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ETICA Elaborado por Fr. José Ricardo Villalta Useda OP 1. Conceptos básicos relacionados con la ética Definir ética es un poco complejo. De entrada hay que decir que no se puede pensar la ética desligada de cualquier concepción de la moral. Regularmente se confunden una con la otra, incluso algunos autores como Marciano Vidal hacen de ambos un solo concepto. No obstante para el estudio de este curso vamos a hacer la distinción entre los dos conceptos entendiendo ética como: disciplina filosófica que estudia la dimensión moral de la existencia humana, es decir, todo en cuanto nuestra vida está relacionado con el bien y el mal 1 . A lo anterior hay que añadir, que no solo se queda observando la realidad para clasificarla, sino que la observa para cambiarla. Desde acá ya partimos de una singularidad, al hablar de ética estamos hablando de una disciplina propiamente filosófica, o sea, su juicio sobre la existencia humana será propiamente racional, y por lo tanto más que mirar las mociones internas de forma directa tratará de indagar en las mociones racionales que se subyacen en esas mociones internas las cuales son las que guían al ser humano en su obrar. A la ética le interesa establecer juicios, con la finalidad de determinar parámetros del comportamiento humano el cual puede llegar a ser calificable como bueno o malo. Estos juicios no se realizan de forma acelerada, la ética mira críticamente las mociones internas que hay detrás de las acciones humanas, pues al fin y al cabo para ella, son las acciones las que definen a una persona. Por ello en la elaboración del juicio se fija en el proceso previo a la acción, o sea, mira la inspiración moral, que existe en las personas. Desde este perspectiva a la ética le interesa entonces conocer cuál es la jerarquización axiológica que posee la persona, o sea, los valores y principios que posee y 1 Cf. RODRÍGUEZ DUPLÁ, F. Ética, p 5. 1

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Conceptos de la ética

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ETICAElaborado por

Fr. José Ricardo Villalta Useda OP

1. Conceptos básicos relacionados con la ética

Definir ética es un poco complejo. De entrada hay que decir que no se puede pensar la ética desligada de cualquier concepción de la moral. Regularmente se confunden una con la otra, incluso algunos autores como Marciano Vidal hacen de ambos un solo concepto. No obstante para el estudio de este curso vamos a hacer la distinción entre los dos conceptos entendiendo ética como: disciplina filosófica que estudia la dimensión moral de la existencia humana, es decir, todo en cuanto nuestra vida está relacionado con el bien y el mal1. A lo anterior hay que añadir, que no solo se queda observando la realidad para clasificarla, sino que la observa para cambiarla. Desde acá ya partimos de una singularidad, al hablar de ética estamos hablando de una disciplina propiamente filosófica, o sea, su juicio sobre la existencia humana será propiamente racional, y por lo tanto más que mirar las mociones internas de forma directa tratará de indagar en las mociones racionales que se subyacen en esas mociones internas las cuales son las que guían al ser humano en su obrar.

A la ética le interesa establecer juicios, con la finalidad de determinar parámetros del comportamiento humano el cual puede llegar a ser calificable como bueno o malo. Estos juicios no se realizan de forma acelerada, la ética mira críticamente las mociones internas que hay detrás de las acciones humanas, pues al fin y al cabo para ella, son las acciones las que definen a una persona. Por ello en la elaboración del juicio se fija en el proceso previo a la acción, o sea, mira la inspiración moral, que existe en las personas. Desde este perspectiva a la ética le interesa entonces conocer cuál es la jerarquización axiológica que posee la persona, o sea, los valores y principios que posee y por los que se rige, cuál de ellos le determinan y cuales tiene por laxos. Es de suma importancia descubrir los principios axiológicos que han sido introyectados al mismo tiempo que aquellos que generan aversión. De ambos se desprende la conducta del ser humano respecto a la norma, pues se supone que es del rechazo o aceptación generalizada de un valor que se desprenden las normas, de manera que se establece como regulador externo de la conducta.

Dicho de otra manera, el valor como tal no tiene existencia sino es llevado a la acción a través del hábito, entre más habitual se haga la práctica de un valor y este sea generalizado termina por convertirse en norma positiva del comportamiento humano. En caso contrario, el rechazo habitual de un valor es el que exige la existencia de una norma desde una perspectiva negativa, la cual tratará de determinar y regular el comportamiento humano desde la coacción. Para poder comprender mejor este proceso debemos tener

1 Cf. RODRÍGUEZ DUPLÁ, F. Ética, p 5.

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claro que entendemos por valor. Se llama valor en el lenguaje ético: cualidad que las cosas poseen sujetas a un régimen ontológico especial, y que es reconocido como fundamento de una ley universal2. Para filósofos como Max Scheler, los valores poseen altura, es decir, se encuentran jerarquizados obedeciendo a las necesidades de los seres humanos de manera que unos valores están por encima de otros quedando de alguna manera jerarquizados desde lo vital hasta lo accesorio. De esta forma la fuerza normativa de un valor es directamente proporcional a su altura en la jerarquía de valores.

Como podemos ver acá ya se ha comenzado a ligar otro concepto, el de norma. Esto porque en el bagaje de la ética ningún concepto es aislado, todos los conceptos van formando un entramado de todo un sistema. Por deducción podemos decir que la norma es aquella regulación externa a la persona que pretende condicionar de forma positiva su comportamiento para lograr la adecuación con su entorno. Adentrándonos en este concepto nos percatamos que la norma no depende tanto de la persona como del entorno, época y circunstancia que le corresponde vivir, lo que si depende de la persona es la vivencia de una norma como positiva o negativa pues está íntimamente ligada a la jerarquización de valores que posea y la que desee apropiarse, ya que la escala axiológica es mutable y está susceptible a cambios.

Lo anterior nos podría hacer pensar que los valores son inestables, no obstante obedeciendo a las ideas de Max Scheler habría que distinguir aquellos valores que deben ser estáticos de aquellos que pueden y deben en muchas ocasiones cambiar para adquirir una maduración de criterio y libertad. Entendemos por criterio aquella última apropiación de valores axiológicos que forman en la persona la solidez de las decisiones, previendo y asumiendo consecuencias. Para mayor claridad, el criterio viene a ser en la ética lo que la conciencia autónoma es en la moral (más adelante trabajaremos esa precisión). Y por libertad entendemos el valor inalienable constitutivo del ser humano por medio del cual el ser humano adquiere la plenitud de sus capacidades.

2 Cf. Ibíd, P136-138.

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