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Filosofía de la Religión Fenomenología: la experiencia religiosa Análisis fenomenológico de la experiencia religiosa

Filosofía de la Religión 2019/FR02.pdf · Kant: incapacidad de alcanzar ninguna certeza de orden metafísico en el ámbito de la razón pura, incluyendo existencia de Dios con rigor

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Filosofía de la ReligiónFenomenología: la experiencia religiosaAnálisis fenomenológico de la experiencia religiosa

Naturaleza del análisis fenomenológico de la religión• Necesidad de acudir a las fuentes de la experiencia de lo sagrado, en su pluralidad, para no caer en arbitrariedades

• Ya hemos constatado manifestaciones• Ya hemos examinado interpretaciones que denuncian límites

Naturaleza del análisis fenomenológico de la religión• Para entender el momento fenomenológico, hay que tener presentes las disciplinas que abordan lo sagrado:Descriptivas: investigaciones históricas, etnológicas, psicológicas sociológicas, literarias, artísticas, culturales. Trabajan por causas próximas, nivel empírico.Comprensivas: la realidad religiosa en sus fundamentos últimos. Principios del dato sagrado. Doble orden: reflexión racional (filosofía de la religión); comprensión de datos de fe revelados (teología)

Naturaleza del análisis fenomenológico de la religión• Propuesta filosófica: momento fenomenológico y enfoque metafísico. Itinerarios distintos y complementariosFenomenológico: busca alcanzar la esencia específica de la vivencia de lo sagrado. Experiencia captada y reconstruida.Metafísico: se dirige a determinar el significado último y el valor de verdad y axiológico de la religión

Naturaleza del análisis fenomenológico de la religión• Fenomenología No la asumimos como sistema (absolutizando la conciencia) Sí como método de investigación. La conciencia es campo

privilegiado de la investigación, alcanzando desde el interior las experiencias y realidades que encuentran en ella lugar privilegiado de acción Epoché fenomenológica suspende toda inferencia deductiva desde

presupuestos que no hayan sido rigurosamente comprobados. Atención al residuo de la conciencia (análisis de datos de la conciencia como se manifiestan in actu exercito e in actu signato) Reducción eidética: esfuerzo por leer dentro de la vivencia de la

conciencia la estructura eidética esencial del fenómeno

Naturaleza del análisis fenomenológico de la religión Se distingue de las ciencias empíricas y de la metafísica, pues se

limita al reino de la vivencia de la conciencia. No está en condiciones de determinar el plano último de lo real, al

faltarle la radicalidad propia del análisis ontológico. Razones de la elección.

Complejidad del fenómeno religioso• Complejidad extensiva Su influencia sobre la existencia humana se extiende a todo ámbito de actuar Se pueden distinguir actos religiosos primarios (intrínsecamente religiosos) y secundarios (actividades de otra índole pero que se realizan bajo el influjo de la experiencia religiosa)

Complejidad del fenómeno religioso• Complejidad intensiva No todas las acciones revisten la misma importancia y

centralidad Se puede distinguir desde el punto de vista de la centralidad:

experiencia religiosa fundamental y experiencias religiosas integrantes y desde el punto de vista de la actualidad (in actu exercito o in

actu signato).

Complejidad del fenómeno religioso• Complejidad dinámica Se reconocen modos de creer conforme a la edad, al estado

psicológico, a la situación Se reconocen procesos dentro de la experiencia religiosa

Carácter intencional de la experiencia religiosa

S O

Carácter intencional de la experiencia religiosa S O• La conciencia es intrínsecamente intencional. Tensión hacia “algo” (no hacia “nada”). Objeto o el yo en un

momento reflejo. La correlación no reposa siempre con igual intensidad en

ambos términos. Experiencias intelectuales subrayan el polo objetivo, mientras las emocionales subrayan el subjetivo No hay acto de fe o piedad que no se estructura de este modo. El creyente en su experiencia reconoce dos polos constitutivos

y distinguibles de la misma experiencia. Sucede tanto en las religiones estructurales como en las

históricas.

Carácter intencional de la experiencia religiosa S O• La correlación no es unívocamente orientable. Existe el tender

del sujeto humano hacia el objeto específico de la religión, y por otro el tender de lo divino hacia lo humano.

• Marco metodológico para evitar reduccionismos: ni subrayar el polo objetivo (acaso el tradicional en las religiones) ni el subjetivo (acaso en tradicional en el mundo contemporáneo).

• Camino puede ser desde el sujeto o desde el objeto.

• Iniciamos por el objeto, porque, sin absolutizarlo, respeta más el primado en el acontecimiento, tal como sucede en la misma conciencia

ItinerarioS O

• Tonalidades esenciales• Facultades:

inteligencia, voluntad, emotividad

• Especificidad• Exteriorización:

noética, cultual, corpórea, comunitaria

• Denominaciones• Realidad• Trascendencia• Misterio• Carácter personal• Sacralidad, santidad,

salvación

Filosofía de la ReligiónFenomenología: la experiencia religiosaLo sagrado: denominaciones, realidad, trascendencia, misterio, carácter personal, sacralidad

Denominaciones• “Dios”Tomás: religión como ordo ad Deum. W. Schmidt: creencia en la existencia de uno o más dioses. Supone alcance personal y trascendente.Excluye experiencias como el budismo o panteísmos.Históricamente: cercano a Zeus. Ausente en muchos libros sagrados. Se difunde con cristianismoEtimológicamente: indoeropeo deiwos, “cielo” (sacralidad celeste, luz, trascendencia, soberanidad y creatividad).Ojo: theos no proviene de misma raíz (alma, aliento)

Denominaciones• “Divino”, “mana”, “potencia”, “totem”, “tabú”Autores que prefieren nombres que remiten a realidades genéricas, impersonales, primitivas y elementales. “Divino” (de to theion): fuerza o potencia divina, imperonal, difusa y participada. Semejante a “mana” (polinesio): potencia misteriosa y activa, impersonal, difusa y que otorga poderes (también terrenos). “Totem”, “fetiche” “tabú”: encarnaciones de poderes ultraterrenos por participar de fuerzas divinas impersonales.Connotación ambigua por privilegiar formas antiguas. Y de hecho también en las formas antiguas hay personalización de lo divino

