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HUITIN MERCANTE BE PUEG.TO RICO DIARIO IJIDEPE\DIE\'TK DE HWRIIICIOS UNIVERSAL DIRECTOR: J. PEREZ LOS APA. Suscrición mensual 60 centavos. Número suelto 2 centavos. NO SE rUBLICA LOS DOMINGOS Dirección y Redacción, san 3ose, t. Teléfono nf 44. —Corrao* apartado n? 488 —Telégrafo MORIS a ■— fotercd al Han Juan as seccoml clan* mail nutttcr. Nota del día Por fortuna para el progreso de esta isla, el público va de- mostrando más atención al estu- dio de los problemas, que tanto interesa resolver, y lee con más interés que antes los trabajos á ello encaminado, desde que los apuros de la situación han he- cho pensar, hasta á los más des- preocupados, en la seriedad del conflicto económico en que nos hallamos, y del cual necesita- mos salir á todo trance, hacien- do un esfuerzo poderoso, un ver- dadero esfuerzo de energía. La actividad, sobre todo, nos ha sido recomendada como efi- caz; la constancia en la labor nos ha sido impuesta por la ne- cesidad, V de ahí ha surgido una afición creciente por todo aque- llo que se relaciona, de modo directo, con las soluciones bus- cadas. Ya no se aparta la vista de los periódicos cuando hablan de nuestro complicadísimo proble- ma agrícola, ya no se dejan, en el abandono extenuante, las ini- ciativas que brotan estimuladas por la tensión en que han sido puestas las voluntades. Algo más sério y trascenden- tal que las discusiones estériles de una política que ya no logra interesar á las masas, es lo que ha impuesto la actualidad ca- tastrófica en que nos han sumi- do los excesivos apasionamien- tos, que monopolizaron las inte- ligencias solicitadas por el inte- rés. Ahora es política económica la que empieza á actuar en las conciencias, como una aspira- ción de superioridad colectiva á que tiende el criterio general, iluminado de improviso, por vir- tud de las circunstancias. No existe escuela de más en- -1 señanza educadora que la des- gracia. No cabe una lección mas prác- tica de la realidad, que la que se adquiere en la vida, cuando es accidentada, brusca, erizada de acccidentes de grandes dificul- tades para sil funcionar nece- sario. Aquí nos ha despertado la rea lidad con su choque de violen- cia: nos ha sacudido Inertemen- te. como el huracán á las cañas, la racha del infortunio; como las aguas furio>as en los acanti- lados A mar, h 1 t hocado con- tra no otro la o! a de los enco- nos, de ic.-> r.i •-> v aniquila-! dor . |i *• qu-' Matado- ra; de un k 1 : /a brutal, de un. tk>l nv.a extremado, dtn . 0 ote una ex E Cd¿ ih 1 pov como m en el írag ■< de toda Im centrarte-1 da. .dm acertado .1 oir ina voz providencial, avisa- dora de un grao pe agro, que no* salvara á tiempo de la mor tal caída. |*iu 4 w en l> ciernen- tm de la discordia, se aprestan á acudir en aocorro de la patria, con una saludable desviación de loct **. de energías creadoras enlotuturo. ya que fueron en el anterior dcacarrio contribu yes tes del hondo malestar. Alcana vsa es preciso sentirse optimistas. En el porvenir en- u U npenua. y J qu oo po- demos ser en justicia panegiris- tas del presente, séanos permi- tido esperar en la obra del por- venir, tratando de que se apro- xime cuanto nos sea dado, no por el egoísmo de sacar partido de ella, sino por la satisfación de haber sido factores importan- tes y cooperadores eficaces de la misma. Justo es que del altar viva, el que al altar sirve A las 4 de la tarde de ayer, estaban reunidas en el Obispado muchísimas y distinguidas personas. El be.lo sexo, como siempre que de algo grande y noble se trata, estaba dignamente representado; diré más aúo, estaba mejor representado, por el nú- mero, que lus caballeros. Poco más <5 menos, á las 4 y cuarto ocupó la presi- dencia el señor Obispo, nuestro queri- dísimo prelado, y se dió comienzo al acto. Habló primero el joven é ilus- trado sacerdote P. Zúñiga. , Es un verdadero orador; nos hizo ver la necesidad, la obligación que por el propio decoro debemos tener, en que el culto que nos legaron nuestros padres se sostenga con el esplendor y magnifi- cencia que le son debidos. Demostró, con citas