Fundacion ICPROC 25 años

Con la convicción de evangelizar y promover integralmente al ser humano, hombres y mujeres nos unimos al Padre Floresmiro López para ir tejiendo con las comunidades cristianas campesinas un proceso de desarrollo rural, integral, sostenible y solidario. El camino recorrido ha tenido sus ires y venires pero lo más significativo ha sido hacer camino al andar, y en este caminar el amor y la fe compartida son el fermento generador de sabiduría y entereza para transformar las dificultades en oportunidades.

En este caminar Juntos nos hemos encontrado con situaciones adversas: el dolor que deja la muerte de amigos y familiares a manos de los actores del conflicto armado; la despedida de seres queridos que han tenido que abandonar sus tierras temblando de miedo ante las amenazas de muerte; el desprecio de muchos ante la situación de pobreza y vulnerabilidad; la confusión generada por quienes representan los intereses de grandes empresas y que como héroes se presentan ofreciendo dinero por las tierras de los campesinos. Pese a todo lo anterior, caer y levantarnos, no derrotados, sino poniendo nuestra mirada fija en el horizonte para reanudar la marcha con mayor fuerza en el corazón, se debe a la confianza en el Dios de la Vida y en el encuentro con Jesucristo vivo, camino de conversión, comunión y reconciliación.

Los 25 años del ICPROC son un gran motivo de celebración, no sólo para quienes hicimos o hacemos parte de esta organización, sino también para los habitantes de la región del Magdalena Medio, que nos han visto crecer y se han hecho partícipes de nuestro proyecto.

Para conmemorar esta fecha tan especial, hemos preparado la revista ICPROC 25 Años, que narra la historia, los procesos y recuerda a sus protagonistas: campesinas y campesinos respetuosos del majestuoso templo de la creación; los lugares, los éxitos y por qué no, los desaciertos de esta

EDITORIAL

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Revista ICPROC 25 años

Obispo de Barrancabermeja y Presidente de la Junta Directiva del ICPROCMons. Camilo Fernando Castrellón Pizano

Representante Legal ICPROCPbro. Jorge Eliécer López Zabala

Directora ICPROCAlba Yaneth Gómez Meza

EditorDaniel Alfonso León

Correctores de estilo:Nohora Celedón Caraballo Merlyth Katherine Guevara Flórez

Fotografía: Daniel Alfonso Léonwww.flickr.com/photos/danielchucuri

Colaboradores- Pbro.Jorge Eliécer López Zabala- Pbro. Eliécer Soto Ardila - Alba Yaneth Gómez Meza- Fredy León Gómez- Fernando Figueredo Garzón- Claudia Cecilia Céspedes- Bibiana Díaz Díaz- Gabriel David Samacá Alonso- Marcela Parada

DiseñoDiego Sanabria | www.dedaloagencia.com

DirecciónFundación ICPROC - Calle 15A # 18-09 Barrio Buenos AiresTeléfonos + 57 (7) 6254787 - 6254966 - 6255464 San Vicente de Chucurí - Santander - Colombia

www.icproc.org.co Mayo -2010

utopía del respeto a la dignidad humana y la promoción de la formación integral, el rescate de valores y el desarrollo del ser humano, la familia y la comunidad.

En esta publicación encontrará artículos que nos trasladan a nuestros orígenes, a la imagen del padre Floresmiro recorriendo las veredas de San Vicente de Chucurí en su pequeña motocicleta; pero también la recreación del presente: los bachilleres rurales, los niños y niñas de los clubes pre-juveniles y juveniles, los proyectos productivos y agroindustriales. Los artículos de esta publicación, son una excusa para provocar la reflexión y evocar la memoria que nos permiten concluir con acierto que la construcción del tejido social ha permitido, y permitirá, la generación de paz en medio de la guerra y la transformación de adversidades en posibilidades de desarrollo.

Estos son nuestros primeros 25 años, pero vendrán muchos más, porque aún hay mucho trabajo por hacer y el ICPROC espera seguir compartiendo en la práctica que la evangelización y la promoción integral son una misma misión.

Muchas gracias.

Tabla de Contenido

Remembranzasde un sueño llamado: ICPROC

ICPROC, una propuesta de evangelizaciónintegral del sector campesino

Desarrollo humano, empresarial y educación:Tres hebras que forman el tejido social

La familia se cultiva

La educación,una preocupación de todos

Una fuerza joven

Una experienciapara compartir

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“Es hermoso ver bajar de la montaña los pies del mensajero de la paz”

¡Bienvenido!Monseñor Camilo FernandoCastrellón Pizano

La Fundación Instituto Cristiano de Promoción Campesina - ICPROC le extiende un caluroso saludo de bienvenida, que recoge las voces de campesinos y campesinas de la región; el sonido del río y los tambores convocando a la vida, a la identidad, a un proceso de constante reflexión y de encuentro con el Dios de la Vida, con los otros y con la creación. Lo recibimos para compartir nuestra música variada, plagada de armonías y de propuestas de convivencia, que generan participación, democracia y amor por el trabajo, la tierra y la vida.

Monseñor fue ordenado sacerdote de la comunidad de Don Bosco el 2 de diciembre de 1972. Durante sus 38 años de ministerio sacerdotal, se ha desempeñado como:

• Director de la obra Bosconia, Programa Gamines (1974-1976).

• Director de la Ciudadela de los Muchachos (1979-1980).

• Delegado para el Capítulo General de la Sociedad Salesiana (1991).

• Inspector Provincial en Colombia de los Padres Salesianos (1996-2001).

• Obispo de Tibú (2001-2009).

Monseñor Camilo Fernando nació en Bogotá hace 67 años. Desde joven su formación estuvo orientada por la fe: estudió primaria en el Colegio de la Presentación y en el San Pío X, ambos ubicados en Bogotá; la secundaria la cursó en el Colegio Sagrado Corazón. Al terminar sus estudios de bachillerato, Monseñor ingresó al Estudiantado Filosófico Salesiano y luego al Estudiantado Teológico El Porvenir.

El inicio de la vocación

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El origen y la evolución del Instituto Cristiano de Promoción Campesina – ICPROC- se divide en dos épocas representativas: La primera, está en el nacimiento de la institución que temporalmente se ubica desde 1982, año en que se inicia una dinámica de trabajo

que llegaría más o menos hasta mediados de la década del noventa; en esta etapa se emprendió el proceso de ayudar a superar parte de las dificultades que se vivían en el municipio y sus alrededores.Una segunda etapa se inició en el año de 1995 y va hasta la actualidad; en ella el ICPROC experimentó una fase de renovación en sus directrices y énfasis de trabajo, posicionándolo como un actor clave en el desarrollo integral, no sólo de San Vicente de Chucurí y sus habitantes, sino en toda la región del Magdalena Medio. En esta etapa se da el paso de ser una Institución de carácter parroquial a una de nivel diocesano, guardando una continuidad en varias de sus actividades, en especial en los fundamentos cristianos de su quehacer, y a su vez ampliando su mirada hacia otras zonas del departamento, siempre con el objetivo de atender las necesidades de la población rural.

