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GarcíaLópez J, RodríguezMarroyo JA (En Prensa, 2013). Capítulo 5: Equilibrio y estabilidad del cuerpo humano. En PérezSoriano P, Llana Belloch S (eds.). Biomecánica básica: aplicada a la actividad física y al deporte”. Ed. Paidotribo, Barcelona: 99129. ISBN: 9788499101804

García López J, Rodríguez Marroyo JA (En Prensa, Capítulo

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García‐López J, Rodríguez‐Marroyo JA (En Prensa, 2013). Capítulo 5: Equilibrio y estabilidad del 

cuerpo humano. En Pérez‐ Soriano P, Llana Belloch S (eds.). Biomecánica básica: aplicada a la 

actividad física y al deporte”. Ed. Paidotribo, Barcelona: 99‐129. ISBN: 978‐84‐9910‐180‐4 

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RESUMEN

El equilibrio del cuerpo humano es especialmente inestable, porque el centro de gravedad se en-

cuentra por encima de la base de sustentación en la mayoría de las actividades de locomoción (bi-

pedestación, marcha, etc.). Existe un gran interés socio-económico en conocer los factores que afec-

tan a la estabilidad del equilibrio, cómo evaluarlos y cómo mejorarlos, especialmente en

poblaciones adultas y con discapacidad. Desde un punto de vista biomecánico, estos factores pue-

den analizarse a través de la estática, existiendo instrumental específico (ej. estabilómetros) y regis-

tros (ej. estabilometrías) que nos permiten tener una valoración objetiva de la estabilidad del equili-

brio. En el presente capítulo se revisan los principales protocolos y consideraciones metodológicas a

tener en cuenta para valorar la estabilidad del equilibrio en bipedestación: posición que debe adop-

tar el sujeto; tests que pueden utilizarse para valorar la contribución de los sistemas somatosenso-

rial, vestibular y visual; duración de los tests; etc. Igualmente se analizan los factores que científica-

mente se han demostrado que pueden influir en la estabilidad del equilibrio, tales son el deporte

practicado, la edad, el sexo, el nivel de actividad física y la fatiga. Finalmente se establece una aso-

ciación entre la baja estabilidad del equilibrio y el riesgo de lesión en deportistas de diferentes disci-

plinas, racopilando varios estudios que proponen rutinas de entrenamiento propioceptivo que han

sido efectivas para mejorar la estabilidad y disminuir el riesgo de lesión.

5EQUILIBRIO Y ESTABILIDAD DEL CUERPO HUMANODr. García, J & Dr. Rodríguez, J.A. Departamento de Educación Física y Deportiva. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Universidad de León.

1. INTRODUCCIÓN

En el ámbito de la Actividad Física y del De-porte, el Equilibrio es la “capacidad del hombre demantener su propio cuerpo, otro cuerpo (u objetos)en una posición controlada y estable, por medio demovimientos compensatorios”, distinguiéndose en-tre el equilibrio estático, dinámico y la capacidad demantener en equilibrio un cuerpo extraño u obje-to (Diccionario de las Ciencias del Deporte, 1992).Desde un punto de vista mecánico (Figura 1), la cla-sificación de Barham (1979) establece que el Equi-librio puede ser analizado desde la Estática, que esla parte de la dinámica que estudia las fuerzas quelo provocan (ej. parámetros de inercia, fuerzas y cen-tro de gravedad, etc.), mientras que el análisis de las

fuerzas responsables de que se produzca el movi-miento sería función de la Cinética (ej. fuerzas pro-pulsivas y resistivas durante diferentes actividades),y el estudio del propio movimiento sería parte dela Cinemática (ej. distancia, ángulo, velocidad, ace-leración, etc.). Uniendo ambas definiciones, elprincipal objetivo de este capítulo es el análisis delequilibrio estático o Estática del cuerpo humano,aunque algunos ejemplos de equilibrio dinámico re-lacionados con los factores mecánicos que lo de-terminan también serán comentados. De las defi-niciones anteriores se desprende que existen dosconceptos relacionados con el Equilibrio, uno deellos de carácter absoluto, y el otro, de carácter re-lativo, que a veces son tratados como sinónimos,pero que tienen diferentes significados (Gutiérrez,

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Figura 5.- Contribuciones de Da Vinci a la ingeniería, anatomía y pintura.

Figura 2A-B

de la BDS. También son buenos ejemplos otra se-rie de situaciones físico-deportivas donde el CG seencuentra encima del centro de flotación, como lapráctica de surf o la inmersión del cuerpo humanoen el agua cabeza abajo (Figura 3A). Por el con-trario, el Equilibrio Hiperestable es aquel donde unafuerza de gran magnitud no provoca el desequili-brio del cuerpo u objeto, o si lo hace, al cabo de untiempo, éste recupera su posición inicial de equili-brio. En este tipo de equilibrio el CG se encuentradebajo de la BDS y/o del centro de flotación. Sonbuenos ejemplos de Equilibrio Hiperestable el ba-lanceo de un gimnasta en barra fija (Figura 3B), lainmersión del cuerpo humano en el agua cabezaarriba, la realización de actividades como paracai-dismo o parapente, etc. Por último, el Equilibrio In-diferente es aquel donde las fuerzas externas apli-cadas no tienen ningún efecto sobre el equilibrio,ya que el CG siempre se encuentra a la misma dis-tancia de la BDS y/o centro de flotación. Las fuer-zas aplicadas sobre objetos esféricos como los ba-lones o pelotas, en el agua y en el aire, son un buenejemplo de Equilibrio Indiferente (Figura 3C), yaque al cabo de un tiempo, y por muy grande que seala fuerza aplicada, estos objetos vuelven a tener unaposición de Equilibrio similar a la que tenían antesde aplicarse la fuerza.

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1999). El Equilibrio Absoluto del cuerpo humanohace referencia a que el sumatorio de fuerzas ex-ternas y de momentos de fuerza aplicados sobre éles “cero”, por lo cual, el cuerpo se encuentra o nose encuentra en Equilibrio (Figura 2A). El Equili-brio Relativo ó“estabilidad del equilibrio” del cuer-po humano va un paso más allá, y para una mismasituación de Equilibrio intenta establecer si se tie-ne más o menos estabilidad (Figura 2B), depen-diendo de la magnitud de la fuerza externa nece-saria para provocar un desequilibrio. La mayoría de los textos de Biomecánica clasi-

fican el Equilibrio Absoluto en función de la rela-ción establecida entre el centro de gravedad delcuerpo humano (CG o punto donde se aplican lasfuerzas de la gravedad) y su base de sustentación(BDS, véase su posterior definición) y/o centro deflotación (centro geométrico del cuerpo humanodonde se aplican las fuerzas del aire y del agua). Asíse habla de Equilibrio Inestable cuando una pe-queña fuerza perturbadora puede generar la si-tuación de desequilibrio, y esto ocurre cuando el CGse encuentra encima de la BDS o del centro de flo-tación (López Elvira, 2008). Son buenos ejemplosde Equilibrio Inestable la posición bípeda en los hu-manos y la mayoría de las actividades de locomo-ción de estos (marcha, carrera, desplazamiento enbicicleta, etc.), ya que el CG se encuentra encima

Figura 3A-B-C

Según lo que se ha comentado, el cuerpo hu-mano en posición bípeda, caminando o corriendo,desplazándose en bicicleta… tiene un Equilibrio In-estable, que debe ser continuamente reestablecidopor su sistema neuromuscular, que es quien en de-terminadas situaciones establece que se tenga ma-yor o menor estabilidad (concepto de Equilibrio Re-lativo), en función de la conveniencia de las mismas.Por ejemplo, conseguir poca estabilidad del equi-librio apoyándose sobre las puntas de los pies y re-duciendo la BDS es beneficioso para un jugador detenis que resta el servicio del oponente o para unjugador de voleibol que defiende un remate del con-trario, ya que generando poca fuerza con sus pier-nas, serán capaces de desplazarse rápidamente ha-cia diferentes puntos del campo de juego. Sin em-bargo, conseguir una buena estabilidad del equili-brio en posición bípeda o durante la marcha humanaserá un elemento crucial para los humanos en suvida cotidiana, ya que la fuerza necesaria para pro-vocar una caída será mayor. Así, en el ámbito de lasalud preocupa especialmente valorar y mejorar laestabilidad del equilibrio en estas dos situaciones,ya que en personas de edad avanzada una caída pue-de tener graves consecuencias (ej. fuertes contu-siones, fracturas óseas, etc.) que condicionarán sufuncionalidad y calidad de vida futura, así como lade las personas que están a su alrededor. Los Go-biernos han percibido que el coste socio-económi-co de las caídas en personas de edad avanzada esmuy alto (tiempo dedicado por sus familiares al cui-dado de las mismas durante y después de la caída,coste económico de la intervención sanitaria…), ypor ello están especialmente interesados en cono-cer los mecanismos que pueden prevenirlas, comola práctica de actividad física, que ha demostrado

ser un factor muy importante para la mejora de laestabilidad del equilibrio.

2. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ESTABILIDAD DEL EQUILIBRIO

Son muchos los factores que influyen en la esta-bilidad del equilibrio en los humanos. En un inten-to de agruparlos por áreas de conocimiento, nosotrosproponemos una clasificación donde se distinguenlos factores psicológicos y ambientales, aquéllos re-lacionados con la condición física, los fisiológicos ylos mecánicos (Figura 4). Estos últimos serán los queprincipalmente se desarrollarán en el presente apar-tado. Sin embargo, más que entender los diferentesfactores como compartimentos estanco, debemos serconscientes de que se encuentran interrelacionadosentre sí y que, por ejemplo, ante una situación ines-perada como recibir un empujón, el cuerpo huma-no conseguirá una mejor estabilidad si se llevan acabo una serie de procesos relacionados con la ca-lidad de su sistema neuromuscular (factor fisiológi-co) que le permitan una rápida adaptación para au-mentar la BDS (factor mecánico). Otro ejemplo queilustra bien la interacción entre estos factores es que,en posición de bipedestación, una misma persona conlos mismos factores mecánicos (BDS, etc.) tendrápeor estabilidad del equilibrio en la azotea de un dé-cimo piso que a pie de calle, debido posiblemente afactores psicológicos como el estrés y el miedo que,a su vez, afectan a factores fisiológicos como las afe-rencias vestibulares, visuales y somatosensoriales. Unúltimo ejemplo íntimamente relacionado con lapráctica de actividad física y deporte sería aquel enel que una persona, después de participar en un pro-grama de entrenamiento mediante ejercicios físicos,mejora su estabilidad del equilibrio porque au-menta la calidad de su sistema neuromuscular (fac-tor fisiológico) a la vez que consigue un mejor esta-do emocional (factor psicológico). Como se verá másadelante, la principal aportación de la Biomecánicaal Equilibrio es que ofrece la posibilidad de valorarla estabilidad del mismo. Para ello habrá que buscarsituaciones suficientemente estandarizadas donde sepuedan evaluar de la forma más analítica posible losdiferentes factores que pueden influir en él (Psico-lógicos, de Condición Física, etc.).

