Upload
ricardo-de-abreu-macedo
View
6
Download
0
Embed Size (px)
DESCRIPTION
corrado
Citation preview
Se sabe, cuando se inicia un proceso de conocimiento y de
autoanálisis, a menudo, somos conscientes del hecho de que mu-
chas cosas ya eran conocidas en el mundo antiguo, especialmente
en Asia oriental. En particular, los mundos de China y Corea, así
como el país del sol naciente, Japón, están estrechamente vincu-
lados entre sí a través de siglos de intercambio cultural. Chi-
na, a su vez, comparte una profunda conexión con los mundos de
la India y el Tíbet. Esto significa que sus culturas son muy si-
milares en sus cimientos. Siendo un orientalista es mi tarea
analizar estas teorías de la mejor manera. Mi campo de estudio se
extiende en Asia oriental, por lo tanto, en particular Japón y
Corea, en medida decente China, y no del todo satisfactoria la
India, por lo tanto, me limitaré solamente a citar.
Cuando Corrado Malanga comenzó con sus estudios relativos a
la conciencia humana quedé inmediatamente impresionado, pero
después de un primer acercamiento se puede entender que la prác-
tica, también en este caso, se repite. El mérito de Corrado Ma-
langa ha sido sólo uno y está relacionado con esta época en que
la ciencia ha asumido un comando autárquico en la mente social,
y por lo tanto ha hecho, sin duda, magistral su obra en el campo
puramente científico, porque él es un científico. Sin embargo,
todo lo que es previo al campo de explicación física o cuántica
de los fenómenos expresados por él es una revisión de lo que ya
había sido descubierto en el pasado, y quién sabe cuántas veces
más se ha repetido con diferentes nombres. El mismo Corrado Ma-
langa no puede negar que en la mitología de los pueblos más an-
tiguos ya se había descrito perfectamente en génesis que se pro-
pondría muchos siglos después. Si entonces, el discurso sobre el
génesis es ciertamente válido lo es también el del Test de Tres
Colores, o TCT. En este artículo explicaremos cuándo y dónde
encontramos la evidencia más antigua de este fenómeno.
La mitología de Asia oriental nos ofrece una interesante
oportunidad para reflexionar: los Shijin de la mitología japonesa
(四神), ya presentes en la mitología china bajo el nombre de "Si
Ling" (四灵), y por supuesto no podía faltar incluso en la cultu-
ra de la península de coreana, en la que están presentes bajo el
nombre de "Sashin" (사신). ¿De qué se trata? Estos seres son
divinidades, comúnmente conocidas como "guardianes" de la mito-
logía china. Aunque su nombre los identifica como cuatro, en
realidad, son cinco. Están presentes en el onmyōdō japonés, y
cada uno de los cuatro representa un punto cardinal más al cen-
tro. Esta asociación a los puntos cardinales es prácticamente
idéntica a la de la cultura vecina de la India (relativamente
cercana a la China), donde este papel es desempeñado por los
denominados Lokapalás (लोकपाल, "guardianes del mundo"). La cul-tura de los Lokapalás a su vez penetró en Japón a través del
budismo e influyó en la presente mitología de los Shijin, am-
pliando la base de eso.
Conexión con la Alquimia occidental
Cada custodio, además de ser el guardián de un punto cardi-
nal, es también es el representante de un elemento y una tempo-
rada. En este contexto, por lo tanto, nos encontramos con refe-
rencias directas a la tradición alquímica, ya que los elementos
en cuestión son básicamente los mismos: el Fuego, la Tierra, el
Aire y el Agua. Analizamos a continuación, quienes son los Shi-
jin.
EL DRAGÓN AZUL DEL ESTE
El dragón azul guardián del Este es una de las figuras mi-
tológicas chinas más famosas. En Japón se conoce como Seiryu (青
龍), su nombre en chino es Qinglong (蒼龍), mientras que en co-
reano es Jeong Ryong (청룡). Su color "oficial" es azul, pero en
algunos casos se asocia con el verde, considerado un derivado
del azul. Cada bestia sagrada es asociada también con un elemen-
to. El Dragón Azul es el guardián del bosque, un elemento no
presente en la tradición alquímica occidental, pero en Japón,
bajo la influencia del budismo, el elemento de Seiryu se consi-
dera el agua, que también está presente la iconografía occiden-
tal. A menudo se empareja con otro guardián: el Fénix rojo. Su
combinación también los ve como protectores del país, en cuanto
al dragón, representa el símbolo del emperador, mientras que el
Fénix representa a la emperatriz. No sólo eso, el Dragón-Fénix
también es un fuerte símbolo de unión.
