Israel Rojas. 46 Lecciones de Endoterismo

PRIMERA PARTE DEL CURSO

CUARENTA Y SEIS LECCIONES DE ENDOTERISMO

Israel Rojas (Raghozini)

LA LABOR DE LA FRATERNIDAD ROSACRUZ Estamos en una época crucial de la historia humana, pues por el año 1952 se inició

la Edad Acuaria y los cambios lógicos producidos por la presencia de la fuerza magnética de la citada constelación, comenzaron con la debacle experimentada en Europa en los años trágicos de 1914 a 1918. No terminó con ella la revolución necesaria de transformación , pues en el año 1939 despertó de nuevo el dios de la guerra, consecuencia natural del egotismo de los hombres, ya como individuos, ya como colectividades con sus intereses creados. Estos aspectos conmocionales se han sucedido también, en menor escala , en diversos países del mundo y se puede decir que dentro de las citadas épocas no ha habido colectividad social y humana, que no haya experimentado alguna activa revolución.

Pero, a pesar del común escepticismo de los hombres, en la consciencia humana también se ha venido verificando otra revolución y transformación, no por acción de fuerza y violencia, sino por la actividad evolutiva del espíritu interno, que como divina palanca apoyada en el pecho del hombre lo hace sentir algo de orden interno, de naturaleza espiritual y armónica que ha de conducirlo necesariamente a un estado ideal de paz, de armonía y espiritualidad. Tal movimiento interno se inició en el año 1875, cuando la insigne Maestra H.P. Blavatsky fundara en la ciudad de Nueva York la Sociedad Teosófica, con el fin de abrir las puertas del conocimiento, para introducir por ellas a todo los que ya maduros debían seguir por el sendero de las grandes realizaciones espirituales.

La labor de la Maestra fue maravillosamente llevada, luchando con el coraje propio de almas maduras y egos bien centrados. Sólo un maestro escapado de la Fraternidad Blanca y encarnado en el mundo profano podía realizar tan magna labor.

Muy a fondo conocía la Maestra el espíritu de todas la Escuelas iniciáticas y en sus obras “Isis sin Velo” y “La Doctrina Secreta” exterioriza completamente su sapiencia, mostrándose a la altura de su elevada misión y demostrando que la raíz de toda sabiduría pende de la Kábalah como árbol gigante, siendo las diferentes Escuelas iniciáticas, ramas del frondoso árbol de la Vida.

La Maestra habla de los Druidas, de los Drusos de Monte Líbano, de los Rosacruces Herméticos, de los Alquimistas, de los Teurgos, de los Yoguis, y muestra especialísima devoción por la Jerarquía Oculta residente en el Transhimalaya. De esa sabiduría extrae lo que puede presentar a las muchedumbres, pero al mismo tiempo que vela, enseña unas veces en alegórico y otras en nítido lenguaje , el sentido de la sabiduría de las edades.

Después del desarrollo progresivo de las labores de la Maestra, se empieza a despejar el horizonte del mundo y aparecen diversas Escuelas, cada una cumpliendo su respectiva misión. Del Oriente misterioso viene la literatura de los yoguis, para que sea captada y tomada por los egos que en su evolución han pasado por el místico Oriente.

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Los Rosacruces abren sus puertas en el año 1909 empleando como mensajero el insigne Max Heindel; Rodolfo Steiner funda su Escuela Antroposófica; viene el señor Krisnamurti como abstracto pensador, con la misión de destruir el fanatismo para que actúe la libre capacidad del pensamiento en cada uno según la libre evolución. El doctor Krumm Heller, que había venido realizando su preparación iniciática, empieza por el año 1925, desde Badalona (España), su labor Rosacruciana, extendiéndola por todos los países de habla hispana. Así este caballero Rosacruz resulta ser el zapador rosacrucista del habla latina, abriendo brecha en las consciencias, para hacer que la luz cristiana en su fondo esotérico penetre en las consciencias de las almas anhelosas de conocimiento.

La Kábalah, como árbol prodigioso de la sabiduría, es presentado en esta edad, para los hombres de habla castellana, por la Iniciada Dion Fortune; este es el seudónimo de un Maestro que sabe, y no el nombre físico de una persona.

Los estudiantes de lo trascendental tienen un emporio de conocimientos grandiosos al servicio de sus propios intereses, si saben comprender que en cada momento de la vida se está preparando nuestro futuro, bueno, malo o indiferente, según nuestro modo de pensar, sentir y actuar; razón esta por la cual el que conoce la ley de evolución y no aprovecha los días de su existencia para iluminar su consciencia, intensificando su progreso en tiempo y espacio, es realmente criminal consigo mismo y con la colectividad humana, porque por cada alma que se esfuerza en mejorarse, hay otras menos fuertes que gravitan impulsadas o atraídas por esta luz marchando en pos de ella; en cambio, aquellos que siguen la bárbara violencia de los instintos, el equivocado pensar y el incorrecto sentir, se convierten en antros funestos a través de los cuáles la fuerza obscura, la sombra de la Luz Astral se precipita en violentos remolinos para destruir la salud de los cuerpos y el equilibrio de las almas.

El objeto de este curso no es en realidad, como no puede serlo, el de enseñar nada novedoso, sino el de ayudar con nuestra experiencia de estudiantes, al logro de una comprensión y orientación de conjunto, facilitando así el arduo trabajo de concatenación de ideas y armonización de pensamientos de las diversas filosofías que sirven hoy al mejoramiento del mundo.

Todas las preguntas que surjan, deben ser contestadas por el presidente del grupo o en su defecto, si considera que su comprensión no es suficiente, deben ser consultadas a la dirección del movimiento.

Ante todo, y por encima de todo, hay que luchar contra el fanatismo o sea la limitación del pensamiento, ya que uno de los principales objetos de la Fraternidad Rosacruz es el de liberar la consciencia de toda limitación, permitiéndole desplegar las alas para armonizarse con el infinito.

Uno de los peores errores, quizás el mayor de todo estudiante, es el de autoconvertirse en autoridad y pretender que él puede ser juez de todo los mentores y criticarlos soberbiamente, sin haberse tomado el trabajo de estudiarlos, para comprenderlos debidamente. Hay que estar atentos a evitar esa morbosidad, expresión del egotismo humano, llegando a la comprensión clara de que lo que no esté en la Naturaleza no es verdad, dígalo quien lo diga, y lo que está en la Naturaleza es verdad, y no deja de serlo, aunque el que lo diga sea un niño o un iletrado, porque el agua moja aun cuando los locos digan lo contrario.

El Rosacruz no es un creyente; el Rosacruz debe ser siempre un investigador que marcha en conocimiento, de lo particular a lo universal, aumentando su fortaleza, no

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por la creencia sino por la sapiencia; no por lo que otros dicen, sino por lo que él constata que es realidad y de ello hace su verdad. La escuela Rosacruz es de un altísimo sentido espiritual, pero lo fundamental en ella es el saber; en ello difiere de todas las demás organizaciones que pretenden educar al hombre, pero que de un momento a otro le piden pasiva creencia; la Escuela Rosacruz no pide creencia sino actualización de consciencia por realización del conocimiento; es por tal razón algo excepcionalmente puro y algo divinamente grande.

La ciencia Rosacruz, como su nombre lo indica, no es una Escuela de dogmas, sino una filosofía de conocimientos físicos, psíquicos y espirituales, abarcando en su encauzamiento ideológico todas las doctrinas y todos los aspectos místicos de la vida que estén apoyados en la realidad de la consciencia y no en los conceptos limitados por el egotismo de intereses creados. Es por lo tanto la Escuela Rosacruz, la expresión del saber y la realización del sentir en su más delicada como severa expresión.

PRIMERA LECCIÓN DEFINICION DEL TERMINO

Cuando se estudia una ciencia o una filosofía, lo primero que se debe conocer a

fondo es el valor filológico de la palabra o palabras que sirven de fundamento a la estructura de la filosofía o de la ciencia. Tengamos esto como norma y será esto una gran llave de la sabiduría.

ROSA CRUZ. He aquí las dos palabras consagradas, que sirven de fundamento a la Escuela ecléctica más extraordinaria que conozcamos.

La rosa es una bella flor que adorna los jardines, y la cruz siempre la vemos representada por una línea perpendicular que atraviesa otra horizontal.

La cruz es el símbolo viviente y real de la materia, pues estudiando cuidadosamente todos los fenómenos activos de la substancia universal, veremos siempre el poder virtual de la cruz, pues solamente al cruzarse, mezclarse los elementos, se generan nuevas formas y se perpetúa la vida al actuar en ellas.

Levantemos nuestros ojos y contemplemos en límpida noche las miríadas de estrellas, mundo que pulula en el espacio cósmico, y luego, ateniéndonos a las ciencias físicas en sus campos demostrados, descubriremos que una fuerza centrífuga y otra centrípeta, obrando como poderoso imán, mantiene la armonía de las esferas, donde la una fuerza se cruza con la otra. En el centro de la cruz magnética del Logos, está el poder que mantiene y sostiene la armonía de las esferas; he ahí el poder innegable de la cruz.

Platón, el gran Maestro de esta ciencia prodigiosa, pudo descubrir en ese cruzamiento de los poderes cósmicos el Espíritu del Gran Creador, que dirige con la fuerza de su innato poder y de su maravillosa e ilimitada consciencia, la marcha matemática de soles y de mundos en su poderosa actuación; extático en esta divina

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contemplación, amó a Dios como artífice y se prosternó ante la cruz como viviente expresión de su poder.

Aristóteles analizó la ínfima substancia y al estudiar la célula, vio que al dividirse en el centro, en el punto crucial de la energía, se multiplicaba la vida en expresión a través de la substancia, y admiró el poder de Dios operativo en la ínfima materia y adoró la cruz, como poder transformador y conservador a un mismo tiempo, en la proliferación activa de la Naturaleza.

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SEGUNDA LECCION

EL SIMBOLISMO DE LA CRUZ Ninguno de los fenómenos de la Naturaleza puede venir a la existencia sin la

actuación cruzada de dos fuerzas de las cuáles una es positiva o masculina, llamada IOD ( ) por los Kabalistas, y la otra pasiva o femenina, llamada HE ( ). Ninguna ley física ni química escapa de la producción de la vida por la acción de los contrarios, que se unen para verificar nuevas creaciones en tiempo y espacio.

La cruz ha sido sagrada en todas la etapas de la humana civilización y no hay por lo tanto religión alguna que no vea en ella el misterio de los misterios en la actuación permanente de la vida.

Si vamos a la química, descubriremos siempre la necesidad activa de dos fuerzas para producir un nuevo estado, condición vital o fisiológica.

La iglesia pretende que la cruz solamente tiene valor en el proceso histórico, según ellos, de Jesús crucificado, y que solamente en esa época empezó la cruz a tomar parte activa en lo relacionado con la vida religiosa del hombre; mas en la Edda de los germanos se tiene a la cruz swástica como la expresión viviente de la unión de los contrarios, como impulso vital para crear nuevas condiciones, y el día 21 de marzo se celebraba la fiesta de la cruz, la cual consistía en llevar a la cima de una montaña una esfera inflamable, se le prendía fuego y se echaba a rodar, para que en el curso de su rápido movimiento de descenso se produjera e fenómeno visual de la cruz en la ardiente llama; los sacerdotes budistas ponen primero en el pecho y luego en la frente el símbolo de la cruz, tanto a los que se inician en sus misterios como a los cadáveres de los que han marchado al más allá.

Es la cruz la representación viva de los fenómenos objetivos de la vida activa manifestada; el hombre con los brazos abiertos y extendidos horizontalmente y su cabeza erguida, es una cruz en cuyo centro está el corazón, sede del espíritu, donde debe florecer la rosa, o sea engendrarse el alma por la consciente sublimación de la energía creadora, cuando el hombre está entrando deliberadamente en el sendero de la iniciación o liberación.

Cuando el Conde Racokzi visitó la ciudad de Granada, en España, con el fin de instruir a discípulos directos en la senda del Rosacrucismo, en una de aquellas reuniones siempre breves pero concisas, un discípulo le preguntó al Maestro: “¿Podría definirme la Rosacruz?” a lo que el Maestro contestó: “No es fácil contestar pregunta de tanta trascendencia; sin embargo, si queréis una síntesis, podré deciros que el pensamiento es la cruz y el sentimiento es la rosa”. El pensamiento es el fruto maduro de la evolución de las fuerzas vitales orgánicas, al par que la rosa es el aroma del sentir, emergente de la esfera del alma cuya raíz está en lo espiritual.

El Rosacruz Paracelso sintetizó el ideal del estudiante Rosacruz al decir: “El hombre debe pensar como un filósofo y sentir como un artista”.

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Tanto la enseñanza del Conde Racokzi como la de Paracelso, tienen exacto sentido en diferente modo de expresar.

Si analizamos bien la vida del hombre encontramos que su dolor, su misera, su sufrimiento, solamente tienen razón de ser en el conflicto que hay comúnmente entre el pensar y el sentir. Pensar y sentir coordinadamente y en perfecta armonía, constituye la base fundamental de la ansiada felicidad no siempre conquistada, porque el hombre en cambio de estudiar su propia vida y la relación que ella tiene con la Naturaleza, exterioriza completamente sus sentidos y los ocupa en hechos sin ninguna importancia, pero que él en su inconsciencia imagina de profundo interés; tal por ejemplo la mentada situación social, el color de su piel, el dinero que tenga en el banco, lo que sobre él se diga o no se diga, y la multitud de superficiales minucias que lo encadenan y someten a la arritmia emocional de las eventuales circunstancias.

La ciencia Rosacruz tiene como principal objeto el mostrar al hombre la única realidad en su propia vida, y la necesidad de ahondar ese conocimiento, educar la mente, fortalecer el carácter, desarrollar el alma y alcanzar cada vez con mayor precisión y claridad, las esferas sublimes de la consciencia y así llegará a lo que realmente debe ser, según el destino que para él ha sido trazado por la Inteligencia que rige la evolución de organismos y mundos. El hombre debe ser como lo dijo Moisés, “un verdadero rey de la creación”, pero para serlo es indispensable que tome con mano firme el timón de su propia vida y conduzca el barco de su existencia por el sendero definido de la regeneración física, intelectual y moral.

La ciencia Rosacruz difiere completamente de todas las religiones del mundo, porque éstas piden creencia, pasividad y obediencia, y la ciencia Rosacruz quiere HOMBRES CONSCIENTES, SABIOS Y FUERTES PARA EL BIEN, no por el estúpido temor, sino por la acción consciente de la divina fuerza del amor.

En esta época crucial de la historia humana, los grandes Jerarcas de la Fraternidad Oculta que están encargados de la evolución del mundo, están permitiendo la exteriorización de muchas de las grandes verdades guardadas en el santuario de su propio corazón, para que llegue a las almas anhelantes de conocimiento, y que llevan en su fuero íntimo el ardiente fuego de la inquietud por conocer la vida, procedente de los manantiales del puro y divino conocimiento.

La verdadera ciencia Rosacruz es completamente ecléctica y en ningún caso dogmática.

Los que creen obtener conocimiento de la totalidad de los rayos solares mirando solamente un reflejo, estarán siempre parcializados en su conocimiento y el fanatismo y la intolerancia harán fácil presa de su alma, convirtiéndoles así en nuevos creadores de discordia y de conflictos emocionales intrascendentes, al par que se hacen fáciles víctimas de los hermanos de la sombra o magos negros, porque el temor y la cólera debilitan el alma y la hacen pasivo instrumento del mal, colaborando a veces involuntariamente con las fuerzas que destruyen y no con las que edifican.

El verdadero estudiante Rosacruz tiene que estar abierto a todo conocimiento y amar ampliamente la vida. El mal es el producto de la ignorancia y el bien lo es del conocimiento aplicado; cuando alguien nos dice al oído que tal conocimiento es perverso, este tal lleva el temor en su corazón, y esta emoción es el camino directo hacia el mal y hacia el error. La contraparte del temor es el amor a toda vida y ésta es como la luz del sol que calienta y activa el proceso de la evolución; toda fuerza que actúa en la Naturaleza es de expresión divina y el verdadero Rosacruz debe conocerla

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para guiarla y dirigirla si es de naturaleza inferior, o para ser guiado por ella si proviene de las altas esfera de la consciencia.

Cuando alguien os diga que solamente tal o cual posee la verdad, inmediatamente debéis saber que ese tal es temeroso y está obnubilado en su sentir, porque la luz del sol no es el rayo infrarrojo, ni el verde ni el azul, sino que todos ellos son simples vibraciones menores de la refulgente blanca luz no diferenciada ni quebrada en su pura expresión, al par que cada color, siendo una manifestación de la energía primaria, es algo que debemos conocer en su relativa expresión para ir progresando de lo menor a lo mayor y de lo regular a lo óptimo. He ahí el verdadero sendero de conocimientos por que nos irá conduciendo la divina y pura Escuela de los Rosacruces.

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TERCERA LECCION

EL SIMBOLISMO DE LA ROSA ¿Porqué los Rosacruces usan la rosa como símbolo?

Cada asociación iniciática utiliza un símbolo que caracteriza idealmente toda una filosofía y un profundo sentido; los teosofistas utilizan como símbolo el loto, porque esta planta emerge del lodo y eleva sus tallos hacia el sol, produciendo luego una flor muy hermosa, de gran belleza, en la cual encarna el sentido de pureza que debe tener el alma después de haberse erguido sobre el lodo de los instintos, de los vicios, de las pasiones procedentes de la zona animálica de la naturaleza humana.

Una sociedad iniciatica de Francia, utilizó como símbolo la flor de lis, cuyos tres pétalos característicos, simbolizaban para ellos el cuerpo, el alma y el espíritu.

Los Rosacruces han utilizado la rosa, porque ella encarna maravillosamente el Alma desenvuelta y sublimada, demostrando al mismo tiempo que el desarrollo de Alma es el fruto del cuidado, de la atención, del esfuerzo y de la dedicación a la magna obra.

Lo rosa en su estado natural, es una florecilla pequeña, insignificante, sin belleza, y sin aroma; la rosa de los jardines, tal como la conocemos, es el fruto del cuidado y atención del jardinero, quien a través de los tiempos ha logrado producir, gracias al arte, esa flor bella, de profundo estetismo y de delicado aroma, que produce éxtasis en los que aspiran sus sutiles esencias; igual es el Alma del hombre, insignificante, pequeña, sin importancia, sin trascendencia, y así permanece en multitud de seres humanos que no se dan cuenta, que no ponen atención ninguna y no descubren que en la hondura de su ser existe la semilla, el germen. la causa génesis de un poder que tiene la capacidad de engendrar nuevos seres, de expandirse, aumentando la vitalidad y prolongando la vida, de crear aspiraciones y deseos para realizar conquistas, de pensar para tener la capacidad de establecer diferencias entre las cosas y comprender al mismo tiempo que hay un delicado hilo de oro que a todas las enlaza, de imaginar despertando el sentido de la armonía y de la belleza, que es el primer gran paso hacia la espiritualidad, de sentir el ritmo palpitante de la vida, amando todas las cosas en la quieta y santa unidad, la que trasciende el espacio y el tiempo, de intuir percibiendo la intimidad de los movimientos de consciencia, de decir que será consciencia universal y luego un día despegando las alas comulgar con el infinito, sin dejar de ser centro de consciencia, es decir que será consciencia focal o consciencia logoica a un mismo tiempo, realizando así la obra magna llamada por unos piedra filosofal, por otros unificación con la causa primera, y por aquellos Espíritu, haciendo abstracción completa de los conceptos tiempo y espacio.

La rosa es pues el símbolo del Alma, cuyas internas posibilidades únicamente los Iniciados pueden levemente presentir. El cultivo del alma, el cultivo de la rosa es lo esencial en la labor educativa que los Rosacruces han propugnado y propugnarán a través de las edades.

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El espíritu está más allá de toda capacidad apreciativa, puesto que está por encima de todo y lo trasciende todo; el cuerpo es la organización densificada de substancias que sirven de instrumento a la expresión del espíritu, teniendo como mediador al Alma. Es el Alma pues, el campo de operaciones de los verdaderos Rosacurz, en forma que bien pueden llamarse animistas o almistas; las especulaciones metafísicas pueden conducir fácilmente a la sofistería si no se convierten en la sensibilidad conscientiva que desarrolla el alma, para que ésta pueda convertir en esencias las substancias, en consciencia el pensamiento, y en sentido la imaginación.

Cultivar la rosa, educar el alma, es la labor que tenemos que realizar en tiempo y espacio para que la armonía entre el pensar —esencia del cuerpo— y el sentir —expresión del alma— se aúnen maravillosamente concretando para el hombre la armonía de los opuestos en lo cual radica la verdadera felicidad a la que tiene derecho el ser humano por divina herencia. La dislocación o separación entre el pensar y el sentir, es lo que causa tanto dolor y tanta miseria en el corazón humano, razón ésta por la cual los Rosacruces trabajan constantemente para que la armonía entre las dos columnas del templo, entre el pensar y el sentir, se unifiquen y así estableciendo este ritmo, el hombre pueda marchar sereno por la superficie de la tierra, aspirando el espíritu de vida que emana del Logos Solar, involucrando dicha energía a las potencias del alma, para que ésta pueda crecer, expandirse, haciéndose ubicua, hasta que onda tras onda se vaya ampliando y pueda unirse conscientemente al Gran Aliento del Eterno Padre, causa y origen de todo cuento es.

Uno de los caminos más cortos y efectivos para realizar progresivamente esta unificación, está en el culto hacia lo bello. El culto a la belleza despierta el amor, y por éste se llega al sentido de unidad conscientiva, que es la máxima realización del Alma.

Quien tenga el sentido de la belleza lo ha de encontrar, no en el convencionalismo del concepto, sino en el sentido de la vida. Es bello todo lo que tiene vida, aquello en lo cual alienta el Espíritu Universal, y si el alma sutilmente va penetrando a través del sentido en el corazón de la vida, la encontrará grande y sublime tanto en el gusanillo que se arrastra a flor de tierra, en la mariposa que exhibiendo policromados colores se mece en las ondas sobre la belleza del paisaje, en el cóndor que virilmente se remonta a las cimas de las más elevadas montañas, en la marcha de los vientos, en el rugir de los mares, como en el movimiento acompasado de las esferas y en la armonía de los sistemas de mundos, y a medida que el Alma avanza más en su sentido se va extendiendo, se va remontando hasta alcanzar la cima de la realización, la que consiste en sentir la unidad de todo y en aspirar el aroma de ese ritmo melodioso que es el espíritu inconsútil y divino que opera en todo cuento es, ha sido y será. La rosa es el símbolo del Alma; su forma encarna su estructura de variados matices, y su aroma la esencia misma de la espiritualidad. Esto es lo que encarna el bello símbolo de la rosa, sobre la cruz de la forma.

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CUARTA LECCION

LA DUALIDAD ESPIRITU MATERIA

En la tres primeras entregas de este curso, hemos esbozado en líneas generales el sentido de la filosofía Rosa Cruz, y en esta cuarta iniciamos formalmente el estudio de la ciencia de la vida tal como la hemos podido comprender en el curso de nuestras investigaciones, sin pretender que esta sea la primera palabra de la ciencia, ni mucho menos la última, porque la evolución es un proceso infinito de transformaciones, dentro de las cuales el hombre ocupa en la superficie de la tierra el lugar prominente; de ahí, que los Jerarcas cuya consciencia comprende y cuyo corazón siente, han dicho que el hombre es un microcosmos, pequeño mundo, frente al macrocosmos o gran mundo.

Refiriéndonos a la cultura occidental, tenemos que aceptar por una parte que el pensamiento de Platón ha sido norma para los filósofos griegos y de allí ese sentido filosófico ha marchado hacia Europa y de Europa viajó a América; por otra parte Aristóteles está considerado como la raíz de otro modo de pensar, el que también ha llevado más o menos en paralelismo con el pensamiento de Platón el mismo curso.

Platón parte de lo universal a lo particular, o sea del macro al microcosmos.

Aristóteles hace emerger su ciencia de lo infinitamente pequeño, hasta abarcar el todo.

Uno y otro pensamiento son los extremos conceptuales de la ciencia de la vida, los cuales tienen que ser armonizados, pues cada uno de ellos entraña un sentido, cuya importancia y trascendencia le son indispensables al Alma anhelante de conocimiento.

El poeta Amado Nervo supo definir en una frase maestra las inquietudes del alma humana, al decir: “El Alma es una copa que solamente se llena con la eternidad”.

La filosofía de los Rosacruces está bien equilibrada al no extremarse o parcializarse en el concepto de Platón, o no ligarse al pensamiento de Aristóteles, puesto que estos sabios han sabido comprender que materia y espíritu son los extremos de la cosa única y eterna. Un eminente Rosacruz dijo: “La materia es el polo negativo de la substancia espíritu que se condensó en el oscuro amanecer de las edades”.

En los antiguos templos de los misterios el aspecto espiritual de la vida llamado religión, y el aspecto físico de la investigación llamado ciencia, se estudiaban por igual, proviniendo de allí la grandeza de tales culturas; desde el momento mismo en que se creó el conflicto, separando la ciencia de la religión y la religión de la ciencia, la sabiduría de la mística y la mística de la sabiduría, se creó ese estado decadente que marcha a la sima del caos y de la irresponsabilidad en que hoy se debate el mundo de la época actual. Corresponde pues a los sabios de la Rosa Cruz orientar de nuevo el pensamiento moderno, haciendo que el sentimiento y la razón confluyan en el canal de la armonía, para que la sabiduría bata sus alas en dirección a la tierra y la consciencia del hombre se levante hacia lo espiritual, apoyada por la ciencia para obtener así la

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armonía entre el pensar y el sentir, que es nada menos que el secreto mismo de la felicidad.

Cuando el corazón y el cerebro, cuando el sentir y el pensar se hallan en conflicto, el alma humana queda en el caos; cuando se armonizan el pensamiento y el sentimiento, la razón y el amor, la felicidad es la natural consecuencia de este hecho maravilloso.

Todas las Escuelas existentes en el mundo, a excepción de la Rosacruz, están parcializadas, ya hacia el aspecto racionalista, ya hacia el exageradamente místico; ello ha creado el estado de descontento en que se debate la actual humanidad

Estas lecciones tendrán pues como objeto capital, el de restablecer la armonía de los opuestos, entre el conocimiento que sabe y el corazón que siente y quiere; por tal razón, el pensamiento platónico, como el aristotélico, viajarán coordinados en el paseo ideológico que nos proponemos seguir con nuestros hermanos en ideales por las márgenes del río de la vida.

La filosofía con sus juicios, será el puente de unión entre lo que pensamos y sentimos, para allegar alguna comprensión acerca de lo que es la vida y sus divinos objetivos.

El punto matemático, ha sido propuesto como una lógica necesidad para toda apropiación de un debido conocimiento acerca de la Naturaleza y de la vida. El punto matemático de la vida física es el átomo, la suma de átomos constituye la célula, la yuxtaposición de células hacen el órgano, y el conjunto de órganos en coordinada función, constituye el ser vivo, tal como nuestros sentidos lo pueden apreciar.

El sol de nuestro sistema está construido por archibillones de átomos, células, órganos operativos, los cuáles en suma constituyen sin embargo un solo organismo que para nosotros aparece como un círculo luminoso del cual emergen los rayos de luz, y éstos al hallar resistencia engendran calor, vida manifestada y movimiento activo. Alrededor de este astro central, hay una serie de cuerpos menores con relación a él, y ellos en suma constituyen el Logos del sistema, o sea una entidad cuyo corazón es el Sol y cuyos órganos son los planetas, los que a su vez cuentan con satélites, cumpliéndose en esta maravillosa jerarquía la armonía del conjunto, marchando todos a ritmo, en obediencia a la inteligencia central, para cumplir los fines que el Gran Creador de todas las cosas se propone en el maravilloso proceso de actualización de consciencia del universo.

Así como en el Logos Solar, en el Espíritu Planetario al cual pertenecemos, hay un centro de sensibilidad y de consciencia llamado sol, y tras este sol físico un espíritu al cual el primero le sirve de envoltura, así igualmente en el microcosmos existe un corazón, que es la residencia de un átomo proveniente del sol, del Logos del sistema, que se ha diferenciado para crear esa maravillosa entidad llamada hombre la cual en su organismo contiene una síntesis del sistema, siendo esta la razón por la cual los kabalistas Rosacruz se han visto precisados a considerar dos Adanes simbólicos: el Adan Kadmón u hombre macrocósmico, y el Adán Protoplastos hecho de la substancia humus de la madre tierra; ello quiere decir que el hombre a primera vista es de hecho un ser dual: espíritu y substancia, energía y materia.

La materia la proporciona directamente la madre tierra a través de la evolución de sus elementos, las sales minerales; y el espíritu es un vórtice del Fuego Logóico, del Espíritu Cristo, del Verbo Solar; es llamado Verbo, porque toda existencia diferenciada implica movimiento vital y todo movimiento produce un sonido audible que está dentro

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de la gama de los sonidos alcanzables por el oído humano, que están catalogadas entre 70 y 12.000 vibraciones por segundo. Más altas y más bajas de este ciclaje existen, pero no son registradas por la incapacidad auditiva de este sentido en lo humano; a este gran movimiento del Espíritu Logóico, Solar, o Cristo Cósmico, lo llamó Platón la música de las esferas.

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QUINTA LECCION

ADAM KADMON Y ADAM PROTOPLASTOS La gama descendente de la energía, partiendo de la sutil consecuencia, es: LUZ,

CALOR, COLOR, SONIDO, METALOIDE, METAL (mineral), VEGETAL, ANIMAL Y ANIMAL HUMANO, y después tendremos el SUPER HOMBRE O ADEPTO.

Estos diez modos de la energía Logóica diferenciada en estados, ha sido conocida por los Kabalistas como los diez Sephiroth o divinas emanaciones.

Esta división decenaria, es la verdaderamente científica, pues no olvidemos que hay escuelas que solamente se refieren a siete tipos de energías, y en ello hay una parcialidad lamentable frente a la realidad científica. Los Rosacruces dividen sabiamente la Naturaleza en esos diez estados demostrados y demostrables.

El Adam Protoplastos, que es condensación de las energías del universo, se considera endotéricamente como la emanación objetivada del Adam Kadmón, o sea el gran macroprosopus del sistema solar, el cual está considerado como un hombre gigante, de dimensiones no calculadas por la limitada inteligencia del hombre, pero absolutamente real en sí, porque según el axioma hermético, tal como es arriba es abajo y tal como es adentro es afuera. El Iniciado Moisés dice en el libro del Génesis, que Jehová Dios creó al hombre en imagen y lo hizo semejante o análogo a Dios, a Jehová, al Gran Creador de todas las cosas, debiendo advertir que Jehová, el poder creador, el Logos del sistema, no es el absoluto, sino únicamente el aspecto emanador de la substancia y de la vida tal como éstos poderes son conocidos por la inteligencia del hombre evolucionado y convertidos en consciencia por el Adepto.

Ahora vamos a revisar las antiguas Biblias, que son las mitológicas, donde en forma alegórica, pero no menos real, se nos da a conocer la creación en su doble aspecto: energético y orgánico u objetivo.

Tomemos la más conocida de las mitologías, o sea la griega, advirtiendo que todas sin excepción coinciden en el sentido, sin importar para nada la forma en que hayan sido escritas. Urano no era para ellos un planeta, sino un sistema, o en otro sentido, el cielo o abierto campo de operaciones de un Logos, para nosotros el Logos Solar.

Gea es la substancia, el próteo universal, la cual va a ser fecundada por Urano, el Gran Aliento, el Fuego Logoico, y así aparece la vida. Entre Urano y Gea se crean los dioses, siendo Cronos (Saturno), el plomo, la substancia más ostensible, la base y fundamento de la creación. Comprendiendo Saturno que sus hijos le quitarían el poder que él por ley natural había obtenido como regente, decidió devorarlos, y en realidad los sigue devorando, porque todo lo que es plasmado en substancia, se va transformando sucesivamente para regresar a la causa de origen sumiéndose en la substancia universal.

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De tal suerte que Gea (las aguas fluidas de la vida), y Cronos, realizan el proceso creativo de las formas, pero luego Cronos que es coeterno con el plomo, es decir la duración con el cambio oxidado de la substancia por la acción del fuego interatómico e intratómico de la substancia, verifica el cambio, cumpliéndose no el mito, sino la realidad científica de que Saturno devora a sus hijos. Gea convencida de este hecho, decide salvar a uno de ellos, y al nacer un nuevo hijo —al cual llamó Júpiter— lo ocultó cuidadosamente y dio a Saturno cambio a una piedra la cual él devoró pensando que era su nuevo retoño, y así la madre salvó a Júpiter, que al crecer y desarrollarse hubo de luchar con los gigantes para proteger a su padre, y en esa batalla se hizo poderoso, hasta alcanzar el título muy bien merecido de rey del Olimpo.

Júpiter usa a voluntad el fuego, el cual puede arrojar en calidad de rayo, y al mismo tiempo gobierna el aire, el cual es simbolizado en un águila que siempre acompaña al dios tonante.

El endoterista ve en el hecho, no una alegoría, sino una profunda realidad: del cuerpo de Gea y de la substancia virtual de Saturno en proporcional amalgama, se engendra el Fuego de la Vida, apareciendo así el gran aliento diferenciado de vida individual, y éste se convierte en la semilla, en el germen, en la génesis de los seres vivientes y es transmitida por las especies para conservar el ritmo de la existencia en fogosas explosiones de marital connubio multiplicándose así el poder creador y así el aliento de vida, el aire y el fuego.

