Joyee Flynn - Serie Perros Del Infierno 1 - Evitando Las Puertas Del Infierno[1]

8/19/2019 Joyee Flynn - Serie Perros Del Infierno 1 - Evitando Las Puertas Del Infierno[1]

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Evitando las Puertasdel Infierno


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Resumen

Stryker Magnus nació en una vida que nadie elegiría. Pero trabajarpara el infierno tiene sus ventajas, como la inmortalidad. Stryker realmenteno es malvado, él solamente hace las entregas.

Rafe Damas vive una vida solitaria, ignorado por su padre que es elúltimo familiar que le queda. Cuando Stryker y sus hermanos entran en suvida se sorprende al descubrir que los perros del infierno son reales... yestán ahí por él.

Pero cuando Stryker intenta salvar su alma del infierno y protegerlo,Rafe empieza a enamorarse de él.

¿Podrá Stryker salvar el alma de Rafe y encontrar el momentoadecuado para decirle al hombre asustado que son compañeros?


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3Evitando las

Puertas del Infierno

JOYEEFLYNN


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Capitulo — Muy bien chicos, todos sabemos la rutina — Stryker Magnus

dijo a su equipo de cuatro personas — . Entramos, agarramos el almaque vinimos a recoger, y salimos antes de que nadie nos vea. — Mirócomo su equipo asintió antes de que todos comenzaran adesnudarse. Cuando todos estuvieron desnudos, el aire alrededor deellos vibró mientras cambiaron.

— Vamos a apurarnos con esto, tengo una cita esta noche — dijo Jared a través de la conexión mental del equipo. Si hubierapodido Stryker hubiera rodado los ojos, pero nunca había logradohacer eso en forma de perro. Stryker miró a sus compañeros deequipo. La mayoría de los hombres en su situación siempre estaban juntos, dependían unos de los otros y se consideraban comohermanos. En el caso de Stryker todos sus compañeros realmente loeran. Todos ellos nacieron en la misma camada. Los cinco nacieronde la misma perra del infierno, y crecieron siendo inseparables. Todostenían el mismo cabello oscuro y ojos azules brillantes, y todosestaban construidos como Linebacker 1. En forma de perro, parecíanunos muy grandes pastores alemanes negros.

Cuando empezaron a correr hacia la casa, Stryker trató detragar la culpa que siempre sentía. Quiénes eran realmente no era suculpa. Los perros del infierno no eligieron esta vida; nacieron en ella.Y, además, no era su culpa que las personas vendieran su alma. Los

perros no eran malos; sólo trabajaban para el diablo.

1 Es una posición en el fútbol americano. Los linebackers son miembros del equipo defensivo. ( Demás está decir

que son hombres grandes y fuertes )


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— Estamos a una cuadra, jefe — Tristán afirmó — . Sugieroencubrirnos.

— Bien dicho, Tristán. Háganlo, muchachos — Strykerrespondió — . Cuando estaban encubiertos, no sólo eran invisibles,cambiaban a algo cercano a los espíritus. Podían caminar a travésde las paredes, no podían verlos pero si escucharlos. Nadie sabía porqué tenían esos poderes y dado que para saberlo deberíanpreguntarle al diablo, nadie lo hizo. Con sus 120 años aún debíaseguir trabajando para el diablo, y quería desesperadamente quetodo se mantenga igual. Cuando llegaron a la casa de Rafe Damas,literalmente caminaron a través de la puerta principal. Stryker llevó asu grupo dentro de la habitación con la intención de terminar estetrabajo, pero luego se detuvo en seco. En el momento en que pusosus ojos en Rafe, se dio cuenta de que había habido un error. El almade Rafe Damas estaba limpia. Su aura brillaba, pura y blanca.

— ¿Jefe, estás viendo eso? — preguntó Jared, con evidenteconfusión en su voz — . Este es el tipo del archivo, pero no estoyviendo ninguna mancha en su alma. Lo digo en serio, el hombre nopodría estar más limpio.

— Sí, lo veo — Stryker respondió antes de pensar para susadentros... y estamos muy jodidos. Algo, un ruido, tal vez, debióhaber delatado su presencia a Rafe. Porque levantó la cabeza, y sumirada buscó frenéticamente alrededor de la habitación.

— ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? — Stryker cerró los ojos y tragóaudiblemente. Esto era sólo la guinda del pastel. No sólo el alma queles enviaron a recoger no estaba manchada, el hombre era sucompañero. A diferencia de otros cambia-formas, los perros nopodía descubrir a sus compañeros por la vista o el olfato. No, los

perros reconocían a su verdadero amor por el sonido de su voz.Cuando Stryker oyó hablar a Rafe, cada nervio de su cuerpo se pusoen alerta máxima.

— ¿Jefe, estás bien? — Tristán le preguntó con preocupación ensu voz — . ¿Tenemos un plan?


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— Sí, sacar más rápido que la mierda a mi compañero de aquíantes de que otro equipo venga a recogerlo cuando nosotros no lollevemos a las puertas — Stryker respondió. Pudo oír los jadeos ygemidos mentales que su equipo dio por la profundidad de la mierdaen la que se encontraban. Stryker estaba demasiado distraído por elángel delante de él para prestarles atención. Rafe no podría medirmás de un metro setenta y pesar sesenta y tres kilos. Tenía unacorona de rizado pelo rubio despeinado como si recién se levantaray hermosos ojos verde mar.

— Sé que hay alguien ahí — dijo Rafe un poco más fuertemientras se levantaba de su silla. Con unos pasos lentos, se trasladófrente a la chimenea y cogió uno de los atizadores de hierro — .Déjate ver y puedes irte. Yo no voy a hacerte daño si no me lo hacesa mi.

— Rafe, ¿qué está pasando aquí? — Un hombre mayor entró enla habitación. Stryker de inmediato lo reconoció como como elpadre de Rafe, el niño podría haber sido su clon. La segunda cosaque Stryker se dio cuenta fue que el anciano era el mal en su esenciamisma. Las personas con el alma limpia y pura estaban rodeadas porun resplandor blanco. Cuanto más empañada estuviera el alma, más

oscuro sería el resplandor que los rodeaba. Los seres humanospodrían llamar a este fenómeno aura, pero Stryker sabía que era sualma real.

— Sigan encubiertos, voy a cambiar a mi forma humana yaveriguar qué coño está pasando — instruyó a su equipo — . Cambiórápidamente antes de tener que escuchar a sus hermanosdiciéndole que era una mala idea, se aseguró de estar detrás de unasilla para ocultar la mayor parte de su desnudez. Por el rabillo del ojo,vio a los otros cuatro miembros de su equipo seguir sus órdenes. Suaceptación incondicional casi le hizo sonreír. Allí estaban, con el culoprofundamente en la mierda, y él nunca tuvo dudas de la lealtad desu equipo.


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— Mierda, eres real — el padre de Rafe, el Sr. Damas afirmó — .Sabía que este día llegaría, el demonio dijo que los Perros del Infiernoeran reales.

— ¿Sabes lo que somos? — Preguntó Stryker, tratando de ocultarsu sorpresa — . Pero ¿cómo puedes saberlo? Sólo el que hizo elacuerdo puede reconocernos.

— Yo hice el acuerdo — respondió el Sr. Damas, mirando a suspies — . Simplemente no fue por mi propia alma.

— No puede prometer el alma de otra persona — dijo Jared porsu enlace al grupo. Stryker asintió levemente, sabiendo que losmiembros de su equipo lo verían.

— No puedes hacer un acuerdo con un demonio por el almade nadie, solamente la tuya.

— ¿De verdad hiciste un trato con un demonio? — Rafepreguntó en voz baja. Stryker se dio cuenta de su aspecto ojeroso ypálido. Él parecía a punto de desmayarse. Cuando todo el mundo sevolvió para mirar al chico, Rafe empezó a temblar — . Papá, ¿cómopudiste hacer eso?

— No era mi alma la que vendí — su padre respondió con unaceja levantada. En ese momento, las piezas cayeron en su lugar paraStryker. Sin pensarlo, se trasladó desde detrás de la silla y fue hacia elseñor Damas.

— ¿Vendiste el alma de tu propio hijo? ¿Qué te pudo haberofrecido para que valga la pena vender el alma de tu propio hijo aldiablo y que pase toda la eternidad en el infierno?

— El Sr. Damas rodó los ojos. — No seas una reina del drama.¿Por que la mayoría de las personas venden sus almas?

— Recibimos variadas razones — respondió Stryker, cruzando losbrazos sobre el pecho.


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El Sr. Damas evitó la mirada de Stryker y se acercó más a su hijo. — No te escondas detrás de él — Stryker gruñó al hombre mayor.

— ¡Tu debes llevártelo a él!Rafe se volvió hacia su padre. — ¿Tu vendiste mi alma? ¿Cómo

pudiste hacer eso? — El corazón de Stryker casi se rompió cuandoRafe finalmente pareció entender todo. La mirada en el rostro delniño era de dolor.

— Ni siquiera habías nacido — Damas espetó. Aunque Rafetenía que tener por lo menos veinte años, él todavía se apartó de supadre, dando a Stryker toda la confirmación que necesitaba parasaber que el señor Damas era más que un bastardo; él era unmonstruo abusivo.

— El demonio fue el que me dijo que tu madre estabaembarazada. Él me explicó que hasta que nacieras y recibieras tupropia alma eras todavía una parte de mí y podía venderle tu almaa él.

Stryker sintió una sonrisa malévola aparecer en su rostromientras se abría camino entre padre e hijo. — Eso no va a salvar a tualma cuando mueras. Es tan negra como mi pelo. Tu todavía vas apasar toda la eternidad en las llamas del infierno por tus crímenes.

— Eso no es lo que dijo el demonio — gritó el señor Damas. Seacercó a Stryker, pero dio marcha atrás rápidamente cuando losotros cuatro aparecieron en su forma de perro.

— Él pudo haberte dicho que el trato era por el alma de tu hijo — respondió Stryker — . Pero eso no salva tu alma del infierno a causade la vida que has vivido.

— Tengo un plan para eso. — el Sr. Damas resopló — . Voy abuscar la absolución de un sacerdote antes de morir y todo el dineroque recibí en el trato por el alma de Rafe será donado a los pobres.No es como si de todos modos vaya a tener un heredero vivo.


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— De todos los hijos de puta que hemos visto en los últimos años,este chico se lleva la palma — dijo Jared en la mente de Stryker — .¿Podemos asustarlo hasta la muerte y tomar su alma ahora en lugarde la de su hijo?

