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IV Día de los Senderos de Cantabria.

Reinosa – Aradillos – Argüeso – Fontibre - Reinosa

En el recorrido que se propone se pasará por zonas donde la historia de la comarca

de Campoo brilló de forma especial. Primeramente se comenzará por el nacimiento del Besaya, río

que se puede considerar el eje de la Cantabria actual, en torno al cual se han escrito las más bravas

hazañas de nuestra historia. Se seguirá caminando por la zona de Las Costeras (Aradillos, Fontecha,

Morancas y Camino) (algunas opiniones descartan este último pueblo por pertenecer a otro

ayuntamiento, pero está claro que forma parte de la misma zona), que es una franja de terreno E-O

ligeramente deprimida entre dos estructuras montañosas paralelas: por el S un cordal de oteros

que miran a la planicie de Reinosa; por el N la sierra del Raposo y el Ropero.

En Argüeso la historia se traslada a los siglos XIII al XIX (especialmente los XIV y XV), que

fueron los que el castillo tuvo una cierta hegemonía en la vida del Valle. Desde esta atalaya se

controlaban las comunicaciones de Cantabria con la Meseta. Su morador más famoso fue Iñigo

López de Mendoza, nombrado marqués de Santillana por Juan II en 1455, que convirtió el castillo

en uno de los centros de su Marquesado, que además era Marqués de Argüeso o del Marquesado de

Campoo de Suso. El dominio de esta Casa continuó hasta principios del siglo XIX.

Durante el recorrido por esta zona alta se tendrán unas magníficas vistas del cordal de la Sierra de

Híjar, pero a partir de aquí se pretende que el caminante disfrute de una pequeña parte de las

bellezas que encierra este Valle de Campoo. Como el frondoso Nacimiento del Ebro, o la

exuberancia cromática del hayedo de La Guariza y el recóndito pozo de La Mina Fontoria.

Datos de la Marcha

Desniveles:

Subida acumulada: 545 m.

Bajada acumulada: 536 m.

Distancia estimada: 20,1 km, con las

siguientes distancias parciales:

Reinosa al Nacimiento del Besaya,

3,1 km; a Morancas, 0,9 km; a

Aradillos, 0,9 km; a Fontecha, 1,4

km; a Camino, 2,3 km; a Argüeso, 2,8

km; a Fontibre, 2,0 km; a Salces, 4,1

km; a La Mina Fontoria, 1,2 km; al

Polideportivo de Reinosa, 1,4 km.

Duración previsible: 6 h.

Dificultad: Fácil al transitar por buenos caminos sin grandes desniveles.

Recorrido

Saliendo desde la Plaza de España (junto al Ayuntamiento) (849 m) se camina por la Calle mayor

hasta llegar a la Fuente de la Aurora. Aquí se girará a la izquierda (N) para pasar junto a la Ermita

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de San Roque, entrar en la C/ San

Roque Bajo y seguir por la Calle

Mallorca, al final de la cual se sube

una cuesta hasta la rotonda de la

circunvalación, que se atravesará

para continuar de frente y tomar un

camino que sale a la derecha (NE)

(antes de llegar al aparcamiento del

tanatorio).

Se va bajando y se deja un cotero a

la derecha (871 m), llegando

enseguida al Pozo de las Sanguijuelas

(858 m) (este pozo, que

antiguamente tenía mucha más

extensión, recibe su nombre por la

cantidad de sanguijuelas que tenía),

que queda a la derecha. Una vez

pasado éste se llega a un cercado en

el que hay una portillera. Nada más pasarla se toma un camino a la izquierda entre alambradas. Al

final de éste hay una portilla metálica, después de la cual, el camino se desvía algo a la derecha (N)

por una campa para enlazar con la pista que viene de Fresno, tomando el ramal de la derecha.

En este punto el mapa señala el nacimiento del Besaya, pero se trata de un error, ya que en esa zona

no hay ningún regato y sólo se ven las explanaciones de las obras de la autovía. Un poco más

adelante se baja una cuesta y se llega al verdadero Nacimiento del Besaya (887 m), que está a la

izquierda del camino, donde se ha construido un bonito rellano con la estatua de la Virgen de las

Caldas, debajo de la cual emerge la fuente, cuya agua discurre por un canalillo. A la derecha, en un

claro del arbolado, se ha erigido una fuente en un monolito.

