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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA FACULTAD DE MEDICINA DIVISION DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS POST-GRADO DE ANATOMIA PATOLOGICA HOSPITAL GENERAL DEL SUR EVALUACIÓN DE LAS DISCREPANCIAS ENTRE DIAGNOSTICOS CLINICOS Y HALLAZGOS DE AUTOPSIA Trabajo Especial de Grado presentado ante el Consejo Técnico de la División de Estudios para Graduados de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia como requisito para optar al título de Especialista en Anatomía Patológica Autor: Gustavo Adolfo Torres Nava C.I.: 13.001.750 Médico Cirujano Tutor: Dr. Gabriel Arismendi C.I.: 6.748.698 Especialista en Anatomía Patológica Maracaibo, Febrero de 2009

Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

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Page 1: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DEL ZULIA

FACULTAD DE MEDICINA

DIVISION DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS

POST-GRADO DE ANATOMIA PATOLOGICA

HOSPITAL GENERAL DEL SUR

EVALUACIÓN DE LAS DISCREPANCIAS ENTRE

DIAGNOSTICOS CLINICOS Y HALLAZGOS DE AUTOPSIA Trabajo Especial de Grado presentado ante el Consejo Técnico de la División de Estudios para

Graduados de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia como requisito para optar al

título de Especialista en Anatomía Patológica

Autor:

Gustavo Adolfo Torres Nava

C.I.: 13.001.750

Médico Cirujano

Tutor:

Dr. Gabriel Arismendi

C.I.: 6.748.698

Especialista en Anatomía Patológica

Maracaibo, Febrero de 2009

Page 2: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

EVALUACION DE LAS DISCREPANCIAS ENTRE DIAGNOSTICOS

CLINICOS Y HALLAZGOS DE AUTOPSIA

M.C. Gustavo Adolfo Torres Nava

C.I. 13.001.750

Autor

Dirección: Av. 11D #50-57. Canta Claro. Maracaibo, Estado Zulia. Teléfono:

0261-7425045. Correo-e: [email protected]

Dr. Gabriel Arismendi

Especialista en Anatomía Patológica

Doctor en Ciencias Médicas

Tutor Académico

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A mis padres: Rolando y Teresa;

A mis hermanos: Roli, Gastón, Juanca, Chucho y muy especialmente

A Mónica quien siempre vivirá en nuestro pensamiento.

Agradecimientos a todos mis compañeros del Post Grado, sobre todo a Fátima

quien sin su desinteresada orientación, colaboración y apoyo esta tarea

hubiese sido cuesta arriba.

Page 4: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

INDICE GENERAL

Página

Resumen

Abstract

Introducción 8

Materiales y métodos 21

Resultados 22

Discusión 28

Conclusiones 32

Recomendaciones 34

Referencias Bibliográficas 35

Anexos

Page 5: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

INDICE DE ILUSTRACIONES

Página

GRAFICO N°1 Clasificación de las discrepancias entre los

diagnósticos clínicos y hallazgos de autopsias según la

clasificación de Goldman. Enero 2002-Diciembre 2006 24

GRAFICO N° 2 Distribución según género de las discrepancias

diagnósticos. Enero 2002-Diciembre 2006 25

TABLA N° 1 Clasificación de las discrepancias en relación con el

tiempo de evolución intrahospitalaria HGS. Enero

2002-Diciembre 2006 26

TABLA N° 2 Distribución de las discrepancias diagnóstico en

relación con el grupo etario en el HGS. Enero 2002-

Diciembre 2006 26

TABLA N° 3 Distribución de las discrepancias según el Servicio de

Hospitalización solicitante de la autopsia. HGS Enero

2002-Diciembre 2006 27

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Torres Nava, Gustavo Adolfo. Evaluación de las discrepancias entre diagnósticos

clínicos y hallazgos de autopsias. Trabajo Especial de Grado presentado ante el

Consejo Técnico de la División de Estudios para Graduados de la Facultad de Medicina

de la Universidad del Zulia como requisito para optar al Título de Especialista en

Anatomía Patológica. Maracaibo. Venezuela. 2009. 44 p.

RESUMEN

A pesar que la realización de autopsias ha disminuido en forma sostenida en los últimos 30 años, las publicaciones en las que se estudia la concordancia entre diagnósticos pre y post mortem demuestran que los errores diagnósticos no han variado. Se realizó un estudio observacional, transversal, retrospectivo y descriptivo con la finalidad de identificar las discrepancias entre los diagnósticos clínicos y hallazgos de autopsia para la enfermedad principal y causa de muerte basados en la clasificación de Goldman. Se estudiaron 126 necropsias realizadas en el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital General del Sur “Dr. Pedro Iturbe”, en el período de Enero de 2001 hasta Diciembre de 2006. 54,77% de los casos reportaron discrepancias mayores entre los diagnósticos clínicos y los hallazgos de autopsia. El tiempo de evolución intrahospitalaria no fue factor determinante en la incidencia de las discrepancias observándose una diferencia de 3% entre los pacientes que fallecieron en los primero 3 días hospitalización y aquellos con más de 4 días(p=0,9834). El Servicio de Pediatría solicitó 48 autopsias con 60,41%. El Servicio de Medicina Interna (M.I.) remitió 39 casos reportando 38,09% de errores diagnósticos. Los resultados demuestran un alto índice de discrepancias mayores, no relacionados con el tiempo de evolución de los pacientes, ratificando a la autopsia como el método diagnóstico más fidedigno para la obtención de un diagnóstico preciso, y la herramienta más importante para la auditoria del acto médico y de enseñanza de la medicina.

Palabras claves: Autopsia, discrepancias diagnosticas, Clasificación de Goldman. correo-e: [email protected]

Page 7: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

Torres Nava, Gustavo Adolfo. Evaluación de las discrepancias entre diagnósticos

clínicos y hallazgos de autopsias. Trabajo Especial de Grado presentado ante el

Consejo Técnico de la División de Estudios para Graduados de la Facultad de Medicina

de la Universidad del Zulia como requisito para optar al Título de Especialista en

Anatomía Patológica. Maracaibo. Venezuela. 2009. 44 p.

