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JO JO SÉ S SÉ S AR AR A A M M A A G G O 1922 -2010 O 1922 -2010 UTOPÍA AND UTOPÍA AND ANTE ANTE Burgales El Vocero 3 de Noviembre 2009

jose Saramago

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Burgales JOJO SÉ SSÉ S ARAR AA MM AA GG O(1922 -2010O(1922 -2010 UTOPÍA ANDUTOPÍA AND ANTEANTE 3 de Noviembre 2009 Traslado a la isla de Lanzarote

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Page 1: jose Saramago

JOJOSÉ SSÉ SARARAAMMAAGGO(1922 -2010O(1922 -2010UTOPÍA ANDUTOPÍA ANDANTEANTE

BurgalesEl Vocero

3 de Noviembre 2009

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BiografíaPrimeros añosJosé Saramago nació en la freguesia de Azinhaga (munici-pio de Golegã, en el distrito central del Ribatejo, Portugal),cerca del río Tajo, a 120 km al noreste de Lisboa.Sus padres fueron José de Sousa y Maria da Piedade, unapareja campesina sin tierras y de escasos recursos econó-micos. Este origen marcaría profundamente el carácter y latendencia político-teórica del escritor. El apodo de la familiapaterna era Saramago ("Jaramago" en español, nombre deuna planta herbácea silvestre de la familia de las crucífe-ras). El niño debería haberse llamado José Sousa, pero elfuncionario del registro civil cometió un "lapsus calami"(error de pluma) y lo anotó como José "Saramago", aunquehay quienes dicen que fue una broma del funcionario, cono-cido de su padre. El registro oficial menciona el día 18 denoviembre, aunque fue el 16.En 1925, la familia de Saramago se mudó a Lisboa, tras unbreve paso por Argentina, donde su padre comenzó a tra-bajar de policía. Pocos meses después de la mudanza,falleció su hermano Francisco, dos años mayor. Saramagonunca perdió su relación con su aldea de nacimiento, dondefueron numerosas sus estancias, ni con sus costumbresargentinas, siendo pública su predileccion por el dulce deleche y el mate.En 1934, a la edad de 12 años entró en una escuela indus-trial. En aquellos años incluso los estudios técnicos conte-nían asignaturas humanísticas. En los libros de texto gratui-tos de aquellos años Saramago se encontró con los clási-cos. Incluso en sus últimos años aún podía recitar dememoria algunos de esos textos.Aunque Saramago era buen alumno, no pudo finalizar susestudios porque sus padres ya no pudieron pagarle laescuela, por lo que para mantener a su familia Saramagotrabajó durante dos años en una herrería mecánica.Mientras tanto, sin guía alguna, se leyó toda la bibliotecapública de su barrio. Entre los pocos ejemplares de su pro-piedad, figuraban textos de escritores argentinos.[editar] Comienzos como escritorPronto cambia de trabajo y comienza a trabajar de adminis-trativo en la Seguridad Social. Tras casarse en 1944 conIlda Reis, Saramago comienza a escribir la que acabarásiendo su primera novela: Terra de pecado, que se publicóen 1947 pero no tuvo éxito. Ese año nació su primera hija,Violante. Saramago escribió una segunda novela,Claraboya, pero directamente nunca fue publicada. Porespacio de veinte años no se volvió a dedicar a la literatu-ra. "Sencillamente no tenía algo que decir y cuando no setiene algo que decir lo mejor es callar".Entra a trabajar en una compañía de seguros.Simultáneamente colabora como periodista en Diário deNotícias, un periódico de alcance nacional, pero por razo-nes políticas pronto es expulsado. Luego, colaboró comocrítico literario de la revista Seara Nova y fue comentaristacultural. Formó parte de la primera dirección de laAsociación Portuguesa de Escritores, y también desempe-ñó la subdirección del Diário de Notícias. Desde 1976 sededica exclusivamente a su trabajo literario.Sufrió censura y persecución durante los años de la dic-tadura de Salazar. Consigue trabajo en una editorial(donde trabaja durante doce años). En su tiempo libretraduce: Maupassant, Tolstoi, Baudelaire, Colette…En 1966 publicó Os poemas possíveis.En 1969 se hizo miembro del Partido ComunistaPortugués (cuando éste todavía era clandestino). Esemismo año se divorcia de Ilda y abandona su trabajo enla editorial para dedicarse plenamente a vivir de la escri-tura, bien como articulista, bien como novelista. En1970 publica Probabelmente alegría Entre 1972 y 1973fue redactor del "Diário de Lisboa". En 1974 se sumóa la llamada "Revolución de los Claveles", que llevó lademocracia a Portugal. En 1975 publica O Ano de1993.[editar] ConsagraciónSu primera gran novela fue Levantado do chão (1980),un retrato fresco y vívido de las condiciones de vida delos trabajadores de Lavre, en la provincia de Alentejo.Con este libro Saramago consigue encontrar su vozpropia, ese estilo inconfundible, límpido y casi poéticoque lo distingue. En los siguientes años, Saramagopublica casi sin descanso: Memorial do convento (1982),donde cuenta las más duras condiciones de vida delpueblo llano en el oscuro mundo medieval, en épocas deguerra, hambre y supersticiones.

