Joey W. Hill-El Flechazo

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Joey W. Hill

El flechazo

Joey W. Hill

El flechazoThe crush (2003)

CAPTULO 1

Estar en sus brazos era como estar en casa despus de haber estado ausente por mucho tiempo. A pesar de que nunca haba sentido su abrazo, ella lo saba. Tena fuertes brazos y ola maravilloso, a jabn con un poco de limn, y una locin para despus del afeitado, muy masculina. Sus ojos azules eran seguros, serios, y sin embargo, haba mucho ms en ellos. Risa, reflexin, deseo.

Apret los labios a los de ella, le cubri la boca con una suave presin. Una mano se acerc a enmarcar su cara, para acariciar su cuello y su mandbula, lo que la hizo sentir mariposas por dentro, sentirse femenina. El beso era profundo y debilitaba sus rodillas, por lo que tuvo que aferrarse a l para mantener el equilibrio. l sonri contra sus labios, murmurando, y una necesidad dolorosa se propag a travs de su pecho y su estmago.

La tom por sorpresa, porque no esperaba que fuera tan potente. El toque de sus labios, le dio una sensacin como el primer beso de un verdadero amor, donde todo cosquillea, desde los labios a los dedos del pie, el cuerpo tiembla, el corazn se aprieta en un implacable, suave puo. Slo ahora saba lo que ella no haba sabido en la adolescencia, o incluso como una mujer joven. No retirarse demasiado pronto. Djalo ser hasta que tu alma entera se ra por la sensacin gozosa de que su boca y sus manos estn sostenindote bien apretada.

Tena que haber un cielo si haba momentos como ste, y si no los hubiera, se trataba de un enorme premio de consolacin.Nunca dejes que termine. Por favor.

Resa Davenport abri sus ojos y sus hmedas manos, un momento antes de que la campana de la quinta hora sonara, su reloj interno estaba ajustado para despertarla de su meditacin poco antes de su ltima clase del da.

Sus pensamientos ciertamente no eran de meditacin. Tampoco estaba tomando una siesta, a menos que soar despierta fuera una subcategora de siesta.

Ests perdiendo la cabeza, Resamurmur. Se levant y abri el armario de suministros para comprobar su apariencia en el espejo de cuerpo entero que haba all.

Se haba quitado la chaqueta en la intimidad de su aula, aunque no haba nada de inapropiado para una profesora de secundaria en su blusa de seda blanca y la recta falda rosa plido que llegaba justo encima de la rodilla, y tena un corte modesto en la parte de atrs.

Se esperaba que vistiera elegantemente esta semana, ya que era la semana de evaluacin docente para su rea. El Director estara visitando la clase de cada maestro por un tiempo, para dar su valoracin personal sobre su desempeo.

Sin embargo, para ser honesta, ella conoca bien la combinacin de frgiles colores femeninos, que la silueta el sostn de encaje por debajo de los suaves pliegues de la blusa y la lnea ajustada de la falda lisa, eran algo sexy para un hombre, y fue por eso que se los haba puesto.

Hoy, porque el sueo se haba aferrado a ella cuando la alarma del reloj son por la maana, haba tomado otra decisin impulsiva. Debajo de la ropa, llevaba una fantasa blanca. Un sujetador de encaje blanco de media copa, medias de seda con la parte superior del muslo de encaje y ligueros, y una bikini que era un trozo de gasa pura conectado con un tro de cintas de raso sobre cada hueso de la cadera. No esperaba que nadie las viera, pero dejaban que su mente vagara a la deriva, en la fantasa del sueo, cada vez que se mova y senta el roce de la ropa contra su piel.

Ella haba tenido especial cuidado con sus finos cabellos dorados, ponindolos en una enroscada vuelta sobre su cabeza y mantenindolo en su lugar con una hebilla de ncar, que dejaba al descubierto su cuello. Se encogi de hombros en la chaqueta color rosa a juego, se asegur de no engancharse los aros de plata, y se acomod la delicada cruz de plata en la cadena alrededor de su cuello.

Se acerc para abrir la puerta de su saln de clases cuando vio siluetas esperando, pero tuvo que reprimir la decepcin cuando todo lo que vio fueron los rostros de sus alumnos. l no iba a venir hoy. Probablemente vendra el da que ella llevara uno de sus trajes de mezclilla y los cmodos zuecos que casi gritaban "poco elegante".

Disimul su reaccin con una sonrisa y un saludo para los primeros en llegar y fue a su escritorio, levant el gancho de la pizarra y la bandeja de tizas.

Buenos das, seora Davenport.

Sus dedos buscaron a tientas el gancho, el soporte se desliz de la bandeja y cay al suelo.

El Director Tom Brent se agach, lo levant y lo coloc de nuevo en su mano, sus dedos tibios contra su palma.

l sonri y mir por sobre su cabeza, con sus seis pies de altura, buscando un gancho donde colgar el soporte de la pizarra y desenrollarla por ella.

Seguramente, la dos veces nombrada Profesora del Ao de la escuela Southwest, no estar nerviosa de tenerme a m sentado en su clase. Estoy esperando aprender tanto como sus estudiantes hoy.

Se haba puesto la ropa que llevaba hoy para recordar que todava tenan necesidades y deseos, y quera sentirme deseada. El sueo se lo haba hecho recordar, y aqu estaba l, el objeto de sus deseos, el desconocido centro de sus sueos, y ella se senta tan aturdida como uno de sus alumnos.

Devolverle la sonrisa era fcil de hacer. Haba conocido a Tom Brent desde quinto grado. Haba estado con un grupo muy unido de una media docena de nias, y el joven Tom Brent haba cado en su grupo. Un nio creativo fascinado por el cine y la escritura, inspirado por Spielberg y Lucas, garabate historias picarescas como Douglas Adam entre las horas de clases en la escuela secundaria para que las nias las devoraran bajo sus escritorios durante la clase.

Haba sido inevitable que al menos una del grupo se enamorara de l, porque l haba sido guapsimo. Con la cabeza llena de cabello negro y sedoso, y los ojos de un clido color zafiro. No slo una sombra de lo que se insina en las novelas romnticas, sino el tono real, vibrante. l tena un trato cmodo, sensual con las chicas, del que carecan mayora de los muchachos y muchos hombres nunca adquiran. Una chica saboreara sus toques casuales, al igual que ella saboreaba el roce de sus dedos mientras pona un gancho de la pizarra de nuevo en su palma.