muy oportunas, lo natural y lógico que es el que se sos- tenga el culto y clero, como cumple á un pueblo eminentemente católico. Dijo que “es una obligación ésta, que dimana de la Iglesia, basada en el de- recho natural yen el derecho divino positivo”, y añadió: “si tenéis fé, si practicáis, si en vuestro corazón habéis levantado un tabernáculo á las purísi- mas enseñanzas de Jesús, si vuestra inteligencia acata con rendimiento la Iglesia Católica, única guardadora de a verdad v esposa mística del Unigé- nito del Padre, no debéis, no podéis eludir ese mandato”. Terminó pidiendo la cooperación de todos, para que el Sr. Obispo halle una ayuda en la ardua empresa de levantar v fomentar el espíritu religioso en esta Isla. Fué el suyo un discurso hermoso y entusiasta, que nos reveló lo que vale el joven sacerdote. Habló luego don Julián Blanco; lo hizo con fé, con verdadera convicción; nos dijo verdades muy gordas y nos conminó á que cumpliésemos con nues- tros deberes de católicos. Me rasultaba muy simpática, muy noble su figura, al hablar con tanto en- tusiasmo, en una edad en que los de- séngañes de la vida deben hacer mo- rir las ilusiones. Tocó hacernos oir su prodijiosa elocuencia al distinguido ju- risconsulto don Juan Hernández López. Tuvo durante su oración, que fué muy hermosa, ppriodos muy brillantes, y nos demostró que no tieae nada que ver con la falta de el que se halle el país en un estado de decadencia tan grande. Llevó al ánimo de todos el convenci- miento de que con un pequeño esfuerzo colectivo, el sentimiento religioso, la inaguificer ciadel culto católico, el cum- plimiento, en fin.de nuestro deber, sería c: sa fácil y hacedera, y motivo de inti- ma satisfacción para nuestra conciencia Es de ¡amentarse, sin embargo, que en un arranque de su fogosa oratoria, {i:izás equivocando una idea, fuese in- Ijtiste: acusó ai e emento extranjero de indiferencia para el sostenimiento de su Ig tsia. Nada más lejos de la realidad; e' demento ex ranjero en Puerto Rico, lo núsnu) ah ra que antes, prestó siempre -11 yo. cuantas veces fué solicitado. V o h. u> esto c >mo un a’arr’e n; como 1 11 >! rom o. sao ri:n 1 mente aten ‘o * sti !> > e y uejiuteras..ita i.ia-l r.x r.n ~ro con >zco que c ntribuye al . .n-ti'ce, Sa. Ana y C uh. and,; a: ti e } . •, 1- p- e mrn cualquier i ir> sn:o.! ..tro el señor Obispo; T'-'t;.. (¿e > ••y- s g 'ir t , ti yßuawideéuk. í*> -u i -jo, y• Upr ojok. t ue I *ll3lO . > te el doa le h 'cerve comprender, I y de ;ue tbdtp.ae vtaa **büg.u!u* 4 *e- ;;; ttcaobo*. Si Í¿tt% paikiM, y o MI purttílo ||B4U M p* Lie rkwf or. w*nlo ipúMol <kl CmbMuw, 00 hay duda a’fuaa que os ntatato ¿m su labor arria iaawa- No a puaitto oir ai vea na abo datar- o t*ofncn:e. fefawmaadoi. peto Dijo quo ta Ca'adrol aoMUba^i- BPtEBN MEROftNTH. DE PUERTO-ffiOO. muchos años de estudio para llegar á ser ministro de Dios, haya ganado du- rante todo un mes.... ¡4 dollars! Concluyó en medio de aplausos ge- nerales. Se suspendió el acto por algunos minutas, y se procedió al nombramiento de la nueva Junta Directiva para la Asociación de Católicos de la parroquia de Catedral. Como no si todos los Sres. nombrados aceptarán su cargo, no publico hoy sus nombres; lo haré ma- ñana. A la primera Junta que celebre la nueva directiva, asistirá el Sr. Obispo. El resultado de la Junta en el Obispado, no ha podido ser más halagüeño, á pe- sar de que apenas se anunció. Se ve que el entusiasmo aumenta con rapidez, que nos vamos dando cuerna de nuestros deberes, y que no sólo cum- pliremos con ellos, sino que iremos más allá. Es necesario, imprescindible, que trabajemos con fé, con ahinco, por con- servar nuestro culto y nuestras creen- cias, que no lo dejemos para mañana. “No basta ser católico, no; es necesario demostrarlo’. No importa que el óbolo sea mayor ó mas pequeño; DIOS agradece todas las ofrendas. Hoy, que las sectas con- trarias á nuestra iglesia se mueven coa verdadero empeño; hoy, más que nun- ca, debemos hacer que nuestras creen- cias resurjan brillantes y hermosas, y apaguen|eon su fulgor los tenues res- plandores de los equivocados. ¿No es una vergüenza