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PPUUNNTTOO CCLLAAVVEE

El cuerpo humano en posición bípeda tiene unequilibrio inestable que debe ser continuamenterestablecido por su sistema neuromuscular. Unabuena estabilidad del equilibrio es un elementocrucial para los humanos en su vida cotidiana. Laprincipal aportación de la Biomecánica al Equili-brio es que ofrece la posibilidad de valorar la esta-bilidad del mismo.

2.1. Factores mecánicos de laestabilidad del equilibrio

En los humanos, los principales factores mecá-nicos que determinan la estabilidad del equilibrioson, la base de sustentación (BDS), la altura del CGvedad respecto a la BDS y la proyección del CG enla BDS (Gutiérrez, 1999). También existen otra se-rie de factores mecánicos que pueden ayudar a me-jorar la estabilidad del equilibrio, y que se comen-tarán al final de este apartado.

2.1.1. Base de sustentación (BDS)

Es el polígono delimitado por las aristas queunen los puntos de apoyo en la superficie. Nor-

malmente estos puntos de apoyo están en el suelo(Figura 5), aunque también pueden encontrarse enel agua, o en superficies como las barras de gimnasia(Figura 3) o las presas de escalada.En igualdad delresto de condiciones, una mayor BDS permite quelos humanos tengamos una mejor estabilidad delequilibrio. Así, por ejemplo, cuando las personas ma-yores utilizan bastones o andadores para caminar,realmente lo que están consiguiendo es aumentarla BDS (Figura 5A). Si no necesitan estos imple-mentos, su marcha se distingue de la observada enpersonas jóvenes porque los pies se abren y sepa-ran más respecto a la dirección de avance, aumen-tando así la BDS (Figura 5B) en un intento de me-jorar la estabilidad de su equilibrio. Igualmente, parael aprendizaje de ejercicios gimnásticos como elequilibrio invertido con 2 apoyos (las dos manos),un posible ejercicio de iniciación puede ser realizarel equilibrio invertido con 3 apoyos (triángulo for-mado por los codos y la cabeza), aumentando asíla BDS, y simplificando la ejecución del mismo (Fi-gura 5A).Una cuestión similar ocurre durante la ini-ciación a la conducción de la bicicleta, cuando co-locamos dos ruedas traseras adicionales para au-mentar la BDS, o cuando giramos la rueda delan-tera con el mismo objetivo (Figura 6A). En variasactividades físico-deportivas de precisión, como eltiro con arco, el tiro con carabina en el biatlón (losdeportistas se tumban en el suelo para disparar), ba-tear una pelota de béisbol (Figura 5A), etc., se au-

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PPUUNNTTOO CCLLAAVVEE

La estabilidad del equilibrio depende de una com-binación de factores psicológicos y ambientales,de condición física, fisiológicos y mecánicos. Lasdimensiones de la base de sustentación y la alturay proyección del centro de gravedad respecto a lamisma, entre otros, constituyen los factores mecá-nicos que afectan a la estabilidad del equilibrio.

Figura 4

menta la BDS, ganando mucha estabilidad para eje-cutar correctamente la tarea. En deportes acuáti-cos como el surf y windsurf es posible aumentar laBDS en el agua utilizando, por ejemplo, tablas deiniciación a estas actividades, ya que son de mayortamaño que las tablas para expertos. En deportesde invierno como el esquí o el snowboard ocurre

algo similar a lo que se ha comentado, tanto con eltamaño de los esquís como con el tamaño de las ta-blas, respectivamente. En ciclismo (Figura 6B), unamayor distancia entre los ejes de las ruedas delan-tera y trasera, así como una mayor distancia entrelos ejes de pedaleo y de la rueda trasera, mejora laestabilidad del equilibrio. Por último, en otra serie

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Figura 5 A-B-C

Figura 6 A-B

de actividades como las salidas de velocidad en atle-tismo o las posiciones básicas que utilizan losquarterback de fútbol americano antes de iniciar unaacción (Figura 5A), podemos observar que se au-menta exageradamente la BDS, con la intención deque, al eliminar alguno de los puntos de apoyo, elcentro de gravedad ya se encuentre fuera de la mis-ma, generando un desequilibrio que ayude al ini-cio del movimiento. Esta estrategia tiene que ver conla proyección del CG en la BDS que abordamos enposteriores apartados.

2.1.2. Altura del centro degravedad (CG) respecto a la base de sustentación(BDS)

Una menor altura del CG para la misma BDSaumenta la estabilidad del equilibrio, porque la fuer-za necesaria para generar el desequilibrio tambiénaumenta, o lo que es lo mismo, una mayor fuerzagenera el mismo momento de fuerza (fuerza · dis-tancia) desequilibrante en el CG (Figura 7A). Laestrategia de disminuir la altura del CG para au-

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mentar la estabilidad del equilibrio es muy habituale intuitiva en diferentes actividades físico-deporti-vas, y la mayoría de las veces se combina con un au-mento de la base de sustentación. En la iniciacióna actividades como el esquí alpino, el windsurf, etc.,un mecanismo reflejo de los practicantes es “sen-tarse” o disminuir la altura de su CG, en un inten-to de ganar estabilidad. Posteriormente, conformese adquiere un dominio de la técnica, la posición esmás erguida y menos estable, lo que a su vez per-mite mayor capacidad y variedad de respuesta a lasdiferentes situaciones que pueden acontecer (ej.montículos de nieve, olas, etc.). En algunos depor-tes de lucha como el judo, la lucha leonesa, el sumo,etc., los jueces sancionan con “pasividad” a aque-llos luchadores que adoptan durante mucho tiem-po una posición demasiado baja de su CG, ya quees una posición extremadamente defensiva que nopermite al oponente atacar e intentar puntuar, vol-viéndose el combate muy monótono. Aunque losejemplos anteriores demuestran que una misma per-sona que disminuye la altura de su CG obtiene me-jor estabilidad del equilibrio, ningún trabajo expe-rimental ha demostrado que las personas de mayortalla tengan menor estabilidad que las de menor ta-lla. Posiblemente son los propios factores mecáni-

Figura 7 A-B

cos (ej. mayor tamaño del pie y mayor separaciónde los pies en posición de bipedestación en perso-nas de mayor talla) y otros factores (ej. control neu-romuscular, etc.) los que enmascaran este hecho, queparecería evidente desde un punto de vista mecá-nico si se analizaran dos objetos inertes con la mis-ma BDS y diferentes alturas de su CG.

2.1.3. Proyección del centro degravedad en la base desustentación

En este punto es importante destacar que, paraque un objeto se encuentre en equilibrio sin teneren cuenta más fuerzas externas que la gravedad, laproyección de su CG debe estar dentro del polígonodeterminado por la BDS (Figura 7B). A veces, enlas actividades físico-deportivas (ej. surf) puede ob-servarse que esta condición no se cumple (Figura7B), lo que es debido a la existencia de más fuer-zas que la gravedad, algunas de las cuales comen-taremos en el siguiente apartado. Sin tener en cuen-ta estas circunstancias excepcionales, un humano quetenga similares BDS y altura del CG que otro pue-de tener peor estabilidad, en función de la pro-yección vertical del CG en la BDS, y de la direcciónde la fuerza que potencialmente puede provocar eldesequilibrio. En principio, en posición de bipe-destación, donde no existen más fuerzas desequi-librantes que la gravedad, la posición más establees aquella en la que el CG se encuentra proyecta-do en el centro de la BDS. Sin embargo, cuando so-bre el cuerpo humano se aplican más fuerzas que

la gravedad (ej. una fuerza externa como el empujónde un contrario), instintivamente las personas pro-yectamos el CG cerca de las aristas de la BDS (Fi-gura 7B), para conseguir que el CG pueda tener másrecorrido antes de salir de la BDS. A la arista máscercana a la proyección del CG se le llama “aristade caída”. Ejemplo de lo anterior sería la proyec-ción del CG en la BDS que se observa durante lasactividades de lucha (Figura 8A). En otra serie desituaciones que se han explicado anteriormente seutiliza la misma estrategia (acercar la proyección delCG a la “arista de caída”) con un objetivo diferente,que pretende que una pequeña fuerza (ej. posicióndefensiva en voleibol) o una variación en las di-mensiones de la BDS (ej. salidas de velocidad) pue-dan provocar el desequilibrio (Figura 5A).Ademásde la “arista de caída” como concepto importanteen la estabilidad del equilibrio, algunos autores handefinido el concepto “ángulo de caída”, que no serádesarrollado en el presente apartado, por dependerindirectamente de la altura del CG y la proyecciónde éste en la BDS.En un intento de desafiar las Leyes de la Me-

cánica y la estabilidad del cuerpo humano en si-tuación de bipedestación, el recientemente des-aparecido Michael Jackson desarrolló una paten-te (“Method and means for creating anti-gravity illu-sion”, United States Patent nº 5.255.452, 26-10-1993)que consistía en unos zapatos que le permitían a ély a sus bailarines inclinarse 45º hacia delante sincaerse durante la representación del tema musical“Smooth Criminal” (Figura 8B). Este mecanismoconsistía en fijar el talón de los zapatos a unos an-clajes que había en el suelo, mientras el público sedistraía con la actuación de un bailarín que entra-

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Figura 8 A-B

para ganar estabilidad del equilibrio se hace refe-rencia a un fenómeno conocido como “efecto gi-roscópico”. Son ejemplos de este segundo factor:1-La utilización de grandes barras sujetadas en susbrazos por los equilibristas y/o funambulistas, ha-ciendo más fácil el hecho de caminar por cuerdasy/o superficies que reducen al máximo la BDS, por-que las inercias lineal y angular del sistema son ma-yores (Figura 10A). 2-La conducción de una bici-cleta en línea recta, sabiendo que la estabilidad esmayor a medida que la velocidad de conducción au-menta, porque tanto la velocidad angular de las rue-das como la velocidad lineal del CG del ciclista másla bicicleta hacen aumentar las inercias angular ylineal del sistema, respectivamente (Figura 10B).Esto puede observarse al reducir mucho la velo-cidad de la bicicleta (< 5 km•h-1), donde mantenerel equilibrio es más difícil si no se realizan cambiosbruscos en la posición del manillar para aumentarla BDS (Figura 6A); y también puede observarsedurante la conducción de la bicicleta sin manos, yaque sólo puede realizarse cuando la velocidad os-cila entre 16-20 km•h-1. 3-Hacer que un objeto (ej.balón de baloncesto, peonza, plato de cocina, etc.)permanezcan en equilibrio apoyándose en una BDSminúscula (ej. dedo índice de la mano, etc.) es po-sible gracias al “efecto giroscópico” (Figura 10C),y permanecerán en esta situación mientras tengansuficiente cantidad de movimiento angular. Esteefecto es el mismo, pero con un objetivo diferen-

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ba en escena. De esta forma, se creaba una ilusión“imposible” muy atractiva para el espectador.