Moviendo la cabeza para s misma, Resa se coloc detrs del escritorio y abri su cuaderno de asistencias. Tom se sent en la silla de invitados en el fondo del aula, puso su carpeta labrada en la mesa de trabajo junto a l, y abri su chaqueta para retirar la pluma del bolsillo de su camisa blanca. Se enderez la corbata, un pauelo de seda de color azul oscuro con un estampado de Luke Skywalker luchando con Darth Vader. Un regalo de uno de los estudiantes, estaba segura, porque todos ellos eran conscientes de su pasin por la triloga original de Star Wars.

Cruz el tobillo sobre la rodilla y estir el brazo sobre la repisa de la cartelera de nuevo, dndole un guio.

Oh, Dios mo, tena un aspecto tan atractivo all. Todava poda oler el perfume persistente de su locin de afeitar. Su pelo negro brillante ya tena entradas, por eso a sus treinta-cinco, lo mantena muy corto, en lugar de caer en el hbito ridculo de los hombres calvos que se dejaban crecer una cola de caballo. Este estilo haca hincapi en la fuerte estructura de su cara y los ojos azules increbles, slo que ahora miraban a travs de gafas de montura metlica.

Se vea tan bien, no, mejor de lo que haba sido de joven. La vida le haba puesto a prueba e imprimi carcter en su rostro. Tena la seguridad y la satisfaccin de s mismo que le haban faltado como estudiante.

Haba sido un camino difcil para l. Ella lo saba, porque haba estado all durante la mayor parte de ella.

El aspecto de Tom y sus intereses nicos, le haba atrado su parte de las muchachas ms bonitas de la escuela, pero fue el grupo de amigas de Resa que lo atrajo. En el octavo grado, l haba salido con Kencha Bryant, ahora una jinete ecuestre que se formaba campeones olmpicos. Haba durado dos meses, un tiempo largo para estudiantes de secundaria. Haba flirteado de vez en cuando con Kim Wellesley y Sarah Hollingsworth, ahora una mdico profesional realizada y modelo convertida en enfermera, respectivamente, a travs de cuatro grados. Ellas compartieron el secreto de estar profundamente enamorada de l durante la mayor parte de esos cuatro aos. Kim y Sarah lograron mantenerse como amigas a pesar de ello, probablemente debido a que l nunca haba elegido a ninguna de ellas.

Luego, en el dcimo grado, Julie Regan haba llamado su atencin. La ms dinmica y decidida del grupo, Julie era ahora una ingeniera qumica y abogada de patentes. Haban salido durante la escuela secundaria y la universidad. Cuando la madre de Julie contrajo un cncer terminal, llegaron a uno de esos momentos de debilidad donde dos personas cometan un error por todas las razones correctas. Se haban casado, y haba sido un desastre de cinco aos.

A pesar de su aspecto e intereses diversos, lo que implicaba una personalidad dinmica, Tom Brent era el hijo de un hombre que pas toda su vida en el FBI y de una tranquila madre religiosa. En el fondo, l era su hijo, un hombre conservador, orientado al servicio, que gozaba de los placeres sencillos. Pasar el da mirando Mystery Science Theater mientras haca el papeleo, leer el ltimo libro de Harry Potter, o cortar el pasto de su casa y beber una cerveza en el porche. Si l se hubiera convertido en ministro, la maestra de la escuela dominical hubiera sido un buen partido para l. Como director... El dedo de Resa apret convulsivamente su pluma, y la marca de verificacin que hizo junto al nombre de Debbie Winslow pareca una cola salvaje.

Julie era una adicta a la adrenalina y una mujer de carrera con gran potencial. Haba hecho buceo en cuevas y saltaba de aviones para relajarse. Cuando ella tomaba una decisin, lo haca con seguridad y sin mirar atrs. El divorcio, cuando sucedi, haba sido rpido y brutal, y dej a Tom tambalendose sobre sus talones, separndolo de su vida tan drsticamente como un ejercicio de diseccin.

Resa haba estado ah para l, escuchndolo, ayudando en un problema insoluble entre dos amigos que le importaban, pero Julie no pareca tener necesidad de ella en la forma en que tena Tom. Cuando Tom se recuper, tom su ttulo de enseanza y se puso de pie de nuevo con l. Cuatro aos ms tarde, fue su hombro en el que Resa se apoy en cuando muri su marido. Un exceso de comida surea, una aversin al ejercicio, y una historia familiar de problemas del corazn le quitaron la vida antes de llegar a los cuarenta aos. l haba sido su mejor amigo desde que se casaron a los veintin aos, recin salidos de la universidad.

Cuando conoci a su marido, ella pens que quera ser una persona extica y sin ataduras. Con l, descubri que su deseo de ser aventurera y sin compromiso era simplemente por miedo a ser rechazada. Lo que ella quera era felicidad tranquila, un ancla, alguien con quien compartir su vida, que proveyera amor como una promesa garantizada, junto con el apoyo y la amistad. l fue el hombre que la haba hecho sentirse bella por primera vez en su vida.

Cuando se fue, Tom haba llenado ese vaco con apoyo y amistad. Ahora que estaba lista para amar otra vez, tena sentido que su brjula estuviera apuntando a l, pero eso la aterraba.

Mientras todas las otras seis chicas estaban locas por Tom o salan con l, ella haba sentido algo por l slo una vez, en el noveno grado. El ltimo de sus seis aos, Vernica Strawson, que nunca haba mostrado inters en l antes, le haba pedido ir al baile de Sadie Hawkins. Tom lleg corriendo por el pasillo, cogi a Resa por la cintura y la gir a su alrededor en ese melodrama alegre en el que los adolescentes eran tan divertida inconscientes.

Ella me pregunt, me preguntexclamaba, sus ojos azules increbles encantados, la boca deliciosa explayada en una sonrisa, y Resa haba sido abrumada por el roce de sus manos en la cintura, por ese encanto potente al que haba siempre sido tan consciente.

