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Rumiando en la Pampa

Julio 2019

GUARDA CUANDO PUEDAS, PARA GASTAR CUANDO DEBAS

Durante julio, fue notorio el escaso y nulo crecimien-to pratense, lo que llevó a tomar los resguardos ne-cesarios para aminorar los efectos sobre la condición corporal y producción del rebaño.

Bajo las condiciones descritas, se hizo necesario; muchas veces, excluir el consumo de pradera, lo que significó, necesariamente, aumentar los costos por concepto de alimentación. Las bajas temperaturas, asociadas a periodos de lluvias intensas; obligaron muchas veces a suministrar la ración diaria en patios de alimentación así como también en potreros de sacrificio y con ello permitir un rezago-recuperación de la pradera dado que la disponibilidad de ingreso estuvo lejos del mínimo óptimo para entrar a pasto-rear.

Con ello, como es lógico, la utilización de ensilajes y demás forrajes conservados junto a los concentra-

dos, siguieron siendo la base de la alimentación de vacas en producción.

Por lo anterior, la invitación será prestar especial atención al rebaño en cuanto a su condición corpo-ral, focalizando el mayor énfasis en aquellos anima-les que están en los primeros días de lactancia.

Finalmente y pese a las condiciones imperantes, se-rá necesario comenzar a planificar las labores pro-pias para los establecimientos de cultivos y praderas suplementarias de primavera y verano, de manera de proveer forraje fresco para los periodos críticos y así extender la curva natural de lactancia del rebaño en producción.

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La producción de leche de junio de 12.83 lt/vaca/día, se mantuvo estable comparada con mayo (12,82 Lt). La cantidad de grasa y proteína producida por litro de leche presentó un aumento de 0.95 g/lt alcanzan-do un valor final de 82,1 gr/lt en junio, dando como resultado un leve aumento de 10 gramos de sólidos producidos por vaca/día (barra Amarilla). Siendo es-

te total de 1050 gr/vaca/día.

Los tres meses más bajos de producción son abril, mayo y junio. Se espera que la producción de soli-dos/vaca presente un incremento mucho más noto-rio a partir de julio, al igual que la temporada pasa-da.

Evolución en la producción de leche y sólidos

Gráfico 1: Producción de leche y sólidos

Fuente: Información obtenida de productores bajo Asistencia Técnica Prolesur.

Nota: La información está basada en rebaños de genética diversa, encontrándose vacas Frisón Negro, Holstein Friesian, Jersey, Montbeliarde, overo colorado, etc.

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Julio 2019

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Prepartos: un periodo de transición complejo

El periodo de Transición es complejo para el produc-tor y, a pesar de que existen más de 25 años de ex-periencia en este tema, cada año presenta nuevos desafíos.

No obstante, la evidencia científica demuestra que sólo se encuentran beneficios en realizar correcta-mente este proceso y respetar los 42 días que debe tener (21 días de preparto y 21 días de posparto).

La génesis del periodo comienza al preparar el ru-men para la dieta de lactancia, sabiendo que le fisio-logía ruminal necesitará 21 días para adaptarse al cambio de los nutrientes e ingredientes.

Hoy ya sabemos que un correcto periodo de transi-ción se basa, en una dieta concentrada de alta cali-dad, pero en cantidad moderada, donde se eviten forrajes verdes y se incorporen sales minerales, sales aniónicas, precursores de glucosa, aminoácidos esen-ciales, vitaminas, entre otros elementos.

La idea es evitar la caída del balance energético y el balance energético negativo (BEN) además de impe-dir la disminución del balance proteico y del consu-mo de materia seca.

Otros cambios endocrinos debidos al avance de la gestación son la disminución de hormonas como pro-gesterona y el aumento de estrógenos. Mientras más se acercan al parto, mas disminuye el consumo de materia seca y comienza la movilización de grasa desde el tejido adiposo y del glucógeno del hígado.

