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#64 Julio-setiembre

Julio-setiembre · setiembre 2015, misma que como ha sido el norte seguido, conjuga la modernización tecnología en relación a la divulgación de la información especializada por

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#64 Julio-setiembre

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Presentación

Tradicionalmente se considera a la jurisprudencia como una fuente del Derecho y así lo estipula el numeral 4 de la Ley General de Aduanas, al indicar que las normas no escritas sirven para

interpretar, integrar y delimitar el campo de aplicación del ordenamiento jurídico escrito y tienen el rango de la norma que interpretan, integran o delimitan. Precisamente una de las forma de

conocer la aplicación del Derecho Aduanero es a través de la difusión de las decisiones que dicta en ese caso el TAN, en su función de conocedor y resolutor en última instancia administrativa

de los recursos de apelación interpuestos contra actos finales dictados por el Servicio Nacional de Aduanas. Dentro de esa línea, la presente entrega del Boletín corresponde al trimestre Julio-

setiembre 2015, misma que como ha sido el norte seguido, conjuga la modernización tecnología en relación a la divulgación de la información especializada por parte de este Órgano de

Alzada, en procura de proyectar al Tribunal hacia nuestros usuarios y con ello colaborar en la aplicación uniforme de las normas aduaneras, lo cual necesariamente repercutirá en una mayor

seguridad jurídica, y por ende en la confianza hacia la Administración Aduanera dada la certeza del derecho que todo ello conlleva.

Loretta Rodríguez Muñoz

Presidente

Datos Estadísticos

17%

3%

3%

4%

5%

5%

12% 18% 0%

33%

CON LUGAR

CORRECCION

DESISTIMEINTO

DEVOLUCION

IMPROCEDENTE

INADMISIBLE

INHIBITORIA

NULIDAD

RECHAZA EL RECURSO

SIN LUGAR

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Desglose de lo resuelto

En el presente cuadro se detalla el tipo de resolución alcanzada, siendo que el tipo de resolución que prevaleció en el trimestre en cuestión fue “Sin Lugar”:

Contenido

Tipo Nº de Sentencia / Nº Auto Subtotal Con Lugar 2015-261

319-2015 02

Sin Lugar 247-2015 248-2015 249-2015 250-2015 251-2015 252-2015 253-2015 254-2015

255-2015 256-2015 257-2015 258-2015 259-2015 262-2015 263-2015 264-2015

268-2015 274-2015 275-2015 277-2015 279-2015 281-2015 283-2015 284-2015

285-2015 286-2015 287-2015 288-2015 294-2015 296-2015 298-2015

300-2015 302-2015 303-2015 304-2015 305-2015 306-2015 308-2015

310-2015 311-2015 312-2015 314-2015 315-2015 317-2015 318-2015

44

Nulidades 244-2015 245-2015 246-2015 265-2015

269-2015 276-2015 278-2015

289-2015 290-2015 291-2015

292-2015 293-2015 295-2015

297-2015 299-2015 301-2015

309-2015 313-2015 316-2015

19

Devolución 243-2015 270-2015 273-2015 280-2015

04

Desistimiento 267-2015 282-2015

02

Improcedente 260-2015

01

Inadmisible 266-2015 271-2015 272-2015 307-2015

04

Total 76

Presentación........................................ 1-2 Jurisprudencia Aduanera.....................3-35 Índice Temático.....................................36

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Jurisprudencia Aduanera

Sentencia 243-20015

“(…) La Litis. La presente litis se refiere al procedimiento sancionatorio llevado a

cabo por la Aduana de Limón contra el Transportista Marítimo XXXXX., por la comisión

de la infracción administrativa señalada en el artículo 236 bis inciso b) de la LGA, al no

trasladar los contenedores y sus mercancías (banano de rechazo), caídas en

abandono, al depósito aduanero que designe la aduana de control, el día hábil siguiente

al vencimiento del plazo señalado en el inciso a) del artículo 56 de dicha Ley (…)

(…) En razón de lo señalado y de las elementos que constan en autos, considera este

Órgano de alzada que dicha manifestación es clara e inequívoca en solicitar a la

Aduana de Limón que revise la legalidad del acto emitido o reconsidere su propia

resolución, pero de ahí no se puede inferir la interposición del recurso de apelación, y

siendo que el mismo resulta potestativo, de conformidad con lo dispuesto en el citado

artículo 198 de la LGA, este Tribunal no puede en razón de su condición de jerarca

impropio del Servicio Nacional de Aduanas, entrar a conocer del presente asunto,

puesto que no se interpuso el recurso de apelación que otorgue competencia al

Colegiado para intervenir en el caso, conforme con los artículo 198 y 205 de la LGA y

181 de la Ley General de la Administración Pública. (…)

(…)La naturaleza jurídica de los recursos administrativos puede ser vista bajo diferentes

matices, el primero es como un derecho de los administrados, esto es que se

encuentran a disposición de los individuos como protecciones procesales ante la

administración, el segundo, que refiere al ejercicio concreto del derecho a recurrir, bajo

esta concepción Gordillo señala que “en esta situación cabe hablar entonces de acto”

sea la presentación de un escrito para interponer el remedio procesal pertinente.

Se dice también que el recurso administrativo es un medio de defensa, que tienen los

individuos, para salvaguardar sus derechos ante las autoridades administrativas.

Indistintamente de la forma que adopten los recursos administrativos, es claro que son

la herramienta eficaz para ejercer una actividad de control, pues a través de estos es

posible determinar si los actos recurridos, se ajustan o no a las normas jurídicas que le

son aplicables. Los recursos son remedios administrativos por medio de los cuales se

atacan los actos administrativos y se defienden los derechos subjetivos o intereses

legítimos lesionados(…)

(…)De conformidad con lo anterior, tenemos entonces que la Ley General de Aduanas

en los artículos 198 y siguientes, regula el trámite de la fase recursiva, en cuya Sección

Primera, referida a la impugnación de actos dictados por la aduana, prescribe que

notificado un acto final dictado por la aduana, incluyendo el resultado de la

determinación tributaria, el agente aduanero, el consignatario o la persona destinataria

del acto, puede interponer el recurso de reconsideración y el de apelación para ante el

Descriptor: Sancionatorio de interposición de sanción de multa del artículo 236 8)

De la LGA, por no movilización de contenedores en los tiempos de Ley

Restrictor: Devolución

Restrictor: Inexistencia recurso de apelación

Restrictor: Naturaleza jurídica de los recursos administrativos

Restrictor : Principio de informalismo en la interposición de los recursos

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Tribunal Aduanero Nacional, dentro del plazo de los quince días hábiles siguientes a la

notificación, señalando de seguido que será potestativo usar ambos recursos ordinarios

o solo uno de ellos.

Es así, como resulta claro para este Tribunal que en el presente asunto el A Quo no

debió remitir el expediente a esta instancia, toda vez que, según lo dispuesto en el

Artículo 198 de la Ley General de Aduanas, si bien contra el acto final de la aduana

cabe el recurso de apelación para ante este Tribunal, siendo potestativos los recursos,

no consta en expediente manifestación alguna a través de la cual el recurrente haya

interpuesto el de apelación contra el acto que consideraba lesivo a sus intereses.

Si bien el artículo 348 de la Ley General de la Administración Pública establece el

principio de informalismo en la interposición de los recursos, de tales deben inferirse

“…claramente la petición de revisión…” lo que en el caso no ocurre en relación con el

recurso de apelación sino y únicamente en lo concerniente al recurso de

reconsideración, que es el que se interpone en forma expresa, además del incidente de

nulidad (…)”

Sentencia 244-2015

Este Tribunal no comparte los argumentos que establece en el acto final la Dirección

General de Aduanas para imponer la sanción al agente de aduanas, por las razones

“(…)Se discute la imposición al Transportista Terrestre XXXXX, auxiliar de la función

pública aduanera, de una multa de quinientos pesos centroamericanos ($500), aplicada

por la Aduana conforme con el artículo 236 inciso 8 de Ley General de Aduanas (LGA),

por estimar que la unidad de transporte GESU-XXX, y sus mercancías, arribaron de

forma tardía al depositario aduanero Almacén Fiscal XXXXX Sociedad Anónima,

incurriendo en un incumplimiento en el plazo establecido para el tránsito aduanero, de

específicamente 37:09 horas. (…)

(…)Resulta evidente de lo señalado que desde la notificación del acto final, se han dado

problemas con la notificación de los actos emitidos, porque no se le notificó

correctamente a la empresa afectada en el lugar señalado, sino que la notificación fue

realizada en las instalaciones de la Aduana de Limón, habiendo indicado el recurrente

que el lugar para recibir notificaciones es Estacionamiento Transitorio XXXXX, frente

Transportes XXXXX, sin que la aduana justifique su actuar.

Posteriormente la Aduana realiza la intimación de pago, sin entrar a valorar si la

notificación del acto final estuvo bien o no realizada, y se notifica este acto intimatorio

(RES-AL-DN-2497-2014 del 16 de setiembre de 2014), en otro lugar diferente al

señalado por el recurrente, en la oficina del auxiliar frente a carretera XXXXX.

Actuaciones éstas, totalmente cuestionables desde el punto de vista jurídico para la

aduana de Limón, toda vez, que estando ante el ejercicio de facultades punitivas por

parte de la Administración, debe con mayor razón cerciorarse del cumplimiento de las

garantías del derecho penal para el presunto infractor, y en este caso resulta grosera la

indefensión generada a la empresa XXXXX, al haber notificado tanto el acto final, como

el acto intimatorio de cobro, y la resolución que rechaza el recurso de reconsideración y

el incidente de nulidad, en un lugar que no está indicado en expediente para recibir

notificaciones para de dicha empresa.

Así las cosas, en criterio de este Tribunal, resulta grosera la nulidad cometida por la

Aduana al notificar tales actos en un lugar que no se encuentra debidamente

autorizado en expediente, por lo que los plazos no pueden correr en contra del

administrado, si fue la misma Aduana la que no le notificó debidamente los actos que le

perjudican.(…)

(…)Así respecto de los defectos formales que presenta la notificación, debemos como

premisa inicial, partir de lo que ya ha venido señalando este Colegiado desde sus

inicios (ver sentencias 48 y 49 del año 2000), en el sentido de que con la notificación de

los actos, se busca poner en conocimiento de las partes o de los terceros, las

actuaciones de la Administración, en especial aquellos que tiendan a afectar derechos

subjetivos o intereses legítimos, con la finalidad de no causar indefensión . Por este

mismo motivo, la notificación se ve rodeada por una serie de formalidades, cuya

omisión conllevan la nulidad, siempre y cuando no se haya cumplido la finalidad que

Descriptor: Sancionatorio de interposición de sanción de multa del artículo 236 8)

De la LGA, por no movilización de contenedores en los tiempos de Ley

Restrictor: Nulidad debido a la errónea notificación del acto final del procedimiento y

los actos posteriores a éste, realizada por la Aduana

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con ella se busca. Prueba de ello es que la misma LGAP, sanciona con nulidad

absoluta cuando se incumplen ciertos requisitos al momento de practicarse la

notificación, sin embargo, la misma ley dispone, que aún cuando existan tales vicios, la

nulidad se tiene por convalidada en el momento en que el afectado se da por enterado

y se apersona al procedimiento.

En consecuencia son nulos todos los actos emitidos con posterioridad al acto final, en

tanto la Aduana no los notificó correctamente, por lo que desde ese momento no

corren los plazos en contra de la empresa afectada, considerando el Tribunal que debe

anularse todo lo actuado con posterioridad al acto final y debe proceder la Aduana de

Limón a notificar el acto final al Transportista Terrestre XXXXX (…)”

Sentencia 247-2015

“(…)El objeto de la presente litis se refiere a la aplicación o no del trato arancelario

preferencial dispuesto por el Tratado y solicitada por el agente aduanero XXX en

representación del importador XXX, en favor de la mercancía amparada a la

Declaración Aduanera de Importación Definitiva número XXX del 01 de diciembre de

2014 de la Aduana Central, mediante la cual se declaró en cuarenta y dos líneas la

destinación al régimen de importación definitiva de mercancía variada, con la

consecuente devolución de los impuestos pagados de más.(…)

(…)De esta forma, en cuanto al otorgamiento del beneficio arancelario pretendido en

autos, el Tratado en el Capítulo 4, Sección B, Procedimientos Operativos, incluye lo

referente a los Procedimientos de Origen, haciéndose especial referencia en esta

sección, entre otros, a los mecanismos de certificación de origen, los documentos de

respaldo, las obligaciones de los importadores que soliciten trato arancelario

preferencial y directrices comunes; todo lo cual forma parte de las motivaciones que

llevaron a la suscripción de dicho Tratado, según lo dispuesto como objetivos en el

artículo 2.1 incisos c) y g) del Tratado: “establecer normas comprensibles que

garanticen un ambiente regulado y transparente para el comercio de mercancías y

servicios entre las Partes” y “crear procedimientos efectivos para la implementación y

aplicación de este Tratado, para su administración conjunta y para la solución de

controversias”, respectivamente.

Entrando a analizar el fondo de la solicitud que nos ocupa, tenemos que el numeral 37

del TLC, tal y como se dispone en general en materia de tratados de libre comercio,

otorga al certificado de origen el papel de acreditar el origen y procedencia de las

mercancías, permitiendo así aprovechar los distintos beneficios y preferencias

arancelarias otorgadas a través de dicho instrumento, disponiendo este a los efectos:

“Artículo 37: Certificado de Origen

1. Para que las mercancías originarias califiquen para el trato arancelario preferencial,

el Certificado de Origen, según lo establecido en el Anexo 4 (Certificado de Origen),

será expedido por la entidad o entidades autorizada(s) de la Parte exportadora, a

solicitud por escrito por el exportador, junto con los documentos de soporte, y será

presentado en la importación a la administración aduanera de la Parte importadora (…)”

Además del requisito documental señalado hasta el momento, el Tratado reconoce una

serie de obligaciones respecto a las importaciones, las cuales deben observarse para

gozar de los beneficios que contiene aquel, disponiendo su numeral 41:

“Salvo disposición en contrario en este Capítulo, cada Parte requerirá que un

importador en su territorio que solicita el trato arancelario preferencial:

(a) realizará una declaración por escrito en la declaración aduanera de importación,

indicando que la mercancía califica como una mercancía originaria;

Descriptor: Solicitud de devolución de Impuestos, por aplicación de trato

preferencial arancelario

Restrictor Sin lugar

Restrictor: Tratado de Libre Comercio entre la República de Costa Rica y la

República Popular China

Restrictor: Del certificado de origen

Restrictor Presentación de documento diferente al transmitido digitalmente

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(b) tendrá en su poder un Certificado de Origen válido, en el momento en que la

declaración aduanera de importación mencionada en el subpárrafo (a) es realizada; y

(c) presentará el Certificado de Origen original y otras pruebas documentales relativas a

la importación de las mercancías, a solicitudes de la administración aduanera de la

Parte importadora”. (El resaltado no corresponde al original)

Es importante resaltar que de conformidad con el artículo transcrito y en general con el

apartado en cuestión, la obligación principal respecto a las importaciones efectuadas

bajo el amparo del Tratado, es la que se refiere a la carga de la prueba, donde el

importador es el responsable ante la Autoridad Aduanera de presentar la certificación

de origen o cualquier otra información que demuestre que una mercancía califica como

originaria, aspecto que en la especie adquiere especial relevancia, por las razones que

se indicarán.

Por su parte, el numeral 45 dispone las causales por las cuales una Parte puede

denegar el trato arancelario preferencial a una mercancía, siendo que en la especie el A

Quo basó el ajuste de cita en los incisos e) y f) del citado artículo:

(…) (e) el Certificado de Origen no ha sido debidamente completado, firmado o sellado

de conformidad con las disposiciones de este Capítulo;

(f) la información proporcionada en el Certificado de Origen no corresponde a la de los

documentos justificativos presentados; (…)

(…)en relación al documento en cuestión, se ha comprobado fehacientemente en autos,

que se transmitió por parte del declarante una factura comercial que no concuerda con

la que posteriormente se aportó físicamente por éste mismo, siendo que la primera no

tenía firma mientras que la segunda sí, impidiendo de esta forma su fin de respaldar los

datos plasmados en el certificado de origen con base en el cual se plantea la solicitud

del beneficio arancelario que se encuentra bajo análisis.