Por supuesto, la nica cita fue slo eso, ya que Vernica se dio cuenta de inmediato lo que a Julie le tom ocho aos darse cuenta: que no tena nada en comn con el chico que tena todas las cualidades visibles de un prncipe heroico y apuesto, pero el corazn de un tranquilo guerrero-acadmico.

No haba sido un enamoramiento de larga duracin para Resa, tampoco. Ella saba que l no era para ella, por lo que hizo subir sus gafas, encogi los hombros, y sigui siendo su amiga.

Ella se haba casado, amado y perdido a un buen hombre. Tres aos de amistad haban pasado desde entonces, y luego, una noche, el sueo haba llegado.

Saba que Tom Brent era un hombre que amaba la mala ciencia ficcin y salir a su terraza al ponerse el sol, discutir los problemas de estudiantes con ella mientras preparaban una ensalada. Un hombre que pasaba corriendo por su casa todas las maanas y le tiraba el peridico en la entrada del porche de su casa con una puntera infalible.

Ella no haba salido desde el fallecimiento de su marido. Su amor haba sido profundo y seguro, un ro lento. Lo que quera era algo que ella saba que tena la posibilidad de darle el mismo alimento espiritual y emocional. El mundo de las citas con su naturaleza experimental y los juegos no tenan atractivo para ella. Tom lo tena, pero el riesgo era mucho mayor. As que ella se haba quedado en silencio, y probablemente siempre permanecera en silencio, dejando que los sueos cumplieran con sus necesidades.

Buenos das, clasedijo. La expresin de Tom se convirti en el semblante serio que se espera de un director. Quera devorarlo en varios bocados sabrosos. En su lugar, volvi su atencin a su exposicin sobre el arte europeo. Espero que estn listos para la prueba de hoy. Voy a mostrar una serie de treinta diapositivas. Enumeren su hoja de trabajo desde el uno hasta el treinta. Para cada diapositiva, quiero que anoten el estilo de arte que se muestra. Cuando hayamos hecho la parte visual, hay diez preguntas de ensayo en el tablero. Completen cinco y luego vamos a repasar las respuestas y la revisin por unos diez minutos del material para la siguiente leccin. Marie, por favor, apaga las luces.

Ella comenz a pasar las imgenes, y la clase comenz. Como profesional, saba que no haba mejor clase para que Tom evaluara. Su mirada pas por encima de ellos, viendo que examinasen la imagen. Vio las expresiones de reconocimiento inmediato, de un estudio reflexivo, y algunas de incertidumbre. Un poco de pnico cuando cambi a una diapositiva que no haba revisado con ellos antes.

Recuerden, si no es una imagen que reconocen a partir de la leccin, estdienla. Piensen en los elementos de las diferentes pocas que hemos discutido. Se desliz de su taburete y se dirigi a la pantalla, interponiendo su mano en el juego de luz y color. Seal algunos de los elementos de la escultura de la imagen, sin decir nada ms. Sin embargo, vio caras con claras muestras de la capacidad de razonamiento deductivo asomando, algo que siempre le daba aliento, ya que le decan que estaban pensando, y no slo recordando.

Pas a la siguiente diapositiva utilizando el control remoto y se volvi hacia su taburete, deslizndose hacia l, moviendo sus caderas.

El Sr. Brent le mir el culole susurr Sheila Griggs a Martha Nordwick en la primera fila de los asientos, justo detrs de Resa.

Nomurmur Marcos McLaurin. Estaba sentado detrs de Sheila.

Lo hizo. Y t se lo miraste, tambinseal Martha.

Ella tiene un culo mejor que t, culo mantecososusurr Mark.

Resa se dio vuelta y puso un dedo sobre sus labios, not la mirada afligida de Marta. Trat de adoptar un aspecto indiferente que dijera que no haba escuchado la conversacin, pero se alegr de que hubiera poca luz para que se ocultara el rubor des mejillas. Ton lo habra notado?Oh, no seas tan infantil, se rega. Ella no lo miraba. No poda. Por supuesto, ella poda mirarlo como parte de estudio de esa esquina del saln.

Le sostuvo la mirada y la encontr clida y divertida. Era porque haba odo lo que dijeron, porque haba hecho lo que dijeron, o porque haba visto su reaccin? Despus de todo, l era lo suficientemente buen amigo para conocer las seales de vergenza en su cuerpo. Ese era el problema. La conoca demasiado bien, y eso era lo que anhelaba. Un hombre familiarizado con ella. No, no cualquier hombre. Su obsesin con ese sueo se haba movido de manera decisiva, del el reino de la soledad, al deseo de un objetivo especfico. Ella lo quera.Termin de pasar las diapositivas y recorri el camino trillado hacia la parte delantera de la sala para levantar la pantalla de diapositivas y mostrar las preguntas de ensayo. En la quietud de su saln de clases, le era fcil imaginarlo, deslizndose suavemente en su clase al final de su da. Podra llegar a ella por detrs mientras estaba en la pizarra con los brazos en alto, y deslizar sus brazos ntimamente por su cintura. Ella apoyara la espalda contra l, contra su camisa blanca almidonada, los pantalones de verano de color carbn le haran cosquillas en la piel a travs de la falda, y le preguntara cmo fue su da. Sus labios tocaran su cuello, un gesto sutil de ternura y posesin a la vez. El timbre de su voz sexy, vibrara en la curva de su oreja, y l dira algo para hacerla rer, como siempre lo haca.

Fue a su escritorio, su mente an perdida en la fantasa. Qu pasara si, despus de que sus alumnos se fueran, ella se quitaba sus zapatos, como lo haca a veces, cuando sus pies estaban doloridos? Para los tacones de dos pulgadas que llevaba hoy, tendra que levantar un pie a la vez, deslizar cada zapato. Con ese conjunto, sera un gesto elegante que se abriera la abertura de atrs y mostrara las piernas un poco ms. Ella se inclinara para tomar un zapato en la mano, y la delantera de la blusa se abrira para darle una idea de una curva situada en la taza de encaje. Sus ojos se deleitaran, los dedos de esa mano hbil que se extenda tan a la ligera sobre la mesa, se apretaran en un puo apretado, que reflejara una mayor conciencia, los primeros destellos de deseo?