Siguiendo la bajada, a unos 100 m, se llega a un pequeño puente de arco de piedra que atraviesa el

regato de Las Cuestas, que aunque nace poco más arriba de Aradillos no cuenta para la longitud del

Besaya porque su caudal es intermitente. Del puentecillo mencionado no se sabe con certeza su

cronología, pues por su arquitectura pudiera ser tanto medieval como romano (cabe más

Nacimiento del Río Besaya.

Ayuntamiento de Reinosa y la Plaza de España. A su lado los

torreones de Navamuel y Manrique y Navamuel y Calderón (los

dos edificios más antiguos de Reinosa).

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probabilidad de lo primero), aunque sí se puede constatar su solidez, pues la capa superior que hace

el camino se la han llevado varias grandes riadas, dejando intactas las piedras del arco de

herradura.

Nada más pasar el arroyo el camino da un brusco giro a al derecha (SE) comenzando un fuerte

repecho que se suaviza al llegar a la siguiente curva, donde el rumbo gira a NE. Enseguida se llegará

a la carretera de Morancas (980 m), que es el primero de los pueblos de “Las Costeras”.

No es necesario llegar a la única casa que queda en pie en este semiabandonado pueblo. De su antigua iglesia de San Lorenzo solo queda su espadaña. Como curiosidad, la única persona empadronada en esta localidad, aunque nacida en esta pedanía vive en Reinosa. Sin embargo, se aprovecha de todas las ventajas (económicas y prestaciones) él solo, es decir, lo que les corresponderían a todos los habitantes que hubiese en la población. Además, como es lógico, es el Alcalde Pedáneo de este lugar.

En la pista asfaltada se girará a la izquierda (O) y después de 800 m se llega al pueblo de Aradillos

(1.003 m). El edifico más destacable es el templo de Nuestra Señora de la Concepción del siglo XVI, aunque su arquitectura no sea de gran espectacularidad. En lo referente a la historia de estos lares, se ha dicho que el nombre de Aradillos procede del topónimo de época romana Aracillum (Aracelum en otros textos), legendaria fortaleza cántabra que pudo localizarse en alguno de los montes que rodean esta localidad (las fuentes romanas dicen que cerca de donde nace el Besaya) y que entre los años 26 y 25 a.C., fue sometida a un fuerte asedio por parte de los romanos en el transcurso de las Guerras Cántabras, de hecho, parece que con la derrota de esta ciudad cayó el último bastión cántabro, dando con ello fin a estas batallas. La mayoría de los investigadores modernos identifica la localidad cántabra con la actual Aradillos, no en su ubicación, sino en su procedencia, ya que es un hecho cierto que los Romanos reubicaban a los pueblos vencidos en otros lugares cercanos a los castros donde había estado asentados, pero en posiciones defensivas desfavorables. Sin embargo, aunque varios historiadores han situado el primitivo castro de Aracillum en las cimas de El Raposo o La Muela, lo cierto es que no se han encontrado vestigios de esa presencia en los altos citados, ni en los más cercanos, de ahí que aún quede sin desvelar este episodio de nuestra historia. Por otra parte, si se presta atención a la etimología de este nombre se ve que no tiene la misma raíz que la palabra latina, aunque la fonética sea muy similar. El nombre Aradillos está emparentado con arado y no tiene nada que ver con la raíz latina

Iglesias de la Concepción, Aradillos y San Cipriano, Fontecha.

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“arac” y sí con la “arat”, de donde provienen “aratio”, acción de arar, “arator”, labrador y “aratrum”, arado.

Se sale de Aradillos por la carretera que va a Reinosa, subiendo a una colladina (1.012 m), donde se

pasa junto a una instalación ganadera (izquierda). Enseguida se deja la carretera, para tomar un

camino carretero casi llano (a la derecha), que da a la carretera de Fontecha. Siguiendo de frente

se llegará enseguida a este pueblo (1.035 m). Su patrimonio no es de importancia, aunque se puede destacar la iglesia parroquial, del siglo XVI, con un retablo del siglo XVIII.