que veamos con la mayor indifeiencía, como frente á nuestra Catedral, descuid .da y po- bre, levanta el protestantismo un edifi- cio nuevo, limpio, cuidado y atrayente? Pues sírvanos esto de estímulo, y de- mostremos lo que somos, lo que debe- mos ser, secundando en un todo las iniciativas de nuestro cariñoso y buen Obispo. La Junta Central, directiva de las Juntas Parroquiales, se reúne semanal- mente, y trabaja con fé, con entusias- mo. Hagamos lo propio todas las Jun- tas parroquiales de San Juan y de la Isla, y los resultados serán satisfac- torios. Solicitemos el valiosísimo concurso de la mujer puertorriqueña, y segura- mente que podremos decir como Cesar; “Veni, vidi, vici,” Rafael Colorado. San Juan, P. R., Nbre. 9 de 1903. Notas ponceñas Coa obra de Toletoy—Espirita muerto—Kl robo aquel—La del hamo—Nuaro aliuncéu—Eetierro conaurrldo. Noviembre, 8 de 19*3. Es probable que pronto se á co- nocer en nuestro teatro la gran obra dramática “Resurrección”, de Tolstoy, por una compañía de a preciables artis- tas, que actúa hoy en Maqagiiez. Al efecto, dicha troupe hace gestio- nes para visitar esta ciudad, ocupando el teatro por dos días. Ya no existe aquel Ponce de i grandes entusiasmos, que llevaba á la prácrito, y con éxito, todos sus pro- yectos. La idea que surgió de preparar con- venientemente el antiguo tinglado de la Marina, para efectuar los retretas semanales, no ha prosperado más, yes ástima, porque aquel sitio fresco tiene ;■ ti activo, sobre todo, en las noches de calor. y % Del escandaloso robo de que fué víctima hace una semana, don Arg 1 Lama, sólo se sabe que no ses tbe otra cosa sino jue se efectuó casi de lia y frente á la plaza principal. Los señores Cana s Hermanos y Cos. continuarán en breve su n :,octo al 1 por mayor y detalle, >uspc dalo por e! j fuego de que fueron victimas hace un í mes Ya está preña vi d‘-e el almacén de 1 su* >■ >n Kiv ra. le !. c . <0 At ~ >ilc .tonta ,an uuev j'tob ccinm-nto.. Con grúa c u 04 CaJ t v al UtH! ¿ Ii ? >. IV ¿TSt . H $024 (i d>4. Xjyiíf *-• Cjrrrspi>o!i?j|. Riera en la Catedral Esta noche, en la novena (le animas, cantara, .en la Sania Iglesia Catedral el eminente artista español <i%n Migue! Ki ra. El gran bajo ha tenido 4 bien aceptar la inettactóa que la biso el Reverendo padre Zu- átga. para qne prestase, con su concurso poderoso, solemnidad extraordinaria 4 ano da los dtaa de la novena. Esta noche, poca, cantará en la Catedral si célebre artista *- “The San Juan Fraternity” El sábado pasado celebró su baile quincenal, esta distinguida sociedad, en los hermosos salones del hotel “Olimpo”. Allí congregóse lo más selecto de nuestra buena sociedad capitaleña, co- mo pueden dar de ello los nombres de algunas personas concurrentes á esa fiesta. Entre las señoras vimos ála de Mr. Hord, de Diaz Navarro, de Her- nández (C). de Anduze, de E'zaburu, de Lee, de Montilla, de Mott. de Noris, de Rodríguez, de Muñoz, V. de Orbeta, de Coll y Tosté, de Kmg, Wells, Wescot. En representación del bello sexo, las señoritas Carmen Bel- trán, Blanca Cerra, Lolita Hernández, Iraida Orbeta, her manas Ramírez, Fausta Aponte, Ro dríguez Umpierre, Coll Cuchí, Cobián, Pepita Sabat, Ma- ría Luisa Díaz, Monsita Ferrer, Mag- dalena Ibáñez, Daubón, Martínez,Hoid y otras. Nuestra juventud estaba representa- da, por los jóvenes Látimer, Simonpie- trij González, Lawrence, Geigei, Gino- rio, Govco, Muñiz, Laloma, Aponte, Co- bián, Hernández, Casalduc, Noble, Fe- rrer, Borch Gatell, Pasarell, Rodríguez y tantos otros, que verdaderamente es imposible en estos momentos recordar. El baile quedó, como pueden juzgar los que hayan leído los nombres de los concurrentes, muy concurrido y selec- tísimo. Antes de terminar, y en nombre de algunos de los asiduos concurrentes á esas fiestas, tenemos que hacerle tres advertencias á la comisión encargada de dirigirlas. Una es el que podíi combinarse de cierta manera que el bai- le no terminara hasta que los carros eléctricos que tienen que conducir á lo* concurrentes de esta capital, no estu- vieran en frente del Hotel, pues arree- mos que es preferible que los carros aguarden