EL FÉNIX ROJO DEL SUR
El Fénix rojo es el custodio del sur, en Japón es llamado
(朱雀), en China Susaku (朱雀), mientras que en Corea es Ju-Jak
(주작). El Fénix del Sur está asociado al elemento del Fuego,
tanto en China como en Japón, es el guardián del Verano. Como se
mencionó anteriormente, su unión con el dragón azul es un símbo-
lo poderoso y está asociado con el matrimonio, especialmente el
imperial. El Fénix y el Dragón representan lo femenino y lo mas-
culino, este concepto tiene una fuerte presencia en todas las
culturas orientales, sobre todo en la India, donde el fénix (Ga-
ruda, गरुड) representa uno de los símbolos más antiguos del Alma;
o regresando a Asia Oriental con el mito del Fenghuang (chino:
鳳凰, japonés: 鳳凰 Hoo, coreano: 봉황 bonghwang). El mismo lema
del fénix en occidente es Post fata resurgo ("después de la
muerte renazco").
EL TIGRE BLANCO DEL OESTE
El tigre blanco protege al oeste, su nombre japonés es
Byakko (白虎), Báihǔ para los chinos, baekho (백호) en Corea. Su
temporada es el otoño, y su elemento es el Metal, según la tra-
dición china, mientras que, según la tradición budista japonesa
sería el viento o el aire. Según la tradición china esta criatu-
ra mitológica aparecería en el momento en que el emperador hu-
biera sido capaz de establecer un reino absolutamente virtuoso,
confirmándose, por lo tanto, como un símbolo de paz. Está en
contraposición a la tortuga del Norte, cuyo color es el negro.
Por lo tanto, la combinación entre el Azul-Rojo entre el Dragón
y el Fénix tiene un equivalente Blanco-Negro entre el Tigre y la
Tortuga.
LA TORTUGA NEGRA DEL NORTE
El animal místico asociado al invierno, a menudo representa-
do como una tortuga que transporta una serpiente enroscada a su
caparazón. Xuanwú (玄武) para los chinos, Genbu (玄武) para los
japoneses, Hyeon-mu (현무) para los coreanos. A menudo se asocia
con el dios Vaisravana, la transposición budista de Kúbera, uno
de Lokapalás. Su elemento chino es el agua, mientras que en Ja-
pón se asocia con la tierra, también debido a su color.
LA SERPIENTE DORADA
El Dragón de oro, o simplemente "dragón amarillo", Huan-
glong (黃龍), en japonés Oryu (黄龍), en coreano: Hwang Lyōng
(황룡); es el Guardián del Centro, ya que se representa más
como una serpiente respecto a
la iconografía clásica del
dragón oriental, presente, en
cambio, en el caso del dragón
azul. Se asocia con el cambio
de estaciones, el color ama-
rillo, y el elemento taoísta
de la tierra. Por lo general,
se ignora en Japón y Corea.
Obviamente, este guardián no
coincide con ninguna estación
del año.
El problema de los Elementos
Al parecer, esta mitología presenta disonancias, la más
evidente es el desacuerdo que hay en la asignación de los ele-
mentos inherentes a las cuatro divinidades. Esto es porque la
tradición japonesa ha aplicado el canon budista, a diferencia de
los chinos, que han aplicado la astrología taoísta. El canon bu-
dista incluye los mismos elementos de la alquimia occidental,
pero no la misma interpretación. Lo mismo se aplica a la astro-
logía china, donde los elementos son aún diferentes.
Según la tradición griega, de hecho, el alma está sin duda aso-
ciada con el elemento aire; alma es ánemos, “el aliento de vi-
da”; ¿pero estamos tan seguros de que el mismo concepto también
se proporciona en oriente?
En la tradición taoísta china son cinco elementos: Fuego (火),
Tierra (土), Agua (水), Madera (木) y Metal (金). Observamos en
primer lugar que no está presente el aire, pero eso es debido a
que el canon taoísta describe algo diferente de la tradición al-
química. En la tradición alquímica los elementos son un símbolo
que sirve como una representación ideica de los componentes in-
conscientes, en ese caso el aire es el alma, el agua es la men-
te, el fuego es el espíritu, la tierra es el cuerpo.