Este libro fue adaptado como ópera por Azio Corghi, yestrenado en el Teatro de la Scala de Milán, con el título deBlimunda (el inolvidable personaje femenino de la novela).También Corghi adaptó su obra teatral In nómine Dei, quecon el nombre de Divara fue estrenada en Munster. De AzioCorghi es también la música de la cantata La muerte deLázaro, sobre textos de Memorial del convento, ElEvangelio según Jesucristo e In nómine Dei. Fue interpreta-da por vez primera en la iglesia de San Marco, de Milán. En1984 Saramago publica O ano da morte de Ricardo Reis yen 1986 A jangada de pedra (La balsa de piedra), dondecuenta qué sucedería si la península ibérica se desprendie-ra del continente europeo. Ese año (cuando tenía 63 años)conoce a su actual esposa, la periodista española Pilar delRío, natural de Castril, Granada nacida en 1950, quien final-mente se convierte en su traductora oficial en castellano.

Traslado a la isla de LanzaroteLa novela El Evangelio según Jesucristo (1991) lo catapul-ta a la fama a causa de una polémica sin precedentes enPortugal (que se considera una república laica), cuando elgobierno veta su presentación al Premio Literario Europeode ese año, alegando que "ofende a los católicos". Comoacto de protesta, Saramago abandona Portugal y se instalaen la isla de Lanzarote (Canarias). En 1995 publica una desus novelas más conocidas, Ensayo sobre la ceguera nove-la que fue llevada al cine en el 2008 bajo la dirección deFernando Meirelles. En 1997 publica su novela Todos losnombres, que gozó también de gran reconocimiento. En1998 gana el premio Nobel de literatura por Ensayo sobrela ceguera, convirtiéndose en el primer escritor (y hastaahora el único) de lengua portuguesa en ganar este premio.Desde entonces compartió su residencia entre Lisboa y laisla canaria, participando en la vida social y cultural deambos países cuyas estrechas relaciones justificó en unaentrevista para proponer su idea utópica de creación de unaIberia unida.[2] Ateo declarado, colaboró ocasionalmenteen prensa, aportando su punto de vista,[3] siempre agudo ycomprometido.[4] En definición suya, "Dios es el silencio deluniverso, y el ser humano, el grito que da sentido a esesilencio".[5] Una de sus últimas obras fue "Las intermiten-cias de la muerte", cuenta de un país cuyo nombre no serámencionado y se produce algo nunca visto desde el princi-pio del mundo: la muerte decide suspender su trabajo letal,la gente deja de morir. De ahí en adelante, se relataransituaciones inimaginables o no, ya que nadie muere perosiguen envejeciendo.Falleció a los 87 años, el día 18 de junio de 2010 , en suresidencia de la localidad de Tías (Lanzarote, Las Palmas)debido a una leucemia crónica que derivó en un fallo mul-tiorgánico. Habia hablado con su esposa y pasado una

noche tranquila. Saramago escribió hastael final de su vida,

pues se dice que lle-vaba 30 páginas

de una próximanovela. [6]

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La indignación activaBALTASAR GARZÓN JUEZ 18/06/2010 Admiraba el escritor José Saramagodesde hace muchos años, pero no leconocí hasta 1999, en un curso de veranode El Escorial dirigido por mí. Saramagohabló ese día sobre la vida y el compromi-so político de la juventud. Y satinó su inter-vención con sus clásicas teorías escépti-cas sobre el futuro del mundo. Veías atodos los jóvenes cautivados por su dis-curso, como él lo hacía: deslavazado enapariencia, pero con la fuerza suficientepara llevarles al final a donde quería: aescuchar el mensaje de esperanza en unhombre que ya entonces contaba con 77años.Era un hombre embarcado en la denunciapermanenteEn uno de los últimos textos que escribióse refirió a la situación por la que estoypasando. Hablaba sobre la incredulidadque le generaba todo el proceso, que vamás allá de mi caso personal: pone enjuego la memoria histórica del país y laimpunidad del franquismo. Un ejemplomás del compromiso militante de JoséSaramago, de su indignación activa tantopor injusticias como por el abandono a susuerte de las víctimas. Si le pedías que se implicara en unacausa reivindicativa lo hacía sin dudarloun instante. En el año 2007 escribí conVicente Romero un libro El alma de losverdugos sobre la intensa represión de ladictadura militar en Argentina. José acep-tó escribir el prólogo, y lo hizo a su mane-ra. Se trataba de un prólogo breve pero durí-simo contra los dictadores que impulsaronla represión, pero también de un recuerdosentido a las víctimas del régimen militar.Era un texto de denuncia pura y dura. Muysuyo. Porque el autor se dejaba llevar porel principio de la indignación activa. Era unhombre embarcado en la denuncia perma-nente. Un maestro en este sentido.Era un referente ético indispensable enuna sociedad sin referentes moralesTextos como este convirtieron a JoséSaramago en uno de los referentes éticosindispensables de una sociedad en la hayuna grave ausencia de liderazgos mora-les. Una sociedad en la que se echa demenos la coherencia y el desarrollo éticode una actividad, no solo literaria, sinotambién política y social. Una sociedad enla que no sobran precisamente las perso-nas decididas a ayudar a los más desfavo-recidos y a apoyar las causas más nece-sarias. Con su muerte se va uno de los escasosintelectuales comprometidos, uno de losmás preclaros, por su coherencia y sucapacidad para unir acción social, literariay política. Siempre fue una persona fiel asus principios. Hoy día,cuando se echantanto en faltareferentes detodo orden, sup r e s e n c i apública eraun lujo.

