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INCAPACIDAD PERMANENTE EN LA MODALIDAD CONTRIBUTIVA: 1.-CONCEPTO

La definición de la incapacidad permanente a efectos de su protección dentro del Sistema de Seguridad Social difiere según se trate de la modalidad contributiva o de la no contributiva. De acuerdo con el carácter profesional que tiene la modalidad contributiva, el concepto de incapacidad permanente tiene en cuenta no sólo la alteración continuada de la salud sino también, y sobre todo, su incidencia en la realización de la actividad profesional de quien la padece. Sin embargo, en la modalidad no contributiva, cuyo objetivo no es suplir la pérdida de rentas salariales sino atender las necesidades económicas básicas de las personas que carezcan de protección contributiva, la invalidez está definida en función del grado de disminución, previsiblemente permanente, de las capacidades físicas, psíquicas o sensoriales.

La Ley General de la Seguridad Social (LGSS) en su artículo 136 define la incapacidad permanente: 1. en su modalidad contributiva como“la situación del trabajador que, después de haber estado sometido

al tratamiento prescrito y de haber sido dado de alta médicamente, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral. No obstará tal calificación la posibilidad de recuperación de la capacidad laboral del inválido, si dicha posibilidad se estima médicamente como incierta o a largo plazo.

Las reducciones anatómicas o funcionales existentes en la fecha de la afiliación del interesado en la

Seguridad Social no impedirán la calificación de la situación de incapacidad permanente, cuando se trate de personas minusválidas y con posterioridad a la afiliación tales reducciones se hayan agravado, provocando por si mismas o por concurrencia con nuevas lesiones o patologías una disminución o anulación de la capacidad laboral que tenía el interesado en el momento de su afiliación, (las secuelas deben producirse, en principio, de forma sobrevenida a la constitución de la relación de Seguridad Social. nuevo párrafo segundo añadido al artículo 136.1 la LGSS por la Ley 35/2002, de 12 de julio).

No obstante lo establecido en el párrafo anterior, no será necesaria el alta médica para la valoración de

la incapacidad permanente en los casos en que concurran secuelas definitivas. También tendrá la consideración de incapacidad permanente, en el grado que se califique, la situación

de incapacidad permanente que subsista después de extinguida la incapacidad temporal por el transcurso del plazo máximo de duración señalado para la misma en el apartado a) del número 128, salvo en el supuesto previsto en el segundo párrafo del número 2 del artículo 131 bis (en aquellos casos en los que, continuando la necesidad de tratamiento médico por la expectativa de recuperación o la mejora del estado del trabajador, con vistas a u reincorporación laboral, la situación clínica del interesado hiciera aconsejable demorar la citada calificación, ésta podrá retrasarse por el período preciso, que en ningún caso podrá rebasar 24 meses siguientes a la fecha en que se haya iniciado la incapacidad temporal. Durante los períodos previstos en este apartado no subsistirá la obligación de cotizar), en el cual no se accederá a la situación de incapacidad permanente hasta tanto no se proceda a la correspondiente calificación.

2. En la modalidad no contributiva, podrán ser constitutivas de invalidez las deficiencias,

previsiblemente permanentes, de carácter físico o psíquico, congénitas o no, que anulen o modifiquen la capacidad física, psíquica o sensorial de quienes la padecen.

3. La incapacidad permanente habrá de derivarse de la situación de incapacidad temporal, salvo que

afecte a quienes carezcan de protección en cuanto a dicha incapacidad temporal, bien por encontrarse en una situación asimilada a la de alta, que no la comprenda, bien en los supuestos de asimilación a trabajadores por cuenta ajena, en los que se dé la misma circunstancia, bien en los casos de acceso a la incapacidad permanente desde la situación de no alta”.

De acuerdo con la jurisprudencia, la incapacidad permanente sólo llega a existir si la constatación de la

lesiones incapacitantes va acompañada del reconocimiento del derecho a percibir las prestaciones de la Seguridad Social. Es decir, si por defecto en la constitución de la relación jurídica de la Seguridad Social o por incumplimiento del período de carencia requerido, las prestaciones no pueden ser reconocidas, tampoco puede declararse la situación de incapacidad permanente.

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2.-CONTINGENCIA La contingencia hay que entenderla como la causa de la que deriva la situación de incapacidad.

Contingencias PROFESIONALES:

o ACCIDENTE DE TRABAJO o ENFERMEDAD PROFESIONAL

Contingencias COMUNES:

o ENFERMEDAD COMÚN o ACCIDENTE NO LABORAL

2.1.- Accidente de trabajo Se entiende por ACCIDENTE DE TRABAJO (artículo 115 LGSS) toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena. Se presumirá, salvo prueba en contrario, que son constitutivas de accidente de trabajo las lesiones que sufra el trabajador durante el tiempo y en el lugar del trabajo.

El citado artículo 115 recoge un listado de situaciones que tendrán la consideración de accidente de trabajo, entre otros:

• Los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo (accidente in itinere).

• Las enfermedades, no consideradas como profesionales, que contraiga el trabajador con motivo de la realización de su trabajo, siempre que se pruebe que la enfermedad tuvo por causa exclusiva la ejecución del mismo.

• Se presumirá, salvo prueba en contrario, que son constitutivas de accidente de trabajo las lesiones que sufra el trabajador durante el tiempo y en el lugar del trabajo.

Colectivos incluidos en el Régimen General excluidos de contingencias profesionales:

• Clero Diocesano de la Iglesia Católica (art. 2 OM 19-12-1977). • Ministros de culto de las Iglesias pertenecientes a la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) (art. 3 RD 369/1999, de 5 de marzo). • Ministros de culto de las Comunidades pertenecientes a la Federación de Comunidades Israelitas de España (FCI) (acuerdo de 28-04-1992, anexo de la Ley 25/1992, de 10 de noviembre). • Clérigos de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú en España (art. 3.2 RD 822/2005, de 8 de julio).Este colectivo está incluido en el Régimen General de la Seguridad Social a partir del 1-09-2005). • Dirigentes religiosos e imanes de las comunidades integradas en la Comisión Islámica de España (art. 3.2 del RD 176/2006, de 10 de febrero). Este colectivo está incluido en el Régimen General de la Seguridad Social a partir del 1-04-2006.

Para estos colectivos, todos los accidentes son considerados como no laborales y las enfermedades como comunes.

Con efectos de 1 de enero de 2011 se amplía la acción protectora del Régimen Especial de la Seguridad Social de los Empleados de Hogar, incorporando la correspondiente a las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

Por las contingencias indicadas se reconocerán las prestaciones que, por las mismas, están previstas para los trabajadores incluidos en el Régimen General, en los términos y condiciones que se establezcan reglamentariamente. (Disposición Adicional Quincuagésima tercera L.G.S.S., introducida por la Ley 39/2010, de 22 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2011).

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Para que pueda probarse que la incapacidad permanente deriva de accidente de trabajo opera el plazo de 5 años a que se refiere el art. 172.2 LGSS, a contar desde el alta por curación en la situación de incapacidad temporal por accidente de trabajo.

2.2.- Enfermedad Profesional Se entenderá por ENFERMEDAD PROFESIONAL (artículo 116 LGSS) la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en la relación aprobada por las disposiciones de aplicación y desarrollo de la LGSS, y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional. En tales disposiciones de establecerá el procedimiento que haya de observarse para la inclusión en dicha relación de nuevas enfermedades profesionales que se estimen deban ser incorporadas al mismo. Dicho procedimiento comprenderá, en todo caso, como trámite preceptivo, el informe del Ministerio de Sanidad y Consumo. En la normativa vigente, la relación o cuadro de enfermedades profesionales se recoge en el anexo 1 del Real Decreto 1299/2006, de 10 noviembre, por el que se aprueba el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para su notificación y registro. El actual cuadro de enfermedades profesionales, entró en vigor el 01-01-2007. Se aprueba el cuadro de enfermedades profesionales, así como una lista complementaria de enfermedades cuyo origen profesional se sospecha y cuya inclusión en el cuadro podría contemplarse en el futuro. El cuadro de enfermedades vigente abarca seis grupos o tipos de enfermedades profesionales expresándose en cada una de ellas las principales actividades capaces de producirlas. Son las siguientes:

⇒ Grupo 1: Enfermedades profesionales causadas por agentes químicos: ⇒ Grupo 2: Enfermedades profesionales causadas por agentes físicos. ⇒ Grupo 3: Enfermedades profesionales causadas por agentes biológicos. ⇒ Grupo 4: Enfermedades profesionales causadas por inhalación de sustancias y agentes no comprendidas

en otros apartados. ⇒ Grupo 5: Enfermedades profesionales de la piel causadas por sustancias y agentes no comprendidos en

alguno de los otros apartados. ⇒ Grupo 6: Enfermedades profesionales causadas por agentes carcinogénicos.

2.3.- Accidente no laboral

Se considerará ACCIDENTE NO LABORAL el que no tiene la consideración de accidente de trabajo (artículo 117

LGSS).

2.4.- Enfermedad Común Se considerará que constituye ENFERMEDAD COMÚN las alteraciones de la salud que no tengan la consideración de accidentes de trabajo ni de enfermedades profesionales (artículo 117 LGSS).

3.-CONCEPTO DE PROFESIÓN HABITUAL

Se entenderá por profesión habitual (artículo 137.2 LGSS), en caso de accidente, sea o no de trabajo, la desempeñada normalmente por el trabajador al tiempo de sufrirlo. En caso de enfermedad común o profesional, aquélla a la que el trabajador dedicaba su actividad fundamental durante el periodo de tiempo, anterior a la iniciación de la incapacidad, que reglamentariamente se determine (doce meses anteriores a la fecha en que se hubiere iniciado la incapacidad temporal de la que derive la incapacidad permanente, de acuerdo con el artículo 11.2 de la Orden de 15-04-1969).

Cuando entre en vigor el artículo 137 de la LGSS.en la nueva redacción prevista en la Ley 24/1997, la profesión habitual será la que “ejercía el interesado o las del grupo profesional en que aquélla estaba encuadrada”. La Jurisprudencia viene considerando profesión habitual el conjunto de tareas correspondientes a la categoría profesional del trabajador que esta facultado para desempeñar, y a las que puede ser destinado en aplicación de la movilidad funcional regulada en el Estatuto de los Trabajadores. 4.-GRADOS DE INCAPACIDAD PERMANENTE

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La Ley 24/1997 de Consolidación y Racionalización del Sistema de la Seguridad Social da nueva redacción al artículo 137 de la LGSS y establece que la incapacidad permanente se clasificará en función del porcentaje de reducción de la capacidad de trabajo del interesado, valorado de acuerdo con la lista de enfermedades que se elabore y apruebe reglamentariamente y tomando como referente para el grado el grupo profesional. Pero lo dispuesto en el referido artículo será de aplicación a partir de la fecha en que entren en vigor las disposiciones reglamentarias que, asimismo, preveía y que, hasta la fecha no han sido dictadas. En consecuencia debe seguir actuándose de acuerdo con las definiciones hasta ahora vigentes de los diferentes grados de incapacidad (artículo 137 original de la LGSS), estrechamente relacionados con la incidencia que para la profesión habitual o para todo trabajo tienen las lesiones o dolencias que determinan la incapacidad, y son:

Incapacidad permanente parcial para la profesión habitual Incapacidad permanente total para la profesión habitual Incapacidad permanente absoluta para todo trabajo Gran invalidez

4.1.-Incapacidad permanente PARCIAL para la profesión habitual

Según el artículo 137.3 de la LGSS “se entenderá por incapacidad permanente parcial para la profesión habitual la que, sin alcanzar el grado de total, ocasione al trabajador una disminución no inferior al 33 por 100 en su rendimiento normal para dicha profesión, sin impedirle la realización de las tareas fundamentales de la misma”.

4.2.-Incapacidad permanente TOTAL para la profesión habitual

Se entiende por incapacidad permanente total para la profesión habitual “la que inhabilite al trabajador para la realización de todas o de las fundamentales tareas de dicha profesión, siempre que pueda dedicarse a otra distinta” (artículo 137.4 LGSS).

Este concepto tiene dos elementos fundamentales: Debe producirse una pérdida de capacidad laboral que imposibilite la realización de las tareas esenciales o

fundamentales de la profesión habitual. No se exige la inhabilitación para todas las tareas, pero si para las más importantes o fundamentales; según señala la jurisprudencia, el no poder realizar determinadas tareas o funciones “secundarias o menos importantes del propio oficio” no es situación constitutiva de incapacidad permanente total. Hay que estar a una valoración de carácter cualitativo (las funciones más importantes) más que a una de orden cuantitativo (las que se desarrollen más tiempo a lo largo de la jornada laboral).

El trabajador debe mantener una capacidad laboral real para dedicarse a otra profesión distinta. Lo que define este grado de incapacidad es, por tanto, la capacidad laboral residual, la posibilidad de seguir

generando rentas salariales por otra profesión diferente a la habitual, y no otras circunstancias de orden personal o socio-económico, como pueden ser la edad o la posibilidad de recolocación.

4.3.-Incapacidad permanente ABSOLUTA para todo trabajo

El artículo 137.5 de la LGSS define este grado estableciendo “se entenderá por incapacidad permanente absoluta para todo trabajo la que inhabilite por completo al trabajador para toda profesión u oficio. Esta inhabilitación hay que ponerla en relación con lo establecido en el artículo 141.2 de la LGSS cuando dice que las pensiones por incapacidad permanente absoluta no impedirán el ejercicio de aquellas actividades, sean o no lucrativas, compatibles con el estado del incapacitado y que no representen un cambio de su capacidad de trabajo a efectos de revisión. 4.4.- GRAN INVALIDEZ

Se define legalmente (artículo 137.6 LGSS) como “la situación del trabajador afecto de incapacidad permanente y que, por consecuencia de pérdidas anatómicas o funcionales, necesite la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida, tales como vestirse, desplazarse, comer o análogos”.

La gran invalidez no implica necesariamente la incapacidad permanente absoluta para todo trabajo. Se trata de una condición personal del inválido que puede darse, en teoría, en cualquier grado de incapacidad, lo que la define es la necesidad de ayuda de tercera persona.

La Ley 13/1982, de 7 de junio, de Integración Social de los Minusválidos, suprimió de la definición legal la referencia al grado de incapacidad permanente absoluta.

La Jurisprudencia determina que la gran invalidez no requiere que la ayuda de tercero sea precisa para realizar todos los actos esenciales de la vida, sino que basta con la imposibilidad de realizar uno de ellos.

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5.-REQUISITOS

Para causar una pensión de incapacidad permanente en el Régimen General o en los Regímenes Especiales de la

Seguridad Social es preciso reunir ciertas condiciones que se estudian a continuación de forma separada y que se refiere a:

o La situación de la relación jurídica con la Seguridad Social en el momento de causar el derecho. o La necesidad de reunir (en ciertos casos) un período mínimo de cotización previo. o El hecho de no tener cumplida la edad ordinaria de jubilación en la fecha del hecho causante de la

incapacidad permanente y/o de no reunir todos los requisitos para acceder a la pensión de jubilación en el sistema de la Seguridad Social, cuando la incapacidad derive de contingencias comunes.

o Pago de las cuotas de la Seguridad Social al corriente. o El hecho causante y la determinación de un grado de incapacidad permanente susceptible de protección

económica por el Sistema. o Las normas especiales en supuestos derivados de accidente de trabajo y enfermedad profesional.

5.1.- Hecho causante. Determinación del grado de incapacidad

La condición imprescindible que da derecho al reconocimiento de la prestación es que el interesado sea

declarado en situación de incapacidad permanente, es decir, que los órganos competentes estimen que concurren unas lesiones, disfunciones, padecimientos, etc., que determinen objetivamente una pérdida o reducción de la capacidad laboral, en alguno de los grados definidos legalmente. Corresponde al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), a través de los órganos reglamentariamente establecidos y en todas las fases del procedimiento, declarar la situación de incapacidad permanente, a efectos del reconocimiento de las prestaciones económicas según el grado que corresponda.

En el ámbito de aplicación del Régimen Especial de los Trabajadores del Mar, la resolución declarativa de la incapacidad es competencia del Instituto Social de la Marina.

En principio, para que se produzca una declaración de incapacidad permanente es preciso que ésta se derive de una previa situación de incapacidad temporal, no siendo necesario el agotamiento del plazo máximo de duración de la misma.

Sin embargo, existen excepciones a esta regla general. Así se podrá declarar directamente la situación de incapacidad permanente cuando afecte a personas que carezcan de protección de incapacidad temporal, porque se trate de supuestos de asimilada al alta (paro involuntario, subsidio de desempleo), o bien en los casos de no alta.

La circunstancia de provenir o no de una previa situación de incapacidad temporal (IT) tiene trascendencia a efectos de determinar la producción del hecho causante de la prestación, ya que, de acuerdo con las disposiciones reglamentarias en la materia, el hecho causante se entenderá producido en:

La fecha en que se haya extinguido la incapacidad temporal, de la que derive la incapacidad

permanente, por agotamiento del plazo máximo o en virtud de alta por informe-propuesta. la fecha de emisión del dictamen-propuesta del EVI (Equipo de Evaluación de Incapacidades) cuando la

incapacidad temporal no se encuentre extinguida. En aquellas provincias en las que aún no se haya constituido el EVI, la fecha del hecho causante coincidirá con la del dictamen-propuesta del órgano correspondiente de la Comunidad Autónoma.

La fecha de presentación de la solicitud cuando se acceda a incapacidad permanente absoluta o gran invalidez desde la situación de no alta.

5.2.-Situaciones de acceso (relación jurídica con la Seguridad Social)

El artículo 124.1 de la LGSS señala que “las personas incluidas en el campo de aplicación de este Régimen

General causarán derecho a las prestaciones del mismo cuando, además de los particulares exigidos para la respectiva prestación, reúnan el requisito general de estar afiliadas y en alta en este Régimen o en situación asimilada al alta, al sobrevenir la contingencia o situación protegida, salvo disposición legal expresa en contrario”.

Esta condición es exigible en todos los Regímenes del Sistema (Disposición Adicional 8ª LGSS). Las pensiones de incapacidad permanente en los grados de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez

derivadas de contingencias comunes podrán causarse aunque los interesados no se encuentren en el momento del hecho causante en alta o situación asimilada a la de alta. En tales supuestos, el período mínimo de cotización exigible será, en todo caso, de quince años de los que al menos la quinta parte deberá estar comprendida dentro de los diez años inmediatamente anteriores al hecho causante (artículo 138.3 LGSS).

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5.2.1.- Situación de alta

Es la situación en que se encuentra la persona que ejerce una actividad por cuenta ajena o por cuenta propia incluida en el campo de aplicación a alguno de los Regímenes del Sistema de la Seguridad Social y que está incorporada al mismo en virtud del acto administrativo oportuno (la formalización del alta).

Por tanto, se entiende que la situación de alta supone que la persona afectada de incapacidad se encuentre ejerciendo una actividad laboral o profesional en el momento de producirse el accidente o la enfermedad causante de la declaración de incapacidad.

Esta exigencia legal excluye, en principio, de protección a la incapacidad derivada de lesiones anteriores a la afiliación y alta. Sin embargo, la LGSS establece que si con posterioridad a la afiliación se ha producido una agravación de las reducciones anatómicas o funcionales preexistente, provocando por si mismas o por concurrencia con nuevas lesiones o patologías una disminución o anulación de la capacidad laboral, procederá la calificación de la situación de incapacidad permanente.

Algunos trabajadores que, pese a encontrarse en situación de alta, disponen de protección limitada en función

de la modalidad contractual que motivó su inclusión en la Seguridad Social, así ocurre con los trabajadores contratados para la formación, que tienen derecho a todas las prestaciones de incapacidad permanente excepto de la protección por incapacidad permanente parcial por contingencias comunes.

Existen distintos colectivos de carácter religioso que, pese a estar integrados en el Régimen General, como

asimilados a trabajadores por cuenta ajena, sólo están protegidos a efectos de incapacidad permanente para las contingencias comunes:

o Clero diocesano de la Iglesia Católica (art. 2 OM 19-12-77) o Ministros de culto de las iglesias pertenecientes a la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de

España (FEREDE) (art. 3R.D. 369/1999, de 5 marzo). o Ministros de culto de las Comunidades Israelitas en España (acuerdo de 28-04-1992, anexo a la ley

25/1992, de 10 de noviembre). o Dirigentes religiosos e Imanes de las Comunidades Islámicas en España (art. 3.2 del RD176/2006, de 10 de

febrero). Este colectivo está incluido en el Régimen General a partir de 1-04-2006. o Clérigos de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú en España (art. 3.2 RD 822/2005, de 8 de

julio). Este colectivo está incluido en el Régimen General a partir de 01-09-2005.

5.2.2.- Situaciones asimiladas al alta

Son aquellas en que se mantiene la protección del sujeto pese a no realizar una actividad productiva que de lugar a la inclusión en algún Régimen del Sistema.

