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'~~FHBrn~ .i .OLETIN DHO' . .

I [OIBlio~ ~B 'radi[BDtB~ ~B MB~i[iDa JOrulía~ Órgano oficial de los Colegios nnldo.

~ Director: Presidente del Colegio Central:

IO. Eneique Quiíada O. Angzt Baeaf)ona

Administrador:

O. )uat\. Cal'baUedo

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ORGANO OFICIAL DE LOS COLEGIOS UNIDOS

ole! ~e M~~i[i8a y[irll~ía

Se publc la pr-Imer-a decena de cada mes

DIRECTOR: D. Enl?ique Quijada Oj((ap~diel?na

COLEGIOS SUSCRIPTORES

Málaga, Murcia, Sevilla. Valladolid, Toledo, Santander, Salas de los Infantes,Ciudad Real, Cádiz, Palencia, Afava, Segovia y Gijón.

loletín ~e lo! [8Ie~io~ 00 1

Dirección y Admlnl.traclón: calle de Manuel Fernández y González,nám. 8, pral.donde .e dirigirá toda la eorre.pondencla.

PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN

A lo. <:olepo. _1"0., 15 ct•• aámero.-8a.crlpcloae. ladlvl.....le., ....rl.. y Extraajero, 5 pt... a60provlacl••, 2,50. Número ...eito, 25 céata. Lo. pago.....laat.do., oa Ubr.aza. de l. Pr. a.a, Gtro

K ..t ..o, sobro ..oaedero o l.tra de filcll cobro.

Año XII MADRID , MAYO 1917 Núm. 106

PREPARADO POR

Nombr-e r-eIil:1atr-ado

Robert.--Lauria, 74

Phosphorrenal Roberl

(Granular, Elixir, Inyectable)

Ingeniero quimico y Farmacéutico

José Robert Soler

MARCA REGISTRADA

RECONSTITUYENTE

11111111

III

IFarmacia

BARCELONA

e-·-··-·------·--·-----·---------ij)

2 BOLETIN DE PRACTICANTES

SUMARIOAl margen de una conferencia, por D. Enrique Quijada Vi1Iapadierna.-La Junta Central, por D. An·

gel Barahona.-Figura. contemporáneas, por el Sr. Quijada.-Visión fantástica, por D. E. QuijadaVillapadierna.-Figuras médicas.-¿Sentimos un ideal?, por D. C. Morales.--Amor a la clase, por'D. José Rocamora.-EnfermeI8s y practicantes, por D. Lucio de las Her81 OnUn.-Colegios pro­vinciales.-Eil defensa de la clase: El practicante, el intruso y el enemigo en casa, por D. M. A. Calles(Cantaclaro).-Ecos.-Estado de cuentas del Colegio de Practicantes de Medicina y Cirugia deMadrid.

Al margen de una ~onferenciaEn otra sección de este BOLETÍN, yen el ar­

tículo .De Junta Central•• podrán ver los ási­duos lectores a esta Revista el anuncio dealgo cuyo comentario va a ser el tema elegi­do por mi pará este artículo. Ese algo es unaconferencia anunciada ya. por el ilustre doc­tor D. Emilio A. García Sierra, para el día16 del corriente, a las diez de la noche, en elColegio de Médicos.

No voy hablar, aunque bien pudiera ha­cerlo, de que esta es una nueva ocasión paraque tan il,ustre profesional luzca toda la bri­llantez de su gala oratoria, y emita, envueltoen los raudales de su verbo, fácil, flúido yviril, todos los argumentos que, para des­arrollo de una tesis, le proporcionan su vastay sólida cultura. Es este motivo de agradeci­miento para nosotros; y este sentimiento pu­diera confundirse con la lisonja, otro muydistinto que cuadra mal, ciertamente, connuestro modo de sentir y de pensar. Hago,pues, sobre esto punto final.

El tema que ha sugerido el pronunciaresta conferencia el Sr. Garda Sierra es elseñalamiento de nuevos horizontes a la tandiscutida, vejada y mal llamada carrera dePracticantes de Medicina y Cirugía. Nacidaacaso al amparo de una necesidad, más biensupuesta que sentida, creció y se desenvol­vió vaciándose en los estrechos moldes quele señalaban: de un bdo, la condición de losindividuos afiliados a ella; de otro, el estrechoca~po que hay en nuestro país para el des­envolvimiento de determinadas iniciativai, y

de otro la lucha constante con la influenciav el predominio de determinados elemen~os,

y con las disposiciones, las más veces inusi·tadas, y por descontado faltas, de una serenameditación de las clases directoras. Y asítranscurrió el tiempo. Y esta profesión, quenació raquítica por virtud de sucesivas mu­tilaciones, llegó al deplorable estado en que'hoy se encuentra, careciendo hasta de unade las condiciones que son más indispensa­bles en todo organismo, ya individual, ya co­lectivo: la expresión concreta de su finalidad.

y no es que los arributos de nuestra pro­fesión sean tales que no puedan ser incor­porados a un índice de desenvolvimiento deactividades prácticas, por muy rebuscadasque éstas fueran y preciso aquél, en su for­mación. Ya lo hemos visto en la opinión queen el número anterior daban ilustres maes­tros en la ciencia de la Medicina; yen otro ar­tículo, no os precisaré si el siguiente, tendréocasión de demostraros la finalidad de nues­tra carrera en los grandes países extranjeros,aduciendo para ello datos incontrovertibles.Es que en nuestro país la mayoría de los in­dividuos carecemos de aquel asenso int~rno'

que nos lleva a rebuscar, no en la teoría,sino en las necesidades de la vida diaria, pri­mero, la utilidad de un servicio, después, su'viabilidad; y obtenidas ambas, su erecciónen la vasta enciclopedia de instrumentos en­tresacados de lo que, en términos vulgares,se ha dado en llamar hoy ciencia de la So­ciología.

BOLETIN DE. PRACTICANTES 3

.La Junta Ceo'ira)

Co."ocatorla.

Los limites cada día más estrechos en que "desenvuelve nuestra carrera, el progresivo aumen­to de un intrusismo que lleva camino de aDularIasi no oponemos una radical medida, y la necesi.dad apremiante de que nuestra profesión se des­arrolle cual corresponde a su categoría científica,nos ha instado en tiempo oportuno a dirigirnos avarias personalidades médicas en demanda de quecon su autorizada opinión nos señalen una orien.tación necesaria para rehabilitar nuestros derechos.

A esa solicitud, con deferencia que merece nues­tra gratitud más profunda, ha respondido el doc.tor García Sierra. Todos habréis leido en el Bou.TDI próximo pasado el brillantisimo articulo conque nos ha honrado el ilustre médico. Como re­cordaréis, en sus últi-.as palabras nos ofrecía daruna conferencia. Y en la práctica ha tomado cuer­po esta idea.

A todos los practicantes españoles les rogamosmuy encarecidamente que den la mayor publicidadposible a nuestros propósitos, encaminados éstosa congregar el mayor número posible de cempañe­ros el dia 16 del presente mes, a las diez de la no­che, en el salón de actos del Colegio de Médio;:os,(Mayor, 1), en donde celebraremos una sesión ex­traordinaria que deseamos sea lo más trascen­dental p0sible, a fin de dar a conocer a las auto..idades más encumbradas de la Sanidad del reinoy a la Prensa proMional y política nuestras aspi.raciones y refor...., que solicitaremos con todaurgencia, cemo remedio a nuestra lamentable si­tuación profesional.

En esta sesión pronunciará el discurso, cuyo tí­tulo y sumario exponemos a continuación, el cem.peten te e ilustrado médico mayor de Sanidad mi.litar doctor D. E. A. García Sierra, el cual a deexponer, con la elocuencia en él habitual, la reor­ganización de nuestra carrera.

A dicho acto invitaremos a las más altas perso­nalidades médicas, y tenemos la pretensión de queen él quedará trazado el programa que llevará a lapráctica inmediatamente esta Junta directiva.