2.1.4. Otros factores mecánicos

Además de los tres factores que se han expli-cado anteriormente (BDS, altura del CG y su pro-yección en la BDS), existen otra serie de factoresmecánicos que pueden explicar una serie de si-tuaciones donde, o bien la proyección del CG noestá en la BDS y sí existe equilibrio (Figura 7B),o bien la estabilidad del equilibrio es mejor porotras causas. El primero de estos factores es la exis-tencia de otras fuerzas externas distintas a la gra-vedad, como la fuerza centrípeta que aparece du-rante las competiciones de ciclismo en pista (Figura9), permitiendo que exista situación de equilibrioal hacer que la fuerza resultante caiga dentro delpolígono delimitado por la BDS. Esta situación essimilar a la que ocurre al surfear una ola (Figura7B). El segundo factor es el aprovechamiento dela inercia y la cantidad de movimiento lineal y an-gular, y tiene que ver tanto con la 1ª Ley de New-ton, a partir de al cual sabemos que mover o mo-dificar la trayectoria de un objeto es más difícilcuanta más inercia tiene, como con la cantidad demovimiento, que es producto de la inercia por lavelocidad del objeto. Específicamente cuando seaprovecha la cantidad de movimiento angular

Figura 9

te, al observado al girar las ruedas de una bicicle-ta, donde muchas veces los ciclistas no utilizan rue-das delanteras lenticulares en sus bicicletas, porquetienen mayor masa y más inercia angular que otrotipo de ruedas (ej. 4 bastones, radios convencionales,etc.), lo que dificulta su conducción.El tercer y último factor es el cambio de po-

sición de la BDS, y agrupa otras actividades de lalocomoción humana y animal donde técnica-mente no se está en equilibrio, sino que hay fasesde desequilibrio. Así, por ejemplo, cuando los hu-manos caminamos, la proyección del CG sale mo-mentáneamente de la BDS en la fase de apoyosimple, y es al colocar el siguiente pie en el sue-lo cuando establecemos una BDS más amplia den-

tro de la cual queda proyectado el CG (Figura11A). Algo similar ocurre durante la marcha delos animales cuadrúpedos (Figura 11B), donde elCG sale momentáneamente de la BDS al levan-tar una de sus patas delanteras, haciéndoles avan-zar en dirección oblicua hacia delante, para in-mediatamente apoyar esa misma pata delanteray levantar la pata trasera contralateral. Una vezapoyada ésta en el suelo, se levanta la otra patadelantera, iniciándose otra vez el ciclo de des-equilibrio. En definitiva, este mecanismo se parecebastante al observado en los atletas de velocidaddurante la salida de tacos, quitando momentáne-amente el apoyo de sus brazos y provocando unacaída hacia delante para, a continuación, apoyar

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Figura 10 A-B-C

Figura 11 A-B

el pie más adelantado variando la ubicación de laBDS. Esta habilidad que se acaba de describir esfundamental para conseguir el reequilibrio de lamarcha humana después de un tropezón, colo-cando el pie que tropieza en el lugar hacia don-de se dirige la proyección del CG, evitando así lacaída. Otras actividades donde puede observarseun continuo cambio de la BDS para mantener elequilibrio son: estar de pie o caminar utilizandozancos, llevar a cabo una acción defensiva de unocontra uno en un deporte, etc. El equilibrio du-rante acciones más complejas como correr o sal-tar depende, en parte, del cambio continuo de laBDS, aunque también, en gran medida, de la ge-neración de fuerzas externas como las fuerzas dereacción con el suelo o los movimientos de acción-reacción de los brazos y el tronco.

3. INSTRUMENTAL DE MEDIDA

La valoración del equilibrio del cuerpo humanoy de su estabilidad se ha realizado habitualmen-te mediante actividades simples (ej. bipedestacióny marcha, principalmente), que son más fáciles deestandarizar y reproducir que las actividadescomplejas (ej. saltar, bailar, etc.). Ejemplo de lo an-terior es que en algunas baterías de valoración dela condición física y la motricidad se incluyen testsde equilibrio estático como el “Equilibrio Fla-mingo” (Batería Eurofit, (Figura 12A) o el “Testde Oseretsky” (Bruininks-Oseretsky Test of Mo-tor Proficiency, figura 12B) donde se contabilizael número de veces que se pierde el equilibrio res-pecto a la posición estática de bipedestación,para asignar una puntuación a esta cualidad.

También encontramos otra serie de tests de equi-librio dinámico como el “Test de Ozeretski” (Ba-tería de Ozeretski-Guilmain, Figura 12C), dondedeben recorrerse 2 m en línea recta apoyando al-ternativamente el talón de un pie contra la pun-ta del otro sin salirse de la línea (esta habilidad sesupone que debería tenerla un niño a los 6 años);o el test de “Excursión en Estrella” (Star Excur-sion Balance Test, Figura 12D), donde 8 líneas de120 cm son colocadas en forma de estrella con an-gulaciones de 45º entre ellas, y partiendo el eje-cutante desde el centro del círculo, debe llegar lamayor distancia posible en cada una de las direc-ciones, obteniendo una puntuación en función delsumatorio de las mismas normalizado por su lon-gitud de la pierna. Sin embargo, todos los tres pri-meros tests mencionados hacen referencia a la eva-luación del “concepto absoluto de equilibrio”, va-lorando si el ejecutante se cae o no al realizar eltest, pero no siendo capaces de diferenciar entresujetos que no se caen, o sea, entre diferentes gra-dos de estabilidad. Además, algunos de ellos sonaltamente dependientes de otras cualidades físi-cas como la fuerza o la flexibilidad (ej. equilibrioflamingo y excursión en estrella) y son difíciles derealizar porque conllevan un riesgo añadido paradeterminadas poblaciones especiales como los an-cianos, las personas discapacitadas, etc. (ej. Ose-retsky, flamingo y excursión en estrella). Por losmotivos comentados, nuestra propuesta es evaluarla estabilidad del equilibrio del cuerpo humano me-diante una técnica llamada “Estabilometría”, ba-sada en el análisis de los movimientos del centrode presiones (CP) que se registran en una plata-forma de fuerzas, y utilizando movimientos sen-cillos que pueden ser realizados por cualquier tipo

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Figura 12 A-B-C-D

3.1. Valoración de la estabilidaddel equilibrio mediante una estabilometría

La estabilometría es una técnica que analiza elmovimiento del CP en la BDS, de manera quecuanto menor es el movimiento del CP para rea-lizar una misma tarea estandarizada (ej. estar depie, caminar, realizar un equilibrio invertido, etc.)mayor es la estabilidad del equilibrio en esa tarea.El CP es el punto donde el sumatorio de las fuer-zas verticales aplicadas al suelo es cero, de maneraque para medirlo es necesario registrar la fuerzade reacción vertical en una plataforma de fuerzas(Figura 13 A). La representación gráfica de los mo-vimientos antero-posteriores y medio-laterales delCP en la BDS a lo largo del tiempo se conoce como“estabilograma” (Figura 13B), y tal y como hemoscomentado, cuanto mayor sea su dispersión peores la estabilidad del equilibrio en la tarea (Gu-tiérrez, 1999). Sin embargo, el CP es un concepto

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PPUUNNTTOO CCLLAAVVEE

La valoración de la estabilidad del equilibrio delcuerpo humano se ha realizado habitualmentemediante actividades de bipedestación y mar-cha. Los tests más simples y que requieren demenos material son aquéllos que valoran el con-cepto de “equilibrio absoluto”, mientras que paravalorar el “equilibrio relativo” es necesario realizaruna estabilometría. En la misma, se registra elmovimiento del centro de presiones en la basede sustentación. El centro de presiones es unconcepto diferente al de centro de gravedad,aunque se trata de una respuesta a los movi-mientos del mismo.

de población.En el caso de sujetos practicantes dediferentes modalidades deportivas, estos movi-mientos pueden ser mucho más complejos, comose verá en los siguientes apartados.

Figura 13 A-B-C

nuevo que no se corresponde con la proyecciónvertical del CG en la BDS (factor mecánico quehemos explicado anteriormente), pero que esmucho más fácil de monitorizar continuamente queel CG, ya que éste requiere de complejos sistemas3D de análisis del movimiento, por lo que debe-mos justificar la relación entre ambos términos.Esta relación ha sido muy bien explicada por Win-ter (1995), quien representa gráficamente cómo elpunto de aplicación de la fuerza de reacción ver-tical (CP) cambia continuamente su posiciónpara contrarrestar los momentos generados por elpeso del cuerpo (CG), de manera que el CP es unabuena respuesta a los movimientos del CG (Figura13C). Didácticamente podríamos decir que elCG del cuerpo humano en bipedestación, por sucondición de equilibrio inestable, es como un niñojuguetón que continuamente quiere escaparsede un lugar (en este caso, la BDS). Es el CP quiendebe impedir esta acción, atajándolo o colocándosedelante de aquél y empujándolo, de manera quedespués vuelve a iniciarse el proceso de nuevo mo-vimiento del CG y, posteriormente, del CP. Estoocurre tanto en las direcciones antero-posteriorcomo medio-lateral, dando lugar a que la distan-cia que recorre el CP en la BDS siempre sea ma-yor que la que recorre el CG, porque sus movi-mientos son más amplios y tienen más frecuencia,que es lo mismo que ocurriría cuando alguien per-sigue por un espacio abierto al mencionado niñojuguetón.Es necesario destacar que el cuerpo humano en

posición bípeda o de apoyo monopodal regula fun-damentalmente la estabilidad de su equilibrio me-diante la intervención de los músculos de la caderay el tobillo, en tanto que la rodilla suele permanecercuasi-bloqueada. Winter (1995) distingue tres es-trategias para reequilibrar la estabilidad del equi-librio en las posiciones mencionadas: de tobillo, decadera y combinada. En ambas posiciones, los mo-vimientos antero-posteriores del CP son mayoresque los movimientos medio-laterales, y se controlanfundamentalmente por la acción del tobillo (fle-xores plantares y dorsales) y la cadera (flexores yextensores). Sin embargo, el control del movi-miento medio-lateral del CP es distinto entre am-bas posiciones, y mientras en posición bípeda estácontrolado fundamentalmente por los músculos ab-ductores-aductores de la cadera, durante el apo-yo monopodal son los músculos inversores-ever-

sores del tobillo los encargados de esta tarea. Es-tos hallazgos tienen implicaciones muy importantesde cara a la rehabilitación de lesiones en ambas ar-ticulaciones, donde las tareas de apoyo bipo-dal/monopodal pueden ser propuestas en funcióndel objetivo planteado.