A efectos de incapacidad permanente y de acuerdo con el artículo 125 de la L.G.S.S. y el artículo 36.1 del RD

84/1996, de 26 de enero por el que se aprueba el Reglamento General sobre inscripción de empresas y afiliación, altas, bajas y variaciones de datos de trabajadores de la Seguridad Social, se tienen en cuenta las siguientes:

La situación legal de desempleo, total y subsidiado, y la de paro involuntario una vez agotada la prestación

contributiva o el subsidio asistencial, siempre que en tal situación se mantenga la inscripción como desempleado en la Oficina de Empleo, aunque no es absolutamente necesario, según matiza la jurisprudencia.

Trabajadores en paro involuntario, excluidos legalmente del régimen de desempleo o que no hayan podido

tener derecho a las prestaciones del mismo.

La excedencia forzosa del trabajador por cuenta ajena, motivada por su designación para ocupar un cargo público que imposibilite su asistencia al trabajo, así como para ejercer funciones sindicales de ámbito provincial o superior, mientras dure el ejercicio del cargo representativo (artículo. 20.1. a Orden 14-04-1969, artículo 125.2 LGSS, artículo 46 E. Trabajadores, RD 84/1984, de 26 de enero).

El traslado por la empresa a centro de trabajo fuera del territorio nacional.

La suscripción de convenio especial en sus diferentes tipos que protejan la incapacidad permanente.

Los períodos de inactividad de los trabajadores fijos de temporada.

La situación de aquellos trabajadores que no se encuentren en alta ni en ninguna otra de las situaciones asimiladas a la misma, después de haber prestado servicios en puestos de trabajo que ofrecieran riesgo de

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enfermedad profesional y a los solos efectos de que pueda declararse una incapacidad permanente debida a dicha contingencia.

La percepción de ayudas equivalentes a jubilación anticipada por reconversión o reindustrialización (AR) y de la

ayuda previa a la jubilación ordinaria de trabajadores afectados por procesos de reestructuración de empresas. Los supuestos de prórroga de efectos económicos de la incapacidad temporal, pese a no existir alta en ningún

régimen del sistema ni la consiguiente cotización. La situación de incapacidad temporal, así como los períodos de descanso por maternidad, adopción,

acogimiento, tanto permanente como preadoptivo, o acogimiento provisional, en las modalidades de acogimiento familiar, permanente o preadoptivo, que subsistan una vez extinguido el contrato de trabajo.

Trabajadores afectados por el síndrome del aceite tóxico que por tal causa cesaron en su día en el ejercicio de

su actividad laboral o profesional, sin que hayan podido reanudar dicho ejercicio, y que hubieran estado en alta en alguno de los regímenes del sistema (para contingencias comunes). La situación de asimilada al alta se entenderá con respecto al régimen del sistema de la Seguridad Social en que el trabajador afectado se encontrase encuadrado cuando cesó en su actividad. (Oren TAS/4033/2004, de 25 de noviembre BOE 7/12/2004).

El periodo de tiempo que los trabajadores permanezcan en situación de excedencia por cuidado de hijo, de

menor acogido o para atender el cuidado de otros familiares, de acuerdo con la legislación que resulte de aplicación, que exceda del período considerado como de cotización efectiva en el artículo 180 LGSS (Disposición adicional 3ª.1 del RD 1251/2001, en redacción por RD 1335/2005). Afecta a los trabajadores por cuenta ajena y a los funcionarios públicos que se encuentren incluidos en el ámbito de aplicación del sistema de la Seguridad Social; se excluyen los trabajadores por cuenta propia de los regimenes especiales Agrario, del Mar y Autónomos. De conformidad con la normativa laboral, los trabajadores tienen derecho a un período de excedencia de duración no superior a 3 años para atender al cuidado de cada hijo (natural, adoptivo, acogimiento permanente y/o preadoptivo aunque sean provisionales) a contar desde la fecha de nacimiento o, en su caso, de la resolución judicial o administrativa; y a un período no superior a 2 años para cuidado de familiar. El período de excedencia se podrá disfrutar de forma fraccionada (artículo 46.3 ET, en redacción Ley Orgánica 3/07, de 22 marzo). Durante el primer año existe reserva de puesto de trabajo (hasta 15 meses para familia numerosa general y hasta 18 meses para familia numerosa especial).

La situación del trabajador durante el período correspondiente a vacaciones retribuidas que no hayan sido

disfrutadas por el mismo con anterioridad a la finalización del contrato. (Artº 125.1 de la L.G.S.S., en redacción dada por la Ley 45/2002, de 12 de diciembre).

Situación asimilada como consecuencia de la violencia de género: 1) El período de suspensión del contrato de trabajo por decisión de la trabajadora que se vea obligada a

abandonar su puesto de trabajo como consecuencia de ser víctima de la violencia de género; suspensión que, considerada como cotización efectiva, tiene un período inicial que no puede exceder de 6 meses, pudiendo prorrogarse por el Juez, por períodos de 3 meses, hasta un máximo de 18 meses (artº 124.5 LGSS, en redacción dada por el artº 21.2 Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre).

2) Durante un período de 6 meses en el supuesto de trabajadoras por cuenta PROPIA víctimas de la violencia de género, que cesen en su actividad para hacer efectiva su protección o su derecho a la asistencia social integrada. Este período se considerará como de cotización efectiva y, a efectos de cálculo de prestaciones, se tomará una base de cotización equivalente al promedio de las bases cotizadas en los 6 meses previos al inicio de esta situación.

3) Las situaciones de violencia se acreditarán con la orden de protección a favor de la víctima, expedida por el Juez de Violencia sobre la Mujer o, en su caso, por el Juez de Guardia. Excepcionalmente, será título de acreditación de esta situación, el informe del Ministerio Fiscal que indique la existencia de indicios de que la demandante es víctima de violencia de género hasta tanto se dicte la orden de protección (artículos 23 y 62 Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre).

Otras situaciones asimiladas al alta en determinados regímenes especiales:

Artistas: los días que resulten cotizados por aplicación de las normas que regulan su cotización, tendrán la consideración de períodos cotizados y en situación de alta aunque no correspondan con los de prestación de servicios.

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Profesionales taurinos: los días que resulten cotizados por aplicación del las normas que regulan su cotización, tendrán la consideración de períodos cotizados y en situación de alta aunque no se correspondan con los de prestación de servicios (artículo11 OM 20-07-1987, artículo 36.2 10º RD 84/1996, de 26 de enero).

Autónomos: los 90 días siguientes a la fecha de baja como trabajador autónomo. Agrario: los períodos de percepción de ayudas destinadas a fomentar el cese anticipado de la actividad

agraria (artículo 36.1.16º RD 84/1996 y la citación de desplazamiento al extranjero por razón de trabajo No debe considerarse como situación asimilada a la de alta el período de los 90 días siguientes al cese

voluntario en el trabajo, por no estar expresamente prevista en norma con rango suficiente.

5.2.3.- Situación de no alta

La Ley 26/1985, de 31 de julio, flexibilizó el requisito del alta y lo eliminó para las prestaciones de incapacidad permanente en los grados de absoluta y gran invalidez, derivadas de contingencias comunes, siempre que se tuviera cubierto el periodo mínimo de cotización exigido en estos casos (15 años, de los cuales 3 deben estar incluidos en los últimos 10 años).

Actualmente, el artículo 138.3 y 4 de la LGSS recoge esta posibilidad matizando que la falta de alta o asimilada debe producirse en el momento del hecho causante y que, para poder causar pensión en varios regímenes del Sistema, en caso de no alta, será necesario que las cotizaciones acreditadas en cada uno de ello se superpongan, al menos, durante 15 años.

5.2.4.- Otras situaciones Alta de pleno derecho:

Se considera de pleno derecho en situación de alta, a efectos de la protección por accidente de trabajo y enfermedad profesional, a los trabajadores por cuenta ajena, tanto del Régimen General como de los Regímenes Especiales, que incluyan la protección por contingencias profesionales, aunque la empresa haya incumplido sus obligaciones en materia de afiliación, alta y cotización, sin perjuicio de la responsabilidad empresarial que resulte procedente. Los trabajadores por cuenta ajena extranjeros de países que hayan ratificado el Convenio nº 19 de la OIT, que presten sus servicios sin encontrarse legalmente en España y sin autorización para trabajar o documento que acredite la excepción a la obligación de obtenerla, se considerarán incluidos en el sistema español de Seguridad Social y en alta en el régimen que corresponda a los solos efectos de la protección frente a las contingencias profesionales. Ello se entiende sin perjuicio de la aplicación, a los mismos efectos de protección, del principio de reciprocidad expresa o tácitamente reconocida (artículo 42 del Reglamento General de Afiliación, en su redacción dada por el artículo 1.10 del R.D. 1041/2005, de 5 se septiembre).

Alta especial:

Durante las situaciones de huelga y cierre patronal el trabajador permanecerá en situación de alta especial en la Seguridad Social.

Otras situaciones de alta sólo a efectos de contingencias profesionales: Las prestaciones personales obligatorias a ayuntamientos o entidades locales menores. La actividad de presidente, vocal y suplente de las mesas electorales, que están asimilados a los trabajadores por cuenta ajena del Régimen general para la contingencia de accidente de trabajo

5.3.- Periodo mínimo de cotización

El reconocimiento del derecho a las prestaciones de incapacidad permanente requiere en algunos casos el cumplimiento de un período mínimo de cotización previo al hecho causante. Como regla general, se establece: - No se exige período previo en accidente, sea o no laboral, y enfermedad profesional. - Si es preciso acreditar un período de cotización en enfermedad común, y en accidente no laboral desde no alta.

Se examinan a continuación los períodos mínimos de cotización que deben acreditarse según el grado de incapacidad reconocido, la contingencia de que derive y la situación del interesado en su relación con la Seguridad Social.

5.3.1.- En caso de incapacidad permanente parcial

Se exige el cumplimiento de período mínimo de cotización si deriva de enfermedad común.

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Este período será de 1800 días, que han de estar comprendidos en los 10 años inmediatamente anteriores a la fecha en que se haya extinguido la incapacidad temporal de la que derive la incapacidad permanente. (Artículo 138.2 LGSS).

Los menores de 21 años en la fecha de la baja por enfermedad, deberán acreditar como cotizado la mitad de los días transcurridos entre la fecha en que hayan cumplido los 16 años de edad y la de iniciación del proceso de incapacidad temporal, a lo que se sumará todo el período, agotado o no de la incapacidad temporal (18 meses).

El artículo 138.5 LGSS permite que el Gobierno, mediante Real Decreto, a propuesta del Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, pueda modificar el período de cotización que, para las prestaciones por incapacidad permanente parcial para la profesión habitual se exige.

En el Régimen Especial de Empleados de Hogar se exige un período mínimo de cotización de 60 meses en los 10

años inmediatamente anteriores al hecho causante de la incapacidad permanente, cualquiera que sea la contingencia de la que derive (en este régimen no existen contingencias profesionales). (Disposición Adicional 8º.1 LGSS).

5.3.2.- En casos de incapacidad permanente total, absoluta o gran invalidez, derivadas de enfermedad común, en situación de alta o asimilada.

El período mínimo de cotización estará en función de la edad del interesado (artículo 138.2 LGSS en la nueva

redacción dada por la Ley 40/2007, de 4 de diciembre):

• Causante MENOR de 31 años: La tercera parte del tiempo transcurrido entre la fecha en que cumplo los 16 años y la del hecho

causante de la pensión (carencia genérica).

• Causante con 31 años cumplidos: Un cuarto del tiempo transcurrido entre la fecha en que haya cumplido los veinte años y el día en

que se hubiese producido el hecho causante, con un mínimo en todo caso de cinco años (carencia genérica). En este supuesto, al menos la quinta parte del período de cotización exigible deberá estar comprendida dentro de los diez años inmediatamente anteriores al hecho causante (carencia específica).

En los supuestos en que se acceda a la pensión de incapacidad permanente desde una situación de alta o asimilada al alta, sin obligación de cotizar, el período de los diez años, dentro de los cuales debe estar comprendido, al menos, la quinta parte del período de cotización exigible, se computará, hacía atrás, desde la fecha en que cesó la obligación de cotizar.

Las fracciones de edad del interesado inferiores a 6 meses en la fecha del hecho causante se desprecian, excepto

para aquéllos con edad comprendida entre los 16 y los 16 años y medio. Las fracciones de edad superiores a 6 meses, se considerarán equivalentes a medio año. El período resultante es objeto de redondeo, despreciándose las fracciones de mes.

5.3.3.- En caso de incapacidad permanente absoluta y gran invalidez derivadas de contingencias comunes (enfermedad común o accidente no laboral) en situación de NO ALTA.

La LGSS en su artículo 138.3 recoge esta posibilidad siempre que se acredite un periodo previo de cotización de

15 años (carencia genérica), de los cuales al menos 3 años deben estar comprendidos entre los 10 años inmediatamente anteriores al hecho causante (carencia específica).

Para causar pensión en el Régimen General y en otro u otras del sistema de la Seguridad Social, en este caso de no alta, es necesario que las cotizaciones acreditadas en cada uno de ellos se superpongan, al menos durante 15 años (artículo 138.4 LGSS).

5.3.4.- Días computables para acreditar la carencia exigible

Para acreditar el período mínimo de cotización, tantos a efectos del período genérico como del específico, sólo serán computables las cotizaciones efectivamente realizadas o las expresamente asimiladas a ellas legal o reglamentariamente:

Las cuotas correspondientes a la situación de incapacidad temporal, de maternidad, de paternidad, de riesgo

durante la lactancia natural serán computables a efectos de los distintos períodos previos de cotización exigidos para el derecho a las prestaciones (artículo 124.3 LGSS).

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El período por maternidad o paternidad que subsista a la fecha de extinción del contrato de trabajo, o que se inicie durante la percepción de la prestación de desempleo, será considerado como período de cotización efectiva a efectos de las correspondientes prestaciones de la Seguridad Social por jubilación, incapacidad permanente, muerte y supervivencia, maternidad y paternidad (artículo 124.6 LGSS).

Los períodos asimilados por parto: a efectos de las pensiones contributivas de jubilación y de incapacidad permanente en cualquier régimen de la Seguridad Social, se computarán, a favor de la trabajadora solicitante de la pensión, un total de 112 días completos de cotización por cada parto de un solo hijo y de 14 días más por cada hijo a partir de segundo, este incluido, si el parto fuera múltiple, salvo si por ser trabajadora o funcionaria en el momento del parto, se hubiera cotizado durante la totalidad de las dieciséis semanas o, si el parto fuese múltiple, durante el tiempo que corresponda. (De acuerdo con lo establecido en la disposición adicional 44 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, que introduce una nueva disposición adicional 44 en la LGSS). Alcance de la norma:

⇒ Efectos: pensiones causadas a partir de 24/03/2007, fecha de entrada en vigor de la Ley, y opera respecto de los partos producidos con anterioridad o posterioridad a dicha fecha.

⇒ Ubicación en el tiempo de estos días asimilados: período inmediato posterior a la fecha del parto (incluido el día del parto), con independencia del período concreto en que se hubiere disfrutado, en su caso, el descanso maternal.

⇒ Tienen efectos: • para carencia (con la misma extensión que los días efectivamente cotizados y completos y, por

tanto, generarán días cuota). • Para porcentaje (escala ordinaria años de cotización) • Base reguladora (si el parto tiene lugar dentro del período de base reguladora se aplicará, respecto

de los días asimilados, integración de lagunas en función del régimen de resolución). ⇒ Tiempo parcial: en el supuesto de que el periodo de asimilación la interesada acreditase cotizaciones a

tiempo parcial, a efectos de carencia los 112 días se computarán como días completos de cotización y, a efectos de base reguladora, se aplicará integración de lagunas hasta alcanzar la base mínima vigente en cada momento para trabajadores mayores de 18 años, correspondiente a trabajo a jornada completa.

Días que falten para agotar el plazo máximo de incapacidad temporal (i.t.) si el trabajador se encuentra en

situación de incapacidad temporal o de prórroga de sus efectos (D. A. 7ª del RD4/1998, de 9 de enero). Los “días cuota”, es decir, los correspondientes a las pagas extraordinarias de julio y diciembre. A estos

efectos, podrán computarse las cotizaciones extraordinarias hasta un máximo de 60 días al año y, únicamente, en el caso de que los días reales cotizados no fueran suficientes para reunir el período mínimo exigido, tanto para carencia genérica como específica. (Sentencia del Tribunal Supremo, en interés de Ley de 10-6-1974, circular 15/1993, de 29 de septiembre). No se computarán los días cuota desde la fecha de extinción de la relación laboral cuando el trabajador este en situación de incapacidad temporal y no existen cotizaciones (pago directo de la i.t.) ya que no existe base legal para ello.

Los días correspondientes a vacaciones devengadas y no disfrutadas retribuidas al finalizar el contrato de trabajo, siempre que sean objeto de liquidación y cotización complementaria al concluir el contrato.

No es de aplicación al RE de Empleados de Hogar, cualquiera que sea la modalidad de la prestación de servicios (Resolución de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social de 8/8/2002).

Los dos primeros años del período de excedencia en razón del cuidado de cada hijo o menor acogido, en los supuestos de acogimiento familiar permanente o preadoptivo, aunque estos sean provisionales (artículo 180.1 LGSS, en su redacción dada por la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo).

El primer año del período de excedencia en razón de cuidado de otros familiares, hasta el segundo grado de consaguinidad o afinidad, que, por razones de edad, accidente, enfermedad o discapacidad, no puedan valerse por sí mimos, y no desempeñen una actividad retribuida.

Las cotizaciones realizadas durante los dos primeros años del período de reducción de jornada por cuidado de algún menor de ocho años, previsto en el artículo 37.5 del ET, se computarán incrementadas hasta el 100 de la cuantía que hubiera correspondido si se hubiera mantenido sin dicha reducción la jornada de trabajo (artículo 180.3 LGSS en su redacción dada por la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo).

Las cotizaciones realizadas durante el primer año del período de reducción de jornada por cuidado de una persona con discapacidad física, psíquica o sensorial, que no desempeñe una actividad retribuida, y de un familiar, hasta el segundo grado de consaguinidad, previsto en el artículo 37.5 del ET, se computarán incrementadas hasta el 100 de la cuantía que hubiera correspondido si se hubiera mantenido sin dicha reducción la jornada de trabajo (artículo 180.3 LGSS en su redacción dada por la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo).

El período de suspensión de la relación laboral con reserva del puesto de trabajo de la trabajadora que se ve obligada a abandonar su puesto de trabajo, como consecuencia de ser víctima de la violencia de género, tendrá la consideración de período de cotización efectiva a efectos la las correspondientes prestaciones de la Seguridad Social. (artículo 124.5 L.G.S.S. dado por artículo 21.2 la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de

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Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género (BOE 29-12-2004). Este período de suspensión tendrá una duración inicial que no podrá exceder de 6 meses, salvo que de las actuaciones de tutela judicial resultase que la efectividad del derecho de la víctima requiriese la continuidad de la suspensión, en este caso el juez podría prorrogar la suspensión por períodos de 3 meses, con un máximo de 18 meses (artículo 48.6 Estatuto Trabajadores).

Los períodos cotizados al amparo de los distintos Convenios Especiales con la Administración de la Seguridad Social.

El principio de intercomunicación o cómputo recíproco de cotizaciones entre los distintos regímenes de Seguridad Social, que alcanza también a las cotizaciones efectuadas a las Entidades sustitutorias de las entidades gestoras del Sistema de la Seguridad Social y al Régimen de Clases Pasivas del Estado.

Determinación de los períodos mínimos de cotización para los trabajadores a tiempo parcial (Disposición adicional 7ª LGSS): Establece el artículo 3 del RD 1131/2002, de 31 de octubre, por el que se regula la Seguridad Social de los trabajadores a tiempo parcial, así como la jubilación parcial, que para acreditar los períodos de cotización necesarios para causar derecho a las prestaciones de jubilación, incapacidad permanente, muerte y supervivencia, incapacidad temporal, riesgo durante el embarazo y maternidad: Se computarán exclusivamente las cotizaciones efectuadas en función de las horas trabajadas, tanto ordinarias como complementarias, calculando su equivalencia en días teóricos de cotización. A tal fin, el número de horas trabajadas se divide por 5 (equivalente diario del cómputo de 1826 horas anuales) y al cociente obtenido se le aplicará el coeficiente multiplicador de 1,5 (cuando se trate de pensiones, no en la i.p. parcial), el resultado será el número de días que se considerarán acreditados para la determinación de los periodos de cotización, no pudiendo computarse un número de días de trabajo superior al que correspondería de haberse realizado la prestación de servicios a tiempo completo. De acuerdo con el artículo 3.1 del RD 1131/2002, de 31 de octubre, no procede para los trabajadores a tiempo parcial el incremento del lapso de tiempo dentro del cual debe estar comprendido el período mínimo de cotización o la carencia específica en las pensiones de incapacidad permanente y jubilación. En cambio para la incapacidad permanente parcial este lapso se incrementará en la misma proporción en que se reduzca la jornada efectivamente realizada respecto a la jornada habitual en la actividad correspondiente.

