76

ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del
Page 2: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

ii Premio de microrrelatos

“manuel J. Peláez” 2014

selección de textos

Page 3: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

colectivo manuel J. Peláez

www.colectivomanueljpelaez.org

Primera edición, 15 de junio de 2014

© textos: autores antologados

© imagen de portada: carmen álvarez

colabora ártese quien pueda ediciones

www.artesequienpueda.com

Patrocina: solventia

imprime: estugraf s.l.

depósito legal: Ba-000241-2014

Impreso en España

Page 4: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Presentación

Page 5: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

con estas palabras presentábamos el pasado año de2013 la selección de textos finalistas del i Premio demicrorrelatos “manuel J. Peláez” y justificábamos el gé-nero elegido. el libro editado era el resultado de la pri-mera convocatoria de este certamen, al que habíanconcurrido más de mil ochocientos textos, entre losque logró el galardón “Última duda”, de isabel urueña.

en 2014 el premio llega a su segunda edición con igualde éxito de participación. Han sido admitidos 1.565textos, de 9 a 317 palabras, procedentes de varios paí-

7

El Colectivo “Manuel J. Peláez” se creó en memo-ria de una persona, pero a partir de un grupo deellas y con la intención de expresar parte de lo quebulle en la sociedad de una pequeña ciudad extre-meña. Estamos en tiempos de reclamar muchascosas y una de ellas es que no todo lo que merecela pena sale en los telediarios. Hay mucha vidamás allá de adonde llegan las cámaras de los re-porteros. Originado en homenaje a Manuel J. Pe-láez -uno de esos amigos que a cualquiera se lepuede cruzar en la vida pero se nos cruzó a nos-otros- el Colectivo ha sido manifestación de losafanes de un grupo de gente empeñado en hacerde la cultura una forma de ser. Como en lo pe-queño se resume, en cierto modo, lo que todossomos, y la literatura no es mala forma de con-tarlo, decidimos crear un premio alrededor delmás minúsculo género de las letras (si olvidamosciertas modalidades poéticas): el microrrelato.

Page 6: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

ses. con algún pequeño cambio formal en las bases, eljurado lo ha presidido en esta ocasión desde el co-mienzo maría del carmen rodríguez del río, presi-denta del colectivo y catedrática de lengua yliteratura. el resto de los integrantes han sido, comoel año anterior, mercedes santos unamuno (vicepre-sidenta del colectivo y profesora de Historia del artey Geografía del ies “suárez de Figueroa” de zafra),miguel ángel lama Hernández (profesor de litera-tura de la universidad de extremadura), enrique san-tos unamuno (profesor de teoría de la literatura dela universidad de extremadura), José maría lamaHernández (historiador y escritor) e isabel urueñacuadrado, ganadora del i Premio de microrrelatos“manuel J. Peláez”. como secretario del jurado, convoz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del ies“suárez de Figueroa” de zafra.

el jurado seleccionó 50 de los textos presentados yentre ellos centró en 5 las últimas deliberaciones. lostextos de ángel Pontones moreno, luis manuel Gar-cía méndez, Fermín lópez costero, miryam Hache ymiguel ángel Gayo sánchez resistieron hasta el final.entre ellos, se alzó con el premio el microrrelato “re-conocimiento” del valenciano de origen catalán ángelPontones moreno.

el ii premio de microrrelatos “manuel J. Peláez”, do-tado con 1.000 euros, se entregó en un acto públicocelebrado el domingo 15 de junio de 2014 en el HotelHuerta Honda de zafra.

8

Page 7: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

como ya hiciéramos el año pasado en un volumen si-milar, ofrecemos en este librito los cincuenta textos fi-nalistas. una vez más, agradecemos su participación alos autores que han presentado sus relatos al certameny a la empresa solVentia, de zafra, que lo ha finan-ciado. Y felicitamos efusivamente a los finalistas y alganador del premio.

9

Page 8: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

microrrelato Ganador

Page 9: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Ángel Pontones Moreno (Valencia)

nace en la ciudad de Barcelona en 1971. a los pocosmeses su familia se traslada a Valencia donde ha resi-dido invariablemente los siguientes 42 años. Ha cur-sado estudios de economía en la Facultad de ccee deValencia y se dedica profesionalmente al campo de losseguros, sin abandonar el gusto por la escritura que leha acompañado desde siempre. Publica sus primerosrelatos en la extinta revista literaria macomdo.com.tras un largo paréntesis, en 2013 vuelve a la actividadliteraria a raíz de la participación en una serie de cer-támenes de microrrelatos, en los cuales ha obtenido elpremio semanal “relatos en cadena” que convocan ca-dena ser y escuela de escritores (2013) y el premio“Fabryahora” (2014). Quedó asimismo finalista condos microrrelatos en los recientes “Premios utopía”,promovidos por la web “libros y literatura”.

13

Page 10: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

POÉTICA DEL MICRORRELATO

Nuestros mayores hablaban del “hambre que aguza elingenio”. Trasladando la máxima al ámbito literarioconsidero el microrrelato como una ciencia de la escasez,aunque ésta únicamente quede circunscrita a la variablede espacio. El resto de las que lo componen no tiene lí-mite alguno y esto no deja de ser un estímulo. Para elautor, en lo que supone una búsqueda de la perfeccióna través de un raspado y sacrificio constante, que dejapor el camino un sinnúmero de fuegos de artificio peronos libera con ello de lo peor de nuestro ego. Para el lec-tor el aliciente es la charada, el juego, la sorpresa escon-dida en un envoltorio completamente nuevo. Creofirmemente que el microrrelato es un género de sutiempo. Un tiempo de escasez, de concisión y límites,donde los estímulos externos son tan abundantes e in-sidiosos que obligan a una natural selección (o elección),y donde la misma tendencia de los canales de comuni-cación es a exigir un mensaje cada vez más conciso ymilimetrado. Lo que no significa empobrecerlo o perver-tirlo. Si acaso devolverlo a su esencia.

14

Page 11: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

RECONOCIMIENTO

“se le acercó un viejito y él descubrió que ya noera joven; solo un espejo les separaba”. son las pri-meras palabras de la ópera prima de Valle leiva,eterna autora en ciernes que, cansada del estigmade “impublicable” por su tendencia al “manuscri-tismo”, y ayudada de su trabajo en correos, logrócolar de matute un explosivo temporizado en elteatro donde se entregaba el último premio queosó rechazarla.

un error certificado le confirmó días después quesí era la ganadora del certamen. incapaz de rehu-sar al momento de su vida, acudió al lugar fatí-dico, subió al estrado, derramó lágrimas yagradecimientos, y disfrutó de 2,77 segundos deovación atronadora.

15

Page 12: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Primeros Finalistas

Page 13: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Luis Manuel García Méndez (Cuba)

natural de la Habana (1954). escritor, periodista y editor.Graduado de ingeniero Geólogo, tiene un máster de estu-dios literarios por la universidad complutense, donde rea-liza su doctorado. Fue jefe de redacción de la revistaEncuentro de la Cultura Cubana hasta su cierre. unos miltextos periodísticos suyos han sido publicados en medio cen-tenar de medios de ocho países. Ha dictado conferencias enuniversidades de américa y europa. entre 1987 y 2013 hapublicado dos poemarios, un libro de cuentos para niños,seis de cuentos, cuatro novelas y el volumen de no ficciónDiario delirio habanero (2010). Poemas desempleados (in-édito) obtuvo el premio ciudad de alcalá de poesía (2012).sus últimos libros publicados son Bitácora del silencio (2012),premio «camilo José cela» de novela en castellano, y Vindi-cación de Macbeth (2013), antología personal de cuentos.

