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RESUMEN Tras hacer una catalogación de heroínas griegas en diferentes situaciones ya como víctimas pasivas, ya como mujeres rebeldes y activas, este trabajo se centra en estas últimas, tomando como ejemplo a las más representativas: Medea y Clitemestra (y su hija Electra). Tratamos principalmente de su rela- ción y su confrontación con el hombre (el esposo respectivo), cuya personalidad es más floja y nega- tiva, y, en especial, de la comparación entre las historias de Medea y de Clitemestra, con analogías y sobre todo rasgos en oposición. PALABRAS CLAVE Mujeres, Mitología, Hombre / mujer, Violencia y mujer, Mujeres víctimas, Mujeres rebeldes, Medea, Cli- temestra, Mito de Medea y mito de Clitemestra, Tragedia griega, Eurípides, Esquilo. ABSTRACT After listing greek heroines in different positions either as passive victims or as rebel and active women, this paper focuses on the latter and takes the most representative of them –Medea and Clytemnestra (and her daugther Electra)– as an exemple. We talk about their relation and confronta- tion with the respective husband, whose personality is weaker and more negative than hers, and spe- cially about the comparison between Medea’s story and Clytemnestra`s, with analogies and mainly contrasts. KEY WORDS Women, Mythology, Man /woman, Violence and woman, Victim women, Rebel women, Medea, Clytem- nestra, Medea’s myth and Clytemnestra`s myth, Greek tragedy, Euripides, Aeschylus. 63 CFC (G): Estudios griegos e indoeuropeos 2005, 15 63-93 ISSN: 1131-9070 Mujeres terribles (Heroínas de la mitología griega I) * Alicia ESTEBAN SANTOS Departamento de Filología Griega y Lingüística Indoeuropea - Universidad Complutense * Recojo aquí el texto de la conferencia «Mujeres terribles en la mitología», que impartí en el XI Seminario de Arqueología Clásica «Iconografía del Mundo Clásico» (dirigido por la Dra. Pilar González Serrano, Dpto. de CC. y TT. Historiográficas, UCM) el 3 de diciembre de 2003, al que se añadía comentario de las fuentes literarias e ico- nográficas (siendo ahora incluidas sólo algunas de estas últimas y únicamente como mera ilustración).

Heroinas de la mitología griega

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Mujeres dolientes. Heroínas de la Mitología griega.

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  • RESUMENTras hacer una catalogacin de heronas griegas en diferentes situaciones ya como vctimas pasivas,ya como mujeres rebeldes y activas, este trabajo se centra en estas ltimas, tomando como ejemplo alas ms representativas: Medea y Clitemestra (y su hija Electra). Tratamos principalmente de su rela-cin y su confrontacin con el hombre (el esposo respectivo), cuya personalidad es ms floja y nega-tiva, y, en especial, de la comparacin entre las historias de Medea y de Clitemestra, con analogas ysobre todo rasgos en oposicin.

    PALABRAS CLAVE

    Mujeres, Mitologa, Hombre / mujer, Violencia y mujer, Mujeres vctimas, Mujeres rebeldes, Medea, Cli-temestra, Mito de Medea y mito de Clitemestra, Tragedia griega, Eurpides, Esquilo.

    ABSTRACTAfter listing greek heroines in different positions either as passive victims or as rebel and activewomen, this paper focuses on the latter and takes the most representative of them Medea andClytemnestra (and her daugther Electra) as an exemple. We talk about their relation and confronta-tion with the respective husband, whose personality is weaker and more negative than hers, and spe-cially about the comparison between Medeas story and Clytemnestra`s, with analogies and mainlycontrasts.

    KEY WORDS

    Women, Mythology, Man /woman, Violence and woman, Victim women, Rebel women, Medea, Clytem-nestra, Medeas myth and Clytemnestra`s myth, Greek tragedy, Euripides, Aeschylus.

    63CFC (G): Estudios griegos e indoeuropeos2005, 15 63-93

    ISSN: 1131-9070

    Mujeres terribles

    (Heronas de la mitologa griega I)*

    Alicia ESTEBAN SANTOS

    Departamento de Filologa Griega y Lingstica Indoeuropea - Universidad Complutense

    * Recojo aqu el texto de la conferencia Mujeres terribles en la mitologa, que impart en el XI Seminario deArqueologa Clsica Iconografa del Mundo Clsico (dirigido por la Dra. Pilar Gonzlez Serrano, Dpto. de CC. yTT. Historiogrficas, UCM) el 3 de diciembre de 2003, al que se aada comentario de las fuentes literarias e ico-nogrficas (siendo ahora incluidas slo algunas de estas ltimas y nicamente como mera ilustracin).

  • 1. INTRODUCCIN

    Este trabajo es parte de un estudio pormenorizado sobre las heronas del mito griego,en especial analizadas desde la visin que de ellas nos ofrece la tragedia1 (las obras deEurpides fundamentalmente) y la pica (la Ilada ms en particular).

    A lo largo del estudio completo se irn examinando los personajes femeninos desdedistintas perspectivas: una primera, respecto a su relacin familiar2; otra, respecto a susituacin en la guerra3, a las que se pueden sumar otras diversas4. Pero ahora me voy acentrar en la perspectiva en la que las mujeres son consideradas como vctimas pasivas oen oposicin como fuertes, rebeldes y activas (las que voy a llamar mujeres terri-bles), para profundizar en estas ltimas, tomando como ejemplo a las dos (o mejordicho, tres) ms representativas: Medea y Clitemestra (y Electra). Y nos ocuparemos noslo de ellas en s mismas, sino an con mayor nfasis de sus historias y de la estruc-turacin y los puntos anlogos de stas.

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    1 Las mujeres parecen haber dominado la escena trgica, tanto cualitativa como cuantitativamente segnexpresin de des Bouvrie (1990: 314). Acerca de los personajes femeninos del mito griego existen numerosostrabajos particularmente en los ltimos aos, muchos de ellos centrados en la tragedia, como los de des Bou-vrie (1990) que da amplia bibliografa y comentario (24ss.) sobre el estado de la investigacin y se refiere tam-bin a la relacin de la mujer de la tragedia con la de la realidad, Rabinowitz (1993), Rehm (1994), Foley (2001)asimismo con importante comentario del estado de la cuestin (6ss.), etc.

    2 Siendo catalogadas como madres (buenas / malas) / hijas / esposas (fieles / infieles) / hermanas /nodrizas incluso u otras servidoras de especial relevancia. Esta catalogacin resulta bastante obvia y prioritaria,por el papel que juega fundamentalmente la mujer no slo en el mito sino por supuesto en la historia, en larealidad: la mayora de las mujeres no tienen relevancia por s mismas sino en funcin de la familia y del hom-bre, en relacin al cual ellas son primero hijas de... (y tambin hermanas de...), despus por lo general,esposas de... y, por ltimo, madres de.... Incluso personajes como Medea que tambin por s mismatiene inmenso relieve, como hechicera y sabia y como sacerdotisa de Hcate, etc. su significacin esencial esten el papel de esposa (la amante y fiel esposa de Jasn) y de madre (la madre asesina), e incluso de hija en la pri-mera etapa de su historia (la hija traidora). De manera que, aunque en muchas pueda haber otros rasgos y fun-ciones importantes (as, Medea, como auxiliadora del hroe sin cuya ayuda no se podra realizar la empresa), lascumplen dentro del marco esencial de su condicin familiar (en este ejemplo, Medea como hija del rey del pasal que acude el extranjero, el hroe necesitado de ayuda del que ella se enamora). En otras su situacin familiares la ms relevante dentro de su propio papel en el mito: como Hcuba, madre amorosa y doliente en prctica-mente todas sus apariciones mticas, literarias e incluso iconogrficas, o como Andrmaca, mujer virtuosa pro-totpica, esposa y madre. Otras cuya participacin es ms activa o esencial y dan con ella lugar al mito en s, lohacen precisamente con motivo de su condicin familiar, como Helena, que origina todo lo que origina por serla esposa de Menelao, y Clitemestra por ser la de Agamenn y la madre de Ifigenia; o Electra, hija por esencia(buena, vengadora de su querido padre / mala, asesina de su odiada madre) y tambin modelo de hermanasabnegadas y unidas fielmente al hermano, como por encima de todas las hermanas lo es Antgona, etc.

    3 Limitando aqu el examen a una situacin ms concreta, la de la guerra, fundamentalmente la de Troya, quepor ser de crucial importancia merece un apartado especial (y a cuyo estudio dedico en otros trabajos particularatencin). En ella se pueden establecer interesantes y diversas anttesis: por un lado, en lo que respecta a lasituacin de las esposas legtimas (de uno u otro bando, fieles o infieles); por otro, a la situacin de las mujeresdel pueblo vencido, antes princesas y ahora cautivas y concubinas las jvenes de los hombres vencedores.

    4 Por ejemplo, es muy interesante la del poder: al que la mujer se encuentra sometida o bien el que ella osten-ta de alguna manera. Bajo este ltimo aspecto, el de la mujer con poder sobre todo como transmisora de l y dela soberana de un reino Wulff (1997: 143ss. y passim) examina a muchas de las heronas griegas.

  • Mujeres vctimas, mujeres terribles:

    1. MUJERES VCTIMAS1.1. En la guerra:

    1.1.1. Cautivas, concubinas: Hesone (de Telamn),Tecmesa (de Ayante), Briseida (de Aquiles), Criseida(de Agamenn), Casandra*5 (de Agamenn), Andrmaca* (deNeoptlemo),Yole (de Heracles)

    1.1.2. Ejecutadas, sacrificadas:Ifigenia, Polxena,Macaria, Hijas de Erecteo, Antgona

    1.1.3. Daadas intensamente:Casandra* (violada),Andrmaca* (hijo asesinado), Hcuba* (familia asesina-da)

    1.2. En la vida familiar y amorosa1.2.1.a. Por acoso sexual de un dios:Smele, Io, Dnae*, Antope*, Alcmena*, etc. (de Zeus), lope*, Melanipa*,Tiro, etc. (de Posidn), Dafne, Casandra*, Creusa*, etc. (de Apolo)

    1.2.1.b. Por acoso sexual de un mortal:Dnae* (de Polidectes), Helena (de Teoclmeno), Eurdice (de Aristeo), Filo-mela* (de Tereo), Auge* (de Heracles)

    1.2.2. Por abandono o injusticia del esposo o amante:Alcestis, Deyanira, Medea*, Clitemestra*, Procne*, Enone, Ariadna*

    1.2.3.Por tirana e intolerancia del padre:Dnae*, Melanipa*, Antope*, lope*, Cnace, Auge*

    Etc.

    2. MUJERES TERRIBLES2. 1. Mujeres prfidas o traidoras

    2.1.1. Madrastras perversas:Ino (de Frixo y Hele), Hipodama (de Crisipo), Sidero (de Tiro), (Dirce) (deAntope), Hermone (del hijo de Andrmaca y Neoptlemo), Medea* (deTeseo), (Creusa)* (de In, su hijo en verdad).

    2.1.2.(Madrastras) enamoradas y calumniadoras:Fedra (de Hiplito), Estenebea (de Belerofontes), Astidama (de Peleo)

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    5 Los personajes sealados con * son relevantes en ms de una categora.