No pueden computarse para carencia:

- Los períodos de bonificación por trabajos penosos o por minusvalía. - Las cotizaciones efectuadas por el Servicio Público de Empleo Estatal) durante el percibo del subsidio para mayores

de 52 años, ya que únicamente se cotiza para jubilación (Disposición Adicional 28ª LGSS). - Cuotas impagadas y prescritas, cuando el trabajador es el obligado al pago. - Cotizaciones efectuadas fuera de plazo: sólo serán válidas si su ingreso es anterior al hecho causante o, siendo

posterior, tal ingreso se efectúa dentro del plazo reglamentario o en virtud de aplazamiento o fraccionamiento concedido con anterioridad la hecho causante.

5.4.-Edad

No se reconocerá el derecho a las prestaciones de incapacidad permanente derivada de contingencias comunes cuando el beneficiario, en la fecha del hecho causante, tenga 65 o más años de edad y reúna todos los requisitos para acceder a la pensión de jubilación en el sistema de la Seguridad Social (art. 138.1 LGSS).

En los casos en que el trabajador, con 65 o más años, acceda a la pensión de incapacidad permanente derivada de contingencias comunes, por no reunir los requisitos para el reconocimiento del derecho a pensión de jubilación, la cuantía de la pensión de incapacidad permanente será equivalente al resultado de aplicar a la correspondiente base reguladora el porcentaje que corresponda al período mínimo de cotización que esté establecido, en cada momento, para el acceso a la pensión de jubilación. Cuando la incapacidad permanente derive de enfermedad común, se considerará como base reguladora el resultado de aplicar únicamente lo establecido en la norma a) del apartado 1 del art. 140 LGSS (art. 139.5 LGSS, en la redacción dada por la Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de medidas en materia de Seguridad Social).

Para la determinación de la edad de 65 años no se tendrán en cuenta las bonificaciones o anticipaciones de la edad de jubilación que, en su caso, correspondan por trabajos penosos o por discapacidad (art. 10.1 RD 1132/2002, de 31 de octubre).

No existe límite de edad para reconocer el derecho a las prestaciones de incapacidad permanente derivadas de contingencias profesionales (AT y EP).

5.5 Corriente de pago

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En determinados regímenes o colectivos profesionales, los trabajadores son los responsables del ingreso de las cotizaciones. Cuando intervenga alguno de estos regímenes o colectivos, es necesario que el causante se halle al corriente en el pago de las cuotas. Este requisito es exigible aun cuando no sea preciso acreditar un período previo de cotización (accidente no laboral y contingencias profesionales) siempre que el trabajador sea el obligado al ingreso de las cotizaciones. Cuando no se cumpla este requisito se aplicará el sistema de advertencias, siempre que con las restantes cotizaciones se cubra el período de carencia exigido. 5.5.1 Supuestos en que el trabajador es el obligado al pago de las cuotas Los trabajadores por cuenta propia son los responsables de las cotizaciones por todas las contingencias (art. 36 RD 2064/1995). Trabajadores por cuenta propia incluidos en el Régimen Especial de Autónomos (RETA) (art. 43 RD 2064/1995). Trabajadores discontinuos incluidos en el Régimen de Empleados de Hogar, así como los trabajadores fijos, por las cotizaciones durante las situaciones de IT, riesgo durante el embarazo y maternidad (art. 46 RD 2064/1995). Trabajadores por cuenta propia del Régimen Especial del Mar (art. 51 RD 2064/1995, Reglamento de cotización).

Representantes de comercio (art. 5.3 Orden 20-07-1987; art. 31 RD 2064/1995, Reglamento de cotización). Profesionales artistas y taurinos, incluidos en el Régimen General, son responsables de las cuotas de que resulten deudores en virtud de las regularizaciones que se efectúen al finalizar cada ejercicio económico (art. 4 Orden 30-11-1987; arts. 32.5 y 33.5 RD 2064/1995, Reglamento de cotización). Esta responsabilidad no existe hasta que las mismas no hayan sido calculadas y notificadas a los interesados. Profesionales taurinos, durante el tiempo de percepción del subsidio por IT (art. 17 RD 2621/1986, de 24 diciembre).

Personas que hayan suscrito un Convenio especial, cualquiera que sea el Régimen de encuadramiento, en el que sean responsables de ingreso de las cuotas. 5.5.2. Sistema de advertencias o invitación al pago Si el causante está incluido en cualquiera de los supuestos en que, para acceder a la prestación, es necesario que se halle al corriente en el pago de las cuotas exigibles en la fecha del hecho causante, y no se cumple esta condición, se procederá a denegar la solicitud de la prestación. No obstante, si aún no estando al corriente en el pago de las cuotas, se acredita el período mínimo de cotización de que se trate o éste no fuera exigible, con independencia de la denegación, se le aplicará el mecanismo de la invitación al pago de acuerdo con lo previsto en el Régimen Especial de Autónomos en el art. 28.2 del Decreto 2530/1970 (art. 20 Ley 52/2003, de 10 de diciembre, por el que se añade la disposición adicional 39ª a la LGSS). Dicho sistema de advertencias o invitación al pago consiste en lo siguiente:

• Si, cubierto el período mínimo de cotización preciso para tener derecho a la prestación, se solicitara ésta y el causante no estuviera al corriente en el pago de las restantes cuotas exigibles en la fecha en que se entiende causada la prestación, la Entidad gestora invitará al interesado para que en el plazo improrrogable de treinta días naturales, contados a partir de la recepción de la invitación, ingrese las cuotas debidas.

• Si el interesado, atendiendo a la invitación, ingresase las cuotas adeudadas dentro del plazo señalado, se le considerará al corriente en las mismas a efectos de la pensión solicitada.

• Si el ingreso se realizara fuera de dicho plazo, se abonará la pensión a partir del día primero del mes siguiente a aquél en que tuvo lugar el ingreso de las cuotas adeudadas.

• Si en lugar de ingresar las cuotas adeudadas, el interesado solicita y le es concedido un aplazamiento de las mismas, al tratarse de una solicitud de aplazamiento posterior al hecho causante, no se le puede considerar al corriente de pago hasta que haya liquidado la totalidad de la deuda.

5.5.3. Concesión y efectos de los aplazamientos El Reglamento General de Recaudación (RD 1415/2004, de 11 de junio, arts. 31 a 36) prevé la posibilidad de aplazar o fraccionar el pago de deudas con la Seguridad Social, tanto en período voluntario como en vía ejecutiva. Entre las deudas que pueden ser objeto de aplazamiento se encuentran las cuotas o recargos sobre las mismas. Las solicitudes de aplazamiento son tramitadas y resueltas por la Tesorería. La resolución que conceda el aplazamiento determinará los plazos y demás condiciones del mismo.

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La concesión del aplazamiento da lugar a la suspensión del procedimiento recaudatorio y produce, como efecto, la ficción jurídica de considerar al sujeto responsable al corriente en el pago de las cuotas a efectos del reconocimiento de prestaciones mientras se cumplen los términos del aplazamiento concedido. La Dirección Provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social o la Administración de la misma ante la que se haya tramitado el aplazamiento vigilarán el exacto cumplimiento de las condiciones del mismo así como del pago, a su vencimiento, de los plazos de amortización establecidos. El incumplimiento de las condiciones o de cualquiera de los plazos de amortización establecidos dará lugar a que el aplazamiento se declare sin efecto y determinará la iniciación o continuación del procedimiento recaudatorio. EFICACIA DE LAS CUOTAS APLAZADAS (Orden TASS 1562/2005, de 25 mayo): Las cuotas aplazadas pueden computarse para acreditar la carencia mínima, siempre que el aplazamiento haya sido concedido antes de producirse el hecho causante. Hay que tener en cuenta lo siguiente: A efectos de acreditar el período mínimo de cotización exigido, las cotizaciones correspondientes a períodos durante los cuales el trabajador ha tenido obligación de cotizar, siendo además él mismo el responsable de su cumplimiento, solamente son computables si su ingreso es anterior al acaecimiento del hecho causante o, siendo posterior, tal ingreso se efectúa dentro del plazo reglamentario para ello o en virtud de aplazamiento concedido con anterioridad. Cuando no se exija carencia o bien ésta ya resulte acreditada de la forma indicada, las cotizaciones, o las otras cotizaciones, que hayan sido aplazadas, en virtud de aplazamiento solicitado y obtenido antes del hecho causante, se considerarán ingresadas a los demás efectos: reputar al trabajador, en el momento del hecho causante, al corriente de pago de las cuotas y también para determinar la base reguladora y porcentaje. El aplazamiento autorizado por la TGSS después de haberse producido el hecho causante de una prestación, no surte efecto alguno para el reconocimiento de dicha prestación. Después de un hecho causante, únicamente con el pago efectivo de lo adeudado se puede acreditar el requisito de hallarse al corriente. EFECTO DEL INCUMPLIMIENTO DEL APLAZAMIENTO: En caso de incumplimiento deja de considerarse al sujeto al corriente de las cuotas, debiendo suspenderse el abono de la pensión reconocida. Esta suspensión tendrá efectos desde el día primero del mes siguiente a aquél en que la Dirección Provincial del INSS haya recibido la comunicación de la Tesorería acerca del incumplimiento de las condiciones del aplazamiento concedido. El abono de la prestación se reanudará a partir del día primero del mes siguiente a aquél en que el interesado haya corregido el incumplimiento, sin que proceda reponer las mensualidades de pensión correspondientes al tiempo que pueda mediar entre la suspensión y la reanudación. En estos casos, extinguido el aplazamiento incumplido, aunque el interesado solicite y se le conceda un nuevo aplazamiento, éste no puede surtir ningún efecto en relación a la pensión al ser posterior al HC, de manera que únicamente con la liquidación completa de la deuda se podrá considerar al beneficiario nuevamente al corriente y reponer el pago de la pensión.

6.- PRESTACIONES: DETERMINACIÓN Y CUANTÍA

6.1.- Contenido de las prestaciones

Los distintos grados en que se clasifica la incapacidad permanente en su modalidad contributiva tienen su reflejo en los distintos niveles de protección dispensados por las prestaciones económicas que se regulan para cada uno de ellos. 6.1.1.- Incapacidad permanente parcial (IPP)

Los trabajadores declarados en situación de incapacidad permanente parcial para la profesión habitual, cualquiera que sea la contingencia determinante de la misma y su edad, percibirán una cantidad a tanto alzado equivalente a 24 mensualidades de la base reguladora que haya servido para determinar la prestación económica por incapacidad temporal (art. 139.1 LGSS; art. 9 Decreto 1646/1972, de 23de junio).

6.1.2.- Incapacidad permanente total (IPT) La prestación económica por IPT consistirá en una pensión vitalicia, que será del 55 por 100 de la base reguladora.

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Esta pensión puede excepcionalmente ser sustituida por una indemnización a tanto alzado cuando el beneficiario cumpla los siguientes requisitos: - menor de 60 años - las lesiones sean definitivas - realice trabajos por cuenta propia o ajena, o que el importe se invierta en la preparación de nuevas fuentes de

ingreso como trabajador autónomo. - Presentar la solicitud en los 3 años siguientes a la fecha de la resolución, o sentencia firme, que reconozca el

derecho a la pensión (si es menor de 21 años, dentro de los 3 años siguientes al cumplimiento de dicha edad). - Que la declaración de la incapacidad no se haya producido tras el transcurso de la prórroga de los efectos de la

incapacidad temporal. - La cuantía de esta indemnización está en función de la edad del beneficiario, con un mínimo de 12

mensualidades de la pensión si tiene 59 años, que se incrementarán en 12 mensualidades más por cada año menos de edad hasta un máximo de 84 mensualidades si el beneficiario tiene menos de 54 años.

- Al cumplir los 60 años, pasará a percibir la pensión inicialmente reconocida con las revalorizaciones correspondientes.

- Si el beneficiario fallece antes de cumplir los 60 años de edad, podrán causarse las prestaciones de muerte y supervivencia como si dicho beneficiario hubiera sido pensionista en tal momento.

- La solicitud se dirige a la Dirección General del INSS, debiendo presentarse ante la respectiva Dirección Provincial de dicho Instituto o Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales a cuyo cargo hubiera sido reconocida la pensión, la que, con su razonado informe, elevará la solicitud a la Dirección General para su resolución.

- La cuantía de la indemnización será equivalente al importe de un número de mensualidades de la pensión, dependiendo de la edad que tuviese en el momento de formular la petición:

Edad cumplida nº de mensualidades

menos de 54 años 84

54 72

55 60

56 48

57 36

58 24

59 12

- Una vez autorizada la sustitución, el beneficiario no podrá solicitar que se deje sin efecto la misma para recuperar la condición de pensionista hasta que cumpla los 60 años de edad. No obstante, en caso de fallecimiento podrán causarse las prestaciones de muerte y supervivencia como si fuera pensionista de incapacidad permanente.

- Al cumplir el beneficiario los 60 años de edad, pasará a percibir la pensión anteriormente reconocida, revalorizada con los incrementos que para las pensiones de igual naturaleza se hayan establecido desde la fecha en que se autorizó la sustitución de la misma por la indemnización.

Incapacidad permanente total “cualificada”: Los declarados en situación de IPT percibirán la pensión incrementada en un 20 por 100 (ipt cualificada), cuando sean mayores de 55 años, y por falta de preparación general o especializada y circunstancias sociales y laborales se presuma la dificultad de obtener empleo en actividad distinta de la habitual anterior.

Para el reconocimiento y mantenimiento de este incremento es necesario que el beneficiario no realice trabajo por cuenta propia ni ajena, quedando en suspenso su percepción cuando el trabajador obtenga un empleo.

La cuantía de la pensión de incapacidad permanente total derivada de ENFERMEDAD COMÚN no podrá resultar inferior al 55 por ciento de la base mínima de cotización para mayores de 18 años, en términos anuales, vigente en cada momento.(artículo 139.2 L.G.S.S. añadido por la Ley 40/2007 de medidas en materia de Seguridad Social). De acuerdo con la Disposición Adicional 8ª.5 LGSS, en la nueva redacción dada por la Ley 40/2007, esta cuantía mínima es de aplicación para todos los regímenes que integran el sistema de la Seguridad Social, y se tomará como base mínima de cotización la vigente en cada momento en el R. General, cualquiera que sea el régimen que reconozca la pensión.

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Características: No se configura como un complemento por mínimos; por lo que no está condicionado a niveles de renta

y/o edad. Esta garantía tiene carácter dinámico, es decir, que cada vez que se modifique la base mínima de

cotización se ha de actualizar, en su caso, la cuantía de la pensión, cuando el importe de la pensión inicial más revalorizaciones, que por debajo del 55% base mínima.

Tiene carácter uniforme, por lo que se aplica igual al pensionista que procede de un trabajo a tiempo completo que a tiempo parcial.

Se aplica a todas las pensiones de incapacidad permanente total derivadas de enfermedad común cuyo hecho causante sea posterior a 31-12-2007, con independencia de la fecha en que se haya iniciado la incapacidad temporal previa, y aunque se hayan aplicado, para calcular la base reguladora, las normas vigentes con anterioridad a 1-01-2008.

6.1.3.- Incapacidad permanente absoluta (IPA)

La prestación económica correspondiente a la IPA consiste en una pensión vitalicia, cuya cuantía es equivalente al 100 por 100 de la base reguladora. (Artículo 139.3 LGSS) 6.1.4.- Gran Invalidez

De acuerdo con el artículo 139.4 LGSS en la nueva redacción dada por la Ley 40/2007, si el trabajador fuese

calificado de gran inválido, tendrá derecho a una pensión vitalicia según lo establecido en los apartados anteriores (incapacidad permanente absoluta, apartado 3, total apartado 2) incrementándose su cuantía con un complemento, destinado a que el inválido pueda remunerar a la persona que le atienda. El importe de dicho complemento será equivalente al resultado de sumar el 45 por ciento de la base mínima de cotización vigente en el momento del hecho causante y el 30 por ciento de la última base de cotización del trabajador correspondiente a la contingencia de la que derive la situación de incapacidad permanente. En ningún caso el complemento señalado podrá tener un importe inferior al 45 por ciento de la pensión percibida, sin el complemento, por el trabajador.

Según Disposición Adicional 8ª.5 LGSS, será de aplicación a todos los regimenes que integran el sistema de la Seguridad Social. A efectos de determinar el complemento se tomará en consideración como base mínima de cotización la vigente en cada momento en el Régimen General, cualquiera que sea el régimen con arreglo a cuyas normas se reconozca la pensión de gran invalidez.

A partir de 1-1-2008, fecha de entrada en vigor de la Ley 40/2007, desaparece la posibilidad de sustituir el complemento por alojamiento y cuidado en régimen de internado en una institución asistencial pública de la Seguridad Social.

6.1.5.- Incapacidad permanente de contingencias comunes para trabajadores con 65 años cumplidos y sin derecho a jubilación.

La cuantía de la pensión de incapacidad permanente será equivalente al resultado de aplicar a la correspondiente base reguladora el porcentaje que corresponda al período mínimo de cotización que esté establecido en cada momento, para el acceso a la pensión de jubilación. Cuando la incapacidad permanente derive de enfermedad común, se considerará como base reguladora únicamente lo establecido en la norma a) del apartado 1 del artículo 140 (es decir, no se aplicará el porcentaje que corresponde en función de los años de cotización artículo 139.5 L.G.S.S.). La cuantía de la pensión de incapacidad permanente será siempre el 50% de la base reguladora correspondiente en lugar del que corresponda, con carácter general, al grado de incapacidad reconocido.

Si el trabajador fuese calificado como gran inválido, tendrá derecho a la pensión indicada, incrementándose su cuantía en un complemento. La limitación del 50% no afectará al complemento de gran invalidez. Por el contrario, en los casos de incapacidad permanente total, no se aplicará el incremento del 20%, establecido para mayores de 55 años, conforme a lo establecido en el artículo 139.2 de la Ley General de la Seguridad Social y artículo 6 del Decreto 1646/1972, de 23 de junio. 6.2.- Base reguladora 6.2.1.- Base reguladora en caso de enfermedad común (artículo 140 L.G.S.S:

1. La base reguladora de las pensiones de incapacidad permanente derivada de enfermedad común se determinará

de conformidad con las siguientes normas:

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a. Se hallará el cociente que resulte de dividir por 112 las bases de cotización del interesado durante los 96 meses anteriores al mes previo al del hecho causante. El cómputo de dichas bases de realizará conforme a las siguientes reglas: 1º) Las bases correspondiente a los 24 meses anteriores a aquél en que se produzca el hecho causante se computarán en su valor nominal. 2ª) Las restantes bases de cotización se actualizarán de acuerdo con la evolución que haya experimentado el índice de precios al consumo (IPC) desde los meses a que aquéllas correspondan hasta el mes inmediato anterior a aquél en que se inicie el período de bases no actualizables a que se refiere la regla anterior (cada mes tiene un índice de actualización, resultado de dividir el IPC del mes 25 por el IPC del mes que corresponda).

b. Al resultado obtenido en razón a lo establecido en la norma anterior se le aplicará el porcentaje que

corresponda en función de los años de cotización, según la escala prevista en el apartado 1 del artículo 163, considerándose a tal efecto como cotizados los años que le resten al interesado, en la fecha del hecho causante, para cumplir la edad de 65 años. En el caso de no alcanzarse 15 años de cotización, el porcentaje aplicable será del 50 por ciento. El importe resultante constituirá la base reguladora a la que, para obtener la cuantía de la pensión que corresponda, habrá de aplicarse el porcentaje previsto para el grado de incapacidad reconocida.

2. En los supuestos en que se exija un período mínimo de cotización inferior a 8 años (cuando el trabajador tiene

menos de 52 años el día del hecho causante), la base reguladora se obtiene con la misma fórmula pero: Dividiendo la suma de las bases mensuales de cotización en número igual al de meses de que conste el período mínimo exigible, sin tener en cuenta las fracciones de mes, por el número de meses a que dichas bases se refieran, multiplicando este divisor por el cociente 1,1666 (reflejo de la existencia de 2 pagas extraordinarias por cada 12 mensualidades).

3. Respecto a las pensiones de incapacidad absoluta o gran invalidez derivadas de accidente no laboral a que se refiere el apartado 3 del artículo 138 (no alta), se aplicarán las reglas previstas en la norma a) del apartado 1 del presente artículo 140.

4. Si en el período que ha de tomarse para el cálculo de la base reguladora aparecen meses en los que no existía la obligación de cotizar, las lagunas se integrarán con la base mínima de cotización de entre todas las existentes en cada momento para trabajadores mayores de 18 años. En los supuestos en que alguno de los meses a tener en cuenta para la determinación de la base reguladora, la obligación de cotizar exista sólo durante una parte del mismo, procederá la integración señalada anteriormente, por la parte del mes que no exista obligación de cotizar, siempre que la base de cotización correspondiente al primer período no alcance la cuantía de la base mínima mensual señalada. En tal supuesto, la integración alcanzará hasta esta última cuantía.