Obra Biográfica1997 Cadernos de Lanzarote (Cuadernos de Lanzarote,recopilación (1993/95))2001 Cadernos de Lanzarote (Cuadernos de Lanzarote,recopilación (1996/97))2006 As pequenas memórias. (Las pequeñas memorias,memorias de su infancia)

Poesía1966 Os poemas possíveis (Poemas posibles)1970 Provavelmente alegría (Probablemente alegría)1975 O Ano de 1993 (El año de 1993)2005 Poesía completa (Antología)Relatos

1978 Objeto quase (Casi un objeto, cuentos)1979 Poética dos cinco sentidos: o ouvido (Los cinco sen-tidos: El oído)1998 O conto da ilha desconhecida (Cuento de la isla des-conocida, "Todas las islas, incluso las conocidas, son des-conocidas mientras no desembarquemos en ellas")2001 A maior flor do mundo (La flor más grande delmundo, relato infantil)2009 El cuaderno (Recopilación del blog de Saramago)

Novela1947 Terra de pecado (Tierra de pecado)1948 Clarabóia (Claraboya, novela nunca publicada)1977 Manual de pintura e caligrafía (Manual de pintura ycaligrafía, novela filosófica acerca de la figura del artista)1980 Levantado do chão (Levantado del suelo, historia devarias generaciones de campesinos portugueses, testigosde las penurias del campo y de un tiempo aciago, que cul-mina con el triunfo de la Revolución de los Claveles)1982 Memorial do convento (Memorial del convento, latraducción de Basilio Losada mereció el Premio Nacionalde traducción)1984 O ano da morte de Ricardo Reis (El año de la muer-te de Ricardo Reis)1986 A jangada de pedra (La balsa de piedra, la penínsu-la ibérica se desprende del resto de Europa y comienza anavegar por el Atlántico)1989 História do Cerco de Lisboa (Historia del cerco deLisboa, en 1147)1991 O Evangelho Segundo Jesus Cristo (El Evangeliosegún Jesucristo, original visión de la vida del fundadordel cristianismo)1995 Ensaio sobre a Cegueira (Ensayo sobre la ceguera,una extraña epidemia condena a una ciudad a la ceguerablanca)

1997 Todos os nomes (Todos los nombres, novela acercade don José, un kafkiano burócrata que al encontrar en elregistro civil la ficha de una mujer, de la que no conocesiquiera la cara, queda perdidamente enamorado, y sale abuscarla)2000 A caverna (La Caverna (novela), novela que partedel mito platónico y critica el consumismo)2002 O homem duplicado (El hombre duplicado, dos hom-bres milimétricamente idénticos se encuentran: explora laangustia del ser anónimo perdido en una sociedad masifi-cada)2004 Ensaio sobre a lucidez (Ensayo sobre la lucidez,investiga los límites de la democracia)2005 As intermitências da morte (Las intermitencias de lamuerte, acerca de un país donde la gente deja de morir)2008 A Viagem do Elefante (El viaje del elefante)2009 Caín

Crónicas1971 Deste mundo e do outro (De este mundo y del otro,Crónicas publicadas en el diario "A Capital")1973 A bagagem do viajante (El equipaje del viajante,Crónicas publicadas en los diarios "A Capital" y "Jornal doFundão")1974 As opiniões que o DL teve (Las opiniones que DLtuvo, Crónicas políticas)1977 Os Apontamentos (Apuntes, Crónicas publicadas enlos diarios "Diário de Lisboa"(1972/73) y en el "Diário deNoticias" (1975))Guía turística1981 Viagem a Portugal (Viaje a Portugal)Teatro

1979 A noite (La noche)1980 Que farei com este livro? (¿Qué haré con este libro?)1987 A segunda vida de Francisco de Assis (La segundamuerte de Francisco de Asís)1993 In nómine Dei2005 Don Giovanni ou O dissoluto absolvido

Notas1.Saramago, José: noticia biográfica en Las intermitencias de la muerte.Punto de Lectura - Madrid, 2006 ISBN 84-663-1895-X p. 2542.Diario El País, 15/07/2007 "Saramago profetiza que Portugal y Españaacabarán siendo Iberia"3.Diario El País, 18/09/2001 "El factor Dios "4.Diario El País, 21/08/2005 "Dios como problema"5.'Dios es el silencio del universo', artículo de Juan J. Tamayo en El País,17/10/2009, consultado el 20/10/20096. Fallece a los 87 años José Saramago.