ARTE POÉTICA

Si eres veraz, tendrás luz y éxito.La perseverancia trae ventura.Es propicio atravesar las grandes aguas.

I Ching

Detuve la escritura. Dos insectos comenzaban aperseguirse entre la cuarta y la décima línea. Él res-petaba las normas saltando a dos espacios. Sin tras-poner el margen, pero ajena a mi libro personal deestilo, ella garabateó con sus patitas medio folio en

19

Page 14: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

todas direcciones. Se acorralaban contra las esqui-nas, se escabullían en las oblicuas. Con un sentidode la propiedad territorial digno de cualquier par-tido nacionalista, giraban ciento ochenta grados enel aire para no violar las aguas jurisdiccionales demi mesa. Aquel humilde folio de 80 gramos y ta-maño A4 fue su universo cuando hicieron el amoren la penúltima línea con el frenesí de insectos quecondensan en cien horas toda su biografía. Nopude escuchar sus minúsculos jadeos y estertores.Cuando echaron a volar hacia la tarde, sólo tuveque tomar con muchísimo cuidado el folio, añadirlesignos de puntuación y entregarlo a la imprenta.

20

Page 15: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Fermín López Costero (Cacabelos, León)

natural de cacabelos, león (1962). Ha publicado libros depoesía: Memorial de las piedras (2009. Premio «Joaquín Be-nito de lucas») y La fatalidad (2014); de cuentos: Pequeñocatálogo de historias breves (2003); y de microrrelatos: La so-ledad del farero y otras historias fulgurantes (2009); así comonumerosos artículos y estudios sobre temas artísticos e his-tóricos referidos a la comarca leonesa del Bierzo. suyo estambién Catálogo bibliográfico de Antonio Pereira (2006), unlibro sobre los libros de este gran narrador y poeta. comoautor de microrrelatos, también figura en importantes anto-logías nacionales e internacionales y ha recibido premios.

POLVO DE TIZA

A Irene Andres-Suárez

Una mañana lluviosa, de finales de noviembre,apareció un niño nuevo en la escuela.

―Os presento a Felipe ―dijo don Paco, el maestro.Va a quedarse con nosotros el resto del curso y es-pero que lo acojáis con cariño y respeto.Don Paco, de pie delante del encerado, abarcabacon su brazo izquierdo los hombros de Felipe. Sinembargo, nosotros no veíamos junto a él a ningúnniño; sólo el brazo del maestro, desplegado en ho-rizontal, suspendido en el aire y con la manga de

21

Page 16: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

la chaqueta desgastada y salpicada de polvo detiza.

―Felipe, siéntate ahí, junto a Tomás ―señaló donPaco. Entonces todos nos imaginamos a Felipe acer-cándose tímidamente al pupitre de Tomás, dondehabía un asiento libre. Y observamos también,entre risas, cómo Tomás, estupefacto, se desplazabaligeramente hacia la izquierda, para dejar sitio alnuevo alumno.

A nadie, ni siquiera a los mayores, se le alcanzabael motivo de semejante excentricidad. Pero Felipeno fue el único. Antes de las vacaciones de Navidad,ya teníamos otros dos compañeros invisibles, unniño y una niña. Luego, a partir de enero, no deja-ron de sucederse las incorporaciones, de tal maneraque pronto hubo que improvisar pupitres y añadirperchas donde colgar los humildes abrigos.

Nosotros estábamos encantados y, desde que co-menzó a poblarse la escuela, asistíamos a clase conuna regularidad desacostumbrada. Todo eramucho más divertido. Hasta que, una mañana deprimavera, se presentó de improviso don Gerundio,el inspector, con su traje gris, su bigotito marcial yun gesto evidente de preocupación.

No volvimos a ver a don Paco. Ni siquiera le deja-

22

Page 17: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

ron despedirse de nosotros. En su lugar llegó unamaestra cursi y con los labios pintados de color ce-reza. Solía llevar una rebeca sobre los hombros ylas puntillas de la combinación siempre asomabanpor debajo de su falda.

23

Page 18: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Miryam Hache, seudónimo (Málaga)

nació en el año 1987 en la ciudad de Buenos aires, argen-tina. Ha cursado estudios de literatura, cine, fotografía y te-atro. Ha publicado diversos textos literarios en revistasculturales de américa latina y españa bajo distintos seudó-nimos. recientemente concluyó la escritura de su primeranovela aún inédita: Este es el tiempo de los quemados. actual-mente reside en españa y se encuentra escribiendo una se-gunda novela y un libro de relatos cortos.

CLAUDIA

23:55. Claudia, traete el Don Perignon, querida,por favor. Ya, ya se lo alcanzo, señora. Eso decíanlos mayas ¿o eran los aztecas? No, los mayas, sí. YNostradamus, y algunos científicos que dicen queva a cambiar la rotación de los polos, y todos esosdocumentales de History Channel; pero yo noquiero, ni siquiera parí todavía, ni me cogí a nadiedespués de Pablo, ni viajé a Europa, ni a Brasil si-quiera; ¡a Brasil!, que está acá al lado. Por Dios,necesito coger el día del fin del mundo y no voy acoger un carajo. Voy a dormir sola en ese cuartuchodespués de limpiarles la mierda a estos ingratos.Acá parada como una estúpida y son y 57, con eldelantalcito que me eligió la señora y la botella dechampagne que no me voy a tomar. Vas a reventar,

24

Page 19: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

cerdo, de tanto tragarte vacas enteras, ni masticás,ni masticás. Quedate tranquilo, que yo te limpioel inodoro mientras vos troleás por Palermo y ellase duerme empastillada. Y 59, y yo hoy no cojo yque reviente. 00, que reviente el mundo ya.

25

Page 20: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Miguel Ángel Gayo Sánchez (Sevilla)

natural de madrid (1966), pero unas oposiciones tardías lollevan hasta sevilla, ciudad en la que reside desde hace 14años. en principio, la nueva ciudad se presenta como un des-tino transitorio, pero una inquieta granadina se cruza en sucamino y le cambia los planes. ahora vive feliz junto a ella ylos dos hijos que llegaron fruto de esa maravillosa improvi-sación.durante su juventud participa en la creación de diversos pe-riódicos de barrio en su madrid natal. Hace unos años saltaa la creación literaria, lo que le ha permitido cosechar nu-merosos premios y reconocimientos. su pasión por el relato y el microrrelato no le impide trayec-tos más largos, por lo que en la actualidad ultima dos nove-las.

DIEZ CENTÍMETROS

Te recuerdo que compramos aquella cama matri-monial con vocación de permanencia. Bien es ver-dad que en la elección del tamaño surgió unpequeño desencuentro: yo apostaba por el uno cua-renta ("por eso de estar más juntitos", argumenté)y tú por el uno cincuenta ("que luego con la edadlos tíos roncáis y no se puede dormir", razonaste).Nunca dejaría que diez centímetros enturbiasennuestro amor, así que transigí y me prometí quecada noche ganaría unos milímetros a la inmensi-

26

Page 21: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

dad del uno cincuenta.

Pero la física cuántica explica que el espacio es re-lativo a las circunstancias del observador. Yo, quenada sabía de física, fui testigo de cómo esos diezcentímetros se reducían al mínimo cuando nues-tros cuerpos se apasionaban, o cuando me desper-taba con mis pies enredados en los tuyos, o tras elnacimiento de la pequeña Julia... Pero como el es-pacio es relativo, recuerdo que la cama se hizo in-mensa cuando la rutina horadó la relación, o traslos celos por ese compañero tuyo de trabajo, ocuando te presentaste con el abogado…

Renunciaste a la cama en el reparto de los bienes.Yo, que sigo durmiendo en ella, me desvelo tra-tando de entender cómo te pude perder en apenasdiez centímetros de espacio.