La ilustre personalidad del conferenciante, suacendrado cariño por los practicantes españoles yla calidad y renombre que ha de teDer la sesión,

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El di eetor,ENRIQUE QUIJADA VILLAPADIERNA

y así hemos llegado al momento actual. Yhoy una figura preclara "a a levantar su vozen reivindicación, no solamente de nuestrosderechos, sino de aquellas intervencionesprácticas que en muchas ocasiones nos hansido negadas. Y acostumbrado como está eldoctor Sierra a pulsar las distintas palpita­ciones de la opinión pública y a entresacarde sus anhelos cuanto verdaderamente pu­diera tener una finalidad en beneticio del in­terés general, no hemos de dudar. ni un soloinstante, de que en esta conferencia ha dehacerse eco de nuestras legítimas aspira­ciones.

Atención y recogimiento deberá guardarnuestro ánimo, durante la disertación de di­cho señor, y si alguien disintiese en algúnextremo de su opinión, haga la consiguientereserva mental, supeditando lo que pudieraconstituir retoque de algún contorno, al efec­to de conjunto, que debe ser para nosotroslo fundamental.

Después de largo tiempo de zozobra, enel cual hemos visto a veces abrirse campo anuestra esperanza, ya veces entoldarse aqué­lla por las negruras de un porvenir incierto.parece germinar el árbol fecundo a cuyasombra podremos mantener de la gran fatigade los días aci:lgos)' de las grandes luchasque hemos tenido que mantener para hacerfrente a los embates que nuestra mala estre­lla, y acaso, acaso, en algunas ocasiones nues­tros propios desaciertos, nos ha hecho so­portar.

4 BOLETIN DE PRACTICANTES

es posible que marque una senda definiva en nues­tra carrera, por lo que deseamos que asistan a ellael mayor número de practicantes españoles, ro­gando a todos y a cada uno que contribuyan consu presencia al nohle fin que perseguimos.

TITULO DE LA CONFERENCIA: Reorgani­zación científica y profesional de la carrera depractícante.-Sumario: La carrera de practicanteen sus relaciones con el estado 'actual de las Ciencias médicas.-DesarmoDía entre lo científico 110

rlQur,ac5 COnle!'1!J-oránea8'La cortesia, el respeto y la admiración. nos mue·

ve a trazar estas líneas, en las que pretendemos

J. Santiago Reigón.

evidenciar la sil'ceridad con que sentimos y la jus-'ticia con que nos expresamos.

Al hablar del hombre que por susaetos y por suinteligencia ocupa uno de los primeros luga'res enla consideración pública, creemos que hacemos unac,abado elogio de la actualidad intelecta, y ésta

" .

profesionaL-El presente y el po.rvenir de la ca­rrera tal como se halla hoy constituída.-Urgenteprecisión de una reorganizaciólJ completa.-Ne­cesidades científicas.-Necesidades profesionales.Medios prácicos de resolver con la mayor urgen­cia estos problemas que representan la vida o lamuerte de la profes~ón en España.

Madrid, 1.0 de mayo deJ917.-EI presidente dela Junta Central, Angel Barahona. ,

!lati.facción ha de regocijarnos como coetáneos ycomo amantes del progreso, de la cultura y decuanto envuelve aspiraciones de nobleza, y. ade­más, por qué no decirlo, n. dejariamos satisfecha ala conciel'cia dejando de insertar en esta publi­cación el nombre de nllestro amigo D. JuanSantiago .Reigón, el perfectisimo caballero, el i1us·tre compañero que a sos propios méritos une unadiscleción que encanta, una amabilidad que con­mueve y una caballerosidad justamente elogiada yraconocida, por cuantos tienen la dicha de tratarle.

Dicen los franceses que a tout segneur, tou't Itor­neur, y c.oformes estamos' CGn el distico; pero te­nemos limitado el lugar y sólo nos es posible hacerun bosquejo de aquello que nosotros quisiéramosrevistiese los caracteres de un acabado estudiobiográfico.

Fuerza será moderar los impetus; fuerza serácircunscribir el deseo a los linderos de la conve-

• " I ., ~

OIeacia material de la publi!=ación, pues debiendohacer una revista de pocas páginas, la rápi~a es la

. única forma literaria que podemos dar a los ar­ticulos.

El objeto principal es honrar nuestras columnascon el nombre de nuestro compañero Reigón, y I

para ello basta con que nombrado quede.De sus méritos dan cuenta sus propios hecho.;

de su valía hacen patente comprobación sus con­si~eraciones.

Nuestro biografiado es natural de Madrid. En laprimera Junta directiva que se formó fué elegidovicepresidente. Mas tarde ocupó la presidencia deColegio, cargo que desempeñó con gran acierto.Sucesivamente desempeñó importantes cargos enla Directiva, siendo bibliotecario, primero, y des­pués, secretario. En la actualidad nos favorece conel cargo de tesorero, que desempeña ('on granacierto.

BOLETIN DE PRACTICANTES 5

Es ocioso que hagamos constar que en todos..lIos trabajó en pro de la clase con gran celo ybuena voluntad, dejando tras los cargos dimitidosuna estela de laboriosidad y honradez.

Nuestro ilustre compañero Reigón es, pues, unafigura de gran talla en nuestra clase, a la que hade prestar seguramente valiosísimos servícios.

Reciba nuestro compañero la alta estimaciónpública a que por sus méritos es acreedor.

QUIJADA

Visión fantásticaQuiero contaros una bistoria que no sé si fué

soñada o fué real; lo que si sé es que ha dejado enmi espírilu tan honda impresión, que dudo que en­tre lú intangible y lo palpable exista más diferen­cia que la que perciben nuestros sentidos.

Soy estudiante de Medicin'a y poseo una caleve­ra que compré a un compañero, sobre.!. cual hagomis estudios dé Anatomía. Mis horas de estudioson por I~ noche d~spués de cenar, ~uando mi fa­milia se retira a descaDsar después de un rato desobremesa.

No soy supersticioso y he tenido siempre porgaiardón el reírme de mi fanillia ca? espectros yfantasmas. '

Aquel día, como de costumbre, me' retiré a micuarto, cerré herméticamente la puerta y preparélos libros.

La luz de la lámpara, recogida por la pantalla,caía sobre las páginas y la,' blancas cuartillas, ilu·mi!!ando el orondo cráneo de la ca,lavera que esta~

ba colocada sobre un rimero d~ cuartillas. Todolo demás estaba sumido en la mayor penumbra.

De fuera no llegaba rumor ~Iguno, y tenían toodos los objetos: ese vago sopor misterioso que pa·ece hacerlos crecer, atisbar y meditar sobre las

sombras. '

No sé por qué sentí malestar e inquietud ante lasmiradas de aquellas cuencas vacías. Sentía receloy temor de aquellas facciones angulosas; la boca,dilatada en una mueca irónica; el triángulo negrode su nariz. y aquellos ojo~, aquellos ojos, si, fijos8n los míos, como ínterrogándome, siguiendo to­dos los movimientos de mÍis músculos, que pormomentos se iban contrayendo en un gesto deborrar. Las mandíbulas empezaron a moversechocaban y producían un ruido grave y seco, quecrispó mis nervios y erizó mis cabellos.

Las manos se me agarrotaron y los pies se nega·ron a sostenerme. Quise huír y no pude: aquellamirada penetrante me clavaba en el sillón con unafuerza irresistible. Entonces fué cuando su boca seentreabrió, y oí que pronunciaba estas palabras,en un sonido parecido al que produce el aquilóncuando estremece las cópas de los sauces en lasnoches de difuntos:

-Vuelve en ti y escucha. No soy una osamentaque habla, soy un cerebro que piensa. Los médicosal disecarme olvidaron vaciarme, el cráneo: un ji­rón de mi inteligencia y de mi razón le dejaronprendido en las fosas interiores. No vengo tampo­co ~ hablar con voz .doctoral/del Decálogo ni Rá­cer el escrutinio de tu conciencia.

Quiero volver a, vedas días pasados y echar unaojeada sobre mi vida material. Colócame más en elcentro de la luz, pu~s me molesta la sombra.

Cogí maquinalmente la calavera, y con el pulsotemblcDroso la puse encima ,de las cuartillas, demanera que el foco de luz entrase por sus cavida·des, descubriendo su horrible interior.

-Así, muy bien. Vosotros, los hombres, gustáismás de rehuír la claridad, porque denuncia vues­tres defectos, ¡oh taimada equivocación! ¿Estudia­bas? Eso es arrllstrarse por la vida para alcanzarun ideal que no sabéis cuál es; sois máquinas, unavez descompuestas vuestras piezas roda~án de unlado a otro sin tregua; seréis polv~; os sustituiráotra miquina, y ~sí indefinidamente.

