Estetica y Vida

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    1/43

    Estéticay ~dacristiana

    Juan PlazaolaArtola S J

    ~

    11

    li1

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    2/43

    8

    Juan Plazaola Artola S I

    ESTETICA y VIDA CRISTIANA

    CUADERNOS DE FE y CULTURA

    r

    I

    I

    I

    I

    I

     

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    3/43

    UNIVERSIDAD ffiEROAMERICANA

    BIBUOTECA FRANCISCO XAVIERCLAVIGERO

    Plazaola, Juan

    Estéticay vida cristiana/

    1.Estética- Aspectos religiosos - Cristianismo.

    2.Experiencia Religión . 3.Arte y religión I.t. ll. Serie

    BL 65.A4 P53. 1998

    Norma Patiño Domínguez

    Diseño de colección

    Gerardo Anaya Duarte, S.f.

    Cuidado de la edición

    la. edición, 1988

    D.R. @ Instituto Tecnológico y de Estudios

    Superiores de Occidente, A.e.

    D.R. @ Universidad Iberoamericana Plantel Golfo-Centro

     Comunidad Universitaria Golfo-Centro, A.e.

    D.R. @ Universidad Iberoamericana Plantel Laguna

     Formación Universitaria Humanística de la Laguna, A.e.

    D.R. @ Universidad Iberoamericana Plantel León

     Promociónde laCulturaYlaEducaoon SuperiordelBajío,A.e.

    D.R. @ Universidad Iberoamericana Plantel Noroeste

     Promoción y Docencia, A.e.

    D.R. @ Universidad Iberoamericana

    Prol. Paseo de la Reforma 880

    Col. Lomas de Santa Fe

    Deleg. Álvaro Obregón

    01210 México, D.F.

    Ilustración de portada:

    San Jerónimo en su estudio/grabado de Durero, 1514

    ISBN 968-859-345-1

    Impreso y hecho en México

     rinted and made in exico

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    4/43

    r

    Ín i e

    Presentación

      Lo misterial de la experiencia estética 7

    2 La belleza y la escatología 3

    3 La gloria de los sentidos 2

    4 La estética un itinerario hacia Dios 27

    5 El arte y la religión 35

    5 La sacralidad del arte 35

    5 2 El arte y su misterioso simbolismo 37

    5 3 El arte prosigue la obra de Dios 39

    5 4 El artista y la santidad 43

     

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    5/43

     

    PRESENT ION

    El P.Juan Plazaola 5.1. es uno de los mejores especia-

    listas actuales en temas de estética especialmente de arte reli-

    gioso. Los Cuadernos de Fe y Cultura se ven honrados por

    contar ahora con su presencia en este estudio acerca de las re-

    laciones entre estética arte y artistas y la práctica religiosa

    cristiana.

    Efectivamente en este trabajo tras una exposición

    acerca de las diferencias y semejanzas de la experiencia estéti-

    ca y de la experiencia religiosa el autor desarrolla varios as-

    pectos de la relación entre arte y religión refiriéndose en con-

    creto al arte occidental y la práctica religiosa cristiana.

    Originalmente este ensayo fue una conferencia que el

    autor dictó en elcontexto de un encuentro con el título de «La

    estética como vehículo de evangelización». De él hemos su-

    primido una breve presentación que aludía a tal hecho. Sin

    cambiar su sentido lo proponemos con un nuevo título. Por

    otra parte hemos respetado el escrito sólo corrigiendo míni-

    mos detalles tipográficos y proponiendo la traducción de al-

    gunos términos latinos.

    Agradecemos al P. Plazaola su gentileza al permitir-

    nos reproducirlo para nuestra colección

      uadernosdeFe

    y

      ul

    tura

    en su serie 4 dedicada a la expresión artística.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    6/43

    ..

      LOMISTERIAL DE LA EXPERIENCIA

     

    ESTETICA

    No voy a detenerme en señalar las analogías y cohe-

    rencias existentes entre la experiencia estética y la experiencia

    religiosa corno serían el desinterés el respeto la distancia etc

    características que suelen notar los fenomenólogos. Voy a fi-

    jarme simplemente en lo que parece ser la esencia más direc-

    tamente perceptible de ambas experiencias que es la proximi-

    dad del

    misterio

    En ambas experiencias el hombre afronta el

    misterio Cuando lo bello se manifiesta -escribe Stanislas

    Fumet- se siente uno sobrecogido cornosi desembocara en un

    lugar del que Dios acabara de retirarse .1

    .

    I

    Para evitar el sentido vulgar que suele darse a este

    término Jean Guitton prefiere emplear la palabra misterial

    que no es lo que llamamos ignoto desconocido

    Un astrónomo que explora el cielonocturno reconoce-

    rá que hay para él todavía astros desconocidos; pero que él

    los considera corno incógnitas provisorias porque sabe que

    con el tiempo él y otros astrónomos llegarán a descubrirlos.

    Ahí solo hay una ignorancia provisional. Pero puede ocurrir

    que ese mismo cielo y esas mismas estrellas sean vistas con

    una visión más profunda corno un conjunto de cifras enig-

    máticas y sugerentes al mismo tiempo; puede ocurrir que la

    vista de ese inmenso firmamento nos inquiete y apacigüe

    que las distancias inconcebibles entre las estrellas y las nebu-

    losas que esa monstruosa profusión de materia lechosa in-

    contable e inmensurable nos produzcan una impresión de in-

    1 Stanislas FUMET lntroduisez le Roi de Gloire En Nos sens d Dieu Etudes

    Carmélireines 1954 134.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    7/43

    8

    Juan Pla Zllola Artola s.J.

    finitud Yque al volver la mirada a la oscuridad de nuestro

    suelo y verlo como escribe Fray Luis de León

    de noche rodeado

    en sueño y en olvido sepultado

    nos sintamos embargados por un sentimiento que la razón

    apenas puede controlar y por cuestiones que la razón no pue-

    de responder: Talescuestiones no pertenecen a la ciencia sino

    al

    misterio.

    Lo

    misterial

    es ese elemento siempre irreductible

    inagotable excitante y angustioso ese elemento siempre

    incognoscible si no interviene una acción de desvelamiento

    que no puede provenir de nosotros.2

    Las cosas desconocidas que podemos dominar total-

    mente con la razón o que algún día llegaremos a comprender

    perfectamente son misterios que pueden enseñarse. Sobre

    loqueconstituyeelverdaderom st r oa nadieselepuede ins-

    truir solo se le puede iniciar.Las grandes cuestiones de la

    existencia humana como son la sexualidad el nacimiento la

    procreación lamuerte necesitan una

    iniciación;

    no las enseña

    elmaestro como enseña un teorema con tiza sobre la pizarra.

    Para hablarde los verdaderosm st r oshabríaque teneralgo

    de hierofante comopensaba Platón cuando disertaba sobre el

    amor.

    I

    I

    \

    I

    I

    I

    Jean Guitton observa que el

    lugar

    del misterio es la

    zona de suturas de inherencias cuando un orden de gran-

    deza se inserta en otro «orden de grandeza» de nivel inferior

    con lo cual está íntimamente unido. Tal ocurre en la

    2 lean CunTON Mysiere humain el mysth e divino En Le Mystere. Semaine

    des intellectuels Catholiques. Paris 1959 42.

    l

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    8/43

    Estética Yvida cristiana

    9

    inherencia del alma con el cuerpo, del objetocon el sujeto, del

    pensamiento en la palabra, de la gracia en la naturaleza, de la

    eternidad en el tiempo, etc. Se comprende, pues, que el hom-

    bre no tenga que alejarse mucho de sí mismo para hallar el

    misterio, ya que lo tiene en su propia condición.

