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Hind Swaraj

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Colección clásicos de la resistencia civil de la UAEM

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  • ClsiCos de la resistenCia Civil

    Hind Swaraj

    La coleccin Clsicos de la resistencia civil expone el pensamiento de grandes personajes del mundo en pro de la no-violencia, la auto-gestin social y el respeto de los derechos humanos y ciudadanos,

    prologados por especialistas reconocidos en cada autor.

  • Universidad Autnoma del Estado de Morelos

    Dr. Alejandro Vera JimnezRector

    Dr. Jos Antonio Gmez EspinosaSecretario General

    Javier Sicilia Secretario de Extensin

    Francisco RebolledoDirector de Difusin Cultural

    MAHATMA GANDHI

    Hind Swaraj

    Prlogo de Pietro Ameglio

  • HIND SWARAJde Mahatma Gandhi

    De la coleccinClsicos de la resistencia civil

    D.R. 2014, Traduccin y prlogo: Pietro Ameglio

    D.R. 2014, Universidad Autnoma del Estado de MorelosAv. Universidad 1001, Col. ChamilpaCuernavaca, Morelos, 62210, Mxico

    Texto extrado del libro Gandhi y la desobediencia civil. Mxico hoy, Plaza y Valds Editores, Mxico, 2002

    Coleccin dirigida por Francisco Rebolledo

    Cuidado editorial: Roberto AbadDiseo: Araceli Vzquez Mancilla

    ISBN: 978-607-8332-45-8 Coleccin Clsicos de la resistencia civilISBN: 978-607-8332-46-5 Hind Swaraj

    Reservados los derechos de impresin/Impreso en Mxico

    Contenido

    Prlogo Introducciones al Hind Swaraj Hind Swaraj. Una palabra de explicacinUn mensaje

    III

    IIIIVV

    VIVII

    VIII

    IXX

    XI XII

    XIII XIV XV

    XVI

    112123252732343537404447505358616367707379879296

    El congreso y sus funcionariosLa particin de BengalaDescontento y agitacinQu es el Swaraj?La condicin de InglaterraLa civilizacinPor qu se perdi la India?La condicin de la India

    Las vas frreasHinduistas y musulmanesLos abogadosLos mdicos

    La verdadera civilizacinCmo puede volverse libre la India?Italia y la IndiaFuerza brutaSatyagraha - La fuerza del almaLa educacinLas mquinasConclusin

    Gandhi, Mahatma, 1869-1948

    Hind swaraj / Mahatma Gandhi; traduccin y prlogo de PietroAmeglio. - - Mxico : Universidad Autnoma del Estado de Morelos, 2014.102p. (Clsicos de la resistencia civil; 1)

    ISBN 978-607-8332-45-8 ColeccinISBN 978-607-8332-46-5 Obra

    1. Nacionalismo India 2. India Poltica y gobierno 1919-1947

    LCCDS480.45 DC 954.035

  • Prlogo

  • Prlogo 11

    el MahatMa, alMa Grande como lo bautiz a su pesar el pue-blo hind, es un personaje universal tan nombrado como poco conocido, se le menciona en forma idoltrica o mesinica, segn la ocasin, pero generalmente sin hacer referencia a los hechos concretos de su vida de luchador social o citando principios de la noviolencia activa como absolutos fuera de contexto. Es pro-bable que su pensamiento y accin se comprendan ms fcil hoy da que en su poca, ya que l tuvo la capacidad de visuali-zar anticipadamente los efectos deshumanizantes del capitalis-mo en cuanto al despojo econmico, poltico, social, cultural y moral sobre las grandes masas pauperizadas de la humanidad. Actualmente, esos efectos son transparentes: dos de cada cinco personas no saben si comern al otro da, por ganar menos de un dlar diario; en Mxico, no menos de 80 millones viven en la pobreza y una parte sustantiva de ellos en la miseria.

    Gandhi tena una personalidad extremadamente compleja, sobre todo inclinada a la religin, la moral (la verdad) y la salud, pero forzada por la coyuntura nacional que lo atraves al ejerci-cio de la poltica y la lucha noviolenta radical. Su muerte-mar-tirio, el 30 de enero de 1948, a manos de un radical brahmn de su propia religin hindusta, nos coloca en primer trmino ante la dimensin del fanatismo religioso combatido por l en la incorporacin al Partido del Congreso de los harijan y los mu-sulmanes que haba originado la separacin de una parte de la India para crear el Paquistn musulmn, y adems marc en la India el inicio de la derrota del modelo econmico gandhiano,

    Hind Swaraj: La autonoma India1

    1Algunas partes son tomadas de Pietro Ameglio. Gandhi y la desobediencia civil. Mxico hoy. Mxico, Editorial Plaza y Valds, 2002, pp. 107-116.

  • 12 Pietro Ameglio Prlogo 13

    basado en una profunda impugnacin a la civilizacin capita-lista e industrial occidental.

    Ahondando ahora en la gnesis del texto poltico Hind Swaraj, en Sudfrica de 1893 a 1915, Gandhi haba iniciado a te-ner una mayor participacin pblica y asumido el liderazgo en la lucha noviolenta contra la discriminacin hacia los hindes, a partir de la campaa que organiz de 1906 a 1908 en oposi-cin a la Ley Asitica de Inscripcin (aprobada el 31 de julio de 1907), la cual impona nuevas restricciones de circulacin en ese pas a los hindes. As tambin naci y se experiment ini-cialmente en la lucha contra las discriminaciones, la concep-cin del satyagraha (la fuerza de la verdad) que representaba una nueva propuesta ms agresiva y ofensiva de la accin di-recta noviolenta, en relacin a la tradicional resistencia pasiva hind2. Durante este perodo aumentaron mucho las activida-des de Gandhi en cuanto a la organizacin masiva para la con-frontacin con los ingleses; estuvo un par de veces en prisin por algunos meses, y su estudio jurdico de Johannesburgo as como la granja de Phoenix se convirtieron en el cuartel general de la resistencia hind.

    En 1909 Gandhi se embarc a Inglaterra con la esperanza de difundir all la campaa de resistencia civil de los hindes entre la gente y los polticos locales, y lograr el suficiente apoyo para que el general Smuts detuviera sus polticas discriminato-rias en Sudfrica. Llevar el conflicto tambin al territorio del adversario, y generar all adhesiones y aliados, era una tctica poltica que Gandhi us despus varias veces; la accin hist-ricamente ms conocida fue cuando a inicios de los treinta quiso ir especficamente a explicar a los obreros de Manchester el porqu del boicot de no-cooperacin hind a las telas brit-nicas en la India, lo que haba causado gran desempleo en In-glaterra. En el caso sudafricano, si bien no logr concesiones inmediatas, s pudo instalar y hacer conocer el problema, desde la visin de los afectados, en las altas esferas del poder imperial.

    En el viaje en barco de regreso a Sudfrica, Gandhi escribi un texto en gujarati3 de unas 70 pginas con el ttulo de Hind

    2 Mahatma Gandhi. Mis experiencias con la Verdad. Autobiografa de Mahatma Gandhi. Madrid, Editorial Eyras, 1983, p. 307.

    Swaraj, que sera publicado en el Indian Opinion4 el 11 y el 18 de diciembre de 1909. En la India se public como opsculo en enero de 1910, y el 24 de marzo de ese ao fue prohibido por el gobierno britnico de Bombay. Esto origin que en 1910 se editase adems una traduccin en ingls del Hind Swaraj bajo el ttulo de Indian Home Rule, elaborada en parte por el propio Gandhi, casi a precio de costo, financiada por amigos que com-praron muchos ejemplares para distribuirlos posteriormente5. Era un modo de que el contenido de sus ideas y luchas fueran conocidos por sus aliados y por sus adversarios ingleses.

    El ttulo Hind Swaraj haca referencia a la Independencia de la India: swaraj habla de libertad, autogobierno, domi-nio de s mismos, autonoma; es el raj (reino, gobierno, r-gimen) de los hind o hindes.

    En su introduccin de la reedicin de 1921 del Hind Swaraj, Gandhi especificaba que el objetivo de este texto era responder y proponer una alternativa a quienes buscaban una solucin violenta a la situacin de opresin hind, a los cuales l respe-taba mucho por su gran valor: Senta que la violencia no era un remedio para los males de la India, y que su civilizacin re-quera el uso de otro y ms noble medio de autodefensa. En el prefacio de la edicin inglesa del Indian Home Rule, comentaba tambin que escribi el texto porque saba que en Sudfrica se estaban difundiendo peligrosos mtodos violentos, y que el nico camino que conocemos para erradicar la enferme-dad (violencia) es el de difundir entre el pueblo la resistencia pasiva en su forma correcta. Finalmente agreg, en otro prefa-cio al texto mencionado de 1914, que la clave para la compren-sin del Hind Swaraj est en la idea de que los fines materiales hacen abandonar el camino para vivir con tica. Este estilo de

    3 Lengua hablada en la provincia central occidental hind de Gujarat, donde naci Gandhi. 4 Semanario fundado por Gandhi en Sudfrica el 4 de junio de 1903 que representa la resistencia pasiva en el Transvaal y hace pblicas las injusticias que sufren los hindes britnicos en Sudfrica (prefacio de Gandhi al Indian Home Rule el 2 de abril de 1910).5 Gandhi us reiteradamente esta tctica de imprimir grandes cantidades a precio de costo, en las numerosas reimpresiones del Hind Swaraj, para romper con cualquier especulacin econmica o difusin restringida.

  • 14 Pietro Ameglio Prlogo 15

    vida no consiente la violencia en ninguna forma y contra nin-gn ser humano, blanco o negro.

    Uno de los objetivos del Hind Swaraj era entonces conven-cer a la mayora de los hindes, en Sudfrica y la India, acerca de la conveniencia de la adopcin del mtodo del satyagraha, como camino para su liberacin. Segn Mahadev Desai, fiel se-cretario de Gandhi, este texto contiene las definitivas conclu-siones lgicas de la aceptacin de los principios gemelos de la verdad y la no-violencia, mismos que Gandhi viva y buscaba con gran coherencia y era eso lo que daba fuerza al texto por encima de las palabras.

    Podemos apreciar que el tema de crear alternativas a las soluciones violentas, constitua ya una preocupacin seria en Gandhi, quien lo vislumbraba como una constante disyuntiva en el futuro. Lo demuestra tambin el hecho que una vez re-tornado a Sudfrica en el mismo 1909, lo primero que hizo fue crear, con su amigo y segundo jefe del movimiento satyagraha, Herman Kallenbach, una especie de comunidad cooperativa llamada La Granja de Tolsti6. All se experimentaran colec-tivamente, con ms rigor, formas del swaraj y entrenamientos para los participantes del satyagraha.

