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Fidel en el Ecuador A propósito de la visita de Fidel Castro a Guayaquil en 1971

Fidel en el Ecuador · FIDEL EN EL ECUADOR A propósito de la visita de Fidel Castro a Guayaquil en 1971 Germán Rodas Chaves 1ra. Edición: Ediciones Abya-Yala Av. 12 de octubre

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Fidel en el Ecuador

A propósito de la visita deFidel Castro a Guayaquil en 1971

Fidel en el Ecuador

A propósito de la visita deFidel Castro a Guayaquil en 1971

Fidel en el Ecuador

A propósito de la visita deFidel Castro a Guayaquil en 1971

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Germán Rodas Chaves

Fidel en el Ecuador

A propósito de la visita deFidel Castro a Guayaquil en 1971

Quito, 2001

Germán Rodas Chaves

Fidel en el Ecuador

A propósito de la visita deFidel Castro a Guayaquil en 1971

Quito, 2001

Germán Rodas Chaves

Fidel en el Ecuador

A propósito de la visita deFidel Castro a Guayaquil en 1971

Quito, 2001

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FIDEL EN EL ECUADORA propósito de la visita de Fidel Castro a Guayaquil en1971

Germán Rodas Chaves

1ra. Edición: Ediciones Abya-YalaAv. 12 de octubre 14-30 y WilsonTelf.: 506-267 / 562-633Fax: 506-255 / 506-267Casilla: 17-12-719E-mail: [email protected]

Autoedición: Ediciones Abya-YalaQuito-Ecuador

ISBN: 9978-04-674-7

Impresión: Producciones digitales Abya-YalaQuito-Ecuador

Impreso en Quito-Ecuador, febrero del 2001

FIDEL EN EL ECUADORA propósito de la visita de Fidel Castro a Guayaquil en1971

Germán Rodas Chaves

1ra. Edición: Ediciones Abya-YalaAv. 12 de octubre 14-30 y WilsonTelf.: 506-267 / 562-633Fax: 506-255 / 506-267Casilla: 17-12-719E-mail: [email protected]

Autoedición: Ediciones Abya-YalaQuito-Ecuador

ISBN: 9978-04-674-7

Impresión: Producciones digitales Abya-YalaQuito-Ecuador

Impreso en Quito-Ecuador, febrero del 2001

FIDEL EN EL ECUADORA propósito de la visita de Fidel Castro a Guayaquil en1971

Germán Rodas Chaves

1ra. Edición: Ediciones Abya-YalaAv. 12 de octubre 14-30 y WilsonTelf.: 506-267 / 562-633Fax: 506-255 / 506-267Casilla: 17-12-719E-mail: [email protected]

Autoedición: Ediciones Abya-YalaQuito-Ecuador

ISBN: 9978-04-674-7

Impresión: Producciones digitales Abya-YalaQuito-Ecuador

Impreso en Quito-Ecuador, febrero del 2001

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CONTENIDO

• El viaje de Fidel Castro al Ecuador en 1971- A manera de explicación...................... 7- Fidel Castro llega por vez primera

al Ecuador ............................................. 11- Características generales del gobierno

del Dr. Velasco Ibarra, anfitrión de Fidel.................................................. 25

- Los antecedentes a la visita de Fidel .... 33- Las fuerzas armadas del Ecuador

en el contexto de la visita de Fidel Castro...................................... 47

- ¿Se han marchitado las posiciones de soberanía y dignidad?...................... 58

ANEXOS

Documento 1. Conferencia de prensa ofrecida por el comandante Fidel Castro en Guayaquil............................... 75

Documento 2. Discurso pronunciado por el Dr. José María Velasco Ibarra, gobernante del Ecuador, en la cenaofrecida al comandante Fidel Castro y su delegación................................................. 94

CONTENIDO

• El viaje de Fidel Castro al Ecuador en 1971- A manera de explicación...................... 7- Fidel Castro llega por vez primera

al Ecuador ............................................. 11- Características generales del gobierno

del Dr. Velasco Ibarra, anfitrión de Fidel.................................................. 25

- Los antecedentes a la visita de Fidel .... 33- Las fuerzas armadas del Ecuador

en el contexto de la visita de Fidel Castro...................................... 47

- ¿Se han marchitado las posiciones de soberanía y dignidad?...................... 58

ANEXOS

Documento 1. Conferencia de prensa ofrecida por el comandante Fidel Castro en Guayaquil............................... 75

Documento 2. Discurso pronunciado por el Dr. José María Velasco Ibarra, gobernante del Ecuador, en la cenaofrecida al comandante Fidel Castro y su delegación................................................. 94

CONTENIDO

• El viaje de Fidel Castro al Ecuador en 1971- A manera de explicación...................... 7- Fidel Castro llega por vez primera

al Ecuador ............................................. 11- Características generales del gobierno

del Dr. Velasco Ibarra, anfitrión de Fidel.................................................. 25

- Los antecedentes a la visita de Fidel .... 33- Las fuerzas armadas del Ecuador

en el contexto de la visita de Fidel Castro...................................... 47

- ¿Se han marchitado las posiciones de soberanía y dignidad?...................... 58

ANEXOS

Documento 1. Conferencia de prensa ofrecida por el comandante Fidel Castro en Guayaquil............................... 75

Documento 2. Discurso pronunciado por el Dr. José María Velasco Ibarra, gobernante del Ecuador, en la cenaofrecida al comandante Fidel Castro y su delegación................................................. 94

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Documento 3. Discurso pronunciado por el comandante Fidel Castro en respuesta a la intervención del Dr. José María Velasco Ibarra ......................... 103

Documento 3. Discurso pronunciado por el comandante Fidel Castro en respuesta a la intervención del Dr. José María Velasco Ibarra ......................... 103

Documento 3. Discurso pronunciado por el comandante Fidel Castro en respuesta a la intervención del Dr. José María Velasco Ibarra ......................... 103

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EL VIAJE DE FIDEL CASTRO AL ECUADOR EN 1971

A manera de explicación

En la época de la llamada “guerrafría”, la política internacional de los regíme-nes se hallaba sujeta, con rigidez extrema, alas confrontaciones e intereses del mundobipolar, y en el caso de latinoamérica en ladécada de los años setenta, -a penas a diezaños del triunfo de la revolución cubana-,los gobiernos, muchos de los cuales tuvie-ron el carácter de dictaduras militares, asu-mieron una conducta de violenta represiónpara que no se repitiera el “mal ejemplo”que había dado la Isla, con su revolución.

En ese contexto, pues, ningún país la-tinoamericano se atrevía a contrariar losdictámenes norteamericanos en relacióndel comportamiento que los Estados debíanasumir frente a Cuba, de tal suerte que lavisita de Fidel Castro a Chile, a su homólo-

EL VIAJE DE FIDEL CASTRO AL ECUADOR EN 1971

A manera de explicación

En la época de la llamada “guerrafría”, la política internacional de los regíme-nes se hallaba sujeta, con rigidez extrema, alas confrontaciones e intereses del mundobipolar, y en el caso de latinoamérica en ladécada de los años setenta, -a penas a diezaños del triunfo de la revolución cubana-,los gobiernos, muchos de los cuales tuvie-ron el carácter de dictaduras militares, asu-mieron una conducta de violenta represiónpara que no se repitiera el “mal ejemplo”que había dado la Isla, con su revolución.

En ese contexto, pues, ningún país la-tinoamericano se atrevía a contrariar losdictámenes norteamericanos en relacióndel comportamiento que los Estados debíanasumir frente a Cuba, de tal suerte que lavisita de Fidel Castro a Chile, a su homólo-

EL VIAJE DE FIDEL CASTRO AL ECUADOR EN 1971

A manera de explicación

En la época de la llamada “guerrafría”, la política internacional de los regíme-nes se hallaba sujeta, con rigidez extrema, alas confrontaciones e intereses del mundobipolar, y en el caso de latinoamérica en ladécada de los años setenta, -a penas a diezaños del triunfo de la revolución cubana-,los gobiernos, muchos de los cuales tuvie-ron el carácter de dictaduras militares, asu-mieron una conducta de violenta represiónpara que no se repitiera el “mal ejemplo”que había dado la Isla, con su revolución.

En ese contexto, pues, ningún país la-tinoamericano se atrevía a contrariar losdictámenes norteamericanos en relacióndel comportamiento que los Estados debíanasumir frente a Cuba, de tal suerte que lavisita de Fidel Castro a Chile, a su homólo-

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go el socialista Salvador Allende, y luego“las escalas técnicas en Lima y Guayaquil”que permitieron las entrevistas de Fidel conlos mandatarios de Perú y Ecuador, respec-tivamente, deben haber invalidado el libre-to del departamento de estado norteameri-cano y no pocas sanciones deben haberseprecipitado en contra de los gobernantesmencionados.

El hecho histórico motivo de este cor-to trabajo, ocurrido hace 30 años, pretende,bajo esta argumentación, rescatar una pági-na de nuestro pasado que no puede ser ol-vidado o menospreciado, -más allá de lacircunstancia de que algunos de los actoresecuatorianos, en ese entonces en el poder,no han sido de mi “devoción” política-, so-bre todo en los momentos actuales en quelas castas gobernantes ecuatorianas hanclaudicado, en todos los órdenes, comonunca antes ocurrió en la historia nacional,frente al imperio norteamericano y a susaliados externos e internos, al hipotecarnuestra soberanía e identidad, a extremosque, insisto, superan cualquier conducta la-mentable de sumisión producida en regí-menes anteriores.

go el socialista Salvador Allende, y luego“las escalas técnicas en Lima y Guayaquil”que permitieron las entrevistas de Fidel conlos mandatarios de Perú y Ecuador, respec-tivamente, deben haber invalidado el libre-to del departamento de estado norteameri-cano y no pocas sanciones deben haberseprecipitado en contra de los gobernantesmencionados.

El hecho histórico motivo de este cor-to trabajo, ocurrido hace 30 años, pretende,bajo esta argumentación, rescatar una pági-na de nuestro pasado que no puede ser ol-vidado o menospreciado, -más allá de lacircunstancia de que algunos de los actoresecuatorianos, en ese entonces en el poder,no han sido de mi “devoción” política-, so-bre todo en los momentos actuales en quelas castas gobernantes ecuatorianas hanclaudicado, en todos los órdenes, comonunca antes ocurrió en la historia nacional,frente al imperio norteamericano y a susaliados externos e internos, al hipotecarnuestra soberanía e identidad, a extremosque, insisto, superan cualquier conducta la-mentable de sumisión producida en regí-menes anteriores.

go el socialista Salvador Allende, y luego“las escalas técnicas en Lima y Guayaquil”que permitieron las entrevistas de Fidel conlos mandatarios de Perú y Ecuador, respec-tivamente, deben haber invalidado el libre-to del departamento de estado norteameri-cano y no pocas sanciones deben haberseprecipitado en contra de los gobernantesmencionados.

El hecho histórico motivo de este cor-to trabajo, ocurrido hace 30 años, pretende,bajo esta argumentación, rescatar una pági-na de nuestro pasado que no puede ser ol-vidado o menospreciado, -más allá de lacircunstancia de que algunos de los actoresecuatorianos, en ese entonces en el poder,no han sido de mi “devoción” política-, so-bre todo en los momentos actuales en quelas castas gobernantes ecuatorianas hanclaudicado, en todos los órdenes, comonunca antes ocurrió en la historia nacional,frente al imperio norteamericano y a susaliados externos e internos, al hipotecarnuestra soberanía e identidad, a extremosque, insisto, superan cualquier conducta la-mentable de sumisión producida en regí-menes anteriores.

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(No de otra manera puede entenderseel voto del Ecuador en contra de Cuba en lacomisión de derechos humanos de la ONU,suceso ocurrido en 1999 en el régimen deMahuad, o el que se haya permitido, desdeel referido período presidencial, -con laabierta complicidad del entonces cancillerBenjamín Ortiz-, y al margen de todo pro-cedimiento constitucional o legal, la pre-sencia de una base militar norteamericanaen suelo ecuatoriano1 y que, en contraposi-ción, seamos testigos, con mayor acentoque en el pasado, de la sumisión a los desig-nios geoplíticos y económicos de los E.U.cuyos recetarios van liquidando la perspec-tiva de construir el Estado Nacional, puestoda conducta ética en materia de políticainterna y externa han sido remplazadas porel jolgorio y la farándula que entrañan elllamado neoliberalismo, el pragmatismo yla globalización, caretas detrás de las cualesse esconden la sumisión, la impudicia, elnegociado y el festín de los recursos delpueblo, en tanto la soberanía mancillada, lamiseria repartida entre la mayoría de com-patriotas, la desesperanza y la injusticia selevantan hirientes en este Ecuador dolorosoy dolorido del siglo 21.)

(No de otra manera puede entenderseel voto del Ecuador en contra de Cuba en lacomisión de derechos humanos de la ONU,suceso ocurrido en 1999 en el régimen deMahuad, o el que se haya permitido, desdeel referido período presidencial, -con laabierta complicidad del entonces cancillerBenjamín Ortiz-, y al margen de todo pro-cedimiento constitucional o legal, la pre-sencia de una base militar norteamericanaen suelo ecuatoriano1 y que, en contraposi-ción, seamos testigos, con mayor acentoque en el pasado, de la sumisión a los desig-nios geoplíticos y económicos de los E.U.cuyos recetarios van liquidando la perspec-tiva de construir el Estado Nacional, puestoda conducta ética en materia de políticainterna y externa han sido remplazadas porel jolgorio y la farándula que entrañan elllamado neoliberalismo, el pragmatismo yla globalización, caretas detrás de las cualesse esconden la sumisión, la impudicia, elnegociado y el festín de los recursos delpueblo, en tanto la soberanía mancillada, lamiseria repartida entre la mayoría de com-patriotas, la desesperanza y la injusticia selevantan hirientes en este Ecuador dolorosoy dolorido del siglo 21.)

(No de otra manera puede entenderseel voto del Ecuador en contra de Cuba en lacomisión de derechos humanos de la ONU,suceso ocurrido en 1999 en el régimen deMahuad, o el que se haya permitido, desdeel referido período presidencial, -con laabierta complicidad del entonces cancillerBenjamín Ortiz-, y al margen de todo pro-cedimiento constitucional o legal, la pre-sencia de una base militar norteamericanaen suelo ecuatoriano1 y que, en contraposi-ción, seamos testigos, con mayor acentoque en el pasado, de la sumisión a los desig-nios geoplíticos y económicos de los E.U.cuyos recetarios van liquidando la perspec-tiva de construir el Estado Nacional, puestoda conducta ética en materia de políticainterna y externa han sido remplazadas porel jolgorio y la farándula que entrañan elllamado neoliberalismo, el pragmatismo yla globalización, caretas detrás de las cualesse esconden la sumisión, la impudicia, elnegociado y el festín de los recursos delpueblo, en tanto la soberanía mancillada, lamiseria repartida entre la mayoría de com-patriotas, la desesperanza y la injusticia selevantan hirientes en este Ecuador dolorosoy dolorido del siglo 21.)

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De otro lado, cuando me propuse es-tudiar el entorno de la visita de Fidel alEcuador en 1971, no dejé de sorprendermefrente al hecho de que Velasco Ibarra estu-viera dispuesto a no dejarse vencer por laspresiones para evitar dicha visita, así comono dejó de llamarme la atención el conteni-do del discurso que el mismo madatarioecuatoriano pronunciara en la recepción aFidel Castro, alocución en la cual se eviden-cian rasgos de dignidad y destellos sobera-nía e independencia en la exposición de lasideas, asuntos que hoy son imposibles dedescubrirse en los gobernantes de turno, loscuales, por el contrario, hacen gala de todotipo de sujeción a la voluntad omnímodade quienes, en la realidad, gobiernan nues-tra Patria.

Y toda aquella conducta de VelascoIbarra ocurrió, además, en momentos enque el susodicho mandatario ecuatorianoejerció el poder como dictador del país gra-cias al apoyo de las fuerzas armadas, lo cualno puede relevarme, en modo alguno, auna aproximación del papel jugado por la“Institución armada” en la invitación al lí-der revolucionario cubano, más aún cuan-do pocos meses después de la visita de Fidel

De otro lado, cuando me propuse es-tudiar el entorno de la visita de Fidel alEcuador en 1971, no dejé de sorprendermefrente al hecho de que Velasco Ibarra estu-viera dispuesto a no dejarse vencer por laspresiones para evitar dicha visita, así comono dejó de llamarme la atención el conteni-do del discurso que el mismo madatarioecuatoriano pronunciara en la recepción aFidel Castro, alocución en la cual se eviden-cian rasgos de dignidad y destellos sobera-nía e independencia en la exposición de lasideas, asuntos que hoy son imposibles dedescubrirse en los gobernantes de turno, loscuales, por el contrario, hacen gala de todotipo de sujeción a la voluntad omnímodade quienes, en la realidad, gobiernan nues-tra Patria.

Y toda aquella conducta de VelascoIbarra ocurrió, además, en momentos enque el susodicho mandatario ecuatorianoejerció el poder como dictador del país gra-cias al apoyo de las fuerzas armadas, lo cualno puede relevarme, en modo alguno, auna aproximación del papel jugado por la“Institución armada” en la invitación al lí-der revolucionario cubano, más aún cuan-do pocos meses después de la visita de Fidel

De otro lado, cuando me propuse es-tudiar el entorno de la visita de Fidel alEcuador en 1971, no dejé de sorprendermefrente al hecho de que Velasco Ibarra estu-viera dispuesto a no dejarse vencer por laspresiones para evitar dicha visita, así comono dejó de llamarme la atención el conteni-do del discurso que el mismo madatarioecuatoriano pronunciara en la recepción aFidel Castro, alocución en la cual se eviden-cian rasgos de dignidad y destellos sobera-nía e independencia en la exposición de lasideas, asuntos que hoy son imposibles dedescubrirse en los gobernantes de turno, loscuales, por el contrario, hacen gala de todotipo de sujeción a la voluntad omnímodade quienes, en la realidad, gobiernan nues-tra Patria.

Y toda aquella conducta de VelascoIbarra ocurrió, además, en momentos enque el susodicho mandatario ecuatorianoejerció el poder como dictador del país gra-cias al apoyo de las fuerzas armadas, lo cualno puede relevarme, en modo alguno, auna aproximación del papel jugado por la“Institución armada” en la invitación al lí-der revolucionario cubano, más aún cuan-do pocos meses después de la visita de Fidel

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al Ecuador, se instauró en el país un régi-men militar que proclamó su carácter de“nacionalista y revolucionario”.

Son estas las líneas conductuales delpresente trabajo2, el mismo que tiene dedi-catoria a quienes contribuyeron, -muchosde ellos desde el anonimato-, para que seefectué con resultados positivos la visita deFidel Castro al Ecuador en 1971. Pero sien-do el año 2001 el cuadragésimo aniversariode la derrota del imperialismo en Playa Gi-rón, quiero extender esta dedicatoria a losrevolucionarios cubanos que lograron tanhistórica derrota en nombre, también, delos que soñamos construir en el Ecuadoruna Patria digna y soberana.

1. Fidel Castro llega por vez primera alEcuador

A las 18h. 27 del día sábado 4 de No-viembre de 1971, el avión turbo-jet Bristol-Britannia “Hiushin-18” CU-T 900 de Cu-bana de Aviación tomaba pista en el aero-puerto internacional Simón Bolívar de laciudad de Guayaquil, en dicha aeronave lle-gaba, por primera vez al Ecuador, el máxi-mo dirigente de la revolución y del Gobier-

al Ecuador, se instauró en el país un régi-men militar que proclamó su carácter de“nacionalista y revolucionario”.

Son estas las líneas conductuales delpresente trabajo2, el mismo que tiene dedi-catoria a quienes contribuyeron, -muchosde ellos desde el anonimato-, para que seefectué con resultados positivos la visita deFidel Castro al Ecuador en 1971. Pero sien-do el año 2001 el cuadragésimo aniversariode la derrota del imperialismo en Playa Gi-rón, quiero extender esta dedicatoria a losrevolucionarios cubanos que lograron tanhistórica derrota en nombre, también, delos que soñamos construir en el Ecuadoruna Patria digna y soberana.

1. Fidel Castro llega por vez primera alEcuador

A las 18h. 27 del día sábado 4 de No-viembre de 1971, el avión turbo-jet Bristol-Britannia “Hiushin-18” CU-T 900 de Cu-bana de Aviación tomaba pista en el aero-puerto internacional Simón Bolívar de laciudad de Guayaquil, en dicha aeronave lle-gaba, por primera vez al Ecuador, el máxi-mo dirigente de la revolución y del Gobier-

al Ecuador, se instauró en el país un régi-men militar que proclamó su carácter de“nacionalista y revolucionario”.

Son estas las líneas conductuales delpresente trabajo2, el mismo que tiene dedi-catoria a quienes contribuyeron, -muchosde ellos desde el anonimato-, para que seefectué con resultados positivos la visita deFidel Castro al Ecuador en 1971. Pero sien-do el año 2001 el cuadragésimo aniversariode la derrota del imperialismo en Playa Gi-rón, quiero extender esta dedicatoria a losrevolucionarios cubanos que lograron tanhistórica derrota en nombre, también, delos que soñamos construir en el Ecuadoruna Patria digna y soberana.

1. Fidel Castro llega por vez primera alEcuador

A las 18h. 27 del día sábado 4 de No-viembre de 1971, el avión turbo-jet Bristol-Britannia “Hiushin-18” CU-T 900 de Cu-bana de Aviación tomaba pista en el aero-puerto internacional Simón Bolívar de laciudad de Guayaquil, en dicha aeronave lle-gaba, por primera vez al Ecuador, el máxi-mo dirigente de la revolución y del Gobier-

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no cubanos, Fidel Castro Ruz, quien habíasido invitado al país por el entonces jefe delgobierno ecuatoriano, José María VelascoIbarra.

25 minutos antes de que el avión quetransportaba a Fidel Castro al Ecuador to-mara pista en Guayaquil, el Dr. Velasco Iba-rra ingresaba a la suite presidencial del ae-ropuerto Simón Bolívar acompañado desus ministros de Gobierno, Abogado JaimeNebot Velasco; de Relaciones Exteriores,Doctor Rafael García Velasco; de Produc-ción, Abogado Vicente Burneo Burneo; deDefensa Nacional, Licenciado Luis RoblesPlaza y de Recursos Naturales, LicenciadoAlfonso Arroyo Robelly. Además de los mi-nistros señalados ingresaron, también, elDoctor Francisco Díaz Garaicoa, Secretariogeneral de la administración pública, elDoctor Edgar Terán Terán, Presidente delInstituto Ecuatoriano de Comercio Exteriory el Presidente de la Junta Nacional de Pla-nificación, Doctor Patricio Lasso Carrión.

Al pie de la escalinata del avión cuba-no fue recibido Fidel Castro, y su comitivade 45 acompañantes, por los ministros deRelaciones Exteriores y de Gobierno Rafael

no cubanos, Fidel Castro Ruz, quien habíasido invitado al país por el entonces jefe delgobierno ecuatoriano, José María VelascoIbarra.

25 minutos antes de que el avión quetransportaba a Fidel Castro al Ecuador to-mara pista en Guayaquil, el Dr. Velasco Iba-rra ingresaba a la suite presidencial del ae-ropuerto Simón Bolívar acompañado desus ministros de Gobierno, Abogado JaimeNebot Velasco; de Relaciones Exteriores,Doctor Rafael García Velasco; de Produc-ción, Abogado Vicente Burneo Burneo; deDefensa Nacional, Licenciado Luis RoblesPlaza y de Recursos Naturales, LicenciadoAlfonso Arroyo Robelly. Además de los mi-nistros señalados ingresaron, también, elDoctor Francisco Díaz Garaicoa, Secretariogeneral de la administración pública, elDoctor Edgar Terán Terán, Presidente delInstituto Ecuatoriano de Comercio Exteriory el Presidente de la Junta Nacional de Pla-nificación, Doctor Patricio Lasso Carrión.

Al pie de la escalinata del avión cuba-no fue recibido Fidel Castro, y su comitivade 45 acompañantes, por los ministros deRelaciones Exteriores y de Gobierno Rafael

no cubanos, Fidel Castro Ruz, quien habíasido invitado al país por el entonces jefe delgobierno ecuatoriano, José María VelascoIbarra.

25 minutos antes de que el avión quetransportaba a Fidel Castro al Ecuador to-mara pista en Guayaquil, el Dr. Velasco Iba-rra ingresaba a la suite presidencial del ae-ropuerto Simón Bolívar acompañado desus ministros de Gobierno, Abogado JaimeNebot Velasco; de Relaciones Exteriores,Doctor Rafael García Velasco; de Produc-ción, Abogado Vicente Burneo Burneo; deDefensa Nacional, Licenciado Luis RoblesPlaza y de Recursos Naturales, LicenciadoAlfonso Arroyo Robelly. Además de los mi-nistros señalados ingresaron, también, elDoctor Francisco Díaz Garaicoa, Secretariogeneral de la administración pública, elDoctor Edgar Terán Terán, Presidente delInstituto Ecuatoriano de Comercio Exteriory el Presidente de la Junta Nacional de Pla-nificación, Doctor Patricio Lasso Carrión.

Al pie de la escalinata del avión cuba-no fue recibido Fidel Castro, y su comitivade 45 acompañantes, por los ministros deRelaciones Exteriores y de Gobierno Rafael

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García Velasco y Jaime Nebot Velasco, res-pectivamente.

Minutos después, a las 18h.45 en elsalón Presidencial, -sitio en el cual, además,se encontraban los altos mandos de lasFuerzas Armadas del Ecuador y algunos in-vitados especiales del Gobierno Nacional-,estrechaban sus manos Castro y Velasco.

A la suite Presidencial, que había que-dado pequeña debido a la nutrida concu-rrencia, entraron junto a Fidel Castro algu-nos de los miembros de su comitiva: Co-mandante Pedro Mire, Ministro de Mine-ría; Berlamino Castillo, Ministro de Educa-ción; Armando Hart Dávalos, Miembro delBuró Político y el Comandante ArnaldoOchoa, Jefe de las Fuerzas Armadas Cuba-nas.

Otros miembros de la delegación cu-bana, mientras tanto, fueron atendidos en eldepartamento de revisión de pasaportes delaeropuerto guayaquileño. Allí, entre otros,estuvieron el Comandante José Abrantes,Viceministro del Interior; el Rector de laUniversidad de La habana Doctor José Mi-llar, así como periodistas cubanos, todos

García Velasco y Jaime Nebot Velasco, res-pectivamente.

Minutos después, a las 18h.45 en elsalón Presidencial, -sitio en el cual, además,se encontraban los altos mandos de lasFuerzas Armadas del Ecuador y algunos in-vitados especiales del Gobierno Nacional-,estrechaban sus manos Castro y Velasco.

A la suite Presidencial, que había que-dado pequeña debido a la nutrida concu-rrencia, entraron junto a Fidel Castro algu-nos de los miembros de su comitiva: Co-mandante Pedro Mire, Ministro de Mine-ría; Berlamino Castillo, Ministro de Educa-ción; Armando Hart Dávalos, Miembro delBuró Político y el Comandante ArnaldoOchoa, Jefe de las Fuerzas Armadas Cuba-nas.

Otros miembros de la delegación cu-bana, mientras tanto, fueron atendidos en eldepartamento de revisión de pasaportes delaeropuerto guayaquileño. Allí, entre otros,estuvieron el Comandante José Abrantes,Viceministro del Interior; el Rector de laUniversidad de La habana Doctor José Mi-llar, así como periodistas cubanos, todos

García Velasco y Jaime Nebot Velasco, res-pectivamente.

Minutos después, a las 18h.45 en elsalón Presidencial, -sitio en el cual, además,se encontraban los altos mandos de lasFuerzas Armadas del Ecuador y algunos in-vitados especiales del Gobierno Nacional-,estrechaban sus manos Castro y Velasco.

A la suite Presidencial, que había que-dado pequeña debido a la nutrida concu-rrencia, entraron junto a Fidel Castro algu-nos de los miembros de su comitiva: Co-mandante Pedro Mire, Ministro de Mine-ría; Berlamino Castillo, Ministro de Educa-ción; Armando Hart Dávalos, Miembro delBuró Político y el Comandante ArnaldoOchoa, Jefe de las Fuerzas Armadas Cuba-nas.

Otros miembros de la delegación cu-bana, mientras tanto, fueron atendidos en eldepartamento de revisión de pasaportes delaeropuerto guayaquileño. Allí, entre otros,estuvieron el Comandante José Abrantes,Viceministro del Interior; el Rector de laUniversidad de La habana Doctor José Mi-llar, así como periodistas cubanos, todos

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quienes tuvieron la posibilidad de intercam-biar opiniones con algunos miembros de laprensa ecuatoriana que estuvieron, también,ubicados en la oficina antes referida.

En la suite Presidencial, luego de laspresentaciones de rigor y de los intercam-bios de opiniones entre las delegaciones ylos invitados especiales del régimen ecuato-riano, se llevó a efecto una importante con-versación entre Velasco y Castro, -reuniónreservada en la que participaron la comitivaoficial del Gobierno Cubano, el PresidenteVelasco, sus ministros y los más altos oficia-les de las Fuerzas Armadas ecuatorianas,quienes en un momento determinado de laentrevista solicitaron a Fidel que propiciaralos mecanismos adecuados para extraditar alos secuestradores de un avión de TAMEque dos años antes fue desviado a Cuba enmedio de un lamentable episodio sucedidoen Tumaco que provocó la muerte del copi-loto del referido avión-, todo ello, a mo-mentos, en medio de las impertinencias dealgunos reporteros de los medios de comu-nicación del país los cuales hicieron todo loposible por captar el encuentro, al puntoque Fidel se vio en la urgencia de atender,alrededor de las 19h.40, la rueda de prensa

quienes tuvieron la posibilidad de intercam-biar opiniones con algunos miembros de laprensa ecuatoriana que estuvieron, también,ubicados en la oficina antes referida.

En la suite Presidencial, luego de laspresentaciones de rigor y de los intercam-bios de opiniones entre las delegaciones ylos invitados especiales del régimen ecuato-riano, se llevó a efecto una importante con-versación entre Velasco y Castro, -reuniónreservada en la que participaron la comitivaoficial del Gobierno Cubano, el PresidenteVelasco, sus ministros y los más altos oficia-les de las Fuerzas Armadas ecuatorianas,quienes en un momento determinado de laentrevista solicitaron a Fidel que propiciaralos mecanismos adecuados para extraditar alos secuestradores de un avión de TAMEque dos años antes fue desviado a Cuba enmedio de un lamentable episodio sucedidoen Tumaco que provocó la muerte del copi-loto del referido avión-, todo ello, a mo-mentos, en medio de las impertinencias dealgunos reporteros de los medios de comu-nicación del país los cuales hicieron todo loposible por captar el encuentro, al puntoque Fidel se vio en la urgencia de atender,alrededor de las 19h.40, la rueda de prensa

quienes tuvieron la posibilidad de intercam-biar opiniones con algunos miembros de laprensa ecuatoriana que estuvieron, también,ubicados en la oficina antes referida.

En la suite Presidencial, luego de laspresentaciones de rigor y de los intercam-bios de opiniones entre las delegaciones ylos invitados especiales del régimen ecuato-riano, se llevó a efecto una importante con-versación entre Velasco y Castro, -reuniónreservada en la que participaron la comitivaoficial del Gobierno Cubano, el PresidenteVelasco, sus ministros y los más altos oficia-les de las Fuerzas Armadas ecuatorianas,quienes en un momento determinado de laentrevista solicitaron a Fidel que propiciaralos mecanismos adecuados para extraditar alos secuestradores de un avión de TAMEque dos años antes fue desviado a Cuba enmedio de un lamentable episodio sucedidoen Tumaco que provocó la muerte del copi-loto del referido avión-, todo ello, a mo-mentos, en medio de las impertinencias dealgunos reporteros de los medios de comu-nicación del país los cuales hicieron todo loposible por captar el encuentro, al puntoque Fidel se vio en la urgencia de atender,alrededor de las 19h.40, la rueda de prensa

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que reporteros nacionales e internacionalesla venían urgiendo. (ver documento 1)

La rueda de prensa se llevó a cabo, porcerca de una hora, en el salón de aduanasdel aeropuerto Simón Bolívar, rueda deprensa a la cual, a más de la comitiva cuba-na, acompañaron formalmente a Fidel Cas-tro los Ministros de Gobierno y de Relacio-nes Exteriores del Ecuador, aparte de algu-nos de los entusiastas invitados del régimennacional que a esas horas ya lograron estre-char las manos del dirigente cubano y queideológica y políticamente compartierondesde mucho tiempo atrás con los sueños yesfuerzos de la revolución de la Isla Caribe-ña y que estuvieron vinculados, gran partede ellos, a los partidos comunista y socialis-ta ecuatorianos.

La comentada rueda de prensa, desa-rrollada en medio del desorden auspiciadopor el “bombardeo” de preguntas del perio-dismo, -que a su vez respondían no solo aun interés exclusivamente periodístico, sinoa la expresión de posiciones políticas de losmedios de comunicación-, permitió al líderde la revolución cubana que pudiese expli-car asuntos de gran trascendencia referentes

que reporteros nacionales e internacionalesla venían urgiendo. (ver documento 1)

La rueda de prensa se llevó a cabo, porcerca de una hora, en el salón de aduanasdel aeropuerto Simón Bolívar, rueda deprensa a la cual, a más de la comitiva cuba-na, acompañaron formalmente a Fidel Cas-tro los Ministros de Gobierno y de Relacio-nes Exteriores del Ecuador, aparte de algu-nos de los entusiastas invitados del régimennacional que a esas horas ya lograron estre-char las manos del dirigente cubano y queideológica y políticamente compartierondesde mucho tiempo atrás con los sueños yesfuerzos de la revolución de la Isla Caribe-ña y que estuvieron vinculados, gran partede ellos, a los partidos comunista y socialis-ta ecuatorianos.

La comentada rueda de prensa, desa-rrollada en medio del desorden auspiciadopor el “bombardeo” de preguntas del perio-dismo, -que a su vez respondían no solo aun interés exclusivamente periodístico, sinoa la expresión de posiciones políticas de losmedios de comunicación-, permitió al líderde la revolución cubana que pudiese expli-car asuntos de gran trascendencia referentes

que reporteros nacionales e internacionalesla venían urgiendo. (ver documento 1)

La rueda de prensa se llevó a cabo, porcerca de una hora, en el salón de aduanasdel aeropuerto Simón Bolívar, rueda deprensa a la cual, a más de la comitiva cuba-na, acompañaron formalmente a Fidel Cas-tro los Ministros de Gobierno y de Relacio-nes Exteriores del Ecuador, aparte de algu-nos de los entusiastas invitados del régimennacional que a esas horas ya lograron estre-char las manos del dirigente cubano y queideológica y políticamente compartierondesde mucho tiempo atrás con los sueños yesfuerzos de la revolución de la Isla Caribe-ña y que estuvieron vinculados, gran partede ellos, a los partidos comunista y socialis-ta ecuatorianos.

La comentada rueda de prensa, desa-rrollada en medio del desorden auspiciadopor el “bombardeo” de preguntas del perio-dismo, -que a su vez respondían no solo aun interés exclusivamente periodístico, sinoa la expresión de posiciones políticas de losmedios de comunicación-, permitió al líderde la revolución cubana que pudiese expli-car asuntos de gran trascendencia referentes

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al modelo político puesto en marcha en laIsla; que se conociera la visión cubana res-pecto de los problemas internacionales dela época; que se expusieran los aconteci-mientos de coyuntura en el continente y lacaracterización de ellos por parte de FidelCastro; que el dirigente cubano diera a co-nocer las experiencias de su visita a Chile yal Presidente Allende (visita desde la cualprecisamente retornaba a Cuba); que for-mulara sus conceptos respecto de los orga-nismos internacionales como la OEA y querefiriera su criterio frente a la política nor-teamericana que, mediante el bloqueo y elaislamiento político y comercial, pretendíaafectar el curso de la revolución cubana.

En la mencionada rueda de prensaaconteció un hecho que por su característi-ca vale recordarlo: uno de los periodistasacreditados era el conocido presentador delcanal 10 de TV Alberto Borges. Cuando elmencionado Borges, con su estilo tan per-sonal, se identifico para formular algunapregunta al Comandante Fidel Castro, éstecon pleno conocimiento del “rol” de Bor-ges, le contestó “yo no respondo a agentesde la CIA”.

al modelo político puesto en marcha en laIsla; que se conociera la visión cubana res-pecto de los problemas internacionales dela época; que se expusieran los aconteci-mientos de coyuntura en el continente y lacaracterización de ellos por parte de FidelCastro; que el dirigente cubano diera a co-nocer las experiencias de su visita a Chile yal Presidente Allende (visita desde la cualprecisamente retornaba a Cuba); que for-mulara sus conceptos respecto de los orga-nismos internacionales como la OEA y querefiriera su criterio frente a la política nor-teamericana que, mediante el bloqueo y elaislamiento político y comercial, pretendíaafectar el curso de la revolución cubana.

En la mencionada rueda de prensaaconteció un hecho que por su característi-ca vale recordarlo: uno de los periodistasacreditados era el conocido presentador delcanal 10 de TV Alberto Borges. Cuando elmencionado Borges, con su estilo tan per-sonal, se identifico para formular algunapregunta al Comandante Fidel Castro, éstecon pleno conocimiento del “rol” de Bor-ges, le contestó “yo no respondo a agentesde la CIA”.

al modelo político puesto en marcha en laIsla; que se conociera la visión cubana res-pecto de los problemas internacionales dela época; que se expusieran los aconteci-mientos de coyuntura en el continente y lacaracterización de ellos por parte de FidelCastro; que el dirigente cubano diera a co-nocer las experiencias de su visita a Chile yal Presidente Allende (visita desde la cualprecisamente retornaba a Cuba); que for-mulara sus conceptos respecto de los orga-nismos internacionales como la OEA y querefiriera su criterio frente a la política nor-teamericana que, mediante el bloqueo y elaislamiento político y comercial, pretendíaafectar el curso de la revolución cubana.

En la mencionada rueda de prensaaconteció un hecho que por su característi-ca vale recordarlo: uno de los periodistasacreditados era el conocido presentador delcanal 10 de TV Alberto Borges. Cuando elmencionado Borges, con su estilo tan per-sonal, se identifico para formular algunapregunta al Comandante Fidel Castro, éstecon pleno conocimiento del “rol” de Bor-ges, le contestó “yo no respondo a agentesde la CIA”.

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Al finalizar la “rueda de prensa”, FidelCastro fue invitado por los dirigentes de lospartidos comunista y socialista, para que seaproximara hasta la puerta principal del ae-ropuerto guayaquileño, y desde atrás de ellasaludara a los centenares de hombres y mu-jeres que, en ese lugar, se hallaban concen-trados y que habían acudido a vitorearle y aexpresarle su solidaridad, -en forma similara la adhesión de los miles de concurrentesque se hallaban en los entornos del aero-puerto Simón Bolívar-, con el proceso revo-lucionario cubano.

Siendo cerca de las 21h. el dirigentecubano fue convidado al casino de la fuerzaaérea ecuatoriana, donde el Presidente Ve-lasco Ibarra esperaba a la delegación visi-tante, en cuyo honor se ofreció una cena.En efecto, tras saludar a los simpatizantesde la revolución cubana, como queda di-cho, Fidel Castro volvió al parqueadero deaviones y junto al ministro Nebot abordóun carro patrulla de la Comisión de Transi-to que lo condujo al lado opuesto de la pistade aterrizaje donde se hallaba el local esco-gido para la cena, (previamente a la cual seprodujo, en el segundo piso del casino, unencuentro reservado entre Velasco Ibarra y

Al finalizar la “rueda de prensa”, FidelCastro fue invitado por los dirigentes de lospartidos comunista y socialista, para que seaproximara hasta la puerta principal del ae-ropuerto guayaquileño, y desde atrás de ellasaludara a los centenares de hombres y mu-jeres que, en ese lugar, se hallaban concen-trados y que habían acudido a vitorearle y aexpresarle su solidaridad, -en forma similara la adhesión de los miles de concurrentesque se hallaban en los entornos del aero-puerto Simón Bolívar-, con el proceso revo-lucionario cubano.

Siendo cerca de las 21h. el dirigentecubano fue convidado al casino de la fuerzaaérea ecuatoriana, donde el Presidente Ve-lasco Ibarra esperaba a la delegación visi-tante, en cuyo honor se ofreció una cena.En efecto, tras saludar a los simpatizantesde la revolución cubana, como queda di-cho, Fidel Castro volvió al parqueadero deaviones y junto al ministro Nebot abordóun carro patrulla de la Comisión de Transi-to que lo condujo al lado opuesto de la pistade aterrizaje donde se hallaba el local esco-gido para la cena, (previamente a la cual seprodujo, en el segundo piso del casino, unencuentro reservado entre Velasco Ibarra y

Al finalizar la “rueda de prensa”, FidelCastro fue invitado por los dirigentes de lospartidos comunista y socialista, para que seaproximara hasta la puerta principal del ae-ropuerto guayaquileño, y desde atrás de ellasaludara a los centenares de hombres y mu-jeres que, en ese lugar, se hallaban concen-trados y que habían acudido a vitorearle y aexpresarle su solidaridad, -en forma similara la adhesión de los miles de concurrentesque se hallaban en los entornos del aero-puerto Simón Bolívar-, con el proceso revo-lucionario cubano.

Siendo cerca de las 21h. el dirigentecubano fue convidado al casino de la fuerzaaérea ecuatoriana, donde el Presidente Ve-lasco Ibarra esperaba a la delegación visi-tante, en cuyo honor se ofreció una cena.En efecto, tras saludar a los simpatizantesde la revolución cubana, como queda di-cho, Fidel Castro volvió al parqueadero deaviones y junto al ministro Nebot abordóun carro patrulla de la Comisión de Transi-to que lo condujo al lado opuesto de la pistade aterrizaje donde se hallaba el local esco-gido para la cena, (previamente a la cual seprodujo, en el segundo piso del casino, unencuentro reservado entre Velasco Ibarra y

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Fidel Castro que duró algo más de una ho-ra) –cena en la cual se sirvió, por parte delpersonal de servicio que lució trajes típicos,langosta a la mayonesa, carne asada a la pa-rrilla, frutas nacionales y helado-, y a lamisma que concurrieron las siguientes au-toridades civiles y militares y funcionariosde gobierno:

Ministro de Relaciones Exteriores, Dr.Rafael García Velasco; Ministro de Gobier-no, Abogado Jaime Nebot Velasco; Ministrode Defensa Nacional, Lcdo. Luis Robles Pla-za; Ministro de Recursos Naturales, Lcdo.Alfonso Arroyo Robelly; Ministro de la Pro-ducción, Dr. Vicente Burneo; SecretarioGeneral de la Administración, Dr FranciscoDíaz Garaicoa; Secretario Particular de laPresidencia, Sr. Jaime Acosta Espinosa; Pre-sidente del Instituto de Comercio Exterior,Dr. Edgar Terán Terán; Presidente de la Jun-ta de Planificación, Lcdo. Patricio Lasso Ca-rrión; Director de Protocolo, Sr. EnriqueSánchez Barona; Jefe de la Casa Presiden-cial, Sr. Gustavo Cordovez Pareja; Jefe delEstado Mayor Conjunto, Vicealmirante Jor-ge Cruz Polanco; Comandante General delEjército, General Guillermo Rodríguez La-ra; Comandante General de la Marina,

Fidel Castro que duró algo más de una ho-ra) –cena en la cual se sirvió, por parte delpersonal de servicio que lució trajes típicos,langosta a la mayonesa, carne asada a la pa-rrilla, frutas nacionales y helado-, y a lamisma que concurrieron las siguientes au-toridades civiles y militares y funcionariosde gobierno:

Ministro de Relaciones Exteriores, Dr.Rafael García Velasco; Ministro de Gobier-no, Abogado Jaime Nebot Velasco; Ministrode Defensa Nacional, Lcdo. Luis Robles Pla-za; Ministro de Recursos Naturales, Lcdo.Alfonso Arroyo Robelly; Ministro de la Pro-ducción, Dr. Vicente Burneo; SecretarioGeneral de la Administración, Dr FranciscoDíaz Garaicoa; Secretario Particular de laPresidencia, Sr. Jaime Acosta Espinosa; Pre-sidente del Instituto de Comercio Exterior,Dr. Edgar Terán Terán; Presidente de la Jun-ta de Planificación, Lcdo. Patricio Lasso Ca-rrión; Director de Protocolo, Sr. EnriqueSánchez Barona; Jefe de la Casa Presiden-cial, Sr. Gustavo Cordovez Pareja; Jefe delEstado Mayor Conjunto, Vicealmirante Jor-ge Cruz Polanco; Comandante General delEjército, General Guillermo Rodríguez La-ra; Comandante General de la Marina,

Fidel Castro que duró algo más de una ho-ra) –cena en la cual se sirvió, por parte delpersonal de servicio que lució trajes típicos,langosta a la mayonesa, carne asada a la pa-rrilla, frutas nacionales y helado-, y a lamisma que concurrieron las siguientes au-toridades civiles y militares y funcionariosde gobierno:

Ministro de Relaciones Exteriores, Dr.Rafael García Velasco; Ministro de Gobier-no, Abogado Jaime Nebot Velasco; Ministrode Defensa Nacional, Lcdo. Luis Robles Pla-za; Ministro de Recursos Naturales, Lcdo.Alfonso Arroyo Robelly; Ministro de la Pro-ducción, Dr. Vicente Burneo; SecretarioGeneral de la Administración, Dr FranciscoDíaz Garaicoa; Secretario Particular de laPresidencia, Sr. Jaime Acosta Espinosa; Pre-sidente del Instituto de Comercio Exterior,Dr. Edgar Terán Terán; Presidente de la Jun-ta de Planificación, Lcdo. Patricio Lasso Ca-rrión; Director de Protocolo, Sr. EnriqueSánchez Barona; Jefe de la Casa Presiden-cial, Sr. Gustavo Cordovez Pareja; Jefe delEstado Mayor Conjunto, Vicealmirante Jor-ge Cruz Polanco; Comandante General delEjército, General Guillermo Rodríguez La-ra; Comandante General de la Marina,

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19 19 19

Contralmirante Reinaldo Vallejo; Coman-dante General de la Fuerza Aérea, GeneralJulio Espinosa Pineda; Gobernador de laprovincia del Guayas, Sr. Oswaldo Menén-dez Gilbert; Comandante de la Primera Zo-na Naval, Capitán de navío Sergio VasquezPacheco; Comandante de la Segunda Zonamilitar, Coronel Washington Vinelli Landá-zuri; Comandante de la Segunda Zona Aé-rea, Coronel Luis Abaad, Embajador delEcuador ante la OEA, Dr. Juan Carlos Fai-dutti Estrada.

Fueron invitados especiales a la cena,además, los siguientes ciudadanos:

Sr. Enrique Grau Ruiz, Alcalde deGuayaqui; Lcdo. Walter Franco, Prefectoprovincial del Guayas; Coronel Rafael An-drade Vivero, Director General de AviaciónCivil; Sr. Guillermo Gallardo Córdova, In-tendente de Policía de Guayaquil; Sr. OscarGrano Cortinez, Cónsul de la República deArgentina y Decano del Cuerpo Consularen Guayaquil; Dr. Fernando Manrique Mo-rales, Presidente de la Junta Monetaria;Lcdo. Nicolás Valdano Raffo, Presidente dela Cuenca del Río Guayas y de la ComisiónNacional del Algodón; Lcdo. Pedro Saad,

Contralmirante Reinaldo Vallejo; Coman-dante General de la Fuerza Aérea, GeneralJulio Espinosa Pineda; Gobernador de laprovincia del Guayas, Sr. Oswaldo Menén-dez Gilbert; Comandante de la Primera Zo-na Naval, Capitán de navío Sergio VasquezPacheco; Comandante de la Segunda Zonamilitar, Coronel Washington Vinelli Landá-zuri; Comandante de la Segunda Zona Aé-rea, Coronel Luis Abaad, Embajador delEcuador ante la OEA, Dr. Juan Carlos Fai-dutti Estrada.

Fueron invitados especiales a la cena,además, los siguientes ciudadanos:

Sr. Enrique Grau Ruiz, Alcalde deGuayaqui; Lcdo. Walter Franco, Prefectoprovincial del Guayas; Coronel Rafael An-drade Vivero, Director General de AviaciónCivil; Sr. Guillermo Gallardo Córdova, In-tendente de Policía de Guayaquil; Sr. OscarGrano Cortinez, Cónsul de la República deArgentina y Decano del Cuerpo Consularen Guayaquil; Dr. Fernando Manrique Mo-rales, Presidente de la Junta Monetaria;Lcdo. Nicolás Valdano Raffo, Presidente dela Cuenca del Río Guayas y de la ComisiónNacional del Algodón; Lcdo. Pedro Saad,

Contralmirante Reinaldo Vallejo; Coman-dante General de la Fuerza Aérea, GeneralJulio Espinosa Pineda; Gobernador de laprovincia del Guayas, Sr. Oswaldo Menén-dez Gilbert; Comandante de la Primera Zo-na Naval, Capitán de navío Sergio VasquezPacheco; Comandante de la Segunda Zonamilitar, Coronel Washington Vinelli Landá-zuri; Comandante de la Segunda Zona Aé-rea, Coronel Luis Abaad, Embajador delEcuador ante la OEA, Dr. Juan Carlos Fai-dutti Estrada.

Fueron invitados especiales a la cena,además, los siguientes ciudadanos:

Sr. Enrique Grau Ruiz, Alcalde deGuayaqui; Lcdo. Walter Franco, Prefectoprovincial del Guayas; Coronel Rafael An-drade Vivero, Director General de AviaciónCivil; Sr. Guillermo Gallardo Córdova, In-tendente de Policía de Guayaquil; Sr. OscarGrano Cortinez, Cónsul de la República deArgentina y Decano del Cuerpo Consularen Guayaquil; Dr. Fernando Manrique Mo-rales, Presidente de la Junta Monetaria;Lcdo. Nicolás Valdano Raffo, Presidente dela Cuenca del Río Guayas y de la ComisiónNacional del Algodón; Lcdo. Pedro Saad,

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Secretario General del Partido Comunistadel Ecuador; Dr. Gonzalo Oleas, SecretarioGeneral de una de las fracciones del PartidoSocialista; Sr. Rafael Guerrero Valenzuela;Sr. Xavier Benedetti, de Canal 10 de TV; Dr.Luis Gómez Lince; Sr. Luis Salas Mancheno,Secretario General de la Federación Nacio-nal de Choferes; Sr. Efraín Pérez Castro, delDiario El Universo; Dr. Manuel Araujo Hi-dalgo; Dr. Elías Gallegos Anda, SecretarioGeneral de Unión Democrática Popular;Dr. José Hanna Musse; Sr. Hugo FernándezCalle; Sr. Enrique Gil Gilbert; Arq. AlfredoVera; Lcdo. Efraín Alvarez; Econ. Elías Mu-ñoz; Sr. Solón Guerrero; Señora Alba Cal-derón de Gil; Sr. Washington Delgado Ce-peda, Presidente Nacional de AER; Dr.Aquiles Valencia; Sr. Becker Sánchez; Sr.Juan Vásquez Bastidas, Secretario Generalde la CTE; Sr. Miguel Lechón, SecretarioGeneral de la FEI; Sr. Luis Valdiviezo Mo-rán; Sr. Luis Castro Villamar; Sr. CesáreoValverde; Dr. Manuel Medina Castro; Sr.Colón Ramírez y Dr. José Solís.

En la cena en referencia el mandata-rio ecuatoriano pronunció el discurso de ri-gor de bienvenida a la delegación cubana.(ver documento 2) De dicha intervención

Secretario General del Partido Comunistadel Ecuador; Dr. Gonzalo Oleas, SecretarioGeneral de una de las fracciones del PartidoSocialista; Sr. Rafael Guerrero Valenzuela;Sr. Xavier Benedetti, de Canal 10 de TV; Dr.Luis Gómez Lince; Sr. Luis Salas Mancheno,Secretario General de la Federación Nacio-nal de Choferes; Sr. Efraín Pérez Castro, delDiario El Universo; Dr. Manuel Araujo Hi-dalgo; Dr. Elías Gallegos Anda, SecretarioGeneral de Unión Democrática Popular;Dr. José Hanna Musse; Sr. Hugo FernándezCalle; Sr. Enrique Gil Gilbert; Arq. AlfredoVera; Lcdo. Efraín Alvarez; Econ. Elías Mu-ñoz; Sr. Solón Guerrero; Señora Alba Cal-derón de Gil; Sr. Washington Delgado Ce-peda, Presidente Nacional de AER; Dr.Aquiles Valencia; Sr. Becker Sánchez; Sr.Juan Vásquez Bastidas, Secretario Generalde la CTE; Sr. Miguel Lechón, SecretarioGeneral de la FEI; Sr. Luis Valdiviezo Mo-rán; Sr. Luis Castro Villamar; Sr. CesáreoValverde; Dr. Manuel Medina Castro; Sr.Colón Ramírez y Dr. José Solís.

En la cena en referencia el mandata-rio ecuatoriano pronunció el discurso de ri-gor de bienvenida a la delegación cubana.(ver documento 2) De dicha intervención

Secretario General del Partido Comunistadel Ecuador; Dr. Gonzalo Oleas, SecretarioGeneral de una de las fracciones del PartidoSocialista; Sr. Rafael Guerrero Valenzuela;Sr. Xavier Benedetti, de Canal 10 de TV; Dr.Luis Gómez Lince; Sr. Luis Salas Mancheno,Secretario General de la Federación Nacio-nal de Choferes; Sr. Efraín Pérez Castro, delDiario El Universo; Dr. Manuel Araujo Hi-dalgo; Dr. Elías Gallegos Anda, SecretarioGeneral de Unión Democrática Popular;Dr. José Hanna Musse; Sr. Hugo FernándezCalle; Sr. Enrique Gil Gilbert; Arq. AlfredoVera; Lcdo. Efraín Alvarez; Econ. Elías Mu-ñoz; Sr. Solón Guerrero; Señora Alba Cal-derón de Gil; Sr. Washington Delgado Ce-peda, Presidente Nacional de AER; Dr.Aquiles Valencia; Sr. Becker Sánchez; Sr.Juan Vásquez Bastidas, Secretario Generalde la CTE; Sr. Miguel Lechón, SecretarioGeneral de la FEI; Sr. Luis Valdiviezo Mo-rán; Sr. Luis Castro Villamar; Sr. CesáreoValverde; Dr. Manuel Medina Castro; Sr.Colón Ramírez y Dr. José Solís.

En la cena en referencia el mandata-rio ecuatoriano pronunció el discurso de ri-gor de bienvenida a la delegación cubana.(ver documento 2) De dicha intervención

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básteme decir que el Presidente Velasco Iba-rra exteriorizó su admiración por el proce-so revolucionario cubano y por Fidel Cas-tro con valentía y convicción que deben serrescatados, pues no debemos olvidar que enel momento de dicho encuentro no existíanrelaciones diplomáticas entre Ecuador yCuba, a parte de que hubo, en los días pre-vios a la mencionada cita, presiones del go-bierno norteamericano para impedir la su-sodicha entrevista así como, en este mismocontexto, se evidenciaron apremios ideoló-gicos de la extrema derecha nacional (ex-presadas tanto al interior de un reducidosector de las fuerzas armadas ecuatorianas yen algunos sectores de la sociedad civil) conla finalidad de dar al traste con tan impor-tante encuentro.

En suma, como se advierte de la lectu-ra del discurso de Velasco Ibarra, el manda-tario ecuatoriano se explica y justifica la ra-zón de determinadas acciones posteriores altriunfo de toda revolución, -similares a lasque adoptó en su oportunidad la revolu-ción francesa-, y que tienen que ver, porejemplo, con la medida extrema del fusila-miento; rescata la carencia de valores mora-les e ideológicos para emprender acciones

básteme decir que el Presidente Velasco Iba-rra exteriorizó su admiración por el proce-so revolucionario cubano y por Fidel Cas-tro con valentía y convicción que deben serrescatados, pues no debemos olvidar que enel momento de dicho encuentro no existíanrelaciones diplomáticas entre Ecuador yCuba, a parte de que hubo, en los días pre-vios a la mencionada cita, presiones del go-bierno norteamericano para impedir la su-sodicha entrevista así como, en este mismocontexto, se evidenciaron apremios ideoló-gicos de la extrema derecha nacional (ex-presadas tanto al interior de un reducidosector de las fuerzas armadas ecuatorianas yen algunos sectores de la sociedad civil) conla finalidad de dar al traste con tan impor-tante encuentro.

En suma, como se advierte de la lectu-ra del discurso de Velasco Ibarra, el manda-tario ecuatoriano se explica y justifica la ra-zón de determinadas acciones posteriores altriunfo de toda revolución, -similares a lasque adoptó en su oportunidad la revolu-ción francesa-, y que tienen que ver, porejemplo, con la medida extrema del fusila-miento; rescata la carencia de valores mora-les e ideológicos para emprender acciones

básteme decir que el Presidente Velasco Iba-rra exteriorizó su admiración por el proce-so revolucionario cubano y por Fidel Cas-tro con valentía y convicción que deben serrescatados, pues no debemos olvidar que enel momento de dicho encuentro no existíanrelaciones diplomáticas entre Ecuador yCuba, a parte de que hubo, en los días pre-vios a la mencionada cita, presiones del go-bierno norteamericano para impedir la su-sodicha entrevista así como, en este mismocontexto, se evidenciaron apremios ideoló-gicos de la extrema derecha nacional (ex-presadas tanto al interior de un reducidosector de las fuerzas armadas ecuatorianas yen algunos sectores de la sociedad civil) conla finalidad de dar al traste con tan impor-tante encuentro.