27

Page 22: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

restantes Finalistas

(Por orden alfabético de apellidos de los autores)

Page 23: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

LA LOLA DEL PUERTOPedro Pablo de andrés correas (Bilbao)

Enfila la calleja con rumbo errático y desmiente elapodo que su proa turgente le ha ganado en las ta-bernas del puerto: la Fragata.

La travesía le lleva al cuartucho que comparte consu hijo. Abre la puerta. La jarra de vino cae al sueloy desparrama la sorpresa. Ismael, su marido per-dido en el naufragio del "Palmira", contempla alpequeño dormido. Lola cubre su escote con la to-quilla manchada de tinto. No siente culpa por loque cree ver en el silencio de los ojos de Ismael.

El marino se levanta ante los restos de Lola y abreen silencio los brazos, diques que ofrecen refugio.Lola entra a puerto con las lágrimas en las velas.Ha vuelto a casa...

31

Page 24: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

UN WESTERNJavier Bervel solís (Barcelona)

Querido diario,

Ayer lo pasé genial jugando a indios y vaqueros conpapá y mamá, aunque ellos empezaron antes. Lle-gué a casa y escuché un disparo en el sótano. Bajécorriendo y vi a papá haciendo de vaquero y amamá, tumbada, haciendo de indio. Tiré la mo-chila e hice la danza india para asustar a papá.Funcionó, porque subió corriendo. Salió a la calley yo le seguí con Toro Salvaje, mi caballito. Fuera,se escucharon unas sirenas y aparecieron un mon-tón de vaqueros y mi papá empezó a dispararles.Yo le grité que así no se jugaba, que los vaquerosiban juntos. Me miró, pero un vaquero le disparó ycayó al suelo. Entonces, se me acercó otro vaqueroy no pude escapar porque Toro Salvaje ya estabacansado.

Me han prometido que hoy volveríamos a jugar,pero que papá y mamá no podrían venir.

32

Page 25: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

NUBESclara maylín castillo Góngora (cuba)

Cuando Hugo alcanzó la mayoría de edad, supadre lo llevó a una taberna y antes de embria-garlo le dio a conocer la orden milenaria de su es-tirpe: Harás fortuna, tomarás una mujer fértil ytendrás hijos. Resignado a obedecer los designiosde sus ancestros, el joven hizo lo mismo que hicie-ron sus coetáneos del pueblo para adelantar laprosperidad. Aprendió los secretos del pescador, selanzó cada día al mar y en pocos años constituyóuna familia. A pesar de vivir igual al resto, Hugofue catalogado como un sujeto raro. Quienes sa-lían a pescar con él se mostraban recelosos y ape-nas ponían pie en tierra comentaban con sornaque él se embobecía mirando el cielo. Una tarde,en alta mar, Hugo recogió el cordel y se extasió conlas blanquísimas figuras que emergían en el azulde lo alto. Sin poder resistirse a la tentación alzóuna mano y cerró el puño en un gesto fugaz. Sucompañero de turno le miró extrañado, tomán-dolo por loco, y al instante volvió a hundirse en lasólita función de engañar peces. Hugo, con los ojoscerrados, comenzó a llorar sin remedio. Jamás po-dría compartir con nadie la suavidad del trozo denube capturado.

33

Page 26: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

ALBEDRÍOdesiderio cerrajería morga (nájera, la rioja)

Yo habito en los suburbios de la abundancia. Al-muerzo en las trastiendas de las tahonas o en laspuertas traseras de las fondas, donde está el ali-mento que todos merecemos. Soy un espigador dela sobranza, me sirve con las migas y el agua de lasfuentes. Me abrigo con los gabanes de la caridad yvoy más que cumplido con mi paño de feliz vaga-bundo. Si rendido al fin deseo echarme, lo hago enlos hostales de mejor condición: bancos públicos,estaciones mostrencas, portales de extrarradio.Nunca me falta un lecho de cáñamo en el suelo niraíces de juncos verdes que otros menesterosos re-chazan por amargas. Todo lo tengo claro desde queme dijiste: “Hijo mío, no te preocupes por la vidaporque a ti te alimenta el albedrío”.

34

Page 27: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

EFÍMERAJuan cruz medina (Jaén)

Cuando la alegría entró en su casa, el pobre la de-voró en un santiamén.

35

Page 28: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

BLINKmarta maría díaz caso (Gijón, asturias)

Ella guiñó su ojo con picardía una, dos veces, ines-peradamente. Él respondió impetuoso con tres ocuatro ráfagas rápidas y vivaces. La pasión inten-sificaba de forma extraordinaria la luz que ema-naban, el uno frente a la otra, inmóviles, pétreos, yal mismo tiempo ardiendo de ganas de que desapa-reciera la distancia que los separaba. De fondo, le-janos, gritos de hombres y lamentos de maderaestremecida. Después, noche y agua.

Nunca antes un guiño entre amantes había tenidoconsecuencias tan devastadoras. Lo cierto es quenadie había previsto que el farero y la farera fuerana enamorarse...

36

Page 29: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

PARALELO 66marta maría díaz caso (Gijón, asturias)

Vivimos otras vidas sin saberlo, y están en los sue-ños de los demás.

Ajenos a nosotros mismos, alguien nos sueña, y en-tonces se lanza el tímido, domina lenguas extrañasquien nunca salió de casa, ama con desesperaciónel impávido. Miramos cómo duerme nuestroacompañante, y no sospechamos que en ese mismomomento acunamos al bebé que aún no ha nacidoo acariciamos la cabeza del padre que ya se fue.

Anoche, por ejemplo, me soñaste caminando sobrelos hielos lejanos de Islandia. Gracias, amor: lle-vaba mucho tiempo deseando este viaje.

37

Page 30: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

EL PACTOJesús díaz rojas (cuba)

Dos ejércitos. Dos defensas. Dos generales. Dospensamientos. Una esperanza.― ¿Por qué hemos de sacrificar a tantos hombres?― ¿Por qué no definir el triunfo entre usted y yo?

Y las miradas se volvieron profundas añoranzas.―Ante el victorioso, se inclinará el ejército del de-rrotado.― ¡Basta de palabras! ¡Valga la razón!

Y desenfundaron sus espadas.El sol de la tarde era un gemido cuando uno cayóatravesado por el arma del otro.― ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Y mil veces ¡¡¡Bravo!!!- Gritó elejército del vencedor.― ¡¡¡Miserables!!!- rugió el ejercito del derrotado.

Y ambas humanidades se liaron en cruenta batallasin fin.

38

Page 31: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

COLUMPIOnadia dolcemáscolo (argentina)

Siempre se columpiaba en la misma hamaca. Sesentaba en ella e iba sintiendo el movimiento,acompañándolo con el cuerpo. No había nadiemás allí, nunca, era esa una plaza desierta y os-cura. O quizás siempre era de noche.

Se balanceaba cada vez más rápido, iba y volvíaganando velocidad, tomando aire cuando ibahacia delante, despeinándose cuando retrocedía.Cuanto más se hamacaba más se alejaba del sueloy abajo se abría un abismo. Sus ojos estaban com-pletamente abiertos, ni siquiera pestañeaba, en surostro tenso se dibujaba el miedo que la absorbía.A pesar de que sus manos se asían cada vez conmayor fuerza a las cadenas, llegaba un punto enque perdía el control y no podía detenerla. Perodetenerse podía significar caer a ese abismo, en-tonces ya no sabía qué le provocaba más terror, siel vértigo del balanceo constante o el riesgo de per-derse en esa oscuridad infinita debajo de sus pies.

