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MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2019

EL MEJOR LUGAR EN EL MUNDO SERÁ SIEMPRE AQUÉL DONDE DIOS ME QUIERA

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UN GRAN SACERDOTE

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P. Victor Livori msspDirector Nacional OMP - PERÚ

Ya estamos viviendo con gran alegría el mes misionero extraordinario octubre 2019 y el Domingo Mundial de las Misiones 2019. Durante todo el año hemos hecho lo mejor para propagar este gran evento eclesial; participé en la reunión de los religiosos organizado por el Instituto Superior de Estudios Teológicos “Juan XXIII” ISET y con todos los obispos del Perú en la Asamblea General del 21 al 23 de agosto. También tuve la oportunidad de una breve intervención en la asamblea general anual del Consorcio de colegios católicos. Este mes misionero especial tiene como finalidad recordar los cien años de la publicación de la carta apostólica Maximum Illud del Papa Benedicto XV. Es momento de gracias movido por el Espíritu para aprovechar la renovación misionera que exige el Papa Francisco.

Las Obras Misionales Pontificias del Perú estamos dispuestos a ofrecerles todo el apoyo que necesitan para organizar actividades de animación y formación misionera que ustedes desean promover. Esperando que este llamado del Santo Padre no pase desapercibido, creyendo que a través de Él nos habla el mismo Espíritu Santo. Esperando además su cooperación con las actividades misioneras proyectadas para este año.

Como actividades principales estamos organizando;

• Retiro para familias misioneras desde el 30 de agosto al 1 de setiembre en la Casa José Depiro en Magdalena con un equipo que viene desde Paraguay.

• El VII Congreso Nacional Juvenil Misionero Conajumi VII del 13 al 15 setiembre de 2019 en la Prelatura de Chuquibamba en la ciudad de Camaná con el lema: “Llamados por el bautismo a ser los misioneros de Jesús.”

• También estamos organizando un Concurso de Canto y dibujo Misionero con el tema: “Bautizado y enviado para anunciar la Buena Nueva”. Detalles de las base de datos y participación están en la página web de las OMP Perú www.omp.peru

• El 2 de Noviembre tendremos un Gran Festival de Cantos para clausurar el Mes

Misionero con el grupo popular cristiano Jesed.

• Se va a organizar también un gran rosario misionero público en la Concha Acústica del Campo de Marte el sábado 5 de Octubre a las tres de la tarde.

Esperamos su participación. Estamos participando también con el Centro Nacional de Misiones para organizar semanas misioneras en las parroquias promoviendo la propuesta pastoral del Evangelii Gaudium y el conocimiento de las Obras de la Infancia y Adolescencia Misionera, la Juventud Misionera, la familia misionera la obra de San Pedro Apóstol y su cooperación con las vocaciones nativas especialmente ofreciendo a través de los enfermos su dolor por las misiones.

Estamos trasmitiendo todas las actividades y novedades de este año misionero en la página web de las OMP para poder mantenerse al tanto de todas las actividades de las OMP. Asimismo, estar anexados con el Facebook y compartan con sus amigos todas las actividades y páginas formativas de las OMP. Encomendamos toda esta labor en sus oraciones.

Director: P. Victor Lívori Grech, mssp.Redactor: P. Victor Lívori G.Editor: Marco A. Quispe C.Diseñador: Norman BachmannImpresión: Bachmann Industria

Gráfica 944 800 707

PARA ENVIAR SU COLABORACIÓN PARA LAS CAMPAÑAS MISIONERAS:Infancia Misionera, Domund y/o San Pedro Apóstol, por favor hacerlo a las siguientes cuentas:Banco de Crédito: cta. cte M/N 193-0046897-0-05Banco de Crédito: cta. cte M/E 193-0033160-1-59Banco de Continental: cta. cte M/N 0011-0126-0100000-1-51Enviar el comprobante de su depósito al correo: misiones@omp-peru.org

Obras Misionales Pontificias - Perú Mariscal Miller 1524, Lince - Lima

Telf.: 472 0308 - 472 4950 - 471 8283misiones@omp-peru.org

www.omp-peru.org

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Carta del DirectorMES MISIONERO EXTRAORDINARIO PARA TODA LA IGLESIA OCTUBRE 2019

BAUTIZADOS Y ENVIADOS

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2019

LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA EN EL PERÚ

OCTUBRE UN MES EXTRAORDINARIO MISIONERO

HORA SANTA MISIONERA

OMP - CEDIMIS CHICLAYO, 25 AÑOS AL SERVICIO DE LA MISIÓN

CENTENARIO DE LA PROMULGACIÓN DE LA CARTA APOSTÓLICA MAXIMUM ILLUD

JORNADA NACIONAL DEL ENFERMO Y ANCIANO MISIONERO 2019

TESTIMONIOS DESDE, SANTA ROSA - JAEN

ANUNCIO MISIONERO EN TUMBES

EL MEJOR LUGAR EN EL MUNDOSERÁ SIEMPRE AQUÉLDONDE DIOS ME QUIERA

GASTANDO LA VIDA POR LOS MÁS PEQUEÑOS Y NECESITADOS DE ÁFRICA

TE MISIONERO 2019

UN GRAN SACERDOTE, UN GRAN MISIONERO

MONS. ISIDRO SALA RIBERA¿EN QUÉ DÍA ESTAMOS HOY?

UNA SALESIANA CON GRAN CORAZÓN MISIONERO

BALANCE

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El Espíritu Santo es en verdad el protagonista de toda la misión eclesial; su obra resplandece de modo eminente en la misión ad gentes, como se ve en la Iglesia primitiva por la conversión de Cornelio (cf. Act 10), por las decisiones sobre los problemas que surgían (cf. Act 15), por la elección de los terri-torios y de los pueblos (cf. Act 16, 6 ss). El Espíritu actúa por medio de los Apóstoles, pero al mismo tiempo actúa también en los oyentes. R.Mi. #21

El don del Espíritu Santo es la fuerza Divina que reci-bimos en el bautismo. Es un nuevo nacimiento. Así S. Juan lo explica en el prólogo de su evangelio;

“Pero a todos los que le recibieron, les dio el dere-cho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios”. Jn 1. 13

Juan el Bautista indicó la misión del Mesías era pre-cisamente bautizar no solo en agua sino en Espíritu y fuego: “Yo les bautizo con agua para arrepen-timiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; Él les bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”. Mt. 3: 11 – 12

El Espíritu Santo protagonista de la misión”, lo resalta el Papa S. Juan Pablo II en la Exhortación Apostólica Redemptoris Missio. (Cap. III)

El bautismo nos comunica la vida nueva de Dios, que quiere que toda la humanidad se salve. Por eso Jesús envía a sus discípulos: “Vayan y anuncien el evange-lio a todas las gentes bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo” Mt. 28: 16-18. Por consecuencia cada bautizado es misionero. El bautismo nos hace hijos de Dios, y por ende nos hace hermanos corresponsables de la vida unos de otros por-que nos incorpora a la gran familia de Dios que es la Iglesia. Más que todo nos hace cristianos, nos une ínti-mamente con Cristo.

Jesús renueva su Espíritu a sus discípulos para que sean protegidos con la unción y los recuerda todo para ser testigos audaces del Resucitado.

Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los en-vío a ustedes». Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los per-donen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan». (Jn. 20, 21)

El inolvidable San Juan Pablo II escribía en la Encíclica Redemptoris Missio: “La misión atañe a todos los cris-tianos, a todas las diócesis, a todas las parroquias, a

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todas las instituciones eclesiales”. Y también “Es el Espíritu Santo quien impulsa a anunciar las grandes obras de Dios: Predicar el evangelio no es para mí ningún motivo de gloria, más bien es una obliga-ción que me incumbe: Y ¡ay de mí si no predicara el evangelio! (1Co 9,16)” R. Mi. 1

En el más genuino espíritu del mismo Concilio Vaticano II defi nía claramente: “Porque la Iglesia peregrinan-te es por naturaleza misionera” (A.G. #2)

El Papa Francisco ha promovido la “conversión pas-toral” propuesta por Aparecida como el itinerario de una “Iglesia en salida” es decir, con el ánimo original de los primeros cristianos “llevados por el Espíritu” en la aventura de hacer presente, no un mensaje de proselitismo, sino a una persona viva, el mismo Señor Jesús resucitado.

Es así, como regalo del Espíritu Santo la Iglesia Católica en el Perú acoge la propuesta del “Mes Misionero Ex-traordinario octubre 2019” denominado justamente “Bautizados y enviados”. Nuestra Iglesia Peruana ne-cesita una renovación misionera que lo trasformará todo. Los congresos misioneros marcaron ya el “querer suscitar un verdadero despertar misionero en todos los países de la región, que buscan poner a la Iglesia en estado perma-nente de misión, a fi n de que tanto las personas como las familias, comunidades y pueblos tengan vida plena en Jesucristo. Este “despertar misionero” adquiere la forma de una iglesia en salida, que será portadora de las enseñanzas, orientaciones y prioridades de las Con-clusiones de la Conferencia de Aparecida y requiere la

decidida colaboración de las Conferencias Episcopales, de cada diócesis, de cada parroquia, de cada comunidad y de cada creyente en particular”. Al igual que lo declara la misma Palabra de Dios “de muchas formas y maneras habló en el pasado Dios a nuestros padres” (Heb 1,1) la vivencia de la misionalidad en el Perú tiene manifesta-ciones variadas: algunas diócesis realizan el programa de las “Misiones Populares”, otras elaboran programas de acción evangelizadora siempre inspirados en el Magiste-rio conciliar y pontifi cio, siguiendo “a donde el Espíritu les lleva” (cf. Jn 3, 8; 14,21-26) de modo que el mismo Papa Francisco ha manifestado su paternal agrado al episcopado Peruano a seguir los pasos de Santo Toribio de Mogrovejo en su celo para almas.

“El lema de este viaje nos habla de unidad y de esperanza. Es un programa arduo, pero a la vez provocador, que nos evoca las proezas de Santo Toribio de Mogrovejo, Arzobispo de esta Sede y patrono del episcopado latinoamericano, un ejem-plo de «constructor de unidad eclesial», como lo defi nió mi predecesor San Juan Pablo II en su pri-mer Viaje Apostólico a esta tierra”.