En suma, como se advierte de la lectu-ra del discurso de Velasco Ibarra, el manda-tario ecuatoriano se explica y justifica la ra-zón de determinadas acciones posteriores altriunfo de toda revolución, -similares a lasque adoptó en su oportunidad la revolu-ción francesa-, y que tienen que ver, porejemplo, con la medida extrema del fusila-miento; rescata la carencia de valores mora-les e ideológicos para emprender acciones

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de transformación en las sociedades domi-nadas por ciertos pequeños grupos de po-der; admira el pensamiento y la prácticacongruente de Fidel con ese pensamiento;rescata la necesidad de que cada puebloconstruya su destino conforme su propiarealidad; cuestiona severamente el rol de laoligarquías que, entre otras cosas, “hancontribuido a viciar las democracias repre-sentativas” y condena la injustificable exclu-sión de Cuba de la OEA.

Luego, en la ya mentada cena, FidelCastro efectuó una intervención de contes-tación a la del Dr. Velasco (ver documento3) en cuya alocución existió un claro pro-pósito para especificar los matices del pro-ceso revolucionario cubano y, en ese entor-no, también, explicar las circunstancias delos actos de juzgamiento a los criminalesbatistianos, aclaración proporcionada a finde superar todo tipo de calumnias que alre-dedor de esta temática se solían formular.

Fidel elaboró, además, una importan-te exposición sobre el rol que en Cuba ha-bía asumido la prensa escrita y, en general,los diversos medios masivos de divulgación.Se refirió, también, a los ideales que anima-

de transformación en las sociedades domi-nadas por ciertos pequeños grupos de po-der; admira el pensamiento y la prácticacongruente de Fidel con ese pensamiento;rescata la necesidad de que cada puebloconstruya su destino conforme su propiarealidad; cuestiona severamente el rol de laoligarquías que, entre otras cosas, “hancontribuido a viciar las democracias repre-sentativas” y condena la injustificable exclu-sión de Cuba de la OEA.

Luego, en la ya mentada cena, FidelCastro efectuó una intervención de contes-tación a la del Dr. Velasco (ver documento3) en cuya alocución existió un claro pro-pósito para especificar los matices del pro-ceso revolucionario cubano y, en ese entor-no, también, explicar las circunstancias delos actos de juzgamiento a los criminalesbatistianos, aclaración proporcionada a finde superar todo tipo de calumnias que alre-dedor de esta temática se solían formular.

Fidel elaboró, además, una importan-te exposición sobre el rol que en Cuba ha-bía asumido la prensa escrita y, en general,los diversos medios masivos de divulgación.Se refirió, también, a los ideales que anima-

de transformación en las sociedades domi-nadas por ciertos pequeños grupos de po-der; admira el pensamiento y la prácticacongruente de Fidel con ese pensamiento;rescata la necesidad de que cada puebloconstruya su destino conforme su propiarealidad; cuestiona severamente el rol de laoligarquías que, entre otras cosas, “hancontribuido a viciar las democracias repre-sentativas” y condena la injustificable exclu-sión de Cuba de la OEA.

Luego, en la ya mentada cena, FidelCastro efectuó una intervención de contes-tación a la del Dr. Velasco (ver documento3) en cuya alocución existió un claro pro-pósito para especificar los matices del pro-ceso revolucionario cubano y, en ese entor-no, también, explicar las circunstancias delos actos de juzgamiento a los criminalesbatistianos, aclaración proporcionada a finde superar todo tipo de calumnias que alre-dedor de esta temática se solían formular.

Fidel elaboró, además, una importan-te exposición sobre el rol que en Cuba ha-bía asumido la prensa escrita y, en general,los diversos medios masivos de divulgación.Se refirió, también, a los ideales que anima-

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ban a la dirección política de la revoluciónen la construcción de la Patria cubana, yconcluyó resaltando la importancia en fruc-tificar una auténtica relación entre los pue-blos, amistad que siempre estaría, por enci-ma de cualquier vínculo protocolar o decualquier formalidad.

En la cena se produjeron varios he-chos anecdóticos que no pueden ser olvida-dos, pues Fidel, luego de los discursos de ri-gor, rompió los ritos protocolarios y con suacostumbrada espontaneidad, por ejemplo,comentó la calidad de la cena y preguntó:“con tan exquisita comida, ¿por qué es tanflaco usted Dr. Velasco?”.

En más de una oportunidad en laconversación con el mandatario ecuatoria-no, Fidel se incorporó para poner énfasis asus afirmaciones y conceptos, todo ello enmedio del sepulcral silencio de los convida-dos que no se perdieron una palabra de latertulia entre Velasco y Castro. Así queda-ron registrados dos episodios de interés: elprimero se refiere a una intervención de Ve-lasco que dirigiéndose a Fidel le dijo: “yoadmiro profundamente su revolución, se-ñor” a lo cual Fidel le respondió, mientras

ban a la dirección política de la revoluciónen la construcción de la Patria cubana, yconcluyó resaltando la importancia en fruc-tificar una auténtica relación entre los pue-blos, amistad que siempre estaría, por enci-ma de cualquier vínculo protocolar o decualquier formalidad.

En la cena se produjeron varios he-chos anecdóticos que no pueden ser olvida-dos, pues Fidel, luego de los discursos de ri-gor, rompió los ritos protocolarios y con suacostumbrada espontaneidad, por ejemplo,comentó la calidad de la cena y preguntó:“con tan exquisita comida, ¿por qué es tanflaco usted Dr. Velasco?”.

En más de una oportunidad en laconversación con el mandatario ecuatoria-no, Fidel se incorporó para poner énfasis asus afirmaciones y conceptos, todo ello enmedio del sepulcral silencio de los convida-dos que no se perdieron una palabra de latertulia entre Velasco y Castro. Así queda-ron registrados dos episodios de interés: elprimero se refiere a una intervención de Ve-lasco que dirigiéndose a Fidel le dijo: “yoadmiro profundamente su revolución, se-ñor” a lo cual Fidel le respondió, mientras

ban a la dirección política de la revoluciónen la construcción de la Patria cubana, yconcluyó resaltando la importancia en fruc-tificar una auténtica relación entre los pue-blos, amistad que siempre estaría, por enci-ma de cualquier vínculo protocolar o decualquier formalidad.

En la cena se produjeron varios he-chos anecdóticos que no pueden ser olvida-dos, pues Fidel, luego de los discursos de ri-gor, rompió los ritos protocolarios y con suacostumbrada espontaneidad, por ejemplo,comentó la calidad de la cena y preguntó:“con tan exquisita comida, ¿por qué es tanflaco usted Dr. Velasco?”.

En más de una oportunidad en laconversación con el mandatario ecuatoria-no, Fidel se incorporó para poner énfasis asus afirmaciones y conceptos, todo ello enmedio del sepulcral silencio de los convida-dos que no se perdieron una palabra de latertulia entre Velasco y Castro. Así queda-ron registrados dos episodios de interés: elprimero se refiere a una intervención de Ve-lasco que dirigiéndose a Fidel le dijo: “yoadmiro profundamente su revolución, se-ñor” a lo cual Fidel le respondió, mientras

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hacía un discreto señalamiento en direcciónde los miembros del Comando Conjunto delas Fuerzas Armadas presentes en dicha ce-na “usted, Presidente Velasco, tiene el po-der, usted gobierna este pueblo y este país,haga, pues, la revolución que usted admira”.La segunda circunstancia tiene que ver conel comentario de Fidel Castro dirigido alSecretario General del Partido Comunista,Pedro Saad, a quien le dijo: “Pedro, el Dr.Velasco no es fascista como tu dices en ElPueblo”3. Frente a esta observación, PedroSaad abandonó el asiento que le había sidoasignado, se aproximó hacia el lugar queocupaban los mandatarios de Cuba y Ecua-dor y respondió: “Comandante nunca hedicho que el Presidente sea un fascista. Locombatimos pero no hemos afirmado quesea un Fascista”. Fidel replicó: “Pedro, elPresidente no es Fascista”.

Seis horas y ocho minutos permane-cieron Fidel Castro y sus acompañantes enel Ecuador cumpliendo las actividades quebrevemente quedan recordadas, al final delas cuales abordaron el avión cubano queles regresaría al aeropuerto de Talara, en elPerú,4 desde donde el avión de Cubana queretornaba de Guayaquil con Fidel, más

hacía un discreto señalamiento en direcciónde los miembros del Comando Conjunto delas Fuerzas Armadas presentes en dicha ce-na “usted, Presidente Velasco, tiene el po-der, usted gobierna este pueblo y este país,haga, pues, la revolución que usted admira”.La segunda circunstancia tiene que ver conel comentario de Fidel Castro dirigido alSecretario General del Partido Comunista,Pedro Saad, a quien le dijo: “Pedro, el Dr.Velasco no es fascista como tu dices en ElPueblo”3. Frente a esta observación, PedroSaad abandonó el asiento que le había sidoasignado, se aproximó hacia el lugar queocupaban los mandatarios de Cuba y Ecua-dor y respondió: “Comandante nunca hedicho que el Presidente sea un fascista. Locombatimos pero no hemos afirmado quesea un Fascista”. Fidel replicó: “Pedro, elPresidente no es Fascista”.

Seis horas y ocho minutos permane-cieron Fidel Castro y sus acompañantes enel Ecuador cumpliendo las actividades quebrevemente quedan recordadas, al final delas cuales abordaron el avión cubano queles regresaría al aeropuerto de Talara, en elPerú,4 desde donde el avión de Cubana queretornaba de Guayaquil con Fidel, más

hacía un discreto señalamiento en direcciónde los miembros del Comando Conjunto delas Fuerzas Armadas presentes en dicha ce-na “usted, Presidente Velasco, tiene el po-der, usted gobierna este pueblo y este país,haga, pues, la revolución que usted admira”.La segunda circunstancia tiene que ver conel comentario de Fidel Castro dirigido alSecretario General del Partido Comunista,Pedro Saad, a quien le dijo: “Pedro, el Dr.Velasco no es fascista como tu dices en ElPueblo”3. Frente a esta observación, PedroSaad abandonó el asiento que le había sidoasignado, se aproximó hacia el lugar queocupaban los mandatarios de Cuba y Ecua-dor y respondió: “Comandante nunca hedicho que el Presidente sea un fascista. Locombatimos pero no hemos afirmado quesea un Fascista”. Fidel replicó: “Pedro, elPresidente no es Fascista”.

Seis horas y ocho minutos permane-cieron Fidel Castro y sus acompañantes enel Ecuador cumpliendo las actividades quebrevemente quedan recordadas, al final delas cuales abordaron el avión cubano queles regresaría al aeropuerto de Talara, en elPerú,4 desde donde el avión de Cubana queretornaba de Guayaquil con Fidel, más

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aquel avión cubano, el más grande, que sequedó en Talara esperando al Comandante,se juntaron e inmediatamente partieron deretorno a Cuba, lugar del cual habían salidomucho tiempo a tras para cumplir la largavisita oficial al gobierno socialista de Chiledirigido por el militante y ejemplar socialis-ta Dr. Salvador Allende.

2. Características generales del gobiernodel Dr. Velasco Ibarra, anfitrión de Fidel

Para comprender el entorno de la visi-ta de Fidel Castro al Ecuador, y de maneraparticular el encuentro con el mandatarioecuatoriano José María Velasco Ibarra, esmenester, aunque sea de manera sumaria, elque me refiera a las características generalesdel mencionado régimen velasquista, asun-to este que trataré en las siguientes líneas:

El Ecuador de la década de los añossetenta se construyó a partir de la explota-ción del petróleo en un contexto, además,de internacionalización de la economíaecuatoriana debido a la agresiva presenciade capitales provenientes fundamentalmen-te de los Estados Unidos de Norteamérica,los mismos que coparon las actividades más

aquel avión cubano, el más grande, que sequedó en Talara esperando al Comandante,se juntaron e inmediatamente partieron deretorno a Cuba, lugar del cual habían salidomucho tiempo a tras para cumplir la largavisita oficial al gobierno socialista de Chiledirigido por el militante y ejemplar socialis-ta Dr. Salvador Allende.

2. Características generales del gobiernodel Dr. Velasco Ibarra, anfitrión de Fidel

Para comprender el entorno de la visi-ta de Fidel Castro al Ecuador, y de maneraparticular el encuentro con el mandatarioecuatoriano José María Velasco Ibarra, esmenester, aunque sea de manera sumaria, elque me refiera a las características generalesdel mencionado régimen velasquista, asun-to este que trataré en las siguientes líneas:

El Ecuador de la década de los añossetenta se construyó a partir de la explota-ción del petróleo en un contexto, además,de internacionalización de la economíaecuatoriana debido a la agresiva presenciade capitales provenientes fundamentalmen-te de los Estados Unidos de Norteamérica,los mismos que coparon las actividades más

aquel avión cubano, el más grande, que sequedó en Talara esperando al Comandante,se juntaron e inmediatamente partieron deretorno a Cuba, lugar del cual habían salidomucho tiempo a tras para cumplir la largavisita oficial al gobierno socialista de Chiledirigido por el militante y ejemplar socialis-ta Dr. Salvador Allende.

2. Características generales del gobiernodel Dr. Velasco Ibarra, anfitrión de Fidel

Para comprender el entorno de la visi-ta de Fidel Castro al Ecuador, y de maneraparticular el encuentro con el mandatarioecuatoriano José María Velasco Ibarra, esmenester, aunque sea de manera sumaria, elque me refiera a las características generalesdel mencionado régimen velasquista, asun-to este que trataré en las siguientes líneas:

El Ecuador de la década de los añossetenta se construyó a partir de la explota-ción del petróleo en un contexto, además,de internacionalización de la economíaecuatoriana debido a la agresiva presenciade capitales provenientes fundamentalmen-te de los Estados Unidos de Norteamérica,los mismos que coparon las actividades más

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dinámicas y rentables del país. De esta ma-nera se produjo la articulación del Ecuadoral capitalismo central y, en tanto, surgieronsectores modernos de la economía vincula-dos a la industria, al comercio y a los servi-cios controlados por el capital externo que,así mismo, mediante los créditos, consoli-daron su presencia en la economía interna.

Esta penetración financiera o de loscréditos de proveedores, abarcó también lasrelaciones sociales de producción, debido aque muchas transnacionales se asociaronestrechamente con el capital público y pri-vado nacionales en la instalación y desarro-llo de actividades y empresas que condicio-naron el funcionamiento del conjunto de laeconomía ecuatoriana.

Este es el Ecuador al que gobernaba elDr. Velasco Ibarra, quien había llegado alpoder en 1968, auspiciado por lo que se co-noció como la Federación Nacional Velas-quista, luego de derrotar electoralmente a lacandidatura liberal del Dr. Adrés F. Córdo-va, -que recibió el apoyo de Concentraciónde Fuerzas Populares y de un sector de so-cialistas-, así como a las candidaturas de laderecha política del país expresadas en Jor-

dinámicas y rentables del país. De esta ma-nera se produjo la articulación del Ecuadoral capitalismo central y, en tanto, surgieronsectores modernos de la economía vincula-dos a la industria, al comercio y a los servi-cios controlados por el capital externo que,así mismo, mediante los créditos, consoli-daron su presencia en la economía interna.

Esta penetración financiera o de loscréditos de proveedores, abarcó también lasrelaciones sociales de producción, debido aque muchas transnacionales se asociaronestrechamente con el capital público y pri-vado nacionales en la instalación y desarro-llo de actividades y empresas que condicio-naron el funcionamiento del conjunto de laeconomía ecuatoriana.

Este es el Ecuador al que gobernaba elDr. Velasco Ibarra, quien había llegado alpoder en 1968, auspiciado por lo que se co-noció como la Federación Nacional Velas-quista, luego de derrotar electoralmente a lacandidatura liberal del Dr. Adrés F. Córdo-va, -que recibió el apoyo de Concentraciónde Fuerzas Populares y de un sector de so-cialistas-, así como a las candidaturas de laderecha política del país expresadas en Jor-

dinámicas y rentables del país. De esta ma-nera se produjo la articulación del Ecuadoral capitalismo central y, en tanto, surgieronsectores modernos de la economía vincula-dos a la industria, al comercio y a los servi-cios controlados por el capital externo que,así mismo, mediante los créditos, consoli-daron su presencia en la economía interna.

Esta penetración financiera o de loscréditos de proveedores, abarcó también lasrelaciones sociales de producción, debido aque muchas transnacionales se asociaronestrechamente con el capital público y pri-vado nacionales en la instalación y desarro-llo de actividades y empresas que condicio-naron el funcionamiento del conjunto de laeconomía ecuatoriana.

Este es el Ecuador al que gobernaba elDr. Velasco Ibarra, quien había llegado alpoder en 1968, auspiciado por lo que se co-noció como la Federación Nacional Velas-quista, luego de derrotar electoralmente a lacandidatura liberal del Dr. Adrés F. Córdo-va, -que recibió el apoyo de Concentraciónde Fuerzas Populares y de un sector de so-cialistas-, así como a las candidaturas de laderecha política del país expresadas en Jor-

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ge Crespo Toral y Camilo Ponce, y a la pro-puesta electoral de la izquierda comunistaencabezada por Elías Gallegos Anda.

Velasco Ibarra ganó aquellas eleccio-nes de 1968, gracias a un discurso demagó-gico lleno de ofertas, con una escasa ventajasobre Córdova, cuyo binomio, Jorge ZabalaBaquerizo, alcanzó en las urnas la Vicepre-sidencia de la República. De ésta forma seinició el quinto velasquismo que tuvo dosetapas: la primera desde 1968 a 1970 y la si-guiente (inaugurada con la dictadura delpropio Velasco) desde 1970 a 1972.

El inicio de la década de los años se-tenta coincidió, de otra parte, con la con-formación de una serie de organizacionescampesinas e indígenas que surgieron comorespuesta ante la actitud asumida por los te-rratenientes y gamonales del país que, fren-te a las intrascendentes reformas impulsa-das en materia agraria años atrás, violenta-ron dichas insuficientes reformas, poniendoen marcha políticas agrarias excluyentes enrelación con importantes sectores de masadel campo y propiciando desalojos masivosde campesinos e indígenas de sus tierras,todo ello mediante una represión institu-

ge Crespo Toral y Camilo Ponce, y a la pro-puesta electoral de la izquierda comunistaencabezada por Elías Gallegos Anda.

Velasco Ibarra ganó aquellas eleccio-nes de 1968, gracias a un discurso demagó-gico lleno de ofertas, con una escasa ventajasobre Córdova, cuyo binomio, Jorge ZabalaBaquerizo, alcanzó en las urnas la Vicepre-sidencia de la República. De ésta forma seinició el quinto velasquismo que tuvo dosetapas: la primera desde 1968 a 1970 y la si-guiente (inaugurada con la dictadura delpropio Velasco) desde 1970 a 1972.

El inicio de la década de los años se-tenta coincidió, de otra parte, con la con-formación de una serie de organizacionescampesinas e indígenas que surgieron comorespuesta ante la actitud asumida por los te-rratenientes y gamonales del país que, fren-te a las intrascendentes reformas impulsa-das en materia agraria años atrás, violenta-ron dichas insuficientes reformas, poniendoen marcha políticas agrarias excluyentes enrelación con importantes sectores de masadel campo y propiciando desalojos masivosde campesinos e indígenas de sus tierras,todo ello mediante una represión institu-

ge Crespo Toral y Camilo Ponce, y a la pro-puesta electoral de la izquierda comunistaencabezada por Elías Gallegos Anda.

Velasco Ibarra ganó aquellas eleccio-nes de 1968, gracias a un discurso demagó-gico lleno de ofertas, con una escasa ventajasobre Córdova, cuyo binomio, Jorge ZabalaBaquerizo, alcanzó en las urnas la Vicepre-sidencia de la República. De ésta forma seinició el quinto velasquismo que tuvo dosetapas: la primera desde 1968 a 1970 y la si-guiente (inaugurada con la dictadura delpropio Velasco) desde 1970 a 1972.

El inicio de la década de los años se-tenta coincidió, de otra parte, con la con-formación de una serie de organizacionescampesinas e indígenas que surgieron comorespuesta ante la actitud asumida por los te-rratenientes y gamonales del país que, fren-te a las intrascendentes reformas impulsa-das en materia agraria años atrás, violenta-ron dichas insuficientes reformas, poniendoen marcha políticas agrarias excluyentes enrelación con importantes sectores de masadel campo y propiciando desalojos masivosde campesinos e indígenas de sus tierras,todo ello mediante una represión institu-

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cionalizada proveniente desde las esferas delrégimen velasquista.

De otra parte, en este mismo período,algunas empresas petroleras, como la AngloEcuadorian Oilfields y el consorcio Texaco-Gulf, obtuvieron concesiones para explorarel oriente ecuatoriano y “redescubrir” el pe-tróleo. Las concesiones entregadas a las em-presas petroleras bordearon los 90.000 km2.

Una vez determinada la capacidadproductiva del petróleo el gobierno de Ve-lasco Ibarra y el Consorcio Texaco-Gulf fir-maron el contrato por el cual se fijaba la ru-ta y la capacidad operativa del oleoductotrans-ecuatoriano, a partir del requerimien-to de producción diario de aproximada-mente 270.000 barriles de crudo.

De esta manera el Ecuador y sus clasesdominantes avizoraron una nueva etapaque demandaría un proceso acelerado dereformas institucionales, lo cual provocónuevas pugnas entre las fracciones de laburguesía para captar el poder y usarlo con-forme a sus intereses y a los de sus nuevosaliados, las transnacionales petroleras.

cionalizada proveniente desde las esferas delrégimen velasquista.

De otra parte, en este mismo período,algunas empresas petroleras, como la AngloEcuadorian Oilfields y el consorcio Texaco-Gulf, obtuvieron concesiones para explorarel oriente ecuatoriano y “redescubrir” el pe-tróleo. Las concesiones entregadas a las em-presas petroleras bordearon los 90.000 km2.

Una vez determinada la capacidadproductiva del petróleo el gobierno de Ve-lasco Ibarra y el Consorcio Texaco-Gulf fir-maron el contrato por el cual se fijaba la ru-ta y la capacidad operativa del oleoductotrans-ecuatoriano, a partir del requerimien-to de producción diario de aproximada-mente 270.000 barriles de crudo.

De esta manera el Ecuador y sus clasesdominantes avizoraron una nueva etapaque demandaría un proceso acelerado dereformas institucionales, lo cual provocónuevas pugnas entre las fracciones de laburguesía para captar el poder y usarlo con-forme a sus intereses y a los de sus nuevosaliados, las transnacionales petroleras.

cionalizada proveniente desde las esferas delrégimen velasquista.

De otra parte, en este mismo período,algunas empresas petroleras, como la AngloEcuadorian Oilfields y el consorcio Texaco-Gulf, obtuvieron concesiones para explorarel oriente ecuatoriano y “redescubrir” el pe-tróleo. Las concesiones entregadas a las em-presas petroleras bordearon los 90.000 km2.

Una vez determinada la capacidadproductiva del petróleo el gobierno de Ve-lasco Ibarra y el Consorcio Texaco-Gulf fir-maron el contrato por el cual se fijaba la ru-ta y la capacidad operativa del oleoductotrans-ecuatoriano, a partir del requerimien-to de producción diario de aproximada-mente 270.000 barriles de crudo.

De esta manera el Ecuador y sus clasesdominantes avizoraron una nueva etapaque demandaría un proceso acelerado dereformas institucionales, lo cual provocónuevas pugnas entre las fracciones de laburguesía para captar el poder y usarlo con-forme a sus intereses y a los de sus nuevosaliados, las transnacionales petroleras.

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En este entorno, y habida cuenta de lanecesidad de poner orden entre las fraccio-nes que anhelaban festinar en su beneficioel nuevo recurso natural y para facilitar laadministración del Estado modernizanteque era indispensable crear, las Fuerzas Ar-madas optaron por “persuadir” a VelascoIbarra para que proclamara su propia dicta-dura que tendría el apoyo institucional delos militares. Así Velasco anunció su “go-bierno de facto” en junio de 1970, dandoinicio a la segunda etapa del gobierno velas-quista electo en 1968, etapa que concluirá,con la salida del dictador en 1972 y la asun-ción al poder de una dictadura militar en-cabezada por el General Guillermo Rodrí-guez Lara.

En todo caso, para los fines de estetrabajo, es imperativo destacar que la dicta-dura velasquista provocó, en el año de1971, múltiples reacciones en su contra des-de los más variados sectores sociales delEcuador. A este año, por ejemplo, corres-ponde la agrupación de los trabajadores enel Frente Unitario de los Trabajadores que,además, convocó, a varias huelgas y movili-zaciones no solo para enfrentar a la dicta-dura sino para “detener la ofensiva de la

En este entorno, y habida cuenta de lanecesidad de poner orden entre las fraccio-nes que anhelaban festinar en su beneficioel nuevo recurso natural y para facilitar laadministración del Estado modernizanteque era indispensable crear, las Fuerzas Ar-madas optaron por “persuadir” a VelascoIbarra para que proclamara su propia dicta-dura que tendría el apoyo institucional delos militares. Así Velasco anunció su “go-bierno de facto” en junio de 1970, dandoinicio a la segunda etapa del gobierno velas-quista electo en 1968, etapa que concluirá,con la salida del dictador en 1972 y la asun-ción al poder de una dictadura militar en-cabezada por el General Guillermo Rodrí-guez Lara.

En todo caso, para los fines de estetrabajo, es imperativo destacar que la dicta-dura velasquista provocó, en el año de1971, múltiples reacciones en su contra des-de los más variados sectores sociales delEcuador. A este año, por ejemplo, corres-ponde la agrupación de los trabajadores enel Frente Unitario de los Trabajadores que,además, convocó, a varias huelgas y movili-zaciones no solo para enfrentar a la dicta-dura sino para “detener la ofensiva de la

En este entorno, y habida cuenta de lanecesidad de poner orden entre las fraccio-nes que anhelaban festinar en su beneficioel nuevo recurso natural y para facilitar laadministración del Estado modernizanteque era indispensable crear, las Fuerzas Ar-madas optaron por “persuadir” a VelascoIbarra para que proclamara su propia dicta-dura que tendría el apoyo institucional delos militares. Así Velasco anunció su “go-bierno de facto” en junio de 1970, dandoinicio a la segunda etapa del gobierno velas-quista electo en 1968, etapa que concluirá,con la salida del dictador en 1972 y la asun-ción al poder de una dictadura militar en-cabezada por el General Guillermo Rodrí-guez Lara.

En todo caso, para los fines de estetrabajo, es imperativo destacar que la dicta-dura velasquista provocó, en el año de1971, múltiples reacciones en su contra des-de los más variados sectores sociales delEcuador. A este año, por ejemplo, corres-ponde la agrupación de los trabajadores enel Frente Unitario de los Trabajadores que,además, convocó, a varias huelgas y movili-zaciones no solo para enfrentar a la dicta-dura sino para “detener la ofensiva de la

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burguesía agro-exportadora en contra de laizquierda y del movimiento popular”.5

Pero la beligerancia hacia Velasco Iba-rra no solo provenía de los sectores referi-dos, sino que vale recordar que en Guaya-quil el líder de Concentración de FuerzasPopulares (CFP), Assad Bucaram, habíainiciado su carrera presidencial para 1972, abase de un apoyo popular de gran magni-tud logrado en los barrios marginales de esaciudad, -que lo respaldaban entusiástamen-te desde cuando fueron beneficiados, en laalcaldía de Bucaram en 1968, con la legali-zación de las tierras que las habían obteni-do mediante las tomas de las mismas-, yque objetaron con toda firmeza, luego en1970, la defenestración de Bucaram de laPrefectura Provincial del Guayas por partede la dictadura velasquista, provocando unaconfrontación que dio intranquilidad en to-do momento al régimen, más aún, cuandoen el propio año de 1971 se había montadodesde el gobierno central toda una campa-ña para “demostrar” que Bucaram no eraecuatoriano, a fin de impedirle su candida-tura presidencial.

Es en medio de este caótico panoramaque se anunció la visita “no protocolar” de

burguesía agro-exportadora en contra de laizquierda y del movimiento popular”.5

Pero la beligerancia hacia Velasco Iba-rra no solo provenía de los sectores referi-dos, sino que vale recordar que en Guaya-quil el líder de Concentración de FuerzasPopulares (CFP), Assad Bucaram, habíainiciado su carrera presidencial para 1972, abase de un apoyo popular de gran magni-tud logrado en los barrios marginales de esaciudad, -que lo respaldaban entusiástamen-te desde cuando fueron beneficiados, en laalcaldía de Bucaram en 1968, con la legali-zación de las tierras que las habían obteni-do mediante las tomas de las mismas-, yque objetaron con toda firmeza, luego en1970, la defenestración de Bucaram de laPrefectura Provincial del Guayas por partede la dictadura velasquista, provocando unaconfrontación que dio intranquilidad en to-do momento al régimen, más aún, cuandoen el propio año de 1971 se había montadodesde el gobierno central toda una campa-ña para “demostrar” que Bucaram no eraecuatoriano, a fin de impedirle su candida-tura presidencial.

Es en medio de este caótico panoramaque se anunció la visita “no protocolar” de

burguesía agro-exportadora en contra de laizquierda y del movimiento popular”.5

Pero la beligerancia hacia Velasco Iba-rra no solo provenía de los sectores referi-dos, sino que vale recordar que en Guaya-quil el líder de Concentración de FuerzasPopulares (CFP), Assad Bucaram, habíainiciado su carrera presidencial para 1972, abase de un apoyo popular de gran magni-tud logrado en los barrios marginales de esaciudad, -que lo respaldaban entusiástamen-te desde cuando fueron beneficiados, en laalcaldía de Bucaram en 1968, con la legali-zación de las tierras que las habían obteni-do mediante las tomas de las mismas-, yque objetaron con toda firmeza, luego en1970, la defenestración de Bucaram de laPrefectura Provincial del Guayas por partede la dictadura velasquista, provocando unaconfrontación que dio intranquilidad en to-do momento al régimen, más aún, cuandoen el propio año de 1971 se había montadodesde el gobierno central toda una campa-ña para “demostrar” que Bucaram no eraecuatoriano, a fin de impedirle su candida-tura presidencial.

Es en medio de este caótico panoramaque se anunció la visita “no protocolar” de

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Fidel Castro, visita compleja por varios fac-tores que se conjugaban en ese momento.De una parte, por no existir relaciones di-plomáticas entre Cuba y Ecuador, pues di-chas relaciones fueron rotas, por evidentepresión del imperio norteamericano, el 2 deabril de 1962 en la presidencia del Dr. Car-los Julio Arosemena Monroy; y de otro la-do, debido a las condiciones internas delpaís en donde la ultraderecha política y eco-nómica pretendía constituirse, en medio deuna singular confrontación interburguesa,en la sustitución al quinto velasquismo, conla perspectiva de usufructuar a medianoplazo de los ingresos que comenzaría a de-jar la producción petrolera.

A este período histórico corresponde,además, la persistente confrontación del ré-gimen con los trabajadores del campo y dela ciudad, así como con los sectores univer-sitarios (todos ellos influenciados por lospartidos de la izquierda ecuatoriana) y conlos más amplios espectros de la poblaciónque combatían a la dictadura, en medio deuna violenta represión desatada por VelascoIbarra.

A más de todo lo anteriormente seña-lado, debo recordar que al año de 1971 co-

Fidel Castro, visita compleja por varios fac-tores que se conjugaban en ese momento.De una parte, por no existir relaciones di-plomáticas entre Cuba y Ecuador, pues di-chas relaciones fueron rotas, por evidentepresión del imperio norteamericano, el 2 deabril de 1962 en la presidencia del Dr. Car-los Julio Arosemena Monroy; y de otro la-do, debido a las condiciones internas delpaís en donde la ultraderecha política y eco-nómica pretendía constituirse, en medio deuna singular confrontación interburguesa,en la sustitución al quinto velasquismo, conla perspectiva de usufructuar a medianoplazo de los ingresos que comenzaría a de-jar la producción petrolera.

A este período histórico corresponde,además, la persistente confrontación del ré-gimen con los trabajadores del campo y dela ciudad, así como con los sectores univer-sitarios (todos ellos influenciados por lospartidos de la izquierda ecuatoriana) y conlos más amplios espectros de la poblaciónque combatían a la dictadura, en medio deuna violenta represión desatada por VelascoIbarra.

A más de todo lo anteriormente seña-lado, debo recordar que al año de 1971 co-

Fidel Castro, visita compleja por varios fac-tores que se conjugaban en ese momento.De una parte, por no existir relaciones di-plomáticas entre Cuba y Ecuador, pues di-chas relaciones fueron rotas, por evidentepresión del imperio norteamericano, el 2 deabril de 1962 en la presidencia del Dr. Car-los Julio Arosemena Monroy; y de otro la-do, debido a las condiciones internas delpaís en donde la ultraderecha política y eco-nómica pretendía constituirse, en medio deuna singular confrontación interburguesa,en la sustitución al quinto velasquismo, conla perspectiva de usufructuar a medianoplazo de los ingresos que comenzaría a de-jar la producción petrolera.

A este período histórico corresponde,además, la persistente confrontación del ré-gimen con los trabajadores del campo y dela ciudad, así como con los sectores univer-sitarios (todos ellos influenciados por lospartidos de la izquierda ecuatoriana) y conlos más amplios espectros de la poblaciónque combatían a la dictadura, en medio deuna violenta represión desatada por VelascoIbarra.

A más de todo lo anteriormente seña-lado, debo recordar que al año de 1971 co-

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rresponde, asimismo, el período de lo quese conoció como “la guerra del atún”, etapaque confrontó a las empresas norteamerica-nas de pesca con el gobierno ecuatoriano,debido a la posición de este en la defensa delas 200 millas marinas territoriales asuntoque, previamente a los días de la llegada deFidel Castro al Ecuador, se hallaba en pleno“hervor”.

Efectivamente, en los primeros díasdel mes de diciembre de 1971, buques de lamarina de guerra del Ecuador capturaron alas naves pesqueras de atún “Ocen Queen”y “Eilenn-M” de bandera norteamericanaque, al igual que otros 22 pesqueros, habíandesconocido los requerimientos del Gobier-no Nacional, entre otros, de poseer matrí-cula para sus actividades pesqueras enaguas territoriales ecuatorianas.

Precisamente, para tratar este álgidoasunto, que había comenzado a inicios delaño de 1971 y que se agravó desde el 10 denoviembre del mismo año, llegó, a media-dos del mes de noviembre de dicho año, elseñor Robert Finch, delegado del presidenteNorteamericano Richard Nixón, quien amás de buscar una solución a “la guerra del

rresponde, asimismo, el período de lo quese conoció como “la guerra del atún”, etapaque confrontó a las empresas norteamerica-nas de pesca con el gobierno ecuatoriano,debido a la posición de este en la defensa delas 200 millas marinas territoriales asuntoque, previamente a los días de la llegada deFidel Castro al Ecuador, se hallaba en pleno“hervor”.

Efectivamente, en los primeros díasdel mes de diciembre de 1971, buques de lamarina de guerra del Ecuador capturaron alas naves pesqueras de atún “Ocen Queen”y “Eilenn-M” de bandera norteamericanaque, al igual que otros 22 pesqueros, habíandesconocido los requerimientos del Gobier-no Nacional, entre otros, de poseer matrí-cula para sus actividades pesqueras enaguas territoriales ecuatorianas.

Precisamente, para tratar este álgidoasunto, que había comenzado a inicios delaño de 1971 y que se agravó desde el 10 denoviembre del mismo año, llegó, a media-dos del mes de noviembre de dicho año, elseñor Robert Finch, delegado del presidenteNorteamericano Richard Nixón, quien amás de buscar una solución a “la guerra del

rresponde, asimismo, el período de lo quese conoció como “la guerra del atún”, etapaque confrontó a las empresas norteamerica-nas de pesca con el gobierno ecuatoriano,debido a la posición de este en la defensa delas 200 millas marinas territoriales asuntoque, previamente a los días de la llegada deFidel Castro al Ecuador, se hallaba en pleno“hervor”.

Efectivamente, en los primeros díasdel mes de diciembre de 1971, buques de lamarina de guerra del Ecuador capturaron alas naves pesqueras de atún “Ocen Queen”y “Eilenn-M” de bandera norteamericanaque, al igual que otros 22 pesqueros, habíandesconocido los requerimientos del Gobier-no Nacional, entre otros, de poseer matrí-cula para sus actividades pesqueras enaguas territoriales ecuatorianas.

Precisamente, para tratar este álgidoasunto, que había comenzado a inicios delaño de 1971 y que se agravó desde el 10 denoviembre del mismo año, llegó, a media-dos del mes de noviembre de dicho año, elseñor Robert Finch, delegado del presidenteNorteamericano Richard Nixón, quien amás de buscar una solución a “la guerra del

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atún”, trajo un claro mensaje al Mandatarioecuatoriano referente a las “expectativas”del gobierno de Nixòn para que ciertas em-presas petroleras norteamericanas tuvieranun “trato adecuado” en materia de explora-ción y comercialización del crudo ecuato-riano, así como para transmitir, una vezmás, “los intereses regionales” de E.U y sus“inquietudes” frente a la política interna-cional6 que desarrollaban entonces los paí-ses de América Latina.

De tal suerte que la actitud del anfi-trión ecuatoriano de Fidel en los últimosdías de noviembre y los primeros días dediciembre ciertamente que estaban fueradel esquema de los norteamericanos, todolo cual configuró un ambiente complejopara la presencia de Fidel Castro y su comi-tiva, algunos de cuyos entretelones veremosinmediatamente.

3. Los antecedentes a la visita de Fidel

Como queda dicho en líneas anterio-res, el descontento popular frente al régi-men velasquista fue creciente. Aquel des-contento, en gran medida, estuvo propicia-do desde los sectores políticos y sociales

atún”, trajo un claro mensaje al Mandatarioecuatoriano referente a las “expectativas”del gobierno de Nixòn para que ciertas em-presas petroleras norteamericanas tuvieranun “trato adecuado” en materia de explora-ción y comercialización del crudo ecuato-riano, así como para transmitir, una vezmás, “los intereses regionales” de E.U y sus“inquietudes” frente a la política interna-cional6 que desarrollaban entonces los paí-ses de América Latina.

De tal suerte que la actitud del anfi-trión ecuatoriano de Fidel en los últimosdías de noviembre y los primeros días dediciembre ciertamente que estaban fueradel esquema de los norteamericanos, todolo cual configuró un ambiente complejopara la presencia de Fidel Castro y su comi-tiva, algunos de cuyos entretelones veremosinmediatamente.

3. Los antecedentes a la visita de Fidel

Como queda dicho en líneas anterio-res, el descontento popular frente al régi-men velasquista fue creciente. Aquel des-contento, en gran medida, estuvo propicia-do desde los sectores políticos y sociales

atún”, trajo un claro mensaje al Mandatarioecuatoriano referente a las “expectativas”del gobierno de Nixòn para que ciertas em-presas petroleras norteamericanas tuvieranun “trato adecuado” en materia de explora-ción y comercialización del crudo ecuato-riano, así como para transmitir, una vezmás, “los intereses regionales” de E.U y sus“inquietudes” frente a la política interna-cional6 que desarrollaban entonces los paí-ses de América Latina.

De tal suerte que la actitud del anfi-trión ecuatoriano de Fidel en los últimosdías de noviembre y los primeros días dediciembre ciertamente que estaban fueradel esquema de los norteamericanos, todolo cual configuró un ambiente complejopara la presencia de Fidel Castro y su comi-tiva, algunos de cuyos entretelones veremosinmediatamente.

3. Los antecedentes a la visita de Fidel

Como queda dicho en líneas anterio-res, el descontento popular frente al régi-men velasquista fue creciente. Aquel des-contento, en gran medida, estuvo propicia-do desde los sectores políticos y sociales

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vinculados fervorosamente a las tesis, prin-cipios e ideas de renovación o cambio yque, de otra parte, siempre miraron conafecto a la revolución cubana. Esta aprecia-ción hizo que ronde en mi cabeza la idea deque Velasco Ibarra decidió invitar a FidelCastro como una forma de aproximación aalgunas de las mentadas importantes fuer-zas sociales y políticas que le combatían.

Con aquella duda inicié la conversa-ción con el Dr. Manuel Araujo Hidalgo7, ainicios de este año 2.001, a quien recurrí,especialmente, para conocer algunos ele-mentos testimoniales, así como importan-tes antecedentes de la Visita de Castro alEcuador.

“Con el tiempo me he convencido quela invitación que formuló el Dr. Velasco aFidel fue sincera. No fue parte de una estra-tagema para oxigenar a su gobierno. Másaún, los temas que se trataron en la cita pu-dieron haber precipitado el desalojo de Ve-lasco del poder tres meses después. De otrolado, estoy seguro que Velasco quería pasara la historia, después de tanta escaramuzapolítica en la que había vivido, como unhombre democrático pluralista y de centro-

vinculados fervorosamente a las tesis, prin-cipios e ideas de renovación o cambio yque, de otra parte, siempre miraron conafecto a la revolución cubana. Esta aprecia-ción hizo que ronde en mi cabeza la idea deque Velasco Ibarra decidió invitar a FidelCastro como una forma de aproximación aalgunas de las mentadas importantes fuer-zas sociales y políticas que le combatían.

Con aquella duda inicié la conversa-ción con el Dr. Manuel Araujo Hidalgo7, ainicios de este año 2.001, a quien recurrí,especialmente, para conocer algunos ele-mentos testimoniales, así como importan-tes antecedentes de la Visita de Castro alEcuador.

“Con el tiempo me he convencido quela invitación que formuló el Dr. Velasco aFidel fue sincera. No fue parte de una estra-tagema para oxigenar a su gobierno. Másaún, los temas que se trataron en la cita pu-dieron haber precipitado el desalojo de Ve-lasco del poder tres meses después. De otrolado, estoy seguro que Velasco quería pasara la historia, después de tanta escaramuzapolítica en la que había vivido, como unhombre democrático pluralista y de centro-

vinculados fervorosamente a las tesis, prin-cipios e ideas de renovación o cambio yque, de otra parte, siempre miraron conafecto a la revolución cubana. Esta aprecia-ción hizo que ronde en mi cabeza la idea deque Velasco Ibarra decidió invitar a FidelCastro como una forma de aproximación aalgunas de las mentadas importantes fuer-zas sociales y políticas que le combatían.

Con aquella duda inicié la conversa-ción con el Dr. Manuel Araujo Hidalgo7, ainicios de este año 2.001, a quien recurrí,especialmente, para conocer algunos ele-mentos testimoniales, así como importan-tes antecedentes de la Visita de Castro alEcuador.

“Con el tiempo me he convencido quela invitación que formuló el Dr. Velasco aFidel fue sincera. No fue parte de una estra-tagema para oxigenar a su gobierno. Másaún, los temas que se trataron en la cita pu-dieron haber precipitado el desalojo de Ve-lasco del poder tres meses después. De otrolado, estoy seguro que Velasco quería pasara la historia, después de tanta escaramuzapolítica en la que había vivido, como unhombre democrático pluralista y de centro-

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izquierda, respetuoso de los procesos políti-cos latinoamericanos ocurridos en esosaños y sobre todo dispuesto a no recibir ór-denes de comportamiento en materia depolítica internacional que los EU preten-dían darle aún en este episodio, pues no po-cas presiones hizo la Embajada Americanapara que Velasco desistiera de la invitacióna Fidel. No nos olvidemos que el doctor Ve-lasco fue siempre un antiyanki” constituyóla respuesta categórica del Doctor Araujo ami inicial inquietud, para luego referirmedetalles que precedieron a la visita de Fidelen 1971, algunos de los cuales a continua-ción los traslado:

A media mañana del segundo sábadodel mes de noviembre de 1971, el SeñorGustavo Cordovez Pareja, Jefe Civil de lacasa presidencial, llama al teléfono al Doc-tor Manuel Araujo Hidalgo y por encargodel Mandatario José María Velasco Ibarra,le invita al Doctor Araujo para que acom-pañara al gobernante ecuatoriano en el al-muerzo de ese día en el palacio Presiden-cial. -¿Será acaso que me van a designar conalgún cargo?- replica, entre risas, Araujoquien se compromete a estar al medio día,

izquierda, respetuoso de los procesos políti-cos latinoamericanos ocurridos en esosaños y sobre todo dispuesto a no recibir ór-denes de comportamiento en materia depolítica internacional que los EU preten-dían darle aún en este episodio, pues no po-cas presiones hizo la Embajada Americanapara que Velasco desistiera de la invitacióna Fidel. No nos olvidemos que el doctor Ve-lasco fue siempre un antiyanki” constituyóla respuesta categórica del Doctor Araujo ami inicial inquietud, para luego referirmedetalles que precedieron a la visita de Fidelen 1971, algunos de los cuales a continua-ción los traslado:

A media mañana del segundo sábadodel mes de noviembre de 1971, el SeñorGustavo Cordovez Pareja, Jefe Civil de lacasa presidencial, llama al teléfono al Doc-tor Manuel Araujo Hidalgo y por encargodel Mandatario José María Velasco Ibarra,le invita al Doctor Araujo para que acom-pañara al gobernante ecuatoriano en el al-muerzo de ese día en el palacio Presiden-cial. -¿Será acaso que me van a designar conalgún cargo?- replica, entre risas, Araujoquien se compromete a estar al medio día,

izquierda, respetuoso de los procesos políti-cos latinoamericanos ocurridos en esosaños y sobre todo dispuesto a no recibir ór-denes de comportamiento en materia depolítica internacional que los EU preten-dían darle aún en este episodio, pues no po-cas presiones hizo la Embajada Americanapara que Velasco desistiera de la invitacióna Fidel. No nos olvidemos que el doctor Ve-lasco fue siempre un antiyanki” constituyóla respuesta categórica del Doctor Araujo ami inicial inquietud, para luego referirmedetalles que precedieron a la visita de Fidelen 1971, algunos de los cuales a continua-ción los traslado:

A media mañana del segundo sábadodel mes de noviembre de 1971, el SeñorGustavo Cordovez Pareja, Jefe Civil de lacasa presidencial, llama al teléfono al Doc-tor Manuel Araujo Hidalgo y por encargodel Mandatario José María Velasco Ibarra,le invita al Doctor Araujo para que acom-pañara al gobernante ecuatoriano en el al-muerzo de ese día en el palacio Presiden-cial. -¿Será acaso que me van a designar conalgún cargo?- replica, entre risas, Araujoquien se compromete a estar al medio día,

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con la puntualidad que exigía Velasco en es-tas circunstancias.

Vistiendo un traje obscuro llega Arau-jo a la Presidencia. Es recibido por GustavoCordovez quien le advierte al visitante queel mandatario demorará unos momentosporque en la mañana debió trasladarse a unacto militar en Salinas, desde donde arriba-rá próximamente. En efecto, faltando veintey cinco minutos para la una de la tarde llegael Dr. Velasco a la casa presidencial, acom-pañado del Ministro de Defensa Luis RoblesPlaza y del Jefe del Comando Conjunto delas Fuerzas Armadas Vicealmirante JorgeCruz Polanco.

Después de los saludos de rigor, y lue-go de servirse un aperitivo, pasan al al-muerzo. Tanto en los momentos del aperiti-vo como en los del almuerzo se comenta enrelación a la ceremonia militar ocurrida esamañana en Salinas. Temas de poca impor-tancia van y vienen, mientras degustan lacomida sencilla que acostumbra el gober-nante. Al finalizar el almuerzo, pasan a unapequeña sala contigua al comedor en dondese sirven, a manera de bajativo, café concrema.

con la puntualidad que exigía Velasco en es-tas circunstancias.

Vistiendo un traje obscuro llega Arau-jo a la Presidencia. Es recibido por GustavoCordovez quien le advierte al visitante queel mandatario demorará unos momentosporque en la mañana debió trasladarse a unacto militar en Salinas, desde donde arriba-rá próximamente. En efecto, faltando veintey cinco minutos para la una de la tarde llegael Dr. Velasco a la casa presidencial, acom-pañado del Ministro de Defensa Luis RoblesPlaza y del Jefe del Comando Conjunto delas Fuerzas Armadas Vicealmirante JorgeCruz Polanco.

Después de los saludos de rigor, y lue-go de servirse un aperitivo, pasan al al-muerzo. Tanto en los momentos del aperiti-vo como en los del almuerzo se comenta enrelación a la ceremonia militar ocurrida esamañana en Salinas. Temas de poca impor-tancia van y vienen, mientras degustan lacomida sencilla que acostumbra el gober-nante. Al finalizar el almuerzo, pasan a unapequeña sala contigua al comedor en dondese sirven, a manera de bajativo, café concrema.

con la puntualidad que exigía Velasco en es-tas circunstancias.

Vistiendo un traje obscuro llega Arau-jo a la Presidencia. Es recibido por GustavoCordovez quien le advierte al visitante queel mandatario demorará unos momentosporque en la mañana debió trasladarse a unacto militar en Salinas, desde donde arriba-rá próximamente. En efecto, faltando veintey cinco minutos para la una de la tarde llegael Dr. Velasco a la casa presidencial, acom-pañado del Ministro de Defensa Luis RoblesPlaza y del Jefe del Comando Conjunto delas Fuerzas Armadas Vicealmirante JorgeCruz Polanco.

Después de los saludos de rigor, y lue-go de servirse un aperitivo, pasan al al-muerzo. Tanto en los momentos del aperiti-vo como en los del almuerzo se comenta enrelación a la ceremonia militar ocurrida esamañana en Salinas. Temas de poca impor-tancia van y vienen, mientras degustan lacomida sencilla que acostumbra el gober-nante. Al finalizar el almuerzo, pasan a unapequeña sala contigua al comedor en dondese sirven, a manera de bajativo, café concrema.

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La conversación, en esos momentos,se ha hecho más amena. Casi familiar. Setratan asuntos de poca importancia y unaque otra broma sirve para disipar cualquiertensión. De pronto el Gobernante VelascoIbarra, gira hacia su izquierda, a cuyo ladose ha sentado Araujo Hidalgo, y fijándole supenetrante mirada le pregunta:

- Doctor Araujo y su amigo Fidel Cas-tro ¿no va a visitar el Ecuador?

- Presidente -responde Araujo- hay dosmotivos por los cuales no podría ve-nir Fidel al Ecuador. El primero, por-que no tenemos relaciones diplomáti-cas con Cuba desde 1962, y el segun-do, porque usted no lo ha invitado.

La pregunta de Velasco les ha tomadode sorpresa a todos. Incluso la respuesta deAraujo parece no ser concluyente. Velasco,entonces, se vuelve hacia su lado derecho yse encuentra con los ojos del ministro dedefensa, Luis Robles Plaza a quien reiteraigual inquietud: - Ministro, ¿le invitamos aFidel? Robles intenta apurar un sorbo de sucafé pero guarda silencio. Entonces el man-datario, comprendiendo que ha puesto enun atolladero a su ministro de defensa, diri-

La conversación, en esos momentos,se ha hecho más amena. Casi familiar. Setratan asuntos de poca importancia y unaque otra broma sirve para disipar cualquiertensión. De pronto el Gobernante VelascoIbarra, gira hacia su izquierda, a cuyo ladose ha sentado Araujo Hidalgo, y fijándole supenetrante mirada le pregunta:

- Doctor Araujo y su amigo Fidel Cas-tro ¿no va a visitar el Ecuador?

- Presidente -responde Araujo- hay dosmotivos por los cuales no podría ve-nir Fidel al Ecuador. El primero, por-que no tenemos relaciones diplomáti-cas con Cuba desde 1962, y el segun-do, porque usted no lo ha invitado.

La pregunta de Velasco les ha tomadode sorpresa a todos. Incluso la respuesta deAraujo parece no ser concluyente. Velasco,entonces, se vuelve hacia su lado derecho yse encuentra con los ojos del ministro dedefensa, Luis Robles Plaza a quien reiteraigual inquietud: - Ministro, ¿le invitamos aFidel? Robles intenta apurar un sorbo de sucafé pero guarda silencio. Entonces el man-datario, comprendiendo que ha puesto enun atolladero a su ministro de defensa, diri-

La conversación, en esos momentos,se ha hecho más amena. Casi familiar. Setratan asuntos de poca importancia y unaque otra broma sirve para disipar cualquiertensión. De pronto el Gobernante VelascoIbarra, gira hacia su izquierda, a cuyo ladose ha sentado Araujo Hidalgo, y fijándole supenetrante mirada le pregunta:

- Doctor Araujo y su amigo Fidel Cas-tro ¿no va a visitar el Ecuador?

- Presidente -responde Araujo- hay dosmotivos por los cuales no podría ve-nir Fidel al Ecuador. El primero, por-que no tenemos relaciones diplomáti-cas con Cuba desde 1962, y el segun-do, porque usted no lo ha invitado.

La pregunta de Velasco les ha tomadode sorpresa a todos. Incluso la respuesta deAraujo parece no ser concluyente. Velasco,entonces, se vuelve hacia su lado derecho yse encuentra con los ojos del ministro dedefensa, Luis Robles Plaza a quien reiteraigual inquietud: - Ministro, ¿le invitamos aFidel? Robles intenta apurar un sorbo de sucafé pero guarda silencio. Entonces el man-datario, comprendiendo que ha puesto enun atolladero a su ministro de defensa, diri-

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ge igual pregunta al Vicealmirante Cruz Po-lanco, sentado frente a frente del mandata-rio ecuatoriano, quien tajantemente res-ponde “invítele Presidente”. La firmeza de larespuesta del vicealmirante proporciona,entonces, agallas a Robles, quien repite, soloentonces, “si, hay que invitarlo”.

Después de tan especial conversación,parece que el encuentro debe concluir, asísiendo cerca de las tres de la tarde, se reti-ran Cruz Polanco y Robles de la reunión.Araujo Hidalgo intenta, debido a las cir-cunstancias, hacer lo mismo. Velasco, disi-muladamente, le pide al invitado especialde esa tarde que se quedara un momentomás.

Cuando quedan solos el mandatario ysu amigo Araujo, Velasco inquiere a su con-tertulio -¿Puede usted comunicarse conCastro? -Si Presidente- responde Araujo Hi-dalgo. –Pues dígale que le invito a Quito-afirma Velasco. El encuentro termina conun apretón de manos entre quienes desdehace muchos años han compartido unaamistad fraguada en medio de los gobier-nos velasquistas y sus múltiples contingen-cias y peripecias.

ge igual pregunta al Vicealmirante Cruz Po-lanco, sentado frente a frente del mandata-rio ecuatoriano, quien tajantemente res-ponde “invítele Presidente”. La firmeza de larespuesta del vicealmirante proporciona,entonces, agallas a Robles, quien repite, soloentonces, “si, hay que invitarlo”.

Después de tan especial conversación,parece que el encuentro debe concluir, asísiendo cerca de las tres de la tarde, se reti-ran Cruz Polanco y Robles de la reunión.Araujo Hidalgo intenta, debido a las cir-cunstancias, hacer lo mismo. Velasco, disi-muladamente, le pide al invitado especialde esa tarde que se quedara un momentomás.

Cuando quedan solos el mandatario ysu amigo Araujo, Velasco inquiere a su con-tertulio -¿Puede usted comunicarse conCastro? -Si Presidente- responde Araujo Hi-dalgo. –Pues dígale que le invito a Quito-afirma Velasco. El encuentro termina conun apretón de manos entre quienes desdehace muchos años han compartido unaamistad fraguada en medio de los gobier-nos velasquistas y sus múltiples contingen-cias y peripecias.

ge igual pregunta al Vicealmirante Cruz Po-lanco, sentado frente a frente del mandata-rio ecuatoriano, quien tajantemente res-ponde “invítele Presidente”. La firmeza de larespuesta del vicealmirante proporciona,entonces, agallas a Robles, quien repite, soloentonces, “si, hay que invitarlo”.

Después de tan especial conversación,parece que el encuentro debe concluir, asísiendo cerca de las tres de la tarde, se reti-ran Cruz Polanco y Robles de la reunión.Araujo Hidalgo intenta, debido a las cir-cunstancias, hacer lo mismo. Velasco, disi-muladamente, le pide al invitado especialde esa tarde que se quedara un momentomás.

Cuando quedan solos el mandatario ysu amigo Araujo, Velasco inquiere a su con-tertulio -¿Puede usted comunicarse conCastro? -Si Presidente- responde Araujo Hi-dalgo. –Pues dígale que le invito a Quito-afirma Velasco. El encuentro termina conun apretón de manos entre quienes desdehace muchos años han compartido unaamistad fraguada en medio de los gobier-nos velasquistas y sus múltiples contingen-cias y peripecias.

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El Doctor Araujo Hidalgo, luego deesta entrevista, y a día inmediato de ella,preparó y envió un texto, cifrado dice él alrecordar este episodio, que lo remitió a laEmbajada de Cuba en Santiago de Chile, encuya ciudad Fidel Castro se hallaba en visitaoficial al Presidente Salvador Allende. En eltelegrama enviado a Chile Araujo transmi-tió la invitación de Velasco Ibarra para queFidel y su delegación visitaran la ciudad deQuito.

Dos días después, la respuesta de laEmbajada de Cuba en Chile, dirigida aAraujo Hidalgo era lacónica: “Sírvase tra-mitar ante su gobierno visa a favor de unfuncionario cubano que viajará desde San-tiago a Quito para conversar sobre la invita-ción”.

Con el telegrama de respuesta en lamano, Araujo Hidalgo se dirigió, inmedia-tamente, a la Casa Presidencial a fin de ex-plicarle al mandatario el requerimiento dela visa al funcionario cubano. Velasco Iba-rra, entonces, telefoneó al canciller de sugobierno, el Dr. Rafael García Velasco, paraque este dispusiese al embajador del Ecua-dor en Chile la emisión urgente de la visa a

El Doctor Araujo Hidalgo, luego deesta entrevista, y a día inmediato de ella,preparó y envió un texto, cifrado dice él alrecordar este episodio, que lo remitió a laEmbajada de Cuba en Santiago de Chile, encuya ciudad Fidel Castro se hallaba en visitaoficial al Presidente Salvador Allende. En eltelegrama enviado a Chile Araujo transmi-tió la invitación de Velasco Ibarra para queFidel y su delegación visitaran la ciudad deQuito.