Quisiera que me preguntases: hallo cierto entor­pecimiento en mi memoria, que quisiera poner enorden. Mi imaginación ha estado entumecida duorante largo tiempo.

¡Ah!, sí, recuerdo.Era en el hospital, en el núme­ro próximo. Allí los seres tienen un número, porque, como ellos, son ilimitados. Aqqel número semoria. Era una mujer virtuosa, y al pesar de ello,iba a morir a mi lado, y tal vez con los mismes sio-

BOLETIN DE PRACTICANTES

tomas. Los que la lloraban debían ser su madre y Sentía esa admiración que nOI leduce a todolIU hermana; lloraban mucho: las mujeres lloran cuando leemos una obra en que vemOl refiejadoporque loa demasiado crédulas. Al anochecer, por algo que está en nuestro espíritu; pero ¡ay d.fin, terminó aquello, y la lala quedó en completo aquellos que pongan muy ..1 descubierto IIlltallilencio. Los médicol habían dicho que no me so- que tratamos de encubrir!breviviría muchos dlas; lo dijeron con .Ia franca Era la vida real llena de ese fétido olor que ex·brutalidad de sentimientos embotados. En mi, halan los p.!ntaDos, y caando volvia la vista a aque­aquella macabra noticia no dejó Itran huella, sola- 1I0s plácidos jóvenes, a vosotros que aun labéilmente la hermana que me cuidaba veló toda la no- reír, pensaba que el mundo es la bella representa­che a la cabecera, procurando endulzar la cierta ción de una obra muy linda, de cuyo artificio DOrealidad de aquel pronóstico dándom~~~a~al-- JlOL-damea ~eDt&-bMt~Iar-nM entre basti· -

- el.-veneno dOnde beben IOldelesperados. dorea.A la mañana, cuando desperté, vi a la monja Aquel dia tuve el periodo de delirio, durante el

junto a mí: tenia los párpados rojos y húmedos. cual desfilaron ante mis ojos los azares de mi vida-Lloro-me dijo-para que mis lágrimal suban al en una procesión lúbrica, ardiente, que ae produjocielo ea pago de esas que Dios me envía. Y señe. exaltaciones nerviosas. Serel que eran carne ylaba lal macetas cubiertas de rocío que florecían esencia de una sociedad corrompida y delequlli-en 101 altos ventanales. brada. Los placeres envileciendo 101 sentidol, elOI

Aquella religiosa tenía la fe de las almas lacera- placeres satisfechos a la sombra de una acacia o adas, y al contemplarla, sentía que mi corazón can- la querencia de un tapial, robando horal a la no-taba UDa plegaria a modo de salmo para aquellos che para ahitar mis apetitos y saciar los ajenol: elque han sufrido: para ellos, la felicidad es el fiel pan, mendigado a costa de aaceracionel d. mitrasunto de una paz inefable: y tristes de aquellos carne, amoratada por los exceSOl, y cayo amargorque siempre han reído. Cuando la desgracia cerce- no podía apreciar en mi aturdimiento: aquellolne IUS ilusiones, se aniquilará su ánimo, y entonces hombres, cuyos ojos no tenían otra expresi6n quelerá el rechinar de dientes. la del deseo brutal, repuguantes en IUI 88lial, be-

Volvieran los parientel de la que habia muerto bían a borbotones con UDa I.d rabi... la ..via dela noobe anterior. Grandes brazadas de flores mi cuerpo que le marchitaba: el barro de IUI cari­echaron sobre su cadáver para embellecerlo. lA cias adyectas, acrel, que iba cubriendo lal flor.1qué ese afan de dar aleltría a lo que no la tiene? tempranas de mis carnes; IUI belol lIenol d. biel

El como tlas mujeres que quieren aumentar SUI y mis apasionamientos regateadol, dobleltíndomeperfecciones con afeites y unlüentos: dan a IU be- a los bárbaros golpes de su faria salvaje. ¡Oh trll­lIeza un tinte lúgubre. La muerte es ya hermola teJ ~pulsivo amor, ~rm>radcu:OIl el óbolO- cl.1__ ­

- - -dc-pvr st - - - - - - - - - - - - - -mendicidadl IOué gran distancia entre tu lodo y elLas herD!anas procuraban distraernos y animar- perfume de la primer caricial De vivir otra vez, vi·

nos; pero aquello quedaba tan intimo en nosotras viria basta el primer pecado. Maldecí el deseo, eleque lo mirábamos estúpidamente, sin que nos con- delleo que tiene dos fases: la primera, la idealid.d:moviera, porque llevamos el dolor tan interior, que la segunda, el egois~o.

sólo nos damos cueata de él cuando nos sorpren- Llegó el médico a mi cama; era ua anciano ve­de .en algún placer, y ¡había tanta miseria ea de. nerable, y su cuerpo doblegado se en6 allaba en unrredor!... esfuerzo de vana juventud; era pulcro y no tenia

Se la llevaron, y aquella cifra pasó inadvertida, un tilde su traje, con cuyo aliño queria desquitar­cuando a los pocos días se vol"ió a ocupar la se años.cama. -Su rostro inspira respeto-le dije porque

A mi me daban libros para leer, porque mi en- tiene IU frente la serenidad inquietante de la otraferm.dad me lo permitía. Un practicante que re· vida, donde la. nllbes son blaDca. como su. ca­partía la botica, a quien yo conooí en el trans- bellos.curso de mi vida libertina, me dejó un libro que Me lanzó U.la mirada furiosa, esa mirada coase titulaba La prostituta. Una oleada a.diente con- que debían insultar los antiguos a SUI orácul••sumia mis mejillas al llegar a ciertos pasajes. cuando les presagiaban males, y pasó al lecho pró-

BOLETIN DE PRACTICANTES 7

artístico .y económico

TETUAN,20

Xlmo, dejándome atribulada. Recordé entoncesque una vez un pintor copió en un lienzo mi cuer­po pecac:lor, y por un recelo escrupuloso cambiómi cara por otra de e«presión más pura.

-¡Qué angelicall-exclamaban al ver mi oua­dro-. Es una Virgen.

Un dia, desesperada, quise ahogarme, anudaDdoa mi cuello una colcha y colgándome de la venta­na; pero a través de sus vidrieras vi el cielo: eratan azul, sin mácula, que sentí enflaquecer misfnerzas; vi mi cuerpo tan pequeño comparado conaquel tranquilo espacio, y la duda, esa hipócritaironía del dolar, fracasó mi propósito.~_No era necesario. Aquella misma no~he eDtré enel periodo agónico; perdí el sentido. Fué una trans_formación. Mi razón de ser so vió bajo la acoión deunos filtros mágicos que estereliza ron IUS lazos deunión con la materia. Vagué por amplias regionesllenas de éter, que brillaban como puntos lumino­sos, incandescentes, saturados de UD tilSio perfumeque-trascendia a nardos. Era el inefable goce de

Da paz absoluta, desconocida.Cuando ya, purificada de materia, volvf a la tie­

rra, mi cuerpo yada sobre una mesa de mármol,en UDa amplia sala. Unos jovenzuelos incipientes lodespedazaban; charlaban y reían, produciendo UDbarullo ensordecedor; trataban de descubrir enmis restos el misterio de la vida.

Allí dejaron mis huesos pelados. Luego, unmozo recogió la carne. mezclada con la de otroscadá'leres, en unas cubetas de hierro. ViDa el fur­gón y marchó hacia el cementerio., El camio. fué triste. Era la caída de la tarde,Los trabajadores marchaban al descaDso; sus ros­tros eltaban contraídos por una amargura de des­creidos; miraban con idiotez aquel aDticipo de su

ROCAEl más

suerte de esclavos; algunos reían, pero sus rísas te­níaD un eeo taD extraño, que pronto quedabanasustados de su estadillo. Era un cuadro pintadolobre una incierta claridad a grandes traZos neogros. El coche caminaba pesadamente sobre elpolvo.

Lo demás fué breve. Se cerró la fosa, cubiertaa grandes paletadas, por un sepulturero deseolode terminar su tarea. A la última paletada lanzó unjuramento; marchóse, y q'Jedó el lugar solo, bajoel plomizo cielo teñido de púrpura por la puestadel sol.