Su referencia al cuadro que está en la Santa Sede que describe a Santo Toribio como un nuevo Moisés que lidera el pueblo a la otra orilla despierta en nuestra igle-sia peruana la necesidad de ser realmente una iglesia que camina… una iglesia en salida:

Es signifi cativo que este santo Obispo sea repre-sentado en sus retratos como un «nuevo Moisés». Como saben, en el Vaticano se custodia un cua-

dro en el que aparece Santo Toribio atravesando un río caudaloso, cuyas aguas se abren a su paso como si se tratase del mar Rojo, para que pudiera llegar a la otra orilla donde lo espera un numero-so grupo de nativos. Detrás de Santo Toribio hay una gran multitud de personas, que es el pueblo fi el que sigue a su pastor en la tarea de la evan-gelización.

Esta hermosa imagen me «da pie» para centrar en ella mi refl exión con ustedes. Santo Toribio, el hombre que quiso llegar a la otra orilla. Lo vemos desde el momento en que asume el mandato de venir a estas tierras con la misión de ser padre y pastor. Dejó terreno seguro para adentrarse en un universo totalmente nuevo, desconocido y desa-fi ante. Fue hacia una tierra prometida guiado por la fe como «garantía de los bienes que se espe-ran» (Hb 11,1). Su fe y su confi anza en el Señor lo impulsó, y lo va a impulsar a lo largo de toda su vida a llegar a la otra orilla, donde Él lo esperaba en medio de una multitud. Quiso llegar a la otra orilla en busca de los lejanos y dispersos. Y para eso tuvo que dejar la comodidad del obispado y recorrer el territorio confi ado, en continuas visitas pastorales, tratando de llegar y estar allí donde se lo necesitaba, y ¡cuánto se lo necesitaba!

El Mes Misionero Extraordinario Octubre 2019 será otra oportunidad para abrir de par en par las puertas a la misión de la iglesia. La propuesta de la Congregación para la Evangelización de los pueblos y Obras misiona-les pontifi cias, recoge el entusiasmo del Papa Francis-co: “El mes misionero extraordinario sea un tiempo de gracia intensa y fecunda para promover e intensifi car de manera especial la oración, alma de toda misión, el anuncio del evangelio, la refl exión bíblica y teológica sobre la misión, las obras de caridad cristiana y las ac-ciones concretas de colaboración y de solidaridad entre las Iglesias, de modo que se avive el entusiasmo misio-nero y nunca nos lo roben” (Cardenal Fernando Filoni).

Desde la Comisión de Misión y en armonía y gratitud al esfuerzo de las Obras Misionales Pontifi cias del Perú, animamos a todos bautizados en misterio del Dios Uno y Trino (cf. Mt 28,16-20) a acercarse a las propuestas de las OMP y los subsidios que estamos ofreciendo en comunión con CENAMIS: invita a semanas misioneras, llenas de iniciativas que tiene como fi nalidad dinamizar la pastoral ordinaria de nuestras parroquias.

Que el centenario de la Carta Apostólica del Papa Be-nedicto XV Maximum Illud (Aquel grandísimo deber)

a celebrarse el 18 de noviembre del 2019, encuentre un espíritu misionero renovado, servicial, ajeno al “des-ánimo espiritual” del que advertía San Pablo a los Te-salonicenses (2Tes 3, 13) y que sobre todo sea la con-templación misericordiosa de la situación “emergente del mundo” donde la Iglesia es como un “hospital de batalla, donde lo importante es curar las heridas de los que sufren” de tantos heridos más espirituales que fí-sicos, con tantas carencias materiales y sobre todo con tanta ausencia de la verdad sobre Dios, el mundo y la persona humana, lo que mueva internamente el “Mes Misionero Extraordinario Octubre 2019” convoca-do por el Papa Francisco. El punto de partida, como en toda acción misionera, ya lo ha defi nido el mismo Papa Francisco: la contemplación del mundo, la con-templación en la oración… los grandes secretos de la misión que llenaron el infatigable espíritu misionero del Apóstol: “Es que el amor de Cristo nos apremia” (2Co 5,14) de modo que la Fe en la misión sea la pre-sentación de un testimonio, la invitación a una vivencia, la más íntima comunicación de lo que se lleva dentro, a decir del mismo Apóstol San Pablo: “Creí, por eso hablé” (2Co 4,13; cf. Sal 116,10).

Que María Santísima, Madre de las Misiones y Estrella de la Evangelización interceda para que el Don del Es-píritu Santo lleve a preparar y vivir intensamente el don del Mes Misionero Extraordinario Octubre 2019 y deje huellas concretas de renovación misionera real y verda-dera en nuestra iglesia Peruana.

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en Jesucristo. Este “despertar misionero” adquiere la forma de una iglesia en salida, que será portadora de las enseñanzas, orientaciones y prioridades de las Con-clusiones de la Conferencia de Aparecida y requiere la

Es signifi cativo que este santo Obispo sea repre-sentado en sus retratos como un «nuevo Moisés». Como saben, en el Vaticano se custodia un cua-

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Queridos hermanos y hermanas:

He pedido a toda la Iglesia que du-rante el mes de octubre de 2019 se viva un tiempo misionero extraor-dinario, para conmemorar el cen-tenario de la promulgación de la Carta apostólica Maximum illud del Papa Benedicto XV (30 no-viembre 1919). La visión profética de su propuesta apostólica me ha confi rmado que hoy sigue siendo importante renovar el compromi-so misionero de la Iglesia, impul-sar evangélicamente su misión de anunciar y llevar al mundo la sal-vación de Jesucristo, muerto y re-sucitado.

El título del presente mensaje es igual al tema del Octubre misione-ro: Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo. La celebración de este mes nos ayudará en primer lugar a volver a encontrar el sentido misionero de nuestra adhesión de fe a Jesucris-to, fe que hemos recibido gratui-tamente como un don en el bau-tismo. Nuestra pertenencia fi lial a Dios no es un acto individual sino eclesial: la comunión con Dios, Pa-dre, Hijo y Espíritu Santo, es fuente de una vida nueva junto a tantos otros hermanos y hermanas. Y esta vida divina no es un produc-to para vender -nosotros no hace-

mos proselitismo- sino una rique-za para dar, para comunicar, para anunciar; este es el sentido de la misión. Gratuitamente hemos re-cibido este don y gratuitamente lo compartimos (cf. Mt 10,8), sin ex-cluir a nadie. Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, y a la experiencia de su misericordia, por medio de la Iglesia, sacramento universal de salvación (cf. 1 Tm 2,4; 3,15; Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 48).

La Iglesia está en misión en el mundo: la fe en Jesucristo nos da la dimensión justa de todas las co-

sas haciéndonos ver el mundo con los ojos y el corazón de Dios; la es-peranza nos abre a los horizontes eternos de la vida divina de la que participamos verdaderamente; la caridad, que pregustamos en los sacramentos y en el amor fraterno, nos conduce hasta los confi nes de la tierra (cf. Mi 5,3; Mt 28,19; Hch 1,8; Rm 10,18). Una Iglesia en sali-da hasta los últimos confi nes exige una conversión misionera constan-te y permanente. Cuántos santos, cuántas mujeres y hombres de fe nos dan testimonio, nos muestran que es posible y realizable esta apertura ilimitada, esta salida mi-sericordiosa, como impulso urgen-te del amor y como fruto de su in-trínseca lógica de don, de sacrifi cio y de gratuidad (cf. 2 Co 5,14-21). Porque ha de ser hombre de Dios quien a Dios tiene que predicar (cf. Carta apost. Maximum illud).

Es un mandato que nos toca de cerca: yo soy siempre una misión; tú eres siempre una misión; todo bautizado y bautizada es una mi-sión. Quien ama se pone en mo-vimiento, sale de sí mismo, es atraído y atrae, se da al otro y teje relaciones que generan vida. Para el amor de Dios nadie es inútil e insignifi cante. Cada uno de noso-tros es una misión en el mundo porque es fruto del amor de Dios. Aun cuando mi padre y mi madre hubieran traicionado el amor con la mentira, el odio y la infi delidad, Dios nunca renuncia al don de la vida, sino que destina a todos sus hijos, desde siempre, a su vida divi-na y eterna (cf. Ef 1,3-6).

Esta vida se nos comunica en el bautismo, que nos da la fe en Je-sucristo vencedor del pecado y de la muerte, nos regenera a imagen y semejanza de Dios y nos introdu-ce en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia. En este sentido, el bau-tismo es realmente necesario para

la salvación porque nos garantiza que somos hijos e hijas en la casa del Padre, siempre y en todas par-tes, nunca huérfanos, extranjeros o esclavos. Lo que en el cristiano es realidad sacramental -cuyo cumpli-miento es la eucaristía-, permane-ce como vocación y destino para todo hombre y mujer que espera la conversión y la salvación. De he-cho, el bautismo es cumplimiento de la promesa del don divino que hace al ser humano hijo en el Hijo. Somos hijos de nuestros padres naturales, pero en el bautismo se

nos da la paternidad originaria y la maternidad verdadera: no puede tener a Dios como padre quien no tiene a la Iglesia como madre (cf. San Cipriano, La unidad de la Igle-sia católica, 4).

Así, nuestra misión radica en la pa-ternidad de Dios y en la materni-dad de la Iglesia, porque el envío manifestado por Jesús en el man-dato pascual es inherente al bautis-mo: como el Padre me ha enviado así también os envío yo, llenos del Espíritu Santo para la reconcilia-

Mensaje del Santo Padre

FRANCISCOPARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2019

BAUTIZADOS Y ENVIADOS: LA IGLESIA DE CRISTO EN MISIÓN EN EL MUNDO

Mensaje del Santo Padre

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ción del mundo (cf. Jn 20,19-23; Mt 28,16-20). Este envío compete al cristiano, para que a nadie le fal-te el anuncio de su vocación a hijo adoptivo, la certeza de su dignidad personal y del valor intrínseco de toda vida humana desde su con-cepción hasta la muerte natural. El secularismo creciente, cuando se hace rechazo positivo y cultural de la activa paternidad de Dios en nuestra historia, impide toda au-téntica fraternidad universal, que se expresa en el respeto recípro-co de la vida de cada uno. Sin el Dios de Jesucristo, toda diferencia se reduce a una amenaza infernal haciendo imposible cualquier aco-gida fraterna y la unidad fecunda del género humano.