Se sale de Fontecha continuando el camino de llegada, cuyo asfaltado termina junto a la última casa,

se tuerce a la derecha en el primer cruce y a la izquierda en el segundo, entrando en un tramo llano

hormigonado. Esta reciente reparación se realizó para sanear este trozo de pista, ya que estaba

prácticamente siempre con mucho agua. El camino continúa después con subidas u bajadas hasta

alcanzar el Barrio de San Miguel (1.077 m), donde se encuentra la Iglesia del mismo nombre (erigida

en los siglos XVI-XVII), en la parte alta de Camino. Se comienza una bajada al núcleo urbano de

Camino, habiendo pasado primero sobre el cauce del Arroyo de la Gorgolla, que nace en la Fuente el

Cura, y haber dejado a la derecha la pista que sube a las campas de Fuentes y al Pico Ropero (1.492

m).

Desde la Plaza de Camino (1.063 m) se sigue de frente, por la pista que discurre por la falda S de

Cueto Caminos (1.371 m), llegando enseguida a un cruce denominado La Cruz de Camino (1.094 m)

(punto más alto de este recorrido), en el que a la derecha se sube a Fuentes, por la izquierda se

puede ir a Fontibre y a Salces, por lo que se seguirá de frente.

El pedregoso camino comienza una bajada con una pendiente importante, para introducirse en el

Barranco del Arroyo de La Pastiza, justo en el momento en que se encuentra con la pista que (por la

derecha) sube al Poblado Cántabro. Un poco más adelante se deja, a la derecha, la pista que sube a

la Cruz de Fuentes y enseguida se llega a las primeras casa de Argüeso, justo en el momento que el

barranco se abre al valle donde se ubica este pueblo.

Al llegar a la primera bifurcación de las calles se tomará la de la izquierda, que después de pasar

junto a la Iglesia llega al punto, relativamente céntrico de Argüeso (959 m), donde se ubica un

merendero. Aquí se hará una parada para tomar un pequeño tentempié (y el bocadillo si apetece).

El elemento de patrimonio más importante de Argüeso es su castillo, declarado Bien de Interés Cultural en 1983. Esta fortaleza es la única localizada en el interior de la comunidad autónoma, se alza sobre un antiguo templo altomedieval dedicado a San Vicente y está constituido por dos torres levantadas en los siglos XII-XIII unidas por un

Argüeso: Vista desde la Cruz de Camino; Iglesia y Castillo.

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cuerpo central rectangular edificado en el siglo XV y cerradas por un muro. Cabeza del Marquesado de Argüeso, perteneció al linaje de los Mendoza, duques del Infantado.

En este punto de parada hay un cruce de calles, así que para salir del pueblo se tomará la calle de la

izquierda (según la dirección que se traía, SE), que se trata del camino que siempre usaron los

vecinos de Argüeso y Fontibre para comunicarse. Nada más salir del caserío el camino comienza la

ascensión hasta un collado (996 m), a la derecha del cual queda el Alto del Hornero (1.059 m), donde

se ubicó un castro cántabro.

El camino comienza una bajada hasta un punto donde se encuentra una desviación a la derecha, que

entra en un pequeño barranco. Se tomará la misma, ya que el que continúa subiendo de frente se

dirige al pueblo de La Miña (aunque alguna derivación posterior también salga a otro punto de

Fontibre). Nada más pasar el estrechamiento se seguirá de frente (desechando el camino que sale a

la derecha), llegando rápidamente a una nueva bifurcación, donde se irá a la derecha (SO), para

llegar a la carretera, que se cruzará entrando en el aparcamiento del Nacimiento del Ebro (905 m).