San Vicente de Chucurí a partir de la década de 1980

Para la década de 1980 la situación era complicada; el municipio, de casi 60.000 habitantes, se encontraba en total abandono estatal, esto se reflejaba en

Cúpula Iglesia - San Vicente del Chucurí

de un sueño llamado:ICPROC

Remembranzas

El origen de San Vicente de Chucurí tiene historias diversas. Esta diversidad se evidencia a lo largo de las poblaciones que se han formado entre las laderas de la Serranía de los Yariguíes y el valle interandino del río Magdalena. Las difíciles vivencias que han afrontado los habitantes de este municipio y sus esfuerzos por superarlas, son el referente obligatorio para desentrañar la memoria colectiva. Ninguna de estas experiencias vividas tendría sentido, si no se tuvieran en cuenta para asumir con cuidado los retos presentes. Son esas experiencias y esa memoria, las que permiten conocer aquellos aspectos de la historia que definen gran parte de lo que son sus habitantes. Se entiende entonces, que la historia se comprende gracias a las huellas que han dejado hombres y mujeres en sus formas de andar y desandar el mundo y en San Vicente de Chucurí, una de esas huellas ha sido el ICPROC.

Autor: Daniel Alfonso León, Gabriel David Samacá y Marcela ParadaGrupo de Estudio y Trabajo Enseñanza de la HistoriaTomada: RESEÑA HISTÓRICA DEL INSTITUTO CRISTIANO DE PROMOCIÓN CAMPESINA –ICPROC “FLORESMIRO LÓPEZ JIMÉNEZ” 1982-2007.

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la carencia de vías para transportarse, para trasladar los alimentos y la escasez en los servicios públicos; no existía una verdadera política estatal frente a la salud y la educación; el hospital se encontraba sin recursos y la educación no era vista como una prioridad. El hecho que los Alcaldes fueran nombrados por el Gobernador del departamento mediante decreto, generaba por parte del mandatario escogido (en la mayoría de los casos) falta de compromiso con las principales necesidades del municipio que representaba. Por su parte, los asesinatos de la población campesina eran constantes, el campo era abandonado a marcha forzada y no existía un diálogo entre los políticos y la comunidad en general .Para aquel entonces, era “normal” que el campesino fuera asociado con la guerrilla, es decir, el labriego era entendido como la base y apoyo de los grupos guerrilleros o algunos grupos políticos con ciertas afinidades de cambio. Esta mirada no sólo provenía desde la sociedad civil en general, sino desde los más altos grupos castrenses del país, llegando a establecer de manera sistemática por parte del Ejército Nacional, una persecución a todos y cada uno de los campesinos y campesinas que integraban algún tipo de organización, fundación o movimiento social de carácter reivindicativo . Esa persecución al campesinado no sólo fue vivida en San Vicente, sino también en toda la región del Magdalena Medio santandereano, especialmente en el Carare Opón y Barrancabermeja. Todos los días aparecían muertos; amigos y conocidos, por ser integrantes de una agrupación política o por tener una posición política crítica con el Estado y sus temas imperantes. Finalmente el campesinado terminaba por estar en medio del conflicto armado, en el que el campo de batalla eran sus parcelas y en el que todas las fuerzas los miraba con recelo por ser colaboradores de uno u otro bando, para todos era sospechoso y todos exigían su colaboración.

La Iglesia y su rol en el campo

El Padre Bernardo López, fue clave para el proceso que vivió la comunidad; desde sus sermones eucarísticos denunciaba los atropellos que se estaban cometiendo en contra de la población civil. El representante de la iglesia terminó convirtiéndose en un abanderado de las personas más necesitadas, conformada por aquellos que no tenían techo, ni comida, y

los que la violencia en todas sus formas había afectado. La situación se tornó insostenible y en agosto de 1982 de la mano de los principales líderes del municipio, se convocó a la creación de un “Comité Pro Defensa de los Derechos Humanos para el municipio de San Vicente”, con el propósito de hacer seguimiento a las acciones del Ejército en contra de la población campesina.Este comité estuvo conformado por el Alcalde, el Personero Municipal, representantes de los campesinos y por el recién nombrado Párroco Floresmiro López, quien ejercía la presidencia del Comité. Para la historia quedaron registradas las palabras del Padre Floresmiro, el sábado 7 de Agosto de 1982 en medio de la eucaristía que cerraba el encuentro diciéndoles a los campesinos:

“El hombre, es aquel cristiano que no puede estar ausente de la causa de los derechos humanos. Es que el cristiano cuando ve vulnerado y aplastado el derecho del otro de esa manera tan humillante y tan ruin, no se puede quedar callado, tiene que solidarizarse con el débil, con el que no tiene protección. De tal manera que sería traicionar la misión como sacerdote y pastor de la iglesia, sí nosotros no estamos con ustedes, estaríamos fallando, estaríamos traicionado nuestra misión de sacerdotes y los cristianos estarían traicionando el nombre de los cristianos, sino los apoyan a ustedes y no los ayudan a defender sus legítimos derechos como campesinos”

necesitadas, conformada por aquellos que no tenían techo, ni comida, y

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A esta situación social llena de inmensas dificultades, se agregó la acción paramilitar, encabezada por el conocido inspector vitalicio Isidro Carreño en el área de San Juan Bosco de la Verde, quien inició en 1982 la consolidación del proyecto paramilitar de la región del Magdalena Medio santandereano. Desde esta zona, según informes de la Procuraduría Regional y algunas organizaciones nacionales e internacionales defensoras de Derechos Humanos, se dirigió toda la escalada contra insurgente para apaciguar el dominio de la guerrilla. Las acciones paraestatales permanecieron, dejando pobreza, terror y zozobra en toda la región, con cada acción cometida se asesinaba, se silenciaba y se amenazaba.

La iglesia fue adquiriendo un papel mediador del conflicto entre los grupos ilegales y civiles; durante la violencia abanderó los derechos de todas las personas afectadas por cada uno de estos grupos. Los desplazados, los campesinos y la población civil en general vieron en los sacerdotes esa neutralidad que ellos mismos reclamaban ante todos los actores armados.

A pesar de toda la violencia de esa época, no se registró ninguna acción que atentara contra las instalaciones físicas de las comunidades religiosas, como lo hicieron los grupos armados ilegales con escuelas, casas o caminos; por eso la iglesia aparece representando el lugar seguro en donde todos y cada uno de los afectados se refugiaron, buscando la paz, el perdón y la reconciliación que tanto hacia falta.

¿Sabía usted que... Hacía la segunda mitad de los 90’s después que la guerrilla dejara el pueblo, se desarticularon la mayoría de organizaciones sociales mediante la amenaza, fue así como el municipio entró en una “tensa calma” que no permitió reconstruir una historia común. Lo que sí se conoce, es que existieron muchos asesinatos, incalculables amenazas, cientos de desplazamientos que llevaron a que la población tuviera miedo de expresar alguna opinión que reflejara una posición al respecto. Un silencio que sólo cuenta a través de la cultura, la recuperación de un lugar sumido en la violencia .

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1980: Año en que el ICPROC se fundó como una entidad, debido a que las necesidades materiales y espirituales de la población de las veredas de San Vicente no daban espera.

