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HEGEL: TRIUNFO Y FRACASO SOBRE BERKELEY IiSCITITOS BREVIS DEPAITTAMENTO DE FILOSOFIA UNIVERSIDAD DE CIIII'E ANTIAGO, 19?2 ¡1 t1{1{Uli't ". -i'L':i"f.

Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

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Escritos Breves. Departamento de Filosofia. Universidad de Chile. Santiago. 1972.

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HEGEL: TRIUNFO Y FRACASO

SOBRE BERKELEY

IiSCITITOS BREVIS

DEPAITTAMENTO DE FILOSOFIA UNIVERSIDAD DE CIIII'E

ANTIAGO, 19?2

¡1 t1{1{Uli't ". -i'L':i"f.

Page 2: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

(c) JUAN RIVANODER,ECIIOFI N,EAETVADOA

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Page 3: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

HEGEL: TRIUNFO Y FRACASO "

Toda la realidad surgida desde un principio simple; to-

da Ia realidad cor-rmensu¡able consigo misma ¿ través de 1¿

experiencia humana; toda la realidad centrada en sl, suJeto

de su co¡flicio, pero también alquitecto de su conciliaclón;

toda l¿ realidad resuelta en totalidad coherente, sistemátl-ca, activa y absoluta, tales son los rasgos gen€rales del ldeal

fil;sófico, áel deseo explicito o latente de toda filosofia his-tórlca.

De ello dan crédito, a 1o largo de la historla del pensa-

mlento, el acierto y la frustra¿ión, el ensayo y la critica, laaudacia primitiva y la cautela sofisticada, los cánones yprincipios, la lndole de los contenldos filosóficos que recu--"""n

Jr, """ta.

Pero, ante todo y casl enteramente, los gran'

Or" p"rrtuAot"", los l¡omb¡es de ambiclón omnlncluyente que

¡ro"-*oyu¿o explicitar dicho princtpio y abarcar mediante

;;;ü";;ú; los intentos dispersos de sus antecesores' Pla-

tón, Arlstóteles, Desca¡tes, Splnoza, Leibniz, Ilegel, ensar-nan momentos relevantes donde más amplia y senslblemen-

te se maniflesta el abarcante ideal de Ia filosofla' En ellos

se muestran, en despllegue a Yeces antagénico' a v€ces con-

ciliado, los requerimientos del ideal y también la dicotomia

"n q,t"'tu diviáe: la forma matemática y la forma dlaléctica'

Platón no fardó en perciblr que eI método de sócraLes iba

en úllima instancia a coincidir con la manera hipotético-de'Ao"llt" au los matemáttcos, Partir de lo asumido le paregic

indigno Aet saber fllosófico. Ensayó la doctrina de ta lntui-ctón- intelectual: pero nos deló también una prueba posltl-

ve de su insatisfacclón, bosqueiando en el Parméni'l€s una

edmirable anticipación de la dialéctlca.Aristóteies presentÓ en los Segun'los Analitisos une ar-

¡ t elato en ta Ünrve¡sialaal Católlca, Aantl¿so' l8?0'

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de la ciencia con pretenciones de eiernidad. Yclebe reconoce¡se que, quitando 1a doctrina de la, intuicióninfalible y tres o cuairo detalies, los Segundos Analiticoscontienen lr forma a que tienden, no sólo l¿ mayorla ale 1as

filosolÍas históricas, sino tambiéD las ciencias. Desde Aris-tóieles, las nocioncs de primelos prjncipios, definición, de-mostración, inducción, exactitüd, evidencitl,, vcrrlad, hipóte-sis, prolrabilidad, intervienen casi exclusviamente eII 1a forma habitual del saber.

En D€scartes, la modalidad malemática del ideal lilosó-flco ¿llcanzi¡ ol e:rtremo de la culminación, Dero exhibe tám-llién de¡üuda,meuie sus lirnitaciones peculiales en cl empleosubrepticio de hipótesis, cn sus supuestos sobre lo real y.la1rcr'dad, en su doctlina parcelalia y oscura de la evidencia,Ei l)iscrlfso dcl Mé1o¿lo y las Reglas y, sobre todo, las cé]e-

bres Mealitaciones Metafisicas, representan el interto máslogrado de exponef, el 'sisteÍna de la ralidad'de acueldo a

1r's cIi lcrios ¡n¡-|tenrállcos.

Algo slmilar se encucntra en Leibniz. aurque sus intui-clones nretaf¡sicas no llarecen situarlo tan dccididamentc,como es común decir* en 1a matematización universal,Asi lo muestran sus ideas sobre 1& mónada elemental, ger-

men espilitual de uD deñarrollo, su oposicióu a toda slntesispor mela ag¡cgación, su doctrina del conocimiento ¿rdecua'

do y perfecto como algo divino y asl ajeno a la construcciónaditiya dc la lógica matemál,ica, su vjsión en firl del unl-vcrso como una creación apartada dc ¡in creaclor obligadc¡uás por benevolencia que por lógica.

En Spinoza, se dirla, que Ia forrra matemática con]oicleal de la filosoffa alcaDza su apogeo; la plesentación delsaber, el olden y conexión de las ideas coutenido en latgascadenas disculsivas pretende lefleiar detalle l,ras 'detalle el

orden y la conexjón de las cosas. Sin enbalgo, la represen-tación más obvia de la doctrina €spinocist& de la sustancia,la representación de un despliegue donde la ¡lecesidad, el

detelminismo, se resuelven en el concepto mismo de la rea-lidad, la representaclón de una fuelza pensante infinii¿

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qüe se desarrolla por su plopio impulso de explicitación,que se contiene a sl misma alcanu¿ndo asl el extremo don-

áe neccsidacl y libertad se iclentifican, to'lo e o, rápida-

me¡te manificita el contraste lntimo en que se encuentra

con la ooncepción iógico-mai,emátlca c1e la rcalidad'

De la coi-rtraposición que hemos veniclo suponicnclo en-

tre forrna maNel:nilica y forn]a dialéct'ica del ideal filosóficc pucden d¿r razóI algunas ciias:

'...L),b,J t',"'i,ic¡t ttt,'tltttlc qn" úlo el poltr tlt In !í't'Itctica. nl:'dc ttt¡lQ¡ lo lalisolulot¡tt ¡tl' t¡rt[otlrtt¡)' y st¡to o

,ttLitl ¿¡ y,t , o¡,octJ,,r Jr las it't,' ú' l qt' tu l Prcu¡as ": t:o k:trt cto o la¡ ,i¡tt' ia¡ t't'tlrtttú!¡ 'Ús 'lur' ' o!tt" .h¿Útosilirhn. ,,¡'r.t,r,',t,,, rn alrun n"¡ln rI scr urrlaJr¡L' 1d l:co'

t"tri,t i las rt slnttl, . sólo :¡t' t"'t' ro¡¡ rl 'er, ft1ttt ¡tttttca

t,l',,r,1,,,',nt,t,,,lu , n ¡l , 'ta,lo '¡' ¡;gilio 't t¡o .:t t tltt' (ntP.[?r¡l

ins hi¡'i'r,:;: t¡ttt rttnt't¡'ul7r¡¡ s¡n tIomttllr y lor tltt' son tttco'

nnccs Llt: r\l'lit dt . l"', q't" ett¿ntlo ttn t tttto'ctttns (L fltnt(r'o,,lin¡r¡u" r',tt,n,l,¡ IQ "'t'lusián y l": ¡nts'.'s it¡t¡tmnliot.sonisí cin'¡t tii't"s tl"rl' , ¡te ttt' qttl¡ tt¡"¡ tlttc . ¿t iI¡¡o. tt1¡nEtnqr

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fl'larría licpirblioa, YII' 533)

'"...8t eI ct¡ttt¡cí¡ticttt't¡ nTatcúrúI¡co' Ia rcllexi'ótt es ttuot,cntciiin c,t¡,t"¡ a ltt ttt:n:,lc e[lo r'sultn '¡rt" lo rosn ntÁrna

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,l"rno"trn, iitt) c,,ttti' t't lt,'l'tt'iei,¡tt' s uct'lo,'l"tns'...f ro. dtbrla, it:c tLunltiit¡ ttu, cl , ottlctti'lt) es l'rlt"' lil tri'ingulo/cDn¡¡,lo s,: trdlu ¿t rsktLlrr,'r In' rt[,ttiottc' ¡l¡ la' Iat!"s

cn rttL lri,tttF,ul(t t¡, t,iur¡tlo) ¡s ,l' "tntnL'rarlo. s¿ls llarlcs,oo,i,, o ,r, cl, lcttlos ,1, otro' !igurLts '7t" la ronslt ucciút.'oi¡ínn. Ls :cttn al lin'l r¡tr. el ttiún+'rlo ts trslttblccrtlo' cl

tti,utul¿ c,tn cl tl¡t, Pt,'l,iont,ttt" ttni'ttt¡os qtta orultntnos you"'l¡al,íantt,s t,"t,ii,lo ,l, ¡ istt o rl rnrsa rl, la dcnosltdriótt-itaiu",rl'rn,l,, ', ¡, p,,rt." it,, ,'t ¡,.tlo'los fl ottds totuli'lad¡s '' linlo ola con,,, it¡ti, ttt,¡ ,,,,,ii, tt,", tto r" ü" pt¡rlt' talttct¡lr la

ttc¿i"irlod lc lu , ot¡¡lrtte, iitt. Ello no rcsulla tlel tuttcc¡ttu tlrltcorenla sino qtk as inlPruts¿a' y debe olrcd'eccrse a ciegqs o ln

