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sommelier 30 Experiencia viva Inkaterra Reserva Amazónica Puerto Maldonado es la capital de Madre de Dios y la puerta de entrada a uno de los entornos tropicales más extraordinarios del planeta: la Reserva Nacional Tambopata. Por Margite Torres Postigo. Fotos de Inkaterra. viajero

Inkaterra Reserva Amazónica

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Una visita de lujo y placer en la selva de Puerto Maldonado.

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Experiencia viva

InkaterraReserva AmazónicaPuerto Maldonado es la capital de Madre de Dios y la puerta de entrada a uno de los entornos tropicales más extraordinarios del planeta: la Reserva Nacional Tambopata. Por Margite Torres Postigo. Fotos de Inkaterra.

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La Reserva Nacional Tambopata encierra casi 275 mil hectáreas que albergan gran parte de la biodiversidad del Perú. Protege importantes especies en peligro de extinción, como el lobo de río, la nutria y el águila arpía. Registra varios récords mundiales en flora y fauna: 1122 especies de mariposas, 151 de libélulas y 29 de escarabajos tigre, por citar algunos. En ella, la vida estalla en cada rincón.

Como si fuera poco, adentro hay un albergue ecológico. El Inkaterra Reserva Amazónica es el único en nuestro país con 35 años de experiencia en el mercado del ecoturismo e innumerables premios sobre sí. Y vaya ejemplos: solo en 2008 National Geographic Magazine lo nombró el Most Extraordinary Canopy Walkway, Travesías lo catalogó como uno de los cinco mejores hoteles del mundo y Travel Weekly Luxury lo incluyó dentro de su ranking de mejores eco-resorts. Definitivamente, sin la tremenda calidad de servicio que Inkaterra nos ofreció, nuestra estada no hubiera sido tan grata como lo fue.

El albergue se ubica en la zona de amortiguamiento de la Reserva de Tambopata y recibe, en su mayoría, visitantes ingleses y norteamericanos que buscan acercarse a la naturaleza pero con todas las comodidades de rigor. Nada como una caminata de dos horas y que una ducha española lo espere en su habitación, ¿o no?

Inspiradas en las construcciones nativas de la Amazonía, 35 espaciosas cabañas de madera, con techo de palma y cómodas terrazas, se mimetizan con el medio ambiente. Imagínese una noche sobre su hamaca, bajo la luz de la luna, los lamparines y las velas, disfrutando de los sonidos del bosque… o despertar oyendo el rocío de la madrugada.

La cabaña donde se ubica el comedor del hotel es especial. Está construida con diferentes tipos de maderas que evocan las tradiciones de los ese’eja, una de las comunidades nativas de la zona. La carta presenta platos sencillos, elaborados con insumos locales: frutos como la cocona y la castaña, peces como la doncella y la gamitada, y vegetales como la chonta (una variedad de palmito) y la berenjena son base de ella. Muchos se cultivan en la propia chacra que posee el albergue. Ricos panes de yuca y húmedos queques de plátano nos alimentaron durante el desayuno, en tanto que jugos de carambola y maracuyá saciaron nuestra sed en más de una oportunidad.

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1.Hamacas con vista al río, el mejor lugar para ver el atardecer. 2.Niños de la comunidad machiguenga, tímidos, felices, perspicazes. 3.Los puentes colgantes (canopies) interconectan las copas de los árboles a casi 30 metros de altura. 4. Acogedoras y rústicas cabañas hicieron de nuestras noches las más confortables. 5.El comedor principal, de luces cálidas, se mimetiza perfectamente con el ambiente.6.Una de las tantas aves que alegró nuestra estada con su singular canto.