por los concurrentes, que no ellos por los carros. Otra, que la música encargada de la interpretación del programa resulta es- casa y, además, con el repertorio anti- cuado de siempre, el que constantemen- te venimos oyendo todos los domingos en los salones del Casino Español. Y, por último, hacer que el orden de baile se cumpla exactamente, con arreglo al “carnet” que para ese objetóse reparte, pues de lo contrario, no vemos la nece- sidad que del consabido “carnet” hay. Pero es que Pepé es terrible. A la policía 1. Una Ordenanza municipal pro- híbe: Tener macetas de flores ó cántaros, en la baranda de los balcones. Regar macetas de flores, de tal modo, que las aguas viertan á la calle. * * Y como nosotros hemos visto verdaderos bosques en machos balcones de esta ciudad, y nues- tros cuerpos han sido víctimas ie riegos intempestivos, espe- ramos que la policía cumpla con la Ordenanza citada. Un baile en Carolina Algunos j*>venes distinguí los de la socieJad le la pinturer a población vecina, han g niza do un batle para el pr* x.m * do- mingo. en 1-)* e-’W’.>*v o suio- •' I si D >loi Sera una hermosa ñv*ia. J2CC ¡ón rcífc /303 SANTOS DE MAÑANA ■* N*cm!if 10. m*rp(- S.ní . Ilr- ncua fMto■, An r Av aludios f iu K<m,i4 ar. j MISAS DK MACANA ríi. Una - AH *• U Mm. PU. and Tterm. -jé Bumn. rali üsm. CMfeT.aV. da Mldam. En el Teatro Muy pocas noches se habrá visto nuestro teatro tan concu- rrido, como la de ayer. Allí vimos representado todo el co- mercio en general, autoridades, altos empleados y algunos parti- culares. La concurrencia era, en verdad, muy escogida, Toda ansiosa de conocer y de oir al aplaudido bajo señor Riera. A las ocho y media en punto levantóse el telón, dando princi- pio al acto con una muy bien interpretada por el octeto que dirige el maestro Andino. Seguido presentóse en escena el señor Riera, quien cantó una inspirada romanza de bajo, ya conocida por nosotros, titulada “La Flor”, en la cual puede apreciarse todo el gusto y la delicadeza que posee el artista al interpretarla. Asu terminación fué aplaudidísimoj viéndose en la necesidad de ofrecer al auditorio un “bis”, cantando otra romaza titulada ‘Fior de Langue”. La señora Le Hardy cantó una obra musical de gran méri- to y erizada de dificultades, que sólo pueden vencerse, poseyen- do una escuela de canto admi- rable. Fué aplaudida á la ter- minación Y así cumplióse en todas sus partes el programa, viéndose el señor Riera obligado á repetir todos los números, siendo tal su complacencia, que obsequiaba al auditorio con otro número fuera de programa. Así oímos, en vez de cuatro números, que estaban en programa, ocho, siendo el nú- mero de la noche, la gran aria dramática de la ópera “Don Car- io”, del maestro Verdi, pues en ella fué donde el señor Riera pudo lucir todas sus facultades de cantante y de artista. Es esa aria una obra de las de prueba y d¿ oposición de los verdaderos, cantantes, y pocos son los que como el señor Riera, han logra- do dominarla. Nuestro juicio acerca de la voz y escuela del señor Riera, está condensado en muy pocas frases. Que es un verdadero artista en toda la extensión de la palabra, nos Jo demostró en la interpretación del brindis de a ópera “Marta’’ y en la aria oe “Don Cario”; que es un cantante de fuerza, también lo dejó de- mostrado con la ejecución de “Fior d’ Langue” y “Duque d’ Alba”. Ahora, sin que por eso deje- mos de decir que el señor Riera, tiene más facultades y domina con más extensión la cuerda vocal correspondiente á la voz de barítono que á la de bajo, pues á escepción de dos roman- zas de las cantadas ayer por dicho señor, las demás eran c< rrepondientes á la “tessitura” le barítono y no nos equiv>ca- riamos, pues tenemos razones para decirlo asi. alguna de ella-, como ’Li Flor” v el “Olí ?u“, -olí de la “le-eutur i” de !t*i r. Seguramente ha que; >el *n f >r klera cinrnt s n c* *n k cr - Ki sen >r Ktera mctece nisv S i*** tonorñ lícl &i>! *!,■♦> cnt 1 1 1 Estación M^terjoló^ica btaio Jet u*mpo AVER neón mili a*. t. 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HUITIN MERCANTE BE PUEG.TO RICO “TheSan Juan Teatro