Artículo 138.2.b LGSS: Cuando se acceda a la pensión de incapacidad permanente derivada de enfermedad común, desde una situación de alta o asimilada al alta, sin obligación de cotizar, se aplicará lo dispuesto en el artículo 140 de la LGSS, siendo los meses computables los inmediatamente anteriores al hecho causante, sin que el período de determinación de la base reguladora pueda retrotraerse a un momento anterior; ello, aunque, para acreditar la carencia específica, haya sido preciso remontarse a la fecha de extinción de la obligación de cotizar. Porcentaje aplicable = según tabla (artículo 163.1 L.G.S.S.)

(artículo 163.1 L.G.S.S.): o Por los primeros 15 años cotizados: el 50 por 100. o Por cada año adicional de cotización, comprendido entre el 16º y 25º, ambos incluidos: el 3

por 100. o Por cada año adicional de cotización, a partir del 26º: el 2 por 100, sin que el porcentaje

aplicable a la base reguladora supere el 100 por 100.

AÑOS Cotizados

% AÑOS cotizados

%

10 a 15 50 26 82

16 53 27 84

17 56 28 86

18 59 29 88

19 62 30 90

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18

20 65 31 92

21 68 32 94

22 71 33 96

23 74 34 98

24 77 35 100

25 80 -- --

Artículo 140.4 LGSS (integración de lagunas): De aplicación en régimen general, minería del carbón, cuenta ajena agraria y mar (según Disposición Adicional 8ª.2 L.G.S.S.) A efectos de confeccionar la base reguladora, la base de cotización a considerar durante los períodos en que no existió obligación de cotizar, será la base mínima de entre todas las existentes en cada momento para trabajadores mayores de 18 años. Los restantes períodos (los de no alta y los de alta o asimilación al alta, sin obligación de cotizar, en regímenes que no cuentan con la integración de lagunas de cotización) no se integrarán con la base mínima sino que se computará base cero. Si intervienen periodos a tiempo parcial: la integración de lagunas se lleva a cabo, según establece el artículo 7.2 RD 1131/2002, de 31 de octubre, con:

La base mínima de cotización de entre las aplicables en cada momento correspondiente al número de horas contratadas en la fecha en que se interrumpió o extinguió la obligación de cotizar.

No se consideran lagunas aquellas interrupciones en la prestación de servicios que son consecuencia directa de la disminución de jornada que en cómputo anual representa la modalidad de trabajo a tiempo parcial.

⇒ En los caso de incapacidad temporal-desempleo: El artículo 8 de la Ley 40/2007, da nueva redacción al apartado 1 del artículo 222 de la LGSS, en base a los siguientes términos: Artículo 222.1: “Cuando el trabajador se encuentre en situación de incapacidad temporal derivada de contingencias comunes y durante la misma se extinga su contrato, seguirá percibiendo la prestación por incapacidad temporal en cuantía igual a la prestación por desempleo hasta que se extinga dicha situación, pasando entonces a la situación legal de desempleo en el supuesto de que la extinción se haya producido por alguna de las causas previstas en el apartado 1 del artículo 208 y a percibir, si reúne los requisitos necesarios, la prestación por desempleo contributivo que le corresponda de haberse iniciado la percepción de la misma en la fecha de extinción del contrato de trabajo, o el subsidio por desempleo. En tal caso, se descontará del período de percepción de la prestación por desempleo, como ya consumido, el tiempo que hubiera permanecido en la situación de incapacidad temporal a partir de la fecha de la extinción del contrato de trabajo. La entidad gestora de las prestaciones por desempleo efectuará las cotizaciones a la Seguridad Social conforme a lo previsto en el párrafo b) del apdo 1 del artículo 206, asumiendo en esta caso la aportación que corresponde al trabajador en su totalidad por todo el período que se descuente como consumido, incluso cuando no se haya solicitado la prestación por desempleo y sin solución de continuidad se pase a una situación de incapacidad permanente o jubilación, o se produzca el fallecimiento del trabajador que dé derecho a prestaciones de muerte y supervivencia. Cuando el trabajador se encuentre en situación de incapacidad temporal derivada de contingencias profesionales y durante la misma se extinga su contrato de trabajo, seguirá percibiendo la prestación por incapacidad temporal, en cuantía igual a la que tuviera reconocida, hasta que se extinga dicha situación legal de desempleo en el supuesto de que la extinción se haya producido por alguna de las causas previstas en el apartado 1 del artículo 208, y a percibir, si reúne los requisitos necesarios, la prestación por desempleo sin que, en este caso, proceda descontar del período de percepción de la misma el tiempo que hubiera permanecido en la situación de incapacidad temporal tras la extinción del contrato, o el subsidio por desempleo.” 6.2.2.- Base reguladora en caso de accidente no laboral (en situación de alta o asimilada al alta).

La base reguladora será el cociente que resulte de dividir por 28 la suma de las bases de cotización del interesado durante un período ininterrumpido de 24 meses, elegido por el beneficiario dentro de los 7 años inmediatamente anteriores a la fecha del hecho causante (artículo 7.1 Decreto 1646/1972, 23 junio, redacción RD

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1795/2003, de 26 diciembre.. Se aplica la legislación anterior a la Ley 26/85, por la que no habrá actualización de bases ni integración de lagunas.

En aquellos casos en que el trabajador proceda de una situación de alta o asimilada, sin obligación de cotizar, o

estando en alta, con obligación de cotizar, acredite un breve período de cotización (inferior a 24 meses consecutivos) y ese período está precedido por otro de alta o asimilada sin obligación de cotizar, se aplicará la fórmula más favorable entre:

- La norma de general aplicación (artículo 7 D 1646/1972) - El resultado de dividir por 28 la suma de los importes correspondiente a la base mínima de cotización de

trabajadores mayores de 18 años de los 24 meses inmediatamente anteriores a aquél en que se cause la prestación; y en el caso de contratos a tiempo parcial tomadas éstas en la cuantía correspondiente a la jornada laboral contratada en último término por el causante.

6.2.3.- Base reguladora en los casos de incapacidad absoluta y gran invalidez desde no alta. En estos casos de no alta, la base reguladora se calcula, si deriva de una enfermedad común, según las reglas examinadas en el apartado 6.3.1, es decir, el cociente resultante de dividir entre 112 la suma de las bases de cotización correspondientes a los 96 meses inmediatamente anteriores a aquél en que se produce el hecho causante, con actualización según la evolución del IPC de las 72 mensualidades más antiguas más el porcentaje que corresponda en función de los años cotizados. Respecto a las pensiones de incapacidad absoluta o gran invalidez derivadas de accidente no laboral a que se refiere el apartado 3 del artículo 138 (no alta), para el cómputo de la base reguladora, se aplicarán las reglas previstas en la norma a) del apartado 1 del artículo 140 (es decir, no se aplicará el porcentaje en función de los años cotizados). Se mantiene el número de mensualidades señaladas independientemente de la edad del trabajador en el momento del hecho causante. También se mantiene la actualización de bases e integración de lagunas de cotización. 6.2.4.- Base reguladora en los casos de accidente de trabajo y enfermedad profesional.

Se mantiene la regulación primitiva de estas prestaciones, sin que haya sufrido modificación alguna a pesar de la amplia reforma llevada a cabo por la Ley 26/1985 en materia de incapacidad permanente, de forma que se calcula de acuerdo con lo establecido en el Decreto de 22-6-1956. Se calcula la base reguladora aplicando la fórmula de los salarios reales en el año anterior al accidente laboral, sin que pueda exceder del tope máximo de cotización ni se inferior al tope mínimo, vigentes uno y otro al sobrevenir la incapacidad permanente. De esta manera, la base reguladora anual de la pensión la integran los siguientes conceptos: a) Sueldo diario: el que por jornada normal de trabajo perciba el trabajador en la fecha del accidente se

multiplicará por los 365 días del año. (salario mensual multiplicado por 12, salario hora multiplicado por el número de horas de trabajo pactadas para el año. Criterio 40/2004)

b) Gratificaciones o pagas extraordinarias computables, tanto de carácter fijo como voluntario: serán incluidas por su importe anual a la fecha del accidente.

c) Casa-habitación: será computada por el precio pactado por escrito y, en su defecto, por el 10 por 100 del salario.

d) Alimentación: será computada por el precio pactado por escrito y, en su defecto, por el 20 por 100 del salario. e) Beneficios o participación en los ingresos computables: su importe será el percibido por el trabajador en el año

anterior al accidente. f) Pluses y retribuciones complementarias computables: la suma total de las cantidades percibidas se dividirá por

el número de días efectivamente trabajados en la empresa en la que se accidentó, y el cociente se multiplicará por 273 ó los días laborables efectivos en la actividad de que se trate sea menor, en cuyo caso se aplicará el multiplicador que corresponda (Disposición Adicional 11ª del Real Decreto 4/1998, de 9 de enero), obteniéndose así el importe total anual computable. A estos efectos, el período realmente trabajado se fijará retroactivamente desde el día inmediatamente anterior al siniestro, sin que pueda exceder en ningún caso de un año.

g) Las horas extraordinarias, según establece la Subdirección General de Ordenación y Asistencia Jurídica del INSS, en escrito de 19/01/1999, se computan:

Si el número de horas extraordinarias es igual o mayor de 80, o siendo inferior a 80, se ha trabajo durante

todos los días laborables del año anterior al accidente: las cantidades cotizadas se tomarán por su valor nominal.

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Si el número de horas extraordinarias es inferior a 80 y, además, el trabajador no ha prestado servicios todos los días laborables del año anterior al accidente: La cuantía computable por horas extras será el resultado de multiplicar por 273 (o por el número de días laborables efectivos, si es menor) el cociente de dividir entre los días efectivamente trabajados las cantidades cobradas por dicho concepto, sin exceder del importe que resulte de multiplicar el promedio por el que se haya remunerado cada hora extraordinaria por el tope de 80 horas fijado en el artículo 35.2 del Estatuto de los Trabajadores.

La base reguladora será el resultado de dividir por 12 la suma de los conceptos a) a g). Los pensionistas, en estos casos, perciben consecuentemente doce mensualidades de su pensión.

Para los beneficiarios de pensión derivada de enfermedad profesional que se encuentren en situación de

inactividad laboral en la fecha del diagnóstico de la enfermedad, la base reguladora vendrá determinada por los salarios que, en la fecha del diagnóstico de la enfermedad profesional, perciban los que se encuentren realizando una actividad laboral de la misma categoría y condiciones de trabajo que la del interesado, sin computar a estos efectos los conceptos salariales que, por su especial carácter, deban excluirse, como son los aumentos periódicos por años de servicio y el incentivo correspondiente a los trabajos por unidad de obra realizada, si no se demuestra que real o legalmente eran de esta índole los habitualmente prestados. Cuando se trata de trabajadores a tiempo parcial:

*El salario diario, cuando el trabajador no preste servicios todos los días o su jornada de trabajo sea irregular o variable, será el que resulte de dividir entre 7 ó 30 el semanal o mensual pactado en función de la distribución de las horas de trabajo concretadas en el contrato para cada uno de esos períodos.

En los contratos de trabajo fijo-discontinuo, el salario diario será el que resulte de dividir, entre el número de días naturales de campaña transcurridos hasta la fecha del hecho causante, los salarios percibidos por el trabajador en el mismo período.

*Los complementos salariales, su cuantía en el año anterior al accidente, se divide entre el número de horas efectivamente trabajadas en ese período, multiplicando el resultado por la cifra que resulte de aplicar a 1826 el coeficiente de proporcionalidad entre la jornada habitual de la actividad y la que se recoge en el contrato.

6.2.5. Base reguladora en el supuesto de trabajador incapacitado durante la situación de jubilación parcial.

De acuerdo con el artículo 15 RD 1131/2002, si al trabajador, durante la situación de jubilación parcial, se

le declara una incapacidad permanente en los grados de absoluta, gran invalidez o total para la profesión que desempeñaba en el trabajo a tiempo parcial, para el cálculo de la base reguladora se tendrán en cuenta las bases de cotización correspondientes al período de trabajo a tiempo parcial, en la siguiente forma:

a) Las bases se incrementarán hasta el 100% de la cuantía que hubiera correspondido al trabajador de haber realizado en la empresa, en dicho período, el mismo porcentaje de jornada desarrollado antes de pasar a la situación de jubilación parcial y siempre que la misma se hubiera simultaneado con un contrato de relevo.

b) También procede incrementar las bases de cotización hasta el 100%, si la jubilación parcial se ha simultaneado con prestaciones sustitutorias del trabajo a tiempo parcial (ej: desempleo) y con un contrato de relevo. Si el cese en el trabajo se hubiese debido a despido disciplinario procedente, el incremento hasta el 100% sólo alcanzará el período anterior al cese.

Si no puede ser de aplicación el beneficio del incremento del 100%, cabe la opción:

a. Base reguladora, computando las bases de cotización realmente ingresadas durante la situación de jubilación parcial.

b. Base reguladora, calculada en la fecha en que se reconoció la jubilación parcial o, en su caso, en la fecha en que dejó de aplicarse el beneficio del incremento de las citadas bases de cotización (más las revalorizaciones que procedan).

6.2.6 Base reguladora en pluriactividad Cuando se acrediten cotizaciones a varios regimenes y no se cause derecho a pensión a uno de ellos, las bases de cotización acreditadas en este último régimen de pluriactividad, podrán ser acumuladas a las del Régimen en que se cause la pensión, exclusivamente para la determinación de la base reguladora de la misma, sin que la suma de las bases pueda exceder del límite máximo de cotización vigente en cada momento (Disposición Adicional 38ª LGSS, en la nueva redacción dada por la Ley 30/2005, de PGE para 2006). La aplicación de esta norma está condicionada por el grado de incapacidad permanente con el que se califique al trabajador y el derecho a una o más pensiones.

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6.2.7. Base reguladora durante la REDUCCIÓN DE JORNADA por cuidado de menor u otros familiares prevista en el art. 37.5 del estatuto de los trabajadores

Las cotizaciones realizadas durante los 2 primeros años del período de reducción de jornada por cuidado de algún menor de 8 años se computarán incrementadas hasta el 100% de la cuantía que hubiera correspondido si se hubiera mantenido sin dicha reducción la jornada de trabajo (art. 180.3 LGSS en su redacción dada por la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo).

Las cotizaciones realizadas durante el primer año del período de reducción de jornada por cuidado de una persona con discapacidad física, psíquica o sensorial, que no desempeñe una actividad retribuida se computarán incrementadas hasta el 100% de la cuantía que hubiera correspondido si se hubiera mantenido sin dicha reducción la jornada de trabajo (art. 180.3 LGSS en su redacción dada por la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo).

Las cotizaciones realizadas durante el primer año del período de reducción de jornada por cuidado de un familiar, hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, que por razones de edad, accidente o enfermedad no pueda valerse por si mismo, y que no desempeñe actividad retribuida se computarán incrementadas hasta el 100% de la cuantía que hubiera correspondido si se hubiera mantenido sin dicha reducción la jornada de trabajo (art. 180.3 LGSS en su redacción dada por la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo).

*En todos los casos y contingencias, la base reguladora de cada prestación no podrá rebasar el tope máximo que, a efectos de bases de cotización, se prevé en el artículo 110 de la Ley General de la Seguridad Social ( artº 120.2 L.G.S.S.). En los casos de pluriempleo, la base reguladora de las prestaciones se determinaría en función de la suma de las bases por las que se haya cotizado en las diversas empresas, siendo de aplicación a la base reguladora así determinada el tope máximo anteriormente mencionado.

6.3.- Limitaciones en el señalamiento inicial, complementos por mínimos y revalorización de pensiones. Aunque la cuantía de la prestación debería ser el resultado de aplicar el porcentaje correspondiente, según el grado de incapacidad, a la base reguladora de acuerdo con las reglas examinadas, este resultado debe someterse a la existencia de unos límites máximos y mínimos en la cuantía de las prestaciones. 6.3.1.- Limitaciones en el señalamiento inicial La LGSS establece en su artículo 47 que el importe inicial de las pensiones contributivas de la Seguridad Social por cada beneficiario no podrá superar la cuantía íntegra mensual que establezca anualmente la correspondiente Ley de Presupuestos Generales del Estado (LPGE). En aquellos supuestos en que en un mismo titular cause simultáneamente derecho a dos o más pensiones públicas, el importe conjunto a percibir estará sujeto al límite fijado anualmente en la LPGE. Este límite máximo de las pensiones, solas o concurrentes, está fijado para 2011 en 34.970,74 € euros anuales íntegros, lo que equivale a 14 pagas al año por un máximo de de 2.497,91 €, para 2011 íntegros mensuales. Para la distribución mensual del límite máximo anual de 34.970,74€, se tendrá en cuenta la particularidad de las pensiones de accidente de trabajo y enfermedad profesional, cuya pensión inicial más las revalorizaciones anteriores a las del año 1974 se abonan en doce pagas, en tanto que, desde ese mismo año, las revalorizaciones se abonan en catorce. Reglas para la aplicación del límite máximo de pensiones públicas en supuestos de concurrencia de pensiones: Concurrencia simultánea: En los casos de concurrencia simultánea, si la suma total de las pensiones supera el límite máximo establecido, el importe de las mismas se reducirá de forma proporcional hasta absorber el exceso. Se entenderá que las pensiones concurrentes se han causado simultáneamente, cuando sea la misma fecha de efectos económicos de la pensiones, con independencia del momento en que se dicten las resoluciones o actos de reconocimiento (artículo 11.5 del Real Decreto 2127/2008, de 26 de diciembre). Concurrencia sucesiva: En los casos de concurrencia sucesiva, esto es, cuando se efectúe el señalamiento inicial de una pensión pública a favor de quien ya estuviera percibiendo otra u otras pensiones públicas, la regla general es que si la suma conjunta del importe íntegro de todas ellas superase el límite máximo establecido, se minorará o

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suprimirá el importe íntegro a percibir como consecuencia del último señalamiento hasta absorber la cuantía que exceda del referido límite. 6.3.2.- Complementos por mínimos Los beneficiaros de pensiones del sistema de la Seguridad Social, en su modalidad contributiva, que no perciban rentas de capital o trabajo personal o que, percibiéndolas, no excedan de la cuantía que anualmente establezca la correspondiente LPGE, tendrán derecho a percibir los complementos necesarios para alcanzar la cuantía mínima de las pensiones, en los términos que legal o reglamentariamente se determinen (artículo 50 LGSS). Los complementos por mínimos no tienen carácter consolidable, siendo absorbibles con cualquier incremento futuro que puedan experimentar las percepciones del interesado, ya sea en concepto de revalorizaciones o por reconocimiento de nuevas prestaciones de carácter periódico que den lugar a la concurrencia de pensiones. Cada año se fijan las cuantías mínimas de las pensiones de incapacidad permanente, distinguiendo varios supuestos: según el grado reconocido, la edad (mayor o menor de 65 años) y la existencia o no de cónyuge a cargo. En todos estos supuestos la cuantía es más elevada si existe cónyuge a cargo. Se considera que existe cónyuge a cargo del titular de la pensión cuando aquél conviva con el pensionista y dependa económicamente del mismo. Asimismo, se entiende que existe dependencia económica del cónyuge cuando concurran las siguientes circunstancias:

o Que el cónyuge no sea, a su vez, titular de una pensión a cargo de un régimen básico público de previsión social.

o Que los rendimientos por cualquier naturaleza del pensionista y de su cónyuge, excluida la pensión a complementar, resulten inferiores a la cuantía fijada anualmente.

Actualmente, están previstas cuantías mínimas por las siguientes prestaciones de incapacidad permanente:

Gran invalidez con incremento del 50 por 100 (en el mínimo asignado están comprendidos los dos elementos que integran la pensión).

Incapacidad permanente absoluta. Incapacidad permanente total de titulares con 65 años o más años. Incapacidad permanente total de titulares con edad entre 60 y 64 años. Incapacidad permanente total cualificada a titulares menores de 60 años, establecido por Disposición

adicional primera de la Ley 40/2007 de medidas Seguridad Social, que prevé que la correspondiente LPGE establezca este cómputo por mínimos.

MEJORA DE LAS PENSIONES DE MENOR CUANTÍA, A FAVOR DE LAS UNIDADES FAMILIARES UNIPERSONALES: (Disposición adicional vigésima cuarta de la Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de medidas en materia de Seguridad Social).

Los perceptores de pensiones contributivas del sistema de la Seguridad Social por las contingencias de jubilación, incapacidad permanente y viudedad, que formen una unidad económica unipersonal, y que tengan que hacer frente con su pensión al mantenimiento de un hogar, experimentarán durante los próximos cuatro años subidas adicionales de su complemento para mínimos, que les permitan alcanzar en ese período los niveles de renta mínimos necesarios para el sostenimiento de su hogar. En la adopción de esta medida se tendrán en cuenta los ingresos de que disponga el pensionista, así como el patrimonio, excluida su vivienda habitual.