El ICPROC desde su inicio no sólo se ocupaba de dar respuestas a las angustias de los campesinos por la situación de zozobra y miedo en que los tenía sumidos la violencia, sino que desde la fe alentó el compromiso cristiano en la construcción de soluciones a los problemas de hambre, enfermedad y analfabetismo que sufría el campesinado chucureño, dando forma a grupos de trabajo en economía, educación y capacitación agropecuaria; para estos primeros años el énfasis estaba puesto en la formación de los animadores quienes apoyarían el fortalecimiento de la organización en las veredas.

1985: 16 de abril, el Obispo de la Diócesis de Barrancabermeja, Monseñor Juan Francisco Sarasti sancionó canónicamente el nacimiento del ICPROC al otorgarle personería eclesiástica, que permitió a su vez a la Gobernación de Santander reconocer a la institución como una entidad sin ánimo de lucro en poco tiempo.

Los anteriores acontecimientos fueron importantes para la vida institucional del ICPROC, por que así empezó a formar parte de la estructura eclesiástica diocesana y a ser sujeto de la vida civil, permitiéndole administrar recursos provenientes tanto de la misma Iglesia Católica, como de entidades internacionales interesadas en el fortalecimiento de esta iniciativa .

Luego de ser nombrado párroco para San Vicente en 1982, el Padre Floresmiro Josefat López Jiménez ideó y concretó una obra social de grandes proporciones para el municipio, cuyo eje central era el Instituto Cristiano de Promoción Campesina ICPROC –como él mismo lo llamó alguna vez-. Sólo por citar las obras adelantadas en San Vicente están:

La construcción y puesta en marcha del Ancianato del pueblo en 1985 con la colaboración de las Hermanas Vicentinas.El arreglo del Cementerio Municipal en 1982La co-fundación y gerencia del Colegio Cooperativo San Pedro ClaverLa Cooperativa Multiactiva “La Chucureña”.El ICPROC, ICSED, FEDES, CENPROCIC, CENCOFAM, La Despulpadora “La Chucureña”, La Granja Hogar de Investigación La Vega.La creación del Bachillerato Rural SAT.

El ICPROC, ICSED, FEDES, CENPROCIC,

La co-fundación y gerencia del Colegio Cooperativo San Pedro ClaverLa Cooperativa Multiactiva “La Chucureña”.El ICPROC, ICSED, FEDES, CENPROCIC,

La Despulpadora “La Chucureña”, La Granja Hogar de Investigación La Vega.La creación del Bachillerato Rural SAT.

El ICPROC, ICSED, FEDES, CENPROCIC, El ICPROC, ICSED, FEDES, CENPROCIC,

La Despulpadora “La Chucureña”,

La co-fundación y gerencia del Colegio La co-fundación y gerencia del Colegio La co-fundación y gerencia del Colegio

La Cooperativa Multiactiva “La Chucureña”.La Cooperativa MultiactivaEl ICPROC, ICSED, FEDES, CENPROCIC, El ICPROC, ICSED, FEDES, CENPROCIC,

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IDEAS Y OBRAS

Barrio La Pesa - San Vicente de Chucurí

El ICPROC fue el resultado de la iniciativa de organizar a la población rural de San Vicente de Chucurí a partir de la figura de las Comunidades Cristianas Campesinas, inspiradas en la experiencia brasileña de las Comunidades Eclesiales de base.

“No se trata de hacerles obras a la gente, sino de motivarlos para que ellos mismos den respuesta a sus necesidades… Se busca ofrecer una respuesta de esperanza a la situación de violencia en que vivimos, además de brindar una nueva forma de ver la vida para sobrellevar esa situación”.Padre Floresmiro López

“No se trata de hacerles obras a la gente, sino de motivarlos para que ellos mismos den respuesta a sus necesidades… Se busca ofrecer una respuesta de esperanza a la situación de violencia en que vivimos, además de brindar una nueva forma de ver la vida para sobrellevar esa situación”.

“No se trata de hacerles obras a la gente, sino de motivarlos “No se trata de hacerles obras a la gente, sino de motivarlos para que ellos mismos den respuesta a sus necesidades… Se busca ofrecer una respuesta de esperanza a la situación Se busca ofrecer una respuesta de esperanza a la situación

“No se trata de hacerles obras a la gente, sino de motivarlos “No se trata de hacerles obras a la gente, sino de motivarlos para que ellos mismos den respuesta a sus necesidades… Se busca ofrecer una respuesta de esperanza a la situación

FORMACIÓN y PROMOCIÓN INTEGRAL

El ICPROC es una institución diocesana que pretende desarrollar su trabajo en dos grandes dimensiones: la formación y la promoción integral; las cuales deben conducir a la promoción de un “Desarrollo sustentable para el campesino de San Vicente de Chucurí”. Cada una de estas dimensiones se refería a la construcción de un ser humano nuevo a partir de los principios del Evangelio, para formar un espíritu cristiano que sirviera

de fundamento a la capacitación en conocimientos prácticos para la vida cotidiana en diferentes áreas. Además de propiciar la educación del campesinado para vincularlo al desarrollo integral de la región, el ICPROC busca organizar a las comunidades y crear liderazgos al interior de ellas de acuerdo a los principios del evangelio, especialmente desde las exigencias cristianas de la justicia. Esto implica potenciar el compromiso apostólico desde una perspectiva comunitaria de todos los pobladores de San Vicente que hicieron parte de las Comunidades

Cristianas Campesinas. Para no quedarse en el plano espiritual, el ICPROC consideró pertinente preparar y acompañar a las organizaciones campesinas por medio de programas de formación y acompañamiento en diferentes áreas de desarrollo socioeconómico y cultural tales como: salud, empresas asociativas y técnicas agropecuarias, aplicando diferentes modos de educación y de transferencia de tecnología.

¿Cómo trabajamos?

Desde los primeros días del ICPROC en la década del ochenta, se organizaron actividades a partir de la figura de las Áreas de Trabajo, que a su vez se componían de Programas y Proyectos, en los que se desarrollaría la planeación que se elabora actualmente en cada área.

¿Cómo hacemos promoción y evangelización en una misma misión? Trabajando en la integración de las áreas de Formación socio-religiosa o humano-

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“El ICPROC es la Fundación, esa era la casa, yo digo la casa madre donde todos los hermanos de Jesús nos encontrábamos con él para capacitarnos, ahí era donde nos encontrábamos con él y salíamos a prestar diferentes servicios, a diferentes comunidades”.Martha Jiménez

“Yo creo que ese esfuerzo del ICPROC en ese periodo tan duro de la vida en San Vicente, permitió que sobrevivieran liderazgos rurales en el periodo de la violencia que no es tan común en otras partes del país; normalmente lo que ocurre en otras partes del país o ha sucedido es que los periodos de violencia agudos eliminan el liderazgo, destruyen las organizaciones. En San Vicente el ICPROC logró mantener un nivel de liderazgo social que ahora se refleja en el gran dinamismo que tiene en temas de participación”.Javier Moncayo.

“Las Comunidades Cristianas campesinas y el padre Floresmiro López fueron un apoyo decisivo en nuestras reclamaciones de tierra. Las comunidades cristianas eran gente de lucha y entrega”.Efraín Moreno Cuellar

cristiana, Técnicas Agropecuarias, Salud y Nutrición, Educación y Cultura, Economía Solidaria y Autoconstrucción, con la ejecución de proyectos, el ICPROC ha venido haciendo realidad su proyecto.