Etimológicamente, el topónimo de Fontibre deriva de las palabras latinas Fontes Iberis (fuentes del Ebro), descrito por Plinio. El edificio más reseñable es la Iglesia de San Félix cuya nave románica, se remonta al siglo XII. Existe una polémica sobre el punto real donde nace el Ebro, en el que muchas voces dicen que este punto de Fontibre no es el verdadero nacimiento. Esta teoría es cierta, pero no como la cuentan por ahí: La realidad es que el río Híjar debiera llamarse Ebro, y considerar los comienzos de éste en Pico Tres Mares. Esta consideración no es debida a la teoría (apoyada por multitud de personas) que dice, que las aguas del Ebro provienen del Híjar, ya que es totalmente errónea, dado que se hicieron ensayos con colorante entre Espinilla y Villacantid y nunca salió en las fuentes de Fontibre. Además, el agua del Híjar es silíceo y el del Ebro es muy calar. Este exceso de cal no lo puede coger en los 880 m (en línea recta) que separan los dos puntos más cercanos de ambos ríos. La razón de que se designase al Ebro con el conocido nacimiento de Fontibre es debido a que el Híjar es considerado un torrente, porque “se seca en verano”. Sin embargo esta denominación no es cierta, dado que lo que sucede es que el caudal de este río disminuye y queda por debajo del lecho, formado por cantos rodados. Todos los que hemos jugado de niños en este río sabemos que cuando el cauce parece seco quitando cuatro piedras se ve correr el agua. En esta desaparición del agua hay una coincidencia, que no se puede tomar como significativa, que en verano el caudal desaparece en una zona cercana a estos dos puntos más próximos. Sin embargo la razón es bastante lógica. A partir de este punto el valle se

Nacimiento del Ebro.

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ensancha ostensiblemente y teniendo en cuenta que todo el lecho del mismo es de cantos rodados, significa que el agua circulante se tiene que repartir por toda la superficie, con lo que el nivel del cauce disminuye. Los Reinosanos sabemos que cuando se construye cualquier edificio o instalación, enseguida se llega al nivel freático y el caudal de agua que hay que extraer es muy abundante, con la única diferencia que en verano hay que profundizar algo más para llegar al agua que en invierno.

Seguidamente se bajará al nacimiento (880 m) para continuar su cauce por su margen izquierda,

hasta el punto donde el camino se une a una calle del pueblo. En este momento, sin entrar en ésta,

se virará a la derecha para cruzar el cauce por una pasarela y continuar por la margen derecha

hasta encontrar un camino que viniendo el pueblo ha cruzado un puente y sube a la derecha (S). Se

seguirá este ramal hasta encontrar un nuevo cruce. En éste se continuará por la derecha, pero al

llegar rápidamente al siguiente se tomará el primer camino que sale a la izquierda (SE).

En este momento se entra en el recorrido del PR-S 80 “Senda del Nacimiento del Ebro”. El camino,

después de un zigzag rodea un cotero, para después meterse (SE) en un callejo entre dos fincas, al

final del cual se encuentra una bifurcación. Aquí se tomará el ramal de la izquierda, que

inmediatamente se adentra en el bello hayedo de La Guariza, donde se podrán contemplar

ejemplares de gran porte y acogedores rincones.

Al salir a una zona con menos arbolado, se encuentra una bifurcación, siguiendo por el camino de la

derecha, de tendencia ascendente, que se vuelve a meter en la arboleda. Justo nada más salir de

ésta se pasa junto a la Cabaña de Cepelludu (denominada así porque la construyó el fundador de la

empresa Transportes Cepelludu). En este punto se tendrá una bella panorámica de las Vegas de

Reinosa.

Se sigue bajando hasta llegar a un collado (918 m), donde se deja el PR-S 80 (que sigue por la

derecha), para continuar de frente bordeando el cotero de Mesquería Grande (941 m) por su ladera

NE, con el pueblo de Salces a los pies. Se llega a otro collado (897 m), y, a continuación, rodear el

siguiente montículo Mesquería Chica (que queda a la izquierda), pasando junto a una instalación

ganadera, y alcanzar la carretera que baja a Salces (Parece ser que este tramo de carretera

pertenecía a la vía IV Iniecta Glarea, la cual tuvo el recorrido: Reinosa, Salces, Villacantid, Naveda,

Riaño y Abiada), que se cruzará para continuar por un tercer collado (882 m) (formado por el

anterior altozano y el de Sotío, donde está instalada la traída de aguas de Reinosa) y bajar por un

camino, que después de meterse en un barranco cruza el Ebro por un puente de hormigón.

