INFORMACIÓN75 años de Vida Religiosadel

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I N F O R M A C I Ó N75 años de Vida Religiosadel Hermano Victorino

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1935: en el inicio de la labor docente

I N F O R M A C I Ó N

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75 años de Vida Religiosadel Hermano Victorino

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Redactor Responsable: Hno. José María de la Fuente

Diagramación: Javier Samudio

Las opiniones vertidas en los artículos firmados no son necesariamente comparti-das por la revista de la Provincia San José. Es nuestro deseo que éste sea un mediopara comunicarnos en la Provincia y con las demás Provincias de nuestra Congre-gación, y, es por eso, que solicitamos nos envíen noticias, artículos y sugerenciasque hagan más enriquecedor nuestro mensaje.

Enviar correspondencia a:

Hno. José María de la Fuente.Revista de la Provincia SAN JOSÉ.

Casa Provincial.Av. del Libertador 1960. Montevideo (CP 11800), Uruguay

O al fax: 9248351

O al correo electrónico: [email protected]

sumario / 127

A los efectos de optimizar los tiempos, y de tener al Boletín San José siempre en fecha, se solicita que las colaboraciones al mismo se envíen

como archivo de texto en un disquette o vía correo electrónico a [email protected]. Muchas gracias.

Foto de tapa: Araceli Ottonello.

Edición Especial: Celebramos los 75 años deVida Religiosa del Hno. Victorino

Prólogo del Hno. Edgardo Bruzzoni, ProvincialUna Vida al Servicio del Reino ....................................................... 5 y 6

El Hno. Victorino cuenta su vida...Mis 91 Años de Edad y 75 de Consagrado ................................ 7 a 37

/ Introducción / Historia de Santibáñez de Esgueva / Datos Históricos / Ermita /

La Iglesia / El Rollo / Nacimiento / Infancia / Nuestros juegos favoritos / Primera

formación / La escuela / La vocación / Mi vocación / Aspirantado / Mi Padre va a

buscarme a La Horra / La comunidad de La Horra / Salida de España para el

Noviciado / Un día en Lourdes / Salida para Chieri / Noviciado /Nuestros

educadores / La Comunidad de la Casa Generalicia / Toma de Hábito y

Profesión Religiosa / Vestición del Hábito / Emisión de Votos /

Comunicación de mi Nuevo Destino / Salida para España / Salida para

Barcelona / Salida para Progreso / La Comunidad de Progreso /

Escolasticado / Comienza el Apostolado Docente / Director del

Colegio / Enfermedad y muerte / El Nuevo Director /

Mi Apostolado en el colegio Sagrada Familia / Mi Nuevo

Destino / Vice Superior del Colegio San Juan Bautista /

Tarea de Gobierno / Mis Preocupaciones / Visita de las

Clases / Obras realizadas / Director del Colegio

Sagrada Familia / Salida para la Aguada / Valiosos

Colaboradores / Cursos existentes antes de implantar

Preparatorios / Cursos implantados durante mi

Directorado / Mis 75 años de Vida Religiosa /

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Una Vida alServicio del Reino

Nos Habla el Hermano Provincial...

Hno. EdgardoBruzzoni

CELEBRAR LOS 75 AÑOS DE VIDA RELIGIOSA

del Hermano Victorino, es celebrar la

historia de la fidelidad del amor de Dios

y la entrega de alguien que respondió con su vida a

la llamada del Señor, es signo de la continuidad de un

carisma, y memoria viva de la presencia del Espíritu

entre nosotros.

En el Prólogo de nuestras Constituciones, está

expresado con claridad el proyecto al que fuimos

invitados el día que hicimos la Primera Profesión

como Hermanos de la Sagrada Familia y que refleja

algunos aspectos del don que Dios nos ha regalado en

la persona del Hno. Victorino. “Hermano: Tu voca-

ción es un don precioso para la Iglesia y para el

mundo” es el primer agradecimiento al Señor, por el

don que nos ha hecho en la vida del Hno. Victorino

entre nosotros. Como Abraham, cuando estaba por

cumplir los 18 años, respondió con todas sus fuerzas

y energía juvenil a la invitación que le hizo el Señor:

“Sal de tu tierra y de tu familia y vete a una tierra que

yo te mostraré”, porque tenía reservada para él, una

misión muy concreta, la de evangelizar a los niños y

jóvenes a través de la educación en el Uruguay.

Como consagrado te has entregado total y defini-

tivamente a ti mismo; todo tu ser, tu humanidad y tu

historia han sido puestas al servicio del Reino. “Como

Hermano y como amigo educa y guía a los jóvenes con

tu permanente presencia y cercanía”, ¡vaya si has

llevado a cabo este proyecto!, desde el principio has

estado como Hermano y como amigo educando a los

niños y a los jóvenes... Tu presencia cercana de

Hermano entre ellos, ya sea siendo docente, cate-

quista, titular o Director ha sido la constante de tu

vida y el origen de tus inquietudes y preocupaciones.

Presencia que has prolongado a través del tiempo

acompañándolos, ya exalumnos, en acontecimien-


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tos importantes para sus vidas como son la celebra-

ción del matrimonio o ante la pérdida de seres

queridos, o cuando se siguen reuniendo para mante-

ner el espíritu y los valores que el Colegio les brindó

durante su etapa escolar. ¡Cómo no vamos a agrade-

cer al Señor esa presencia constante de Hermano y

amigo que has mantenido durante estos años que

llevas entre nosotros y que hoy sigues manteniendo

cuando recibes con una sonrisa a los padres y docen-

tes todas las mañanas en la puerta del colegio,

cuando llamas por teléfono a cada uno de los inte-

grantes de la comunidad educativa en el día de su

cumpleaños, cuando haces tu recorrido por los diver-

sos sectores del colegio para dejar caer una palabra

de ánimo y de aliento, cuando estás presente en las

celebraciones o fiestas del colegio, cuando te sigues

preocupando por la buena marcha del colegio, con-

virtiéndote en punto de referencia para todos!.

El libro del Eclesiástico expresa muy bien lo que

tú has vivido cuando dice: “¡Qué bien sienta a las

canas el juicio y a los ancianos el saber aconsejar!

¡Qué bien sienta a los ancianos la sabiduría, y el

consejo ponderado a los hombres venerables! ¡la

experiencia es la corona de los ancianos!”(Eclo. 25)

La experiencia vista como la huella que va dejando

la vida después de haber gozado, amado y sufrido,

hecha de aciertos y de fracasos, de regalos inespera-

dos y de conquistas laboriosas, de búsquedas y de

encuentros, de contrastes y de aprendizaje. Se han

consumido energías y fuerzas en el servicio a los

demás, pero se ha ganado en sabiduría, en experien-

cia y en memoria.

Hoy nos regalas la historia de tu vida que has

escrito con paciencia y generosidad, buscando tras-

mitirnos la obra que Dios hizo en ti en estos 75 años

de consagración religiosa en la comunidad de los

Hermanos. Que su lectura nos haga descubrir en

nuestra historia personal, los pasos del Señor y nos

anime a ser fieles servidores de su Reino.

Hno. Victorino, que el Señor te siga dando el don

de la Sabiduría para seguir siendo plenamente lo que

eres, el don de la serenidad para dejar que las cosas

sean y el don de la esperanza para que sigas ponién-

dote en sus manos.

Gracias, Señor, por habernos regalado el don de

la presencia cercana y amiga del Hno. Victorino.

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Introducción

Antes de dar comienzo a esteartículo quiero narrar breve-mente la historia del pueblo deSantibáñez de Esgueva que con-sidero muy importante para míe interesante, quizás, para quie-nes la lean.

Para mí, porque en él nací,en él fui bautizado y confirma-do, por el Obispo de Osma, ytomé la Primera Comunión demanos de un santo sacerdote,Don Donato Núñez y que fue elpropulsor de mi vocación reli-giosa.

Historia de Santibáñezde Esgueva

Santibáñez de Esgueva es unpueblecito de la Provincia deBurgos, que dista 70 kilómetrosde la capital, a la que está unidopor la Carretera Nacional A-2.

Pertenece al Partido Judi-cial de Lerma, llamada la “ciu-dad de los Duques”.

Goza de un clima templado ysano, y de hermosa perspecti-va, ya que desde el alto dondeestá situado, se contempla el

Mis 91 Años de Edad y75 de Consagrado

Hno. Victorino Izquierdo

hermoso valle del río Esgueva,que visto en primavera cuandoárboles, plantas y sembradosmuestran su variadísimo ver-dor, adquiere un aspecto mara-villoso y fascinante.

El pueblo tiene en la actua-lidad 230 habitantes y su mediode vida es la produccióncerealista y el ganado lanar.

Está bordeado por el río y elvalle Esgueva que le dan suapellido.

Datos Históricos

Los datos históricos más con-cretos se remontan a fines delsiglo IX, con la repoblación queefectúan los monarcas cristia-nos en el valle del Duero y quellega hasta éste del Esgueva.

Estas poblaciones se desa-rrollan en forma de colonatosagrícolas al amparo de fortale-zas que jalonan el valle (Merca-dillo, Bahabón de Esgueva,Torresandino) permitiendo elasentamiento de población.

Dicho territorio formabaparte, en el siglo XI, de la dióce-sis de Burgos.

En el año 1136, cuando se

marcan las diócesis de Burgos yde Osma, Santibáñez es ya cita-do y más tarde, en el Becerro delas Behetrías aparece nombra-do como “Sante Juanes deValdesgueva”, dentro de lamerindad de Santo Domingo deSilos.

Ermita

Santibáñez de Esgueva po-see una hermosa ermita, llama-da de San Salvador, porvenerarse en ella la Virgen delmismo nombre, a la que el pue-blo tiene gran devoción.

No hay documentos en cuan-to a su edificación. Pero losrestos arquitectónicos y escultó-ricos la sitúan en la mitad delsiglo XII. Se encuentra ubicadaa un kilómetro del núcleo depoblación, en una pequeña la-dera a la vera de la carreteradonde se encuentra abundan-cia de elementos funerarios,como algunas estelas, y que lagente del lugar ha puesto enforma de vía crucis, debido aque todas poseen una cruz ta-llada por una o por las dos ca-ras.


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La Iglesia

En el siglo XV se comienza aconstruir la Iglesia parroquialque presenta un sustrato góticoy elementos góticos tardíos, yadel siglo XVII. Es un edificio deuna nave con crucero, plantade cruz latina y contrafuertesdiagonales en la cabecera y enlas esquinas. Tiene ventanasapuntaladas geminadas del si-glo XVI y un pequeño óculo delsiglo XV en el lateral.

La torre se sitúa a sus pies ytiene cuatro campanas. La por-tada en el lateral derecho esdel siglo XVII, consistiendo enun arco de medio punto rema-tado por una imposta.

El hermoso retablo del altarmayor, una verdadera joya, estádedicado a Nuestra Señora dela Asunción, patrona y defenso-ra del pueblo.

El Rollo

En el centro de la plaza selevanta el “rollo”, columna depiedra que era insignia de justi-cia y servía de picota, pues enél se ajusticiaba a los condena-dos. Esto explica que Santibáñezde Esgueva debió tener muchaimportancia en tiempos muyantiguos.

Dicho rollo “es de herenciagótica” de bella factura y per-tenece al siglo XV.

Se eleva sobre un pedestaloctogonal de cinco niveles, re-matado por cinco pináculos gó-ticos, sostenido mediante cua-tro cabezas voladas en formade dragón.

Nacimiento

Y bien, en este pequeño,bonito e histórico pueblo, abrílos ojos a la luz de la vida, a lassiete de una fría tarde del día31 de diciembre de 1915, sien-do el sexto hijo de una familiamuy cristiana en la que se reza-ba todos juntos al levantarse,antes y después de comer; y alacostarse, antes de recibir labendición del jefe de familia.

Una familia en la que a dia-rio se rezaba el santo rosario yse cumplía con los preceptos deDios y de la Iglesia y con lasobras de misericordia.

Este clima familiar y cristia-no fue creando en mí, desdemuy niño, un gran sentido de

unidad y de amor a Dios, a lafamilia, a la Iglesia, a la oracióny a los necesitados.

