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Juan Gonzalo Rose: Yo nací para ser derrotado Una entrevista publicada en 1980 PUBLICADO: 2013-07-29 Entrevista de César Hildebrandt al poeta Juan Gonzalo Rose, publicada el 10 de marzo de 1980 en la Revista Caretas. Tomado de Copy Paste Ilustrado. Usted ha dicho, desgarradoramente, que las fuerzas creadoras lo han abandonado, pero que todavía espera un milagro Es una manera de expresar una esperanza, dictada sobre todo por el sentimiento. Porque, racionalmente, yo me doy cuenta de que mis posibilidades de creación están agotadas. Yo me he preguntado muchas veces, Juan Gonzalo, qué fue lo que lo quebró. En un poema de Las comarcas

Juan Gonzalo Rose

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Juan Gonzalo Rose: Yo nac para ser derrotadoUna entrevista publicada en 1980PUBLICADO: 2013-07-29Entrevista deCsar Hildebrandt al poeta Juan Gonzalo Rose, publicada el 10 de marzo de 1980 en la Revista Caretas.Tomado deCopy Paste Ilustrado.

Usted ha dicho, desgarradoramente, que las fuerzas creadoras lo han abandonado, pero que todava espera un milagroEs una manera de expresar una esperanza, dictada sobre todo por el sentimiento. Porque, racionalmente, yo me doy cuenta de que mis posibilidades de creacin estn agotadas.

Yo me he preguntado muchas veces, Juan Gonzalo, qu fue lo que lo quebr. En un poema de Las comarcas usted dice: pero el gran desamor, slo noches oscuras acarrea. Fue eso? Fue la soledad?S, en parte Pero hay otros factores. En primer lugar, naturalmente, el tiempo: tengo 52 aos. Luego, esa soledad a la que nos hemos referido y que en mi caso es muy especial Porque desde hace cuatro aos yo padezco de depresin. Esta depresin me conduce a encerrarme en mi cuarto, y pasan semanas y semanas y yo no converso con nadie. De tal modo que, faltndome la experiencia, no hay material para la creacin. Toda creacin se nutre de vivenciasEl pas, Juan Gonzalo, nuestra realidad, tienen que ver con su tristeza?Creo que es posible. Sin duda el clima poltico influye.No slo el clima poltico. Me refera al maltrato sistemtico que este pas administra a sus poetas, a sus msicos, a lo mejor de su gente en muchos casosS, El sentirse no estimulado, el sentirse siempre prescindible, esta especia de ofensiva muchas veces silenciosa, tienen que ver con mi depresin pero tambin influyen otros factores. Por ejemplo, el doctor Maritegui me deca que a m me hace mucho dao no tener ninguna seguridad econmica. Esto es cierto He llegado a la edad que he llegado y yo vivo mantenido por mi madre Mi madre me da techo y comida, pero a eso no se puede reducir la existencia. De tal manera que me ayudo con espordicos artculos periodsticos Y mi madre ya es una mujer que ya tiene sus 80 aos. Desgraciadamente, no va a ser muy largo el plazo de su vidaUsted fue despedido del Instituto Nacional de Cultura, verdad?S...Durante la gestin del seor Abril de Vivero?As es.Por qu lo despidieron?No me dieron ninguna explicacin.Cunto ganaba?Diez mil soles.Usted ha nombrado el insomnio de varias maneras en su poesa: los embarcaderos del insomnio, las candelas azules del insomnio, las altas guaridas del insomnio. Sigue siendo, ahora, un malestar?En la actualidad tomo pastillas para dormir Me surten algn efecto Pero hace tres meses que sufro de un dolor muy agudo a los pies. Es una neuritis Yo quisiera aprovechar esto para manifestar mi gratitud a algunas personas como Tania Libertad, y a su esposo, el poeta Francisco Garca, que me est pagando un tratamiento de acupuntura Tambin quiero agradecer a Chabuca Granda, que me est ayudando mucho moral y materialmenteTodos quienes han seguido su itinerario potico han observado el paso de esa poesa social y militante de sus comienzos a la poesa confesional y padecida de su poca madura. Recuerda cuando escribi: contina el partido su vigilia cual un hermano pensativo y grandeSi, recuerdo...Me pregunto su el gesto de haber dejado creencias y partido en el camino no tiene que ver con su melancolaYo creo que s. Como usted sabe, en mi juventud yo adopt una posicin poltica de combatePor qu la abandon?Lo que motiv mi incursin a la poltica fue, ms bien, un espritu romntico En realidad, nunca me atrajo la vida partidaria, que suele ser burocrticaUsted fue comunista, verdad?S.Y antes haba sido apristaBueno, eso no. Lo que pasa es que fui elegido miembro de la Federacin de Estudiantes del Per con votos apristas. Pero no milit en el APRAEs definitivamente cierto aquello de que Haya le dijo alguna vez: Usted fue aprista y usted le respondi: Y usted tambin? Creo