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Michel Foucault Las redes del poder Los psicoanalistas continúan considerando que el significado del poder es aún la prohibición, la fórmula "tu no debes". Foucault considera esta concepción totalmente insuficiente, una concepción jurídica y formal del poder, e intenta demostrar en qué dirección se puede desarrollar un análisis del poder uq eno sea simplemente una concepción negativa, sino una concepción positiva de la tecnología del poder. Esta concepción negativa del poder fue desarrollada a fines del siglo XIX por la etnología, que siempre intentó detectar sistemas de poder en términos de sistemas de reglas. Y nosotros mismos, cuando intentamos reflexionar sobre nuestra sociedad, sobre la manera como el poder se ejerce en ella, lo hacemos fundamentalmente a partir de una concepción jurídica: dónde está el poder, quién detenta el poder, cuáles son las reglas que rigen al poder, cuál es el sistema de leyes que el poder establece sobre el cuerpo social. Para nuestras sociedades, hacemos una sociología jurídica del poder, y para las otras, una etnología de la regla, de la prohibición. ¿Cómo fue posible que nuestra sociedad, la sociedad occidental en general, haya concebido al poder de una manera tan restrictiva, tan pobre, tan negativa? Parte de ello se debe a la influencia de Kant y aquella idea por la cual la ley moral, la oposición 'debes/no debes' es la matriz de la regulación de toda la conducta humana. Pero hay que ver si Kant tuvo tal influencia. En Occidente, los grandes sistemas establecidos desde la Edad Media, se desarrollaron por intermedio del crecimiento del poder monárquico, a costas de los poderes feudales. En esta lucha, el derecho fue siempre el instrumento del poder monárquico contra las instituciones, las costumbres, los reglamentos, etc.

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Michel Foucault

Michel FoucaultLas redes del poder

Los psicoanalistas continan considerando que el significado del poder es an la prohibicin, la frmula "tu no debes". Foucault considera esta concepcin totalmente insuficiente, una concepcin jurdica y formal del poder, e intenta demostrar en qu direccin se puede desarrollar un anlisis del poder uq eno sea simplemente una concepcin negativa, sino una concepcin positiva de la tecnologa del poder.

Esta concepcin negativa del poder fue desarrollada a fines del siglo XIX por la etnologa, que siempre intent detectar sistemas de poder en trminos de sistemas de reglas. Y nosotros mismos, cuando intentamos reflexionar sobre nuestra sociedad, sobre la manera como el poder se ejerce en ella, lo hacemos fundamentalmente a partir de una concepcin jurdica: dnde est el poder, quin detenta el poder, cules son las reglas que rigen al poder, cul es el sistema de leyes que el poder establece sobre el cuerpo social. Para nuestras sociedades, hacemos una sociologa jurdica del poder, y para las otras, una etnologa de la regla, de la prohibicin.Cmo fue posible que nuestra sociedad, la sociedad occidental en general, haya concebido al poder de una manera tan restrictiva, tan pobre, tan negativa? Parte de ello se debe a la influencia de Kant y aquella idea por la cual la ley moral, la oposicin 'debes/no debes' es la matriz de la regulacin de toda la conducta humana. Pero hay que ver si Kant tuvo tal influencia.

En Occidente, los grandes sistemas establecidos desde la Edad Media, se desarrollaron por intermedio del crecimiento del poder monrquico, a costas de los poderes feudales. En esta lucha, el derecho fue siempre el instrumento del poder monrquico contra las instituciones, las costumbres, los reglamentos, etc. El poder monrquico, desarrollando instituciones jurdicas y judiciales, logr sustituir la vieja solucin de los litigios privados a travs de la guerra civil por un sistema de tribunales, con leyes, que proporcionaban de hecho al poder monrquico la posibilidad de resolver l mismo las disputas entre los individuos. De esa manera, el derecho romano fue un instrumento formidable en manos de la monarqua para lograr definir las formas y los mecanismos de su propio poder, a costa de los poderes feudales.

En otras palabras, el crecimiento del Estado en Europa fue parcialmente garantizado por el desarrollo de un pensamiento jurdico. El poder monrquico, el poder del Estado, est esencialmente representado en el derecho.