Dos días después, la respuesta de laEmbajada de Cuba en Chile, dirigida aAraujo Hidalgo era lacónica: “Sírvase tra-mitar ante su gobierno visa a favor de unfuncionario cubano que viajará desde San-tiago a Quito para conversar sobre la invita-ción”.

Con el telegrama de respuesta en lamano, Araujo Hidalgo se dirigió, inmedia-tamente, a la Casa Presidencial a fin de ex-plicarle al mandatario el requerimiento dela visa al funcionario cubano. Velasco Iba-rra, entonces, telefoneó al canciller de sugobierno, el Dr. Rafael García Velasco, paraque este dispusiese al embajador del Ecua-dor en Chile la emisión urgente de la visa a

El Doctor Araujo Hidalgo, luego deesta entrevista, y a día inmediato de ella,preparó y envió un texto, cifrado dice él alrecordar este episodio, que lo remitió a laEmbajada de Cuba en Santiago de Chile, encuya ciudad Fidel Castro se hallaba en visitaoficial al Presidente Salvador Allende. En eltelegrama enviado a Chile Araujo transmi-tió la invitación de Velasco Ibarra para queFidel y su delegación visitaran la ciudad deQuito.

Dos días después, la respuesta de laEmbajada de Cuba en Chile, dirigida aAraujo Hidalgo era lacónica: “Sírvase tra-mitar ante su gobierno visa a favor de unfuncionario cubano que viajará desde San-tiago a Quito para conversar sobre la invita-ción”.

Con el telegrama de respuesta en lamano, Araujo Hidalgo se dirigió, inmedia-tamente, a la Casa Presidencial a fin de ex-plicarle al mandatario el requerimiento dela visa al funcionario cubano. Velasco Iba-rra, entonces, telefoneó al canciller de sugobierno, el Dr. Rafael García Velasco, paraque este dispusiese al embajador del Ecua-dor en Chile la emisión urgente de la visa a

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favor del representante cubano que desdedicho país debía llegar a Quito.

No obstante la disposición emitidapor parte de García Velasco para que la Em-bajada del Ecuador en Santiago de Chileatendiera el pedido de la visa al funcionariocubano, el diplomático de marras en Chiledesatendió tal pedido. Debido a este factor,un nuevo telex de la embajada cubana enChile llegó a manos de Araujo, informán-dole sobre la actitud del embajador ecuato-riano, queja que fue trasladada, por el mis-mo Araujo Hidalgo, al Doctor Velasco Iba-rra.

Ante esta situación, Velasco Ibarra fuetajante en la nueva conversación telefónicaque tuvo con su canciller: “dígale al embaja-dor en Chile que es una orden mía. Si no laquiere cumplir que presente inmediata-mente la renuncia a su cargo”. En los térmi-nos referidos se trasladó el pedido al diplo-mático y los resultados fueron inmediatospues la visa se despachó de manera urgentea favor del funcionario cubano, cuyo des-plazamiento, el número de vuelo, la compa-ñía de aviación, etc. fueron, también, con-firmados a Araujo Hidalgo, desde la emba-

favor del representante cubano que desdedicho país debía llegar a Quito.

No obstante la disposición emitidapor parte de García Velasco para que la Em-bajada del Ecuador en Santiago de Chileatendiera el pedido de la visa al funcionariocubano, el diplomático de marras en Chiledesatendió tal pedido. Debido a este factor,un nuevo telex de la embajada cubana enChile llegó a manos de Araujo, informán-dole sobre la actitud del embajador ecuato-riano, queja que fue trasladada, por el mis-mo Araujo Hidalgo, al Doctor Velasco Iba-rra.

Ante esta situación, Velasco Ibarra fuetajante en la nueva conversación telefónicaque tuvo con su canciller: “dígale al embaja-dor en Chile que es una orden mía. Si no laquiere cumplir que presente inmediata-mente la renuncia a su cargo”. En los térmi-nos referidos se trasladó el pedido al diplo-mático y los resultados fueron inmediatospues la visa se despachó de manera urgentea favor del funcionario cubano, cuyo des-plazamiento, el número de vuelo, la compa-ñía de aviación, etc. fueron, también, con-firmados a Araujo Hidalgo, desde la emba-

favor del representante cubano que desdedicho país debía llegar a Quito.

No obstante la disposición emitidapor parte de García Velasco para que la Em-bajada del Ecuador en Santiago de Chileatendiera el pedido de la visa al funcionariocubano, el diplomático de marras en Chiledesatendió tal pedido. Debido a este factor,un nuevo telex de la embajada cubana enChile llegó a manos de Araujo, informán-dole sobre la actitud del embajador ecuato-riano, queja que fue trasladada, por el mis-mo Araujo Hidalgo, al Doctor Velasco Iba-rra.

Ante esta situación, Velasco Ibarra fuetajante en la nueva conversación telefónicaque tuvo con su canciller: “dígale al embaja-dor en Chile que es una orden mía. Si no laquiere cumplir que presente inmediata-mente la renuncia a su cargo”. En los térmi-nos referidos se trasladó el pedido al diplo-mático y los resultados fueron inmediatospues la visa se despachó de manera urgentea favor del funcionario cubano, cuyo des-plazamiento, el número de vuelo, la compa-ñía de aviación, etc. fueron, también, con-firmados a Araujo Hidalgo, desde la emba-

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jada cubana en Chile, para que este recibie-ra en el aeropuerto de Quito al delegadocubano.

“Yo no sabía como era ese cubano, notenía sus características, pero en el aero-puerto lo reconocí rápidamente. A lo mejorel también me descubrió con menos esfuer-zo, pues le deben haber dado mis señas par-ticulares que son muy fáciles: omoto y conbarbas”, dice Araujo Hidalgo al referirse asu encuentro con aquel funcionario cuba-no, a quien muchos ecuatorianos lo cono-cemos y tenemos afecto: hablo de Jorge LuisJoa Campos.

Araujo y Joa, desde el aeropuerto deQuito, se trasladaron de manera urgente ala Casa Presidencial. En el palacio de Ca-rondelet fueron recibidos por la secretariaparticular del doctor Velasco, Lourdes Sa-maniego, a quien Araujo le pidió que letransmitiera al mandatario el mensaje si-guiente: “el doctor Araujo y el amigo estánen la antesala de espera”.

La reunión se produjo de manera in-mediata. En dicho encuentro, en el cual so-lamente estuvieron Velasco Ibarra, Araujo

jada cubana en Chile, para que este recibie-ra en el aeropuerto de Quito al delegadocubano.

“Yo no sabía como era ese cubano, notenía sus características, pero en el aero-puerto lo reconocí rápidamente. A lo mejorel también me descubrió con menos esfuer-zo, pues le deben haber dado mis señas par-ticulares que son muy fáciles: omoto y conbarbas”, dice Araujo Hidalgo al referirse asu encuentro con aquel funcionario cuba-no, a quien muchos ecuatorianos lo cono-cemos y tenemos afecto: hablo de Jorge LuisJoa Campos.

Araujo y Joa, desde el aeropuerto deQuito, se trasladaron de manera urgente ala Casa Presidencial. En el palacio de Ca-rondelet fueron recibidos por la secretariaparticular del doctor Velasco, Lourdes Sa-maniego, a quien Araujo le pidió que letransmitiera al mandatario el mensaje si-guiente: “el doctor Araujo y el amigo estánen la antesala de espera”.

La reunión se produjo de manera in-mediata. En dicho encuentro, en el cual so-lamente estuvieron Velasco Ibarra, Araujo

jada cubana en Chile, para que este recibie-ra en el aeropuerto de Quito al delegadocubano.

“Yo no sabía como era ese cubano, notenía sus características, pero en el aero-puerto lo reconocí rápidamente. A lo mejorel también me descubrió con menos esfuer-zo, pues le deben haber dado mis señas par-ticulares que son muy fáciles: omoto y conbarbas”, dice Araujo Hidalgo al referirse asu encuentro con aquel funcionario cuba-no, a quien muchos ecuatorianos lo cono-cemos y tenemos afecto: hablo de Jorge LuisJoa Campos.

Araujo y Joa, desde el aeropuerto deQuito, se trasladaron de manera urgente ala Casa Presidencial. En el palacio de Ca-rondelet fueron recibidos por la secretariaparticular del doctor Velasco, Lourdes Sa-maniego, a quien Araujo le pidió que letransmitiera al mandatario el mensaje si-guiente: “el doctor Araujo y el amigo estánen la antesala de espera”.

La reunión se produjo de manera in-mediata. En dicho encuentro, en el cual so-lamente estuvieron Velasco Ibarra, Araujo

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Hidalgo y Joa Campos, el funcionario cuba-no transmitió el mensaje siguiente: “Presi-dente, traigo un mensaje concreto del Co-mandante Fidel Castro. Primero, el agrade-cimiento por la gentil invitación suya paraque visite Quito y, en segundo lugar, el pe-dido expreso para que su encuentro con elComandante se produzca en otra ciudad,debido a las dificultades que entraña el ate-rrizar en Quito”. Velasco Ibarra aceptandoel pedido señaló: “Comprendo, señor, díga-le que venga a Guayaquil”.

A partir de ese momento comenzaronlos preparativos para el encuentro entre Ve-lasco Ibarra y Fidel Castro. El gobiernoecuatoriano designó una comisión que pre-parase todo lo referente a la llegada de Fi-del, comisión que se integró por el Ministrode Gobierno, Jaime Nebot Velasco, el Mi-nistro de Defensa, Luis Robles Plaza y elMinistro de Relaciones Exteriores, RafaelGarcía Velasco. A esta comisión fue incor-porado Manuel Araujo Hidalgo quien tra-bajó estrechamente con Nebot Velasco “sindesampararme de él ni un momento, al ex-tremo que llegaba en su casa en Guayaquilpara las reuniones preparatorias del viaje deFidel” comenta sobre el particular Araujo.

Hidalgo y Joa Campos, el funcionario cuba-no transmitió el mensaje siguiente: “Presi-dente, traigo un mensaje concreto del Co-mandante Fidel Castro. Primero, el agrade-cimiento por la gentil invitación suya paraque visite Quito y, en segundo lugar, el pe-dido expreso para que su encuentro con elComandante se produzca en otra ciudad,debido a las dificultades que entraña el ate-rrizar en Quito”. Velasco Ibarra aceptandoel pedido señaló: “Comprendo, señor, díga-le que venga a Guayaquil”.

A partir de ese momento comenzaronlos preparativos para el encuentro entre Ve-lasco Ibarra y Fidel Castro. El gobiernoecuatoriano designó una comisión que pre-parase todo lo referente a la llegada de Fi-del, comisión que se integró por el Ministrode Gobierno, Jaime Nebot Velasco, el Mi-nistro de Defensa, Luis Robles Plaza y elMinistro de Relaciones Exteriores, RafaelGarcía Velasco. A esta comisión fue incor-porado Manuel Araujo Hidalgo quien tra-bajó estrechamente con Nebot Velasco “sindesampararme de él ni un momento, al ex-tremo que llegaba en su casa en Guayaquilpara las reuniones preparatorias del viaje deFidel” comenta sobre el particular Araujo.

Hidalgo y Joa Campos, el funcionario cuba-no transmitió el mensaje siguiente: “Presi-dente, traigo un mensaje concreto del Co-mandante Fidel Castro. Primero, el agrade-cimiento por la gentil invitación suya paraque visite Quito y, en segundo lugar, el pe-dido expreso para que su encuentro con elComandante se produzca en otra ciudad,debido a las dificultades que entraña el ate-rrizar en Quito”. Velasco Ibarra aceptandoel pedido señaló: “Comprendo, señor, díga-le que venga a Guayaquil”.

A partir de ese momento comenzaronlos preparativos para el encuentro entre Ve-lasco Ibarra y Fidel Castro. El gobiernoecuatoriano designó una comisión que pre-parase todo lo referente a la llegada de Fi-del, comisión que se integró por el Ministrode Gobierno, Jaime Nebot Velasco, el Mi-nistro de Defensa, Luis Robles Plaza y elMinistro de Relaciones Exteriores, RafaelGarcía Velasco. A esta comisión fue incor-porado Manuel Araujo Hidalgo quien tra-bajó estrechamente con Nebot Velasco “sindesampararme de él ni un momento, al ex-tremo que llegaba en su casa en Guayaquilpara las reuniones preparatorias del viaje deFidel” comenta sobre el particular Araujo.

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De otra parte, Jorge Luis Joa, tanto enQuito como en Guayaquil auscultó, al másalto nivel, el criterio de las fuerzas armadasecuatorianas respecto de la invitación a Fi-del formulada por Velasco, llegando a laconclusión que estaban conformes con di-cha invitación, al extremo que se compro-metieron a facilitar las acciones de seguri-dad para el visitante y su comitiva, así comoratificaron la voluntad expresa de estar pre-sentes en todas las actividades que se efec-tuarían con ocasión del encuentro entre Ve-lasco Ibarra y Fidel Castro en los primerosdías de diciembre en Guayaquil.

Todos estos asuntos fueron, posterior-mente, informados por Joa al ComandanteFidel Castro quien, con los antecedentes se-ñalados, tomó la decisión final de visitar alDr. Velasco Ibarra en Guayaquil.

La cita de los dos mandatarios semantuvo con reserva frente a la opiniónpública, puesto que no se conoció, sino po-cos días antes del arribo de Fidel, que el en-cuentro se produciría en el aeropuerto de laciudad de Guayaquil.

En efecto la prensa nacional comenzóa informar recién el jueves 2 de diciembre

De otra parte, Jorge Luis Joa, tanto enQuito como en Guayaquil auscultó, al másalto nivel, el criterio de las fuerzas armadasecuatorianas respecto de la invitación a Fi-del formulada por Velasco, llegando a laconclusión que estaban conformes con di-cha invitación, al extremo que se compro-metieron a facilitar las acciones de seguri-dad para el visitante y su comitiva, así comoratificaron la voluntad expresa de estar pre-sentes en todas las actividades que se efec-tuarían con ocasión del encuentro entre Ve-lasco Ibarra y Fidel Castro en los primerosdías de diciembre en Guayaquil.

Todos estos asuntos fueron, posterior-mente, informados por Joa al ComandanteFidel Castro quien, con los antecedentes se-ñalados, tomó la decisión final de visitar alDr. Velasco Ibarra en Guayaquil.

La cita de los dos mandatarios semantuvo con reserva frente a la opiniónpública, puesto que no se conoció, sino po-cos días antes del arribo de Fidel, que el en-cuentro se produciría en el aeropuerto de laciudad de Guayaquil.

En efecto la prensa nacional comenzóa informar recién el jueves 2 de diciembre

De otra parte, Jorge Luis Joa, tanto enQuito como en Guayaquil auscultó, al másalto nivel, el criterio de las fuerzas armadasecuatorianas respecto de la invitación a Fi-del formulada por Velasco, llegando a laconclusión que estaban conformes con di-cha invitación, al extremo que se compro-metieron a facilitar las acciones de seguri-dad para el visitante y su comitiva, así comoratificaron la voluntad expresa de estar pre-sentes en todas las actividades que se efec-tuarían con ocasión del encuentro entre Ve-lasco Ibarra y Fidel Castro en los primerosdías de diciembre en Guayaquil.

Todos estos asuntos fueron, posterior-mente, informados por Joa al ComandanteFidel Castro quien, con los antecedentes se-ñalados, tomó la decisión final de visitar alDr. Velasco Ibarra en Guayaquil.

La cita de los dos mandatarios semantuvo con reserva frente a la opiniónpública, puesto que no se conoció, sino po-cos días antes del arribo de Fidel, que el en-cuentro se produciría en el aeropuerto de laciudad de Guayaquil.

En efecto la prensa nacional comenzóa informar recién el jueves 2 de diciembre

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de 1971 sobre la llegada de Fidel al Ecuador,“cumpliendo una escala técnica” que seríaaprovechada para un encuentro entre Velas-co y Castro.

De manera inmediata a la informa-ción sobre la “escala técnica” de Fidel hubodiversas reacciones expresadas por los me-dios de comunicación. “El Comercio” deQuito y “El Universo” de la ciudad de Gua-yaquil, periódicos de mayor circulación ytradición en el país, entregaron una infor-mación idónea y que si bien especulabancon detalles del encuentro, mantuvieronuna conducta ecuánime frente a la referidacita de Velasco y Castro. Otros medios, co-mo “El Telégrafo” de Guayaquil, en cambio,desplegaron una información llena de pre-juicios ideológicos que les llevó al caminode la diatriba y la publicación de las menti-ras más burdas, así como a intentos de de-sinformación que constituyeron una autén-tica antología de lo que significa la manipu-lación perversa de la información, el nin-gún pluralismo y la posición ideológica in-transigente escondidas detrás de un mediode comunicación al servicio de intereses in-confesables.8

de 1971 sobre la llegada de Fidel al Ecuador,“cumpliendo una escala técnica” que seríaaprovechada para un encuentro entre Velas-co y Castro.

De manera inmediata a la informa-ción sobre la “escala técnica” de Fidel hubodiversas reacciones expresadas por los me-dios de comunicación. “El Comercio” deQuito y “El Universo” de la ciudad de Gua-yaquil, periódicos de mayor circulación ytradición en el país, entregaron una infor-mación idónea y que si bien especulabancon detalles del encuentro, mantuvieronuna conducta ecuánime frente a la referidacita de Velasco y Castro. Otros medios, co-mo “El Telégrafo” de Guayaquil, en cambio,desplegaron una información llena de pre-juicios ideológicos que les llevó al caminode la diatriba y la publicación de las menti-ras más burdas, así como a intentos de de-sinformación que constituyeron una autén-tica antología de lo que significa la manipu-lación perversa de la información, el nin-gún pluralismo y la posición ideológica in-transigente escondidas detrás de un mediode comunicación al servicio de intereses in-confesables.8

de 1971 sobre la llegada de Fidel al Ecuador,“cumpliendo una escala técnica” que seríaaprovechada para un encuentro entre Velas-co y Castro.

De manera inmediata a la informa-ción sobre la “escala técnica” de Fidel hubodiversas reacciones expresadas por los me-dios de comunicación. “El Comercio” deQuito y “El Universo” de la ciudad de Gua-yaquil, periódicos de mayor circulación ytradición en el país, entregaron una infor-mación idónea y que si bien especulabancon detalles del encuentro, mantuvieronuna conducta ecuánime frente a la referidacita de Velasco y Castro. Otros medios, co-mo “El Telégrafo” de Guayaquil, en cambio,desplegaron una información llena de pre-juicios ideológicos que les llevó al caminode la diatriba y la publicación de las menti-ras más burdas, así como a intentos de de-sinformación que constituyeron una autén-tica antología de lo que significa la manipu-lación perversa de la información, el nin-gún pluralismo y la posición ideológica in-transigente escondidas detrás de un mediode comunicación al servicio de intereses in-confesables.8

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El día del arribo de Fidel a Guayaquil,en “El Universo” se publicaron saludos alencuentro entre Velasco y Castro de diver-sos sectores sociales y políticos, todos ellosinsistiendo en la necesidad de encontrar losmedios idóneos para reiniciar las relacionesdiplomáticas entre Ecuador y Cuba. Entreaquellos saludos vale destacar los prove-nientes del Partido Comunista, de la Uni-dad Democrática Popular, de la Federaciónde Mujeres progresistas (entre quienes fir-maban las mujeres demócratas cristianas ylas nacionalistas revolucionarias); de otrolado el día 6 de diciembre tanto “El Comer-cio” como “El Universo”, entre otros mediosde comunicación, desplegaron en sus pági-nas una amplia información de la visita deFidel, dando cuenta de la entusiasta recep-ción que miles de ecuatorianos le tributa-ron, así como de los más diversos detallesdel encuentro entre los mandatarios deEcuador y Cuba, crónicas que de esta ma-nera, culminaron la amplísima informaciónentregada desde el día 3 de diciembre, y quese sumaron a los comentarios de la radio yla televisión en relación, además, con lapersonalidad del visitante, respecto de sulucha política e inclusive con referencia so-bre detalles anecdóticos de su vida.9

El día del arribo de Fidel a Guayaquil,en “El Universo” se publicaron saludos alencuentro entre Velasco y Castro de diver-sos sectores sociales y políticos, todos ellosinsistiendo en la necesidad de encontrar losmedios idóneos para reiniciar las relacionesdiplomáticas entre Ecuador y Cuba. Entreaquellos saludos vale destacar los prove-nientes del Partido Comunista, de la Uni-dad Democrática Popular, de la Federaciónde Mujeres progresistas (entre quienes fir-maban las mujeres demócratas cristianas ylas nacionalistas revolucionarias); de otrolado el día 6 de diciembre tanto “El Comer-cio” como “El Universo”, entre otros mediosde comunicación, desplegaron en sus pági-nas una amplia información de la visita deFidel, dando cuenta de la entusiasta recep-ción que miles de ecuatorianos le tributa-ron, así como de los más diversos detallesdel encuentro entre los mandatarios deEcuador y Cuba, crónicas que de esta ma-nera, culminaron la amplísima informaciónentregada desde el día 3 de diciembre, y quese sumaron a los comentarios de la radio yla televisión en relación, además, con lapersonalidad del visitante, respecto de sulucha política e inclusive con referencia so-bre detalles anecdóticos de su vida.9

El día del arribo de Fidel a Guayaquil,en “El Universo” se publicaron saludos alencuentro entre Velasco y Castro de diver-sos sectores sociales y políticos, todos ellosinsistiendo en la necesidad de encontrar losmedios idóneos para reiniciar las relacionesdiplomáticas entre Ecuador y Cuba. Entreaquellos saludos vale destacar los prove-nientes del Partido Comunista, de la Uni-dad Democrática Popular, de la Federaciónde Mujeres progresistas (entre quienes fir-maban las mujeres demócratas cristianas ylas nacionalistas revolucionarias); de otrolado el día 6 de diciembre tanto “El Comer-cio” como “El Universo”, entre otros mediosde comunicación, desplegaron en sus pági-nas una amplia información de la visita deFidel, dando cuenta de la entusiasta recep-ción que miles de ecuatorianos le tributa-ron, así como de los más diversos detallesdel encuentro entre los mandatarios deEcuador y Cuba, crónicas que de esta ma-nera, culminaron la amplísima informaciónentregada desde el día 3 de diciembre, y quese sumaron a los comentarios de la radio yla televisión en relación, además, con lapersonalidad del visitante, respecto de sulucha política e inclusive con referencia so-bre detalles anecdóticos de su vida.9

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“Años más tarde, -me comentó Arau-jo Hidalgo con ocasión del testimonio dadopara este trabajo-, el doctor Velasco me hi-zo saber que en el encuentro a solas quemantuvieran los mandatarios de Cuba yEcuador en el segundo piso del casino de lafuerza aérea, antes de la cena, se trataron te-mas de suma importancia, de ellos dos muytrascendentes: el primero, referente a losdetalles de la información que el PresidenteVelasco le hiciera llegar a Fidel, oportuna-mente, sobre la invasión norteamericana aCuba en 1961 y, el segundo, sobre la reanu-dación de las relaciones diplomáticas, asun-to que se programó poner en marcha paramediados de 1972. Desgraciadamente aque-llo ya no fue posible porque los militares levotaron al Presidente ecuatoriano”.

Ciertamente, en febrero de 1972 losmilitares asumieron el poder. ¿Porqué noasumieron el gobierno antes? ¿Debido a quecausas permitieron la presencia de Fidel enel Ecuador? ¿El encuentro de Fidel y Velascoprecipitó la caída del mandatario ecuatoria-no?. Estas y otras preguntas quiero despe-jarlas, en lo posible, en el numeral siguien-te, a partir de intentar una aproximación al

“Años más tarde, -me comentó Arau-jo Hidalgo con ocasión del testimonio dadopara este trabajo-, el doctor Velasco me hi-zo saber que en el encuentro a solas quemantuvieran los mandatarios de Cuba yEcuador en el segundo piso del casino de lafuerza aérea, antes de la cena, se trataron te-mas de suma importancia, de ellos dos muytrascendentes: el primero, referente a losdetalles de la información que el PresidenteVelasco le hiciera llegar a Fidel, oportuna-mente, sobre la invasión norteamericana aCuba en 1961 y, el segundo, sobre la reanu-dación de las relaciones diplomáticas, asun-to que se programó poner en marcha paramediados de 1972. Desgraciadamente aque-llo ya no fue posible porque los militares levotaron al Presidente ecuatoriano”.

Ciertamente, en febrero de 1972 losmilitares asumieron el poder. ¿Porqué noasumieron el gobierno antes? ¿Debido a quecausas permitieron la presencia de Fidel enel Ecuador? ¿El encuentro de Fidel y Velascoprecipitó la caída del mandatario ecuatoria-no?. Estas y otras preguntas quiero despe-jarlas, en lo posible, en el numeral siguien-te, a partir de intentar una aproximación al

“Años más tarde, -me comentó Arau-jo Hidalgo con ocasión del testimonio dadopara este trabajo-, el doctor Velasco me hi-zo saber que en el encuentro a solas quemantuvieran los mandatarios de Cuba yEcuador en el segundo piso del casino de lafuerza aérea, antes de la cena, se trataron te-mas de suma importancia, de ellos dos muytrascendentes: el primero, referente a losdetalles de la información que el PresidenteVelasco le hiciera llegar a Fidel, oportuna-mente, sobre la invasión norteamericana aCuba en 1961 y, el segundo, sobre la reanu-dación de las relaciones diplomáticas, asun-to que se programó poner en marcha paramediados de 1972. Desgraciadamente aque-llo ya no fue posible porque los militares levotaron al Presidente ecuatoriano”.

Ciertamente, en febrero de 1972 losmilitares asumieron el poder. ¿Porqué noasumieron el gobierno antes? ¿Debido a quecausas permitieron la presencia de Fidel enel Ecuador? ¿El encuentro de Fidel y Velascoprecipitó la caída del mandatario ecuatoria-no?. Estas y otras preguntas quiero despe-jarlas, en lo posible, en el numeral siguien-te, a partir de intentar una aproximación al

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rol de las fuerzas armadas en el año de1971, año de la visita de Fidel al Ecuador.

4. Las fuerzas armadas del Ecuador en elcontexto de la visita de Fidel Castro

El gobierno de Velasco Ibarra no ha-bía logrado en los dos primeros años de superíodo Presidencial responder a las exigen-cias de los sectores sociales que lo habíanapoyado electoralmente en 1968 convoca-dos, entonces, a votar por el caudillo a par-tir de una serie de ofertas que, hábilmente,recogieron las expectativas de la inmensamayoría de la población ecuatoriana.

Más aún, el régimen velasquista tam-poco pudo responder plenamente a los in-tereses de los sectores industriales que de-mandaban se les favoreciera con políticaseconómicas que sustentaran su desarrollo,asociado al capital internacional.

Las dos circunstancias señaladas ha-bían configurado, dicho en términos gene-rales, un nivel de oposición al “quinto ve-lasquismo” proveniente de distintos secto-res sociales y económicos del país, que co-menzó a agravarse con la anunciada activi-

rol de las fuerzas armadas en el año de1971, año de la visita de Fidel al Ecuador.

4. Las fuerzas armadas del Ecuador en elcontexto de la visita de Fidel Castro

El gobierno de Velasco Ibarra no ha-bía logrado en los dos primeros años de superíodo Presidencial responder a las exigen-cias de los sectores sociales que lo habíanapoyado electoralmente en 1968 convoca-dos, entonces, a votar por el caudillo a par-tir de una serie de ofertas que, hábilmente,recogieron las expectativas de la inmensamayoría de la población ecuatoriana.

Más aún, el régimen velasquista tam-poco pudo responder plenamente a los in-tereses de los sectores industriales que de-mandaban se les favoreciera con políticaseconómicas que sustentaran su desarrollo,asociado al capital internacional.

Las dos circunstancias señaladas ha-bían configurado, dicho en términos gene-rales, un nivel de oposición al “quinto ve-lasquismo” proveniente de distintos secto-res sociales y económicos del país, que co-menzó a agravarse con la anunciada activi-

rol de las fuerzas armadas en el año de1971, año de la visita de Fidel al Ecuador.

4. Las fuerzas armadas del Ecuador en elcontexto de la visita de Fidel Castro

El gobierno de Velasco Ibarra no ha-bía logrado en los dos primeros años de superíodo Presidencial responder a las exigen-cias de los sectores sociales que lo habíanapoyado electoralmente en 1968 convoca-dos, entonces, a votar por el caudillo a par-tir de una serie de ofertas que, hábilmente,recogieron las expectativas de la inmensamayoría de la población ecuatoriana.

Más aún, el régimen velasquista tam-poco pudo responder plenamente a los in-tereses de los sectores industriales que de-mandaban se les favoreciera con políticaseconómicas que sustentaran su desarrollo,asociado al capital internacional.

Las dos circunstancias señaladas ha-bían configurado, dicho en términos gene-rales, un nivel de oposición al “quinto ve-lasquismo” proveniente de distintos secto-res sociales y económicos del país, que co-menzó a agravarse con la anunciada activi-

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dad petrolera, cuyas rentas comenzaron aconstituirse en polo de atracción de las di-versas fracciones de la burguesía nacional,y, también, en “cantos de sirena” de los sec-tores pauperizados de la patria.

El nivel de contradicciones sociales,por lo tanto, fueron creciendo, al extremoque las fuerzas armadas definieron su nue-vo rol a manera de árbitros de las susodi-chas contradicciones, para cuya tarea la dic-tadura de Velasco, proclamada en junio de1970, con el apoyo explícito de los militares,fue el instrumento mediante el cual cum-plirian los objetivos que los “uniformados”se habían impuesto.

Bien podría afirmar que la dictadurade Velasco fue configurada, pues, frente alhallazgo del petróleo y cuando todos lossectores sociales centraron su atención endefinir como esta riqueza natural se conver-tiría en “resorte impulsor” de sus intereses.

Pero las fuerzas armadas no solo seconvirtieron en mediadores de la aguda po-larización socio-política del país, sino que,además, comenzaron a configurar un pro-yecto a partir de la comprensión de que losingresos económicos, provenientes del pe-

dad petrolera, cuyas rentas comenzaron aconstituirse en polo de atracción de las di-versas fracciones de la burguesía nacional,y, también, en “cantos de sirena” de los sec-tores pauperizados de la patria.

El nivel de contradicciones sociales,por lo tanto, fueron creciendo, al extremoque las fuerzas armadas definieron su nue-vo rol a manera de árbitros de las susodi-chas contradicciones, para cuya tarea la dic-tadura de Velasco, proclamada en junio de1970, con el apoyo explícito de los militares,fue el instrumento mediante el cual cum-plirian los objetivos que los “uniformados”se habían impuesto.

Bien podría afirmar que la dictadurade Velasco fue configurada, pues, frente alhallazgo del petróleo y cuando todos lossectores sociales centraron su atención endefinir como esta riqueza natural se conver-tiría en “resorte impulsor” de sus intereses.

Pero las fuerzas armadas no solo seconvirtieron en mediadores de la aguda po-larización socio-política del país, sino que,además, comenzaron a configurar un pro-yecto a partir de la comprensión de que losingresos económicos, provenientes del pe-

dad petrolera, cuyas rentas comenzaron aconstituirse en polo de atracción de las di-versas fracciones de la burguesía nacional,y, también, en “cantos de sirena” de los sec-tores pauperizados de la patria.

El nivel de contradicciones sociales,por lo tanto, fueron creciendo, al extremoque las fuerzas armadas definieron su nue-vo rol a manera de árbitros de las susodi-chas contradicciones, para cuya tarea la dic-tadura de Velasco, proclamada en junio de1970, con el apoyo explícito de los militares,fue el instrumento mediante el cual cum-plirian los objetivos que los “uniformados”se habían impuesto.

Bien podría afirmar que la dictadurade Velasco fue configurada, pues, frente alhallazgo del petróleo y cuando todos lossectores sociales centraron su atención endefinir como esta riqueza natural se conver-tiría en “resorte impulsor” de sus intereses.

Pero las fuerzas armadas no solo seconvirtieron en mediadores de la aguda po-larización socio-política del país, sino que,además, comenzaron a configurar un pro-yecto a partir de la comprensión de que losingresos económicos, provenientes del pe-

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tróleo, no podían servir para beneficio úni-co de los grupos dominantes, sino que eramenester poner en marcha un proceso ace-lerado que modificara la estructura del Es-tado de conformidad con los nuevos reque-rimientos internos.

Empero, Velasco Ibarra, en tanto elproyecto desarrollista militar naciera, tuvoque enfrentar una beligerante oposiciónproveniente de todos los sectores sociales yeconómicos del Ecuador, frente a cuya cir-cunstancia el mandatario no vaciló en ejer-cer una represión furibunda que erosionó,más todavía, a su gobierno, represión en-cargada a su sobrino Jorge Acosta Velasco,para entonces Ministro de Defensa.

Por ello, ocho meses después de pro-clamarse la dictadura, cien oficiales de laAcademia de Guerra en Quito, y de la Es-cuela de Perfeccionamiento del Ejército, di-rigidos por el General Luis Jácome Chávez,pidieron la destitución del ministro de de-fensa y del General Julio Sacoto Montero.Esta sublevación militar reveló el descon-tento de ciertos sectores de militares no so-lo con la conducta represiva del régimen, si-no, además, con la política económica y so-

tróleo, no podían servir para beneficio úni-co de los grupos dominantes, sino que eramenester poner en marcha un proceso ace-lerado que modificara la estructura del Es-tado de conformidad con los nuevos reque-rimientos internos.

Empero, Velasco Ibarra, en tanto elproyecto desarrollista militar naciera, tuvoque enfrentar una beligerante oposiciónproveniente de todos los sectores sociales yeconómicos del Ecuador, frente a cuya cir-cunstancia el mandatario no vaciló en ejer-cer una represión furibunda que erosionó,más todavía, a su gobierno, represión en-cargada a su sobrino Jorge Acosta Velasco,para entonces Ministro de Defensa.

Por ello, ocho meses después de pro-clamarse la dictadura, cien oficiales de laAcademia de Guerra en Quito, y de la Es-cuela de Perfeccionamiento del Ejército, di-rigidos por el General Luis Jácome Chávez,pidieron la destitución del ministro de de-fensa y del General Julio Sacoto Montero.Esta sublevación militar reveló el descon-tento de ciertos sectores de militares no so-lo con la conducta represiva del régimen, si-no, además, con la política económica y so-

tróleo, no podían servir para beneficio úni-co de los grupos dominantes, sino que eramenester poner en marcha un proceso ace-lerado que modificara la estructura del Es-tado de conformidad con los nuevos reque-rimientos internos.

Empero, Velasco Ibarra, en tanto elproyecto desarrollista militar naciera, tuvoque enfrentar una beligerante oposiciónproveniente de todos los sectores sociales yeconómicos del Ecuador, frente a cuya cir-cunstancia el mandatario no vaciló en ejer-cer una represión furibunda que erosionó,más todavía, a su gobierno, represión en-cargada a su sobrino Jorge Acosta Velasco,para entonces Ministro de Defensa.

Por ello, ocho meses después de pro-clamarse la dictadura, cien oficiales de laAcademia de Guerra en Quito, y de la Es-cuela de Perfeccionamiento del Ejército, di-rigidos por el General Luis Jácome Chávez,pidieron la destitución del ministro de de-fensa y del General Julio Sacoto Montero.Esta sublevación militar reveló el descon-tento de ciertos sectores de militares no so-lo con la conducta represiva del régimen, si-no, además, con la política económica y so-

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cial del gobierno, y sobre todo con su polí-tica petrolera que no respondía a las expec-tativas del pueblo ecuatoriano.

Había aquí, “una cierta dimensiónantioligárquica coyunturalmente impercep-tible”,10 que emanaba de algunos sectoresde las fuerzas armadas, a cuyo interior, conla referida rebelión, se produjo un reorde-namiento de mando que permitió el ascen-so del General Guillermo Rodríguez Lara alpuesto de Comandante del Ejército.

“Pero no serían los partidos de iz-quierda como tales, los inspiradores de losremozados vientos nacionalistas que sopla-ban en los cuarteles. El vínculo explicativosería otro...(y no ninguna inspiración velas-quista)...sino el terreno de las ideologíasque afloraban en América Latina”11.

En efecto, en algunos sectores milita-res se desarrolló una percepción distinta ala realidad social como producto, por ejem-plo, de la incidencia que comenzó a tener“la nueva iglesia” en el entorno de las con-frontaciones de los campesinos cooperati-vistas e indígenas contra los grupos oligár-quicos, (a los cuales Velasco hizo el juego),

cial del gobierno, y sobre todo con su polí-tica petrolera que no respondía a las expec-tativas del pueblo ecuatoriano.

Había aquí, “una cierta dimensiónantioligárquica coyunturalmente impercep-tible”,10 que emanaba de algunos sectoresde las fuerzas armadas, a cuyo interior, conla referida rebelión, se produjo un reorde-namiento de mando que permitió el ascen-so del General Guillermo Rodríguez Lara alpuesto de Comandante del Ejército.

“Pero no serían los partidos de iz-quierda como tales, los inspiradores de losremozados vientos nacionalistas que sopla-ban en los cuarteles. El vínculo explicativosería otro...(y no ninguna inspiración velas-quista)...sino el terreno de las ideologíasque afloraban en América Latina”11.

En efecto, en algunos sectores milita-res se desarrolló una percepción distinta ala realidad social como producto, por ejem-plo, de la incidencia que comenzó a tener“la nueva iglesia” en el entorno de las con-frontaciones de los campesinos cooperati-vistas e indígenas contra los grupos oligár-quicos, (a los cuales Velasco hizo el juego),

cial del gobierno, y sobre todo con su polí-tica petrolera que no respondía a las expec-tativas del pueblo ecuatoriano.

Había aquí, “una cierta dimensiónantioligárquica coyunturalmente impercep-tible”,10 que emanaba de algunos sectoresde las fuerzas armadas, a cuyo interior, conla referida rebelión, se produjo un reorde-namiento de mando que permitió el ascen-so del General Guillermo Rodríguez Lara alpuesto de Comandante del Ejército.

“Pero no serían los partidos de iz-quierda como tales, los inspiradores de losremozados vientos nacionalistas que sopla-ban en los cuarteles. El vínculo explicativosería otro...(y no ninguna inspiración velas-quista)...sino el terreno de las ideologíasque afloraban en América Latina”11.

En efecto, en algunos sectores milita-res se desarrolló una percepción distinta ala realidad social como producto, por ejem-plo, de la incidencia que comenzó a tener“la nueva iglesia” en el entorno de las con-frontaciones de los campesinos cooperati-vistas e indígenas contra los grupos oligár-quicos, (a los cuales Velasco hizo el juego),

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ante cuya realidad fueron apareciendo acti-tudes particulares de la iglesia que, al calore influencia del Concilio Vaticano Segundoy de la Conferencia Episcopal de Medellín,propusieron un trato más civilizado al indí-gena y al campesino ecuatorianos e impul-saron la necesidad de establecer cambios enla estructura agraria del país. De esta mane-ra apareció, al interior de la Iglesia Católicaecuatoriana, una tendencia que rechazó alcapitalismo excluyente y que propuso aten-der los requerimientos de los pobres, asun-to que fue receptado en algunos sectores dela sociedad ecuatoriana y, desde luego, enciertos círculos militares.

De otra parte, en esta misma línea deanálisis, en un importante sector de lasfuerzas armadas comenzó a sentirse la in-fluencia de dos regímenes militares del áreaandina: el de Perú y el boliviano.

El gobierno militar del General Ovan-do, en Bolivia, había nacionalizado la Gulfen 1969 y en el régimen del General Torres,en los años de 190-71, procuraba instaurarsoluciones importantes a los múltiples con-flictos de esa sociedad, en tanto, paralela-mente, enarbolaba la bandera de la sobera-

ante cuya realidad fueron apareciendo acti-tudes particulares de la iglesia que, al calore influencia del Concilio Vaticano Segundoy de la Conferencia Episcopal de Medellín,propusieron un trato más civilizado al indí-gena y al campesino ecuatorianos e impul-saron la necesidad de establecer cambios enla estructura agraria del país. De esta mane-ra apareció, al interior de la Iglesia Católicaecuatoriana, una tendencia que rechazó alcapitalismo excluyente y que propuso aten-der los requerimientos de los pobres, asun-to que fue receptado en algunos sectores dela sociedad ecuatoriana y, desde luego, enciertos círculos militares.

De otra parte, en esta misma línea deanálisis, en un importante sector de lasfuerzas armadas comenzó a sentirse la in-fluencia de dos regímenes militares del áreaandina: el de Perú y el boliviano.

El gobierno militar del General Ovan-do, en Bolivia, había nacionalizado la Gulfen 1969 y en el régimen del General Torres,en los años de 190-71, procuraba instaurarsoluciones importantes a los múltiples con-flictos de esa sociedad, en tanto, paralela-mente, enarbolaba la bandera de la sobera-

ante cuya realidad fueron apareciendo acti-tudes particulares de la iglesia que, al calore influencia del Concilio Vaticano Segundoy de la Conferencia Episcopal de Medellín,propusieron un trato más civilizado al indí-gena y al campesino ecuatorianos e impul-saron la necesidad de establecer cambios enla estructura agraria del país. De esta mane-ra apareció, al interior de la Iglesia Católicaecuatoriana, una tendencia que rechazó alcapitalismo excluyente y que propuso aten-der los requerimientos de los pobres, asun-to que fue receptado en algunos sectores dela sociedad ecuatoriana y, desde luego, enciertos círculos militares.

De otra parte, en esta misma línea deanálisis, en un importante sector de lasfuerzas armadas comenzó a sentirse la in-fluencia de dos regímenes militares del áreaandina: el de Perú y el boliviano.

El gobierno militar del General Ovan-do, en Bolivia, había nacionalizado la Gulfen 1969 y en el régimen del General Torres,en los años de 190-71, procuraba instaurarsoluciones importantes a los múltiples con-flictos de esa sociedad, en tanto, paralela-mente, enarbolaba la bandera de la sobera-

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nía frente a los monopolios que histórica-mente habían succionado sus riquezas. Co-sa similar acontecía con el gobierno perua-no del General Velasco Alvarado, cuyo esca-so petróleo encontraba un mercado ade-cuado a precios competitivos, todo ello enmedio de no pocas contrariedades al capitaltransnacional, por la postura, así mismo, desoberanía y dignidad del mencionado go-bierno, frente a la Belco Petroleum.

No puede dejarse de lado, además, lacircunstancia de que en Chile, en ese mis-mo período, existía un gobierno socialista,el de Salvador Allende, cuya gestión era se-guida con suma atención por el conjunto delos pueblos latinoamericanos y por sus ins-tituciones, régimen socialista que más alláde toda valoración, expresaba la búsquedade mejores días del pueblo de la “estrellasolitaria”.

En este contexto, en las fuerzas arma-das ecuatorianas, se constituyó en una lec-tura obligatoria los documentos de los go-biernos de Chile, Bolivia y, especialmente,del Perú, lectura que caló hondamente en laoficialidad de la marina, “desde donde sellevó al Ejército la preocupación sobre el es-

nía frente a los monopolios que histórica-mente habían succionado sus riquezas. Co-sa similar acontecía con el gobierno perua-no del General Velasco Alvarado, cuyo esca-so petróleo encontraba un mercado ade-cuado a precios competitivos, todo ello enmedio de no pocas contrariedades al capitaltransnacional, por la postura, así mismo, desoberanía y dignidad del mencionado go-bierno, frente a la Belco Petroleum.

No puede dejarse de lado, además, lacircunstancia de que en Chile, en ese mis-mo período, existía un gobierno socialista,el de Salvador Allende, cuya gestión era se-guida con suma atención por el conjunto delos pueblos latinoamericanos y por sus ins-tituciones, régimen socialista que más alláde toda valoración, expresaba la búsquedade mejores días del pueblo de la “estrellasolitaria”.

En este contexto, en las fuerzas arma-das ecuatorianas, se constituyó en una lec-tura obligatoria los documentos de los go-biernos de Chile, Bolivia y, especialmente,del Perú, lectura que caló hondamente en laoficialidad de la marina, “desde donde sellevó al Ejército la preocupación sobre el es-

nía frente a los monopolios que histórica-mente habían succionado sus riquezas. Co-sa similar acontecía con el gobierno perua-no del General Velasco Alvarado, cuyo esca-so petróleo encontraba un mercado ade-cuado a precios competitivos, todo ello enmedio de no pocas contrariedades al capitaltransnacional, por la postura, así mismo, desoberanía y dignidad del mencionado go-bierno, frente a la Belco Petroleum.

No puede dejarse de lado, además, lacircunstancia de que en Chile, en ese mis-mo período, existía un gobierno socialista,el de Salvador Allende, cuya gestión era se-guida con suma atención por el conjunto delos pueblos latinoamericanos y por sus ins-tituciones, régimen socialista que más alláde toda valoración, expresaba la búsquedade mejores días del pueblo de la “estrellasolitaria”.

En este contexto, en las fuerzas arma-das ecuatorianas, se constituyó en una lec-tura obligatoria los documentos de los go-biernos de Chile, Bolivia y, especialmente,del Perú, lectura que caló hondamente en laoficialidad de la marina, “desde donde sellevó al Ejército la preocupación sobre el es-

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tudio de los candentes problemas naciona-les”.12

Así puede explicarse, entonces, la acti-tud de la marina ecuatoriana en la posturade defensa del mar territorial de 200 millasmarinas y el aparecimiento de lo que se co-noció como “la guerra del atún” que castigóespecialmente a las embarcaciones nortea-mericanas que realizaban la pesca del atúndesconociendo la jurisdicción territorialmarina, y frente a cuya circunstancia lafuerza naval ecuatoriana cumplió con la ta-rea de defensa de la soberanía nacional, porencima de todo tipo de presión.

De igual manera ha de comprendersela decisión asumida por el régimen nacio-nal para echar del país a las misiones milita-res norteamericanas, pues, sobre este tema,las fuerzas armadas ecuatorianas, debido ala injerencia de los sectores nacionalistas dela marina y el ejército, asumieron la con-ducta de defender, sin claudicación alguna,la soberanía del país.

Todos estos elementos nos explican laactitud del régimen de Velasco Ibarra, -es-pecialmente en el año 1971-, cuyo perfil en

tudio de los candentes problemas naciona-les”.12

Así puede explicarse, entonces, la acti-tud de la marina ecuatoriana en la posturade defensa del mar territorial de 200 millasmarinas y el aparecimiento de lo que se co-noció como “la guerra del atún” que castigóespecialmente a las embarcaciones nortea-mericanas que realizaban la pesca del atúndesconociendo la jurisdicción territorialmarina, y frente a cuya circunstancia lafuerza naval ecuatoriana cumplió con la ta-rea de defensa de la soberanía nacional, porencima de todo tipo de presión.

De igual manera ha de comprendersela decisión asumida por el régimen nacio-nal para echar del país a las misiones milita-res norteamericanas, pues, sobre este tema,las fuerzas armadas ecuatorianas, debido ala injerencia de los sectores nacionalistas dela marina y el ejército, asumieron la con-ducta de defender, sin claudicación alguna,la soberanía del país.

Todos estos elementos nos explican laactitud del régimen de Velasco Ibarra, -es-pecialmente en el año 1971-, cuyo perfil en

tudio de los candentes problemas naciona-les”.12

Así puede explicarse, entonces, la acti-tud de la marina ecuatoriana en la posturade defensa del mar territorial de 200 millasmarinas y el aparecimiento de lo que se co-noció como “la guerra del atún” que castigóespecialmente a las embarcaciones nortea-mericanas que realizaban la pesca del atúndesconociendo la jurisdicción territorialmarina, y frente a cuya circunstancia lafuerza naval ecuatoriana cumplió con la ta-rea de defensa de la soberanía nacional, porencima de todo tipo de presión.

De igual manera ha de comprendersela decisión asumida por el régimen nacio-nal para echar del país a las misiones milita-res norteamericanas, pues, sobre este tema,las fuerzas armadas ecuatorianas, debido ala injerencia de los sectores nacionalistas dela marina y el ejército, asumieron la con-ducta de defender, sin claudicación alguna,la soberanía del país.

Todos estos elementos nos explican laactitud del régimen de Velasco Ibarra, -es-pecialmente en el año 1971-, cuyo perfil en

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materia internacional estuvo vinculado a lainfluencia de los sectores “progresistas, de-mocráticos y nacionalistas” de las fuerzasarmadas ecuatorianas, las cuales, paulatina-mente, fueron encontrando, cada vez más,mayores razones de confrontación con laspolíticas internas del régimen, hasta queoptaron por gobernar, “directamente”, paracuyo efecto defenestraron a Velasco e ins-tauraron, en febrero de 1972 el gobierno“nacionalista y revolucionario” que presidióel general Guillermo Rodríguez Lara.

En todo caso, no puede decirse que lafracción de extrema derecha y proimperia-lista, existente de todas formas al interior delas fuerzas armadas en el proceso históricoque aludo, desapareció o se anuló por com-pleto en medio de las contradicciones conlos sectores progresistas. Lo que ocurriófue que las posiciones “encontradas” de lasfuerzas armadas coincidieron en el cuestio-namiento al modelo económico prevale-ciente de aquel entonces, el mismo que apa-recía como incapaz de responder ante lasnuevas circunstancias que se derivaban porla floreciente, y al mismo tiempo novísima,gestión petrolera. De allí que bien podamosadvertir, luego, las limitaciones prácticas de

materia internacional estuvo vinculado a lainfluencia de los sectores “progresistas, de-mocráticos y nacionalistas” de las fuerzasarmadas ecuatorianas, las cuales, paulatina-mente, fueron encontrando, cada vez más,mayores razones de confrontación con laspolíticas internas del régimen, hasta queoptaron por gobernar, “directamente”, paracuyo efecto defenestraron a Velasco e ins-tauraron, en febrero de 1972 el gobierno“nacionalista y revolucionario” que presidióel general Guillermo Rodríguez Lara.

En todo caso, no puede decirse que lafracción de extrema derecha y proimperia-lista, existente de todas formas al interior delas fuerzas armadas en el proceso históricoque aludo, desapareció o se anuló por com-pleto en medio de las contradicciones conlos sectores progresistas. Lo que ocurriófue que las posiciones “encontradas” de lasfuerzas armadas coincidieron en el cuestio-namiento al modelo económico prevale-ciente de aquel entonces, el mismo que apa-recía como incapaz de responder ante lasnuevas circunstancias que se derivaban porla floreciente, y al mismo tiempo novísima,gestión petrolera. De allí que bien podamosadvertir, luego, las limitaciones prácticas de

materia internacional estuvo vinculado a lainfluencia de los sectores “progresistas, de-mocráticos y nacionalistas” de las fuerzasarmadas ecuatorianas, las cuales, paulatina-mente, fueron encontrando, cada vez más,mayores razones de confrontación con laspolíticas internas del régimen, hasta queoptaron por gobernar, “directamente”, paracuyo efecto defenestraron a Velasco e ins-tauraron, en febrero de 1972 el gobierno“nacionalista y revolucionario” que presidióel general Guillermo Rodríguez Lara.

En todo caso, no puede decirse que lafracción de extrema derecha y proimperia-lista, existente de todas formas al interior delas fuerzas armadas en el proceso históricoque aludo, desapareció o se anuló por com-pleto en medio de las contradicciones conlos sectores progresistas. Lo que ocurriófue que las posiciones “encontradas” de lasfuerzas armadas coincidieron en el cuestio-namiento al modelo económico prevale-ciente de aquel entonces, el mismo que apa-recía como incapaz de responder ante lasnuevas circunstancias que se derivaban porla floreciente, y al mismo tiempo novísima,gestión petrolera. De allí que bien podamosadvertir, luego, las limitaciones prácticas de

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gran parte del programa esgrimido en fe-brero de 1971 por el General Rodriguez La-ra, como efecto de las tensiones entre losbandos al interior de las fuerzas armadas, y,desde luego, debido, también, a las con-frontaciones entre sí por parte de la “nuevaburguesía industrial”.

La conducta del sector progresista delas fuerzas armadas en el año de 1971, entodo caso, tampoco estuvo alejada de la in-fluencia que devenía de una parte de la so-ciedad civil, de los partidos políticos pro-gresistas y de izquierda, así como del movi-miento sindical e indígena ecuatorianos,quienes combatieron a la dictadura de Ve-lasco Ibarra, rechazaron el “plan de retornoconstitucional” del mandatario y fueronalineándose, -y construyendo un bloquemás o menos coherente-, detrás de pro-puestas nacionalistas, que tuvieron linderoscoincidentes con importantes sectores delas fuerzas armadas, cuando se sucedieronhechos como la “guerra del atún”, la salidadel país de las misiones militares norteame-ricanas y la visita de Fidel al Ecuador.

Precisamente, -y retomando el temade la visita del dirigente revolucionario cu-

gran parte del programa esgrimido en fe-brero de 1971 por el General Rodriguez La-ra, como efecto de las tensiones entre losbandos al interior de las fuerzas armadas, y,desde luego, debido, también, a las con-frontaciones entre sí por parte de la “nuevaburguesía industrial”.

La conducta del sector progresista delas fuerzas armadas en el año de 1971, entodo caso, tampoco estuvo alejada de la in-fluencia que devenía de una parte de la so-ciedad civil, de los partidos políticos pro-gresistas y de izquierda, así como del movi-miento sindical e indígena ecuatorianos,quienes combatieron a la dictadura de Ve-lasco Ibarra, rechazaron el “plan de retornoconstitucional” del mandatario y fueronalineándose, -y construyendo un bloquemás o menos coherente-, detrás de pro-puestas nacionalistas, que tuvieron linderoscoincidentes con importantes sectores delas fuerzas armadas, cuando se sucedieronhechos como la “guerra del atún”, la salidadel país de las misiones militares norteame-ricanas y la visita de Fidel al Ecuador.

Precisamente, -y retomando el temade la visita del dirigente revolucionario cu-

gran parte del programa esgrimido en fe-brero de 1971 por el General Rodriguez La-ra, como efecto de las tensiones entre losbandos al interior de las fuerzas armadas, y,desde luego, debido, también, a las con-frontaciones entre sí por parte de la “nuevaburguesía industrial”.

La conducta del sector progresista delas fuerzas armadas en el año de 1971, entodo caso, tampoco estuvo alejada de la in-fluencia que devenía de una parte de la so-ciedad civil, de los partidos políticos pro-gresistas y de izquierda, así como del movi-miento sindical e indígena ecuatorianos,quienes combatieron a la dictadura de Ve-lasco Ibarra, rechazaron el “plan de retornoconstitucional” del mandatario y fueronalineándose, -y construyendo un bloquemás o menos coherente-, detrás de pro-puestas nacionalistas, que tuvieron linderoscoincidentes con importantes sectores delas fuerzas armadas, cuando se sucedieronhechos como la “guerra del atún”, la salidadel país de las misiones militares norteame-ricanas y la visita de Fidel al Ecuador.

Precisamente, -y retomando el temade la visita del dirigente revolucionario cu-

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bano al mandatario ecuatoriano-, en elcontexto histórico señalado en este ensayo ,la decisión de Velasco Ibarra para que seprodujera su encuentro con Fidel, no fueuna circunstancia definida exclusivamentepor él.

He podido obtener la informaciónque días previos a la invitación al DoctorAraujo Hidalgo al almuerzo en el Palacio deCarondelet, con la finalidad de consultarlela posibilidad de invitar a Fidel al Ecuador,el doctor Velasco había ya iniciado una seriede consultas personales, -selectivas diría yo-,con algunos miembros del más alto nivel delas fuerzas armadas, especialmente de lamarina, a fin de que le trasladaran sus co-mentarios individuales, por lo tanto no ins-titucionales, respecto de la posibilidad dereunirse con Fidel en Quito.

En la tarea de auscultar las opinionesa importantes miembros de las fuerzas ar-madas sobre la posible invitación a FidelCastro, estaba implícita no solamente labúsqueda de esas opiniones informales porparte de Velasco Ibarra para tomar una de-cisión final frente a un asunto respecto delcual el gobernante no podía actuar bajo su

bano al mandatario ecuatoriano-, en elcontexto histórico señalado en este ensayo ,la decisión de Velasco Ibarra para que seprodujera su encuentro con Fidel, no fueuna circunstancia definida exclusivamentepor él.

He podido obtener la informaciónque días previos a la invitación al DoctorAraujo Hidalgo al almuerzo en el Palacio deCarondelet, con la finalidad de consultarlela posibilidad de invitar a Fidel al Ecuador,el doctor Velasco había ya iniciado una seriede consultas personales, -selectivas diría yo-,con algunos miembros del más alto nivel delas fuerzas armadas, especialmente de lamarina, a fin de que le trasladaran sus co-mentarios individuales, por lo tanto no ins-titucionales, respecto de la posibilidad dereunirse con Fidel en Quito.

En la tarea de auscultar las opinionesa importantes miembros de las fuerzas ar-madas sobre la posible invitación a FidelCastro, estaba implícita no solamente labúsqueda de esas opiniones informales porparte de Velasco Ibarra para tomar una de-cisión final frente a un asunto respecto delcual el gobernante no podía actuar bajo su

bano al mandatario ecuatoriano-, en elcontexto histórico señalado en este ensayo ,la decisión de Velasco Ibarra para que seprodujera su encuentro con Fidel, no fueuna circunstancia definida exclusivamentepor él.