Cuatro años más tarde y elmismo día que yo, nacía el últi-mo hijo, de nombre Sabino,completándose así una familiade siete vástagos: dos mujeres,las primeras y cinco varones.

Vivimos los dos últimos.

Infancia

Y también, en este pueblo sedesarrolló mi alegre y feliz in-fancia, hasta que ingresé, comoaspirante, en la Casa de Forma-ción de La Horra, un pueblodistante del mío 22 kilómetros.

Esa alegre y feliz infancia lapasé como todos los niños delpueblo, jugando, divirtiéndomey haciendo alguna travesura.

Tengo que reconocer que yoera un niño muy inquieto y tra-vieso.

Y así me reconocían en elpueblo, que como es muy pe-queño, todo el mundo se cono-ce y sabe lo que hacen los de-más.

Por eso, cuando yo ingreséen el Aspirantado de La Horra,las vecinas de mi madre y demásmujeres del pueblo no lo podíancreer. Para sacarse la duda to-das fueron a preguntar a mimadre. ¿Es cierto, Doña Escolás-tica, que tu hijo Paulino se haido con los frailes de La Horra?

Mi madre respondió senci-llamente que sí. Entonces todas

Escolástica

Monzón.

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las vecinas dijeron a mi madre:antes de una semana te devuel-ven a tu Paulino a casa.

Me imagino que mi madrehabrá quedado sonrojada portan atrevida aseveración, y porla mala imagen que tenían de suhijo Paulino.

Pero estas buenas mujeresfallaron y feo en su pronóstico,ya que a 80 años de aquel episo-dio, sigo firme e inconmovibleen el Instituto de los Hermanosde la Sagrada Familia.

Por supuesto que de esteepisodio me enteré por mi ma-dre, en el primer viaje que hicepara visitar a la familia, des-pués de 15 años de ausencia.

Nuestros juegosfavoritos

Nuestros juegos favoritoseran: la pelota de mano, lostangos, el marro, la tuta, lapeonza, el borriquillo, la escon-dida, los galgos y las liebres, elhinque y algunos más que norecuerdo. A la verdad que tenía-mos muchas diversiones y des-conocíamos el aburrimiento.

Eran juegos sociales en losque todos intervenían y todosse divertían.

Juegos, que variaban muchode acuerdo a las estaciones.

Por eso afirmo que vivíamosuna infancia muy sana y muyfeliz.

Recordar esa sana y felizinfancia es sentir la inmensa

alegría que en esos años inun-daba nuestros infantiles cora-zones.

Primera formación

La formación religiosa y so-cial en mis primeros años deinfancia la recibí, sobre todo,de mi madre.

En su regazo maternal apren-dí a amar a Dios y a todos loshombres, esencia del cristia-nismo, junto con una filial de-voción a Jesús y a María basadaen pequeñas oraciones que ellainventaba.

Ya mayorcito rezaba con ellay con mis hermanos, elPadrenuestro, el Avemaría, elGloria Patri y la oración al Án-gel Custodio.

Mi madre me formó tambiénen lo social, corrigiéndome,cariñosamente, “todas esaspequeñas mañas y caprichos quelos niños tienen” pese a que yollorase, me encaprichara o qui-siera hacer mi voluntad.

Esta catequesis diaria, ma-ternal, amorosa y tierna, dadacon profunda unción y un granconvencimiento, marcó con unsello indeleble todas las etapasde mi vida, hasta el día de hoyy fue, no me cabe la menorduda, el germen de mi futuravocación religiosa.

Mi madre era muy alegre ygenerosa.

Sumamente cuidadosa y or-gullosa de sus hijos, a los que

amaba a todos por igual. Nuncase enojaba. Ni siquiera cuandotenía que reprender algún hijopor pequeña o grave travesura.

Sus palabras de reproche,siempre tiernas, era la mejormanera de corregir al hijo in-fractor.

Sentía un profundo amor yternura por ese ramillete desiete hijos que el Señor le habíadado.

De mi madre heredé la pe-renne alegría y la virtud de lagenerosidad.

Mi padre, que mucho inter-vino también en mi formación,era serenamente severo, muyrecto, pero afectuoso. De po-cas palabras: las indispensablespara mandar o corregir. Unasola mirada suya bastaba paraenmendar al hijo que se aparta-ba de las normas del hogar o dela educación. Muy responsablecomo jefe de una familia desiete hijos.

De él heredé yo la seriedad yla rectitud en el cumplimientode las obligaciones encomen-dadas.

La escuela

Yo comencé la escuela en mipueblo a los seis años. Entreniños y niñas éramos unos cua-renta.

Teníamos un solo maestro,que se llamaba Don Pedro Casa-do Gutiérrez. Era muy amable ytrataba con mucha delicadeza


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y cariño a las niñas y a los niños.Tenía buen físico, y debía rayarlos cuarenta años. Era un exce-lente maestro – educador, quenos dio una buena educaciónprimaria: académica, educati-va y religiosa, ya que él dabatambién la clase de religión.

Usábamos como texto el fa-moso Catecismo del PadreAstete. Libro pequeño de pre-guntas y respuestas, pero quecontenía toda la doctrina cris-tiana.

Nuestro maestro tenía unmétodo originalísimo para en-señar. La Historia de España laaprendimos en verso.

De este modo nos decía,aprenderéis y recordaréis me-jor lo que os enseño. Cada re-gión de España la resumía en

pocos versos.Así describía la Región Cen-

tral:Hay una Región CentralNo tiene mar ni fronteraSu capital es MadridSu nombre Castilla Nueva

Y hablando de los Conquis-tadores de América expresaba:

Por aquellos nuevos maresFueron los hijos de EspañaA conquistar otro mundoCon una cruz y una espada

Y al referirse a las posesio-nes españolas en el Golfo deGuinea, decía:

En el Golfo de GuineaTenemos Fernando PóoCon una parte de costaCon Corisco y Anobón.

Y lo mismo describía las de-más Regiones de España.

Así, pues, desde muy niñoaprendí la Historia de mi paíscon este originalísimo métodode mi primer maestro Don Pe-dro Casado Gutiérrez.

La vocación

Dios, salvo rarísimas excep-ciones, no llama personalmen-te para que se le sigan más decerca.

Habitualmente se sirve depersonas o acontecimientos queimpresionan fuertemente alsujeto que siente en su interiorel llamado divino.

Mi vocación

Mi vocación tuvo como ori-gen la visita que el Hno. Benja-mín Monin hizo a mi pueblo aprincipios de noviembre del año1927, en busca de candidatosvocacionables para la SagradaFamilia.

En su entrevista con el señorcura párroco, Don DonatoNúñez, excelente sacerdote,éste le señaló sus tres monagui-llos: Paulino Higuero, MoisésArribas y Paulino Izquierdo,como posibles candidatos parala vida religiosa.

El señor cura nos llamó a laCasa Parroquial y en la entre-vista que tuvimos con el Hno.Benjamín Monin, después desaludarnos muy amablemente,nos preguntó: ¿No os gustaríaser frailes de la Sagrada Familiade La Horra? Espontáneamentelos tres contestamos que sí, sinpensar en el alcance y respon-sabilidad de nuestra respuesta.

Vuelto a casa, mi madre,muy inquisidora como todas lasmadres responsables de sus hi-jos, me preguntó: ¿Para qué tellamó el señor cura? Yo le res-pondí: Madre, ha venido un frai-le de La Horra y me ha pregun-tado si quería ser fraile.

Y ¿qué le has respondido?.Madre, yo le contesté que sí.Mi madre, ante mi respues-

ta, nada dijo. Solamente esbo-zó una indefinible sonrisa y con-tinuó haciendo sus labores deama de casa.

Máximo

Izquierdo

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Pero, a principios de diciem-bre del año 1927, un mes ape-nas después de la entrevistacon el Hermano BenjamínMonin, los tres monaguillos in-gresábamos en el Aspirantadode La Horra, llevados por nues-tros padres.

Teníamos 12 años.

Aspirantado

No ocultaré que la separa-ción de mis padres y hermanosfue muy dolorosa. Las primerasnoches las pasé llorando. Extra-ñaba muchísimo a mis seis her-manos, a mi padre, pero sobretodo a mi madre. Sentía comoun vacío interior que me sumióen una gran tristeza y en unaprofunda nostalgia. Ese estadode angustia y soledad duró muypocos días.

Pasados los cuales me sentímuy feliz y contento. Mi madrelloró muchos días la ausenciade su hijo Paulino. Hasta talpunto que mi padre para termi-nar con el drama que tenía encasa, tomó la decisión de ir abuscarme para que mi madrecesara de llorar.

Mi Padre va a buscarmea La Horra

Así que una buena mañanami padre acompañado de suyerno Julio, fue a buscarme parallevarme a casa.

Eran las diez de la mañana yestábamos en el patio jugando,disfrutando del descanso delrecreo. El Hermano encargadode nuestra vigilancia era el Her-mano Sixto Martín, recién pro-feso, y compañero mío aquí enel Colegio Sagrada Familia mu-chos años después.

Recibió el mensaje de queyo tenía visita. Entonces tocó elsilbato y dijo: “Paulino Izquier-do, tienes visita en el locuto-rio”.

En unos instantes, y muycontento, me presenté en ellocutorio. Allí me estaban es-perando mi padre Máximo y micuñado Julio. Sentí una inmen-sa alegría al verlos. Les di unabrazo, pregunté cómo esta-ban mi madre y mis hermanos,conversé con ellos unos instan-tes y respondí a las preguntasque me hicieron.

Y sin hacerles sentar, les diun beso, mandé otro para mimadre y hermanos y les dije: Mevoy a jugar, pues mis compañe-ros me esperan en el patio.

Y les dejé en el locutorioplantados.

Mi padre quedó bastantemolesto por mi proceder y noquiso o no se atrevió a comuni-carme cuál era la finalidad desu visita, ni que mi madre sepasaba llorando mi ausencia.

Mi padre me vio tan feliz ycontento que se dijo para símismo: “Esta es la verdaderavocación para mi hijo, y en ellaserá siempre feliz”.

Este pronóstico de mi padrese ha cumplido a la perfección,ya que en mis 75 años de vidareligiosa, he sido muy feliz entodas las etapas de la misma.

Mi madre mientras tanto,esperaba ansiosa la llegada desu Paulino.

Al ver a mi padre llegar solo,mi madre, bastante contraria-da, preguntó a mi padre: ¿nome has traído a mi Paulino? Mipadre, todavía molesto por miactitud hacia él, se contentócon responder: “Sí, continúallorando por tu Paulino” Y lecontó cómo me había portadocon ellos.

Mi madre entendió que suPaulino estaba muy contento yfeliz, y desde aquel día ya nolloró más la ausencia de su hijo.

Por supuesto, que de todoesto me enteré por mi madre enmi primer viaje a la familia,después de quince años de au-sencia, en esos íntimos colo-quios que toda buena y respon-sable madre tiene con sus hijos.

La comunidad de LaHorra

Director de la Comunidadera el Hermano FrumencioJacquin, un santo religioso y unhombre muy afable y atento.

Integraban también la co-munidad los Hermanos RogelioBossus, Benjamín Monin, Patri-cio Ruiz, profesor de los Aspi-rantes, Tomás Pérez, encarga-


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do de la escuela del pueblo,Adelfo y Simón Ocaño, profeso-res de los Aspirantes, y Cecilio,responsable de los menesteresde la casa.

Estos Hermanos nos dieronuna vasta formación académi-ca. Los brillantes exámenes deBachillerato, rendidos en cali-dad de alumnos libres, enAranda de Duero, así lo confir-man. Pero, sobre todo, nos die-ron una sólida, excelente edu-cación religiosa, humana, apos-tólica, misionera y afectiva,superior a la recibida en el no-viciado y en el escolasticado.

Por eso, guardo un emocio-nado recuerdo de aquellos bue-nos, responsables y competen-tes Hermanos que me dierontan excelente formación inte-gral.

Y guardo también un vivo yemotivo recuerdo de mis cua-renta compañeros y de los pa-seos de todas las tardes a lahuerta, de las idas de los juevesal monte de Villalobón dondepracticábamos toda clase dedeportes.

En verano, cambiábamos elmonte por el río Duero, dondenos bañábamos.

