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CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS DE VALORACIÓN Y EVALUACIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS ORIGINARIOS INFORME FINAL Elaborado por: J. Alejandro Barrientos Salinas La Paz, Marzo de 2013 1

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CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS DE VALORACIÓN Y EVALUACIÓN DE LOS

PUEBLOS INDÍGENAS ORIGINARIOS

INFORME FINAL

Elaborado por: J. Alejandro Barrientos Salinas

La Paz, Marzo de 2013

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Índice

Pág.

1.Introducción 3

2.Estado del arte y marco conceptual 7 2.1 La mirada intercultural: entre las políticas educativas, la escuela y el cambio cultural

7

2.2La mirada intracultural: hacia una pedagogía propia de los pueblos indí-genas originarios

13

2.3 Marco conceptual 20

3. Las prácticas culturales y la transmisión de conocimientos 22 3.1 Caracterización de prácticas culturales segúnlos niveles de participa-ción

23

3.2 El carácter productivo-espiritual de las prácticas culturales 37

4.Los recursos simbólicos: el trasfondo culturalde la valoración 42 4.1 Los mitos 42 4.2 Los ritos 49 4.3 Las representaciones estéticas 54 4.4 Otrosrecursos simbólicos 56

5. La evaluación en los pueblos indígenas originarios 58 5.1 ¿Quiénes evalúan en los pueblos indígenas originarios? 58 5.2 ¿Qué evalúan en los pueblos indígenas originarios? 61 5.3¿Cómo evalúan en los pueblos indígenas originarios? 72 5.4¿Cuándo y dónde evalúan en los pueblos indígenas originarios? 82 5.5¿Qué términos utilizar los pueblos indígenas originarios para evaluar? 82

6. Componentes sociales en las prácticas de valoración y evaluación 88 6.1 Esquemas de motivación y sanción 88 6.2Relaciones de género 96 6.3Relaciones intergeneracionales 98

7. Conclusiones: hacia la construcción de una evaluación comunitaria 101

8. Recomendaciones 104

9. Bibliografía 105

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1. INTRODUCCIÓN

El Comité Nacional de Coordinaciónde los Consejos Educativos de los Pueblos

Originarios de Bolivia (CNC – CEPOs), desde los años 2006 y 2007, ha impulsado una

serie de investigaciones sobre la recuperación de saberes y conocimientos de las

Naciones y Pueblos Indígenas Originarios (NPIOs). Estos estudios fueron la base para

sentar los lineamientos curriculares para una nueva educación en el país, caracterizada

por un enfoque intracultural/intercultural, bilingüe y descolonizador.

Con la promulgación de la Ley 070 de Educación “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”

(2010), el reto para las NPIOs es consolidar la implementación del currículo

regionalizado, para lo cual es indispensable la construcción de pedagogías propias que

permitan desarrollar una educación acorde a las características del contexto

sociocultural y lingüístico que hacen a su identidad.

En este sentido, la serie de estudios precedentes, que permitieron identificar qué

saberes se quieren enseñar como parte de la educación regular, han revelado otras

problemáticas, por ejemplo, quiénes serán los encargados de enseñar esos saberes, y

–cuestionando a fondo- cómo se los quiere transmitir.

Para responder a este cuestionamiento, el año 2011, los Consejos Educativos de

Pueblos Originarios (CEPOs) han impulsado la realización de 8 investigaciones sobre

“Formas y estrategias de transmisión de conocimientos en las naciones y pueblos

indígenas originarios”. Son los resultados de esta serie de estudios la base sobre la

cual se ha planteado la necesidad de realizar nuevas investigaciones que aborden el

tema de la valoración y la evaluación en los procesos de enseñanza/aprendizaje, con el

fin de profundizar aspectos culturales y sociales que permitan consolidar la

construcción de pedagogías propias.

Con estos antecedentes, las nuevas investigaciones desarrolladas por los

CEPOs(2012-2013) sobre el tema de las “Concepciones y prácticas de valoración y

evaluación de los pueblos indígenas originarios”-desde una visión académica-,

3

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constituyen el resultado de una aproximación cualitativa a partir de la selección de

actividades culturales reconocidas como propias de cada pueblo indígena, las cuales

han servido como campos de observación para la aplicación de instrumentos

etnográficos, como las entrevistas y la observación. Desde una visión social, estos

estudios constituyen un proceso participativo, desde la negociación con las autoridades

locales hasta la socialización de la información obtenida, que busca mejorar las

condiciones educativas de las naciones y pueblos indígenas en el cumplimiento de sus

derechos. Desde una visión política, representan la posibilidad de los actores sociales

y de sus organizaciones para decidir sobre los procesos educativos, generando

conocimientos y saberes locales como una estrategia para consolidar estos procesos

de autodeterminación y reconocimiento en el plano del pluralismo étnico y cultural.

A continuación, la lista de los títulos de las investigaciones:

- Consejo Educativo QullanaAymara (CEA): Concepciones y prácticas de

valoración de la nación QullanaAymara. Ciclo reproductivo de la papa en

comunidades de Topohoco (La Paz) y TallijaConfital (Cochabamba).

- Consejo Educativo Amazónico Multiétnico (CEAM): Concepciones y prácticas de

valoración y evaluación en el uso de tecnologías ancestrales en la

transformación de la yuca en chive en la Nación Indígena OriginariaMaropa.

- Consejo Educativo de Nación Quechua (CENAQ): Concepciones y prácticas de

valoración y evaluación desde el trasquilado de oveja hasta el ceñido del hilo

para el tejido en la Nación Quechua.

- Consejo Educativo del Pueblo Indígena Guarayo (CEPIG): Concepciones y

formas de valoración y evaluación en la nación indígena Guarayos. Desde la

práctica e interpretación de la música tradicional Guaraya.

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- Consejo Educativo del Pueblo Originario Chiquitano (CEPOCH): Concepciones y

formas de valoración y evaluación en la nación chiquitana: Trabajo artesanal del

tallado en madera en el municipio de San Miguel de Velasco.

- Consejo Educativo del Pueblo Originario Guaraní (CEPOG): Concepciones y

formas de valoración y evaluación en la nación Guaraní a partir del arete guasu.

- Consejo Educativo del Pueblo Originario Indígena Mojeño (CEPOIM):

Concepciones y formas de valoración y evaluación en la nación mojeña: Maripeo

como espacio de fortalecimiento de la cultura mojeña.

- Consejo Educativo del Pueblo Yurakaré (CEPY): Concepciones y prácticas de

valoración y evaluación en torno a la elaboración de la chicha de yuca en la

comunidad Sesecjsama – pueblo Yurakaré.

El presente documento de trabajo es la sistematización de esta serie de estudios,

buscando resaltar elementos comunes y elementos particulares que permitan entender

las concepciones y prácticas de valoración y la evaluación en la diversidad de pueblos

indígenas originarios.

El documento inicia con el estado del arte o balance de la situación, sección dedicada

a la sistematización de fuentes secundarias, con el fin de situar el presente trabajo en

el debate actual sobre lo concerniente a los procesos educativos y su relación con las

culturas indígenas y originarias. Esta sección se complementa con un breve marco

conceptual donde se definen los términos centrales que se han utilizado en el trabajo

investigativo.

Posteriormente, se abordan las prácticas culturales a las cuales los equipos de

investigación han recurrido como campos de observación, buscando enfatizar su

importancia como espacios educativos y su relación con los procesos de socialización.

Esto se complementa en otro acápite dedicado a los recursos culturales como

trasfondo de la valoración, buscando resaltar la construcción cultural de los valores

sociales que ordenan la vida comunitaria.

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Luego, en otra sección, se da paso a establecer una caracterización sobre la

evaluación en los pueblos indígenas originarios en el marco de los principales

resultados de las investigaciones. Así también, en consecuencia con el enfoque

asumido, se dedica otro acápite a los componentes sociales en las practicas da

valoración y evaluación, a través de un paneo a los esquemas de motivación y sanción,

las relaciones de género y las relaciones intergeneracionales en los pueblos indígenas

originarios.

Finalmente, para cerrar el documento, se exponen las conclusiones generales y las

recomendación espuntuales a propósito de los procesos de valoración y evaluación.

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2. ESTADO DEL ARTE Y MARCO CONCEPTUAL

Considerando que el tema de la evaluación y la valoración en el ámbito educativo y

cultural es un tema diverso y vasto, la revisión bibliográfica se ha concentrado en los

estudios locales de los últimos años, los cuales han sido revisados desde una lectura

referida a las naciones y pueblos indígenas originarios y, en la medida de lo posible (de

información disponible), a sus concepciones y prácticas de valoración y evaluación.

En este sentido, y tomando en cuenta las perspectivas de los estudios revisados, se ha

visto conveniente abordar el balance de la situación desde dos ámbitos o dos miradas:

La mirada intercultural y la mirada intracultural. La distinción entre estas dos miradas se

debe a la necesidad de diferenciar aquellos estudios referidos a procesos educativos

formales en pueblos indígenas, es decir la aplicación de políticas públicas educativas y

la influencia de la escuela en estas sociedades, de aquellos estudios que dan cuenta

de los propios procesos de enseñanza y aprendizaje que practican los pueblos

indígenas originarios como parte de sus procesos de socialización.

En el último subtitulo del presente capitulo se expone el marco conceptual, en el cual

se exponen las definiciones de los principales términos desarrollados en las

investigaciones, las cuales hay que pensarlas simplemente como referentes para

comprender de mejor manera el sentido en el que se están utilizando ciertos conceptos

claves (valoración, evaluación, prácticas y concepciones).

2.1 La mirada intercultural: entre las políticas educativas, la escuela y el

cambio cultural

La temática aquí expuesta es extensa, compleja y ha suscitado una serie de

investigaciones y trabajos académicos exhaustivos, además que desborda el tema

central que interesa trabajar en esta ocasión. De esta manera, el presente balance de

la situación se concentra en los aspectos relacionados con las concepciones y

prácticas de valoración y evaluación, tema que, como veremos más adelante, ha sido

descuidado o solapado por otros temas más amplios. En todo caso, precisamente la

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intención de realizar este análisis de fuentes secundarias es la búsqueda de elementos

relevantes desde la perspectiva de la educación formal, y los procesos de

escolarización que implica, para de esta manera advertir las posibles influencias,

apropiaciones e imposiciones de los sistemas “tradicionales” de evaluación en los

procesos culturales de las naciones y pueblos indígenas originarios.

a) Las políticas educativas: Desde el punto de vista de los estudios sociales con

particular atención en los procesos educativos relacionados con pueblos indígenas

originarios, el análisis de las políticas públicas educativas está centrado en los

enfoques desde los cuales se las concibe y, por ende, los impactos culturales que

suponen y conllevan en su aplicación. En los últimos años, producto de la acción

política de los movimientos indígenas, la redistribución de los poderes en el Estado y la

consolidación de una nueva legislación sobre la educación en Bolivia, el debate se ha

tornado sobre el enfoque intercultural, intracultural y descolonizador de la educación.

El planteamiento de la interculturalidad como enfoque dentro de los procesos

educativos en Bolivia no es reciente, son por lo menos dos décadas que se viene

tratando el tema, de hecho este enfoque ya fue contemplado en la Ley 1565 (Reforma

Educativa) promulgada en 1994 y aplicada en aulas desde 1996. Los análisis al

respecto,1 como el trabajo de Pedro Plaza (2008), detectaron que a pesar de haberse

planteado explícitamente la necesidad de la interculturalidad en la educación formal,

poco se hizo en lo práctico. Según el autor los docentes se limitaron a promover el uso

de las vestimentas regionales, la música y la danza, pero no se dieron pautas precisas

para trabajar los diferentes temas en el aula: cómo enseñar la equidad, el respeto, la

solidaridad, el diálogo entre individuos y colectividades.2

Con la vigencia de una nueva Constitución Política del Estado, la consolidación del

Estado Plurinacional y la promulgación de una nueva ley de educación (070) “Avelino

Siñani – Elizardo Pérez” (2010), se pasó del enfoque de la Educación Intercultural

Bilingüe (EIB) al enfoque de la Educación Intercultural Intracultural Plurilingüe (EIIP).

1Para un análisis detallado sobre la Educación Intercultural Bilingüe en el proceso de la Reforma Educativa, consul -tar: Luis Enrique López-Hurtado, 2005: “De resquicios a boquerones. La educación intercultural bilingüe en Bolivia”. La Paz: Plural.2Pedro Plaza Martínez, 2008: “La interculturalidad como propuesta educativa”. PROEIB Andes.

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Un balance más reciente sobre ambos enfoques lo encontramos desarrollado en el

trabajo de Guido Machaca (2010): “De la EIB hacia la EIIP. Logros, dificultades y

desafíos de la educación intercultural bilingüe en Bolivia en el marco del Estado

plurinacional”.3 El autor plantea que la EIB y la EIIP son propuestas que se

complementan y tienen como fuente a las organizaciones populares e indígenas del

país, resaltando la participación de estos actores sociales en la definición de políticas

públicas y constitucionales. El aspecto destacable desde un punto de vista

epistemológico –según el autor- es que si bien en la EIB ya se había planteado la

valoración e incorporación de los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas al

currículo de la educación formal, es recién con la propuesta de la EIIP que se propone

que los conocimientos y saberes indígenas sean considerados como un sistema

epistemológico.

Referente a la aplicación de la EIB y la EIIP, el autor menciona que la aplicación de

este enfoque no llega aún a concretarse en el sistema educativo. Plantea que está

vigente en el plano discursivo y conceptual, pero no logra concretarse en el plano de

las estrategias, metodologías, didácticas y los materiales educativos. Así también,

advierte que no existen políticas y normas explícitas que impulsen y exijan su

implementación, además que en los otros niveles institucionales, como las direcciones

departamentales y distritales de educación, no existen instancias y personas

específicas para apoyar este proceso de implementación (Machaca, 2010).

Otras investigaciones aportan sobre la incorporación de la dimensión intracultural en la

educación, reconociendo lo ”intra” como fuente del conocimiento, es decir como un

modelo epistemológico alternativo a la educación formal y occidental. En este sentido,

la intraculturalidad correspondería al enfoque de la educación indígena originaria,

también entendida como educación comunitaria. A propósito, el estudio coordinado por

TiinaSaaresranta (2011): “Educación indígena originaria campesina: Perspectivas de la

3Guido Machaca, 2010: “De la EIB hacia la EIIP. Logros, dificultades y desafíos de la educación intercultural bilingüe en Bolivia en el marco del Estado plurinacional”; en: Revista guatemalteca de educación. Universidad Rafael Landí-var. Año 2, No. 3. UNESCO Guatemala.

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educación intracultural”,4se interesa en resaltar las características centrales de este

enfoque, planteando en primer lugar la relación inseparable entre los procesos de

aprendizaje con el territorio, desatacando así el vínculo de los elementos territoriales

con los contenidos, objetivos y métodos. Desde esta conexión con los lugares de

aprendizaje se exponen otras características propias de la educación comunitaria: la

integralidad de los saberes, los procesos cíclicos de transmisión intergeneracional, la

observación, la escucha y la practica como los métodos de (auto)aprendizaje, la

transmisión de conocimientos mediante la oralidad y la lengua propia, la tendencia

hacia lo práctico y productivo y el énfasis en la transmisión de actitudes (saber ser).

Estas características, entre otras cosas, permiten plantear que la educación

intracultural no podría funcionar solamente mediante los y las profesores/as de las

unidades educativas, siendo necesaria la participación de los sabios, las personas

mayores y otras personas de la comunidad en posibilidades de contribuir al proceso

educativo. Este aspecto es relevante también para el tema de la valoración y

evaluación, en el sentido que la evaluación también debería ser una responsabilidad de

diferentes actores sociales. En todo caso, nuevamente se plantea el problema de la

implementación de un modelo valorativo con estas características en el sistema regular

de educación.

En resumen, los análisis sociales sobre las políticas educativas parecen advertir que si

bien existe un marco normativo y conceptual favorable a las expectativas de los

pueblos indígenas originarios, aún existen brechas considerables para la aplicación e

implementación de la inter e intraculturalidad en los procesos educativos formales. Esto

debería llamar la atención sobre las posibilidades reales y efectivas para articular los

elementos culturales constituyentes de la educación comunitaria con los procesos

formales gestionados desde las instituciones estatales, que al parecer es el punto

crítico que viene postergando que los ejes transversales (interculturalidad,

intraculturalidad y descolonización), se hagan operativos en el diseño curricular de la

4TiinaSaaresranta (coord.), 2011, Educación indígena originaria campesina: Perspectivas de la educación intracul-tural. La Paz: Fundación PIEB.

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educación regular y en otros componentes pedagógicos del sistema escolarizado,

incluido el sistema de evaluación y calificación.

b) La Escuela: Un tema crítico de la educación formal, discutido en el

pensamiento social boliviano, gira en torno al rol de la escuela en la sociedad nacional

y, particularmente, la relación entre la escolarización de la educación formal

(representada en La Escuela) con las naciones y pueblos indígenas, tomando en

cuenta la influencia en la reproducción y socialización de los elementos culturales de

estos pueblos.

En los estudios realizados y compilados por Mario Yapu5 resaltan aportes sobre el

debate en torno a la escuela y su papel en las sociedades urbanas y rurales. En la

investigación “Políticas educativas, interculturalidad y discriminación”, Yapu plantea que

“la escuela es un espacio social que —si bien está orientado y normado idealmente

para favorecer la formación integral de niños, adolescentes y jóvenes— está asimismo

atravesado por percepciones sociales, culturales y raciales que se desarrollan de

manera explícita o encubierta en la sociedad de la que se es parte. Por eso, a menudo,

los diferentes actores del escenario escolar —maestros, autoridades y alumnos—

reproducen actitudes y estereotipos de discriminación, los que a su vez tiñen las

relaciones interpersonales” (2011a).

En esta misma línea se apunta que entre los principales factores que ha provocado la

alienación cultural está la escuela. Por eso no resulta extraño que en la misma

enseñanza escolar se transmitan ideas que subvalorizan las culturas comunitarias,

pues la escuela se constituye en un instrumento del Estado para producir ciudadanos

acordes al desarrollo moderno, en ese sentido la escuela se ha convertido en una

herramienta civilizatoria ampliamente difundida y enclavada en las comunidades

indígenas originarias

5 Mario Yapu, 2011. Políticas educativas, interculturalidad y discriminación. Estudios de caso: Potosí, La Paz y El Alto. La Paz: Fundación PIEB. Mario Yapu, 2011. La educación rural en Chuquisaca. Elementos para futuras investi-gaciones. La Paz: Fundación PIEB. Mario Yapu (comp.), 2010. Primera infancia. Experiencias y políticas públicas en Bolivia. Aporte a la educación actual. La Paz: Fundación PIEB.

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En todo caso, los análisis sociales sobre los procesos de escolarización en la sociedad,

tratando de identificar criterios más o menos objetivos a propósito del accionar de la

escuela, apuntan a un instrumento en particular dentro de la educación formal: el

currículo.

Retomando reconocidos autores internacionales, Mario Yapu sintetiza la definición de

este concepto, mencionando que “el currículum se refiere a las relaciones sociales que

atraviesan las prácticas de selección, organización, legitimación y transmisión de los

conocimientos escolares; a los principios que rigen las prácticas de enseñanza y

aprendizaje como procesos de desarrollo curricular, y a la experiencia de los sujetos.

Finalmente, el currículum se refiere a lo que la escuela controla y evalúa como

conocimiento, valor y actitud socialmente aceptados […] En suma, el currículum no se

refiere únicamente a lo que los especialistas seleccionan, estratifican y validan como

conocimientos en los planes y programas, sino a lo que los sujetos hacen en la vida

cotidiana del trabajo escolar que también son micropolíticas y microdecisiones de la

acción educacional.” (2011a:25).

Este abordaje sobre el currículo escolar es un aporte central para pensar las

concepciones de valoración y evaluación. Precisamente porque es posible detectar que

la escuela, a través del instrumento curricular, define aquellos conocimientos que

considera pertinentes y relevantes, así como los valores y actitudes que promueve, es

decir los elementos constitutivos del “deber ser” social, o lo socialmente aceptado. En

este sentido, habría que pensar la escuela como la institución ordenadora de valores

sociales, y los procesos de evaluación como prácticas de distinción, diferenciación y

segmentación, que no solamente funciona a nivel institucional, sino que se proyecta

sobre la vida cotidiana y las prácticas culturales de las personas y las colectividades.

Precisamente el debate actual6 sobre la educación inter e intracultural gira en torno a la

consolidación de currículos regionalizados y su respectiva armonización con los

currículos regulares. En todo caso, el problema detectado se refiere a que los

6 Espacios de debate reciente, como el Segundo Encuentro Pedagógico, organizado por el Ministerio de Educación (2012), han posicionado como tema central de trabajo la consolidación de los nuevos currículos.

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fundamentos de una educación intra e intercultural, al llegar al nivel de concreción de la

malla curricular, inevitablemente tropiezan con la fragmentación de los saberes y

conocimientos en la organización de “disciplinas curriculares”, dando lugar a una visión

desarticulada de la realidad, contraria a los principios holísticos e integradores de los

procesos de enseñanza/aprendizaje comunitarios. De esta manera se va ampliando la

brecha entre el enfoque de la educación intracultural y su respectiva aplicación en el

aula por parte de los profesores. En este ámbito, también cabría preguntarse sobre la

pertinencia, o no, de sistemas de evaluación y calificación con relación a las prácticas

de valoración propias de las naciones y pueblos indígenas originarios.

2.2 La mirada intracultural: hacia una pedagogía propia de los pueblos

indígenas originarios:

A partir de la revisión de una serie de estudios realizados con una mirada pedagógica y

cultural e interesados por sistematizar y analizar las formas y estrategias de

transmisión de conocimientos de los pueblos indígenas originarios,7 es posible enfatizar

algunos aspectos que permiten identificar el lugar que ocupa la evaluación en la

educación comunitaria

Retomando una de las principales conclusiones del documento de sistematización

sobre “Formas y estrategias de transmisión de conocimientos en las naciones y

pueblos indígenas originarios”, se tiene que el aprendizaje comunitario comienza en el

individuo, es decir en la exploración de uno mismo. En segunda instancia es la madre,

o la abuela, quien asume la responsabilidad de educar a las nuevas generaciones. En

tercera instancia es la familia extendida la que participa en este proceso. Finalmente,

es responsabilidad de la comunidad la formación del individuo.

Esta base conceptual sugiere que la evaluación del aprendizaje no debería restringirse

al individuo. Dicho de otra manera, dentro de la educación comunitaria la evaluación

individual simplemente es una parte más de un sistema complejo, en el cual están

7 CNC – CEPOs. 2012. Formas y estrategias de transmisión de conocimientos en las naciones y pueblos indígenas originarios. Hacia la construcción de una pedagogía propia. IBIS/FAUTAPO.

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comprometidos los expertos y expertas de un saber, el grupo de aprendizaje, la familia

y la comunidad en su conjunto.

A continuación se exponen algunas referencias que ayuden a comprender de mejor

manera las características de la evaluación en la educación comunitaria.

Con relación a la primera instancia de aprendizaje, es decir a nivel del individuo, es

relevante mencionar que en los pueblos indígenas originarios, especialmente los de

tradición nómada, dedicados a la caza, pesca y recolección -aunque no de forma

exclusiva-, se valora bastante la libertad de decisión de la persona. Esta característica

se hace explicita en un testimonio recogido por el CEAM en el pueblo Ayoreode:

“los mayores saben que en la comunidad podemos dedicarnos a otras

actividades si este es nuestros deseo ya que en el pueblo no se obliga se

respeta la decisión de cómo queremos aprender” (J. Picaneri, entrevista,

07/2011).8

Ahora bien, es cierto que, como se mencionó antes, la evaluación individual es solo

una parte de la pedagogía propia de los pueblos indígenas originarios, pero no por ello

deja de ser altamente importante. En todo caso, de lo que se trata es precisamente de

generar una aproximación personalizada al aprendizaje de cierto saber, esto significa

tomar en cuenta que no todos aprenden de la misma manera y que existen diversos

factores que influyen en el proceso de aprendizaje y que varían según cada caso. Un

buen ejemplo al respecto es el de la enseñanza/aprendizaje de la música en el pueblo

Guarayo, así lo manifiesta el testimonio de un músico experto:

“Una vez que se ha meditado y entendido las preguntas y respuestas realizadas

mentalmente, le sugiero iniciar el proceso de ejercicio propio de tocar y sacarle

melodías a la flauta. De esa forma logro que la persona vaya aprendiendo por sí

sola, situación que hace que después el identifique sus propias fallas, para las

que me solicita ayuda para corregirlas y de esa forma seguir avanzando en su

aprendizaje” (Juan de la Cruz Castro).9

8 CEAM, 2011. Transmisión de saberes y conocimientos: Pedagogías indígenas. (s/e)9 CEPIG, 2011. Formas y estrategias de transmisión de la música tradicional guaraya. (s/e)

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Este seguimiento personalizado advierte, además, cierto estímulo al desarrollo de la

iniciativa personal. Es decir, no basta con que la persona aprenda lo que le enseña el

experto, sino que pueda aprender por si misma y sea el experto el que vaya evaluando

y corrigiendo lo que ha logrado el aprendiz. De esta manera se va perfilando una

estrategia que puede consolidarse como uno de los elementos de una pedagogía

propia:

“Realización de una evaluación personalizada de lo aprendido por cada persona

del momento de transmisión de saberes y conocimientos sobre como tocar el

instrumento musical sobre el que se enseña la música tradicional Gwarayu […]

Acción de repetición de la demostración de los saberes y conocimientos

impartidos, dirigida a corregir y superar algunas dificultades encontradas durante

el proceso de evaluación personalizada de cada persona, en situación de

aprendizaje sobre como tocar el instrumento musical sobre el que se enseña la

música tradicional Gwarayu […] Evaluación individual de la aprehendido por

cada persona, para luego proceder a motivar y fortalecer el espíritu de cada una

de las personas practicantes, a través de una acción de ponderación en alto de

lo asimilado, pero instando a la misma a que puede hacerlo mucho mejor,

momento después del cual se vuelve a realizar una nueva demostración

colectiva y pausada, haciendo énfasis en las correcciones a realizar y

fortaleciendo el entusiasmo para hacerlo cada vez mejor, repetición de

enseñanza con la que de nuevo se entra a una práctica de los sujetos en acción

de aprendizaje, la que de nuevo se realiza en un tiempo prudencial que oscila

entre media a una hora y al término de la cual se da por concluida la clase del

día”.10

Por otra parte, la instancia familiar del aprendizaje sugiere que la evaluación no debe

restringirse al individuo, pues es la familia un ámbito crucial tanto para la transmisión de

conocimiento como para el respectivo seguimiento del proceso educativo. Continuando

con el caso de la música en el pueblo Guarayo, resaltan los siguientes testimonios:

10 CEPIG, 2011. Formas y estrategias de transmisión de la música tradicional guaraya. (s/e)

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“Es importante la participación de los padres, porque constantemente tienen que

estar haciendo seguimiento al aprendizaje de su hijo o hija, y haciendo las

reflexiones en forma permanente a la par del seguimiento que se realiza, para

recordarle y orientar a su hijo o hija, de que la música es para que sea una

persona de bien, y no se deje llevar por las tentaciones y debilidades que ofrece

el camino de la mala vida” (Salomón Cara).11

“Otro de los procedimientos que realizo en mi manera de trasmitir mis

conocimientos es visitar en su casa a cada uno de los jóvenes a los que estoy

enseñando a tocar un instrumento, para ver y conocer, como la familia le está

apoyando en su proceso de aprendizaje y animarlos de que es importante su

comprensión y motivación que le den al joven o la joven para fortalecer su

aprendizaje, recomendando siempre que deben tener mucha paciencia con el

ritmo de aprendizaje que desarrolla y adquiere” (Miguel Cuñanchiro).12

Es posible advertir que en el proceso de aprendizaje el compromiso de la familia tiene

que ver con aspectos como el apoyo, la comprensión, la motivación, el seguimiento y la

orientación. Lo interesante es que en este proceso la familia también se vuelve objeto

de valoración y evaluación.

