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Atención Primaria. Vol. 27. Núm. 5. 31 de marzo 2001 Cartas al Director 368 150 Una revisión sistemática realiza- da recientemente 16 se decanta por el levonorgestrel y la mife- pristona como métodos anticon- ceptivos de emergencia. A favor de este último estaría su probable mayor eficacia (cifrada en el 85- 100% de efectividad 17 ) y la posibi- lidad de utilizarlo hasta los 5 días del coito no protegido 13 (el levo- norgestrel pierde eficacia si se administra más allá de las 72 ho- ras 18 ). Además presenta benefi- cios adicionales en el caso de mu- jeres con endometriosis o mioma- tosis uterina 19 . Su perfil de efectos secundarios es mejor que el de la pauta de Yuzpe 13,20 y si- milar al del levonorgestrel. Avala- do por 3 ensayos randomizados y por su amplia experiencia en Chi- na 17 , parece ser un fármaco extre- madamente seguro, sobre todo comparado con el riesgo que supo- ne el embarazo 21 . La citada revi- sión sistemática advierte de 3 ca- sos de embarazo ectópico en un total de 15 trabajos analizados, ci- fra similar a la esperada en el to- tal de mujeres incluidas en los mismos. En su contra está el posible retra- so en la menstruación (aunque puede minimizarse con dosis más pequeñas), hecho muy estresante en una mujer preocupada por un posible embarazo. De hecho, de- ben ser advertidas de esta posibi- lidad (hay un 18% de retrasos su- periores a 7 días con dosis de 10 mg de mifepristona 13,16 ). Otro hándicap en su utilización puede ser su etiqueta de fármaco abortivo y el posible uso equivoca- do, fácil de evitar, por otro lado, ya que como anticonceptivo de emer- gencia sólo se requiere una dosis de 10 mg, mientras que para la interrupción del embarazo se uti- lizan 2 dosis de 600 mg. En definitiva, nos encontramos ante otra posibilidad de anticon- cepción de emergencia; las inves- tigaciones en marcha (están a punto de salir los resultados del ensayo de la TFPMFR comparan- do levonorgestrel y mifepristona) nos aclararán cuál es el mejor mé- todo, y sabremos si la mifepristo- na será o no la nueva «píldora del día siguiente». F. López de Castro, N. Campos Campos, S. Castillo Portales y F.J. Rodríguez Alcalá Centro de Salud Santa María de Benquerencia. Unidad Docente de Medicina de Familia y Comunitaria de Toledo. 1. Heikinheimo O, Archer DF. Mifepris- tona: un anticonceptivo potencial. Clin Obstetr Ginecol 1996; 2: 425-430. 2. Baulieu EE, Ulmann A. Antiprogeste- rone activity of RU 486 and its con- traceptive and other applications. Hum Reprod 1986; 1: 107-110. 3. Baulieu E. Fertility control in women: results with RU 486 by the end of 1985. J Steroid Biochem 1986; 25: 847-851. 4. Ulmann A. The antiprogestins: a re- cent advance in fertility regulation. 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Emergency contraception with mifepristone and anordrin. Chung Hua Fu Chang ko Tsa Chih 1996; 31: 526-529. 13. Task Force on Postovulatory Methods of Fertility Regulation. Comparison of three single doses of mifepristone as emergency contraception: rando- mised trial. Lancet 1999; 353: 697- 702. 14. Wu S,Wang C, Cheng W, Zuo S, Li H et al. Levonorgestrel versus low dose mifepristone for emergency contra- ception. En: Cheng L, Gülmezoglu Am, Ezcurra E, Van Look PFA, edito- res. Interventions for emergency con- traception. Oxford: Cochrane Library, Issue 4, 2000. Update software. 15. Zhang Y, Qiao G, Zhu P, Zhang S, Zhang J, Zhu N. Clinical observation of three lower doses of mifepristone for emergency contraception. Chinese J Fam Plan 1998; 8: 343-345. 16. Cheng L, Gülmezoglu AM, Ezcurra E, Van Look PFA. Interventions for emergency contraception. Oxford: Cochrane Library, Issue 4, 2000. Up- date software. 17. Wertheimer RE. Emergency postcoi- tal contraception. 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Desde la década de los setenta son cada vez más numero- sas las cepas de N. gonorrhoeae