— Creo que es un gran plan — Stryker respondió con una sonrisa.El Sr. Damas sonrió pensado que Stryker estaba hablando de su planpara la absolución. Él se llevaría una gran sorpresa — . Muchachos,tomen el Sr. Damas y llévenselo. Rafe no tiene que ver esto — Strykerordenó. Los perros comenzaron a moverse, pero Rafe se puso frentea su padre.

— No, pueden tomar a mi padre. — El Sr. Damas le sonrió aStryker por encima del hombro de su hijo.

— Rafe, tu padre vendió tu alma y, sin embargo estás tratandode protegerlo.

— Él es mi papá — Rafe respondió, encogiéndose de hombros,como si eso lo explicara todo.

— Tu estás protegido ahora, pequeño — dijo Stryker suavementemientras se acercaba a su magnífico compañero. Extendió la manopara tocar al hombre, pero se congeló cuando Rafe retrocedió — .No tengas miedo de mí, no voy a hacerte daño.

— Tu eres malvado — susurró — . Está en el nombre, ¿no? Eres unsiervo del infierno.

— No somos malos — Stryker respondió, sintiendo su corazónhundirse. Estaba acostumbrado a esta reacción, pero nunca pensóque tendría que explicárselo a su compañero — . Puedo explicartetodo más tarde, pero en este momento tenemos en una fecha límite.

— ¿Una fecha límite? — preguntó Rafe, obviamenteconfundido — . Sí, cuando nos mandan a recoger un alma, sólotenemos unas pocas horas antes de que envíen a otro equipo.

— ¿Hay más de ustedes?


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— Te lo prometo, Rafe, te lo explicaré todo más tarde — dijoStryker suavemente mientras se acercó y empujó un rizo rubio de lafrente de Rafe — . Tenemos que llevarte a un lugar seguro hasta quetodo esto se resuelva. Rafe no se encogió lejos esta vez. El rubor quecubría su cara cuando le tocó puso dura la polla de Stryker. Como siRafe sintiera la reacción de Stryker, su mirada se desplazó hacia suingle y el rubor del hombre se profundizó. Stryker trató de no sonreírante la idea de que su compañero se sentía atraído por él.

— El acuerdo era por su alma, no la mía. — el Sr. Damasresopló — . No lo puedes proteger.

— Puedo, y lo haré — dijo Stryker, gruñendo al hombre cuandose volvió y empujó Rafe detrás de él al mismo tiempo — . No podemosllevar un alma limpia al infierno, no importa el trato que hayasrealizado. Ni siquiera estoy seguro como pero voy a hacer lo que nopudiste hacer como padre... Mantener a tu hijo sano. Pero tú, hijo deputa, vas con mi equipo al infierno.

— Yo no era parte del trato, y no estoy muerto.

— Eso se puede arreglar con bastante facilidad. — Stryker rióentre dientes, pero se detuvo cuando escuchó Rafe jadear detrás deél. Se giró solamente para que Rafe pudiera verlo y le guiñó un ojo asu pequeño compañero. Rafe levantó una ceja, su preocupaciónpor la situación era evidente en su expresión. Stryker se dirigió a suscompañeros de equipo — . Jackson y Braedan, llévense a el Sr.Damas. Jared y Tristán, quédense con nosotros hasta que podamoshablar con Dante y le expliquemos lo que está pasando.

— Lo haremos, Stryker — Jackson dijo a medida que avanzabanhacia el señor Damas.

— No, no puedes hacer esto — gritó el señor Damas, mirandoalrededor de la habitación frenéticamente para encontrar algúnmedio de escape — . ¡Este no fue el trato! No me lleven a mi, llévensea mi hijo.


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— ¿Y tu quería salvar a ese hijo de puta? — Stryker preguntósuavemente mientras se giraba y se inclinaba para mirar el rostro deRafe mientras sus hermanos llevaban a rastras al todavía gritando Sr.Damas — . No me puedo imaginar cómo eres tan puro después decrecer con ese loco.

— No fue tan malo — Rafe respondió, estirando el cuello paraver alrededor de Stryker — . Él prácticamente me ignoró. Siempre mepregunté por qué no parecía quererme. Así que en realidad estoexplica muchas cosas.

— ¿Por qué todavía estabas dispuesto a ir en su lugar despuésde enterarte de lo que te había hecho?

— Es la única familia que me queda — Rafe susurró mientras laslágrimas se formaron en sus ojos — . ¿Si ni siquiera tengo una familia oalguien que me quiera para que voy a vivir?

— Te quiero — Stryker respondió moviéndose para quedar a laaltura de sus ojos. Miró a los ojos de su pareja, incluso cuando Rafebajó la cabeza — . En todos los sentidos en que un hombre puedequerer a otro.

— ¿Tú eres gay también? — Rafe preguntó con una risitamientras se limpiaba las lágrimas en sus ojos — . No entiendo nada deesto. Bueno, supongo que entiendo parte, pero estoy muy, muyconfundido.

— Lo sé, pequeño, y me comprometo a explicarte todo. Peropor ahora, necesito que confíes en mí. Tenemos que salir de aquí. — Rafe miró su cara durante unos momentos antes de asentir.

— Está bien. Nada de lo que me puedas hacer o hayasplaneado para mí puede ser peor que pasar la eternidad en elinfierno.

— Wow, ese es el razonamiento más complicado para confiaren alguien que escuché — Stryker respondió con sarcasmo — . No esporque te salvé del infierno, o estoy tratando de corregir este error. O


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mierda, que me quieres tanto como yo te quiero No, es porque nohay nada peor que el infierno.

— Lo siento, pero ¿qué esperas de mí? — preguntó Rafe,mientras las lágrimas desbordaban sus ojos y corrían por sus mejillas.Stryker extendió la mano para secarlas, sin detenerse en esta ocasióncuando Rafe se apartó de él — . Tienes razón, lo siento, Rafe.

— Está bien — respondió Rafe. Extendió una mano vacilantehacia la cara de Stryker. Él se congeló y contuvo la respiración. Siguea delante, pensó. Tócame. Sí, eso es, sientes la conexión también,¿no?

— Tío, esta es un mierda romántica maravillosa, pero tenemosque irnos — dijo Jared en la cabeza de Stryker — . ¡Sé que estoysiendo un idiota, pero en serio, esta situación va a empeorar cienveces si el otro equipo aparece!

— Bien, buen punto — Stryker respondió, luego sonrió al ver laexpresión de confusión en el rostro de Rafe. Sin duda, su compañeropensó que Stryker estaba hablando consigo mismo — . Te lo explicarémás tarde, Rafe. ¿Qué tan rápido puedes guardar tus cosas en unpar de bolsas?

— Cinco minutos — Rafe respondió, pero luego hizo una pausaantes de continuar — . Nunca voy a volver aquí, ¿verdad?

— No estoy seguro, por lo que es mejor pensar que no.

— Muy bien. — Rafe asintió rápidamente antes de salir corriendode la habitación. Stryker se volvió hacia sus dos hermanos — . Vayan abuscar el coche y la ropa. Voy a ayudar a Rafe y nos reuniremos enel frente en cinco minutos.

— Cuida tu espalda, jefe, sentimos una especie de cariño por ti — dijo Tristán en su vínculo común. A pesar de la nota de sarcasmo enla voz de su hermano, Stryker podía decir que Tristán estabapreocupado.


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— Cuiden sus propios culos, chicos — respondió, mirando acada uno, antes de dirigirse en la dirección por la que Rafe se habíaido hacía unos momentos. Siguiendo el olor de su compañero, sedetuvo en la puerta de la habitación de Rafe, se quedó allí,apoyado contra el marco de la puerta, y vio a su pequeñocompañero caliente moverse alrededor. Rafe subió la cremallera deuna bolsa de lona y luego levantó la vista, obviamente, detectandola presencia de Stryker.

— ¿Por qué me miras así? — preguntó Rafe, con la vozquebrada de una manera que tuvo a Stryker tragando un gemido.

— ¿Cuántos años tienes, Rafe?

— Veinte — Rafe respondió, luego frunció el ceño y miró elreloj — . No, ya es después de la medianoche, tengo veintiún años.

— Es tu cumpleaños, eso tiene sentido. — Stryker se frotó labarbilla. Mientras que la edad legal para ser considerado adulto esdieciocho años, de acuerdo con el infierno, no eres un adulto cuyaalma puede terminar allí hasta cumplir veintiuno.

— ¿Nunca tuviste a nadie mirándote así antes? — preguntó,refiriéndose a la pregunta inicial de Rafe, tratando de controlar suimpulso inmediato y abrumador de tocar a su compañero y frotar suolor para marcarlo.

— No lo creo — dijo Rafe en voz baja, obviamente confundido — . Nunca nadie me miró como si me quisiera comer. — Stryker sintióuna sonrisa maliciosa cruzar sus labios.

— Yo quiero consumirte. Pero no de la manera que creo quequieres decir, Rafe. Te quiero.

— ¿Qué quieres que haga?2

2Es un juego de palabras que se pierde en la traducción, lo dejé así porque si lo modifico la respuesta de Strykerno tiene sentido


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— No bebé. — Stryker rió entre dientes mientras se movía haciasu compañero — . Te quiero. Quiero tocarte. Me muero por besarte.

— Entonces, no. Nunca nadie me miró así antes — Rafe susurrómientras Stryker tiró de su compañero a sus brazos — . Mi padre nuncame dejó salir de la casa, tuve tutores y fui educado en casa. Soyvirgen.

— Oh Dios, me estás matando — Stryker gimió cuando se inclinópara reclamar la boca de Rafe.

— Por favor, no lo hagas — Rafe gimió antes de que Strykerpudiera besarlo. Stryker se apartó y miró a los grandes ojos de supareja — . Yo ni siquiera sé tu nombre.

— Stryker. Stryker Magnus — respondió en voz baja — . ¿Importa?

— Creo que debo saber tu nombre antes de que me beses — Rafe declaró mientras su cuerpecito se sacudió en los brazos deStryker.

— Bueno, ahora lo sabes. ¿Puedo besarte?

— Oh, sí, por favor — respondió Rafe, levantando la barbilla.Stryker bajó la cabeza y suavemente rozó sus labios contra los de supequeño compañero. Cuando Rafe se quedó sin aliento, Strykeraprovechó el momento para deslizar la lengua en la boca de Rafe.Stryker gimió cuando profundizó el beso. El sabor de su compañeroera tan bueno como siempre imaginó. Stryker casi perdió la corduracuando Rafe se acercó y envolvió sus brazos alrededor de su cuello.Lo agarró del culo y levantó a su pequeño compañero queinmediatamente envolvió sus piernas alrededor de su cintura. En esemomento, Stryker sintió una felicidad como nunca había sentido ensus 120 años.