3.2. Metodología general parallevar a cabo unaestabilometría

El sujeto a evaluar se coloca encima de una pla-taforma de fuerzas en una posición predetermina-da (normalmente en apoyo bipodal o monopodal,aunque también pueden utilizarse otras posiciones).Es necesario que una plataforma de fuerzas tenga3 sensores o más de fuerza vertical con el objetivode determinar geométricamente la localizacióndel CP a partir del peso registrado en cada uno deellos y de la distancia entre ellos (Figura 14A). Lossensores de fuerza deben ser extensiométricos (ej.plataforma Dinascan-IBV ó AMTI), ya que regis-tran mejor las fuerzas estáticas y tienen mayor pre-cisión en la localización del CP que los piezoeléc-tricos (ej. plataforma Kistler). La plataforma pue-de tener forma triangular, rectangular o circular,siempre y cuando cumpla los requisitos anteriores.Sólo algunos modelos específicos permiten balan-cear la plataforma a diferentes amplitudes y fre-cuencias mientras se realiza la prueba de estabilo-metría, aunque lo más habitual en un Laboratoriode Biomecánica es disponer una plataforma de fuer-zas estática que se utiliza genéricamente para en-sayos de fuerzas de reacción en el suelo y para en-sayos de estabilometría.Los tests con apoyo bipodal y monopodal deben

realizarse con el sujeto descalzo, a fin de evitar laposible influencia del calzado en la estabilidad delequilibrio. La posición del sujeto debe ser estric-tamente estandarizada, especialmente en lo refe-rente a la separación de los dos pies (apoyo bipo-dal) y la colocación de la pierna libre (apoyo mo-nopodal). En apoyo bipodal, lo más normal es es-tandarizar la separación de ambos pies, utilizandola misma para todo el grupo de estudio, para lo quees necesario un dibujo de los pies encima de la pla-taforma (Figura 14B), aunque también existe la op-ción de relativizarla en función de las dimensiones

EQUILIBRIO Y ESTABILIDAD DEL CUERPO HUMANO

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corporales del sujeto evaluado (ej. anchura de loshombros). En apoyo monopodal, la rodilla derechapuede flexionarse 90º, con el muslo en el eje lon-gitudinal del cuerpo y la pierna colocada horizon-tal al suelo (Figura 14C), o también puede flexio-narse 90º mientras la cadera también se flexiona 90ºy el muslo queda horizontal respecto al suelo (Fi-gura 14D). Igualmente existen dos posibilidades ala hora de colocar los brazos, bien pegados al cuer-po en posición anatómica con/sin pronación de lasmanos (Figura 14D), o bien apoyados en las cade-ras (Figura 14C). Cuando no exista privación o dis-torsión del sentido de la vista, enfrente del sujetodebe colocarse una referencia visual, a la altura delos ojos, y a una distancia entre 0.5-2.0 m, en la cualdeberá fijarse durante la realización de toda la prue-ba. Esto es debido a que algunos estudios han de-mostrado que, sin referencia visual o con una ex-cesiva distancia a la misma (ej. 4 m), se deteriora laestabilidad del equilibrio (Vuillerme y cols., 2006).La duración del test puede oscilar entre 20-30 s, yel movimiento del CP suele registrarse con una fre-cuencia entre 20-50 Hz. Es importante realizar unasesión previa de familiarización del sujeto con lostests que va a realizar, y específicamente en los testsde apoyo monopodal el orden de las pruebas conla pierna derecha e izquierda debe ser aleatorio paraevitar el posible “efecto aprendizaje”. Los resultados de la estabilometría se expresan

utilizando diferentes indicadores. En general, nosencontraremos unos resultados donde un mayor va-

BIOMECÁNICA BÁSICA

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lor indica una peor estabilidad en los estudios quehan utilizado el desplazamiento total del CP en untiempo determinado, su movimiento antero-pos-terior o medio-lateral, el área barrida por el CP (pro-ducto de las dos variables anteriores), la varianzaen la posición del CP o su velocidad de desplaza-miento (ambas pueden expresarse también enfunción de los ejes de desplazamiento)… Por el con-trario, otros estudios que agrupan varios protoco-los de estabilometría ofrecen resultados en un ran-go del 0-100%, indicando el 100% un valor óptimode estabilidad del equilibrio.

Figura 14 A-B-C-D

PPUUNNTTOO CCLLAAVVEE

Una estabilometría suele realizarse en apoyo mo-nopodal o bipodal, en una posición estrictamenteestandarizada y con una referencia visual a 0.5-2.0m del sujeto. La familiarización del mismo con elprotocolo es importante. Se registra el movimien-to del centro de presiones durante 20-30 s a unafrecuencia de 20-50 Hz, utilizando una serie de in-dicadores de la calidad de la estabilidad del equili-brio, que tienen que ver con el menor movimientodel centro de presiones: desplazamiento total, an-tero-posterior, medio-lateral, área barrida, veloci-dad, etc.

3.3. Protocolos deestabilometría másutilizados

Los protocolos de estabilometría que podamosutilizar van a depender, en parte, de disponer o node una plataforma de fuerzas que permita balancearal sujeto. Como esto no es habitual, la mayor par-te de los protocolos suelen realizarse sobre una pla-taforma que se mantiene estática. En ella, los pro-tocolos de apoyo monopodal y bipodal son los máshabituales, aunque estos últimos suelen ser más uti-lizados en población adulta, que no es capaz de man-tenerse los 20-30 s en apoyo monopodal, necesitandoincluso de la utilización de elementos de seguridadcomo barras donde apoyarse y/o arneses (Figuras

15A y 16A). Una primera modalidad de tests sonaquéllos que se realizan con los ojos abiertos y ce-rrados, para evaluar así la importancia de la con-tribución del sentido de la vista a la estabilidad delequilibrio mediante lo que se conoce como Cocientede Romberg (Figura 15B). Un cociente de 1.05 sig-nifica que el sentido de la vista influye en 5% en laestabilidad del equilibrio. Una segunda modalidadpretende alterar las condiciones de la superficie dela plataforma, lo cual sobre una plataforma estáti-ca sólo puede realizarse utilizando superficies degoma-espuma (Figura 16A), para así cuantificar lacontribución del sistema somatosensorial, formadoprincipalmente por receptores sensoriales mecánicosrepartidos por todo el cuerpo. Una tercera moda-lidad de tests analiza la influencia de introducir unainformación visual errónea (distorsión de la imagen

EQUILIBRIO Y ESTABILIDAD DEL CUERPO HUMANO

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Figura 16 A-B-C

Figura 15 A-B

en un espejo, movimiento de las paredes de un ha-bitáculo o utilización de realidad virtual 3D) en laestabilidad del equilibrio (Figura 16B).Otro tipo deprotocolos de estabilometría con biofeedback con-sisten en cambiar la ubicación del CP hasta unas dia-nas que se van encendiendo en la pantalla (Figura16C), intentando permanecer en ellas el mayor tiem-po posible, y obteniendo algunos registros estadís-ticos sobre la estabilidad del equilibrio (ej. tiempoencima de la diana, tiempo entre diana y diana, etc.).Sin embargo, es posible que estos protocolos seanmás apropiados para el entrenamiento del equili-brio que para la valoración de su estabilidad, dadala influencia de la familiarización de los sujetos conel protocolo, y el hecho de que el movimiento se pro-duce de forma voluntaria, y no como respuesta re-fleja o automática a situaciones de inestabilidad ex-ternas. Para más información sobre los protocolosanteriormente mencionados consultar la referen-cia IBV (2003).Una valoración más integral de la estabilidad

del equilibrio se puede realizar utilizando plata-formas móviles, las cuales permiten llevar a cabotodos los protocolos anteriores de forma estáticay dinámica (Figura 17), constituyendo el protocolo

BIOMECÁNICA BÁSICA

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más estandarizado entre los especialistas en estadisciplina. En este protocolo, los resultados de to-dos los tests se expresan mediante una puntuaciónde 0-100%, tal y como se ha comentado en párrafosanteriores. Su principal ventaja es que al mover-se la plataforma valora con mayor profundidad lossistemas que intervienen en la estabilidad del equi-librio (visual, somatosensorial y vestibular). Estohace que sea menos probable que la interacciónde estos sistemas enmascare los verdaderos efec-tos de una variable independiente (ej. fatiga, en-trenamiento, etc.) en la estabilidad del equilibrio.Por ejemplo, está demostrado que la fatiga mus-cular deteriora la estabilidad del equilibrio porqueafecta al sistema somatosensorial, pero es muy pro-bable que si queremos valorarla mediante un testestático con ojos abiertos se obtengan los mismosresultados antes y después de la misma, debido auna mayor contribución del sentido de la vista. Lomismo se ha observado al valorar los efectos de laactividad física en la estabilidad de personas ma-yores (Buatois y cols., 2007), no encontrándose di-ferencias en los protocolos 1 y 2, pero sí en los pro-tocolos 3, 4, 5 y 6 (ver Figura 17).

Figura 17

3.3. Otros protocolos de estabilometría

Además de los protocolos de estabilometría quehemos comentado, es posible realizar otros proto-colos, estáticos y dinámicos, para medir la estabili-dad del equilibrio. Por ejemplo, utilizando el Test deUterberger podemos registrar el desplazamiento delCP en condiciones dinámicas, mientras el ejecutanteeleva alternativamente ambos muslos hasta la ho-rizontal, a un ritmo de 50 pasos por minuto, que es

controlado mediante un metrónomo (Figura 18A).También podemos medir el CP durante actividadesestáticas como la posición de bipedestación trans-portando una mochila (Figura 18B). Además, exis-ten otros tests adaptados a gestos específicos de de-portes, como disparar con una pistola o una cara-bina, lanzar un dardo (Figura 18C), etc. Específi-camente durante las actividades gimnásticas variosestudios han evaluado la influencia del nivel técnicode los gimnastas en la estabilidad durante la reali-zación de un equilibrio invertido (Figura 19A) o du-rante la realización de un equilibrio en barra fija fe-menina (Figura 19B). El fundamento de la medicióndel CP en todas las actividades anteriores es simi-lar al que ya hemos comentado, constituyendo unfactor clave el hecho de estandarizar estrictamen-te la posición y el tiempo de valoración. Por ejem-plo, en el test estático de equilibrio invertido en gim-nasia es muy importante estandarizar la posición departida, y el momento de inicio y final de la medi-ción; durante el Test de Uterberger es necesario es-tandarizar las posiciones de inicio y final de cada mo-vimiento, así como el ritmo de ejecución; y duran-te los tests de lanzar un dardo o disparar una ca-rabina es muy importante estandarizar tanto la po-sición de partida como el momento de inicio y finde la medición del recorrido del CP.

