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GESTIÓN CULTURAL, AUTO PERCEPCIÓN CIUDADANA Y REPRESENTACIÓN DE LO POLÍTICO EN AGRUPACIONES JUVENILES. MUNICIPIOS DE ECATEPEC, NAUCALPAN Y NEZAHUALCOYOTL DEL ESTADO DE MÉXICO (INFORME FINAL) AUTORES: CARLOS DURÁN MIGLIARDI VÍCTOR MUÑOZ TAMAYO ASISTENTES DE INVESTIGACIÓN: LIDIA CASTILLO REYES SANDRA DOMINGUEZ UGALDE GABRIEL ANDRÉS BERRIOS PINO

Investigación: qué opinan las y los jóvenes mexiquenses sobre participación y democracia

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Gestión Cultural, Autopercepción Ciudadana y representación de lo Político en Agrupaciones Juveniles. Municipios de Ecatepec, Naucalpan y Nezahualcoyotl del Estado de México.

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1GESTIÓN CULTURAL, AUTO PERCEPCIÓN CIUDADANA Y

REPRESENTACIÓN DE LO POLÍTICO EN AGRUPACIONES JUVENILES. MUNICIPIOS DE ECATEPEC, NAUCALPAN Y NEZAHUALCOYOTL DEL

ESTADO DE MÉXICO

(INFORME FINAL)

AUTORES:

CARLOS DURÁN MIGLIARDI

VÍCTOR MUÑOZ TAMAYO

ASISTENTES DE INVESTIGACIÓN:

LIDIA CASTILLO REYES

SANDRA DOMINGUEZ UGALDE

GABRIEL ANDRÉS BERRIOS PINO

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1.- INTRODUCCION

1. 1.- Presentación. Para escuchar en vez de hacer callar.

1. 2 - Política y juventud. Una mirada desde la cultura.

1. 3.- Capital social comunitario, acción cultural y política.

1. 4.- Juventud popular y política en el México contemporáneo.

1.5.- Hacia una visión integral de la participación política y ciudadana de los jóvenes.

Atendiendo a la esperanza social en un mundo complejo.

1.6.- Hipótesis.

1.7.- Metodología.

2.- Caracterización de los jóvenes y sus agrupaciones.

3.- “Nosotros”, “los otros” y “nuestro arte”. Mundo interno y motivaciones de las

organizaciones.

4.- Política y Ciudadanía. Análisis cuantitativo acerca de posicionamientos,

percepciones y auto percepciones sobre política y ciudadanía.

5.- Política y Ciudadanía. Análisis cualitativo acerca de posicionamientos, percepciones

y auto percepciones sobre política y ciudadanía.

5.1- Ciudadanías.

5.1.1.- Ciudadanía activa.

5.1.2.- Ciudadanía Pasiva.

5.1.3.- Ciudadanía como cualidad negada sistémicamente.

5.1.4.- Ciudadanía rechazada subjetivamente.

5.2.- La política.

5.2.1.- La política rechazada.

5.2.2.- La política pasiva – ajena.

INDICE

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5.2.3.- La política como polisemia.

5.2.4.- La política como mutua instrumentalidad.

5.3.- La Derecha, el Centro y la Izquierda.

5.4.- La Democracia y el voto.

6.- El futuro, nosotros y todos. La auto percepción ciudadana, la política y la

esperanza social.

6.1.- El futuro social como un sueño.

6.2.- El futuro social ajeno y fatalista.

6.3.- El futuro social como espera pasiva: Que “ellos” cambien.

6.4.- El futuro social desde afuera o alterno. Entre la resistencia y la desconexión.

6.5.- El futuro social activo - participativo.

7.- A modo de Conclusiones. Hacia un enfoque dialogante en la motivación de la

participación política y ciudadana de los jóvenes.

7.1.- Sobre los resultados de la investigación. Política, ciudadanía y gestión cultural

como representaciones y auto representaciones.

7.2.- Sugerencias respecto al tratamiento institucional del incentivo de la participación

ciudadana y política. Ciudadanía, política, capital social y cultura.

BIBLIOGRAFÍA.

ANEXO 1. INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN.

ANEXO 2. FRECUENCIAS DESCRIPTIVAS.

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1.- Introducción

1. 1.- Presentación.Para escuchar en vez de hacer callar

“Si no votas cállate”Eslogan de la campaña por el voto juvenil, elecciones federales del 2006

El presente estudio buscó conocer las representaciones que los jóvenes en situación de pobreza

y partícipes de organizaciones artísticas culturales desarrollan respecto a su propio protagonismo como

constructores de sociedad, es decir, atender a lo que aquí denominamos: “auto percepción ciudadana”.

Al mismo tiempo, se ahonda en las representaciones de lo político (o la política) intentando captar las

diversas formas en que ésta se caracteriza, valora y define; ¿qué actores se reconocen en ella y de qué

forma los jóvenes asocian o no asocian su propio accionar respecto a ésta?. Tal análisis se desarrolló a

partir de entrevistas en profundidad y cuestionarios aplicados a un total de 15 organizaciones juveniles

de sectores populares urbanos de los municipios de Ecatepec de Morelos, Nezahualcoyotl y Naucalpan

de Juárez, del Estado de México.

El objetivo fue captar las formas mediante las cuales las agrupaciones juveniles tratadas

relacionan su accionar particular, en el campo de la gestión cultural comunitaria, con la construcción

“política” de lo público. Con esta perspectiva, no limitamos la participación ciudadana y política a lo

electoral y a la percepción de los partidos políticos e instituciones de gobierno, aunque sí consideraremos

estos aspectos como variables importantes que, a nuestro entender, se refieren a formas posibles, pero

no únicas, de participación social y política. En esta dirección, la idea fue revisar los sentidos asociados

a ciudadanía, política y acción artístico / cultural presentes en los discursos de los jóvenes, tanto aquellos

que son mencionados explícitamente como tales (es decir como “política”, “ciudadanía”, “acción artístico

cultural”), como los sentidos de participación y construcción social que no se reconocen desde los

discursos juveniles en esos términos, pero que, desde la perspectiva analítica que desarrollamos en

esta investigación, podemos asociar a tales categorías. Esto último es importante si asumimos, como

argumentaremos más adelante, que hay palabras que contienen cargas positivas o negativas de acuerdo

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a aquello con que se asocien, pero ello no nos puede llevar a deducir el conjunto de sentidos que estas

palabras pueden implicar. Es el caso de la palabra “política”, pues el rechazo a ésta (que de hecho se

da en niveles notables y recurrentes) no es indicador absoluto de apoliticismo, sino de rechazo a un tipo

de definición y representación de lo político que opera como imagen negativa predominante. La idea es

ahondar en la política, en las múltiples percepciones y definiciones que un mismo sujeto puede tener de

ella, e incluso en lo que hay de política y de politicidad en muchos discursos que explícitamente rechazan

lo que asocian a tal término.

Este estudio pretende, por tanto, más que copiar, es reconstruir la forma en que los sujetos

a investigar sienten que su accionar específico en el ámbito comunitario contribuye o se orienta

a determinados horizontes en la sociedad mexicana. Es decir, se aborda el problema de lo político

y la percepción de la política en el sentido subjetivo del cómo estos actores, desde la valoración de

sus gestiones e identidades locales, se sienten y auto representan hoy como sujetos, ciudadanos y

constructores de una sociedad que va más allá de los espacios específicos en donde participan, llamen

a ello o no “política” o “ciudadanía” (aún cuando es importante la utilización y definiciones que se tengan

de tales términos, es decir ¿cómo se llenan de contenido estos conceptos que lejos de ser absolutos y

universales son multidimensionales?).

El interés específico por las iniciativas culturales y artísticas de participación comunitaria se

debe no sólo a la notable importancia que este tipo de asociaciones tiene al interior de la diversidad

de agrupaciones juveniles populares en México, sino también a que creemos que la gestión cultural

y la expresión artística contienen un cúmulo de sentidos que trascienden las individualidades y

unen a los jóvenes tanto con sus espacios sociales más cercanos como con expectativas, sueños y

esperanzas asociados a un “nosotros” mayor, un “nosotros mexicanos”, “nosotros sociedad”, “nosotros

país” y “nosotros mundo”. De esos “nosotros” trata justamente este estudio, ¿de cómo desde el arte

y la cultura se aúnan identidades, se reúnen sujetos y se generan códigos? ¿de cómo desde el arte

vivido socialmente se reproducen memorias y proyectos, se expresan esperanzas y desesperanzas;

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satisfacción y descontento; amor y rabia?. En definitiva, la pregunta central de este estudio es: ¿cómo

las organizaciones juveniles estudiadas desarrollan desde el arte y la cultura una acción que expresa y

comparte lo que se piensa y se percibe respecto al vivir juntos en sociedad, el construir a diario aquel

vivir juntos que, creemos, subyace en la política?

Con estas perspectivas, la presente investigación busca impactar en pro del desarrollo de

una ciudadanía más plena en donde la riqueza del capital social comunitario se conecte con niveles

más amplios y generales de participación y proposición de índole político social. El objetivo último es

aportar a un proceso profundo de democratización que implique una futura auto percepción ciudadana

más plena por parte de los jóvenes populares urbanos. Se busca aportar con conocimiento empírico

que ayude a revertir el déficit ciudadano presente en los sectores a investigar, aquella ausencia de

un contacto fluido y constructivo entre instituciones administrativas y organizaciones comunitarias, un

descrédito de la política que repercute en desesperanza social y sentimientos de enajenación respecto

al devenir colectivo del país. La finalidad última de todo esto es desarrollar un conocimiento, análisis y

tipificación de la auto percepción ciudadana y política de los propios jóvenes, los que permitan corregir

la forma en que los mecanismos de integración democrática están operando. Creemos que, justamente

revirtiendo el menoscabo de la democracia efectiva y apostando a la reducción del abismo existente entre

la participación comunitaria entre pares y los mecanismos integradores de construcción de sociedad en

niveles más generales, es que se posibilitaría una sociedad más participativa, democrática y plural; es

decir, una coexistencia de formas de asumir y actuar políticamente, en donde la retroalimentación y

comunicación primen por sobre las exclusiones. Porque creemos que no basta con decirle a los jóvenes

“si no votas cállate”, forma violenta y autoritaria de pretender acercarlos a una política que no puede

reducirse al hecho de votar. Porque creemos que es necesario escuchar a los jóvenes antes de hacerlos

callar, esperamos en definitiva que este texto aporte a una política que deje de ser labor ajena y se

establezca como dimensión abierta a ciudadanos críticos y empoderados.

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1. 2 - Política y juventud. Una mirada desde la cultura.

La juventud, al igual que la niñez, la adultez y la tercera edad, constituyen categorizaciones de

referencias biológicas y sociales. Indican, de esta forma, tanto la relación entre el cuerpo y el paso de

los años, como los roles que la sociedad asigna a cada sujeto según su condición etária. Para el caso

de los límites entre el ser joven y el ser adulto, la influencia de los factores sociales supera la de los

biológicos, pues la duración, el carácter, los atributos y hasta la existencia misma de un período juvenil

dependen de su configuración en sociedad. En realidad, la juventud, tal como la conocemos hoy, es un

fenómeno moderno, no obstante en distintas épocas y sociedades se haya distinguido una edad social

que se encontraría entre una niñez y una adultez también definidas socialmente.

Por su parte, la política surge como concepto en la Grecia clásica y se refiere a la vida pública

de la Ciudad-Estado (polis). Ello no quiere decir que antes o en otras sociedades no hubiese existido

lo que solemos entender por política, pues las sociedades siempre han organizado de diversas formas

su vida pública y han creado normas y dinámicas de poder y decisión. ¿Eso quiere decir que siempre

ha habido política? Eso es discutible, pues la política es un concepto en constante construcción y el

cómo la definamos se asocia al cómo entendemos y/o deseamos la sociedad. En este sentido, algunos

sostienen que la política es esencial a lo humano y es inagotable en sus formas (el hombre como un

animal político), mientras otros ponen límites a lo que entienden por el campo de lo político y la política

(suponer, por ejemplo que la guerra o las tiranías se sitúan fuera de lo político).

Sin duda, pretender establecer conceptos únicos, indiscutibles y universales sobre juventud y

política sería una tarea no sólo complicada sino que además absurda, pues estos dos términos dan

cuenta tanto de lecturas de realidad como de proyectos de construcción respecto de tales realidades.

¿Cómo establecer, entonces, conceptos únicos y objetivos sobre juventud y política cuando justamente

éstos se construyen sobre la diversidad subjetiva de una humanidad plural y en histórica mutación?

¿Cómo pretender encerrar un concepto en una definición cuando su carácter abierto y en pugna es lo

que lo constituye?

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No es extraño que clásicos de las ciencias sociales abordaran la “definición” de tales conceptos

con ciertas dosis de ironía. Ironía cómo la de Bourdieu cuando planteó que la juventud “no es más que

una palabra”; una palabra que crea sociedad: separa y establece fronteras, delimita y materializa el

acceso de la diversidad de las nuevas generaciones a los ordenes sociales y que, por tanto, contiene

en su definición la producción de nuestras vidas colectivas. Una palabra en disputa, una palabra en

mutación, una palabra mediante la que se ejerce poder:

“...en la división lógica entre jóvenes y viejos está la cuestión del poder, de la división

(en el sentido de repartición) de los poderes. Las clasificaciones por edad (y también

por sexo, o, claro, por clase) vienen a ser siempre una forma de imponer límites, de

producir un orden en el cual cada quien debe mantenerse, donde cada quien debe

ocupar su lugar.” 1

Una jugarreta similar es la que nos presenta Arendt en su ensayo “Qué es la política”, pues su

tema, más que “la definición de la política” (decirnos qué es), es un acercamiento a la construcción

humana de conceptos y sentidos que han acompañado la política desde su origen semántico en la polis

griega, cuando ésta era considerada un ejercicio desde la libertad, un logro de la humanidad ( o de los

griegos) más que un atributo esencial, una actividad cuyo piso necesario era la libertad para ejercerla en

una relación entre iguales. Pero Arendt se hace cargo de los cambios desde esta política clásica hasta

aquella de su propia contemporaneidad: la política de la cual se teme su potencial destructor, la política

que puede dar lugar a totalitarismos, la política que pareciera estar escindida de la acción humana en

tanto labor de especialistas que serían “los políticos”. La filosofa alemana analiza de este modo los

cambios en un concepto que, en su configuración moderna, deriva en la separación de la acción de los

hombres y lo político (dimensiones unidas en la experiencia griega), cambios que hacen de la política un

término en disputa y en construcción constante:

1 Ver Bourdieu, Pierre. “La juventud no es más que una palabra”. En, Sociología y Cultura. Grijalbo/CNCA, 1990 México D.F. Pág. 164.

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“Tan antiguas como la pregunta por el sentido de la política son las respuestas que

justifican la política, y casi todas las determinaciones o definiciones de lo político que

hallamos en nuestra tradición son, por su auténtico contenido, justificaciones. Hablando

en general, todas estas justificaciones y definiciones vienen a designar la política

como un medio para un fin más elevado, fin último, por cierto, cuya determinación ha

sido muy diversa a través de los siglos.” 2

Preguntándose por las posibilidades de otorgar sentidos a la política desde su propia

contemporaneidad, Arendt toma posición en cuanto a entender la política como el debate y la acción

de seres humanos que se reúnen en el ágora social para construir sus propias historias, un ejercicio

humano que surge del “entre los hombres” libres e iguales, en donde la libertad no es el objetivo sino el

piso necesario desde donde ésta se ejerce. De este modo, el “qué es la política” de Arendt constituye

una posición política en si misma.

Asumiendo estos aspectos subjetivos, históricos y, valga la redundancia, políticos, de los

conceptos de juventud y política, es que las definiciones que acá se utilizan serán asumidas en su

parcialidad y reconociendo su carácter de instrumentos de lectura y acción social. Atendiendo a esto,

en el análisis que sigue se entenderán y asumirán “las juventudes” como realidades y conceptos en que

se mezclan elementos simbólicos y materiales; tan estéticos como económicos, tan culturales como

políticos e institucionales que, al decir de los sociólogos argentinos Margulis y Urresti, denotan “Función”

y “Signo” como dualidad “analíticamente distinguible pero inseparable” 3. Se entenderá y asumirá la

Juventud, más que como unidad objetiva, como una diversidad de juventudes cruzadas por múltiples

diferenciaciones que operan en las sociedades, una diversidad que está íntimamente asociada al modo

2 Ver Arendt, Hanna. ¿Qué es la política? Ediciones Paidós, 1997. Barcelona. Pág. 67.3 En este sentido, Margulis y Urresti plantean que “la juventud es mucho más que una palabra” pues ésta desborda el “signo”, sus definiciones son históricas, surgen de tensiones concretas y son instrumentos políticos de construcción. Margulis Mario y Marcelo Urresti. “La juventud es más que una palabra.” En, Marcelo Urresti (compilador). La juventud es más que una palabra. Ensayos sobre cultura y juventud. Editorial Biblos, 1996. Buenos Aires. Pág. 21.

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de nombrarlas, es decir, a la construcción social e ideológica de tales juventudes.

A la vez, entenderemos los periodos juveniles como diversidades que tienen como característica

común una intensa construcción de proyectos existenciales y búsqueda identitaria por parte de las

nuevas generaciones. Los intentos de materializar estos proyectos son caracterizados por una serie

de tensiones entre las ofertas de inserciones sistémicas, las metas y sueños construidos a nivel de los

sujetos y una situación socioeconómica que condiciona las posibilidades de tales proyectos.

Las tensiones varían en los tipos de inserciones que se ofrecen sistémicamente, las mayores o

menores trabas socioeconómicas a los futuros proyectados, el carácter de las incertezas que se viven en

el período y los modos de sobrellevar estas últimas. Mediando deseos, condicionantes e imposiciones,

los jóvenes han construido sus vidas en luchas que no tienen el mismo dramatismo para la totalidad de

sujetos que viven el período. Pero es la centralidad que adquiere esta lucha por el futuro existencial, ante

un orden social donde aún no tienen un lugar definido, aquello que definiría a la generalidad de juventudes,

constituyéndose en una constante para diversas épocas y condiciones sociales. La heterogeneidad de

las juventudes se caracteriza por la variedad de formas en que esta lucha se presenta, su tiempo de

extensión es valorado como beneficioso o perjudicial según lo que ello implique para las condiciones en

que se desarrollan las inserciones socioeconómicas. Igualmente, las incertezas juveniles son asumidas

de diferentes formas: la búsqueda de la pronta inserción, el hacer de la “espera juvenil” un período de

preparación para que ésta se efectúe de forma deseada, o el inventar inserciones socioeconómicas al

margen de las sistémicamente establecidas, son algunas de la gran variedad de posibilidades puestas

en práctica por las juventudes.

En cuanto a la política, ésta se entenderá en este texto como la “conflictiva e inacabada lucha

por la construcción del orden deseado” 4, es decir, como un equilibrio siempre precario entre orden

4 Ver Lechner, Norbert. Los patios interiores de la democracia. Subjetividad y política. Fondo de Cultura Económica, 1990. Santiago de Chile

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y subversión, acuerdo y disenso; despliegue conflictivo no divorciado de lo expresivo, del arte, de

los afectos, de todo lo constitutivo de la cultura humana. Se abordará la política como disputa por

materializar proyectos entre sujetos que no desean destruirse entre sí (como en la lógica de la guerra),

y la democracia como el orden problemático (es decir, que siempre se interroga sobre sí y por tanto

no es un acabado inmutable) que otorga las posibilidades y límites de tal disputa, un orden en donde

un consenso racional absoluto (muerte conceptual de la política como antagonismo) no es posible en

tanto las sociedades son compuestas por sujetos particulares que constantemente piensan y proyectan,

desde sí, totalidades y hegemonías. Es decir, se asumirá que las democracias, como lo plantean Laclau

y Mouffe, no son órdenes neutrales, sino configuraciones fruto de hegemonías obtenidas por sujetos

particulares concretos, es decir, son ordenes que dan cuenta de tales luchas sociales entre identidades

e intereses dentro de la multiplicidad social 5.

Tanto “juventudes” como “políticas”, serán cruzadas en el análisis por lo expresivo cultural.

Íntimamente ligada a la construcción social de los conceptos con que nombramos el mundo, lo cultural lo

abordamos como un ámbito en donde se llena de contenido y se nombra la temporalidad, la memoria, las

proyecciones históricas, la esperanza social y los deseos de los sujetos sociales. En este sentido, nuestra

pregunta por los jóvenes y la política se formula atendiendo a que es en el mutable ámbito de lo cultural

que día a día se está redefiniendo lo político y lo juvenil. Al respecto, se coincide con la preocupación

de los llamados “estudios culturales” o de “cultura y poder” pues, al igual que ellos, se valora la cultura

como un ámbito no subordinado a otras dimensiones, sino que más bien como un espacio que opera

de forma compleja en interacción con lo económico, lo social y lo político 6. También se recogen los

análisis y reflexiones en torno a los movimientos socio-culturales y la política que abordan los teóricos

de la perspectiva de los “Nuevos Movimientos Sociales”. En esto, han sido de interés planteamientos

5 Ver Laclau, Ernesto y Chantal Mouffe. Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia. Fondo de Cultura Económica, 2004. Buenos Aires

6 Ver por ejemplo: Valenzuela, José Manuel (Compilador). Los estudios culturales en México. Fondo de Cultura Económi-ca, 2003. México D.F.

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como los de Touraine y Melucci que centran su atención en acciones colectivas fundamentadas no

sólo en la posición sistémica estructural del actor (como se hiciera en enfoques pasados), sino también

en la identidad reproducida culturalmente. Esto último es importante si asumimos que las luchas de

los movimientos sociales, al tiempo que son luchas por demandas y objetivos económicos y político

institucionales, contienen aspectos de “combates por la significación identitaria”, el rescate de la

diferencia y la disidencia cultural 7. Dialogando con estas perspectivas que analizan el accionar social

desde la cultura y la identidad, son analizadas en este trabajo las prácticas mediante las que los jóvenes

interrelacionan con su medio y piensan lo social y lo político.

7 Ver Touraine, Alain. Critica a la modernidad. Fondo de Cultura Económica, 1994. México D.F; Melucci, Alberto. Acción colectiva, vida cotidiana y democracia. El Colegio de México, 1999. México D.F.

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1. 3.- Capital social comunitario, acción cultural y política.

En esta investigación se entendió el “Capital Social Comunitario” como los aprendizajes y

valoraciones que una comunidad construye durante su propia historia, lo que opera como una “acumulación

histórica cultural” que subyace en la identidad y en los modos de relación y organización de las personas.

Por lo mismo, entendimos que este cúmulo experiencial, poder constructor de comunidad y sociedad, es

potencialmente una politicidad anclada y no separada del mundo social. Es decir, abordamos el capital

social no como un elemento atado a las implicancias estrictamente locales de asumir problemáticas

comunes y ejercer una ciudadanía limitada, sino que entendemos que éste constituye también una

referencia importante para el desarrollo de horizontes, deseos, valores, proyecciones y apuestas que

ligan el accionar social local con un sentido más amplio de ejercicio ciudadano que define la política y la

democracia en tanto construcción colectiva de nación.

En este sentido, una interesante lectura que une capital social y política es la que desarrolla

Serrano, para quien el capital social sería:

“un conjunto de activos que obtienen las personas por participar en forma espontánea y

colaborativa en organizaciones o colectivos en los que comparten propósitos comunes y que

se encuentran regulados por normas implícitas o explícitas de cooperación. El capital social

se genera en relaciones de proximidad y horizontalidad. Los activos que constituyen capital

social emanan de relaciones sociales basadas en la confianza, cooperación y reciprocidad.

Estos activos son de beneficio directo para los participantes, para la comunidad y para la

sociedad en su conjunto y pueden organizarse en tres tipos: económicos y materiales, los

que permiten acceso a mejores niveles de bienestar; sociales y culturales, los que generan

beneficios en el ámbito de la integración social; y políticos y cívicos, los que colaboran

a alcanzar mayores cuotas de poder e influencia social (...) el disponer de capital social

permite a las personas y colectividades superar determinismos estructurales y colabora a

que las personas, a partir de sus relaciones sociales, puedan modificar o intervenir sobre

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sus condiciones sociales y de vida.” 8

Asumiendo esta vinculación entre capital social y lo político es que entendemos la política como esfera

mediante la cual los ciudadanos ejercen su derecho de ser parte de la construcción de una historia

común, tanto en los niveles sociales más particulares como en los más estructurales y generales.

Creemos que analizar el capital social comunitario y sus expresiones culturales como engranajes de

sentidos potencialmente políticos, se asocia al objetivo democratizador de unir la dimensión de lo

político con las luchas cotidianas por la significación identitaria y el logro de realidades deseadas en los

ámbitos particulares de la sociedad. Pensamos que tal perspectiva valora la escala humana y cercana

de la política, que va de lo particular a lo general y viceversa, aportando significativamente al logro de

sociedades más legítimas, libres y plurales. En estos sentidos es que este estudio desea aportar a los

programas de incentivo de la participación ciudadana y el dialogo social.

8 Ver Serrano, Claudia: “Pobreza, capital social y ciudadanía”. Documento parte del proyecto sobre Integración social, pobreza y ciudadanía realizado por Asesorías para el Desarrollo. Citado en Oscar Dávila, Carmen Gloria Honores, Igor Goicovic, Juan Sandoval. Capital Social Juvenil. Intervenciones y acciones hacia los jóvenes. CIDPA, 2004. Viña del Mar, Chile.

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Un aspecto central en el análisis de las juventudes, sus asociatividades y lo político, es la

significación sistémica del “ser joven”. Para quienes han estudiado la historia de la juventud mexicana,

ésta aparecería, tal como la conocemos hoy, en la segunda mitad del siglo pasado; más concretamente,

en el marco de los Estados de Bienestar y las experiencias desarrollistas, cuando creció notablemente

la expectativa de vida y por tanto, también creció la población económicamente activa, satisfaciendo los

requerimientos de mano de obra 9. De ahí que a la gran cantidad de sujetos que dejaban de ser niños

el sistema no los requirió para una incorporación inmediata al mundo del trabajo, reteniéndolos en las

escuelas. La educación masificada, la esperanza de un posible ascenso social por vía de ella y una

industria cultural y simbólica que se desarrollaba para el nuevo “mercado de los estudiantes-jóvenes”,

fue lo que definió al sujeto juvenil emergente, a quien los sistemas jurídicos incorporaron como una

nueva especificidad de derecho y partícipe de la política institucional.

Para la cientista social Rossana Reguillo, es tal contexto estructural del “ser joven” el que cambia

en las décadas de fin del siglo XX. La actual incapacidad del sistema educativo para garantizar formación

que signifique un ascenso social real, la precarización del empleo y el horizonte cierto de inestabilidad e

informalidad de las nuevas generaciones más pobres, así como el descrédito de la política institucional,

marcarían el decaer de los factores que contextualizaron la definición e integración social de los jóvenes.

Paradojalmente, sostiene Reguillo, mientras las instancias económicas, educativas, jurídico normativas y

políticas decaen como “ritos de pasaje” que otorgan certidumbre a las inserciones sociales de los nuevos

ciudadanos; ocurriría que todo aquello relativo a la expresión y la industria cultural asociada a la juventud

se fortalecería como elemento diferenciador. Los jóvenes de hoy tomarían estos últimos aspectos y los

llenarían de identidad, dando lugar a múltiples sentidos de pertenencia que compensarían el “déficit

simbólico” de lo que es ser joven hoy en sociedad.10

9 Ver Pérez Isla, José Antonio y Maritza Urteaga (Coordinadores). Historia de los jóvenes en México. Su presencia en el siglo XX. Instituto Mexicano de la Juventud. Archivo General de la Nación México 2004.10 Ver Reguillo, Rossana. Emergencia de culturas juveniles. Estrategias del desencanto. Editorial Norma, 2000. Buenos Aires; Reguillo, Rossana. “Cascadas: Agotamiento estructural y crisis del relato. Pensando la participación juvenil”. En José Antonio Pérez Islas, Mónica Valdez González, Madeleine Gauthier et Pierre-Luc Gravel (dir.). Nuevas Miradas sobre los Jóvenes : México / Quebec, Colección Jóvenes, no 13, Instituto Mexicano de la Juventud, 2003, México D.F.

1. 4.- Juventud popular y política en el México contemporáneo.

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De acuerdo a esta lectura, los micro colectivos identitarios con eje en lo cultural constituirían

respuestas a la crisis de los referentes de integración (socialización vía educación, mundo del trabajo y

constructos jurídico políticos). La crisis de certidumbres de raíz estructural motivaría a los sujetos jóvenes

a replegarse a mundos más particulares en donde las asociatividades generarían prácticas y valores

diferenciados de los hegemónicos. Ante la globalización neoliberal que vacía de contenido los proyectos

colectivos al margen de la relación entre individuos y mercado, arrasando a golpes de homogeneidad

las particularidades culturales, los colectivos juveniles se estarían relocalizando y desde las esquinas

sociales estarían volviendo a confrontar, negociar y resistir conflictivamente con lo global hegemónico.