El destino universal de la salvación ofrecida por Dios en Jesucristo con-dujo a Benedicto XV a exigir la su-peración de toda clausura naciona-lista y etnocéntrica, de toda mezcla del anuncio del Evangelio con las potencias coloniales, con sus inte-reses económicos y militares. En su Carta apostólica Maximum illud, el Papa recordaba que la universali-dad divina de la misión de la Iglesia exige la salida de una pertenencia

exclusiva a la propia patria y a la propia etnia. La apertura de la cul-tura y de la comunidad a la nove-dad salvífi ca de Jesucristo requiere la superación de toda introversión étnica y eclesial impropia. También hoy la Iglesia sigue necesitando hombres y mujeres que, en virtud de su bautismo, respondan gene-rosamente a la llamada a salir de su propia casa, su propia familia, su propia patria, su propia lengua, su propia Iglesia local. Ellos son enviados a las gentes en el mun-do que aún no está transfi gurado por los sacramentos de Jesucristo y de su santa Iglesia. Anunciando la Palabra de Dios, testimoniando el Evangelio y celebrando la vida del Espíritu llaman a la conversión, bautizan y ofrecen la salvación cris-tiana en el respeto de la libertad personal de cada uno, en diálogo con las culturas y las religiones de los pueblos donde son enviados. La missio ad gentes, siempre necesa-ria en la Iglesia, contribuye así de manera fundamental al proceso de conversión permanente de todos los cristianos. La fe en la pascua de Jesús, el envío eclesial bautismal, la salida geográfi ca y cultural de sí y del propio hogar, la necesidad de

salvación del pecado y la liberación del mal personal y social exigen que la misión llegue hasta los últi-mos rincones de la tierra.

La coincidencia providencial con la celebración del Sínodo especial de los obispos para la región Pana-mazónica me lleva a destacar que la misión confi ada por Jesús, con el don de su espíritu, sigue siendo actual y necesaria también para los habitantes de esas tierras. Un Pen-tecostés renovado abre las puer-tas de la Iglesia para que ninguna cultura permanezca cerrada en sí misma y ningún pueblo se quede aislado, sino que se abran a la co-munión universal de la fe. Que na-die se quede encerrado en el pro-pio yo, en la autorreferencialidad de la propia pertenencia étnica y religiosa. La pascua de Jesús rompe los estrechos límites de mundos, religiones y culturas, llamándolos a crecer en el respeto por la dignidad del hombre y de la mujer, hacia una conversión cada vez más plena a la verdad del Señor resucitado que nos da a todos la vida verdadera.

A este respecto, me vienen a la mente las palabras del papa Bene-

dicto XVI al comienzo del encuen-tro de obispos latinoamericanos en Aparecida, Brasil, en el año 2007, palabras que deseo aquí recordar y hacer mías: «¿Qué ha signifi cado la aceptación de la fe cristiana para los pueblos de América Latina y del Caribe? Para ellos ha signifi cado conocer y acoger a Cristo, el Dios desconocido que sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas. Cristo era el Salvador que anhelaban silenciosa-mente. Ha signifi cado también ha-ber recibido, con las aguas del bau-tismo, la vida divina que los hizo hijos de Dios por adopción; haber recibido, además, el Espíritu Santo que ha venido a fecundar sus cultu-ras, purifi cándolas y desarrollando los numerosos gérmenes y semi-llas que el Verbo encarnado había puesto en ellas, orientándolas así por los caminos del Evangelio. [...] El Verbo de Dios, haciéndose carne en Jesucristo, se hizo también his-toria y cultura. La utopía de volver a dar vida a las religiones preco-lombinas, separándolas de Cristo y de la Iglesia universal, no sería un progreso, sino un retroceso. En realidad sería una involución hacia un momento histórico anclado en el pasado» (Discurso en la Sesión inaugural, 13 mayo 2007).

Confi emos a María, nuestra Ma-dre, la misión de la Iglesia. La Vir-gen, unida a su Hijo desde la en-carnación, se puso en movimiento, participó totalmente en la misión de Jesús, misión que a los pies de la cruz se convirtió también en su propia misión: colaborar como Ma-dre de la Iglesia que en el Espíritu y en la fe engendra nuevos hijos e hijas de Dios.

Quisiera concluir con unas breves palabras sobre las Obras Misiona-les Pontifi cias, ya propuestas como instrumento misionero en la Maxi-mum illud. Las OMP manifi estan su

servicio a la universalidad eclesial en la forma de una red global que apoya al Papa en su compromiso misionero mediante la oración, alma de la misión, y la caridad de los cristianos dispersos por el mun-do entero. Sus donativos ayudan al Papa en la evangelización de las Iglesias particulares (Obra de la Propagación de la Fe), en la for-mación del clero local (Obra de San Pedro Apóstol), en la educación de una conciencia misionera de los niños de todo el mundo (Obra de la Infancia Misionera) y en la for-mación misionera de la fe de los cristianos (Pontifi cia Unión Misio-

nal). Renovando mi apoyo a dichas obras, deseo que el Mes Misione-ro Extraordinario de Octubre 2019 contribuya a la renovación de su servicio a mi ministerio misionero.

A los misioneros, a las misioneras y a todos los que en virtud del pro-pio bautismo participan de algún modo en la misión de la Iglesia, les envío de corazón mi bendición.

Vaticano, 9 de junio de 2019, Solemnidad de Pentecostés

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A este respecto, me vienen a la mente las palabras del papa Bene-

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En el Perú cada año vemos como la IAM, va avanzando, los grupos viven y trabajan como fermento misionero, en su familia, en su co-legio y en su comunidad.

También nos alegramos porque la IAM en el Perú en sus 87 años, sigue impulsando la animación y formación de niños y adolescen-tes, despertando en ellos una con-ciencia misionera universal, donde anuncian la Buena Nueva de Jesús y se preocupan por las realidades que viven muchos niños y adoles-centes en el Perú y en el mundo.

Los niños y adolescentes pertene-cientes a esta Obra Pontifi cia, viven la Escuela con Jesús, y se convierten en sus fi eles discípulos misioneros, cumpliendo desde temprana edad con su compromiso bautismal en la Iglesia, y con su testimonio buscan ser y hacer amigos para Jesús.

LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA EN EL PERÚ… SEGUIMOS AVANZANDO

La Jornada de la Infancia Misionera nace con el propósito de tener un día específi co durante el año en el que desea involucrar a los niños en todos los países del mundo de una manera especial a realizar una ac-ción de solidaridad por los más ne-cesitados. Se celebra en diferentes períodos y formas, de acuerdo con el calendario y los diferentes con-textos, con el objetivo de educarles en el espíritu misionero de atención a otros niños, a través de la oración, las ofrendas y el intercambio.

En el Perú, la Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera ha estable-cido el último domingo de mayo para realizar en todo el territorio nacional, la jornada de la infancia y adolescencia misionera, siendo el domingo 26 de mayo del 2019, bajo el lema: “Soy bautizado…Soy misionero de Jesús”

Este año, la jornada se enmarcó en la convocatoria del Papa Francisco al mes misionero extraordinario, -Octubre 2019- donde se nos invita abrir nuestro corazón a los dones recibidos con el Sacramento del Bautismo que nos capacita, anima e invita a la misión, sabiendo que la misión es una pasión por Jesús que nos hace discípulos pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo que nos convierte en misioneros (EG 268); es un itinerario que inte-gra toda la vida tanto de la persona como de la comunidad eclesial. El mandato de Jesús «Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación» comien-za, para cada cristiano, el día del Bautismo. Conscientes de que el Señor estará con nosotros todos

los días hasta el fi nal de los tiem-pos (Mt. 28, 20).

Desde la Secretaría Nacional de la Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera, quiero dar las gracias a los señores Obispos, párrocos, her-manas religiosas y a los animadores por el gran impulso que le dan a la IAM. y sigamos confi ando esta Obra Pontifi cia de los niños y ado-lescentes a nuestra Madre la Virgen María, Estrella de la Evangelización.

¡DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES DEL MUNDO, SIEMPRE AMIGOS!

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El llamado “Octubre Misionero” surge de la nece-sidad de preparar convenientemente el DOMUND, cuyo lema para este año es: “BAUTIZADOS y EN-VIADOS a anunciar el EVANGELIO”; Y este año con mucha más alegría y compromiso ya que nuestro querido Papa Francisco nos invita a vivir un mes extraordinario misionero, en el que renovemos nuestro compromiso recibido desde el bautismo de ser misioneros.

Para que esta Jornada pueda dar mayores frutos y para contribuir a que acoja de modo estable en los niños y adolescentes de la IAM. la conciencia de su común responsabilidad en la evangeliza-ción en el mundo. Siendo el DOMUND “la fi esta de la catolicidad y de la solidaridad universal” (Estatuto OMP, art. 7), es natural dar a esta Jor-nada un marco que ayude a comprender mejor la riqueza y trascendencia de lo que se celebra en ella.

LAS CUATRO SEMANAS PARA VIVIR EL DOMUND

PRIMERA SEMANA

ORACIÓNPara este mes misionero extraordinario se nos pide te-ner un encuentro personal con Jesucristo vivo en su Iglesia a través de la Eucaristía, Palabra de Dios, ora-ción personal y comunitaria. Momentos para dedicarlos a unirnos a través de estos medios a los misioneros y misioneras en el mundo para sentirnos más unidos a la misión.

ACTIVIDADESParticipemos en: la Eucaristía, la Lectio Divina y sin olvi-dar el rezo del Rosario Misionero, las vigilias de oración y otras posibles celebraciones litúrgicas de carácter mi-sionero.

COMPROMISORecemos por los misioneros que lo dejaron todo por lle-var el mensaje de Jesús que es el amor y la misericordia. Nuestra oración tiene que ser su fuerza.

SEGUNDA SEMANA

SACRIFICIOEl sacrifi cio es el principal objetivo de esta semana. Re-nunciar a algo que más te guste por la evangelización del mundo nuestras obras de penitencia. En este cami-no también se nos invita a contemplar la vida de Jesús, a conocer y valorar la vida de sacrifi cio y entrega de los misioneros.

ACTIVIDADESVisitar a los ancianos, amar y cuidar a los enfermos (por ejemplo, acompañándoles y leyendo con ellos el tríptico de la Unión del Enfermo y Anciano Misioneros).

COMPROMISORenunciar a algo que te guste mucho, helados, dulces, juguetes, etc. y ese dinero entregarlo en favor de las misiones al DOMUND.

TERCERA SEMANA

VOCACIÓN MISIONERALa IAM es semilla de vocaciones es por eso que esta se-mana es suscitar entre todos nosotros la apertura para escuchar la voz de Dios, que llama y envía a la misión. Para ello se recomienda invitar a algún misionero a dar testimonio de su trabajo misionero.