SUS ESCRITOS

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El 'factor Dios'JOSÉ SARAMAGO 18/09/2001 -EL PAIS

En algún lugar de la India. Una fila de piezas de artillería enposición. Atado a la boca de cada una de ellas hay un hom-bre. En primer plano de la fotografía, un oficial británicolevanta la espada y va a dar orden de disparar. No dispone-mos de imágenes del efecto de los disparos, pero hasta lamás obtusa de las imaginaciones podrá 'ver' cabezas y tron-cos dispersos por el campo de tiro, restos sanguinolentos,vísceras, miembros amputados. Los hombres eran rebeldes.En algún lugar de Angola. Dos soldados portugueses levan-tan por los brazos a un negro que quizá no esté muerto, otrosoldado empuña un machete y se prepara para separar lacabeza del cuerpo. Esta es la primera fotografía. En la segun-da, esta vez hay una segunda fotografía, la cabeza ya ha sidocortada, está clavada en un palo, y los soldados se ríen. Elnegro era un guerrillero. En algún lugar de Israel. Mientrasalgunos soldados israelíes inmovilizan a un palestino, otromilitar le parte a martillazos los huesos de la mano derecha.El palestino había tirado piedras. Estados Unidos de Américadel Norte, ciudad de Nueva York. Dos aviones comercialesnorteamericanos, secuestrados por terroristas relacionadoscon el integrismo islámico, se lanzan contra las torres delWorld Trade Center y las derriban. Por el mismo procedimien-to un tercer avión causa daños enormes en el edificio delPentágono, sede del poder bélico de Estados Unidos. Losmuertos, enterrados entre los escombros, reducidos a miga-jas, volatilizados, se cuentan por millares.

Las fotografías de India, de Angola y de Israel nos lanzan elhorror a la cara, las víctimas se nos muestran en el mismomomento de la tortura, de la agónica expectativa, de la muer-te abyecta. En Nueva York, todo pareció irreal al principio, unepisodio repetido y sin novedad de una catástrofe cinemato-gráfica más, realmente arrebatadora por el grado de ilusiónconseguido por el técnico de efectos especiales, pero limpiode estertores, de chorros de sangre, de carnes aplastadas,de huesos triturados, de mierda. El horror, escondido comoun animal inmundo, esperó a que saliésemos de la estupe-facción para saltarnos a la garganta. El horror dijo por prime-ra vez 'aquí estoy' cuando aquellas personas se lanzaron alvacío como si acabasen de escoger una muerte que fuesesuya. Ahora, el horror aparecerá a cada instante al removeruna piedra, un trozo de pared, una chapa de aluminio retorci-da, y será una cabeza irreconocible, un brazo, una pierna, unabdomen deshecho, un tórax aplastado. Pero hasta estomismo es repetitivo y monótono, en cierto modo ya conocidopor las imágenes que nos llegaron de aquella Ruanda- de-un-millón-de-muertos, de aquel Vietnam cocido a napalm, deaquellas ejecuciones en estadios llenos de gente, de aquelloslinchamientos y apaleamientos, de aquellos soldados ira-quíes sepultados vivos bajo toneladas de arena, de aquellasbombas atómicas que arrasaron y calcinaron Hiroshima yNagasaki, de aquellos crematorios nazis vomitando cenizas,de aquellos camiones para retirar cadáveres como si se tra-tase de basura. Siempre tendremos que morir de algo, peroya se ha perdido la cuenta de los seres humanos muertos delas peores maneras que los humanos han sido capaces deinventar. Una de ellas, la más criminal, la más absurda, la quemás ofende a la simple razón, es aquella que, desde el prin-cipio de los tiempos y de las civilizaciones, manda matar ennombre de Dios. Ya se ha dicho que las religiones, todasellas, sin excepción, nunca han servido para aproximar y con-graciar a los hombres; que, por el contrario, han sido y siguensiendo causa de sufrimientos inenarrables, de matanzas, de