Hubo un crujido de papel, un aliento inhalado, algo que hablaba de un acto culpable en el aula. Mir a su derecha y vio a Todd Carlyle tratando de recuperar un pedazo de papel doblado desde el pasillo.

Carlyledijo Resa bruscamente. No lo toques.

Se qued paralizado. Todd era su payaso de la clase, pero tambin excepcionalmente brillante y seguro de s mismo, y el terror en su cara hizo su corazn sufrir. Ciertamente l no haba sido lo suficientemente estpido como para hacer trampa. No tena ninguna razn para hacer trampa.

Ella desdobl el papel mientras el chico miraba hacia abajo en su prueba, poda ver sus rosadas orejas, volverse de color rojo furioso. La atencin de Tom se centr en ambos, con un rostro severo y adusto para el caso.

Amor, no puedo creer la prisa,

el poder de este enamoramiento.

Te quiero tanto que nada mas importa,cuando te veo, mis pensamientos slo se dispersan.

Juntara cada grano de arena en una playa,

si buscaras mi mano.

No era una gran poesa, pero era tan seria, tan cerca de sus propios sentimientos, que Resa se tom un momento para componer su expresin antes de levantar la vista.

Ella normalmente haca que sus estudiantes leyeran sus notas en voz alta, un mtodo cruel, pero eficaz de asegurar que no habra infracciones repetidas. Los dedos de Todd temblaban en su lpiz. Debbie Winslow en el asiento del otro lado del pasillo estaba mirando con curioso inters, pero sin temor. Resa se dio cuenta de que la chica no era consciente de sus sentimientos. ste haba sido su movimiento estratgico, y al parecer la gravedad y las corrientes de viento haban estado en contra de su lanzamiento.

Termina la prueba, Todddijo suavemente. Y no permitas que esto vuelva a suceder.

Tom levant una ceja ante su expresin. Saba que sera conveniente que le mostrara la nota, pero esper a que el corazn de Todd hubiera bajado a niveles de seguridad y se hubiera volcado de nuevo en su prueba. Se paseaba casualmente por el medio de la clase, comprobando lo que hacan sus otros estudiantes. Dej caer la nota en la mano de Tom cuando pas, mirndolo a los ojos brevemente.

Puso una mano sobre el hombro rgido de Marta, apretando. Esa es una muy buena respuestamurmur, mirando hacia abajo en el nmero de la pregunta tres, sabiendo que llamara la atencin de la clase hacia ella, y no a Tom, que estaba examinando la nota. Su rostro no revelaba nada, los ojos azules estaban pensativos, y la desliz en su carpeta en silencio.

Est bien. Creo que todo el mundo ha terminadodijo Resa, despus de unos momentos. Repasemos la leccin.

Ella se mostr satisfecha con el alto nivel de respuestas voluntarias a las preguntas, y saba que la mayora de ellos lo haban hecho muy bien. Ellos pasaron la prueba rpidamente y recogi los papeles, llevndolos al frente.

Muy bien, tenemos diez minutos hasta el final. Vamos a empezar con las mayores influencias polticas que llevaron a la poca del Renacimiento. Por favorSeora Davenport.

Se dio la vuelta. S, seor Brent?Me gustara preguntar a alguno de sus alumnos una pregunta que no est relacionado con la historia. Est bien eso para usted?Por supuestorespondi Resa, preguntndose de que se trataba.

Tom se movi, por lo que hizo contacto visual directo con Todd. Todd, me gustara que me dijera cmo definiras un flechazo.Todd palideci. La clase ri entre dientes ante su reaccin, aunque, por supuesto, eran ignorantes del contenido de la nota.

Buenoaclar la garganta, sonando mucho ms joven y engredo, menos de lo que normalmente haca. Es, bien, se supone que es esta obsesin a corto plazo con algo, alguien, supongo. Muchas veces es un trmino que usan los adultos. Supongo.Tom asinti con la cabeza. Ahora, te lo repito, dime tu definicin.

Resa se apoy en su escritorio, intrigada.

Todd parpade, entrelaz las manos, las desentrelaz.

Todo bien, hijodijo Tom. Slo dime lo que piensas. No ests siendo castigado por algo.Todd lo mir con recelo, pero ante la actitud de fomento de Tom, pareci relajarse un poco. Buenoaventur el muchachoCreo que los adultos dicen eso, pero no es as, de verdad. Es decir, hay una razn para que lo llamen flechazo. Uno siente que su corazn y sus pulmones se estremecen cada vez que miras a esa persona, pero en el buen sentido, como si la respiracin no fuera realmente importante.

La clase se ech a rer, pero Todd estaba bien con eso ahora.

Slo podra durar un da, pero puede durar un mes, un ao, tal vez para siempre. No lo hace sentir menos potente cuando se est sintiendo. Y quiero decir, si usted piensa que no tiene una oportunidad con ella, y no hace nada con ella, podra desaparecer, pero si se acta, podra convertirse en amor, nios, ya sabe. Todo.

Debbie Winslow haba apoyado la barbilla en la mano y lo estudiaba con inters en sus ojos verdes, y Todd pareci perder an ms la conciencia de s mismo cuando su mirada fue capturada en esa mirada por un momento. Resa, pens que el muchacho podra haber hecho su movimiento estratgico, despus de todo.

Incluso si usted no acta sobre ldijo Todd, dirigiendo su atencin, de nuevo a Toma veces no va a desaparecer. Usted lo mantiene en algn lugar, y cada vez que piense en ello, sentir esa sensacin apretando de nuevo, y se siente bien doloroso al mismo tiempo. Como un camino que no recorre y que llega a imaginar de muchas maneras diferentes, un buen libro que siempre tiene un final diferente.

Hubo un momento de silencio y luego uno de los chicos en la parte de atrs hizo un resoplido que no acababa de ocultar el comentario murmur. l es tan gay.

La clase se ech a rer y Todd hizo un gesto obsceno al muchacho.

Todd, JohnResa reprendi. Mr. Brent?

Tom asinti con la cabeza. Eso es todo Gracias, Todd le pido disculpas por interrumpir su leccin, la seora DavenLa campana cort el resto de su nombre, pero ella vio que sus labios se movan an. Tambin vio el brillo de pesar en sus ojos, que le decan que saba que probablemente ella lo reprendera por ocuparle el descanso entre sus horas de clase.