    El Hind Swaraj pona ante todo el tema de la autonoma en una escala nacional, parte de la experiencia personal y comuni-taria de Gandhi, as como de la marginacin tnica sufrida jun-to al pueblo hind; colocaba tambin algunas lecturas claves al final del escrito como Textos fundamentales. Los temas abor-dados, a partir de una historia de la colonizacin sobre todo in-glesa, en la India y sus consecuencias sobre el pueblo actual, se referan a: gobierno, poder e institucionalidad, legalidad, des-obediencia civil y accin noviolenta, educacin, desarrollo eco-nmico e industrial, salud, religin e identidad regional, nacio-nal y social; se hablaba en lo especfico de la humanizacin del hinduismo hacia los intocables, de la necesaria integracin na-

    6 La granja-ashram Tolsti fue fundada a 32 kilmetros de Johannesburg, el 30 de mayo de 1910 sobre 1000 acres, donados por Herman Kallenbach a los participantes de la resis-tencia civil. En esta granja, Gandhi llev a cabo varias de sus ideas en el campo del trabajo manual y la educacin, bajo el principio de nunca exigir a los jvenes nada que los maes-tros no hicieran primero (Mahatma Gandhi. Op. Cit. pp.320-326).

    cional con los musulmanes, de las causas del dominio histrico ingls, de la trayectoria del Congreso, de la relacin con Europa y el mundo, de la autonoma y desobediencia en las masas. En las introducciones de posteriores ediciones, ya que fue un texto muy ledo, Gandhi siempre recalc que se mantena firme en las convicciones expresadas por primera vez en 1910, que slo tratara tal vez de explicarlas con ms detenimiento, y nica-mente cambiara una palabra por deferencia a una amiga, que era la de prostituta, usada en el captulo V en referencia a la corrupcin y constantes cambios que se suscitaban en las opi-niones interesadas del Parlamento ingls.

    Resulta tambin significativo el hecho de que este texto apareci cuando se encontraba en pleno apogeo la idea occi-dental europea de progreso moderna supersticin, antes de su fuerte debacle con la Primera guerra mundial, lo que expli-caba que el Hind Swaraj no fuera fcil de entender y aceptar en su momento, ya que expresaba un conjunto de ideas y cuestio-namientos adelantados a su tiempo, que hacen que, en cambio, hoy da, con todos los sucesos violentos y destructivos de estas dcadas, resulten ms comprensibles. Se trataba entonces de un texto visionario en su tiempo y oportuno actualmente, con un lenguaje posible de ser ledo hasta por un nio, como sealaba el propio autor. Sera un simplismo catalogarlo como un texto utpico o espiritualista, ya que las reflexiones se basaban en un principio de realidad e historia slidos, y partan de las ham-brunas, degradamiento y ruina econmica que atravesaban a la India, especialmente desde el dominio ingls con su modelo occidental industrialista moderno.

    Como Gandhi mismo deca, este libro representaba una condena severa a la civilizacin moderna si la India eliminase la civilizacin moderna saldra ganando, civilizacin que por otra parte l mismo haba conocido desde dentro y de la cual se haba ido desilusionando paulatinamente. Desde aqu y du-rante todo el perodo de casi cuarenta aos hasta el logro de la independencia de la India, Gandhi trat de centrar el problema de su pas en la desinstalacin de la civilizacin inglesa y no en la eliminacin fsica de los ingleses, lo que consideraba un suicidio. As la violencia hind debera dirigirse hacia la con-

  • 16 Pietro Ameglio Prlogo 17

    frontacin sin tregua contra esa civilizacin desde las races de su dominio, a partir del swaraj, es decir, de la recuperacin material y moral en cuanto a dignidad de cada hind y de su propia civilizacin milenaria.

    Asimismo, segn el Mahatma, no se trataba de una condena determinista y fatalista a la civilizacin occidental, sino de una advertencia que deba ser abordada desde la propia historia y cultura hind, en este caso. Sin embargo, la historia nos ha ido demostrando que hay contradicciones inherentes al propio de-sarrollo capitalista que no son slo tendenciales o tendencio-sas sino que son intrnsecas a este modelo de orden social, y por lo mismo (casi) imposibles de corregir.

    Esta misma crtica civilizatoria que hace el Hind Swaraj, lo convierte tambin en un texto universal, aunque paradjica-mente sea por otro lado tan localista; se trataba de un proyecto alternativo de desarrollo humano e histrico. Gandhi en otros escritos ya manifestaba su pensamiento acerca del papel que corresponda a la India dentro del contexto global: Siento en lo ms profundo del corazn que el mundo no puede derra-mar ms sangre. El mundo est buscando una salida, y yo me ilusiono con el pensamiento de que tal vez ser un privilegio de la antigua tierra de la India el mostrar esa salida al mundo hambriento Quisiera ver a la India libre y fuerte de modo que pueda ofrecerse a s misma en un sacrificio espontneo y sim-ple para el mejoramiento del mundo Con la autonoma servi-remos al mundo entero7.

    El texto del Hind Swaraj fue escrito en forma de dilogo, a partir de conversaciones sostenidas por Gandhi en Inglaterra con obreros, lderes de la resistencia armada hind, anarquistas y otras identidades sociales ligadas al movimiento de libera-cin de la India. Era una especie de pensar en voz alta junto a otros, respecto a problemas comunes muy importantes: cmo luchar y cmo construir el orden social futuro. Cuando le cues-tionaban por qu lo haba escrito con esa estructura dialogal, l responda que la lengua gujarati se presta bien a tal manejo y que (el dilogo) es considerado el mejor mtodo para tratar 7 M. Gandhi. Villaggio e autonoma. La nonviolencza come potere del popolo. Florencia, Li-brera Editrice Fiorentina, 1982, pp.191-93.

    temas difciles adems el dilogo verdaderamente se realiz entre diferentes amigos.

    Es importante tambin resaltar el realismo gandhiano, al se-alar l mismo en su introduccin a la edicin de 1921, y como respuesta a muchas observaciones y crticas recibidas, cmo la India no estaba an madura para lograr el swaraj descrito en el texto, y que su objetivo actual consista en centrarse en crear nue-vas instancias en el mbito de lo poltico: el swaraj parlamenta-rio. Este se estaba logrando con la aplicacin de la noviolencia y el satyagraha, en medio de muchas incoherencias de fondo, pero con amplia participacin popular suscitada por conviccin y no por imposicin. Gandhi prefera un crecimiento lento y cons-tante, como el que senta que estaba teniendo el swaraj, a una acumulacin aparentemente veloz que comparaba con fuegos artificiales, que se diluan con igual velocidad.

    Un temor que Gandhi tena respecto a las interpretaciones del Hind Swaraj, era que se estaban tomando frases del escrito fuera de contexto, lo que produca miedo en la gente. De ah que, en la citada introduccin, se preocup por puntualizar cmo, si bien no negaba su posicin escrita, su objetivo inmediato no era terminar con los ferrocarriles, los mdicos, los abogados, los tribunales ni la educacin principales logros de la civilizacin moderna, sino que stos eran unos males necesarios para la condicin humana de la India presente, que se iran acabando por s solos si se tomaba el camino de la autonoma hind. l mismo aclar en un artculo del Young India de 1926, cmo sus propuestas no eran las de un reaccionario que deseaba volver al pasado, sino que significaban un regreso al sentido comn, significaban un restablecimiento de lo que para el sentido co-mn aparece como un orden natural distinto del presente. Sin embargo, tena claro que todo eso se refiere a un estado ideal. Es posible que nunca lograremos alcanzar dicha condi-cin. No tenemos que preocuparnos8. Posea as una visin de proceso histrico para el logro del swaraj, lo que dependa de innumerables factores y, fiel a los principios del hinduismo, lo

    8 M. Gandhi. La forzad ella verit. Scritti etici e politici. Civilt, poltica e religione. Turn, Edics. Sonda, 1991, pp.265-67.

  • 18 Pietro Ameglio

    importante no es tomar el fruto del rbol sino dar cada paso hacia ese fruto. Se trataba entonces, con clara influencia anarquista, de ir cons-truyendo la nueva sociedad en el presente, con vistas al futuro, pero no a partir de la conquista del poder poltico, sino creando desde abajo una nueva forma de orden y relaciones sociales: autnomas y autosu-ficientes, limitando al mximo el poder estatal.

    Hind SwarajPietro Ameglio

  • Hind Swaraj 21

    he esCrito alGunos captulos sobre el tema del autogobier-no hind2 que me animo a proponer a los lectores del Indi-an Opinion. No quise detenerme y, de esta manera, he escrito. Durante los cuatro meses de permanencia en Londres, le y re-flexion mucho sobre el encargo del Transvaal Indian. Discut con el mayor nmero de compatriotas que pude. Encontr tam-bin la mayor cantidad de ingleses que me fue posible. Aho-ra considero que es mi deber someter a los lectores del Indian Opinion las conclusiones, que me parecen las decisivas. Los abonados gujaratis del Indian Opinion son cerca de ochocien-tos. Estoy consciente de que, por cada abonado, hay al menos 10 personas que leen el peridico con inters. Los que no pueden leer el gujarati se lo hacen leer. Esas personas, frecuentemen-te me han hecho preguntas sobre la condicin de la India. Preguntas similares me hicieron en Londres. No encontr, por tanto, fuera de lugar exponer pblicamente las opinio-nes que me expresaron en privado.

    Introducciones al Hind Swaraj 1

    1 Este texto fue originalmente escrito en gujarati durante el regreso de Gandhi de su viaje a Inglaterra en la nave Kildonan Castle, y publicado en el Indian Opinion el 11 y el 18 de diciembre de 1909. Al publicarse como opsculo en enero de 1910, fue censurado por el gobierno de Bombay el 24 de marzo de 1910. Esto hizo que Gandhi decidiera publicar la traduccin inglesa impresa por la International Printing Press (Phoenix, Ganesh & Co., Madras), cuya primera edicin hind sali en 1919, con un prefacio de Gandhi fechado el 28 de mayo de 1919. La sexta edicin fue publicada en 1924. En el mismo ao apareci una edicin en Estados Unidos de Norteamrica, con el ttulo de Sermon on the Sea. El texto que aqu traduciremos pertenece a la nueva edicin revisada y publicada en 1939, por la Navajivan Press de Ahmedabad (India).

    El texto traducido lo tomaremos de Mohandas K. Gandhi. Hind Swaraj en Gandhi M.K. La forza della verit. Scritti etici e politici. Civilt, politica e religione. Compilatore: Raghavan Iyer. Turn, Edizioni Sonda, Movimento Nonviolento, 1991, vol. 1, pp. 199-256.2 Utilizaremos el trmino hind (hindes en su plural) para referirnos a los habitantes de la India, y el trmino hinduista para los seguidores de la religin del hinduismo.

  • Hind Swaraj 2322 Mahatma Gandhi

    Estas opiniones son mas y no mas. Son mas en cuanto es-pero actuar de acuerdo con ellas. Son parte de m; sin embargo, no son mas porque no puedo afirmar que son invencin ma. Ellas han tomado forma despus de haber ledo varios libros. Lo que yo senta oscuramente recibi apoyo de esos libros.

    Las opiniones que oso someter a los lectores son, intil de-cirlo, sostenidas por muchos hindes no marcados por lo que es conocido como civilizacin (civilization), pero crame el lec-tor cuando le digo que son sostenidas tambin por millares de europeos. Quienes deseen profundizar sobre ellas y tengan el tiempo, pueden leer ya por su cuenta, algunos libros.

    Si el tiempo lo permite, espero traducir parte de esos libros para beneficio de los lectores del Indian Opinion. Si los lectores del Indian Opinion y otros, que podrn leer los siguientes cap-tulos, me hacen llegar sus crticas, les estar agradecido.

    El nico objetivo es servir a mi pas, descubrir la Verdad y seguirla. Si por tanto mis opiniones se revelan equivocadas, no dudar en refutarlas. Si se revelan justas, espero naturalmente, para el bien de la madre tierra, que tambin otros las adoptarn.

    Para facilitar la lectura, he escrito los captulos en forma de dilogo entre el lector y el autor3.

    Mohandas Karamchand Gandhi

    Kildonan Castle (G.), 22 de noviembre de 1909

    3 En la transcripcin del texto de Hind Swaraj, sealaremos con una L al Lector o entre-vistador, y con una A al Autor, que en este caso ser Gandhi mismo.