ACTIVIDADESEn este mes extraordinario el Testimonio de los santos, los mártires de la misión y los confesores de la fe, que

son la expresión de las Iglesias esparcidas por todo el mundo. Son para los integrantes de la IAM fuerza en su formación de compromiso misionero y modelos a seguir.

COMPROMISOReza por los misioneros y para que haya muchas vo-caciones. El rosario misionero es una forma de oración muy poderosa. Podemos rezar un misterio por el con-tinente que elijamos. Podemos comprometernos tam-bién a rezar los sábados -pidiendo a nuestros padres que recen con nosotros- los cinco misterios.

CUARTA SEMANA

COOPERACIÓN Esta semana se orienta a la Caridad misionera: como ayuda material para sostener el inmenso trabajo de evangelización, de la misión ad gentes y de la forma-ción cristiana de las Iglesias más necesitadas.

Para ello es preciso informarnos sobre las necesidades en medio de las cuales viven y desarrollan su labor los misioneros, y sentir como nuestras esas urgencias, en-tregando en benefi cio de las misiones una desprendida aportación económica.

ACTIVIDADESEn el grupo hacer pancartas y volantes informando so-bre las realidades de los misioneros que están en zona de misión, invitando a la solidaridad con ellos porque nos necesitan

COMPROMISOCon tu grupo de la parroquia o colegio únete para or-ganizar ventas, rifas o algo más creativo para incremen-tar la colecta Pro misiones.

COMPROMISO

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BAUTIZADOS Y ENVIADOS

«Nosotros, con el bautismo, somos inmersos en esa fuente inagotable de vida que es la muerte de Jesús, el más grande acto de amor de toda la historia; y gracias a este amor podemos vivir una vida nueva, no ya en poder del mal, del pecado y de la muerte, sino en la comunión con Dios y con los hermanos». Confi rmemos nuestra identidad bautismal como encuentro personal con Jesucris-to vivo: Él nos envía para ser testigos suyos en el mundo.

Monición inicial

Hermanos, nos preparamos para este encuentro con Jesús sacramentado, que con amor nos espera día a día, momento a momento. Avivemos nuestra fe y confi anza en su presencia Eucarística. Pidamos humildemente la gracia de su Espíritu para dirigir a Él nuestra alabanza y adoración. Presentemos a Él nuestros gozos y esperanzas, preocupaciones y sufrimientos. Él más que nadie nos comprende y viene en nuestra ayuda. Nos dice San Juan de la Cruz: sólo y siempre se produce el encuentro con Dios en fe verdadera, esperanza cierta y caridad entera.

Exposición del Santísimo Entonamos un canto de adoración a Jesús sacra-mentado. En este momento entra el sacerdote o el ministro y expone al Santísimo. Todos de rodillas. Sacerdote: Señor, Dios nuestro, dueño de la vida y de la histo-ria te damos gracias por llamarnos a vivir este en-cuentro contigo. Como tus discípulos, miembros de tu Iglesia misionera nos presentamos ante ti, aquí estamos Señor para adorarte y orar confi ando a tu corazón misericordioso a todo nuestro mundo y la misión que se realiza en cada rincón de la tierra.

Meditemos Del mensaje del Papa Francisco

Lector 1: Esta vida se nos comunica en el bautismo, que nos da la fe en Jesucristo vencedor del pecado y de la muerte, nos regenera a imagen y semejanza de Dios y nos introduce en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

Lector 2: Escuchemos atentamente y recibamos en el cora-zón la Palabra del Señor: Evangelio según san Mateo (28,16-20)

Por su parte, los Once discípulos partieron para Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Cuando vieron a Jesús, se postraron ante él, aun-que algunos todavía dudaban. Jesús se acercó y les habló así: «Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he enco-mendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fi n de la historia».

Breve momento de silencio y se entona un canto

Lector 3: La fe en la pascua de Jesús, el envío eclesial bautismal, la salida geográfi ca y cultural de sí y del propio hogar, la necesidad de salvación del pecado y la liberación del mal personal y social exigen que la misión llegue hasta los últimos rin-cones de la tierra. Un Pentecostés renovado abre las puertas de la Iglesia para que ninguna cultura permanezca ce-rrada en sí misma y ningún pueblo se quede aisla-do, sino que se abran a la comunión universal de la fe. Que nadie se quede encerrado en el propio yo, en la autorreferencialidad de la propia pertenen-cia étnica y religiosa.

Momento de silencio orante

Dialoga humilde y amorosamente con Jesús sobre cómo estás viviendo tu vocación, seguimiento y misión.

Agradezcamos el regalo de ser bautizados, discípu-los y enviados como misioneros del amor a las diver-sas realidades que viven las familias, comunidades y pueblos, manifestando la alegría de conocerlo y amarlo, pues, el amor de Jesús da fuerza y alegría. Después de este diálogo amoroso con el Señor, nos ponemos de pie para continuar orando en comu-nión de un mismo espíritu.

Sacerdote: En comunión con todo el pueblo de Dios, oremos y presentemos a Jesús sacramentado, las necesidades de las Iglesias de los distintos continentes y la misión que se vive en cada uno de ellos. Oramos diciendo: Jesús, misionero del Padre, danos tu Espíritu.

Lector 1 Por el continente europeo y la misión de la Igle-sia, para que el Espíritu del Señor haga renacer la experiencia profunda de la fe, el sentido de trascendencia, y la sensibilidad para recobrar la memoria histórica del patrimonio espiritual con el que cuentan.

Oremos: Jesús, misionero del Padre, danos tu Espíritu.

Lector 2 Por el continente africano y todos los que realizan la misión evangelizadora para que fortalecidos por la gracia y sabiduría del Espíritu continúen ofrecien-do la ayuda fraterna y solidaria dando respuesta a los desafíos de las situaciones sociales y políticas, re-fl ejadas en la pobreza y la migración.

Oremos: Jesús, misionero del Padre, danos tu Espíritu.

Lector 3 Por el continente asiático y por la misión de la Igle-sia en este continente que camina hacia su propia identidad, transformándose en Iglesia evangeli-zadora para sí misma y para los demás, desde la pureza de un corazón que busca a Dios a través de la meditación y la contemplación. Y por quienes a causa de la fe en Cristo y su compromiso a favor de los que sufren son perseguidos.

Oremos: Jesús, misionero del Padre, danos tu Espíritu.

Lector 4 Por el continente de Oceanía y por la misión de la

HORA SANTA MISIONERA

Agradezcamos el regalo de ser bautizados, discípu-los y enviados como misioneros del amor a las diver-

Lector 2 Por el continente africano y todos los que realizan

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OMP - CEDIMIS CHICLAYOUn año para alabar y dar gracias al SEÑOR porque nos permite cumplir 25 años al servicio de la misión en la diócesis de Chiclayo. El Nuncio Apostólico de su Santidad, Mons. Nicola Girasoli estuvo con nosotros el domingo 14 de julio y presidió la Misa de Acción de Gracias por los 25 años en la Iglesia Santa María Catedral, con la presencia del Di-rector Nacional de Obras Misiona-les Pontifi cias, P. Víctor Lívori; nues-tro Obispo, Mons. Robert Prevost Martínez y sacerdotes de la dióce-sis de Chiclayo.

Ante este acontecimiento podemos decir con alegría que el sembrador al esparcir sus semillas encontró buena tierra en el norte del Perú, CHICLAYO y encontró grandes co-laboradores en su mies. Semillas que en estos 25 años han dado fru-to, gratos para el sembrador.

Hago propicia esta oportunidad, para recordar cómo nuestro que-rido Padre Rosendo Huguet Pe-ralta (Q.E.P.D) narraba el origen e historia de este Centro diocesano de misiones: “OMP-CEDIMIS, na-ció de la misión y para la misión el

14 de julio de 1994, fruto de un Congreso Misionero del norte (CO-MINOR), promovido por el director nacional en aquel entonces el P. Mario Mazzoni. Este Congreso afi r-mó con pleno conocimiento y con-vencimiento, que fue inspirado, animado y realizado por el Espíritu Santo. Nunca como este Congreso, experimentamos la presencia del Espíritu Santo tan real, y por qué no decirlo, tan visible.

El fruto más efi caz y esperanzador, es el haber sembrado el Espíritu mi-sionero en la diócesis a base de la permanente presencia y empeño de la Directora diocesana: Sra. Iris Ruíz de Ferreira, en comunión con los Obispos, los asesores espiritua-les: Hna. Ana Margarita Rázuri, P. Enrique Mangana López y la perse-verancia en el trabajo de las cuatro secretarias. En estos 25 años hemos contado con una mano abierta y un corazón misionero de nuestros pastores de la diócesis de Chiclayo: Mons. Ignacio María de Orbegoso; Mons. Jesús Moliné Labarta; Mons. Robert Prevost Martínez. Mons. Ig-nacio fi rmó el decreto de creación de este Centro el 14 de julio de

1994; quién decía: “Yo les apruebo todo con tal que no me causen más trabajo, pues ya tengo bastante con el seminario”, y añadió: “además todos somos misioneros”.

Mons. Jesús, que siempre tuvo abierto el corazón, la puerta de su casa y el tiempo sin reloj para la misión, que nos dio confi anza, nos brindó su ayuda y nos consideró la fuerza viva e impulsora de la misión en la Diócesis. Mons. Robert, que sigue acompañando a los integran-tes de este centro diocesano de misiones.

Mientras agradecemos a Dios por estos veinticinco años le pedimos: “quédate con nosotros, Señor”. OMP-CEDIMIS quiere seguir sien-do luz en las tardes oscuras. Virgen María, Reina de las misiones, inter-ceda ante tu divino Hijo, para que este Centro Diocesano de Misio-nes, continúe animando, formando y organizando la actividad misione-ra en la diócesis de Chiclayo.

Mg. Irma Grisela Acosta PiscoyaRESPONSABLE DIOCESANA SECRETARÍA

DE JUVENTUD MISIONERA

RESERVA DEL SANTÍSIMO Puestos todos en pie con amor y gratitud, entonamos un canto

eucarístico y el ministro reserva el Santísimo.

Iglesia para que en apertura y respeto a las dife-rentes culturas se comparta la alegría del Evange-lio, el plan salvífi co de Dios para su pueblo.

Oremos: Jesús, misionero del Padre, danos tu Espíritu.

Lector 5 Por el continente americano y por la misión de la Iglesia para que la fe en Jesucristo dinamice la es-peranza y la valentía profética para trabajar por la paz, la justicia y el respeto a la dignidad de todos.