Los que no sabían nadar que-daban en el vado hasta queaprendieran. Los que sabíannadar les enseñaban. Los bue-nos nadadores podían ir a laspartes más profundas del río yatravesarlo. Pero siempreacompañados por los mayores yexpertos, y bajo la atenta mira-

da del Hermano responsable delgrupo.

Tres hermosos y felices añospasé en el Aspirantado de LaHorra.

Años que están profunda-mente grabados en mi mente yen mi corazón y cuyo recuerdome hace muy feliz.

Salida de España para elNoviciado

En junio del año 1930, conapenas 14 años, salía de Españacon ocho compañeros: NicolásBenedited (Hno. Valentín), Je-sús González (Hno. Gonzalo),Jerónimo Diez (Hno. Rodolfo),Eugenio García (Hno. Gregorio),Andrés Bajo (Hno. Fulgencio),Paulino Izquierdo (Hno.Victorino), Moisés Arribas yPaulino Higuero (que se retira-ron del noviciado) y EpifanioAyuso para hacer el postulan-tado y el noviciado en Villa Brea(Turín, Italia).

Unos días antes de partirpara Italia nos enviaron a lafamilia para despedirnos de lospadres y hermanos. Despedidaque fue muy dolorosa, sobretodo, para mi madre ya que ellugar quedaba más lejos y laausencia duraría dos años.

En este largo viaje nos acom-pañaban el Hermano BenjamínMonin, responsable de losjúniores y un Hermano muy jo-ven, Simón Ocaño, argentino,que había pasado unos años en

La Horra y le asignaban un nue-vo destino. Tenía dos Hermanosen la Congregación: los Herma-nos Vitalino y Vianney.

Un día en Lourdes.

Viajamos en tren y tardamostres días. Uno de los cuales lopasamos en Lourdes. Nos hos-pedamos en el hotel “Avemaría”exclusivo para sacerdotes y re-ligiosos.

Fue un día de gran emocióny de profundo fervor mariano.

En efecto, contemplar a laVirgen en la misma gruta en quese apareció a la niña BernarditaSoubirous, rezar el santo rosa-rio frente a María Inmaculada,beber en la misma fuente en laque la Virgen ordenó aBernardita que bebiera, asistira las bellas, piadosas y emocio-nantes celebraciones eucarís-ticas y tomar parte en la proce-sión nocturna con infinidad deantorchas encendidas que ilu-minaban la noche de un cieloestrellado y maravillosamenteazul, fue un espectáculoinigualable, imposible de des-cribir y que colmó el corazón yel alma de incontenible alegríay de un ferviente y filial amor anuestra buena Madre, la VirgenMaría.

Salimos de Lourdes henchi-dos de un filial amor mariano.

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Salida para Chieri

Dos días después de abando-nar Lourdes, a las seis de latarde llegamos a Villa Brea don-de nos esperaban el Maestro deNovicios, Hermano JoannésCurtil, el vice Maestro, herma-no María Antonio Dantin y laComunidad de Villa Brea.

Fue un recibimiento muycordial y fraterno, que disipóciertos miedos y temores.

El lugar me impresionó porlo bello, por la variedad de supaisaje, y sobre todo por elaislamiento del mundo exte-rior, muy propicio para la ora-ción y la meditación contem-plativa y sumamente apropiadopara hacer el Postulantado y elNoviciado que comenzaríamospocos días después.

Noviciado

El noviciado lo constituía ungrupo numeroso ya que entrepostulantes y novicios éramosunos cuarenta.

Fue un tiempo de oración yde meditación que nos fue pre-parando a la consagración defi-nitiva al Señor, mediante laemisión de los votos religiosos.

El grupo se componía de es-pañoles, franceses, italianos yun suizo.

Recuerdo con cariño y emo-ción, y gran alegría, los paseosde las tardes de los domingos alugares a cual más bonitos y las

charlas con los campesinos dellugar, sencillos, buenos y gene-rosos que nos ofrecían con ama-bilidad los variados frutos quecosechaban, especialmente lasdeliciosas cerezas.

Y recuerdo muy especial-mente, y con gran emoción yamor, el viaje a la ciudad deTurín para contemplar y vene-rar al Santo Sudario expuesto alpúblico en la Catedral de Turín,por algún acontecimiento muyimportante que en dicha ciudadse celebraba. Tengo que confe-sar que me impresionó hasta laslágrimas ver el Cuerpo yacentede Jesús impreso perfectamen-te en la Santa Sábana.

Nuestros educadores

Maestro de novicios era elHno. Joannés Curtil, hombrebueno, pero serenamente seve-ro. Bajo su responsabilidad es-taba nuestra formación espiri-tual, religiosa, humana y so-cial, y la explicación de las Cons-

tituciones y del Catecismo devotos.

Tarea que cumplía con mu-cha convicción y competencia.

Le ayudaban en nuestra for-mación los Hermanos María An-tonio Dantin quien dictaba lasclases de Historia Sagrada yFrancés. Era muy buen profe-sor, exigente pero muy huma-no. Y el Hermano Hilarión, hom-bre bonachón y muy queridopor los novicios. Nos daba lec-ción de música gregoriana y nosenseñaba los cantos para lasmisas diarias; y las misas canta-das, a dos y tres voces para lasfiestas solemnes. Con su larga,blanca y bien cuidada barba,contrastaba con los demás Her-manos de la Comunidad. Era ungran organista.

Las celebraciones litúrgicaseran hermosas, ensanchaban elalma y el corazón y nos ibanhaciendo gustar la liturgia, almade todo cristiano y muy espe-cialmente del religioso.

Setiembre de

1932, Villa

Brea: Profe-

sión. Herma-

nos: Gregorio,

Rodolfo,

Fulgencio,

Adalberto,

Ligorio y

Victorino.


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La Comunidad de laCasa Generalicia

La Comunidad de la CasaGeneralicia la formaban el Con-sejo General, Hermanos mayo-res y algunos Hermanos jóvenesque se encargaban del cuidadode la propiedad, bastante ex-tensa, y de otros menesteres dela casa.

El Consejo General lo for-maban:Hermano Martín Dumas: Supe-rior GeneralHermano Esteban Baffert: 1ºConsejeroHermano Arsenio Martin: 2ºConsejeroHermano Frumencio Jacquin: 3ºConsejeroHermano Lorenzo Perroud: 4ºConsejeroHermano Dionisio Pionchon:Ecónomo General

Y los Hermanos: Angelin,Telésforo, Jules Benoi, Gerá-simo Cristoud, Alfredo Emonet,Désiré, Leoncio, BenjamínMonin, Erasmo, Alfonso Garroni,Alejo, Octavio Vivard, Miguel,Samuel, Henri, Domingo Castri-llo, Julio Carreras, Richard, y elsanto Hermano Sulpicio, ex Su-perior General, que todos losmeses daba a los novicios unacharla sobre los Santos Evange-lios. Charlas que mucho meimpresionaron por la unción queponía en ellas y porque desper-taron en mí grandes deseos deleerlos, poco común en aque-llos tiempos.

Tengo que decir, con muchodolor, que durante mis dos añosde noviciado nunca se nos hablóde nuestro Fundador, el Vene-rable Hermano Gabriel Taborin.Y lo mismo sucedió durante elEscolasticado y años después.Así que yo hice mi Primera Pro-fesión Religiosa y mi ProfesiónPerpetua sin conocer al hombreque fundó la Congregación Reli-giosa en la que yo me consagréal Señor por los votos de pobre-za, castidad y obediencia y mecomprometí a cumplir las Cons-tituciones y demás normas delInstituto.

¡Cosa rara e incomprensi-ble! ¿Verdad?

Toma de Hábito yProfesión Religiosa

La toma de hábito se reali-zaba el 19 de marzo, festividadde San José o el 8 de setiembre,Natividad de la Virgen María,para quienes se prolongaba elPostulantado. Y lo mismo suce-día con la Profesión Religiosa.

Vestición del Hábito

Yo vestí el hábito religiosoel 8 de setiembre de 1931. Debomanifestar que me dolió muchono vestirlo con mis compañerosel 19 de marzo, pues tenía gran-des ansias de acompañarlos enun acto de tanta ilusión, emo-ción y alegría. Y lo malo fue queno se me dieron los motivos de

esta exclusión, los cuales mehubieran tranquilizado.

No podía comprender estaexclusión para mí injusta. Yoera muy buen estudiante, comolo demostraban mis buenas no-tas en todas las asignaturas. Ymi conducta era excelente yaque nunca fui sancionado. Mu-chos años mi mente caviló ésta,para mí, injusta decisión.

Sólo tiempo después supe,por boca de mi ex Maestro deNovicios, el porqué de aquellamedida, de no permitirme ves-tir el hábito.

En el viaje que hizo el Supe-rior General, el Hermano Este-ban Baffert, el año 1934 a Amé-rica para hacer la visita canóni-ca, fue acompañado por mi exMaestro de Novicios el Herma-no Joannès Curtil, que era Con-sejero General. Y en la entre-vista que tuve con él me dijo,que como me veía delgado, pen-saba que yo estaba enfermo, deahí la medida que tomó.

Me dijo también que estuvoa punto de enviarme a casa.Entonces yo le respondí: dosaños estuve con Ud. en el novi-ciado y en ese tiempo nuncaestuve resfriado pese a lasbajísimas temperaturas, 20 gra-dos bajo cero, no hice cama niun solo día y jamás me llevó aChieri para ver a algún faculta-tivo, como llevó a algunos demis compañeros. Esto debíahaberle hecho pensar que aqueladolescente estaba muy flaco,sí, pero no enfermo. Ud. con-

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fundió flacura con enfermedady eso casi le llevó a expulsar dela Congregación a un jovencitoque aunque muy delgado, eramuy sano.

Mi ex Maestro de Novicios secontentó con responder “¡Quégrave error hubiera cometido!”.

Y yo me pregunto ahora:¿Qué pensará mi ex Maestro,desde el cielo, de aquel adoles-cente que pensaba expulsar dela Congregación pensando queestaba enfermo y que ya cum-plió los 91 años?

Emisión de Votos

Con profunda emoción, granentusiasmo e incontenible ale-gría emití mis Primeros VotosReligiosos el 8 de setiembre delaño 1932, fiesta de la Natividadde la Virgen María, con otroscinco compañeros, los Herma-nos: Gregorio García, RodolfoDiez, Fulgencio Bajo, LigorioAyuso y Adalberto Magnin, to-dos fallecidos.

Fue una celebración muyemotiva en la que las lágrimasde alegría corrieron abundan-tes por las mejillas. Y no erapara menos, pues significaba laentrega total al Señor del cuer-po y del alma, para dedicarlos asu santo servicio y al bien detodos los hombres y, sobre todo,a la enseñanza y educación cris-tiana de la niñez y la juventud.

La vestición del hábito reli-gioso y la consagración al Señor

de por vida, me marcaron pro-fundamente y dejaron una hue-lla indeleble en mi alma y en micorazón.

Cada vez que recuerdo estasdos fechas, siento en mi inte-rior un profundo júbilo y tratode que mi vida sea siempre fiela esos dos importantes compro-misos.

Comunicación de miNuevo Destino

Hecha la Profesión Religio-sa, el Superior General me co-municó que mi destino sería elUruguay, si mis padres daban elconsentimiento. Por supuestoque lo dieron, aunque con mu-cho dolor, al ver la alegría y lailusión de su hijo por conocernuevas tierras y países.

Salida para España

Después de permanecer unosdías en Villa Brea, hecha laProfesión Religiosa, salimospara España. Nuevamente pa-samos un día en Lourdes y nue-vamente sentimos las mismasemociones espirituales.

Y antes de partir para midestino, Uruguay, pasé con mifamilia una semana. Elreencuentro con los padres,hermanos y familiares, despuésde dos años de separación, fuede una emoción y de unos sen-timientos muy difícil de expre-sar.

Y los pocos días pasados conla familia estuvieron marcadospor el profundo amor de padresy hermanos, y por una inmensaalegría que embargaba los co-razones de todos.

Pero llegó el día de la despe-dida.

Despedida que fue terrible-mente dolorosa para toda lafamilia pero, sobre todo, parami madre.

Marchar tan lejos y con laincertidumbre de cuánto dura-ría el regreso (fueron quinceaños), el dolor y el estremeci-miento de mis padres y herma-nos, es fácil de imaginar peromuy difícil de asimilar.