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Page 1: HUITIN MERCANTE BE PUEG.TO RICO “TheSan Juan Teatro

HUITIN MERCANTE BE PUEG.TO RICODIARIO IJIDEPE\DIE\'TK DE HWRIIICIOS UNIVERSAL

DIRECTOR:

J. PEREZ LOS APA.

Suscrición mensual 60 centavos.Número suelto 2 centavos.

NO SE rUBLICA LOS DOMINGOS

Dirección y Redacción, san 3ose, t.Teléfono nf 44.—Corrao* apartado n? 488—Telégrafo MORISa ■—

fotercd al Han Juan as seccoml clan* mail nutttcr.

Nota del día

Por fortuna para el progresode esta isla, el público va de-mostrando más atención al estu-dio de los problemas, que tantointeresa resolver, y lee con másinterés que antes los trabajos áello encaminado, desde que losapuros de la situación han he-cho pensar, hasta á los más des-preocupados, en la seriedad delconflicto económico en que noshallamos, y del cual necesita-mos salir á todo trance, hacien-do un esfuerzo poderoso, un ver-dadero esfuerzo de energía.

La actividad, sobre todo, nosha sido recomendada como efi-caz; la constancia en la labornos ha sido impuesta por la ne-cesidad, V de ahí ha surgido unaafición creciente por todo aque-llo que se relaciona, de mododirecto, con las soluciones bus-cadas.

Ya no se aparta la vista delos periódicos cuando hablan denuestro complicadísimo proble-ma agrícola, ya no se dejan, enel abandono extenuante, las ini-ciativas que brotan estimuladaspor la tensión en que han sidopuestas las voluntades.

Algo más sério y trascenden-tal que las discusiones estérilesde una política que ya no lograinteresar á las masas, es lo queha impuesto la actualidad ca-tastrófica en que nos han sumi-do los excesivos apasionamien-tos, que monopolizaron las inte-ligencias solicitadas por el inte-rés.

Ahora es política económicala que empieza á actuar en lasconciencias, como una aspira-ción de superioridad colectiva áque tiende el criterio general,iluminado de improviso, por vir-tud de las circunstancias.

No existe escuela de más en--1 señanza educadora que la des-gracia.

No cabe una lección mas prác-tica de la realidad, que la quese adquiere en la vida, cuando esaccidentada, brusca, erizada deacccidentes de grandes dificul-tades para sil funcionar nece-sario.

Aquí nos ha despertado la realidad con su choque de violen-cia: nos ha sacudido Inertemen-te. como el huracán á las cañas,la racha del infortunio; comolas aguas furio>as en los acanti-lados • A mar, h 1 t hocado con-tra no otro la o! a de los enco-nos, de ic.-> .

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qu-' Matado-ra; de un k 1 :

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ECd¿ ih 1 pov • como m enel írag ■< de toda Im centrarte-1da. .dm acertado .1

oir ina voz providencial, avisa-dora de un grao pe agro, queno* salvara á tiempo de la mortal caída.

|*iu 4 w en l> ciernen-tm de la discordia, se aprestaná acudir en aocorro de la patria,con una saludable desviación deloct **. de energías creadorasenlotuturo. ya que fueron enel anterior dcacarrio contribuyes tes del hondo malestar.

Alcana vsa es preciso sentirseoptimistas. En el porvenir en-u U npenua. y Jqu oo po-

demos ser en justicia panegiris-tas del presente, séanos permi-tido esperar en la obra del por-venir, tratando de que se apro-xime cuanto nos sea dado, nopor el egoísmo de sacar partidode ella, sino por la satisfaciónde haber sido factores importan-tes y cooperadores eficaces dela misma.

Justo es que del altar viva,

el que al altar sirve

A las 4 de la tarde de ayer, estabanreunidas en el Obispado muchísimas ydistinguidas personas.

