3
HISTORIA DE UN LABRADOR Viviendo en este pueblo (..), trabé amistad con un labrador, ya abuelo, a quien le apodaban “Siete Vistas” (debido a su “buen ojo” a la hora de elegir el mejor momento de la siembra). Solía traerme “regaliza” o “palo de luz”, que yo utilizaba para dejar de fumar (dio resultado), y cogimos la costumbre de “tomar algo a la fresca” por las tardes. Este hombre conseguía siempre las mejores cosechas y los productos mas “hermosos”, como aquí se dice, típicos de la huerta del “lugar” y solía llevar, muy ufano, una muestra al Casino (sitio habitual de reunión de labradores y hortelanos del pueblo), muestra que siempre merecía la aprobación general. Cierto día llegó, orgulloso, con una patata que fue la admiración de todos. Los asiduos del casino, se prestaron a pesar la patata y sorprendidos vieron que daba un peso de 3,5 kg. Como todos la querían, “Siete Vistas” la cortó en pedazos y los repartió entre todos para “siembra”, dejándolos contentos. Ya de tarde, estando ambos echando un “pitillo”, me comentó una inquietud diciendo: ¿cómo es posible que en la misma tierra, la mitad de la huerta dé una cosecha excepcional y la otra mitad la dé lastimosa? Me picó la curiosidad y le pregunté que el abono era el mismo, que si las simiente eran las mismas etc, etc...Lo dejamos ahí y me fui cavilando; Como suele pasar, por la noche me rondó una idéa en la cabeza y decidí comentarla con él. Al día siguiente al tomar “el vino”, pues allí es costumbre tomar un aperitivo antes de la comida, le pregunte si la siembra la había hecho en el mismo día, en días distintos o en distintas mañanas o tardes. El me contesto: mira hijo, a mi edad y aunque es pequeño el “piazo”, lo hago según las ganas, el año pasado me canse pronto, dolía el “Reuma” y decidí volver

Historia de Un Labrador(Corregido)

Embed Size (px)

Citation preview

HISTORIA DE UN LABRADOR

Viviendo en este pueblo (..), trabé amistad con un labrador, ya abuelo, a quien le apodaban “Siete Vistas” (debido a su “buen ojo” a la hora de elegir el mejor momento de la siembra). Solía traerme “regaliza” o “palo de luz”, que yo utilizaba para dejar de fumar (dio resultado), y cogimos la costumbre de “tomar algo a la fresca” por las tardes.

Este hombre conseguía siempre las mejores cosechas y los productos mas “hermosos”, como aquí se dice, típicos de la huerta del “lugar” y solía llevar, muy ufano, una muestra al Casino (sitio habitual de reunión de labradores y hortelanos del pueblo), muestra que siempre merecía la aprobación general.

Cierto día llegó, orgulloso, con una patata que fue la admiración de todos. Los asiduos del casino, se prestaron a pesar la patata y sorprendidos vieron que daba un peso de 3,5 kg. Como todos la querían, “Siete Vistas” la cortó en pedazos y los repartió entre todos para “siembra”, dejándolos contentos.

Ya de tarde, estando ambos echando un “pitillo”, me comentó una inquietud diciendo: ¿cómo es posible que en la misma tierra, la mitad de la huerta dé una cosecha excepcional y la otra mitad la dé lastimosa?

Me picó la curiosidad y le pregunté que el abono era el mismo, que si las simiente eran las mismas etc, etc...Lo dejamos ahí y me fui cavilando; Como suele pasar, por la noche me rondó una idéa en la cabeza y decidí comentarla con él.

Al día siguiente al tomar “el vino”, pues allí es costumbre tomar un aperitivo antes de la comida, le pregunte si la siembra la había hecho en el mismo día, en días distintos o en distintas mañanas o tardes. El me contesto: mira hijo, a mi edad y aunque es pequeño el “piazo”, lo hago según las ganas, el año pasado me canse pronto, dolía el “Reuma” y decidí volver al “lugar” pronto y descansar, luego acabe la siembra a los pocos días, que ya me encontraba mejor. Esto me dio que pensar y al poco le propuse hacer una prueba en la siguiente siembra, que ya estaba próxima, a lo que “Siete Vistas” no puso inconvenientes.

Lo comente con su hijo y cuñado y quedamos de acuerdo en realizar la siembra por zonas,en el mismo tramo horario, pero en días alternos durante varios días.

Una vez hecha la siembra, esperamos.

Solo comentar la alegría de este Abuelo al ver crecer tan hermosas y por un igual en su “piazo”las plantas en las siguientes Estaciones.

Ya en tiempo de recolección, asistimos a la “sacada” de patatas y mi alegría personal, debido al acierto de mi idéa, y la de “Siete Vistas” que no cabía en sí de gozo al ver los frutos de su buen hacer de hortelano, las patatas eran hermosas y abundantes, grandes, como “puños de Gigante”. ¡Una cosecha espectacular!

Como ya dije en la historia de “La estrella y la lotería”, me encontraba en el “Paro” y “sin qué-hacer”, y me propuse elaborar un sistema en el que pudiera confiar para la toma de decisiones con las mínimas posibilidades de error (pues no hay nada seguro bajo el cielo). Y a fuerza de estudio y paciencia... ¡lo conseguí!

Y aquí lo tenéis:

“El Oráculo del Ángel Guardián”

Funciona ¡ya lo creo!

Es maravilloso lo fácil que se pone la vida, sin dudas e indecisión o angustias.

Confiar en El, no lo dudéis (la Fe mueve montañas).

Recitar la Plegaria, consultadle y tomad la decisión.

Plegaria:

Ángel del alma mía Tú que eres mi guía ayúdame en este día.

D'Ambrosse Junio del 2009