Al mismo tiempo que la burguesa que se aprovecha extensamente del desarrollo del poder real, tena un inters en desarrollar ese sistema de derecho que le permitira dar forma a los intercambios econmicos que garantizaban su propio desarrollo social.

La forma del derecho fue un sistema de representacin del poder comn a la burguesa y a la monarqua. La burguesa y la monarqua lograron instalar una forma de poder que se representaba como discurso, como lenguaje, el vocabulario del derecho. Y cuando la burguesa se desembaraz finalmente del poder monrquico, lo hizo precisamente utilizando ese discurso jurdico que haba sido hasta entonces el de la monarqua.

Rousseau, cuando hizo su teora del Estado, intent mostrar cmo nace un soberano, pero un soberano colectivo, un cuerpo social como soberano a partir de la cesin de los derechos individuales, de su alienacin y de la formulacin de leyes de prohibicin que cada individuo est obligado a reconocer pues fue l mismo quien se impuso la ley, en la medida en que l mismo es miembro del soberano, en la medida en que l es el mismo soberano. El instrumento terico por medio del cual se realiz la crtica de la institucin monrquica, fue el instrumento del derecho. En otras palabras, Occidente nunca tuvo otro sistema de representacin, de formulacin y de anlisis del poder que no fuera el sistema de derecho, el sistema de la ley. Y por esta razn no tuvimos hasta recientemente otras posibilidades de analizar el poder excepto esta concepcin jurdica, de la cual hay que liberarse.En el fondo no existe un poder, sino varios poderes. Se trata siempre de formas locales, regionales de poder, que poseen su propia modalidad de funcionamiento, procedimiento y tcnica. Todas estas formas de poder son heterogneas. Debemos hablar de los poderes o intentar localizarlos en sus especificidades histricas y geogrficas.El sistema de poder que la monarqua haba logrado organizar a partir del fin de la Edad Media presentaba para el desarrollo del capitalismo como inconvenientes mayores:1) El poder poltico, tal como se ejerca en el cuerpo social, era un poder muy discontinuo. Las mallas de la red eran muy grandes, un nmero casi infinito de cosas, de elementos, de conductas, de procesos escapaban al control del Poder. Por ejemplo: contrabando en toda Europa hasta fines del siglo XVIII. Esto, exiga la instauracin de un poder continuo, preciso, de algn modo atmico. Pasar as de un poder lagunar, global, a un poder continuo e individualizante, que cada uno, que cada individuo, en l mismo, en su cuerpo, en sus gestos, pudiese ser controlado, en vez de esos controles globales y de masa.2) El segundo gran inconveniente de los mecanismos de poder, tal como funcionaban en la monarqua, es que eran sistemas excesivamente onerosos. Y eran onerosos justamente porque la funcin del poder era esencialmente el poder de recaudar, de tener el derecho de recaudar cualquier cosa. El poder era entonces recaudador y predatorio. Operaba siempre una sustraccin econmica, y lejos, consecuentemente, de favorecer o estimular el flujo econmico, era permanentemente su obstculo y freno. Entonces aparece una segunda preocupacin: encontrar un mecanismo de poder tal que al mismo tiempo que controlase las cosas y las personas hasta en sus ms mnimos detalles, no fue tan oneroso ni esencialmente predatorio, que se ejerciera en el mismo sentido del proceso econmico.Teniendo a la vista estos dos objetivos se puede comprender la mutacin tecnolgica del poder en Occidente. Es necesario hacer no slo la historia de las tcnicas industriales, sino tambin de las tcnicas polticas, y se las pueden agrupar en dos grandes captulos, en los captulos XVII y XVIII. De un lado existe esta tecnologa que llamara 'de disciplina'. Disciplina es el mecanismo del poder por el cual alcanzamos a controlar en el cuerpo social hasta los elementos ms tenues por los cuales llegamos a tocar los propios tomos sociales: los individuos. Tcnicas de individualizacin del poder: cmo vigilar a alguien, cmo controlar su conducta, su comportamiento, etc.El ejrcito fue el lugar donde se descubri la disciplina y donde se la desarroll en primer lugar: para ser un buen soldado haba que saber tirar, y por tanto, era necesario pasar por un proceso de aprendizaje. En suma, el soldado se volva habilidoso y, por tanto, precioso. Y tanto ms precioso ms necesario era conservarlo, y haba que ensearle a salvarse la vida en la batalla, y mientras ms aprenda ms precioso era l. Esto da como resultado el ejrcito prusiano, el modelo de disciplina prusiano, que era precisamente la perfeccin.El otro lugar en el cual vemos aparecer esta nueva tecnologa disciplinar es la educacin: los individuos son individualizados dentro de la multiplicidad. Se trata de ejercer sobre ellos un poder que ser justamente mucho menos oneroso que el poder del preceptor. All tenemos un maestro para decenas de discpulos y es necesario que se logre una individualizacin del poder, un control permanente, una vigilancia en todos los instantes, as aparece el celador. Tambin las notas cuantitativas. La ubicacin en filas.Lo que ocurri en el ejrcito y en los colegios es lo que se llamar 'tecnologa individualizante del poder', y es tecnologa que enfoca a los individuos hasta en sus cuerpos, en sus comportamientos. Una antomo-poltica que hace blanco en los individuos hasta anatomizarlos.Tenemos otra familia de tecnologas de poder que aparecen un poco ms tarde, que no enfocan a los individuos como individuos, sino que ponen blanco en la poblacin, es decir, un grupo de seres vivos que son atravesados, comandados, regidos por procesos de leyes biolgicos. Una poblacin posee una natalidad, una mortalidad, una poblacin, etc.