Kundâlini o Fuego Secreto de los Rosacruces, representa el poder de Júpiter, quien logró coordinar los impulsos bióticos de Eros con la espiritualidad sensibilidad de Psique, y así se creó el Alma humana. Eros representa la substancia y Psique la energía y el sentido: es así como Júpiter ubicado en medio, en el corazón, y siendo el medianero entre Eros—Cupido—Falus y Psique—Anima, ubicada en la esfera del cerebro, en el punto central de la consciencia, realiza el proceso sensible de este fenómeno del espíritu encarnado. Así el verdadero endoterista va viendo la doble faz del misterio, lo físico y lo metafísico, el espíritu y la forma.

Adam Kadmón es el modelo forma del sistema, Adam Protoplastos el modelo o forma del hombre o microprosopus.

Desde el punto de vista riguroso de la Kábalah y de la ciencia Rosacruz, cada punto del espacio del Logos Solar tiene su reflexión en el microcosmos, y aquí entramos en el análisis de este hecho grandioso valiéndonos del primer alfabeto, que según las tradiciones fue entregado por los Elohim (ángeles al servicio de Jehová), al hombre como entidad conscientiva, que tenía que comprender, a través de las edades, por proceso evolucionario, el misterio de su propia existencia.

Este alfabeto todavía lo tenemos a la mano y son los hoy conocidos doce signos del zodiaco; la primera letra de este alfabeto es la última del orden común que le dan los astrólogos exoteristas; los astrólogos endoteristas conocen la ley, el misterio y el orden.

El primer signo es el de Piscis ( ), y nada podrá decir en contrario el que piense que la base del hombre físico son los pies, puesto que sobre estos fundamentos se levanta erguida la estructura del microprosopus, el hombre, tal como está estructurado en los actuales momentos de la evolución; dos semicírculos unidos por una raya, son nada menos que una “A” separada en la cima y unida en el centro para indicarnos que se refiere al hombre primitivo o andrógino, cuando no estaba diferenciado en sexos y no concretado tampoco en la esfera de la inteligencia, pero si por el centro, indicando

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que el poder creador unificaba las dos polaridades, espíritu materia, macho y hembra, luz y sombra, positivo y negativo, substancia y energía.

Desde el punto de vista del sistema, ese símbolo indica la unión del gran aliento con la substancia, es decir el espíritu unido a la materia en la cual aquel se manifiesta. Son los pies la contraparte de las dos zonas del cerebro, derecho e izquierdo y así cualquier afección de los pies está en relación directa con aquellas zonas, y a la inversa; la ley de dualidad es la de la manifestación y así vemos que esa primera letra del alfabeto arcaico es análoga a la última, la que para efecto endotérico se llama Aries () y el estudiante podrá ver que Aries está representado por dos semicírculos estrechamente unidos —las dos zonas del cerebro—, al par que en Piscis, como los pies, están separados físicamente pero unidos por una línea para indicar que el uno se apoya en el otro y ambos realizan el proceso maravilloso del movimiento. Esto es el microprosopus; en el macroprosopus, Adam Kadmón, cuyo cuerpo de gigante está trazado en el círculo zodiacal, los pies son inmediatos a la cabeza, convertido el hombre en ese círculo, el que ha sido muy bien alegorizado por los endoteristas y así podemos verlo en las revistas Rosacruz de Krumm Heller y en el “Mensaje de las Estrellas” del Sr. Heindel.

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SEXTA LECCION

EL ALFABETO ZODIACAL

Pies y cabeza, cabeza y pies son los sostenes del hombre en lo físico y en lo mental, en lo material y en lo anímico, mientras que una serie de órganos de correlación armonizan los dos extremos, cumpliendo las funciones que les ha asignado el Logos Solar, y las cuáles iremos develando según nuestras relativas posibilidades y la autorización de los Divinos Jerarcas de la evolución humanan.

El Iniciado y Jerarca Jesús de Nazareth, acentuó el YO diciendo que Él es el alfa y la omega, es decir que el YO es la A y O, que los exégetas exoteristas han traducido como el principio y el fin, pero que en realidad son los signos de Aries y de Piscis del alfabeto sagrado, que vistos en cierto modo son evidentemente un alfa y un omega en su estructura y formas antiguas.

Así que el Señor Jesús dio en ello la gran clave del YO. Mientras que los chacras de los centros magnéticos de la curvatura de los pies y de la cima del cerebro, donde están ubicados en el microprosopus Piscis y Aries, no llegan a la plenitud de su desarrollo, enlazados es su dual poder, que son los centros magnéticos mediadores del espíritu de Cristo, el YO real (Yo superior o Individualidad), no podrá manifestarse integralmente en el hombre. Con este hecho los estudiantes de lo trascendental empezarán a ver hechos de valor absoluto y conocimientos que hasta ahora han sido de la guarda de los que conocen el gran misterio de la vida y que sólo con su permiso se irán exteriorizando a medida que la época Acuaria avance, para que en ella el espíritu cristiano se manifieste más en aquellos seres que quieran obtener por esfuerzo y sacrificio su divina realización.

En la figura simbólica y alegórica de Cristo, encarnada en Jesús, aparece en el cuerpo denso, donde El se manifestó, un clavo que atraviesa los pies, y es en él donde se apoya la mística imagen. En las figuras antiguas, hay una base triangular que sirve de soporte al cuerpo que se apoya en el clavo, y en ello tenemos precisamente el gran misterio endotérico: el maderamen triangular indica las dos energías materia y espíritu, que allí realizan su unión y son el único sólido fundamento del desarrollo, o más bien del actualizarse de su estado latente a condición activa, el espíritu de Cristo, el Logos Solar, al individualizarse en el cuerpo purificado del Adepto en el caso de la tradición Jesús.

No hay posible desarrollo interno mientras que los centros magnéticos del cuerpo vital localizados en los pies no vibren en armonía con la fuerza pisciana del sistema, o sea la coordinación que debe haber entre el potencial del Adam Kadmón y del Adam Protoplastos.

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Invitamos a los estudiantes (pertenecientes a la FRA, o los no pertenecientes conseguir el libro “Antiguas enseñanzas de la Fraternidad Rosa Cruz), a leer con detenimiento el “Curso Zodiacal” del Dr. Krumm Heller en la lección 12 relacionada con Piscis, y así podrán comprender mucho de lo que nos enseñó en él, este ocultista Rosacruz.

Podemos invitar a obtener información convincente, puesto que hay algunos que se han cargado de prejuicios y creen que porque un Iniciado A, dice tales o cuáles cosas, ellas no tienen validez si no las dice el Iniciado B. Pues bien: el “Uttara Gita”, la obra iniciática del Oriente más antigua que conoce la tradición, nos habla de los mundos o lokas y de los patalas o sublokas, mundo inferiores, y allí aparece Atala como el gran centro del Fuego Logóico, precisamente en la planta de los pies. También en la “Doctrina Secreta” de la Maestra Blavatsky se da el mismo conocimiento y se estudia el poder de este patala, localizado en la planta de los pies.

Este curso que estamos dando es el fruto de un estudio cuidadoso y de alguna relativa experiencia sobre las doctrinas o teorías. A más de ello tenemos la convicción de que hay algo procedente de regiones donde la verdad de la vida es un hecho conocido.

Diez son las energías Logóicas manifestadas, y ello implica para el estudiante una explicación, puesto que las letras del alfabeto sagrado, hoy conocido como signos del zodíaco, son doce. La razón es la siguiente: cuando el hombre era andrógino, solamente se tenían en cuenta a Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.

Al diferenciarse los sexos, el signo de Virgo fue dividido, apareciendo Escorpión, que como letra sagrada es lo mismo que Virgo, con la única diferencia que una flecha indica hacia abajo, hacia la materia, al par que en Virgo esta energía regresa en semicírculo sobre la causa de origen. Virgo, es signo o fuerza activa en la mujer, al par que Escorpión, la misma energía creadora, es activa en el hombre con tendencia a densificarse aún más, hasta emanar de sí la semilla de una nueva creación. En medio de estas dos fuerzas tiene que haber un fiel de balanza, y así apareció Libra. Si la energía se inclina hacia el lado físico en tendencia genésica, el poder se materializa; si Libra se eleva en amor puro, la potencia creadora se sublima, y así dos signos más son activos en el nuevo estado de la evolución siendo actualmente doce las letras del alfabeto sagrado.

El estudiante de lo trascendental debe saber también que el llamado alfabeto sagrado es el Sirio—Caldeo, hoy conocido en su expresión relativamente moderna como hebreo en su aspecto talmúdico, no en el moderno que usa la raza semítica.

Las letras Sirio—Caldeas eran 32, y ellas encarnaban, para los antiguos sabios, las 10 primarias en el Adam Kadmón y las 10 secundarias en la reflexión del Adam Protoplastos, siendo el Iod ( ) y el He ( ) las dos primeras energías de las cuáles las diez Logóicas o Macroprosópicas y las diez microprosópicas son derivaciones o emanaciones. Así el estudiante verá claro cuál es el verdadero alfabeto sagrado del cual se derivaron el Caldeo y el hebreo. Así en estas lecciones estamos arrancando de la más oculta tradición.

El maestro Huiracocha dio un maravilloso curso sobre runas, en número de 16. En el fenicio figuran 22, las cuales son las primarias escritas siempre con líneas rectas, emanando de un punto central, entre las que la Hagal, con tres emanaciones que suben, tres que descienden y la línea horizontal, nos habla de la trinidad en sus aspectos

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metafísico, físico y también en el punto raíz triuno, que con su extensión en todo sentido, encarna la década. Hagal también es el Sello de David o Salomón, y en otra forma el Olín de los mexicanos, el Odín de los nórdicos, el Ruach de los kabalistas, y entre las letras sagradas al signo de Virgo—Escorpión, con Libra como mediador. Así vemos que todas las tradiciones se hermanan y que la verdad es una.

Hechas las demostraciones anteriores, vamos a demostrar que en los pies están objetivadas estas diez energías en los diez dedos, cinco en la izquierda y cinco en la derecha. Algunos místicos muy conscientes colocan planta contra planta haciendo coincidir de frente los dedos, logrando así que fluyan las corrientes del positivo al negativo, y meditando con éxito sobre el chacra ubicado en este punto base del microprosopus o unión entre el espíritu o gran aliento y la substancia o forma.

Ahora si las manos son unidas por lo alto sobre la cabeza, tendremos dos círculos: el de arriba que representa lo más alto o espíritu, y el de abajo lo más objetivo o denso. En medio del círculo bajo y en la cima del mismo, encontramos el centro creador de la forma, y en la base del círculo de arriba encontramos el centro creador de la inteligencia, la laringe, expresión densa del Verbo o Logos, y sobre ella el cerebro, el que ha sido engendrado por sus vibraciones para expresar el Logos en inteligencia, y ¡oh maravilla! en medio de estos dos círculos o centros creadores, hallamos el corazón del sistema, el gran aliento solar, el átomo Nous, el espíritu encarnado en el hombre, verificando el sístole y el diástole del corazón humano, análogo al bajamar y el pleamar de la tierra, el cenit y el nadir, a la noche y al día, al movimiento que los planetas verifican con relación el átomo central del sistema, al divino sol de acontecimientos trascendentes, que es arriba luz de un sistema y corazón de Adam Kadmón, y abajo luz de amor en el pequeño sistema, corazón de Adam Protoplastos.

El calor del Sistema Solar emana del Sol para alimentar a todos los seres que tras él y por él evolucionan; así el corazón del microprosopus re—imanta la sangre y la devuelve llena de poder, para que cumpla la maravillosa función alquímica de dar nueva vida a las células para que cumplan acabadamente su función. Así como dentro del Sistema Solar la energía de vida cumple su ciclo, así también dentro del hombre ese poder emanado del Logos, va desde el átomo Nous radicado en el corazón hasta los extremos de los pies, manos y cabeza, para que estos centros de relación cumplan coordinadamente su activa función.

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SEPTIMA LECCIÓN

CIRCULOS CONCENTRICOS Son los pies los dos puntos extremos del organismo y los más alejados del átomo

Nous, siendo por lo tanto ellos los que son base y fundamento de la estructura organizada del ente humano, como ya vimos, en la curvatura de los pies hay en cada uno respectivamente en centro vital correspondiente el derecho al aspecto masculino de la Seidad, y el izquierdo al respectivo femenino del mismo Logos.

Son también estos puntos citados el Alfa y la Omega de la energía vital. Cuando el calor de los pies no es normal todas las funciones vitales del organismo sufren un serio desequilibrio, la vejez empieza a tener su manifiesta caracterízación en la pérdida progresiva del calor vital en los aludidos centros.

La Iniciación es el trabajo conscientivo por medio del cual el hombre, ente particularizado dentro de la Naturaleza, se pone en armonía con ella estableciendo relación armónica de vibraciones entre el Logos, encarnado dentro del Sistema Solar y cada una de las partes de relación reflejadas en el hombre por cada uno de los signos, o mejor de las constelaciones zodiacales.

Los pies, relacionados con Piscis y la cabeza relacionada con Aries, se encuentran en el principio y el fin del círculo zodiacal y están inmediatamente vinculados así: el pie izquierdo tiene directa relación magnética con el lóbulo izquierdo del cerebro, y el derecho con el lóbulo derecho cerebral; en un próximo futuro el embrión humano se hallará dentro de la matriz en forma de círculo, haciendo los pies contacto magnético circular con la zona respectiva de la cabeza, ya anotada.

Si hacemos del hombre el centro virtual de una circunferencia, y lo colocamos con las piernas separadas, los brazos abiertos elevados hacia lo alto, tendremos una pentalfa, estrella de cinco puntas, siendo la cabeza y los pies el punto de relación extrema del círculo exterior, y si luego seguimos trazando círculos concéntricos tendremos en el primer círculo hacia dentro, cabeza, manos y pies; en el segundo laringe y pantorrillas; en el tercero rodillas y corazón; en el cuarto muslos y plexo solar; en el quinto sexo y centro umbilical, quedando en medio el poder de signo magnético de Libra, como un mediador ideal.

Es así como nuestro esquema de conocimientos del hombre nos muestra la perfecta relación simpática de los órganos y el electromagnetismo que en ellos opera, teniendo a nuestro Adam Kadmón como el gran hombre o Macrocosmos encarnado en el Sistema Solar y al microcosmos hombre como su reflexión humana.

¿Qué procedimiento debemos seguir para establecer armonía entre el Adam Protoplastos (microcosmos) y el Adam Kadmón?

Hay que establecer una completa coordinación desde lo más físico del ser hasta lo más metafísico del mismo; por tal razón el primer paso en la consecuencia de esta armonía es el de la mayor limpieza posible, y por tal razón el practicante debe verificar

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diariamente un completo aseo de sus pies, para que los poros permitan una completa eliminación de la materia gastada que allí desciende por lógica ley de gravitación, y luego imaginar que este punto establece relación magnética con la constelación de Piscis, captando su energía electromagnética.

La segunda práctica no se debe realizar sin antes haber hecho la primera; cuando el estudiante verifica el aseo de los pies debe hacerlo con la imaginación enfocada en establecer la armonía entre macro y microcosmos. Ya el divino Maestro Jesús lo enseño, cuando le dijo a Pedro: “Si no te lavare los pies, no tendrás parte conmigo”, es decir, que si el hombre no mantiene aseados los pies no podrá armonizar o coparticipar de la energía del Logos Solar, del Cristo Cósmico.

Así que estamos demostrando que este curso es rigurosamente científico y altamente endotérico.

Como ya hemos visto, el movimiento de la energía del Logos tiene su núcleo en la tierra, en el centro relacionado con Libra, y las energías están relacionadas con los pies por un lado y por el otro con la cabeza; es decir, Piscis con su Alfa y Aries con su Omega. Si observamos esto dos símbolos, tenemos que encarnan las forma de las dos letras griegas primitivas; así esta tradición es la arcaica o antigua.

El punto de correlación armónica electromagnética de los pies es pues el cerebro, y ya sabemos por experiencia que cuando los pies se enfrían las cabeza se embota, y cuando usamos por ejemplo un calzado estrecho, la sangre se agolpa violentamente en el cerebro. Cuando hay congestión cerebral, nada mejor para descargar el cerebro de presión sanguínea que un baño de pies frío; todo esto al par que es conocimiento científico para la vida práctica, es también demostración de la solidez de estos sagrados conocimientos que nos han legado los Maestros Rosacruces de pasadas edades.

Así que de los pies pasamos al cerebro y encontramos que en medio de los dos lóbulos hay dos centros magnéticos, el uno anexado al lóbulo izquierdo que se halla ubicado magnéticamente en la raíz del cabello en la zona frontal, y el otro en la cima de la cabeza en donde convergen los huesos parietales y el occipital. Estos dos centros magnéticos corresponden al derecho e izquierdo respectivamente de los centros de los pies. De estos cuatro centros que trabajan coordinados, el electromagnetismo cumple a perfección su círculo armónico, y tanto la vitalidad como la inteligencia se manifiestan admirablemente en el microcosmos.

¿Qué práctica debemos hacer para que los centros citados de la cabeza vibren? Pues sencillamente meditación y devoción localizada en ellos; nada de esfuerzos mentales; simple imaginación y devoción localizada en los respectivos lugares, es lo que debemos hacer para poner en activa función tanto estos cuatro centros de pies y cabeza que estamos enfocando, como los que iremos conociendo en el curso de este trabajo.

Si trazamos una línea que vaya del centro frontal al pie derecho, y del de la cima cerebral al pie izquierdo, nos daremos cuenta que se traza exactamente una X y que ella tendrá su punto de cruzamiento en el signo Libra. ¿En matemática, como en toda búsqueda, no es la X el objeto de toda investigación?

Agradecidos debemos estas a la Gran Jerarquía Oculta que en esta proximidad del resurgimiento de la espiritualidad en el periodo de Acuario que se aproxima, conocimientos hasta ahora latentes desde muchas edades vengan a cumplir su función en la actividad operativa de la inteligencia en los estudiantes de lo trascendental.

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Sucesivamente veremos revelaciones de carácter extraordinario, si nos esforzamos en purificar nuestro corazón y en ennoblecer nuestra inteligencia.

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OCTAVA LECCIÓN

ARIES

Como ya hemos visto en la lección anterior, Aries con su regencia en la cabeza es el signo que en círculo está en relación directa con Piscis, siendo su figura simbólica la misma Piscis con la única diferencia que los semicírculos o medialunas están haciendo directo contacto, mientras que en Piscis están separados, tal es igualmente la situación de los lóbulos cerebrales unidos y de los pies separados.

El Lóbulo derecho del cerebro está en relación simpática con el Sol en su aspecto masculino, y el lóbulo izquierdo en relación con Venus, aspecto femenino de la Seidad según la tradición arcaica.

Si bien en la zona cerebral derecha están localizados los centros vitales de la acción, en el lóbulo izquierdo están en paralelismo los de sensación.

Las células humanas están divididas en motrices y sensitivas, encarnando las unas el poder masculino y las otras el femenino de la Naturaleza.

Las letras Iod ( y ) y He ( h ) del alfabeto sagrado, son en realidad el fundamento de toda la ciencia oculta, al par que la Vau ( z ) del mismo alfabeto representa la armonía de las dos primeras o sea el poder del amor en un plano sutil y la creación de seres en el mundo de la objetivación.

El signo Aries está simbólicamente representado en el cordero y este noble animal tiene la sensibilidad y la fuerza de acción bien definidas, lo que lo hace ser un símbolo perfecto de ese sensible como dual ganglio llamado cerebro; allí las fuerzas del Logos se convierten en manifestación de potencias individualizadas

Es el cerebro el centro de comando de todas las funciones conscientes y subconscientes, estando radicada la esfera conscientiva en el cerebro propiamente dicho, con sus dos lóbulos, mientras que la regencia subconsciente está en el cerebelo, como centro de acción y relación con el Logos indiferenciado.

El conocimiento definido de estos dos grandes poderes es lo que conduce al hombre al dominio de su naturaleza objetiva y subjetiva.

Las prácticas que el estudiante recibe al ser consagrado o aceptado oficialmente en la Fraternidad Rosacruz, están directamente encaminadas a establecer relación entre las esferas subconsciente y consciente del Alma humana.

La zona consciente del Alma opera a través del sistema nervioso cerebro espinal, al par que la esfera subconsciente actúa en el gran simpático, teniendo ambos sistemas como mediador al llamado vago o parasimpático. Los estudiantes deben pues hacer un

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curso formal de anatomía en líneas generales porque ello será de gran importancia en la comprensión de los problemas relacionados con la evolución y desarrollo del hombre.

Acentuamos de nuevo, como lo hicimos en la lección anterior, el hecho de que todo desarrollo oculto depende de la imaginación y la devoción; la imaginación representa el Iod y la devoción o sentimiento el He. El movimiento vital se produce solamente por la actuación de estas dos fuerzas unidas en armonioso paralelismo.

La ciencia Rosacruz no establece propiamente sistemas dogmáticos, sino que va directamente a la raíz del Árbol de la Vida, y muestra la actuación de la ley y su modo de operar para que el estudiante pueda convertir su conocimiento en prácticas efectivas de realización.

Como ya hemos visto, pies y cerebro están dentro de la primera esfera del círculo dentro del cual se halla el hombre, y por eso tenemos que entender esta correlación para la perfectividad de la ciencia y actuación de verdadera consciencia en este sentido.

La parte anterior del pie o sea la relacionada directamente con los dedos, está en relación con los lóbulos cerebrales, al par que el talón está en relación con el cerebelo; si un corredor desconoce esta relación, verificando su carrera aplicando todo el pie golpeando sus talones, el cerebelo sufrirá el entrechoque causándole serias molestias y en casos registrados por la historia incluso la muerte. Esta demostración —y cualquiera habrá experimentado en su vida particular— es la evidencia absoluta de que pies y cerebro tienen relación directa. La parte anterior está dividida en ramales como el cerebro, al par que la posterior o talón es un núcleo exactamente como el cerebelo.

El ocultista práctico debe procurar evitar golpear el talón y que el peso de su cuerpo gravite sobre la planta del pie al caminar al par que el talón debe llegar por flexión suavemente al piso; esto es de la mayor importancia para que cerebro y cerebelo funcionen correctamente.

En la curvatura del pie existe un punto de suprema sensibilidad, en el cual está localizado un chacra o centro magnético, el cual podemos conocer o saber de él, puesto que cuando este punto del pie es presionado por alguna piedra o cosa por el estilo, sentimos gran dolor; los clavos simbólicos que le aplicaron al Nazareno atraviesan precisamente ese punto magnético de los pies.

En algunas imágenes de la Virgen María aparecen dos rosas en la cima o curvatura alta del pie, emergiendo ellas del chacra en referencia.

Así como en el centro del cerebro, en el punto medio equilibrante de los lóbulos cerebrales y del cerebelo está la cima de la médula oblonga, y también el tálamo óptico, centro de la consciencia Logóica, así en la misma zona de relación en el centro del pie entre la parte anterior y posterior, se halla el centro magnético que venimos estudiando.

Cada pie tiene 5 dedos en relación con los 5 éteres o tatwas, siendo los del derecho positivos o de la naturaleza del Iod y los izquierdos pasivos o de la naturaleza del He.

Antiguas Escuelas, como ya antes hemos dicho, unen los dos pies planta con planta, y luego las manos igualmente para hacer que las corrientes establezcan armonía y en tal actitud concentren su sentir en el corazón; esta práctica se hace naturalmente estando acostados. Invitamos a nuestros hermanos y compañeros de estudio a repasar la lección 7a., para una mayor inteligencia de esta última entrega.

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NOVENA LECCIÓN

IOD ( y ) Y HE ( h ) Antes de proseguir en nuestro conocimiento del hombre, hemos de darnos cuenta

exacta del valor de las letras hebreas, cuya transliteración en español, hacen los nombres de Iod (y o i), y He h o e). El Iod es siempre el aspecto masculino o activo, al par que He el femenina o pasivo.

La actuación del Iod y del He es operativa en todos los planos de la Naturaleza sin excepción alguna.

Cuando alguien habla y otro escucha, el primero hace de Iod y el segundo de He; cuando alguien da la mano a otro, el primero que da es Iod, y el que recibe es He. Cuando la persona A, ama a la persona B, A es Iod y B es He; la corriente eléctrica positiva es Iod, que unida a la corriente eléctrica negativa, He, producen luz, calor o movimiento, siendo este último expresión del Shin ( c ) o sea el resultado de la unión de los dos primeros, Iod y He.

Si analizamos detenidamente los fenómenos de la Naturaleza y de la vida, siempre descubriremos la acción del Iod, del He, y consecuencialmente al Shin o Tao, según otro concepto de la misma ciencia esotérica.

Con esta breve explicación, la que los estudiantes deberán ampliar y llevar a todos los campos de la vida para la debida comprensión de los fenómenos de la Naturaleza, proseguimos en nuestro conocimiento de los centros vitales o magnéticos del ser humano.

El cerebro en conjunto es el Iod del sistema, porque es él quien a través del consciente o del subconsciente, ordena todas las actividades que se verifican en el cuerpo humano, ya sean éstas físicas o psíquicas. El cerebro es el Iod de los pies, pues estos no producen sus movimientos normales sin orden de aquél.

Ahora, veamos el aspecto virtual del cerebro operando como instrumento de la consciencia: el lóbulo izquierdo, centro de la voluntad, ordena al derecho, centro de la sensibilidad, y coordinados actúan en paralelismo permanente.

Debajo de los parietales y delante de los pabellones de los oídos, en la suave hendidura que hay antes del hueso frontal, están los temporales, dos pequeños huesos que protegen dos plexos nerviosos de singular importancia en el endoterismo; temporales se llaman por que evidentemente están marcando la acción del tiempo vivido, ya que las primeras canas —demostración de envejecimiento— aparecen precisamente sobre los temporales. Los plexos correspondientes a ellos, marcan el sístole y la diástole de la vitalidad humana, y por ellos, si estos centros son debidamente nutridos, se mantiene la energía vital. Además por ellos puede el Alma humana establecer conexión con el Alma del Mundo.

En la cima de la cabeza, en el punto llamado brahmarandhra o sea la fontanela frontal, llamada vulgarmente por el pueblo mollera, se encuentra al puente andrógino

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que está bifurcado en los temporales. En esos tres puntos se halla contenida la tríada logóica. La fontanela es el punto de conexión con el Logos, llamado también punto matemático por los filósofos de todos los tiempos, al par que los dos temporales son su expresión polarizada en el Iod y el He, en lo masculino y femenino de la Naturaleza.

Si bien los lóbulos cerebrales encarnan la parte psico física de las energías Iod y He, los dos temporales la representan en lo logóico o psíquico espiritual.

El cerebelo es el polo positivo del subconsciente, al par que el plexo solar, es el polo negativo del mismo. Ya nos ocuparemos en ello debidamente cuando nos corresponda estudiar la esfera relacionada con el plexo del sol.

En la cima de los pies hay un centro llamado por los orientales vitala y que en latín podríamos decir vitam para indicar que allí está el centro de la vida en floración. Este punto se corresponde magnéticamente con el ya citado de la cima de la cabeza, o sea la fontanela.

Tenemos pues que esas dos polaridades encarnadas en los semicírculos de Aries, como de Piscis, con su punto simpático de relación, nos están haciendo referencia a los tres centros magnéticos que venimos estudiando. El ganglio del talón y el del cerebelo, representan el uno partiendo de lo logoico, o el cuatro hablando en sentido psicofísico.

El cerebro es el fundamento o base de la vida conscientiva, mientras los pies lo son de la vida activa. Persona que gusta de mantener sus pies sin movimiento, perezosa, representa o encarna el lado frío de la Naturaleza y de ella nada importante se puede esperar en el sentido físico, así como el que no hace funcionar su cerebro, nada se puede esperar de él en el sentido conscientivo, inteligente y espiritual.

Son tan importantes los dos puntos magnéticos tomados en sentido circular, teniendo al centro umbilical como núcleo de esa circunferencia humana, que mucho hay que meditar y mucho que estudiar antes de llegar a una comprensión exacta, acerca de la importancia excepcional de estas cima y sima del cuerpo humano.

El cerebro ha sido el producto de la evolución a través de las edades, pues en la época Lemúrica, la cima del cerebro era la hoy sima del cuerpo calloso que actualmente se encuentra bajo el cerebro; lo que quiere decir que el cerebro es fruto de la sublimación de la energía creadora, ha sido el producto de la evolución; y mientras en el viejo cerebelo se halla la subconsciencia, en el cerebro está ubicada la consciencia objetiva y la razón actual. A medida que el hombre medita, apropia energía creadora y aumenta no solamente el volumen, sino también la capacidad de ese centro eléctrico por excelencia llamado cerebro.

El cerebro es un centro eléctrico y cada pensamiento produce una proyección fluídica de su energía, la cual se propaga por los espacios siderales en ondas eléctricas más o menos vigorosas, según la concentración y capacidad virtual del pensador. Todos los seres humanos estamos unidos por la Luz Astral, la cual es un mar prodigioso de energía, la que puede llamarse muy bien, la sangre del Sistema Solar. Esa sangre es magnética, al par que el polarizado cerebro del hombre es centro eléctrico, como eléctricos son los soles que envían su energía a través de la magnética Luz Astral, para cumplir el maravilloso movimiento de sístole y diástole, bajamar y pleamar, aspiro y respiro, luz y sombra, amor y odio, y en fin todos los cambios ya eléctricos, ya magnéticos que se operan invariablemente en toda la Naturaleza.

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DÉCIMA LECCION

ARIES ( ) Y PISCIS ( ) En la lección anterior analizábamos el valor del Iod y del He, letras hebreas que

encarnan simbólicamente los poderes activo o masculino y pasivo o femenino, actuación que hay que llevar conscientemente a todos los planos de la vida, con excepción de la Causa Raíz, la cual es un principio andrógino, donde estos dos poderes se encuentran resumidos en el punto matemático o Adam Kadmón de la Kábalah.

El signo de Aries encarnado en la cabeza del microprosopus, representa el gran Aliento Universal, o sea el movimiento de expansión y contracción de Soles, de Universos y de Mundos.

Así como el corazón físico tiene un sístole y un diástole, así el celebro, en sentido inverso tiene un diástole y un sístole. Esto quiere decir que mientras el corazón está en diástole, el cerebro está en sístole, y la inversa. En la fontanela anterior del niño, se puede observar el fenómeno a que aludimos; cuando el niño se asfixia por cualquier razón, basta que la madre insufle, sople, en la fontanela, para que se equilibre el ritmo vital en el infante; análogamente, si se presenta algún desequilibrio en el ente humano desarrollado, basta que se concentre en este punto conduciendo allí corrientes de Luz Astral (Prana), para que el equilibrio se restablezca de nuevo. El centro vitam o vitala de la cima del pie, representa la misma fuerza, y una meditación sobre este punto produce el mismo resultado, aun cuando hay que tener en cuenta que el punto de la cima del cerebro es el positivo magnéticamente, a par que el del pie es el negativo.

27 huesos constituyen la estructura del pie y cada uno de ellos está en relación con algún punto magnético de la cabeza; ello quiere decir que la cabeza es el positivo de los pies y éstos el pasivo de aquella.

Aries o el cordero, es también la representación alegórica de Cristo (Ego Solar) crucificado en la materia o mundo físico. Allí pues, en el punto magnético de la fontanela, el Espíritu Solar, Espíritu de Cristo, queda crucificado o sometido a la acción de los cuatro elementos, tierra, agua, aire y fuego, fundamento de toda creación organizada.

El estudiante debe tener en cuenta y grabar con toda claridad en su consciencia, que Cristo no es un personaje histórico, sino el Ego mismo del sistema Solar, cuyo vértice magnético es el Sol central o físico, siendo el Sol espiritual del sistema el Cristo—Espíritu en sí, al par que el Padre es el espíritu no diferenciado que alimenta a todos los sistemas que existir puedan. En ello radica la razón por la cual en la Biblia se encuentra esta endotérica enseñanza: “Yo y mi Padre somos uno, El obra y Yo obro”; y esta otra: “Nadie llega al Padre sino por Mi”. Es indispensable pues que nosotros logremos la unificación con la consciencia de Cristo radicada en nuestro

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corazón, para que por esa vía o camino podamos llegar un día a la consciente unificación con la Causa sin Causa, razón de ser de todo cuanto es, ha sido y será.

El signo de Piscis está alegorizado en dos peces, uno macho y otro hembra, que se mueven bajo las aguas, pues solamente en tales condiciones pueden especializar el oxigeno contenido en el citado elemento para vivir en él. Ellos nos muestran la existencia de una consciencia completamente subjetiva, al par que el cordero encarna bien la acción del Fuego Solar tomado en forma más fluida a través de bronquios y pulmones bien definidos, por los cuales se asimila el mismo oxígeno de naturaleza Solar, no involucrado en la humedad, sino en el Fuego ambiental. Entonces tenemos que el cerebro, tejido húmedo, se alimenta del calor Solar, y que los pies, tejido seco, deben ser alimentados por la humedad o linfa procedente de ciertas glándulas tales como la timo, el bazo, etc. Así vamos comprendiendo progresivamente los misterios de la vida para convertirlos en inteligencia, en consciencia y luego en acción realizadora.

Mucho se nos habla del subconsciente, y el estudiante Rosacruz debe estudiar a fondo este estado de la psiquis humana porque solamente así podrá convertir en realidad el precepto del templo délfico: “Hombre, conócete”. El subconsciente tiene su instrumento de acción en el sistema nervioso llamado simpático, cuya raíz fundamental está en el cerebelo para los efectos Logóicos como polo positivo, y en el plexo solar para los efectos magnético—humanos con su polo femenino, unido primariamente durante la evolución fetal, con el cordón umbilical. De tal suerte que el hombre está unido al Logos Solar subjetivamente en la función Logóica del cerebelo, y objetivamente en relación subjetiva en el plexo solar magnético para los efectos de su vida activa en el mundo de tres dimensiones.