He podido obtener la informaciónque días previos a la invitación al DoctorAraujo Hidalgo al almuerzo en el Palacio deCarondelet, con la finalidad de consultarlela posibilidad de invitar a Fidel al Ecuador,el doctor Velasco había ya iniciado una seriede consultas personales, -selectivas diría yo-,con algunos miembros del más alto nivel delas fuerzas armadas, especialmente de lamarina, a fin de que le trasladaran sus co-mentarios individuales, por lo tanto no ins-titucionales, respecto de la posibilidad dereunirse con Fidel en Quito.

En la tarea de auscultar las opinionesa importantes miembros de las fuerzas ar-madas sobre la posible invitación a FidelCastro, estaba implícita no solamente labúsqueda de esas opiniones informales porparte de Velasco Ibarra para tomar una de-cisión final frente a un asunto respecto delcual el gobernante no podía actuar bajo su

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exclusiva responsabilidad, -más allá de queciertamente Velasco estaba vivamente inte-resado en formular la susodicha invitación,sino que estaba en juego el “visto bueno”,–aquel visto bueno sutil pero tan necesarioen estos casos-, para que la invitación, quela había pensado y “madurado” con pocaantelación, no fuera un “salto al vacío” quetrajera consigo más dificultades a las que yatenía el régimen por aquellos días.

En dichas consultas, ciertamente po-quísimas (porque no involucró a más decuatro importantes miembros de las fuerzasarmadas) Velasco encontró una postura po-sitiva para que el encuentro con Fidel seprodujera, asunto que, a mi modo de ver,quedó plenamente traducido con la res-puesta tajante y sin titubeos que el Jefe delComando Conjunto de las Fuerzas Arma-das, Vicealmirante Cruz Polanco, le diera aldoctor Velasco sobre este mismo asuntocon ocasión del almuerzo que el gobernantecompartiera, además, con el Ministro dedefensa Luis Robles Plaza y con el doctorAraujo Hidalgo en la segunda quincena delmes de noviembre de 1971, en la Casa Pre-sidencial.

exclusiva responsabilidad, -más allá de queciertamente Velasco estaba vivamente inte-resado en formular la susodicha invitación,sino que estaba en juego el “visto bueno”,–aquel visto bueno sutil pero tan necesarioen estos casos-, para que la invitación, quela había pensado y “madurado” con pocaantelación, no fuera un “salto al vacío” quetrajera consigo más dificultades a las que yatenía el régimen por aquellos días.

En dichas consultas, ciertamente po-quísimas (porque no involucró a más decuatro importantes miembros de las fuerzasarmadas) Velasco encontró una postura po-sitiva para que el encuentro con Fidel seprodujera, asunto que, a mi modo de ver,quedó plenamente traducido con la res-puesta tajante y sin titubeos que el Jefe delComando Conjunto de las Fuerzas Arma-das, Vicealmirante Cruz Polanco, le diera aldoctor Velasco sobre este mismo asuntocon ocasión del almuerzo que el gobernantecompartiera, además, con el Ministro dedefensa Luis Robles Plaza y con el doctorAraujo Hidalgo en la segunda quincena delmes de noviembre de 1971, en la Casa Pre-sidencial.

exclusiva responsabilidad, -más allá de queciertamente Velasco estaba vivamente inte-resado en formular la susodicha invitación,sino que estaba en juego el “visto bueno”,–aquel visto bueno sutil pero tan necesarioen estos casos-, para que la invitación, quela había pensado y “madurado” con pocaantelación, no fuera un “salto al vacío” quetrajera consigo más dificultades a las que yatenía el régimen por aquellos días.

En dichas consultas, ciertamente po-quísimas (porque no involucró a más decuatro importantes miembros de las fuerzasarmadas) Velasco encontró una postura po-sitiva para que el encuentro con Fidel seprodujera, asunto que, a mi modo de ver,quedó plenamente traducido con la res-puesta tajante y sin titubeos que el Jefe delComando Conjunto de las Fuerzas Arma-das, Vicealmirante Cruz Polanco, le diera aldoctor Velasco sobre este mismo asuntocon ocasión del almuerzo que el gobernantecompartiera, además, con el Ministro dedefensa Luis Robles Plaza y con el doctorAraujo Hidalgo en la segunda quincena delmes de noviembre de 1971, en la Casa Pre-sidencial.

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Esta realidad es tan evidente que lue-go de haberse definido la visita de FidelCastro a la ciudad de Guayaquil, la actitudde apoyo logístico y de seguridad de los mi-litares ecuatorianos, en especial de la mari-na, para facilitar dicha visita fue notoria.No por ello dejo de advertir que hubo in-tentos de una fracción reaccionaria de lasfuerzas armadas para oponerse a la mencio-nada invitación a Fidel, asunto que noprosperó, por el comprometimiento insti-tucional de los militares ante la referida in-vitación, involucramiento logrado, por va-rias vías, para que la cita del 4 de diciembrede 1971 fuera un éxito.

5. ¿Se han marchitado las posiciones de so-beranía y dignidad?

En suma, y a manera de resumen deeste trabajo, me parece necesario advertirque cuando decidí investigar sobre el episo-dio histórico de la visita de Fidel Castro alEcuador, concomitantemente, me vi obliga-do a aproximarme al entorno político delperíodo comprendido entre 1970 y 1971,años en los cuales gobernó, ejerciendo ladictadura, el doctor Velasco Ibarra a quien

Esta realidad es tan evidente que lue-go de haberse definido la visita de FidelCastro a la ciudad de Guayaquil, la actitudde apoyo logístico y de seguridad de los mi-litares ecuatorianos, en especial de la mari-na, para facilitar dicha visita fue notoria.No por ello dejo de advertir que hubo in-tentos de una fracción reaccionaria de lasfuerzas armadas para oponerse a la mencio-nada invitación a Fidel, asunto que noprosperó, por el comprometimiento insti-tucional de los militares ante la referida in-vitación, involucramiento logrado, por va-rias vías, para que la cita del 4 de diciembrede 1971 fuera un éxito.

5. ¿Se han marchitado las posiciones de so-beranía y dignidad?

En suma, y a manera de resumen deeste trabajo, me parece necesario advertirque cuando decidí investigar sobre el episo-dio histórico de la visita de Fidel Castro alEcuador, concomitantemente, me vi obliga-do a aproximarme al entorno político delperíodo comprendido entre 1970 y 1971,años en los cuales gobernó, ejerciendo ladictadura, el doctor Velasco Ibarra a quien

Esta realidad es tan evidente que lue-go de haberse definido la visita de FidelCastro a la ciudad de Guayaquil, la actitudde apoyo logístico y de seguridad de los mi-litares ecuatorianos, en especial de la mari-na, para facilitar dicha visita fue notoria.No por ello dejo de advertir que hubo in-tentos de una fracción reaccionaria de lasfuerzas armadas para oponerse a la mencio-nada invitación a Fidel, asunto que noprosperó, por el comprometimiento insti-tucional de los militares ante la referida in-vitación, involucramiento logrado, por va-rias vías, para que la cita del 4 de diciembrede 1971 fuera un éxito.

5. ¿Se han marchitado las posiciones de so-beranía y dignidad?

En suma, y a manera de resumen deeste trabajo, me parece necesario advertirque cuando decidí investigar sobre el episo-dio histórico de la visita de Fidel Castro alEcuador, concomitantemente, me vi obliga-do a aproximarme al entorno político delperíodo comprendido entre 1970 y 1971,años en los cuales gobernó, ejerciendo ladictadura, el doctor Velasco Ibarra a quien

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todos los sectores democráticos en dichoperíodo le cuestionaron y combatieron nosolo por sus desaciertos en el poder, sinopor la puesta en marcha de un régimen re-presivo.

No obstante, a esos mismos años co-rresponde el aparecimiento, especialmenteen las fuerzas armadas, de posturas nacio-nalistas comprometidas con la defensa delos recursos naturales y el aprovechamientode ellos en la perspectiva de propiciar unpaís en mejores condiciones de vida.

Dicha corriente, que bien puede serdefinida como una forma de expresión po-lítica y económica, de manera paulatina fueenfrentándose con las posiciones retrógadasque al interior de la institución militar soloestaban dispuestas a cumplir el rol que lesasignase su sumisión a los designios del de-partamento de estado norteamericano y alos intereses de las transnacionales que, conla explotación petrolífera ecuatoriana enauge, encontraron, una vez más, la posibili-dad de hartarse económicamente en su be-neficio y en el de un grupo nacional asocia-do, antipatrióticamente, en esas expecta-tivas.

todos los sectores democráticos en dichoperíodo le cuestionaron y combatieron nosolo por sus desaciertos en el poder, sinopor la puesta en marcha de un régimen re-presivo.

No obstante, a esos mismos años co-rresponde el aparecimiento, especialmenteen las fuerzas armadas, de posturas nacio-nalistas comprometidas con la defensa delos recursos naturales y el aprovechamientode ellos en la perspectiva de propiciar unpaís en mejores condiciones de vida.

Dicha corriente, que bien puede serdefinida como una forma de expresión po-lítica y económica, de manera paulatina fueenfrentándose con las posiciones retrógadasque al interior de la institución militar soloestaban dispuestas a cumplir el rol que lesasignase su sumisión a los designios del de-partamento de estado norteamericano y alos intereses de las transnacionales que, conla explotación petrolífera ecuatoriana enauge, encontraron, una vez más, la posibili-dad de hartarse económicamente en su be-neficio y en el de un grupo nacional asocia-do, antipatrióticamente, en esas expecta-tivas.

todos los sectores democráticos en dichoperíodo le cuestionaron y combatieron nosolo por sus desaciertos en el poder, sinopor la puesta en marcha de un régimen re-presivo.

No obstante, a esos mismos años co-rresponde el aparecimiento, especialmenteen las fuerzas armadas, de posturas nacio-nalistas comprometidas con la defensa delos recursos naturales y el aprovechamientode ellos en la perspectiva de propiciar unpaís en mejores condiciones de vida.

Dicha corriente, que bien puede serdefinida como una forma de expresión po-lítica y económica, de manera paulatina fueenfrentándose con las posiciones retrógadasque al interior de la institución militar soloestaban dispuestas a cumplir el rol que lesasignase su sumisión a los designios del de-partamento de estado norteamericano y alos intereses de las transnacionales que, conla explotación petrolífera ecuatoriana enauge, encontraron, una vez más, la posibili-dad de hartarse económicamente en su be-neficio y en el de un grupo nacional asocia-do, antipatrióticamente, en esas expecta-tivas.

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Esta confrontación ideológica en lasfuerzas armadas, como queda explicado enlíneas precedentes, -y que se vivió intensa-mente también en la sociedad civil, con ma-tices particulares-, tuvo su origen, de unaparte, en la influencia que ejerció la co-rriente de la “nueva iglesia comprometidacon los pobres”, que había aparecido en La-tinoamérica y comenzaba a propagarse enel Ecuador demandando atención a los con-flictos sociales y freno al capitalismo salvajey excluyente; y de otro lado, también, tuvoraíces en el comportamiento de algunos re-gímenes militares del área, especialmentedel peruano, que enarbolaron posturas na-cionalistas y de compromiso con las aspira-ciones de los sectores más pauperizados. Noestaba distante, además, en toda esta per-cepción latinoamericana, el ímpetu de unnuevo modelo económico y social que pre-gonaba el régimen socialista de SalvadorAllende en Chile y la siempre convocanteatención a la revolución cubana.

Este sector progresista de las fuerzasarmadas fue el que lideró, en primer lugar,la toma de posiciones frente a los desafue-ros del dictador Velasco, a quien lo habíanapoyado, en la perspectiva de incidir en su

Esta confrontación ideológica en lasfuerzas armadas, como queda explicado enlíneas precedentes, -y que se vivió intensa-mente también en la sociedad civil, con ma-tices particulares-, tuvo su origen, de unaparte, en la influencia que ejerció la co-rriente de la “nueva iglesia comprometidacon los pobres”, que había aparecido en La-tinoamérica y comenzaba a propagarse enel Ecuador demandando atención a los con-flictos sociales y freno al capitalismo salvajey excluyente; y de otro lado, también, tuvoraíces en el comportamiento de algunos re-gímenes militares del área, especialmentedel peruano, que enarbolaron posturas na-cionalistas y de compromiso con las aspira-ciones de los sectores más pauperizados. Noestaba distante, además, en toda esta per-cepción latinoamericana, el ímpetu de unnuevo modelo económico y social que pre-gonaba el régimen socialista de SalvadorAllende en Chile y la siempre convocanteatención a la revolución cubana.

Este sector progresista de las fuerzasarmadas fue el que lideró, en primer lugar,la toma de posiciones frente a los desafue-ros del dictador Velasco, a quien lo habíanapoyado, en la perspectiva de incidir en su

Esta confrontación ideológica en lasfuerzas armadas, como queda explicado enlíneas precedentes, -y que se vivió intensa-mente también en la sociedad civil, con ma-tices particulares-, tuvo su origen, de unaparte, en la influencia que ejerció la co-rriente de la “nueva iglesia comprometidacon los pobres”, que había aparecido en La-tinoamérica y comenzaba a propagarse enel Ecuador demandando atención a los con-flictos sociales y freno al capitalismo salvajey excluyente; y de otro lado, también, tuvoraíces en el comportamiento de algunos re-gímenes militares del área, especialmentedel peruano, que enarbolaron posturas na-cionalistas y de compromiso con las aspira-ciones de los sectores más pauperizados. Noestaba distante, además, en toda esta per-cepción latinoamericana, el ímpetu de unnuevo modelo económico y social que pre-gonaba el régimen socialista de SalvadorAllende en Chile y la siempre convocanteatención a la revolución cubana.

Este sector progresista de las fuerzasarmadas fue el que lideró, en primer lugar,la toma de posiciones frente a los desafue-ros del dictador Velasco, a quien lo habíanapoyado, en la perspectiva de incidir en su

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“gestión”, y al que defenestraron, posterior-mente en 1972, cuando se convencieronque era “mejor actuar por mano propia quepor ajena” a fin de incidir con sus renova-das ideas, más aún cuando al interior de laInstitución militar, muchos de los que pen-saban así, asumieron posiciones de mandorelevantes.13

Más allá de otro tipo valoraciones enla conducta de los militares, de manera ge-neral este fué el entorno de finales del añode 1971, momento en el cual se fueron pro-duciendo definiciones “patrióticas” de im-portantes sectores de las fuerzas armadasque, mayoritariamente, admitieron el en-cuentro de Velasco Ibarra con Fidel Castro,a pesar de no existir en ese momento rela-ciones diplomáticas entre Cuba y Ecuador ypese a los evidentes enojos del gobiernonorteamericano que se encargó el que co-nocieran su disgusto frente a lo que luegosería el encuentro entre Fidel y Velasco. Detodas formas, en este asunto particular, de-bo rescatar la conducta del gobernanteecuatoriano, cuya actitud “confrontacional”con los EU fue una de las singulares huellasen su larga y controversial vida política.

“gestión”, y al que defenestraron, posterior-mente en 1972, cuando se convencieronque era “mejor actuar por mano propia quepor ajena” a fin de incidir con sus renova-das ideas, más aún cuando al interior de laInstitución militar, muchos de los que pen-saban así, asumieron posiciones de mandorelevantes.13

Más allá de otro tipo valoraciones enla conducta de los militares, de manera ge-neral este fué el entorno de finales del añode 1971, momento en el cual se fueron pro-duciendo definiciones “patrióticas” de im-portantes sectores de las fuerzas armadasque, mayoritariamente, admitieron el en-cuentro de Velasco Ibarra con Fidel Castro,a pesar de no existir en ese momento rela-ciones diplomáticas entre Cuba y Ecuador ypese a los evidentes enojos del gobiernonorteamericano que se encargó el que co-nocieran su disgusto frente a lo que luegosería el encuentro entre Fidel y Velasco. Detodas formas, en este asunto particular, de-bo rescatar la conducta del gobernanteecuatoriano, cuya actitud “confrontacional”con los EU fue una de las singulares huellasen su larga y controversial vida política.

“gestión”, y al que defenestraron, posterior-mente en 1972, cuando se convencieronque era “mejor actuar por mano propia quepor ajena” a fin de incidir con sus renova-das ideas, más aún cuando al interior de laInstitución militar, muchos de los que pen-saban así, asumieron posiciones de mandorelevantes.13

Más allá de otro tipo valoraciones enla conducta de los militares, de manera ge-neral este fué el entorno de finales del añode 1971, momento en el cual se fueron pro-duciendo definiciones “patrióticas” de im-portantes sectores de las fuerzas armadasque, mayoritariamente, admitieron el en-cuentro de Velasco Ibarra con Fidel Castro,a pesar de no existir en ese momento rela-ciones diplomáticas entre Cuba y Ecuador ypese a los evidentes enojos del gobiernonorteamericano que se encargó el que co-nocieran su disgusto frente a lo que luegosería el encuentro entre Fidel y Velasco. Detodas formas, en este asunto particular, de-bo rescatar la conducta del gobernanteecuatoriano, cuya actitud “confrontacional”con los EU fue una de las singulares huellasen su larga y controversial vida política.

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Este episodio histórico, -el encuentrode Castro y Velasco-, impregnado de unadosis de autodeterminación y soberanía, nosolamente al interior de un importante sec-tor de las fuerzas armadas sino de numero-sos grupos de la colectividad social ecuato-riana, ha sido uno de los tantos que, en laInstitución Militar, merece ser destacado enlo que fue el siglo 20. En la década de 1930,por ejemplo, cumplieron roles sustantivosen la vida nacional los generales Larrea Al-ba y Enriquez Gallo, quienes ocuparon laprimera magistratura del país y contribuye-ron a la fundación de instituciones de enor-me contenido social en favor del puebloecuatoriano, aportando, además, al desa-rrollo, dentro de las fuerzas armadas, de unpensamiento remozado y profundamentesocial, al cual se encargaron, posteriormen-te, de perseguirlo las fuerzas oligárquicasdel país con el régimen de Arroyo del Río,en el entorno de la década de 1940.

Y si el ejemplo anterior, de los tantosque se pueden enumerar, (incluido el másreciente del 21 enero del 2.000), esboza unarealidad de confrontación ideológica al in-terior de las fuerzas armadas, -fenómenoque reprodujo, como en todas las demás

Este episodio histórico, -el encuentrode Castro y Velasco-, impregnado de unadosis de autodeterminación y soberanía, nosolamente al interior de un importante sec-tor de las fuerzas armadas sino de numero-sos grupos de la colectividad social ecuato-riana, ha sido uno de los tantos que, en laInstitución Militar, merece ser destacado enlo que fue el siglo 20. En la década de 1930,por ejemplo, cumplieron roles sustantivosen la vida nacional los generales Larrea Al-ba y Enriquez Gallo, quienes ocuparon laprimera magistratura del país y contribuye-ron a la fundación de instituciones de enor-me contenido social en favor del puebloecuatoriano, aportando, además, al desa-rrollo, dentro de las fuerzas armadas, de unpensamiento remozado y profundamentesocial, al cual se encargaron, posteriormen-te, de perseguirlo las fuerzas oligárquicasdel país con el régimen de Arroyo del Río,en el entorno de la década de 1940.

Y si el ejemplo anterior, de los tantosque se pueden enumerar, (incluido el másreciente del 21 enero del 2.000), esboza unarealidad de confrontación ideológica al in-terior de las fuerzas armadas, -fenómenoque reprodujo, como en todas las demás

Este episodio histórico, -el encuentrode Castro y Velasco-, impregnado de unadosis de autodeterminación y soberanía, nosolamente al interior de un importante sec-tor de las fuerzas armadas sino de numero-sos grupos de la colectividad social ecuato-riana, ha sido uno de los tantos que, en laInstitución Militar, merece ser destacado enlo que fue el siglo 20. En la década de 1930,por ejemplo, cumplieron roles sustantivosen la vida nacional los generales Larrea Al-ba y Enriquez Gallo, quienes ocuparon laprimera magistratura del país y contribuye-ron a la fundación de instituciones de enor-me contenido social en favor del puebloecuatoriano, aportando, además, al desa-rrollo, dentro de las fuerzas armadas, de unpensamiento remozado y profundamentesocial, al cual se encargaron, posteriormen-te, de perseguirlo las fuerzas oligárquicasdel país con el régimen de Arroyo del Río,en el entorno de la década de 1940.

Y si el ejemplo anterior, de los tantosque se pueden enumerar, (incluido el másreciente del 21 enero del 2.000), esboza unarealidad de confrontación ideológica al in-terior de las fuerzas armadas, -fenómenoque reprodujo, como en todas las demás

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oportunidades, la confrontación socialecuatoriana en su más amplia dimensión-,la sustitución de la dictadura de RodríguezLara, en 1976, explica de mejor manera estanueva pugna ideológica, pues de lo que setrató en aquel momento fue de reagrupar yconsolidar el bloque pro-imperialista y oli-gárquico que tanto en la sociedad civil co-mo al interior de las fuerzas armadas busca-ban poner en marcha un proyecto econó-mico y social funcional a los intereses delimperio.

Para decirlo de otra manera, siemprelos intereses del gobierno norteamericanohan conducido los destinos de nuestro “sta-blishment” y han actuado abiertamente so-bre las distintas instituciones de nuestra so-ciedad. Han tolerado los regímenes que leshan sido sumisos, y han perturbado a aque-llos, de origen civil o militar, comprometi-dos con causas diversas a las suyas.

Por lo afirmado, precisamente, el ob-jetivo de este trabajo ha sido el de recuperarel ejemplo histórico de quienes, tanto en lasfuerzas armadas como en la sociedad civilno se amilanaron, en 1971, -en un acto deplena autodeterminación-, a fin de que se

oportunidades, la confrontación socialecuatoriana en su más amplia dimensión-,la sustitución de la dictadura de RodríguezLara, en 1976, explica de mejor manera estanueva pugna ideológica, pues de lo que setrató en aquel momento fue de reagrupar yconsolidar el bloque pro-imperialista y oli-gárquico que tanto en la sociedad civil co-mo al interior de las fuerzas armadas busca-ban poner en marcha un proyecto econó-mico y social funcional a los intereses delimperio.

Para decirlo de otra manera, siemprelos intereses del gobierno norteamericanohan conducido los destinos de nuestro “sta-blishment” y han actuado abiertamente so-bre las distintas instituciones de nuestra so-ciedad. Han tolerado los regímenes que leshan sido sumisos, y han perturbado a aque-llos, de origen civil o militar, comprometi-dos con causas diversas a las suyas.

Por lo afirmado, precisamente, el ob-jetivo de este trabajo ha sido el de recuperarel ejemplo histórico de quienes, tanto en lasfuerzas armadas como en la sociedad civilno se amilanaron, en 1971, -en un acto deplena autodeterminación-, a fin de que se

oportunidades, la confrontación socialecuatoriana en su más amplia dimensión-,la sustitución de la dictadura de RodríguezLara, en 1976, explica de mejor manera estanueva pugna ideológica, pues de lo que setrató en aquel momento fue de reagrupar yconsolidar el bloque pro-imperialista y oli-gárquico que tanto en la sociedad civil co-mo al interior de las fuerzas armadas busca-ban poner en marcha un proyecto econó-mico y social funcional a los intereses delimperio.

Para decirlo de otra manera, siemprelos intereses del gobierno norteamericanohan conducido los destinos de nuestro “sta-blishment” y han actuado abiertamente so-bre las distintas instituciones de nuestra so-ciedad. Han tolerado los regímenes que leshan sido sumisos, y han perturbado a aque-llos, de origen civil o militar, comprometi-dos con causas diversas a las suyas.

Por lo afirmado, precisamente, el ob-jetivo de este trabajo ha sido el de recuperarel ejemplo histórico de quienes, tanto en lasfuerzas armadas como en la sociedad civilno se amilanaron, en 1971, -en un acto deplena autodeterminación-, a fin de que se

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produjera la visita de Fidel Castro al Ecua-dor y se realizara la entrevista con el gober-nante José María Velasco Ibarra.

Este episodio, entre tantos otros, nosdice que hay semillas de dignidad sembra-das que fructificaran más temprano quetarde, y, entonces podremos gozar de lasoberanía plena y de la democracia auténti-ca que por ahora todavía nos son esquivas.

Notas

1 Precisamente, al hallarme redactando este texto,“la mayoría” del Tribunal de Garantías Consti-tucionales, (constituida por cinco personas) an-te una demanda de importantes sectores socialesdel país que cuestionaron el procedimiento en laentrega de la “base militar de Manta” en favorde tropas norteamericanas, se pronunció el 17de enero del 2.001 desechando dicha demanda,en medio de patéticas gestiones del cancillerHeinz Moeller para que no se vulneraran los in-tereses norteamericanos, y en correspondencia ala misma actitud arbitraria que asumiera elmencionado ministro, cuando ejerció la presi-dencia de la comisión de asuntos internaciona-les del Congreso Nacional en 1999, gracias a cu-ya conducta impidió que el plenario del Con-greso conociera dicho convenio internacionalentre el Ecuador y los E.U.

2 El 10 de junio del 2.000, el amigo y compañerocubano Jorge Luis Joa, entonces de visita al

produjera la visita de Fidel Castro al Ecua-dor y se realizara la entrevista con el gober-nante José María Velasco Ibarra.

Este episodio, entre tantos otros, nosdice que hay semillas de dignidad sembra-das que fructificaran más temprano quetarde, y, entonces podremos gozar de lasoberanía plena y de la democracia auténti-ca que por ahora todavía nos son esquivas.

Notas

1 Precisamente, al hallarme redactando este texto,“la mayoría” del Tribunal de Garantías Consti-tucionales, (constituida por cinco personas) an-te una demanda de importantes sectores socialesdel país que cuestionaron el procedimiento en laentrega de la “base militar de Manta” en favorde tropas norteamericanas, se pronunció el 17de enero del 2.001 desechando dicha demanda,en medio de patéticas gestiones del cancillerHeinz Moeller para que no se vulneraran los in-tereses norteamericanos, y en correspondencia ala misma actitud arbitraria que asumiera elmencionado ministro, cuando ejerció la presi-dencia de la comisión de asuntos internaciona-les del Congreso Nacional en 1999, gracias a cu-ya conducta impidió que el plenario del Con-greso conociera dicho convenio internacionalentre el Ecuador y los E.U.

2 El 10 de junio del 2.000, el amigo y compañerocubano Jorge Luis Joa, entonces de visita al

produjera la visita de Fidel Castro al Ecua-dor y se realizara la entrevista con el gober-nante José María Velasco Ibarra.

Este episodio, entre tantos otros, nosdice que hay semillas de dignidad sembra-das que fructificaran más temprano quetarde, y, entonces podremos gozar de lasoberanía plena y de la democracia auténti-ca que por ahora todavía nos son esquivas.

Notas

1 Precisamente, al hallarme redactando este texto,“la mayoría” del Tribunal de Garantías Consti-tucionales, (constituida por cinco personas) an-te una demanda de importantes sectores socialesdel país que cuestionaron el procedimiento en laentrega de la “base militar de Manta” en favorde tropas norteamericanas, se pronunció el 17de enero del 2.001 desechando dicha demanda,en medio de patéticas gestiones del cancillerHeinz Moeller para que no se vulneraran los in-tereses norteamericanos, y en correspondencia ala misma actitud arbitraria que asumiera elmencionado ministro, cuando ejerció la presi-dencia de la comisión de asuntos internaciona-les del Congreso Nacional en 1999, gracias a cu-ya conducta impidió que el plenario del Con-greso conociera dicho convenio internacionalentre el Ecuador y los E.U.

2 El 10 de junio del 2.000, el amigo y compañerocubano Jorge Luis Joa, entonces de visita al

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Ecuador, convocó en Quito a un grupo de com-pañeros para ofrecernos, preparada por él, unatípica comida cubana. Entre los invitados se en-contraba Manuel Araujo Hidalgo quien, en unmomento de la fraterna tertulia, evocó algunospormenores de la primera visita de Fidel alEcuador, acontecimiento producido en 1971.Joa y Araujo, -actores privilegiados de la men-cionada visita del líder revolucionario cubano anuestro país-, hicieron en aquella oportunidadalgunas remembranzas de tan importante episo-dio histórico, el mismo que, con entusiasmo,me comprometí a “ponerlo en el papel”, conocasión del trigésimo año de dicho suceso.

3 El Pueblo, fue el nombre del órgano de prensaoficial del comité central del Partido Comunistadel Ecuador.

4 Los dos aviones que transportaron a la repre-sentación cubana, encabezada por Fidel Castro,llegaron procedentes de Chile, -en su vuelo deretorno a La Habana-, en primer lugar a Limapues, en dicha ciudad, Fidel Castro debió entre-vistarse con el entonces mandatario de ese paísel General Velasco Alvarado. Luego, desde Limalas dos aeronaves cubanas partieron a Talara,ciudad peruana en la cual se abastecieron losaviones cubanos, desde donde uno de los avio-nes condujo a Fidel hasta la ciudad de Guaya-quil. Concluída la visita al Gobernante Dr.Ve-lasco Ibarra, la referida nave cubana retornó aTalara desde cuyo sitio, como queda dicho, ladelegación cubana retornó a Cuba.

5 Extracto tomado del “Acta constitutiva delFUT”.

6 Como veremos luego, Velasco Ibarra inició amediados de noviembre de 1971, las gestionespara invitar a Fidel Castro al Ecuador. Por ello,

Ecuador, convocó en Quito a un grupo de com-pañeros para ofrecernos, preparada por él, unatípica comida cubana. Entre los invitados se en-contraba Manuel Araujo Hidalgo quien, en unmomento de la fraterna tertulia, evocó algunospormenores de la primera visita de Fidel alEcuador, acontecimiento producido en 1971.Joa y Araujo, -actores privilegiados de la men-cionada visita del líder revolucionario cubano anuestro país-, hicieron en aquella oportunidadalgunas remembranzas de tan importante episo-dio histórico, el mismo que, con entusiasmo,me comprometí a “ponerlo en el papel”, conocasión del trigésimo año de dicho suceso.

3 El Pueblo, fue el nombre del órgano de prensaoficial del comité central del Partido Comunistadel Ecuador.

4 Los dos aviones que transportaron a la repre-sentación cubana, encabezada por Fidel Castro,llegaron procedentes de Chile, -en su vuelo deretorno a La Habana-, en primer lugar a Limapues, en dicha ciudad, Fidel Castro debió entre-vistarse con el entonces mandatario de ese paísel General Velasco Alvarado. Luego, desde Limalas dos aeronaves cubanas partieron a Talara,ciudad peruana en la cual se abastecieron losaviones cubanos, desde donde uno de los avio-nes condujo a Fidel hasta la ciudad de Guaya-quil. Concluída la visita al Gobernante Dr.Ve-lasco Ibarra, la referida nave cubana retornó aTalara desde cuyo sitio, como queda dicho, ladelegación cubana retornó a Cuba.

5 Extracto tomado del “Acta constitutiva delFUT”.

6 Como veremos luego, Velasco Ibarra inició amediados de noviembre de 1971, las gestionespara invitar a Fidel Castro al Ecuador. Por ello,

Ecuador, convocó en Quito a un grupo de com-pañeros para ofrecernos, preparada por él, unatípica comida cubana. Entre los invitados se en-contraba Manuel Araujo Hidalgo quien, en unmomento de la fraterna tertulia, evocó algunospormenores de la primera visita de Fidel alEcuador, acontecimiento producido en 1971.Joa y Araujo, -actores privilegiados de la men-cionada visita del líder revolucionario cubano anuestro país-, hicieron en aquella oportunidadalgunas remembranzas de tan importante episo-dio histórico, el mismo que, con entusiasmo,me comprometí a “ponerlo en el papel”, conocasión del trigésimo año de dicho suceso.

3 El Pueblo, fue el nombre del órgano de prensaoficial del comité central del Partido Comunistadel Ecuador.

4 Los dos aviones que transportaron a la repre-sentación cubana, encabezada por Fidel Castro,llegaron procedentes de Chile, -en su vuelo deretorno a La Habana-, en primer lugar a Limapues, en dicha ciudad, Fidel Castro debió entre-vistarse con el entonces mandatario de ese paísel General Velasco Alvarado. Luego, desde Limalas dos aeronaves cubanas partieron a Talara,ciudad peruana en la cual se abastecieron losaviones cubanos, desde donde uno de los avio-nes condujo a Fidel hasta la ciudad de Guaya-quil. Concluída la visita al Gobernante Dr.Ve-lasco Ibarra, la referida nave cubana retornó aTalara desde cuyo sitio, como queda dicho, ladelegación cubana retornó a Cuba.

5 Extracto tomado del “Acta constitutiva delFUT”.

6 Como veremos luego, Velasco Ibarra inició amediados de noviembre de 1971, las gestionespara invitar a Fidel Castro al Ecuador. Por ello,

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y una vez “filtrada” dicha información hacia eldepartamento de estado norteamericano, seprodujo la “visita” de Robert Finch, delegadopersonal del presidente norteamericano RichardNixón, la misma que estuvo dirigida no solo adejar mensajes al gobernante ecuatoriano en re-lación a lo que debía ser su comportamiento y lade su gobierno frente a la actividad pesquera delas empresas norteamericanas y ante los intere-ses de las transnacionales petroleras, sino, fun-damentalmente, para reiterarle la necesidad deque mantuviera una política internacional con-forme a los intereses de los E.U. y, por ende, queno invitara a Castro al Ecuador.

7 Manuel Araujo Hidalgo estuvo vinculado, encalidad de Ministro de gobierno, al régimen deVelasco Ibarra en 1960 y desde entonces hastalos últimos días de Velasco mantuvo una pro-funda amistad con el expresidente ecuatoriano,quien, conociendo la admiración de Araujo porFidel y la revolución cubana, y en pleno ejerci-cio de respeto a la autodeterminación de la isla,le encargó en 1961, -año en el cual Araujo ya nodesempeñaba la cartera de gobierno-, el quetransmitiera a Fidel la información reservadaque al Presidente ecuatoriano le había llegadoen relación a los planes de invasión a Cuba quese venían fraguando en el departamento de esta-do norteamericano. Dicha invasión fue la que seconoce como la de Playa Girón, invasión produ-cida en abril de 1961 y en la cual los invasoresfueron aplastados por la revolución cubana.Diez años después de este episodio, ManuelAraujo, por pedido del gobernante Velasco Iba-rra, cumplió nuevamente un papel importanteante el Gobierno de Fidel Castro, en esta opor-tunidad, contribuyó en tareas puntuales, paraque Fidel llegase al Ecuador como invitado delMandatario Ecuatoriano.

y una vez “filtrada” dicha información hacia eldepartamento de estado norteamericano, seprodujo la “visita” de Robert Finch, delegadopersonal del presidente norteamericano RichardNixón, la misma que estuvo dirigida no solo adejar mensajes al gobernante ecuatoriano en re-lación a lo que debía ser su comportamiento y lade su gobierno frente a la actividad pesquera delas empresas norteamericanas y ante los intere-ses de las transnacionales petroleras, sino, fun-damentalmente, para reiterarle la necesidad deque mantuviera una política internacional con-forme a los intereses de los E.U. y, por ende, queno invitara a Castro al Ecuador.

7 Manuel Araujo Hidalgo estuvo vinculado, encalidad de Ministro de gobierno, al régimen deVelasco Ibarra en 1960 y desde entonces hastalos últimos días de Velasco mantuvo una pro-funda amistad con el expresidente ecuatoriano,quien, conociendo la admiración de Araujo porFidel y la revolución cubana, y en pleno ejerci-cio de respeto a la autodeterminación de la isla,le encargó en 1961, -año en el cual Araujo ya nodesempeñaba la cartera de gobierno-, el quetransmitiera a Fidel la información reservadaque al Presidente ecuatoriano le había llegadoen relación a los planes de invasión a Cuba quese venían fraguando en el departamento de esta-do norteamericano. Dicha invasión fue la que seconoce como la de Playa Girón, invasión produ-cida en abril de 1961 y en la cual los invasoresfueron aplastados por la revolución cubana.Diez años después de este episodio, ManuelAraujo, por pedido del gobernante Velasco Iba-rra, cumplió nuevamente un papel importanteante el Gobierno de Fidel Castro, en esta opor-tunidad, contribuyó en tareas puntuales, paraque Fidel llegase al Ecuador como invitado delMandatario Ecuatoriano.

y una vez “filtrada” dicha información hacia eldepartamento de estado norteamericano, seprodujo la “visita” de Robert Finch, delegadopersonal del presidente norteamericano RichardNixón, la misma que estuvo dirigida no solo adejar mensajes al gobernante ecuatoriano en re-lación a lo que debía ser su comportamiento y lade su gobierno frente a la actividad pesquera delas empresas norteamericanas y ante los intere-ses de las transnacionales petroleras, sino, fun-damentalmente, para reiterarle la necesidad deque mantuviera una política internacional con-forme a los intereses de los E.U. y, por ende, queno invitara a Castro al Ecuador.

7 Manuel Araujo Hidalgo estuvo vinculado, encalidad de Ministro de gobierno, al régimen deVelasco Ibarra en 1960 y desde entonces hastalos últimos días de Velasco mantuvo una pro-funda amistad con el expresidente ecuatoriano,quien, conociendo la admiración de Araujo porFidel y la revolución cubana, y en pleno ejerci-cio de respeto a la autodeterminación de la isla,le encargó en 1961, -año en el cual Araujo ya nodesempeñaba la cartera de gobierno-, el quetransmitiera a Fidel la información reservadaque al Presidente ecuatoriano le había llegadoen relación a los planes de invasión a Cuba quese venían fraguando en el departamento de esta-do norteamericano. Dicha invasión fue la que seconoce como la de Playa Girón, invasión produ-cida en abril de 1961 y en la cual los invasoresfueron aplastados por la revolución cubana.Diez años después de este episodio, ManuelAraujo, por pedido del gobernante Velasco Iba-rra, cumplió nuevamente un papel importanteante el Gobierno de Fidel Castro, en esta opor-tunidad, contribuyó en tareas puntuales, paraque Fidel llegase al Ecuador como invitado delMandatario Ecuatoriano.

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8 Para comprender lo que afirmo en esta líneastranscribo algunos de los titulares de prensa queen El Telégrafo, en ese entonces dirigido porSantiago Castillo Barredo, se publicaron. Elviernes 3 de diciembre: “Castro dijo que no te-nía interés en venir al Ecuador”. El día sábado 4de diciembre: “Castro no llegara a Guayaquil si-no a Salinas” así como un largo artículo, deAdolfo H. Simmonds titulada “Los complejosde Fidel Castro”. El día 5 de diciembre: “El tira-no de Cuba llegará esta noche” y el día 6: “Mo-desta recepción al tirano”.

9 La información de la visita de Fidel Castro alEcuador fue tan comentada que algunos hechos,desconocidos para todos, fueron vueltos noticiaen los medios de comunicación. A manera deejemplo, señalo el referente a la noticia que Fi-del tenía una ahijada en Guayaquil, llamadaDiana Valentina Robalino, cuyo padre, al naci-miento de su hija Valentina, escribió a Fidel so-licitándole que el líder cubano fuese padrino debautizo de su primogénita, asunto que fue acep-tado por Fidel debido a lo cual confirió un po-der para que en el acto religioso del bautizo lerepresentara el cónsul cubano en Guayaquil,Roberto Suárez. El bautizo se efectuó el 2 deseptiembre de 1961 en la Parroquia San Agus-tín. El padre de esta niña, Heriberto Robalino,entrevistado en los medios de comunicación aldar a conocer de esta circunstancia tan particu-lar (con la fe de bautismo en sus manos) agregóen más de una oportunidad “su pedido” paraque se formalicen las relaciones entre los pue-blos de Cuba y Ecuador.

8 Para comprender lo que afirmo en esta líneastranscribo algunos de los titulares de prensa queen El Telégrafo, en ese entonces dirigido porSantiago Castillo Barredo, se publicaron. Elviernes 3 de diciembre: “Castro dijo que no te-nía interés en venir al Ecuador”. El día sábado 4de diciembre: “Castro no llegara a Guayaquil si-no a Salinas” así como un largo artículo, deAdolfo H. Simmonds titulada “Los complejosde Fidel Castro”. El día 5 de diciembre: “El tira-no de Cuba llegará esta noche” y el día 6: “Mo-desta recepción al tirano”.

9 La información de la visita de Fidel Castro alEcuador fue tan comentada que algunos hechos,desconocidos para todos, fueron vueltos noticiaen los medios de comunicación. A manera deejemplo, señalo el referente a la noticia que Fi-del tenía una ahijada en Guayaquil, llamadaDiana Valentina Robalino, cuyo padre, al naci-miento de su hija Valentina, escribió a Fidel so-licitándole que el líder cubano fuese padrino debautizo de su primogénita, asunto que fue acep-tado por Fidel debido a lo cual confirió un po-der para que en el acto religioso del bautizo lerepresentara el cónsul cubano en Guayaquil,Roberto Suárez. El bautizo se efectuó el 2 deseptiembre de 1961 en la Parroquia San Agus-tín. El padre de esta niña, Heriberto Robalino,entrevistado en los medios de comunicación aldar a conocer de esta circunstancia tan particu-lar (con la fe de bautismo en sus manos) agregóen más de una oportunidad “su pedido” paraque se formalicen las relaciones entre los pue-blos de Cuba y Ecuador.

8 Para comprender lo que afirmo en esta líneastranscribo algunos de los titulares de prensa queen El Telégrafo, en ese entonces dirigido porSantiago Castillo Barredo, se publicaron. Elviernes 3 de diciembre: “Castro dijo que no te-nía interés en venir al Ecuador”. El día sábado 4de diciembre: “Castro no llegara a Guayaquil si-no a Salinas” así como un largo artículo, deAdolfo H. Simmonds titulada “Los complejosde Fidel Castro”. El día 5 de diciembre: “El tira-no de Cuba llegará esta noche” y el día 6: “Mo-desta recepción al tirano”.

9 La información de la visita de Fidel Castro alEcuador fue tan comentada que algunos hechos,desconocidos para todos, fueron vueltos noticiaen los medios de comunicación. A manera deejemplo, señalo el referente a la noticia que Fi-del tenía una ahijada en Guayaquil, llamadaDiana Valentina Robalino, cuyo padre, al naci-miento de su hija Valentina, escribió a Fidel so-licitándole que el líder cubano fuese padrino debautizo de su primogénita, asunto que fue acep-tado por Fidel debido a lo cual confirió un po-der para que en el acto religioso del bautizo lerepresentara el cónsul cubano en Guayaquil,Roberto Suárez. El bautizo se efectuó el 2 deseptiembre de 1961 en la Parroquia San Agus-tín. El padre de esta niña, Heriberto Robalino,entrevistado en los medios de comunicación aldar a conocer de esta circunstancia tan particu-lar (con la fe de bautismo en sus manos) agregóen más de una oportunidad “su pedido” paraque se formalicen las relaciones entre los pue-blos de Cuba y Ecuador.

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68 68 68

10 Quintero, Rafael-Silva, Erika: Una Nación enCiernes, tomo 2, Ediciones Abya-Yala y Flacso,Quito, 1991, p. 350.

11 Quintero, Rafael-Silva, Erika: op. cit., p. 35112 Quintero, Rafael-Silva, Erika: op. cit. p.352 13 Los posteriores sucesos acaecidos en 1972, con-

tribuyeron para que en este período se marcaranniveles fundamentales de diferenciación al inte-rior de la izquierda ecuatoriana, pues mientrasla corriente comunista, impregnada ideológica-mente de posiciones nacionalistas, mantuvobuenas relaciones con el gobierno “nacionalistay revolucionario”, los socialistas, en cambio, de-sarrollaron notorias divergencias y confronta-ciones con el régimen militar, en medio de lascada vez más profundas discrepancias al interiorde la tendencia.

10 Quintero, Rafael-Silva, Erika: Una Nación enCiernes, tomo 2, Ediciones Abya-Yala y Flacso,Quito, 1991, p. 350.

11 Quintero, Rafael-Silva, Erika: op. cit., p. 35112 Quintero, Rafael-Silva, Erika: op. cit. p.352 13 Los posteriores sucesos acaecidos en 1972, con-

tribuyeron para que en este período se marcaranniveles fundamentales de diferenciación al inte-rior de la izquierda ecuatoriana, pues mientrasla corriente comunista, impregnada ideológica-mente de posiciones nacionalistas, mantuvobuenas relaciones con el gobierno “nacionalistay revolucionario”, los socialistas, en cambio, de-sarrollaron notorias divergencias y confronta-ciones con el régimen militar, en medio de lascada vez más profundas discrepancias al interiorde la tendencia.

10 Quintero, Rafael-Silva, Erika: Una Nación enCiernes, tomo 2, Ediciones Abya-Yala y Flacso,Quito, 1991, p. 350.

11 Quintero, Rafael-Silva, Erika: op. cit., p. 35112 Quintero, Rafael-Silva, Erika: op. cit. p.352 13 Los posteriores sucesos acaecidos en 1972, con-

tribuyeron para que en este período se marcaranniveles fundamentales de diferenciación al inte-rior de la izquierda ecuatoriana, pues mientrasla corriente comunista, impregnada ideológica-mente de posiciones nacionalistas, mantuvobuenas relaciones con el gobierno “nacionalistay revolucionario”, los socialistas, en cambio, de-sarrollaron notorias divergencias y confronta-ciones con el régimen militar, en medio de lascada vez más profundas discrepancias al interiorde la tendencia.

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69 69 69

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

Libros

AYALA, Enrique1999 Resumen de Historia del Ecuador,

Corrporación Editora Nacional, Qui-to.

AYALA, Enrique, editor1996 Nueva Historia del Ecuador, volumen

11: Epoca republicana V, CorporaciónEditora Nacional, Quito.

HURTADO, Oswaldo1997 El Poder Político en el Ecuador, PU-

CE, Quito.MENA, Joaquín

1969 De la Dictadura Militar al quinto Ve-lasquismo, Editorial Fray Jodoco Ric-ke, Quito.

QUINTERO, Rafael1997 El Mito del Populismo, Ediciones Ab-

ya-Yala y Universidad Andina SimónBolívar, Quito.

QUINTERO, Rafael y SILVA, Erika1991 Una Nación en Ciernes, tomos 1 y 2,

Ediciones Abya-Yala y FLACSO, Qui-to.

RODAS, Germán2000 La Izquierda Ecuatoriana en el siglo

20. Aproximación Histórica, Abya-Yala, Quito.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

Libros

AYALA, Enrique1999 Resumen de Historia del Ecuador,

Corrporación Editora Nacional, Qui-to.

AYALA, Enrique, editor1996 Nueva Historia del Ecuador, volumen

11: Epoca republicana V, CorporaciónEditora Nacional, Quito.

HURTADO, Oswaldo1997 El Poder Político en el Ecuador, PU-

CE, Quito.MENA, Joaquín

1969 De la Dictadura Militar al quinto Ve-lasquismo, Editorial Fray Jodoco Ric-ke, Quito.

QUINTERO, Rafael1997 El Mito del Populismo, Ediciones Ab-

ya-Yala y Universidad Andina SimónBolívar, Quito.

QUINTERO, Rafael y SILVA, Erika1991 Una Nación en Ciernes, tomos 1 y 2,

Ediciones Abya-Yala y FLACSO, Qui-to.

RODAS, Germán2000 La Izquierda Ecuatoriana en el siglo

20. Aproximación Histórica, Abya-Yala, Quito.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

Libros

AYALA, Enrique1999 Resumen de Historia del Ecuador,

Corrporación Editora Nacional, Qui-to.

AYALA, Enrique, editor1996 Nueva Historia del Ecuador, volumen

11: Epoca republicana V, CorporaciónEditora Nacional, Quito.

HURTADO, Oswaldo1997 El Poder Político en el Ecuador, PU-

CE, Quito.MENA, Joaquín

1969 De la Dictadura Militar al quinto Ve-lasquismo, Editorial Fray Jodoco Ric-ke, Quito.

QUINTERO, Rafael1997 El Mito del Populismo, Ediciones Ab-

ya-Yala y Universidad Andina SimónBolívar, Quito.

QUINTERO, Rafael y SILVA, Erika1991 Una Nación en Ciernes, tomos 1 y 2,

Ediciones Abya-Yala y FLACSO, Qui-to.

RODAS, Germán2000 La Izquierda Ecuatoriana en el siglo

20. Aproximación Histórica, Abya-Yala, Quito.

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70 70 70

VARAS, Manuel y BUSTAMANTE, Fernando1978 Fuerzas Armadas y Política en el

Ecuador, Ediciones Latinoamericana,Quito.

Artículos

CUEVA, Agustín1991 “El Ecuador de 1960 a 1979” en: Nue-

va Historia del Ecuador, volumen 11:Epoca Republicana V, CorporaciónEditora Nacional, Quito.

MONCADA, José1991 “La Economía Ecuatoriana de los se-

senta a los ochenta” en: Nueva Histo-ria del Ecuador, volumen 11: EpocaRepublicana V, Corporación EditoraNacional, Quito.

MOREANO, Alejandro1991 “El Sistema Político en el Ecuador

Contemporáneo” en: Nueva Historiadel Ecuador, volumen 11: Epoca Re-publicana V, Corporación EditoraNacional, Quito.

Periódicos

EL COMERCIO1971 Varios números correspondientes a

los meses de noviembre y diciembre.EL UNIVERSO

1971 Varios números correspondientes alos meses de noviembre y diciembre.

EL TELEGRAFO1971 Varios números correspondientes a

los meses de noviembre y diciembre.

VARAS, Manuel y BUSTAMANTE, Fernando1978 Fuerzas Armadas y Política en el

Ecuador, Ediciones Latinoamericana,Quito.

Artículos

CUEVA, Agustín1991 “El Ecuador de 1960 a 1979” en: Nue-

va Historia del Ecuador, volumen 11:Epoca Republicana V, CorporaciónEditora Nacional, Quito.

MONCADA, José1991 “La Economía Ecuatoriana de los se-

senta a los ochenta” en: Nueva Histo-ria del Ecuador, volumen 11: EpocaRepublicana V, Corporación EditoraNacional, Quito.

MOREANO, Alejandro1991 “El Sistema Político en el Ecuador

Contemporáneo” en: Nueva Historiadel Ecuador, volumen 11: Epoca Re-publicana V, Corporación EditoraNacional, Quito.

Periódicos

EL COMERCIO1971 Varios números correspondientes a

los meses de noviembre y diciembre.EL UNIVERSO

1971 Varios números correspondientes alos meses de noviembre y diciembre.

EL TELEGRAFO1971 Varios números correspondientes a

los meses de noviembre y diciembre.

VARAS, Manuel y BUSTAMANTE, Fernando1978 Fuerzas Armadas y Política en el

Ecuador, Ediciones Latinoamericana,Quito.

Artículos

CUEVA, Agustín1991 “El Ecuador de 1960 a 1979” en: Nue-

va Historia del Ecuador, volumen 11:Epoca Republicana V, CorporaciónEditora Nacional, Quito.

MONCADA, José1991 “La Economía Ecuatoriana de los se-

senta a los ochenta” en: Nueva Histo-ria del Ecuador, volumen 11: EpocaRepublicana V, Corporación EditoraNacional, Quito.

MOREANO, Alejandro1991 “El Sistema Político en el Ecuador

Contemporáneo” en: Nueva Historiadel Ecuador, volumen 11: Epoca Re-publicana V, Corporación EditoraNacional, Quito.

Periódicos

EL COMERCIO1971 Varios números correspondientes a

los meses de noviembre y diciembre.EL UNIVERSO

1971 Varios números correspondientes alos meses de noviembre y diciembre.

EL TELEGRAFO1971 Varios números correspondientes a

los meses de noviembre y diciembre.

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71 71 71

EL PUEBLO1971 Organo de difusión del Comité Cen-

tral de Partido Comunista del Ecua-dor. Varios números de noviembre ydiciembre.

LA TIERRA1971 Organo de difusión del Comité Cent-

rral del Partido Socialista Ecuatoria-no. Varios números de noviembre ydiciembre.

Bibliotecas y Archivos Consultados

BIBLIOTECA “AURELIO ESPINOSA POLIT”, Co-tocollao- Quito.

BIBLIOTECA GENERAL DE LA UNIVERSIDADANDINA SIMON BOLIVAR, Quito.

EL PUEBLO1971 Organo de difusión del Comité Cen-

tral de Partido Comunista del Ecua-dor. Varios números de noviembre ydiciembre.

LA TIERRA1971 Organo de difusión del Comité Cent-

rral del Partido Socialista Ecuatoria-no. Varios números de noviembre ydiciembre.

Bibliotecas y Archivos Consultados

BIBLIOTECA “AURELIO ESPINOSA POLIT”, Co-tocollao- Quito.

BIBLIOTECA GENERAL DE LA UNIVERSIDADANDINA SIMON BOLIVAR, Quito.

EL PUEBLO1971 Organo de difusión del Comité Cen-

tral de Partido Comunista del Ecua-dor. Varios números de noviembre ydiciembre.

LA TIERRA1971 Organo de difusión del Comité Cent-

rral del Partido Socialista Ecuatoria-no. Varios números de noviembre ydiciembre.

Bibliotecas y Archivos Consultados

BIBLIOTECA “AURELIO ESPINOSA POLIT”, Co-tocollao- Quito.

BIBLIOTECA GENERAL DE LA UNIVERSIDADANDINA SIMON BOLIVAR, Quito.

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ANEXOS ANEXOS ANEXOS

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DOCUMENTO 1CONFERENCIA DE PRENSA

OFRECIDA POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO EN GUAYAQUIL

FIDEL CASTRO.—Yo conozco a esta gente. ¡Nunca unopodrá satisfacer todas las preguntas!

Tienen bastante papel ustedes, ¿verdad? Veo que dedicangran cantidad de papel. Déjenme ver (hojea un periódico),a ver si tienen mucha propaganda comercial.

PERIODISTA.— ¿ Cómo es en Cuba?

FIDEL. CASTRO..— En Cuba no hay ninguna propagan-da comercial.

PERIODISTA.— ¿Hay libertad de prensa en Cuba?

FIDEL CASTRO.— ¡Ninguna libertad de prensa! (Risas).

Señores: hablamos dos, idiomas diferentes en esto. Hayperiodistas, hacen preguntas, hacen más preguntas que us-tedes; a veces dan más guerra que ustedes. Se divulganmuchas cosas.

En nuestros periódicos los periodistas escriben, se puededecir, lo que quieran...

(Los periodistas hablan todos a la vez). ¡Cuando haya or-den prosigo!

PERIODISTA.— El señor Castro no sigue la conferenciade prensa mientras no haya orden. Sentémonos todos...

PERIODISTA.— Señores, si ustedes se quedan en su sitioy nos organizamos un poco, pueden ustedes hacer todaslas preguntas, y déjenlo primero explayar al Primer Minis-tro.

(Una niña saluda al Comandante Fidel Castro).

DOCUMENTO 1CONFERENCIA DE PRENSA

OFRECIDA POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO EN GUAYAQUIL

FIDEL CASTRO.—Yo conozco a esta gente. ¡Nunca unopodrá satisfacer todas las preguntas!

Tienen bastante papel ustedes, ¿verdad? Veo que dedicangran cantidad de papel. Déjenme ver (hojea un periódico),a ver si tienen mucha propaganda comercial.

PERIODISTA.— ¿ Cómo es en Cuba?

FIDEL. CASTRO..— En Cuba no hay ninguna propagan-da comercial.

PERIODISTA.— ¿Hay libertad de prensa en Cuba?

FIDEL CASTRO.— ¡Ninguna libertad de prensa! (Risas).

Señores: hablamos dos, idiomas diferentes en esto. Hayperiodistas, hacen preguntas, hacen más preguntas que us-tedes; a veces dan más guerra que ustedes. Se divulganmuchas cosas.

En nuestros periódicos los periodistas escriben, se puededecir, lo que quieran...

(Los periodistas hablan todos a la vez). ¡Cuando haya or-den prosigo!

PERIODISTA.— El señor Castro no sigue la conferenciade prensa mientras no haya orden. Sentémonos todos...

PERIODISTA.— Señores, si ustedes se quedan en su sitioy nos organizamos un poco, pueden ustedes hacer todaslas preguntas, y déjenlo primero explayar al Primer Minis-tro.

(Una niña saluda al Comandante Fidel Castro).

DOCUMENTO 1CONFERENCIA DE PRENSA

OFRECIDA POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO EN GUAYAQUIL

FIDEL CASTRO.—Yo conozco a esta gente. ¡Nunca unopodrá satisfacer todas las preguntas!

Tienen bastante papel ustedes, ¿verdad? Veo que dedicangran cantidad de papel. Déjenme ver (hojea un periódico),a ver si tienen mucha propaganda comercial.

PERIODISTA.— ¿ Cómo es en Cuba?

FIDEL. CASTRO..— En Cuba no hay ninguna propagan-da comercial.

PERIODISTA.— ¿Hay libertad de prensa en Cuba?

FIDEL CASTRO.— ¡Ninguna libertad de prensa! (Risas).

Señores: hablamos dos, idiomas diferentes en esto. Hayperiodistas, hacen preguntas, hacen más preguntas que us-tedes; a veces dan más guerra que ustedes. Se divulganmuchas cosas.

En nuestros periódicos los periodistas escriben, se puededecir, lo que quieran...

(Los periodistas hablan todos a la vez). ¡Cuando haya or-den prosigo!

PERIODISTA.— El señor Castro no sigue la conferenciade prensa mientras no haya orden. Sentémonos todos...

PERIODISTA.— Señores, si ustedes se quedan en su sitioy nos organizamos un poco, pueden ustedes hacer todaslas preguntas, y déjenlo primero explayar al Primer Minis-tro.

(Una niña saluda al Comandante Fidel Castro).

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76 76 76

FIDEL CASTRO.— Miren, en general yo siento afecto portodos los niños, pero si me encuentro una niña así, quellega con esta emoción, es lógico que me sienta tan emo-cionado como ella.

Bueno, entonces hablábamos de la prensa, ¿no?