Todavía recuerdo emociona-do y dolorido, como si fuera

Año 1955.


16 Agosto 2007 - Nº 127


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hoy, aquel trágico momento. Aúnsiento los besos calientes de mimadre, sus fuertes abrazos y suscopiosas lágrimas. Y aún oigoretumbar en mis oídos los sabiosconsejos y enseñanzas que, ba-ñada en lágrimas y mientras meabrazaba fuertemente y con ter-nura, me dio mi madre.

Consejos y enseñanzas, sa-nos y sabios, que nunca olvidé yque he tratado de cumplir a lolargo de mi vida.

Ella, desde el cielo sabrá sihe cumplido sus consejos, so-bre todo, el que más me impre-sionó y conmovió: “Hijo mío, sésiempre digno de tu madre”.

Salida para Barcelona

Después de pasar unos díasen La Horra partimos para Bar-celona donde nos esperaba elHermano Serafín Tupin, quien

nos acompañaría hasta Monte-video.

Los días pasados en Barcelo-na, esperando embarcarnos,fueron muy entretenidos y pro-vechosos, pues nos permitieronvisitar algunos lugares típicosde la Ciudad Condal.

Y el día 17 de octubre de1932, nos embarcamos en elbuque francés Florida, los Her-manos Crescencio Pérez, Albi-no Voisin, Fulgencio Bajo yPaulino Izquierdo.

Fueron 17 días de travesía,muy tranquilos, alegres y diver-tidos que hubiéramos deseadocontinuaran ya que nos sentía-mos tan a gusto y muy felices.Pero todo pasa y el día tres denoviembre, muy de madrugadael vapor Florida anclava en elPuerto de Montevideo.

Allí nos esperaba el Herma-no Marcial Manillier. Nos saludómuy amablemente y con él lle-

gamos al Cole-gio de la Sagra-da Familia. Di-rector era elHermano AmadoB a f f e r t ,Subdirector elH e r m a n oV i c t r i c i oMachillot, Con-sejero el Herma-no Pedro María,y 44 Hermanosmás. Todos nossaludaron muyamablemente.

Salida para Progreso

Después de comer nos llevóa Progreso, nuestro destino, elHermano Marcial en la camio-neta del Colegio que él mismoconducía.

Al llegar a Progreso, la Co-munidad y el Hermano IgnacioArenales que sería nuestro Di-rector de Escolásticos, nos re-cibieron con amabilidadfraterna. Lo mismo hicieronquienes serían nuestros compa-ñeros escolásticos.

La Comunidad deProgreso.

Director de la Comunidadera el Hno. Engelberto, másconocido en la región comoFrançois Duchène, gran enólo-go, excelente catador y muyconsultado en la región sobre laelaboración de vinos, en la queera un excelente experto. Susvariadas clases de vinos, devermuts y, sobre todo,champagnes en sus diversas cla-ses: nature, sec y demi sec die-ron a nuestros vinos ychampagnes resonancia nacio-nal e internacional.

Un solo hecho basta paracomprobarlo. Un buen día sepresentó en la bodega un capi-tán de barco estadounidensepara comprar 30.000 botellas dechampagne. Se le dijo que labodega no disponía de tal canti-dad y que sólo elaboraba peque-

Día de la

imposición de

la medalla de

las “Palmas

Académicas”

al Hno.

Eymard. De

izquierda a

derecha: Hno.

Victorino, Dr.

Héctor

Artucio, Hno.

Eymard, Sr.

Cónsul de

Francia, Mons.

José Gottardi

-Arzobispo de

Montevideo-,

Hno. Juan

Bosco Correa,

Provincial.

Agosto 2007 - Nº 127 17


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ñas cantidades para uso de losHermanos y de algunas familias.

Era común en las grandesfiestas montevideanas que sesirviera nuestro champán comosi fuera francés, tal era la cali-dad del mismo.

Todo eso dio a nuestra bode-ga “Santa Ana” un enorme pres-tigio.

¡Gloria y honor a nuestrobuen Hermano FrançoisDuchène, por haber hecho co-nocer y prestigiar a nuestra Ins-titución en el Uruguay y en elexterior por la elaboración desus famosos caldos!

Integraban también la Co-munidad de Progreso los Herma-nos: Eudes Nebout, experto tam-bién en vinos y pintor de lasgrandes telas que engalanan lasparedes de la Iglesia de San Joséde Progreso, hermosa por susfinos vitrales; Próspero Cabre-ra, encargado de la escuelitaSan José, de niños y niñas, quefunciona en la propiedad; GasparMerino, Eulogio y Berchmans.

Escolasticado

Director de los escolásticosera el Hermano Ignacio Arena-les, religioso muy humano yespiritual. Tenía la responsabi-lidad de la formación humana yreligiosa de sus escolásticos.

Nos daba clase de música,en la que era un experto. Domi-naba a la perfección el armonioy el órgano.

Era un deleite oírlo tocar.Fue nombrado organista ofi-

cial de la Basílica Menor de laAguada, cargo que ocupó casihasta su fallecimiento. Durantemuchos años fue Profesor deMúsica en el Liceo y era unespecialista en la formación decoros de 150 niños que canta-ban canciones a dos y tres vocesque emocionaban al público porla perfección con que eran eje-cutadas.

Las “barcarolas” cantadasen el Teatro Solís en la fiesta defin de curso, emocionaban fuer-temente a toda la asamblea yde ellas se guarda un hermosorecuerdo.

Era además un gran dactiló-grafo, considerado el mejor delpaís. Tenía un dominio tal de lamáquina que asombraba verloescribir con tanta velocidad ycon tanta tranquilidad. Nuncamiraba el teclado. Enseñó amanejar debidamente la má-quina a centenares y centena-res de alumnos y a muchísimosHermanos.

Éramos 24 escolásticos.Nos preparaban para los exá-

menes de magisterio los Her-manos Eusebio, Gualberto yJuan Bautista. “El último añodel escolasticado (estuve 3), elHermano Ignacio Arenales fuesustituido por el Hno. Juan Bau-tista Barrasa, hombre de reciapersonalidad, buen escritor ypoeta, que nos inició en el artede la gaya ciencia o dicho demanera más sencilla, en el arte

de hacer poesía. Ha dejado va-rios libros, desconocidos de losHermanos, titulados: “Conver-sando con los jóvenes”. Librosde formación espiritual, desti-nados a sus alumnos y exalumnosy a todos los jóvenes urugua-yos, en general.

Todos estos Hermanos nosdieron una formación académi-ca de alto nivel que se puso demanifiesto en los brillantes exá-menes que dábamos en el Insti-tuto Normal con otros jóvenesde ambos sexos de los que nosdistinguíamos por nuestros bue-nísimos resultados.

Tres años pasé en elEscolasticado durante los cua-les obtuve el título de “MaestroOriental”, con exámenes rendi-dos en calidad de alumno libre.

El título de “Maestro InfantilArgentino”. Los exámenes losrendí en la ciudad de La Plata.

Y todos los exámenes paraProfesor de Idioma Español, Li-teratura e Historia, en el insti-tuto de Profesores del Uruguay.

Pero no se me dio el títuloporque no hice las prácticas yaque mis autoridades no me lopermitieron, porque tenían quehacerse prácticas en Montevi-deo y en el Interior.

Eran otros tiempos y otrasmentalidades. Y bien, con estebagaje de conocimientos co-mencé mi apostolado docente yeducativo, poniéndolo al servi-cio de los niños y de los jóvenesa mí confiados.


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Comienza el ApostoladoDocente

En marzo del año 1935, 15escolásticos dejábamos la casade estudios de Progreso(Escolasticado) para comenzarel apostolado del aula. Comoentonces Uruguay y Argentinaformaban una sola Provincia,fuimos distribuidos en los dospaíses.

Los Hermanos JuvenalFausone, Pedro Saglietti yVictorino Izquierdo, fuimos des-tinados al Colegio Sagrada Fa-milia, Aguada.

Los restantes escolásticosfueron asignados a los otros co-legios de Uruguay y Argentina.

A mí se me asignó la clasesegunda del Curso Primario.

Confieso sin rubor, que co-mencé mi apostolado docentecon enorme ilusión y con granentusiasmo.

Sentía pasión por la ense-ñanza y la educación cristianade los niños.

Dos inquietudes que nuncame abandonaron en mi dilatada

carrera de educador cristiano.Inquietudes que se hicieron másintensas durante mis 27 años deDirector, haciendo ver a todoslos docentes, a través de char-las y conferencias, la importan-cia de la enseñanza cristianapara los niños y jóvenes, prime-ro; y para la sociedad y la Igle-sia, después.

Siempre tuve presente en midocencia las sabias palabras denuestro Vble. Hermano Funda-dor a sus Hermanos educado-res: “No olvidéis nunca, ama-dos Hermanos, que no existeuna tarea más digna y más no-ble que la educación cristianade la niñez y de la juventud”.

Director del Colegio

Director del Colegio era elHermano Amado Baffert. Hom-bre sereno, amable, con la son-risa siempre en los labios. Aten-to a los requerimientos de Her-manos, padres, alumnos y de-más personas. De distinguida yllamativa presencia. Nunca per-

sona alguna llevó mejor el nom-bre Amado, pues era amado portodos, sin distinción alguna.

Enfermedad y muerte

Lamentablemente sólo fuemi Director durante un año ymedio ya que falleció el 10 demayo de 1936, a los 58 años, esdecir en la plenitud de la vida,a causa de una gripe, agarradaen actividad de servicio, quedegeneró en la gangrena de unapierna que no se le pudo ampu-tar para salvarle la vida, por-que el corazón no hubiera resis-tido.

Ya en el lecho de muerte,quiso la noche antes de morir,despedirse de cada Hermano desu Comunidad. Todos, uno auno, desfilamos por su habita-ción. Todos recibimos un men-saje y todos salimos llorando.¡Sólo él sonreía!

Instantes antes de morir ha-bía confesado al Hno. Marcial,su Subdirector: “Nunca penséque fuera tan dulce el morir”.

El Hermano Amado muriócomo había vivido: “con unagran paz interior y con la sonri-sa en los labios”.

Su muerte sumió a la Comu-nidad en un profundo dolor y enuna amarga tristeza.

Ante sus despojos mortales,velados en la Capilla del Cole-gio, desfilaron conmovidos yacongojados infinidad de hom-bres y mujeres de toda clase,

Colegio San

Juan Bautista.

Año 1959. Con

el Hno.

Eymard y

padres de

A.P.A.C.

Agosto 2007 - Nº 127 23


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edad y condición, muchos de loscuales lloraban amargamente asu maestro, amigo o consejero.

La misa de cuerpo presente,celebrada en la Basílica de Nues-tra Señora del Carmen, fue unademostración de dolor colecti-vo. Y el acto del sepelio fue unaverdadera apoteosis.

Los numerosos oradores quehablaron en el cementerio, ade-más de destacar su gran perso-nalidad humana y religiosa,dejaron traslucir en sus discur-sos fúnebres, su profunda penay lo que la vida del HermanoAmado había significado parasus vidas y para cuantos habíantenido contacto con él, aunquehubiera sido pasajero.

A mí, hombre muy joven,tenía 19 años, el fallecimientode mi primer Director a quientanto apreciaba y en quien visiempre al prototipo de Direc-tor, me causó un gran dolor yuna profunda tristeza que mecostó mucho aceptar y asumir.

Dios tenía reservada otragran prueba para nuestra Co-munidad.

Veámosla.El Hermano Antelmo Gachet,

hombre culto y muy preparado,titular de 4º año de Liceo y consólo 37 años, no pudo asumir lamuerte de su Director. Todoslos días, hasta que fue interna-do, hablaba a sus alumnos, du-rante la clase de Región, delHermano Amado, llorando confrecuencia cuando lo mencio-naba. Entró en una gran triste-

za que no pudo superar. Esto leiba matando poco a poco.

Para colmo, fue atacado porun hipo permanente, que losmédicos no dieron con la causa,que no pudieron detener, y quea la postre le llevó a la tumba.

El Hermano Antelmo murióde pena. Ante estas dossorpresivas e irreparables pér-didas la Comunidad quedó des-trozada, acongojada, entriste-cida y cayó en una gran depre-sión y en un pavoroso miedo amorir.