EQUILIBRIO Y ESTABILIDAD DEL CUERPO HUMANO

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El protocolo más estandarizado de estabilometríautiliza un apoyo bipodal, realizando un total de 6tests (sobre superficie estable e inestable: ojosabiertos, cerrados y alteración de la visión) quesuelen dar una valoración global de la estabilidaddel equilibrio, así como de la contribución de lossistemas visual, somatosensorial y vestibular almismo.

Figura 18 A-B-C

4. ESTUDIOS SOBREESTABILIDAD DEL EQUILIBRIO

En el presente apartado se expondrán, a modode ejemplo, algunos estudios que han sido realiza-dos utilizando la estabilometría como técnica paravalorar la estabilidad del equilibrio. Esta técnica nosha permitido establecer y analizar una serie de fac-tores que afectan a la estabilidad (Tabla 1), cono-ciendo mejor los procesos que regulan el equilibrioen el cuerpo humano.

BIOMECÁNICA BÁSICA

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Figura 19 A-B-C

FACTOR

Deporte practicado

Dominancia lateral

Edad

Sexo

Peso

Maestría deportiva

Actividad física

Fatiga

INFLUENCIA EN LA ESTABILIDAD DEL EQUILIBRIO

SI. Gimnasia > Fútbol > Baloncesto > Sedentarios > Natación

NO en población normal. ¿? en población deportiva

SI. Disminuye conforme envejecemos.

SI. Mujeres > Hombres. Altura relativa de su CG. ¿? otros

NO por sí mismo. SI vinculado a la actividad física.

SI en deportes gimnásticos, de precisión y de combate

SI en todas las poblaciones (niños…adultos, discapacitados…)

SI, depende del tipo de ejercicio, intensidad y recuperación

Tabla 1. Resumen de los fatores que potencialmente pueden afectar a la estabilidad del equilibrio.

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La práctica de actividad física y de deporte (así co-mo la maestría en algunos deportes), la edad, elsexo o género y el estado de fatiga afectan a la es-tabilidad del equilibrio. Se ha demostrado que laactividad física, más que otros factores como laedad, potencia la estabilidad del equilibrio, consti-tuyendo una de las herramientas de trabajo másimportantes.

4.1. Influencia de la modalidaddeportiva practicada y ladominancia lateral

Los propios estudios realizados con el test de ex-cursión en estrella nos informan que la modalidaddeportiva influye en el equilibrio de sus practican-tes. Así, comparando a jugadores de baloncesto, ju-gadores de fútbol y gimnastas, algunos estudios handemostrado que el equilibrio es mejor en estos úl-timos, sin diferencias entre los dos primeros. Sin em-bargo, este test no valora específicamente la esta-bilidad del equilibrio, sino el concepto absoluto deequilibrio, por lo que no nos permite cuantificar lasdiferencias más pequeñas que pudieran existir en-tre grupos de deportistas, sexo y/o nivel de rendi-miento deportivo. Por este motivo recurrimos a laestabilometría como técnica estándar para valorarel equilibrio y su estabilidad, y cuando consultamosestudios realizados con la misma, podemos apreciarque se han establecido diferencias entre deportis-tas del mismo nivel en función de la modalidad de-portiva practicada. Así, a partir de los resultados ob-tenidos en tests de apoyo monopodal podemos de-cir que los gimnastas y los practicantes de depor-tes de precisión (ej. tiro con arco) son los deportistasque mayor estabilidad han mostrado, seguidos porlos jugadores de fútbol, los jugadores de balonces-to, las personas sedentarias y los nadadores, quie-nes tienen peor estabilidad que los sedentarios. Lasdiferencias entre jugadores de fútbol y baloncestopueden ser explicadas porque los primeros hacenque intervenga más su sistema somatosensorial, es-pecialmente de la pierna no dominante, ya que du-rante el control y manejo de balón, es la que se en-carga de controlar la estabilidad del equilibrio. Porsu parte, los jugadores de baloncesto tienen más es-tabilidad que las personas sedentarias porque uti-lizan con mayor intensidad sus músculos antigra-vitatorios durante el entrenamiento, y se ven so-metidos a resolver mayores situaciones de inesta-bilidad. Sin embargo, sorprende que las personas se-dentarias tengan mejor estabilidad que los nada-dores, aunque esto puede ser explicado porque es-tos últimos, al desplazarse en el agua, pasan gran par-te de su tiempo en posición horizontal sin el efec-to de la gravedad. Los estudios mencionados se llevaron a cabo uti-

lizando tests de apoyo monopodal, y se suscitó la

pregunta de si existía alguna relación entre elapoyo con la pierna dominante/no dominante y laestabilidad del equilibrio. Los resultados indicaronque no, y que aunque los jugadores de fútbol tení-an una tendencia a mejorar su estabilidad cuandoapoyaban la pierna dominante, esto no se refleja-ba en el resto de grupos analizados, observando in-cluso en los jugadores de baloncesto, que esto acon-tecía al revés (mejor estabilidad con la pierna no do-minante, que es con la que habitualmente se rea-lizan las entradas a canasta). Futuros estudios conmayor número de deportistas son necesarios paradilucidar si la práctica deportiva puede condicionaruna mayor estabilidad con cualquiera de las pier-nas durante el apoyo monopodal. Lo que sí sabe-mos es que en hombres y mujeres jóvenes física-mente activos que no practican ningún deporte exis-te simetría en la estabilidad con ambas piernas. Asílo demuestran otra serie de estudios recientes, y tam-bién lo hemos podido contrastar en la Facultad deCiencias de la Actividad Física y del Deporte de laUniversidad de León, mediante un estudio (datosno publicados) realizado con 84 estudiantes de edu-cación física (20.0±0.25 años; 71.3±1.1 kg y 174.3±0.9cm) de ambos sexos (Tabla 2). En todas las varia-bles analizadas no existieron diferencias estadísti-camente significativas entre la estabilidad del equi-librio con apoyo monopodal con la pierna hábil yno hábil.

EQUILIBRIO Y ESTABILIDAD DEL CUERPO HUMANO

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PPUUNNTTOO CCLLAAVVEE

La modalidad deportiva practicada afecta a la es-tabilidad del equilibrio, potenciándola en la mayo-ría de los deportes, a excepción de la natación. Ladominancia lateral no afecta a la estabilidad delequilibrio en apoyo monopodal. Futuros trabajosdeberían confirmar/rechazar esta hipótesis.

4.2. Influencia de la edad y el sexo

A medida que la población ha ido envejecien-do en las sociedades modernas se ha observado unaumento en las caídas debidas a la pérdida de equi-librio que han motivado un creciente interés por co-

nocer los mecanismos de control de la estabilidaddel equilibrio y cómo la edad puede afectarlos. Seconoce que la estabilidad del equilibrio empeora conla edad (Buatois y cols., 2007), y que puede estar li-gada al aumento de los accidentes previamente men-cionados. Esta disminución de la estabilidad delequilibrio es debida al deterioro de los tres sistemasque contribuyen al control postural (somatosen-sorial, vestibular y visual), ya que existe un marcadodescenso en la sensación de vibración, número dereceptores vestibulares y agudeza visual. Tambiénhay una pérdida de velocidad de conducción ner-viosa periférica, una reducción del número de mo-toneuronas y una reducción de masa muscular. Ade-más, la capacidad de procesamiento central de la in-formación también disminuye con la edad, lo quese refleja en una reducción en la velocidad con lacual la población adulta puede reaccionar y moverse.Como veremos más adelante, la práctica de activi-dad física en la población adulta y anciana contri-buye positivamente a retrasar este deterioro y, ensu caso, también puede mejorar los sistemas de con-trol postural. En esta misma línea otros estudios yademostraron la capacidad de estudiantes jóvenes(19-23 años) para mejorar la estabilidad del equi-librio sólo mediante un programa de entrena-miento en la agudeza visual, y que las mujeres te-nían una mejor estabilidad que los hombres, perono explicaron por qué. Retomando los resultadosdel estudio realizado en la Facultad de Ciencias dela Actividad Física y del Deporte de la Universidadde León, en el que participaron 55 hombres y 29 mu-jeres jóvenes (Tabla 2), también observamos que lasmujeres presentan mayor estabilidad del equilibriodurante el apoyo monopodal (media de ambas pier-

nas) que los hombres. Esto puede ser debido, en par-te, a que la altura del CG obtenido por el métododirecto de Reynolds y Lovett (Gutiérrez, 1999) fuemayor en los hombres que en las mujeres, tanto entérminos absolutos (80.66 y 76.96 cm, respectiva-mente) como relativos a la talla (54.68 y 53.96%, res-pectivamente), siendo este un factor mecánicoque afecta negativamente a la estabilidad del equi-librio. Sin embargo, futuros trabajos deben aclararsi existen otras características diferenciales entrehombres y mujeres que pudieran complementar laanterior explicación.

BIOMECÁNICA BÁSICA

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Desplazamiento(mm)

Velocidad (mm/s)Movimiento A-P(mm)

Movimiento M-L(mm)

Área Barrida(mm2)

Pierna hábil (n=84) 1148±21 57.4±1.1 40.2±1.1 28.6±0.7 68.8±1.4

Pierna no hábil (n=84) 1149±24 57.5±1.2 40.3±1.3 27.4±0.6 67.6±1.4

Hombres (n=55) 1176±29 58.8±1.4 41.8±1.0 29.2±0.6 71.0±1.3

Mujeres (n=29) 1107±26 55.4±1.3 37.7±1.7 25.9±0.6 63.6±2.0

Tabla 2. Resultados del test de estabilometría en apoyo monopodal realizado a 84 estudiantes de educación física de ambossexos. Desplazamiento, velocidad, movimiento antero-posterior (A-P), movimiento medio-lateral (M-L) y área barrida por elcentro de presiones. En gris se destacan las diferencias significativas entre hombres y mujeres.

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La estabilidad del equilibrio empeora a partir de laedad adulta, debido a un deterioro de los sistemassomatosensorial, vestibular y visual, a la pérdidade velocidad de conducción nerviosa periférica yde función muscular, así como a una menor capa-cidad de procesamiento de información a nivelcentral. Las mujeres, como regla general, tienenmejor estabilidad que los hombres, posiblementedebido a factores mecánicos (altura relativa delcentro de gravedad respecto a la base de susten-tación).

