Upload
david-hdz
View
26
Download
0
Embed Size (px)
DESCRIPTION
La dieta paleolítica es más que una simple dieta, es un estilo de vida.
Citation preview
10 formas de aplicar el estilo de vida paleolítico a tu vida diaria
Después de analizar el estilo de vida paleolítico tal vez te preguntes ¿cómo puedo implementar estas pautas en mi vida diaria? En este
artículo vemos de manera general cómo se puede ser paleo en un
mundo moderno.
Entendiendo que todo lo que hacemos, comemos, pensamos y
respiramos puede afectar a nuestros genes, ¿cómo puede el estilo de vida paleo aplicarse hoy en día para obtener una buena salud, un
cuerpo perfecto, un sistema inmunitario fuerte, más energía y una mayor productividad? Esto es lo que intentamos conseguir y
sorprendentemente es bastante fácil:
1. Come muchas plantas y animales
Concéntrate en fuentes de proteínas de calidad (todo tipo de carne,
aves y pescado), muchas verduras, algunas frutas selectas, y grasas
saludables (frutos secos, aguacates, aceite de oliva). Fíjate en la distribución de las calorías de semana en semana más que de comida
en comida. Elimina los granos, azúcares y grasas trans e hidrogenadas de tu dieta.
2. Haz ejercicio de ritmo lento
Haz algún tipo de actividad de poco nivel aeróbico entre 2 y 5 horas a la semana, ya sea pasear, caminatas, paseos en bici o nadas.
Idealmente, y cuando sea posible, vete descalzo o con zapatillas de suela fina. Las actividades aeróbicas de poco esfuerzo son necesarias
(especialmente si te trabajas encadenado a un escritorio todos los
días). El efecto combinado será un incremento en la perfusión capilar, quema de grasas y integración general de la fuerza muscular y
flexibilidad.
3. Levanta cosas pesadas
Levanta pesas durante 30 a 45 minutos, un par de veces en semana. Concéntrate en movimientos que hacen uso de todo el cuerpo y en
movimientos amplios (no sólo partes del cuerpo aisladas). Emula los movimientos de nuestros ancestros: saltar, agacharse, embestir,
empujar, tirar, doblar, etc. Esto estimulará tus genes para que aumenten la fuerza muscular, la densidad ósea, mejoren la
sensibilidad a la insulina, estimulen la producción de hormona del crecimiento y consuman la grasa corporal.
4. Corre muy rápido de vez en cuando
Haz alguna forma de sprints anaeróbicos intensos varias veces a la semana. Esto puede ser tan simple como 6 u 8 sprints cortos en una
pendiente, en el césped, en la playa… o sesiones cortas e intensas con la bicicleta (estática, de carretera o de montaña). Estos esfuerzos
cortos también estimulan la producción de hormona del crecimiento
(HGH), la cual es producida en relación a la intensidad (no a la duración) del ejercicio.
5. Duerme bastante
Obtén mucho sueño de calidad. Nuestras vidas son tan ajetreadas y
tenemos tantas cosas que hacer después del atardecer que a veces es difícil dormir lo suficiente. Dormir es uno de los factores más
importantes para mantener una buena salud, energía y un sistema inmunitario fuerte.
6. Juega
Pasa algún tiempo cada semana jugando de forma activa. Además de permitirte aplicar tu forma física en una situación real, jugar ayuda a
disipar algunas de las consecuencias negativas del stress que has acumulado a lo largo de la semana.
7. Coge algo de sol cada día
Contrariamente a la “sabiduría popular” que parece demonizar al sol,
el estilo de vida paleo insiste en que cojas algo de sol directo todos los días. Ciertamente no tanto como para quemarte o estar cerca de
quemarte, pero suficiente como para que tu cuerpo produzca la tan importante vitamina D y para tener un mejor estado de ánimo. Un
ligero bronceado es un buen indicador de que tienes niveles adecuados de Vitamina D.
8. Evita los traumas
Elimina comportamientos autodestructivos. Estas pautas son
evidentes para la mayoría de la gente (usa el cinturón de seguridad, no fumes ni te drogues…) y aun así muchos de nosotros vivimos de
forma descuidada ante el peligro. Cultiva un sentido de atención a tu entorno.
9. Evita las cosas venenosas
Evita exponerte a toxinas químicas en tu comida (pesticidas, herbicidas, etc.) y en tu piel. Además intenta evitar los venenos
escondidos en alimentos como los azúcares, granos , comidas procesadas, grasas trans e hidrogenadas, y mercurio en algunos
peces.
10. Usa tu cerebro
Ejercita tu cerebro diariamente como hacían nuestros ancestros. Sé inventivo, creativo y atento. Si tu trabajo no es estimulante, busca
tiempo para leer, escribir, tocar un instrumento u otro tipo de
actividades creativas, además dedica bastante tiempo a interactuar socialmente.