    4 Estos dos textos introductorios estn tomados de M.K.Gandhi. Civilizacin occidental y renacimiento de la India (Hind Swaraj). La noviolencia como liberacin individual y colec-tiva. Perusa, Italia, Edics. del Movimiento No-Violento, 1984, pp.29-31.5 Gujarati es la lengua que se habla en la regin de Gujarat, donde naci Gandhi.

    Hind Swaraj. Una palabra de explicacin4

    es, CiertaMente, una gran suerte que este librito mo reciba una atencin tan amplia. El original est escrito en gujarati5. Ha te-nido diferentes destinos. Primero fue publicado en las colum-nas del Indian Opinion en Sudfrica. Fue escrito en 1908 duran-te el viaje de regreso de Inglaterra a Sudfrica, como respuesta a la escuela hind de violencia en Sudfrica. Haba entrado en contacto con todo hind anrquico conocido en Londres. Su va-lor me impresion, pero senta que su celo estaba puesto en mal lugar. Senta que la violencia no era un remedio para los ma-les de la India, y que su civilizacin requera el uso de otro y ms noble medio de autodefensa. El Satyagraha de Sudfri-ca era todava un nio de 2 aos. Pero se haba desarrollado suficientemente como para permitirme escribir sobre l con cierta seguridad. Lo que escrib fue tan apreciado, al grado de ser publicado como libro. Llam la atencin en la India. El gobierno de Bombay censur la publicacin. Respond pu-blicando la traduccin. Pens que era justo hacer conocer el contenido a mis amigos ingleses.

    Segn mi opinin es un libro que podra ser puesto en las manos de un nio. Ensea el Evangelio del amor en lugar del odio. Sustituye la violencia con el sacrificio de s mismo. Inci-ta a la fuerza del alma contra la fuerza bruta. Ha tenido ms ediciones y yo lo recomiendo a los que deseen leerlo. No retiro nada de l excepto una palabra, y ello en atencin a una amiga.

    El libro es una condena severa a la civilizacin moderna. Fue escrito en 1908. Mi conviccin es ahora ms profunda que

  • Hind Swaraj 2524 Mahatma Gandhi

    nunca. Siento que si la India eliminase la civilizacin moder-na saldra ganando. Pero quisiera prevenir al lector de que piense que yo tenga como objetivo al Swaraj aqu descrito. S que la India no est madura para ello. Puede parecer una im-pertinencia decirlo, pero tal es mi conviccin. Personalmente estoy trabajando para el autogobierno delineado en l. Pero hoy mi actividad poltica est dirigida al logro de un swaraj parla-mentario de acuerdo a los deseos del pueblo hind. No deseo destruir vas ferroviarias ni hospitales, a pesar de que yo vera de buen agrado su desaparicin natural. Ni los hospitales ni las vas frreas son una prueba de noble y alta civilizacin. En la mejor de las hiptesis son un mal necesario. No agregan ni una pulgada a la estatura moral de una nacin. Tampoco miro ha-cia una eliminacin permanente de los tribunales, aunque yo lo considere como una disolucin a desear devotamente. An menos estoy buscando destruir todas las mquinas y los moli-nos. Esto requiere un grado ms alto de simplicidad y de renun-cia del que la gente est hoy dispuesta a aceptar.

    La nica parte del programa que en la actualidad se realiza es la referente a la no violencia. Pero lamento admitir que tampoco sta se practica segn el espritu del libro. Si as fuese, la India instaurara el Swaraj en un da. Si la India adoptase la doctrina del amor como parte activa de su religin y la introdujese en su poltica, el Swaraj bajara sobre la India desde el cielo. Estoy do-lorosamente consciente de que este hecho est todava muy lejos.

    Aporto estos comentarios porque noto que mucho del conte-nido del libro se cita para desacreditar al movimiento. He visto incluso escritos que afirman que yo hago un juego poco claro, que utilizo los actuales desrdenes para adaptar mis fantasas a la In-dia, y que estoy haciendo experimentos religiosos a sus costillas. Slo puedo responder que el Satyagraha est hecho de un mate-rial ms slido. No hay nada de secreto ni reservado en ello. Una parte de la teora de la vida descrita en Hind Swaraj sin duda ya se practica. Ningn peligro genera su prctica. Pero no es justo asustar a la gente reproduciendo de mis escritos prrafos que son irrelevantes ante el objetivo que est de frente a la nacin.

    Young India, 1921 M.K. Gandhi

    Un mensaje 6

    6 Reproducido por el Aryan Path en su Special Hind Swaraj Number, publicado en sep-tiembre de 1938.

    doy la bienvenida a la publicacin de los principios para los cuales fue escrito Hind Swaraj. La edicin inglesa es una traduccin del original en gujarati. Si tuviese que reescribir el libro, podra cambiar el estilo aqu y all. Pero durante los tempestuosos treinta aos que he pasado, no he visto nada que me haya hecho cambiar las opiniones desarrolladas en l. Recuerde el lector que es el fiel registro de conversaciones que tuve con obreros, uno de los cuales era un ferviente anarquista. Se debera tambin saber que ste calm los desrdenes que estaban por nacer entre algunos hindes en Sudfrica. El lector puede contraponer a todo esto la opinin de un querido amigo que desgraciadamente ya no est ms, segn el cual este libro es el producto de un loco.

    Segaon, julio de 1938, M. K. Gandhi.

  • Hind Swaraj 27

    El congreso y sus funcionarios

    L: ActuALmente est atravesando a la India una oleada de deseo de autogobierno (Home Rule). Parece que todos nuestros conna-cionales desean ardientemente la independencia nacional. Un espritu anlogo se da tambin en Sudfrica. Los hindes pare-cen ansiosos por adquirir sus derechos. Quiere explicarme su punto de vista al respecto?

    A: Usted ha hecho bien la pregunta, pero la respuesta no es fcil. Uno de los objetivos de un peridico es entender el pen-samiento popular y expresarlo; otro es generar entre la gente algunos sentimientos deseables; y el tercero, exponer sin mie-do los defectos de la gente. El ejercicio de estas tres funciones est implcito en la respuesta a su pregunta. El deseo de la gente debe ser expresado hasta un cierto punto; algunos sentimientos tienen necesidad de ser reforzados, y los defectos debern ser sacados a la luz. Pero desde el momento que me ha puesto la pregunta, es mi deber responder.

    L: Entonces, cree usted que se haya creado entre nosotros un deseo de autogobierno?

    A: Ese deseo dio vida al Congreso Nacional. La eleccin del trmino nacional lo implica.

    L: No es ciertamente ste el caso. La Joven India parece igno-rar al Congreso. ste es considerado un instrumento para perpe-tuar al gobierno britnico.

    A: Esta opinin es injustificada. Si el Gran Viejo de la India7 no hubiese preparado el terreno, los jvenes no podran ni si-quiera hablar de autogobierno.

    7 Dadabhai Naoroji (1825-1917).

    I

  • 28 Mahatma Gandhi Hind Swaraj 29

    Cmo se puede olvidar lo que ha escrito el seor Hume8, cmo nos ha estimulado a actuar, y con cunto esfuerzo nos ha despertado para alcanzar los objetivos del Congreso? Sir Wi-lliam Wedderburn9 ha dado cuerpo, alma y dinero por la mis-ma causa. Sus escritos, todava hoy, son dignos de una atenta lectura. El profesor Gokhale10 ha abrazado la pobreza y ha dado veinte aos de su vida para preparar a la nacin, y vive toda-va hoy en la pobreza. Tambin el difunto Justice Budruddin Tyebj11 fue uno de aquellos que, a travs del Congreso, lanz la semilla del autogobierno. De la misma manera, en Bengala, Ma-drs, Punjab y otros lugares ha habido miembros del Congreso, ya sean hindes o ingleses amantes de la India.

    L: Calma, calma; usted se est yendo muy lejos, se est ale-jando de mi pregunta. Yo hablaba de autogobierno o gobierno nacional, usted est discutiendo de un gobierno extranjero. No quiero escuchar nombres ingleses, y usted me los est dando. No creo que lograremos nunca encontrarnos de esta forma. Le es-tara agradecido si buscase limitarse al autogobierno. Todo el resto no me agradara.

    A: Usted es impaciente. No puedo ser como usted desea. Si tendr la paciencia de seguirme por un instante, ver que obtendr lo que quiere. Recuerda el proverbio que dice que una planta no crece en un solo da? El hecho que usted me haya interrumpido y que no quiera or hablar de quin ha hecho un bien a la India demuestra cmo, al menos para usted, el autogo-bierno est todava lejos. Si hubiese muchas personas como us-ted, no haramos nunca ningn progreso. Es bueno que ponga atencin a esto.

    8 A. O. Hume, escocs liberal moderado, uno de los fundadores del Congreso Nacional de la India en 1883.9 Presidente del Congreso Nacional de la India en Bombay (1889) y en Allahabad (1910). 10 Gopal Krishna Gokhale (1866-1915): importante estadista hind, pedagogo y reformis-ta, lder de la fraccin moderada del Congreso Nacional de la India que no propugnaba una ruptura total con Gran Bretaa sino una mayor autonoma hind; muy respetado por Gandhi quien al comienzo tena ideas muy similares y principal contacto poltico en su regreso a la India. Gandhi en las preguntas siguientes de este texto lo defender frente a las acusaciones del ala radical del Congreso, liderada por B.G.Tilak (1856-1920), acerca de que l tena demasiadas simpatas y admiracin por los ingleses.11 Juez de la Suprema Corte de Bombay y presidente del Congreso Nacional de la India en Madrs (1887).

    L: Me parece que usted est simplemente tratando de con-fundirme, dando vueltas alrededor del problema. Aquellos que considera benefactores de la India, yo no los considero tales. Por qu tendra que escuchar sus discursos sobre ellos? Qu cosa ha hecho por su pas aqul a quien usted considera el Padre de la Nacin? l dice que el gobierno ingls actuar con justicia y que tendremos que cooperar con ellos.

    A: Debo decirle, con toda amabilidad, que es una vergenza para nosotros orle hablar con irreverencia de aquel gran hom-bre. Basta que usted mire lo que l ha hecho. l ha dedicado toda su vida al servicio de la India. Lo que sabemos lo hemos apren-dido de l. Fue el respetado Dadabhai quien nos ense que los ingleses nos haban chupado la sangre. Qu cosa importa si pone todava su confianza en la nacin inglesa? Amerita me-nos estima si, en el entusiasmo de la juventud, estamos dispues-tos a dar un paso ms adelante? Somos por esto ms sabios que l? Es signo de sabidura no despreciar justamente lo que nos ha permitido elevarnos ms. Quitar un escaln de una escalera hace caer todo. Cuando, saliendo de la infancia, entramos en la adolescencia, no despreciamos la infancia, al contrario, recor-damos esos das con afecto. Si despus de muchos aos de estu-dio, aprendiese algo de un maestro y lograse construir algo ms sobre las bases puestas por ese maestro, no sera por ello consi-derado ms sabio que l. Suscitara de todos modos mi respeto. se es el caso del Gran Viejo de la India. Tenemos que admitir que l es el autor del nacionalismo.

    L: Se ha expresado claramente. Ahora entiendo que se debe considerar al seor Dadabhai con respeto. Sin l y hombres como l, probablemente no tendramos el espritu que hoy nos infla-ma. Pero, cmo podemos decir lo mismo del profesor Gokhale? Se considera un gran amigo de los ingleses; dice que tenemos mu-cho que aprender de ellos, que debemos aprender su sabidura poltica antes de poder hablar de autogobierno. Estoy cansado de leer sus discursos.