  • 2.1.3. Hijas traidoras:Escila (hija de Niso, por amor a Minos), Cometo (hija de Pterelao, por amor aAnfitrin), Ariadna* (hija de Minos, por amor a Teseo), Medea* (hija de Eetes,por amor a Jasn), Hipodama* (hija de Enmao, por amor a Plope)

    2.1.4. Esposas o madres codiciosas:Erifile, Calrroe, Astoque, (Procris)

    2. 2. Mujeres fuertes y rebeldes2.2.1. Mujeres varoniles:Amazonas (Pentesilea, Hiplita, Melanipa o Antope), Atalanta

    2.2.2. Mujeres justicieras y vengativas:Danaides, Mujeres lemnias (Hipsipila, etc.), Medea*, Clitemestra*, Electra,Hcuba*, Alcmena*, Procne* y Filomela*, Altea

    Etc.

    Mujeres vctimas, hombres terribles

    1. Pasivas

    Si examinamos los personajes femeninos de la mitologa a las mujeres mortales, lasheronas vemos que son en gran medida vctimas6 (cf. Cuadro 1) de la brutalidad delhombre, o bien, simplemente, de su egosmo, de su traicin, de su frialdad. Por ejemplo,en las circunstancias extremas que suponen la guerra y sus horrorosas consecuencias: lavirgen sacerdotisa de Apolo, Casandra, violada por uno de los griegos y llevada como con-cubina por otro (Fig.3); la doncella Polxena inmolada en la tumba de Aquiles (Fig.5);Andrmaca, viuda de Hctor, igualmente llevada como concubina y asistiendo al asesi-nato de su niito (Fig.4). Todas stas, mujeres troyanas en el despus de la guerra. O, enlos inicios de la misma guerra de Troya, la doncella Ifigenia, griega, sacrificada en el altarde la diosa rtemis7 (Fig.1). O, en el contexto de otra guerra, la de Tebas, la doncella Ant-gona, condenada a muerte por su propio to, el rey, por oponerse a sus mandatos impos.O situacin comn y reiterada a lo largo de cualquier guerra todas las mujeres arran-cadas de su hogares, llevadas como botn por el mismo enemigo que ha arrasado su patria

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    6 En palabras de Moreau (1994-5 b: 153), en la mitologa como en la sociedad los hombres tienen un podersuperior al de la mujer, cuyo papel en general es el de vctimas.

    7 Sacrificio del que despus hablaremos. Sobre ste y otros similares (en especial tratados en las tragedias deEurpides), entre otros trabajos vanse los comentarios (con ms bibliografa) de Alion (1983: I 95ss. y II113ss.), Loraux (1985: 31ss. y 76ss.), Foley (1985: 65ss.), Wilkins (1990). Ms recientemente, Henrichs(2000:178 especialmente).

  • y ha asesinado a su familia: ahora esclavas y concubinas las que antes fueron prince-sas...Ya mencionamos a Casandra y a Andrmaca. Aadamos otras menos clebres, por-que su historia se limita a ese dato, a ser mera cautiva de...: Hesone, otra troyana, de unageneracin anterior, llevada por Telamn; Tecmesa, princesa frigia de un pueblo aliadode los troyanos, capturada por Ayante, hijo de Telamn; Briseida otra hija de rey o desacerdote aliado de los troyanos llevada por Aquiles y despus por Agamenn (Fig.2),como tambin Criseida, por Agamenn; Yole, princesa de Acalia, cautiva de Heracles8.

    Y, ya en diferentes circunstancias, nos encontramos con toda una serie de mujeres quede una manera u otra sufren un trato injusto por parte de los personajes masculinos, fun-damentalmente con motivo del amor. As, las mujeres acosadas sexualmente, perseguidasy tomadas ms o menos a la fuerza por un dios, de las que hay un extenso catlogo, y entrelas que muchas sufren por ello graves perjuicios. Como Smele, a quien ser amante deZeus le ocasion la muerte, por los celos y la saa de Hera; celos que tambin se volcaroncontra Io, metamorfoseada por la diosa en vaca y atormentada por un tbano. O Dnae,otra de las amadas de Zeus, vctima por ello de la crueldad de su padre, como Antope delsuyo, y asimismo alguna de las amadas de Posidn, como, principalmente, lope y Mela-nipa. Todos stos, casos en los que la mujer es tiranizada y maltratada por un oponentemasculino por partida doble: por el agresor sexual y por el padre desptico e intolerante.O como Dafne, metamorfoseada en laurel, nico medio para lograr escapar a la persecu-cin amorosa de Apolo. O como la propia Casandra, que por rechazar tambin a Apolofue castigada por l a no ser creda en sus vaticinios. O como Creusa, violada por este diosy madre desgraciada. Etc. Otras son objeto de asalto por parte de un mortal, como Filo-mela, violada y mutilada por Tereo; o como Dnae, acosada por el rey Polidectes, en cuyatierra se ha refugiado con su hijo, en caso similar al de Helena (segn la versin de Eur-pides), acosada por Teoclmeno, rey de Egipto, a quien ella ha sido confiada durante laguerra. O como Eurdice, que, perseguida por Aristeo el da de su propia boda con Orfeo,muri al huir de l por la mordedura de una serpiente. O Auge (de historia semejante a lade Dnae), a la que viol Heracles, provocando con ello el terrible castigo del padre.

    O, en el contexto de la vida cotidiana y familiar, pensemos en las esposas de maridosindignos de su amor y abnegacin, como principalmente Alcestis, que muere en lugar deAdmeto, y l lo consiente. O, en una situacin ms habitual y cercana a la realidad desiempre, las mujeres a las que deja el esposo por otra ms joven, o ms bella, como Deya-nira con respecto a Heracles y Medea con Jasn9; y tambin Enone, primera esposa de

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    8 Un reciente comentario sobre las concubinas de la tragedia, en Foley (2001: 87ss.)9 Pero reaccionando ambas heronas ante ello de muy distinta manera, segn sus diversos caracteres: Deya-

    nira es el estereotipo de mujer sumisa, mientras que Medea es el reverso de ese estereotipo, como indica Barlow(1989: 158ss.), que compara a Deyanira con Andrmaca y la contrasta sobre todo con Clitemestra, por la distin-ta manera de recibir una y otra al esposo y a la concubina (p. 170, n.1). Sin embargo, tanto Deyanira sin inten-cin como Medea y Clitemestra causan al fin desastres semejantes y terrible dao al esposo.

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    Paris. O las jvenes enamoradas, que a menudo tras haberle ayudado con todos susmedios son finalmente abandonadas por su amante, como Ariadna por Teseo y Escila porMinos, llegando alguna incluso a ser ejecutada por l, como Cometo por Anfitrin. O lasque sufren la brutalidad de sus esposos no sobre s mismas sino sobre sus seres queridos,como Clitemestra (a quien Agamenn le mata la hija) o Procne (cuya hermana ha sido sal-vajemente agredida por Tereo). Brutalidad que otras veces procede del padre: como los deDnae, Antope, lope, Melanipa y Auge segn antes comentamos, que las castigaroncon la mayor dureza, con su muerte o al menos con el intento, por su relacin sexual ile-gtima10 (aunque en el caso de Dnae y Auge a las que ya antes haban tratado cruelmen-te ms por miedo al hijo concebido por ellas), al igual que el de Cnace. Etc., etc.

    As pues, por lo general, en relacin al asunto amoroso, los personajes masculinos o semueven ms bien por la lujuria (persiguiendo y forzando incluso en muchas ocasiones alas mujeres deseadas) o, a la inversa, ignoran o echan de su lado con frecuencia traicio-neramente a la mujer que les ama. O bien, en todo caso, en su egosmo hacen prevale-cer sus propios intereses por encima de todo sin importarles el dao que a ellas les cau-san. Por otra parte, no pocos son tirnicos e intolerantes y abusan de su poder.

    2. Activas

    Pero, frente a sas, numerossimas, otras mujeres ya no son meramente pasivas, vc-timas llorosas que se limitan al lamento o al suicidio. Otras son mujeres de armas tomar(en todo el sentido literal de la frase); son mujeres rebeldes, reivindicativas, que protes-tan por las injusticias de que son objeto y por la desigualdad con que son tratadas porcausa de su sexo. No se dejan pisotear y ellas mismas se toman la justicia por su mano.Mujeres sangrientas, son ellas y no ellos las artfices de la muerte11. Y nos extra-a demasiado, despus de todo lo que antes hemos visto? Nos extraa que de cuando encuando nazca alguna con ms empuje y sangre fra, con espritu de leona (con espri-tu varonil, se dice de ella entonces), que se alce indignada y diga Aqu estoy yo, yque vengue su propio ultraje y, de paso, a todas las de su sexo?

    Pero antes de centrarnos en sas en particular y, ms en concreto, en las heronas queson ejemplo de justicieras, vamos ahora a hacer un esbozo de las principales catego-ras quizs, en mi opinin, de mujeres terribles (cf. Cuadro 2), al igual que acabamos de

    10 Cf. el comentario de Seaford (1990: 159ss.) sobre algunas de estas heronas (tratadas por Eurpides en tra-gedias perdidas), en relacin a los diversos conflictos que puede haber entre el hombre y la familia natal de lamujer, en los que se ven implicadas numerosas heronas adems de stas (como Medea, aunque de manera dife-rente) . Cf. Nota 27.

    11 En cualquier caso, observemos que con la mayor frecuencia se establece una relacin muy estrecha (enespecial reflejada en la tragedia) entre la mujer y la muerte en todas sus diversas posibilidades: ya como vctima,ya como ejecutora, ya en una situacin mixta, doble como autora de su propia muerte, porque se suicida o seofrece voluntaria al sacrificio. Cf. Esteban Santos (1998: 117).

  • esbozar previamente una especie de catalogacin de las mujeres vctimas, segn losmotivos que se repiten en las diversas historias. Aunque slo presento algunos de losejemplos ms representativos, y no pretendo de ninguna manera que sea de formaexhaustiva, ni en un caso ni en el otro.

    Existen mujeres realmente prfidas o traidoras, casi siempre motivadas por el amor,por los celos, por el despecho:1. Madrastras perversas: como Ino, que intent asesinar a sus hijastros, Frixo y Hele,

    igual que Hipodama a su hijastro Crisipo, hijo de Plope. Tambin Sidero es otramadrastra cruel, la de Tiro (una de las amadas de Posidn), y en una historia seme-jante, Dirce aunque no exactamente madrastra, sino esposa del to de la vctima conrespecto a Antope, amada de Zeus. En cuanto a Hermone, no slo pretende asesinaral hijo de su esposo, sino tambin a la madre del nio, Andrmaca. Tambin Medea,en una nueva etapa de su historia, casada con Egeo en Atenas, es una madrastra mal-vada que intenta matar a Teseo. Y Creusa (en el In de Eurpides), a su propio hijo, alcreerlo hijo no de ella sino de su esposo. Todas stas son sin paliativos ni disculpas elcolmo de la maldad, al ensaarse con nios o jvenes inocentes, y pertenecen a untipo afn al que tan bien conocemos de los cuentos populares (Blancanieves, Ceni-cienta). Aunque la causa tambin suele provenir del amor: amor al esposo, lo que pro-voca celos de ellos, o bien amor a sus propios hijos, que se ven perjudicados por elhijastro, sobre todo al ser ste dueo de la herencia del padre.