Estas respuestas serían conductas políticas, en tanto cuestionan condicionantes del medio, vuelven

evidente las exclusiones derivadas del orden social y contienen la negociación y el conflicto como ejes

de acción. Sería una política aun “balbuceante” que la mayoría de las veces no se auto reconoce como

política, pero que se plantea la generación de mundos, rebasando las barreras de supuestas apatías. La

gran pregunta pendiente, en este análisis de Reguillo es si esta politicidad en ciernes puede, desde la

fragmentación, proyectar totalizaciones de sus perspectivas de oposición o, por el contrario, el devenir

se orienta a la multiplicación de ghetos cerrados e intolerantes con la otredad juvenil.

Al igual que Reguillo, son muchos los estudiosos de la juventud en México y Latinoamérica que

diagnostican un reciente cambio en la significación sistémica del ser joven. De la misma forma, se habla

de un cambio de paradigma durante el cambio de siglo en lo que respecta a los tipos de participación

social y política de las juventudes. Autores, entre los que destacan, Leslie Serna 11 (México), Sergio

Balardini 12 (Argentina) y Marcelo Urresti 13 (Argentina) plantean que lo que se desarrolla en los jóvenes

11 Serna, Leslie. “Globalización y participación juvenil”. Revista JOVENes. Número 5. Instituto Mexicano de la Juventud, 1998. México D.F; Serna, Leslie “Las organizaciones juveniles. De los movimientos sociales a la autogestión”. Revista JOVENes número 11. Instituto Mexicano de la Juventud, 2000. México D.F.

12 Balardini, Sergio. “¿Que hay de nuevo viejo? Una mirada sobre los cambios en la participación juvenil”. Revista Nueva Sociedad. Número 200, Noviembre 2005. Buenos Aires.

13 Urresti, Marcelo. “Paradigmas de participación social juvenil: Un balance histórico”. La participación social y política de los jóvenes en el horizonte del nuevo siglo. CLACSO, 2000. Buenos Aires.

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actualmente es una mutación en el tipo de participación social, en donde las identidades no estructurales

(culturales, valóricas, de género) adquieren tanto o más peso que las estructurales (trabajo, estudio); al

igual que los espacios locales cobran igual o mayor importancia que las referencias generales. La crisis

de representación de lo político como dimensión generadora de cambios (sobre todo de la expresión

institucionalizada de la política: los partidos) haría cambiar, a su vez, la escala de los horizontes

emancipatorios desde una referencia general a una particular. Es decir, al volverse pragmática la

política en tanto administradora de grandes consensos sistémicos, se cambian los horizontes de los

fines estratégicos de la participación social, pasándose de un deseo de incidencia estructural y público

(paradigma revolucionario de los sesenta y setenta) al esfuerzo por ganar particulares batallas más

relacionadas con las subjetividades cotidianas que con los grandes ordenes; más con la cultura y las

opciones de vida que con proyectos globales de país. Como lo sintetiza, coincidentemente con las tesis

de estos autores, el filósofo chileno Martín Hopenhain:

“Frente a una realidad fragmentada, pero al mismo tiempo de enorme resistencia a los

cambios estructurales, se puede sustituir el goce reconcilatorio- emancipatorio que prometía

la revolución con el entusiasmo por pequeñas utopías o rupturas al interior de un mundo

desencantado (…) No se aspira a derribar las estructuras del sistema, sino a establecer

autonomías relativas respecto de ellas.” 14

En México, cientistas sociales como las citadas Rossana Reguillo y Leslie Serna, han aportado

con una serie de trabajos que ahondan en los sellos identitarios, sociales y políticos de este tipo de

participación juvenil contemporánea. El diagnóstico en general es que, al igual que en el resto de

Latinoamérica, las asociaciones juveniles mexicanas han evolucionado desde la centralidad de las

identidades estructurales a la centralidad de los mundos de vida cotidiana; de las reivindicaciones de

14 Hopenhain, Martín. Ni apocalípticos ni integrados. Aventuras de la Modernidad en América latina. FLACSO, 1994. San-tiago. Pág. 29.

20

las mejoras sociales y económicas de los espacios a la exigencia de mayor democracia y derechos en

lo cultural (derechos sexuales, equidad de géneros, derechos humanos, derechos indígenas, ecología,

etc.); del horizonte de cambio estructural revolucionario al de cambios de escala particular relativos a

la obtención de autonomías y autogobiernos; de modos de actuar altamente institucionalizados y de

organización piramidal a redes descentralizadas, horizontales, flexibles y poco institucionalizadas. 15

Estos análisis se cruzan con aquellos que plantean el cambio de paradigmas de la participación

socio política juvenil, interpretando que la decepción de los modelos organizativos de gran escala,

piramidales e institucionalizados ocurrida durante el cambio de siglo en el contexto de crisis de los

desarrollismos y crisis mundial de las izquierdas políticas, trajo consigo la defensa de las autonomías y

diversidades por parte de las agrupaciones juveniles. De la misma forma, la desconfianza en el potencial

de cambio de las políticas pragmatizadas hizo de la autogestión la principal consigna. Pero ¿en qué

medida esta descentralidad, autogestión y horizontalidad ha accedido desde su fragmentación a la acción

pública, a lo político, a desarrollar proyectos de país?; ¿o es que la gran escala de lo político, de pensar

el Estado, se ha desechado definitivamente?; ¿la fragmentación de asociatividades y sus particularismos

es un modelo arraigado “irreversible” o una tendencia en tránsito a nuevas configuraciones de lo político

con potencial de generar nuevas luchas por la creación de sociedades a nivel general?

Este tipo de preguntas surgen hoy en México y Latinoamérica: interrogantes por el potencial

político de las iniciativas juveniles altamente fragmentadas, el ¿cómo éstas pueden mantener sus

diversidades y democracias internas al tiempo que influir positivamente en las realidades sociales y los

proyectos de país?. La política aparece, en definitiva, como un potencial aun no desarrollado en plenitud

por las asociatividades juveniles contemporáneas, y he ahí las interrogantes acerca de si estos nuevos

paradigmas involucran o pudieran aportar a una futura política que integre las mencionadas luchas,

motivaciones y causas particulares de los jóvenes. Una reflexión interesante respecto a esto la hace

15 Ver esquema comparativo de las características de la participación juvenil. En Serna, Leslie. “Globalización y participa-ción juvenil”. Revista de estudios de juventud. Número 5. Instituto Mexicano de la Juventud. 1998. México D.F.

21

Nestor García Canclini quien, junto con atender a que la politicidad potencial de las asociatividades

juveniles no está dando respuestas a las posibilidades generales de un accionar político (es decir, que

una lo particular con las apuestas de futuros deseados a nivel macro), pone acento en que esta ausencia

no es un tema exclusivo de los jóvenes, sino de una sociedad que sufre una crisis de lo político, un

mundo y una época sin respuestas políticas:

“Al valorar la dimensión afectiva en estas prácticas culturales y sociales, a menudo con

baja eficacia, pero donde importa la solidaridad y la cohesión grupal, se hace visible el

peculiar sentido político de acciones que no persiguen la satisfacción literal de demandas ni

réditos mercantiles sino que reivindican el sentido de ciertos modos de vida. Es cierto que

estos actos – aun cuando a veces logran ser eficaces porque se apropian de los silencios

y contradicciones del orden hegemónico- no eliminan la cuestión de cómo ascender hasta

la reconfiguración general de la política. Pero no podemos esperar que los jóvenes, y como

vemos tampoco que muchos adultos, se interesen por gestionar responsablemente el tiempo

social si las únicas políticas que se ofrecen siguen achicando el futuro y vuelven redundante

el pasado.” 16

Es decir, la falta de sentidos, la fragmentación y el descrédito de lo político, no es algo exclusivo de

los jóvenes, sino de los sujetos de todas las edades; es una tendencia social general aunque factible

de observar de forma particularmente nítida en quienes se incorporan recientemente a los sistemas

sociales, es decir, en los jóvenes. Esto quiere decir que no se puede pensar en un accionar focalizado en

lo juvenil para revalorar la democracia como un campo efectivo y participativo de construcción política,

sino en el conjunto social y todas sus partes. Ello, más aun cuando la focalización extrema suele ser

acompañada de un estigma que responsabiliza a los jóvenes de la crisis cuando es todo el cuerpo social

el que está implicado en ella.

16 García Canclini, Nestor. “Culturas juveniles en una época sin respuesta”. Revista de estudios JOVENes Número 20. Centro de investigación y estudios sobre juventud. Instituto Mexicano de la Juventud, 2004. México D.F.

22

23

La socióloga Rossana Reguillo sostiene que el debate en las ciencias sociales del continente

respecto a la “participación juvenil” y la ciudadanía ha tenido como perspectivas dos polos reduccionistas.

Por un lado, la “postura instrumental” que supone que las problemáticas de la exclusión se deben a

deficiencias en incorporar a los jóvenes a las estructuras educativas, laborales y políticas, por lo que lo

pertinente sería la “incorporación a como de lugar”, sin atender a las formas históricas que adquieren

estas instancias y que son las que provocan las exclusiones y el rechazo de jóvenes que no desean

“esa inclusión”. En esta perspectiva, no se atendería al aspecto cultural de la pérdida de sentidos de las

instancias integradoras, no cuestionando el proyecto sistémico que es el que está en crisis. En el otro

polo estaría la “postura desdramatizada” que sugiere que la juventud produciría sociedades alternas

que dejarían a un lado el “drama” o “conflicto” con la sociedad. Aquí los jóvenes estarían orientados

a la búsqueda del placer, el nomadismo como valor epocal en “prácticas que no tendrían otra razón

de ser que la perpetuación indefinida de un goce sin tiempo y sin espacio” 17 . La socióloga mexicana

plantea que este posicionamiento, al entender la socialidad de los jóvenes como dimensiones alternas sin

contenidos asociados con la realidad sociopolítica, sería un enfoque teórico estrecho para entender tanto

a los jóvenes como a la propia política. En una clara crítica a las lecturas de tribalización de la sociedad

inspiradas en las teorías del filosofo francés Michel Maffesoli, Reguillo plantea que estos enfoques de

la “perfomatividad juvenil” desarrollan una sobre atención de los elementos tribales que cohesionan a

los micro grupos, al tiempo que desvalorizan las dimensiones institucionales, el papel del mercado y de

los antagonismos políticos, es decir, del conflicto como elemento clave para el cambio constante de las

sociedades. 18

17 Reguillo, 2003, op. cit.

18 Para Maffesoli, lo que ocurre en nuestra contemporaneidad es que la modernidad y su producto social: la masificación y desindividualización, motivó una respuesta de los individuos consistente en buscar fortalecer su rol dentro de pequeñas agrupaciones definidas afectivamente, donde cobraba valor la “persona” adscrita a una “comunidad emocional” que siente en común con un “nosotros”. Al mismo tiempo, para Maffesoli decae la lógica individualista que descansaba en una identidad separada y encerrada en si misma, pues la “persona” de la socialidad tribalizada sólo vale en cuanto se relaciona con los demás. Ya “no se trata de la historia que yo construyo contractualmente asociado con otros individuos racionales, sino del mito del que participo” dice Maffesoli. Y es que la tribu es una entidad que se sustenta en mitos al tiempo que se reproduce en ritos; el mito no implica

1. 5.- Hacia una visión integral de la participación política y ciudadana de los jóvenes.

Atendiendo a la esperanza social en un mundo complejo.

24

En esta investigación coincidimos con la citada socióloga en el sentido de que tanto la perspectiva

instrumental de “incorporación a como de lugar” como la de “desdramatización” terminan anulando la

potencialidad política de los jóvenes al negarles, “por vías diferentes, capacidad de agencia al colocarlos

ya no en la oposición de aceptación-negociación, explicita o implícita con el sistema, sino en una posición

más vulnerable aun: la exterioridad.” Por ello, consideramos que el tratamiento de las culturas juveniles

y su participación en sociedad requiere de una mirada amplia que no renuncie a captar los procesos

particulares en sus complejos entramados socio históricos. La Juventud es una categoría diferenciadora

que supone la articulación de sujetos en un campo sociopolítico de construcción de sociedad, es decir,

no es una categoría esencial, no puede ser interpretada de forma homogénea ni estática, ni puede

ser separada de su contexto interrelacional porque es ese contexto el que la define como tal. Un paso

importante es desencializar la juventud y así dar espacio analítico a las fuerzas que pugnan por redefinir

los aspectos relacionales de la juventud. Ello implicaría redefinir los sistemas sociales y construir la

historia, es decir, estaríamos hablando de una teoría social inserta plenamente en lo político como

dimensión humana de la producción de la vida colectiva, una teoría social parte de este entramado en

donde el contexto es, como plantea Reguillo, “un texto fuerte”, que hace que no sea posible eludir la

relación entre participación en sociedad y estructura sistémica.

Coincidiendo con Reguillo, esta investigación asume que el ser joven se encuentra tensionado

por las configuraciones del Estado y el Mercado. Atendiendo a ello, al estudiar las culturas juveniles en

sus aspectos de participación social y politicidad, es preciso poner la atención en cómo el contexto de

las relaciones Juventud - Mercado – Estado influyen en que las asociatividades de los jóvenes opten

proyección racional, sino que sólo da cuenta de lo que se es. El rito no es un proyecto, sino que es la reproducción, en un acto, de la propia identidad afectiva. Las tesis de Maffesoli plantean que en esta sociedad germinal, ya no es el proyecto lo que une y define la “adherencia al mundo” como en la modernidad, sino el presente, la “consumación”, el “presentismo”, el derroche de lo que se tiene y se es. El mito del infante eterno de Dionisio que vive el aquí y el ahora, se emparentaría con la juventud contemporánea como metáfora del cambio epocal posmoderno, de ahí que la sociedad estaría siendo cada vez más marcada por el arte y lo estético, que por la política, en términos que se rebasaría el sentido de la funcionalidad en las prácticas cotidianas. En síntesis, para el autor, el “aura social” es cada vez menos política racional y más afectivo estética, menos proyectiva y más presentista. Ver: Maffesoli, Michel. El tiempo de las tribus. Icaria, 1990. Barcelona; Maffesoli, Michel. “Juventud: El tiempo de las tribus y el sentido nómada de la existencia.” Revista JOVENes Número 20. Instituto Mexicano de la Juventud, 2004. México D.F.

25

por determinados tipos de identidades y lógicas de acción. Por ello, apostamos por un enfoque integral

de comprensión de las asociatividades juveniles, y nos preocupamos justamente del vínculo que los

jóvenes hacen con la complejidad social y sus proyecciones de futuro mediante el análisis de la auto

percepción ciudadana y política. Lo que subyace a tal percepción no es otra cosa que la esperanza o

desesperanza respecto al ser efectivo en la construcción de sociedad. Queremos saber en qué medida

los jóvenes se sienten incluidos en los destinos posibles de México, si vinculan sus acciones específicas

con proyecciones colectivas más amplias y de largo alcance, si sienten que hay poder en sus actos y

opciones, si entienden que están decidiendo en la historia que transcurre con ellos a cuestas o, por el

contrario, las grandes estructuras y poderes vuelven ajeno el devenir social. Queremos saber si hay

sentimiento de inclusión con respecto a lo social y si hay perspectivas futuras de inclusión participativa.

Queremos atender a la esperanza social de los jóvenes hoy en México, porque la política tiene mucho

que ver con la esperanza.

26

27

La hipótesis teórica y central de este estudio ha sido que las asociaciones juveniles centradas

en la gestión y expresión artístico cultural, desarrollan una auto percepción diferenciada respecto a

su aporte en la construcción de lo público. Por un lado, habría una alta valoración de su capacidad de

interrelación con el medio social cercano, capacidad de mostrar el arte propio a la comunidad y, por

medio de ello, entregar mensajes que nos hablan del pensar de los jóvenes, sus sueños, críticas y

expectativas. Por otro lado, habría un sentido de impotencia y auto representación ciudadana deficitaria

en lo que respecta a la construcción de lo público en niveles más generales. Esta diferenciación encuentra

su correlato en un abanico de representaciones y auto representaciones que los jóvenes desarrollan

respecto a la política, la ciudadanía y el lugar de la cultura en la sociedad. Nuestra hipótesis tiene como

dirección el llegar a establecer una tipología de tal diversidad de conceptualizaciones que representan

la sociedad y son el campo interpretativo desde el cual los jóvenes actúan en ella. La idea es negar

tipologías estigmatizadoras que confundan la mala valoración de los jóvenes respecto de la política

institucional con supuestas “apatías” y “apoliticismos”. Creemos que antes de decir si los jóvenes son

o no apolíticos, es preciso entender los sentidos que se asocian a la política o a “las políticas” que se

reconocen. Y respecto a la ciudadanía, creemos que es necesario comprender cómo este concepto se

llena de contenido socialmente, para poder acceder a entender los problemas y desafíos de nuestra

democracia.

1.6 Hipótesis

28

29

El presente estudio combina técnicas de investigación cualitativa y cuantitativa que se aplicaron

a un total de 15 organizaciones y miembros de organizaciones juveniles de sello artístico cultural que

se repartieron equitativamente de la siguiente forma: 5 organizaciones del municipio de Ecatepec de

Morelos, 5 de Naucalpan de Juárez y 5 de Nezahualcoyótl.

En lo cualitativo, se aplicó una entrevista grupal semi estructurada a cada organización. Si se

observa la pauta de tales entrevistas, así como las recomendaciones para su aplicación (ver anexos), se

observa que el ordenamiento de los temas sugiere el ir abordando las temáticas centrales desde niveles

más particulares y cercanos a más generales, al tiempo que desde diferentes perspectivas, a fin de

obtener un multidimensional tratamiento de los conceptos y sentidos que nos interesaba comprender.

En lo que respecta a lo cuantitativo, se aplicaron un total de 96 cuestionarios a miembros de

las organizaciones involucradas, los cuales tenían una estructura que también permitía preguntar de

diferentes formas y perspectivas unos mismos tópicos a fin de dar cuenta lo mejor posible de la complejidad

que adquieren en las percepciones de los sujetos aquellos conceptos en los que nos interesaba ahondar:

la política y la ciudadanía. Los cuestionarios se distribuyeron de manera equitativa en cada una de los

tres municipios de pertenencia de las organizaciones (ver tabla 2 del anexo). 19

19 El estudio cuantitativo incluyó un set de preguntas dirigidas a la evaluación, por parte de los jóvenes, de la importancia de distintos actores en la vida política del país. Los resultados de dichas preguntas (que se encuentran sumariados en el anexo de las frecuencias descriptivas), sin embargo, no fueron incluidos en el análisis cuantitativo debido a que mostraron inconsis-tencias con el criterio analítico que guió esta investigación. Ello, no obstante, no quiere decir que este tópico fuera excluido del análisis, sino que más bien se concluyó que era necesario retomarlo en la fase cualitativa.

1.7 Metodología

30

Es preciso señalar que en la fase de análisis de los resultados cuantitativos, debió procederse a

la realización de codifi caciones de las preguntas presentadas como respuesta abierta. Ello, debido a la

amplia variedad que adquirieron las respuestas de los jóvenes, las que, por consecuencia, se manifestaron

como difícilmente acumulables. Sobre esto, un reciente estudio del Instituto Mexicano de la Juventud

apunta que la dispersión en las respuestas que los jóvenes ofrecen al momento de ser interrogados

sobre asuntos públicos no constituye un aspecto casual, sino que más bien responde a las características

mismas de la sociedad mexicana. En sus propias palabras: “En una sociedad desinstitucionalizada,

para sobrevivir, cada individuo adopta un comportamiento propio. En consecuencia, las estadísticas nos

muestran distribuciones de frecuencia con valores poco acumulados y, por algunas respuestas que los

jóvenes dan a las preguntas, parecería que son inestables y fl uctuantes”.20

La codifi cación de las preguntas con respuesta abierta, por lo tanto, fue un procedimiento que

no sólo indicaba una necesidad metodológica, sino que también un resultado de la naturaleza de las

20 Instituto Mexicano de la Juventud. Encuesta Nacional de Juventud 2005, 2006 México D.F. Pág. 177.

Ubicación geográfi ca del entrevistado

Freq

uenc

y

40

30

20

10

0 Naucalpan Nezahualcoyotl EcatepecNaucalpan Nezahualcoyotl Ecatepec

31

respuestas obtenidas, lo cual implicó la necesidad, inevitable e insustituible, de aplicar un criterio analítico

y de categorización por parte de los investigadores para la puesta en marcha del momento de análisis de

los resultados del estudio cuantitativo.

En lo que respecta al análisis cualitativo, cada entrevista fue debidamente transcrita y sistematizada.

Respecto a las recomendaciones para la aplicación, tanto del cuestionario como de las entrevistas, ver

los anexos.

32

33

En los populares y populosos barrios de los municipios de Ecatepec, Nezahualcoyotl y Naucalpan

en el Estado de México 21, las esquinas y espacios públicos cobran vida con asociaciones juveniles que

se unen en torno a alguna práctica artístico cultural mediante la cual reafirman una identidad, comparten

las tensiones de lo que significa hoy ser joven popular en México, e imaginan futuros para sus personas,

sus cercanos y los demás. De esas agrupaciones tomamos 5 por cada municipio, se trata de grupos

que practican diversas artes y actividades de gestión cultural, asociaciones que no cuentan con ninguna

dependencia institucional, ni de la Iglesia, partidos políticos, instancias gubernamentales, educacionales

o ONGs; organizaciones autónomas, grupos que se coordinan y autogestionan para hacer lo que les gusta

hacer: adscribir a códigos culturales específicos y mostrar su arte. El listado de estas organizaciones y

sus principales características es el siguiente:

Territorio Agrupación Característica Rama

artística

Identificación explícita con alguna cultura

urbana o estilo

Promedio de edad

Naucalpan Street ArmyGrupo que cultiva el graffiti callejero.

Plástica Hip Hop 19

NaucalpanImagen

MexicanaBallet Folclórico

comunitario. Danza ..................... 24

Naucalpan ElewaBanda musical que practica percusión

africana.Música Rastafari o Rasta. 25

Naucalpan MoanaGrupo comunitario de baile tahitiano.

Danza. ................. 17

Naucalpan La Reata Banda rock. Música ................. 27

Ecatepec Ritmo MundialBanda de Fusión Reggae- ritmos

latinosMúsica Reggae - Rasta 21

Ecatepec GKR CrewGrupo que cultiva el graffiti callejero.

Plástica Hip Hop 18

21 Las estadísticas oficiales presentan para Naucalpan de Juarez una población de 858.711 habitantes, en Nezahualco-yotl 1.225.972 y en Ecatepec de Morelos 1.622.697.

2.- Caracterización de los jóvenes y sus agrupaciones

34

Ecatepec 1SA CrewGrupo que cultiva el graffiti callejero.

Plástica Hip Hop 18

EcatepecCaracol Valle de Guadalupe

Organización comunitaria de gestión cultural.

Gestión Cultural.

Organiza-ción de eventos

culturales.

.............. 25

EcatepecMuertos por el

sistemaBanda de música

PunkMúsica Punk 24

CiudadNezahual-

coyotl

Spin Master Crew

Grupo que practica el Break Dance

Danza Hip Hop 18

CiudadNezahual-

coyotl

RAPEMRap Pandillero

Estilo Mexicano

Red de grupos que practican el Rap. Se coordinan y

autogestionan gra-baciones y presen-taciones. Mantie-nen un estudio de

grabación.

Música Hip Hop 22

CiudadNezahual-

coyotlLa Julia

Banda musical. Practican fusión de

diversos ritmos. Música .................. 26

CiudadNezahual-

coyotl

Sociedad Latina

Banda de Ska y fusiones latinas.

Música Ska 18

CiudadNezahual-

coyotlYauyollotl

Banda de Reggae Fusión

Música Reggae – Rasta 19

El total de miembros de estas organizaciones que participaron de las entrevistas grupales que

aplicamos y que contestaron los cuestionarios que se utilizaron en el análisis cuantitativo, fueron un

total de 96 jóvenes. Del total de ellos, más del 80% correspondieron a hombres, consecuentemente

con la composición mayoritariamente masculina de las agrupaciones estudiadas (Ver tabla 1 del anexo).

Tal situación se refleja claramente en el hecho de que, del total de organizaciones involucradas en el

estudio, 9 no contaron con participantes femeninas, mientras que sólo dos de ellas (“Imagen Mexicana”

35

y “Moana”) contaron con participación mayoritariamente femenina, en el primer caso, y exclusivamente

femenina, en el segundo.

Cabe destacar que la distribución de las encuestas por género muestra una fuerte variabilidad

en relación al sector de pertenencia de las organizaciones, encontrándose una signifi cativa presencia

femenina en las agrupaciones del territorio “Naucalpan”, en contraste con la casi nula presencia de

mujeres en los territorios “Ecatepec” y “Nezahualcoyotl”, tal como se representa en el siguiente cuadro

comparativo:

Sexo del Entrevistado

MujerHombreMujerHombre

36

Ubicación geográfi ca del entrevistado Total

Naucalpan Nezahualcoyotl Ecatepec

Sexo del entrevistado Mujer 13 2 1 16

38,2% 6,7% 3,1% 16,7%

Hombre 21 28 31 80

61,8% 93,3% 96,9% 83,3%

Total 34 30 32 96

100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Ahora bien, y en relación a la edad de los entrevistados, ésta varió desde los 14 a los 36 años

(ver tabla 3 del anexo). El promedio de edad, al igual como la moda, se encuentra en los 21 años,

concentrándose la mayor parte de los entrevistados en el rango de 17 a 21 años, tal como se muestra en

la siguiente gráfi ca:

Edad del entrevistado

Freq

uenc

y

25

20

15

10

5

014 a 17 17 a 21 22 a 25 26 a 29 mayor 3014 a 17 17 a 21 22 a 25 26 a 29 mayor 30mayor 30mayor 30

37

Lo arriba expuesto nos da cuenta de un fuerte predominio de jóvenes pertenecientes a los tramos

más bajos de edad en las organizaciones estudiadas, lo cual se expresa además en el hecho de que más

del 50% de los entrevistados manifestó tener menos de 21 años, y más del 77% menos de 25.

Consecuentemente con lo arriba señalado es que, del total de organizaciones involucradas en el estudio,

sólo tres de ellas (Imagen Mexicana, La Julia y La Reata) cuentan con mayoría de integrantes mayores de

26 años, mientras que en 6 organizaciones (Street Army, 1SA Crew, Moana, Sociedad Latina, Yauyollotl y

Spin Master) no fue posible verificar la presencia de participantes mayores de 25 años.

Edad del entrevistado

Ubicación geográfica del entrevistado Mean N Std. Deviation

Naucalpan 23,06 33 6,466

Nezahualcoyotl 20,86 29 4,015

Ecatepec 21,19 32 3,987

Total 21,74 94 5,050

En relación al nivel ocupacional de los entrevistados, destaca el hecho de que sólo un 35% de estos

manifiesta como ocupación exclusiva el “estudio”, mientras que un 35% declaran ocuparse ya sea en

trabajar o buscar trabajo (ver tabla 5 del anexo).

38

Si nos concentramos en el tramo de menor edad (14 a 17 años), es posible percibir que existe

más de un 20% de entrevistados que declaran realizar actividades laborales, cifra que se acrecienta

sensiblemente en el tramo de 17 a 21 años, en donde más de la mitad de los entrevistados trabaja o, a lo

menos, no se dedica exclusivamente al estudio.

Ocupación Actual Total

Estudia

Trabaja o busca

trabajo

Estudia y

trabajaOtro

Edad del entrevistado 14 a 17 18 1 5 0 24

75,0% 4,2% 20,8% ,0% 100,0%

17 a 21 10 6 7 1 24

41,7% 25,0% 29,2% 4,2% 100,0%

22 a 25 5 14 4 1 24

20,8% 58,3% 16,7% 4,2% 100,0%

26 a 29 1 7 5 0 13

Ocupación Actual

Freq

uenc

y

30

20

10

0 Estudia Trabaja o busba trabajo

Estudia y trabaja

OtroEstudia Trabaja Estudia y Otro

39

7,7% 53,8% 38,5% ,0% 100,0%

mayor de

300 4 3 1 8

,0% 50,0% 37,5% 12,5% 100,0%

Total 34 32 24 3 93

36,6% 34,4% 25,8% 3,2% 100,0%

Los datos arriba expuestos dan cuenta de una temprana integración de los individuos encuestados

al mercado laboral, independientemente a si continúan o no los estudios.

En definitiva, y como sumario de la información arriba expuesta, es posible concluir que los miembros de

las organizaciones involucradas en este estudio son mayoritariamente hombres menores de 25 años que

manifiestan una tendencia a la temprana incorporación al mercado laboral.