Denominaciones• “Sagrado”Con Otto (ordo ad sacrum et sensus numinis) y Eliade ha ganado estima.Expresa adecuadamente un contenido y es emotivamente sugestivo.Resalta la trascendencia entitativa y axiológica.Explica la originalidad absoluta de la divinidad vivida y experiemntada como numen luminosum o numinosum.Presente en términos hebreos (qadosh, herem), griegos (heros, hagnos, hagios, hosios) y latinos (sacer, sanctum).Doble sentido: positivo (penetrado por poder divino) y negativo (prohibido para el contacto, separado)

Denominaciones• “Sagrado”Detractores: neutro; abstracción que no da cuenta de experiencias primitivas; se extiende a magia. Aún en su significado más noble, designa más que a la divinidad al horizonte en el cual se vive la experiencia.Propiamente indica la dimensión de todo lo objetivo (ritos, dogmas, instituciones) y subjetivo (afectos, estados de ánimo, comportamientos).

Denominaciones• “Santo”, “místico”, “misterio”. Cierta moda. “Santo”: carga axiológica y voluntad salvífica; subraya más lo personalista que lo ético. “Místico”: supera división sagrado/profano. Excede objetivación, toca conciencia. “Misterio”: no es sentido noético, sino global. Pueden ir más lejos de lo divino e incluir religiones que se orientan a lo oscuro.

Denominaciones: reflexiones conclusivas• Toda denominación es precaria. Ningún sustantivo se salvará de empobrecer el rostro objetivo de lo sagrado o confundirlo con características determinadas a priori históricamente.

• Problema esencial se asoma: carácter personal

Denominaciones: reflexiones conclusivas• Insuficiencia no significa igual inadecuaciónPor defecto: usar lo que histórica o fenomenológicamente falsifican (mana, tabú, potencia…), que ni agotan las formas antiguas ni dan cuenta de las grandes religiones.Por exceso: “Dios” adelanta el divino trascendente y personal (¿excluiría budismo, manifestaciones primitivas?)

• Sustancial equivalencia: “divino”, “sagrado”, “santo”, “numinoso”, “místico”, “misterio”.Pero siendo conscientes de relatividad y sin animar sus límites más visibles (abstracciones, abusos)

Dimensión de realidad de lo sagrado• Interrogativo específico (no ontológico: fenomenológico)No se refiere a si la existencia como tal sea sagrada (pregunta, por cierto, metafísica)No se refiere a si el ser divino existe objetiva y verdaderamente (también cuestión metafísica)La cuestión es: saber si el creyente retiene y experimenta la divinidad como realidad auténtica, no imaginativa o hipotética

Dimensión de realidad de lo sagrado• DificultadesKant: incapacidad de alcanzar ninguna certeza de orden metafísico en el ámbito de la razón pura, incluyendo existencia de Dios con rigor crítico. Dios, postulado de la razón práctica, exigencia del orden moral. No quita validez de fe religiosa, pero deja el deber de vivir como si Dios existiera.Pragmatismo: elude el problema a favor de la utilidad práctica. Bastan los juicios axiológicos que impulsan a vivir de modo piadoso, no porque Dios exista, sino porque de su aceptación se sigue organización fructífera de la existencia. Utilidad en la convivencia feliz.

Dimensión de realidad de lo sagrado• Motivaciones a favorDatos fenomenológicos: la conciencia religiosa de hecho testimonia una intencionalidad dirigida no a verdades abstractas, ideales ni imaginarias. No percibe proyección subjetiva de deseos ni bello sueño. Certeza de la existencia del objeto de su acto de fe. Datos históricos: Experiencia rastreable universalmente mueve a la certeza del existir divino como fundamento de la actitud de fe. El creyente venera, adora, se inmola, por un absoluto de cuya existencia está persuadido. Junto a lo profano reconoce otra realidad. Aún en los iletrados y religiones sin Dios.

Dimensión de realidad de lo sagrado• Motivaciones a favor Inferencias argumentativas: quien duda o niega la divinidad, no venera. La oración lo confirma. Además, testimonio de martirio de creyentes. Contesta utilitarismos. Y el acto religioso rechaza ser reducido a un medio en vistas a una finalidad superior. No acepta que se condicione al incondicionado o se subordine al absoluto.

• Se diferencia de experiencia literaria o de alucinación.

Dimensión de trascendencia• RelevanciaNo es un atributo más, sino la propiedad más específica de lo divino (incluso entre quienes niegan su realidad). Alcance omnicomprensivo (no característica junto a otras, sino dimensión que da forma a todo lo que constituye lo sagrado, alcanzando órdenes: Gnoseológico (misterio, sobrepasa experiencia y concepto) Ontológico (totalmente otro) Axiológico (sumo bien) Operativo (presencia suprema eficaz y salvadora)

Dimensión de trascendencia• RelevanciaTrascendencia inmanente. Entiende diferencia infinita, pero no excluye sino implica la presencia de lo infinito en lo finito. Plano diverso, pero se capta como su fundamento último. Metodológicamente, aquí consideramos trascendencia ontológica (valde aliud). Experiencia base: el más allá, algo más, en doble carácter de totalidad y absoluto.

Dimensión de trascendencia• ProblematicidadObjeciones teóricas: quienes niegan al hombre capacidad de abrirse a la trascendencia (común en reduccionismos antropológicos, desde Jenófanes hasta Feuerbach)Objeciones históricas: sin negarla, algunos no le reconocen carácter inderogable (religiones no trascendentes; Schleiermacher); religiones politeístas, panteístas y deístas (trascendencia insuficiente).

