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UNIVERSIDAD MIGUEL DE CERVANTES
ESCUELA DE DERECHO
INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA
TRABAJO FILOSOFIA DEL DERECHO
Alumna: Carolina García A.
Docente: Luis Sepúlveda.
Ramo: I. a La Filosofía.
UNIVERSIDAD MIGUEL DE CERVANTES – SANTIAGO DE CHILE
INTRODUCCIÓN
La filosofía del derecho es una rama de la filosofía y ética que estudia los
fundamentos filosóficos que rigen la creación y aplicación del derecho.
Filosofía del Derecho es toda aproximación al hecho jurídico, el
acercamiento a un fenómeno que ha acompañado a la humanidad desde su
aparición, puesto que la ley y el derecho constituyen una constante histórica que
ha incidido de una manera general y constante en la gente y en los modelos
sociales y políticos.
En este trabajo ahondare en la filosofía del derecho, desde la perspectiva
del derecho natural de los hebreos, donde el Antiguo y el Nuevo Testamento están
lleno de actos de legislación, en donde Dios se empeña por lograr la observancia
y ejecución de sus leyes, donde este, se diferencia claramente de otros dioses por
su preocupación constante por la ley, para lo cual premia y castiga al pueblo
elegido de acuerdo con su comportamiento en relación con las leyes existentes.
Para los judíos en el Antiguo Testamento, fue Dios el único quien habló a
Moisés y ordenó que comunicara sus leyes a su pueblo y fue su pueblo el que
quedó convertido en comunidad sagrada gracias a esa comunicación por la santi-
dad misma de Dios que había dictado esas leyes.
La doctrina del evangelio fue esencialmente apolítica, todas sus enseñanzas
eran en sentido espiritual, “Mi reino no es de este mundo. Dad al César lo que es
del César y a Dios lo que es de Dios”. Los Tributos debían ser pagados al Estado
no a la Iglesia. Un Dios personal gobierna al mundo, el derecho se consideraba
fundado sobre la voluntad divina, se conoce por revelación y debe ser aceptada
por la fe, el fin del Cristianismo es el individuo, la meta última es la beatitud celeste
que se obtiene con la subordinación a los preceptos divinos interpretados por la
iglesia.
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EL ANTIGUO Y EL NUEVO TESTAMENTO EN EL DERECHO
COMO IDEA DIVINA
El Antiguo Testamento
Prácticamente todos los sistemas jurídicos, resienten una fuerte influencia
histórica de la tradición normativa del Antiguo Testamento, que en su esencia
contenía los famosos diez mandamientos de la Ley de Dios.
La antigua legislación hebrea, se presume que fue codificada entre los años
900 a 600 antes de Cristo; codificación que se encuentra localizada en los libros
conocidos como El Levítico y el Deuteronomio.
En el Deuteronomio, se disponían, entre otras prescripciones, que cada
cincuenta años se anulaban retroactivamente las operaciones de compraventa
respecto de inmuebles rurales, ya que Jehová era el verdadero propietario de la
tierra y los hebreos eran sus usufructuarios.
Existía también el principio del diezmo: la décima parte de la cosecha y los
animales primogénitos debían ser consumidos por la familia en una fiesta
religiosa, ante Jehová, la figura del diezmo representa una de las instituciones
jurídicas de origen religioso, con profunda tradición histórica en el pueblo hebreo,
que después se incorporó al derecho canónico. Esa institución de carácter fiscal,
se difundió y consolidó en la mayoría de los pueblos europeos donde se seguiría
cobrando el diez por ciento de las cosechas para la iglesia del lugar.
Otro aspecto que sin duda merece ser comentado, es el que se refiere a la
actividad judicial entre los judíos, los cuales, a diferencia de la cultura babilónica,
supeditaron la actividad de los jueces al poder religioso, estos sacerdotes eran los
jueces supremos, por lo tanto, el laicismo en ese terreno no fue práctica legal
entre los hebreos, donde además no era suficiente un solo testigo y el falso
testimonio se castigaba con la ley del talión, que en la actualidad es conocida
como ojo por ojo diente por diente.
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Las tablas de moisés (los 10 mandamientos): Según la tradición bíblica, en
el Monte Sinaí recibe Moisés de Dios las Tablas de la Ley, que constituye el
Código sagrado formado por los 10 mandamientos dados por Dios a Moisés. Este
incluye preceptos de eminente sentido jurídico y moral, como los que prescriben
honrar al padre y a la madre, no matar, no cometer adulterio, no robar, no levantar
falsos testimonios, no mentir, no codiciar los bienes ajenos, etc. Hay en ellos todo
un sistema regulador de conducta en torno a la idea de respeto de la personalidad
del hombre, de su vida, de su honra y de sus bienes. Jurídicamente dentro de la
mezcla del derecho y religión,
Los que nos hemos formado bajo la tradición judío-cristiana, desde nuestra
infancia escuchamos recitar tales ordenanzas, estas prescripciones normativas
aún cuando tuvieron su origen en los textos bíblicos del Antiguo Testamento,
como disposiciones dictadas por Iahvé o Dios de los judíos, bajo un influjo
eminentemente idealista y naturalista, han orientado sin embargo, como se ha
dicho, a la mayoría de los regímenes jurídicos que se han sucedido en la historia
del mundo.