— Oh, dios, no sé lo que me pasa... Dijo Rafe entre dientes,follando sus caderas contra Stryker cuando rompieron el beso. Stryker


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abrió los ojos para mirar a los grandes ojos verdes de Rafe. Sabía quesu aroma volvía a Rafe medio loco, incluso si Rafe no sabía por qué.Con todo lo que Rafe había pasado esto debería ser la última cosaen su mente. Pero no podía controlar las hormonas en ebullición quecorrían a través de él cuando olió a su compañero. Le tomó unmomento para darse cuenta de que su compañero estaba a unpaso de su primer orgasmo.

— Hazlo, bebé — Stryker arrulló, alcanzando entre ellos parafrotar la polla dura de Rafe través de sus pantalones — . Ríndete a lassensaciones. Te tengo bebé, no te voy a dejar caer.

— Me siento como si estuviera a punto de estallar — Rafe gimió,empujando su polla dura en la mano de Stryker. Stryker trató decentrarse únicamente en el placer de su pequeño compañero, peroempezó a temblar por el deseo de reclamarlo. En más de un siglo devida, nunca había visto nada más exquisito que al hombre en subrazos en la agonía de la pasión.

— Vente para mí, mi pequeño compañero — Stryker dijomientras se inclinó y comenzó a lamer y chupar el lado del cuello deRafe. Eso fue todo lo que necesitó. Rafe gritó su liberación,

empujando sus caderas hacia delante un par de veces más antes decaer en los brazos de Stryker.

— Te tengo, bebé. Está bien, te lo prometo. — Repitió laspalabras una y otra vez, acariciando la espalda de Rafe hasta quesintió que se calmó, luego se dio cuenta que su compañero se habíadesmayado en sus brazos. Afortunadamente, pesaba casi tantocomo una barra de pan, y Stryker era más que suficientemente fuertecomo para llevarlo. Rafe se acostumbraría a la intensidad de losorgasmos entre compañeros; que superaban con creces todo lo que

cualquier humano podía experimentar con otro ser humano.Riéndose de sí mismo, envolvió un brazo alrededor de Rafe y

agarró las dos bolsas. Cuando se dirigía a la puerta de la habitación,se detuvo y retrocedió unos pasos.


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Había una imagen de una mujer apoyada en la mesa junto ala cama de Rafe. ¿Sería la madre? Stryker se acercó y la cogió. Era laúnica foto en la habitación y tenía que ser importante para él.Sonriendo ante la sensación de Rafe en sus brazos, Stryker se dirigiófuera para reunirse con sus hermanos. Ahora que había encontradoa Rafe, él nunca voluntariamente dejaría al hombre, y haríacualquier cosa para mantenerlo a salvo.


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Capitulo 2 — Entonces, ¿Qué dijeron Jackson y Braedan? — Stryker se

dirigió al hombre que estaba sentado a su lado en el asientodelantero. Rafe abrió los ojos y vio que estaba acostado en el asientotrasero del Hummer de su padre. Al principio, no podía recordarcómo había llegado hasta allí. Pero entonces como una tonelada deladrillos, le golpeó todo a la vez. Todo lo que había sucedido esanoche, incluyendo el beso, el orgasmo y el desmayo. Rafe rodó losojos, completamente avergonzado por haberse desmayado durantesu primera experiencia sexual.

— Ellos van a reunirse con nosotros en el punto de encuentro — el otro hombre respondió — . Dicen que Dante no está demasiadocontento con cualquiera de nosotros. Él todavía quiere que lellevemos al niño.

— No va a pasar — Stryker gruñó — él no va a alejarse de mí. Éles mío ahora.

— Lo sé, hombre. Pero el punto de Dante es que no debemosparticipar en estas cosas. Somos los que hacemos la entrega, no juezy parte. Él quiere que le llevemos a Rafe y que dejemos que losdemonios decidan si su alma debe ir a la fosa.

— Podríamos ser sólo los chicos de la entrega — respondió

Stryker — . Pero tenemos directrices. Nosotros nunca, y quiero decirnunca, llevamos almas intachables al infierno. Voy a llamar a Danteuna vez que nos reunamos todos y lleguemos a la casa de seguridad.

Rafe abrió la boca para decirle que estaba despierto. — ¡Maldición! — Stryker gritó y cerró los puños en el volante. El hombreen el asiento del pasajero saltó ante el arrebato de Stryker, y Rafe


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cerró la boca. Levantó la cabeza para poder ver el asientodelantero — . Joder, así no es como me imaginé conocer a micompañero — Stryker gruñó — . No se supone que sea así.

— No importa cómo lo conociste, Stryker lo encontraste. Lamayoría de nosotros nunca lo hace. ¿Lo quieres, verdad?

— ¡Por supuesto que lo quiero! — Stryker se quedó sin aliento,girándose a mirar al hombre en el asiento del pasajero — . Es hermosoy dulce, y viste lo maravilloso que Rafe es a pesar del padre bastardoque tiene. Va a ser bastante difícil de explicarle todo esto a él y loque el apareamiento con un perro conlleva. Encima de todo elinfierno supuestamente tiene una reclamación sobre su alma, nuestro jefe no es de ninguna ayuda, y no sabemos cómo el demonio fuecapaz de lograr que el padre pudiera vender el alma de Rafe.

— ¿Qué quieres decir, con que yo soy tu compañero? — Rafepreguntó sentado y mirando a Stryker en el espejo retrovisor.

— Oye, estás despierto — dijo Stryker, mirándolo por el espejo alos ojos — . ¿Cuánto tiempo estuviste escuchando?

— El suficiente para saber que hay mucho más de lo que penséque me estaba perdiendo — respondió.

— La mayoría de los cambia-formas incluidos los perros, sabencuando encuentran su compañero. — Stryker contestó, pareciendoelegir cuidadosamente sus palabras — . No es como el apareamientode los animales. Es más como un apareamiento del alma.Simplemente sabemos cuándo nos encontramos con nuestra otramitad.

— ¿Tienes un alma? Quiero decir, tu trabajas para el infierno — lepreguntó Rafe, dando voz a el primer pensamiento que entró en sumente. Stryker giró el coche al lado de la carretera y se detuvo en labanquina. Sin decir una palabra, saltó fuera del coche, se arrancó laropa, y cambió — . ¡Espera, detente! Espera, Stryker. — Rafe sacó lacabeza por la ventanilla del coche.


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— Deja que se vaya, Rafe — el hombre en el asiento delanterodijo mientras salía del vehículo. Rafe sintió que las lágrimas se formanen sus ojos mientras el extraño hombre caminó alrededor de la partedelantera del coche y saltó en el lado del conductor — . Ven aquíadelante. Vamos a tener una charla. Mi nombre es Tristán.

— Hola, encantado de conocerte — Rafe respondió torpementemientras pasaba por encima del asiento. Se acomodó en el asientodel pasajero y se abrochó el cinturón — . Bueno, en forma humana,quiero decir. Estabas en mi casa antes, ¿verdad? ¿Eras uno de losperros?

— Sí, yo era uno de los perros. Mira, Rafe, sé que pasaste másmierda hoy de la que pensaste que era posible — dijo Tristánsuavemente antes de tomar una respiración profunda y volverse amirar a Rafe.

Rafe no podía creer cuanto los Sabuesos se parecían. No sólose parecían, por su actitud, expresiones, e incluso la forma en quehablaban, eran todos iguales. — Pero yo estoy a punto de volcar másmierda sobre ti — Tristán continuó — porque acabas de dañar muchoa mi hermano.

— ¿Tu hermano? — preguntó Rafe, y luego negó con la cabeza.Sí, eso tenía sentido y explicaba las similitudes entre ellos — . ¿Así quetodos son hermanos, y están en el mismo equipo o algo así?

— Sí. Los cinco nacimos en la misma camada de cachorros — dijo Tristán, asintiendo mientras empezaba a explicarle — . Cadadoscientos años, cada perro del infierno tiene que tener relacionessexuales con una de las perras del infierno. Su único propósito esproporcionar más perros y perras del infierno. Si la perra queda

embarazada, ella se queda en forma de perra por la duración delembarazo. El que incluso para los perros como nosotros, dura nuevesemanas. El primero que nace, en este caso, Stryker, es el líder delequipo. Cuando nacemos, nos quedamos en forma de perro hastalos dos años de edad. Entonces se nos enseña cómo cambiar, y


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empezamos nuestro entrenamiento — dijo Tristán. Él miró a Rafe comocalibrando su reacción.

— ¿Así que realmente son perros que pueden cambiar a sereshumanos? — Preguntó Rafe. A medida que la realidad de la situaciónlo golpeaba se le revolvió el estomago. Había estado con un animal.Stryker podría haber estado en forma humana, pero aún así....

— No, somos humanos, tan humanos como un hombre lobo uotro cambia-formas.

— ¿Los hombres lobo son reales?

— Sí, pero ese no es el punto. — Tristán suspiró. Rafe se retorcióen su asiento. Estaba bastante seguro de que el hombre estabamolesto y un perro del infierno no era alguien que quería cabreadocon él — . Nos quedamos en forma de perro hasta los dos años por unmontón de razones. Una es que es más fácil cuidar de cincocachorros de lo que es de cinco niños humanos. No es como si lasperras del infierno fueran conocidas por sus maneras cariñosas.

— Supongo que eso tiene sentido — respondió Rafe. Él asintiócon la cabeza y se quedó mirando sus manos — . Pero, maldita sea,eso suena como una manera horrible de crecer.

— No estaba mal, tenía a mis hermanos. — Tristán se encogió dehombros — . Cada camada tiene un vínculo telepático. Mantenernosen nuestra forma de perro nos enseñó a confiar en ese vínculo ytrabajar juntos a partir de una edad muy temprana. Cuando Strykerhablaba hace un rato, no siempre estaba hablando contigo. Élpuede oírnos a todos nosotros en su cabeza.

— Eso debe ser confuso — respondió Rafe, centrándose enTristán de nuevo. No importa lo extraño que todo esto era para él,también era fascinante — . ¿Cómo puede mantener su cordura?

— Crecimos de esta manera, Rafe. Es la única manera en laque sabemos vivir — Tristán respondió, bostezando — . No podemosescuchar cada pensamiento que el otro tiene, es como si


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estuviéramos hablando entre nosotros. Sólo que en nuestras cabezas,¿eso tiene sentido?

— No en lo más mínimo, pero entiendo lo que estás diciendo.Yo no creo que realmente pueda entenderlo sin haberloexperimentado.