ABSTRACT

Although the performance of autopsies has been steadily decreasing over the last 30 years, papers regarding the concordances between pre-mortem and post-mortem diagnostic show that diagnostic errors’ rate remains unaffected. it was performed an observational, transversal, retrospective and descriptive investigation that aims to identify the discrepancies between clinical diagnosis and autopsy findings using the Goldman’s criteria for diagnostic discrepancies. The investigation included 126 autopsies performed in the Pathology Department of Hospital General del Sur “Dr. Pedro Iturbe” between January 2001 and December 2006. 54,77% of cases reported major discrepancies between pre-mortem diagnostics and autopsy findings. There was not remarkable variations among sex, reporting 53,41% and 56,59% in males and females respectively. The length of the hospitalization was not a determinant factor on the incidence of misdiagnosis, reporting a 3% difference (p=0,9834) between patients who died during the first three days and those with 4 or more days hospitalized. Pediatrics was the Department which demanded more autopsies, and also was the one with more incidences of major discrepancies, 48 cases and 60,41% of major errors. Internal Medicine Department (IM) demanded 39 autopsies, but they had a significant lower rate of misdiagnosis with 38,09%. The results demonstrate a high rate of major discrepancies, not related with the length of the hospitalization, confirming the autopsy as the “gold standard” to ensure the accuracy of clinical diagnosis and the most important tool in medical auditing and teaching. Keywords: autopsy, diagnostic discrepancies, Goldman classification. Email: [email protected]

Page 8: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

INTRODUCCION

La autopsia es un procedimiento médico post-mortem que estudia las

alteraciones morfológicas de los órganos y tejidos producto de una enfermedad,

utilizando para esto la disección con el fin de obtener información anatómica sobre

la causa, naturaleza, extensión, y complicaciones de la enfermedad que padeció en

vida una persona. Cualquier estudio anatomopatológico post-mortem,

independientemente del tamaño de la muestra (autopsia parcial o completa) o de la

técnica morfológica empleada, tendrá la categoría de autopsia o necropsia.

Inicialmente el objetivo y la fascinación de realizar una autopsia era aprender

sobre la anatomía y la enfermedad (1) y este objetivo probablemente no ha variado

mucho. Sin embargo, los objetivos actuales de la autopsia van un poco más allá, y

son divididos en objetivos inmediatos, y objetivos mediatos. Entre los objetivos

inmediatos podríamos mencionar: a) conocer la causa de la muerte; b) establecer

una correlación anatomoclínica y en consecuencia, comprender el cuadro clínico; c)

comparar los diagnósticos clínicos y anatomopatológicos; d) evaluar las

discrepancias entre los diagnósticos pre, y post-mortem, si es que las hubo; y e)

evaluar el tratamiento. Por otra parte los objetivos mediatos de la autopsia son el

brindar apoyo a: a) la familia, ya que ayuda a la liberación de culpas y penas por la

muerte del familiar; b) la sociedad, debido a que es la fuente mas fidedigna de

datos epidemiológicos en una localidad, identifica nuevas enfermedades, y brotes

iniciales de enfermedades infecciosas, entre otras; c) a la práctica médica en

general, incluidos los patólogos, ya que no solo sirve como fiscalizador del trabajo

hospitalario, sino que descubre nuevas enfermedades o presentaciones clínicas

poco frecuentes de una enfermedad conocida, identifica complicaciones de la

terapéutica empleada y provee material para investigación(2).

Page 9: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

La aceptación del estudio anatómico del cuerpo humano está condicionada

por factores culturales, sociales o religiosos. El factor cultural está representado por

el nivel educativo y el ambiente intelectual de una sociedad. En aquellas sociedades

donde el nivel educativo es alto y el ambiente intelectual es libre se acepta la

disección en humanos mejor que en sociedades menos educadas. Antes del

Renacimiento, sólo en Grecia e Italia coincidieron ambas circunstancias. En Grecia,

en el Museo de Alejandría durante el período helénico, se localizó una de las

escuelas de Medicina más importantes de la antigüedad; allí Herófilo (335-280 a.

de C.) y Erasistrato (310-250 a.de C.) realizaron disecciones en humanos. Sin

embargo, la anatomía jugó un papel poco importante en los inicios de la medicina

griega, y no fue sino hasta que la teoría de enfermedad tomó una inclinación

deliberada hacia cambios estructurales, la autopsia no tuvo mucha importancia en

la práctica médica (10).

Poca información se recoge acerca de las autopsias en la temprana Edad

Media, pero para las postrimerías del período algunas referencias muestran cierto

interés por esta práctica diagnostica (10). Roger Bacon (1214-1294) y Arnold de

Villanova (1235-1312) recomendaron el estudio del cadáver, pero no hacen

mención de ninguna experiencia personal en la práctica de la necropsia (10). En

Italia, en la Universidad de Bolonia, durante la Baja Edad Media (Siglo XIII),

Tadeo de Alderoto (1266-1275) efectuó disecciones como parte de la enseñanza

médica (9).

A medida que nos acercamos al renacimiento se incrementó el interés por los

estudios anatómicos como la única disciplina médica capaz de ser sometida a

investigación precisa. A medida que los estudios anatómicos del cuerpo humano

progresaron, la autopsia fue adquiriendo mayor importancia.

Page 10: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

La forma de percibir la muerte es un factor social que facilita o dificulta la

aceptación de la autopsia. La muerte puede ser tomada como designio divino, como

un problema personal de aquel que muere, o ser causa de dolor familiar. Si se cree

que la divinidad es responsable de la muerte es innecesario realizar autopsias, pues

la causa de la muerte es evidente; pero si es un problema personal del individuo con

Dios, la autopsia puede o no ser importante, pero no hay motivo para rechazarla; y

si la muerte causa intenso dolor familiar es poco probable que se acepte la autopsia

en el pariente muerto (10).

El factor más importante en la aceptación de la autopsia es el religioso. La

religión establece un vínculo entre el mundo y el hombre; le permite al ser humano

comprender las fuerzas de la naturaleza y conocer las causas de los fenómenos del

mundo que lo rodea. En algunos grupos humanos la enfermedad o la muerte son

causadas por espíritus o agentes de la naturaleza externos al organismo, pero

visibles y aparentes a los sentidos, como los espíritus de bosques o aguas. En otras

sociedades se considera que la ira de algún ser sobrenatural o Dios es la causa de la

muerte y es indispensable conocer cómo se ofendió al dios para reparar la falta. En

ambos casos, el estudio del cuerpo de la víctima no proporciona datos útiles para

aplacar al dios o fuerza natural responsable de la enfermedad o la muerte (11).

Las antiguas religiones no favorecieron el estudio de los cuerpos humanos.