Ella despidi a los estudiantes, y a medida que desfilaban ante su escritorio, acerc a Martha a ella con un ligero toque en el brazo.

Un momento, por favor, Martha. Resa esper hasta que la mayor parte de los estudiantes estuvieron en la puerta, lejos de su escritorio, por lo que su conversacin fue slo para ellas. Voy compartir contigo un pequeo secreto que todas las mujeres saben, de acuerdo?

La muchacha se qued perpleja, pero asinti con la cabeza. Resa sonri, apret su hombro. Recuerda que los nios tienden a madurar ms lentamente que las chicas, y se ponen a la defensiva cuando han sido sorprendido haciendo algo que les avergenza. Ellos dicen cosas crueles, cosas que no quieren decir. Eres una chica hermosa, y he visto a Mark mirndote ms de una vez.

Las mejillas de Marta enrojecieron, pero la mirada herida retrocedi un poco, reemplazada por una sonrisa tentativa. Ella asinti con la cabeza y Resa la dej ir.

Tom lleg a su escritorio cuando Martha sali detrs del ltimo de los otros estudiantes. Eso estuvo bien.

Resa se encogi de hombros, le sonri mientras daba la vuelta y se sent en su escritorio. Recuerdo como era ser la gordita. Puedes decirle a una adolescente que ser condenada por asesinato, y no se molestara tanto como que le dijeras que es gorda.l apoy la cadera en su escritorio, tom la manzana siempre se llevaba.Pero eras tan inteligente que nunca actuaste como si te molestara. Siempre estabas centrndote en salvar el mundo. Animales, el medio ambiente, las mujeres maltratadasl sonri. Yo estaba aterrorizado de lo inteligente y centrada que eras. Tenas una disciplina que nos aterrorizaba a todos nosotros. Eras intimidante.

Resa se le qued mirando. En serio?Por supuesto que s. Qu pas, Resa? Cmo pas de querer ser el prximo Steven Spielberg a ser un director, y t de querer ser una viajera internacional, que participara en todas esas causas, a una maestra de pueblo pequeo, ambos conformndonos?

Tal vez aprendimos que hay sueos que se tienen de nio, y luego est el llamado de tu corazn, del lugar al que has sido creado para servir. Ella entrelaz sus dedos sobre el escritorio, lo estudi. Creo que me lleg a mi cuando el matrimonio de mis padres se vino abajo. Aprend que puede ser ms importante estar all para una persona que te necesita, en el momento justo, que la bsqueda de la gloria de salvar al mundo, Tom. Alarg el brazo y cubri su mano que sostena la manzana. Eras brillante. An lo eres, quiero decir, necesito decirte, encontraba tu entusiasmo y creatividad sin lmites, intimidantes. No haba nada que no pudieras pensar en el calor del momento. Aparecas con una historia o una idea para un sketch que filmaras. Tenas un magnetismo que nos haca gravitar hacia tus ideas, nos haca querer llevarlas a cabo. Su mirada se vol de su mano a su cara, y lo vio sorprenderse, pero l la haba sorprendido, y quera que l lo supiera.

Todava tienes ese magnetismo, pero est enfocado en algo seguro y firme, como un barco que va en el camino correcto. Lo usas muy bien para inspirarnos en el trabajo. Los estudiantes te aman, no importa qu tan estricto seas con ellos, porque tienen la sensacin de que los estn llevando en la direccin correcta. No puedo decirte lo mucho que todos lo valoramos, y espero que nunca lo pierdas de vista.

l gir su mano apoderndose de la suya con el toque clido de un amigo. Oh, por supuesto, adula al evaluadorbrome, pero se dio cuenta por su expresin que le haba conmovido, lo suficiente como para que sintiera que la broma era necesaria para esquivar la vergenza.

Ella apart la mano de la suya y le pellizc el brazo. Latoso. Vete. Tengo planes de lecciones que hacer.

Si tienes un minuto ms, me gustara hablar contigo en mi oficina, sobre la evaluacindijo, sin dejar de sonrer, pero ahora haba un aire ms profesional a su expresin.

La desconcert que no fuera a hablar con ella en su propia aula, pero asinti con la cabeza, dejando a un lado sus papeles, lo sigui cerrado tras ella la puerta. Los chicos se estaban presentando en su ltimo perodo de clases un minuto antes de que sonara la campana y Resa vio a Tom dar y recibir saludos. Se detuvo y le pidi a uno de los chicos que se quitara la gorra en la escuela, preguntndole a una joven cmo haba ido la ciruga de su madre. Cogi otro muchacho larguirucho de la manga y se asegur de que iba a hacer esta noche los deberes antes de ir al parque de skate.

l se daba cuenta de las cosas, lo saba. Todos ellos le importaban, todo el mundo, estudiantes y profesores, y se dio cuenta una vez ms que l habra sido igualmente eficaz como ministro.

Entonces, quin te dio la corbata? le pregunt. Abri la puerta de su oficina desde la sala principal, en lugar de ir a travs de las oficinas de administracin, donde probablemente conseguira ser sitiado por un centenar de mensajes y peticiones.

Esto? Oh. Se ech a rer. La seora Blanchette, la maestra de educacin en salud. Su hijo va a las convenciones y ella le pidi que trajera de vuelta algo que un 'veterano' querra, uno de los que ya estaba nacido cuando la primera Guerra de las Galaxias sali.Ella puso los ojos en blanco. Cundo fue que lo de treinta y tantos nos convertimos en veteranos?

A sus ojos, desde que dejamos de ser adolescentes.

Su oficina se haba diseado tanto para la comodidad como para el castigo. Un sof cmodo para confortar hasta las lgrimas, un escritorio en forma de herradura para el trabajo, un par de sillones para tratar asuntos con el personal y los profesores, y una silla de respaldo duro para severos sermones.

Sabiendo esto, se sorprendi cuando le acerc la silla incmoda, y le hizo un gesto hacia ella. Seora Davenport, srvase tomar asiento aqu.