La consciencia objetiva tiene su polo positivo en el cerebro y su negativo en el sexo; esta es la famosa cruz del Azoth de la cual nos hablan los Maestros alquimistas, mientras que el corazón es el núcleo de relación armónica. Así podemos decir que en el cerebelo radica el Fuego Logóico, en el plexo solar el movimiento del gran Aliento, en el cerebro la tierra y en el sexo el agua substancial.

El espíritu o gran Aliento de Cristo radica en el corazón, y este es el salvador o redentor. No olvidemos que Cristo fue crucificado en un madero o cruz, indicando ello las cuatro fuerzas aludidas; que nació en medio de animales, para indicar que estas fuerzas son violentas y difíciles de manejar; que fue visitado por tres magos, el uno venido del Norte, o blanco, el otro del Sur, o negro, el otro del Oriente, o amarillo, al par que Él, el Cristo, representa el equilibrio por excelencia.

El mago de color negro le ofrece mirra, símbolo característico de la energía creadora; el amarillo le ofrece incienso, símbolo de la sublimación de aquella, al par que el blanco le ofrece oro, característico símbolo de la realización sublimadora del poder creador, para servir los fines del Cristo redentor.

Progresivamente vamos penetrando en el santuario de la única ciencia de la vida, puesto que todos los demás conocimientos humanos representan simples artes, al para que ciencia real no es sino aquella que nos permite conocer las leyes que rigen el destino y evolución del hombre.

Aries o el cordero es la representación vigorosa del principio crístico, al para que Piscis lo es de la substancia, y ya sabemos que encarnada en los pies como fuerza, tiene su expresión activa en el centro de la generación.

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El planeta cuya mansión es el signo de Aries, es Marte. Marte es un planeta fohático, como igualmente lo es el centro magnético de la fontanela. Así como en el ventrículo izquierdo del corazón se halla un átomo crístico, llamado también átomo Nous o permanente, en la cima de la cabeza se encuentra otro absolutamente dinámico y no encarnado aún, sino en casos excepcionales como en Hermes, Buda y Jesús. Todo el trabajo de la evolución consiste en establecer coordinación armónica entre el átomo del Padre, hoy existente en la cima como fuerza de la esfera craneal en relación simpática con la fontanela, y el otro, único Dios encarnado, en el ventrículo izquierdo del corazón.

El átomo de la cima es la expresión de la voluntad del Padre, al par que el del corazón lo es de Cristo y no debemos olvidar que “Nadie llega al Padre sino por Mi”.

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LECCION UNDECIMA

TAURO ( ) Y ACUARIO ( )

Ya hemos estudiado las potencias astrológicas de Aries y Piscis, que están en relación circular con la cabeza y los pies del microprosopus. Ahora nos ocuparemos de los signos de Tauro y Acuario, correspondientes al segundo circulo concéntrico de la esfera humana.

El signo de Tauro está compuesto por el círculo, símbolo del Sol, sobremontado por un semicírculo, símbolo de la Luna, o sea lo masculino y lo femenino, el Iod y el He unidos. El símbolo de Acuario se traza simbólicamente en dos líneas ondeantes indicando con ello el movimiento acompasado de las mismas potencias aludidas.

El signo de Tauro tiene su gobierno en la glándulas pituitaria (ubicada en la base del cerebro) y la tiroides que es una prolongación de la primera.

El embrión humano hace una recapitulación de las diferentes etapas evolutivas del organismo a través de tiempos indefinidos de su evolución. La glándula pituitaria es el lugar del cual se desprende primariamente el que más tarde llegó a hacer el tubo digestivo, lo que prueba que la forma humana tuvo en una época lejana de la historia, forma de reptil; progresivamente a medida que el feto se va desenvolviendo se produce un estrangulamiento en las células que integran esta glándula y se abre para constituir progresivamente la zona bucal, extendiéndose sus células inferiores para construir la glándula tiroides que es hoy considerada por la ciencia como una de las más importantes, si no la más de todas en el mecanismo fisiológico.

La glándula pituitaria está influida por la potencia Solar, mientras que la tiroides lo está por la Luna, no como Astros en sí, sino como los principios masculino y femenino alegorizados en Sol y Luna por los kabalistas.

Las dos líneas ondeantes de Acuario nos representan muy bien la tibia y el peroné, los dos huesos que sostienen la estructura humana y son base de las pantorrillas, lugar éste donde actúa el signo de Acuario.

Al signo de Tauro en conjunto se le da la influencia magnética de Venus, y este planeta es siempre el símbolo característico del poder del Sol, dominado o regido por los cuatro elementos, es decir que las fuerzas creadoras gravitan hacia el mundo de la forma.

La pituitaria es el centro físico de su correspondiente etéreo relacionado con la mente superior de naturaleza akázica, al par que la tiroides es el centro-sonido o sea de la manifestación del verbo al convertirse en palabra; la mente es el Iod, al par que la palabra pronunciada es el He que hacen posible que la ideación se objetive para los fines de la comunión del pensamiento entre los hombres.

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Cuando la energía creadora no se gasta en la palabra inútil, este poder se guarda y se muta objetivándose en substancia sexual; de ahí que los entes humanos que usan únicamente las palabras imprescindibles, ahorrando el resto de la energía, son más vigorosos físicamente que los que gastan todo su poder en la fraseología inútil.

En el embrión en su desarrollo primario han encontrado los fisiólogos un canalículo de relación entre la glándula tiroides y el centro de la procreación; quiere decir que las fuerzas lunares de naturaleza femenina se unen con las potencias de Marte, órgano generador masculino, para los fines de la perpetuación de la raza.

Se puede decir que pituitaria y tiroides son el positivo y el negativo de todo el mecanismo glandular que sirve de fundamento a la estructura del edificio hombre.

En la zona de las pantorrillas estos dos poderes se hallan bien definidos y por ello según la naturaleza de la entidad, masculina o femenina, la morfología de aquella parte difiere en forma completamente definible.

El temperamento de las personas puede ser muy bien conocido por la forma de su pantorrilla, porque ella es un reflejo fiel de la actividad dinámica o adinámica de la zona tiroidea.

El signo de Acuario tiene su caracterización magnética en el planeta Urano, y éste se simboliza en dos líneas perpendiculares unidas por una transversal de la cual pende un círculo, símbolo del sol.

Estas letras del más antiguo de los alfabetos, hablan con gran claridad al intelecto del endoterista, porque le permiten ver en símbolos, realidad de fuerzas y poderes que actúan en la Naturaleza.

La belleza morfológica de la pantorrilla femenina siempre muestra una gran capacidad reproductora, porque las fuerzas radicadas en la tiroides y pituitaria actúan admirablemente en su organismo, reflejando su poder en la estructuración armónica de la pantorrilla, donde actúa la contraparte etérica en la potencia del símbolo llamado Acuario.

El signo de Tauro tiene unidas las potencias, como la naturaleza de las células de pituitaria y tiroides igualmente lo son, al par que tibia y peroné están ligados en los extremos o articulaciones, pero ligeramente separados en el medio.

Así la astrología endotérica unida a la santa kábalah nos van enseñando los misterios del organismo humano y nos van permitiendo develar en parte los misterios de Isis.

Es muy notable saber que el hueso hioides que está colocado en la cima de la tiroides, es de naturaleza cartilaginosa y se ha llamado la “manzana de Adán”, muy saliente en el hombre e insignificante en la mujer. Ello quiere decir que el poder adámico, el poder masculino está activo en el varón y latente en la mujer, así como la tiroides es una especie de matriz para el hombre y un principio de naturaleza masculina en la mujer.

El endoterista no debe olvidar que el cuerpo vital de la mujer es positivo, al par que su físico es negativo; en el hombre su físico es positivo y su vital negativo.

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LECCION DUODECIMA

EL PODER DEL VERBO Y EL SIMBOLISMO DEL TORO Continuando nuestro análisis de las glándulas pituitaria y tiroides, relacionadas

ambas con la constelación de Tauro por vía electromagnética, encontramos manifestada en la tiroides la posibilidad creadora del verbo génesis, serpiente que habla o que perpetúa la especie según su actuación.

Ya sabemos que San Juan, el Iniciado del Esenio, predilecto del Maestro Jesús, fundamenta la base de su doctrina en el conocimiento del poder del verbo, de la actuación del sonido como base fundamental de toda creación.

En nuestra obra “Logo Sophia” hicimos conocer el hecho virtual de que solamente hay dos órganos creadores en el hombre, únicos que son unitarios en su estructura, tal el falus y la lengua, siendo el primero instrumento productor de la generación para la perpetuación de la especie, y el segundo, la posibilidad creadora en el mundo de la idea, como también en el de la modelación de los cuerpos sutiles de la constitución del hombre, pues cada palabra pronunciada es un espada de dos filos; si el sonido esta impregnado de bondad, de belleza, de armonía, el resultado será que por este modo de actuación las fuerzas del Logos cooperaran en la transformación y sublimación de la entidad humana, llevándola así progresivamente de lo bueno a lo mejor y de lo mejor a lo óptimo. Si en cambio la palabra pronunciada va impregnada de temor, odio, envidia, celos o incertidumbre, el poder el sonido destruirá la armonía de las potencias Logóicas y engendrará por este medio epigénesis destructiva causando inarmonía en la naturaleza del hombre y en su relación con el ambiente que lo rodea.

De tal suerte que este capítulo del endoterismo es de la mayor importancia en el desarrollo oculto. Aconsejamos a los estudiantes leer detenidamente los primeros 14 versículos del Evangelio de San Juan, “Logos Mantram Magia” por el Dr. Krumm Heller y nuestra obra “Logo Sophia”; así podrán actualizar consciencia suficiente con relación al poder del verbo creador, en directa relación con el poder de Tauro. No olvidemos que el símbolo de esta constelación es un toro, y que este cuadrúpedo posee la mayor cantidad de energía en reposo, lista para ser puesta en acción, ya para fecundar o ya para actuar.

Teniendo los egipcios al toro como animal sagrado, el cual fue bautizado Apis, es decir, servidor de Auro (Horo, Horus), siendo este dios el poder equilibrador de la Naturaleza y de la vida. Tenemos pues que las glándulas pituitaria y tiroides resumen el aspecto mental y verbal de la naturaleza humana, siendo también el Iod y el He de la anímica y fisiológica del ser humano.

Si estas dos preciosas glándulas trabajan en completa armonía, la naturaleza física y fisiológica trabajarán también en preciosa coordinación, manteniendo el vigor de la responsabilidad.

En una figura endotérica de los caldeos, aparece el toro rompiendo con la punta del cuerno el huevo del mundo. En esta preciosa alegoría se nos muestra cómo el poder de

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la palabra espiritual y armónicamente pronunciada, nos permite penetrar en lo interno de la naturaleza, llegando al meollo del poder creador, zona por medio de la cual nos podemos relacionar con la consciencia del sistema.

Todas estas figuras nos permiten descubrir las grandes potencias que son manejables a través del verbo creador.

Entre los cuatro evangelistas, Lucas está en relación con el Toro, y en este Evangelio podemos encontrar un estudio pormenorizado del poder Logóico de Cristo en relación con las energías creadoras de la naturaleza.

El tetragramatón es el fundamento de la ciencia oculta, y en le mensaje esenio cristiano, cada uno de los evangelistas representa uno de los cuatro poderes de la Naturaleza, estando cada uno dedicado al pormenorizado estudio de una de estas energías, correspondiendo a Juan el Águila, símbolo característico del Azoth de los alquimistas o sea el Espíritu de Cristo, a Lucas el Toro, expresión característica del verbo creador.

Aconsejamos la lectura cuidadosa del Evangelio de Lucas, para un conocimiento debido del poder activo de Tauro, energía que estamos enfocando en esta entrega del curso filosófico y científico de la sagrada doctrina tradicional de los Rosacruz.

¿COMO EDUCAR EL VERBO? La educación del verbo es enteramente fundamental sí hemos de transitar

conscientemente la vía que conduce a la cima donde se hallan los grandes jerarcas de la evolución humana.

El primer ejercicio consiste en aprender a escucharnos, estar atentos a lo que decimos, qué tono le damos, qué modulaciones anímicas toman parte en la pronunciación de nuestras palabras, sí son melódicas, armónicas, bellas, o bien están impregnadas de temor, envidia, odio, celos, y en fin de aquellas distorsiones psíquicas producto de nuestra incultura interna y de la falta de sublimación de nuestra vida espiritual.

Nos refiere la Biblia que los sacerdotes derribaron el fuerte de Jericó, sus sólidas murallas, dando siete vueltas alrededor de ellas, cantando con ritmo y sonoridad tales, que al dar la nota característica de la estructura del fuerte, lo destruyeron. Esta no es una fantástica leyenda, sino un concreta demostración de lo que es el poder del verbo educado.

A través del Evangelio, se nos dice siempre que el Maestro Jesús pronunció la palabra, y el enfermo fue sanado de su enfermedad física o moral, según el caso. Ello quiere decir que con el poder de la palabra educada, el hombre puede actuar en bien de aquellos a quienes desea proteger o ayudar.

Así como la palabra sublimada, ennoblecida y educada sirve para la realización del bien, siendo así instrumento de la magia blanca, así la palabra inarmónica, impregnada de odio, de envidia, de celos, es destructiva, sirviendo a los poderes de la izquierda. Los hombres hablan incesantemente de magia blanca y de la opuesta, sin tener responsabilidad suficiente de que uno y otro modo son actuaciones y no suposiciones; nosotros según el modo del empleo de nuestro poder creador, estamos cooperando con las fuerzas del bien, constructoras y sublimadoras, o con las fuerzas negativas que destruyen la armonía y causan la tragedia del género humano. A toda costa debemos

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reeducarnos para servir siempre en los poderes del bien, y no olvidemos que la más grande manifestación de poder, está en el VERBO CREADOR.

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LECCION DECIMOTERCERA

TAURO Y ACUARIO (Continuación)

En la lección anterior veníamos analizando el poder del verbo creador y de su símbolo tradicional en el toro, animal éste que fue consagrado tanto por su energía como por el reposo en que vive, antes y después de su actuación.

El signo característico de Tauro ya sabemos que es el del Sol sobre montado por la media Luna, indicando con este hecho que la palabra y su instrumento de exteriorización, la lengua, son sonidos y forma unitarios, como que son la expresión misma del Logos.

En el círculo envolvente del hombre, Acuario está en relación armónica y actúa en la esfera de las pantorrillas. Es muy curiosa esta palabra si hemos de pensar en su raíz, Pan= todo. Vemos que dos líneas ondeantes en gracioso paralelismo simbolizan el poder magnético de Acuario y que la figura objetiva es la de un ángel refrescando la tierra con el agua que él ha tomado de la Naturaleza; sin embargo este signo es de aire y representa el movimiento.

Las pantorrillas son instrumentos preciosos de movimiento con los cuales el hombre apoyándolos sobre sus pies se traslada de una parte a otra en obediencia al pensamiento y también al verbo. Es muy importante anotar el hecho científico de que quien convierte sus pensamientos en habladuría, se incapacita para ejecutar, para realizar, para hacer; esto nos enseña que, o actuamos exteriorizando nuestra energía, con la palabra, o marchamos hacia la acción, poniendo en movimiento las pantorrillas, parte refleja de la zona taurina.

“Conócete” es la palabra de pase que usaban los antiguos Iniciados en los misterios, para recordar siempre al hombre que la más importante de todas las cosas es conocerse y poseerse a si mismo.

El círculo zodiacal es una encarnación de la Luz Astral, y ella actúa a través de los planetas de nuestro sistema, para que esas fuerzas ódicas sean los espirituales impulsos de todos los actos de todos los seres vivientes dentro del sistema solar.

El signo de Tauro está en relación simpática con el planeta Venus, y el de Acuario con Urano. Venus es el planeta del amor, como de la belleza en el lenguaje; Urano es el planeta de la acción, o de movimiento estelar, siendo considerado como el regente del cielo en las antiguas alegorías.

Urano está bien simbolizado en dos columnas, más una transversal, de la cual pende un círculo, símbolo del Sol; ello nos indica que las pantorrillas mantienen su recíproca armonía gracias al trabajo del Sol Logóico, el cual actúa a través de nuestra sangre en su natural calor magnético proveniente de esa chispa crística o solar que radica en nuestro corazón. Venus y Urano están coordinados maravillosamente para sostener el vigor físico y el poder del verbo, cuando se convierte en palabras.

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El movimiento es armónico y bello, siempre que los sentimientos que los impulsen sean de la misma naturaleza. Si tenemos la sutileza suficiente y la observación precisa, podemos descubrir en la marcha de un individuo sus condiciones morales, su estructura psíquica, sus habituales pensamientos, como también en un momento determinado las emociones que le embargan haciéndole cambiar el ritmo común de su marcha en algo diferente, y así sin ser profetas, por observación solamente, se podría saber el estado inmediato moral de la persona que pasa ante nuestros ojos.

Ya hemos dicho, pero repetir es importante, que arsénico, yodo y fósforo son los elementos fundamentales de las buenas funciones de la glándula tiroides; y como debe haber una perfecta armonía entre el ser psíquico y el ser físico, es indispensable que demos a nuestras glándulas las substancias que ellas requieren para su buen funcionamiento.

Las sales de arsénico en forma aprovechable se encuentran en las almendras; el yodo lo encontramos en la piña (ananá), berros, corteza de rábano rojo, rábano morado, espinacas y en el corazón de la manzana; el fósforo en la zanahoria, en las hojas de las legumbres y en la leche. El fósforo da el vigor a la inteligencia o es su instrumento físico, el yodo la sanidad de nuestra sangre y el arsénico desinfecta todo el conjunto celular.

De tal suerte que no debemos olvidar estas necesidades de nuestro organismo, si pretendemos que nuestra salud física y psíquica marchen en completa armonía. Estos elementos dan por reflexión el poder o vigor de las pantorrillas para sostenernos en pie.

No está por demás advertir que el arsénico asimilable y único que el organismo puede soportar, es el que se encuentra transformado, o en estado coloidal, como ocurre en la lechuga y en las almendras.

El Bhagavad Gita enseña que el alimento más sano para el hombre son las almendras; los egipcios consideraban que la nuez es una almendra sagrada, porque en ella se encuentran concentrados todos los poderes del Logos en cuanto a substancias nutritivas. Un eminente Rosacruz sostiene que con almendras, hojas de legumbres y leche, se logra una perfecta y completa nutrición, regenerando todas las funciones vitales.

En el cuello tenemos un cartílago que ha sido llamado la “nuez de Adán”, indicando que allá está el poder de la semilla.

El toro, animal que encarna el poder de Venus, posee ciertamente un vigor excepcional, si hemos de compararlo con otros cuadrúpedos. El toro con sus dos cuernos, alegorizaba perfectamente al Sol por su vigor, y a la Luna por la forma de media luna que asumen sus dos cuernos, razón por la cual los egipcios veían en el toro Apis la encarnación del poder de la vida en su activa manifestación.

El principal elemento en el cual se manifiesta el poder de Venus es en el fósforo, y éste es el elemento tanto para la expresión del vigor como de la inteligencia. Al planeta Venus se le llamó Lucifer, que significa “portador de luz”, como también estrella de la mañana; estrella de vigor, estrella del renacer, estrella de luz que mostró a los Reyes Magos el lugar, punto magnético del nacimiento de un Avatar, de un Iniciado, como igualmente la laringe es el camino por el cual las fuerzas del Logos marchan hacia el corazón, centro donde se halla el único dios encarnado, Cristo en nosotros.

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LECCION DECIMOCUARTA GEMINIS () Y CAPRICORNIO ()

Siguiendo en el conocimiento de los círculos concéntricos que integran la personalidad electromagnética del ente humano, llegamos a los signos de relación, conocidos con los nombres de Géminis y Capricornio.

El signo de Géminis, está alegorizado en un niño y una niña que se abrazan en afecto puro e infantil; el signo de Capricornio en la serpiente entremezclada o volteada hacia el centro de su diámetro, indicando con ello que el poder alegorizado es la energía electromagnética en prodigiosa amalgama.

El signo de los Gemelos alegoriza, el niño el aspecto eléctrico, la niña el magnético. Este potencial Logóico actúa en el hombre en las glandulitas llamadas epitelares (paratiroides) y en los pulmones. Las glándulas epitelares son las de la energía vital por excelencia, al par que los pulmones representan, el activo pulmón derecho y el negativo pulmón izquierdo, los que dan acceso al alimento Cósmico al penetrar en el microcosmos. En la mujer la polaridad es a la inversa: el pulmón izquierdo es positivo o masculino, al par que el derecho es femenino.

En la rodillas actúa la energía simbolizada por Capricornio, reflejo de Géminis; en la izquierda el aspecto femenino de la Seidad y en la derecha el masculino. Hincada la rodilla izquierda en tierra y conservando la derecha con el pie respectivo puesto de plano sobre el piso, tenemos la cruz swástica que es el símbolo representativo de la energía creadora en plena actividad. Cuando nuestro ser físico se halla agobiado por carencia de vitalidad, la actitud o colocación antes citada, aumenta el vigor y normaliza la vitalidad en general.

Si se extirpa la glándula tiroides el sujeto sufre una regresión mental, pero continúa viviendo; en cambio, si se extirpan las glándulas epitelares, el sujeto, hombre o animal, muere. Ello nos indica la importancia absoluta para la vida, de las glándulas epitelares. En este centro glandular radica pues el misterio de la vida, y ellas solamente vibran por emociones estéticas, por amor, altruismo, y en fin por todos aquellos actos que manifiesten el sentimiento de humanidad, de amor a la vida en su más delicada expresión.

En las rodillas, esfera de Capricornio, se manifiesta esta energía como devoción a la raza, a los niños especialmente, pues allí se encuentra realmente la expresión del espíritu Logóico que protege y defiende a la humanidad. Cuando a alguien le acaece algo que perjudica su naturaleza, sentimos en las rodillas una especie de temblor, si hay vacilación en marchar a prestarle auxilio, o placidez, si somos enérgicos y marchamos inmediatamente a prestar los servicios que nos sean posibles a algún ser humano que haya sido perjudicado. De tal suerte que el espíritu de la raza en su sentido humanista, tiene el polo positivo en las glándulas epitelares y el negativo en la rodillas.

La mayor placidez la experimenta la madre al arrodillarse al pie de la cuna de su infante, para rendir culto hacia la vida en evolución.

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Las personas nacidas bajo la influencia de los Gemelos son de espíritu fraternal y las nacidas bajo la influencia de Capricornio son rebeldes, pero están listas también a servir noblemente en un momento dado.

Tratándose directamente del desarrollo interno, del cultivo del Alma, es muy importante escuchar buena música, contemplar obras bellas, cultivar el arte, leer libros donde el sentimiento espiritual vibre intensamente, tal por ejemplo: “La Cabaña del Tio Tom”, “En Armonía con el Infinito”, “Rosa Esotérica”, y en fin todas aquellas que ha sido escritas con el corazón puesto en la pluma, para que todo el sentir estético y espiritual fluya. Así trabajaremos por el desarrollo real y positivo de la parte etérica de las glándulas epitelares, centro de la vida por excelencia.

Las glándulas epitelares en plena expansión anímica aumentan armoniosamente el ritmo respiratorio y el mecanismo sistólico y diastólico del corazón; ello nos demuestra que estos órganos tan vitales, están dirigidos, gobernados y energizados o frenados por al energía ya expansiva, ya contractiva de las glándulas epitelares.

No se sabe exactamente el número real de estas pequeñas glándulas, pero hasta ahora han podido encontrar 16, las cuales se hallan ubicadas en la contraparte posterior de la laringe y faringe, exactamente en las zonas del cuerpo verificando un paralelismo con la glándula tiroides.

Ya vimos que la glándula tiroides, junto con la pituitaria están gobernadas por Venus, al par que las epitelares están dirigidas o gobernadas por Mercurio. Mercurio en astrología endotérica simboliza el equilibrio armónico de las potencias. Cuando la sensación que anima al orador es de carácter estético, su voz se vuelve dulce, bella y armoniosa, al par que cuando está impulsada por pasiones, odios, envidias, etc., resulta inarmónica, entrecortada y en una palabra, completamente alterado el ritmo de la expresión; ello quiere decir que las glándulas epitelares están contraídas en su vitalismo debido a la característica emoción negativa que envuelve al expositor.

El signo de Tauro es la expresión vigorosa de la masculinidad, al par que en las epitelares con el signo de Géminis, encontramos el androginismo, lo masculino y lo femenino en completa armonía. Estas pequeñas glándulas representan la vitalidad humana, y ellas solamente se desenvuelven por la acción de nobles vibraciones. Son ellas el centro que gobierna la respiración y también frena o amplia la circulación en la zona del cerebro; de ahí que cuando experimentamos emociones desagradables, aquellas misteriosas glándulas contraen los vasos sanguíneos y la sangre no puede irrigar completamente el cerebro, provocándose por tal razón sincopes y desmayos.

Del anterior aspecto científico, deducimos o mejor dicho hemos demostrado, que estas pequeñas glándulas son evidentemente el filtro prodigioso de la sublimación de las energías que han de penetrar, en línea descendente el Aliento Cósmico que va hacia el pulmón y corazón, y en línea ascendente la energía sexual no empleada y sublimada a través del sentimiento estético. Para comprender con claridad lo que significa este prodigioso atanor alquímico, hemos de saber que: el fuego esta en relación con Aries, la tierra con Tauro, el aire o Aliento divino con Géminis, y el agua, como veremos más tarde, con la esfera de Cáncer. Ahí tenemos el tetragramatón completo actuando en las esferas de la consciencia.

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LECCION DECIMOQUINTA

CANCER ( ) Y SAGITARIO ( )

En la lección anterior, hemos analizado el poder del Logos encarnado en los signos Géminis y Capricornio, afectando las glándulas epitelares y la sinovia ubicada en las rodillas, respectivamente, estableciendo así la relación de lo positivo y lo negativo o pasivo, de la misma energía.

En las glándulas epitelares radica el poder mismo de la vida, al par que en la sinovia o rodillas, está el poder relacionado con la defensa de la raza. Lo uno es la Vida y lo otro el instinto que la defiende; consciencia y subconsciencia operando en el microcosmos hombre.

En esta entrega vamos a penetrar en el siguiente círculo concéntrico, analizando el poder Logóico que los Iniciados han simbolizado en Cáncer y Sagitario. En este círculo los poderes se invierten y así encontramos el positivo en Sagitario y el negativo o pasivo en Cáncer.

Sagitario está maravillosamente simbolizado en un animal, mitad caballo y mitad hombre. El hombre empuña un arco para disparar su flecha o lanza, la cual ha de ir hacia el mundo de aspiraciones, ya físicas, ya espirituales.

El signo de Cáncer está simbolizado en dos serpientes, de las cuales la una lleva su cabeza hacia el punto donde nace la otra y a la inversa, indicando con ello el movimiento recíproco de las dos fuerzas en circular gravitación.

El signo de Cáncer está influido por la Luna, indicando con ello que aquí en este punto magnético domina el poder femenino. La glándula correspondiente es la llamada timo, que está ubicada exactamente debajo de la cima posterior del esternón y en medio de las clavículas, lo que nos hace recordar las famosas de Salomón, base fundamental de la ciencia oculta.

El signo de Aries, primero de nuestro estudio, es la encarnación del Fuego Cósmico reflejado en el cerebro, especialmente en la glándula pineal. Los signos de Tauro y Géminis encarnan los poderes radicados especialmente en la tiroides y paratiroides o epitelares, al par que el signo de Cáncer que actualmente estudiamos, afecta la glándula timo. Esta es la glándula productora de la linfa, base fundamental o líquida de la sangre. De tal suerte que la glándula timo es la encarnación de la feminidad por excelencia y de ahí que se le de astrológicamente la influencia lunar.

Sagitario ejerce su influencia en los muslos, es decir en la zona correspondiente entre las rodillas y el ano. Allí tenemos la arteria femoral que es lugar donde el Fuego de la Vida proveniente del plexo sacro, se une a la sinovia radicada en las rodillas, para constituir la base fundamental de la substancia y de la vida, estando representada la substancia por el caballo y la Vida por el hombre.

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El hombre lleva una flecha indicando con ello el falus, es decir el órgano donde las substancias provenientes del Sistema Solar encarnado en el plexo sacro, se unifican para los efectos de la generación de la forma y de la vida.

La linfa procedente de la timo es un fluido lunar que refresca la acción del fuego y solubiliza un tanto la sinovia, para que haya perfecto equilibrio. La linfa tiene su recipiente para cumplir esta última función en la glándula próstata; así tenemos pues porqué los Iniciados de todos los tiempos saben que la verdadera ciencia consiste en estudiar a Dios, la Naturaleza y el Hombre; Dios, aliento o espíritu; Naturaleza, substancia o forma; y el Hombre el centro actualizado de consciencia o pensamiento.

La Naturaleza está representada ahora en las substancias que integran la parte orgánica, el Hombre en la posibilidad de actuar sobre esta substancia con la mente y la inteligencia, y Dios en el Aliento o espíritu que los interpenetra.

Siempre se nos ha hablado de las clavículas que usó Salomón para obtener el conocimiento de la vida, y el ocultismo nos revela que precisamente en medio de ellas y teniendo al esternón como espada, donde encarna maravillosamente la Luz Astral de los Rosacruces, está la glándula en la cual se manifiesta el poder del Logos en su expresión femenina, uno de los dos polos manifiestos de la energía universal, de tal suerte que en todas las tradiciones aparece la divina madre con los nombres de Maya, María, Isis, Ceres, etc., siempre para indicar la absoluta importancia del principio femenino en la manifestación vital.

Pues bien, este elemento se expresa fundamentalmente en la glándula timo, y después se concreta en la sinovia, elemento indispensable para la formación de la sangre, la cual como dijo Goethe “es una substancia muy especial”, puesto que ella es el proteo vital en el cual se mueve incesantemente la vida llevando en sí misma la substancia material y la potencia-vida.

Los signos de Cáncer y Sagitario nos revelan y reflejan el misterio: Cáncer concreta la substancia que laboran las paratiroides, centro vital por excelencia, y Sagitario levanta la substancia encarnada en la sinovia y la mezcla con el Fuego procedente de la región sacra, para crear esa triple amalgama de Fuego, substancia y Aliento vital, que en sí constituye la base sólida de todo cuanto existe.

El signo de Sagitario está influido por Júpiter, y este planeta fue considerado con justeza por los antiguos Iniciados, como el rey del Olimpo. Júpiter es un dios tonante que dispara rayos y que tiene por compañera a un águila. Los rayos son la expresión viva del Fuego Creador ubicado en el plexo sacro, llamado por los Maestros Rosacruces alquimistas El león rojo, y el águila es el gluten puro y blanco de la sinovia. Con estos elementos bien trabajados se puede preparar la piedra de los filósofos.

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LECCION DECIMOSEXTA

LEO () Y ESCORPIO ()

Materia es espíritu coagulado y espíritu es materia enrarecida, es decir que la Naturaleza no es espíritu ni es materia, sino espíritu-materia, siendo los dos polos extremos de un solo imán.

Esta verdad científica demuestra lo parcializado del positivismo puro, como del espiritualismo exagerado. En la concepción equilibrada de estas dos realidades, se halla el conocimiento fundamental de la vida.

El Azoth de los alquimistas significa este equilibrio proporcional de fuerza y materia, de espíritu y substancia.

Cuando prepondera lo físico queda latente lo espiritual, y cuando domina lo espiritual, se transforma y sutiliza la materia.

A través de los tiempos los pensadores de todas las Escuelas han tratado de dar solución al enigma, y solamente los espiritualistas ocultistas han resuelto el problema.

Las potencias del Zodíaco tienen sus representantes coagulados en la química de los elementos constitutivos de las formas, y es así como se entiende la coordinación proporcionada de las substancias que constituyen cuerpos y del predominio de algún tipo de energía, la preponderancia de algún modo, ya físico, ya psíquico o espiritual.

Hemos venido estudiando las potencias Zodiacales encarnadas en el hombre y hemos llegado al punto en el cual debemos concentrar especialmente la atención, porque en él se encuentra el nudo vital de las potencias Logóicas.

Tenemos que analizar hoy el poder de Leo y de Escorpio en dual paralelismo.

Leo tiene su actuación operativa en el corazón, y Escorpio en el centro de la reproducción.

Leo representa el Fuego de la Vida y Escorpio las aguas de la generación; “El Espíritu de Dios fecunda las aguas de la vida”, dijo el Iniciado Moisés.

Hay matrimonios estériles, debido sencillamente a que en ellos no actúa el poder de Leo, del amor, del espíritu, y por eso éste no fecunda las aguas de la vida, substancias regidas por el poder de Escorpio.

La constelación de Leo esta simbolizada por un círculo del cual pende una serpiente enroscada; Escorpio es una serpiente ondulante terminada en un dardo o flecha, el que nos hace ver la culminación de la flecha de Sagitario. Ello quiere decir que la energía sagitariana estudiada en la lección anterior, se convierte en Fuego Creador al unirse al poder de Escorpión.

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Todos los signos alegorizan poderes, masculino el uno, femenino el otro, y para los efectos de los dos que estudiamos tenemos que advertir que Leo representa el espíritu de naturaleza masculina y Escorpión el agua o substancia de naturaleza femenina.