De igual manera, es la familia el espacio primario de las relaciones intergeneracionales.

Es en este ámbito -el familiar- donde se produce la transmisión de una serie de

conocimientos de una generación a otra, pero es también el lugar de las tensiones, las

brechas y conflictos de una generación con relación a la otra. Es este aspecto uno de

los temas críticos sobre los cuales hace falta profundizar, precisamente porque una

buena parte de las concepciones valorativas se cuestionan al momento de producirse

cambios en la vida cotidiana de las nuevas generaciones, quedando expuestas a

desencuentros e incomprensiones. Precisamente ese es el sentido de la siguiente

referencia del estudio realizado con el pueblo mojeño por parte del CEPOIM:

“En entrevistas no estructuradas con los músicos más antiguos del coro musical

dicen esto “los jóvenes de la escuela de música no saben tocar como nosotros

11 CEPIG, 2011. Formas y estrategias de transmisión de la música tradicional guaraya. (s/e)12 CEPIG, 2011. Formas y estrategias de transmisión de la música tradicional guaraya. (s/e)

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tocan diferente”, y los jóvenes de la escuela de música dicen: “los del coro de la

iglesia son estrictos y dicen que no sabemos tocar como ellos, por eso es difícil

entrar al coro de la iglesia”. Esta descripción deja también una pauta sobre las

pedagogías propias de la NIO mojeña al momento de aprender música y que

elementos se utilizan yendo más allá de los instrumentos musicales sino en la

lógica misma de los que interpretan y viven la música”.13

Siguiendo esta tendencia, desde lo individual, lo familiar a lo colectivo, se van trazando

las propiedades de la evaluación comunitaria. Un caso interesante que ayuda a

comprender las dimensiones de este tipo de evaluación es el que se produce en el

“maripeo”, un acto ritual central de la cultura mojeña:

“Luego del proceso mismo de aprendizaje colectivo, para el cual se planifica,

designan tareas, se realizan las tareas de forma coordinada, finalmente se

realiza una evaluación sobre los resultados obtenidos. Son parte de la

evaluación los adultos y los adultos mayores especialmente e

imprescindiblemente las autoridades del cabildo Indigenal, los Caciques de los

conjuntos, y las abadesas o las directivas de las zonas en la parte urbana, es

decir los encargados de coordinar las tareas […] Se evalúan como se

desarrollaron las actividades en las reuniones que se tienen, así como a los

responsables, así que aquí continúa el círculo del maripeo. En el caso del Gran

Cabildo Indigenal esas reuniones se realizan el siguiente sábado a la fiesta

realizada, o si es necesario antes. En estas se evalúan los resultados obtenidos

de forma general así como también el desempeño y comportamiento de todos

los miembros. Como se dijo con anterioridad en las edades y formas de

participar, los adultos mayores son los más exigentes y también los que ven que

hacen los demás; ese poder de observación y de valoración positiva de los

hechos y los consejos para mejorar se los concede el poder de la experiencia.

En este sentido se ve la parte espiritual, donde los mayores por la experiencia

tienen la potestad de hacer críticas constructivas a los demás miembros del

grupo”.14

13 CEPOIM, 2011. El maripeo: símbolo de la pedagogía mojeña. (s/e)14 CEPOIM, 2011. El maripeo: símbolo de la pedagogía mojeña. (s/e)

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En esta referencia queda claro que la participación de la comunidad en la valoración de

las actividades culturales más importantes de la comunidad, como lo es el “maripeo”,

no es algo complementario, sino que es parte de la misma ritualidad. En este ámbito, la

evaluación se trata de un tema de interés común y lo que se somete a evaluación es

una actividad colectiva, es decir un todo que deber funcionar armónicamente y respetar

ciertos protocolos y la ritualidad correspondiente que otorga sentido al acontecimiento

social y fortalece la identidad étnica de las personas.

Entonces, es la misma comunidad la que se evalúa como sociedad, vale decir, es

objeto de evaluación desde el punto de vista de la historia, la tradición y la memoria

colectiva. Para ello cuenta con ciertos criterios que permiten establecer algo así como

indicadores que podrían sugerir ajustes, revisiones o continuidades en la vida social y

en las prácticas culturales. En este sentido, similar a lo que ocurre con el “maripeo”, en

el pueblo Guarani se evalúan los resultados del arete guasu tomando en cuenta los

siguientes elementos:

“Concluido el arete los criterios para evaluar el arete son: el grado de uso del

idioma guaraní, que es más estricto en su medición con las mujeres porque

depende de ellas su transmisión, si participaba en el baile, si tenía pareja o la

formalizó ante la comunidad la posible pareja o matrimonio”.15

Este proceso de evaluación no sólo se procura en la etapa posterior a la realización de

las actividades culturales, en muchas ocasiones se da en el mismo desarrollo del ritual,

así lo expresan las siguientes referencias del estudio realizado por el CEPOG:

“De existir malas interpretaciones musicales los asistentes y bailarines, exigirán

calidad a través de los agüero – güero, siendo este último en solucionar la

dificultad presentada”. “La persona que toca el agua [rai] debe saber los

diferentes ritmos, porque de lo contrario los bailarines percibirán la mala

15 CEPOG, 2011. Formas y estrategias de transmisión de conocimientos en la Nación Guaraní a través del Arete Guasu. (s/e)

18

Page 19: Informe final (v00) cepos

interpretación y manifiestan su malestar y en ese momento un agüero, le quitará

y designará a otro que quiere tener el honor y para ser parte de la gran fiesta

siendo del grupo musical”. “Le hemos llamado la atención [públicamente] porque

he recibido quejas del agüero-güero por que le han tirado una rama con barro en

la cara, también porque el kuchi-kuchi se ha enojado porque casi le han bajado

su corto y eso debe suceder porque él sabe a qué se ha metido, este espacio

es de diversión y no de provocar peleas. Este es el espacio para enseñarle

nuestros valores, nuestra cultura porque son ellos los que luego darán

continuidad a lo nuestro, se le enseña principalmente el Mbiakavi.

(kuchijuvicha)”.16

En síntesis, la evaluación en la educación comunitaria según los antecedentes

investigativos, consiste en un sistema complejo que interrelaciona distintos puntos de

vista, el de los y las expertos/as, la autopercepción del aprendiz, el de los familiares y la

visión colectiva sobre una actividad culturalmente relevante con una serie de

conocimientos, actitudes, comportamientos y prácticas que son desarrolladas por la

persona, la familia y la comunidad.

Con todo, desde una mirada intracultural, la valoración y la evaluación se presentan

como elementos intrínsecos de la transmisión de saberes y conocimientos, toda vez

que su función es parte constitutiva de la producción y reproducción de elementos

culturales y de valores sociales que rigen la vida comunitaria y la cotidianidad de las

personas.

2.3 Marco conceptual

16 CEPOG, 2011. Formas y estrategias de transmisión de conocimientos en la Nación Guaraní a través del Arete Guasu. (s/e)

19

Page 20: Informe final (v00) cepos

- Evaluación: En primera instancia es interesante mencionar que “la mayoría

de las definiciones sobre evaluación se enmarcan en un plano que se puede

denominar normativo. Es decir, en el deber ser que define un modelo ideal y

se constituye en el referente evaluativo. La evaluación así aparece solo como

una probabilidad de determinar en qué medida las acciones realizadas se

ajustan o no a ese patrón normativo y no tanto como una posibilidad de

definir nuevas normas o bien recrear las existentes”.17

A partir de esta consideración, se hace necesario asumir una definición

pertinente y, al mismos tiempo, holística y flexible sobre el concepto de

evaluación.

De forma simple se puede definir de la siguiente manera: “Evaluación es el

proceso de obtener información y usarla para formar juicios que a su vez se

utilizarán en la toma de decisiones”.18

En palabras más complejas se tiene que: “La evaluación es un proceso

reflexivo, sistemático y riguroso de indagación sobre la realidad, que atiende

al contexto, considera globalmente las situaciones, atiende tanto a lo explícito

como lo implícito y se rige por principios de validez, participación y ética”.19

Por tanto, de manera operativa, la evaluación se entenderá como el proceso

que consiste en recoger un conjunto de informaciones suficientemente

pertinentes, válidas y fiables, que permiten verificar –de forma amplia,

integral y compleja- un aprendizaje y tomar decisiones para el desarrollo

material e inmaterial de la persona y la colectividad al interior de un contexto

sociocultural.

- Valoración: De inicio hay que reconocer que valorar es un concepto

abstracto, que significa asignar un valor –ético, estético y/o económico- a un 17 Nydia Elola y Lilia Toranzos. 2000. Evaluación educativa: una aproximación conceptual. OEI. Buenos Aires.18 Nydia Elola y Lilia Toranzos. 2000. Evaluación educativa: una aproximación conceptual. OEI. Buenos Aires.19 Nancy Colomba et al. Evaluación, nuevas concepciones.(www.monografías.com)

20

Page 21: Informe final (v00) cepos

elemento, a una situación o a un resultado. Además, se trata de un concepto

impregnado de un carácter moral que implica una acción de juzgar a partir de

una noción social del “deber ser”.

De manera operativa, se entenderá por valoración al conjunto de criterios

simbólicos que se utilizan para reconocer, apreciar, acreditar y distinguir

acciones y productos, individuales y colectivos, que inevitablemente entran

en el orden de lo socialmente aceptado.

- Prácticas: Siguiendo la teoría de P. Bourdieu, la práctica puede entenderse

como improvisaciones estratégicas que se llevan a cabo en contextos

sociales conformados por los intereses de los individuos y la competencia

entre éstos.

Aclarando esta definición, hay que partir por entender que existen aspectos

normativos del comportamiento que se producen inconscientemente y que se

adquieren por medio de la socialización, pero que están limitados por normas

y valores de la sociedad profundamente arraigados en las personas. En este

sentido, las prácticas se constituyen como estrategias que oscilan entre estos

límites y que son movilizadas según cierto tipo de intereses, por ejemplo, el

prestigio.20

- Concepciones: Es el conjunto de ideas, imaginarios y representaciones

sociales que las colectividades utilizan para establecer un orden conceptual

de la realidad social.

20 Roberta Parkin. 2000. “Teoría de la práctica”; en: Diccionario de antropología. Siglo XXI. México. Pp. 418 – 419.

21

Page 22: Informe final (v00) cepos

3. LAS PRÁCTICAS CULTURALES Y LA TRANSMISIÓN DE CONOCIMIENTOS

Para iniciar el abordaje de las concepciones y prácticas de valoración y evaluación de

las Naciones y Pueblos Indígenas Originarios (NPIOs), es indispensable partir por las

actividades culturales seleccionadas en calidad de ámbitos de observación de cada

una de las investigaciones realizadas por los Consejos Educativos de los Pueblos

Originarios (CEPOs). Estas actividadesconstituyen los escenarios centrales de los

estudios realizados y han sido seleccionadas bajo criterios de pertinencia, relevancia,

representatividad cualitativa y, básicamente, por que concentran una serie de

elementos culturales que son parte de los procesos de socialización y de los sistemas

de aprendizaje de los pueblos y naciones indígenas. Estas actividades son: el maripeo

en el pueblo Mojeño,21el arete guasu en el pueblo Guaraní,22 la música en el pueblo

Guarayo,23 la elaboración de chicha de yuca en el pueblo Yurakaré,24 la producción de

papa en la nación Aymara,25 el elaboración de chivé en el pueblo Maropa,26 el tallado

en madera en el pueblo Chiquitano27 y el proceso de trasquilado de lana de oveja hasta

el ceñido del hilo para el tejido en la nación Quechua.28

Todas ellas representan manifestaciones culturales que se caracterizan por ser

altamente representativas de los contextos sociales en los cuales se producen y

reproducen, por lo cual necesariamente están insertas en un sistema en el que

interactúan otros elementos culturales, materiales e inmateriales, que otorgan sentido a

la reproducción de dichas actividades. En este sentido, estas actividades generalmente

son parte de la ritualidad de los pueblos indígenas originarios, del universo simbólico

que les caracteriza y, además, se constituyen en referentes centrales de la identidad

étnica.

21 CEPOIM, 2013. Documento de investigación (s/e)22 CEPOG, 2013. Documento de investigación (s/e)23 CEPIG, 2013. Documento de investigación (s/e)24 CEPY, 2013. Documento de investigación (s/e)25 CEA, 2013. Documento de investigación (s/e)26 CEAM, 2013. Documento de investigación (s/e)27 CEPOCH, 2013. Documento de investigación (s/e)28 CENAQ, 2013. Documento de investigación (s/e)

22

Page 23: Informe final (v00) cepos

Por tanto, al centrar la atención en estas actividades como espacios de

enseñanza/aprendizaje, es posible apreciar el trasfondo sociocultural que contextualiza

los procesos de valoración y evaluación, permitiendo comprender estas nociones como

resultado de prácticas culturales; haciendo énfasis en la definición operativa de

“práctica” como acontecimiento, como algo que se “hace” -en el mejor de los casos-,

como un aprender haciendo.

Evitando caer en descripciones ligeras -considerando que la riqueza descriptiva de los

trabajos de campo está plasmada en cada uno de los documentos de investigación-, es

necesario retomar algunos de los principales aportes etnográficos respecto a las

actividades culturales antes mencionadas, con la intención de caracterizarlas como

espacios de socialización y aprendizaje. Esta caracterización, más de tipo descriptiva,

funciona como el asidero sobre el cual perfilar campos de análisis que permitan

ahondar enel tema de la valoración y la evaluación.

3.1 Caracterización de las prácticas culturales según los niveles de

participación

El conjunto de las actividades culturales estudiadas pueden diferenciarse en tres

niveles de participación de los y las actores/as sociales. Es decir, según la amplitud de

la diversidad de agentes responsables -directa o indirectamente- de la reproducción de

la práctica cultural. Por tanto, la diferencia oscila desde un nivel comunal, pasando por

un nivel familiar, hasta un nivel interpersonal.

a) El nivel comunal

Se refiere a una participación amplia de los y las actores sociales en la reproducción de

las prácticas culturales. Es decir, que la realización de dichas prácticas requiere y

demanda el involucramiento de casi toda la comunidad, o al menos de gran parte de

ella. Se tratan de actividades que se desarrollan en tiempos y circunstancias

específicas, generalmente ámbitos rituales, especialmente fiestas comunitarias, o bien

23

Page 24: Informe final (v00) cepos

acontecimientos claramente marcados en el calendario local de cada pueblo y nación

indígena originaria.

En este nivel resaltan las siguientes prácticas culturales: el maripeo en el pueblo

Mojeño, el arete guasu en el pueblo Guaraní y la producción de papa en la nación

Aymara.

El Consejo Educativo de Pueblo Indígena Originario Mojeño (CEPOIM) destaca

elmaripeocomo la actividad simbólica del mundo mojeño que representa una filosofía

de vida: el servir a la comunidad. De esta actividad participa la comunidad en su

integridad, adultos mayores que son los sabios de la comunidad, las autoridades

mujeres y hombres, los músicos, los conjuntos con sus danzarines y músicos, las

familias (abuela, abuelo, mamá, papá, hijos e hijas, nietos y nietas), los familiares y

visitantes de otras comunidades cercanas que participan de la fiesta.

Cada uno de estos tiene su rol y es importante dentro del desarrollo mismo de la fiesta,

que es el contexto donde se realiza el maripeo. Pero si nos enfocamos exclusivamente

al maripeo podemos describirlo de la siguiente manera: los que brindan (son los que

traen la chicha en cántaro o balde y la brindan a una persona para que esta la

comparta con la comunidad), los que reciben el cántaro y “maripean” (son los que

reciben el honor de servir la chicha del cántaro hasta que se haya distribuido todo el

contenido del mismo). Los invitados, que son las y los que toman la chicha en una serie

de rondas, servidas por quien ha recibido el cántaro, haciendo llegar a todas las

personas que están presentes en el recinto donde se desarrolla la fiesta, sin importar

edades, sexo o cargos.Por lo general los que sirven son los adultos, aunque pueden

servir también los jóvenes mientras aprenden, como en el caso de las

moperono/amaperuana29, que son reinas de los conjuntos, o los jóvenes de los

conjuntos que bailan y ayudan a servir la chicha al cacique del conjunto.

El maripeo se desarrolla en las fiestas o eventos sociales donde se reconoce a una

persona especial que puede servir a la comunidad, lo cual se simboliza con la entrega

del cántaro lleno de chicha que debe de concluir su distribución a la comunidad.

29Moperono: jovencitas, en lengua mojeño trinitaria, y/o las amaperuanas: jovencitas, en idioma mojeño ignaciano. Estas son solteras y son ayudadas por su madre y su padre a servir a los invitados.

24

Page 25: Informe final (v00) cepos

En el contexto de los cabildos indigenales y los gran Cabildos de San Ignacio de Mojos

y de la Santísima Trinidad los discursos que son parte del ritual del maripeo y de los

eventos de preparación se desarrollan en lengua originaria mojeña en su variante

lingüística ignaciana o trinitaria. Esto en los actos de juramentación de autoridades del

cabildo y nuevos miembros de los conjuntos y grupos que pertenecen al Cabildo

Indigenalmojeño ignaciano. También en el brindado del cántaro o de la oración para

dar las gracias por los alimentos.Así pues, la lengua para conversar entre los adultos

mayores, o sea los abuelos y abuelas, es el idioma mojeño. En cambio en las fiestas

realizadas en las zonas urbanas el contexto es menos alentador para el uso de la

lengua mojeña, ya que se brinda la chicha en idioma castellano, al igual que la

invitación al público asistente.30

Por otra parte, el Consejo Educativo del Pueblo Guaraní (CEPOG), recurre a una serie

de testimonio para enfatizar que: ¨Años antes cuando se acercaba la gran fiesta, que

llamamos arete guasu, todo el mundo empezaba a prepararse para el festejo, porque

era el encuentro con nuestros hermanos (los comunarios y toda persona Guaraní) y

como también nuestros hermanos del mundo espiritual, iviipo reta (los animales y las

plantas)”.En cuanto a la participación e integración de la comunidad manifiestan:“Nadie

se quedaba sin hacer nada, tanto los niños, ancianos, mujeres y hombres, cada cual

cumplía sus roles de quehaceres”.

Sobre el grado de participación de los jóvenes en el arete guasuexpresaron lo

siguiente: “la mayoría de los jóvenes hasta el momento se ve que han valorado todavía

su cultura, porque en la realización del arete guasu existe su participación ya sea en la

elaboración de chicha u otro trabajo de preparación, también van en la fiesta a saltar o

salen enmascarado después de su clase, a excepción de algunos jóvenes que se

corren de los enmascarado agüero güero, porque no quieren bailar y esto me parece

por la amistad que integran con los jóvenes de la ciudad”.Además de la elaboración de

la chicha, como elemento central del arete guasu, se ha enfatizado la importancia de la

música, por tanto de los músicos locales, y de la elaboración de cerámica y de tejidos,

especialmente por parte de las mujeres.31

30 CEPOIM, 2013. Documento de investigación (s/e)31 CEPOG, 2013. Documento de investigación (s/e)

25

Page 26: Informe final (v00) cepos

El tercer caso ha sido trabajado por el Consejo Educativo de la Nación Aymara (CEA)

con relación al ciclo productivo de la papa. Al tratarse de una práctica cultural amplia

y compleja la investigación de campo ha puesto énfasis en la época de la siembra. Con

relación a la asignación de tareas y roles que desempeñan los participantes durante la

actividad de la siembra de papa se puede destacar, por una parte, que son las

personas jóvenes, varones en este caso son los que abren los surcos con la yunta de

bueyes, es cierto que para esto tienen que tener experiencia. Los varones adultos,

ancianos y autoridades originarias de la comunidad son los que inician con los rituales

del pago a la pachamama, quienes encomiendan y solicitan a la madre tierra una

buena producción con lo cual se inicia la siembra de la papa. Ellos solo cumplen

trabajos más livianos, tales como echar el abono en los surcos ya sembrados de papa.

Aunque otros también van pasando la semilla o en su caso van desterronando la tierra

y recogiendo las malezas que no fueron retirados del terreno de la siembra durante el

barbecho y la kutija o la segunda arada o preparación del terreno para la siembra.

En este mismo contexto, los niños y las niñas son los que pasan la semilla a las

mujeres que van sembrando la papa, al mismo tiempo ellos se ocupan de echar el

abono a los surcos ya sembrados de papa. Por su lado las ancianas y ancianos

siempre están presentes en el trabajo, aunque ayudan muy poco pero van orientando e

indicándoles que se deposite la semilla en los surcos de manera equidistante, es decir,

depositar la semilla a la misma distancia y al centro del surco. Las mujeres adultas y

jóvenes van sembrando la papa, aunque en algunos casos también los varones incluso

los niños cumplen esta tarea a falta de personal.

Los roles asignados durante la siembra de papa son cumplidas al pie de la letra, ya que

todos trabajan no hay distinción alguna entre mayores y menores en el marco de las

posibilidades y la edad respectiva, el cumplimiento de estas tareas es valorado

colectivamente a la conclusión de la actividad, sin embargo, es otra la valoración

familiar que se realiza en la casa, debido a que sobre el terreno la participación de

varias personas es resultado muchas veces de la aplicación de los valores de la

reciprocidad, ya siendo mink´a o ayni, sea a partir de la familia extensa u otras

personas de la comunidad por lo que no se valora individualmente.

26

Page 27: Informe final (v00) cepos

Esto significa que en la producción de papa, como práctica cultural, el nivel de

participación de los y las actores/as sociales es ampliamente colectivo, es decir no

solamente depende de las decisiones domesticas o familiares, pues son importante las

decisiones que se toman a partir de una reunión general entre las autoridades y las

bases, que en primer lugar deben nombrar a las nuevas autoridades responsables para

la conducción de la comunidad con anticipación de un año, y es la ocasión para iniciar

las faenas agrícolas de la roturación y preparación del terreno en un solo lugar donde

se realizaran la siembra de tubérculos. De esta manera queda claro que nadie por su

cuenta puede iniciar el trabajo de la roturación de los terrenos, si no es por la decisión

consensuada de toda la comunidad.32

Todos estos elementos permiten entender que se trata de prácticas culturales que

congregan a la comunidad, asignando roles, responsabilidades y decisiones acordes a

las cosmovisiones, las filosofías de vida y, en sí, a los elementos constituyentes de los

procesos de socialización de la cultura local, en estos casos, de la cultura mojeña, la

cultura guaraní y la cultura aymara.

b) El nivel familiar

Se refiere a un nivel de participación colectivo, pero no tan amplio como el comunal,

sino más bien a nivel de la familia y de las relaciones de parentesco (biológico, jurídico

y/o simbólico). Esto no quiere decir que se traten de prácticas culturales aisladas, por el

contrario son parte fundamental de la reproducción de la vida social comunitaria,

simplemente no requieren que la diversidad de actores de una comunidad participe

directamente de la “acción”-es decir- en el que “hacer” de las actividades propias que

implican la reproducción de dichas prácticas. Además, se tratan de actividades más

cotidianas, aunque pueden estar regidas por tiempos de mayor o menor dedicación, en

algunos casos marcadas por los ritmos productivos dentro del ciclo anual.

