1
Intemperie Nada más nacer, y ya en el camino, su techo es el cielo, la tierra es el lecho que guarda los sueños, de un hombre sencillo de una mujer buena de un recién nacido. Detrás, a lo lejos, violencia en las calles nacida del miedo. Dolor en las vidas de tanto inocente. Víctimas sin culpa, llantos sin consuelo. El constante juego de los poderosos cobrándose el diezmo de los más pequeños. Volverás de Egipto rasgarás el muro que divide al hombre que provoca duelos, le darás la vuelta al maldito ciclo de tanta barbarie, de tanto desierto donde nada crece. Brotarán, de nuevo, esperanzas altas, amores perpetuos, humanas caricias, profundos anhelos que desde la entraña llaman a lo eterno. Ahora duerme, niño, que de tu suspiro pende el universo. José Mª Rodríguez Olaizola, sj

José María Rodríguez Olaizola, SJ - Intemperie

Embed Size (px)

DESCRIPTION

José María Rodríguez Olaizola, SJ - Intemperie.

Citation preview

Intemperie

Nada ms nacer, y ya en el camino, su techo es el cielo, la tierra es el lecho que guarda los sueos, de un hombre sencillo de una mujer buena de un recin nacido. Detrs, a lo lejos, violencia en las calles nacida del miedo. Dolor en las vidas de tanto inocente. Vctimas sin culpa, llantos sin consuelo. l constante juegode los poderosos cobrndose el die!mo de los ms pequeos.

Volvers de gipto rasgars el muro que divide al hombre que provoca duelos, le dars la vuelta al maldito ciclo de tanta barbarie, de tanto desierto donde nada crece.

"rotarn, de nuevo, esperan!as altas, amores perpetuos, humanas caricias, pro#undos anhelos que desde la entraa llaman a lo eterno. $hora duerme, nio, que de tu suspiro pende el universo. %os &' (odrgue! )lai!ola, sj