introducción a Vicente Huidobro

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Ensayo, Federico Schopf,INTRODUCCIN A VICENTEHUIDOBRO

Las actividades de Huidobro fueron mltiples. El itinerario de su

vida y su obra no es lineal: poeta radicalmente innovador, novelista,

dramaturgo, autor de guiones de cine, poltico, polemista de temer,

corresponsal de guerra en el campo de batalla. Busc un nuevo arte

-que correspondiera a su poca-, pero tambin aspir a transformar

la vida.

Ahora -a cien aos de su nacimiento: "increble que el poeta ms

joven que nos haya nacido est cumpliendo hoy los 100 aos (1)

deca otro poeta: Gonzalo Rojas- la obra de Huidobro no tiene slo

un significado histrico, lo que sera ya suficiente. Una parte

considerable de sus textos ha recobrado extrema actualidad, se ha

abierto a una nueva lectura que ilumina dimensiones acaso

decisivas de nuestro presente de crisis y anhelo de cambio.

Los Comienzos de un Poeta

Vicente Huidobro (Vicente Garca-Huidobro Fernndez, heredero

del marquesado de Casa Real) naci el 10 de enero de 1893 en

Santiago de Chile en una mansin situada en el paseo principal de

esta ciudad. Su familia estaba integrada al ambiente poltico y

financiero de la poca. Era propietaria -entre muchos otros bienes-

de la conocida Via Santa Rita, donde su abuelo materno,

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profundamente catlico, haba implementado un sistema

cooperativo de asistencia social, novedoso por esos aos. Vicente

Huidobro se educ en el exclusivo Colegio de San Ignacio,

regentado por los padres jesuitas, que luego fueron blanco de su

crtica. Desde muy temprano, su madre -que escriba con el

pseudnimo de Monna Lisa- le incentiv su inclinacin por las

letras. Ella misma mantena una tertulia literaria en sus

habitaciones del enorme palacio que "en sus distintas

dependencias, entre personas de la familia, criados y criadas,

contando a un enano o tonto domstico muy clebre, alojaba, segn

clculos prudentes, unas sesenta almas"(2). Estaba suscrita a

revistas culturales francesas que le permitieron al joven poeta

informarse detalladamente de la escena parisina y europea.

Santiago de comienzos de siglo es una ciudad de alrededor de

400.000 habitantes en que coexiste, choca, pero tambin se

complementa una modernizacin parcial, en gran parte una

modernizacin de las apariencias -edificios pblicos en el centro,

aunque tambin estaciones de ferrocarril, mansiones

representativas, vestidos a la moda, carruajes, primeros

automviles, normas sociales- con la compleja herencia de una

sociedad de usos y costumbres fuertemente arraigados en las

rancias tradiciones hispano-cristianas.

Vicente Huidobro inicia su formacin literaria en un ambiente

cultural an marcado por la presencia crepuscular del modernismo,

consolidado en Amrica Latina por Rubn Dario (1867-1916). Su

primer libro, Ecos del Alma (1911) asume convencionalmente la

potica modernista y delata fuertes influencias que incluso

retroceden hasta el romanticismo de Bcquer y el desengao

romntico de Heine. El libro est dedicado a Manuela Portales

Bello, con quien se casar en 1912.


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Los libros siguientes Canciones en la noche y La gruta del silencio

publicados apenas 2 aos despus- introducen algunos cambios:

no slo hay parodias sarcsticas de tpicos del modernismo, sino

que incorpora formas novedosas como el caligrama, que reproduce

visualmente aquello de que se habla, por ejemplo, una capilla de

aldea. Pasando y pasando libro de crticas y crnicas que la familia

horrorizada recoge y quema debido a sus fuertes ataques a los

jesuitas, salvndose escasos ejemplares- muestra ya plenamente la

incomodidad de Huidobro en relacin a los modelos poticos

heredados y tambin su incontenible rebelda contra la sociedad

establecida: Dejemos de una vez por todas lo viejo...En literatura

me gusta todo lo que es innovacin. Todo lo que es original. Odio la

rutina , el clich y lo retrico... Odio los fsiles literarios. Odio todos

los ruidos de las cadenas que atan. Odio a los que todava suean

con lo antiguo y piensan que nada puede ser superior a lo pasado...

Amo todos los ruidos de las cadenas que se rompen... Admiro a los

que perciben las relaciones ms lejanas de las cosas..." (3).