Así, la actuación de la Aduana Central al efectuar el examen documental, logra

demostrar que el elemento probatorio documental digitalizado concerniente a la factura

comercial que fue enviada a la aplicación informática, no concuerda con el documento

físico presentado en razón del examen documental y físico al que fue sometida la

mercancía de cita. Es principio reconocido en materia aduanera, la necesidad de que

las imágenes digitalizadas sean copia fiel y exacta de los documentos físicos originales

que fueron declarados como respaldo de la Declaración Aduanera, siendo ésta una de

las corroboraciones que realizan los funcionarios aduaneros durante el despacho de las

mercancías, en caso de que las mismas estén sujetas a revisión documental , siendo

que para el caso concreto y dadas las justificaciones supracitadas, la factura transmitida

y posteriormente aportada por el declarante lejos se encontraba de poder brindar al A

Quo la seguridad que debe mediar en procedimientos como el que nos ocupa para

verificar la declaración efectuada.(…)”Sentencias: 393-2014 y 376-20

Sentencia 248-2015

“(…)Trata este asunto del procedimiento sancionatorio instruido por la Aduana de Limón

contra la empresa XXX., en su condición de auxiliar de la función pública aduanera en

la modalidad transportista aduanero, al determinar que se hizo acreedor de la sanción

prevista en el artículo 145 de la Ley General de Aduanas (en adelante LGA),

consistente en una multa de mil cuatrocientos pesos centroamericanos por incumplir el

plazo de permanencia en estacionamiento transitorio de la unidad de transporte

contendor XXX y sus mercancías.

(…)Se desprende de la norma trascrita, que no existe duda de que el sujeto activo que

puede cometer esta infracción, es el transportista no sólo porque la norma

expresamente así lo señala, sino también porque si observamos el primer párrafo de

dicho artículo, es al Transportista Aduanero, y no a ningún otro auxiliar, a quien se le

Descriptor: Procedimiento sancionatorio de aplicación de la sanción de multa

establecida en el artículo 145 de la LGA, por incumplir el plazo de permanencia en

estacionamiento transitorio de una unidad de transporte contendor

Restrictor: Sin lugar

Restrictor: Sujeto activo del tipo punitivo

Restrictor: Plazo para corregir

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permite mantener las mercancías en el Estacionamiento Transitorio, en las condiciones

ahí indicadas. Ello en tanto es este auxiliar de la función pública, a quien corresponde

gestionar la permanencia de las unidades de transportes y sus cargas en el país,

conforme con lo la disposición del artículo 40 de la LGA. Así las cosas no lleva razón el

recurrente cuando señala que no le corresponde a él la destinación de las mercancías a

un régimen, sino que ello es de resorte del consignatario y que en todo caso, es la

Aduana quien de oficio, puede trasladar las mercancías. En tal sentido recuerde el

recurrente que quien gestionó el ingreso al Estacionamiento Transitorio de la unidad de

transporte, fue precisamente el transportista, quien es conocer de cuáles son las

condiciones bajo las que puede permanecer en tales instalaciones, y que en todo caso,

de conformidad con el artículo 140 de la LGA, el transportista sí está autorizado para

tramitar el tránsito o traslado de las unidades de transporte a un lugar autorizado, por lo

que no lleva razón en su planteamiento, además de que ha sido clara la Aduana de

Limón al momento de establecer, los hechos y el objeto del presente procedimiento

sancionatorio, así como también la atribución de cargos y la calificación legal del hecho

cometido.

Dentro de esta misma línea es claro, que la acción que el tipo infraccional del 145 de la

LGA sanciona es la “no destinación de las mercancías a tránsito, traslado o depósito

aduanero o a cualquier otro lugar autorizado, dentro de los ocho días hábiles contados

desde el arribo de las mercancías”. Así las cosas, y demostrado en autos que en efecto

el transportista no destinó dentro del plazo establecido las mercancías a tránsito,

traslado a depósito o a otro lugar autorizado, no existe duda de que los hechos se

adecúan al tipo del 145, y en consecuencia estamos ante hechos típicos y antijurídicos

por contraposición expresa del citado numeral, siendo que conociendo el transportista

aduanero, su rol de auxiliar de la función pública aduanera y la obligaciones que ello

implica, actúa con culpa, y por tanto le es reprochable tal conducta, tal y como lo

analiza ampliamente la aduana de Limón, y en consecuencia debe ser sancionado con

la multa establecida legalmente a saber, 200 pesos centroamericanos por cada día

natural que transcurra para la unidad de transporte, siendo en este caso concreto 7

días, por lo que la multa impuesta por la aduana y por el monto establecido es

procedente, estimando este Colegiado que lo actuado por la Aduana de Limón es

conforme con el ordenamiento jurídico y se ajusta al mérito de los autos, y por ello se

debe declarar sin lugar el recurso de apelación.(…)”

Sentencia 249-2015

“(…)Sobre el procedimiento de rectificación de declaraciones aduanera. El presente

asunto se circunscriben en determinar si procede o no la corrección de la Declaración

Aduanera de Importación Definitiva (DUA) número 001-2007-XXX de fecha 09-10-2007

y la correspondiente devolución de impuestos estimada en la suma de ¢XXX, al

manifestar el agente aduanero que por error asignó un valor a la mercancía importada

consistente en 1296 bultos con aceites lubricantes para automóviles y enfriador de

radiador por la suma de $XXX cuando lo correcto era un valor de $XXX, según factura

comercial XXX del 27-08-2007. Solicitud de corrección que fue rechazada por la

Aduana. (…)

(…)En materia aduanera, tenemos que la Ley General de Aduanas (en adelante LGA) y

su reglamento (en adelante RLGA) regulan las disposiciones que deben observarse a la

hora de llevar a cabo un procedimiento de rectificación de las declaraciones aduaneras

en el artículo 90 LGA, y en la especie, consta en autos que se cumplió las formalidades

sustanciales que fija el ordenamiento jurídico para este tipo de solicitudes, ya que el

administrado o agente aduanero formuló por escrito la pretensión de corrección del

DUA de su interés el 07-10-2011 y la aduana conoce y decide por escrito mediante

resolución No.RES-AC-DN-2440-2012 rechazando el ajuste del elemento valor

manifestando las razones que estimó tenía que expresar, por lo cual en este punto se

cumple el procedimiento reglado para conocer de la rectificación formulada. (…)

(…)Al presentar el recurrente gestión de revisión sobre el rechazo comunicado por la

aduana respecto la rectificación por él presentada, resulta oportuno referirse a dicho

Descriptor: Solicitud de corrección de valor de bultos declarado

Restrictor: Sin lugar

Restrictor: Sobre el procedimiento de rectificación de declaraciones aduanera

Restrictor: Aspectos de la rectificación aduanera

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instituto, y por ello hace notar el colegiado al agente aduanero que sus declaraciones

aduaneras se presentan ante la Administración aduanera con la información y datos

que exige la legislación aduanera, y fue el legislador conocedor de la realidad

comercial, y en aras de garantizar la integridad y veracidad de los datos, incluyó en la

Ley General de Aduanas, la figura de la rectificación como un mecanismo en virtud del

cual se le concede al declarante la posibilidad de corregir una declaración aduanera,

rendida bajo fe de juramento (art. 86 LGA) y así encontramos el numeral 90 de la LGA

establece: “En cualquier momento en que el declarante tenga razones para considerar

que una declaración contiene información incorrecta o con omisiones, deberá presentar

de inmediato una solicitud de corrección y, si procede, deberá acompañarla del

comprobante de pago de los tributos más el pago de los intereses correspondientes,

calculados según el artículo 61 de esta Ley.

Presentar la corrección no impedirá que la autoridad aduanera ejercite las acciones de

responsabilidad correspondientes”.

De la cita efectuada, se desprenden los siguientes elementos:

• El sujeto legitimado para efectuar la rectificación es el declarante.

• No existe límite temporal para realizar la rectificación.

• Su objeto es enmendar errores u omisiones.

• De existir diferencias tributarias generadas por el error u omisión, concomitante

con la solicitud de corrección debe aportarse comprobante de que se canceló el adeudo

junto con sus intereses.

• La autoridad aduanera mantiene la posibilidad de establecer acciones

tendientes a determinar la responsabilidad por el error incurrido.

Por tal motivo no debe perderse de vista que la rectificación es una solicitud sujeta a

aprobación por parte de la autoridad aduanera, es decir, la tarea de la Aduana no se

debe limitar a recibir y aceptar la pretensión de corrección; porque su deber es valorar y

verificar sí la gestión que se le presenta con el cuadro fáctico aludido resulta o no

procedente, para ello debe revisar si en el caso concreto, se configuran los diversos

elementos que implica la rectificación de una declaración de ésta naturaleza, para lo

cual debe resolver de forma motivada en uno u otro sentido la solicitud de rectificación,

tal y como se produjo en la especie, donde la Aduana atendió los alegatos y revisó la el

contenido de la factura comercial, situación que no comparte el petente porque en su

criterio tanto en el dictamen técnico y la resolución se hace referencia al contenido de la

factura y el contenido de las líneas, pero en su gestión nunca solicitaron tal revisión, ya

que la corrección versaba únicamente respecto del monto total de la factura, nunca

sobre el contenido, aspecto que no comparte la aduana y este tribunal ya que la gestión

obliga a la autoridad a analizar ampliamente los elementos integrantes de la declaración

aduanera por sus implicaciones tributarias y el deber de velar porque se cancelen los

tributos conforme a derecho, determinando el Tribunal que la actuación de la aduana

guarda respeto del principio de legalidad y verdad real de los hechos, al momento de

decidir sobre la corrección aludida.

Consecuentemente, del análisis efectuado tanto a la solicitud planteada como a los

documentos que constan en expediente, puede constatar este Tribunal que lleva razón

la aduana al rechazar la rectificar del valor determinado en el despacho aduanero de

interés, toda vez que confrontando los datos consignados por en la importación XXX y

la factura comercial XXX, (ver folios 112, 117-120 del expediente administrativo), no

permite reconocer la razón al declarante aduanero(…)

(…)Con lo cual resulta ajustado a derecho la posición de la aduana al momento de

rechazar con estas mismas pruebas, tanto la declaración aduanera y la factura

comercial, la rectificación presentada el 07-10-2011 con sustento en el artículo 90 de la

LGA, además porque el agente aduanero no aportó otra prueba que permitiera revisar

el valor aduanero determinado y declarado originalmente, sino únicamente hace

referencia al monto total de la factura considerando el error incurrido, sin analizando

todo el contenido del DUA y factura, se puede extraer sin esfuerzo que lleva razón la

aduana el mantener incólume el despacho de reiterada cita, con el valor declarado

originalmente por el agente aduanero, porque concuerda el valor total declarado con la

información suministrada por el contrato de compra venta de los aceites lubricantes

liquido enfriador de radiadores desalmacenado en el año 2007. Además no tenía la

aduana otra prueba que le permitiera llegar a diferente conclusión, teniendo que

acceder a lo pretendido sobre la corrección del valor. Decisión del A quo que comparte

este Tribunal, toda vez que la resolución adoptada se ajusta a los autos y normativa

vigente, por cuanto la carga de la prueba recae sobre el recurrente, el cual debió

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demostrar el error y rectificación, aportando otros elementos probatorios que

fundamentaran su solicitud para poder legalmente modificar una declaración aduanera,

rendida bajo fe de juramento como lo señala el artículo 86 de la Ley General de

Aduanas.

Por lo que es conforme a derecho la posición de la Administración al mantener la

declaración aduanera y valor declarado originalmente, criterio que está respaldado en

antecedentes del Tribunal Aduanero Nacional, en el tema de rectificaciones de

declaraciones aduaneras y de la carga de la prueba , puesto que tratándose de

rectificaciones a instancia del interesado, éste debe aportar todo elemento de prueba

conducente a demostrar, sin lugar a dudas la pretensión de corrección, máxime cuando

ello conlleve la modificación del valor, su consecuente ajuste y repetición de tributos,

porque el agente debe desplegar toda la diligencia ofreciendo la prueba idónea y

conducente que permita determinar en qué consistió el error, ya que en el año 2007 se

cumplieron las formalidades aduaneras de la importación definitiva, con la prueba que

presente durante el procedimiento de revisión de la declaración a través de la solicitud

de rectificación. Tal situación no se logra verificar en el presente caso, sino lo contrario,

por lo que no queda más que reconocer la razón a la Administración, manteniendo la

declaración aduanera de interés como originalmente se concluyó. (…)”

Sentencia 250-2015

“(…)El presente asunto se circunscribe en determinar si es aplicable o no la Carta

Abierta para la Autorización de Compra sin el previo pago del Impuesto General sobre

las Ventas Nº DGCN-CA-10-184-2013 en las líneas 2 y 6 del DUA de cita supra. Estima

el funcionario de la Aduana que la mercancía descrita como pinturas anticorrosivas

indicada en la factura presentada como respaldo en la declaración de importación

aduanera NXXXXXde 27 de diciembre de 2013, no se encuentra especificada en la lista

de materiales adjunta a la Carta Abierta para la Autorización de Compra sin el previo

pago del Impuesto General sobre las Ventas indicada.; en consecuencia establece una

nueva obligación tributaria, que genera una diferencia de impuestos a cancelar a favor

del Fisco(…)

(…)En tal sentido debe indicarse, que la mayoría de este Tribunal comparte el criterio

del A Quo, toda vez que la exoneración presentada establece los propios límites dentro

de los cuáles la misma puede ser aplicada por parte de las autoridades aduaneras,

resultando claro las diferencias existentes respecto a la verdadera descripción de las

mercancías presentadas a despacho y lo consignado en la Autorización de Exoneración

de Tributos de Importación Nº DGCN-CA-10-184-2013. Y si bien es cierto el derecho a

la excepción proviene de la ley que la crea, lo cierto es que la nota de exoneración es el

medio mediante el que la autoridad administrativa materializa el derecho a disfrutar de

la exención fiscal, y en esa medida deben considerarse los términos en que las mismas

son emitidas de conformidad con las disposiciones aplicables.

Lo anterior debe ser entendido en su verdadera dimensión: este Tribunal no está

señalando que a las mercancías despachadas no les corresponda la exoneración de

impuestos de conformidad con la legislación especial aplicable, aspecto sobre el cual

no se pronuncia este Tribunal por no ser la autoridad competente al efecto. Lo que este

Colegio decide en el presente caso, es que dadas las modificaciones realizadas durante

el despacho, respecto a la descripción de las mercancías señaladas, hacen que la

Autorización de Exoneración de Tributos de Importación Nº DGCN-CA-10-184-2013,

presentada para la aplicación de la exoneración ante la aduana, no sea posible aplicarla

dadas las inconsistencias señaladas. (…)”

Sentencia 254-2015

Descriptor: Aplicación de carta abierta

Restrictor: Sin Lugar

Restrictor: No aplicación de exoneración ante inconsistencias entre descripción de

mercancías y las indicaciones de la carta abierta

Restrictor: Arraigo

Restrictor: Búsqueda de la verdad real

Descriptor: Sancionatorio de imposición de la suspensión establecida en el artículo

238 inciso h )LGA, por no suministro de la información de trascendencia tributaria

solicitada

Restrictor: Sin lugar

Restrictor: Del transportista aduanero

Ver en similar sentido, Sentencias: 251-2015, 264-2015

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“(…) Objeto de la litis. Determinar si el Auxiliar de la Función Pública, empresa XXX.,

en su calidad de Transportista Terrestre, Código XXX, incumplió con los requerimientos

expresos de la Autoridad Aduanera realizados mediante el oficio número AL-DCAE-SA-

1731-2006 del 17 de julio del 2006, en el sentido de suministrar dentro del plazo de 10

días hábiles, documentación en donde conste la llegada efectiva en el destino

autorizado de las declaraciones aduaneras de tránsito XXX, lo que lo hace acreedor

de la sanción de diez días hábiles de suspensión del ejercicio de su actividad prevista

en el artículo 238 inciso h) de la Ley General de Aduanas (LGA). (…)

(…)Dentro de ese orden de ideas, tal y como lo ha señalado la Sala Constitucional los

transportistas aduaneros están sujetos de manera directa a los deberes y obligaciones

que le impone la ley en virtud de su carácter de munera púbblica, habiéndose

establecido de forma clara y directa el ámbito de su responsabilidad, por lo que al

definirse tan manifiestamente la misma, el régimen de obligaciones revierte un especial

carácter por la condición propia de estos sujetos. Es por ello que del ordenamiento

jurídico aduanero, derivan una serie de deberes determinados para el transportista

aduanero, en virtud de una relación jurídica preestablecida, que la doctrina ha llamado:

relaciones de sujeción especial o relaciones especiales jurídico-administrativas como

lo es, entre otras, la existente entre la Administración Aduanera y el auxiliar de la

función pública.