Es necesario diagnosticar esta movilización y existen exámenes de laboratorios que la identifican median-te ácidos grasos no esterificados o NEFAs (en inglés).

Comienza dramáticamente la caída de la glucosa de-bido al crecimiento exponencial de las demandas del ternero, la formación de hormonas y, más cerca del parto, de calostro; lo que se suma a las necesidades

propias del fin de la gestación y necesidades energé-ticas para el parto. Como un dato dramático, se ne-cesita 80 gr de glucosa para producir un litro de leche pero se necesita más de 460 gr de glucosa para pro-ducir un litro de calostro, lo que comienza unos 5 días antes del parto como una cascada.

También empieza a aumentar la demanda de calcio, debido varios factores: la formación del calostro y la contractibilidad de la musculatura general y de órga-nos como la musculatura ruminal e intestinal, del útero, esfínter del pezón etc.

Aquí, en esta caída, los animales tratan de suplirla provocando la movilización del calcio de los huesos, lo que conlleva en el parto a una hipocalcemia fisio-lógica que, si es más profunda, comienza el síndrome de la vaca caída. La forma de diagnóstico de este pro-blema se basa en la medición de pH de la orina, el que se debe mantener cercano a 6 y 6,5.

Este periodo, que es complejo debido a los estróge-nos y glucocorticoides principalmente, provoca in-munosupresión lo que se presentan en enfermeda-des conocidas como las metritis y mastitis, junto a la falta de contracciones de la musculatura lisa y esfín-ter del pezón.

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La Dinámica del problema

Todo comienza cuando se secan las vacas y empieza el brusco estrés y “castigo” nutricional y de medio ambiente. Sumado a esto, el estrés de la gestación y lactancia nos lleva a una caída de los niveles de glu-cosa. Esta disminución se trata de suplir con la movili-zación de grasa de los depósitos. Lamentablemente solo un 5% de esta grasa se trasforma en glicerol, por lo que no significa un aumento del nivel de glucosa, constituyendo el primer ciclo negativo.

El 95% restante de esta movilización grasa son los NEFAs que llegan al hígado para suplir necesidades de energía con la formación de cuerpos cetónicos para ser usados como aportes energéticos de rápida utilización. Pero los niveles de NEFAs son tan altos, que comienzan a acumularse en el hígado provocan-do “El Síndrome de Hígado Graso” que, en exceso, lleva a infartos hepáticos.

Generalmente todas las vacas sobre engrasan el híga-do en distintas proporciones y mientras más brusco es el balance energético negativo, más grave es el síndrome. Es así que comenzamos a evidenciar pro-blemas reproductivos e infertilidad, entre otros, co-mo distocias, retenciones de placenta y torsiones de abomaso. Además, el exceso de los cuerpos cetóni-cos provoca la enfermedad llamada Cetosis.

La cetosis produce mayores problemas reproductivos y caídas en la producción de leche. Lo más grave es la disminución del apetito, lo que conlleva a un menor consumo de MS y menor glucosa y constituye el se-gundo ciclo negativo.

La cetosis clínica, sólo se presenta en un 2% del re-baño, pero nos dice que el 100% padece cetosis sub-clínica.

Las vacas gordas son más propensas a presentar ce-tosis, pero no es recomendable restringirles la ali-mentación durante el periodo seco y transición.

Las implicancias de no manejar correctamente este difícil y complejo periodo de transición son variadas y se evidencian en problemas de distocias y dificultad al parto, retenciones de placenta y metritis, mastitis, perdidas de CC –de más de un punto después del parto (en la escala de 1 a 5)-, vacas caídas por hipo-calcemias y vacas caídas por cetosis (una por falta de calcio y la otra por baja energía), hipomagnesemias -que además son concomitantes entre ellas-.