39

Page 32: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

GAMBLERmiguel ángel escudero eble (Fuenlabrada, madrid)

Nunca pudo adaptarse a un horario. Eligió ser unjugador pese a su eterna mala suerte. En los mo-mentos decisivos, cuando las apuestas eran gran-des, el destino siempre giraba en direccióncontraria. Todo cambió aquel día; el día que, en loque parecía una conspiración de la fortuna, su nú-mero salió una y otra vez en la ruleta hasta hacersaltar la banca del casino. Eufórico, conducía bo-rracho cuando el niño cruzó la calle.

40

Page 33: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

CARTASJosé García, seudónimo (salamanca)

Ella le escribió una carta de amor para pedirle per-dón. La dejó sobre la cama para que él la encon-trara al volver a casa. Él se la devolvió, en sentidoliteral, y la dejó en el mismo lugar. Suscribía todasaquellas frases escritas en segunda persona por loque no hacía falta cambiarle nada. “Tú y tu pre-ciosa sonrisa”..., “como me miras cuando tehablo”..., “el sonido de tu corazón al latir..., “Nues-tra vida juntos, en algún lugar entre caos y abso-luto orden” (tendría que pasar por alto ese errorde omitir los artículos tan propio de una lenguaextranjera y que él no cometería), “entre esponta-neidad y planificación..., “pienso en ti cuandotengo miedo”..., “Eres lo primero que veo por lasmañanas y lo último que veo por las noches..., “Esdestino” (de nuevo esa anomalía gramatical).

Sólo cambió el final. Trazó un tachón donde ellahabía escrito “Por favor, perdóname” y escribió en-cima “Por favor, vete”.

41

Page 34: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

LO ÚLTIMO QUE SE PIERDEsol García de Herreros madueño (segovia)

A punto de saltar, se da cuenta de que no ha dejadoni una nota y decide llamar para despedirse. Ahorano puedo, es que ha pasado algo, luego te cuento,responde la voz de su mujer en el móvil, y cuelgaantes de que él pueda pedirle que no se culpe denada, que simplemente es que se ha agotado antesde tiempo. Se pregunta qué será lo que le ha ocu-rrido a ella y si será para ella más importante quelo que él estaba a punto de decirle. Piensa quecuando salte, ya nunca lo sabrá. Tampoco sabráquién gana el clásico del sábado ni si finalmenteacaba en la cárcel el anterior alcalde. Ni cómo es lanueva novia de su hijo. Ni quién era el asesino enla serie que ven juntos. Con un pie a cada lado dela barandilla, se sorprende al descubrir que, contratodo pronóstico, lo último que se pierde no es la es-peranza, sino la curiosidad.

42

Page 35: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

LIBERTADluis manuel García méndez (cuba)

Desgracia desde afuera y desde adentro.

I Ching

Carcomidos por el óxido del tiempo, aquel día ca-yeron los barrotes. El león continuó sintiendo elroce de los hierros mientras se paseaba por los cin-cuenta metros cuadrados de la jaula. Ya no podíaescapar de su memoria.

43

Page 36: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

EL CENTINELA DE LOS LIBROSmiguel ángel Gayo sánchez (sevilla)

Los libros dormitan en los estantes de la bibliotecapública en la que trabaja. Nunca fue hombre de es-tudios, los básicos para ejercer la vigilancia, peroen sus labores de centinela nocturno le gustaba pa-searse por los largos pasillos y rozar con su cachi-porra los lomos de los libros. Algunas veces torcíala testa y leía el título. Una noche, impelido por fan-tasmas interiores, dejó que el azar de su cachiporrase detuviese en un libro cualquiera. Leyó el primercapítulo. Respiró hondo. Acababa de descubrir quelos libros dormitan en los estantes, pero que se vuel-ven inmortales en el corazón de sus lectores.

44

Page 37: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

EL PRIMER JUICIOálvaro Giménez García (orihuela, alicante)

Hechas las diligencias previas, llegó el día del juicio.El fiscal comenzó su interrogatorio a Eva Mater.¿No es cierto, señorita Mater, que prometió al señorAdán Pater acceder a sus deseos de boda, si mordíala manzana prohibida? Un tímido, pero pícaro sísalió de los labios de Eva. El fiscal sonrió y no hizomás preguntas. El abogado defensor, sentado juntoa Adán, agachó la cabeza. El juez, moviendo sugran ojo dentro del triángulo, emitió el veredictovociferando: Eva y Adán, por la Ley Divina, os de-claro culpables de desobediencia y os condeno a lapútrida humanidad. Seréis expulsados más allá delriachuelo de las fieras. El fiscal reía envuelto en olora azufre. Los profetas, como balas, abandonabanla sala para registrar concienzudamente todo lo su-cedido. Adán, escondido y ruborizado, se tapabasus estrenadas vergüenzas. Eva, frente al juez, in-auguraba la sensualidad al cruzar sus piernas.

45

Page 38: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

LA MÁQUINA DEL TIEMPOiñaki Goitia lucas (oñati, Guipúzcoa)

Mientras el físico efectúa las operaciones pertinen-tes, los colegas de profesión allí congregados, ex-pectantes ante la nueva invención destinada arevolucionar la comunidad científica, se recreanante el abanico de posibilidades que se abre antesus ojos. Quien más, quien menos ya ha fantase-ado con viajar al Pleistoceno, a la Antigüedad clá-sica, al Renacimiento, incluso a un futuro máshalagüeño. Todos regresan de sus ensoñacionescuando la máquina emite un robótico pitido queanuncia el fin de los cálculos; contienen la respi-ración durante unos segundos para, acto seguido,quedar estupefactos al comprobar que el clima grisy umbrío de los alrededores se torna en uno sole-ado.

46

Page 39: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

METAMORFOSISmarta Goldar lópez (las Palmas de Gran canaria)

Suena un despertador con doloroso estruendo. Lamano que lo apaga exhibe una perfecta manicura.Unos tacones de aguja se clavan en el suelo juntoa la cama. La mujer se pone de pie y se coloca conesmero su entallado vestido de corte recto. Palpasu cabeza para comprobar el estado de su pelo, re-cogido en un prieto moño a la altura de la coroni-lla. Suspira. Sale de la habitación y cada uno desus pasos retumba en la casa vacía.

La mujer llega al baño y se contempla en el espejo.Despacio, sin prisa, comienza a soltar su cabello.Horquillas y pinzas se amontonan a sus pies. Sa-cude la cabeza con cuidado. Se limpia el carmínde los labios con el dorso de la mano. Abre el grifoy se restriega la cara para deshacerse de la gruesacapa de maquillaje. Deja caer una lluvia de ani-llos, pendientes, pulseras, colgantes. Desabrocha elvestido, se lo saca por encima de la cabeza y lolanza lejos. Hace que la finísima lencería salga des-pedida en todas direcciones. Se desembaraza de lostacones y las plantas de sus pies acarician el suelo.

Ella baila con la ligereza de una brisa de veranohasta el umbral de la casa. Abre la puerta y la luzmatutina se derrama sobre su cuerpo desnudo. Yaestá preparada para enfrentarse a un nuevo día.