En Egipto, por ejemplo se realizaron miles de evisceraciones para realizar las

momificaciones pero no se hicieron aportes significativos a la anatomía. En roma

existía la tradición de no tocar a los muertos, y en Grecia los quemaban. El talmud

de los judíos, y el Corán de los musulmanes ambos prohíben “mutilar” a los

cadáveres (9). El cristianismo en sus primeros siglos no prohibió la autopsia pero

tampoco la apoyó. Sin embargo, en 1299, Bonifacio VII publicó en una bula papal

intitulada De Sepulturis lo siguiente: “Las personas que corten los cuerpos de los

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muertos y bárbaramente los cuezan, para separar los huesos de la carne y

transpotarlos y enterrarlos en su propio país, están por este acto excomulgados”.

A pesar que la prohibición se refería a cocer a los muertos y trasladarlos para

enterrarlos en sitios diferentes al lecho de muerte, se entendió como una

prohibición de cualquier disección (9,10).

Al paso de los siglos la actitud de la Iglesia Católica fue cambiando, y se

hicieron autopsias en personajes de la Iglesia. En 1410, Pietro D’Argelata realizó la

autopsia del Papa Alejandro VI, pues éste murió en forma súbita y misteriosa en

Bolonia. Los papas también permitieron la realización de disecciones; Sixto IV

(1471-1484) y Clemente VII (1523-1534) autorizaron a las universidades de

Bolonia y Padua a realizar disecciones con fines de enseñanza médica (9).

La evolución de la autopsia como procedimiento médico comienza con la

publicación en 1507 de "De abditis non nullis ac mirandis morborum et sanationum

causis" (Sobre algunas causas ocultas y milagrosas de las enfermedades y su

curación), por el médico florentino Antonio Benivieni (1443-1502). La obra fue

publicada por un hermano de Benivieni varios años después de su muerte, basado

en los escritos dejados por él. En ella se describen 110 casos médicos, 15 de ellos

con autopsia; la autopsia entonces no era excepcional y al menos en Florencia era

aceptada. De Abditis es el libro más antiguo que se conoce donde la autopsia está

registrada como un procedimiento sistemático y valioso para completar el estudio

de los pacientes (9,10). En 1543 Andres Vesalio publicó "De humani corporis

fabrica", obra en la cual revisaba los conceptos anatómicos de la época. El

desarrollo de la anatomía está ligado en gran parte con el desarrollo de la patología,

puesto que al hacerse disecciones muchos hallazgos eran anormales, y a su vez, las

autopsias aportaban conocimientos sobre las características normales de los

órganos.

Page 12: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

Después de Benivieni y Vesalio, siguió una época de acumulación de

conocimientos obtenidos en autopsias y disecciones, hasta la siguiente gran

modificación conceptual (9,10,11).

Juan Bautista Morgagni (1682-1772) con su obra “De sedibus et causis

morburum per anatomem indagatis” (sitios y causas de enfermedad investigados

por anatomía) establece con una detallada descripción de los síntomas de la

enfermedad, el énfasis en la correlación clínico-patológica y la búsqueda de asiento

o del sitio de enfermedad en mas de 700 autopsias, establece lo que Viracho

denominó concepto anatómico, según el cual para razonar sobre un proceso

mórbido se debe localizar un cambio anatómico en alguna parte del cuerpo,

estableciendo así las bases de la medicina moderna (10,11).

Rodolfo Virchow (1821-1902), patólogo alemán introdujo el uso del

microscopio para el estudio del cambio celular producto de una enfermedad, e

insistió en la importancia de estudiar todos los órganos en forma ordenada y

detallada con la finalidad de reconocer la causa del fallecimiento. Es así, como en

1858 estableció como máxima que toda lesión orgánica afecta a la célula y los

cambios morfológicos y funcionales son expresiones de la enfermedad. Con el

advenimiento de estos importantes conceptos introducidos por Viracho nace la

anatomía patológica moderna como el estudio científico e intelectual de la

enfermedad, y con ella la medicina científica moderna (12).

La autopsia no estuvo limitada a Europa. Los primeros registros de autopsias

en el nuevo mundo datan de 1533, cuando Hernando de Sepúlveda y Rodrigo

Navarro realizaron en la Española (hoy República Dominicana) el estudio de un par

de gemelos siameses toracópagos con la intensión de determinar si tenían un alma o

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dos, y poder administrar uno o dos bautizos. En la autopsia se hallaron duplicados

todos los órganos a excepción del hígado, lo que justificó los dos bautizos. A pesar

que la motivación de esta autopsia no era del todo científica es el primer registro

que se guarda de una evisceración completa y estudio de los órganos en el

continente americano (13).

La autopsia en el siglo XX tuvo una doble función. En primer lugar, debía

responder la pregunta ¿Cuál es la causa de muerte de un determinado paciente? De

esta manera la autopsia puede servir al avance del conocimiento en líneas

generales, y contribuye al entendimiento de las enfermedades. En los comienzos la

disección anatómica era la única herramienta para el avance del estudio científico

de las enfermedades. Hoy en día, sin embargo, la disección es solo el inicio. En los

primeros años del siglo pasado el progreso de la medicina dependía en gran medida

de las observaciones hechas por los clínicos en el lecho del enfermo, y en los

hallazgos obtenidos en la sala de autopsia. Los buenos clínicos prestaban cuidadosa

atención al curso clínico de la enfermedad, sus signos y sus síntomas. Luego si el

paciente fallecía, la autopsia se encargaría de confirmar el diagnóstico, y si no le

mostraba la verdad al clínico, brindándole la oportunidad de identificar el que,

como y por que el paciente falleció. De igual manera, la autopsia servía como una

herramienta como ninguna otra para la educación médica a todos los niveles desde

los estudiantes más jóvenes, hasta los clínicos más experimentados (10).

A pesar de los rápidos avances de la medicina en el siglo pasado, la autopsia

fue reconocida en 1910 como uno de los actos médicos más importantes desde la

publicación del Informe Flexner en los Estados Unidos de Norteamérica,

incrementándose su práctica en forma exponencial (14). Luego de la publicación de

este informe, una ola de mejoras fue introducida en la práctica médica. Se hizo

énfasis en la importancia de una historia clínica detallada, y la autopsia comenzó a

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jugar un papel importante en la acreditación de los hospitales: los buenos hospitales

tienen un alto índice de autopsias, mientras que los hospitales menos competentes

presentan un bajo índice de realización de autopsias. Incrementar el número de

autopsias en un hospital de baja calidad inmediatamente mejorará su desempeño,

ya que la realización de autopsias más frecuentes estimulara un proceso diagnóstico

más cuidadoso y, adicionalmente, le brinda al personal de salud un aprendizaje

inigualable (14).