El poder se debe ejercer sobre los individuos en tanto constituyen una especie de entidad biolgica que debe ser tomada en consideracin si queremos precisamente utilizar esa poblacin como mquina de producir todo: riquezas, bienes, otros individuos, etc. Se invent la bio-poltica en ese momento en que vemos aparecer problemas como el del habitat, de las condiciones de vida de una ciudad. O cmo regular el flujo de la poblacin, la tasa de crecimiento, las migraciones. Y a partir de all toda una serie de tcnicas de observacin entre las cuales est estadstica, pero tambin todos los grandes organismos administrativos, econmicos y polticos, todo eso encargado de la regulacin de la poblacin.Por lo tanto, hay dos grandes revoluciones en la tecnologa del poder: descubrimiento de la disciplina y descubrimiento de la regulacin, perfeccionamiento de una antomo-poltica y perfeccionamiento de una bio-poltica.La vida se hace a partir del siglo XVIII objeto de poder, la vida y el cuerpo. Antes existan sujetos jurdicos, ahora cuerpos y poblaciones. El poder se hace materialista. Debe lidiar con esas cosas reales que son el cuerpo, la vida. La vida entra en el dominio del poder y es evidente que se puede percibir cmo el sexo se vuelve a partir de ese momento, el siglo XVIII, una pieza absolutamente capital, porque est ubicado en el lugar de la articulacin entre las disciplinas individuales del cuerpo y las regulaciones de la poblacin. El sexo viene a ser aquello a partir de los cual se puede garantizar la vigilancia sobre los individuos, y entonces se comprende por qu la sexualidad de los adolescentes se vuelve un problema mdico, un problema moral, casi un problema poltico, porque a travs y so pretexto de este control de la sexualidad se poda vigilar a los colegiales, a los adolescentes a lo largo de sus vidas, a cada instante, an durante el sueo.

Entonces, el sexo se tornar un instrumento de disciplinarizacin, pero por otro lado es el sexo el que asegura la reproduccin de las poblaciones, y con una poltica del sexo podemos cambiar las relaciones entre natalidad y mortalidad, la poltica del sexo se va a integrar al interior de toda esa poltica de la vida. El sexo es el eje entre la antomo-poltica y la bio-poltica, l est en la encrucijada de las disciplinas y de las regulaciones y es en esa funcin que l se transforma al final del siglo XIX en una pieza poltica de primera importancia para hacer de la sociedad una mquina de producir.

Microfsica del poder - Curso del 14 de enero de 1976

Lo que he intentado analizar hasta ahora es el cmo del poder, captar sus mecanismos entre dos puntos de relacin, dos lmites: por un lado, las reglas del derecho que delimitan formalmente el poder, por otro, los efectos de verdad que este poder produce, transmite y que a su vez reproducen ese poder. Un tringulo pues: poder, derecho verdad.Mi problema es este: qu reglas de derecho ponen en marcha las relaciones de poder para producir discursos de verdad?, o bien, qu tipo de poder es susceptible de producir discursos de verdad que estn, en una sociedad como la nuestra, dotados de efectos tan poderosos?