La financiación del complemento a mínimos se realizará con cargo a la aportación de los Presupuestos Generales del Estado a la Seguridad Social.

Concepto de unidad familiar unipersonal

El concepto de unidad familiar unipersonal viene definido, de acuerdo con la Disp. Adic 24ª de la Ley 40/2007, en el art. 7.3 del Real Decreto 2007/2009, de 23 de diciembre, sobre revalorización de las pensiones del sistema de la Seguridad Social y de otras prestaciones sociales públicas para el ejercicio 2010, en base a dos criterios:

a. esta unidad familiar se constituye cuando el pensionista no es titular de pensión con cónyuge a cargo ni de cónyuge no a cargo, y su estado civil es el de soltero/a, viudo/a , divorciado/a o separado/a, y

b. ha de acreditar las condiciones de límite de renta y patrimonio que le hagan acreedor al complemento por mínimos.

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6.3.3.- Revalorización

Con el fin de proteger a los pensionistas de la pérdida de poder adquisitivo derivada de la depreciación monetaria, la LGSS establece en su artículo 48 que las pensiones de la Seguridad Social en su modalidad contributiva, incluido el importe de pensión mínima, serán revalorizadas al comienzo de cada año, en función del correspondiente índice de precios al consumo previsto para dicho año. Si el índice de precios al consumo acumulado, correspondiente al período comprendido entre noviembre del ejercicio anterior y noviembre del ejercicio económico a que se refiere la revalorización, fuese superior al índice previsto, y en función del cual se calculó dicha revalorización, se procederá a la correspondiente actualización de acuerdo con lo que establezca la respectiva LPGE. A tales efectos, a los pensionistas cuyas pensiones hubiesen sido objeto de revalorización en el ejercicio anterior, se les abonará la diferencia en pago único, antes del 1 de abril del ejercicio posterior. En cualquier caso, el importe de la pensión, una vez revalorizada, estará limitado a la cantidad máxima fijada anualmente, de tal manera que las pensiones que excedan de dicho límite no se revalorizarán (artículo 49 LGSS). La revalorización se aplicará al importe mensual que tuviese la pensión a 31 de diciembre del año anterior al que se aplica, con exclusión, entre otros de los siguientes conceptos:

o Los complementos por mínimos. o El recargo de prestaciones económicas por falta de medidas de seguridad e higiene el trabajo.

Para la revalorización de las pensiones por incapacidad permanente derivadas de accidente de trabajo o enfermedad profesional se tendrá en cuenta:

a) El importe anual de la pensión se dividirá por 14, y el cociente resultante se considerará como importe mensual de la pensión, a efectos de aplicar la revalorización general.

b) Para la determinación de los complementos por mínimos, se procede de la misma forma indicada en el párrafo precedente, si bien se partirá de la pensión ya revalorizada conforme dispone este. Cuando el cociente obtenido fuese inferior a la cuantía mínima establecida para las pensiones de su clase, la diferencia constituirá el complemento por mínimo.

c) El aumento que resulte de la aplicación de lo dispuesto en el párrafo a) y, en su caso, en el b) incrementará el importe de cada mensualidad de la pensión, salvo las correspondientes a junio y noviembre, en las que dicho incremento será doble. Suspensión de la revalorización de las pensiones: La revalorización anual de las pensiones ha quedado suspendida para el ejercicio 2011 como consecuencia de las medidas extraordinarias y urgentes para la reducción del déficit público adoptadas por Real Decreto-Ley 8/2010, de 20 de mayo (BOE 24/05), excepto para las pensiones mínimas del Sistema de la Seguridad Social, las pensiones del extinguido SOVI no concurrentes y las pensiones no contributivas. Igualmente, se suspende para el ejercicio 2011 la aplicación de lo dispuesto en el apartado 1.2 del artículo 48 de la Ley General de la Seguridad Social (desviación IPC), excepto para las pensiones mínimas del Sistema de la Seguridad Social, las pensiones del SOVI no concurrentes y las pensiones no contributivas.

7- COMPATIBILIDAD – INCOMPATIBILIDAD DE LA INCAPACIDAD PERMANENTE Principio de incompatibilidad de pensiones: El artículo 122.1 de la LGSS establece que las pensiones de este Régimen General serán incompatibles entre si cuando coincidan en un mismo beneficiario, a no ser que expresamente se disponga lo contrario, legal o reglamentariamente. En caso de incompatibilidad, quien pudiera tener derecho a dos o más pensiones optará por una de ellas. La pensión de incapacidad permanente es incompatible con otra pensión del mismo régimen causada por el mismo beneficiario, debiendo optar por una de ellas.

Esto será también de aplicación a las de cualquier otro Régimen del Sistema. No cabe el reconocimiento simultáneo de varias pensiones de incapacidad, salvo que se otorguen por distintos regímenes, en cuyo caso desde una situación de alta o asimilada a la de alta se deberán reunir de manera separada los requisitos de acceso según las normas de cada Régimen, y desde no alta se deberán acreditar 15 años de cotizaciones superpuestas. La incompatibilidad es entre pensiones, por ello la indemnización por lesiones permanentes no invalidantes y la incapacidad permanente parcial son compatibles con prestaciones de incapacidad permanente si las lesiones son totalmente independientes.

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La Ley de Consolidación y Racionalización del Sistema de la Seguridad Social prevé que el régimen de incompatibilidades de los distintos grados de incapacidad sea objeto de desarrollo reglamentario por el Gobierno, previo informe del Consejo General del Instituto Nacional de la Seguridad Social, pero mientras esto no suceda, la situación es la siguiente: 7.1 La percepción de la pensión de incapacidad permanente es con otras prestaciones: COMPATIBLE

⇒ Con la percepción de pensión de viudedad de cualquier régimen. ⇒ De acuerdo con el artº 179.3 LGSS, en la nueva redacción dada por de la disposición final tercera de la Ley

26/2009, de 23 de diciembre, LPGE para 2010, los huérfanos incapacitados para el trabajo con derecho a pensión de orfandad, cuando perciban otra pensión de la Seguridad Social en razón de la misma incapacidad, podrán optar entre una y otra. Cuando el huérfano haya sido declarado incapacitado para el trabajo con anterioridad al cumplimiento de la edad de 18 años, la pensión de orfandad que viniera percibiendo será compatible con la incapacidad permanente que pudiera causar después de los 18 años, como consecuencia de unas lesiones distintas a las que dieron lugar a la pensión de orfandad, o en su caso, con la pensión de jubilación que pudiera causar en virtud del trabajo que realice por cuenta propia.

⇒ Con la percepción de otra pensión de incapacidad de régimen distinto (siempre que ambos regímenes puedan otorgar de forma independiente la pensión, sin necesidad de acudir al otro para su derecho y/o cuantificación).

⇒ Con la percepción de una pensión de jubilación de régimen distinto, siempre que cada una de ellas pueda ser reconocida y cuantificada con las cotizaciones correspondientes a cada uno de los regímenes.

⇒ Con la pensión de jubilación/invalidez no contributiva. Cuando se tenga conocimiento de que el interesado viene percibiendo una PNC, se comunicará al órgano competente de la Comunidad Autónoma encargado de la gestión de estas prestaciones de la concesión de la pensión de I. Permanente (mediante resolución administrativa o judicial) a fin de que éste revise su cuantía, si procede.

⇒ Las pensiones de accidentes de trabajo causadas con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Social (01-01-1967), que fueron reconocidas al amparo del Reglamento de 22-06-1956, son compatibles con cualquier otra pensión (Resoluciones de la Dirección General de Previsión de 23-01-1968, de la Dirección General de la Seguridad Social de 22-02-1971 y 29-09-1972, y de la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social de 15-01-1998).

INCOMPATIBLE:

⇒ Con la percepción de una pensión de jubilación del mismo régimen, debiéndose optar por una de ellas. ⇒ Con la percepción de una pensión de jubilación reconocida por régimen distinto si, para la acreditación del

derecho o para el perfeccionamiento del mismo, se hubiera tenido que acudir al régimen que reconoce la incapacidad permanente (situación de alta o asimilada, acreditación de la carencia, importe de la base reguladora).Debe de optarse por una de las pensiones.

⇒ En el caso de incapacidad permanente absoluta y gran invalidez, con la pensión de jubilación parcial ⇒ En el caso de incapacidad permanente total, con la pensión de jubilación parcial derivada del mismo trabajo

desde el que se originó la incapacidad. Esta incompatibilidad no incluye la jubilación causada en el Régimen de Clases Pasivas del Estado, salvo que para la concesión de algunas de las dos pensiones se hubiera aplicado el cómputo recíproco de cotizaciones entre Seguridad Social y Clases Pasivas (Criterio 2001/8, RJ 3/2007).

7.2 la percepción de la pensión de incapacidad permanente con el trabajo:

Se puede simultanear la percepción de la pensión de incapacidad permanente con el desempeño de actividades productivas, siempre y cuando estas actividades sean compatibles con el estado del incapacitado y no representen un cambio en sus capacidades de trabajo a efectos de revisión.

La incapacidad permanente es compatible con el trabajo por cuenta ajena o propia. Pero esta incompatibilidad tiene sus propias normas según el grado de incapacidad reconocido.

⇒ La incapacidad permanente parcial es compatible con todo trabajo. ⇒ En caso de incapacidad permanente total para la profesión habitual la pensión vitalicia correspondiente será

compatible con el salario que pueda percibir el trabajador en la misma empresa o en otra distinta (en una profesión distinta), con el alcance y en las condiciones que se determinen reglamentariamente (art. 141.1

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LGSS). El artículo 141.1 de la LGSS dispone que, en caso de incapacidad permanente total, la pensión vitalicia correspondiente será compatible con el salario que pueda percibir el trabajador en la misma empresa o en otra distinta, en la medida en que no sean los propios de la profesión habitual por la cual se concedió la pensión.

⇒ Según el artículo 141.2 de la LGSS, las pensiones de incapacidad permanente absoluta y gran invalidez no impedirán el ejercicio de aquellas actividades, sean o no lucrativas, compatibles con el estado del inválido y que no representen un cambio en su capacidad de trabajo a efectos de revisión.

⇒ El incremento del 20% de la incapacidad permanente total es incompatible con la realización de trabajos por cuenta ajena o por cuenta propia, incluidos en el campo de aplicación del sistema de la Seguridad Social (artículo 141.1 LGSS y artículo 6.4 del Decreto 1646/1972, de 23 de junio).

El percibo del incremento del 20% será incompatible: Con el trabajo. El abono del incremento queda en suspenso cuando el beneficiario obtenga un empleo

(artículo 6.4 Decreto 1646/1972). Con la percepción de prestaciones sustitutorias del salario. También quedará en suspenso cuando el

beneficiario perciba prestación o subsidio de desempleo, incapacidad temporal o cualquier otra prestación compensatoria de la pérdida de un trabajo o empleo.

Con el percibo de pensión de jubilación de otro régimen, aunque dicha pensión fuera compatible con la actividad laboral de la que haya derivado la incapacidad permanente.

Con el percibo de haberes militares en reserva activa, estos haberes se consideran ingresos sustitutivos de rentas de trabajo.

En el supuesto de trabajadores por cuenta propia de los regimenes Agrario, Mar y autónomos, el percibo del 20% es incompatible con la titularidad de una explotación agraria o marítimo-pesquera o de un establecimiento mercantil o industrial como propietario, arrendatario, usufructuario u otro concepto análogo. (art. 58 Decreto 3772/1972, de 23 de diciembre, art. 75.4 Decreto 1867/1970, de 9 de julio y art. 38.1 Decreto 2530/1970, de 20 de agosto, modificados por los arts. 1, 2 y 3 RD 463/2003, de 25 abril).

El pensionista debe comunicar la realización del trabajo por cuenta ajena o propia, al INSS (artículo 2 RD 1071/1984, de 23 de mayo), teniendo en cuenta que si tales trabajos dan lugar a su inclusión en algún Régimen de Seguridad Social, el empresario o él mismo ha de causar alta y cotizar, so pena de cometer una falta leve, sancionable con la pérdida de una mensualidad de la pensión, con independencia de la obligación de devolver los importes indebidamente percibidos. Los pensionistas de incapacidad permanente por enfermedad profesional sólo podrán realizar trabajos por cuenta ajena si han obtenido previamente autorización del INSS, que es la Entidad Gestora que tiene atribuida la protección por enfermedad profesional. El cumplimiento de estas obligaciones se entiende sin perjuicio de las facultades de revisión de la incapacidad permanente que asisten al INSS, así como de la posible incompatibilidad entre el percibo de la pensión y el trabajo desarrollado. Si se constata mejoría se podrá modificar o extinguir la pensión, y si no existe mejoría, en función de la incompatibilidad que pueda existir entre la pensión y el trabajo, podrá suspenderse la pensión cuando la actividad laboral exceda de los límites del artículo 141.2 de la LGSS. 7.3 La percepción de la pensión de incapacidad permanente con desempleo ⇒ Si el trabajador está percibiendo la prestación o subsidio por desempleo y pasa a ser pensionista de

incapacidad, puede optar entre seguir percibiendo desempleo hasta su agotamiento o la pensión que le corresponda por la incapacidad.

⇒ Si el trabajador pierde su empleo como consecuencia de haber sido declarado incapacitado en el grado de total, puede optar entre la prestación por desempleo y la pensión de incapacidad. Se entenderá que opta por la pensión cuando la haya sustituido por una indemnización a tanto alzado.

⇒ Si el trabajador, siendo ya incapacitado permanente, pierde el trabajo compatible con la pensión, tiene derecho a percibir la prestación por desempleo además de la pensión.

⇒ Cuando el trabajador esté percibiendo prestación por desempleo (que sea incompatible con el percibo de la pensión de incapacidad permanente) y, sin haberla agotado, es contratado para ejercer una actividad laboral distinta para la que fue declarado incapacitado, por un periodo que le da derecho a otra prestación de desempleo, y opta, al final de período de trabajo, por reabrir el derecho inicial de desempleo por el tiempo que le restaba, el percibo de ambas prestaciones (pensión y desempleo no agotado) causadas por la misma actividad para la que fue declarado incapacitado seguirán siendo incompatibles.

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⇒ Sin embargo, si el interesado opta por percibir la prestación de desempleo correspondiente al desarrollo de actividad distinta de la que motivó su declaración de incapacidad, este percibo será compatible con la pensión de IPT.

8.- LESIONES PERMANENTES NO INVALIDANTES 8.1.- Concepto

Según determina el artículo 150 de la L.G.S.S. son las lesiones, mutilaciones y deformidades de carácter definitivo, causadas por accidentes de trabajo o enfermedades profesionales que, sin llegar a constituir una incapacidad permanente, supongan una disminución o alteración de la integridad física del trabajador y aparezcan recogidas en el baremo anejo en las disposiciones de desarrollo de esta Ley, que serán indemnizadas, por una sola vez, con las cantidades alzadas que en el mismo se determinan, por la entidad que estuviera obligada al pago de las prestaciones de incapacidad permanente, todo ello sin perjuicio del derecho del trabajador a continuar al servicio de la empresa.

8.2.- Baremo vigente Es el establecido en la Orden de 18 de abril de 2005, que actualiza los importes de la anterior orden de 16 de enero de 1991 en función de la evolución del IPC producido desde 1991; dicha Orden de 1991 multiplicaba por 6 los importes establecidos en la Orden de 5-4-1974, modificada por Orden de 11-5-1988 para su adaptación al principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres en materia de Seguridad Social. El baremo se divide en 6 epígrafes, diferenciando las lesiones según la parte del cuerpo afectada. Los epígrafes son: I. Cabeza y cara, II. Aparato genital, III: Glándulas y vísceras, IV. Miembros superiores, V. Miembros inferiores, VI. Cicatrices no incluidas en los epígrafes anteriores.

8.3.- Requisitos La protección sólo se dispensa en los casos en que las lesiones hayan sido causadas por accidente de trabajo o enfermedad profesional. No caben, por tanto, prestaciones derivadas de enfermedad común o accidente no laboral. No se concede esta prestación en aquellos Regímenes que no contemplen la prestación por contingencias profesionales, están excluidos los trabajadores del Régimen Especial de Empleados de Hogar. Los trabajadores víctimas de actos terroristas pueden ser beneficiarios de esta indemnización si el acto terrorista que motivó las lesiones tiene la consideración de accidente de trabajo, tal como está configurada esta contingencia en el artículo 115 de la L.G.S.S. Debe existir alta médica por curación o informe propuesta para valoración de secuelas. Los trabajadores deben estar afiliados y en alta (artículo 151 LGSS), aunque en todo caso, al tratarse de contingencias profesionales estaríamos en un alta de pleno derecho. 8.4.- Contenido de la prestación La prestación consiste en una indemnización con las siguientes características: - Se concede por una sola vez. - Su cuantía está fijada por baremo. - Es compatible con el trabajo en la misma empresa. - Es incompatible con las prestaciones económicas establecidas para la incapacidad permanente, salvo en el caso de que dichas lesiones sean totalmente independientes de las que hayan sido tomadas en consideración para declarar tal incapacidad y el grado de la misma. - La cuantía se incrementa de un 30 a un 50 por 100 a cargo del empresario infractor en el supuesto de falta de medidas de seguridad e higiene en le trabajo. 9.-NORMAS ESPECIALES PARA SUPUESTOS DERIVADOS DE ACCIDENTE DE TRABAJO Y ENFERMEDAD PROFESIONAL

En relación con las condiciones de acceso al derecho a las prestaciones de incapacidad permanente, en aquellos supuestos en que la contingencia causante sea de origen profesional, es decir, un accidente de trabajo o una enfermedad profesional, se establecen una serie de particularidades, en el sentido de facilitar el acceso a la prestación:

a) No es necesario acreditar ningún período previo de cotización.

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b) A los trabajadores se les considera en situación de alta, alta de pleno derecho, aunque el empresario hubiese incumplido sus obligaciones, y ello sin perjuicio de la responsabilidad empresarial que resulte procedente por su incumplimiento.

c) Las prestaciones se incrementarán, según la gravedad de la falta, de un 30 a un 50 por 100, cuando la lesión se produzca por máquinas, artefactos o instalaciones, centros o lugares de trabajo que carezcan de los dispositivos de precaución reglamentarios, los tengan inutilizados o en malas condiciones, o cuando no se hayan observado las medidas generales o particulares de seguridad e higiene en el trabajo, o las elementales de salubridad o las de adecuación personal a cada trabajo. (artículo 123 LGSS). La responsabilidad del pago del recargo recaerá directamente sobre el empresario infractor y no podrá ser objeto de seguro alguno, siendo nulo de pleno derecho cualquier pacto o contrato que se realice para cubrirla, compensarla o transmitirla. No cabe, tampoco, responsabilidad subsidiaria del INSS en supuestos de insolvencia del empresario. La responsabilidad del empresario infractor es independiente y compatible con las de todo orden, incluso penal, que puedan derivarse de la infracción. Según la sentencia del Tribunal Supremo de 17 de mayo de 2004, dictada para unificación de doctrina, carece de fundamento legal la previsión contenida en el artículo 16.2 de la Orden de 18-01-1996, según la cual debe paralizarse el expediente administrativo para la imposición del recargo, cuando exista un procedimiento penal por los mismos hechos. Indica el TS que el RD 1300/95, en cuyo desarrollo se dictó la Orden citada, no contiene norma alguna que autorice la suspensión en la tramitación del expediente. Se fundamenta también la sentencia en el artículo 86.1 de la Ley de Procedimiento Laboral, conforme al cual, en ningún caso se suspenderá el procedimiento por seguirse causa criminal sobre los hechos debatidos, y en el hecho de que la imposición de recargo no afecta al principio “non bis in ídem” (no dos veces en lo mismo), al ser compatible con la cuantía de su importe con las que puedan derivarse de la causa penal. Por tanto: No procede suspender el procedimiento de recargo como consecuencia de la existencia de un proceso judicial penal por los mismos hechos. Se mantiene la procedencia de acordar la suspensión del procedimiento, cuando se conozca la existencia de acta de infracción impugnada en virtud de alegaciones y pruebas que pudieran determinar la inexistencia de falta de medidas de seguridad, o que, existiendo tal falta, no hubiera sido causa del accidente de trabajo o enfermedad profesional. Los incrementos de pensión que impongan las declaraciones de responsabilidad empresarial se abonarán después de que se constituya el correspondiente capital por la empresa obligada, sin que en ningún caso proceda al anticipo por la entidad gestora. Los Directores provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social declararán la responsabilidad empresarial que proceda por falta de medidas, cualquiera que sea la contingencia de que se trate, y determinarán el porcentaje en que se hayan de incrementar las prestaciones económicas. La resolución habrá de motivarse con expresión de las circunstancias concurrentes en el supuesto planteado, la disposición infringida, la causa concreta de las enumeradas en el artículo 123 de la LGSS y el porcentaje sobre la cuantía de las prestaciones que se considere procedente.

d) Los pensionistas por enfermedad profesional podrán realizar trabajos por cuenta ajena, siempre con autorización previa de la Entidad gestora, teniendo en cuenta la naturaleza y condiciones del trabajo a realizar y las circunstancias que concurren en la enfermedad profesional de trabajo. Los empresarios que los empleen deberán comprobar, antes de admitirles al trabajo, que han obtenido esta autorización. El incumplimiento por parte del empresario o del trabajador de estas obligaciones podrá dar lugar a las sanciones previstas en la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el orden social.

e) A partir del 21 de diciembre de 2003, fecha de entrada en vigor de la LOR Ley Orgánica 14/2003, de 20 de noviembre, de Reforma de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, y para los hechos causantes producidos desde el citado momento, a la hora de reconocer las prestaciones que gestiona el Instituto Nacional de la Seguridad Social, se considerará al extranjero que trabaja en España sin la preceptiva autorización gubernativa, como un trabajador que no está dado de alta por el empresario, debiendo estarlo, con las consecuencias legales de todo orden que tal incumplimiento comporta, de conformidad con la legalidad vigente.