    2. (Madrastras) enamoradas y calumniadoras (las del llamado motivo de la mujer dePutifar, por el personaje bblico), como principalmente Fedra, enamorada de suhijastro Hiplito, al que acusa ante el esposo, Teseo, de haberla seducido, cuando a lainversa la haba rechazado. U otros casos similares, aunque ya no sean exactamentemadrastras, sino esposas de un rey protector del joven: Estenebea (o Antea), enamo-rada de Belerofontes, a quien su esposo, Preto, haba acogido y ayudado; o asimismorespecto a Astidama, esposa de Acasto, enamorada de Peleo. stas vuelcan su furortambin sobre el hijastro; pero ocurre al contrario que en el caso anterior, en que sen-tan odio y celos hacia l a causa del amor a su esposo, el padre. Ahora olvidan al espo-so por amor hacia l, y si le daan es despechadas por su rechazo.

    3. Hijas traidoras: ayudan al extranjero, enamoradas de l, traicionando a su padre hastael extremo de ocasionar su muerte. Ya hablaremos de Escila y de Cometo. TambinHipodama, que segn una de las versiones provoca la muerte de su padre, Enmao,por amor a Plope. Y sin llegar a la muerte del padre Ariadna, enamorada de Teseo,y Medea, de Jasn. Pero stas ocasionan, sin embargo, la muerte del hermano: Ariad-na, la del monstruoso y sanguinario Minotauro hijo de Pasifae, como ella, y Medea,la de su joven hermano Apsirto (y la de su padre segn una versin).

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  • 4. Esposas o madres codiciosas: mujeres cuyas acciones reprobables se deben ya a razo-nes materiales. Erifile se deja sobornar por la posesin del collar de Harmona y pro-voca con ello la muerte de su esposo, Anfiarao, y despus casi la de su hijo Alcmen,ahora por el velo de Harmona. La historia an sigue con la repeticin del motivo fun-damental, porque Alcmen (que, a semejanza de Orestes, se veng matando a lamadre) muere a su vez a causa del collar y del velo y por culpa de su esposa, Calrroe,que los desea. Muy similar es el caso de Astoque, que ocasiona la muerte de su hijo,Eurpilo, envindole a la guerra como aliado de los troyanos, que la sobornaron con lavid de oro que Zeus haba regalado a Ganimedes (otro objeto divino funesto). Y Pro-cris, esposa de Cfalo, le es infiel con un hombre que le ofrece una corona de oro.

    Otras son mujeres fuertes y rebeldes:1. Mujeres varoniles12: con un gnero de vida y comportamiento a semejanza del hom-

    bre. De este tipo son las guerreras Amazonas (como Pentesilea, a quien dio muerteAquiles al enfrentarse con ella luchando en la Guerra de Troya; etc.), y Atalanta, que,en vez de a la guerra, se dedicaba al deporte: cazadora, ejercitada en la lucha y en lacarrera, competa en sta con sus pretendientes y los mataba una vez derrotados.

    2. Mujeres justicieras y vengativas: con ellas hemos llegado al tipo especfico que queratratar con ms detenimiento. Son las que se alzan asesinas contra quien les ha hechoprofundo agravio e injusticia, contra el varn13 casi siempre. Como las 50 Danaides,que, acosadas por sus 50 primos, los hijos de Egipto, los mataron en la noche de bodasa instancias de su padre, Dnao (todas, excepto Hipermestra, que perdon la vida a sumarido, Linceo). O en caso bastante anlogo las mujeres Lemnias, que, agraviadaspor ellos, mataron a todos los hombres de la isla (excepto Hipspile, que salv a supadre). Tambin las hermanas Procne y Filomela, que, para vengar la terrible agresindel marido de Procne, Tereo que haba violado, cortado la lengua y encerrado a Filo-mela, mataron al pequeo Itis, hijo de la propia Procne y de Tereo. Y las ancianasAlcmena y Hcuba, que en sendas tragedias de Eurpides (Heraclidas y Hcuba) casti-gan con saa a los que han daado injustamente a su familia14.

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    12 Acerca de la femme virile, cf. Moreau (1994-5 a: 143ss.), que incluye en esta categora a Danaides, Lem-nias, Bacantes, Amazonas, Medea, Clitemestra y Atalanta.

    13 Alion (1983: II 318ss.), hablando de las grandes criminales, las malas mujeres tan numerosas enEurpides destaca que si son capaces de los actos ms horribles es llevadas a tales extremos por la desespera-cin a que las ha reducido el egosmo y la crueldad de los hombres

    14 Alion (1983: II 300ss.) considera a estas madres vengadoras de Eurpides inspiradas en la Clitemestrade Esquilo, al igual que Medea, y las agrupa entre las grandes criminales. Tambin Segal (1996: 18-9) comparala actitud de Hcuba y de Medea en la respectivas tragedias de Eurpides que cree pertenecientes a la mismadcada, transformndose ambas al final de la obra en monstruos. Por otra parte, Loraux (1990: 75s.) entre lasmadres posedas de colres noires (67-85) habla de la Hcuba de Eurpides como ejemplo de madre cuyodolor se convierte en clera ante el asesinato injusto del hijo, en lo que es comparable a Clitemestra.

  • Otras, en fin, heronas muy conocidas, son Medea y Clitemestra (y tambin su hija Elec-tra), a las que vamos a dedicar nuestra atencin desde ahora. Lo merecen por varios moti-vos: 1.) Por el gran inters de la personalidad de las propias heronas, con algunos rasgosen comn15. 2.) Porque son ambas, adems, heronas trgicas por excelencia, que apare-cen magnficamente retratadas en las diversas obras literarias dedicadas a ellas (as comotambin en las representaciones artsticas). 3.) Por el inters asimismo de sus apasionan-tes historias, largas y complicadas, en relacin las dos con un hroe y un ciclo de leyendasmuy importantes. 4.) Por cierta analoga con paralelos y fundamentalmente contraposi-ciones que existe tambin en ciertos puntos esenciales del contenido y en la estructura-cin de estas dos historias, muy claramente ternaria, en especial en el mito de Clitemestra.

    De ellas mismas, de su personalidad desbordante, objeto de tan numerosos y variadoscomentarios, no pretendo poder ahora decir algo nuevo, sin haber llegado a profundizardemasiado en ello en este estudio. Pero de sus historias y de la confrontacin entreambas quizs logremos alguna observacin de inters.

    2. MEDEA

    De Medea en especial hay tanto que decir que resulta difcil limitar-se a pocas palabras16. Puesta como ejemplo para nuestro tema,quin ms terrible que ella? Quin ms brutal y asesina? Pero susatrocidades (sin excusa, desde luego) las comete por motivos de sen-timiento. Por amor... todo por amor. Y la cuestin a plantearse si sebusca al ltimo culpable es quin es ms asesino en realidad; si loes Jasn ms que Medea, aunque l no empue personalmente encada crimen el arma homicida.La historia de amor y desamor entre Medea y Jasn es larga y com-pleja. Se puede dividir en tres fases17:

    1. fase: En la ClquideEsta parte, como la siguiente (el viaje de regreso), es narrada deta-lladamente por Apolonio de Rodas en su poema Las Argonuticas.

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    15 Adems, Eurpides para su Medea se ha inspirado al parecer en la Clitemestra de Esquilo. Cf. Alion (1983:II 267)

    16 Muchsimos son los estudios sobre este personaje y analizado desde distintas perspectivas, y ms en losltimos aos. Por ejemplo, se le dedican numerosos libros colectivos y Coloquios: las Actas de Coloquio (sobreMedea en el drama antiguo y moderno) editadas por da Rocha Pereira en 1991, el volumen de Pallas (Actas deColoquio sobre Medea y la violencia) de 1996, los volmenes editados por Clauss y Johnston (1997), por Gentiliy Perusino (2000).

    17 Me refiero slo a la parte de la historia en comn con Jasn, que es la que ahora nos interesa. La historia deella se prolonga despus con otros sucesos importantes, con lo que se establece una simetra en contraposicincon la historia de Jasn, que tena una parte precedente de gran relevancia: 1. Historia anterior de Jasn. 2. His-

    FIG. A. Medea con suindumentariaoriental y la caja desus pcimas. Crate-ra con volutas ticade f. r. Ca. 400 a. C.Ruvo di Puglia,Museo Jatta J 1501.

  • Anteriormente aparte de obras perdidas y breves menciones sobre el tema18 contamoscon otra fuente importante del mito, con la Ptica IV de Pndaro, y, por supuesto, con latragedia Medea de Eurpides, en la que se alude (sobre todo en el prlogo, en sucintorelato19) a las primeras fases de la historia, aunque se centre ya en la ltima. Recordemoslos datos esenciales: Jasn, al mando de la expedicin de los Argonautas, tras larga y azarosa travesa en la

    nave Argo (que constituira otra parte ms, pero slo concerniente a Jasn, antes de suencuentro con Medea) llega a la lejana Clquide. All est la patria de Medea, hija delrey Eetes. Ella es una maga (Fig. A), sacerdotisa de Hcate, y, aunque tenga caracters-ticas casi divinas y milagrosas, por otra parte es muy humana, muy mujer.

    Jasn va al palacio del rey Eetes para pedirle el Vellocino de oro, y all es visto porMedea, que herida por una flecha del dios Eros se enamora inmediatamente de l.

    Como el rey impone una prueba irrealizable para acceder a entregar el Vellocino a losArgonautas, Medea, tras angustiosas vacilaciones (genialmente reflejadas en el relatode Apolonio), decide traicionar a su padre y ayudar a Jasn con sus artes mgicas, sinlas cuales no sera posible lograrlo. As, gracias a ella, l consigue superar la prueba.

    Pero Eetes, faltando a su palabra, no est dispuesto a entregarles el Vellocino, e inten-ta adems matarlos. Medea entonces resuelve ya abandonarlo todo para auxiliar a Jasny marchar con l. Se concluye con la captura del Vellocino, de nuevo gracias a Medea,que duerme con sus encantamientos al dragn guardin del preciado objeto (Fig. 6).

    Tras lo cual se dan a la fuga, emprendiendo el viaje de vuelta en la nave Argo, culmi-nando con el primero y quizs el ms salvaje de los asesinatos de Medea: el de su joveny querido hermano, Apsirto, al que adems descuartizan para arrojar sus pedazos almar y retrasar as al horrorizado padre20.

    2. fase: En el viaje de regreso Se suceden numerosas aventuras en el largo y accidentado periplo. Pero todas las difi-

    cultades y peligros se vencen por la constante intervencin de Medea, sabia en recur-sos y en hechiceras diversas: ungentos, pcimas, libaciones de sangre, ensalmos,conjuros, sortilegios, mal de ojo. Como en Creta contra el gigante Talo.

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    toria de Medea y Jasn. 3. Historia siguiente de Medea. La historia completa de Medea se ha dividido en 5 mite-mas principales, segn los distintos lugares a donde ella va trasladndose y son escenario de sus actos tremen-dos. Cf. Sztulman (1996: 128ss.)

    18 Como las Corintiacas de Eumelo de Corinto, etc. Para informacin sobre los antecedentes del tema, cf. Alion(1983: II 291ss.) y Mimoso-Ruiz (1988), que tambin recoge muchas de las versiones posteriores principales,hasta 1984. Asimismo Corti (1998) da referencias de versiones teatrales hasta las ltimas dcadas del s. XX..

    19 Pero muy sustancioso. En este importante prlogo se muestra la personalidad de la nodriza, que es a su vezla que mejor conoce a Medea y la nica capaz de prever sus acciones. Cf. Jouan (1996: 88ss.).

    20 Con ello Medea quema sus barcas, suprime cualquier posibilidad de volver atrs, rompiendo sin remi-sin los lazos con su familia, de la que ya nunca podr recibir proteccin. As queda sola y desamparada: ya ni-camente tiene a Jasn. Cf. Bremmer (1997:100).