32 CEA, 2013. Documento de investigación (s/e)

27

Page 28: Informe final (v00) cepos

En este nivel destacan las siguientesprácticas culturales: la elaboración de chicha de

yuca en el pueblo Yurakaré, la elaboración de chive en el pueblo Maropay el proceso

de trasquilado de oveja al ceñido del hilo para el tejido en la nación Quechua.

El Consejo Educativo del Pueblo Yurakaré (CEPY) enfatiza que la elaboración de la

chicha de yuca es un trabajo exclusivo de las mujeres, un trabajo cotidiano. Al ser la

elaboración de la chicha una actividad tradicional-cultural, las niñas desde pequeñas

están inmersas en la actividad, ayudando en tareas sencillas o simplemente

observando. Pocas veces se admite que un varón realice este trabajo, exceptuando

casos en los que la mujer da a luz, o es un hombre solo, es decir que no tiene esposa.

A veces los varones que se involucran en esta actividad sonconsiderados como

“valientes”33, quienes ayudan a traer yuca o leña para que la mujer haga la chicha.

En el proceso de transmisión de conocimientos, generalmente las niñas son capaces

de realizar esta actividad de manera independiente a partir de los 12 años, siendo que

antes ya aprendieron a pelar, hacer el muku34 y a colar la yuca. Para este aprendizaje

no se requiere una enseñanza explicita, puesto que la vivencia e inmersión determinan

su aprendizaje de manera natural y de acuerdo a la edad y habilidad de las niñas. En

este proceso cuenta mucho la observación de las niñas y la práctica posterior como

explican las madres de familia, quienes dicen: “de mirar nomas aprenden”, lo que

quiere decir que el aprendizaje de esta actividad no se la realiza de una sola vez, no se

le enseña el proceso en uno solo momento, ni se le pide que a la primera realice todo

el proceso de elaboración, sino empiezan con actividades sencillas hasta que

finalmente pueden elaborar todo el proceso por sí solas. Entonces el aprendizaje

sedesarrolla paso por paso, aunque las niñas observan y viven todo el proceso en su

integridad, pero a la hora de llevarlo a la práctica las niñas realizan solo una parte de

ese proceso. Tampoco es una enseñanza instructiva donde se les dice al detalle qué

hacer -al estilo de los programas de preparación de comida de la televisión-. Ellas

observan hasta que tengan cierta edad y finalmente lo realizan de manera autónoma.

Además, este aprendizaje queda fijado porque es una práctica continúa en el hogar y

constituye el alimento básico de la familia.

33Valiente designa a un hombre trabajador y voluntarioso que ayuda a la esposa34Muku: yuca masticada en la boca, base para la fermentación de la chicha de yuca

28

Page 29: Informe final (v00) cepos

Hay una relación muy estrecha entre las mujeres que hacen chicha y el aprendizaje de

las hijas respecto a esta actividad, por lo tanto el aprendizaje de esta actividad no es

únicamente responsabilidad de las niñas, sino también de las madres: “responsabilidad

compartida”. Esto porque esta enseñanza y aprendizaje no es una lección de un día,

sino es un aprendizaje cotidiano, de ahí que la madre juega un rol importante en su

enseñanza y, por tanto, en la valoración y evaluación del proceso de aprendizaje.

Si bien la elaboración de la chicha no es un proceso muy complicado, existen ciertos

pasos que requieren una observación más atenta por parte de la madre, como es el

masticado de la yuca, “muku”, que va a determinar el grado de fermentación, y por

ende, la calidad de la chicha. Otro aspecto que quizá determina si una niña es capaz

de hacer chicha de manera independiente es su capacidad de poder estar atenta a la

maduración de la chicha y eso lo alcanzan entre los 12 a 13 años, edad en que las

niñas pueden levantarse a tempranas horas de la madrugada.Batir la chicha temprano

es un requisito fundamental para concluir el proceso de elaboración de la chicha.

Por tanto, en el caso de la elaboración de la chicha de yuca, es evidente que se trata

de una práctica cultural feminizada, cuyo ámbito de reproducción es la familia, más

concretamente la relación abuela-madre-nieta. Es una actividad cotidiana, que no

solamente se restringe al consumo doméstico, sino también al comunitario,

especialmente cuando se desarrolla una fiesta o un ritual.35

Por otro lado, el Consejo Educativo Amazónico Multiétnico (CEAM), puntualiza las

etapas en el proceso de elaboración del chive en el pueblo Maropa, comenzando

desde larecolección o cosecha de la yuca. En esta actividad mayormente participan los

hombres de la familia debido a que se trata de un trabajo que exige tener fuerza física

para arrancar la yuca de la tierra. Tanto los padres como hijos varones son los

encargados de cosechar la yuca.Para esta actividad mayormente los instrumentos o

herramientas que se utiliza de manera rustica son la picota o el machete, el cual sirve

para cortar las hojas y tallo de la planta y para remover el suelo.

35 CEPY, 2013. Documento de investigación (s/e)

29

Page 30: Informe final (v00) cepos

La siguiente etapa es el pelado y rallado de la yuca,mayormente una actividad que

realizan las mujeres adultas de la familia juntos a los niños quienes participan y ayudan

en los detalles, para esta actividad es importante poder hacer una previa selección de

la yuca, si bien en la recolección de la yuca se ha podido tener variedad, las mujeres

son quienes seleccionan la yuca de estas que ya han sido cosechadas, pues no todas

serán aptas para la elaboración del Chive.Una vez que se ha seleccionado el producto

se procede al rallado de la yuca utilizando un rallador fabricado por las mujeres con

láminas de metal que utilizan para las casas (calamina).En este proceso del rallado de

la yuca, la interacción que se da de forma simultanea entre madres e hijos es muy

importante señalar que si bien las madres son las que cumplen este rol determinado,

las hijas están alrededor de ellas aprendiendo de forma muy silenciosa, observan la

acción y en un compás de tiempo las madres van dando las instrucciones a las niñas y

enseñando cómo se debe hacer el chive.

Otra etapa es la del secado y tostado de la yuca.Una vez que se ha obtenido el

proceso de maceración, la yuca es puesta a secar en el sol por unos días,hasta que

haya eliminado la humedad. Luego de esto se procede al tostado de la harina de yuca,

la cual se la realiza en unas pailas que son puestas al fuego con leña, este proceso es

más cuidadoso de ejecutar por lo riesgoso que incluye el manejo del fuego así que son

mayormente las mujeres adultas quienes realizan en esta etapa la ejecución de la

actividad. Durante este proceso de secado y tostado de la harina de la yuca es

importante poder apreciar las diferentes indicaciones que las mujeres van dando a las

más jóvenes, ya que se puede apreciar que van transmitiéndoles estrategias que les

permitirá tener un buen producto, cuando las más jóvenes están cerniendo la harina

van apreciando el producto que se ha logrado.

El último paso, una vez realizado el tostado del chive, consiste en el uso de los

cernidores, en este caso sirven para seleccionar lo más fino del producto, quedando

una harina fina y suave la cual está lista para ser comercializada. Las mujeres más

jóvenes, adolescentes y niñas ayudan en el cernido de la harina, la cual van

depositando en recipientes para luego dejarlos al aire libre por unos minutos y

30

Page 31: Informe final (v00) cepos

envasarlos en bolsas; este producto no es recomendable exponerlos al aire libre ya que

pierde su esencia de fermentación, el cual es el ingrediente principal del Chive.36

Por último, en este nivel de participación, el Consejo Educativo de la Nación Quechua

(CENAQ) ha descrito a detalle las particularidades del proceso de trasquilado de

oveja al ceñido del hilo para el tejido; de esta “descripción densa” es interesante

resaltar los siguientes pasajes etnográficos: El grupo Millmaruthuqkuna (trasquiladores

de lana) ubicados detrás de la iglesia, encabezado por dos mujeres mayores de edad,

agarraron al cordero, entrecruzando las patas lo amarraron con un piolín de color azul y

voltearon al suelo con vista al naciente según costumbres desde sus ancestros.Pasado

un par de minutos la esquila ya tenía avance hasta la columna vertebral y medio

cuerpo, suficiente como muestra para que las niñas puedan continuar el proceso de

transmisión de prácticas culturales. Momento en que se incorporaron dos niñas. Con

una sonrisa alegre tomaron los cuchillos en la mano derecha y apoyando la lana con la

mano izquierda empezaron el trasquilado compartiendo la tarea, una del cuerpo hacia

adelante y la otra hacia los miembros inferiores del cordero.En eso, se escuchó la voz

de un varón preguntando a las aprendizas: “qamkunayacharqankichikñachuruthuyta,

pitaqyachachisurgankichik?” (ustedes ya sabían cortar, ¿quién les ha enseñado?) La

respuesta ligera en coro arí(sí), una de ellas complementó mamayyachachiwarqa (mi

mamá me enseñó). En el trasquilado se observa la combinación de ojo - mano como

destrezas muy bien desarrolladas y la percepción es que las niñas tienen cierto

entrenamiento ya en esta actividad y no es una casualidad ni algo novedosa para ellas.

Una de las expertas con la mirada puesta en la actividad decía

“khuskitatakacharinkichik ama millmataphilankichikchu” (no van a hacer filas suelten

igualito o parejito la lana). Es una recomendación para que corten parejo y no en forma

de filas gradadas. Muchas de las personas a modo de picchear la coca, o el akulliku

decían “t’isaqkachkanmillma mana kanchu” (hay escarmenadores y no hay lana). Esta

manifestación convocaba a que se apuren los esquiladores y proporcionen lana a las

personas que se desesperaban por cumplir la actividad.

36 CEAM, 2013. Documento de investigación (s/e)

31

Page 32: Informe final (v00) cepos

El grupo MillmaT’isaqkuna (escarmenadores de lana) ubicados al interior de la iglesia

se acomodaron sentados en unos banquillos de madera entre mayores y menores de

edad sin excepción de género. Entre el murmullo y la algarabía tomaron retazos del

vellón cada uno y empezaron el escarmenado como en competencia. Por lo general,

las niñas apoyando la lana entre sus muslos movían las manos de un lado para otro

deslizando suavemente y dejando en forma de seda casi transparente cada mecha.

La actividad del phuchkay ‘hilado’, al igual que las otras etapas tiene secuencialidad

con el proceso cada vez más cercano a transformar las fibras de lana en hilos

prolongados. Uno de los actores decía

millmataphuchkanapaqqaphuchkatatusurichinatiyan (para hilar lana hay que hacer

bailar la rueca). Las expresiones son muy metafóricas característicos de los pueblos

orales, con sentido de humor y elevado nivel de autoestima de unos hacia otros. Cada

una de las aprendizas a su turno retiraban la envoltura de hilo de la rueca y uniendo

dos hebras empezaban a envolver formando un murq’u (ovillo) del tamaño de una

naranja o manzana, de manera bien entrecruzada y con mucha consistencia quedando

al final una especie de circunferencia o cono.Luego del enmadejado ‘juñiy’ continua la

fase del t’aqsay ‘lavado’. Esta fase en algunos sectores varía. Este proceso del lavado

artesanal lo realizaron con agua y jabón para extraer las pequeñas impurezas que

quedan, luego extenderlos al sol para su secado al aire libre. Según experiencias que

manifestaron, depende de la buena limpieza y secado la impregnación de los colores

en la etapa del teñido. Posterior a esta etapa es la actividad del llimp’ichay ‘acción de

teñir’.

El grupo del teñido se organizó internamente distribuyéndose roles compartidos. Los

hombres se ocuparon de ir a extraer gajos de la planta chili y leña. Mientras que las

mujeres se ocuparon de encender fuego en el rincón de un patio, acomodaron las

q’unchas ‘bracero de piedra’, colocaron la olla de aluminio con agua clara y atizaron el

fogón de manera rústica. Después de hacer hervir unos 40 minutos, la guía

responsable dijo “allinñakachkan, sumaqtajap’isqa” (está bien ya, impregnó bien),

refiriéndose que el teñido logró obtener un color agradable y muy parejo.En ambos

casos, la participación específica de niñas y niños se ha reducido a la observación y

escucha atenta por cuestiones de seguridad y previsión.

32

Page 33: Informe final (v00) cepos

La actividad complementaria al teñido y el secado de las madejas es el q’aytukhiwiy

(envolver el hilo en ovillos). Este proceso lo realizaron de manera colaborativa desde

niños hasta personas mayores, incluido hombres seleccionando por colores formando

ovillos de diferentes tamaños. En sí, la actividad fue como una técnica para facilitar el

retorcido del hilo en la rueca, ya que los ovillos o conos por su circunferencia giran

hacia cualquier lado sin dificultades.

Como cierre de esta actividad, será una vez más, q’aytutamurq’upikhiwispa (envolver el

hilo formando ovillos). Este es un proceso relativamente rápido similar a las anteriores

que consistió en envolver los hilos retorcidos en la rueca y formar ovillos de acuerdo a

los colores con la finalidad que estén listos para la actividad del awaytilay (telado de un

tejido).37

Este conjunto de elementos descriptivos encierran importantes referencias sobre la

complejidad que implica la reproducción de las prácticas culturales, revelando el

seguimiento a las diferentes etapas de los procesos, en los cuales la familia-

especialmente las madres- son quienes se encargan de valorar y evaluar, en el sentido

de orientar, guiar, corregir y desarrollar las habilidades de quienes están aprendiendo,

generalmente las hijas mujeres para los casos de la chicha, el chive y el trasquilado-

hilado. Es por eso que la familia es un espacio educativo central en la trasmisión de

conocimientos locales, y en las particularidades de estos procesos es posible distinguir

los resquicios donde asoman los criterios de valoración y evaluación.

c) El nivel interpersonal

Necesariamente para constituirse como práctica cultural, una actividad ha de ser

compartida, transmitida y socializada, lo que significa que es producto de una relación

interpersonal -o de varias relaciones-. En todo caso, este nivel de participación, se

refiere a un ámbito más restringido (en comparación al comunal y al familiar),en el que

los y las actores/as sociales que reproducen la práctica cultural podrían pensarse como

“especialistas” en esta actividad.Dicho en otras palabras, no todas las personas de una

comunidad reproducen de igual manera este tipo de prácticas culturales, en el sentido

37 CENAQ, 2013. Documento de investigación (s/e)

33

Page 34: Informe final (v00) cepos

que hay quienesle dedican un tiempo especial a“hacerlas”. Y no por ello dejan de

considerarlas parte de la identidad compartida, ni tampoco significa que sean ajenas a

las opiniones y decisiones colectivas, pues estas son fundamentales para otorgarles

sentido y darles continuidad en el tiempo. En todo caso, no se tratan de actividades

individuales, ni exclusivas, sino de prácticas interpersonales que demandan procesos

de transmisión personalizados y que permiten -a quienes les interese y les motive-

“especializarse” en tal práctica.

En este nivel destacan dos prácticas culturales: la música en el pueblo Guarayo y el

tallado en madera en el pueblo Chiquitano.

El Consejo Educativo del Pueblo Indígena Guarayo (CEPIG) al identificar a las

personas que participan del proceso de la actividad de transmisión de los saberes y

conocimientos de la música tradicionalGuaraya, resalta a los siguientes actores

sociales:

El sabio músico, quien toma la decisión de transmitir sus saberes sobre música

tradicional, previa valoración de las actitudes y características demostradas por el

interesado (a) de practicar y producir música solo para hacer el bien, valoración que se

complementa y afirma con el compromiso asumido por los padres de ser partícipes

activos y colaborativos del proceso de formación de la persona interesada en aprender

la práctica, expresión y producción de la música tradicional Guaraya.

Los padres – madres de familia quienes en compromiso asumido con el sabio músico,

hacen partícipes del proceso a los demás integrantes de la familia para que colaboren y

contribuyan en forma activa a la formación de la persona interesada en aprender la

práctica, expresión y producción de la música tradicional Guaraya a efectos de que lo

aprendido sea solo para buscar y generar la armonía y el bien de manera personal y

colectiva del medio donde se vive.

La persona interesada como sujeto central del proceso de transmisión de los saberes y

conocimientos de la música tradicional Guaraya y de la valoración y evaluación que se

34

Page 35: Informe final (v00) cepos

realiza del aprendizaje, despertar de la creatividad propia y de la adquisición, manejo y

desarrollo de habilidades para la práctica e interpretación de la música tradicional.

Y los sabios, autoridades tradicionales y la comunidad como colectivo comprometido

con la formación y desarrollo de sus recursos humanos, como autores y gestores del

crecimiento material y espiritual de la población y medio donde se vive e interactúa.38

En este sentido, queda claro que la transmisión de la música tradicional guaraya

concentra la participación de diversos actores sociales, pero lo hacen en distintos

niveles de interacción, pues no todos participan en la interpretación musical. Este

“hacer” la música y la transmisión de este saber lo encomiendan a los “especialistas”

de la comunidad, los músicos y también maestros de las nuevas generaciones

interesadas en la reproducción cultural de un elemento central de la identidad guara: la

música.

Por otra parte, el Consejo Educativos del Pueblo Originario Chiquitano (CEPOCH),

plantea con relación al tallado en madera que en la Chiquitania se trata de un trabajo

artesanal y tradicional sobre la base del aprendizajeque la población local tuvo en la

época de la restauración de las iglesias misionales.En la actualidad, el tallado recurre

especialmente al uso de formones y gubias, sin embargo, se han introducido algunas

máquinas eléctricas que reemplaza a la manuales con el objetivo de facilitar y agilizar

los procesos de producción del tallado, como la motosierra para cortar los troncos en

lugar del hacha, el taladro eléctrico en vez del manual o la caladora, cepilladora y

moladora.

La técnica básica utilizada por la mayoría de los talladores se inicia con eldiseño, la

idea original de cada tallado debe ser dibujada en papel y luego ser plasmada en un

molde de papel en tamaño real. Se debe seleccionar la madera de calidad

(especialmente se trabaja en cedro) y con la dimensiones apropiadas, o sea

dependiendo del tamaño de la pieza que se desea tallar. El siguiente paso es el

38 CEPIG, 2013. Documento de investigación (s/e)

35

Page 36: Informe final (v00) cepos

cepillado de la madera, es necesario cepillar la superficie de la madera para luego

plasmar el diseño en la madera,para eso secoloca el molde sobre papel carbólico y se

repintan las líneas del dibujo para calcar el modelo en la madera. Luego viene el

recorte de la madera: calado.Para facilitar el calado se deben hacer perforaciones con

taladro, a partir de las cuales se realiza el recorte de la madera con una caladora hasta

obtener la figura de la pieza que se va a tallar. El desbaste o vaciado consiste en hacer

cortes rectos o diagonales con el formón para extraer las maderas innecesarias de

acuerdo a la obra. El tallado como tal es el modelando de los detalles y el afinado, o

sea el acabado final de la obra.Este proceso suele complementarse con el lijado,para

un acabado más fino se recomienda lijar la pieza. El lijado es necesario si la pieza va a

ser pintada.39

En ambas prácticas culturales, la interpretación de la música tradicional y el tallado en

madera, la transmisión de conocimientos se concentra especialmente en la relación

interpersonal entreel/ la maestro/a, es decir un/a especialista en la actividad,

reconocido/a como tal por la colectividad, y los/las aprendices que se muestran

motivados/as e interesados/as por aprender. Significa que este tipo de prácticas

culturales han logrado establecer espacios diferenciados de aprendizaje, e incluso

institucionalizados, como la Escuela de Música en Urubicha (Guarayos) y la Unidad

Educativa Técnico Humanística San Pablo (San Miguel de Velasco).

En todo caso, este tipo de espacios diferenciados, sin dejar de lado la participación de

la familia, las autoridades y la comunidad, son experiencias valiosas para repensar la

relación entre la educación formal, la transmisión de conocimientos y las prácticas de

valoración y evaluación desde los pueblos indígenas originarios

3.2 El carácter productivo – espiritual de las prácticas culturales

39 CEPOCH, 2013. Documento de investigación (s/e)

36

Page 37: Informe final (v00) cepos

Ahora bien, el análisis sobre las prácticas culturales como espacios de

enseñanza/aprendizaje en los pueblos indígenas originarios, puede profundizarse y

complementarse si pensamos que estas prácticas -como parte de los procesos de

socialización y la reproducción de la vida comunitaria- son de carácter espiritual y

productivo. Dicho de otra manera, lo espiritual y lo productivo interactúan en diversas

prácticas culturales, pero según la especificidad de cada una de ellas pueden tener

mayor o menor connotación espiritual o productiva.

Para entender mejor este planteamiento, veamos las actividades culturales

seleccionadas por cada CEPO, intentando ordenarlas según estos dos ámbitos

simplemente con una finalidad analítica.

Prácticas Espirituales Prácticas Productivas

El maripeo El tallado de madera

La música La elaboración del chivé

La chicha de yuca La producción de papa

El arete guasu La elaboración del hilo de oveja

Este ordenamiento hay que pensarlo simplemente como un recurso explicativo para

ejemplificar tanto las prácticas espirituales como las productivas. Lo interesante es que

en ningún caso estos dos ámbitos son excluyentes, es decir, en las prácticas

espirituales también hay componentes productivos, lo mismo que en las prácticas

productivas hay componentes espirituales. La intensidad de estos componentes

interactuantes depende de las decisiones personales, familiares y colectivas.

Esquemáticamente esta interacción puede graficarse de la siguiente manera:

+ Productivo - Productivo

+ Espiritual ++ +-

37

Page 38: Informe final (v00) cepos

- Espiritual -+ --

Así, por ejemplo, si tomamos como referencia la elaboración del chivé en el pueblo

indígena Maropa, o el tallado de madera en el pueblo Chiquitano, es posible advertir

que se tratan de prácticas que corresponden en mayor media al orden productivo (+) y

en menor medida al orden espiritual (-). En contra parte, si el referente es el maripeo en

el pueblo Mojeño, desataca lo espiritual (+) sobre lo productivo (-). Otros casos, como

el de la elaboración de la chicha de yuca en el pueblo Yurakaré, o la producción de

papa en el pueblo Aymara, estarían definidos por una interacción equivalente entre lo

espiritual (+) y lo productivo (+).

En todo caso, ¿qué es lo importante de este análisis estructural? Lo relevante de este

esquema analítico, por un lado, tiene que ver con una perspectiva holística y

complementaria de las prácticas culturales, lo que evitaría caer en disociaciones que no

corresponden a la realidad social de la vida comunitaria. Así, por ejemplo, el maripeo

es el evento ritual por excelencia en el pueblo Mojeño, está presente en las fiestas

patronales, matrimonios y otras celebraciones que se realizan en las comunidades

mojeñas, y está inserto en un contexto caracterizado por las danzas (macheteros,

ciervos y otras), las músicas (la bombilla, la religiosa y otras), los símbolos (la

decoración de altares, los achus), los banquetes de comida y otras actividades como

montar toros o los campeonatos deportivos. En otras palabras, estas actividades

forman parte de la socialización de la comunidad y fortalecen los sentimientos de

pertenencia colectiva y actúan como referentes de identidad étnica.

Por otro lado, este análisis, abre la posibilidad de establecer particularidades, según

sea el caso, al momento de entender los procesos de transmisión de conocimientos y,

especialmente, las concepciones de valoración y evaluación. Esto significa que, por

ejemplo, no es igual el aprendizaje del tallado de madera, que el aprendizaje del

maripeo, tampoco es igual aprender música que aprender a producir papa. Por tanto la

evaluación y valoración responderán a diferentes componentes, decisiones individuales

y colectivas, y se priorizaran elementos de cualidad y distinción según las

características de cada práctica cultural.

38

Page 39: Informe final (v00) cepos

En el caso de las prácticas culturales en las que tanto lo productivo como lo espiritual

son correspondientes (++), los criterios de valoración y evaluación atañen tanto a lo

procedimental, es decir, habilidades y conocimiento técnicos para el desarrollo de la

actividad, así como a los valores sociales, elementos filosóficos y rituales que otorgan

un sentido a la actividad desarrollada. Esto quiere decir que, por ejemplo, en el caso de

la elaboración de la chicha de yuca en el pueblo Yurakaré, es parte de la valoración del

resultado final, o sea de la calidad de la chicha, los criterios del orden simbólico: en la

concepción yurakare esto se traduce en que si una mujer ha elaborado chicha y ha

tenido relaciones sexuales una noche antes, o está en su periodo menstrual, el

producto resultante será de mala calidad e incluso afectará la salud estomacal de

quienes lo consuman. De igual manera, si no se aplican ciertos criterios

procedimentales, como el uso de levadura para la fermentación de la chicha, o el

revolver la preparación mientras reposa en la noche, el resultado también se verá

afectado, en un caso con una deficiente fermentación y en el otro con el rebalsado de

la chicha.

En el caso de las prácticas culturales en la que el componente productivo es mayor al

componente espiritual (-+), son los criterios técnicos, la habilidades y los conocimientos

específicos los que se priorizan al momento de valorar y evaluar las actividades

desarrolladas. Este aspecto resalta en actividades como el tallado de madera en el

pueblo Chiquitano, en el cual el aprendizaje mismo supone mayor participación de los

maestros, es decir, mayor supervisión, seguimiento y corrección al procedimiento,

además que el conocimiento sobre el tipo de maderas, sobre la iconografía de los

diseños y sobre el uso adecuado de herramientas son aspectos indispensables para el

desarrollo de las competencias en el tallado.

En el caso de las prácticas culturales en la que lo espiritual predomina sobre lo

productivo (+-), los criterios de valoración son de orden simbólico, están relacionados

con los valores sociales y con los procedimientos rituales. El maripeo en el pueblo

Mojeño y el arete guasu en el pueblo Guaraní, son los ejemplos resaltantes en este tipo

de interacción, siendo estas prácticas rituales instancias en las que las personas, las

parejas, las familias, las colectividades y la comunidad en su conjunto se vuelven

39

Page 40: Informe final (v00) cepos

sujetos de evaluación. En todo caso, no hay que perder de vista que este tipo de

prácticas culturales también tienen un componente productivo intrínseco, en especial si

se los considera como acontecimientos en los que se comparte y se redistribuye el

excedente de la producción, como es el caso de la chicha y su relación con la

producción de maíz, o los banquetes de comida como expresión del “servicio” a los

participantes de la celebración ritual.