10.-NACIMENTO, EFECTOS ECONÓMICOS, DURACIÓN Y EXTINCIÓN DEL DERECHO A INCAPACIDAD PERMANENTE 10.1.- Nacimiento y efectos económicos

El derecho a las prestaciones económicas por incapacidad permanente nace, cuando concurran las condiciones de acceso a las mismas, mediante resolución expresa del Director Provincial de la Entidad gestora (INSS o ISM).

Los efectos económicos de las prestaciones de incapacidad permanente, es decir, el momento a partir del cual se tiene derecho a percibir la prestación, nacen para cada grado de incapacidad:

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a) Incapacidad permanente parcial: - Se hace efectiva la prestación en un solo pago, tras adoptarse la resolución definitiva en vía administrativa.

b) Incapacidad permanente total, absoluta y gran invalidez:

- Si deriva de una incapacidad temporal previa y extinguida (por agotamiento de 18 meses de plazo máximo o por alta con propuesta), los efectos económicos se inician desde el día siguiente al de la extinción de esta situación, salvo que la prestación reconocida de incapacidad permanente resulte inferior a la que en prórroga de efectos de la IT venía percibiendo el interesado, o se haya demorado la calificación, en cuyo caso, los efectos nacerán desde dicha calificación, es decir, en la fecha de la resolución del Director provincial del INSS (en la práctica administrativa, en la fecha de la propuesta de la resolución, según criterio del INSS, que dice: La imposibilidad de actuar, a la hora de elaborar la propuesta de resolución del procedimiento y cálculo del primer pago, con una fecha futura incierta –la de la resolución del Director provincial del INSS- , obliga a que el procedimiento administrativo se articule en este punto sobre el acto de trámite más próximo en el devenir procedimental al definitivo de la resolución, que es el de la elaboración material de la misma como propuesta, sujeta a fiscalización previa) .

- Cuando la cuantía de la pensión reconocida sea superior a la percibida durante la prórroga de los efectos económicos de la IT, los efectos económicos se retrotraerán al momento en que se haya agotado dicha prestación y se deducirán, del importe a abonar, las cantidades que se hubieran satisfecho durante ese período.

- Si no ha existido incapacidad temporal o a pesar de existir esta no se ha extinguido, los efectos económicos serán desde la fecha de emisión del dictamen-propuesta del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI).

- El incremento del 20 por 100 de la base reguladora, para los supuestos de mayores de 55 años, tendrán efectos desde la fecha de la solicitud de este incremento, con una retroactividad máxima de 3 meses siempre que durante ese período ya tuvieran cumplidos 55 años.

- La sustitución de la pensión por la indemnización a tanto alzado será efectiva a partir de la resolución favorable del Subdirector General de Ordenación y Asistencia Jurídica del INSS (que actúa por delegación del Director General del INSS).

- En los grados de incapacidad permanente absoluta y gran invalidez desde la situación de no alta, los efectos económicos se producen desde el momento de la solicitud y, en consecuencia, excepcionalmente en tal supuesto, también se entenderá producido el hecho causante en dicho momento. 10.2.- Devengo y responsabilidad del pago Las pensiones de incapacidad permanente se devengan por mensualidades naturales vencidas, con dos pagas extraordinarias que se abonan junto con las ordinarias de junio y noviembre. Las pagas extraordinarias de las pensiones (derivadas de contingencias comunes en cualquiera de los regímenes) se abonarán en los meses de junio y noviembre, por un importe cada una de ellas, igual a la cuantía de la mensualidad ordinaria correspondiente a dichos meses. A tales efectos, los períodos de devengo estarán comprendidos entre el 1 de diciembre y el 31 de mayo del ejercicio siguiente, ambos inclusive, y entre el 1 de junio y el 30 de noviembre, también ambos inclusive, respectivamente. Será suficiente un día de abono de la pensión para el cómputo de la sexta parte integra de la paga extra correspondiente (artículo 2 de la Orden de 25 de junio de 2001, para la aplicación y desarrollo del Real Decreto 771/1997, de 30 de mayo, por el que se establecen reglas de determinación de los importes de las pagas extraordinarias de las pensiones de la Seguridad Social). a) Importe de las pagas extraordinarias en supuestos de reconocimiento inicial de la pensión o

reanudación del percibo de la misma: Si la pensión inicial o reanudación tiene efectos en el período comprendido entre el 1/12 y 31/05, ambos inclusive, la paga extra correspondiente al mes de junio se abonará en razón de 1/6 por cada uno de los meses comprendidos entre los efectos económicos del reconocimiento o reanudación y el mes de mayo, ambos inclusive. Cada sexta parte se calculará tomando la cuantía de pensión ordinaria abonada en el mes de junio.

b) Importe de las pagas extraordinarias en los supuestos de suspensión de percibo de la pensión o extinción de la misma (FINIQUITO): cualquiera que sea la causa, la paga extra, posterior a la última percibida, se entenderá devengada el día 1 del mes en que se acuerde la suspensión o se produzca la causa de la extinción, y se abonará, junto con la última mensualidad de la pensión a que se tuviese derecho o como pensión devengada y no percibida, aplicando las siguientes reglas especiales:

a. La paga extra de junio se abonará en razón de una sexta parte por cada uno de los meses comprendidos entre el mes de diciembre del año anterior y el mes en que se produce la extinción, ambos inclusive. Cada sexta parte se calculará tomando la cuantía de la pensión ordinaria correspondiente al mes en que se acuerde la suspensión o se produzca la causa de extinción.

b. La paga extra de noviembre se abonará en razón de una sexta parte por cada uno de los meses comprendidos entre el mes de junio del mismo año el mes en que se produce la extinción, ambos

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inclusive. Cada sexta parte se calculará tomando la cuantía de la pensión ordinaria correspondiente al mes en que se acuerde la suspensión o se produzca la causa de extinción.

c) Advertencias: a. A todas las pensiones que se suspenden o se extinguen a partir del 31 de mayo de 2002, se les

aplican las reglas de cálculo del finiquito detallas anteriormente. b. Será suficiente un día de abono de la pensión para el cómputo de la sexta parte íntegra de la paga

extraordinaria del mes correspondiente. c. Cuando se produzca la extinción de una pensión y el reconocimiento sucesivo de otra dentro del

mismo mes, en el cálculo de las pagas extraordinarias que correspondan, y al objeto de no duplicar el abono del sexto correspondiente al mes de baja y alta de las respectivas pensiones, se incluirá la sexta parte del citado mes en la paga extraordinaria de la pensión que se extingue, siempre que se tenga derecho al finiquito. En caso contrario, se abonará la sexta parte de dicho mes en la paga extraordinaria de la nueva prestación.

Como particularidad, las pensiones derivadas de contingencias profesionales se abonan de doce mensualidades, ya que las pagas extraordinarios están prorrateadas en las mensualidades ordinarias, al haber ya sido tenidas en cuenta en la cuantía de la base reguladora de la pensión. De acuerdo con el artículo 25 la Orden de 15-4-1969 el pago de las prestaciones económicas por incapacidad permanente correrá a cargo de:

- En caso de enfermedad común y accidente no laboral: la Entidad Gestora (INSS o ISM). - En caso de enfermedad profesional: el INSS, como sucesor del extinguido Fondo Compensador de Accidentes de

Trabajo y Enfermedades Profesionales. - En caso de prestaciones de pago único por accidente de trabajo: el INSS o la Mutua de Accidentes de Trabajo y

Enfermedades Profesionales, en su caso, que tuviera a su cargo la protección de la incapacidad derivada de dicha contingencia.

- En caso de pensiones vitalicias por accidente de trabajo: el INSS, previa constitución en el caso de Mutuas responsables, del valor actual del capital coste de la pensión. Todo ello sin perjuicio de la responsabilidad empresarial, por incumplimiento de las obligaciones que en materia de afiliación, alta o cotización incumben a los empresarios. Los importes de los pagos mensuales de las pensiones y demás prestaciones de pago periódico han de figurar en la cuenta de los perceptores o a disposición del beneficiario en la entidad financiera colaboradora el primer día hábil del mes en que se realiza el pago y, en todo caso, antes del cuarto día natural del mismo. (Artículo 15 del Reglamento General de la Gestión Financiera de la Seguridad Social, aprobado por R. D. 1391/1995, de 4 de agosto, en redacción dada por RS 1891/1999, de 10 de diciembre).

10.3.- Suspensión Además de los supuestos de suspensión por la realización de trabajos declarados incompatibles, el derecho a las prestaciones económicas por incapacidad permanente podrá ser suspendido cuando se produzca alguna de las siguientes circunstancias (art. 23.1 OM 15-04-1969): - El beneficiario haya actuado fraudulentamente para obtener o conservar el derecho a las mismas. - La incapacidad sea debida o se haya agravado a consecuencia de imprudencia temeraria del beneficiario. - La incapacidad sea debida o se haya agravado a consecuencia de haber rechazado o abandonado, sin causa

razonable, el tratamiento sanitario que le hubiera sido indicado durante la situación de incapacidad temporal. - El beneficiario, sin causa razonable, rechace o abandone los tratamientos o procesos de readaptación y

rehabilitación procedentes. 10.4.- Extinción Las pensiones de incapacidad permanente se extinguirán en los supuestos siguientes: - Por revisión de la incapacidad declarada. - Por reconocimiento del derecho a la pensión de jubilación, cuando se opte por esta pensión. - Por fallecimiento del beneficiario.

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- Por concurrir alguna de las causas mencionadas en el apartado de suspensión si supone una infracción que afecte al cumplimiento y conservación de los requisitos que den derecho a la prestación y se dicte resolución administrativa definitiva al respecto.

- Por revisión de oficio dictada por la Entidad gestora en alguno de los casos que tal actuación esté legalmente permitida y de ella se derive la pérdida del derecho a la pensión.

11.- CALIFICACIÓN DE LA INCAPACIDAD PERMANENTE 11.1.- Competencias del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en materia de incapacidades laborales.

Corresponde al Instituto Nacional de la Seguridad Social, a través de los órganos que reglamentariamente se establezcan y en todas las fases de procedimiento, DECLARAR la situación de incapacidad permanente a los efectos de las prestaciones (artículo 143.1 L.G.S.S.).

En desarrollo de esta atribución genérica de funciones, se aprobó: - Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, por el que se desarrolla, en materia de incapacidades laborales del

sistema de la Seguridad Social, la Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social.

- Orden de 18-1-1996 para la aplicación y desarrollo del Real Decreto anterior. Es competencia del INSS cualquiera que sea la Entidad gestora o colaboradora que cubra la contingencia de que se trate (según establece el artículo 1.1 R.D.1300/1995): a) Evaluar, calificar y revisar la incapacidad y reconocer el derecho a las prestaciones económicas contributivas de

la Seguridad Social por incapacidad permanente, en sus distintos grados así como determinar las contingencias causantes de la misma.

b) Verificar la existencia de lesiones, mutilaciones y deformidades de carácter definitivo, no invalidantes, causadas por accidente de trabajo y enfermedad profesional, y reconocer el derecho a las indemnizaciones correspondientes.

c) Resolver la prórroga del período de observación médica de enfermedades profesionales y reconocer el derecho al subsidio correspondiente.

d) Determinar, en su caso, la Mutua de Accidentes de trabajo y Enfermedades Profesionales o empresa colaboradora responsable de las prestaciones que resulten procedentes en materia de incapacidades laborales y lesiones permanentes no invalidantes.

e) Declarar la responsabilidad empresarial que proceda por falta de alta, cotización o medidas de seguridad e higiene en el trabajo, y determinar el porcentaje que, en su caso, hayan de incrementarse las prestaciones económicas.

f) Evaluar la incapacidad para el trabajo a efectos del reconocimiento de la condición de beneficiario del derecho a las prestaciones económica por muerte y supervivencia, así como de las prestaciones del SOVI.

g) Declarar la extinción de la prórroga de los efectos económicos de la incapacidad temporal, en el momento que recaiga la correspondiente resolución por la que se reconozca o deniegue el derecho a prestación de incapacidad permanente.

h) Cuantas otras funciones y competencias le estén atribuidas por la legislación vigente en materias análogas a las enumeradas anteriormente, en cuanto Entidad Gestora de la Seguridad Social, y para las prestaciones cuya gestión tiene encomendada:

a. Emitir la baja a los exclusivos efectos de la prestación económica de incapacidad temporal en el supuesto de generación de un nuevo proceso de incapacidad temporal por la misma o similar patología, sin haber mediado una actividad laboral superior a seis meses, habiéndose extinguido el derecho al subsidio derivado del proceso anterior por agotamiento del plazo máximo de duración, siendo dado de alta médica del mismo sin declaración de incapacidad permanente, en vigor desde 1-01-2006, competencia implantada por el nuevo párrafo segundo del artículo 131 bis de la LGSS, en redacción dada por la Ley 30/2005 de 29 de diciembre.

b. Competencias que dispone el artículo 128.1.a) de la LGSS, en redacción por la Ley 30/2005, y mejorada la redacción añadiendo nuevos párrafos por la Ley 40/2007, de Medidas en materia de Seguridad Social, y cuya aplicación será de forma progresiva en el ámbito territorial que se determine mediante Resolución de la Secretaria de Estado de la Seguridad Social, como establece la disposición final 4ª de dicha Ley 40/2007(resolución de 16-01-2008): Agotado el plazo de duración de 12 meses previsto en el párrafo anterior, el INSS, a través de los órganos competentes para evaluar, calificar y revisar la incapacidad permanente del trabajador, será el único competente para reconocer

⇒ la situación de prórroga expresa con un límite de 6 meses más,

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⇒ o bien para determinar la iniciación de un expediente de incapacidad permanente, ⇒ o bien para emitir el alta médica, a los efectos previstos en los párrafos siguientes. ⇒ De igual modo, el INSS será el único competente para emitir una nueva baja médica en la situación

de incapacidad temporal cuando aquélla se produzca en un plazo de 180 días posterior a la antes citada alta médica por la misma o similar patología, con los efectos previstos en los párrafos siguientes

Artículo 1.2 RD 1300/1995: Para el ejercicio de las facultades señaladas en el apartado 1 anterior, serán competentes los Directores Provinciales del INSS de la provincia que tenga su domicilio el interesado.

11.2.-Composición del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI)

En cada Dirección Provincial del INSS se encuadran orgánica y funcionalmente un Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) que tiene como misión fundamental la formulación de dictámenes propuesta para la adopción por los Directores provinciales de dichas Gestoras de las resoluciones que procedan. Son dictámenes propuesta preceptivos que no tiene carácter vinculante en materia de incapacidad permanente y asuntos conexos.

En el ámbito de aplicación del Régimen de Trabajadores del Mar, los dictámenes-propuesta del Equipo de

Valoración de Incapacidades serán formulados ante el Director provincial del Instituto Social de la Marina, para que éste adopte la resolución que corresponda y proceda a su posterior notificación a las partes interesadas. (Disposición adicional 1º del RD 1300/1995).

Los Equipos están compuestos por un Presidente y cuatro Vocales:

El presidente será el subdirector/a provincial de incapacidad permanente del INSS o funcionario que designe el Director general del INSS. Los vocales, nombrados por el Director General del INSS, serán:

un médico/a inspector, propuesto por el Director provincial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, en su caso, por el órgano competente de la Comunidad Autónoma.

un facultativo/a médico, perteneciente al personal del INSS, un inspector de Trabajo y Seguridad Social, propuesto por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. un funcionario/a titular de un puesto de trabajo de la unidad encargada del trámite de las

prestaciones de incapacidad permanente de la correspondiente Dirección Provincial del INSS, quien ejerce las funciones de Secretario.

Cada uno de los miembros de los Equipos tendrá un suplente que sustituirá al titular en los casos de ausencia, vacante o enfermedad. También serán designados por el Director Provincial del INSS vocales: un experto en recuperación y rehabilitación, propuesto por el Instituto se Migraciones y Servicios

Sociales o por el órgano competente de la Comunidad Autónoma respectiva, cuando del expediente se deduzcan indicios razonables de recuperación.

un experto en seguridad e higiene en el trabajo, propuesto por el órgano competente del Estado o de la Comunidad Autónoma respectiva, cuando existan indicios de incumplimiento de las medidas de seguridad e higiene en el trabajo.

En principio, hay un solo Equipo de Valoración de Incapacidades por cada Dirección provincial del INSS, pero el Ministerio de Trabajo e Inmigración, a propuesta del INSS, podrá acordar, dentro de las dotaciones existentes, la constitución de más de un Equipo de Valoración de Incapacidades en aquellas Direcciones provinciales en las que el número de casos a resolver, o las características de algún sector laboral, así lo aconsejen. En la Comunidad Autónoma de Cataluña todavía no se han constituido los Equipos de Valoración de Incapacidades, funcionando transitoriamente el sistema anterior compuesto por la Comisión de Evaluación de Incapacidades (CEI) y la Unidad de Valoración Médica de Incapacidades.

11.3.- Funciones del Equipo de Valoración de Incapacidades El régimen de funcionamiento de los Equipos de Valoración de Incapacidades es el establecido para los órganos colegiados en el capítulo II del Título II de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.

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Serán sus funciones:

1.- Examinar la situación de incapacidad del trabajador y formular al Director provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (o Director provincial del ISM) los dictámenes-propuesta, preceptivos y no vinculantes, en materia de:

a. Anulación o disminución de la capacidad para el trabajo por existencia de situaciones de incapacidad

permanente, calificación de estas situaciones en sus distintos grados, revisión de las mismas por agravación, mejoría o error de diagnóstico, y contingencia determinante.

b. Determinación del plazo a partir del cual se podrá instar la revisión del grado de incapacidad por agravación o mejoría.

c. Procedencia o no de la revisión por previsible mejoría de la situación de incapacidad del trabajador a efectos de lo establecido en el artículo 48.2 del Estatuto de los Trabajadores (suspensión de la relación laboral que permite la reincorporación al puesto de trabajo por mejoría durante un período de dos años a contar desde la fecha de la resolución por la que se declare la incapacidad permanente).

d. Disminución o alteración de la integridad física del trabajador por existencia de lesiones permanentes no invalidantes, causadas por accidente de trabajo o enfermedad profesional.

e. Determinación de la incapacidad para el trabajo exigida para ser beneficiario de las prestaciones económicas por muerte y supervivencia (orfandad), así como las prestaciones por invalidez del SOVI.

f. Determinación del carácter común o profesional de la enfermedad que origine la situación de incapacidad o muerte del trabajador cuando le sea solicitado tal dictamen. El Real Decreto 1041/2005 de 5 de septiembre, ha procedido a la reforma de los artículos 61,80 y 87 del Reglamento de Colaboración de las Mutua, al objeto de adecuar su redacción a la competencia de las Direcciones provinciales del INSS (o ISM) a través de los Equipo de Valoración de Incapacidades, para la determinación de la contingencia causante de la situación de incapacidad temporal.

g. Procedencia o no de prorrogar el período de observación médica en enfermedades profesionales. h. Porcentaje de incremento de prestación que se propone y posibilidades de recuperación del trabajador, en el

caso de que de hubiera apreciado incumplimiento de las medidas de seguridad e higiene en el trabajo, artículo 10 OM 18-01-1996.

i. En relación con las nuevas competencias establecidas por el artículo 128.1 LGSS, formulará propuestas de resolución al Director provincial de alta médica, prorroga expresa de incapacidad temporal y iniciación de expediente de incapacidad permanente.