Generalmente la llamaba seora Davenport frente a los chicos, pero en privado, la llamaba Resa. A menos que l estuviera hablando con ella de manera oficial. La mayora del personal saba que haban sido amigos desde la infancia.

Ella se sent en la silla dura, enderezando la espalda y cruzando las manos, tomando una postura formal para que coincidiera con su tono de voz, a pesar de que se mantuvo suave. He hecho algo mal, seor Brent? Estoy en problemas?

Bueno, eso depende de cmo se mire, seora Davenport. Tom tom una posicin, no detrs de su escritorio tal como estaba previsto, sino delante de ella. Apoy las caderas sobre el escritorio y estir sus largas piernas en frente de s mismo. Eso la dejaba efectivamente en medio de ellas, porque la silla estaba muy cerca del escritorio.Estoy preocupado por su reaccin a la nota del seor de Carlysle. No estoy seguro de que entienda muy bien la gravedad de la situacin. Me gustara su opinin sobre l.Resa parpade un par de veces, insegura de si lo haba odo bien, y si lo haba hecho, si hablaba en serio. Su expresin le dijo que si, puso los brazos cruzados sobre el pecho por lo que la chaqueta se estiraba sobre sus anchos hombros.

Bueno, s que esta es una poca muy difcil para los estudiantesaventur. No tan mala como la secundaria, cuando las hormonas estn en todas partes, pero creo que las emociones tienden a ser ms sinceramente involucradas en sus atracciones ahora. El rechazo puede ser ms doloroso. Trato de ser sensible a eso. Es una de las razones por las que eleg no hacerle leer a Todd la nota en voz alta.

Ya veo. Qu piensa de su idea de que un flechazo podra llegar a ser ms, si la persona que lo siente tiene la valenta de declararse a s mismo?

Es una idea romntica, una muy bella. Tiene tantas facetas en ella. l me recuerda a muchos a ustede a esa edadsonri. Particularmente la forma en que se lleva mejor con las chicas que los chicos. Por supuesto, se volvi mucho ms silencioso en la escuela secundaria, despus que usted y... Por alguna razn el nombre de Julia, su amiga desde haca veinte aos, se qued atrapado en su garganta. Se involucraron.

Tom se pas la mano por el pelo, sorprendiendo a Resa. Era un gesto de impaciencia que no lo haba visto hacer durante aos. Tena la tendencia de los hombres calvos de no tocarse la cabeza, mientras ella perversamente haba empezado a tener un constante deseo de acariciar con su mano sobre las cortas capas ordenadas y su bello crneo.

Seora Davenport, parece que estoy teniendo algunos problemas para hacerme entender con usted.

Su espalda se enderez bruscamente ante su tono. Bueno, seor Brent, tal vez debera llegar al punto que estamos tratando, en lugar de jugar a las veinte preguntas conmigoreplic ella.

Cuando l alz una ceja, fue su turno para enrojecer. Lo siento, Tom. Eso fue una falta de respeto.

Seora Davenport, tengo un flechazo contigo.Ella tena la boca abierta para decir ms, pero ante su brusca declaracin, establecida sobre su disculpa, la cerr. Qu? se las arregl para decir.

Seora Davenport. Resarepiti, poco a poco, apenas mirndolame he enamorado de ti. He tenido este flechazo durante casi dieciocho meses, y como Todd, he encontrado que un flechazo se convierte en algo ms. Me encuentro pensando en ti de muchas maneras diferentes, y no slo en las formas que te haran sonrojar. l estudi su expresin nerviosa. A veces entras en mis pensamientos como una imagen reconfortante, muy breve. Tu risa, tu tacto, slo un roce en mi manga, tu abrazo de buenas noches al salir de mi casa. A veces vienes como una bocanada de aire de primavera y aroma de gardenias a travs de la ventana de mi oficina, burlndote de m, me haces sonrer, hacindome desear. Cuanto ms he pensado en ello, ms me doy cuenta de que las semillas han estado en el suelo durante aos. Creo que la combinacin adecuada de sol, agua y fertilizantes las han hecho crecer en abundancia. Mis sentimientos por ti son prcticamente un jardn desbordado en este momento. Yo... No poda pensar en una cosa que decir. Su mente se haba ido, tan claro como el cristal, y en un estado igual de frgil.

Debera haber hablado antesdijo l, observando su rostro con los ojos tan intensamente azules que no poda apartar la mirada fascinada. Pero tena que pensar en las consecuencias.Se movi, dndole la impresin de que sus siguientes palabras no seran cmodas, para ninguno de ellos. Sus dedos, juntos sobre su regazo, se apretaron sobre sus piernas.

Siempre fue evidente que haba algo especial en todas ustedes. Kim, Sara, Vernica, Kencha... Julia. Una sensacin de fuerte conexin que va ms all de los intereses comunes o la proximidad de barrio. Como si ustedes estuvieran destinadas a ser parte de las vidas de las dems desde el seno materno. Todas eran tan diferentes y, sin embargo, cada una de ustedes ha tenido al menos un elemento espectacular para ti. Creo que es por eso que se reunieron. Eran diferentes facetas, diferentes colores, pero eran todas piedras preciosas. Me aceptaron, me dejaron estar rodeado de eso, reflejaban mi propia luz con la suya, y haba una sinergia que me haca sentir ms especial. Yo segu tratando de encontrar cul de ustedes me metera en la esencia de todas ustedes, en lugar de buscar a la persona que sera la correcta para mi vida.Ahora sinceramente no podra haber encontrado palabras si hubiera querido hablar. Ella lo mir fijamente en estado de shock.

Me tom mucho tiempo darme cuenta de que todas me aceptaron, me estimularon y me desafiaron... Yo era un hombre heterosexual obsesionado con hacer cine, escritura creativa y ciencia ficcin, y tena la apariencia de presidente de la clase. Gracias a Dios que pas, as que ahora puedo ser tratado como el friki que siempre fui.Ella habra estado en desacuerdo, le habra dicho que estaba ms guapo ahora para ella que lo que haba sido antes, pero todava no poda hacer que su lengua se mueva.