El Dr. Castro, médico de laComunidad, fervoroso cristia-no y un excelente psicólogo,desempeñó una labor muy im-portante en el delicado y graveestado en que había caído laComunidad. Gracias a su ayudatécnica, psicológica, espiritualy humana y a la perseveranteoración de los Hermanos, laComunidad fue reaccionandopoco a poco hasta conseguir lalenta y total recuperación. Senecesitaron varios meses paraque la Comunidad volviera a lanormalidad.

Fueron días muy tristes ydifíciles que sólo quienes losvivimos podemos hablar deellos.

El Hermano Marcial asumióla Dirección del Colegio y de laComunidad hasta que se nom-brara al nuevo Director.

Cabe destacar que la labordel Hermano Marcial como Di-rector interino fue muy valiosay digna de elogio.

El Nuevo Director

A mediados de ese mismoaño se hacía cargo de la Direc-ción del Colegio y Superior de laComunidad el Hermano TarsicioDucruet.

Venía de Córdoba donde eraDirector del Colegio Santa Rosa.

Hombre muy preparado y congran experiencia docente y deDirección, era el hombre másindicado para sustituir al granDirector Hermano AmadoBaffert.

Dio gran impulso al Colegio,sobre todo al Curso Liceal.

Su destacada personalidadfue pronto conocida y valoradaen los ambientes educativos.

Figuras relevantes de la Edu-cación Privada y Pública, solíanconsultarle. Eso aumentó másel gran prestigio que ya tenía elColegio.

Su función principal era aten-der a la Comunidad y tener con-tacto con las autoridades civi-les, religiosas y de la enseñanzaPrivada y Pública.

Sus conferencias dominica-les, muy bien preparadas, te-nían una clara finalidad: for-mar espiritualmente a sus Her-manos.

El Hermano Marcial conti-nuó siendo Subdirector y encar-gado del Colegio al que queríaentrañablemente.

Trabajó denodadamentepara que el Colegio de la Sagra-da Familia fuera el mejor Cole-gio de Montevideo, en todos los


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aspectos, especialmente en loreligioso y en lo académico, y loconsiguió.

En lo religioso, basta recor-dar que todos los sábados ve-nían seis confesores para aten-der las confesiones de los alum-nos de Liceo y Comercio. Y enlas vísperas de las fiestas so-lemnes, para que todos los alum-nos, si lo deseaban, pudierancomulgar, venían hasta doceconfesores. Los Hermanos pre-paraban a sus alumnos a la con-fesión en la clase. Por turno,cada Hermano bajaba con suclase a la capilla. Y cada alum-no, si lo deseaba, se confesabalibremente, con el confesor desu preferencia.

Terminada la confesión, con-tinuaba la clase.

Además el Padre Capellánquedaba en el Colegio todo eltiempo de clase por si algúnalumno deseaba consultarlo oconfesarse.

La comunión se daba todaslas mañanas a la entrada delColegio a quienes la solicita-ran. Para ello había un Herma-no en la Capilla.

Esta función la desempeñódurante muchos años, casi has-ta su muerte, el buen y queridoHermano Alfonso Rodríguez.

A esto se agregaba que to-dos los meses venía un sacerdo-te de prestigio a dar algunacharla a los alumnos de las cla-ses superiores de Liceo y Co-mercio sobre temas de su inte-rés o de formación.

Y en lo académico. Un pro-fesional de renombre venía tam-bién todos los meses a conver-san con los jóvenes de Liceo yComercio sobre los problemasde todo género que tienen a esaedad y sobre temas de su futuravida profesional.

Habría que señalar tambiénlos Retiros Espirituales de tres ocuatro días completos, en régi-men cerrado, que hacían todoslos años los jóvenes de las cla-ses superiores de Comercio yLiceo con sacerdotes especiali-zados.

En fin, que además del cursocurricular que era muy comple-to y por todos reconocido, elColegio brindaba a sus alumnosespacios adicionales y comple-mentarios para que tuvieran unaformación más vasta y que lespermitiera, ya egresados delColegio, enfrentar con valentíay eficiencia, el mundo agresivoy descreído en que les tocaríaactuar.

Mi Apostolado en elcolegio Sagrada Familia

Mi apostolado docente y edu-cativo en la Sagrada Familia locomencé en marzo del 1935 con19 años. Director era el Herma-no Amado Baffert, vice el Her-mano Victricio Machillot y Con-sejero el Hermano Pedro MaríaChautemps, y 50 Hermanos más.

Ejercí mi apostolado docen-te en todas las clases de prima-

ria y en los cuatro años de ba-chillerato, durante 22 años.

Debo confesar que comencémi apostolado docente y edu-cativo con muchísima ilusión ygran entusiasmo, como todojoven que siente en su interiorla vocación de enseñar a losniños y jóvenes la enseñanzacristiana. Trabajé con alegría ygusto en todas las clases que seme encomendaron, di lo mejorde mí mismo a mis alumnos,aprecié a todos por igual y poreso me sentí muy alegre y feliz.

En cambio, recibí el cariño yla simpatía de todos mis alum-nos, de los que guardo el mejorde los recuerdos.

Haber pasado como maestropor todas las clases del CursoPrimario y como profesor portodos los años de Liceo, fuepara mí una experiencia muyvaliosa. Experiencia que muchome sirvió, ya Director, paraorientar y aconsejar a los jóve-nes Hermanos que se iniciabanen el apostolado educativo.

Mi Nuevo Destino

Después de 22 años de do-cencia en el Colegio SagradaFamilia de Montevideo, fui des-tinado al Colegio San Juan Bau-tista de la calle Cavia.

El cambio se debió a un he-cho muy doloroso.

En efecto, el Hermano JuanBautista Barrasa, miembro dela Comunidad del Colegio San

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Juan Bautista, Subdirector delColegio, titular de 4º año deLiceo, Profesor de Historia yLiteratura en 3º y 4º año y Se-cretario del Liceo, tuvo un ata-que de hemiplejia y quedó invá-lido. Era un hombre muy prepa-rado y valioso y había que re-emplazarlo.

Los Hermanos de la Provin-cia disfrutábamos de las vaca-ciones de verano en Progreso.También estaba el HermanoFlorentino Mena, Superior Ge-neral que hacía la visita canóni-ca a la Provincia San José.

Una mañana recibo una lla-mada telefónica de Montevi-deo. Era el Superior General,quien me dijo: “Lo espero estatarde, a las cuatro, en mi escri-torio”. A esa hora, en punto,entré en el despacho del Supe-rior General. Lo saludé, me sa-ludó y me hizo sentar. “Segura-mente, me dijo, que ignora elmotivo de mi llamado”. A laverdad que lo ignoro, le contes-té. Pues, sencillamente, medijo: “Lo he llamado para co-municarle que este año irá alColegio San Juan Bautista, parareemplazar al Hermano JuanBautista, que como Ud. sabe haquedado completamente invá-lido”.

La noticia me cayó como unbalde de agua fría. Quedé mudo.Pero luego reaccioné y le dimúltiples razones para evitar elcargo, insistiendo que no esta-ba preparado para dar todas lasasignaturas que él dictaba. Y

hasta le aconsejé que buscaraun Hermano más preparado queyo, que los había.

Pero el Superior General mecontestó: “He recorrido la listade los Hermanos de la Provinciay no he encontrado ningún Her-mano más adecuado que Ud.para reemplazarlo”.

Viendo que no tenía escapa-toria le dije: “Aunque me cues-ta muchísimo el cambio, loacepto resignado y por tres ra-zones: la primera porque lo pideUd. que fue mi Maestro deJuniores en La Horra. La segun-da, porque es para reemplazara quien fue mi Director y Profe-sor en el Escolasticado.

Y la tercera, porque esteaño cumplo las Bodas de Platade Profesión Religiosa y lógica-mente tengo que hacer algúnsacrificio”.

Y le agregué: “este cargoque Ud. me propone, significa

para mí una carga muy pesada ydifícil. Pero le digo, HermanoSuperior General, que lo asumocon mucha fe y entusiasmo.

La gracia del Señor, pedidaen la oración hará que sea másliviana”.

Vice Superior del ColegioSan Juan Bautista

Así que, en marzo de 1957,asumí el cargo de Vice Superiorde la Comunidad San Juan Bau-tista que contaba con 14 Her-manos, titular de 4º de Liceo,Profesor de Historia y Literatu-ra en 4º y 3º año de Liceo ySecretario del Liceo.

Me tocaron dos grupos ex-traordinarios que me dieronmuchas satisfacciones y con losque conseguí excelentísimosresultados académicos. Era ungrupo muy unido y congenié

Comunidad del Colegio San Juan Bautista. Año 1958. Sentados: Hnos. Roque, Santiago,

Eymard, Victorino, Valerio, Flavio. De pie: Longinos, Albino, Antonio Melo, Carlos, Agustín,

Berchman, Bernardo, Humberto.


26 Agosto 2007 - Nº 127


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mucho con ellos y los recuerdocon cariño y simpatía.

Seis años estuve de Profesory confieso que fueron muy feli-ces e inolvidables.

Tarea de Gobierno

Después de 28 años de ejer-cer la docencia, primero comomaestro, 8 años, y luego comoProfesor de Liceo, 20, fui nom-brado como Director del Cole-gio San Juan Bautista en reem-plazo del Hermano EymardBessat, de quien había sidoSubdirector y que terminaba sumandato.

Seis años de perfecta con-cordia, ya que dos personalida-des tan distintas, nos entendi-mos maravillosamente y estu-vimos de acuerdo en todas lasdecisiones tomadas. Debo acla-rar que me costó aceptar elcargo. Al proponérmelo el buenHermano Vicente Barreix, le dijeque me costaba mucho aceptarel cargo, ya que me sentía másinclinado a dirigir una clase quea gobernar un Colegio o unaComunidad. Pese a todas lasobjeciones que expuse al Hno.Vicente, de nada sirvieron. ElHermano Vicente ante mis ob-jeciones, se contentó con de-cirme: “Hermano, Ud. tienecondiciones más que suficien-tes para ejercer esos dos car-gos, así que obedezca y acépte-los”.

Además, muy sonriente agre-

gó: “Vaya, que Ud. lo va a hacermuy bien”.

Así que no tuve otra opciónque obedecer y aceptar los doscargos.

Mis Preocupaciones

Mis dos preocupaciones alasumir el doble cargo fueron: 1ºcuidar que los Hermanos estu-vieran muy bien atendidos espi-ritualmente, y 2º que el Colegiofuncionara como un auténticocolegio católico.

Para dar solución a mi pri-mera preocupación, todas lassemanas venía a la Comunidadun Padre franciscano, el PadreOlañeta, disminuido físicamen-te, pero que irradiaba una pro-funda vida interior, para aten-der las confesiones de los Her-manos y para que los Hermanosque lo desearan, pudieran se-guir o comenzar “la direcciónespiritual” con un santo sacer-dote; medio indispensable paracaminar, rápidos y seguros, porla senda difícil de la santidad.

Y en cuanto a que el Colegiofuncionara como un auténticocolegio católico, también to-dos los sábados venían tres ocuatro confesores para confe-sar a los alumnos que lo desea-ran. Doy fe de que algunos alum-nos seguían la dirección espiri-tual.

Además, varias veces porsemana venía el Padre GonzaloBueno, para conversar con los

alumnos mayores sobre la im-portancia de la vida espiritualen todas las etapas de la exis-tencia.

Todo esto explica el buenclima que había en el Colegio,el ambiente sosegado que serespiraba, todo lo cual favore-ció el buen rendimiento de losalumnos y la excelente conduc-ta de la casi totalidad de losestudiantes.

Visita de las Clases

Es una obligación, como loseñalan nuestros reglamentos,que el Director visite con ciertafrecuencia las clases.

Cumpliendo con esta reco-mendación y siendo fiel a ella,yo visitaba a menudo las clases,hacía pruebas de las distintasasignaturas a los alumnos y des-pués de corregirlas publicabalos resultados.

Visitaba también a los Pro-fesores mientras dictaban susclases. Y después de cada visitales entregaba un breve infor-me, señalándoles los aciertos olos posibles errores.

Todos los meses venía algúnsacerdote o profesional distin-guidos para dar a los alumnosde las clases superiores algunaconferencia sobre los proble-mas que a esas edades enfrentala juventud.