  • Al fin llegan a Yolco (en Tesalia), la patria de Jasn. All reina Pelias, to del hroe, quele haba encomendado la misin imposible y suicida de traer el Vellocino deoro, a cambio del cual le devolvera el trono que a l en justicia le corresponde. Perotampoco este rey cumple su promesa. Muy al contrario, en el colmo de la traicin y laperfidia, ha aprovechado la ausencia de Jasn para asesinar vilmente a su familia.

    En consecuencia, Medea una vez ms acudiendo en ayuda de Jasn; una vez ms lle-gando por l a los mayores extremos de brutalidad se venga de manera espantosa:hace que las hijas del anciano Pelias despedacen a su propio padre21(Fig. 7); peroinducidas por el engao, creyendo que el fin no es la muerte de su padre, sino su reju-venecimiento. Porque antes haba logrado la maga con su artes que un carnero, pre-viamente descuartizado y hervido, saliera indemne y convertido en un corderito. Contal asesinato culmina esta 2. fase, y con la nueva huida de los sanguinarios y desdi-chados amantes.

    3 fase: En CorintoPara esta ltima parte, ningn testimonio mejor que la tragedia Medea de Eurpides:

    En su huida se refugian Medea y Jasn en Corinto, en donde son acogidos por el rey,Creonte, y en donde viven diez aos en paz.

    Pero... pasado ese tiempo, el rey ofrece al famoso hroe la mano de su hija (Glauce oCreusa). Jasn entonces abandona a Medea y a sus hijos para casarse con la joven, conla princesa. Adems, consiente que el rey destierre a Medea y a sus hijos... El panora-ma de esta mujer es desolador: ella lo haba ya perdido todo por l, y ahora tambin lepierde a l, objeto y sentido nico de su vida.

    Tras unos primeros momentos de desesperacin y postracin, Medea va planeandoastutamente su venganza, que la arrastrar, de nuevo, al asesinato: el ms sofisticado yespeluznante de los asesinatos, que ejecutar con saa y mano firme, aunque precedi-do de lgica y amarga indecisin22.

    La conclusin de todo es el colmo de los colmos: primero proporciona recurriendo asus hechiceras una muerte atroz a su rival y al padre. Por ltimo... mata ella misma a

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    21 Este episodio es uno de los ms representados por los pintores de vasos, y por ello ha sido estudiado amenudo desde la perspectiva iconogrfica. As Meyer (1980), Pralon (1996), haciendo ambos referencia a la tra-gedia perdida de Eurpides, Las Pelades. Cf. Sourvinou-Inwood (1997: 262ss.), con bibliografa, as como en elresto del trabajo centrado en el enfoque iconogrfico del tema de Medea nos proporciona tambin importan-te comentario y bibliografa acerca de otros episodios y cuestiones.

    22 Como se refleja maravillosamente en uno de los famosos monlogos de la Medea de Eurpides (vv.1021-80), en que se debate consigo misma, decidindose, arrepintindose alternativamente, sobre la idea de matar asus hijos. Foley (2001: 243ss.) en su comentario del pasaje y de las diversas interpretaciones propuestas diceque Medea no tiene en la obra oponentes efectivos sino ella misma. Por otra parte, esa venganza mltiple no sehalla planeada exactamente de antemano, sino que Medea la va perfilando segn se van desarrollando los acon-tecimientos. Cf. Cavallero (2003: 310s.).

  • sus propios hijos23(Fig. 8). El horrendo asesinato de sus hijos es para ella dolorossi-mo. Pero lo ve irremediable, segn los impulsos de su carcter fuerte y soberbio, ycomo nico medio de lavar su honra mancillada, lo que para ella est por encima detodo. Lo justifica adems como preferible a que los nios se vean expuestos a una cruelvenganza por parte de los corintios tras el regicidio. De modo que llega a ello cons-cientemente y no ofuscada su razn por la locura24. En cuanto a Jasn, le deja vivo,hundido en el ms negro abismo de desolacin: solo, sin hijos25 (ni los que tena niotros posibles, ya sin esposa), sin futuro, sin esperanza. Mientras ella, triunfadora encierto sentido, huye en el carro alado de su abuelo Helio.

    En RECAPITULACIN:Por una parte, respecto a la historia, se aprecia una gran concentracin de elementos

    fantsticos, fabulosos, mgicos, etc. caracterstico del gnero de aventuras y de hazaasmticas que son, adems, muchos de ellos motivos tpicos y repetidos. Observemosalgunos muy sealados, como muestra:

    Ya en el principio de la historia de Jasn: La llegada del hroe a su destino (a Yolco) y el encuentro con su antagonista (el rey,

    Pelias), que, para librarse de Jasn, le enva a una misin casi imposible. Ello cons-tituye un motivo tpico una prueba inicitica que encontramos en otros mitos(por ejemplo, en el de Perseo) y en los cuentos populares. Pero tambin en este mito,despus, se repite: de nuevo la llegada del hroe a su destino (la Clquide) y elencuentro con el otro antagonista (el rey, Eetes), que le impone pruebas casi irre-alizables. Otro enemigo traidor que slo pretende destruirle y de ningn modo cum-plir sus promesas.

    La organizacin de la expedicin: el reclutamiento de los ilustres hroes que participanen la aventura. Es paralelo al reclutamiento para la guerra de Troya, o para la de Tebas.

    El viaje de ida, como despus el de vuelta, cumplida ya la misin: largas y azarosastravesas por mar, plagadas de aventuras, de las que no faltan entre peligros sin fin

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    23 Esto el que Medea mate a sus hijos parece ser una innovacin de Eurpides, que no apareca en las fuen-tes anteriores. Cf. Alion (1983: II 291ss.).

    24 Sztulman (1996: 132-3) en su estudio sobre Medea con enfoque fundamentalmente psicolgico, como losde otros varios investigadores nos ofrece explicaciones desde la perspectiva psicopatolgica: como que ese cri-men supremo toma el valor de castigo, de sacrificio y expiacin cuando el rechazo de Jasn la hace ver que suscrmenes anteriores en ayuda de l resultan ya injustificables, y hace nacer en ella la culpabilidad; o tambin(134ss.) como la cristalizacin del fantasma inconsciente del asesinato de los hijos, latente en todo padre, segnhan mostrado los psicoanalistas. De modo que comenta Eurpides descifra con rara perspicacia los mecanis-mos arcaicos y primitivos de la psique humana.

    25 Para des Bouvrie (1990: 219ss.) el valor ms prominente en la tragedia de Eurpides es lo referente a losnios (lo que se pone de manifiesto por el gran nmero de veces en que los nios aparecen o son mencionados)o, con ms precisin, la continuacin de la lnea de descendencia, valor central en la sociedad ateniense.

  • tambin las amorosas, como en la isla de Lemnos. Anlogo al de la Odisea. Asimismose puede relacionar con los viajes de otros hroes: de Perseo, de Teseo, de Heracles, deEneas

    Tras la aparicin de Medea: El enamoramiento de Medea. Ahora el tema es el amor. Pero qu amor! Qu mujer!

    Ella ya desde ahora lo llena todo, y Jasn pasa a ser secundario, eclipsado, mero com-parsa, mero objeto de deseo de la verdadera herona. l, casi ya anti-hroe, y mssegn el tratamiento que le da Eurpides en su Medea al mostrarnos la segunda partedel mito.As pues, desde ahora, la protagonista es Medea. Y, en primer lugar, nos encontra-

    mos con el motivo del enamoramiento. ste es uno de los pasajes ms deliciosos detodo el poema de Apolonio: a Afrodita le encargan Hera y Atenea (protectoras de Jasn)que haga a su hijo Eros disparar sus flechas fatales al corazn de Medea (3, 280ss.). YaPndaro en su Ptica IV, al contarnos la aventura de los Argonautas, indica que el inten-so amor de Medea es provocado por las magias de Afrodita (vv. 214ss.). Y en la Medeade Eurpides Jasn rebate los reproches de Medea, con el mayor cinismo, argumen-tando que todos sus favores no se los debe a ella sino al amor, provocado en ella por laaccin de los dioses, Afrodita y Eros (vv. 526ss.). De modo que concuerdan las distin-tas fuentes.

    Y de ah de la herida de Eros todo lo que se origina: ese amor furibundo, irrefrena-ble, que hace a Medea esclava de su pasin. Por Jasn lo abandona todo, se arriesga a todoy es capaz de las mayores atrocidades, incluso destruyendo lo que ms quiere.Es claroejemplo de que los hombres son seres insignificantes, simples marionetas de los dioses.El amor, esa fuerza inmensa, es en realidad imbuido desde fuera, por accin divina. Otroejemplo evidente es el de Fedra, como bien muestra la tragedia Hiplito de Eurpides (lapropia Afrodita lo anuncia en el prlogo, vv. 27ss.). Y el de Paris y Helena, que se reflejaen el pasaje de Ilada 3, en que Afrodita infunde el amor y el deseo hacia Helena en elcorazn de Paris, y a sta la obliga a su vez a unirse a Paris (vv. 380ss.). La ayuda de Medea a Jasn para que logre superar las pruebas impuestas por su padre.

    De manera que, por un lado, tenemos el motivo de las artes mgicas (que ya aparecaen la Odisea 10 con respecto a Circe, ta de Medea); por otro, el de las proezas delhroe, y, por otro, el de la hija que traiciona al padre para ayudar al extranjero26 delque se enamora27. Motivo ste que encontramos en otros mitos griegos: principal-

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    26 Tambin hay ejemplos mticos de muchachas que ayudan al extranjero sin traicionar a sus padres, sino consu consentimiento. As Nausicaa. Clauss (1997) estudia el paralelo y seala el personaje de la Odisea como mode-lo del de Apolonio (p. 150).

    27 Medea (como las otras heronas anlogas: Ariadna, etc.), al tener que elegir entre su familia natal y su espo-so o futuro esposo, prefiere a ste hasta el extremo de romper todos los lazos familiares. En otros mitos, a la

  • mente el de Ariadna, que traiciona a Minos en auxilio de Teseo. Pero tambin en estalnea hay mitos ms extremos, en el sentido de que la traicin de la hija es mucho msgrave e imperdonable, ya que causa la muerte o derrota del padre ante el enemigoinvasor de su patria; mientras que es distinto el caso de Medea y de Ariadna, que, alayudar al extranjero, estn reparando la injusticia cometida por su padre. As, el mitode Escila (hija de Niso, rey de Mgara), la cual traiciona a su padre cortndole unmechn de cabello que le hace invencible, para ayudar a Minos precisamente quesitiaba su ciudad. O la historia de Cometo, muy semejante, pues enamorada del ene-migo, Anfitrin corta a su padre, Pterelao, rey de los telebeos, el cabello que le haceinmortal, por lo que ste muere y su pueblo es derrotado por Anfitrin. Y an es rei-terado el tema en su esquema esencial en otras leyendas de poca posterior. En todasla mujer es castigada28 con el abandono o rechazo del hombre amado, de manera mso menos brusca. As, Medea y Ariadna, aunque de momento parecen ser correspondi-das por l, que las lleva consigo en su retorno, a la larga son abandonadas. Escila esdirectamente rechazada por Minos, y, pretendiendo seguir su barco, se ahoga. Come-to es ejecutada por Anfitrin. As pues, cuanto mayor es la traicin al padre y a lapatria, ms duro es el castigo y el trato que recibe de parte del amado.