2.- Efectuar el seguimiento de los programas de control de las prestaciones económicas de incapacidad temporal y proponer al Director provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social la adopción de medidas adecuadas, en coordinación con los restantes órganos competentes en esta materia. 3.- Prestar asistencia técnica y asesoramiento en los procedimientos contenciosos en los que sea parte el Instituto Nacional de la Seguridad Social, en materia de incapacidades laborales, a requerimiento del Director provincial correspondiente de dicho Instituto. El Equipo de Valoración de Incapacidades del INSS debe emitir dictámenes médicos también:

1. En los procedimientos para el reconocimiento del derecho a las prestaciones de Clases Pasivas en los casos de: jubilación por incapacidad permanente para el servicio del personal civil, pensiones de orfandad a favor de huérfanos incapacitados, cualquiera que sea su legislación reguladora; pensiones por lesiones derivada de la guerra civil española. En los procedimientos anteriores, realizado el reconocimiento médico y, en su caso, las pruebas complementarias, el Equipo de Valoración de Incapacidades emitirá el correspondiente dictamen evaluador, según el tipo de prestación de que se trate, que será enviado al órgano de jubilación, o a la Dirección General de Costes de Personal y Pensiones Públicas, según proceda, en el plazo máximo de 3 meses (Artículo 2b de la Orden de 22-11-1996, que desarrolla la Disposición adicional 2ª del Real Decreto 397/1996, de 1 de marzo).

2. La calificación de las lesiones, a los efectos de los resarcimientos e indemnizaciones a las víctimas del terrorismo, contempladas respectivamente en el artículo 9 del Reglamento de ayudas y resarcimientos a las víctimas de delitos de terrorismo, aprobado por Real Decreto 288/2003, de 7 de marzo, así como en el artículo 20.5 del Reglamento de ejecución de la Ley 32/1999, de 8 de octubre, de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo, será llevada a cabo por Equipo de Valoración de Incapacidades número 1 de la Dirección Provincial del INSS de Madrid (Resolución de la Dirección General del INSS de 18 de marzo de 2003).

Para estos casos se integrará en el Equipo de Valoración de Incapacidades un representante del Ministerio del Interior, al efecto de la valoración del nexo causal de las lesiones con los hechos de naturaleza terrorista.

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En el ámbito de aplicación del Régimen de Trabajadores del Mar, los dictámenes-propuesta del Equipo de Valoración de Incapacidades serán formulados ante el Director Provincial del Instituto Social de la Marina. 11.4- PROCEDIMIENTO DE EVALUACIÓN Y CALIFICACIÓN DE LA INCAPACIDAD PERMANENTE El procedimiento administrativo de evaluación y calificación de la incapacidad permanente y a las indemnizaciones por lesiones permanentes no invalidantes, a través del cual se encauza la relación jurídica entre el solicitante de la prestación y la Entidad gestora, con las actuaciones correspondientes desde la presentación de la solicitud que inicia el procedimientos hasta la elaboración del acuerdo administrativo de resolución, con los efectos jurídicos, favorables o desfavorables, a la petición formulada, se realiza en tres fases: Para el ejercicio de las funciones de calificación y revisión de la incapacidad permanente será competente la Dirección Provincial del INSS de la provincia en que tenga su domicilio el interesado. Si el interesado residiese en el extranjero, la competencia para el ejercicio de las citadas funciones corresponderá a la Dirección Provincial del INSS en la que el causante acredite o alegue las últimas cotizaciones.

11.4.1.- Iniciación del procedimiento Dicho procedimiento puede iniciarse por tres vías diferentes:

a) Iniciación de oficio, por propia iniciativa de la Entidad gestora, o como consecuencia de petición razonada de la Inspección de Trabajo o del Servicio de Salud competente para gestionar la asistencia sanitaria de la Seguridad Social.

b) Iniciación a solicitud del propio trabajador o su representante legal. c) Iniciación a solicitud de las Mutuas de Accidentes de trabajo o de las empresas colaboradoras, en

aquellos asuntos que les afecten directamente.

a) Iniciación de oficio Las Direcciones provinciales del INSS iniciarán de oficio el procedimiento por propia iniciativa, cuando

consideren, por cualquier circunstancia, que el trabajador se encuentra en un estado que pueda ser constitutivo de incapacidad permanente y, expresamente cuando se extinga la situación de incapacidad temporal por el transcurso del plazo máximo y se emita, en su caso, alta médica por agotamiento de incapacidad temporal.

Artículoº 131.bis Ley General de la Seguridad Social: En el supuesto de que el derecho al subsidio se extinga por el transcurso del plazo máximo establecido en el apartado a) del número 1 del artículo 128 y el trabajador hubiese sido dado de alta médica sin declaración de incapacidad permanente, sólo podrá generarse un nuevo proceso de incapacidad temporal por la misma o similar patología si media un período de actividad laboral superior a 180 días o si el Instituto Nacional de la Seguridad Social, a través de los órganos competentes para evaluar, calificar y revisar la situación de incapacidad permanente del trabajador, emite la baja a los exclusivos efectos de la prestación económica por incapacidad temporal.…

2. Cuando la situación de incapacidad temporal se extinga por el transcurso del plazo de 545 días fijado en el párrafo primero de la letra a) del apartado 1 del artículo 128, se examinará necesariamente, en el plazo máximo de tres meses, el estado del incapacitado a efectos de su calificación, en el grado de incapacidad permanente que corresponda.

No obstante lo previsto en el párrafo anterior, en aquellos casos en los que, continuando la necesidad de tratamiento médico por la expectativa de recuperación o la mejora del estado del trabajador, con vistas a su reincorporación laboral, la situación clínica del interesado hiciera aconsejable demorar la citada calificación, ésta podrá retrasarse por el período preciso, que en ningún caso podrá rebasar los 730 días siguientes a la fecha en que se haya iniciado la incapacidad temporal.»

Cuando reciban del Servicio Público de Salud competente o Servicio de Salud de la respectiva Comunidad Autónoma, petición razonada, junto al alta médica de asistencia sanitaria, el historial clínico, previo consentimiento del interesado o su representante legal o el informe o dictamen médico de los cuales se deduzca la posible existencia de incapacidad permanente.

b) Iniciación a solicitud del propio trabajador

Las solicitudes se formularán en los modelos normalizados establecidos por la Administración de la Seguridad Social. Los interesados podrán precisar o completar los datos del modelo, acompañando los elementos que estimen oportunos, los cuales serán admitidos y tenidos en cuenta por el órgano administrativo. Las solicitudes deberán contener expresamente una serie de datos básicos y a la misma se acompañan preceptivamente determinados documentos.

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En este supuesto, la iniciación se lleva a cabo normalmente en los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS). Cuando se observa la carencia de algún dato o documento necesario para la tramitación de la solicitud, se pedirá al interesado que subsane la falta dándole un plazo de 10 días e informándole de que si así no lo hace, se le tendrá por desistida su petición, previa resolución que deberá ser dictada en los términos previstos en la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo Común (LRJ-PAC).

c) Iniciación a solicitud de las entidades colaboradoras de la Seguridad Social.

La iniciación a solicitud de una Mutua de AT-EP o de una empresa colaboradora se llevará a cabo en aquellos asuntos que les afecten directamente, mediante la elaboración de un expediente. El expediente previo deberá incluir todos los datos necesarios para la identificación del trabajador y, en su caso, empresa en la que prestase sus servicios, antecedentes profesionales, la profesión habitual, su categoría profesional, datos salariales y función y descripción del trabajo que realizase al producirse la contingencia. Asimismo, en los caso de AT deberá acompañarse el parte correspondiente, la declaración de existencia o no de posibilidad de recuperación y, en caso afirmativo, el programa de las medidas recuperadoras, así como copia de la comunicación a la Dirección provincial del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) u órgano competente de la respectiva Comunidad Autónoma, sobre el resultado obtenido en la ejecución del programa, y copia, en su caso, del acuerdo de la entidad colaboradora, en el que se estime probable la existencia de una situación constitutiva de incapacidad permanente. La Mutua o empresa colaboradora deberán poner en conocimiento del trabajador la decisión de elaborar el expediente previo el día siguiente de aquel en que tenga lugar su iniciación. Finalizada la elaboración del expediente previo, la entidad colaboradora remitirá a la Dirección provincial el escrito de iniciación junto con dicho expediente y el historial clínico del interesado, previo su consentimiento o el de su representante legal. Las entidades colaboradoras serán tenidas como interesadas y parte en todos los trámites del procedimiento. **Las empresas sólo están legitimadas para iniciar el procedimiento si colaboran en la gestión. En otro caso, solamente estarán legitimadas, siempre que sean responsables de las prestaciones, para instar el procedimiento de revisión pero no el de declaración inicial. Una vez iniciado el procedimiento, se impulsará de oficio en todos sus trámites, aunque los interesados no comparezcan en el plazo establecido. 11.4.2.- Instrucción del procedimiento Las Direcciones provinciales realizan de oficio cuantas actuaciones resulten necesarias para la determinación, conocimiento y comprobación de los datos en virtud de los cuales deba dictarse resolución, así como para la evaluación y calificación de la incapacidad, en orden al reconocimiento del derecho a las prestaciones económicas. En esta fase podrá solicitarse tanto nueva documentación, cuando la aportada fuese insuficiente, como la complementaria que fuese necesaria para la resolución del expediente, para cuya aportación se dará un plazo de 10 días. En la instrucción del procedimiento se requerirán los siguientes documentos e informes:

a) Aportación del alta médica de asistencia sanitaria y del historial clínico previo consentimiento del interesado, remitido por el Servicio Público de Salud o, en su caso, la Mutua o empresa colaboradora, cuando se trate de afiliados que tengan cubierta la incapacidad temporal por dichas entidades. La aportación del alta médica será necesaria cuando el procedimiento se inicie a petición razonada del Servicio Público de Salud. Conviene indicar que a efectos de la remisión de los mencionados datos médicos “estrictamente relacionados con las lesiones y dolencias padecidas por el interesado que resulten relevantes para la resolución del procedimiento”, se entiende otorgado el consentimiento del interesado o de su representante legal, salvo que conste oposición expresa y por escrito de aquéllos. (Disposición adicional 40ª de la LGSS, añadida por Ley 52/2003, de 10 de diciembre. Los funcionarios o demás personal que, en razón de la tramitación del oportuno expediente de incapacidad, conozcan el historial clínico del interesado, están obligados a mantener la confidencialidad del mismo.

Cuando las características clínicas del trabajador lo aconsejen, o resulte imposible la aportación de los documentos señalados, el INSS podrá solicitar la emisión de otros informes y la práctica de pruebas y exploraciones complementarias.

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b) Formulación del dictamen-propuesta por el EVI, acompañado por: - informe médico consolidado en forma de síntesis, - informe de antecedentes profesionales, - informes de alta y cotización, que condicionan el acceso al derecho (periodos de cotización, bases de cálculo

de las prestaciones y, en su caso, periodos al descubierto). c) Se requerirá informe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en las solicitudes de declaración de

responsabilidad empresarial por falta de medidas de seguridad e higiene. La fase de instrucción concluye con los trámites de audiencia y de alegaciones de los interesados, donde disponen de un plazo de 10 días para formular alegaciones y presentar los documentos que estimen convenientes, que en el caso que contradigan el dictamen-propuesta, la Dirección provincial del INSS reexaminará lo actuado y requerirá del EVI un dictamen-propuesta complementario del emitido con anterioridad, salvo que aquélla entienda que los documentos o pruebas aportados ahora no desvirtúan el dictamen-propuesta. Se podrá prescindir del trámite de audiencia, cuando no figuren en el procedimiento, ni hayan de ser tenidos en cuenta en la resolución, otros hechos, alegaciones ni pruebas que los aducidos por el interesado. 11.4.3.- Terminación del procedimiento

En esta fase se procede a la determinación del derecho o no a la prestación económica dictándose la oportuna resolución por el Director provincial del INSS o del ISM. Los Directores provinciales del INSS deberán dictar resolución expresa en todos los procedimientos incoados para evaluar la incapacidad laboral en orden al reconocimiento del derecho a las prestaciones económicas por incapacidad permanente, sin estar vinculados por las peticiones concretas de los interesados, por lo que podrán reconocer las prestaciones que correspondan a las lesiones existentes o a la situación de incapacidad padecida, ya sean superiores o inferiores a la que se deriven de las indicadas peticiones.

El plazo máximo para resolver el procedimiento será de 135 días, que se computarán a partir de la fecha del acuerdo de iniciación en los procedimientos de oficio o de la recepción de la solicitud en la Dirección provincial del INSS competente en los demás casos. También podrá acordarse una ampliación del plazo establecido de conformidad con el artículo 42.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, cuando por el número de solicitudes formuladas o por otras circunstancias que expresamente se determinen en el acuerdo de ampliación no se pueda cumplir razonablemente el plazo anterior.

En caso de que la resolución no se dictara en dicho plazo, la petición se entenderá desestimada por silencio administrativo, en cuyo caso el interesado podrá ejercer las acciones que le confiere la Ley de Procedimiento Laboral (reclamación previa y demanda ante el Juzgado de lo Social), sin perjuicio de la obligación de resolver.

Aunque se estime la existencia de un determinado grado de incapacidad, si se comprueba que el trabajador no acredita los restantes requisitos para causar derecho a la prestación, la resolución del expediente se abstendrá de declarar la existencia de incapacidad permanente en cualquiera de sus grados, limitándose a relacionar los requisitos que se consideran incumplidos y a determinar la improcedencia de reconocer el derecho a la prestación.

En el supuesto de previsible revisión por mejoría, se dará traslado al empresario afectado de la resolución dictada.

Las resoluciones administrativas tienen el carácter de inmediatamente ejecutivas (artículo 6 RD 1300/1995) La resolución se notificará al interesado en el plazo de 10 días, a partir de la fecha en que ha sido dictada y

deberá contener el texto integro, con expresión de los recursos que procedan, el órgano y el plazo para poderlos interponer. En este caso, la resolución es recurrible ante la Jurisdicción Social, pero antes deberá interponerse reclamación previa ante la Dirección provincial del INSS o del ISM que haya resuelto el expediente.

Están legitimados para recurrir jurisdiccionalmente: los beneficiarios y, en su caso, las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales y empresarios responsables de las prestaciones.

De acuerdo con la nueva redacción dada al artículo 71 de la Ley de Procedimiento Laboral por el artículo 42 de la Ley de Medidas de 27-12-2001, la reclamación previa tiene las siguientes características:

• Debe interponerse en el plazo de 30 días:

Desde la notificación de la resolución si es expresa. O desde la fecha en que, conforme a la normativa reguladora del procedimiento de que se trate,

deba entenderse producido el silencio administrativo.

• Cuando en el reconocimiento inicial o la modificación de un acto o derecho en materia de Seguridad Social la Entidad correspondiente esté obligada a proceder de oficio, en el caso de que no se produzca acuerdo o resolución, el interesado podrá solicitar que se dicte, teniendo esta solicitud valor de reclamación previa.

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• Frente a la indeterminación anterior, el nuevo apartado 4 del artículo de la Ley de Procedimiento Laboral establece que la Entidad deberá contestar expresamente a la reclamación previa en el plazo de 45 días, entendiéndose, en caso contrario, denegada l a reclamación por silencio administrativo.

Aunque la resolución es la forma normal de terminar el procedimiento, la Ley contempla otras posibilidades: el desistimiento, la renuncia al derecho y la caducidad del procedimiento. En relación con el desistimiento, se estima que, dado que a partir de la iniciación todos los trámites se impulsarán de oficio, no tendrá efectos una “retirada del interesado”, por lo que no se considera causa admisible de terminación de estos procedimientos. Debe tenerse en cuenta además que, aunque esta causa se encuentre recogida en la LRJ-PAC como en la regulación de otros procedimientos de reconocimiento de prestaciones de la Seguridad Social, prevalece a normativa específica de este procedimiento especial sobre la normativa común de prestaciones y el general establecido en la LRJ-PAC (criterio de aplicación 93/30 Instituto Nacional de la Seguridad Social). La renuncia tampoco es causa admisible en estos procedimientos. En concreto, debe recordarse el carácter irrenunciable de los derechos de la Seguridad Social, con independencia del derecho de opción por incompatibilidad entre prestaciones o cuando la preexistencia de una pudiera obstaculizar el reconocimiento de otra más favorable. La caducidad del procedimiento supone la paralización del mismo por causa imputable al interesado, por un plazo superior a 3 meses, con el efecto del archivo de las actuaciones tras dictarse la oportuna resolución del Director provincial en que así se declare. Únicamente será aplicable esta causa de terminación a los procedimientos incoados a solicitud del interesado. La caducidad sólo tiene efectos en el procedimiento concreto en que tiene lugar, dejando intacto el posterior ejercicio del derecho. 12.- REVISIÓN DE LAS PRESTACIONES DE INCAPACIDAD PERMANENTE

Las lesiones que dieron lugar a una incapacidad permanente pueden evolucionar provocando una mejoría

en el estado invalidante, que permitan la total recuperación del incapacidatado, o bien una recuperación parcial de su capacidad laboral. La mejoría ha de producir la recuperación profesional del trabajador para poder desarrollar su trabajo, según la jurisprudencia, en condiciones normales de habitualidad, con el rendimiento suficiente y esfuerzo normal, sin esfuerzo superior o especial y sin que implique un incremento del riesgo físico propio y ajeno.

En sentido contrario, también cabe que las lesiones evoluciones desfavorablemente y se produzca un agravamiento del estado invalidante. La agravación a examinar es la del estado físico y psíquico del beneficiario en su conjunto con independencia de que dicha agravación resulte del empeoramiento de las lesiones originarias, o de la aparición de nuevas dolencias provengan éstas del mismo o distinto tipo de contingencias (comunes o profesionales).

Por otra parte, también es posible que la valoración médica de las secuelas hubiera sido errónea. No el error en la valoración de la incidencia de las secuelas en la capacidad del trabajador.

Por lo tanto, el derecho a las prestaciones de incapacidad permanente en sus distintos grados será

revisable, en tanto que el incapacitado no haya cumplido la edad mínima establecida para acceder a la pensión de jubilación (65 años), por alguna de las siguientes causas:

a) agravación o mejoría de las lesiones o dolencias que produjeron el estado invalidante. b) Error de diagnóstico DETERMINACIÓN DEL PLAZO: En este sentido, el artículo 143.2 dispone que toda resolución, inicial o de revisión, por la que se reconozca

el derecho a las prestaciones de incapacidad permanente, en cualquiera de sus grados, o se confirme el grado reconocido previamente, hará constar necesariamente el plazo a partir del cual se podrá instar la revisión por agravación o mejoría del estado invalidante profesional, en tanto el incapacitado no haya cumplido la edad mínima establecida para acceder al derecho a la pensión de jubilación. Este plazo será vinculante para todos los sujetos que puedan promover la revisión.

CONCESIÓN PENSIÓN EN VIA JUDICIAL: Se considera que cuando el órgano judicial de que emane la

sentencia firme por la cual se reconozca una incapacidad permanente (inicial o revisión) no se haya pronunciado respecto al plazo de revisión, se fijará por la Entidad Gestora un plazo de revisión superior a 2 años sin que, por tanto, proceda hacer referencia a la suspensión de la relación laboral si tal extremo no se contempló en el pronunciamiento judicial.

No obstante, en supuestos en que denegada en vía administrativa la incapacidad permanente o revisión, la Dp lo considere oportuno podrá suscitarse en el procedimiento judicial, a través del letrado y previo

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pronunciamiento del Equipo de Valoración de Incapacidades al respecto, que para el caso de reconocimiento judicial de la incapacidad permanente, se fije en la sentencia.

La necesidad del transcurso de este plazo así determinado tiene excepciones:

- si el pensionista por incapacidad permanente estuviera ejerciendo cualquier trabajo, por cuenta ajena o propia, el INSS podrá, de oficio o a instancia del propio interesado, promover la revisión, con independecia de que haya transcurrido o no el plazo señalado en la resolución. (artículo 143.2, párrafo 2º LGSS)

- Si la revisión se funda en error de diagnóstico podrá llevarse a cabo en cualquier momento, siempre que el interesado no haya cumplido la edad mínima de jubilación. (artículo 143.2.párrafo 3º LGSS).

- En el supuesto de incapacidad permanente derivada de enfermedad profesional no rigen los plazos establecidos con carácter general para la revisión, por lo que podrían ser objeto de revisión incluso más allá del cumplimiento de los 65 años de edad. (en virtud de su normativa específica, artículo 44 de la Orden de 15-04-1969 y la instrucción 12.1 de la Circular del INSS 4/2003, de 8 de septiembre)

- Concurrencia de nuevas dolencias: El plazo fijado en la correspondiente resolución fue establecido en atención a la evolución previsible de unas determinadas lesiones, por lo que no ha de impedir la nueva calificación de situaciones derivadas de nuevos procesos patológicos, no valorables entonces, siempre que en virtud de los mismos proceda llevar a cabo la referida revisión. (Escrito de la Subdirección de Ordenación y Asistencia Jurídica (INSS de 18-05-2001). • CUMPLIMIENTO DE LA EDAD DE 65 AÑOS DURANTE LA TRAMITCIÓN DEL PROCEDIMIENTO DE REVISIÓN DE

GRADO: Con carácter general, la edad a tener en cuenta para valorar la procedencia de la revisión es la del pensionista de i.p. en la fecha de petición de la revisión del grado invalidante y no en la fecha del dictamen del Equipo de Valoración de Incapacidades.