2000: Para esta época según el Párroco Floresmiro, el ICPROC se había convertido en un apoyo “interparroquial fuerte” para las actividades de la Diócesis, lo que confirmaba el alcance que estaba teniendo el instituto. En ese sentido, el Padre Eliécer Soto propuso que la Fundación estaba llamada a cumplir un papel pastoral al servicio de la Vicaría General, específicamente en zonas donde era necesario llevar la palabra del Señor, como el sur de Bolívar. Esta sugerencia venía a complementar el propósito colectivo para que el ICPROC tuviera como visión en una década –es decir en el 2010- una cobertura total del territorio de la Diócesis .

¿Dónde ha tenido presencia el ICPROC?

Luego de 25 años de labores, entendemos al ICPROC como una entidad que ha contribuido fuertemente en la vida de San Vicente de Chucurí y de la región del Magdalena Medio. En la década del ochenta, desde su carácter parroquial, La Fundación desarrolló sus actividades en más de la mitad de las veredas de San Vicente de Chucurí.

Estas son algunas de las zonas veredales intervenidas:La Putana, Lizama 2, General Córdoba, Pozo Nutria, Tulcán, La Tempestuosa, Campo Alegre, Llana Fría, Venceremos, Caño Tigre, Ceibal, Cerro de la Magdalena, Guamales, Morelia, Germania, Cantarranas, Barro Amarillo, Yarima, Piedras Negras, Mirabel, Guayaquil, La Once, El Rubí, El Cerro, Taguales, Versalles, entre otras.

Posteriormente en la década del noventa se llegó a municipios aledaños como:Betulia, Zapatoca y El Carmen. Aunque cabe resaltar que la cobertura del ICPROC está dada según el tipo de proyectos; por ejemplo, con el desarrollo del Bachillerato Rural SAT (Sistema de Aprendizaje Tutorial) se ha llegado hasta California, Lebrija y a todos los municipios de las provincias de Mares y Soto; incluso en la actualidad se ha trascendido las fronteras del departamento, llegando hasta Puerto Berrío (Antioquia).

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VOZ A VOZ

Cúpula Iglesia - San Vicente de Chucurí

Cuando el sacerdote Floresmiro López Jiménez llegó a San Vicente de Chucurí, en 1982, lo primero que hizo fue recorrer la zona rural del municipio. En

su motocicleta Kawasaki 175, el presbítero, que en ese entonces tenía 43 años, conoció las veredas de San Vicente, habló con sus habitantes, descubrió sus necesidades y al mismo tiempo observó los sueños y talentos de los campesinos de esta tierra fértil.

El interés por conocer, de primera mano, la situación social y económica de sus feligreses no era casualidad. Antes de ser nombrado párroco de San Vicente, el padre Floresmiro realizó estudios de sociología en Roma y conoció experiencias de trabajo comunitario en Colombia, Israel y Brasil. Estos ejemplos, sumados a sus estudios sobre la Sagrada Escritura y el pensamiento social de la Iglesia Católica, orientaron siempre su vida ministerial.

Fue así como el mismo año en el que llegó a San Vicente, con la ayuda de laicos y religiosas, inició la formación de las Comunidades Cristianas Campesinas, focos de evangelización de los campesinos de la zona y origen de lo que algunos años más tarde se constituiría como el Instituto Cristiano de Promoción Campesina, ICPROC.

Más allá de la promoción de la Palabra de Dios, el ICPROC, es una institución que promueve el desarrollo integral de las personas del campo, desde una visión agroecológica, ambiental y comunitaria que fortalezca la identidad campesina y las nuevas formas de vivir en armonía con la tierra y con las criaturas que la habitan.

De acuerdo con el adagio popular, “la unión hace la fuerza”, el ICPROC favorece la integración de la población campesina, que unida, contribuye a fortalecer el tejido social desde la práctica constante del diálogo y la justicia. Todo esto orientado hacia el objetivo de generar procesos para mejorar la calidad de vida de las familias y la comunidad en general.

Es desde esta perspectiva filosófica que surgen todos los procesos que lidera la institución; con los valores cristianos como norte, la organización promueve el desarrollo de una sociedad más igualitaria, en donde la población campesina tenga oportunidades para desarrollarse, sin perder su dignidad como personas. Para alcanzar este objetivo, el instituto tiene tres Unidades de acción: Formación y Capacitación, Desarrollo Empresarial y Desarrollo Humano Social.

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Desarrollo humano, empresarial y educación:Desarrollo humano, empresarial y educación:Tres hebras que forman el tejido socialPor: Pbro. Jorge Eliécer López ZabalaRepresentante Legal ICPROC Párroco San Vicente Ferrer

Desde la Unidad de Formación y Capacitación, la Fundación apoya el desarrollo de programas de educación formal y no formal, en los campos de la investigación agroecológica, organización comunitaria, economía solidaria, gestión empresarial y agroindustria.

El modelo de educación que promueve el ICPROC, no se basa sólo en los libros y en las teorías científicas, se complementa con el diario vivir de los campesinos, quienes además de contar con la experiencia de años trabajando en el campo, también poseen el conocimiento ancestral de los modos de producción de la tierra. Estos programas formativos suelen generar proyectos empresariales y productivos que generan ingresos a la población participante.

Por su parte, la Unidad de Desarrollo Empresarial ofrece a la comunidad asistencia técnica agropecuaria, formulación y ejecución de proyectos productivos, asistencia administrativa para las organizaciones de base, pasantías como modelo de experimentación e investigación, asesoría en procesos de comercialización y consultoría integral para el desarrollo empresarial.Con el apoyo de la Unidad de Desarrollo Empresarial del

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Proyecto Finca CampesinaPuerto de Río, Departamento de Antioquia


Sede Fundación Instituto Cristiano de Promoción CampesinaSan Vicente de Chucurí

Sede Fundación Instituto Cristiano de Promoción CampesinaSan Vicente de Chucurí

ICPROC, se ha creado y fortalecido pequeñas empresas de alimentos, como la despulpadora ‘la Chucureña’ que ha generado empleo en la región, mediante el aprovechamiento de los recursos de la misma. A través de la Unidad se contribuye con la asistencia técnica, la formación académica de las personas y se ayuda a conseguir recursos para la formación de las empresas.

Además de los aportes en la parte empresarial y educativa, la organización tienen una Unidad de Desarrollo Humano Social, que se destaca por varios programas, entre ellos, el acompañamiento psicosocial a niños y niñas, la atención a la población infantil en condición de discapacidad, la atención integral a la familia desde la equidad de género, y la promoción del liderazgo comunitario por medio de la formación de mujeres del sector rural.

Todos estos programas se dirigen a fortalecer los valores en los niños y la familia, reconocida como núcleo fundamental de la sociedad. De esta manera el ICPROC, promueve los derechos de los niños, niñas y las mujeres, para forjar una cultura de paz y solidaridad en la que se respete la dignidad del ser humano.

Hoy, aquel proyecto que nació como una iniciativa de evangelización en San Vicente de Chucurí, se ha convertido en una gran escuela formadora de líderes en Santander y algunas zonas del Magdalena Medio. En 25 años, el ICPROC se ha destacado no sólo por sus programas de formación académica y en valores, sino porque gracias a sus proyectos se han abierto nuevas oportunidades para la población campesina.