Nos enseñan los Iniciados de todas las Escuelas sin excepción, que la única puerta para penetrar al mundo espiritual está en la constelación de Leo, en el corazón del microcosmos, lo que nos enseña que es solamente a través de este punto magnético que se puede obtener la iluminación, la Iniciación. Este hecho de virtual importancia no debe ser olvidado y allí debemos dedicar nuestra atención, meditando y sintiendo con este centro magnético la unidad de la vida.

El objeto que se propone el ocultista es el de hacer en una vida, lo que otros harían en ciento, y por ello si no dedicamos todos los días siquiera sea un cuarto de hora a la meditación devocional, estaremos perdiendo el tiempo.

La meditación y la devoción representan las dos potencias que unificadas han de conducir a la divina realización espiritual.

La meditación da sabiduría, y la devoción unifica el Alma con el poder divino del cosmos, con el gran Aliento Universal, con Dios según la concepción filosófica más en boga.

Estas dos prácticas deben realizarse sobre la esfera de Leo, sobre la parte relacionada con el plexo simpático del corazón que es el lugar donde debe florecer la rosa de los Rosacruz.

No debemos olvidar que allí radica EL UNICO DIOS MANIFESTADO. De tan suerte que solamente allí podemos hallar la verdad, el camino y la vida, tal como lo enseñara el Adepto de Nazareth.

Esta virtual enseñanza está dada por Hermes al decir: “Tal como arriba (cerebro) es abajo (sexo) para hacer los milagros de una sola cosa única y eterna (corazón), átomo Nous o Ego, único Dios del hombre y única verdad esotérica; todo lo demás es transitorio, circunstancial, eventual y en una palabra, “polvo de la vida que el tiempo barre”.

Es indispensable que concentremos nuestros sentidos en este espíritu cardíaco, porque es la única divinidad alcanzable; todo lo demás es perder inútilmente el tiempo.

Las religiones exotéricas rinden culto a dioses de madera o de cartón, practicando la necia idolatría que no hace más que alejar al hombre de la verdad, que es Dios oculto en su corazón. El divino Maestro Jesús enseñó esta máxima verdad al decir: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. Con ello nos indicó el divino Maestro que en el corazón radica lo verdaderamente sublime y grande que hay en el hombre.

Sabemos por nuestras investigaciones que el Yo es el Ego tradicional y entonces comprendemos que este Ego o Yo está en el corazón y así veremos luz en la siguiente frase del Instructor Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” y “nadie llega al Padre sino por Mi”, por el Ego interior, por Cristo en nosotros radicado, ubicado en el corazón como potencia de vida, como Sol espiritual del microprosopus hombre, así como el Sol central del sistema lo alimenta con su luz y calor. Lea y medite lo anterior; no olvide querido hermano que estamos en el centro mismo de la verdad y en la medula del esoterismo.

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LECCION DECIMOSÉPTIMA

LEO Y ESCORPIO (CONTINUACION)

“Penetra en el interior de tu templo y cerradas las puertas, ora a tu Padre que está e secreto, y tu Padre que está en secreto te recompensará en público”.

Así como la tortuga recoge sus miembros y se oculta completamente dentro de su concha, así tu lector querido, amante de lo trascendental y divino, debes recoger todos vuestros sentidos y penetrar con ellos al Santo de los Santos de vuestro corazón donde se halla Cristo en latencia, esperando su nacimiento, crecimiento y resurrección, hecho que tu puedes lograr si todos los pensamientos e imágenes emergentes de nuestro etérico cerebro son llevados al corazón para que allí sean depurados, embellecidos y divinizados.

Se nos habla del maravilloso tesoro escondido, que en el folklore de cada pueblo recibe un nombre distinto, siendo llamado entre los árabes la mágica “lámpara de Aladino”, entre los argonautas “el vellocino de oro”, entre los incas el “dorado Sol de sublimes aspiraciones”, entre los Gnósticos Cristo, entre los indos Buda, entre los kabalistas Thiphareth, entre los zoroastrianos el “Fuego Divino” y así cada tradición o Escuela le ha dado un título, pero la verdad es que El es el Aliento de Vida, el divino Fuego radicado en el Santo de los Santos de nuestro templo, llamado corazón.

Esto es lo que los sabios de la remota Caldea catalogaron como Leo, símbolo del León, rey de la selva, animal que posee una dosis proporcionada de coraje y de nobleza. Justamente allí radica la mayor fuerza, como la más elevada bondad; es el punto llamado Iod por los kabalistas, Aour por los alquimistas de la antigüedad y Azoth por los alquimistas del medioevo.

No olvidemos el sentido de la maravillosa Tabla de Esmeralda del sublime Hermes, y cuyo párrafo fundamental ya citamos en la anterior lección, pero que repetiremos en beneficio de la consciencia: “Tal como es arriba es abajo, para hacer los milagros de una sola cosa única y eterna”. Tal como es arriba (cerebro) es abajo (sexo) para hacer los milagros de una sola cosa (corazón). De tal suerte que tanto las fuerzas de la inteligencia con su instrumento de función en el cerebro, como las fuerzas fisiológicas del sexo, han de ser llevadas en proceso sublimatorio al corazón, para obtener así a través de la evolución, la magnífica realización de la Piedra Heliogábala o Piedra Filosofal.

Se llama Piedra Filosofal porque solamente los grandes pensadores y místicos la pueden comprender y realizar; y se llama Heliogábala porque se considera que es de origen solar y que hay que devorarla o tragarla y asimilarla, es decir que tanto lo de abajo como lo de arriba deben ser tragados y asimilados por el divino Iod radicado en el Santo de los Santos para realizar esa magna obra.

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El Sol es el centro de nuestro sistema en lo cósmico, y el sol terrestre (corazón) es también el centro del sistema del microcosmos; la analogía es exacta y la realidad justa y perfecta.

El signo de Leo, como ya hemos visto es un círculo, símbolo del Sol espiritual, del cual pende una serpiente, símbolo representativo del movimiento vital. A Eva (lo femenino de la Naturaleza) la seduce la serpiente, es decir el movimiento de la Luz Vital, y con este poderoso magnetismo induce a Adán (lo masculino de la Naturaleza) para que unidos en lo físico puedan crear en forma y substancia, y comulgando en los espiritual puedan ir fabricando mutuamente la Piedra Heliogábala.

No nos debemos impacientar en modo alguno porque la obra magna no pueda verificarse en una sola encarnación; no olvidemos que en tiempo y espacio aquello que realmente perseguimos con verdadera idealidad y con profundo amor, lo habremos de lograr. Flores de humanidad han sido Hermes, Buda y Jesús, y ellos son o fueron Piedras Filosofales vivientes, hecho que realizaron a través del tiempo y del espacio.

Un negativo como inconsciente nerviosismo se apodera prematuramente de los estudiantes de los trascendental, porque quieren obtener frutos antes de realizar el trabajo conducente a su obtención. Evitemos este estado de inconsciencia y sigamos la enseñanza del Divino Instructor Jesús, quien ordena hacer lo conveniente para ir realizando la gran obra de decir: “Penetrad en el interior del templo (nuestro cuerpo), cerrad las ventanas y orad a vuestro Padre que está en secreto, y vuestro Padre que está en secreto (Santo de los Santos, corazón) os recompensará en público”.

Hemos de recomendar a los estudiantes que si es posible se aprendan de memoria la Tabla de Esmeralda de Hermes, para que meditando sucesivamente en ella y con las normas claras de esta máxima como divina lección tomada por la tradicional línea de la Jerarquía Oculta, podamos dedicar la vida, toda la vida a la realización de la gran obra. Al decir toda la vida, no quiere decir que el hombre abandone su trabajo físico, sustento, dejando al mundo y aislándose como estulto anacoreta; no es alejándose del mundo, sino cumpliendo el deber dentro de él como podemos hacer un efectivo progreso en la senda de la evolución. Con el martillo en la mano, con la garlancha, con la pluma o en fin, realizando cualquier labor física, podemos al mismo tiempo estar verificando la obra, pues esta es delicada y se realiza “con industria separando lo sutil de lo denso”, como nos enseña el Hierofante Hermes.

“El Sol (el fuego) es su padre, la luna (el agua) es su madre, el viento (aliento inspiratorio) lo lleva en su seno y la tierra (cuerpo) lo alimenta”. Este es el poder emanado del Logos y que el hombre puede multiplicar en proporción directa a la capacidad de amar a todo cuanto palpita y vive.

La piedra filosofal, nos dicen los Maestros, es una piedra hecha de la materia prima del Gran Adán, tierra roja, para indicarnos con ello que allí arde el divino Fuego de la Vida.

El que la halle, debe guardarla en el Santo de los Santos, en lo íntimo de su santuario, para poder sentirla y así comprenderla. Leed y meditad la Tabla de Esmeralda. Los “químicos queman con fuego y los alquimistas con agua”. Ello quiere decir que el poder de Escorpio, de naturaleza ácuea, debe ser mezclado con el fuego de Leo, para los altos fines que se propone el alquimista. “Meditad y orad para que no caigáis en tentación”. He ahí la instrucción clara que el Maestro Jesús da a los realizadores de la obra.

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LECCION DECIMOCTAVA

LA TABLA DE ESMERALDA

En la lección anterior hacíamos referencia a la “Tabla de Esmeralda”, que es, como dice el kabalista Eliphas Levi, “toda la magia y la alquimia en una sola página”. En beneficio de los estudiantes vamos a reproducirla íntegramente. Es el texto legado a la humanidad por el insigne Hermes Trismegisto, el divino o tres veces grande, como fue llamado en el antiguo Egipto.

VERBA SECRETORUM HERMETIS “Es verdad sin mentira, cierto y muy verdadero. Lo de abajo es como lo de arriba y lo de arriba es como lo de abajo, para hacer

los milagros de una sola cosa. Y como todas las cosas han sido y han procedido de uno, así todas estas cosas han

nacido en esta cosa única por adaptación. El Sol es su padre, la Luna su madre, el viento lo llevó en su vientre y la tierra lo

alimentó; el padre de todo, el Telema de todo el mundo, está aquí; su fuerza es completa si se convierte en tierra.

Separarás la tierra del fuego, lo sutil de lo denso, suavemente, con gran industria. El asciende de la tierra al cielo y de nuevo baja a la tierra y recibe la fuerza de las cosas superiores e inferiores. De esta manera tendrás gloria del mundo y se apartará de ti toda oscuridad.

Es la poderosa fuerza de todas las fuerzas, pues mueve a todo lo sutil y penetra en todas las cosas sólidas.

De este modo se creó el mundo. De esto surgirán innumerables adaptaciones, cuyo medio está aquí. Por esto me han llamado Hermes Trismegisto, el que posee las tres partes de la

filosofía del mundo. Lo que yo digo de la operación del Sol se ha realizado y concluido a la

perfección”. La piedra esmeralda en la cual fue grabada la famosa Tabla, se encuentra

actualmente en el Museo de Londres. Está grabada con caracteres caldeos y representa la síntesis filosófica y científica de la sabiduría esotérica de las edades.

El estudiante debe consultar la lección anterior de este curso y luego leer y meditar cuidadosamente el contenido de la Tabla de Esmeralda.

El recipiente en el cual el Sol, principio masculino y la Luna, elemento femenino, descargan sus fluidos, es el Santo de los Santos, el corazón humano.

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Ya hemos visto también aquella parte de la Tabla que debe quedar completamente clara en nuestro intelecto para los fines de aplicación práctica. “Tal como es arriba (cerebro) es abajo (sexo), para realizar el milagro de una sola cosa (corazón).

De tal suerte que la piedra filosofal es la tierra alquímica, corazón, cuando se haya devorado al Sol y la Luna, lo masculino y lo femenino, el fuego y el agua, como dicen los Maestros en Alquimia.

Pero como es indispensable que la inteligencia del hombre se afirme en los conocimientos esotéricos de todas las tradiciones, veamos lo que dice la Biblia en el segundo libro de Corintios, Capítulo IV, Versículo VI: “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo”.

Ahora veamos igualmente la Biblia en Efesios, Cap. 3 Vers. 17 y 19: “Que habite Cristo, por la fe (confianza intima) en vuestros corazones; para que así arraigados y fundados en amor se conozca a Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.

“La Doctrina Secreta” al comentar el endoterismo de las estancias del Dzyan nos dice que: “Los Leones de Fuego, los espíritus primordiales, las potencias Logóicas creadoras, están todas simbolizadas en el signo de Leo y por tal éste es el centro donde se halla oculto todo el esoterismo de las edades.

Tenemos pues fundamentos sólidos llevados a la comparación objetiva, teniendo en cuenta el endoterismo egipcio, el de los Maestros del Transhimalaya, el de los Caballeros del Grial, Gnósticos y Rosacruces de todas las edades, como también de los hechos vitales más reales para saber que “el Sancta Sanctorum del Templo” (cuerpo) es el corazón, en donde radica el único Dios encarnado.

También nos hace saber la Biblia en muchos textos que allí radica el orgullo, la ambición, la envidia y en fin todos los morbos procedentes de la naturaleza animal o inferior del hombre. Por esta razón nos dice Hermes: “Penetra en el interior de la tierra y rectificándola (filtrándola o purificándola) hallarás el lápiz de los filósofos (piedra) oculto”.

De tal suerte que el hombre que desea superarse, debe recogerse en el interior de su templo y meditar sobre “Dios que está en secreto para que El lo recompense en público”. Esta fue la enseñanza central dada por el Rabí de Galilea a sus inmediatos discípulos.

Mucho se ha dicho y hablado acerca del espíritu central o fuego terrestre y aun cuando los Iniciados lo describen muy bien, velan el punto virtual donde él radica, para evitar profanaciones, pero los estudiantes de lo oculto deben saber que el Espíritu Santo, Verbo de Vida, radica en el Santo de los Santos. En la alegoría árabe se nos dice que Aladino (el Ego) friccionaba suavemente la lámpara maravillosa y que al instante se le aparecía el Genio para servirle en todas sus nobles aspiraciones. Igualmente el estudiante debe palpar con su pensar y sentir esa divina lámpara que palpita tras su pecho, en medio de dos virtuales alientos llamados físicamente pulmones, y etéricamente aliento del Logos.

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Israel Rojas ( Raghozini )

LECCION DECIMONOVENA

INTOLERANCIA

El corazón encierra el misterio de la vida y es al mismo tiempo el mayor milagro de la creación; sus sístole y diástole son la reflexión de este movimiento en la Naturaleza toda, pues en la tierra tenemos igual movimiento de expansión y contracción, en los océanos hay pleamar y bajamar, en el sistema solar los planetas se aproximan y alejan del Sol en sístole y diástole, o ritmo periódico de cósmica actividad; en línea directa y en íntima relación, el corazón verifica ese movimiento de sístole y diástole en perfecta armonía con todos los poderes del Universo.

La sangre sale del ventrículo izquierdo del corazón por la actividad diastólica del mismo, va a todas las partes del cuerpo y una vez que ha impregnado de vitalidad a las células, renovándolas y transformándolas, regresa a la aurícula derecha del corazón para imantarse de nuevo con el calor solar y luego pasando por el pulmón recibe el fresco necesario para que su naturaleza térmica pueda cumplir la función que le está encomendada. Es pues la sangre la famosa serpiente alegórica que se muerda la cola, para perfeccionar así el ciclo de movimiento vital.

La tradición endotérica del Transhimalaya nos da a conocer el valor de algunas palabras que encierran la clave de las virtudes, como de las debilidades del corazón humano. Tales como:

INTOLERANCIA

INTREPIDEZ

INAGOTABILIDAD

INFINITUD

Empezaremos analizándolas en su orden, porque el valor de cada una de ellas nos debe dar a conocer algo de los infinitos misterios que encierra el corazón.

Intolerancia es la primera palabra que hemos de analizar y sobre la cual invitamos a meditar profundamente.

Intolerante es la naturaleza del fanático, pues el fanatismo es un modo característico de la intolerancia. El fanático en su cruel ignorancia de las leyes universales resulta ser el más empedernido, como estúpido intolerante, expresando con ello el máximun de egotismo radicado en la esfera inferior del cuerpo de deseos, torturando así el corazón y no permitiendo que la divina energía del Logos se exprese armoniosamente, como es la ley de la vida.

Se puede decir que en la intolerancia radican todos los males que caracterizan la tragedia humana, porque las enfermedades psíquicas tiene razón de ser en estos absurdos complejos que constriñen, abroquelan y enervan la energía de vida, de tal

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manera que ella no se puede manifestar armónicamente en el corazón humano y así él no puede cumplir la función solar que le está encomendada, puesto que es el divino centro, “el sol super-espiritual de nuestra íntima naturaleza”.

Debemos meditar ahondando en el sentido de la palabra intolerancia, para poder extirpar esta emoción negativa de nuestra mente y así dejar libre al sol de nuestro sistema (corazón) para que él pueda recibir la energía del Logos y distribuirla armónicamente.

Intolerancia es maldad, egoísmo, perversidad, envidia, y en fin todo lo más grosero de la naturaleza anímica del hombre. Si alejamos de nuestro corazón la emoción de intolerancia, habremos vencido al más grande enemigo de la espiritualidad, como de la evolución consciente.

La intolerancia es hija de un conocimiento parcial o nulo de los hechos, puesto que el que sabe, todo lo perdona, como dijo sabiamente el Divino Rabí de Galilea.

La intolerancia no es fuerza para corregir defectos, sino morbo monstruoso que aumenta el mal del mundo. El intolerante con su mente enfermiza envía al espacio astral sus imágenes plenas del defecto, vicio o debilidad que él cree criticar normalmente, siendo un centro de energía que coopera en el aumento de la deficiencia que cree corregir, pues al imaginar la debilidad en cuestión, de la que él se cree juez, crea para sí mismo esta deficiencia en su mundo psíquico y un buen día él estará ejecutando los mismos errores que tan acerbamente criticó e imaginó.

De tal suerte que la intolerancia es un procedimiento por medio del cual envenenamos nuestra sangre con imágenes morbosas y como este precioso líquido es Luz Astral coagulada, estas imágenes afectarán el fluido astral del planeta e impresionarán más o menos a los seres que en él viven, en directa proporción con la afinidad que por debilidad en ellos pueden tener con relación al vicio o a la deficiencia criticada. Es así como el hombre es creador de su propio destino y absoluto responsable de lo que acaece a su alrededor.

Se nos enseña que el Maestro Jesús tenía un aura de armonía que cubría más de 10 kilómetros a la redonda, de tal suerte que cuando él se hallaba ubicado en un lugar determinado, el campo cubierto por su aura era de tal manera armónico, que ningún desagrado conflictivo se operaba en esta zona ni en animales ni en hombres. Cuando el Maestro entraba en meditación extática, infiltraba su aura de pureza a todo el planeta, siendo pues un perfecto canal entre el Logos Solar —el Espíritu de Cristo— y el planeta Tierra; por eso el “rasgó el velo del templo” y permitió con este hecho la posibilidad de que cada uno por sí mismo pueda abrirse campo en los espacios para sentir el amor, el divino poder de Cristo en su corazón.

Meditemos seriamente en la intolerancia y luchemos vigorosamente por extirparla de nuestra psique, permitiendo así la liberación o resurrección del Cristo en nosotros.

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LECCION No. 20

INTREPIDEZ

Así como la intolerancia maltrata alterando el ritmo del corazón, así la intrepidez da poder y ritmo a ese centro de vida.

La indeterminación es justamente el aspecto negativo o contrario a la intrepidez, y la indeterminación produce arritmia cardiaca y alteración de todas las funciones psico-fisiológicas del ser humano.

Mientras permanecemos bajo la férula de la indeterminación, todas nuestras energías se reducen y nuestra capacidad productora viene a menos, pero una vez se toma la determinación por acción de la intrepidez, cambia instantáneamente el ritmo de la vida y todas las fuerzas Logóicas inundan nuestro ser físico, fisiológico y psíquico.

Algunos suelen imaginar que la intrepidez solamente la poseen los hombre que ejecutan el mal y que solamente para él, para su realización es indispensable intrepidez; no es así: los que ejecutan el mal están poseídos de una pasión, de un necio egotismo, y es la violencia del cuerpo de deseos lo que los hace ejecutar actos de apariencia heroica; en cambio la intrepidez en su real sentido, es la determinación serena, vigorosa y plena que hace el hombre de bien, para poner en práctica sus nobles determinaciones.

Intrepidez es indispensable para sobreponerse a la mediocridad ambiente y practicar el bien; intrepidez es necesaria para trabajar diariamente en pro de la verdad, de la belleza y el bien; intrepidez es la cualidad característica del que tesoneramente lucha consigo mismo y transmuta el pensamiento de odio en amor, la pereza en actividad, la envidia en altruismo, la incomprensión en esfuerzo inteligente, la ignorancia en sabiduría por esfuerzo cultural, y en fin el que muta lo negativo de la existencia en los esplendoroso y brillante de la misma, a través del crisol de la divina intrepidez.

En los tiempos que cursan, época decadente en la cual la arritmia distorsionada de los ruidos afro-cubanos (rock, metal, etc.), se ha impuesto destruyendo el divino arte de los dioses, de los verdaderos músicos, en los cuales el sentido de armonía y de belleza había encarnado en sus almas, las cuales podían expresar el ritmo de las esferas, el susurro de los vientos y el canto de las aves en sus bellas melodías, es indispensable poseer dignidad e intrepidez genuinas para luchar por todos los medios conducentes a hacer que de nuevo surja el arte de los dioses, y se eche a la basura toda esa mal llamada música con la cual la disonancia se ha impuesto sobre el mundo llamado civilizado.

Intrepidez se requiere para dar de lado a las viciosas costumbres de llenar el organismo de nicotina, de drogas y de alcohol, substancias todas que enervan la naturaleza del hombre, alejándolo del recto sendero de la evolución consciente.

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Intrepidez se requiere para dejar de lado “el qué dirán” y obrar siempre de acuerdo con la verdad, siguiendo la belleza y persiguiendo el bien a toda costa.

Intrépidos hombres y decididas mujeres, es decir intrépidas, es lo que requiere el mundo para ser salvado del estado caótico en que actualmente se encuentra.

No se puede ser espiritual si no a fuerza de máxima intrepidez ideal, sobreponiéndose a todos los eventos y marchando erguido por la senda que los Jerarcas de la Fraternidad Blanca han venido trazando a través del tiempo, mostrando el camino que ellos han recorrido, para que nosotros lo transitemos con nuestros propios pies.

Hemos conocido personas que trayendo alguna definida evolución de su pasado de existencias, poseían cualidades que los capacitaban para progresar verdaderamente en la divina senda, y sin embargo, se ha hecho al margen del precioso camino, sencillamente por carecer de intrepidez y ceder al cuchicheo necio del qué dirán, producto éste de la incomprensión y de la mundana superficialidad.

Intrepidez es necesaria en todos los actos de la vida y en todos los momentos de la existencia. La intrepidez no es exhibición espectacular, sino interna afinidad encaminada hacia la sublimación y superación del Alma humana.

No es intrépido el hombre que hace algo espectacular para ganarse el aplauso de gruesas muchedumbres, pues éste está acicateado externamente por la fuerza operativa del emocional deseo; en cambio la verdadera intrepidez pertenece al Ego y es interna función del luminosos corazones que usan tal actitud para superarse, para ennoblecerse y servir sin esperar vanos aplausos ni superficiales admiraciones; el verdadero intrépido lo hace por el sentido interno de dignidad, claras de anatomía y sobre todo de fisiología, pues la ciencia que estudiamos es altamente real y positiva, y nos muestra su esencial realidad probando que lo físico es una coagulación de lo metafísico, y esto una parte sutil de aquello; o como dijera un sabio, “Espíritu y materia son los dos polos de la cosa única y eterna”.

Las conexiones orgánicas o instrumentos del cuerpo, Alma y Espíritu interno o Ego, están bien definidos en los párrafos que preceden y el estudiante debe meditar seriamente en ello.

Algunos se irán a inquietar porque han estudiado que la sangre es el instrumento físico del Ego, pero el asunto quedará claro si hemos de saber que el sistema nervioso es el aspecto solar positivo, y la sangre el instrumento adecuado para que aquella energía se manifieste en el mundo anímico o álmico, al par que el calor de la sangre con su esencial virtud inunda el vientre, para que éste pueda transformar el quilo en linfa y ésta sirva de substancia base a la creación de todo el organismo; entonces en nada ha alterado esta lección el sentido esotérico de que la sangre es vehículo del Ego, o en otras palabras el Alma es el cuerpo físico del Ego, mientras que el cuerpo denso es el vehículo material del alma; o dando un giro ascendente, también podemos decir que el Alma es el espíritu del cuerpo, el Ego lo es del Alma, la Mónada espíritu del Ego y el Espíritu Universal esencia sutil o espirituosa de la Mónada.

Llevando este léxico al terreno de la alquimia psico-fisiológica, aclararemos algunos puntos de virtual importancia a los estudiantes.

El azufre de los filósofos en este caso específico corresponde pues a la energía mental conscientiva que se manifiesta en el sistema nervioso; la sal corresponde a la parte bioquímica de la linfa, al para que el resultado o sea el término medio equilibrado, llamado mercurio por los filósofos, es la sangre, elemento éste que cual moviente

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proteo circula por todo el organismo transformándolo y renovándolo; el Azoth de los sabios es la Luz Astral armonizada cumpliendo la función coordinadora del armónico trabajo del pensar, sentir y actuar; la esfera del pensar está en relación con el sistema nervioso, la del sentir con el sistema sanguíneo y la del actuar con el linfático.

Evidentemente la linfa es un compuesto de sales bioquímicas y por tal su nombre alquímico es absolutamente correcto.

El nombre de azufre o fuego terrestre, es algo maravilloso para el sistema nervioso, pues si usted se toma la molestia de buscar encontrará que la palabra FUERZA tiene exactamente las mismas letras que AZUFRE.

El mercurio, elemento metálico que no se coagula sino bajo la acción de 40 grados bajo cero, nos habla bien de la sangre, donde todos los metales se hallan en estado líquido. El nombre de Azoth o esencia espirituosa de los tres principios anteriores llamada Luz Astral por los kabalistas, Prâna por los indos, y en fin, Gran Aliento por la mayor parte de los filósofos, representa la armonía del conjunto.

Muchas de éstas enseñanzas se han mantenido veladas, pero al entrar al periodo Acuario se está llegando a la época de la develación.

Por tales beneficios, debemos corresponder al servicio de la Gran Fraternidad Blanca, trabajando porque los senderos de la verdad, de la belleza y del bien sean conocidos por el mundo. La juventud está ansiosa de nuevos derroteros y corresponde a los estudiantes de lo trascendental ayudarla, obsequiando libros de preparación elemental que le muestre la Luz, o camino de evolución consciente, para que así ella se vaya convirtiendo también en servidora de la cadena de oro que ha de regenerar al mundo.

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LECCION No. 21

INAGOTABILIDAD

La meditación y contemplación del sentido de esta palabra, nos dará el tercer gran aspecto del espíritu cósmico que actúa en el corazón del hombre.

Comúnmente existe en el Alma humana el sentido del temor, fundamentado en la carencia de un claro conocimiento de lo que es en sí la vida.

El temor como vampiro siniestro debilita constantemente la fuerza moral del hombre, no dejándolo actuar con la energía, con la intrepidez que debe ser la nota característica del hombre verdaderamente consciente.

Quien comprende el valor de la palabra inagotabilidad en su real sentido, debe saber que la vida no es el fenómeno objetivo que caracteriza la relativa existencia de las formas; debe saber que la vida es el Aliento Universal y que el punto matemático de su causa génesis, es fuente inagotable de suprema actividad, “sacando de su estado latente a condición activa todas las fuerzas de la Naturaleza”, y que por tal razón, lo que hasta ahora se ha expresado como exteriorización de ese omnipotente poder, no es sino apenas una leve silueta de lo que se irá expresando en el eterno devenir.

En línea recta y cada vez más sutil, como de ingente poderío en el sostenimiento de Soles, Universos y Mundos, está el corazón, punto matemático de expresión de la esencia de la vida.

Aún aquellos cuerpos de inerte manifestación como los minerales, poseen un punto (corazón), núcleo fundamental de su organización y contextura, en directa relación con la fuente primaria de energía o corazón del Logos de un sistema y a través de el de todos los sistemas y mundos.

Este punto matemático es lo que hoy los físicos han hallado en la íntima manifestación de materia llamada átomo. En este átomo se halla latente un potencial inconcebible, el cual al ser desplazado produce en su lucha de integración, las explosiones destructoras que el mundo ya conoce.

Decimos de integración, porque la explosión es la lucha por la cual los electrones desplazados y desorganizados buscan organizar de nuevo estructuras, formas, para regresar a la armónica calma de su inerte existencia. La palabra inercia está tomada naturalmente en el sentido formal convenido para las limitadas capacidades de apreciación del ente humano, porque es bien sabido que para el vidente todo permanece en continuo movimiento, y que en cada forma de relativa existencia hay un vértice o núcleo llamado hoy por la ciencia protón, alrededor del cual giran los electrones en marcha acompasada, sosteniendo así la relativa existencia, de lo que de todas maneras está en proceso de transformación; de ahí que la Naturaleza toda sea un laboratorio de silente alquimia, en el cual las vibraciones se van modificando en la materia por la acción externa a ellas del magnetismo solar y por interna del inherente Fuego oculto que les es peculiar.

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El Fuego interno de cada cosa es conocido en ocultismo con el nombre de Kundâlini o sea la llamada Madre del Mundo según los Maestros del Oriente. El Fuego externo es el magnetismo o Prâna de los Maestros del Oriente, los dos poderes con los cuales se mantiene el ritmo de las cosas.

En el caso peculiar que estudiamos, Prâna es el Iod, al par que Kundâlini es el He, los que al ser armonizados, producen el OD de la ciencia trascendental.

Así tenemos pues, que la inagotabilidad se dualiza para expresarse en fuerza y materia, en espíritu y substancia.

El espíritu del Logos Solar es llamado Cristo por los Gnósticos, es decir por los primitivos y verdaderos cristianos.

Cristo nace de la Virgen Madre y ella se conserva siempre virgen y madre, porque en la Naturaleza, por más que se multipliquen sus creaciones, nunca se agrega ni se quita un átomo a su integridad.

Es así como los Gnósticos explican endotéricamente el sentido científico de la encarnación del Cristo, Logos Solar, y su manifestación en los seres vivientes, el Verbo se hace carne, según la expresión del Evangelio.

Entonces, siendo un poco más explícitos, podemos decir que el Logos Solar al unificarse consciente y armónicamente con el fuego interno (Kundâlini) o Espíritu Santo, exterioriza o manifiesta sus poderes de luz en Adeptos como Jesús, Hermes, etc.

Ya podemos comprender cómo en el corazón se deben unificar las dos fuerzas procedentes del punto matemático del Universo o inagotabilidad, las que se dualizan para manifestarse en nuestro mundo en la Luz Astral o Prâna y en el fuego interno o potencia interatómica o Kundâlini.

De tal suerte que todos los fenómenos vitales se deben a la actuación de estos poderes que en el corazón son uno, y este uno se halla en relación directa con la fuente inagotable de Vida y energía.

En endoterista debe pues meditar en su corazón y pensar en que allí se expresa o manifiesta la energía inagotable del Universo.

La profunda meditación sobre el sentido de la palabra inagotabilidad, dará al practicante una intrepidez excepcional, porque comprenderá que la esencia de la vida procede de un manantial inagotable y se manifiesta en él según su capacidad receptiva. La receptividad depende de la armonía que logre cultivar, y la intensidad de esa capacidad se va afinando y perfeccionando a medida que el hombre centraliza su consciencia en lo espiritual, evitando así la alternabilidad de los opuestos, Prâna y Kundâlini, energía y substancia, o consciencia y forma.

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LECCION No. 22

INFINITUD

Inagotabilidad e infinitud, son términos análogos en sentido, pero difieren en cuanto a la esencialidad de la idea que encarnan.

Para que exista inagotabilidad, es indispensable que ésta parta de la infinitud o sea de algo que sin ser forma ni substancia es energía, como fuente de todo cuanto tiene relativa existencia, y que bajo el impulso de aquella energía primaria, marcha siempre en proceso de permanente transformación, como singular proteo de incesante movimiento.

Hasta hace no mucho tiempo la humanidad aceptaba la total inercia de los cuerpos, pero hoy con la ciencia atómica se ha demostrado que todo late, se mueve, vibra.

Los filósofos Rosacruces, son conocidos como FILOSOFOS DEL FUEGO, y ello en si mismo encarna la realidad de su profunda ciencia y gran sabiduría.

Ya habíamos visto en la lección anterior, pero hemos de repetirlo para beneficio del estudiante, el hecho de que el Fuego es la energía “por sí”, en sí misma, es decir, que esta potencia no procede de ninguna anterior, sino que en sucesiva onda de transformación es la que se halla latente en el núcleo de los minerales, vibra a menor frecuencia que aquella existente en los vegetales, está en inferior grado vibratorio al potencial manifestado en los animales, éste inferior en vibración al que se manifiesta en el hombre, y en los hombre en gama casi indefinida desde el ser primitivo hasta el Adepto, en el cual la fuerza solar es espíritu del Fuego que llamea con inusitado esplendor.

Así podemos comprender científicamente el valor de la palabra infinitud, lo que se manifiesta en inagotabilidad.

El endoterista que medite seriamente en la energía del Espíritu Solar, manifestada en el Fuego Creativo, estará marchando en línea recta hacia la más alta sabiduría. Así podrá comprender el misterio de la evolución y la relativa diferencia de los seres, la cual consiste en que el fuego Logóico esté más o menos activo en la substancia-forma en que él se manifiesta.