Mis huesos fueron preparados y acondicionadospara la venta. Fueron comprados, revendidos, y enlas aulas, durante la clase, era anunciada mi Sll-

basta en tarjetas que corrian de maDO eD mano porlos bancos, sin que un solo cerebro pensase queaquella osameDta había tenido vida. lQué trabajocuesta volver la vista atrás o escudriñar 101 hori­zontes que se muestran ante ella!

-Ya te lo dije que no era aparición que ator­mentase tu conciencia: soy el relámpago de unavida que ha cruzado un momento ante tus ojos.Sólo quiero pedirte una cosa. ¿Me la concederás?-Sí~me atreví cali a articular.-Piensa en que sido mujer, tal vez hermosa., y

dame un belo ea la frente.Temblé, alargué los brazos aterrorizado, e im.

primí un beso en la frente lisa, helada...Una carcajada histérica, lúgubre, relonó en IU

interíor:-El únice beso -casto que he recibido.Caí desvanecido. No sé si será ofulcación, pero

siempre que toco IU frente en aquel litio, dondepuse mis labios, quema.

E. QUIJADA VILLAPADlERNA.

Fotógrafo

8 BOLETIN DE PRACTICANTES

FIGURAS MeDICAS ~~~

Doctor Arquellada.

Eminente en el mundo de la ciencia el ilustredoctor Arquellada, es uno de los médicos más afa­mados y populares de Madrid.

Grande es la misión del médico en la sociedad ygrande también es el desenvolvimiento de la civili·zación, porque ésta responde a los progresos de laciencia que nOI da he·cho el estudio de lasleyes, de la naturalezay de la vida.

~ero en este mundode la inteligencia suce·de como en todas lasmanifestaciones de: laactividad humana, queson, com<l dice unafrase vulgar, muchoslos llamados y pocosl~s elegidos.

Hay algunos, tal vezlos más, que terminasu carrera y se limitana ver en su profe,iónun modus vivendi, yencerrados en una ru·tina, que contrasta conel progreso, ni adelan- 'tan ni contribuyen aladelanto.

Otros, por el con­trario, tienen en laciencia su ambiente devida, consagran a ellasu existencia entera, ysu estudio constituyesu pasión.

Estos son los elegi­dos, y entre los elegi­dos. 'por su inteligen­cia privilegiada, por sus estudios constantes, persu intuici6n profun.ta, ocupa lugar eminente el doc­tor Arquellada, honra de la medicina y de la cirugíaespañola.

Nuestro ilustre biogra6ado fué en su carrerabrillantísima alumno interno del hospital del NiñoJesús, del hospital Provincial y del hospital deSan Carlos, siendo más tarde médico de guardie

del primero. Sucesivamente ha desempeñado enaquél varios distinguidos cargos, y últimamente laJunta de Beneficencia que rige el mencionado hosepital tomó el acuerdo d ~ dividir la vacante ocurri·da por el fallecimiento del doctor Guedea en dosplazas: una la de decano, Con independencia de

los servicios de clíni­ca, y otra la de ciruja·no. Para la segundaha sido nombradonuestro b io gra 6 a d oel doctor Arquelladapor su brillantisimahistoria en aquel Cen­tro. Las operacionesque en este hospital"hapracticado el i!ustrecirujano son numero·sí~i~as, pasando de

, 382 las practicadas. Esuno de los mejo es es·pecialistas de enfer­medades de la infan­cia, habiendo instaladopara la Ortopedia unasecclon de mecano­terapia en dicho hosepital.

El el fundador y di·.ector de la RevistaPediatria Española.interesante publica­ción de la especialidad,que puede comparar­se con las mejores delextranjero y cuyas co­lumnas se nos hanofrecido abiertamentepara defender a la cla·

se de practicantes de todos los vejámenes y atro­pellos de que es víctima.

Entre sus numerosas publicaciones podemos ci·tar las siguientes:

1uberculinoteropia en cirugía infantil. 1rata­miento higiénico 9 farmacolótico de la tos ferina,Tratamiento del torticolis congénito. Tratamientooperatorio de la espin. bifida y otros muchos.

BOLETIN DE PRACTICANTES 9

2,50 ptas.0.25 cts.

Docena .Una sola .

Alos anillares d! led~IDa, amitad de pretloDIRECCIÓN

Lucio de las Her.. Hontin(Auxil'iar de Medicina y Cirugía)

Calle de Ave Maria, númel'O 8

Marzo, 917.C. MORALES

Mas esta variabilidad societaria, que por se­poco formal y seria, resulta lamentable e impropiade personas que han estudiado, de elementos jó­venes y valiosos que debieran sentir y luchar ar­dorosamente por el noble ideal de reivindicaciónprofesional; esta inconsciencia, repito, no debe se­guir sucediendo si no queremos demoler el edifi­cio digno y edificante de nuestras justamente an­heladas aspiraciones, fin primordial, fin supremoque habremos de poner por encima de todas lasparticularidades, respetables acaso, pero que nason ciertamente las redentoras de nuestro titulo.

Hay que colegiarse, y hay que pensa!' en quepara recoger los frutos es necesario laborar primesro, esperando con constancia y sin impaciencia­la gestación indispensable, las evoluciones preci­sas al sazonamiento de la cosecha; marchitadaésta en flor, segada en verde, malograremos lostrabajos primitivos. anulando inclusive los entu­siasmos de otros compañeros más pacientes que,con número suficiente, se~uramente conseguiríanel pan científico regenerador, tan colectivamentepedido y deseado.

Acudid, pues; acudan a colegiarse los antiguos,'los desengañados, los aspirantes, los modernistas,los innovadores, los fogosos, los henchidos de en­tusiasmos e iniciativas; acudan todos sin desfa­llecimientos, guiados sólo por un franco' espíritude amor y solidaridad, a defender férreamente'losderechos de la clase, en la firme inteligencia deque cuanto más perseverantemente cooperen, másseguro será el triunfo definitivo.

Los Colegios y directores, aprovechando lasenseñanzas de la práctica, igualmente sabrán ar­monizar el deber espiritual con el deber material,ya que bien se merecen del auxilio y de la protec­ción económica los que honradamente se juzgandesheredados de la fortuna.

Acudid, compañeros, a asociaros, y lo ~emás loobtendréis por añadidura.

La illcoherencia de ciertos actos, la falta de vo­luntad o de firmeza, la inestabilidad. el desmayo,el descontento y la indiferencia, son manifestacio­nes aisladas en nuestra clan; pero frecuentementedolorosas para poder intitular este trabajo, con­firmatoriamente n~cordatorio de aquel anverso yreverso coleol:ivo que ya en otro articulo expli­cara.

Por el' cargo de contador que como miembrode la Junta directiva represento, vengo observan­do con profunda amargura las numerosas deser­ciones de compañeros recién ingresados que, ávi­dos de mejores acontecimientos, sufren sin dudatremendas decepciones al no verse rápidamentefavorecidos con prebendas colegiales, i1usoriamen­te fingidas al calor de una fantasía acariciada porcerebros no templados todavía en el yunque de laexperiencia, y cosa digna de notarse: todas estasimpremeditadas renuncias, acontecidas precisa­mente antes de conseguir los insignificantes dere­chos pasivos de la Sociedad, disminuyen en un 99por 100 al ase¡urar el verdadero lazo de unión,aquel que del mismo modo preconizara al definirel Montepío, dándoaos ello la razón y la clave delpor qué para unirnos y organizarnos sea lo máseficaz y necesario acudir al estimulo del socorro,ea su más amplia aceptacíón, como único remcdiobenéfico positivo qlle egoístamente atraiga y re­teng.. a los inquietos y a los de amortiguadosideales.

¿Sentimos un ideal?

En casi todos ellos obtuvo honrosos premios.Tanto entre sus amigos como entre sus adversa­

rios, tanto entre sus compañeros como en los quede cerca observan sus gestiones, el doctor Arque­liada tiene el predicamento propio de todo aquelque escrupulosamente cumple con los deberes deexcelente caballero, buen ciudadano y eminentemédico.