No sólo se trata de formar empresas y técnicos agroindustriales, se trata de formar líderes, capaces de orientar procesos sociales, líderes que empujen el desarrollo de sus comunidades, líderes que luchen día a día por fomentar el campo, los mismos líderes que tejen las hebras del tejido social para construir un mundo más justo, más humano.


ICPROC,UNA PROPUESTA DE EVANGELIZACIONINTEGRAL DEL SECTOR CAMPESINOPor: Padre Eliécer Soto Ardila, Director Diocesano de Pastoral SocialBarrancabermeja Encuentro de Comunicades Cristianas Campesinas

San Vicente de ChucuríEncuentro de Comunicades Cristianas Campesinas

San Vicente de ChucuríEncuentro de Comunicades Cristianas Campesinas

San Vicente de Chucurí

El ‘nuevo hijo’ del padre Floresmiro López, así llamaban al ICPROC las personas de San Vicente de Chucurí, vinculadas a las Comunidades Cristianas Campesinas, hace 15 años. En esa época el padre Bernardo Marín, el padre ‘Floro’ (como cariñosamente llamaban a Floresmiro), Elvia Vallejo, primera directora del Instituto, en compañía de los campesinos y campesinas de las Comunidades Cristianas, trabajaban intensamente por consolidar una propuesta de evangelización rural que dignificara a la población del campo.

Con el apoyo de los miembros del C5 (Comité Coordinador de Comunidades Cristianas Campesinas), estas personas se esforzaron por formar un espacio que iba más allá de compartir en comunidad la palabra de Dios. El proyecto buscaba desarrollar un proceso de evangelización integral que articulara la formación del campesinado, a partir del humanismo cristiano y la Doctrina Social de la iglesia, con la capacitación técnica de la población, para mejorar su productividad, el apoyo a sus actividades económicas y empresariales, el fortalecimiento de la comunidad como organización social y la atención básica en salud.

El ICPROC, se constituyó como la respuesta a las necesidades logísticas, económicas y tecnológicas que se requerían para lograr consolidar el proyecto evangelizador promovido por el C5. El Instituto fue el fruto de un proceso de evangelización que surgió de las Comunidades Cristianas Campesinas, para el servicio de las mismas.

Así que mientras el equipo de C5 preparaba guías de reflexión bíblica para las Comunidades, organizaba capacitaciones con los ‘animadores de la palabra’ y el equipo parroquial de pastoral familiar organizaba guías para asambleas familiares, el naciente ICPROC preparaba los subsidios de formación en organización comunitaria, el plan de atención integral en salud para los campesinos y el paquete tecnológico agrario y de economía solidaria.

Poco a poco los campesinos y campesinas se fueron apropiando de los elementos doctrinales y espirituales de la fe cristiana y de los programas que el ICPROC desarrollaba.

Ya han pasado 25 años desde que la historia del ICPROC empezó a escribirse y por sus páginas son muchas las personas y proyectos que han pasado, y que dejaron huella en la vida de San Vicente de Chucurí.

En los últimos años proyectos educativos como el SAT, y el proceso de extensión del campo de acción del ICPROC a otras regiones del Magdalena Medio, han concentrado el mayor esfuerzo por parte de los miembros de la institución. En adelante, el fortalecimiento y el crecimiento institucional, de la mano con la construcción de un plan diocesano de Pastoral rural y de la tierra, que proteja a las personas del campo y mantenga el espíritu evangelizador de la iglesia, será el norte de la Fundación.


La familia se cultiva

San Vicente de Chucurí tiene tierras que producen de todo; sus caminos son testigos de la riqueza agrícola de la región donde se encuentran cultivos de cacao,

café, frutales, legumbres y hortalizas, que son el sustento de la población.

Sin embargo, a través de la historia, esta misma población ha tenido que enfrentar una problemática que ha desvertebrado, en parte, la relación del hombre con la tierra. La violencia socio-política, agravada por la falta de políticas públicas para el campo y las pocas oportunidades de educación y desarrollo, ha hecho difícil alcanzar unas condiciones que permitan que las familias campesinas trabajen con tranquilidad y construyan condiciones de vida digna.

Uno de los principales objetivos de la Fundación Instituto Cristiano de Promoción Campesina es que las familias campesinas mejoren su nivel de calidad de vida; es así como se ha contribuido para que la población de la región no deje sus tierras, a pesar de las difi cultades que se puedan vivir en el campo, para que asuman desde otras perspectivas el reto de capacitarse, sembrar, producir, comer, compartir y comercializar. Así todos trabajan juntos para recuperar el campo y aportar al desarrollo del Magdalena Medio.

Por: Fredy León GómezUnidad de Desarrollo Empresarial - ICPROC

El proceso de despulpado de frutas, el concepto de Granjas Integrales Autosufi cientes, los Proyectos Productivos Asociativos, los Proyectos Demostrativos Escolares Comunitarios, las Huertas comunitarias y la Granja Experimental La Vega; hacen parte de las enseñanzas que el Padre Floresmiro plasmó en algunos proyectos llevados a cabo en el municipio de San Vicente de Chucurí, con el propósito de atender las necesidades del campo y fortalecer desde una mirada integral, la paz y el desarrollo social.

La Unidad de Desarrollo Empresarial ha asumido el reto de continuar su compromiso con el campo y el trabajo de retroalimentar las enseñanzas dejadas en la institución.


Familia Campesina - Curití , Santander


FEDEFRUTAS es uno de los ejes de trabajo del ICPROC y que éste brinda apoyo a los procesos de cultivos de frutos de la región?

FEDEFRUTAS es uno de los ejes de trabajo del ICPROC y que éste brinda apoyo a los procesos de cultivos de y que éste brinda apoyo a los procesos de cultivos de FEDEFRUTAS es uno de los ejes de trabajo del ICPROC y que éste brinda apoyo a los procesos de cultivos de

La unidad, ha direccionado su labor desde tres componentes fundamentales: Social, Organizacional y Ambiental. La combinación de estos tres elementos hace que los procesos productivos sean integrales.

Una de las situaciones que han ayudado a fortalecer el tejido social rural, en el Magdalena Medio es el respeto por el conocimiento que posee la familia campesina. Es el núcleo familiar, la base de la sociedad y de cualquier organización, pero también es el diálogo lo que permite que la base social comparta las percepciones de su realidad en el tiempo y el espacio adecuado. Sólo de esta manera se pueden desarrollar políticas incluyentes y participativas para el campo. Es necesario tomar conciencia de que el principal problema no es que los campesinos tengan dinero o produzcan, es que tengan el espacio para trabajar en familia, para tener un producto sano que le permita vivir con soberanía y seguridad alimentaria. Resulta paradójico que en una tierra tan fértil como San Vicente haya personas con problemas de desnutrición y mala alimentación.

Con los proyectos diseñados por el ICPROC, se busca que las familias puedan acceder a otros conocimientos y experiencias con el fi n de sembrar y producir, no sólo para comercializar sino también para tener un alimento seguro y saludable para todos sus integrantes.