monstruosas violencias físicas y espirituales que constituyenuno de los más tenebrosos capítulos de la miserable historiahumana. Al menos en señal de respeto por la vida, debería-mos tener el valor de proclamar en todas las circunstanciasesta verdad evidente y demostrable, pero la mayoría de loscreyentes de cualquier religión no sólo fingen ignorarlo, sinoque se yerguen iracundos e intolerantes contra aquellos paraquienes Dios no es más que un nombre, nada más que unnombre, el nombre que, por miedo a morir, le pusimos un díay que vendría a dificultar nuestro paso a una humanizaciónreal. A cambio nos prometía paraísos y nos amenazaba coninfiernos, tan falsos los unos como los otros, insultos desca-rados a una inteligencia y a un sentido común que tanto tra-bajo nos costó conseguir. Dice Nietzsche que todo estaríapermitido si Dios no existiese, y yo respondo que precisa-mente por causa y en nombre de Dios es por lo que se hapermitido y justificado todo, principalmente lo peor, principal-mente lo más horrendo y cruel. Durante siglos, la Inquisiciónfue, también, como hoy los talibán, una organización terroris-ta dedicada a interpretar perversamente textos sagrados quedeberían merecer el respeto de quien en ellos decía creer, unmonstruoso connubio pactado entre la Religión y el Estadocontra la libertad de conciencia y contra el más humano delos derechos: el derecho a decir no, el derecho a la herejía,el derecho a escoger otra cosa, que sólo eso es lo que lapalabra herejía significa.Y, con todo, Dios es inocente. Inocente como algo que noexiste, que no ha existido ni existirá nunca, inocente de habercreado un universo entero para colocar en él seres capacesde cometer los mayores crímenes para luego justificarlosdiciendo que son celebraciones de su poder y de su gloria,mientras los muertos se van acumulando, estos de las torresgemelas de Nueva York, y todos los demás que, en nombrede un Dios convertido en asesino por la voluntad y por laacción de los hombres, han cubierto e insisten en cubrir deterror y sangre las páginas de la Historia. Los dioses, piensoyo, sólo existen en el cerebro humano, prosperan o se dete-rioran dentro del mismo universo que los ha inventado, peroel `factor Dios´, ese, está presente en la vida como si efecti-vamente fuese dueño y señor de ella. No es un dios, sino el`factor Dios´ el que se exhibe en los billetes de dólar y semuestra en los carteles que piden para América (la deEstados Unidos, no la otra...) la bendición divina. Y fue en el`factor Dios´ en lo que se transformó el dios islámico quelanzó contra las torres del World Trade Center los aviones dela revuelta contra los desprecios y de la venganza contra lashumillaciones. Se dirá que un dios se dedicó a sembrar vien-tos y que otro dios responde ahora con tempestades. Es posi-ble, y quizá sea cierto. Pero no han sido ellos, pobres diosessin culpa, ha sido el `factor Dios´, ese que es terriblementeigual en todos los seres humanos donde quiera que estén ysea cual sea la religión que profesen, ese que ha intoxicadoel pensamiento y abierto las puertas a las intolerancias mássórdidas, ese que no respeta sino aquello en lo que mandacreer, el que después de presumir de haber hecho de la bes-tia un hombre acabó por hacer del hombre una bestia.Al lector creyente (de cualquier creencia...) que haya conse-guido soportar la repugnancia que probablemente le inspirenestas palabras, no le pido que se pase al ateísmo de quienlas ha escrito. Simplemente le ruego que comprenda, con elsentimiento, si no puede ser con la razón, que, si hay Dios,hay un solo Dios, y que, en su relación con él, lo que menosimporta es el nombre que le han enseñado a darle. Y quedesconfíe del `factor Dios´. No le faltan enemigos al espírituhumano, mas ese es uno de los más pertinaces y corrosivos.Como ha quedado demostrado y desgraciadamente seguirádemostrándose.

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El escritor luso plasmó en su obra un pensamientomuy crítico con el ser humano, las injusticias y lafatalidad de la muerte

Creador de uno de los universos literarios más per-sonales y sólidos del siglo XX, José Saramago supoaunar su vocación de escritor con su faceta de hom-bre comprometido que nunca cesó de denunciar lasinjusticias que veía a su alrededor o de pronunciarsesobre los conflictos políticos de su tiempo.Esa capacidad crítica le hizo ser absolutamente pesi-mista con el devenir del mundo, con raza humana ycon las circunstancias que han ido creando la histo-ria de nuestro mundo. Saramago tenía la convicciónde que el ser humano era imperfecto por naturalezay por ello cruel, desvalido e indefenso. Y Dios, lejos de tener una imagen de padre bondaso-so, se convierte en un ser alejado de su creación,incapaz de compadecerse de las penurias e injusti-cias que viven millones de personas.Crítico con las injusticias Sin embargo, ese pesimismo no era pasivo.Saramago conocía los defectos del ser humano ymeditaba sobre sus posibles salidas, sobre la solu-ción a su existencia. En numerosas ocasiones, esasolución pasaba por la muerte, una muerte liberado-ra. Todo ese pensamiento fue el que irradió a lo largode toda su obra. Una unión de pensamiento y escri-tura que desembocó en una de las literaturas másdesgarradoras, coherentes y humanas de la historia. "Saramago vive como escribe, tan lúcido e íntegro ensus libros como en los días de su vida", dijo en unaocasión la novelista colombiana Laura Restrepo alresumir "la clara impronta de humanidad" que ema-naba de la figura y de la obra del escritor portugués.Persona de firmes convicciones, capaz de "estar allado de los que sufren y en contra de los que hacensufrir"; "hombre de una sola palabra, de una solapieza", como lo definió su mujer, la periodista espa-ñola Pilar del Río, cuando en 1998 le dieron elPremio Nobel, éste reconocía siempre que él no