Oremos: Jesús, misionero del Padre, danos tu Espíritu.

Lector 6 Por todos nosotros para que vivamos con genero-sidad, alegría y esperanza nuestro ser de discípulos y misioneros colaborando en el proyecto del Reino de Dios en el aquí y el ahora que nos toca vivir.

Oremos: Jesús, misionero del Padre, danos tu Espíritu.

En actitud de confi anza fi lial y apertura a su amor nos dirigimos a Dios nuestro Padre con la oración que Cristo nos enseñó. Cantando: Padre nuestro…

Momento de agradecimiento

Agradecemos al Señor desde lo que ha tocado e iluminado hoy a nuestro corazón y resuena para una mejor actitud de vida como bautizados, discí-pulos y misioneros para llevar a todos el Evangelio, porque Dios es nuestra fuerza.

Oración para el Mes Misionero Extraordinario

OCTUBRE 2019

Padre misericordioso que desea que toda la humanidad se salve;

hoy siguen resonando las palabras de Jesús que dijo;

“La mies es abundante, pero los obreros son pocos...

Vayan y hagan discípulos, bautizándoles, enseñándoles...

Yo estoy con ustedes todos los díashasta el fi n del mundo”.

Haz que el mes misionero extraordinario sea para la iglesia momento

de gracia y renovación misionera.Ilumina nuestra mente, abre nuestro

corazón a tu mensaje para promover la formación y animación misionera a través

de las Obras Misionales Pontifi cias u otras iniciativas

Haz que el Día del Domingo Mundial de las Misiones - DOMUND

Sea un “nuevo Pentecostés del amor” que impulsa a la solidaridad cristiana.Que por la fuerza del Espíritu, nuestras

comunidades rechacen la tentación de encerrarse en sí mismas, y que las Iglesias nacientes colaboren con otras

más necesitadas y den desde su pobreza,Que los niños, jóvenes, enfermos

y personas consagradas participen en el compromiso misionero.

Que los llamados a la vocación misionera respondan a ella con alegría y generosidad,

Y que TODOS los bautizados participemos en la actividad evangelizadora como verdaderos discípulos

misioneros de tu amor.Te lo pedimos con María,

Reina de las Misiones. AMÉN

AL SERVICIO DE LA MISIÓN

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El 30 de noviembre de 2019 se cumplirá el centenario de la pro-mulgación de la Carta apostólica Maximum illud, con la que Be-nedicto XV quiso dar un nuevo impulso al compromiso misionero de anunciar el Evangelio. Corría el año 1919 cuando el Papa, tras un tremendo confl icto mundial que el mismo defi nió como una “matanza inutil”1, comprendió la necesidad de dar una impronta evangélica a la misión en el mundo, para purifi car-la de cualquier adherencia colonial y apartarla de aquellas miras nacio-nalistas y expansionistas que causa-

ron tantos desastres. “La Iglesia de Dios es católica y propia de todos los pueblos y naciones”2, escribió, exhortando también a rechazar cualquier forma de búsqueda de un interés, ya que solo el anuncio y la caridad del Señor Jesús, que se di-funden con la santidad de vida y las buenas obras, son la única razón de la misión. Así, haciendo uso de las herramientas conceptuales y comu-nicativas de la época, Benedicto XV dio un gran impulso a la misio ad gentes, proponiéndose despertar la conciencia del deber misionero, especialmente entre los sacerdotes.

todos, que es el Salvador viviente y la Misericordia que salva, “la Iglesia -afi rma el Concilio- debe caminar, por moción del Espíritu Santo, por el mismo camino que Cristo siguió, es decir, por el camino de la pobreza, de la obediencia, del servicio y de la inmolación de sí mismo”6, para que pueda transmitir realmente al Señor, “modelo de esta humanidad renovada, llena de amor fraterno, de sinceridad y de espíritu pacifi co, a la que todos aspiran”7. Este em-peño de Benedicto XV, de hace casi cien años, así como todo lo que el Documento conciliar nos ensena desde hace más de cincuenta años, siguen siendo de gran actualidad. Hoy, como entonces, “la Iglesia, enviada por Cristo para manifestar y comunicar la caridad de Dios a todos los hombres y pueblos, sabe

que tiene que llevar a cabo toda-vía una ingente labor misionera”8. A este respecto, san Juan Pablo II observó que “la misión de Cris-to redentor, confi ada a la Iglesia, está aún lejos de cumplirse”, y que “una mirada global a la humanidad demuestra que esta misión se halla todavía en los comienzos y que de-bemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio”9. Por eso él, usando unas palabras que deseo ahora proponer de nue-vo a todos, exhortó a la Iglesia a un “renovado compromiso misione-ro”, convencido de que la misión “renueva la Iglesia, refuerza la fe y la identidad cristiana, da nuevo entusiasmo y nuevas motivaciones. ¡La fe se fortalece dándola! La nue-va evangelización de los pueblos cristianos hallará inspiración y apo-

SOBRE LA ACTIVIDAD DESARROLLADA POR LOS MISIONEROS EN EL MUNDO

Al venerable hermano cardenal Fernando Filoni Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos

CENTENARIO DE LA PROMULGACIÓN DE LACARTA APOSTÓLICAMAXIMUM ILLUD

CARTA DEL SANTO PADREFrancisco CON OCASIÓN DEL

1 Carta a los jefes de los pueblos beligerantes, 1 de agosto de 1917: AAS IX (1917) 421-423. 2 Benedicto XV, Carta ap. Maximum illud, 30 de noviembre de 1919: AAS 11 (1919) 445. 3 Decreto Ad gentes, sobre la actividad misionera de la Iglesia, 7 de diciembre de 1965, 7: AAS 58 (1966) 955.4 Ib, 2: AAS 58 (1966) 948.5 San Pablo VI, Ex. Ap. Evangelii nuntiandi, 8 de diciembre de 1975, 14: AAS 68 (1976) 13.

6 Decreto Ad gentes, 5: AAS 58 (1966) 952.7 Ib, 8: AAS 58 (1966) 956-957.8 Ib, 10: AAS 58 (1966) 959.9 San Juan Pablo II, Carta enc. Redemptoris missio, 7 de diciembre de 1990, 1: AAS 83 (1991) 249.10 Ib, 2: AAS 83 (1991), 250-251.

Esto responde a la perenne invita-ción de Jesús: “Id al mundo ente-ro y proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16,15). Cumplir con este mandato del Señor no es algo secundario para la Iglesia; es una “tarea ineludible”, como re-cordó el Concilio Vaticano II3, ya que la Iglesia es “misionera por su propia naturaleza”4. “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar”5. Para responder a esa identidad y proclamar que Je-sús murió en la cruz y resucitó por

yo en el compromiso por la misión universal”10.

En la Exhortación apostólica Evan-gelii gaudium, que recoge los fru-tos de la XIII Asamblea general or-dinaria del Sínodo de los Obispos, convocada para refl exionar sobre la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana, quise presentar de nuevo a la Iglesia esta urgente vocación: Juan Pablo II nos invitó a reconocer que “es necesa-rio mantener viva la solicitud por el anuncio” a los que están alejados de Cristo, “porque esta es la tarea primordial de la Iglesia”. La activi-dad misionera “representa aun hoy día el mayor desafío para la Igle-sia” y “la causa misionera debe ser la primera”. ¿Qué sucedería si nos tomáramos realmente en serio esas

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palabras? Simplemente reconoce-ríamos que la salida misionera es el paradigma de toda obra de la Igle-sia11. Lo que quería decir entonces me parece que sigue siendo abso-lutamente urgente: “Tiene un sen-tido programático y consecuencias importantes“. Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pasto-ral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una “simple administración”. Constituyámonos en todas las re-giones de la tierra en un “estado permanente de mision”12. Con la confi anza en Dios y con mucho ánimo, no tengamos miedo de rea-lizar una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los ho-rarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se conviertan en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación. La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral solo puede entenderse en este sentido: procurar que todas

ellas se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva y abierta, que coloque a los agentes pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos a quie-nes Jesús convoca a su amistad. Como decía san Juan Pablo II a los Obispos de Oceanía, “toda renova-ción en el seno de la Iglesia debe tender a la misión como objetivo para no caer presa de una especie de introversión eclesial”13.

La Carta apostólica Maximum illud exhortó, con espíritu profético y franqueza evangélica, a salir de los confi nes de las naciones para testi-moniar la voluntad salvífi ca de Dios a través de la misión universal de la Iglesia.

Que la fecha ya cercana del cente-nario de esta carta sea un estímulo para superar la tentación recurren-te que se esconde en toda clase de introversión eclesial, en la clausura autorreferencial en la seguridad de los propios confi nes, en toda for-ma de pesimismo pastoral, en cual-quier nostalgia estéril del pasado, para abrirnos en cambio a la gozo-sa novedad del Evangelio.

También en nuestro tiempo, des-garrado por la tragedia de las gue-rras y acechado por una triste vo-luntad de acentuar las diferencias y fomentar los confl ictos, la Buena Noticia de que en Jesús el perdón vence al pecado, la vida derrota a la muerte y el amor gana al temor, llegue también con ardor renova-do a todos y les infunda confi anza y esperanza.

Con estos sentimientos, y aco-giendo la propuesta de la Con-gregación para la Evangelización

11 Francisco, Ex. Ap. Evangelii gaudium, 15: AAS 105 (2013) 1026.12 Ib, 25: AAS 105 (2013) 1030.13 Ib, 27: AAS 105 (2013) 1031.14 Ib, 268: AAS 105 (2013) 1128.15 Ib, 80: AAS 105 (2013) 1053.

de los Pueblos, convoco un Mes Misionero Extraordinario en oc-tubre de 2019, con el fi n de des-pertar aún más la conciencia mi-sionera de la missio ad gentes y de retomar con un nuevo impulso la transformación misionera de la vida y de la pastoral. Nos podre-mos disponer para ello, también durante el Mes Misionero de oc-tubre del próximo año, para que todos los fi eles lleven en su cora-zón el anuncio del Evangelio y la conversión misionera y evangeli-zadora de las propias comunida-des; para que crezca el amor por la misión, que “es una pasión por Jesús, pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo”14.