Tal como lo sostiene el filósofo inglés Thómas Hobbes, en su obra El
Leviatán, desde sus orígenes gregarios, el ser humano tuvo la necesidad de
conformar un poder que se ubicara por encima de él mismo, con la finalidad de
que, con la fuerza conferida por los miembros de la colectividad, les protegiera de
una muerte violenta a manos de sus semejantes y que evitara, a la vez, el hurto de
su patrimonio.
Esas necesidades naturales del ser humano, fueron conformando la
creación y surgimiento del poder y posteriormente del Derecho. Pero para el
pueblo judío, esa necesidad de ordenar la vida colectiva del ser humano, por
medio de normas válidas para todos, provino de Dios, quien es el origen de toda
ley moral y jurídica. Sea como fuere, no existe en la actualidad, orden
constitucional que no contenga casi todas las previsiones que contemplaban las
leyes del antiguo testamento.
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El Nuevo Testamento
La influencia del Nuevo Testamento, la encontramos presente de igual
forma en el sistema legal de las civilizaciones, el cual se ha fundamentado en la fe
hacía el orden legal, producto de la fe misma en el Dios del pueblo hebreo. Esa
misma fe que se originó en el respeto hacía el sacerdote o ministro del culto
religioso, como intérprete de la ley.
Puesto que para el derecho siempre tiene importancia fundamental que la
obligación de sus normas se encuentre firmemente anclada en la convicción de la
legitimidad de la autoridad que crea la ley, sea Dios, sea la acción popular, la
importancia de las normas legales en la vida social estará, en todo momento,
hondamente influenciada por la fe en la legitimidad del gobierno que las impone y
por la cual son creadas ,así pues, no cabe duda alguna que la idea de la ley en el
pueblo hebreo, de tal forma que esa convicción en la fe ha sido desde luego
inspiradora no solo para el espíritu religioso monoteísta; sino, como lo hemos
visto, para el derecho mismo.
La fe en la ley representa el pilar fundamental de todo sistema jurídico;
pues, en efecto, no pudiéramos concebir ningún régimen socio-económico y legal
del mundo moderno y contemporáneo, que no se base en la fe de sus
gobernantes y miembros del poder, para que éste se pueda mantener como
derecho positivo y vigente. La fe, pilar también de la religión católica, apostólica y
romana, que en varios sentidos ha sido fuente de términos legales incluidos en
nuestra tradición jurídica.
En el Nuevo Testamento, dice Jesús: “No he venido para abrogar la ley,
sino para cumplirla”, en ésta cita, se advierte clara y evidentemente el profundo
respeto que el pueblo judío ha tenido por la ley; es decir, la fe en el orden jurídico
que ha sido estatuido bien por el hombre a través de la acción popular o bien por
el imperio de Dios. De manera tal que esa posición fideísta del pueblo judío,
constituye, sin lugar a dudas, uno de los antecedentes más remotos de nuestros
sistemas jurídicos.
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CONCLUSIÓN
Al concluir con la investigación, considero que tanto Israel como los demás
pueblos de oriente en su derecho han hecho constar instituciones de carácter uni-
versal, como por ejemplo la sinagoga un cuerpo colegiado que servía para la in-
terpretación y difusión de la ley, por su intermedio los ciudadanos podían conocer
y cumplir la ley.
Siento que se aplica lo que hoy en día nos enseñan, en que la ley desde
que es publicada es conocida por todos, ya para aquellos tiempos el desconoci-
miento de la ley no excluía a persona alguna, es decir, el conocimiento de la ley se
consideraba general para todos buscando en su aplicación la imparcialidad de la
ley. Aunque en aquellos tempos los hebreos se basaban en un derecho de con-
ceptos religiosos y morales.
Además creo que hoy en día nuestra legislación no esta tan apartada de
aquella que un día gobernó a los israelitas, más bien, aunque no las reconozca-
mos como tales nos gobiernan reglas morales, y así como en el Nuevo Testamen-
to donde se pregonaba la fe tanto en Dios como en sus gobernantes, hoy cuando
estamos frente a nuestros candidatos la mayoría de las personas ponemos la fe
de por medio, y en que estos aplicaran las leyes de la mejor manera posible y que
buscaran en la dictación de nuevas leyes el mejor vivir colectivo.
El hombre desde que es considerado como un ser social, debió estar afir-
mado a un grupo de normas ya sea en base a una religión o tipo de ideología esta
fue y será siempre necesaria ya que como individuos necesitamos de normas que
nos conduzcan a un vivir bien en sociedad, ya que si no contamos con pilares o
parámetros de conductas que puedan ser sancionadas en caso de incumplirlas so-
mos como señalaría Thomas Hobbes “el hombre es un lobo para los hombres”.
Dónde nosotros mismos nos destruiríamos sin miras de una vida social sana y con
miras a un mejor desarrollo no solo como nación sino que también a nivel mundial.
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