A mediados de la década de los años cincuenta del siglo pasado surgieron

algunas críticas y la autopsia se convirtió en centro de ataque. En 1956 Isaac Starr

publicó en el “Journal of the American Medicine Association” (JAMA) un editorial

titulado “Potential Values of the autopsy today” en el que afirmaba:

“En contraste a periodos anteriores, la presente era se caracteriza

por un incremento en la confianza de la experimentación para el

desarrollo del conocimiento médico. En consecuencia, el interés por

la autopsia ha disminuido, comenzando con el profesor en el que el

interés mayor era la investigación experimental y extender este al

resto del personal clínico. Debido al incremento en el porcentaje de

cadáveres sometidos a autopsia, las morgues se han sumergido en

trabajo de rutina. Lo que solía ser un raro privilegio se ha

convertido en una carga molesta…”.”…Ninguna investigación de

importancia de hoy en día provienen de la realización de autopsias,

por lo tanto es ridículo seguir desperdiciando tiempo y esfuerzo en

la realización de autopsias y acumular información rutinaria sin

importancia (15)”

Este ataque, llevado a cabo por un internista, inspiró respuestas contundentes

de los patólogos (16,17,18). Una de las razones esgrimidas por los patólogos para

la defensa de su trabajo fue resaltar los grandes avances médicos en los 20 años

previos que habían sido posibles gracias a los estudios de autopsia. Los defensores

de las autopsias señalaban la posibilidad de seguir aportando una enorme cantidad

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de información, más aún si tomamos en cuenta las nuevas técnicas de la

patología clínica. Es debido a esto que la autopsia está asumiendo, cada vez

con mayor frecuencia, carácter investigativo, demandando por consiguiente

mayores habilidades, e incremento en la inversión de tiempo y dinero por

parte del autopsiante (19).

La dedicación casi absoluta de los Jefes de departamentos a la investigación

experimental, aunada al poco interés que estos demostraban para la docencia, trajo

muchos comentarios negativos, incluyendo el poco interés que estos demostraban

por la realización de autopsias. Una de las posibles razones para esta falta de interés

recaía en la imposibilidad por parte de los servicios de autopsia de reconocimientos

inmediatos en la forma de donaciones o aportes gubernamentales, publicaciones

científicas, y/o ascensos en comparación con los resultados obtenidos del trabajo

experimental (18).

La tasa de autopsias clínicas ha ido disminuyendo desde finales de la

década de 1960, tanto a nivel mundial como local y eso es un hecho que ha

sido comprobado con múltiples estudios científicos publicados en revistas

científicas reconocidas (2-19). Hay muchas razones reportadas como

responsables de este hecho, pero sin duda alguna, la que ha sido señalada

como más importante es la actitud de los clínicos interconsultantes a los

servicios de patología (15,20,21).

Un estudio realizado en el Royal Victoria Hospital (Belfast, Irlanda del

Norte) en el que se analizó la tasa de autopsias en los años 1990, 91 y 93 y se

realizó una encuesta entre los médicos a fin de indagar cual era la actitud con

respecto a la disminución en la tasa de autopsias, no solo se confirmó el

descenso progresivo y sostenido de la tasa de autopsias, sino también, que la

Page 16: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

razón más importante para este descenso según lo expresado por los clínicos en la

encuesta era la dificultad creciente para obtener autorización de los familiares para

la realización de autopsias clínicas. Algunos comentarios expresados por los

participantes de estas encuestas señalan que la autorización era regularmente

rechazada debido a un posible retraso en los servicios funerarios, o un punto de

vista erróneo de los familiares hacia la autopsia. Los familiares de los fallecidos

prefieren “mantener la dignidad física” de sus seres queridos, en lugar de los

beneficios de la autopsia, entre los que se cuentan la determinación de la causa de

muerte exacta. Así mismo, expresaron los clínicos que esta actitud negativa a la

aceptación de la autopsia puede en cierta forma estar relacionada con innumerables

y muy controversiales reportes en diferentes medios de comunicación

sensacionalistas acerca de la retención de órganos (22). Otro factor que contribuye

a la falta de interés en otorgar el consentimiento para la realización de la necropsia

recae en que la responsabilidad para solicitar el consentimiento para las autopsias

clínicas reposa en los miembros más jóvenes e inexpertos del cuerpo médico,

quienes ante la falta de instrucciones precisas de que la autopsia debe solicitarse,

prefieren firmar el acta de defunción que enfrentar los familiares para solicitar la

autorización, y/o los posibles conflictos legales como resultado de posibles errores

diagnósticos. Ha sido demostrado hasta la saciedad que el enfoque que le dé el

clínico a la hora de solicitar el consentimiento afecta la posibilidad de una respuesta

positiva por parte de los familiares (23,24). Si el médico tratante no está

convencido del valor de la autopsia, éste solo puede reducir los chances de obtener

una respuesta afirmativa de los familiares.

En este mismo estudio realizado en Belfast, así como en muchos otros

artículos que tratan este tema, los encuestados señalan como segunda causa más

común para la disminución de las autopsias los considerables avances en las

técnicas diagnosticas modernas. Tanto las modernos métodos radiológicos, como la

Page 17: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

habilidad para obtener muestras de tejido de localización profunda bien sea

con la utilización de Trucut o la aspiración con aguja fina, ha traído como

resultado diagnósticos ante mortem de neoplasias malignas, y en casos donde

un diagnostico clínico parece ser razonablemente claro, la necropsia no debe

realizarse. Sin embargo, aun cuando un primer diagnostico haya sido

conocido, ha sido demostrado que la autopsia puede revelar otras patologías

asociadas insospechadas, de las que se pueden aprender muchas cosas y que

son importantes para la compresión del caso en una forma holística, lo que

beneficiaría a otros pacientes en situaciones similares (22). Ya para finalizar

Loughrey et al. señalan como el siguiente factor más importante percibido

por los encuestados la imposibilidad de contar con el reporte de autopsia en

un momento relevante para determinar la evolución del caso clínico, y la

carencia de una retroalimentación de patólogos y clínicos a la hora de

realizar la autopsia (22).

A pesar de la disminución del número de autopsias clínicas, se ha

comprobado en numerosos estudios que el porcentaje de discrepancias entre

diagnósticos clínicos y los encontrados al momento de la autopsia se han

mantenido en el tiempo. En 1983, Goldman et al. publicaron en el New

England Journal of Medicine un estudio intitulado The value of the autopsy

in three medical eras, en el que evalúan de forma aleatoria 100 autopsias de

un hospital docente en tres décadas diferentes (1960, 1970 y 1980),

demostrando que en los años seleccionados para llevar a cabo la

investigación, aproximadamente el 10% de las autopsias revelaban

discrepancias que de haber sido diagnosticadas a tiempo hubiesen cambiado

el curso clínico de los pacientes y probablemente hubiesen evitado la muerte.