    A: Su cansancio slo traiciona a su impaciencia. Nosotros pensamos que quien se lamenta de la lentitud de los padres y se enoja porque no corren con los hijos, le falta al respeto a los padres. El profesor Gokhale ocupa el lugar de un padre. Qu importa si no puede correr con nosotros? Una nacin deseosa

  • 30 Mahatma Gandhi Hind Swaraj 31

    de obtener el autogobierno no puede permitirse despreciar a sus antepasados. Nos volveremos intiles si faltsemos al res-peto a nuestros predecesores. Slo hombres con pensamien-tos maduros estn en condiciones de autogobernarse y no los apresurados. Adems, cuntos hindes haba como Gokhale, cuando se dedic a la educacin de la India? Estoy convencido de que cualquier cosa que haga el profesor Gokhale, lo hace con buenas intenciones y con la intencin de servir a la In-dia. Su devocin por la madrepatria es tan grande, que dara la vida por ella si es necesario. Cualquier cosa que diga no es para adularlo, sino porque l cree verdaderamente. Debemos por tanto tenerle el mximo respeto.

    L: Debemos entonces seguirlo en todo? A: No he dicho nunca una cosa similar. Si nosotros, en con-

    ciencia, tuvisemos ideas diferentes a las suyas, l mismo nos aconsejara seguir con lo que nos aconseja nuestra conciencia. Nuestra tarea principal no es desacreditar su trabajo, sino creer que l es infinitamente ms grande que nosotros y sen-tirnos seguros del hecho que, comparado a su trabajo por la India, el nuestro es infinitesimal. Muchos peridicos hablan de l irrespetuosamente. Es nuestro deber tomar posicin con-tra tales artculos. Debemos considerar a hombres, como el profesor Gokhale, los pilares del autogobierno. Es una mala costumbre creer buenas slo nuestras ideas y malas aqullas de algn otro, y que quien sostiene opiniones diferentes de las nuestras es un enemigo del pas.

    L: Empiezo a entender lo que quiere decir. Deber pensarlo. Pero lo que usted dice del seor Hume y de Sir William Wedder-burn va ms all de mi comprensin.

    A: La misma regla vale igual para los ingleses que para los hindes. No podr nunca apoyar la afirmacin de que todos los ingleses son malvados. Muchos ingleses desean el autogo-bierno de la India. Que los ingleses sean un poco ms egostas que otros, es verdad, pero eso no prueba que todos los ingleses sean malvados. Si nosotros buscamos la justicia, debemos ser justos con los otros. Sir William no desea el mal de la India; esto debera bastarnos.

    Yendo ms adelante, usted ver que, si actuamos con justi-cia, la India ser pronto libre. Ver tambin que si considera-mos a cada ingls como un enemigo, el autogobierno se retra-sar. Pero, si somos justos con ellos, tendremos su apoyo para alcanzar nuestro objetivo.

    L: Por el momento todo esto me parece simplemente sin sen-tido. El apoyo ingls y alcanzar el autogobierno son dos cosas que estn en contradiccin. Cmo puede el pueblo ingls to-lerar nuestro autogobierno? Pero no quiero que responda a la pregunta enseguida. Sera slo una prdida de tiempo. Cuando haya mostrado cmo podemos alcanzar el autogobierno, tal vez entender su punto de vista. Hablndome de la ayuda inglesa, ha hecho nacer en m algunos prejuicios hacia usted. Le rogara no seguir con este argumento.

    A: No deseo hacerlo. El hecho que usted tenga algunos pre-juicios contra m, no me genera ansia. Es bueno que yo diga co-sas desagradables al inicio. Es mi deber buscar con paciencia remover sus prejuicios.

    L: Me gusta esta ltima afirmacin. Me da valor para decir lo que quiero. Hay todava una cosa que me deja perplejo. No entien-do cmo el Congreso ha puesto las bases para el autogobierno.

    A: Veamos. El Congreso ha reunido hindes de diferentes partes de la India y nos ha entusiasmado con la idea de la na-cionalidad. El gobierno no lo ha visto con buenos ojos. El Con-greso ha insistido siempre para que la nacin pudiese contro-lar las entradas y salidas. Siempre ha deseado un autogobierno segn el modelo canadiense. Que nosotros podamos obtener-lo o no, que nosotros lo deseemos o no, y que haya algo ms deseable, son cuestiones diferentes. Lo que quiero demostrar es que el Congreso nos ha dado una probada de autogobier-no. Quitarle este mrito no es justo, y actuar as sera no slo ingrato de parte nuestra, sino que retrasara el cumplimiento de nuestro objetivo. Tratar al Congreso como una institucin enemiga al crecimiento de nuestra nacin significara impe-dir que usemos ese instrumento.

  • 32 Mahatma Gandhi Hind Swaraj 33

    La particin de BengalaII

    L: considerAndo su formA de proponer el problema, parece que ha sido el Congreso el que puso las bases para el autogobierno. Pero admitir que esto no puede ser considerado un despertar real. Cundo y cmo adquiri vida el despertar real?

    A: La semilla no se ve nunca. Trabaja bajo la tierra, se anula y slo se ve el rbol que nace. Con el Congreso ha sucedido as. Sin embargo, lo que usted llama el despertar real o verdadero se dio despus de la particin de Bengala. Por ello debemos ser gratos a Lord Curzon12. En el momento de la particin, el pueblo de Ben-gala trat con Lord Curzon, quien, en la soberbia de su poder, no respet ninguna de sus demandas. Consider que los hindes eran slo capaces de charlar, pero no de tomar posiciones pre-cisas. Us un lenguaje ofensivo, y contra toda oposicin, parti Bengala. Ese da puede ser considerado el da de la particin del Imperio britnico. El golpe que recibi el poder britnico por la particin, nunca ms ha sido igualado por alguna otra accin. Esto no significa que las otras injusticias hechas a la India, ha-yan sido menos evidentes que aquella de la divisin de Bengala. El impuesto sobre la sal no es poca injusticia. Veremos muchas otras en el futuro. La gente estaba pronta para resistir a la parti-cin. En ese momento los nimos se encendieron. Muchos jefes bengales estaban dispuestos a todo. Ellos conocan su poder; de ah la conflagracin. Ahora es prcticamente inextinguible, no hay ni siquiera necesidad de extinguirla. La particin se deten-dr, Bengala ser reunificado, pero la falla en el sistema ingls quedar; se agrandar siempre ms. La India despierta es im-probable que se vuelva a dormir. La demanda por la derogacin de la particin es equivalente a la del autogobierno. Los jefes de

    12 Virrey ingls de la India (1899-1905).

    Bengala lo saben. Los funcionarios ingleses se dan cuenta. Por ello, la particin permanece todava hoy. Con el transcurrir del tiempo, la nacin se est formando. Las naciones no se forman en un solo da, se necesitan aos.

    L: Cules son, en su opinin, los resultados de la particin?A: Hasta ahora hemos pensado que para poner remedio a

    las injusticias soportadas, tenamos que dirigirnos al trono; y si fallbamos, debamos callar, al lmite de subscribir algunas de-mandas. Despus de la separacin, la gente se dio cuenta de que tena que ser capaz de sufrir y de que las demandas deban ser sostenidas por la fuerza. Este nuevo espritu debe considerarse como el resultado ms importante de la particin. Este espri-tu se manifest explcitamente en los artculos de la prensa. Lo que la gente expresaba con miedo y secretamente empez a ser dicho y escrito pblicamente. Fue inaugurado el movimiento para el swadeshi. La gente, viejos y jvenes, acostumbraban a escaparse cuando un ingls los vea; ahora ya no tienen miedo. No temen ni siquiera un pleito o a la prisin. Algunos de los mejores hijos de la India estn actualmente en el exilio13. Esto es diferente a la presentacin de nicamente demandas. As la gente se sacudi. El espritu generado en Bengala se difundi al norte en el Punjab, y al sur en Cape Comorin.

    L: Se le ocurren otros resultados extraordinarios?A: La particin no slo ha causado una falla en la nave in-

    glesa sino tambin en la nuestra. Los grandes eventos producen siempre grandes resultados. Nuestros jefes estn divididos en dos partidos: los moderados y los extremistas, respectivamen-te considerados como el partido lento y el partido impaciente. Algunos llaman a los moderados el partido tmido y a los extre-mistas el partido audaz. Cada uno interpreta ambos trminos segn los propios prejuicios. Una cosa es cierta: se ha creado una rivalidad entre los dos. Uno no se fa del otro y lo culpa. Duran-te el Surat Congress14 casi hubo una ria. Pienso que esta divi-sin no es positiva para el pas, pero tambin creo que no durar mucho. Todo depende de los jefes, y de cunto permanecern.

    13 Bal Gangadhar Tilak en esa poca estaba en la crcel de Mandalay.14 En 1907.

  • Hind Swaraj 3534 Mahatma Gandhi

    Descontento y agitacin

    L: entonces considerA usted que la particin sea la causa del despertar? Acoge tambin positivamente la agitacin que se deriv de ella?

    A: Cuando un hombre se despierta, estira los miembros y est inquieto. Se necesita un poco de tiempo antes para que est completamente despierto. Del mismo modo, si bien la particin ha causado un despertar, el estado de sopor no desapareci to-dava. Estamos an estirando los miembros y agitados, y as como el estado entre el sueo y la vigilia se considera necesa-rio, tambin es necesario y por tanto oportuno el actual estado de agitacin de la India. La conciencia de esta agitacin, muy probablemente, nos permitir superarla. Despertndonos, no permaneceremos en un estado de estupor, sino que, con base en nuestras capacidades, antes o despus, recuperaremos com-pletamente nuestros sentidos. As nos libraremos de la actual agitacin que no le gusta a nadie.

    L: Cul es la otra forma de agitacin?A: La agitacin es, en realidad, descontento. Slo ahora esto

    ltimo se ha descrito como agitacin. Durante el periodo del Congreso se llamaba descontento. El seor Hume siempre deca que era necesario que se difundiera un descontento en la India. El descontento es muy til. Conforme ms contentos estamos de nuestro presente, es ms difcil convencernos y salir de l; por tanto, cada reforma debe ser precedida por el descontento. Tiramos las cosas que tenemos slo cuando ya no nos gustan. Dicho descontento naci en nosotros despus de haber ledo las grandes obras de hindes e ingleses. El descontento ha llevado a la agitacin y esta ltima ha causado muchas muertes, mu-chas detenciones y muchos exilios. Esta situacin continuar. Debe ser as. Todos stos pueden considerarse signos positivos, pero tambin pueden dar resultados negativos.

    Qu es el Swaraj? IV

    L: He entendido en qu forma el Congreso ha hecho de la India una nacin, cmo la reparticin (de Bengala) ha causado un despertar y cmo el descontento y la inquietud se han difundido en el pas. Me gustara ahora conocer su opinin sobre el Swaraj. Me temo que nuestra interpretacin no sea igual a la suya.

    A: Es posible que no le otorguemos el mismo significado al trmino. Usted, yo y todos los hindes estamos impacientes por obtener el Swaraj, pero no tenemos las ideas claras sobre qu cosa sea. Expulsar a los ingleses de la India es el pensamiento de muchos, pero parece no haber sido suficientemente considerado el porqu. Tengo que hacerle una pregunta: cree usted necesario expulsar a los ingleses si obtenemos lo que deseamos?