En cualquier sociedad, relaciones de poder mltiples atraviesan, caracterizan, constituyen el cuerpo social; y estas relaciones de poder no pueden disociarse, ni establecerse ni funcionar sin una produccin del discurso. Estamos sometidos a la produccin de la verdad desde el poder y no podemos ejercitar el poder ms que a travs de la produccin de la verdad.

En nuestra sociedad, la relacin entre poder, derecho y verdad se organiza de un modo muy particular. Para caracterizar su intensidad y su constancia, podra decir que estamos constreidos a producir la verdad desde el poder que la exige, que la necesita para funcionar: Tenemos que decir la verdad. En el fondo, tenemos que producir verdad igual que tenemos que producir riquezas. Por otro lado, tambin estamos sometidos a la verdad en el sentido en que la verdad hace ley, elabora el discurso verdadero que, al menos en parte, decide, transmite, promueve efectos de poder. Despus de todo, somos juzgados en funcin de discursos verdaderos que conllevan efectos especficos del poder.

En las sociedades occidentales, la elaboracin del pensamiento jurdico se ha desarrollado esencialmente en torno al poder real. A peticin del poder real, se ha construido el edificio jurdico de nuestras sociedades. El derecho en Occidente es un derecho regido por el rey. Se habla de ello de dos modos: para mostrar en qu armazn jurdico se investa el poder real, cmo el monarca era efectivamente el cuerpo viviente de la soberana; o, por el contrario, para mostrar cmo haba que limitar ese poder del soberano, a qu reglas de derecho deba someterse, dentro de qu lmites deba ejercerse para que conservase su legitimidad. El principal problema alrededor del que se organiza toda la teora del derecho es el de fijar la legitimidad del poder, la soberana.El discurso y la tcnica del derecho han tenido esencialmente la funcin de disolver en el interior del poder el hecho de la dominacin para hacer aparecer en su lugar dos cosas: los derechos legtimos de la soberana y la obligacin legal de la obediencia. El rey enmascara la dominacin y sus consecuencias.

He intentado hacer valer el hecho de la dominacin y mostrar no slo cmo el derecho es, en general, el instrumento de esa dominacin, sino tambin cmo, hasta dnde y bajo qu formas el derecho transmite, funcionaliza relaciones que no son exclusivamente relaciones de soberana sino de dominacin, las mltiples formas de dominacin que pueden ejercerse en el interior de la sociedad, los mltiples sometimientos, las mltiples sujeciones, las mltiples obligaciones que tienen lugar y funcionan dentro del cuerpo social.El sistema de derecho y el campo judicial son los transmisores permanentes de relaciones de dominacin, de tcnicas de sometimiento polimorfas. El derecho visto desde los procedimientos de sometimiento que pone en marcha.El problema para m est en evitar la cuestin de la soberana y de la obediencia y hacer ver el problema de la dominacin y del sometimiento. Para esto es necesario un cierto nmero de precauciones de mtodo.En primer lugar, se trata de analizar no las formas reguladas y legitimadas del poder. Sino de tomar al poder en sus extremidades, en sus confines ltimos; de asirlo en sus formas ms locales, donde salta las reglas del derecho que lo organiza y delimita y se extiende ms all de ellas; donde adopta la formas de tcnicas y proporciona instrumentos de intervencin material. En otras palabras, asir siempre al poder en los lmites menos jurdicos de su ejercicio.

En segundo lugar, no analizar el poder en el terreno de la intencin o de la decisin. Sino estudiar el poder all donde su intencin, si tiene una intencin, est totalmente investida en el interior de prcticas reales y efectivas, y en su cara externa, all donde est en relacin directa e inmediata con lo que provisionalmente podemos llamar su objeto, su campo de aplicacin, all donde se implanta y produce efectos reales. No preguntarse por qu algunos quieren dominar, qu buscan, cul es su estrategia; sino como funcionan las cosas al nivel del proceso de sometimiento. Antes de preguntarse cmo aparece el soberano en lo alto, intentar saber cmo se han, poco a poco, progresivamente, materialmente, constituido los sujetos a partir de la multiplicidad de los cuerpos, de las fuerzas, de las energas, de las materialidades, de los deseos, de los pensamientos.