Así mismo, determinaron que otro 12% presentaron una enfermedad mayor

Page 18: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

no diagnosticada clínicamente pero que un cambio en el tratamiento no hubiese

cambiado el desenlace (25).

En ese mismo estudio los autores establecen la clasificación de las

discrepancias entre los diagnósticos clínicos y los hallazgos de autopsia en

discrepancias mayores y menores, y ésta es posteriormente modificada por Battle et

al en 1987 quedando de la siguiente manera (25,26):

1. Discrepancias Mayores:

a. Clase I: Discrepancias en diagnósticos mayores, los cuales conocidos

ante-mortem hubiesen conllevado a un cambio de la terapéutica que

hubiese podido prolongar la vida del paciente o incluso la cura.

b. Clase II: Discrepancias en diagnóstico mayores cuyo conocimiento

antes de la muerte no hubiese cambiado el curso clínico, incluso

aplicando la terapéutica adecuada.

2. Discrepancias Menores :

a. Clase III: Discrepancias en diagnósticos menores los cuales no están

relacionados directamente con la causa inmediata de muerte, pero con síntomas

que debieron ser tratados o que pudieron haber afectado la evolución clínica del

cuadro clínico.

b. Clase IV: Discrepancias en diagnósticos menores no diagnosticables

clínicamente pero con importancia epidemiológica o genética.

3. Sin discrepancias:

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a. Clase V: No se observan diagnósticos discrepantes.

4. Casos no clasificables:

a. Clase VI: Pacientes fallecidos inmediatamente después de su ingreso sin

procedimientos diagnósticos o tratamiento, sin resultados concluyentes en la

autopsia después de revisar datos clínicos y anatomopatológicos.

Otra conclusión digna de resaltar del estudio de Goldman y colaboradores

fue que el exceso de confianza en los modernos métodos diagnósticos

imagenológicos contribuyo directamente en los errores diagnósticos, determinando

de esta manera que los avances tecnológicos no han reducido el valor de la autopsia

como un componente vital en la prestación de un buen servicio médico.

Un meta-análisis en el que se analizaban los resultados de 53 series de

autopsias entre los años 1966 y abril de 2002 publicados en la literatura médica de

lengua inglesa, revelaron que 42 de 53 reportaron discrepancias mayores, y de estas

42 publicaciones, 37 reportaron errores clase I. El rango para las discrepancias

mayores en esos reportes variaba desde valores tan bajos como 4,1% para algunas

series y 49,8% para otras (x=23,5%), mientras que para los errores clase I los

valores reportados iban desde 0% a 20,7%, con una media de 9%. A pesar que en

este estudio Shojania et al. concluyen que la posibilidad de que una autopsia pueda

revelar diagnósticos insospechados de importancia para el curso clínico de un

paciente ha disminuido paulatinamente, sin embargo, sigue siendo tan elevado que

recomiendan el uso de la autopsia como método ideal para evaluar el ejercicio

clínico (27).

A pesar que en Venezuela no se han realizado estudios serios referente al

prevalencia en las discrepancias entre los diagnósticos pre y post-mortem, es un

Page 20: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

hecho comprobado que la tasa de realización de autopsias ha disminuido en forma

sostenida en los hospitales venezolanos pudiendo citar, además de las causas

mencionadas anteriormente, a la falta de apoyo por parte de las autoridades

sanitarias a los Servicios de Anatomía Patológica a todo lo largo de la geografía

nacional. Es por estos motivos que se plantea la realización de esta investigación

con la intención de establecer las discrepancias entre los diagnósticos clínicos pre-

mortem y los hallazgos de autopsias.

Page 21: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

MATERIALES Y METODOS

El presente estudio fue de tipo observacional, transversal, retrospectivo, y

descriptivo, sobre las discrepancias entre los diagnósticos clínicos pre-morten y

hallazgos de autopsia. El mismo se desarrollo con la data obtenida del Servicio de

historias médicas y los archivos del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital

General del Sur, seleccionándose intencionalmente las historias clínicas de los

cadáveres ingresados al Servicio de Anatomía Patológica a los que se les practicó

autopsia en el período entre Enero de 2002 y Diciembre de 2006, y que

permanecieron hospitalizados durante un periodo igual o mayor a 24 horas. Fueron

excluidos todos los cadáveres a los que se les realizó una autopsia médico-legal.

Así mismo, se excluyeron de la muestra todos aquellos casos en los que la historia

clínica, el informe final de autopsia, o ambos se encontraban extraviados.

Para la recolección de los datos se utilizaron las historias clínicas y los

reportes de autopsias emitidos por el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital

General del Sur “Dr. Pedro Iturbe”. Así mismo se utilizó una ficha de datos en la

que se recolectó la información (Anexo 1). Los datos considerados para él análisis

fueron los diagnósticos clínicos de egreso basados en la Clasificación Internacional

de Enfermedades de la OMS, haciendo énfasis en la causa básica de muerte, y la

enfermedad principal expresado por los clínicos. Estos fueron comparados con los

diagnósticos de enfermedad principal, y de causa de muerte establecidos en los

informes de autopsia y se clasificaron según los criterios de Goldman (4). Para el

análisis estadístico se utilizaron técnicas descriptivas y el chi cuadrado,

Page 22: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

considerando como significante un valor de p≤ 0,05. Los datos obtenidos fueron

representados en tablas, cuadros y gráficos para facilitar el análisis de los mismos.

RESULTADOS

En el periodo estudiado se realizaron un total de 184 autopsias clínicas en el

Servicio de Anatomía Patológica de Anatomía Patológica del Hospital General del

Sur “Dr. Pedro Iturbe”. De estas 184 autopsias fueron seleccionadas para la

muestra 126 casos, descartándose 58 casos en los que no se consiguió la

información clínica en el Servicio de Historias Médicas, o el reporte final de

autopsias en el Servicio de Anatomía Patológica. Así mismo, no se incluyeron

aquellos casos en los que el paciente estuvo hospitalizado menos de 24 horas.

Las discrepancias entre los diagnósticos clínicos y las autopsias alcanzó

54,77% (69 casos), de los cuales 69,56% (48 casos) se clasificaron como

discrepancias clase I y 30,43% (21 casos) como clase II. Los diagnósticos no

discreparon en el 44,44% (56 casos). El 0,79% (1 caso) evidenció discrepancia

menor (clase III). Un caso de los 126 no pudo clasificarse (Gráfico N° 1).