En el mismo ao (1914), en su conferencia "Non Serviam" -leda en

el Ateneo de Santiago- Huidobro avanza tericamente hasta el

borde mismo de la nueva poesa, es decir, hasta los comienzos del

vanguardismo: proclama la necesidad de una poesa que no siga

siendo imitacin de la naturaleza, imagen mimtica, sino creacin

de mundos propios, independientes del mundo real.

En 1916 Huidobro y su familia -y como la leyenda dice, con una

vaca a bordo para tener leche fresca para los nios- viajan a Europa.

Su meta es, por supuesto, Pars, capital de la vanguardia

internacional.

De paso por Buenos Aires, edita El espejo de agua (1916), plaquette

que contiene su clebre "Arte potica" y una serie de poemas que


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testimonian que ya est bastante adelantado en su camino a la

vanguardia. Como se sabe, la autenticidad de la fecha de esta

edicin ha sido puesta en duda, pero, a casi ochenta aos de la

polmica, no hay que angustiarse tanto. La segunda edicin

-posterior a sus primeros poemas vanguardistas de Pars- apareci

en Madrid, en 1918. De todos modos, es el primer vanguardista en

lengua espaola. Y uno de los primeros en cualquier idioma.

El Creacionismo

Pars el Nuevo Mundo

Huidobro encontr los caminos para articularse de manera

relativamente rpida en los grupos de avanzada de Pars. Sorprende

el desplante con que evala la situacin que encontr a su llegada:

"conoc varios crculos literarios de las ltimas tendencias, muchos

de los poetas jvenes que deseaban escapar del molde simbolista

tambin haban cado en algo peor: el futurismo. Estos jvenes

publicaban la revista SIC... colaboraban entre otros Pierre Reverdy,

Jean Cocteau y, en algunas ocasiones, Guillaume Apollinaire" (4).

Los primeros poemas plenamente vanguardistas de Huidobro

-traducidos al francs con ayuda del pintor Juan Gris- aparecieron

en Nord-Sud, revista que aspiraba a representar la tendencia

cubista en literatura y que reconoca en Apollinaire al poeta que en

ese momento haba "trazado rutas nuevas, abierto nuevos

horizontes". El mismo Apollinaire -en relacin a la pintura de

Picasso, Braque, Delaunay- haba anunciado ya en 1913 que el

cubismo no era "un arte de imitacin, sino un arte de concepcin

que puede elevarse hasta la creacin" (5). Su poema "Zone" -de

Alcools, tambin de 1913- haba introducido, a su vez, el montaje y

la representacin fragmentaria de espacios y tiempos en la poesa.


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Horizon carr apareci en 1917. Sus poemas corresponden

-aunque no del todo- a las ideas estticas que Huidobro vena

elaborando por lo menos desde 1914 y que lo condujeron a la

proposicin del creacionismo como una forma de poesa

radicalmente nueva. La creacin de un mundo potico, paralelo e

independiente del mundo real, es uno de los rasgos diferenciales del

creacionismo en sus comienzos. Ms tarde -segn Huidobro declara

en 1921 en Madrid- estas imgenes creadas representan un mundo

que debiera existir y estn compuestas por elementos que, desde un

punto de vista formal, se relacionan necesariamente y no de manera

arbitraria. El tejido escrituras -expresa tambin en 1921- hace que

"cosas paralelas en el espacio se junten en el tiempo o viceversa,

expresando, as, en su conjuncin, algo nuevo". Ese mismo ao, su

amigo, el pintor cubista Juan Gris se expresaba significativamente

en la misma direccin: "Intento hacer concreto lo que es abstracto,

procedo de lo general a lo particular, para Regar as a un hecho

real" (6) (real en el sentido de nuevo).

El sujeto de la poesa creacionista despliega sus imgenes en un

estado de "delirio potico" en que convergen la ms inusitada

imaginacin y una extrema conciencia. El poeta es activo: no se

debe entregar pasivamente a la inspiracin ni reducirse a ser mero

vehculo de exteriorizacin del inconsciente (que es la crtica que

Huidobro le hace al surrealismo). El poeta creacionista ha de

controlar su escritura y dominar las tcnicas que le permitan

realizar sus intenciones estticas. Pero la serie de obras que van

desde Horizon carr (1917) hasta Saisons choisies (1921) o incluso

ms adelante hasta Autonme rgulier y Tout coup (ambos de

1925) no se adecan totalmente a los esquemas de la doctrina

creacionista, estableciendo con ella ms bien relaciones de

identidad parcial y diferencias significativas.