Dimensión de trascendencia• Alteridad radical de lo sagrado Signos: temor reverencial; totalmente Otro; majestad, portentoso, augusto, tremendo, fascinante; ritos de iniciación y conversión, así como tabúes; testimonios históricos (malesiano mana, polinesio tabú, indio orenda, hebreo ‘el y kabod, baraka árabe, indio Brahama, persiano hwarenach, griego dymanis y jaris, germánico heil); alteridad e intimidad de lo sagrado: ruptura de nivel entre lo mundano y trascendente, metatemporalidady ultraterrenidad, ulterioridad, prius y supra, infinita dependencia, intimidad última.

Dimensión de trascendencia• Más allá de las dificultades teóricasAnhelo de ulterioridad (insatisfacción casi constitutiva)Conciencia de no alcanzar un concepto estricto de lo divino (rechazo antropomórfico)Distinción entre el id quod cognoscitur del modum quo cognoscitur

Dimensión de trascendencia• Más allá de las dificultades históricas Se diferencian dos formas antitéticas: teísta (diferenciación ontológica radical) y monista o panteísta (al menos reconoce cierta alteridad respecto a lo directamente empírico.Ambos conceptos no son equivalentes. En el nivel ontológico, la apariencia es o no es. En el plano fenomenológico, la trascendencia monista es menos pura eidéticamente que la teísta. Consecuencia: concepto de trascendencia en acepción paradigmática o teísta pertenece al “bien ser” de la religión (supera al monismo, al politeísmo y al deísmo).

Dimensión de misterio de lo divino• EspecificidadReflejo de la dimensión trascendente en el ámbito del conocimiento.Dificultades análogas a las anteriores.Relación entre inteligencia y realidad. “Inefable”. Algo dice, no lo agota (Es verdad: tú eres un Dios escondido).

Dimensión de misterio de lo divino• Dificultades teóricasFundamental: conocer el ser que por definición es misterioso (excedente de la capacidad humana). No carácter misterioso secundum quid (parcial), sino radical y total. Mira a toda la realidad de Dios, su existir y su esencia. Límite teorético no se puede superar por vía ateorética (siempre son caminos humanos: también el eros es finito).

Dimensión de misterio de lo divino• Dificultades históricas ¿No contradice el carácter arcano algunas formas de religión? Politeísmo: en extremo antropomórfico Hinduísmo: supera antropomorfismos pero su trascendencia

noética por iluminación asegura alcanzar la plena comprensión de sí y con ello del principio divino. Deísmo: nada superior se proclama que la misma

inteligencia del hombre; la religión debe hacer a un lado lo que supere la misma capacidad humana

Dimensión de misterio de lo divino• Dificultades históricas ¿No contradice el carácter arcano algunas formas de religión? Politeísmo: en extremo antropomórfico Hinduísmo: supera antropomorfismos pero su trascendencia

noética por iluminación asegura alcanzar la plena comprensión de sí y con ello del principio divino. Deísmo: nada superior se proclama que la misma

inteligencia del hombre; la religión debe hacer a un lado lo que supere la misma capacidad humana

Dimensión de misterio de lo divino• Inaccesibilidad de lo sagradoConciencia religiosa del misterio Junto a conciencia de absoluta alteridad, distancia radical

entre la grandeza divina y la capacidad humana de asirlo. Testimoniado en religiones mistéricas, silencio sagrado,

noción del Dios escondido. También grandes almas religiosas y su lenguaje místico (diverso de, más allá de, por encima de…)

Hierofanías (algo sagrado que se muestra en formas imperfectas). Misma estructura: manifestación de algo completamente diverso, a través de objetos y realidades que son parte del mundo profano

Dimensión de misterio de lo divino• Multiplicidad de formas para expresarloCualidades particulares (rareza; inaccesibilidad, inmensidad, eternidad [cielo, astros, montes])Fenómenos de eficacia y fertilidad (lagos, ríos, fuentes, mares como hábitat divino privilegiado)Hechos prodigiosos (magnalia Dei, historias sagradas en las religiones proféticas)Afasia teológica (prohibiciones de representación ante majestad divina)

Dimensión de misterio de lo divino• Verdad y límites de las consideraciones críticas Incomprensibilidad divina y valor analógico del conocimiento humano (inefable e incomprensible); no escisión entre el quoad se y el quoadnos, pero sí límites reales franqueables desde la analogía (vía positiva, vía negativa, vía de la eminencia [plus]. Atención: no cualquier representación es conveniente.Politeísmo y sentido del arcano: entre la representación y la intención, más allá de los antropomorfismos, se reconcoe el carácter sobrehumano de lo sagrado.

Dimensión de misterio de lo divino• Verdad y límites de las consideraciones críticasHinduísmo e identidad monista. Identidad sustancial entre atman y brahma (principio de subjetividad y raíz dinámica de objetividad) rompe radical heterogeneidad divina, pero reconoce distancia entre apariencia y realidad.Deísmo y racionalidad humana. Aquí sí no hay espacio para el misterio. Religiosidad cede lugar a reflexión racionalista; el pathos sacro se apaga ante el eros especulativo, la adoración se disuelve en frío raciocinio y la religión se vuelve ideología. Atención: es resultado de voluntad.

Carácter personal y salvífico• Carácter personal: ¿Pertenece la experiencia religiosa dirigirse a un ser que, lejos de cualificarse como puro objeto, está dotado de rasgos personales, como un interlocutor?

• Posturas divergentes.

Carácter personal y salvífico• Hipótesis personalista Scheler: Todo espíritu necesariamente es personal. La idea de un espíritu impersonal es un contrasentido. Jülich: El Dios vivo no es un “eso” sino un “Tú”. Schmidt: la religión es el reconocimiento de uno o más seres personales.Frankl: la religión empieza sólo cuando Dios se experimenta como ser personal, Persona por excelencia.

Carácter personal y salvífico• Posiciones contrarias Spinoza: “Lo” Dios, pura potencia. Schleiermacher: la personalidad de Dios no es integrante de la experiencia religiosa (sentimiento de infinito)Biedermann: concepto de persona es siempre finito.Von Hartmann: puede ser útil la idea del Dios personal para ofrecer al creyente una relación, pero la autoconciencia y la espiritualidad son imposibles porque la inconsciencia del espíritu absoluto es condición esencial para una filosofía de la identidad en contraposición contra toda forma de dualismo metafísico y porque la conciencia representaría una limitación indigna del ser perfectísimo.