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prescñpción de trazar tales líneas patticulares cuand,o pod,íamostrezar und infinid,ad, tle líneas tlistúúas, todo ello con ina ígno-rancia sólo comparable a la creencia d,e que será, conlonne ala obten.ción d,e Ia d,emosttaciótu Esta conjormid,ad, al-objetiuo.tc manilicsto más tord,-. prro ?s ta sólo exterior. porque eln ¡lcmosttarión sc moniJicsto tle irnprouiso. Así, la'dcÁog¡a-eión sigue n can¡no qttc conticttza e u punto rualquiera,sin quc sc sepa tolauia la rrlnción ,lc csc cotni,"nzn con elresu,bado quc úe él tlebe surgir .. . La euid,cncia d,e este re.su,had,o d,efecl,uoso y d,e Ia cual se enorgu,llece I¡¡ nate¡ná,ticaLoeien¡to alardcs cotttrc la lilosolia. rrloso ton sólo sob¡c lapobrc¿a dc su objelivo y sobre Io dclcctuosidart rlc su moteria;cs tna eoi¡l.en.cia entotuces, que la lilosolía debe tlescleñar ..."

(I1egel, Fenomenol ogia, P relacio )

En estas citas, Platón y Hegel aparecen repartiéndosela crltica del procedimiento matemático: El primero recha-za los axiomas, porque le p¿recen hipótesis convencionales;el segundo desdeña la demostración como proceso externoal movimiento propio del concepto, Donde Aristóteles veuna intuición intelectual, Descartes, una percepción clara ydistlnta, y Kant, una intuición pura, Platón hace valer unsentimiento de inconmensurabilidad como si e1 punto deparilda, del saber matemático fuera algo alógico, irracional,un dato en bruto cottrario al despliegue libre de la razón.Donde Aristóteles ve un discurso demostrativo ejemplar,Descartes, una secuencia racional de intuiciones y Kant unmovimiento del saber en el elemento más puro de la ex-periencia, Hegel denuncia un nivel inferior, un nivel dondeel pensamiento tantea y se mueve a ciegas a impulso delacierto casual, rebuscado, arbitrarlo, Ciertamente, la opos!ción no es entre estos pensadores todo 10 tajante que resul-ta cu¿ndo hacemos la comparación con otros; pero bastapara introducir la idea general que hos importa respecto ala filosof¡a hegeliana.

El conocimiento de fo¡ma matemática se caracte¡izapor la axiomáiica y la construcción auxiliar. Los axiomasson algo rlgido donde e1 movimiento analltico se ha deteni-do denunciando su propia impotencia, renunclado a disol-

d

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verlo todo en pura regresión infinlta; los axlomas son 'con'cepto detenido' (algo muerto y ya no-conceptual, según fle-ge1), un elemento sólido que se propone como el punto departida de un proceso lógico. En tales condiciones, la serieque desarrolla el saber se ve compelida a presentarse comocálculo, como engarce exirlnseco de unos conceptos con otlos.Haber solidjficado el concepto en el axioma y esperar que

el saber se desarrolle desde e1 axioma, slgnifica remitir e1

sabé¡ a una fuente ciega que tartamudea su esencia pof lavla de la concatenación tautológica, signlfica entender el

sabe¡ como un 'no sé qué', procedente de un 'no sé qué'. Nosólo eso: la construcción auxiliar, el hecho de establecer 1¿

conexión de los conceptos mediante expedientes que no sol1

el desa¡rollo conceptual mismo sino que, por el conirario,apatecen como algo rebuscado y arbitrario, muestra que laforma matemática (sin que importe que sea o no impres-cindible) no pe¡mite un curso libre de1 concepto mismo.

Por contraste con esta limitación representada por laaxiomática y la con"strucción auxiliar, pol contraste con ta-les defectos sertsiblemente expl¡citos y adoptados como a'1go

necesario por la más hermosa de las ciencias (la única quepudo siernpre ofrecer un patrón arquitectónico a la filoso-fÍa), Platón y Hegel pueden aclarar par¡, ¡i un ideal del sa-

ber absoluto, un iclcal que exige la libertad del concepto,que exige abrir un elemento donde no haya l& orientaciónligada a principios indefinibles y fijos, donde el camino del

saber no tropiece con obstáculos intransitables que nos obli-guen a cücundarlos mediante expedientes auxiliares, un e1e-

mento que permita a la ciencia desplegarse sin limitaciónabarcanclo el proceso entero de la realidad, desbordando laünilateralidad det punto de vista, disolviendo todos los su'puestos, levantando el confiicto de las cosas hasta su con-ciliación sln pérclida de conienido, un elen1ento que disol-viendo el aparato de los axiomas -el artilugio consistenteen ofrecer una base al edificio del saber-- ofrece presta-mente un nuevo sentido a los vocablos de base y fundamen'to, con la noción de deYenil, donde ser y no-selr afirmacióny negación, encuentran la realidad efectiva de su contraste,donde los contrarios que se excluian y aniquilaban reclpro-

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camente desatrolian o explicitan un nuevo y positivo senli-do cle su reclprocidad.

Asi, con Hegel, adquiere significado la frase "la verclacl

es el todo', puesto que restar urla poroión cualquiem de

Iealidad significaria que algo abslracio, negativo, un lapso

en la realidad, impicle al pcnsamiento su libertad o' ¡t1ás

bier, implica un persamiento mutilado que debe haccx llua

existencia impelfecte, para dar lugar a su rjgid€z y priva-

ción. Siendo que, por el conl,ralio, la verdad es el todo y el

toclo cs la verrlad, es decir, la reaiidad se hace conme¡sura-ble e idéntica con su concepto, entonces, estamos tan leics

de la filigrama cliscursiva de los uatemiticos como de laintuición numinosa de los misticos: e1 t'oclo, la realidad, vie-

nen concebidos como la actividfl,d infinita cle uD pensamien-

to, co¡no esa mónada cle Leibniz proyectada a' su límite, don-

de, su ap-'tición satislccha, se torna eu actividtld que yace

complsta y eternamente en 1a percepciórl adecuacl¿ y per-

fecta de sI misma.

nl ideal en su forma dialóctica expresa" eso sl, en su

modo, la condición filita de1 pensamiento humano La for'-

ma Áatemática alel saber llo tiene pretensiones allsolufas'

adopta ciertos posluiaclos )¡ se desenvuelve sin preiensiones

ác iontinuidaa- especulativa. ],a forma dialéciica del ideal

hace cle esto escánalalo y iustificación pata oflecerse como

sonceDción más concreta del saber, para proponer ese ele'

mentá cloncle el pensamiento cilcula con libeltad rcsolvién-

clolo todo en pensamiento. Sin embargo, el concepto de es-

te saber no parece suficienle para su clesFliegue efectivo' I{egel mismo Io dice:

"..,f.l conti,.n:,, del uuruo cs¡riri/u cs rl pro'lucto dc un

dmDIio trdstotno dt- lor¡not tulttnlr¡ uúltíplcs t aaria'las' Iq,i""'nrrornrn,lc ut, iti,t"r,,¡i,'.'iltuos'' j "u¡liltlo y dc un ':s"

[,,, rr,i ,,o nrtto" or¡lttn y lút¡ost'- Est,' inirio 's (I lodo quP'

Ur'r) 't,' t" succsiót' y i,,''t" J' 'u r"rlru'i"tt, ln uur.lto sobr¡'r¡ ,ni',no ', ," ¡o ¡¡l¡¡sllutttt,t'!tt rtt el c'rrrr-c¡'lo sirrr¡'lc dc csr'

ti,tn. t'crí la rroli,lq,l clcrtio" fu cse k¡¡|" si¡¡tl ¡ ronsíslc (tL

rl uro,tso t'o¡ cl cuol lo' !otmariuncs ltt'tt'lc¡¡lt's' Ircnslnrnl(t-,lni ohora

"n ,norr"rto", t. tl,sn,rullun d' ntteto I sc dan uua

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nun)a conliEttruriótt. .) .tlso t'¡t ltt,,ttuPDo '[t '¡tcttlÚ' t r' ([ sc ti¿u

íLuet)o quc han odqutttdo lü't t"tto il,rrnrnerrulogia, pre!ociol

No sólo esto. Hegcl plctendc que Ia tot'alidad que viene

1 Dresenj;árscnos como un todo simplc - aunque hace es¡'o

in-ei etcmenl,o atemporal' e¡erno que lc corrcspondc- --re-nrrier" ia ¿c¿icación esfor',:Jda y panicnte clc los hombrcs PÍe-

i""Ao i"'"'ri"" quo Fsl{' esluor'/o condlr'ira a un saber que

;;;J; ;"; la prápic¿ao universal de todos; quc "la fo¡ma

ittt,,iü'üI" a"'la'"iun"i" rs la vla dc la ciencia abicrts' c

ñ;;";;]; todos". por donde venimos a reconocer que los

ir";;i;;-y" dirfa todos los hombres- representan la con-

üi.i* tiqri"iu hlsiórica del absoluto' Y esto implica serias

¿iiÑt-"i." para ta doctrina hegeliana veamos' antes v a

este cfccto, otro pasaje de este pensador:

"...Así, Itt lilcsolía e:;liltc la upariencia. '1" u'.'-

7¡c111no lienc co¡nienzo ¿n cl sen-quc se cicrra cn sí tnisnto. y tluc ú^tJ^- )nl .n-'iií" "

: ; ";,',;; i'.,'' í.¡ ":,,

i¡i'''í"á" & $ Io ticn e n lt :!,t:: :I^"1 .:::,',,i¡i,,ri ,i'"'i,t flusolía ri'n. sct¡ti'lo tnn sólo,1n rlacíón r-or,t-u.na

pcrsotra (luc se ptoPotta ".*u':"*,.:.:--::t".::,|t"i: :::::"i:l:'"':;),';"'i;'; ";',;:"";"i,r;'' "¡,'""¡o"

to m'isnto ¡tttctlc erPres.arse así:'

i.';.";;;;:;i" íi",í"¡,," '*iá'"*¡¿t por tanio qtrc nos sirue.en'.eI'í"iií"' ii)'i',,, i,tí . qLt c, Pot .l

u" t¡isnta' 1ión d 1 :::- ":::t:!i;;ii";';,,,i'";;;;;""íii,.;,i" ct ¡tansarniet.tto'!':,":-i?::':'.,:!,:';:{"",';' ;i';;,;;í;";:'"'¡;Li'"¡o v i¡ttc es.e:cterno aI prim'cro' ttebe

.1;liiil'l i'

'rrr'ni;,lo 7 "runólto 1to- al cidrcia nist¡tq'

( liocicloPcdia, I ntr orJucción )

La cuestión que se suscita entre tales ideas se reliere a

lo totlno aO*o ei pensamiento histórico viene a establece-r

;;;;i;;;" con la realidad absoluta se reliere ¿l s.iqni{ica,9:

oue Dodcmos a.signar a Ia proposlción que habla del abso¡n-

in "omo

activioaá eterna y arttosubsislentc cuando la com-

binorno, aott esta otra proposicióD según la cual en un mo-

mento histórico, luego de un camino difÍcil 1leno de tanteos

v' o-"- rttJ""ió".s, el absoluto hace su apariciórl en este

iooáo iito podemos negarlo) precario y muv imperfecto. de

;ilt"";; iue es el pónsarniento individual La cuestlón'

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aslmlsmo, se reflere a la eventual existencia coleciiva del

saber filosófico, Se refiere al carácter puramente especula-

tivo rle este saber y, por lo tanto, a IÉr forma cómo se orga-

niza y expiicita a través del medio social,

¿ufe"iivamente llega a explesarse or por menos exi-

gir, ln llneas generales, a auunciarse una totalidad real,

áuiosubsistente, absoluta a través clel pensamienlio humano?

¿Si ello es asl, cómo, hablando positivamente, se pro-

duce?¿Significa el que ello se produzca una condición del ab-

soluto mismo?Deiada de lado esta lfnea de problemas, surge la cues-

tión del fin de la historia. Debemos suponer que el fin se

alcanza doDrle este cluro trabaio propue"sto por rlegel se

cumple, donde la riqueza de la Idea Ee lleve a su explicita-

ción en la forma de sistema total o verdad absoluta' Ill solo

intenbo de bosqueiar siquiertl una consumación como ésta

nos devuelve sobre la problemática anterior o, caso n]ás

instructivo, Dero mucho más diJicil, sobre el sistema heg:-liano mismo y con vistas a detectar Ia forma y grado en

que Hegel realiza siquiera especulativamente e1 ideal EUo,

áesde luego, está fuela' de nuestras posibilidades' Ha-

remos sólo algunas consideraciones. Por Io pronto,

inporta d:stacar que la n'Iayolfa de los discfpulos

de Hegel conviencn en dos cosas que a prinera vista no

tendriaD que ir juntas: Plimero, que Hegel es un filósofo di'ftcil y que no se puede estar seguro de haberlo entendido

compietameute. Saguudo, que la lilosolla alcanza su culmi-nación en Hegel. si, como tenenos que supone¡' son propo-

siciones que igualmentc se sosiienen, debemo's pcnsar que

exigen aciaración: (a) Algo culmina en Hegel y 5e porcibe

a giandes rasgos 10 que es: culmina lo que podriamos llamar

la serie especulativa (algo caracterÍstico del pensamiento

occidental), culmina en el sentido de resolver la problemá-

ticn propia del elemcnto especulativo rrjsno, cLrlmina supe'

Jando esa serie de antitesis o distinciolcs tan p¡'¡adojales,

conllictivas y caracteristjcas de la sabidurla occidental; cul-

minlr en cuauto of(ece claves especÍficas y adecuadas para

ellminar, o más llien absorber', los dilemas que surgen cuan-

10

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s

do hablarnos de aparienci¿ y realidad, ldea y exlstencla,teoria, y prírctica, espiritu y materia, objeto y suieto, esen-

ci¿ y existencia, singular y universal, materia y forma, abs-

tracto y aoncreto, sustancia y cualidad iuicio e intuición, per-cepción e inferencia, entendimiento y Yoluntad; culmina,porquc toda la problemática que se expresaba en té¡mlnosde dualismo, exterioridad, contradicción' lncoulpatibilidad,queda como retativizada y asi incorporada a la actividad y

sistema clel pensar; éste, asÍ, aparece como una dialécbica

doncle los conirarios son reunidos y, más aún, tequeridcscomo Ia sustancia misma del sijltema, una diatéctica donde

1a negación deia de ser un lapso oscuro y cómodo para trans-formarse en 1a expresión conversa de la alirmación y am-

bas en la forma misma de ia leláción dialéctica, donde laidentidad ¡e apoya en la diferencia y ésta en 1¿ identidad'donde en fin, todas las detelminaciones, distinciones y ca-

tegorlas se tecobran de un modo de ser rigido y abstxactopaia desplazarse como monentos de un pensamiento vivien-te que circula con Iibertad entre condiciones que ha rcsca-

tadá como suyas del elemento abstr¿cto en que coexistlan

como cantradicción iüPotente.(b) Hegcl es un filósoio dificil y no se puede estar se-

guro de haberlo entendido complebamente. Sobre esto, los

hechos parccen darse asi: (1) Hegel ha lolmulado la idea

c¡e un sistema clialéciico en términos generales adecuados'(2) Sin embargo, y a pesal de ñu notallle despliegue en ex-tensión y proiunclidad, Ilegel rTo ha rlesarrollado un siste-

ma de filosofia satisfactorio en el detalle, ni sjquiera en to-clos sus aspectos generales. (3) Nadie ha logrado, ulterlor'mente, eÍrplencler una tarea digna de los proyectos hegelia-nos. (4) Resulta clilicil pensax de &cucrdo a, la amblción he-

geliana y, pala no hablar de acción, involuclar el mundo en

ese pensamiento. Desarloll?mos un poco lo anterior para

dar término a esta exposición.Sobre los tires prineros puntos pueden hacerse algunas

considgrírciones sümarias y obvias: que llegel mlsmo en-tendla su filosolla como un primer comienz,o; que su elabo-

ración n'Iás allarcanie, la Ínciclopealia, ha sido presentada

lor su autor como un manual esquemático; que los borra-

11

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do¡es preparados a partir de las lecciones de gegel dejan

rnucho que desear en cuanto a sistema; que sus discipulos

no tardaron en dividirse entre conservadores y revoluciona-

rlos; qu€ ¡iuguno (al menos de los más conocidos) asumló

las implicaciones obvias de la postura hegeliana; que -Ios

movinrlentos neohegelianos mantuvieton una relaclón lm-

p."riru *" la clialécNica; que los aspectos sistemáticos del

llag"liorit-o desaparecleron; que la dialéctica se hizo mé'

l"io v, ""i*""t"*"nte, método en el terreno bistórico' poli

tico, sáclal, cultural; que en la actualida'l, no dig¿mos se

¿eján ae iado, sino que incluso se ignora¡1 las conexlones

"oia.ot.. y necesarias entre dialéctica y meiaflsica'

nl cuario y últimq punto -que resulta diflcil pensar

con Hegel e irlvolucrar. el mundo en ese pensamiento-ptnnteJ regu"a-ente la cuestión cenlral: porque 10 que he-

iior ll"*"áo el ideal dialéctico exjge explicitamente slquie-

ru uttu totufir""ión pensante de lo real, es decir' exlge lo

leal acordado a si mismo como algo Yerdadero, como una

totalidad traspasada por su propia inteligencia En p¡ineJa

i"Ái""ait, poá.iamos considelar que esta exigencia es sólo

a"snnto oó ii.*po, que se trata' de un "nuevo mundo" y que

n"ta -t"aa allá ile su descubrimiento- el trabajo de la pa-

"i"i"iu-v-iu ""..gfa: conquistarlo v apropiárselo Esto lo dl'