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El sujeto de estos poemas no logra controlar permanentemente el

curso de su escritura: cede, por ejemplo, en Poemas rticos (1918) a

la nostalgia y recupera imgenes del lugar de origen en el Nuevo

Mundo. No slo la fuerza de estos recuerdos perfora la clausura del

mundo creado: emergen tambin experiencias, pulsiones, deseos

reprimidos, asociaciones que entran en conflicto productivo con la

voluntad esttica del sujeto, alcanzando a sustituirla en mayor o

menor medida.

Es sobre todo en Automne rgulier y Tout coup que la escritura

-embargada por el juego- se escapa por muchos meandros a las

restricciones del creacionismo y, dejndose llevar, entre otras

tcnicas, por la escritura automtica y la asociacin de palabras, se

entrega a un curso algo errtico de divertimiento enmarcado, a

menudo, por estrofas y rimas irnicamente regulares. El sujeto se

desborda o reconoce ms all de su identidad autocontrolada o bien

es la escritura misma, el medium de su expresin, el que lo

descentra, lo sustituye por un sujeto del lenguaje que lo incluye, lo

diluye, lo excede.

Vicente Huidobro llega a Madrid por segunda vez en 1918. Publica

all cuatro libros: Poemas rticos, Ecuatorial, Tour Eiffel (con

ilustraciones de Delaunay), Hallali. Contienen los primeros versos

autnticamente vanguardistas aparecidos en lengua castellana.

Entre sus novedades resalta su utilizacin expresiva de los espacios

en blanco, la ausencia de puntuacin, sus versos en mayscula, su

ruptura de la columna versal, etc. Este tipo de poema, las ideas y la

informacin que traa Huidobro produjeron un fuerte impacto en

algunos grupos de jvenes poetas. Saludaron a Huidobro como un

adelantado de las nuevas tendencias estticas que, en ese momento,

se desarrollaban en la Europa transpirenaica. La poesa y la teora

creacionista fueron uno de los fermentos desde los que se elabor


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no slo el ultrasmo, sino tambin la poesa de importantes

escritores de la generacin del 27 (entre ellos, Gerardo Diego, Juan

Larrea, Rafael Alberti, Federico Garca Lorca). Para Gerardo Diego,

la significacin de la obra de Huidobro en la poesa espaola es tan

esencial que, sin su consideracin, "un aspecto de la obra colectiva

de nuestro tiempo resultara inexplicable" (7).

En 1918 Huidobro colabora tambin en la aventura de Dada en el

mismo nmero en que Tristan Tzara declaraba que "no

reconocemos ninguna teora, estamos cansados de academias

cubistas y futuristas, laboratorios de ideas formales"-, pero en otra

publicacin dadasta: Le coeur barbe, Huidobro no deja de

advertir a "aquellos que asisten al entierro del cubismo que el atad

est vaco y que el cubismo, oculto en una esquina del siglo, mira

pasar su entierro con una pequea sonrisa intermaxilar" (8). Pero el

flujo ms suelto que adopta su verso, su aproximacin a cierta

oralidad, su ms acentuado carcter juguetn como bien seala

De Costa- deben no poco a la libertad proclamada por el dadasmo.

De hecho, el contraste entre la teora creacionista y su trabajo

potico -la fuerza de las circunstancias, sus necesidades expresivas-,

condujeron a Huidobro a una experiencia repetida de los lmites del

creacionismo ortodoxo.

En los aos en que recopila una serie de textos sobre poesa y

creacionsmo -publicados en Manifestes, (1925)- su poesa ha

traspasado con demasiada frecuencia la clausura de la autonoma

absoluta de sus representaciones y tambin la identificacin entre el

sujeto y la conciencia activa y vigilante. Su escritura amplifica el

mundo y el sujeto abrindose a una referencia, por supuesto, que va

ms all del realismo. Por esa misma fecha, el ensayista peruano

Jos Carlos Maritegui (1895-1930) constataba que, en esos

momentos, "el realismo nos alejaba de la realidad", recubra o


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reduca las dimensiones de una realidad en acelerada

transformacin. Y aada, en plena euforia revolucionaria: "slo

podemos encontrar la realidad por los caminos de la fantasa" (9).