47

Page 40: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

CANIBALISMO LITERARIOJosé manuel Gómez Vega (torrejón de ardoz, madrid)

Don Miguel le contó a don Lope que una nocheentró en la capilla universitaria alcalaína, descorrióla lápida del sepulcro de don Antonio de Nebrija,se tragó un dedo del insigne gramático y allí mismodiscurrió “El Quijote”. Años más tarde, don Lopele contaría a su vez a un joven don Pedro que “LaDorotea” se le ocurrió tras “visitar” el sepulcro dedon Miguel. Tanto Lope de Vega como Pedro Cal-derón de la Barca acabaron vistiendo sotana por-que de ese modo podían acceder sin levantarsospechas, el primero al convento trinitario dondese dio sepultura a don Miguel, y el segundo a laiglesia donde le fue dada a don Lope. Seguro queahora no les sorprenderá tanto saber que no sehayan podido encontrar los restos de ninguno delos tres escritores en lengua castellana más desta-cados y prolíficos. No podía ser de otro modo, por-que a Cervantes se lo zampó Lope de Vega, y a ésteCalderón de la Barca. Afortunadamente, los restosdel gran dramaturgo que cerró el Siglo de Oro es-pañol (y su desconocida “tradición oral”) acabarontraspapelados tras media docena de traslados; asíque, escritores hambrientos... ¡no corran!

48

Page 41: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

LOS OJOS DE LA CULPAJuan Pablo Goñi capurro (argentina)

Los amantes se separan, aún desnudos bajo elsauce. Ella descubre los ojos que los miran y losmuestra al hombre. Asustados, se colocan unasprendas y huyen a medio vestir. Los ojos se despla-zan velozmente y un pequeño ratón cae presa delbúho.

49

Page 42: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

A FINALES DEL SIGLO XXIroberto Guillén alonso (madrid)

A finales del siglo XXI, el viaje interior era el pre-ferido por los viajeros aventureros. Los destinosexóticos, los viajes a la Luna o a Marte, incluso alcentro de la Tierra, estaban pasados de moda oeran para familias y turistas pusilánimes. Las nue-vas técnicas científicas de regresión, que no teníannada que ver con el ocultismo,permitían volar enpocos segundos a los recovecos recónditos de la con-ciencia para visitar el propio pasado. Sin embargo,en poco tiempo tales prácticas hubieron de aban-donarse: el síndrome post-vacacional, por así lla-marlo, era monstruoso. ¿Cómo volver a la vidacotidiana tras pasar de nuevo varios días en el in-terior del vientre materno, o tras volver a ser felizcon la esposa fallecida? El alto número de suicidioshizo aconsejable volver al turismo convencional. Elhombre estaba ya preparado para salir al espacioprofundo, pero aún no para entrar en sí mismo.

50

Page 43: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

DERECHO DE UNA NACIÓNcarmen latorre molina (lorquí, murcia)

Está escrito en las estrellas, aunque todavía no enlas fronteras: nuestro país tiene derecho a una sa-lida al mar. Por encima de discrepancias o enemis-tades, todos se dan la razón en ello: el Parlamentoaprueba proposiciones por unanimidad, los parti-dos lo recogen en sus programas y los demagogoslo proclaman. Hace ya décadas que el Ministeriode Defensa dedica la mayor parte de su presu-puesto a una potente y numerosa armada quellena, varada, los almacenes en espera del gran día.

Nuestros religiosos lo encuentran profetizado enlas sagradas escrituras y los poetas ya ponen glo-riosos nombres a ese corredor que atravesará lospaíses enemigos como unaespada hasta la playa soñada. Pasó el tiempo de ladiplomacia, de pasear corbatas por despachos paraque se niegue nuestro derecho. En cada calle, encada casa se repite la necesidad de una salida almar como una letanía.

Se mira con veneración el pescado, se sala ligera-mente el agua de beber y ya casi estradición dedicar los domingos a construir, cadafamilia donde y como puede, una embarcación.

51

Page 44: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Pues conseguiremos abrir una salida al mar, huiry ejercer el derecho de nuestra nación a desapare-cer.

52

Page 45: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

EL DESAHUCIO José ignacio lópez Hernández (alcantarilla, murcia)

Desde que tengo memoria he vivido aquí, no he co-nocido otro hogar. No entiendo por qué debería de-jarlo justamente ahora, sin dientes y sin poderandar, ahora que ya me había hecho uno con lacasa: estas paredes han crecido conmigo, cada rin-cón tiene mi forma, aquí es donde he sido feliz.

Sin ningún motivo claro, sin que me hayan pregun-tado, otros han decidido que es el momento de va-ciarla, no sé si para recibir a un nuevo huésped opara dejarla llenarse de nostalgia y olvido. ¿Tanmal inquilino he sido? ¿Tanto he exigido? Nuncahe protestado por la humedad, no recuerdo haberhecho ruido. He tenido todo el espacio para mí,pero no me habría importado compartirlo si así seme hubiera pedido. No; no puedo entender este des-ahucio, ni tolerar que me saquen de aquí. No soycapaz de valerme por mí mismo y no sabría quéhacer, es injusto.

Por eso me rebelo, intento ponerlo difícil, me muevoy me retuerzo, me escabullo, me agarro a mis pocaspertenencias para no dejar que las conviertan enrecuerdos. Os lo advierto: no quiero salir del útero,este no va a ser un parto fácil.

53

Page 46: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

DEPREDADORdavid luna lorenzo (toledo)

El sombrero vuela en el viento frío de inviernohasta quedar enganchado en la pierna de alguien.Ese alguien lo coge y busca sin éxito a su dueño conla mirada. Bonito sombrero. Negro, de fieltro, co-rona pinchada, tacto delicioso. Le quedaría per-fecto; es su talla sin duda. Cuando va a ponérselo,oye voces lejanas que gritan: “¡Noooo!” ¿Salen delinterior? Curioso. “¡Noooo!”, oye. Pero la tentaciónes irresistible y se lo coloca en la cabeza. Se hace laoscuridad más absoluta y el sombrero sigue su ca-mino aleteando con ímpetu hasta detenerse en elpecho de un transeúnte asustado. ¡Vaya, un som-brero! Muy bonito, realmente elegante. Y, aunquele ha parecido escuchar misteriosas vocecillas di-ciendo “¡Noooo!”, encoge los hombros y se loprueba gustoso. Cae la negrura, se suma otra voz ya buscar nueva presa. De caza, se alza en el viento,el sombrero.

54

Page 47: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

DECLARACIÓNJuan manuel márquez núñez

(san José de la rinconada, sevilla)

Vi luz encendida en tus ojos abiertos y aprovechépara subir.

55

Page 48: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

INDIGNADOJavier martín Fandos (zaragoza)

Y castiga sin postre al gigante y le toca el culo a Ca-perucita y se pone cachondo pensando en Blanca-nieves y le pinta bigotes a Cenicienta y vomita sobrela imagen de la Sirenita y no sabe qué hacer conGretel y mete en la cárcel al Capitán Trueno yacusa a Tintín de racista y pone a Obelix a dieta yle roba la cena a Carpanta y tiñe de rubio a Zapey se indigna estérilmente porque se le ha acabadola infancia y nadie ha escrito el guion de su edadadulta.

56

Page 49: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

RAYUELAJavier martín Fandos (zaragoza)

Hay un juego al que a mi tía Rosita le gustabajugar más que a ningún otro. Consiste en lanzaruna piedra, de preferencia plana, sobre una cua-drícula pintada en el suelo, si es con clarión mejorque con tiza. Cada cuadro tiene asignado un nú-mero, del uno al nueve. En el último se escribe lapalabra CIELO. A la tía Rosita no le gustaba ganara la Rayuela, lo que de verdad le gustaba a la tíaRosita era fingir que se alegraba de que los otrosllegaban al cielo, mientras ella iba y venía por lacuadrícula, adelante y atrás, atrás y adelante, sindecidirse nunca a llegar tan arriba. La tía Rositatiene ya 110 años. Los ha enterrado a todos y siguesin ganar una sola partida. Aún juega a veces.