    El

    misterio

    está en todas partes, está difundido por el

    universo. Misterio es el estatuto del hombre sobre la tierra ,

    ha escrito el profesor José Luis Cencillo.3 Sin el misterio, la

    vida sería irrespirable , dice un personaje de Gabriel Mareel

    en su obra

    ElIconoclasta

    Hegel definió la belleza como la manifestación sensi-

    ble de la Idea . Tras él, los filósofosde la belleza no han hecho

    sino comentarios, acomodados a su época, de esa definición

    que, dentro de su vaguedad romántica, puede considerarse

    intangible. La belleza es el Espíritu con toda su profundidad,

    apareciendonuestrossentidosnmediatamente

    s

    aparición

    misteriosa no es reducible a explicaciones racionales, y por

    eso,durante siglos,se ha habladodel no sé quée lo bello.4

    Los poetas, más intuitivos, y frecuentemente más

    clarividentesque los filósofos,se preguntan si ese

    no sé qué

    que hechiza y enamora no es, en realidad, algo distinto de la

    belleza sensible, algo que la trasciende:

     Por sola la hermosura

    nunca yo me perderé,

    3 José Luis CENCILLO,

    Experienciaprofundlldel ser.

    Madrid 1959,48.

    4

    El P. BotL10UrSdedicó al

    Je-ne-sais-quoi

    un capítulo de sus

    Entretiens

    d Aristote et d Eugéne

     1671). Montesquieu le dedicó otro en su

    Essai sur le

    goút escrito para la Enciclopedia de Diderot. El no-sé-quése titulaba un en-

    sayo del P. Feijóo; y en nuestros días Janke1evitcb ha publicado Le je-ne-

    sais-quoi-et le presque-rien.París 1957.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    9/43

    10

    Juan Plamola Artola S J

    sino por un no séqué

    que sehalla por ventura 5

    Esemisterio

    de la belleza

    es

    precisamentelo que nos

    permite hablar de la dimensión religiosa de la belleza y del

    arte.

    La ceguera del hombre occidental ante el misteriode la

    belleza es rePente. Elsentido de lobello es un instinto inmor-

    tal, profundamente enraizado en elespíritu del hombre, escri-

    bía Edgar Alan Poe. La simple apreciación de la belleza sensi-

    ble que atrae nuestra mirada suscita en nosotros el deseo de la

    Belleza eterna. Inspirándose en Poe, escribió igualmente

    Baudelaire:

    «Esese

    admirable,

    ese

    inmortalinstintode lobe-

    llo, el que nos hace considerar la tierra y sus espectáculos

    como un resumen, como una correspondencia del cielo. La

    sed insaciable de todo lo que está más allá y que la vida nos

    revela, es la prueba viva de nuestra inmortalidad... El princi-

    pio de la poesía es la aspiración humana hacia una belleza su-

    perior .6

    Tal vez habría que decir que para que la contempla-

    ción de la belleza lleve el pensamiento a Dios o a un más allá

    firme e imperecedero, hay que amar la belleza con ese amor

    respetuoso,-puro y elevado que denota a los hombres para

    quienes el placer no es un cepo que encadena el vuelo del es-

    píritu, siempre tendido hacia regiones más altas. El amor es

    precisamente el que da su verdadero sentido al misterio, cual-

    quiera que sea. No comprendemos las verdades indecibles

    5 Letrilla de Pedro de Padilla recogida en

    Tesorode variaspoesfas

     1580), que

    sirvió a San Juan de la Cruz para una de sus trasposiciones a lo divino.

    6

    Charles BAUDALEIRE, Notes nouvelles sur EA Poe En Oeuvres Complétes

    Nouvelles Histoires Extraordinaires Paris 1933, XX.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    10/43

    Estética y vida cristiana

    11

    del cristianismosi antes no empezamospor creerlas {fides

    qUéETensntellectum };

    perono creemossino amamos.Acepta-

    mos el misterio porque amamos porque la fe es amor.

     Úlsa-

    biduríamísticadelCánticoEspiritual

    -dice San Juan de la Cruz

    en el

    Prólogo-

    no necesita distintamente entenderse para ha-

    cer efecto de amor y afición en el alma; porque es a modo de

    fe en la cual amamos a Dios sin entenderle .

    ¿No ocurre lomismo con la belleza?Ellanos enamora

    y la aceptamos sin comprender su

    porqué

    más profundo. El

    amor a Dios y el amor a la belleza son del mismo temple. Y

    esta misteriosa consanguinidad entre Dios y la belleza es la

    que fundamenta también la exigencia moral de una legítima

    vida estética. Si no se mantiene pura la conciencia el hombre

    experimenta instintivamente un obstáculo que le impide en-

    tregarse enteramente a la admiración de la belleza; como si el

    alma se sintiera en esosmomentos de claudicaciónmoral de-

    masiado diferente y demasiado indigna de su objeto: ¿Quién

    no ha sentido -escribe A. Tonnellé- que después de haber

    obrado mal la vista de lo bello es para él un reproche?.. Y si

    la tentación al mal llega a triunfar ¿quién no ha sentido que

    este divino recuerdo aumenta en él el ardor del remordimien-

    to?.. Es uaa especie de condena por medio de la belleza aún

    presente una reaccióndolorosapor la cualse venga 

    divino

    ultrajado .8

    En realidad esta profundidad misterialesta dimen-

    sión trascendente no es exclusiva de la belleza aunque es

    verdad que es en ella donde más vivamente solemos percibir-

    la. La experiencia atestigua que son muchos en la naturaleza

    y en la existencia los entresijos por los que se filtra la luz del

    7 La fe busca entender.

    8 Alfred TONNELLE Fragments sur l art. Paris 1859.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    11/43

     

    JuanPlazaolaArtola S.J.

    misterio. Apenas hay realidad paisaje o acontecimiento, ros-

    tro humano o aventura espiritual) que en ciertos instantes no

    se pueda prof.mdizar hacia un más-allá de las apariencias

    sensibles. Van Gogh decía que bastaba un hecho cualquiera

     Rembrandt o la Revolución Francesa), considerado en pro-

    fundidad, para alcanzar la feen la trascendencia. Los grandes

    entendimientos, no sólo los pensadores cristianos del

    Medievo, tuvieron esa sensibilidad para elmisterio encerrado

    en las cosas del mundo y en lQssucesos de la historia. Platón

    hablaba de eso otro

    alloti )

    yAristóteles de eso divino

    theionti )

    que tienen muchos seres de la naturaleza. YSan

    Agustín, al final de un sublime capítulo sobre las bellezas de

    la creación, nos remite a no sé qué dulzura interior que, si

    llegaraa alcanzarsu culminación,seríaun no sé quéuenada

    tendría que ver con esta vida.9

    9

    San AGusrfN, Confesiones,X,40, 65.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    12/43

      LA BELLEZA Y LA ESCATOLOGÍA

    La filosofía presenta a la Religión en general como

    solución a la cuestión última de la supervivencia individual.

    A su luz adquiere sentido no sólo la vida sino también la

    muerte.

    Más en concreto la escatología cristiana suele

    resumirseen esafórmuladeun

      m

    yun

    nondum 1

    lladode

    esa profundidad objetiva de la escatología cristiana con la

    promesa cierta de una vida por otra parte ya iniciada aquí en

    la tierra la experiencia estética con su proyección a un mun-

    do ideal revela su limitada dimensión.

    No obstante hay en ella por su calidad de

    esplendorosa manifestación del espíritu un regreso a la más

    profunda realidad del ser humano y de su destino. La visión

    de la belleza en la naturaleza y en el arte nos colma y nos con-

    turba al mismo tiempo; nos distrae de la pesadumbre de la

    vida pragmática situándonos en una existencia ideal pero al

    mismo tiempo nos hace sentir lo que nos falta revelándonos

    de la manera más lacerante nuestra realísima condición de

    criaturas.

    En el cristianismo todo es espera y esperanza. La Igle-

    sia estaba prefigurada en hechos típicos del Antiguo Testa-

    mento; ella misma es a su vez no realización perfecta sino

    anticipo del Cristo total y perfecto en una eternidad futura. Y

    desde el primer hombre hasta la parusía final de Cristo cada

    epifanía es oscuridad relativa comparada con la epifanía si-

    10 Ya pero todavía no.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    13/43

     

    Juan Plamola Artola, S.J.

    guiente. No hay revelación mística que pueda colmar en ab

    soluto y totalmente el alma de un creyente.