Es por ello que en virtud de la relación de sujeción o supremacía especial existe una

responsabilidad concreta del auxiliar y como consecuencia de esa relación previa

administrativa es que el transportista está obligado a una serie de obligaciones y

deberes dentro del ejercicio del control aduanero en la movilización y entrega de las

mercancías en el lugar de destino, respondiendo incluso por el pago de los tributos

correspondientes si las mercancías no llegan en su totalidad al destino, debiendo

transmitir electrónicamente la declaración y cualquier otra información que se le solicite

antes del arribo del medio de transporte, así como de la mercancía transportada, siendo

entonces que las funciones o actividades que realizan y la confianza depositada en su

gestión, comportan alta responsabilidad fiscal. Ante esta nueva caracterización, para

poder actuar ante el Servicio Nacional de Aduanas, los transportistas aduaneros deben

ser autorizados en forma previa por parte de la Dirección General de Aduanas y están

sometidos al cumplimiento de una serie de derechos y obligaciones en relación al

ejercicio de su actividad que están debidamente delimitadas en los numerales 14, 15 y

18 del CAUCA III, artículos 37 y 38 del RECAUCA, artículos 30, 32, 42 y 43 de la LGA,

124, 126, 127, 129 y 130 del Reglamento a la LGA. (…)

(…)De las normas transcritas se concluye lo siguiente:

El transportista aduanero en su condición de auxiliar de la función pública

aduanera debe cumplir con las obligaciones fijadas por la Ley General de Aduanas y

por su Reglamento.

El transportista aduanero en su condición de auxiliar de la función pública

aduanera está obligado a un deber de obediencia sobre las órdenes que le gire la

Autoridad Aduanera.

En los supuestos en que la Autoridad Aduanera le requiera en el ejercicio de

sus facultades de control documentación, tiene un deber de entregarla.

El plazo obligatorio para la entrega de la información requerida supra señalada

es de 10 días hábiles y las condiciones, forma, medio y lugar serán aquellas que fije la

Autoridad Aduanera.

Tiene la obligación de conservar, bajo su responsabilidad y su custodia un

respaldo de los documentos que utilice en su giro normal como comprobante de la

entrega de las unidades de transporte y sus mercancías en los lugares autorizados para

recibir mercancías bajo control aduanero.

Por tanto, son claras las obligaciones que deben necesariamente cumplir los auxiliares

de la función pública, entre ellos el transportista aduanero, precisamente por la especial

sujeción que tienen como munera púbblica, así como las potestades de control que

tiene la Autoridad Aduanera, siendo parte de sus atribuciones el solicitar la información

que considere necesaria para el cumplimiento de sus deberes y que puede constituir en

documentación de trascendencia tributaria o aduanera que requiera para el eficiente y

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eficaz ejercicio de su potestad de control, así como el verificar que los auxiliares

cumplan con sus requisitos, deberes y obligaciones, (…)

(…)Por tanto, es del conocimiento del recurrente como auxiliar de la función pública

aduanera que la legislación lo sanciona si no cumple con sus obligaciones legales y

reglamentarias, por ello no podía permitir el A Quo que ocurrieran los hechos que se

discuten en el presente caso sin imponer la pena respectiva, estimando este Tribunal

que es correcta la actuación de la Administración al sancionar al recurrente por

incumplir con las prescripciones señaladas, puesto que del análisis de todos los

elementos de la culpa efectivamente se determina que la empresa XXX S.A., ha

actuado en forma negligente, violentando inclusive lo dispuesto en el artículo 48 del

RLGA, que indica que los auxiliares de la función pública están obligados a “brindar

apoyo, concurso y auxilio a los funcionarios de los órganos fiscalizadores”, sin las

cautelas o precauciones necesarias para evitar el resultado perjudicial al no disponer la

Aduana de Limón de la información necesaria para alcanzar el objetivo propuesto y

comunicado al Transportista Aduanero, incumpliendo con su deber de aportar la

documentación requerida dentro del plazo y condiciones establecidas, estando obligado

a ello en virtud de las obligaciones que el ordenamiento jurídico le impone sin que

existan circunstancias o causas que eximan o eliminen su culpabilidad, tal y como ha

quedado debidamente demostrado supra.

Del análisis realizado, queda demostrado que la autoridad aduanera actuó conforme lo

establece la legislación reseñada, además aplica la sanción que corresponde a la

conducta desarrollada por el auxiliar de la función pública, siendo que el artículo 238

inciso h), es la sanción que se ajusta a la infracción imputada y de esta forma lo

confirma el Tribunal.

En razón de lo expuesto y en atención a la evidente y demostrada violación del

deber de atención y diligencia por parte del recurrente en la especie y por no existir

causas eximentes de responsabilidad, ni nulidades del proceso, considera este Tribunal

que procede confirmar la sanción impuesta por el A Quo. (…)”

Sentencia 257-2015

“(…)Objeto de la litis: El presente asunto trata del procedimiento ordinario iniciado por la

DGA, en el cual se discute el cambio en el elemento clasificación arancelaria de

mercancía tipo “Papel Bond” amparada a las siguientes treinta declaraciones aduaneras

(DUAS) (…)

(…)De la estructura establecida en el Capítulo 48, para lo de interés tenemos

en análisis los criterios I y III que refieren a papeles y cartones presentados en

ROLLOS O BOBINAS, cuya clasificación va a estar condicionada por el

Criterio de Presentación contenido en la Nota Legal 8 del capítulo 48 (N.L

48.8), criterio que se encuentra contemplado en cada uno de los textos o

epígrafes de partida, salvo lo dispuesto en los epígrafes de las partidas 48.02,

48.10 y 48 11 que permite de cualquier tamaño (RGC 1- 4 dígitos) .

Teniendo para el caso concreto, que de acuerdo al elenco probatorio en

expediente, las características del papel nacionalizado y descrito como “Papel

Bond” fueron declarados en la partida arancelaria (4 dígitos) 48.02, la cual es

también compartida por la Administración, cuyo texto o epígrafe de partida

reza:

48.02 PAPEL Y CARTON, SIN ESTUCAR NI RECUBRIR, DE LOS TIPOS

UTILIZADOS PARA ESCRIBIR, IMPRIMIR U OTROS FINES GRAFICOS Y

PAPEL Y CARTON PARA TARJETAS O CINTAS PARA PERFORAR (SIN

PERFORAR), EN BOBINAS (ROLLOS) O EN HOJAS DE FORMA

CUADRADA O RECTANGULAR, DE CUALQUIER TAMAÑO, EXCEPTO EL

Descriptor: Procedimiento ordinario de modificación del elemento clasificación

arancelaria

Restrictor: Sin lugar

Restrictor: Posición arancelaria 4802.56.99.00 del SAC para la mercancía tipo

“Papel Bond

Ver en similar sentido, Sentencias: 256-2015

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PAPEL DE LAS PARTIDAS 48.01 O 48.03; PAPEL Y CARTON HECHOS A

MANO (HOJA A HOJA).

Así, vemos que no existe controversia con lo declarado por la agencia de

aduanas y lo determinado por el A quo a nivel de 4 dígitos (48.02), toda vez

que la discrepancia de criterio se suscita por un lado a nivel de subpartida

internacional (6 dígitos), en donde el interesado declaró la posición arancelaria

4802.55, mientras que la autoridad aduanera estimó que corresponde a

4802.56 del S.A.C. y por otra parte también se presenta controversia a nivel de

inciso arancelario (8 dígitos) ya que se declararon algunos papeles en la

apertura arancelaria 480256.19.10 siendo en criterio de la Administración la

4802.56.99.00. En consecuencia, tenemos que el meollo del asunto regulado a

nivel de subpartida, se refiere a lo enunciado en cada uno de sus epígrafes:

4802.55 – – De peso superior o igual a 40 g/m2 pero

inferior o igual a 150 g/m2, en bobinas (rollos).

4802.56 – – De peso superior o igual a 40 g/m2 pero

inferior o igual a 150 g/m2, en hojas en las que un lado sea inferior o igual a

435 mm y el otro sea inferior o igual a 297 mm, medidos sin plegar.

Nótese que a nivel del texto de la subpartidas transcritas (RGC 6), tenemos en

primer lugar, que el agente aduanero declaró erróneamente unos papeles

como si se presentaran en bobinas (rollos) en la subpartida 4802.55, pudiendo

constatar en expediente (ver cuadros de los DUAS, descripción de las

mercancías: naturaleza del papel, tamaño, gramaje, presentación, las facturas

comerciales y BL’s de respaldo) que el papel se presenta cortado a tamaño

(EN HOJAS) , razón por la cual, desde ningún punto de vista puede incluirse

en la subpartida declarada que refiere a papeles presentados únicamente en

rollos, en tal sentido, de acuerdo a lo dispuesto en los textos (epígrafes) de

subpartida, la clasificación corresponde a la 4802.56 (hojas) en aplicación al

criterio de presentación que rige para la correcta clasificación de los papeles y

cartones del capítulo 48.

Con respecto a los papeles que si fueron declarados en hojas en 4802.56,

tenemos que por las mismas medidas y demás características declaradas y

tenidas en expediente, tampoco pueden dichos papeles clasificarse en el

inciso declarado 4802.56.19 que refiere a:

4802.56.1 “Papel “bond” registro en hojas en las que un lado sea superior a

360 mm y el otro sea superior a 150 mm”

Ya que los papeles declarados según se indicó supra, corresponden a

medidas de 8.5 x 11 pulgadas, que equivale a 216 X 279 mm, con un peso de

75 g/m2, presentados en cartones o cajas (Ver cuadro N° 3 visible a folio 478),

no cumpliendo con el criterio de presentación regulado en el texto del inciso

transcrito, que exige que uno de los lados de las hojas del papel sea superior a

360 mm. Razón por la cual se descarta la clasificación declarada, en aplicación

de la Regla General de Clasificación 1 que dispone que “La clasificación está

determinada legalmente por los textos de las partidas.” Y la Regla General 6

de la Nomenclatura del Sistema Armonizado (S.A.) la cual indica que “la

clasificación de mercancías en la sub partidas de una misma partida está

determinada legalmente por los textos de estas subpartidas”, ya que los textos

o epígrafes tienen valor legal, razón por la cual analizado lo preceptuado en

cada una de las aperturas en discusión versus las características, medidas y

presentaciones de los papeles, tenemos que no corresponden a las

clasificaciones declaradas en los DUAS que nos ocupan.

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Debiendo aclarar que, aparte del análisis de las subpartidas (6 dígitos) donde

se constató la clasificación por el criterio de presentación (rollos u hojas), en el

caso, por la naturaleza de las características de los papeles, para poder

dilucidar la correcta clasificación arancelaria a nivel del resto de aperturas (8 y

10 dígitos), era necesario contar con las pruebas de análisis pertinentes, a

efecto de determinar fehacientemente los pesos, dimensiones y

presentaciones exigidas en cada una de las aperturas reseñadas supra y

sobre el particular, resulta oportuno resaltar que el interesado no aportó prueba

ni alegatos técnicos, en torno a desvirtuar la reclasificación efectuada por la

DGA, mientras que ésta procuró toda la prueba técnico-jurídica necesaria,

consultando oportunamente al órgano competente a efectos de esclarecer

sobre las verdaderas características del papel nacionalizado, que le

permitieron determinar la correcta clasificación arancelaria.

En tal sentido, como prueba fehaciente en expediente y sobre bases ciertas y

no presuntas –como pretende hacerlo ver el Administrado-, tenemos que por

la naturaleza de la mercancías en estudio, fue necesario primero proceder a

cumplir con el procedimiento reglado para la extracción de una muestra

representativa del despacho asociado a la declaraciones aduaneras N° XXX y

N° XXX, lo cual se realizó mediante el Acta de Extracción de Muestras N° DF-

DEN-EM-01-11 del 11-2-2011 visible a folio 7 T-I y N° DF-DEN-EM-014-11 del

22-9-2011 visible a folio 18 T-I, con la presencia del agente aduanero (Ver

Hecho probado 2), posteriormente el órgano competente emitió los

Certificados de Análisis N° 609-2011 del 28 de febrero del 2011 y N° 3908 del

07-10-2011, determinando para lo de interés:

“que la mercancía trata de “PAPEL BOND REGISTRO SIN ESTUCAR NI

RECUBRIR, DEL TIPO UTILIZADO EN LA IMPRESION, SIN FIBRAS

OBTENIDAS POR EL PROCEDIMIENTO MECANICO, CON UN PESO DE 74

g/m2, EN HOJAS DE (216 x 279) mm”, clasificación arancelaria

4802.56.99.00”. (Ver Hecho Probado 3) (…)”

Sentencia 261-2015

“(…)Determinar la procedencia o no de la solicitud de corrección de cantidad de bultos y

peso del manifiesto de carga XXX, con relación al conocimiento de embarque xxx,

contenedor xxx. (…)

(…)I.Sobre el fondo: Considera este Tribunal que para el caso en estudio, no lleva

razón la Administración Aduanera en su decisión de rechazar la solicitud inicial que

genera la presente Litis, siendo que la misma afirma la existencia de “…el sobrante

(generado por no manifestar el supuesto sobrante de 357 bultos) con base en los

artículos 81 de la Ley General de Aduanas y 256 del Reglamento a dicha Ley. Consta

en expediente Acta xxx-2015, así como oficio de la Sección de Depósitos de la Aduana

de Caldera AC-DT-SD-xxx-201 5 que avalan la existencia del supuesto sobrante…”,

cuando en realidad lo acaecido refleja un sobrante que se configura en un error al

establecer la cantidad y peso correcto de las mercancías en el manifiesto de carga, tal y

como lo ha expuesto el interesado en sus argumentos de defensa, cuando expone “…

Que con el BL original N° XXX y el Conocimiento N° xx, que está conformado como

correcto por 576 bultos, con un peso de 8236 kilos, por error involuntario se digitó 219

bultos con un peso de 1828 kilos... Generando con ello un sobrante, de 357bultos y un

peso de 6408 Kilos…”, lo que de conformidad con la legislación Centroamérica (CAUCA

Y RECAUCA) y nacional (Ley General de Aduanas y su Reglamento), es susceptible de

corrección. (…)

(…)En primer término, debemos tener presente que el conocimiento de embarque, de

conformidad con la legislación aduanera constituye un “Título representativo de

Descriptor: Solicitud de corrección de manifiesto

Restrictor: Con lugar

Restrictor: Errores suceptibles de corrección

Restrictor: Del conocimiento de embarque y el manifiesto de carga

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mercancías, que contiene el contrato celebrado entre el remitente y el transportista para

transportarlas al territorio nacional y designa al consignatario de ellas. Para los efectos

del régimen jurídico aduanero equivale a los términos Bill of Lading (B/L), guía aérea o

carta de porte.”. El mismo se configura, de tal suerte por su naturaleza, en la

consagración documental de la seguridad jurídica en la contratación de transportes de

carga, e irremplazable como tal en sus funciones de afianzarla para las partes y los

sujetos que figuran en el tráfico de la mercadería embarcada. En otras palabras, es un

contrato privado celebrado entre un embarcador y un transportista para movilizar

mercancías de un lugar a otro, constituyendo el título necesario para retirar esas

mercancías del recinto aduanero, pues el titular o poseedor del mismo es quien tiene el

derecho a su retiro, entiéndase como tal al consignatario. Es un título de crédito, ya que

en él se dan los tres elementos que caracterizan a los títulos de crédito: necesidad,

literalidad y autonomía; además de configurarse en un título representativo de la

mercadería, por lo cual el tenedor legítimo del conocimiento de embarque, puede

disponer de la misma.