Se aclar la garganta y mir un momento a sus pies. Yo tena seis mujeres consumadas, jvenes, inteligentes y hermosas que disfrutaban de mi compaa y me aceptaban en diferentes niveles. Cuando eleg a Julia, yo estaba realmente eligiendo a todas ustedes, y cuando me di cuenta de mi error, que yo tena simplemente una parte de todo el rbol que yo quera, fue demasiado tarde.La sombra de ese dolor cruz su cara, pero l elej la preocupacin que arrugaba su frente.

El tiempo pas y yo crec. Cambi, o tal vez volv al camino que siempre quise hacer. Pero uno nunca se olvida de los errores que comete, y esperas por Dios aprender de ellos, por lo que el dolor que causaste o repartiste no tenga desperdicio. Por lo tanto, tan largo o corto como sea, me tom mucho tiempo para pensar en ti, Resa. Te has convertido en mi mejor amiga, y si pierdo eso a causa de falta de juicio, creo que podra hacerme dao an peor que mi divorcio. Yo no creo que pueda manejar el dolor como la otra vez. Sobre todo si no te tengo all para salir adelante.Su mirada se levant, y ella qued abrasada por la cruda honestidad en esos ojos. Es a ti a quien quiero. No lo que ramos, no como parte de las chicas, a ti. No puedo aguantar ms, no importa cun asustado est. Te quiero demasiado, para m, Resa. Le dirigi una sonrisa forzada. Ese estremecimiento del que Todd habl, me ha agarrado tan mal que creo que a veces necesito oxgeno a tu alrededor. Di algo, por el amor de Dios. Antes de que haga completamente el ridculo.Ella levant la mano para decir algo, tal vez una pregunta dbil, vaga.

No, he cambiado de opinin. No digas nada. Solo ven aqu.

l le cogi la mano y de un tirn la puso de pie. Su intencin era clara. Aunque la respiracin se obstrua en su pecho, ella se resisti un momento, permaneciendo con una mano en su pecho, deslizando su mano por debajo de su abrigo y entrando en contacto con su calor a travs de la fina camisa blanca.

Qu? pregunt l, deslizndole sus manos sobre los hombros.

Yo estaba... Ella sacudi la cabeza, su cuerpo se abland, ms sensible de lo que debera estar haciendo en ese momento con su mente confundida. Yo estaba recordando un sueo.

Djame mostrarte lo que he estado soandodijo acercndola ms, por lo que qued contra l, su firme cuerpo masculino contra suaves curvas femeninas, y llev a su boca sobre la suya.

Mantuvo los ojos abiertos hasta el ltimo momento, para ver esos ojos azules de cerca, la curva de sus labios antes de llegar a la suya. Vio cmo sus dedos se deslizaban sobre la tela de su traje en el hombro y el tacto suave de los cabellos en su nuca. Ella contuvo el aliento. Locin para despus del afeitado, aroma de limn. Pasta de dientes. l.

Oh. Mi. Dios. Era la misma reaccin que tena en su sueo. Era como si una flor floreciera con fuerza en su pecho mientras la besaba, las puntas desplegndose y rozando y reviviendo sensibles terminaciones nerviosas en sus pechos y muslos. Era la forma en que un hombre que conoca el corazn de una mujer besara, uno que estuviera dispuesto a abrir el suyo para ella.

La sensacin de cada que haba tenido en el sueo estaba all. El escalofro de la ms ligera caricia. Sin embargo, no todo era el mismo que el sueo. En el sueo, todo haba sido ella, y no haba podido experimentar el duro, hambriento calor de hombre que senta ahora, filtrando por debajo de su suave toque sobre ella. Cuando ella suspir en su boca, abrindose a l, quebr su control. Sus manos dejaron sus hombros y se envolvieron a su alrededor, enlazndola a l, dejando sus brazos encerrados en su contra en una deliciosa manera, slo sus manos se movan, capaces de sujetar la tela de su chaqueta mientras exploraba su boca con la suya. A pesar de que senta su pasin, no se apresur, no cometi el error de rpidamente tratar de devorarla en tres bocados. l la trataba como a un postre, mordisqueando sus labios, aprendiendo los contornos de ella, como el primer apretn de manos, probando la forma en que encajaban entre s. Esa ausencia de prisa tambin era como en su sueo. Y al igual que en su sueo, un sonido de necesidad sali de la parte posterior de su garganta. Un deseo de ms. l la acerc ms, por lo que sinti el interior de sus muslos rozando sus caderas sobre la cmoda falda de seda forrada. Sus manos se movan por su espalda, sus palmas sobre la blusa por debajo del cierre de su sujetador, sus dedos acariciando suavemente la lnea de la carne justo debajo de la unin de encaje. Fue una caricia ntima sin vulgaridad, indescriptible ertica, el toque de un hombre maduro bien entendido, reconociendo lo que estaba debajo de su ropa.Un golpe rpido. Mr. Brent, tengo que conseguirOh. Oh.

Resa se ech hacia atrs ante el llamado de Linda Benton, la secretaria de la oficina y asistente de Tom. El pnico estall en su pecho y el color inund sus mejillas. No haba manera de que Linda pudiera confundir lo que estaban haciendo, y Resa no poda imaginar cmo lo manejaran, cmo iba a manejarlo para que no se reflejara negativamente en Tom.

Tom la llev de una maraa confusa de pensamientos a un cese inmediato al no dejarla ir. l la sostuvo rpidamente, con las manos en su cintura y la espalda para que no pudiera girarse. As que ella no tena que volverse hacia la expresin de Linda, podra presionar su mejilla en su hombro y no hacer nada.

l la estaba protegiendo. Con su rostro apartado y la vestimenta inusual, tal vez pens que Linda no la reconocera. Ella haba extraado tanto eso: el deseo instintivo de proteger a una mujer que todo hombre honorable tena.

Puede darme un minuto, Linda? dijo suavemente, con una voz tan tranquila que Resa qued impactada por su compostura, y dese poder ver su rostro.

Ciertamente, seor. Sin embargo, antes de irme, me gustara decirle algo.Ahora ella lo sinti rgido y Resa puso su ingenio alrededor. Ella no le permitira hacer frente a esto por s solo. Volvi la cabeza, que estando tan cerca de Tom, su nariz tena que rozar su mandbula. Ella termin de girarse a tiempo para ver a Linda observndolos a los dos con un destello en los ojos.