Las palabras nuestras, claro es que vienen a seruna consecuencia lógica de lo que inspiran loshechos; pero hemos de decir que el deseo de ex­presarlas lo tenemos coartado por los límites es­trechos que las exigencias de la publicación nosobliga a adoptar. Con lo que llevamos dicho da­mos satisfacción a uno de nuestros anhelos, cuales el de hacer figurar en estas p'ginas a aquellaspersonalidades que por sus sobrbalientes méritosmás acreedores se han hecho al aplauso público ya las consideraciones de todos. Reciba el ilustredoctor Arquellada el testimonio de nuestros másentusiasta!! respetos.

10 BüLETIN DE PRACTICANTES

Amor a la claseDespués de hojear el BeLETIN DI PRACTICANTES,

sentí el deseo de aislarme pensando en la reorga­nización de perfectibilidad de nuestra carrera.Sali a la calle, y por ellas anduve largo rate solo,a!pirando la apacible temperatura de una nochede mayo, de aire puro y perfumado, mes de reno­vación y de flores.

En este mes de renovación hasta el periódico sepresenta galano y modificado espléndidamente elornato de su edición.

Aquellas espinas con 610 que llenaban el almade tristeza, se han convertido en un inmenso bú­caro, pletórico de sutiles pensamientos.

En este caminar inconsciente. observé cómo dosIndividuos departian con vehemencia, y grata fuémi sorpresa al reconocer que eran dos practican­tes entusiastas, dos buenos compañeros.

No quíse saludarles por no interrumpirles eldiálogo, y acortando yo el paso fuí detrás amol­dándome al de ellos a una distancia que pudeoírles a la perfección.

Tan apasionadamente argumentaban, que no sedieron cuenta de mi espíonaje. Y, aunque 06ciono muy decoroso. me dejé arrastrar por la simpa­tía que me produjo ver el que dos camaradas seinteresaban por el bien de la clase. Y así, como unautómata, fuí tras ellos largo rato.

Intrigado por el asunto que trataban senti no'haber podido recoger de la conversación nadamas {Jue estas acotaciones:

-No hagas caso, amigo-decia uno de ellos­Ilay que despertar el corazón dormido y desechartodo prejucio contra los espíritus antagónicos po­niendo la primera piedra. La cultura es punto departida 6rme para la evolución 2eneradora de laclase. En este género de luchas, los hombres débi­les sucumben; los fuertes se yerguen y arrostrantodos lo~ combates con la fe puesta en su ideal.De manera, -que yo te aconsejo una voluntad férreapara qu~ esa idea progrese y no decaiga.

-Es verdad-contestaba el otro-. Yo debo ira esas clases de cultura porque reconozco que soyel primero que las necesito; peco el no haberlo so­licitado antes ha sido por el temor de que creanque lo hago por darme importancia, siA tener encuenta que al ocupar el puesto que ellos llaman deprofesor, ocupo el de primer alumno con el solo yexclusivo objeto de aprender.

El eco de aquella conversación, explosión de fey entusiasmo, lo recogía mi alma corno báls8movivificador capaz de atraer y estrechar los corazo­nes más reacios y pendencieros.

Aquella conversación versaba sobre n.uestra dig­nificación profesional. A solas se comuDlcaban doscamaradas sus ideas, sus proyectos y planes parahacer reaccionar a la clase, por los que pudieraobtener positivo e indestructible bienestar; los pro­cedimientos para sentar en sólidas bases nuestro

porvenir. IAhl ¡Si cada cual se acordara a solas yreflexionara un poco sobre tan interesantisimosasuntos! ¡Cuán distinto fuera nuestro estado; quécambio el nuestro. qué porvenir tan halagüeño,qué horizonte tan despejado se ofrecería a nuestravista!

El invierno perpetuo en que vivimos se traps­formaria rápidamente en fecundísima primavera;las ideas comenzarían a circular por nuestros obs­truídos cerebros a modo de fecundisima savia; lospensamientos brotarían prontos como tempranaflor de almendro,y el más puro raciocinio ilumina­ría nuestro camino.

Es verdaderamente asombroso que no preocullea todos por igual la idea de poner en ejecuciónesos planes culturales que tan acertadamente de­batíau dos de nuestros compañeros, que para biennuestro sienten sinceros anhelos por el adecenta­miento cultural y próspero de I.t. clase.

Siempre las buenas causas han estado en manosde los menos, y han hallado gran oposición hastacristalizar y ponerse en práctica; pero siempre,tarde o temprano, llegan a triunfar, imponiéndosepor su propia bondad.

Es necesarío limar asperezas no prejuzgandoaviesamente las cosas; único modo de armonizarvoluntades y anular a los espíritus esquinados quetanto pululan por nuestrll clase, quiza porque connuestra pobreza económica co-·ra parejas la po­breza de espíritu.

Apoyemos todos las ideas esencialmente buenasper se para hacerlas viables entre la clase, porquecausa como la que pretendemos, beneficios en to­dos los órdenes ha de proporcionarnos.

Menos palabras y más hechos; la prosa está yaen decadencia. Ya sólo la emplean los carcalamesde generaciones ya caducas. .

JOSÉ ROCAMO:1A

Enfermeras y practicantesLa clase de practicantes escarnecida

por un docto de la Medicina

.A la mujer no la pe­raes ni la ofelldas. sinocon una rosa.'

(Proflerbio chino.)

En los últimos días del mes de febrero leí en laPrensa diaria un artículo con el epígrafe de •En­fermeras y practicantes •. El autor de él es unarc6isuperextrahoDradisimo catedrático de Medi­cina, cuyas palabras en pro de las enfermeras lle­gan hasta el delirio del encomio, y todo lo con­trario en c·ontra de los practicantes.

Uno de los párrafos del artículo dice: "Quiénpuede ver con recelo, sino con aplauso, que aumen.

BOLETIN DE PRACTICANTES 11

ten esos Centros benéficos y de cultura, cte. etc.•En mi modesto criterio, creo no hab~á nadie quepueda verlo mal por ser UDa idea altruista, no sólodeben aumentarse los Centros de cultura de las en­fermenis, sino de la mujer en general, medio málieficaz de aminorar su ignorancia, motivo del que seaprovechan muchos sátiros para desvirtuarla. Yoadmiro la magna abnegación de las enfermeras,Para mi representa una enfermera en el lecho deld.lor la más alta figura de consuelo para el enfer'mo: representa la madre que con exquisita solici·t.d cuida al hijo querido. Durante mi prácticahe teaido ocasión de observarlo; pero no siempreni todas las veces; así como también he visto queno sirven nada mas que para prodigar consuelo;y nunca para curar.

En otro párrafo dice: -Porque la enfermeraasciende al título de matrona o de practicante,baja inmediatamente su valor efectivo en valor decaridad y en valor científico.• Compañeros: ¿puedellegar hasta más lejos el escarnio, la vejacióo, elmal coocepto que se forlBa de esta clase, por onapasión sio freno, colocándooos a la vista del públi­eo en la más horrible abyección? Por ventura dudadicho señor que en la clase de practicantes los haycon verdadera dignidad profesional, dcntro delcampo de su acción. manteniendo su prestigio.como el que más de la alta alcarnia de la Medici­aa. ¿Cree el eminente catedrático que los practi·cantes no somos seres sensibles, que sentim.os eldolor del prójimo, que practicamos la caridad contanta abnegación como la enfermera más sensibley delicada? En prueba de ello vea el triste casoquc se ha dado recientemente con uo modestopraeticante en la Guinea española, Yictima de terri­ble infección en el cumplimiento de su deber.

Otro párrafo dice: -Saber a Inedias en Med,icinaes cosa más graye, y saber a medias con diplomaextraordinariamente grave.• El dia que en Medi­cina 8C acabe el medio saber, como en todos losrlDlOS de la Ciencia, aquel dia la Humanidad seráfeliz, porque entonces no habrá nada más que ge·aerales, catedráticos, maestros, etc; todos serániguale., todos tendrán la misma autoridad y losmislllos hODores. Millones de veces hemos pedidoque se reforme la carrera, porque queremos másconocimientos en materia ruédica; al propio tiempoque se deslindea bien cuáles son nuestros dere­chos y caáles nuestros deberes, para poderlosejecutar libremente. Y si la carrcra de practicante

no es necesaria, que se suprima de una vez parasiempre, eon el fin de que no haya nada más quesabcr a... enteras (?).