Creo, que el Colegio estababien atendido en el aspectoacadémico y espiritual.

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Obras realizadas.

Durante mi Directorado seconstruyó la fachada del Cole-gio, obra de Arquitecto Siri y labiblioteca de madera preciosa,ambas pagadas por la familiaBidegain, en memoria de su hijoGabriel, fallecido trágicamenteen su casa, cuando cursaba 3ºaño de Liceo en nuestro Colegio.

La biblioteca se inauguró conla Enciclopedia ESPASA, famo-sa en el mundo.

Se construyó también “elSalón de exalumnos”, las habi-taciones de los empleados,transformadas después en sa-lón de reuniones, y un salón alque se le dio diversidad de usos.

Se puso también la base delfuturo gimnasio que no se pudorealizar por la desvalorizaciónde la moneda nacional con res-pecto al dólar.

Las siguientes administracio-nes llevaron a cabo su construc-ción.

Hoy el Colegio San Juan Bau-tista cuenta con un hermosogimnasio, envidia de otros cen-tros educativos.

También a nuestra adminis-tración le interesó mucho tenerun campo de deportes para quenuestros niños y jóvenes tuvie-ran una formación total.

Como nos interesaba un buenCampo de Deportes, que había-mos visto en Carrasco, nos mo-vimos para conocer quién era eldueño. Nos dijeron que el due-ño vivía en Buenos Aires.

Averiguada la Dirección, conun grupito de padres nos fuimosa Buenos Aires paraentrevistarnos con él.

En la entrevista le comuni-camos nuestro deseo de com-prarle el campo al precio quefuera. Como él estaba enteradode que los terrenos de Uruguayestaban aumentando mucho suvalor, nos dijo rotundamenteque no lo vendía. Nos volvimosun poco tristes y desilusionadospor no poder comprar un campode deportes situado en un her-moso lugar y cercano de nues-tro Colegio.

La Administración siguienteconvirtió en realidad lo quehabía sido nuestro deseo. Y hoyel Colegio San Juan Bautistadispone de un hermoso Campode Deportes.

Fueron doce años los quepasé en el Colegio San JuanBautista, como profesor,Subdirector, Secretario de Li-ceo y Director.

Años muy felices que meenriquecieron humana, espiri-tual, intelectual y socialmente.

Años durante los cuales hice

excelentes y duraderas amista-des y de las que guardo un gra-to, dulce e imperecedero re-cuerdo.

Director del ColegioSagrada Familia

El Hermano AlfonsoRodríguez del Olmo, hombreprofundamente religioso, due-ño de unas cualidades humanaspoco comunes, hombre abiertoa todas las ideas positivas, inte-ligente e innovador, muy queri-do por todos y atento siemprelas necesidades de los demás,había sido nombrado Provincialde la Provincia San José.

Cargo de mucha responsabi-lidad, que mucho le costó acep-tar, pero que asumió por espíri-tu de obediencia.

Y bien, una buena mañana,en visita que hizo a la Comuni-dad de San Juan Bautista, afines del año 1968, en la entre-vista que tuvo conmigo me dijo:“Sabes que en marzo terminascomo Director y Superior eneste Colegio”. Ya lo sé le res-

En el Colegio

San Juan

Bautista. Prof.

Julio Vilar del

Valle, Hno.

Victorino, Sr.

Secretario

Norberto

Vázquez, Hno.

Eymard, Sr.

Pereira, Arq.

Siri, Hno.

Flavio, Prof.

Sánchez

Rincón.


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○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

pondí. Pero él agregó: “Piensollevarte como Superior de laComunidad de la Aguada y Di-rector del Colegio Sagrada Fa-milia”.

Primero enmudecí ante tansorpresiva e inesperada pro-puesta. Luego reaccioné y fue-ron muchas las razones que le dipara eludir una carga tan pesa-da y de tanta responsabilidad,como la de dirigir un Colegiotan grande y de tanta fama,como la Sagrada Familia de laAguada.

La insistencia del HermanoAlfonso para que aceptara elcargo fue más convincente quemi resistencia y negativa parano aceptarlo. Al fin acepté re-signado y pensando que él ha-bía asumido un cargo de muchamás responsabilidad que el mío:ser Provincial.

Salida para la Aguada

Después de doce felices añosen Pocitos, el domingo 3 demarzo del año 1969, muy demañana, franqueaba las puer-tas del gran y prestigioso Cole-gio Sagrada Familia.

Y una vez en su interior medije para mi mismo: “Victorino:aunque esta inmensa mole se tevenga encima, no te hagas nun-ca mala sangre”.

Y puedo afirmar que duran-te mis 23 años de Director, pesea las dificultades y problemas,fui muy fiel a aquella promesa.Nunca los problemas, por gra-ves que fueran, me sacaron dequicio, y traté, con la ayuda delSeñor y de la Comunidad, solu-cionarlos lo mejor posible. Ypuedo afirmar también que esosproblemas, a veces graves y demuy difícil solución, nunca me

sacaron el sueño. Nunca dejéque los problemas me absorbie-ran. Los problemas los absorbíayo.

Norma mía fue siempre de-jarlos a la puerta de la habita-ción para que me dejaran dor-mir. Y los tomaba a la mañanasiguiente al comenzar la jorna-da de trabajo.

No puedo ocultar que mesentí muy pequeño y débil paradirigir, organizar y orientar tanimportante y prestigioso Cole-gio, pionero en nuestro país entodas las ramas de la enseñanzay asimilador de todo lo nuevoque sobre educación aparecíaen la región o en el mundo.

La ayuda del Señor, pedidaen la oración, me dio la fuerzapara emprender, con entusias-mo, tan importante y difícilempresa.

Valiosos Colaboradores

Tengo que decir y recalcar,que en esa ingente obra enco-mendada, tuve tres grandes co-laboradores, sin los cuales mehubiera sido muy difícil, por nodecir imposible, llevar adelantecon éxito, tamaña empresa.

Y esos colaboradores fue-ron:

El Hermano José María de laFuente: que aceptó la Direccióndel Curso Primario, y todos sa-bemos con qué responsabilidad,solvencia y eficacia, hizo fun-cionar el Curso encomendado.

Con dos de sus

hermanos,

cuñadas y

sobrinos.

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○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

El Hermano Flavio Pocobello:que no tuvo inconveniente enasumir la Dirección de Liceo, ytodos recordamos todavía cómoorientó un Curso tan importan-te y de no fácil manejo.

El Señor Norberto VázquezCarril: pieza clave en el perfec-to funcionamiento de un Cen-tro Educativo, ya que como ex-celente Secretario, conocía aldetalle todas las normas y re-glas, que hacen a la marchanormal de un Centro de Ense-ñanza.

Cabe destacar que el SeñorNorberto Vázquez era consi-derado, en los ambientesliceales, como el mejor Secre-tario del país.

Las mismas autoridades dela enseñanza le consultabansobre asuntos de reglamenta-ción, en los que era un experto.

¡Quiero aquí hacer memoriade estos dos grandes colabora-dores, del bien que hicieron alColegio y lo mucho que perdiócon su muerte. Pero tengo feque desde el cielo seguirán ve-lando por el Colegio que tantoamaban!

¡Descansad en la paz delSeñor, Hermano Flavio yNorberto Vázquez!

Con semejantes colaborado-res el Colegio funcionó con to-tal normalidad. Los años fueronpasando inadvertidamente y latarea docente y educativa sefue realizando con la máximaeficacia y con la aceptación delos padres de los alumnos y el

visto bueno de las autoridadesde Enseñanza Secundaria.

Cursos existentes antesde implantarPreparatorios.

Los Cursos que existían en elColegio antes de implantar losPreparatorios eran:

Curso Primario, desde el 1ºde julio del año 1889, fecha enque se fundó el Colegio.

Curso Comercial, desde elaño 1890, con las lecciones deContabilidad y de Francés quedaban los Hermanos Damasceno(H.D.), José Silvano, Arsenio yDamián a algunos alumnos. Sesistematizó algunos años des-pués.

Curso de Bachillerato, des-de el año 1923. Hay que recor-dar que los Liceos se fundaronel año 1912 para el Interior.Recién hacia el año 1918 sefundaron en Montevideo. Sien-

do los primeros, los LiceosHéctor Miranda, José EnriqueRodó, Francisco Bauzá y JuanZorrilla de San Martín.

A nadie se le escapa la bri-llante trayectoria que tuvieronlos dos primeros Cursos y enespecial el Curso Comercial,hasta que fuera habilitado porel Consejo de Enseñanza Secun-daria, nuestro Liceo el año 1934.

Y digo especialmente el Cur-so Comercial porque fue pione-ro en nuestro medio, ya que alas asignaturas propias de dichoCurso, los Hermanos agregaronel Francés, el Inglés y la Taqui-grafía, dictada ésta última du-rante muchos años por el Profe-sor Clemente Martínez, primertaquígrafo de las Cámaras deDiputados y Senadores.

En pocos años nuestro Co-mercio adquirió tanto prestigiopor la calidad de su enseñanzay por la formación integral desus alumnos, que los Bancos,las Casas de Comercio, las In-

Mi hermano

Quintín, mi

cuñada Inés,

mis sobrinas.


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dustrias, las Fábricas y las Ofi-cinas, en general, se los dispu-taban. Llegó a haber tanta de-manda de nuestros estudiantesde Comercio, que antes de fina-lizar los Cursos de la últimaclase de Comercio, todos losalumnos tenían ya asegurado suempleo, y muchas demandas nopodían ser atendidas.

Durante muchas décadasnuestro Curso Comercial abas-teció de jóvenes capacitados yeficientes al mercado laboral, yla mayoría llegó a ocupar car-gos de gran jerarquía, como loconfirman las estadísticas rea-lizadas con la máxima serie-dad.

Con la habilitación de loscuatro años de liceo el año 1934,comienza a desarrollarse esteCurso que había permanecidoprácticamente sin crecimiento.

Las cuatro únicas clases deLiceo que antes de la habilita-ción apenas pasaban los 60alumnos, fueron poco a pococreciendo hasta igualar y luegosuperar las ocho clases que lle-gó a tener el Curso Comercial.

Fueron varias las causas deeste crecimiento del Liceo y dela consiguiente merma del Cur-so Comercial.

Y una de las causas más im-portantes, si no la principal,fue el cambio operado en lamentalidad de los padres denuestros alumnos, pertenecien-te en su mayoría a una clasemedia acomodada, que anhela-ba para sus hijos, más que un

empleo, aunque estuvieran muybien remunerado y aseguradode por vida, un título universi-tario que les diera prestigio yles hiciera brillar en una socie-dad ansiosa de figurar.

El liceo se convirtió, enton-ces, en el Curso más solicitadopor la razón arriba indicada y,sobre todo, por el éxito de nues-tros exalumnos en todas lascarreras liberales.

Cursos implantadosdurante mi Directorado

Curso dePreparatorios.

El Curso de Preparatorios,como se le llamó hasta la Refor-ma de 1986, nace en marzo de1971. Está, pues, cumpliendosus 37 años de vida.

Vale la pena reseñar cómose implantó este importanteCurso en nuestro Colegio.

Nuestro Liceo estaba incom-pleto. Sólo contaba con los cua-tros primeros años de Liceo,cuando otros centros de menorjerarquía, habían completadolos seis años de Bachillerato.

En vista de lo cual, y dadoque muchas razones lo exigían,el Colegio decidió incorporar asu currículo los años que falta-ban.

Pero la enseñanza nacional,desde hacía varios años estabamuy agitada y politizada. Lashuelgas y ocupaciones de Cen-tros Educativos oficiales esta-

ban a la orden del día y el paísentero estaba conmocionadopor la situación política.

No parecía el momento másoportuno y adecuado para crearlos Preparatorios.

Muchos me aconsejaban, dedentro y de fuera, no dar seme-jante paso.

Sin embargo, y pese a losconsejos en contra y a los in-convenientes señalados, yo lle-vé adelante mi idea y tomé lavaliente o temeraria decisiónde crear los años que faltabanal Liceo: los Preparatorios.

Se determinó, pues, que laapertura de dicho Curso se efec-tuaría el año 1971 y funcionaríaen calidad de mixto.