40

41

“La inspiración está en lo que se vive” decía “Borrego”, un muchacho perteneciente a la red de

cultores del RAP “RAPEM” -Rap Pandillero Estilo Mexicano- de Nezahualcoyotl. Esta idea suele repetirse

entre los jóvenes entrevistados, pues su arte opera como un vínculo con su cotidianidad. Bailarines que

practican en las esquinas mientras la colonia vive su rutina, grafiteros que provocan la admiración o

el resquemor de los vecinos de la cuadra, músicos que emigran de un lado a otro buscando dónde

ensayar, transitan en el interior de comunidades con las que comparten una vida “desde chavitos”; una

vida que se hace baile, se hace canción y se hace pinta en la pared, porque es la vida el contenido de

su arte. La vida también se hace pregunta por el futuro, pregunta a menudo sin mayores respuestas,

pues se instalan en una contemporaneidad incierta, más para quienes pertenecen a los grupos sociales

postergados y son jóvenes. ¿Por qué el arte entonces?; ¿por qué hacen lo que hacen?; ¿por qué se

organizan para producir y gestionar arte? Preguntamos esto y lo primero que nos apareció fueron sus

vivencias. La inspiración está en lo que se vive:

“El rap es aquel que va a estar en mis buenos momentos y lo voy a describir cuando estoy

con una mujer, cuando estoy mal con mi familia, cuando en las calles vi como le hicieron un

mal a alguna persona, cuando me aventé una borrachera en alguna cantina de esas que

sólo se encuentran en los lugares más bajos del país, entonces, ese es el rap. (...) Me gusta

describir hasta cómo vive la señora que vende tamales. O sea, lo que somos… porque en la

tele no te muestran eso. Nos gustan un poco más los temas sociales y es eso, el desahogar,

el transmitir mensajes y el divertirse un rato.” Moreno – RAPEM.

“Tocamos reggae, yo creo que es una forma de expresarte, pero también de expresar lo

que pasa en tu sociedad, sus letras se basan en eso, en lo que ocurre en la sociedad, lo

que mueve a esta sociedad, exigir que no haya injusticias. Las letras, nosotros las hacemos,

pero necesitamos de un medio para que esas letras surjan. (...) Entonces es nutrirte de

esta sociedad en la que vivimos, conocerla, entenderla y tratar de ir uniendo ideas para

plasmarlas en nuestras letras y mostrarles y expresarles nuestro punto de vista.” Rodrigo

3.-“Nosotros”, “los otros” y “nuestro arte”. Mundo interno y motivaciones de las organizaciones.

42

Rodrigo – Yauyollotl.

“Es una forma de desahogarse, escribir, hacer música, te inspiras con lo mismo que vives, tu te vas

haciendo nuevas ideologías, te nacen nuevos proyectos, llevas nuevas cosas a cabo, haces otro

estilo, por lo mismo que vives (...) te revuelves con toda la gente en este estilo de vida, el estilo de

barrio. (...) Eso es lo que me ayuda a escribir.” Luis – RAPEM.

“Proyectar en tu música parte de tu realidad que se puede parecer a la de muchos otros ¿no?,

vivimos en un mismo espacio, un mismo medio y toda una serie de situaciones y me parece una

labor muy importante (...). Nuestra idea es más bien expresarnos y dentro de lo que nosotros

creemos, y compartirlo y disfrutarlo.” Oscar – Yauyollotl.

La inspiración está también en el aplauso, la posibilidad de mostrar lo propio y recibir ese aliento

que enorgullece, la recompensa por intentar ese paso acrobático una y otra vez, por encontrar ese

acorde que faltaba a la armonía, por fundir con colores aquello que se dibujó en la mente:

“Cuando nos subimos al escenario, bueno, yo siento que en conjunto tratamos de transmitir

esta vibra positiva a toda la gente que nos está escuchando. (… ). Cuando estamos arriba

de un escenario se sienten esos nervios, tocas y no sabes si realmente le vas a gustar a la

banda o no, pero lo que tu haces lo haces de corazón y lo haces para que la gente lo sienta”.

Rodrigo - Yauyollotl

“¡Es una gran fiesta! Sí, es una fiesta, porque el tambor es el sonido del corazón y los

corazones son libres, los corazones son alegres. Yo creo que a la gente le alegro un poquito

con mi música, porque cada vez que tocamos en la calle los vemos bailando, nos aplauden,

nos regalan una moneda y eso es bien bonito, la correspondencia, que suene recíproco, que

haya una interactividad con la gente”. Beto - Elewa

43

“Porque al principio, sí puede ser a lo mejor como un juego y saber qué es danza y todo eso,

pero después ya no, después ya es como un compromiso y el tratar de llevar el grupo y de

que la gente nos vea, es muy reconfortable, que nos aplaudan. (...) Nosotros lo vemos ya

como una labor social (...) presentar todo lo que es el folklore mexicano y es una forma de

darles alegría”. Ricardo - Imagen Mexicana.

“Que los señores pasen y se nos queden mirando nuestro graffiti cuando estemos pintando,

nos dicen “vayan a pintar la casa” (...) Nosotros dibujamos desde chavitos y el graffiti lo

empezamos durante la primaria, la secundaria y es algo que no vamos a dejar de hacer”.

Irwin - 1SA Crew.

Junto con el aplauso está esa satisfacción interna que dice “el gusto es nuestro”, las metas

individuales de superación y aprendizaje, la cuota de individualismo necesaria para poder pensar

colectivamente, el asumir que primero está el juez interno que da cuenta de la satisfacción o descontento

con lo que se hace, el juez interior que dicta el crecimiento y mejora personal desde la cual parte la

entrega e interrelación respecto a los demás.

“Pues más que nada la satisfacción es para nosotros, si nos gusta darle al grupo lo mejor

que tenemos al expresar nuestra forma de bailar, pero más que nada la satisfacción es para

nosotros, el publico, cuando te sale un paso te aplaude, pero tu sientes ¡Huuuuu me salio!”.

Ismael. Spin master - crew.

“Para mi el pintar es una emoción muy grande, porque cada vez que pinto es una fase más,

una superación más. Para mi ver una pinta mía, es decir me gustó, pero ahorita ya no y

quiero hacer algo mejor. Para mi el graffiti es un medio más de arte, es decir, sí hay gente

que pinta al óleo, hay gente que pinta con colores, con sedas, por qué no puedo pintar con

aerosol, por qué lo ven diferente”. June. GKR Crew.

44

“Me emociona mucho el realismo, me gusta mucho, enfocarme mucho a la pintura óleo,

holografía, aunque me llama la atención el aerosol, porque el aerosol es más que nada un

poquito lo que llevas en la sangre, lo que es la pintura de mis descendientes, de mi hermano.

Empecé a pintar con mi hermano, empecé a ilegalear (pintar sin autorización) desde que iba

a la primaria, y de ahí me enfoqué a ver pinturas y fui aprendiendo cosas, todo se aprende

viendo, no es necesario tener un maestro ni nada de esa onda, o sea, más que nada que te

guste el movimiento, más que nada que te lata, yo quisiera ser un buen aerografista, ser un

buen pintor, y todo lo que esté relacionado con la pintura”. Roberto - 1SA Crew.

“Yo lo tomo como algo más personal, como una forma de desahogo personal, creo que

a partir de sacar algunas frustraciones, ideas, anhelos que tu tienes, puedes mejorar

colectivamente, mientras tu no mejores tu persona y te sientas conforme con lo que eres o

lo que tienes, tu no puedes proyectar lo mismo hacia las demás personas”. Aaron – Muertos

por el Sistema.

Pero la cotidianidad no sólo es la satisfacción individual y el aplauso exterior, también es la

incomprensión, la mirada de desconfianza por parte de los adultos hacia una juventud que es diferente

y diversa. Es el estigma de “vagos” y “sucios”, la represión policial que ve en los jóvenes pobres un

potencial peligro, la difundida imagen que dicta que los jóvenes son un problema para la sociedad.

Esa cotidianidad hostil se resiente, a veces provoca rabia y se devuelve con hostilidad (“Yo pinto para

expresar lo que siento, para desestresarme, para sentir la adrenalina cuando te corretean los puercos,

los vecinos que te chingan siempre” dice Pozo del CGR Crew), pero también se procesa artísticamente

como motivación que responde a los estigmas con acciones que buscan demostrar el valor propio.

El intentar una y otra vez mostrar el arte colectivo aún cuando se impongan trabas y se rechacen las

acciones y las identidades que acompañan tal arte, es para los jóvenes el decir que sólo se es distinto,

pero no se es inferior, no se es un “desterrado”, se forma parte de la sociedad y es la sociedad la que

tiene que educarse y aprender que en ella caben todos.

45

“A nosotros nos toman como ... estamos como muy aparte, a nosotros nos toman como

... como si fuéramos ora sí que ¡¡desterrados!!, porque estamos en este país pero ... un

desterrado tiene que apartarse aún siendo uno de aquí, o sea, no te toman en cuenta, te ...

desmoralizan”. Alberto - Street Army

“Entonces, la gente únicamente de verte te etiqueta, te dice “no, este guey es un mugroso,

ese guey, no sé, es un mariguano, es un hippie”, y bueno ... la verdad es penoso reconocerlo

pero en México estamos bastante faltos de ... de cultura para identificar la diversidad que

hay (…) la gente nos ve con dreadlock, nos ve con rastas como la gente le llaman, que es

un término mal aplicado, el rasta es uno, el cabello se llama dreadlock, y tiene un significado

bien bonito, y nos ven como mugrosos, como gente que no servimos pa’ nada, pero hacemos

cosas bien, bien buenas”. Lalo - Elewa.

“A veces pasa la patrulla y nos empiezan a quitar nuestras latas, nos quitan dinero, pues así

son, son bien puercos, son bien sucios. También eso nos motiva, también eso es algo que

no digamos “puta madre, ya no voy a pintar por eso”, más bien, mientras más lo hacen, más

nos motiva a seguir adelante”. No identificado - 1SA Crew

“Mucha gente nos ve como graffiteros y nos ve como vándalos, drogadictos ¿no?, y nos

miran así no, pero por ejemplo, mucha gente no ve lo que hay atrás de cada uno. Por

ejemplo, a mí me ven y dicen “no que eres un graffitero, ¿qué, nunca vas a hacer nada?”

y ahorita estoy en la carrera y sigo en esto y no por ser graffitero puedo dejar de estudiar”.

Pozo - GKR CREW .

“Hay gente que está empezando a apreciar el arte, pero desgraciadamente hay mucha

gente que nos trata como rateros, como vándalos, como drogaditos y la verdad yo creo que

los políticos son más sucios que nosotros mismos y bueno queremos cambiar esa imagen

46

en el graffiti”. Nala - CGR Crew.

“Lo que hacemos nosotros o sea, no muchos se avientan a hacerlo, ¿por qué?, porque nos

discriminan, nos hacen menos; sienten que... que cuando ellos hacen esto los van a hacer

menos, o sea, los van a despreciar, y van a decir “sabes qué pus, tú no eres de la sociedad”,

y realmente la sociedad pus somos todos”. Alberto - Street Army.

“Nos ven a veces aquí como los vagos, como los que no hacen nada, los que siempre

están ahí aplastando la calle, pensamos también emitirle un mensaje a la gente en donde

pudiéramos darles a demostrar que no solamente hacemos eso, que sí lo hacemos, pero

también hacemos otro tipo de actividades y podemos hacer otras muchas cosas también

por la gente”. Juan - Valle de Guadalupe.

En la sociedad actual, los afectos son imprescindibles para enfrentar este tipo de estigmatizaciones

y la incertidumbre de un devenir vertiginoso. Ello se acentúa en poblaciones carenciadas y postergadas

como las de los jóvenes aquí estudiados. Acorde con esto, se produce en estos últimos un fenómeno

de solidificación de los lazos entre los pares, vínculos que se asocian a la familia: los “hermanos”,

los “carnales” que están cerca, muy cerca, porque comparten sentimientos y son los incondicionales

frente una sociedad que continuamente condiciona. Para los jóvenes de los barrios pobres de la ciudad,

atrapados entre un Mercado cada vez más poderoso (una economía de mercado que deriva en sociedad

de mercado) ante el cual sólo cuentan con su capacidad de ofertar y comprar, y un Estado que retrocede

en sus funciones integradoras frente a tal Mercado (y deja de ser el ente centralista e integrador del

desarrollismo), el compartir, el ayudarse y apoyarse, es un dato de certeza que alivia las tensiones de la

vida social. Las amistades son, entonces, un valor supremo que se cuida y atesora. Entre los pares se es

horizontal, hay respeto y se habla cara a cara; entre los pares no hay instrumentalidad sino solidaridad, y

si bien hay roles, lo que produce el trabajo conjunto es de todos y todos se reflejan en él. El mundo de los

amigos es, para los jóvenes aquí tratados, la representación más armónica del vivir juntos, una pequeña

47

sociedad en donde sienten que todos deciden, un pequeño mundo en que se hace más reconfortante

vivir el momento sabiendo que “no se sabe lo que pasará mañana”. Los jóvenes saben que, pase lo que

pase, los amigos estarán a su lado. Y eso se agradece.

“En este grupo nadie es más, ni nadie es menos, más bien todos nos respetamos, todos

somos lo mismo, y nunca vamos a decir éste es el jefe o éste pinta peor, todos nos queremos,

todos somos iguales y eso es lo importante”. Irwin - 1SA Crew.

“La crew me gusta porque hay amistad, no como en otras crew, que luego entras y te exigen

cosas. Es más como compañerismo”. Haztec - GKR Crew.

“Estoy en el grupo Ballet Folklórico Imagen Mexicana porque me encanta bailar y porque aquí

he encontrado muy buenos amigos, amigos a los que quiero mucho y que probablemente van

a ser siempre mis amigos, por eso, porque me gusta bailar”. Mayra - Imagen Mexicana.

“El valor es como de amistad, es como el valor de un noviazgo, hay peleas, que yo lo valoro,

hay reconciliaciones, que es lo más fuerte. (...) Ahorita siento que estamos muy amarrados,

muy agarrados ahorita, nos hemos estado respetando un poquito más y nos llevamos más

y estamos fuertes, siento yo”. Erick - Ritmo Mundial.

“Pus si es entre todos, por ejemplo, si yo tengo una idea y ya está escrita y todo, yo llego

y le digo a Oscar “mira tengo esto, ve lo que le puedes meter o lo que le puedes quitar” y

se va armando ¿no?, él no solamente se encarga de las letras, es en conjunto”. Valeria –

Yauyollotl.

“Este, pus aquí lo que se hace, o como se trabaja es como lo decía Ciro, la opinión es de

todos, las decisiones son de todos, no hay alguien que diga “esto se hace y se va a hacer”.

48

Tratamos de manejarlo siempre por lo que todos queremos hacer, por lo que la mayoría

decida, siempre tratamos de tomar las mejores decisiones”. Edgard – Sociedad Latina.

Aparte del afecto de los pares más cercanos del grupo, están los lazos con aquellos que están

en diversos lugares y que comparten códigos de una misma identidad. Son los que están “en el medio”,

los que conocen las prácticas artísticas que se desarrollan en los barrios y cultivan similares estilos.

“Lo que me mantiene para estar en RAPEM es estar apoyando a toda la raza que está en

el nivel Underground, que puedan ellos sacar sus actitudes, sus proyectos. Ese talento que

tienen para hacer música, pues que sea entendido y sea escuchado y a la vez tenga el

apoyo que se merece”. Luis – RAPEM.

“Es un bienestar, un bienestar ¿por qué?, porque sabes que no eres el único que le gusta

esto, estamos en un grupo, un conjunto, y sabes que hay más locos que tú, (...) y a base

de eso, te ganas el respeto, te ganas la atención de los demás, o sea sabes que puedes

contar con cualquier persona de aquí (...) el objetivo primordial es ese, que tengamos ideas

en común y que podamos compartir cosas”. Gabriel - Street Army.

“Lo hacemos para el gusto propio y para satisfacción de los que están en este medio; si los

que están en este medio nos apoyan y les gusta pues nosotros seguimos adelante; mientras

sigan, siempre va a haber, aunque sea uno o dos, siempre va a haber quién nos apoye y

nosotros vamos a seguir adelante en el graffiti, en el MC, en el deejay, en el d´boy, todos

van a tener siempre un apoyo, aunque sea uno o dos, siempre van a estar, vamos a estar

juntos”. Alberto - Street Army.

“Es un medio, entonces los que están dentro del medio se conocen, por medio de revistas

o exposiciones que se realizan. Entonces también va dirigido a esas personas, para que te

vean, para que observen tu calidad, y también para la gente que va pasando y ve un dibujo

49

y que te critique y es bueno, pues vas aprendiendo”. Ninfa - GKR Crew.

“Una forma positiva de cómo atacas pus la pinche violencia, de que no te vas a ir a enfrentar

ahí o de que traes bronca con fulano ¿no?, si no puedes ir a convivir, intercambiar ideas

dentro del medio. RAPEM es donde dice: ¿sabes qué?, el pinché rap se hizo para estar en

comunión con la raza...”. Moreno- RAPEM.

“El movimiento en sí, pues, lo que es lo del rap, el hip-hop, unirlo entre varias personas,

varias corrientes que se manejan aquí como son los MC´s, como son los que hacen el

graffiti, los que bailan el brake dance y los deejays, entonces el objetivo en sí aquí del grupo

es tener esa expansión y esa unión entre todas las tendencias para hacerlo más sólido. (…)

no pensar que porque uno de una pandilla o de un ghetto o como lo quieran llamar, un crew

o un grupo, y los otros son del distinto al nuestro, pues hay que hacer algo en contra de ellos,

no, no, no, para nada. El objetivo aquí, ya se dijo, es unirse”. Gabriel - Street Army.

Los “del medio” son quienes comparten una identidad común que hace que se reconozcan en un

horizonte cultural, aun cuando estén separados geográficamente, pues la cultura los une. Es un nivel más

amplio del nosotros: “nosotros los del hip hop”, “nosotros los punk”, “nosotros los underground”, “nosotros

los rasta”, una infinidad de referencias que, dentro de la globalización, liga a quienes son jóvenes y hacen

cultura desde los márgenes urbanos. En estas referencias, Nezahualcoyotl está más cerca del Bronxs

que de Polanco, y Naucalpan más cerca de Jamaica que de las casas lindas de Coyoacán, pues el ser

joven popular en este mundo globalizado posee esta cara muy diferente a la de los grandes centros

comerciales de los barrios acomodados. Se construyen y trasmiten saberes que viajan desde muy

lejos, se aprende a sentir e identificarse con tambores africanos, danzas tahitianas, folklore de diversos

estados de la República Mexicana, y de la misma forma, los jóvenes se solidarizan con los graffiteros

que enfrentan la tolerancia cero de Giuliani, se trasmiten antiguas historias de un pasado monarca etíope

o se investiga sobre antiguas deidades que unían a los seres humanos con la naturaleza. Con todo ello

en la mente, los jóvenes piensan México, el Estado de México, el municipio, el barrio, los amigos, la vida

50

propia, el futuro, y ahí, los códigos se adaptan, se recodifican, se vuelven cercanos y se impregnan de

lo propio. Desde estos códigos los jóvenes marcan las líneas de lo correcto y lo incorrecto, lo ético y lo

no ético, convirtiéndose el conocimiento acumulado en un “saber vivir juntos”, con los nuestros, entre

los nuestros. Pareciera que en la Babel post moderna, o de esta última modernidad, la juventud popular

ejerce su propia construcción que por más que se quiera ocultar, está ahí, apoyándose, haciendo ciudad,

educándose, comunicándose, en diversos idiomas que se crean y recrean día a día.

“Mira, realmente ‘tag” son realmente los más ilegales (que pintan sin autorización y son

perseguidos por la policía), los que nada más son como inició el graffiti, el graffiti inició

por poner tu nombre anónimo y que realmente te conozcan ¿no?, entonces eso es poner

tu ‘tag”. Una “bomba”, pues es lo mismo pero con letras infladas, letra sencilla, “carácter”,

pues es ya una cosa más elaborada, una cara o cosas así, una “pieza” son letras pero bien

elaboradas, más bien tercera dimensión, cosas bien elaboradas, más bien tiene un nivel…

así es como se maneja aquí el graffiti”. No identificado - 1SA Crew.

“Eso de “aplastar” (escribir una pinta encima del trabajo de otro graffitero), son más bien

de chavos que no conocen los códigos, porque también para esto hay códigos, para todo

hay reglas. Entonces si alguien viene y te quiere aplastar, pues más que nada, tienen que

pintar mejor que tú, ¿no?, porque o sea, hay un código que dice tag…no... “bomba aplasta

tag, carácter aplasta bomba y pieza aplasta carácter” y entonces tienen que hacer algo

más. (...) si te molestas cuando arruinan tu pieza, porque son chavos que…o sea, no te

molestas si dices “wey me encimó, pero al menos lo hizo bien”, o si hizo cualquier garabato

o una tontería que tu dices “eso yo lo hacía cuando tenía tres años” o te encima nomás por

encimarte porque le caes mas o algo así, o sea es una pendejada porque cada quien hay que

respetarse ¿no? Yo respeto mucho los trabajos de los demás porque nunca he encimado a

nadie, porque cada quién es lo que es, a lo mejor si estaba un poco feo, es porque acaba de

empezar o que igual no tiene mucha calidad o lo que sea…no, no hay que encimar eso está

51

mal. Porque finalmente es el mismo movimiento, la misma ideología”. Cero - 1SA Crew.

“Para mí es bien importante la tercera raíz, la negritud en México, que es la raíz negada

por la historia ¿no?, hay una gente muy famosa acá, Yanga, en Veracruz, que hizo una

Revolución, un movimiento revolucionario de esclavos negros, gente que tocaba los

tambores, fue la gente que trajo los tambores acá al país. (…) el Rastafari es una historia

bien bonita, no tiene mucho tiempo, pero sí tiene unos años ¿no?, es una cultura muy

bonita es algo muy espiritual, algo muy religioso. (…)Rastafari es una palabra compuesta, la

palabra “Ras” significa corona y “Tafari” es el nombre de Haile Selassie, que fue nombrado

rey y entonces es ahí de donde se nombra el Rastafari ¿no?, pero tiene que ver bastante

con la percusión ¿por qué?, porque viene de África, Etiopía concretamente. (…)¡pero ojo!,

no hay que confundirse, no porque traigas los dreadlock eres un Rasta, no, hay quien se las

hace no más por vanidad ¿no?, hay que en verdad, hay que portarlas, hay que portarlas con

orgullo y con un conocimiento”. Beto - Elewa.

“En hawaiano pues se utiliza mucho lo que es rituales hacia los dioses, para ellos es... es

un homenaje muy sagrado como si fuera por ejemplo aquí en México para la Virgen María o

algo así, para ese baile se baila muy serio, muy abajo porque se demuestra el respeto y se

baila muy abajo porque dicen los hawaianos que la tierra tiene energía, entonces entre más

abajo estén reciben más energía de la tierra”. Mariana - Moana.

Hay quienes desde las ciencias sociales asociaron este fenómeno a un concepto, el de “tribus

urbanas”, dando cuenta de que en los afectos de estas micro agrupaciones se encontraba una respuesta

a la masificación y el individualismo de la sociedad moderna. Sin embargo, pensamos que hay que

usar con mesura tal categoría pues, de acuerdo a estas perspectivas de origen europeo, las nuevas

“tribus” estarían necesariamente encerradas en si mismas, reproduciendo sus propios mitos en ritos, sin

52

posibilidad de proyecto, sin posibilidad de salida, sin posibilidad de politicidad. 22 Más adelante discutiremos

estas ideas, pues pensamos que los afectos y la cohesión de los grupos no suponen la proyección de

una sociedad tribalizada y fragmentada en una posmodernidad sin futuro salvo el circular tiempo de

lo tribal. Por lo pronto, quisiéramos recalcar que en los casos estudiados, los afectos son importantes

(como lo han sido siempre en la constitución de grupos humanos y movimientos socio culturales) porque

en el quererse está sustentado un accionar hacia adentro y hacia fuera que no se conforma con la

contemplación interna y de los pares del “medio”, sino que también observa con inquietud el exterior, los

otros, el barrio, los vecinos, los otros estados, México y la sociedad. El vinculo que une esa interioridad

particular con los demás niveles sociales generales, los jóvenes lo desarrollan desde su arte en lo que

denominan la “labor social” de su gestión cultural, el “mensaje” o el “hacer conciencia” respecto a la

sociedad en la que se vive.

“Yo creo que de esa forma puede participar RAPEM, trabajando con la gente que de verdad

lo está necesitando, con los barrios. Está muy cabrona la situación en las calles ahorita. Hay

chavos que dicen que si no estuvieran en RAPEM haciendo música, estarían en la cárcel,

robando o en cualquier otro lugar ¿no? Entonces, a través de la música, es un medio para

canalizar de manera positiva toda la energía del barrio”. Luis - RAPEM.

“Mi principal motivación (…)fue justamente hacer un poco de conciencia mediante las letras

del grupo, que estaban básicamente enfocadas a hablar de temas sociales, problemáticas

sociales, hablar de pobreza, de la influencia de la iglesia en la sociedad, hablar del Estado,

básicamente temas políticos era en lo que nos enfocábamos, y ahorita también”. Daniel -

Muertos por el Sistema.

22 Ya en la introducción planteamos las distancias que nosotros y otros cientistas sociales tienen respecto a estas catego-rizaciones asociadas a los planteamientos del filósofo francés Michel Maffesoli, autor del libro: “El tiempo de las tribus” previa-mente citado.

53

“Pues ese mensaje… nosotros nos basamos mucho en los sentimientos, escribimos mucho

al amor, algunas canciones también hablan de política, de los temas sociales como es la

falta de justicia en el país, los niños de la calle y este… es lo que tratamos de expresar

nosotros con nuestra música”. Edgard- Sociedad Latina.

“El rol principal de la banda dentro de la sociedad me parece que es el crear conciencia, el

difundir un mensaje tanto político y social, como más hacia dentro ¿no?, como para tocar

a cada individuo y que cada individuo cambie sus propias actitudes para ser una mejor

persona y así convivir mejor, yo creo que ese es el rol principal”. Andrés- Sociedad Latina

“Tratamos de que no nada más nos escuchen los chavos skatos del género, nos gustaría

que también chiquitos de seis años, diez, doce, quince, hasta señores adultos ya de la

tercera edad, que escuchen rolas de amor, de desamor y queremos, tratamos en algunas

rolas difundir conciencia más que nada”. Carlos- Sociedad Latina

“Yo pienso que a través de la música se pueden mover muchas cosas ¿no? mmm no se yo,

creo que a través de algún ritmo, de alguna letra tú puedes meter un poquito de conciencia

dentro de cada una de las personas. Dentro de nuestro rol sería eso, tendríamos que hacer

también algunas otras cosas, pero principalmente eso, con nuestras letras, con nuestras

canciones y este pues difundirlo y hacerlo pensando… y para todos”. Valeria - Yauyollotl)

El “mensaje” contenido en el arte es visto por muchos como algo central, al igual que el rol de

lo cultural en la sociedad. Asociado a ello, se plantea en los testimonios que el aporte que se desarrolla

desde la organización comunitaria es eminentemente cultural, una cultura que si se niega desde los

grandes poderes se autogestiona en espacios propios; una cultura que se resiste a estar encerrada en

las elites, una cultura que dice lo que sucede y sueña con futuros mejores. Sin duda, estas valoraciones

no se encuentran en el 100% de los casos entrevistados, pero tampoco son casos excepcionales.

54

Para comprender esto, debemos dar cuenta de las diversas vinculaciones que se hacen entre lo que

se gestiona particularmente y la construcción de lo público, es decir, la política, independientemente

de que ésta sea identificada semánticamente como tal, por parte de los jóvenes. Como nexo con el

tema central de esta investigación: el de la auto representación política y ciudadana, terminamos este

capítulo presentando algunas de aquellas reflexiones que atribuyeron a lo cultural un potencial gestor de

realidades, un derecho y un ejercicio de poder crítico y constructor.

“La cultura está reflejando lo que está pasando, entonces de alguna manera, todo lo que sea

cultura, va a estar en desacuerdo con lo que sucede. Una pintura va hablar mal de los de

la política, va a hablar del abismo de las drogas, en lo que nos han sumido, un rockero va a

hablar de que el sistema ya no lo soporta, está reprimido. Las obras de teatro, más artísticas,

que refleje a la población van a hablar del aborto, van a hablar de cualquier cosa, que no se

ha visto. Y en cambio, la cultura la quieren pintar bonita, un cuadro bonito, con arbolitos y

casitas, va a ser de la canción pop, que hable de la chica que no se qué, que fue a la fiesta

y la dejaron sus papás, va a hablar de pachanga y desastre y sexo”. Cesar - La Julia.

“En El Cervantino, podemos encontrar diversión y cultura, internacional o nacional lo que

sea, pero al final de cuentas si no tienes zapatos o no hablas bien, o no tienes una buena

apariencia, simplemente no te venden un boleto, o sea, más bien yo lo veo desde el punto

de vista de decir “¿cultura?, ¿qué es cultura?”, y en qué lado de la cultura estamos nosotros

¿no?, pues al final de cuentas seguimos desarrollando cultura. (...)Ahora sí, lo que ha hecho

el pueblo, es montar escenarios alternos o subalternos, para que se exprese toda esa gente,

es como yo te mencionaba”. Oscar - La Julia.