Infección por Neisseria gonorrhoeae en un área de Madrid: 1997–1999

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Atención Primaria.Vol. 27. Núm. 5. 31 de marzo 2001 Cartas al Director

368 150

Una revisión sistemática realiza-da recientemente16 se decantapor el levonorgestrel y la mife-pristona como métodos anticon-ceptivos de emergencia. A favorde este último estaría su probablemayor eficacia (cifrada en el 85-100% de efectividad17) y la posibi-lidad de utilizarlo hasta los 5 díasdel coito no protegido13 (el levo-norgestrel pierde eficacia si se administra más allá de las 72 ho-ras18). Además presenta benefi-cios adicionales en el caso de mu-jeres con endometriosis o mioma-tosis uterina19. Su perfil deefectos secundarios es mejor queel de la pauta de Yuzpe13,20 y si-milar al del levonorgestrel. Avala-do por 3 ensayos randomizados ypor su amplia experiencia en Chi-na17, parece ser un fármaco extre-madamente seguro, sobre todocomparado con el riesgo que supo-ne el embarazo21. La citada revi-sión sistemática advierte de 3 ca-sos de embarazo ectópico en untotal de 15 trabajos analizados, ci-fra similar a la esperada en el to-tal de mujeres incluidas en losmismos.En su contra está el posible retra-so en la menstruación (aunquepuede minimizarse con dosis máspequeñas), hecho muy estresanteen una mujer preocupada por unposible embarazo. De hecho, de-ben ser advertidas de esta posibi-lidad (hay un 18% de retrasos su-periores a 7 días con dosis de 10mg de mifepristona13,16).Otro hándicap en su utilizaciónpuede ser su etiqueta de fármacoabortivo y el posible uso equivoca-do, fácil de evitar, por otro lado, yaque como anticonceptivo de emer-gencia sólo se requiere una dosisde 10 mg, mientras que para lainterrupción del embarazo se uti-lizan 2 dosis de 600 mg.En definitiva, nos encontramosante otra posibilidad de anticon-cepción de emergencia; las inves-tigaciones en marcha (están apunto de salir los resultados delensayo de la TFPMFR comparan-do levonorgestrel y mifepristona)

nos aclararán cuál es el mejor mé-todo, y sabremos si la mifepristo-na será o no la nueva «píldora deldía siguiente».

F. López de Castro, N. CamposCampos, S. Castillo Portales y

F.J. Rodríguez AlcaláCentro de Salud Santa María de

Benquerencia. Unidad Docente deMedicina de Familia y Comunitaria de

Toledo.

1. Heikinheimo O, Archer DF. Mifepris-tona: un anticonceptivo potencial.Clin Obstetr Ginecol 1996; 2: 425-430.

2. Baulieu EE, Ulmann A. Antiprogeste-rone activity of RU 486 and its con-traceptive and other applications.Hum Reprod 1986; 1: 107-110.

3. Baulieu E. Fertility control in women:results with RU 486 by the end of1985. J Steroid Biochem 1986; 25:847-851.

4. Ulmann A. The antiprogestins: a re-cent advance in fertility regulation. JSteroid Biochem 1987; 27: 1009-1012.

5. Kovacs L. Luteal contraception. HumReprod 1988; 3: 169-171.

6. Heikinheimo O, Ylikorkala O, Lahte-enmaki P. Antiprogesterone RU 486:a drug for non surgical abortion. AnnMed 1990; 22: 75-84.

7. Van Look PF, Von Hertzen H. Clinicaluses of antiprogestogens. Hum Re-prod Update 1995; 1: 19-34.

8. Glasier A, Thong KJ, Dewar M, Mac-kie M, Baird DT. Mifepristone (RU486) compared with high-dose estro-gen and progestogen for emergencypostcoital contraception. N Engl JMed 1992; 327: 1041-1044.

9. Webb AM, Russell J, Elstein M. Com-parison of Yuzpe regimen, danazol,and mifepristone (RU 486) in oralposcoital contraception. BMJ 1992;305: 927-931.

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11. Haspels AA. Emergency contracep-tion: a review. Contraception 1994;50: 101-108.

12. Han X, Weng L, Xiao B. Emergencycontraception with mifepristone andanordrin. Chung Hua Fu Chang koTsa Chih 1996; 31: 526-529.