    L: Les pedira slo una cosa: Por favor, abandonen nuestro pas. Si, despus de haber satisfecho esta demanda, su retiro de la India significa que todava estn en la India, no tendra obje-ciones que hacer. Entonces entenderamos que, en su idioma, las palabras se fueron equivalen a se quedaron.

    A: Supongamos entonces que los ingleses se hayan retirado. Qu hara entonces?

    L: No es posible ahora contestar esta pregunta. La situacin despus del retiro depende mucho de cmo ste se d. Si, como usted dice, se fuesen, pienso que mantendramos su constitucin y el gobierno continuara. Si se fuesen simplemente con una de-manda, tendramos un ejrcito, etctera, a la mano. No tendra-mos entonces dificultad para gobernar.

    A: sta es su opinin. Yo no pienso as. Pero no discutir ahora el problema. Debo contestar a su pregunta y lo har mejor po-niendo algunas a mi vez. Por qu quiere expulsar a los ingleses?

    III

  • Hind Swaraj 3736 Mahatma Gandhi

    L: Porque la India se ha empobrecido a causa de su gobierno. Nos roban ao con ao. Los puestos mejores son reservados para ellos. Estamos en un estado de esclavitud. Nos tratan con insolen-cia y no respetan nuestros sentimientos.

    A: Si no nos robasen, si se volviesen gentiles y nos diesen puestos de responsabilidad, considerara de cualquier modo nociva su presencia?

    L: La pregunta es intil. Es como preguntar si sera daino hacer amistad con un tigre, si cambiase de naturaleza. Esta pre-gunta es slo una prdida de tiempo. Cuando un tigre cambie su naturaleza, los ingleses cambiarn la suya. Esto no es posible y creerlo es contrario a la experiencia humana.

    A: Supongamos que conseguimos un autogobierno similar al canadiense y al sudafricano, sera suficiente?

    L: Tambin sta es una pregunta intil. Lo podremos obtener cuando tengamos los mismos poderes; entonces izaremos nuestra bandera. Como Japn, as debe ser la India. Debemos tener nues-tra marina, nuestro ejrcito, nuestro propio esplendor y slo en-tonces la voz de la India resonar en el mundo.

    A: Ha dibujado bien el cuadro. En efecto eso significa: que-remos la ley inglesa sin los ingleses. Usted quiere la naturaleza del tigre sin el tigre; como decir convertir a la India en inglesa. Y cuando se vuelva inglesa no ser llamada Indostn, sino Engli-shtan. ste no es el Swaraj que deseo.

    L: Le he expuesto mi idea sobre cmo debera ser para m el Swaraj. Si la instruccin que hemos recibido puede sernos de ayuda; si las obras de Spencer, Mill y otros pueden sernos impor-tantes, y si el parlamento ingls puede ser la madre de los parla-mentos, pienso que sin duda deberemos imitar al pueblo ingls, a tal punto que, al igual que ellos no permiten a otros pisar su pas, as tampoco nosotros les permitiremos a ellos ni a otros hacerlo con el nuestro. Lo que ha sido hecho en su pas no ha sido hecho en ningn otro lugar. Nos conviene por tanto importar sus insti-tuciones. Pero quisiera ahora conocer sus ideas.

    A: Se necesita paciencia. Mis ideas se desarrollarn por s so-las en el curso de nuestra conversacin. Es para m tan difcil entender el verdadero significado del Swaraj, como a usted le parece fcil. Por ahora, me contentar con demostrar que lo que usted llama Swaraj, no es verdadero Swaraj.

    La condicin de InglaterraV

    L: Por su rAzonAmiento deduzco que el gobierno ingls no es de-seable y que no vale la pena imitarlo.

    A: Su deduccin est justificada. La condicin actual de In-glaterra es lamentable. Ruego a Dios que la India no se encuen-tre nunca en una condicin similar. La que usted considera la madre de los parlamentos no es ms que una mujer estril y una prostituta. Ambos trminos son brutales pero se adaptan con exactitud al caso.

    Ese parlamento no ha realizado todava, espontneamente, nada bueno. Por ello lo he comparado a una mujer estril. La condicin natural de ese parlamento es tal que, sin una pre-sin desde el exterior, no es capaz de nada. Es como una pros-tituta porque est bajo el control de ministros que cambian a cada rato. Hoy est bajo el Sr. Asquith15, maana podr estar bajo el Sr. Balfour16.

    L: Ha hablado con sarcasmo. El trmino mujer estril no es aplicable. El parlamento, al haber sido elegido por el pueblo, debe trabajar bajo la presin pblica. sta es su caracterstica.

    A: Se equivoca. Examinemos las cosas un poco ms de cerca. Se supone que los mejores hombres son los elegidos por el pue-blo. Los miembros trabajan sin recibir un pago17 por lo que, se presume, lo hacen por el bien pblico. Se cree que los electores son personas instruidas, por lo que se puede entonces presupo-ner que, generalmente, no cometen errores en sus elecciones. Un parlamento as no debera tener necesidad del incentivo de las demandas o de ninguna otra presin. Su trabajo debera ser tan fluido que los resultados deberan estar ms a la vista cada da.

    15 Herbert Henry Asquith (1852-1928), fue Primer Ministro de Gran Bretaa de 1908 a 1916.16 Arthur James Balfour, Primer Ministro de Gran Bretaa de 1902 a 1905.17 El pago a los miembros del parlamento inici en 1911.

  • Hind Swaraj 3938 Mahatma Gandhi

    Pero, en realidad, es bien sabido, que los miembros son hipcritas y egostas. Cada uno piensa en sus propios intereses. El miedo es la caracterstica dominante. Lo que fue hecho hoy puede ser des-hecho maana. No resulta posible recordar un solo ejemplo en el que el resultado pueda ser deducido por el trabajo desempeado. Durante la discusin de asuntos extremadamente importantes, se han visto miembros que se estiraban y dormitaban. Algunas veces, los miembros hablan tanto tiempo que quien los escucha se disgusta. Carlyle18 lo defini como el negocio mundial de los discursos. Los miembros votan por su partido sin reflexionar. Su as llamada disciplina los obliga a hacerlo. Si un miembro cualquiera, en un caso excepcional, da un voto independiente, es considerado un renegado. Si el dinero y el tiempo desperdicia-dos por el parlamento fueran confiados a pocos hombres sabios, la nacin inglesa ocupara hoy un lugar mucho ms elevado. El parlamento es slo un juguete caro para la nacin. stas no son mis ideas personales. Ellas han sido expresadas por algunos im-portantes pensadores ingleses. Uno de los miembros de ese par-lamento ha afirmado, recientemente, que un verdadero cristiano no debera participar en l; otro dijo que es como un nio. Y si ha permanecido nio despus de una existencia de setecientos aos, cundo saldr de su infancia?

    L: Usted me hace pensar; ojal no espere que acepte ense-guida todo lo que dice. Usted me da una visin completamente nueva. Deber digerirla. Quisiera ahora explicarme el epte-to de prostituta?

    A: Que usted no logre aceptar enseguida mis opiniones es correcto. Si lee algo sobre este tema tendr una idea. El parla-mento no tiene un verdadero jefe. Bajo la gua del primer mi-nistro, su comportamiento no es firme sino que traqueteado como el de una prostituta. El primer ministro est ms preo-cupado por su poder que por el bienestar del parlamento. Su energa est concentrada en garantizar el xito de su partido. Su atencin no est siempre dirigida a que el parlamento ac-te correctamente. Es bien sabido que los primeros ministros han hecho actuar al parlamento slo para sacar ventaja parti-dista. Vale la pena reflexionar sobre todo esto.

    18 Carlyle es un historiador nacionalista ingls de la primera mitad del siglo XIX, entre cuyas obras destaca la del Culto de los hroes.

    L: As, usted est atacando justamente a aquellos hombres que hasta ahora han sido considerados patriotas y honestos?

    A: S, es exactamente as. No tendra nada contra los primeros ministros, pero lo que he visto me induce a pensar que no son verdaderos patriotas. Si deben ser considerados honestos porque no aceptan las mordidas, que as sea, pero ellos estn sometidos a influencias ms sutiles. Para obtener el propio objetivo, ellos corrompen ciertamente a la gente a travs de beneficios. No dudo en decir que ellos no tienen verdadera honestidad ni una conciencia viva.

    L: Despus de sus ideas sobre el parlamento, me gustara sa-ber qu piensa del pueblo ingls, para as tener su punto de vista sobre su gobierno.

    A: Para los electores ingleses el peridico es su Biblia. Encuen-tran sugerencias a partir de sus peridicos que con frecuencia son deshonestos. El mismo hecho se interpreta en forma distinta segn los diferentes peridicos, segn los intereses del partido por el cual son impresos. Un peridico puede considerar a un hombre ingls como modelo de honestidad; otro lo puede con-siderar deshonesto. Cul debe ser la condicin para la gente que tiene peridicos de este tipo?

    L: Descrbamela.A: Estas personas cambian de idea continuamente. Se dice

    que las cambian cada siete aos. Dichas ideas oscilan como el pndulo de un reloj y no son nunca firmes. La gente seguira a un orador convincente o a un hombre que ofrece fiestas, recep-ciones, etctera. As como es la gente es el parlamento. Ellos tie-nen ciertamente una cualidad bien desarrollada. No permitirn nunca que su patria sea destruida. Arrancaran los ojos a quien se atreviese a echar una mala mirada sobre ella. Pero esto no significa que la nacin posea cualquier otra virtud y que deba ser imitada. Si la India tomara como modelo a Inglaterra, estoy convencido de que se arruinara.

    L: A qu atribuye esta condicin de Inglaterra?A: No es debida a ningn error particular de los ingleses, sino

    que es debida a la civilizacin moderna. Es una civilizacin slo de nombre. Bajo ella, los estados europeos se estn degradando y arruinando da tras da.

  • 40 Mahatma Gandhi Hind Swaraj 41

    La civilizacin VI

    L: AHorA tendr que explicarme qu entiende por civilizacin.A: El problema no es lo que entiendo. Muchos escritores

    ingleses se niegan a llamar civilizacin lo que sucede bajo ese nombre. Se han escrito muchos libros sobre el tema. Se han for-mado algunas asociaciones para curar a la nacin de los males de la civilizacin. Un gran escritor ingls19 ha escrito un libro titulado Civilization: its cause and cure, donde la defini como una enfermedad.

    L: Por qu esto, en general, no se sabe?A: La respuesta es simple. Raramente se encuentran per-

    sonas que hablan contra s mismas. Quienes estn intoxica-dos por la civilizacin moderna no son los ms aptos para escribir contra ella. Su preocupacin ser encontrar hechos y argumentos que la sostengan, lo hacen inconscientemente, pensando que sea verdadero. Un hombre que suea, cree en su sueo; se desilusiona slo cuando se despierta. Un hombre que trabaja bajo la maldicin de la civilizacin es un hombre que suea. Nosotros leemos, comnmente, las obras de los de-fensores de la civilizacin moderna, que indudablemente tie-nen entre sus devotos a hombres decididamente talentosos y tambin sabios. Sus escritos nos hipnotizan, y as, uno a la vez, somos absorbidos por la vorgine.

    L: Eso parece plausible. Ahora, quisiera decirme algo de lo que ha ledo y pensado respecto a esta civilizacin?