Los primeros aos de la dcada del veinte fueron muy activos para

Huidobro. Funda Creacin, Revista internacional de arte -ms tarde

Cration: aparecen en total tres nmeros- en que colaboran

Raymond Radiguet, Gerardo Diego, Francis Picabia, Jean Cocteau,

Tristan Tzara, Ivan Goll, Juan Larrea, Paul Derme, etc., se

reproducen partituras (una de Schnberg), obras de Lipchitz,

Braque, Gris, Picasso, etc. Publica artculos en L'Esprit Nouveau

revista que quiere representar una modernidad constructiva-,

disea "poemas-ropas" con Sona Delaunay, Edgar Varse estrena

en Nueva York una pieza musical con textos suyos, toma posiciones

crticas frente a las concepciones poticas del naciente surrealismo,

en especial, frente a la escritura automtica, escribe el guin de una

pelcula "cubista" sobre Cagliostro, que realiza el director rumano

Mine Miz, da numerosos recitales, pronuncia conferencias en

Pars, Madrid, Estocolmo, Berln, procurando legitimar a nivel

internacional sus ideas estticas, publica varios libros, entre ellos,

uno sobre el imperialismo britnico (Finis Britannia,1923), finge

que agentes britnicos lo secuestran como represalia, pero la polica

descubre el fraude, perdiendo Huidobro para siempre a un amigo,

Juan Gris, y tambin algo de crdito en los crculos en que se

mueve.

Atrado y preocupado por los transtornos polticos en Chile,

Huidobro retorna temporalmente a su pas en 1925. All lo reciben

con entusiasmo los poetas que sostienen combativamente la

vanguardia, entre ellos, Pablo de Rokha, Rosamel del Valle, Pablo

Neruda; Juan Emar -narrador experimental redescubierto en

nuestros das- le hace una importante entrevista el diario La


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Nacin, donde mantiene unas pginas dedicadas al arte nuevo, en

que se difunde masivamente informacin y materiales sobre la

vanguardia en Chile y el mundo.

Con el propsito de intervenir activamente en poltica, Huidobro

funda un peridico, Accin; cuando este es cerrado por orden del

gobierno, lo sustituye por La Reforma, en que denuncia la

corrupcin de la clase poltica establecida y propone medidas de

urgencia para la salvacin del pas. El poeta llega a ser proclamado

candidato a la Presidencia de la Repblica en la Asamblea de la

Juventud Chilena, cercana al socialismo, sufre ms de una agresin

fsica, pero la campaa -que en verdad era simblica- no tiene xito.

En 1926, Huidobro es uno de los editores -junto a Jorge Luis Borges

y Alberto Hidalgo- de un importante Indice de la nueva poesa

americana, editado en Buenos Aires, y en que advierte que "el gran

peligro del poema es la poesa". Aparecen en la antologa una

muestra representativa de los poetas de avanzada: entre ellos los

argentinos Jorge Luis Borges y Ricardo E. Molinari, el colombiano

Luis Vidales, los chilenos Pablo de Rokha, Pablo Neruda, Humberto

Daz-Casanueva, los mexicanos Carlos Pellicer y Manuel Maples

Arce, los peruanos Csar Vallejo y Alberto Hidalgo, el mismo

Huidobro y el venezolano Antonio Arraiz.

Es tambin en este viaje que se enamora intensamente de "Una

mujer, acaso la ms triste, sin duda la ms bella" (10) que es, en

realidad, una joven colegiala de quince aos, hija de un conocido

hombre pblico. En un poema aparecido en La Nacin durante la

Semana Santa -y que pareca tratar de la vida, pasin y muerte de

Jesucristo- se refiere a su amada y expresa que "...lo nico que vale

en la vida es la pasin/ Vivimos para uno que otro momento de

exaltacin" (11). El escndalo alcanza tales proporciones que el


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poeta debe abandonar precipitadamente el pas, sin familia. Vuelve

a Pars, pasando por La Habana.

Enseguida, viaja a Nueva York -que an se mantiene como capital

del cine- y gana all un premio de US$ 10.000 por la novela "con

mayores posibilidades de ser adaptada al cine". La obra en cuestin

es Cagliostro (la misma que sirvi de guin a la pelcula parisina

nunca estrenada). Despliega

-adaptada a las exigencias del cine mudo- las peripecias de un mago

del siglo XVIII que, imbuido de las ideas progresistas del Siglo de

las Luces, pretende transformar positivamente a la sociedad, pero

lo pierde su ambicin y su amor hacia Lorenza, que se suicida y lo

sume en la desesperacin. En Nueva York toma contacto con

personalidades del mundo del cine, como Douglas Fairbanks,

Gloria Swanson, Charles Chaplin, Lilian Uttal.