tenía poder para cambiar el mundo, pero sí paradecir que era necesario cambiarlo.Y lo decía en ese "espacio literario enorme" que paraél era la novela, en la que, con su habitual modestia,aseguraba no haber "inventado nada"."Yo solo me limito a levantar la piedra y ver lo quehay debajo" "Sólo soy alguien que, al escribir, se limita a levantaruna piedra y a poner la vista en lo que hay debajo.No es culpa mía si de vez en cuando me salen mons-truos", afirmó en el 97, con motivo de uno de susmúltiples doctorados 'honoris causa'.Espíritu indomable Sus viajes por los cinco continentes le servían tam-bién para animar a los oyentes a reaccionar ante elmal funcionamiento del mundo, "a indignarse, a noquedarse en esa especie de inercia de rebaño" quecaracteriza al hombre actual."Es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar porlos poderes que nos gobiernan se puede decir quenos merecemos lo que tenemos", asegurabaSaramago en junio de 2007.Militante comunista durante buena parte de su vidatambién criticó con dureza a la izquierda: "Antes, caí-amos en el tópico de decir que la derecha era estú-pida, pero hoy día no conozco nada más estúpidoque la izquierda".En innumerables ocasiones Saramago había pedidoun debate en profundidad sobre el sistema democrá-tico, convencido como estaba de que el verdaderopoder no reside en los gobiernos sino en las multina-cionales. "Hablar de democracia es una falacia",solía decir.Saramago hace tiempo que se convirtió en referen-cia imprescindible de la narrativa europea, y así loreconoció la Academia Sueca cuando le otorgó elNobel por haber creado una obra en la que "median-te parábolas sustentadas con imaginación, compa-sión e ironía, nos permite continuamente captar unarealidad fugitiva".

Saramago, un utópicopesimista

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He visto el horror. No el que hemos observado enlugares como Bosnia o Argelia. No. Éste es otro tipode horror. Estuve en Acteal, en el mismo lugar de lamatanza... escuchando a los supervivientes. Es difí-cil expresar lo que se siente cuando uno sabe que seencuentra con los pies sobre el mismo lugar dondehace tres meses asesinaron a estas personas. Me imaginaba la escena... La gente tratando deescapar... los paramilitares disparando a discreción...las mujeres y los niños gritando, huyendo entre lamaleza... el lamento de los heridos... En Chiapas se vive una situación de guerra o unaocupación militar, que al final es casi lo mismo. No esuna guerra en el sentido común, con un frente y dospartes confrontadas. Yo nada más he visto una parteconfrontada: el Ejército y los paramilitares. La otraparte, las comunidades indígenas, no están enfren-tándolos, no tienen medios. Están rodeados, no tie-nen comida ni agua... Viven en condiciones infrahu-manas. Son casi campos de concentración. No losreunieron allí a la fuerza, es cierto, pero cuandohuyeron a esos lugares (se refiere a los campos derefugiados) los rodearon los paramilitares y elEjército. Entonces esos campamentos se convirtie-ron en una especie de campo de concentración. Si alguna vez hubo en la historia de la humanidaduna guerra desigual, no la hubo nunca como ésta. Esuna guerra de desprecio, de desprecio hacia los indí-genas. El Gobierno esperaba que con el tiempo se¡acabaran! todos, simplemente eso. Pero ellos sobreviven, alimentándose de su propiadignidad. No tienen nada, pero lo son todo. Enfrentanla guerra con ese estoicismo que me impresionótanto, un estoicismo casi sobrehumano que noaprendieron en la universidad, que consiguieron trassiglos de humillación. Han sufrido como ninguno ymantienen esa fuerza interior, una fuerza que seexpresa con la mirada... La mirada de ese niño alque le han destrozado para siempre la vida...(Saramago conoció al pequeño de cuatro añosGerónimo Vázquez al que los paramilitares amputa-ron cuatro dedos en Acteal) Es algo que no se meborrará jamás de la memoria... Las miradas serias,severas, recogidas de las mujeres, de los hombres...son algo que está por encima de todo. Los indígenasno tienen nada, pero lo son todo. ¿Cómo es posibleque después de tanto sufrimiento ese mundo indiomantenga una esperanza? ¿Cómo puede sonreírese hombre de Polhó que nos acaba de decir "maña-na puede que nos maten a todos, pero bueno, aquíestamos"? Es algo que no alcanzo a entender. En Chiapas encontré un mundo que no comprendo.El mundo indio es un mundo donde el europeo nopuede entrar fácilmente. Es como si me asomara auna ventana que da a otro mundo y, aunque lo tengoenfrente, no lo puedo entender.