Carácter personal y salvífico• Motivaciones históricas opuestas. Dominan religiones personalistas.Existen también religiones impersonales, no sólo en los estadios inferiores de la religiosidad, sino también en las más avanzadas.

Carácter personal y salvífico• Elementos de valoración: consideraciones preliminaresNecesario poner en evidencia el modo de entender los términos. Nuestra perspectiva personal es necesariamente antropomórfica. Pero si hablamos de una realidad eminentemente dotada de conciencia y libertad, soberanamente consciente y capaz de querer y amar, estamos hablando de algo mayor a la espiritualidad humana.Conscientes del antropomorfismo, captamos que negar el carácter personal a la divinidad sería reducirle importantes perfecciones. Solución: analogía (rechazando concepto de autoconcienciaque identifica individualidad con finitud o conocimiento con dualidad)

Carácter personal y salvífico• Elementos de valoración: la experiencia fenomenológica Jerarquía de valores. Scheler: sensibles (agradable y desagradable, gozo y sufrimiento); de civilidad (útil, dañino), vitales (salud y enfermedad, vejez y muerte), espirituales (estéticos, jurídicos, gnoseológicos), religiosos (beatitud, desesperación, lo sagrado, el amor).Aún sin absolutizar su jerarquía y prescindiendo de que se funde en la distinción entre bien/valor/ser, es un hecho que el mundo de los valores está jerárquicamente estructurado, según una dignidad cualitativa. En ella, los valores personales están inequívocamente como superiores de los no personales.

Carácter personal y salvífico• Elementos de valoración: la experiencia fenomenológicaLo dicho en general sobre los valores se aplica a la experiencia religiosa como conciencia de la irrupción de una potencia trascendente en la vida del hombre. Experiencia de llamada, que reclama respuesta.Entre las manifestaciones de la respuesta destacan la oración y el sentido del pecado. Oración dice coloquio. Conciencia de pecado, medirse ante Dios.A pesar de la indignidad, se percibe la esperanza de plenitud de realización en la unión mística.

Carácter personal y salvífico• Elementos de valoración: puntualizaciones históricasMana: ni es lo único en las antiguas ni es del todo impersonalPrincipios impersonales en dualismos y politeísmos: más resultado de teorización que de experiencia. El “eso” divino incluso del tao no deja de presentar rasgos de subjetividad.Monismo hindú (juicio más difícil): tensión entre personalismo y panteísmo es más sutil de cuanto parece. Su concepto de persona es negativo, y el atman no deja de tener unidad y totalidad trascendente.Budismo theravada, semejante. Concepto de no-personalidad suena más a sobre-personalidad. Relación entre dharma y Buddha muestra vínculo entre lo impersonal y lo personal.

Carácter personal y salvífico• Elementos de valoración: consideraciones finalesCabe redimensionar las formas de religión que se plantean como religión en términos impersonales. No es distinción clara ni unívoca. Lo que no significa que no exista. Evitar doble peligro: definiciones minimalistas y negar carácter religioso a experiencias que comprometen las dimensiones personales. Solución ecuánime: distinguir entre lo esencial ad bene essereligionis y lo esencial ad esse simpliciter religionis. La afirmación del carácter personal de la divinidad es un elemento no sólo de hecho, sino de derecho, que indica una realización adecuada.

Carácter personal y salvífico• Elementos de valoración: consideraciones finalesLo infrapersonal no puede igualar en dignidad ni responder adecuadamente a las expectativas del hombre. Una realidad suprapersonal que excluya los valores de inteligencia, bondad y libertad expresados en el tú trascendente también resulta insuficiente.No resulta suficiente distinguir el in se del pro nobis.El prejuicio antipersonalista no excluye que las religiones que lo plantean mantengan instancias personalizantesincoadas; son inadecuadas, pero suficientes como indicativo.

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvación.Especificidad: combinación de lo trascendente con lo axiológico.En el plano entitativo: sagradoEn el plano personal: santoEn el plano operativo: salvífico

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvación.Aspectos problemáticos Versiones execrantes de la divinidad Eliade: lo sagrado se vive en una ambigûedad axiológica

(sacrosanta-execranda; puro impuro) Durkheim: más que dos géneros, dos verdades del mismo

género. Configuración maligna de lo sagrado: entdidades

primordiales poco benévolas hacia la creación o seres divinos violentos y crueles, o religiones dualistas como doble principio de nivel equiparable).

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvación.Aspectos problemáticos Crisis de la dimensión salvífica Inercia operativa de lo sagrado. Formas primitivas de la

religiosidad que ven al dios supremo alejado y que deja control a entidades inferiores. Aún más en el deísmo. Carácter peligroso de lo sagrado. Intervenciones

posteriores no sólo inútiles, sino peligrosas. Dioses peligrosos (celosos, envidiosos).Ausencia de salvador divino (budismo tiene una salvación puramente antropológica)

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvación.Aspectos problemáticos Consecuencias nefastas Fuga dei: prácticas primitivas en las que se buscaba

mantener alejados a los dioses. Demonolatría. Aberraciones cometidas en nombre de la fe (violencia en

ritos orgiásticos, sacrificios humanos, guerras de religión, persecución e intolerancia, prostitución sagrada).

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvación.Datos fenomenológicos Sacralidad: dignidad ontológica con que se presenta la

realidad divina; no sólo dignidad ontológica (summum ens) sino summum bonum, que genera adoración. Se revela valor en sí (intrínseco e incondicionado), valor absoluto (cuantitativo y cualitativo) y fundamento de los valores. Santidad: fuente y ápice de toda santidad, santidad augusta

e inviolable, fuente de toda santidad. Reconocimiento negativo (inviolabilidad, vs. profanación) y positivo (adoración, sacrificio, invocación). Hace que el hombre tome conciencia de su indigencia y pecado. Fuente de obligación moral.

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvación.Datos fenomenológicos Aspecto salvífico: Lo divino se vive como presencia redentora,

activo en las modalidades más variadas. Puede también manifestarse como revelación. Tiene, además, carácter escatológico.