Otro párrafo dice: •Un pr,acticante, en efecto,que no ha estudiado Obstetricia, está capacitadopor la ley para asistir a ... partos fisiológicos (?).No cstá enterado el autor del articulo que el prac­ticante estudia la anatomla de los órganos sexua·les de la mujer, la metamorfosis que experimentael nuevo sér desde el acto de la fccundación hastala terminación de la gestación, el mecanismo delparto, asepsia, antisepsia de éste, etc., etc. Asícomo también estudia el diagnóstico dcl partodistócico, que este incumbe al médic:o. por caerfuera del campo de nuestra acción. Claro está quetodo esto lo estudia más superficial que el médico.Por eso el autor de dicho artículo dice que el prac­ticante no estudia Obstetricia. Lo absurdo es queestudie partos normales, y no pueda asistirlos encllpitales mayores de 10.000 habitantes. ¿No de­muestra sus aptitudes delante de un tribunal com­petente? ¿Por qué no ha de estar autorizado paraasistirlos en toda la nación? Y si no es apto, ¿paraqué se le aprueba? ¿Qué culpa tiene el practican­te de que sus estudios seaD someros en Obstetri·cia, y que, por lo tanto, DO pueda llegar a ser unPinard, Tharaier, Recaséns, Chacón, Rivemont,etc., grandes eminencias (n el arte de los partos?La culpa echésela a aquellos que legislaron y lo lai·cieron mal.

y termilla el doctor Piollla dicho articulo con lasdespampanantes palabras: - E ofermeras. sí; prac·ticantes, no .• Triste cosa es decir que toda unaclase es inepta para regir sus funciones, tirandopor tierra su dignidad y pisoteándola. IY cuánabsurdo es asegurar que las enfermeras son elbrazo derecho del médico en el arte de curar! Lasenfermeras para mi son tan dignas de respeto '1consideración como todo el mundo lo es; perocreo que nadie tenga derecho ha difamar de unaclase por el sólo hecho de dar bombo a otra. Cadauno dentro de su esfer~ debe cumplir lo más hon­rosamente que pueda, sin traspasar los limites d ~

la misión que representa. La Junta Central, velandopor los intereses de la clase en general, hizo euoportuna protesta en la Prensa pública contra ta­

les vejaciones. Vaya. unida la mía en las columnasde nuestro periódico profesional.

LUCIO DE LAS HERAS ON fiN

12 BOLETIN DE PRACTICANTES

COLEGIO DE MADRID

El día 19 del pasado mes de abril celebró esteColegio junta general ordinaria, tratándose de losasuntos que determina el arto 43 de nuestro re­glamento.

Dióse lectura del acta de la JUDta anterior, que­dando aprobada. Asimismo se kyeTOn todos losasuntos de Tesorería y Administración, quedandoaprobadas las cuentas, de las cuales insertamos unestado en otro lugar del BOlETIN.

El Sr. Rocamora presentó una proposición rela­tiva a dar un mitin, y tras prolija discusión, quedóresuelto el convocar a una asamblea regional enlas condiciones que determine la Junta directiva, ala cual quedó encomendado el asunto.

A nuestro director se le dió un voto de con6an­za, confiriéndole facultades amplias en cuanto ata­ñe a la represl"ntación del BOlETIN. Y el darle esevoto fué por motivos de discrepancias por partede otro señor que disintió de algunos extremos enla conducta del Sr. Quijada en cuanto a la direc­ción del periódico se refiere. Pero nadie le secun­dó en sus opiniones y protl"stas, mereciendo ladesaprobación y la censura genl"ral. Al 6n y alcabo, el referido compañero no quería hacer UDaexcepción a su costumbre.

COLEGIO DE SEVILLA

El Colegio provincial de Practicantes de Sevillaen su última se~ión celebrada el día 2 de abrilacordó' los asuntos siguientes:

Denunciar al gobernador civil de la provinciav.nios casos de intrusismo eD nuestra carrera, quese registran en los pueblos de Fuentes de Andalu­cía y Sanlúcar la Mayor,. respectivamente; contrr­buír a la suscripción abierta por el Excmo. Ayun­tamiento de esta capital para levantar un monu­mento a San Fernandc; aprobar el acta de lasesión anterior y las cuentas del mes de marzo.

* * *El Ayuntamiento de Sevilla anuncia un concur'

so para proveer cinco plazat de practicantes titu­lares supernumerarios, para el Cuerpo Bené6coSanitario municipal.

•••

Se encuentra restablecido de la enfermedad quele bizo guardar cama el tesorero de este Colegioy estimado compañero nuestro, O José León Blan­co. Muy de veras lo celebramos.

COLEGIO DE SEGOVIA

De su presidente, el Sr. Onrubia, bem s recibi­do una atenta carta anunciándonos una visita. Enésta, según nos manifiesta. hará una amplia infor­mación del Colegio segoviano, dedicada exclusiva·mente a esta sección.

Esperamos, pues, con impaciencia aquélla. enla que tendremos mucho gusto en conversar largadetenidamente con el ilustre presidente del Cole­gio de Segovia.

COLEGIO DE LEÓN

Como ya indicamos, el Colegio de León, po­niendo de relieve sus altos sentimientos, ha abier·to una suscripción en pro de la viuda e hijos deD. Bernardino Lozano. muerto trágicamente en eldesempeño de su profesión.

En ella 6guran hasta ahora los siguientes se­ñores:

OB MADRID

. Doctor J. Campos. 5 pesetas; D. Manuel MariaMartos, 2; D. Tomás Fernández,.2.

PIlIACTlCA 'TU DE U.ÓN

D. Ignacio Marlínez, 2 pesetas; D. Lúcas Can­danedo, 2; D. Vicente Martinez, 2; D. PrimitivoBlanco, 2; D. Honorato Baeza 2; D. Santia!to Ló­pez, 2; D. Simón Carreras, 2; D. Policarpo Rey, 2;D. Santiado Garcia, 5; D. Antonio Garcla Cuer­vo, 2; D. José Garcia y Garcia, 2; D. ISBías Cal­vo,2; 1). Lorenzo Alvarez, 2; D. Leoncio Serra­no, 1; D. Honorino Blanco, 1; D. Mariano Fernán­dez, 1; D. Ba~bino Pérez, 2; D. Eugenio Rubio, 2;D. José Alonso, 1; D. Francisco Fernández, 2;D. Martín Díez, 2; D. Je~ú'l Merino, 1; D. BenitoRedondo, 3; D. Teodoro Lorenzana, 1; D. Deme·trio López, 2,10; Tirso García' 2.

DEL COLEGIO OS M"ORIO

D. AnKeI Barahona, 2 peseta~; D. Enrique Qui­jada, 2; D. Casildo Morales, 1; D. José Rocamo­ra, 1; D. Juan Carballedo, 1. Total, 70,10 pesetas.

Sigue la suscripción.

Segunda Usta.

Enrique Román, de León.. . . . . . . . . . . 1,50Leoncio Carro, de ídem.. . . . . . . . . . . . 2Gonzalo Galo de ídem.•. : . . . . . . . . . • 1Silverio Muñiz, de ídem , .. 3Pablo Ramos, de ídem.. . . . . . . . . . . .. 1

COLEGIO DE ALMERÍA

El día 15 del pasado celebró sesión este Coleogio. Fué leída y aprobada el acta de la sesión aote

BOLETIN DE PRACTICANTES 13

rior. Se dió cuenta' del fallecimiento del asociadoD. Manuel Pérez Tristán, acordándose que consta­ra en acta el sentimiento del Colegio. 'Se~uidamente se procedió al nombramiento de

tesorero. resultando elegida por mayoria de votos.doña Carmen López. '

Se dié cuenta de las multas que se habían im­puesto desde la constitución de la Sociedad porfaltas de asistencia. quedando resuelto que se no­tifique por medio del periódico a los interesados.dándoles un plazo de tres días para hacerlas efec­tivas. y transcurrido ese plazo. que se proceda ju­dicialmente al cobro de las mismas.

Se acordó dejar cesante en su cargo. por aban­dono del mismo, al secretario del Colegio, quedan·do elegida en votación doña Luisa Flores Vicente.

Después de tratar otros varios asuntos,. se le­vantó la sesión a las siete de la noche.