4.3. Influencia del nivel demaestría deportiva

En varios deportes como la gimnasia, las artesmarciales, o el tiro con arco, rifle ó pistola, etc. es

importante el control de la estabilidad del equili-brio, porque de él depende gran parte del rendi-miento deportivo (Gianikellis y Maynar, 1998). Asíencontramos diferentes estudios que han relacio-nado el nivel de rendimiento de estos deportistascon los resultados obtenidos durante una estabi-lometría, o en su caso, han sido capaces de dife-renciarlos y clasificarlos en función de su rendi-miento en una estabilometría. En gimnasia, los deportistas de más nivel han de-

mostrado un mejor control del equilibrio invertidoque los de menor nivel, adelantando la localizacióndel CP respecto a la BDS (Figura 19A), lo cual con-siguen fundamentalmente bloqueando la articula-ción del hombro y controlando el movimiento delCP con los músculos de los antebrazos. Esto pro-voca que el desplazamiento del CP en la BDS seamás antero-posterior que medio-lateral cuando secomparan con los gimnastas de menor nivel. En estamisma disciplina se ha observado que un programade entrenamiento del equilibrio en barra fija fe-menina es capaz de mejorar la estabilidad, lo cualpuede observarse en una menor dispersión del es-tabilograma (Figura 19B). Otros trabajos realiza-

dos en gimnastas destacan la importancia de rea-lizar tests específicos para esta modalidad depor-tiva. Así, si comparamos la estabilidad entre gim-nastas y otros deportistas/sedentarios con apoyo bi-podal o sin restringir el sentido de la vista, es fácilque no encontremos ninguna diferencia; mientrasque si hacemos el test en apoyo monopodal, sin vi-sión y deteriorando las condiciones de la superfi-cie de apoyo, las diferencias serán mucho más pal-pables (Vuillerme y cols., 2006). En gimnastas de ni-vel muy avanzado, se recomienda incluso realizarla estabilometría en apoyo invertido, con y sin pri-vación del sentido de la vista, en tanto que se ha de-mostrado un Cociente de Romberg similar estan-do en posición bipodal y en apoyo invertido, lo queindica que la pérdida de estabilidad en ambas po-siciones es similar para gimnastas de alto nivel, loscuales están muy habituados a la postura de apo-yo invertido. En deportes de precisión como el Tiro Olímpi-

co, que incluye disciplinas como el tiro con pisto-la, tiro con carabina y tiro al plato (Figura 20A), tam-bién se ha analizado la relación entre el registro es-tabilométrico y la precisión del tiro. En concreto, la

EQUILIBRIO Y ESTABILIDAD DEL CUERPO HUMANO

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Figura 20 A-B

Tesis Doctoral del profesor Kostas Gianikellis, dela Universidad de Extremadura, trató sobre el des-arrollo de una metodología de análisis biomecáni-co en este deporte, dentro de la cual se incluía el usode estabilometría. En un trabajo de revisión de estemismo autor (Gianikellis y Maynar, 1998) se esta-blece que los tiradores de menor nivel tienen ma-yor movimiento del CP durante el tiro, lo cual se tra-duce en una menor precisión del mismo (Figura20B). Así, se ha encontrado incluso una correlación(r= 0.60) entre la amplitud del registro estabilo-métrico y la distancia desde el tiro hasta el centrode la diana. Es necesario destacar que estos estu-dios hacen referencia a las modalidades deportivasde tiro que se realizan desde posición estática, yaque existen otras modalidades donde realizar unaestabilometría es más dificultoso, porque el tiro selleva a cabo en posiciones muy estables (ej. tiro concarabina desde posición de tumbado) y/o dinámi-cas (ej. tiro al plato). Los deportes de combate y/o artes marciales (ej.

Judo, Karate y Tai Chi) también se han mostradocomo un buen medio para mejorar la estabilidaddel equilibrio en poblaciones jóvenes y ancianas.Relacionado con el nivel de maestría técnica, al-gunos estudios han utilizado la estabilometría paraanalizar las posibles diferencias entre estas disci-plinas. Así por ejemplo, al analizar gestos técnicosde piernas en karatekas de alto nivel que simula-ban un golpeo durante la realización de un Kata(entendido este como una secuencia de movi-miento preestablecida), las desviaciones del CP fue-ron menores que en karatekas de bajo nivel, lo cualindicó una mayor estabilidad del equilibrio de losprimeros durante la realización de estos gestos téc-nicos (Perrot y cols., 1998). Algo similar se observóal comparar los karatekas que eran especialistasen Kata (la técnica de ejecución es un objetivo ensí mismo) con los que eran especialistas en com-petición (el objetivo es alcanzar al contrario), en-contrando que los primeros tenían menos des-viaciones del CP durante la realización del gestotécnico sin adversario. Otra diferencia importan-te en los mecanismos que regulan la estabilidad delequilibrio de los practicantes de artes marciales esque, por ejemplo, los karatekas dependen más dela información visual que los judokas, en tanto queestos últimos obtienen información adicional (so-matosensorial) a través del agarre con el adver-sario.

BIOMECÁNICA BÁSICA

120

4.4. Influencia de la práctica de actividad física

Innumerables trabajos ponen de relieve la im-portancia de la práctica de actividad física en la me-jora de la estabilidad del equilibrio en diferentes gru-pos de población. La estabilometría es una técni-ca fundamental para poder detectar estas mejoras,y proponer programas de ejercicio físico diferen-ciados. En este apartado ilustraremos con cuatroejemplos cómo la actividad física mejora la estabi-lidad en niños y adolescentes, adultos jóvenes y ma-yores, así como en poblaciones especiales.El trabajo de Golomer y cols. (1997) ilustra muy

bien cómo la estabilidad del equilibrio de niños yadolescentes que no practican actividad física espeor que la de los que practican baile y/o acroba-cia (Figura 21). Para ello, el protocolo propuesto fueuna estabilometría dinámica sobre una superficieinestable, realizando dos tests, uno con ojos abier-tos y otro con ojos cerrados. Este trabajo ademásmuestra cómo la estabilidad se deteriora de los 11a los 18 años, debido al crecimiento y maduraciónrápidos que se producen durante el periodo de lapubertad, lo cual conlleva un cambio en factores me-cánicos como la altura del CG, pero también en fac-tores ligados a la percepción y el control neuro-muscular del equilibrio. Sin embargo, podemos ob-servar que cuando no se restringe la información vi-sual, la estabilidad del equilibrio no se deteriora enlos niños que practican actividad física (bailarinesy acóbatas), y sí en los sedentarios. Igualmente, conla privación del sentido de la vista se observa mu-cho mejor la pérdida de estabilidad entre los 11 y18 años, en cualquiera de los grupos analizados, locual pone de manifiesto que la información visualtiene un papel importante en la regulación del equi-librio en edades donde las informaciones somato-

PPUUNNTTOO CCLLAAVVEE

En deportes de precisión y combate (gimnasia, ar-tes marciales, tiro con arco, rifle o pistola, etc.) el ni-vel de maestría técnica está relacionado con unamejor estabilidad del equilibrio valorada tantomediante tests estandarizados como específicosdel deporte.

sensorial y vestibular están sometidas a grandes cam-bios. Para finalizar, la dependencia del sentido dela vista de los adolescentes que practicaban activi-dad física fue menor que la observada en los se-dentarios, lo cual pone de relieve que, a pesar de supaso por la pubertad, la actividad física ayudó a me-jorar la calidad de los sistemas somatosensorial yvestibular en la regulación del equilibrio.La actividad física también juega un papel im-

portante en la mejora de la estabilidad del equili-brio en adultos jóvenes. Existen multitud de estu-dios que utilizan diferentes programas de actividadfísica que se han mostrado efectivos para mejorarla estabilidad. Nosotros hacemos referencia a da-tos propios no publicados que fueron obtenidos conestudiantes de educación física de la Facultad deCiencias de la Actividad Física de la Universidadde León (n= 84 y 20.0±0.25 años), los cuales fueronagrupados en función del número de horas de prác-tica de actividad física que realizaban a lo largo dela semana. Así, la mitad la mitad de los estudiantesrealizaban hasta 6.5 h/semana (mediana estadísti-ca) y la otra mitad un valor superior (> 6.5 h/se-mana). Al comparar ambos grupos (Figura 22), pu-

EQUILIBRIO Y ESTABILIDAD DEL CUERPO HUMANO

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dimos observar una mejor estabilidad del equilibrio(desplazamiento medio-lateral y área barrida porel CP) durante un test de apoyo monopodal con ojosabiertos en el grupo que más actividad física prac-ticaba. Nuestra lectura de estos resultados es que,si en jóvenes físicamente activos se han encontra-do diferencias en la estabilidad en función del nú-mero de horas de práctica, estas diferencias seríantodavía mayores si se comparara con un grupo dejóvenes que no practican actividad física, lo cualpone de relieve la importancia de esta variable enel control de la estabilidad del equilibrio.En adultos mayores los resultados que se han en-

contrado son similares a los que se vienen descri-biendo, y diferentes estudios que han puesto enpráctica programas muy distintos de actividad física(ej. bailes tradicionales, entrenamiento de fuerza,Tai Chi, Yoga, caminar, etc.) vienen a concluir queexiste una mejora en la estabilidad del equilibrio.Resulta muy interesante el estudio retrospectivo deBuatois y cols. (2007), quienes quisieron conocer sila estabilidad en personas mayores de 65 años de-pendía del momento en el que empezaron y/o de-jaron de practicar actividad física. Así estos auto-

Figura 21

res seleccionaron 4 grupos: Grupo 1.- Practicabanactividad física (AF) desde hacía +40 años.Grupo2.- Empezaron a practicar AF tras la jubilación (~11años). Grupo 3.- Pararon de hacer AF hacía tiem-po (~16 años).Grupo 4.-Nunca habían practicadoAF. Los resultados mostraron que los Grupos 1 y2 presentaron mejor estabilidad que los Grupos 3y 4, sobre todo en situaciones donde se alterabangravemente las aferencias somatosensoriales yvestibulares (Figura 17, tests 3, 4, 5 y 6). Esto de-mostró que el factor “realizar AF en la actualidad”era más importante para la estabilidad del equili-brio que la edad, el sexo o haber realizado activi-dad física en el pasado. La lectura de estos resultadoses que, en contra de lo que pudiera pensarse, nun-ca es tarde para iniciarse en la práctica de AF.En poblaciones especiales con discapacidad fí-

sica y/o psíquica también se ha demostrado un efec-to positivo de la actividad física en la estabilidad delequilibrio, tanto en condiciones estáticas como entareas funcionales como la marcha. Por eso hemosseleccionado el trabajo de Aydog y cols. (2006), paraponer de relieve que incluso el deporte reglado esbeneficioso en este tipo de poblaciones. El grupode estudio de estos autores eran personas invidentesque practicaban el deporte de Goal-Ball con una fre-

cuencia de 1-2 veces a la semana (Figura 23A), lascuales fueron comparadas con un grupo de perso-nas invidentes que no practicaban actividad físicay un grupo de personas sin esta discapacidad quetampoco la practicaban. Todos los grupos tenían si-milares características de edad (entre 24 y 26años), peso y talla. El test de estabilometría utilizadofue dinámico, mediante un sistema llamado Biodexque permite balancear la base de sustentación, aun-que el nivel de movilidad de la misma fue el míni-mo permitido por el sistema, dadas las caracterís-ticas de los sujetos del estudio. Las personas sin dis-capacidad realizaron el test con los ojos abiertos ycerrados, mientras que a los invidentes e inviden-tes parciales se les puso un antifaz para realizar úni-co test sin visión. Los resultados (Figura 23B) se ex-presaron como índice general de estabilidad, esta-bilidad medio-lateral (M-L) y estabilidad antero-posterior (A-P). Tal y como era de esperar, existieronclaras diferencias entre personas videntes/invi-dentes en la estabilidad del equilibrio, debido a laposibilidad de los primeros de utilizar la vía de in-formación visual. Sin embargo, estas diferencias sevieron muy reducidas cuando las personas sin dis-capacidad cerraron los ojos. Además, otro hallazgoimportante del trabajo fue constatar científicamente

