento por acumulación de capital presente ya en los más antiguos modelos de
crecimiento. El segundo a su vez, se refiere más bien a los parámetros profundos de los
modelos que incorporan las decisiones de ahorro consumo de los agentes pues hace
referencia a la tasa de impaciencia y a las consideraciones que esta tiene para las tasas de
crecimiento. Ahora bien, los autores también identifican una dinámica de interdependencia
entre el crecimiento económico y las instituciones la cual toman en cuenta al momento de
modelar la relación entre estas. Con relación a esto último afirman que además de los
canales de trasmisión que han sido ya mencionados existe uno que posee una causalidad
inversa al anterior pues sostienen que “desempeños económicos pobres podrían afectar
negativamente los niveles de desarrollo institucional, a través de una menor calidad de la
infraestructura, un incremento de los riesgos de expropiación o un mayor grado de
incumplimiento de contratos”. (Gasha et al. 1992). La formalización de estos conceptos se
realiza sobre la base de los modelos neoclásicos de crecimiento que fueron desarrollados
por Mankiw, Romer y Weil (1992) así como también por Barro y Sala-i-Martin (1992). A
partir de estos modelos se realizan dos extensiones principales, una de ellas muy similar a
las propuestas por Helliwel (1992), Barro (1994) o Mauro (1995) y la otra a partir de la
observación de la simultaneidad entre variables descrita anteriormente y utilizando en
aporte de Alesina et al. (1992). Se plantea el siguiente sistema de ecuaciones:
I=α i x i+β i x+γ i Dy+u1
Dy=α Dy x Dy+β Dy x+γ Dy I +ui
En las ecuaciones la variable I representa una “índice de desarrollo institucional” que está
definido por una serie de variables que explican el desarrollo institucional pero no el
crecimiento que corresponden a x i mientras que xestá compuesto por una serie de variables
que determinan no solo el crecimiento sino también las instituciones. Dy Representa el
crecimiento económico que está determinado por I por x y por xDy que es un vector
conformad por variables que solo explican el crecimiento mas no a las instituciones. Los
autores afirman que al tomar en cuenta los parámetros γ i y γ Dy queda resulto el problema de
simultaneidad. Cabe resaltar que esta es sólo una de las múltiples posibles especificaciones
econométricas que quedan como resultado de la formalización de los elementos teóricos
presentados con anterioridad. Un elemento de particular relevancia es esclarecer cuales son
por ejemplo, las variables que componen el vector I . Al respecto los autores hacen
referencia a las variables propuestas y reportadas por Bussiness Environmental Risk
Intelligence (BERI) que básicamente incluye 4 tipos como son: contract enforceability
(CE), Infraestructure Quality (IQ), Nationalization Potential (NP) y finalmente
Bureaucratic Delays (BD). Los resultados confirmas que el crecimiento económico afecta
de manera positiva y significativa la tasa de crecimiento del producto. En particular esta
relación se cumple cuando la variable Iestá compuesta por el indicador CE que es un
indicador de cumplimiento y solidez de los contratos.
5. Convenios de Estabilidad Jurídica en el Perú
El Estado Peruano otorga garantías de estabilidad jurídica tanto a los inversionistas
nacionales como extranjeros a través de la suscripción de estos convenios, tanto en el caso
de constitución de nuevas empresas como para la ampliación de capital social de las
empresas ya establecidas. La vigencia de este tipo de convenios es de 10 años, en el caso
de concesiones, el plazo de vigencia del convenio de estabilidad jurídica se extiende por el
plazo de vigencia de la concesión.
Los convenios de Estabilidad Jurídica se pueden llevar a cabo de la siguiente manera:
Convenios de Estabilidad Jurídica con Inversionistas Nacionales/Extranjeros.
Convenios de Estabilidad Jurídica con Empresas Receptoras de Inversión.
La regulación de los Convenios de Estabilidad Jurídica en el Perú se da a través de dos
tipos de normas. La primera comprende los dispositivos legales que establecen las
condiciones generales aplicables a todos los sectores de la economía tales como el Régimen
de Estabilidad Jurídica a la Inversión Extranjera (DL 662) y la Ley Marco para el
Crecimiento de la Inversión Privada (DL 757) y; la segunda corresponde a los dispositivos
legales aplicables a determinados sectores tales como el Texto Único Ordenado de la Ley
General de Minería (DS N 014-92-EM), la Ley Orgánica de Hidrocarburos (Ley 26221) y
la Ley General de Industrias (Ley 23407).
Requisitos de la Inversión
A efectos de acceder al Régimen de estabilidad jurídica que se suscriban al amparo
de lo establecido en los Decretos Legislativos 662 y 757 , los inversionistas deben
comprometerse a efectuar como mínimo aportes dinerarios , canalizados a través
del Sistema Financiero Nacional al capital de una empresa establecida o por
establecerse o realizar inversiones de riesgo que formalice con terceros por un
monto que no sea inferior:
A US$ 10 000 000 ( diez millones y 00/100 dólares de los Estados Unidos de
América) para los sectores minería e hidrocarburos.