En resumen, pensar las prácticas culturales como espacios de enseñanza/aprendizaje

permite establecer ciertos criterios analíticos que, más allá de consolidar esquemas

rígidos o modelos unívocos, pueden utilizarse como recursos explicativos para

caracterizar las particularidades de la valoración y la evaluación según el tipo de

prácticas culturales y según las decisiones que las colectividades toman respecto a los

conocimientos y sus procesos de transmisión y socialización. Desde el punto de vista

de la valoración y la evaluación, implica que la realización y transmisión de estas

prácticas culturales supone que el sujeto de la evaluación no es simplemente el

individuo, sino también lo es la familia y la comunidad en su conjunto. Esta parecería

ser una de las principales características de la evaluación en la educación comunitaria,

donde los conocimientos y saberes colectivos, necesariamente pasan por un proceso

de revisión y reafirmación social. De ahí que no sea extraño que las personas mayores

(ancianos y ancianas) sean quienes tiene mayor autoridad para sentar juicios de valor

en la comunidad, pues son ellas quienes han reproducido una y otra vez estas

prácticas culturales, pero, al mismo tiempo, esta función no se restringe a ellas,

precisamente porque todos los actores sociales tienen un rol y pueden generar

valoraciones y evaluar su propio desempeño y el de la colectividad.

Con todo, considerando que lo pueblos indígenas originarios centran sus procesos de

transmisión de conocimientos y saberes en la realización de actividades concretas

(“hacer para saber”), es decir en prácticas culturales como parte de los procesos de

socialización, se podría establecer que la valoración y la evaluación son la

consecuencia de unamisma práctica social, cuya finalidad no se restringe simplemente

40

Page 41: Informe final (v00) cepos

a establecer diferencias, comparaciones o jerarquías, sino también a reforzar,

reafirmar, revisar e, incluso, reinventar expresiones culturales e identidades colectivas.

41

Page 42: Informe final (v00) cepos

4. LOS RECURSOS SIMBÓLICOS: EL TRASFONDO CULTURAL DE LA

VALORACIÓN

Existen un conjunto de elementos de orden social, estético, lingüístico y

comunicacional, que la comunidad y las personas utilizan como parámetros o

referencias asociadas a valores compartidos por la colectividad. Esto significa que el

aprendizaje comunitario está acompañado de una serie de recursos simbólicos:

actividades rituales, historias, canciones, bailes y otros elementos que no solamente

nutren la espiritualidad de los pueblos, sino también fortalecen su identidad

étnica.Además, estos recursos simbólicos funcionan como los medios para transmitir

los valores sociales de los pueblos indígenas originarios.

En este sentido, considerando que la educación comunitaria consiste en un aprendizaje

cultural que se inscribe como parte de un todo social, es decir que se trata de aprender

a ser parte de la comunidad (por tanto se aprenden los valores sociales que rigen la

vida comunitaria), se tiene un conjunto de elementos culturales que no solamente

permiten la transmisión de conocimientos, sino también implican una valoración de

estos saberes y luego una evaluación de las practicas individuales y colectivas.

Buscando organizar este conjunto de elementos, en el marco de las prácticas culturales

descritas en el acápite anterior, es posible distinguir diversos recursos simbólicos que

concentran un cuerpo de valores sociales, los cuales en la “realidad sociológica”

funcionan de forma holística y corresponden al campo de las“concepciones”: un

despliegue de formas de sentir y de experimentar el mundo. Estos recursos simbólicos

son: los mitos, los ritos, las representaciones estéticas, las metáforas y las anécdotas.

4.1Los mitos

Los mitos y la mitología de los pueblos indígenas es un tema sobre el cual se ha

profundizado bastante desde el campo etnográfico y etnológico. La corriente

estructuralista se ha encargado de desmenuzar criteriosde análisis a partir delos mitos

amazónicos y de los pueblos indígenas norteamericanos.Más recientemente, el

42

Page 43: Informe final (v00) cepos

perspectivismo,también en contextos indígenas amazónicos, ha refrescado este

análisis desde una visión renovada de la antropología de la naturaleza y la ecología

cultural. Este tema amplio y complejo excede a la reflexión central del presente trabajo,

pero al menos es posible relacionar algunas narraciones mitológicas vinculadas a las

prácticas culturales de estudio, para de esta manera comprender la importancia de los

mitos en la definición, ordenamiento y permanente actualización de valores sociales y

pautas de valoración en las naciones y pueblos indígenas originarios.

En el estudio realizado por el CEPOG sobre el arte guasu, se retoman dos cuentos

(mitos) sobre la gran fiesta, el segundo de ellos cuenta que:

“En aquellos tiempos, cuando todos los animales eran y se comportaban como

personas, hablaban, trabajaban, igual que los humanos, un día, se pusieron de

acuerdo para salir de festejo de un lugar a otro para hacerse escuchar con los

demás, donde participaban el zancudo (ñatiü) designado para tocar la tamborita,

estaba también el picaflor (ChinuChinu) que le encantaba tocar flauta y el ñandú

que se puso su poncho y una máscara para animar la fiesta, es decir se disfrazó

de Agüero – güero e iban tocando por el camino y se iban incorporando más

animales.

Es así que, este grupo de animales empezaron a inventarse una fiesta con el

retumbo de la tamborita y la flauta, el sonido era tan fuerte que penetraba en

todo el rincón de la naturaleza que también era animado por el grito agudo del

Ñandú que hacia entretener a los animales y personas esparciendo alegría en

todo ellos. Mientras iban avanzando desgraciadamente se les terminaba el día,

dejo de brillar los rayos del sol, pero sin embargo la fiesta seguía y se iba

sumando más y más participantes, disfrutando la fiesta al compás de la

tamborita, la flauta y el grito del ñandú que causaba alegría desbordante

exagerada y a la vez atrayente que expresaba alegría impresionante en toda la

naturaleza.

43

Page 44: Informe final (v00) cepos

En este sentido, se fueron a ubicarse debajo de un árbol tan frondoso para

continuar la fiesta y el baile en forma de rueda incansablemente, en eso de

repente apareció un zorro muy enfadado espiando a los bailarines, entonces él

decía:

- ¡Qué horas se retiraran estos bulliciosos, que no me dejan dormir tranquilo…

sobre que estoy cansado de mi trabajo…!

- Pero, los bailarines seguían saltando sin detenerse y de lo que más le daba

rabia al zorro, era al ñandú por ese bullicio que sacudía en su tímpano del

pobre zorro, entonces él trataba de buscar forma de cómo hacer que se

termine la fiesta. Para ello el pícaro empezaba a insultar al ñandú de

manera escondida. Este decía;

- ¡Ñanduasoyapachäguare…! (ñandú… poncho roto, desarreglado…).

¡Ñanduasoyapachäguare…! (ñandú… poncho roto, desarreglado…)

El Ñandú seguía dando la vuelta con grito al ritmo de la tamborita, entonces el

zorro prosiguió con su insulto con la misma palabrería, cuando de pronto el

ñandú escuchaba algún murmuro, ¡Ñanduasoyapachäguare…! (ñandú… poncho

roto, desarreglado…).Sin saber de dónde era… luego de un rato otra vez se le

cruzo por el oído, pero esta vez logró escuchar claro y se dio cuenta que alguien

le estaba insultado, desde ese instante dio su mirada hacia debajo de una rama,

y lo vio que el zorro estaba escondido.

Entonces inmediatamente comunico a los demás diciendo:

- ¡Mire a ese Antonio… es el que me está insultado desde hace rato, vamos a

agarrarlo para darle su merecido…vamos…!.

El pobre zorro salió corriendo sin detenerse, de esta manera consiguió parar la

fiesta de noche.

Desde entonces, la fiesta se realizaba cada vez, participando los animales de

acuerdo a sus talentos que tienen para alegrar la fiesta, es por eso que hoy en

44

Page 45: Informe final (v00) cepos

día los hombres se han apropiado y van creando música de acuerdo a las

características onomatopéyicas de los animales y de la naturaleza”.40

Esta narración mitológica permite apreciar,en primer lugar, la relación directa que

guarda la música con la gran fiesta (arete guasu), destacando el valor social de quienes

la interpretan, en especial por el hecho de “alegrar” a quienes participan de la fiesta. En

segundo lugar, la relación que existe entre la música que se ejecuta con los dones que

tienes las aves. Se entiende que un “buen” músico debe aprender de la naturaleza, así

pues, muchos músicos coinciden que es la javia o calandria es la mejor ave que

ejecuta música y es la que más alegra, pero en el relato vemos que se considera al

picaflor o chinu - chinu como el máximo exponente de la ejecución de música, porque

acompaña su canto con los movimientos de su cuerpo. También se menciona al Ñandu

como el que lleva la máscara, que es la representación del agüero-güero, es decir de

los ancestros que se reencuentran con la comunidad en tiempo de la fiesta. En la

realización del arte guasu es la figura del agüero-güero la representación del respeto,

de la autoridad espiritual y moral de la comunidad (de vivos y muertos), es la

rememoración de la forma de ser guaraní. Precisamente se toma como referencia al

Ñandu para el proceso de elaboración y ornamentación de la máscara, dando cuenta

del valor simbólico que se le atribuye a este personaje mítico, que según el relato es el

que expresa la efusividad de la ritual, alegrando la fiesta con su grito. Interesantemente

es el zorro la figura antagónica que aparece como lo transgresor, que al burlarse del

Ñandu le pone fin a la fiesta en la noche (la fiesta había comenzado desde el día). Lo

que podría entenderse como una búsqueda de equilibrio, un orden temporal que

diferencia -pero al mismo tiempo complementa- el tiempo productivo y el tiempo de ocio

y expansión, atribuyéndole la importancia debida al tiempo de la fiesta como una

reproducción de la vida social -en otras palabras-, la reproducción del mito a través del

rito (relación antropológica elemental).

Lo interesante en los mitos, contrario a visiones esencialistas que perciben la cultura

monolíticamente, es que gracias a su flexibilidad y constante readaptación, van

40 CEPOG, 2013. Documento de investigación (s/e)

45

Page 46: Informe final (v00) cepos

incorporando elementos que permiten comprender procesos sociales que implican

cambios y transformaciones, que bien pueden entenderse como reconfiguración de

valores y referentes de valoración según contextos históricos permeados por

influencias, apropiaciones e imposiciones.

El relato mitológico sobre la chicha de yuca, plasmado en el estudio del CEPY, cuenta

que:

“La yuca pues, dice que antes no había yuca, dios dice que ha puesto la yuca.

Ha tenido también su enamorada, también dice, así me contaba mi abuela,

cuento nomas también. Una pareja que recién se había concubinado había

pedido la mano de la chica y esa noche había dormido con Adán. Él dice en la

mañanita se levantó y se fue dice a cazar y de ahí ha traído todo; mutún y yuca y

después ella le esperaba con chicha al joven. O sea el hombre ha hecho

aparecer la yuca y la mujer ha fabricado la chicha. Cómo habrá hecho ese ratito

la chicha y como habrá fermentado eso era el cuento de mi abuela que me

contaba, por eso apareció dice la chicha, por eso hacemos la chicha, desde ahí

es trabajo de mujer hacer la chicha hasta ahorita. Tal vez si el hombre hubiera

hecho ahora sería trabajo de hombre, ¿no?” (Nelly Pradel, comunidad

Sesecjsama).41

Este mito de origen (de la chicha de yuca) claramente retoma aspectos de la mitología

cristiana como el de la figura mítica del “primer” hombre (Adán), que en este caso

funciona como el referente masculino cuyo rol es cazar en el monte y proporcionar

alimentos cotidianamente a la familia Siendo la mujer la encargada dela elaboración de

la chicha, por esta razón en el pueblo Yurakaré la chicha representa -o es símbolo- de

feminidad. Según este referente se valora y/o evalúa si una mujer es o no “valienta”, es

decir, si es trabajadora o es floja. Si hace bien la chicha y espera con chicha al marido

se dice que es buena mujer, sino hace chicha es floja. Este ejemplo es una muestra

clara de la función ordenadora del mito, que al mismo tiempo que define los roles de

género establece los criterios valorativos, es decir sienta las bases del “deber ser”

41 CEPY, 2013. Documento de investigación (s/e)

46

Page 47: Informe final (v00) cepos

social: en este caso el “deber ser” de la mujeres en el pueblo Yurakaré; el ser

“valientas” como un valor social.

En la primera fase de la investigación del CEPIG sobre la música en el pueblo Guarayo

resaltaba la siguiente referencia:

“la anécdota de un abuelo que los fenómenos climáticos le presentaron una

dificultad para cruzar un río de regreso a su casa por el excesivo aumento del

caudal de agua a causa de una fuerte lluvia caída sobre el lugar, donde luego de

esperar asustau todo el día a que el nivel de las aguas bajaran y al caer ya las

sombras de la noche, para controlar su desesperación, sacó su flauta de tacuara

y empezó a tocar lindas melodías, acción que le permitió cautivar el

acercamiento y presencia de un caimán a orillas del río, el mismo que se

encostó en frente donde el abuelo se encontraba sentado tocando su flauta,

situación que en vez de aterrorizarlo más, dio lugar a que el caimán cautivado

por la melodía que el abuelo emitía con su flauta de tacuara, se acomodara para

servirle de medio de transporte y de esa forma pueda cruzar el río. El abuelo una

vez en su casa contó a sus nietos que la música tiene poder, anécdota y

oportunidad que ha hecho que desde entonces los Guarayos empiecen a tocar

diferentes tipos de instrumentos musicales, dando origen así a la música

tradicional autóctona Gwarayu”.42

Esta referencia mitológica muestra claramente un principio ordenador que relaciona un

conocimiento culturalmente relevante, la música, con los valores comunitarios, es decir

la importancia que tiene la transmisión de este conocimiento y, al mismo tiempo, la

responsabilidad que implica este aprendizaje. Es así que, como uno de los aportes más

importantes del estudio realizado por el CEPIG, se tiene el siguiente planteamiento:

“Las prácticas de transmisión de los saberes y conocimientos de la música

tradicional autóctona en el pueblo indígena Gwarayu, de acuerdo a la

información proporcionada por los informantes clave está dada por la elección de

personas que presentan actitudes confiables de que aprenderán la música para

buscar y hacer el bien y no el mal, en lo personal, familiar y comunitario, dado

42 CEPIG, 2011. Formas y estrategias de transmisión de la música tradicional guaraya. (s/e)

47

Page 48: Informe final (v00) cepos

que la práctica y la virtud de hacer música entraña poder, y ese poder debe

reflejarse en bienestar, armonía, motivación de alegrar la vida y generar

entusiasmo de vivir con fe, esperanza y mucho amor a sí mismo como persona,

a las demás personas, al medio donde se vive, a la naturaleza, y agradecimiento

a los ancestros y a los dioses por la vida y los favores recibidos”.43

Usualmente las prácticas culturales tienen algún antecedente mítico, o bien una historia

mitificada, la cual puede ser una narración, en el sentido de un cuento, o bien es parte

de la “narrativa” de los rituales comunitarios. Cabe aclarar, que al hablar de historias

mitificadas no significa que no sean ciertas, sino que en torno a ellas se construye una

narrativa cargada de sentido, la cual puede funcionar no solamente como antecedente

histórico, sino como un referente simbólico. Así, por ejemplo, el estudio del CEAM

sobre la elaboración del chive en el pueblo Maropa menciona que son diversos los

mitos que se tiene sobre el chive, así como historias que se cuentan, desde los

enfrentamientos con otros pueblos, hasta conflictos con otros países. Se dice que el

chive fue utilizado como un producto alimenticio fuerte para mantener a los soldados

que viajaban en las guerras y así como a los viajeros que eran capaces de trasladare

grandes kilómetros para poder sustentarse. La yuca (base del chive) posee grandes

componentes alimenticios y nutrientes, gracias los conocimientos delos pueblos

indígenas, estas sociedades han desarrollado una forma propia de conservación de

alimentos: el chive de acuerdo al proceso de transformación puede durar entre 5 a 6

meses, dependiendo de cómo se conserva, mayormente se recomienda conservar bien

almacenado sin que tenga contacto con el exterior y que sea preferentemente en

lugares secos, de esta manera se preserva también el buen sabor que tiene este

producto. Vale recordar que la conservación de alimentos es un aspecto especialmente

valorado en la coyuntura global de la conciencia ecológica y la soberanía alimentaria.

Así también, sobre la elaboración del chive se dice quees un factor que une a las

familias en la comunidad, ya que esta tarea la inician más de dos familias a la vez, esto

con el fin de poder obtener mayores cantidades del producto.Luego, las ganancias que

43 CEPIG, 2011. Formas y estrategias de transmisión de la música tradicional guaraya. (s/e)

48

Page 49: Informe final (v00) cepos

perciben de la vente del mismo son repartidas de acuerdo a su participación. Una de

las costumbre que se realiza en la comunidad Ratije es cuando se ha plantado

bastante hectáreas de yuca y el dueño no se abastece para poder hacer la cosecha a

tiempo, otras personas de la comunidad se unen a la tarea para ayudarlo y el dueño de

la yuca reconoce con productos que cada uno cosecha para satisfacer la necesidad

alimenticia del núcleo familiar.44

En este sentido, en torno a la producción de yuca y la elaboración del chive confluyen

valores sociales como la unidad, la solidaridad y la reciprocidad. Criterios que son

bastante compartidos en los diversos pueblos indígenas originarios, pero que no

deberían idealizarse, en el sentido que hay que entenderlos también como estrategias

propias de las economías étnicas (articuladas a las economías de mercado), por tanto

constituyen insumos necesarios para pensar la productividad en los pueblos indígenas,

o mejor aún, para orientar la educación productiva que -en consecuencia a lo que

vimos en el acápite anterior- no podría desvincularse de la espiritualidad de las

personas.

4.2Los ritos

Las actividades rituales, al igual que pasa en la mitología, son temas amplios y son

parte de la tradición investigativa de las ciencias sociales, especialmente desde la

antropología. De esta manera, la intención que busca el presente acápite es la de

vincular los ritos, como parte de un sistema simbólico en el que también están insertas

las prácticas culturales de estudio, con la producción y reproducción de criterios de

valoración y el establecimiento y ordenamiento de valores sociales.

Los mejores ejemplos son aquellos en los cuales las prácticas culturales son los

rituales en sí mismos, como es el caso del maripeo en el pueblo Mojeño y el arete

guasu en el pueblo Guaraní.

44 CEPY, 2013. Documento de investigación (s/e)

49

Page 50: Informe final (v00) cepos

El estudio del CEPOIM explica claramente esta relación cuando menciona que en la

realización del maripeo (rito), la cultura mojeñase encuentra simbolizada en el cántaro y

en la acción de servir la chicha a la comunidad, o sea a todos los que están en el

recinto de la fiesta, sin distinción de edad, género o pertenencia cultural. Por eso todos

beben de la chicha que se invita, ya sea servida con el maripi más utilizado por los

mojeños ignacianos y mojeños trinitarios de la provincia Mojos, o de la chicha que se

reparte en tutuma o incluso en cascos de plástico. Aun así, el servir es lo mismo, si

bien los elementos propios del contexto mojeño pueden variar, el significado no

cambia. El Tata Corregidor del Gran Cabildo Indigenal de la Santísima Trinidad, Luis

Tamo Cayuba menciona en sus propias palabras:

“Cuando se trata de invitar la chicha es para todos para chicos y grande todos

los de dentro del ambiente donde se está celebrando el acontecimiento

religioso o ya sea el banquete que se prepara, se reparte la chicha así de esa

forma sin distinción a nada a nadie. Entonces eso nosotros hacemos, nuestros

abuelos hacían lo mismo, siempre invitaban a todos y no había distinción y

discriminación entre ellos todos niños y grandes tomaban, compartían su chicha”

(Trinidad, 24 de octubre 2012).45

El “maripear”, es decir el servir a la comunidad como elemento cultural simbólico propio

de los mojeños se mantiene con mayor pureza en los eventos de las comunidades en

Mojos así como del Gran Cabildo Indigenal, donde la entrega del Cántaro con el maripi,

luego de un brindis que por lo general se hace en pareja, es decir en el marco de la

dualidad; es uno de los reconocimientos más grandes dentro de la cosmovisión

mojeña. No cualquier persona recibe el honor de un cántaro, es decir el honor de

“maripear”, y tampoco es cualquier persona la que brinda el cántaro. El brindar el honor

con el cántaro significa preparar con antelación la chicha y encantararla. Algunos dicen

que al hacerlo ya saben a quién se lo brindaran. El proceso de seleccionar quién

merece el cántaro y con ello el honor de servir a la comunidad, es bien analizado por el

dueño o dueña del Mantaro y maripi, es decir de la pareja que brinda el cántaro.

45 CEPOIM, 2013. Documento de investigación (s/e)

50

Page 51: Informe final (v00) cepos

En este mismos contexto -el del maripeo-, otra forma de reconocer una acción positiva

es el bailar para la fiesta, que es otra forma de contribuir, ya que lo músicos y los

danzarines son una parte importante que le da vida a la fiesta. En el caso de la

Comunidad de San Miguel del Apere durante la fiesta se cuenta con dos conjuntos

invitados, uno de los macheteros (trinitarios) de la comunidad vecina de San José del

Cavitu y el conjunto de los Ciervos (ignacianos) que son del centro urbano de Mojos.

Una forma de valorar su visita y el baile para el santo patrón como para alegrar la

fiesta, es brindarles un arco de palmas adornado con horneados de harina de trigo y

harina de maíz, que son colgados de este arco. Estos bailarines y visitantes se servirán

de él luego de bailar hasta las tres de la mañana, allí al concluir la música de la

bombilla los bailarines se acercan presurosos a recoger del arco los horneados como

aliciente por estar participando de la fiesta.46

En el caso del arete guasu (la fiesta grande), el ritual principal del pueblo Guaraní,

resalta la relación entre los personajes tradicionales de la fiesta y los símbolos de

autoridad:

“En este sentido los agüeros – güeros, que representan a los antepasados,

tienen la suficiente autoridad, para llamar la atención a los que están rompiendo

la tradición y modo de ser Guaraní, son nuestros abuelos que nos dicen que

debemos compartir con la comunidad, entre hombres, entre mujeres y orientar a

los jóvenes para conservar los principios y valores culturales, estos últimos son

los que deben recibir la guía y orientación con claridad, porque depende ellos la

conservación del Ñandereko”.47

Algo similar ocurre en la ritualidad de los pueblos indígenas de tierras altas respecto a

la producción de papa. En este contexto el estudio del CEA menciona que existen

ceremonias para todo el procesos productivo, es decir se trata deritos dirigidos a la

producción, en los cuales se brinda el pago u ofrenda de agradecimiento a las deidades

46 CEPOIM, 2013. Documento de investigación (s/e)47 CEPOG, 2011. Formas y estrategias de transmisión de conocimientos en la Nación Guaraní a través del Arete Guasu. (s/e)

51

Page 52: Informe final (v00) cepos

locales (pachamama, achachilas, uywiris). Estos ritos se realizan en determinadas

épocas del año, por ejemplo el mes de febrero, vinculado a los carnavales y la

fertilidad, o bien el mes agosto, época en la que pachamama está de hambre. Las

ceremonias que se realizan son:Luqta (rito de reciprocidad que se da a las deidades).

Waxt´a (pago a la pachamama). K´intu (significa que primero se convida la coca a la

madre tierra, para luego recién iniciar con el akulliku). Wilancha(sacrificio de una llama

blanca y se esparce su sangre como ofrenda a la tierra). Ch´alla (brindar a la

pachamama alcohol, vino, chicha u otra bebida rociándola). Llumpaqa(lavarse el

cuerpo con agua de plantas medicinales para alejar a los espíritus malos). Q´uwancha

(sahumar con yerbas o con una mesa dulce a los cultivos).

Durante la siembra de papa embellecen a la yunta de bueyes con pequeñas banderitas

blancas y rosadas, así también las mujeres que depositan las semillas en los surcos

llevan la pollera verde y las blusas blancas, simbolizando en el primero de los casos las

flores de la papa, de la misma forma en el segundo caso las matas de la papa y las

flores blancas de las mismas, aunque esto lo último ha ido cambiando con el tiempo y

ha sufrido variaciones locales según las diferentes regiones de la nación Aymara.