    El rey, Eetes, no cumple su palabra. Medea de nuevo ayuda a Jasn con sus artes mgi-cas y huye con l. Motivos que despus se repiten, cuando vuelven a Yolco: el rey, Pelias,no cumple su palabra, y se evidencia su extrema traicin. En consecuencia, la vengan-za de Medea. Otra vez la temible y brutal hechicera ejerce su magia con resultadosmacabros: hace que las hijas de Pelias despedacen a su propio padre. Y huye con Jasn.Aqu se pueden observar ciertas analogas con otros mitos igualmente o an ms

    sanguinarios; mitos de despedazamiento (el motivo del sparagms) de un pariente muyprximo. As, tambin sin culpa (enloquecidas por el dios Dioniso), el de Penteo porsu madre, gave, y sus tas. O ya intencionadamente el de otro hijo, Itis, por sumadre, Procne, y su ta Filomela, para servirlo como banquete al padre en atroz ven-ganza que recuerda muy de cerca a la de Medea precisamente, avanzando su historia. Uotros mitos similares de nios servidos en banquete a su propio padre (como los hijosde Tiestes, que le sirvi su hermano Atreo29). O, volviendo a la historia de Medea, el

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    inversa, la mujer prefiere a sus hermanos y padre antes que a su esposo e hijos. Visser (1986: 152s.) nos recuer-da ejemplos de este otro tipo, como Antope, las Danaides (excepto Hipermestra, que hace la eleccin opuesta) yAltea, y tambin la esposa de Intafernes, segn el relato de Herdoto (3,119). Cf. Seaford (1990).

    28 Estas mujeres son antipatriotas y desleales a su familia natal, lo que desagrada a los hombres. Cf. Visser(1986: 154), que indica que las mujeres en Grecia y Roma resultaban indispensables al crear con su matrimo-nio lazos y alianzas entre las familias (entre sus padres y hermanos y el esposo); pero las que no estaban cerca-nas a su familia ya no servan para ese fin.

    29 Mito relacionado tambin con el Vellocino de oro. Mignanego (2001: 11ss.) muestra la gran simbologa deeste objeto maravilloso (que refleja adems antiguos motivos rituales y socioculturales) y las distintas funcionesque cumple en diferentes mitos.

  • despedazamiento de su joven hermano por ella misma para ir arrojando los despojos alpadre. Abandono de Jasn y venganza de Medea. Una vez ms la maga recurre a sus hechizos:

    una corona y una tnica con poderes infaliblemente corrosivos. Es anlogo al mito dela muerte de Heracles, en que tambin son los celos y la venganza los que accionan esatrampa infernal (esa otra tnica igualmente emponzoada) en que se ve envueltaliteralmente la vctima, siendo asimismo una esposa enamorada y despechada laque lo causa, aunque en ese caso es inocente e ignorante del desastre que va a provo-car30. Y es, por otra parte, el motivo reiterado de los objetos divinos, maravillosos (deoro, de tejido extraordinario) pero funestos31, como el collar y el velo de Harmona.Y todos estos elementos fabulosos al mximo y tpicos se combinan en fuerte con-

    traste con elementos humanos de gran realismo y nicos en su originalidad, en esamezcla genial que constituye la base, la esencia, del mito griego.

    Por otra parte (y en relacin a lo que acabamos de observar), respecto a la parejaMedea/ Jasn: Medea es uno de los personajes mitolgicos de personalidad ms intensa,de mayor profundidad y complejidad psicolgica, especialmente tal como nos lo descri-be magistralmente Eurpides32, y tambin Apolonio de Rodas. Ella est llena de contra-dicciones33, y eso es lo que la hace humana y atractiva a pesar del cmulo de espantos querodea su figura. Por un lado, es grandiosa al mximo y est dotada de todas las cualidadesdel hroe: es sabia34, hbil, valiente, decidida, abnegada y fiel a su amado, con un eleva-dsimo sentido del honor. Pero, a la vez, es malvada hasta lo insospechado. Porque en

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    30 Cf. nota 9 31 Acerca del relevante significado de esos objetos, en su estudio sobre ellos Mueller (2001: 472) seala que

    siendo regalos dados a Medea por su abuelo Helio estn como smbolos del poder autnomo que ella us pri-mero para entregarse a s misma en matrimonio y que volver a utilizar despus para castigar a Jasn por la vio-lacin de sus juramentos. Por otra parte, Wulff (1997: 72ss., 186ss., 265ss. y passim) insiste en el carcter peli-groso que tienen los objetos divinos entre ellos, en particular, las ropas, como se aprecia tambin en otrosmuchos mitos.

    32 La mayora de los estudios sobre el personaje se centran en esta obra, toda llena de l, girando todo absolu-tamente en torno a l: personaje Medea dotado de la mayor riqueza en su caracterizacin. En des Bouvrie (1990:214ss.) encontramos una til sinopsis acerca de interpretaciones diversas de esta tragedia y de su personaje.

    33 Como ya ha sido objeto de numerosos comentarios, Medea es adems contradictoria en el sentido de quepresenta invertidos los valores tradicionales. Por ejemplo, Rehm (1994: 107s.) seala que invierte los valorestradicionales de la mujer en las bodas y funerales y convierte su casa en un campo de batalla, adoptando la acti-tud de un guerrero. Por otra parte, Boedeker (1997) examina las muy variadas comparaciones con que Eurpidescaracteriza a Medea: unas resaltando su situacin de indefensin; otras, su naturaleza violenta; otras incluso ase-mejndola en parte a sus propias vctimas. Sourvinou-Inwood (1997) insiste en las contradicciones entremujer normal y mala mujer con que de manera cambiante nos la presenta Eurpides y que se reflejan enla iconografa.

    34 Pero esa sabidura y habilidad tambin se manifiestan en sus dotes de persuasin en vinculacin con elengao, que son esenciales para el desarrollo de los acontecimientos, como observa Buxton (1982: 153-170),que trata ese aspecto tambin en otras tragedias. Sobre esa cualidad importante de Medea y sobre el uso de sophsy sopha en la tragedia de Eurpides, cf. Lpez Frez (2002).

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    todo es extrema y desmesurada. Es toda pasin (ms fuerte que sus reflexiones dice) 35.Su astucia, su energa, su audacia, su rebelda, su orgullo, su brutalidad, parecen varoni-les36; y, sin embargo, es tan femenina! Porque ella es perversa, s; pero, ante todo, esuna mujer enamorada, que por ayudarle a l antes fue capaz de cualquier cosa. Y ahora,abandonada, ultrajada, acosada... qu no har?

    Su dolor atroz y su humillacin no slo las siente de manera individual, sino tambincomo representante de la mujer en general. Pues no se resigna tampoco a la situacincomn de inferioridad de la mujer respecto al hombre. Tal como lo manifiesta el perso-naje de Eurpides en un interesantsimo y famoso pasaje, un monlogo de Medea (v.230-50) ante las mujeres del coro, que parece la queja igualmente de una mujer actual,de una mujer de siempre37.

    Y no slo delata aqu el poeta por boca de nuestro personaje las desventajas de lamujer, sino tambin de los extranjeros, como lo es Medea38, y de los marginados engeneral. Ella est en una posicin de debilidad en situacin desfavorable ya a priori entodos los sentidos y vctima de todos los prejuicios: como mujer, como extranjera y exi-liada, como persona extraa a la que precede su fama terrible. Su nica fuerza antelos ms fuertes, que se ensaan con ella es la que ella posee en s misma. Sus propiasarmas..., y ella las usa como puede.

    As, se ve arrastrada por su propio yo incontrolable a los actos abominables que va acometer tras largas vacilaciones que reflejan su corazn atormentado y la maraa de sus

    35 Como dice March (1990: 41), su lado apasionado, emocional, est en guerra con su inteligencia racional ylgica, unindose ambos aspectos en el infanticidio, innovacin de Eurpides con la que el poeta crea el granconflicto de este ser humano que se enfrenta a tan trgica eleccin.

    36 El carcter varonil de Medea ha sido otro de los frecuentes motivos de comentario. Cf. Knox (1977), quemostr cmo Medea sigue un patrn heroico, asociado al varn, y en particular al hroe sofocleo, como Ayante.Moreau (1994-5 c: 181ss.) seala que Eurpides acenta la virilidad de ella en detrimento de la de Jasn en con-tra de la versin ms corriente: de Pndaro, etc. (188), y que de ese retrato de Medea como lantimodle fmi-nin trazado por Eurpides derivarn los de los otros escritores de poca helenstica y romana, excepto en parteApolonio y Valerio Flaco, que presentan una Medea joven muy femenina (189). Tambin Segal (1996: 17ss. y39ss.) habla de una implcita feminizacin de Jasn, al haber inversin de los papeles masculino y femenino.Pero volveremos a este rasgo de virilidad al hablar de Clitemestra, modelo el personaje de Esquilo, al parecer,de la Medea de Eurpides. Cf. Alion (1983: II 267 y passim)

    37 Por ello como indica Moreau (1996: 106ss.) son los hombres los que expresan su rechazo hacia ella, queno acepta la suerte que le han fijado stos, mientras que las mujeres (las corintias del coro) sienten simpata ypiedad por ella al contrario que por Jasn en unin solidaria de las mujeres, todas oprimidas. Rehm (1994: 97)dice que Eurpides expone como en ninguna parte en la tragedia griega la desfavorable situacin a la que comn-mente se enfrentaban las mujeres en el mundo antiguo. La postura feminista de Medea y la solidaridad de lasotras mujeres ha sido otra de las cuestiones de mayor inters y por tanto ms comentadas, as como el debatesobre el feminismo o bien la misoginia del poeta.

    38 De nuevo es un tema de gran importancia, por lo que supone con respecto a la ideologa de Eurpides y sual menos aparente denuncia de la condicin de inferioridad de ciertos sectores marginados de la sociedad. Seest reflejando la situacin real en la Atenas de mitad del s. V, en especial la de las esposas extranjeras de los ciu-dadanos atenienses. Cf. Rehm (1994: 97-8).

  • sentimientos para culminar en la venganza contra Jasn. Porque el responsable de todoes el hombre, Jasn. Y si ella mata y engaa es siempre por l, que tan mezquino! nisiquiera es capaz de entenderlo ni agradecerlo, aunque constantemente se aproveche deello. Ni es capaz de entender realmente nada de nada, dejndose engaar por ella comoun total estpido. No conoce an a su mujer despus de tantos aos!39

    De modo que Jasn se revela como modelo de maridos traidores y egostas. Abandonaa su esposa y a sus hijos consintiendo adems que sean desterrados para casarse con laprincesa del pas. Y, como l mismo reconoce, no lo hace siquiera por amor, sino paravivir en mejor situacin. As pues, aunque Medea sea malvada, no hay comparacin entrelas personalidades de uno y otro: de la apasionada, astuta y orgullosa Medea, con el ambi-cioso, egosta, ruin y cnico Jasn.

    3. CLITEMESTRA

    Esta mujer es otro digno ejemplo de nuestrotema. Mujer terrible! Basta con ver su imagen,representada con su objeto caracterstico: elhacha que blande amenazadora40 (Fig. B) Otramujer que reivindica su derecho a ser tratadacomo igual. Otra mujer a la que se tacha de viril41.Y ste es otro caso de gravsimo conflicto entrehombre y mujer.La suya es de nuevo una historia larga y complica-da (aunque de tipo totalmente diferente a la deMedea), incluso prescindiendo de los anteceden-tes ms remotos del mito con toda la cadena de

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    39 Cf. Jouan (1996: 96). 40 Ghiron-Bistagne (1994-5 a: 53-82) dedica un estudio iconogrfico a esta otra mujer terrible como tam-

    bin a Medea (1994-5 b: 83-104) y, centrndose sobre todo en las escenas de la muerte de Egisto (73ss.), de lasque nos ofrece comentario de interpretaciones anteriores, indica que es conforme a la tradicin representarlalevantando la doble hacha sobre la cabeza de su hijo, y eso es un signo ms de su carcter monstruoso como madredemonaca, que se muestra a lo largo de la Oresta y que corrobora la iconografa.