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvación.Consideración crítica También aquí se ha de distinguir la factualidad del deber

ser. Los hechos históricos problemáticos no tienen fuerza de

prueba Ambigüedad axiológica no permite hacer equivalentes la

malignidad y bondad dialécticas. En algunos casos hay rasgos de bondad/maldad en el mismo Dios (que no se toman al pie de la letra), en otros hay contraposiciones de divinidades antitéticas (pero se supone superioridad del bien, y de hecho se excluye el culto a los espíritus malignos como perversiones).

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvación.

Ambivalencia salvífica en la perspectiva peligrosa de lo sagrado se debe interrogar si es en lo divino o respecto al hombre. Pero no por ello se legitima la ambigüedad. O son divinidades subalternas. O hay relación inadecuada. Ausencia de valor y de alcance salvador de la divinidad

desaparece con lectura atenta de testimonios. Sacralidad como causa de conductas éticamente aberrantes:

deben señalarse como tales. Fanatismo, intransigencia, violencia e intolerancia no son manifestaciones auténticas, sino perversiones. A veces se deben a malos entendidos, por una falsa comprensión e la divinidad. No pertenecen de suyo a la religión, sino al modo como se ha verificado.

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvaciónUlteriores implicaciones. De la misma manera que no toda experiencia es experiencia

religiosa, no toda experiencia religiosa lo es en el mismo nivel. La forma ideal que implica el encuentro con lo divino puede realizarse de manera más o menos adecuada (como la condición humana). Se derivan tres principios:

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvación

Se derivan tres principios: Exigencia de incontaminación. Toda experiencia religiosa se

connota ideal y factualmente como encuentro del creyente con la realidad creída, realidad dotada de caracteres trascendentes, diferencia cualitativa infinita, alteridad radical respecto a todo otro ser. Se sigue que la experiencia no podrá nunca ser adecuada si no excluye no sólo la copresenciacontradictoria, sino la mezcla axiológicamente insoportable del bien y del mal. Exigencia de perfección absoluta. Exigencia de redención.

Carácter personal y salvífico• Dimensiones de sacralidad, santidad y salvación

Se derivan tres principios: Exigencia de perfección absoluta. También la fe en absolutos

que resultan intrínsecamente malvados contradice la naturaleza de lo sagrado. Alteridad radical dice idealmente plenitud de vida, absoluto del ser, perfección incondicionada. Para ser tal, la plenitud divina comporta un nivel peculiar. Exigencia de redención. Experiencia religiosa que involucra la

realidad del yo que cree se revela como anhelo de salvación, necesidad de redención, exigencia insaciable de alegría y felicidad infinita. Sólo es así si se percibe como realidad intrínsecamente sagrada, santa y salvífica.

Filosofía de la ReligiónFenomenología: la experiencia religiosaEl sujeto de la experiencia

El sujeto de la experiencia• Primado de la interioridad• Se distingue: Disposición religiosa (capacidad radical del hombre de abrirse al

encuentro vivido con lo sagrado). Prioritaria en el orden ontológico, posterioridad noética. Experiencia religiosa (dimensión psíquica interior, conciencia

experimentada). Supone la disposición religiosa. Es su puesta en acto. Conducta religiosa (manifestaciones exteriores, individuales o

colectivas). Vehículo no siempre transparente pero auténtico de la vivencia. Para algunos, la conducta estructura la “religión” y las dos primeras el

ámbito de lo “sagrado”.

El sujeto de la experiencia• Cuestiones Elementos esenciales de la experiencia. Facultades que se ponen en juego. Formalidad en que reside la experiencia.

El sujeto de la experiencia• Experiencia religiosa: una respuesta marcada por el temor y el amor Respuesta: lo sagrado tiene anterioridad. Pero el creyente no es

meramente pasivo. Reacción dialógica. Doble tinte de la respuesta. Afín a polaridades de temor y confianza. Del temor de Caín a la cierva que busca las fuentes. Agustín: brilla y golpea el corazón sin lesionarlo, horroriza y enardece por

diferencia y similitud. Otto: bipolaridad del misterio tremendo y fascinante, que genera

sentimientos de atracción y repulsión, terror y fascinación, temblor y alegría. Aspectos pueden subrayarse con diversas intensidades en momentos

distintos, pero son complementarios.

El sujeto de la experiencia• Dimensión del temor Problematicidad Interpretaciones: exasperaciones que acentúan el rol del temor. Petronio: primus in orbe deos fecit timor Idea de que dios sería creación de los miedos humanos ante fenómenos

poderosos y sobrecogedores de la naturaleza Hume: exteriorización del sentido de temor del individuo y el grupo.

Carencias existenciales: fuga Dei y otros ejemplos. (Extremo opuesto: religión como superación festiva de todo temor).

Desviaciones no son parámetro. Interpretaciones reduccionistas desconocen el carácter irreductible del fenómeno. Se cambia la ocasión con la causa o el efecto con el principio pascual. Hechos históricos a favor y en contra no impiden pensar que son desviaciones de sentimientos genuinos llevados al paroxismo.

El sujeto de la experiencia• Dimensión del temor Verificación: dimensión constante Autores: Schleiermacher: heilige Erfurcht; Otto: Schaudern vor dem

Ungeheuren, sentido del misterio tremendo; Wach: no hay religión sin santa timidez. Heiler: respeto religioso, sustrato de la experiencia. Historia: presente en todos los niveles; compendia temor, horror,

autohumillación, maravilla. Se expresa en postración, silencio reverente y culto.

Dimensión original: se diferencia de otros temores, refiriéndose a lo sagrado. Sentimiento suscitado por el contacto con el tremendum. Diferencia de intensidad y cualitativa. Reflejo emotivo ante interrogativos específicos que lo divino planta. Sacude al ser humano en sus fundamentos: inseguridad, destino. Conciencia creatural e indignidad axiológica.

El sujeto de la experiencia• Dimensión del amor Problematicidad Ideológica: sublimación de instintos reprimidos (psicológico); identificación

de la religión con intolerancia, fanatismo, intransigencia y violencia (sociológico).