Si el momento, como lo aca-bamos de señalar, era suma-mente difícil, y si la creación denuevos cursos tiene siempreaparejados riesgosos inconve-nientes, era absolutamentenecesario hilar muy fino y cui-dar esmeradamente hasta losmás mínimos detalles, para nofallar en nuestro intento.

Y es lo que hicimos.Lo primero que nos interesa-

ba saber, era la aceptación queesta medida tendría en nuestroCentro y en los Centros a losque en principio estuvo desti-nado, a saber, los de la zona dePaso Molino, pues allí no fun-cionaba ningún Colegio que tu-viera dicho Curso.

El primer paso fue la realiza-ción de una encuesta a los pa-dres de nuestros alumnos de 4º

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año, para saber cómo veían esaidea y si anotarían a sus hijos enel nuevo curso.

La respuesta fue muy positi-va.

El segundo paso consistió encursar una invitación a los Di-rectores, Directoras, Presiden-tes y Secretarios de las APAC(Comisión de padres) de losCentros de Paso Molino, a unareunión en nuestro Colegio. Enesa reunión se les expuso laidea que teníamos. Todos laacogieron con alegría y entu-siasmo. No nos conformamos,les dijimos, con su favorableacogida. Les pedimos que hi-cieran una encuesta en el Cole-gio a los alumnos de 4º año parasaber quiénes mandarían sushijos a la Sagrada Familia, en elcaso en que se implantaran losPreparatorios y que nos comu-nicaran, a la brevedad posible,el resultado de la encuesta.

La respuesta no pudo sermás favorable. Ya se habíandado dos pasos muy importan-tes y positivos.

Pero faltaban dos de mayorimportancia:

1º) Elección del Profesoradoy del Secretario

2º) Y la preparación de unlocal amplio, luminoso y ade-cuado, dada la categoría delCurso y donde funcionarían losLaboratorios de Historia Natu-ral, Biología, Química y el Gabi-nete de Física.

La elección del Profesoradose efectuó con el asesoramien-

to de varios inspectores de En-señanza Secundaria, quienesconocedores, por su función,de todos los Profesores de Insti-tutos públicos y privados, nosaconsejaron, a los que a su jui-cio podían ejercer su tarea do-cente con responsabilidad y efi-cacia en las distintas asignatu-ras y de acuerdo con la filosofíadel Colegio.

¡Si nos habrán aconsejadobien, que tres de ellos fueronelevados, al poco tiempo, alrango de Inspectores de Ense-ñanza Secundaria!

Ellos fueron: el ProfesorGaspar Mignone, como Inspec-tor de Historia Natural; la Pro-fesora Marta Rinaldi, como Ins-pectora de Inglés; y el ProfesorCarlos A. Olave, como Inspec-tor de Literatura.

De aquel grupo selecto deProfesores, el Profesor AlcidesBisio, es el único que continúaen este Colegio trabajando conel mismo entusiasmo, respon-sabilidad, solvencia y eficaciade sus años juveniles, cimen-tando con ello el prestigio de

nuestros Preparatorios y siendoel ejemplo para los noveles Pro-fesores.

De aquel grupo de profeso-res del primer año de Prepara-torios algunos han pasado a re-tiro, los otros han sido llamadosa la Casa del Padre.

De todos ellos tengo un emo-cionado y agradecido recuerdo.

Elección del Secretario

Elección muy importante porla trascendente función quedebía cumplir y por el gran co-nocimiento que del asunto de-bía tener, era el Secretario.

Fue nombrado para tan im-portante y alto cargo el Sr.Norberto Vázquez Carril, devastísima experiencia en lamateria, conocido como granexperto por sus colegas y por elConsejo de Enseñanza Secun-daria y que acababa de jubilar-se de Secretario del Liceo nº 4,Juan Zorrilla de San Martín.

Los casi veinte años de ac-tuación en nuestros Preparato-

Colegio

Sagrada

Familia. Hnos.

Eymard,

Victorino, Ing.

Luis Mateo

Fernández,

Hno. Vicente,

Sr.

Domínguez,

Hno. Alfonso.


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rios demostraron su gran cono-cimiento, su gran profesio-nalidad y su enorme valía.

¡Descansa en la paz del Se-ñor, querido amigo Norberto!”

Le acompañó en la Secreta-ría como auxiliar, la Srta. MaríaAmalia Chabay, excelente fun-cionaria.

Faltaba el local donde seinstalarían los laboratorios.

Un enorme salón que fueradurante más de 40 años dormi-torio de los alumnos internosfue elegido para tan necesariafunción.

Había que adaptarlo a lasexigencias académicas y peda-gógicas de nuestro curso. Conese fin, se visitaron distintoslaboratorios de liceos de Mon-tevideo para tomar ideas.

Se consultó a los distintosInspectores para que nos aseso-raran y se conversó con perso-nas especializadas que pudie-ran contribuir con valiosos ele-mentos.

Con todas las ideas recogi-das, y seguros ya de lo quequeríamos, se dio comienzo a laobra. Fueron tres largos meses

de ardua y esmerada labor en laque se estudiaron y cuidaron losmás pequeños detalles paradotar a este local de todo loindispensable para su perfectofuncionamiento.

En la dirección y realizaciónde los trabajos, tuvo un papeldestacadísimo el Hermano Ro-que García, primer Director delos Preparatorios, quien no es-catimó esfuerzos para que nues-tros laboratorios, fueran losmejores de Montevideo por suamplitud y diseño, como lo re-conocieron los Inspectores, au-toridades de la Enseñanza Se-cundaria y las numerosas per-sonas que los visitaron.

No puedo dejar de mencio-nar al Profesor Gaspar Mignone,que fue el brazo derecho delHermano Roque con su perma-nente ayuda y su invalorableasesoramiento.

Quiero aquí hacer memoriade estos dos grandes colabora-dores quienes con su denodadoesfuerzo y su cariño por el Cole-gio nos dejaron estos maravillo-sos laboratorios. Ellos son su glo-ria y su permanente recuerdo.

¡Descansad, Roque y Gaspar,en la paz del Señor!

Como el Curso funcionaríaen calidad de mixto, hubo quellevar a cabo los gabinetes hi-giénicos para las señoritas, yaque nuestro Colegio estaba pen-sado para varones.

Se eligió el lugar considera-do más apropiado y se comen-zaron las obras.

El resultado fue unos gabi-netes alegres, bonitos y bienventilados.

Toda la estructura materialestaba pronta.

Pero faltaba el elemento quele diera vida, ya que todo sehabía hecho en función de losjóvenes que vinieran a cursarnuestros Preparatorios.

Hecha la propaganda por losmedios de comunicación y porun prospecto enviado a los Co-legios a los que estaba destina-do el Curso, el 1º de setiembrecomenzaron las inscripciones.

Funcionarían los Preparato-rios de Abogacía, Agronomía,Ciencias Económicas, Medicina,Notariado y Química.

No se creyó oportuno, debi-damente aconsejados, crear losde Arquitectura e Ingeniería.(Se pusieron en 1979).

El 30 de setiembre cerrabala matrícula por estar ya cu-biertas todas las plazas. Se ha-bían inscripto 237 estudiantespara nuestro Primer Año de Pre-paratorios, distribuidos de lasiguiente manera:Abogacía: 37 - mujeres 35 –varones 2;Medicina: 42 - mujeres 27 –varones 15;Ciencias Económicas: 38 - mu-jeres 14 – varones 24;Agronomía: 33 – mujeres 5 –varones 28;Notariado: 44 – mujeres 36 –varones 8;Química: 41 – mujeres 21 – varo-nes 20

Patio de los

Hermanos en

la Aguada.

1969. Hnos.

Félix,

Antonino,

Fabián,

Germán,

Victorino y

Crescencio.

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El éxito no puedo ser másresonante.

Fue un grupo humano de se-ñoritas y de varones excepcio-nal, que llamó la atención delProfesorado por su impecablepresentación, su conducta, sueducación, por su dedicación alestudio y por el gran espíritu deunión que reinó durante el año.

Un comienzo tan auspiciosonos hizo pensar en continuarcon las mismas característicasdel inicio.

Los años siguientes fueron,en general, un fiel reflejo de loque fue aquel brillante PrimerAño de nuestros noveles Prepa-ratorios.

El alto nivel profesional delProfesorado y su total entrega ala tarea docente y educativa, lagran valía del Secretario y desus auxiliares, la preocupacióndel personal de Adscripción porel disciplinado funcionamientodel novel Curso, la seriedad yconcentración en el estudio delalumnado y el gran interés de-mostrado por la Dirección entodo momento, fueron los sóli-dos pilares sobre los que se fuecimentando, poco a poco, elgran prestigio alcanzado pornuestros Preparatorios.

Estos 37 años de vida quecumple nuestro Curso, lo venpletórico de energía, ávido derenovarse permanentemente,inquieto por una constante su-peración y coronado por el éxi-to de sus numerosos egresados.

Quiero agradecer a los Pro-

fesores de la primera época y alos que vinieron después, todoel esfuerzo y sacrificio que seimpusieron diariamente paraque nuestro Curso funcionaracon la máxima perfección, comoefectivamente funcionó.

Que el Señor les recompensetanto trabajo y tan encomiablededicación a la noble y dignalabor docente.

Educación Inicial

Buscando siempre que elcolegio estuviera al día en laeducación que brindaba, se viola necesidad de completar laEducación Inicial. Desde siem-pre existieron en el colegio losgrupos de 5 años, llamados “cla-se preparatoria”, pero a fina-les de los años 60 se fue viendola conveniencia de completaresta etapa, creando los gruposde 4 años, basados en las co-rrientes educativas que impul-saban la educación de los niñosen los entonces llamados Jardi-nes de Infantes, Clases Jardine-ras, Educación Preescolar uotros nombres.

La socialización y laestimulación temprana de losniños con sus pares fue ganandoterreno en las orientacionespedagógicas de esos años, comotambién, sin duda, la necesidadde las familias de disponer deun mayor horario en los cole-gios, y desde más temprano enla edad, para que allí permane-

cieran sus hijos. Así en 1970 secreó el grupo de 4 años en elhorario vespertino y sólo paravarones. Ya en 1974 se creatambién el grupo de 4 años en elhorario matutino y mixto. Seiniciaba con este hecho un mo-mento histórico en el colegio:el tradicional colegio de varo-nes pasaba a ser mixto y conello todo el desafío de la reali-dad de una coeducación de ni-ños y niñas que enriquecería lapropuesta educativa. Tambiénesto solucionaba a numerosasfamilias la agrupación familiarya que sus hijos e hijas podíanconcurrir juntos a una solaintitución. Esto supuso la ade-cuación de numerosos ambien-tes y estructuras edilicias.

Para ello se dispuso de unaparte de la zona reservada a lacomunidad religiosa: sala deestudio, patio, biblioteca, salade recreación, etc. Y se fueadecuando y ocupando todo elsector que hoy constituye laEducación Inicial.

En el año 1975 comenzaba elgrupo de 3 años en el horariovespertino y en 1978 el matuti-no. Ya en 1980 se crean losgrupos de 2 años en ambos tur-nos; y en 1988 se crea el grupode “Maternal” con horario co-rrido de 8 a 18 horas.

En este desarrollo de la Edu-cación Inicial en el colegio, sehan ido sucediendo personas yacontecimientos que nos handado la hermosa realidad deeste sector en la actualidad.


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Curso de GuíaTurístico

La idea de crear este Cursofue del Padre Prat, s.j., cape-llán del Colegio, quien en unaconversación ocasional mante-nida con él, me dijo: ¿Por quéno pone en el Colegio un “Cursode Guía Turístico?” Y me agre-gó: “No se olvide que Uruguayes un país turístico y sabemos loque el turismo significa econó-micamente para un país” Y agre-gó: “Además en Uruguay, ni anivel oficial ni a nivel privado sehabla del tema”.

Y tenemos la suerte de quedos grandes países, Argentina yBrasil, con mucha poblaciónsean vecinos nuestros.

Y por lo tanto, podrían pro-veernos del material humanoque necesitamos.

La idea me pareció novedosa,y sobre todo, sumamente im-portante. Por eso, poco tiempodespués de esta interesante su-gerencia del Padre Prat, toméla decisión de crear el Curso deGuía Turístico.