Las conversaciones de Huidobro con uno de ellos, Douglas

Fairbanks, son uno de los motivos que lo incitan a escribir "la

verdadera historia de Mo Cid Campeador, figura histrica de la que

-segn las averiguaciones del poeta- l era un descendiente lejano.

Su "obra novela flmica" es una recreacin libre de la leyenda

cidiana, hecha sobre la base de fuentes documentales y tomando en

cuenta los efectos que la figura del Cid ha producido en el curso de

los siglos. Como el mismo Huidobro lo declar, l senta en esos

aos una enorme atraccin por los hombres de accin y aventura

que

-como el Cid o Napolen- eran capaces de decidir el curso de la

Historia.

El narrador de Mo Cid Campeador juega con los procedimientos de


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la vanguardia -el montaje de tiempos y espacios, por ejemplo-,

alcanzando, as, una intensa actualizacin y acercamiento de su

personaje pico a sus lectores modernos. Publicada en 1929 es

-junto a Cagliostro- una de sus novelas ms logradas e innovadoras.

Las propuestas narrativas de Huidobro -como las de Neruda y

Mara Luisa Bombal- abren el estrecho horizonte de la novela

chilena de esa poca y -como seala Ana Pizarro- anticipan ciertos

rasgos de "la gran renovacin narrativa del continente en los aos

sesenta" (12).

Altazor

Y la Crisis del Creacionismo

Parece haber consenso, sin embargo, en que la obra maestra de

Huidobro -la que se inscribe diferencialmente en la poesa

universal- es un largo poema que public en 1931: Altazor.

Representa, en uno de sus sentidos, la puesta a prueba ms a fondo

del creacionismo como concepcin de la poesa y como prctica

potica. Segn declaraciones hechas por Huidobro en 1919 -de paso

en Madrid con destino a Pars- habra existido una versin francesa

ya por esos aos, esto es, a fines de la Primera Guerra Mundial, en

una atmsfera de fin del mundo que permiti tanto la escritura de

La decadencia de Occidente de Spengler como el surgimiento del

dadasmo.

Un primer testimonio pblico del poema apareci en 1925 en La

Nacin de Santiago de Chile. Era el prefacio de Altazor, traducido

del francs por Juan Emar. All se declara que Altazor naci "a los

treinta y tres aos, el da de la muerte de Cristo" y que "los

verdaderos poemas son incendios. La poesa se propaga por todas

partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de


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placer y de agona" .

Altazor est compuesto de siete cantos y un prefacio. Su frgil -y

problemtica- unidad est mantenida por el hilo argumental de una

cada de desarrollo, orientacin y velocidad discontinuas. Quien cae

es Altazor, sujeto y personaje de la escritura, "animal metafsico

cargado de congojas... que se mira obrar y se re del otro frente a

frente" (13).

Angel rebelde o Icaro moderno -sin alas, pero provisto de una

innovacin tcnica: un paracadas- Altazor cae en el espacio sideral,

pero tambin en el interior sin fondo de s mismo y en el tiempo, en

la historia, que es el escenario convulso de una sucesin

intermitente de catstofres y comienzos. Altazor atraviesa

desintegrndose l mismo- espacios y edades histricas en busca

desesperada de fundamento y sentido para su vida. Dios ha muerto

es ya pura historia- y toda una metafsica y una moral se ha

desmoronado, ha perdido validez universal, no es fundamento. Su

reiterada bsqueda conduce al poeta una y otra vez a la nada de

fundamento. El curso discontinuo del poema el orden discontinuo

de sus partes, que no es necesario, que pudra ser otro- produce la

apariencia de un desarrollo del estado de nimo del poeta desde la

angustia por la existencia y la muerte es la poca de Ser y Tiempo

de Heidegger- hasta el jbilo por la propia nadificacin, desde la

depresin por la temporalidad vaca de la vida hasta la euforia

desatada por una existencia que se consume y plenifica en el puro

presente, no aspirando a fundamento trascendental alguno,

perdindolo de vista. Pero estos estados de nimo ms que

sucederse definitivamente el uno al otro, se superponen, coexisten,

se alternan o sustituyen como signos de contradicciones que

embargan al poeta.


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No obstante, en la escritura de Altazor reaparece con alguna

frecuencia, obstinada, la pregunta por el ser o fundamento dirigida

a la trascendencia y cierta nostalgia de Dios (lo que ha permitido

interpretaciones cristianas del poema).