ce eI mismo Hegel PeIo la verdad es que muy p¡o¡to repa

rlr*o, un qu" Ia .litlé"tícu no puede and¿r' por cornparti-

me.,to" y decir como el pelsamiento que ella repudia: Aqxl

ei'pensamiento, alll la realidad; aqul 10 interno, alu lo obje-

tivo. l,a ver¿ad ss que la clialéctica no tiene esi¿ciones en

qo" pn"¿u detenerse coruo si anduviera de vacaciones o tla-

bajala a plazos, sino que 5u meta exige ser englobada y de-

.arrollaOa a riósgo Ae frustración completa' Y este extre-

".o, "áu*at, tiene exigencias que chocan de modo violento

con lo que pasa comúnmente por lealidad: exige uüa con-

sumación entera, una perlección tal que pensamiento y re¿-

lidad quedan como u¡] binomio inadecuado para expresarla

He el suponla o creÍa que se anunciaban en su tlempo

ienóme-nos extrao¡dina¡ios del espidtu: suponla o crela que

una implicita necesidad habia trabaiado por ililenios y que

ya atcínzaba el nivel de su realidad vigente y expllclta Asl

G

12

Page 13: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

sreia o pensaba. Pocos años después de su muerte cometrzÓ

;;;;bit otro pensador:. También p¡ocedla éste de acuerdo

" ior-pti".ipio. Oialécticos, sólo que no Yeia tanta lnteriorl-

áJ li *u"rto esplriiu en los hecllos de1 hombre sino que

llegó a creer, por eI contrario, que la tiotalización -aunquc,,.ru-.f.ro *¡., ariiculaOa y nucho más arcalca de lo que Hegel

,r";;; -t

:ria foco o nrcla qu" vel con el esphitu y mu-

itrn ,rrano, con la conternplacjólr o la verdad' sino quc cr¿

utro iototirociO" ciega, una ofensiva y repugnante caricatu--

io'ni riqni".o de 1a existe¡cia espiritual sino de la n€rtural

iu ."oi- iotor¿""lon impedia hasio la concepción del esplrl-

ii. Iri" pn"so¿or cncontró que valian muchos de los teo¡e

ma" cialicticos de Hegel, sólo que en un elemento que no

iiu¡l"tu tioo del agraclo del gran metafisico que fue su mae's

lro.

Pero no sólo eso. Sino que márs adelante surgió otro pe

¡0"'ü "r"'

tuto lusi intransitable de la respuesta hegeliana

ili;;'*;.; habÍa tlescubierlo la clave materialitli 1: ?"t-*J""iO"

sor:laI y con cllo el anda! inverl'ido dcl espl-

ri:". o".-art" mundo nuestlo, asi tanbién l¡reud argumentó

"l"n*".*"nt" sobre la naLuralcza humana como una (spe

;;";;i;i;ii;;;; dincmica aiena c ros mis c¡ros foslula'

,fi" O"i .toit*"tfismo y n.ruy fea de ver para los hábitos de

éste.

De modo que nos fulmos separando cad^ \,ez más d:- l-1

gruná"ru qu" nos prometic ic filosofia: y cadr vcz menos

i"tia."" r"*"t los argumenl'os sobre la auLoconcioneja' .clirririt.i'"¡iil.it", .I ¡iovimiento del pensamiento en €l

-ele-tni"t" ¿" It libe;tacl, la' lazón venciendo a través de la his-

loriu,-r* t¿"o hacienclo su ca¡nino por el mundo;- sino que'

oot?-ao"ttttio, eI hombre comenzó c&da vez más a sepa-

í"tt"-¿" ti "ti"Á" y a pelderse en l& dinámica de impulsos

slbconscientes; y cada vez más también a verse separado

;;;;;;;;"" pór interposición de una barrera siempre más

uia*ot*"urn" de maierialismo Y se desauoiló hasta exire-

aJr-¿"-taot.to"iaot la trama del materialismo social De modo

ouo todo encajxba, a pacos con el liempo cJda vFz más

iu u"u"t¿o con llna racionalldad de las cosas; y el l'odo se

l3¡rrFi .

ir:lr''.1" '

Page 14: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

v¿la como una dialéctica, y u¡os hechos eran la identidaddialéctica de otros hechos, como si la ¡azón hubiese encon-hado po): fin un cuerpo adecueclo a su existencia. Só1o queel hombre de la fitosofia y el humanismo quedaba ayuno deesta razón; el hombrc de la filosofia y el hulta¡isrno seilansformaba cn un llmite -o en la iln¡ión dc un limi¿e-¿nlre la lujuria de una natulaleza intcrr¿ y la agresividadde una naturaleza extelna. Todo ocllr¡ía como Hegel clecia,¡jólo que abundaba la sustancia y escaseaba el sujcto, cam,peaba ei determinismo y dormla la libertacl. l. eso era asi.

Pero cada vez lo luc con un sentimiento l¡ayo.r de im-pobencia, por patte del hombre; corno si la clave de la to-lalización del mrindo histórico exigiera prescindir de todosujeto, como si la verdadera totalidad cxcluycra las qpcio-nes del hombre, como;i un& tota-lización politicá, cconólrrica,rnjiitar', social Do quisiera confiarse a personasJ a idiosin-crasias minúscula¡ y $e creala pat.a su importanie e ingenter:ealidad ün elemento esencialmente extraño al hombre, he-cho colr los temotes y esperaüzas del hombre per.o a espal-das de su ¡esolución, Dc rnodo que parec¡a como si ol hornbrefuera u¡ punio prolongado, no una mónada espiritual; unpunto prolongado por la¡,la fuerza de las cosas,, un tlazocvanescente de unidimensionalidad, ]. c,sto no tenia quc ve¡con el ideal ¡egeliano; o si tenia que ver, sólo que era, €xac-tamür'rte, el icleal hegeliano al r.evés: la razón habÍa vividofue¡a del sujeto, habia entrado en et sujeto y, finalmente,vüe]üo a salir.

Pero no sólo eso. No sólo quedaba la t0l,alización con,forinada a un patrón materialista y ceuada en su pcculia¡racionalidad, sino quc se estr.echaba cada vez más la per-cepción inteligente. Porque la totatiz&ción materialista, des-de el punto de vjsta de la inteligencia, r.esulta puro pa¡ti-cularismo. Además, la extensión en que operan los princlpios de totalización tuvo corno causa y consecuencia que ellrombre renunciara a toda apropiación mental; junto a laautomatizaciór se desarrollaron los computadores, la info¡-mación, la organizacióIr y lue surgiendo un nuevo mun,do, pelo no espidtual, sino tecnológico cuya ,'dialéctica,'

II,

Page 15: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

pecuiiar va minimizando al llombre que no es ya unidi-mensional sino que se va transfolmando en el punto osci-Ianie que integrau aqui y allá míl1tiples proyecciones es-tadisiicas. La form& como el hombre de nuesl,ro Niempo giray se desquicia por alcanzal y adecuarse a una situacióI¡que lo desborda, la ir¡potencia individual para frenar o do-

ninar el aparato de la ¡otalizasión tecnológica, e1 sinsen-tido de la opción deliberada lrente al deierminismo de unasituación que más que negar o despreciar al hombrc lo ig-

nora, tocia esta Ilabel que sube & los cielos empleando a loshombres, disNinta y perlgctamente estruoturada con la ar-gamasa cle la codicia, la lujrl¡ia, la estulticia, la inconcilia-ción y ]a fulia, son un meniis contundente a las hazañaspoéticas del ide¿lismo.

Pero no sólo eso. polque el rnundo actual, trabado cadavez con n]ás fuerza, está consoljdando la iniusticia, la mi-.selia, la servidümbre; es decir, ia racionalidad de ]a tota-lización polÍtica, económicai milita¡, geoÉráfica, social es

[Ltmbién lt], racionalidacl del palticula¡i'stno inperiaiista, laraciOnalidacl cte la explotación, la racionalidad del crimen a

fuego lento, de la postergación y el desprecio. De manera q e

no sólo r¡o puede ver el hornbrc a través de sí mismo porque

la naturalcza y la socieclad trausformen en pura ¡rostalgiay mitologÍa los argumentos del llumanisno, no sólo porque

la teclrología y Stl volaciclad totalizaúte leduzcaln ¿ los hom-btos amero aspecto de un llroceso rebasante. ¡fo sólo eso: el

hombre no puede ver a tr¿vés de si mismo porque la his-tolia efectiva lo impide; la historia no &parecc como unafragua donde hagan cosas sublimes gueueros góticos idea-listas, sino que desalrolla erl [Iá1-co cada vez má5 amplio ymás fi¡me las variaciones infinitas del mismo y vieio tema:cl amo y el sierYo.

Esta es la confrontación del ideal con el mundo del hombre contemporáneo. La divergencia es tr¡l quc cabe plan-tearse la cuesl,ión ¿tern.rinó con T.{egel la filoóofia? ¿Hay lugar para la filosofÍa eu 14, historia posteriol a Hegel? ¿EstáIllos hechos del honbre orienl,ados en el sentido del idealhegeiiano?