Después de la siembra de papa viene un periodo de permanente cuidado de los

sembríos;durante estas jornadas los labriegos suelen acompañar el proceso de

desarrollo de los papales con ritmos musicales de instrumentos, tales como la tarka,

moceño, pinquillo y otros de la época, como una forma de alegrar las matas de la papa

en flor. Recordando que no se puede tocar cualquier instrumento que no sea de la

época. Estos ritos resultan de primerísima importancia para los habitantes del mundo

andino, porque a través de ellas se cree que el ser humano se conecta con la

naturaleza y el cosmos del que es parte.48

Algo similar ocurre en la nación Quechua, al respecto el estudio realizado por el

CENAQ destaca que en algunas comunidades, la espiritualidad a través del ritual de la

q’uwa, ch’alla, akulliku: ofrenda, rociar con vino, alcohol, chicha, singani a la

pachamama y piccheo de hoja de coca, son el punto de partida para todo el proceso de

trasquilado hasta el ceñido del hilo en ovillo. En ese sentido, las autoridades previo

48 CEA, 2013. Documento de investigación (s/e)

52

Page 53: Informe final (v00) cepos

consenso considerando las sabidurías, la edad, la experiencia, los principios y valores

coherentes en la comunidad recurren a dos personas en respeto a la paridad: hombre y

mujer para ofrendar en símbolo de agradecimiento, permiso y retribución a los

propósitos que se quiere alcanzar.El rito de la q’uwa tiene su peculiaridad y su

direccionalidad a todo el proceso del trasquilado de la lana de oveja hasta el ceñido del

hilo, versa una connotación verosímil de los elementos que compone la q’uwa,

referidas a la comunidad, animales, personas y los beneficios que serán obtenidos fruto

de la transformación de la materia prima en prendas de vestir, prendas de uso en

labores agrícolas, pecuarias y el augurio de la continuidad en la crianza de animales

para la producción de lana.49

Así también, el caso de la elaboración de la chicha de yuca en el pueblo Yurakaré,

posibilita profundizar el análisis sobre la relación entre la ritualidad, las prácticas

culturales y la valoración social. La chicha de yuca, en ese contexto, no puede

pensarse simplemente como una bebida o un alimento, sino que al estar inmersa en

diferentes tiempos sociales, desde lo cotidiano del hogar, pasando por la cacería en el

monte, hasta las festividades de la comunidad, se trata de un elemento cultural en el

cual se depositan valores, tradiciones, simbolismos y una espiritualidad propia de la

cultura yurakaré. En ese sentido, la chicha de yuca es un producto para compartir, para

invitar, para hacer una atención a las visitas, para celebrar, en fin, para socializar. Pero,

además, al indagar sobre su elaboración es interesante advertir algunos criterios

sociales que remiten al orden espiritual del contexto cultural. Por ejemplo, si una mujer

ha tenido relaciones sexuales una noche antes de hacer chicha, o bien si esta

menstruando, la chicha resultante será de mala calidad, de contextura flemosa y

causará malestar estomacal a quienes la beban. Este aspecto remite al ritual de la

primera menstruación, donde las mujeres que tienen su primer sangrado son

“encerradas en la hamaca/mosquitero”, una especie de castigo que implica el encierro

por unos días, sin alimentos ni bebidas, con el posterior corte de cabello y cuidado de

hablar en voz baja durante un mes; ritual cuya finalidad es que la mujer se vuelva

“valienta”, que -como se ha visto antes- en términos locales significa que no sea floja,

es decir que tenga predisposición para hacer labores domésticas, en especial la

49 CENAQ, 2013. Documento de investigación (s/e)

53

Page 54: Informe final (v00) cepos

elaboración de la chicha de yuca. De igual manera, esto remite a otros rituales de

iniciación, como el de los varones que para ser “valientes” deben ser sunchados con

hueso de algún animal, por ejemplo de águila para que sean buenos punteros, es decir

buenos cazadores. Interesantemente en todos estos rituales de iniciación está presente

la chicha de yuca fuerte (la cual tiene la propiedad de embriagar), la misma que será

parte de una celebración colectiva que festeja la incorporación de un nuevo miembro a

la vida comunitaria.

Por tanto, queda claro que en torno a la ritualidad de los pueblos se reúnen una serie

de referentes y criterios, los cuales revelan que existe una enseñanza intrínseca de

valores que va más allá de lo procedimental. Por tanto, la valoración y evaluación no

deberían restringirse a las habilidades y técnicas, sino estar íntimamente relacionadas

con los valores sociales ylos elementos filosóficos y espirituales que son parte de la

vida comunitaria.

4.3Las representaciones estéticas

En un sentido amplio, tanto los mitos como los ritos contienen en sí mismos una

variedad de representaciones estéticas. Además, estas no serían portadoras de sentido

sino estuvieran articuladas a complejos sistemas de significaciones y a construcciones

históricas. Se podrían definir como manifestaciones culturales que afectan

directamente a las sensaciones y las emociones de las personas, pero esta

característica es general a todas las prácticas culturales. También se la podría pensar

como expresiones artísticas, pero se corre el doble riesgo de descontextualizarlas del

“lugar” que ocupan en la cultura local y de asimilarlas a una tensión de poder entre la

“cultura popular” y el “arte”.

Al respecto, y tratando de entender las representaciones estéticas en un sentido

operativo y desde un enfoque local, es interesante resaltar, por ejemplo, que en el

contexto de las comunidades guarayas,la interpretación de la música no sólo se

concibe como algo ornamental o recreativo, sino que posee un valor social de alta

relevancia, desde la experiencia estética que implica, a nivel de lo espiritual, hasta el

54

Page 55: Informe final (v00) cepos

referente de identidad que constituye, a nivel de lo político. En este contexto, la música

representa la historia del pueblo Guarayo, las creencias, los entornos ambientales, las

relaciones sociales y el enorgullecimiento de la identidad étnica.

De todas maneras, hay que subrayar que existe una doble valoración respecto a

quienes se dedican a hacer música en el pueblo Guarayo. Por un lado, la concepción

de poseer un valor social representativo, como una forma de vida que contribuye a la

reproducción de la cultura e incluso un poder para hacer el bien, y, por otro lado, la

concepción que asocia la música con la borrachera, la desatención familiar, o la

susceptibilidad de ser víctimas de embrujos. En todo caso, la practica musical no se

limita a lo“estrictamente sonoro”, sino que está relacionada con un sistema complejo de

tradiciones, roles, creencias y simbolismos.

En el caso del pueblo Chiquitano, a partir del estudio del CEPOCH en San Miguel de

Velasco, se destaca que los diseños utilizados en los trabajos de tallado en madera

ponen de manifiesto las influencias del contexto histórico, social y ambiental, por tanto

las representaciones estéticas están inspiradas en legado misional, los rasgos

culturales que los identifican y la naturaleza que los rodea. Los diseños inspirados en el

legado misional jesuítico tienen un carácter religioso y están basados en el estilo

barroco mestizo caracterizando por su aspecto recargado, las abundancia de adornos,

el uso de la líneas curva y de la expresión de movimiento de sus formas, la inclusión de

la diversidad de flora y fauna local y de elementos mitológicos como las sirenas. Los

diseños más comunes son los angelitos, querubines, floreros, florones y la sirena, cuyo

diseño original se ubica en el pedestal del pulpito de la iglesia de San Miguel. Por otra

parte, los diseños inspirados en rasgos culturales son producto de la valorización de las

manifestaciones culturales, reforzando la cultura viva de los pueblos misionales. Este

aspecto se ve reflejado en el tallado en madera de máscaras y cuadros con diseños

costumbristas y de danzas tradicionales como los yarituses y los abuelos. Además,

están los diseños que son producto de la inspiración en la naturaleza, o sea los

paisajes que rodean a las comunidades: flores características de la región como la

orquídea (CattleyaNobilor) y la fauna local como tucanes y parabas.50

50 CEPOCH, 2013. Documento de investigación. (s/e).

55

Page 56: Informe final (v00) cepos

4.4Otros recursos culturales

Los recursos culturales asociados a la valoración son diversos y son particulares de los

contextos sociales de los pueblos indígenas originarios. Y, de hecho, también están

acordes a los contextos naturales, es decir, medioambientales, como resalta en un

estudio anterior del CEPY, en el que se menciona:

“Otra particularidad de la enseñanza y conversación de los yurakares es explicar

haciendo analogías, por ejemplo suelen decir: Así como la sucha cuando ven

pescado vienen a comérselo, así dice los diablos vienen cuando uno se muere…

Mira, ese anda lento como la peta… Aquí estamos como mono arriba… Estamos

tranquilos como agua en pozo… Nos dejaron con ganas como sardina en

playa…. Ese barrigón parece bagre portero o chupa… Es flojo como el peresoso

(ayrayatarash)… No camina rápido es como la peta (nishcuradulajtipetash)…Es

petacudo como el maneche… Biloloto- ágil. Tirrojabiloloto (mi hija es ágil)”.51

Con este ejemplo es posible apreciar una serie de valoraciones y atribución de

cualidades en forma de analogías. Es decir, el establecimiento de equivalencias entre

actitudes, emociones y comportamientos con elementos de la naturaleza que son parte

de la cotidianeidad del pueblo Yurakaré. También resalta la importancia de los recursos

lingüísticos, considerando que en lengua propia los términos suelen ser más precisos

para hacer este tipo de analogías, metáforas y/o conceptos.52

Finalmente, otro recurso simbólico es el de las anécdotas. A propósito, en la primera

fase de la investigación del CEA se mencionaba:

“Toda la familia se instala en la cocina que es el lugar común para servirse los

alimentos, pero paralelo a la misma la madre y el padre así como los hijos e hijas

hacen un comentario sobre las tareas cumplidas, algunas anécdotas que

51 CEPY, 2011. El procesado del corocho: formas y estrategias de transmisión de conocimientos en el pueblo Yurakare. (s/e).52 Al respecto de las terminologías en idioma originario ver el acápite: ¿Qué términos utilizan los pueblos originarios para evaluar?

56

Page 57: Informe final (v00) cepos

siempre suelen hacer las personas mayores que generalmente son escuchados

por los hijos durante la cosecha. Esto resulta como una forma de evaluación a

las actividades cumplidas durante el día”.53

En este caso, las anécdotas que recuerdan las personas mayores a propósito de

actividades concretas, como puede ser el caso de la cosecha y siembra de la papa,

permiten evaluar las tareas realizadas de forma amena, simple e ilustrativa, para que

las nuevas generaciones comprendan que los errores, tropiezos e imprevistos son

parte del aprendizaje, y que el hecho de tomar conciencia sobre estos permite

recordarlos como anécdotas, para el caso, como elementos pedagógicos que al mismo

tiempo que están evaluando, están corrigiendo y motivando a continuar el proceso.

Por tanto, en el orden de lo simbólico, la transmisión de la cultura representa un

proceso pedagógico que no solamente implica el aprendizaje de habilidades y

conocimientos, sino una serie de pautas y valores sociales que ordenan la vida en

comunidad y dan sentido a las actividades y practicas individuales y colectivas. En esta

línea, se podría decir que la enseñanza y aprendizaje de elementos culturales en los

pueblos indígenas no solamente constituyen un proceso de socialización de una

generación a otra, sino también la transmisión de valores y concepciones de evaluación

sobre las prácticas culturales en sí mismas.

53 CEA, 2011. Formas y estrategias de transmisión de conocimientos en la NaciónQullanaAymara. (s/e)

57

Page 58: Informe final (v00) cepos

5. LA EVALUACIÓN EN LOS PUEBLOS INDÍGENAS ORIGINARIOS

Considerando la serie de elementos expuestos en los acápites precedentes, tratar el

tema de la evaluación en los pueblos indígenas originarios debe partir de los datos

etnográficos sobre las prácticas culturales de estudio, esto quiere decir que es

necesario situar la evaluación a condiciones efectivas de puesta en “practica”, en el

marco de los recursos simbólicos asociados a valores sociales y la valoración como

práctica social. A partir de ahí es posible organizar el conjunto de aspectos

relacionados con el tema, respondiendo a las siguientes interrogantes: ¿Quiénes

evalúan en los pueblos indígenas originarios? ¿Qué evalúan? ¿Cómo evalúan?

¿Dónde y cuándo evalúan? ¿Qué términos utilizan para evaluar?

5.1¿Quiénes evalúan en los pueblos indígenas originarios?

Así como la transmisión de conocimientos en los pueblos indígenas originarios es un

proceso que involucra a la diversidad de actores de la comunidad, también las

prácticas de evaluación y valoración funcionan en los distintos niveles de participación:

desde lo comunitario, pasando por lo colectivo y familiar, hasta las relaciones

interpersonales. Esto significa que no existe únicamente un actor social con la facultad

de evaluar los aprendizajes, se tratan de diversos puntos de vista que participan de

este proceso, dependiendo del tipo de prácticas culturales, es posible que algunos

actores tengan mayor “decisión” que otros, o bien, se enfoquen en diferentes aspectos

de la misma actividad.

Los principales actores sociales que participan en las prácticas de evaluación y

valoración en los pueblos indígenas originarios son: los/asabuelos/as, las autoridades,

los/as “especialistas” (personas que enseñan), la familia, el grupo de aprendizaje,

los/as aprendices y la comunidad como representación colectiva de esta diversidad de

actores.

La comunidad, si bien es la concentración de la diversidad de actores sociales dentro

de un contexto determinado, se encuentra representada en espacios participativos que

58

Page 59: Informe final (v00) cepos

suelen funcionar como instancias de valoración, evaluación y toma de decisiones. Así,

por ejemplo, en el pueblo Guaraní la forma tradicional y fundamental de evaluar de la

comunidad es el ñemboati , este espacio participativo –que suele traducirse como

“asamblea”-es la instancia comunitaria encargada de valorar y evaluar los resultados

del arete guasu y, al mismo tiempo,donde se toman las decisiones de manera

consensuada desde la planificación hasta la ejecuciónde la “gran fiesta”, pues la

organización de un arete guasu es responsabilidad de la comunidad en su conjunto.

Por tanto, se pondrá a prueba de la comunidad todos los elementos tradicionales del

arete guasu.54 En este sentido, la comunidad al mismo tiempo que es “sujeto” de la

evaluación (quien evalúa), también pasa a ser “objeto” de la evaluación.

Entonces, la comunidad,como colectividad corresponsable y comprometida con la

formación de los talentos integrantes de la misma, tiene un papel central en los

procesos de valoración, pues se podría decir que se está evaluando así misma, a partir

de criterios colectivos sobre los roles de las personas, la calidad de los procesos

yproductos y la intensidad de sentido deposita en la reproducción cultural.

Otros actores centrales en la valoración y evaluación son los/as abuelos/as,gracias a

su experiencia y conocimientos asumen el rol de orientadores de la vida comunitaria y,

a través de la demostración práctica y el ejemplo, son encargados de transmitir los

saberes. Así, por ejemplo en el pueblo Mojeño, en la realización de la fiesta y el

maripeo, los primeros en evaluar las destrezas y habilidades son los taitas (abuelos) y

lasmamitas(abuelas), ya que son los que brindan el primer cántaro a los que quieren

agasajar y darle el trabajo de servir a la comunidad de forma simbólica mediante el

maripeo, de esta manera le demuestran su cariño y esperan este se retribuya con un

buen servicio a la colectividad participante.

Las autoridades también tiene un rol importante al momento de valorar y evaluar, al ser

elegidos/as por la comunidad, son quienes propician el espacio para la evaluación de

las actividades comunitarias. De hecho, en el desarrollo de los trabajos de investigación

realizados por los CEPOs, la coordinación permanente con las autoridades locales ha

sido indispensable. Así, por ejemplo, en el estudio realizado por el CEPY en la

54 CEPOG, 2013. Documento de investigación. (s/e).

59

Page 60: Informe final (v00) cepos

comunidad Sesecjsama sobre la elaboración de la chicha de yuca, el trabajo de campo

contó todo el tiempo con el acompañamiento de las autoridades, quienes propiciaron

las reuniones de presentación, organizaron la agenda para las entrevistas e incluso

redactaron las actas con los datos principales, las mismas que hicieron conocer a la

comunidad en el cabildo.

En ciertas situaciones también las autoridades son responsables de hacer cumplir las

sanciones en caso de existir faltas en la reproducción de las prácticas culturales. Por

ejemplo, en el contexto del arete guasu, las autoridades que tiene protestad para

sancionar o llamar la atención son: el Mburuvicha de la comunidad, el arete iya y los

chamui reta.

La familia, en especial la generación adulta, o sea la de padres y madres, es el actor

central en aquellas prácticas culturales como la producción de papa en la nación

Aymara, la elaboración del chive en el pueblo Maropa, la elaboración de chicha de yuca

en el pueblo Yurakare, o el proceso de trasquilado de la oveja al ceñido del hilo en la

nación Quechua, pues es la familia la instancia de enseñanza/aprendizaje. Y,así como

es responsable de transmitir los saberes, también es su responsabilidad hacer el

seguimiento, corregir, orientar y verificar el aprendizaje. Por ejemplo, en el caso de la

producción de papa, una actividad agrícola comunitaria que tiene como eje la

participación de la familia (extensa), la valoración tomará en cuenta la capacidad, la

fuerza, la habilidad o destreza, de varones como mujeres, siendo los padres los que

evalúan cual de sus hijos o hijas demuestra mayor competencia y habilidad para con el

trabajo y quienes otros hacen pero que no se igualan con los primeros.55

Por otra parte, los especialistas en determinada actividad cultural, es decir las personas

encargadas de enseñar y transmitir los conocimientos, son quienes tienen mayores

elementos, especialmente técnicos, para poder evaluar y tomar decisiones en el

proceso de enseñanza y aprendizaje. Así, por ejemplo, en el tallado en madera en el

pueblo Chiquitano, quienes evalúan son generalmente los docentes, o sea los

maestros talladores, que son los encargados de la enseñanza del tallado en madera a

niños-adolescentes y jóvenes, por tanto quienes deber orientar a quienes están

55 CEA, 2013. Documento de investigación. (s/e).

60

Page 61: Informe final (v00) cepos

aprendiendo, corregir las dificultades que puedan tener y constatar el desarrollo de las

habilidades y técnicas que implica tallar en madera. Lo mismo sucede en el caso de la

interpretación de la música tradicional en el pueblo Guarayo, siendo los maestros

expertos de la música quienes hacen el seguimientos de sus aprendices, corrigiendo,

afinando y brindando el apoyo tanto en lo técnico como en lo emocional (motivando).

En este tipo de prácticas culturales, el tallado en madera y la interpretación de música,

el grupo de aprendizajetambién se constituye en un espacio de evaluación y valoración

cuya base es la solidaridad y el compañerismo. Por ejemplo,en los talleres artesanales

en San Miguel de Velasco, el grupo, es decir los compañeros de aprendizaje,observan

y hacen notar posibles errores, o recomiendan según sus propias experiencias.

Entonces, mientras más el grupo apoya el aprendizaje mejora y es más enriquecedor.

De igual manera, en el aprendizaje de la música guaraya, el trabajo en equipo es

imprescindible, considerando que la interpretación se la hace en conjunto, por tanto la

articulación de los componentes del grupo se traduce en la calidad interpretativa de la

música.

Finalmente, la misma persona que está aprendiendo una actividad también es parte de

la evaluación, en este sentido se trata de una autoevaluación constante en el proceso

de formación. Esta práctica se relaciona con el desarrollo de la autonomía en el

aprendizaje, un factor importante que se constituye en un indicador primordial para

verificar que la persona es capaz de desarrollar y reproducir la práctica cultural, es

decir que cumple con el rol que le corresponde en la vida comunitaria.

5.2¿Qué evalúan los pueblos indígenas originarios?

El “objeto” de la evaluación en los pueblos indígenas originarios, dentro de los procesos

de trasmisión de saberes a partir de la reproducción de prácticas culturales, se puede

organizar según los y las actores/as sociales que son evaluados dependiendo el nivel

de participaciónque tienen en las actividades culturales. Esto permite identificar los

criterios de “qué” se evalúa con relación a las personas y colectividades que realizan

las prácticascomo parte de los procesos de socialización, y no así como criterios

61

Page 62: Informe final (v00) cepos

abstractos, no-situados (o sea fuera de situaciones “prácticas”), ni contextualizados a

los entornos en los que se realizan estos procesos de trasmisión de saberes y

reproducción cultural.

De esta manera, se tienen los siguientes criterios: ¿Qué se evalúa de la persona que

aprende?¿Qué se evalúa de las personas que transmiten los saberes?¿Qué se evalúa

dela familia?¿Qué se evalúa del grupo?¿Qué se evalúa de la comunidad?

a) ¿Qué se evalúa de la persona que aprende?

De inicio, aclarar que se hace referencia a la “persona que aprende” para no

restringirse a las nociones de estudiante, alumno/a, educando/a y otros términos que

usualmente están más relacionados con los ámbitos educativos institucionalizados. Al

respecto, un par de puntualizaciones: por un lado, las prácticas culturales como

espacios de transmisión de saberes, no necesariamente constituyen procesos formales

de enseñanza/aprendizaje, en el sentido que son parte de la socialización de los

pueblos indígenas originarios, por lo cual las personas reproducen dichas prácticas

como parte de la reinvención constante de la cultura local (producto de las decisiones

que se toman personal y colectivamente sobre elementos culturales); dicho de otra

manera, como parte de la “tradición”. Por tanto, los procesos de aprendizaje son

intrínsecos a la reproducción de las prácticas culturales, en ese sentido se podría decir

que la “persona que aprende” está aprendiendo a “ser persona” dentro de la

comunidad, o sea actor/a social de un determinado contexto (intra e intercultural). Por

otro lado, hay prácticas culturales, como la interpretación de la música en el pueblo

Guarayo o el tallado en madera en el pueblo Chiquitano, que se han vuelto parte de

procesos formales e institucionalizados en los que se transmiten estos saberes (música

y tallado), generando así espacios diferenciados de aprendizaje, en los cuales es

común el uso del término alumno o estudiante para referirse a la “persona que

aprende”.

Los criterios de evaluación sobre la persona que aprende -a veces comunes a los

diversos pueblos indígenas originarios y, otras veces, particulares de cada sociedad- se

presentan a continuación:

62

Page 63: Informe final (v00) cepos

- La actitud frente al aprendizaje, es decir, el interés, la motivación, la

curiosidad, la pasión por aprender. A mayor interés de la persona, el proceso

de aprendizaje será más sencillo –se aprende más fácil-, más significativo –

consolida la realización personal- y con un mayor aprovechamiento. Este

criterio es transversal a las diferentes prácticas culturales, aunque es cierto

que en algunas de ellas, como el tallado en madera en el pueblo Chiquitano y

la interpretación musical en el pueblo Guarayo, se vuelve fundamental para

la continuidad del procesos, usualmente caracterizado por la práctica

continua, la dedicación integra y el apasionamiento por el “aprender

haciendo” de forma continua y sostenible.

- El respeto, la responsabilidad, la puntualidad, la solidaridad, así como el

cariño o amabilidad demostrado por las personas. Estos aspectos son muy

bien ponderados por la familia y la comunidad. Por ejemplo, en la nación

Aymara, el saludo “aruntasiña” se considera una actitud valorable, quien no

saluda a las personas es considerado como irrespetuoso, apodado por la

comunidad como “chullpa”, persona que no tiene respeto.56

- Las habilidades básicas y habilidades diferenciadas que le permiten a la

persona la vivencia sostenida en el contexto social y ambiental. Las

habilidades básicas son imprescindibles para la sobrevivencia y la vida

cotidiana, por lo cual se espera que todas las personas deberían

desarrollarlas. Por ejemplo en el pueblo Yurakaré, las habilidades básicas,en

las mujeres, tienen que ver con saber cocinar y hacer chicha de yuca,

mientras que para los varones implica saber cazar, pescar y trabajar el

chaco.57Las habilidades diferenciadas corresponden a saber interpretar

instrumentos musicales, saber tejer, saber curar y otros saberes

“especializados”, que suelen diferenciarse también por género y por edad.

56 CEA, 2013. Documento de investigación. (s/e).57 CEPY, 2013. Documento de investigación. (s/e).

63

Page 64: Informe final (v00) cepos

- Las habilidades técnicas, como en el caso del maripeo, se traduce en la

habilidad en la manera servir de la chicha.En la realización del ritual es la

gente mayor quien se fija si las personas que invitan saben sacar la chicha

con el maripi, si saben servir, eso quiere decir si no tienen dificultad al echar

la chicha del maripi a la tutuma, si ha recogido suficiente cantidad de chicha y

si al echar esta entra en la tutuma o el vaso, si hecha la suficiente cantidad.

Se evalúa también si su pareja le ayuda a servir a las personas de la fiesta, si

esta persona viene con su pareja. Al final los que brindan el cántaro evalúan

si han servido bien a la gente de la fiesta y se cierra el servicio sirviendo un

par de tutumas o vasos para los que le brindaron el cántaro y les agradecen

por darle el honor de servir a la comunidad y al mismo tiempo piden salud

para todos al patrón o patrona de la fiesta.58

- Los conocimientos asociados a los protocolos rituales, como sucede en el

maripeo, donde se evalúa si saben “recibir”cuando se les brinda un cántaro.

Si la respuesta al honor que les dan es la correcta. Por ejemplo, si le dicen a

la persona que recibe el cántaro:“te brindamos este cántaro en honor del

Tata San Miguel”, esta persona debe contestar:“gracias por el honor, y a la

salud del Tata San Miguel, para que les siga dando salud”.59

- Los comportamientos que tiene la persona, no solo cuando está aprendiendo

sino a lo largo de la reproducción de la práctica cultural. Así, por ejemplo, a

los músicos en diferentes pueblos indígenas se les evalúa el comportamiento

que tienen en las celebraciones rituales. Se dice que algunos que son

considerados buenos músicos solamente tocan un rato y luego “se hacen

rogar”, a ese tipo de músico la gente no lo aprecia, porque su rol es animar la

fiesta y musicalizar las diferentes etapas del proceso. Entonces se considera

que es un buen músico aquel que demuestre que es humilde, tocando para

los demás para que exista alegría.

58 CEPOIM, 2013. Documento de investigación. (s/e).59 CEPOIM, 2013. Documento de investigación. (s/e).

64

Page 65: Informe final (v00) cepos

- La autonomía en la realización de las actividades aprendidas.Al respecto, en

el acápite anterior precisamente se apuntaba este aspecto como un indicador

de que el aprendizaje ha sido efectivo. Por ejemplo, en el caso de la

elaboración del chive en el pueblo Maropa, un par de testimonios ilustrar este

aspecto: “Cuando ya las jóvenes o señoritas han logrado aprender a hacer el

Chive, son capaces de hacerlo sola sin que estemos indicándoles”(Nicolasa

Tamo).“Para mi padre es importante que pueda aprender lo que me enseña

pero yo también ya me hallo capaz de poder hacer las cosas solo. Sólo

cuando ya lo hacemos bien nos dejan hacerlo solo, me gustaría tener mi

propio chaco porque eso quiere decir que podemos algún día tener una

familia y sostenerla” (Samuel Yanana – Ratije 2012).60

b) ¿Qué se evalúa de las personas que transmiten los saberes?