PERIODISTA.— Podría sentarse, Comandante.

FIDEL CASTRO.— No, no. Si me siento ni me ven.

Bueno, decíamos entonces sobre nuestra prensa, que losperiodistas nuestros, en los periódicos de la Revolución,escriben, y escriben a su libre albedrío, y se equivocan bas-tantes veces. De manera que siempre estamos nosotros encontradicciones con la prensa por las cosas que escriben.Pero no existe ese concepto que ustedes llaman libertad deprensa, y que se les podría demostrar que es libertad depropiedad de imprenta.

PERIODISTA.— Explique, Fidel, eso.

FIDEL CASTRO.— Díganme una cosa: ¿hay muchoscampesinos en Ecuador?

PERIODISTA.— Bastantes.

FIDEL CASTRO.— ¿Cuántos saben leer y escribir?

PERIODISTA.— Pocos. ¡41 por ciento!

FIDEL CASTRO.— ¿Entonces qué libertad de prensa tieneel otro 59 por ciento?

PERIODISTA.— Oye La radio, Fidel.

FIDEL CASTRO.— Pero esa no es la prensa, esa es la ra-dio. ¡Entonces esa es libertad de oír!

PERIODISTA.—La libertad de opinión puede expresarsepor escrito.

FIDEL CASTRO.— Miren, en general yo siento afecto portodos los niños, pero si me encuentro una niña así, quellega con esta emoción, es lógico que me sienta tan emo-cionado como ella.

Bueno, entonces hablábamos de la prensa, ¿no?

PERIODISTA.— Podría sentarse, Comandante.

FIDEL CASTRO.— No, no. Si me siento ni me ven.

Bueno, decíamos entonces sobre nuestra prensa, que losperiodistas nuestros, en los periódicos de la Revolución,escriben, y escriben a su libre albedrío, y se equivocan bas-tantes veces. De manera que siempre estamos nosotros encontradicciones con la prensa por las cosas que escriben.Pero no existe ese concepto que ustedes llaman libertad deprensa, y que se les podría demostrar que es libertad depropiedad de imprenta.

PERIODISTA.— Explique, Fidel, eso.

FIDEL CASTRO.— Díganme una cosa: ¿hay muchoscampesinos en Ecuador?

PERIODISTA.— Bastantes.

FIDEL CASTRO.— ¿Cuántos saben leer y escribir?

PERIODISTA.— Pocos. ¡41 por ciento!

FIDEL CASTRO.— ¿Entonces qué libertad de prensa tieneel otro 59 por ciento?

PERIODISTA.— Oye La radio, Fidel.

FIDEL CASTRO.— Pero esa no es la prensa, esa es la ra-dio. ¡Entonces esa es libertad de oír!

PERIODISTA.—La libertad de opinión puede expresarsepor escrito.

FIDEL CASTRO.— Miren, en general yo siento afecto portodos los niños, pero si me encuentro una niña así, quellega con esta emoción, es lógico que me sienta tan emo-cionado como ella.

Bueno, entonces hablábamos de la prensa, ¿no?

PERIODISTA.— Podría sentarse, Comandante.

FIDEL CASTRO.— No, no. Si me siento ni me ven.

Bueno, decíamos entonces sobre nuestra prensa, que losperiodistas nuestros, en los periódicos de la Revolución,escriben, y escriben a su libre albedrío, y se equivocan bas-tantes veces. De manera que siempre estamos nosotros encontradicciones con la prensa por las cosas que escriben.Pero no existe ese concepto que ustedes llaman libertad deprensa, y que se les podría demostrar que es libertad depropiedad de imprenta.

PERIODISTA.— Explique, Fidel, eso.

FIDEL CASTRO.— Díganme una cosa: ¿hay muchoscampesinos en Ecuador?

PERIODISTA.— Bastantes.

FIDEL CASTRO.— ¿Cuántos saben leer y escribir?

PERIODISTA.— Pocos. ¡41 por ciento!

FIDEL CASTRO.— ¿Entonces qué libertad de prensa tieneel otro 59 por ciento?

PERIODISTA.— Oye La radio, Fidel.

FIDEL CASTRO.— Pero esa no es la prensa, esa es la ra-dio. ¡Entonces esa es libertad de oír!

PERIODISTA.—La libertad de opinión puede expresarsepor escrito.

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FIDEL CASTRO.— Tienen 59 por ciento que no sabe leerni escribir...

PERIODISTA.— 49.

FIDEL CASTRO.— 49. ¡Da lo mismo! ¿Y el otro 51 dóndeescribe, cuándo y dónde escribe el otro 51?

PERIODISTA.— En la mente

FIDEL CASTRO.— ¡En la mente!, ¿verdad? ¿Quiénes sonlos que deciden en el periódico, el que escribe?

PERIODISTA.— Igual que en todas partes.

FIDEL CASTRO.— El dueño, ¿verdad?

PERIODISTA.— El dueño.

FIDEL CASTRO.— Entonces ustedes me pueden hablarde libertad de empresa, pero no de libertad de prensa.

PERIODISTA.— ¿En Cuba quién decide, Comandante?

FIDEL CASTRO.— En Cuba deciden los propietarios, quees el pueblo. ¡Es la diferencia!

PERIODISTA.— ¿Y todos no somos pueblo —perdón—,tanto en un país socialista como en un país democrático?

FIDEL CASTRO.— Son pueblo, pero con la diferenciaque un pueblo tiene y el otro no...

PERIODISTA.— ¿Qué no tiene?

FIDEL CASTRO.— Que ustedes no son dueños de los pe-riódicos. Y en Cuba nuestros trabajadores, nuestros inte-lectuales, nuestros campesinos, son dueños de los periódi-cos. De los periódicos, de la televisión y de la radio, ¡conperdón de los propietarios que pueda haber aquí!

PERIODISTA.— ¡No hay ninguno! (Risas).

FIDEL CASTRO.— Tienen 59 por ciento que no sabe leerni escribir...

PERIODISTA.— 49.

FIDEL CASTRO.— 49. ¡Da lo mismo! ¿Y el otro 51 dóndeescribe, cuándo y dónde escribe el otro 51?

PERIODISTA.— En la mente

FIDEL CASTRO.— ¡En la mente!, ¿verdad? ¿Quiénes sonlos que deciden en el periódico, el que escribe?

PERIODISTA.— Igual que en todas partes.

FIDEL CASTRO.— El dueño, ¿verdad?

PERIODISTA.— El dueño.

FIDEL CASTRO.— Entonces ustedes me pueden hablarde libertad de empresa, pero no de libertad de prensa.

PERIODISTA.— ¿En Cuba quién decide, Comandante?

FIDEL CASTRO.— En Cuba deciden los propietarios, quees el pueblo. ¡Es la diferencia!

PERIODISTA.— ¿Y todos no somos pueblo —perdón—,tanto en un país socialista como en un país democrático?

FIDEL CASTRO.— Son pueblo, pero con la diferenciaque un pueblo tiene y el otro no...

PERIODISTA.— ¿Qué no tiene?

FIDEL CASTRO.— Que ustedes no son dueños de los pe-riódicos. Y en Cuba nuestros trabajadores, nuestros inte-lectuales, nuestros campesinos, son dueños de los periódi-cos. De los periódicos, de la televisión y de la radio, ¡conperdón de los propietarios que pueda haber aquí!

PERIODISTA.— ¡No hay ninguno! (Risas).

FIDEL CASTRO.— Tienen 59 por ciento que no sabe leerni escribir...

PERIODISTA.— 49.

FIDEL CASTRO.— 49. ¡Da lo mismo! ¿Y el otro 51 dóndeescribe, cuándo y dónde escribe el otro 51?

PERIODISTA.— En la mente

FIDEL CASTRO.— ¡En la mente!, ¿verdad? ¿Quiénes sonlos que deciden en el periódico, el que escribe?

PERIODISTA.— Igual que en todas partes.

FIDEL CASTRO.— El dueño, ¿verdad?

PERIODISTA.— El dueño.

FIDEL CASTRO.— Entonces ustedes me pueden hablarde libertad de empresa, pero no de libertad de prensa.

PERIODISTA.— ¿En Cuba quién decide, Comandante?

FIDEL CASTRO.— En Cuba deciden los propietarios, quees el pueblo. ¡Es la diferencia!

PERIODISTA.— ¿Y todos no somos pueblo —perdón—,tanto en un país socialista como en un país democrático?

FIDEL CASTRO.— Son pueblo, pero con la diferenciaque un pueblo tiene y el otro no...

PERIODISTA.— ¿Qué no tiene?

FIDEL CASTRO.— Que ustedes no son dueños de los pe-riódicos. Y en Cuba nuestros trabajadores, nuestros inte-lectuales, nuestros campesinos, son dueños de los periódi-cos. De los periódicos, de la televisión y de la radio, ¡conperdón de los propietarios que pueda haber aquí!

PERIODISTA.— ¡No hay ninguno! (Risas).

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PERIODISTA.— Comandante: ¿por qué no hay eleccio-nes en Cuba?

FIDEL CASTRO.— Porque en Cuba nosotros no practica-mos la democracia representativa.

PERIODISTA.— Pero en los países socialistas, como Ru-sia, sí hay elecciones.

FIDEL CASTRO.— Por tradición. Nosotros estamos ha-ciendo otras cosas, que es desarrollar instrumentos de de-mocracia mucho más directa, como es lo que estamos ha-ciendo actualmente, que las leyes fundamentales se discu-ten entre todo el pueblo, en todos los centros de trabajo...

PERIODISTA.— ¿Los fusilamientos....?

FIDEL CASTRO.— Espérate, ¿qué tú quieres preguntar?,¿Los fusilamientos?

PERIODISTA.— Sí, ¿los fusilamientos se discuten tam-bién en asamblea popular?

FIDEL CASTRO.— Sí, te lo voy a decir también. ¿Tú dequé periódico eres?

PERIODISTA.— Diario La Prensa.

FIDEL CASTRO.— ¿Qué posición tiene ese periódico?¿Está a favor de los obreros, de los campesinos, de los ex-plotados, o de quién?

PERIODISTA.— Independiente.

FIDEL CASTRO.— ¿Independiente de quién? ¿Del impe-rialismo?

PERIODISTA.— No reconocemos al imperialismo.

FIDEL CASTRO.— ¿No hay imperialismo?

PERIODISTA.— Comandante: ¿por qué no hay eleccio-nes en Cuba?

FIDEL CASTRO.— Porque en Cuba nosotros no practica-mos la democracia representativa.

PERIODISTA.— Pero en los países socialistas, como Ru-sia, sí hay elecciones.

FIDEL CASTRO.— Por tradición. Nosotros estamos ha-ciendo otras cosas, que es desarrollar instrumentos de de-mocracia mucho más directa, como es lo que estamos ha-ciendo actualmente, que las leyes fundamentales se discu-ten entre todo el pueblo, en todos los centros de trabajo...

PERIODISTA.— ¿Los fusilamientos....?

FIDEL CASTRO.— Espérate, ¿qué tú quieres preguntar?,¿Los fusilamientos?

PERIODISTA.— Sí, ¿los fusilamientos se discuten tam-bién en asamblea popular?

FIDEL CASTRO.— Sí, te lo voy a decir también. ¿Tú dequé periódico eres?

PERIODISTA.— Diario La Prensa.

FIDEL CASTRO.— ¿Qué posición tiene ese periódico?¿Está a favor de los obreros, de los campesinos, de los ex-plotados, o de quién?

PERIODISTA.— Independiente.

FIDEL CASTRO.— ¿Independiente de quién? ¿Del impe-rialismo?

PERIODISTA.— No reconocemos al imperialismo.

FIDEL CASTRO.— ¿No hay imperialismo?

PERIODISTA.— Comandante: ¿por qué no hay eleccio-nes en Cuba?

FIDEL CASTRO.— Porque en Cuba nosotros no practica-mos la democracia representativa.

PERIODISTA.— Pero en los países socialistas, como Ru-sia, sí hay elecciones.

FIDEL CASTRO.— Por tradición. Nosotros estamos ha-ciendo otras cosas, que es desarrollar instrumentos de de-mocracia mucho más directa, como es lo que estamos ha-ciendo actualmente, que las leyes fundamentales se discu-ten entre todo el pueblo, en todos los centros de trabajo...

PERIODISTA.— ¿Los fusilamientos....?

FIDEL CASTRO.— Espérate, ¿qué tú quieres preguntar?,¿Los fusilamientos?

PERIODISTA.— Sí, ¿los fusilamientos se discuten tam-bién en asamblea popular?

FIDEL CASTRO.— Sí, te lo voy a decir también. ¿Tú dequé periódico eres?

PERIODISTA.— Diario La Prensa.

FIDEL CASTRO.— ¿Qué posición tiene ese periódico?¿Está a favor de los obreros, de los campesinos, de los ex-plotados, o de quién?

PERIODISTA.— Independiente.

FIDEL CASTRO.— ¿Independiente de quién? ¿Del impe-rialismo?

PERIODISTA.— No reconocemos al imperialismo.

FIDEL CASTRO.— ¿No hay imperialismo?

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PERIODISTA.— No podemos saber cuál es imperialis-mo...

FIDEL CASTRO.— Espérate vamos a discutir, que a míme gusta discutir eso siempre es interesante. ¿Tu periódi-co defiende la causa de los obreros? ¿Tu periódico defien-de la causa de los campesinos explotados?

PERIODISTA.— ¡Claro! (Risas).

FIDEL CASTRO.— ¿Tu periódico defiende a Vietnam?¿Tu periódico combate la guerra de Vietnam? ¿Tu periódi-co combate el bloqueo a Cuba? ¿Tu periódico combatió elataque a Girón? ¿Tu periódico combatió el bloqueo eco-nómico, el hambre, la miseria y los asesinatos que se co-meten contra nuestro pueblo? (Exclamaciones de: “¡No!”).Entonces, ¿qué tú quieres saber? Yo te discuto lo que quie-ras. Yo te digo que las leyes las discutimos con el pueblo, yte digo que fue el pueblo el que nos llevó al poder, luchan-do, y luchando con la fuerza de las armas, y con su apoyo.Y sin ese apoyo no nos habríamos defendido. Y fue el pue-blo el que nos exigió que castigáramos a los asesinos, a losque mataron a 20 mil cubanos, ¿sabes? Ustedes no sabenlo que es eso. Y a los espías de la CIA. Porque nosotros alespía de la CIA no le damos ninguna garantía, ¿saben? ¿Comprenden?

PERIODISTA.— Perdón, Comandante: ¿Cuántas perso-nas han fusilado en Cuba?

FIDEL CASTRO.— Bueno, debemos haber fusilado —meimagino— algunos cientos de esbirros.

PERIODISTA.— Miles.

FIDEL CASTRO.— No, no llegan a miles, porque hemossido bastante generosos. Pero les recuerdo que cuando enGirón nos invadieron 1.500 mercenarios pagados por laCIA, entrenados en Guatemala, que llegaron allí con avio-nes de bombardeo pintados con banderas cubanas —acto

PERIODISTA.— No podemos saber cuál es imperialis-mo...

FIDEL CASTRO.— Espérate vamos a discutir, que a míme gusta discutir eso siempre es interesante. ¿Tu periódi-co defiende la causa de los obreros? ¿Tu periódico defien-de la causa de los campesinos explotados?

PERIODISTA.— ¡Claro! (Risas).

FIDEL CASTRO.— ¿Tu periódico defiende a Vietnam?¿Tu periódico combate la guerra de Vietnam? ¿Tu periódi-co combate el bloqueo a Cuba? ¿Tu periódico combatió elataque a Girón? ¿Tu periódico combatió el bloqueo eco-nómico, el hambre, la miseria y los asesinatos que se co-meten contra nuestro pueblo? (Exclamaciones de: “¡No!”).Entonces, ¿qué tú quieres saber? Yo te discuto lo que quie-ras. Yo te digo que las leyes las discutimos con el pueblo, yte digo que fue el pueblo el que nos llevó al poder, luchan-do, y luchando con la fuerza de las armas, y con su apoyo.Y sin ese apoyo no nos habríamos defendido. Y fue el pue-blo el que nos exigió que castigáramos a los asesinos, a losque mataron a 20 mil cubanos, ¿sabes? Ustedes no sabenlo que es eso. Y a los espías de la CIA. Porque nosotros alespía de la CIA no le damos ninguna garantía, ¿saben? ¿Comprenden?

PERIODISTA.— Perdón, Comandante: ¿Cuántas perso-nas han fusilado en Cuba?

FIDEL CASTRO.— Bueno, debemos haber fusilado —meimagino— algunos cientos de esbirros.

PERIODISTA.— Miles.

FIDEL CASTRO.— No, no llegan a miles, porque hemossido bastante generosos. Pero les recuerdo que cuando enGirón nos invadieron 1.500 mercenarios pagados por laCIA, entrenados en Guatemala, que llegaron allí con avio-nes de bombardeo pintados con banderas cubanas —acto

PERIODISTA.— No podemos saber cuál es imperialis-mo...

FIDEL CASTRO.— Espérate vamos a discutir, que a míme gusta discutir eso siempre es interesante. ¿Tu periódi-co defiende la causa de los obreros? ¿Tu periódico defien-de la causa de los campesinos explotados?

PERIODISTA.— ¡Claro! (Risas).

FIDEL CASTRO.— ¿Tu periódico defiende a Vietnam?¿Tu periódico combate la guerra de Vietnam? ¿Tu periódi-co combate el bloqueo a Cuba? ¿Tu periódico combatió elataque a Girón? ¿Tu periódico combatió el bloqueo eco-nómico, el hambre, la miseria y los asesinatos que se co-meten contra nuestro pueblo? (Exclamaciones de: “¡No!”).Entonces, ¿qué tú quieres saber? Yo te discuto lo que quie-ras. Yo te digo que las leyes las discutimos con el pueblo, yte digo que fue el pueblo el que nos llevó al poder, luchan-do, y luchando con la fuerza de las armas, y con su apoyo.Y sin ese apoyo no nos habríamos defendido. Y fue el pue-blo el que nos exigió que castigáramos a los asesinos, a losque mataron a 20 mil cubanos, ¿sabes? Ustedes no sabenlo que es eso. Y a los espías de la CIA. Porque nosotros alespía de la CIA no le damos ninguna garantía, ¿saben? ¿Comprenden?

PERIODISTA.— Perdón, Comandante: ¿Cuántas perso-nas han fusilado en Cuba?

FIDEL CASTRO.— Bueno, debemos haber fusilado —meimagino— algunos cientos de esbirros.

PERIODISTA.— Miles.

FIDEL CASTRO.— No, no llegan a miles, porque hemossido bastante generosos. Pero les recuerdo que cuando enGirón nos invadieron 1.500 mercenarios pagados por laCIA, entrenados en Guatemala, que llegaron allí con avio-nes de bombardeo pintados con banderas cubanas —acto

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de fechoría internacional... ¿Saben qué es lo que se ha he-cho con los piratas históricamente? Fusilarlos. Y sin em-bargo, a los 1. 500 no los fusilamos, que lo saben bien: semerecían haberlos fusilado. Luego hemos sido más biengenerosos con ellos.

PERIODISTA.— Yo fui testigo del drama de Bolivia, en-trevisté a Régis Debray...

FIDEL CASTRO.— Pero podemos seguir discutiendo coneste “patriota” que está aquí, de derecha (Risas). No venque en definitiva estos son unos farsantes, son unos far-santes que defienden los intereses de los explotadores y delos imperialistas.

PERIODISTA.— Es reportero como nosotros.

FIDEL CASTRO.— ¡Reportero! ¿Y cree que no lo conoz-co? ¿Qué tiene en el cerebro el caballerito? ¡Es el modeloyanqui el que tiene en el cerebro!

PERIODISTA.— Una pregunta...

FIDEL CASTRO.— ¿De qué periódico tú eres?

PERIODISTA.— Pues yo soy de La Razón. ¿Me permiteuna pregunta?

FIDEL CASTRO.— Dígame.

PERIODISTA.— Usted dijo en alguna parte del mundoque la OEA era para usted una especie de zapato roto odescosido...

FIDEL CASTRO.— No, el que dijo eso fue Raúl Roa: queera una especie de zapato sin suela. (Risas).

PERIODISTA.— ¿Y qué es para usted la OEA, entonces?

FIDEL CASTRO.— ¡Algo menos que un zapato sin suela!(Risas). ¡Ni suela ni lo demás! Oiganme, señores, quierodecirles lo siguiente en nombre del pueblo cubano: en me-

de fechoría internacional... ¿Saben qué es lo que se ha he-cho con los piratas históricamente? Fusilarlos. Y sin em-bargo, a los 1. 500 no los fusilamos, que lo saben bien: semerecían haberlos fusilado. Luego hemos sido más biengenerosos con ellos.

PERIODISTA.— Yo fui testigo del drama de Bolivia, en-trevisté a Régis Debray...

FIDEL CASTRO.— Pero podemos seguir discutiendo coneste “patriota” que está aquí, de derecha (Risas). No venque en definitiva estos son unos farsantes, son unos far-santes que defienden los intereses de los explotadores y delos imperialistas.

PERIODISTA.— Es reportero como nosotros.

FIDEL CASTRO.— ¡Reportero! ¿Y cree que no lo conoz-co? ¿Qué tiene en el cerebro el caballerito? ¡Es el modeloyanqui el que tiene en el cerebro!

PERIODISTA.— Una pregunta...

FIDEL CASTRO.— ¿De qué periódico tú eres?

PERIODISTA.— Pues yo soy de La Razón. ¿Me permiteuna pregunta?

FIDEL CASTRO.— Dígame.

PERIODISTA.— Usted dijo en alguna parte del mundoque la OEA era para usted una especie de zapato roto odescosido...

FIDEL CASTRO.— No, el que dijo eso fue Raúl Roa: queera una especie de zapato sin suela. (Risas).

PERIODISTA.— ¿Y qué es para usted la OEA, entonces?

FIDEL CASTRO.— ¡Algo menos que un zapato sin suela!(Risas). ¡Ni suela ni lo demás! Oiganme, señores, quierodecirles lo siguiente en nombre del pueblo cubano: en me-

de fechoría internacional... ¿Saben qué es lo que se ha he-cho con los piratas históricamente? Fusilarlos. Y sin em-bargo, a los 1. 500 no los fusilamos, que lo saben bien: semerecían haberlos fusilado. Luego hemos sido más biengenerosos con ellos.

PERIODISTA.— Yo fui testigo del drama de Bolivia, en-trevisté a Régis Debray...

FIDEL CASTRO.— Pero podemos seguir discutiendo coneste “patriota” que está aquí, de derecha (Risas). No venque en definitiva estos son unos farsantes, son unos far-santes que defienden los intereses de los explotadores y delos imperialistas.

PERIODISTA.— Es reportero como nosotros.

FIDEL CASTRO.— ¡Reportero! ¿Y cree que no lo conoz-co? ¿Qué tiene en el cerebro el caballerito? ¡Es el modeloyanqui el que tiene en el cerebro!

PERIODISTA.— Una pregunta...

FIDEL CASTRO.— ¿De qué periódico tú eres?

PERIODISTA.— Pues yo soy de La Razón. ¿Me permiteuna pregunta?

FIDEL CASTRO.— Dígame.

PERIODISTA.— Usted dijo en alguna parte del mundoque la OEA era para usted una especie de zapato roto odescosido...

FIDEL CASTRO.— No, el que dijo eso fue Raúl Roa: queera una especie de zapato sin suela. (Risas).

PERIODISTA.— ¿Y qué es para usted la OEA, entonces?

FIDEL CASTRO.— ¡Algo menos que un zapato sin suela!(Risas). ¡Ni suela ni lo demás! Oiganme, señores, quierodecirles lo siguiente en nombre del pueblo cubano: en me-

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dio de esta agitada asamblea periodística y de esta polémi-ca —¡este se ríe!—, no sé de dónde sacan ustedes, o sacaalguien, que un país que tiene la dignidad de Cuba preten-de ingresar en esa sentina que es la OEA.

PERIODISTA.— ¿ Y usted qué opina entonces del ingresode la China Comunista a la ONU?

FIDEL CASTRO.— Bueno, la ONU no es la OEA.

PERIODISTA.— ¿Cuba entraría a la ONU?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo? ¿Qué si Cuba entraría en laONU? ¡Pero parece mentira que usted no sepa que Cubahace mucho rato que está en la ONU!

PERIODISTA.— En la OEA, en la OEA. Perdón.

FIDEL CASTRO.— Pero si le acabo de decir que en esacloaca nosotros no ingresaremos más.

PERIODISTA.— Es que se dice que...

FIDEL CASTRO.— Bueno, señor, ¿y qué usted quiere queyo le diga? Si usted me está haciendo la pregunta, y yo es-toy aquí hablando en nombre del gobierno de Cuba. ¿Yusted todavía qué quiere? ¿Qué yo le diga que sí, que va-mos a entrar en la OEA?

PERIODISTA.— Bueno, ya lo dijo...

FIDEL CASTRO.— ¿Qué dije?

PERIODISTA.— ¡Que no quiere entrar!

FIDEL CASTRO.- ¡Que eso es una basura y no entraremosjamás ahí!

PERIODISTA.— Una basura y una cloaca, ¿ no?

FIDEL CASTRO.— ¡Sí, es una cloaca! ¡Con todo respetopor la cloaca!

dio de esta agitada asamblea periodística y de esta polémi-ca —¡este se ríe!—, no sé de dónde sacan ustedes, o sacaalguien, que un país que tiene la dignidad de Cuba preten-de ingresar en esa sentina que es la OEA.

PERIODISTA.— ¿ Y usted qué opina entonces del ingresode la China Comunista a la ONU?

FIDEL CASTRO.— Bueno, la ONU no es la OEA.

PERIODISTA.— ¿Cuba entraría a la ONU?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo? ¿Qué si Cuba entraría en laONU? ¡Pero parece mentira que usted no sepa que Cubahace mucho rato que está en la ONU!

PERIODISTA.— En la OEA, en la OEA. Perdón.

FIDEL CASTRO.— Pero si le acabo de decir que en esacloaca nosotros no ingresaremos más.

PERIODISTA.— Es que se dice que...

FIDEL CASTRO.— Bueno, señor, ¿y qué usted quiere queyo le diga? Si usted me está haciendo la pregunta, y yo es-toy aquí hablando en nombre del gobierno de Cuba. ¿Yusted todavía qué quiere? ¿Qué yo le diga que sí, que va-mos a entrar en la OEA?

PERIODISTA.— Bueno, ya lo dijo...

FIDEL CASTRO.— ¿Qué dije?

PERIODISTA.— ¡Que no quiere entrar!

FIDEL CASTRO.- ¡Que eso es una basura y no entraremosjamás ahí!

PERIODISTA.— Una basura y una cloaca, ¿ no?

FIDEL CASTRO.— ¡Sí, es una cloaca! ¡Con todo respetopor la cloaca!

dio de esta agitada asamblea periodística y de esta polémi-ca —¡este se ríe!—, no sé de dónde sacan ustedes, o sacaalguien, que un país que tiene la dignidad de Cuba preten-de ingresar en esa sentina que es la OEA.

PERIODISTA.— ¿ Y usted qué opina entonces del ingresode la China Comunista a la ONU?

FIDEL CASTRO.— Bueno, la ONU no es la OEA.

PERIODISTA.— ¿Cuba entraría a la ONU?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo? ¿Qué si Cuba entraría en laONU? ¡Pero parece mentira que usted no sepa que Cubahace mucho rato que está en la ONU!

PERIODISTA.— En la OEA, en la OEA. Perdón.

FIDEL CASTRO.— Pero si le acabo de decir que en esacloaca nosotros no ingresaremos más.

PERIODISTA.— Es que se dice que...

FIDEL CASTRO.— Bueno, señor, ¿y qué usted quiere queyo le diga? Si usted me está haciendo la pregunta, y yo es-toy aquí hablando en nombre del gobierno de Cuba. ¿Yusted todavía qué quiere? ¿Qué yo le diga que sí, que va-mos a entrar en la OEA?

PERIODISTA.— Bueno, ya lo dijo...

FIDEL CASTRO.— ¿Qué dije?

PERIODISTA.— ¡Que no quiere entrar!

FIDEL CASTRO.- ¡Que eso es una basura y no entraremosjamás ahí!

PERIODISTA.— Una basura y una cloaca, ¿ no?

FIDEL CASTRO.— ¡Sí, es una cloaca! ¡Con todo respetopor la cloaca!

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PERIODISTA.— ¿Qué opina, Comandante, sobre la posi-ción de Perú, Chile y Ecuador? en cuanto a las 200 millas?

PERIODISTA.— Comandante: yo fui testigo del drama deBolivia, entrevisté a...

FIDEL CASTRO.— Bueno, a ver qué tú quieres.

PERIODISTA.—... entrevisté a Régis Debray, y fui testigo—como le digo— del drama boliviano. En una investiga-ción que hice en La Paz, el embajador francés me aseguróque usted había abandonado la guerrilla boliviana

FIDEL CASTRO.— ¿Pero quién te dijo eso?

PERIODISTA.— El embajador de Francia.

FIDEL CASTRO.— Bueno, ¿y lo grabaste?

PERIODISTA.— Fue publicado en una revista.

FIDEL CASTRO.— ¿En qué revista?

PERIODISTA.— En la revista.

FIDEL CASTRO.— ¿Y quién lo publicó?

PERIODISTA.— Lo publiqué bajo mi firma de responsa-bilidad.

FIDEL CASTRO.— ¿Y quién sabe que tú dijiste verdad ono? (Risas).

PERIODISTA.— ¡Es usted muy dialéctico!.

FIDEL CASTRO.— No, no soy dialéctico. Es que tú medices que un embajador te dijo. Y ahora, qué tú quieres,¿qué yo descargue contra ese embajador simplemente cre-yéndote a ti, que no te conozco, no sé quién eres, ni paraquién escribes. ni para qué agencia trabajas?. ¿En qué re-vista tú escribes? ¿Para qué agencia? ¿Capitalista o impe-

PERIODISTA.— ¿Qué opina, Comandante, sobre la posi-ción de Perú, Chile y Ecuador? en cuanto a las 200 millas?

PERIODISTA.— Comandante: yo fui testigo del drama deBolivia, entrevisté a...

FIDEL CASTRO.— Bueno, a ver qué tú quieres.

PERIODISTA.—... entrevisté a Régis Debray, y fui testigo—como le digo— del drama boliviano. En una investiga-ción que hice en La Paz, el embajador francés me aseguróque usted había abandonado la guerrilla boliviana

FIDEL CASTRO.— ¿Pero quién te dijo eso?

PERIODISTA.— El embajador de Francia.

FIDEL CASTRO.— Bueno, ¿y lo grabaste?

PERIODISTA.— Fue publicado en una revista.

FIDEL CASTRO.— ¿En qué revista?

PERIODISTA.— En la revista.

FIDEL CASTRO.— ¿Y quién lo publicó?

PERIODISTA.— Lo publiqué bajo mi firma de responsa-bilidad.

FIDEL CASTRO.— ¿Y quién sabe que tú dijiste verdad ono? (Risas).

PERIODISTA.— ¡Es usted muy dialéctico!.

FIDEL CASTRO.— No, no soy dialéctico. Es que tú medices que un embajador te dijo. Y ahora, qué tú quieres,¿qué yo descargue contra ese embajador simplemente cre-yéndote a ti, que no te conozco, no sé quién eres, ni paraquién escribes. ni para qué agencia trabajas?. ¿En qué re-vista tú escribes? ¿Para qué agencia? ¿Capitalista o impe-

PERIODISTA.— ¿Qué opina, Comandante, sobre la posi-ción de Perú, Chile y Ecuador? en cuanto a las 200 millas?

PERIODISTA.— Comandante: yo fui testigo del drama deBolivia, entrevisté a...

FIDEL CASTRO.— Bueno, a ver qué tú quieres.

PERIODISTA.—... entrevisté a Régis Debray, y fui testigo—como le digo— del drama boliviano. En una investiga-ción que hice en La Paz, el embajador francés me aseguróque usted había abandonado la guerrilla boliviana

FIDEL CASTRO.— ¿Pero quién te dijo eso?

PERIODISTA.— El embajador de Francia.

FIDEL CASTRO.— Bueno, ¿y lo grabaste?

PERIODISTA.— Fue publicado en una revista.

FIDEL CASTRO.— ¿En qué revista?

PERIODISTA.— En la revista.

FIDEL CASTRO.— ¿Y quién lo publicó?

PERIODISTA.— Lo publiqué bajo mi firma de responsa-bilidad.

FIDEL CASTRO.— ¿Y quién sabe que tú dijiste verdad ono? (Risas).

PERIODISTA.— ¡Es usted muy dialéctico!.

FIDEL CASTRO.— No, no soy dialéctico. Es que tú medices que un embajador te dijo. Y ahora, qué tú quieres,¿qué yo descargue contra ese embajador simplemente cre-yéndote a ti, que no te conozco, no sé quién eres, ni paraquién escribes. ni para qué agencia trabajas?. ¿En qué re-vista tú escribes? ¿Para qué agencia? ¿Capitalista o impe-

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rialista, o de qué? Yo no sé quién tú eres... (Los periodistashablan todos a la vez).

FIDEL CASTRO.— Señores, ¡señores! ¡Señores: qué de-sorganización son ustedes los periodistas ecuatorianos!

PERIODISTA.— Comandante —de la Agencia FrancePresse, Comandante—: una pregunta, Comandante: ¿us-ted considera a los países miembros de la OEA como parteintegrante de esa misma cloaca? ¿Cómo los considera?

FIDEL CASTRO.— No, ¡ no confundo la cloaca con losque se han visto en la necesidad, por razones históricas, devivir en la cloaca!

Nosotros pertenecimos algún tiempo a esa cloaca, hastaque nos expulsaron. ¡Y no nos hemos considerado nuncacloaca! Son problemas históricos. Nuestra posición es queese organismo ha sido instrumento de la penetración y eldominio imperialistas en América Latina. Nuestra posi-ción es que ese organismo tendrá que desaparecer. Nues-tra posición es que algún día nosotros tenemos que estarunidos, los pueblos latinoamericanos, para llegar a ser unacomunidad humana digna de respeto en el mundo, unien-do nuestras fuerzas, para que no seamos lo que somoshoy, que somos víctimas de las agresiones.

Como ustedes saben, nuestro país tiene base naval allí.¿Por qué? Porque es un país pequeño. Nos la impusieron.Panamá tiene allí su Canal, el país dividido en dos, porquese lo impusieron. Santo Domingo fue invadido por 40 milsoldados de Estados Unidos, en acuerdo de la OEA; y en-tonces, cuando después se invadió a Santo Domingo, ¿quehicieron? ¿La OEA condenó a Estados Unidos? No! Esta-dos Unidos reunió a la OEA, después de la invasión, y ob-tuvo que la OEA aprobara eso.

Es o no es cloaca? ¿Es o no es sentina? ¿Es o no es Ministe-rio de Colonias yanqui? Históricamente esa instituciónsimboliza la opresión imperialista sobre nuestros pueblos

rialista, o de qué? Yo no sé quién tú eres... (Los periodistashablan todos a la vez).

FIDEL CASTRO.— Señores, ¡señores! ¡Señores: qué de-sorganización son ustedes los periodistas ecuatorianos!

PERIODISTA.— Comandante —de la Agencia FrancePresse, Comandante—: una pregunta, Comandante: ¿us-ted considera a los países miembros de la OEA como parteintegrante de esa misma cloaca? ¿Cómo los considera?

FIDEL CASTRO.— No, ¡ no confundo la cloaca con losque se han visto en la necesidad, por razones históricas, devivir en la cloaca!

Nosotros pertenecimos algún tiempo a esa cloaca, hastaque nos expulsaron. ¡Y no nos hemos considerado nuncacloaca! Son problemas históricos. Nuestra posición es queese organismo ha sido instrumento de la penetración y eldominio imperialistas en América Latina. Nuestra posi-ción es que ese organismo tendrá que desaparecer. Nues-tra posición es que algún día nosotros tenemos que estarunidos, los pueblos latinoamericanos, para llegar a ser unacomunidad humana digna de respeto en el mundo, unien-do nuestras fuerzas, para que no seamos lo que somoshoy, que somos víctimas de las agresiones.

Como ustedes saben, nuestro país tiene base naval allí.¿Por qué? Porque es un país pequeño. Nos la impusieron.Panamá tiene allí su Canal, el país dividido en dos, porquese lo impusieron. Santo Domingo fue invadido por 40 milsoldados de Estados Unidos, en acuerdo de la OEA; y en-tonces, cuando después se invadió a Santo Domingo, ¿quehicieron? ¿La OEA condenó a Estados Unidos? No! Esta-dos Unidos reunió a la OEA, después de la invasión, y ob-tuvo que la OEA aprobara eso.

Es o no es cloaca? ¿Es o no es sentina? ¿Es o no es Ministe-rio de Colonias yanqui? Históricamente esa instituciónsimboliza la opresión imperialista sobre nuestros pueblos

rialista, o de qué? Yo no sé quién tú eres... (Los periodistashablan todos a la vez).

FIDEL CASTRO.— Señores, ¡señores! ¡Señores: qué de-sorganización son ustedes los periodistas ecuatorianos!

PERIODISTA.— Comandante —de la Agencia FrancePresse, Comandante—: una pregunta, Comandante: ¿us-ted considera a los países miembros de la OEA como parteintegrante de esa misma cloaca? ¿Cómo los considera?

FIDEL CASTRO.— No, ¡ no confundo la cloaca con losque se han visto en la necesidad, por razones históricas, devivir en la cloaca!

Nosotros pertenecimos algún tiempo a esa cloaca, hastaque nos expulsaron. ¡Y no nos hemos considerado nuncacloaca! Son problemas históricos. Nuestra posición es queese organismo ha sido instrumento de la penetración y eldominio imperialistas en América Latina. Nuestra posi-ción es que ese organismo tendrá que desaparecer. Nues-tra posición es que algún día nosotros tenemos que estarunidos, los pueblos latinoamericanos, para llegar a ser unacomunidad humana digna de respeto en el mundo, unien-do nuestras fuerzas, para que no seamos lo que somoshoy, que somos víctimas de las agresiones.

Como ustedes saben, nuestro país tiene base naval allí.¿Por qué? Porque es un país pequeño. Nos la impusieron.Panamá tiene allí su Canal, el país dividido en dos, porquese lo impusieron. Santo Domingo fue invadido por 40 milsoldados de Estados Unidos, en acuerdo de la OEA; y en-tonces, cuando después se invadió a Santo Domingo, ¿quehicieron? ¿La OEA condenó a Estados Unidos? No! Esta-dos Unidos reunió a la OEA, después de la invasión, y ob-tuvo que la OEA aprobara eso.

Es o no es cloaca? ¿Es o no es sentina? ¿Es o no es Ministe-rio de Colonias yanqui? Históricamente esa instituciónsimboliza la opresión imperialista sobre nuestros pueblos

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y cuando nuestros pueblos sean libres, esa Institución de-saparecerá. Y no hará falta OEA cuando exista una comu-nidad, de pueblos latinoamericanos. No importa que tar-demos 10, 20, 30, 100 años: ¡esperaremos tranquilamente!Nosotros nos preparamos para el futuro.

PERIODISTA.— Comandante Fidel, aquí tengo una pre-gunta, Comandante. Yo soy un periodista revolucionario,yo no soy un tipo de los periodistas de la mayoría que es-tán aquí, que tienen otra posición (Abucheos)...

PERIODISTA.— Comandante: yo soy un periodista revo-lucionario he tenido el honor de vivir en Cuba desterrado,he tenido el honor...

FIDEL CASTRO.— Vamos a darle la palabra.

PERIODISTA.— De modo que permítame hablar porquemuchos de mis compañeros que están aquí piensan deotro modo. Yo he tenido el honor y la dicha de vivir enCuba, yo sé lo que piensa el pueblo cubano, un pueblo tangrande por su dignidad y por su grandeza. No estoy, natu-ralmente, “cepillándolo”, a usted, Comandante. Usted nolo necesita. Simplemente quiero hacerle un planteamientolo mas rápidamente posible...

FIDEL CASTRO.— ¡Pero hazlo rápido!

PERIODISTA.— Sí, lo más rápido. Mire, Comandante:aquí hay un problema frente al cual Cuba sabe respondermuy bien, pero a usted como líder de la Revolución queha iniciado la segunda independencia en América Latina,creo que usted tiene que pronunciarse sobre esto. Hay unacosa muy dolorosa, que es la pugna —que ya es hostili-dad— entre China y la Unión Soviética. No pido que us-ted la resuelva. Yo pido simplemente lo siguiente, le pre-gunto: ¿no cree usted que es trágico para América Latinaque ciertos grupos y sectores revolucionarios hagan de esoel punto de su opción, se compren esa pelea, en vez depreocuparse más de los problemas de América Latina y de

y cuando nuestros pueblos sean libres, esa Institución de-saparecerá. Y no hará falta OEA cuando exista una comu-nidad, de pueblos latinoamericanos. No importa que tar-demos 10, 20, 30, 100 años: ¡esperaremos tranquilamente!Nosotros nos preparamos para el futuro.

PERIODISTA.— Comandante Fidel, aquí tengo una pre-gunta, Comandante. Yo soy un periodista revolucionario,yo no soy un tipo de los periodistas de la mayoría que es-tán aquí, que tienen otra posición (Abucheos)...

PERIODISTA.— Comandante: yo soy un periodista revo-lucionario he tenido el honor de vivir en Cuba desterrado,he tenido el honor...

FIDEL CASTRO.— Vamos a darle la palabra.

PERIODISTA.— De modo que permítame hablar porquemuchos de mis compañeros que están aquí piensan deotro modo. Yo he tenido el honor y la dicha de vivir enCuba, yo sé lo que piensa el pueblo cubano, un pueblo tangrande por su dignidad y por su grandeza. No estoy, natu-ralmente, “cepillándolo”, a usted, Comandante. Usted nolo necesita. Simplemente quiero hacerle un planteamientolo mas rápidamente posible...

FIDEL CASTRO.— ¡Pero hazlo rápido!

PERIODISTA.— Sí, lo más rápido. Mire, Comandante:aquí hay un problema frente al cual Cuba sabe respondermuy bien, pero a usted como líder de la Revolución queha iniciado la segunda independencia en América Latina,creo que usted tiene que pronunciarse sobre esto. Hay unacosa muy dolorosa, que es la pugna —que ya es hostili-dad— entre China y la Unión Soviética. No pido que us-ted la resuelva. Yo pido simplemente lo siguiente, le pre-gunto: ¿no cree usted que es trágico para América Latinaque ciertos grupos y sectores revolucionarios hagan de esoel punto de su opción, se compren esa pelea, en vez depreocuparse más de los problemas de América Latina y de

y cuando nuestros pueblos sean libres, esa Institución de-saparecerá. Y no hará falta OEA cuando exista una comu-nidad, de pueblos latinoamericanos. No importa que tar-demos 10, 20, 30, 100 años: ¡esperaremos tranquilamente!Nosotros nos preparamos para el futuro.

PERIODISTA.— Comandante Fidel, aquí tengo una pre-gunta, Comandante. Yo soy un periodista revolucionario,yo no soy un tipo de los periodistas de la mayoría que es-tán aquí, que tienen otra posición (Abucheos)...

PERIODISTA.— Comandante: yo soy un periodista revo-lucionario he tenido el honor de vivir en Cuba desterrado,he tenido el honor...

FIDEL CASTRO.— Vamos a darle la palabra.

PERIODISTA.— De modo que permítame hablar porquemuchos de mis compañeros que están aquí piensan deotro modo. Yo he tenido el honor y la dicha de vivir enCuba, yo sé lo que piensa el pueblo cubano, un pueblo tangrande por su dignidad y por su grandeza. No estoy, natu-ralmente, “cepillándolo”, a usted, Comandante. Usted nolo necesita. Simplemente quiero hacerle un planteamientolo mas rápidamente posible...

FIDEL CASTRO.— ¡Pero hazlo rápido!

PERIODISTA.— Sí, lo más rápido. Mire, Comandante:aquí hay un problema frente al cual Cuba sabe respondermuy bien, pero a usted como líder de la Revolución queha iniciado la segunda independencia en América Latina,creo que usted tiene que pronunciarse sobre esto. Hay unacosa muy dolorosa, que es la pugna —que ya es hostili-dad— entre China y la Unión Soviética. No pido que us-ted la resuelva. Yo pido simplemente lo siguiente, le pre-gunto: ¿no cree usted que es trágico para América Latinaque ciertos grupos y sectores revolucionarios hagan de esoel punto de su opción, se compren esa pelea, en vez depreocuparse más de los problemas de América Latina y de

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sus propios países? Eso es todo lo que le quiero oír, Co-mandante.

FIDEL CASTRO.— Yo sinceramente coincido con esoque tú planteas. Creo que tenemos cuestiones prioritariasen nuestros propios pueblos, independientemente de quenos lamentemos y nos duelan los problemas que puedanproducirse entre países del campo socialista.

PERIODISTA.— ¿Qué opina de los Tupamaros, compa-ñero Fidel?

FIDEL CASTRO.— Yo realmente tengo mucha simpatíapor los Tupamaros.

PERIODISTA.— ¿Los ayuda?

FIDEL CASTRO.— Eso es cuestión de nosotros (Risas).

PERIODISTA.— ¿Qué opina sobre la posición de Chile,Ecuador y Perú sobre las 200 millas?

FIDEL CASTRO.— Nosotros, aunque no nos convienenlas 200 millas, porque estamos a menos de 200 millas deEstados Unidos, en las 200 millas quedamos dentro de Es-tados Unidos, pero tenemos una posición latinoamerica-nista, y por eso apoyamos la posición de las 200 millas dePerú, de Chile y de Ecuador (Aplausos).

PERIODISTA.— ¿Cómo mira el acercamiento entre Pekíny Washington?

FIDEL CASTRO.— Bueno, yo no lo he podido mirar. Lohe oído por radio, y por los periódicos. Creo que el impe-rialismo está débil, creo que el imperialismo está derrota-do en Vietnam, creo que el imperialismo maniobra. Débil,derrotado en Vietnam, maniobra y hace piruetas, tratandode ver qué puede salvar. Es decir, eso responde a la reali-dad, y la correlación de fuerzas cambia. Es mucho más dé-bil. Ya no puede hacer papel de gendarme en el mundo.

sus propios países? Eso es todo lo que le quiero oír, Co-mandante.

FIDEL CASTRO.— Yo sinceramente coincido con esoque tú planteas. Creo que tenemos cuestiones prioritariasen nuestros propios pueblos, independientemente de quenos lamentemos y nos duelan los problemas que puedanproducirse entre países del campo socialista.

PERIODISTA.— ¿Qué opina de los Tupamaros, compa-ñero Fidel?

FIDEL CASTRO.— Yo realmente tengo mucha simpatíapor los Tupamaros.

PERIODISTA.— ¿Los ayuda?

FIDEL CASTRO.— Eso es cuestión de nosotros (Risas).

PERIODISTA.— ¿Qué opina sobre la posición de Chile,Ecuador y Perú sobre las 200 millas?

FIDEL CASTRO.— Nosotros, aunque no nos convienenlas 200 millas, porque estamos a menos de 200 millas deEstados Unidos, en las 200 millas quedamos dentro de Es-tados Unidos, pero tenemos una posición latinoamerica-nista, y por eso apoyamos la posición de las 200 millas dePerú, de Chile y de Ecuador (Aplausos).

PERIODISTA.— ¿Cómo mira el acercamiento entre Pekíny Washington?

FIDEL CASTRO.— Bueno, yo no lo he podido mirar. Lohe oído por radio, y por los periódicos. Creo que el impe-rialismo está débil, creo que el imperialismo está derrota-do en Vietnam, creo que el imperialismo maniobra. Débil,derrotado en Vietnam, maniobra y hace piruetas, tratandode ver qué puede salvar. Es decir, eso responde a la reali-dad, y la correlación de fuerzas cambia. Es mucho más dé-bil. Ya no puede hacer papel de gendarme en el mundo.

sus propios países? Eso es todo lo que le quiero oír, Co-mandante.

FIDEL CASTRO.— Yo sinceramente coincido con esoque tú planteas. Creo que tenemos cuestiones prioritariasen nuestros propios pueblos, independientemente de quenos lamentemos y nos duelan los problemas que puedanproducirse entre países del campo socialista.

PERIODISTA.— ¿Qué opina de los Tupamaros, compa-ñero Fidel?

FIDEL CASTRO.— Yo realmente tengo mucha simpatíapor los Tupamaros.

PERIODISTA.— ¿Los ayuda?

FIDEL CASTRO.— Eso es cuestión de nosotros (Risas).

PERIODISTA.— ¿Qué opina sobre la posición de Chile,Ecuador y Perú sobre las 200 millas?

FIDEL CASTRO.— Nosotros, aunque no nos convienenlas 200 millas, porque estamos a menos de 200 millas deEstados Unidos, en las 200 millas quedamos dentro de Es-tados Unidos, pero tenemos una posición latinoamerica-nista, y por eso apoyamos la posición de las 200 millas dePerú, de Chile y de Ecuador (Aplausos).

PERIODISTA.— ¿Cómo mira el acercamiento entre Pekíny Washington?

FIDEL CASTRO.— Bueno, yo no lo he podido mirar. Lohe oído por radio, y por los periódicos. Creo que el impe-rialismo está débil, creo que el imperialismo está derrota-do en Vietnam, creo que el imperialismo maniobra. Débil,derrotado en Vietnam, maniobra y hace piruetas, tratandode ver qué puede salvar. Es decir, eso responde a la reali-dad, y la correlación de fuerzas cambia. Es mucho más dé-bil. Ya no puede hacer papel de gendarme en el mundo.

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86 86 86

Entonces ha estado haciendo algunas maniobras diplomá-ticas. Esa es mi opinión.

PERIODISTA.— ¿Les das tiempo a esas maniobras, Fidel?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo dice?

PERIODISTA.— ¿Les das tiempo señalado a esas manio-bras, Fidel?

FIDEL CASTRO,— No sé, no tengo noticias. Kissinger esel que debe saber bien cuándo Nixon va a viajar a Pekín.Pero yo no.

PERIODISTA.— Comandante, ¿qué opina de la democra-cia parlamentaria?

FIDEL CASTRO.— Yo no creo en la democracia parla-mentaria, porque es sencillamente una institución históri-ca al servicio de un Estado de dominación de clase.

PERIODISTA.— ¿Cree usted en Dios, Comandante?

FIDEL CASTRO.— Yo, cuando era muchacho, me ense-ñaron; pero realmente no llegué a recibir una profundainstrucción religiosa. Como les explicaba incluso a unossacerdotes, conversando con ellos, que ellos me pregunta-ron cuándo se produjo la crisis religiosa, yo dije: realmen-te nunca, por los métodos que me enseñaron la religión,llegaron a inculcarme esa fé religiosa. De manera que nun-ca, puedo decir, realmente tuve una fé religiosa.

PERIODISTA.— Usted dijo que en Cuba pueden coexistirmuy bien iglesia y marxismo

FIDEL CASTRO.— No sólo en Cuba, jovencita; dije queen toda la América Latina.

PERIODISTA.— Muy bien. Pero a mí me interesa concre-tamente en Cuba. ¿Pueden coexistir Las distintas ideas po-líticas también?

Entonces ha estado haciendo algunas maniobras diplomá-ticas. Esa es mi opinión.

PERIODISTA.— ¿Les das tiempo a esas maniobras, Fidel?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo dice?

PERIODISTA.— ¿Les das tiempo señalado a esas manio-bras, Fidel?

FIDEL CASTRO,— No sé, no tengo noticias. Kissinger esel que debe saber bien cuándo Nixon va a viajar a Pekín.Pero yo no.

PERIODISTA.— Comandante, ¿qué opina de la democra-cia parlamentaria?

FIDEL CASTRO.— Yo no creo en la democracia parla-mentaria, porque es sencillamente una institución históri-ca al servicio de un Estado de dominación de clase.

PERIODISTA.— ¿Cree usted en Dios, Comandante?

FIDEL CASTRO.— Yo, cuando era muchacho, me ense-ñaron; pero realmente no llegué a recibir una profundainstrucción religiosa. Como les explicaba incluso a unossacerdotes, conversando con ellos, que ellos me pregunta-ron cuándo se produjo la crisis religiosa, yo dije: realmen-te nunca, por los métodos que me enseñaron la religión,llegaron a inculcarme esa fé religiosa. De manera que nun-ca, puedo decir, realmente tuve una fé religiosa.

PERIODISTA.— Usted dijo que en Cuba pueden coexistirmuy bien iglesia y marxismo

FIDEL CASTRO.— No sólo en Cuba, jovencita; dije queen toda la América Latina.

PERIODISTA.— Muy bien. Pero a mí me interesa concre-tamente en Cuba. ¿Pueden coexistir Las distintas ideas po-líticas también?

Entonces ha estado haciendo algunas maniobras diplomá-ticas. Esa es mi opinión.

PERIODISTA.— ¿Les das tiempo a esas maniobras, Fidel?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo dice?

PERIODISTA.— ¿Les das tiempo señalado a esas manio-bras, Fidel?

FIDEL CASTRO,— No sé, no tengo noticias. Kissinger esel que debe saber bien cuándo Nixon va a viajar a Pekín.Pero yo no.

PERIODISTA.— Comandante, ¿qué opina de la democra-cia parlamentaria?

FIDEL CASTRO.— Yo no creo en la democracia parla-mentaria, porque es sencillamente una institución históri-ca al servicio de un Estado de dominación de clase.

PERIODISTA.— ¿Cree usted en Dios, Comandante?

FIDEL CASTRO.— Yo, cuando era muchacho, me ense-ñaron; pero realmente no llegué a recibir una profundainstrucción religiosa. Como les explicaba incluso a unossacerdotes, conversando con ellos, que ellos me pregunta-ron cuándo se produjo la crisis religiosa, yo dije: realmen-te nunca, por los métodos que me enseñaron la religión,llegaron a inculcarme esa fé religiosa. De manera que nun-ca, puedo decir, realmente tuve una fé religiosa.

PERIODISTA.— Usted dijo que en Cuba pueden coexistirmuy bien iglesia y marxismo

FIDEL CASTRO.— No sólo en Cuba, jovencita; dije queen toda la América Latina.

PERIODISTA.— Muy bien. Pero a mí me interesa concre-tamente en Cuba. ¿Pueden coexistir Las distintas ideas po-líticas también?

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87 87 87

FIDEL CASTRO.— Bueno, depende. Las ideas imperialis-tas no pueden coexistir con las ideas revolucionarias, lasideas de los explotadores no pueden coexistir con las ideasde los explotados, las ideas de los millonarios no puedencoincidir con las de los pordioseros, las ideas de las seño-ronas que gastan miles y miles en joyas no pueden coinci-dir con las de las humildes prostitutas que tienen que ven-der su cuerpo para ganarse la vida (Aplausos). Yo tengomi concepción: que las distintas ideas responden históri-camente y es un hecho de la historia, a las distintas clasessociales. Y las ideas que nosotros defendemos son las delsocialismo; en el futuro las del comunismo, la sociedad dela igualdad, la sociedad sin clases, la verdadera sociedad dela igualdad, la fraternidad y la libertad, que nunca se con-siguió en la sociedad humana. (Aplausos).

PERIODISTA.— ¿Piensan llegar al comunismo?, porqueRusia no llega todavía.

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo dice?

PERIODISTA.— ¿Piensan llegar pronto al comunismo?

FIDEL CASTRO.— Nosotros no pensamos llegar prontoal comunismo...

PERIODISTA.—... porque Rusia tiene mas de ¿50 años, yno llega?

FIDEL CASTRO.— Pero Rusia ha sido invadida primeropor las potencias capitalistas, 17 países intervinieron des-pués, fue destrozada casi en las tres cuartas partes de susrecursos en la Segunda Guerra Mundial: las hordas fascis-tas la atacaron, perdió 18 millones de vidas, tuvo que de-dicar toda su industria a una guerra que fue la que liquidóel fascismo. No vayan a creer el cuento que fueron los in-gleses y los americanos, que en Normandía y en ningunaparte ganaron esa guerra. En las Ardenas unas pocas divi-siones alemanas de las más débiles hicieron correr a lastropas yanquis decenas y decenas de kilómetros. Sin em-

FIDEL CASTRO.— Bueno, depende. Las ideas imperialis-tas no pueden coexistir con las ideas revolucionarias, lasideas de los explotadores no pueden coexistir con las ideasde los explotados, las ideas de los millonarios no puedencoincidir con las de los pordioseros, las ideas de las seño-ronas que gastan miles y miles en joyas no pueden coinci-dir con las de las humildes prostitutas que tienen que ven-der su cuerpo para ganarse la vida (Aplausos). Yo tengomi concepción: que las distintas ideas responden históri-camente y es un hecho de la historia, a las distintas clasessociales. Y las ideas que nosotros defendemos son las delsocialismo; en el futuro las del comunismo, la sociedad dela igualdad, la sociedad sin clases, la verdadera sociedad dela igualdad, la fraternidad y la libertad, que nunca se con-siguió en la sociedad humana. (Aplausos).

PERIODISTA.— ¿Piensan llegar al comunismo?, porqueRusia no llega todavía.

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo dice?

PERIODISTA.— ¿Piensan llegar pronto al comunismo?

FIDEL CASTRO.— Nosotros no pensamos llegar prontoal comunismo...

PERIODISTA.—... porque Rusia tiene mas de ¿50 años, yno llega?