El problema del magnetismo y electricidad, pasivo y activo, energía y substancia, es algo de alternatividad absoluta en todos los cuerpos, mundos y estados de la consciencia única.

La electricidad es aquella energía llamada Fohat por los Maestros del Transhimalaya y caracterizada por el absoluto movimiento de la potencia universal.

Âkâza es la parte diferenciada o sombra del primario Fohat, y convertida en el alma de un sistema de mundos, de un mundo y de un individuo en los mundos.

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Fohat es pues la electricidad universal en el maximun de la sutileza concebido, mientras que Âkâza es el relativo proceso de coagulación por medio del cual lo infinito (Fohat) se manifiesta en lo finito (Âkâza) o Alma de la creación.

Ni Fohat ni Âkâza son substancia tal como lo registran nuestros sentidos, sino solamente los principios activo y pasivo, electricidad y magnetismo del Absoluto indiferenciado.

En el corazón vemos objetivamente manifestarse el movimiento de expansión (sístole) y el que tiende al reposo (diástole); es decir, que el Fohat y el Âkâza tienen en el físico corazón humano su campo objetivo de manifestación; si en la naturaleza individual de un humano cualquiera, prepondera la fuerza del diástole o la del sístole, se producen necesariamente desequilibrios que tienden a mermar la posibilidad de la existencia diferenciada, es decir, que acortan la vida.

El movimiento eléctrico se produce por la acción de la mente y el magnético por la acción vital, al par que el equilibrio o armonía del conjunto se opera por la acción del amor. La vitalidad es magnética y tiende al reposo; el pensamiento es eléctrico y produce la acción, mientras que el amor en su sentido espiritual es armonía y produce el equilibrio de los contrarios. Este es el gran misterio que los adeptos han descubierto y convertido en realidad, y que el hombre común tiene que descubrir y luego ejercitarse en manejar.

Con estos hechos de orden puramente endotérico-científico, comprenderemos el misterio de la infinitud, manifestada en el ritmo de la Naturaleza, el cual se objetiva concretamente en el movimiento cardíaco.

El Âkâza es una fría potencia que actúa en la esfera del pulmón, mientras que el Fohat es el principio ignicente ubicado en el ventrículo izquierdo del corazón y tendiente siempre a una constante expansión. De ahí que en estos dos centros, corazón y pulmón, tengamos objetivado el misterio del Sello de David, según los judíos kabalistas, o de Salomón según los filósofos hermetistas.

La palabra Salomón (del árabe Solimán) quiere decir concretamente imán del Sol y no una persona legendaria, por más que en el reino de Etiopía haya existido alguna vez un rey que conociendo el misterio, usara el nombre del sello de doble triángulo, el cual encarna la idea de electricidad y magnetismo, fuego y agua, activo y pasivo, Iod y He.

De tal suerte que Salomón (imán del Sol) es un punto magnético radicado en medio de los pulmones, mientras que Hiram representa o simboliza el Fuego y por eso éste era el único que tenía la capacidad de fundir los metales, en el proceso alquímico de la Naturaleza y de la vida.

En Salomón el frío Logóico de Âkâza se manifiesta la fría inteligencia, sabiduría, mientras que en Hiram, actividad del Fuego, se manifiesta el amor, y así unidos estos dos poderes en armónico equilibrio, encarnan el misterio de la vida.

La inspiración, la intuición y la genialidad en todas sus formas o manifestaciones, dependen de que el Fuego, Iod, fecunda al agua He y de ello sale el Aliento, la Vida, el Mercurio Filosofal.

Todas estas actividades proceden de la primaria fuerza llamada infinitud y así queda constituido el perfecto triángulo de la verdadera sabiduría.

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LECCION No. 23

VIRGO ( ) Y LIBRA ( )

Siguiendo nuestro análisis progresivo de cómo actúan las fuerzas cósmicas en el diferenciado organismo del hombre, llegamos al signo de Virgo, cuyo símbolo es análogo al de Escorpio, con la sola diferencia de que lo que es un dardo o flecha en el símbolo de Escorpión es un círculo en el signo de Virgo.

Virgo y Escorpión, son respectivamente lo femenino y lo masculino de la Naturaleza, de tal suerte que cuando el ser humano estaba en su etapa andrógina (asexual), no existía sino el signo de Virgo sin que se tuviera en cuenta para nada el de Escorpión, como tampoco el de Libra, el cual fue puesto idealmente en medio como fiel de la balanza de los opuestos, femenino y masculino.

De tal suerte que antes de la separación o diferenciación sexual, solamente se tenían en cuenta diez signos, equivalentes a los diez Sephiroth de la kábalah, a la década de Pitágoras, a los diez estratos de la constitución de la tierra, a los diez dedos de las manos, a los diez de los pies, a los siete principios manifestados y los tres no manifestados, y en fin, a todo lo que atañe a nuestro sistema Solar, pues los planetas son: Sol, Vulcano, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. De tal suerte que el diez es el número matemático de las potencias activas del sistema Solar, como de cada uno de los organismos que en él evolucionan, demostrándose así que “Tal como es arriba es abajo y tal como es abajo es arriba”.

Cuando en un ser se manifiesta Escorpión (lo masculino) queda latente lo femenino (Virgo) y a la inversa. De tal modo que en cada ser en realidad solamente operan diez fuerzas, pues el fiel de la balanza o sea Libra, es el punto medio o matemático entre lo masculino y lo femenino. Esta potencia es por lo tanto ideal y solamente se manifiesta cuando aparece la fuerza del amor entre los opuestos, o bien el poder del deseo, cuando actúa lo inferior de la naturaleza.

Virgo actúa directamente sobre el páncreas, intestinos delgado y grueso, lóbulo derecho del hígado y plexo solar, centros éstos en los cuales se opera el metabolismo físico-químico de los alimentos que ingerimos para mantener nuestra estructura orgánica, y la actividad de las energías cósmicas que son detectadas por pulmón y corazón, para convertirse en potencia de vida en el plexo solar.

El plexo solar es asexual, andrógino, mientras que el corazón es masculino y el pulmón femenino. Nos referimos a los dos puntos magnéticos y no a los órganos físicos propiamente dichos, que son prolongaciones del punto matemático de cada uno de los dos así: el corazón del ocultista es el sistema nervioso gran simpático que activa y frena el corazón, y el sistema nervioso cerebro espinal que acciona el pulmón, mientras que el nervio peumo-gástrico se halla localizado en medio de aquellos y acumula su energía en el plexo solar, siendo el poder que los mueve.

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En la obra “Las Mil y Una Noches”, se enseña endotéricamente que la “Lámpara de Aladino” es aquel punto magnético que está en medio de los pulmones y que “masajeado”, abrillantado por la sensibilidad estética, produce todas las maravillas de que nos habla el cuento. Invitamos a los estudiantes a leer tanto este cuento de Aladino, como en general esa famosa obra, pues ella es la doctrina secreta del pueblo Árabe, muy poco conocida en el mundo occidental.

Siendo el plexo solar influencia de Virgo, centro andrógino y asexual, allí se encuentran los dos poderes armonizados en su estado natural, pero que a impulsos de la pasión o la emoción, sufre serias anormalidades psico y fisiológicas, y por tal razón es el centro magnético más difícil de manejar.

El corazón de naturaleza del gran simpático y el pulmón de naturaleza cerebro-espinal, llevan los dos aspectos de la naturaleza, lo masculino y lo femenino, mientras que el plexo solar es el centro coordinador de aquel dual movimiento. El trabajo principal para el endoterista consiste en hallar el ritmo proporcionado de estos movimientos, y ello solamente se puede conseguir a través del entusiasmo estético, musical, místico, profético y del amor.

Este párrafo anterior debe ser cuidadosamente meditado para que se convierta en inteligencia y consciencia y así el operante encuentra la razón del ritmo, el cual se halla en la armonía del pensar y el sentir.

Culto a la belleza, a la verdad y al bien, han de ser siempre los tres puntos de mira del hombre que transita el sendero.

El culto a la verdad aumenta el poder del centro pulmonar; el culto a la belleza aumenta el poder del simpático cardiaco; al par que el culto al bien armoniza las fuerzas en el plexo solar, en la mansión de Virgo.

La Virgen representa siempre lo bello, lo verdadero y lo bueno, porque en ella todo actúa armónicamente.

La palabra Virgen tiene la partícula o raíz VIR, del latín virtud, virilidad, y en fin de poder, pues virtud o virilidad dan la energía que el ser humano requiere para vivir armónicamente.

La balanza indica simplemente al punto fiel de los opuestos, y en ese caso vemos que su fuerza dual está representada en las dos pequeñas glándulas llamadas suprarrenales, que están ubicadas en la cima de cada uno de los riñones. En esta misma zona y relacionando magnéticamente el hígado con el bazo, tenemos el páncreas, cuyas dos partículas nos deben hacer meditar: Pan = todo y Creas = crear, producir, emanar. De tal manera que la armonía entre el plexo solar y los riñones con sus poderosas suprarrenales, se armonizan en el páncreas el cual lleva todas las substancias y energías para producir la vida y generar nuevas cosas.

Es muy importante que los estudiantes lean lo que nos dice la mitología del dios Pan, y así comprenderán todo lo que es endógena y exógena; endógena puesto que elabora una hormona que va a la sangre y que recibe el nombre en la química de insulina, y exógena porque segrega también una substancia externa que va al tubo digestivo y que se llama pancreatina. De tal suerte que ahí tenemos en lo bioquímico el sello de Salomón, como en lo anímico lo tenemos entre corazón y pulmón.

Las enfermedades degenerativas como la diabetes, son precisamente un desequilibrio en la función pancreática, debido a la falta de armonía en el equilibrio psíquico.

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Las potencias de Virgo y Libra nos dan la relación de lo abstracto con lo concreto, de lo positivo con lo negativo, de la materia con el espíritu dentro del laboratorio de nuestro ser físico.

No olvidemos que las potencias zodiacales encarnan el poder del Espíritu, mientras que los planetas son los poderes del Alma.

Seguiremos con el estudio del Alma en nuestras próximas lecciones, relacionándola con los planetas de nuestro sistema Solar.

Leed y meditad cómo conquistar la devoción, pues son los dos modos verdaderos del progreso en el campo de la evolución.

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SEGUNDA PARTE DEL CURSO

LECCION No.24

RELACION DEL ALMA CON LAS POTENCIAS PLANETARIAS

“Las estrellas (Zodíaco) son el Espíritu, los planetas el Alma y los elementos el cuerpo”

Paracelso.

El insigne Paracelso nos dejó en este axioma científico, la razón de ser de toda la alquimia. El Espíritu actúa para el sistema Solar a través de las doce constelaciones que acabamos de estudiar, al par que el Alma, la parte móvil, actúa a través del magnetismo planetario.

El exoterismo astrológico enseña que nosotros recibimos de los Planetas del sistema las energías cósmicas, y que según la armonía o inarmonía de las mismas, nuestro destino será bueno, mediocre o malo. La astrología endotérica sabe que este es un miraje demasiado superficial del problema y que lo que realmente sucede, es que todo está en todo.

De tal suerte que en el hombre existen aquellas potencias manifestadas en los metales coloidales, correspondientes a los planetas así:

Sol: oro.

Luna: plata. Plata

Mercurio: mercurio. Mercurio

Venus: Cobre.

Marte: hierro. Polarizado con la tierra-hierro

Júpiter: estaño. Estaño

Saturno: plomo. Plomo

Urano: uranio.Neptuno: Neptunio.

Plutón: plutonio. Uranio

Así que las reacciones del Karma que al Alma acompañan, hacen que las combinaciones metálicas del organismo diferenciado, dispongan de armonías o inarmonías por carencia o exceso de proporcionalidad y de poder.

Así cuando se dice que la Luna está en oposición con el Sol, quiere decir alquímicamente que en el organismo existe un antagonismo energético-químico entre la plata y el oro.

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Cuando decimos por ejemplo que Marte está en triángulo con Venus, se quiere indicar científicamente que el hierro y el cobre se hallan en proporcionada armonía y así sucesivamente.

Con estas normas científicas, el endoterista comprenderá cual es la diferencia entre la astrología judiciaria o exotérica y la astrología alquímica o endotérica, que es realmente la importante y de la única que nosotros nos ocupamos.

Ahora tenemos que tomar como modelo siempre la tabla de Esmeralda, para comprender como actúa el Alma, como coagulación y emanación del Poder Universal encarnado en los metales coloidales.

“El Sol es su padre”, oro; “la Luna es su madre”, plata; “el viento”, mercurio, es el hijo; y “la Tierra”, Marte-Tierra, es el alimento de la Luz Astral, de la energía creadora dentro del hombre.

Hermes encontró en la idea del Sol, el Fuego; en la de la Luna, el agua; en la de Mercurio, el aire; y en la de la Tierra la substancia.

De tal suerte que el principio álmico en nosotros es el Fuego Creador, llamado Kundalini por los Maestros del Oriente y Fuego Solar por los Rosacruces; el agua o sea la humedad, es el segundo elemento constituyente de la naturaleza creada. El aliento, el movimiento del respiro universal, es la razón de ser de toda vida operativa, al par que aquello no podría actuar sino contara con la substancia, vaso o recipiente de la operación.

El Alma es pues el Fuego Creador, aquel que Abraham vio arder en la zarza, que ardía y no se consumía.

Es igualmente el que los sacerdotes y rabinos ocultaron para evitar que los hombres lo profanaran y luego lo hallaron más tarde convertido en agua densa (Macabeos II).

La intensidad o poder activo de ese Fuego en nosotros, representa lo que llevamos conquistado conscientemente en la evolución, porque el fuego que arde y devora, es el fuego no sublimado y éste es destructor.

El alquimista Rosacruz debe trabajar devotamente para que el Fuego de la Vida se convierta en vino regenerador. Este proceso se consigue a través de la sublimación estética y de la contemplación mística; así aumenta el Fuego de la Vida en proceso ascendente desde la piedra (lo sólido) hasta el trono de Dios, lo esplendente o divino. En medio tenemos la escala que Jacob viera, por la cual los ángeles subían y bajaban, bajaban y subían armonizando lo de abajo con lo de arriba, y lo de arriba con lo de abajo, para la gran realización de que nos habla Hermes.

Lo que se estanca y no se mueve fermenta y pudre, al par que el movimiento anima sublimando y transformando las moléculas de todo cuanto existe, razón por la cual el alquimista debe mover conscientemente el Fuego de la Vida, mezclándolo con el agua de la existencia, para que el Aliento Vital se mueva en armónicas ondulaciones y en constante acción vaya poniendo brillante la piedra de los filósofos y ésta pueda en sus diferentes facetas reflejar los rayos del Demiurgo, del Dios creador de nuestro sistema.

No olvidemos pues que nuestro cuerpo es la coagulación del Alma y ésta la expresión del Ego, mientras que aquel es la reflexión de la Mónada. Este cuaternario está maravillosamente representado en las cuatro letras sagradas del tetragramatón, en el Tarot de los bohemios, en la Torah de los hebreos, en la Thau de los egipcios, en el

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Staurus de los gnósticos, en la cruz cristiana, en el INRI que fue puesto sobre la cabeza —monte de la calavera— donde el Cristo o Logos Solar se halla crucificado. Esa Luz es el Alma del Mundo sometida a la acción de los cuatro elementos o estados de la materia: sólidos, líquidos, gases y radiantes. Platón dio la gran clave al decir: “El Alma del Mundo está Crucificada”.

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LECCION 25

EL ALMA Y SUS PUNTOS MATEMATICOS EN EL HOMBRE El Alma, como su nombre lo indica, es el principio animador, causa de movimiento

de todos los seres vivos, procediendo dicho término de la palabra ANIMA, que quiere decir fuerza que impulsa a la acción.

Desde el punto de vista alquimico el Sol es la encarnación del Fuego o sea el Ego en su poder activo. El Sol del microcosmos o Fuego personalizado, tiene su sede en la parte fluídica o doble Astral de la glándula pineal, en la cual radica la raíz del poder de Kundalini, Fuego que se extiende por el canal medular hasta el centro de la generación, donde está su polo substancia, mientras que en la pineal actúa como consciencia, y en el mediador corazón, representa o encarna la energía.

En estos tres puntos radica evidentemente la actuación del Ego, Alma y cuerpo o substancia.

De tal suerte que el Sol alquímico es el Fuego de la Naturaleza Creadora, el que al actuar dentro de la forma se le considera de naturaleza esencialmente femenina, porque este modo de la energía universal está polarizado en funciones de orden objetivo, al par que lo subjetivo o espiritual está catalogado como espíritu, o poder masculino; esta dual acción del Fuego de la Naturaleza es considerado como el sol en la esfera abstracta de la pineal, como luna en el pecho y como mercurio en la esfera o zona de la reproducción de la especie. A estos tres aspectos se les llama en endoterismo, cuerpo, Alma y Espíritu, que en realidad no son más que tres polos o modos de manifestación de la misma potencial energía.

Mientras que aquella potencia no manifestada recibe el nombre de Âkâza, manifestada recibe el de Kundalini.

La luz Astral indiferenciada es pues el Âkâza de los Indos, mientras que manifestada es el Alma del Mundo o la serpiente creadora, según el concepto que Moisés hace aparecer en el Génesis.

En el centro del Paraíso Terrenal se halla radicado el Árbol del Bien y del Mal, del cual preceden los dos aspectos de la Naturaleza, lo masculino y lo femenino.

Este Árbol dual tiene su punto en el plexo solar con sus ramales, el Árbol de la Vida (plexo cardiaco) y el Árbol del Conocimiento (plexo umbilical), donde la mente inferior o concreta tiene su sede.

El alma del hombre es sencillamente el potencial de Kundalini, en estado más o menos latente, más o menos activo según que esta íntima energía haya sido más o menos educida, sacada de su estado latente a condición activa para manifestar progresivamente todos los poderes de la Naturaleza y de la vida.

Desde el punto de vista rigurosamente alquímico, este es el sol terrestre de los Martinistas o sea aquel Fuego que los sacerdotes retiraron del altar y ocultaron en un

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valle y que más tarde Jeremías lo encontró convertido en agua densa (Macabeos 2). Es también la zarza que Moisés encontró en el Monte Horeb.

Todas las teogonías nos hablan del alma, sin definir qué cosa es, sino que simplemente dicen que es algo que se debe salvar de las garras del pecado, sin definir ni Alma ni pecado.

El Alma es el Fuego interno Creador, la diosa Kundalini, la Serpiente del Génesis, el Fuego Oculto de todos los misterios y en fin, la Luz que debe ser hallada para iluminar la inteligencia llegando a la consciencia misma del Ser. El Laya Yoga enseña que “Kundalini es el poder de la consciencia” y así es en verdad. La conscientividad individual depende del despertamiento progresivo de este potencial o Fuego oculto del hombre.

El sol terrestre es la energía por excelencia que fue considerada en la antigua dispensación, en el Viejo Testamento, como el Espíritu de Jehová. Se invocaba tal poder para conseguir todas las cosas y se hacían ablaciones de todo género con el fin de obtener su gracia, es decir su poder o fuerza.

En el pasado de la historia de la cultura occidental, Jehová lo era todo, es decir que los seres humanos no habían alcanzado aún el sentido de lo espiritual y por ello se tenía confianza únicamente en el Fuego, en la fuerza, en el poder oculto de la diosa Kundalini, del Alma de Mundo.

Hoy desde el punto de vista ideológico los aspectos han cambiado, pues la colectividad está buscando ya la Luz del Ego, el poder del Logos Solar, del Cristo Cósmico y entonces el espíritu religioso pretende llevar este sentido, aun cuando la humanidad todavía sigue pendiente de los poderes Jehovísticos, porque el Espíritu de Cristo es todavía una vaguedad para la mayor parte de los seres peregrinantes.

No difiere el Fuego Creador individualizado, del poder Universal, más que en grado de potencialidad, siendo su esencialidad la misma.

La divina Alquimia nos enseña como ir aumentando la acción de ese oculto poder, para que el Alma pueda expresarse cada vez con mayor plenitud.

Ese Fuego, ese sol terrestre, es el Iod que debe fecundar la substancia, para que la expresión o manifestación de consciencia sea cada vez más armónica, como sutil.

Cuando la relación entre el Iod y el He se verifique en proporción armónica, entonces podremos decir con los orientales que el Prana se habrá unido al Apana y el Ego tendrá un instrumento adecuado para manifestar o expresar todo su poder. Es indispensable que el estudiante actualice verdadera consciencia acerca de las fuerzas que va a emplear, para que su trabajo pueda ser completo y definido. Por tal razón Hartmann bien dijo que “Es indispensable conocer perfectamente la teoría antes de dedicarse a la práctica”.

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LECCION 26

LA TRIPLE CORRIENTE MEDULAR

Tres fuerzas, tres modos constituyen todo cuanto existe y esta deber ser norma científica para el conocimiento de la naturaleza del Alma.

Como se ha buscado siempre en cada Escuela una nomenclatura, en el lenguaje endotérico uno de los sistemas usados es el de representar en símbolos de planetas los modos de la energía, hemos pues de tener en cuenta al Sol como polo positivo, a Venus como polo pasivo o negativo, y a Mercurio como mediador, producto o hijo.

Los ocultistas verdaderamente científicos, saben que hay tres grandes canales o nadis, los cuales conducen la triple energía del Logos a través del microcosmos, hombre.

El nadi derecho nace en un sitio llamado Triveni, situado en la cima de la médula oblonga, y de allí se extiende por entre el canal de la espina dorsal hacia abajo, hasta llegar a la curvatura del pie derecho, teniendo varias estaciones o plexos de relación con el nadi izquierdo, el cual nace en el mismo punto que el derecho y se extiende por el lado izquierdo de la columna vertebral, descendiendo hasta la curvatura del pie izquierdo.

De estos nadis surgen ramificaciones nerviosas que se extienden a todas partes del cuerpo, conduciendo la energía electromagnética, base fundamental de la vida.

Al canal derecho se le da el nombre de Sol y al izquierdo de Venus para indicar sus naturalezas, masculina y femenina respectivamente.

En medio de estos dos nadis o canales hay uno central, cuyo nervio recibe en anatomía el nombre de epéndimo, el cual conduce una energía de naturaleza andrógina, la cual está catalogada con el nombre de Mercurio, y efectivamente posee tal naturaleza pues asciende o desciende según la índole de la naturaleza psíquica del hombre, subiendo si es de naturaleza elevada y descendiendo si está regida por lo instintos.

El Alma es pues el Fuego medular, el que actúa especialmente en la espina dorsal y se manifiesta a través de las redes nerviosas para producir los diferentes fenómenos psico-fisiológicos y psíquico-espirituales de la naturaleza humana.

El Alma es el Fuego Creador o regenerador; creado tanto sea para la producción de una semilla que ha de ser el fundamento de un nuevo organismo, como para regenerar si es dirigida y sublimada por el sentido espiritual estético.

Las religiones hablan de Alma sin saber lo que es y significa, y pretenden que debe ser salvada por medio de ofrendas materiales en dinero o cosa por el estilo, o que de lo contrario irá después de la muerte individual a un eterno infierno; el negocio está mundanamente bien calculado, pero esto nada tiene que ver con la verdad.

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La salvación del alma depende directamente de la dirección que demos al Fuego Creador, para el bien o para el mal. Un texto de la Biblia dice que: “El hombre será juzgado, no por sus creencias sino por sus hechos”

Son los actos y no las creencias lo que determinan el porvenir del hombre.

La ley de causalidad es absoluta y única. El estudiante de lo trascendental debe conocer a fondo tal ley, para darse exacta cuenta de la responsabilidad de todos los actos humanos. Para el conocimiento cuidadoso y completo de la ley de causalidad, el estudiante debe leer “Karma” por Annie Besant, “El velo del destino; cómo se teje y se desteje” por Max Heindel, y “Manifestaciones del Karma” por Rudolf Steiner, etc.

El Dr. Krumm Heller, en su curso sobre Teurgia, fue el primero en exteriorizar científicamente qué cosa es el Alma; el Maestro enseña en ese curso que el Alma es lo que los filósofos del Oriente conocen con el nombre de Kundalini, lo que los mayas llamaron la Serpiente emplumada, lo que en los libros de Moisés aparece como la zarza del Horeb, etc.

El Ureos de los egipcios, es ese mismo Fuego llegando al chacra frontal, símbolo expresivo de que el poder del Fuego de Kundalini o Creador, ha sido sublimado y se ha convertido en superior consciencia, en Alma liberada.

En la Kábalah se nos habla científicamente de un Iod, de un He y de un Shin, como summum perfecto de la ciencia. Pues bien, este Iod es el Sol de nuestro estudio, ese He es Venus del catálogo que tenemos en cuenta, y ese Shin el Mercurio de los filósofos.

Tres grandes etapas o procesos de sublimación se verifican alegóricamente en los antiguos ritos, y hoy los conserva la Masonería sin saber lo que son ni que significan.

En el primer grado el Hierofante contribuía con su magnetismo al eficaz despertamiento del nadi izquierdo; en el segundo al despertamiento o acitvidad del nadi derecho, y el tercero completaba la obra contribuyendo al final proceso equilibrante activando el nadi central o mercurial, y ya el discípulo se convertía en Maestro y debía continuar su trabajo de regeneración y sublimación del Alma humana.

Los Rosacruces son los únicos que han conservado pura la tradición y saben exactamente que las iniciaciones simbólicas no tienen valor real y que solamente sirven para ir indicando al aspirante el trabajo que él, y únicamente él debe realizar, pues en esta labor de educación y dirección de las fuerzas íntimas, no puede haber otra ayuda que la de la instrucción, ya que el trabajo es completamente personal.

Infortunadamente para los talleres masónicos, las parte esotérica es menos que letra muerta.

Como es necesario que el estudiante tenga un pleno conocimiento de las nomenclaturas de las diferentes Escuelas, volvemos a recalcar que en alquimia el nadi izquierdo recibe el nombre Sal, el derecho el de Azufre y el equilibrante el de Mercurio, el cual al ser puesto por sublimación en incandescencia se muta en el Azoth de los sabios.

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LECCION 27 LOS MECANISMOS POR LOS CUALES ACTUA EL ALMA Es indispensable que los estudiantes de lo trascendental conozcan el valor exacto

de los términos para una debida apreciación de los mismos: la palabra Alma viene del latín Anima, Animus, el principio determinante de toda actividad o movimiento; los animales, hermanos menores, reciben el nombre de animales, precisamente porque poseen ese principio que les da libertad de acción.

De tal suerte que el Alma , científicamente considerada, no es exclusividad del ente humano, sino que también la poseen todos los seres vivientes de actividades relativamente independientes.

En cambio el Ego, centro de consciencia diferenciada, sí es poder exclusivo del hombre en la actual etapa de su evolución.

El Alma se desarrolla y debe ser cultivada con ahínco por el estudiante de las ciencias herméticas.

Muchas asociaciones místicas tienden a hacer que sus participantes se aíslen del mundo para lograr efectiva superación, mientras que la Fraternidad Rosacruz Antigua, sabia conocedora de la evolución en sus más recónditos aspectos, sabe que el desarrollo del Alma y su plenitud, solamente se logran dentro de las más duras experiencias y en el legítimo batallar de la existencia, sin limitaciones de ninguna naturaleza.

El hombre debe aprender a sublimarse, a ser bueno y recto, no por mandato o imposición de nadie, sino por su propia y deliberada voluntad; cada experiencia le va dando más fortaleza, y así entre caídas y levantadas, aprende a marchar erguido y sereno en medio de las dificultades, sacando precisamente de ellas el mayor provecho posible. Este es el sendero transitado por los verdaderos sabios y que el hombre consciente debe recorrer.

Los Maestros solamente indican el camino que ellos han recorrido, para que el discípulo lo transite con sus propios pies. Es una terrible o triste ingenuidad el creer que otro puede hacer por nosotros el trabajo de ennoblecimiento y superación; si así fuera el Maestro Jesús hubiera dado fortaleza a Pedro para que no lo negara y desinterés a Judas para que no lo vendiera tan barato. Ese hecho de trascendencia histórica y otros de la vida cotidiana, nos debieran hacer comprender que todo el trabajo de superación es enteramente individual; los Maestros que han trascendido las etapas humanas, se limitan, como es su deber, a enseñarnos y mostrarnos el camino y sus peligros, mientras que a nosotros corresponde transitarlo, superando dificultades, apoyados únicamente en la sabiduría y el amor, las dos columnas maravillosas del Templo de la Vida.

La educación del Alma se realiza por meditación, admiración, devoción y contemplación, factores éstos que van desenvolviendo coordinadamente el aspecto psíquico del ser humano.

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La meditación es aquella facultad que nos permite diferenciar los hechos, factores y circunstancias, mientras que la devoción o amor es el proceso de estética sublimación que nos conduce al desarrollo de la ternura, parte medular del alma humana.

El célebre alquimista Rosacruz Guillermo Postel definió la evolución orgánica, sintetizándolas en la mente; la evolución psíquica, en la ternura y la espiritual en la conciencia o en otros términos: el poder del cuerpo se sintetiza en la mente, el del Alma en la ternura y la expresión del espíritu en nosotros es la consciencia.

Tres puntos matemáticos y subatómicos tienen su residencia en el hombre: la esfera umbilical está relacionada con el átomo que permite la reconstrucción del cuerpo, con los procesos de asimilación y eliminación de escorias, y allí radica igualmente el poder de la mente; en el pecho se halla el átomo en el que alienta la vida, el cual realiza los mismos procesos de asimilación del aire, es su esencia virtual el oxígeno, y la eliminación del ácido carbónico. En la frente se halla radicado el centro de la consciencia que asimila las ideas y elimina aquellas que no son justas o mucho menos lógicas. El centro del vientre corresponde al cuerpo, el del pecho al alma y el de la cabeza al espíritu; así actúan los tres grandes poderes y el endoterista consciente debe trabajar porque ellos obren coordinados, para la proporcional armonía de le entidad humana.

En la esfera de la reproducción todas aquellas potencias se reúnen para realizar el proceso de la generación para la perpetuación de la especie y la evolución de la raza; este último aspecto corresponde al cuaternario psicofisiológico de que nos hablan los Iniciados, y su perfectibilidad depende de la sublimación estética y del poder coordinado de los tres principales más el cuarto físico.

Sobre este tema los estudiantes de la Fraternidad Rosacruz Antigua deben meditar seriamente, para comprender los más elevados misterios de la vida.

Estos cuatro puntos nos deben servir de base para una comprensión formal del tetragrámaton, el que está debidamente estudiado en la famosa obra “El Tarot de los Bohemios”, por Papus, la que recomendamos a los buenos estudiantes.

La virtud, cualidad que tanto se admira en los seres humanos, en los raros seres humanos que la poseen, es el resultado de la sublimación estética y por tal es la creación y educación del Alma.

El entrenamiento para la consecución de tal virtud, consiste en transformar lo malo en bueno, lo innoble en noble, el odio en amor, la ignorancia en sabiduría, los impulsos de Eros en las alas de Cupido o bien la Venus terrena en la Venus Celestial. Todos estos son modos de indicar que el hombre debe ahuyentar el concepto de destrucción en la sublime idea de la regeneración.

Todo lo relacionado con los instintos genésicos, suele ser mirado con la cruel vulgaridad de la desviada inteligencia, hacia el miraje absurdo de una ley que de hecho tiene carácter trascendental y por tal es de orden alquímico-espiritual; todo lo relacionado con esta sagrada función debe ser rodeado con sentido de belleza, con frases de estética, con pensamientos de amor sublime y con sentimientos de divinización del ser. La insigne Maestra H. P. Blavatsky nos enseña que mientras el hombre no aprenda a ver en todo lo relacionado con la fuerza generativa un principio de belleza y de sublimación, no ha empezado su evolución consciente.

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LECCION 28

LOS MECANISMOS POR LOS CUALES ACTUA EL ALMA (CONTINUACION)

En la lección anterior vimos que hay tres átomos los cuales actúan en el vientre, el pecho y el cerebro. Ahora veremos cómo entre esos átomos y el Alma hay evidentemente una intima relación, pues aun cuando el del vientre cumple solamente funciones de orden orgánico, ellas están gobernadas o impulsadas por el átomo del pecho correspondiente al Alma, y en el cerebro actúa el átomo de la consciencia o átomo del Ego, pero éste tiene su relación con el Alma y el cuerpo a través de sistemas definidos que vamos a estudiar para comprender.

En el átomo del vientre, esfera umbilical, está lo que pudiéramos llamar el átomo bioquímico, el cual extrae del quilo de la digestión, la linfa, siendo por tal los vasos linfáticos los que distribuyen esta substancia por todo el cuerpo. El sistema linfático es el referente a la formación de las estructuras celulares, que sirven de fundamento al cuerpo físico.

En el pecho tenemos la formación de la sangre y por tal los vasos sanguíneos son los encargados de llevar el calor vital a todas las partes del cuerpo, modo a través del cual se expresa el Alma en calor y vida.

Del cerebro y emergente del átomo de la consciencia, parten las redes nerviosas que servirán de instrumento a la consciencia, para expresarse en funciones ya subjetivas, ya objetivas de la entidad viviente.

Así podemos ver recapitulando, que el sistema nervioso con sus dos fases simpático y cerebro espinal, son el instrumento de la consciencia subjetiva y objetiva respectivamente.

Que las arterias y venas son el instrumento de Alma en sus aspectos positivo y negativo, espiritual e instintivo. Los vasos linfáticos cumplen la función de servir de base a la sangre y al sistema nervioso, con las substancias requeridas para tales formaciones.