“En un momento que la gente empiece a perder eso (la cultura), y que lo esta perdiendo, va

empezar a vivir ciega, va a empezar a perder el sentido de la vida y sólo va a vivir por cosas

superficiales, por sólo producir o estar dentro de la dinámica y no ver qué realmente es la

55

vida. Que hay muchas cosas bellas, que en un cuadro puedes plasmar muchos sentimientos

aunque a lo mejor para uno sí y para otros no, pero que existe esa diversidad de culturas

¿no?, si se necesita mucho apoyo la cultura, creo que una forma de crecer socialmente es

por medio de la cultura”. Rodrigo – Yauyollotl.

“Todo este sector del Estado de México, es una área geográfica que históricamente a estado

como que olvidada por la cultura, entonces creímos conveniente que a la gente, pues también

le corresponde y tiene derecho a la cultura, y que si bien los gobiernos y los diferentes

órganos de gobiernos, el municipal, estatal y federal, pues no te dan acceso a ella, entonces

creímos oportuno organizarnos entre nosotros, poder traer algo aquí, a la colonia y que la

gente disfrutara y que aparte de disfrutar también participara, que se metiera de lleno a un

sentido de organización comenzando por lo cultural”. Juan - Caracol, Valle de Guadalupe.

56

57

Enunciada en abstracto, la concepción que los jóvenes entrevistados manifi estan acerca de la

política se dirige hacia su comprensión espontánea como una “forma de gobierno” (31.3%), destacando

la fuerte vinculación de esta actividad con la “corrupción y el enriquecimiento” (20.8%). De esta forma es

que, mayoritariamente, los jóvenes entrevistados defi nen a la política como “un sistema normativo”, “una

forma de gobernar” y una “forma de ejercer el poder”, por una parte, o como “chingar a la gente”, “una

forma de enriquecerse”, “corrupción” o “basura”, por otro lado (ver tabla 7 del anexo). Las menciones

directamente positivas en relación a la política, por su parte, constituyen un porcentaje signifi cativamente

menor en el total de defi niciones ofrecidas por los entrevistados.

4.- Política y Ciudadanía. Análisis cuantitativo acerca de posicionamientos, per-cepciones y auto percepciones sobre política y ciudadanía.

Defi nición de Política

Forma de gobierno

Enriquecimiento,corrupción

99

No sabe, no responde

Otras menciones

Otras mencionesnegativas

Otras mencionespositivas

Democracia,representación

Defensa de interesesprivados

Forma de gobierno

Enriquecimiento,corrupción

99

No sabe, no responde

Otras menciones

Otras mencionesnegativas

Otras mencionespositivas

Democracia,representación

Defensa de interesesprivados

58

Al momento de interrogar acerca de la defi nición más precisa de la política en México, las menciones

negativas se incrementan fuertemente. Es así como, mientras más del 70% de los entrevistados asocia

espontáneamente la actividad política del país como directamente vinculada a cualidades negativas

tales como la corrupción, sólo el 5% la percibe como una actividad posible de ser defi nida en términos

positivos (ver tablas 15, 16 y 17 del anexo):

Al momento de plantear alternativas para la defi nición más precisa de la política en México,

los entrevistados ratifi can las percepciones espontáneas arriba expuestas. El 67% de los entrevistados

seleccionaron a la defi nición “la política es una forma de enriquecerse” como una de las dos formas más

precisas para defi nir a esta actividad en México. Dicha defi nición es seguida por “la política es sucia”

(46.9%) y “la política es confrontación y enemistad” (25%). Defi niciones que pudieran ser asumidas como

10 20 30 40 500

No sabe, no responde

Porcentaje

Otras menciones

Otras menciones positivas

Otras menciones negativas

Corrupta, enriquecimiento

0

Defi nición de la política en el país (primera opción recodifi cada)

59

positivas, tales como “la política es participación” y “la política es decidir el México en que queremos

vivir”, alcanzan sólo el 11% y el 9% de las menciones, respectivamente.

0Sí

Missing

La política es una forma de enriquecerse

0Sí

Missing

60

Hasta acá nos hemos concentrado en la defi niciones que los jóvenes entrevistados producen

en relación a la política. La conclusión evidente, tal como se expresa más arriba, es que ésta constituye

una actividad mayoritariamente rechazada por los jóvenes, más aun cuando se la sitúa en el contexto

específi co de la realidad del México actual. Frente a esto, es preciso avanzar un poco más, hurgando en

el posicionamiento que los mismos jóvenes realizan respecto a su propia relación con el entorno social

y político. En cuanto a esto, es preciso señalar, en primer término, que los jóvenes entrevistados se

asumen mayoritariamente como ciudadanos (83.3%), lo cual ha de ser interpretado inicialmente como un

reconocimiento de su adscripción a un espacio público del cual se sienten parte (ver tablas 9, 10 y 11 del

anexo). Sin embargo, para hurgar más en la intensidad de dicha adscripción, es preciso dirigirnos hacia

la forma según la cual es asumida por los jóvenes su condición de ciudadanos.

Para los jóvenes entrevistados, existe una fuerte vinculación de la noción de ciudadanía con

La política es decidir el México en que queremos vivir

0Sí

Missing

61

aspectos políticos-sociales que implican una participación activa del individuo en la esfera pública. Es así

como, por ejemplo, respuestas tales como que ser ciudadano implica “participación pública”, “hacerse

escuchar”, “hacer valer derechos” o “servir a México”, conforman el 38.5% del total de defi niciones

ofrecidas por los entrevistados.

Defi nición de ciudadanía

Formal, istitucional

Participativa

Adscripción geográfi ca

Otras menciones negativas

Otras menciones positivas

No sabe, no responde

Missing

Formal, istitucional

Participativa

Adscripción geográfi ca

Otras menciones negativas

Otras menciones positivas

No sabe, no responde

Missing

62

Sin embargo, y tal como puede verse en la gráfica arriba expuesta, las definiciones “formal-

institucionales” (35.4%) y de “adscripción geográfica” (18.8%) también ocupan un importante lugar en

las respuestas de los entrevistados al momento de definir la ciudadanía. Dichas definiciones, a nuestro

juicio, implican una concepción más bien pasiva de lo que constituye el ser ciudadano, al ser vinculada

más bien a obligaciones jurídicas y/o resultado de la sola existencia como mexicano. Obsérvese en este

sentido las siguientes definiciones que ofrecemos como ejemplo: ser ciudadano es… “habitar en el país”,

“cumplir obligaciones”, “votar y ser votado”, “cumplir reglas”, “tener derechos y obligaciones”.

Lo arriba expuesto es necesario de ser considerado puesto que, de acuerdo a nuestro criterio,

el reconocimiento mayoritario que los jóvenes afirman en relación a su condición ciudadana no

necesariamente ha de ser asumido como síntoma de una vocación de participación y acción protagónica

en los asuntos públicos. Sobre este tópico, los resultados de la reciente Encuesta Nacional de Juventud

2005, abordan un problema similar al momento de hurgar en los motivos que los jóvenes exponen

para argumentar su mayoritaria valoración del ejercicio del voto como instrumento de participación.

Observemos in extenso el argumento que se presenta en relación a esto:

A pesar de la carencia de credibilidad que puedan tener los personajes públicos de la vida

política mexicana, los jóvenes no titubean en el valor que tiene el ir a votar, y sus razones

más importantes para hacerlo son (…) “porque soy mexicano”, en primer lugar; “para ejercer

mi derecho ciudadano”, en segundo; “porque es un deber”, en tercero; “porque así debe

funcionar la democracia”, en cuarto; “porque soy un buen ciudadano”, en quinto; “porque

creo en la democracia”, en sexto. En todas estas respuestas hay un talante de “deber” que

nos remite al ejercicio ciudadano de votar más por la reproducción irreflexiva del status quo

que por razones que implican desempeño intelectual, reflexivo y crítico. 23

Al igual como en el caso de nuestro ejemplo, existe aquí una fuerte tendencia a identificar la

23 Instituto Mexicano de la Juventud, op. cit. Pág. 46.

63

participación ciudadana como un imperativo sostenido más bien en criterios de carácter normativo que

en un impulso reflexivo por parte de los jóvenes. Extrapolando este argumento, podríamos decir que en

el caso de nuestro estudio, para más del 50% de los jóvenes entrevistados la condición de ciudadanos

se porta en ausencia de algún tipo de “desempeño intelectual, reflexivo y crítico”.

Sin embargo, es preciso advertir que se debe considerar que los jóvenes entrevistados, pese

a la predominancia en ellos de una definición “pasiva” de la ciudadanía, son jóvenes que participan de

manera activa en sus respectivas organizaciones juveniles. En este sentido, es posible señalar que, en

sí, constituyen jóvenes que ejercen su ciudadanía, pero que al momento de reflexionar respecto a ello

se encuentran, posiblemente, ubicados en un terreno (el de la “política formal”, el del “civismo escolar”),

respecto al cual no se sienten protagónicos. Sobre esto hurgaremos más adelante.

Ahora bien, ¿qué ocurre si consideramos el reconocimiento que los entrevistados realizan

respecto a su condición de sujetos políticos? De acuerdo a las respuestas obtenidas, sólo el 42% se

considera a sí mismo como sujeto político, porcentaje sustantivamente menor al de los sujetos que se

definen como ciudadanos, y bastante cercano al 39.4% de jóvenes que le atribuyen un carácter político

a la organización 24 en la cual se encuentran adscritos (ver tablas 12, 13, 14, 27, 28 y 29 del anexo)

¿Existe una correlación entre ambos reconocimientos? En otros términos: ¿es posible concluir que los

jóvenes que afirman su condición de ciudadanos al mismo tiempo se reconocen como sujetos políticos y

viceversa? Siguiendo los resultados de un simple ejercicio de correlación, la hipótesis que indicaría una

relación estrecha entre el reconocimiento como ciudadano y el reconocimiento como individuo político ha

de ser desechada.

24 Cabe constatar que el porcentaje de entrevistados que le reconoce a su organización un carácter político, se encuentra engrosado, fundamentalmente, por quienes se auto atribuyen un carácter de agentes políticos.

64

Correlations

Auto percepción de

política

Auto percepción de

ciudadaníaAuto percepción de política Pearson Correlation 1 ,258(*)

Sig. (2-tailed) . ,012

N 95 94

Auto percepción de

ciudadaníaPearson Correlation ,258(*) 1

Sig. (2-tailed) ,012 .

N 94 95

* Correlation is significant at the 0.05 level (2-tailed).

¿Será posible entonces encontrar una variable explicativa que pudiera determinar una

correlación entre las auto percepciones de ciudadanía y de política? Las diferencias entre los jóvenes

que se reconocen como ciudadanos y como sujetos políticos y, quienes no pueden explicarse, en parte,

debido a una correlación posible de determinar entre la percepción de ciudadanía y de agencia política

con la edad de los entrevistados, correlación que se dirige hacia una afirmación de la ciudadanía y del

carácter político de los individuos conforme avanza la edad, tal como lo señalan los siguientes cuadros

comparativos:

Auto percepción de ciudadanía Total

sí noEdad del entrevistado 14 a 17 19 5 24

79,2% 20,8% 100,0% 17 a 21 20 5 25

80,0% 20,0% 100,0% 22 a 25 20 4 24

83,3% 16,7% 100,0% 26 a 29 12 1 13

92,3% 7,7% 100,0% mayor de 30 7 0 7

65

Auto percepción de política Total sí no

Edad del entrevistado 14 a 17 8 16 24

33,3% 66,7% 100,0%

17 a 21 9 16 25

36,0% 64,0% 100,0%

22 a 25 9 14 23 39,1% 60,9% 100,0%

26 a 29 11 2 13 84,6% 15,4% 100,0%

mayor de 30 2 6 8 25,0% 75,0% 100,0%

Total 39 54 93 41,9% 58,1% 100,0%

De los datos presentados, pudiera suponerse que la correlación entre edad y auto percepción de

ciudadanía y de política responden a una cuestión estrictamente formal de “mayoría de edad”, lo cual ha

de ser asumido sólo como parcialmente correcto. Observemos.

De los 5 entrevistados menores de edad (18 años) que desconocen su condición ciudadana, sólo

2 arguyen motivos de edad y, por otra parte, los individuos menores de 18 años de edad conforman sólo

un 33.3% del total de individuos que desconocen su condición ciudadana, porcentaje levemente superior

al 25% que dicho tramo etario representa en el total de jóvenes entrevistados.

Por su parte, y para el caso del reconocimiento del carácter de agente político, resulta preciso

indicar que, tal como se representa en el cuadro arriba expuesto, la categoría etaria que menos reconoce

su condición política la constituye la de “30 años y más”.

¿Cuáles serán, entonces, los factores determinantes por los cuales cerca del 20% de los

66

encuestados no se consideran ciudadanos y más de la mitad desconoce su carácter de agentes políticos?

Si bien el factor edad constituye un aspecto a considerar, la respuesta a esta pregunta ha de encontrarse

más bien en el rechazo y el desinterés que la noción misma de ciudadanía y de política producen en

una parte de los entrevistados, lo cual coincide con las definiciones más bien pasivas que estos mismos

ofrecen acerca de la ciudadanía y la política. En concreto: lejos de determinaciones etárias o de otro tipo,

suponemos que la distancia que separa a los jóvenes entrevistados tanto respecto a la política como a

la ciudadanía, nociones prototípicas de lo que constituye “lo público”, es una distancia “autoconfigurada”.

Esto quiere decir que es posible vincular en estrecha relación a las comprensiones “negativas” (de la

política) y “pasivas” (de la ciudadanía) respecto a lo público, con la negación que los jóvenes manifiestan,

en tanto agentes activos, de su condición de “ciudadanos” y “sujetos políticos”.

Sucede que, en el caso de la ciudadanía, la tendencia a una definición “pasiva” manifiesta

sensibles diferencias entre quienes se consideran ciudadanos y quienes no. En el caso de los primeros,

la tendencia es a un fuerte aumento de la definición “activa” de una ciudadanía vinculada al ejercicio de

derechos y la participación en el espacio público, tal como se ve en el siguiente cuadro comparativo:

Auto percepción de ciudadanía Total

sí NoDefinición de ciudadanía Formal, institucional 25 9 34

31,3% 60,0% 35,8% Participativa 33 3 36

41,3% 20,0% 37,9% Adscripción geográfica 16 2 18

20,0% 13,3% 18,9% Otras menciones negativas 1 0 1

1,3% ,0% 1,1% otras menciones positivas 1 0 1

1,3% ,0% 1,1% no sabe/no responde 4 1 5

5,0% 6,7% 5,3%Total 80 15 95

100,0% 100,0% 100,0%

67

Como vemos en este cuadro, para quienes se consideran ciudadanos la definición activa de

la ciudadanía alcanza más del 40% del total de menciones, mientras que para los que desconocen su

condición de tales esta definición alcanza sólo a un 20%. 25 Por el contrario, mientras que para quienes

se reconocen como ciudadanos la definición formal-institucional de la ciudadanía alcanza un 31.3% de

las menciones totales, para quienes desconocen su condición ciudadana esta definición se empina por

sobre el 60% del total de las menciones.

Observemos lo que ocurre en el caso de la política. Consideremos el siguiente cuadro

comparativo:

Auto percepción de política Total Sí No

Definición de política Forma de gobierno 14 16 30

35,0% 29,1% 31,6% Enriquecimiento, corrupción 4 16 20

10,0% 29,1% 21,1% Defensa de intereses privados 2 2 4

5,0% 3,6% 4,2% Democracia, representación 12 2 14

30,0% 3,6% 14,7% Otras menciones positivas 3 1 4

7,5% 1,8% 4,2% Otras menciones negativas 2 5 7

5,0% 9,1% 7,4% Otras menciones 1 2 3

2,5% 3,6% 3,2% No sabe no responde 1 1 2

2,5% 1,8% 2,1% 99 1 10 11

25 Esta relación se ratifica si consideramos que, del total de entrevistados que se definieron como ciudadanos, el 43.2% argumentó su condición de tal aludiendo a una definición activa de la ciudadanía (ver tabla 10 del anexo). Ejemplos de respues-tas en este sentido son los siguientes: “(Soy ciudadano porque… tengo posición, hago valer derechos, participo, lucho.”)

68

2,5% 18,2% 11,6%

Total 40 55 95 100,0% 100,0% 100,0%

En este caso, si bien las diferencias no son altamente significativas entre quienes se definen como

agentes políticos y quienes no, la relación arriba expuesta vuelve a manifestarse. Y es que, mientras casi

un tercio de quienes no se reconocen como agentes políticos definen a la política como “enriquecimiento

y corrupción”, este porcentaje baja a sólo un 10% en el caso de quienes sí se reconocen como agentes

políticos. De igual forma, mientras que las menciones positivas acerca de la política son más frecuentes

en este último grupo, las menciones negativas presentan mayor recurrencia en el primero.

De los resultados hasta aquí expuestos, en definitiva, es posible concluir que el reconocimiento de

la condición ciudadana y la agencia política se vincula directamente a una definición activa y participativa

de la ciudadanía, mientras que el reconocimiento que los individuos realizan acerca de su condición de

agentes políticos se vincula fuertemente con definiciones de la política que vinculan a ésta (en abstracto)

con la democracia, la representación u otros valores positivos.

¿Significará esto que existe una correlación entre el reconocimiento de la condición ciudadana y

política y, una valoración positiva de lo que “en concreto” significa la política mexicana para los jóvenes

entrevistados? De ser así, debiera concluirse que las definiciones negativas acerca de lo que constituye

la política en el país debieran ser ostensiblemente menores entre quienes se reconocen como ciudadanos

y como agentes políticos, y mayores entre quienes no. Observemos entonces los siguientes cuadros:

69

La política es una forma de enriquecerse Total no sí

Auto percepción de ciudadanía sí 26 54 80 81,3% 85,7% 84,2%

no 6 9 15 18,8% 14,3% 15,8%

Total 32 63 95 100,0% 100,0% 100,0%

La política es una forma de enriquecerse Total

no síAuto percepción de política sí 11 29 40

34,4% 46,0% 42,1%

no 21 34 55

65,6% 54,0% 57,9%

Total 32 63 95 100,0% 100,0% 100,0%

En el primer cuadro se muestra una correlación entre auto percepción de ciudadanía y definición

de la política en México “como una forma de enriquecerse”. Como vemos, tanto en quienes se definen

como ciudadanos como en quienes no lo hacen, el porcentaje que define a la política “como una forma

de enriquecerse” es estadísticamente equivalente, siendo incluso mayor entre quienes se autodefinen

como ciudadanos.

En el segundo cuadro sí es posible establecer una diferencia estadísticamente significativa entre

quienes se definen como políticos y quienes no, en relación a la afirmación “la política en México es

una forma de enriquecerse”. Y sin embargo, esta diferencia arroja un mayor porcentaje de respuestas

afirmativas en el caso de quienes sí se consideran como agentes políticos.

70

¿Qué se puede concluir de lo arriba señalado? Si bien el reconocimiento de la condición

ciudadana y de la condición de agente político puede ser correlacionado con una valoración positiva

de lo que implica “en abstracto” la política y la ciudadanía, esto no implica la posibilidad de una similar

correlación con la política tal cual se expresa en México. En definitiva: valorar positivamente a la política

(en abstracto) no implica necesariamente la valoración igualmente positiva de la política tal cual ésta se

expresa en México.

En relación a esto, observamos una interesante capacidad (en un importante porcentaje de

jóvenes) para diferenciar entre un ser abstracto de la política (con contenidos ligados a la participación y

el ejercicio de la ciudadanía) y su expresión concreta en el México actual, lo cual nos indica un ejercicio

crítico de diferenciación entre el “ser actual” y el “deber ser” de la política”.

Ahora bien: ¿Cuál es ese deber ser esperado por los jóvenes entrevistados en relación a la

política? En respuesta espontánea, las opciones se dirigen mayoritariamente a la primacía en ella de

“valores democráticas”(27.1%), en primer lugar, y a la “honestidad y ausencia de corrupción” (24%), en

segundo lugar (ver tablas 24, 25 y 26 del anexo).

71

En respuesta a las alternativas planteadas por la entrevista, los jóvenes reordenaron las

defi niciones acerca del “ser de la política en México” ahora en torno a su “deber ser”26, obteniéndose los

siguientes resultados:

• La política debiera ser decidir el México en que queremos vivir: 53.2%

• La política debiéramos hacerla todos: 43.6%

• La política debiera ser participación: 38.3%

• La política debiera ser el arte de gobernar: 20.2%

26 Cabe señalar aquí que un porcentaje signifi cativo de los jóvenes respondieron como deseo de lo que debiera ser la política en México algunos atributos que claramente son asumidos como negativos. Por ejemplo, en la pregunta presentada con alternativas, el 14.7% de los jóvenes entrevistados señalaron que la política “debiera ser sucia”. ¿Cómo entender esto? Una posibilidad es atribuir dichas respuestas a un error en la formulación de la pregunta. Pero otra posibilidad que consideramos igualmente verosímil, es la de asumir dichas respuestas como un síntoma de la imposibilidad, manifi esta en algunos jóvenes, de pensar la política en México en términos positivos, o de imaginar un deber ser posible de la política en el país.

Deber ser de la política en México

Deber ser de la política en México

valores democráticos

honesta,sin

corrupción

justicia social,equidad

otrasmenciones

no sabe,no responde

Porc

enta

je

25

30

10

15

20

0

5

valores honesta, justicia social,justicia social,justicia social, otras no sabe,

72

• La política debiera ser una forma de enriquecerse: 16%

• La política debiera ser sucia: 13.8%

• La política debiera ser confrontación y enemistad: 5.3%

• La política debiera ser una profesión para especialistas: 2.1%

Como lo expresan los resultados arriba señalados, gran parte de los entrevistados vislumbran

un deber ser de la política vinculado estrechamente con la participación colectiva, lo cual supera

ampliamente a las defi niciones normativas que la vinculan con un “arte de gobernar” o con “una profesión

para especialistas”.

Si No

50

40

30

20

10

0

La política debriera ser el México en el que queremos vivir

La política debriera ser el México en el que queremos vivir

Porc

enta

je

Si No

60

73

De los resultados obtenidos en el proceso de investigación cuantitativa fue posible extraer algunas

conclusiones relevantes que, para la fase cualitativa, fueron de suma importancia en lo que refiere a la

sistematización de las entrevistas realizadas. Sumariamente, podemos señalar las siguientes:

1) Los jóvenes que forman parte de las organizaciones juveniles integradas al estudio

manifiestan una sensible lejanía con la realidad política mexicana, la cual se expresa en un profundo y

mayoritario rechazo a lo que serían sus prácticas comunes: una “forma de enriquecerse”, “una forma de

corrupción”, “una profesión para especialistas”, etc.

2) Pese a lo anterior, existe una importante presencia de jóvenes que manifiestan capacidad

crítica de distinguir entre el “ser real” de la política en México y el “concepto verdadero” de la misma,

clarificando una distancia que les permite pensar, a lo menos de manera abstracta, una forma de entender

la política manifiestamente distinta a lo que su experiencia cotidiana les pudiera indicar.

3) Quienes manifiestan un rechazo en general a la política son jóvenes que sin embargo

expresan algún grado de posicionamiento, percepción o evaluación de lo que ésta significa, lo cual debe

ser entendido como expresión de una disposición medianamente activa frente a la misma, argumento

que va en la dirección contraria de asumir el apoliticismo como una actitud meramente pasiva frente a la

realidad de lo público.

4) La negación de su condición de ciudadanos y de agentes políticos que una parte

significativa de los entrevistados manifestó, se encuentra íntimamente ligada a conceptos negativos que

sobre la ciudadanía y la política construyen los propios jóvenes. Es decir, si hay algo que desincentiva la

preocupación de los jóvenes por los asuntos públicos es precisamente la pobre percepción que muchos

de ellos tienen respecto a lo que significa, en concreto, lo público en México.

Para finalizar, es precisa una aclaración. El estudio cuantitativo y su posterior análisis constituyeron

74

instrumentos de gran ayuda para vislumbrar algunos tópicos recurrentes en los jóvenes y estilizar el

lenguaje utilizado por ellos mismos. Sin embargo, el estudio también generó paradojas, contradicciones

e insuficiencias que, lejos de producir un obstáculo para la producción de conclusiones productivas,

generó una oportunidad para detectar aquellos nudos problemáticos sólo posibles de ser abordados

en la fase cualitativa del estudio, la que precisamente se nutrió de muchas de las conclusiones que

preliminarmente se fueron obteniendo en esta fase cuantitativa.

75

5.- Política y ciudadanía. Análisis cualitativo de posicionamientos, percepciones y auto percepciones sobre política y ciudadanía.

Como vimos en el capítulo previo, la complejidad de los conceptos de ciudadanía y política se

vive de forma concreta en las diversas percepciones, valoraciones, definiciones e involucramientos que

los sujetos jóvenes estudiados tienen respecto a tales dimensiones. De acuerdo a lo anterior, hay que

tener cuidado con apresurarse en diagnosticar apatías, apoliticismos o individualismos en los jóvenes,

pues debemos atender a que las definiciones de los conceptos son múltiples y vivenciadas socialmente,

por lo que, antes que concluir respecto a las actitudes que los jóvenes presentan en torno a lo político

y lo ciudadano, es preciso entender ¿cómo se llenan de contenido tales dimensiones? y ¿cómo se

desarrolla una construcción de lo público y de la participación social, independientemente de que ésta

se identifique a si misma o se nombre como política o ciudadanía?

76

77

Partiremos analizando la noción de ciudadanía que, como vimos en el capítulo anterior, cuenta

con una caracterización más positiva que “La política” en los jóvenes entrevistados. Deberíamos quizás

hablar de “las ciudadanías” que los jóvenes identifican ya que las diferencias que se encuentran en las

representaciones de este concepto son variadas. Así como en el análisis cuantitativo reconocimos dos

grandes representaciones de ciudadanía: una activa asociada a la participación y ejercicio de derechos,

y una pasiva que decía relación con definiciones formales institucionales, de adscripción geográfica y

reconocimientos jurídicos de derechos.

En lo que respecta a las conversaciones sostenidas con los jóvenes para el análisis cualitativo,

aparecieron definiciones más específicas en lo referente a la identificación con el ser ciudadano. En esto

último, captamos que entre los que no se reconocían como ciudadanos, estaban los que consideraban la

ciudadanía como una cualidad positiva (en abstracto), de ejercicio y o reconocimiento de la participación

y los derechos civiles, pero que sería negada sistémicamente en la realidad mexicana. Al mismo tiempo,

nos apareció una noción de ciudadanía rechazada por los propios sujetos, al asociársela con una

adaptación o inserción en un sistema social valorado negativamente como opresor, ajeno y o corrupto.

5.1- Ciudadanías

78

En lo que respecta a las visiones que plantearon una “ciudadanía activa” en términos abstractos

e ideales de “deber ser”, llama la atención la poca alusión, en las conversaciones, a los derechos

institucionalmente reconocidos, recalcándose, en cambio, una ciudadanía ejercida desde lo particular y lo

cotidiano, ya sea como individuos o como organizaciones sociales. Al parecer, aquella ciudadanía que se

enfrenta, interpela o exige al Estado y las instituciones, está mucho menos presente que aquel ejercicio

ciudadano cotidiano de la relación constructiva con la comunidad y el barrio. Más adelante ahondaremos

en este aspecto que es central para comprender los niveles en que se asume la construcción de lo

público y lo político, y que tiene mucho que ver con las valoraciones y representaciones acerca de la

democracia mexicana. Por lo pronto, acá se presentan algunos ejemplos de percepciones de ciudadanía

activa y auto percepción ciudadana afirmativa, es decir, de reconocimiento de las individualidades y de

las organizaciones propias en tanto ciudadanas.

“Ser ciudadano, es participar activamente, no sólo dentro de tu comunidad, sino del contexto

que se vive, tanto nacional, tu comunidad, tu misma familia e ir extendiéndote. (...) creo que

esa debería ser la labor de un ciudadano, ¿no?, comprometerse con la sociedad, construir

con la sociedad, no sólo el individualismo”. Rodrigo - Yauyollotl.

“Pues la ciudadanía para mi pues es una… una forma en la que todos nos debemos de

expresar, todos ¿no?, es ser la voz de cada persona como individuo, es lo que debe de

expresar por uno mismo, por lo que cree que es mejor, por lo que cada uno siente y no por

lo que dice el de al lado… Alguien que busca luchar por mejores ideales, por sobresalir junto

con todos, no solo”. Edgard- Sociedad Latina.

“Ciudadanía pues sería… tener cierta participación política dentro de una comunidad,

política, digamos en cierta forma ideal como debería de ser, o sea creando conciencia, que

nosotros lo hacemos a través de la música y en ese sentido, sí me considero un ciudadano”.

Aldo- Sociedad Latina.

5.1.1 Ciudadanía activa.

79

“Las actitudes que se toman día con día, por ejemplo, no fomentar la corrupción, no estar

dando mordidas, no robar, no aprovecharse de las personas más débiles… esas actitudes

es la manera de poner el ejemplo, de decir “wey la neta no seas así porque estas jodiendo a

las personas y a ti mismo” ¿no? Me considero ciudadano porque trato de no fomentar todo

lo que nos está llevando al carajo”. Andrés- Sociedad Latina.