De los 126 casos 57,93% correspondieron al género masculino, mientras que

42,06% al femenino. La incidencia de errores diagnósticos mayores no mostró una

variación significativa entre ambos géneros (Grafico N° 2).

En relación al tiempo de Evolución de los pacientes dentro de la institución

el 63,49% (80 casos) permaneció entre 24 horas y 3 días antes de fallecer. De estos

80 casos el 55% (44 casos) presentó discrepancias mayores discrepancias 68,18%

discrepancias clase I y 31,81% discrepancias clase II. Por otra parte, 36 de los 126

Page 23: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

casos permanecieron más de 4 días hospitalizados. En ninguno de los casos la

hospitalización fue mayor de 9 días. En este grupo, en el 52,77% (19 casos) se

demostraron discrepancias clase I y II. En 10 casos no se pudo determinar el tiempo

de hospitalización en razón de que no se asentó la fecha de egreso o de ingreso en

la historia clínica. En estos, las discrepancias mayores alcanzaron el 60% y en el

40% no se identificaron discrepancias (Tabla N° 1).

La tabla N° 2 presenta la distribución de las discrepancias en relación con el

grupo etario. El porcentaje de discrepancias mayores varió entre 28,57% en el

grupo etario de 60 a 69 años, y 63,63% en el grupo etario de 50 a 59 años.

Las solicitudes de necropsias de acuerdo al Servicio de hospitalización se

distribuyeron del siguiente modo: Pediatría: 48 casos (38,09%), seguido por

medicina interna, 39 casos (30,95%), y neumonología/cirugía de tórax con 17 casos

(13,49%). El restante 17,47% incluyó los Servicios de Cirugía General (8 casos),

Neurocirugía (4 casos), Cardiología (3 casos), y Nefrología (1 caso). El porcentaje

de discrepancias mayores en los Servicios de Pediatría, Medicina Interna y

Neumonología/Cirugía de Tórax fue de: 60,41%, 48,71%, y 52,94%

respectivamente (Tabla N° 3).

Page 24: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

GRAFICO N° 1

F.I.- Archivos del Servicio de Anatomía Patológica e Historias Médicas del Hospital General del Sur.

Page 25: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

GRAFICO N° 2

F.I.- Archivos del Servicio de Anatomía Patológica e Historias Médicas del Hospital General del Sur.

Page 26: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

TABLA N° 1

CLASIFICACION DE LAS DISCREPANCIAS EN RELACION CON EL TIEMPO DE EVOLUCION INTRAHOSPITALARIA HOSPITAL GENERAL DEL SUR. ENERO 2002-DICIEMBRE2006

DIAS DE EVOLUCION

DISCREPANCIAS MAYORES

DISCREPANCIAS MENORES

SIN DISCREPANCIAS

TOTAL

CLASE I CLASE II CLASE III CLASE IV CLASE

V CLASE

VI

1-3 30

(37,5%) 14 (17,5%) - - 36 (45%) -

80 (100%)

4 Y MAS 13

(36,11%) 6 (16,66%) 1 (2,77%) -

16 (44,44%)

1 (2,77%)

36 (100%)

SIN INFORM 5 (50%) 1 (10%) - - 3 (30%) 1 (10%) 10

(100%)

NOTA: el porcentaje expresado se relaciona con el total de casos de cada grupo

F.I.- Archivos del Servicio de Anatomía Patológica e Historias Médicas del Hospital General del Sur.

TABLA N° 2

DISTRIBUCION DE LAS DISCREPANCIAS DIAGNOSTICAS EN RELACION CON EL GRUPO ETARIO HOSPITAL GENERAL DEL SUR. ENERO DE 2002-DICIEMBRE DE

2006

GRUPO ETARIO

DISCREPANCIAS MAYORES

DISCREPANCIAS MENORES

SIN DISCREPANCIAS TOTAL

CLASE I CLASE II CLASE III CLASE IV CLASE V CLASE VI

0-9 21

(43,75%) 6

(28,57%) - -

19 (34,54%)

- 46

10-19 3 (6,25%) 1 (4,76%) - - 3 (5,45) - 7

20-29 4 (8,33%) 4 (19,04% - - 8

(14,54%) 1 (100%) 17

30-39 6

(12,51%) 2 (9,52%) - - 5 (9,09%) - 13

40-49 5

(10,41%) 3

(14,28%) - -

6 (10,90%)

- 14

50-59 4 (8,33%) 3 - - 4 (9,09%) - 11

Page 27: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

(14,28%)

60-69 2 (4,16%) - 1 (100%) - 4 (7,27%) - 7

70 Y MAS 3 (6,25%) 2 (9,52%) - - 5 (9,09%) - 10

TOTAL 48 (100%) 21 (100%) 1 (100%) - 55 (100%) 1 (100%) 126

NOTA: El porcentaje indicado se relaciona con el total de casos de cada clase de discrepancia

F.I.- Archivos del Servicio de Anatomía Patológica e Historias Médicas del Hospital General del Sur.

TABLA N° 3

DISTRIBUCION DE LAS DISCREPANCIAS SEGÚN EL SERVICIO SOLICITANTE DE LA AUTOPSIA HOSPITAL GENERAL DEL SUR. ENERO DE

2002-DICIEMBRE DE 2006

SERVICIO

DISCREPANCIAS MAYORES

DISCREPANCIAS MENORES

SIN DISCREPANCIAS TOTAL

CLASE I CLASE II CALSE III CLASE

IV CLASE V

CLASE VI

Medicina Interna

13 (33,33%)

6 (15,38%)

- - 20

(51,28%) -

39 (100%)

Cirugía 3 (37,5%) 1

(12,5%) - - 4 (50%) -

8 (100%)

Pediatría 22(45,83%) 7

(14,58%) - -

19 (39,58%)

- 48

(100%)

Neumonología y Cir. de

Tórax 6 (35,29%)

3 (17,64%)

1 (5,88%) - 7

(41,17%) -

17 (100%)

Nefrología - - - - 1 (100%) - 1

(100%)

Cardiología 1 (33,33%) 1

(33,33%) - -

1 (33,33%

- 3

(100%)

Traumatología y Ortopedia

- - - - - - -

Neurocirugía 1 (25%) 1 (25%) - - 2 (50%) - 4

(100%)

Sin información

2 (33,33%) 2

(33,33%) - -

1 (16,66%)

1 (16,66%)

6 (100%)

NOTA: el porcentaje expresado se relaciona con el total de autopsias solicitadas por cada Servicio

F.I.- Archivos del Servicio de Anatomía Patológica e Historias Médicas del Hospital General del Sur.