- Que no se restrinjan a calificar o descalificar una acción; sino que valoren,

observando, haciendo el seguimiento del proceso de aprendizaje, que

oriente, guie y se comprometan en el aprendizaje de las personas.

- Actitudes como la responsabilidad y la perseverancia en la enseñanza, para

que la misma sea efectiva.

- Que la “corrección” se la realicein situ, en el mismo lugar donde se desarrolla

la actividad (hacer chicha, cocinar, cazar, pescar, etc.).

- El apoyo para afrontar dificultades. El estímulo para la ejercitación constante,

El afianzamiento y consolidación de una acción práctica con generación de

creatividad.

60 CEAM, 2013. Documento de investigación. (s/e).

65

Page 66: Informe final (v00) cepos

- La metodología entusiasta y dinámica, su motivación y fe durante el proceso

de transmisión de sus saberes y conocimientos.

- La habilidad y capacidad de observación tendiente a identificar situaciones

de dificultad tanto de carácter individual como grupo en el proceso de

asimilación de la transmisión de sus saberes y conocimientos.

- El monitoreo en todo momento del proceso de enseñanza/aprendizaje, de

esta manera es posible la valoración continua y diferenciada. Es decir que es

importante evaluar a cada quien según sus capacidades, motivaciones,

ritmos de trabajo y otros factores que sitúen a la persona según su rol de

género, según la edad, sus condiciones económicas y emocionales.

- El desarrollo de acciones de valoración, orientación y evaluación individual y

de grupo, coordinada y comunicada a la familia, las autoridades, otros sabios

indígenas y la comunidad en su conjunto.

- Considerando que quienes transmiten los saberes pueden identificarse como

los y las especialistas en determinadas actividades, es importante tener en

cuenta los criterios que –precisamente- permiten identificar a tal persona

como especialista en su área. Por ejemplo, en el caso de la música, en el

Pueblo Guarayo, en el pueblo Guarani (en el contexto del arete guasu) o en

el pueblo Mojeño (en el contexto del maripeo),la comunidad evalúa a los

expertos en la interpretación musical considerando los siguientes aspectos:Si

el músico que interpreta los instrumentos lo hace con emoción, o sea si toca

con ganas y pasión, ese es considerado un buen músico. Igualmente, si al

tocar la flauta, el bombo, las cajas denotan emoción y expresan

sentimientosa través del movimiento de su cuerpo, pues acompañando los

sonidos y la música con su cuerpo, esa emoción se contagia a los

participantes de la práctica cultural.En este sentido, para que un músico

tenga el aprecio y aceptación de la comunidad debe demostrar que su

66

Page 67: Informe final (v00) cepos

habilidad no es solo saber tocar, sino debe saber contagiar emociones a

través de la música que interpreta.Otro criterio para considerar a un buen

músico, es que siempre lleve sus propios instrumentos, y tome previsiones

por sialguno le fallo y no le da un buen sonido. Además, tiene que tener la

habilidad para construir su propio instrumento, porque es él quien interpretará

música y si el instrumento no emite un buen sonido, entonces la comunidad

no le hará el reconocimiento respectivo. También es importante que los

especialistas conozcan los diferentes ritmos musicales que se tocan durante

el desarrollo de las prácticas comunitarias. Por ejemplo, en el caso particular

de la música guaraní en el desarrollo del arete guasu, se tiene los siguientes

“ritmos”: “mboputiaro – tiaropegua” (significa que debe tocar música para

ancianos),“mbopu yagua yaguapegua” (es la música para el juego del tigre),

“mbopukuchi –kuchipegua” (esta música significa que ha llegado el momento

para los kuchi- kuchio las personas que se han empapado en barro puedan

salir y ensuciar a los bailarines), “ivirayayuvangapegua”(para que los agüero

– agüero realicen el juego con los palos),“yajairutëtapegua” (será el momento

para sacar la cruz adornada con flores de taperiguadel centro del patio y

trasladarse al ritmo de la música a la siguiente casa donde hay chicha).61

En síntesis, los criterios para evaluar a las personas que enseñan y para considerarlas

“especialistas”, tiene que ver tanto con la experiencia amplia, el conocimiento diverso,

la observación minuciosa y continua, así como con las actitudes y los comportamientos

asociados con la dedicación, la paciencia, la perseverancia, la fe y la voluntad.

c) ¿Qué se evalúa de la familia?

- La evaluación de la familia se sustenta en la práctica de los valores de los

distintos miembros que componen determinada red de parentesco. En todo

caso, se trata de los valores compartidos por la comunidad y que encuentran

en la familia el espacio ideal de transmisión y socialización. La familiaes parte

61 CEPOG, 2013. Documento de investigación. (s/e).

67

Page 68: Informe final (v00) cepos

de la reproducción de las prácticas culturales de la colectividad, por tanto

también constituyen “objeto” de evaluación. En este sentido, al interior de una

comunidad, hay familias reconocidas por preparar una buena chicha (dulce o

fuerte, según la ocasión), o por elaborar un buen chive (que conserve su

sabor, sea nutritivo y pueda conservarse por varios meses), por ser más

laboriosas en las faenas agrícolas (aglutinando la participación de todos los

miembros de la familia), o por dedicarle más tiempo a la transmisión de los

conocimientos locales.

- Las acciones de coordinación, reflexión y compromiso de colaboración

constante con las personas que transmite sus saberes y conocimientos. Con

la respectiva comunicación sobre los avances y acuerdos establecidos del

proceso de formación a nivel de la comunidad. De esta manera la familia

constituye un espacio intermedio entre el nivel comunitario y el de las

relaciones interpersonales.

- El seguimiento entusiasta, perseverante y colaborativo al proceso de

formación de la persona en proceso de aprendizaje. En el caso de las

practicas más vinculadas con las representaciones estéticas, como la

música, el tallado y el tejido, este seguimiento se inicia desde el incentivo por

parte de la familia para que la persona se dedique a una determinada

actividad, el apoyo material e inmaterial en las actividades que demanda la

práctica, hasta el refuerzo de actitudes comola constancia en el ejercicio y

ensayo.

- En contextos particulares, como en el pueblo Guaraní, también las familias a

través del ndaye, evalúansi en algunade las casas (de una determinada

familia) donde se desarrolla el arete guasu, se utilizan los utensilios

tradicionales, como los cantaros, tinajas y mates, o si estos ya han sido

reemplazados por los baldes, jarras y vasos de vidrio, lo que denotará la

68

Page 69: Informe final (v00) cepos

desaprobación de dicha familia, en especial por parte de los ancianos de la

comunidad.

d) ¿Qué se evalúa del grupo?

- La colectividad, el grupo de pares, los y las compañeros/as de aprendizaje,

juega un rol primordial en el proceso educativo y valorativo. Esto resalta en el

caso de la música en el pueblo Guarayo62 y en el caso del tallado de madera

en el pueblo Chiquitano63. En ambos casos, el acompañamiento permanente

de la colectividad permite la supervisión, la colaboración, la revisión, el

estímulo y la motivación necesaria para el desarrollo constante de los

conocimientos, habilidades y actitudes. En el caso concreto de la música

guaraya es evidente que el grupo constituye el sentido principal de dicha

actividad cultural, si bien cada persona puede interpretar su instrumento, es

en el colectivo instrumental donde se expresa plenamente la musicalidad, en

ese sentido la armonización de los integrantes y su complementariedad es lo

que permite obtener un resultado de calidad.

- Se valoran las actitudes y prácticas de compañerismo, solidaridad, armonía,

respeto, colaboración y complementariedad entre aprendizajes y destrezas

adquiridas y desarrolladas.

- En prácticas culturales comunitarias, como el maripeo y el arete guasu, los

procesos de evaluación también son diferenciados y dirigidos a grupos

particulares que cumplendeterminados roles en dichas prácticas. Así, por

ejemplo, se evalúa a quienes hacen la chicha, bebida fundamental en toda

celebración ritual y festividad local. En estas situaciones, los participantes

observan si es que la chicha estará sabrosa (linda), si el grado de

fermentación está en su punto y el grado de dulzura que posee sin echarle

62 CEPIG, 2013. Documento de investigación. (s/e).63 CEPOCH, 2013. Documento de investigación. (s/e).

69

Page 70: Informe final (v00) cepos

azúcar. Será considerada una chicha de baja calidad si se sirve la chicha

caliente, es decir que todavía está en etapa de enfriamiento.

- En este tipo de prácticas culturales también se evalúan las habilidades

grupales, por ejemplo de los grupos de danzarines, en este sentido se

observan las destrezas en el desarrollo de los bailes “tradicionales”, sacando

los pasos de acuerdo al ritmo de la música. Se evalúa si se visten de

acuerdo a las costumbres y hacen los pasos como los hacen los más

mayores del conjunto. Se evalúa también si saben sacar las notas musicales

al tocar los instrumentos que acompañan.

- En el caso particular del arte guasu la comunidad evalúa la originalidad de

los tejidos, no tendrá la aprobación si el poncho que utiliza los enmascarado

chamui reta, son comprados en el mercado y no tiene los colores y la mano

de obra de la comunidad, es decir que no existe una mujer detrás de ese

enmascarado que lo apoya con su vestimenta. Estos aspectos son muy

importante, ya que son referentes para demostrar la conservación de los

valores y tradiciones.64

e) ¿Qué se evalúa de la comunidad?

- La evaluación a la comunidad se la puede abordar desde diferentes ángulos,

particularmente desde las vocaciones productivas y la actividad principal al

que se dedica cada comunidad o región. Esto quiere decir que de una

comunidad a otra, de un ayllu a otro, de una capitanía a otra, de un cabildo a

otro, se distinguen por la constante reproducción de prácticas culturales y el

respectivo desarrollo de la identidad étnica. De esta manera se evalúa desde

la forma de vestir, el uso del idioma originario, la musicalidad en los rituales,

64 CEPOG, 2013. Documento de investigación. (s/e).

70

Page 71: Informe final (v00) cepos

las representaciones estéticas y una serie de aspectos que son valorados por

otras comunidades y pueblos indígenas originarios.

- El desarrollo de actitudes en relación a la cultura a nivel individual y colectivo

orientado al “vivir tranquilo”, el “vivir bien” y la “forma ser” de acuerdo a la

cultural local.

- Las acciones de seguimiento, reflexión crítica, orientación conjunta y

aprobación del proceso de formación individual y colectiva

- Los valores éticos, generalmente representados por sus líderes, sabios,

sabias y autoridades que tienen a su cargo la conducción de la comunidad,

entre estos tenemos a los siguientes: la serenidad de las personas, que deja

traslucir paz y alegría interior y no ninguna emoción violenta. La regularidad

de las personas, que hace lo correcto de las cosas y en el momento justo u

oportuno. La sinceridad que refleja la persona demostrando, armonía entre el

pensamiento, palabra y acción, donde las acciones de las personas coincide

con sus palabras. La veracidad de la persona, responde a su lógica y al

sentido de su comunidad.

- En el caso particular del maripeo, los invitados de otras comunidades son los

que evalúan la calidad del servicio que les dan los anfitriones de la fiesta, al

servirles el almuerzo central de la fiesta luego de la misa. En el caso de la

comunidad mojeño trinitaria en el Gran Cabildo Indigenal de la Santísima

Trinidad, la comunidad es elaborada de forma colectiva en el cabildo y es

servida en una mesa donde la estética es importante, la posición de las

cucharas, vasos y platos debe ser simétrica ya que comen en parejas, frente

a frente, primero los más importantes son servidos, luego otra tanda de

invitados, que le siguen en importancia hasta concluir con el ultimo invitado,

todos deben comer, ser servidos con comunidad y la infaltable chicha. Esto

es calificado por los invitados, el buen servicio a la hora de comer, la calidad

71

Page 72: Informe final (v00) cepos

y cantidad de la comida y la calidez de los que te sirven. En cambio en las

comunidades de Fátima de Mojos y San Miguel del Apere el servicio en el

almuerzo, si bien es comunitario, cada familia cocina algo especial, la

comunidad reparte la carne de vaca a todos por igual y estos deben de

cocinar en sus casas y traer al almuerzo de la fiesta, donde las mujeres

preparan un lugar especial donde servirán la comida, las autoridades buscan

a los invitados especiales los sientan a la mesa y luego cada mujer con

ayudad de su esposo, hijo o hija llevan servidos platos de comida a la mesa,

a una cierta cantidad de invitados. Dándole su almuerzo su segundo y la

infaltable chicha. Luego recogen sus platos los lavan y vuelven a servir a los

siguientes invitados hasta el último. Entonces la gente evalúa cuan buena ha

estado la comida en calidad y cantidad, así como la chicha que invitan, si es

de maíz o de camote. La chicha de camote es especial por su sabor, así que

es deseada y reconocida por los comensales si está bien cocida y reposada,

si esta simple o fuerte.65

- Con relación a la elaboración del chive, se puede mencionar que cada

pueblo, especialmente de tierras bajas amazónicas, es conocido por las

características del chive que producen. Así, por ejemplo, los Movima tienen

la característica de hacer el chive de forma más fermentada que la de otros

pueblos; para los Maropas el Chive debe tener dos cosas muy importantes

para definir un buen Chive: su grado de fermentación y la consistencia de su

harina.66

5.3¿Cómo evalúan los pueblos indígenas originarios?

Los pueblos indígenas originarios entienden la evaluación como parte de un proceso

más amplio: la valoración, que -para el caso- se define como un conjunto de criterios

simbólicos que se utilizan para reconocer, apreciar y distinguir acciones, procesos y

65 CEPOIM, 2013. Documento de investigación. (s/e).66 CEAM, 2013. Documento de investigación. (s/e).

72

Page 73: Informe final (v00) cepos

productos, individuales y colectivos, que inevitablemente entran en el orden de lo

socialmente aceptado.En este sentido, la evaluación no pretende dar cuenta de los

aprendizajes de manera oral o escrita en un papel para calificar lo que alguien ha

aprendido como parte de su experiencia en la vida comunitaria. Consiste más bien en

una valoración multi-actoral, compuesta de distintos puntos de vista,que busca

reflexionarsobre los conocimientos, las habilidades, las actitudes y las decisiones para

mejorar el aprendizaje de algo concreto en el proceso mismo de trasmisión de

conocimientos. Y –en el mejor de los casos- una práctica para reforzar y reafirmar la

identidad colectiva.

Siguiendo los aportes de los estudios realizados por los CEPOs, es posible identificar

tres aspectos metodológicos en el campo de la evaluación: las estrategias, los criterios

de proceso y los criterios de resultado.

a) Estrategias

Las prácticas de evaluación en los pueblos indígenas originarios no están centradas en

calificar, sino en observar con el fin de valorar para corregir. Corregir en el sentido de

reorientación y no como sanción o reprimenda. Se corrige incluso a las mismas

autoridades de la comunidad, lo hacen los/as abuelos/as, es decir las personas

mayores con amplia experiencia y conocimiento de la vida comunitaria, lo hacen por

medio del consejo y la reflexión para buscar un cambio en beneficio de la persona.

Al respecto, en el caso del maripeo, se puede apreciar un ejemplo persuasivo en el

testimonio del Corregidor del Gran Cabildo Indigenal de la Santísima Trinidad, Tata

Luis Tamo Cayuba: “…yo el año pasado asumí la responsabilidad, yo la verdad

participaba pero no entraba, no todo, yo mismo veía lo que se me salía por otro lado,

sin embargo cuando me toco actuar los abuelos me han observado; y decían todavía le

falta a este joven, por lo tanto al otro día me ha llamado a la reflexión, me dijeron: mira

esto lo tienes que hacer así, es nuestra costumbre” (Trinidad, 24 de octubre de 2012).67

Los referentes de valoración están en función de la lógica cultural (cosmovisión,

espiritualidad, filosofía de vida, prácticas y recursos culturales). Se valoran aspectos

67 CEPOIM, 2013. Documento de investigación. (s/e).

73

Page 74: Informe final (v00) cepos

concretos con relación a los roles de las personas en la comunidad, se lo hace con

afectividad y compromiso con los valores sociales. Esta valoración práctica y procesual

se sintetiza en la frase de una mujer quechua:

“chakrapatamantarunaqatukuyimatayachanatiyan” (la gente del campo tenemos que

saber de todo). El saber por experiencia (empírico) es una característica de los pueblos

indígenas originarios, por ejemplo, las mujeres producen tejidos artesanales,

confeccionan prendas de vestir, elaboran productos alimenticios, al igual que los

varones que construyen viviendas, fabrican instrumentos musicales e innovan

tecnologías agropecuarias, todo esto sin haber recurrido a una escuela o institución de

formación especializada.68La valoración es permanente, no porque sea exhaustiva en

el control, sino en la medida que es constructiva y parte de la reproducción de la vida

social.

Los que acompañan el aprendizaje o los que guían no son personas desconocidas, son

actores sociales con quienes se tiene lazos de confianza, por lo que la evaluación es

“personalizada”, es decir toma en cuenta las particularidades de cada quien sobre la

base de la construcción social de las relaciones humanas.En el desarrollo de las

actividades, el que guía observa y apoya, da indicaciones precisas en el momento,

explicita los logros de quienes están aprendiendo, les motiva a continuar el trabajo o

proceso de acuerdo a sus edades y sus intereses.

La observación constituye el eje articulador y fundamental-antes, durante y después-

del desarrollo de una actividad, o reproducción de una práctica cultural. Los/as

expertos/as tienen muy bien desarrolladas las prácticas de observación, gracias a la

experiencia de haber aprendido sus saberes precisamente a través de la observación

constante.Al respecto es interesante retomar las palabras de una mujer quechua

especialista en el trasquilado y ceñido del hilo de oveja, cuando manifestaba:

“qhawaspallayachakuna” (se aprende mirando nomás).69

Esto denota que la observación es fundamental, traspasa más allá del mirar a la

capacidad de ver los detalles mínimos de insumos y aprehender las diferentes

habilidades prácticas que permiten lograr la apropiación de aprendizajes significativos y 68 CENAQ, 2013. Documento de investigación. (s/e).69 CENAQ, 2013. Documento de investigación. (s/e).

74

Page 75: Informe final (v00) cepos

colaborativos. Por tanto, la observación minuciosa, continua y reflexiva es una

estrategia fundamental para los procesos de evaluación y valoración.

En algunos casos, para evaluar el aprendizaje de las generaciones más jóvenes, a

nivel familiar, quienes transmiten conocimientos de manera práctica hacen participar de

la elaboración de algún producto, sin llegar a obligar a los y las aprendices. En todo

caso, lo que sucede es que atienden a la solicitud de los/as hijos/as o nietos/as para

elaborar un producto específico, este trabajo será considerado de calidad si es algo

que termina siendo utilizado por la familia. La aprobación será mayor si se le solicita la

elaboración de algún producto desde otra familia o desde una asamblea u otra

instancia comunitaria.70

En resumen, las estrategias que se utilizan son: La observación continua,detallada y

reflexiva de las actitudes y habilidades de las personas en el “qué hacer” de las

prácticas culturales.Ladefinición clara del objetivo por el cual se realiza determinada

actividad. El desarrollo de acciones de demostración práctica, individual y/o colectiva,

del proceso de aprendizaje con comentarios críticos y reflexivos sobre los avances

desarrollados. La motivación para orientar y fortalecer el proceso de formación.El

diálogo y las reflexiones con la familia y con toda la comunidad sobre los avances,

orientación y fortalecimiento del proceso de formación de personas interesadas en

aprender y desarrollar las prácticas culturales.

b) Criterios de proceso

Recordando que los pueblos indígenas originarios conciben la evaluación como un

proceso y no solamente como un fin, es necesario identificar los principales criterios

que toman en cuenta durante el desarrollo de la trasmisión de conocimientos.

En este sentido, el estudio realizado en la nación Quechua apunta importantes

reflexiones al respecto de los criterios de proceso.Se menciona que en la “valoración

de proceso” se toma en cuenta diversas estrategias y técnicas del trasquilado o

esquilado. Entre ellos consideran la época, el espacio, la edad del animal, las

70 CEA, 2013. Documento de investigación. (s/e).

75

Page 76: Informe final (v00) cepos

herramientas, insumos para el teñido y los valores socio-comunitarios. En ese marco, la

época de esquila no se realiza en cualquier tiempo del año; sino los meses

recomendados son octubre y noviembre, tomando en cuenta el clima templado entre el

frío y el calor excesivo; como también la época de lluvia, antes de Todo Santos, para

que los parásitos no irrumpan el normal crecimiento y engorde del animal. De la misma

manera, el espacio del esquilado esta dado de acuerdo a los pisos ecológicos de las

regiones y comunidades. Hay casos que trasladan al ovino a un canchón para

trasquilar fuera de su corral por razones de mayor facilidad sin la molestia de otros

animales y/o la presencia de abono muy blando. También se considera la edad del

animal. Según las expertas son recomendables entre año y medio a dos para que la

lana sea suficientemente madura como para transformarla en hilos y utilizarla en la

confección de prendas (phullu, lliklla, cubre camas, frazadas, costales, alforjas y otros).

Otro factor importante son los insumos naturales para el proceso del teñido de los hilos,

se emplean el chili, molle, t’ula, yuruma, lluq’i, por sus colores naturales que brindan

menor costo económico y mayor atractivo.En este procesos son las expertas las que

van guiando sin descalificar la acción de las aprendizas: “allintaqhawarispakhuchuna”

(hay que cortar observando bien). Los posibles “errores”que puedan producirse en el

aprendizaje del trasquilado no se consideran un maltrato al borrego, ni implican castigo

a las esquiladoras; simplemente son aspectos que se apuntan para auto-reflexionar e ir

desarrollando en las aprendizas la seguridad en el manipuleo del cuchillo y la

combinación coordinada“ojo – mano”.71

Por tanto, la trasmisión de este saber complejo requiere un seguimiento a las diferentes

etapas del proceso, en cada una de ellas se hacen evidentes los indicadores que

permiten verificar los niveles iniciales, intermedios y avanzados de aprendizaje,

llegando a la “experticia” de las mujeres especialistas que son la responsables

deorientar y guiar el proceso a partir de las observaciones, correcciones y la motivación

necesaria.

Algo similar ocurre en el seguimiento que se hace durante el proceso de elaboración

del chive en el pueblo Maropa, donde las expertas van asignado criterios para

identificar si están correctos o no los pasos que se dan al momento de realizar cada

71 CENAQ, 2013. Documento de investigación. (s/e).

76

Page 77: Informe final (v00) cepos

etapa. Por ejemplo, cuando se realiza el rallado de la yuca una de las mujeres asigna

un indicador de cómo debe rallarse la yuca para ser apta para el chive; así también,

cuando se realiza el tostado de la harina de chive, se toman como indicadores los

grados de temperatura y la consistencia que debe poseer la harina en proceso, pues

estos van a determinar la calidad del chive resultante.72

La observación de las etapas de un proceso permiten distinguir los grados de

complejidad que implican las diferentes tareas, de esta manera es posible advertir los

momentos que requieren mayor atención e identificar indicadores que permitan la

continuidad del proceso de forma adecuada. El testimonio de Lurdes Pedriel, de la

comunidad yurakareSesecjsama, ejemplifica esta situación: “A ver Ever, vos Carmen,

van ayudar a mascar decimos, entonces los chiquitos hacen como a modo de jugar, a

veces también se lo tragan su masco y no hay, pero poco a poco van aprendiendo.

Pero tampoco todo el tiempo se lo traga, así así aún principio tragando pero ya

después hacen solita. Sí o sí tienen que hacer solita, hasta endulzar tiene que saber,

así aprenden. Por ejemplo mi hijo este (4 años) más que chica masca. Lo que masca

se llama puej levadura, esa es la parte difícil de hacer, lleva tiempo, cansa la boca.