— Lo entiendo — Tristán asintió — . ¿Por qué estamos en elHummer de mi padre?

— Decidimos tomar otro coche en caso de que nos persigan — respondió el hombre mientras se frotaba la mano por la cara — . Miotro hermano, Jared, está detrás de nosotros en nuestro coche.Braedan y Jackson deben tomar nuestro otro coche después deentregar a tu padre en las puertas. Saben dónde vamos.

— ¿A dónde vamos? — preguntó Rafe — . ¿Dijeron algo acercade una casa de seguridad?

— Sí, mantenemos una casa fuera de los libros en caso de quealguna vez necesitemos desaparecer — respondió Tristán.

— Lo siento.

— ¿Por qué? — preguntó Tristán, con el ceño fruncido.

— Por crearles todos estos problemas — Rafe respondió en vozbaja y se retorció las manos en su regazo — . Quiero decir, ni siquierame conocen, y yo le hice daño a Stryker, aunque te juro que noquería hacerlo.

— Ya lo sé. Pero esto es difícil para él también — Tristánrespondió, mirando a Rafe — . Él esperó más de ciento veinte añospara encontrar a su compañero. Y una de las primeras preguntasque le haces es si él tiene un alma. Eso y esta noche más temprano loacusaste de ser malvado.

— No quise decirlo en la forma en que sonó — dijo Rafe mientraslas lágrimas comenzaron a caer — . Crecí muy aislado. No se me


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permitía salir de la casa a menos que fuera para ir a la iglesia. A laque al principio iba muy seguido sólo para salir de la casa. Peroluego, después de un tiempo, fue como un refugio seguro para mí.Después de que yo naciera, mi padre me metió básicamente en unahabitación con una niñera. casi nunca lo veía a él o a mi madre,nunca conocí a ningún otro familiar. Ni siquiera se me permitió ir alfuneral de mi madre — susurró Rafe, tratando de mantener susemociones bajo control — . Cuando empecé a ir a la iglesia hice unaamiga. Mi única amiga, de verdad. Se llamaba Sor María Catalina.Yo tenía unos diez años de edad en ese momento. Durante losprimeros años, ni siquiera le dije mi nombre. Ella parecía pensar queyo era un niño maltratado, ya que era socialmente inepto y nunca

iba con mis padres. — Sí, eso habría hecho que me lo preguntara también —

respondió Tristán — . ¿Entonces qué paso?

— En un primer momento, iba a misa y aprendía lo que máspodía — Rafe explicó, todavía retorciéndose las manosnerviosamente — . Entonces empecé a ir a ella y hacerle preguntas.Con el tiempo, ella me ayudó a entender que todo lo que le dijera sequedaría entre nosotros. Le expliqué quién era y cómo vivía. A ella no

le gustó, pero mi papá no estaba rompiendo ninguna regla. Mimadre había muerto cuando tenía ocho años, así que ella no estabaen la foto.

— Eso debe haber sido duro, crecer de esa manera.

— Sí, no fue fácil. — Rafe rió — . Supongo que depende de si setiene en cuenta el abandono como una forma de maltrato infantil.Pero cuanto más hablaba con la Hermana Catalina, más nosacercábamos. Yo solía ir allí cada día después de mis clases y

ayudarla en el convento, iglesia o rectoría. Nos hicimos muycercanos. Mis recuerdos más felices son ayudándola a ella y a lasotras hermanas en los jardines, hablando de mis lecciones, deteología, o de los eventos actuales.


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— Y pensé que había crecido de manera extraña. — Tristán seechó a reír — . No puedo siquiera imaginar pasar mis días así.

— Fue bastante bueno, en realidad, tenía a alguien querealmente se preocupaba por mí y era bueno tener algún tipo deinteracción humana con alguien además de sólo mis tutores. — Rafese encogió de hombros — . Ella inculcó una gran cantidad deenseñanzas de la Iglesia Católica en mí.

— Incluyendo el "hecho" de que cualquier cosa o cualquierpersona involucrada con el infierno tiene que ser malo.

— Sí, más o menos. — Rafe rió — . Pero también me enseñó quela religión es como una familia, una familia normal, es decir nuncavas a estar de acuerdo con todo lo que dicen; pero van a estar juntoa ti en las cosas importantes.

— Suena como una mujer inteligente — respondió Tristán — . Mehubiera gustado haber crecido con ese tipo de influencia iluminada.

— Sí, ella era una gran mujer.

— ¿Era?

— Sí, ella desapareció cuando tenía diecisiete años. — Rafesollozó — . Justo después de que mi padre se enteró de que pasabatanto tiempo con ella y le dije que quería ir a la universidad. Élirrumpió en el convento y se metió en una gran discusión con ella.Nunca lo había visto tan enojado antes. Después de la pelea ellatrató de llevarme a vivir a la rectoría con los sacerdotes. Ella dijo queyo era lo suficientemente mayor como para salir de casa.

— ¿Qué pasó? — Tristán preguntó suavemente — . Una semanadespués me fui a buscarla y decirle que lo haría, pero ella se habíaido. Nadie podía encontrarla, la policía se involucró — respondióRafe, las lágrimas ahora fluyendo libremente por su rostro — . Nunca lavolví a ver, y cuando le pregunté a mi padre al respecto...

— La hizo desaparecer, ¿no?


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— Sí, estoy bastante seguro de que lo hizo. Él dijo que era miculpa por haberla involucrado en mi vida, y que sabía demasiado — explicó Rafe mientras se limpiaba los ojos con su camisa — . Yorealmente no sabía lo que quería decir, pero ahora de algunamanera tiene más sentido. Quiero decir, si alguien podría haberdescubierto lo que mi padre había hecho, ya sabes, el trato que hizoantes que yo naciera, hubiera sido la hermana Catalina. No sé cómoella pudo saberlo, pero ella era una señora inteligente.

— Lo siento, Rafe — Tristán respondió, llegando a darle unapalmadita en la rodilla — . Perder a tu único amigo de esa maneradebe haber sido muy difícil para ti.

— Si, pero por lo menos ella estuvo allí para ayudarme a darmecuenta que yo era gay.

— Pensé que la Iglesia Católica se oponía a la homosexualidad

— Sí, pero la hermana Catalanina siempre me dijo que nopuedes evitar lo que quieres — respondió Rafe, sonriendo por losbuenos recuerdos — . Le dije un día que un chico en la calle habíahablado conmigo. Él no podría haber tenido más de diecisiete añosy yo tenía catorce, pero sólo esa conversación me dio mi primeraerección.

— Oh Agradable. — Tristán se echó a reír de buena gana — .Puede que no quieras decirle esta parte a mi hermano. Como estoyseguro que te diste cuenta, somos muy protectores y celosos.

— No, en realidad, no me di cuenta de eso en absoluto. — Rafesacudió la cabeza. Él no recordaba que ninguno de los perros secomportara de una manera excesivamente protectora o celosa.

— ¿No te preguntas por qué Stryker se mantuvo todo el tiempoentre tú y tu padre? — preguntó Tristán, levantando una ceja mientrasmiraba hacia Rafe — . No dejó de tocarte y te empujó detrás de él.Incluso cuando nos llevamos a tu papá.


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— Tristán, estaba un poco distraído por el hecho de que mipadre vendió mi alma — respondió Rafe, rodando los ojos — . Yentonces ustedes llevaron a mi papá al infierno. Así que sí, yo diríaque las acciones de Stryker eran la última cosa en mi mente en esemomento.

— Buen punto. — Tristán se rió — . Bueno, por lo que tuviste tuprimera erección, adelante.

— Así que sí, hablé con la hermana Catalina — Rafe continuósonrojándose con el recuerdo — . Esa fue una conversaciónembarazosa, por decir lo menos.

— Lo apuesto.

— Ella me explicó que era una reacción normal para un chicode mi edad, incluso hacia otro hombre — dijo Rafe en voz baja — . Elladijo que todos los jóvenes tenían las hormonas embravecidas. Perotambién me tomó en serio, y no desestimó mis sentimientos. Memostró versículo tras versículo en la Biblia y encontró todas las partesque hablan de la homosexualidad. Ella me ayudó a investigaralgunos de las traducciones antiguas y cuentos. En realidad, nuncadice en ningún lugar en los textos antiguos que es malo ser gay.

— Así que no tienes problema con estar acoplado a Stryker ytodo eso.

— Bueno, funciona para mí no ir al infierno por ser gay — Raferespondió con cuidado — . No estoy seguro sobre estar acoplado aun siervo del infierno.

— No somos esbirros del infierno, Rafe. — Ahora Tristán rodó losojos — . Somos realmente neutrales. Nosotros no hacemos los tratospor las almas, no corrompemos a nadie, y nadie sabe quiénes somos.Somos como la agencia de cobranzas. Tienes que dejar esa mierdade siervos del infierno.

— Entiendo lo que dices, pero trabajas para el infierno — Raferespondió en voz baja.


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— Nosotros no elegimos esto. — Tristán negó con la cabeza — .Nacimos así, igual que tú naciste gay. Lo haces sonar como quevimos un anuncio en el periódico y dijimos, “¡Hey, v amos a trabajarpara el infierno!” Así no es cómo funciona.

— Está bien — respondió Rafe, asintiendo — . Sólo necesito unpoco de tiempo para acostumbrarme y comprenderlo totalmente,¿entiendes?

— Lo entiendo. ¿Qué más quieres saber?

— Muy bien, explícame acerca de esta cosa deapareamiento — . Rafe se frotó las manos con cansancio en surostro — . No es que no me sienta atraída por Stryker, porque lo estoy.Pero esta cosa de apareamiento suena como una cosa parasiempre.

— Lo es, Rafe — dijo Tristán. Miró a Rafe, como si le midiera — . Sí,el acoplamiento es por toda la eternidad. Somos inmortales, y unavez que nos apareamos, nuestros compañeros se vuelven inmortalestambién.

— ¿Cómo se produce el apareamiento? Quiero decir, no bastacon decir somos compañeros, ¿verdad?

— No, sucede durante el sexo. — Tristán se echó a reír y susmejillas se pusieron rojas — . Es algo carnal y caliente. Esto va a sonargracioso, pero somos perros y como tales, lo hacemos al estilo perrito.Justo antes del orgasmo, mordemos a nuestra pareja al costado desu cuello, cerca de su hombro.

— Wow, eso es mucho en que pensar. — Rafe cerró sus ojos.¿Stryker quería morderlo?

— Sí, y después de aparearnos, somos muy posesivos. — Tristánse echó a reír — . Y nuestros energía sexual se incrementa.

— Oh, bueno, eso es... Interesante. — Rafe tragó nerviosamente.