BIOMECÁNICA BÁSICA

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Figura 22

que los practicantes invidentes de Goal-Ball tení-an mejor estabilidad que los invidentes sedentarios,estando más cerca de las personas videntes con losojos cerrados que de los anteriores.Nuestra lectu-ra del estudio es que en las personas con discapa-cidad visual el deporte y la actividad física puedenpotenciar las otras dos vías de control de la esta-bilidad del equilibrio (somatosensorial y vestibular),compensando parte del déficit de estabilidad quetienen por la restricción de la información visual.Por último, destacar que algunos estudios han

puesto de relieve la relación negativa entre la es-tabilidad del equilibrio y el peso/masa corporal oel índice de masa corporal, llegando a sugerir inclusoque el peso es un importante factor de riesgo de ca-ídas, ya que por sí sólo podría explicar más del 50%de los resultados en estabilidad. Este punto de vis-ta es algo confuso, como también lo es el punto devista puramente mecánico, que dice que a igualdaden el resto de factores (altura del CG, BDS y pro-yección del CG en la BDS), la masa estaría rela-cionada positivamente con la estabilidad del equi-librio, en tanto que el cuerpo tendría más inercia(López Elvira, 2008). Por lo tanto, según nuestra opi-nión, el hecho de que la masa corporal y el índicede masa corporal puedan relacionarse negativa-mente con la estabilidad del equilibrio tiene más quever con la falta de actividad física y sus factores aso-ciados (sobrepeso, aumento del índice de masa cor-poral, etc.) que con la masa como magnitud física.Entonces, para prevenir las caídas mejorando la es-tabilidad del equilibrio un factor clave va a ser la

práctica de actividad física, ya que como se ha de-mostrado mejora por sí misma la estabilidad delequilibrio, a la vez que previene y/o revierte la obe-sidad y el sobrepeso, que son factores que deterioranla estabilidad.

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Figura 23

PPUUNNTTOO CCLLAAVVEE

La práctica de actividad física, independientementede la edad, sexo o discapacidad, es una herramientaque potencia la estabilidad del equilibrio, mejorán-dola sustancialmente, con importantes implicacio-nes en la calidad de vida de los practicantes. No hayuna relación directa entre peso/sobrepeso y estabi-lidad, sino que se trata de una relación indirecta en-tre peso/sobrepeso y actividad física, y de esta últi-ma, con la estabilidad del equilibrio.

4.5. Influencia de la fatiga

La fatiga, entendida como una disminución enla capacidad de generar fuerza, afecta negativamentea la estabilidad del equilibrio. De hecho, gran par-te de las lesiones durante la práctica de actividadfísica y deporte se producen en condiciones de fa-tiga, cuando la estabilidad del equilibrio está com-prometida por una pérdida en la calidad de la in-formación recibida (a través de los sistemas visual,

vestibular y somatosensorial) y una pérdida en lacapacidad de procesamiento de esa información anivel central. Lepers y cols. (1997) midieron los efec-tos de correr 25 km en la estabilidad del equilibriode 9 atletas de resistencia utilizando una batería detests para la valoración integral de la estabilidad (Fi-gura 17).Aunque no obtuvieron diferencias antesy después de ese ejercicio en los tests estáticos (tests1, 2 y 3), sí que las obtuvieron en los tests dinámi-cos (tests 4, 5 y 6).Otros estudios han demostradoque cuando el ejercicio resulta más fatigante, comoes el caso de competir en un Ironman (3.8 km denatación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera),sí que se observa una pérdida de estabilidad en losprotocolos estáticos (tests 1 y 2), dependiente de laintensidad de la misma, y que puede perdurar has-ta 20 min después de una carrera intensa (Nardo-ne y cols., 1997). Parece ser que, en ausencia de fa-tiga, los practicantes de carreras de resistencia delarga duración (ej. Maratón o Ironman) utilizan me-nos la información visual, posiblemente debido a lagran cantidad de información que perciben por lasotras dos vías sensitivas durante un largo periodode tiempo. Esto coincide con los resultados obte-nidos por Nardone y cols. (1997), quienes consta-taron que el ejercicio de carrera más fatigante pro-ducía más alteraciones en el Cociente de Romberg,lo que podría obligar a los practicantes de Ironmana hacer uso de otras vías sensitivas diferentes a lavista. Sin embargo, no todos los ejercicios son igual de

fatigantes, ni tienen la misma repercusión en la es-tabilidad del equilibrio, por lo que son necesarios

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más estudios que relacionen ambas variables. Se hademostrado que caminando y corriendo a la mis-ma intensidad, la carrera provoca un mayor dete-rioro en la estabilidad, debido a que afecta en ma-yor medida a los sistemas visual y vestibular (ma-yor movimiento vertical de la cabeza). Nardone ycols. (1997) demostraron que el ejercicio de bicicletaapenas altera el registro estabilométrico (inde-pendientemente de su intensidad), por lo que po-demos concluir que, en cuanto al tipo de ejercicio,la carrera deteriora más la estabilidad que la mar-cha, y posiblemente en ambas modalidades de des-plazamiento es importante la intensidad (aunqueen la marcha no se ha probado experimentalmen-te). Aún así, no existen estudios que hayan proba-do los efectos de la fatiga provocada por otros ti-pos de ejercicio como la natación o los saltos. Tam-bién es necesario destacar que los estudios de mar-cha y carrera han sido llevados a cabo en tapiz ro-dante, donde el movimiento del CG y de los siste-mas vestibular y visual es circular, en tanto que elcorredor apenas avanza en el espacio (Figura24A), cuando en la carrera normal sobre terreno fir-me o pista su movimiento es ondulado (Figura 24B).El movimiento circular de los sistemas vestibulary visual posiblemente previo a la estabilometría esprobable que conlleve un peor registro estabilo-métrico que el movimiento ondulado, lo cual debeser comprobado en futuros trabajos.La fatiga de los músculos que controlan la ar-

ticulación del tobillo es fundamental en la altera-ción de la estabilidad del equilibrio, ya que, comohemos comentado anteriormente, el cuerpo hu-

Figura 24

mano se comporta como un péndulo invertido don-de esta articulación juega un papel muy importante.El grupo de investigación de Vuillerme y cols. (2006)se ha encargado de valorar los efectos de la fatigalocalizada en el tríceps sural (sóleo y gemelos) enla estabilidad del equilibrio, demostrando quedespués de un protocolo fatigante se deteriora laestabilidad, y que esto es todavía más preocupan-te si la fatiga se ve acompañada de un requeri-miento de atención durante la tarea. Estos autoresproponen que para detectar verdaderamente la fa-tiga se utilice, de no ser posible una estabilometríadinámica, una estabilometría estática con los ojoscerrados, en tanto que han apreciado que la in-formación visual puede suplir la somatosensorialen condiciones de fatiga. Nosotros hemos repro-ducido este ensayo de estabilometría estática conapoyo monopodal, antes y después de provocar unafatiga aguda del tríceps sural realizando varias re-peticiones de flexo-extensión de tobillo con so-brecarga del 30% del peso corporal hasta el ago-tamiento (Figura 25). Así hemos podido compro-bar que la fatiga del tríceps sural sólo se detecta enel test estático con ojos cerrados (no en el test conojos abiertos), y también hemos apreciado, comohicieron Vuillerme y cols. (2006), que con la fati-ga de estos músculos el CP se desplaza hacia la par-te del antepié, en un intento de dar mayor parti-cipación en el control de la estabilidad a los flexoresde los dedos, que no están fatigados. Sin embargo,

la capacidad de estos músculos para controlar la es-tabilidad es mucho menor que la del tríceps sural,porque son mucho más pequeños y tienen menosfuerza.Por último, abordaremos los efectos de la des-

hidratación en el registro estabilométrico, y tam-bién del tiempo mínimo de recuperación post-ejer-cicio para llevar a cabo una estabilometría con ga-rantías. Se ha demostrado que la fatiga unida a ladeshidratación deteriora aún más el registro esta-bilométrico que la fatiga sola, porque afecta a lasvías eferentes musculares, y a las vías sensitivas oaferentes como la propiocepción. Así, se ha recal-cado la importancia de hidratarse bien durante elejercicio, no sólo para retrasar los efectos de la apa-rición de la fatiga, sino también para conseguir unmejor control postural que podría derivar en unamenor incidencia de lesiones. De otra parte, unaaplicación muy interesante de la estabilometría laencontramos en la batería de pruebas “BalanceError Scoring System” (BESS) que se aplican Fút-bol Americano (Figura 26). El BESS se utiliza parasaber cuándo los practicantes de este deportepueden volver a competir después de traumatismoscráneo-encefálicos moderados que son propios deesta actividad; y también para poder detectar al-teraciones neurológicas de traumatismos que hanpasado desapercibidos. El protocolo consiste en te-ner un valor de referencia del test al iniciarse la pre-temporada de entrenamiento, y posteriormente uti-

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Figura 25

lizar esa referencia para poder evaluar la existen-cia o no de las mencionadas alteraciones. Sin em-bargo, un trabajo reciente se preguntó en qué mo-mento después del traumatismo se podría realizareste test (Fox y cols., 2008), ya que muchas de lasevaluaciones se llevaban a cabo tan sólo 3 minu-tos después, y así era difícil diferenciar entre losefectos de la fatiga provocada por la actividad quese estaba realizando y el propio traumatismo. Re-alizando un test de Yo-Yo de ida y vuelta a dife-rentes intensidades (aeróbica y anaeróbica) esta-blecieron que el tiempo mínimo de recuperaciónhasta conseguir los niveles basales de BESS era de13 minutos en los dos tests. Sin embargo, esto enparte contradice lo comentado anteriormente porotros trabajos (Nardone y cols., 1997), donde se re-conocía que la intensidad del ejercicio alargaba eltiempo de recuperación hasta los 20 minutos, lo quepuede deberse a que el presente estudio realizó unejercicio anaeróbico muy liviano (2 minutos). Porlo tanto, una solución intermedia entre ambos es-tudios puede ser considerar suficientes 13 minutosde recuperación después de un ejercicio aeróbicoy 20 minutos de recuperación después de un ejer-cicio anaeróbico y/o extenuante.