    Gozo y embeleso en la realidad presente de un Dios

    comunicado al hombre; insatisfacción y nostalgia en la espe

    ranza de una restauración definitiva. Una analogía de este es

    quema podemos descubrir una vez más en la experiencia es

    tética: También aquí junto a la plena satisfacción del encanto

    producido por la visión de la belleza hay una indecible nos

    talgia.Labellezano esrevelación essoloesplendor

    estello,

    de

    un misterio que permanece oculto.

    Y en este sentido podemos interrogamos de nuevo:

    La experiencia estética ¿es una simple   n logíde la escatolo

    gía cristiana que podemos inventamos con nuestra mayor o

    menor capacidad imaginativa o es algo más una verdadera

    parábola,

    providencialmentecreadapor Diosennuestra natu

    raleza sensible para hacemos más perceptible y clara esa otra

    verdad de nuestro destino?

    YaPlatón en su teoría sobre las Ideas eternas subsis

    tentes e inmutables tuvo una estupenda intuición cuando

    hablando de la Belleza decía que otras ideas como la de Tem

    planza Justicia etc. no tienen fulgor ninguno en la mente de

    los hombres...Solola ideade Bellezadejapasarun ciertores-

    plandor fengos n el planode las realidadesterrenas.Loque

    llamamosbellezaen este mundo no es revelación,sino sola

    mente resplandor.Yelefectode esapercepcióndel fulgorde la

    idea de lo Belloes el amor:el erosplatónico cuyocarácterli

    mitado e inquietante está suficientemente expresado en los

    diversos mitos: Eros no es un dios es el ansia que devora a la

    criatura limitada atraída hacia la belleza eterna.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    14/43

    Estética

      vid risti n

    15

    Fue Plotino quien desarrolló más esta doctrina

    platónica según algunos, con influenciadirecta del cristianis-

    mo : Todos los seres, aun el mismo Bien, necesitan hacerse

    resplandecientes para que podamos con toda propiedad lla-

    mados bellosu El fundador del neoplatonismo establece una

    correspondencia entre ese resplandor que el Bienhace brillar

    en ciertos seres y el amor o deseo que nace en el espíritu ca-

    paz de percibir ese resplandor. Si el hombre desea la belleza

    es por una indigencia, porque no está satisfecho, porque

    piensa S€rloproduciendo y engendrando en la belleza.u

    La tendencia hacia una meta estético-religiosa se hace

    más manifiesta en los textos plotinianos referentes al arte. En

    la doctrina de Plotino el arte es una actividad plenamente es-

    piritual del alma o del entendimiento que intuye, en lo sensi-

    ble, la Ideaespiritualy divina.Contemplandola r zóninteli-

    gible, el artista logra crear reflejosvisibles de ella en la mate-

    ria. Así queda claro el carácter religioso y escatológico de la

    acción artística. La contemplación artística, por parte de cual-

    quiera, es, en ciertomodo, contemplación religiosa. Elque ad-

    mira una obra artística sale solo momentáneamente de sí mis-

    mo para retornar a su interior, a contemplar y conocer su ver-

    dadera y originaria naturaleza espiritual, las matrices de la

    creación, lo absoluto de las cosas.13

    San Agustín puso nombres cristianos a esta doctrina

    neoplatónica. Elsabía que la experiencia de lobello está desti-

    nada a producir en el corazón humano la herida irrestañable

    del

     ros

    divino.Todoslosdesengañosque la bellezay el arte

    11

    PLarINO, EnéadasVI,7, 22.

    12

    PLafINO, EnéadasIII,S, 1.

    13PLarINO,

    Enéadas

    1,6, 1-3;V,8, 2.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    15/43

    16

    Juan plazaola Artola S J

    causaronenel Agustín de los añosmaduros tienen su raíz en

    esaherida metafísica de un alma cada vez más hambrienta

    de la Belleza eterna.Esaañoranza ya cristianizada esla que

    trasparece luego en muchos escritores medievales nutridos

    por la sabiduría del Doctor africano en los que no vamos a

    detenemos.

    Al hablar aquí de la nostalgia estética nos referimos

    también al misterio de la obra artística. No obstante elmundo

    imaginario e ideal al que nos traslada el artista su obra cuan-

    do es grande es un testimonio del drama esencial de la

    finitud humana.

    Vistadesdelafe,

    la obra de arte con su capaci-

    dad embelesadoray su splendorveritatis sepresentacomo

    una figura profética de la felicidad eterna anticipando la

    meta a la que tiende la añoranza religiosa. En cierto modo

    puede considerarse elarte como un preámbulo

     vorstufe

    de la

    religión.14

    Los artistas cuyo drama inmediato es la lucha con

    unos materialesy el conflictoconsuconcretasituaciónen la

    sociedad no son muchas veces conscientes de esa posible di-

    mensión religiosa de su obra. Incluso pueden recusada explí-

    citamente. En todo caso hay que decir que no puede hablarse

    de una religiosidad en sentido unívoco. La dimensión reli-

    giosa del arte consiste creemos en su capacidad para expo-

    ner una situación finita con máxima profundidad y proyec-

    tada hacia la trascendencia en la que únicamente aquella

    finitud pueee hallar satisfacción.Una religiosidad más direc-

    ta y unívoca sólo puede atribuirse a ciertos artistas que ope-

    ran con determinada intención religiosa. La religiosidad

    del arte en cuanto tal consiste pues no en un milagroso salto

    14

    Alois HALDER

    Kunst und Kult.

    München 1964 73.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    16/43

     

    stétic y vida cristiana

    17

    de lo humano a lo divino, en una especie de misteriosa carga

    mística que le viene al quehacer artístico por su propia natu-

    raleza, sino en su capacidad de expresar lo humano precisa-

    mente con sus límites, en cuanto tales límites no implican una

    absolutización de las fronteras sensibles, sino que permiten e

    invitan constantemente a una apertura hacia elAbsoluto.15

    El arte no es, pues, solamente algo que puede compa-

    rarse caprichosamente con la experiencia religiosa y la fecris-

    tiana escatológica. Si nos adentramos en su hondura, en su

    gestación..empezamos a sentir que merece elnombre de pará-

    bola, aunque lejanísima,del misterio religioso-cristiano,de su

    naturaleza profética, puesto que la belleza nos hace gozar y

    sufrir haciéndonos sentir nuestra condición de desterrados.

    Fundido en el gozo contemplativo, o quizá emergiendo en

    intermitencias, surge un irresistible impulso, testimonio de

    un ser creado para un destino superior. El espíritu que con-

    templa la belleza creada y se siente fascinado en privilegiados

    instantes, presiente vagamente que allí no está su término. La

    belleza transfigura el mundo que el hombre soporta, y esta

    transfiguración contiene indicios y promesas de otro mundo

    que no acaba de revelarse o que, momentáneamente revela-

    do, se desvanece súbitamente.16

    Jankelevitch ha definido ese encanto añorante de la

    belleza como un conocimientodel quod pero no del quid .La

    revelación del objeto cuya contemplación nos arrebata, nos

    hace conscientes de nuestra ignorancia respecto a su esencia

    más íntima.Enlamedidaenque entrevemoselquoddel obje-

    15 E. OBERTI,Arte e religiositá.En Atti del XVConvegno del Centro di

    5tudi Filosofici .Gallarate 1 0,Brescia1961,212-217.