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Page 16: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

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Hay tres actitudes que suslen adoptarse ante el futu¡o:tá" apocallptica, que en la era nucleaf en modo alguno pa.-

rece una, pesadilla soñada por visionarios pesimistas; la conformista, que yieron nluy bien a quienes hacen la experien-cia contradictoria de la lucidez y la impotencia; la "pr-ogro-si6ta" que ¡esulta en la actualidad la más ruidosa, gl:atuitae ideológica, Es en función de esta última actitud que de-bernos explicatnos ei desprestigio del sisl,ema hegeliano. Enmuchos casos por inocencia y plecipitación, eD nuchos también l,or asl,ucia ideologjca, clr la cDo¡nrc mayolia Por I'trraeilaj?nación, encontramos persoll¿is asegurándonos que en

la próxima estación sc encuerttra c1 reino de los cielos. Conial liger-eza, pronto se está en el escepticismo, si no en laclesesperación. Acaso haya una" llcsibilidad conlp¿r1,ible con

altos ideales, pefo ello no ocullirá porquc 10 argumenteneri cinco rrinlrlos personas con 1¿ caboz¿! llena cle enaiens-ción o mala lc.

La dive¡gerrcia entre el idcal hegeliano y el mundo ac-iual dice claramente qr.re e1 camino l-racia la grai-rdeza delhomilre es largo y ]leno de escollos: se tlata de gá,na¡ paralos hombres un lugar humano y ello tiene que ver con el

desprecio de los pueblos y eI odio de los pueblo6, con el ra-cismo, ]a divergenaia culturD,l, la riqueza y la üliseria; con

ei status soci{rl, la distinción efeciiva y no literarja de clases

sociales; con 1?, organización de l¿ proclucción y el inter-cambio; con impulsos humanos c¡ue nadie probó quc puo-

den €liminarse; con la fuerza y la ventaií] de los impelios;con el engaño y la dcsconfilnza; con 1a incapacidad 0 de

sidia de los más; con las ba,-reras de1 cspacio y el tiempo;con la fueLza ccntraria de las cosas.

De manera que frente al ideal hegeliano y sus lmplicaciones sublimes sóto cabe decir: Demasiado temprano pa-

rii tanrs, perfección; demasiada injusticia, jrracionalidad,desprecio, mecliatizacióu; demasiada tarea de can,bio y trans-figuración humanas; demasiada exigenci:l de veracidad, hu-mildad, renuncia, energia, sacrificio, paciencia, sagacidad;clenasi¿da victoria, demasiada frustración, todo un largocaD-rino todavÍa a 10 largo del cual irá probando eI hombrecon verdad si es digno siquiera de soñar lo que sueña

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Page 17: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

;s sornn BERKELEY "

En la épooa clc Be¡koley Ia filosofía pensaba en télminoscle cualidades primalias y cualidades ¡€cundarias, de male-ria y espi|ii,u, ideas párticulares o concretas e ideas generaies

o abstr¡.ctas, pal¿Lbtas e ideas, términos universales y nom-bres especificos, razón y sensación, entendilniento y voluntad,ideas y cxisl,ercia, sustancia y oualjdad, exiensió y pelrsa-¡rie¡'io. La fuDción de tales distiDciones o binomios antl-lé'r,ico6, cr& (y sigue siendo, donde la dlstinción es necesar-la)

mantener en el elemento del pens¿nienl,o aquella realidadque ap:lrenternente se lesistc a sef pensada en lorma menosü:lidJ, colr cuh(rnnei¡l nlás viva. mcnos inoránjc¡

Eeikeley ofrcce uI] excelente cjeulp]o de clisis de esteperxamiento antitético y abst-¡¿cto: si un'¿ parte de laantítesis ¡e afirrna con exclusión de 1¿ otra, ello oaurre(al parecef) Dorque opcla un prüIcipÍo de consistencia, puesioque lod¿ antitesis ¿loia unl co[tr'¿dicción. Pero, puesto que

¿l misno {,iempo cl pensai¡iento antritético abstracto es

unil lolm& (po¡ rnuch¿ jr¡perleccióu que haya cn ella) deexplrcsarse lo real, entonces, el énlasi-s sobie un cxtremo dela antítesis y 1o dcstflrcción, detelioro o desco]locimiento delotro, traer'á por el suelo este gle-do de la veldad que es elpensairionto an'.itélico abstracl,o y no av:rnzará sobre élsino que r.itroccdelíi, a erj¡a degradación fiiosófica formada conIa unil.rter¡lidrcl l' la paladoja La experienci¡,' en todo ca"5o,

Dor más que neg¿r,tiva, parece necesa¡ia y contlibuye co¡rsl-deiablemente a esa superacióu de la e6pccuiación abstractarlue conocemos corl el non]bre de clialéctica.

Veamos cómo se aplica e¡ita operasión, considerando untexto de Rerlieley. En la plinera sección de sus "Ilrincipiosdel Corrorirnicnto llumano" dice:

. L€iilo en lD UDlva¡sldad ds ChU-", Val.pa¡also, 1969

1.7

:i¿r,.. .

Page 18: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

"Es eviclenie para quien sea que dé un vistazo a los

objetos del conocimiento humano, que éstos sou ideas impresas

"ió"i**n"t. en los sentidos; o pelcibldas iil'cndiendo a las

"r"lárt"" u oDertcroncs det csDirilu: o. cn lin ide¡s lo'inadas

[o,i "yr,¿"

clc ln Inemolia y 1¡ irncqjncción medianle com-

posicién, división o mera r:eplescntación de aquell¡'s que

i"üit-lt1*""t0 se perciben de la manela anl'es rnenciolada"'

fieforcemos este pasaie con otro que encontramos en. el

Cuítrlerno A de las notas prepar-adas por Belkejcy con ante-

¡o.iaaO a su "Dnseyo par& ull,l' N¡leva Teo!ít' fle l& Visión" y

aiui i'rtitt"¡ttiou". i:oy ,tt p¿iiaje allí clonde se dice: "SegúnLocke, todo nuestro colocitr¡icnto es sobre ideas particular.es'

co1l1o es cvidente, todas nuestras sensaciones ron idcas par-

ticularos. ¿Qué uso f-iacemos, pues, dc 1as ideas genelales'

.,i"itá o'," r'i las col¡otcmos ¡¡ las lrercjbiinoi?" (No{cbook

i., c6n,.'S" vc cllnlnentc - J é¡ta Dlrl( ce la pie¿a -nDn"Lrs

"iitr q,,o

""t" joven dc 24 años a lo sumo' va a emprendel

ia má¡ aud¡,, .y escilndalosa cle las proczas eu l¿ historia del

pen:illmierto filorlÓfico-- se ve olalamcnte quc Berkcley cn-'ticndc qte cl objeto clel conocilDiellto sólo consta de ideas

paLlioulales. Que lcl cr¿ la clave de iocta la poteDcia, ¿\gi-

iiOa¿, conriailro y derparpajo c:1si, cor.r que Berk€lcy llevará

",julrrrtu ,.n, tralrajo arguncni,al, !s ve en al hecbo quc la

nrimcre 1t¡nL¡d¡ dc atpnrlidn roblc loi nlé'¡Los de c.jte 'tiló-rofo, lrccl,¿ ¡or otro que jcoir c5"i l5;- condiciolles stlycs al

iliiciai su carl'ela y tanlbién ei desi;juo cle entral col¡o gran

scñol en la histolia clel pe samiento, desiaca iustancnte este

plincipjo berkcleyano. Iiln el libro primero de su "TratailoEúlrle la Natutr¡¡let¿ trtrürnana,", clicc l{ume:

"Un piroble¡n:! irnportlnte ha surgido: sl las ideas alls-

trarcta6 o generalcs son pirticLll¿iles o geDelalcs en la con-

cellcjón qu¿ la mente tiene do ellas. Un gr:an fiiósoIo (ésio

es ge¡heley) ha cusputaclo solrre la opinión aceptada a este

respcclo; y afirna que todas las ideas genclales no son más

qo" id"u" parliculares, anexadas a un tórr¡ino qlre tes da una

significación más amplia, Ilaciéndolas con tal o cual ocasióD

e\¡oc¡.r otras ideas individuales similarcs & ellas. Oorno con-si.leio que ésl,e es uno do Ios ]r'lás grandes y valiosos des-

1B

Page 19: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

clrb¡irnientos hechos en los últimos años en la rcpública de

ias ictras, lrataró dc oonfirm¡u:1o ¡nedianie algunos argu-}1,tentos {Lrc }o pongan fuera de duda y conlroverlia".