El be.lo sexo, como siempre que dealgo grande y noble se trata, estabadignamenterepresentado; diré más aúo,estaba mejor representado, por el nú-mero, que lus caballeros. Poco más <5menos, á las 4 y cuarto ocupó la presi-dencia el señor Obispo, nuestro queri-dísimo prelado, y se dió comienzo alacto. Habló primero el joven é ilus-trado sacerdote P. Zúñiga.

, Es un verdadero orador; nos hizo verla necesidad, la obligación que por elpropio decoro debemos tener, en que elculto que nos legaron nuestros padresse sostenga con el esplendor y magnifi-cencia que le son debidos.

Demostró, con citas muy oportunas, lonatural y lógico que es el que se sos-tenga el culto y clero, como cumple áun pueblo eminentemente católico.Dijo que “es una obligación ésta, quedimana de la Iglesia, basada en el de-recho natural yen el derecho divinopositivo”, y añadió: “si tenéis fé, sipracticáis, si en vuestro corazón habéislevantado un tabernáculo á las purísi-mas enseñanzas de Jesús, si vuestrainteligencia acata con rendimiento laIglesia Católica, única guardadora dea verdad v esposa mística del Unigé-nito del Padre, no debéis, no podéiseludir ese mandato”.

Terminó pidiendo la cooperación detodos, para que el Sr. Obispo halle unaayuda en la ardua empresa de levantarv fomentar el espíritu religioso en estaIsla. Fué el suyo un discurso hermosoy entusiasta, que nos reveló lo que valeel joven sacerdote.

Habló luego don Julián Blanco; lohizo con fé, con verdadera convicción;nos dijo verdades muy gordas y nosconminó á que cumpliésemos con nues-tros deberes de católicos.

Me rasultaba muy simpática, muynoble su figura, al hablar con tanto en-tusiasmo, en una edad en que los de-séngañes de la vida deben hacer mo-rir las ilusiones. Tocó hacernos oir suprodijiosa elocuencia al distinguido ju-risconsulto don Juan Hernández López.

Tuvo durante su oración, que fuémuy hermosa, ppriodos muy brillantes,y nos demostró que no tieae nada quever con la falta de fé el que se halle elpaís en un estado de decadencia tangrande.

Llevó al ánimo de todos el convenci-miento de que con un pequeño esfuerzocolectivo, el sentimiento religioso, lainaguificer ciadel culto católico, el cum-plimiento, en fin.de nuestro deber, seríac: sa fácil y hacedera, y motivo de inti-ma satisfacción para nuestra conciencia

Es de ¡amentarse, sin embargo, queen un arranque de su fogosa oratoria,{i:izás equivocando una idea, fuese in-

Ijtiste: acusó ai e emento extranjero deindiferencia para el sostenimiento de suIg tsia.

Nada más lejos de la realidad; e'demento ex ranjero en Puerto Rico, lonúsnu) ah ra que antes, prestó siempre

-11 yo. cuantas veces fué solicitado.V • o h. u> esto c >mo un a’arr’e n; como

1 11 >! rom o. sao ri:n 1 mente aten‘o * sti !> > e y uejiuteras..ita i.ia-l

r.x r.n ~ro con >zco que c ntribuye al• . .

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p* Lie rkwf or. w*nlo ipúMol <klCmbMuw, 00 hay duda a’fuaa queos ntatato ¿m su labor arria iaawa-

No a puaitto oir ai vea na abo datar-o t*ofncn:e. fefawmaadoi. peto •

Dijo quo ta Ca'adrol aoMUba^i-

BPtEBN MEROftNTH. DE PUERTO-ffiOO.

muchos años de estudio para llegar áser ministro de Dios, haya ganado du-rante todo un mes.... ¡4 dollars!

Concluyó en medio de aplausos ge-nerales.

Se suspendió el acto por algunosminutas, y se procedió al nombramientode la nueva Junta Directiva para laAsociación de Católicos de la parroquiade Catedral. Como no sé si todos losSres. nombrados aceptarán su cargo, nopublico hoy sus nombres; lo haré ma-ñana.

A la primera Junta que celebre lanueva directiva, asistirá el Sr. Obispo.El resultado de la Junta en el Obispado,no ha podido ser más halagüeño, á pe-sar de que apenas se anunció.

Se ve que el entusiasmo aumenta conrapidez, que nos vamos dando cuernade nuestros deberes, y que no sólo cum-pliremos con ellos, sino que iremos másallá. Es necesario, imprescindible, quetrabajemos con fé, con ahinco, por con-servar nuestro culto y nuestras creen-cias, que no lo dejemos para mañana.“No basta ser católico, no; es necesariodemostrarlo’.