    16 Gilbert MAIRE, Les instants privilégies Paris 1962, 37-42.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    17/43

    18

    Juan

    Plamola Artola, S.J.

    to que puede colmamos, se sustrae el quid a nuestra curiosi-

    dad. El hombre, gozosamente saturado por la emoción estéti-

    ca, sesientealmismo tiempoindigente.Comoel

    Eros

    plató-

    nico,el

    hornoéestheticus

    s hijode Recurso

     Poros

    y Pobreza

     Penia):Ricocon las sustancias que entrevé, pero ignorante de

    la naturaleza de esas mismas sustancias; deseoso de comple-

    tar ese semiconocimiento, de sentir lo que presiente. La

    entrevisión le excita el apetito de ver, y el vaáo mismo que se

    abre en el interior de esemisterio semioculto le atrae y le con-

    turba.17El criterio estético por excelencia es, para algunos,

    precisamente esa melancolía previa que oprime el corazón

    del que se extasía, antes del éxtasis completo 18y que otro ha

    llamado la extrema flor de la emoción estética .19Toda frui-

    ción contemplativa, simplemente por serIo, tiene esa miste-

    riosa nostalgia. Cuando es intensa -dice un esteta- puede lle-

    gar hasta las lágrimas; pero no se trata de piedad o sufrimien-

    to; más bien es del orden de la añoranza, y preferiríamos com-

    pararla con la tristeza que deja el pensamiento de un rostro

    amado .20

    No hace falta ser místicocomo SanAgustín o San Juan

    de la Cruz para sentir, cornoEdgar A.Poe, que la vivencia es-

    tética no es la simple apreciación de la belleza que tenemos

    delante, sino un alocado empeño por alcanzar la Belleza su-

    prema ,21o para sentir, cornoAlfredTonnellé,que el amor a la

    belleza es un amor serio, un amor que hace sufrir , y que

    17

    V.JANKELEVICH,

    Leje-ne-sais-quoi el lepresque-ríen.

    París 1957, 102.

    18 D.HUlSMAN,

    A la recherched un

    critére

    d ari.

      n

    Mélanges d Esthetique el

    de Se. d Art, offerts á

     

    Souriau.

    París 1952.

    19

    J.P. WEBER,

    Le psychologie de ~arto

    París 1965, 19.

    20 J. BEKfHÉLEMY, Traité d Esthétique.

    París 1964, 2 5.

    21

    E.A.POE, TIrePoetiePrincipie.En Poe sPoems

    and Essays.

    London, New

    York, 1964, 9

    I

     

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    18/43

    Estética Y vida cristiana

    19

     cuanto más grande es la belleza entrevista, deja el alma más

    insatisfecha y más llena de una imagen inasible .22Nada sos-

    pechoso a este respecto, el testimonio de Baude1aire,gran ex-

    perto en

    nourritures

    errestres 3

    s suficientementeelocuente:

     Cuando un poema exquisito trae las lágrimas a los ojos, esas

    lágrimas no son la prueba de un excesode goce,son más bien

    el testimonio de una melancolía irritada..., de una naturaleza

    desterrada en lo imperfecto y que quisiera apoderarse inme-

    diatamente, sobre esta misma tierra, de un paraíso revela-

    do .24I

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    19/43

     

    20 Juan Plazaola Artola S J

    tal aunque no llegue a conocerla hoy con la perfección a la

    que su corazón aspira.

    En la experiencia estética en cambio no se da esetinte

    de certidumbre en la esperanza. Sólo el que tiene fe religiosa

    sabe leer perfectamente lo mismo en la belleza de la creación

    que en las obras geniales del espíritu humano; sólo él com

    prende el mensaje cifrado en el rostro enigmático de la belle

    za mensaje que nos remite al pasadoy al futuro. En cuanto al

    pasado decl~ra sobre un comienzo paradisíaco que fue perdi

    do y en cuanto al futuro anuncia una felicidad final. Testi

    monio de una pérdida implica un dolor que se transfigura

    cuando se conserva la esperanza de una restitución definitiva.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    20/43

      LA GLORIA DE LOS SENTIDOS

    Algunos se han habituado a concebir el cristianismo

    comouna

    renunciaal  un o

    de talmodoquecorrenelpeligro

    de maximalizar el contemptusmundi26y pensar que la fe cris-

    tiana nos exige una negación de los sentidos una aniquila-

    ción de 10sensible más que una superación.

    Ahora bien 10estético como expresa su etimología

    misma es 10

    sensible

    ¿Habría pues una contradicción entre

    la estética y la fe cristiana? ¿Seríael arte un camino sin salida

    hacia Dios y hacia la fe en Jesús?

    La teología la historia y la tradición cristiana auténti-

    ca nos dicen que no es así.Más bien al contrario sobre todo si

    se pone el cristianismo al lado de otras religionesmonoteístas.

    La experiencia religiosa cualquiera que sea no nace

    de abstracciones; nace del contacto inmediato con las realida-

    des cósmicas naturales y sociales. No existe experiencia reli-

    giosa sin la mediación de los sentidos. Toda hierofanÍa repre-

    senta una nueva inserción de lo sacro en elmedio cósmicocir-

    cundante pero la hierofanÍa no anula en absoluto la normali-

    dad de la experiencia sensible.

    Xl

    No se necesitan abstracciones para llegar a la acepta-

    ción de Dios dice Romano Guardini. Basta dar confianza a

    nuestro ojo y otorgarle su poder. No hace falta amordazar los

    26Desprecio del mundo.

    27M. ELlADE Expérience sensoriel1eet expérience mystiqUJ En Nos sens et

    Dieu Etudes Carmélitaines 1954 71.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    21/43

    22

    Juan plazaola Artola S J

    sentidos y recluirse en la fantasía, en la emotividad o en el

    puro intelecto. Es el sentido el que grita veo el misterio ,

    como veo el alma inteligente de mi amigo en la risa que res-

    ponde al chisteque acabode contar,como veo el amor de una

    mujer en el que da a su bebé.El órgano se convierte en algo

    más que un órgano fisiológico; es, en cierto modo, ojo de la

    razón o de la intuición interior: el pasode la visión sensiblea

    la visión espiritual es inmediato. La grandezade Dios sema-

    nifiesta en el hechode que las cosasestánhechasy en la ma-

    neracomoestánhechas;y esemodo deexistenciade lascosas

    es lo que capta el ojo; si bien esverdad que, para admitir esa

    inmediatez de la

    visión

    del misterio, hay que unir al sentido

    estético el sentido religioso, y tiene uno que poseer lo que

    Hugo de SanVíctor llamaba el oculuscordis28 l ojo ilumina-

    do por una vida de fe.29

    Es en la vida misma sensible, en las experiencias acce-

    sibles a cualquier hombre normal, donde hay ya una invita-

    ción hacia la vida interiorizada, hacia el ámbito de las expe-

    riencias profundamente religiosas. Todo está ligado. Todo

    prueba que Dios no se dirige al hombre solo mediante toques

    interiores. Dios llama a las puertas del cuerpo. Dios presenta

    al hombre algo que está invitando a la mirada, se lo presenta

    de tal manera que el hombre pueda verlo, apropiárselo, com-

    prenderlo y vivirlo humanamente.

    Nuestra fe cristiana es la adhesión total del hombre a

    Alguien que se le revela. La vida en la fe requiere un ámbito

    en el que Dios aparece en una humanidad personal y

    realísima. En la obra que Urs von Balthasarconsagró al estu-

    28 El ojo del corazón.

      9 Patr. Lat. (PL) 175 976; PL 176, 329 330 Y 969.

    .

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    22/43

    Estética y vida cristiana

    23

    dio de los aspectos estéticos de la Revelación cristiana insiste

    en la función esencial que desempeña la figura  Gestalt de

    Cristo en la adhesión del creyente. Lo mismo que en la expe-

    riencia estética, aquí la figura que cautiva la mirada no es be-

    lla sino porque la contemplación que ella suscita se funda so-

    bre la verdad y la bondad profunda de la realidad que se

    muestra y se da a sí misma, y se manifiesta a nosotros como

    algo inagotablemente fascinante. Al percibir la figura no la

    captamos como desprendida o cerrada en sí misma, sino que

    captamos también la profundidad que en ella aparece, vemos

    la figura como resplandor del ser.

    La diferencia entre la percepción de la belleza y la per-

    cepción de la figura religiosa está en que, en aquella, estamos

    si mpr

    en la percepciónsensible por decido así,horizontal-

    m nt

    sin abandonarla nunca para sumergimos en su pro-

    fundidad dimensión

    vertical .

    En la belleza, la figura visible

    no remite solamente a una profundidad misteriosa, invisi-

    ble; ella misma es su manifestación, ella la revela, al mismo

    tiempo que la oculta o vela. Elcontenido no se halla detrás de

    la figura, sino en ella. Si alguien no puede ver y descifrar la

    figura, el contenido se le escapa. Si la figura no se ilumina

    para él, el contenido tampoco se hace luminoso a sus ojoS.30

    Si es exacta nuestra interpretación de los textos de Urs

    von BaUhasar,y de la contraposición que establece entre una

    percepción horizontal estética)y una percepción vertical

    religioso-cristiana), nos parece que su punto de partida es

    una discriminación entre una belleza estética de naturaleza

    puramente formalista, y una belleza que podríamos llamar

    30

    H URSVON BALTHASAR

    LaGloireet la

      roix

    París 1965-68, 1, 127.