FIDEL CASTRO.— Pero Rusia ha sido invadida primeropor las potencias capitalistas, 17 países intervinieron des-pués, fue destrozada casi en las tres cuartas partes de susrecursos en la Segunda Guerra Mundial: las hordas fascis-tas la atacaron, perdió 18 millones de vidas, tuvo que de-dicar toda su industria a una guerra que fue la que liquidóel fascismo. No vayan a creer el cuento que fueron los in-gleses y los americanos, que en Normandía y en ningunaparte ganaron esa guerra. En las Ardenas unas pocas divi-siones alemanas de las más débiles hicieron correr a lastropas yanquis decenas y decenas de kilómetros. Sin em-

FIDEL CASTRO.— Bueno, depende. Las ideas imperialis-tas no pueden coexistir con las ideas revolucionarias, lasideas de los explotadores no pueden coexistir con las ideasde los explotados, las ideas de los millonarios no puedencoincidir con las de los pordioseros, las ideas de las seño-ronas que gastan miles y miles en joyas no pueden coinci-dir con las de las humildes prostitutas que tienen que ven-der su cuerpo para ganarse la vida (Aplausos). Yo tengomi concepción: que las distintas ideas responden históri-camente y es un hecho de la historia, a las distintas clasessociales. Y las ideas que nosotros defendemos son las delsocialismo; en el futuro las del comunismo, la sociedad dela igualdad, la sociedad sin clases, la verdadera sociedad dela igualdad, la fraternidad y la libertad, que nunca se con-siguió en la sociedad humana. (Aplausos).

PERIODISTA.— ¿Piensan llegar al comunismo?, porqueRusia no llega todavía.

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo dice?

PERIODISTA.— ¿Piensan llegar pronto al comunismo?

FIDEL CASTRO.— Nosotros no pensamos llegar prontoal comunismo...

PERIODISTA.—... porque Rusia tiene mas de ¿50 años, yno llega?

FIDEL CASTRO.— Pero Rusia ha sido invadida primeropor las potencias capitalistas, 17 países intervinieron des-pués, fue destrozada casi en las tres cuartas partes de susrecursos en la Segunda Guerra Mundial: las hordas fascis-tas la atacaron, perdió 18 millones de vidas, tuvo que de-dicar toda su industria a una guerra que fue la que liquidóel fascismo. No vayan a creer el cuento que fueron los in-gleses y los americanos, que en Normandía y en ningunaparte ganaron esa guerra. En las Ardenas unas pocas divi-siones alemanas de las más débiles hicieron correr a lastropas yanquis decenas y decenas de kilómetros. Sin em-

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bargo, 300 de las mejores divisiones hitlerianas, divisionesmotorizadas y blindadas atacaron a la Unión Soviética, yfueron pulverizadas por el heroísmo de ese pueblo. Fue-ron los que lucharon y los que libraron al país del nazis-mo. Y en gran parte se debe a ese país que el nuevo fascis-mo surgido en Estados Unidos no haya aniquilado a Cu-ba, no haya aniquilado a Vietnam, y no haya podido reali-zar impunemente en el mundo todas sus fechorías. ¿Se dacuenta?

No han llegado al comunismo, pero han hecho por la hu-manidad grandes sacrificios de sangre.

PERIODISTA._ Hablando de su encuentro con el Dr. Ve-lasco, ¿qué impresión tiene de él?

FIDEL CASTRO__ En una persona admirable por su vi-gor, a pesar de que ha vivido más años que nosotros; unapersona caballerosa. Son las impresiones que le puedo dar.

PERIODISTA.— ¿Y en lo político?

FIDEL CASTRO.— Yo no puedo hacer juicios políticosdel Presidente. Ustedes comprenderán que yo estoy aquícomo visitante que es recibido caballerosamente. ¿Cómoyo me voy a convertir en juez del Presidente de este paísaquí en esta entrevista de prensa? Eso seria absurdo.

PERIODISTA.— Comandante: ¿toda transformación po-lítica requiere necesariamente la violencia?

FIDEL CASTRO.— Bueno, en toda transformación lo queocurre es que todas las clases explotadoras se resisten porla violencia a los cambios revolucionarios. No son los re-volucionarios los inventores de la violencia. Son los explo-tadores.

PERIODISTA.— ¿ Usted cree, Comandante, que en Lati-noamérica se puede lograr una transformación sin violen-cia?

bargo, 300 de las mejores divisiones hitlerianas, divisionesmotorizadas y blindadas atacaron a la Unión Soviética, yfueron pulverizadas por el heroísmo de ese pueblo. Fue-ron los que lucharon y los que libraron al país del nazis-mo. Y en gran parte se debe a ese país que el nuevo fascis-mo surgido en Estados Unidos no haya aniquilado a Cu-ba, no haya aniquilado a Vietnam, y no haya podido reali-zar impunemente en el mundo todas sus fechorías. ¿Se dacuenta?

No han llegado al comunismo, pero han hecho por la hu-manidad grandes sacrificios de sangre.

PERIODISTA._ Hablando de su encuentro con el Dr. Ve-lasco, ¿qué impresión tiene de él?

FIDEL CASTRO__ En una persona admirable por su vi-gor, a pesar de que ha vivido más años que nosotros; unapersona caballerosa. Son las impresiones que le puedo dar.

PERIODISTA.— ¿Y en lo político?

FIDEL CASTRO.— Yo no puedo hacer juicios políticosdel Presidente. Ustedes comprenderán que yo estoy aquícomo visitante que es recibido caballerosamente. ¿Cómoyo me voy a convertir en juez del Presidente de este paísaquí en esta entrevista de prensa? Eso seria absurdo.

PERIODISTA.— Comandante: ¿toda transformación po-lítica requiere necesariamente la violencia?

FIDEL CASTRO.— Bueno, en toda transformación lo queocurre es que todas las clases explotadoras se resisten porla violencia a los cambios revolucionarios. No son los re-volucionarios los inventores de la violencia. Son los explo-tadores.

PERIODISTA.— ¿ Usted cree, Comandante, que en Lati-noamérica se puede lograr una transformación sin violen-cia?

bargo, 300 de las mejores divisiones hitlerianas, divisionesmotorizadas y blindadas atacaron a la Unión Soviética, yfueron pulverizadas por el heroísmo de ese pueblo. Fue-ron los que lucharon y los que libraron al país del nazis-mo. Y en gran parte se debe a ese país que el nuevo fascis-mo surgido en Estados Unidos no haya aniquilado a Cu-ba, no haya aniquilado a Vietnam, y no haya podido reali-zar impunemente en el mundo todas sus fechorías. ¿Se dacuenta?

No han llegado al comunismo, pero han hecho por la hu-manidad grandes sacrificios de sangre.

PERIODISTA._ Hablando de su encuentro con el Dr. Ve-lasco, ¿qué impresión tiene de él?

FIDEL CASTRO__ En una persona admirable por su vi-gor, a pesar de que ha vivido más años que nosotros; unapersona caballerosa. Son las impresiones que le puedo dar.

PERIODISTA.— ¿Y en lo político?

FIDEL CASTRO.— Yo no puedo hacer juicios políticosdel Presidente. Ustedes comprenderán que yo estoy aquícomo visitante que es recibido caballerosamente. ¿Cómoyo me voy a convertir en juez del Presidente de este paísaquí en esta entrevista de prensa? Eso seria absurdo.

PERIODISTA.— Comandante: ¿toda transformación po-lítica requiere necesariamente la violencia?

FIDEL CASTRO.— Bueno, en toda transformación lo queocurre es que todas las clases explotadoras se resisten porla violencia a los cambios revolucionarios. No son los re-volucionarios los inventores de la violencia. Son los explo-tadores.

PERIODISTA.— ¿ Usted cree, Comandante, que en Lati-noamérica se puede lograr una transformación sin violen-cia?

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FIDEL CASTRO.— Está por demostrar.

PERIODISTA.— ¿Cómo mira el progreso de la revoluciónen Latinoamérica, Comandante?

FIDEL CASTRO.— Bueno, señores, hay algún progreso,porque el hecho de que yo me encuentre aquí conversan-do con ustedes, es por lo menos algún progreso. ¿No lesparece?

PERIODISTA.— Dígame: ¿cuál fue el día más feliz duran-te la Revolución, en este gobierno?

FIDEL CASTRO.— ¿El día mas feliz? ¡Hemos tenido mu-chos días felices!

PERIODISTA.— No: el día más feliz. Tiene que haberuno.

FIDEL CASTRO.— Nunca me he detenido a pensar eneso.

PERIODISTA.— ¿Y el día más triste?

FIDEL CASTRO.— Uno de los días más tristes fue el díade la muerte del Che y el día de la muerte de Camilo. Sondos días muy tristes para nosotros.

PERIODISTA.— ¿Cuál es su pensamiento para este pue-blo ecuatoriano, que tanto ha admirado su política enciertos lares y pociones de ciertos jóvenes?

FIDEL CASTRO.— Son sentimientos de solidaridad y sonsentimientos de amistad.

PERIODISTA.— ¿Usted cree que el cadáver del Che Gue-vara esté en los Estados Unidos, en poder de la CIA?

FIDEL CASTRO.— En realidad no se sabe. No se sabe silo llevaron a Estados Unidos, si lo llevaron al Canal de.Panamá. Eso no se ha podido precisar. Por sí les podemos

FIDEL CASTRO.— Está por demostrar.

PERIODISTA.— ¿Cómo mira el progreso de la revoluciónen Latinoamérica, Comandante?

FIDEL CASTRO.— Bueno, señores, hay algún progreso,porque el hecho de que yo me encuentre aquí conversan-do con ustedes, es por lo menos algún progreso. ¿No lesparece?

PERIODISTA.— Dígame: ¿cuál fue el día más feliz duran-te la Revolución, en este gobierno?

FIDEL CASTRO.— ¿El día mas feliz? ¡Hemos tenido mu-chos días felices!

PERIODISTA.— No: el día más feliz. Tiene que haberuno.

FIDEL CASTRO.— Nunca me he detenido a pensar eneso.

PERIODISTA.— ¿Y el día más triste?

FIDEL CASTRO.— Uno de los días más tristes fue el díade la muerte del Che y el día de la muerte de Camilo. Sondos días muy tristes para nosotros.

PERIODISTA.— ¿Cuál es su pensamiento para este pue-blo ecuatoriano, que tanto ha admirado su política enciertos lares y pociones de ciertos jóvenes?

FIDEL CASTRO.— Son sentimientos de solidaridad y sonsentimientos de amistad.

PERIODISTA.— ¿Usted cree que el cadáver del Che Gue-vara esté en los Estados Unidos, en poder de la CIA?

FIDEL CASTRO.— En realidad no se sabe. No se sabe silo llevaron a Estados Unidos, si lo llevaron al Canal de.Panamá. Eso no se ha podido precisar. Por sí les podemos

FIDEL CASTRO.— Está por demostrar.

PERIODISTA.— ¿Cómo mira el progreso de la revoluciónen Latinoamérica, Comandante?

FIDEL CASTRO.— Bueno, señores, hay algún progreso,porque el hecho de que yo me encuentre aquí conversan-do con ustedes, es por lo menos algún progreso. ¿No lesparece?

PERIODISTA.— Dígame: ¿cuál fue el día más feliz duran-te la Revolución, en este gobierno?

FIDEL CASTRO.— ¿El día mas feliz? ¡Hemos tenido mu-chos días felices!

PERIODISTA.— No: el día más feliz. Tiene que haberuno.

FIDEL CASTRO.— Nunca me he detenido a pensar eneso.

PERIODISTA.— ¿Y el día más triste?

FIDEL CASTRO.— Uno de los días más tristes fue el díade la muerte del Che y el día de la muerte de Camilo. Sondos días muy tristes para nosotros.

PERIODISTA.— ¿Cuál es su pensamiento para este pue-blo ecuatoriano, que tanto ha admirado su política enciertos lares y pociones de ciertos jóvenes?

FIDEL CASTRO.— Son sentimientos de solidaridad y sonsentimientos de amistad.

PERIODISTA.— ¿Usted cree que el cadáver del Che Gue-vara esté en los Estados Unidos, en poder de la CIA?

FIDEL CASTRO.— En realidad no se sabe. No se sabe silo llevaron a Estados Unidos, si lo llevaron al Canal de.Panamá. Eso no se ha podido precisar. Por sí les podemos

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decir que tenemos la mascarilla del Che y las manos delChe, que se las cortaron para comprobar las huellas.

PERIODISTA.— ¿Los artistas en Cuba cómo marchan?¿Cómo fomentan en Cuba artista?

FIDEL CASTRO.— Bueno, nosotros estamos tratando dellevar a las capas del pueblo, a los obreros, a los campesi-nos, estamos tratando de llevar a todas las escuelas y todo,porque queremos convertir la actividad artística en unaactividad de masas y no de élite...

PERIODISTA.— Comandante: ¿en el deporte cuántos mi-llones de pesos invierte a favor de los deportistas?

FIDEL CASTRO.— Bueno no se habla de millones de pe-sos. En nuestro país el deporte, igual que la cultura la edu-cación, forma parte de los objetivos de la educación. No-sotros tratamos de que toda nuestra juventud practiquedeportes, de que nuestros trabajadores practiquen depor-tes.

Hemos hecho industrias de artículos deportivos. Hemosestablecido un instituto de profesores de educación física,y con eso hemos logrado realmente grandes avances técni-cos que se han demostrado en las competencia sobre todaen la última competencia de Cali,. donde nosotros derro-tamos a Estados Unidos en los principales deportes.

PERIODISTA.— Comandante: si Nixon lo invita a jugarping-pong a usted, ¿jugaría?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo dice?

PERIODISTA.— Si Nixon lo invitara a usted a jugar ping-pong...

FIDEL CASTRO.—. Bueno, en realidad yo tengo otrosmuchos mejores contrincantes que Nixon para jugar ping-pong (Risas).

decir que tenemos la mascarilla del Che y las manos delChe, que se las cortaron para comprobar las huellas.

PERIODISTA.— ¿Los artistas en Cuba cómo marchan?¿Cómo fomentan en Cuba artista?

FIDEL CASTRO.— Bueno, nosotros estamos tratando dellevar a las capas del pueblo, a los obreros, a los campesi-nos, estamos tratando de llevar a todas las escuelas y todo,porque queremos convertir la actividad artística en unaactividad de masas y no de élite...

PERIODISTA.— Comandante: ¿en el deporte cuántos mi-llones de pesos invierte a favor de los deportistas?

FIDEL CASTRO.— Bueno no se habla de millones de pe-sos. En nuestro país el deporte, igual que la cultura la edu-cación, forma parte de los objetivos de la educación. No-sotros tratamos de que toda nuestra juventud practiquedeportes, de que nuestros trabajadores practiquen depor-tes.

Hemos hecho industrias de artículos deportivos. Hemosestablecido un instituto de profesores de educación física,y con eso hemos logrado realmente grandes avances técni-cos que se han demostrado en las competencia sobre todaen la última competencia de Cali,. donde nosotros derro-tamos a Estados Unidos en los principales deportes.

PERIODISTA.— Comandante: si Nixon lo invita a jugarping-pong a usted, ¿jugaría?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo dice?

PERIODISTA.— Si Nixon lo invitara a usted a jugar ping-pong...

FIDEL CASTRO.—. Bueno, en realidad yo tengo otrosmuchos mejores contrincantes que Nixon para jugar ping-pong (Risas).

decir que tenemos la mascarilla del Che y las manos delChe, que se las cortaron para comprobar las huellas.

PERIODISTA.— ¿Los artistas en Cuba cómo marchan?¿Cómo fomentan en Cuba artista?

FIDEL CASTRO.— Bueno, nosotros estamos tratando dellevar a las capas del pueblo, a los obreros, a los campesi-nos, estamos tratando de llevar a todas las escuelas y todo,porque queremos convertir la actividad artística en unaactividad de masas y no de élite...

PERIODISTA.— Comandante: ¿en el deporte cuántos mi-llones de pesos invierte a favor de los deportistas?

FIDEL CASTRO.— Bueno no se habla de millones de pe-sos. En nuestro país el deporte, igual que la cultura la edu-cación, forma parte de los objetivos de la educación. No-sotros tratamos de que toda nuestra juventud practiquedeportes, de que nuestros trabajadores practiquen depor-tes.

Hemos hecho industrias de artículos deportivos. Hemosestablecido un instituto de profesores de educación física,y con eso hemos logrado realmente grandes avances técni-cos que se han demostrado en las competencia sobre todaen la última competencia de Cali,. donde nosotros derro-tamos a Estados Unidos en los principales deportes.

PERIODISTA.— Comandante: si Nixon lo invita a jugarping-pong a usted, ¿jugaría?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo dice?

PERIODISTA.— Si Nixon lo invitara a usted a jugar ping-pong...

FIDEL CASTRO.—. Bueno, en realidad yo tengo otrosmuchos mejores contrincantes que Nixon para jugar ping-pong (Risas).

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PERIODISTA.— Comandante ¿apoyaría Cuba métodosviolentos para lograr transformaciones...

FIDEL CASTRO.— Ven acá una pregunta: ¿de qué perió-dico tú eres?

PERIODISTA.— De el Comercio

FIDEL CASTRO.— ¿Qué posición tiene ese periódicodentro del proceso?

PERIODISTA.— Burguesa

FIDEL CASTRO.— ¡Burguesa! ¿Entonces tú estás pregun-tando a nombre de quién? ¿Del periódico? ¿Tú eres fiscalaquí? ¿Tú trabajas con alguna organización internacionalque se dedique a hacer esas preguntas?

¿Qué es lo que tu quieres saber? ¿Sí soy revolucionario?¡Soy! ¿Sí siento solidaridad hacia los revolucionarios? ¡Lasiento! (Los periodistas hablan todos a la vez)

FIDEL CASTRO.— Bueno, pero vengan acá: ¿los perio-distas aquí son de derecha casi todos?

PERIODISTA.— Comandante: dígale algo al pueblo ecua-toriano, algo del sentimiento cubano.

FIDEL CASTRO.— ¡Me está oyendo ya! Lo han estadograbando todo.

PERIODISTA.— Algo especial.

FIDEL CASTRO.— ¡Un abrazo!

PERIODISTA.— Un abrazo. ¿Qué más?

FIDEL CASTRO.— Un mensaje de afecto, de solidaridady nuestro deseo de su mayor bienestar y su mayor progre-so. Es lo que yo puedo decir aquí. Más nada.

(Los periodistas hablan todos a la vez)

PERIODISTA.— Comandante ¿apoyaría Cuba métodosviolentos para lograr transformaciones...

FIDEL CASTRO.— Ven acá una pregunta: ¿de qué perió-dico tú eres?

PERIODISTA.— De el Comercio

FIDEL CASTRO.— ¿Qué posición tiene ese periódicodentro del proceso?

PERIODISTA.— Burguesa

FIDEL CASTRO.— ¡Burguesa! ¿Entonces tú estás pregun-tando a nombre de quién? ¿Del periódico? ¿Tú eres fiscalaquí? ¿Tú trabajas con alguna organización internacionalque se dedique a hacer esas preguntas?

¿Qué es lo que tu quieres saber? ¿Sí soy revolucionario?¡Soy! ¿Sí siento solidaridad hacia los revolucionarios? ¡Lasiento! (Los periodistas hablan todos a la vez)

FIDEL CASTRO.— Bueno, pero vengan acá: ¿los perio-distas aquí son de derecha casi todos?

PERIODISTA.— Comandante: dígale algo al pueblo ecua-toriano, algo del sentimiento cubano.

FIDEL CASTRO.— ¡Me está oyendo ya! Lo han estadograbando todo.

PERIODISTA.— Algo especial.

FIDEL CASTRO.— ¡Un abrazo!

PERIODISTA.— Un abrazo. ¿Qué más?

FIDEL CASTRO.— Un mensaje de afecto, de solidaridady nuestro deseo de su mayor bienestar y su mayor progre-so. Es lo que yo puedo decir aquí. Más nada.

(Los periodistas hablan todos a la vez)

PERIODISTA.— Comandante ¿apoyaría Cuba métodosviolentos para lograr transformaciones...

FIDEL CASTRO.— Ven acá una pregunta: ¿de qué perió-dico tú eres?

PERIODISTA.— De el Comercio

FIDEL CASTRO.— ¿Qué posición tiene ese periódicodentro del proceso?

PERIODISTA.— Burguesa

FIDEL CASTRO.— ¡Burguesa! ¿Entonces tú estás pregun-tando a nombre de quién? ¿Del periódico? ¿Tú eres fiscalaquí? ¿Tú trabajas con alguna organización internacionalque se dedique a hacer esas preguntas?

¿Qué es lo que tu quieres saber? ¿Sí soy revolucionario?¡Soy! ¿Sí siento solidaridad hacia los revolucionarios? ¡Lasiento! (Los periodistas hablan todos a la vez)

FIDEL CASTRO.— Bueno, pero vengan acá: ¿los perio-distas aquí son de derecha casi todos?

PERIODISTA.— Comandante: dígale algo al pueblo ecua-toriano, algo del sentimiento cubano.

FIDEL CASTRO.— ¡Me está oyendo ya! Lo han estadograbando todo.

PERIODISTA.— Algo especial.

FIDEL CASTRO.— ¡Un abrazo!

PERIODISTA.— Un abrazo. ¿Qué más?

FIDEL CASTRO.— Un mensaje de afecto, de solidaridady nuestro deseo de su mayor bienestar y su mayor progre-so. Es lo que yo puedo decir aquí. Más nada.

(Los periodistas hablan todos a la vez)

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FIDEL CASTRO.— He tratado de complacerlos. Ya estánsatisfechos... No les puedo dedicar más tiempo.

PERIODISTA.— Una pregunta más, una sola pregunta

FIDEL CASTRO.— A ver.

PERIODISTA.— ¿Le pidió el Presidente Velasco la extra-dición del pirata que mató a un oficial ecuatoriano?

FIDEL CASTRO.— No, el Presidente no ha hablado deeso. Los otros sí, sí han planteado el problema. Se planteóel problema por representantes del gobierno y represen-tantes de la Fuerza Aérea.

Yo pedí todos los antecedentes del caso. Los inventores desecuestros de aviones fueron los norteamericanos: secues-traron muchos aviones, nos asesinaron pilotos, se queda-ron con los aviones. Fueron ellos los inventores de esecaos y ese desorden. Después como un boomerang se vol-vió, y se creó esa situación anormal que existe hoy. Paraafrontar eso, en nuestro país se ha decretado una ley, y haplanteado la disposición de llegar a acuerdos para resolveresa cuestión de los secuestros de aviones: acuerdos bilate-rales con los gobiernos.

PERIODISTA.— ¿La zafra qué tal le resultó, Comandan-te?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo?

PERIODISTA.— La zafra, la zafra cubana.

FIDEL CASTRO.— Bueno, la zafra debe estar empezando,y vamos a tener alguna azúcar, aunque hemos tenido se-quías bastante fuertes.

PERIODISTA.— ¿Es usted feliz?

FIDEL CASTRO.— ¡Yo soy feliz! Yo creo que todo hom-bre que se dedica a su vocación es feliz, sea pintor, sea es-

FIDEL CASTRO.— He tratado de complacerlos. Ya estánsatisfechos... No les puedo dedicar más tiempo.

PERIODISTA.— Una pregunta más, una sola pregunta

FIDEL CASTRO.— A ver.

PERIODISTA.— ¿Le pidió el Presidente Velasco la extra-dición del pirata que mató a un oficial ecuatoriano?

FIDEL CASTRO.— No, el Presidente no ha hablado deeso. Los otros sí, sí han planteado el problema. Se planteóel problema por representantes del gobierno y represen-tantes de la Fuerza Aérea.

Yo pedí todos los antecedentes del caso. Los inventores desecuestros de aviones fueron los norteamericanos: secues-traron muchos aviones, nos asesinaron pilotos, se queda-ron con los aviones. Fueron ellos los inventores de esecaos y ese desorden. Después como un boomerang se vol-vió, y se creó esa situación anormal que existe hoy. Paraafrontar eso, en nuestro país se ha decretado una ley, y haplanteado la disposición de llegar a acuerdos para resolveresa cuestión de los secuestros de aviones: acuerdos bilate-rales con los gobiernos.

PERIODISTA.— ¿La zafra qué tal le resultó, Comandan-te?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo?

PERIODISTA.— La zafra, la zafra cubana.

FIDEL CASTRO.— Bueno, la zafra debe estar empezando,y vamos a tener alguna azúcar, aunque hemos tenido se-quías bastante fuertes.

PERIODISTA.— ¿Es usted feliz?

FIDEL CASTRO.— ¡Yo soy feliz! Yo creo que todo hom-bre que se dedica a su vocación es feliz, sea pintor, sea es-

FIDEL CASTRO.— He tratado de complacerlos. Ya estánsatisfechos... No les puedo dedicar más tiempo.

PERIODISTA.— Una pregunta más, una sola pregunta

FIDEL CASTRO.— A ver.

PERIODISTA.— ¿Le pidió el Presidente Velasco la extra-dición del pirata que mató a un oficial ecuatoriano?

FIDEL CASTRO.— No, el Presidente no ha hablado deeso. Los otros sí, sí han planteado el problema. Se planteóel problema por representantes del gobierno y represen-tantes de la Fuerza Aérea.

Yo pedí todos los antecedentes del caso. Los inventores desecuestros de aviones fueron los norteamericanos: secues-traron muchos aviones, nos asesinaron pilotos, se queda-ron con los aviones. Fueron ellos los inventores de esecaos y ese desorden. Después como un boomerang se vol-vió, y se creó esa situación anormal que existe hoy. Paraafrontar eso, en nuestro país se ha decretado una ley, y haplanteado la disposición de llegar a acuerdos para resolveresa cuestión de los secuestros de aviones: acuerdos bilate-rales con los gobiernos.

PERIODISTA.— ¿La zafra qué tal le resultó, Comandan-te?

FIDEL CASTRO.— ¿Cómo?

PERIODISTA.— La zafra, la zafra cubana.

FIDEL CASTRO.— Bueno, la zafra debe estar empezando,y vamos a tener alguna azúcar, aunque hemos tenido se-quías bastante fuertes.

PERIODISTA.— ¿Es usted feliz?

FIDEL CASTRO.— ¡Yo soy feliz! Yo creo que todo hom-bre que se dedica a su vocación es feliz, sea pintor, sea es-

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cultor, sea músico, sea lo que sea. Mi vocación es revolu-cionario, y me siento feliz como revolucionario

PERIODISTA.— Comandante: ¿qué opina usted, su viajeha sido un completo éxito?

FIDEL CASTRO.— Bueno, yo entiendo que si no fuerapor ustedes, que hacen una cantidad de preguntas quecomprometen a cualquiera, embarcan a cualquiera y pro-vocan a cualquiera, habría sido perfecto todo.

Pero miren a aquel. ¡Chequeen a aquel las cosas que hace!(Risas).

PERIODISTA.— ¿Cuba auspicia los secuestros?

FIDEL CASTRO.— ¿Qué tú crees, que nos hacemos ricoscon los secuestros?

PERIODISTA.—.Bueno..

FIDEL CASTRO.— Bueno, todo régimen que se implantecomo producto de la voluntad popular, expresada de unaforma o de otra.

PERIODISTA.— Fidel, ¡No se vaya!

FIDEL CASTRO.— ¡Nos vamos! ¡Tengo que obedecer alPrimer Ministro de este país!

PERIODISTA.— ¿Por qué se tan corta esta visita al Ecua-dor?

FIDEL CASTRO.— Señores, no es corta la visita al Ecua-dor. ¿Qué más quieren ustedes? ¿Que me pase un mesaquí?

cultor, sea músico, sea lo que sea. Mi vocación es revolu-cionario, y me siento feliz como revolucionario

PERIODISTA.— Comandante: ¿qué opina usted, su viajeha sido un completo éxito?

FIDEL CASTRO.— Bueno, yo entiendo que si no fuerapor ustedes, que hacen una cantidad de preguntas quecomprometen a cualquiera, embarcan a cualquiera y pro-vocan a cualquiera, habría sido perfecto todo.

Pero miren a aquel. ¡Chequeen a aquel las cosas que hace!(Risas).

PERIODISTA.— ¿Cuba auspicia los secuestros?

FIDEL CASTRO.— ¿Qué tú crees, que nos hacemos ricoscon los secuestros?

PERIODISTA.—.Bueno..

FIDEL CASTRO.— Bueno, todo régimen que se implantecomo producto de la voluntad popular, expresada de unaforma o de otra.

PERIODISTA.— Fidel, ¡No se vaya!

FIDEL CASTRO.— ¡Nos vamos! ¡Tengo que obedecer alPrimer Ministro de este país!

PERIODISTA.— ¿Por qué se tan corta esta visita al Ecua-dor?

FIDEL CASTRO.— Señores, no es corta la visita al Ecua-dor. ¿Qué más quieren ustedes? ¿Que me pase un mesaquí?

cultor, sea músico, sea lo que sea. Mi vocación es revolu-cionario, y me siento feliz como revolucionario

PERIODISTA.— Comandante: ¿qué opina usted, su viajeha sido un completo éxito?

FIDEL CASTRO.— Bueno, yo entiendo que si no fuerapor ustedes, que hacen una cantidad de preguntas quecomprometen a cualquiera, embarcan a cualquiera y pro-vocan a cualquiera, habría sido perfecto todo.

Pero miren a aquel. ¡Chequeen a aquel las cosas que hace!(Risas).

PERIODISTA.— ¿Cuba auspicia los secuestros?

FIDEL CASTRO.— ¿Qué tú crees, que nos hacemos ricoscon los secuestros?

PERIODISTA.—.Bueno..

FIDEL CASTRO.— Bueno, todo régimen que se implantecomo producto de la voluntad popular, expresada de unaforma o de otra.

PERIODISTA.— Fidel, ¡No se vaya!

FIDEL CASTRO.— ¡Nos vamos! ¡Tengo que obedecer alPrimer Ministro de este país!

PERIODISTA.— ¿Por qué se tan corta esta visita al Ecua-dor?

FIDEL CASTRO.— Señores, no es corta la visita al Ecua-dor. ¿Qué más quieren ustedes? ¿Que me pase un mesaquí?

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DOCUMENTO 2

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DOCTOR JOSÉMARIA VELASCO IBARRA, GOBERNANTE DEL

ECUADOR, EN LA CENA OFRECIDA AL COMAN-DANTE FIDEL CASTRO Y SU DELEGACION.

Para mi ha sido un honor y una satisfacción el ve-nir aquí, a Guayaquil, a saludarlo a usted, en el paso suyohacia La Habana. En mi concepto, usted es un hombreque ha comprendido muy a fondo la hora actual de la hu-manidad y que se ha consagrado a ella con valor, con valorheroico, con constancia, con sacrificio, con esfuerzo, vi-viendo peligrosamente, de la única manera que el hombreengrandece y glorifica su vida: servir a la humanidad cons-tantemente, heroicamente, peligrosamente.

Usted, en mi concepto, así lo ha hecho; se ha con-sagrado a vivir peligrosamente para redimir a su pueblo dela pobreza, de la servidumbre, de las intervenciones injus-tas. Por eso yo aprecio debidamente su personalidad.

Sería una locura, una insensatez, no comprendercuál es la hora actual de los pueblos. Los pueblos todos,especialmente los pueblos de Africa, de la América del Sur,del Asia, ansían una redención económica, cultural, políti-ca. No se puede resolver eso. Ese es un hecho positivo quenadie lo puede ignorar; ni tampoco se puede resolver otrohecho.

Los pocos hombres que comprenden estos factoresactuales de la humanidad, los pocos hombres que pene-tran en la profundidad del dolor humano, en su anheloconjunto de redención económica, cultural, internacional,esos hombres merecen el aplauso y merecen el aprecio. Ypor eso yo aplaudo y aprecio a usted.

Sé muy bien las objeciones, sé muy bien que ha-blando de usted se habla del “gran tirano de Cuba”, se ha-bla de que usted tiene oprimido al pueblo de Cuba. Pero

DOCUMENTO 2

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DOCTOR JOSÉMARIA VELASCO IBARRA, GOBERNANTE DEL

ECUADOR, EN LA CENA OFRECIDA AL COMAN-DANTE FIDEL CASTRO Y SU DELEGACION.

Para mi ha sido un honor y una satisfacción el ve-nir aquí, a Guayaquil, a saludarlo a usted, en el paso suyohacia La Habana. En mi concepto, usted es un hombreque ha comprendido muy a fondo la hora actual de la hu-manidad y que se ha consagrado a ella con valor, con valorheroico, con constancia, con sacrificio, con esfuerzo, vi-viendo peligrosamente, de la única manera que el hombreengrandece y glorifica su vida: servir a la humanidad cons-tantemente, heroicamente, peligrosamente.

Usted, en mi concepto, así lo ha hecho; se ha con-sagrado a vivir peligrosamente para redimir a su pueblo dela pobreza, de la servidumbre, de las intervenciones injus-tas. Por eso yo aprecio debidamente su personalidad.

Sería una locura, una insensatez, no comprendercuál es la hora actual de los pueblos. Los pueblos todos,especialmente los pueblos de Africa, de la América del Sur,del Asia, ansían una redención económica, cultural, políti-ca. No se puede resolver eso. Ese es un hecho positivo quenadie lo puede ignorar; ni tampoco se puede resolver otrohecho.

Los pocos hombres que comprenden estos factoresactuales de la humanidad, los pocos hombres que pene-tran en la profundidad del dolor humano, en su anheloconjunto de redención económica, cultural, internacional,esos hombres merecen el aplauso y merecen el aprecio. Ypor eso yo aplaudo y aprecio a usted.

Sé muy bien las objeciones, sé muy bien que ha-blando de usted se habla del “gran tirano de Cuba”, se ha-bla de que usted tiene oprimido al pueblo de Cuba. Pero

DOCUMENTO 2

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DOCTOR JOSÉMARIA VELASCO IBARRA, GOBERNANTE DEL

ECUADOR, EN LA CENA OFRECIDA AL COMAN-DANTE FIDEL CASTRO Y SU DELEGACION.

Para mi ha sido un honor y una satisfacción el ve-nir aquí, a Guayaquil, a saludarlo a usted, en el paso suyohacia La Habana. En mi concepto, usted es un hombreque ha comprendido muy a fondo la hora actual de la hu-manidad y que se ha consagrado a ella con valor, con valorheroico, con constancia, con sacrificio, con esfuerzo, vi-viendo peligrosamente, de la única manera que el hombreengrandece y glorifica su vida: servir a la humanidad cons-tantemente, heroicamente, peligrosamente.

Usted, en mi concepto, así lo ha hecho; se ha con-sagrado a vivir peligrosamente para redimir a su pueblo dela pobreza, de la servidumbre, de las intervenciones injus-tas. Por eso yo aprecio debidamente su personalidad.

Sería una locura, una insensatez, no comprendercuál es la hora actual de los pueblos. Los pueblos todos,especialmente los pueblos de Africa, de la América del Sur,del Asia, ansían una redención económica, cultural, políti-ca. No se puede resolver eso. Ese es un hecho positivo quenadie lo puede ignorar; ni tampoco se puede resolver otrohecho.

Los pocos hombres que comprenden estos factoresactuales de la humanidad, los pocos hombres que pene-tran en la profundidad del dolor humano, en su anheloconjunto de redención económica, cultural, internacional,esos hombres merecen el aplauso y merecen el aprecio. Ypor eso yo aplaudo y aprecio a usted.

Sé muy bien las objeciones, sé muy bien que ha-blando de usted se habla del “gran tirano de Cuba”, se ha-bla de que usted tiene oprimido al pueblo de Cuba. Pero

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esta manera de analizar los problemas me parece pocoprofunda, un poco rara, desde una manera pasional, sec-taria, superficial. En Cuba se fusilaron hombres en el año1959 o después del año 1959. Pero lo justo seria averiguarcuáles fueron los antecedentes de esos fusilamientos que austed se le imputan, qué antecedentes hubo. ¿ Acaso Cubano fue víctima de una tiranía que mató y fusiló y asesinó amás de 20 mil hombres?.

Esa es la verdad. No se puede aislar un aconteci-miento, hablar de fusilamientos posteriores sin preguntarqué es lo que antes pasó. Yo no voy a justificar fusilamien-tos de ninguna especie. Pero lo que sí digo es que la histo-ria tiene que ser explicada, hay que saber explicar losacontecimientos: una cosa, los problemas morales; otracosa, la explicación de los acontecimientos. Para mi la Re-volución Francesa fue una gran revolución. No fue la re-volución burguesa que se dice. El contenido de la Revolu-ción Francesa fue un contenido profundamente contem-poráneo. Todos los planteamientos de revolución socialis-ta, y aún comunista, contemporáneos, están contenidosen los documentos de la Revolución Francesa. Pero el as-pecto primero, aquel que produjo efectos, fue la Declara-ción de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, las li-bertades cívicas, la democracia representativa; pero en elconjunto la Revolución Francesa fue una grande revolu-ción.

Yo pregunto: ¿no tuvo la Revolución Francesa quefusilar? ¿ Qué hubiera pasado si la Revolución Francesa nofusila? ¿Qué hubiera pasado? ¿Habría habido la Revolu-ción Francesa? No estoy justificando; pero es menesterque la historia se explique.

No repugna que a muchos de aquí les disguste loque voy a decir: para mí Napoleón fue la espada de la Re-volución Francesa contra la oligarquía inglesa, contra laoligarquía prusiana, contra la oligarquía austriaca. ¿Quéhabría pasado en el mundo sin esa espada, sin esa fuerza? ¿Qué habría pasado? No estoy justificando nada. Pero digo

esta manera de analizar los problemas me parece pocoprofunda, un poco rara, desde una manera pasional, sec-taria, superficial. En Cuba se fusilaron hombres en el año1959 o después del año 1959. Pero lo justo seria averiguarcuáles fueron los antecedentes de esos fusilamientos que austed se le imputan, qué antecedentes hubo. ¿ Acaso Cubano fue víctima de una tiranía que mató y fusiló y asesinó amás de 20 mil hombres?.

Esa es la verdad. No se puede aislar un aconteci-miento, hablar de fusilamientos posteriores sin preguntarqué es lo que antes pasó. Yo no voy a justificar fusilamien-tos de ninguna especie. Pero lo que sí digo es que la histo-ria tiene que ser explicada, hay que saber explicar losacontecimientos: una cosa, los problemas morales; otracosa, la explicación de los acontecimientos. Para mi la Re-volución Francesa fue una gran revolución. No fue la re-volución burguesa que se dice. El contenido de la Revolu-ción Francesa fue un contenido profundamente contem-poráneo. Todos los planteamientos de revolución socialis-ta, y aún comunista, contemporáneos, están contenidosen los documentos de la Revolución Francesa. Pero el as-pecto primero, aquel que produjo efectos, fue la Declara-ción de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, las li-bertades cívicas, la democracia representativa; pero en elconjunto la Revolución Francesa fue una grande revolu-ción.

Yo pregunto: ¿no tuvo la Revolución Francesa quefusilar? ¿ Qué hubiera pasado si la Revolución Francesa nofusila? ¿Qué hubiera pasado? ¿Habría habido la Revolu-ción Francesa? No estoy justificando; pero es menesterque la historia se explique.

No repugna que a muchos de aquí les disguste loque voy a decir: para mí Napoleón fue la espada de la Re-volución Francesa contra la oligarquía inglesa, contra laoligarquía prusiana, contra la oligarquía austriaca. ¿Quéhabría pasado en el mundo sin esa espada, sin esa fuerza? ¿Qué habría pasado? No estoy justificando nada. Pero digo

esta manera de analizar los problemas me parece pocoprofunda, un poco rara, desde una manera pasional, sec-taria, superficial. En Cuba se fusilaron hombres en el año1959 o después del año 1959. Pero lo justo seria averiguarcuáles fueron los antecedentes de esos fusilamientos que austed se le imputan, qué antecedentes hubo. ¿ Acaso Cubano fue víctima de una tiranía que mató y fusiló y asesinó amás de 20 mil hombres?.

Esa es la verdad. No se puede aislar un aconteci-miento, hablar de fusilamientos posteriores sin preguntarqué es lo que antes pasó. Yo no voy a justificar fusilamien-tos de ninguna especie. Pero lo que sí digo es que la histo-ria tiene que ser explicada, hay que saber explicar losacontecimientos: una cosa, los problemas morales; otracosa, la explicación de los acontecimientos. Para mi la Re-volución Francesa fue una gran revolución. No fue la re-volución burguesa que se dice. El contenido de la Revolu-ción Francesa fue un contenido profundamente contem-poráneo. Todos los planteamientos de revolución socialis-ta, y aún comunista, contemporáneos, están contenidosen los documentos de la Revolución Francesa. Pero el as-pecto primero, aquel que produjo efectos, fue la Declara-ción de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, las li-bertades cívicas, la democracia representativa; pero en elconjunto la Revolución Francesa fue una grande revolu-ción.

Yo pregunto: ¿no tuvo la Revolución Francesa quefusilar? ¿ Qué hubiera pasado si la Revolución Francesa nofusila? ¿Qué hubiera pasado? ¿Habría habido la Revolu-ción Francesa? No estoy justificando; pero es menesterque la historia se explique.

No repugna que a muchos de aquí les disguste loque voy a decir: para mí Napoleón fue la espada de la Re-volución Francesa contra la oligarquía inglesa, contra laoligarquía prusiana, contra la oligarquía austriaca. ¿Quéhabría pasado en el mundo sin esa espada, sin esa fuerza? ¿Qué habría pasado? No estoy justificando nada. Pero digo

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que la historia debe ser explicada, y que las frases dogmá-ticas y simplistas, esas no son explicación de la historia;podrán servir para satisfacer pasiones de un momento,podrán servir para atacar contra hombres de un gobierno,podrán servir para pretender desafianzar un gobierno, pe-ro no son explicaciones que llegan al alma de los pueblos.

Bolívar, ¿habrá quién en América del Sur se atrevaa levantar un juicio contra el Libertador Simón Bolívar?¿No tuvo que fusilar? ¿No tuvo que matar? No justificomatanzas ni fusilamientos; pero sostengo que la historiadebe ser explicada.

Usted tuvo que fusilar. En estas revoluciones socia-les contemporáneas, en que las pasiones son tan feroces,en estas oligarquías apoyadas por el extranjero, ¿qué podíahacerse sino poner orden? No justifico sus fusilamientos,pero comprendo cronológicamente el momento en queusted actuó. Y si esto me cuesta a mí todos los pesares ytoda la crítica, acepto mis pesares, acepto la crítica, aceptotodo lo que me venga encima.

Un hombre valiente, un hombre que comprendetodos los factores contemporáneos de la historia, un hom-bre que comprende lo que los pueblos actualmente anhe-lan, un hombre que sí ve esto, un hombre que es leal, unhombre que lejos de vivir en la comodidad, en un teatro, oen un Palacio, o en Europa paseándose, acepta todas lasincomodidades de la lucha, y que mantiene su lógica. ¡Ah!,¿pero habrá cosa más difícil en América del Sur que tenerlógica en el cerebro?

Yo creo muy poco en los partidos políticos, por-que no creo que los partidos políticos, al menos en elEcuador, sean partidos de lógica.

Hoy se hace una reunión para aplaudir al CheGuevara, después de poco se hace una gran asamblea, enuna gran asamblea se pide la canonización del Padre Lle-roni. ¿Es esto tener lógica?

que la historia debe ser explicada, y que las frases dogmá-ticas y simplistas, esas no son explicación de la historia;podrán servir para satisfacer pasiones de un momento,podrán servir para atacar contra hombres de un gobierno,podrán servir para pretender desafianzar un gobierno, pe-ro no son explicaciones que llegan al alma de los pueblos.

Bolívar, ¿habrá quién en América del Sur se atrevaa levantar un juicio contra el Libertador Simón Bolívar?¿No tuvo que fusilar? ¿No tuvo que matar? No justificomatanzas ni fusilamientos; pero sostengo que la historiadebe ser explicada.

Usted tuvo que fusilar. En estas revoluciones socia-les contemporáneas, en que las pasiones son tan feroces,en estas oligarquías apoyadas por el extranjero, ¿qué podíahacerse sino poner orden? No justifico sus fusilamientos,pero comprendo cronológicamente el momento en queusted actuó. Y si esto me cuesta a mí todos los pesares ytoda la crítica, acepto mis pesares, acepto la crítica, aceptotodo lo que me venga encima.

Un hombre valiente, un hombre que comprendetodos los factores contemporáneos de la historia, un hom-bre que comprende lo que los pueblos actualmente anhe-lan, un hombre que sí ve esto, un hombre que es leal, unhombre que lejos de vivir en la comodidad, en un teatro, oen un Palacio, o en Europa paseándose, acepta todas lasincomodidades de la lucha, y que mantiene su lógica. ¡Ah!,¿pero habrá cosa más difícil en América del Sur que tenerlógica en el cerebro?

Yo creo muy poco en los partidos políticos, por-que no creo que los partidos políticos, al menos en elEcuador, sean partidos de lógica.

Hoy se hace una reunión para aplaudir al CheGuevara, después de poco se hace una gran asamblea, enuna gran asamblea se pide la canonización del Padre Lle-roni. ¿Es esto tener lógica?

que la historia debe ser explicada, y que las frases dogmá-ticas y simplistas, esas no son explicación de la historia;podrán servir para satisfacer pasiones de un momento,podrán servir para atacar contra hombres de un gobierno,podrán servir para pretender desafianzar un gobierno, pe-ro no son explicaciones que llegan al alma de los pueblos.

Bolívar, ¿habrá quién en América del Sur se atrevaa levantar un juicio contra el Libertador Simón Bolívar?¿No tuvo que fusilar? ¿No tuvo que matar? No justificomatanzas ni fusilamientos; pero sostengo que la historiadebe ser explicada.

Usted tuvo que fusilar. En estas revoluciones socia-les contemporáneas, en que las pasiones son tan feroces,en estas oligarquías apoyadas por el extranjero, ¿qué podíahacerse sino poner orden? No justifico sus fusilamientos,pero comprendo cronológicamente el momento en queusted actuó. Y si esto me cuesta a mí todos los pesares ytoda la crítica, acepto mis pesares, acepto la crítica, aceptotodo lo que me venga encima.

Un hombre valiente, un hombre que comprendetodos los factores contemporáneos de la historia, un hom-bre que comprende lo que los pueblos actualmente anhe-lan, un hombre que sí ve esto, un hombre que es leal, unhombre que lejos de vivir en la comodidad, en un teatro, oen un Palacio, o en Europa paseándose, acepta todas lasincomodidades de la lucha, y que mantiene su lógica. ¡Ah!,¿pero habrá cosa más difícil en América del Sur que tenerlógica en el cerebro?

Yo creo muy poco en los partidos políticos, por-que no creo que los partidos políticos, al menos en elEcuador, sean partidos de lógica.

Hoy se hace una reunión para aplaudir al CheGuevara, después de poco se hace una gran asamblea, enuna gran asamblea se pide la canonización del Padre Lle-roni. ¿Es esto tener lógica?

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Yo comprendo que haya comprensión, yo com-prendo que el hombre tolere al hombre. Pero esa confu-sión de conceptos y de ideas, eso de que nunca se sepa quées lo que se piensa y qué es lo que no se piensa, nos pareceprofundamente repugnante. Por eso yo en el Ecuador nocreo sino en el pueblo ecuatoriano. Creo en el puebloecuatoriano, él me ha sostenido durante más de 40 años,la intuición del pueblo ecuatoriano, la intuición de unpueblo cansado de seudodemócratas. ¿Puede haber demo-cracia donde haya fraude electoral permanente? ¿ Puedehaber democracia en el perenne fraude electoral? Aquí sehan hecho fraudes electorales que han comprometido laindependencia del Ecuador, que han cercenado los territo-rios orientales por obra de la reacción, por los fraudes cri-minales de personas que hoy se llaman demócratas, depersonas que hoy hablan en nombre de liberalismo. ¿Quéserá el liberalismo para ciertas gentes? ¿ Qué será la demo-cracia para ciertas gentes?.

Yo, por mi parte, creo que cada pueblo tiene supropia sicología, cada pueblo tiene sus propias circunstan-cias, cada pueblo tiene su modalidad particular. A pesar deque en la América española tenemos una esencia del almaespañola sin embargo, el clima y la geografía y multitud defactores han hecho que dentro del fondo del alma españo-la haya multitud de aspectos y multitud de sicologías. Y espor esto que yo no creo que un pueblo, bajo ningún con-cepto, deba intervenir en otro pueblo, ni que la políticaaplicable en un pueblo sea una política que pueda seridénticamente aplicada en otro pueblo. Pero una cosa sícreo: podrán cambiar los métodos, habrá que hacer respe-tar la independencia de cada nación. Pero una cosa si escomún: el hombre contemporáneo, lo mismo en el Africa,que en Asia, que en América del Sur, el hombre contem-poráneo —no nombro a Europa, porque su gran culturaoscurece hasta cierto punto los dolores que los pueblos allíen Europa deben tener— pero en estos continentes queestoy nombrando, el dolor de los pueblos, la necesidadmoral y económica de los pueblos, se presenta de una ma-

Yo comprendo que haya comprensión, yo com-prendo que el hombre tolere al hombre. Pero esa confu-sión de conceptos y de ideas, eso de que nunca se sepa quées lo que se piensa y qué es lo que no se piensa, nos pareceprofundamente repugnante. Por eso yo en el Ecuador nocreo sino en el pueblo ecuatoriano. Creo en el puebloecuatoriano, él me ha sostenido durante más de 40 años,la intuición del pueblo ecuatoriano, la intuición de unpueblo cansado de seudodemócratas. ¿Puede haber demo-cracia donde haya fraude electoral permanente? ¿ Puedehaber democracia en el perenne fraude electoral? Aquí sehan hecho fraudes electorales que han comprometido laindependencia del Ecuador, que han cercenado los territo-rios orientales por obra de la reacción, por los fraudes cri-minales de personas que hoy se llaman demócratas, depersonas que hoy hablan en nombre de liberalismo. ¿Quéserá el liberalismo para ciertas gentes? ¿ Qué será la demo-cracia para ciertas gentes?.

Yo, por mi parte, creo que cada pueblo tiene supropia sicología, cada pueblo tiene sus propias circunstan-cias, cada pueblo tiene su modalidad particular. A pesar deque en la América española tenemos una esencia del almaespañola sin embargo, el clima y la geografía y multitud defactores han hecho que dentro del fondo del alma españo-la haya multitud de aspectos y multitud de sicologías. Y espor esto que yo no creo que un pueblo, bajo ningún con-cepto, deba intervenir en otro pueblo, ni que la políticaaplicable en un pueblo sea una política que pueda seridénticamente aplicada en otro pueblo. Pero una cosa sícreo: podrán cambiar los métodos, habrá que hacer respe-tar la independencia de cada nación. Pero una cosa si escomún: el hombre contemporáneo, lo mismo en el Africa,que en Asia, que en América del Sur, el hombre contem-poráneo —no nombro a Europa, porque su gran culturaoscurece hasta cierto punto los dolores que los pueblos allíen Europa deben tener— pero en estos continentes queestoy nombrando, el dolor de los pueblos, la necesidadmoral y económica de los pueblos, se presenta de una ma-

Yo comprendo que haya comprensión, yo com-prendo que el hombre tolere al hombre. Pero esa confu-sión de conceptos y de ideas, eso de que nunca se sepa quées lo que se piensa y qué es lo que no se piensa, nos pareceprofundamente repugnante. Por eso yo en el Ecuador nocreo sino en el pueblo ecuatoriano. Creo en el puebloecuatoriano, él me ha sostenido durante más de 40 años,la intuición del pueblo ecuatoriano, la intuición de unpueblo cansado de seudodemócratas. ¿Puede haber demo-cracia donde haya fraude electoral permanente? ¿ Puedehaber democracia en el perenne fraude electoral? Aquí sehan hecho fraudes electorales que han comprometido laindependencia del Ecuador, que han cercenado los territo-rios orientales por obra de la reacción, por los fraudes cri-minales de personas que hoy se llaman demócratas, depersonas que hoy hablan en nombre de liberalismo. ¿Quéserá el liberalismo para ciertas gentes? ¿ Qué será la demo-cracia para ciertas gentes?.

Yo, por mi parte, creo que cada pueblo tiene supropia sicología, cada pueblo tiene sus propias circunstan-cias, cada pueblo tiene su modalidad particular. A pesar deque en la América española tenemos una esencia del almaespañola sin embargo, el clima y la geografía y multitud defactores han hecho que dentro del fondo del alma españo-la haya multitud de aspectos y multitud de sicologías. Y espor esto que yo no creo que un pueblo, bajo ningún con-cepto, deba intervenir en otro pueblo, ni que la políticaaplicable en un pueblo sea una política que pueda seridénticamente aplicada en otro pueblo. Pero una cosa sícreo: podrán cambiar los métodos, habrá que hacer respe-tar la independencia de cada nación. Pero una cosa si escomún: el hombre contemporáneo, lo mismo en el Africa,que en Asia, que en América del Sur, el hombre contem-poráneo —no nombro a Europa, porque su gran culturaoscurece hasta cierto punto los dolores que los pueblos allíen Europa deben tener— pero en estos continentes queestoy nombrando, el dolor de los pueblos, la necesidadmoral y económica de los pueblos, se presenta de una ma-

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nera clara, terminante y austera, y es menester servir esanecesidad.

Usted la ha servido con sus métodos, Y aquí en elEcuador debemos servir con los nuestros. Yo dije que ve-nía a saludar a usted, porque es un valiente, cuyas ideas nosiempre comparto. Yo debería decir otra cosa: que he ve-nido a saludar a un valiente cuyos métodos no puedocompartir, porque uno es el Ecuador y otra es Cuba, unoes Chile y otra es Cuba, uno es el Perú y otra Bolivia, ydentro de un fondo de acción, un fondo de justicia, unfondo de dominar la materia económica, la materia geo-gráfica en servicio de los hombres, dentro de ese fondo te-nemos forzosamente, ineludiblemente, que adaptarnos alas posibilidades que los pueblos nos dan.

Y esta enseñanza es la enseñanza de Lenin. El esquien burlándose de los librescos intelectualoides quetambién hay en Rusia, preguntaba si se podía hacer unareforma social en Rusia lo mismo que en Europa Occiden-tal; si se podía manejar un Parlamento con el sistema de-mocrático en Rusia como un Parlamento occidental.

Yo sé, señor que está profundamente en crisis lademocracia representativa. Comparto con usted esa idea.Y hago votos para que los hombres que me escuchan,puestos de pie, en una cruzada cívica, eduquen al sobera-no —como decía Sarmiento— y hagan que el puebloecuatoriano, en las próximas elecciones, sepa votar porhombres auténticamente ecuatorianos y auténticamenteresponsables de la fuerza y de la patria ecuatoriana.

Y esto es evidente: la democracia representativa, yaen el Ecuador, ya en cualquier otro país sudamericano, iráde crisis en crisis. Claro que a usted, señor, le van a inter-pretar sin matices sus palabras; pero hay que saber matizary saber cuál es el alma de las sentencias que reflejan. Yosoy partidario de la libertad de la prensa. ¿Cómo no voy aser partidario de que el hombre con su libertad de pensa-miento concurra a aclarar los complejos problemas de la

nera clara, terminante y austera, y es menester servir esanecesidad.

Usted la ha servido con sus métodos, Y aquí en elEcuador debemos servir con los nuestros. Yo dije que ve-nía a saludar a usted, porque es un valiente, cuyas ideas nosiempre comparto. Yo debería decir otra cosa: que he ve-nido a saludar a un valiente cuyos métodos no puedocompartir, porque uno es el Ecuador y otra es Cuba, unoes Chile y otra es Cuba, uno es el Perú y otra Bolivia, ydentro de un fondo de acción, un fondo de justicia, unfondo de dominar la materia económica, la materia geo-gráfica en servicio de los hombres, dentro de ese fondo te-nemos forzosamente, ineludiblemente, que adaptarnos alas posibilidades que los pueblos nos dan.

Y esta enseñanza es la enseñanza de Lenin. El esquien burlándose de los librescos intelectualoides quetambién hay en Rusia, preguntaba si se podía hacer unareforma social en Rusia lo mismo que en Europa Occiden-tal; si se podía manejar un Parlamento con el sistema de-mocrático en Rusia como un Parlamento occidental.

Yo sé, señor que está profundamente en crisis lademocracia representativa. Comparto con usted esa idea.Y hago votos para que los hombres que me escuchan,puestos de pie, en una cruzada cívica, eduquen al sobera-no —como decía Sarmiento— y hagan que el puebloecuatoriano, en las próximas elecciones, sepa votar porhombres auténticamente ecuatorianos y auténticamenteresponsables de la fuerza y de la patria ecuatoriana.

Y esto es evidente: la democracia representativa, yaen el Ecuador, ya en cualquier otro país sudamericano, iráde crisis en crisis. Claro que a usted, señor, le van a inter-pretar sin matices sus palabras; pero hay que saber matizary saber cuál es el alma de las sentencias que reflejan. Yosoy partidario de la libertad de la prensa. ¿Cómo no voy aser partidario de que el hombre con su libertad de pensa-miento concurra a aclarar los complejos problemas de la

nera clara, terminante y austera, y es menester servir esanecesidad.

Usted la ha servido con sus métodos, Y aquí en elEcuador debemos servir con los nuestros. Yo dije que ve-nía a saludar a usted, porque es un valiente, cuyas ideas nosiempre comparto. Yo debería decir otra cosa: que he ve-nido a saludar a un valiente cuyos métodos no puedocompartir, porque uno es el Ecuador y otra es Cuba, unoes Chile y otra es Cuba, uno es el Perú y otra Bolivia, ydentro de un fondo de acción, un fondo de justicia, unfondo de dominar la materia económica, la materia geo-gráfica en servicio de los hombres, dentro de ese fondo te-nemos forzosamente, ineludiblemente, que adaptarnos alas posibilidades que los pueblos nos dan.

Y esta enseñanza es la enseñanza de Lenin. El esquien burlándose de los librescos intelectualoides quetambién hay en Rusia, preguntaba si se podía hacer unareforma social en Rusia lo mismo que en Europa Occiden-tal; si se podía manejar un Parlamento con el sistema de-mocrático en Rusia como un Parlamento occidental.