    A: Consideremos cul es el estado de las cosas que se describe con la palabra civilizacin. La verdadera prueba reside en que las personas que viven en ella hacen del bienestar material el objetivo de sus vidas. Tomemos algunos ejemplos. La gente eu-

    19 Edward Carpenter.

    ropea vive hoy en casas mejor construidas que hace cien aos. Esto es considerado un emblema de la civilizacin y tambin una forma para promover la felicidad del cuerpo. Una vez ves-tan con pieles y la lanza era su arma. Ahora usan pantalones largos y, para embellecer los propios cuerpos, usan una amplia gama de vestidos y, en vez de las lanzas, llevan pistolas de cin-co o ms disparos. Si la gente de un cierto pas que, hasta ahora no acostumbrada a usar muchos vestidos, botas, etctera, usa la vestimenta europea, se considera civilizada y ya no salvaje. Una vez, en Europa, los campos se araban principalmente gracias al trabajo manual. Hoy, se puede arar un vasto terreno por medio de mquinas de vapor y as acumular grandes riquezas. Esto es definido como un signo de civilizacin. Una vez eran pocos los hombres que escriban obras de valor, hoy quienquiera escribe e imprime cualquier cosa que le guste y envenena as las mentes de las personas. Una vez los hombres viajaban en carretas, hoy pasan como flechas en trenes a una velocidad de 400 y ms mi-llas al da. Esto se considera el pice de la civilizacin. Se ha di-cho que con el progreso del hombre se podr viajar con aviones y alcanzar cualquier parte del mundo en pocas horas. El hom-bre no tendr ms necesidad de manos y pies. Se apretar un botn y los vestidos estarn a la mano. Se apretar otro botn y llegar el peridico. Se apretar un tercer botn y un coche estar listo, a la espera. Habr una gran variedad de alimentos refinados al instante. Todo ser hecho por maquinarias. En otra poca, cuando la gente quera combatir, meda su propia fuerza fsica; hoy, un slo hombre, con un arma de fuego, puede, desde una colina, quitar la vida a millares de personas. sta es la ci-vilizacin. En otro tiempo, los hombres trabajaban al aire libre cuanto queran; hoy, miles de trabajadores para mantenerse se encuentran trabajando encerrados en fbricas y minas. Su con-dicin es peor que la de los animales. Estn obligados a trabajar, arriesgando la propia vida, desarrollando actividades muy pe-ligrosas, para ventaja de los millonarios.

    En otra poca, los hombres eran esclavos fsicamente; hoy, la tentacin del dinero y de los lujos que con l pueden com-prarse, los ha convertido en esclavos. Hay enfermedades nunca antes imaginadas y un ejrcito de mdicos est comprometido a encontrarles remedio, por tanto han aumentado los hospitales.

  • Hind Swaraj 4342 Mahatma Gandhi

    sta es una prueba de civilizacin. Antes, eran necesarios men-sajeros especiales y se necesitaban grandes gastos para enviar cartas; hoy cualquiera puede importunar a su semejante gas-tando un penny20. Es verdad que, con el mismo gasto, se pueden tambin mandar agradecimientos. Una vez la gente se alimen-taba con dos o tres comidas que consistan de pan hecho en casa y verdura; hoy tienen necesidad de comer cada dos horas, para as no tener tiempo libre para otras cosas. Qu ms debo decir? Toda esta informacin puede encontrarse escrita en muchos li-bros autorizados. Toda es prueba de la civilizacin. Y si alguien dice lo contrario, sepa que es un ignorante. Esta civilizacin no tiene en cuenta ni a la moral ni a la religin. Sus fieles afirman con toda tranquilidad que no les toca ensear la religin. Algunos la consideran supersticin, otros se revisten de religin y charlan de moralidad. Pero, despus de veinte aos de experiencia, llegu a la conclusin que la inmoralidad es frecuentemente enseada en nombre de la moral. Tambin un nio puede entender que en todo lo que he descrito antes, no hay ningn impulso moral. La civilizacin trata de incrementar los placeres del cuerpo, y falla miserablemente tambin en eso.

    Esta civilizacin es lo opuesto a la religin y ha tenido tal aceptacin entre la gente europea que quienes estn inmersos parecen medio locos. Les falta verdadera fuerza fsica y valor. Conservan su energa intoxicndose. Logran difcilmente ser felices en la soledad. Las mujeres, que tendran que ser las reinas de la casa, vagan por las calles o se fatigan en las fbricas. Por una miseria, medio milln de mujeres en Inglaterra trabajan en condiciones extremadamente fatigosas en las fbricas o en ins-tituciones similares. Este horrible hecho es una de las causas del creciente movimiento de las sufragantes.

    Esta civilizacin es tal que con un poco de paciencia se des-truir por s sola. Segn la enseanza de Mahoma, sta sera considerada una civilizacin satnica. El hinduismo la llama la edad negra. No puedo darle una definicin adecuada de ella. Se nutre de las funciones vitales de la nacin inglesa. Debe ser evitada. Los parlamentos son verdaderos emblemas de es-clavitud. Si usted pensara lo suficiente, llegara a las mismas conclusiones y dejara de enojarse con los ingleses. Ellos, ms 20 Moneda de menor valor en Inglaterra; equivaldra en espaol al centavo.

    bien, ameritan nuestra compasin. Son perspicaces y creo por ello que expulsarn el mal. Son emprendedores e industriosos y su mentalidad no es implcitamente inmoral. Ni son malos de corazn. Yo por eso los respeto. La civilizacin no es un mal incurable, pero no hay que olvidar nunca que los ingleses ac-tualmente estn afectados por ste.

  • 44 Mahatma Gandhi Hind Swaraj 45

    Por qu se perdi la India? VII

    L: HA HAbLAdo mucHo de civilizacin; lo suficiente como para hacerme reflexionar. Por el momento no s qu adoptara y qu evitara de las naciones europeas, pero inmediatamente me sur-ge una pregunta. Si la civilizacin es una enfermedad y si ha atacado a Inglaterra, por qu sta ha sido capaz de apoderarse de la India y de mantenerla?

    A: No es difcil contestar a su pregunta y en breve estaremos en condiciones de examinar la verdadera naturaleza del swaraj; s que todava tengo que contestar a esa pregunta. Los ingleses no se han apoderado de la India; nosotros se la dimos. Ellos no estn en la India gracias a su fuerza, sino porque nosotros los mantenemos. Veamos ahora cmo pueden ser sostenidas di-chas afirmaciones. Al comienzo, llegaron a nuestro pas con fines comerciales. Recuerde a la Compaa21 Bahadur22. Quin hizo la Bahadur? No tenan entonces la mnima intencin de fundar un reino. Quin ayud a los funcionarios de la Compa-a? Quin fue tentado al ver su plata? Quin compr su mer-canca? La historia da testimonio que nosotros hicimos todo eso. Con el objetivo de enriquecernos rpidamente, acogimos a los funcionarios de la Compaa con los brazos abiertos. Los ayu-damos. Si yo tengo la costumbre de beber bhang y por tanto un comerciante me lo vende, tengo que acusarlo a l o acusarme? Acusando al comerciante estoy en condiciones de cambiar de costumbre? Y si un determinado vendedor es echado, no lle-gar otro en su lugar? Un verdadero servidor de la India debe ir a la raz del problema. Si un exceso de comida me caus una

    21 Nombre con el que se conoca a la East India Company (Compaa Oriental de las Indias) desde su dominio en Bengala a partir de 1757.22 Literalmente valiente; aqu significa poderosa, soberana.

    indigestin, no la evitar acusando al agua. Un verdadero m-dico es aqul que encuentra la causa de la enfermedad, y si se quiere curar a la India de la enfermedad habr que encontrar la verdadera causa.

    L: Usted tiene razn. No creo que tenga que hablar mucho to-dava para formular sus conclusiones. Estoy impaciente por co-nocer sus otras ideas. Hemos llegado a un tema extremadamente interesante. Tratar por tanto de seguirlo, permitindome de-tenerlo cuando tenga dudas.

    A: Me temo que, an con su entusiasmo, a medida que avancemos, tendremos opiniones discordantes. A pesar de ello, discutir slo cuando usted me interrumpa. Cuando nuestros prncipes combatieron entre s, buscaron la ayuda de la Compaa Bahadur. Esa corporacin daba tanto para el comercio como para la guerra. No tena obstculos morales. Su objetivo consista en aumentar el comercio y hacer dine-ro. Acept nuestra asistencia y aument la cantidad almace-nada en sus bodegas. Para protegerla utiliz a un ejrcito que tambin fue usado por nosotros. No resulta entonces intil echar la culpa a los ingleses por lo que hicieron en esa poca? Los hindes y los musulmanes tenan relaciones muy tensas entre s. Tambin sta fue una oportunidad para la Compa-a y as creamos las condiciones que permitieron a la Com-paa controlar la India. Por tanto, es ms acertado decir que fuimos nosotros quienes entregamos la India a los ingleses, a decir que la India se perdi.

    L: Me dice entonces cmo han podido mantenerla?A: Las mismas causas por las que se les entreg la India, son

    las que les permitieron tambin mantenerla. Algunos ingle-ses sostienen que se apropiaron y mantuvieron la India por medio de la fuerza. Pero ambas afirmaciones estn equivo-cadas. La fuerza es completamente intil para mantener la India. Nosotros mismos los mantenemos aqu. Se dice que Napolen describi a los ingleses como un pueblo de comer-ciantes. Es una descripcin apropiada.

    Ellos mantienen cualquier dominio que sea ventajoso para sus comercios. Su ejrcito y su armada tienen la funcin de protegerlos. Cuando el Transvaal no ofreca ninguno de

  • Hind Swaraj 4746 Mahatma Gandhi

    estos atractivos, el difunto seor Gladstone23 descubri que no haba razn por la cual Inglaterra debiera mantenerlo. Cuando se convirti en un negocio ventajoso, la resistencia condujo a la guerra. El seor Chamberlain24 descubri rpi-do que Inglaterra tena derecho a la soberana del Transvaal. Se dice que alguien pregunt al ltimo presidente Kruger25 si haba oro en la luna. ste replic que era muy improbable porque, si hubiese, los ingleses ya se habran adueado de l. Se pueden resolver muchos problemas si recordamos que el dinero es su Dios. De aqu se deriva que mantenemos a los in-gleses en la India por causa de nuestros mezquinos intereses. Nos agradan sus comercios; nos satisfacen en formas sutiles y obtienen de nosotros lo que quieren. Culparlos por esto sig-nifica perpetuar su poder. Adems fortalecemos su influen-cia cuando nos peleamos entre nosotros. Si usted acepta las afirmaciones anteriores, queda demostrado que los ingleses entraron en la India para intentar comerciar.

    Permanecen con el mismo objetivo y nosotros los ayuda-mos. Sus armas y municiones son perfectamente intiles. A este propsito le recuerdo que en el Japn ondea la bandera inglesa, no la japonesa. Los ingleses tienen un tratado con Ja-pn para su comercio, y usted ver que si lo logran, expandirn ampliamente su comercio en ese pas. Ellos desean transformar al mundo entero en un enorme mercado para sus mercancas. Que no puedan lograrlo es verdad, pero la culpa no ser de ellos. Buscarn todos los caminos con tal de lograr su objetivo.

    23 William Ewart Gladstone (1809-1898), Primer Ministro de Gran Bretaa durante 1868-74, 1880-85, 1886 y 1892-94. 24 Joseph Chamberlain (1836-1914), Secretario de Estado de las Colonias (1895).25 Stephanus Johannes Paulus Kruger (1825-1904), jefe boer y Presidente de la Re-pblica de Sudfrica.