     Trad. de Herrlichkeit.

    Eine

    theologischeAsthetik. Einsiedeln 1969-69,5 vols.).

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    23/43

    24

    JuanPlazaolaArtola, S.J.

     teológica de naturaleza propiamente expresivao diafánica.

    Ahora bien para los que concebimosto bellezaprecisamen-

    te com:>una aparición de lo oculto einefable comoun res-

    plandor de lú verdad el razonamiento del gran teólogo sui-

    zo da un extraordinario relieve a la analogía entre la revela-

    ción estética y la revelación religioso-cristiana .

    Una de las originalidades del cristianismo entre las re-

    .ligiones es s.aconocimiento de la nobleza original de la mate-

    ria. Podríamos ilustrar esta tesis con textos sorprendentes de

    los Padres cristianos, desde San Juan Damasceno hasta

    Teilhard de Chardin. Hay incluso quien ha pensado que los

    excesos del materialismo occidental, que se niega a ver más

    allá de lo material y sensible, pueden verse como

    exasperaciones de la inicialvaloración de lamateria por parte

    del cristianismo, bien diferente en esto del negativismo bu-

    dista como también del dualismo platónico o del pesimismo

    estoico.

    Claro está que, para el cristiano, tras la materia está

    siempre la trascendencia; pero es en aquélla donde se revela

    la divinidad trascendente. Cristo presenta al creyente su na-

    turalezahumana.Elrealizósignos

     semeia

    ara hacercreíble

    la divinidad invisible que estaba unida a su visible humani-

    dad. Elmismoeraun Signo .Nosepuedeaceptarla fecris-

    tiana, es decir, la fe en la divinidad de Jesús sino mediante su

    humanidad. El relato de las apariciones de Jesús Resucitado

    parece ordenado a inculcar esta sensorialidad del Señor

    glorificado, en oposición tanto a la religión conceptualizada

    de los pensadores helénicos como a las visiones de las religio-

    nes de los Misterios . Tocad y ved -decía Cristo-. «Un

    espíritu no tiene carne ni huesos, como véis que yo tengo . Lo

    eterno queda aquí como suspendido y coagulado en el pre-

    sente,en un tiempoen elque lascosasempiezan y terminan,

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    24/43

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    25/43

    IJ

    I

      LA ESTÉTICAUN ITINERARIO HACIA

    DIOS

    En la historia del cristianismo y de los avatares de la

    Buena Nueva -mensaje de trascendencia y de inmanencia al

    mismo tiempo- hubo corrientes de espiritualidad que condu-

    jeron a un exagerado menosprecio del mundo sensible y a la

    renuncia sistemática de la satisfacciónsensible. Hubo excesos

    tanto por el lado del puritanismo cornodel humanismo.

    Fruto tardío de una religiosidad puritana fue, por

    ejemplo, la postura de Soren Kierkegaard con su doctrina de

    los tres estadios: estético, éticoy religioso-cristiano.El estadio

    estético, que es descrito por él en términos que hoy califica-

    ríamos de esteticismo es, corno los otros dos estadios, un

    mundo cerrado. Aunque entre los tres estadios hay un cierto

    escalonamiento, no hay posible transición de un estadio a

    otro si no es por una ruptura. En la mente de Kierkegaard no

    hay posible paso del nivel estético al propiamente cristiano.

    Paradojas de este extraordinario poeta y artista que fue el es-

    critor danés, heredero de un pesimista luteranismo.

    Deuna paradoja semejantese pudiera hablar refiriéndo-

    sea SanJuande laCruz, altísimopoeta,que sin embargoexigíaa

    sus seguidores la renunciamás radicala todo lo sensible. Toda

    la herrn~surade las criaturas,comparada con la hermosura de

    Dios,es suma fealdad .32Laúnica vía que va a mostramos para

    subir a la perfecciónes la del absoluto renunciamiento. En to-

    das las cosas que oyere, viere,oliere,gustare o tocare,no haga

    archivonipresa de ellasen lamemoria .33Elmismosanto,solici-

    32

    San JUAN DE LA CRUZ,

    Subida alMonte annelo

    1,4,4.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    26/43

    28

    Juan Plazaola Artola S J

    tado para ver algo que podía ser un regalo para su gusto artísti-

    co, respond~: Nosotrosno andamos por ver,sinopor no ver .34

    No me voy a extender sobre estos textos ni voy a si-

    tuarlos en su contexto. Solodiré que para comprenderlos hay

    que tener presente lo siguiente: 1)Su doctrina está destinada

    no a aclarar conceptos filosóficos sino a mover al cumpli-

    miento de los consejos evangélicos. Renuncie al gusto -

    aconseja una vez- y quédese vacío de él por amor a Jesucris-

    to . 2)Juan de la Cruz no escribe para principiantes en la vida

    espiritual, sino para iniciados en la vida mística.353) Final-

    mente, la doctrina de S. Juan de la Cruz va dirigida a un tipo

    concreto de almas deseosas de perfección. Su camino no se

    presenta como vía única. Sabeque puede haber personas para

    quieneslosensibleesuna víaad

    Deum 6

    onstaqueaun a sus

    mismos destinatarios (¡cuántomás a nosotros que no estamos

    dentro de aquel movimiento de reacción contra el

    neopaganismo renacentista ) se les hacía una doctrina difícil

    de entender. Su doctrina era, como él decía, para llegar en

    breve a la perfección,y su renuncia al sentido no debe enten-

    derse sino como una suspensión provisional que les permitirá

    finalmente, como lo vivió élmismo, reconquistar la hermosu-

    ra de las criaturas en la hermosura misma de Dios.

    Más conforme a la tradición y más justificada ha

    sido la doctrina de que el orden sensible es un itinerario

    hacia Dios.

    33

    íd m 2 14

    34

    Fray JERÓNIMO DE SAN JOSÉ, Historia del V.Padre Fr. Juan de la Cruz.

    Madrid 1641,LV.,cap. 13,570-571.

    35 Véase el Prólogo y los primeros párrafos de la   ubida El santo dirige cla-

    ramente su doctrina a los principiantes , a quienes Dios comienza a po-

    ner en el estado de contemplación .

    36

    Caminoa Dios

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    27/43

     stétic Yvida cristiana

    29

    En ella, ya casi desde sus orígenes, destaca el genio de

    San Agustín, el cristianizador del neoplatonismo, al que nos

    hemos referido antes. Todas las cosas son lo que son  entia

    formatao formosa 37por participación de las Ideas de Dios, y

    en el grado en que imitan la perfección de esas Ideas que es-

    tán en elVerbo,todas son semejantes a El.Esa imitación de las

    Ideas divinas es, para Agustín una tendencia a imitar la su-

    prema unidad de Dios (de esta concepción saldrá luego su es-

    tética de la unidad y armonía).

    Sl principal argumento sobre la existencia de Dios es

    la vía causal o metafísica por la que, arrancando de los seres

    sensibles interiores, y de éstas a una regla interior, se alcanza

    al espíritu que las juzga, y finalmente a una regla suprema

    que debe hallarse en la mente divina. Pero, dejando aparte

    esa víaadDeummás racional, desarrolla también otra vía que

    habría que denominar estética . Es un método que puede

    considerarse como un cortocircuito del anterior, en cuanto

    que se pasa directamente del mundo sensible a Dios.