Page 28: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

DISCUSION

Desde la publicación en 1983 en el New England Journal of Medicine del

estudio de Goldman: The value of the autopsy in three medical eras, se han

realizado múltiples estudios a nivel mundial en los que se analiza la utilidad de la

autopsia como método diagnóstico al comparar los diagnósticos pre-morten con los

hallazgos de autopsia (1,3,4,6-8,15,25-27,30-37). Los resultados varían de un país a

otro, de una ciudad a otra e incluso de un hospital a otro. En el estudio de Goldman

de 1983 mencionado anteriormente las discrepancias mayores alcanzaron el 22%

en promedio (25).

En el presente estudio se analizaron 126 casos que cumplíeron con los

criterios de inclusión. De estos, el 54,77% (69 casos) presentaron discrepancias

mayores según la clasificación propuesta por Goldman. De estos 69 casos, el 70%

fueron discrepancias clase I, en los que un diagnóstico adecuado hubiese generado

una terapeútica diferente, que eventualmente cambiaría la evolución del caso y

posiblemente evitaría la muerte del paciente. El 30% restante presentó

discrepancias clase II, en los que a pesar del error en el diagnóstico la terapeútica

adecuada no hubiese cambiado el desenlace del caso. Estos datos, a pesar de ser

ligeramente mayores que algunos de los resultados presentados por algunas de las

series revisadas, no distan en gran medida de los datos obtenidos en algunas de las

series analizadas, como los aportados por Shanks et al. en su estudio titulado “Use

of the autopsy in Northern Ireland and its value in perioperative deaths” de 1991

Page 29: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

(38), en el que cerca del 50% de los diagnósticos de una serie de 213 autopsias

presentaron errores mayores, y el 20,7% de estos presentaron discrepancias clase I.

Un metanalisis en el que se consideraron 53 series de autopsias, tuvo un 23,5% de

errores mayores en promedio, con series que presentaban un rango que iba desde

valores tan bajos como 4,1% de discrepancias mayores, hasta valores de

discrepancias tan altos como 49,8% (27). En 1998, Nichols et al reportaron en el

American Journal of Clinical Pathology una serie de 172 autopsias realizadas en el

Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, EEUU, con 34% de errores

diagnósticos mayores (37).

Los datos obtenidos en este trabajo en comparación con otros estudios

latinoamericanos indican un mayor nivel de errores diagnósticos mayores. En un

estudio colombiano del Hospital Universitario del Valle, en la Ciudad de Cali, se

analizaron dos series de autopsias en los años 1970 y 1990, reportandose

confirmación de los diagnósticos en el 73% y en el 64% de los casos para cada

serie respectivamente. Como podemos apreciar en esa institución hubo una

disminución en la certeza de los diagnósticos para la enfermedad principal de un

9% entre la serie de 1970 y la de 1990 en la que los errores mayores clase I se

presentaron en el 34% de los casos (32). En un trabajo publicado en el 2006 en

Brasil por Alcantara Segura y col., se reportó 31% de errores mayores de los cuales

18% fueron clase I (36), bastante menos que el 54,77% para los errores mayores y

el 38,09% para las discrepancias clase I observadas en nuestra institución.

Un dato interesante obtenido en este estudio y digno de resaltar es la poca

variación existente entre los errores en el diagnóstico entre aquellos pacientes que

fallecieron en los 3 primeros días de hospitalización y los que permanecieron más

de 4 días antes de producirse la muerte del paciente, 55% y 52 % respectivamente

(p=0,9834). Este hecho es muy llamativo, ya que la observación clínica más

Page 30: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

prolongada permite al médico tratante a indagar un mayor número de hipótesis

diagnósticas las cuales pueden ser confirmadas o refutadas con exámenes para-

clínicos. Sin embargo, en nuestra institución no hubo una mayor certeza de los

diagnósticos clínicos en aquellos pacientes en los que se pudo realizar un mejor

estudio del caso. Este dato difiere de lo observado en el trabajo de Magret et al.

publicado en el 2006, en el que valoran la asociación entre la estancia en la unidad

de cuidados intensivos (UCI) y la tasa de errores diagnósticos, observándose un

porcentaje de discrepancias mucho mayor (40%) en los pacientes hospitalizados 24

horas o menos en la UCI, en comparación con aquellos que estuvieron en ese

Servicio más de 24 horas (21%) (34). A pesar de este dato, los resultados en torno a

este aspecto son contradictorios de una investigación a otra. Pobregar et al y Battle

et al no establecieron ninguna relación entre el tiempo de hospitalización y la tasa

de discrepancias, en una Unidad de Cuidados Intensivos y en un hospital

comunitario respectivamente, mientras que Drexler et al reportaron una elevada

tasa de errores diagnósticos relacionada con una disminución en la duración de la

hospitalización (40).

Es lógico pensar que a mayor número de autopsias solicitadas por cada uno

de los Servicios de hospitalización, mayor será el porcentaje de errores

diagnósticos mayores. Esto es cierto para el Servicio de Pediatría el cual solicitó el

mayor número de autopsias (48 casos), reportándose discrepancias mayores en

60,41% (29 casos). Sin embargo, en el Servicio de Medicina Interna, el segundo

que más frecuentemente solicitó autopsias, reportó 48,71% (19 casos) de

discrepancias mayores, menos que el 52,93% (9 casos) de errores mayores del

Servicio de Cirugía de Tórax, del 50% (4 casos) del Servicio de Cirugía General. El

porcentaje de discrepancias mayores determinado en las autopsias solicitadas por el

Servicio de Medicina Interna es el valor más cercano a los reportados en otros

estudios revisados (27). A pesar de esto, sigue siendo una cantidad de errores

Page 31: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

diagnósticos muy elevada. Una causa que posiblemente incida en la mayor

concordancia entre los diagnósticos propuestos por el Servicio de Medicina Interna

y los hallazgos obtenidos en la necropsia sea las frecuentes sesiones de discusión

Clínico-Patológica que se realizan entre ambos Servicios desde hace decadas, en

los que participan no solo los Residentes de ambos Post-Grados, sino todo el

personal médico, a diferencia del resto de los Servicios de hospitalización con

quienes este tipo de discusiones es realmente un acontecimiento esporádico y

circunstancial.