57

Page 50: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

TUERTOelías moro cuéllar (mérida, Badajoz)

Poco después del accidente en el que perdió el ojoempezó a olvidarse de la mitad de las cosas quehabía visto hasta entonces, a no tenerlas en cuenta,a perderlas de vista, como si dijéramos.

De sus dos hijos solo se acordaba de uno, a sumujer la reconocía de frente pero no de espaldas,jugaba al fútbol con la mitad del equipo, se extra-viaba de continuo por el barrio que antes del acci-dente hubiera podido recorrer con los ojoscerrados…

Los médicos se echan las manos a la cabeza sin en-contrar explicación al fenómeno.

Tampoco el ojo de cristal –última tecnología ale-mana- ha servido para nada.

De vez en cuando, sin que nadie lo vea, el ojobueno llora su desgracia con lágrimas que añorana sus hermanas del otro lado, perdidas para siem-pre.

58

Page 51: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

EL ABUELOJosé muñoz Fernández (zafra, Badajoz)

Pausadamente hollaba la infinita longitud de vie-jos surcos, abiertos por la reja soterrada que, im-pasible, se oxida en el olvido; conocía los nombresde las aves y de las flores que vestían los ribetes delcamino; leía en las nubes sus mensajes, y del vientosabía sus intenciones, su origen, su sentencia y sudestino.

Evocó, aquella tarde de su otoño, su besana sepul-tada bajo el peso de las piedras, ya borrada por lainexorable paciencia del tiempo; añoró el vigor yla fatiga de la yunta, forjada por los hierros y susbrazos en los días eternos de ábrego y solano. Mehabló sobre espigas y racimos, me contó de tor-mentas y de heladas; se detuvo bajo el vuelo de unolivo, y observó sigiloso su ancha copa murmu-rando alguna frase sobre el padre.

Repentinamente, un poderoso silencio se hizodueño de los campos. Él sintió la plenitud del queha vivido, y miró resignado hacia el poniente.

59

Page 52: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

SE LLEVÓ TODOlaura navas martín (aranjuez, madrid)

Se llevó las tazas. Y la tetera roja que le regalé. Sellevó las mantas, los cojines, excepto el marrón por-que no le gustó nunca. La cortina del baño, susgeles y su manera de conquistarme todos los rinco-nes. Se llevó la tele. Y el dvd. Y la radio.Se llevótodo. Excepto su frasquito de quitaesmalte. Y ahorasoy un hombre adicto a la acetona.

60

Page 53: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

SIN TÍTULOGabriel noguera martín (torremolinos, málaga)

El astronauta dio los primeros pasos en el extrañoplaneta. Todo era aterrador y, al mismo tiempo,fascinante. Un mundo entero por descubrir. Peroantes de que pudiera aventurarse por la calle, sumadre le cogió de la mano y lo condujo al cochefamiliar.

61

Page 54: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

AMORES PERROSrafael novoa Blanco (Gijón, asturias)

Desde que la perrita de la vecina se murió, Coco,mi perro —que bebía los vientos por ella—, ha in-tentado suicidarse varias veces. La última mordióel cable de la plancha y la descarga eléctrica lo dejóinválido de las patas traseras. Ahora, cada vez quelo veo arrastrarse por la casa como una sombra, in-tentando inútilmente trepar a las ventanas parasaltar al vacío, pienso en lo poco que yo te amo.

62

Page 55: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

DURAMÁTERrafael novoa Blanco (Gijón, asturias)

Penetré en la espesura del bosque sin más ropa quemi piel. Cuando los hombres llegaron con escope-tas y perros, la lluvia había lavado mi cuerpo y nopudieron encontrarme. Comí para no ser comida,y marqué mi territorio con la sangre de mis presas.Me apareé con osos, lobos y pumas durante laslunas de verano; y en primavera parí pequeñasbestias que lamieron mi rostro. Otras que me si-guieron e hicieron lo mismo, se reunieron conmigoen el corazón del bosque. Pronto los machos quelo habitaban se fueron sometiendo a la nueva es-pecie, más inteligente y ecuánime, más indulgente.Fue aquel tiempo en que las mujeres decidimosacabar con una era mezquina y comenzar denuevo.

63

Page 56: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

POR AGUA PASADOnéstor núñez (alemania)

Explosiona el ático. Había encendido un cigarrillo.Había volado el gas. Se había apagado el fuego.Había saltado el agua. Había puesto a cocer unhuevo pasado por agua.

64

Page 57: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

EL OTROernesto ortega Garrido (madrid)

Llevo una doble vida y esta noche he quedado conmi amante, así que llamo a mi mujer desde la ofi-cina para decirle que me voy a quedar trabajando.En cuanto cuelgo, cojo el abrigo del perchero paraacudir a mi cita. Antes de salir del despacho nopuedo evitar girarme y verme delante del ordena-dor, con la cabeza gacha sobre un montón de fac-turas y un sándwich frío encima de la mesa. Memarcho sin despedirme, con algo de remordi-miento, pero cuando me encuentro con ella en lahabitación del hotel, ya me he olvidado. Tras hacerel amor varias veces, me visto apresuradamente yregreso a casa. Abro la puerta sin hacer ruido yentro en el dormitorio a hurtadillas. Voy a me-terme en la cama cuando descubro que ya estoydurmiendo al lado de mi mujer. Como no meatrevo a despertarme, me voy al sofá. Deberíatomar una decisión, porque todo esto ya empiezaa resultar incómodo y mañana me levantaré conun horrible dolor de espalda.

65

Page 58: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

INVERSIONESraúl Francisco Pérez-tort Vélez (el rosario, tenerife)

Julia dormía siempre del lado derecho de la cama.Yo, obviamente, del izquierdo. Ella prefería la cer-canía de la puerta y tener a mano el teléfono. Yo,la proximidad de la ventana y la excusa para noatenderlo. Una mañana amanecimos cambiados.Ella aquí y yo allí. ¿Qué hago de este costado?, pre-guntó, no recuerdo haberme pasado. No lo sé, lerespondí con la voz aún empastada por el sueño,yo tampoco creo haberme levantado. No crucésobre ti. Lo mismo digo. Entonces agregué: Ten cui-dado. Puede que el mundo sea el que ha cambiado;o que estemos detrás del espejo... que lo hayamosatravesado sin darnos cuenta. Si fuese así, todo es-taría invertido. Fíjate, quizás el agua fría surja delgrifo del que ayer salía la caliente y que en vez debajar a la sala debas subir. También lo que hagaspodría ser lo contrario de tus intenciones. Se rió.Estás delirando. ¡Tan temprano! Recién amanece yya has comenzado con tus habituales incoheren-cias. Se levantó. Preparó el desayuno para ambos.Se vistió y partió. Como todos los días. No regresó.Tomó a chanza mis palabras. No me creyó. Quizás,queriendo volver, se alejó cada vez más.

66

Page 59: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

ADIÓSminerva Piñero mediano (santo ángel, murcia)

Observó su transparente expresión, tan lúgubrecomo siempre y más intacta que nunca. Le hablóde todos sus viajes, de los lugares exóticos y de losocéanos que nunca visitaron, de las experiencias,de la vida… Sintió el corazón a punto de estallar,como cristales clavándose al andar. Tan silencio-sas como caprichosas fueron las lágrimas derra-madas. Un huracán de sensaciones atravesó su pielpara llevarse consigo todo lo vivido, removiendocada paso de aquel largo camino. La despedida eranecesaria. Se imaginó junto a él por última vez ygrabó en el alma su mirada calmada. Cerró elataúd.