    Todo el que, dotado de un cierto sentido religioso y

    estético, abre los ojosal universo visible,puede decirse que en

    él hallaráuna especiede evidenciaensiblee la existenciade

    Dios y una invitación a la plegaria. El mundo proclama a su

    autor y conduce a todo espíritu inquisitivo sin cesar hacia El,

    porque la sabiduría divina ha dejado su huella sobre todas las

    cosas, y basta considerar ~u relación al hombre para ser con-

    ducido desde ellas al alma, y desde el a~ hasta Dios. Pero

    para un alma religiosa y creyente, para un pensamiento que

    quema etapas porque el recorrido le resulta familiar, el uni-

    verso se ofrece a los sentidos tal como lo verán los Padres de

    :rrEntes fonnados o hennosos.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    28/43

    30

    JuanPlazaolaArtola, S.J.

    la Escuelade SanVíctor y luego SanFranciscode Asís y to-

    dos sus discípulos: corno un claro espejode las perfecciones

    divinas. Señalestuyasson la hermosurade lascriaturas ex-

    clamaSanAgustín y con él toda una larga tradición cristiana.

    Todos esostextos de SanAgustín y de sus discípulos

    en la historia pueden ser consideradoscornouna forma abre-

    viada de la pruebaagustiniana de Dios:

    pero también -corno

    advierte Gilson- son formas

    de contemplaciónpertenecientesa

    un momento del pensamiento agustiniano que ya no esel de

    la prueba

    propiamente tal. Efectivamente, en la belleza de las

    cosas criada::;puede encontrarse un argumento para probar la

    existencia de Dios; pero en ella misma puede verse también

    una directa epifanía de Dios.

    Esta concepción agustiniana penetró en la conciencia

    del cristianismo medieval a través de sus teólogos, especial-

    mentedel EscotoErígena

    quese

    inspiróenSanAgustíny en

    la del Seudo-Areopagita cuyasobras el Erígena tradujo al la-

    tín .

    La teofaníase

    convierteenuna categoríafundamentalde

    su filosofía.Dios permanecería ocultosi en las criaturas no lu-

    ciera y se :rr.anifestarade alguna manera.38La criatura corpo-

    raleshuelladeDios

     extremumivinaenaturaevestigium 39ue

    estáinvitando

    a subiral montede la visión cornoMoisés a

    los espíritus contemplativos.

    Hoy, tras varios siglos de materialismo naturalista, in-

    cluso los espíritus más religiosos apenas son capaces de con-

    siderarlarelaciónentreDios

    y las

    criaturasde otromodo

    que

    38

    ESCOTO

    ERíGENA,

      ediv nato

    1,12 PL 122,452 , III, 19 PL 122, 681 , III,

    25 PL 122, 692 .

    39 Última huella de la naturaleza divina.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    29/43

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    30/43

     1

    I

    I

    ,

    5. EL ARTE Y LA RELIGION

    5.1.La sacralidad del arte

    Desde la antigüedad, y en muy diversas civilizacio-

    nes, se reconocióun cierto parentesco del arte con la religión,

    10mismo en el terreno práctico labendición de Yahvépara el

    artista Beseleelen el Éxodo) que en el terreno teórico, como la

    doctrina de Platón sobre la inspiración de los poetas y

    rapsodas, con sus consecuencias en todas la culturas influidas

    por la cultura helénica. Esta visión del quehacer poético y ar-

    tístico penetra también la Edad Media y llega hasta el Renaci-

    miento.

    El racionalismo del siglo xvm fue un cierto helador

    que secó durante un siglo todos los brotes del platonismo.

    Paulatinamente, y como reacción contra los excesos del siglo

    de las luces, se fue recuperando la convicción de que algo

    misterioso hay en el arte y en la poesía, que les confiere cierta

    afinidad con la religión. Goethe afirmaba que el arte descan-

    sa en una especie de sentido religioso, en una seriedad pro-

    funda e inalterable; por eso se une tan gustosamente con la

    religión 46

    Pero la aproximación entre religióny poesía, realizada

    por los románticos, resulta sospechosa para quh~ntenga una

    idea estricta de la trascendencia religiosa. La divinización

    del arte y la poesía que se produjo en los inicios del siglo XIX

    se debe a una inmanetización de lo religioso, iniciada por

    Goethe, y de la que no se libran ni siquiera poetas que, como

    46GOETHE,

      aximen und Reflexionen

    En

    Werke

    Hamburg, 4100., t. 12, 728.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    31/43

    36

    Juan Plazaola Artola S J

    Novalis, son sinceramente religiosos. Aún mayor desconfian-

    za inspiran ciertas identificaciones del arte con lo religioso

    realizadas en nuestro tiempo y que se apoyan en teorías que

    atribuyen al arte un poder demoníaco y destructor o surgen

    como producto de una concepción materialista o estrictamen-

    te psicoanalítica del quehacer artístico.

    La sacralidad del arte en símismo no debeconside-

    rarseexclusiva de la poesía,como podría creeruna cierta ten-

    dencia cristiana de impronta neoplatónica. La operación es-

    pecíficamente artística, por ser en cierto modo

    cre dor

    da a

    su objeto una profundidad entitativa que solo halla parangón

    enel mundo de la experienciareligiosa.No necesitamosdecir

    que, estrictamente hablando, lo que llamamos creaciónsolo

    metafóricamente mereceesenombre. Esverdad, sin embargo,

    que comparada con otras operaciones técnicas humanas, lp

    acción del artista auténtico senosapareceaun nivel tan alto y

    tan original, que ha sido necesarionormalizar el uso del tér-

    mino

    cre ción

    y creatividadpara referi~a operación. La

    instauración de algo la obra) enun cierto orden óntico47esla

    que ha obligado a muchos filósofos a aceptar el término de

    creaciónpara designar la acción de los grandes artistas Y ese

    carácter instaurativo es el que le confiere también una catego

    ría cuasireligiosa

    47 Al artista escribe el P Chenu no se le puede considerar como a un

    funcionario

    Eso sería tan aberrante como considerar a una madre

    funciona

    ria

    del Estado porque le proporciona súbditos

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    32/43

     stétic Yvida cristiana

    37

    5.2.   arte y su misterioso simbolismo

    Ser artista es ser particularmente sensible al resplan-

    dor del ser y tener una privilegiada capacidad parar abrir en

    la materia sensible una abertura a ese resplandor. Según

    Giovanni Papini la principal misión del artista es hacer más

    transparente a la flacamisión del hombre la primera revela-

    ción de Dios en la realidad del mundo sensible. Por eso a los

    artistas se lesrdebeconsiderar como profetas y apóstoles en-

    viados y mensajeros de Dios intérpretes de aquella primige-

    nia Bibliasagrada que eselmundo comoportadores para los

    que padecemos el destierro de aquel soplo vivificante de la

    patria remota yíutura .48

    Para el teólogoprotestantePaulTillich la

    expresivi

    es el elemento fundamental en el arte y lo que le da su pro-

    fundo e inevitable sentido religioso al revelar la profundidad

    de las cosas. Siempre que se produce arte, se expresa una

    profundidad del ente que no se puede expresar de otro modo

    que por el arte. Y si la obra habla de lo que nos concierne de

    modo absoluto y por eso crea artísticamente símbolos reli-

    giosos hace de una forma intuitiva lo que la teología hace de

    una forma conceptual .

    49

     El arte no es religioso porque toda

    belleza provenga de Dios -dice TIllich- sino porque todo

    arte expresa un contenido y una posición respecto a la Reali-

    dad Última e Incondicionada... Todo estilo remite a una

    autointerpretación del hombre respondiendo así a la cuestión

    de la última significación de la vida. Cualquiera que sea el

    tema que un artista elija sea poderosa o débil su forma artís-

    48

    G. PAPINI La COTOlIJl ¡ugento.Milano 1941 14-16.

    49 P.TILLICH En la fronter Auf der Greme). Madrid 1971 210.

    ..

