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poemas de giannuzzi
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Joaqun O
Qu es un discurso argumentativo?
Es aquel que seala la posicin del hablante acerca de un tema o conjunto de temas, reflejando de manera directa, no directa o incluso disfrazada, la ubicacin del hablante en la sociedad. La retrica es la disciplina o arte de persuadir y plantea las distintas formas probables de persuadir o de convencer a un auditorio/lector sobre la posicin tomada sobre un tema.
Para convencer al auditorio/lector, primero hay que encontrar las pruebas que nos permitirn establecer la validez del discurso:
El ejemplo: su poder persuasivo reside en la analoga propuesta al auditorio, en donde uno de los particulares es comnmente aceptado o reconocido como vlido y el otro es aquel que necesita aceptacin. (proceso argumentativo inductivo).
El entimema: su poder persuasivo reside en el desarrollo de una operacin lgica deductiva, cuyas premisas deben ser verosmiles para el auditorio/lector.
Estructura del discurso argumentativo:
Consta de cuatro partes:
1- Exordio. Es el comienzo, el momento en que el orador debe seducir a su auditorio y anunciar su plan.
2- Narratio: exposicin clara y breve de los hechos que intervienen en el tema; relato y descripciones que preparan el terreno d los argumentos.
3- Confirmatio: la exposicin de los argumentos, de las pruebas.4- Eplogo: el cierre, se resume y concluye apelando a veces a lo emotivo, a los sentimientos del auditorio.
Joaqun O. Giannuzzi (1924 2004).
Giannuzzi escoge en el universo de lo sensible los seres y objetos a partir de los cuales, mediante una descripcin o un simple desarrollo dramtico comienza a especular. Esto le permite llegar de la realidad cotidiana y concreta que funciona como prueba a travs del ejemplo- a lo ms abstracto, siguiendo un proceso argumentativo inductivo.
Veamos un poema de Giannuzzi, en donde se desarrolla este proceso inductivo:
El sapo
Al pie del agua de un verde inmvil
haba un sapo que dulcemente vi
hace tiempo, en un verano,
y su forma contena un posible mundo
desconocido, quizs semejante
a los vastos cielos de diciembre.
Pero el cielo mismo no se comprende en absoluto.
Estaba all, reposado en la placidez
de su propia y espesa materia palpitante,
sensato como todas las cosas
que desde su centro aguardan
la disolucin de s mismas.
Me detuve y logr
alcanzar sus ojos con los mos
y pens que, sin duda,
la perplejidad de ser estaba superada.
Consider intil otro
conocimiento. El sapo alcanzaba
una regin ms vasta,
no extraa precisamente sino
ajena, una manera
de sobrevivir lo exactamente necesario.
Precipitado, aventurado a la existencia,
como un sapo simplemente, ms all
de la belleza
que da paz y enloquece a los hombres
el nico significado de todo eso
era la tranquila complacencia
de la hmeda piel verdosa,
vistiendo a un dios obstinado
en la razn secreta de s mismo
Me inund un colmado sosiego
y desment
la nusea y la muchedumbre de sabios
que desde Thales de Mileto
inclinan hacia el error
el tumulto precipitado bajo la frente.
Ante esa vana fatiga
permaneca idntico a s mismo
e infatigable adems
el sapo que dulcemente vi
hace tiempo, en un verano.
(Nuestros das mortales, 1958)
Ponindome la corbata
Cuando J. O. G. se pone la corbata
su mueca ante el espejo no interpreta el mundo.
Ms bien es una distorsin desesperada
de un rostro que est all sin saber cmo.
Ojos espantados que preguntan cundo acabar todo.
Piedad para todos aquellos que como J. O. G.
aprietan el nudo de la corbata cada maana
y nunca terminan por ahorcarse.
Sentimentales y astutos como moribundos
que olfatean el lmite y retroceden a tiempo.
(Seales de una causa personal, 1977)
El proceso inductivo radica que desde el Yo del ttulo, se dirige hacia el personaje J.O.G. ambos particulares hacia todos (un universal).
Pero otras veces usa un proceso deductivo:
Todos los automovilistas son mortales
Toda la ruta por delante!
De modo que instalo mi cerebro en el pie derecho,
concentro la energa de mi conciencia
y me largo a doscientos por hora.
Qu fluida pasin sta que tiendo
entre el espacio y el tiempo!
Pero no tengo pasta de dios vivo
y me aniquilo en una curva.
Recogen mi osamenta como pueden, de a pedazos,
lavan la carretera, vuelve a circular el trfico
y mientras me reemplazan interminablemente
otros furiosos y mortales consumidores de energa,
la solitaria fotografa en mi cdula de identidad
oscurece y se esfuma en una lejana comisara
y deja al mundo sin explicacin.
(Seales de una causa personal, 1977)
Tratemos de ver juntos ahora la estructura argumentativa en este poema:
Por alguna razn
Compr caf, cigarrillos, fsforos.
Fum, beb
y fiel a mi retrica particular
puse los pies sobre la mesa.
Cincuenta aos y una certeza de condenado.
Como casi todo el mundo fracas sin hacer ruido;
bostezando al caer la noche murmur mis decepciones,
escup sobre mi sombra antes de ir a la cama.
Esta fue toda la respuesta que pude ofrecer a un mundo
que reclamaba de m un estilo que posiblemente
no me corresponda.
O puede ser que se trate de otra cosa. Quizs
hubo un proyecto distinto para m
en alguna probable lotera
y mi nmero se perdi.
Quizs nadie resuelva un destino estrictamente privado.
Quizs la marea histrica lo resuelva por uno y por todos.
Me queda esto.
Una porcin de vida que me cans de antemano,
un poema paralizado en mitad de camino
hacia una conclusin desconocida;
un resto de caf en la taza
que por alguna razn
nunca me atrev a apurar hasta el fondo.
(Seales de una causa personal, 1977)