67

Page 60: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

UN NIÑO EN EL TRENsalvador robles mira (Bilbao)

Era la primera vez en su cortísima vida que subíaa un tren, y se sentía feliz pese al gentío que aba-rrotaba el vagón; su madre lo abrazaba contra elpecho con más sentimiento que nunca, y, entre su-surros, lamiéndole el oído, le cantaba las mismascanciones que le tarareaba cada noche, en la con-fortable habitación de casa, cuando lo acunaba condelicada paciencia. Nadie sonreía, incluso habíaadultos que, entre sollozos, proferían unos desga-rradores gritos. ¿Por qué? ¿Acaso a ninguno de ellosle gustaba viajar en tren?

68

Page 61: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

PROPIEDAD CONMUTATIVAisabel romero cortijo (Petrer, alicante)

Javiera Mayor cargaba sesenta y seis primaveras ala espalda y novecientas noventa y nueve mil ope-raciones aritméticas en una lúgubre oficina cuandoverdaderamente descubrió los entresijos de la pro-piedad conmutativa. La mujer se calzó los zapatos,se colocó la dentadura, se acomodó la peluca y sepuso la vida. Era su ritual de empleada contablemal pagada que aplicaba ahora al resto de sus des-ocupadas jornadas. La Seguridad Social ya no cu-briría por más tiempo sus medicinas, le habíaadvertido el doctor Mato aquel día. Las cuentas yano le salían. Y la operación número un millónjamás llegaría. La mujer se descalzó los zapatos, sedescolocó la dentadura, se desacomodó la peluca yse quitó la vida. Para que luego digan que el ordende los factores no altera el producto.

69

Page 62: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

SIN BALASBárbara sanchiz cameselle (madrid)

Al otro lado del cañón de la pistola siempre está mihermano Willy. Desde que se la encontró en el ver-tedero de la calle Diez entre un montón de mantascon sangre, nunca se separa de ella y no deja deapuntar a cosas o a mí. Cuando lo hace, estiramucho el brazo, pone cara de malo y dice con lavoz más ronca que la de papá cuando viene del bar:“Estás muerto”. Luego aprieta el gatillo y sopla enel cañón.

Mi hermano Willy dice que cuando consigamosbalas estaremos salvados. Yo le pregunto que porqué, pero nunca me contesta, solo dice: “Cállate ybusca”. Ahora nos pasamos todas las tardes bus-cando balas entre los cubos. Yo creo que las quierepara cuando papá le llama por las noches, porqueayer cuando llegó del bar y gritó su nombre, antesde ir, Willy me dio la pistola y me dijo muy ner-vioso: “Si viene, apúntale y corre, hazme caso y túapúntale y corre”.

70

Page 63: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

LA VISITAGuillermo sancho Hernández (Piles, Valencia)

Él entra sigilosamente en la casa, con su pericia ha-bitual, por la ventana del comedor que da al jardín.La joven está de espaldas, en el salón contiguo, ul-timando en su ordenador un escrito por el que pa-rece especialmente preocupada. Quizá por eso noadvierte cómo él se acerca cada vez más, lenta-mente, con el propósito de contemplarla mejor. Deese modo observa que en su mesa de trabajo, juntoa códigos y leyes de procedimiento, tiene un ejem-plar de "El perjurio de la nieve", de Adolfo Bioy Ca-sares. Y también confirma su impresión inicial: esbellísima. Le recuerda a la actriz Laura Antonellien la época de "Malicia".

En su fuero interno lamenta no poder ni siquierasaludarla. El calendario apremia, así que deja sua-vemente los regalos debajo del árbol navideño y, enun abrir y cerrar de ojos, regresa a su trineo.

71

Page 64: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

EL OLVIDADO DE LA PATRIAmanuel sanz Bernal (madrid)

He pasado los últimos treinta años de mi vida sobreuna atalaya en una isla perdida. Desde mi posi-ción, un día tras otro, he hurgado en el océano másallá de la línea que marca el horizonte. El sol haquemado mi piel y los tifones me han agitado sinpiedad. He aguantado solo la enfermedad y elhambre en una jungla hostil para un soldado enguerra. Sin embargo, mi espíritu ha permanecidoinquebrantable.

Mantengo el recuerdo vivo de la última arenga delteniente Hatsumara. Fue sobre la cubierta de lafragata Hokkaido un abrasador día de agosto justoantes de partir hacia esta isla en un pequeño bote.Sus palabras fueron las últimas que he escuchadopronunciar a otro hombre. Debía proteger esta po-sición mientras durara la guerra. El Emperadormismo y toda la patria me apoyarían en la lucha.Si acababa la contienda vendrían a buscarme y re-cibiría el trato merecido para alguien que ha de-fendido a su país. Esperaba de mí que resistiera conel honor que se supone a un soldado cuya únicagloria es el deber.

72

Page 65: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Limpio mi fusil todos los días, pieza por pieza.Hace tiempo que la pólvora se echó aperder. Por fortuna, todavía conservo mi katana.Siempre junto a mí, durante las guardias en la ata-laya o incluso mientras duermo. El acero de la hojatodavía guarda esplendor frente al paso del tiempoy me sirve de espejo para observar el rostro de unveterano soldado.

No importa lo que dura una guerra ni tampoco eldolor, solo el espíritu. En la atalaya,cierro los ojos de vez en cuando y las palabras delteniente Hatsumara retumbanen mi cabeza. No lo hago durante mucho tiempo.Aprieto la empuñadura de roblede mi katana y vuelvo a abrirlos porque sé que nopuedo perder de vista el océano.

73

Page 66: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

LOS VIAJESJosé tono martínez (madrid)

Los viajes no curan los males de amor, como suelerepetirse, sin gracia, entre aquellos desafectados quehace mucho no disfrutan del aguijón que la carnedesgarra. Cicatrizan, sí, falsamente, la herida, me-diante el olvido momentáneo del entorno que in-flamó la pasión.O se es amante, o se es otra cosa.

Luego, para vivir, nos obligamos a pensar que elamor nada tiene que ver con la vida que nos ha to-cado en suerte.

―¿Viaja usted solo o acompañado?, le preguntó,como en un sueño, la señorita que le sonreía desdeel otro lado de la mesa.

74

Page 67: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

TERCERA DE FERIAesteban torres sagra (Úbeda, Jaén)

El diestro se conjuró para vencer el miedo y la an-siedad y dibujar unas verónicas de fantasía a su se-gundo toro. Don Nicanor, su apoderado, en elcallejón, mirando la corrida distraído, con un ve-guero y un copazo de brandy, sudando por todossus poros en aquel traje que se le había quedado untanto estrecho. Discrepancias entre ambos de todosconocidas desde el sanisidro anterior. Bien. Los pre-cedentes, que no niego, añaden morbo a la instruc-ción del caso, pero de ahí a que mi defendido“atrajera la atención del toro y le obligara ―comoinsinúa la fiscal― a perseguirle, a saltarse la vallay a cornear al fallecido”, ¡va un mundo, por Dios!Es una hipótesis tan atrevida como indemostrableen derecho, aunque existan los precedentes de lasuegra en 2007, y de la cuñada en 2010, que en pazdescansen, víctimas también mortales en sendosaccidentes parecidos que, como ya demostré en sudía, se habían ubicado ―igual que don Nicanor―contra la voluntad del maestro, en sitio tan peli-groso y bla, bla, bla...