13. Task Force on Postovulatory Methods

of Fertility Regulation. Comparisonof three single doses of mifepristoneas emergency contraception: rando-mised trial. Lancet 1999; 353: 697-702.

14. Wu S, Wang C, Cheng W, Zuo S, Li Het al. Levonorgestrel versus low dosemifepristone for emergency contra-ception. En: Cheng L, GülmezogluAm, Ezcurra E, Van Look PFA, edito-res. Interventions for emergency con-traception. Oxford: Cochrane Library,Issue 4, 2000. Update software.

15. Zhang Y, Qiao G, Zhu P, Zhang S,Zhang J, Zhu N. Clinical observationof three lower doses of mifepristonefor emergency contraception. ChineseJ Fam Plan 1998; 8: 343-345.

16. Cheng L, Gülmezoglu AM, Ezcurra E,Van Look PFA. Interventions foremergency contraception. Oxford:Cochrane Library, Issue 4, 2000. Up-date software.

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18. Ho PC. Emergency contraception:methods and efficacy. Curr Opin Obs-tet Gynecol 2000; 12: 175-179.

19. Kettel M, Liu J, Murphy A, UllmannA, Mortola J, Yen S. Endocrine res-ponses to long-term administration ofthe antiprogesterone RU-486 in pa-tients with pelvic endometriosis. Fer-til Steril 1999; 56: 402-407.

20. Schein AB. Pregnancy preventionusing emergency contraception: effi-cacy, attitudes and limitations to use.J Pedriatr Adolesc Gynecol 1999; 12:3-9.

21. Glasier A. Safety of emergency con-traception. J Am Med Womens Assoc1998; 53 (Supl 2): 219-221.

Infección por Neisseriagonorrhoeae en un área de Madrid: 1997-1999

Sr. Director: La infección porNeisseria gonorrhoeae sigue sien-do elevada, sobre todo entre ado-lescentes y adultos jóvenes, y per-manece como una de las causasmás frecuentes de proctitis y ure-tritis en varones y de cervicitis yenfermedad inflamatoria pélvicaen mujeres. Desde la década de lossetenta son cada vez más numero-sas las cepas de N. gonorrhoeae

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que muestran una menor sensibi-lidad a penicilina y a otros anti-microbianos como tetraciclina, de-bido fundamentalmente a muta-ciones cromosómicas que alterantanto las penicilin binding pro-teins (PBP) como la permeabilidadde la membrana. En 1976 se iden-tificaron betalactamasas plasmí-dicas, sobre todo del tipo TEM-1,que originaban resistencia a peni-cilinas y cefalosporinas, pero quecuando se producían en nivelesnormales eran inhibidas por elácido clavulánico y por el sulbac-tam. La combinación de diferentesmecanismos de resistencia ha cre-ado dilemas importantes en el tra-tamiento de la infección, y por ellose han ido elaborando y actuali-zando nuevas pautas de trata-miento a lo largo de estos años.Desde los Centers for DiseaseControl and Prevention (CDC) serecomienda para la infección ure-tral, endocervical o rectal causadapor N. gonorrhoeae el tratamientodoble con doxiciclina, 100 mg 2 ve-ces al día v.o. durante 7 días (loque proporciona cobertura para laetiología no gonocócica frecuente-mente asociada) más uno cual-quiera de estos fármacos en dosisúnica: ceftriaxona, 125 mg, víai.m.; cefixima, 400 mg, v.o.; cipro-floxacino, 500 mg, v.o., u ofloxaci-no, 400 mg, vía i.m. Así se refleja

también en las numerosas guíasde tratamiento editadas en nues-tro país1. El uso de ceftriaxona enEspaña es restringido, debido aque se considera un fármaco deuso hospitalario, por lo que setiende a utilizar otros antimicro-bianos que no presentan esta res-tricción, como por ejemplo lasfluorquinolonas o amoxicilina-áci-do clavulánico. Concretamente, elciprofloxacino se muestra alta-mente efectivo frente a N. gonorr-hoeae y tiene la ventaja de su ad-ministración como dosis única v.o.Sin embargo, ya se han descritoresistencias frente a este antimi-crobiano atribuidas a mutacionesen la ADN girasa y a alteracionesen la permeabilidad de la mem-brana celular, que pueden conlle-var fracasos terapéuticos2. Por to-do ello nos ha parecido de interésconocer el patrón de infección porN. gonorrhoeae en el Área 11 deMadrid y su sensibilidad frente adiversos antimicrobianos.Se realizó búsqueda sistemáticade N. gonorrhoeae en todas lasmuestras de exudado uretral yexudado endocervical que llega-ron al laboratorio de microbiolo-gía durante un período de 36 me-ses (1-I-1997 a 31-XII-1999). Lasmuestras se remitían bien desdelos centros de atención primariaen los que se había realizado la