Yo sé, señor que está profundamente en crisis lademocracia representativa. Comparto con usted esa idea.Y hago votos para que los hombres que me escuchan,puestos de pie, en una cruzada cívica, eduquen al sobera-no —como decía Sarmiento— y hagan que el puebloecuatoriano, en las próximas elecciones, sepa votar porhombres auténticamente ecuatorianos y auténticamenteresponsables de la fuerza y de la patria ecuatoriana.

Y esto es evidente: la democracia representativa, yaen el Ecuador, ya en cualquier otro país sudamericano, iráde crisis en crisis. Claro que a usted, señor, le van a inter-pretar sin matices sus palabras; pero hay que saber matizary saber cuál es el alma de las sentencias que reflejan. Yosoy partidario de la libertad de la prensa. ¿Cómo no voy aser partidario de que el hombre con su libertad de pensa-miento concurra a aclarar los complejos problemas de la

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vida?. El conservador y el liberal y el socialista y el católicoy el indiferente, tienen derecho a aclarar los senderos de lavida. Pero, ¿ cómo no vamos también a lamentar que mu-chas veces la libertad de pensamiento sea libertad de tergi-versación, sea libertad de dar noticias falsas, con el únicoánimo de intranquilizar, de perturbar?

Debe haber un freno, un freno moral a la libertadde pensamiento, debe haber un límite a la democracia re-presentativa. Y ese limite tiene que ser el respeto a la na-ción. Que vayan a los Parlamentos hombres que com-prendan la responsabilidad de un pueblo y de una patria.Yo, por esto, señor, he venido aquí. Supe que usted teníaque hacer un aterrizaje técnico. Y desde ese momento qui-se venir a saludarle, a estrechar su mano, como un lucha-dor, luchador de tantos y tantos años, luchador apoyadopor su pueblo. Porque si no estuviera usted apoyado porsu pueblo, ¿ cómo usted ha gobernado tantos años? He leí-do un libro —si usted, por desgracia, no lo conoce, se lorecomiendo—, un libro de un inglés, un hombre frío,muy documentado; él habla de la invasión de Girón o aGirón, y al hablar: “Se equivocaron, creyeron, que no te-nía ningún respaldo popular, y se encontraron con unpueblo dispuesto a dejarse matar y a sacrificarse por de-fender su autonomía, por defender sus planes de gobier-no”.

Yo no estoy ahora zahiriendo a ningún gobierno.Creo que el presidente Nixon tiene una política en ciertosentido distinta de la que ostentaron en otro tiempo lospartidos políticos norteamericanos. Estamos viendo elacercamiento a Rusia, estamos viendo el acercamiento aChina; estamos viendo, estamos escuchando palabras desensatez que se han hecho llegar a mí respecto al derechoecuatoriano absoluto de defender sus mares, de defendersus riquezas pesqueras. Lejos pues de mi ánimo ningunaofensa a ninguna nación, y mucho menos, a un hombredel cual yo espero muchas rectificaciones; pero es mi obli-gación decir la verdad.

vida?. El conservador y el liberal y el socialista y el católicoy el indiferente, tienen derecho a aclarar los senderos de lavida. Pero, ¿ cómo no vamos también a lamentar que mu-chas veces la libertad de pensamiento sea libertad de tergi-versación, sea libertad de dar noticias falsas, con el únicoánimo de intranquilizar, de perturbar?

Debe haber un freno, un freno moral a la libertadde pensamiento, debe haber un límite a la democracia re-presentativa. Y ese limite tiene que ser el respeto a la na-ción. Que vayan a los Parlamentos hombres que com-prendan la responsabilidad de un pueblo y de una patria.Yo, por esto, señor, he venido aquí. Supe que usted teníaque hacer un aterrizaje técnico. Y desde ese momento qui-se venir a saludarle, a estrechar su mano, como un lucha-dor, luchador de tantos y tantos años, luchador apoyadopor su pueblo. Porque si no estuviera usted apoyado porsu pueblo, ¿ cómo usted ha gobernado tantos años? He leí-do un libro —si usted, por desgracia, no lo conoce, se lorecomiendo—, un libro de un inglés, un hombre frío,muy documentado; él habla de la invasión de Girón o aGirón, y al hablar: “Se equivocaron, creyeron, que no te-nía ningún respaldo popular, y se encontraron con unpueblo dispuesto a dejarse matar y a sacrificarse por de-fender su autonomía, por defender sus planes de gobier-no”.

Yo no estoy ahora zahiriendo a ningún gobierno.Creo que el presidente Nixon tiene una política en ciertosentido distinta de la que ostentaron en otro tiempo lospartidos políticos norteamericanos. Estamos viendo elacercamiento a Rusia, estamos viendo el acercamiento aChina; estamos viendo, estamos escuchando palabras desensatez que se han hecho llegar a mí respecto al derechoecuatoriano absoluto de defender sus mares, de defendersus riquezas pesqueras. Lejos pues de mi ánimo ningunaofensa a ninguna nación, y mucho menos, a un hombredel cual yo espero muchas rectificaciones; pero es mi obli-gación decir la verdad.

vida?. El conservador y el liberal y el socialista y el católicoy el indiferente, tienen derecho a aclarar los senderos de lavida. Pero, ¿ cómo no vamos también a lamentar que mu-chas veces la libertad de pensamiento sea libertad de tergi-versación, sea libertad de dar noticias falsas, con el únicoánimo de intranquilizar, de perturbar?

Debe haber un freno, un freno moral a la libertadde pensamiento, debe haber un límite a la democracia re-presentativa. Y ese limite tiene que ser el respeto a la na-ción. Que vayan a los Parlamentos hombres que com-prendan la responsabilidad de un pueblo y de una patria.Yo, por esto, señor, he venido aquí. Supe que usted teníaque hacer un aterrizaje técnico. Y desde ese momento qui-se venir a saludarle, a estrechar su mano, como un lucha-dor, luchador de tantos y tantos años, luchador apoyadopor su pueblo. Porque si no estuviera usted apoyado porsu pueblo, ¿ cómo usted ha gobernado tantos años? He leí-do un libro —si usted, por desgracia, no lo conoce, se lorecomiendo—, un libro de un inglés, un hombre frío,muy documentado; él habla de la invasión de Girón o aGirón, y al hablar: “Se equivocaron, creyeron, que no te-nía ningún respaldo popular, y se encontraron con unpueblo dispuesto a dejarse matar y a sacrificarse por de-fender su autonomía, por defender sus planes de gobier-no”.

Yo no estoy ahora zahiriendo a ningún gobierno.Creo que el presidente Nixon tiene una política en ciertosentido distinta de la que ostentaron en otro tiempo lospartidos políticos norteamericanos. Estamos viendo elacercamiento a Rusia, estamos viendo el acercamiento aChina; estamos viendo, estamos escuchando palabras desensatez que se han hecho llegar a mí respecto al derechoecuatoriano absoluto de defender sus mares, de defendersus riquezas pesqueras. Lejos pues de mi ánimo ningunaofensa a ninguna nación, y mucho menos, a un hombredel cual yo espero muchas rectificaciones; pero es mi obli-gación decir la verdad.

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La lucha de Cuba por su independencia no puedeser más heroica y más digna de aplauso. Hoy mi presenciaaquí se va a interpretar, intentarán interpretar como queinmediatamente el Ecuador pretende establecer relacionescon Cuba. Eso de las relaciones lo estudiaremos, lo pensa-remos. Tenemos que auscultar el querer de nuestros pue-blos, del pueblo ecuatoriano. Pero distinto a esto es de queexiste o no existe la Carta de la Organización de los Esta-dos Americanos. ¿ Se respeta la Carta? ¿Es o no es unanorma para buscar la paz? ¿ O es que se quiere la guerra detodos contra todos? Que no prevalezca, señores, el interésde todos contra todos, el interés cambiante, la fuerza cam-biante.

Y desde ese punto de vista, de la Carta de la Orga-nización de los Estados Americanos, ¿qué derecho habíapara expulsar a Cuba de la Organización de los EstadosAmericanos? ¿Qué derecho había? ¿ No está garantizadoexpresamente en la letra de la ley la facultad de cada Esta-do de darse la forma política, económica, social? Si eso es-tá garantizado, ¿ qué derecho había? ¿ Que Cuba intervie-ne —no como intervención de Estado, porque sería ab-surdo—, que Cuba influye para que gente de tal o cual es-pecie vayan a otros países? ¿ Es la única nación que estohace? ¿ No lo hace Rusia?. ¿No lo hacen otros Estados ca-pitalistas? ¿ En qué quedamos?

No se puede hablar de intervención en un sentidoestricto, porque no es sabido que usted, que ustedes le ha-yan declarado la guerra a nadie para meter las fuerzas mi-litares en el territorio. Es en ese sentido muy rara la inter-vención. ¿ Es Cuba la única que lo hace yo no acepto la in-tervención en ningún sentido. Pero hay que ser justos. Nopodemos expulsar a un país de una organización, violan-do los Estatutos básicos de ese país, porque entonces noqueda sino el derecho de la fuerza: hoy una cosa, y maña-na otra, y pasado lo de más allá, sin normas ni principios.

Yo por eso, señor, me ratifico en que he venidoaquí a saludar a un hombre valiente, cuyos métodos no

La lucha de Cuba por su independencia no puedeser más heroica y más digna de aplauso. Hoy mi presenciaaquí se va a interpretar, intentarán interpretar como queinmediatamente el Ecuador pretende establecer relacionescon Cuba. Eso de las relaciones lo estudiaremos, lo pensa-remos. Tenemos que auscultar el querer de nuestros pue-blos, del pueblo ecuatoriano. Pero distinto a esto es de queexiste o no existe la Carta de la Organización de los Esta-dos Americanos. ¿ Se respeta la Carta? ¿Es o no es unanorma para buscar la paz? ¿ O es que se quiere la guerra detodos contra todos? Que no prevalezca, señores, el interésde todos contra todos, el interés cambiante, la fuerza cam-biante.

Y desde ese punto de vista, de la Carta de la Orga-nización de los Estados Americanos, ¿qué derecho habíapara expulsar a Cuba de la Organización de los EstadosAmericanos? ¿Qué derecho había? ¿ No está garantizadoexpresamente en la letra de la ley la facultad de cada Esta-do de darse la forma política, económica, social? Si eso es-tá garantizado, ¿ qué derecho había? ¿ Que Cuba intervie-ne —no como intervención de Estado, porque sería ab-surdo—, que Cuba influye para que gente de tal o cual es-pecie vayan a otros países? ¿ Es la única nación que estohace? ¿ No lo hace Rusia?. ¿No lo hacen otros Estados ca-pitalistas? ¿ En qué quedamos?

No se puede hablar de intervención en un sentidoestricto, porque no es sabido que usted, que ustedes le ha-yan declarado la guerra a nadie para meter las fuerzas mi-litares en el territorio. Es en ese sentido muy rara la inter-vención. ¿ Es Cuba la única que lo hace yo no acepto la in-tervención en ningún sentido. Pero hay que ser justos. Nopodemos expulsar a un país de una organización, violan-do los Estatutos básicos de ese país, porque entonces noqueda sino el derecho de la fuerza: hoy una cosa, y maña-na otra, y pasado lo de más allá, sin normas ni principios.

Yo por eso, señor, me ratifico en que he venidoaquí a saludar a un hombre valiente, cuyos métodos no

La lucha de Cuba por su independencia no puedeser más heroica y más digna de aplauso. Hoy mi presenciaaquí se va a interpretar, intentarán interpretar como queinmediatamente el Ecuador pretende establecer relacionescon Cuba. Eso de las relaciones lo estudiaremos, lo pensa-remos. Tenemos que auscultar el querer de nuestros pue-blos, del pueblo ecuatoriano. Pero distinto a esto es de queexiste o no existe la Carta de la Organización de los Esta-dos Americanos. ¿ Se respeta la Carta? ¿Es o no es unanorma para buscar la paz? ¿ O es que se quiere la guerra detodos contra todos? Que no prevalezca, señores, el interésde todos contra todos, el interés cambiante, la fuerza cam-biante.

Y desde ese punto de vista, de la Carta de la Orga-nización de los Estados Americanos, ¿qué derecho habíapara expulsar a Cuba de la Organización de los EstadosAmericanos? ¿Qué derecho había? ¿ No está garantizadoexpresamente en la letra de la ley la facultad de cada Esta-do de darse la forma política, económica, social? Si eso es-tá garantizado, ¿ qué derecho había? ¿ Que Cuba intervie-ne —no como intervención de Estado, porque sería ab-surdo—, que Cuba influye para que gente de tal o cual es-pecie vayan a otros países? ¿ Es la única nación que estohace? ¿ No lo hace Rusia?. ¿No lo hacen otros Estados ca-pitalistas? ¿ En qué quedamos?

No se puede hablar de intervención en un sentidoestricto, porque no es sabido que usted, que ustedes le ha-yan declarado la guerra a nadie para meter las fuerzas mi-litares en el territorio. Es en ese sentido muy rara la inter-vención. ¿ Es Cuba la única que lo hace yo no acepto la in-tervención en ningún sentido. Pero hay que ser justos. Nopodemos expulsar a un país de una organización, violan-do los Estatutos básicos de ese país, porque entonces noqueda sino el derecho de la fuerza: hoy una cosa, y maña-na otra, y pasado lo de más allá, sin normas ni principios.

Yo por eso, señor, me ratifico en que he venidoaquí a saludar a un hombre valiente, cuyos métodos no

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comparto. Los métodos pues dependen de cada país, losmétodos dependen de las circunstancias de cada país. Nocomparto ciertos métodos, no comparto los métodos, pe-ro aplaudo el valor, aplaudo la consagración a una causa,aplaudo las energías en perseguir un propósito.

Excusen ustedes que mis palabras hayan introduci-do aquí seriedad y tragedia, cuando hace un momento to-do era una conversación llena de regocijo, en que el Pri-mer Ministro de Cuba manifestaba sus profundos conoci-mientos económicos —es una de sus cualidades-. Afortu-nadamente, aquí el Ministro de la Producción y el Minis-tro de Recursos han salido a hacer frente, y han salido aaclarar, y han salido a discutir. Pero evidentemente que elPrimer Ministro de Cuba tiene conocimientos de la geo-grafía de su patria, de los factores económicos de su patria.

Servidos estos conocimientos por la orientaciónjurídica y política que usted les ha dado, podemos esperarcon confianza que usted y Cuba triunfen, y que irradien elfondo de nacionalismo sano, ¡ el fondo dé nacionalismosano por todos los países de la América hispana! La Amé-rica hispana tiene que salvarse, por la unión moral, por launión cultural, sabiendo dominar: los factores económi-cos y geográficos y sabiendo cooperar sinceramente — ¡cooperar sinceramente ! — en el orden económico. Deotra manera, se cometen locuras en la importación y en laexportación. de otros países poderosos, locura que destru-ye moneda, y los responsables de ese fracaso de monedaspor obra de la locura de la importación y la exportación,verdadera insensatez de gastos, verdadera locura de devas-tación económica de las mismas potencias que se dicen deprimer orden y que están llamadas a gestionar sus econo-mías con mayor sensatez, los que tienen que pagar las lo-curas de una moneda alocada son precisamente los paísesllamados subdesarrollados. Señor, ¡ siga usted adelante!Errores suyos, los debe tener muchos, hay que explicarlos;no hay que aislarlos, hay que explicarlos, como se explicanlos errores de Robespierre, como se explican las audacias

comparto. Los métodos pues dependen de cada país, losmétodos dependen de las circunstancias de cada país. Nocomparto ciertos métodos, no comparto los métodos, pe-ro aplaudo el valor, aplaudo la consagración a una causa,aplaudo las energías en perseguir un propósito.

Excusen ustedes que mis palabras hayan introduci-do aquí seriedad y tragedia, cuando hace un momento to-do era una conversación llena de regocijo, en que el Pri-mer Ministro de Cuba manifestaba sus profundos conoci-mientos económicos —es una de sus cualidades-. Afortu-nadamente, aquí el Ministro de la Producción y el Minis-tro de Recursos han salido a hacer frente, y han salido aaclarar, y han salido a discutir. Pero evidentemente que elPrimer Ministro de Cuba tiene conocimientos de la geo-grafía de su patria, de los factores económicos de su patria.

Servidos estos conocimientos por la orientaciónjurídica y política que usted les ha dado, podemos esperarcon confianza que usted y Cuba triunfen, y que irradien elfondo de nacionalismo sano, ¡ el fondo dé nacionalismosano por todos los países de la América hispana! La Amé-rica hispana tiene que salvarse, por la unión moral, por launión cultural, sabiendo dominar: los factores económi-cos y geográficos y sabiendo cooperar sinceramente — ¡cooperar sinceramente ! — en el orden económico. Deotra manera, se cometen locuras en la importación y en laexportación. de otros países poderosos, locura que destru-ye moneda, y los responsables de ese fracaso de monedaspor obra de la locura de la importación y la exportación,verdadera insensatez de gastos, verdadera locura de devas-tación económica de las mismas potencias que se dicen deprimer orden y que están llamadas a gestionar sus econo-mías con mayor sensatez, los que tienen que pagar las lo-curas de una moneda alocada son precisamente los paísesllamados subdesarrollados. Señor, ¡ siga usted adelante!Errores suyos, los debe tener muchos, hay que explicarlos;no hay que aislarlos, hay que explicarlos, como se explicanlos errores de Robespierre, como se explican las audacias

comparto. Los métodos pues dependen de cada país, losmétodos dependen de las circunstancias de cada país. Nocomparto ciertos métodos, no comparto los métodos, pe-ro aplaudo el valor, aplaudo la consagración a una causa,aplaudo las energías en perseguir un propósito.

Excusen ustedes que mis palabras hayan introduci-do aquí seriedad y tragedia, cuando hace un momento to-do era una conversación llena de regocijo, en que el Pri-mer Ministro de Cuba manifestaba sus profundos conoci-mientos económicos —es una de sus cualidades-. Afortu-nadamente, aquí el Ministro de la Producción y el Minis-tro de Recursos han salido a hacer frente, y han salido aaclarar, y han salido a discutir. Pero evidentemente que elPrimer Ministro de Cuba tiene conocimientos de la geo-grafía de su patria, de los factores económicos de su patria.

Servidos estos conocimientos por la orientaciónjurídica y política que usted les ha dado, podemos esperarcon confianza que usted y Cuba triunfen, y que irradien elfondo de nacionalismo sano, ¡ el fondo dé nacionalismosano por todos los países de la América hispana! La Amé-rica hispana tiene que salvarse, por la unión moral, por launión cultural, sabiendo dominar: los factores económi-cos y geográficos y sabiendo cooperar sinceramente — ¡cooperar sinceramente ! — en el orden económico. Deotra manera, se cometen locuras en la importación y en laexportación. de otros países poderosos, locura que destru-ye moneda, y los responsables de ese fracaso de monedaspor obra de la locura de la importación y la exportación,verdadera insensatez de gastos, verdadera locura de devas-tación económica de las mismas potencias que se dicen deprimer orden y que están llamadas a gestionar sus econo-mías con mayor sensatez, los que tienen que pagar las lo-curas de una moneda alocada son precisamente los paísesllamados subdesarrollados. Señor, ¡ siga usted adelante!Errores suyos, los debe tener muchos, hay que explicarlos;no hay que aislarlos, hay que explicarlos, como se explicanlos errores de Robespierre, como se explican las audacias

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de Napoleón, como se explican los fusilamientos y los ho-rrores cuando la independencia suramericana. Hoy esta-mos cosechando el fruto de la independencia suramerica-na. ¿ Por qué no nos trasladamos al año 1803, a Venezue-la? ¿Al año 1815, al año 1810 aquí en el Ecuador? Recoge-mos los frutos, pero nos olvidamos del antecedente.

Lo que es yo, señor, aplaudo el fruto de su labor enCuba y no olvido los antecedentes que han determinadosu conducta.

de Napoleón, como se explican los fusilamientos y los ho-rrores cuando la independencia suramericana. Hoy esta-mos cosechando el fruto de la independencia suramerica-na. ¿ Por qué no nos trasladamos al año 1803, a Venezue-la? ¿Al año 1815, al año 1810 aquí en el Ecuador? Recoge-mos los frutos, pero nos olvidamos del antecedente.

Lo que es yo, señor, aplaudo el fruto de su labor enCuba y no olvido los antecedentes que han determinadosu conducta.

de Napoleón, como se explican los fusilamientos y los ho-rrores cuando la independencia suramericana. Hoy esta-mos cosechando el fruto de la independencia suramerica-na. ¿ Por qué no nos trasladamos al año 1803, a Venezue-la? ¿Al año 1815, al año 1810 aquí en el Ecuador? Recoge-mos los frutos, pero nos olvidamos del antecedente.

Lo que es yo, señor, aplaudo el fruto de su labor enCuba y no olvido los antecedentes que han determinadosu conducta.

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DOCUMENTO 3

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO EN RESPUESTA

A LA INTERVENCIÓN DEL DOCTOR JOSE MARIA VELASCO IBARRA

Excelentísimo Señor Presidente; -Señores Ministros;Señores oficiales de las Fuerzas Armadas;Señores dirigentes de las organizaciones políticas:

Con este acto de está madrugada —digo madruga-da porque el reloj mío está en la hora chilena todavía, ypara mi es madrugada puesto que es la hora que hemosseguido durante estos días— se termina un largo peregri-nar, un trabajo intenso, a lo largo del cual hemos tenidoque conversar y hablar muchas veces.

Nos queda todavía un largo trecho: el regreso a Li-ma, la toma del avión que nos conducirá definitivamentedespués a Cuba, donde pensamos Ilegar de día. Claro quepuede decirse que estamos ni poco al cabo de nuestrasfuerzas, sin dormir antes de ayer, sin dormir ayer, y conesperanza le dormir un poco en el avión esta madrugada.Pero de todas formas debo hacer un esfuerzo para respon-der las palabras del Presidente.

Quiero en primer término apresar nuestro recono-cimiento por este encuentro. El Presidente habla de hom-bres valientes y nosotros debemos decir que el gesto delgobierno, esencialmente el gesto del Presidente, de recibir-nos aquí, en Guayaquíl, de trasladarse a esta ciudad, no só-lo ha sido un gesto honorable, un gesto caballeroso, ungesto amistoso, sino también un gesto valiente. Son pocoslos gobiernos que en este continente nuestro se atreven atales gestos, como también se ha atrevido a otros gestos enla política exterior y que han distinguido al Ecuador -enunión de otros países latinoamericanos—, política que

DOCUMENTO 3

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO EN RESPUESTA

A LA INTERVENCIÓN DEL DOCTOR JOSE MARIA VELASCO IBARRA

Excelentísimo Señor Presidente; -Señores Ministros;Señores oficiales de las Fuerzas Armadas;Señores dirigentes de las organizaciones políticas:

Con este acto de está madrugada —digo madruga-da porque el reloj mío está en la hora chilena todavía, ypara mi es madrugada puesto que es la hora que hemosseguido durante estos días— se termina un largo peregri-nar, un trabajo intenso, a lo largo del cual hemos tenidoque conversar y hablar muchas veces.

Nos queda todavía un largo trecho: el regreso a Li-ma, la toma del avión que nos conducirá definitivamentedespués a Cuba, donde pensamos Ilegar de día. Claro quepuede decirse que estamos ni poco al cabo de nuestrasfuerzas, sin dormir antes de ayer, sin dormir ayer, y conesperanza le dormir un poco en el avión esta madrugada.Pero de todas formas debo hacer un esfuerzo para respon-der las palabras del Presidente.

Quiero en primer término apresar nuestro recono-cimiento por este encuentro. El Presidente habla de hom-bres valientes y nosotros debemos decir que el gesto delgobierno, esencialmente el gesto del Presidente, de recibir-nos aquí, en Guayaquíl, de trasladarse a esta ciudad, no só-lo ha sido un gesto honorable, un gesto caballeroso, ungesto amistoso, sino también un gesto valiente. Son pocoslos gobiernos que en este continente nuestro se atreven atales gestos, como también se ha atrevido a otros gestos enla política exterior y que han distinguido al Ecuador -enunión de otros países latinoamericanos—, política que

DOCUMENTO 3

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO EN RESPUESTA

A LA INTERVENCIÓN DEL DOCTOR JOSE MARIA VELASCO IBARRA

Excelentísimo Señor Presidente; -Señores Ministros;Señores oficiales de las Fuerzas Armadas;Señores dirigentes de las organizaciones políticas:

Con este acto de está madrugada —digo madruga-da porque el reloj mío está en la hora chilena todavía, ypara mi es madrugada puesto que es la hora que hemosseguido durante estos días— se termina un largo peregri-nar, un trabajo intenso, a lo largo del cual hemos tenidoque conversar y hablar muchas veces.

Nos queda todavía un largo trecho: el regreso a Li-ma, la toma del avión que nos conducirá definitivamentedespués a Cuba, donde pensamos Ilegar de día. Claro quepuede decirse que estamos ni poco al cabo de nuestrasfuerzas, sin dormir antes de ayer, sin dormir ayer, y conesperanza le dormir un poco en el avión esta madrugada.Pero de todas formas debo hacer un esfuerzo para respon-der las palabras del Presidente.

Quiero en primer término apresar nuestro recono-cimiento por este encuentro. El Presidente habla de hom-bres valientes y nosotros debemos decir que el gesto delgobierno, esencialmente el gesto del Presidente, de recibir-nos aquí, en Guayaquíl, de trasladarse a esta ciudad, no só-lo ha sido un gesto honorable, un gesto caballeroso, ungesto amistoso, sino también un gesto valiente. Son pocoslos gobiernos que en este continente nuestro se atreven atales gestos, como también se ha atrevido a otros gestos enla política exterior y que han distinguido al Ecuador -enunión de otros países latinoamericanos—, política que

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marcha hacia la consolidación de su actitud soberana en elcampo internacional.

El Presidente ha abordado algunos temas que no-sotros nos consideramos en el deber de abordar también,y abordarlos con la franqueza que nos ha caracterizadosiempre. Se abordó aquí la cuestión relacionada con losfusilamientos. Todo esto tiene una explicación. La historiade nuestros países la escriben en otros países. La historiade la Revolución Cubana ha sido escrita por agencias in-ternacionales al servicio de los monopolios.

No tenemos ni la más remota intención de negarque en nuestro país los Tribunales Revolucionarios hanfusilado. No tenemos la menor intención siquiera de ex-presar el menor arrepentimiento, ni rehuir el menor áto-mo de responsabilidad por lo que nuestro pueblo, en de-fensa de su soberanía y de su vida, se vio en la necesidadde hacer.

Se contó la historia de los hombres que fueron pa-sados por las armas. Pero no eran humildes obreros, noeran campesinos sin tierras, no eran limosneros, no eransantos, no eran sacerdotes, no eran hombres honrados.Eran sencillamente asesinos, y asesinos además de la peorespecie,. que en determinado momento de lucha, durantesiete años de combate contra la tiranía batistiana, come-tieron las más incalificables fechorías; asesinatos en oca-siones masivos, de 60 y 70 personas; asesinatos de hom-bres, de mujeres, de niños, de madres; que quemaron de-cenas y decenas de miles de casas y, en ocasiones, las que-maron con sus moradores dentro de ellas.

Y no sólo eso, no sólo fue necesario ajustar cuentasque demandaba el pueblo, porque nosotros dijimos siem-pre al pueblo: no queremos venganza, no queremos hom-bres arrastrados por las calles, no queremos desórdenes,porque los culpables de los desórdenes, los culpables de lasvindictas populares son los que preconizan el asesinato yel crimen. Y nosotros le decíamos al pueblo: habrá justi-

marcha hacia la consolidación de su actitud soberana en elcampo internacional.

El Presidente ha abordado algunos temas que no-sotros nos consideramos en el deber de abordar también,y abordarlos con la franqueza que nos ha caracterizadosiempre. Se abordó aquí la cuestión relacionada con losfusilamientos. Todo esto tiene una explicación. La historiade nuestros países la escriben en otros países. La historiade la Revolución Cubana ha sido escrita por agencias in-ternacionales al servicio de los monopolios.

No tenemos ni la más remota intención de negarque en nuestro país los Tribunales Revolucionarios hanfusilado. No tenemos la menor intención siquiera de ex-presar el menor arrepentimiento, ni rehuir el menor áto-mo de responsabilidad por lo que nuestro pueblo, en de-fensa de su soberanía y de su vida, se vio en la necesidadde hacer.

Se contó la historia de los hombres que fueron pa-sados por las armas. Pero no eran humildes obreros, noeran campesinos sin tierras, no eran limosneros, no eransantos, no eran sacerdotes, no eran hombres honrados.Eran sencillamente asesinos, y asesinos además de la peorespecie,. que en determinado momento de lucha, durantesiete años de combate contra la tiranía batistiana, come-tieron las más incalificables fechorías; asesinatos en oca-siones masivos, de 60 y 70 personas; asesinatos de hom-bres, de mujeres, de niños, de madres; que quemaron de-cenas y decenas de miles de casas y, en ocasiones, las que-maron con sus moradores dentro de ellas.

Y no sólo eso, no sólo fue necesario ajustar cuentasque demandaba el pueblo, porque nosotros dijimos siem-pre al pueblo: no queremos venganza, no queremos hom-bres arrastrados por las calles, no queremos desórdenes,porque los culpables de los desórdenes, los culpables de lasvindictas populares son los que preconizan el asesinato yel crimen. Y nosotros le decíamos al pueblo: habrá justi-

marcha hacia la consolidación de su actitud soberana en elcampo internacional.

El Presidente ha abordado algunos temas que no-sotros nos consideramos en el deber de abordar también,y abordarlos con la franqueza que nos ha caracterizadosiempre. Se abordó aquí la cuestión relacionada con losfusilamientos. Todo esto tiene una explicación. La historiade nuestros países la escriben en otros países. La historiade la Revolución Cubana ha sido escrita por agencias in-ternacionales al servicio de los monopolios.

No tenemos ni la más remota intención de negarque en nuestro país los Tribunales Revolucionarios hanfusilado. No tenemos la menor intención siquiera de ex-presar el menor arrepentimiento, ni rehuir el menor áto-mo de responsabilidad por lo que nuestro pueblo, en de-fensa de su soberanía y de su vida, se vio en la necesidadde hacer.

Se contó la historia de los hombres que fueron pa-sados por las armas. Pero no eran humildes obreros, noeran campesinos sin tierras, no eran limosneros, no eransantos, no eran sacerdotes, no eran hombres honrados.Eran sencillamente asesinos, y asesinos además de la peorespecie,. que en determinado momento de lucha, durantesiete años de combate contra la tiranía batistiana, come-tieron las más incalificables fechorías; asesinatos en oca-siones masivos, de 60 y 70 personas; asesinatos de hom-bres, de mujeres, de niños, de madres; que quemaron de-cenas y decenas de miles de casas y, en ocasiones, las que-maron con sus moradores dentro de ellas.

Y no sólo eso, no sólo fue necesario ajustar cuentasque demandaba el pueblo, porque nosotros dijimos siem-pre al pueblo: no queremos venganza, no queremos hom-bres arrastrados por las calles, no queremos desórdenes,porque los culpables de los desórdenes, los culpables de lasvindictas populares son los que preconizan el asesinato yel crimen. Y nosotros le decíamos al pueblo: habrá justi-

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cia, por eso no queremos venganza. Y le pedimos al pue-blo: cuando la Revolución triunfe, no queremos una casasaqueada, no queremos un hombre ajusticiado por la ma-no popular, sin juicio, sin pruebas. Y desde la guerra, ya seestablecieron las leyes revolucionarias en virtud de las cua-les serían sancionados los asesinos.

Pero se fusiló no sólo a los esbirros de aquella gue-rra. Nuestro país siguió en guerra durante muchos años.Nuestro país todavía está virtualmente en guerra. Cuandotriunfa la Revolución, comenzó entonces otra forma deguerra —experiencias que ha vivido Cuba—: cientos deinfiltraciones de armas y de agentes y espías organizados,entrenados y armados por la CIA; cientos de lanzamientosde armas en paracaídas; organización de bandas armadascontrarrevolucionarias en todas las provincias del país; or-ganización, entrenamiento y planeamiento de ataques ex-teriores desde bases en Centroamérica, Guatemala, Nica-ragua; ataque a nuestra patria con aviones disfrazados conlas insignias cubanas, B-26 cargados de bombas que lleva-ban la bandera cubana pintada en sus alas y en su cola.

Nosotros presenciamos en un momento determi-nado cómo esos aviones lanzaron el ataque sobre una denuestras bases aéreas. Y no podremos olvidar jamás lascircunstancias de Girón, cuando un batallón avanzaba poruna carretera y algunos de aquellos aviones pasaron porencima de las filas de nuestros combatientes, incluso mo-vieron las alas y los saludaron y recibieron el saludo denuestros soldados, y dieron una vuelta, y en medio de lacarretera, sin ningún lugar de protección, los ametrallarona mansalva y las bombardearon, costando decenas de vi-das.

No podremos olvidar los casos de tiendas incen-diadas, de mujeres que se quemaron vivas en esas tiendas;de la explosión del vapor “La Coubre” con armas que ve-nían de Bélgica. Porque nosotros al principio de la Revo-lución intentábamos comprar algunas armas en los paísesoccidentales, precisamente para que no se tomara de pre-

cia, por eso no queremos venganza. Y le pedimos al pue-blo: cuando la Revolución triunfe, no queremos una casasaqueada, no queremos un hombre ajusticiado por la ma-no popular, sin juicio, sin pruebas. Y desde la guerra, ya seestablecieron las leyes revolucionarias en virtud de las cua-les serían sancionados los asesinos.

Pero se fusiló no sólo a los esbirros de aquella gue-rra. Nuestro país siguió en guerra durante muchos años.Nuestro país todavía está virtualmente en guerra. Cuandotriunfa la Revolución, comenzó entonces otra forma deguerra —experiencias que ha vivido Cuba—: cientos deinfiltraciones de armas y de agentes y espías organizados,entrenados y armados por la CIA; cientos de lanzamientosde armas en paracaídas; organización de bandas armadascontrarrevolucionarias en todas las provincias del país; or-ganización, entrenamiento y planeamiento de ataques ex-teriores desde bases en Centroamérica, Guatemala, Nica-ragua; ataque a nuestra patria con aviones disfrazados conlas insignias cubanas, B-26 cargados de bombas que lleva-ban la bandera cubana pintada en sus alas y en su cola.

Nosotros presenciamos en un momento determi-nado cómo esos aviones lanzaron el ataque sobre una denuestras bases aéreas. Y no podremos olvidar jamás lascircunstancias de Girón, cuando un batallón avanzaba poruna carretera y algunos de aquellos aviones pasaron porencima de las filas de nuestros combatientes, incluso mo-vieron las alas y los saludaron y recibieron el saludo denuestros soldados, y dieron una vuelta, y en medio de lacarretera, sin ningún lugar de protección, los ametrallarona mansalva y las bombardearon, costando decenas de vi-das.

No podremos olvidar los casos de tiendas incen-diadas, de mujeres que se quemaron vivas en esas tiendas;de la explosión del vapor “La Coubre” con armas que ve-nían de Bélgica. Porque nosotros al principio de la Revo-lución intentábamos comprar algunas armas en los paísesoccidentales, precisamente para que no se tomara de pre-

cia, por eso no queremos venganza. Y le pedimos al pue-blo: cuando la Revolución triunfe, no queremos una casasaqueada, no queremos un hombre ajusticiado por la ma-no popular, sin juicio, sin pruebas. Y desde la guerra, ya seestablecieron las leyes revolucionarias en virtud de las cua-les serían sancionados los asesinos.

Pero se fusiló no sólo a los esbirros de aquella gue-rra. Nuestro país siguió en guerra durante muchos años.Nuestro país todavía está virtualmente en guerra. Cuandotriunfa la Revolución, comenzó entonces otra forma deguerra —experiencias que ha vivido Cuba—: cientos deinfiltraciones de armas y de agentes y espías organizados,entrenados y armados por la CIA; cientos de lanzamientosde armas en paracaídas; organización de bandas armadascontrarrevolucionarias en todas las provincias del país; or-ganización, entrenamiento y planeamiento de ataques ex-teriores desde bases en Centroamérica, Guatemala, Nica-ragua; ataque a nuestra patria con aviones disfrazados conlas insignias cubanas, B-26 cargados de bombas que lleva-ban la bandera cubana pintada en sus alas y en su cola.

Nosotros presenciamos en un momento determi-nado cómo esos aviones lanzaron el ataque sobre una denuestras bases aéreas. Y no podremos olvidar jamás lascircunstancias de Girón, cuando un batallón avanzaba poruna carretera y algunos de aquellos aviones pasaron porencima de las filas de nuestros combatientes, incluso mo-vieron las alas y los saludaron y recibieron el saludo denuestros soldados, y dieron una vuelta, y en medio de lacarretera, sin ningún lugar de protección, los ametrallarona mansalva y las bombardearon, costando decenas de vi-das.

No podremos olvidar los casos de tiendas incen-diadas, de mujeres que se quemaron vivas en esas tiendas;de la explosión del vapor “La Coubre” con armas que ve-nían de Bélgica. Porque nosotros al principio de la Revo-lución intentábamos comprar algunas armas en los paísesoccidentales, precisamente para que no se tomara de pre-

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texto ningún tipo de relación con países del campo socia-lista para justificar las agresiones contra nosotros. ¡ Explo-tar un barco!

No se nos podrá olvidar aquella tarde que estandonosotros.en las oficinas del Instituto Nacional de la Refor-ma Agraria, escuchamos un estremecedor estampido quehizo temblar el edificio, situado a kilómetros de distancia,y vimos la columna de humo que se levantó desde el puer-to donde se estaba descargando un con barco con miles detoneladas de explosivos, que barrió literalmente a decenasde obreros y soldados de los muelles. No podremos olvi-dar la segunda explosión que barrió también con los quefueron a prestarles los primeros auxilios.

No podremos olvidar las decenas de campesinosasesinados por las bandas mercenarias; estudiantes alfabe-tizadores torturados y asesinados, de maestros que estabanenseñando en los campos. No podremos olvidar la canti-dad de crímenes y de fechorías que cometieron.

Recordábamos recientemente, en una exposicióndel Ministerio del Interior sobre las distintas tareas reali-zadas por los hombres de ese ministerio, una exposición,por ejemplo, del armamento con que en una ocasión sepreparaba un atentado contra nosotros, una colección dearmas automáticas, bazucas, cañones sin retroceso, grana-das de mano, uno de los tantos planes de atentados orga-nizados por la CIA. ¿ De dónde habían salido esas armas?De la Base de Guantánamo, suficientes no para matar un -hombre: ¡ para matar un elefante, a una docena de elefan-tes, a un centenar de elefantes.

Esas cosas naturalmente no las publican los cables:de una base que está ubicada en un pedazo de nuestra tie-rra, que por la fuerza se nos la impuso, después de quedisminuyeron la independencia de nuestro país, despuésde que le impusieron siuna Enmienda Platt con derecho aintervenir.

texto ningún tipo de relación con países del campo socia-lista para justificar las agresiones contra nosotros. ¡ Explo-tar un barco!

No se nos podrá olvidar aquella tarde que estandonosotros.en las oficinas del Instituto Nacional de la Refor-ma Agraria, escuchamos un estremecedor estampido quehizo temblar el edificio, situado a kilómetros de distancia,y vimos la columna de humo que se levantó desde el puer-to donde se estaba descargando un con barco con miles detoneladas de explosivos, que barrió literalmente a decenasde obreros y soldados de los muelles. No podremos olvi-dar la segunda explosión que barrió también con los quefueron a prestarles los primeros auxilios.

No podremos olvidar las decenas de campesinosasesinados por las bandas mercenarias; estudiantes alfabe-tizadores torturados y asesinados, de maestros que estabanenseñando en los campos. No podremos olvidar la canti-dad de crímenes y de fechorías que cometieron.

Recordábamos recientemente, en una exposicióndel Ministerio del Interior sobre las distintas tareas reali-zadas por los hombres de ese ministerio, una exposición,por ejemplo, del armamento con que en una ocasión sepreparaba un atentado contra nosotros, una colección dearmas automáticas, bazucas, cañones sin retroceso, grana-das de mano, uno de los tantos planes de atentados orga-nizados por la CIA. ¿ De dónde habían salido esas armas?De la Base de Guantánamo, suficientes no para matar un -hombre: ¡ para matar un elefante, a una docena de elefan-tes, a un centenar de elefantes.

Esas cosas naturalmente no las publican los cables:de una base que está ubicada en un pedazo de nuestra tie-rra, que por la fuerza se nos la impuso, después de quedisminuyeron la independencia de nuestro país, despuésde que le impusieron siuna Enmienda Platt con derecho aintervenir.

texto ningún tipo de relación con países del campo socia-lista para justificar las agresiones contra nosotros. ¡ Explo-tar un barco!

No se nos podrá olvidar aquella tarde que estandonosotros.en las oficinas del Instituto Nacional de la Refor-ma Agraria, escuchamos un estremecedor estampido quehizo temblar el edificio, situado a kilómetros de distancia,y vimos la columna de humo que se levantó desde el puer-to donde se estaba descargando un con barco con miles detoneladas de explosivos, que barrió literalmente a decenasde obreros y soldados de los muelles. No podremos olvi-dar la segunda explosión que barrió también con los quefueron a prestarles los primeros auxilios.

No podremos olvidar las decenas de campesinosasesinados por las bandas mercenarias; estudiantes alfabe-tizadores torturados y asesinados, de maestros que estabanenseñando en los campos. No podremos olvidar la canti-dad de crímenes y de fechorías que cometieron.

Recordábamos recientemente, en una exposicióndel Ministerio del Interior sobre las distintas tareas reali-zadas por los hombres de ese ministerio, una exposición,por ejemplo, del armamento con que en una ocasión sepreparaba un atentado contra nosotros, una colección dearmas automáticas, bazucas, cañones sin retroceso, grana-das de mano, uno de los tantos planes de atentados orga-nizados por la CIA. ¿ De dónde habían salido esas armas?De la Base de Guantánamo, suficientes no para matar un -hombre: ¡ para matar un elefante, a una docena de elefan-tes, a un centenar de elefantes.

Esas cosas naturalmente no las publican los cables:de una base que está ubicada en un pedazo de nuestra tie-rra, que por la fuerza se nos la impuso, después de quedisminuyeron la independencia de nuestro país, despuésde que le impusieron siuna Enmienda Platt con derecho aintervenir.

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Y nuestro país no ha estado luchando contra unenemigo pequeño: ha estado luchando contra un enemigopoderoso, el más poderoso país imperialista del mundo,que con toda su técnica, todo su dinero, todos sus recur-sos, hizo lo indecible por aplastar nuestra Revolución, yno por nacionalizar el cobre o el petróleo: sencillamentepor hacer una reforma agraria y porque aquellas tierraseran de empresas norteamericanas.

Ese tipo de lucha ha tenido que seguir nuestropaís. Y nosotros teníamos que defender a nuestro pueblo,a nuestros obreros, a nuestros estudiantes, a nuestros tra-bajadores, a nuestra patria, contra aquel tipo de traidores,que desde el exterior, mandados por el exterior, organiza-dos desde el exterior, realizaban todo este tipo de fechoríascontra nuestro pueblo.

Era el más elemental deber ajustar cuentas con ta-les criminales, y no hacerlo habría sido una cobardía, nohacerlo habría sido una responsabilidad muy grande. Poreso, no eran obreros masacrados, campesinos masacrados,como lo hemos visto tantas veces en los pueblos. Los quecontaron tales historias de los fusilamientos, no dicen unasola palabra de las fechorías que cometen por el mundo,de los cientos, de los cientos de miles de toneladas debombas lanzadas contra un pequeño pueblo como Viet-nam, de la matanza de My Lai. ¿ Qué se sabe de los cientosde miles, millones de mujeres y niños asesinados en laguerra contra un pueblo pequeño, por el país mas indus-trializado del mundo, que ha lanzado sobre esa pequeñanación dos veces más bombas que las que se lanzaron enla Segunda Guerra Mundial? ¡Ah!, de eso no habla la reac-ción, de eso no hablan los fascistas, de eso no hablan losaliados del imperialismo. Y pretenden erigir en mártiresprácticamente a los canallas que contra -nuestro pueblocometieron tales fechorías.

Y por eso digo hoy que nuestro deber se cumple yse cumplirá. Nuestro pueblo se ha defendido con valor,con dignidad. Ha pasado peligros muy grandes, muy

Y nuestro país no ha estado luchando contra unenemigo pequeño: ha estado luchando contra un enemigopoderoso, el más poderoso país imperialista del mundo,que con toda su técnica, todo su dinero, todos sus recur-sos, hizo lo indecible por aplastar nuestra Revolución, yno por nacionalizar el cobre o el petróleo: sencillamentepor hacer una reforma agraria y porque aquellas tierraseran de empresas norteamericanas.

Ese tipo de lucha ha tenido que seguir nuestropaís. Y nosotros teníamos que defender a nuestro pueblo,a nuestros obreros, a nuestros estudiantes, a nuestros tra-bajadores, a nuestra patria, contra aquel tipo de traidores,que desde el exterior, mandados por el exterior, organiza-dos desde el exterior, realizaban todo este tipo de fechoríascontra nuestro pueblo.

Era el más elemental deber ajustar cuentas con ta-les criminales, y no hacerlo habría sido una cobardía, nohacerlo habría sido una responsabilidad muy grande. Poreso, no eran obreros masacrados, campesinos masacrados,como lo hemos visto tantas veces en los pueblos. Los quecontaron tales historias de los fusilamientos, no dicen unasola palabra de las fechorías que cometen por el mundo,de los cientos, de los cientos de miles de toneladas debombas lanzadas contra un pequeño pueblo como Viet-nam, de la matanza de My Lai. ¿ Qué se sabe de los cientosde miles, millones de mujeres y niños asesinados en laguerra contra un pueblo pequeño, por el país mas indus-trializado del mundo, que ha lanzado sobre esa pequeñanación dos veces más bombas que las que se lanzaron enla Segunda Guerra Mundial? ¡Ah!, de eso no habla la reac-ción, de eso no hablan los fascistas, de eso no hablan losaliados del imperialismo. Y pretenden erigir en mártiresprácticamente a los canallas que contra -nuestro pueblocometieron tales fechorías.

Y por eso digo hoy que nuestro deber se cumple yse cumplirá. Nuestro pueblo se ha defendido con valor,con dignidad. Ha pasado peligros muy grandes, muy

Y nuestro país no ha estado luchando contra unenemigo pequeño: ha estado luchando contra un enemigopoderoso, el más poderoso país imperialista del mundo,que con toda su técnica, todo su dinero, todos sus recur-sos, hizo lo indecible por aplastar nuestra Revolución, yno por nacionalizar el cobre o el petróleo: sencillamentepor hacer una reforma agraria y porque aquellas tierraseran de empresas norteamericanas.

Ese tipo de lucha ha tenido que seguir nuestropaís. Y nosotros teníamos que defender a nuestro pueblo,a nuestros obreros, a nuestros estudiantes, a nuestros tra-bajadores, a nuestra patria, contra aquel tipo de traidores,que desde el exterior, mandados por el exterior, organiza-dos desde el exterior, realizaban todo este tipo de fechoríascontra nuestro pueblo.

Era el más elemental deber ajustar cuentas con ta-les criminales, y no hacerlo habría sido una cobardía, nohacerlo habría sido una responsabilidad muy grande. Poreso, no eran obreros masacrados, campesinos masacrados,como lo hemos visto tantas veces en los pueblos. Los quecontaron tales historias de los fusilamientos, no dicen unasola palabra de las fechorías que cometen por el mundo,de los cientos, de los cientos de miles de toneladas debombas lanzadas contra un pequeño pueblo como Viet-nam, de la matanza de My Lai. ¿ Qué se sabe de los cientosde miles, millones de mujeres y niños asesinados en laguerra contra un pueblo pequeño, por el país mas indus-trializado del mundo, que ha lanzado sobre esa pequeñanación dos veces más bombas que las que se lanzaron enla Segunda Guerra Mundial? ¡Ah!, de eso no habla la reac-ción, de eso no hablan los fascistas, de eso no hablan losaliados del imperialismo. Y pretenden erigir en mártiresprácticamente a los canallas que contra -nuestro pueblocometieron tales fechorías.

Y por eso digo hoy que nuestro deber se cumple yse cumplirá. Nuestro pueblo se ha defendido con valor,con dignidad. Ha pasado peligros muy grandes, muy

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grandes; no sólo invasiones mercenarias, sino que en de-terminado momento nuestro país estuvo amenazado pordecenas de cohetes nucleares. Y yo pregunto ¿ qué país pe-queño como el nuestro se ha visto en situación tan difícil,como la que se vio en la Crisis de Octubre? Y nuestro país,puedo decirlo aquí, no estaba dispuesto a ceder un ápice,no cedió un ápice. Puedo decir más: el 26de octubre nues-tras baterías-antiaéreas abrieron fuego contra los avionesyanquis que en vuelo rasante estaban volando sobre nues-tro territorio, en plena Crisis. Y puedo decirles algo más,para que se tenga una idea de la dignidad de nuestro pue-blo: que no hubo un solo cubano que vacilara, no huboun solo cubano que temblara, porque las motivaciones denuestro pueblo han sido muy profundas, la defensa de sucausa ha sido algo muy sentida. Y ese pueblo tiene tal sen-tido de la dignidad y de la justicia que habría estado dis-puesto a morir, a desaparecer de la faz de la tierra. Y lospueblos solo llegan a tales determinaciones cuando de-fienden realmente una causa justa, cuando defienden real-mente la patria, cuando tienen motivaciones profundas.Ese pueblo, y con ese pueblo, nosotros, los dirigentes, nosresponsabilizamos por las medidas de justicia revolucio-naria que se han tomado, y de lo que pudiéramos lamen-tarnos realmente es de que hayan quedado en el mundotantos criminales y tantos asesinos sin recibir la sanciónejemplar que se merecían.

Esa es nuestra posición y seguirá siendo nuestraposición. Pero muy lejos de albergar en el sentimiento deese pueblo actitudes crueles. Es preciso que se sepa que ennuestro país, enfrentándose a tales organizaciones de laCIA, nunca se ha torturado a un hombre, ¡ nunca! Peropor eso mismo se han desarrollado la inteligencia, la capa-cidad y la moral de los hombres que combaten al enemi-go. Nosotros nos apoyamos en las masas. Tenemos el pue-blo unido, las masas organizadas, y en nuestro país no sepuede mover ni una hormiga contrarrevolucionaria; y loque hagan lo sabemos. Y por eso siempre tenemos laspruebas en la mano, los argumentos, las razones. Pero ja-

grandes; no sólo invasiones mercenarias, sino que en de-terminado momento nuestro país estuvo amenazado pordecenas de cohetes nucleares. Y yo pregunto ¿ qué país pe-queño como el nuestro se ha visto en situación tan difícil,como la que se vio en la Crisis de Octubre? Y nuestro país,puedo decirlo aquí, no estaba dispuesto a ceder un ápice,no cedió un ápice. Puedo decir más: el 26de octubre nues-tras baterías-antiaéreas abrieron fuego contra los avionesyanquis que en vuelo rasante estaban volando sobre nues-tro territorio, en plena Crisis. Y puedo decirles algo más,para que se tenga una idea de la dignidad de nuestro pue-blo: que no hubo un solo cubano que vacilara, no huboun solo cubano que temblara, porque las motivaciones denuestro pueblo han sido muy profundas, la defensa de sucausa ha sido algo muy sentida. Y ese pueblo tiene tal sen-tido de la dignidad y de la justicia que habría estado dis-puesto a morir, a desaparecer de la faz de la tierra. Y lospueblos solo llegan a tales determinaciones cuando de-fienden realmente una causa justa, cuando defienden real-mente la patria, cuando tienen motivaciones profundas.Ese pueblo, y con ese pueblo, nosotros, los dirigentes, nosresponsabilizamos por las medidas de justicia revolucio-naria que se han tomado, y de lo que pudiéramos lamen-tarnos realmente es de que hayan quedado en el mundotantos criminales y tantos asesinos sin recibir la sanciónejemplar que se merecían.

Esa es nuestra posición y seguirá siendo nuestraposición. Pero muy lejos de albergar en el sentimiento deese pueblo actitudes crueles. Es preciso que se sepa que ennuestro país, enfrentándose a tales organizaciones de laCIA, nunca se ha torturado a un hombre, ¡ nunca! Peropor eso mismo se han desarrollado la inteligencia, la capa-cidad y la moral de los hombres que combaten al enemi-go. Nosotros nos apoyamos en las masas. Tenemos el pue-blo unido, las masas organizadas, y en nuestro país no sepuede mover ni una hormiga contrarrevolucionaria; y loque hagan lo sabemos. Y por eso siempre tenemos laspruebas en la mano, los argumentos, las razones. Pero ja-

grandes; no sólo invasiones mercenarias, sino que en de-terminado momento nuestro país estuvo amenazado pordecenas de cohetes nucleares. Y yo pregunto ¿ qué país pe-queño como el nuestro se ha visto en situación tan difícil,como la que se vio en la Crisis de Octubre? Y nuestro país,puedo decirlo aquí, no estaba dispuesto a ceder un ápice,no cedió un ápice. Puedo decir más: el 26de octubre nues-tras baterías-antiaéreas abrieron fuego contra los avionesyanquis que en vuelo rasante estaban volando sobre nues-tro territorio, en plena Crisis. Y puedo decirles algo más,para que se tenga una idea de la dignidad de nuestro pue-blo: que no hubo un solo cubano que vacilara, no huboun solo cubano que temblara, porque las motivaciones denuestro pueblo han sido muy profundas, la defensa de sucausa ha sido algo muy sentida. Y ese pueblo tiene tal sen-tido de la dignidad y de la justicia que habría estado dis-puesto a morir, a desaparecer de la faz de la tierra. Y lospueblos solo llegan a tales determinaciones cuando de-fienden realmente una causa justa, cuando defienden real-mente la patria, cuando tienen motivaciones profundas.Ese pueblo, y con ese pueblo, nosotros, los dirigentes, nosresponsabilizamos por las medidas de justicia revolucio-naria que se han tomado, y de lo que pudiéramos lamen-tarnos realmente es de que hayan quedado en el mundotantos criminales y tantos asesinos sin recibir la sanciónejemplar que se merecían.

Esa es nuestra posición y seguirá siendo nuestraposición. Pero muy lejos de albergar en el sentimiento deese pueblo actitudes crueles. Es preciso que se sepa que ennuestro país, enfrentándose a tales organizaciones de laCIA, nunca se ha torturado a un hombre, ¡ nunca! Peropor eso mismo se han desarrollado la inteligencia, la capa-cidad y la moral de los hombres que combaten al enemi-go. Nosotros nos apoyamos en las masas. Tenemos el pue-blo unido, las masas organizadas, y en nuestro país no sepuede mover ni una hormiga contrarrevolucionaria; y loque hagan lo sabemos. Y por eso siempre tenemos laspruebas en la mano, los argumentos, las razones. Pero ja-

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más en nuestro país se ha torturado a un hombre. Ennuestro país se aplican las leyes acordadas por el GobiernoRevolucionario y mediante el Tribunal Revolucionario, nose asesina a nadie y además no se tortura a nadie, no sepone jamás la mano sobre un hombre. Porque una de lascosas que aprendimos en la lucha revolucionaria a detes-tar, a repudiar, fueron las torturas, las cobardías. El re-cuerdo de miles y miles de revolucionarios torturados delas maneras más atroces, creó en nuestro pueblo una con-ciencia tremenda contra tales actos inhumanos, contra ta-les actos cobardes.

De Cuba se ha dicho muchas cosas. Entre otras, elfamoso problema de las intervenciones. A nosotros nosexpulsaron del seno de la OEA sencillamente porque con-sideraron que el marxismo-leninismo era incompatiblecon la “democracia” de este continente; no fue la cuestiónde las supuestas intervenciones. Pero vamos a algo más, ycon toda la franqueza que nos ha caracterizado: nosotroshemos ayudado a los revolucionarios latinoamericanos,no lo hemos negado y lo hemos dicho. Ahora bien, vamosa analizar el problema moralmente. Estamos expulsadosde la OEA. ¿ Y Estados - Unidos por qué no fue expulsadode la OEA? Estados Unidos, que organizó en Nicaragua yGuatemala la invasión a Cuba.

Váyase a México y averígüese allí cuál ha sidonuestra conducta con relación a ese país. Porque cuandolos demás cumplen con nosotros las normas, nosotros lascumplimos con ellos; pero quienes no cumplen con noso-tros las normas internacionales, que no esperen que noso-tros las cumpIamos con ellos. Es una cuestión de elemen-tal sentido de justicia y de equidad. Y lo digo aquí, comolo be dicho siempre, porque nosotros en nuestras ideasnunca hemos andado con mentiras, ni con fariseísmos, nicon hipocresías, y la verdad siempre la hemos dicho, laverdad siempre la hemos expuesto clara y diáfanamente.Esa es la realidad sobre los temas que, por supuesto, sehan oído mucho.

más en nuestro país se ha torturado a un hombre. Ennuestro país se aplican las leyes acordadas por el GobiernoRevolucionario y mediante el Tribunal Revolucionario, nose asesina a nadie y además no se tortura a nadie, no sepone jamás la mano sobre un hombre. Porque una de lascosas que aprendimos en la lucha revolucionaria a detes-tar, a repudiar, fueron las torturas, las cobardías. El re-cuerdo de miles y miles de revolucionarios torturados delas maneras más atroces, creó en nuestro pueblo una con-ciencia tremenda contra tales actos inhumanos, contra ta-les actos cobardes.