En tercer lugar, no considerar el poder como un fenmeno de dominacin masiva y homognea de un individuo sobre los otros, de un grupo sobre los otros, de una clase sobre las otras; sino tener bien presente que el poder, si no se lo contempla desde demasiado lejos, no es algo dividido entre los que lo poseen, los que lo detentan exclusivamente y los que no lo tienen y lo soportan. El poder tiene que ser analizado como algo que circula, como algo que no funciona sino en cadena. No est nunca localizado aqu o all. El poder funciona a travs de una organizacin reticular. Y en sus redes no slo circulan los individuos, sino que adems estn siempre en situacin de sufrir o de ejercitar ese poder. En otros trminos, el poder transita transversalmente, no est quieto en los individuos.El individuo es un efecto del poder, y al mismo tiempo, o justamente en la medida en que es un efecto, el elemento de conexin. El poder circula a travs del individuo que ha constituido.Cuarta precaucin, cuando digo que el poder se libera, circula, forma redes es verdad slo hasta cierto punto. Todos tenemos algo, y ms profundamente, de poder en el cuerpo. Pero no creo que se pueda concluir que el poder es la cosa mejor distribuida del mundo. No se trata de una especie de distribucin democrtica o anrquica del poder a travs de los cuerpos. Se debe hacer un anlisis ascendente del poder, arrancar de los mecanismos infinitesimales y ver despus cmo estos mecanismos de poder han sido y todava estn investidos por mecanismos ms generales y por formas de dominacin global. Hay que analizar cmo los fenmenos, las tcnicas, los procedimientos de poder funcionan en los niveles ms bajos. Cmo son investidos estos procedimientos y anexionados por fenmenos ms globales y cmo poderes ms generales o beneficios econmicos pueden insertarse en el juego de estas tecnologas al mismo tiempo relativamente autnomas e infinitesimales del poder. Ver cmo histricamente partiendo desde han podido funcionar los mecanismos de control; ver cmo de los puntos ms pequeos de la sociedad estos fenmenos de represin o de exclusin se han instrumentado; mostrar cules han sido sus agentes reales, no buscarlos en la burguesa en general, sino en los agentes directos y cmo estos mecanismos de poder en un momento dado, en una coyuntura precisa, y mediante un determinado nmero de transformaciones, han empezado a volverse econmicamente ventajosos y polticamente tiles.De este modo se demostrara que lo que la burguesa necesit fue la tcnica y el procedimiento mismo de la exclusin. Los instrumentos de exclusin, los aparatos de vigilancia, la medicalizacin de la sexualidad, de la locura, de la delincuencia, toda esta microfsica del poder, la que ha tenido, a partir de un determinado momento, un inters para la burguesa.Los mecanismos de exclusin pusieron de manifiesto un provecho econmico, una utilidad poltica y, de golpe, se encontraron naturalmente colonizados y sostenidos por mecanismos globales, por el sistema del Estado; y es partiendo de estas tcnicas de poder y mostrando sus beneficios econmicos o las utilidades polticas que de ello se derivan, en un contexto dado y por determinadas razones, como se puede comprender que de hecho estos mecanismos terminen por formar parte del conjunto.

Quinta precaucin, es muy posible que las grandes mquinas de poder estuviesen acompaadas de producciones ideolgicas; pero en el fondo no creo que lo que se formen sean ideologas: es mucho menos y mucho ms. Son instrumentos efectivos de formacin y de acumulacin del saber, mtodos de observacin, tcnicas de registro, procedimientos de indagacin y de pesquisa, aparatos de verificacin. El poder, cuando se ejerce a travs de estos mecanismos sutiles, no puede hacerlo sin formar, sin organizar y poner en circulacin un saber o unos aparatos de saber que no son construcciones ideolgicas.Para resumir, en lugar de dirigir la investigacin sobre el poder al edificio jurdico de la soberana, a los aparatos de Estado y a las ideologas que conllevan, se la debe orientar hacia la dominacin, hacia los operadores materiales. Hay que estudiar el poder fuera del modelo de Leviatn, fuera del campo delimitado por la soberana jurdica y por las instituciones estatales. Se trata de estudiarlo partiendo de las tcnicas y de las tcticas de dominacin.Esta es la lnea metodolgica que debe seguirse y que he intentado seguir en las diferentes bsquedas en relacin al poder psiquitrico, a la sexualidad infantil, a los sistemas polticos, etc. Recorriendo estos dominios aparece un hecho histrico compacto.