    La condicin de la IndiaVIII

    L: AHorA entiendo por qu los ingleses mantienen la India. Me gus-tara conocer sus opiniones sobre las condiciones de nuestro pas.

    A: Es una condicin triste. Si la pienso, los ojos se me llenan de lgrimas y la garganta se me seca. Dudo seriamente en lograr ex-plicar todo lo que tengo en mi corazn. Creo firmemente que la India est abatida, pisoteada, no por Inglaterra, sino por la civili-zacin moderna. Gime bajo el terrible peso del monstruo. Todava estamos a tiempo de huir, pero cada da se vuelve ms difcil. Quie-ro a la religin y mi mayor disgusto es que la India se est volvien-do irreligiosa. No me estoy refiriendo al hinduismo, al islamismo o a la religin zoroastriana, sino a esa religin que constituye el fun-damento de todas las otras. Estamos alejndonos de Dios.

    L: Cmo?A: Se nos acusa de ser un pueblo perezoso, mientras los eu-

    ropeos son industriosos y emprendedores. Hemos aceptado la acusacin y por eso queremos cambiar nuestra condicin. El hinduismo, el islamismo, el zoroastrismo, el cristianismo y to-das las otras religiones ensean que debemos permanecer pa-sivos frente a los bienes terrenales y activos frente a los bienes divinos, que debemos poner un lmite a nuestras ambiciones terrenales y que, en cambio, nuestra ambicin religiosa debe ser infinita. Nuestra actividad debera canalizarse hacia esta ltima direccin.

    L: Parece que usted est promoviendo una actividad religiosa de charlatanes. Muchos han sido engaados al tomar tales posturas.

    A: Est acusando duramente a la religin. Existe indudable-mente un engao en cada religin. Donde hay luz existe tam-bin la sombra. Estoy dispuesto a sostener que los engaos en cuestiones terrenales son peores que los de la religin. El enga-

  • 48 Mahatma Gandhi Hind Swaraj 49

    o de la civilizacin que le estoy tratando de mostrar no se pue-de encontrar en la religin.

    L: Cmo puede afirmarlo? Hinduistas y musulmanes han combatido en nombre de la religin. Por el mismo motivo los cristianos combatieron entre s. Miles de hombres inocentes han sido asesinados, quemados, torturados en su nombre. Segura-mente esto es peor que cualquier civilizacin.

    A: Afirmo que son ciertamente mucho ms soportables es-tos sufrimientos que los de la civilizacin. Cualquiera entiende que las crueldades que usted menciona no pertenecen a la reli-gin, aunque hayan sido realizadas en su nombre; no hay por tanto ninguna continuidad en estas crueldades. Se verificarn mientras sigan existiendo personas ignorantes y crueles. En cambio, las vctimas destruidas por el fuego de la civilizacin no tienen fin. Su efecto mortal consiste en que la gente sufre sus llamas creyendo que son un bien y se alejan completamente de la religin; pero, en realidad, no obtienen del mundo ms que una pequea ventaja. La civilizacin es como un ratn que roe mientras nos halaga. Cuando haya alcanzado su efecto comple-tamente, veremos que la supersticin religiosa resulta inofen-siva comparada a la de la civilizacin moderna. No estoy en defensa de que contine la supersticin religiosa. Deberemos ciertamente combatirla con uas y dientes, pero no podremos nunca hacerlo despreciando a la religin. Podremos hacerlo aprecindola y conservndola.

    L: Usted afirma entonces que la Pax Britannica26 sea un estorbo intil?

    A: Puede usted ver la paz si lo desea; yo no la veo.L: Usted toma poco en cuenta el terror que representan para

    el pas los thugs27, los pindaris28 y los bhils29.

    26 Esta concepcin de paz deriva de la de pax romana, utilizada durante la poca del Imperio Romano para significar la ausencia de guerra segn la ley, paz que se mantena a partir del aparato militar.27 Grupos de ladrones que solan saquear, robar y asesinar. Combinaban el robo con el asesinato ritual para la diosa Kali, y constituyeron un verdadero terror en la India central y norte.28 Ladrones a caballo del siglo XVII y XVIII, reclutados entre los ejrcitos desbanda-dos, que desplazaban a los campesinos. Los saqueos que hacan en la India central y en la parte inglesa, fueron una de las razones que reforzaron la intervencin inglesa.29 Tribu de la India central y de Gujarat.

    A: Si reflexiona un momento ver que el terror no fue tan grande. Si realmente hubiese sido importante, los otros pueblos habran perecido antes de la llegada de los ingleses. Adems, la paz actual lo es slo de nombre, ya que en su nombre nos he-mos vuelto afeminados y cobardes. No debemos pensar que los ingleses hayan cambiado la naturaleza de los pindaris o de los bhils. Es, entonces, mejor soportar el peligro de los pindaris que hacerse proteger por alguien que nos convierta en afeminados. Preferira morir por la flecha de un bhil antes que buscar una proteccin vil. La India sin esa proteccin era una India llena de valor. Macaulay demostr una gran ignorancia cuando difam a los hindes llamndolos cobardes.

    No merecan tal acusacin. Los cobardes que viven en un pas habitado por valientes montaeses e infectado de lobos y tigres, encuentran seguramente una muerte rpida. Ha visitado algu-na vez nuestros campos? Le aseguro que nuestros campesinos duermen todava hoy sin miedo en sus caseros; pero los ingle-ses, usted y yo, titubearamos en dormir donde ellos lo hacen. La fuerza proviene de la falta de miedo, no de la cantidad de carne y msculos que tenemos. Adems le recuerdo, en vistas de que desea el autogobierno, que despus de todo los bhils, los pindaris y los thugs son nuestros compatriotas. Conquistarlos es una tarea suya y ma. Mientras tengamos temor de nuestros hermanos, no somos aptos para alcanzar dicho objetivo.

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    Las vas frreas

    L: me HA quitAdo el consuelo que tena respecto a la paz en la India.A: Slo le he manifestado mi opinin acerca del aspecto re-

    ligioso, pero cuando le diga cmo pienso sobre la pobreza en la India, probablemente empezar a serle antiptico, ya que lo que hasta ahora hemos considerado benfico para la India ya no lo considero as.

    L: Qu puede ser?A: Las vas frreas, los abogados y los mdicos han empobrecido

    tanto al pas que, si no despertamos a tiempo, estaremos arruinados.L: Me temo de veras que ahora s no podremos estar de acuer-

    do. Usted ataca precisamente a las instituciones que hasta ahora hemos considerado positivas.

    A: Es necesario tener paciencia. Le ser difcil entender la esencia de los males de la civilizacin. Los mdicos nos asegu-ran que un tuberculoso se aferra a la vida an cuando est por morirse. La tuberculosis no produce sntomas visibles, incluso produce un buen color en la cara del enfermo, haciendo hasta pensar que est bien. La civilizacin produce los mismos efec-tos y debemos estar muy atentos.

    L: Bien, hbleme entonces de las vas frreas.A: Es evidente que si no fuera por las vas frreas, los ingle-

    ses no tendran el poder que tienen sobre la India. Adems, las vas frreas han esparcido la peste bubnica. Sin ellas, la gen-te no podra moverse de un lugar a otro. Son las portadoras de los grmenes de la peste. Antes exista una segregacin natural. Las vas frreas han aumentado tambin las carestas porque, a causa de la disponibilidad de los medios de transporte, la gente vende su cosecha que es enviada a los mercados ms caros. La gente se vuelve negligente y as aumenta el costo de la caresta.

    Las vas frreas acentan la naturaleza malvada del hombre. Hombres malvados concluyen sus proyectos diablicos mucho ms velozmente. Los sitios sagrados de la India han sido profa-nados. Alguna vez, la gente iba a estos lugares con mucha difi-cultad. Generalmente, entonces, slo los verdaderos devotos los visitaban. Hoy los visitan los pillos para realizar sus pilleras.

    L: Usted nos ha ofrecido una visin unilateral. Al igual que los malvados, tambin las personas piadosas pueden visi-tar esos sitios. Por qu ellas no sacan el mximo provecho de las vas frreas?

    A: El bien viaja a paso de caracol, por tanto tiene poco que ver con las vas frreas. El que quiere hacer el bien no es egosta, no tiene prisa, sabe que para impregnar a la gente de bondad se necesita mucho tiempo. Pero el mal tiene alas. Para construir una casa se requiere de tiempo. Su destruccin necesita mucho menos. As, las vas frreas pueden convertirse en una agencia de distribucin slo para el mal. Puede ser discutible que ellas propaguen la caresta, pero es cierto que propagan el mal.

    L: Como sea, todas las desventajas de las vas frreas estn compensadas por el hecho de que gracias a ellas se aprecia en la India el nuevo espritu nacionalista.

    A: Considero que ste es un error. Los ingleses nos han ense-ado que antes no ramos una nacin y que necesitbamos siglos para serlo. Esto carece de fundamento. ramos una nacin desde antes que llegasen a la India. Un pensamiento nos inspiraba. Nues-tra forma de vida era la misma. Pudieron fundar su imperio justa-mente porque ramos una nacin. A continuacin nos dividieron.

    L: Aqu hay necesidad de una explicacin.A: No quiero afirmar que al ser una nacin no tuviramos

    diferencias; pero, ciertamente, nuestros jefes viajaban a pie o en carros arrastrados por bueyes. Aprendan las diferentes len-guas y no haba un sentido de superioridad entre ellos. Cul cree que haya sido la intencin de nuestros clarividentes an-tepasados que establecieron Setubandha (Rameshwar) en el sur, Jagannath en el este y Hardwar en el norte como lugares de peregrinacin? Admitir que no eran tontos. Saban que la veneracin de Dios poda ser igualmente bien hecha en la casa. Nos ensearon que quienes eran rectos de corazn tenan el Ganges en sus casas. Pero vieron que la India era una tierra in-

  • Hind Swaraj 5352 Mahatma Gandhi

    divisible por naturaleza, por lo que sostuvieron que deba ser una nica nacin. Al afirmar esto establecieron sitios sagrados en diversas partes de la India, e inflamaron a la gente con una idea de nacionalidad desconocida en otras partes del mundo. Y nosotros los hindes somos una unidad como no la son dos ingleses. Slo usted, yo y otros, que nos consideramos perso-nas civilizadas y superiores, imaginamos ser ms naciones. Fue despus de la irrupcin de las vas frreas que empezamos a creer en las distinciones, y usted es libre de pensar que es justamente por las vas frreas que estamos iniciando a abolir esas distinciones. Un consumidor de opio puede discutir las ventajas de comer opio, por haber entendido las desventajas al haberlo comido. Le rogara que reflexionase con atencin lo que le he dicho acerca de la vas frreas.

    L: Lo har con gusto, pero ahora me surge una pregunta. Usted me ha descrito la India del periodo premusulmn, pero ahora nosotros tenemos musulmanes, parsis y cristianos. Cmo pue-den constituir una sola nacin? Hinduistas y musulmanes son enemigos desde tiempos antiguos. Nuestros mismos proverbios lo demuestran. Los musulmanes se voltean hacia el oeste para orar, los hinduistas hacia el este. Los primeros consideran a los hinduistas unos idlatras. Los hinduistas veneran a la vaca, los musulmanes la matan. Los hinduistas creen en la doctrina del no matars, los musulmanes no. Encontramos diferencias a cada paso. Cmo podemos ser una sola nacin?