Es preciso destacar que esta investigación enfatizó en las discrepancias entre

los diagnósticos clínicos para la enfermedad principal y causa de muerte en

relación a los hallazgos de autopsia para enfermedad principal y causa de muerte, y

esta es la razón por la cual en esta investigación hay un porcentaje casi inexistente

de errores menores, ya que estos establecen discrepancias en diagnósticos menores

los cuales no están relacionados directamente con la causa inmediata de muerte,

pero con síntomas que debieron ser tratados o que pudieron haber afectado la

evolución clínica del cuadro clínico (discrepancias clase III) o discrepancias en

diagnósticos menores no diagnosticables clínicamente pero con importancia

epidemiológica o genética (25,26).

Para finalizar, es necesario destacar que la tasa de discrepancias entre los

diagnósticos clínicos y patológicos, siguen siendo altos tanto en países

desarrollados como en países en vías de desarrollo, a pesar de las bastas diferencias

tecnológicas y epidemiológicas (39), y este porcentaje es aún mayor en aquellos

hospitales en los que la tasa de realización de autopsia es baja (33).

Page 32: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

CONCLUSIONES

1. Las discrepancias en los diagnósticos clínicos y los hallazgos de autopsia son

particularmente altos para el periodo en el que se desarrollo la investigación en

comparación con los datos obtenidos en otras latitudes, no solo latinoamericanas

sino mundiales, alcanzando un 54,77% de casos que presentaron discrepancias

mayores.

2. En el presente estudio, a diferencia de lo reportado en otras publicaciones, el

tiempo de evolución no representa un factor importante en la concordancia de los

diagnósticos pre y post-morten, observándose una variación de tres puntos

porcentuales entre aquellos que fallecieron entre 24 horas y 3 días y aquellos que

permanecieron más de 4 días antes de fallecer, 55% y 52% respectivamente.

3. No existe variación significativa en la incidencia de errores diagnósticos mayores

entre ambos sexos, 53,41% de discrepancias mayores en el sexo masculino y,

56,59% de discrepancias mayores en el sexo femenino.

4. El Servicio de hospitalización que con mayor frecuencia solicitó autopsias en los

años estudiados fue el Servicio de Pediatría (48 casos), siendo éste el que mayor

número de discrepancias mayores reportó. Le siguen en la incidencia de

discrepancias en estricto orden decreciente los Servicios de: Cardiología (66,66%),

Neumonología/Cirugía de Tórax (52,93%), y Cirugía General (50%). El Servicio

Page 33: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

de Medicina Interna fue el segundo Servicio que mas autopsias solicitó con un total

de 39 casos reportándose un 38,09% de discrepancias mayores.

5. La falta de ejercicios Clínico-Patológicos en los que se convoque a todo el personal

vinculado con la atención del paciente hospitalizado, pero especialmente en los

que se involucre al personal médico es uno de los factores que inciden en el alto

porcentaje de discrepancias mayores entre los diagnósticos clínicos y los hallazgos

de autopsia, hecho que queda firmemente demostrado con el relativo bajo índice de

discrepancias reportadas en los casos solicitados por el Servicio de Medicina

Interna -único Servicio del HGS con el cual se realizan discusiones Clínico-

Patológicas periódicas- alrededor de 22% menos que el Servicio que presentó el

mayor índice de discrepancias.

6. A pesar de la sostenida disminución en la realización de autopsias a nivel mundial,

este estudio confirma que la necropsia persiste en la actualidad como el método

diagnóstico más fidedigno para la obtención de los diagnósticos definitivos y,

basados en este criterio es un elemento esencial para la auditoria de la práctica

médica al confrontar los diagnósticos propuestos por los clínicos con los hallazgos

obtenidos durante el procedimiento anatomopatológico.

Page 34: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

RECOMENDACIONES

1. Implementar estrategias para estimular la solicitud de autopsias por los Servicios de

hospitalización del Hospital General del Sur, y que sea la realización de este acto

diagnóstico la regla y no la excepción en los pacientes que fallecen en nuestra

institución, con el doble propósito de auditar la práctica médica al establecer la

concordancia de los diagnósticos, y más importante aún, para que sirvan de apoyo

en el proceso de enseñanza aprendizaje de los estudiantes de pre-grado, post-grado,

y a la comunidad médica en general al poner de manifiesto nuevas enfermedades,

expresiones poco comunes de enfermedades conocidas y/o complicaciones de la

terapeútica aplicada.

2. Dotar el Servicio de Anatomía Patológica con los equipos y materiales necesarios

para la práctica de autopsias de la mayoría de las muertes ocurridas en los Servicios

de hospitalización de nuestra institución.

3. Establecer como estrategia para mejorar el desempeño en la práctica médica

discusiones Clínico-Patológicas periódicas, en las que participen todos los

Servicios de hospitalización del Hospital General del Sur “Dr. Pedro Iturbe”.

Page 35: Evaluacion de Las Discrepancias Entre Diagnosticos Clinicos y Hallazgos de Autopsia

4. Incentivar la realización de investigaciones similares a esta en otras instituciones de

la ciudad, y del resto del país con la finalidad de tener una visión global del

problema planteado en esta investigación.

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ANEXOS

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ANEXO 1.- CLASIFICACION DE LAS DISCREPANCIAS DIAGNOSTICAS

DISCREPANCIA CLASE DESCRIPCION EJEMPLO

DISCREPANCIAS MAYORES:

Clase I

Discrepancias en diagnósticos mayores que conocidos hubiesen conllevado a un cambio en la terapéutica que hubiese podido prolongar la vida del paciente o incluso la cura

Infarto pulmonar tratado como neumonía. Neumonía por hongos tratada como neumonía bacteriana

Clase II

Discrepancias en diagnósticos mayores cuyo conocimiento antes de la muerte no hubiese cambiado el curso clínico incluso con la terapéutica adecuada

Insuficiencia biventricular debido a estenosis aórtica severa con trombo-embolismo pulmonar no diagnosticado

DISCREPANCIAS MENORES:

Clase III

Discrepancias en diagnósticos menores no relacionados con la causa de muerte pero con síntomas que debieron ser tratados o que eventualmente pudo afectar la evolución clínica

Cáncer de pulmón en un paciente con aneurisma aórtico roto

Clase IV

Discrepancias en diagnósticos menores no diagnosticables clínicamente pero con importancia clínica o genética

Litiasis vesicular asintomática Bocio

SIN DICREPANCIAS

Clase V No hay diagnósticos discrepantes

CASOS NO CLASIFICALBLES

Clase VI Pacientes fallecidos inmediatamente después de su ingreso sin

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habérsele realizado procedimientos diagnósticos ni tratamiento, sin resultados concluyentes en la autopsia