Por tal razón, no es un documento que la Administración Aduanera pueda corregir,

pues es un contrato privado entre partes sea un embarcador y un transportista, por lo

que su existencia limita a la Autoridad Aduanera a la literalidad del título, siendo que su

modificación solo puede llevarse a cabo por las partes que efectivamente contrataron a

través del mismo. Para el caso, el conocimiento de embarque MADRE, transmitido con

los documentos de respaldo al manifiesto de carga, establece la cantidad de bultos y

pesos correctos y que son transportados en la unidad de transporte citada en el mismo

documento. (…)

(…)Por otro lado, el manifiesto de carga es el “Documento emitido por el responsable

de transportar las mercancías; contiene la descripción de los bultos u otros elementos

de transporte de cualquier clase a bordo del vehículo excepto los efectos postales y los

de tripulantes y pasajeros.” Es decir, describe lo que el transportista tiene como carga,

siendo que en este se puntualiza la relación de la mercancía que constituye carga de un

medio o de una unidad de transporte, expresando los datos comerciales de las

mercancías. Es en este documento donde se establece el error que genera la diferencia

de bultos y peso, que lleva a la autoridad aduanera a catalogar el caso de sobrante,

pero sin permitir la corrección, lo que a juicio de este Tribunal es incorrecto.

Como puede apreciarse, tanto el conocimiento de embarque como el manifiesto de la

carga, constituyen documentos que no los emite la Aduana sino el transportista o éste y

el embarcador, definiendo por medio de éstos, los términos de las mercancías que se

transportan, y que para los efectos aduaneros constituyen los parámetros del control de

la mercancía que va a ingresar al puerto aduanero y que posteriormente puede ser

sometida a operaciones y regímenes aduaneros; siendo que sobre dichos documentos

la normativa aduanera sí regula su presentación y contenido, ya que son exigibles para

el arribo de la mercancía y están directamente vinculados con la descripción de la

carga, su cantidad y peso. Por tal razón que se constituyen en documentos reglados

por la normativa aduanera a partir del momento mismo en que se transmiten a la

Autoridad Aduanera, alertando el tipo, cantidad, peso y otras características de una

mercancía, pero también estableciendo bajo qué condiciones pueden ser enmendados.

Es así, que de conformidad con el artículo 79 de la LGA el ingreso y salida de personas,

mercancías, vehículos y unidades de transporte debe darse bajo dos condiciones: una

es que se realice por los lugares, rutas y horarios habilitados y la otra que deben ser

presentadas ante la Aduana. Es por ello que con el fin de ejercer adecuadamente el

control aduanero, se establece la obligación para los transportistas aduaneros, de

transmitir de previo a la llegada de la unidad de transporte el manifiesto de carga.(…)

(…)En caso que la rectificación se refiera a faltantes o sobrantes se aplicará lo

dispuesto en el artículo 81 de la Ley.”

Artículo 256.—Causales admisibles en la justificación de faltantes y sobrantes.

1) …

2. Las causales admisibles en la justificación de sobrantes son las siguientes:

a. Existan errores en el manifiesto de carga o documento

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b. Existan errores en la transmisión.

c. Cuando faltaren en otro puerto de arribo.

(Así reformado por el artículo 2 del decreto ejecutivo N° 33359 del 14 de setiembre de

2006)

De lo expuesto tenemos como regla general, que todas las mercancías que ingresen al

territorio aduanero nacional, deben estar previa y debidamente expresadas en los

términos indicados. Es decir, el manifiesto de carga en principio debe ser transmitido

antes de la llegada del vehículo a puerto aduanero por parte del transportista, quien

puede corregirlo las veces que necesite antes de la llegada o arribo a puerto, una vez

arribado el medio de transporte y en el proceso de descarga en puerto, antes de dar

una destinación aduanera, el mismo puede ser corregido, es decir antes de someterlo a

un régimen aduanero.

Sin embargo, la legislación en atención al tráfico comercial, incluyó como una

posibilidad, a efecto de realizar las correcciones o rectificaciones a la información

transmitida, la justificación de sobrantes y faltantes de mercancías, estableciendo dos

momentos en los cuáles podrían surgir diferencias entre lo manifestado y las unidades

de transportes, bultos u otros elementos de transporte y/o mercancías efectivamente

descargadas, y así lo contempla el artículo 258 del RLGA:

“Los sobrantes y faltantes de mercancías se detectarán en el ingreso al finalizar la

descarga del medio de transporte o, en los depósitos aduaneros u otro auxiliar

autorizado, al momento de la recepción al finalizar la descarga de la mercancía en sus

instalaciones.

El transportista o su representante, el exportador o embarcador y el consignatario, en

su caso, deberán justificar los faltantes o sobrantes de mercancías en relación con la

cantidad consignada en el manifiesto, dentro del plazo máximo de quince días hábiles

contado a partir del día siguiente de:

a. El registro ante la aduana de la comunicación del sobrante o faltante, si se hubiere

detectado en la descarga del medio de transporte que las ingresó al puerto.

b. El registro ante la aduana de la comunicación del ingreso de las mercancías a las

bodegas del depositario, si se hubiere detectado en la descarga de la unidad de

transporte en un depósito”.

En resumen del texto citado, se desprende que hay dos momentos en que las

diferencias pueden ser detectadas, durante la descarga del medio de transporte al

ingresar al país, o bien, en la descarga que se realiza en las instalaciones de los

auxiliares autorizados a recibir mercancías. (…)

(…)Por las propias razones expuestas, no lleva razón la Aduana de Caldera al rechazar

el recurso de reconsideración señalando y se reitera, porque el caso que nos ocupa es

un asunto de sobrantes que puede ser rectificado y el recurrente ha demostrado en

expediente con suficientes elementos de prueba la existencia de un error al momento

de confeccionar los documentos de carga, específicamente el manifiesto de carga.

Por último, hace ver este Tribunal que no obstante que el asunto corresponde a una

Litis de sobrantes, que puede ser rectificado por el declarante y por tal razón se

resuelve de conformidad, no es una limitante para el ejercicio de las facultades de

control y fiscalización de la autoridad aduanera, el investigar o iniciar los procedimientos

administrativos o judiciales que correspondan, para determinar las responsabilidades

por una declaración incorrecta de las mercancías, casuísticamente deberá establecer si

la infracción obedece a un simple error, o existe culpa o dolo en la conducta del

declarante con la intención de eludir las obligaciones tributarias aduaneras o no

aduaneras.

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En consecuencia, queda demostrado en autos que existe sobrante de mercancía, y que

lo que se configura es un error en la elaboración del manifiesto, problema puede ser

corregido de conformidad con la legislación centroamericana y nacional, por lo que se

declara con lugar el recurso, revocándose de esta forma la resolución recurrida, y

procediendo a liberar la retención de la mercancía y permitir la continuación del trámite

normal del proceso de importación.(…)”

Sentencia 262-2015

“(…)En el presente asunto se discute si procede o no la rectificación planteada por el

agente aduanero XXX de la Agencia Aduanal XXX, para las líneas 001 y 002 de la

Declaración Aduanera de Importación número XXX del 15 de marzo de 2013, mediante

la cual se importó a nombre de la empresa XXX mercancía declarada como “TUBOS Y

SIMILARES DE FUNDICION HIERRO O ACERO PREPARADO P/CONSTRUCCION

(POSTE-METALICO-D)”, ya que con base en los criterios técnicos del Laboratorio

Aduanero números DTA-XXX-2013 del 16 de mayo de 2013 y DTA-XXX-2014 del 25 de

febrero de 2014, se determinó que existe un error en la posición arancelaria declarada,

sea la número 7308.90.00.90, dado que al producto importado le corresponde la

número 7308.20.00.00 (…)

(…)Partiendo de las dos posiciones encontradas respecto a la clasificación de la

mercancía objeto del presente procedimiento, tenemos que no existe controversia en

cuanto al capítulo, siendo este 73, donde se clasifican las manufacturas de función de

hierro o acero, ni la partida 7308, correspondiente a:

“Construcciones y sus partes (por ejemplo: puentes y sus partes, compuertas de

esclusas, torres, castilletes, pilares, columnas, armazones para techumbre, techados,

puertas y ventanas y sus marcos, bastidores (contramarcos) y umbrales, cortinas de

cierre, balaustradas (barandillas)), de fundición, hierro o acero, excepto las

construcciones prefabricadas de la partida 94.06; chapas, barras, perfiles, tubos y

similares, de fundición, hierro o acero, preparados para la construcción.”.

En este punto, y dada la supuesta contradicción señalada por el recurrente en relación

a la fundamentación brindada por el A Quo, es relevante señalar que el contenido del

referido epígrafe de partida contempla mercancías de dos distintas naturalezas, por un

lado agrupa las construcciones y sus partes, lo que se ha convenido en llamar

construcciones metálicas, aún incompletas y las partes de dichas construcciones ,

citándose entre otros como ejemplos las torres y castilletes (dentro de las cuales

pretende el interesado clasificar la mercancía de cita), siendo que estos productos se

hacen generalmente con chapa, fleje, barras, tubos, perfiles diversos de hierro o de

acero o de elementos de hierro forjado o de fundición moldeada, perforados, ajustados

o acoplados, con remaches o pernos o por soldadura autógena o eléctrica, a veces en

combinación con artículos comprendidos en otra parte, tales como: telas, enrejados y

chapas, entre otros, a su vez, se consideran igualmente parte de una construcción, las

abrazaderas y otros dispositivos especiales diseñados para ensamblar los elementos

de construcción tubulares u otros ; mientras que el segundo criterio del epígrafe

comprende elementos individualizados, en el entendido que no forman parte de una

estructura compuesta como en el primer criterio, tales como chapas, barras, perfiles,

tubos y similares, de fundición, hierro o acero, preparados para la construcción.

Recordemos que la Regla General Nº 1 para la Interpretación de la Nomenclatura

establece que los títulos de las Secciones, de los Capítulos o de los Subcapítulos sólo

tienen un valor indicativo, ya que la clasificación está determinada legalmente por los

textos de las partidas y de las Notas de Sección o de Capítulo; de esta forma, bajo la

partida en cuestión se amparan tanto mercancías manufacturadas de función, hierro o

acero, referidas a construcciones y sus partes, o bien elementos de fundición, hierro o

acero, preparados para la construcción pero que no son presentados a despacho como

Descriptor: Solicitud de rectificación de TUBOS Y SIMILARES DE FUNDICION

HIERRO O ACERO PREPARADO P/CONSTRUCCION, en cuanto a la posición arancelaria

declarada

Restrictor: Sin lugar

Restrictor: De los elementos probatorios y la extracción de muestras

Page 18: Julio-setiembre · setiembre 2015, misma que como ha sido el norte seguido, conjuga la modernización tecnología en relación a la divulgación de la información especializada por

parte de una combinación de elementos que finalmente determinarán una estructura

compuesta.

Asimismo, de la referida partida el Sistema Armonizado y de conformidad con las

posiciones arancelarias debatidas en la especie, se separó a nivel de subpartida (6

dígitos) diferentes grupos de mercancías, desglosándose la subpartida 7803.20 para

“Torres y castilletes” y en la subpartida 7803.90 “Las demás”, sea aquellas no

constituidas por puentes y sus partes, torres y castilletes, puertas y ventanas y sus

marcos, contramarcos y umbrales, material de andamiaje, encofrado, apeo o

apuntalamiento. De esta forma, nótese que dicha subdivisión se encuentra acorde con

los dos criterios que conforman el epígrafe, en el sentido de que por un lado tenemos

mercancías conformadas por estructuras compuestas, y en la última subpartida

señalada, las restantes, sean aquellas que no se presentan a despacho como parte de

un conjunto.

Ajustada la representación expuesta a la realidad fáctica del presente asunto, existe la

posibilidad de que un tubo sea presentado a despacho formando parte de una serie de

elementos adicionales que ensamblados todos terminarán constituyendo una torre, tal y

como se verifica en los criterios técnicos aportados, donde se puede corroborar de la

descripción detallada que se efectúa, todos los aditamentos que posee la mercancía

analizada; y por el otro, la presentación de unos tubos de función de hierro o acero para

construcción, tal y como estrictamente se declaró al momento del despacho que nos

ocupa.(…)

(…)No se encuentra en expediente la prueba idónea para demostrar que los tubos de

las líneas 001 y 002 de la Declaración Aduanera de cita tuvieran la presentación

requerida de la partida 7308.20.00.00, en el entendido de formar parte de una

estructura metálica compuesta como lo es una torre, nótese que la descripción del

DUA, del B/L y la factura comercial no esclarecen este punto, al contrario, la descripción

que se realiza de la mercancía es simple y concisa: “tubos” y “postes metálicos”, sin

que ello permita relacionar los mismos con las mercancías ampliamente descritas en

los criterios técnicos de referencia, los cuales tratan de “torres” compuestas por varias

partes, tales como tubos, accesorios, bases, placas (ver hechos probados 3 y 4).

No se trata que necesariamente para cada importación deba extraerse una muestra,

siendo que este Tribunal ha reconocido que no existe controversia alguna respecto a

que para una importación específica no se extraiga muestra en el despacho, dado que

el Laboratorio Aduanero puede emitir criterio técnico con base en muestras extraías en

una previa importación, atendiendo a elementos que logren conectar las mercancías,

verbigracia que se trate de la misma empresa, la misma naturaleza de la mercancía, lo

mismo que existe coincidencia en cuanto a proveedor, país de procedencia, variables

encontradas en la factura comercial, entre otros.

Así, es innegablemente aceptado, que no es necesario tomar una muestra por cada

despacho y que en determinadas situaciones se puede tomar como elemento

probatorio el análisis de una muestra correspondiente a otra importación o bien a la

propia mercancía una vez nacionalizada, todo ello siempre y cuando se trate de un

producto plenamente identificable, sea por sus características o por tratarse de una

marca patentada reconocida en el mercado, de manera que para cada caso en examen

se pueda establecer sin lugar a duda la conexidad de la mercancía importada con las

muestras tomadas como referencia, y en consecuencia poder aplicar el resultado de los

análisis del Laboratorio Aduanero al caso específico, siendo que en autos dicha

conexión no se puede establecer entre las muestras de los análisis de referencia y la

mercancía cuya posición arancelaria se pretende rectificar.

De los hechos y pruebas en expediente, no se tiene por demostrado que la mercancía

amparada a las líneas 001 y 002 de la Declaración Aduanera de Importación número

XXX del 21 de mayo de 2014 se constituya en una estructura metálica compuesta y por

lo tanto pueda clasificarse en la posición arancelaria 7308.20.00.00, por lo que este

Colegiado concuerda con la Administración Activa en cuanto al rechazo de la

pretendida rectificación objeto de la presente litis.(…)”

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Sentencia 263-2015

“(…)Se discute la imposición de una multa de 500 pesos centroamericanos, por parte

de la Aduana Caldera contra el agente aduanero, XXX, por la infracción administrativa

regulada en el artículo 236 inciso 25, rebajada en 50% con base en el 233 de la Ley

General de Aduanas, en adelante LGA, por haber declarado incorrectamente la

clasificación arancelaria de mercancías importadas con la declaración aduanera 002-

2013-XXX del 19 de febrero de 2013, que causaron una diferencia de tributos por la

suma de ¢XXX, suma que fue cancelada a favor del Fisco.(…)

(…)-Descripción de la Conducta: Para la aplicación de la norma citada corresponde

verificar cuáles son los presupuestos básicos para su aplicación. De principio es una

norma que contiene varias conductas como ocurre en la mayoría del articulado de la ley

aduanera. Parte de una acción realizada que se relaciona con una obligación exigida

por la normativa y para su cumplimiento se debe dar en dos posibles formas:

1- “Presente”

2- “Transmita”

Cualquiera de los dos medios deben utilizarse para hacer llegar al órgano aduanero “los

documentos” escritos o impresos o “la información” entendida como la transcripción en

un medio informático de datos exigidos en la declaración aduanera para cualquier

régimen aduanero. Siguiendo el texto, la construcción de las conductas hace referencia

al inciso anterior (inciso 24 del Artículo 236 de la LGA) por lo que se debe entender que

se refiere a “los requisitos documentales” o “la información” que requieran la ley o sus

reglamentos. Adiciónese que se contemplan las conductas con errores o con

omisiones pero que se cometan en alguno de los datos o documentos que se requieran

para efectuar una declaración aduanera correcta.