La tradición taoísta, por el contrario, describe un verdadero
ciclo, según el cual estos elementos estarían en relación entre
si (el fuego quema la madera y crea la tierra, de la tierra se
crea el metal, el metal crea el agua, del agua surgiría de nuevo
la madera). El ciclo taoísta sirve para explicar una filosofía
muy simple, es decir la de "como es adentro es afuera" y "como
es arriba es abajo", de la cual entonces se desarrolla una medi-
cina alternativa que tiene en cuenta las estrechas relaciones
que existen entre el cuerpo y el alma y también entre los órga-
nos. La medicina taoísta, por ejemplo, tiende a curar un órgano
enfermo actuando especialmente en todos aquellos que tienen una
relación con este último, a diferencia de la medicina occiden-
tal, que se centra sólo en uno. Por esta razón los elementos
taoístas asumen una connotación diferente de aquellos occidenta-
les, y también son cinco, no cuatro. En la filosofía taoísta se-
ría más lógico asociar el alma con el elemento de la madera,
mientras que el "cuerpo" ya no sería la tierra, sino el Metal. El
elemento de la tierra taoísta representa la verdadera energía
primordial, de la tierra se levantan todas las cosas, es de la
tierra que nacen los árboles y las piedras. El agua confirma el
elemento de la mente, mientras que el fuego constituye el ele-
mento del espíritu. Sin embargo, el concepto mismo de Espíritu y
Alma en oriente es muy controversial, como ya hemos establecido,
en el artículo Paraíso Perdido, ya que estas dos figuras tienden
a ser invertidas de simbolismo.
La comparación con el TCT
Por fin podemos tentar una aproximación final con las ideas
de Corrado Malanga, para ver si existe una posible comparación
con la cultura china. Dejando a un lado los elementos nacidos de
la influencia budista en la cultura japonesa, ya que estas in-
fluencias son tardías con respecto a la matriz originaria del
mito, y a menudo han confundido los personajes, atribuyendo ele-
mentos incorrectos. Manteníamos, en cambio, la originalidad del
mito con los elementos tradicionales de China. Así, en primer
lugar debíamos resolver la aparente discrepancia allí con las
figuras del Dragón y el Fénix. Sabemos que de acuerdo al TCT los
colores del Alma y el Espíritu son respectivamente Azul y Rojo, y
que Anima representa lo femenino, mientras que el espíritu lo
masculino del yo. Sin embargo, en la mitología china notamos có-
mo esto aparentemente se invirtió. En primer lugar observamos
que el color Azul se atribuye al Dragón, mientras que el del
Fénix, antiguo símbolo del alma en las culturas del Medio Orien-
te, es obviamente Rojo. El Dragón es el símbolo del emperador,
el Fénix de la emperatriz. Su unión es el manifiesto Femenino-
Masculino. Pero entonces ¿por qué motivo los colores no coinci-
den? Este fenómeno ya ha sido analizado en un mito exclusivamen-
te y únicamente de origen japonés: el mito del Kojiki; incluso
en tal caso, el símbolo del Alma asumía el color Rojo, y se den-
sificaba en la figura de Amaterasu, mientras que el espíritu era
Azul. Este hecho es descrito en el artículo Paraíso Perdido. ¿Se
trata entonces de un fenómeno similar? Creo que sí, y probable-
mente es una prerrogativa exclusivamente oriental el revertir la
valencia del simbolismo Masculino-Femenino, y esto es porque en
realidad los dos símbolos son totalmente equivalentes. Bueno, en
este caso, nos encontramos ante el mismo tipo de inversión, pero
de una manera diferente. Aunque en el Kojiki estábamos en frente
de un alma femenina cuyo color era rojo (Amaterasu), y un Espíri-
tu masculino, de color azul (Tsukuyomi), en este caso nos encon-
tramos con que los colores son efectivamente correctos, dada la
asociación con los elementos de la tradición taoísta, sabemos
por cierto, que el Dragón representa el alma gracias a su cone-
xión con el elemento de la Madera, y su color sigue siendo el
azul, sin embargo, el Dragón es un símbolo masculino. El fénix,
en este caso, guardián del fuego, es el espíritu, un espíritu
femenino. Se trata siempre de inversión de géneros, pero se ma-
nifiesta de dos maneras diferentes, en el primer caso bivalente
(color + género), en este caso monovalente (género). Los sujetos
andróginos, que luego presentan inversión de género en el TCT,
pueden presentarla exactamente en estas mismas formas. Se trata
de hecho, de la asociación arquetípica de color-género. Depen-
diendo de si una mente asocia lo femenino al color rojo o azul,
y viceversa para lo masculino.
Gracias a nuestro análisis de los elementos de acuerdo a la ico-
nografía taoísta ahora podemos resumir como sigue en esta tabla:
Guardián Símbolo Elemento
Dragón Azul Alma Madera 木
Fénix Rojo Espíritu Fuego 火
Tortuga Negra Mente Agua 水
Tigre Blanco Cuerpo Metal 金
Serpiente Consciencia Tierra 土
Guardián Estación
Dragón Azul Primavera 春
Fénix Rojo Verano 夏
Tortuga Negra Invierno 冬
Tigre Blanco Otoño 秋
Serpiente //