Cuando se lo comen le decimos también puej: ¿dónde está la levadura? ¡No hay, me lo

he comido!Dicen,jajaja. Peor es de maíz, más cansador es. Mi mamá a veces le dice

van a mascar y va al chaco cuando vuelve prueba la masa si ha hecho bien, le lambe

para ver si está dulce y como ella sabe a veces dice ‘esta bayba’ (sin sabor), entonces

otra vuelta tiene que mascar, le lambe mi mamá la masa con ese muku siempre es rico,

con eso tienen sabor, con eso fermenta bien, mi mamá a veces no está conforme con

lo que mascan, ella ve si esta dulce o no, le revisa, como un examen, cuando le falta su

dulce se nota también”.73

En otro tipo de prácticas, como el maripeo en el pueblo Mojeño, la evaluación también

es realizada durante el proceso. Esto se constata principalmente al momento de servir

la chicha, cuando los abuelos -los que brindan el cántaro- ayudan a quien realizara el

“servicio” explicándole como mejora la técnica, dando las indicaciones para desarrollar

la habilidad del recojo de la chicha con el maripi y el respectivo echado del líquido en

72 CEAM, 2013. Documento de investigación. (s/e).73 CEPY, 2013. Documento de investigación. (s/e).

77

Page 78: Informe final (v00) cepos

la tutuma o el vaso. Una evaluación que si bien se hace en público, se la hace en voz

baja directamente a la persona que está sirviendo, con la intención de que mejore y

este acorde a los protocolos del ritual.74

En el caso particular de la enseñanza/aprendizaje de la música en el pueblo Guarayo,

al constituirse como una práctica institucionalizadaque se transmite en procesos

formales, los criterios de procesos los define especialmente el músico sabio

(especialista) en forma diaria, semanal, mensual, trimestral, semestral y anual;pero

también participan en su definición el grupo, la familia y las autoridades de la

comunidad.75

En síntesis, hay que resaltar que la valoración de proceso toma en cuenta diversos

aspectos: los tiempos en que se realizan las prácticas culturales, los lugares y

espacios significativos, el desarrollo de las destrezas en el manejo de los instrumentos

o herramientas utilizadas, la acumulación de experiencia, la dedicación, el esfuerzo y

la incorporación de los valores sociales. Estos criterios son puestos a consideraciones

de diferentes puntos de vista: desde la misma persona que aprende hasta la persona

que enseña, desde la familia hastala comunidad.

c) Criterios de resultados

Como consecuencia de los procesos están los resultados. La evaluación en los pueblos

indígenas originarios considera tanto los procesos como los resultados. Con relación a

los criterios de resultado, es ilustrativo retomar el testimonio de un joven aprendiz del

tallado de madera en San Miguel de Velasco, el mencionaba que el resultado de un

tallado no puede salir mal cuando el maestro y los compañeros van supervisando y

corrigiendo el proceso. Este testimonio advierte que el acompañamiento conjunto

puede garantizar un buen resultado. Por tanto, son indicadores de resultado en los

pueblos indígenas originariosla solidaridad y el trabajo colectivo, dicho en otras

palabras, la “calidad”del producto es también resultado de esta clase de

74 CEPOIM, 2013. Documento de investigación. (s/e).75 CEPIG, 2013. Documento de investigación. (s/e).

78

Page 79: Informe final (v00) cepos

actitudes(además de la confianza y la complementariedad), altamente valoradas desde

el punto de vista comunitario.

Los criterios de resultado usualmente van asociados a los productos finales de las

prácticas culturales. Lo que no implica necesariamente que se consideren estos

productos en términos estrictamente “materiales”.Es el caso de las prácticas rituales,

como el maripeo y el arete guasu, cuyos resultados se valoran en términos de la

participación colectiva, la organización y los protocolos convencionales, el

afianzamiento de las relaciones sociales, la transmisión de valores, la realización

personal y colectiva, las alianzas familiares, los reconocimientos y el cumplimiento a la

reproducción de la vida social.

De hecho, en el caso particular del maripeo, el principal símbolo de reconocimiento a

alguien es cuando se le da el honor de “servir”, brindándole el cántaro. El hecho de

tener el honor de “servir” significa que es una persona con actitudes valoradas por la

colectividad, por eso la reconocen y le dan el privilegio de “maripear” (“servir” a la

comunidad).76

En otras actividades culturales los resultados se concretan en productos materiales,

pero que de todas maneras no pueden pensarse fuera de los esquemas simbólicos y

del lugar que ocupan en los esquemas de motivación y sanción. Es el caso de la chicha

de yuca, el chive, la papa y el hilo de oveja, entre otras.

En el pueblo Yurakare, las mujeres expertas en la elaboración de la chicha de yuca

apuntan las siguientes consideraciones para evaluar el resultado: “A veces uno se da

cuenta al probar, o al ver si está bien o mal, si a travieseado con el marido clarito es, es

mal esa chicha. Para hacer chicha no hay que hacer travesuras, hay que aguantarse

jajaja. Si ha travieseado no fermenta, no es bien, ralito queda, ramichawa, no fermenta

nada, es ralo sin espuma chawchaw es. La chicha queda abajo y su agüita arriba, no

espumea nada. Porque la chicha cuando esta buena levanta la tapa de la olla y la

espuma sale shiwshiw dice. Tampoco deben hacer cuando esta con su menstruación.

76 CEPOIM, 2013. Documento de investigación. (s/e).

79

Page 80: Informe final (v00) cepos

Y tampoco los hombres que hay sido picados por la víbora pueden tomar chicha eso es

para saber” (Peregrina, Lidia, Lurdes).77

Precisamente, este testimonio colectivo de las mujeres que elaboran chicha de yuca,

ayuda a entender que en los criterios de resultado no solamente se toman en cuenta

los aspectos técnicos de la elaboración del producto, sino que se consideran los

recursos simbólicos como aspectos fundamentales para la “calidad” de la chicha. En

este caso las “restricciones”, como no tener relaciones sexuales noche antes de la

preparación de la chicha, o no estar con el periodo menstrual al momento de la

elaboración, constituyen elementos simbólicos que son parte de la “tradición” y cuya

“transgresión” afecta directamente al producto final.

En el pueblo Guaraní la chicha (de maíz) se considera de buena calidad cuando es

dulce sin necesidad de echarle azúcar. Cuando no tiene ningún olor ni sabor a otros

elementos foráneos a la cultura u otros olores. La chicha debe tener aceite que emana

naturalmente por el proceso correcto de cocción y tener el grado de fermentación

exacta, que permita embriagarse sin la necesidad de aumentarle alcohol. El testimonio

de una experta en la elaboración de chicha argumenta además: “absolutamente nadie

debe acercarse con algunos productos que son muy perjudiciales que puede impedir la

calidad o el sabor agradable, volviéndola más agrio en menos de tres días, como ser el

uso de perfumes, jaboncillos, naranjas, cebolla u otros productos que contiene ácido. Y

también dice que no es aconsejable apuntar con el dedo al aceite de la chicha, porque

puede desaparecerse de una vez por todo, si no que hay una forma de señalarlo si lo

vemos aceitoso a la chicha, se dice; ¨mira… cómo esta de choñoso la chicha…¨, y otro

de los aspectos es en cuanto a la calidad de leñas que se debe utilizar para el cocido

de kaguiyi. En realidad son detalles o pasos que se deben tomar en cuenta en la

elaboración de la chicha para que la gente sienta el sabor agradable y el sentido de la

fiesta sin el consumo de la bebida alcohólica”.78

En el caso de hilo de oveja, desde la experiencia de las mujeres quechuas,se evalúa

por varias características como la mecha bien definida, con buenas ondulaciones, bien

larga, resistente y de color totalmente blanco. Estas características permiten que se 77 CEPY, 2013. Documento de investigación. (s/e).78 CEPOG, 2013. Documento de investigación. (s/e).

80

Page 81: Informe final (v00) cepos

pueda emplear para elaborar productos artesanales finos como: phullus, tapas,

ponchos, aguayos, chalecos, costales, alforjas, ch’uspas y otros. La calidad del hilo en

todas sus fases implica el empleo de la habilidad, destreza y experiencia de la

hilandera en el manipuleo de la rueca. La transformación de lana en hilo de colores

naturales y tonos matizados dependerá de esta fase para la producción de prendas que

reflejen finura y consistencia. Por ejemplo, el hilado grueso, llaqch’uphariy (torcido

débil) y llaqch’uk’antiy (retorcido débil), generalmente, contribuirá en la producción de

prendas como phullu, cubre cama y costal. En cambio, un hilado delgado se destina

para prendas de vestir más sutiles como: aqsu o aymilla, pollera, pantalón, lliklla,

ch’uspa, chumpi, wayaqa ‘aguayo, bolso, faja y alforja’ que denotan representaciones

simbólicas como expresión del arte de tejer. Estas manifestaciones son valoradas en

ocasiones colectivas como: asambleas, fiestas costumbristas, ferias de exposición

demostrativa, danza y música en actividades socioculturales de la comunidad. La

evaluación permite la apreciación visual de los colores, diseños, la manipulación por su

consistencia, finura y el gusto - agrado de los productos acabados a dos niveles:

individual - familiar y grupal o colectiva. A nivel individual pasa por una autovaloración

de todo el proceso y los insumos empleados de carácter reflexivo. La valoración grupal

implica la apreciación sincera de otras personas de la comunidad y la sociedad

expresada mediante la oralidad que caracterizan a los pueblos indígenas originarios

quechuas.79

Los criterios de resultado en los pueblos indígenas originarios generalmente son

evaluados sobre la base de la experiencia y de la “tradición”, esta característica se la

puede encontrar, por ejemplo, en el testimonio de un sabio abuelo maropa, quien

afirma que: “Si el Chive no ha sido hecho bien, cualquiera se da cuenta ya que

nosotros sabemos por el sabor que tiene… cada persona tiene su propia forma de

hacerlo pero el sabor se lo conoce cuando está bien hecho” (Gumersindo Yanana).80

5.4¿Cuándo y dónde evalúan los pueblos indígenas originarios?

79 CENAQ, 2013. Documento de investigación. (s/e).80 CEAM, 2013. Documento de investigación. (s/e).

81

Page 82: Informe final (v00) cepos

La evaluación, entendida como un proceso, es permanente y continua en la medida

que se desarrolla una actividad o una práctica cultural. Se la realiza en todo momento,

puede ser “espontánea”dentro del proceso de transmisión de conocimientos o procesos

de socialización, o bien “instaurada”, como sucedeen el caso de las celebraciones

rituales, que son instancias marcadas en el calendario local y constituyen en sí mismas

tiempos sociales reconocidos para la valoración colectiva.

Tiempo y espacio son categorías complementarias, por tanto, se evalúa en los

diferentes espacios sociales y actividades culturales.Espacios sociales como el hogar,

el lugar de trabajo, reuniones o asambleas comunitarias, fiestas y celebraciones

rituales y en la interacción con las demás personas. Y en actividades culturales como la

producción de papa, el trasquilado de la oveja, la elaboración de la chicha, la

preparación de alimentos, la caza, la pesca, la faena en el chaco, los trabajos

comunitarios, la construcción de la vivienda, la recolección de frutos y otras tantas que

son características de cada pueblo indígena originario.

5.5¿Qué términos utilizan los pueblos indígenas originarios para evaluar?

En la riqueza lingüística de los idiomas originarios se destacan una serie de términos,

conceptos, frases y expresiones que no sólo funcionan como equivalencias a las

terminologías educativas y evaluativas empleadas en castellano, sino que expresan el

sentido que guardan las palabras con relación a las concepciones y prácticas

valorativas, expresando a través de ellas los contenidos culturales y visiones

particulares respecto a la transmisión de saberes y los procesos de socialización. De

igual manera, los pueblos indígenas originarios utilizan ciertas expresiones en

castellano, las cuales han sido re-significadas de la visión local, para manifestar

criterios valorativos y evaluativos, lo cual hay que entender como parte de la dinámica

lingüística de los pueblos y el “sentido práctico” que le dan a la(s) palabra(s).81

81 Por ejemplo el término “valienta” / “valiente”, utilizados por el pueblo Yurakare para hacer referencia a la cualidad de una persona trabajadora, que no es floja.

82

Page 83: Informe final (v00) cepos

Considerando la complejidad que implica sistematizar una variedad de términos

expresados en diferentes idiomas originarios, la intención en el presente acápite es

resaltar algunos ejemplos extraídos de los estudios realizados por los CEPOs y

ordenarlos en un cuadro que organiza los términos en idioma originario, la “traducción”

al castellano y el sentido o definición que se les atribuye a los mismos.

83

Page 84: Informe final (v00) cepos

Cuadro de términos en idiomas originariosrelacionados con la evaluación:

IDIOMA ORIGINARIO CASTELLANO SENTIDO

Aimé(Maropa)

Grande Unos de los adjetivos que se utiliza al escoger o seleccionar la yuca cuando son grandes.

Bataichi(Maropa)

Pequeño Un adjetivo que define a los niños y niñas que observan y participan del proceso.

Daime(Maropa)

Bueno Para definir si el producto es bueno, en lengua originaria define si es recomendable para comercializarlo o solo será para consumo casero.

Emasa(Maropa)

Malo Si le ha faltado algo al chive, no está bien elaborado se atribuye con esta palabra en lengua originaria.

Tsetseme(Maropa)

Fuerte El Chive es fuerte por tanto servirá para consumirlo y durará por más tiempo.

Dewime(Maropa)

Suave Si es suave su consumo es para poder hacerlo en las comidas, su duración de fermentación no ha sido largo por tanto ha salido suave el Chive.

Dadzame(Maropa)

Aplicado Definen como la persona que le gusta ayudar en las actividades en la casa y la comunidad.

Tuname(Maropa)

Flojo Personas que no tienen interés por socializar y por aprender las cosas que se hacen en la comunidad.

Enipuchida(Maropa)

Caduco Un adjetivo que se lo utiliza con los ancianos, se dice: “antes ellos eran más caducos para enseñar”(la enseñanza era de forma más rígida)

Awuchata(Maropa)

Calentar El grado de cocción que deben conocer las mujeres al momento de cocer la yuca en las pailas, para que sea consistente la harina.

Ramani(Maropa)

Callado Las mujeres atribuyen que los hombres son los más callados

84

Page 85: Informe final (v00) cepos

pero que todo lo están observando.

Bawe(Maropa)

Conocimiento Los conocimientos están guardados en la sabiduría de los ancianos que han sido transmitidos por muchas generaciones.

Abatiaime(Maropa)

Curioso Atribuyen esta característica la persona que muestra un interés y entusiasmo por aprender.

Ma(Maropa)

Débil Cuando las personas no conocen mucho de la vida son débiles porque no tienen con que enfrentarse en la vida.

Janame(Maropa)

Difícil Lo difícil es porque hay conocimientos que solo escogen a que personas se les deberá enseñar, en el caso de los conocimientos sobrenaturales.

Bakapujiana(Maropa)

Distraído Característica propia de la niñez.

Abaikwedati(Maropa)

Enseñanza Antes no existía escuelas y los niños aprendían, solo que se lo hace de manera más práctica y así aprenden mejor.

Atsabata(Maropa)

Escuchar Para conocer hay que aprender a escuchar. Es una de las reflexiones de los adultos:“sino aprenden a escuchar siempre se van a equivocar”.

Ata –eda(Maropa)

Hacer Lo que aprenden deben “hacer”

Alliyllamantayachachina(Quechua)

Hay que enseñar con paciencia

La enseñanza implica la práctica de la actividad de manera moderada, considerando los aspectos culturales, la naturaleza y el equilibrio.

Qhawaspallayachakuna(Quechua)

Se aprende mirando nomás

La observación como eje fundamental del aprendizaje y de la valoración del mismo.

Allillan(Quechua)

Está bien nomás

Denotan apreciación cualitativa tienen una descripción en función a los procesos y resultados en las propias prácticas culturales

Allin(Quechua)

Bueno

Waliq(Quechua)

Bien

Sumaq(Quechua)

Muy bueno

85

Page 86: Informe final (v00) cepos

Allillantaruwachkan(Quechua)

Está haciendo bien nomás

No es una descalificación, sino un mecanismo para fortalecer el aprendizaje.

Atinkupuni(Quechua)

Pueden siempreRelación entre saber y poder, El siempre en el sentido de “completamente seguro”, “sin duda”.

Yachankupuni(Quechua)

Saben siempre

Atinqankupuni(Quechua)

Van a poder siempre

Yachani(Quechua)

Se El auto-reconocimiento, confianza en sí mismo.

Atini(Quechua)

Puedo Voluntad.

Ruwani(Quechua)

Se hacer El auto-reconocimiento, confianza en sí mismo.

Imataqkasqa mana atinapaq(Quechua)

Qué puede ser para no poder

Motivación al aprendizaje.

Irumaembopu(Guaraní)

Otro que toque Expresión que utilizan los agüero güeros cuando el músico no está cumpliendo su rol en la fiesta.

Ñeeasi(Guaraní)

Palabra que lastima

Kaguaijayasi(Guaraní)

Demasiada fermentada o fuerte

Refiriéndose al grado de fermentación de la chicha

Kaguiaku(Guaraní)

Caliente Refiriéndose a que la chicha está caliente

Asoyaikavimbae(Guaraní)

Poncho que está mal hecho

Puede entenderse como desatendido o descuidado.

Ch´irmisiña(Aimara)

Guiñar con los ojos a una persona con rencor

Considerados anti-valores

Chhiphisiña-phisphisiña

(Aimara)

Chismear con una persona en contra de otra

Jayrasiña(Aimara)

Demostrar flojera o flojear

K´arisiña

(Aimara)

Mentir

Khurkhusiña-khurkujaqi(Aimara)

Codicioso, quiere vivir aprovechándose del trabajo de otra persona, manguero, aprovechador

Lunthatasiña(Aimara)

Robar

Larusiña-puriqt´ayaña(Aimara)

Mofarse de otra persona o del adversario

Uñisisiña Odiar, mostrar odio

86

Page 87: Informe final (v00) cepos

(Aimara)Tumpasiña(Aimara)

Echarse de menos del otro

Considerados valores comunitarios

Arxatasiña(Aimara)

Defenderse unos a otros

Munasiña(Aimara)

Tratar con amabilidad a las personas, animales, plantas y cosas

Khuyapayasiña(Aimara)

Compadecerse unos con otros

Yanapt´asiña(Aimara)

Modo de derecho u obligación adquirido solidariamente entre las personas

Sumthapisiña(Aimara)

Reconciliarse en caso de estar disgustados

Tantachasiña(Aimara)

Unirse, agruparse en uno solo para un fin o propósito

Taqpachani(Aimara)

Unanimidad

87

Page 88: Informe final (v00) cepos

6. COMPONENTES SOCIALES EN LAS PRÁCTICAS DE VALORACIÓN Y

EVALUACIÓN

Se ha mencionado antes que la evaluación para los pueblos indígenas originarios es

parte de un proceso más amplio, el mismo es conceptualizado como “valoración”.

Dicho en otras palabras, la valoración es una práctica social enmarcada en un conjunto

de valores sociales asociados a la producción y reproducción de prácticas culturales.

Entonces, los procesos de evaluación y valoración inevitablemente funcionan como

parte de las estructuras sociales, es decir, son producto de las mismas.

Por tanto, es necesario situar la valoración, primeramente, en el marco de las

“decisiones” colectivas sobre los roles de los y las actores/as sociales, los

comportamientos, las capacidades y las expectativas esperadas, para lo cual se toman

como referentes de análisis los esquemas de motivación y los esquemas de sanción en

los pueblos indígenas originarios.Luego, se sitúan las prácticas de valoración en el

campo de las relaciones sociales, enespecial de las relaciones de género y en las

relaciones intergeneracionales.

6.1Esquemas de motivación y sanción

Laconstrucción social de los valores individuales y colectivos responden a contextos

históricos y relaciones de poder, por tanto, las prácticas de valoración no pueden

funcionar independientemente de la “estructuras estructurantes”: concepto tomado de

la sociología (P. Bourdieu) para referirse a complejos mecanismos de reproducción de

roles y funciones de los y las agentes en la sociedad. Estos mecanismos oscilan

entreel “deber ser” social y lo “socialmente aceptado”.

Dentro de los procesos educativos existen elementos inherentes a la valoración y

evaluación que muchas veces no son considerados como tales, porque en realidad o

bien operan en el plano de lo estimulante o lo experimental, o bien en el plano de lo

88

Page 89: Informe final (v00) cepos

correctivo y disciplinante. Son estos elementos los que podrían denominarse como

esquemas de motivación y sanción.

En este sentido, el análisis referido a estos esquemas dentro los procesos educativos

de los pueblos indígenas originarios es limitado, en especial porque no se suele

reflexionar al respecto, o al menos no desde una perspectiva intracultural. Por eso se

hace necesario dar un paneo a las motivaciones y sanciones -y cómo funcionan estas-

como componentes de los procesos de valoración y evaluación en los pueblos

indígenas originarios.

a) Motivaciones

En los pueblos indígenas originarios el aprendizaje tiene un sentido práctico, es decir

se aprende para “hacer algo”, usualmente para reproducir una o varias prácticas

culturales. Al mismo tiempo se aprende para “ser alguien”, para “ser persona”, o sea a

constituirse como parte de la comunidad, aprendiendo los roles a desempeñar en la

reproducción de la vida social. En este sentido, las motivaciones parecen ser

intrínsecas a los procesos de trasmisión de conocimientos y procesos de socialización,

aunque estas son diversas y pueden irse transformando con el tiempo y producto de

las relaciones interculturales e interétnicas.

Desde el punto de vista educativo, suele enfatizarse que el aprendizaje comienza por el

interés de la propia persona, lo que suele denominarse la curiosidad de quien quiere

aprender alguna actividad. De no existir esta curiosidad, este interés, difícilmente

existirá la motivación necesaria para la práctica continua, requisito indispensable para

el aprendizaje.

De todas maneras, es interesante notar que la motivación también puede inducirse en

el caso de aprendices de corta edad, muchas veces a través de estrategias como los

juegos (practicas lúdicas) y la simulación de roles. Al respecto, un estudio anterior

realizado por el CENAQ menciona que:

“Las familias consultadas consideran que las niñas, jóvenes tienen interés en el

aprendizaje de la elaboración de la textileria cuando a estas se lo enseña desde

edades tempranas, involucrándolos con actividades básicas y que se debe

89

Page 90: Informe final (v00) cepos

continuar en ese proceso cuando está fuera de clases con actividades mucho

más complejas acorde a la madurez y responsabilidad que van adquiriendo. Sin

embargo consideran que cuando no se les enseñan desde edades tempranas a

las niñas y solo realizan actividades de la escuela, entonces pierden el interés de

aprender a elaborar los textiles y por ende no lo ven importante el desarrollo de

estas experiencias, manifestando que existen otras alternativas de tener prendas

que se pueden comprar en los mercados comunales o en las ciudades. Y por

último las familias manifiestan que los hijos no tiene interés en el aprendizaje de

la textileria porque consideran que sus hijos van a ser profesionales o se van a ir

al extranjero y que no van a necesitar de estas experiencias en otros contextos

que no sea la comunidad”.82

Con esta referencia, también aparecen otros aspectos que hay que tomar en cuenta,

por ejemplo los relacionados con los contextos económicos y sociales. Es decir, los

esquemas de motivación no solamente dependen de la actitud personal o de la

influencia familiar, en un sentido estricto, sino que tienen que ver con ciertas

condiciones socioeconómicas que sirven de estímulo o no para el desarrollo de ciertas

actividades. Así, en el caso de la elaboración de los textiles en el pueblo quechua,

entran en juego elementos como el mercado y el acceso a vestimenta elaborada

industrialmente (de menor costo y fácil adquisición), o bien expectativas como la

profesionalización o la migración laboral, aspectos que resultan en variables que llegan

a mermar la motivación de las nuevas generaciones para la reproducción de prácticas

tradicionales.

Así pues, la motivación para el aprendizaje de las prácticas culturales como el tallado

en madera en el pueblo Chiquitano y la interpretación de música en el pueblo Guarayo,

tiene que ver también con la perspectiva de hacer de esta actividad una profesión, es

decir como una forma de ganarse la vida. Considerando el interés que han despertado

estas expresiones artísticas a nivel regional, nacionaly en personas de otros países que

consumen este tipo de arte, el aprendizaje del tallado y la música pueden ser una

estrategia económica para quienes se dedican y especializan en estas actividades, lo

82 CENAQ, 2011. Formas y estrategias de transmisión de saberes y conocimientos en la nación Quechua. (s/e).

90

Page 91: Informe final (v00) cepos

que funciona como una importante motivación desde el punto de vista de la educación

productiva.

Al respecto, no hay que olvidar, que en el caso particular de la música, en diversos

pueblos indígenas, los músicos suelen expresar que han aprendido motivados por sus

mentores (usualmente los abuelos, padres o hermanos mayores), quienes les

expresaban la importancia de aprender a interpretar la música “tradicional” así sea para

ganarse un plato de comida y una tutuma de chicha.

Se podría decir que la enseñanza que se da en las familias indígenas originarias tiene

un objetivo común: que las nuevas generaciones puedan aprender cosas útiles que les

sirva para poder ganarse la vida o tener una economía estable, es por esto que

muchas de las cosas que se enseña está ligada a las vocaciones productivas que se

tiene en la comunidad.

En el contexto del maripeo en el pueblo Mojeño, resalta una filosofía de vida, un “modo

de ser”, producto de una “promesa” que funciona como la principal motivación para la

constante y continua reproducción de la práctica cultural: el “macheterismo”. Se refiere

al compromiso que hacen los músicos o danzarines del conjunto de los macheteros.

Cada machetero hace su promesa de pertenecer al conjunto y bailar en las fiestas.

Este compromiso lo obliga a asistir a las fiestas y allí bailar. Los macheteros, hombres

por lo general aunque ahora también hay mujeres, deben bailar en las fiestas

comunitarias, aspecto por el cual no reciben remuneración monetaria, sólo son

invitados a ser parte de la fiesta, allí serán bien recibidos, le brindaran un lugar donde

dormir, le darán comida, mucha chicha y, también, alcohol (para resistir los días de

fiesta y el arduo ejercicio que significa bailar).

El macheterismo es la motivación para bailar machetero, es como un oficio, tienen que

ir a todas las fiestas a las que les invitan, igual que los músicos, son una especie de

viajantes permanentes, viven en el marco de la reciprocidad, ellos bailan o tocan en las

fiestas de las comunidades y las comunidades tienen que atenderlos junto a sus

familias, brindándoles un techo y alimento durante la fiesta (incluso al concluir la

misma).Luego de acompañar la entrada, la misa, el velorio y la fiesta, se tiene como

91

Page 92: Informe final (v00) cepos

aliciente el buen trato de los anfitriones de la fiesta, representado en dar un techo para

dormir, alimento durante la fiesta, brindarles los mejores platos, así como el estímulo

más importante:“maripear” en la fiesta.83

A partir de estos ejemplos, es posible comprender que el “para hacer algo” y el “para

ser alguien” funcionan conjuntamente como las motivaciones del aprendizaje, desde el

punto de vista educativo, pero también de la reproducción de los procesos de

socialización y el sentido de la vida comunitaria, desde el punto de vista sociológico.

b) Sanciones

Los esquemas de sanción suelen asociarse a las prácticas de castigo, pero las mismas

hay que pensarlas fuera de los esquemas tradicionales de la escolarización formal, sin

descartar las posibles influencias de estas en los sistemas disciplinarios propios de los

pueblos indígenas originarios. En este propósito es interesantes retomar algunos

ejemplos relacionados a los esquemas de sanción en algunos pueblos indígenas

originarios.