La cada que inicialmente parece vertical, se hace mltiple, acontece

en varias dimensiones del espacio y del tiempo, es simultneamente

centrfuga y centrpeta, descentra al sujeto, desintegra su identidad,

lo instala en el espacio sideral y no slo la tierra como punto de

referencia y lugar para construir la habitacin del hombre.

La escritura es paralelamente y no slo de manera derivada o

ancilar- una exploracin radical de las capacidades cognoscitivas o

poticamente cognoscitivas del lenguaje, una experimentacin

persistente y a fondo de sus recursos, que lo precipitan en su

destruccin. Altazor es como lo indic Guillermo Sucre- un poema

que representa y comunica paradjicamente el fracaso de la poesa :

"Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser. Un

poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podr ser" (14).

Tambin en 1931 apareci Temblor de cielo, poema extenso en

prosa que escenifica una intensa relacin amorosa en una

atmsfera de catstrofe inminente, en la cual se anuncia la muerte

de Dios y se reafirma la experiencia ertica como una consumacin.

Un ao despus publica en Pars su obra de teatro Gilles de Raiz, en

que el poeta exalta la figura fascinante de Gilles de Raiz, mariscal de

Francia en la poca de Juana de Arco. La pieza es una indagacin en

el desenfreno sexual, destructivo y autodestructivo, a que se entrega

el personaje central, al parecer, por haber perdido a la nica mujer

que haba amado, Gila. Esta obra -parece que escrita mucho antes-

haba suscitado tanto el entusiasmo de Edgar Varse, que ste le


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escribi (en 1927) al actor John Barrymore, exhortndole a

interpretar el papel principal, no sin advertirle que haba pedido al

propio Huidobro que no presentase el manuscrito a ningn

productor antes de recibir la respuesta de Barrymore.

Poesa, compromiso poltico, ltimos poemas

"Total" -un manifiesto algo desatendido hasta hace poco, pero de

fundamental importancia para comprender el desarrollo de la obra

de Huidobro- proclama una decidida voluntad de cambio del poeta

en su comprensin del trabajo literario. Fue publicado en francs en

1932 -en Vertigral, revista del orfismo-; luego, en 1933 en La Nacin

de Buenos Aires, pero tambin en el primer nmero de Total

(1936), revista fundada por Huidobro en Chile como "contribucin

a una nueva cultura".

"Total" impugna violentamente las representaciones fragmentarias

del hombre. Critica a los poetas, sus "pequeas voces sutiles", sus

preocupaciones por su "yo mezquino", su tendencia alienada a

comprender la realidad en trminos de antagonismos insuperables.

Huidobro proclama ahora "el canto del ser realizando su gran

sueo, el canto de la nueva conciencia, el canto total del hombre

total". El manifiesto finaliza pidiendo "un ancho espritu sinttico,

un hombre total, que refleje toda nuestra poca, como esos grandes

poetas que fueron la garganta de su siglo" (15). La decisin de hacer

literatura de esta especie -que pretende una visin totalizante del

hombre y la sociedad, que establece una relacin entre literatura y

cambio social- est notoriamente vinculada al fuerte compromiso

poltico que asumi Huidobro a partir de su vuelta a Chile en 1933,

poca en que -segn Ren de Costa- habra comenzado a militar en

el Partido Comunista. Pero en esta " gran sntesis " -como advierte

David Bary- la voluntad de cambio, de representacin social no


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puede perder de vista la angustia metafsica y el anhelo de

comunicacin amorosa. No es simplemente realismo socialista

-reduccin, falsificacin- en cualquiera de sus variantes.

La inestable situacin poltica del pas -en que se sucedan los

cuartelazos- y la crisis generalizada en el mbito internacional,

motivaron numerosos textos de Huidobro entre ellos, La prxima (1

934), novela que vaticinaba una nueva guerra mundial, y En la luna,

guignol o comedia en que se ejercitaba una acerba crtica a polticos

y militares que manipulaban las democracias aparentes de Amrica

Latina.

Su compromiso con este nuevo proyecto literario no le impidi, sin

embargo, patrocinar la publicacin de la mejor muestra de poesa

vanguardista del momento: la Antologa de la poesa chilena nueva

(1935), editada por Eduardo Anguita y Volodia Teitelboim, en la

que el mayor espacio dedicado a Huidobro incentiv todava ms la

lucha que mantenan Huidobro, Pablo de Rokha y Pablo Neruda

por el predominio en el campo de la poesa de avanzada en Chile.