En todos los casos se debe cumplir una condición que exige el tipo y es que cada

conducta realizada con errores u omisiones requiere que cause un “perjuicio fiscal”,

estimándose como una disminución en la Obligación Tributaria Aduanera que

legalmente corresponde, por alteración de alguno de sus elementos y no tipifique como

infracción tributaria. Finalmente el ordinal agrega otras conductas que tienden a

sancionar la “presentación tardía” de documentos bajo las condiciones ya apuntadas,

eliminando del tipo el error o la omisión.(…)

(…)En relación a posibles eximentes de culpabilidad por considerar el hecho como un

es criterio del Tribunal que no estamos en la presencia de un error material sobre el

cual si bien la doctrina no coincide siempre sobre su definición o concepto, en términos

generales si hay consenso de que se trata de un error manifiesto, ostensible e

indiscutible, implicando por sí solo la evidencia del mismo sin mayores razonamientos y

exteriorizándose por su sola contemplación. Constituye una mera equivocación

elemental, una errata, tales como, errores mecanográficos, defectos en la composición

tipográfica, entre otros, cuyos actos que contienen este tipo de error, su declaración

jurídica es válida y lo que ocurre es una anomalía en su exteriorización, al ser el error

patente y claro, sin necesidad de acudir a interpretación de normas jurídicas. De ahí

que vistas las características configuradoras del error material, la eximente de

responsabilidad contenida en el numeral 231 de la LGA, que excluye la culpabilidad en

caso de estar frente a errores materiales sin incidencia fiscal, no opera en la especie,

pues los efectos de la incorrecta declaración ya fueron amplia y claramente

demostrados supra, y la acción imputada a la recurrente no se trata de una simple

equivocación elemental, sino por el contrario, es claro que ha incumplido en forma

negligente con su deber de suministrar la información y los datos necesarios para

determinar la obligación tributaria aduanera de la mercancía descritas en el DUA de

interés, donde se advierten errores en la clasificación arancelaria, clase tributaria y valor

de importación, estando obligado a ello en virtud de los deberes y responsabilidades

que el ordenamiento jurídico le impone a los agentes aduaneros.

En razón de lo expuesto, sobre las consideraciones de hecho y de derecho y en

atención a la evidente y demostrada violación del deber de atención y diligencia por

parte del agente aduanero que recurre, en virtud de que no tuvo la debida diligencia al

momento de presentar la declaración, lo cual evidencia que con un poco más de

Descriptor: Sancionatorio de aplicación de multa establecida en el artículo 236 25)

de

la LGA rebajada en 50% con base en el 233, por haber declarado incorrectamente

la clasificación arancelaria de mercancías importadas con una declaración

aduanera

Restrictor: Sin lugar

Restrictor: Descripción de tipo activo

Restrictor: Culpabilidad

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atención, estudio y cuidado, hubiera evitado la vulneración del régimen aduanero, por lo

que siendo la negligencia, una de las formas en que se manifiesta la culpa, y al no

operar eximentes de responsabilidad, mediando la aplicación de la sana crítica a la hora

de valorar los elementos probatorios existentes en autos, y con base en los

razonamientos expuestos, es que éste Colegiado no vislumbra duda razonable alguna,

que impida la aplicación de la sanción objeto de la presente litis.

Así las cosas, estima este Colegio que el recurrente no tuvo la debida diligencia al

momento de transmitir la Declaración Aduanera de Importación con la información

correcta y exigible, vulnerando el régimen aduanero, por lo que siendo la falta de

diligencia, una de las formas en que se manifiesta la culpa, según ha señalado la

doctrina y ha sostenido este Tribunal en las sentencias supra citadas, es criterio de este

Órgano, que está correcta la imposición de la sanción al recurrente. Por último, en

razón de lo expuesto y por haber demostrado la aduana que el recurrente, en su

condición de agente aduanera transmitió con errores la Declaración Aduanera de

Importación de reiterada cita, no existiendo causas eximentes de responsabilidad,

considera este Tribunal que debe confirmar la sanción impuesta en autos.(…)”

Sentencia 266-2015

“(…)Objeto La presente litis se refiere a la solicitud de corrección del manifiesto de

carga XXX del 12 de febrero de 2015 de Aduana Caldera, siendo que fue denegada la

rectificación por estimar la aduana que no se ajustaba a lo ordenado por los artículos 81

de la Ley General de Aduanas y 256 de su Reglamento. (…)

(…) dispone el artículo 198 de la Ley 7557 que contra el acto final dictado por la

Aduana competente, caben los recursos de reconsideración y apelación para ante el

Tribunal Aduanero Nacional, siendo potestativo usar ambos recursos ordinarios o sólo

uno de ellos, los cuales deben interponerse dentro de los quince días siguientes a la

notificación del acto impugnado, condicionando la admisibilidad a dos requisitos

procesales, sea en cuanto al tiempo que dispone el interesado para interponerlo y

además el relativo a la capacidad procesal de las partes que intervienen en expediente.

En el caso bajo estudio, la representante legal de la sociedad interesada interpuso el

recurso de apelación según consta a folios 38-39 del expediente administrativo, siendo

en consecuencia la persona legitimada a recurrir conforme corre en personería jurídica

que corre a folio 02, cumpliéndose en la especie con el presupuesto procesal de

legitimación. No obstante, según consta a folio 35, le acto denegatorio fue notificado a

la sociedad interesada el día 16-04-2015, mientras que a folios 38-39 consta que el

recurso de apelación fue interpuesto hasta el día 14-05-2015, motivo por el cual dicha

impugnación resulta extemporánea, en razón de que se presentó fuera del plazo de los

quince días hábiles dispuesto por la Ley General de Aduanas.

Por lo anterior concluye el Tribunal que debe ser declarada inadmisible la impugnación

por haber sido presentada en forma extemporánea, conforme lo dispone el artículo 198

de la LGA, que para lo de interés reza: “Impugnación de actos. Notificado un acto final

dictado por la aduana, incluso el resultado de la determinación tributaria, el agente

aduanero, el consignatario o la persona destinataria del acto podrá interponer los

recursos de reconsideración y de apelación para ante el Tribunal Aduanero Nacional,

dentro del plazo de los quince días hábiles siguientes a la notificación. Será potestativo

usar ambos recursos ordinarios o solo uno de ellos. …” (El resaltado no corresponde

al original)

Así las cosas el caso sometido a conocimiento de este Tribunal permite determinar que

se está en presencia de un acto firme, para el cual acaeció en sede administrativa la

caducidad de la acción por expiración del plazo y consecuente decaimiento de su

derecho. En igual sentido este Colegiado se ha pronunciado , al indicar lo siguiente: “Se

ha considerado de manera inequívoca por la doctrina que los plazos para la

interposición de los recursos son de caducidad, lo que ha sido reconocido por la

mayoría de legislaciones, siendo nuestro caso particular el artículo 198 de la Ley

General de Aduanas antes citado y el artículo 345 de la Ley General de la

Administración Pública que reza : “Los recursos ordinarios deberán interponerse dentro

del término de tres días tratándose del acto final y de veinticuatro horas en los demás

Descriptor: Solicitud de rectificación

Restrictor: Recurso inadmisible

Restrictor: Acto firme

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casos, ambos plazos contados a partir de la última comunicación del acto.”..., para

aquellos casos en que no existe norma expresa…”

A su vez el artículo 292 inciso 3 de la Ley General de Administración Pública que es

norma supletoria al no contener la Ley General de Aduanas, por su orden, ni el Código

de Normas y Procedimientos Tributarios, norma alguna que regule tal aspecto, señala

que: “La Administración rechazará de plano las peticiones que fueren

extemporáneas...”. Por lo señalado no encuentra razones este Tribunal para variar el

criterio externado en las resoluciones citadas, toda vez que en el asunto que nos ocupa

no se presentó el recurso dentro del plazo legalmente establecido, de conformidad con

lo dispuesto en la LGA y en la Ley General de Administración Pública, por lo que es

pertinente declarar inadmisible el presente recurso. En razón de lo anterior, no puede

este Tribunal entrar a conocer los argumentos de la parte recurrente. Sin embargo, no

omite señalar este Colegiado al recurrente, que conforme con lo dispuesto en el artículo

31 del Código Procesal Administrativo, vigente desde el 1 de enero del año 2008,

puede acudir a la instancia judicial a impugnar el acto que considera lesivo, toda vez

que actualmente el ejercicio de los recursos ya no constituyen un presupuesto

necesario para la posterior impugnación en vía jurisdiccional, pues de conformidad con

lo prescrito por el numeral supra señalado, ya no se requiere agotar todas las instancias

administrativas para poder acceder a la citada sede, en virtud de que el agotamiento de

la vía administrativa es facultativo, salvo para lo dispuesto en los artículos 173 y 182 de

la Constitución Política. (…)”

Sentencia 267-2015

“(…)I- OBJETO DE LA LITIS: Se contrae el presente asunto en determinar si procede

la justificación de sobrante de mercancía presentada por el Auxiliar de la función pública

XXXXX S.A en representación de su cliente XXXX Sociedad Anónima referente al

movimiento de inventario número XXXX para proceder con la nacionalización

correspondiente de las mercancías no declaradas (…)

(…) Consta en autos que el recurrente, luego de haber interpuesto un recurso de

apelación contra lo resuelto por la Aduana, presenta ante este Tribunal, el día 22 de

julio del 2015, una solicitud formal de desistimiento de la recurrencia en segunda

instancia, indicando que “…me apersono ante su despacho para presentar

formalmente el desistimiento al recurso de apelación para ante el Tribunal Aduanero

Nacional de la GESTION 3527 EXP AS-DN-xxx2014, RES AS-DN-xxx-2015 por tal

motivo nos retiramos del proceso y damos por finalizada la vía administrativa. Se

solicita el archivo del expediente y a su vez se presenta el desistimiento a la gestión...”

(Ver folio 88)

Tenemos que, este Tribunal Administrativo tiene competencia para conocer y decidir

sobre las pretensiones formuladas por los administrados sólo a partir de que es

interpuesto el recurso de apelación previsto por la Ley General de Aduanas, naciendo

en ese momento efectos jurídicos producto de la voluntad del interesado, dirigidos a

que se revisen los actos de la Administración Activa.

Según el diccionario Enciclopédico de Derecho Usual de Guillermo Cabanellas, Editorial

Heliasta, Tomo III, 27ª Edición, el “desistimiento” en el derecho procesal significa:

“Abandono, deserción o apartamiento de la acción, demanda, querella, apelación o

recurso”. Dicho instituto acarrea la renuncia de la pretensión interpuesta, con la

voluntad de que la autoridad respectiva no conozca sobre la misma.

De esta forma, y para el caso concreto de las actuaciones del Tribunal, al momento de

presentarse una solicitud de desistimiento de un recurso de apelación, se hace

manifiesta la voluntad del recurrente de destruir los efectos jurídicos generados con la

presentación del recurso, sea la solicitud de conocimiento por parte de esta instancia

administrativa; se trata de una declaración de voluntad del recurrente de no continuar el

ejercicio de la fase recursiva iniciada por él.

Descriptor: Justificación de sobrantes

Restrictor: Sobre el desistimiento presentado

Restrictor: Presupuestos necesarios para admitir un desistimiento

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Siendo por lo tanto que el escrito presentado por el recurrente en fecha 22 de julio de

2015 (visible a folio 88), encierra en sí mismo una solicitud expresa de renuncia a que

se conozca del recurso interpuesto, aunado al hecho de que la utilización de los medios

de impugnación es potestad del administrado, según lo estipula el numeral 198 de la

LGA, y en aras del fiel cumplimiento del principio de eficiencia desarrollado por la

jurisprudencia constitucional al indicar que “…hay algunos principios constitucionales

que informan la organización y función administrativas, tales como los de eficacia,

eficiencia, simplicidad y celeridad … . Estos principios de orden constitucional, han sido

desarrollados por la normativa infraconstitucional, así, la Ley General de la

Administración Pública los recoge en los artículos 4°, 225, párrafo 1°, y 269, párrafo 1°,

y manda que deben orientar y nutrir toda actuación administrativa” ; este Colegiado

entra a conocer del desistimiento solicitado por el recurrente, sin que sea necesario

ningún análisis anterior dada la naturaleza misma del instituto en cuestión, la cual se

indicó supra.

El instituto del desistimiento de gestiones aduaneras no se encuentra contemplado

expresamente en la LGA, razón por lo cual de acuerdo a lo dispuesto en los artículos

números 208, 272 de dicho cuerpo normativo y al artículo 163 del Código de Normas y

Procedimientos Tributarios, debe recurrirse supletoriamente a lo estipulado sobre el

tema en la Ley General de la Administración Pública (en adelante LGAP).

En este sentido, tenemos que los artículos 337 a 339 de la LGAP, facultan al interesado

a desistir por escrito del recurso de apelación, por ser éste un derecho o garantía

procesal que le asiste a la parte involucrada, y que solo le afecta a ésta, analizada

frente al interés público que tuviese que ejercer la Administración Pública en el

procedimiento. De esta forma nuestro Ordenamiento Jurídico permite que quien ha

formulado una pretensión ante la justicia administrativa, pueda desistir de ella,

estableciéndose expresamente en el inciso 2) del artículo 339 de la citada ley que la

Administración aceptará de plano el desistimiento o la renuncia, a menos que existieran

otros interesados, reforzando la preeminencia de la voluntad del administrado de no

continuar con su pretensión, pero siempre supeditado al interés general.

El inciso 3) del artículo 339 LGAP señala: “Si la cuestión suscitada por el expediente

entrañare un interés general, o fuere conveniente sustanciarla para su definición y

esclarecimiento, la Administración limitará los efectos del desistimiento o la renuncia a

sus posibles consecuencias patrimoniales respecto del interesado, y seguirá el

procedimiento en lo demás.”.

Es así que, en el presente caso se tiene que el desistimiento respecto al recurso de

apelación presentado por el interesado, contra lo actuado por la Aduana referente a la

justificación de sobrante de mercancía, cumple con los presupuestos establecidos en la

LGAP para admitirlo, tal y como se consigna de seguido:

- El desistimiento como renuncia al recurso de apelación fue solicitado por

escrito y en forma expresa y definitiva según consta en expediente a folio 88.

- Los efectos del mismo únicamente se refieren o afectan los intereses del

recurrente, estando debidamente acreditado en expediente que tanto el recurso de

apelación como su renuncia fueron presentados por el señor XXXXX, en su condición

de representante legal de la empresa XXXXX S.A., no habiéndose apersonado otros

interesados en la presente litis.

- No existe ninguna afectación al interés general en razón de que con el

desistimiento queda sin efecto la solicitud expresa del interesado de justificación de

sobrante de mercancía referente al movimiento de inventario número XXXX.

Teniendo claro que no existe ningún interés de que se conozca el recurso de apelación

ante esta instancia, pues al haber solicitado el recurrente su desistimiento, determina su

voluntad expresa de eliminar todo efecto jurídico surgido respecto a la interposición del

recurso en cuestión, resulta procedente acoger la petición de desistir del recurso, dando

por terminado el presente procedimiento y ordenando la remisión de los autos a la

Aduana Santamaría para lo que estime pertinente.(…)”

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Sentencia 272-2015

“(…)Es evidente que mediante un artificio, la agente de aduanas pretende reabrir un

asunto precluido, firme y en contra del cual no cabe acción alguna, como lo es el ajuste

y cambio en la clasificación arancelaria realizado en el despacho de las mercancías

amparadas al DUA N° XXX del 22 de febrero de 2012 de la Aduana Central. Los

cambios realizados por el funcionario en el despacho fueron debidamente notificados a

la agente de aduanas, la que de manera voluntaria y libre, procedió en fecha 30 de

marzo del 2013, a pagar la diferencia de impuestos determinada, además se abstuvo

de interponer los recursos que la legislación establece.

Con la gestión N° 4274, la agente de aduanas, con evidente claridad y pretendiendo

generar confusión en las autoridades aduaneras, presenta un escrito, que rotula de

rectificación, con los recursos de reconsideración y revisión jerárquico. Como agente de

aduanas, cuando señala que “…una vez finalizado el trámite y por revisión posterior el

importador se percata de la incorrecta liquidación de los impuestos cancelados”,

debería tener la modestia de reconocer que lo indicado no se ajusta a los hechos que

constan en expediente, porque fue en el despacho y por parte de la autoridad

aduanera, que se dan los cambios en la clasificación de las mercancías y cobro de la

diferencia de impuestos determinada y adeudada al fisco, no por un revisión del

importador posterior al levante de las mercancías. Como muy bien lo debería saber la

agente de aduanas, si estaba inconforme con el ajuste, contaba con el derecho de

interponer los recursos dispuestos en el artículo 198 de la Ley General de Aduanas

dentro del plazo que la misma norma dispone, pero no pretender mediante subterfugios

legales y generando confusión, aspirar a reabrir por la vía de la rectificación un asunto

que está en firme y además interponiendo recursos legales que no caben por estar

fuera de plazo.