COI,.EGIO DE CÁDIZ

Leemos en el Boletín del Colegio de Cádiz. losiguiente:

, <Se da el caso triste en Jerez de la Frontera deque el Ayuntamiento deba a I.s practicantes diezmensualidades.

Alcalde que asi procede, justo es que Se le cen­sure a la vez que se le recuerde que la Beneficen­cia es un gasto obligatorio que hay que satisfacerantes que los 'Voluntarios caprichos alcaldescos.

Quizás tenga la pretensión el monterilla de quepor su excelente gestión económica se le concedanlos honores de jefe honorario de Administracióncivil.. Si así sucediera, esta Revista le donaría por sus·

cripción. entre los compañeros hambrientos. elbastón de borlas.•

Nos hacemos solidarios de la censura que dirigeel ilustre Colegio de Cádiz al alcalde de Jerez dela Frontera.

EN DEFENSA DE LA CLASE

ti prO[ti[BDte, el intrusoy 1I enemilo en [OSO

Hace algunos años que, en El Practicante Espa­ñol. inserté un artículo diciendo que el enemigo dela clase practicantil lo teníamos en nuestra propiacasa. Los hechos han venido a mostrar claramentela verdad de mi aserto. Es un enemigo que en to­das partes desp1iea-a su mortífera acción hacia nos­otros. Mucho tiempo permaneció solapado, laten­te, pero hoy se lanza con campañas de prensa fal­tas de razón y faltas de justicia.

Uno de estos enemigos de la carrera de practi­cante escribe contra nosotros con cruel ensaña­miento, y yo pretendo, aunque sea irreverencia, de·mostra,rle su equivocación. pues no me cabe dudaque el error es el único inspirador de sus palabras.

El ayudante de la Medicina es tan antiguo como,la Ciencia misma. Donde haya un médico ha de ha­ber un auxiliar de sus indioaciones; este auxiliar esel practicante; el más conocido, el que más convi·ve con el enfermo; y si a éste se le pregunta quiénrealiza materialmente su curación, contesta siem­pre: el practicante; no dicen un interno, un estu­diante, un señor que puede ser intruso como acon­tece con desgraciada frecuencia; no, dice un prac­ticante. Prueba evidente de que es de sobra cono­cido el título de tan humanitaria profesión.

Ese enemigo del practicante muestra su decidi­da afición a las enfermeras del Instituto-mis <mos­cas verdes •.

Por algo os decía en escritos anteriores que en­tre ellas había un <moscardón•. Me interesa hacerconstar que ambos adjetivos no pasan de ser unametáfora muy cierta. aunque no sea muy literaria.

El defiende a las enfermeras del Instituto Rubiocomo SI se tratase de alumnos, practicantes o ma·troeas, que estudian con arreglo a un plan que elEstado señala. Pero las enfermeras ¿dónde satis­facen derechos? ¿Dónde recogen el título necesa­rio para ejercer toda profesión académica?

y sin embargo, me consta que esas enfermerashacen hasta de médicas, y esto parece ser que leconviene a su defensor, aunqtr'e pretenda disimu­larlo comparándolas con las enfermeras de la CruzRoja. Esa comparación no puede ser más irrisoriaporque aunque el fondo de sus ejercicios hospita­larios sea el mismo, en la forma no caben mayoresdiferencias. En la enseñanza de las damas de laCruz Roja, ¿hay algún artículo que las obligue apreparar enfermos para ser operados en recóndi­tas regiones? Seguramente protestaría su naturalpudor. y por eso realizan una alta misión caritativasocorriendo al desvalido, visitando al enfermo yofreciendo su vida por el desgraciado. ¿Hacen estolas enfermeras del Instituto Rubio a pesar de queuna idea lucrativa las guia en su se!1dohumanita·ría misión?

El practicante realiza en la aldea una obra gran­diosa. Ellos luchan sufriendo a monterillas y caci­ques que, faltos de instrucción, están sobrados demaldad; sobre ellos caen permanentes las incle­mencias del cielo y plenos de fe y de valentía atra­viesan sierras, oruzan matorrales. salvan abismos,sin arredrarse ante la nieve y la tempestad. ilumi­nándose con la fugaz luz del relámpago, ¿y todopor qué? Por asistir al enfer:mo que reclama suauxilio, y la pequeñez del pueblo, la distancia delpartido y la crueldad de la noche, impiden la pre­sencia del médico.

Yo propondría al enemigo del practicante quepara aldeas faltas de vías de comunicación, son elmédico más próximo a varios kilómetros y con unanoche de las muchas que nos lega el mes de enero,enviasen enfermeras para suplir el deficiente papeldel practicánte, ya que las <moscas verdes. sentan científicamente instruídas.

Preguntan muchas veces mis compañeros de al·

14 BOLETIN DE PRACTICANTES

dea. Y si el médico se baila, co.o a menudo aCOD­tece, a cinco o seis leguas de una parturiente, y nobay modo de avisarle o no llega a tiempo-por ladiltancia o por enfenDedad-:-y le presenta unacomplicación en el parto. ¿que debemos bacer? Nodudar nunca. intervenir siempre con arreglo ayuesíra conciencia y a vueltrol conocimientos,pues no debéis olvidar que peligra la vida de dosI.res, y antes que toda legislación humana están 1..leyes divi"l.

Digo todo esto porque ese defenlor de la enfer·mera lanza la peregrina idea de que nadie sabeouándo acaba la normalidad de un parto para em·pezar la distocia. ¡Noticia fresca ~~ verdadl AbueDa hora nOI viene con una lecclon que otrolmucho más autorizados se encargaron de enle-

ñarla. I b'Ela contingencia, esa incertidumbre, nOI a IZOber mucbas veces el sabio maestro doctor Chacó•.

la d Ob ., . edEl practican.te es.tu. ia ~tetncl~, y 51 no pu erelolver una distOCia uaprevlsta, ¿como ban de ba­cerio las enfermeras a quien no concedo más .,alerque a los curanderos y curanderas que tanto abun-dan por esos pueblol? . .

De abila incongruencll~d~ la ley que solo au~o'riza al practicante para aSistir partos en P?blaclo­ael menores de 10.000 almas: cuando debla s~r alcontrario, porque en una capital y ~n p~esencla deuna placenta previa-pongo por distOCia-prontose encuentra un tocogo que .nos salve de~ graveonflicto; pero en unla aldea SID carreteras, SID lDa-

diol y alumbradol por la lua mortecina de UD can'dil de aceite, ¿dónde y cómo encontrar un médi­co? ¿Iria el "efensor de las enfermeral o algunade SUI defendidas? Claro que lo mejor lerla que elEstado concediese a 101 practicantel lo que tant..yeces baD solicitado: aumento en los eltudios deIU carrera.

Dice en su elcrito ese enemigo del practicanteque la enfermera el el brazo derecbo del médico,lea. ni el izquierdol En la aldea el brazo derechodel médico el el practicante, como demoltradoqueda; y li no que vean lal enfermeras el modode lanzarse a los pueblos y aprenderán lo que elbueao.

Yen Madrid. en las Casas de Socorro. ¿québrazo derecho tiene el médico que no sea el prac­ticante? Seria iraciolo ver una niña de guardiapor la noche en una Casa de Socorro. esperando,con el amoniaco en ristre, la llegada de UD borra·cho. Verdaderamente la innovación se,ria agrade­cida por los médicos alegr"l que no se aburririancoao oltras, suponiendo que las otras se aburran,que esto no está aún puesto en claro.

Lo que si está clarisimo el la linrazón del ami,ode las enfermeras a quien su posición 80 puedeJamás autorizarle par. atropellar a la equidad y •·a j..ticia.

M. A. CULlI

CffAJ}fP1UVJJ:J:A 10R7UNrjGran estimulante ~ig••üvo HORCHATA

lfanci8co 1QfllinlJexPORTACIÓ/'t A. 'tOOOS lOS PAISes

pt?incesa, 55.:::BARC€lO}"iA. (€spaña).

BOLETIN DE PRACTICANTES 15

d.l

.............~..-..~.-....-....-....-....-....-.. ......Estado de cuenta.

(olegia dI Pr8[ti[8nfes de K'!dilinB y[Kugía de ladrNTesorería

JUNTA c;ENTRALLiquidacióD correspondiente al cuarto trimestre

del año 1916:

13,0013,7015,80

512,25

328,31

798,06

840,56

PeletaB.