“Yo digo que sí me siento ciudadano, porque aporto al pueblo aunque sea pintando pero le

aporto algo y como dijo el Tul, dicen que si eres mayor de 18 años eres ciudadano y yo digo

que no, es aportando algo al pueblo”. Caos- GKR Crew.

“Y si ser ciudadano es poder votar a partir de los 18 años, o si ser ciudadano significa aportar

algo a la comunidad, creo que para mi ese (lo segundo) es el sentido de ser ciudadano,

¿no?, no nada más basarte en leyes o sabes que - tu puedes hacer esto porque tienes estos

derechos, o no tienes estos derechos- el ciudadano se debe dedicar a aportar cosas a la

gente y yo creo que en la agrupación eso es lo que tratamos de hacer, ¿no?, convivir con

la comunidad, que ellos nos aporten ideas y que nosotros les aportemos ideas”. Rodrigo -

Yauyollotl

80

El activismo e involucramiento con una ciudadanía que “se ejerce”, contrasta con la ya mencionada

noción pasiva. Esta ve la ciudadanía como algo que recae en las personas ya sea por el hecho de

haber nacido en México o ser reconocido jurídicamente como mexicano. Entre aquello que recae en

las personas como ciudadanía, estarían en el primer lugar de las menciones, deberes como el pagar

impuestos y acatar las normas, y en segundo lugar el reconocimiento de derechos, casi siempre como la

dualidad jurídica “derechos y deberes”.

“Ciudadano es quien cumple con sus obligaciones, con sus derechos, con reglas dentro de

la sociedad”. Yazmín – Moana.

“¿Y si soy ciudadano? Pues sí ¿no? pues soy ciudadano pues simplemente porque estoy

aquí en el país, como todo mundo (...) estudio… como dicen pues igual como cualquier

ciudadano”. Osvaldo - Ritmo Mundial.

“Tú eres ciudadana desde el momento que naces ¿no?, en un lugar, somos todos los que

nacemos en México, somos ciudadanos de México ¿no?, y para mi esa es la ciudadanía.

¿Qué si me considero ciudadano? pues sí ¿no?, sí me considero porque nací aquí ¿no?,

porque vivo en una ciudad ¿no?”. Luis - Yaulloyotl.

“Para mi ser ciudadano pss... es este pertenecer al pueblo de México ¿no?, siento que…

psss acatar, tener amabilidad con las personas, respeto… para mi eso es ser ciudadano”.

Enrique - Ritmo Mundial.

“Somos gente que pertenecemos a una comunidad, sea como sea somos ciudadanos,

cumplimos con las obligaciones de ciudadanos, eh..., el pago de impuestos, el terreno y

todo”. Gabriel - Street Army.

5.1.2 Ciudadanía Pasiva.

81

“Soy ciudadano porque, como todos, pagamos impuestos ¿no?, hasta por tocar”. José Luis

- La Reata.

“Sí me considero un ciudadano, sí soy productivo, tengo mi empleo, pago impuestos”. Israel

Ritmo – Mundial.

“Ciudadano si me consideraría respecto al…al concepto ¿no?, porque es que debes de

tener nación, este... mexiquense algo así, todo eso ¿no? Por ese lado sí me considero

ciudadano”. Simón - RAPEM.

82

Donde aparece de forma notable y preocupante un acento en los derechos ciudadanos, es en aquellos

testimonios que consideran a la ciudadanía un valor negado sistémicamente a las personas. Tal

“ciudadanía negada” sería un “deber ser” ciudadano no respetado en la sociedad mexicana. Se trataría

de aquella participación social que no es tomada en cuenta y de los derechos jurídicamente establecidos

que no serían considerados. Se habla de un orden social sustentado en normas que no se aplican, o más

bien sólo se aplican en tanto “obligaciones” a las masas no privilegiadas, no así a las elites del poder

político y económico:

“La ciudadanía sería... pues el pueblo que vive bajo las normas o condiciones de la política.

(…) Podría sentirme ciudadano pero en el ámbito en que me desarrollo no me lo permite

porque a lo mejor la gente no me toma con igual con los mismos derechos y obligaciones, o

no sé, como ... se podría decir que somos como marginados o ... que nos ven así con cara

fea y ... no podría sentirme tanto, aunque sí soy ciudadano”. Sergio - Street Army.

“Ciudadanía sería como ser parte de una sociedad, de una sociedad que realmente cumpla

el régimen, que se deriva desde la política o desde el gobierno. (...) es ciudadanía desde que

esas leyes o ese régimen se respete desde política, como de política hacia nosotros como

de nosotros a la política, o sea, a mi criterio estamos en una sociedad pero de nosotros

para ellos, pero ellos para nosotros no. Porque, como te decía, yo soy parte de la sociedad,

yo sí siento que respeto a lo que me dicen, o sea que respeto lo que me están dando... “tú

tienes que hacer esto” y obligaciones, las cumplo. Cumplir con las normas que me están

imponiendo, el problema es ¡que me respeten! las normas que supuestamente ellos las

pusieron ¿no?, de mi parte sí, de su parte no”. Jackeline – Moana.

“Yo creo que esto de ser político o ser ciudadano no es nada más lo que uno piense, pues

yo puedo decir que sí soy ciudadano, pero las autoridades, que el gobierno en si, no te está

dando ese respeto como ciudadano, te requieren únicamente cuando quieren sacarte jugo,

5.1.3 - Ciudadanía como cualidad negada sistémicamente

83

sacarte provecho, siempre …eres muy ciudadano cuando tienes que votar por alguno de

ellos, eres ciudadano cuando tienes que pagar impuestos, eres ciudadano cuando tienes

que sacar la credencial, hasta con eso…pero realmente que puedas llegar a conocer al 100

tus derechos y saber que los puedes aplicar y que también tu lo puedes acusar a algún

candidato de que está haciendo cuestiones ilícitas, realmente yo creo que muy pocos lo hacen

(...) podría decir que me considero ciudadano, pero yo les preguntaría a los gobernantes,

¿me consideran ciudadano?, ¿cuándo?, ¿en qué momento”. Alan - La Julia.

“Pues yo no me considero mucho un ciudadano, porque hay muchas suspensiones de

nuestras garantías y de nuestros derechos”. Cristian - La Julia.

“Para mi ser ciudadano es ser una persona participante en todos sus derechos, participar

en todo lo que significa pueblo, país, todo…lástima que casi no nos dan ese derecho de

participar. (...) Bueno, nos lo dan, pero como no lo ejercen, o sea tu votas, tu participas, tu

dices lo que piensas, pero lo tuyo se queda en una caja, se esconde y adiós y ya no sabes

nada de eso y los que participan son los gobernadores, los empresarios, todo rico puede

participar, pero todos los de clase media, pobres abajo, no están interesados”. Ninfa - GKR

Crew.

“Yo como ciudadano pues no me gano nada, realmente yo nunca he visto un provecho aquí

de eso, que digan “sabes qué, les vamos a hacer, no sé, un salón para eventos”, no sé, “les

voy a hacer unas canchas, les voy a hacer”, algo que sea productivo pero para todos, yo no

lo veo así; y lo que se ha hecho aquí es porque la misma gente de aquí se ha organizado y

lo ha hecho”. Erick - La Reata.

Hay quienes desde esta perspectiva entienden que ni los individuos ni las organizaciones serían

ciudadanas porque la ciudadanía dependería de un reconocimiento institucional y sistémico que no

84

existiría. Otros, en cambio, sí se consideran ciudadanos, a pesar de la negación sistémica que asumen.

Esta percepción la sintetiza, por ejemplo, Aaron (miembro de la banda Punk “Muertos por el sistema”)

cuando plantea: “Me considero ciudadano, porque el no considerarme como tal sería darle la razón a la

gente que no me considere así”. Estos últimos sujetos suelen dar cuenta de tal paradoja de negación

sistémica y afirmación subjetiva de la ciudadanía, poniendo acento en que el ser ciudadano no dependería

absolutamente del reconocimiento sistémico, por lo que enfatizan mayoritariamente, como ya dijimos

respecto a quienes se consideran ciudadanos, una ciudadanía local y cotidiana más que una ciudadanía

en interrelación con las instituciones y las estructuras político económicas.

Como conclusión, creemos que las percepciones de “ciudadanía negada” dan cuenta de una

auto percepción ciudadana deficitaria en lo sistémico estructural e institucional, pero no necesariamente

en lo cotidiano local. Es decir, el que algunos llamen explícitamente ciudadanía a su poder de ejercicio

constructivo de sociedad en sus niveles más cercanos, y otros no lo hagan, nos habla de apropiaciones

diferentes de los conceptos, pero no de valoraciones cualitativamente diferentes respecto al potencial

social creador de los individuos y sus organizaciones ante el espacio público. Es más, y de acuerdo a

los atributos y motivaciones relacionadas al por qué organizarse que fueron expuestas en el capítulo

tres, podemos concluir que en general hay una alto nivel de auto representación ciudadana positiva

en su dimensión cotidiana local (atendiendo a nuestra concepción de ciudadanía que comprende la

participación en la construcción de lo público independientemente a que tales actitudes y valoraciones

sean llamadas “ciudadanía” por los sujetos entrevistados) y un déficit de auto representación ciudadana

en su nivel de construcción de lo público más general e institucional sistémico.

85

5.1. 4.- Ciudadanía rechazada subjetivamente.

Finalmente, tenemos a quienes niegan ser ciudadanos pues identifican tal concepto con el

pertenecer a un sistema que rechazan y por el que se sienten rechazados. Si ser ciudadanos es ser parte

de una sociedad que no los satisface, estos jóvenes prefieren negarse subjetivamente tal condición.

Aquí, la ciudadanía es básicamente opresión, explotación, represión y control. No sentirse ciudadano

sería una forma de dejar explícita la inconformidad. Esto es interesante porque nos indica que no

podemos deducir mecánicamente apoliticismo, apatía, desconocimiento, desinterés, irresponsabilidad

o irreflexividad en el hecho que algunos jóvenes no se definan como ciudadanos, pues es posible, como

es este caso, que exista una argumentación tras el rechazo, una toma de posiciones que se manifiesta

en no incorporar un concepto cuya definición y práctica se siente ajena.

“Yo pienso que ciudadano es el que participa en todas las normas, reglas, obligaciones que

nos impone el país para hacerlo, pero a veces yo pienso que hemos llegado al grado de que

ya no somos tan ciudadanos porque hay inconformidad. (...) a veces trato de abstenerme de

ser ciudadano, porque siendo no ciudadano, demuestro que estoy inconforme, no entonces

va ir a orillando, como lo dice Molotov (la banda rockera) “si le doy más poder al poder, más

duro me van a venir a coger (risas)”. Cesar - La Julia.

“¿Ciudadanía?... esclavos del sistema ¿no? números más y no, no me considero ciudadano”.

Borrego – RAPEM.

86

87

5.2.- La política.

Respecto a la política, vimos en el análisis cuantitativo que hay una fuerte percepción negativa

que crece a medida que se pasa de una noción en abstracto a la política “tal cual es en México”. También

vimos que muchas veces esa percepción negativa de la política local se amplía y traspasa a una política

negativa como concepto único, categoría de uso social inseparable de sus características negativas

y, por tanto, imposible de ser asociada al actuar propio o a un actuar honesto. No obstante, también

comprobamos que hay discursos que reconocen diferenciaciones y “tipos de políticas”: el “deber ser”

se distingue del “cómo es”, la política excluyente se separa de la participativa, y la formal institucional

se reconoce distinta de aquella política que se ejerce cotidianamente y que sería atributo de cualquier

persona que piense y actúe socialmente con una orientación constructiva. Todo esto se corroboró y

profundizó en el análisis cualitativo.

88

5.2.1 – La política rechazada.

En primer lugar, reconocemos una representación de lo político que pone acento en la valoración

negativa que se tiene de ella. Esta “política rechazada” es considerada negativa y particularmente nefasta

en la precisión de “la política en México”. Podemos aquí identificar dos tipos de rechazo: por una parte,

el desinterés radical y absoluto, que hace que la política no motive una conversación, y en ocasiones

provoque malestar para los sujetos el sólo tener que hablar del tema. Se trata de una especie de fobia,

en donde ni siquiera se manifiestan muchos juicios negativos sobre la política, porque la negatividad que

ésta adquiere es más de actitud, se busca eludir el tema adoptando posturas de molestia, como si su

sola mención trajera efectos negativos. Una frase radical que se repitió en ese sentido fue afirmar que la

palabra política “no está en mi vocabulario”:

“Lo de política pues... eso como que… en mi estilo de vida no existe… el concepto de

política… el concepto de ciudadano… como que esas palabras no existen en mi vocabulario,

en este estilo de vida que llevo”. Simón – RAPEM.

“¿Una persona política? No, no soy político, no me gusta, no se... no no me gusta, yo soy

como más sencillo, así de… “yo tengo lo que quiero, trabajo, me dedico a la música y ya”…

ya con eso para mi… mientras no se metan conmigo en esa cuestión y me empiecen a

presionar de “que tienes que hacer esto o que tienes que hacer aquello” pues no… yo soy

más… más así de que… vivo nada más”. Luis – Yaulloyotl.

“No nos interesa saber mucho de política. Mediante nuestra música no nos importa mucho,

la política no está dentro del vocabulario musicalmente y nunca nos hemos puesto a platicar

de política”. Edgard- Sociedad Latina.

“Pues para mi la política o sea la neta… pues no, no, no… bueno… escucho esa palabra

y hasta me da gueva… saber que existe una cámara de diputados y todos esos putos

desmadres, pues ni siquiera los entiendo ¿no?, o sea realmente ¿no?, o sea no… pues no,

89

no, no, no considero, realmente no me interesa saber que es eso”. Israel - Ritmo Mundial.

“Hablamos de música, hacemos música, cotorreamos, nuestra amistad, hablamos de nuestra

vida... cero política, a veces de nuestras chambas cada quién, cómo nos va, qué hacemos,

tengo mucho trabajo, tengo poqui, novias... creo que la política es lo que menos nos importa

como banda”. Billy - La Reata.

En un segundo posicionamiento de representación de la “política rechazada”, estaría aquella postura que

la asocia a un delito, la política como sucia y “los políticos” como ladrones, personas nefastas que buscan

su propio bien. Lo más suave que se dice de “los políticos”, en este sentido, es que no cumplen sus

promesas y se preocupan por intereses personales. Lo más duro es ladrones, criminales y estafadores.

“La política para mi en estos momentos, aquí en México… es simplemente… es sólo

intereses personales, intereses de partido y nada más, no importa lo que la gente diga”.

Aldo - Sociedad Latina.

“La política no, tampoco no, no tengo nada que ver, no es de mi agrado, hablar de política

es meterte en rollos que ... definitivamente no, porque ves a la gente, ves a los políticos

y te llevas cada fiasco, o sea, cada ... cada tope, así como si pegaras con pared, dices

¡caramba!, yo lo he estado viendo con los politiquillos de aquí de la colonia, que se meten

de presidentes y a los dos tres meses ¡un casón de aquellos!, y “oye, cómo le hiciste” , “de

mi trabajo”, “pus ¿de qué trabajas?, oye, pásame la receta, ¿no?”, entonces como que te

queda un mal sabor de boca”. Erick - La Reata.

“Para mi política es joder al ciudadano, buscar ser más rico, es joder al pueblo, yo siento

que a la política no le importa la demás gente, más que ellos mismos y el país que se vaya

al carajo”. Beto - GKR Crew.

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“La política para mi, es pues el gobierno, los partidos políticos, que todo el dinero al fin de

cuentas es de la gente, del pueblo y ellos se lo gastan, para mi la política es algo sucio, de

lo peor”. Osvaldo - Ritmo Mundial.

“Para mi la política es un conjunto de personas que son corruptas, antidemócratas, no me

gusta cómo participan en ese medio y son demasiado envidiosas”. Ninfa - GKR Crew.

“Bueno, la política hoy en día dentro de la sociedad, solamente es la manera en que las

personas con muchísimo varo nos dan atole con el dedo, ¿no?, nos engañan y dicen: “si

wey ven vota, participa, tú cuentas mucho, tú eres quien decide el futuro del país”… cuando

en realidad lo que mueve el país es el varo y las personas que tienen el varo.”. Andrés -

Sociedad Latina.

“Para mi la política es… es un… es una bola como… de rateros… no sé… a mi la verdad no

me interesa la política, ni me beneficia, ni me quita nada”. Alan - Spin Master Crew.

“Yo siento que nada más buscan a ver quién tiene el poder pero no para... para lo que

ofrecen en sus campañas sino para... ¡no más para tener!, siento que es para ver qué se

roban, a ver quién empobrece más al país, quién friega más al que está más fregado, porque

los que estamos más fregados son los que salen peor ahí”. Mireya - Imagen Mexicana.

“La política está de la verga ¿no?, todos los políticos que nos han tocado, no más son una

bola de pendejos que se quieren hacer ricos a costa de nuestros impuestos y de todos

nosotros. Son gente que se ponen a prometer un chingo de cosas, pero a la hora de que

están en el poder ya se ponen a robar y a hacer cosas en beneficio propio porque a nadie

ayudan y lo que ayudan pues es muy poco”. Cero - 1SA Crew.

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Cómo vimos, muchas veces esa percepción negativa de la política local se amplía a una política

negativa como concepto, imposible de asociar al actuar propio o a un actuar honesto. Cuando ello ocurre,

los que establecen esta relación suelen aprovechar sus descargos contra la política para afirmar con

convicción: “Por esto, ni yo ni mi organización somos políticos”.

“Si para mi eso es la política (corrupción), entonces no me considero político”. Osvaldo -

Ritmo Mundial.

“Se me hace como un juego sucio, un juego donde luchan por el poder y juegan con la gente,

y luchan por enriquecerse entre ellos en vez de fijarse en el pueblo, por eso para mi no tiene

mucha importancia. (…)¿Si soy, una persona política? No para nada, no, no me gusta la

política, por lo mismo”. Jorge – Yauyollotl.

92

5.2.2.- La política pasiva – ajena.

En un sentido distinto, reconocimos en el análisis cualitativo un segundo tipo de representación

de la política que denominamos “política pasiva – ajena”, la cual pone acento en una definición formal

que tiende a caracterizarla como una dinámica de poder técnica y desarrollada básica y exclusivamente

por especialistas: “los políticos”. Aquí la política se asume pasivamente, e independientemente que ésta

sea positiva o negativa, sería un tipo de accionar en donde los sujetos no se reflejan, pues es algo que

compete a “otros” que actúan en los espacios donde se es “político”. En relación a esto, también ocurre

que hay quienes desarrollan una noción de ser parte de la política pero, al igual que como ocurre con la

ciudadanía pasiva, aquí el sujeto sería parte en tanto recae en él una normatividad de lo político que no

puede eludir.

“Todos los políticos que dicen que nuestro país va a cambiar, que vamos a ser buenos

ciudadanos pero no… que quieren que México progrese… no cumplen los políticos”.

Jonathan - Spin Master Crew.

“En política, el concepto que ahora se utiliza es el concepto de la tecnocracia, se forman

técnicos para ejercer el poder y de ahí no pasan, el ejercicio del poder es llevar sobre el

dominado todos los mecanismos de poder, ejercer coerción sobre él”. Ángel - Muertos por

el Sistema.

“Es cuestión de ser una persona política, pus las políticas pienso que si donde llegas a un

trabajo y te ponen un reglamento lo debes acatar… estar con las reglas al cien, para mi eso

es todo eso”. Enrique - Ritmo Mundial.

“Todos somos políticos, todos tenemos la obligación más bien de regir a las normas que los

políticos nos imponen”. Mariana - Moana.

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En un tercer tipo de representación y auto representación política, está aquella que

independientemente de la visión que se tenga de la política “tal como es en México”, que claramente es

en su mayoría negativa (como lo vimos en el análisis cuantitativo), establece un abanico de definiciones

diferenciadas de la política. Aquí, los jóvenes hablan de “políticas” diferentes y, dan cuenta de contrastes

entre la política entendida de tal o cual forma y ejercida desde tal o cual posición. El deber ser o la

apuesta de la política deseada se enfrenta a la política tal cual es, y de esto se da cuenta mediante un

ejercicio crítico que no puede ser sometido a un análisis simple, pues en sí es complejo. En este grupo,

estamos hablando de personas que asumen la polisemia de términos de uso social y que, en base a

eso, dan cuenta de una postura en donde llenan de contenidos los conceptos que se utilizan, evitando

sobreentendidos y universalismos. He aquí unos testimonios de esta representación que denominaremos

“política como polisemia”:

“Política, pues la política es, se podría decir que las reglas y la gente que tiene el mando

para dirigir a un pueblo ¿no?, algo así, pero ... la política no se toma en sí tal y como lo que

es, como política que sería ... como decía en la encuesta “el arte de gobernar a un pueblo y

saber cómo hacerlo”, sino que dentro de la política existe gente que no le importa el pueblo,

que siente el poder y quiere más y más y ... y ahí es cuando se rompe el concepto de la

política ¿no?”. Sergio - Street Army.

“La política para mi también es una de las ciencias que tiene que regir el país, pero para

mi en la actualidad la política está bastante contaminada, dañada, de cierta manera, es un

círculo vicioso que se dedica a extorsionar, a robar, ahora si que a la gente pobre a la gente

obrera”. Edgard - La Julia.

“Bueno para mi la política no es algo que exista aquí en México, digo ya la política aquí

se está… o sea ya no es política, ya cualquiera dice “necesito ganar dinero, me meto de

político”. Creo que si se aplicara realmente se podrían hacer grandes cosas”. Valeria -

Yauyollotl.

5.2.3- La política como polisemia.

94

“Es la confusión por causa de los que hacen la política. Decimos político y todo el mundo

pensamos en corrupción, robo, cosas feas y malas... y no es así, entonces ahora ya todo el

mundo estamos confundidos; ella (una compañera de la organización) dice que los políticos

hacen la política y no es cierto porque la política es buena ¡y ellos no hacen nada bueno! ...

o debería ser buena, pero...”. Mirella Imagen – Mexicana.

“(Yo político) no creo tampoco, en el sentido puro de la palabra, a lo mejor si, como decida

Juan es un acto de tener una participación, este, pero no, de ahí en que fuera (político) no,

quizás hasta la detesto (la política) a lo mejor (...) quizás no te da nada para poderla no se,

sacar esos rasgos que como se podría decir, esa sensación mala de lo que entiendes ¿no?,

de tu percepción”. Ever - Caracol Guadalupe.

“Debería de ser la política un aporte de todos, lo mínimo, y así se construiría algo ¿no?,

no sólo dejársela en las manos a unos cuantos, que es lo que está pasando. Creemos que

con nada más ir a votar pues ya hicimos política o democracia y nos estamos olvidando

de lo que es importante, sentarnos a conversar a discutir los problemas del país, a buscar

una idea en conjunto, una solución. Es lo que creo que se está olvidando, yo siento que yo

si soy una persona política porque yo si me intereso por eso, trato de participar en algunas

mesas, discutir, estudiar los temas porque es importante también, no puedes llegar y nada

más ponerte a discutir si no conoces del tema. Creo que por ese lado si me considero

una persona política aunque no me encuentre ahí en la cámara del Senado”. Rodrigo -

Yauyollotl.

“La política está mal manejada tanto por quienes la manejan y también por nosotros, esa falta

de interés, de integración, que nosotros vemos a la política como algo chocante, fastidioso,

que no es para nosotros porque no nos creemos capaces de comprender, entonces a partir

de ahí, no existe esa comunicación entre el político y el ciudadano que en sí debería de ser”.

95

Aaron - Muertos por el sistema.

Desde estas diferenciaciones hay quienes se reconocen a si mismos y a sus organizaciones

como políticos y políticas, precisando en el discurso en qué tipo de política se están reconociendo y

qué tipo de política se valora. No obstante, en la mayoría de estos sujetos se conserva una perspectiva

negativa de lo que se asume como la política tal como se desarrolla en México a nivel de las instituciones

y los partidos políticos. Aquí vemos algunos testimonios de auto reconocimiento político:

“Creímos que una de las formas de hacer política era precisamente entrar con la cultura

(...) No se puede desligar cultura y política porque al momento de que nosotros tenemos

como intención llegar a la gente con acto cultural, la intención primordial, era precisamente

la de la organización y ahí es cuando empieza ya a haber una participación política, e

incluso los grupos que nos apoyaron, todos tiene una carga política, vino una obra de teatro

que se encargo de representar la represión en Atenco, vino una batucada que tiene como

objetivo poner a bailar a la gente y que el cuerpo exprese también lo que tu sientes ¿no?,

ahí también ya estás incidiendo y poniendo a moverse a la gente ¿no?, no solamente estar

estático y viéndolo, si no que también te involucres tanto en el desarrollo de la obra como

en la misma participación y organización que se pueda dar, espontáneamente o en alguna

cuestión posterior. Entonces cultura para nosotros creo que es todo el quehacer humano,

todo lo que hace el ser humano (...) claro que tiene incidencia en la participación ciudadana

y si nos creemos ciudadanos y somos ciudadanos, somos políticos por naturaleza”. Juan -

Caracol de Guadalupe.

“Soy una persona política en mi entorno tal vez, claro y en muchos entornos, en el grupo, en

mi trabajo, una persona política porque opino, a veces tratamos de dar esa opinión y tratar

de cambiar las cosas en grupo”.

Edgard - La Julia.

96

“Pues yo considero que la política es… es el mejor arte de chingar a la población aquí en

México ¿no?… y aparte… sin tener castigo, la política para mi es basura, para mi la política

aquí en México no sirve. (...) Siento que sí puedo manejar una política que sea diferida en

mi barrio, la política del barrio, también el barrio maneja política, porque aquí se manejan

tratados… con barrios, ¿me entiendes?, diálogos, entonces… yo digo que sí me considero

una persona política en ese aspecto pero no considerando en lo que la sociedad entra ¿no?,

con las ideas con las que la propia sociedad encaja ¿no?”. Luis – RAPEM.

“Sí me considero una persona política porque como decía mi compañero, por medio del

grupo transmitimos un mensaje ¿no?, tratamos de crear conciencia”. Andrés - Sociedad

Latina.

“A mi la política me gusta mucho… la considero como… como es en esencia ¿no?, una

ciencia, este… desgraciadamente aquí en México, no se da como tal. (Los políticos) son

corrompidos, entonces ahí hay un problema. La política como tal me encanta, es una forma

de hacer tratos y pactos de una manera civilizada, es una forma de llegar a la humanización,

de humanizarnos. Personalmente, en México no se da”. Moreno – Rapem.

“Yo sí considero a mi agrupación como política, a lo mejor no hagamos tanto trabajo político,

tal vez tratemos más adelante de retomar algunas cuestiones, no políticas pero sí que están

relacionadas con ellas, para mostrarlas en nuestras letras… no se… mostrar un poco de

inconformidad”. Rodrigo – Yauyollotl.

“Yo pienso que sí somos una agrupación política en el sentido de que somos un reflejo de

lo que vivimos, es un hecho de que estamos invadidos desde todas partes, por diversas

formas también de lo que acontece políticamente en nuestra sociedad. Yo creo que la

política es participación, o debería ser participación y, en ese sentido, nosotros, seríamos

una agrupación política porque participamos dentro de la sociedad haciendo un reflejo de

97

ella”. Alan - La Julia.

El que una parte de los jóvenes desarrolle este tipo de representaciones de la política y la auto

representación política nos debe conducir a usar con más cuidado conceptos como “apoliticismo”, pues

primero deberíamos atender a cual es la politicidad que se niega o no se posee. Es decir, antes de

reconocer a jóvenes como “a- políticos”, es preciso entender cuál y cuáles son la y las políticas que se

reconocen desde los discursos juveniles.

98

5.2.4. La política como mutua instrumentalidad.

Finalmente, una cuarta representación de política, y que tiene que ver con las relaciones

locales con actores políticos, es la de la política como “mutua instrumentalidad”, es decir, aquella noción

que entiende que “los políticos” actúan instrumentalmente con los sujetos y las organizaciones, ante

lo cual se opta por asumir tal instrumentalidad, buscando en la relación con “políticos” algún tipo de

beneficio concreto. En esta noción es común que los jóvenes den cuenta de experiencias clientelares

o comerciales con candidatos a cargos de gobierno, en torno a las cuales, lejos de establecerse una

identificación política partidista, lo que se produce es un trato de beneficios mutuos que dura lo que dura

la transacción. Se exponen aquí algunos de los testimonios relativos a esta forma de representación y

auto representación asociada a la política.

“Enrique Peña Nieto, estuvimos haciendo propaganda bailando a favor de él, de lo que

era el PRI, a favor de su campaña, para que pudiera ser gobernador. Estuvimos con el

ayudándole. (...) ya dijeron pus a lo mejor poniéndolos a bailar va a venir gente a verlos y

pus vamos a animarlos más no, y ya fue lo que hicieron, nos contrataron ¿no? y ya fuimos

a dar una exhibición y sí… hubo varias personas que hubo para… ver lo de su campaña”.