Fáctica: dualismo religioso; perversiones agápicas. Más allá de rigideces doctrinales y exasperaciones históricas, estos

elementos no son decisivos. Las interpretaciones manifiestan precomprensiones que no permiten captar lo específico. Hechos no se pueden generalizar, sino detectan corrupción.

El sujeto de la experiencia• Dimensión del amor Verificación. Es dimensión congénita, en estrecha correlación con el

temor. Experiencia de amor beatificante. Fascinación. Se dirige a lo sagrado buscando unirse a él. Se manifiesta como fe, confianza, sentido de seguridad, gusto. Se convierte en esperanza. Se percibe com ovalorsupremo y fuente de bien. Orienta un amor intenso, que establece plenitud (paz, alegría). Ejemplos históricos: benevolencia buscada por el budismo; amor

liberador que abraza todo en el mahayanismo; hindú: bhakti, amor pleno. Presente en cultos festivos arcaicos. Dios es amor, dice el cristianismo. Originalidad: reflejo interior de encuentro conmovedor. Distinto de

amores profanos (carácter absoluto y radical). Sumisión adoradora que transforma la vida. Búsqueda de salvación total y definitiva.

El sujeto de la experiencia• Primado de la interioridad• Se distingue: Disposición religiosa (capacidad radical del hombre de abrirse al

encuentro vivido con lo sagrado). Prioritaria en el orden ontológico, posterioridad noética. Experiencia religiosa (dimensión psíquica interior, conciencia

experimentada). Supone la disposición religiosa. Es su puesta en acto. Conducta religiosa (manifestaciones exteriores, individuales o

colectivas). Vehículo no siempre transparente pero auténtico de la vivencia. Para algunos, la conducta estructura la “religión” y las dos primeras el

ámbito de lo “sagrado”.

El sujeto de la experiencia• Estructura psíquica de la experiencia: presencia y función Más allá del irracionalismo: toda relación con Dios va acompañada de

formas conceptuales y reflexivas. Contiene un momento filosófico, al menos implícito. Por eso puede dar el paso del mito al logos. Tiene necesidad de verdad, lo que no significa que se resuelva en teoremas áridos. Se confirma racional e históricamente. Más allá del racionalismo: la piedad religiosa es irreductible a la

elaboración noética. No es única ni primordialmente cuestión de la inteligencia. Más que discurso sobre Dios es discurso con Dios. Distinción formal entre verum y numinosum. Tampoco es reductible a la búsqueda racional del significado último de la existencia. Función concomitante, pero distinto. Momento intuitivo tiene primacía.

El sujeto de la experiencia• Estructura psíquica de la experiencia: presencia y función Funciones del componente racional. Más allá de riesgos, el pensamiento

presta un servicio a la experiencia. No sólo capta el cosmos como hierofanía, sino que intuye la presencia de lo divino que interpela al hombre. Tiene, además, función de conservación, como custodia objetiva de la experiencia que permite suscitar nuevas), de comunicación (sentimiento en sí no se expresa), de control y purificación (crítica, postura de reconocimiento de experiencias más o menos genuinas), de confirmación (suplemento de validez a la experiencia) y en orden a la praxis (implicaciones existenciales y operativas). Descubre la coherencia implícita de su planteamiento, como explicación teológica.

El sujeto de la experiencia• El rol de la voluntad Más allá de la apatía religiosa: respuesta en el plano del actuar, que

implica libertad y responsabilidad, exigencia ética. Experiencia religiosa es positiva voluntad de donación a lo sagrado, que incluye imperativos morales. Valor. Ejemplos históricos confirman que la perfección de la religión es acompañada por su vínculo con la ética. Más allá del eticismo religioso: experiencia es irreductible a los

imperativos morales. Llamada gratuita, conversión. Formalidad última de la ética es diversa de la religiosa. Función volitiva presente siempre, pero también es irreductible a la

experiencia religiosa.

El sujeto de la experiencia• El rol de la voluntad Funciones: le otorga un marco moral de realización, al poner en juego

decisiones (contra pura pasividad). La vuelve un acto responsable y libre, no fatal. Le permite encontrase con Dios como valor (supremo). Le ayuda a perseverar en su práctica y asumirla en todo su valor. La entrena en su práctica, la fortalece y vuelve vigorosa la experiencia. A la vez, la religión le da a la voluntad un contenido definitivo del bien buscado y una motivación.

El sujeto de la experiencia• Incidencia y límites de la dimensión emotiva En contraposición con acento noético y ético, algunos autores

identifican como propia la esfera emocional. Desde reacciones emotivas ordinarias hasta un sentimiento sui generis. Observaciones análogas a las anteriores: más allá del esteticismo

religioso y de la ausencia de la belleza en la religión. Sin negar el lugar que lo estético y lo emocional tienen en la experiencia

religiosa, tampoco se puede identificar con ello. Es momento intrínseco, relevante, que permite cautivar y genera elocuencia. La belleza es cauce privilegiado de lo sagrado. No está ausente la experiencia estética de la experiencia religiosa. Implicado en lo que se ha dicho sobre el temor y el amor.

El sujeto de la experiencia• Experiencia religiosa, función del yo Experiencia religiosa incluye elementos del pensamiento, la voluntad y

la emoción, sin identificarse con ellos. Brota de la acción sinérgica y convergente de las actividades superiores

del hombre consideradas complexivamente. No forma parte de la psicología elemental (facultades) sino estructural

(raíz, identidad, ser, complejidad estructural). De tal modo que se ubica en las raíces de la interioridad, lo que

podemos llamar “función del yo” como centro de la persona. Toma de conciencia, reacción emotiva peculiar, libre capacidad de determinación, pero referida a elemento específico que interpela. Se trata, pues, de la constitución espiritual del ser humano considerada

en su más honda radicalidad. Sólo el hombre es capaz de religión.