que ocurri en Mxico, o me equivoco?Ocurri en Lima, en el local de Alfonso UgarteY cmo reaccion Haya?Comenz a hablar de otra cosa, un poco molesto Haya no tena mucho sentido del humor. Yo lo trat en cuatro o cinco oportunidadesQu recuerdos conserva de l?Desde lejos, visto desde la perspectiva de los mtines, exhiba otro tipo de virtudes. Pero, de cerca, en una conversacin, transmita una imagen de bondad Claro que no era el gran conversador que dicen. No suscitaba el dilogo. Era, ms bien, monologante. Y nunca hablamos de poltica. El tema principal de estas charlas, a las que me introdujo Carlos Tosi, era una cuestin esotricaQu era aquello?Haya viva obsedido por la existencia del alma. l deca que el alma no abandona al cuerpo una vez producida la muerte sino que ella subsiste, teniendo conciencia de identidad, durante un tiempo, que puede ser corto o largo y esto depende de la densidad del alma . Y deca que hay almas que demoran mucho en percibir que ya no tienen identidad y que cuando adquieren esta conciencia de su no identidad recin es que se disuelven del todo Al principio me pareci que Haya haca de esto un tema atractivo de conversacin, pero despus me convenc de que l pensaba seriamente en estas cosas. Contaba mucho de su viaje por el Tbet y, en realidad, estaba fascinado por todas esas cuestiones esotricasUsted se afirma hoy como cristiano pero hay en su poesa palabras tan duras contra esta eclesistica herencia espaola y, si no me equivoco, en algn poema, usted imagino la posibilidad de una catedral hecha para los que no oyeron Qu clase de refugio es el cristianismo?Es difcil creerlo Uno puede, a la edad que tengo, ser vctima de espejismos No creo, sin embargo, que el cristianismo sea slo como la tabla de salvacin de un nufrago. Es algo ms sereno Alguna vez yo le hice para Caretas precisamente, una entrevista a Fellini y le pregunt respecto a Dios y l me dijo que la condicin natural del hombre frente a Dios la duda. As es. El cristianismo tiene momentos de vacilacin. No es la fe del carboneroHablemos algo de su poesa. Por qu desestim a La luz armada del tomo de su poesa completa? Le pareci una poesa social demasiado fcil?Muy ingenua, sumamente ingenuaY usted suele ser desleal con esa ingenuidad que algunos estimamos Usted depur aquel poema Las cartas secuestradas, que ahora tiene, por eso, dos versiones. Por qu lo hizo?Creo que slo he cambiado las lneas finales. En la antigua versin, deca: tambin de palomar se muere un hombre cuando sabe vivir por una cartaPor qu lo cambi?Porque me pareca un poco cursiQuiz sea usted el nico poeta de su importancia que pueda hablar con tanta irreverencia de su propia obra. Ha escrito otras cosas que ahora considere cursi?Parte de Las comarcas tiene mucho de cursilera. Hay una exuberancia verbal que no me gustaEn un hermoso programa hecho para la televisin, y por supuesto hostilizado por algunos comerciantes, Tania Libertad le pregunta a usted quin fue Marisel. Y usted no responde. Podra responder ahora?Es que Marisel no es una persona concreta. Es la amada ideal que todos tenemos. No es un ser de carne y huesoPero hubo amadas de carne y hueso. Usted tuvo una hijaS. Ella vive en Mxico.La ve?No, nos hemos escrito alguna vez.Es usted, como ha escrito Mario Vargas Llosa, el hombre que trata de rescatar al nio desesperado y jubiloso que alguna vez fue?En algunos versos s hay, en efecto, algo de nostalgia por la adolescencia perdida, por la niez perdidaPero quiz ms que de edades podramos hablar de inocenciaExactamente...Porque en su poesa su infancia no aparece sino como la imagen de un chico melanclico que se internaba por ciertos arenales. Es decir, no creo que usted haya sido un nio felizTiene usted raznAlguna vez ha sido usted feliz, Juan Gonzalo?No. No he conocido lo que es la verdadera felicidad.No la busc?Todos la buscamos. No he tenido la oportunidad de encontrarla.Cmo la hubiera encontrado?En compaa de alguien que me entendiera.Nunca lleg ese alguien?No.No es una visin muy deprimida?La verdad es que en lo amorosa nunca pudo alcanzar una verdadera estabilidad. Fue mi juventud extremadamente bohemiaEn un poema destinado a Len Felipe usted lo invoca: si a cantar, cantador, nos enseaste, ensanos, varn, cmo se calla. Es hermoso que usted persista en no callarCallar es en ese poema sinnimo de morir.Y usted tiene una relacin familiar con la muerteS, es una de mis obsesiones, una de mis obsesiones crepusculares.Alguna vez intent matarse, Juan Gonzalo?S. Una vez Tom una cantidad de barbitricos que considere que iba a ser suficienteEn qu momento de su vida