    41 Abundan los comentarios sobre la cuestin. Por ejemplo, Alion (1983: II 269ss.) insiste en que su deseode dominar, su temperamento viril y enrgico, se muestran a lo largo de todo el Agamenn. McClure (1999: 70s.),en su trabajo sobre los discursos en el drama, dice de los de Clitemestra en Oresta que derivan de su poder, de laautoridad poltica, masculina, conferida a ella en ausencia del marido, y que casi exclusivamente se dirigen a unaaudiencia de varones, pues intenta con su palabra ejercer control sobre los hombres; aunque aade estosaspectos masculinos de su oratoria estn combinados con otros femeninos, como la persuasin seductiva y eldisimulo y engao, tpicos en la mujer. Foley (2001: 201ss.) seala que la Clitemestra del Agamenn (a diferen-cia de la de Eurpides en Electra) desafa el sistema masculino de justicia y lenguaje, pidiendo ser juzgada en losmismos trminos que un hombre y que sea visto su crimen desde una perspectiva diferente a la condicionada porsu papel social como mujer.

    FIG. B. Clitemestra con el hacha. Copa ticade f. r. Ca. 480-70 a. C. Perdida (ant. Ber-ln, Staatliche Museen F 2301).

  • crmenes de la familia de los Pelpidas, pues nos centraremos, de entre stos, en elAtrida Agamenn y sus hijos.

    Todava ms claramente diferenciadas que en la de Medea, podemos distinguir tresfases temporales42, distanciadas por un amplio lapso de tiempo, unos 10 aos entre cadauna:

    1 fase: CAUSA: Sacrificio de Ifigenia por Agamenn

    Representado en todo su desarrollo en la tragedia de Eurpides Ifigenia en ulide. Perotambin se rememora reiteradamente el suceso en Agamenn de Esquilo43, en boca delcoro y de Clitemestra (vv. 184-250 y 1412ss.), que lo alega como causa de su asesinato, porvenganza. Como asimismo en esta obra se anticipa ya en el vaticinio de Casandra lavenganza de Orestes (vv. 1280ss.).De manera que coinciden las tres fases en la central:desde la perspectiva del presente se mira al pasado y al futuro.

    Marca el momento inmediatamente anterior a la guerra de Troya:Todas las tropas griegas estn concentradas en el puerto de ulide; pero la ausencia de

    viento les impide zarpar hacia Troya. Consultado el adivino Calcante, les comunica que ladiosa rtemis exige el sacrificio de una doncella: Ifigenia, hija de Agamenn. ste, jefede las tropas, no resiste las presiones y, muy a su pesar, accede a hacer venir a la joven,con el pretexto de casarla con Aquiles. A Ifigenia la acompaa su madre, Clitemestra.Cuando descubren el fatal engao, de nada sirven los ruegos de madre e hija, ni losintentos del joven Aquiles para ayudarlas enfrentndose a sus propios hombres. Todoest decidido, e Ifigenia es sacrificada, ante el horror de la madre y su odio hacia el espo-so (Fig. 9). Sin embargo, la diosa rtemis se compadece de la doncella inocente y lareemplaza por una cierva como vctima en el altar, mientras que se lleva a Ifigenia a unode sus templos (en la Turica) como sacerdotisa. Con lo que, en su historia posterior, sepresenta tambin a Ifigenia como una mujer sangrienta, porque ella ejercer la funcinde sacrificar en el altar de rtemis a los extranjeros que arriben all. Esto da tema a otratragedia de Eurpides, Ifigenia entre los Tauros.

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    80CFC (G): Estudios griegos e indoeuropeos2005, 15 63-93

    42 La estructuracin en tres partes es tpica (la preferida) tanto en las obras literarias como en las plsticas(pintura en especial).Cf. Esteban Santos (1996). E igualmente es usual en otros diversos aspectos, como es eneste caso la articulacin del mito.

    43 Y en la Electra de Sfocles (vv. 530-76), adems de que los dos trgicos escribieron sendas Ifigenia en uli-de que se han perdido. Y ya antes apareca en las Ciprias, en las Eeas de Hesodo, en Estescoro, en la Ptica 11 dePndaro. Ms informacin en Alion (1983: I 95ss.). Acerca del tema del sacrificio, cf. Nota 7.

  • 2 fase: HECHO CENTRALAsesinato de Agamenn y Casandra por Clitemestra y Egisto

    La fuente principal es otra tragedia, ahora de Esquilo, el Agamenn, primera de la tri-loga Oresta. Pero ya antes se mencionaba brevemente lo esencial del tema en la Odisea,en varios pasajes (en cantos 1, 3,4 y 11), y en otros poemas44

    Marca el momento inmediatamente posterior a la guerra, como muestra el comienzode la tragedia: el viga ve a lo lejos la antorcha que anuncia la cada de Troya.

    Cuando vuelve de la guerra, triunfante, Agamenn (con la cautiva Casandra como con-cubina), Clitemestra le acoge con falsos halagos y fingindose fiel y amorosa45. Pero ellatiene a su lado un amante, Egisto, y realmente odia a su esposo, guardndole eterno ren-cor por la muerte de su hija Ifigenia. Tambin Egisto, hijo de Tiestes, lo odia, por la anti-gua enemistad familiar. Clitemestra misma46, con la ayuda de su amante, mata al esposomientras se baa (Fig. 10), y a continuacin, a Casandra, que profetisa que es predicesu propia muerte y la afronta con valenta.

    3 fase: CONSECUENCIAAsesinato de Clitemestra y Egisto por Orestes y Electra

    Cmo se van concatenando los hechos! Cmo cada suceso motiva el siguiente y lasangre lleva a nueva sangre! El asesinato de la hija indujo a la madre a asesinar a su vez alesposo culpable, y ahora esto provocar que los otros hijos maten a su propia madre paravengar al padre (Fig. 11).

    As, el horror y lo tremendo y criminal de la accin va in crescendo: el padre sacrifica asu hija, pero de manera ritual y lcita (digmoslo as), puesto que lo hace por manda-to divino y en honor de rtemis, sobre su altar. La esposa la adltera mata ya salvaje-mente, con premeditacin y a traicin, a su esposo, perpetrando un autntico asesinato.Y, en fin, tambin premeditadamente, a traicin y con engaos, se llega al peor de los cr-menes, al matricidio, cuyo solo nombre ya causa repulsa y espanto.

    Ahora en composicin en cierto modo circular el foco de atencin se centra denuevo (igual que en la primera fase de la historia) en los hijos, y no tanto en los padres

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    44 En los Nostoi, en la Oresta de Estescoro, en la Ptica 11 de Pndaro. Ms informacin sobre las fuentes lite-rarias anteriores a Esquilo en Alion (1983: II 267ss.) y en Brunel (1971: 17ss.), en especial para la tercera fase,el tema de Electra y Orestes.

    45 Igual que Medea, recurre a ardides y a la hipocresa para cumplir su venganza y asesinar, como ya ha sidoreiteradamente comentado. Cf. Alion (1983: II 289ss.)

    46 Pero en Homero es Egisto quien mata a Agamenn. Despus se ha ido dando cada vez ms protagonismo ala figura de ella, Clitemestra, dotndole de los rasgos viriles que la caracterizan ya en Esquilo (cf. nota 41), a lavez que se rebaja y afemina la de l, Egisto. Cf. Wulff (1997: 223ss.). Se observa en los testimonios iconogrficos:por un lado, l es quien hiere a Agamenn; por otro, en un modelo de origen antiguo anterior a la Oresta sepresenta la figura de Egisto en su asesinato como la ms relevante, y a l como rey muy poderoso sentado en sutrono. Cf. Ghiron-Bistagne (1994-5 a: 61ss.).

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  • como lo fuera en la fase central. Es propiamente la historia de Electra y Orestes, los hijosde Agamenn y Clitemestra. Ifigenia ya muri (o desapareci), como vimos. Y una cuar-ta hija, Crisotemis, es ya de menor importancia. De modo que pasamos a otra de nuestrasmujeres terribles: Electra, digna hija de sus terribles padres.

    De esta parte del mito tenemos amplia informacin gracias a los tres poetas, Esquilo,Sfocles y Eurpides, en sendas tragedias: Coforos, Electra y Electra.

    3.1 ElectraTambin su historia se articula a su vez en tres fases, como la general:

    1. Preliminares: Situacin previa de Electra y OrestesTras el asesinato del esposo, Clitemestra, por temor a sus hijos, des-tierra al varn, Orestes, mientras que a la hija, Electra que se mues-tra particularmente hostil y rebelde, la relega a una situacin servily oprimida, como se ve en la Electra de Sfocles. En la de Eurpidesen una variante ms pintoresca ella ha sido casada con un humil-de labrador. Electra discute agriamente con su madre, a la que mues-tra sin disimulos su odio. Al cabo de los aos regresa en secretoOrestes, acompaado de Plades, su primo y fiel amigo, que final-mente se casar con Electra.Aqu son cruciales dos hechos: 1. Encuentro de los hermanos en latumba de Agamenn y reconocimiento (anagnrisis). 2. Maquina-cin de su venganzaLos dos hermanos se muestran mucho cario47, habiendo ansiadoms que nada en el mundo su reencuentro durante el largo tiempo de

    la separacin. Han esperado a estar juntos para planear y llevar a cabo su venganza. Peroes ella, Electra, la que revela mayor carcter y decisin, mayor odio, y la que empuja alhermano, no dejndole ablandarse y ceder a sus muchas vacilaciones. Esto en las versio-nes de Sfocles y Eurpides, mientras que en la de Esquilo el mayor protagonismo se leda a Orestes.

    2: Hecho central: Asesinato de Clitemestra y EgistoEntre los dos hermanos (Electra incitando y Orestes hiriendo con su espada) realizan

    lo planeado y matan a Clitemestra y a Egisto.

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    47 Acerca de la relacin entre hermanos en diversos mitos (entre los que es uno de los ejemplos ms tpicosel de Electra y Orestes), reflejo en ocasiones de la realidad, cf. Bremmer (1997: 88ss.), que habla tanto de los her-manos del mismo sexo como de distinto, cuya relacin considera aun de mayor relevancia.

    FIG. C. Electra enactitud de grantristeza, sentada enla tumba deAgamenn. Crateracon volutas lucaniade f. r. Ca. 350-340a. C. Npoles, MuseoNazionale 82338 (H1761).