En el átomo del vientre domina la naturaleza bioquímica, pero está representada la vital o anímica en los vasos sanguíneos, y la consciencia en las redes nerviosas que penetran en la zona respectiva.

En la raíz de los vasos sanguíneos (corazón) están representados los otros dos átomos: el bioquímico en los vasos linfáticos que irrigan la zona y los nerviosos que la controlan, al para que la esfera allí dominante es la de los vasos sanguíneos.

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En el cerebro tenemos la raíz del sistema nervioso: cerebro espinal en el cerebro propiamente dicho y simpático en el cerebro posterior o cerebelo. El principio bioquímico en los vasos linfáticos que allí penetran; el álmico o anímico en los vasos sanguíneos, y el conscientivo en las redes nerviosas que tiene allí su nacimiento.

Así tenemos que la ciencia del Alma es real y positiva, pues ella tiene sus instrumentos substanciales, objetivos, que sirven de contextura a la naturaleza organizada del microcosmos, hombre. Es indispensable que los buenos estudiantes de lo trascendental, tengan nociones por el deseo de crecimiento, con el ánimo de superación y con la sola finalidad de capacitarse para ser mejor canal del Logos Solar y poder ser cooperadores en la magna obra de la evolución consciente.

Para establecer directo contacto con las más recónditas energías de la Naturaleza es indispensable la intrepidez del corazón en el sendero del más sutil como hondo sentido de la vida.

Intrépido es el corazón que ama a aquella persona de la cual solamente recibe desdén y odio. Intrépido es el corazón que en medio de la tragedia y dolor humanos, sabe sonreír con bondadoso y ardiente corazón para sostener la fuerza del optimismo sano, frente al ambiente descorazonado y pesimista. Intrépido es el hombre que sin esperar la admiración ambiente trabaja porque la verdad se convierta en luz que guíe el sendero de la evolución. Intrépido es el hombre cuando ajeno al cuchicheo de frases egotistas, se convierte en centro de altruismo irradiando solamente amor, fortaleza y dignidad.

Intrépido fue Buda al abandonar su herencia principesca e irse a la selva a meditar sobre las eternas verdades de la vida.

Intrépido fue Hermes al luchar contra la ignorancia y enseñar las verdades trascendentes que han de conducir a la humanidad hacia elevadas regiones.

Intrépido fue Jesús cuando predicó y practicó el amor sin distingos de clases, razas o duro medio circundante; sin arredrarse en lo más mínimo, soportó todos los dolores y todas las luchas que se interpusieron a su paso hasta la divina transfiguración, a la cual su personalidad se unió a su individualidad y su Ego se unificó conscientemente con el Cristo Solar. La intrepidez es, ha sido y será siempre, la magna virtud emergente del ardiente corazón que lucha porque la verdad, la belleza y el bien se conviertan en la triple fuerza y razón de ser de todas las actividades humanas.

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LECCION 29

EL ALMA Y EL DESARROLLO DE SUS VEHICULOS

Ya conocimos los tres puntos fundamentales en los cuales actúan las potencias del cuerpo, Alma y Espíritu. Ahora hemos de saber igualmente que todas aquellas energías se resumen, por gracia del amor, en el centro de la generación con el fin de perpetuar la especie y permitir así la evolución del Alma a través de la vida manifestada.

Hay algunos que pretenden concentrar toda su atención en los centros de la generación con el fin de lograr la regeneración total del ser psicofísico y sus verdaderos poderes. Durante la evolución del ser orgánico, tenemos que vislumbrar los procesos que se van desenvolviendo para llegar a conclusiones evidentes acerca de estos hechos trascendentales de la vida.

Durante los diez meses lunares que dura la gravidez, etapa en la cual la semilla se convierte en ser animado y viviente, se desenvuelve la parte objetiva del cuerpo impulsado este proceso siempre por el Alma y ésta por el Ego. Una vez que el ser humano ha sido separado de la madre, como la fruta se separa del árbol al llegar a su madurez, se inicia el proceso de crecimiento físico y desenvolvimiento por la utilización que las potencias internas van realizando en los vehículos que han de servir para manifestarse.

Durante los primeros siete años, se desenvuelve el cuerpo vital, y el niño está unido al vital de la madre, de tal modo que si la madre se enferma física o moralmente, el niño sufre las consecuencias por acción inmediata, pues su cuerpo vital aún no se ha separado totalmente. Este segundo nacimiento acaece pues a los siete años; de los siete a los catorce se va desarrollando el cuerpo de deseos el cual solamente llega a su plenitud a la edad de la pubertad; de los 14 a los 21 se desenvuelve la inteligencia, en relación con la presión del cuerpo de deseos y la energía vital; resultando de ello el hombre con sus cuatro vehículos fundamentales. La mezcla del vitalismo con los deseos, desarrolla los sentimientos en grado más o menos intenso, según la evolución del Alma peregrinante.

Durante esa etapa de la existencia —nos referimos desde el nacimiento a los 14 años— la esfera de la reproducción aun no se ha despertado, y es cuando el ser humano posee mayor cantidad de energía. Ningún organismo desarrollado puede ser tan dinámico y ejecutar tantos movimientos como lo hace el niño sin llegar a una gran fatiga, cosa que en aquél no sucede. Ello nos enseña prácticamente que el poder psicofísico del hombre está en la vitalidad y no en los elementos componentes de la esfera psicogenésica; por tal razón polarizar la atención del esoterismo en esa esfera, es desconocer fundamentalmente las esenciales leyes vitales.

El esqueleto alcanza su plenitud a los 21 años y es entonces cuando la mente se considera racionalmente responsable de actos sociales. El sistema nervioso se va haciendo más complejo en la especie a medida que aumenta el número de las emociones y de las funciones intelectivas; él está pues en relación directa con el cuerpo

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de deseos; en cambio la vitalidad es poderosa en los años juveniles, cuando la sangre es más sana, fuerte y pura, y se deprime con el correr de los años, a medida que ella se intoxica, físicamente por los residuos no eliminados de la nutrición, mentalmente por los pensamientos erróneos, y psíquicamente por las emociones incontrolables y ajenas a la armonía espiritual de la vida.

Lo anterior es demasiado claro para que tengamos dudas acerca de cuál es el vehículo por el que se debe iniciar el desarrollo oculto; este vehículo es por tanto el cuerpo vital, cuya raíz o núcleo operativo está en el pecho.

El cultivo de la estética es en realidad de verdad el camino más claro y definido para el desarrollo del Alma; por tal razón el idealista debe abstraerse oyendo música selecta, debe leer obras de estética, debe contemplar los cuadros de los grandes genios en pintura y escultura, pero sobretodo debe aprender a sentir las bellezas de la Naturaleza en toda su sublime grandiosidad. Nada debe pasar desapercibido a la sensibilidad del idealista: una noche de luna con brillantes estrellas, un amanecer en el cual los dorados rayos del sol inunden con expansión y plenitud de vida todo cuanto existe; la veloz marcha de una gacela, la delicadeza del pétalo de una flor, sus delicados matices, su esencia, su delicado aroma, y en fin, todo aquello que pueda despertar el sentido íntimo de amor hacia lo bello, debe ser motivo de entrenamiento estético para el desarrollo de muestra Alma.

Mucho se ha escrito y hablado acerca de la concentración mental, lo que permite enfocar todas las fuerzas del intelecto en un punto cualquiera, y ello es de importancia, pero muy poco se ha hablado de una condición o facultad superior a la mente; tal es la IMAGINACION, facultad ésta que nos eleva por encima del mundo tridimensional y nos lleva en alas de genio a comulgar con el infinito. La imaginación ardiente y efectivamente dirigida hacia la búsqueda de algún sentido o de alguna verdad trascendente, es la llave mágica que nos pone en relación con los internos mundos y nos abre el campo trascendente de ultra.

El desarrollo del Alma a través del sentido de las cosas, desenvuelve prodigiosamente la inteligencia y da vigor y salud al cuerpo. No olvidemos que el Alma, no solamente en el sentido ideal , sino también real, ocupa el punto medio entre el cuerpo y el Espíritu, y por tal razón es el verdadero mediador plástico de los alquimistas y Rosacruces de todas las edades. Es el centro virtual donde se debe desenvolver la Rosa, que bien representa en forma ideal la armonía de los contrarios. Estos contrarios, son el cuerpo con su fisiologismo, y el Ego con su consciencia, mientras que el Alma representa el sentir, que los coordina.

La trilogía cuerpo, Alma y Espíritu, es el fundamento de la verdadera tradición iniciática de las edades. El cuerpo es el instrumento denso por el cual opera el Alma, ésta es el mediador plástico a través del cual se manifiesta el Ego, mientras que éste es el centro de consciencia dentro de la Gran Conciencia, la Conciencia Kósmica. El trabajo del esoterista, está pues en el desenvolvimiento del cuerpo vital, en álmicos procesos de superación y de ennoblecimiento. La esfera psicogenésica en sus funciones dinámicas, debe ser sublimada a través de nobles sentimientos, y considerada en la consciencia como algo de orden trascendental, donde opera el Logos para los fines grandes de la evolución y crecimiento.

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LECCION 30 LA IMAGINACION

En la anterior lección hemos visto que el Alma es el principio mediador entre el cuerpo y el Espíritu interno o Ego. En esta hemos de comprender cómo el Alma tiene dos instrumentos que le permiten relacionarse con el cuerpo y con el Ego, siendo en sí misma la Imaginación de la Naturaleza.

Si el estudiante recuerda o bien, si revisa el curso, sabrá que la mente es el summum de la evolución del cuerpo, que la ternura lo es del Alma, y que la consciencia es manifestación del Espíritu. La mente es el instrumento que relaciona el cuerpo con el Alma, y el amor o sentimiento, el vehículo que relaciona el Alma con el Ego, mientras que el Alma en sí misma es imaginación. Por lo tanto la imaginación es “el instrumento de la adaptación del Verbo”. Es así como el insigne kabalista Eliphas Levi nos da a conocer el secreto o misterio de la magia.

A través de las edades el cuerpo ha pasado por cuatro etapas de desarrollo, y por tal ha llegado a su plenitud como organismo diferenciado, resumiendo sus potencias en la mente. La mente es débil o fuerte según la capacidad vital del cuerpo, de tal manera que si el cuerpo está bien nutrido la mente es fuerte, y si aquél está débil la mente igualmente carece de verdadera capacidad. La imaginación es bien diferente. Si el cuerpo está débil la imaginación es más vívidaa, y si el cuerpo está fuerte la imaginación se debilita o enerva, descontando naturalmente el caso de almas muy desenvueltas, pues en éstas su propia virtud no es frenada y controlada por las potencias o deficiencias del cuerpo y su vitalidad.

El cultivo del Alma es pues el cultivo de la imaginación creadora. Cuando se vincula con el cuerpo da potencia a la mente iluminándola, y cuando marcha hacia el espíritu, se desenvuelve el divino potencial del amor, factor determinante del verdadero progreso en la senda infinita de la evolución.

En cada encarnación el Ego aumenta el potencial del Alma a través de los procesos estéticos, románticos e imaginativos. Se puede decir enfáticamente que el Ego no puede exteriorizar sus poderes sino a través del Alma, es decir, de la Imaginación Creadora.

Hace tiempo que un periódico afirmó enfáticamente que la imaginación, siendo la maga de los cuentos, no podía ser desarrollada ni se descubriría nunca sistema para su desenvolvimiento. Ello habla bien a las claras de la inocencia, de la ignorancia con que se tratan estos temas referentes al aspecto psíquico-espiritual de la entidad humana.

Los Rosacruces Gnósticos nos enseñan cómo desenvolver esta preciosa facultad, pues éstos como endoteristas que son, saben exactamente cuáles son los reales mecanismos del hombre y sus modos de crecimiento y evolución.

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El practicante toma en su mano una semilla natural, teniéndola en la concavidad de su mano; la observa algunos segundos, luego cierra los ojos y continuando con la semilla dentro de la mano, encerrando ésta con afecto, con cariño, como que allí oculta el misterio de la vida, imagina que se traslada a un lugar en donde deposita la semilla en tierra fecunda. Este acto lo imagina y lo siente con todo el afecto que le sea posible; luego ve en su imaginación cómo bajo la acción del calor del seno de la madre tierra, el oculto germen, la virtual semilla, empieza a expandirse, a multiplicar sus células, a aumentar su volumen en línea de crecimiento para abrirse campo en dirección en donde hallará la luz solar; rompe la tierra, surge a la luz, y luego, bajo la acción del doble impulso, el calor terrestre y la luz solar, aumenta el proceso de crecimiento y multiplicación celular de tal modo que millones de átomos se concretan en células y éstas en estructuras de brotes, tallos, hojas, ramas, botones, pétalos, flores, semillas, aromas y luego bajo la acción prodigiosa del impulso divino de la vida, esa pequeña semilla inicial se ha multiplicado en muchas semillas, que cayendo del árbol matriz a la tierra prolífica multiplican la especie, siguiendo este proceso hasta cubrir grandes áreas, y las semillas de esta plantación, llevadas ya por la acción de los vientos, ya por las abejas que vienen a libar la miel de la flores, ya por las aves que volando en los espacios, descansando en los árboles y alimentándose de sus frutos conducen las semillas de los mismos a diferentes lugares, verificándose así el proceso magnífico de la multiplicación y crecimiento de la vida en manifestación, en tiempo y espacio.

En la visión maravillosa de éstos procesos vitales, nuestra imaginación se irá exaltando, y despertando en ella la fuerza del amor que la vincula al Ego y así se desenvuelve ésta para que sea un adecuado instrumento de manifestación del divino Ego, centro de consciencia y de amor.

Expandiendo el proceso anterior, comprenderemos también cómo el poder vital latente en el mineral, se transfiere al vegetal en móvil proceso de dinamización, y que luego a través de la planta logra la sublimación que le capacita para transformarse en semilla, en fruto, y éste servirá de alimento al reino animal, prosiguiendo con el animal humano, y en éste último laboratorio se sublima aún más pasando de lo subjetivo a lo objetivo para convertirse en mente, actividad inteligente que diferencia al bípedo de sus congéneres o hermanos menores en la escala infinita del progreso.

En aquél organismo podrá actuar el mediador plástico, el Alma del Mundo, la imaginación creadora, la brillante pentalfa o estrella de cinco puntas que guiara a los Magos para encontrar el lugar de nacimiento o encarnación del Logos Creador, del Verbo de Vida.

En las folklóricas leyendas de todos los países de la tierra, hallamos siempre referencia a las hadas, genios maravillosos que tenían la cualidad de comunicar por arte mágico virtudes extraordinarias a sus protegidos. Esta hada maravillosa, hija de los bosques del ensueño, es la Imaginación Creadora, la cual si es delicada, si es pura, si es esplendorosa y sensible a sus creaciones, dará a su poseedor salud, belleza, armonía, felicidad y éxito en todas la obras que emprenda. De ahí que la principal labor del endoterista esté en el desenvolvimiento y educación de esa prodigiosa condición de la vida llamada Alma por los místicos, Imaginación por los magos, hadas por los soñadores y en fin, sentido estético por aquellos que la aprecian a través de la armonía que produce la contemplación de lo bello.

El esoterista debe pues descubrir la belleza en todas partes: en el ave que vuela, en la mariposa que ondea exhibiendo sus bellos colores sobre los prados fecundos, en el

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Sol que nace, en el que declina, en la belleza morfológica de todas las estructuras, porque la belleza no es un concepto sino un sentido de armonía.

Usemos la clave de los Gnósticos y así crearemos Alma y de paso, habilitaremos la manifestación de nuestro Ego divino. La práctica sobre la semilla, es algo grandioso y debemos convertirla en realidad.

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LECCION 31

EL PUNTO DE RELACION ENTRE LO CONSCIENTE Y LO SUBCONSCIENTE

En la lección anterior vimos cómo el Alma es imaginación, y también conocimos el procedimiento para educar esa facultad o instrumento del Ego en sus actuaciones diversas, energía determinante del verdadero progreso de la entidad humana.

En esta lección enfocaremos la verdadera situación del Alma y demostraremos que ella está en el dintel de los dos mundos, consciente y subconsciente.

Revisando lo ya estudiado se recordará que la mente es el súmmum de la evolución del cuerpo, mientras que la ternura lo es del Alma, y la consciencia manifestación del Espíritu.

Freud, creador de la escuela Psicoanalítica, seguramente no hizo otra cosa que revivir el conocimiento hermético de que: “Tal como es adentro es afuera, y tal como es afuera es adentro.”

Lo de adentro, lo íntimo de nuestro ser, es el subconsciente, mientras que lo de afuera, lo externo, es el consciente.

Es importante, o mejor dicho supremamente importante, que los estudiantes de lo trascendental estudien algo de psicoanálisis, porque ello les ayudará a solucionar multitud de problemas de orden psicofísico y luego psico-espiritual.

En la marcha del tiempo relativo, en el cambio que se sucede entre la noche y el día, hay dos momentos, el uno al declinar la tarde y el otro al amanecer, que se llaman penumbra, es decir, un momento en el cual no está definida ni la luz ni la sombra; es semi-luz, semi-sombra; ese punto es nostálgico o bien promesa de alegría.

La penumbra al declinar la tarde es semi-nostálgica, porque el consciente comprende que está feneciendo la luz y vamos a penetrar en la quietud, en la sombra de la noche; al amanecer, la aurora es el preludio que nos anuncia el Fiat-Lux, el momento en el que la Vida Solar se infunde en la Naturaleza toda; gorjean las aves, mugen los ganados, se abren los pétalos de las flores, se desperezan los miembros de los seres vivientes, la energía vital se manifiesta con inusitado esplendor, y todo revive bajo el mágico encanto de la aparición de la Luz.

Este hermoso hecho que se verifica cada veinticuatro horas, nos habla a las claras de cómo la Luz es Vida, calor y movimiento, mientras que el otro fenómeno, el de la tarde, el de la caída del Sol, es anuncio expresivo de decrepitud, muerte, destrucción, pasividad, inercia, letargo, y en fin, de aniquilación para que en la hondura de las cosas se realice la cosecha de la experiencia y se madure la semilla dentro de su cáscara o envoltura, para surgir en ese próximo futuro del amanecer, que es la aurora de la Vida.

Ese hecho nos refleja también el fenómeno de la muerte tal como la juzgamos superficialmente, pensando que al terminar un ciclo de vida terrena, todo acaba según el

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concepto materialista, y según el concepto ortodoxo apareceremos ante el Gran Juez para ser enviados al cielo o al infierno según la balanza de nuestros actos; pero según la ciencia y la experiencia de los Adeptos Iniciados, este es un proceso de recapitulación de experiencia para renacer en una nueva aurora, en un nuevo día cuando el proceso operativo de la semilla vuelva a amanecer en el fenómeno de la creación activa para continuar el proceso de la evolución creciente.

Los ciclos de la Naturaleza muestran la realidad palpitante de la sabiduría de los Iniciados.

El Alma humana, la Imaginación Creadora, en el terreno de lo anímico, precisamente es ese momento de relación entre la luz y la sombra, entre lo consciente y lo subconsciente o subjetivo del ser. De tal suerte que el cultivo y desarrollo del Alma establece el puente de relación entre lo consciente y lo subconsciente, como entre lo subconsciente y lo consciente.

Es por ello que las primeras instrucciones que recibimos al hacernos miembros de la Augusta Fraternidad de los Rosacruces, es practicar el ejercicio retrospectivo, para vincular al consciente, lo subconsciente de las experiencia diarias; y luego en la mañana al despertar, verificar de nuevo la relación entre lo subconsciente y lo consciente del nuevo nuncio de experiencias cotidianas. Estos dos momentos son extraordinarios y son también las cumbres por ley natural en la actuación del Alma. La imaginación es más delicada al caer de la tarde y más viva al amanecer.

La Escuela del psicoanálisis ha estado buscando ese punto, que los Rosacruces conocen desde milenios. De tal suerte que si bien la doctrina psicoanalítica nos muestra la importancia y la necesidad a un mismo tiempo de auscultar nuestro ser psíquico, el ocultismo, nos da la clave para establecer el puente de relación; tal es la Imaginación Creadora.

Todos los problemas de orden moral y físico, enfermedades y complejos de todo género, son el resultado de la carencia de relación entre lo consciente y lo subconsciente, entre la luz y la sombra de nuestro ser psíquico. El endoterista tiene en sus manos la clave y por tal razón debe ejecutar cuidadosamente sus ejercicios matutino y vespertino; debe valerse de la penumbra para proyectar luz en la sombra, y sacar de la sombra destellos de Luz, y un día no lejano, siguiendo este camino, alumbrará el Sol de medianoche, y el Ego utilizando el Alma habrá encontrado la estrella redentora que lo conducirá con su Luz al lugar en donde el Cristo Niño, el Logos Solar, empieza a desarrollarse y crecer dentro de sí en medio de animales (pasiones), y protegido por su Madre, la Naturaleza, y bajo la regencia de su Padre, la Consciencia Universal.

Entonces habremos trascendido lo exotérico de la ideas corrientes, y habremos llegado a lo endotérico, a la verdad trascendente, y después encontraremos todavía algo más elevado y más sublime que es el mundo de la ESPIRITUALIDAD CONSCIENTE.

Aún cuando el estudio del psicoanálisis debe ser en cierto modo tema obligado de los estudiantes, sin embargo daremos una idea de lo que es y en qué consiste: todas las impresiones diarias nos producen satisfacción o dolor según la índole de la experiencia o del deseo que a ella queda encadenada; si no logramos la satisfacción del mismo, llevaremos una sombra de nostalgia, la cual se enquistará en el subconsciente y se convertirá en la razón de ser de muchos dolores y miserias, que en nuestra ignorancia atribuimos al hado, al azar, y en fin a la buena o mala suerte, frase que bien revela la irresponsabilidad, la inconsciencia con que la humanidad ha vivido la vida; no hay suerte ni azar, nosotros con nuestro modo de actuar y de pensar engendramos lo

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positivo o lo negativo de la existencia y el único sistema de poner en claro el conocimiento de esta ley, es el de conocer las estrechas relaciones que hay entre lo consciente y lo subconsciente del ser psicofísico y psíquico-espiritual.

No olvidemos pues aprovechar debidamente la penumbra, la línea demarcadora de los dos mundos para establecer el puente y relacionar conscientemente lo objetivo con lo subjetivo, y a la inversa. Así cultivaremos el Alma y aumentaremos nuestro crecimiento evolutivo.

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Israel Rojas ( Raghozini)

LECCION 32 LA LEY DE ARMONIA

“Fiat Lux”. La palabra como sonido es productora de Luz, o más bien generadora de movimiento que es el que produce luz y calor. Luz, calor y movimiento son los tres aspectos de la divina actuación del Logos dentro del Sistema Solar; el Logos, es decir el sonido, es la razón de ser de la existencia de cada cosa y del Universo en general.

Algunos ocultistas no precisando bien los hechos, suelen confundir al Logos, al Sonido transformador y sostenedor de Universos y de Mundos, con Dios, es decir, con el Espíritu Esencial de todo cuanto es, ha sido y será. Por tal razón, debemos establecer categóricamente la diferencia entre un Logos, es decir, un centro de Consciencia de un Sistema, y el Absoluto Dios sin límite en tiempo y en espacio.

El Logos Solar, el Sonido base que sostiene la estructura del Sistema Solar, es lo que se conoce en la literatura espiritualista con el nombre de Cristo.

Los estudiantes de la más sublime de las ciencias, deben saber esto con toda claridad para evitar confusiones que obstaculizan la verdadera comprensión de las leyes de la vida.

La fundamental ley de la existencia es armonía; la armonía sostiene en punto equilibrante la dualidad, lo masculino y femenino, la electricidad y el magnetismo, la luz y la sombra, el espíritu y la materia. De tal suerte, que la armonía es la ley de la existencia en cualquier cosa o ser, de todos los que pueden ser definidos y estudiados dentro del conjunto universal.

Si tuviésemos suficiente evolución para sostener la armonía de los opuestos dentro de nuestro ser psicofísico, podríamos conservar nuestra existencia humana en forma indefinida; pero como carecemos todavía de la evolución suficiente, entonces prepondera en nosotros alguna fuerza que al causar inarmonía en el conjunto de nuestro ser, va destruyendo progresivamente nuestro organismo psicofísico y naturalmente tiene que llegar el momento en que haya que huir como Egos, abandonando un organismo que al haber perdido la armonía , ya no es un adecuado templo de nuestro ser interno.

Mientras exista armonía entre la asimilación y eliminación proporcionadas, ciertamente habrá inmortalidad en la vida celular; pero cuando domina la asimilación o la eliminación, viene la natural inarmonía y por tal razón la destrucción de la forma, la dispersión de la substancia, la terminación de la vida de una célula que es la base y fundamento de la estructura organizada de un ser viviente cualquiera.

Al movilizar el punto matemático de la armonía, resulta la actuación de la ley conocida como causalidad o karma, hecho que nos permite ver con claridad todos los acontecimientos que rodean la vida de un ser, de una especie, de un Mundo o de un Sistema de Mundos.

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La ley de causalidad, única que explica la razón de las diferencias tanto humanas como de seres y de cosas, emerge, procede, tiene su origen en el punto matemático de la armonía.

Y aquí llegamos a algo que los estudiantes de América no conocían en ninguno de los libros hasta ahora escrito ni en los cursos de ninguna de las instituciones que hasta este momento distribuyen orientación filosófica conocida en este hecho esencial, es decir, de dónde procede o parte la actividad llamada causalidad; la causalidad, Némesis de los griegos, Karma de los filósofos de Oriente, tiene su raíz en el punto matemático llamado armonía, Od, o bien electromagnetismo.

Concebir la existencia de algo como abstracto y absoluto espíritu, o bien imaginar que sea absoluta materia, es concebir solamente los extremos de una misma cosa única y eterna. Espíritu sin substancia, sería fuerza sin resistencia o mejor dicho nada; concebir substancia únicamente o sea resistencia sin fuerza, sería concebir la absoluta inercia, lo que realmente no existe en ninguna parte, puesto que todo está en perpetuo movimiento. De tal suerte que espíritu-materia, fuerza y resistencia, electricidad y magnetismo, etc., son la verdad fundamental de la verdadera ciencia endotérica.

El punto matemático, el punto medio de ese imán universal, el cual trae por un polo e irradia por el otro, es dentro del ser humano el ente llamado Alma. El Alma es por lo tanto el punto matemático de armonía entre el Ego y el cuerpo, entre el espíritu encarnado y la materia que le sirve de instrumento. El Ego es el espíritu dentro del hombre, el cuerpo la materia del mismo, y el Alma el electromagnetismo, el Od , o sea la armonía que debe existir para que los dos aspectos cumplan su función que les esta encomendada dentro del ritmo maravilloso de la evolución.

Los estudiantes deben meditar seriamente hasta actualizar la completa consciencia concerniente a la ley de armonía, ley que todavía no había entrado en el escalafón de nuestras investigaciones ocultas y que hoy en este curso entra en la esfera del conocimiento, para que un día llegue al de la realización.

Comúnmente satisfechos estábamos con comprender las diferencias humanas y los estados en la evolución, al saber que la ley de causalidad o Némesis, definía con satisfacción los hechos, pero seguramente no había pasado por nuestra inteligencia de estudiantes el inquirir cuál la raíz, el punto matemático del cual debía partir la acción para convertirse en reacción, cuál el punto de apoyo para la palanca de que nos habló Arquímedes; pues bien, ese punto de apoyo para mover las fuerzas del Universo, es la armonía; no habiendo armonía, no hay estabilidad, y no habiendo estabilidad, no hay apoyo, y no existiendo el apoyo, no puede haber desplazamiento de fuerza efectiva.

Por ello, cada estudiante debe meditar seriamente en la armonía para que comprenda que ella en el hombre es el Alma, que ella en el Universo es el punto matemático de la cruz que permite que las fuerzas centrífuga y centrípeta mantengan la estricta marcha armónica de los Mundos y de los Sistemas de Mundos, de la humanidad y sus íntimas correlaciones en la evolución y multiplicación de la especie, de los animales, de los vegetales, y sobre todo, de la potencia base de todo el proceso bioquímico que es en sí el reino mineral, esqueleto de la tierra, esqueleto de animales y hombres, y base fundamental de la estructura morfológica del vegetal.

¡Oh armonía! ¡Oh punto matemático, centro maravilloso de la cruz dividida, rosa esplendente de los Rosa Cruces, armonía de los opuestos, razón de ser de todo cuanto existe, a ti divina esencia, nuestras mentes y nuestros corazones!

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LECCION 33 EL PUNTO DE PARTIDA DE LA CAUSALIDAD

En la lección anterior penetró, y penetrar debe con verdadera responsabilidad el conocimiento de la ley de armonía, condición natural indispensable para que de éste, como punto de apoyo, surja toda la posibilidad de movimiento.

Se ha hablado siempre de la ley de causalidad, y se ha dicho con sabiduría que los efectos siguen a las causas como la sombra al cuerpo, y esto es de una exactitud matemática.

Pero no habíamos pensado cómo era posible que el movimiento de la causalidad se produjese, al no conocer el punto de partida, la base de toda posible acción.

Se observamos detenidamente el movimiento de una rueda, descubriremos muchas cosas que se escapan a la percepción del hombre común. Cuando la cima de la rueda marcha hacia adelante, la sima está marchando hacia atrás y estos dos puntos de inferencia son los que producen el constante movimiento; cuándo el lado semicircular de atrás en el movimiento marcha hacia arriba, el inmediatamente opuesto desciende o va hacia abajo. En un momento dado del movimiento podemos descubrir exactamente una cruz, y solamente los radios de la rueda que están en ese estado crucial, son los que presentan resistencia, mientras que los otros esperan su turno para encontrarse en las mismas condiciones y cumplir su cometido.

Analizando el volumen de la rueda, encontraremos que la periferia se mueve a menos velocidad que la progresión aritmética de la periferia al centro, hasta llegar al eje o núcleo, en el cual el movimiento resulta mucho menos rápido, debido a la limitación del círculo cada vez más cerrado, hasta llegar al punto matemático o núcleo, donde realmente tenemos que descubrir un punto idealmente inmóvil que sirve de armonía a la marcha del conjunto; esa inmovilidad puede ser juzgada como un extraordinario movimiento que no pueden registrar nuestro sentidos, o bien un quietismo que permite el movimiento periferial.

Así exactamente es todo en la Naturaleza. La acción de la rueda necesariamente nace de ese punto nuclear y termina en el mismo con su poderosa acción y reacción. La ley de causalidad en las cuestiones relacionadas con nuestra vida activa, obra exactamente igual; nace del punto armónico, marcha en forma espiral haciendo círculos hasta que concluye por agotar su energía en el punto de partida, que no es otro que el punto de armonía.

Cada vez que ejecutamos un movimiento, éste se apoya, nace en el punto armónico de la energía creadora, se mueve en círculos espirales, alcanza el objeto sobre el cual fue disparada la acción, produce en él el efecto, para que de allí surjan otros, siendo en este caso causa y así sucesivamente hasta que la onda regresa al punto inicial del movimiento de partida, en forma y con poder inevitables.

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De tal suerte que la ley primordial que el endoterista debe tener absolutamente en cuenta, es el punto matemático de la armonía, razón de ser de toda acción, de todo posible movimiento.

El corazón humano tiene su diástole, su sístole y su punto de reposo; ese momento de reposo es la armonía que permite los dos movimientos. En el proceso de contracción la sangre es lanzada a todo el organismo y en el de expansión la recibe de nuevo para que siga en forma indefinida la marcha regular del principio vital o espirituoso que marcha en tan precioso líquido.

El Sol envía su luz a los planetas y luego concentra el calor para producir de nuevo el movimiento.

Seriamente debemos meditar sobre el punto de armonía, porque es en él en donde tenemos la posibilidad del movimiento que de allí ha de surgir, y por tal, debemos conscientemente seleccionar el tipo de movimiento que vamos a ejecutar, porque una vez iniciado, ya no podremos detener el resultado de la acción.

Ley de armonía, ley única que sirve de base a la causalidad, y ésta es la razón de ser de todos los movimientos físicos, anímicos o metafísicos que podemos constatar y comprobar en todas las esferas de la vida.

Todas las mañanas al despertar, nos encontramos en un punto de armonía del cual van a partir nuestras labores diarias. En tal momento debemos trazar imaginativamente el plan de nuestra correcta acción, el orden, el sistema y la manera como vamos a ejecutar nuestros movimientos y actos, y pronto descubriremos que se establece en nuestra vida diaria una verdadera concordancia y un positivo éxito en las empresas que emprendamos. La falta de plan es lo que hace que malgastemos vanamente el tiempo y que muchas de las cosas que pensamos hacer, dejen de ser ejecutadas. El punto matemático de nuestras acciones debe ser aquel de perfecta concordancia entre el pensar y el sentir. El pensar es manifestación de la psiquis y el sentir lo es de nuestro Ego Interno. Aprender a sentir es actualizar consciencia acerca del Ego; aprender a pensar es desenvolver los poderes de la psiquis.

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LECCION 34

JERARQUIZACION DE LOS VEHICULOS Como hemos visto en una lección anterior, el Alma es el cuerpo físico del Ego,

mientras que el cuerpo denso lo es del Alma. Resulta de ello que el Alma es el poder mediador entre el Ego (centro de consciencia) y el cuerpo, pasivo instrumento que sirve para despachar los negocios en este mundo de tres dimensiones. El Ego es el observador silencioso de las operaciones del Alma y por tal razón es ésta la que actúa y se responsabiliza de las causas y de los efectos.