A US$ 5 000 000 ( cinco millones y 00/100 dólares de los Estados Unidos de
América) para todos los demás sectores.
La normatividad que regula los Convenios de estabilidad Jurídica señala que Proinversión
(antes CONITE) y los Ministerios pueden suscribir dichos convenios en representación del
Estado. El número de convenios suscritos en total es desconocido debido a que varios
ministerios aún no hacen pública esta información. Según lo registrado únicamente por
Proinversión, se han establecido 824 convenios.
Según el Informe de Impacto Económico de la Inversión Asociada a los Convenios de
Estabilidad Jurídica en el Perú realizado por Macroconsult, tras un balance de resultados de
las empresas que firmaron este tipo de convenios, se deben contemplar efectos sobre las
principales variables económicas tales como la inversión realizada, actividad económica,
empleo y actividad productiva. La variable relevante para evaluar el impacto de los
Convenios de Estabilidad Jurídica es la inversión realizada total por las empresas que los
firmaron y sus correspondientes efectos multiplicadores.
Para el periodo evaluado, de 1994-2011, se obtuvo que la inversión total fue 2.4 veces
superior a la comprometida, donde el 70% fue destinado a actividades productivas y el
restante 30% fue destinado a privatización, concesión o ventas posteriores de acciones del
Estado.
Inversión realizada por las empresas de la muestra
Fuente: Macroconsult S.A.
Con respecto a la actividad económica, la importancia económica de las empresas
vinculadas a los convenios se puede detectar a través de la contribución de su valor
agregado en el PBI. Para el año 2001, la contribución de éstas fue equivalente al 3.1.% del
PBI. Durante el periodo de análisis de 1994 – 2001, las empresas de la muestra destinaron
el 33% del total de la inversión productivas a la compra de bienes y servicios locales.
Además, por el efecto multiplicador de esta inversión se generó una contribución marginal
superior a los US$ 2 000 millones. Así, el impacto total en el PBI supera en 1.5 veces la
inversión efectivamente realizada en compra de bienes y servicios locales.
Impacto económico de la inversión realizada en el PBI
Fuente: Macroconsult S.A.
Las empresas productivas también tienen un efecto sobre el empleo. Este efecto puede
clasificarse entre directos e indirectos. Se obtuvo que en el periodo de 1994-2001, se
habrían generado cerca de 98 000 puestos de trabajo en promedio.
Por otro lado, si bien los beneficios de mercados más eficientes y competitivos no están
directamente asociados a los Convenios de Estabilidad Jurídica, las empresas
comprendidas han logrado contribuir a establecer las condiciones para el funcionamiento
adecuado de los mercados, el fomento de acceso a tecnologías más eficientes, así como un
número mayor de empresas en el mercado.
Los sectores más favorecidos durante el periodo de 1993-2001, asociados a la firma de
Convenios de Estabilidad Jurídica fueron los de Telecomunicaciones, Energía y Minas,
como destino de las inversiones efectuadas en nuestro país.
A manera de conclusión, se afirmar que los Convenios de Estabilidad Jurídica son un
instrumento para reducir la debilidad institucional y de esta manera generar la entrada de
inversiones mediante la reducción de incertidumbre, teniendo como principal beneficio la
mayor inversión gracias a su efecto promotor de desarrollo económico. Además, la
disminución o eventual desaparición de los costos de transacción asociada a la
implementación de esquemas contractuales como los Contratos Ley, pueden generar
resultados Pareto-superiores que no podrían ser alcanzados en un contexto de elevada
incertidumbre. De ese modo, podemos llegar a situaciones eficientes en las cuales son
recursos se asignan óptimamente entre los distintos usos rivales. Sin embargo, es
necesario ponderar cuidadosamente estas conclusiones cuando hacemos referencia a
situaciones particulares; como por ejemplo, los Acuerdos de Estabilidad Tributaria con
horizontes temporales extensos. Esto es así porque existe un trade off entre los beneficios
que estos esquemas brindan a través del fomento de la inversión y el margen de maniobra
del Estado para realizar políticas redistributivas. Es por eso que en lo sucesivo debe
evaluarse la pertinencia de perseverar en este tipo de acuerdos para los contratos que se
firmen en el futuro pues, ciertamente, el “estado de la naturaleza” actual difiere
notablemente del escenario inicial en que dichas disposiciones fueron dadas. En el
presente, las condiciones económicas del Perú permiten un mayor margen de negociación
que bien podría ser aprovechado para generar mayores niveles de eficiencia social.
Bibliografía:
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MACROCONSULT
2003 Impacto Económico de la Inversión Asociada a los Convenios de
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