  • 3.: Consecuencia: Remordimientos y expiacinEs el tema de Eumnides de Esquilo, ltima tragedia de la triloga Oresta. Tambin

    podemos a su vez distinguir tres fases en la articulacin de esta parte del mito, relaciona-das con tres escenarios distintos (Argos > Delfos > Atenas; aunque en la obra de Esquilola accin comienza ya en Delfos, puesto que trata de lo que sigue al asesinato, cometidoen Argos) y, especialmente, con tres divinidades diferentes: 1) el grupo de divinidadesinfernales: las Erinis, azuzadas por la sombra de Clitemestra; 2) Apolo; 3) Atenea. Elgrupo de entes infernales de la fase 1 es el de los enemigos y perseguidores del pro-tagonista, mientras que los dioses de la 2 y 3 fase, Apolo y Atenea, son sus defensores,y representan adems el uno la luz y la otra, la razn y la justicia. Por otro lado, las Erinisson divinidades antiguas, y Apolo y Atenea, jvenes48.1) Erinis torturadoras de Orestes: Tras el matricidio (en Argos) Orestes es atormentado por

    las Erinis que a modo de personificacin de los remordimientos son las divinida-des encargadas de vengar los crmenes dentro de la familia. stas son instigadas por elasesinado sediento de venganza, por la sombra de Clitemestra, que muestra sus heri-das, cruel y llena de saa incluso despus de muerta.

    2) Orestes en Delfos ante el dios Apolo: Orestes acude como suplicante a Delfos, al orculode Apolo, que le incit a matar a su madre. El dios, consecuente con su anterior crite-rio, se erige en defensor de Orestes, envindole a Atenas como suplicante de Ateneapara ser juzgado.

    3) Juicio en Atenas y absolucin: la diosa Atenea instituye un tribunal de ciudadanos ate-nienses (en el Arepago) para que juzgue a Orestes, y desde entonces igualmente entodos los delitos de sangre. Le acusan las Erinis y le defiende Apolo, y es absuelto gra-cias al voto de desempate de Atenea. Tras lo cual las Erinis le dejan en paz, porque Ate-nea en compensacin las hace diosas protectoras (Eumnides) de Atenas.Tambin en el Orestes de Eurpides se trata el tema de las Erinis torturadoras, y aqu s

    encontramos a Electra (que no aparece sin embargo en Eumnides)49, en su actitudcaracterstica como hermana amorosa y como mujer fuerte y decidida, frente a Orestes,ms dbil, vacilante, enfermo literalmente de remordimientos.

    En RECAPITULACIN:Respecto a los personajes y su caracterizacin, en especial en las diversas tragedias

    que nos muestran el mito, observemos:

    83 CFC (G): Estudios griegos e indoeuropeos2005, 15 63-93

    48 Segn Zeitlin (1996 = 1978: 89) las Erinis aliadas de Clitemestra representan el matriarcado y los dos dioses,el patriarcado; es decir, lo primitivo y regresivo frente al progreso (considerando que la evolucin social se producepasando desde la dominacin de la mujer a la del hombre), segn la mentalidad misgina de Esquilo (cf. nota 54)

    49 De acuerdo con la postura misgina de Esquilo (cf. nota 54) o al menos con mayor inters hacia los perso-najes masculinos: en Agamenn l es el hroe y Clitemestra, la mujer prfida; en Coforos el protagonismo de Ores-tes es mayor que el de Electra; en Eumnides interviene l nicamente, y Electra no tiene participacin ninguna.

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  • En primer lugar, son tres (de nuevo en configuracin ternaria) las mujeres que desta-can respectivamente en cada una de las tres fases de la historia general: Ifigenia, Clite-mestra, Electra, cuyas historias particulares se desarrollan en forma anular hijamadre hija en torno a Clitemestra, centro (tanto temtico como composicional, esen-cia y protagonista presente en las tres fases: en relacin de gran amor con la primerahija y de gran odio con la segunda). Son, por tanto, tres mujeres de la misma familia,tres mujeres asesinas y sangrientas, o mejor dicho tres mujeres que se vuelven ase-sinas por causa de las circunstancias externas, de las atrocidades de que han sido ellaspreviamente vctimas y que las han empujado a devolver sangre por sangre:

    Ifigenia (tal como la vemos en la euripidea Ifigenia en ulide) es una jovencita inocen-te, una chica totalmente normal, amante de sus padres e incluso de su hermani-to, el pequeo Orestes, ilusionada con su matrimonio y con la idea de una vida fami-liar como la de cualquier mujer. Ser causa de su transformacin la crueldad de loshombres (de su padre, Agamenn, y de todo el ejrcito griego) y la de los dioses, quemanejan siempre a los humanos a su capricho (de rtemis en este caso, que primeroordena su muerte y que despus la evita, pero a cambio arrebatndola de suambiente, llevndosela a un pas lejano y salvaje y hacindola sacerdotisa y cruentasacrificante en su templo). La situacin se ha invertido: ella, la mujer indefensa antelos hombres que iba a ser inmolada, ahora est encargada de inmolar a los hombres.

    Clitemestra (asimismo como es retratada en Ifigenia en ulide) es una esposa irrepro-chable y una buena madre, que como toda mujer normal se ocupa de los asuntosdomsticos, cuida de su familia y vela en especial por la hija en trance de matrimonio.Slo un acontecimiento inefablemente espantoso puede transformarla en una fieravengativa y fra y en una mala madre incluso (para con sus otros hijos): la traicin, elegosmo brutal del esposo, que lleva al asesinato de la hija querida, la nia inocente50.Despus de eso Clitemestra ya no es Clitemestra: ya no es mujer, ya no es madre, ya noes sino el odio y el deseo de venganza51.

    Electra es, segn lo juzguemos, buena o mala. Es buena hija con respecto a supadre y mala hija con respecto a su madre. En todo caso como decamos son lasangustiosas circunstancias que le ha tocado vivir las que la llevan a ese odio patol-gico contra su madre. La siempre triste Electra (como se refleja continuamente en

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    50 Segn ve a Clitemestra en la obra de Esquilo, Alion (1983: II 279ss.) no considera que el ansia de venganzasea tanto por dolor y por su gran amor maternal, sino ms por la ofensa hacia ella misma, daada en sus derechosde madre como tambin lo est en su dignidad de esposa por las infidelidades de Agamenn.

    51 Su odio hacia Agamenn es total y sin atenuantes; por eso ella no duda a la hora de realizar su crimen, alcontrario que Medea. Comenta Foley (2001: 205) que a la Clitemestra de Esquilo no se la representa en lucha antela eleccin, en contraste con Orestes y con el propio Agamenn en la decisin sobre el sacrificio de Ifigenia. Porsupuesto: es muy diferente para ellos, mucho ms conflictivo y doloroso el crimen que van a cometer (como tam-bin lo era para Medea, que asimismo vacila constantemente).

  • las fuentes iconogrficas su postura con la cabeza inclinada (Fig. C) y en las litera-rias), frustrada, amargada, resentida52. Sin padre, sin hermano y sin posibilidad de unesposo digno53, no le sirve de ningn consuelo el apoyo de los miembros femeninosde su familia: su madre, a la que odia y por la que se siente odiada (con absoluta razno quizs exageradamente?); su hermana, Crisotemis, a la que desprecia. El comporta-miento de Electra es bastante misgino, machista. Pero, en definitiva, en lo que serefiere al tema que nos importa ahora, tambin en ella el odio y el ansia de sangre hannacido del amor (a su padre asesinado y a su hermano, Orestes, desterrado y perse-guido) y del maltrato de que ha sido objeto por parte de los poderosos: de su madre ydel adltero y criminal amante de sta, el rey tirnico, Egisto.

    La historia finalmente termina bien para las hijas, aunque mal muy mal: asesinadasin piedad por sus propios hijos para la madre. En segundo lugar, en relacin a las parejas Clitemestra /Agamenn (esposos), Electra

    / Orestes (hermanos), e incluso Ifigenia / Orestes (hermanos), comparando el carc-ter del personaje femenino con su respectivo oponente masculino, advertimos:

    En cuanto a Clitemestra y Agamenn, es diferente la visin dada por Esquilo54 y porEurpides55. En Esquilo l es el hroe triunfante y ella la esposa adltera y asesina,que finge hipcritamente antes de perpetrar su crimen premeditado. A ella la mues-tra perversa y traidora, sin duda; pero a l, en absoluto afectuoso tras la larga ausen-cia ni arrepentido por aquel horrible delito contra la hija, ni avergonzado por sufalta actual (la concubina que trae consigo de Troya, la princesa cautiva Casandra, loque provoca, adems, los celos y la indignacin de la esposa). En cualquier caso, elpersonaje de ella tiene mucho ms relieve y fuerza que el de l, y las motivacionespara el odio de Clitemestra estn patentes. Eurpides, por su parte, trata muchomejor a Clitemestra, y (en Ifigenia en ulide) en la confrontacin con Agamenn sale

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    52 Es tambin muy compleja la psicologa de esta herona, y objeto de abundantes comentarios. Cf. el detenidoestudio de Brunel (1971), que confronta las distintas concepciones de los tres trgicos, y recoge tambin versionesmodernas. Recientemente, por ejemplo, Foley (2001: 145-171), con bibliografa y comentario, Wheeler (2003).

    53 Ella lamenta mucho la prdida de su elevada posicin social, pues, adems, sin un hombre su kurios quela proteja ella, como en general las mujeres en la sociedad ateniense, no puede casarse de manera adecuada asu status. Cf. Finkelberg (2003), que en base a ello defiende la lectura sin padres de los mss. en S. El. 187. Sinun hombre que cuide de ellas las mujeres estn totalmente desprotegidas, como tambin Medea. Pero sta alfinal como hizo Clitemestra ya desde un principio se erige en su propio kurios. Electra, sin embargo, no sebasta a s misma y necesita al hombre, a su hermano.

    54 Zeitlin (1996= 1978) pone de manifiesto la misoginia de Esquilo a lo largo de toda la Oresta, que establececomo cuestin bsica la subordinacin de la esposa y la sucesin patrilineal y en la que se retrata a Clitemestracomo monstruosa andrgina que rompe las normas sociales. Cf. tambin Betensky (1978), Rabinowitz (1981).

    55 Cf. Foley (2001: 201), que coteja la Clitemestra de Esquilo con la de Eurpides, en Electra en particular, y lave aqu representada como una mujer convencional y no como la rebelde andrgina de Esquilo (ms convencio-nal incluso que Electra, que tiene ms de la Clitemestra esquilea). Pero Alion (1983: II 303ss.), sin embargo, noaprecia diferencias sustanciales entre la Clitemestra de Esquilo y la de Eurpides en Electra, que sigue parecin-dole igualmente malvada e hipcrita, en actitud slo fingida de buena madre.

  • totalmente airosa: como dijimos, su comportamiento al principio es el de una espo-sa respetuosa y obediente, y si se rebela es con razn, contra el egosmo y la injusti-cia del hombre, mostrndose una mujer enrgica, luchadora, que reivindica susderechos como madre y ama de casa. Porque ante todo Clitemestra es una madre. Seopone manifiestamente a su esposo, Agamenn, cuya figura vacilante y dbil con-trasta con la de ella, firme e inquebrantable hasta en el cumplimiento de sus amena-zas. Y, en especial, contrasta el egosmo de l sobre el que pesan ms la ambicin ylas conveniencias con el amor materno y las preocupaciones puramente familiaresde ella. Agamenn quiere a su hija Ifigenia, pero desea ms el poder. Y, adems, escobarde y dbil, cediendo a las presiones (de Menelao sobre todo) y al miedo a losotros griegos. Poco firme, se deja convencer y acta, se arrepiente cuando ya es tarde,vuelve a ceder de nuevo y se rinde sin luchar... Y as, desencadena todo el mal, querecae sobre la hija y sobre la madre, siendo el culpable en verdad de las malas accio-nes de Clitemestra en el futuro.