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5. ESTABILIDAD DELEQUILIBRIO Y RIESGO DE LESIÓN

La utilización de la estabilometría también nosha permitido en los últimos años profundizar en elconocimiento de los factores que predisponen a lalesión en los deportistas, y valorar los efectos de lasmismas y de diferentes protocolos de prevenciónaplicados. De hecho, aunque no lo hemos comen-tado en el apartado metodológico, salvo que sea elobjetivo principal del trabajo, en los estudios conestabilometría no deben incluirse sujetos con un his-torial previo de lesiones en la extremidad inferior,ya que éstas alterarían por sí mismas el registro es-tabilométrico. En la Tabla 3 se muestra una relaciónde estudios que han analizado la asociación entrela estabilidad del equilibrio y el riesgo de lesionesen la extremidad inferior, y la mayoría de ellos en-cuentran esta asociación (sólo se incluyen aquéllosestudios que utilizaron la técnica de estabilometría,y no otros que utilizaron el Equilibrio Flamingo oel tiempo que se permanecía encima de un table-ro inestable). Si exceptuamos el primero de estosestudios, que ha sido bastante cuestionado por la ca-tegorización de los sujetos con poca y mucha esta-bilidad, se puede decir que hasta el año 2000 la es-tabilometría sólo se utilizaba como método de va-loración de las lesiones en la extremidad inferior (Fi-gura 27A), para evaluar cómo afectaba a la esta-

PPUUNNTTOO CCLLAAVVEE

La fatiga es otra variable que influye claramenteen la estabilidad del equilibrio. Los ejercicios decarácter antigravitatorio y con efecto directo en laarticulación del tobillo serán los que más deterio-ren la estabilidad. El tipo de ejercicio y la contribu-ción de los diferentes sistemas de control de la es-tabilidad (somatosensorial, vestibular y visual)también condicionarán el efecto de la fatiga. Algu-nos deportes como el Fútbol Americano utilizantests de estabilidad para saber cuándo sus practi-cantes pueden volver a competir después de trau-matismos cráneo-encefálicos moderados que sonpropios de esta actividad.

Figura 26

bilidad del equilibrio la utilización de diferentes sis-temas de fijación del tobillo (ej. tobilleras) y paravalidar protocolos de rehabilitación (ámbito de larehabilitación), pero no orientada a la prevención

de lesiones actuando mediante ejercicios físicos in-cluidos como parte del entrenamiento (ámbito delos Licenciados en Ciencias de la Actividad Físicay del Deporte).

EQUILIBRIO Y ESTABILIDAD DEL CUERPO HUMANO

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Studio (año) Deporte (nivel)Sujetos de lamuestra

Variableanalizada

Lesiónanalizada

Principaleshallazgos

Tropp y cols.(1984)

Fútbol (4ªDivisión)

127 ♂♂ adultos Área barridapor el CP

Articulación deltobillo

↓ estabilidad ↔ ↑riesgo de lesión

McGuine y cols.(2000)

Baloncesto(Juniors)

210 jóvenes(119♂♂,, 91♀♀)

Vel. CP,puntuación

Articulación deltobillo

↓ estabilidad ↔ ↑riesgo de lesión

Soderman ycols. (2001)

Fútbol 148 ♀♀ adultas Puntuación Extremidadinferior

↓ estabilidad ↔ ↑riesgo de lesión

Beynnon y cols.(2001)

Fútbol, lacr. yhockey

118 adultos(50♂♂ , 68♀♀)

MovimientoA-P del CP

Articulación deltobillo

No existe relaciónentre ambas

Hrysomallis ycols., 2007

Fútbol Australiano210♂♂ � adultos

MovimientoM-L del CP

Articulación deltobillo

↓ estabilidad ↔ ↑riesgo de lesión

El estudio de McGuine y cols. (2000) fue reali-zado con más de 200 jugadores juveniles de ba-loncesto, y demostró que aquellos jugadores con unpeor registro estabilométrico durante la pretem-porada podían llegar a tener incrementado hasta 5veces el riesgo de lesiones en el tobillo al compa-rarlos con jugadores con un buen registro estabi-lométrico, y casi 2 veces cuando se comparaban conlo que tenían un registro intermedio (Figura 27B),lo cual ponía de relieve la necesidad de incorporar,dentro de las rutinas de entrenamiento, ejerciciosque mejoraran el control postural como estrategiapara la prevención de lesiones. De la misma forma,el reciente trabajo de Hrysomallis y cols. (2007) lle-vado a cabo con 210 jugadores de élite de FútbolAustraliano pertenecientes a 6 equipos ha demos-trado que los jugadores que obtuvieron mejores re-gistros durante una estabilometría estática (3 re-peticiones con cada pierna de 20 s de apoyo mo-nopodal con los ojos abiertos) sufrieron menos dela mitad de lesiones de tobillo a lo largo de la tem-porada que los jugadores con peor estabilidad (7.7y 16.9%, respectivamente). En este punto, lo que pa-rece evidente es que el entrenamiento de la esta-bilidad del equilibrio previene lesiones de la ex-

tremidad inferior, y especialmente las lesiones detobillo. A este respecto, la excelente revisión deHrysomallis (2007) establece que sólo el entrena-miento de estabilidad ha resultado efectivo para laprevención de lesiones de tobillo en fútbol, volei-bol y deporte recreativo, pero en personas que notenían lesiones previas en esta articulación. Además,en fútbol masculino también existe evidencia de quepreviene las lesiones de rodilla, pero sorprenden-temente parece aumentarlas en fútbol femenino yen voleibol masculino y femenino. Por eso este au-tor propone que este tipo de entrenamiento se com-bine con otras habilidades como el salto, los ate-rrizajes o ejercicios de agilidad, ya que se ha de-mostrado que así es efectivo para prevenir lesionesde rodilla y tobillo en deportes como el balonma-no, el voleibol y en deporte recreativo. Los pro-gramas utilizados por los distintos estudios son di-ferentes en sí mismos, y esto no permite conocer quéentrenamiento (estabilidad, salto, aterrizaje o agi-lidad) contribuye más a la prevención de las lesio-nes mencionadas. Esto pone de manifiesto la ne-cesidad de seguir investigando en esta temática.Desarrollaremos el contenido de dos estudios que

se llevaron a cabo sólo con entrenamiento de esta-

Tabla 3. Estudios que relacionan el déficit en estabilidad del equilibrio (estabilometría) y las lesiones en la extremidad inferior(adaptado de Hrysomallis, 2007).

bilidad, aunque volvemos a resaltar la importanciade combinar este tipo de trabajo con otras habili-dades. En el primer estudio (McGuine y cols.,2006) realizado con 765 jóvenes jugadores/as de fút-bol y baloncesto (~ 16 años) se demostró que en elgrupo experimental (373 jugadores que realizaronentrenamiento deportivo más entrenamiento de es-tabilidad) disminuía casi a la mitad (del 10 al 6%)la incidencia lesional del tobillo respecto al grupocontrol (392 jugadores que realizaron sólo entre-namiento deportivo). Es necesario destacar que enestas edades, aproximadamente el 15% de los prac-ticantes sufre lesiones de tobillo a lo largo de unatemporada, lo que supone más visitas a urgencias,periodos de recuperación largos, mayor probabili-dad de esguinces en un futuro y un alto coste eco-nómico. El programa duró 5 semanas, y se realizó5 veces a la semana durante las 4 primeras semanasde pretemporada y 3 veces a la semana durante laprimera semana de la temporada, reconociendo losautores que en plena temporada de competición bas-taría con 1-2 sesiones para mantener los efectos. Los4 ejercicios por sesión planteados fueron en pro-gresión y consistían en apoyos monopodales alter-nativos derecha/izquierda de 30 s (ej. Primera se-mana, con ojos abiertos: estar sobre una pierna, idempero balanceándola, idem pero flexionándola 30-45º.Segunda semana, con ojos cerrados: idem que la pri-mera semana, etc), lo que puede suponer un tiem-po total de ejecución por sesión inferior a 5 minu-tos. En el segundo estudio (Gioftsidou y cols.,2006), llevado a cabo con 39 jugadores de fútbol, sequiso dilucidar si era importante realizar este tipode entrenamiento antes o después de la parte prin-cipal de la sesión, para lo que utilizaron tres gruposde estudio (Grupo 1.-No realizaba entrenamientode estabilidad.Grupo 2.-Realizaba entrenamientode estabilidad al principio de la sesión.Grupo 3.-Re-

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PPUUNNTTOO CCLLAAVVEE

En conclusión, se ha demostrado una asociacióninequívoca entre la estabilidad del equilibrio y elriesgo de lesión en la extremidad inferior, funda-mentalmente en la articulación del tobillo y enpersonas sin lesiones previas en la misma. Esto ha-ce necesario la aplicación de programas de entre-namiento de la estabilidad del equilibrio, combi-nando 4-5 ejercicios de unos 30 s de duración enapoyo monopodal alternativo (piernas derecha eizquierda) con/sin la privación del sentido de lavista (ej. en diferentes superficies estables e ines-tables, mientras se realizan gestos técnicos depor-tivos, etc.), conjuntamente con 4-5 ejercicios deagilidad, habilidades de salto y aterrizaje. Los ejer-cicios pueden realizarse entre 3-5 veces a la sema-na durante el periodo preparatorio, disminuyendoa 1-3 veces durante el periodo competitivo. La du-ración de los mismos estará comprendida entre10-20 minutos, y pueden ubicarse indistintamenteal inicio y/o final de la parte principal de la sesión.

alizaba entrenamiento de estabilidad al final de lasesión) que entrenaron durante 12 semanas, a razónde 3 veces/semana, utilizando sesiones de 20 minu-tos y realizando 5 ejercicios de apoyo monopodal al-ternativo de 45 s (ej. apoyo monopodal en suelo, apo-yo monopodal en semiesferas con movilidad en los3 ejes del espacio y apoyo monopodal en mini-trampolín). Los resultados fueron que los jugado-res que realizaron el entrenamiento mejoraron suregistro estabilométrico, y que no existieron dife-rencias entre realizarlo antes o después de la parteprincipal de la sesión.

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