Toga - Spinmaster Crew.

“Nosotros (a Enrique Peña Nieto) lo ayudamos porque nos pagaba, no porque quisiéramos…

o sea que supiéramos realmente sus propuestas. Te apuesto a que nadie sabía que proponía,

sino que porque nos estaban pagando, nada más por eso… y porque iba a conectar chavas

el Pera. (Risas) Porque la verdad no nos importaba sus propuestas o así no, sólo íbamos pos

porque nos estaban pagando. Porque en realidad no sabíamos cuales eran sus propuestas…

o qué iba aportar”. Ismael - Spin Master Crew.

“Pues a lo mejor sí podemos tener….como te digo…un roce con ellos (“los políticos”), pues

como decía Gise, a veces nos apoyan y siempre lo hacen con el fin de lucrar y quizás

nosotros podemos aprovecharnos de eso, más que nada por conveniencia, así como ellos

lucran con nosotros a ver si nosotros podemos lucrar con ellos”. No identificado - 1SA

99

Crew.

“Más bien uno ubica en determinados momentos a los que están apoyando a un movimiento,

que luego lo hacen así por conveniencia, pero en determinados momentos apoyan con

aerosoles, apoyan con espacios, pero llegan el momento en que ya tienen el poder y se

olvidan de las promesas que hicieron, al igual que han hecho con todas las promesas que

siempre hacen. ...uno no se puede decir por derecha, por izquierda, por un partido o por

otro, porque un partido te apoya y vas, y otro partido te apoya y también vas porque lo

que busca uno es el espacio y ya la facilidad que te proporcionan con el material y con el

permiso. Porque en algunos momentos están pintando algunas bardas y llegan los policías

y hasta que tengas permiso llegan y te suben, entonces lo que busca uno, ahora sí para

expresarse uno anda en esto, a uno le gusta, esa es la situación, de que no está uno ni con

izquierdas ni derechas por decirlo así, con el que te proporcione el patrocinio y los espacios”.

Gis - 1SA Crew.

“Yo estoy de acuerdo con todos estos bueyes, que acaban de decir, así es el pedo, nosotros

no estamos ni en izquierda ni en derechas, más estamos en un punto intermedio, donde

nosotros nos vamos más por conveniencia con el que nos apoye, si ellos lucran con nosotros,

por qué nosotros no vamos a lucrar con ellos ¿no?, si un día uno te apoya, al otro día te

puedes ir con el otro. Nosotros no vamos a decir, este wey no, porque nos cae gordo y este

wey sí porque me cae bien y así, o sea más bien nos vamos con el que nos apoye, nos de

botes y así, y así está el pedo, nosotros no estamos con ninguno”. Zero - 1SA Crew.

Como conclusión podemos afirmar que esta dimensión de la política entendida como mutua

instrumentalidad opera independientemente de las valoraciones que se tengan de ella, pues no se le

juzga en el terreno del ejercicio social y el bien común sino sólo como esfera que en lo local da lugar

a posibles transacciones. “Ellos nos utilizan y nosotros los utilizamos” es la frase que se repite como

100

caracterización de esta relación en donde “los políticos” no son diferentes cualitativamente de otras

personas que eventualmente contratan un servicio u ofrecen intercambiar recursos. Es decir, esta es una

representación de la política que no tiene que ver con lo político sino con “los políticos” como sujetos

que demandan servicios. Sin duda, es una noción que vacía de contenido la política al instalarla como

instancia de relaciones económicas entre privados, no mediadas por ningún tipo de reflexión crítica,

posicionamientos, valoraciones o apuestas de construcción social.

101

La clásica terminología que define las apuestas dentro del campo político son las categorías

de Izquierda, Centro y Derecha. Estas conceptualizaciones históricamente han variado en su uso

e identificación y hoy los cientistas de lo político se preguntan el real valor que tienen en un mundo

globalizado post Guerra Fría, en donde la pasada centralidad de las diferencias ideológicas ha dado lugar

a diferencias operativas en las administraciones de los estados, en algunos lugares más acentuadas que

en otros. Al parecer, durante las décadas del cambio de siglo se han remecido estas categorías y ya no

es tan claro como en los años sesenta el identificar y el identificarse en estos bloques. Por lo mismo,

las preguntas relativas a ¿qué es la izquierda? ¿qué es el centro? y ¿qué es la derecha?, son centrales

en discusiones contemporáneas en donde algunos han llegado a desestimar el valor actual de estas

categorizaciones (por ejemplo, actores políticos que manifiestan estar más allá de estas definiciones), o

a poner de moda categorías que apelan a eventuales consensos hegemónicos que reducen el espectro

de las diferenciaciones (centro izquierda y centro derecha).

En definitiva, hablar de derechas, centros e izquierdas es hablar de un ámbito semántico en

mutación y por tanto en discusión y en ocasiones confuso. Era de esperar entonces, como sucedió, que

los sujetos que entrevistamos fuesen igualmente diversos en sus percepciones y posicionamientos ante

estas categorías.

Por un lado, se presentaron mayoritariamente tipos de discurso que se reconocían en confusión,

desinterés y o desconocimiento acerca de este tipo de conceptos definidores de las apuestas políticas. Ya

hemos expuesto una serie de posicionamientos asociados al desinterés y desconocimiento en la política,

por lo que nos extenderemos en aquellos discursos que, reconociendo la confusión, se adentraban

en algún tipo de comprensión. En éstos, lo que nos apareció más claro es que las diferencias entre

izquierdas y derechas tendían a asociarse a las contingencias de luchas por la administración de los

gobiernos por lo que, más que distinguirse diferencias en ideas de fondo y orientaciones políticas, hay

una tendencia a asociar las distinciones a los roles de ser gobierno y ser oposición. Acorde con esto,

ocurre que una gran parte de los jóvenes relacionan derecha con “estar a favor” e izquierda con “estar en

5.3 La Derecha, el Centro y la Izquierda.

102

contra” de administraciones como las del Estado Federal y el Estado de México, dinámica en la que no

cabría un centro. Ello motiva que los cambios en las administraciones se asocien a confusos cambios en

la configuración de derechas e izquierdas. Lo concreto es que en este tipo de definiciones se reconoce

que las dinámicas políticas tienen una lógica que no se comprende del todo. He aquí algunos ejemplos.

“Pues digamos que en nuestro género seríamos un movimiento que no es oficial, como

lo dice el pinche gobierno, pero sí de cierta forma está catalogado como que estamos en

contra de lo que está haciendo el gobierno ¿no? quiere decir que seríamos de izquierda.

¿No?”. Luis – RAPEM.

“Siempre va a existir la izquierda contra el gobierno. (...) Es puro teatro ¿no?, de momento

uno como que confía en la izquierda por ser este… por llevar la contraria muchas veces,

pero luego la analizas y luego te confunde bastante qué es la izquierda y qué es la derecha

¿no? Antes la derecha era el PRI y la izquierda el PRD o el PAN ¿no?, ahora quien nos

gobierna es el PAN y la izquierda es el PRD, pero en realidad aquí en México está cabrón

decir qué es la izquierda realmente ¿no?”. Erick - Ritmo Mundial.

“El centro, el centro debe ser muy importante, sin embargo no se ve, yo no he visto”. No

identificado - Street Army.

Por otro lado, se da una percepción en donde la negatividad, instrumentalidad y o lejanía de la

política uniformiza a derechas e izquierdas haciendo de ellas una sola política y un solo tipo de políticos

sin mayores distinciones entre si.

“¡Ah no!, ciudadano; no, ser político no, yo no. No, o sea, porque... podría difundir, podría

difundir ciertas cosas, pero en realidad también es una mafia y... y es algo que nunca se va

a acabar, o sea... es algo que... suponiendo, ahorita que está muy de moda la izquierda y la

103

derecha; la izquierda, imagínense que en un momento gane la izquierda ¡va a ser igual, lo

mismo!, o sea, va a ser poder que no va a trabajar para la gente”. Yomairo - Elewa.

“Bueno esto de la central, derecha o de izquierda, es algo como el que va o no va porque eso

del gobierno está medio ñero porque pueden que te apoyen chido y toda esas ondas que te

dan aerosol y esa onda, como dijeron, vienen las campañas y te apoyan, y cuando ya ven

que pasó toda esa onda y ganaron, se olvidan de uno. Hasta pusieron una ley de que si hay

un wey graffiteando lo suben y ya lo llevan a la delegación”. No identificado - 1SA Crew.

Sin embargo, se da también un diagnóstico de indistinciones que se basa en un juicio crítico e

histórico concreto de la esfera política. Este tipo de discurso presente en quienes manifestaban un mayor

dominio sobre temáticas políticas planteaba que la política “tal cual se presenta hoy en México” tendería

a indiferenciarse, esto independientemente de que en abstracto se pudiesen reconocer diferencias entre

lo que sería una izquierda y una derecha. La indiferenciación tendría que ver, entonces, con un interés

personal de los actores políticos y un vaciamiento de las ideas y los ideales en un ámbito en donde el

dinero y la lógica instrumental primarían.

“Muchos políticos se cambian de partido como si fueran calcetines. O sea eso está raro,

últimamente se ha dado eso entonces pues es muy malo. No hay un partido en sí que siga

sus ideales”. Aztec - GKR Crew.

También en aquellos con un mayor bagaje relativo a temas políticos y explícitamente identificados

políticamente, se producen distinciones que en abstracto dan cuenta de derechas e izquierdas, perdiéndose

la noción de un centro. De los entrevistados que tomaron posiciones en este campo y se identificaron a

si mismos en un bloque político, nos encontramos con que éstos tendían a afirmar un izquierdismo que

los motivaría, aún cuando solían establecer distancias entre la izquierda con que se identificaban y los

partidos políticos formales identificados como de izquierda. La relación más común entre estos jóvenes es

104

asociar la derecha a los empresarios, los “ricos o de arriba” y los medios de comunicación; y la izquierda

a “el pueblo” y al trabajo comunitario y cultural del tipo que ellos desarrollan en las organizaciones. Si

bien hubo un número significativo de jóvenes que criticaba fuertemente a personajes y orientaciones de

izquierda y o que manifestaba su preferencia por personajes políticos de derecha o “el gobierno actual”,

ninguno de ellos se definió a si mismo como alguien “de derecha”. Esto último posiblemente se debe a

que en los medios de comunicación, los personeros de la derecha política se auto identifican como tal (es

decir, como derecha) en menor medida que lo hacen los personajes políticos de la izquierda mexicana,

lo que puede influir en que aquellos que manifiesten simpatías o prefieran las administraciones del

sector político reconocido como derecha, no manifiesten tales orientaciones identificando a tal sector

como derecha o identificándose personalmente como individuos de derecha. En cambio, los referentes

de las izquierdas son más explícitos y se extienden a movimientos y perspectivas que trascienden y

en ocasiones se oponen a la política de los partidos políticos, lo que amplía el espectro de posibles

identificaciones más allá de la política formal. De los que se identificaron a si mismos como dentro de la

“izquierda” o contrarios a una determinada “derecha”, se contaron testimonios como los siguientes.

“Pero sí podemos identificar a la ultraderecha o a la derecha como los empresarios, los

que matan a mucha gente por salarios de miseria, con aquellas personas racistas”. Aaron -

Muertos por el Sistema.

“Bueno, como distinción entre izquierda y derecha, podríamos decir que la derecha son los

conservadores. Gente que tiene dinero ¿no?, que no quiere que el pueblo suba, porque

lógicamente sus riquezas se van a acabar, se van a repartir más al pueblo y lógicamente

gente ambiciosa, gente con ideales diferentes, quieren comerse todo el pastel y no ven pues

que hay gente que se muere de hambre.. Y la izquierda podría ser como el que el pueblo,

la gente que ve el porvenir del pueblo ¿no?, la gente que sí quiere que en realidad sí se

desarrolle este país y ser pues no una potencia mundial, pero sí con mayor riqueza este

país y yo soy izquierdista porque siempre, porque yo soy del pueblo y voy a ser siempre del

105

pueblo y pues siempre veré por el pueblo”. Aztec - GKR Crew.

“Yo pienso que la cultura es de izquierda y va a estar en contra del sistema”. Cesar - La

Julia.

Respecto a aquellas posiciones explícitamente contrarias a la izquierda e identificadas con los

representantes de partidos políticos de derecha, ocurre, como planteábamos, que tales posiciones no

se identifican a si mismas como derecha y no identifica a las fuerzas políticas con las que se siente más

afín, como fuerzas de derecha:

“La izquierda, yo lo identifico como la extrema izquierda, exacto; está la democrática, que es

la que está ahorita en el poder. Somos una República, a mi parecer sí ha habido democracia

en este gobierno, o sea, yo no ... yo no me declaro ... partidario de un partido político en sí,

pero la verdad ... por lo que he leído y hasta lo que he vivido hasta ahorita en este último

sexenio ... me ha parecido mejor que los anteriores; los anteriores tal vez no los viví ...

con ... con los ojos muy abiertos porque todavía estaba más pequeño, o sea, tal vez no

comprendía lo que ... lo que pasaba o lo que podría haber entonces ¿no?, ahorita sí ya lo

vives y lo comparas con los anteriores y te das cuenta que realmente hubo avances. Ahora

yo sí estoy de acuerdo con el nuevo gobierno, del que se va pues, y por mi parte yo quisiera

que se quedara otro gobierno igual a éste, o sea, la verdad no comparto las ideas de los

otros partidos, de los que vienen detrás de éste ... de éste que está en el poder, no comparto

la idea del de la izquierda y no comparto la idea del que ya fue ... casi eterno en el gobierno.

(...) La derecha, no sé si sea muy exacto el término, pero ... no sé si tenga que ver algo con

los ultra-conservadores”. Gabriel - Street Army.

106

Sin embargo, la tendencia mayoritaria es a desconocer el uso y no identificarse en términos de

derecha, izquierda y centro; o asimilar estos conceptos a la mala valoración indiferenciada que se hace

del cómo se desarrolla la política formal en México.

107

Si el funcionamiento formal de la democracia se articula a partir de la representación de los

partidos políticos, y es justamente la política de los partidos -la política “tal cual es en México”- la que

se valora de forma más negativa, ocurre que se produce una desvalorización de tales mecanismos de

representación democrática y de las elecciones. El primer problema es por quién votar si “no me gustan

los políticos” y el segundo, es por qué votar y para qué votar, si tal política no conduciría a cambios

positivos en pro del bien público.

En lo que respecta al por quien votar, los jóvenes suelen manifestar una impotencia respecto

a que no habría “donde elegir”, quedando la opción de aquel de quien se tiene una valoración menos

negativa (el menos peor) o de quien se cree “robará menos” o “hará menos daño”:

“Bueno pues la política si en estos momentos está muy criminal por aquí, este… se está

basando mucho en la guerra de poderes, en ver quién se mete más dinero a la bolsa, y

este… y pues ora si que a los que nos tocó votar en esta ocasión… llegó el momento en que

ya no sabíamos por quien ¿no?... hee ora si que por lo menos yo voté por el que pensé que

menos iba a robar ¿no?... porque ya no queda de otra… realmente… sea el color que sea

todos se dedican a lo mismo” Edgard - Sociedad Latina.

La impotencia es también un sentimiento que se manifiesta en torno al “para qué votar”. Muchos jóvenes,

al valorar negativamente la política formal en tanto ciudadanía negada sistémicamente, consideran que

el voto es un mecanismo inútil pues la democracia como tal no existiría, es decir, por más que se

elijan “representantes”, éstos no “representarán” a los electores sino a sus propios intereses, a grupos

corporativos o a intereses de poderes estructurales como los grupos económicos, “los empresarios”

o simplemente “los de arriba”, “los ricos”, que incluirían las grandes empresas de comunicaciones,

especialmente las grandes televisoras. No obstante, el voto puede operar para muchos como un imperativo

normativo que señala una responsabilidad jurídica: “hay que votar”, en el momento de justificar el por

qué y para qué se vota, es la impotencia la que predomina, desvalorizando la democracia existente, una

5.5 La Democracia y el voto.

108

democracia que “no existe” o “vale madre”, una democracia que no coincide con su definición ideal de

expresión de la voluntad popular:

“No voto, no por huevón, sino simplemente no creo ¿por qué?, porque dicen que somos un

país democrático ¿no?, ¿democracia qué significa, no?, que tu voz es escuchada ¿no?, que

lo que tú piensas cuenta, cosa que en este país no pasa ¿no?, te engañan. Hay un libro bien

bueno que escribió Luis Pasos, se llama “Los vividores del Estado”, se lo recomiendo a toda

la gente que escuche esto y yo creo que van a pensar un poquito como yo y van a decir ¡la

democracia vale madre! Acá en México al gobernante lo eligen pus ...los grandes sindicatos,

el seguro social, PEMEX, las empresas privadas, o sea, ya lo mencionaba hace un rato y o

sea ¡tu voto vale madre, la neta!”. Beto- Elewa.

“Yo no, no creo en nada de política, porque nada es democracia aquí en México, todo es…

este, pues… los de arriba, es como una monarquía ya lo que se está haciendo. Siempre los

políticos arriba, y de arriba nunca los vas a bajar, a los que nos están jodiendo es a la gente

de abajo, al barrio, a los que somos mayoría… por eso, este…no creo en ese concepto de

política”. Simón – RAPEM.

“Lo que a mi me sorprende es cómo se utilizan todos estos conceptos, la idea de la

democracia, la idea de la participación, la idea de que si no votas no vas a tener decisión, no

creo que exista el sistema democrático como tal, eso incluye partidos, procesos electorales

que representa de manera adecuada la participación del sujeto, del ciudadano, es una

democracia de mercado, no existe una participación conciente del sujeto”. Daniel - Muertos

por el Sistema.

“Según hablan de democracia, de servir para el pueblo cuando nada más sirven para ellos

mismos, porque ellos ya crearon todo un sistema en el que tratan de fundamentarlo diciendo

109

que hay leyes y que pues este… están sometidas a votación o a un consenso social cuando

esto en realidad no sucede”. Rodrigo - Yauyollootl.

“No es importante, para mi no es importante porque... eh... se va a hacer lo que ellos digan...

es para que... tu vas a votar pero para que... este... ellos tengan una base de decir “lo

indicó la sociedad, aquí están las pruebas”, no, no es cierto eso, se maneja mucho dinero

arriba como para poder perder el poder así de porque la gente lo decida”. Miguel Ángel - La

Reata.

“Al fin y al cabo nosotros no decidimos, aquí quien decides es, haz de cuenta, las, las altas…

o sea los gobernantes, la gente más rica”. Thomas - Spin Master Crew.

“Toda la gente cuando llegaba la elección, el tiempo de votar, mucha gente se emocionaba,

pero yo no le veía caso… ¿pa’ qué? mucha gente se desesperaba para ir a votar y todo

eso… yo ya puedo votar… pero yo no fui a votar por, por … porque yo digo, o sea ¿para

qué? no, no, no me gusta, o sea si no nos ayudan en nada… psss o sea ni caso tiene…

luego mi mamá me decía “ve a votar tu” pero yo ni caso hice porque no, no me gusta votar…

pero o sea ¿para qué? si no ayudan en nada”. Toga. - Spin Master Crew.

“Pues si estuviéramos en otro país sí fuera muy importante (emitir el voto) a lo mejor ¿no?,

pero aquí en México... la verdad yo siento que no sirve de nada porque de todos modos

hacen lo que se les da su gana, entonces para qué gastar en cientos y cientos de papeles

matando arbolitos si de todos modos no van a valer el voto ¿no?”. Jackeline – Moana.

“Los que van a gobernar siempre van a ser las empresas chonchas”. Oscar - La Julia.

“Los dueños de las empresas como Carlos Slim, Carlos Slim influye muchísimo, y los medios

110

(de comunicación)”. No identificado - Street Army.

“La política la mueven los empresarios y hay que ver esa situación ¿no?, es Carlos Slim, está

la dueña de la Corona, la empresaria que hace muy buena cerveza… (risas)…y hay otros

empresarios atrás, hay narcotraficantes, hay Camel Nacif, hay todo tipo de empresarios”.

Aaron - Muertos por el Sistema.

Este pesimismo, sin embargo, no puede homologarse a una apatía, pues si bien hay quienes lo

asocian a un desinterés y un desconocimiento, hay una importante cantidad de jóvenes que desarrollan

extensas argumentaciones del por qué no se cree en la democracia tal cual existe en México, por qué

no se vota, o no provoca entusiasmo votar. Es importante entender que esto tampoco implica una

desvaloración de la democracia como sistema de gobierno, prefiriéndose modelos autoritarios, pues lo

que se critica de tal democracia es la inconsistencia con lo que en abstracto una democracia implicaría,

de ahí que las expresiones de “la democracia vale madre” suelan ser acompañadas de negaciones

de la democracia en lo concreto: “la democracia no existe”, o “aquí mandan los ricos” o “esto es una

monarquía”.

La democracia no ha sido aun impregnada, como concepto, de todas las valoraciones negativas

de la vivencia de lo que en el país se desarrolla como mecanismo formal denominado democracia. La

democracia en abstracto sigue siendo un valor, lo que, como ya vimos, no ocurre con el concepto de

“política”. La diferenciación y polisemia priman en lo que se asocia a democracia y esto es, en lo complejo

del panorama, una fortaleza y una oportunidad. Es necesario, por tanto, atender a una conversación social

con los jóvenes en torno a la participación y la democracia, entender sus esperanzas y desesperanzas,

sus potencias e impotencias, sus auto representaciones ciudadanas y sus concepciones del deber ser

ciudadano y político, para aportar a una mayor identificación con el orden democrático y los mecanismos

de representación. En esto no son sólo las percepciones de la juventud las que hay que cambiar, sino

que hay que cambiar una sociedad, y en ello todos los actores tienen que poner de su parte.

111

6.- El futuro, nosotros y todos. La auto percepción ciudadana, la política y la esperanza social.

La política, como la historia y la identidad, es una cuestión de memoria y futuro. Por ello,

quisiéramos terminar este estudio ahondando en aquellas perspectivas que los jóvenes desarrollan

respecto al vínculo entre el actuar propio y el futuro de lo público, es decir, el México que los podría

acompañar a ellos siendo adultos, a sus hijos, a las generaciones venideras.

En coherencia con las tipologías que hemos ido construyendo y que ponen acento en los grados

de vinculación y empoderamiento con respecto a lo público y al devenir social, hemos agrupado cinco

formas en que los jóvenes piensan la construcción política de la sociedad en el futuro:

El futuro social como un sueño

El futuro social ajeno y fatalista

El futuro social como espera pasiva

El futuro social desde afuera o alterno y

El futuro social activo - participativo.

112

113

6.1 El futuro social como un sueño.

Una de las posturas que asumieron los jóvenes entrevistados en el momento de pensar en el

futuro fue la de imaginar un México ideal, igualitario, fraterno y libre. ¿Utopías? En realidad, más o menos

“soñadores”, los sueños de los jóvenes tienen que ver con vidas dignas, participativas y satisfechas en

lo básico, vidas que valgan la pena vivir intensamente, vidas para “nosotros” y “los demás”. El nivel del

“sueño”, no obstante, no especifica probabilidades o mecanismos para su logro, es el momento de la

imaginación, del ideal que da cuenta de lo que debiera ser una política para una sociedad mejor. ¿Es por

ello el “sueño” menos político?; ¿Tomás Moro sería menos político que Maquiavelo? Nosotros pensamos

que no, pues son sueños como éstos los que los jóvenes presentan como sentidos deseables de una

política, y la política es una cuestión de sentidos.

“Un mundo libre, aunque yo no lo viera pero que algún día se diera…un mundo libre, que no

existiera la policía, que no existieran las cárceles, que no existieran casas de cambio, que no

existiera esa cuestión organizacional…como lo dice el anarquismo …Ahora sí, la solidaridad

más que nada”. Ángel - Muertos por el Sistema.

“Que haya más compresión hacia la gente, más trabajo, más…o sea la gente que somos

más humildes, que no tenemos muchos recursos, ya los tengamos o sea, mínimo…no te

digo que tengamos las millonadas o los súper carros, pero que toda la gente viva bien,

cómodamente, que haya siempre algo que comer, un plato en la mesa. Para mi eso sería

en lo político. Más espacio para los jóvenes, en lo que es cultural, todo lo que sea para los

jóvenes, para toda la gente, que haya más espacio para todo. Para mi pensar un México

mejor, para mi un México donde se pueda graffitear más ¿no?, donde haya más graffiti lleno

de color, que ya la neta salgamos del blanco y negro como los tableros de ajedrez, que

seamos más coloridos, vaya, que haya vida”. June - GKR Crew.

“Que tampoco hubiera así distinción de clases sociales, que no hubiera tantos delincuentes

y personas así que... que estuvieran así dando...mala participación en la sociedad y... este...

114

con más cultura, con más participación en la en la sociedad, en la política, que hubiera

democracia”. Nancy - Moana.

“Pues que ya no hubiera tanto racismo, que ya no hubiera discriminación, que ya no hubiera

diferenciación entre “él es rico, él es pobre, él es de, no sé, equis cultura y nosotros somos

de tal”, no sé, que ya no hubiera esa diferenciación, que ya todos fuéramos iguales; que en

las escuelas ... bueno, que ya no existieran tantas escuelas privatizadas, que se hicieran

más así de gobierno para que sea más barata la educación y todos tengamos una educación

digna de lo que nos merecemos”. Brenda - Moana.

115

El futuro cruzado con lo posible y con los mecanismos de la mantención o el cambio de los órdenes

sociales, da lugar a diversas representaciones que varían significativamente en un sentido: la incorporación

del sujeto en el devenir social. Cuando el futuro se percibe ajeno y dependiente absolutamente de una

estructura sistémica rígida y de poderes que funcionarían en pro de intereses particulares, tal futuro

adquiere una connotación fatalista: la imposibilidad de un cambio positivo y participativo. También se es

fatalista cuando se plantea que hay una estructura cultural que reproduce el egoísmo, la corrupción y los

vicios de la política, y que tal cultura no sería factible de cambiar. El fatalismo también se arraiga en una

concepción de naturaleza humana del tipo “el poder corrompe”, y como la política sería una cuestión de

poder, sería imposible que ella fuera constructiva y positiva. Pero por sobre todo, el fatalismo tiene que

ver con que “nada puede hacer uno”, ni “uno” ni “los nuestros”, la realidad sería “demasiado fuerte” como

para que unas cuantas identidades y agrupaciones juveniles puedan hacer algo.

“Cualquier persona muy preparada, la persona más educada y culta y respetuosa, si te

puede chingar… puta…. tres millones de pesos te los va a chingar, por muy decente que sea

y por muy preparada. La gente se hace corrupta cuando tiene poder”. Fernando - Ritmo

Mundial.

“Yo digo que la política del país sí es corrupta y... aparte pues yo siento que ya no se

puede cambiar, porque para cambiar así ya todo lo que tenemos hasta ahorita sería volver a

cambiar las leyes, volver a hacer una revolución entonces ahorita ya no se puede cambiar.

(...) yo creo que es la educación que traemos desde chicos, por ejemplo como dice Yazmín

pues si nos pasamos un semáforo pues ya pagamos no sé 50 pesos y ya nos dejan ir o 100

pesos y ya nos dejan ir, entonces eso es de según las costumbres que traigamos desde

chiquitos, la educación que traigamos, de que ... desde tirar un papel en la calle ¿por qué no

un papá agarra y le dice a su hijo “no, no, no lo tires, hay un bote de basura y pues ahí se

tiran las cosas”?, entonces eso yo creo que ha afectado a México y para cambiar a México

sí tendríamos que sacar a todos los mexicanos y volver ... no sé, a volver a educarlos,

6.2 El futuro social ajeno y fatalista.

116

regresarlos desde el principio, que vuelvan a nacer todos y empezarlos a educar, solamente

así se podría cambiar”. Nancy - Moana.

“Bueno, pues definitivamente nuestro movimiento, nuestro sentir, lo que nosotros compartimos

no va a cambiar este país, no lo va a hacer. El país que me gustaría que fuéramos sería uno

en donde la sociedad completa, ciudadanos, políticos, tuviéramos una unión, tuviéramos

una conciencia, fuéramos uno sólo, saber qué hace uno, qué hace el otro, hacia dónde

nos llevan, nada de ojos cerrados, que tuviéramos por parte de nuestros gobernantes la

educación y la preparación para elegirlos correctamente (…) ese México definitivamente no

sé en cuanto tiempo se vaya a dar, no sé si en esta vida o en la otra se llegue a presentar,

se llegue a realizar como tal, total y completamente definitivo. Yo siento que no, que no lo va

a haber, ese es mi sentir”. Lalo - Elewa.

117

6.3- El futuro social como espera pasiva. Que “ellos” cambien.