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— Estará todo bien, chico — Tristán respondió mientras salía dela autopista — . Tenemos que parar y conseguir un poco decombustible.

— Bien, tengo que usar el baño. — Rafe hizo todo lo posible porocultar el miedo en su voz. Él estaba con un perro del infierno, y seesperaba que se apareara con otro. Por no hablar de que tendríaque pasar la eternidad como un inmortal, acoplado a un animalposesivo cachondo.

— ¿Está todo bien, chico? — Difícilmente. Esto no era bueno, ytenía que encontrar una salida.


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Capitulo TresStryker corría a lo largo de la carretera, mirando el Hummer de

cerca mientras necesitó más de una hora para calmarse. Los siguiócuando tomaron la salida y se detuvieron en la gasolinera.Manteniéndose en las sombras, siguió a su compañero cuando fue albaño. Una vez que Rafe cerró la puerta del baño, Stryker se dirigió alHummer, Tristán, gracias a Dios, se había estacionado en las sombras.Cambió de nuevo a su forma humana, y rápidamente abrió lapuerta trasera y se metió en el interior antes de que pudieran verlo.

— ¿Cómo va? — preguntó mientras tomaba algo de ropa.

— Le expliqué la mayor parte — respondió Tristán, mirandorápidamente a Stryker con preocupación claramente escrita en surostro — . Es mucho para manejar en una sola noche. Y tienes quehablar con él acerca de cómo se crió. Sus reacciones tienen muchomás sentido si tenemos en cuenta que su única amiga mientrascrecía fue una monja católica.

— Bueno mierda, eso explica muchas cosas. — Stryker riómientras se vestía — . Está bien, voy a ir a hablar con él.

— Bien pensado, hermano. — Tristán le dio una palmada en laespalda — . Ve a buscar a tu compañero. Stryker asintió antes de salirde la camioneta y dirigirse de nuevo hacia el cuarto de baño. Alacercarse, vio a Rafe salir. Stryker abrió la boca para gritar un saludo,pero antes de que pudiera hablar, Rafe salió corriendo en la

dirección opuesta a la Hummer. — Tristán, ¿qué le dijiste? Está escapando corriendo — Stryker le

preguntó a través de su vínculo mental — . Sólo le dije lo que estaracoplado a un perro quería decir, y lo que nos pasa después deaparearnos.


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— ¿Qué? ¿Que nos ponemos posesivos y dominantes en elsexo?

— Umm, sí, algo así. Lo siento, hombre. — Stryker gruñó. Si Tristánestuviera de pie junto a él ahora, él lo habría golpeado en la cabeza.Dejando a un lado su irritación con su hermano, Stryker se fue abuscar a su compañero. Con las zancadas de sus largas piernas,fácilmente alcanzó a Rafe — . Bebé, espera, déjame explicarte — Stryker dijo mientras se le acercó por detrás.

— Tristán me dijo todo — Rafe gritó mientras se dio la vuelta parahacer frente a Stryker — . No puedo hacerlo. Lo siento; ¡No puedo ir deuna prisión a otra!

— Así no es cómo sería, Rafe.

— ¿Cómo incluso estás aquí? — Rafe gritó cuando se cubrió elrostro con las manos y se desplomó en el suelo — . Te vi cambiar a unperro y salir corriendo. No puedes ya estar aquí. ¡No hay manera deque pudieras correr tan rápido como un Hummer en la carretera!Esto no es real, no puede ser real. Debo haberme vuelto loco.

— Oh bebé — dijo Stryker con angustia mientras corría los últimospasos y se arrodilló junto a su compañero. Él lo envolvió en sus brazosy lo abrazó con fuerza. Rafe se estremeció, y el corazón de Stryker serompió por el dolor del joven — . Es real, te lo juro. No perdiste lacabeza. Lo siento. Sé que esto es más de lo que una persona deberíatener que hacerle frente en sólo un par de horas.

— Yo, Yo no puedo hacer esto — Rafe gimió, el sonido eliminó loúltimo de la ira anterior de Stryker — . Nu-Nunca estuve con nadie.¿Cómo pueden ser mis sentimientos reales?

— Shh, bebé, simplemente respira — Stryker arrulló mientrasacariciaba los dedos por el cabello de Rafe — . Vamos a resolver todoesto, ¿de acuerdo? Ahora sólo necesito que te calmes. Podemos irtan lento como necesites. Nada está escrito en piedra. En este


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momento, nuestra prioridad es mantenerte a salvo. Nos pondremos atrabajar en todo lo demás después.

— ¿Lo Juras? — preguntó Rafe. Su temblor se detuvo y se secólas lágrimas de sus mejillas con el dorso de la mano. Respiró hondo ymiró a Stryker a los ojos — . ¿No me obligarás a ser tu pareja?

— ¡No! — Stryker se quedó sin aliento — . ¿Forzarte? ¿Por quépiensas eso? ¿Qué te dijo mi hermano?

— Él lo hizo parecer como que no tenía otra opción — respondióRafe con los ojos muy abiertos, miró alrededor y arrugó las cejas, sedeslizó hacia atrás un poco y sollozó — . O tal vez no lo hizo, y yo loentendí así. No sé, pasó mucho en poco tiempo, es como un borrón.

— Nadie va a forzarte a nada, bebé. — Stryker tomó las manosde Rafe en las suyas — . Por ahora vamos a mantenerte a salvo hastaque resolvamos esta mierda con tu alma. Pero yo voy a pedirte unacosa, ¿de acuerdo?

— ¿Que es? — preguntó Rafe, todavía sollozando.

— Prométeme que mantendrás una mente abierta, ¿deacuerdo?

— No entiendo.

— Bueno, creo que todo está pasando demasiado rápido.Quiero que me conozcas — explicó Stryker — . Quiero conocerte. Nohay presión, solo prométeme que no me vas a rechazar por ser unsiervo del infierno.

— No, lo siento por eso. — Rafe extendió la mano para tocar lacara de Stryker — . No quise decirlo de la forma en que salió; sientomucho haberte hecho daño.

— Está bien. — Stryker puso una mano sobre la de Rafe.Reconoció la lujuria y el deseo en los ojos de su pequeñocompañero, incluso si Rafe no se dio cuenta de sus propios


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sentimientos — . Esto es real, Rafe. Me estás tocando, soy sólido.Nuestro atracción es real.

— ¿Tú te sientes atraído por mí? — preguntó Rafe, sonrojándose.Esas mejillas rojas eran una de las cosas más calientes que Strykerhabía visto en su vida, y sintió como se endureció su polla — . Penséque era sólo por el destino — agregó Rafe.

— El destino no nos habría considerado compañeros si no nossintiéramos atraídos el uno al otro — Stryker sonrió suavemente — . Loque hicimos antes fue increíble, ¿no?

— Sí — Rafe susurró mientras empezaba a temblar — . Lo siento,me desmayé, esa fue la primera vez que estuve con alguien.

— No lo sientas — respondió mientras se inclinaba — fue una delas cosas más calientes que vi en mi vida.

— ¿Qué me desmaye? — Rafe preguntó con una risita — . Bueno,eres muy lindo cuando duermes — Stryker ronroneó mientras rozó suslabios contra Rafe — . Pero me refería a verte correrte tu carareflejaba el placer que te estaba dando. Fue increíble la forma enque me respondiste.

— ¿No es siempre así? Quiero decir, otros hombres no terespondieron de esa manera?

— No, bebé, no lo hicieron. — Stryker besó a lo largo de lamandíbula a Rafe — . ¿Te gusta esto?

— Sí, por favor no pares.

— No, no a menos que me lo pidas, ¿de acuerdo?

— Me gusta, te juro que lo hace — Rafe gimió.

— Pero prométeme que me dirás si voy demasiado rápido ohago algo para lo que no estás listo — Stryker dijo mientras se alejabaa mirar a los ojos de Rafe.


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— Lo prometo, Stryker — respondió antes de inclinarse parareclamar los labios de Stryker — . Gracias.

— ¿Por qué, cariño? — Por comprender y ser amable conmigo — respondió Rafe.

Empezó a temblar de nuevo, pero Stryker sintió la diferencia. Rafe yano tenía miedo, y ya no temblaba de miedo. En cambio, éltemblaba de deseo.

Stryker sonrió. Se inclinó y comenzó a lamer a lo largo del ladodel cuello de Rafe. — ¿Acaso Tristán te explicó sobre la mordida deapareamiento? — Preguntó Stryker. El temblor de Rafe se hizo másviolento, y Stryker suspiró — . Me lo tomaré como un sí.

— ¿Por qué quiero que me muerdas? Estoy obsesionado con laidea desde el momento en que Tristán lo mencionó — dijo Rafe.

— Debido a que tu cuerpo y tu alma me reconocen como tucompañero — respondió cuando comenzó a desabotonar la camisade Rafe. Se tomó su tiempo, besando la piel que revelaba mientrasseguía abriendo la camisa. Una vez que se la quitó, él inclinó lacabeza para lamer y chupar el pezón derecho de Rafe.

— Oh, Dios mío, creo que podría alcanzar el orgasmo sólo poreso — Rafe gritó y se agarró fuerte a Stryker. Stryker sonrió alrededordel pezón en su boca mientras acostaba suavemente a Rafe sobresu espalda. Mientras giró su atención hacia el otro pezón, trasladó susmanos por el estómago magra de Rafe a la bragueta de suspantalones vaqueros. Rafe arqueó sus caderas en las manos deStryker.

— ¿Quieres que te toque ahí? — Stryker preguntó tratando demantener sus palabras tan suaves como sus movimientos.

— Por favor, Stryker — Rafe se quedó sin aliento —. ¡Necesito…!

— Yo sé lo que necesitas, cariño — Stryker ronroneó mientrasbesaba su camino por el estómago de Rafe y le desabrochó la


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bragueta. Metió la mano y sacó la polla dura de Rafe. Stryker sintió lapolla enorme en sus manos y se echó hacia atrás para tomar unabuena y larga mirada. Oh Dios. Él gimió en voz alta. Tenía que medirmás de ocho pulgadas de largo. Ocho pulgadas de puraperfección — . Oh, me voy a divertir mucho chupándote.

— Oh Dios, no estoy seguro de que sobreviva a eso — Rafe gritómientras arqueaba sus caderas. Stryker se lamió los labios por lasgotas de líquido pre seminal que se formaron en la cabeza hinchadade la polla de Rafe. Inclinándose, le pasó la lengua por la hendiduray gimió ante el maravilloso sabor de su compañero.