No se puede olvidar, que los trabajos que desarrolla la Institución, desde la Unidad de Desarrollo Empresarial, llevan consigo el componente ambiental. La relación de los campesinos con la tierra, el respeto por la naturaleza y el cuidado de los recursos renovables. Este sentido de responsabilidad social y ecológica, hace parte de la fi losofía institucional del ICPROC y se refl eja en todas las acciones del quehacer diario.

Lo cierto es que para el ICPROC y la Unidad de Desarrollo Empresarial está claro que no necesariamente con proyectos se forman las organizaciones; el apoyo social al núcleo familiar, la consolidación del campesinado como base social, es una de las condiciones necesarias para que el campesino mejore su calidad de vida.


Son los proyectos pecuarios y agrícolas que se desarrollan en la Finca Agroecológica

LA UNIDAD DE DESARROLLO EMPRESARIAL

Está conformada por profesionales, quienes ofrecen servicios orientados a responder a las necesidades de los pequeños productores.

Entre estos servicios están:• Servicios de Asistencia Técnica Agropecuaria. • Formación y capacitación en agroecología.• Formulación y ejecución de proyectos

productivos.• Asesorías en proyectos de comercialización.• Consultorio para el desarrollo empresarial. • Experiencias de pasantías

Fueron las familias con la que se trabajó en las Fincas Campesinas, proyecto que se llevó a cabo en Puesto Berrio – Antioquia.

Consultorio para el desarrollo empresarial.

ALGUNAS EXPERIENCIAS EXITOSAS

La Unidad de Desarrollo Empresarial del ICPROC, destaca algunos proyectos que han sido importantes para la comunidad. Uno de ellos es la conformación de Fedefrutas, una Federación que agrupa a 5 organizaciones del sector frutícola del Magdalena Medio, para brindar apoyo a todos los procesos del sector. Este proyecto se hizo con el apoyo de Cooperación Internacional y el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio.

Por otro lado, un grupo de estudiantes egresados del Sistema de Aprendizaje Tutorial (SAT), uno de los proyectos bandera de la Unidad de Formación y Capacitación de ICPROC, conformaron la Asociación de Productores Agroecológicos de Estudiantes y Empresarios Campesinos (Apradec). Esta organización lleva dos años y adelanta gestiones para continuar con proyectos productivos, para que la nueva generación de campesinos pueda permanecer en el campo. Así mismo estos emprendedores buscan inaugurar en San Vicente un punto de comercialización de productos ecológicos.

Es imposible no mencionar el proyecto de Finca Campesina, adelantado en Puerto Berrío (Antioquia), el cual se convirtió en una alternativa para cultivar productos agrícolas en tierras que habían sido destinadas exclusivamente para la ganadería extensiva. 60 familias trabajaron en este programa que tuvo componentes educativos y sociales. Estas personas lograron recuperar, después de varios años, su cultura alimentaria.

Otro de los proyectos más destacados, por sus aportes a la educación de los estudiantes del SAT, y por las ideas que allí se gestan, es la fi nca agroecológica Grahinca. Se encuentra ubicada a 20 minutos del casco urbano de San Vicente de Chucurí, y allí los estudiantes pueden confrontar las teorías que ven en las aulas con la práctica. En este momento se manejan 9 proyectos pecuarios en esta fi nca.

Cabe resaltar que el trabajo desarrollado a lo largo del tiempo por la comunidad campesina del Magdalena Medio, trasciende el campo de lo teórico e infl uye directamente en la vida de la población.


La Educación,una preocupación de todos.

De contextura física delgada, temperamento alegre y manos trabajadoras, Nelsy es una joven que conserva muchas de las enseñanzas recibidas en el Instituto Cristiano de Promoción Campesina; las cuales le han ayudado a seguir un camino lleno de transformaciones que directa e indirectamente han impactado en el mejoramiento de la calidad de vida, no sólo de los suyos sino también de las comunidades con las que ha podido compartir.

Nelsy Gualdrón, hija de dos campesinos que llegaron a San Vicente de Chucurí desde la provincia comunera, nació en 1979, fue estudiante del Sistema de Aprendizaje Tutorial (SAT) y promotora agroecológica. El 26 de marzo de 2010 recibió el título más importante que pueda anhelar cualquier joven campesino colombiano: la Universidad Industrial de Santander le otorgó el título profesional en Producción Agroindustrial, fruto de su entrega y constancia desde los 17 años. “Creo mucho en los procesos sociales de las comunidades rurales y yo soy lo que soy porque hay organizaciones que construyen con las comunidades campesinas”, manifestó la joven campesina.

Por: Fernando Figueredo GarzónCoordinador de la Unidad de Formación y capacitación - ICPROC

Cuando ella ingresó al Sistema de Aprendizaje Tutorial (SAT) en 1993, el Instituto Cristiano de Promoción Campesina ya había avanzado en su propuesta educativa. Los fundamentos conceptuales y fi losófi cos para ese entonces apuntaban a una realidad concreta del campesinado, promoviendo la exploración científi ca para plantear soluciones a problemas cotidianos, generando un alto compromiso con el estudio y con las comunidades.


Club de Lectura - San Vicente Chucurí

• Bachillerato por radio • Bachillerato tutorial • Educación Continuada, dirigida a completar el ciclo de

educación primaria • Capacitación a docentes• Formación en cultura• Educación para la paz • Cursos de producción agroecológica y transformación

de productos

Así como Nelsy, han sido muchos los jóvenes y adultos campesinos benefi ciados con esta propuesta; ante una cultura que no percibe la importancia del estudio frente a la dinámica de mejorar la calidad de vida, se han hecho aportes que han abierto posibilidades de horizonte para transformar la realidad en el campo.

Hoy en día, la Unidad de Formación y Capacitación de la Fundación ICPROC, es el resultado de toda esta práctica educativa. Ha sido un ejercicio de recoger las vivencias en el campo, las necesidades de las comunidades y las formas creativas que han ido surgiendo de la relación entre estudiantes y maestros tutores en su recorrido por los distintos caminos y veredas del departamento. Con el

69 Son los municipios del departamento de Santander donde el ICPROC ha atendido en promedio 10 mil estudiantes por año.

aporte de todos se ha forjado la idea de integrar las distintas dimensiones del ser humano, es decir, un ser humano que se educa, se organiza, produce y celebra.

Bajo esta orientación, se recoge el valor esencial de la relación entre Escuela y Comunidad, fortaleciéndose recíprocamente a partir de la complementariedad entre teoría y práctica.

La propuesta educativa del ICPROC pretende fortalecer la formación campesina a partir de programas de educación formal y de educación para el trabajo y el desarrollo humano, propiciando el rescate de los valores campesinos y la vivencia de los valores del Evangelio. Desde la década de los 80, La Fundación ICPROC ha desarrollado programas como:


Fuente: Proyecto Educativo Institucional ICPROC 2009

Proyecto Educativo Institucional

La formación integral le permite al campesino pensar, reflexionar su cotidianidad y transformarla en saber; aprender de otros saberes, ser crítico, aplicar lo que aprende y enriquecer todas las dimensiones de su vida: cultural, social, espiritual, laboral, productiva, entre otras. Finalmente, las comunidades campesinas, a pesar de las diferentes modalidades de violencia a las que se enfrentan, además de la exclusión socio económica y de las condiciones difíciles en que deben sobrevivir, no dejan de celebrar, lo hacen y ‘tercamente’ negándose a dejarse sumir en la tristeza o negatividad frente a la vida misma y formándose en una actitud positiva frente a la vida y a la historia.