En razón de lo anterior, estima este Tribunal que el recurso de apelación deviene

inadmisible por cuanto se interpuesto extemporáneo, según los elementos y hechos

desarrollados.

En cuanto a la improcedencia de los recursos, debe tener presente el recurrente que el

artículo 205 de la Ley General de Aduanas, establece la competencia del Tribunal

Aduanero en los siguientes términos:

“Créase el Tribunal Aduanero Nacional como un órgano de decisión autónoma, adscrito

al Ministerio de Hacienda. Tendrá competencia para conocer y decidir, en última

instancia administrativa, los recursos contra los actos dictados por el Servicio Nacional

de Aduanas.”

De la norma citada se deduce, que este Tribunal es un órgano de desconcentración

máxima, del Ministerio de Hacienda, en virtud de ello goza de una jerarquía impropia

establecida por el legislador con el fin de garantizar resoluciones técnica y

jurídicamente fundamentadas, al margen de los criterios de oportunidad y conveniencia

propios de la Administración, por ello, no solo crea tal instancia sino que además la dota

de autonomía en sus decisiones.

En torno a su naturaleza la Procuraduría General de la República en el dictamen

número C-012-98 del 21 de enero de 1998, indicó:

"...cabe recordar que la materia aduanera ha sido objeto de un proceso de

desconcentración máxima, que abarca tanto el poder de decidir en primer instancia

como el conocimiento de los recurso jerárquicos. Se ha producido un cambio en el

orden objetivo de competencias, de manera que no corresponde al Ministro dictar actos

en materia aduanera, incluso los necesarios para el agotamiento en la vía

administrativa..."

Tratándose de un procedimiento iniciado por la Aduana, el artículo 198 de la Ley

General de Aduanas vigente al momento de la aceptación del DUA regula el punto:

“IMPUGNACION DE ACTOS DE LA ADUANA

Artículo 198. —Impugnación de actos. Notificado un acto final dictado por la aduana,

incluso el resultado de la determinación tributaria, el agente aduanero, el consignatario

Descriptor: Solicitud de rectificación

Restrictor: Recurso inadmisible

Restrictor: Competencia del Tribunal Aduanero Nacional

Restrictor: Caducidad de acción por expiración de plazo

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o la persona destinataria del acto, podrá interponer el recurso de reconsideración y el

de apelación para ante el Tribunal Aduanero Nacional, dentro del plazo de los tres días

hábiles siguientes a la notificación. Será potestativo usar ambos recursos ordinarios o

solo uno de ellos.

El recurrente presentará las alegaciones técnicas, de hecho y de derecho, las pruebas

en que fundamente su recurso y la petición o pretensión de fondo.

El recurrente podrá aportar, en su beneficio, toda clase de pruebas, incluso exámenes

técnicos, catálogos, literatura o dictámenes.” (Así reformado por el artículo 1° de la Ley

No. 8373 de 18 de agosto de 2003).

La forma de acceder al Tribunal, para que este ejerza el control de legalidad sobre las

actuaciones del Servicio Nacional de Aduanas, es mediante la interposición de los

recursos dispuestos por ley contra los actos finales dictados por la Administración

dentro del plazo regulado en la norma transcrita.

En el caso bajo estudio se encuentra acreditado en expediente que la agente de

aduanas no presento recursos de reconsideración y apelación en contra del ajuste en el

despacho al DUA de reiterada cita, por el contrario mostrando conformidad se limitó a

cancelar la diferencia de impuestos.

Únicamente para efectos aclaratorios, se adiciona que reconoce el Tribunal el derecho

de todo declarante, de conformidad con el artículo 90, de presentar una rectificación de

su declaración cuando detecte errores, pero no es un derecho irrestricto, corresponde

hacer un análisis casuístico. La Administración en aras de cumplir con el principio de

verdad real, en el momento procesal oportuno y por los medios legales establecidos,

dio a conocer al declarante por medio de su representante los ajustes en el DUA, pero

el declarante se allanó a la pretensión de la administración, no impugnó, no se opuso ni

presentó argumentos a favor, permitiendo que el acto adquiera firmeza, por lo que

ahora no puede pretender bajo la figura de la rectificación reabrir la disputa por los

mismos elementos, este es un caso donde la rectificación encuentra una limitación,

siendo correcto el rechazo que hace la autoridad aduanera al considerarlo un acto

firme.

Así las cosas, el Colegiado determina que se está en presencia de un acto firme, para

el cual acaeció en sede administrativa la caducidad de la acción por expiración del

plazo y consecuente el decaimiento de su derecho, que la autoridad aduanera actuó de

conformidad con la legislación aduanera al rechazar el recurso de reconsideración, no

se genera indefensión alguna a la parte recurrente por el contrario es la inacción del

recurrente la que conlleva a la firmeza del acto, correspondiendo declarar el asunto

como inadmisible . (…)”

Sentencia 273-2015

“(…). Sobre el emplazamiento al recurrente en la resolución RES-AC-DN-1458-xxx del

21 de julio del 2015 de la Aduana Central. Que revisado el expediente, consta que la

Aduana Central remite a este Tribunal el presente asunto, sin que en la resolución citada

se procediera a realizar el emplazamiento de ley, requisito procesal indispensable para la

efectiva defensa del interesado de conformidad con el artículo 200 de la Ley General de

Aduanas.

Estima este Colegiado que en aras de asegurar el debido proceso y el derecho de

defensa, la autoridad aduanera está obligada a brindar el plazo de emplazamiento para

que el recurrente, si lo estima, se apersonarse ante este Tribunal a reiterar o ampliar los

argumentos de su pretensión, como corresponde. Por tal razón y en aras de proteger la

pureza del procedimiento administrativo y brindar las oportunidades procesales que la ley

establece a las partes evitando una violación al debido proceso, se ordena devolver el

expediente a la oficina de origen para que se proceda a notificar a emplazar al recurrente

como corresponde, debiendo observar la autoridad aduanera el cuidado y la diligencia del

caso, para que situaciones como la que se expone no se repitan.(…)”

Descriptor: Solicitud de rectificación

Restrictor: Devolución de expediente ante la falta de emplazamiento de Ley

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Sentencia 305-2015

“(…)I.- La litis: Determinar si al amparo de la legislación vigente, es procedente o no la

solicitud de prórroga para la exportación temporal realizada mediante la declaración

aduanera a la exportación número XXX del 02 de marzo del 2007.(…)

(…)La Aduana de Peñas Blancas autorizó la exportación temporal por un plazo de tres

meses, en conformidad con los numerales 166 y 170 de la ley General de Aduanas,

venciendo el día 07 de junio de 2007, previniendo al declarante en la misma resolución

citada, que la solicitud de prorroga debería efectuarla antes del vencimiento del plazo

otorgado, lo que no fue observado por el recurrente, dado que la gestión se presenta

extemporánea el 18 de febrero del 2008, 8 meses después del vencimiento del plazo

original brindado para la exportación temporal.

La Aduana de Peñas Blancas al denegar la gestión de prórroga, procede de

conformidad con la legislación vigente que regula el tema, artículos 460 y 465 del

Reglamento a la Ley General de Aduanas.

Este Tribunal, ya analizó un caso bajo los mismos hechos y partes, Sentencia número

057-2015 del 19 de febrero del 2015, en la que se resolvió sin lugar el recurso

señalándose:

“…que presentada la solicitud de prórroga el día 18 de febrero de 2008, de manera que

relacionando los numerales 460 y 465 del Reglamento a la Ley General de Aduanas

concluye la Administración Aduanera que la solicitud de prórroga debió presentarse

antes del vencimiento de su plazo y dado que no lo fue en tales circunstancias sino

harto vencido el mismo, resulta la petición improcedente. En su recurrencia, y en

resumen, alega la recurrente que la exportación temporal realizada lo fue bajo la

categoría Estatal, y que en consecuencia, el plazo lo está en función del Contrato que

ella tiene con el Estado Nicaragüense, el cual no ha finiquitado, y por ello, resulta

procedente y necesaria la prórroga solicitada.

En conformidad con los numerales 67 y 78 del CAUCA resulta la exportación temporal

en un régimen aduanero que permite la salida del territorio aduanero nacional, con

suspensión del pago de los derechos e impuestos a la exportación, de las mercancías

nacionales o nacionalizadas, en forma temporal, por un tiempo determinado, y bajo la

condición de que deben ser reimportadas al vencimiento del plazo señalado, en el

mismo estado, es decir sin haber sufrido en el exterior ninguna transformación,

elaboración o reparación en cuyo caso se admitirán con liberación total de los derechos

e impuestos a la importación. Por su parte, el RECAUCA en su artículo 172 dispone

que el plazo que una mercancía puede estar sometida a dicho régimen lo es de seis

meses a contar a partir de la fecha de aceptación o registro de la declaración aduanera

respectiva. En el artículo 173 ibídem se dispone además que la reimportación fuera del

plazo, conlleva el pago de los derechos e impuestos a la importación. Finalmente, el

numeral 175 del RECAUCA dispone que las normas relativas a la importación temporal

con reexportación en el mismo estado apliquen al régimen de exportación temporal con

reimportación en el mismo estado en todo lo que sea conducente.

En sentido similar y congruente, salvo en lo que concierne al plazo que una mercancía

puede estar sometida a dicho régimen dispone el numeral 170 de la Ley General de

Aduanas que lee:

“ARTICULO 170.- Exportación temporal

La exportación temporal es el régimen aduanero que permite la salida, por un plazo

determinado, de mercancías del territorio aduanero con suspensión de los tributos a la

exportación. Las mercancías deberán ser reimportadas sin transformación o

modificación alguna dentro del plazo que se establezca por vía reglamentaria de

acuerdo con la finalidad de la exportación. Este plazo no podrá exceder de un año.

Las mercancías exportadas temporalmente deberán ser claramente identificables por

cualquier medio razonable que establezca la autoridad aduanera y cumplir con las

regulaciones no arancelarias aplicables.

Descriptor: Solicitud de prórroga de importación temporal

Restrictor: Sin lugar

Restrictor: De la exportación temporal

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Las disposiciones contenidas en esta sección para la importación temporal, serán

aplicables a la exportación temporal, con las condiciones y para las categorías de

mercancías que se establezca en la reglamentación.” (La negrita y el subrayado no son

del original)

Por su parte el reglamento a la Ley General de Aduanas decreto ejecutivo número

25270-H del 14/06/1996 en lo que interesa dispone:

“Artículo 465.-Procedimiento aplicable. La exportación temporal de mercancías se

realizará en lo aplicable, de conformidad con lo dispuesto para el régimen de

importación temporal. El plazo de la exportación temporal podrá ser solicitado por el

interesado, el cual no podrá exceder de seis meses, contados a partir de la aceptación

de la declaración.

Las exportaciones temporales categoría estatal y las contempladas en leyes especiales

o contratos administrativos, se autorizarán en las condiciones y por el plazo establecido

en estos instrumentos jurídicos.” (Así reformado por el artículo 1° del decreto ejecutivo

N° 34564 del 14 de mayo del 2008)

Finalmente, a falta de norma expresa en la legislación aduanera y por disposición de los

numerales 4, 272 de la Ley General de Aduanas y 2, 365 de la Ley General de la

Administración Pública debe traerse a colación lo establecido en el artículo 258 inciso 2

de ésta última que respecto de los términos y plazos dispone:

“Artículo 258.-

2. La solicitud de prórroga deberá hacerse antes del vencimiento del plazo, con

expresión de motivos y de prueba si fuere del caso.…”…Conforme los hechos tenidos

por demostrados es claro que las mercancías contenidas en la declaración aduanera a

la exportación temporal número 3132578 con fecha de salida del 13/04/2007 estuvieron

sometidas al régimen autorizado hasta el día 12 de julio de 2007, fecha en que venció

el plazo autorizado. Así las cosas, la solicitud de prórroga presentada el día 18 de

febrero de 2008 recae sobre un régimen con más de siete meses de inexistente en

tanto no se cumple con lo dispuesto en la norma del artículo 258 de la LGAP de cita

supra.

En cuanto al alegato de la recurrente de que estamos en presencia de una categoría

estatal y que con sustento en la misma el plazo se extiende al del contrato de obra, es

lo cierto que no se ha demostrado que la autorización se haya dado bajo tales

lineamientos, independientemente de su procedencia o no. Lo cierto es que la

exportación temporal se autorizó por un plazo determinado y si tal no correspondía era

en ese momento cuando debió la interesada reclamar por la vía recursiva un plazo

mayor o indefinido como pretende y no en este momento procesal cuando el régimen

harto ha caducado por vencimiento del plazo ante la propia desidia del interesado. En

razón a lo anterior resulta sin sustento el recurso y así se resuelve…”

Estima el Tribunal que no habiendo motivo para cambiar de criterio, procede denegar el

recurso de apelación y confirmar la actuación de la autoridad aduanera. (…)”

Sentencia 268-2015

“(…)En el presente asunto se discute si procede o no el ajuste operado en el despacho

en relación a la posición arancelaria referente a la mercancía amparada a la

Declaración Aduanera de Importación Definitiva número XXX del 26 de abril de 2011,

tramitada por la agente de aduanas XXX en nombre de la empresa XXX, mediante la

cual se nacionalizó en la línea 001 mercancía declarada como “CONGELADORES

ELECTRICOS, DE USO DOMESTICO, MARCA XXX, MODELO TCH15000MD, (120,

UND)”, bajo la posición arancelaria 8418.50.00.90, mientras que la Aduana Santamaría

considera que le corresponde la 8418.30.00.10, (…)

Descriptor: Solicitud de ajuste de posición arancelaria

Restrictor: Sin Lugar

Restrictor: De las excepciones

Restrictor: Excepción de prescripción

Restrictor: Congeladores electricos, de uso domestico

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(…) En el presente asunto, por no existir norma expresa en materia aduanera respecto

de las excepciones, resulta aplicable el artículo 208 de la LGA, que bajo este supuesto

remite a las disposiciones sobre el procedimiento reguladas en el Código de Normas y

Procedimientos Tributarios (en adelante CNPT), este cuerpo normativo a su vez, en el

numeral 155 establece el orden de aplicación de las normas supletorias, indicando que

se deben aplicar los lineamientos generales del procedimiento administrativo y en su

defecto las del Código Procesal Civil o Código Procesal Penal, según el caso que se

trate. Así, al no contener el CNPT norma expresa, resulta de aplicación en materia de

excepciones como norma supletoria, lo dispuesto por el numeral 298 del Código

Procesal Civil, el cual clasifica las excepciones en previas y de fondo, encontrándose en

el primer grupo:

“Oposición y elenco de excepciones previas.

Las excepciones previas sólo podrán oponerse dentro de los primeros diez días del

emplazamiento.

Sólo son admisibles como excepciones previas:

1) La falta de competencia.

2) La falta de capacidad o la defectuosa representación.

3) La indebida acumulación de pretensiones.

4) El litisconsorcio necesario incompleto.

5) El acuerdo arbitral.

(Así reformado por el artículo 74 de la Ley de Resolución Alterna de Conflictos No. 7727

de 9 de diciembre de 1997)

6) La litis pendencia.

7) La cosa juzgada.

8) La transacción.

9) La prescripción.

10) La caducidad.” (El resaltado no es del original)

Mediante las excepciones previas, tal y cual se configura la prescripción, se alegan

determinadas situaciones que normalmente, versan sobre el procedimiento y deben ser

resueltas de forma prioritaria, porque tienden a eliminar o corregir cuestiones que

obstaculizarían su desarrollo. Las excepciones previas tienen un carácter preventivo en

cuanto tienden a economizar esfuerzos y, en caso de ser estimadas, pueden impedir el

conocimiento del fondo del asunto.

Teniendo clara la naturaleza de la excepción planteada por la recurrente, la misma se

entra a conocer de inmediato.