    Hinduistas y musulmanes

    a: su ltiMa preGunta es muy seria, sin embargo, despus de reflexionar con cuidado, encontrar una respuesta fcil. La pregunta nace por la presencia de vas frreas, abogados y doc-tores. Empecemos por examinar a los ltimos dos. Ya hemos discutido sobre las vas frreas. Quisiera igualmente agregar que es parte de la naturaleza humana la necesidad de restringir sus movimientos en la medida que se lo permiten sus manos y pies. Si no corrisemos de un lugar a otro por medio de las vas frreas y otros instrumentos que nos enloquecen, mucha de la confusin que deriva sera evitada. Nuestras dificultades son creadas por nosotros mismos. Dios ha puesto un lmite a la ambi-cin motriz humana al dar forma a su cuerpo. El ser humano in-mediatamente se ingeni para encontrar la forma de rebasar este lmite. Dios ha dado al ser humano el intelecto para que pudiese conocer a su Creador. El hombre abus de l hasta olvidarse de su Creador. Estoy hecho por naturaleza slo para poder servir a mis vecinos, pero en mi orgullo pretendo haber descubierto que con mi cuerpo debo servir a cada individuo del universo. As, inten-tando lo imposible, el hombre se pone en contacto con diferentes naturalezas, diferentes religiones, y queda totalmente confundi-do. Segn este razonamiento, le ser evidente que las vas frreas son una de las invenciones ms peligrosas. Por su causa, el ser humano se alej todava ms de su Creador.

    L: Estoy impaciente por escuchar su respuesta a mi pregunta. La introduccin del islamismo, no ha destruido a la nacin?

    A: India no puede dejar de ser una nacin porque la gente que vive en ella pertenezca a diferentes religiones. La introduc-cin de extranjeros no destruye necesariamente a la nacin; ellos se amalgaman a ella. Un pas es nacin slo cuando di-

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    cha condicin se verifica. Un pas debe tener esta capacidad de asimilacin. La India siempre fue un pas as. En realidad hay tantas religiones cuantos individuos existen; pero quienes han tomado conciencia del espritu nacionalista no interfieren en la religin ajena. Si lo hacen, no son aptos para ser considerados una nacin. Si los hinduistas creen que la India slo debera ser habitada por hinduistas, viven en el mundo de los sueos. Los hinduistas, los musulmanes, los parsis y los cristianos que han hecho de la India su tierra, son compatriotas y debern vivir unidos, aunque slo sea por su inters. En ninguna parte del mundo los trminos de nacionalidad y religin son sinnimos; tampoco para la India nunca fue as.

    L: Qu me dice entonces acerca de la innata rivalidad entre hinduistas y musulmanes?

    A: Esta frase fue inventada por nuestro comn enemigo. Cuando hinduistas y musulmanes peleaban entre s, ciertamente hablaban de esa forma. Desde hace mucho tiempo han cesado de combatir. Cmo puede entonces hablarse de innata rivalidad? Le ruego que recuerde que no dejamos de pelearnos slo despus de la ocupacin inglesa. Los hinduistas florecieron bajo sobera-nos musulmanes y los musulmanes bajo los hinduistas. Ambas partes admitieron que la lucha recproca representaba un suici-dio, y que ninguna de las dos habra abandonado la propia reli-gin por la fuerza de las armas. Decidieron as vivir en paz. Con la llegada de los ingleses recomenzaron los pleitos.

    Los juicios que usted citaba fueron acuados cuando ambas partes estaban combatiendo; nombrarlos ahora es obviamente daino. Tendremos tal vez que olvidar que muchos hinduistas y musulmanes tienen los mismos antepasados y que la misma sangre corre por sus venas? La gente se vuelve enemiga porque cambia de religin? El Dios musulmn es diferente del Dios hin-duista? Las religiones son caminos diferentes que convergen en el mismo punto. Qu importa si tomamos caminos diferentes para alcanzar el mismo fin? Cul es la causa del conflicto?

    Adems, se dicen cosas mortferas entre los seguidores de Shi-va y los de Vishnu, sin embargo nadie sostiene que stos no per-tenezcan a la misma nacin. Se dice que la religin de los Vedas sea diferente a la jainista, pero los seguidores de estas religiones no pertenecen a naciones diferentes. El hecho es que nosotros nos

    hemos convertido en esclavos y por eso peleamos y nos gusta que nuestros pleitos sean resueltos por un tercer partido. Hay hinduis-tas iconoclastas as como musulmanes. Ms nos acercaremos a la verdadera conciencia, mejor podremos comprender que no es ne-cesario estar en guerra con quienes siguen una religin diferente.

    L: Quisiera ahora conocer sus ideas sobre la proteccin a la vaca.A: Yo, personalmente, respeto a la vaca; o sea, la conside-

    ro con reverencia afectuosa. Ella es la protectora de la India porque, siendo un pas agrcola, depende de la vaca. La vaca es un animal muy til de mil maneras. Nuestros hermanos musulmanes lo admitirn.

    Pero as como respeto a la vaca, respeto a mis semejantes. Un hombre es tan til como una vaca, independientemente del he-cho que sea musulmn o hinduista. Debo entonces combatir o matar a un musulmn para salvar a una vaca? Hacindolo me convertira en un enemigo del musulmn as como en un ene-migo de la vaca. Por tanto, la sola forma que conozco para pro-teger a la vaca es la de acercarme a mi hermano musulmn y exhortarlo, por el bien del pas, a unirse a m para protegerla. Si no me escuchase, dejara perder la vaca por la simple razn que el asunto rebasa mis capacidades. Si fuese invadido de piedad hacia la vaca, sacrificara la vida para salvarla, pero no tomara la de mi hermano. sta, creo, es la ley de nuestra religin.

    Cuando los hombres se vuelven obstinados, las cosas se ha-cen difciles. Si empujo en una direccin, mi hermano musul-mn me empujar en la otra. Si asumo una actitud de superio-ridad, l har lo mismo. Si me inclin amablemente hacia l, l ser todava ms amable; y si no lo hace, no ser juzgado mal por haberme inclinado. Cuando los hinduistas se volvieron exigentes, aument la matanza de las vacas. A mi modo de ver, las sociedades para la proteccin de las vacas pueden ser con-sideradas como asociaciones para matarlas. Es una desgracia para nosotros tener necesidad de esas sociedades. Cuando olvi-demos cmo proteger a las vacas, supongo que habr necesidad de dichas sociedades. Qu debo hacer cuando un hermano de sangre est a punto de matar una vaca?, tengo que matarlo o tirarme implorando a sus pies? Si usted admite que tendra que adoptar este ltimo comportamiento, entonces debo hacer lo mismo con mi hermano musulmn.

  • 56 Mahatma Gandhi Hind Swaraj 57

    Quin protege a las vacas de su destruccin por parte de los hinduistas cuando ellos las tratan cruelmente? Quin discute alguna vez con los hinduistas cuando sin piedad golpean a los terneritos? Pero esto no nos ha impedido ser una nacin.

    Por fin, si es verdad que los hinduistas creen en la doctrina del no matar y los musulmanes no, cul es el deber de los primeros? No est escrito que un seguidor del ahimsa (no matar) puede ma-tar a un semejante. Para l est claro. Para salvar a un ser huma-no, no puede matar a otro. Slo puede implorar: se es su deber.

    Pero, todo los hinduistas creen en el ahimsa? Si se va a la raz del problema, no existe un solo hombre que practique di-cha religin porque en realidad nosotros destruimos la vida. Decimos seguir a esa religin porque queremos liberarnos de la predisposicin para matar cualquier tipo de vida. En general, se puede observar que muchos hinduistas consumen carne y por ello no son seguidores del ahimsa. Resulta por tanto absurdo sostener que las dos partes no pueden convivir amigablemente porque los hinduistas creen en el ahimsa y los musulmanes no.

    Estas ideas nos son puestas en la cabeza por maestros de re-ligin egostas y falsos. Los ingleses dieron el toque final. Ellos tienen la costumbre de escribir la historia; pretenden estudiar usos y costumbres de todos los pueblos. Dios nos ha dado una mente limitada, pero ellos usurpan la funcin divina y caen en experimentos originales. Escriben sobre sus mismas investiga-ciones en trminos extremadamente elogiosos y nos hipnotizan para creerlas. Nosotros, en nuestra ignorancia, caemos a sus pies.

    Quienes no quieren malentender las cosas pueden estudiar a fondo el Corn y encontrarn centenares de pasajes acepta-bles para los hinduistas; y el Bhagavad-gita contiene pasajes que ningn musulmn podr objetar. Tengo que odiar a un musulmn porque en el Corn hay pasajes que no comprendo o no me gustan? Se necesitan dos personas para pelear. Si no tengo el deseo de pelear con un musulmn, l no lograr que lo hagamos. Un brazo que golpea el aire se dislocar. Si todos tra-tasen de entender la esencia de su propia religin y adherirse a ella, y no permitiesen que falsos maestros se les impusiesen, no habra lugar para los pleitos.

    L: Pero los ingleses, permitirn alguna vez que las partes se den la mano?

    A: Esta pregunta se debe a su inseguridad. Traiciona nuestra superficialidad. Si dos hermanos quieren vivir en paz, es po-sible que un tercero los separe? Si siguiesen los malos consejos los consideraramos locos. Igualmente nosotros, hinduistas y musulmanes, deberemos culpar a nuestra locura ms que a los ingleses, si les permitisemos alejarnos unos de otros. Un jarro de barro se rompera con el choque, sea con una piedra que con otro jarro. La forma de salvar al jarro, no es mantenerlo lejos del peligro, sino cocerlo hasta que ninguna piedra pueda romper-lo. Debemos entonces cocer nuestros corazones de arcilla a la perfeccin. As resistiremos ante cualquier peligro. Esto puede ser fcilmente hecho por los hinduistas. Son ms numerosos, se consideran ms instruidos; por tanto son capaces de resistir a los ataques que les hacen por su amistad con los musulma-nes. Existe una recproca desconfianza entre ambas comuni-dades. Por tanto, los musulmanes piden a Lord Morley algunas concesiones. Por qu los hinduistas deberan oponerse? Si los hinduistas desistiesen, los ingleses se daran cuenta, los musul-manes adquiriran gradualmente confianza en los hinduistas y el resultado sera la fraternidad. Deberamos avergonzarnos de llevar nuestros pleitos ante los ingleses. Todos pueden darse cuenta de que los hinduistas no perderan nada con desistir. El ser humano que ha inspirado confianza a otro, nunca ha perdi-do nada en este mundo.

    No pretendo afirmar que los hinduistas y los musulmanes no se pelearn nunca. Dos hermanos que viven juntos lo hacen seguido. Alguna vez se quebrarn la cabeza. No debera ser ne-cesario, pero no todos los seres humanos son razonables. Cuan-do estamos encolerizados actuamos estpidamente. Debemos soportarlo. Pero cuando peleamos, no queremos ciertamente contratar abogados o recurrir a los ingleses o a cualquier tribu-nal. Dos hombres combaten; ambos acaban con la cabeza rota, o slo uno. Cmo puede un tercero hacer justicia entre ellos? Quienes combaten deben esperarse alguna herida.

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    Los abogados

    L: usted me dice que cuando dos hombres pelean no deberan acudir a un tribunal. Esto es sorprendente

    A: Que usted lo llame sorprendente o no, es la verdad. Y su pregunta nos introduce al tema de los abogados y los mdicos. Es mi firme conviccin que los abogados han esclavizado a la India, han acentuado los desacuerdos entre hinduistas y mu-sulmanes y han reforzado a la autoridad inglesa.

    L: Es bastante fcil aducir estas