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    33/43

    38

    Juan PlaZilola Artola S J

    tica, no puede evitar el que su estilo traicione su preocupa-

    ción última ( bis ultimate concern ). No puede escapar a lo

    religioso, incluso aunque lo rechace, porque la religión no es

    otra cosa que ese estado de preocupación última .50

    Tlllichdice más aún. Lo que importa, para afirmar la

    religiosidad del arte, no es el terna, sino el estilo.Un bodegón

    de Cézanne, un árbol de VanGogh, un paisaje de F.Marc o de

    Schmitt-Rottluff, e incluso un desnudo de Emil Nolde, pue-

    den ser más religiosos que una Madonna de Rafael. En la me-

    dida en que el hombre vive separado del fundamento de su

    ser por la alienación, su arte será siempre un arte profano;

    pero, porque Dios está presente en todo lo que es, ese arte

    profano será siempre, al mismo tiempo, un arte religioso. Por

    tanto, ya no puede hablarse de arte profano en el sentido ab-

    soluto del término. TIllich,por razones teológicas, se niega a

    contraponer arte profano y arte religioso.51

    Creemos que esta posición tan radical de Tillich está

    implicada en su axioma inicial,muy discutible, de que la reli-

    gión es la sustancia de la cultura, y de que la cultura es la for-

    ma de la religión. A nuestro juicio, no puede afirmarse sin

    matizaciones que todo arte es religioso y que un arte

    arreligioso es inconcebible.Podemos afirmar que el arte, por

    serIo, tiene cierta dimensión religiosa , que es por sí sólo

    una invitación a la trascendencia. Es verdad que el gran arte

    ~s siempre expresión de un

    algo

    objetivo,misterioso, perma-

    nente e inalienable, radicado en la intimidad del ser humano.

    Pero entre ese

    algo

    misterioso y la obra artística viene a inter-

    so P.TILLICH, Theology 01Culture New York 1951, cap. VI, 70.

    51

    P. TILLICH,

    Stil und religiliserStoff in der bildenden Kunst

    En

    Die religilise

    Substanz der Kultur Werke

    Stuttgart 1967, IX, 318-319.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    34/43

    Estética y vida cristiana

    39

    ferir como una pantalla la personalidad del individuo artista

    -sentimientos voluntad y corazón- que también se

    autoexpresa en ella. Decir que el arte es siempre religioso es

    decir que todos los hombres son religiosos:Ambas fórmulas

    tienen la misma verdad pero también la misma imprecisión.

    Descubrir la secreta consanguinidad del universo ese

    aire de familia de toda la creación evocar a unos seres con la

    imagen de los otros tal es la capacidad de los artistas y tal

    debiera ser el regalo que a la humanidad daría una verdadera

    educación estética. No se trata de hacer del artista un

    Prometeo que rivalice con los dioses. La esencia de la poesía

    -decía Claudel contra Baudelaire- no está en sumergirse en

    el fondo del infinito para hallar en él algo nuevo sino en el

    fondo de lo finito para descubrir en él lo inagotable 52;es ha-

    cer surgir la obra como una cosa que ya existía virtualmente

    en el seno de su propio misterio.53

    5.3.El arte prosigue la obra de Dios.

    La idea de que todo gran arte es religioso la expresan

    y repiten con frecuencia muchos artistas de nuestro siglo.

     Todo arte es religioso -dice Maurice Rocher- porque

    todo arte verdadero viene de lo mejor del hombre; toda crea-

    ción es alabanza toda obra nacida del amor es oración . El

    célebre expresionista francés Georges Desvalliéres converti-

    do hacia 1910y fundador con Maurice Denis de los Talleres

    de Arte Sacroen 1919 matiza este pensamiento: El arte es re-

    ligioso de tal manera que cuando quieres explicado solo te

    52

    P.CLAUDEL cit. por J. Guitton

    Le Mystere 185

    53 S.FUMET Art et Mysiere En Le Mysiere 185

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    35/43

    40

    JuanPlazaolaArtola S J

    vienen a los labiospalabrasdegrandessantos...Siel artista es

    incrédulo hablará quizás un lenguaje bárbaro emitirá soni-

    dos ininteligibles palabraspocoedificantes pero todo lo dirá

    cantando una melodía que siempreseráelevada por tener su

    inspiración aun involuntariamente en lasdivinas esferas .S4

    Entre los que carecende fe cristiana escomún pensar

    que el arte debe ser amado como una religión: No creo en

    Dios -escribeuno de ellos-oSólocreoenel arte.Perosi creyera

    en Dios diría que todo arte verdadero cualquiera que seasu

    modo de expresión tiende a Dios . ss

    Todasestasafirmacionessobreel carácterreligioso del

    arte por parte de los mismos artistas se apoyan en la expe-

    riencia personal de ciertos caracteresde la creaciónartística

    que ellos mismos ven atribuidos a la experiencia religiosa

    profunda

    como son por ejemplo la

    inspiración

    y el senti-

    miento de

    libertad

    en la gestación de la ~bra.

    La

    inspiración

    fue primeramente concebida como don

    divino luego como una especie de feliz demencia des-

    pués como fruto del subconsciente y ahora se la considera

    como una larga paciencia .Loque aquí interesaseñalar

    es

    ese

    drama de intermitenciasentreuna inspiraciónque se re-

    galaal artistacomouna gracia inmerecida y ese trabajo

    te-

    nazquees

    necesariopara llevarlaobraa su término.Esnatu-

    ral que en esta alternancia dramática se haya visto una pará-

    bola de la experiencia religiosa; y que los artistas se sientan

    movidos a considerar la inspiración que facilitala realización

    54

    Cit. en C. BOURNIQUEL et J. GUlCHARD-MEILI les créateuTSet le

    sacré Textes et témoignages de elacroix á nos jOUTS

    París 1956.

    55 Maurice ESTÉVE en IlZodiaque n. 18-19 70.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    36/43

     stétic vid risti n

    41

    de su obra, corno un don cuasimilagroso e inmerecido, idénti-

    co a la gracia divina.

    Hablando de su Quinta Sinfonía, escribe Sibelius:

     Cuando la forma definitiva de nuestra obra depende verda-

    deramente de fuerzas más poderosas que nosotros mismos,

    podremos después justificar talo cual pasaje, pero, en su con-

    junto, hay que decir que uno es simplemente un instrumento.

    Esa lógica maravillosa -llamémosla Dios- que gobierna

    una obra de arte: he ahí el poder que ordena .56Ramuz em-

    plea el mismo lenguaje: Yosoy capaz de muy poca cosa;pero

    ¡que realice ese poco de que soy capaz Tales mi oración de

    todos los días; yo imploro al dios desconocido. Mi voluntad

    es impotente; hay algo más poderoso que se me escapa y que

    todo 10que puede; es ahí donde se dirige mi súplica, y esa

    ese Dios interior al que yo me dirijo . Es el ruego de miles de

    artistas; el deseo insistente sube corno una oración. Esto lleva

    al mismo escritor a afirmar más explícitamente: El artista y

    el santo: un mismo hombre. Sacrificiode sí, renuncia al siglo,

    consentimiento a injurias y privaciones, estado de gracia, los

    discípulos, la regla... Paralelismo de los dos misticismos.Ver-

    dad estética, si así puede hablarse, de los Evangelios . I

    La inspiración se explicahoy por el inconscienteo sub-

    consciente,pero hay autores, cornoMaritain, que han hablado

    de un tercer inconsciente,el inconsciente

    espiritual

    muy dife-

    rente del freudiano, al que, según él, hay que atribuir las más

    geniales intuiciones del espíritu creativoy las más heroicas re-

    solucionesde los santos; o cornoEugenio d'Ors, que ha habla-

    do de la supraconciencia , campo nupcial entre el

    ángel

    -

    56 Cit. por E. GILSON, L EcoledesMuses 251.

    51Ch. F. RAMUZ, Journal 18 avril1915.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    37/43

    42

    Juan Pla2:aolaArtola S J

    encarnación de las fuerzas poéticas superiores del hombre-

    y el alma .

    Otro de los caracteresde lacreaciónartística es la expe-

    rienciade

    libertad

    en la constricciónmismaque suponesome-

    terseal dictadode una leyinterior.