toma o bien se realizaba la tomade muestra en el propio laborato-rio de microbiología. El diagnósti-co microbiológico se estableció se-gún la metodología habitual y serealizó antibiograma disco-placacon los siguientes antibióticos:ampicilina, amoxicilina-ácido cla-vulánico, cefuroxima, cefotaxima,tetraciclina y ciprofloxacino. Sedetectó la producción de betalac-tamasa mediante discos de nitro-cefín (Cefinase, Becton Dickin-son). Se recibieron 857 exudadosuretrales y 680 exudados endo-cervicales. El 90% de los exuda-dos uretrales y el 82,5% de los en-docervicales procedían de las con-sultas de atención primaria y elresto correspondía a consultas deatención especializada. Se obtu-vieron en total 13 (1,5%) aisladosde N. gonorrhoeae (12 exudadosuretrales y uno endocervical). Los12 exudados uretrales correspon-dían a varones cuya edad mediaes de 27 años (rango, 17-41). Elúnico aislamiento endocervicalcorrespondía a una mujer de 37años. En los 13 casos la toma demuestra se había realizado en ellaboratorio de microbiología. Cua-tro aislados fueron productores debetalactamasa (33,4%). Se realizóestudio de sensibilidad a 9 de los13 aislados y los resultados semuestran en la tabla 1.

TABLA 1. Características de los 13 aislados de Neisseria gonorrhoeae

Caso Muestra Edad Blact AM AM-CLAV CXM CTX TE CIP Procedencia

1 Ex. uretral 31 (+) nd nd nd nd nd nd A. especializada

2 Ex. uretral 25 (+) R S S S S S A. primaria

3 Ex. uretral 41 (+) R S S S S S A. primaria

4 Ex. uretral nd (–) nd nd nd nd nd nd A. primaria

5 Ex. uretral nd (–) S S S S S S A. primaria

6 Ex. uretral nd (+) R R S S S S A. especializada

7 Ex. uretral 17 (–) S S S S S S A. primaria

8 Ex. uretral 22 (–) nd nd nd nd nd nd A. primaria

9 Ex. endoc. 37 (–) S S S S S S A. primaria

10 Ex. uretral 31 (–) S S S S S S A. primaria

11 Ex. uretral 19 (–) S S S S S S A. primaria

12 Ex. uretral nd nd nd nd nd nd nd nd A. primaria

13 Ex. uretral 30 (–) S S S S S S A. primaria

S: sensible; I: intermedio; R: resistente, y nd: no disponible.

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El porcentaje de cultivos positi-vos de N. gonorrhoeae obtenido(1,5%) es bajo si lo comparamoscon lo que citan otros autores queinforman prevalencias que osci-lan en el 11-42%, aunque tam-bién hay estudios que informanprevalencias tan bajas como un0,05%3. Según el Servicio de Sa-lud Pública del Área 11 la evolu-ción de esta enfermedad duranteel período 1989-1999 ha sido des-cendente. Se declaró un caso deinfección por N. gonorrhoeae en alÁrea 11 y 18 casos en la Comuni-dad de Madrid en el año 1998 y 3casos en el Área 11 y 15 en la Co-munidad de Madrid en 19994.Hay varias razones que expli-quen cifras aparentemente tandispares. Por un lado, el riesgo deadquirir una enfermedad detransmisión sexual (ETS) es dife-rente según el país, e incluso va-ría dentro de una misma ciudad.Los factores que influyen en elloson múltiples: grupo de poblaciónestudiado (alto riesgo, planifica-ción familiar, población no selec-cionada, etc,), existencia de pro-gramas y campañas de preven-ción, etc. Por otro lado, tal comose observa en este estudio, la ma-yoría de los casos de uretritis porN. gonorrhoeae llegan a los servi-cios de atención primaria (tabla1) donde, en la mayoría de los ca-sos, se obtiene un diagnóstico desospecha, susceptible de trata-miento ya en la primera visita,sin enviar muestras para estudioal laboratorio de microbiología.Posiblemente, muchos de los ca-sos no hayan sido notificados alSistema de Vigilancia de las En-fermedades de Declaración Obli-gatoria (EDO). La toma de lamuestra en los 13 casos se realizóen el propio laboratorio de micro-biología y éste es un dato impor-tante, ya que, aunque no pode-mos saber qué hubiese ocurridode no hacerse así, hay que insis-tir en la correcta toma de lamuestra y en su procesamientoinmediato con cultivo e incuba-ción en los medios selectivos ade-