También descubrí otra realidad, la de un territorioocupado militarmente. Un territorio donde los parami-litares y el Ejército son la uña y la carne juntas. Poruna razón muy sencilla: de no ser así, los paramilita-res no podrían haber hecho lo que hicieron y lo quesiguen haciendo. Yo vi camiones del Ejército trans-portando a civiles que seguro no viajaban allí por laamabilidad de los militares. Minutos después de queabandonáramos Acteal hubo un acto de intimidacióne hicieron hasta 30 disparos al aire. Esto sólo puedeocurrir si el Ejército da su bendición. Nada más fácilpara el Ejército que identificar a los paramilitares ydesarmarlos. Me parece esquizofrénico que el Congreso puedaestar debatiendo una ley (el Proyecto de Ley sobreAutonomía Indígena propuesto por el ejecutivo)supuestamente para resolver los problemas de lascomunidades indígenas, como si fuera una ley nor-mal, en situaciones normales para objetivos consen-suados, cuando al mismo tiempo hay miles de des-plazados que no pueden volver a sus tierras, conmiedo a ser asesinados, mientras hay una ocupaciónmilitar clara en el territorio de Chiapas. Y mientras losparamilitares se pasean tranquilamente y hacen loque quieren. ¿Cómo es que no se empieza por pacificar la situa-ción para después discutir una ley donde participentodos los sectores y todas las comunidades? Todo se ha hecho sometiendo a los indios deChiapas a una presión incalificable y esto no puedellamarse humanidad. El pueblo de México tiene que reclamar a suGobierno una paz justa y digna. Yo no puedo, sólosoy un escritor extranjero acusado de injerencia. Elpueblo mexicano no puede quedarse parado, dejan-do que los gobernantes lo decidan todo, hay quebajar a la calle... no estoy pidiendo un levantamientosino simplemente que las conciencias se manifies-ten... estoy pidiendo una insurrección moral, desar-mada, étnica... Acteal es un lugar de la memoria que no puede deninguna manera desaparecer. Sabemos lo que ocu-rrió y no lo queremos olvidar. Chiapas es el cuerpode México. La sociedad civil debería admirar no sóloa los indios sino a los que se levantaron para defen-der a esos mismos indígenas. De Chiapas me llevo no sólo el recuerdo, me llevo lapalabra misma... Chiapas... La palabra Chiapas nofaltará ni un solo día de mi vida. Si tenemos concien-cia pero no la usamos para acercarnos al sufrimien-to ¿de qué nos sirve la conciencia? Volveré aChiapas, volveré".

Transcripción de Javier Espinosa (Declaraciones concedidas a LA REVISTA por JoséSaramago

TODOS SOMOS CHIAPAS

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Caín, la última novela de José Saramago, mellegó un día de lluvia y el sobre que contenía ellibro venía medio deshecho, pero la tinta de bolí-grafo es por fortuna resistente y la dedicatoria nohabía sufrido daños. También llovía hace diecio-cho años en Bad Homburg, un lugar cercano aFrankfurt donde, cada año, empezaba realmen-te la Feria del Libro, la mítica Buchmesse, duran-te una cena ofrecida por Ray-Güde Mertin, nues-tra agente literaria. Y en esa tarde de lluvia,mientras todos bebíamos estupendos vinos ale-manes, mientras escritores y editores de todo elmundo nos encontrábamos, tocábamos, narrá-bamos lo que en ese momento nos ocupaba,nadie se percató de que el timbre de la casa nofuncionaba.De pronto, uno de los camareros se acercó a laanfitriona y le susurró: "en la puerta hay un hom-bre llamado Saramago". Entonces entró esehombre flaco acompañado de un ángel llamadoPilar, ese hombre que miraba a los ahí reunidoscon ademanes de estar perdido, hasta que reco-noció al novelista uruguayo Mario DelgadoAparaín y ambos se fundieron en un abrazo. Apartir de ese momento se formó el rincón delos latinoamericanos que tratába-mos de responder a las mil pre-guntas que nos hacía JoséSaramago, que sabía denuestros países más quemuchos de nosotrosmismos.José Saramagoentendía la solidari-dad como un hechoconsustancial a vivir,nadie se jugó tantopor tantas causas jus-tas y en tan poco tiem-po. Los que algunavez lo invitamos aChiapas, a los campa-mentos del Tinduf, a laAraucanía, a cualquierterritorio del continenteamericano donde seprecisara, no un men-sajito esperanzadorcarente de médula,sino un discurso fuertesobre los derechoshumanos, la justicia yla dignidad de lospobres, sabíamos quelo más probable es queaceptara, poniendo enjuego su propia salud ysu precioso tiempo deescritor enorme.José Saramago llegó atodos los lugares a losque creyó que teníaque llegar. Supo definirmejor que nadie lo quesignificaba ser uncomunista en el confu-