Ahora, itqué significa esia proposición, quc los objetosdel colrocjmiento sólo so icleas pjll.ticulales? Ante todo, sus-c.ibir, con c)iclusió¡ del otio, uno de los tórrninos de la.lrrtilesis id0¿r-exisl,encia; sig¡ilic¡l excluii asinli$n1o uno de

lüs tér'urino.s rle la distinci(in generai-particular. La cxisten-(:i¿ sin la mente cs una noción reclucicl¿ ¡. polvo por Ber-lieley; ia noción de icieas gerreratos o univel'sales, por- cl con-trario, será expljcacla, es clecir, con,struida sin abandonar elprjnclpio caldinp.i e, inclulto, coll ayrida cle ési,e Pero, va];I.!os

1r l3s ir¡plicnciones.lrDpori'¿ aqui rnosiraL l¿l opcració]r destructiva, lmplica-

dx en la actihd de Beiheley. DcsiluOlriva, cligo, re¡pectoáel pons:lmiento antitétíco. Sj tlo coDocemos n1ás que ideasy si é¡jLas son algo tlctcl.útin',do (es decir', ni abstracto nigc,tqt¡,i anic Irl DrrrlLc. cnloirc..j:

r) L¿ noción aie existencia sir'\ la mente (es dccir cxten-sión, rnatelill, re¡rli.lacl sustancial y no pensante) no tienei-i.5ic1ei o conccbLblc. Eiito quieie decir que en 1a antítesis ma-lcria-esplrii,ü cI prilncr lérll}ino cle¡aparecc.

b) En i:1 antílcris, cualidlde.s Drinlarias-cualida,úes secun-dr¡ias, ¡rc ánril¡! la dilerenci:L. porque la diferencia se apoy¿-bai cn la rloci{in ds una rcaliclad sin 1a rnente, Dociór-r recha-zarla Doi Beii(eley.

c) L:r separacióD pensalrieDto-exlensión no es tal nlco¡rsisie ei-r sristanciits que caen apariadas; sino que Ia ex-tensión, no Tjucliendo ser sin la mente sólo es una const¡uc-ció11 qu¡" i'sl.t lrtc(' con sus jclcas.

d) ],a división mulrclo cxteino-1l1urldo interno o es tela-tlva (oor¡o cuando se clicc "esto 1() iiragino, csto 10 pcl'cibo")o Íaisa (como cu!,ndo su8icie que rnjs idea,s son los simu-lacios de algo objetivo quc ni es pensantc ni es inlnediata-mente pensablc).

e) L|! anlíl,esis susl,antivo-adiel,ivo en el rnnndo de lascosas scnsjbles Do i,ier-\c sentido teórico. Puesto que -nohabiendo un& sustancia Do Densante- la.s cosas sensibles noson más que agreg¡,dos dc idcas concomitantes y no hay

.t9

Page 20: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

nada que marqne una dileiencia genuina entre una idea y¡ruchas ideas.

f) Le distinclón idea-existenaia, poi lo menos eu su lorn¡aoi'din¿ria, no tjene üIás sentido. La falsedad no tiene yaque ver con la divergencia éntre el per,samiento y ¿tlgo

rcpiesentado en ese pensamiento) porqlle esl,e último exilemono existe.

g) En la dÍsti¡rciórr gnoseológica de verdacl y falsedad,la segunda parte desaparece en ptinsipio y ligurosamente.Porque la f¿lsedad no proviene por algo intúnseco a la ope-ración del entendimiento ni se explic& talnpoco por la índoiefiDita de esta facultad. El conocirniento es veldaclero; la no-ción de un conocimlento falso es absru'da.

Consideremos, en busca del mislno resultado, los efeciosdel rechazo de las ideas abstlactas.

h) Esto tiene que vel en pfimer iugar con la antit€slsabstracto-conc-rel,o, cuya elüDina,ción es, incluso, un paso ¡rn-terior ¿1 prjncipio positivo de Berkeley sobre el coüocimientoNo hay eu absoluto esto6 obietos mentaleis col'tocidos comoideas atrstractas. Y esto quiere decir- que la noción de abs-tlacción es vacíá, carente de significado.

1) Y como la doctrina de Ia abstlacción está pensadalundanentalmente en función de la universalidad de lasproposiciones cientificas, erj decir coino está pensada parad"."r cuenta del conocimiento firme y general que toda personasensata debe aceptar, entonces, Berkeley tiene que manipulari¿ antítcsis universal-particular dando cueDta o esforzándosepor dar criente de lo univelsal por reducción en 10 particul¿r.

j) Eso 10 lleva a suscribir la coDtraposición entre ldeay paiabra y a adopiar una posición increibie frente al ]en-guajc: En olden a realizar la veldad dellcnos pens¿r slnlenguaje.

k) Asinlistlo, Berheley se ve obligado a sacar a luz l¿an1,Ítesis clase-elemento sin atinar con etla y sugiriondo aIi),tos que su nomin ismo extren-ro debe tlansfotmarse enur extremo realismo.

l) La misma distinción entre clase y elemento intloduceen el a¡gumento -,,sin que Berheiey, al palecer, se pelcatede ello- la entre cualidad y relación. (Estamos e1l exttemo$

20

Page 21: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

donde las cosas se tornan oscuras: De una parte, el prln-cipio lundamental ("no conocemos más que idea's, ideas sin-gulares") parece excluir las relaciones, como elementos delmundo conocido. Del o{,ro, la explicaciór¡ por Berkeley de

io universal ("una idea se hace universal en cuanto repre-senta o 'está por' otrás de ]a misma c]ase") supone el rea-lisn1o de las clases o la realidad de los contenidos universa-les junto co¡¡ la i¿cultad de percibir relacioncs.

No varnos a seguü con estas obYlas implicacioues. Sólolm¡ortaba ilu-stlar esta manera de autodestr-uirse el modode pensamiento que se representa lo real mediante la distin-ciór-r y la antitesis abstracta,s. Porque -aunque

pueden ydellen lechazarse importantes aspectos del argumento deBerkeley* Ia destNcción no proviene de otra fuente que 1a

antitesis n1isma, donde está entrabada, oculta, impedida y,casi, tóxica, la contradicciótr. Cuando Berkeley nos dice quelos objetos del conocimiento son ideas y que sólo tenemosexperiencia de ideas p&rticulares, no h&ce márs que adoptarla p¿rte menos mala del oráculo que uos habla de idea y exis-teDcia. Berkeley emplea de la nanela más cohelente unlnstrumento cuyos limites y posibltidades se miden precl-samente por la coherencia. Asi, Dodemos acuñar un epi-grarn& a raiz del ruido gallináceo en torno de Berkeley: Elescándalo público es ]a estupidez plivada,

Ahora, nos lntefesa ilevar la atención sobre otro ex-Nremo: El descuido manifestado por Berkeiey en la célebrecuestión de la abstracción y las idea.s abstractas. Acaso, uD

Doco r¡lenos de prccipitación, hubiera inplicado un vuelcoserio en el argumento de Berkeley, un abandono de la formacomo llegó en su juventud a representarse la relación deconocimlento.

Ante todo, unas palabras de Cook Wlson:"La autoridad del lenguaie, a menudo se olvida en filo-

sofia, y con se¡ios resultados. Es Inás de esperar que las dis-tinciones heclias o aplicadas en el lenguaje ordinario sear]correctas que errór,eas. Habiéndose desauollado en lo quepoclemos llamar el curso natural del pensamiento, bajo la in-fiuencia de la expelie¡rcia y en la aprehensión de las verda-

I'2l

Page 22: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

dcs Darticullies, sex do lc vida dixria o 'le la ciencic' no

"Ln é"uiOt" a jdeas precoitcobidas. Por eI corrtrrrio " una

ái"il""i¿" iilosófica es, ptima facic, más suscepiible de ser

euónea 4ue las 1l!!mad&s di¡tinciones populares, porque se

boru utt ut * teoría filosófica que puede ser. erlónea en sus

pti""fpi"" últimos.. " (Statcmer¡t and Infe¡ence' págs'

8"¡4-5).

De este pasaie sacarnos nosotios una consecuencia obvla:

distineuir "t-rtt"

io" distinciones que cl filósofo hace apolán-closc Jn el empieo orclinario ciel lenguáie y las que lleva a

"1"*o sl" recrirrir a más autor:idad que la que obtiene de

cánvicciones que son su privado patl'imonio Asi, por eiem-pio, tas analogias que hace Ptatón cn el Gorgirs entre la

iáritl"u v ta rétór'ica, de una parte, v Ia medicina y ]a 9u1]-ilalia, ¿ó la oir¡|, no están apoyadas en clistlncjones del todo

pop,rlu.a., no es real disLringtlir la poliiica de la retóricai,"aiunte la persnasión; no es tampoco obvio distinguir lamedicina de ia culinaria mcdiante la ciencir¡ En c¿mbio -ypara no entrar en abunda,ncia de eiemplos- las distincionesi¡tre abstracto y concreto, univcrsal y singular, corresponden

a los usos del ler]gu¿ie, a ios l1ábitos populares de pensalrientoy a Jas u¿lcgorixs quc ctnplea la c¡{ncic'

Dc manela que, cuarldo Berkeley dirige su atención so-

bie lcs ideas abstractas, scr'ía una buena normt' atender aluso extendido de talcs nociones l,anto en gl habtar ordina¡iocorno er1 la ciencia. Aunque los hombres sin excepción fueranignor¿nies de lo que significan cuando habla,n de ideas ¿bs-

tractas, aunque el sentido que atribuyen a i'ales nocionesfuera absurdo, aunque i]fldie pucliera responder a una argu-mentaciórr hecha al cotrer de la pluma, ¿unque todo elloftela así, todavia la extensjón y el empleo de ta antitesisclebiera bastar pa,la inYesligar su significado y para desen-tr¿irar 10 que tiene que haber oculto baio un binomio -porinucho que en primera instancia resulte para uno absurdo-con tal abundancia cle aplicación y asenl,inliento. Ser-ía in-creibie que la experiencia cientrífica tuvlera que progresarmediante la unilatetatidld, es decir, sin superar esta pri-mera. forma de la verdad lecogida en cada distinción'