Este hecho histrico compacto es la teora jurdico-poltica de la soberana, la cual jug cuatro papales. En primer lugar, se refiri a un mecanismo de poder efectivo que era el de la monarqua feudal. En segundo lugar, sirvi de instrumento y de justificacin para la construccin de las grandes monarquas administrativas. En tercer lugar, la teora de la soberana fue un arma que circul de un campo a otro, ya sea para limitar o para reforzar el poder real. En cuarto lugar, en el siglo XVIII a partir de esta teora de la soberana se trata de construir en contra de las monarquas administrativas, autoritarias y absolutas, un modelo alternativo, el de las democracias parlamentarias.

Si seguimos estos cuatro papeles, nos damos cuenta de que mientras dur la sociedad de tipo feudal, los problemas a los que se refera la teora de la soberana abarcaban efectivamente la mecnica general del poder. La relacin de soberana recubra la totalidad del cuerpo social. Pero en el siglo XVII y XVIII se invent una nueva mecnica de poder.sta se apoya ms sobre los cuerpos y sobre lo que stos hacen, permite extraer tiempo y trabajo ms que bienes y riquezas. Es un tipo de poder que se ejerce a travs de la vigilancia; supone una cuadriculacin compacta de coacciones materiales; y se apoya en un principio segn el cual una verdadera y especfica nueva economa del poder tiene que lograr hacer crecer constantemente las fuerzas sometidas y la fuerza y la eficacia de quien las somete.Este nuevo tipo de poder es una de las grandes invenciones de la sociedad burguesa. Ha sido un instrumento fundamental en la constitucin del capitalismo industrial y del tipo de sociedad que le es correlativa. El poder disciplinario, tendra que haber conducido normalmente a la desaparicin del gran edificio jurdico de la teora de la soberana, pero sta continu existiendo y organizando los cdigos jurdicos del siglo XIX.

Por qu persisti? Por una parte, fue un instrumento crtico permanente contra la monarqua y los obstculos que podan oponerse al desarrollo de la sociedad disciplinaria. Pero por otra parte, la teora de la soberana y la organizacin de un cdigo jurdico permiti sobreponer a los mecanismos de disciplina un sistema de derecho que ocultaba los procedimientos y lo que poda haber de tcnica de dominacin, y garantizaba a cada cual el ejercicio de sus propios derechos soberanos. Desde el momento en que las constricciones disciplinarias tenan que ejercerse como mecanismos de dominacin y estar al mismo tiempo ocultas como ejercicio efectivo del poder, era necesario asimismo que la teora de la soberana estuviese presente en el aparato jurdico y fuese reactivada por los cdigos.

Entre el derecho de la soberana y la mecnica de la disciplina se juega el ejercicio del poder. Los poderes se ejercitan en las sociedades modernas a travs, a partir y en el mismo juego de esta heterogeneidad entre un derecho pblico de la soberana y una mecnica polimorfa de las disciplinas.

Las disciplinas tienen su discurso, son creadores de aparatos de saber y de mltiples dominaciones de conocimiento. Las disciplinas son portadoras de un discurso, no el del derecho, sino el de la regla natural, el de la norma. Definen la normalizacin, se refieren a las ciencias humanas y actuarn con un saber clnico.

El proceso que ha hecho fundamentalmente posible el discurso de las ciencias humanas es la yuxtaposicin, el choque de dos lneas, de dos mecanismos y de dos tipos de discursos absolutamente heterogneos: por un lado, la organizacin del derecho en torno a la soberana y por otro la mecnica de las sujeciones ejercidas por las disciplinas.

Que en nuestros das el poder se ejerza a travs de este derecho y de estas tcnicas, que estas tcnicas y estos discursos invadan el derecho, que los procedimientos de normalizacin colonicen cada da ms a los de la ley, puede explicar el funcionamiento global de la sociedad de normalizacin.