De Cuba se ha dicho muchas cosas. Entre otras, elfamoso problema de las intervenciones. A nosotros nosexpulsaron del seno de la OEA sencillamente porque con-sideraron que el marxismo-leninismo era incompatiblecon la “democracia” de este continente; no fue la cuestiónde las supuestas intervenciones. Pero vamos a algo más, ycon toda la franqueza que nos ha caracterizado: nosotroshemos ayudado a los revolucionarios latinoamericanos,no lo hemos negado y lo hemos dicho. Ahora bien, vamosa analizar el problema moralmente. Estamos expulsadosde la OEA. ¿ Y Estados - Unidos por qué no fue expulsadode la OEA? Estados Unidos, que organizó en Nicaragua yGuatemala la invasión a Cuba.

Váyase a México y averígüese allí cuál ha sidonuestra conducta con relación a ese país. Porque cuandolos demás cumplen con nosotros las normas, nosotros lascumplimos con ellos; pero quienes no cumplen con noso-tros las normas internacionales, que no esperen que noso-tros las cumpIamos con ellos. Es una cuestión de elemen-tal sentido de justicia y de equidad. Y lo digo aquí, comolo be dicho siempre, porque nosotros en nuestras ideasnunca hemos andado con mentiras, ni con fariseísmos, nicon hipocresías, y la verdad siempre la hemos dicho, laverdad siempre la hemos expuesto clara y diáfanamente.Esa es la realidad sobre los temas que, por supuesto, sehan oído mucho.

más en nuestro país se ha torturado a un hombre. Ennuestro país se aplican las leyes acordadas por el GobiernoRevolucionario y mediante el Tribunal Revolucionario, nose asesina a nadie y además no se tortura a nadie, no sepone jamás la mano sobre un hombre. Porque una de lascosas que aprendimos en la lucha revolucionaria a detes-tar, a repudiar, fueron las torturas, las cobardías. El re-cuerdo de miles y miles de revolucionarios torturados delas maneras más atroces, creó en nuestro pueblo una con-ciencia tremenda contra tales actos inhumanos, contra ta-les actos cobardes.

De Cuba se ha dicho muchas cosas. Entre otras, elfamoso problema de las intervenciones. A nosotros nosexpulsaron del seno de la OEA sencillamente porque con-sideraron que el marxismo-leninismo era incompatiblecon la “democracia” de este continente; no fue la cuestiónde las supuestas intervenciones. Pero vamos a algo más, ycon toda la franqueza que nos ha caracterizado: nosotroshemos ayudado a los revolucionarios latinoamericanos,no lo hemos negado y lo hemos dicho. Ahora bien, vamosa analizar el problema moralmente. Estamos expulsadosde la OEA. ¿ Y Estados - Unidos por qué no fue expulsadode la OEA? Estados Unidos, que organizó en Nicaragua yGuatemala la invasión a Cuba.

Váyase a México y averígüese allí cuál ha sidonuestra conducta con relación a ese país. Porque cuandolos demás cumplen con nosotros las normas, nosotros lascumplimos con ellos; pero quienes no cumplen con noso-tros las normas internacionales, que no esperen que noso-tros las cumpIamos con ellos. Es una cuestión de elemen-tal sentido de justicia y de equidad. Y lo digo aquí, comolo be dicho siempre, porque nosotros en nuestras ideasnunca hemos andado con mentiras, ni con fariseísmos, nicon hipocresías, y la verdad siempre la hemos dicho, laverdad siempre la hemos expuesto clara y diáfanamente.Esa es la realidad sobre los temas que, por supuesto, sehan oído mucho.

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¿ Pero qué moral hay, qué fundamento legal, quéfundamento filosófico? ¿ Quiénes han intervenido a quié-nes? ¿ Quiénes fueron los cómplices de las intervenciones?¿ Quiénes llevaron a los gobiernos latinoamericanos al ac-to cruel y duro de abandonar a un país pequeño solo fren-te al coloso del Norte? ¿ Qué país de América Latina se hayisto en la situación nuestra? Y cuando un pueblo está dis-puesto a morir, como ha estado dispuesto el cubano, ¿ quéle iban a pedir: contemplaciones, consideraciones y respe-to, para los que no tenían para nosotros la menor contem-plación, ni la menor consideración, ni el menor respeto?Esa sencillamente ha sido la política de Cuba; la defende-mos aquí hoy, mañana y siempre, y la historia nos dará larazón.

El Presidente recordaba algunos antecedentes delas luchas por la independencia. Recordaba las luchas deBolívar. Mientras él hablaba, nosotros recordábamosaquel famoso decreto de guerra a muerte, de guerra total,que llegaba tan lejos como para decir: “españoles, contadcon la muerte. Venezolanos, contad con la vida aunqueseáis culpables”. En aquella lucha dura, a muerte, por laindependencia, los próceres llegaron a mucho mas lejos:llegaron prácticamente a sancionar la nacionalidad; erauna lucha a muerte.

Cuando se lea la historia de nuestra guerra, denuestra guerra dura y difícil, porque nosotros iniciamosuna guerra con muy pocos recursos, con muy pocos hom-bres: desembarcamos con 82 personas en Cuba —haceprecisamente dos días se cumplieron 15 años—; fue di-suelta nuestra fuerza original y reducida a 7 hombres ar-mados, y con aquellos hombres proseguimos la lucha.Cuando desembarcamos, la correlación era de mil a unodel total de las fuerzas de Batista; cuando nos redujeron asiete hombres armados, era de diez mil a uno. Ni siquieraaquellas circunstancias nos desalentaron.

Pasamos por momentos muy difíciles. Poco a pocofuimos aprendiendo el arte de luchar, de combatir, de

¿ Pero qué moral hay, qué fundamento legal, quéfundamento filosófico? ¿ Quiénes han intervenido a quié-nes? ¿ Quiénes fueron los cómplices de las intervenciones?¿ Quiénes llevaron a los gobiernos latinoamericanos al ac-to cruel y duro de abandonar a un país pequeño solo fren-te al coloso del Norte? ¿ Qué país de América Latina se hayisto en la situación nuestra? Y cuando un pueblo está dis-puesto a morir, como ha estado dispuesto el cubano, ¿ quéle iban a pedir: contemplaciones, consideraciones y respe-to, para los que no tenían para nosotros la menor contem-plación, ni la menor consideración, ni el menor respeto?Esa sencillamente ha sido la política de Cuba; la defende-mos aquí hoy, mañana y siempre, y la historia nos dará larazón.

El Presidente recordaba algunos antecedentes delas luchas por la independencia. Recordaba las luchas deBolívar. Mientras él hablaba, nosotros recordábamosaquel famoso decreto de guerra a muerte, de guerra total,que llegaba tan lejos como para decir: “españoles, contadcon la muerte. Venezolanos, contad con la vida aunqueseáis culpables”. En aquella lucha dura, a muerte, por laindependencia, los próceres llegaron a mucho mas lejos:llegaron prácticamente a sancionar la nacionalidad; erauna lucha a muerte.

Cuando se lea la historia de nuestra guerra, denuestra guerra dura y difícil, porque nosotros iniciamosuna guerra con muy pocos recursos, con muy pocos hom-bres: desembarcamos con 82 personas en Cuba —haceprecisamente dos días se cumplieron 15 años—; fue di-suelta nuestra fuerza original y reducida a 7 hombres ar-mados, y con aquellos hombres proseguimos la lucha.Cuando desembarcamos, la correlación era de mil a unodel total de las fuerzas de Batista; cuando nos redujeron asiete hombres armados, era de diez mil a uno. Ni siquieraaquellas circunstancias nos desalentaron.

Pasamos por momentos muy difíciles. Poco a pocofuimos aprendiendo el arte de luchar, de combatir, de

¿ Pero qué moral hay, qué fundamento legal, quéfundamento filosófico? ¿ Quiénes han intervenido a quié-nes? ¿ Quiénes fueron los cómplices de las intervenciones?¿ Quiénes llevaron a los gobiernos latinoamericanos al ac-to cruel y duro de abandonar a un país pequeño solo fren-te al coloso del Norte? ¿ Qué país de América Latina se hayisto en la situación nuestra? Y cuando un pueblo está dis-puesto a morir, como ha estado dispuesto el cubano, ¿ quéle iban a pedir: contemplaciones, consideraciones y respe-to, para los que no tenían para nosotros la menor contem-plación, ni la menor consideración, ni el menor respeto?Esa sencillamente ha sido la política de Cuba; la defende-mos aquí hoy, mañana y siempre, y la historia nos dará larazón.

El Presidente recordaba algunos antecedentes delas luchas por la independencia. Recordaba las luchas deBolívar. Mientras él hablaba, nosotros recordábamosaquel famoso decreto de guerra a muerte, de guerra total,que llegaba tan lejos como para decir: “españoles, contadcon la muerte. Venezolanos, contad con la vida aunqueseáis culpables”. En aquella lucha dura, a muerte, por laindependencia, los próceres llegaron a mucho mas lejos:llegaron prácticamente a sancionar la nacionalidad; erauna lucha a muerte.

Cuando se lea la historia de nuestra guerra, denuestra guerra dura y difícil, porque nosotros iniciamosuna guerra con muy pocos recursos, con muy pocos hom-bres: desembarcamos con 82 personas en Cuba —haceprecisamente dos días se cumplieron 15 años—; fue di-suelta nuestra fuerza original y reducida a 7 hombres ar-mados, y con aquellos hombres proseguimos la lucha.Cuando desembarcamos, la correlación era de mil a unodel total de las fuerzas de Batista; cuando nos redujeron asiete hombres armados, era de diez mil a uno. Ni siquieraaquellas circunstancias nos desalentaron.

Pasamos por momentos muy difíciles. Poco a pocofuimos aprendiendo el arte de luchar, de combatir, de

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operar en situaciones de - mucha desventaja; fuimos desa-rrollando fuerza, fuimos desarrollando cuadros, fuimosdesarrollando la guerra. Fue una guerra que duró 25 me-ses en que se luchó incesantemente, siempre en una corre-lación de fuerzas muy desfavorable. Hubo momentos enque nuestro pequeño ejército se vio enfrentado a unaofensiva de 10 mil hombres contra 300, correlación defuerzas de 30 y tantos a uno, ofensiva que terminó en de-sastre para el adversario, que nos permitió a nosotros ar-marnos, llevar adelante la guerra, y terminarla cuando lacorrelación de fuerzas era de20a uno a favor del adversa-rio.

Que se hurgue en la historia de esa guerra y se verási hubo un solo prisionero maltratado. Y yo podría deciraquí, con una absoluta tranquilidad y seguridad, que laguerra más humana que se libró jamás fue nuestra guerra:el trato más humano que se dio jamás a ningún enemigofue el trato que nuestro ejército naciente se le dio a eseenemigo. Y nuestro pueblo se nutrió de esas tradiciones,se nutrió de ese espíritu de heroísmo por un lado, de eseestilo de justicia, de valor, por otro. Y así es como se haido escribiendo esa página.

Y decía muy bien el Presidente: ¿ cómo se sostieneese país? Y hay que preguntarlo. Un país que tenía altriunfo de la Revolución seis millones y medio de habitan-tes, seis millones y medio, y Estados Unidos tenía casi 200millones, un poderío económico ilimitado, poderío mili-tar ilimitado, político ilimitado, incluía en nuestro paíspor todos los medios, porque durante casi 50 años estuvoinculcando sus hábitos. ¿ Y cómo nuestro país se ha podi-do defender, y cómo ha podido resistir, cómo ha podidoimpedir que un país más estuviera allí como trinchera delimperialismo para cualquier agresión a otros pueblos deAmérica Latina?

Nuestro país ha constituido una trinchera, una de-fensa, un ejemplo, un aliento. Por algo se le ha calumnia-do tanto, por algo se ha mentido tanto. ¿Por quiénes y por

operar en situaciones de - mucha desventaja; fuimos desa-rrollando fuerza, fuimos desarrollando cuadros, fuimosdesarrollando la guerra. Fue una guerra que duró 25 me-ses en que se luchó incesantemente, siempre en una corre-lación de fuerzas muy desfavorable. Hubo momentos enque nuestro pequeño ejército se vio enfrentado a unaofensiva de 10 mil hombres contra 300, correlación defuerzas de 30 y tantos a uno, ofensiva que terminó en de-sastre para el adversario, que nos permitió a nosotros ar-marnos, llevar adelante la guerra, y terminarla cuando lacorrelación de fuerzas era de20a uno a favor del adversa-rio.

Que se hurgue en la historia de esa guerra y se verási hubo un solo prisionero maltratado. Y yo podría deciraquí, con una absoluta tranquilidad y seguridad, que laguerra más humana que se libró jamás fue nuestra guerra:el trato más humano que se dio jamás a ningún enemigofue el trato que nuestro ejército naciente se le dio a eseenemigo. Y nuestro pueblo se nutrió de esas tradiciones,se nutrió de ese espíritu de heroísmo por un lado, de eseestilo de justicia, de valor, por otro. Y así es como se haido escribiendo esa página.

Y decía muy bien el Presidente: ¿ cómo se sostieneese país? Y hay que preguntarlo. Un país que tenía altriunfo de la Revolución seis millones y medio de habitan-tes, seis millones y medio, y Estados Unidos tenía casi 200millones, un poderío económico ilimitado, poderío mili-tar ilimitado, político ilimitado, incluía en nuestro paíspor todos los medios, porque durante casi 50 años estuvoinculcando sus hábitos. ¿ Y cómo nuestro país se ha podi-do defender, y cómo ha podido resistir, cómo ha podidoimpedir que un país más estuviera allí como trinchera delimperialismo para cualquier agresión a otros pueblos deAmérica Latina?

Nuestro país ha constituido una trinchera, una de-fensa, un ejemplo, un aliento. Por algo se le ha calumnia-do tanto, por algo se ha mentido tanto. ¿Por quiénes y por

operar en situaciones de - mucha desventaja; fuimos desa-rrollando fuerza, fuimos desarrollando cuadros, fuimosdesarrollando la guerra. Fue una guerra que duró 25 me-ses en que se luchó incesantemente, siempre en una corre-lación de fuerzas muy desfavorable. Hubo momentos enque nuestro pequeño ejército se vio enfrentado a unaofensiva de 10 mil hombres contra 300, correlación defuerzas de 30 y tantos a uno, ofensiva que terminó en de-sastre para el adversario, que nos permitió a nosotros ar-marnos, llevar adelante la guerra, y terminarla cuando lacorrelación de fuerzas era de20a uno a favor del adversa-rio.

Que se hurgue en la historia de esa guerra y se verási hubo un solo prisionero maltratado. Y yo podría deciraquí, con una absoluta tranquilidad y seguridad, que laguerra más humana que se libró jamás fue nuestra guerra:el trato más humano que se dio jamás a ningún enemigofue el trato que nuestro ejército naciente se le dio a eseenemigo. Y nuestro pueblo se nutrió de esas tradiciones,se nutrió de ese espíritu de heroísmo por un lado, de eseestilo de justicia, de valor, por otro. Y así es como se haido escribiendo esa página.

Y decía muy bien el Presidente: ¿ cómo se sostieneese país? Y hay que preguntarlo. Un país que tenía altriunfo de la Revolución seis millones y medio de habitan-tes, seis millones y medio, y Estados Unidos tenía casi 200millones, un poderío económico ilimitado, poderío mili-tar ilimitado, político ilimitado, incluía en nuestro paíspor todos los medios, porque durante casi 50 años estuvoinculcando sus hábitos. ¿ Y cómo nuestro país se ha podi-do defender, y cómo ha podido resistir, cómo ha podidoimpedir que un país más estuviera allí como trinchera delimperialismo para cualquier agresión a otros pueblos deAmérica Latina?

Nuestro país ha constituido una trinchera, una de-fensa, un ejemplo, un aliento. Por algo se le ha calumnia-do tanto, por algo se ha mentido tanto. ¿Por quiénes y por

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qué medios? Por los que han mantenido este continenteen el atraso. Las trece colonias se unieron, después ocupa-ron Luisiana, Florida, después le arrebataron a México lamitad de su territorio, constituyeron una nación podero-sa, después intervinieron en cuantos países les vino en ga-na, tomaron el istmo de Panamá; a Cuba le impusieron laBase de Guantánamo y le impusieron la Enmienda Platt;de América Latina se apoderaron de sus recursos natura-les, de su cobre, de su hierro, de su petróleo, de todos susrecursos; mantuvieron a las naciones débiles y divididas.

Nosotros creemos que esta historia, de 150 años,nos enseña a una cosa: a tomar conciencia de las realida-des, a preguntarnos cuál será el porvenir de mañana. Ynosotros citamos un ejemplo, un ejemplo: Europa, la Eu-ropa de las guerras centenarias —en ningún çontinenteexistió más matanzas entre naciones que en Europa— yhoy Europa se une, establece vínculos económicos y buscavínculos políticos para poder sobrevivir. Inglaterra, la cu-na de la revolución industrial, otrora poderosa. Albíón,que inventó prácticamente el acero, que descubrió el usodel carbón, los altos hornos, la maquinaria moderna queproduce decenas de millones de toneladas de acero, y esepaís busca desesperadamente la unión económica con Eu-ropa y, por consiguiente, después, los vínculos políticospara poder sobrevivir.

Ahora nosotros nos preguntamos si Cuba, Ecua-dor, Chile, Perú, cualesquiera de nuestros pueblos, en lascondiciones actuales, con un abismo tecnológico que exis-te, con la pobreza acumulada... ¿Cuál es el porvenir denuestros pueblos? ¿Qué papel jugaremos el día de mañanaen medio de las grandes comunidades humanas? EstadosUnidos es una gran comunidad de más de 200 millones dehabitantes ya; Europa Occidental una gran comunidad;URSS y el campo socialista; China. Será un mundo degrandes comunidades. ¿Por qué, por ejemplo, esas grandescomunidades pueden marchar? Por el esfuerzo de unagran masa humana, porque para esas grandes colectivida-

qué medios? Por los que han mantenido este continenteen el atraso. Las trece colonias se unieron, después ocupa-ron Luisiana, Florida, después le arrebataron a México lamitad de su territorio, constituyeron una nación podero-sa, después intervinieron en cuantos países les vino en ga-na, tomaron el istmo de Panamá; a Cuba le impusieron laBase de Guantánamo y le impusieron la Enmienda Platt;de América Latina se apoderaron de sus recursos natura-les, de su cobre, de su hierro, de su petróleo, de todos susrecursos; mantuvieron a las naciones débiles y divididas.

Nosotros creemos que esta historia, de 150 años,nos enseña a una cosa: a tomar conciencia de las realida-des, a preguntarnos cuál será el porvenir de mañana. Ynosotros citamos un ejemplo, un ejemplo: Europa, la Eu-ropa de las guerras centenarias —en ningún çontinenteexistió más matanzas entre naciones que en Europa— yhoy Europa se une, establece vínculos económicos y buscavínculos políticos para poder sobrevivir. Inglaterra, la cu-na de la revolución industrial, otrora poderosa. Albíón,que inventó prácticamente el acero, que descubrió el usodel carbón, los altos hornos, la maquinaria moderna queproduce decenas de millones de toneladas de acero, y esepaís busca desesperadamente la unión económica con Eu-ropa y, por consiguiente, después, los vínculos políticospara poder sobrevivir.

Ahora nosotros nos preguntamos si Cuba, Ecua-dor, Chile, Perú, cualesquiera de nuestros pueblos, en lascondiciones actuales, con un abismo tecnológico que exis-te, con la pobreza acumulada... ¿Cuál es el porvenir denuestros pueblos? ¿Qué papel jugaremos el día de mañanaen medio de las grandes comunidades humanas? EstadosUnidos es una gran comunidad de más de 200 millones dehabitantes ya; Europa Occidental una gran comunidad;URSS y el campo socialista; China. Será un mundo degrandes comunidades. ¿Por qué, por ejemplo, esas grandescomunidades pueden marchar? Por el esfuerzo de unagran masa humana, porque para esas grandes colectivida-

qué medios? Por los que han mantenido este continenteen el atraso. Las trece colonias se unieron, después ocupa-ron Luisiana, Florida, después le arrebataron a México lamitad de su territorio, constituyeron una nación podero-sa, después intervinieron en cuantos países les vino en ga-na, tomaron el istmo de Panamá; a Cuba le impusieron laBase de Guantánamo y le impusieron la Enmienda Platt;de América Latina se apoderaron de sus recursos natura-les, de su cobre, de su hierro, de su petróleo, de todos susrecursos; mantuvieron a las naciones débiles y divididas.

Nosotros creemos que esta historia, de 150 años,nos enseña a una cosa: a tomar conciencia de las realida-des, a preguntarnos cuál será el porvenir de mañana. Ynosotros citamos un ejemplo, un ejemplo: Europa, la Eu-ropa de las guerras centenarias —en ningún çontinenteexistió más matanzas entre naciones que en Europa— yhoy Europa se une, establece vínculos económicos y buscavínculos políticos para poder sobrevivir. Inglaterra, la cu-na de la revolución industrial, otrora poderosa. Albíón,que inventó prácticamente el acero, que descubrió el usodel carbón, los altos hornos, la maquinaria moderna queproduce decenas de millones de toneladas de acero, y esepaís busca desesperadamente la unión económica con Eu-ropa y, por consiguiente, después, los vínculos políticospara poder sobrevivir.

Ahora nosotros nos preguntamos si Cuba, Ecua-dor, Chile, Perú, cualesquiera de nuestros pueblos, en lascondiciones actuales, con un abismo tecnológico que exis-te, con la pobreza acumulada... ¿Cuál es el porvenir denuestros pueblos? ¿Qué papel jugaremos el día de mañanaen medio de las grandes comunidades humanas? EstadosUnidos es una gran comunidad de más de 200 millones dehabitantes ya; Europa Occidental una gran comunidad;URSS y el campo socialista; China. Será un mundo degrandes comunidades. ¿Por qué, por ejemplo, esas grandescomunidades pueden marchar? Por el esfuerzo de unagran masa humana, porque para esas grandes colectivida-

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des humanas no hay industria, no hay escala cuyo desafíono puedan aceptar en cualquier orden. De manera que lospropios mercados internos, las posibilidades de desarrolloson ilimitadas.

Los hombres de armas saben hoy qué son las ar-mas modernas, cuánto cuestan, qué complejas son. Cual-quier sistema de armamento, de tierra o de aire o de arti-llería antiaérea, el armamento a reacción, los equipos to-dos constituidos por sistemas de radares y sistemas elec-trónicos de dirección de fuego; saben que virtualmente laguerra futura se libraría prácticamente con maquinas, sis-temas costosísimos. Sabemos en el mundo moderno de al-gunas potencias que han desarrollado el arma nuclear.

Quiero que se considere cuál es la diferencia entreun país que posee arma nuclear y el que no la posee. Y ve-rán que es mucho más grande que aquella diferencia quehabía entre los españoles que conquistaron este continen-te con arcabuces y con culebrinas y con ballestas y las po-blaciones aborígenes que se defendían con palos, con pie-dras, con lanzas y con flechas; porque entre el arcabuz y laflecha, entre el arcabuz y la maza, hay infinitamente me-nos diferencia que la que hay entre el armamento nucleary las armas convencionales.

Afortunadamente hay ya una opinión mundial quepesa en la humanidad de hoy. De lo contrario, en Vietnamhabríamos visto posiblemente usada el arma nuclear tácti-ca. Mas no sólo la opinión mundial —porque los agreso-res, los guerreristas siempre han desafiado la opiniónmundial—: existe una correlación de fuerzas en el mundode hoy, en que tales crímenes de genocidio no se puedencometer tan impunemente.

Ahora nuestros pueblos, que tienen tantas cosas encomún, de idiomas; nuestros pueblos, cuyos libertadoresconcibieron. no como un continente balcanizado, sino co-mo un çontinente unido —y fueron los sueños de Bolívar,de San Martín, de Sucre, de O’Higgins, de Morelos, de Hi-

des humanas no hay industria, no hay escala cuyo desafíono puedan aceptar en cualquier orden. De manera que lospropios mercados internos, las posibilidades de desarrolloson ilimitadas.

Los hombres de armas saben hoy qué son las ar-mas modernas, cuánto cuestan, qué complejas son. Cual-quier sistema de armamento, de tierra o de aire o de arti-llería antiaérea, el armamento a reacción, los equipos to-dos constituidos por sistemas de radares y sistemas elec-trónicos de dirección de fuego; saben que virtualmente laguerra futura se libraría prácticamente con maquinas, sis-temas costosísimos. Sabemos en el mundo moderno de al-gunas potencias que han desarrollado el arma nuclear.

Quiero que se considere cuál es la diferencia entreun país que posee arma nuclear y el que no la posee. Y ve-rán que es mucho más grande que aquella diferencia quehabía entre los españoles que conquistaron este continen-te con arcabuces y con culebrinas y con ballestas y las po-blaciones aborígenes que se defendían con palos, con pie-dras, con lanzas y con flechas; porque entre el arcabuz y laflecha, entre el arcabuz y la maza, hay infinitamente me-nos diferencia que la que hay entre el armamento nucleary las armas convencionales.

Afortunadamente hay ya una opinión mundial quepesa en la humanidad de hoy. De lo contrario, en Vietnamhabríamos visto posiblemente usada el arma nuclear tácti-ca. Mas no sólo la opinión mundial —porque los agreso-res, los guerreristas siempre han desafiado la opiniónmundial—: existe una correlación de fuerzas en el mundode hoy, en que tales crímenes de genocidio no se puedencometer tan impunemente.

Ahora nuestros pueblos, que tienen tantas cosas encomún, de idiomas; nuestros pueblos, cuyos libertadoresconcibieron. no como un continente balcanizado, sino co-mo un çontinente unido —y fueron los sueños de Bolívar,de San Martín, de Sucre, de O’Higgins, de Morelos, de Hi-

des humanas no hay industria, no hay escala cuyo desafíono puedan aceptar en cualquier orden. De manera que lospropios mercados internos, las posibilidades de desarrolloson ilimitadas.

Los hombres de armas saben hoy qué son las ar-mas modernas, cuánto cuestan, qué complejas son. Cual-quier sistema de armamento, de tierra o de aire o de arti-llería antiaérea, el armamento a reacción, los equipos to-dos constituidos por sistemas de radares y sistemas elec-trónicos de dirección de fuego; saben que virtualmente laguerra futura se libraría prácticamente con maquinas, sis-temas costosísimos. Sabemos en el mundo moderno de al-gunas potencias que han desarrollado el arma nuclear.

Quiero que se considere cuál es la diferencia entreun país que posee arma nuclear y el que no la posee. Y ve-rán que es mucho más grande que aquella diferencia quehabía entre los españoles que conquistaron este continen-te con arcabuces y con culebrinas y con ballestas y las po-blaciones aborígenes que se defendían con palos, con pie-dras, con lanzas y con flechas; porque entre el arcabuz y laflecha, entre el arcabuz y la maza, hay infinitamente me-nos diferencia que la que hay entre el armamento nucleary las armas convencionales.

Afortunadamente hay ya una opinión mundial quepesa en la humanidad de hoy. De lo contrario, en Vietnamhabríamos visto posiblemente usada el arma nuclear tácti-ca. Mas no sólo la opinión mundial —porque los agreso-res, los guerreristas siempre han desafiado la opiniónmundial—: existe una correlación de fuerzas en el mundode hoy, en que tales crímenes de genocidio no se puedencometer tan impunemente.

Ahora nuestros pueblos, que tienen tantas cosas encomún, de idiomas; nuestros pueblos, cuyos libertadoresconcibieron. no como un continente balcanizado, sino co-mo un çontinente unido —y fueron los sueños de Bolívar,de San Martín, de Sucre, de O’Higgins, de Morelos, de Hi-

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dalgo, de todos—, ¿ cómo están? ¿ Cómo los mantienen?No sólo divididos como pueblos, sino en el interior dividi-dos en mil fragmentos.

¿ Para qué ha servido toda esa política colonial, to-da esa política pasada? ¿Para qué han servido todos esosanacrónicos instrumentos del Estado? ¿ Para qué han ser-vido? ¿Para qué han servido los Parlamentos? ¿Para quéhan servido las supuestas libertades burguesas de prensa?Que, como nosotros decíamos hoy a un periodista: ¿quélibertad es esa? ¿Cuántas personas en el campo saben leery escribir? Un 50 por ciento, un 51 por ciento. ¿Y cuántasno saben? Un 49 por ciento. ¿Qué libertad de prensa tie-nen? Háblenme si se quiere de libertad de propiedad sobrelos medios masivos de divulgación, pero no de libertad deexpresión de pensamiento.

Yo decía: en nuestro pueblo, la prensa y los mediosmasivos de divulgación tienen un propietario, que es elpueblo, y están al servicio del pueblo. Esa es la realidad denuestra prensa hoy y el control de nuestros medios masi-vos de divulgación.

Ustedes saben los crímenes que se cometen; las pe-lículas que vienen de sociedades desarrolladas, que traen alos pueblos las ansias de consumo, sus deformaciones, susfrustraciones; los programas muchas veces de televisión,que se meten en cualquier hogar, a cualquier hora, sin te-ner en cuenta la edad del niño o de la niña o la situaciónde la familia. No existen siquiera programas infantilesporque todo está inspirado en el mercantilismo.

Han visto ustedes cuánta propaganda mercantilistapara crear en el hombre la ansiedad y la angustia del con-sumo —ansiedad por consumir y angustia de no poderlocomprar—, anunciándole al pobre hombre limosnero, alque anda descalzo, al que gana un sueldo mísero: compreun automóvil, compre esto, compre lo otro. Y ese hombreestá sometido día y noche a todo esto.

dalgo, de todos—, ¿ cómo están? ¿ Cómo los mantienen?No sólo divididos como pueblos, sino en el interior dividi-dos en mil fragmentos.

¿ Para qué ha servido toda esa política colonial, to-da esa política pasada? ¿Para qué han servido todos esosanacrónicos instrumentos del Estado? ¿ Para qué han ser-vido? ¿Para qué han servido los Parlamentos? ¿Para quéhan servido las supuestas libertades burguesas de prensa?Que, como nosotros decíamos hoy a un periodista: ¿quélibertad es esa? ¿Cuántas personas en el campo saben leery escribir? Un 50 por ciento, un 51 por ciento. ¿Y cuántasno saben? Un 49 por ciento. ¿Qué libertad de prensa tie-nen? Háblenme si se quiere de libertad de propiedad sobrelos medios masivos de divulgación, pero no de libertad deexpresión de pensamiento.

Yo decía: en nuestro pueblo, la prensa y los mediosmasivos de divulgación tienen un propietario, que es elpueblo, y están al servicio del pueblo. Esa es la realidad denuestra prensa hoy y el control de nuestros medios masi-vos de divulgación.

Ustedes saben los crímenes que se cometen; las pe-lículas que vienen de sociedades desarrolladas, que traen alos pueblos las ansias de consumo, sus deformaciones, susfrustraciones; los programas muchas veces de televisión,que se meten en cualquier hogar, a cualquier hora, sin te-ner en cuenta la edad del niño o de la niña o la situaciónde la familia. No existen siquiera programas infantilesporque todo está inspirado en el mercantilismo.

Han visto ustedes cuánta propaganda mercantilistapara crear en el hombre la ansiedad y la angustia del con-sumo —ansiedad por consumir y angustia de no poderlocomprar—, anunciándole al pobre hombre limosnero, alque anda descalzo, al que gana un sueldo mísero: compreun automóvil, compre esto, compre lo otro. Y ese hombreestá sometido día y noche a todo esto.

dalgo, de todos—, ¿ cómo están? ¿ Cómo los mantienen?No sólo divididos como pueblos, sino en el interior dividi-dos en mil fragmentos.

¿ Para qué ha servido toda esa política colonial, to-da esa política pasada? ¿Para qué han servido todos esosanacrónicos instrumentos del Estado? ¿ Para qué han ser-vido? ¿Para qué han servido los Parlamentos? ¿Para quéhan servido las supuestas libertades burguesas de prensa?Que, como nosotros decíamos hoy a un periodista: ¿quélibertad es esa? ¿Cuántas personas en el campo saben leery escribir? Un 50 por ciento, un 51 por ciento. ¿Y cuántasno saben? Un 49 por ciento. ¿Qué libertad de prensa tie-nen? Háblenme si se quiere de libertad de propiedad sobrelos medios masivos de divulgación, pero no de libertad deexpresión de pensamiento.

Yo decía: en nuestro pueblo, la prensa y los mediosmasivos de divulgación tienen un propietario, que es elpueblo, y están al servicio del pueblo. Esa es la realidad denuestra prensa hoy y el control de nuestros medios masi-vos de divulgación.

Ustedes saben los crímenes que se cometen; las pe-lículas que vienen de sociedades desarrolladas, que traen alos pueblos las ansias de consumo, sus deformaciones, susfrustraciones; los programas muchas veces de televisión,que se meten en cualquier hogar, a cualquier hora, sin te-ner en cuenta la edad del niño o de la niña o la situaciónde la familia. No existen siquiera programas infantilesporque todo está inspirado en el mercantilismo.

Han visto ustedes cuánta propaganda mercantilistapara crear en el hombre la ansiedad y la angustia del con-sumo —ansiedad por consumir y angustia de no poderlocomprar—, anunciándole al pobre hombre limosnero, alque anda descalzo, al que gana un sueldo mísero: compreun automóvil, compre esto, compre lo otro. Y ese hombreestá sometido día y noche a todo esto.

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Observen ustedes los datos sobre el promedio devida de nuestros pueblos, obsérvese cuántos niños muerenen el primer año de edad en muchos pueblos de AméricaLatina, qué tremendos porcentajes. Súmenlos y verán queen este continente mueren en el primer año, por falta denutrición, de asistencia médica y de atención, más de unmillón de niños, ¡más de un millón! Y eso sí es crimen. Deeso es de lo que hay que hablar y no de la justicia revolu-cionaria que pretende castigar a los que, por defender eso,asesinan y matan sin piedad. Asesinos despiadados son losresponsables de las muertes de ese millón de niños ennuestros pueblos. Asesinos despiadados son los responsa-bles de las pérdidas de tantas vidas humanas. Asesinosdespiadados son los que reducen la vida del hombre a lamitad; porque cuando se compara el promedio de vida delpaís desarrollado, es de 60, 70, y en los otros, 30, 35, 40.Esos sí son sanguinarios. Esos sí son asesinos. Esos si sondesalmados. Y no los hombres que en este mundo quierenun poco de justicia; no los hombres que en este mundo lu-chan para eso; no los hombres que en este mundo aspirana una humanidad mejor, aspiran a un lugar para nuestrospueblos, no sólo como pueblos individuales, sino comoconjuntos de pueblos hermanos. Este es el objetivo de to-do revolucionario.

No sabemos si nuestra generación lo hará, pero al-guna generación tendrá que hacerlo. Alguna generacióntendrá que vivir en ese mundo. Porque ya hoy no es unsueño. Si en la época de Bolívar se podía decir un sueño,una aspiración, hoy hay que decir necesidad insoslayablesi queremos tener un lugar en el mundo.

La técnica moderna requiere enormes centros deinvestigación, enormes recursos en todos los campos parala lucha contra las enfermedades, y el cáncer, la lucha porla conquista del espacio, la lucha por la conquista por losrecursos naturales, y la transformación de la naturaleza, lalucha por las tecnologías más modernas, la lucha por nue-vas fuentes de energía y el empleo de la energía nuclear en

Observen ustedes los datos sobre el promedio devida de nuestros pueblos, obsérvese cuántos niños muerenen el primer año de edad en muchos pueblos de AméricaLatina, qué tremendos porcentajes. Súmenlos y verán queen este continente mueren en el primer año, por falta denutrición, de asistencia médica y de atención, más de unmillón de niños, ¡más de un millón! Y eso sí es crimen. Deeso es de lo que hay que hablar y no de la justicia revolu-cionaria que pretende castigar a los que, por defender eso,asesinan y matan sin piedad. Asesinos despiadados son losresponsables de las muertes de ese millón de niños ennuestros pueblos. Asesinos despiadados son los responsa-bles de las pérdidas de tantas vidas humanas. Asesinosdespiadados son los que reducen la vida del hombre a lamitad; porque cuando se compara el promedio de vida delpaís desarrollado, es de 60, 70, y en los otros, 30, 35, 40.Esos sí son sanguinarios. Esos sí son asesinos. Esos si sondesalmados. Y no los hombres que en este mundo quierenun poco de justicia; no los hombres que en este mundo lu-chan para eso; no los hombres que en este mundo aspirana una humanidad mejor, aspiran a un lugar para nuestrospueblos, no sólo como pueblos individuales, sino comoconjuntos de pueblos hermanos. Este es el objetivo de to-do revolucionario.

No sabemos si nuestra generación lo hará, pero al-guna generación tendrá que hacerlo. Alguna generacióntendrá que vivir en ese mundo. Porque ya hoy no es unsueño. Si en la época de Bolívar se podía decir un sueño,una aspiración, hoy hay que decir necesidad insoslayablesi queremos tener un lugar en el mundo.

La técnica moderna requiere enormes centros deinvestigación, enormes recursos en todos los campos parala lucha contra las enfermedades, y el cáncer, la lucha porla conquista del espacio, la lucha por la conquista por losrecursos naturales, y la transformación de la naturaleza, lalucha por las tecnologías más modernas, la lucha por nue-vas fuentes de energía y el empleo de la energía nuclear en

Observen ustedes los datos sobre el promedio devida de nuestros pueblos, obsérvese cuántos niños muerenen el primer año de edad en muchos pueblos de AméricaLatina, qué tremendos porcentajes. Súmenlos y verán queen este continente mueren en el primer año, por falta denutrición, de asistencia médica y de atención, más de unmillón de niños, ¡más de un millón! Y eso sí es crimen. Deeso es de lo que hay que hablar y no de la justicia revolu-cionaria que pretende castigar a los que, por defender eso,asesinan y matan sin piedad. Asesinos despiadados son losresponsables de las muertes de ese millón de niños ennuestros pueblos. Asesinos despiadados son los responsa-bles de las pérdidas de tantas vidas humanas. Asesinosdespiadados son los que reducen la vida del hombre a lamitad; porque cuando se compara el promedio de vida delpaís desarrollado, es de 60, 70, y en los otros, 30, 35, 40.Esos sí son sanguinarios. Esos sí son asesinos. Esos si sondesalmados. Y no los hombres que en este mundo quierenun poco de justicia; no los hombres que en este mundo lu-chan para eso; no los hombres que en este mundo aspirana una humanidad mejor, aspiran a un lugar para nuestrospueblos, no sólo como pueblos individuales, sino comoconjuntos de pueblos hermanos. Este es el objetivo de to-do revolucionario.

No sabemos si nuestra generación lo hará, pero al-guna generación tendrá que hacerlo. Alguna generacióntendrá que vivir en ese mundo. Porque ya hoy no es unsueño. Si en la época de Bolívar se podía decir un sueño,una aspiración, hoy hay que decir necesidad insoslayablesi queremos tener un lugar en el mundo.

La técnica moderna requiere enormes centros deinvestigación, enormes recursos en todos los campos parala lucha contra las enfermedades, y el cáncer, la lucha porla conquista del espacio, la lucha por la conquista por losrecursos naturales, y la transformación de la naturaleza, lalucha por las tecnologías más modernas, la lucha por nue-vas fuentes de energía y el empleo de la energía nuclear en

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actividades pacíficas. ¿Qué lugar ocupan nuestros pueblosy qué lugar van a ocupar en el mundo del mañana, si loscerebros nos los roban, nos los sustraen, nos los comprany se los llevan? Las mejores inteligencias que da este conti-nente se las llevan, las inteligencias en el orden técnico enel orden científico. ¿Y cómo nos defendemos ¿Qué sistemadefienden?

En el interior de nuestros países, balcanizados conrespecto al continente y balcanizados dentro, divididos enmil fracciones, haciendo un uso criminal de los mediosmasivos de divulgación, corrompiendo, deformando, de-bilitando a los pueblos... Y nosotros podemos decirles conplena autoridad a cualquier hombre de armas, a cualquiermilitar, en caso de un combate, ellos saben que lo que de-cide es el hombre: que aún en condiciones difíciles, elhombre es el que decide el combate. Y el hombre no es unanimal, es un ser moral. Y su conducta, su altruismo sudesprendimiento, su disposición al sacrificio, dependen delas motivaciones.

Se habla de patria, pero no es lo mismo la patriadel millonario que la del pordiosero, la del rico terrate-niente que la del campesino sin tierra, la de la señoronaque tiene muchas joyas que la de la infeliz mujer qué tieneque vender su cuerpo para poder vivir.

Llegue la hora de la lucha, llegue la hora de la de-fensa de la patria, búsquese un pueblo unido para defen-derla. Dígasenos si la sociedad de ciases y de explotaciónpodrá ser defendida.

Qué es lo que nos hace fuertes. Porque incluso, silos imperialistas intentan destruirnos, dentro no pueden,porque no tienen los órganos de divulgación de masas enmanos de una oligarquía a su servicio, no tienen los ins-trumentos de movilización contra la Revolución. Se en-cuentran un pueblo organizado, todos los obreros una so-la fuerza, todos los estudiantes una sola fuerza, todas lasmujeres una sola fuerza, todos los campesinos una sola

actividades pacíficas. ¿Qué lugar ocupan nuestros pueblosy qué lugar van a ocupar en el mundo del mañana, si loscerebros nos los roban, nos los sustraen, nos los comprany se los llevan? Las mejores inteligencias que da este conti-nente se las llevan, las inteligencias en el orden técnico enel orden científico. ¿Y cómo nos defendemos ¿Qué sistemadefienden?

En el interior de nuestros países, balcanizados conrespecto al continente y balcanizados dentro, divididos enmil fracciones, haciendo un uso criminal de los mediosmasivos de divulgación, corrompiendo, deformando, de-bilitando a los pueblos... Y nosotros podemos decirles conplena autoridad a cualquier hombre de armas, a cualquiermilitar, en caso de un combate, ellos saben que lo que de-cide es el hombre: que aún en condiciones difíciles, elhombre es el que decide el combate. Y el hombre no es unanimal, es un ser moral. Y su conducta, su altruismo sudesprendimiento, su disposición al sacrificio, dependen delas motivaciones.

Se habla de patria, pero no es lo mismo la patriadel millonario que la del pordiosero, la del rico terrate-niente que la del campesino sin tierra, la de la señoronaque tiene muchas joyas que la de la infeliz mujer qué tieneque vender su cuerpo para poder vivir.

Llegue la hora de la lucha, llegue la hora de la de-fensa de la patria, búsquese un pueblo unido para defen-derla. Dígasenos si la sociedad de ciases y de explotaciónpodrá ser defendida.

Qué es lo que nos hace fuertes. Porque incluso, silos imperialistas intentan destruirnos, dentro no pueden,porque no tienen los órganos de divulgación de masas enmanos de una oligarquía a su servicio, no tienen los ins-trumentos de movilización contra la Revolución. Se en-cuentran un pueblo organizado, todos los obreros una so-la fuerza, todos los estudiantes una sola fuerza, todas lasmujeres una sola fuerza, todos los campesinos una sola

actividades pacíficas. ¿Qué lugar ocupan nuestros pueblosy qué lugar van a ocupar en el mundo del mañana, si loscerebros nos los roban, nos los sustraen, nos los comprany se los llevan? Las mejores inteligencias que da este conti-nente se las llevan, las inteligencias en el orden técnico enel orden científico. ¿Y cómo nos defendemos ¿Qué sistemadefienden?

En el interior de nuestros países, balcanizados conrespecto al continente y balcanizados dentro, divididos enmil fracciones, haciendo un uso criminal de los mediosmasivos de divulgación, corrompiendo, deformando, de-bilitando a los pueblos... Y nosotros podemos decirles conplena autoridad a cualquier hombre de armas, a cualquiermilitar, en caso de un combate, ellos saben que lo que de-cide es el hombre: que aún en condiciones difíciles, elhombre es el que decide el combate. Y el hombre no es unanimal, es un ser moral. Y su conducta, su altruismo sudesprendimiento, su disposición al sacrificio, dependen delas motivaciones.

Se habla de patria, pero no es lo mismo la patriadel millonario que la del pordiosero, la del rico terrate-niente que la del campesino sin tierra, la de la señoronaque tiene muchas joyas que la de la infeliz mujer qué tieneque vender su cuerpo para poder vivir.

Llegue la hora de la lucha, llegue la hora de la de-fensa de la patria, búsquese un pueblo unido para defen-derla. Dígasenos si la sociedad de ciases y de explotaciónpodrá ser defendida.

Qué es lo que nos hace fuertes. Porque incluso, silos imperialistas intentan destruirnos, dentro no pueden,porque no tienen los órganos de divulgación de masas enmanos de una oligarquía a su servicio, no tienen los ins-trumentos de movilización contra la Revolución. Se en-cuentran un pueblo organizado, todos los obreros una so-la fuerza, todos los estudiantes una sola fuerza, todas lasmujeres una sola fuerza, todos los campesinos una sola

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fuerza. Un pueblo donde nosotros, que hemos abolido lalibertad burguesa de prensa, que hemos abolido el Parla-mento, no hemos abolido en cambio los institutos arma-dos; por el contrario, los hemos fortalecido en las condi-ciones de la Revolución, como instrumento de defensa dela patria revolucionada, como instrumento de defensa dela patria unida. Y nosotros hemos desarrollado poderosasfuerzas armadas, incontables academias, incluso universi-dades militares. Hemos adquirido todas las experienciasposibles, hemos aprendido a manejar esas armas moder-nas, y hemos enseñado además a todo el pueblo.

Nuestro país puede poner 600 mil hombres sobrelas armas en 24 horas, y posiblemente en menos. El limiteno está en los hombres. El límite está en la cantidad totalde armas de que disponemos. Por eso nuestro país se pue-de defender de una nación tan poderosa como EstadosUnidos. Por eso Estados Unidos ha tenido que pensarlomucho. Porque sabe, incluso, que en determinadas direc-ciones principales nosotros podemos establecer correla-ciones de fuerzas formidables con relación a las divisionesacorazadas y a las tropas aerotransportadas que puedenlanzar sobre el país. Y un país que está dispuesto a luchar ydispuesto a morir, tiene un patriotismo elevado, una mo-ral de combate: esa es la explicación de por qué la Revolu-ción subsiste en Cuba. Esa es la explicación por la que nohan podido aplastarla.

Nosotros hemos recibido una gran solidaridad ex-terior. Nosotros hemos recibido el armamento que de otramanera no hubiéramos podido comprarlo. Nosotros he-mos recibido una gran ayuda económica. Pero somos no-sotros los que defendemos nuestro país. Es esa unidad, esamoral de combate. Y nosotros, por eso, estamos convenci-dos absolutamente de que todo lo que vemos son viejos yanacrónicos sistemas, que mantienen a los pueblos débilesy divididos. Todos esos egoísmos, todos esos privilegios,hacen imposible que nuestros países sean fuertes. Los ha-cen débiles y los hacen penetrables. Penetrables desde mu-

fuerza. Un pueblo donde nosotros, que hemos abolido lalibertad burguesa de prensa, que hemos abolido el Parla-mento, no hemos abolido en cambio los institutos arma-dos; por el contrario, los hemos fortalecido en las condi-ciones de la Revolución, como instrumento de defensa dela patria revolucionada, como instrumento de defensa dela patria unida. Y nosotros hemos desarrollado poderosasfuerzas armadas, incontables academias, incluso universi-dades militares. Hemos adquirido todas las experienciasposibles, hemos aprendido a manejar esas armas moder-nas, y hemos enseñado además a todo el pueblo.

Nuestro país puede poner 600 mil hombres sobrelas armas en 24 horas, y posiblemente en menos. El limiteno está en los hombres. El límite está en la cantidad totalde armas de que disponemos. Por eso nuestro país se pue-de defender de una nación tan poderosa como EstadosUnidos. Por eso Estados Unidos ha tenido que pensarlomucho. Porque sabe, incluso, que en determinadas direc-ciones principales nosotros podemos establecer correla-ciones de fuerzas formidables con relación a las divisionesacorazadas y a las tropas aerotransportadas que puedenlanzar sobre el país. Y un país que está dispuesto a luchar ydispuesto a morir, tiene un patriotismo elevado, una mo-ral de combate: esa es la explicación de por qué la Revolu-ción subsiste en Cuba. Esa es la explicación por la que nohan podido aplastarla.

Nosotros hemos recibido una gran solidaridad ex-terior. Nosotros hemos recibido el armamento que de otramanera no hubiéramos podido comprarlo. Nosotros he-mos recibido una gran ayuda económica. Pero somos no-sotros los que defendemos nuestro país. Es esa unidad, esamoral de combate. Y nosotros, por eso, estamos convenci-dos absolutamente de que todo lo que vemos son viejos yanacrónicos sistemas, que mantienen a los pueblos débilesy divididos. Todos esos egoísmos, todos esos privilegios,hacen imposible que nuestros países sean fuertes. Los ha-cen débiles y los hacen penetrables. Penetrables desde mu-

fuerza. Un pueblo donde nosotros, que hemos abolido lalibertad burguesa de prensa, que hemos abolido el Parla-mento, no hemos abolido en cambio los institutos arma-dos; por el contrario, los hemos fortalecido en las condi-ciones de la Revolución, como instrumento de defensa dela patria revolucionada, como instrumento de defensa dela patria unida. Y nosotros hemos desarrollado poderosasfuerzas armadas, incontables academias, incluso universi-dades militares. Hemos adquirido todas las experienciasposibles, hemos aprendido a manejar esas armas moder-nas, y hemos enseñado además a todo el pueblo.

Nuestro país puede poner 600 mil hombres sobrelas armas en 24 horas, y posiblemente en menos. El limiteno está en los hombres. El límite está en la cantidad totalde armas de que disponemos. Por eso nuestro país se pue-de defender de una nación tan poderosa como EstadosUnidos. Por eso Estados Unidos ha tenido que pensarlomucho. Porque sabe, incluso, que en determinadas direc-ciones principales nosotros podemos establecer correla-ciones de fuerzas formidables con relación a las divisionesacorazadas y a las tropas aerotransportadas que puedenlanzar sobre el país. Y un país que está dispuesto a luchar ydispuesto a morir, tiene un patriotismo elevado, una mo-ral de combate: esa es la explicación de por qué la Revolu-ción subsiste en Cuba. Esa es la explicación por la que nohan podido aplastarla.

Nosotros hemos recibido una gran solidaridad ex-terior. Nosotros hemos recibido el armamento que de otramanera no hubiéramos podido comprarlo. Nosotros he-mos recibido una gran ayuda económica. Pero somos no-sotros los que defendemos nuestro país. Es esa unidad, esamoral de combate. Y nosotros, por eso, estamos convenci-dos absolutamente de que todo lo que vemos son viejos yanacrónicos sistemas, que mantienen a los pueblos débilesy divididos. Todos esos egoísmos, todos esos privilegios,hacen imposible que nuestros países sean fuertes. Los ha-cen débiles y los hacen penetrables. Penetrables desde mu-

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chos puntos de vista: cultural, ideológico. Los hacen débi-les militarmente. Esas son las cosas que nosotros vemos.Esas son las cosas que nosotros registramos.

Nuestro propósito en el día de hoy realmente esta-ba muy lejos de suponer la necesidad de tener que tratarestos temas. Pero, sencillamente, la amabilidad de ustedes,las atenciones de ustedes, el ambiente amistoso que aquíse desarrolló, las amables palabras del Presidente, sus ar-gumentos para explicar los problemas de nuestro país, memovieron a profundizar en estos temas y a pronunciar es-tas palabras de hombre sincero, de hombre revoluciona-rio.

La cuestión de las relaciones para nosotros no tie-ne mayor significado. Puede haber muchas relaciones for-males. Creo que hay entre los pueblos y entre los hombresrelaciones humanas, no protocolares, que pueden tenerun valor muy superior.

Ayer tuvimos nosotros ocasión de defender a estepaís, no obstante las diferencias, contra imputaciones queme parecieron injustas. Hoy he comprobado aquí la justi-cia de nuestro punto de vista. Porque lo hemos visto enesta reunión aquí, en esta comida presidida por el Presi-dente, hombre de admirable energía, hombre conocido yrespetado en nuestro país por sus actitudes, por su con-ducta, por su historia. Con los ministros aquí presentes, ypresentes también altos jefes de las Fuerzas Armadas, pre-sentes representantes de las organizaciones políticas y demasa.

Nos decía el Primer Ministro que había invitado atodos, que no excluyó a nadie de esta reunión, para queeste encuentro fuera un encuentro de la delegación quepor aquí pasaba con los representantes de una nación. Nohubo exclusión de nadie. Asistieron aquellos que se aco-gieron a la invitación. No asistieron aquellos que no qui-sieron acogerse. De todas maneras, a nosotros no se nosolvidará nunca este acto de hoy, esta comida de hoy, este

chos puntos de vista: cultural, ideológico. Los hacen débi-les militarmente. Esas son las cosas que nosotros vemos.Esas son las cosas que nosotros registramos.

Nuestro propósito en el día de hoy realmente esta-ba muy lejos de suponer la necesidad de tener que tratarestos temas. Pero, sencillamente, la amabilidad de ustedes,las atenciones de ustedes, el ambiente amistoso que aquíse desarrolló, las amables palabras del Presidente, sus ar-gumentos para explicar los problemas de nuestro país, memovieron a profundizar en estos temas y a pronunciar es-tas palabras de hombre sincero, de hombre revoluciona-rio.

La cuestión de las relaciones para nosotros no tie-ne mayor significado. Puede haber muchas relaciones for-males. Creo que hay entre los pueblos y entre los hombresrelaciones humanas, no protocolares, que pueden tenerun valor muy superior.

Ayer tuvimos nosotros ocasión de defender a estepaís, no obstante las diferencias, contra imputaciones queme parecieron injustas. Hoy he comprobado aquí la justi-cia de nuestro punto de vista. Porque lo hemos visto enesta reunión aquí, en esta comida presidida por el Presi-dente, hombre de admirable energía, hombre conocido yrespetado en nuestro país por sus actitudes, por su con-ducta, por su historia. Con los ministros aquí presentes, ypresentes también altos jefes de las Fuerzas Armadas, pre-sentes representantes de las organizaciones políticas y demasa.

Nos decía el Primer Ministro que había invitado atodos, que no excluyó a nadie de esta reunión, para queeste encuentro fuera un encuentro de la delegación quepor aquí pasaba con los representantes de una nación. Nohubo exclusión de nadie. Asistieron aquellos que se aco-gieron a la invitación. No asistieron aquellos que no qui-sieron acogerse. De todas maneras, a nosotros no se nosolvidará nunca este acto de hoy, esta comida de hoy, este

chos puntos de vista: cultural, ideológico. Los hacen débi-les militarmente. Esas son las cosas que nosotros vemos.Esas son las cosas que nosotros registramos.

Nuestro propósito en el día de hoy realmente esta-ba muy lejos de suponer la necesidad de tener que tratarestos temas. Pero, sencillamente, la amabilidad de ustedes,las atenciones de ustedes, el ambiente amistoso que aquíse desarrolló, las amables palabras del Presidente, sus ar-gumentos para explicar los problemas de nuestro país, memovieron a profundizar en estos temas y a pronunciar es-tas palabras de hombre sincero, de hombre revoluciona-rio.

La cuestión de las relaciones para nosotros no tie-ne mayor significado. Puede haber muchas relaciones for-males. Creo que hay entre los pueblos y entre los hombresrelaciones humanas, no protocolares, que pueden tenerun valor muy superior.

Ayer tuvimos nosotros ocasión de defender a estepaís, no obstante las diferencias, contra imputaciones queme parecieron injustas. Hoy he comprobado aquí la justi-cia de nuestro punto de vista. Porque lo hemos visto enesta reunión aquí, en esta comida presidida por el Presi-dente, hombre de admirable energía, hombre conocido yrespetado en nuestro país por sus actitudes, por su con-ducta, por su historia. Con los ministros aquí presentes, ypresentes también altos jefes de las Fuerzas Armadas, pre-sentes representantes de las organizaciones políticas y demasa.

Nos decía el Primer Ministro que había invitado atodos, que no excluyó a nadie de esta reunión, para queeste encuentro fuera un encuentro de la delegación quepor aquí pasaba con los representantes de una nación. Nohubo exclusión de nadie. Asistieron aquellos que se aco-gieron a la invitación. No asistieron aquellos que no qui-sieron acogerse. De todas maneras, a nosotros no se nosolvidará nunca este acto de hoy, esta comida de hoy, este

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ambiente de hoy y este símbolo de hoy. ¿ Y saben por qué?Porque vemos aquí también el símbolo de fuerzas queunidas —estarnos seguros— podrían llevar adelante muylejos, pero muy lejos, a Ecuador. Siguiendo su camino, sí,su idiosincrasia, sus métodos. Pero hay algo de que nopueden escapar nuestros pueblos, dos cosas: la unión in-terna sobre la base de la justicia; la unión de todos nues-tros pueblos en una gran comunidad, como condición devida del futuro.

ambiente de hoy y este símbolo de hoy. ¿ Y saben por qué?Porque vemos aquí también el símbolo de fuerzas queunidas —estarnos seguros— podrían llevar adelante muylejos, pero muy lejos, a Ecuador. Siguiendo su camino, sí,su idiosincrasia, sus métodos. Pero hay algo de que nopueden escapar nuestros pueblos, dos cosas: la unión in-terna sobre la base de la justicia; la unión de todos nues-tros pueblos en una gran comunidad, como condición devida del futuro.

ambiente de hoy y este símbolo de hoy. ¿ Y saben por qué?Porque vemos aquí también el símbolo de fuerzas queunidas —estarnos seguros— podrían llevar adelante muylejos, pero muy lejos, a Ecuador. Siguiendo su camino, sí,su idiosincrasia, sus métodos. Pero hay algo de que nopueden escapar nuestros pueblos, dos cosas: la unión in-terna sobre la base de la justicia; la unión de todos nues-tros pueblos en una gran comunidad, como condición devida del futuro.