Ya era hora de que los dos maduraran y se dieran cuenta lo que el resto de nosotros ya sabamos. Ella sonri de oreja a oreja y dio un paso atrs, cerrando la puerta silenciosamente detrs de ella.

Bueno, solt Tom en un suspiro. Eso fue inesperado.

S dijo Resa, en una exhalacin. S, lo fue.

Trat de dar un paso atrs, pero encontr que Tom todava no estaba listo para dejarla ir, con las manos cmodamente ancladas en su cintura.Entonces, yo tena otra pregunta para usted, seora Davenport.S, seor Brent? Levant una ceja con una sonrisa en sus labios, una sonrisa que se desvaneci en algo ms serio mientras l levantaba una mano y utilizaba la yema del dedo para seguir la lnea del escote de su blusa. Lo introdujo justo al borde de la tela, por lo que su dedo roz el borde de encaje de la copa del sujetador, acariciando la parte superior de su pecho con la accin. Su respiracin se detuvo, y sinti los msculos de sus muslos apretarse en torno de su cadera mientras la envolva ms en su brazo por la cintura y se acomodaba en el escritorio para poder continuar su ertica caricia con mayor comodidad. Usted usa esto deliberadamente para tentarme?

Resa trag. Seor, nunca se haba dado cuenta de lo potente, lo sexy que un hombre cmodo con las mujeres podra ser. l saba cmo tocarla, saba mantener la comunicacin, seguir seducindola, en lugar de ser absorbido en sus propios deseos.

Bueno, un poco. S.

Detuvo su toque, la mir y vio la sorpresa convertirse en otra cosa. Algo ms caliente y fuerte que la haca temblar en sus brazos. Dimele orden en un susurro spero. Desde cundo?

Yo... he comenzado a soar contigoadmiti. La primera vez que... Ella tom un respiro, porque no quera estropear el momento con tristeza, pero sabiendo que ella le dira a este hombre, su amigo, cualquier cosa. Fue unos dieciocho meses despus de su muerte. Fue la primera vez que haba sentido deseo de cualquier tipo, y llor durante dos horas.Perdiste un da de clase record asombrndola.

S, fue ese da. Llor, pero llor porque saba que era natural, que lo que tena que suceder estaba sucediendo. Estaba sanando, siguiendo adelante con las cosas de la vida y el amor. La prxima vez que sucedi, no fue tan doloroso. Entonces comenz a suceder a menudo. Ella se ri con timidez, evitando su mirada. Empec a tener un montn sueos despierta acerca de ti.Soaba despierta durante la clase, seora Davenport? Eso es casi tan malo como pasar notas. Vamos a tener que asignar alguna accin disciplinaria en su caso.Tuvo un segundo de advertencia y una oportunidad para dejar salir un chillido corto, y ya los haba girado, dejndola acostada en su escritorio y fue sobre ella, su brazo an por debajo de su cintura.

Tomdijo entre dientes, se retorca para liberarse. Nosotros no podemosLo smurmur, acaricindole el cuello. No tengo intencin de hacer el amor contigo en cualquier lugar, sino en el que he soado contigo todas las noches durante los ltimos meses: en mi cama. Pero este es uno de mi lado fantasioso. Le mordi la oreja, la zona sensible del cuello debajo de ella. Su preocupacin se disolvi como mantequilla en una cacerola. Quiero tomar las cosas con calma, tomarte lentamente. Disfrutarte. Es interesante ver cmo todo ese tipo de palabras empiezan con esa misma letra... suave, sensual, sedosa, seducir, certeza...

Esa es una palabra con c logr decir, arquendose cuando l le dio un beso en el hueco de su garganta.

Su ancha palma se desliz unos centmetros por el lado de la falda, slo para mantener su muslo anclado en l. Se detuvo cuando encontr la parte superior de encaje en lo alto del muslo, el cierre de la liga. Una expresin de dolor cruz su cara masculina. Me vas a matarmurmur. Qu te has puesto debajo?Eso hizo que su cuerpo se volviera casi lquido, la mirada de sus ojos, la necesidad que senta en su cuerpo, combinados con la suya, pero ella enmarc su rostro, sus ojos aleccionadores. TomNo. La bes en la palma de la mano, tranquilizando sus dudas antes de que pudiera expresarlas. Vamos a tomarlo con calma, Resa. Parece que siempre he querido tener este sentimiento por alguien. Ahora que la posibilidad est aqu, tal vez por primera vez en mi vida, yo no voy a apresurarla. Te quiero en mi casa para el fin de semana. Quiero tomar un caf contigo en la maana, saber lo que te gusta para el desayuno, pensar en cmo queremos gastar nuestro tiempo. Puedes quedarte en el cuarto de invitados... arque una ceja divertido hacia ella. Si quieres. Luego su expresin se volvi ms intensa otra vez y roz otro beso en la sien, en la concha de su oreja. Apret la mano en su pierna un momento antes de quitarla de la falda a la cadera para que pudiera levantarse sobre sus pies, para quedar en sus brazos. Quiero estar contigo como mi amiga y como algo ms que mi amiga. Si ests dispuesta a darme una oportunidad, sabiendo que podramos estar poniendo en riesgo nuestra amistad.

Bueno, teniendo en cuenta lo que dijo Todd, creo que sera una locura no ver a lo que nuestros flechazos nos llevan.

... Te quiero tanto que nada mas importadijo en voz baja, mirando hacia ella. Cuando te veo, mis pensamientos slo se dispersan.En lugar de ser divertida, las palabras eran tiernas, apasionadas y la hicieron acercarlo a ella, estrechndolo en un abrazo apretado, por lo que escuch su corazn latir contra su mejilla. Le repiti la ltima lnea del poema como una promesa.

Juntara cada grano de arena en una playa, si buscaras mi mano.Le tom las manos en una sujecin firme. Para cualquier cosa que necesitesprometi.

FIN Baby, I can't believe the rush, /the power of this crush.

I want you like nothing else matters. /When I see you, my thoughts, they just scatter.

I'll pick up every grain of sand on a beach, /if for my hand you'll reach.

Ntese la rima entre rush/crush , matters/scatter y beach/reach.

Por Ire