cuados. Por todo ello, se estaríaante una situación de infradiag-nóstico.La producción de betalactamasaen 33,4% de los casos confirma latendencia al alza de estas cepas,tal como se refleja en numerososestudios5. La total sensibilidadobservada frente a cefotaxima, te-traciclina y ciprofloxacina, inclui-dos en las guías y protocolos tera-péuticos, apoyan su uso como tra-tamiento. No se ha observadoresistencia a ciprofloxacino a pe-sar de ser uno de los antimicro-bianos más utilizados actualmen-te. Sin embargo, hay que señalarque en este estudio no se ha reali-zado determinación de concentra-ción mínima inhibitoria (CMI), yno podemos observar si existe ono una tendencia al aumento delas CMI que podría llevar en unfuturo a un fracaso terapéutico,como señalan Deguchi y otros au-tores6.Es por tanto imprescindible man-tener un alto nivel de vigilanciapor parte del laboratorio de mi-crobiología para detectar posiblescambios en el patrón de sensibili-dad de N. gonorrhoeae, y para elloes fundamental que los médicosde atención primaria, aunquetengan un diagnóstico claro y untratamiento empírico eficaz, enví-en muestras significativas al la-boratorio para realizar así los es-tudios microbiológicos adecuados.

M. Alonso-Sanz y M.I. AbadCEP Carabanchel. Área 11.

Laboratorio de Análisis Clínicos-Secciónde Microbiología. Madrid.

1. Mensa J, Gatell JM, Jiménez de AntaMT, Prats G. Guía de terapéutica an-timicrobiana 2000. Barcelona: Mas-son, 2000.

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3. Iglesias García J, Nebreda Mayoral J,Rodríguez Hernández J, García Ro-

dríguez JA. Incidencia de enfermeda-des de transmisión sexual detectadaen un centro de planificación familiar.Rev Esp Microbiol Clin 1992; 7: 176-179.

4. Boletín Epidemiológico del Serviciode Salud Pública Área 11, Marzo2000. Vol 1, núm. 4.

5. Perea EJ, García-López JL, Martín R,Calmet M, Cisterna R, Estébanez V etal. Sensibilidad a antimicrobianos de402 cepas de Neisseria gonorrhoeaeaisladas en 7 ciudades de España.Enferm Infecc Microbiol Clin 1991; 9:619-623.

6. Deguchi T, Yasuda M, Asano K, TadaH, Iwata H, Komeda H et al. DNA gy-rase mutations in quinolone-resistantclinical isolates of Neisseria gonorr-hoeae. Antimicrob Agents Chemother1995; 29: 561-563.

¿Es importante un controladecuado de latuberculosis?

Sr. Director: La tuberculosis(TB) continúa siendo la enferme-dad infecciosa humana más im-portante, calculándose en todo elmundo unos 1.700 millones depersonas infectadas, 8-10 millo-nes de casos nuevos y unos 3 mi-llones de muertes anuales. Variashan sido las causas que han con-tribuido a invertir el descenso deincidencia experimentado hasta1985. Entre ellas destacan la pan-demia de infección por el VIH, elaumento de las poblaciones de al-to riesgo, así como el descuido delos programas antituberculosos1.En nuestro país datos obtenidosrecientemente por el Área de Tra-bajo Tuberculosis e InfeccionesRespiratorias (TIR) de la Socie-dad Española de Neumología yCirugía Torácica (SEPAR) seña-lan una tasa/105 habitantes de28,5 durante el año 19982. Ennuestra provincia, y más concre-tamente en la comarca del Bierzo,se ha observado un descenso pro-gresivo de la tasa de incidencia deTB desde 1997, con 40 casos/105

en 1998 y 30/105 en 1999. Descen-