Sntoma del anacronismo y resistencia de la crtica

institucionalizada de esos aos, fue la nota sarcstica que dedic a

esta antologa el crtico periodstico ms prestigiado de esos das:

Alone, que insista en medir la poesa nueva, rupturista y existente

ya desde la Primera Guerra Mundial, con los parmetros de la

poesa anterior, modernista y postmodernista, justamente aquella

que, para los poetas de la Antologa, no expresaba ya la nueva

sensibilidad ni las transformaciones de toda ndole de la vida

moderna. Los efectos de la Antologa sobre los poetas ms jvenes

fueron en cambio, completamente diversos. Uno de los grupos de

entonces, La Mandrgora Constituida por Braulio Arenas, Enrique

Gmez-Correa, Tefilo Cid, a veces, Gonzalo Rojas- reconoci en


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Huidobro -combatiente del perodo heroico de las vanguardias- un

adelantado de sus propios proyectos, uno de los fundadores de la

nueva esttica y prctica de la poesa como forma de vida. La

inclinacin surrealista del grupo no afect mayormente a Huidobro,

que recibi de ellos -fuera de una cotidiana forma de adhesin- al

cumplirse veinte aos de la aparicin de Ecuatorial y Poemas

rticos, un significativo homenaje.

La insurreccin de Francisco Franco galvaniz an ms el trabajo

poltico de Huidobro. Funda asociaciones de intelectuales en apoyo

de la Repblica Espaola, escribe artculos y poemas, pronuncia

discursos encendidos. En 1936 viaja a Espaa y participa

activamente en el conflicto. Visita el frente de batalla y quiere

alistarse como voluntario, pero el General Lister decide que puede

hacer ms con su palabra por la libertad de Espaa. Asiste en 1937

al Congreso de Intelectuales Antifascistas que se celebra en

Valencia que rene a intelectuales de Europa y Amrica.

La pugna entre Huidobro y Neruda no tena lugar slo en la escena

literaria y se haba extendido hasta Espaa. En la dcada del 30

ocuparon posiciones distintas en el amplio, complejo y cambiante

espectro de la izquierda. La insignia de la hoz y el martillo aparece

en la solapa de Huidobro en algunas fotografas de esos aos.

Neruda se mantena an como un intelectual antifascista, sin

partido. En Valencia se reaviv el conflicto y desde Pars la

Association International des Ecrivains pour la Defense de la

Culture les envi a ambos una carta invitndolos a dejar de lado

diferendos personales en beneficio de la causa comn. "El triunfo

moral y material sobre el fascismo". Firmaban la carta, entre otros,

Tristan Tzara, Csar Vallejo, Alejo Carpentier, Juan Larrea.

A su vuelta a Chile continu su campaa por la Repblica Espaola


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y contra el fascismo, pero se va distanciando del Partido, debido al

pacto germano-sovitico y al asesinato de Trotzki. Como recuerda

su hijo Vladimir, desde haca tiempo consideraba que Stalin se

haba apartado de la lnea leninista de la Revolucin Rusa. Despus

de la Segunda Guerra Mundial, Huidobro aclara sus posiciones en

"Porqu no soy comunista" (1 947) (16).

En 1941, el poeta publica dos libros simultneamente: Ver y palpar

y El ciudadano del olvido, que renen poemas escritos desde 1923.

Ver y palpar delata que el creacionismo no ha sido abandonado del

todo en la prctica potica de Huidobro. El poeta ya no afirma la

independencia de las imgenes respecto a la experiencia o la

identidad absoluta entre sujeto y conciencia; el sujeto potico queda

ms suelto, oscila, juega entre diversas posiciones, el sujeto de la

escritura recurre a la imagen creada, a las "situaciones creadas"

para representar experiencias en que la libertad abre el espacio del

juego, la asuncin ldica de la vida y la muerte. El "non sense"

(Lewis Carroll), la reiteracin obsesiva de formas paralelas, la

sucesin de palabras semejantes en el sonido o el significado, la

circularidad de los poemas, van abriendo perspectivas o brechas en

las representaciones heredadas del mundo y el hombre.

El ciudadano del olvido es -junto a Poemas rticos, Ecuatorial y

Altazor- uno de los libros de poesa fundamentales de Huidobro.