INGRESOS

GASTOS

Suman .•..................

Saldo en 30 de septiembre último .....

En el mel octubre ' " .Idem id. de noviembre ,Idem íd. de diciembre. • . . . . . . . . .. . '

En el mes de octubre........... 0,60Idem íd. de noviembre. . . . . . . . . . 0,65IdelD íd. de diciembre.. . . . . . . . . . 511,00 I

Saldo a favor eD fiD de diciembre ....•

Nos vemos obligados a <lar públicamente unatarifa aproximada de los anuncios que se publi­quen en el 80LET1N. Ello es debidó a que a variasproposicion'es que hemos hecho relativas a esteasunto nos han cODtestado favorablemente; perohemos perdide algún tiempo hasta ponernol deacuerdo eD el precio· de la iDsercióD de aDuncios.

ED su consecuencia, puestos de común inteli­gencia el director y admiDistf'Bdor del BOLnlN haDresuelto señalar la tarifa siguieDte por aDuncios:

Plana eDtera. • . . . . • . • . 20 pesetasMedia piaDa.•..•.... , 10 •Tercio de piaDa. • . .. . • 5Cuarto de pIaDa. . . . • . 2 •

Los aDuDcios iDtercalados eD el texto, seiún eltamaño, pagaráD de 2 a 5 pesetas.

•••Se ruega a los suscriptores a esta Revista diri­

jan la correspondeDcia relativa a la DireccióD a l.calle de Manuel FernáDdez y González, domiciliosocial del Colegio de Madrid.

***S. M. la reina Victoria, daDdo UDa prueba más

~e su buen coraZÓD y del lugar prefeDte que eD élheDen los desamparados de la salud, ha visitado elmes pasado el Hospital ProviDcial de Madrid.

Los eufermos, unos con vivas y otros con elgesto, cada UDO eD la forma que les permitía:l susdolencias, dabaD a S. M. las gracias por ~u visita.

Los doctores Bravo, Ortiz de.la Tone, Goya­Des y Parache, iDformaron a S. M. de euaDtos de­talles relacioDados COD los eDfermos deseaba co­Docer.

* * •La comuDicaClOD del miDisterio de Estado de

que hablábamos a -última ,hora. en el BOLI!TIN an­terior, es la siguiente:

'Vista la instancia quc usted eleva a este ministe­rio de fecha 28 de febrero próximo pasado e~ sú­plica de que se conceda un socorro a la viuda yhuérfanos del practicante rellientemente fallecidoeñ la colonia, D. José Sánchez; de real orden co­municada por el señor ministro de Estado, pongoen su conocimiento que CaD esta fecha se remitela instancia citada al gobernador geDeral para ..uese sirva informarla y remita a elte Centro la certi­ficacióD de defuncióD y circuDstaDcias cone.rreD­tes eD la misma.

Dios guarde a usted muchos añol. Madrid, 15de marzo de 1917.-EI subsecretario, Marqués deAmputa.Señor presidente de la Junta Central de los Cole­

lios de Practicantes de MediciDa y Cirugia.

LIega a nuestras mano. UD númerO de la illlpor­tante Revista del Colegio de Cádiz, eD la que ve­mos expresada eD térmiDos muy afectuosos la cor­dial eDborabuella que ~irigen a Duestro directorpor la reforma que aquél ha llevado a cabo eD elperiódico profesioDal de su direccióD, eDhorabue­Da que llega directa y rápidamente a Duestro espi­ritu, y que agradecemos eD extremo. Los lisonjerostérminos en que está cODcebida y la personalidadencumbrada del ilustre presideDte del Colegio deCádiz, que es quien DOS la envia. haceD que DOSs.rva de estímulo y acicate para perseverar eD laalrdua tarea de dar al Boletín Oficial de nuestraclase el aspecto que merece, a fiD de que sea aDaverdadera t~ibuDa desde donde puedan dirigir suslIamamieDtos ~ los elemeDtos directores y a la opi­Dión todoa los individuos de la clase cuaDdo de ladefeDsa de sus sagrados ir.tereses se trate.

y al expresar Duestro recoDocimieDto al ilustrecompañero Sr. Ceballos, queremos ,dejar estampa­dos eD estas columDas los deseos ~randes que te­Demos de que el ilustre col(.ga El Practicante Ga­ditano alcance los triuDfos, prosperidades y acier­tos que iDdlscutiblemente merece. Porque Decesi­tada como está Duestra clase de órganos de publi­cidad que difundaD más allá de los estrechos limi­tes eD que puede desenvolverse la iniciativa públi­ca todos lo. elemeDtos de Ducstra clase que aeste mene.ter se dediquen, sólo mereceD el aplau­so y la cODsideración.

Reciban los ilustres compañeros de Cádiz UDsaludo muy afectuoso de nuestro director.

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16 BOLETIN DE PRACTICANTES

Madrid, 31 de diciembre de 1916.-El tesore­ro, ]. Santiago Reigón,-EI contador, C. Mora­les.-V.o B.o: El presidente, Angel Barahona.

Saldo a favor en 31 de diciembre de 1916,328pesetas 31 céntimos.

Madrid, 31 de marzo de 1917.-El tesor~ro,

j. Santiago Reigón.-El ceDtador, C. MOlales.­V.o B.o: El presidente, Angel Barahona.

FONDO DE SOCORRÓS•

MESES Ingresos. Gastos.

Saldo a favor en 31 de diciembre de 1916,2.219 pesetas 50 céntimos.

Pesetas.

COLEGIO DE MADRIDLiquidación correspondiente al cuarto trimestre

del año 1916:

Saldo a favor. 370 pesetas 61 céntimos.Madrid, 31 de marzo de 1916.-El tesorero~

j. Santiago Reigón.-EI contador, C. Morales.­V.o B.o: El presidente, Angel Barahona. Queda un saldo a favor de 2.337 pesetas 50

céntimos.Madrid, 31 de marzo de 1917.-EI tesorero,

]. Santiago Reigón.-El contador, C. Morales.-V.o B.O: El presidente, Angel Barahona. .

Liquidación correspondiente al cuarto trimestredel año 1916:

Socorros.Ingresos.MESII:S

Enero.. . . . . . .. 43,00Febrero \ 34,25Marzo.. . . . . . . . . . . . . . . . . 40,75

0,352,100,45

17,2013,7014,30

Enero .Febrero .Marzo .

Saldo en 30 de septiembre último. .. . . 413,11 Pesetas.

Saldo a favor en liu d.diciembie .... '"1 J3-S,41

Madrid, 31 de diciembre de 1916.-El tesore ..ro, ]. Sandago Reigón-El contador, C. Mora­les.-V.o B.O: El presidente, Angel Barahona.

Saldo a favor en 31 de diciembre de 191b, 355pesetas 41 céntimos.

INGRESOS

Suman .En el mes de octubre.. . .... .. ... .....• .. 57.50ldem íd. de noviembre .....•....... " .... 46,75Idem id. de diciembre. . . . . . . .. . . . . . . . . . . 42.00

Madrid, 31 de diciembre de 19lii.--El tesore­ro, j. Santiago Reigóll.-EI contador, C. Mora­les.-V.o B.O: El presidente, Allgel Barahona.

En el mes de octubre, a la "iuda deD. E. SanzViiiar 200

En el mes de dieiembre, a I·)s hijosde D. J Escámez............... 200 400,00

Saldo a favor en fin de diciembre..... 2.219,5D

Suman 2.619.50

GASTOS

Saldo en 30 de septiembre último ..... 2.473,25

INGRESOS

._.._........-....-...-.....-..-..--..-..-.......

533.25

179,55138.00158.00

88H,66

Gastos.

214,95201.95116,35

Ingresos.MESES

GASTOS

En el mes de octubre•........ "Idem ílll. de noviembre .ídem íd. de diciembre .

Ea el mes de octubre .Idem id. de noviembre .Idem id. de diciembre .

Enero .Febrero \ .Marzo .

175,00138,00143.00

175.55126.20132,30

Por exceso de original ban dejado de publicarse

varios articulos de ilustres compañeros. Para el

Bou:TIN próximo aBunciamos sus escritos.

saldo a favor, 377 pesetas 36 célltimos.------~-----

ROQUE CATALINASOMBRERERIA DE LU,",O

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