Algunos de los jóvenes del proceso SAT, como Nelsy Gualdrón, Martha Joya, Fredy Omar Martínez, José María León, entre otros; fueron estudiantes y no sólo se han profesionalizado sino que se han desempeñado en la misma Institución como tutores, o como asesores a nivel municipal. En este sentido, es interesante ver cómo en el proceso se van dejando semillas de liderazgo tanto en la implementación de proyectos productivos, como en la participación a nivel social y político.

Llegando a otros rincones del departamento de Santander La Fundación ha ganado en calidad, no sólo por contar con un modelo pedagógico y un proyecto educativo consolidado, sino por su avance en la sistematización de la experiencia; elementos que ayudan a elevar el nivel educativo en el sector rural y que le ha permitido un reconocimiento institucional en todo el departamento de Santander.

Gracias a su trabajo y compromiso, el ICPROC ha ganado la confianza de las instituciones públicas; la Secretaría de Educación Departamental, desde el año 2004, le ha confiado la misión de llegar a zonas dispersas del

departamento que requieren el servicio educativo en los niveles de básica primaria y básica secundaria. De esta manera, se ha llegado a 69 municipios del departamento de Santander atendiendo en promedio 10 mil estudiantes por año.

¿Hacia dónde vamos?

El aprendizaje se puede hacer desde la propia práctica. Una reflexión desde los sujetos educativos que permita innovar, pensar la vida y educarse para la vida, pensando paso a paso lo que se hace y valorando para enriquecer propuestas educativas pertinentes para el campo. La educación no es una sola, hay que recrear y a su vez renovarla a tono con los desafíos que le plantea a la familia campesina un mundo globalizado.

Para el ICPROC es fundamental continuar siendo mediadores entre lo local y lo global; propiciar que desde esa mediación el campesino tenga acceso a la información que necesita para generar desarrollo potenciando sus propias capacidades, y al mismo tiempo apoyando a la población para que no pierda su esencia campesina, su esencia cultural y su sentido de producción en una relación armónica y respetuosa con el medio ambiente.


COBERTURA SAT 2007 - 2009

Es una frase que se pronuncia con demasiada frecuencia si se tiene en cuenta que son pocos los programas públicos que existen en el presente

para garantizar a esta población generacional oportunidades de formación y desarrollo que les ofrezcan herramientas para garantizar un mejor mañana.

En un contexto socio cultural marcado por el conflicto armado que extiende sus mortíferos brazos a lo largo de la región del Magdalena Medio, se favorece la atención a una serie de problemas que afectan, particularmente, a la juventud y a la infancia, como son el maltrato infantil, la violencia intrafamiliar y social.

Desde hace 10 años el ICPROC ha desarrollado una serie de programas para promover el cumplimiento de los derechos y deberes de los niños, niñas y adolescentes de la región, a través del desarrollo de espacios lúdicos y formativos y del fortalecimiento del núcleo familiar.

A través de estos programas hemos escuchado lo que expresan los niños, niñas y adolescentes acerca de lo que hacen y lo que piensan; son sus palabras las que nutren la Unidad de Desarrollo Humano Social del ICPROC, junto a las experiencias y los aportes de las personas que han trabajado en la Fundación, y han mantenido un diálogo con las realidades que se viven a diario.

FORMACIÓN DESDE LA NIÑEZ, ORIENTADA POR JÓVENES

Una de las problemáticas identificadas por el ICPROC, con respecto a la juventud y la infancia en San Vicente de Chucurí, es que aparte de la escuela, no había espacios formativos y lúdicos que les permitieran exteriorizar las dificultades de índole familiar y social por la que atraviesan. Además, los medios masivos de comunicación y el apego de este grupo generacional a la televisión influencian de manera directa comportamientos violentos, generados, a su vez por la falta de un ambiente familiar favorable, en el que se compartan los momentos importantes del diario vivir.


Por: Claudia Cecilia Céspedes PradaUnidad de Desarrollo Humano Social

“Los jóvenes, los niños y las niñas son el futuro de la humanidad”

Celebración 20 de Julio 2009 - Parque San Vicente Chucurí

Una fuerza joven


El programa de clubes pre-juveniles busca trabajar para disminuir el impacto de esta problemática. Se trata de la organización de grupos de niños y niñas entre 7 y 12 años a quienes se les brinda una atención integral a través del desarrollo de actividades pedagógicas y culturales que conlleven a la consolidación de un proyecto de vida basado en valores humanos.

Cada club es liderado por un joven mayor de 17 años; quien de manera previa ha sido capacitado por el ICPROC. Estos jóvenes constructores de paz, son personas que dirigen las actividades con los niños y las niñas en un proceso acompañado por la fundación.

Los clubes son una estrategia que previene la vulneración de derechos de niños y niñas que se generan a raíz de la compleja situación socio cultural de la comunidad. Estos grupos tienen todos los fundamentos técnicos y administrativos definidos por el ICPROC, que indica la necesidad de fortalecer las habilidades sociales (en la infancia), fomentar la lectura, el refuerzo y rendimiento escolar, el reingreso a la escuela, la actividad deportiva, el trabajo manual y cultural, el teatro, la música, el trabajo en equipo, la resolución pacífica de conflictos y el desarrollo de habilidades pre vocacionales con el apoyo de la familia.

Otro programa desarrollado a través de la Unidad de Desarrollo Humano Social para brindar nuevos espacios de formación a la infancia es “Pies Pequeños de Paz”, cuyo objetivo principal es fortalecer las actividades escolares y promover el buen uso del tiempo libre en niños y niñas entre 4 y 6 años. A través de actividades culturales y lúdicas se generan espacios en los que se fomentan los valores ciudadanos.

Este apoyo psicosocial que se ofrece en la etapa de la primera infancia en los niños y niñas de San Vicente es una estrategia que se ha implementado a nivel nacional desde el 2005, a través de la conferencia episcopal, y que se empezó a desarrollar en el municipio a partir del 2006. “Pies Pequeños de Paz” se ha convertido en una gran oportunidad para que los niños y niñas tengan condiciones favorables para su desarrollo integral.

Tanto los Clubes Juveniles, como la estrategia Pies Pequeños de Paz están enfocados a personas que son vulneradas en sus derechos humanos, en particular niños y niñas de niveles 1 y 2 de Sisbén de sectores urbanos y rurales del municipio, que viven situaciones de violencia social, política y armada.

En ambos programas del ICPROC, la música, el teatro, la danza, la pintura y las caminatas son las actividades que se realizan con los niños y niñas, y que sirven de excusa para hablar de derechos y promover valores humanos hacia una cultura de paz.

En el año 2009, en tres de los barrios más pobres del municipio, se llevaron a cabo festivales culturales donde se promovieron espacios de socialización, muestras de danza, títeres y canto. Todo ello liderado por los jóvenes constructores de paz.