Sea como sea, lo importanie os ver la nanera como ha

22

Page 23: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

procedido Berlieley. En la Introilucción de los Principios 'lelóonocimicnto Humano presenta la uoción de absiracclón

mucho más en lunción del problema que quiere plantear yresolver a su manera, que en lelación con la realidad que

trata de explicar: Locke, Si Berkeley cambiara de perspec-

tiva y pusiera atención a la problemática que Locke reco-noce y trata de resolvel: con la doctrina de 1a abstracción,tal vez modifical-a su postlua o no escribiera simplernentesus "Principios". En todo caso, iamás hubiera llegado a laexplicación de la proposición cientifica que se vio obligado aproponer,

¿Cómo ve Locke ta cuestión cle la abstracción y las ideasabstlactas? No importa aqui cómo explica este filósofo suorigen y su naturaleza sino cuáles son las cuestiones que se

están respondiendo con la doctr.irla de la abstracción. A Lockeparece importarle, más que una construcción de las propo-siciones universales y necesarias de la ciencia, una expli-cación plousible de su natur¿leza y modali.lad. Locke se

palece ei1 esto a Kant: No duda del carácter del conoci-miento cientíiico; lo que trata de llacer es ü.ostrar el meca-nismo por el cual surge. Para decirlo mcdiante comparacio-nes: Lockc cree en una opelación nental (lc da el nombrede abstracción) que permite una ampliación efectiva del co-nocimiento- Esta ampliación se Droduce por una suerte derecluccjón de lo Ieal a sus condiciones generales y por unalnvestigarjión en este plano, de las condiciorles generales dereaiidad parr, toda existeitcia asignada o efectiva liant,po¡ el contrario, piensa que las condiciones cle realidad soncondicioncs de la expelienoia. Asi, mientras el primero en-cuentra la universalidad y la neccsidad en una reducción porla mente de 10 real a sus condiciones generales (exteDsión,figu¡a, movimiento, ticmpo, etc.), el seguDdo la encuentraen la cor.rdición de posibilidad de la exper-iencia misma, Ber-keley, por su parte, no va a captar sino muy conlusamenteeste problema de la universrlldad y la necesidad (en el casodel conocimiento matemático, porque el resto de la cienciaIo ve tal como

-quil,ado un punto de l,eología- será ma^s

tardc visto por: Hume) dando asi una versión verbalmenienominalista aunque llena de confusiór'r de las p¡oposicionesuniversales. Asi, la audacia de Berkeley en esto, si de algo

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Lockc:

"No dudo sino que estoy cielto de que el conoclmiento

^"" ;;"-". .le las verdades malemáticrs' no es sólo cono-

it"ria"io'u"t:,t"d", o iino real y no la visión vacia de vanas e

;;:i;;iliü; n"tmeras del cerebro; sin embarso' sl 10 con-

"iá"iotl-ro", "rr"o,ttr**"*o, que es (conocimiento) cle nuestras

;;;;;'l;";t. EI i)latemático considc a la verdad o propie-

Ili".i.'," tt".rct*scrr a un lcctángulo o un circulo solamente

;;;; éi;";;;; su mente Porque es posibte que ii"ti.: "^"Ji'-'riJ. "t"u"nt"e

ni uno ni oLro existiendo lrratematrca-

;";t ";;;;i.,

precisamenie v en verdad sin embargo' el

:""";;;i;"t;";;"- ll"n* o" "u"tqui"ra

verdad o propiedades

ii* .,""t"oaa"a * un circulo, o a ot¡la ligura maiemal'ica cual-

üri"i". ".'t"tá"ocro y cierio, itlcluso 'le las cosas reales y

existentes; porque Ias cosas reales no están implicadas ni

.on sisllilicadas por Lales proposiciones sino en cuxnto cosas

;; ;;?;;;; ¿";cuerdan-con los a rquetipos que cstán e' 'su

;;i;.;;';;;;á. ,1" tt i¿"u de Lri¿insulo' que los ánsulos

il;;;;;;"; iguáles a dos rectos? Es también (entonces)

;;;á;; ¿u ltñ t.iátlguto dondequiera que exista.realmen-

to . . .';- tio.t""tttittg lruman Un'lerstan'ling, IV' 4'6)'

De nodo entonces que, siendo las ideas empleadas pol

.t *1-l"*¿ii"o en las pioposiciones que construye 3'1go- -qrre

irr-,ái"a" "otttio".urse

como Ia lepresenlación de un.'lacloroo'órino' rle Ia cxistcncia sensible, se puede llcgar sru qut-

i"ii"J t f" que Locke implicaba con la -lrase 'idcas gcnerales

;;;;;;";"";. iiLe*o.ro así: Para Locke las proposiciones del

-"iutnaU"o son verdaderas en cuanto se refieren a ideas;

,i"l" i"ti"" tDmbién verdader''s de la realidad toda vez que

i;ñ ;';;;;á;;; a esas ideas suporlsamos ento^ces que las

iá"". q* ."ttüit el matenático sean algo obienido por.abs-

i.r""iá"-oá l"* ia.ut particulares que produce la sensibilt-

dad. Esto, abstlaido' aparece como algo univer-sa1 en cuanto

2+

Page 25: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

ci'r,a ¡< nnra concli¡cil a L{ume a ull exlrcrno dc clarlJi-.'ji')--l''i- '.'¡'i"irá el co)rocimienlo' malemítico a

'nera;;"'';. .-;^; ;,'sbrucción tatrtolosica con detiniciones que

;"ó"; ";;';i;"; ;espctar' la rcsla de no conlrcdicción

Pero, voivamos a1 colnienzo y veamos cómo se expresa

Lockc:

"No dudo sino que estoy cielto de que el aonoclmiento

^ '" ;;"-". rle las verdadei malcmáticcs' no es sólo cono-

li"tia"i" ""r.1",r",o 'ino real y uo la visión vcc:c de vanas e

;;i;;iliü; stimeras del cerebro; sin embalso' sl 10 coü-

"i¿"iot-I-Io", er-tcor]traremos que es (conocimienio) de nuestras

;;;;;;;ccs ¡l inatemático.considc a la verdad o propic-

rladcs 0ue Dcrtelleccrl ir un IccLangulo o un circulo solamenle

;;;; éi;";;;; s* m"ntc Porque es posibte que i1-t:-"^nJi"uiJ*

"tt",,"nt"P ni uno ni oho existiendo rrratemalrca-

;";tr"J.üi;, precisamente v en verdad sin cillbargo' el

:l;;;;l;"i;";;"- rl"ne o" cuatquier¡r verdad o propie'larles

ii*-.,""t"uaa"a " utr citculo, o a otla ligura m¿lemal'ica cual-

üri"i.. ".'t"tá"¿cIo y cierio, incluso ¡lc las cosas reales v

existenltes; porque las cqsas reales no están impllcadas ni

'on sisrrilicadas por lslcs propoiiciunes sino en cuxllto cosas

il;;;:;l^t;;t" ¡";cuerdan-con los arquetipos que cstán eu'su

;;;;. ;;; ;;i;á. ,r" t' i¿"" dc I ria.suro' que ros ánsuros

il;;;d;;"; iguá1es a dos rcctos? Es también (entonces)

;;;;á;;; ou ''tñ ttlátlgulo dondequiera que exista.realmen-

i" . . .';' tio.t""tttittg lruman Un'lerstaniling' IV' 4'6)'

De nodo entonces que, sieDdo laó ideas empleadas por

", ,n"i"*"ii"o en lcs pioposiciones qt¡e consl"ruye 31go-

-qxPoudie¡a considetarse colno Ia' leplesenlación de un.'racrcr.o'órino' rle Ia cxisl,cllcia sensible se puede llcgar sl¡l qur-

i"ii"o . r" que Locke jmplicabc con la -lrase 'idcas gcnerales

;;;;;;";"";. jilLett.tosro así: Para Locke las proposlciones del

-"iu*etr"o son verdaderas en cuanto se refieren a ideas;

".1" .."riun tanlbién verdadplas de la realidad toda vez que

i;i; ; ;;;;á;;; a esas ¡deas supo¡)samos enlo.ces que las

iá"". qü ""ttáit

el maieülático sean algo obtenido por .abs-

i.á""rá"-d" t"s i¿.ut particulares que produce la sensibill-

dad. Esto, abstraido, aparece como algo univer-sa1 en cLlanto

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Page 26: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

operaciones tlene el espíritu son ldeas de algo que no se agotaen su percepción; (3) la relación en que el espíritu está conestas operaciones no resuelve dentro de si todo el espiritu,El espiritu -dicho con olra terminología- es una sustancia,rlo un sujeto.