A usted, venerado hermano, al Di-casterio que preside y a las Obras Misionales Pontifi cias confío la tarea de preparar este evento, es-pecialmente a través de una am-plia sensibilización de las Iglesias particulares, de los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica, así como de las asociaciones, los movimientos, las comunidades y otras realida-des eclesiales. Que el Mes Misio-nero Extraordinario sea un tiempo de gracia intensa y fecunda para promover iniciativas e intensifi -car de manera especial la oración -alma de toda misión-, el anuncio del Evangelio, la refl exión bíblica y teológica sobre la misión, las obras de caridad cristiana y las acciones concretas de colaboración y de solidaridad entre las Iglesias, de modo que se avive el entusiasmo misionero y nunca nos lo roben15.

Vaticano, 22 de octubre de 2017

Domingo XXIX del tiempo ordinarioMemoria de san Juan Pablo IIJornada Mundial de las Misiones

Queridos hermanos (as) queremos compartirles con ale-gría y gratitud la celebración de la Jornada Nacional del Enfermo y Anciano Misionero que se llevó a cabo el día 13 de julio en la parroquia Cristo Rey en Lince con el lema propuesto para este año “Porque soy bautizado ofrezco el dolor y las lágrimas por la Misión” dicha celebración fue presidida por el Padre: Francisco Arias Magallanes (Redentorista) y concelebrante Padre Eduar Carranza Altamirano (Pasionista).

En su homilía P. francisco enfatizó la importancia de ser Misioneros y donde cada uno está llamado por voca-ción a dar una respuesta a ejemplo de los santos misio-neros e invitando a nuestros hnos. enfermos y ancianos a sentirse partícipes del gran amor que Jesús les tiene y que no están solos.

Luego se dio inicio a la Unción de los Enfermos, don-de, a medida en que se acercaban y con el canto que acompañaba “Ven Espíritu Santo,” Sáname, Úngeme, Ilumíname, Libérame, Fortaléceme… y con esa apertura y disposición, la acción de Dios iba actuando, con cada uno de sus hijos presentes, que con las manos abiertas y aún más el corazón dispuesto, la acción del Espíritu se hizo presente, ya que se podía observar en sus rostros luz, paz, gozo, quebranto, sanación. Bendito, Alabado y Maravilloso es nuestro Amado Jesús que siempre es-cucha el clamor de sus hijos predilectos y viene a prisa a socorrerlos.

Agradecemos a todos los participantes, benefactores, animadores que hicieron posible la realización de dicho

evento en el que pudieron degustar también después de la celebración un compartir amenizada por los “Jóvenes sin Fronteras” y nuestros queridos hermanos del Centro del Adulto Mayor: Pablo Bermúdez (Grupo Alborada).

Asimismo acojamos la invitación del Papa Francisco en su XXVII mensaje en la Jornada Mundial del Enfermo, nos invita a que los enfermos han de ser amados siem-pre en su fragilidad y respetados en su inviolable dig-nidad, el cuidado con nuestros hnos. enfermos debe estar acompañada con gestos de ternura, cuidado, pro-fesionalidad y gratuidad a ejemplo de Madre Teresa de Calcuta como modelo de caridad que hizo visible el amor de Dios por los pobres y enfermos recordando que para ella la Misericordia fue SAL que daba sabor y cada obra suya fue Luz que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni siquiera lágrima para llorar su pobreza y sufrimiento. Nos ayuda a nosotros a com-prender que el único criterio de acción es el AMOR Gra-tuito dado a todos sin distinción alguna. Por lo tanto, debemos abrazarnos a la esperanza de quienes sufren y necesitan de nuestra comprensión y ternura.

Agradecemos e invitamos, a todos nuestros hnos. en-fermos de toda edad y ancianos a ser parte del ejército de Misioneros que ofrecen sus sufrimientos, penas, ale-grías, oraciones, sacrifi cios, y el rezo del Santo Rosario pidiendo la intercesión de nuestra Madre Santísima por todos los misioneros, para que su fe se mantenga fi rme a pesar de las difi cultades que encuentran en su Misión y sigan siendo mensajeros y testigos del amor de Dios que quiere que todos los hombres se salven.

JORNADA NACIONAL DEL ENFERMO Y ANCIANO MISIONERO 2019

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Queridos amigos misioneros:

Un saludo muy especial para cada uno de Uds. desde el Distrito de Santa Rosa - Jaén Cajamarca. A todos los niños y niñas nos da envi-dia (de la buena) cuando leemos la revista y vemos las oportunidades que tienen muchos de Uds. de par-ticipar en encuentros organizados por la OMP. Aquí sólo tenemos la formación con la Hna. Angelina y a veces nos lleva de paseo a visitar y animar a otros niños y formamos los grupos de Infancia Misionera.

Aquí este año 2019 hemos empe-zado de nuevo con la evangeliza-ción misionera y actualmente en el Distrito de Santa Rosa donde vivi-mos, ya hemos formado grupos de niños de I.M. en el C.P en Pto. Hua-llape, y en los Caseríos de: Molino, Romerillo, Puentecillos, San Anto-nio, Granadillas, Legido, Damiana Baja y Santa Rosa.

Intentamos a través de las acciones signifi cativas mensuales programa-das por nuestro Obispo Alfredo en el Vicariato Apostólico San Francis-co Javier, dar pasos hacia la espiri-tualidad de comunión invitando de palabra y con el ejemplo a integrar-se más niños a los diferentes gru-pos de Infancia Misionera en los Centros Poblados y Caseríos para que vayan conociendo a Jesús y a María Nuestra Madre.

En Santa Rosa además de la forma-ción de Infancia Misionera los Do-mingos de nueve a doce, tenemos entre semana formación Bíblica con la Hna. Angelina que nos está preparando como profesores bíbli-cos para sabernos defender cuan-do somos atacados por los Herma-nos separados.

Me llamo Diana, tengo ocho años, pertenezco al coro de niños, me estoy preparando para ser acólita y asisto a la formación bíblica y a I.M. los Domingos.

Me llamo Belén, tengo diez años y me encanta leer la lectura desde el ambón los domingos, hacer pe-ticiones y cantar. Pertenezco tam-bién al grupo de Biblia y de I.M.

Me llamo Randy Keller, tengo diez años y me encanta tocar el ca-jón los domingos en la celebración, he aprendido mucho de la Biblia y ya sé defenderme cuando mis ami-gos me ataquen, ellos pertenecen a otras iglesias y me invitan siem-pre pero no les hago caso.

Me llamo Jhuleydi, tengo diez años, me encanta ponerme al mi-crófono y cantar los domingos en el coro para que Jesús escuche mi linda voz. Ya voy por la segunda etapa en clases de Biblia y siempre vengo desde Nueva Esperanza a la formación, tengo que caminar mu-cho pero mi mamá me acompaña siempre.

Me llamo Ariana Juanita, tengo seis años, desde los cuatro años soy acólita como mi hermana Ivana que tiene once años. Estoy apren-diendo a leer y a escribir y soy muy feliz en el coro y en Infancia Misio-nera. He aprendido muchas can-ciones y me gusta cantar.

Me llamo Yaela Thais, tengo nue-ve años, estoy en tercer grado y or-ganizo bien mi tiempo: Soy acólita, estoy en clases de Biblia y en I.M. Pertenezco al coro y ya pasé la pri-mera etapa de Biblia, estoy con el segundo libro y me gusta leer. Salí bien en el examen de Biblia.

Soy Hilder Jeremí. Mi mamá me ha inscrito en la iglesia de los pere-grinos, pero vengo a la Católica los lunes porque sé que Jesús fundó una sola Iglesia y es la Católica. En el primer examen de Biblia saqué un 20 y ya estoy llevando el segun-do libro de formación, me gusta mucho leer y aprender de todo. Es-toy en segundo grado de primaria.

Me llamo Danyhelit, tengo nueve años, pertenezco al grupo de niños Bíblicos, me estoy preparando para ser acólita. No me pierdo ni una clase, siempre soy puntual y hago mis tareas con rapidez. Ya sé de-fenderme de los Hermanos sepa-rados cuando me sigan atacando. He aprendido mucho de la Biblia como por ejemplo los siete libros que no tiene la Biblia protestante y que Jesús fundó una sola Iglesia y es Santa, Católica y Apostólica.

Mi prima y algunas amigas me invi-tan a otra Iglesia, pero aparte que mi mamá no me deja ir, yo me lo paso muy bien en la Católica y es-toy aprendiendo muchas cosas para poderme defender. Pertenezco al coro de niños y asisto todos los do-mingos a Infancia Misionera. Ya he aprendido a manejar la Biblia.

Somos discípulos y misioneros de Jesús Tim 3, 15-17

¡DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES DEL MUNDO…! ¡SIEMPRE AMIGOS!

Me llamo Aldair Yosimar, tengo siete años. Los lunes asisto a clase de Biblia y ya he aprendido muchas cosas. Estoy en el primer libro “Mi mejor regalo”.

Me llamo Kiara Villalobos y he aprendido que la Biblia de los pro-

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testantes está incompleta, le faltan siete libros. Me gusta leer los mila-gros que hizo Jesús. Lo que más me gusta son las escenifi caciones que hacemos de los temas bíblicos que nos enseña la Hna. Angelina Castro.

Los niños han manifestado sus de-seos e inquietudes. La verdad que para mí es un gozo el trabajo con estos pequeños, son muy recepti-vos, siempre vienen muy contentos y son muy inteligentes. Con ellos visito enfermos, rezamos con ellos, les hacemos dinámicas, pasan un momento feliz y bailamos y canta-mos en cada visita que hacemos.

Poco a poco van atrayendo y cam-biando los hogares, intentamos in-culcarles valores que transmiten en sus casas.

Siempre en el mes de octubre tenemos un encuentro misione-ro a nivel Distrital, este año será en Damiana Baja. Este año por ser el mes misionero tendremos muchas actividades que ya les haremos llegar la programación. Ahora estamos organizando la Fiesta Patronal de SANTA ROSA DE LIMA, nuestra Patrona como pueblo y Parroquia. El día 21 em-pezaremos la novena y están invi-tadas todas las instituciones polí-ticas, civiles, deportivas y grupos religiosos. El primer día nos toca a la Iglesia Católica que empieza con un pasacalle con la banda de músicos hasta el atrio de la Iglesia- La Santa Misa donde los protagonistas son los grupos pa-rroquiales con ofrendas, lecturas, peticiones, acción de gracias, etc. y al fi nalizar la celebración no ha de faltar la marinera y el huayni-to ante el atrio de la Parroquia, habrá tamales y café para todos

TESTIMONIOS DESDE SANTA ROSA - JAENlos presentes y… niños, jóvenes y adultos a mover el esqueleto que es muy bueno para la salud.