Otra perspectiva de un futuro como devenir ajeno, es el que plantea el deseo y la posibilidad

(generalmente remota) de que ocurra algún cambio positivo en las esferas donde se reproducen los

poderes políticos, que “llegue alguien”, “un político honesto”, que “se preocupe por el pueblo”, que “no

robe” o “robe menos” y entregue bienestar a la gente. Aquí esta posibilidad de cambio tiene que ver

con una política ajena de la cual no se forma parte, se trata de una labor de “especialistas” o una elite

en donde la voz de “los de abajo” no tiene cabida. El cambio sería entonces un cambio “de ellos” que

terminaría beneficiando a todos, en caso de que sea un cambio positivo. La esperanza tiene entonces

que ver con la espera, casi con la fe en que en algún momento esa política ajena, siga siendo ajena, no

obstante se transforme en una política mejor.

“Decimos muchas veces que es una farsa (la política) y eso… pero… a lo mejor… algún

día llegue alguien que de verdad haga cambiar a México con sus buenas estrategias o algo

así… y a lo mejor sí logre hacer algo con México”. Ismael - Spin Master Crew.

“¿Qué cómo queremos México?, pues lo mejor posible para todos. ¿Qué sería lo mejor

posible? Unos mejores empleos, unos mejores políticos que nos respondan”. Luis –

Yauyollotl.

“Que fuera más justo, que los políticos lo que digan, que lo cumplan, que no nada más

hablen por hablar… así que “ahí vamos a pavimentar las calles…” que lo cumplan… y

así…”. Jonathan - Spin Master Crew.

“Para mi la política, es un pretexto para las personas que se quieren enriquecer, porque es lo

que vemos en nuestro país, a lo mejor muchas personas son políticos y como que sí tienen

el objetivo de sacar adelante al país, de hacer varias cosas por el país, pero siento que la

mayoría está contaminado y pienso que así es el círculo, debes de entrar porque debes de

entrar, debes de hacer, debes de explotar al ciudadano para que no pueda llegar a ti, porque

118

si llega a ti, es un peligro ¿no?, o sea no es tan fácil de que alguien, persiguiendo buenos

intereses por un México mejor, llegue y pueda cambiarlo, pues hay muchos arriba que lo

frenan, porque hay muchos intereses de dinero, de poder, de enriquecimiento”. Cristian - La

Julia.

“Pues más que nada que la gente esté en el poder pues sí que robe, pero que vea más

por el pueblo ¿no? Yo no quiero a alguien 100% honesto porque nadie lo es, pero pues me

gustaría alguien que si robara que le de también al pueblo, que no lo venda a los gringos,

a los japoneses, que no abran el mercado tan estúpidamente, que apoyen a las empresas

mexicanas para que haya más crecimiento. Pues sí que me gustaría que esos políticos por

lo menos cambiaran tantito y que se volvieran patriotas, que quieran robar al país, pero que

se volvieran patriotas, que le dieran un poco más al pueblo”. Aztec - GKR Crew.

119

6.4.- El futuro social desde afuera o alterno. Entre la resistencia y la desconexión.

Hay una visión del futuro que se caracteriza por una dualidad de desesperanza sistémica, por un

lado, y entusiasmo en el futuro particular del ejercicio expresivo - cultural, por otro. Se produce entonces

una idea de construcción social valorada como sumamente efectiva en los niveles particulares de las

identidades cercanas, pero entendida como sumamente ajena en lo público estructural. Sin embargo, se

produce una diferencia en el valor atribuido a aquellos “mundos alternos” generados desde lo barrial y las

identidades juveniles, pues mientras hay quienes los ven como una desconexión de un mundo público

ajeno, (es decir: si la política “no nos presta atención”, nosotros no prestamos atención a tal política y sus

esferas de acción), otros los ven como una resistencia que desde afuera del sistema social excluyente

gritaría diariamente la exclusión (es decir: si la política formal institucional “nos ignora”, “nosotros”

develamos tal política, la acusamos, y tomamos una distancia de ella fortaleciendo una política barrial –

particular opositora o antisistémica). He aquí algunos testimonios que dan cuenta de ambas posturas:

“Con hacer una pinta no voy a cambiar nada así que diga del país, que alguien vaya a

decir…ya he visto un graffiti y voy a reflexionar sobre su manera de ser, o sea pus. Yo pienso

que ningún arte puede hacer cambiar una ideología o cambiar algún país ... lo hacemos

porque nos gusta y no tiene que ver con la política porque el graffiti está peleado con la

política ... Realmente pienso que más bien es para promover el arte urbano... nosotros no lo

hacemos porque estamos contra el sistema, lo hacemos porque nos gusta, pintamos cosas

que pueden tener un mensaje especial pero para quien los vea, un duende, unos aviones,

no estamos ni en favor ni en contra, porque no conocemos y no estamos haciéndola para

cambiar la ideología de alguien, realmente, aunque ese fuera nuestro propósito, no creo que

la gente cambiaría su ideología”. Dezco - 1SA Crew.

“Realmente yo siento que la gente se ha confundido un poco, la premisa antes del graffiti era

rebelarse ante la sociedad, pero todo va cambiando, pero la gente si piensa que nosotros

lo hacemos para rebelarnos contra algo, creo que ya no se maneja eso, se manejaba en el

pasado, ahora yo creo que la mayoría lo hacemos porque lo sentimos y nada más”. Esteban

120

- 1SA Crew.

“Política o políticos es el enemigo para mi, el crew GKR estamos contra el sistema, somos

los nuevos atacantes contra ellos, vamos a tirarlos de una vez por fin, si no podemos tirarlos

de una u otra manera por medio de nuestro voto como se limpiaron el trasero con él y valió

un carajo. Entonces vamos a tirarlos por nuestro medio que es el graffiti, vamos a hacerlos

pedazos. Para mi la política no existe, está muerta. Vaya, el país se está yendo cada vez

más para abajo en taza de empleo, en taza de todo, la gente en vez de tener más, tiene

menos. En vez de que uno reciba para su bolsa, más bien saca uno de su bolsa para ellos,

para seguir inflándoles los bolsillos, para mi entonces es eso, empieza la pelea, estamos

en batalla y eso es lo que sigue adelante. Ahora, la pelea para el crew es pintando, dejando

mensajes en cada pinta, con esténciles, con anuncios, con bombas, con pintas legales e

ilegales. O sea, dejarles un pequeño mensaje para que se den cuenta que estamos aquí y

que seguimos adelante y no nos van a detener, eso es para mí”. June- GKR Crew.

Esta diferenciación entre los mundos alternos “resistentes” y los “desconectados” rompe con los mitos

que sustentan que las culturas juveniles urbanas son por definición exclusivamente “antisistémicas”,

“apolíticas” o “enajenadas” de lo social. Lo cierto es que los adscritos a culturas y estilos juveniles

como el Hip Hop, el Punk, Rasta y otros, no contienen una homogeneidad en sus posicionamientos

sobre la sociedad, pues aún cuando hay referentes (cultores de tales estilos, movimientos específicos y

experiencias puntuales que son conocidas por los jóvenes) que en uno u otro sentido dan lugar a algunas

perspectivas, es la lectura y apropiación que se hace de los elementos culturales a nivel particular lo que

determina este tipo de aspectos. Por tanto, lo que ocurre es que mientras unos ven en el arte colectivo

un sentido social orientado a un enfrentamiento o dialogo crítico con los poderes sistémicos, otros lo

entienden como expresividad “puramente estética” desconectada de un posicionamiento determinado

121

ante la sociedad. 27

27 No compartimos, por tanto, la homologación que Leslie Serna hace entre “colectivos culturales” y declarada rebeldía antisistémica, pues el abanico de estos grupos es bastante más diverso, y la cultura como instrumento de la expresividad tiene sentidos múltiples en los jóvenes de los barrios populares urbanos. Serna plantea: “Los colectivos culturales son la mejor expresión de la diversificación contemporánea de las culturas juveniles. A los chavos banda se han sumado los skatos, darks, raves, rastas y, desde luego, los punks, entre muchos otros. Son identidades trasgresoras, cuya estética anuncia un anhelo de transformación. La música, el lenguaje, la ropa y accesorios, los productos culturales, son rebeldía, voluntad de cambio y, en cierta manera, micro propuestas para un nuevo orden.” Serna, Leslie. “Las organizaciones juveniles. De los movimientos sociales a la autogestión”. Revista JOVENes 11. Instituto Mexicano de la Juventud, 2000. México DF.

122

123

Finalmente, se manifiesta la noción de un futuro social en el que la voz propia puede incidir, ser

escuchada y hacerse escuchar. Este futuro no es totalmente ajeno pues es factible de ser transformado si

quienes están en espacios de poder estructural y quienes están en niveles de participación local establecen

cambios en sus conductas y sus relaciones. Este devenir implica su construcción participativa, el exigir

un bienestar común que parte con el interesarse en el bien común, se trata de un cambio de “ellos” (“los

políticos”, “las instituciones”, los “poderes políticos”, los “de arriba”) y de “nosotros” (las organizaciones de

barrio, las identidades juveniles, “el pueblo”, “la gente”, “los de abajo”) que se construye en interrelación.

Para los jóvenes, el aporte a los cambios se realizaría desde una ética y una expresividad cultural que se

articularía en los tejidos sociales organizados cotidianamente, una solidaridad radical que reproduciría

en pequeña escala los mundos deseados por los que se debiera luchar en un nivel publico más general.

Es un cambio en donde la esperanza social radica en factores tanto ajenos como propios, pero lo notable

es que se contaría con factores propios y, por tanto, con un poder de efectividad social. De este modo,

la historia no sería una certeza de emancipación, pero tampoco un fatalismo de dominación eterna. La

historia sería factible de ser construida por los pueblos y, por tanto, por los jóvenes.

“Deberíamos ser más honestos todos, tanto los que están arriba como los que estamos

abajo para no dejar que nos engañen de esa manera. Igual no haciendo un movimiento

así como una revolución ¿no?, pero si tratar de que las personas que están allá arriba, las

que ponemos allá arriba se preocupen realmente de lo que queremos nosotros”. Andrés -

Sociedad Latina.

“A mi me gustaría un México participativo, un México informado y un México sin medios de

comunicación malos, sino que informaran realmente la situación del país y no solo irnos por

cosas superficiales, eso es lo que me gustaría. Un México participativo, un México unido,

que aunque existan diferentes formas de creer que el desarrollo se va a lograr así o el

crecimiento, este… pues que realmente se pongan a dialogar, que se sientan y se construya

un diálogo y que se construyan ideas. (...) que se formaran grupos, que existiera ese interés

6-5-. El futuro social activo - participativo.

124

de la ciudadanía, de interesarse de qué es lo que está pasando en el país, qué es lo que

podría ocurrir si se hacen algunos cambios o no”. Rodrigo - Yauyollotl.

“Como transparente ¿no?, que fuera realmente del pueblo, que nuestras opiniones realmente

contaran, que nos preocupemos por las cosas que realmente tienen importancia”. Valeria -

Yauyollotl.

“Para poder hacer un cambio necesitaríamos cambiar para empezar nosotros mismos, la

verdad ¿no?, para empezar por ahí, después de eso que realmente sea democrático, que

realmente sea responsable, tanto la política como nosotros, que realmente sea honesto, sea

solidario, o sea que se cumpla todo que supuestamente la política dice, ¡pero que realmente

se cumpla, que no falte nada!”. Jackeline – Moana.

“Bueno… pienso que ahorita durante toda la entrevista hemos hablado mucho sobre los que

están arriba, como que no más les tiramos la culpa nada más a ellos, pero también siento

que sería más difícil empezar a reconstruir el país… hee a partir de ellos… yo pienso que

el país se debe empezar a reconstruir a partir de nosotros mismos desde abajo, desde la

gente común y corriente como nosotros, porque somos mayoría y hacemos la fuerza”. Aldo

- Sociedad Latina.

“Si nosotros queremos que nos hagan caso, primero tenemos que cambiar nosotros. Si ellos

quieren que nosotros les hagamos caso, ellos también tienen que cambiar. O sea, tenemos

que crearnos una cultura y pensar en todos, no no más en nosotros”. Heriberto - La Julia.

“Yo no estoy hablando de revolución como es el concepto de revolución, tampoco de una

gran emancipación, pero sí de alguna forma de participación de la sociedad, es decir que

la gente, en estos tiempos, ya es un poquito mas conciente y sabe de sus derechos, como

125

sabe de sus obligaciones, entonces si partimos de ahí, entonces creo que el pueblo en su

conjunto puede cambiar las cosas, como ha sucedido en muchas rebeliones, a lo largo de

todo el mundo, creo que México es uno de los países que tiene vanguardia en la lucha social

y en la participación social también, entonces creo que esa participación social puede darse

a partir de necesidades, y las necesidades que tenemos ahorita creo que son urgentes, por

lo tanto creo que las diferentes formas de hacer política o de hacer cultura van a co ayudar

a que se de ese cambio no?, lo vemos con las autonomías, lo vemos con los colectivos, lo

vemos con los colectivos de artistas, los vemos con organizaciones no gubernamentales,

con otros valores que van permeando en la sociedad, todo eso va a servir a un cambio, yo

creo que eso es lo que nos va a dar un cambio”. Juan - Caracol Guadalupe.

“Si cambia uno, cambia el entorno, si estamos seguros de quienes somos, nuestros hijos

van a crecer de diferente manera, porque podemos hacer una revolución y quizás para mí

esa es la solución, revolución. (...) para que funcione para poder empezar algo nuevo. (...) El

cambio simplemente está en cada uno de nosotros como lo queramos ver, política, cultural,

religiosa, como lo queramos ver, el cambio está en uno”. Afro - La Julia.

“Que cada día se hagan más grupos de diferentes cosas... que se vaya y que se difundan

más, toda una cultura, o sea que no se estanque en ciertas partes, que... que sea apto para

todos porque falta mucha cultura ¡muchísima!”. Jackeline - Moana.

Sin duda, el nivel de auto representación ciudadana de esta última percepción de futuro social

cuenta con un gran potencial para eventuales diálogos con las instituciones locales y nacionales a fin

de desarrollar mecanismos democráticos más participativos y por tanto más legítimos. Cabe hacer

notar que estas nociones ponen su acento en una politicidad que no depende en términos absolutos del

voto, sino de la capacidad de organización de la sociedad civil para ejercer derechos y hacer escuchar

su voz. Quizás aquella noción de futuro más centrada en los mecanismos formales no fue esta última,

126

sino aquella que desde una perspectiva pasiva anhelaba que “algún día” llegara a niveles de poder “un

buen político” que hiciera cambiar las cosas. ¿Es acaso esa esperanza pasiva más política que esta otra

participativa, que hace menos mención a los mecanismos electorales?; ¿Deberíamos “hacer callar” esta

otra propuesta de ciudadanía si es que no nos menciona esperanzas cifradas en las elecciones?; ¿Cuál

de las dos perspectivas se debería potenciar para la construcción de una democracia más inclusiva? Sin

duda, es la noción del futuro social “activo participativo” aquella con mayores herramientas para ejercer

su ciudadanía en términos constructivos, y es la que se debiera potenciar a fin de establecer diálogos

desde sus valoraciones.

También es de una politicidad notable aquella noción de futuro que plantea la construcción

de mundos alternos en resistencia. En este caso, la auto representación ciudadana es fuerte en su

dimensión local particular, pero en lo que respecta a los niveles públicos más generales considera que

su ciudadanía es negada y apuesta por un enfrentamiento con el sistema social y sus poderes. En esto,

la esperanza social tiene que ver con afianzar las solidaridades grupales más que con la posibilidad de

establecer cambios estructurales. Si estos jóvenes fuesen reencantados con la posibilidad de un dialogo

social que los incluya, podrían sumarse a una ciudadanía con un horizonte mayor de construcción. Por lo

pronto, la decepción en ellos es muy grande y sería labor de las instituciones mostrarse y ser confiables

para lograr establecer una conversación social.

Respecto a los “sueños”, son éstos los que alimentan una política para una sociedad mejor.

Si tales sueños contaran con espacios y caminos para la esperanza social, se podrían disminuir los

fatalismos, y las “desconexiones” podrían llegar a ser opciones libres y no como lo son hoy, opciones

forzadas por un orden político lejano y excluyente.

127

A modo de resumen de las conclusiones que han sido expuestas a lo largo del texto de la

investigación, destacamos los siguientes puntos.

- En los jóvenes estudiados el arte opera como un vínculo con sus vidas, con sus pares,

su comunidad y la sociedad. El arte reúne y da cuenta de los deseos, sueños y pensamientos, el arte

entrega “mensajes” y aporta a “conciencias” que tienen como horizonte futuros mejores. Asociado a ello,

se plantea en los testimonios recogidos que el aporte que se desarrolla desde la organización comunitaria

es eminentemente cultural, una cultura que si se niega desde los grandes poderes, se autogestiona en

espacios propios; una cultura que se resiste a estar encerrada en las elites, una cultura que dice lo

que sucede. Sin duda, estas valoraciones no se encuentran en el 100% de los casos entrevistados,

pero tampoco son casos excepcionales. Es decir, gran parte de los jóvenes plantea su gestión y acción

artística cultural como un elemento que aporta a la construcción de lo comunitario y lo social.

- Los afectos y la cohesión identitaria de las agrupaciones artístico culturales juveniles

no produce necesariamente grupos apolíticos desconectados de lo social, es decir, no suponen

la proyección de una sociedad tribalizada y fragmentada en una posmodernidad sin futuro salvo

el circular tiempo de lo tribal. En los casos estudiados, los afectos son importantes (como lo han sido

siempre en la constitución de grupos humanos y movimientos socio culturales) porque en el quererse

está sustentado un accionar hacia adentro y hacia fuera que no se conforma con la contemplación

interna y de los pares del “medio”, sino que también observa con inquietud el exterior, los otros, el barrio,

los vecinos, los otros estados, México y la sociedad.

7.- A modo de Conclusiones. Hacia un enfoque dialogante en la motivación de la participación política y ciudadana de los jóvenes.

7.1.- Sobre los resultados de la investigación. Política, ciudadanía y gestión cultural como representaciones y auto representaciones.

128

- Las asociaciones juveniles centradas en la gestión y expresión artística cultural,

desarrollan una auto percepción diferenciada respecto a su aporte en la construcción de lo público.

Por un lado, hay una alta valoración en su capacidad de interrelación con el medio social cercano,

capacidad de mostrar el arte propio a la comunidad y, por medio de ello, entregar mensajes que nos

hablan del pensar de los jóvenes, sus sueños, críticas y expectativas. Por otro lado, habría un sentido de

impotencia y auto representación ciudadana deficitaria en lo que respecta a la construcción de lo público

en niveles más generales. Esta diferenciación encuentra su correlato en un abanico de representaciones

y auto representaciones que los jóvenes desarrollan respecto a la política, la ciudadanía y el lugar de la

cultura en la sociedad.

- Enunciada en abstracto, la concepción que los jóvenes entrevistados manifiestan

acerca de la política se dirige hacia su comprensión espontánea como una “forma de gobierno”,

destacando la fuerte vinculación de esta actividad con la “corrupción y el enriquecimiento”. De

esta forma es que, mayoritariamente, los jóvenes entrevistados definen a la política como “un sistema

normativo”, “una forma de gobernar” y una “forma de ejercer el poder”, por una parte, o como “chingar a la

gente”, “una forma de enriquecerse”, “corrupción” o “basura”, por otro lado. Las menciones directamente

positivas en relación a la política, por su parte, constituyen un porcentaje significativamente menor en el

total de definiciones ofrecidas por los entrevistados.

- Al momento de interrogar acerca de la definición más precisa de la política en México,

las menciones negativas se incrementan fuertemente. Es así como, mientras más del 70% de los

entrevistados asocia espontáneamente la actividad política del país como directamente vinculada a

cualidades negativas tales como la corrupción, sólo el 5% la percibe como una actividad posible de ser

definida en términos positivos.

- Los jóvenes que manifiestan un rechazo en general a la política son jóvenes que sin

embargo expresan algún grado de posicionamiento, percepción o evaluación de lo que la misma

129

significa, lo cual debe ser entendido como expresión de una disposición medianamente activa frente a la

misma, argumento que va en la dirección contraria de asumir el apoliticismo como una actitud meramente

pasiva frente a la realidad de lo público.

- Es posible concluir que el reconocimiento de la condición ciudadana y la agencia política

se vincula directamente a una definición activa y participativa de éstas, no obstante se mantiene

un alto nivel de percepción negativa de la política “tal cual se presenta en México”. Es decir, pese

a la valoración negativa de la política “tal como se presenta en México”, existe una importante presencia

de jóvenes que manifiestan capacidad crítica de distinguir entre el “ser real” de la política en México y

el “deber ser” de la misma, clarificando una distancia que les permite pensar, a lo menos de manera

abstracta, una forma de entender la política manifiestamente distinta a lo que su experiencia cotidiana

les pudiera indicar.

- La negación de su condición de ciudadanos y de agentes políticos que una parte

significativa de los entrevistados manifestó, se encuentra íntimamente ligada a conceptos

negativos que sobre la ciudadanía y la política construyen los propios jóvenes. Es decir, si hay

algo que desincentiva la preocupación de los jóvenes por los asuntos públicos es precisamente la pobre

percepción que muchos de ellos tienen respecto a lo que significa, en concreto, lo público en México.

- Reconocimos dos grandes representaciones de ciudadanía cruzadas con auto

representaciones: una “activa” asociada a la participación y ejercicio de derechos, y una “pasiva” que

decía relación con definiciones formales institucionales, de adscripción geográfica y reconocimientos

jurídicos de derechos.

- Entre quienes no se consideraban ciudadanos reconocimos dos tipologías de auto

representación ciudadana: “La ciudadanía negada sistémicamente” presente en quienes

consideraban la ciudadanía como una cualidad positiva (en abstracto) de ejercicio y o reconocimiento de

130

la participación y los derechos civiles, pero que sería negada sistémicamente en la realidad mexicana;

y la “ciudadanía rechazada subjetivamente” en donde los propios sujetos, al asociar la ciudadanía

con una adaptación o inserción en un sistema social valorado negativamente como opresor, ajeno y o

corrupto, preferían no sentirse ciudadanos.

- Reconocimos 4 tipologías en las representaciones de la política cruzadas con las auto

percepciones e involucramiento y empoderamiento de los sujetos con respecto a la política:

“La política rechazada”, “La política pasiva – ajena”, “La política como polisemia”, “La política

como mutua instrumentalidad”. En la política rechazada la visión negativa de la política vivenciada

concretamente en México impregna toda conceptualización de política. La política Pasiva ajena

se refería a una definición formal que tiende a caracterizarla como una dinámica de poder técnica y

desarrollada básicamente y exclusivamente por especialistas: “Los políticos”. La Política como mutua

instrumentalidad es aquella noción que entiende que “los políticos” actúan instrumentalmente con los

sujetos y las organizaciones, ante lo cual se opta por asumir tal instrumentalidad, buscando en la relación

con “los políticos” algún tipo de beneficio concreto. Es una noción que vacía de contenido la política

al instalarla como instancia de relaciones económicas entre privados, no mediadas por ningún tipo de

reflexión crítica, posicionamientos, valoraciones o apuestas de construcción social.

La política como polisemia establece un abanico crítico y diferenciado de definiciones de la

política, los jóvenes hablan de “políticas” diferentes y dan cuenta de contrastes entre la política entendida

de tal o cual forma y ejercida desde tal o cual posición. Esta última representación, en ocasiones, es

acompañada de posicionamientos auto representados como políticos en un sentido determinado de lo

que los jóvenes entienden como una política constructiva.

- Se da una fuerte desvalorización del voto y las elecciones entre los jóvenes, no obstante,

esto no puede homologarse a una apatía, pues si bien hay quienes lo asocian a un desinterés y un

desconocimiento, hay una importante cantidad de jóvenes que desarrollan extensas argumentaciones

del por qué no se cree en la democracia tal cual existe en México, por qué no se vota o no provoca

131

entusiasmo votar.

- Se produce un descrédito de la democracia tal como se presenta en México. Sin embargo,

esto no implica una desvaloración de la democracia como sistema de gobierno, pues lo que se

critica de tal democracia es la inconsistencia con lo que en abstracto una democracia implicaría.

La democracia no ha sido aun impregnada, como concepto, de todas las valoraciones negativas de la

vivencia de lo que en el país se desarrolla como mecanismo formal nombrado como democracia. La

democracia en abstracto sigue siendo un valor, lo que, como ya vimos, no ocurre con el concepto de

“política”.

- Hay un amplio desconocimiento, confusión y no identificación con las categorías de

Centro, Izquierda y Derecha, lo que está íntimamente relacionado con un contexto actual en

donde tales categorías están en discusión y reconceptualización. En general, se tiende a asociar

derecha a oficialismo e izquierda a oposición, desapareciendo una noción de centro. No obstante,

cuando se dan auto representaciones asociadas a estos bloques, éstas se alinean con una izquierda

que no necesariamente coincide con una izquierda partidista, sino con contenidos otorgados por los

jóvenes que asocian tal posición a su propia labor organizada, valoraciones desde la gestión cultural y

posición social. Si bien hay jóvenes que se identifican o prefieren administraciones políticas de derecha,

estos no se representan a si mismos como “de derecha”, lo que tiene que ver también con que en la

política mexicana y mundial están mutando las auto representaciones de los personeros de tales bloques

políticos partidistas, lo que influye en las percepciones de los ciudadanos.

- Establecimos una tipología de aquellas perspectivas que los jóvenes desarrollan respecto

al vínculo entre el actuar propio y el futuro de lo público. Agrupamos cinco formas en que los jóvenes

piensan la construcción política de la sociedad en el futuro. El Futuro social como un sueño que consistió

en representaciones que imaginaban un México ideal, igualitario, fraterno y libre. El nivel del “sueño”, no

obstante, no especifica probabilidades o mecanismos para su logro, es el momento de la imaginación,

132

del ideal que da cuenta de lo que debiera ser una política para una sociedad mejor. El Futuro social

ajeno y fatalista, en donde el porvenir socio político se percibe ajeno y dependiente absolutamente de

una estructura sistémica rígida y de poderes que funcionarían en pro de intereses particulares. Tal futuro

se presentó como la imposibilidad de un cambio positivo y participativo. El futuro social como “espera

pasiva” es otra perspectiva de un futuro como devenir ajeno, es el que plantea el deseo y la posibilidad

(generalmente remota) de que ocurra algún cambio positivo en las esferas donde se reproducen los

poderes políticos, que “llegue alguien”, “un político honesto” que “se preocupe por el pueblo” que “no robe”

o “robe menos” y entregue bienestar a la gente. Aquí, esta posibilidad de cambio tiene que ver con una

política ajena de la cual no se forma parte, se trata de una labor de “especialistas” o una elite en donde

la voz de “los de abajo” no tiene cabida. El futuro social desde afuera o alterno es una visión que se

caracteriza por una dualidad de desesperanza sistémica, por un lado y entusiasmo en el futuro particular

del ejercicio expresivo - cultural, por otro. Se produce entonces una idea de construcción social valorada

como sumamente efectiva en los niveles particulares de las identidades cercanas, pero entendida como

sumamente ajena en lo público estructural. Sin embargo, se produce una diferencia en el valor atribuido

a aquellos “mundos alternos” generados desde lo barrial y las identidades juveniles, pues mientras hay

quienes los ven como una desconexión de un mundo publico ajeno, (es decir: si la política “no nos presta

atención”, nosotros no prestamos atención a tal política y sus esferas de acción), otros lo ven como una

resistencia que desde afuera del sistema social excluyente, gritaría diariamente la exclusión (es decir: si

la política formal institucional “nos ignora”, “nosotros” develamos tal política, la acusamos, y tomamos una

distancia de ella fortaleciendo una política barrial – particular opositora o antisistemica). Finalmente, el

futuro social activo - participativo considera que la voz propia puede incidir, ser escuchada y hacerse

escuchar. Este futuro no es totalmente ajeno pues es factible de ser transformado si quienes están en

espacios de poder estructural y quienes están en niveles de participación local establecen cambios en

sus conductas y sus relaciones. Este devenir implica su construcción participativa, el exigir un bienestar

común que parte con el interesarse en el bien común, se trata de un cambio de “ellos” (“los políticos”,

“las instituciones”, los “poderes políticos”, los “de arriba”) y de “nosotros” (las organizaciones de barrio,

las identidades juveniles, “el pueblo”, “la gente”, “los de abajo”) que se construye en interrelación. Para

133

los jóvenes, el aporte a los cambios se realizaría desde una ética y una expresividad cultural que se

articularía en los tejidos sociales organizados cotidianamente, una solidaridad radical que reproduciría

en pequeña escala los mundos deseados por los que se debiera luchar en un nivel publico más general.

Es un cambio en donde la esperanza social radica en factores tanto ajenos como propios, pero lo notable

es que se contaría con factores propios, y por tanto, con un poder de efectividad social. De este modo,

la historia no sería una certeza de emancipación, pero tampoco un fatalismo de dominación eterna. La

historia sería factible de ser construida por los pueblos y, por tanto, por los jóvenes.

134

135

7.2.- Sugerencias respecto al tratamiento institucional del incentivo de la participación ciudadana y política. Ciudadanía, política, capital social y cultura.