El Alma tiene como instrumento de acción al cuerpo vital, al de deseos y a la mente. Esa triplicidad constituye efectivamente al Alma, mientras que ella por ser, en si misma, es, como ya lo hemos visto, la imaginación. De tal suerte que la imaginación creadora es la síntesis, o súmmum idealizado de cuerpo vital, deseos y mente.

Así como el Ego es la síntesis del triple espíritu: Espíritu Divino, Espíritu de Vida y Espíritu Humano, así el Alma representa la triplicidad inferior que acabamos de analizar, siendo ella quinta esencia o eslabón del Ego, lo de arriba, y el cuerpo, lo de abajo.

El cuerpo está constituido por materia sólida, líquida y gaseosa, otra triplicidad que será estudiada en su oportunidad.

De tal suerte que tres principios o estados materiales que se resumen en uno, tres aspectos mediadores que se resumen también en un aspecto sintético, y un triple espíritu que constituye la parte más elevada del hombre actual, nos dan los nueve poderes o Sephiroth de la Kábalah, con su punto matemático o Kether, síntesis y punto radical de los diez poderes de la Naturaleza, manifestados.

Todos estos aspectos deben ser cuidadosamente catalogados en la consciencia, para los nobles fines de una correcta comprensión.

El estudio del Alma, es el del mediador plástico de los Martinistas, es el de la Luz Astral de que nos habla con tanto cuidado el insigne kabalista Eliphas Levi.

El Alma, pneuma, Aliento de Vida manifestado, es el poder virtual de la existencia diferenciada.

Los animales como su nombre bien los indica, tienen ánima, alma, y de ahí que disponen de pneuma, es decir, de aliento inspiratorio y espiratorio, lo que les permite posibilidad de libre movimiento y acción.

El hombre además del Alma, posee un Ego, centro de consciencia diferenciada y esto lo hace ser distinto del animal en muchos aspectos, mientras que el Adepto posee Alma, Ego y Mónada, y entonces resulta infinitamente superior al hombre.

Así hemos de entender en forma definida y jerárquica la diferencia entre los diversos seres manifestados, pero aún hemos de ser más explícitos para entender la jerarquía en forma sana y correcta.

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Procedamos recapitulando:

— El reino mineral posee cuerpo denso; los demás vehículos se hallan latentes.

— El reino vegetal posee cuerpo denso y vital.

— El reino animal posee cuerpo denso, vital y de deseos.

— El reino humano posee cuerpo denso, vital, de deseos, mente.

— El Maestro posee cuerpo denso, vital, de deseos, mental y sensorial crístico.

— El Adepto posee cuerpo denso, vital, de deseos, mental, sensorial crístico y consciencia.

Así tenemos una formal inteligencia de la jerarquía, acentuando el hecho de que los vehículos inferiores están gobernados, debidamente administrados por los Maestros verdaderos, y en forma integral por los Adeptos, mientras que nosotros, los seres humanos en proceso de evolución, estamos desordenados, carecemos de coordinación, de control, de armonía, y de allí la razón de ser de los múltiples desequilibrios que nos caracteriza.

Para que un maestro lo sea de verdad, es indispensable que su cuerpo denso esté completamente gobernado por el cuerpo vital, que éste esté dirigido por la fuerza del deseo, que el deseo esté encauzado por la potencia mental, y que ésta a su vez sea totalmente gobernada y sublimada por el poder del amor. Un ser así si es un perfecto Maestro, y como bien podemos verlo, ellos infortunadamente escasean en el mundo; al ser que ha llegado a la verdadera maestría, tenemos que considerarlo como perfecto en medio de la colectividad humana.

El Adepto que posee cuerpo denso, vital, deseos, mente, amor perfecto y consciencia unificada con la consciencia del Logos Solar, resulta ser una perfecta deidad para nosotros los seres comunes y corrientes.

Cuando hablamos de los Maestros, debiéramos hacerlo con completa devoción, para así ir sublimando nuestros vehículos e irlos colocando en armonía con la Oculta Jerarquía.

Cuando en alguna forma nos hayamos de referir a los Adeptos, la devoción es bien poca cosa, pero será lo único que podemos emplear para referirnos a tan grandes seres, porque el éxtasis contemplativo, que sería lo adecuado, es aún un estado no alcanzado por nosotros.

Un buen entendimiento de la Jerarquía nos colocará en el verdadero humano terreno que nos corresponde y así no hablaríamos con tanta superficial ligereza como solemos hacerlo de aspectos y de seres cuya evolución, nuestra inteligencia no alcanza a comprender verdaderamente. Pedimos a nuestros compañeros en estudio que vuelvan a leer o estudiar cuidadosamente las lecciones referentes al Alma, pues la próxima entrega nos dedicaremos al análisis del cuerpo, y después de haberse terminado el estudio, trataremos de verificar una recapitulación partiendo del cuerpo, progresando sucesivamente a través del Alma, del Ego, de la Mónada, y aún leves reflejos de lo que puede decirse quizás en forma más bien negativa del Espíritu o Aliento Único.

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TERCERA PARTE DEL CURSO

LECCION 35 EL TRETRAGRAMATON

“El Espíritu actúa a través de las Estrellas fijas, el Alma a través de los móviles planetas, y el cuerpo en directa relación con los elementos”: Paracelso.

Ya hemos terminado el estudio relacionado con Espíritu y Alma, y ahora hemos de entrar en el cuerpo.

Los antiguos endoteristas sostenían que solamente había cuatro elementos, y hoy la química, al haber encontrado más de 100 elementos, cree que los antiguos estaban lamentablemente equivocados, pero al analizar detenidamente las dos concepciones, llegamos a la evidente conclusión de que los antiguos poseían mayor solidez en sus conocimientos, por estar mejor fundamentados, aun cuando los modernos piensen lo contrario.

Los elementos de los antiguos, son los cuatro estados en que se encuentra la materia en este mundo de mutaciones permanentes, de cambios constantes.

Los elementos de los antiguos son los cuatro estados de la materia: sólido, líquido, gaseoso y radiante. El estado radiante ha sido demostrado hace apenas algunas décadas, cuando se inició la investigación atómica, pues aún este estado radiante era negado por los físicos antes de encontrar los rayos X, para proseguir en las investigaciones atómicas.

Pues bien: los antiguos si estaban absolutamente seguros de los estados formales de la materia, y en ellos se fundamenta el concepto científico-místico de la cruz.

La cruz, cruzamiento de los elementos o mezcla de los mismos, es la razón de ser de todo cuanto existe en forma concreta.

Los Gimnosofistas quienes muchos siglos antes de Cristo habían ahondado profundamente los aspectos físico y metafísico de la Naturaleza, veían en la cruz la explicación clara, nítida de todos los fenómenos que la inteligencia del hombre había podido y podrá constatar en el futuro.

Cuando intentamos comprender que la fórmula H2O es el fundamento de la partícula de agua, es decir que al mezclarse, al cruzarse el hidrógeno y el oxígeno hacen posible la existencia del precioso líquido sin el cual ninguna vida individualizada es posible; también al descubrir en la marcha de los astros que las fuerzas centrífuga y centrípeta encuentran un punto medio de equilibrio que hace posible la armonía de las esferas, de los mundos en marcha, y al comprender que esa misma ley se manifiesta en el sístole y en el diástole del corazón y que en su punto medio o neutro de reposo está el misterio de la vida activa de los seres vivientes, y finalmente cuando seguimos observando para ir descubriendo progresivamente que todo obedece al poder de la cruz,

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no podemos menos que inclinarnos ante ella y adorarle, no con el sentido inconsciente del pseudo místico, sino con la comprensión clara y definida del que sí sabe, porque ha aprendido a ver en la Naturaleza la razón de los llamados misterios.

El cuerpo del hombre se halla equilibrado gracias a multitud de cruzamientos de las corrientes nerviosas, como por ejemplo, los ramales nerviosos procedentes del lóbulo izquierdo del cerebro se extienden ramificándose hacia el lado derecho del cuerpo, al par que los del lóbulo derecho dirigen su ramazón hacia la zona izquierda del organismo, pues no en otra forma sería posible el sostenimiento del equilibrio de ese ser bípedo que marcha erguido sobre la superficie de la madre tierra, entonces veremos la maravilla de la cruz.

Los órganos principales del cuerpo humano está divididos en cuatro partes:

El cerebro, tiene un lóbulo izquierdo, uno derecho, una médula oblonga y un cerebelo. Es decir que cuatro organismos diferenciados son el fundamento base del órgano pensante de la entidad humana.

El corazón tiene dos aurículas y dos ventrículos, es decir cuatro lugares perfectamente definidos.

El tubo digestivo está dividido también exactamente en cuatro partes: esófago, estómago, intestino delgado y colon o intestino grueso.

Cuatro extremidades relacionan al hombre con el mundo objetivo: dos brazos y dos piernas.

Cuatro grandes sistemas actúan en el conjunto orgánico: huesos, nervios, linfa y sangre.

Si observamos la Naturaleza, la vemos rigurosamente dividida en cuatro etapas; en la vida del hombre: niñez, juventud, virilidad y vejez.

En la marcha que la tierra realiza alrededor del Sol durante el año terrestre, tenemos: primavera, , verano, otoño e invierno.

El día y la noche se dividen en día, penumbra de la tarde, noche y aurora o amanecer.

Es prodigiosa esa división cuaternaria, la que muestra el dominio de los cuatro estados de la materia, tanto físicos como metafísicos, según la concepción que los sabios Iniciados de todos los tiempos han hecho de la materia.

Los estados físicos ya los hemos enumerado, o sea: estado sólido, líquido, gaseoso y radiante. Los estados metafísicos de la materia, son los llamados éteres de la Escuela Heindeliana, o bien los tatwas de los yoguis; son precisamente el estado sutil de la materia, y el estudiante de lo trascendental debe darse exacta cuenta que todo cuerpo físico tiene su contraparte etérea, y que realmente el arquetipo de un cuerpo es etéreo, mientras que la parte densa es solamente su reflexión coagulada.

Ese anterior punto, de orden puramente endotérico, debe ser cuidadosamente tenido en cuenta para posteriores investigaciones.

Esto del estado cuaternario de la materia, está rigurosamente ajustado al proceso oculto de las matemáticas: 1 + 2 + 3 + 4 = 10. De tal suerte que, de los primero cuatro números, salen todos los números imaginables. En esto fundamentó Pitágoras sus matemáticas sagradas.

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El número 1 ha sido siempre el representante característico de la paternidad; el 2, lo es de la maternidad; el 3, el del hijo, el cual lleva en si la posibilidad cuarta, de nuevas creaciones, pues a su vez asumirá esa función cuando le corresponda en su desarrollo biológico.

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LECCION 36

EL TETRAGRAMATON (CONTINUACION) El tetragrámaton es el tema obligado del verdadero ocultista que desee enfocar el

problema de la Vida desde un punto de vista verdaderamente científico.

La Naturaleza toda nos muestra la división cuaternaria y por tal razón ella está evidenciando la realidad operativa del tetragrámaton.

Las especies animales están divididas científicamente en radiados, moluscos, articulados y vertebrados. Cuatro pues son los arquetipos de las especies animales, en las cuales se desenvuelve el proceso vital para convertirse en consciencia focal, dentro de la gran consciencia.

Los radiados están catalogados en tres modificaciones; los moluscos, en tres, y los articulados también en tres. Los vertebrados que son los más elevados en el desarrollo diferencial de las especies, están diferenciados en cuarto tipos; ello quiere decir que los vertebrados resumen de nuevo el cuaternario o síntesis de la evolución animal.

La diferencia entre las especies en cuanto a la evolución se refiere, está definida por la progresiva capacidad de exteriorizar cada vez más la inteligencia.

En los vertebrados, la sangre caliente es el instrumento del espíritu grupo o Ego, según el caso.

En las especies inferiores, de articulados, moluscos y radiados, la diferencia de evolución se nota por la mayor o menor intensidad del calor de la sangre igualmente; a mayor evolución la sangre es mucho más caliente y así permite la manifestación más o menos definida del Logos Solar.

En los seres humanos la ciencia ha podido establecer siete clases de sangre, aun cuando realmente cuatro son las que caracterizan los verdaderos tipos en que se divide la especie humana.

El color del iris del ojo es lo único que nos muestra o evidencia el predominio de la línea parental, o del tipo de sangre que domina en un individuo determinado.

El iris color verde, muestra predominio en el individuo de la raza mongólica o amarilla.

El iris azul, la raza blanca o céltica.

El color carmelita muestra la sangre sirio-caldea, y el azul profundo que algunos comúnmente suelen llamar negro, nos muestra la sangre sur africana.

Así que son cuatro las razas: blanca (ojos azules); amarilla (ojos verdes); negra (ojos azul profundo) y caldea (ojos carmelitas).

Cada una de estas cuatro razas tiene predominio de peculiares cualidades en su Alma, y ningún ser humano escapa a esa influencia ancestral.

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Los cuatro colores del iris son únicos, pero naturalmente varían en tono, o sea en intensidad de color.

En la raza blanca predomina la inteligencia, en la amarilla los sentimientos, en la sirio-caldea el carácter y en la negra el vigor físico.

Estos tonos corresponden a aspectos anímicos que tienen predominio en los respectivos colores del iris, diferenciándose naturalmente por el Ego que ocupa el vehículo, su natural evolución, el medio en que nos corresponde nacer, la educación recibida, etc. pero siempre allá en el trasfondo domina la característica peculiar de la raza parental (la raza en la cual viene encarnando).

En alguien en el cual el color del ojo sea por ejemplo verde, se descubrirá gran interés por el ocultismo, y según su cultura creerá en cartománticos, se ocupará de astrología, será supersticioso de amuletos, o bien si su cultura es definida, entonces se ocupará del verdadero esoterismo.

Una persona de iris azul estará siempre pendiente del claro razonamiento, exigiendo el intelectualismo como proceso de comprensión para todas las cosas.

El de ojos carmelitas, si es culto, podrá llegar a ser de un gran carácter, y si no lo es, será más o menos testarudo o caprichoso, pero siempre con la tendencia a ser individualista.

El de ojos negros, siempre expresará gran resistencia física.

Estos hechos que podrían ser analizados y llevados a conclusiones maravillosas con relación a las razas, nos muestra la evidencia de que el número cuatro, la cuaternaria división de la Naturaleza, es un hecho absoluto en la vida fenomenal.

Hablando de organismos, tenemos también cuatro temperamentos: bilioso, nervioso, sanguíneo y linfático.

Estos cuatro temperamentos debieran ser bien estudiados por el médico, porque no es lo mismo medicinar al bilioso, que al nervioso, al linfático o al sanguíneo. La medicina que obra bien en el temperamento A, no puede dar el mismo resultado en el B, C o D.

Las cuatro estaciones del año: invierno, verano, otoño y primavera, son otra demostración de que el Cosmos obra bajo esa cuádruple polaridad. Los que deseen ampliar sus conocimientos con relación al tetragrámaton, deben estudiar con cuidado la obra “El Tarot de los Bohemios”, por Papus. En este prodigioso libro se estudia Kábalah, Alquimia y endoterismo en general, a través del tetragrámaton.

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LECCION 37 LA CRUZ DEL AZOTH

Los filósofos hermetistas llaman a la Deidad la Cruz de Azoth, considerando que todas las cosas han sido creadas por la acción de la cruz y se conservan por la armonía de los contrarios, otro hecho crucial, y que luego generan nuevos seres al cruzarse los opuestos; que la armonía de los mundos se verifica precisamente en ese punto crucial de los opuestos, logrando así la armonía del Cosmos.

Los seres más evolucionados de sangre caliente, los llamados vertebrados, sostienen su equilibrio funcional en la cruz constante de sus energías a través de los ramales de sistema nervioso, de los vasos sanguíneos, y en sus funciones externas por cuatro miembros, en el hombre brazos y piernas.

Las piernas son la objetiva manifestación de la voluntad, hallándose ésta radicada como energía en el centro de la generación, empleando los miembros inferiores para movilizarse con el fin de alcanzar su objetivo, es decir el punto en el cual ha colocado su voluntad.

Los brazos, son la exteriorización de la sensibilidad o del amor, cuyo punto matemático se halla en el centro, pecho, y corazón, donde radica el punto maravilloso de la armonía de los contrarios en materia sensitiva y activa.

En el centro de la cabeza, armonizando los lóbulos derecho e izquierdo, masculino y femenino, con el cerebelo como punto matemático y mediador, tenemos en dirección horizontal en la frente, el centro de la inteligencia, que es el que coordina, tanto el movimiento de las piernas, instrumentos de la voluntad y de la acción, como el de los brazos, órganos de la expresión de la sensibilidad. Es por esta razón que la pentalfa o estrella de cinco puntas es considerada como el símbolo del hombre perfecto.

Los vértices inferiores de la pentalfa corresponden a los pies, los laterales a los brazos abiertos y el triángulo con el vértice hacia arriba, que es la situación correcta de la pentalfa, simboliza o encarna el poder de la inteligencia.

Un hombre en el cual la inteligencia actúe coordinada con el sentimiento para realizar la acción, es hombre perfecto, por los mismos cuando así coincidan estas potencias.

Los cuatro animales de la Kabalah: el león, el toro, el hombre y el águila, están en directa relación con los cuatro órganos de acción, dos pies y dos manos; mientras que la virgen o Luz Astral actúa en medio, es decir en el punto de la voluntad, en el del sentimiento y en el de la inteligencia. Así comprenderán los estudiantes algo de lo que está revelando en la carta 21 del Tarot.

La clave 21 unida a la 12 son las dos llaves maestras del conocimietno endotérico.

La clave 12 es en primer lugar, un símbolo objetivo del Azoth el cual está compuesto por una cruz, la que aparece en el cruzamiento de las dos piernas del que está colgado de un pie y con la cabeza en dirección a la madre tierra; las dos columnas

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que sostienen al hombre, representan lo masculino y lo femenino; la vara crucial, la armonía de los contrarios; está colgando de un pie, el derecho, para indicar que su fuerza radica en lo femenino de su naturaleza o en la opuesta columna del templo; tiene la cabeza hacia abajo, recibiendo las fuerzas terrestres, tal como acaece durante el proceso d evolución fetal, en la cual el ser en evolución se está alimentando precisamente de esta energía, ya que la cabeza del embrión está en relación simpática con el sacro plexo solar de la madre y a través de la fontanela recibe esa prodigiosa energía Logóica que se llama Kundalini o Madre del Mundo.

El llamado ahorcado, debe llamarse verdaderamente crucificado, es decir sometido a la acción de los cuatro elementos.

Si el estudiante coloca la clave 21 del Tarot y superpone la clave 12, se dará cuenta del misterio de la Cruz y de los cuatro elementos.

En la clave 12, vemos numéricamente que el 1, o principio masculino, precede al 2, elemento femenino; en la clave 21, el 2, elemento femenino, precede al 1, potencia masculina.

Estos hechos anotados nos deben llevar a cuidadosas meditaciones. En la clave 12, vemos la preponderancia del varón, pero la absoluta necesidad de lo femenino de la Naturaleza; en la clave 21, vemos la preponderancia o dominio de lo femenino, pero la necesidad de lo masculino para su equilibrio. En la Masonería las columnas J y B están representando exactamente lo mismo, mientras que el sol que lleva en medio, generando frutos, da la clave de la actuación del Logos Solar en la generación universal de todas las cosas.

Las dos columnas, un sol y fruto, son los cuatro modos en los cuales la simbología salomónica ve los misterios de la generación universal.

Para los kabalistas son los cuatro animales sagrados. En la nueva dispensación o sea en la segunda parte de la Biblia, los cuatro Evangelios están estudiando cada uno la acción de una de esas fuerzas, expresiones o manifestaciones del Logos Solar o Cristo Cósmico.

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LECCIÓN 38 EL LOGOS SOLAR

En las precedentes entregas hemos venido canalizando los cuatro elementos o estados

de la materia, constituyentes de todo cuerpo organizado. En esta nueva lección penetraremos en uno de los aspectos velados en la leyenda mística cristiana, cuya clave poseen los Rosacruz Gnósticos.

Todo lo que en los cuatro Evangelios se dice acerca de Cristo o el Logos Solar, nada

tiene que ver con cuestiones históricas, sino que son hechos permanentes, absolutos y constantes en el proceso de la evolución de la vida y actualización de consciencia.

Cristo es la vida del universo y la consciencia es lo que Jesús, el Hombre, llamó “Mi

Padre y vuestro Padre”, mi “Dios y vuestro Dios”. El Logos Solar, el Cristo Cósmico, no fue crucificado sino que está crucificado, es decir

sometido a la cruz de los elementos, o lo que es conocido en la ciencia endotérica como la cruz del Azoth.

De tal suerte que si cuidadosamente transferimos al eterno presente toda la leyenda

gnóstica, la verdad del hecho se nos aparece con una meridiana claridad. La palabra Jesús procede del hebreo clásico que en nuestro idioma es Jeu, que quiere

decir fuego; de tal suerte que Jesús es el fuego encarnado en el hombre, conocido en el Oriente con el nombre de Kundalini y en el Occidente con el de Fuego Sagrado.

En este Fuego Sagrado, cuando es dirigido hacia el corazón y sublimado en él a través

de una profunda devoción, empieza a actuar el Cristo Cósmico y esta es la razón por la cual se dice que el Cristo es hijo del Espíritu y la Madre sin intervención del varón. Efectivamente el Cristo Cósmico actuando en el hombre regenerado es hijo de la Madre del Mundo, Kundalini, y del Espíritu o Logos Solar, que empieza a generarse y crecer en el corazón hasta llegar a la plenitud de vida y consciencia, abarcando el entero sistema donde actúa el Logos Solar teniendo como cuerpo denso al sol físico, siendo el sol espiritual su realidad o Verbo, es decir la nota que Iniciados como Platón llamaron música de la esferas.

Invitamos a los estudiantes a meditar rigurosamente en lo que antecede, para que de una

vez por todas comprendan que el Cristo, el Logos Solar, nació de la Madre, Fuego Secreto, también llamado Madre del Mundo, y del Espíritu, sin intervención alguna de varón ni de varona.

Así comprenderán que los Rosacruz Gnósticos guardan la pureza de los misterios en

todo su divino esplendor.

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En la cima del “Monte de la Calavera”, cabeza, está el punto donde se levanta la cruz o sea la actuación de los cuatro elementos que crucifican limitando y esclavizando al Logos Solar, hasta que resucite en el hombre regenerado, que ya en tales condiciones se llama Adepto o Hierofante, que es el verdadero ungido, cristianizado y regenerado.

Las cuatro etapas de la cruz, están encarnadas en los cuatro sentidos manifestados en

órganos operativos así: la boca con el gusto; la nariz con el olfato; los ojos con la visión y los oidos con la audición; el tacto se resume en la consciencia, tiene su centro de sensibilidad en el corazón y sintetiza a los cuatro anteriores.

De tal suerte que el Cristo, amor sensibilidad, está radicado etéricamente en el corazón

y sometido, crucificado o enclavado por aquellos sentidos a que hemos hecho referencia, los cuáles limitan la estética sensibilidad del amor universal a los cuatro sentidos objetivos y un tanto materializantes.

En la cima del Calvario se nos devela el prodigioso misterio alquímico en aquel

solemne momento en que el Crucificado dice a Juan, Aliento de Vida: “Juan , he ahí a tu hijo”.

La Naturaleza guarda y exhala el aliento de vida por la acción del interno fuego y ese

aliento o Juan simbolizado en el águila, es la quinta esencia o Azoth de los sabios, mientras que Cristo, el Logos Solar, está enclavado, crucificado o sometido a la acción de la cruz.

Judas, cuerpo de deseos, sacrifica lo divino por lo mundano y así alegóricamente vende

al Maestro por 30 monedas, triada referente al trino aspecto de las tres dimensiones Pedro, anciano de luenga barba, Escorpión, niega al Logos solar cuando canta el gallo; cuando la virilidad se hace sensible la pasión aparece y al hombre niega lo divino para buscar lo mundano.

No importa la religión, pues encontramos esta letra en Jehova con lo hebreos, en Alah

con los árabes o musulmanes, en Purusha con los brahmanes, en Elohim con los kabalistas, en Ahh con los mayas, etc. En todas estas palabras vemos la H, sirviendo de expresión del aliento, en cada una de las designaciones de la Divinidad. Aún la Iglesia Romana, la más ortodoxa de todas y concretamente dedicada hoy a la idolatría, conserva sin embargo la letra H como medianera de las letras J y S para designar el nombre de Dios: “JHS”, que es nada menos que el Iod He, Shin para la tercera palabra, las cuáles en realidad representan lo masculino, lo femenino y Schin o sea el fuego procedente por fricción de los opuestos, para producir la generación universal, ya de formas en la procreación o de ideales en la estética sublimación.

Los cuatro elementos y su espíritu, son el Chaos, lo que vulgarmente se tradujo como

Caos primordial o sea la materia informe de la cual se produjeron las formas. Pero hay mucho más; no era substancia en desorden, sino energía no coagulada, la que a pesar de ello poseía en su esencialidad el Chaos, es decir los cuatro elementos más el quinto, absolutamente indispensable en la creación y formación de todo cuanto es, ha sido y será.

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Los que estudian química a fondo saben que el hidrógeno es elemento ígneo por excelencia y que al unirse al oxígeno genera al agua, y asi este elemento al vincularse a otros estados de la energía primaria, produce toda la creación.

Científicamente el Fuego es la Deidad operativa o funcional y la inteligencia no puede

vislumbrar en su inmensa sutilidad nada que a él se le pueda comparar. De ahí que los Maestros de la eterna ciencia conideran que este elemento es hijo de sí mismo y que no procede de ninguna causa anterior.

Este elemento fohático, causa esencial de todo cuanto existe, se encuentra latente en el

mineral, pero puede hacerse surgir visible a golpes de eslabón. Los vegetales dependen de su poder para crecer y multiplicarse, pues sin su presencia

no existirían. En el animal su poder se manifiesta mucho más activo, como calor de la sangre y

fuerza de deseo, con posibilidad de acción y movimiento. En el reino humano ese fuego, como en el mineral, se halla en su esqueleto, arde en su

sangre, produciendo fuerza de acción y movimiento unido al deseo creador y luego llamea con más o menos intensidad en la esfera de la inteligencia, la que en altos estados, a mayor fluir del fuego, se convierte progresivamente en imaginación creadora, en amor, en intuición y en consciencia.

Vemos progresivamente que el fuego es la energía radical y fundamental de todo los

planos de la vida. Sin fuego nada puede existir, porque el poder cohesivo celular es debido a la simpatía

del fuego en sus polaridades eléctrica y magnética, que producen el conjunto armonizado de una vida manifestada y de las múltiples vidas.

En los seres más evolucionados este fuego se expresa en la luz de su inteligencia y en el fuego ardiente del amor.

En los planetas de verdadero desenvolvimiento, como por ejemplo en el sol de nuestro

sistema, ya esa energía, antes latente, es hoy activa para alimentar a todos los seres que tras él y por él evolucionan.

En el hombre vulgar este fuego se exterioriza en deseo y pasión; en el término medio de

su evolución, se manifiesta en inteligencia; y en los altos estados de su desarrollo, se expresa en amor y sabiduría.

De ahí que los Rosacruces, sabios como ningunos, rinden culto al fuego, y ven en el

Fuego Secreto el instrumento de su redención. Otras muy extensas obras se han escrito para ilustrar a las mentes acerca de la

importancia del fuego de la vida. Moisés oyó la voz de Jehová procedente de una zarza ardiendo; una columna de fuego

lo guiaba para salvar a su pueblo, y el humo de la combustión los protegía de la visión del enemigo que les perseguía. Esta es una preciosa alegoría para indicarnos

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que debemos seguir nuestra senda iluminada por el fuego, y que el humo de su combustión debe servirnos para extender una cortina que nos proteja de nuestros enemigos, es decir de nuestras fuerzas inferiores, de nuestras bajas pasiones y vulgares instintos.

Todo Rosacruz consciente, debe rendir culto al interno fuego, para que él lo salve y lo

redima.

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LECCIÓN 39 CHAOS

La letra H es supremamente sagrada, y no importa la religión, pues encontramos esta letra en Jehova con los hebreos, en Alah con los árabes o musulmanes, en Purusha con los brahmanes, en Elohim con los kabalistas, en Ahh con los mayas, etc. En todas estas palabras vemos la H, sirviendo de expresión del Aliento, en cada una de las designaciones de la Divinidad. Aún la Iglesia Romana, la más ortodoxa de todas y concretamente dedicada hoy a la idolatría, conserva sin embargo la letra H como medianera de las letras J y S para designar el nombre de Dios: “JHS”, que es nada menos que el Iod He, Shin ( chy )para la tercera palabra, las cuáles en realidad representan lo masculino ( y ), lo femenino ( h ) y Shin ( c ), o sea el Fuego procedente por fricción de los opuestos para producir la generación universal, ya de formas en la procreación o de ideales en la estética sublimación.

Los cuatro elementos y su espíritu, son el Chaos, lo que vulgarmente se tradujo como Caos primordial o sea la materia informe de la cual se produjeron las formas. Pero hay mucho más; no era substancia en desorden, sino energía no coagulada, la que a pesar de ello poseía en su esencialidad el Chaos, es decir los cuatro elementos más el quinto, absolutamente indispensable en la creación y formación de todo cuanto es, ha sido y será.

Los que estudian química a fondo saben que el hidrógeno es elemento ígneo por excelencia y que al unirse al oxígeno genera al agua, y así este elemento al vincularse a otros estados de la energía primaria, produce toda la creación.

Científicamente el Fuego es la Deidad operativa o funcional, y la inteligencia no puede vislumbrar en su inmensa sutilidad nada que a él se le pueda comparar. De ahí que los Maestros de la eterna ciencia consideran que este elemento es hijo de sí mismo y que no procede de ninguna causa anterior.

Este elemento Fohático, causa esencial de todo cuanto existe, se encuentra latente en el mineral, pero puede hacerse surgir visible a golpes de eslabón.

Los vegetales dependen de su poder para crecer y multiplicarse, pues sin su presencia no existirían.

En el animal su poder se manifiesta mucho más activo, como calor de la sangre y fuerza de deseo, con posibilidad de acción y movimiento.

En el reino humano ese Fuego, como en el mineral, se halla en su esqueleto, arde en su sangre, produciendo fuerza de acción y movimiento unido al deseo creador, y luego llamea con más o menos intensidad en la esfera de la inteligencia, la que en altos estados, a mayor fluir del Fuego, se convierte progresivamente en imaginación creadora, en amor, en intuición y en consciencia.

Vemos progresivamente que el Fuego es la energía radical y fundamental de todo los planos de la Vida.

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Sin Fuego nada puede existir, porque el poder cohesivo celular es debido a la simpatía del Fuego en sus polaridades eléctrica y magnética, que producen el conjunto armonizado de una vida manifestada y de las múltiples vidas.

En los seres más evolucionados este Fuego se expresa en la Luz de su inteligencia y en el Fuego ardiente del amor.

En el Sol de nuestro sistema, ya esa energía, antes latente, es hoy activa para alimentar a todos los seres que tras él y por él evolucionan.

En el hombre vulgar este Fuego se exterioriza en deseo y pasión; en el término medio de su evolución, se manifiesta en inteligencia; y en los altos estados de su desarrollo, se expresa en amor y sabiduría.

De ahí que los Rosacruces, sabios como ninguno, rinden culto al Fuego, y ven en el Fuego Secreto el instrumento de su redención.

Otras muy extensas obras se han escrito para ilustrar a las mentes acerca de la importancia del Fuego de la Vida.

Moisés oyó la voz de Jehová procedente de una zarza ardiendo. Una columna de Fuego lo guiaba para salvar a su pueblo, y el humo de la combustión los protegía de la visión del enemigo que les perseguía. Esta es una preciosa alegoría para indicarnos que debemos seguir nuestra senda iluminada por el Fuego, y que el humo de su combustión debe servirnos para extender una cortina que nos proteja de nuestros enemigos, es decir de nuestras fuerzas inferiores, de nuestras bajas pasiones y vulgares instintos.

Todo Rosacruz consciente, debe rendir culto al interno Fuego, para que él lo salve y lo redima.

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LECCION 40 CHAOS (CONTINUACION)

En la anterior entrega vimos la importancia de los cuatro elementos de la Naturaleza y su peculiar función en la evolución de los seres y de las cosas.

La palabra Chaos no debe ser olvidada, porque ella con sus iniciales encierra el misterio del cuaternario y su divina esencia. El espíritu de ello, o sea el Fuego manifestado en la Naturaleza, es lo más alto que la inteligencia del hombre puede estudiar, no para comprender en su esencialidad, sino para darse cuenta de que él es el Espíritu manifestado en las formas.

Sigamos analizando el valor de los elementos y conociendo más o menos su naturaleza, para que purificado el campo de la teoría, podamos emplear dichas fuerzas en nuestro trabajo interno.

La primera C de la palabra, como ya dijimos, corresponde al carbógeno.

El carbógeno es magnético por excelencia, y por tal razón a él se debe la formación estructural de todos los organismos.

La fuerza de cohesión es magnética y está encarnada en el carbógeno.

La letra H es la inicial de hidrógeno y éste es generador de calor por naturaleza, y en cuanto a las formas, ejerce un poder expansivo y en cierto modo desintegrante sino está frenada su acción por el poder del carbógeno.

La A es la inicial de la palabra ázoe, que hoy la ciencia cataloga con el nombre de nitrógeno. Este elemento es productor de luz y por ello se halla en abundancia en las materias grasas que le sirven de coagulante.