De manera, entonces, que tenemos derecho a demandarconsistencia a Berkeley y exigirle que nos aclare el statusde estas 'ldeas de reflexión' (como las llamaria locke). Elser de ella.s, evidentemente, no se agota en su ser percibidas.Pero debe agotarse, puesto que el pincipio de Berkeley valesin restricción para todas las idea^s. Ellas son, al parecer,(cuente o no sobre ellos e1 pensamiento de Berkeley) lamente cuando se considera su forma adecuada de realidad.Pero, ei pl.incipio de ]lerkeley la,s constriñe a 'no ser sin larnente', erl modo alguno a'ser la mente'. Por tanto, la mentedebe ¡epxesentarse como sustancia-de-accidentes más bienque como sujeto-de-operaciones; porque el sujeto-de-opera-clones es una unidad concreta y Ber:heley no nos dice la formacomo el essc est peraipi responde a la autoconciencla de unsujeto así figurado,

b) En cuanto al segundo punto, ¡emlthé a los pasajesslguientes: Principios: 25-33 y 146-156; hago esto porque nocs fácil tomar un párrafo donde Belkeley se exprese clara-mente sobre lo que indiscutiblemente implica. De todos mo-dos, para elaborar mi argumentación, llamo la atención sobrelo! te>dos siguientes:

"l,as ideas de los sentidos son... más fuertes, ordenadasy coherentes que las de la imaginación; pero esto no pruebaque existan sin la melrte, Son también menos dependlentesdel espíritu, o sustancia pensante que las pe¡cibe, en cuantoson excitadas por la voluntad de otro y más Doderoso espi-riiu. Sin emba,rgo, aun a.si .son ialeas; y ciertamente no hayldea, feble o fuelte, que exista de otta manera que en unamente que la percibe. (Principles, 33).

"...sólo basta con abrir los ojos para ver al Señor So-berano, con visión más plena y clara que vemos a cualquierade nuestros semejantes'J. (Principles, 148).

El punto, repito, requiere seguramente cuidado para suelaboraclón; pero, no está en nivel inaccesible. El mundo

etRlBt !1 Ir¡l' 1 I

, ,lr.i/l

Page 27: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

parte de la ántítesis y remueve la otra' Y en este caso' lo

ii" i."t"""-""t"¿" haciendo es mostlar las condiciones de este

é"i*i"t "" descuido *nos parece- en el examen de la

i;;;i;; q*" la abstracción curnplia para Locke v en las razo-

nes que habia en existencia para olrecet una doctrlna al't=*ii". -iin'"*elev

(habio del hombre ioven que escribió;,i"í ñri""ipior';l huúiera puesto atención sobre este aspecto

a" ir """"ii¿",

no hubierá incurrido en la ligereza de una

".n"*""t""i¿" indjsculiblemente brillante pero' en dema-

siidos puntos, paradoial lrastc el absurdo'

En la Inúroatucción' Berkeley responsabiliza de las intrin-cadas cuesiiones filosólicas a los fatsos principios de que se

narl"e. Otorga sin restricción la Iacultad deductivs' pero

Ln"r""ti" qJ" hacen ltlla principios Al IespecLo --se dice-psicologiza. Dígase lo que quie¡a, 10 que importa es que sus

iri"aip]* no ion conilusiones: se exhiben meramente' se'apeta'at tector en orclen a que él mismo haga la experien-

cia y confinne, Donde, desgraciad¿rmente, no parece con-

"i.taotu "* en la p!-ueba que debe darnos la verdad de sus

r)r'jncjDios mostrándonos que no corlducen a conclusión nin-1"". i"" no podamos sosLencr. En esto, tocáré sólo dos

ñ""iou, "u"quu bastante esenciales par¿ las convicciones de

Belkeley.a) Se refiere el primero a la, segunda categoría de

-ideasque presenta Berkeley entl'e los obietos del conocimiento'aquetlas que "percibimos atendiendo a las pasiones y opera-

ciones deí espiritu", Tales "pasiones y operaciones" son (es-

tarnos segurós) aquellas que se desc¡-iben con expresiones

cor¡o volición, imÁginación, percepción, memoria, sensibili-dad, cleseo, enl,endimiento. Tales 'ideas' aparecen en el p -mer: parágrafo de 1os "P¡incipios". En el segundo. pa-

rírgraio, Bérkeley nos dice que "además de toda esa varie'ladin¿ontabtc de las ideas... hay también algo que las co[ocey que ejerce sobre ellas diversa.s operacjones como querer'

irnaginai, recordar, etc." Nosotros encontramos que hay aqui

un peligroso desfiladero: Porque (1) e1 ser de las ideas con-sistt en sel. recibidas, (2) 1as ideas que sobre sus propias

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26

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externo -para decir'lo de una vez- es una manilesiaclón

áe--'la- ir}'aginación c1'eadora de un espilitu poderoso'

"-a4", * óios. l,a expericncia sensopercepiual es (se-nsu

ít'i"it, ui-po."""t) comunión cle las alrnas finitas con el Dios

lt"á¿Jt ári" r't" "teado

el rnundo cxtcrno r'a contunión de 1as

"it""r-il"tt-t cntrc si c:ltá mpdiid'r po¡ cstc Lermino común:

cl Íllrr'\do e.\tel llo s(nsiblrr (n que Dios oxlrres¡ sll ruleIILu

infinito y su volurll,ad ¿bsoluta'son proposiciones que }'Io podían menos clue jusl'lficar

nl orte¡*-to-á"r jovcn Bórlreley: Et matcrialisluo se trae por

ior-u,t"fo" en el acto mismo en que se prueba la existcnci¿ de

ñio"," i'o'l.,r.,in,ot cn Dios. xlnamos en Dio' l¿s oblcs de su

salriclririr csLáu inlne.li!lr)llc¡rte .t Ia vistr'

Dcsgraciadamente no era éstc el pnnto en que el proceso

,l"d;;;i;; debía cletcnerse. Porque ¿qué significa ln relación

ir.rJr.¿¡.1" dcl cipi,it,rt lir'tito per'(i¡ietrlc con cl ctpiri[u infi-

niiá-"t"tOotl ¿Qt¡é sigr'liljcl el caróct'r 'público' del lnundo

;";t;;;i;;"";;s quJ presunlarnos sob'-e la lelacióu enrre

i.iii,p".io,i I r;tt¡i¿o cuairao dos espírilus finitos perciben

áreo -;i;".ot"*""te

idéntico. Tenemos que preguntarnos so-

;;:, "-tff f;;" de conunión v si no es una cosa universal

ia "u"¡tto'misna

en llluchos'como ocurrida con el conte-

nlio cre tooa sensación Tenchiamos que preguntarnos so-

il't"i" "i,i" cie Dios que nuuc¿ cluerme o -si ustedes p1..efie-

l"i-,.i"tror" sttoria. lenririarnos quc pI¡'guntalnos sobjc la

,ii""i¿" "ntt" cl homblc y Dios suiclos rigurosanentc qe

;;;;;;;;p;.iencia. ¿cómo debemos ertendcr esta "dua-

iiil¿ ^

""p*iÁ.i"itl misma", cómo no induce Dios su pcrfec-

"iii..""- "1i" rot*" de cornrrnicación, cómo no está Dios espar-

;ñ;;;;-;i mundo, con tocla l¿ caniidad de implicaclones

que horrorizarÍan a Berkeley?'-- ui ""t

de Ias cosas consiste en su ser percibidas-' - No hay

**l.tiiaoá que la cubierta por el binomio pe1-cibir-perci-

;iñ. - il aquí clos hemisferios que l-lacen el iuego- de una

oi"ti""io" ¡á"i"" en l¿r, doct]ina beikeleyana Bastárale (como

"i"e;;;" ""t"" en el caso de la abstracción) con examinar

coii ma" cuiOu¿o la forma como se relacionan en la percep-

"ii".-"r i'",.irri, y cl pcrcibiclo prra que relloccdicrij' dcl

"tJ". 'cuii*o'

un desl,itrctor dc antitcsis tertnina como ln-

X""uá r""^i dc un¿ disljnción quc csquemat'iza abstrxctl-

Page 29: Hegel Triunfo y Fracaso & Sobre Berkeley

mente l& experiencl¿. Nos dice quc todo depende de los prin-clpios; pero anda descuidado de los suyos, Se escandaliza conlas contradicciores y paradojas; y no tiene iantos escrúpulosdo meter en el melcado filosó_tico otr-a bue¡1a docena.

Sin er¡rbargo, no podernos desconooer. I!! hcrmos& tareacr)rnpllda pot esl,e polemista cn el campo del pensámlentor...relalísico y cier-Itilico. Incineró llara siempre uDa buenacantidad de f¿¡lsa probleinática, liquidó ln distinción pli-malio-secundario, puso en luga a los niaterialistas antedi-luvianos, enseiló audacio a las generaciones idealist&s quelo suceclicrou. También. dictó a Llume una lección Jecr¡ndade rigor empirista, d€str.uyó la doctrina tradicio¡ral de lavisión, En sus concepciones ¡obre el espacio y el tiempo pudollegal rnás lcjos que Kant. No hizo poco, en verdacl,

Y qrricro i'erminar. findiérrdole r11i reconocinriento,por-que fue mi prirner n1aesho, un hor¡rbie que ure co,utivó enmis años primeros, sobr.e todo por, Ia ctar.idad y la fuerza delargumento y la ¿Ludacia de Ia conceDción.

1,,t,':l j i[.t--/, i1,,.,Itt--ll,li:íij.rr 1,r /-l I Illrl

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