Después de pasar junto a las instalaciones de una antigua piscifactoría (izquierda) se llega junto a

las casas de Salces (barrio más cercano a Reinosa) (868 m). En Salces se puede ver la Iglesia de San Miguel del siglo XVII, con retablos dorados por artesanos de talleres de Molledo, entre ellos Juan de Marañón en 1646. También hay dos antiguos puentes, probablemente medievales.

Desde este barrio, se seguirá a la derecha, hasta que pasada la última casa se encuentra un cruce,

donde se elegirá el ramal de la izquierda, por el que después de cruzar la carretera se entra en el

antiguo camino de Salces a Fresno. Se atraviesan unas grandes campas, dejando una urbanización de

chalets a la derecha, y se llega a la Mina Fontoria (875 m).

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Se trata de un pozo de azuladas aguas (debido a su gran profundidad en algunos puntos) formado por el hundimiento de una antigua mina de magnesita. Las labores mineras de explotación de este yacimiento comenzaron en la época en que los romanos ocuparon la comarca y se asentaron en Julióbriga, junto al actual Retortillo. Entre los restos arqueológicos descubiertos en el asentamiento romano de Julióbriga en Retortillo se descubrieron piezas de Magnesita pulidas por una cara y con formas geométricas bien definidas. Según todos los indicios esto podría significar un intento por utilizar este material como ornamento para las edificaciones más importantes del asentamiento, en un intento de sustituir otros materiales como el mármol de los cuales no había yacimientos cercanos, aunque nunca se llevó a cabo una explotación intensiva durante este periodo. Después de este período, no se volvió a explotar este yacimiento hasta finales del siglo XIX, aunque es a principios del siglo XX y coincidiendo con el periodo de la Primera Guerra Mundial cuando se desarrolla una actividad minera más intensiva en la Explotación San José (nombre con el que se la conocía) ya que también se produjo un aumento en la demanda de materias primas, en especial las relacionadas con la industria del armamento. Evidentemente, una vez cesó la contienda bélica, también se redujeron las demandas de todo tipo de materias primas y la producción en la mina también se vio mermada. Superada la Guerra Civil Española, se produce un intento por recuperar secciones de la mina dañadas por el abandono y se intenta continuar con las labores de explotación del yacimiento, pero los daños sufridos por el abandono de las mismas son demasiado importantes y no permiten continuar con la extracción del mineral. Parece ser que el deterioro de las galerías fue causado principalmente por la inundación de éstas por el agua procedente de un manantial que había en su interior y la posibilidad de instalar un sistema de bombeo para tener controlado el caudal de agua surgente por debajo del nivel freático en esta zona era un serio obstáculo, no sólo desde un punto de vista técnico, sino también económico en ese momento. Finalmente se optó por abandonar las labores. Poco a poco, el agua comenzó a adueñarse de toda la explotación subterránea inundándola por completo, hasta alcanzar el aspecto que presenta en nuestros días. A finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta, el lago natural que se formó en el pozo central de la mina comienza a utilizarse como un lugar de ocio y baño en las épocas de verano por los habitantes de Reinosa, Fresno y Nestares.

Continuando por el camino se llega a la parte inferior de la campa de la Ermita de Santa Ana (que

está ubicada en la parte alta). Se continúa por el camino, que discurre paralelo al cercado del prado

inferior, hasta llegar al fin de la pradería. Aquí se tomará el camino de Fresno a Reinosa (uno de los

Mina Fontoria. Ermita de Santa Ana.

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que había) que baja en dirección S, para, nada más cruzar la circunvalación de Reinosa llegar al

polideportivo viejo, donde finaliza el recorrido.

Arturo López San Juan, Alfonso Ochoa y Javier Tezanos

22-09-2012

Literatura consultada para texto y fotos

1. http://www.campoodeenmedio.org/turismo/patrimonio/ampliar.php?Id_contenido=3242.

2. http://www.campoodesuso.com/paginas/patrimonio.asp.

3. http://corocotavilla.blogspot.com.es/2012/02/castillo-de-san-vicente-cantabria.html.

4. http://www.vacarizu.es/Cuadernos/Cuaderno_33/La_mineria.htm.

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