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El encanto del bosqueLa estadía en Inkaterra Reserva Amazónica incluye algunas excursiones “a la carta” que usted puede elegir según preferencias y niveles de exigencia física. Audaces guías bautizados como “hombrecitos de verde” se encargan de enseñar, diariamente, el espíritu del bosque a quien quiera conocerlo. Casi media hora selva adentro desde el albergue se llega a los puentes colgantes (canopies, en inglés), que interconectan las copas de los árboles a casi 30 metros de altura. Desde lo alto, uno es testigo de una de las más hermosas expresiones de vida: cantos de aves, aullidos de monos, algodoneros creciendo entre los árboles…

Dicen que la selva es impredecible: nunca se sabe qué nos mostrará. Esa misma noche zarpaba otra excursión, esta vez río adentro, en busca de vida animal. Grata fue la sorpresa cuando ante nuestros ojos incrédulos apareció un caimán de casi tres metros y, poco después, una familia de ronsocos, los roedores más grandes de la Amazonía.

Al amanecer partimos con rumbo hacia nuestro destino más anhelado. El lago Sandoval, de casi 3 kilómetros de largo, se enclava en medio de una de las reservas más preciadas del planeta, rodeado de aguajales. Ante él cualquier mortal compartiría la misma sensación de paz que percibimos nosotros. El sonido del bosque y el murmuro de los remos de nuestra barca es lo único que se oye, pero lo cierto es que nos acompañan caimanes, guacamayos, garzas y tortugas…

Cuando un lugar impacta demasiado en uno, las palabras no son suficientes. Un día antes de partir visitamos una familia machiguenga, comunidad colona de los bosques. Con ella compartimos, durante algunas horas, poco más que sus costumbres. Nada como la sonrisa de los niños enseñándonos a trepar árboles o la felicidad de las mujeres al pintarnos el rostro como muestra de bienvenida. Decir adiós desde la lancha nos hacer caer en la cuenta de la suerte que tienen los machiguenga: puestas de sol como la de ese día, cuando su reflejo brilla sobre el agua del río, con el bosque como telón de fondo, son un espectáculo para nosotros pero una rutina para ellos. Y allí uno se queda sin palabras.

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Por un mundo mejorInkaterra es líder en ecoturismo en el Perú desde 1975. Fue una de las primeras empresas en emitir carbono neutro mediante la investigación, la conservación y el adecuado aprovechamiento de los bosques. La Reserva Ecológica Inkaterra protege más de 17 mil hectáreas de selva y pone en marcha actividades de preservación y rescate de naturaleza y cultura que comparte con viajeros del mundo entero.

El albergue ofreceSin cargo. Telefonía satelital solo en caso de emergencias (no hay cobertura de telefonía móvil), acceso a internet, traslados aeropuerto-albergue (vía tierra y río), agua embotellada, electricidad, pantallas de protección contra mosquitos, linternas y determinadas excursiones. Con cargo extra. Transportes y servicios de guía privados, excursiones especiales y acceso al Ena Spa.

Inkaterra Reserva AmazónicaAndalucía 174, MirafloresTeléfonos: (511) 610 0400 y (511) 610 0400Telefax: (511) 422 4701www.inkaterra.comwww.reserva-amazonica.info

Guía viajeraClimaEl clima de Puerto Maldonado es tropical. Las temperaturas fluctúan entre los 25 y los 42 grados. De diciembre a marzo el río crece enormemente: es la temporada más calurosa, de lluvias. Se recomienda viajar entre junio y septiembre, durante la temporada seca. Se han registrado caídas de temperatura de hasta 8 grados debido a masas de aire frío que llegan desde el sureste del continente americano, pero no es un fenómeno común.

¿Qué llevar?Camisas de manga larga y pantalones largos para las excursiones. Gorra o sombrero, ropa impermeable, lentes de sol, ropa de baño, repelente, protector solar, medicamentos personales, binoculares, cámara fotográfica, ropa ligera y algo de ropa de abrigo. Es mejor que adquiera sus artículos personales (baterías y medicinas) antes de viajar a Puerto Maldonado, ya que acá son escasas y costosas. Puede cambiar dólares en bancos y las casas de cambio de la ciudad. Casi nadie acepta tarjetas de crédito, salvo en el albergue.