— Soñé con esto toda mi vida — Stryker susurró antes de pasar sulengua alrededor de la maravillosa cabeza de hongo. Luego pasó lalengua arriba y abajo de cada lado de la polla de Rafe y tomócerca de la mitad de ella en la boca. Él gimió con fuerza y comenzóa trabajarla dentro y fuera de su boca. Stryker no salía de su sorpresapor el tamaño de la polla de Rafe, considerando la pequeñaestatura total del hombre.

— No, no, todavía no — Rafe gritó segundos antes de estallar.Stryker gruñó cuando la semilla caliente de Rafe corrió por sus papilas

gustativas y bajó por su garganta. Su pequeño compañero sabía acerezas y café, una ambrosía de la que Stryker pensaba que nuncapodría conseguir suficiente. Él chupó hasta la última gota de lacorrida hasta que Rafe cayó exhausto.

Lamió la polla de Rafe hasta dejarla limpia y la guardó denuevo en sus pantalones. Miró a su hermoso compañero, sólo paradarse cuenta que Rafe se había desmayado de nuevo. El se ajustaríaa la intensidad de los orgasmos entre compañeros, pero dado queera virgen, podría tardar un poco más. Riéndose, enderezó la ropa

de Rafe y lo levantó en sus brazos. Lo abrazó, tomándose el tiempopara memorizar su olor mientras se abrían camino de regreso a laHummer.

— ¿Por qué se desmaya cada vez que los dejamos solos? — Tristán le preguntó con una sonrisa.


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— Hey, chicos — Stryker respondió con sus mejillas rojas mientrastrataba de evitar las miradas de complicidad de sus hermanos.Jackson y Braedan estaban apoyados contra el Hummer con Tristán.Al parecer, habían pasado suficiente tiempo en los bosques paradarles tiempo a alcanzarlos.

— Yo no le hice daño.

— ¡Oh, no, esos que escuchamos no eran gritos de dolor. — Jackson resopló — . Estoy bastante seguro de que él estaba pasandoel mejor momento de su vida.

— Muy bien, ya es suficiente de esto — Stryker gruñó — . Vayamosde aquí.

— Si jefe. — Jared sonrió, mientras todos se subieron en los trescoches. Jackson y Braedan saltaron a su Dodge Ram, mientras queJared se metió en su Audi. Stryker acomodo a Rafe en el asiento deatrás de la Hummer , le abrochó el cinturón y se metió en el asientodel copiloto, mientras Tristán se puso en el lado del conductor.

— Tal vez debería dejarlo ir — dijo en voz baja Stryker mientrasregresaban a la carretera — Esta no es vida para alguien taninocente como Rafe.

— Tú lo amas — Tristán declaró, no como una acusación, sinosimplemente una observación.

— Todavía no, pero me encuentro cayendo fuerte y rápido — respondió con sinceridad — . Pero esto no es sobre mí, Tristán.

— ¿No lo es?

— No — Stryker gruñó cuando se volvió hacia su hermano — . Estáconfundido y se siente perdido. Todo con lo que tuvo que lidiar yaceptar lo abrumó. Ahora lanza estar acoplado a un Perro delInfierno en la mezcla. Quiero decir, vamos, estaba llorando cuandome reuní con él, diciendo que estaba volviéndose loco.


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— Es mucho para aceptar — respondió Tristán, asintiendopensativo — Pero te tiene a ti. ¿No crees que sería aún más duro paraél si no pudiera recurrir a ti?

— Él no estaba viniendo hacia mí, él estaba huyendo de mí.

— Oh sí, él estaba corriendo tan duro que te tomó horasatraparlo. — La voz de Tristán goteaba sarcasmo — . Él está asustado einseguro del presente y el futuro, Stryker. Él te necesita más que nadapara ayudarlo. Además, ¿no crees que es lo suficientemente mayorcomo para tomar sus propias decisiones?

— ¿Qué quieres decir? — Preguntó Stryker, juntando sus cejascon confusión — . Él es muy ingenuo y sin experiencia. Acaba decumplir los veintiún años hoy. Nunca ha visto el mundo. Joder, élapenas vio nada fuera de su propia casa.

— Es cierto, pero no tomes la decisión de alejar a Rafe — Tristánrespondió suavemente — . Habla con él, dile todo. Es inteligente, muyinteligente. Ustedes dos tomarán la decisión que sea mejor para losdos, pero ambos tienen que tomar esa decisión.

— Entiendo lo que estás diciendo. Yo no querría que alguientome esa decisión por mí. — Stryker asintió estando de acuerdo conla sabiduría de Tristán. Sus ojos se llenaron de lágrimas por su siguientepensamiento — Pero también tengo que pensar en lo que es mejorpara Rafe.

— Es cierto, pero también tienes que ver lo que es mejor para ti,Stryker, y para los dos. Como dije, los dos tienen que tomar estasdecisiones. Juntos. Es decir, a menos que tu digas que sí y él diga queno, entonces por supuesto uno de ustedes toma la decisión — dijo

Tristán, comenzando a desentrañar su propia lógica. Stryker no pudodejar de reír.

— Listillo. Sé que estás tratando de aligerar el ambiente. — Sesecó las lágrimas — . Sabes que te quiero.

— Sí, sí, ya tuve mi cuota de mierda blanda por el día.


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— Oh, vamos, dame un abrazo — Stryker bromeó y trató deenvolver sus brazos alrededor de su hermano. Tristán se rió y dio unmanotazo a las manos de Stryker — . Aléjate de mí, idiota.

— No soy un idiota, eres un perdedor — Stryker replicó como situvieran diez años otra vez y golpeó a Tristán en el hombro.

Tristán abrió sus ojos sorprendido, pero luego lo golpeó devuelta. Y así sucesivamente se golpearon durante varios minutosriendo como idiotas.

— ¿Están ustedes dos bebiendo? — Jared les preguntó en suvínculo común — . Están zigzagueando por todo el maldito camino. ¡Yni siquiera puedo decirtes lo que parece que están haciendo desdemi punto de vista detrás de ustedes!

— Veinte a que Stryker estaba seduciendo a Rafe de nuevo — Jackson tiró — . De ninguna manera. Mis veinte dicen que Tristánestaba tratando de hacer entrar en razón a Stryker de nuevo yrecurrió a pegarle — respondió Braedan — . En realidad, el hijo de putatrató de abrazarme después de que estuvo llorando como una niñapequeña — respondió Tristán, sonriendo con malicia a Stryker — . Asíque yo diría que Braedan es el ganador.

— ¡Váyanse todos a la mierda! — Stryker respondió inyectandouna nota de veneno en su tono mientras trataba de evitar unirse asus hermanos en la risa estridente.

— Por cierto — Jackson dijo cuando todos se habían calmado — .Pensé que debería decirte esto más temprano que tarde. Braedan yyo hablamos con el querido viejo padre de Rafe, el cambió suvoluntad y le dejó todo a Rafe. Parecía pensar que podría ayudar a

mantenerlo fuera del infierno, imbécil. Así que cuando toda estamierda esté resuelta, al menos tu pareja obtendrá todo lo que supadre tenía. Él puede donarlo, hacer lo que quiera, pero al menosserá su elección.


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— Gracias chicos, eso fue muy amable de su parte — respondióStryker, lo tocaba que sus hermanos trataran de ayudar a sucompañero — . No estoy seguro lo que querrá hacer, pero al menos siél tiene dinero y opciones podría no sentirse tan atrapado como lohace ahora mismo.

— Él me dijo que quería ir a la universidad, pero su padre no selo permitió — Tristán agregó, mirando a Stryker y encogiéndose dehombros — . Solo para que lo sepas.

— Gracias por decirme — Stryker les respondió a todos,entonces siguió hablando únicamente con Tristán — . Deberíamosestar llegando al desvío de la casa de seguridad.

— Sí, lo veo — Tristán respondió mientras se metió en el carril dela derecha para tomar la próxima salida. Stryker se sentó y miró por laventana mientras se acercaban. Sabía que si alguien del infierno,incluyendo otros perros, realmente querían encontrarlos, lo harían.Pero al menos esta casa en las afueras de Nueva Orleans estaba aunos estados de distancia de donde estaban viviendo actualmente.No había manera de rastrear la propiedad de los hermanos Magnus.Mientras que en realidad les pagaban por el trabajo que hacían

para el Infierno, durante décadas también habían tomado otrostrabajos secundarios, aquí y allá. Jackson era un genio de lainformática y se había asegurado de filtrar algunos de sus ingresos através de varias cuentas en el extranjero.

También hizo los arreglos para comprar la propiedad enefectivo, a través de una venta por intermedio de abogados y unnombre ficticio para que nadie jamás lo supiera. Stryker sabía lomucho que les gustaba a todos esta gran casa antigua. Los cincohabían estado de acuerdo cuando la compraron que era el lugar

perfecto para que todos ellos se retiraran con sus compañerosdespués de que pasen sus quinientos años de servicio en el Infierno.

La casa todavía le asombraba cada vez que la veía. Esta vezno fue diferente cuando se detuvieron en el camino de entrada. Erauna de esas enormes casas de las plantaciones del sur de la década


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de 1800 por supuesto actualizada, mejorada y remodelada. Habíamás de dos docenas de habitaciones y suites. Por no hablar de losdos salones de baile, piscina cubierta climatizada, cocina, salas de juegos, sala de tecnología, sala de ejercicios, y así sucesivamente.

Cuando se acercaron a la casa principal, Stryker se dio cuentade que las luces de la puerta de la cabaña del guardián estabanencendidas. Emplearon a un perro jubilado hacía mas de un siglo,Mac Henson. Vivía a tiempo completo en la propiedad, junto con suesposa, Linda, y sus hijos, Sam, Lana, Josh y Chris, que variaban entrelos treinta y cuarenta años de edad. Stryker nunca los habíaconocido, a pesar de que habían sido dueños de la casa durantedécadas. Tristán se había reunido con la familia en privado; sabían loque la familia Magnus era y entendían la necesidad de mantener elsecreto. Sería bueno, después de todos estos años, conocer a lafamilia que vivía y se hizo cargo de su casa de ensueño. Stryker miróa Rafe, que seguía durmiendo en el asiento trasero, y permitió que sumente vagar con los sueños de vivir en esta casa algún día.


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Capitulo 4Rafe se despertó a la mañana siguiente envuelto en las más

cómodas sábanas de satén que jamás había sentido. Gimió cuandose estiró, luego sus ojos se abrieron como platos y se quedó sinaliento. ¿Dónde diablos estoy? Se sentó, frenéticamente escaneó lahabitación desconocida. ¿Pero qué-? Oh, sí, recordó. La casa deseguridad que Stryker había mencionado.