El sujeto de la experiencia• Especificidad de la experiencia ¿Primado de la objetividad o la subjetividad? ¿Especificidad se debe al

término intencional, que es lo sagrado, o al sujeto, ya sea por una facultad o por la intensidad con que se realiza (exuberancia o infinitud del sentimiento, exaltación, gusto por lo infinito)? Elementos de solución: especificidad cualitativa (más allá del temor y el amor, de la adoración y del

sentido del pecado): originalidad cualitativa, actitud estática, reflejo de doble conciencia (a. indisponibilidad del objeto ni de parte del pensamiento ni de parte del deseo, y b. exigencia de descentramiento, trascendencia). Distinto del amor humano, de la estética, de la filosofía…

particular intensidad psíquica (no siempre en el orden cuantitativo, sí en el cualitativo)

irrepetibilidad de lo sagrado como fundamento último de su originalidad (no por facultad de lo numinoso, sino como respuesta a una irrupción).

El sujeto de la experiencia• Especificidad de la experiencia Se trata del sujeto espiritual humano colocado en tensión de respuesta

ante el objeto absoluto. Lo específico de la experiencia depende de lo específico del objeto en la estructura más profunda del ser humano.

Filosofía de la ReligiónFenomenología: la experiencia religiosaLa exteriorización de lo religioso

Exteriorización de la experiencia• Exteriorización Proceso a través del cual la experiencia se solidifica y se vuelve

susceptible de procesos de verificación, más allá de la pura conciencia. Cultura objetiva. Aunque formalmente la experiencia ocurre en la conciencia, no se

reduce a la interioridad. Remite a hierofanías delimitables en unámbito extrínseco, fundamentalmente. Experiencia tiende naturalmente a desembocar en exterioridad.

Concomitancia intrínseca. Experiencia religiosa es formalmente llamada divina y esencialmente respuesta integral del hombre (la cual,a su vez, se explicita formalmente en vivencias de la conciencia ymaterialmente n datos objetivos, exteriores.

Exteriorización de la experiencia• Exteriorización Dado el carácter totalizador de la conciencia religiosa, se expresa en

procedimientos que le son necesarios (conectados con la naturaleza delacto religioso, que se extiende a todas las dimensiones de la existenciahumana) y simbólicos (pues del absoluto no podemos tener sino conocimientos y aproximaciones inadecuadas). Sólo se tiene la transparencia opaca del enigma. Niveles: Racional Operativo Corpóreo Comunitario.

Exteriorización de la experiencia• Nivel noético: de los mitos a las sumas teológicas Lenguaje, expresión. Formas que van desde lo más elemental hasta lo más complejo. De los

mitos primitivos de las sociedades arcaicas a las elaboraciones teológicas más refinadas. Todas tienen en común el carácter simbólico o analógico. Más allá del

aparato conceptual que utilizan, intentan salvaguardar el misterio de lo sagrado y su carácter inefable.

Exteriorización de la experiencia• Nivel noético: de los mitos a las sumas teológicas Mitos Revaloración antropológica. Animal simbólico. No sólo en el nivel arcaico. Modo connatural como el hombre significa, a través de un lenguaje cifrado,

verdades que trascienden las capacidades definitorias de la razón. Todo proceso desmitificador que lo olvide atenta a la dignidad. No debe reducirse a su alcance antropomórfico. Usa elementos de la vida

pero con una función diversa, de relación armónica con el universo. Conocimiento experiencial de lo divino que se solidifica en auténtica hierofanía.

Elíade: narraciones de historia sagrada, emblemática que tiene valor derevelación de eventos primordiales y vehículo de una concepción de losagrado y de la relación del hombre con la realidad.

Exteriorización de la experiencia• Nivel noético: de los mitos a las sumas teológicas De las mitologías a las elaboraciones teológicas Los mitos poseen elementos unificadores que estimulan su crecimiento y

favorecen su evolución hasta la constitución de auténticas mitologías. Así manifiestan coherencia interior, que incluye concepción del mundo, integrados en un todo unitario. Aún en conciencia de su limitación.

Paulatinamente surgen doctrinas, que encarnan la voluntad de elaboraciónconceptual de la visión religiosa. Contenidos primordiales de las hierofanías son profundizados y traducidos (autoridad carismática o magisterial) en categorías noéticas cada vez más explícitas y complejas. Doxologías, profesiones, enunciados dogmáticos, sistematizaciones.

La expresión posibilita la socialización.

Exteriorización de la experiencia• Nivel cultual Expresión congénita, insustituible, imprescindible. Se comprueba: A nivel estructural (modo espontáneo con que se exterioriza operativamente

la actitud religiosa; respuesta práctica, activa). A nivel terminológico: la etimología propuesta por Lactancio y Agustín: actos

de culto adecuados. A nivel histórico: se confirma el ligamen entre culto y religión. Lugares y

acciones sagradas. Carácter polivalente y totalizador. Todo actuar religioso es cultual

(Tillich). En el fondo, toda expresión de vida puede convertirse en acto de culto si es animada por la tensión al absoluto. Se confirma en la tipología.

Exteriorización de la experiencia• Nivel cultual Tipología (además de los ritos de sacrificio, que veremos adelante) Ritos de iniciación (incorporación, conversión). Ritos apotropaicos (protección). Ritos de eliminación (defensivos o de alejamiento positivo de lo peligroso). Ritos de purificación (lustratio). Ritos de unión (voluntad de comunión con lo divino). Ritos de consagración.

Significado fundamental. Ligamen con mito. Actualizaci´no mística de las acciones divinas originarias. Más allá de exasperaciones en ritos mágicos, capacidad de relacionar con

esfera sagrada no sucede de modo determinista. Eficacia no mágica.

Exteriorización de la experiencia• Nivel cultual Tiempo y espacio (y cosas) sagrados. El ritual reproduce en el tiempo profano una historia auténtica con valencia

supratemporal. No es pura sucesión cronológica, irreversible, sino reactualización misteriosa y real. Transforma el tempus en templum.

En paralelo: la creación adquiere valor espacial nuevo. Lugares sagrados.Donde el hombre se comporta de manera diversa, entrando en comunicaciónpeculiar con lo divino.

Ligado: objeto sagrado, realidad sui generis.