    Entre Electra y Orestes existe una relacin del ms tierno amor fraternal. Pero elmayor peso (en las versiones de Sfocles y de Eurpides) reside en ella, que vive laangustia del enfrentamiento con los enemigos (su madre y el amante de sta, asesinosde su padre querido) y de la espera casi sin esperanza del hermano ausente. Aten-diendo en especial a las tragedias de Eurpides, Electra y Orestes, al cotejar las persona-lidades de uno y otro hermano vemos que todos los rasgos que caracterizan a ambos,en general similares, en ella se dan con mucha mayor nitidez y fuerza. En Electra semanifiesta an ms profundamente el sentimiento, tanto para el amor como para elodio. Ella es ms valiente, ms decidida, ms obstinada, y es quien toma siempre lainiciativa, incitando a Orestes al crimen, mientras que l vacila constantemente, fla-quea y se acobarda56. Por ltimo, Electra es ms hbil y aguda, como se advierte enOrestes, al ser ella la que ingenia el recurso para salvarse.

    Ifigenia y Orestes, hermana y hermano de nuevo, tambin se presentan (en otra tra-gedia de Eurpides, Ifigenia entre los Tauros) retratados de modo muy afn: afectuososal mximo el uno para con el otro, abnegados, valientes. Pero es ella que, por lodems, es la figura central del drama la ms sagaz y astuta, quien idea el plan paraengaar al tirano y poder escapar.

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    56 Foley (2001: 240s.) contrasta los caracteres de este Orestes de Eurpides con los de Sfocles y Esquilo, y,por otra parte, la actitud tan opuesta de l a la de Electra, sin piedad, sin conflictos morales, ansiosa por entraren accin y ms preocupada al parecer por sus propias injurias que por la justicia.

  • 4. CONCLUSIONES

    Entre las historias de Medea y de Clitemestra (la parte ms relevante) observamos ras-gos interesantes en paralelo y sobre todo en contraposicin. Hablando (en el sentido ms externo) previamente de l, el hombre, el oponente o

    antagonista respectivo de nuestras heronas protagonistas, recordemos ante qu tipode hroe nos encontramos y cul es a grandes rasgos su propia historia (pues la histo-ria del hombre es sobre todo la de sus hazaas y es ms externa que la de la mujer,que trata en especial de sus sentimientos). El uno, Jasn, es el tipo de hroe aventu-rero: haba emprendido un viaje por barco un famoso y glorioso viaje en compaade otros hroes ilustres para cumplir una misin imposible (encomendada porun rey tirnico, siguiendo el patrn general de este tipo de relatos, con numerosos ele-mentos tpicos), hasta que en el inicio de nuestra historia llega a su destino, el pasen donde vive ella (Medea), a la que se lleva consigo en su vuelta tras haber realizadocon xito su misin, siguiendo larga unin con ella, su esposa llena de amor. // El otro,Agamenn, es el tipo de hroe guerrero: tambin emprende un viaje por barco enuna famosa y gloriosa expedicin en compaa de otros hroes ilustres para haceruna guerra, de modo que en el inicio de nuestra historia abandona el pas en dondevive con ella (Clitemestra), de la que se separa por tanto, hasta que regresa aos mstarde tras haber realizado con xito su misin, siguiendo una brevsima reunin conella, su esposa llena de odio.

    La historia se inicia, por tanto, en el caso de Medea, con la unin de ella con el hom-bre (Jasn), que llega al pas de ella, y transcurre precisamente la historia a lo largo desu vida en comn consiste en su vida en comn, // mientras que en el caso de Cli-temestra empieza con la separacin, pues el hombre (Agamenn) se marcha del pasde ambos, y ya se trata precisamente de la vida de cada uno por separado: cada uno enun lugar diferente, cada uno con otro amor diferente.

    Se desarrollan ambas historias en tres fases, y cada fase culmina con un horrendoasesinato; horrendo al mximo, puesto que siempre se comete dentro del mbitofamiliar ms estrecho: los de Apsirto, Pelias perpetrado por sus hijas y los nios enla de Medea (todos por obra de Medea); // los de Ifigenia, Agamenn y Clitemestra enla de sta (cometidos respectivamente por Agamenn, por Clitemestra y Egisto ypor Orestes y Electra: asesinatos en cadena y en venganza sucesiva).

    En su desenlace ambas historias muestran una situacin en total anttesis: Medeaasesina a sus hijos para vengarse del hombre, y huye triunfante; // mientras que Cli-temestra es asesinada por sus hijos que vengan al hombre, su padre.

    En el total de las dos historias el hecho crucial es un filicidio, el asesinato de un hijo.Pero en la una es la consecuencia y en la otra, la causa. En el caso de Medea es ellamisma quien lo comete al final como venganza contra el hombre; // pero en el caso de

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  • Clitemestra es el hombre quien mata a la hija de ambos al principio, lo que dar ori-gen a la venganza de ella57.Tambin anttesis en cuanto al sexo: la madre asesina al hijovarn, y el padre a la hija.

    Respecto a los personajes esenciales: en la historia de Medea son nicamente ella y elhombre, porque los dems son secundarios y giran en torno a su historia de amor ydesamor. // Pero en la de Clitemestra se duplican los protagonistas: hay otra ella yotro l, Electra y Orestes, los hijos58. stos no son esposos sino hermanos y sehallan en una relacin de profundo afecto (al contrario que los otros, los padres, enrelacin de intenso odio). En la tercera fase de la historia el protagonismo pasa a ellos,que al igual que Medea se vengan y huyen triunfantes.

    En suma, la historia de Medea es la de su gran amor hacia el hombre, // y la de Clite-mestra, la de su gran odio hacia el hombre (y el gran odio de sus hijos hacia ella). Peroel amor y el odio son interactivos, se generan el uno del otro: el gran amor de Medea haciasu esposo ocasiona el odio hacia sus hijos, y el gran amor de Clitemestra hacia su hija (Ifi-genia) origina el odio hacia su esposo. Por otra parte, el gran amor de Electra y Oresteshacia su padre (y su amor mutuo) conduce al odio hacia su madre.

    Amor y odio hacia los hijos, hacia los padres, hacia los esposos... Amor y odio que lle-van al asesinato: asesinato de los propios hijos, de los propios padres, de los propiosesposos...

    Nos hemos adentrado as de fondo en el terreno de los sentimientos: ese terreno deli-cadsimo el que ms, de fango movedizo, ambiguo y ambivalente, subjetivo por esenciaen todos los sentidos y bajo todas las perspectivas: la del que siente, la del que es objetode los sentimientos, la del que sufre tambin indirectamente sus efectos y consecuen-cias; la nuestra incluso, la de quien los interpreta... Por ello esos personajes han sidoobjeto de tantos y tantos comentarios, y tan controvertidos.

    As pues, se es el tema fundamental a tratar (y tan insistentemente tratado, comodecimos) con respecto a nuestras dos heronas principales: sus sentimientos y las com-plejidades de su psiche, que las induce a acciones innombrables. Ellas dos son las muje-res perversas por antonomasia, que han perpetrado los crmenes ms abominables, yms en una mujer, segn la concepcin tradicional. Pueden imaginarse conductas msespantosas que las suyas? Dignas de monstruos. Sin embargo, no nos fascinan sus figu-ras a pesar de todo, sin resultarnos tan aborrecibles como deberan? Y es porque el espo-

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    57 A esta evolucin inversa de las dos heronas achaca Alion (1983: II 294ss.) las grandes diferencias entrelas dudas angustiosas y constantes de Medea y la firme resolucin de Clitemestra desde un principio: porqueMedea slo al fin de la tragedia se vuelve ya insensible, excepto al odio a Jasn.

    58 Electra muestra adems muchos rasgos de su carcter en comn con la madre, mientras que Orestes repre-senta a su padre: se venga en lugar de l, identificndose en cierto modo con l (habiendo sido adems tambinrepudiado por Clitemestra). Cf. Zeitlin (1996= 1978: 95ss.)

  • so respectivo se nos hace an mucho ms antiptico. l es el responsable en ltima ins-tancia de los crmenes de ella, aunque revistiendo hipcritamente el traje de hroe.Porque uno y otro son aclamados como hroes del mayor renombre, recibiendo los msaltos honores, gracias a haber realizado ilustres hazaas. Pero tales proezas se basan pre-cisamente en un pasado de sangre y horror: en Jasn, por haber aceptado la ayuda de lamujer, que nunca puso lmites a sus atrocidades en auxilio de l; en Agamenn, por habersacrificado a la hija de ambos para obtener el mando del ejrcito y la gloria en la guerra....En verdad no son ellos, no, los autnticos hroes de la historia ellos: dbiles y traido-res, sino ellas, Medea y Clitemestra, dotadas, a pesar de su maldad, de todos los rasgostpicos del hroe: energa, firmeza, valenta y astucia, que las hacen capaces de salir ven-cedoras en su lucha contra el varn, aparentemente ms fuerte.

    As pues en resumen y volviendo a las heronas en general, insistiendo otra vez enideas ya muy repetidas en su mayora por unos y otros, obvias muchas por lo dems:

    Como hemos visto, a las mujeres lo ms a menudo las mueve el sentimiento. Y as, alestablecer la clasificacin ms primaria, advertimos que gran parte de ellas se encuadranfundamentalmente en categoras familiares, lo que casi por naturaleza y por lgica vaunido a la nocin de sentimiento (sea positivo o negativo). As pues, las mueve el senti-miento porque ellas se mueven casi nicamente en el mundo de las relaciones persona-les ms cercanas. Y el sentimiento con frecuencia lleva a acciones nobles y positivas, perono siempre... El amor es tan complejo! Cmo se retuerce y se disloca, y cmo retuercey disloca a quien lo siente! De modo que en situaciones extremas, sobre ciertas persona-lidades extremas, puede influir de manera daina.

    Y cambiando un poco el enfoque del argumento: a las mujeres lo ms a menudo lasmueve el sentimiento, incluso en sus acciones malas y criminales, pues stas suelen serprovocadas por una causa relacionada con el amor. Mientras que los hombres son moti-vados ms frecuentemente por su ambicin y sus ansias de poder y honores. En todocaso, al cario o a la pasin de ellas suele oponerse la frialdad de l

    As pues, algunas mujeres son capaces de traiciones y crmenes, incluso contra suspropios familiares en ocasiones: Por ayudar a su amado: como Medea en los primeros pasos de su historia (contra su

    padre y su hermano). Por vengar a un ser querido: al esposo, como Medea (contra Pelias); a la hija, como

    Clitemestra (contra su esposo); al padre, como Electra (contra su madre); a la herma-na, como Procne (contra su esposo e hijo); a los hermanos, como Altea (contra suhijo).

    Por celos y por vengarse de la traicin del amado, como Medea tambin, en el final desu historia, o como Procne (ambas recurriendo a una venganza semejante). O por cas-tigar su frialdad y rechazo, como Fedra.

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  • O, por otra parte en una situacin opuesta en cierto modo, en actitud de defensa con-tra el varn motiva a las mujeres la repulsa que ste le provoca como agresor sexual. Aslas Danaides, o tambin Filomela, o Atalanta.

    Por tanto, la mayora de las veces son desencadenante de su furia asesina la pasin, eldolor y la rabia ante el ultraje, o bien el miedo y el instinto de defensa. En suma: las pro-fundas heridas inferidas por el varn, que abusa de su fuerza, que tiene ms poder, en lomaterial y tambin en lo sentimental e interno, porque l ama menos. Ellas las muje-res terribles hartas ya de sufrir pasivas, impotentes y sumisas, se rebelan y se vengan,no slo a s mismas sino tambin a tantas otras a lo largo del mito y de la historia.

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