    Libertad

    y

    necesidad

    ondos

    términos aparentemente contradictorios que se presentan

    fundando una de lasmás específicasantinomias propias tanto

    del acto religiosocomode la operación artística.No hay verda-

    derocristianismosin la obérdientiaideiobedienciaal amor.No

    hay verdadero arte sin sometimiento a la ley interior. Esa obe-

    diencia es la que aporta la libertad. Elarte procede no por im-

    perativos extrínsecos como el dinero o la fama sino por una

    necesidad cuasigenerativa yautoexpresiva. Sometiéndose a

    ella se experimenta la liberación que da el logro de la obra

    maestra. Obediencia de la abeja a la miel dice un poeta. Ja-

    más elartista se siente tan activo tan dueño de sí comocuando

    hace la voluntad de su obra que se quiere a sí misma a través

    del autor. Imperareparendo 8

    En el plano religioso-moraly cristiano como en el pla-

    no artístico las grandes creacionessolo se consiguen median-

    te la sumisión a esa gracia natural que iluminando la men-

    te levanta la voluntad y la impele a decisiones heroicas y a la

    que es tan imposible resistirse como es imposible que el artis-

    ta resista a la inspiración que le posee.

    58

    Gobernar obedeciendo.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    38/43

     stética Y vida cristiana

    43

    5.4.El artista Yla santidad.

    En teoría el arte debería conducir, por tanto, hacia la

    virtud, y hasta se podría añadir que hacia la santidad. Y,sin

    embargo, cualquiera que investigue la vida real de los artis-

    tas se dará cuenta de que las cosas no ocurren así en la prácti-

    ca.

    Ocurre, ante todo, que en el artista la experiencia esté-

    tica y creadora, casi por definición, es precaria. En cambio, su

    vida es una tentación constante de inmanencia en lo sensible.

    De ahí las dificultades para realizar esa ascensión hacia lo

    trascendente que debería ser el término final de su aventura.

    León Bloy decía que el arte ha nacido bajo las esca-

    mas de la vieja serpiente y que fue necesaria la Edad Media

    con su guantelete de hierro para obligarle a servir éiDios . El

    poeta es ese hombre que ha mordido la tierra y conserva aún

    su gusto entre los dientes , ha escrito Paul Claudel en una de

    sus   inco randes

    Odas

    Lacreación de la obra de arte exigeun compromiso de

    todo el ser, un abandono de todo lo que no es la obra a reali-

    zar. Creer que se puede ser santo y artista es esperar un mila-

    gro, piensa Mauriac, quien ve en Proust al escritor llevado al

    paroxismo: a aquel que hizo un ídolo de su obra ya quien el

    ídolo devoró .59Un instinto le dice al artista que hacerse san-

    to sería para él cesar de ser un artista. Elartista no puede ser

    un santo -escribe Papini-, porque el santo ha superado en

    sí mismo incluso el arte puro; el arte es un medio, y él se le-

    59 Fr. MAURIAC,

    Obras ompletas

    Barcelona, Janés, 11,975-979.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    39/43

    44

    Juan Plazaola Artola S.J.

    vanta sin apoyos hacia el amor perfecto de los hombres y de

    Dios. Dicen que el Beato Angélico oraba con lágrimas antes

    de ponerse a pintar, pero no ya, en mi opinión, para disponer-

    se a representar mejor la verdadera imagen de Dios Crucifica-

    do, sino para que Dios le quitase aquella tentación de abando-

    narse al deleite del arte y lo hiciese digno de contemplar, an-

    tes de morir, aquellas divinas personas sin necesidad de colo-

    res y pinceles. No ped~~piración, sino perdón .60No le fal-

    taba razón a Jacques Riviere cuando exclamaba: Dios mío,

    alejad de mí la tentación de la santidad. No es ésa mi voca-

    ción .61Efectivamente, su vocación era ser escritor. Dios era

    una tentación para él.

    Normalmente, el artista se entrega tan de lleno a su

    obra, que el ascetismo y la desapropiación de sí que su victo-

    ria atestigua le hacen más difícil que a los demás el no creer

    que ha alcanzado el término al que debe tender .62Alguna

    vez, artistas profundamente cristianos fueron progresiva-

    mente dándose cuenta de esta calidad devoradora de su arte.

    y algunos, juzgando que el término del arte es su misma

    interminabilidad, llegaron a superado, al fin de su vida, refu-

    giándose en el silencio.

    El arte es un camino maravilloso, pero peligroso. Se

    habla del camino real del arte, pero ese camino -dice el P.

    Couturier- lino tiene de real más que las gotas de sangre di-

    vinas caídas sobre él como sobre todo camino de los hombres,

    pero que en éste son quizá gotas más perdidas, más malgasta-

    60

    G. PAPINI,

    La COTO.na argento 25-26.

    61 Cit. por F.MAURIAC, en Por el camino de Proust. En Obras Completas 11

    991.

    62 E. GILSON, o.C. 264.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    40/43

     stétic Y

    vida cristiana

    45

    das que sobre cualquier otro camino. Se dice que el arte con

    duce

    a Dios;

    pero estono esmuchaverdadpor 10que atañea

    los mismos artistas. La experiencia prueba 10contrario casi

    en todos los casos.Dios salva a los artistas porque son sus hi-

    jos más locos más dolientes que los demás. Los salva a tra-

    vés de ISUSocuras y de sus dolores que son frecuentemente el

    rescate de su arte. No los salva casi nunca por su arte .63

    63

    M.A. COUTURIER

    Art et Catholidsme

    En

    Art et Liberté spirituel1e

    Paris

    1958 29.

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    41/43

      itulos de colección

    1 José Ma Mardones

    ¿Haciadóndevalareligi n?Postmodernidad

    postsecularización

    2 GerardoAnaya Duarte S J

    Religióny ciencia:¿Todavíanconflicto?

    3 Mauricio Beuchot Puente O ~

    Losderechosumanosy sufundamentaciónilosófica

    4 José Rafael de Regil Vélez

    in ios y sin el hombre Una aproximacióna la

    indiferenciaeligiosa

    5 José Francisco Gómez Hinojosa

    La dimensi nsocialde la religión Notas para su

    recuperaci nnMéxico

    6 Antonio Blanch S J

    Lo

    estéticoy lo religioso:cotejo de experiencias

    y expresiones

    7 EduardoLópezAzpitarte S J

    Laéticacristiana:¿feorazón?

    Discusionesen tornoa sufundamento

    8 Juan Plazaola Artola S J

    Estéticay vid risti n

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    42/43

    Este libro se tennü\ó

    de imprimir en el mes de enero

    en Impresora Múltiple S A de C V

    Saratoga núm 909 col Portales

    México 03300 D F

    Su tiraje fue de 2 000 ejemplares

    Cd de México 1999

  • 8/20/2019 Estetica y Vida

    43/43

     1

    Los cuadernos de Fe y Cultura son una contribución al fomento

    del diálogo entre los valores evangélicos y la cultura actual en

    toda su complejidad. Pretenden, por tanto, ofrecer una visión

    cristiana de nuestra realidad que oriente a los lectores y a los

    estudiosos de los diferéntes ámbitos de ella.

    La serie número 4, La expresión artística busca explorar las

    relaciones que existen entre la creación artística y la realidad

    religiosa, que en muchas épocas de la historia del arte han sido

    muy evidentes y que, aunque en otras no se manifiestan, quizá

    están presentes subterráneamente; ¿hay o no una gran cercanía

    entre arte y religión?

    El padre Juan Plazaola rtola nació en San Sebastián;

    ingresó a la Compañía de Jesús, en la que hizo estudios de

    filosofía y de teología; obtuvo doctorados de Filosofía en la

    Sorbona y en la Universidad de Madrid y se ha

    especializado en el campo de la estética. Ha desempeñado

    numerosos cargos, inclusive el de provincial de la Provincia

    de Loyola. Ha sido por muchos años catedrático de Estética

    de la Universidad de Deusto. Actualmente es director del

    Instituto Ignacio de Loyola de la misma universidad, en su

    sede de San Sebastián, y no ha dejado su amplio trabajo

    de conferencista y escritor. Entre sus obras destacan:

    El

    arte sacro actual Introducción

    a

    la estética El futuro del

    arte sacro y su obra más reciente Historia y sentido del

    arte cristiano

    En

    este ensayo el autor aborda las relaciones entre la vida

    cristiana y lo estético, el arte y los artistas a partir

    J

    e

    exponer las semejanzas y las diferencias entre experiencia

    religiosa y experiencia estética.

    l

    ___ _ _ __ _ _

    ISBN 9b8 859 345