ocurri?Eso fue cuando trabajaba en Expreso Viva una gran soledad, alejado de mis padres; tena un pequeo departamento en el edificio Ritz Haba tenido una ruptura sentimentalTomaba mucho en esa poca, verdad?Beba mucho, s. Yo he tenido una juventud alcohlica, de la que felizmente he logrado alejarme. Fue una batalla bastante dura.Ha pensado que la dependencia emocional respecto de sus padres contribuy a sellar su carcter, a fomentar su fragilidad?S. Yo creo que esa dependencia lo hace a uno poco inerme. Yo he tratado de librarme de esa dependencia viviendo solo cada vez que he podido, viajandoComparando a la lucirnaga con el hombre, usted ha escrito: Pues caso estimable es el bicho, que ms alumbra cuanto ms se muere Y no del hombre, que se opaca a pocos y es mucho ms obscuro cuando dura. Suena terrible, la verdadS, efectivamente: es el verso ms amargo que yo he escrito en mi vida. Es un rechazo a la vejez sobre todoQu es lo que ms rechaza de la vejez?Nos hace demasiado conscientes Yo estaba acostumbrado, en mi juventud, a dejar que el azar participara de mi vida. Se pierde el sabor de la aventura. Todo es tan meditado. Se aproxima as uno a la muerte Y conste que yo no soy una persona que piensa en la muerte como la tentacin del descanso. No tengo miedo a la muerte. No voto en contra de la muerteHabla usted de descansar. Qu es aquello de lo que ms quisiera descansar, Juan Gonzalo?De la monotona en la que se ha convertido mi vida, del estar encerrado en mi cuarto Yo soy una persona curiosa: no voy al cinema, no veo televisin, no escucho msica, no leo, no escribo. Yo no s qu hago con mi tiempo, es totalmente un vaco Todo me molesta, me repeleLe molesta estar en este momento hablando de s mismo como lo est haciendo?No Porque es una catarsisTeme algo de especial manera?S Me da miedo que , de agravarse este crculo de circunstancias adversas en que me muevo Tengo pnico de retornar al alcoholismo. S que sera irremediableNo le gust el xito alguna vez, no lo gratific? Es decir, tambin le disgust el xito?No me disgust Lo que pasa es que se produce una suerte de desdoblamiento. Pareciera que es otra persona la que recibe esos xitos y no uno. Yo lo he sentido siempre as. Los xitos me daban alguna satisfaccin pero yo notaba que mi verdadero animal estaba un poco distanciado de ese otro triunfadorPor qu no se acept un poco? Por qu se combati tanto?Creo que, en lo fundamental, yo me acept a m mismo. Lo que pasa es que no estoy conforme con el papel que me ha tocado en la comediaCmo definira ese papel?Me hubiera gustado ser alguien ms til Con toda sinceridad, yo siento, ahora que el arte es algo totalmente intil, que no tiene ningn sentido: la poesa, la msica Al nico arte al que le sigo guardando respeto es al teatroPero usted cree que su poesa no sirve? Usted cree que no conmueve, que no enriquece? Como lector le dira, cordialmente, que usted est diciendo una barbaridadTal vez, pero nos leen tan pocos En un tiempo yo tomaba parte en muchos recitales. En ese tiempo s sent que estaba haciendo algo por los otros Pero con los libros el contacto con la gente es nulo Adems hay otras objeciones. El poeta tiende a hablar demasiado de si mismoO a ocultarseO a ocultarse. Pero yo creo haber hablado bastante de m mismoPero de varios Juan Gonzalos: del derrotado y del esperanzado, del depresivo, del eufricoMi poesa es tan heterognea, no?Hay mutacionesAs es.En qu mutacin anda ahora, Juan Gonzalo?Ahora estoy inmutableNo puedo creer que usted no conserve alguna esperanzaSolamente extraterrena. Aqu el mundo no tengo ninguna esperanza. Quiz suene cursi, pero lo nico que espero es la salvacin de mi alma Yo soy un cristiano convencido. Creo en la compasin de DiosNo cree en la de los hombres, verdad?No.Me pregunto si usted sera tan triste si no hubiera conocido el exilio y la soledad, Es decir, me pregunto si su vida afectiva podra haber sido otra de no mediar algunas circunstanciasIndudablemente hay circunstancias que influyen mucho y aquella del exilio, es cierto, fue importante para m. Pero yo creo, ms bien, que en la semilla, que en el espritu, est la derrota esperando. Las circunstancias trabajan una arcilla ya hecha, ya cuajada. En esa arcilla ya estaba escrita la derrota Yo nac para ser derrotado. En mis encierros me he preguntado muchas veces por qu, pero la verdad es que no he podido nunca encontrar una respuestaCreo que usted debe haber escrito estas palabras durante uno de sus encierros voluntarios: estoy tan triste ahora que si alguien se acercase, me amaraS, eso pertenece a Retorno a mi cuarto. Lo escribira de nuevo