Gracias por acogernos todo lo que les enviamos de los niños, todavía quedan algunos para compartir en otra ocasión. No queremos cansar-les demasiado. Abrazos desde San-ta Rosa - Jaén - Perú.

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El Señor Resucitado encargó a sus discípulos, y a través de ellos a los discípulos de todos los tiempos, que llevaran su palabra hasta los confines de la tierra y que hicie-ran a los hombres sus discípulos. Esta tarea misionera los miembros de las Obras Misionales Pontificias – Tumbes la hemos acogido con renovada fuerza y en el presen-te año hemos venido ejecutando una serie de iniciativas para que la voz de nuestro Señor Jesucristo resuene en los hombres y mujeres de Tumbes, y más aún con fuerza renovada de cara al mes misionero que se avecina.

OMP – Tumbes se encuentra tra-bajando en cinco de las siete pa-rroquias que existen en el depar-tamento con cuatro pastorales, Infancia Misionera, Jóvenes Sin Fronteras, FAMIS Y UEAM.

Como los primeros cristianos con-sideramos el anuncio misionero como una necesidad proveniente de nuestra misma fe. Tenemos esa conciencia elocuente de san Pablo quien afirma: «Predicar el evangelio no es para mí ningún motivo de vanagloria; se trata más bien de un deber que me in-cumbe. ¡Ay de mí si no predico el evangelio! (1 Co 9, 16). El anun-cio del evangelio consiste en «dar razón de nuestra esperanza» (Cf 1 P 3, 15), pero ¿en qué consis-te la esperanza de la Iglesia y de cada cristiano? Benedicto XVI en Spe salvi 31 señala que «nosotros necesitamos tener esperanzas… que día a día nos hagan camino. Pero sin la gran esperanza, que ha de superar todo lo demás, aque-llas no bastan. Esta gran esperan-za sólo puede ser Dios que abraza el universo y que nos puede pro-

poner y dar lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar…Dios es el fundamento de la Esperan-za, pero no cualquier dios, sino el Dios que tiene un rostro huma-no y que ha amado a cada uno en particular y a la humanidad en su conjunto». Por ello, como parte de la misión parroquial que organizara la iglesia Matriz “San Nicolás de Tolentino”, las Obras Misionales Pontificias, fuimos a llevar esperanza al centro pobla-do Cabeza de Lagarto, situado a la margen derecha del río Tum-bes, en el distrito de Pampas de Hospital. Domingo a domingo, durante los meses de febrero a abril, nuestros misioneros orga-nizaron visitas a casas, liturgias, santas misas y la participación de la población en las actividades de la semana santa. Como fruto de esta misión se han iniciado las

pastorales de Infancia Misionera y Jóvenes sin fronteras; así como los programas parroquiales de Catequesis en Familia y Cateque-sis de Confirmación.

También en el mes de abril, tu-vimos un gran encuentro donde toda la IAM de Tumbes participó con motivo de la Semana Santa, fue una experiencia de Dios, los niños y adolescente representaron todas las escenas importantes de la Semana Mayor, desde la Entra-da de Jesús en Jerusalén, hasta la Resurrección.

Para cerrar con la IAM, con gran alegría anunciamos que se ha co-menzado a trabajar en un nuevo núcleo, se trata del Centro Poblado El Limón, también en el distrito de Pampas de hospital, donde hemos tenido muy buena aceptación.

ANUNCIO MISIONERO

EN TUMBESEste año, las Obras Misionales Pontificias – Tumbes han empren-dido la tarea de trabajar más de lleno con las familias, así en fe-brero de este año se dio inicio de manera formal a FAMIS – Tum-bes, en un posterior artículo, en-viaremos un testimonio. Hemos creído conveniente que antes de lanzarlos a la misión, es funda-mental una profundización en la vida cristiana y el significado que tiene para nosotros el matrimonio y la familia, durante estos meses estamos dedicados a ello y poco a poco, algunos de sus miembros ya comienzan a involucrarse en el trabajo misionero.

En este mes de agosto, se está trabajando en un CUAM, pues, aún no hemos podido “despe-gar” como quisiéramos con Jó-venes sin Fronteras, tenemos dos

núcleos, pero aún, es muy poco. Lo mismo ocurre con la UEAM, estamos trabajando para que ésta se fortalezca en este rincón del País.

Sin embargo “si el Señor no cons-truye la casa, en vano se cansan los constructores”, sin la oración, todo esfuerzo es estéril, por eso se orga-nizan periódicamente Horas Santas misioneras para pedir por el pro-greso de la obra evangelizadora, sobre todo en Tumbes, rogamos también su oración. Que nuestra Madre María Santísima, Reina de las misiones, interceda siempre por nosotros, para seguir llevando esa “gran esperanza” que no defrauda a muchos más hermanos y herma-nas nuestros en Tumbes.

Att. P. Carlos Rosillo, Asesor OMP - Tumbes.

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Comparto con los que lean estas páginas la experiencia de la mise-ricordia de Dios en mi vida.

En la década de los 80, Dios me re-galó el don de la vida en el depar-tamento de Ayacucho-Huamanga, siendo parte de una gran familia conformada por 7 hermanos de las cuales soy la hija mejor. En estos años se iniciaba el accionar terroris-ta, sembrando mucho dolor y sufri-miento. Esto también afectó a mi familia, en medio de esta realidad dolorosa hemos ido experimentan-do la presencia amorosa de Dios.

Al pasar el tiempo, este mismo Dios fue hablándome y me invita-

cuperé la salud. Esta experiencia, aunque no había sido consciente de ello, marcó mi vida puesto que consideraba que Dios estaba pre-parándome para algo a su vez me sentí cuestionada y me decía “Si Dios me ha salvado, entonces yo ¿qué puedo hacer por Él?

El haber crecido dentro de una fa-milia caracterizada por el amor al trabajo y a la solidaridad fueron alimentando en mí la sensibilidad frente al sufrimiento del otro, sobre todo de los más necesitados. Re-cuerdo que mamá me decía “Hija me vas a llevar a la ruina”, ya que todos los sábados preparaba unas bolsas con víveres para entregárse-

EL MEJOR LUGAR EN EL MUNDOSERÁ SIEMPRE AQUÉLDONDE DIOS ME QUIERA

lo a los ancianos que frecuentaban la tienda pidiendo limosna.

Otra experiencia a través de la cual Dios me habló, fueron las lecturas de la vida de los santos, sobre todo la de Santa Rosa de Lima y el gran corazón misionero de Don Bos-co. Cautivada por sus vidas quise seguir su ejemplo. Así mismo, el haber estudiado en un colegio del estado donde el gran porcentaje de mis compañeras de clase eran huérfanas a causa del terrorismo. Ellas vivían en el puericultorio, eran atendidas por unas religiosas. La si-tuación que ellas vivían llamó mu-cho mi atención, siempre pensaba en la posibilidad de que yo también podría hacer algo por los demás.

Reconozco también que Dios puso en mi camino a diversas personas, de modo especial a mis compañe-ras, quienes me ayudaron a fre-cuentar a los sacramentos y a reali-zar servicios en el asilo de ancianos y en el oratorio de las Hijas de Ma-

ría Auxiliadora, en el que descubrí el rostro de Dios para fi nalmente decir: “Te entrego mi vida Señor; donde quieras, con quienes quie-ras y cuando quieras.”

Es así que, al terminar mis estu-dios de secundaria, dejando las oportunidades que se me habían presentado, decidí seguir a Cristo en el Instituto de las Hijas de Ma-ría Auxiliadora. Desde el primer momento que ingresé, expresaba mi deseo de ser misionera, poco a poco Dios fue marcando el ca-mino y preparándome a través de diversas experiencias que me per-mitieron reconocer la importancia de “redescubrir la gracia de ser pecadora”, puesto que Él me ayu-dó a no tener miedo de reconocer mi ser vulnerable y débil, porque solo ahí puede manifestarse su gloria.

Todo este proceso no me fue fácil, viví momentos de crisis marcadas de sufrimiento y angustia, pero

Dios siempre estaba ahí sostenién-dome y susurrándome al oído “No tengas miedo, yo estoy contigo”.

Considero que todo es gracia de Dios y que Él seguirá moldeándo-me con amor y que su fi delidad sostendrá la mía. Hoy, en este tiempo de mi vida me abro una vez más al nuevo llamado que me hace al igual que a Abraham: “Sal de tu tierra y de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mos-traré”. (Gn 12, 1) y de la mano de María le digo una vez más: “don-de quieras, con quienes quieras y cuando quieras Señor”.

La vida solo tiene sentido cuando dejamos habitar en ella a Cristo. Te invito también a ti a releer tu vida y a descubrir el paso de Dios por ella para que puedas vislumbrar la misión que tienes aquí en la tierra.Con cariño:

Sor Nery de la Cruz VilaHija de María Auxiliadora

ba a ser parte de esta gran aven-tura de dar a conocer su amor de-jándolo todo. Al releer mi propia historia, pude descubrir diversas experiencias en las que Dios había estado presente para manifestar-me el sueño que tenía para mí. Traigo a mi memoria el testimo-nio de mi madre, ella me comen-tó sobre una grave enfermedad que sufría cuando tenía apenas seis meses. Mis padres acudieron a muchos médicos y no hallaron una cura para lo que padecía; resignándose a ello, decidieron bautizarme para morir en gracia de Dios, y realmente, mi bautizo fue un regalo de Dios porque en lugar de morir, repentinamente re-

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Las Obras Misionales Pontifi cias, tienen como fi nalidad promover el espíritu misionero y solidario en nuestra Iglesia, desde la oración y la cooperación solidaria y económica para ayudar a los más pobres. Por tal motivo, todos los años la Obra de San Pedro Apóstol que es una de las Obras Misionales Pontifi cias, realiza el “TE MISIONERO”, y este año no fue la excepción, con el lema “QUE NINGUNA VOCACIÓN SE PIERDA” el 25 de Julio en la sede central de las OMP

TE MISIONERO 2019Jr. Mariscal Miller 1524 - Lince, se realizó este evento con el objetivo de recaudar fondos para ayudar a los seminaristas que desean ser sacerdotes en los países de misión.

Gracias a todos quienes participaron y colaboraron con su presencia, donación y por tanto bien para que estos sacerdotes puedan anunciar a Cristo y su evangelio.