Exteriorización de la experiencia• Nivel cultual Otras finalidades Alcance teorético no indiferente. Camino del culto al logos filosófico. Aparato cultual refuerza la fe religiosa. Fuerza vinculante, confiere

profundidad de significado y dinamismo a la vida. Riesgo: caída en esteticismo. Para ello no faltan profetismos que denuncian ritualidades vacías.

Cohesión social. (Atención: hay ritos no religiosos).

Exteriorización de la experiencia• Nivel cultual Actos fundamentales: oración y sacrificio. Oración: Fundamental, extensivamente y cualitativamente. Formas históricas múltiples. (Distinguir, aunque cercano: fórmulas mágicas

y meditación filosófica) Modalidades: activa o pasiva, privada o pública, espontánea o estandarizada, verbal o de silencio.

Niveles: grados de intensidad y profundidad, desde formas embrionarias y modos ingenuos y rudimentarios hasta formas más purificadas y oraciones místicas

Significado: estructura constante. Acto de recogimiento por el que se establece y cultiva la comunión con lo divino. Espíritu de adoración y actitud de confianza. Creencia en la presencia, especialmente del Dios vivo y personal, con certeza de una relación efectiva pero asimétrica.

Exteriorización de la experiencia• Nivel cultual Sacrificio También amplia difusión y riqueza de significados. Símbolo cultual central para

algunos, no característico para otros (religión es más recibir que dar). Condensa no menos que la oración la experiencia y la vuelve concreta, aunque la

experiencia es menos inmediata y transparente. Incluye de modo más rico cargados múltiples elementos. Engloba corporeidad y dimensión social. Es más compleja y polivalente.

Formas típicas: ofrenda de dones (sin vínculo de reciprocidad), sacrificio de expiación, sacrificio de comunión.

Significado: “hacer sagrado”. Dos elementos: la acción sagrada y el elemento de lamediación. Aspectos constitutivos: voluntad de dar, conciencia de indignidad y distancia, deseo de comunión.

Finalidad: restablecer el círculo de comunión. Connotaciones: eficacia trascendente, reciprocidad asimétrica, dimensión dolorosa

(renuncia, algo que cuesta).

Exteriorización de la experiencia• Dimensión corpórea Planteamiento: tensión carne/espíritu, que se busca entender.

¿Oposición o complementariedad? ¿Mediación corpórea es amarga necesidad o expresión fundamentalmente positiva? Respuestas diversas, desde contraposición en extremos dualistas y espiritualistas o formas más matizadas que no dejan de desconfiar en la carne, hasta quienes reducen la religión a sentimientos interiores o hechos corpóreos y tangibles. Tesis: Mediación del cuerpo es irrenunciable, desde fundamentos

teóricos (antropología filosófica y fundamentación de lo específicamente religioso como función del yo y el acto religioso expresado en mediaciones humanas naturales); históricos (conceptos religiososderivan de actividad en esfera sensible); prácticos (práctica cultual, aun entre quienes la relativizan).

Exteriorización de la experiencia• Dimensión corpórea Significado Las formas corpóreas aprovechan y refuerzan la experiencia interior. La mediación corpórea concurre a hacer integral el culto. Las formas externas revisten función social, fructuosa para la comunidad. Riesgos: formalismo y esteticismo.

Exteriorización de la experiencia• Dimensión comunitaria Planteamiento. ¿Valor social en la experiencia? ¿Es función esencial o

accesoria? Respuestas extremas: desde reduccionismos sociológicos hasta aislamientos (Plotino)

Exteriorización de la experiencia• Dimensión comunitaria Tesis: la dimensión comunitaria es imprescindible, desde la estructura global del hombre (dato antropológico el ser con otros;

identidad personal se juega en relación con la comunidad; a nivel operativo, se alcanzan los fines propios sólo en referencia a la comunidad; en el plano axiológico, no hay realización que no esté socialmente condicionada)

y desde la naturaleza específica de la experiencia religiosa (dato histórico aunque en formas diferenciadas, desde comunidades sacrales hasta modernas, confirmado en legislaciones, organizaciones, funciones personales diversificadas; aún los anacoretas remiten a grupos humanos, aún budismo).

Religión no institucionalizada es un sinsentido sociológico. Aunque no sean el resultado exclusivo de instancias sociales, las disposiciones religiosas se desarrollan al interno de comunidades de fe. No extraña que el amor a la divinidad remita al amor al prójimo y busque crear comunión humana. La comunidad religiosa necesita estructuras sociales para realizar sus propios fines.

Exteriorización de la experiencia• Dimensión comunitaria Significado esencial La raíz última es el componente social del hombre. Al ser la realidad divina fuente de

todo valor creatural, resulta ser el último referente de la misma socialidad humana. La función de la comunidad religiosa es doble: portadora y mediadora de salvación. Portadora: en sus estructuras supraindividuales garantiza el encuentro con lo

divino, otorgando marcos de culto y transmisión de verdades de fe. Mediadora: a través de ella el individuo se vuelve creyente, en ella vive el culto y

recibe las doctrinas. Es en comunión con ella que se dirige a Dios, incluso cuando vive en el desierto.

Exteriorización de la experiencia• Dimensión comunitaria Tareas concretas Servicio de la sociedad a la religión., Todo hombre necesita la fuerza sugestiva de los

otros para corroborar su propia experiencia interior. La comunidad preserva al individuo de la unilateralidad y el subjetivismo propios de la experiencia interior. Gracias a la concurrencia de diversos sexos, edades y culturas, se promueve un fecundo intercambio de valores que da a la religiosidad una apertura verdaderamente universal.

Servicio de la religión a la sociedad: fortalece la cohesión entre los hombres y promueve la estabilidad social. Aunque también puede ser principio de revolución.

Riesgos Homologación (aplastamiento, que las exigencias comunitarias sofoquen la

creatividad o la vivencia individual). Tradicionalismo (que la comunidad se asiente en el pasado sin horizonte de futuro y

de innovaciones y significados. Encerramiento (creación de ghetto: olvidando misión universal, fanatismo).