La primera preocupación fuela elección de Profesores capa-citados para tan novedoso Cur-so. Con la invalorable colabora-ción del Padre Prat, no costótrabajo conseguirlos y todos deprimer nivel.

Bastaría con nombrar al Pro-fesor Jorge Chevataroff paraconvencerse de ello. El Profe-sor Jorge Chevataroff era unsabio y un conocedor de todo el

país, conocía todos los anima-les, flores y plantas que vivenen nuestro territorio, su geo-grafía, y los lugares más turísti-cos. Escuchar sus clases era unadelicia por la fluidez de su len-guaje, lo vasto de su conoci-miento y la claridad de su pen-samiento.

Hombre ideal, pues, para serel hombre responsable del cur-so.

Debo señalar que sin hacerapenas propaganda, se apunta-ron 72 alumnos, casi todos bas-tante mayores.

Funcionaba de lunes a vier-nes de las 19 a las 22 horas.

Se dictaban las siguientesasignaturas: Geografía, la prin-cipal, dictada por el ProfesorJorge Chevataroff, Historia delArte, Geología, Relaciones Pú-blicas y Primeros Auxilios.

Fue un curso que tuvo mu-chísima aceptación, pues seapartaba de la enseñanza for-mal.

Funcionó solamente dosaños.

Pero en ese breve tiempo,se hicieron cuatro excursionesa cuatro puntos del país consi-derados de gran valor turístico.Pero la idea, era cubrir todoslos puntos turísticos del país,para que los estudiantes delCurso tuvieran conocimientocabal del Uruguay turístico y asíhacerle conocer a sus futurosalumnos.

Se suprimió cuando yo esta-ba de viaje en España, arguyen-

do que no había nadie que seencargara de él.

Razón falaz, porque el Cursofuncionaba muy bien y había unencargado que era el HermanoCrescencio Pérez.

Pero aunque no hubiese nin-gún Hermano que se encargarahasta mi regreso de España,estaba el Profesor Chevataroffque con su sola presencia elCurso hubiera funcionado contotal normalidad.

Los motivos de la supresiónfueron otros, creo yo. Quieneslo suprimieron son los que de-berían decir los auténticos mo-tivos de la supresión.

Pero lo único cierto es quecon la supresión de dicho Cur-so, el que perdió fue el Colegio.

¡Faltó visión de futuro!Fue una verdadera lástima.

Mis 75 años de VidaReligiosa

Yo hice mi Profesión Religio-sa el 8 de setiembre de 1932,Natividad de la Santísima VirgenMaría, a la edad de 16 años, conotros cinco compañeros, los Her-manos: Gregorio García, RodolfoDiez, Fulgencio Bajo, AdalbertoMagnin y Ligorio Ayuso.

Recordar aquella fecha, tanlejana y tan cercana, es volvera sentir y experimentar la granemoción e incontenible alegríaque embargaba todo mi cora-zón, en aquel momento tras-cendental de mi vida.

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Era la entrega total al Señory a su santo servicio y tambiénal bien de todos los hombres,mis hermanos.

Era, sobre todo, mi obliga-ción de tender a la santidad,mediante el cumplimiento dela voluntad divina y la fiel ob-servancia de las Constitucionesy de los deberes de estado.

Los años que siguieron a laProfesión Religiosa se distin-guieron por el fervor puesto enla fiel observancia de aquel pri-mer compromiso.

Con el correr de los años y elajetreo de las obligaciones dia-rias, aquel fervor primitivo, nodigo que se extinguió pero síque se fue debilitando poco apoco. Pesaba más el cumpli-miento rutinario del deber, quela permanente presencia delSeñor en el quehacer diario.

Pero el correr de los tiemposme hizo comprender que habíaque volver a aquel fervor de losprimeros años de la Consagra-ción.

Y es lo que estoy tratando dehacer.

Por eso, a esta altura de mivida, en el ocaso de mi existen-cia, dejadas las obligaciones deantaño, que tanto absorbían, elcorazón se siente mucho máslibre para volar y estar en con-tacto permanente con el Señorde nuestro corazón y de nuestraalma, es decir, de toda nuestravida.

Todo esto me impulsa a ha-cerme algunas preguntas muy

íntimas y a responderlas con lamayor sinceridad, para sabercon la mayor certeza cómo meencuentro espiritualmente a mis91 años de edad y 75 años deConsagrado.

¿Cómo me veo a mímismo en este momento?

Con la mayor sinceridad debomanifestar que me siento rebo-sante de satisfacción, con unaprofunda paz interior, y pese ami avanzada edad con gran en-tusiasmo y con un buen estadode ánimo. Por naturaleza, soyalegre, optimista, sociable ycomunicativo. Odio la soledady huyo de ella. Esto no quieredecir que no haya tenido en mivida momentos, poquísimos, enque los sentimientos más arribamencionados, se hayan oscure-cido y hayan cedido el paso aotros diametralmente opuestos.

Entonces me replegué sobremí mismo, me puse en las ma-nos del Señor, recé con muchofervor y traté de averiguar lascausas que motivaron dichocambio.

Poseo una inteligencia nor-mal, no soy un superdotado perotampoco un necio. Dios me haconcedido una excelente y en-vidiable salud que ha favoreci-do las características que meadornan y que menciono másarriba.

Reconozco que tengo un sis-tema emocional muy equilibra-

do. Los problemas nunca meabsorbieron, ni me quitaron elsueño. Soy yo quien los absorboy domino.

Este equilibrio emocional,unido a la buena salud que hetenido y tengo, me han sido demuchísima utilidad en las rela-ciones con mis Hermanos deComunidad y con todas las per-sonas de mi entorno, y han cons-tituido una ayuda poderosísimaen mi extensa actividad docen-te (28 años), en mi larga y difíciltrayectoria de gobierno (27años) y en mi alejamiento deesas dos trascendentes activi-dades (15 años).

Puedo afirmar, con total sin-ceridad, que jamás perdí la ca-beza ante ningún problema, porgrave que fuera.

La oración y la Comunidadfueron mi ayuda y sostén.

La relación conmigomismo.

La relación conmigo mismo,es la de aceptarme tal cual soy,con mis cualidades y defectos,con mis limitaciones y posibilida-des, con mis triunfos y fracasos.

He sido siempre de buenánimo y jamás hizo mella en míel desaliento.

Yo y mi vida con Dios.

Desde mi niñez, y porque asíme lo inculcó mi madre en el


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hogar, he considerado mi vidacon Dios, como la vida de dosamigos. De uno que es bueno,es fiel y nunca falla, y de otrocargado de faltas, debilidadese imperfecciones, las que nun-ca me hicieron perder el amor yla confianza en el Amigo porquesé que perdona, olvida y siguebrindando su amistad, su amor,su apoyo y su asistencia.

Y ¿quién es Dios para míen esta etapa final de mivida?

En esta fase final de mi vida,en el ocaso de mi existencia,Dios sigue siendo el Amigo in-condicional que nunca abando-na, el Hermano bueno que guíamis pasos y me acompaña,orienta y aconseja, el Padreamoroso y lleno de ternura y demisericordia que vela perma-nentemente por mí, y a diariome da abundantemente su gra-cia para que sea fiel hijo suyohasta el final de mi existencia,y que sé que me espera con losbrazos abiertos para darme elabrazo eterno.

Yo y mi Comunidad ycómo me siento en ella.

Debo decir que me encuen-tro muy bien en mi Comunidad,como me he sentido muy bienen las poquísimas Comunidades(dos) que he integrado, pese alas carencias personales o aje-nas que nunca faltan en cual-quier agrupación humana porperfectos que sean sus inte-grantes.

Y afirmo también que, engeneral, mis necesidades bási-cas, han quedado satisfechas.De no haber sido así, quizáshubiera buscado otros horizon-tes acordes a mis necesidades.

Afirmo que no experimentoningún vacío importante en mivida espiritual.

¿Cómo me siento en mivocación en esta etapade mi vida?

Vocacionalmente me sientomuy feliz, y me atrevería a de-cir que tan feliz o más que enlos primeros años de mi vidareligiosa. He amado siempre mi

vocación, don gratuito del Se-ñor. Y confieso que jamás pasópor mi mente la tentación deabandonarla.

Aunque hubo ocasiones a lolargo de mi dilatada vida reli-giosa en que ciertas sirenas sil-baron fuertemente en mis oí-dos, ofreciéndome, compulsiva-mente, horizontes aparente-mente mucho más hermosos yhalagüeños.

Pero la gracia del Señor,pedida en la oración, fue misostén.Yo y mi mundo demisión.

Prácticamente diría que es-toy apartado de la misión en sí,es decir, que no participo acti-vamente en ella. Pero la sientocomo si estuviera inmerso en lamisma. Palpito con las preocu-paciones, deseos, proyectos,expectativas y temores de quie-nes tienen como tarea específi-ca ese apostolado.

Estoy junto a ellos con miplegaria, me intereso por sumarcha y resultados, me ale-gro por sus éxitos y en lo posi-ble, acompaño con mi presen-cia. No hay que olvidar quepara que tengan éxito los queestán en la vanguardia, necesi-tan urgentemente la continuaoración de los que quedan enretaguardia.

Recordemos la historia deMoisés en la guerra de Israelcontra los amalecitas. MientrasMoisés tenía las manos levanta-

Capítulo

General de

1977. Sala de

audiencias del

Vaticano.

Esperando la

llegada del

Papa.

Agosto 2007 - Nº 127 37


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das en oración, los hijos deIsrael ganaban en la batalla.

Cuando las bajaba, ganabanlos amalecitas. Por eso, tuvie-ron que tenérselas levantadas,hasta que finalmente ganó elpueblo de Dios.

¿Qué me gustaría decir ami Comunidad y a todoslas Comunidades de laProvincia San José?

Pues, sencillamente, quecada Comunidad de la Provin-cia constituye una familia, ycomo tal, debemos amarnosunos a otros y aceptarnos talcomo somos. Como sucede entoda familia de sangre.

Que toda Comunidad está,como dicen nuestros Reglamen-tos, en permanente construc-ción, y que se construye día adía con el esfuerzo de todos.

Que para conseguirlo, cadaHermano debe estar dispuestoa renunciar a su comodidad, asu individualismo, a sus gustospersonales y a todo lo que afec-ta negativamente la buena mar-cha de la Comunidad.

Que lo individual debe sacri-ficarse a lo comunitario. Y quecada Hermano debe imponerse

la obligación de realizar todo loque favorezca un excelente es-píritu comunitario.

Que sólo así construiremosunas Comunidades, no perfec-tas, pero Comunidades norma-les, donde reinen la alegría y lapaz, haya buenas relacionesinterpersonales y donde cadaHermano se sienta plenamenterealizado en su vida personal:humana, afectiva, espiritual ycomunitaria, reflejo, aunquedébil, de la Comunidad deNazaret.

Durante los larguísimos añosde mi vida religiosa he tenido ladicha de conocer a muchísimosHermanos de todas las edades yconvivir con ellos. Algunos, conaltísimos cargos en el Instituto.Otros, con cargos de menor je-rarquía, y la mayoría trabajan-do en el llano, en la sombra, enla oscuridad.

Pero, puedo afirmar que lamayoría fueron hombres segúnel corazón de Dios. Y como losquiere nuestro Venerable Her-mano Fundador, el HermanoGabriel Taborin: hombres hu-mildes, sencillos, abnegados,sacrificados, trabajadores yentregados al servicio de losdemás.

Muchos ya han sido llamadosa la Casa del Padre (yo conocí131) a recibir la recompensaprometida a los buenos y fielesservidores. Los que todavía que-damos acá abajo, seguimos tra-bajando silenciosamente comoellos, a la espera del llamadodel Padre de Familia, para reci-bir la misma recompensa.

La contemplación, día a día,de la vida ejemplar de estosnumerosos Hermanos, ha mar-cado mi existencia y aseguradomi fidelidad al Señor.

Laus Deo et Sancte FamilieHno. Victorino Izquierdo

2007

Preparando la

Navidad en la

Gruta de

Lourdes, 20 de

diciembre de

1996.


38 Agosto 2007 - Nº 127


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Año 1971: en sus primeros años como Director del colegio Sagrada Familia de la Aguada.

Agosto 2007 - Nº 127 39


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