GASTANDO LA VIDA POR LOS MÁS PEQUEÑOS Y NECESITADOS DE ÁFRICASoy Rosa Albán, Esclava del Sagra-do Corazón de Jesús, he regresa-do después de 18 años de África, donde estuve como misionera. Estos años me han ayudado a vivir esta reparación, también ha sido un crecimiento a nivel personal. Mi vida ha transcurrido entre los países de Camerún y la República Democrática del Congo, concreta-mente en Kinsasa.

Mi misión se ha centrado en el campo de la educación, he traba-jado con niños del jardín de Infan-cia y también con mujeres y jóve-nes. Me gustaría decir que a pesar que no estoy en África en estos momentos, la llevo en el corazón

y pido por ella cada día y por to-das las personas con las que com-partí mi vida y como decía Santa Rafaela María, nuestra fundadora “mirando el mundo se vive el celo por Dios”. Puedo decir que el Se-ñor ha estado grande conmigo, que vale la pena gastar la vida por los más pequeños y necesitados, porque al fi nal quien gana somos nosotros. Doy gracias a Dios, al Instituto, por toda esta experiencia vivida en esas tierras y con mis hermanos africa-nos. Ha sido una experiencia muy enriquecedora para mi vocación de Esclava a la que estoy llamada a reparar.

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El sábado 29 de Junio mientras celebramos la solemnidad de San Pedro y San Pablo, los dos após-toles símbolos de la unidad y la universalidad en la iglesia, pasó a la Casa de Padre P. Mario Mazzo-ni Guzmeroli mccj en su natal tie-rra Italia. Director Nacional de las Obras Misionales Pontifi cias Emé-rito, fortaleció en su larga gestión la animación y la formación misio-nera en nuestra iglesia peruana. Fue director de las OMP desde junio del 1981 hasta diciembre del 2000. Cabe mencionar que en este periodo en el año 1991 se celebró en Lima Perú el gran Con-greso Misionero Latinoamericano COMLA IV del 2 al 5 de febrero con el lema: “América Latina, des-de tu fe envía misioneros”. El dio impulso a las Jóvenes Sin Fronte-ras el movimiento misionero de las

UN GRAN SACERDOTEUN GRAN MISIONERO

OMP iniciado por el Mons Felipe Maria Zalba. Lo conocí de cerca cuando en el año 2000 me llamó para ser asesor espiritual de los JSF a nivel nacional. Fue durante este año que comprendí que las OMP son “el motor” que deben empu-jar el alma misionera de la iglesia a lo largo y ancho de todo el país. De él aprendí que la misión es realmente una respuesta de amor y servicio. Hoy 30 de junio mien-tras estamos en el segundo día de un Cursillo de Animación Misione-ra para los jóvenes misioneros re-cordamos al P. Mario Mazzoni en la Misa de clausura que se celebra a las 4.00 pm en la capilla de las OMP Jr. Mariscal Miller 1524 Lin-ce. Invitamos a las personas vincu-ladas con las OMP a unirse en ora-ción en esta Santa Misa. Descanse en paz P. Mario.

AMIGO FIEL

Al verte a ti, sentí que Dios estaba aquí y era real, pues fuiste tú quien me enseñó

a creer en el amor, en el perdón de Dios

Oh Mario amigo fi el.

Nos das amor, tu tiempo y juventud

sabes también si estamos mal o bien con tu

intuición de amigo y confesor conoces

nuestras almas como nadie más.

Amigo fi el, amigo fi el

Es por eso que yo quiero prometerte hoy que a pesar del tiempo tu

estarás en mí.

Y si un día no estamos juntos ya, recordaré lo

bello que sentí yque viví estando junto a ti

la Luna, las Estrellas, el Ocaso y el Arco Iris

testigos son de tu misión.Amigo fi el, amigo fi el.

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Por obra del alzhéimer, este hombre de Dios fue perdien-do poco a poco la memoria inmediata. Se olvidaba de todo y sólo vivía el presente. La oración continua se había convertido en su “deporte” y “trabajo” favoritos.

Cuando todavía podía moverse, acudía a los despachos de la Parroquia arrastrando los pies, varias veces al día.

-¿En qué día estamos? ¡Ayúdenme, porque no me acuerdo de si he rezado el Breviario!-Que yo sepa, usted ha rezado el Ofi cio de Lectura. Ahora le tocan las Laudes.-¡Ah, gracias! ¡Es que estoy despistado! -Y se regre-saba a su habitación a orar, leer y estudiar.Media hora más tarde -sonriente como siempre- aparecía otra vez Tablet en mano.-¿Qué día es hoy? -Preguntaba como un niño- ¡Es que no sé si he rezado o no la liturgia de las Horas!-Hoy es viernes, Monseñor.-¡Ama jina kaspa! ¡Ayúdame! ¡Tú tiras, pe”! ¡Los viejos olvidamos todo! -A ver, a ver… Ahora le toca la hora sexta, -le decía-¡certifi co que usted ya ha rezado el Ofi cio, las Lau-des y la Hora Tercia! Y así, se retiraba otra vez, llevando los pies por los suelos…

Estamos hablando de Mons. Isidro Sala Ribera, nacido en Bergús (España), el 03 de marzo de 1933, y que en 1969 se vino al Perú como misionero, enamorándose profun-damente de nuestra tierra, hasta el punto de aprender el quechua y dejar sus huesos entre nosotros.

Trabajó incansablemente en Aymaraes y luego en San Jerónimo, Andahuaylas, donde los campesinos y los más humildes recibieron acogida en su corazón. Fruto de su labor de almas fueron los catequistas y las decenas de vocaciones de sacerdotes, religiosas y laicos.

A los sacerdotes, nos tomaba el pelo: “Si ustedes no co-nocen Tiaparo, Pampachiri o Huancas, no son misio-neros de verdad”.

Monseñor Isidro, cada vez más fue haciéndose un niño inocente. Aunque tenía 86 años, su corazón de doncel estaba adornado de paz, serenidad y alegría.Los días frígidos de mayo y junio, acudía al patio de la Parroquia a tomar el sol. El P. Jhonny, el diácono Luigui, Don Lucho, Darío, Yenny y yo, íbamos a su encuentro a hablar un ratito con él. “¡Añañau!, ¡qué rico!”, eran sus frases favoritas cuando le ofrecíamos algún servicio o una medicina amarga.

Mons. Isidro vivió los últimos años de su vida en un pre-sente continuo. Ese hoy-actual, de alguna manera, es un anticipo del cielo. En la eternidad divina el tiempo no pasa. Y don Isidro, al no recordar nada, vivió intensa-mente el momento. No tenía rencores ni resentimientos.Desde el año 2009 en que pasó a Obispo emérito, se “escondió” como un sillar.

¡Monseñor Isidro, descansa en paz y ruega por nuestra fi delidad!

P. Santos Doroteo Borda LópezPárroco de “El Sagrario” – Catedral de –Abancay

Mons. Isidro Sala Ribera¿EN QUÉ DÍA ESTAMOS HOY?

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OMP PERÚ CELEBRA EL MES MISIONERO EXTRAORDINARIOComo actividades principales estamos organizando:

• Retiro para familias misioneras desde el 30 de agosto al 1 de setiembre en la Casa José Depiro en Magdalena con un equipo que viene desde Paraguay.

• VII Congreso Nacional Juvenil Misionero CONAJUMI VII del 13 al 15 setiembre de 2019 en la Prelatura de Chu-quibamba en la ciudad de Camaná con el lema: “Llama-dos por el bautismo a ser los misioneros de Jesús”.

• Viernes 4 de octubre presentación en OMP a las 6.00 pm del libro: La Fe, la llave de los Milagros.

• Concurso de Canto y dibujo Misionero con el tema: “Bautizado y enviado para anunciar la Buena Nueva”. Detalles de las bases del concurso y participación están en la página web de las OMP Perú (www.omp-peru.org)

• El 2 de Noviembre tendremos un Gran Festival de Cantos para clausurar el Mes Misionero con el grupo popular cristiano JESED.

• Gran Rosario Misionero público en la Concha Acústica del Campo de Marte el sábado 5 de Octubre a las 3:00 pm.

Sor Marina Calderón, nuestra querida Marinita como la llamamos todos los que hemos conocido y sido parte de las Obras Misionales Pontifi cias, partió a la casa del Padre a recibir la recompen-sa del Apóstol, el 30 de Junio pasado. Noticia que nos ha producido mucho dolor, pero que recibimos con esperan-za en la infi nita misericordia del Señor.

Limeña de nacimiento, ingresó con las Hijas de María Auxiliadora a sus 16 años, como respuesta fi el y entusiasta al Señor que la llamó para ser una gran educadora. Maestra incansable, supo transmitir a sus alumnas sus conoci-mientos y esa fe testimonial de amor a Cristo y su devoción profunda a María Auxiliadora.

Directora Diocesana Misionera de Huá-nuco, Huancayo, Moquegua y Callao. En esta última Diócesis trabajó codo a codo con su gran amigo Monseñor Ricardo Durand Flores, quien fuera por

UNA SALESIANA CON GRAN CORAZÓN MISIONERO

testimonio fi el y entusiasta de servicio incansable. Sor Marina, por siempre Sin Fronteras.

Hacemos extensivo el agradecimiento a las hermanas salesianas de MARÍA AUXILIADORA DEL CUSCO, que al igual que Sor Marina, animaron y consiguieron generosos aportes a las misiones como sigue:

S/. 25,767.00 (Año 2016) S/. 28,049.40 (Año 2017) S/. 25,989.30 (Año 2018) S/. 3,450.00 (Año 2019)

20 años director nacional de las OMP, y más tarde con Mons. Miguel Irizar. Sor Marina formó las OMP del Callao que luego se convertirían en el CEDIMIS Callao. Marina fue una religiosa de un dinamismo incomparable, quien por más de dos décadas simultáneamente ejerció la pedagogía en el Colegio Ma-ría Auxiliadora tanto de Breña como del Callao, su trabajo en las OMP de Lima como responsable de la Pontifi cia Unión Misionera y como Directora Dio-cesana de OMP en el Callao, demos-trando en estas tareas su habilidad de gran organizadora y su testimonio de entrega total a la animación misionera.

Sor Marina nos deja su valioso legado de amor a las misiones y de puente entre Dios y todas las personas que tuvimos el honor y la bendición de compartir con ella el camino misione-ro. Cientos de jóvenes han sido sus alumnas, recibiendo sus enseñanzas, su cariño y presencia y sobre todo su Re

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