Livianamente hermtico, predomina en sus poemas una mirada

retrospectiva que -desde la experiencia acumulada de una vida

intensa- nos entrega una visin conmovida de la existencia, ms all

de sus ilusiones, no desesperada y no totalmente exenta de

expectativas. "Preludio de la esperanza" -que inicia el libro- repite

formas expresivas que canalizan la reiterada indagacin del poeta

en los lmites de la experiencia humana. "Irreparable, nada es


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irreparable" se transforma en signo de esta asuncin de la vida, en

que el retorno de lo irrepetible hace encontrar, en su

reconocimiento, una apoyatura, el camino de un probable sentido,

la conciliacin momentnea entre angustia y serenidad, la

(des)dicha de la existencia. La relacin entre "Sino y Signo" -ttulo

del ltimo poema del cojunto- construye el espacio de juego en que

se acoplan parcialmente soledad y contacto, palabra y silencio, el yo

y el prjimo, esperanza y desaliento, amada y amante, alegra y

amargura.

Por esos aos, la relacin con Ximena se est resquebrajando.

Algunos poemas podran leerse como testimonio de la crisis:

"Comprendido habra sido muy otro. Pero no pudo ser, acaso no

debi ser" (17).

En 1944 -deseoso de participar en la Segunda Guerra Mundial

-Huidobro parte a Europa como corresponsal de guerra. Es

autorizado a llevar uniforme norteamericano. Trabaja para las

emisiones de la Voz de Amrica. Segn recuerda Juan Larrea, fue

"herido en la cabeza, como Apollinaire. Entr con las tropas

libertadoras en Berln, trayendo como botn de guerra un telfono

personal de Hitler. Regres a Santiago en 1945 unido a su tercera

esposa, una chilena esplndida (Raquel Seoret) que descubri en

la Embajada de su pas en Londres" (18).

A finales de 1947, de vuelta a su casa de Cartagena, en la costa del

Pacfico, donde pensaba celebrar el Ao Nuevo, el poeta sufre un

derrame cerebral. Muere el 2 de enero de 1948 -poco antes de

cumplir los 55 aos- y, luego de permanecer en una tumba

provisional, es enterrado en las alturas de una colina frente al mar.

Poco antes -el 24 de septiembre de 1947- haba escrito a Juan


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Larrea: "Seguramente vendr otra clase de poesa, si es que el

hombre necesita de ella. Nosotros somos los ltimos representantes

irresignados de un sublime cadver... Queremos resucitar el

cadver sublime en vez de engendrar un nuevo ser que venga a

ocupar su sitio. Todo lo que hacemos es ponerle cascabeles al

cadver, amarrarle cintitas de colores, proyectarle diferentes luces,

a ver si da apariencias de vida y hace ruidos. Todo es vano. El nuevo

ser nacer, aparecer la nueva poesa, soplar en un gran huracn y

entonces se vera cun muerto estaba el muerto. El mundo abrir los

ojos y los hombres nacern por segunda vez o por tercera o cuarta.

Esta carta ya se pone aburrida. Disclpame, la cortamos antes que

parezca discurso (19).

Poco despus de su muerte, su hija Manuela edit Ultimos poemas,

que recoge parte de los numerosos inditos y textos dispersos que

dej Huidobro, luego de su inesperada muerte. Contiene, entre

otros, dos poemas decisivos: "El paso del retorno" y su clebre

"Monumento al mar".

Desde el impacto que tuvieron los primeros libros vanguardistas del

poeta, en 1918, hasta hoy, su poesa no ha dejado de ejercer una

influencia, a menudo indirecta, pero no menos efectiva. Su obra es

el comienzo y parte importante de la base de todo un perodo de la

poesa en lengua espaola en nuestra poca. Su imaginacin area,

que instala al hombre en el espacio celeste y su legitimacin del

juego en el mbito del arte son contribuciones decisivas de

Huidobro para la poesa actual. Su representacin -o expresin- de

la fragmentariedad de la experiencia, su indagacin en una

subjetividad que se fuga de s misma en tanto que se busca, su

amplificacin de la habitacin humana al hiperespacio, su

relativizac6n de la realidad, su experiencia de la transformacin y

transformacin de la experiencia en un mundo intervenido por la


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tcnica, son algunas de las dimensiones de su obra que actualizan

fascinantemente su lectura. Como dice Nicanor Parra, ahora ms

que nunca

El poeta se hace vidente

vicente

vigente(20)

Notas


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Documents

introducción a Vicente Huidobro