Al respecto, es preciso señalar que en la presente litis estamos en presencia de un

ajuste operado en el despacho, en donde, de conformidad con las atribuciones

aduaneras prescritas en los artículos 22 y 23 de la LGA, la legislación aduanera

estableció un procedimiento común para todos los regímenes aduaneros, con etapas

mínimas que deben ser cumplidas, independientemente del régimen al que sean

destinadas las mercancías, procedimiento que se encuentra regulado a partir del

artículo 83 de la LGA y artículos 237 y siguientes de su Reglamento. De tal forma que

una vez aceptada la declaración por parte de la Aduana, se verifica el cumplimiento de

los requisitos necesarios para el régimen que se solicita; realizado lo anterior se inicia el

proceso de verificación a fin de comprobar los elementos determinantes de la obligación

tributaria aduanera, mediante la aplicación de criterios selectivos y aleatorios, que

implica una necesaria notificación inmediata a los interesados de lo actuado, a fin de

que ejerzan las acciones que estimen procedentes, sobre todo en aquellos casos en

que se determine o establezca diferencias o ajustes entre lo declarado y lo que

considera debió declararse y el interesado estime que con tal actuación se le está

perjudicando, tal y como sucedió en el presente asunto en el que se ajustó la posición

arancelaria y se reliquidó el adeudo en favor del Fisco.

Concretamente, en relación al transcurso de tiempo en el presente asunto, el recurrente

alega que a la fecha no se ha determinado la existencia, firme y definitiva de ningún

adeudo, dejándose transcurrir el tiempo previsto por ley sin ejercer en el plazo previsto

por el Ordenamiento Jurídico la potestad de notificar el acto inicial del procedimiento

tendiente a exigir el pago de los tributos dejados de percibir. En tal sentido debe

señalarse que no lleva razón el recurrente, toda vez que sí existe en autos un ajuste

para modificar y realizar alcances a la obligación tributaria, y es precisamente el acto

impugnado, mismo que fue realizado por la Aduana durante el procedimiento de

despacho cumpliendo con el procedimiento señalado supra y dentro del plazo

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establecido por la legislación, por lo que no resulta procedentes las afirmaciones de la

recurrente.

En razón de lo expuesto, se rechazan las alegaciones en este extremo. (…)

(…)Partiendo de las dos posiciones encontradas respecto a la clasificación de la

mercancía objeto del presente procedimiento, tenemos que no existe controversia en

cuanto al capítulo, siendo este 84, donde se clasifican las reactores nucleares,

calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos; partes de estas máquinas o

aparatos, ni la partida 8418, correspondiente a:

“REFRIGERADORES, CONGELADORES Y DEMAS MATERIAL, MAQUINAS Y

APARATOS PARA PRODUCCION DE FRIO, AUNQUE NO SEAN ELECTRICOS;

BOMBAS DE CALOR, EXCEPTO LAS MAQUINAS Y APARATOS PARA

ACONDICIONAMIENTO DE AIRE DE LA PARTIDA 84.15”.

Las posiciones debatidas en la especie se encuentran a nivel de subpartida, siendo que

la declarada es la 8418.50:

-Los demás muebles (armarios, arcones (cofres), vitrinas, mostradores y similares),

para la conservación y exposición de los productos, que incorporen un equipo para

refrigerar o congelar.

Mientras que la subpartida determinada por la Aduana es la 8418.30:

-Congeladores horizontales del tipo arcón (cofre), de capacidad inferior o igual a 800 l.

Como se puede apreciar, ambas subpartidas incluyen los arcones o cofres,

característica que presenta la mercancía de cita y que no ha sido cuestionada, siendo

esencialmente dos los aspectos en desacuerdo: el diseño de la mercancía que permita

la exposición de los productos y la posibilidad de refrigerar o congelar de la misma.

En cuanto al primer punto, ha sido técnicamente justificado por el A Quo el hecho que la

mercancía de cita no fue diseñada para exponer visual y directamente los productos

que almacena, condición que necesariamente debe poseer para ubicarla en la posición

declarada. El dictamen técnico que obra en autos y sobre el cual basa la Aduana el

ajuste recurrido, toma en consideración los elementos esenciales determinados al

momento de la revisión física y documental de la mercancía, siendo que para lograr la

adecuada motivación que todo acto administrativo debe contener, conjuga la materia

técnica con la utilización de herramientas adicionales en aras de definir qué se entiende

por la función de exposición que debe poseer una mercancía para ser clasificada en la

posición 8418.50, mecanismos de esclarecimiento que lejos de socavar la

fundamentación brindada y poder calificarse como un criterio subjetivo, como lo afirma

la recurrente, complementan el aspecto técnico brindado por la nomenclatura

arancelaria, revistiendo la actuación administrativa del soporte técnico y razonable que

permiten justificar la determinación efectuada durante el despacho aduanero.

El hecho de que el Sistema Armonizado no brinde una definición concreta de lo que se

entiende por el verbo “exponer” no obsta para que la Autoridad Aduanera, de forma

acertada y en apego a los principios de búsqueda de la verdad real y motivación, se

valga de instrumentos que son de conocimiento general y que además resultan una

herramienta imprescindible para dominar de modo adecuado una lengua, tal y como

resulta ser el Diccionario de la Real Academia Española, siendo que los mismos

implican un valor significativo y preciso para conseguir la correcta demostración de las

razones que amparan lo actuado por la Administración Activa.

De esta forma, es incuestionable que la mercancía importada mediante la Declaración

Aduanera de cita, no presenta tapas o puertas que permitan la visualización directa de

los productos que almacena, aspecto que abiertamente acepta la auxiliar de la función

pública recurrente, pero que la misma pretende minimizar, afirmando que la exposición

del producto puede efectuarse “palpando, escuchando o tomándolo en forma de

autoservicio”, defensas que no son acordes con la técnica y el debido razonamiento que

envuelve la redacción y la naturaleza propia de las mercancías cobijadas por la posición

declarada, las cuales amparan mercancías que de forma directa e inmediata se

encuentren diseñadas para exponer visualmente el producto, característica que no

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posee la mercancía importada en autos, por lo que la posición arancelaria declarada

resulta improcedente.

En relación al segundo aspecto de debate, referente a la capacidad de refrigerar o

congelar de la mercancía importada, la recurrente en la manifestación de sus

inconformidades interpreta la redacción de la subpartida declarada en relación a las

características que presenta la mercancía importada, afirmando que la misma posee

una función dual, en el sentido que puede refrigerar y congelar, tal y como a su

apreciación incluye la subpartida declarada 8418.50, y que por lo tanto es imposible

ubicarlo en la subpartida ajustada 8418.30, la cual está destinada, según su

consideración, únicamente para “congeladores”.

En este sentido, tenemos que la referida auxiliar de la función pública excluye con su

justificación la significación de la conjunción “o” dentro de la redacción de la subpartida

declarada, en el sentido de que no se refiere a una “función dual” de “refrigerar y

congelar”, sino por el contrario, prescinde de una u de otra, refiriéndose a aparatos que

“refrigeren” o “congelen” pero no ambos, ya que nos encontramos ante una conjunción

disyuntiva exclusiva o excluyente.

Siguiendo bajo el análisis de la los argumentos recursivos, el hecho de que la

subpartida 8418.30 en su redacción indique “congeladores”, no obsta para que

mercancía como la que resulta objeto de la presente litis pueda clasificarse dentro de la

misma, dado que como bien lo hace ver la justificación técnica del A Quo en relación

con los elementos probatorios recabados durante la inspección física y documental de

la mercancía, siendo que se comprueba que la misma puede congelar y enfriar, los

aparatos que poseen la función de congelar, entendida como el mantenimiento de los

productos a temperaturas por debajo de los 0°C y hasta los -4°C, en razón del aumento

que de la temperatura se puede realizar en su sistema, sea llevarlo a temperaturas

cercanas a los 0°C, pueden a su vez realizar la función de refrigerar; por lo que la

subpartida al referirse a “congeladores” engloba a su vez aquellos aparatos que pueden

refrigerar o enfriar, por lo que no se trata de un término excluyente como lo interpreta la

recurrente, ni de un error de la Administración, sino de la realidad que envuelve este

tipo de mercancía.(…).”

Sentencia 276-2015

“(…)I. Sobre la Litis: Determinar la procedencia o no de admitir la corrección del

manifiesto N° xxxxxx , solicitada por el representante legal de la empresa XXXXXX

S.A, quien solicita la corrección de la cantidad de bultos digitados originalmente,

amparados al Conocimiento de Embarque BL número XXXXXX , por cuanto se digitó

inicialmente para la línea número 1 un bulto siendo lo correcto 14 bultos y en la línea

número 2 15 bultos con un peso de 20.000 Kg, siendo lo correcto 15 bultos con un peso

de 25204.740.(…)

(…)Considera este Tribunal viciado de nulidad lo actuado por la Aduana al conocer el

recurso de reconsideración interpuesto por el Administrado, por violación al debido

proceso, al omitir referirse a cada uno de los alegatos y prueba aportada con el escrito

de fecha 14 de julio de 2015 visible a folio 50, omisiones del A Quo que sin lugar a

dudas le causaron indefensión al recurrente. (…)

(…)Una vez revisada la resolución RES-CALD-DN-0431-2015 del 28 de julio de 2015,

con la cual la Aduana declara sin lugar el recurso de reconsideración presentado,

queda demostrado que el A Quo ignora por completo atender y desvirtuar cada uno de

los alegatos y pruebas aportadas por el interesado, en esencia al omitir referirse a la

carta apostillada justificando el error por parte del exportador, señalando técnica y

jurídicamente si procedía o no la justificación del exportador para apoyar la solicitud de

corrección del manifiesto alegada por el interesado en el caso concreto, omisiones que

sin lugar a dudas violentan el principio del debido proceso que debe regir -sin

excepción- en las actuaciones de la Administración. (Ver folios 69 a 78 y Hecho

Probado 4). (…)

Descriptor: Solicitud de corrección de bultos declarados

Restrictor: Nulidad al omitir referirse a cada uno de los alegatos y prueba aportada

Restrictor: Motivación de los actos

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(…)Estimando al respecto, que lleva razón el apelante en alegar que no fue atendida la

prueba aportada para justificar sus pretensiones, con lo cual en criterio de este Órgano

de Alzada, en la especie se omite una formalidad sustancial en el proceso seguido que

generan indefensión al interesado, por no tomar en cuenta y desvirtuar todos y cada

uno de los alegatos y peticiones expresas.

Es por lo expuesto, que echa de menos este Tribunal por parte de la Administración

Activa, de una adecuada motivación de las alegaciones interpuestas, debiendo una vez

más reiterar, que la motivación se encuentra ligada a la causa del acto administrativo,

es su manifestación externa, por medio de la cual, se logra tener conocimiento de todos

y cada uno de los aspectos que han sido tomados en consideración para el dictado del

acto específico, teniendo como guía el principio de verdad real y que en criterio de la

suscrita, se vislumbra en expediente que la Aduana dentro de sus facultades de

Administración Activa no fue en busca de la verdad real de los hechos, analizando y

desvirtuando sobre todos y cada uno los alegatos, con el fin de determinar en el

momento procesal oportuno, si efectivamente la prueba aportada era de recibo o no

para justificar la solicitud de rectificación del manifiesto planteada en autos, afectando

con su actuación, los intereses del Administrado al derecho de obtener una respuesta

oportuna de su gestión, por parte del A Quo. (…)

(…)Es así, que se reitera que la Administración debe basar su actuación en el principio

de legalidad, y debe para ello verificar la verdad real de los hechos, estando obligada la

Aduana a revisar, analizar y pronunciarse no solo sobre todos y cada uno de los

alegatos propuestos, sino garantizar que lo actuado es conforme con el ordenamiento

jurídico, en cumplimiento de las garantías del debido proceso, consagrados en nuestra

Constitución Política, entre ellos el derecho a ser oído dentro del procedimiento y el

derecho de defensa, de forma tal que se haga efectiva la posibilidad que tiene en este

caso el recurrente de que se escuchen y analicen sus razones, alegaciones y pruebas

en el momento procesal oportuno por la autoridad correspondiente, que en este caso es

la Aduana de Caldera, porque en aplicación del Artículo 214 de la LGAP, el objeto de

todo procedimiento es demostrar o desvirtuar los hechos y pretensiones de las partes,

en aras de determinar la verdad real, correspondiendo definir y decidir lo que

corresponda o de lo contrario, el acto no sería válido al no estar conforme al

ordenamiento jurídico, tal como se da en la especie. (…)”

Sentencia 277-2015

“(…)El presente asunto trata sobre gestión de rectificación de la declaración aduanera

de importación número importación número XX del 12 de abril del 2012, de la Aduana

Santamaría, importador XXX, para que se modifique el nombre del consignatario y el

régimen de destino de la mercancía amparada al DUA. (…)

(…) Reconoce el Tribunal el derecho de todo declarante, de conformidad con el artículo

90, de presentar una rectificación de su declaración cuando detecte errores, pero no es

un derecho irrestricto, corresponde hacer un análisis casuístico. Como solicitud que es

la reclamación, puede ser acogida o rechazada, en otras palabras no opera de manera

automática, la simple gestión no vincula a la administración para acceder a lo solicitado,

por el contrario, por un lado existe la obligación a cargo del recurrente de demostrar su

dicho pues tiene la carga de la prueba, lo que significa que debe aportar toda la prueba

necesaria que permita llegar a la verdad real y aportar aquella que le sea requerida.

Por el otro, la Administración en aplicación de los principios de verdad real e

imparcialidad, debe comprobar el dicho de la parte, puede solicitar toda aquella prueba

que estime necesaria para tal cometido cuando considere necesario y determinar la

procedencia legal de conformidad con las actuaciones actuales o anteriores con

relación a la declaración con el que se relaciona el asunto. (…)

(…)En el caso, expresa el recurrente en la gestión inicial que por error involuntario se

consignó incorrectamente el nombre del importador y el régimen de destino de las

mercancías, aportando como prueba documental la guía área N° XXX y original de la

factura comercial sin número, señalando que los documentos aportados confirman

procedencia la solicitud, limitándose a adjuntar copia de los documentos relacionados

Descriptor: Solicitud de rectificación de nombre de consignatario

Restrictor: Sin Lugar

Restrictor: Carga de la prueba

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con el DUA, sin entrar a explicar o detallar el asunto, no sustenta, explica o detalla en

ninguno de los escritos presentados la razón por la cual debe proceder la autoridad

aduanera a cambiar el nombre del importador en el DUA. No existe o se refleja un

interés real del recurrente orientado a fundamentar debidamente su gestión, no solo

solicitando o citando su pretensión, que es lo que se hace en el caso, debe ser más

diligente y brindar las explicaciones necesarias, elementos y pruebas que corresponde,

para que la autoridad aduanera cuente con bases para el análisis del caso y resuelva

de manera objetivamente la gestión. Tampoco refuta de forma alguna el argumento de

la autoridad aduanera, en cuanto a la falta de coincidencia de la información contenida

en los diferentes documentos que respaldan el DUA de importación. (…)

(…)No procede la rectificación solicitada con base en los documentos que obran en

expediente. Es así, que del análisis efectuado tanto a la solicitud planteada como a los

documentos que constan en expediente, puede constatar este Tribunal que no existen

elementos suficientes para rectificar declaración aduanera de importación número XXX

del 12 de abril del 2012, por no existir coincidencia de la información en los diferentes

documentos y bien lo explica y razona la autoridad aduanera en las resoluciones

emitidas, tanto la que resuelve la gestión como la que atiende el recurso de

reconsideración, inclusive en la nota RES-AS-DN-406-2015 del 11 de febrero del 2015,

que constituye la prevención para que aporte elementos probatorios que permitan

subsanar o superar las inconsistencias encontradas.

Tratándose de rectificaciones a instancia del interesado, éste debe aportar todo

elemento de prueba conducente a demostrar, sin lugar a dudas la pretensión de

corrección, porque debe desplegar toda la diligencia ofreciendo la prueba idónea y

conducente que permita determinar en qué consistió el error y como relacionar aquella

mercancía despachada y retirada del recinto fiscal, por haber cumplido las formalidades

aduaneras de la importación, con la prueba que presente durante el procedimiento de

revisión de la declaración a través de la solicitud de rectificación. Tal situación no se

logra verificar en el presente caso, por lo que no queda más que reconocer la razón a la

Administración, manteniendo la declaración aduanera de interés como originalmente se

concluyó.