so siglo XXI: es una cuestión de actitud, dijo, unacuestión de ética frente a los acontecimientos yla historia.Y ahora llueve también en Asturias cuando laradio me informa del deceso de ese hombre lla-mado Saramago, cuyo ejemplo es un icono de ladecencia social, y autor de libros que permane-cerán en la memoria de los siglos.Será dura y difícil la senda de los preocupadospor la ética sin la presencia de José Saramago.Será duro saber que no está cuando precisemosde su voz alentadora en las mil batallas pendien-tes contra un sistema feroz. Pero sé que una vozen nuestras conciencias, en los momentos dedudas o peligros, nos recordará que con nos-otros todavía sigue el ejemplo de ese hombre,de ese hombre llamado Saramago.

Luis SepúlvedaLe Monde Diplomatique

http://www.lemondediplomatique.cl/Un-hombre-llamado-Saramago.html

Un hombre llamado Saramago

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José Saramago durante la Feria Internacional del Libro enBogotá, Colombia.Orden de Saurí, Primera clase. Es la máxima distinción dePanamá.Beca de Honor de la Residencia de Estudiantes de laUniversidad Carlos III (Madrid, España)Caballero de la Orden de las Artes y las Letras (Francia)Comendador de la Orden Militar de Santiago de Espada(Portugal)Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma delEstado de México (México)Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma deMadrid (España)Doctor Honoris Causa por la Universidad de Brasilia(Brasil)Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca(España)Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-LaMancha (España)Doctor Honoris Causa por la Universidad de El Salvador (El Salvador)Doctor Honoris Causa por la Universidad de Costa RicaDoctor Honoris Causa por la Universidad de Mánchester(Reino Unido)Doctor Honoris Causa por la Universidad de Sevilla(España)Doctor Honoris Causa por la Universidad de Turín (Italia)Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica deValencia (21 de enero de 1999)Doctor Honoris Causa por la Universidad de Las Palmasde Gran Canaria (España) (18 de junio de 1999)Gran Premio de Teatro, de la Associação Portuguesa deEscritoresGrande Premio de Romance e Novela (da AssociaçãoPortuguesa de Escritores), 1991 (Evangelio segúnJesucristo).Miembro honorario de la Academia Canaria de la lenguaMiembro correspondiente de la Academia Argentina deLetrasMiembro de la Academia Europea de Yuste (Yuste,España)Miembro de la Academia Universal de las Culturas (París)Miembro del Parlamento Internacional de Escritores(Estrasburgo)Miembro del Patronato de Honra de la Fundación CésarManrique (Lanzarote, Canarias)Miembro honoris causa del Consejo del Instituto deFilosofía del Derecho y de Estudios Histórico-Políticos dela Universidad de Pisa (Italia)Premio Arzobispo Juan de San Clemente (Santiago deCompostela)Premio Brancatti (Zafferana, Italia), 1992 (Ensayo sobre laceguera).Prémio Camões (1995)Premio Cidade de Lisboa, 1980 (Levantado del suelo).Premio de Consagração de Carreira da SociedadePortuguesa de Autores, 1995.Premio de la Crítica (de la Associação Portuguesa deCríticos), 1985 (El año de la muerte de Ricardo Reis).Premio Dom Dinis (Fundação da Casa de Mateus), 1986(El año de la muerte de Ricardo Reis).Premio Ennio Ennio Flaiano (Italia), 1992

(Levantado del suelo).Premio Europeu de Comunicació "Jordi Xifra Heras"(Gerona)Premio Grinzane - Cavour (Alba, Italia), 1987 (El año de lamuerte de Ricardo Reis).Premio Literario Internacional Mondello (Palermo, Italia),1992 (Ensayo sobre la ceguera).Premio Literario Municipio de Lisboa, 1983 (Memorial delconvento).Premio Literario Municipio de LisboaPremio Nobel de Literatura (8 de octubre de 1998).Premio Pen Club portugués, 1983 (Memorial del conven-to).Premio Pen Club, 1985 (El año de la muerte de RicardoReis).Premio Penne (Mosca, Penne, Italia)Premio Rosalía de Castro (Vigo)Premio Scanno (Universidad Gabriele d'Annunzio, Chieti)Premio Vida Literária de la Associação Portuguesa deEscritores, 1993.Presidente de Honor no ejecutivo de la empresa Sintratel[1]Socio Honorario de la Sociedad Portuguesa de Autores(Lisboa)The Independent Foreign Fiction Award (Inglaterra), 1993(El año de la muerte de Ricardo Reis).Hijo Predilecto de Andalucía, 2007. Video del discurso

Predecesor:Dario Fo

Premio Nobel de Literatura1998Sucesor:Günter Grass

Premios, Galardones y demás condecoraciones

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