- Sobre política, ciudadanía, cultura y capital social: Entendiendo el “capital social comunitario”

como los aprendizajes y valoraciones que una comunidad construye durante su propia historia,

“acumulación histórica cultural” que subyace en la identidad y en los modos de relación y organización

de las personas, creemos que este cúmulo experiencial, poder constructor de comunidad y sociedad,

es potencialmente una politicidad anclada y no separada del mundo social. Íntimamente asociado a la

cultura y, al igual que ésta, el capital social constituye una referencia importante para el desarrollo de

horizontes, deseos, valores, proyecciones y apuestas que ligan el accionar social particular y local, con

un sentido más amplio de ejercicio ciudadano que define la política y la democracia en tanto construcción

colectiva de nación.

De acuerdo a lo anterior, sugerimos que el tratamiento institucional de los conceptos de lo

político, lo social (y el capital social) y la cultura, atiendan a que estos no sean dimensiones separadas

en esencia, sino que tan sólo en términos analíticos, pues todos estos conceptos componen el activo

creador de una humanidad social que no se escinde en su lado social, cultural y político. La ciudadanía

vendría siendo el reconocimiento institucional de tal poder constructor de la humanidad social, pero ello

es relativo, pues en los sujetos sociales yace y se reproducen los valores ciudadanos desde los que se

exige y hace valer tal reconocimiento.

Creemos que la legitimidad de estos conceptos está directamente relacionada, como lo demostró

este estudio, con que los sujetos se sientan parte de ellos y vean en sus esferas de acción elementos

que involucran su participación activa. Consecuentemente, la deslegitimidad y pérdida de valor que han

tenido conceptos como la política y en menor grado la ciudadanía, tiene que ver con que éstas han sido

vistas como patrimonio de algunos grupos de poder, es decir, se habrían privatizado y perdido nexos

con la comunidad nacional. Ello tiene que ver con términos como “clase política” o “los políticos” en su

connotación de especialistas que monopolizarían para sí una labor política que dejaría de ser social.

En definitiva, se hace necesario unir política con lo social y el capital social, atendiendo a que

136

ésta es un patrimonio de la humanidad organizada y no de grupos sociales específicos. También es

imperativo comprender que la política no debe ser reducida a lo electoral, si es que se quiere recalcar

que la participación ciudadana de construcción de lo público es una constante que trasciende los eventos

de las votaciones. Se hace necesario volver a humanizar la política a fin de volver a legitimar el concepto

y sus contenidos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los conceptos son representaciones e

instrumentos que se viven socialmente, es decir, que no basta con volver a identificar “Política” con la

construcción diaria de sociedad si es que la dimensión institucional representativa de tal política continúa

representando para los sujetos sociales características alarmantemente negativas. Nos guste o no, hay

una gran parte de la población juvenil que homologa la política institucional con la delincuencia, y eso,

sabemos, no es una percepción anclada en ciencia ficción sino en lamentables ejemplos de corrupción

que no han sido aislados.

La tarea de dar legitimidad al orden político y a la representación democrática en tanto construcción

colectiva es algo que debe incluir a la juventud, pero no es un “problema juvenil” sino un problema social

en que todos los actores deben poner de su parte.

- Sobre potenciar aquellas nociones de política, ciudadanía y futuro social que ponen

acento en la participación activa y no en la recepción pasiva y o el deber normativo. Como vimos,

la valoración positiva que mantienen conceptos socialmente vividos como la política, la ciudadanía y los

horizontes de futuro social, se caracterizan por involucrar al propio sujeto y sus pares en la construcción

cotidiana de tales dimensiones. Por esto, es preciso re conceptualizar el uso institucional de estas

categorías en tales sentidos, teniendo como objetivo el incremento de los espacios de participación

social, demanda y control comunitario respecto de las instituciones. No basta con mencionar los

derechos jurídicamente establecidos, sino que se deben crear además instancias independientes en

donde la ciudadanía haga valer y fiscalice el cumplimiento de tales derechos. No basta motivar la

137

participación político electoral como un imperativo normativo del tipo “es tu deber votar”, pues

ello no resuelve el problema de fondo que es la desvalorización del voto y de la democracia como

sistema de representación. Por todo lo anterior, se debe poner la participación real en el centro de los

programas, por sobre la adscripción jurídica pasiva y la norma como imperativo.

- Sobre apoliticismo y sus estigmas asociados: Los resultados del estudio muestran que el

tan mentado apoliticismo una parte de los jóvenes (mexicanos) tiene que ser sometido a una profunda

revisión. Y es que, por una parte, tanto el estudio cuantitativo como el cualitativo nos muestran la

presencia de jóvenes que sí se encuentran interesados e involucrados en los asuntos político-públicos,

y que manifiestan opiniones, percepciones y significaciones dignas de ser consideradas al momento de

elaborar políticas públicas dirigidas a su entorno inmediato. Pero, por otro lado, también es necesario

considerar que en aquellos jóvenes “desinteresados” por la política o que manifiestan un rechazo visceral

hacia ella también hay construcciones, significaciones y posicionamientos que, en la última instancia,

también deben ser asumidos como políticos.

Planear políticas públicas hacia los jóvenes organizados, por consecuencia, no debe significar

asumir a éstos meramente como 1) población beneficiaria o como 2) receptores de transferencias sino

que además, y creemos que de manera fundamental, como sujetos con capacidad de interlocución que

demandan, de una manera u otra, su integración plena al espacio público. El logro de este objetivo,

estamos ciertos, aportará de manera importante a la superación de lo que probablemente constituya el

mayor problema de las organizaciones sociales juveniles que formaron parte de este estudio, a saber:

su déficit de integración social, su conciencia de no formar parte de la construcción colectiva del México

actual.

Un ejemplo de una política pública que, creemos, debe ser incrementada pues aporta en la

dirección señalada, lo constituye lo que entendemos como un proceso de transferencia participativa

de recursos hacia las organizaciones juveniles, proceso en el cual tanto el diagnóstico de necesidades

138

como la producción de proyectos concretos sea llevada a cabo con la participación activa de los jóvenes

beneficiarios. En concreto: se trata de potenciar aquellas instancias por medio de las cuales los jóvenes

encuentran un espacio de deliberación, selección e implementación de iniciativas financiadas por

instancias técnicas desligadas de cualquier manejo político-partidista que pudiera implicar la constitución

de lazos instrumentales entre las organizaciones juveniles y lo político-institucional, pues como vimos,

esto potenciaría representaciones de la “política como mutua instrumentalidad”, percepción que vacía la

política de sus sentidos de accionar ético, crítico e involucrado con valores e ideales.

Potenciando este tipo de políticas, pensamos, se aporta de manera sustantiva al incremento del

sentido de la responsabilidad, la participación, la organización y el espíritu democrático de los jóvenes.

- Sobre las identidades juveniles, su arte y la construcción de sueños y metas. Es preciso

atacar los estigmas asociados a las supuestas “apatía”, “abulia” y el “desinterés” de los jóvenes,

otorgando valor institucional a la participación comunitaria real de ellos. Decíamos que los afectos

y la cohesión identitaria de las agrupaciones artístico culturales juveniles no produce necesariamente

grupos apolíticos desconectados de lo social, sino que al contrario, se producen una serie de sueños y

metas que vinculan a los jóvenes y sus agrupaciones con horizontes sociales públicos. Es preciso atender

a esto y trabajar institucionalmente con las culturas juveniles aprovechando su potencial y experiencia

en la participación social comunitaria a fin de acercar las instituciones políticas y “la política” como valor,

a las necesidades de la población organizada. Es preciso, por un lado, dar espacios a la expresividad

juvenil, y por otro, que los jóvenes vinculen esos espacios con un derecho ganado en sociedad y no con

“favores” instrumentales de uno u otro sector político partidista. No hay que estigmatizar a los partidos

políticos, pero hay que procurar que queden delimitadas las esferas de acción proselitistas respecto

de la aplicación de las políticas sociales. Tampoco hay que estigmatizar a los jóvenes en el sentido de

una apatía que no es tal, sino, como vimos en el caso de las experiencias de organizaciones artístico

culturales, todo lo contrario. Por ello, se hace necesario otorgar desde las instituciones el valor y la

credibilidad al aporte ciudadano de los jóvenes.

139

- Sobre la democracia, su legitimidad y la participación electoral y no electoral de los

jóvenes. La democracia sigue siendo para los jóvenes un valor en abstracto, no obstante se ve afectada

por la valoración negativa de la política institucional. La diferenciación y polisemia priman en lo que

se asocia a democracia y esto es, en lo complejo del panorama, una fortaleza y una oportunidad. Es

necesario, por tanto, atender a una conversación social con los jóvenes en torno a la participación

y la democracia, entender sus esperanzas y desesperanzas, sus potencias e impotencias, sus auto

representaciones ciudadanas y sus concepciones del deber ser ciudadano y político para aportar a una

mayor identificación con el orden democrático y los mecanismos de representación. En esto no son sólo

las percepciones de la juventud las que hay que cambiar, sino que hay que cambiar una sociedad, y en

ello todos los actores tienen que poner de su parte.

¿Se justificaría entonces una propuesta institucional que estigmatice a quienes están

desencantados de la democracia tachándolos de irresponsables, individualistas o desinteresados?; ¿Se

justificaría decirles a los jóvenes “si no votas cállate”?; ¿Es democrático decirles a los jóvenes que su

expresión sólo cuenta mediante el voto y que si no lo ejercen mejor no digan nada? Es necesario hacerse

estas preguntas e interrogarse el por qué en el contexto de la elección pasada del dos de julio del 2006

hubo tanto revuelo porque un candidato a la presidencia le dijera al presidente de la república ¡Cállate”!,

y sin embargo no hubo voces que se levantarán porque a diario en la televisión y demás medios se les

dijera a gran parte de los jóvenes que están descontentos con el orden institucional: “¡Cállate!” ¿Es

correcto en democracia hacer eso?; ¿Es integrador de las diversidades de opiniones?; Nosotros nos

quedamos con la percepción de Aaron del grupo Punk Muertos por el sistema:

“Si no votas cállate”, (aludiendo a la campaña de promoción del voto que hubo en los medios

de comunicación) Eso es bastante gracioso a la vez que frustrante, ¿Cómo te atreves a

callarme porque no estoy conforme con esto? La campaña publicitaria bastante hipócrita por

su parte, “ese rock”, que forma más simplona e incoherente de dirigirse a la juventud para

que se integre a lo que es la política.”

140

141

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146

147

ANEXO 1

INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

148

149

1.- Metodología de aplicación: El 100% de los participantes de las entrevistas grupales serán

objeto de la aplicación del cuestionario, con anterioridad a la realización de las entrevistas grupales.

Ello, con el objeto de no introducir un sesgo a las respuestas individuales de cada uno de los partici-

pantes. El cuestionario será previamente leído y explicado al grupo antes de su aplicación.

2.- Tipo de cuestionario: cuestionario semi estructurado.

3.- Dimensiones del cuestionario:

1) Auto representación ciudadana y política.

2) Ciudadanía y política

Representaciones y valoraciones.

Aplicación de un cuestionario semi estructurado a los participantes

150

151

Te invitamos a responder el presente cuestionario. Tus respuestas, tienen por objeto conocer tu opinión

sobre temas de ciudadanía y política. A continuación encontrarás una serie de preguntas las cuales de-

berás marcar con una X o contestar brevemente según sea el caso. Gracias por tu colaboración.

Antecedentes del entrevistado

Marca con una X

SexoFemeninoMasculino

Ubicación geográfica

(Ciudad, población)Edad

Agrupación

Ocupación actual

EstudiaTrabaja o busca trabajo

Estudia y Trabaja.Otro (Especificar)

Nivel educativo

SuperiorMedio superior

MedioBásico

Colibrí Educación Cultura y Nuevas Tecnologías A.C.Proyecto de Investigación

Gestión Cultural Auto percepción Ciudadana de lo Político en Agrupaciones Juveniles

Cuestionario

152

1.- ¿Qué es para ti la política?:

2.- ¿Qué es para ti ser un ciudadano?:

3.- ¿Te consideras un ciudadano?

1) sí _____

2) no ____

Por qué: __________________________

4) ¿Te consideras una persona política?

1) sí _____

2) no ____

Por qué: __________________________

5) Según tu opinión, con cuáles palabras podrías definir de la mejor forma lo que significa la políti-

ca en tu país:

153

6) Y de las siguientes características, cuáles crees tú que definen de mejor forma a la política tal

cual es en tu país (marca las dos más importantes para ti):

1) la política es el arte de gobernar ______

2) la política es una forma de enriquecerse ______

3) la política es participación ______

4) la política es decidir el México en que queremos vivir ______

5) la política es una profesión para especialistas ______

6) la política es confrontación y enemistad ______

7) la política es sucia ______

8) la política la hacemos todos ______

7) ¿Y qué importancia le atribuyes a los siguientes actores en la vida política de tu país? (Marca

con una X ) :

Empresarios:

1) mucha importancia

2) mediana importancia

3) ni mucha ni poca importancia

4) poca importancia

5) ninguna importancia

Partidos Políticos:

1) mucha importancia

2) mediana importancia

3) ni mucha ni poca importancia

4) poca importancia

5) ninguna importancia

154

Iglesia:

1) mucha importancia

2) mediana importancia

3) ni mucha ni poca importancia

4) poca importancia

5) ninguna importancia

Organizaciones civiles:

1) mucha importancia

2) mediana importancia

3) ni mucha ni poca importancia

4) poca importancia

5) ninguna importancia

Todos los mexicanos:

1) mucha importancia

2) mediana importancia

3) ni mucha ni poca importancia

4) poca importancia

5) ninguna importancia

Organizaciones juveniles como la tuya:

1) mucha importancia

2) mediana importancia

3) ni mucha ni poca importancia

4) poca importancia

5) ninguna importancia

155

8) Y ahora, cuáles crees tú que debieran ser las características de la política en tu país:

9) Y de las siguientes características, cuáles crees tú que debieran definir a la política en tu país

(marca las dos más importantes para ti):

1) la política es el arte de gobernar ______

2) la política es una forma de enriquecerse ______

3) la política es participación ______

4) la política es decidir el México en que queremos vivir ______

5) la política es una profesión para especialistas ______

6) la política es confrontación y enemistad ______

7) la política es sucia ______

8) la política la hacemos todos ______

10) Y ahora, considerando las labores que desarrolla tu organización, ¿crees que esas labores

son políticas?

1) sí _____ (terminar entrevista)

2) no ____ (pasar a pregunta 11)

Por qué: ____________________________________________

156

11) ¿Y crees tú qué que debieran ser labores políticas?

1) sí _____

2) no _____

Por qué: ___________________________________________

157

1.- Orientaciones metodológicas:

La presente pauta es para ser aplicada como entrevista abierta, sin preguntas definidas, sino

dimensiones y temáticas específicas a cubrir. Se sugiere seguir el ordenamiento general de las dimen-

siones a fin de ir de aspectos más particulares a generales, no obstante, las temáticas específicas se

abordan de acuerdo a la dinámica de la conversación. Pueden aparecer en la entrevista aspectos no

considerados en la pauta, los que el entrevistador debe juzgar su importancia para la investigación a

fin de decidir si orientar o no su profundización. Se sugiere articular las preguntas de forma abierta sin

nunca preguntar con respuestas posibles tipo: ¿Es muy corrupta la política? ¿Ustedes son marginados

de las decisiones políticas? ¿Ustedes se sienten más ciudadanos en la organización que votando? En

vez de ello, es preferible articular preguntas abiertas a múltiples respuestas evitando las adjetivaciones,

es decir preguntas que se articulen de la siguiente forma ¿Cómo se sienten ustedes frente a ….? ¿Cómo

perciben ustedes…? ¿Cómo definirían ustedes….? ¿Qué es para ustedes….?

La entrevista se debe parecer lo más posible a una conversación cotidiana, por ello, no se pre-

sentan preguntas tipo, pues las preguntas se construyen en los contextos. Lo importante es evitar que

temáticas importantes queden fuera. Es posible que algunas temáticas las comiencen a plantear los

entrevistados sin necesidad de que el entrevistador las introduzca con una pregunta, por ello, lo que

tiene que tener en la mente el entrevistador son los temas a bordar más que las preguntas específicas

a formular. Los entrevistadores pueden apoyarse en la pauta en el momento de la entrevista, pero sin

descuidar jamás una postura de seguir una conversación y no un cuestionario. En este sentido, lo ideal

es que la pauta esté suficientemente internalizada para no estar en todo momento consultándola.

Pauta de entrevista

158

2.- Pauta de entrevista.

DIMENSIÓN TEMÁTICAS

Dimensión individual

respecto a organización.

Presentación, quienes son, qué hacen, proyecciones individuales y

proyectos de vida, motivación para estar en la organización.

Dimensión organizacional y

social.

Qué hacen, como se organizan, cómo valoran su trabajo organizado,

por qué y para quienes lo hacen.

Dimensión social cultural.

Cómo ven su rol como organización vinculada a lo artístico cultural.

Como ven el papel que juega lo artístico cultural en la construcción de

comunidad y de un México que ellos desearían a futuro.

Dimensión de definición de la

política y la ciudadanía.

Qué es para cada uno la política, qué es para cada uno la ciudadanía.

¿Se sienten ellos personalmente ciudadanos? Por qué. ¿Se sienten

ellos personalmente políticos? Por qué ¿Su organización la ven cómo

ciudadana, la ven como política? ¿Por qué?

Dimensión política nacional.

Cómo perciben la actividad política nacional. Quienes ven como

actores de la política. Cómo se relacionan ellos con los actores que

definen. Reconocen izquierdas, derechas y centros, si es así, como

describen personalmente estas categorías (qué es para ellos ser

de izquierda o derecha o centro y si se ven a ellos mismos en esas

caracterizaciones). Preguntas por lo electoral y el sistema de partidos,

cómo perciben y valoran las elecciones en tanto participación.

(posicionamientos personales al respecto e indagar si hay una

posición en tanto organización ante las elecciones y el sistema de

partidos).

Proyecciones a futuro.

Cómo debiera ser México. Dimensión ciudadana, dimensión política,

dimensión cultural, rol de las organizaciones sociales como las de

ellos en la construcción de un México deseado.

159

ANEXO 2

FRECUENCIAS DESCRIPTIVAS

160

161

Sexo del entrevistado

frecuencia porcentajeValidos mujer 16 16,7

hombre 80 83,3Total 96 100,0

Tabla 1

Ubicación geográfica del entrevistado

Edad del entrevistado (Recodificada)

Frecuencia porcentajeValidos Naucalpan 34 35,4

Nezahualcoyotl 30 31,3Ecatepec 32 33,3

Total 96 100,0

Tabla 2

Frecuencia Porcentaje Porcentaje acumuladoValidos 14 a 17 24 25,0 25,5

18 a 21 25 26,0 52,1 22 a 25 24 25,0 77,7 26 a 29 13 13,5 91,5 mayor de 30 8 8,3 100,0 Total 94 97,9

Missing System 2 2,1 Total 96 100,0

Tabla 3

162

Agrupación de pertenencia del entrevistado

Ocupación actual del entrevistado

Frecuencia PorcentajeValidos Steet Army 6 6,3

Imagen Mexicana 12 12,5 La Julio 6 6,3 ABT Crew 11 11,5 Muertos por el sistema 4 4,2 1SA Crew 4 4,2 Rap pandillero estilo mexicano 4 4,2 Moana 5 5,2 Elewa 6 6,3 la reata 5 5,2 Sociedad latina 10 10,4 Yauyolot 5 5,2 Spin Master 5 5,2 Ritmo Mundial 8 8,3 Caracol popular 5 5,2 Total 96 100,0

Tabla 4

Frecuencia PorcentajeValidos estudia 34 35,4

trabaja o busca trabajo 34 35,4 estudia y trabaja 24 25,0 otro 3 3,1 Total 95 99,0

Missing System 1 1,0Total 96 100,0

Tabla 5

163

Nivel educativo del entrevistado

Definición de política (Recodificada)

Frecuencia Porcentaje Porcentaje acu-mulado

Validos superior 23 24,0 25,0 medio superior 48 50,0 77,2 medio 15 15,6 93,5 básico 6 6,3 100,0 Total 92 95,8

Missing System 4 4,2 Total 96 100,0

Tabla 6

Frecuencia PorcentajeValidos forma de gobierno 30 31,3

enriquecimiento, corrupción 20 20,8 defensa de intereses privados 5 5,2 democracia, representación 14 14,6 otras menciones positivas 4 4,2 otras menciones negativas 7 7,3 otras menciones 3 3,1 no sabe no responde 13 13,5 Total 96 100,0

Tabla 7

164

Definición de ciudadanía (Recodificada)

Autopercepción de ciudadanía: ¿te consideras un ciudadano?

Frecuencia PorcentajeValidos formal, institucional 34 35,4

política, social 37 38,5 adscripción geográfica 18 18,8 otras menciones negativas 1 1,0 otras menciones positivas 1 1,0 no sabe/no responde 5 5,2 Total 96 100,0

Tabla 8

Frecuencia PorcentajeValidos sí 80 83,3

no 15 15,6 Total 95 99,0

Missing System 1 1,0Total 96 100,0

Tabla 9

165

Motivos para definirse como ciudadano (Recodificada)

Motivos para no definirse como ciudadano (Recodificada)

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Validos definición activa, participación 35 36,5 43,2 adscripción formal 12 12,5 14,8 adscripción territorial 17 17,7 21,0 otros motivos 2 2,1 2,5 no sabe, no responde 15 15,6 18,5

Total 81 84,4 100,0Missing System 15 15,6

Total 96 100,0

Tabla 10

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Validos por motivos de edad 3 3,1 20,0 por rechazo, desinterés 9 9,4 60,0 otros motivos 1 1,0 6,7 no sabe, no responde 2 2,1 13,3 Total 15 15,6 100,0

Missing System 81 84,4 Total 96 100,0

Tabla 11

166

Auto percepción de política: ¿Te consideras una persona política?

Motivos para definirse como una persona política (Recodificada)

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válidoValidos sí 40 41,7 42,1

no 55 57,3 57,9 Total 95 99,0 100,0

Missing System 1 1,0 Total 96 100,0

Tabla 12

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Validos definición activa, participación 31 32,3 77,5 definición institucional 4 4,2 10,0 definición geográfica 1 1,0 2,5 otros motivos 2 2,1 5,0 no sabe, no responde 2 2,1 5,0 Total 40 41,7 100,0

Missing System 56 58,3 Total 96 100,0

Tabla 13

167

Motivos para no definirse como una persona política (Recodificada)

Definición de la política en el país (primera opción recodificada)

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Validos rechazo a la política 21 21,9 38,2 desinterés, apatía 24 25,0 43,6 no sabe, no responde 10 10,4 18,2 Total 55 57,3 100,0

Missing System 41 42,7 Total 96 100,0

Tabla 14

Frecuencia PorcentajeValidos corrupta, enriquecimiento 26 27,1

otras menciones negativas 43 44,8 otras menciones positivas 5 5,2 otras menciones 7 7,3 no sabe, no responde 15 15,6 Total 96 100,0

Tabla 15

168

Definición de la política en México (Primera opción)

Definición de la política en México (Segunda opción)

Frecuencia PorcentajeValidos la política es el arte de gobernar 10 10,4

la política es una forma de enriquecerse 57 59,4 la política es participación 7 7,3 la política es decidir el méxico en que queremos vivir 6 6,3 la política es una profesión para especialistas 4 4,2 la política es confrontación y enemistad 4 4,2 la política es sucia 7 7,3 la política la hacemos todos 1 1,0 Total 96 100,0

Tabla 16

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Validos la política es una forma de enriquecerse 8 8,3 8,7 la política es participación 4 4,2 4,3

la política es decidir el méxico en que queremos vivir 3 3,1 3,3

la política es una profesión para especialistas 4 4,2 4,3 la política es confrontación y enemistad 20 20,8 21,7 la política es sucia 39 40,6 42,4 la política la hacemos todos 14 14,6 15,2 Total 92 95,8 100,0

Missing System 4 4,2 Total 96 100,0

Tabla 17

169

Importancia empresarios en la vida política

Frecuen-

cia Porcentaje Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Validos mucha importancia 58 60,4 61,1 61,1 mediana importancia 19 19,8 20,0 81,1 ni mucha ni poca importancia 9 9,4 9,5 90,5 poca importancia 5 5,2 5,3 95,8 ninguna importancia 4 4,2 4,2 100,0 Total 95 99,0 100,0

Missing System 1 1,0 Total 96 100,0

Tabla 18

Importancia partidos políticos en la vida política

Frecuen-cia

Porcen-taje

Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Validos mucha importancia 52 54,2 54,7 54,7 mediana importancia 11 11,5 11,6 66,3 ni mucha ni poca importancia 7 7,3 7,4 73,7 poca importancia 10 10,4 10,5 84,2 ninguna importancia 15 15,6 15,8 100,0 Total 95 99,0 100,0

Missing System 1 1,0 Total 96 100,0

Tabla 19

170

Importancia iglesia en la vida política

Importancia organizaciones sociales en la vida política

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Validos mucha importancia 22 22,9 23,2 23,2 mediana importancia 27 28,1 28,4 51,6 ni mucha ni poca importancia 13 13,5 13,7 65,3 poca importancia 12 12,5 12,6 77,9 ninguna importancia 21 21,9 22,1 100,0 Total 95 99,0 100,0

Missing System 1 1,0 Total 96 100,0

Tabla 20

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Validos mucha importancia 42 43,8 44,7 44,7 mediana importancia 23 24,0 24,5 69,1 ni mucha ni poca importancia 9 9,4 9,6 78,7 poca importancia 16 16,7 17,0 95,7 ninguna importancia 4 4,2 4,3 100,0 Total 94 97,9 100,0

Missing System 2 2,1 Total 96 100,0

Tabla 21

171

Importancia de todos en la vida política

Importancia organizaciones juveniles en la vida política

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Validos mucha importancia 54 56,3 58,1 58,1 mediana importancia 14 14,6 15,1 73,1 ni mucha ni poca importancia 10 10,4 10,8 83,9 poca importancia 9 9,4 9,7 93,5 ninguna importancia 6 6,3 6,5 100,0 Total 93 96,9 100,0

Missing System 3 3,1 Total 96 100,0

Tabla 22

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Validos mucha importancia 52 54,2 55,3 55,3 mediana importancia 12 12,5 12,8 68,1 ni mucha ni poca importancia 3 3,1 3,2 71,3 poca importancia 16 16,7 17,0 88,3 ninguna importancia 11 11,5 11,7 100,0 Total 94 97,9 100,0

Missing System 2 2,1 Total 96 100,0

Tabla 23

172

Deber ser de la política en México (Recodificada)

Cómo debiera ser la política en el país (primera opción)

Frecuencia PorcentajeValidos valores democráticos, participación 26 27,1

honesta, sin corrupción 23 24,0 justicia social, equidad 16 16,7 otras menciones 19 19,8 no sabe, no responde 12 12,5 Total 96 100,0

Tabla 24

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Validos la política es el arte de gobernar 19 19,8 la política es una forma de enriquecerse 13 13,5 13,8 la política es participación 28 29,2 29,8

la política es decidir el méxico en que queremos vivir 27 28,1 28,7

la política es una profesión para especialistas 1 1,0 1,1 la política es confrontación y enemistad 1 1,0 1,1 la política es sucia 3 3,1 3,2 la política la hacemos todos 2 2,1 2,1 Total 94 97,9 100,0

Missing System 2 2,1 Total 96 100,0

Tabla 25

173

Cómo debiera ser la política en el país (segunda opción)

Atribución de carácter político a la organización

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Validos la política es una forma de enriquecerse 2 2,1 2,3 la política es participación 8 8,3 9,2

la política es decidir el méxico en que queremos vivir 23 24,0 26,4

la política es una profesión para especialistas 1 1,0 1,1 la política es confrontación y enemistad 4 4,2 4,6 la política es sucia 10 10,4 11,5 la política la hacemos todos 39 40,6 44,8 Total 87 90,6 100,0

Missing System 9 9,4 Total 96 100,0

Tabla 26

Frecuencia Porcentaje Porcentaje vá-lido

Validos sí 37 38,5 39,4 no 57 59,4 60,6 Total 94 97,9 100,0

Missing System 2 2,1 Total 96 100,0

Tabla 27

174

Motivos atribución carácter político a la organización (Recodificada)

Motivos no atribución carácter político a la organización

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Validos participación, conciencia 16 16,7 41,0 otros motivos 5 5,2 12,8 no sabe, no responde 18 18,8 46,2 Total 39 40,6 100,0

Missing System 57 59,4 Total 96 100,0

Tabla 28

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Validos exclusividad artístico cultural 11 11,5 18,6 rechazo a la política 7 7,3 11,9 indiferencia frente a la política 14 14,6 23,7 no sabe, no responde 27 28,1 45,8 Total 59 61,5 100,0

Missing System 37 38,5 Total 96 100,0

Tabla 29

175

Atribución de carácter político a la organización: ¿debiera ser política la organización?

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Validos sí 20 20,8 29,4 no 48 50,0 70,6 Total 68 70,8 100,0

Missing System 28 29,2 Total 96 100,0

Tabla 30