En consecuencia, este Colegiado considera que no resulta idónea la solicitud de

rectificación por falta de elementos probatorios, por lo que aplicando las reglas de la

sana critica racional, y la normativa que regula la carga de la prueba, entre otros los

artículos 27, 196 c), 201 de la Ley General de Aduanas y 523 y 524 del Reglamento a

ésta Ley, y en igual sentido en los artículos 140 a 143 del Código Tributario; y los

artículos 221, 293 a 295, 298 inciso 2) de la Ley General de la Administración Pública,

disposiciones que mantienen una misma línea en cuanto al deber de probar lo dicho por

parte de quien formule la pretensión a través de la amplitud de posibilidades que

permiten las normas de derecho público y privado, así como el artículo 317 del Código

Procesal Civil, estimamos procedente el rechazo operado en el presente asunto.

En concreto expresa el artículo 317 del CPC:

“Carga de la prueba. La carga de la prueba incumbe:

1) A quien formule una pretensión, respecto a las afirmaciones de los hechos

constitutivos de su derecho.

2) A quien se oponga a una pretensión, en cuanto a las afirmaciones de hechos

impeditivos, modificativos o extintivos del derecho del actor.”

En virtud de lo expuesto, considera este Tribunal que lo procedente es declarar sin

lugar el recurso interpuesto y confirmar la resolución recurrida con las consideraciones

expuestas en la presente sentencia.(…)”

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Sentencia 278-2015

“(…) Objeto de la Litis. En el presente asunto se discute si procede o no el ajuste

operado en el despacho en relación al valor aduanero referente a la mercancía

amparada a la Declaración Aduanera de Importación Definitiva número XXX del 30 de

abril de 2015 de la Aduana de Limón, tramitada por el agente de aduanas XXX de la

agencia de aduanas XXX, en nombre de la empresa XXX, mediante la cual se presentó

a despacho mercancía declarada en la línea 001 como: “PREP. A BASE DE ACEITES

PUROS QUE SURGE DE LA MEZCLA ENTRE DOS O MAS ACEITES, GIRASOL,

MAIZ, SOYA, PALMA (ACEITE-DE-GIRASOL-Y-MAIZ, EN ENVASES DE 1 LITRO,

BOTELLA PET)”,(…).

(…)Este Colegiado estima que en efecto en el presente asunto se presentan vicios que

provocan la nulidad de todo lo actuado por la Administración, por haber revalorado la

Aduana las mercancías durante el despacho, sin seguir el procedimiento legalmente

establecido, lo cual hace absolutamente nulo el ajuste realizado, por violación de una

formalidad sustancial en los términos del artículo 223 de la LGAP.

En ese sentido, debemos partir del marco normativo que regula en nuestro medio el

tema de la valoración de las mercancías a efecto de su importación. Así se tiene que de

conformidad con lo que dispone el artículo 8, párrafo segundo del Acuerdo Relativo a la

aplicación del Artículo VII del GATT de 1994 (Acuerdo sobre Valor en Aduana de la

Organización Mundial del Comercio), el Artículo 4 del Reglamento Centroamericano

sobre la Valoración Aduanera de las Mercancías, Decreto Ejecutivo Nº 32082-COMEX-

H del 7 de octubre de 2004, publicado en el Diario Oficial La Gaceta número 217 del 5

de noviembre de 2004 y la legislación costarricense sobre Valor en Aduana, artículo

254 de la LGA, tanto los gastos de flete hasta el puerto o lugar de introducción de las

mercancías en el país de importación, los de seguro y los gastos de carga, descarga y

manipulación ocasionados por el transporte de mercancías importadas, hasta el puerto

o lugar de importación serán considerados como parte del valor en aduana de las

mercancías. Efectivamente en su orden disponen los artículos indicados:

“Artículo 8

1.- …

2.- En la elaboración de su legislación cada Miembro dispondrá que se incluya en el

valor en aduana, o se excluya del mismo, la totalidad o una parte de los elementos

siguientes:

a) los gastos de transporte de las mercancías importadas hasta el puerto o lugar de

importación;

b) los gastos de carga, descarga y manipulación ocasionados por el transporte de las

mercancías importadas hasta el puerto o lugar de importación; y

c) el costo del seguro…” (El subrayado no es del original)

“Artículo 4.- Además de los elementos a que se refiere el párrafo 1 del artículo 8 del

Acuerdo, también formarán parte del valor en aduana, los elementos siguientes:

a) Los gastos de transporte de las mercancías importadas hasta el puerto o lugar de

importación;

b) Los gastos de carga, descarga y manipulación ocasionados por el transporte de las

mercancías importadas hasta el puerto o lugar de importación; y,

c) El costo del seguro. A los efectos de los incisos a) y b) del presente artículo, se

entenderá por "puerto o lugar de importación", el primer puerto o lugar de arribo de las

mercancías al Territorio Aduanero Centroamericano.” (El subrayado no es del original)

“Artículo 254.—Inclusión al valor en aduana de los gastos y costos establecidos en el

segundo párrafo del artículo 8 del Acuerdo relativo a la aplicación del artículo VII del

Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994.

Además de los elementos referidos en el primer párrafo del artículo 8 del Acuerdo

relativo a la aplicación del artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros

y Comercio de 1994, también formará parte del valor en aduana lo siguiente:

a) Los gastos de transporte de las mercancías importadas hasta el puerto o lugar de

importación.

b) Los gastos de carga, descarga y manipulación ocasionados por el transporte de las

mercancías importadas, hasta el puerto o lugar de importación.

Descriptor: Modificación del elemento valor

Restrictor: Nulidad al no observarse el procedimiento especial de valoración previsto

por la normativa aduanera al efectuarse el ajuste respectivo

Restrictor: procedimiento especial de modificación de valor

Page 33: Julio-setiembre · setiembre 2015, misma que como ha sido el norte seguido, conjuga la modernización tecnología en relación a la divulgación de la información especializada por

c) El costo del seguro.

Cuando alguno de los elementos enumerados en los incisos a), b) y c) anteriores, sea

gratuito o se efectúe por medios o servicios propios del importador, su valor deberá

calcularse conforme a las tarifas normalmente aplicables.” (El subrayado no es del

original)

Así, conforme con la legislación trascrita, en principio en efecto los gastos por

conceptos de flete y seguro y los gastos de carga, descarga y manipulación

ocasionados por el transporte de mercancías importadas, hasta el puerto o lugar de

importación, son elementos que se consideran parte del valor en aduana de las

mercancías, aclarando este Tribunal, que no se pronunciará en el caso concreto sobre

si el ajuste procede o no por el fondo, en virtud de la nulidad declarada, tal y como se

explicará más adelante.

En esta línea, debe tenerse presente que en el artículo 261 de la LGA se establece un

procedimiento previo para la determinación del valor, que según lo que consta en

expediente fue omitido por la Aduana de Limón durante el proceso de despacho,

generándose un vicio de nulidad procesal, por violación del debido proceso.

Efectivamente, el numeral 261 de la LGA en relación con el artículo 541 de su

Reglamento (en adelante RLGA), establecen el procedimiento a seguir cuando existan

dudas sobre la veracidad o exactitud del valor declarado, como sucede en el presente

caso, en que la Aduana de Limón ajustó el valor al considerar que se omitió en el rubro

de flete la suma de $1.340,00, por manipulación de la carga, razón por la cual modifica

el valor declarado a $122.785,32. Ajuste que generó una modificación de la base

imponible para el cálculo de los impuestos respectivos. (…)

(…)Según consta en expediente, específicamente en las impresiones del Sistema

Informático Tica, pantallas de Observaciones del DUA, visible a folios 59 y 60, al

momento del despacho la Administración tuvo dudas del valor declarado en el presente

asunto, tanto es así que posteriormente, y para resolver la recurrencia planteada, se

efectuó una solicitud de información al declarante respecto del costo y desglose de

cada una de las facturas que amparan la importación de referencia, según obra a folio

32, razón por la cual, y siendo evidente la falta de seguridad que poseía la Autoridad

Aduanera sobre el valor de la mercancía, de previo a realizar el ajuste debió proceder

con el procedimiento reglado que el Ordenamiento Jurídico prescribe para estos

supuestos, puesto que se desprende con toda claridad de la literalidad de la norma,

concretamente el párrafo II del numeral 261 y último párrafo del artículo 541

supracitados, que dicho procedimiento resulta únicamente aplicable cuando las dudas

respecto del valor se originan en el momento del despacho de las mercancías, cuando

éstas aún se encuentran bajo control aduanero, es decir, cuando no se ha autorizado el

levante, tal y como aconteció en la especie, siendo que la norma posibilita el levante

con garantía en tanto se cumple el citado procedimiento, ello con el fin de agilizar el

retiro de las mercancías de la custodia aduanera.

Debe aclararse a la Administración Activa que si bien las Autoridades Aduaneras

pueden ejercer sus facultades de control tanto en el despacho como en forma posterior,

dado que la naturaleza de ambos controles y procedimientos es diferente, sin embargo,

en tratándose de ajustes al valor declarado en aduana y realizados en el despacho,

debe necesariamente seguirse el procedimiento especial previsto por el artículo 261 de

la LGA y 541 de su Reglamento. (…)

(…)En razón de lo expuesto, es claro y evidente que se incumplió con el procedimiento

supra señalado al no haber aplicado el mismo, ni haberse observado estrictamente

todas y cada una de sus formalidades, dado que en un momento dado la Aduana

intentó, tardíamente, solventar las dudas que poseía, cuando en la fase recursiva

requirió del declarante cierto tipo de documentos que le aclararan el panorama sobre el

valor de las mercancías, pero ello sin seguir el procedimiento establecido a los efectos y

en el momento procesal oportuno, verbigracia, no consta en expediente que la Aduana

hubiere procedido a indicarle al importador con fundamento en la citada normativa, que

contaba con un plazo de diez días hábiles a efecto de que proporcionara una

explicación complementaria, así como documentos u otras pruebas para comprobar

que el valor declarado representa la cantidad total efectivamente pagada o por pagar

por las mercancías importadas, ajustada según las disposiciones del artículo 8 del

Acuerdo relativo a la aplicación del artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles

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Aduaneros y Comercio, o bien que, vencido el plazo otorgado y persistiendo aún la

duda de la Autoridad Aduanera, sea por no haber suministrado información o por

considerar necesario elementos adicionales, se hubiese concedido un nuevo plazo de

diez días hábiles para aportar los documentos o pruebas respectivas. (…)”

Sentencia 280-2015

“(…)I. La litis: En el presente asunto se discute la solicitud presentada por el señor

XXX en representación de la empresa XXX, referente a la devolución de impuestos en

relación a la importación de vehículos nuevos efectuada mediante sesenta y tres DUAS,

basándose en la utilización de una presumida base imponible incorrecta, y en un

supuesto error acaecido en la actualización de la clase tributaria en relación al tipo de

cambio real entre el colón y el dólar, (…)

(…)En primer término debe indicar este Tribunal que, el artículo 200 de la Ley General

de Aduanas, establece lo siguiente:

“Presentado el recurso de apelación y denegado total o parcialmente el recurso de

reconsideración, en su caso, la aduana competente se limitará a remitirlo al Tribunal

Aduanero Nacional, junto con el expediente administrativo, dentro de los siguientes tres

días hábiles, por el medio más rápido que tenga a disposición, y emplazará a la parte

para que en los diez días hábiles siguientes, contados a partir de la fecha de

notificación, reitere o amplíe los argumentos de su pretensión ante el Tribunal Aduanero

Nacional ”. (El resaltado no corresponde al original)

De previo a determinar si en la especie se cumplió con lo dispuesto por la norma citada,

recordemos que el emplazamiento se define como:

“…requerimiento o convocatoria que se hace a una persona por orden de un juez, para

que comparezca en el tribunal dentro del término que se le designe, con el objeto de

poder defenderse de los cargos que se le hacen, oponerse a la demanda, usar de su

derecho o cumplir lo que se le ordene…” (Cabanellas Torres Guillermo, Diccionario

Jurídico Elemental, página 144).

De conformidad con el numeral indicado, le corresponde a la Aduanas efectuar el

debido emplazamiento de los recurrentes para que se apersonen ante este Tribunal,

siendo por tanto una formalidad sustancial del procedimiento que se debe observar,

existiendo la obligación de emplazar al interesado para que acuda ante el superior

jerárquico impropio, y si lo estima pertinente reitere o mejore los argumentos esgrimidos

en su recurso. En ese sentido, válidamente en casos anteriores este Órgano ha

señalado lo siguiente

“…Recordemos que en la teoría administrativa, es fundamental que los elementos del

acto administrativo sean cumplidos perfectamente para que el mismo sea válido y

pueda causar efectos jurídicos. Así, dentro de los elementos formales del acto

administrativo, se encuentra el elemento “procedimiento”, que necesariamente deberá

observar la administración para la emisión de sus actos, siendo que la violación de ese

procedimiento, que pueda eventualmente generar indefensión a la parte, y ello es así

cuando se violan formalidades sustanciales del mismo, genera la nulidad absoluta del

acto, por lo que debe cumplirse dicho trámite, a fin de evitar nulidades en el presente

asunto. (ver artículo 223 de la Ley General de la Administración Pública)…” (en igual

sentido Sentencias 217-2008, 212-2009 y 078-2010). (…)

(…)La efectiva notificación del emplazamiento forma parte indiscutiblemente del

derecho general a la defensa, en torno al cual la Sala Constitucional en el Voto 1739-

92, indicó:

“…cabe advertir, asimismo, que el derecho de defensa debe ser no sólo formal, sino

también material, es decir, ejercido de hecho, plena y eficazmente, lo cual implica

además, como aspecto de singular importancia, el derecho a hacer uso de todos los

recursos legales o razonables de defensa…”

Descriptor: Solicitud la devolución de impuestos

Restrictor: Devolución ante la falta de notificación

Restrictor: De la notificación de la resolución que otorga el emplazamiento de ley.

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Asimismo, todo acto de procedimiento que afecte derechos o intereses de las partes

debe ser debidamente comunicado al afectado tal y como lo señala el artículo 239 de la

Ley General de la Administración Pública, siendo la debida comunicación un requisito

de eficacia del acto según lo dispone el numeral 334 de dicha Ley.

De acuerdo con lo expuesto hasta el momento, en criterio de este Tribunal, en la

especie existe una omisión por parte de la Administración Activa, ya que al no poder

verificarse que la resolución que emplaza al interesado ante este Órgano de Alzada fue

efectivamente recibida por la persona que dispuso el recurrente, en este caso el

abogado autenticante, se generó como consecuencia que la Aduana de Caldera remitió

a esta sede el recurso de apelación interpuesto sin que se haya cumplido con la

correcta notificación del citado acto del emplazamiento de ley, requisito procesal

fundamental que debe garantizarse a todo aquel afectado por un acto emitido por la

Administración, en el tanto lo posibilita a comparecer dentro del término de ley ante el A

Quem a hacer valer sus derechos mediante la presentación de las pruebas que

considere pertinentes para fundamentar su pretensión, permitiéndole de esta forma

ejercer plenamente su derecho de defensa, máxime teniendo en cuenta que no consta

el apersonamiento ante este Órgano.

En consecuencia este Tribunal considera procedente remitir el presente expediente a la

Aduana de Caldera, a efecto de que se notifique correctamente la Resolución RES-

CALD-DN-0442-2015 del 03 de agosto de 2015. (…)”

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Indice Temático

Tema Sentencia

Carta abierta 250-2015

Clasificación arancelaria de papel bond 257-2015

Corrección de bultos 250-2015, 276-2015

Corrección de manifiesto 261-2015

Desistimiento 267-2015

Devolución 243-2015, 273-2015 y 280-2015

Importación temporal 305-2015

Inadmisible 266-2015,272-2015

Inexistencia de recurso 243-2015

Infracciones administrativas Numeral 145 LGA Numeral 236 inciso 25 LGA Numeral 238 inciso H LGA

248-2015 263-2015 254-2015, 266-2015

Muestras extracción 262-2015

Notificación eficaz 244-2015

Procedimiento especial de modificación del valor aduanero

278-2015

Rectificación de valor 262-2015,266-2015 y 277-2015

Rebajo de multa 263-2015

Sobrantes 267-2015

Trato arancelario preferencial China- Costa Rica

247-2015

Valor Métodos de valoración

278-2015