¿Pero dónde estaba Stryker? Se preguntó mientras se levantóde la cama y miró a su ropa. Excepto que no era sus ropa. Alguien lehabía puesto un pijama que era demasiado grande para él. Alguienlo había visto desnudo. Ese pensamiento lo llevó a los recuerdos delos eventos de la noche anterior, y quiso meterse en la cama yesconderse. Oh, dios. Me desmayé de nuevo. Sus mejillas sesonrojaron al recordar lo que le había hecho Stryker.

Reuniendo todo su valor, fue en busca de Stryker, a pesar deque se sentía ridículo vestido con sólo una camisa de noche de grantamaño. Abrió la puerta tan silenciosamente como pudo y se diocuenta que comunicaba con una suite más grande.

— Es cerca de la medianoche, y algo maligno está al acechoen la oscuridad... — Stryker cantaba fuera de tono mientras bailabade espaldas a Rafe — . Bajo la luz de la luna, se ve algo que casidetiene tu corazón.

Rafe se apoyó en el marco de la puerta y cruzó los brazos sobre

el pecho mientras observaba el gran hombre que estaba tratandode ganar su corazón. De repente no se sentía estúpido de pie allí conla camisa de noche de gran tamaño. Por supuesto, él no era el quecantaba horriblemente y bailaba una canción con su iPod. Ese eraStryker.


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— Intentas gritar pero el terror te quita la voz — continuóStryker — . Empiezas a congelarte, cuando el horror está justo frente atus ojos, estás paralizado .

— Oh, Dios mío, está haciendo el baile “Thriller ” — Rafe pensómientras se golpeó la mano en la boca para contener su risa. Nopodía creer que estaba viendo el hombre más caliente que jamáshabía visto hacer algo tan increíblemente estúpido. Rafe habíaabierto su corazón a Stryker después de todo lo que pasó el díaanterior, pero no fue hasta este momento que se dio cuenta de quequería estar con el hombre bailando frente a él.

Miró a Stryker cantar y bailar por unos momentos más antes dedeslizarse de nuevo en la habitación y encontrar su ropa. Sonriendomientras se vestía, trazó un plan. Iba a tener que encontrar a Tristánpara pedirle ayuda, pero al menos ahora sabía lo que quería. Yquería a Stryker.

Cuando regresó a la otra habitación, Stryker habíadesaparecido. Suponiendo que había ido a desayunar, Rafe dejó lasuite principal y salió al pasillo. Escuchó, voces que venían de abajo.Caminó a lo largo del pasillo hasta que llegó a una gran escalera

doble y bajó las escaleras.Ahí es donde se encontraban la mayor parte de los hermanos

Magnus, menos Stryker. Todos se quedaron en silencio mientras seacercaba, pero Rafe tragó su miedo y siguió caminando.

— Hola, chico — dijo Tristán, rompiendo el silencio — . ¿Cómodormiste?

— Muy bien gracias. — Rafe se aclaró la garganta — . Tengo que

pedirte un favor. — Está bien ¿Qué necesitas, pequeño?

— Necesito un poco de ayuda para aprender... Um. — Rafe miróhacia abajo a sus pies — . Hablamos en el coche de mi falta deexperiencia...


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— Amigo, esto va mas allá de lo que yo haría por mi hermano — respondió Tristán, agitando las manos delante de él yretrocediendo.

— Joder, yo puedo hacerlo, creo que es sexy — uno de los otroshermanos respondió y se frotó las manos sobre su cuerpomusculoso — . Soy Jared, pequeño.

— Um, no quise decirlo de esa manera. — Las mejillas de Rafe sesonrojaron — . Sólo quería decir que necesito un paseo a una tiendade libros, o una tienda para adultos. Donde quiera que puedaconseguir algunos materiales de investigación. Me imaginé que erael mejor primer paso.

— ¿Qué te hizo cambiar de opinión? — preguntó Tristán,levantando una ceja — . Ayer querías huir.

— Esta mañana vi el corazón de Stryker — respondió Rafe, riendoal ver las miradas confusas en los rostros de los hermanos — . Estabacantando horriblemente y bailando alrededor de la habitación.

— Oh hombre, estaba haciendo el baile de Thriller, ¿no? — Jared se rió entre dientes — . Siempre hace esa mierda cuandotiene algo en mente.

— Fue la cosa más caliente y más horrible que vi en mi vida. — Rafe levantó la vista para encontrarse con los ojos de Tristán — .¿Me ayudarás? — Después de un momento de vacilación, Tristánasintió y cogió un juego de llaves de uno de los otros hermanos.

— Vas a necesitar esto pequeño — dijo Jared, entregando aRafe un fajo de billetes. Él se rió cuando vio la mirada confusa deRafe — . No puedes utilizar las tarjetas de crédito, pueden serrastreadas. Hicimos que tu padre firmara dejándote todo a ti ayer porla noche. Nos dijo cómo entrar en la caja fuerte y nos dimos cuentade que podrías necesitar un poco de dinero para comenzar tu nuevavida. — Sin pensarlo, Rafe saltó a los brazos de Jared y lo abrazó.Después de un momento de incomodidad, Jared le devolvió el


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abrazo — . Gracias, eso significa mucho para mí — dijo Rafe mientrasterminó el abrazo — . Ustedes pueden ser perros del infierno, pero noson esbirros del infierno.

— Bueno, gracias, pequeño — Jared rió mientras le daba a Rafeel dinero. Rafe asintió y se volvió hacia Tristán, que sostenía la puertaabierta para él sacudiendo la cabeza.

— ¿Estás listo para esto? — Preguntó Tristán.

— Es sólo una idea — Rafe respondió — pero estoy dispuesto aintentarlo. Nunca voy a saberlo hasta que lo intente.

— Bien hombre — Tristán respondió cuando se metió en elcoche — . Voy a negar que te llevé si mi hermano pregunta. — Rafe serió mientras se iban. Tardaron sólo unos pocos minutos en llegar a uncentro comercial con una tienda que tenía Xs por todas partes. Miróa Tristán con los ojos muy abiertos, sólo para verlo observándolo conuna amplia sonrisa.

— Hagámoslo. — Tristán se rió, cuando bajaron del coche. Rafese reunió con él en la parte trasera del coche y le cogió la mano. Noestaba seguro de por qué lo hizo, pero se sentía lo suficientementecómodo con Tristán para confiar en él. Entraron en la tienda y Rafeestaba tan distraído por todo a su alrededor, que apenas se diocuenta de las otras personas que navegan las vitrinas y bastidores.Había pollas falsas por todo el lugar, más de las que podía contar, detodos los colores del arco iris y algo más. Algunas de las pollas falsastenían compartimentos que parecía que eran para colocarlesbaterías. Otras tenían correas. Rafe pasó junto a ellas conprecaución, apretando la mano de Tristán por apoyo. El ligeroapretón que regresó fue toda la motivación que necesitaba para

continuar. Hizo su camino a los estantes de libros, y luego soltó lamano de Tristán y bajó el primero que le llamó la atención. “Cómodar sexo oral ”. Rafe leyó el título, sonrió, y le entregó el libro a Tristán,quien se limitó a mover la cabeza y se echó a reír. Rafe le devolvió lasonrisa mientras seguía mirando a través de los libros. Tristán seconvirtió en el carrito personal de compra de Rafe. Para cuando


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habían pasado por cada estante, Rafe le había dado más de unadocena de libros. A medida que se acercó al mostrador para pagar,Tristán lo agarró del brazo y tiró de él hacia otro bastidor.

— Mira, aprenderás esto en los libros — dijo Tristán, sin mirarlo alos ojos — . Pero me di cuenta que es posible que desee obteneralgunos otros suministros ahora.

— ¿Qué quieres decir? — preguntó Rafe, mirando a los distintostubos en frente de él. Él cogió uno y leyó la etiqueta. Lubricante — .¿Para que lo usas?

— Sólo cómpralo, los libros te explicarán — dijo rápidamenteTristán. Rafe trató de ocultar su sonrisa mientras tomaba unos pocostipos diferentes. Cuando terminó, se volvió de nuevo a Tristán, quetenía un paquete en la mano — . También debes llevar estos.

Esta vez, Rafe no se molestó en hacer preguntas. Tomó elpaquete con cuatro elementos de goma de distintos tamaños de lamano de Tristán y le dio la vuelta. Leyó las instrucciones en la parteposterior, con las mejillas cada vez mayor más caliente con cadafrase. Plugs Butt-One Holein prepararán al culo más apretado para lapenetración anal. Dios. ¿Stryker esperaría que use estos? Rafesacudió la cabeza. — Gracias, Tristán — susurró mientras caminabanhacia el mostrador. El hombre se limitó a asentir.

— Yo te esperaré afuera. — Tristán se acercó a las puertas, yRafe sonrió a la mujer detrás del mostrador que parecía que estabatratando de no reírse — . Soy nuevo en todo esto — dijo — . Puedo vereso — respondió ella, tosiendo sobre una risa — . No hay nada malo enquerer aprender.

— Así es como yo lo veo — contestó Rafe, radiante. Con gusto leentregó el dinero por el total cuando ella se lo dijo. Luego agarró suspaquetes y se apresuró a ir con Tristán.

— ¿Qué tan grave fue el daño? — Tristán preguntó mientraslanzaba las bolsas de Rafe en el maletero.


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— Un poco más de trescientos — dijo Rafe cuando saltó en elcoche — . Ahora vamos a obtener algo de comida, me muero dehambre.

— Tienes que mantener tu fuerza con lo que planeaste — dijoTristán antes de estallar en carcajadas.

— Todo lo que tengo en la agenda es hacer un poco deinvestigación y conocer a Stryker — respondió Rafe. Pensó más sobreeso cuando se detuvieron en una panadería en el camino a casa.Rafe estaba emocionado de probar todo tipo de cosas nuevas quenunca le habían permitido antes. Al vivir con su papá, trabajó muyduro para permanecer invisible. Y ahora mismo, incluso con toda laconfusión y el drama que le rodeaba quería intentar todo lo que sehabía perdido.

— Hombre, Rafe, creo que compraste la mitad de la malditapanadería. — Tristán resopló mientras cargaba la última de lascompras en el coche — . Lo siento, nunca había estado en unapanadería antes, y todo parecía muy bueno.

— ¿Hablas en serio? — preguntó Tristán, sacudiendo la cabeza — . ¿Esa fue tu primera vez en el interior de una panadería?

— ¿Por qué mentiría? — preguntó Rafe. ¿Por qué Tristánpensaba que mentiría sobre algo así?