El trabajo de construcción de ciudadanía y formación en valores que ha desarrollado el ICPROC con la niñez y la infancia no hubiera sido posible de no ser porque se ha desarrollado una relación de cooperación con la administración pública municipal, y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, una institución con gran experiencia y trayectoria en el tema, lo que ha garantizado una importante proyección hacia la sostenibilidad del proceso.

El ICPROC sigue trabajando para lograr una intervención psicosocial con los niños en situación de vulneración, liderada por jóvenes que se forman y se capacitan con este fin. La idea es que este proceso de formación sea continuo y se consolide un grupo de jóvenes constructores de paz a nivel departamental, para poder ampliar la cobertura del programa a otros municipios y organizar redes juveniles que fortalezcan el tejido social a través del arte y la cultura.


OTROS CAMPOS DE TRABAJO

La Unidad de Desarrollo Humano Social del ICPROC, también tiene proyectos que buscan fortalecer el núcleo familiar y lograr mayor inclusión en personas con discapacidades físicas.

El programa de atención integral a las familias se desarrolla desde el año 2006 en el municipio de San Vicente de Chucurí, y busca fortalecer el núcleo familiar y las relaciones entre sus diferentes miembros, a través de encuentros grupales e individuales en los que se consolidan vínculos y se potencializa la capacidad para resolver conflictos de manera pacífica.

Esta estrategia también impulsa la formación de las madres en diferentes aspectos de desarrollo humano con equidad de género, porque se tiene en cuenta que son ellas las principales afectadas por problemáticas como el desplazamiento, la doble y triple jornada laboral, la violencia conyugal, el ‘madresolterismo’, el desempleo y la baja autoestima.

En este momento el ICPROC capacita a un grupo de 15 mujeres en San Vicente de Chucurí y brinda acompañamiento social y de formación materno infantil a 1700 familias del sector urbano y rural en convenio con el ICBF.

Por su parte la estrategia de atención integral a la infancia en situación de discapacidad física, atiende en este momento a 18 niños y niñas en situación de discapacidad, a través del desarrollo de actividades artísticas, pedagógicas y terapéuticas encaminadas a que ellos logren independencia en sus actividades cotidianas, escolares y ocupacionales.

A través de este programa se ha logrado formar, a los niños y las niñas participantes, en el campo pedagógico, terapéutico (lenguaje), artístico y deportivo, con actividades que se enfocan por niveles de aprendizaje de acuerdo a las capacidades y habilidades de cada uno.

El propósito es lograr mayor inclusión de estos niños y niñas en el campo escolar y comunitario.


Grandes retos y consignas se han construido en estos 25 años de trabajo; premisas que se convierten en las motivaciones del quehacer institucional, propósitos que se reflexionan a diario con el objetivo de validar estrategias, corregir errores, rescatar aprendizajes e identificar

los rostros de la gente y en fin, un sin número de acciones que demuestran el profundo sentido de responsabilidad y respeto por el trabajo social y comunitario realizado con los campesinos y campesinas.

Entre estas apuestas están: el respeto por la dignidad humana y la valoración de los campesinos y campesinas como guardianes de la seguridad alimentaria, conciencia sobre la importancia de la educación como pilar fundamental del desarrollo humano integral sostenible, la promoción de iniciativas de economía solidaria que generen mayor equidad frente al acceso y distribución de los recursos, compromiso con la generación de estrategias de formación pedagógicas que promuevan el cuidado del medio ambiente, la conservación y la renovación de los recursos naturales.

Una experienciaUna experienciapara compartirPor: Alba Yaneth Gómez Meza.Directora – ICPROC


Pescador - Río Sogamoso 2008


El alcance de estos retos ha estado orientado por valores humanos y cristianos; como el respeto a la verdad, la honradez, el sentido del deber, de la justicia, la consideración al prójimo, la solidaridad, el espíritu de servicio y el anhelo de perfección. El ha sido el espíritu con el que hemos acompañado a las comunidades rurales del Magdalena Medio en su entrega, su dinámica, su creatividad y servicio. Sirviendo desde ellos y para ellos.

Reconociendo los anteriores propósitos misionales como el motor de la vida institucional, la experiencia de años de trabajo, la pertinencia del mismo y sobre todo el enorme esfuerzo por aprender y mejorar, se puede entonces identificar muchos aprendizajes de los cuales se presentan a continuación cuatro, que para nosotros son saberes que nos enorgullecen porque en la práctica han facilitado la tarea y que con cariño se comparten con el ánimo de que sean revisados y apropiados por otros.

Primero, la integración con las comunidades campesinas. Se promueve la consolidación de procesos sociales responsables y sostenibles, que fortalezcan el tejido social, fundamentando el acompañamiento en los seres humanos, en su entorno y en sus relaciones; ubicándonos desde ellos y con ellos en ese mismo entorno para la identificación de necesidades, el planteamiento y puesta en marcha de soluciones, de tal forma que intentamos al máximo no crear problemas, pero si facilitar escenarios de dialogo para visualizarlos y desde allí construir planes de trabajo, proyectos de vida comunitarios, que favorezcan la disminución de las debilidades y la potencialización de fortalezas y amenazas.

Segundo, la educación como motor de la transformación personal, familiar y social. En ese sentido, el ICPROC ha venido trabajando con niños, niñas, adolescentes y adultos en la consolidación de procesos de formación integral. Esta es una labor que ha ganado identidad, pero que en el panorama regional requiere de grandes esfuerzos para lograr que el conocimiento llegue a las comunidades y los contenidos

académicos se conviertan en frutos, proyectos e iniciativas de desarrollo comunitario.

Tercero, la relación con otras instituciones para alcanzar de manera conjunta el fortalecimiento de procesos, el trabajo en sinergia que se realiza con diferentes instituciones ha permitido llegar a más personas, generar más beneficios, economizar costos y multiplicar los recursos. La asociatividad no significa ni está representada en un documento jurídico, va más allá de este simple procedimiento administrativo; está centrado en la confianza que permite dar y recibir del otro sin condiciones; en eso creemos y promovemos, alianzas, confianzas interinstitucionales que garantizan aprendizajes a las partes y beneficios a la comunidad.

Y cuarto el Aprendizaje y mejoramiento continuo, elementos que hacen parte de nuestros valores institucionales y que en la institución implican el aprendizaje individual y el institucional. El individual es la mejora que se obtiene cuando se adquiere habilidad, eficiencia o practicidad a partir de la propia experiencia y la adquisición o actualización de conocimientos teóricos. El aprendizaje institucional surge del análisis y sistematización de las prácticas para el cumplimento de la actividad misional. El Mejoramiento Continuo es un proceso constante que involucra los esfuerzos y capacidades tanto individuales como institucionales, donde la perfección nunca se logra pero siempre se busca.

Como mencioné anteriormente estos aprendizajes han favorecido la práctica y el quehacer institucional sin embargo hay un elemento que es fundamental en la institución y en los seres humanos que hacemos parte de ella “el amor por el campo, la tierra, los campesinos y campesinas”, este fermento que fluye del corazón es lo que nos permiten llegar a las comunidades campesinas, compartir sus vivencias y con ellos y como ellos, recoger de la tierra los productos en cosecha para expandir los valores y vivencias de la cultura campesina que encarnan el evangelio.


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Fundacion ICPROC 25 años