No importa que el óbolo sea mayoró mas pequeño; DIOS agradece todaslas ofrendas. Hoy, que las sectas con-trarias á nuestra iglesia se mueven coaverdadero empeño; hoy, más que nun-ca, debemos hacer que nuestras creen-cias resurjan brillantes y hermosas, yapaguen|eon su fulgor los tenues res-plandores de los equivocados.

¿No es una vergüenza que veamoscon la mayor indifeiencía, como frenteá nuestra Catedral, descuid .da y po-bre, levanta el protestantismo un edifi-cio nuevo, limpio, cuidado y atrayente?Pues sírvanos esto de estímulo, y de-mostremos lo que somos, lo que debe-mos ser, secundando en un todo lasiniciativas de nuestro cariñoso y buenObispo.

La Junta Central, directiva de lasJuntas Parroquiales, se reúne semanal-mente, y trabaja con fé, con entusias-mo. Hagamos lo propio todas las Jun-tas parroquiales de San Juan y de laIsla, y los resultados serán satisfac-torios.

Solicitemos el valiosísimo concursode la mujer puertorriqueña, y segura-mente que podremos decir como Cesar;“Veni, vidi, vici,”

Rafael Colorado.San Juan, P. R., Nbre. 9 de 1903.

Notas ponceñasCoa obra de Toletoy—Espirita muerto—Kl robo

aquel—La del hamo—Nuaro aliuncéu—Eetierroconaurrldo.

Noviembre, 8 de 19*3.Es probable que pronto se dé á co-

nocer en nuestro teatro la gran obradramática “Resurrección”, de Tolstoy,por una compañía de apreciables artis-tas, que actúa hoy en Maqagiiez.

Al efecto, dicha troupe hace gestio-nes para visitar esta ciudad, ocupandoel teatro por dos días.

Ya no existe aquel Ponce de igrandes entusiasmos, que llevaba á laprácrito, y con éxito, todos sus pro-yectos.

La idea que surgió de preparar con-venientemente el antiguo tinglado dela Marina, para efectuar los retretassemanales, no ha prosperado más, yesástima, porque aquel sitio fresco tiene

;■ ti activo, sobre todo, en las noches decalor.

y % Del escandaloso robo de que fuévíctima hace una semana, don Arg 1Lama, sólo se sabe que no ses tbeotra cosa sino jue se efectuó casi delia y frente á la plaza principal.

Los señores Cana s Hermanos yCos. continuarán en breve su n :,octo al 1por mayor y detalle, >uspc dalo por e! jfuego de que fueron victimas hace un ímes

Ya está preñavi d‘-e el almacén de1 su* >■ >n Kiv ra. le !. c . <0 At ~

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Riera en la Catedral

Esta noche, en la novena (leanimas, cantara, .en la SaniaIglesia Catedral el eminenteartista español <i%n Migue! Kira. El gran bajo ha tenido 4bien aceptar la inettactóa quela biso el Reverendo padre Zu-átga. para qne prestase, con suconcurso poderoso, solemnidadextraordinaria 4 ano da los dtaade la novena.

Esta noche, poca, cantará enla Catedral si célebre artista *-

“The San JuanFraternity”

El sábado pasado celebró su bailequincenal, esta distinguida sociedad, enlos hermosos salones del hotel “Olimpo”.

Allí congregóse lo más selecto denuestra buena sociedad capitaleña, co-mo pueden dar fé de ello los nombresde algunas personas concurrentes á esafiesta. Entre las señoras vimos ála deMr. Hord, de Diaz Navarro, de Her-nández (C). de Anduze, de E'zaburu,de Lee, de Montilla, de Mott. deNoris, de Rodríguez, de Muñoz, V. deOrbeta, de Coll y Tosté, de Kmg,Wells, Wescot. En representación delbello sexo, las señoritas Carmen Bel-trán, Blanca Cerra, Lolita Hernández,Iraida Orbeta, her manas Ramírez,Fausta Aponte, Ro dríguez Umpierre,Coll Cuchí, Cobián, Pepita Sabat, Ma-ría Luisa Díaz, Monsita Ferrer, Mag-dalena Ibáñez, Daubón, Martínez,Hoidy otras.

Nuestra juventudestaba representa-da, por los jóvenes Látimer, Simonpie-trij González, Lawrence, Geigei, Gino-rio, Govco, Muñiz, Laloma, Aponte, Co-bián, Hernández, Casalduc, Noble, Fe-rrer, Borch Gatell, Pasarell, Rodríguezy tantos otros, que verdaderamente esimposible en estos momentos recordar.