12.1.- Procedimiento de revisión La revisión de las prestaciones de incapacidad permanente se llevará a cabo a través de un procedimiento similar al de evaluación y calificación de la incapacidad, por ello sería de aplicación todo lo expuesto anteriormente en relación con este procedimiento, con algunas particularidades que detallan los artículos 17 y 18 de la Orden de 18 de enero de 1996. Corresponde igualmente al INSS o ISM, en su caso, resolver sobre la revisión de las incapacidades. La competencia territorial viene atribuida a la Dirección provincial en que el incapacitado tenga su domicilio. Las particularidades mencionadas son:

a) En la fase de iniciación: también estarán legitimados para solicitar la revisión los empresarios responsables de las prestaciones y, en su caso, quienes de forma subsidiaria o solidaria sean también responsables de la misma. Los empresarios a los que se refiere el artículo 17 la Orden de 18-01-1996 y el apartado 2 del artículo 4 del RD1300/1995 son los empresarios responsables, total o parcialmente, de las prestaciones por incumplimiento de las obligaciones de afiliación, alta y cotización o de las medidas de seguridad e higiene en el trabajo.

b) En la fase de instrucción: Con carácter previo a la instrucción del procedimiento, se abrirá un período de prueba por plazo de 15 días para presentar las alegaciones que se estimen pertinentes quienes hayan promovido la revisión. Igual período de prueba tendrá lugar cuando la iniciación del expediente se haya practicado de oficio por la Entidad Gestora.

c) En la fase de terminación: rige también el plazo de 135 días para resolver y notificar al interesado resolución expresa.

Si el procedimiento se hubiera iniciado en razón a que el perceptor de la pensión de incapacidad

permanente estuviera realizando trabajos por cuenta ajena o propia, y no se hubiera constatado error de diagnóstico o mejoría que justifique el reconocimiento del derecho a las prestaciones, en un grado inferior o a la aptitud para trabajar, el INSS considerará la incompatibilidad que pudiera existir entre el percibo de la pensión y el trabajo desarrollado, dando lugar a la suspensión de aquélla, cuando la actividad laboral exceda de los límites permitidos por el artículo 141.2 de la LGSS (que sean compatibles las actividades con el estado del interesado y no representen un cambio en su capacidad de trabajo).

La resolución deberá mencionar si se mantiene o modifica el grado o se suprime la prestación al haber

apreciado una mejoría que considere al interesado apto para el trabajo.

12.2.- Efectos económicos de la revisión Día siguiente a la fecha de la resolución definitiva por la que se haya declarado el nuevo grado.

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(*)A efectos procedímentales, los efectos económicos se producirán desde el día de la propuesta de resolución.. La revisión del grado reconocido inicialmente conlleva paralelamente la de la prestación económica que venía disfrutando el beneficiario. Los efectos que estas modificaciones suponen sobre el derecho a las prestaciones se regulan en el artículo 40 de la Orden 15-4-1969, de acuerdo con las siguientes normas: 1. Cuando al trabajador declarado en un grado de incapacidad que le diera derecho a pensión se le reconociese,

como resultado de la revisión, otro grado que le dé derecho a: una pensión de cuantía diferente, pasará a percibir la nueva pensión a partir del día siguiente a la fecha

de la resolución definitiva en que así se haya declarado (*). o Si la incapacidad deriva de una enfermedad profesional, los efectos económicos del nuevo grado se

inician a partir del día primero del mes siguiente al de la solicitud.

a una cantidad a tanto alzado, dejará de percibir la pensión a partir del día siguiente a la fecha de la resolución definitiva (*) en que así se haya declarado y percibirá la parte que exceda, en su caso, del importe total percibido en concepto de pensión.

reconociese la no existencia de grado alguno de incapacidad, dejará de percibir la pensión a partir del día siguiente a la fecha de la resolución definitiva (*) que así lo declare.

2. Si al trabajador con un grado de incapacidad que le dé derecho a una cantidad a tanto alzado se le reconociese

otro grado que le dé derecho a: una pensión, ésta se devengará a partir del día siguiente a la fecha de la resolución definitiva (*) que lo

declare, pero no comenzará a percibirse hasta que se haya deducido de la misma el importe correspondiente a las mensualidades de la cantidad a tanto alzado percibida que excedan de las transcurridas desde que se reconoció el derecho a ella.

se le reconociese la no existencia de grado alguno de incapacidad, no vendrá obligado a devolver ninguna

cantidad, y en el caso de que se le reconociese el derecho a una indemnización a tanto alzado por LPNI, percibirá la diferencia entre ambas si la nueva cantidad fuera superior a la anterior, y si fuese inferior no vendrá obligado a reintegrar la diferencia entre las mismas.

12.3.- Cálculo de la base reguladora en la revisión de grado La base reguladora que se tomará para el cálculo de la nueva prestación es la que sirvió para determinar la prestación originaria; a la nueva cuantía de pensión resultante se le aplicarán las revalorizaciones que procedan desde la fecha del hecho causante. La situación de incapacidad permanente se configura como un único proceso, propiciado por un solo hecho causante, cualquiera que sea la alteración de grados que puedan producirse por agravación o mejoría. Excepción: procede recalcular la base reguladora de la nueva prestación si en la legalidad vigente en la fecha del hecho causante, se establecían fórmulas distintas para la determinación de la base reguladora correspondiente al grado inicialmente reconocido y el que se declara en vía de revisión. Así, cuando se declara una I. P. absoluta por revisión de una total derivada de contingencia común reconocida antes de la entrada en vigor del Real Decreto 1071/1984, de 23 de mayo, sí habrá lugar al recálculo de la base reguladora inicial, puesto que no era la misma a la prevista en los arts. 15.2. a) y 17 de la Orden de 15-04-1969 y Disp. Trans. 1ª del Decreto 1646/1972, de 23 de junio, al modificar el cálculo de la base reguladora derivada de enfermedad común o accidente no laboral. De igual forma, se actuará en los supuestos de hechos causantes producidos entre el Real Decreto 1071/1984 y la entrada en vigor de la Ley 26/85, de 31 de julio (efectos 1 de agosto de 1985

Si el pensionista de incapacidad permanente ha trabajado en el período que media entre la declaración inicial y la revisión de grado, podrá recalcularse la base reguladora si las bases de cotización relativas a dichos trabajos pudieran dar como resultado una base reguladora más alta, ateniéndose a la fórmula de cálculo de la base reguladora vigente en la fecha en que fue declarado incapacitado el trabajador.

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12.4.- Otras particularidades Las modificaciones y transformaciones de pensiones, cantidades a tanto alzado o indemnizaciones por baremo que se hayan producido como consecuencia de una revisión darán lugar a las oportunas compensaciones, ingresos o devoluciones entre la Tesorería General de la Seguridad Social, el INSS, las Mutuas de AT-EP o la empresa responsable, que deberán llevarse a cabo en el plazo de un mes, a partir de la fecha en que la resolución que las motive sea definitiva. Las compensaciones entre prestaciones por incapacidad permanente en los supuestos de revisión están expresamente excluidas de la aplicación del procedimiento especial para el reintegro de prestaciones de la Seguridad Social.

13.- PENSIÓN EXTRAORDINARIA DERIVADA DE ACTOS DE TERRORISMO El objetivo de estas pensiones es otorgar una protección especial a las personas incluidas en el Sistema de

la Seguridad Social que resulten incapacitadas como consecuencia o con ocasión de actividades delictivas cometidas por bandas armadas o elementos terroristas de las que no sean responsables. Están incluidas también los que fueron afectados por el incendio ocurrido el 12-7-1979 en el Hotel Corona de Aragón (DA 43 de la Ley 62/2003 de 30 de diciembre.

Régimen jurídico: Se causarán con arreglo a los términos establecidos en el Régimen General de la

Seguridad Social para las pensiones de incapacidad permanente derivadas de accidente de trabajo, y su cuantía se determinará de acuerdo con las normas que regulan el método de cálculo de dichas pensiones con algunas particularidades (artículo 2.1 y 2.2 RD 1576/1990, de 7 de diciembre.

Beneficiarios: Las víctimas de acto terrorista, acreditado mediante certificación del Ministerio de Interior

emitido al efecto, siempre que:

Estén afiliados al Sistema de la Seguridad Social (se encuentren o no en situación de alta en alguno de los Regímenes).

O sean pensionistas del sistema de la Seguridad Social. Certificado del Ministerio del Interior: Este certificado deberá confirmar la calificación del hecho causante

como acto terrorista, y que las lesiones que se produjeron fueron como consecuencia del referido acto terrorista. La acreditación del acto terrorista debe efectuarse mediante una certificación del Ministerio del Interior o Sentencia de la Audiencia Nacional. Los certificados que acrediten la constancia o existencia de actos de terrorismo deben ser expedidos por la Delegación o Subdelegación de Gobierno, careciendo de validez, a estos efectos, los certificados que pudieran emitir cualquier otra autoridad autonómica o municipal (escrito de la Dirección General del INSS de 8-7-1992 y escrito de la Sub. General de gestión de prestaciones de 27-4-2004).

Este certificado deberá confirmar la calificación del hecho causante como acto terrorista, y que las lesiones que se produjeron fueron como consecuencia del referido acto terrorista.

La acreditación del acto terrorista debe efectuarse mediante una certificación del Ministerio del Interior o Sentencia de la Audiencia Nacional. Los certificados que acrediten la constancia o existencia de actos de terrorismo deben ser expedidos por la Delegación ó Subdelegación de Gobierno, careciendo de validez, a estos efectos, los certificados que pudieran emitir cualquier otra autoridad autonómica o municipal (escrito de la Dirección General del INSS nº 61459 de 8-4-1992; escrito de la Sub. Gral. de Gestión de Prestaciones nº 26217 de 27-4-2004).

Carencia: No se exige. Base Reguladora: (artículo 2.2 RD 1576/1990, de 7 de diciembre) Dependiendo de la situación en que se encuentre el causante en la fecha del hecho causante de la pensión (fecha del atentado), se calculará según las siguientes reglas:

En alta o en situación asimilada Se determina dividiendo por 14 el resultado de multiplicar por 12 la última base mensual de cotización. La base mensual de cotización citada, en relación con lo establecido en el artículo 2.1 del citado RD (se causarán con arreglo a los términos establecidos en el Régimen General de la Seguridad Social para las pensiones de incapacidad permanente derivadas de accidente de trabajo) será la correspondiente a contingencias profesionales.

No alta, ni asimilada

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Se determina dividiendo por 14 el resultado de multiplicar por 12 la base mínima de cotización del Régimen General de la Seguridad Social para mayores de 18 años.

Pensionista de la Seguridad Social Será la base reguladora de la pensión que viniera disfrutando, actualizando la misma conforme la evolución del IPC desde el mes de la determinación de la base reguladora hasta el segundo mes anterior al que se produzca la comisión del atentado. Cuando el causante de la pensión es pensionista del SOVI o, sin serlo, no está en alta y solo pudiera causar pensión en dicho Seguro, la base reguladora de la pensión extraordinaria se determinará de igual forma que en el supuesto de no alta, ni asimilada (criterio 93/84). Porcentaje aplicable: Está en función del grado de incapacidad permanente reconocido:

Incapacidad permanente total: 55% de la base reguladora. Incapacidad permanente total cualificada (requisitos para la IPT cualificada ordinaria): 75%. Incapacidad permanente absoluta: 100% de la base reguladora. Gran invalidez: 100% de la base reguladora, incrementado con el complemento de gran invalidez.

Cuantía de la pensión: 200% de la cuantía resultante de aplicar a la base reguladora el porcentaje que corresponda según el grado de incapacidad declarado.

El triple del IPREM (Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples) vigente en cada momento (artículo 63 Ley 53/2002 de 30 de diciembre y artículo 2 RDL 3/2004 de 25 de junio).

Cuantía máxima de pensión: puede superar el tope máximo de pensión establecido para el resto de las pensiones públicas.

Estas pensiones están exentas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (artículo 7.a RDL 3/2004). Revalorización: Se revalorizan en los mismos términos y condiciones que las pensiones contributivas no

concurrentes, no estando sujetas a los límites de reconocimiento inicial y revalorización previstos (artículo 51 LGSS). No son computables, cuando concurren con pensiones ordinarias del Sistema, a efectos de aplicar, respecto a estas, las normas limitativas existentes en materia de revalorización y tope máximo de pensión.

Incompatibilidad/Compatibilidad: Estas pensiones son incompatibles con:

Las pensiones ordinarias que pudieran corresponder al beneficiario por el mismo hecho causante. Cualquier otra pensión extraordinaria que, por la misma causa, pueda reconocer cualquier régimen público

de protección social básica. Si el beneficiario tuviera la condición de pensionista en la fecha del hecho causante de esta pensión

extraordinaria, será incompatible ésta con la pensión ordinaria que sirvió de cálculo para determinar la base reguladora de la pensión extraordinaria.

En estos casos de incompatibilidad, quien tuviera derecho a dos o más pensiones podrá optar entre causar derecho a las pensiones extraordinarias por actos de terrorismo o las que correspondan en el sistema de la Seguridad Social. Estas pensiones son compatibles con las pensiones ordinarias de igual naturaleza que, en razón de la pluriactividad del interesado, pudiera éste causar en otro Régimen distinto del propio Sistema de la Seguridad Social ¡. Gestión y abono:

Su gestión y reconocimiento corresponde al INSS, salvo que se trate de beneficiarios comprendidos en el campo de aplicación del Régimen Especial de Trabajadores del Mar, en cuyo caso, la Entidad Gestora competente será el ISM.

Las resoluciones del INSS deben limitarse al reconocimiento del derecho en su conjunto, sin especificar, en loa referente al importe, que parte es asumida por el INSS o Mutua, y que parte es financiada por el Ministerio de Economía y Hacienda.

Se abonan en 14 pagas al año. Procedimiento de evaluación y calificación:

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La evaluación y calificación de la situación de I. Permanente por los órganos de la Seguridad Social, a efectos de estas pensiones extraordinarias, corresponderá al EVI a que se refiere el artº 9 del Reglamento de Ayudas y Resarcimientos a las víctimas de delitos de terrorismo – EVI centralizado- (D.A. Segunda bis del R.D. 1300/95, de 21 de julio, incorporada por la D.A. Segunda del R.D. 288/2003, de 7 de marzo).

Este EVI centralizado es el nº 1 de la Dirección Provincial del INSS de Madrid.

El artículo 9 del Reglamento de Ayudas y Resarcimientos a las víctimas de delitos de terrorismo, aprobado por R.D. 288/2003, de 7 de marzo, dispone que:

Para la calificación de las lesiones será preceptivo el dictamen médico, emitido por el EVI que determine el INSS, en el cual se integrará un representante del Ministerio del Interior, al efecto de la valoración del nexo causal de éstas con los hechos de naturaleza terrorista.

El órgano instructor comunicará al interesado el órgano designado para efectuar la valoración de las lesiones, al que remitirá la documentación acreditativa de aquéllas aportada por el solicitante.

El órgano evaluador, a la vista de la información facilitada, podrá requerir el reconocimiento personal de la víctima y la práctica de pruebas complementarias.

No obstante, el informe médico de síntesis consolidado se deberá practicar por un facultativo perteneciente a los servicios médicos de la Dirección provincial del INSS en la que el interesado tenga su residencia. En las provincias en las que no estuviese constituido el EVI, el informe médico previo será evacuado por las unidades médicas de valoración de incapacidades u órgano equivalente del servicio público de salud de la Comunidad Autónoma respectiva.

Para las víctimas no residentes en territorio nacional, el dictamen a emitir por el correspondiente equipo de valoración se realizará a la vista de los informes periciales evacuados con motivo de las actuaciones penales seguidas y de los informes y pruebas complementarias que sea preciso recabar de la legación consular española más próxima al lugar de residencia de la víctima.

Imprescriptibilidad Se admite la posibilidad de reconocer pensiones extraordinarias motivadas por actos terrorismo en virtud de la revisión de una pensión ordinaria ya reconocida, independientemente de la fecha en que se hubiera producido dicho acto terrorista y de cuando se efectuase el reconocimiento de la citada pensión ordinaria, tanto respecto de los supuestos derivados de actos terroristas acaecidos a partir de 1-1-1987, como los ocurridos con anterioridad. Por lo que se refiere a los efectos económicos, cuando el acto terrorista se hubiera producido con anterioridad a 1-1-1987, las revisiones solicitadas dentro de los cinco años siguientes a la entrada en vigor del RD 851/1992 de 10 de julio (esto es, con anterioridad a 2 de agosto de 1997), tuvieron efectos económicos desde el 1-1-1987, mientras que las solicitadas con posterioridad habrá que aplicarles la regla general contenida en el artículo 43 LGSS, y en su virtud retrotraer los efectos económicos tres meses desde la solicitud. Esta misma regla general será aplicable a todos los supuestos en que el acto terrorista se haya producido con posterioridad a 1-1-1987, al no establecerse plazo específico al respecto. Financiación: (Artículo 6 RD 1576/90 de 7 diciembre) Si el beneficiario no hubiera tenido derecho a la correspondiente pensión ordinaria del Sistema de la Seguridad Social, el coste íntegro de la pensión extraordinaria será financiado con cargo a los Presupuestos del Estado. Si el beneficiario de la pensión extraordinaria hubiera tenido derecho a causar pensión ordinaria del Sistema de la Seguridad Social (incluido SOVI –criterio 1993/84), o ya sea beneficiario de ella (criterio 93/86), la diferencia entre el importe de la pensión extraordinaria y el de la pensión ordinaria, será financiada con cargo a los Presupuestos del Estado. 14.- LEGISLACIÓN APLICABLE

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Orden de 15 de abril de 1969, que establece normas de aplicación y desarrollo de las prestaciones por invalidez en el Régimen General de la Seguridad Social.

Decreto 1646/1972, de 23 de junio, para la aplicación de la Ley 24/1976, de 21 de junio, en materia de prestaciones del Régimen General de la Seguridad Social.

Orden de 31 de julio de 1972, por la que se dictan normas de aplicación y desarrollo del Decreto 1646/1972, de 23 de junio, en materia de prestaciones del Régimen General de la Seguridad Social.

Real Decreto 1071/1984, de 23 de mayo, por el que se modifican diversos aspectos en materia de invalidez permanente.

Real Decreto 1799/1985, de 2 de octubre, para la aplicación de la Ley 26/1985, de 31 de julio, en materia de racionalización de las pensiones de jubilación e invalidez permanente.

Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social.

Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, por el que se desarrolla, en materia de incapacidades laborales del Sistema de la Seguridad Social, la Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social.

Orden de 18 de enero de 1996, para la aplicación y desarrollo del Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, sobre incapacidades laborales del sistema de la Seguridad Social.

Ley 24/1997, de 15 de julio, de Consolidación y Racionalización del Sistema de la Seguridad Social. Real Decreto 1647/1997, de 31 de octubre, por el que se desarrollan determinados aspectos de la Ley

24/1997. Ley 35/2002, de 12 de julio, de medidas para el establecimiento de un sistema de jubilación gradual y

flexible. Real Decreto 1131/2002, de 31 de octubre, por el que se regula la Seguridad Social de los Trabajadores

contratados a tiempo parcial, así como la jubilación parcial. Real Decreto 1132/2002, de 31 de octubre, de desarrollo de determinados preceptos de la Ley 35/2002, de 12

de julio, de medidas para el establecimiento de un sistema de jubilación gradual y flexible. Ley 52/2003, de 10 diciembre, de disposiciones específicas en materia de Seguridad Social. Texto Refundido aprobado por el Decreto- Legislativo 2123/1971, de 23 de julio. Decreto 3772/1972, de 23 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento General para la aplicación y

desarrollo de dicho Texto Refundido. Decreto 2530/1970, de 20 de agosto, por el que se regula el Régimen Especial de la Seguridad Social de los

Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos. Orden Ministerial de 25 de septiembre de 1970, que desarrolla el anterior Decreto. Real Decreto 463/2003, de 25 de abril, sobre reconocimiento de la pensión de incapacidad permanente total

para la profesión habitual para los trabajadores por cuenta propia. (BOE 26 abril). Real Decreto 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las contingencias

profesionales de los trabajadores incluidos en el RETA, y la ampliación de la prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por cuenta propia.

Ley 30/2005, de 29 de diciembre por la que se aprueba la LGPE para 2006, en la Disposición Adicional 48ª. Ley 40/2007. de 4 de diciembre, de medidas en materia de Seguridad Social. Real Decreto-ley 8/2010, de 20 de mayo, por el que se adoptan medidas extraordinarias para la reducción del

déficit público. Ley 39/2010, de 22 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2011.

**Tema actualizado a 14 de enero de 2011** ANEXOS: ANEXO 1

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