Reproductivamente, se encuentra a la palpación, inactividad ovárica y/o ovarios pequeños o lisos, len-titud de la involución uterina y alargamiento de los lapsos reproductivos, como el lapso parto-primer ce-lo, parto-primer servicio, parto-preñez y lapso inter-parto. Hay aumento de reabsorciones embrionarias y aumento de los días abiertos por añadidura.

La cetosis clínica, sólo se presenta en un 2% del reba-ño, pero nos dice que el 100% padece cetosis subclíni-ca.

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En términos productivos, el manejo deficiente de es-te periodo significa una baja producción de calostro, lento aumento en la producción de leche, lo que re-ducen los litros al peak.

La solución para lo anterior, es cumplir con los días mínimos de preparto, que son los 21 días previos al parto. Lo ideal es además cumplir con los 21 días postparto o un periodo hospital no menor de 10 días. El BEN se hace más profundo el último día de calostro (4 a 5 días post parto) por lo que este día es el piso para asistir este manejo.

Lo esencial es tener una dieta nutricional correcta y adecuada que no llegue a provocar acidosis y las sa-les minerales con incorporación de vitaminas y el uso de sales aniónicas son fundamentales para evitar hi-pocalcemias o fiebre de leche.

Aditivos precursores de glucosa son los indispensa-bles para mejorar los niveles de insulina que evitará la movilización grasa disminuyendo el síndrome de hígado graso, evitado el BEN lo que ayuda a mejorar la respuesta reproductiva de la vacas, con mejor ferti-lidad. Mejora además la inmunidad, bajando los ries-gos de metritis y mastitis y reduciendo los lapsos re-productivos descritos.

El aumento de la glucosa ayuda a la formación de lac-tosa, incrementando la producción. Finalmente, una correcta dieta nutricional balanceada, con aporte de sales minerales y adición de sales aniónicas, además de la incorporación de un precursor de glucosa como Glycoline (300 gr por vaca /día), hará que la vaca ten-ga los máximos beneficios productivos y reproducti-vos, con hígados sanos reduciendo gastos en medica-mentos y los manejos que implican; reducirá el nú-mero de vacas caídas y pérdidas de producción (cada vaca caída pierde 1000 lt de leche).

Además, traerá como beneficio un menor uso de hor-monas para los periodos reproductivos, también la disminución de días abiertos y acortamiento de el lapso interparto, lo que se traduce en vacas más lon-gevas, con más leche vitalicia. El último pero no me-nos importante beneficio –y que es un tema apasio-nante que puede quedar para otra oportunidad- es que las crías hembras de vacas que consumen Glyco-line mejoran sus periodo de crianza y su fertilidad futura.

Este artículo fue escrito por el médico veterinario Claudio Parada, como extracto de su charla “Preparto, un periodo de transición complejo”, dictada en el Club Ale-mán de Frutillar, bajo el marco de los Programas de Desarrollo de Productores (PDP), liderados por Prolesur y Corfo.

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Gráfico 2. Comportamiento forrajero predios PDP Región de Los Lagos (kg MS/ha/día)

Fuente: Elaborado por Equipo de Asistencia Técnica Prolesur.

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Julio 2019

Gráfico 3. Comportamiento forrajero predios PDP Región de Los Ríos (kg MS/ha/día)

Fuente: Elaborado por Equipo de Asistencia Técnica Prolesur.

Equipo responsable

Ana M. Mancilla Ing. Agr. Prolesur

Esteban Cárcamo Ing. Agr. Prolesur

Daniel Portales Ing. Agr. Prolesur

Andrés Durán Ing. Agrícola Prolesur

Juan Pablo Soto. Méd.Vet. Prolesur

Juan Muñoz. Ing. Agr. Manuka S.A.

Alfonso Sube Barenbrug

Gunther Opitz Barenbrug

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Julio 2019

P u n t o s d e M e d i c i ó n F o r r a j e r a

P U E D E V I S I T A R L A P Á G I N A P I N C H A N D O A Q U Í : G O O G L E M A P S