En el pueblo Guaraní resalta el Ndaye, se trata de una de las formas de evaluación de

las familias o entre las diferentes familias, que consiste en la murmuración o rumor de

un hecho o actividad que se hace correr en la comunidad en contra de una familia. Que

puede desencadenar un fenómeno que provoca e involucra a toda la comunidad. Este

esquema de sanción juega un rol importante como “control social” porque se desarrolla

enmarcado en los valores culturales. Un Ndaye nace a raíz del incumplimiento de los

valores o normas de la comunidad, se evalúa la vestimenta, el uso del idioma

originario, las actitudes, la originalidad conforme al “modo de ser” Guaraní.84

En el contexto del proceso de trasquilado de la oveja al ceñido del hilo en la nación

Quechua, se advierten apreciaciones de las expertas como: mana

allintaruthuqtinkuqaruthunallawantaqmakinkupiwaqtarquna (sino pueden trasquilar bien

hay que golpearles con el mismo instrumento en la mano). En esa lógica, en la mayoría

83 CEPOIM, 2013. Documento de investigación. (s/e).84 CEPOG, 2013. Documento de investigación. (s/e).

92

Page 93: Informe final (v00) cepos

de las actividades agrícola pecuarias, artesanales y festivas de los pueblos indígenas

originarios se practica esta estrategia de recurrir al mismo instrumento para infundir

sabidurías correctivas. Según las abuelas el golpear con la rueca en la mano es una

estrategia de transmisión (un secreto) para aprehender las diferentes técnicas con

mayor facilidad y agilidad.

En este caso, es interesante notar que el golpe con la rueca pasa de ser uncriterio

sancionadora una actitud de motivación. Asimismo, en el proceso del madejadosi hay

alguna complicaicon la experta da una palmada en la mano de la aprendiza

diciendo:anchatamat’iykuchkanllaqch’ullatakacharinantiyan(mucho está ajustando o

estirando tiene que soltar suave o aflojo nomás). Similar caso que el golpe con la

rueca, la palmada con la mano denota actitudes y aptitudes correctivas de apropiación

de las estrategias pertinentes en las diferentes etapas o fases. Estas acciones son

manifestaciones culturalmente significativas, de simbología espiritual que van formando

parte inherente del proceso de transmisión de saberes y conocimientos de género y

generacionales.85

En el maripeo del pueblo Mojeño, está prohibido dejar un cántaro a medio servir, eso

significa una falta de respeto. Una falta de respeto a los que brindan el cántaro, pero

también en un sentido profundo la falta de compromiso, ya que esa actitud dice que si

le delegan una actividad a alguien, esa persona seguro no la cumplirá, es decir se

asume que en la vida seguro deja las cosas a medio hacer. Si alguien haces eso ya no

te darán otro cántaro en una siguiente oportunidad porque no quiere asumir la

responsabilidad hasta el final. No importa si se es mujer u hombre o adulto o joven lo

importante es que se debe de concluir con el “acto” del servir hasta concluir con la

chicha del cántaro, caso contrario esto se ve como una falta de respeto y de

compromiso con las personas que le han valorado y le han dado el honor de “servir” a

la comunidad.

En este mismo contexto, las sanciones se dan luego de concluido la fiesta, luego de un

proceso de evaluación conjunto, a la cabeza de las autoridades, por lo general la

sanción son llamadas de atención de forma verbal y que llaman a la reflexión para que

85 CENAQ, 2013. Documento de investigación. (s/e).

93

Page 94: Informe final (v00) cepos

con eso se mejore la actitud. En caso de que esto cuente con una reincidencia dicen

los abuelos y autoridades que se hace un castigo físico bajo consenso, esto se daba

antes a una hora determinada y privada; pero ahora ya no se da esto desde que ha

aparecido la justicia occidental.86

Así también, en un estudio anterior del CEPY resalta una referencia amplia y detallada

sobre las prácticas de castigo en el pueblo Yurakaré, se trata de un testimonio que a

continuación se presenta en extenso debido al contenido sustancial que manifiesta:

“En la comunidad se da wasca a la persona que comete faltas. Cuando la falta

es bien grave toda la comunidad se reúne y delante de todas las personas el

que comete falta recibe la wasca, o puede recibir también multa. La multa es

según la falta. La primera 100 Bs, la segunda 200 Bs y la tercera ya es doble,

400 Bs…

Hay tres tipos de falta, estos son: Familiar: cuando le pega a su esposa y falta

respeto a otra mujer. Falta de respeto a otras personas es: querer pegar a otra

persona, provocar, armar líos en público. Robo. Insultos o falta de respeto a la

autoridad…

Cuando no es muy grave, el arreglo es interno, es decir, solo las personas

afectadas y corregidor arreglan, ahí también hay wasca pero ésta no es pública

si no es al interior de la comunidad. Si es hombre el que cometió la falta, la

mujer le da wasca, y si es mujer la que cometió la falta el hombre le da wasca, y

esto se arregla al interior de la familia. Cuando el problema es difícil de arreglar

entre ellos y es bien grave es planteado en una reunión comunal y se deja a que

la base decida, se hace saber a toda la comunidad y la comunidad debate y

plantea alternativas de solución. Cuando la comunidad decide wasquear a la

persona, primero se le hace recomendaciones y consejos, luego le dan su

castigo. El número de azotes es según al delito, si no es mucho 3 azotes, si es

grave 6, si es bien grave grave 12. Si pegó a su esposa en estado de ebriedad

86 CEPOIM, 2013. Documento de investigación. (s/e).

94

Page 95: Informe final (v00) cepos

lleva 3 azotes y 50 bs de multa, si ha robado ahí es 6 azotes más multa de 100,

si amenazó a matar a alguien 12 azotes más multa de 400 Bs…

Si el castigo es en público, en el cabildo, en caso de que el infractor sea varón el

azote lo da su padre, si la infractora es mujer la madre se encarga de dar el

azote. Entre tanto la comunidad reunida observa como los infractores son

sancionados con la wasca. Los niños no observan estos castigos, ellos se

enteran que se dio castigo mediante las conversaciones familiares: de los

padres, de los tíos de las hermanas, etc…

El instrumento de castigo es el arco. La persona a ser castigada agarra el arco y

se quita la ropa para ser azotado con el sipó que es una especie de cable pero

de bejuco. Si es mujer no se quita la ropa, recibe el azote sobre la ropa El sipó

es como una especie de cable, son como bejucos que cuelgan, son duros, un

solo cinturonazo le revienta a uno. El sipó se busca en el momento, se delega al

vocal para que vaya buscar o a una persona voluntaria y el azote a última hora

de la reunión. Una vez que recibe al azote la persona se retira inmediatamente…

Pero ahora es muy diferente a antes. Por ejemplo en los castigos es muy

diferente porque más antes los abuelos no castigaban solo cuando había

problema si no en la fiesta ahí reunían a todas las personas mayores y ahí se

ponían de acuerdo todas las mamaces y los papaces para wasquearlo y así sus

hijos e hijas no cometan errores posteriores. Los padres lo invitaban a la fiesta a

los niños y niñas y ahí la mamá y el papá explicaban cómo es su hijo al

encargado de los azotes, que era el abuelo. Ahí el papá decía al abuelo si su

hijo se ha comportado mal o bien. La persona encargada de dar el castigo,

siempre era el más viejito o viejita de la comunidad, a esa persona le comentaba

el padre y éste le agarraba y le daba su wasca si se ha comportado mal. Cada

mamá o papá era obligatorio que lleve a su hijo e hija. Entonces los niños

llevaban el castigo desde pequeños, desde un mes incluso, “para que sea

valiente o valiente decían los papás”. Pero esta wasca para los niños no era

torpe sino más simbólica…

95

Page 96: Informe final (v00) cepos

Los azotes para los jóvenes y señoritas eran fuertes y había dos tipos de azote

en la fiesta:Wasca agarrado en el arco o wasca pringado con ají. (Molían el ají y

lo mesclaban eso, esa es una wasca que duele y pica a la vez).Sunchado con

hueso de ave untado en ají…

El hueso usado para sunchar es de mono o de mutún, y este hueso lo guardaba

la persona que castigaba, la abuelita o abuelito. Ahora ya no hay mucho este

tipo de castigo se está perdiendo, pero se va ir recuperando…

Todos los niños llevaban wasca hasta los 14 años, y de 14 para arriba ya era

sunchado con hueso, pero eso depende si es valienta o valiente, si es valienta

no se le castiga… Es considerado valiente cuando el jóven es trabajador y va

atrabajar con su padre al chaco, a cazar a pescar… Es considerado valienta

cuando es una niña o jovencita que trabaja juntamente con la madre, sin renegar

nada y que cocina sin que la madre le ordene, que voluntariosa.” (Claudina

Parada Herbas).87

Este testimonio exhaustivo, además de la interesante descripción sobre las prácticas

propias del pueblo Yurakare con relación a los castigos, muestra que los esquemas de

sanción son parte de un universo simbólico, llámese de una cosmovisión, que implica

un ritualidad y una interacción simbólica de personajes (roles), elementos (cultura

material) y valores sociales que ordenan las relaciones, los tiempos, las jerarquías y la

espiritualidad de la comunidad.

6.2Relaciones de género

En los pueblos indígenas originarios el enfoque de género se lo percibe al menos

desde dos perspectivas: por un lado, como la imposición de un modelo de la cultura

occidental a través de políticas públicas impulsadas desde los diferentes niveles

estatales, y, por otro lado, como roles socialmente asignados, pero con la particularidad

de funcionar bajo el principio filosófico de la complementariedad.

87 CEPY, 2011. El procesado del corocho: formas y estrategias de transmisión de conocimientos en el pueblo Yurakare. (s/e).

96

Page 97: Informe final (v00) cepos

Desde la perspectiva de género comola construcción social de los roles, se pueden

citar varios ejemplos a partir de los estudios realizados:

Así, un testimonio en el pueblo Guaraní explica que: “La responsabilidad de los

hombres es sembrar maíz, kumanda, zapallo u otros para nuestra alimentación, por

ejemplo para hacer andaikaguiyi, achi, atikui, kiiyu, guitimimo y chicha. Todos estos se

hacen posible gracia a nuestro producto que es el maíz. Sin embargo, si no hubiera el

maíz no tendría sentido hablar de nuestra costumbre y mucho menos de la realización

del arete guasu. Es por eso que, años antes el hombre que quería casarse primero

tenía que tener su propio chaco y trabajador, lo contrario, los padres no le querían para

su yerno y jamás entregaba su hija”.Sobre la participación de las mujeres se menciona

que: “Nosotras las mujeres nos levantábamos a moler maíz en la madrugada para

obtener afrecho, eso duraba hasta las primeras horas de la mañana, después la tarea

de cernir era de nuestra abuela utilizando cedazo especialmente para eso. Ya que nos

permite clasificar de acuerdo a su utilidad, por ejemplo del cernido extraemos el

afrecho, en guaraní llamamos achipire o tembiso que sirve para kaguiyi y de este sale

tembisoikure en castellano se dice frangollo. Este derivado se lo remoja durante las 24

horas para volver a moler y obtener la harina (achiräiräi), que posteriormente se lo

tuesta hasta que se cuece bien para hacer el mascado, tembichuu, que se necesita

echarle por lo menos una arroba a una olla de barro que tiene el volumen de un turril y

es especialmente para que la chicha salga bien dulce”.88

De esta manera, se entiende que las apreciaciones de carácter valorativo son

diferenciadas según los roles que cumplen los varones y las mujeres al interior de la

comunidad y se establecen según las expectativas del “deber ser” social, a nivel de la

persona, la pareja y la familia.

En el caso de procesos de trasquilado de la oveja y el ceñido del hilo para tejido en la

nación Quechua, se observa que las mujeres son las que emiten apreciaciones

prácticas de enseñanza y aprendizaje fruto de la observación, la manipulación y la

experiencia en el trabajo del esquilado y la transformación de la lana en hilos como la

elaboración de prendas en tejidos. Ellas tienen bien desarrolladas la combinación de

88 CEPOG, 2013. Documento de investigación. (S/e).

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Page 98: Informe final (v00) cepos

ojo, mano, oralidad y capacidad de escucha que son elementos fundamentales en el

trasquilado, hilado y el arte en el diseño de los tejidos.En cambio, los varones, en su

mayoría, emiten criterios de apreciación por el gusto, por el impacto a la vista, la

consistencia y utilidad. No cabe duda que hay hombres muy diestros en este proceso,

sin embargo, ellos mismos priorizan al rol de las mujeres considerando que lo realizan

con más habilidad, destreza, sutilidad y delicadeza de las manos en la práctica.89

Por otra parte, en el contexto del maripeo del pueblo Mojeño, el “servicio” en pareja, la

complementariedad, es fundamental al momento del servir, ya que el cántaro lo brindan

en pareja. Por lo general se brinda el cántaro a una pareja hombre y mujer o mujer y

hombre, ya que ambos servirán hasta concluir de distribuir la chicha del cántaro, uno

servirá del cántaro a las tutumas o vasos y otra servirá los vasos o tutumas llenas a

todos los presentes hasta acabar la chicha del cántaro o del balde. Se valora que se

haga el trabajo o labor de forma conjunta, esto ayudara a concluir la tarea dada, entre

ambos se complementan en la labor de servir a los demás en la fiesta(es más fácil

hacerlo en pareja). Aunque también se puede servir la chicha del cántaro o del balde si

se está solo, entonces le ayudaran a servir los que le brindan el cántaro hasta concluir,

la persona que recibe el honor debe acabar de servir hasta concluir con la distribución

dela chicha entre todos los presentes.90

Estos y otros varios ejemplos, como los que se han descrito a lo largo del documento,

ponen en evidencia la relación entre las prácticas de valoración y evaluación con los

roles de género, en el sentido de que se valora y evalúa a las personas en función de

los roles que desarrollan, los cuales están claramente diferenciados por el tipo de

aprendizaje segúnlas prácticas culturales que se reproducen como parte de la vida

social dela comunidad.

6.3Relaciones intergeneracionales

Hablar de transmisión de conocimientos en los pueblos indígenas originarios, sin duda,

hace referencia a una relación intergeneracional. La cual funciona en distintos sentidos

89 CENAQ, 2013. Documento de investigación. (S/e).90 CEPOG, 2013. Documento de investigación. (S/e).

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Page 99: Informe final (v00) cepos

y está sujeta a cambios que pueden producir brechas entre las diferentes

generaciones. Estas tensiones representan las “condiciones sociales” que entran en

debate al momento de reproducir las prácticas de valoración y evaluación.

De hecho, para las generaciones mayores, abuelos/as, padres y madres, que han

estado acostumbrados a cumplir con sus roles cotidianos, tanto hombres como

mujeres, los cambios actuales promovidos por la dinámica social, así como el avance

científico y tecnológico y la globalización del paradigma de la modernidad (occidental),

generan desencuentros al momento organizar los valores sociales comunitarios. No es

extraño que estas generaciones considerennegativos algunos de los cambios actuales

a los que están expuestas las nuevas generaciones.Especialmente porque percibe que

estas nuevas generaciones se distancian de las prácticas agropecuarias, artesanales,

de las celebraciones rituales, en fin, de las “tradiciones” de la vida comunitaria. Estos

aspectos ponen en conflicto la actualidad de criterios valorativos asociados a actitudes

como la responsabilidad, el trabajo, el vivir bien, los roles de género y generacionales.

Es importante notar que entre los aspectos que se apuntan como factores que han

generado estos cambios abruptos en la vida comunitaria, se destaca la influencia de la

escuela. Quizás porque la institución escolar, en tanto que instrumento colonizador del

pensamiento, no respondió a la vida cotidiana de las comunidades, sino cumplió el rol

civilizatorio y modernizador. Que, entre otras cosas, promueve el abandono de la vida

comunitaria por una vida más individualista, egoísta, desarraigada de la comunidad y

alejada de los recursos simbólicos y los valores colectivos.

Fenómenos sociales, como la migración campo-ciudad o internacional, el acceso a

tecnologías de información y comunicación, plantea nuevos escenarios culturales, en

especial para las generaciones jóvenes que optan por “salir” de la comunidad para

seguir procesos educativos formales e institucionalizados,o bien buscando vender su

fuerza laboral en otros contextos sociales y culturales. En este sentido, se producen

diversos tipos de tensiones, por ejemplo, en el uso del idioma originario, en asumir

cargos comunitarios y en la reproducción de las prácticas culturales que “hacen” a la

“forma de ser” de los pueblos indígenas.

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Page 100: Informe final (v00) cepos

Estos cambios, desde el punto de vista de las relaciones interculturales, son

impulsados por la tendencia a ser aceptados por otros grupos sociales, asumiendo

nuevas prácticas culturales. Estos aspectos abren una duda sobre el lugar que

ocupanlos valores “tradicionales” en las nuevas generaciones y, en

consecuencia,cuáles son sus “decisiones” respecto a la reproducción de prácticas

culturales como la elaboración de la chicha y otras tantas que han sido estudiadas por

los CEPOs.

Es cierto que existen los desencuentros intergeneracionales, no simplemente en el

campo de las investigaciones realizadas, sino también en los diversos campos de la

vida social. Lo que es valorado por los ancianos y adultos ya no es valorado por la

juventud y la niñez. Este es el gran reto para los pueblos indígenas originarios, un

desafío que compromete sus propias concepciones y prácticas de valoración y

evaluación.

100

Page 101: Informe final (v00) cepos

7. CONCLUSIONES: HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA EVALUACIÓN

COMUNITARIA

Con todo, el lugar de la evaluación en la transmisión de los conocimientos y saberes de

los pueblos indígenas originarios, se encuentra en el sentido mismo de la educación

comunitaria. Incluso se puede decir que representa una estrategia para orientar,

reflexionar y desarrollar los procesos de enseñanza/aprendizaje. Les aporta

significados y criterios culturales que permiten ir más allá de lo estrictamente

pedagógico, y posicionar la evaluación en un campo más amplio, el de la valoración

social.

A partir del recorrido descriptivo y analítico de la serie de estudios realizados por los

Consejos Educativos de Pueblos Originarios, es posible hablar de una “evaluación

comunitaria”, siempre y cuando se entienda la evaluación en su sentido amplio, es

decir, como practica de valoración. Si el horizonte es la construcción de una pedagogía

propia, es indispensable retomar las características de lo que bien podría

conceptualizarse como “evaluación comunitaria”.

La evaluación comunitaria tiene como parámetros y referentes centrales al conjunto de

valores sociales que comparte la comunidad. Es por eso que la evaluación comunitaria

no sólo se preocupa por establecer criterios respecto al desarrollo del aprendizaje de

una actividad, sino que se proyecta sobre la consolidación de la persona como parte de

la sociedad, de ahí que está centrada en los procesos de socialización y compromete la

responsabilidad de la persona, de la familia y la colectividad. Esto quiere decir que el

sujeto de la evaluación ya no es simplemente el individuo, sino también lo es la familia

y la comunidad en su conjunto.

En el orden de lo simbólico, la transmisión de la cultura representa un proceso

pedagógico que no solamente implica el aprendizaje de habilidades y conocimientos,

sino una serie de pautas y valores sociales que ordenan la vida en comunidad y dan

sentido a las actividades y prácticas individuales y colectivas. La enseñanza y

aprendizaje de elementos culturales en los pueblos indígenas no solamente constituyen

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Page 102: Informe final (v00) cepos

un proceso de socialización de una generación a otra, sino también la transmisión de

valores y concepciones de evaluación sobre las prácticas culturales en sí mismas.

Entonces, la evaluación comunitaria tiene como referentes a los valores sociales

propios de cada pueblo indígena. Estos valores sociales no son de carácter

especulativo, por el contario se encuentran afincados en un trasfondo cultural

manifiesto en la ritualidad (ritos de iniciación, ritos de paso, tradiciones, costumbres,

fiestas y otros), en los mitos (de origen, de cambio, creencias, historias mitificadas), en

las representaciones estéticas (artes) y en otros recursos simbólicos como el idioma

originario, las anécdotas y las metáforas.

La evaluación comunitaria, necesariamente, está asociada al desarrollo de una -o

varias- prácticas culturales, en las cuales lo espiritual y lo productivo interactúan en el

marco de la complementariedad, pero según la especificidad de cada práctica pueden

tener mayor o menor connotación espiritual o productiva. Esta característica está

relacionada con la estrategia para transmitir conocimientos de forma integrada. Esto

quiere decir que en la transmisión de saberes a partir del desarrollo y reproducción de

prácticas culturales -como la producción de papa, la elaboración de chivé, el

trasquilado e hilado de oveja, el tallado en madera y la elaboración de chicha de yuca y

otras-, están inmersos conocimientos sobre ciencias naturales, matemáticas, física,

química, historia, estética y otros, pero no de forma disociada, sino integrados en la

concreción de un resultado objetivo, cuyo valor puede ser de índole material

(económico) y espiritual (simbólico).

La evaluación comunitaria consiste en un sistema complejo de estrategias, procesos y

resultados que interrelacionan distintos puntos de vista, el de los y las expertos/as, la

autopercepción del aprendiz, el de los familiares y la visión colectiva sobre una

actividad culturalmente relevante con una serie de conocimientos, actitudes,

comportamientos y prácticas que son desarrolladas por lapersona, la familia y la

comunidad.

La evaluación comunitaria resalta y hace énfasis en el “hacer para saber” y en el “saber

ser”. Es decir, en el desarrollo de los conocimientos a partir de la práctica y en el

conjunto de actitudes y comportamientos que son parte constituyente de las actividades

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Page 103: Informe final (v00) cepos

o prácticas culturales. En este sentido, resulta frecuente escuchar en diferentes

testimonios que si alguien no desarrolla bien una actividad, no es porque no sepa

realizarla, o porque no tenga los conocimientos y la habilidad necesaria, sino que esto

se debe a la flojera o a la falta de interés y motivación para “hacer”.

Las estrategias de la evaluación comunitaria son la observación continua, detallada y

reflexiva de las actitudes y habilidades de las personas en el “qué hacer” de las

prácticas culturales. La definición clara del objetivo por el cual se realiza determinada

actividad. El desarrollo de acciones de demostración práctica, individual y/o colectiva,

del proceso de aprendizaje con comentarios críticos y reflexivos sobre los avances

desarrollados. La motivación para orientar y fortalecer el proceso de formación. El

diálogo y las reflexiones con la familia y con toda la comunidad sobre los avances,

orientación y fortalecimiento del proceso de formación de personas interesadas en

aprender y desarrollar las prácticas culturales.

Los criterios de proceso y resultado, en la evaluación comunitaria, son

complementarios y toma en cuenta diversos aspectos, como los tiempos en que se

realizan las prácticas culturales, los lugares y espacios significativos, el desarrollo de

las destrezas en el manejo de los instrumentos o herramientas utilizadas, la

acumulación de experiencia, la dedicación, el esfuerzo y la incorporación de los valores

sociales.

Los lugares de enunciación de la evaluación comunitaria son la “asamblea”, entendida

como la reunión de la colectividad para la toma de decisiones. La “fiesta”, entendida

como el espacio ritual de reproducción cultural de la vida social. Y la “palabra”,

entendida como la expresión política del pensamiento local.

La evaluación comunitaria es una práctica social, cuya finalidad no se restringe

simplemente a establecer diferencias, categorías, comparaciones o jerarquías, sino

también a reforzar, reafirmar, revisar e, incluso, reinventar expresiones culturales e

identidades colectivas.

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Page 104: Informe final (v00) cepos

8. RECOMENDACIONES

La innovación y la creatividad deberían ser criterios resaltantes en la evaluación

comunitaria. Considerando que estos aspectos no son ajenos a las prácticas de los

pueblos indígenas originarios, por el contrario están presentes en las distintas

actividades estudiadas y se manifiestan de diferentes maneras: desde la adaptación

de utensilios para la elaboración del chivé en el pueblo Maropa hasta la construcción

de violines de tacuara en el pueblo Guarayo, desde la experimentación con pigmentos

naturales para el teñido del hilo de oveja en el pueblo Quechua hasta la innovación de

diseños iconográficos en el tallado en madera del pueblo Chiquitano.

La evaluación comunitaria debería considerar criterios e indicadores según los roles de

género y generacionales, según los espacios y tiempos de “hacer”, según las

habilidades de cada persona, según los propios ritmos de trabajo de los y las

aprendices. Considerar la especialidad como un desarrollo de conocimientos a partir de

la motivación y la voluntad. Tomar en cuenta los distintos puntos de vista de la

diversidad de actores sociales, cada cual desde su lugar de enunciación y desde el rol

que juegan en la comunidad.

A partir de las conclusiones, es necesario reflexionar desde los Consejos Educativos

de Pueblos Originarios sobre el lugar de la evaluación comunitaria en el sistema

escolarizado. Los riesgos y las expectativas de traducir la complejidad de la trasmisión

de conocimientos y de las prácticas de valoración en un sistema de calificaciones (en

especial desde la visión reduccionista de la libreta de notas). Debatir sobre el rol de los

profesores/as en las comunidad, en tanto que actores determinantes en la toma de

decisiones evaluativas en las escuelas. Considerar el rol de la familia y la comunidad

en los procesos educativos más allá de la escuela y la participación del Estado en los

procesos sociales relacionados con la educación, la autodeterminación y la autonomía

en las decisiones colectivas.

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Page 105: Informe final (v00) cepos

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