El baile quedó, como pueden juzgarlos que hayan leído los nombres de losconcurrentes, muy concurrido y selec-tísimo.

Antes de terminar, y en nombre dealgunos de los asiduos concurrentes áesas fiestas, tenemos que hacerle tresadvertencias á la comisión encargadade dirigirlas. Una es el que podíicombinarse de cierta manera que el bai-le no terminara hasta que los carroseléctricos que tienen que conducir á lo*concurrentes de esta capital, no estu-vieran en frente del Hotel, pues arree-mos que es preferible que los carrosaguarden por los concurrentes, que noellos por los carros.

Otra, que la música encargada de lainterpretación del programa resulta es-casa y, además, con el repertorio anti-cuado de siempre, el que constantemen-te venimos oyendo todos los domingosen los salones del Casino Español. Y,por último, hacer que el orden de bailese cumpla exactamente, con arreglo al“carnet” que para ese objetóse reparte,pues de lo contrario, no vemos la nece-sidad que del consabido “carnet” hay.

Pero es que Pepé es terrible.

A la policía1.

Una Ordenanza municipal pro-híbe:

Tener macetas de flores ócántaros, en la baranda de losbalcones.

Regar macetas de flores, detal modo, que las aguas viertaná la calle.

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Y como nosotros hemos vistoverdaderos bosques en machosbalcones de esta ciudad, y nues-tros cuerpos han sido víctimasie riegos intempestivos, espe-ramos que la policía cumpla conla Ordenanza citada.

Un baile en Carolina

Algunos j*>venes distinguí losde la socieJad le la pinturer apoblación vecina, han g nizado un batle para el pr* x.m * do-mingo. en 1-)* e-’W’.>*v o suio-

•' I si D >loiSera una hermosa ñv*ia.

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En el TeatroMuy pocas noches se habrá

visto nuestro teatro tan concu-rrido, como la de ayer. Allívimos representado todo el co-mercio en general, autoridades,altos empleados y algunos parti-culares. La concurrencia era,en verdad, muy escogida, Todaansiosa de conocer y de oir alaplaudido bajo señor Riera.

A las ocho y media en puntolevantóse el telón, dando princi-pio al acto con unamuy bien interpretada por elocteto que dirige el maestroAndino. Seguido presentóse enescena el señor Riera, quiencantó una inspirada romanza debajo, ya conocida por nosotros,titulada “La Flor”, en la cualpuede apreciarse todo el gustoy la delicadeza que posee elartista al interpretarla. Asuterminación fué aplaudidísimojviéndose en la necesidad deofrecer al auditorio un “bis”,cantando otra romaza titulada‘Fior de Langue”.

La señora Le Hardy cantóuna obra musical de gran méri-to y erizada de dificultades, quesólo pueden vencerse, poseyen-do una escuela de canto admi-rable. Fué aplaudida á la ter-minación .

Y así cumplióse en todas suspartes el programa, viéndose elseñor Riera obligado á repetirtodos los números, siendo tal sucomplacencia, que obsequiaba alauditorio con otro número fuerade programa. Así oímos, en vezde cuatro números, que estabanen programa, ocho, siendo el nú-mero de la noche, la gran ariadramática de la ópera “Don Car-io”, del maestro Verdi, pues enella fué donde el señor Rierapudo lucir todas sus facultadesde cantante y de artista. Es esaaria una obra de las de pruebay d¿ oposición de los verdaderos,cantantes, y pocos son los quecomo el señor Riera, han logra-do dominarla.

Nuestro juicio acerca de lavoz y escuela del señor Riera,está condensado en muy pocasfrases. Que es un verdaderoartista en toda la extensión dela palabra, nos Jo demostró en lainterpretación del brindis de aópera “Marta’’ y en la aria oe“Don Cario”; que es un cantantede fuerza, también lo dejó de-mostrado con la ejecución de“Fior d’ Langue” y “Duque d’Alba”.

Ahora, sin que por eso deje-mos de decir que el señor Riera,tiene más facultades y dominacon más extensión la cuerdavocal correspondiente á la vozde barítono que á la de bajo,pues á escepción de dos roman-zas de las cantadas ayer pordicho señor, las demás eran c<rrepondientes á la “tessitura”le barítono y no nos equiv>ca-riamos, pues tenemos razonespara decirlo asi. alguna de ella-,como ’Li Flor” v el “Olí ?u“,-olí de la “le-eutur i” de !t*i r.

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