— No, yo no estoy diciendo que estés mintiendo, pequeño — Tristán respondió rápidamente, acariciando la mano de Rafemientras se retiraron de la zona de aparcamiento — . Estoysorprendido. Está mal que a tu edad acabes de visitar por primeravez una panadería.

— Ah, ya entiendo lo que quieres decir — respondió Rafe — . Sí,fue mi primera vez, pero ahora soy libre. Y si todo sabe la mitad debueno como parece, no va a ser mi último viaje.

— Creo que estás obligado a encontrar algo que te guste. — Tristán se rió entre dientes mientras se acercaban la casa.


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— ¿Qué es este lugar, Tristán — preguntó Rafe, muriendo porsaber más, pero no queriendo molestar a su nuevo amigo.

— Es nuestra casa de seguridad; tenemos la intención deretirarnos aquí con nuestros compañeros un día. La compramos connombres falsos y contratamos a una familia que sabe mantenernuestros secretos para que la cuiden. Mac es un perro jubilado.

— ¿Ustedes se jubilan? — Rafe preguntó — . Lo siento si estoysiendo un dolor con todas mis preguntas, pero sólo quiero saber todo.

— Está bien — Tristán le respondió con una sonrisa mientras seestacionaba frente a la casa — . Sí, nos retiramos después dequinientos años de servicio.

— Wow, eso es mucho tiempo — dijo Rafe, sacudiendo lacabeza. Cada vez que pensaba que él conseguía manejar lasituación actual, los nuevos hechos lo sacudían otra vez.

— Cuando tienes toda la eternidad, los años realmente vuelan — Tristán respondió mientras salía del coche y lo rodeaba — . Ya verás.

— Gracias de nuevo, Tristán. — Rafe se inclinó y abrazó alhombre — . Me alegro de que nos estemos convirtiendo en amigos.

— Yo también, pequeño. — Tristán se echó a reír — . Creo que vasa ser un gran compañero para mi hermano.

— ¿Qué carajo es esto — Stryker rugió detrás de ellos. Rafe saltómientras se alejó de Tristán para ver lo que estaba pasando — . Sacatus putas manos de mi compañero, Tristán.

— No es lo que crees, hermano — Tristán respondió congravedad mientras abrió el maletero — . Rafe necesitaba un paseopara conseguir algunas cosas, yo sólo le estaba ayudando.

— ¿Y por qué lo tocabas? — Stryker gruñó. Rafe se quedóinmóvil donde estaba, todavía con las bolsas que acababa decomprara en sus manos — . Lo abracé como una manera de decir


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gracias — dijo suavemente, tratando de calmar la situación — . ¿Porqué fuiste a Tristán en el primer lugar? — Stryker preguntó mientrasdaba un paso amenazador hacia Rafe — . ¿Por qué no me buscastea mi?

— Deja esto, Stryker — dijo Tristán uniformemente, pero confuerza — . Rafe ha sufrido bastante. Me vio y después de lo quehablamos ayer por la noche, sintió que podía venir a mí. No haynada malo en ello.

— Él debía venir a mí. — Stryker intento agarrar a Rafe peroTristán se interpuso. Empujó Rafe detrás de él y alejó la mano deStryker.

— ¿Por qué hiciste eso? — Dijo Stryker.

— Lo hice, porque estás actuando como un imbécil celoso — Tristán gruñó — . Cálmate habla con Rafe y verás por qué me pidióayuda Estás exagerando, Stryker.

— Fuiste a dar un paseo con mi compañero — Stryker gruñó.Rafe miró con los ojos muy abiertos, como las manos de Strykercomenzaron a cambiar a garras — . Yo estaba buscándolo por todaspartes, asustado pensado que le pasó algo. Y los encuentro a los dosabrazos aquí, y ahora está de pie detrás de ti en vez de aquíconmigo. Dime otra vez que estoy exagerando

— ¡Él está aquí conmigo porque lo estás asustando! — gritóTristán — . Cálmate y estoy seguro de que va a ir contigo.

— Deja de decirme qué hacer, gilipollas — Stryker respondió.¡Estás tratando de robarme mi compañero!

— No seas ridículo. — Tristán empujó suavemente a Rafealejándolo de él — . No es así.

— Yo digo que si — respondió Stryker, acercándose. En un abrir ycerrar de ojos, se volvió, golpeando Tristán en la cara. Rafe se quedóallí con la boca abierta por una fracción de segundo hasta que


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Tristán dejó caer las bolsas que tenía en la mano y se lanzó contraStryker. Todo el cuerpo de Rafe se sacudió y vio con horror como losdos hermanos luchaban. Tristán tuvo a Stryker sobre la espalda por unmomento antes de Stryker les diera la vuelta y aterrizara otro golpeen el rostro de Tristán. Pero Tristán estaba dando tan buenos golpescomo los que estaba recibiendo. Rafe no podía creer con la rapidezcon que se movían y la cantidad de sangre que estabanderramando.

No pudo ver más, dio media vuelta y corrió hacia la casa. Noestaba seguro de quien iba a ganar la pelea, sólo que él no sería deninguna ayuda para Tristán. Y no quería estar allí si Stryker ganaba.Una vez que entró por la puerta principal, se escondió en la primerahabitación que encontró. Se hizo una bola, escondiéndose detrás delas bolsas que había estado llevando bloqueándole la vista de lapuerta. No era la mejor idea, Rafe estaba seguro, pero era la únicaque tenía en ese momento. Él todavía estaba temblandoincontrolablemente y seguía tratando de igualar su respiración. Nadaparecía funcionar. Cuando las lágrimas comenzaron a caer, sereprendió por pensar que esto podría funcionar. Cuan ingenuo habíasido al pensar que él y Stryker tenían una oportunidad de estar juntos.


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Capitulo Cinco — ¿Qué es lo que te pasa, Stryker? — Jared gritó mientras tiraba

a Stryker fuera de Tristán — . ¿Qué demonios está pasando aquí?

— Está tratando de robarme mi pareja. — Stryker hizo otraestocada a Tristán — . Salieron juntos, y lo encontré tocando a Rafe.

— El pequeño chico me dio un abrazo por ayudarlo — Tristánrespondió rechazando la ayuda de Jackson — . Ustedes estaban allí;díganle que Rafe sólo quería un poco de ayuda.

— Sí hombre, estuvimos allí — respondió Braedan — . Rafe llegó aTristán, no al revés.

— ¿Dónde está Rafe? — Preguntó Jackson.

— Lo vi correr por la puerta grande con aspecto asustado — Jared respondió, señalando hacia la casa — . Fue entonces cuandovine a buscarlos, pensando que tenían problemas. Pero todo lo queencontré fue a dos tontos golpeándose.

— Yo nunca le haría daño a Rafe — gritó Stryker — . Él no tieneninguna razón para tener miedo de mí.

— ¿Y él como lo sabe? — Jackson miró Stryker con una cejalevantada — . Acabas de atacar a tu propio hermano, ¿por qué Rafese sentiría seguro?

— Hey, no me golpeó — Tristán se quejó — . Pero entiendo tupunto. Sólo tienes que ir a hablar con él, Stryker. Luego cuando te descuenta de lo terriblemente equivocado que estabas, puedes venir apedirme disculpas. — Stryker rodó los ojos a su hermano, pero sevolvió y se dirigió a la casa. Él siguió el olor de Rafe a una de las salasde estar.


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— ¿Rafe? — preguntó mientras se movía en la habitación.

— Vete, déjame en paz — Rafe sollozó detrás del sofá — .¿Mataste a Tristán?

— No, bebé, Tristán está bien — Stryker respondió, haciendo unamueca cuando comenzó a comprender el daño que había hecho — Lo siento. No tengo ninguna excusa para la forma en que reaccioné.

— No, no — contestó Rafe, comenzando a llorar más fuerte — .¿Y te preguntas por qué no vine a ti? Atacaste a tu hermano porayudarme.

— Todo lo que puedo decir es que lo siento y quiero hacer laspaces contigo. — Se agachó y lentamente se arrastró hacia Rafe. Sedetuvo cuando llegó a un pie de su pequeño compañero. El corazónde Stryker se rompió cuando vio como Rafe estaba temblando ytodas las lágrimas que había derramado — . Lo siento mucho, Rafe.Vine a hablar contigo, y no pude encontrarte. Yo me asustépensando que podía haberte pasado algo, te busqué por todaspartes. Entonces te encontré en los brazos de mi hermano... Y meperdí

— ¿Lo crees? — Rafe se burló cuando finalmente miró a Stryker.Stryker hizo una mueca al ver el dolor y la angustia en el rostro de sucompañero — . Tristán no hizo nada malo y yo tampoco.

— No, no lo hicieron — respondió Stryker, asintiendo — . Yo fui unimbécil. Ya lo sé.

— ¿Y ahora qué? — Preguntó Rafe, enjugándose las lágrimas — .¿Me pegarás a mi?

— Rafe, bebé, yo nunca te haría daño — susurró mientras seacercaba.

— ¿Crees que esto no me lastimó? — Rafe se quedó sin alientomientras se deslizó lejos de Stryker — . No me hiciste daño físicamente,


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pero tu falta de fe en mí me hirió. ¿De verdad crees que alguna vezte engañaría?

— No. No lo creo. Y sé que Tristán no lo haría tampoco. Yoestaba tan molesto al verte en brazos de otro hombre…

— ¡Era tu hermano! — Rafe gritó mientras se puso de pie y pusomás espacio entre ellos — . Me acerqué a él y le pedí ayuda, idiota. Tevi esta mañana, y pensé que había visto tu corazón. Y quería tratarde que esto funcione, así que fui a Tristán para pedirle ayuda sobresexo.

— ¿Hiciste qué? — Stryker gruñó — . ¿Él te enseñó sobre el sexo?

— No, gran idiota — Rafe respondió, poniendo sus manos en suscaderas mientras perforaba con la mirada a Stryker — . Me llevó a unatienda para adultos.

— Oh, sí, esto se pone cada vez mejor y mejor — se burló,poniéndose también de pie. Se trasladó a agarrar Rafe, quien seinclinó y agarró una de las bolsas a sus pies. Antes de que Strykerpudiera reaccionar, Rafe le azotó la bolsa en la cabeza.

— ¡Hey! ¿Qué mierda fue eso? — Preguntó Stryker.

— ¡Mira dentro de ella! — Rafe gritó mientras agarraba lasegunda bolsa y comenzó a golpear a Stryker con ella — . Queríaaprender sobre el sexo así que conseguí algunos libros. No quería serel estúpido, chico sin experiencia tratando

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Joyee Flynn - Serie Perros Del Infierno 1 - Evitando Las Puertas Del Infierno[1]