75

Page 68: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

EL DOMADOR DE MARIPOSASirma Verolín (argentina)

Sin la menor duda el domador de mariposas reali-zaba una tarea deslumbrante. Era un hombre un poco desgarbado y de ojos lán-guidos. Solamente él dominaba una complicadared de trucos y había descubierto hasta el más mí-nimo secreto para que las mariposas hicieran loque era necesario: dar vueltas por el translúcidoaire describiendo círculos esbeltos, quedarse posa-das un tiempo prolongado sobre el hombro de del-gadas muchachas o revolotear con gracia alrededorde una orquídea. Él sabía que siempre las maripo-sas buscan la luz, de manera que su trabajo osci-laba entre luces y oscuridades. Daba gusto verlorealizando gráciles movimientos con sus brazos, lamirada fija en una mariposa multicolor sometidaa las ondulaciones de sus manos, a los conos desombra y a las ráfagas de luminosidad que él do-minaba con inigualable destreza. Por desgracia lavida de una mariposa es tan breve que no bien elpobre domador se encariñaba con una de las másbellas y atrayentes, estaba obligado a despedirse.La fugacidad dejaba en el aire una ráfaga entredesconsolada e inquietante; eso, demás está decir,le producía una pena infinita. Pronto se hicieronnotables los estragos que los avatares

76

Page 69: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

de la profesión fueron dejando en él. El hombre sevolvió taciturno y bastante hosco.

De tanto obligarlas a ir de la oscuridad hacia la luzy de la luz hacia la oscuridad para que las mari-posas se comportaron de acuerdo a lo esperado, élmismo se convirtió en un ser grisáceo que conocíaa la perfección ese límite frágil que separa lo negrode lodiáfano, lo denso de lo sutil. La vida es muy ex-traña y, por supuesto, injusta: quienes profundizanen los misterios de la luz son atraídos por unafuerza que, desde el otro lado, los llama antes detiempo. Como era de esperarse, el domador de ma-riposas murió demasiado joven sin dejar reempla-zante.

77

Page 70: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

SIN TÍTULOricardo Vilanova Pérez (Valencia)

Dobló la esquina exhausto y bajó el tronco paraapoyarse en sus rodillas mientras jadeaba. Unos se-gundos más tarde retomó asustado su marcha. Em-pezó por una oscura calle llena de recuerdos y contintes de pasado donde al fondo se veía la luz.Logró salir de ella y en medio de la noche cerrada,se encontró con sus sueños más imposibles, pero losadelantó rápidamente dándolos por perdidos. Co-menzó a llover fuerte y el agua se mezclaba con suslágrimas mientras huía y huía sin ni siquiera pen-sar en lo que podía pasar si era alcanzado. Unasombra se acercaba por detrás y tuvo que dejar caersu esperanza para aligerar peso. Consiguió ir ace-lerando, hasta que parecía haber distraído a la bes-tia. Se tapó con su conformismo y su espontaneidadcayó por una alcantarilla. Oyó unos pasos, unruido estridente de cadenas arrastrándose cerca deél. Se agarró al miedo, olvidándose de su singula-ridad y chispa por completo, dejándose llevar pocoa poco por su destino. Todo había acabado, estabaya muy cerca. Se destapó cuando ya nadie contabacon él, con intención de plantar cara y demostrarque no iba a caer. No iba a ser uno más, él era di-ferente.

78

Page 71: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Pero no, ya era tarde, estaba delante de él mirán-dole a los ojos. Ojos llorosos, con miedo, contra ojospenetrantes y absorbentes. No había salida. La ru-tina le había atrapado.

79

Page 72: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Bases ii concurso de microrrelatos“manuel J. Peláez”

Page 73: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

el colectivo manuel J. Peláez, constituido en el año2010 con el fin de contribuir a la participación ciuda-dana y al desarrollo cultural, se honra en llevar el nom-bre de manuel J. Peláez García (zafra, 1952-2008),profesor e historiador, hombre de la cultura que hizode la tolerancia y de la alegría su razón de vida. en sumemoria se convoca la segunda edición del concursoliterario de microrrelatos ajustado a las siguientesbases:

1.- Podrá participar cualquier persona, presentando unmáximo de dos microrrelatos, originales e inéditos.

2.- El texto será de tema libre, escrito en castellano y conuna extensión mínima de 9 palabras y una extensiónmáxima de 317 palabras, incluyendo las del título.

3.- Todos los textos se enviarán por correo electrónico ala dirección [email protected]. Los textos aparecerán en el cuerpo del mensaje.La plica, con los datos del autor, vendrá en archivo ad-junto en el mismo mensaje. La recepción de textos co-mienza el 1 de enero y termina el día 28 de febrero de2014.

4.- Habrá un único premio en metálico de 1000 eurospara el ganador. Además del premio en metálico, el textoganador será publicado, junto a los considerados fina-listas, en una antología.

5.- El jurado estará compuesto por siete miembros. Supresidenta será María del Carmen Rodríguez del Río. El

83

Page 74: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

fallo, que se hará público el 31 de mayo en la web delCMJP, será inapelable.

6.- El premio será entregado el 15 de junio de 2014, enacto público que se celebrará en Zafra (Badajoz). El ga-nador deberá asistir para hacerse acreedor al premio.

7.- La participación supone la aceptación de estas bases.

84

Page 75: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

indice

Presentación ................................................................ 7

microrrelato Ganadorángel Pontones moreno ............................................ 13

Primeros Finalistasluis manuel García méndez ..................................... 19Fermín lópez costero ............................................... 21miryam Hache, seudónimo ...................................... 24miguel ángel Gayo sánchez ..................................... 26

restantes FinalistasPedro Pablo de andrés correas ................................ 31Javier Bervel solís ....................................................... 32clara maylín castillo Góngora ................................. 33desiderio cerrajería morga ...................................... 34Juan cruz medina ...................................................... 35marta maría díaz caso ............................................. 36marta maría díaz caso ............................................. 37Jesús díaz rojas .......................................................... 38nadia dolcemáscolo .................................................. 39miguel ángel escudero eble ..................................... 40José García, seudónimo ............................................. 41sol García de Herreros madueño ............................. 42luis manuel García méndez ..................................... 43miguel ángel Gayo sánchez ..................................... 44álvaro Giménez García ............................................. 45iñaki Goitia lucas ...................................................... 46marta Goldar lópez ................................................... 47José manuel Gómez Vega .......................................... 48

Page 76: ii P “m J. Pcolectivomanueljpelaez.org/uploads/docs/2014premio.pdf · voz pero sin voto, ejerció un año más José carlos mar-tínez Yuste, profesor de lengua y literatura del

Juan Pablo Goñi capurro .......................................... 49roberto Guillén alonso ............................................. 50carmen latorre molina ............................................. 51José ignacio lópez Hernández ................................. 53david luna lorenzo .................................................. 54Juan manuel márquez núñez ................................... 55Javier martín Fandos .................................................. 56Javier martín Fandos .................................................. 57elías moro cuéllar ...................................................... 58José muñoz Fernández .............................................. 59laura navas martin .................................................... 60Gabriel noguera martín ............................................ 61 rafael novoa Blanco .................................................. 62rafael novoa Blanco .................................................. 63néstor núñez .............................................................. 64ernesto ortega Garrido ............................................. 65raúl Francisco Pérez-tort Vélez ............................... 66minerva Piñero mediano .......................................... 67salvador robles mira ................................................. 68isabel romero cortijo ................................................ 69Bárbara sanchiz cameselle ....................................... 70Guillermo sancho Hernández .................................. 71manuel sanz Bernal ................................................... 72José tono martínez .................................................... 74esteban torres sagra .................................................. 75irma Verolín ................................................................ 76ricardo Vilanova Pérez .............................................. 78

Bases del Premio ........................................................ 83