La O es la inicial del oxígeno, elemento puramente eléctrico. Como su nombre lo indica, de naturaleza oxidante y tendiente a transformar todo lo que existe con los fines de la evolución morfológica y substancial.

La S es la inicial de sulphur o sea azufre, sal indispensable para la existencia de la vida celular.

De tal suerte que en los cinco elementos: hidrógeno, carbógeno, nitrógeno o ázoe, oxígeno y sulphur o azufre, está todo el misterio de la vida orgánica; no importa que la química haya dividido y subdividido los estados de la materia buscando síntesis, hasta encontrar 96 y más elementos. Sus investigaciones analíticas podrán llevarlos mucho más allá en materia de pormenorización, pero siempre los cuatro estados fundamentales y su virtuosa esencia, no podrán ser cambiados en modo alguno.

Lo importante para nosotros es descubrir en la gama de sutilizaciones cada uno de estos elementos en su faz más fina o bien desde otro punto de vista, en su causal radical, y su relación con el ser psíquico del hombre, pues muy bien dijo el Dr. Krumm-

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Heller que “Los verdaderos Rosacruces son almistas”, es decir que centralizan toda su atención en lograr el desarrollo del Alma, que es la rosa simbólica, para que ella se convierta en armónico y precioso medianero entre el cuerpo y el espíritu.

El cuerpo tiene cuatro etapas en su evolución y por lo tanto es un precioso instrumento de la manifestación de la Vida.

El Espíritu ES en sí mismo, no ha nacido, ni fenecerá nunca, por lo tanto él es perfecto y completo. A ése espíritu es a lo que las religiones llaman Dios, pero que en la filosofía es indispensable darle el título adecuado, la concepción más refinada y sutil que imaginar podamos, y mucho más.

En la división característica de los elementos constitutivos de la Naturaleza, han hallado los sabios una división septenaria. El alma necesariamente en forma más sutil posee igualmente aquellos principios, mientras que al espíritu en sí mismo hay que considerarlo uno, el que al reflejarse o manifestarse divide su poder en 7, 14 y 21 modos de expresión, hasta donde alcanza la capacidad investigativa del hombre en su actual etapa de evolución .

Es indispensable que los estudiantes mediten seriamente en estos temas, pues no hay que olvidar que solamente el conocimiento es lo único que da verdadera fortaleza; el hombre que no ha meditado es llevado fácilmente de la izquierda a la derecha y de la derecha a la izquierda en continuo zigzaguear, como les pasa a los barcos de vela cuando pierden el timón y se hallan sometidos a la acción tremenda de un mar tempestuoso.

Todos los días estamos viendo ese fenómeno a que aludimos, en personas que se afilian a una escuela filosófica, pero que careciendo de energía para estudiar y meditar, empiezan a sufrir las consecuencias bien duras por cierto de su falta de comprensión. La Fraternidad Rosacruz Antigua trabaja especialmente por hacer conscientes a los seres humanos, para que sean fuertes en su ideal y no se dejen manejar por ligeras emociones de gente inculta o por ligeros pensamientos careciente de severa reflexión..

El Fuego en el hombre se manifiesta especialmente en el poder de la mente, poder más o menos sutil según la atención y el cuidado que hayamos puesto a través de la evolución en cultivar la energía. El insigne Vivekananda, llama la atención al mundo occidental sobre la necesidad de aprender a pensar con vigor, para que pueda comprender las leyes de la Vida y evitar ser dominado por las fantasías que acompañan a la emoción que los eventos circunstanciales de la vida producen en los seres débiles. El cultivo de la razón es enteramente fundamental para la normal marcha en el sendero.

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LECCION 41

MEDITACION, CONTEMPLACION Y DEVOCION

En las anteriores lecciones hemos establecido doctrina sobre las potencias, modos de ser y actuar, de la potencia única que actúa en el cosmos, y por reflexión en el hombre.

Lo que se conoce de la estructura psicofísica y espiritual del ente humano es muy poco, y lo que hace falta por saber, cubre una gama de modos indefinida e infinita. Con gran sabiduría se ha dicho que “el hombre es un microcosmos o pequeño Universo, frente al Macrocosmos o grande Universo”.

De esta lección en adelante nos ocuparemos exclusivamente de entrenamiento endotérico para el desarrollo oculto.

Hemos utilizado la palabra endotérico en cambio de la comúnmente usada esotérico, porque la palabra endotérico nos habla exactamente de lo que está dentro, de lo interno del ser; y la palabra esotérico, simplemente es una oposición a lo exotérico o externo. Endotérico, de Endo = dentro y cada vez más hacia lo interno, es la idea central que debemos grabar en nuestra mente para poder trabajar real y positivamente.

Cada vez más hacia lo sutil o interno, puesto que lo externo es lo mundano u objetivo, mientras que lo interno es lo sutil de lo sutil, lo espiritual de lo espiritual, lo divino de lo divino.

Los que repasen el curso, se darán cuenta que el sistema de desarrollo se fundamenta en meditación, contemplación y devoción.

Meditación, contemplación y devoción, son aspectos que deben ser completamente comprendidos para que la interna labor que vamos a emprender, se haga consciencia en nosotros.

Posiciones físicas son de relativa importancia, pero no esenciales; lo importante es estar colocados de tal manera que no exista incomodidad que pueda distraer nuestra atención, y en segundo lugar hay que saber que la espina dorsal debe encontrarse erecta, porque ella es el bastón de Dios, la vara de Aarón, el bastón de los patriarcas, la vara de San José, y en fin lo que ha sido conocido en todos los tiempos como centro de poder.

La espina dorsal en su parte medular posee el primario Fuego o el “Espíritu de Dios que se mueve sobre las aguas de la Vida” para crear, para dar forma a la potencia informe. La sima de este maravilloso bastón es una antena del Logos Terrestre o sea Jehová; la cima es la antena del Fuego del Padre, que para nosotros, usando algo el lenguaje oriental por sernos ya bastante familiar, es el Akaza, y en el término medio tenemos el Aliento de Vida, el Prana de los indos o bien el Cristo de los occidentales; un poco más abajo en la esfera umbilical, tenemos al hombre propiamente dicho, ahí

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está el átomo que encarna el aspecto real de la verdadera naturaleza humana. Fijémonos bien en estos cuatro grandes aspectos, o sea en lo que es conocido con el nombre de Tetragrámaton.

Sobre estas cuatro esferas es que tenemos que realizar nuestro trabajo para el desarrollo activo de las potencias ocultas que integran la vida psicofísica y espiritual del ser humano.

La meditación consiste en fijar nuestra atención en una sola cosa, derivando de ella todas las consecuencias, sin dejar escapar el punto esencial. Por ejemplo, tomando como tema de meditación el poder de una semilla definida, de naranjo puede ser, debemos meditar en la oculta posibilidad que tiene de desarrollarse, multiplicar sus células, producir hojas, ramas, flores y frutos, en los cuáles reaparecen las semillas para continuar en forma maravillosa la cadena de la evolución de esa especie. En esa meditación no debemos permitir que la imaginación gravite hacia cosa distinta que no sea la semilla en cuestión y sus internas capacidades desenvueltas hasta sintetizarse de nuevo en semilla de naranjo, continuando la evolución.

La contemplación surge de la meditación, y es la admiración que logramos y la abstracción que obtenemos al meditar en tanta maravilla. Tal estado de contemplación es indispensable para alcanzar la perfecta devoción.

La devoción es el místico recogimiento alcanzado, cuando hemos pasado las etapas de meditación y contemplación. Cuando hemos alcanzado el aspecto devocional, es cuando estamos ya compenetrados con el punto fundamental de la meditación y llega nuestro Ego a hacerse uno con la Vida que se manifiesta en el objeto elegido para la meditación.

Entendido bien estos aspectos, no hay que olvidar que ellos deben tomar parte activa, rigurosa, en las prácticas que vamos a emprender para el interno desarrollo.

Ahora, establezcamos bien desde el punto de vista psicológico los cuatro grandes aspectos, colocándonos en la esfera anímica, entonces tenemos:

—Alma intelectual.

—Alma sensitiva.

—Alma emocional.

—Alma instintiva.

El Alma intelectual tiene se sede en el centro del cerebro, en la llamada médula oblongada; el Alma sensitiva tiene su punto matemático en el centro del corazón; el Alma emocional en el chacra o centro umbilical, y el Alma instintiva en el centro de la generación.

Después de actuar sobre la esfera anímica, iremos al campo más elevado de lo espiritual, pero siempre actuando en estos cuatro puntos del tetragrámaton.

Algunos ocultistas no conocedores de las exactas consecuencias, inician el proceso de su trabajo sobre el Alma en la esfera instintiva, pero la antigua tradición sabe que hay necesidad de desenvolver primero la esfera sensitiva para después ir desenvolviendo sin peligro las esferas, conscientiva o intelectiva, emotiva e instintiva. Los estudiantes deben meditar seriamente en estos cuatro modos del poder universal en el hombre, para estar así bien preparados a recibir las instrucciones.

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LECCION 42 EL DESARROLLO DE LA CONSCIENCIA

En la lección anterior hemos visto que el Alma del Mundo, una en esencia, se manifiesta en el hombre en cuatro modos de actividad: Alma conscientiva, sensitiva, emocional e instintiva.

Estos cuatro modos de la energía universal, deben ser bien conocidos y perfectamente comprendidos en su positiva realidad, porque este es verdaderamente el misterio del endoterismo.

Cuando se inician esta clase de estudios, la gente se entretiene en cuestiones de menor importancia y le cuesta trabajo llegar a la comprensión de lo esencial. Es verdad que las potencias del Universo tienen múltiples modos de manifestación, pero en el hombre las cuatro que estamos estudiando son la síntesis de los poderes en el actual estado de evolución.

No solamente debemos leer, sino que debemos meditar seriamente; saber si lo que leemos corresponde a una realidad. La ubicación del átomo de la consciencia en el centro del cerebro, el de la sensibilidad en el corazón, el de la emotividad en el umbilical, y el instintivo en el centro de la generación, no son hipótesis ni fantasías de la mente sino absolutas realidades que el estudiante debe comprender y realizar en sí mismo.

Ya habíamos dicho que el átomo de la consciencia tiene su sede en el centro del cerebro, en la médula oblonga. De tal suerte que el que quiera apresurar su evolución, debe actualizar consciencia acerca de todas las cosas que caen dentro de su esfera de observación, y más que todo de todo lo que pasa en lo interno de sí.

Meditar en la consciencia, contemplar los fenómenos de la consciencia y adquirir la devoción de la consciencia, es el trabajo base del cultivo interno.

Antes de acostarse cada noche, al despertarse en la mañana y en cualquier momento que dispongamos de tranquilidad, debemos meditar en que somos un centro de consciencia diferenciado dentro de la consciencia del Logos Solar.

Este proceso de meditación de ser conscientes en todas las circunstancias de la vida, nos llevará un día a establecer perfecta relación entre la interna consciencia o subconsciente, y la externa consciencia o mente conocimiento.

Este objetivo es capital, ya que todos los errores que cometemos, los hacemos por falta de consciencia.

Si fuésemos absolutamente conscientes, no podríamos cometer errores; comeríamos únicamente lo que es indispensable a nuestra salud, beberíamos solamente los líquidos sanos y naturales, como el agua y el jugo de las frutas, no pensaríamos

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nada que no fuera recto, justo y exacto; no ejecutaríamos ninguna labor que no tuviera una gran finalidad; en fin, la carencia de consciencia es lo que nos hace débiles, deficientes, y seres que marchan en una semi-oscuridad conscientiva, a pesar de actuar muchas veces a la luz del día.

Cuando leemos algún libro, no lo hagamos mecánicamente, meditemos en él y actualicemos suficiente consciencia acerca de su real contenido, estando listos a desechar aquello que el autor pueda haber escrito por puro entusiasmo, o con algún fin peculiar, pero que no corresponde a la verdad; debemos ser buscadores de la verdad, tanto en los fenómenos variantes de la Naturaleza, como en el real ser o espíritu.

No se debe estudiar para creer, sino para saber, y como en todas las obras escritas por el hombre, siempre hay errores y acaso en el fondo preciadas joyas de verdad, es indispensable que a toda hora estemos atentos, actualizando consciencia acerca de lo que vale, y de lo que no tiene importancia; para ello, debemos tener en cuenta el siguiente axioma: lo que está en la Naturaleza es verdad, lo que no está en ella no es verdad, dígalo quien lo dijera.

Debemos comprender exactamente, que la Naturaleza no es solamente lo objetivo, sino que más bien esto es la objetivación de potencias extraordinarias, procedentes del Espíritu Universal.

El pensamiento por ejemplo, es real y natural, y sin embargo no lo podemos ver a pesar de ser él quien moldea nuestras vidas.

El sentimiento tampoco lo vemos, y sin embargo es él el que hace lo que realmente somos en un momento dado.

El instinto tampoco se ve, sin embargo, él es la fuerza que hace perpetuar la especie, o que en un momento dado defiende al individuo, y en él a la especie, de peligros que lo rodean. Así pues, la esfera de la consciencia debe ser llevada por el mundo del sentimiento, de la emoción y del instinto; así veremos que todo está en todo, pero que cada punto del tetragrámaton tiene su peculiar y esencial naturaleza, dirigiendo en cierto modo y gobernando a los otros, cuando uno de ellos prepondera

En esta lección debemos pues concentrar nuestra atención en la esfera de la consciencia y saber que ella tiene su átomo radical en el centro del cerebro, en la médula oblonga, la que el cirujano no puede tocar so pena de causar la muerte; ha sido operado el cerebro, el cerebelo, el corazón y todo los demás órganos, dejando al ser vivo, pero no ha sido posible tocar la médula sin causar instantáneamente la muerte, y es porque allí está el centro de la consciencia divina radicado en el hombre.

Para aumentar el poder de este divino átomo, procuraremos trabajar activamente, para ser cada vez más conscientes, hasta que un día en la evolución, nuestra consciencia se una a la consciencia única. Ser conscientes en la consciencia, aun cuando ello sea redundancia gramatical, es la verdad endotérica de la actuación del primer átomo que debemos cultivar.

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LECCION 43

EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA-SENTIMIENTO Así como en la lección anterior hemos dicho en forma redundante pero concisa,

que es indispensable ser conscientes de la consciencia, ahora tenemos que pasar al átomo del corazón y decir que tenemos que ser conscientes de la conciencia-sentimiento.

En la esfera del corazón radica el Alma del Mundo, y es indispensable el amor, pero el amor consciente; precisamente en esa pequeña frase está contenida toda la enseñanza referente a la conciencia-sentimiento.

En la obra “Los Chakras”, y al referirse al Anahata Chakra, y tomando las enseñanzas de la ciencia del Laya Yoga, el señor Leadbeater dice:

“Debemos meditar sobre el chacra cardíaco, imaginando que allí hay un bello jardín, que por él cruzan arroyos de agua cristalina, con flores de múltiples colores que exhalan un exquisito aroma capaz de embriagar a todos los que allí penetran; que canta el cuclillo, y la voz melodiosa de esta ave llega a las honduras de nuestro ser. En el centro del jardín hay un altar, y por él se puede escuchar la voz del Maestro. El estudiante debe contemplar el bello panorama, vi

Así. por medio de esta contemplación, el estudiante se eleva de la estética a la mística, y de ésta hacia el sentido de la verdadera espiritualidad

El cultivo de la consciencia sentimiento, debe merecer atención especialísima en el hombre occidental, pues es uno de los aspectos que se han venido adormeciendo por el exagerado positivismo de la época.

Los que pueden escuchar bella música deben hacerlo abstrayéndose completamente en la melodía, para que el Alma se eleve apoyada en lo espiritual y místico de la música excelsa; además, se debe evitar hasta donde sea posible escuchar esos absurdos ruidos inarmónicos, procedentes del rock y metal, que están haciendo gran mal a la humanidad; por los medios que sea posible, debemos alejarnos de esos ruidos, al par que debemos por todos los medios también, de cultivar la posibilidad de escuchar la música de los grandes genios del arte.

La lectura de obras estéticas, es un medio adecuado para aumentar progresivamente el despertamiento de la conciencia-sensibilidad del átomo del corazón.

Salir al campo contemplando en abstracción conscientiva las bellezas naturales, es otro camino para activar el despertamiento de este centro sensitivo de nuestro ser.

La oración devotamente practicada, contribuye eficazmente al despertamiento de este centro de la sensibilidad.

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Los Maestros de todas las épocas, han llegado a la conclusión de que el corazón del hombre es el centro microcósmico, sede del sol místico, y que por tal, la cuidadosa atenta meditación allí, nos relaciona con la potencia universal.

Últimamente, ha empezado a trabajar para el mundo occidental, una escuela que se titula “Agni Yoga”, y ella ha publicado un libro que se llama “Corazón”, de gran importancia por llamar constantemente la atención sobre aquel centro subliminal.

El Dr. Krumm-Heller durante su actividad, comprendiendo la importancia del despertamiento de la sensibilidad por la estética, publicó un bellísimo libro, que debiera estar siempre al alcance de la mano del estudiante, tal su preciosa joya titulada “Rosa Esotérica”; no sólo se logra al leerlo el despertamiento de la sensibilidad del corazón, sino que también se adquieren grandes conocimientos, al meditar en el contenido de cada uno de los capítulos y párrafos del citado libro. Todos los estudiantes deseosos de mejoramiento, deben leer y meditar cuidadosamente la citada obra del Maestro Huiracocha.

“La Lámpara Maravillosa” escrita por Ramón del Valle Inclán, es también un libro gnóstico lleno de profundidad, mientras que en su periferia o apariencia es un bello tratado de estética, capaz de arrobar la sensibilidad de nuestro corazón. Por eso, este libro merece ser leído, releído y meditado.

“La Luz del Asia”, obra en la cual se estudia la vida de Buda en su parte espiritual, es otro libro muy recomendable para el fin peculiar que perseguimos, o sea el despertamiento de la consciente sensibilidad.

“En Armonía con el Infinito”, por R. W. Trine, es la joya occidental de la espiritualidad y la estética; muchas almas adormecidas han despertado gran sensibilidad, al leer y meditar esta obra de espiritualismo cristiano; la bella imagen del lago alimentado por el arroyo, y de las aguas que de él proceden alimentando los valles, dando vida a las yerbas, aves y cuadrúpedos, es algo que entusiasma verdaderamente, pues nos muestra en forma gráfica cómo nuestro Ego en la esfera del sentir, debe estar continuamente abierto a las energías cósmicas, para que pueda igualmente dar, distribuir luz y vida, para bien de todos los que nos rodean, haciendo de la vida algo digno de vivirse.

La meditación sobre la esfera cardíaca, pasando del estado meditativo al devocional, y de éste a la abstracta y divina contemplación, es algo que debe requerir por parte nuestra cuidadosa y diaria atención.

Es indispensable que dediquemos aun cuando sea algunos minutos del día a la citada práctica.

Nunca debiéramos entregarnos al sueño sin haber realizado la contemplación y meditación en la esfera cardíaca.

Los que han estudiado lo que es, y significa el Alma del Mundo, y al mismo tiempo desean actualizar este poder en el campo psíquico espiritual, deben comprender que el corazón es el centro por excelencia para lograr tan elevada finalidad.

Si al principio de las prácticas no se consigue mucho, no hay que desesperar; persistiendo lograremos ir sacando del estado latente a condición activa las divinas energías de la Naturaleza.

El Divino Maestro Jesús enseñó con gran sabiduría que el Logos Solar era la A y la O, dando exactamente el sentido vibratorio de la esfera cardíaca.

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Los estudiantes de la ciencia Rosacruz, deben comprender exactamente el valor del sonido, y por tal les quedará fácil comprender el porqué la A y la O son el aspecto concreto y abstracto o material y sutil de la energía psicocardiaca.

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LECCION 44

LA ESFERA EMOCIONAL

Entramos a conocer y a estudiar el centro umbilical, llamado Manipura en el lenguaje oriental.

La glándula pineal o centro de la consciencia, representa el aspecto o polo positivo de la energía dentro del microcosmos, hombre; el centro del corazón representa el polo femenino o pasivo de la primaria energía, mientras que el centro umbilical es el andrógino, o el resultado etérico de la combinación de las dos anteriores fuerzas.

En el cerebro tenemos el centro de la consciencia diferenciada; en el corazón el centro del sentimiento individualizado; en la esfera umbilical tenemos pensamiento concreto, derivación de la consciencia, y emoción, derivación del sentimiento. El centro umbilical, es pues un centro mental y emotivo, muy difícil de gobernar, y el estudiante debe al principio no tratar de educir su poder, sino de sublimar su energía.

Este centro mental emocional encarna en sí toda la fuerza de la personalidad mundana, mientras que el corazón lo es de la individualidad mística, y el cerebro con su médula por eje, de la consciencia más elevada.

Los personajes históricos de gran poder mundano, como Napoleón por ejemplo, tenían fuertemente desenvuelto el plexo umbilical, y por tal razón, con su emotividad voluntaria y su energía mental podían dominar muchedumbres.

Los hombres grandes en la esfera de lo ideal, como Goethe por ejemplo, tenían desenvuelto el centro del corazón, y el de la consciencia, con el cerebro como instrumento.

Hay algunos seres que han exteriorizado evolución puramente mística, como Ramakrishna en el Oriente y Francisco de Asís en el Occidente. Estos prohombres lo eran solamente en la esfera de la mística, es decir, en la zona cardíaca.

Ahora tenemos otros desenvueltos en la esfera de la consciencia, como el específico caso de Vivekananda, tan conocido ya por los idealistas de todo el mundo.

Naturalmente, el verdadero ideal es el de lograr un desarrollo equilibrado entre cabeza y corazón, proporcionalidad que hizo decir a Paracelso: “Hay que aprender a pensar como el filósofo y a sentir como el artista”. Este es el ideal puesto ante nuestra consciencia por los Iniciados Rosacruces.

El pensamiento objetivo o concreto de la esfera umbilical, debe sublimarse en consciencia; y la emocionalidad, que es del mismo plexo, en el sentimiento noble y elevado del corazón.

Los videntes observan en el centro umbilical dos colores: rojo y verde; el rojo da el poder de la mente y el verde la emocionalidad. En el corazón radica el color amarillo, o sea la mutación del verde, emocional, en el amarillo, sentimiento místico. En el centro de la pineal, tenemos el blanco puro bordeado de amarillo, y en la zona más

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externa, color violado. El color blanco muestra la pureza del espíritu en primaria actuación dentro del microcosmos; el dorado amarillo es reflexión que se manifestará en la esfera del corazón, y el violado es la mutación subliminal del color rojo, manifestado allí en mente superior.

Pasando nuestra comprensión del problema a la esfera astrológica en su faz representativa, tenemos: el sol espiritual en el centro del cerebro; el sol físico o para otros Venus, en la esfera del corazón, al par que el centro umbilical tiene su relación directa con Mercurio, combinación proporcionada de las dos potencias en vías de objetivación.

El estudiante debe darse cuenta exacta del tremendo poder del cuerpo emocional, comúnmente llamado astral por los ocultistas, el que tiene su principal punto de acción en la esfera umbilical. La mente objetiva unida al deseo o cuerpo emocional, produce en nosotros toda serie de conflictos cuando no está dirigida y gobernada por la esfera de la consciencia.

Todos los errores o ligerezas que cometemos se deben a la presión que la emocionalidad ejerce sobre el aspecto racional de la vida.

Tenemos pues en el plexo umbilical un centro de dual energía, difícil de manejar, pero indispensable para nuestras actuaciones en la vida, y es por ello, como ya decíamos, la razón de ser de la personalidad humana.

Durante el proceso de la evolución fetal, el ser en evolución recibe las potencias que estructuran su cuerpo a través del cordón umbilical, en forma de sangre materna, al par que también absorbe por allí la parte emocional o astral de la familia en la cual ha encarnado el Ego. Al ser separado el nuevo ser del cordón umbilical, empiezan a penetrar directamente del Logos dos tremendas energías; la una procedente del Logos Terrestre, de color rojo, y la otra procedente del Logos solar, de color verde; estas dos fuerzas mancomunadas son las que hacen posible la actividad del Ego dentro del cuerpo que ocupa. El color rojo es pues la energía de Jehová, y el color verde una objetivación o densificación del Logos solar.

Allí es precisamente donde la lucha entre la razón y la emoción se sucede, lo que ha dado lugar a multitud de leyendas de orden seudo-místicas y seudo-científicas. El estudiante debe estar muy atento para que pueda sublimar la emoción en sentimiento y la mente en consciencia. En el umbilical radica pues la cruz material, mientras que en el corazón se halla la ideal.

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LECCION 45 LA ESFERA DE LA GENERACION

En esta entrega nos corresponde estudiar la esfera de la generación, esencialmente Jehovística.

La religión judía se relaciona única y exclusivamente con esta esfera, y por tal razón el matrimonio es entre ellos algo indispensable y sagrado por excelencia. Los Árabes, aunque inconscientemente, también rinden especial culto al poder de Jehová; consideran que cada hombre debe tener por lo menos siete esposas, y fuera de estas, las que pueda sostener; así los musulmanes se hacen fieles de la doctrina de Jehová o principio de la generación universal.

Muchas son las controversias que hay entre las diferentes escuelas filosóficas del mundo, acerca de la importancia o trascendencia de esta esfera y sobre lo positivo y negativo de la misma.

Los ascetas de todas la religiones, consideran que en ese campo “se encuentra la actuación del demonio”, y que por ello es indispensable alejarse de sus garras para poder conquistar la Divinidad; en cambio las religiones a que hemos hecho referencia, consideran indispensable para servir a Dios, corresponder a los impulsos naturales de la generación.

Los Rosacruces, sabios por excelencia, saben que todos los poderes del Logos tienen un objetivo y cumplen una elevada finalidad; nada es bueno en forma absoluta, ni malo en progresión definitiva; cada energía tiene sus aspectos definidos.

En la Biblia encontramos solucionado el problema de la esfera de Jehová, en el texto que dice: “Creced y Multiplicaos”. La primera palabra, o sea “creced”, enseña que esta energía debe ser sublimada con el fin de formar el traje dorado de bodas, en el cual se ha de manifestar el Cristo o Logos Solar; en la segunda palabra o sea “multiplicaos”, se encuentra exteriorizada o manifiesta la ley de la generación.

En otro lugar de la Biblia se nos dice que en el mundo hay dos clases de seres: “Los hijos de Dios y los hijos de los hombres”. Este es otro aspecto que tenemos que meditar bien, para comprender debidamente. De tal suerte que también en la esfera de la generación existe el aspecto bueno y el perverso o equivocado: los hijos de Dios, son los hijos del romance amoroso, de puros y elevados sentimientos; en cambio, los hijos de los hombres son los engendrados por la violenta presión de los bajos instintos. Los primeros, son los seres selectos, los nobles, los bondadosos y saludables; en cambio los hijos de los hombres son los llenos de locura, de pasión, los creadores de guerras y toda clase de calamidades.

La Escuela Rosacruz tiene pues, como capital objeto, educar a hombres y a mujeres para que comprendiendo bien las fundamentales leyes de la vida, marchen conscientemente por los senderos del ennoblecimiento, del crecimiento espiritual, superando o sublimando los bajos instintos, convirtiéndolos en poderes edificantes.

Un célebre filósofo dijo con gran sabiduría; “El hombre es la suma de un ángel caído y de una bestia evolucionada”; nada más gráfico que esta figura, pues define la

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esfera de Jehová; tenemos allí el poder de los instintos procedentes de los obscuros estados de la mente ligada a la esfera instintiva, al par que un sentido de orden subliminal o Angélico.

La tradición simbólica de la Iglesia Ortodoxa, nos presenta una curiosa imagen en la cual el ángel domina con lanza al demonio, siendo este último la simbólica manifestación de los bajos instintos, mientras que el ángel representa el aspecto espiritual o ideal, que se manifiesta en la esfera de la generación. Capacitarse para separar el ángel del demonio, lo sublime de lo instintivo, es la razón del divino arte alquímico.

Sincera admiración e ideal culto hemos de rendir a la memoria del Maestro Huiracocha, quien, tanto en sus lecciones privadas como en sus diferentes libros, especialmente “Iglesia Gnóstica” y “Rosa Esotérica”, se ocupó en develar el misterio de la sublimación, en contra de la equivocada inteligencia de muchos que lo han criticado sin comprenderlo, mostró al desnudo la verdad del problema y mostró el camino de la regeneración, por la elevación y sublimación de la energía. Sinceramente recomendamos las obras de este instructor, pero especialmente “Iglesia Gnóstica” y “Rosa Esotérica”, las que bien leídas y meditadas, dan verdadera solución al correcto uso del fuego del Espíritu Santo o energía de Jehová.

En todas las obras de los verdaderos Rosacruces, se encuentra orientación científica acerca de ese trascendental problema de la existencia, y los que lo desconocen es porque nada saben de la verdadera ciencia de la vida.

H. P. Blavatsky dice en su “Doctrina Secreta”, que todos aquellos que vean en la esfera de Jehová solamente presión de instintos y no descubran ninguna idealidad, es que aún no han entrado en el santo sendero que conduce a la cima de las grandes realizaciones del espíritu.

En el modo de referirse a esta energía se descubre si la persona tiene ya un concepto sublimatorio y por lo tanto está penetrando en la santa senda o bien se refiere a esos poderes en forma vulgar, y entonces quiere decir que todavía se halla en poder de Arihmán o del demonio en el lenguaje habitual entre nosotros. Por eso, esta esfera solamente debe ser tratada en el aspecto estético y nunca en el vulgar e instintivo.

Realizar un proceso de sublimación estética, es el primer paso para iniciar el proceso de la sublimación de la más poderosa como tremenda de la energías del Logos, manifestada en todos los seres y especialmente en el hombre.

Don Ramón del Valle Inclán, en su famoso libro “La Lámpara Maravillosa”, esboza, estudia y soluciona el problema relacionado con el Fuego del Espíritu Santo, o mundo de Jehová. Para una completa ilustración sobre el tema, encarecemos a los estudiantes leer y meditar los libros que hemos citado.

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LECCION 46

SINTESIS En este epílogo haremos referencia a la observación, la meditación y la

contemplación, como factores determinantes de la evolución consciente.

En las diferentes lecciones, los estudiantes se habrán dado cuenta de que el poder único, la energía del espíritu al manifestarse en los seres vivientes, se divide y subdivide en fuerzas septenarias, y éstas son las que debemos conocer y comprender en su íntima naturaleza.

Al iniciar el estudio del Cosmos manifestado en el hombre, nos hemos valido primero de las doce fuerzas operantes en el Sistema Solar, simbolizadas en los signos del Zodiaco, representantes éstos de los poderes del Cosmos en la manifestación activa.

En segundo lugar nos hemos ocupado de los planetas, los cuáles encarnan la expresión del Alma, y por último hemos estudiado los cuatro elementos, que representan ese poder creador sintetizado en el hombre.

Los principales centros de actuación para este poder son: el cerebro, el corazón, el plexo solar y el centro de la generación.

Cada uno de estos centros encarna un poder: la cabeza es el centro de la consciencia, el corazón el centro del sentir, el plexo solar el centro emocional, y el de la generación resume todos los poderes para los peculiares fines de la perpetuación de la especie y la evolución del mundo.

Esperamos que las últimas lecciones dedicadas cada una al estudio especial de uno de estos centros, sea bien meditada, para lograr una regular comprensión , ya que esto es de la mayor importancia en la ciencia trascendental que estamos siguiendo.

También resaltamos la importancia del sentido ecléctico en los cursos de nuestra investigaciones, porque la Fraternidad Rosacruz Antigua conoce tradicionalmente las dificultades y problemas del sendero, y sabe muy bien que el que se parcializa en sus investigaciones se hace intolerante, fanático y lo peor de todo, limita la esfera de la comprensión de la parcialidad que ha elegido, causándose serios perjuicios en su progreso evolutivo.

La Fraternidad Rosacruz Antigua, insiste por ello en el sentido ecléctico, pero eso sí, siguiendo la ruta de los Iniciados que nos han precedido, para lograr ser eslabones sanos en el proceso creciente de la tradición.

Hay muchos Iniciados cuyos nombres no haremos resaltar, porque en el actual momento es muy difícil conseguir las obras, los trabajos de ellos, y por eso nos referimos únicamente a aquellos cuya literatura está al alcance de los buenos estudiantes.

En los últimos tiempos han trabajado por esta sublime ciencia: Franz Hartmann, Rudolf Steiner, Krumm-Heller, H. P. Blavatsky, Max Heindel, Eliphas Levi, Papus,

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Annie Besant, C. W. Leadbeter, Manly P. Hall, etc. Cada uno de estos Iniciados ha profundizado o ahondado un aspecto de la ciencia, y por tal, cada uno tiene su peculiar interés, pero solamente el estudio global y conscientivo podrá dar un panorama completo de la gran ciencia.

En el Oriente, esta ciencia se conoce con el nombre de Yoga, y aun cuando muchas de sus prácticas de Hatha Yoga no son convenientes a nuestra estructura psico-fisiológica, sin embargo, sus enseñanzas de alta filosofía y ciencia, nos son de gran importancia para obtener un más claro conocimiento del plan de evolución, y por ello sinceramente recomendamos a los siguientes instructores: Sivananda, Ramacharaka, Vivekananda, Avekananda, Yogananda, y libros tradicionales como el Bhagavad Gita, etc. Esperamos que se verifique un cuidadoso repaso de las lecciones y que nos hagan las preguntas necesarias, para aclarar los puntos que los estudiantes encuentren obscuros.

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Israel Rojas. 46 Lecciones de Endoterismo